Pueblos indigenas y megaproyectos

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Estudio:
Pueblos Indígenas afectados por
desarrollos mineros, petroleros y
represas en Mesoamérica,
El caso de Costa Rica
Autor:
MSc. Jorge Cole Villalobos
Marzo, 2009
1
INFORME DE CONSULTORÍA:
Pueblos Indígenas afectados por desarrollos mineros, petroleros y
represas en Costa Rica
MSc. Jorge Cole Villalobos
1. Introducción 1
Los pueblos indígenas costarricenses han obtenido logros de conservación de
los recursos naturales que los convierten en uno de los movimientos
ambientalista más importantes del país. Solo durante los últimos años, los
pueblos indígenas Bribri y Bruncas influyeron en la detención de proyectos de
extracción de minerales y un proyecto hidroeléctrico que pretendían afectar
aproximadamente 18.000 hectáreas.
La contribución de los pueblos indígenas costarricenses a la conservación,
también se refleja en el dato de que a pesar de que su población representa a
penas el 1% de la población total del país, poseen en sus territorios el 20% de
los bosques ubicados fuera de áreas protegidas (PNUD:2008).
A pesar de que estos pueblos han detenido históricamente varias obras de
infraestructura y proyectos que han sido interpretados por las poblaciones
originarias como serias amenazas a sus recursos naturales, a sus
concepciones de “bien estar” y a sus relaciones cosmogónicas y espirituales
con sus territorios, los mismos continúan siendo amenazados por intereses
externos que pretenden explotar sus recursos.
En Costa Rica existen 8 etnias indígenas y 24 territorios, de los cuales tres
etnias están siendo afectados por intereses públicos y privados que con poca
transparencia, y que violando o evadiendo normativas jurídicas intentan abrirse
campo a pesar de no contar con estudios de impacto ambiental y otros
requisitos, para materializar mega proyectos que afectarían directamente a tres
etnias y cinco territorios, e indirectamente a otros cinco territorios y un grupo
étnico más.
Este estudio ha identificado tres proyectos hidroeléctricos que han sido
definidos como prioritarios para la presidencia ejecutiva de Instituto
Costarricense de Electricidad y que afectarían directamente a cinco territorios
indígenas y tres concesiones de exploración minera de oro, zinc y otros
minerales que afectarían directamente a dos territorios, incluyendo afectación a
importantes sitios sagrados y de alta importancia histórica y cultural.
Estos proyectos se ubican en tres de las más importantes cuencas
hidrográficas del país, y poseen acciones de resistencia cultural que
representan oposiciones organizadas a estas iniciativas. En el presente estudio
se presenta información sobre estas iniciativas que comprometen la integridad
de las tierras, territorios y recursos naturales de los Pueblos Indígenas de
Costa Rica. Además se analizan elementos del proyecto de inversión como: el
abordaje de los promotores de los proyectos, sus impactos socioambientales y
2
culturales, así como las acciones colectivas y necesidades de apoyo de las
organizaciones indígenas.
2. Descripción general de los megaproyectos y pueblos indígenas
afectados en el país
La lista de intentos por establecer actividades económicas extractivas y/o
basados en un uso intensivo de los recursos naturales en territorios indígenas
costarricenses sería prácticamente interminable e incluiría explotaciones
mineras, petroleras, explotaciones de madera a gran escala, actividades
agrícolas extensivas, infraestructura vial y represas hidroeléctricas.
Estas iniciativas las podemos dividir en: a) intentos que han implicado
ocupación y afectación de los territorios y en donde la posición de las
comunidades ha implicado la suspensión de las actividades y de la presencia
de los intereses externos. b) Proyectos en fases iniciales de estudio que son
poco conocidos por las poblaciones afectadas. c) Iniciativas productivas
intensivas y extractivas que se ubican fuera del territorio pero que demandan
un uso intensivo de recursos producidos en los territorios indígenas como el
agua. d) Proyectos sin viabilidad social y ambiental que avanzan en sus
trámites para su eventual operación.
Sobre los primeros podemos citar el caso de la United Fruit Company
transnacional norteamericana que invadió y usufructuó las tierras del territorio
indígena de Talamanca Bribri hasta finales de los años 1930s y las
exploraciones de hidrocarburos que hiciera la empresa estatal RECOPE, en el
mismo territorio, hasta el año de 1985, así como el caso de la Compañía
Administradora Comercial la cual ha realizado intentos por explotar madera
aproximadamente 4000 ha dentro del territorio indígena . Aunque estas
iniciativas fueron suspendidas en parte por la oposición y resistencia de los
pueblos indígenas, estos procesos ocasionaron serios impactos ecológicos y
socio-culturales que son documentados en el libro: Talamanca en la
encrucijada, de Borge y Villalobos (1998)1. Otro ejemplo tiene que ver con los
múltiples intentos por realizar explotaciones mineras de cobre, oro, carbón,
Zinc, niquel, plata y molibdeno)
La cordillera de Talamanca, un imponente cordón montañoso que se extiende
desde el centro hacia el sur de nuestro país y sirve como división continental,
es el hogar de abundantes riquezas naturales y culturales de los pueblos
indígenas. Alrededor de esta cordillera existen más de once territorios
indígenas de las etnias Bribri y Cabécar, los cuáles rodean el área protegida
1
Sobre los impactos de las exploraciones de RECOPE realizadas en Talamanca entre el año 80 y 85,
Borge y Villalobos señalan: “Las comunidades indígenas talamanqueñas fueron sacudidas
violentamente; en su territorio se abrieron trochas, caminos, se construyeron puentes, explosiones de
dinamita por doquier, la selva cedía paso a las motosierras. Cientos de hombres solos y foráneos
trabajaban y se divertían; cada día de pago arribaban prostitutas de Limón y Panamá. El dinero corría
desaforadamente, el licor hacía de las suyas con los sueldos de los obreros; muchos indios abandonaban
su hogar y finca para trabajar con la empresa, eran comprados algunos dirigentes con viajes y altos
salarios; por los caminos entraron comerciantes sin escrúpulos, pastores evangélicos predicando y
recogiendo el diezmo; se manipulaba y se entorpecía la organización indígena” (Borge y Villalobos;
1998:56).
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más grande de Costa Rica el Parque Internacional La Amistad, que en conjunto
con otras áreas protegidas forma el Sitio Patrimonio de la Humanidad, la
Reserva de la Biosfera La Amistad. Las distintas áreas protegidas y los
territorios indígenas circunvecinos a la cordillera de Talamanca albergan
además de una impresionantes biodiversidad de flora y fauna, grandes
yacimientos de minerales y agua.
Estas características han atraído la atención de diversos intereses externos
para usufructar y explotar los recursos naturales dentro de territorios indígenas
de Talamanca por más de quinientos años. De acuerdo con varias
investigaciones y a narraciones de pobladores locales, el territorio bribri de
Talamanca ha sido objeto de varios intentos por iniciar explotaciones mineras
(cobre, oro, carbón, plata, niquel, molibdeno y Zinc), petroleras y explotaciones
de madera a gran escala, durante los últimos cuarenta años.
Hasta la fecha, ningún intento se ha concretado en una concesión de
explotación, se ha realizado varias exploraciones que el caso del petróleo han
descartado su valor comercial y en el caso de la minería ha sido el pueblo
indígena el que se ha opuesto a estas acciones en reiteradas ocasiones. En los
años 70 s gracias a la presión que los bribris hicieron en los medios de prensa
se logró desalojar a la empresa AROL SINSON, la cuál hizo exploraciones, con
un gran uso de dinamita y construyo campamentos durante aproximadamente
4 años. En el año de 1993 los intereses mineros revivieron, ahora por parte de
un empresario conocido como Ray Carson y el pueblo indígena nuevamente
hizo que este empresario se retirara de la zona. En el año de 1998 el MINAE
(Ministerio del Ambiente y Energía) otorgó una concesión para la exploraciòn y
explotación de hidrocarburos en el Caribe sur costarricense (incluyendo
territorios indígenas) a la empresa MKJ XPLORATIONS y a la compañìa
HARKEN COSTA RICA HOLDINGS. Esta concesión fue anulada por la Sala
Constitucional (Voto 2000-8019) al demostrar que se había violentado el
derecho a la consulta a los pueblos indígenas que exige el Convenio 169 de la
OIT (Revista Ka wak, Edición Especial, Nov. 2008).
Sobre los proyectos o iniciativas en fases iniciales de estudio que son poco
conocidos por las poblaciones, debemos decir que son la mayoría. Estudios
iniciales señalan varios sitios para proyectos en territorios indígenas,
principalmente en el caso de proyectos hidroeléctricos estudiados por el ICE.
Anteriormente el ICE ordenaba sus estudios e intervenciones en los siguientes
niveles:
esquematización,
reconocimiento,
preliminar,
prefactibilidad,
factibilidad, diseño y construcción.
En tres de las cuencas más importantes por su tamaño, biodiversidad,
importancia cultural, social (principalmente por su provisión de agua) y
económica, el ICE cumpliendo con su misión de planificar la generación y
distribución de la energía eléctrica, ha identificado varias proyectos que forman
cadenas de desarrollo hidroeléctrico en la cuenca del Térraba, del Sixaola y del
Pacuare.
Muchos de estos estudios poseen hasta 40 años y como dijimos no llegaban ni
a la etapa preliminar de estudios y son estudios que generalmente no se
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encuentran en los registros del ICE, por lo que la información que se tiene para
estas alternativas (características generales) es casi nula2.
En la cuenca del Sixaola, la cual es la cuarta más importante en tamaño, que
posee todas las zonas de vida presentes en el país y que es el hogar de los
pueblos Bribri y Cabécares de Talamanca, se han identificado 16 proyectos3,
de los cuales el ICE ha estudiado con mayor detalle el que posee más
capacidad de generacion (228 mw) y el cual inundaría 11 500 hectáreas,
afectando al 80% de la población indígena Bribri. En la cuenca del Pacuare, el
ICE ha identificado 5 proyectos (Boroi, Tanari, Atirro, Pacuare, Siquirres) que
afectarían a dos territorios cabécares. Y a pesar de la oposición ciudadana, la
presidencia ejecutiva del ICE, lo mantiene como una de sus prioridades de su
plan energético 2021 (La Nación, 9 de Febrero del 2008).
