Horton, Michael; Postmodernismo Nuestros Tiempos es el epíteto que David Wells atribuye a la Modernidad y a su sucesor Postmoderno. El filosofo de Princeton, Diogenes Allen, declaró que “una revolución intelectual de grande escala esta sucediendo, la cual es probablemente tan importante como la que demarco al mundo Moderno, separándolo de la Edad Media”. Es un cambio que da nueva forma a toda disciplina intelectual, al igual que a las practicas de leyes, medicina, política, y religión en nuestra cultura. El desplome de el conceptualismo Moderno ha conducido hacia su tan-aclamado sucesor: el Postmodernismo. El teólogo Thomas Oden declara que la Modernidad comenzó con la toma de la Bastilla el 14 de Julio de 1789, y que termino con la caída del Muro de Berlín en 1989, mientras que el filosofo de arte Charles Jencks decidió ser aun mas especifico: termino a las 3:32 PM del 15 de Julio de 1972, cuando el complejo residencial Pruitt-Igoe de St. Louis (una versión premiada de “la maquina para la vida moderna” de Le Corbusier) fue dinamitada por haberse convertido en un ambiente inhabitable para la gente pobre que vivía ahí. Una máquina para la vida, este ambiente altamente racionalizado y cuidadosamente creado se había vuelto inhabitable al final. La Revolución Francesa fue una de un gran numero de revoluciones que trato de rehacer al mundo. La razón universal, el progreso, y la planificación eventualmente crearían la sociedad perfecta a pesar de los altos costos en forma de genocidio para lograr llegar a las puertas de la utopía. No solamente exhausto económicamente, pero también espiritualmente cansado, el imperio soviético se desplomo bajo su propio peso. Probablemente es verdad que los Estados Unidos sacaron al gobierno soviético de negocio, pero las consecuencias espirituales y filosóficas del desplome son mucho mas significativas. Cuando cayo el Muro de Berlín en 1989, marco el final del optimismo ingenuo hacia movimientos ideológicos. Tal vez la Utopía tendría que esperar después de todo. Tomándose demasiado en serio, la ideología, el arte, la política, la religión, la educación-- todo-- había sido utilizado para servir a la Gran Idea. La humildad no ha sido una característica muy pertinente de esta era, visto que los seres humanos han llegado a creer que pueden controlar al ambiente terrestre y a sus propios destinos, colectivamente e individualmente, a través de la tecnología, la política, el poder militar, y la ciencia. Desde los tiempos de la Revolución Industrial, todos, desde científicos hasta artistas, han visto al mundo en términos mecánicos, así que hasta el hogar de uno podía ser considerado como una maquina que soluciona los males sociales. Lo que los Postmodernistas no notan es que la calificación misma asume la idea del progreso, una de las dogmas de la Modernidad que ha sido duramente criticada por los Postmodernos. Una manera de describir el conceptualismo Moderno es visualizando al Rockerfeller Center, proyectos urbanos, y casas estandardizadas. Cada uno de estos, en su propia manera, revela el espíritu Moderno. La arquitectura Moderna le da énfasis al orden lineal. Conduciendo sobre cualquiera de las calles principales de Washington, D.C., uno puede ver las torres de la Modernidad dominando cada lado. La Modernidad creo estos edificios de negocios con mínima decoración por una razón. A diferencia de alguna vieja plaza Victoriana en el medio-oeste norteamericano, o de un pueblo bávaro, no existe un estilo local. Uno podría estar en Nueva York, Nairobi, Singapore, o Sao Paulo, y debería revisar el itinerario de viaje para recordar donde se encuentra uno al despertarse en la mañana en el hotel Moderno. Mientras que muchos estilos a través de la historia han sido principalmente regionales y distintivos, el estilo Moderno es global, parte de una cultura obsesionada en tratar negocios, ganar dinero, vender cosas, y dirigiendo el Nuevo Mundo. Los edificios reflejan este conceptualismo, y también las casas estandardizadas. Comunidades organizadas y bien planificadas son parte del conceptualismo Moderno. La