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FUNDACIÓN
TOMÁS
MORO
CARTAS SOBRE “HUMANISMO Y POLÍTICA”
Carta 67ª: En la proclamación de Felipe VI.
Querido amigo1:
Rompo la norma que me había impuesto de no dejarme influir por los
acontecimientos a la hora de seleccionar el contenido y la programación de estas
cartas. Pero es que la proclamación de un Rey de España no es un acontecimiento
cualquiera.
Por descontado que no voy a hacer una valoración de la abdicación del Rey
anterior, ni de los actos y trámites parlamentarios que se han sucedido desde su
anuncio. Mi intención es aplicar la perspectiva del humanismo a estos sucesos,
Y de entre todas las ideas, propósitos y objetivos que se ha impuesto el nuevo
Monarca quiero fijarme solamente en uno, porque resumen y sintetiza todos ellos: la
ejemplaridad. La mencionó el nuevo Rey en su discurso ante las Cortes Generales. El
texto literal fue así: “Hoy más que nunca los ciudadanos demandan, con toda razón,
que los principios morales y éticos inspiren, y le ejemplaridad presida, nuestra vida
pública”.
En las cartas 34ª, 35ª y 36ª te he hablado de la condición del gobernante, de su
pasión por el poder, de su honestidad, de su integridad y de la esclavitud de la propia
imagen. Además te añadía que no hay honestidad en la política sin políticos honestos.
En esta carta te digo que la ejemplaridad es el principal principio moral y ético y la
virtud más importante para salir de la crisis moral que nos azota. Lee las reflexiones
del filósofo Javier Gomá.
La ejemplaridad no solo afecta a los políticos. Los ciudadanos en general se fijan
también en nuestros grandes deportistas, artistas, cantantes, hombres y mujeres de la
prensa rosa. Aquí el escándalo, es decir, la falta de ejemplaridad, está a la orden del
día: los ingresos millonarios, los desarreglos familiares, la falta de un mínimo mensaje
a la juventud del esfuerzo que cuesta llegar, el lujo y despilfarro, etc., etc.
Pero la ejemplaridad le es exigible, especialmente, al hombre público. Por ello
hemos de felicitarnos de que el nuevo Rey Felipe VI considere que los ciudadanos
demandan que la ejemplaridad presida nuestra vida pública. Y desde la perspectiva
humanista hay que ir más allá: la ejemplaridad debe presidir no solo la vida pública del
gobernante, sino además su vida privada.
Si pudiesen sintetizarse los principios morales y éticos que deben presidir la vida
pública, seleccionaría la virtud de la honestidad. El político honesto tiene una pasión
sana por el poder, rechaza la corrupción, tiene conciencia de los límites de la propia
imagen y es íntegro. Pero no se puede ser honesto en la vida pública si no se es
también en la vida privada. Hay quien disocia y “respeta” la vida privada de los
políticos, y la dejan fuera de la “plaza pública”.
El humanismo no está de acuerdo con esta disociación. Y siendo la ejemplaridad el
núcleo básico de la honestidad, hay que concluir que no se puede ser ejemplar en la
vida pública, sin serlo también en la privada, por lo que debe presidir una y otra.
Por otra parte, querido amigo, vemos en el nuevo Rey ciertos rasgos que le acercan
al perfil del hombre humanista tal como lo expusimos en la 11ª carta sobre Tomás
Moro. Así, es un hombre culto (carrera universitaria, carreras militares, postgrados en
el extranjero, y hasta hace pocos años ha tenido el privilegio de una preceptora como
Carmen Iglesias, que, entre otras cosas, le ha inculcado el amor a los libros y a la
historia). Está preparado profesionalmente para la tarea que le espera. Es un hombre
leal, amante de la familia y de los amigos. Y, sobre todo, es un hombre utópico,
porque ello no significa soñar con lo imposible, sino con lo difícil.
Tomás Moro enseñó que el gobierno es, antes que nada, ejercicio de virtudes, y
desde este imperativo moral gestionó las controversias sociales, tuteló y defendió con
gran empeño a la familia, promovió la educación integral de la juventud, y mantuvo un
profundo desprendimiento de honores y riquezas, una humildad serena y jovial, un
equilibrado conocimiento de la naturaleza humana, el buen humor y la ironía, y una
seguridad en sus juicios y convicciones basada en la fe.
Ejemplaridad pública y privada y virtudes humanistas son dos ejes en que debiera
apoyarse el reinado del nuevo Rey.
Recibe un cordial abrazo de
Fernando Díez Moreno
Vicepresidente
Puerto de los Leones, 1 - Of. 314-315 • 28220 Majadahonda - Madrid
Teléfono 91 533 83 10 • Móvil 671 694 777 • Fax 91 634 74 99
www.fundaciontomasmoro.es • fundaciontomasmoro@wanadoo.es
En el Manual de la “Nueva gramática de la lengua española” publicado por la Real Academia Española,
(pag. 25, Madrid, 2010), se dice que en el lenguaje político, administrativo y periodístico se percibe una
tendencia a construir series coordinadas constituidas por sustantivos de personas que manifiestan los dos
géneros (amigos/amigas, diputados/diputadas, alumnos/alumnas), el circunloquio es innecesario puesto
que el empleo del género no marcado (masculino) es suficientemente explícito para abarcar a los
individuos de uno y otro sexo.
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