Sobre otras iniciativas en fase temprana, podemos citar que el 1991 existieron
concesiones de exploración minera que no se convirtieron en realidad en el
territorio Bribri de Talamanca. Estas concesiones vigentes durante ese año
alcanzaron el 58% del territorio con un área total de 384 km2. El auge de la
solicitud de exploraciones se causa porque el fuerte terremoto de ese año dejo
al descubierto montañas con minerales, que facilitaban las acciones de
exploración (Borge y Castillo;1997:210) .
La categoría c. de mega proyectos hace referencia a: iniciativas productivas
intensivas y extractivas que se ubican fuera del territorio pero que demandan
un uso intenso de recursos producidos en los territorios indígenas como el
agua. De estas podemos citar el caso de la transnacional PINDECO que rodea
el territorio cabécar de Ujarrás y Salitre y utiliza sus fuentes de agua para sus
intensas actividades de riego. En Ujarrás se produce el agua que abastece a la
ciudad de Buenos Aires, la cual cuenta con una población de 20 000 personas,
con una planta con capacidad de generar 42 litros por segundo. Las
concesiones de agua por las cuales PINDECO paga sumas ridículas, llegan a
alcanzar una capacidad superior a lo 1000 litros por segundo, recurso que se
utiliza en sus fincas, las cuales superan la cifra de 7000 hectáreas en Buenos
Aires. Similar caso ocurre con el territorio indígena de Tayni y Telire, los cuales
se encuentran rodeados por la compañía transnacional Standard Fruit
Company (Compañía Bananera).
Sobre los proyectos sin viabilidad social y ambiental que avanzan en los
trámites para su operación afectando poblaciones indígenas, podemos decir:
que estas son las amenazas más importantes porque se encuentran activas o
vigentes y en donde los pueblos indígenas poseen escenarios de resistencia y
2
Estos estudios son citados en otros más recientes que han tendido a centrarse en los embalses más
grande de cada cuenca, los cuales avanzan hasta las etapas de prefactibilidad, factibilidad y acciones que
aparentan construcción aunque no hayan concluido la fase de prefactibilidad (Sobre esto concretamente
nos referiremos en el estudio de caso).
3
Se trata de los siguientes proyectos: Dúrika (182 mw), Skú (39 mw), Broi Matama (134 mw), Nakeagre
(141), Telire (149 mw), Betsu (41 mw), Bugu (124 mw), Cabécar (31 mw), Coen (45 mw), Uri (29 mw),
Diká (31 mw), Kivut (52 mw), Ourut (30 mw), Lari (45 mw) y Urén (32 mw), y el Talamanca (228mw)
(ICE; 1996:3)
5
acciones de oposición, marcados por la falta de información y capacidad
técnica para hacer valer sus derechos.
Además estos casos reflejan estrategias más elaboradas por parte de los
intereses externos que intentan aliarse con algunos sectores indígenas que
poseen poder aunque no cuenten con liderazgos y formas legítimas
socialmente de actuar y tomar decisiones. También otra constante es que son
proyectos que se promueven pero que no han implicado procesos de
información satisfactorios y completamente transparentes para con los
afectados. Hablamos concretamente de tres proyectos hidroeléctricos y la
reanudación de las exploraciones mineras en la parte alta de Talamanca.
De los proyectos hidroeléctricos, el PH Diquís que afectan directamente 711
hectáreas ubicadas en dos territorios indígenas (Térraba, principalmente y el
territorio Cabécar de China Kicha) es la amenaza más latente, porque su fuerte
viabilidad política ha hecho que los mandos del ICE afirmen que este proyecto
empezaría construcción en a finales de este año (2009), a pesar de no contar
con el estudio de impacto ambiental. El ICE ha afirmado que poseen 29.000
millones de colones para invertir en preparativos y en el estudio de impacto
ambiental (La Nación, 21 de diciembre del 2008). Este proyecto y su afectación
al pueblo de Térraba lo analizaremos en detalle en la sección sobre el estudio
de caso presentado en este informe.
El otro proyecto en orden de prioridad que gestiona el ICE y que afectaría a la
comunidad Cabécar de Nimarí, es el PH Pacuare, proyecto que sienta un grave
precedente, en cuanto a democracia participativa y acatamiento de mandatos
sociales por parte de instituciones estatales. A pesar de que el 28 de agosto del
2005, 8156 personas de Turrialba votaron que no al proyecto, en un plebiscito
municipal, el 8 de Febrero en el periódico La Nación, sus jerarcas exponen su
plan Visión 2021, donde proponen la construcción de esta proyecto para que
inicie operaciones en el 2019. Este proyecto afectaría uno de los ríos
catalogado como uno de los 5 más hermosos del mundo, así como 40 has de
territorio indígena (Conv. Personal Carlos Borge:2009).
Este sitio es uno de gran importancia cultural para los cabécares, y ofrece
importantes servicios como agua potable, fuente de alimentación y es un sitio
de ocio y recreo importante para indígenas como para no indígenas. Los
grupos que se oponen proponen la conformación del Parque Nacional Pacuare,
alrededor de esta importante cuenca rodeada de áreas protegidas y dos
territorios indígenas para preservar este importante sitio para el disfrute de las
próximas generaciones (Durán: 2002 y 2008).
El tercer proyecto hidroeléctrico es el
PH Talamanca. Aunque no representa
una amenaza tan latente porque se
encuentra todavía en una fase
preliminar y el ICE no maneja plazos
oficiales para su eventual operación,
existen razones para pensar que por
la agenda y visión de los actuales
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jerarcas este proyecto podría retomar importancia. Así lo expresa la frase
aterradora que el sociólogo Osvaldo Durán transcribe en su artículo: “PH
Pacuare: el dictado del gobierno contra la vida”, del presidente ejecutivo del
ICE, afirmando con tono avaro e irrespetuoso sobre las prioridades en términos
de proyectos, donde se incluye la zona de Talamanca.4
De los tres proyectos hidroeléctricos, este sería el más impactante a nivel
cultural, pues a diferencia de los otros implicaría la reubicación del 80% de la
población, afectando sitios sagrados, miles de hectáreas de bosque y las más
importantes zonas productoras de cacao, banano, plátano y otros cultivos para
el mercado y la autosuficiencia. Así como la zona donde se ubican importantes
servicios como infraestructura de las organizaciones locales, numerosas
escuelas, colegios, clínica de saludo, entre otros. Este proyecto inundaría 11
500 hectáreas con una presa en el río Telire. Según Borge y Villalobos con la
construcción de este proyecto la continuidad de la cultura Bribri correría un
riesgo altísimo al peder una de la bases fundamentales de su identidad, su
territorio.
Las exploraciones mineras se vuelven a revivir en Talamanca a partir del 2005,
cuando un empresario conocido en Talamanca con HELGER H.A.AH, realiza
exploraciones mineras en el Cerro Tsukut (Alta Talamanca y zona de
amortiguamiento del PILA), aún cuando en ese momento la junta directiva de
ADITIBRI (Gobierno local) les niega el permiso. Durante las ultimas elecciones
de la junta directiva de ADITIBRI, donde se enfrentaron dos grupos uno
minoritario a favor de la minería y otro en contra, ganó el grupo en contra y la
asamblea tomó el siguiente acuerdo (Acuerdo No 11): “Desautorizar a la Junta
Directiva para que no firme ningún contrato con compañías mineras, y otras
que pongan en peligro la seguridad del territorio, la biodiversidad o que
lesionen la dignidad indígena” (Revista Ka wak, Edición Especial, Nov. 2008).
La siguiente acción en defensa del territorio, con respecto a este tema, que
emprendió ADITIBRI fue solicitarle a TNC realizar una investigación para
conocer los portillos legales para el establecimiento de esta actividad,
acompañado de un proceso de asesoría para construir una estrategia para el
manejo de amenazas ambientales y otros temas relacionados con la gestión
del territorio. Los términos de referencia se hicieron en conjunto con la junta
directiva, quienes además recomendaron al Lic. Danilo Chaverri, reconocido
4
Declaraciones del presidente ejecutivo del ICE, SEÑOR Pedro Pablo Quirós: “tenemos como tres sitios
focalizados en el país para generar; por ejemplo el Pacuare: aunque resulte una tensión con los
ambientalistas o las comunidades, tenemos que contratar sociólogos de relación masiva o lo que sea, no
podemos echarnos atrás con resistencias que son muy oportunistas; tenemos Diquís que es el Boruca de
hoy en día, más fácil tal vez que el Boruca verdadero, porque lo que hay que inundar parece que tiene
aparentemente menos resistencia de lo que tenía Boruca, menos gente, hay menos actividad agrícola, eso
redujo el proyecto a 631 megavatios, antes era de 1.000, y eso es una inversión muy fuerte; se tiene el
consenso bancario que es de 1,4 billones de dólares … Es un proyecto a diez años plazo porque es muy
grande y necesitamos de Pacuare, de Reventazón, necesitamos entrar en una zona donde no estamos
presentes, que es Talamanca. Aunque haya resistencia en las aldeas, tenemos que tener la astucia y el
profesionalismo de convencerlos de que lo mejor que les puede pasar es que nosotros sigamos con
proyectos grandes" (Pedro Pablo Quirós, presidente ejecutivo del Ice, en sesión 5.796, del7-6-2007).
