TRASCENDER A TRAVÉS DEL TRABAJO La Doctrina Social1 y su aportación a la RSE. Artículo elaborado por Luis Eduardo Olivera Mtz. de Castro con las aportaciones de Alberto Sandoval Valdivia y Ricardo Francisco Padilla Castillo., miembros del Consejo Latinoamericano de Calidad Humana y Responsabilidad Social AC. Fecha: 3 de julio de 2013. El trabajo tiene una función principal: obtener un ingreso digno. Pero esta concepción impide beneficiarnos de propiedades adicionales que le confieren una mayor trascendencia: Desarrollarnos integralmente y servir a los demás. La persona humana no debería entregarse a un proyecto intrascendente, a un ideal abstracto, ni a falsas utopías; debe reconocer que el trabajo es idóneo para expresar y acrecentar su dignidad. Es así que identificamos al menos tres funciones y bienes que nos vienen del trabajo: 1. Obtener un ingreso digno. 2. Desarrollarnos integralmente. 3. Servir a los demás. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que tradicionalmente se concibe como el cuidado del medio ambiente y la ayuda a la comunidad, se enriquece y ennoblece con la dimensión antropológica que aporta la Doctrina Social2. Ésta promueve el desarrollo humano integral y el servicio a los demás, especialmente a los más necesitados, con la participación proactiva y corresponsable de todos los públicos de influencia de las empresas y de las organizaciones. Así la RSE se vuelve más congruente, porque se ocupa de su público interno, y más creíble, porque es congruente; y por consiguiente las empresas y organizaciones serán más productivas y exitosas. La orientación de esta nueva forma de RSE es el Desarrollo Antropológicamente Sostenible, que requiere pagar y recibir ingresos justos, evitar la corrupción, cuidar la salud y la seguridad de la gente, promover la capacitación del personal, su talento emocional, sus valores y su fe. Además se necesita que se mejore la participación y el compromiso de los trabajadores con el éxito de la empresa y con el cumplimiento de su misión. Los principios de la Doctrina Social aplicados en las empresas no son moda o humanismo romántico superficial, ni mercadotecnia social utilitarista. Tampoco se reducen a una ideología. De hecho, podrían generar cierta crisis, necesaria para poder alinear a las empresas y organizaciones en un sentido más humano y alistándolas para trascender en las personas y obtener resultados extraordinarios. En México existen al menos dos sistemas reconocidos para aplicar los principios de la Doctrina Social en las empresas: 1. El Protocolo de RSE Centrado en la Persona (Confederación USEM) y 2. La Norma CRESE 2012, Sistema de Gestión de Calidad Humana y Responsabilidad Social (Empresa Responsable AC y Consejo Latinoamericano de Calidad Humana y Responsabilidad Social AC) Como empresarios, además de realizarnos y disfrutar nuestro trabajo, le damos sentido a nuestra vida y aseguramos la permanencia de la empresa en el tiempo. 1 La Doctrina Social de la Iglesia está inspirada en la Ley Natural inscrita en la conciencia de todo ser humano. Promueve el respeto a la dignidad de toda persona y su desarrollo humano integral y solidario. Por lo mismo es incluyente y hace a las empresas más humanas, productivas y exitosas.