Estudio: Pueblos Indígenas afectados por desarrollos mineros, petroleros y represas en Mesoamérica, El caso de Costa Rica Autor: MSc. Jorge Cole Villalobos Marzo, 2009 1 INFORME DE CONSULTORÍA: Pueblos Indígenas afectados por desarrollos mineros, petroleros y represas en Costa Rica MSc. Jorge Cole Villalobos 1. Introducción 1 Los pueblos indígenas costarricenses han obtenido logros de conservación de los recursos naturales que los convierten en uno de los movimientos ambientalista más importantes del país. Solo durante los últimos años, los pueblos indígenas Bribri y Bruncas influyeron en la detención de proyectos de extracción de minerales y un proyecto hidroeléctrico que pretendían afectar aproximadamente 18.000 hectáreas. La contribución de los pueblos indígenas costarricenses a la conservación, también se refleja en el dato de que a pesar de que su población representa a penas el 1% de la población total del país, poseen en sus territorios el 20% de los bosques ubicados fuera de áreas protegidas (PNUD:2008). A pesar de que estos pueblos han detenido históricamente varias obras de infraestructura y proyectos que han sido interpretados por las poblaciones originarias como serias amenazas a sus recursos naturales, a sus concepciones de “bien estar” y a sus relaciones cosmogónicas y espirituales con sus territorios, los mismos continúan siendo amenazados por intereses externos que pretenden explotar sus recursos. En Costa Rica existen 8 etnias indígenas y 24 territorios, de los cuales tres etnias están siendo afectados por intereses públicos y privados que con poca transparencia, y que violando o evadiendo normativas jurídicas intentan abrirse campo a pesar de no contar con estudios de impacto ambiental y otros requisitos, para materializar mega proyectos que afectarían directamente a tres etnias y cinco territorios, e indirectamente a otros cinco territorios y un grupo étnico más. Este estudio ha identificado tres proyectos hidroeléctricos que han sido definidos como prioritarios para la presidencia ejecutiva de Instituto Costarricense de Electricidad y que afectarían directamente a cinco territorios indígenas y tres concesiones de exploración minera de oro, zinc y otros minerales que afectarían directamente a dos territorios, incluyendo afectación a importantes sitios sagrados y de alta importancia histórica y cultural. Estos proyectos se ubican en tres de las más importantes cuencas hidrográficas del país, y poseen acciones de resistencia cultural que representan oposiciones organizadas a estas iniciativas. En el presente estudio se presenta información sobre estas iniciativas que comprometen la integridad de las tierras, territorios y recursos naturales de los Pueblos Indígenas de Costa Rica. Además se analizan elementos del proyecto de inversión como: el abordaje de los promotores de los proyectos, sus impactos socioambientales y 2 culturales, así como las acciones colectivas y necesidades de apoyo de las organizaciones indígenas. 2. Descripción general de los megaproyectos y pueblos indígenas afectados en el país La lista de intentos por establecer actividades económicas extractivas y/o basados en un uso intensivo de los recursos naturales en territorios indígenas costarricenses sería prácticamente interminable e incluiría explotaciones mineras, petroleras, explotaciones de madera a gran escala, actividades agrícolas extensivas, infraestructura vial y represas hidroeléctricas. Estas iniciativas las podemos dividir en: a) intentos que han implicado ocupación y afectación de los territorios y en donde la posición de las comunidades ha implicado la suspensión de las actividades y de la presencia de los intereses externos. b) Proyectos en fases iniciales de estudio que son poco conocidos por las poblaciones afectadas. c) Iniciativas productivas intensivas y extractivas que se ubican fuera del territorio pero que demandan un uso intensivo de recursos producidos en los territorios indígenas como el agua. d) Proyectos sin viabilidad social y ambiental que avanzan en sus trámites para su eventual operación. Sobre los primeros podemos citar el caso de la United Fruit Company transnacional norteamericana que invadió y usufructuó las tierras del territorio indígena de Talamanca Bribri hasta finales de los años 1930s y las exploraciones de hidrocarburos que hiciera la empresa estatal RECOPE, en el mismo territorio, hasta el año de 1985, así como el caso de la Compañía Administradora Comercial la cual ha realizado intentos por explotar madera aproximadamente 4000 ha dentro del territorio indígena . Aunque estas iniciativas fueron suspendidas en parte por la oposición y resistencia de los pueblos indígenas, estos procesos ocasionaron serios impactos ecológicos y socio-culturales que son documentados en el libro: Talamanca en la encrucijada, de Borge y Villalobos (1998)1. Otro ejemplo tiene que ver con los múltiples intentos por realizar explotaciones mineras de cobre, oro, carbón, Zinc, niquel, plata y molibdeno) La cordillera de Talamanca, un imponente cordón montañoso que se extiende desde el centro hacia el sur de nuestro país y sirve como división continental, es el hogar de abundantes riquezas naturales y culturales de los pueblos indígenas. Alrededor de esta cordillera existen más de once territorios indígenas de las etnias Bribri y Cabécar, los cuáles rodean el área protegida 1 Sobre los impactos de las exploraciones de RECOPE realizadas en Talamanca entre el año 80 y 85, Borge y Villalobos señalan: “Las comunidades indígenas talamanqueñas fueron sacudidas violentamente; en su territorio se abrieron trochas, caminos, se construyeron puentes, explosiones de dinamita por doquier, la selva cedía paso a las motosierras. Cientos de hombres solos y foráneos trabajaban y se divertían; cada día de pago arribaban prostitutas de Limón y Panamá. El dinero corría desaforadamente, el licor hacía de las suyas con los sueldos de los obreros; muchos indios abandonaban su hogar y finca para trabajar con la empresa, eran comprados algunos dirigentes con viajes y altos salarios; por los caminos entraron comerciantes sin escrúpulos, pastores evangélicos predicando y recogiendo el diezmo; se manipulaba y se entorpecía la organización indígena” (Borge y Villalobos; 1998:56). 