(Durán; 2008:5)
7
experto en Derecho Indígena, con amplia trayectoria y quien ya había trabajado
con la dirigencia Bribri
A partir de esta investigación y proceso de asesoría y capacitación, se
descubrió el tramite de cuatro expedientes para conseguir los permisos de
exploración y explotación, que dos directivos (los dos ùltimos presidentes de
ADITIBRI) de la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Bribri
(ADITIBRI) tramitaron sin aval de la junta y peor aún violentando el acuerdo 11
de la asamblea, principal órgano de ADITIBRI y sin recurrir a un debido
proceso de consulta popular. Por estas razones la junta procedió a anular los
expedientes para explorar y concesionar a aproximadamente 6 000 ha dentro
de Territorio indígena (Tres áreas de 20 km2) en sitios sagrados para los bribris
como el Cerro Namasol y el Tsukut. También en este proceso la junta directiva
decidió suspender temporalmente de su cargo al dirigente involucrado y
convocó a una asamblea para tomar una decisión sobre la conducta de los dos
dirigentes involucrados. El pasado 1 de noviembre en una muy concurrida
asamblea, los socios de ADITIBRI, decidieron suspender completamente de su
cargo al presidente e imponerle en conjunto con el otro expresidente un castigo
de diez años que les impide ser socios de la asociación y participar como
miembros.
Actualmente los tres expedientes que fueron suspendidos, se encuentran
vigentes y en tramite por parte de tres sociedades anónimas, bajo los nombres:
Grupo Sureño Rojo S.A.(expediente 187-t-2008), Grupo Sureño Ocho Rojo
(expediente 202-t-2008) y Grupo Sureño Seis Negro (Expediente 201-t-2008).
Estas tres sociedades anónimas tienen a la misma persona como apoderada
generalísima (Jessica Trejos Cubillo) (Chaverri:2009). De acuerdo con el Lic.
Chaverri, los expedientes son presentados por diferentes S.A de reciente
creación porque una empresa en territorio indígena y de a cuerdo con el
Codigo de Minería solo puede solicitar concesión explorar una concesión con
un máximo de 20 km2.
8
Figura 1. Mapa de ubicación de concesiones mineras en trámite en la
Reserva Indígena Bribri de Talamanca5.
En la actualidad los dirigentes Bribris trabajan en una estrategia para atacar
esta recurrente amenaza de sus territorios, que se vuelve a presentar luego de
que el 4 de junio del 2008 vía decreto 34492 el actual presidente Oscar Arias,
derogara el decreto 30477-MINAE ratificado durante el gobierno del Dr. Abel
Pacheco, el día 5 de junio del 2002 donde se declaraba una moratoria
indefinida a la minería a cielo abierto en Costa Rica. Cabe decir que esta
decisión (la moratoria a la minería) era aplaudida internacionalmente, por el
fuerte impacto ambiental de la minería a cielo abierto, basada en el uso de la
altamente tóxica sustancia del cianuro.
3. Descripción del estudio de caso:
EL PUEBLO INDÍGENA TÉRRABA Y EL PROYECTO HIDROELÉCTRICO
EL DIQUÍS (PHED)
a. Descripción del proyecto
Sobre el PHED y el Instituto Costarricense deElectricidad
El Instituto Costarricense de Electricidad planea empezar a finales de este año
la construcción de lo que sería la planta hidroeléctrica más grande de
Centroamérica, el Proyecto Hidroeléctrico El Diquís.
5
Este mapa fue elaborado tras la consultoría de Danilo Chaverri (2009). En el momento que se realizó el
mapa no se había constatado que dos sociedades anónimas con la misma representante legal también
tramitan actualmente las áreas que el expresidente de ADITIBRI Jorgeli Rodríguez, tramitaba bajo los
expedientes 120-T 2008 y 121-T-2008.
9
Este proyecto excedería en 3.5 veces la capacidad de producción energética
de la planta con mayor capacidad construida en el país: el PH Angostura, el
cual tiene una generación de 177 mw. El PH Diquís tendría una planta con una
potencia de 631 mw, actualmente la más grande del Istmo es El Cajón, el cuál
produce 300 mw. El Diquís alcanzaría para abastecer de electricidad a un
millón de familias.
Este proyecto afectaría 1400 ha de bosque, influenciaría 1800 has del área del
Humedal Térraba-Sierpe, perturbaría más 285 sitios arqueológicos
(Información General del PH Diquís, Septiembre del 2008). Además afectaría
652,24 has del territorio indígena Térraba y 73 has del Territorio Indígena de
China Kicha (Área Social PHED:2006). El sitio de presa se ubicaría en el
territorio del pueblo Térraba.
Este proyecto se ubicaría entre Buenos Aires, Osa y Pérez Zeledón, tendría
una cota de 310 msnm, un área total de embalse de 6002 hectáreas y tendría
una presa de 170 metros, edificada mediante la técnica de enrocamiento con
pantalla de hormigón. Este Proyecto viene a reemplazar el PH Boruca,
proyecto que se inició a estudiar en los años sesenta y que originalmente tenía
como propósito abastecer la demanda de una compañía transnacional de
aluminio que se iba a instalar en la zona sur del país, luego se le considero
clave para satisfacer la creciente demanda nacional (La nación, 21 de
diciembre del 2008).
Figura 2. Mapa del PH El Diquís.
Fuente: Área Social, Proyecto Hidroeléctrico El Diquís.
10
En el año 2005 la empresa consultora INGETEC.S.A., realiza un estudio de
prefactibilidad donde recomiendan al ICE desestimar el Proyecto Boruca
(Proyecto estudiado en un lapso mayor a cuarenta años) y que en su lugar se
continúen estudios sobre lo que se llamó inicialmente el Proyecto Boruca,
versión Veragua (Posteriormente llamado PH Diquís). Esta opción se basaba
en realizar un embalse sobre el Río
General, identificado en un estudio
preliminar del ICE y se le agregaba
a su diseño un túnel de casi 13 km,
el cual albergaría la casa de
máquinas y aprovecharía su
desnivel para producir energía. De
esta
forma
implicando
aproximadamente la mitad del
tamaño del embalse (El Boruca
tenía
un
embalse
de
aproximadamente 12 500 has), El
Diquís producía tan solo 200 mw
menos que el Boruca.
El PH Boruca contó con una fuerte oposición de los pueblos indígenas Bruncas
pues implicaba la inundación completa de dos territorios indígenas y esto
aunado a que implicaba la reubicación de 2500 personas (El Diquís requiere de
una reubicación de aproximadamente 1100 personas) afectaba un tramo de 38
km de la carretera interaméricana, tendría una severa consecuencia sobre el
sitio Ramsar el Humedal Térraba Sierpe porque represaba casi la totalidad del
Río Grande de Térraba que mantiene el balance y carácter semi estuarino de
este ecosistema y a que tampoco era una opción muy rentable, como si lo
parece ser el Diquís, hicieron que se desestimara su construcción.
El ICE argumenta que la demanda de electricidad crece en Costa Rica entre un
5 y un 7% anual y que este crecimiento crea la necesidad de que para el 2021
se duplique la cantidad de energía que se produce en el país. Aún así el
propósito del proyecto, no queda muy claro para muchos de los afectados
directos, pues en la información que se brinda sobre el PHED, se ha dicho
abiertamente (Video PH Boruca, versión Veragua: 2005) que en los primeros
años el proyecto exportaría, hasta que poco a poco la electricidad se consuma
internamente y por eso es que muchos argumentan que este proyecto más que
responder a una necesidad interna, responden a agendas externas como el
Plan Puebla Panamá y el Tratado de Libre Comercio, iniciativas que abren
nuevos negocios en el mercado energético, en un momento donde el ICE viene
en un proceso de transformación que podría terminar con el fin de la institución
y de un monopolio estatal que ha sido fundamental para los resultados e
índices de desarrollo del país.
Los históricos apagones que se vivieron en el país en el año 2007 fueron el
último elemento que ayudó a viabilizar políticamente este ambicioso proyecto,
que representaría la inversión pública más costosa que se ha hecho en el país,
alcanzando la cifra de 1850 millones de dólares. Poco después de estos
apagones y a principios del 2008, vía decreto se declara este proyecto de
11
interés nacional, aún cuando no ha terminado su fase de prefactibilidad y no
posee el estudio de impacto ambiental aprobado ni generado. Varios sectores
sociales han cuestionado los apagones, al argumentar que los mismos
ocurrieron por las trabas de inversión que ha enfrentado el ICE para poder
invertir y planificar de manera efectiva la generación y distribución de
electricidad. Otros incluso han llegado a afirmar que fueron provocados para
justificar proyectos para exportación de electricidad, como el Diquís,
argumentando la necesidad nacional de estos proyectos, para cubrir la
demanda interna (FECÓN 2007).
El ICE fue concebido por uno de sus creadores Jorge Manuel Dengo como una
institución-empresa. Empresa, por que para poder cumplir con su condición de
institución solidaria, redistributiva y responsable de fomentar el desarrollo para
todos los costarricenses, necesita ser rentable y generar ganancia que se
invierte socialmente. Gracias a este enfoque el ICE ha logrado una de las
mejores coberturas alcanzando en Latinoamérica y el mundo el 97% en cuanto
a cobertura de
servicios eléctricos, con un fuerte componente de
responsabilidad ambiental, en la actualidad el 80% de la generación eléctrica
se hace con una fuente limpia como lo es la energía hidroeléctrica.
Actualmente nos encontramos con un ICE que lleva más de dieciséis años en
una paulatina privatización, y afectado por lo que algunos han descrito como
una burocracia artificial por parte de intereses particulares para provocar
argumentos que justifiquen su privatización. (López: 2005).
Muchos de quienes toman decisiones dentro del ICE actualmente son de una
corriente política fuertemente capitalista y que facilita la acumulación de la
riqueza en una minoría, sin reconocer la misión y mandato fundacional de
carácter social que posee el ICE desde su creación. Las políticas
macroeconómicas que empezaron a afectar Costa Rica con la entrada de
vigencia de los Planes de Ajuste Estructural en la década de los ochentas, más
las políticas que impulsan organismos financieros internacionales y ahora el
recién aprobado (En Costa Rica)Tratado de Libre Comercio entre CA y los
Estados Unidos, le han ido quitando poco a poco “el rótulo” y carácter social a
esta institución, y han hecho que en su lugar sobresalga el de empresa.