movilidad ya nos ha desarraigado de nuestros hogares ancestrales, así que las nuevas comunidades son representativas del conceptualismo Moderno. Cada casa es igual a la siguiente. La comodidad es más importante que el encanto. Todos creemos que la tecnología es una amiga por dos razones: · En primer lugar, la tecnología es amistosa. Hace que nuestra vida sea mas fácil, mas limpia, y mas larga. ¿Que más podría pedir uno de una amiga? · En segundo lugar, debido a que ha estado involucrado con la cultura inevitablemente, íntimamente, y durante tanto tiempo, que se presta muy bien a una examinaron detallada de sus consecuencias. Es el tipo de amiga que pide confianza y obediencia, las cuales la gente esta dispuesta ha dar debido a que los obsequios de la tecnología son realmente abundantes. Pero, claro, esta amiga tiene un lado obscuro. Sus obsequios tienen un alto costo.... La creación de una cultura sin fundamento moral. Socava ciertos procesos mentales y relaciones sociales que hacen que la vida humana valga la pena. La tecnología, en resumen, es amiga y enemiga. La confianza en las maquinas, el trabajo organizado, la dirección, y la distribución; en la ciencia, la tecnología, el progreso social y material; en el consumismo y la mercadotecnia y en la capacidad de los sistemas económicos de liberar al espíritu humano (ya sea capitalista o comunista). Esta es una gran parte de lo que se denomina Modernidad. En el siglo 18, la Iluminación desafío a la síntesis bíblica que había dominado a la cultura occidental. El siglo 19 trajo al Romanticismo y al Materialismo Científico. El siglo 20 nos ha dado Marxismo y Fascismo, Positivismo y Existencialismo. El Premoderno, que es como ha sido denominado, es el periodo, dentro de la historia intelectual, que cubriría todo pensamiento desde el nacimiento de la filosofía en Thales, a través del Renacimiento y de la Reformación, hasta el atardecer de la Iluminación. El Premodernismo, al igual que el modernismo siguiente, era una fase importante de nuestra cultura que no puede ser caracterizada por un solo conceptualismo. Era, como dice Veith, “una era compleja, dinámica, y llena de tensiones, la cual incluía al Paganismo Mitológico y al Racionalismo Clásico, al igual que a la Revelación Bíblica”. Pero a pesar de tal diversidad, la mayoría de sus conceptualismos compartían la creencia en lo sobrenatural, y en una verdad absoluta. Platón, por ejemplo, creía que existe tal diversidad y cambio en el mundo real, que otro mundo-- el mundo de las formas-debería existir para dar coherencia y propósito a la realidad. Con el auge del periodo Medieval, el conceptualismo Cristiano comenzó a dominar a la mayoría del ámbito erudito. “Dios es el fundamento de la verdad, y el propósito del hombre es discernir su relación con Dios”. Muchos de los grandes teólogos Cristianos, como San Agustino, Aquino, Pascal, Luther, y Calvin, prosperaron durante este periodo. La creencia en una verdad absoluta y en lo sobrenatural no era negociable. Eran la base de su conceptualismo; el fundamento de la realidad con forma de universo, y no de multiverso. Aun así, el deseo inherentemente humano de autonomía nunca se desvaneció, y eso, junto a los triunfos de la razón y la ciencia, logro un cambio de conceptualismo. El hombre ya no necesitaba ser dirigido por las creencias supersticiosas y anticuadas del pasado. La razón y la ciencia podían darle todas las respuestas que necesitaba para comprender al universo y la estructura del mundo. El cambio de Premoderno a Moderno había ocurrido, y la Iluminación era la prueba. La modernidad surgió del triunfo de la Iluminación. El Renacimiento y la Reformación habían desencadenado previamente a fuerzas enfocadas hacia la libertad, los derechos civiles, independencia de religión, y habían dado luz a la ciencia moderna, la educación, y la instrucción universal. Sin embargo, los reformadores Protestantes insistían tanto como la Iglesia Romana sobre la importancia de la autoridad. Sola scriptura significaba que la ultima palabra de Dios existía dentro de las paginas de la