3 más grande de Costa Rica el Parque Internacional La Amistad, que en conjunto con otras áreas protegidas forma el Sitio Patrimonio de la Humanidad, la Reserva de la Biosfera La Amistad. Las distintas áreas protegidas y los territorios indígenas circunvecinos a la cordillera de Talamanca albergan además de una impresionantes biodiversidad de flora y fauna, grandes yacimientos de minerales y agua. Estas características han atraído la atención de diversos intereses externos para usufructar y explotar los recursos naturales dentro de territorios indígenas de Talamanca por más de quinientos años. De acuerdo con varias investigaciones y a narraciones de pobladores locales, el territorio bribri de Talamanca ha sido objeto de varios intentos por iniciar explotaciones mineras (cobre, oro, carbón, plata, niquel, molibdeno y Zinc), petroleras y explotaciones de madera a gran escala, durante los últimos cuarenta años. Hasta la fecha, ningún intento se ha concretado en una concesión de explotación, se ha realizado varias exploraciones que el caso del petróleo han descartado su valor comercial y en el caso de la minería ha sido el pueblo indígena el que se ha opuesto a estas acciones en reiteradas ocasiones. En los años 70 s gracias a la presión que los bribris hicieron en los medios de prensa se logró desalojar a la empresa AROL SINSON, la cuál hizo exploraciones, con un gran uso de dinamita y construyo campamentos durante aproximadamente 4 años. En el año de 1993 los intereses mineros revivieron, ahora por parte de un empresario conocido como Ray Carson y el pueblo indígena nuevamente hizo que este empresario se retirara de la zona. En el año de 1998 el MINAE (Ministerio del Ambiente y Energía) otorgó una concesión para la exploraciòn y explotación de hidrocarburos en el Caribe sur costarricense (incluyendo territorios indígenas) a la empresa MKJ XPLORATIONS y a la compañìa HARKEN COSTA RICA HOLDINGS. Esta concesión fue anulada por la Sala Constitucional (Voto 2000-8019) al demostrar que se había violentado el derecho a la consulta a los pueblos indígenas que exige el Convenio 169 de la OIT (Revista Ka wak, Edición Especial, Nov. 2008). Sobre los proyectos o iniciativas en fases iniciales de estudio que son poco conocidos por las poblaciones, debemos decir que son la mayoría. Estudios iniciales señalan varios sitios para proyectos en territorios indígenas, principalmente en el caso de proyectos hidroeléctricos estudiados por el ICE. Anteriormente el ICE ordenaba sus estudios e intervenciones en los siguientes niveles: esquematización, reconocimiento, preliminar, prefactibilidad, factibilidad, diseño y construcción. En tres de las cuencas más importantes por su tamaño, biodiversidad, importancia cultural, social (principalmente por su provisión de agua) y económica, el ICE cumpliendo con su misión de planificar la generación y distribución de la energía eléctrica, ha identificado varias proyectos que forman cadenas de desarrollo hidroeléctrico en la cuenca del Térraba, del Sixaola y del Pacuare. Muchos de estos estudios poseen hasta 40 años y como dijimos no llegaban ni a la etapa preliminar de estudios y son estudios que generalmente no se 4 encuentran en los registros del ICE, por lo que la información que se tiene para estas alternativas (características generales) es casi nula2. En la cuenca del Sixaola, la cual es la cuarta más importante en tamaño, que posee todas las zonas de vida presentes en el país y que es el hogar de los pueblos Bribri y Cabécares de Talamanca, se han identificado 16 proyectos3, de los cuales el ICE ha estudiado con mayor detalle el que posee más capacidad de generacion (228 mw) y el cual inundaría 11 500 hectáreas, afectando al 80% de la población indígena Bribri. En la cuenca del Pacuare, el ICE ha identificado 5 proyectos (Boroi, Tanari, Atirro, Pacuare, Siquirres) que afectarían a dos territorios cabécares. Y a pesar de la oposición ciudadana, la presidencia ejecutiva del ICE, lo mantiene como una de sus prioridades de su plan energético 2021 (La Nación, 9 de Febrero del 2008). Sobre otras iniciativas en fase temprana, podemos citar que el 1991 existieron concesiones de exploración minera que no se convirtieron en realidad en el territorio Bribri de Talamanca. Estas concesiones vigentes durante ese año alcanzaron el 58% del territorio con un área total de 384 km2. El auge de la solicitud de exploraciones se causa porque el fuerte terremoto de ese año dejo al descubierto montañas con minerales, que facilitaban las acciones de exploración (Borge y Castillo;1997:210) . La categoría c. de mega proyectos hace referencia a: iniciativas productivas intensivas y extractivas que se ubican fuera del territorio pero que demandan un uso intenso de recursos producidos en los territorios indígenas como el agua. De estas podemos citar el caso de la transnacional PINDECO que rodea el territorio cabécar de Ujarrás y Salitre y utiliza sus fuentes de agua para sus intensas actividades de riego. En Ujarrás se produce el agua que abastece a la ciudad de Buenos Aires, la cual cuenta con una población de 20 000 personas, con una planta con capacidad de generar 42 litros por segundo. Las concesiones de agua por las cuales PINDECO paga sumas ridículas, llegan a alcanzar una capacidad superior a lo 1000 litros por segundo, recurso que se utiliza en sus fincas, las cuales superan la cifra de 7000 hectáreas en Buenos Aires. Similar caso ocurre con el territorio indígena de Tayni y Telire, los cuales se encuentran rodeados por la compañía transnacional Standard Fruit Company (Compañía Bananera). Sobre los proyectos sin viabilidad social y ambiental que avanzan en los trámites para su operación afectando poblaciones indígenas, podemos decir: que estas son las amenazas más importantes porque se encuentran activas o vigentes y en donde los pueblos indígenas poseen escenarios de resistencia y 2 Estos estudios son citados en otros más recientes que han tendido a centrarse en los embalses más grande de cada cuenca, los cuales avanzan hasta las etapas de prefactibilidad, factibilidad y acciones que aparentan construcción aunque no hayan concluido la fase de prefactibilidad (Sobre esto concretamente nos referiremos en el estudio de caso). 3 Se trata de los siguientes proyectos: Dúrika (182 mw), Skú (39 mw), Broi Matama (134 mw), Nakeagre (141), Telire (149 mw), Betsu (41 mw), Bugu (124 mw), Cabécar (31 mw), Coen (45 mw), Uri (29 mw), Diká (31 mw), Kivut (52 mw), Ourut (30 mw), Lari (45 mw) y Urén (32 mw), y el Talamanca (228mw) (ICE; 1996:3) 5 acciones de oposición, marcados por la falta de información y capacidad técnica para hacer valer sus derechos. Además estos casos reflejan estrategias más elaboradas por parte de los intereses externos que intentan aliarse con algunos sectores indígenas que poseen poder aunque no cuenten con liderazgos y formas legítimas socialmente de actuar y tomar decisiones. También otra constante es que son proyectos que se promueven pero que no han implicado procesos de información satisfactorios y completamente transparentes para con los afectados. Hablamos concretamente de tres proyectos hidroeléctricos y la reanudación de las exploraciones mineras en la parte alta de Talamanca. De los proyectos hidroeléctricos, el PH Diquís que afectan directamente 711 hectáreas ubicadas en dos territorios indígenas (Térraba, principalmente y el territorio Cabécar de China Kicha) es la amenaza más latente, porque su fuerte viabilidad política ha hecho que los mandos del ICE afirmen que este proyecto empezaría construcción en a finales de este año (2009), a pesar de no contar con el estudio de impacto ambiental. El ICE ha afirmado que poseen 29.000 millones de colones para invertir en preparativos y en el estudio de impacto ambiental (La Nación, 21 de diciembre del 2008). Este proyecto y su afectación al pueblo de Térraba lo analizaremos en detalle en la sección sobre