Lo anterior ha afectado, las relaciones entre el ICE y las comunidades en las
que se pretende realizar proyectos hidroeléctricos. Ya que las altas jefaturas
actúan muchas veces a ritmo de negocios, sin respetar los tiempos de las
comunidades y sin provocar un ambiente propicio para procesos de
negociación, basados en procesos de dialogo, libres, informados y
horizontales.
b. Información histórica contextual:
Sobre el Territorio Térraba y el pueblo indígena Térraba
El Territorio Indígena de Térraba se compone de 9355 hectáreas
(MIDEPLAN:2002) y se ubica en la Región Brunca, en el cantón de Buenos
Aires y en los distritos de Potrero Grande y Pilas. Este territorio constituido
12
como Reserva Indígena en mayo de 1976, tendría una afectación de 652,24
hectáreas. Esta cantidad de hectáreas que quedarían inundadas son
propiedades de no indígenas, se trata principalmente de grandes fincas
dedicadas a pastos.
En el pasado y anterior a la entrada masiva de campesinos meseteños ocurrida
en la década de los setentas, estas tierras eran de uso colectivo e itinerante, al
ser tierras fértiles ubicadas en las cercanías del río, eran tierras usadas para la
agricultura que eran rotadas en su uso y aprovechadas colectivamente por
diferentes familias, este espacio de agricultura colectiva propio de esta
sociedad lo llamaban: “el chauite”. También estos territorios contiene
importantes espacios para el ocio, como: pozas en el río y era un lugar de
importancia económica relacionado con tres actividades: alimentación o
autoconsumo a través de la pesca y de la actividad de la cacería y para el
transporte y economía de mercado. Durante las primeras décadas del siglo XX,
el río Térraba fue intensamente utilizado por indígenas térrabas y borucas,
como vía de comunicación con el poblado de El Pozo (Actual Cortés), para
comercializar los excedentes de su producción y adquirir bienes de consumo.
En las cercanías y en el área donde se ubicaría el embalse se localizan sitios
históricos y de interés cultural como: sitios arqueológicos, la laguna de Carsy,
Ishquini y Kamancragua. Estos últimos lugares que son los escenarios de
historias orales sobre encantamientos donde desaparecían personas, ocurrían
otros hechos sobre naturales y donde confluían seres mitológicos. Además en
estas tierras, anteriormente de uso colectivo, existen tumbas de familiares de
personas indígenas, como padres y abuelos de personas mayores, como en el
caso de doña Victoria Rivera, vecina de 86 años de Mano de Tigre.
Como veremos más adelante, la mayoría de las propiedades de este territorio
están en manos de personas no indígenas, alrededor del 90% de las tierras
(Borge; 52:2007). Este hecho se convierte en la principal preocupación de un
considerable segmento población indígena con respecto al PHED, pues
consideran que además de poder perder sitios de importancia para su cultura y
para su ambiente natural, el proyecto podría intensificar su precaria situación
con respecto a la tenencia de la tierra. Pues consideran que si a pesar de la
legislación existente, han enfrentado un proceso permanente de perdida de
tierra, debido principalmente a la existencia de pocas fuentes de ingreso y la
poca disponibilidad de recursos productivos sin el proyecto. Algunos de los
líderes indígenas consideran que si no se regulariza la situación económica y
de tenencia de la tierra, o si el proyecto no establece una planificación
adecuada con respecto a esta temática, la existencia de un embalse podría
atraer de manera más intensa la presencia de no indígenas para desarrollar
proyectos turísticos o intensificar la compra y venta de tierras.
Por otro lado, se ha podido constatar que en lugares como Bijagual, donde se
concentra gran parte de la población no indígena existe cierta preocupación
que por el contrario el PHED, provoque la recuperación de tierras para los
indígenas y que esto implique el desalojo de esta parte de la población, sobre
todo de quienes adquirieron tierras después de la entrada de vigencia de la Ley
Indígena, en el año de 1977.
13
La población originaria del territorio son de la etnia teribe o térrabas (la mayoría
de la población indígena se autodefine de esta última manera). Las fuentes
escritas (fuentes externas a la cultura, lingüistas, cronistas españoles,
historiadores y otros estudiosos) y orales (miembros de la cultura teribe o
terraba) que hacen mención sobre el origen cultural de los terrabas coinciden
en un solo aspecto: terrabas y teribes son dos ramificaciones de un mismo
grupo cultural. La mayoría de las fuentes externas o no pertenecientes a esta
cultura apuntan que la división se originó durante la época de la conquista y
colonización española, mediante la reubicación que propiciaron los españoles6.
La historia oral de los teribes panameños y térrabas costarricenses, no
coinciden con la explicación de la escisión de los pueblos y parece apuntar a
que ambos territorios han sido los territorios originales de ambos grupos, es
decir desde la creación de los seres humanos. Para ampliar esto ver el libro
Narraciones Teribes: 1994.
También coinciden en que por muchos años estos grupos mantuvieron un
estrecho contacto, que incluían relaciones comerciales. Varias veces al año y
hasta aproximadamente hace más de cuarenta años, habitantes de ambos
territorios realizaban una larga, peligrosa y extenuante travesía. El camino
iniciaba donde según algunos mayores, se ubicó el primer poblado Térraba:
Guadalupe (En la actualidad este poblado no existe, alberga cultivos de caña y
no forma parte de los límites del territorio).
No son claras las razones por las cuales se dejó de realizar este trayecto y se
volvió menos intensa esta relación. Lo que si sabemos es que en los años
ochenta, indígenas de ambos grupos coinciden en foros internacionales y
vuelven a estrechar vínculos. En los años noventas realizan visitas recíprocas,
indígenas térrabas como Antonio Nájera, vivió algunos años en Teribe, en el
caribe norte panameño, y algunos teribes (en mayor medida) se van a vivir a
Térraba. En la actualidad varios de sus líderes han tenido la oportunidad de
intercambiar experiencias, pues ambos pueblos son afectados por Proyectos
Hidroeléctricos que se pretenden construir en sus territorios.
Como veremos más adelante, más recientemente los térrabas costarricenses
han sufrido fuertes procesos de mestizaje con otros grupos que han llegado
más recientemente, como con chiricanos y campesinos meseteños, debilitando
y transformando rasgos culturales tradicionales.
6
Estas fuentes no coinciden con la fecha en que se dio el traslado y establecimiento de teribes hacia el
lado costarricense. Por ejemplo el lingüista Juan Diego Quesada (Quesada;1997:20), aporta la fecha de
1697 para ubicar el momento en el que el Fray español Pablo de Rebullida dirigió el traslado, Pittier
(Pittier; 1891:82), científico de origen suizo que trabajó en el país y que realizó expediciones al sur
costarricense en 1891, sitúa este hecho entre los años 1700 y 1710, otras fuentes aportan años como 1695
y
1702
(Reseña
Histórica
del
Pueblo
Naso
Teribe,
2000,www.geocities.com/RainForest/4043/histonaso.htm). Quizás algo que podría explicar este hecho es
que el traslado se hiciera en varias “expediciones”.
14
Hasta la fecha no se han realizado estudios etnohistóricos que den cuenta de
la versión no desde los conquistadores sino desde los conquistados.
Actualmente es un buen momento para hacerlo porque un porcentaje
significativo de la población se encuentra involucrada en un proceso de
rescate, resignificación, protección cultural y reinvención de la identidad y la
cultura. El grupo Nasö Lôkes, grupo de jóvenes, que trabaja activamente en el
rescate cultural y en luchas por una mejor y adecuada educación, así como en
su lucha en contra del PHED, posee entre sus actividades planificadas de
rescate cultural, el realizar una investigación en coordinación con una
antropóloga, para dar a conocer otros elementos históricos que podrían ser
argumentados para sus luchas por un desarrollo autónomo y con identidad.
La pérdida de sus territorios, la ocurrencia de reiteradas epidemias que
diezmaron su población (De acuerdo a fuentes orales), además de la
imposición de programas de salud y educación descontextualizados, han sido
algunas de las causas de un marcado deterioro de tradiciones y rasgos
culturales posible de observar en los pueblos indígenas de la región. Al ser
sociedades que históricamente han trasmitido sus conocimientos, tradiciones y
creencias en su lengua y a partir de la historia oral, el deterioro del idioma por
la imposición de planes de estudio que no enseñaban el idioma original,
muchos de los rasgos culturales se dejaron de trasmitir.
Las influencias externas manifiestas en un sistema educativo que no incluía la
enseñanza de los valores y rasgos tradicionales, vino acompañada por otras
instituciones como la iglesia católica y otras religiones (en la actualidad existen
más de siete distintas iglesias o credos en Térraba), y otros valores o formas
de relacionarse con el medio ambiente y de organizar la producción y el
consumo.
Desde los años cincuenta pero en mayor medida después de construida la
carretera interamericana, y más particularmente en los años setenta, llegaron a
la comunidad personas no indígenas, con una inserción y una experiencia
económica más capitalista, basada en prácticas de producción desarrolladas
de manera extensivamente, como la ganadería, la agricultura de monocultivo
como caña, café, etc, acompañándose de las instituciones antes referidas, con
un patrón de asentamiento nuclear, con pocos vínculos o familiaridad con
formas colectivas de posesión de recursos a nivel comunitario.
Como explicaremos luego, estos “nuevos inquilinos” con nuevas prácticas y
valores y con rasgos marcadamente racistas van a producir un fuerte impacto
en la identidad Térraba y en los recursos naturales, convirtiendo en pocos años
hectáreas de bosque en pastizales y aniquilando muchas fuentes de agua.
Dando cuenta de visiones y relaciones distintas con los recursos naturales,
entre indígenas y no indígenas. Este punto se ampliará en otros segmentos de
este documento.