Biblia. Interpretando cuidadosamente el texto sagrado, los fieles serian instruidos sobre las grandes verdades de la fe. El individualismo no era tolerado, y los reformadores criticaban a las varias sectas de esos días, por su desatención hacia la iglesia institucional. Sin embargo, mucho cambio cuando Rene Descartes (1596-1650) propuso su famosa formula, cogito ergo sum. La Iluminación marcó el inicio del periodo Moderno en la historia intelectual. Algunos historiadores coinciden el principio de este periodo con el de la Revolución Francesa de 1789, y su fin con la caída del Muro de Berlín en 1989. Y mientras que muchos pensadores de la Iluminación no rechazaban completamente a la idea de Dios, todos lo desterraron hacia los rincones mas remotos de lo trascendental. Si Dios existía, no le concernía, ni estaba comprometido con su creación. La razón y la ciencia eran los nuevos receptores de adoración, y la redención de la humanidad se encontraría en su estudio y aplicación. Los puntos de vista Modernos, como el Positivismo, esperaban unificar a las ciencias, y organizar a la vida humana encontrando las fórmulas básicas que explicaran la naturaleza humana. El Humanismo secular, con su fuerte énfasis en la autonomía del individuo y la primacía del intelecto, trató de curar males sociales, tales como el racismo y la pobreza, a través de la educación y la tecnología. Conocimiento acertado sobre nosotros y el mundo es posible, de acuerdo con el Modernismo, debido a que la naturaleza es un sistema cerrado y estático que consiste de leyes naturales en espera de ser descubiertas. Las únicas diferencias entre la mayoría de los conceptualismos de la Modernidad son el significado especifico de la Verdad, y como podría ser descubierta. A diferencia del Premodernismo precedente, el Modernismo, en lo general, rechazaba a lo sobrenatural. El Hombre Racional no necesitaba confiar en nada mas que en la lógica y la experiencia diaria. La creencia en los milagros, la invariación, y otras doctrinas sobrenaturales fueron rechazadas. Los eruditos Modernistas trataron de demitologizar a la Biblia y liberarla de los grilletes supersticiosos que la habían ligado durante tanto tiempo. Tal como lo describe Diogenes Allen, “después de un tiempo, había gente que afirmaba que la Biblia no se necesitaba para nada. Había sido útil para la humanidad en su infancia. Pero ahora que hemos logrado llegar a la Iluminación, podemos leer el libro de la naturaleza y evitar todas las manchas, distorsiones, y absurdidades que se encuentran en la Biblia”. Eventualmente, esta nueva religión naturalista removió a Dios del escenario por completo, tratando de producir un orden social justo y equivalente, que personificaría a la razón y al progreso social. No obstante, a final de cuentas, la Modernidad no fue capaz de producir la harmonía que sus profetas habían predicho. Después de la esclavitud, dos guerras mundiales, Comunismo, Nazismo, y bombas nucleares, la gente comenzó a dudar que la razón, la tecnología, y la ciencia pudieran crear un mundo mejor. Asimismo, la noción que la naturaleza es inherentemente ordenada, y gobernada por leyes fijas, fue escrutada fuertemente. En años mas recientes, un numero de eruditos han comenzado a poner en duda la idea de absolutos en la ciencia y la lógica, y mas convencidos de que la naturaleza es inherentemente desordenada e ilusiva. Además, se critica la idea de que el hombre es simplemente un observador de la naturaleza , sin predisposiciones sobre ella. La mente no es el reflector pasivo de un mundo externo y una orden intrínseco. Es, en vez, activo y creativo en el proceso de percepción y cognición. La realidad es, en alguna manera, creada en la mente, y no simplemente percibida por ella. Muchas tales creaciones son posibles, y ninguna con soberanía especifica. La idea moderna, que el hombre es simplemente un producto uniforme de la naturaleza, estaba muriendo rápidamente. Las presuposiciones de la Modernidad habían significado la reducción de la condición humana a simple lógica y método científico. No existía el espíritu humano; el