el estudio de caso presentado en este informe. El otro proyecto en orden de prioridad que gestiona el ICE y que afectaría a la comunidad Cabécar de Nimarí, es el PH Pacuare, proyecto que sienta un grave precedente, en cuanto a democracia participativa y acatamiento de mandatos sociales por parte de instituciones estatales. A pesar de que el 28 de agosto del 2005, 8156 personas de Turrialba votaron que no al proyecto, en un plebiscito municipal, el 8 de Febrero en el periódico La Nación, sus jerarcas exponen su plan Visión 2021, donde proponen la construcción de esta proyecto para que inicie operaciones en el 2019. Este proyecto afectaría uno de los ríos catalogado como uno de los 5 más hermosos del mundo, así como 40 has de territorio indígena (Conv. Personal Carlos Borge:2009). Este sitio es uno de gran importancia cultural para los cabécares, y ofrece importantes servicios como agua potable, fuente de alimentación y es un sitio de ocio y recreo importante para indígenas como para no indígenas. Los grupos que se oponen proponen la conformación del Parque Nacional Pacuare, alrededor de esta importante cuenca rodeada de áreas protegidas y dos territorios indígenas para preservar este importante sitio para el disfrute de las próximas generaciones (Durán: 2002 y 2008). El tercer proyecto hidroeléctrico es el PH Talamanca. Aunque no representa una amenaza tan latente porque se encuentra todavía en una fase preliminar y el ICE no maneja plazos oficiales para su eventual operación, existen razones para pensar que por la agenda y visión de los actuales 6 jerarcas este proyecto podría retomar importancia. Así lo expresa la frase aterradora que el sociólogo Osvaldo Durán transcribe en su artículo: “PH Pacuare: el dictado del gobierno contra la vida”, del presidente ejecutivo del ICE, afirmando con tono avaro e irrespetuoso sobre las prioridades en términos de proyectos, donde se incluye la zona de Talamanca.4 De los tres proyectos hidroeléctricos, este sería el más impactante a nivel cultural, pues a diferencia de los otros implicaría la reubicación del 80% de la población, afectando sitios sagrados, miles de hectáreas de bosque y las más importantes zonas productoras de cacao, banano, plátano y otros cultivos para el mercado y la autosuficiencia. Así como la zona donde se ubican importantes servicios como infraestructura de las organizaciones locales, numerosas escuelas, colegios, clínica de saludo, entre otros. Este proyecto inundaría 11 500 hectáreas con una presa en el río Telire. Según Borge y Villalobos con la construcción de este proyecto la continuidad de la cultura Bribri correría un riesgo altísimo al peder una de la bases fundamentales de su identidad, su territorio. Las exploraciones mineras se vuelven a revivir en Talamanca a partir del 2005, cuando un empresario conocido en Talamanca con HELGER H.A.AH, realiza exploraciones mineras en el Cerro Tsukut (Alta Talamanca y zona de amortiguamiento del PILA), aún cuando en ese momento la junta directiva de ADITIBRI (Gobierno local) les niega el permiso. Durante las ultimas elecciones de la junta directiva de ADITIBRI, donde se enfrentaron dos grupos uno minoritario a favor de la minería y otro en contra, ganó el grupo en contra y la asamblea tomó el siguiente acuerdo (Acuerdo No 11): “Desautorizar a la Junta Directiva para que no firme ningún contrato con compañías mineras, y otras que pongan en peligro la seguridad del territorio, la biodiversidad o que lesionen la dignidad indígena” (Revista Ka wak, Edición Especial, Nov. 2008). La siguiente acción en defensa del territorio, con respecto a este tema, que emprendió ADITIBRI fue solicitarle a TNC realizar una investigación para conocer los portillos legales para el establecimiento de esta actividad, acompañado de un proceso de asesoría para construir una estrategia para el manejo de amenazas ambientales y otros temas relacionados con la gestión del territorio. Los términos de referencia se hicieron en conjunto con la junta directiva, quienes además recomendaron al Lic. Danilo Chaverri, reconocido 4 Declaraciones del presidente ejecutivo del ICE, SEÑOR Pedro Pablo Quirós: “tenemos como tres sitios focalizados en el país para generar; por ejemplo el Pacuare: aunque resulte una tensión con los ambientalistas o las comunidades, tenemos que contratar sociólogos de relación masiva o lo que sea, no podemos echarnos atrás con resistencias que son muy oportunistas; tenemos Diquís que es el Boruca de hoy en día, más fácil tal vez que el Boruca verdadero, porque lo que hay que inundar parece que tiene aparentemente menos resistencia de lo que tenía Boruca, menos gente, hay menos actividad agrícola, eso redujo el proyecto a 631 megavatios, antes era de 1.000, y eso es una inversión muy fuerte; se tiene el consenso bancario que es de 1,4 billones de dólares … Es un proyecto a diez años plazo porque es muy grande y necesitamos de Pacuare, de Reventazón, necesitamos entrar en una zona donde no estamos presentes, que es Talamanca. Aunque haya resistencia en las aldeas, tenemos que tener la astucia y el profesionalismo de convencerlos de que lo mejor que les puede pasar es que nosotros sigamos con proyectos grandes" (Pedro Pablo Quirós, presidente ejecutivo del Ice, en sesión 5.796, del7-6-2007). (Durán; 2008:5) 7 experto en Derecho Indígena, con amplia trayectoria y quien ya había trabajado con la dirigencia Bribri A partir de esta investigación y proceso de asesoría y capacitación, se descubrió el tramite de cuatro expedientes para conseguir los permisos de exploración y explotación, que dos directivos (los dos ùltimos presidentes de ADITIBRI) de la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Bribri (ADITIBRI) tramitaron sin aval de la junta y peor aún violentando el acuerdo 11 de la asamblea, principal órgano de ADITIBRI y sin recurrir a un debido proceso de consulta popular. Por estas razones la junta procedió a anular los expedientes para explorar y concesionar a aproximadamente 6 000 ha dentro de Territorio indígena (Tres áreas de 20 km2) en sitios sagrados para los bribris como el Cerro Namasol y el Tsukut. También en este proceso la junta directiva decidió suspender temporalmente de su cargo al dirigente involucrado y convocó a una asamblea para tomar una decisión sobre la conducta de los dos dirigentes involucrados. El pasado 1 de noviembre en una muy concurrida asamblea, los socios de ADITIBRI, decidieron suspender completamente de su cargo al presidente e imponerle en conjunto con el otro expresidente un castigo de diez años que les impide ser socios de la asociación y participar como miembros. Actualmente los tres expedientes que fueron suspendidos, se encuentran vigentes y en tramite por parte de tres sociedades anónimas, bajo los nombres: Grupo Sureño Rojo S.A.(expediente 187-t-2008), Grupo Sureño Ocho Rojo (expediente 202-t-2008) y Grupo Sureño Seis Negro (Expediente 201-t-2008). Estas tres sociedades anónimas tienen a la misma persona como apoderada generalísima (Jessica Trejos Cubillo) (Chaverri:2009). De acuerdo con el Lic. Chaverri, los expedientes son presentados por diferentes S.A de reciente creación porque una empresa en territorio indígena y de a cuerdo con el Codigo de Minería solo puede solicitar concesión explorar una concesión con un máximo de 20 km2. 