La relación entre la extensión de bosque y la tenencia de tierra por parte de
población indígena corrobora lo anteriormente expuesto. A continuación
presentamos un cuadro donde se ve la significativa relación que existe entre
estos dos rubros, donde de forma generalizada se muestra que a mayor
15
cantidad de tierra en manos de población indígena mayor es la cantidad de
tierra conservada en bosque. También se demuestra con cifras la inoperancia
de la ley para resguardar el derecho a la tierra que tienen estas poblaciones
como sociedades originarias de nuestro país.
Cuadro 1.
Relación entre % de bosque actual y el % de tierras en manos de
personas indígenas en los territorios indígenas del sur Pacifico,
costarricense
TERRITORIO
INDÍGENA
% DE TIERRA EN MANOS
INDÍGENAS
% DE TIERRAS CUBIERTO DE
BOSQUE
Térraba
12 %
14%
China Kicha
3%
Boruca
39 %
28%
Curré
16 %
40 %
9%
34 %
Cabagra
59 %
50%
Ujarrás
32 .8%
35 %
80 %
70 %
7
0.55%
Salitre
Coto Brus
(Ngöbe o
guaymies)
Elaboración propia con datos de MIDEPLAN (2002)
Los años setentas reformularon la identidad Térraba, produciendo el deterioro
de rasgos como el idioma, la dieta tradicional, el sistema de creencias y en
general en la autoestima del pueblo. Muchas personas empiezan a desconocer
su origen y a partir de ese momento es cuando más encontramos identidades
múltiples, indígenas que no se auto adscriben a esta o ninguna identidad,
indígenas que se autodefinen como chiricanos, como no indígenas o
campesinos.
No es mucho de lo que se conoce sobre la relación entre chiricanos y terrabas,
sabemos que los chiricanos llegaron a la zona a finales del siglo XIX, anterior a
la llegada de los meseteños. Por la información que hemos recogido en la
región, también sabemos que los chiricanos tenían rasgos culturales muy
cercanos a los terrabas, por ejemplo practicaban “las juntas” o trabajos
colectivos, celebraban sus fiestas con chicha, tenían un patrón de
asentamiento disperso, una economía de subsistencia, construían ranchos,
entre otras cosas. El mestizaje entre chiricanos, indígenas y más adelante
también con campesinos meseteños parece haber sido bastante intenso,
Según Freddy Villanueva (conversación personal) presidente de la Asociación de Desarrollo de China Kichá, esta
cifra es aún menor.
7
16
dejando dudosos limites entre una identidad y otra, sobre todo entre chiricanos
y terrabas.
En la actualidad es posible observar un
naciente
proceso
de
reinvención
y
fortalecimiento de la cultura indígena o
Térraba, resignificando y apropiándose de
tradiciones para fortalecer su identidad.
También los ha llevado a un fuerte trabajo de
rescate de elementos propios, como el juego
del toro y la mula, comidas tradicionales, el
idioma, entre otras. Los grupos organizados
están trabajando mucho en el rescate de
tradiciones, así como en la recuperación del
idioma.
Fotografía. Niños Térrabas jugando orgullosamente el Toro y la Mula en la ciudad de Pérez
Zeledón.
Este proceso de más de ocho años también los ha llevado a aumentar la
cohesión social y a tomar fuertes decisiones colectivas, como emprender una
lucha para que en sus centros educativos se dé prioridad a los y las maestras
térrabas y para modificar los contenidos educativos para que incluyan la
enseñanza de sus tradiciones, idioma y cultura. Además los debe llevar a tomar
decisiones conjuntas sobre el PHED, sobre el problema político que enfrentan
con el gobierno local, la Asociación de desarrollo, el cual se expone más
adelante, así como la situación referida a la tenencia de la tierra.
Resulta interesante que coherente con este proceso de rescate cultural,
encontramos el fortalecimiento de una actividad económica no tradicional que
rescata la cultura: el turismo rural comunitario basado en su cultura y en los
atractivos naturales y culturales de su territorio. Alrededor de cuatro
organizaciones han realizado recientes inversiones para preparar productos
turísticos basados en su riqueza natural y cultural. Estos grupos ya están
recibiendo turistas y participan en actividades de promoción de sus iniciativas.
Como ya mencionamos en algún momento, cerca del 90% de las tierras en
Térraba están en manos de no indígenas, de este porcentaje muchos son
propietarios ausentistas. Aún así el 57% de la población es no indígena.
De acuerdo con el Censo del INEC 2000, existen en la actualidad 1425
pobladores de los cuales 768 son hombres y 657 mujeres. Además 621 son
indígenas y 804 no indígenas. Sabemos que el dato de población debe ser
actualmente mucho más alto. Varios dirigentes indígenas nos han dicho que
por su patrón disperso, muchas familias indígenas no han sido censadas,
además la fecha en que fue realizado este último censo fue hace 9 años, a
pesar de esto es el dato más reciente con el que se cuenta.
Los principales núcleos poblacionales que conforman Térraba son: Térraba
centro, Bijagual, La Sábana, Ceibon, Mano de Tigre, San Antonio, Bajo
Veraguas, y Macho Monte. La mayor parte de la población indígena se ubica
17
en el centro de Térraba, donde también se ubica la iglesia, la escuela, el salón
comunal y el colegio, con un patrón de asentamiento que mezcla casas
dispersas con núcleos más poblados a orillas de la carretera pública.
La
principal
concentración
de
viviendas de no indígenas se ubica
principalmente en Ceibon, Bijagual,
La Sabana y San Antonio, aunque los
no indígenas son dueños de
propiedades en todo el territorio
indígena.
Existen varias casas dispersas de
familias indígenas en comunidades
como: Mano de Tigre, Macho Monte y
Bajo Veraguas con un patrón de
8
asentamiento tradicional indígena y con prácticas productivas tradicionales.
Algo que puede explicar esto es que en la mayoría de estos lugares es donde
viven la mayoría de las personas mayores de Térraba
Fotografía tomada en la comunidad de Macho Monte.
La tendencia histórica observada en los últimos años en Térraba asociada con
la tenencia de la tierra, ha sido a perder cada vez más importantes extensiones
de tierra en manos de personas indígenas y facilitar transformaciones en el uso
y calidad de los recursos naturales y en la distribución espacial de la población.
Comunidades como Guadalupe, Cola de Pato, Aguacate, entre otras, donde
coinciden las personas mayores en decir que fueron los primeros lugares
poblados y centros importantes de los térrabas, actualmente se encuentran
despoblados y ni siquiera forma parte de los límites legales establecidos para la
Reserva de Térraba. Los lugares que albergan pequeños caseríos de terrabas
bajo el patrón tradicional y con prácticas productivas más antiguas han sufrido
importantes reducciones en su población. Muchas familias terrabas han estado
marcados por la migración, como estrategia económica de sobrevivencia, en
dos modalidades: a lo interno, es decir buscando hacia el centro de Térraba,
donde hay una fuerte presión sobre el suelo (habitacionalmente) y hacia las
afueras, trasladándose hacia diferentes partes del país como San José,
Alajuela, Limón, entre otros.
8
El patrón de asentamiento tradicional se caracteriza por albergar un conjunto de casas en una misma
propiedad con espacio para la crianza de animales domésticos, frutales y plantas medicinales. En las
partes traseras de donde están las casas, se ubica generalmente un área dedicado a la agricultura que se
hace en sistemas agroforestales en bosques secundarios o tacotales usados colectivamente por todas las
familias, usualmente estos lugares también albergan riachuelos que son usados como espacios de ocio,
fuentes de agua para el consumo y la producción y lugares donde crecen frutales, madera para la
construcción y otros servicios ambientales, como control de plagas naturales y abono. Debe decirse sobre
la proporción de estos lugares que es mínima y gráficamente pueden entenderse como islas minúsculas o
pequeñísimos parches, en medio “de mares extensos de pastos, dedicados a la ganadería y en manos
principalmente de no indígenas. Una estrategia de recuperación de la identidad de Térraba, debería
intentar crear “corredores culturales” que comuniquen y fortalezcan estas “pequeñas islas” donde se
conservan muchos rasgos tradicionales importantes de la cultura térraba, con tendencia a la desaparición.
18
Aunque la población afirma que existen muchos térrabas fuera de su territorio,
en la actualidad observamos que muchas personas que han migrado a lugares
lejanos en búsqueda de oportunidades de estudio y de trabajo, están
regresando al territorio y se están involucrando en luchas de rescate y
protección cultural, que incluye acciones para recuperar tierra y
manifestaciones culturales propias y debilitadas.
Hasta ahora no existen investigaciones que precisen los pesos relativos de las
distintas actividades productivas y las fuentes de ingreso identificadas en
Térraba, para los diversos sectores sociales. Sabemos que un importante
segmento de la población indígena se dedica a la agricultura practicada de
forma muy similar que en las comunidades campesinas con la particularidad de
que su comercialización es menos intensa. Además de cultivos tradicionales
como: granos básicos en el territorio Térraba encontramos cultivos de caña,
café y naranja, entre otros.
La agricultura para las familias indígenas es principalmente dirigida al
autoconsumo y el excedente es comercializado localmente, en Boruca,
caseríos y comunidades aledañas y con intermediarios que lo traen
principalmente al comercio de Buenos Aires. Otras importantes actividades de
subsistencia que contribuyen con la alimentación familiar son la pesca y la
cacería.
El trabajo en el jornal parece ser junto con el trabajo temporal en PINDECO,
las fuentes de liquidez inmediatas más importantes y fuente para satisfacer
todas las necesidades básicas de quienes no poseen tierras aprovechables
para la agricultura.
Otras actividades económicas más recientes y que forman parte de la
economía familiar de los terrabas son: el envío de remesas de personas que se
van a trabajar a otras zonas del país, trabajo en actividades comerciales en
Buenos Aires y en construcción, la venta de artesanías y de un incipiente pero
pujante turismo cultural.