hombre era simplemente el resultado de una asimilación aleatoria de átomos, sujeta a las leyes de la naturaleza dentro de un universo cerrado. La libertad era una ilusión; el Determinismo era la realidad, y no había manera para explicar la complejidad de las tendencias inmateriales del ser humano, aparte de que fuese, de alguna manera, una simple reacción bioquímica. El Modernismo había distribuido justo lo contrario de lo que había prometido. Sus promesas de liberación habían resultado ser mascaras que encubrían opresión y dominación. Esto ha sido denominado la Dialéctica de la Iluminación. Lo que suponía liberar al hombre se había transformado en su prisión. La Modernidad, y la Premodernidad, resulta ser vulnerable. La razón y la tecnología no son Mesías, y el espíritu humano aun buscaba su libertad y autonomía. El Postmodernismo estaba por llegar. Antes que nada, se debería explicar que, aunque la Premodernidad y la Modernidad dominaban el ámbito intelectual en sus tiempos, no debería ser supuesto que no tenían desafíos. Tal como las raíces de la Modernidad se encuentran en los deseos de los pensadores del Renacimiento por volver al Humanismo de los Griegos, negando la relación vertical con Dios, y acentuando la relación horizontal entre los hombres. Asimismo, todas las voces en contra del Modernsimo se transformarían las semillas de lo Postmoderno. El Romanticismo, con sus raíces en Kant, rechazaba el Racionalismo puro y el Empiricismo de la Iluminación. dando énfasis al poder de la imaginación y a la realidad de lo Transcendental. Pero la reacción mas fuerte, y tal vez mas poderosa, al Modernismo ocurrió con el Existencialismo. Este movimiento dudaba todo significado absoluto. La búsqueda de cualquier significado absoluto era vista como un desperdicio de tiempo. La naturaleza no tenía un orden final, y la razón no era una guía adecuada. Estos dos movimientos influyentes forman parte de las raíces del Postmodernismo. Dedicado al Racionalismo, Descartes insistía en la certeza filosófica absoluta. Debía haber una manera de saber las cosas indudablemente, insistía Descartes, así que busco una fundación que serviría para sostener a todo el conocimiento humano. Esa fundación resultó ser la Razón Universal. Como Platón, Descartes creía que en vez de que el mundo diera forma a la mente, la mente daba forma al mundo, En otras palabras, cuando se observa a un perro, se le atribuyen características caninas que ya han sido formadas en la mente. Immanuel Kant seguía los conceptos de Descartes, pero había sido, en sus palabras, “despertado de sus tranquilos sueños dogmáticos” de Racionalismo por el Empiricista ingles David Hume (1711-1776). Hume insistía que el único fundamento universal que sirviera al conocimiento era la observación empírica. Mientras que Descartes y Kant estaban ocupados con sus ideas Racionales de lo canino, Hume quería estudiar al perro sin ninguna presuposición-- desde el principio-- desarrollando su idea de lo canino desde el perro mismo, en vez de al revés. Mas tardío, el trabajo de Kant realmente combinaba el Racionalismo con el Empiricismo. Por ejemplo, insistía en dos ámbitos de conocimiento: lo numenal y lo fenomenal. Al primero pertenece la fe, porque no creía que pudiera ser demostrada racionalmente o empíricamente. La mayoría de la filosofía y la ciencia, pertenecen a lo fenomenal, porque se basan en evidencia o deducciones que tienen algo que ver con la razón o la observación. Kant continuo a creer en Dios y en algunos aspectos de su propio desarrollo piadoso porque no podía concebir a la moralidad aparte de ellos. Como dijo: “Si debemos vivir como si Dios existiera, entonces probablemente existe”. Pero desde entonces, la fe seria considerada como un elemento fuera del dominio de la encuesta racional. Seria un sinónimo para salto a ciegas. De esa manera, Lessing describió su propia lucha entre fe y razón como una zanja que continuaba a abrirse. Al menos Hume Se había atrevido a sugerir que no existía tal cosa como el rango numenal. Surgieron dos efectos principales de este cambio: · Primero, los