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VIEUNES 1.° DE SETIEMBRE DE 1818.
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Sfe ^uicrihe : en IVIiulrjd , en la redascien ,, calle de la» lq,fanta9, número 8,
cuarto segiuido de la ¡z<^uierda.->Ei, \at
püoitiociaíj.en las. |>r,¡ncÍQa,lies administra«ipoes-de coqceos,jt ljh«riii,s.—En Baj-ona, IU)i^ria (Jte \«maVM^ymL»ndre*, re«Jiaccion del WMet , Ca^^üioe-Street,
Strand.^¿iJ¿e«, en la (l« A Natao, tar^0 do intendente ^número 25Si
S&nos ruega< demos cabida en, n«e*lra« columna! á la si- implorar para l^sociiedad las bendicippps^dfilicielo. Mas ahora se
gufente esposicfon que varios esclpustrados h-gos hai* dirigido ven de njicvo lanzados en medio del mar tempestuosa del siglo,
áesde Táteagpnai al E\cmo. señor nuncio, de S., S. en estos rei-, dpnde á cada paso se les.presentan ejemplos déla mas espantonos. Digno es segjiranaente de tlantar la alencioa tfe. Sv E. y sa díjsmoral'zacion , dfUide á cada, paso íes, saltlrátx al encuwila deí gobfecno etcslad'o áíjue han quedado reducidos los su- tro mil ocasiones y tentaciones peligrosas, donde sin la
gjAos de> se-que'trata en csa'reprcseritaeit)n. Consagrad!»s á ENus vidü claustral, sin las práctica* y demás cjprcicios:de su inscon «otos solemnes como Vos demás, rdig^iosos,, fueron como tituto q^ue. cual mjiiros y fúrtal\czas rodeaban y defendían á
estos arrojjados á 1» ctille; pero con I» circunstancia' (^ no. coa- s»t a^Rta,,. están espuestos á quedar vencidos, ^n, una, lucha tan
cedérseles la pensión .«ino por un tiempo muy limitada, pasa- dura y tai^lenás;, d\)nde, en fm^ se agrega á todo esto el ver<fc el eual e«sariaa de recibirla. Creyóse sin d»ida. c^e- npi siendo» se privados de lo precijío para su subsistenciia. Sijtuacion tersacerdotes, que na leníeRdo recibiites drdicnes sagradas, no ha- rible en verdad; digna por QÍerto de ser tomada en cuenta
bía para qué señalarles pensión. Pero no se tuvo en cuenia que ppr el gpbjernp, ya qiie 0,0 dudamos lo s^cáó lo.habi'á^sicfo ya por
S0' iullaban ligados c«n sokmncs votos; na se tuvo en quent:^ el representante de S. S. en. esta corle! De desear seria se
que' esta cJrcunstiMCt» les ataba las manos para poder atender tuviese muy en considetacion ^ste. estimo y se adoptasen las
por todos medios á su subsistencia, les privaba de esa Kber- I m<cdidas mas qonducentes á procurar su subsístetipia á esos intad que disfrutaban antes de^ hascr los yotosi y con, la (\tif¡ tal ffelices y contr^uij- di este niodo y por los demás que un
\ez en tos dos años que se les señalaba la pensión » habrían celo prudente sugiera é salvarlos di tafltos.esqoHos y pieligros á
podido (íedíiíarse á )a cawera ú •ficto que mejor les hubáeía pa-^ quB' muchos de ellos habrán de verse espueslos en. circunstanrecído, sin tantos riesgos de espon.erse k una condenaciím cias Gomo, las, en, que se encuentran. P^OSOIÍOS i^ps atrevemos
eterna. Pwqu* téngase on cnettta'porel gobierr» ^ 1» es,^ á rogar á aquello& que puedan, poner remedio,,, s^ apreetaustraiifon hecha de su orden , como' que es meramente cin suren á ponerle, se apresuren á socorrer la necesidad que paTil, no ronape ni puede romper los lazos con que los religiosos decen «sos re;igiosos, y á librarles en lo ppsiWe de- los. muchos
legos se unieron á Dios median'e la profesión reJigiusji; no peligros á que los jóvenes especialmente se ven esp.uestos.
anula bs estrechas obligactotws contraidas con Dios y con la
He aqui la espo.«icion á que ño;? referim,os en las anterioIglesia mediante los votos sotemries hechos anle los altares: la res líneas;
autoridad civil no llega ni puede llegar á tanto; hasta U auto"Elxcrao. é íbno. Seiíor.^Losinfrascritos religiosos, legos
ridad eclesiástica se guarda m.iy mucho de poner en esto su exclaustrados, residentes en esta capital, á V. E, 1. con el mas
mano.
profurvdo respeto esponen: Que en I^eal decreto de Cortes de
Quedan pues en el siglu esos religiosos lagos con todos sus veinte y nueve de jiiliu de mil ochocientos Ireiiita. y siete, al
paso qije se asignó una pensión vitalicia á los religiosos legos
volos, tan firmes, tan obligatorios de suyo c.)mQ cuando aque- que en la fecha <le su pramulgacion habían cumplido cuarenta
llos habitalMti en el claustro, Y ¿quién puede ponderar los gran- artos, solantente fu^ conced da Por un bienio á los que no 11cdes peligros á que con esle motivo esl;in eipueslos los enclaus- gabarx á aqiella edad denegándoseles to^a subsidio éñ \o sutrados legos especialmente si son jóvenes? ¿Qují'a no ve que cesivo. - Es.ta disposición legal debió de afligir á los esponentes, que se hallan en el segundo caso; porque h^hietido sido su
Bo siutiéiidose con vocaciot» ó careciendo de luces necc a iaj profesión tan solemne como la de los del primero, y qu^ad»
P-ira abrazar el sacerdocio , donde quieía que vuelvan la vista í libados iguatmente por ciertos volos, que no les están disponpara proporcionarse su sustento en el siglo han de hallarse con ' .'»idus por el solo hecho de la exclaustración, se ven impediHu! riesgos y dificultades ? Cabalmente para evitar estas, para dos de la misma manera que estos de proporcionarse un delograr su salvación sin tanta esposieion de perderla se retiraron cente modo de ganar stt suhsislenciav Lo,5 dornas jóverres de la
soeicdad nq viéndose aptos é inclinados á iina carrera literadel mundo , y entraron en el claustro , donde con el trab.ij.) de ria, á li)s primeros años de su pubertad se dedican á oRcins
sus manos gana.scn su sustento, y cm las prácticas religiosas nucQámoas, lo que dfjaron de practicar 'o? q",c 0sponcr( siritit'uque su insiiiuto prescribía, y cen el método do vida que les djse llainaflos á la pencccion religiosa en. institutos, qtip les «scmarcaba su i-egla, y con la cumpañia de los religiu .os sus her, guraban su m-inutencion por .oda su vida. Eslacttnducta, auMrizaJa por las leyes de la Iglesia y del Estado, ha venido á perjumanos con quienes vivian , se prccavie en de los peligros del dicar á los infra-critos priv ndolos de adoptar los medios de subsigk) y Iludieran alcanzarntas lacilmcntc para s( su salvacióné sistencia comunes á los demtis, si caduca aquella autorización eotf
lojio XX.S.lV.«=ASo NüvEso.
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