8 Figura 1. Mapa de ubicación de concesiones mineras en trámite en la Reserva Indígena Bribri de Talamanca5. En la actualidad los dirigentes Bribris trabajan en una estrategia para atacar esta recurrente amenaza de sus territorios, que se vuelve a presentar luego de que el 4 de junio del 2008 vía decreto 34492 el actual presidente Oscar Arias, derogara el decreto 30477-MINAE ratificado durante el gobierno del Dr. Abel Pacheco, el día 5 de junio del 2002 donde se declaraba una moratoria indefinida a la minería a cielo abierto en Costa Rica. Cabe decir que esta decisión (la moratoria a la minería) era aplaudida internacionalmente, por el fuerte impacto ambiental de la minería a cielo abierto, basada en el uso de la altamente tóxica sustancia del cianuro. 3. Descripción del estudio de caso: EL PUEBLO INDÍGENA TÉRRABA Y EL PROYECTO HIDROELÉCTRICO EL DIQUÍS (PHED) a. Descripción del proyecto Sobre el PHED y el Instituto Costarricense deElectricidad El Instituto Costarricense de Electricidad planea empezar a finales de este año la construcción de lo que sería la planta hidroeléctrica más grande de Centroamérica, el Proyecto Hidroeléctrico El Diquís. 5 Este mapa fue elaborado tras la consultoría de Danilo Chaverri (2009). En el momento que se realizó el mapa no se había constatado que dos sociedades anónimas con la misma representante legal también tramitan actualmente las áreas que el expresidente de ADITIBRI Jorgeli Rodríguez, tramitaba bajo los expedientes 120-T 2008 y 121-T-2008. 9 Este proyecto excedería en 3.5 veces la capacidad de producción energética de la planta con mayor capacidad construida en el país: el PH Angostura, el cual tiene una generación de 177 mw. El PH Diquís tendría una planta con una potencia de 631 mw, actualmente la más grande del Istmo es El Cajón, el cuál produce 300 mw. El Diquís alcanzaría para abastecer de electricidad a un millón de familias. Este proyecto afectaría 1400 ha de bosque, influenciaría 1800 has del área del Humedal Térraba-Sierpe, perturbaría más 285 sitios arqueológicos (Información General del PH Diquís, Septiembre del 2008). Además afectaría 652,24 has del territorio indígena Térraba y 73 has del Territorio Indígena de China Kicha (Área Social PHED:2006). El sitio de presa se ubicaría en el territorio del pueblo Térraba. Este proyecto se ubicaría entre Buenos Aires, Osa y Pérez Zeledón, tendría una cota de 310 msnm, un área total de embalse de 6002 hectáreas y tendría una presa de 170 metros, edificada mediante la técnica de enrocamiento con pantalla de hormigón. Este Proyecto viene a reemplazar el PH Boruca, proyecto que se inició a estudiar en los años sesenta y que originalmente tenía como propósito abastecer la demanda de una compañía transnacional de aluminio que se iba a instalar en la zona sur del país, luego se le considero clave para satisfacer la creciente demanda nacional (La nación, 21 de diciembre del 2008). Figura 2. Mapa del PH El Diquís. Fuente: Área Social, Proyecto Hidroeléctrico El Diquís. 10 En el año 2005 la empresa consultora INGETEC.S.A., realiza un estudio de prefactibilidad donde recomiendan al ICE desestimar el Proyecto Boruca (Proyecto estudiado en un lapso mayor a cuarenta años) y que en su lugar se continúen estudios sobre lo que se llamó inicialmente el Proyecto Boruca, versión Veragua (Posteriormente llamado PH Diquís). Esta opción se basaba en realizar un embalse sobre el Río General, identificado en un estudio preliminar del ICE y se le agregaba a su diseño un túnel de casi 13 km, el cual albergaría la casa de máquinas y aprovecharía su desnivel para producir energía. De esta forma implicando aproximadamente la mitad del tamaño del embalse (El Boruca tenía un embalse de aproximadamente 12 500 has), El Diquís producía tan solo 200 mw menos que el Boruca. El PH Boruca contó con una fuerte oposición de los pueblos indígenas Bruncas pues implicaba la inundación completa de dos territorios indígenas y esto aunado a que implicaba la reubicación de 2500 personas (El Diquís requiere de una reubicación de aproximadamente 1100 personas) afectaba un tramo de 38 km de la carretera interaméricana, tendría una severa consecuencia sobre el sitio Ramsar el Humedal Térraba Sierpe porque represaba casi la totalidad del Río Grande de Térraba que mantiene el balance y carácter semi estuarino de este ecosistema y a que tampoco era una opción muy rentable, como si lo parece ser el Diquís, hicieron que se desestimara su construcción. El ICE argumenta que la demanda de electricidad crece en Costa Rica entre un 5 y un 7% anual y que este crecimiento crea la necesidad de que para el 2021 se duplique la cantidad de energía que se produce en el país. Aún así el propósito del proyecto, no queda muy claro para muchos de los afectados directos, pues en la información que se brinda sobre el PHED, se ha dicho abiertamente (Video PH Boruca, versión Veragua: 2005) que en los primeros años el proyecto exportaría, hasta que poco a poco la electricidad se consuma internamente y por eso es que muchos argumentan que este proyecto más que responder a una necesidad interna, responden a agendas externas como el Plan Puebla Panamá y el Tratado de Libre Comercio, iniciativas que abren nuevos negocios en el mercado energético, en un momento donde el ICE viene en un proceso de transformación que podría terminar con el fin de la institución y de un monopolio estatal que ha sido fundamental para los resultados e índices de desarrollo del país. Los históricos apagones que se vivieron en el país en el año 2007 fueron el último elemento que ayudó a viabilizar políticamente este ambicioso proyecto, que representaría la inversión pública más costosa que se ha hecho en el país, alcanzando la cifra de 1850 millones de dólares. Poco después de estos apagones y a principios del 2008, vía decreto se declara este proyecto de 11 interés nacional, aún cuando no ha terminado su fase de prefactibilidad y no posee el estudio de impacto ambiental aprobado ni generado. Varios sectores sociales han cuestionado los apagones, al argumentar que los mismos ocurrieron por las trabas de inversión que ha enfrentado el ICE para poder invertir y planificar de manera efectiva la generación y distribución de electricidad. Otros incluso han llegado a afirmar que fueron provocados para justificar proyectos para exportación de electricidad, como el Diquís, argumentando la necesidad nacional de estos proyectos, para cubrir la demanda interna (FECÓN 2007). El ICE fue concebido por uno de sus creadores Jorge Manuel Dengo como una institución-empresa. Empresa, por que para poder cumplir con su condición de institución solidaria, redistributiva y responsable de fomentar el desarrollo para todos los costarricenses, necesita ser rentable y generar ganancia que se invierte socialmente. Gracias a este enfoque el ICE ha logrado una de las mejores coberturas