Racionalistas y empiricistas de la Iluminación afirmaban la posibilidad de una certeza absoluta. A través de deducción (Racionalismo) o de Inducción (Empiricismo), el conocedor podría lograr la certeza. Esto les brindaba una con- fianza tremenda-- y hasta arrogancia-- a los hombres y mujeres modernos, dotados del poder suficiente para reconstruir al mundo sobre un fundamento de conocimiento. hasta la religión podía ser explicada en términos de ideas universales. El Postmodernismo, como veremos, nos hace un favor al desarmar este método, metiendo en duda la posibilidad de una gran explicación. · En segundo lugar, el Fundacionalismo denomino al ser individual como central. El Racionalista hizo que el conocedor tomara ese lugar. Al menos el Empiricista cambio el enfoque, de un conocedor subjetivo que continuaba a perseguir su propia cola dentro del reino de la mente, al mundo observable externo. Por ejemplo, se veía la gravedad como una realidad aparte de la mente. No era simplemente una idea que la mente impone sobre la realidad. Así, la única manera en la que podremos conocer a la realidad es ajustando nuestras ideas para encajar con el contexto especifico. Se puede ver como esto llevo a ideas relacionadas, que han estado recreando a nuestra civilización durante los últimos tres siglos. Primero, existe la noción del progreso. Las raíces de esta moderna idea llegan hasta la Edad Media. Joachim di Fiore, un monje muy imaginativo escribió entonces un comentario sobre la Revelación que se volvió muy popular-- excepto entre la clerecía, y por buena razón--. Era un comentario herético. Explicaba que la Era del padre (Antiguo Testamento) había sido reemplazado por la Era del Hijo (Nuevo Testamento), y que en cualquier momento llegaría la Era del Espíritu. En esta era, no se necesitaría a la Biblia, ni a los sacramentos, ni a la Iglesia. Uno puede ver la idea de Progreso en este esquema. En lo general, ha influenciado a mucho de lo que es la Modernidad. Después de todo, el concepto histórico Cristiano hace posible la idea del Progreso. En la religión oriental, la historia es cíclica, anclada en la reencarnación. Pero en la religión bíblica, es lineal-- siempre viendo hacia adelante. G.F.W. Hegel (1770-1831) estiro esta visión de una Era del Espíritu hasta sus limites. Hegel pensaba en Dios como lo absoluto. ¡La evolución y el progreso de la historia mismos eran Dios! Era una representación del Espíritu que triunfa sobre la materia; el bien sobre el mal. Y la manera en que este viaje hacia la utopía se llevaba a cabo era a través de un movimiento en forma de zigzag, de tesis, a la antítesis (su contrario), hasta finalmente llegar a la síntesis. Para poder aceptar el Progreso de tal manera, uno debe presuponer que la naturaleza humana es básicamente buena, lo cual los Modernos hicieron sin dificultad. Culpaban a las estructuras e instituciones malignas, capturando a la imagen del salvaje noble de Rousseau en las famosas pinturas de nativos de Taití, creadas por Gaugin. Rousseau una vez escribió que el hombre salvaje, cuando ha comido, siente una comunión con la naturaleza, y es amigo de todas las criaturas.... El caso es completamente diferente con el hombre en el estado de sociedad.... La naturaleza hace que el hombre sea feliz y bueno, y la sociedad lo deprava y lo hace infeliz. Este es el conceptualismo que dio luz a dos gemelos, que, aunque rivales como Abel y Caen, fueron influenciados por esta filosofía: el Marxismo y el Capitalismo. Las estructuras económicas liberarían al espíritu humano y crearían Progreso hasta que, finalmente, la maldad seria vencida. O sea de parte de proletariado, o de la mano invisible del mercado, la Modernidad lograría crear una utopía. De acuerdo con Karl Marx (1818-1883), la historia se dirigía hacia la abolición de la Iglesia y Estado. También el Capitalismo, creía Marx, era una contribución positiva para cumplir los propósitos del Comunismo. Los contrarios se atraen. Y no era Stalin, pero mas bien Rousseau, quien declaró: “La humanidad deberá ser forzada a ser libre”. El orden no sucederá