Por su parte la ganadería como una actividad comercial importante se
concentra en la población no indígena y en propietarios ausentistas y en otros
no indígenas que viven en el territorio. La mayoría de los comercios como
bares y pulperías están en manos de no indígenas, incluso en el centro de
Térraba. Los no indígenas quienes son los que poseen las más grandes
extensiones de tierra también poseen monocultivos de café, naranjas y son
quienes hacen un uso más comercial de la madera.
c. Descripción de la Intervención:
Sobre las interacciones entre el ICE y la comunidad indígena
Desde el 2004 el ICE ha intentado intensificar sus estudios, en lo que llaman
“margen derecha”. En este sitio ubicado en Térraba y donde se ubicaría el sitio
de presa, se ubican parte de los estudios más importantes que debe hacer el
ICE para avanzar con la construcción del PHED. Para este propósito el ICE ha
intentado establecer acuerdos con el representante legal del territorio (la
19
Asociación de Desarrollo Integral de Térraba ADIT), instancia que como
veremos más adelante resulta ilegitima para la mayoría de la población
indígena, por entre otras cosas acusársele de no legislar y tomar decisiones
que beneficien a la comunidad indígena.
En una reunión celebrada en el año 2004, entre personal del ICE y algunos de
los principales líderes del centro de Térraba, con el objetivo de abordar las
inquietudes sobre los trabajos que realizaba el ICE en Térraba; los líderes
plantean varias cosas importantes. En primer lugar, cuestionan y manifiestan
su inconformidad por la manera en que el ICE ha entrado en su territorio, en
esta reunión don Manuel Villanueva manifestó lo siguiente: “¿Quién autorizó al
ICE para realizar los estudios que realiza en estos momentos? Es necesario
hacer énfasis en la consulta del pueblo indígena. Es necesario realizar un
debate entre los abogados del ICE y los abogados que nosotros tenemos para
determinar que violaciones se están haciendo a los lineamientos jurídicos. No
sabemos que es lo que está planteando Genaro como representante de la ADI
Térraba”
En la frase anterior hay tres ideas importantes que se interrelacionan. Primero,
la pregunta de quién autorizo, tiene que ver con una concepción de la tierra
específica por parte de un sector social. A pesar de que las tierras que serían
afectadas en el territorio (las misma zona donde se realizan las
investigaciones) están en manos de no indígenas, varios dirigentes aseguran
que, en estas propiedades existen muchas irregularidades con respecto a sus
propietarios y, principalmente, argumentan que estas tierras son parte del
territorio que históricamente han utilizado y que tenía un sentido y un uso
colectivo. Según nos cuenta doña Victoria Nájera Ortiz, (señora de 84 años,
vecina de Mano de Tigre) estas tierras eran utilizadas itinerantemente por
varias familias, pues eran tierras buenas para la agricultura que se iban rotando
en su uso, además era un espacio público y colectivo pues eran importantes
espacios de recreo, albergaban sitios de importancia cultural (escenarios de
leyendas y creencias), eran usadas como cementerios (como ella que tiene a
su abuela enterrada en tierras circunvecinas al sitio Kamancragua) y todo el río
era un importantísimo medio de transporte para a ir a Cortés donde vendían
sus productos y adquirían sal, y otros artículos de consumo familiar.
Es importante afirmar que varios dirigentes y vecinos de la comunidad
aseguran que el territorio tradicional que ocuparon era mucho más grande que
el que tienen actualmente, e incluyen las hectáreas afectadas por el PHED
como parte del territorio que deben recuperar. El ICE todavía no ha entendido
sobre otras concepciones de la tierra que no son de índole privado, sino más
bien colectivas.
Por otro lado, cuando don Manuel plantea que se debe realizar un debate entre
los abogados del ICE y los abogados de su comunidad para determinar las
violaciones a los lineamientos jurídicos que el ICE ha cometido, se refiere
principalmente al Convenio 169 de la OIT, suscrito por Costa Rica, e intuyo que
más específicamente a lo que establece el artículo número 15 (Parte II Tierras):
20
“1. Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes
en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden
el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y
conservación de dichos recursos.
2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los
recursos del subsuelo, o tenga derechos sobre otros recursos existentes en las
tierras, los gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras
a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de
esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o
autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos
existentes en sus tierras. Los pueblos interesados deberán participar siempre
que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una
indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado
de esas actividades.”
En el 2005, varios pobladores indígenas presentaron un recurso de amparo
ante el ICE, por los estudios que realizaba la institución sin una previa consulta.
Estos pobladores interpretaron esta presencia como una invasión al territorio y
una violación expresa al convenio 169 de OIT. En este recurso se pedía entre
otras cosas la paralización de los trabajos que realizaba la institución, se le
pedía al ICE netregar toda la información que ellos solicitaran y consideraran
necesaria para su proceso de información, estudio y reflexión comunitaria.
Aunque este recurso fue negado, esta acción de los térrabas fue fundamental
para atrasar las obras y los tiempos del ICE.
Durante el año 2007 el ICE retomó la realización de las investigaciones
técnicas en la margen derecha9, luego de que se declarara sin lugar el recurso
de amparo presentado por miembros y vecinos del Frente de Defensa Indígena
de Térraba en el 2005. La tensión social y el problema político interno
reapareció en el territorio, con algunos nuevos matices y otros elementos que
se vienen arrastrando desde que el ICE decidió intensificar los estudios de la
opción Veraguas (actual PHED). Nuevamente y a pesar de no contar con la
participación de un amplio sector de la población indígena, la ADIT decide por
mecanismos internos autorizar al ICE a retomar sus estudios.
Esto nos habla sobre el problema político presente en la comunidad. Aunque la
ADIT es la representante legal del territorio y según la Defensoría de los
Habitantes sería la responsable de cualquier consulta en estos territorios,
socialmente para muchos indígenas de Terraba esta no es legítima por varias
razones. 1. Perciben que la ADIT no ha representado a los intereses de los
indígenas. 2. Afirman que posee como afiliados al 10% de la población. 3.
Aseguran que a los dirigentes y vecinos que han cuestionado sus gestiones se
les impide afiliarse. 4. Califican de corrupta las gestiones del presidente Genaro
Gutiérrez en sus casi diez años como presidente de la ADIT, así como a otros
9
Esta investigaciones incluyen las siguientes actividades: 3 perforaciones en la zona de vertedero (de 80
m de profundidad) , 6 perforaciones en los túneles de desvío (dos de 50 m y cuatro de 150 m de
profundidad, 2 perforaciones en la zona de la ataguía (de 50 m de profundidad), 1 galería de 100 m de
longitud, perfiles geoeléctricos, perfiles de refracción sísmica, trincheras en los sitios de materiales, y la
topografía para completar todos los perfiles transversales según el mismo esquema que se ha seguido en
la margen izquierda.
21
directivos 5. Manifiestan que la junta directiva de la ADIT, toma decisiones en
espacios privados, sin consultarle a sus socios y a la mayoría de los vecinos. 6.
Aseguran que a pesar de ser ilegal en la asamblea de la ADIT existen muchos
socios no indígenas.
En Febrero de este año, la ADIT celebró una asamblea donde con participación
de funcionarios del PHED, la asamblea, luego de varias reuniones entre
funcionarios del proyecto y los de la junta directiva, donde se acordó autorizar
al ICE a realizar los estudios en la margen derecha y solicitarle al ICE ciertas
colaboraciones que tienen que ver con mejoras en la infraestructura comunal10.
Del 2004 para acá la desconfianza y los cuestionamientos hacia la ADIT y
hacia Genaro Gutiérrez han incrementado. Y para muchos pobladores y
dirigentes el hecho de que el ICE y funcionarios del Proyecto negocien con está
instancia, ha aumentado el descontento que existía con el ICE, así como la
desconfianza. Para ellos y ellas el hecho de que el ICE se reúna y tome
acuerdos con esta instancia, sólo significa una cosa o sólo posee una lectura:
el ICE y los funcionarios del proyecto no actúan de buena fe porque negocian
con representantes corruptos de su territorio.
Cabe decir que la desconfianza en el ICE por parte de un sector social de
Térraba no es nueva y tiene dos acepciones u orígenes. En primer lugar, este
sector desconfía de la institución, porque la misma es vista como parte del
Estado-Gobierno que ha incumplido y no ha normado ni ejecutado los derechos
y las peticiones de los pueblos indígenas para controlar y definir sus propios
procesos de desarrollo. Por otro lado, algunos térrabas recuerdan con
desagrado acciones de algunos jerarcas del ICE, que en el contexto del
10
A continuación se transcriben las mejoras en infraestructura y otras cooperaciones que solicitó la ADIT.
Se debe aclarar que no se ha redactado ni firmado una carta de entendimiento entre el ICE y el ADIT
donde se formalice el compromiso de cada parte. Lo que si se decidió fue la autorización de la ADIT de
permitirle al ICE retomar sus estudios en el territorio indígena y se han empezado algunas mejoras de
caminos y a la cancha en el centro de Térraba. Las mejoras solicitadas por la ADIT y a las cuales el ICE
no se ha pronunciado sobre cuales está en disposición de realizar y en qué plazos son las siguientes:
“Mejoramiento de infraestructura vial (Tramo Térraba-Bijagual, tramo Sabana-Santa Teresita,Tramo
Térraba-Bajo Veragua-Sabana, tramo Térraba-San Antonio, tramo San Antonio-Volcancito.
Mejoramiento de infraestructura de acueductos (Suministro de agua potable para Iglesia, Escuela y
Centro de Acopio en Bijagual-Sabana -instalación de bomba-, excavaciones para canales de tubería
para acueducto Térraba (de 4 a 5 kms). Mejoramiento de canchas de fútbol (Térraba: desagües e
iluminación, Sabana: finalizar campo, Volcancito: preparar terreno). Ampliación de la red eléctrica:San
Antonio-Volcancito, Térraba). Instalación de paneles solares. Levantamiento de información de
necesidades e instalación en todo el territorio. Telefonía pública y residencial. Levantamiento de
información de necesidades de telefonía residencial e instalación. Instalación de teléfonos públicos de
tarjeta (no administrados) en: Sabana-Bijagual, Térraba (2), Ceibón (1), San Antonio (1). Empleo:
Levantamiento de información de oferta de empleo en Térraba y levantamiento de demanda de empleo
por parte del PHED en las investigaciones por realizar. Cooperación interinstitucional. Realizar
gestiones de cooperación para el desarrollo ante organismos públicos y privados (nacionales e
internacionales) con una participación efectiva del ICE (jerarcas). En este campo se buscaría la
colaboración de los organismos para realizar donaciones y otras acciones de cooperación local. Se
solicita una estrecha cooperación del ICE ante JUDESUR con el fin de movilizar recursos para
proyectos de desarrollo en Térraba. En este campo también se solicita cooperación en infraestructura
para la ADIT y servicios de asesoría legal”(Minuta.Reunión con la ADIT, 7 de febrero del 2007).