alcanzando en Latinoamérica y el mundo el 97% en cuanto a cobertura de servicios eléctricos, con un fuerte componente de responsabilidad ambiental, en la actualidad el 80% de la generación eléctrica se hace con una fuente limpia como lo es la energía hidroeléctrica. Actualmente nos encontramos con un ICE que lleva más de dieciséis años en una paulatina privatización, y afectado por lo que algunos han descrito como una burocracia artificial por parte de intereses particulares para provocar argumentos que justifiquen su privatización. (López: 2005). Muchos de quienes toman decisiones dentro del ICE actualmente son de una corriente política fuertemente capitalista y que facilita la acumulación de la riqueza en una minoría, sin reconocer la misión y mandato fundacional de carácter social que posee el ICE desde su creación. Las políticas macroeconómicas que empezaron a afectar Costa Rica con la entrada de vigencia de los Planes de Ajuste Estructural en la década de los ochentas, más las políticas que impulsan organismos financieros internacionales y ahora el recién aprobado (En Costa Rica)Tratado de Libre Comercio entre CA y los Estados Unidos, le han ido quitando poco a poco “el rótulo” y carácter social a esta institución, y han hecho que en su lugar sobresalga el de empresa. Lo anterior ha afectado, las relaciones entre el ICE y las comunidades en las que se pretende realizar proyectos hidroeléctricos. Ya que las altas jefaturas actúan muchas veces a ritmo de negocios, sin respetar los tiempos de las comunidades y sin provocar un ambiente propicio para procesos de negociación, basados en procesos de dialogo, libres, informados y horizontales. b. Información histórica contextual: Sobre el Territorio Térraba y el pueblo indígena Térraba El Territorio Indígena de Térraba se compone de 9355 hectáreas (MIDEPLAN:2002) y se ubica en la Región Brunca, en el cantón de Buenos Aires y en los distritos de Potrero Grande y Pilas. Este territorio constituido 12 como Reserva Indígena en mayo de 1976, tendría una afectación de 652,24 hectáreas. Esta cantidad de hectáreas que quedarían inundadas son propiedades de no indígenas, se trata principalmente de grandes fincas dedicadas a pastos. En el pasado y anterior a la entrada masiva de campesinos meseteños ocurrida en la década de los setentas, estas tierras eran de uso colectivo e itinerante, al ser tierras fértiles ubicadas en las cercanías del río, eran tierras usadas para la agricultura que eran rotadas en su uso y aprovechadas colectivamente por diferentes familias, este espacio de agricultura colectiva propio de esta sociedad lo llamaban: “el chauite”. También estos territorios contiene importantes espacios para el ocio, como: pozas en el río y era un lugar de importancia económica relacionado con tres actividades: alimentación o autoconsumo a través de la pesca y de la actividad de la cacería y para el transporte y economía de mercado. Durante las primeras décadas del siglo XX, el río Térraba fue intensamente utilizado por indígenas térrabas y borucas, como vía de comunicación con el poblado de El Pozo (Actual Cortés), para comercializar los excedentes de su producción y adquirir bienes de consumo. En las cercanías y en el área donde se ubicaría el embalse se localizan sitios históricos y de interés cultural como: sitios arqueológicos, la laguna de Carsy, Ishquini y Kamancragua. Estos últimos lugares que son los escenarios de historias orales sobre encantamientos donde desaparecían personas, ocurrían otros hechos sobre naturales y donde confluían seres mitológicos. Además en estas tierras, anteriormente de uso colectivo, existen tumbas de familiares de personas indígenas, como padres y abuelos de personas mayores, como en el caso de doña Victoria Rivera, vecina de 86 años de Mano de Tigre. Como veremos más adelante, la mayoría de las propiedades de este territorio están en manos de personas no indígenas, alrededor del 90% de las tierras (Borge; 52:2007). Este hecho se convierte en la principal preocupación de un considerable segmento población indígena con respecto al PHED, pues consideran que además de poder perder sitios de importancia para su cultura y para su ambiente natural, el proyecto podría intensificar su precaria situación con respecto a la tenencia de la tierra. Pues consideran que si a pesar de la legislación existente, han enfrentado un proceso permanente de perdida de tierra, debido principalmente a la existencia de pocas fuentes de ingreso y la poca disponibilidad de recursos productivos sin el proyecto. Algunos de los líderes indígenas consideran que si no se regulariza la situación económica y de tenencia de la tierra, o si el proyecto no establece una planificación adecuada con respecto a esta temática, la existencia de un embalse podría atraer de manera más intensa la presencia de no indígenas para desarrollar proyectos turísticos o intensificar la compra y venta de tierras. Por otro lado, se ha podido constatar que en lugares como Bijagual, donde se concentra gran parte de la población no indígena existe cierta preocupación que por el contrario el PHED, provoque la recuperación de tierras para los indígenas y que esto implique el desalojo de esta parte de la población, sobre todo de quienes adquirieron tierras después de la entrada de vigencia de la Ley Indígena, en el año de 1977. 13 La población originaria del territorio son de la etnia teribe o térrabas (la mayoría de la población indígena se autodefine de esta última manera). Las fuentes escritas (fuentes externas a la cultura, lingüistas, cronistas españoles, historiadores y otros estudiosos) y orales (miembros de la cultura teribe o terraba) que hacen mención sobre el origen cultural de los terrabas coinciden en un solo aspecto: terrabas y teribes son dos ramificaciones de un mismo grupo cultural. La mayoría de las fuentes externas o no pertenecientes a esta cultura apuntan que la división se originó durante la época de la conquista y colonización española, mediante la reubicación que propiciaron los españoles6. La historia oral de los teribes panameños y térrabas costarricenses, no coinciden con la explicación de la escisión de los pueblos y parece apuntar a que ambos territorios han sido los territorios originales de ambos grupos, es decir desde la creación de los seres humanos. Para ampliar esto ver el libro Narraciones Teribes: 1994. También coinciden en que por muchos años estos grupos mantuvieron un estrecho contacto, que incluían relaciones comerciales. Varias veces al año y hasta aproximadamente hace más de cuarenta años, habitantes de ambos territorios realizaban una larga, peligrosa y extenuante travesía. El camino iniciaba donde según algunos mayores, se ubicó el primer poblado Térraba: Guadalupe (En la actualidad este poblado no existe, alberga cultivos de caña y no forma parte de los límites del territorio). No son claras las razones por las cuales se dejó de realizar este trayecto y se volvió menos intensa esta relación. Lo que si sabemos es que en los años ochenta, indígenas de ambos grupos coinciden en foros internacionales y vuelven a estrechar vínculos. En los años noventas realizan visitas recíprocas, indígenas térrabas como Antonio Nájera, vivió algunos años en Teribe, en el caribe norte panameño, y algunos teribes (en mayor medida) se van a vivir a Térraba. En la actualidad varios de sus líderes han tenido la oportunidad de intercambiar experiencias, pues ambos pueblos son afectados por Proyectos Hidroeléctricos que se pretenden construir en sus territorios. Como veremos más adelante, más recientemente los térrabas costarricenses han sufrido fuertes procesos de mestizaje con otros grupos que han llegado más recientemente, como con chiricanos y campesinos meseteños, debilitando y transformando rasgos culturales tradicionales. 