por si mismo, y la Edad Moderna esta obsesionada con el orden, desde regímenes totalitarios hasta la planificación de comunidades con casas estandardizadas. En los Estados Unidos, el Pragmatismo fue promulgado por William James (1842-1910). En el mundo Moderno, donde la maquina es el paradigma clave, lo que funciona es evidencia de la Verdad. John Dewey (1859-1952), padre de la educación Moderna, Sigmund Freud (1856-1952), padre de la psicología, y Emile Durkheim (1858-1917), padre de la sociología, desarrollaron disciplinas completamente nuevas, basadas en el conceptualismo Moderno y su espíritu independiente de la religión y la autoridad. Charles Darwin (1809-1882) parecía proveer pruebas de la Modernidad, a través de su visión hegeliana de la evolución biológica. Estas disciplinas finalmente proveerían certeza, y servirían a la humanidad en su propósito de sabiduría y progreso universales. Mientras que, anteriormente, la tecnología había proveído una gran imagen, una manera unificada de entender a todas las disciplinas, ahora la fragmentación comenzaría a presentarse dentro de la búsqueda de conocimiento. Con el ser mismo (el conocedor) al centro del universo, la Modernidad atacó a la autoridad, las instituciones, la tradición, y la comunidad, creando, en vez, su propio autoritarianismo, burocracias centralizadas, caprichos del mercado, y gustos individualistas. Y aun mientras construían su Torre de Babel, muchos de los arquitectos sabían que algo faltaba. Marx declaró que: “todo lo que es sólido, desvanece en el aire, en el mundo moderno”. Y Nietzche habló de: “una existencia ingrávida siguiente a la muerte de Dios”. Yeatz anunció, poéticamente: “Las cosas se desploman; el centro no logra sostenerlas”. Nietzche previó: “al hombre de isolación azul, seis mil pies sobre el tiempo y el hombre; el hombre para quien otra criatura, bebiendo del mismo pozo, es considerada como desagradable e insufrible; el hombre que es completamente inaccesible, sin amigos y despreciando a las mujeres; el hombre que se siente cómodo solo con las águilas y vientos fuertes;.... el hombre que existe mas allá del bien y el mal, quien solamente puede existir como un fuego que consume”. POSTMODERNISMO Una tsunami de critica ha caído sobre las playas de la Iluminación. Después de dos guerras mundiales para terminar todas las guerras, el Existencialismo comenzó a traicionar a la Modernidad. Todos comenzaron a perder confianza en el proyecto, y la utopía comenzó a verse fuera de alcance. Sartre declaró: “Tal vez el suicidio es la mejor solución”. Pero entre los que optan por soluciones menos terminales se cuentan a Jacques Derrida y un gran grupo de Deconstruccionistas Postmodernos, quienes han unido las ideas Marxistas con la desesperación Existencialista. Y ¿dónde se pueden encontrar las respuestas? Derrida, Lyotard, y otros Deconstruccionistas han expresado que todos estamos involucrados en juegos de lenguaje, y que Nietszche tenia razón al decir que toda interacción humana es parte de voluntad hacia el poder. Nos es dicho que el idioma es un instrumento de opresión, hábilmente disfrazada, y que este instrumento ha sido utilizado mas ampliamente por los académicos interesados en avanzar varias propuestas de ideología Marxista (teología de liberación, feminismo, etc.). Las palabras, en si, no tienen significado, pero al menos leyendo entre las líneas podremos anticipar la siguiente movida de nuestro contrincante. Denominado hermenéutico de sospecha, el Deconstruccionismo mantiene que no existen normas para el significado e idioma humano. La idea del Progreso también ha sido atacada en las ultimas décadas. Si la Modernidad puede ser ilustrada como un edificio federal de diez pisos de hormigón, una comunidad de residencias gubernamental, y casas estandardizadas, el Postmodernismo seria simbolizado arquitectónicamente por el centro comercial. En vez de expresar orden, unidad, y conformidad planificada, el centro comercial celebra estilos en conflicto. Una tienda no se parece para nada a la siguiente. Como lo expuso Peter Fuller: “el frente