22
Proyecto Boruca, intentaron manipular la posición de los indígenas de Curré en
una reunión en Térraba, haciendo pasar a personas de Térraba como una
delegación de indígenas de Curré los cuales se manifestaban a favor del
proyecto.
El problema político de una instancia legal que no es socialmente legítima y las
interacciones con el ICE, se hace más grave por la configuración del poder en
Térraba. En Térraba existen alrededor de ocho organizaciones de base, las
cuales corresponden a familias ampliadas, es decir, lo observable en materia
de organizaciones es la existencia de una especie de clanes que convertidas
en asociaciones específicas, con intereses que van desde la protección de los
recursos, el rescate de manifestaciones culturales y de la promoción de
proyectos de turismo ecológico y cultural. En Térraba el vacío de poder que
genera una ADI deslegitimada se hace mayor por la existencia de muchas
organizaciones que hacen aún más confuso saber quiénes son las autoridades,
o instancias que deben darle el permiso o en otras palabras que deben
negociar con el ICE. Los líderes hasta ahora han criticado enérgicamente que
el ICE tome acuerdos con la actual ADIT, pero no le han dado a la institución
una instancia alternativa que sustituya a la ADIT o que sea su contraparte.
Aunque la mayoría de la población indígena se opone existen dos matices de
grupos: quienes se oponen sin considerar como posible escenario la
negociación y quiénes se oponen considerando la opción de negociar con el
ICE.
Muchas de las personas que adversan el proyecto no pueden afiliarse como
socios de la ADIT, por lo que sienten que la participación en el tema del PHED
es restringida y no es amplia ni transparente.
Los dirigentes son muy críticos sobre las colaboraciones que la ADIT le solicitó
al ICE, como parte de los acuerdos para autorizar su ingreso al territorio..
Opinan que la carretera y otras obras de infraestructura no son acciones
transcendentales para construir el desarrollo que desean, que hay otros temas
más urgentes, también piensan que el ICE arregla esos caminos solo porque
les sirve para sus tareas, y que el arreglo de caminos es una tarea que le
corresponde a otras instancias como al MOPT o a la Comisión Nacional de
Emergencia.
Por conversaciones que he tenido con estos dirigentes y vecinos, me he
enterado sobre sus concepciones de lo que debe ser la consulta. Para la
mayoría de ellos, la etapa de información es la primera fase de la consulta.
Para ellos, la consulta ideal deberá basarse en actividades de información
detallada sobre todas las investigaciones que el ICE realiza y sobre todo los
efectos positivos y negativos que podría ocasionar el PHED, además, este
proceso debería estar acompañado con investigadores e investigaciones
contratadas por la comunidad, para realizar estudios sobre los impactos
sociales, culturales y económicos, así como los beneficios y perjuicios que
podría percibir la comunidad con la construcción. Los estudios de la institución
se contrastarían con sus propias investigaciones y esta información sería la
base para que todos los vecinos formen un criterio y decidan entre oponerse
rotundamente al proyecto o negociar con el ICE.
23
También y para ellos, la consulta no debe hacerse en un clima de premura,
debe seguir como dice don Enrique Rivera, un “ritmo de hamaca”, que los
funcionarios conversen e informen con tranquilidad, sinceridad y claridad, y que
la persona en su hamaca esté oyendo y siendo escuchados con respeto. Les
gusta el tipo de consulta que realizaron las comunidades indígenas
recientemente para la aprobación del Proyecto de Desarrollo Autónomo, en la
cual participaron organismos nacionales e internacionales como la OIT, la
Defensoría de los Habitantes, el Tribunal Supremo de Elecciones, entre otros.
Los líderes también perciben que el ICE no ha informado correctamente y
creen que hay mucha información que la institución no comparte, que la
institución quiere hacer las cosas a un ritmo muy apresurado, lo cual les genera
muchas dudas.
Por otro lado, otras percepciones que se han identificado en sectores donde
viven indígenas térrabas en comunidades lejanas al centro como: Macho Monte
y Mano de Tigre, tienen que ver con una deficiente información sobre el
proyecto. En Macho Monte muchos vecinos desconocían de este proyecto y lo
confundían con el Boruca y en Mano de Tigre escuché a muchas personas que
interpretaban la presencia de maquinaria como que el ICE ya había iniciado las
labores de construcción y que había negociado a espaldas de la comunidad.
Desde hace más de un año, los térrabas afirman no tener espacios constantes
de información por parte de funcionarios del ICE. Lo cual es grave porque el
avance en los estudios hace que datos sobre afectación varían drásticamente,
por ejemplo en dos años los sitios arqueológicos han pasado de 120 a más de
285. Lo anterior demuestra que el proceso de interacción del ICE con los
térrabas no refleja un marco satisfactorio de dialogo y de información que
permita llegar a un consentimiento libre e informado. Más si analizamos los
tiempos del ICE, en los cuales pretenden iniciar la construcción a finales de
este año.
d. Descripción de los principales impactos sociales,
económicos y ambientales
Aunque los impactos de este proyecto no han sido analizados a profundidad
pues no se ha realizado el estudio de impacto ambiental, si hay algunos que
desde ya podemos mencionar. Es importante afirmar que en la actualidad
existen datos generados por el ICE de un mismo elemento, como por ejemplo
sobre la afectación a territorios indígenas existen varias cifras distintas, de igual
manera esto sucede con cosas como el tamaño del embalse donde existen
datos que señalan un embalse de 6002 y otras que llegan hasta 6800 has.
Esto puede deberse a estudios o proyecciones con distintas cotas pero también
se debe a que las proyecciones se hacen con base a diferentes escalas
(Lambert SUR, IGN, etc). El sitio todavía no se ha mojoneado por completo. Lo
que preocupa es que para efectos del estudio de impacto ambiental, que ya
esta por empezar, se utilicen las cifras menos comprometedoras.
24
i. Impactos ambientales
Como ya mencionamos los impactos ambientales más importantes tendrían
que ver con una fuerte afectación al vulnerable ecosistema y Sitio Ramsar: El
Húmedal Térraba Sierpe. Esta afectación se daría por la modificación del
caudal del Río Grande de Térraba, el cual alimenta al humedal. Los biólogos
del ICE han calculado esta posible afectación en 1800 ha. Por otro lado el ICE
menciona la eventual afectación de 1400 has de bosque, de las cuales hay
poca información disponible sobre la particularidad, unicidad o importancia de
estos bosques.
Un impacto social que tendría efectos sobre los recursos naturales, es el
aumento de la población y el incremento del consumo del agua, recurso que
como vimos es presionado por una compañía piñera en la zona. El agua que se
produce en territorios indígenas y en las cercanías del Parque Internacional La
Amistad (PILA), podría verse más presionado. Así mismo el aumento de la
población podría darse en las zonas de amortiguamiento del PILA. Por lo que,
de no existir una adecuada planificación e inversión de la cuenca media del
Térraba, esta podría sufrir alteraciones negativas. Lo que llama la atención es
porque si el ICE tiene tanto interés en construir el proyecto en la cuenca con
más potencial hidroeléctrico, porque no se ha empezado a invertir en acciones
para mejorar la misma.
ii. Impactos culturales
Entre los principales impactos culturales, debemos de citar: la afectación a más
de 285 sitios arqueológicos ubicados en el área del embalse y la zona de
amortiguamiento del proyecto. Nunca en un proyecto hidroeléctrico el ICE se
ha encontrado tal cantidad de sitios arqueológicos, generalmente no pasan de
una decena. El Valle del Diquís es una de las zonas arqueológicas más
importantes del país, reconocida por ser la región de las esferas de piedra.
Aunque la zona sur del país ha sido muy estudiada por arqueólogos, En
particular la zona del embalse, ha sido poco estudiada, al ubicarse detrás de la
carretera interamericana.
El proyecto implicaría la afectación total a más de 600 has en el territorio
Térraba, las cuales poseen un alto valor histórico y cultural, que esta población
recién empieza a descubrir, como parte de su proceso de rescate y
fortalecimiento identitario. Como ya mencionamos, se afectaría una zona que
era conocida como el “chauite”, donde se practicaba la agricultura y
aprovechamiento colectivo o comunitario. Este sitio era un importante puerto
para los indígenas, alberga sitios que son los escenarios de sus historias
orales, como la laguna de Carsy, Ishquiny, y Kamancragua. Además sabemos
de personas mayores que tienen a familiares enterrados en estas tierras que
actualmente no le pertenecen al pueblo indígena.
Sin embargo el impacto más serio, podría ser que el proyecto acentué la
tendencia de los térrabas a perder el control de su territorio. Al no haber
alternativas económicas y debido a la presión que pueda generarse sobre la
tierra, de no existir garantías que aseguren la propiedad de la tierra para los
25
indígenas, así como mecanismos para recuperar parte de sus tierras, los
térrabas podrían perder su territorio, del cual actualmente solo les pertenece el
10%. Si esto ocurre las consecuencias podrían ser fatales para este grupo que
tanto ha luchado por su supervivencia como pueblo con identidad indígena.