6 Estas fuentes no coinciden con la fecha en que se dio el traslado y establecimiento de teribes hacia el lado costarricense. Por ejemplo el lingüista Juan Diego Quesada (Quesada;1997:20), aporta la fecha de 1697 para ubicar el momento en el que el Fray español Pablo de Rebullida dirigió el traslado, Pittier (Pittier; 1891:82), científico de origen suizo que trabajó en el país y que realizó expediciones al sur costarricense en 1891, sitúa este hecho entre los años 1700 y 1710, otras fuentes aportan años como 1695 y 1702 (Reseña Histórica del Pueblo Naso Teribe, 2000,www.geocities.com/RainForest/4043/histonaso.htm). Quizás algo que podría explicar este hecho es que el traslado se hiciera en varias “expediciones”. 14 Hasta la fecha no se han realizado estudios etnohistóricos que den cuenta de la versión no desde los conquistadores sino desde los conquistados. Actualmente es un buen momento para hacerlo porque un porcentaje significativo de la población se encuentra involucrada en un proceso de rescate, resignificación, protección cultural y reinvención de la identidad y la cultura. El grupo Nasö Lôkes, grupo de jóvenes, que trabaja activamente en el rescate cultural y en luchas por una mejor y adecuada educación, así como en su lucha en contra del PHED, posee entre sus actividades planificadas de rescate cultural, el realizar una investigación en coordinación con una antropóloga, para dar a conocer otros elementos históricos que podrían ser argumentados para sus luchas por un desarrollo autónomo y con identidad. La pérdida de sus territorios, la ocurrencia de reiteradas epidemias que diezmaron su población (De acuerdo a fuentes orales), además de la imposición de programas de salud y educación descontextualizados, han sido algunas de las causas de un marcado deterioro de tradiciones y rasgos culturales posible de observar en los pueblos indígenas de la región. Al ser sociedades que históricamente han trasmitido sus conocimientos, tradiciones y creencias en su lengua y a partir de la historia oral, el deterioro del idioma por la imposición de planes de estudio que no enseñaban el idioma original, muchos de los rasgos culturales se dejaron de trasmitir. Las influencias externas manifiestas en un sistema educativo que no incluía la enseñanza de los valores y rasgos tradicionales, vino acompañada por otras instituciones como la iglesia católica y otras religiones (en la actualidad existen más de siete distintas iglesias o credos en Térraba), y otros valores o formas de relacionarse con el medio ambiente y de organizar la producción y el consumo. Desde los años cincuenta pero en mayor medida después de construida la carretera interamericana, y más particularmente en los años setenta, llegaron a la comunidad personas no indígenas, con una inserción y una experiencia económica más capitalista, basada en prácticas de producción desarrolladas de manera extensivamente, como la ganadería, la agricultura de monocultivo como caña, café, etc, acompañándose de las instituciones antes referidas, con un patrón de asentamiento nuclear, con pocos vínculos o familiaridad con formas colectivas de posesión de recursos a nivel comunitario. Como explicaremos luego, estos “nuevos inquilinos” con nuevas prácticas y valores y con rasgos marcadamente racistas van a producir un fuerte impacto en la identidad Térraba y en los recursos naturales, convirtiendo en pocos años hectáreas de bosque en pastizales y aniquilando muchas fuentes de agua. Dando cuenta de visiones y relaciones distintas con los recursos naturales, entre indígenas y no indígenas. Este punto se ampliará en otros segmentos de este documento. La relación entre la extensión de bosque y la tenencia de tierra por parte de población indígena corrobora lo anteriormente expuesto. A continuación presentamos un cuadro donde se ve la significativa relación que existe entre estos dos rubros, donde de forma generalizada se muestra que a mayor 15 cantidad de tierra en manos de población indígena mayor es la cantidad de tierra conservada en bosque. También se demuestra con cifras la inoperancia de la ley para resguardar el derecho a la tierra que tienen estas poblaciones como sociedades originarias de nuestro país. Cuadro 1. Relación entre % de bosque actual y el % de tierras en manos de personas indígenas en los territorios indígenas del sur Pacifico, costarricense TERRITORIO INDÍGENA % DE TIERRA EN MANOS INDÍGENAS % DE TIERRAS CUBIERTO DE BOSQUE Térraba 12 % 14% China Kicha 3% Boruca 39 % 28% Curré 16 % 40 % 9% 34 % Cabagra 59 % 50% Ujarrás 32 .8% 35 % 80 % 70 % 7 0.55% Salitre Coto Brus (Ngöbe o guaymies) Elaboración propia con datos de MIDEPLAN (2002) Los años setentas reformularon la identidad Térraba, produciendo el deterioro de rasgos como el idioma, la dieta tradicional, el sistema de creencias y en general en la autoestima del pueblo. Muchas personas empiezan a desconocer su origen y a partir de ese momento es cuando más encontramos identidades múltiples, indígenas que no se auto adscriben a esta o ninguna identidad, indígenas que se autodefinen como chiricanos, como no indígenas o campesinos. No es mucho de lo que se conoce sobre la relación entre chiricanos y terrabas, sabemos que los chiricanos llegaron a la zona a finales del siglo XIX, anterior a la llegada de los meseteños. Por la información que hemos recogido en la región, también sabemos que los chiricanos tenían rasgos culturales muy cercanos a los terrabas, por ejemplo practicaban “las juntas” o trabajos colectivos, celebraban sus fiestas con chicha, tenían un patrón de asentamiento disperso, una economía de subsistencia, construían ranchos, entre otras cosas. El mestizaje entre chiricanos, indígenas y más adelante también con campesinos meseteños parece haber sido bastante intenso, Según Freddy Villanueva (conversación personal) presidente de la Asociación de Desarrollo de China Kichá, esta cifra es aún menor. 