occidental de la catedral de Well, el pedimento del Partenón, los letreros en plástico y neón de Caesar’s Palace (Las Vegas), y hasta los detalles intrincados de un muro-cortina de Mies van der Rohe: son todos igualmente interesantes”. Lo importante es el individualismo y la capacidad de expresión personal. Las doctrinas, rituales, y reglas son de poca importancia. Frente al ataque Postmoderno caen rápidamente todas las fronteras y distinciones. Es más y más común leer que la Verdad, al igual que la Belleza, existe solo en el ojo de quien contempla. La Verdad ya no es algo objetivo, que existe aparte de nuestro ser. En vez, es lo que mejor funciona. Esta nueva perspectiva nos dice que no existen estándares ni fundaciones para la Verdad; la Verdad es relativa, respecto a individuos o culturas. El Postmodernismo es anti-fundacionalismo, o anti-conceptualismo. Rechaza la existencia de cualquier verdad universal o estándar. Jean-Francois Lyotard, quien es probablemente el escritor mas influyente sobre el pensamiento Postmoderno, define al Postmodernismo como incredulidad hacia los metanarrativos. En pocas palabras, un metanarrativo es un conceptualismo: una red de suposiciones elementales en términos de los cuales se interrelacionan e interpretan todos los aspectos de nuestra experiencia y conocimiento. La erudita Patricia Waugh explica que los metanarrativos son: “interpretaciones teóricas a grande escala, para aplicación universal”. Tal parece que los Postmodernistas tolerarían un conceptualismo coherente, mientras que no fuera aceptado como universal en su aplicación. Pero este no es el caso. El propósito del Postmodernismo no es solamente el rechazo de los metanarrativos. También rechaza a la coherencia misma. De todos modos, existen muchos conceptualismos hoy día, y el Postmodernista cree que su responsabilidad es criticar, o deconstruir, estos conceptualismos, y aplanarlos para que no resalte ninguna verdad sobre otra. Lo que constituye a la Verdad, entonces, depende del individuo o comunidad que la percibe. Como hemos visto, para el pensador Postmoderno, no existen las verdades y fundamentos universales. Estrictamente, entonces, el Postmodernismo no es un conceptualismo; no intenta crear un modelo o paradigma que ordene la realidad; como la realidad alude cualquier intento por obtener conformidad, el Postmoderno deconstruye todos esos intentos. La Modernidad y la Cristiandad se preguntaban cual de ellas era Verdad; el Postmodernismo ataca a las dos porque intentan ser verdad. La Cristiandad afirma que ciertas creencias deben ser asumidas para poder dar sentido al mundo (que Dios existe, que El es transcendente e imánente, que la Biblia es Su palabra). El Postmodernismo rechaza cualquier idea de que la realidad podría tener sentido en alguna manera absoluta, y reduce cualquier construcción a una predisposición personal o cultural. La Verdad es una construcción social, justifi- cada pragmáticamente, para ser convertida una de varias interpretaciones del mundo que son condicionadas por la cultura. El Postmodernismo, de esa manera, no es tanto una ortodoxia (una creencia o conceptualismo positivo) como una ortopraxia (una serie de métodos de análisis). En su rechazo de la posibilidad de cualquier conocimiento final, el Postmodernismo confunde la distinción tradicional entre el sujeto del conocimiento (el conocedor) y el objeto del conocimiento (la cosa siendo conocida). El hombre no recibe pasivamente conocimiento sobre el mundo; en vez, la interpretación del hombre es, a final de cuentas, la manera en la que el mundo realmente es. Esta confusión entre sujeto y objeto ha logrado denominar al Postmodernismo como Nihilismo y Relativismo. La lógica, la ciencia, la historia, y la moralidad no son universales o absolutos; son las construcciones de nuestra propia experiencia e interpretaciones de esa experiencia. La revolución copernicana de Kant, dentro del ámbito de la filosofía, demuestra que la mente: “lleva algo a los objetos de su experiencia.... La mente impone su manera de conocer a los objetos mismos”. Es el objeto