Lo cual podría provocar “el genocidio sútil” o la muerte de la identidad indígena
de los terrabas, al quitarles su relación con la tierra y sus espacios de
interacción, la cual es fundamental en las identidades indígenas. Esto sería
distinto en el caso del territorio de China Kicha, donde una parte de la
población ve el proyecto como una oportunidad para recuperar tierras,
actualmente este pueblo Cabécar solo controla el 1% de su territorio.
iii. Impactos sociales
En general podemos decir que a menos de un año de que se podrían iniciar la
construcción del proyecto, los estudios sociales que existen son insuficientes
para determinar de manera efectiva los impactos sociales. Por ejemplo se han
analizado las consecuencias a las comunidades directamente afectadas, pero
no se ha trabajado en los centros poblacionales más importantes que son los
que podrían albergar a gran cantidad de personas que se han atraídos a la
zona en busca de un empleo. Estos centros en la actualidad enfrentan
problemas de abastecimiento de agua, de recolección de la basura, de
electricidad, principalmente por la debilidad de las instancias municipales y por
el crecimiento poco planificado que la compañía piñera PINDECO ha
provocado.
Otros impactos que desde ya se están haciendo notar, por el aumento de los
empleados del PHED, es el aumento en el consumo del licor, prostitución y
otros problemas sociales. Existe mucha incertidumbre en las comunidades
directamente afectadas porque preguntas sobre procesos de expropiación y
reubicación no han sido plenamente contestados o abordados.
iv. Impactos Económicos
Este proyecto tiene todo el potencial de generar desarrollo social y económico,
pero desde hace varios años, el ICE pudo haber empezado a realizar
inversiones en capacitación y alianzas con universidades, con el Instituto de
Aprendizaje y otros ministerios, para preparar a una zona muy abandonada por
el Estado. Esto no ha ocurrido y no parece estar ocurriendo. Cada comunidad
afectada e importantes centros, deberían estar trabajando con apoyo
profesional en planes de desarrollo, basados en sus aspiraciones y
necesidades, utilizando o viendo al Proyecto como un socio para generar un
verdadero y sostenible desarrollo local y regional.
En la actualidad, se menciona como atractivo de este proyecto la generación
de miles de empleos temporales. Sobre esto el ICE ha dado datos desde 1500
(Video Versión Veragua) hasta 5000 empleos. También se habla de que el
proyecto abrirá un importante polo para el turismo, pero lo cierto es que si el
proyecto se materializara en la actualidad, los habitantes de la zona no tendrían
26
suficientes recursos financieros y humanos, para poder sacarle provecho a esta
oportunidad.
En el caso de Térraba habría que analizar en detalle el impacto económico de
la afectación de parte de su territorio. Esas tierras deben originar ciertos
empleos que no han sido calculados. Así como los efectos de un aumento en la
especulación y precios de la tierra.
e. Acciones colectivas emprendidas por las comunidades u
organizaciones indígenas afectadas
Hasta la fecha las acciones colectivas más imprtantes emprendidas por las
comunidades han sido: la presentación del recurso de amparo al ICE, la
participación en foros nacionales e intenacionales sobre pueblos indígenas y
megaproyetos, utilización de medios de prensa para dar a conocer su posición
en contra de que se realicé este proyecto y construcción de alianzas con
ONGs, funcionarios del gobierno, y profesionales. Han realizado acciones de
capacitación sobre proyects hidreoelectricos, incluyendo giras de intercambio
de experiencias y capacitaciones en temas técnicos como derechos indígenas,
etc. Esto se ha hecho con recursos propios de los dirigentes y con apoyo
económico y técnico de ONGs como DITSÖ y UICN.
La acciones anteriores son fundamentales en la preparación para una efectiva
participación del pueblo Térraba en la toma de acuerdos con el ICE, sin
embargo estas acciones deben extenderse de manera más amplia al total de la
población, y no concentrarse en dirigentes del centro de Térraba. El problema
sigue siendo los tiempos que maneja el ICE.
También la comunidad continúa en un proceso de rescate y protección cultural
que incluyes desde la celebración y recate de festejos y tradiciones
comunitarios hasta la lucha por una educación contextualizada. Esto le permite
fortalecer su cohesión social, importante para poder entrar en procesos de
dialogo y toma de decisiones a nivel comunal.
Lo que no ha hecho la población indígena es decidir cual es la instancia oficial
para representar a la comunidad ante sus interacciones con el ICE, y cuáles
son los concensos que esta misma defenderá. Esto resulta importante, porque
el ICE en su afan por constuir el proyecto, podría utilizar cualquier interlocutor
para dar la apariencia de que el pueblo indígena esta a favor de la realización
del proyecto, más aún cuando a un año de pretender construir el proyecto las
comunidades no han sido informadas libre y adecuadamente.
f. Necesidades de asistencia técnica y legal para fortalecer las
capacidades de incidencia
La principal necesidad de asistencia es la realización de una investigación y/o
proceso de consulta que determine cuál sería la instancia que debe representar
a la población indígena.
27
Así mismo esta investigación debería poder determinar un consenso entre
distintos sectores que se oponen al Proyecto pero con distintos matices, hay un
sector que se opone sin considerar negociar y otra parte que no descarta
negociar aunque se oponen al proyecto. Cual es la posición y condiciones que
la comunidad le pide a este grupo representar con el ICE y cómo se deberán
de tomar decisiones. Lo que más se requiere es de una efectiva estrategia
política que les permita realizar un efectivo proceso de representación de los
intereses indígenas ante el ICE.
Si en la formulación de consensos, se determina una estrategia que implique
ciertos grados de negociación con el ICE, la comunidad necesitaría capacitarse
en procesos de negociación.
g. Lecciones aprendidas y buenas prácticas
Los instrumentos jurídicos como los recursos de amparo pueden ser acciones
estratégicas que si bien no siempre pueden detener un proyecto por completo,
pueden alargar plazos y dar más tiempo para que las comunidades se
preparen a escenarios de resistencia o negociación. Los dirigentes térrabas
han demostrado tener un excelente manejo del marco legal nacional y el
indígena para su defensa y para argumentar sus posiciones con respecto al
PHED.
Por otro lado el caso refleja, la importancia de los movimientos de rescate
cultural, que en estos contextos se convierte en una herramienta hermosa y
poderosa de resistencia. Que comunica el hecho de que existe un pueblo
diferente que clama por poder seguir siendo el mismo pueblo con sus
características esenciales como el territorio y la identidad. Además también se
puede volver una fuente para argumentar posiciones de oposición por el
posible impacto cultural. Además estos movimientos tienden a aumentar la
cohesión social, factor importante para lograr una exitosa y unificada lucha por
proteger los intereses de las comunidades indígenas.
Otra enseñanza importante, es sobre la claridad que poseen los dirigentes para
definir la forma en que se debe realizar la consulta. Esto es importante porque
los intereses externos (no indígenas), podrían manipular el concepto de
consulta.
Resulta importante decidir y construir una instancia socialmente legitima para
interactuar con el ICE, si esto no se hace esta institución podría seguir
utilizando instancias aunque ilegitimas son las legales, como lo ha venido
haciendo.
28
h. Conclusiones
El PH Diquís es uno de los proyectos más ambiciosos que planea el ICE iniciar
construcción en el próximo año. Estos plazos sin duda, demuestran la manera
acelerada o apurada en que la institución planifica sus acciones en la
actualidad. La tendencia observada en la actualidad dentro del ICE es a
impulsar la construcción de grandes proyectos, donde se incluye la posibilidad
de exportar. Estos grandes proyectos afectan territorios indígenas, así como
importantes áreas protegidas. En el caso del Diquìs se ha dicho que en los
primeros años se exportaría energía. Esta información ha generado dudas, con
respecto al fin ultimo de la inversión o más importante. ¿Se trata de un
proyecto para satisfacer la demanda interna y de paso aprovechar su potencial
para exportación o se trata de un proyecto para aprovechar las oportunidades
de negocios que abre el Tratado de Libre Comercio y otras iniciativas
macroeconómicas y de paso ayudar a enfrentar las necesidades futuras de
energía?
La institución todavía no ha iniciado la consultoría del estudio ambiental, donde
se determinará la factibilidad de la obra y las mitigaciones necesarias (Se
encuentra en fase de escogencia de la firma externa que realizará el estudio).
Si se desea empezar a construir a finales de año, con cuánto tiempo y de qué
forma va el ICE a informar a las comunidades, para que de manera libre e
informada puedan dar su consentimiento y negociar las mejores mitigaciones y
oportunidades de desarrollo. Sobre todo tomando en cuenta, los serios
impactos culturales y ambientales que hemos expuesto podría implicar este
proyecto, con los datos con los que hasta ahora se cuenta.
Hasta la fecha, el pueblo de Térraba ha jugado un papel importante en
modificar los plazos que maneja el ICE, al utilizar instrumentos legales como
recursos de amparo. También han acudido a medios de comunicación para dar
a conocer su posición, sobre un proyecto que en su parecer no ha sido bien
comunicado, y en dónde el ICE ha intentado negociar con una instancia
altamente cuestionada y con débil legitimidad social.
El gran reto de este pueblo es definir aspectos claves para una efectiva
participación en este escenario como definir la instancia ideal para representar
a la comunidad, y establecer consensos mínimos, como por ejemplo si la
comunidad desea negociar algún aspecto con el ICE y si lo que más conviene
en este momento es realizar una consulta, etc.
El pueblo Térraba deberá considerar y defender una estrategia de recuperación
de tierras y “del desarrollo deseado” y cotejarlo con lo que propone el ICE, con
fin de analizar la conveniencia de este proyecto. El tema de tierras y el modelo
de desarrollo que desean implementar es un importante factor que una efectiva
representación indígena deberá considerar y usar como argumento de su
posición. Sin una clara recuperación de tierra, será imposible que ningún
proyecto de desarrollo sea completamente efectivo en este territorio indígena.
Otra lucha importante que deberá emprender este territorio es en conjunto con
otras comunidades afectadas, demostrar que los plazos del ICE son
29
inconvenientes para lograr un proyecto consensuado y caracterizado por
relaciones de ganar-ganar, más con lo complejo que resultaría construir el
proyecto más grande del istmo, en una de la regiones culturalmente más ricas
del país.
30
i. Bibliografía consultada
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32
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