7 16 dejando dudosos limites entre una identidad y otra, sobre todo entre chiricanos y terrabas. En la actualidad es posible observar un naciente proceso de reinvención y fortalecimiento de la cultura indígena o Térraba, resignificando y apropiándose de tradiciones para fortalecer su identidad. También los ha llevado a un fuerte trabajo de rescate de elementos propios, como el juego del toro y la mula, comidas tradicionales, el idioma, entre otras. Los grupos organizados están trabajando mucho en el rescate de tradiciones, así como en la recuperación del idioma. Fotografía. Niños Térrabas jugando orgullosamente el Toro y la Mula en la ciudad de Pérez Zeledón. Este proceso de más de ocho años también los ha llevado a aumentar la cohesión social y a tomar fuertes decisiones colectivas, como emprender una lucha para que en sus centros educativos se dé prioridad a los y las maestras térrabas y para modificar los contenidos educativos para que incluyan la enseñanza de sus tradiciones, idioma y cultura. Además los debe llevar a tomar decisiones conjuntas sobre el PHED, sobre el problema político que enfrentan con el gobierno local, la Asociación de desarrollo, el cual se expone más adelante, así como la situación referida a la tenencia de la tierra. Resulta interesante que coherente con este proceso de rescate cultural, encontramos el fortalecimiento de una actividad económica no tradicional que rescata la cultura: el turismo rural comunitario basado en su cultura y en los atractivos naturales y culturales de su territorio. Alrededor de cuatro organizaciones han realizado recientes inversiones para preparar productos turísticos basados en su riqueza natural y cultural. Estos grupos ya están recibiendo turistas y participan en actividades de promoción de sus iniciativas. Como ya mencionamos en algún momento, cerca del 90% de las tierras en Térraba están en manos de no indígenas, de este porcentaje muchos son propietarios ausentistas. Aún así el 57% de la población es no indígena. De acuerdo con el Censo del INEC 2000, existen en la actualidad 1425 pobladores de los cuales 768 son hombres y 657 mujeres. Además 621 son indígenas y 804 no indígenas. Sabemos que el dato de población debe ser actualmente mucho más alto. Varios dirigentes indígenas nos han dicho que por su patrón disperso, muchas familias indígenas no han sido censadas, además la fecha en que fue realizado este último censo fue hace 9 años, a pesar de esto es el dato más reciente con el que se cuenta. Los principales núcleos poblacionales que conforman Térraba son: Térraba centro, Bijagual, La Sábana, Ceibon, Mano de Tigre, San Antonio, Bajo Veraguas, y Macho Monte. La mayor parte de la población indígena se ubica 17 en el centro de Térraba, donde también se ubica la iglesia, la escuela, el salón comunal y el colegio, con un patrón de asentamiento que mezcla casas dispersas con núcleos más poblados a orillas de la carretera pública. La principal concentración de viviendas de no indígenas se ubica principalmente en Ceibon, Bijagual, La Sabana y San Antonio, aunque los no indígenas son dueños de propiedades en todo el territorio indígena. Existen varias casas dispersas de familias indígenas en comunidades como: Mano de Tigre, Macho Monte y Bajo Veraguas con un patrón de 8 asentamiento tradicional indígena y con prácticas productivas tradicionales. Algo que puede explicar esto es que en la mayoría de estos lugares es donde viven la mayoría de las personas mayores de Térraba Fotografía tomada en la comunidad de Macho Monte. La tendencia histórica observada en los últimos años en Térraba asociada con la tenencia de la tierra, ha sido a perder cada vez más importantes extensiones de tierra en manos de personas indígenas y facilitar transformaciones en el uso y calidad de los recursos naturales y en la distribución espacial de la población. Comunidades como Guadalupe, Cola de Pato, Aguacate, entre otras, donde coinciden las personas mayores en decir que fueron los primeros lugares poblados y centros importantes de los térrabas, actualmente se encuentran despoblados y ni siquiera forma parte de los límites legales establecidos para la Reserva de Térraba. Los lugares que albergan pequeños caseríos de terrabas bajo el patrón tradicional y con prácticas productivas más antiguas han sufrido importantes reducciones en su población. Muchas familias terrabas han estado marcados por la migración, como estrategia económica de sobrevivencia, en dos modalidades: a lo interno, es decir buscando hacia el centro de Térraba, donde hay una fuerte presión sobre el suelo (habitacionalmente) y hacia las afueras, trasladándose hacia diferentes partes del país como San José, Alajuela, Limón, entre otros. 8 El patrón de asentamiento tradicional se caracteriza por albergar un conjunto de casas en una misma propiedad con espacio para la crianza de animales domésticos, frutales y plantas medicinales. En las partes traseras de donde están las casas, se ubica generalmente un área dedicado a la agricultura que se hace en sistemas agroforestales en bosques secundarios o tacotales usados colectivamente por todas las familias, usualmente estos lugares también albergan riachuelos que son usados como espacios de ocio, fuentes de agua para el consumo y la producción y lugares donde crecen frutales, madera para la construcción y otros servicios ambientales, como control de plagas naturales y abono. Debe decirse sobre la proporción de estos lugares que es mínima y gráficamente pueden entenderse como islas minúsculas o pequeñísimos parches, en medio “de mares extensos de pastos, dedicados a la ganadería y en manos principalmente de no indígenas. Una estrategia de recuperación de la identidad de Térraba, debería intentar crear “corredores culturales” que comuniquen y fortalezcan estas “pequeñas islas” donde se conservan muchos rasgos tradicionales importantes de la cultura térraba, con tendencia a la desaparición. 18 Aunque la población afirma que existen muchos térrabas fuera de su territorio, en la actualidad observamos que muchas personas que han migrado a lugares lejanos en búsqueda de oportunidades de estudio y de trabajo, están regresando al territorio y se están involucrando en luchas de rescate y protección cultural, que incluye acciones para recuperar tierra y manifestaciones culturales propias y debilitadas. Hasta ahora no existen investigaciones que precisen los pesos relativos de las distintas actividades productivas y las fuentes de ingreso identificadas en Térraba, para los diversos sectores sociales. Sabemos que un importante segmento de la población indígena se dedica a la agricultura practicada de forma muy similar que en las comunidades campesinas con la particularidad de que su comercialización es menos intensa. Además de cultivos tradicionales como: granos básicos en el territorio Térraba encontramos cultivos de caña, café y naranja, entre otros. La agricultura para las familias indígenas es principalmente dirigida al autoconsumo y el excedente es comercializado localmente, en Boruca, caseríos y comunidades aledañas y con intermediarios que lo traen principalmente al comercio de Buenos Aires. Otras importantes actividades de subsistencia que contribuyen con la alimentación familiar son la pesca y la cacería. El trabajo en el jornal parece ser junto con el trabajo temporal en PINDECO, las fuentes de liquidez inmediatas más importantes y fuente para satisfacer todas las necesidades básicas de quienes no poseen tierras aprovechables para la agricultura. Otras actividades económicas más recientes