el cual se conforma a las necesidades de la mente, y no la mente a las del objeto. La realidad parecería ser lo que percibimos de ella. Charles MacKenzie observa que: si, en el conocer un objeto, la mente humana virtualmente crea conocimiento, se debe hacer una pregunta: “¿Qué es el mundo externo cuando no esta siendo percibido?” Kant respondió que no podemos conocer a la cosa misma (ding an sich). El mundo, como existe aparte de nuestra experiencia, no puede ser conocida. De esa manera, la realidad, como realmente es, no se puede conocer. La cosa misma no puede ser conocida. La única cosa que puede ser conocida es nuestra experiencia personal y nuestra interpretación de esa experiencia. Como la experiencia de cada persona es todo lo que puede ser conocido, no puede ser concluido que el ser humano pueda conocer alguna cosa de una manera absoluta. Todo lo que uno tiene es su propia experiencia finita y limitada. La lógica, la ciencia, la historia, y la ética son disciplinas humanas que deben reflejar la insuficiencia y subjetividad humanas. Los existencialistas, con su rechazo hacia el Racionalismo y el Empiricismo, enfocaron a la filosofía en la experiencia humana, especialmente como es comunicada a través del lenguaje. El lenguaje es la manera en la cual el hombre expresa estas experiencias del mundo. Así, para poder entender al mundo, tan bien como sea posible, debemos tomar en cuenta lo que sea dicho sobre la realidad. Pero el subjetivismo es todo lo que queda, visto que lo mas especifico es la experiencia e interpretación de la experiencia e interpretación de otros. Así, para los Postmodernistas, cualquier aserción de conocimiento final es criticada y rechazada. Y la historia es vista como una serie de metáforas, en vez que un repaso de eventos tal y como ocurrieron. Después de todo, el que escribía y grababa estos eventos lo hacia como el los veía. De haber estado ahí, otra persona lo hubiera descrito de una manera diferente. Cada definición de Ética, hecha por cada cultura o cada individuo, es igualmente valida. Esto es la base del multiculturalismo, y el movimiento correcto-político de sociedades actuales. En vez de afirmar que cualquier moralidad pueda ser absoluta, la moralidad de cada persona debe ser respetada, y el idioma debe ser modificado, por no ofender a alguien. Con su rechazo casi-nihilista de cualquier y toda forma de fundamento, o verdad absoluta, el Postmodernismo mismo es una posición que no puede escapar critica. ¿Sobre que base debería ser aceptada la retórica Postmoderna como Verdad? ¿La afirmación misma de que la Verdad Absoluta es imposible, es verdad? En otras palabras, ¿cómo puede el Postmoderno declarar que su manera de ver las cosas es verdad sin construir una especie de metanarrativo? Mientras rehúsa ser un conceptualismo, es en efecto un conceptualismo. Igualmente, si el idioma es todo lo que existe en la realidad, y toda interpretación es subjetiva, entonces ¿porque escriben libros los Postmodernos? ¿Cómo sabemos que la interpretación del lector era la intención del autor? ¿Cómo se puede deconstruir al Deconstructivismo? Tal vez el profeta central de la condición Postmoderna era Friedrich Nietzsche (1844-1900). Nietzsche anticipó el surtimiento del nihilismo en la cultura occidental. Nietzsche pensaba que la vida era absurda. No existe la verdad, el valor, la preocupación. Todo lo que quedaba era la voluntad hacia el poder, que es mas que simplemente la voluntad para sobrevivir; es una voluntad interna que mueve a uno a expresar la vigorosa afirmación de todos los poderes humanos. Para el Postmodernismo, como para Nietzsche, no existe un significado final, y cada individuo o grupo de individuos debe ejercitar su voluntad para superar la opresión de otros. En algún tiempo todos, el mundo entero, hablaba el mismo idioma. Decidieron darse renombre al construir una torre que llegara hasta el cielo. Cuando Dios vio lo que hacían, bajo y destruyo el corazón de su unidad. Como resultado, fueron dispersados por toda la tierra, y no podían comunicarse. El hombre moderno construyó esa torre.