y que forman parte de la economía familiar de los terrabas son: el envío de remesas de personas que se van a trabajar a otras zonas del país, trabajo en actividades comerciales en Buenos Aires y en construcción, la venta de artesanías y de un incipiente pero pujante turismo cultural. Por su parte la ganadería como una actividad comercial importante se concentra en la población no indígena y en propietarios ausentistas y en otros no indígenas que viven en el territorio. La mayoría de los comercios como bares y pulperías están en manos de no indígenas, incluso en el centro de Térraba. Los no indígenas quienes son los que poseen las más grandes extensiones de tierra también poseen monocultivos de café, naranjas y son quienes hacen un uso más comercial de la madera. c. Descripción de la Intervención: Sobre las interacciones entre el ICE y la comunidad indígena Desde el 2004 el ICE ha intentado intensificar sus estudios, en lo que llaman “margen derecha”. En este sitio ubicado en Térraba y donde se ubicaría el sitio de presa, se ubican parte de los estudios más importantes que debe hacer el ICE para avanzar con la construcción del PHED. Para este propósito el ICE ha intentado establecer acuerdos con el representante legal del territorio (la 19 Asociación de Desarrollo Integral de Térraba ADIT), instancia que como veremos más adelante resulta ilegitima para la mayoría de la población indígena, por entre otras cosas acusársele de no legislar y tomar decisiones que beneficien a la comunidad indígena. En una reunión celebrada en el año 2004, entre personal del ICE y algunos de los principales líderes del centro de Térraba, con el objetivo de abordar las inquietudes sobre los trabajos que realizaba el ICE en Térraba; los líderes plantean varias cosas importantes. En primer lugar, cuestionan y manifiestan su inconformidad por la manera en que el ICE ha entrado en su territorio, en esta reunión don Manuel Villanueva manifestó lo siguiente: “¿Quién autorizó al ICE para realizar los estudios que realiza en estos momentos? Es necesario hacer énfasis en la consulta del pueblo indígena. Es necesario realizar un debate entre los abogados del ICE y los abogados que nosotros tenemos para determinar que violaciones se están haciendo a los lineamientos jurídicos. No sabemos que es lo que está planteando Genaro como representante de la ADI Térraba” En la frase anterior hay tres ideas importantes que se interrelacionan. Primero, la pregunta de quién autorizo, tiene que ver con una concepción de la tierra específica por parte de un sector social. A pesar de que las tierras que serían afectadas en el territorio (las misma zona donde se realizan las investigaciones) están en manos de no indígenas, varios dirigentes aseguran que, en estas propiedades existen muchas irregularidades con respecto a sus propietarios y, principalmente, argumentan que estas tierras son parte del territorio que históricamente han utilizado y que tenía un sentido y un uso colectivo. Según nos cuenta doña Victoria Nájera Ortiz, (señora de 84 años, vecina de Mano de Tigre) estas tierras eran utilizadas itinerantemente por varias familias, pues eran tierras buenas para la agricultura que se iban rotando en su uso, además era un espacio público y colectivo pues eran importantes espacios de recreo, albergaban sitios de importancia cultural (escenarios de leyendas y creencias), eran usadas como cementerios (como ella que tiene a su abuela enterrada en tierras circunvecinas al sitio Kamancragua) y todo el río era un importantísimo medio de transporte para a ir a Cortés donde vendían sus productos y adquirían sal, y otros artículos de consumo familiar. Es importante afirmar que varios dirigentes y vecinos de la comunidad aseguran que el territorio tradicional que ocuparon era mucho más grande que el que tienen actualmente, e incluyen las hectáreas afectadas por el PHED como parte del territorio que deben recuperar. El ICE todavía no ha entendido sobre otras concepciones de la tierra que no son de índole privado, sino más bien colectivas. Por otro lado, cuando don Manuel plantea que se debe realizar un debate entre los abogados del ICE y los abogados de su comunidad para determinar las violaciones a los lineamientos jurídicos que el ICE ha cometido, se refiere principalmente al Convenio 169 de la OIT, suscrito por Costa Rica, e intuyo que más específicamente a lo que establece el artículo número 15 (Parte II Tierras): 20 “1. Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos. 2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo, o tenga derechos sobre otros recursos existentes en las tierras, los gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades.” En el 2005, varios pobladores indígenas presentaron un recurso de amparo ante el ICE, por los estudios que realizaba la institución sin una previa consulta. Estos pobladores interpretaron esta presencia como una invasión al territorio y una violación expresa al convenio 169 de OIT. En este recurso se pedía entre otras cosas la paralización de los trabajos que realizaba la institución, se le pedía al ICE netregar toda la información que ellos solicitaran y consideraran necesaria para su proceso de información, estudio y reflexión comunitaria. Aunque este recurso fue negado, esta acción de los térrabas fue fundamental para atrasar las obras y los tiempos del ICE. Durante el año 2007 el ICE retomó la realización de las investigaciones técnicas en la margen derecha9, luego de que se declarara sin lugar el recurso de amparo presentado por miembros y vecinos del Frente de Defensa Indígena de Térraba en el 2005. La tensión social y el problema político interno reapareció en el territorio, con algunos nuevos matices y otros elementos que se vienen arrastrando desde que el ICE decidió intensificar los estudios de la opción Veraguas (actual PHED). Nuevamente y a pesar de no contar con la participación de un amplio sector de la población indígena, la ADIT decide por mecanismos internos autorizar al ICE a retomar sus estudios. Esto nos habla sobre el problema político presente en la comunidad. Aunque la ADIT es la representante legal del territorio y según la Defensoría de los Habitantes sería la responsable de cualquier consulta en estos territorios, socialmente para muchos indígenas de Terraba esta no es legítima por varias razones. 1. Perciben que la ADIT no ha representado a los intereses de los indígenas. 2. Afirman que posee como afiliados al 10% de la población. 3. Aseguran que a los dirigentes y vecinos que han cuestionado sus gestiones se les impide afiliarse. 4. Califican de corrupta las gestiones del presidente Genaro Gutiérrez en sus casi diez años como presidente de la ADIT, así como a otros 9 Esta investigaciones incluyen las siguientes actividades: 3 perforaciones en la zona de vertedero (de 80 m de profundidad) , 6 perforaciones en los túneles de desvío (dos de 50 m y cuatro de 150 m de profundidad, 2 perforaciones en la zona de la ataguía (de 50 m de profundidad), 1 galería de 100 m de longitud, perfiles geoeléctricos, perfiles de refracción sísmica, trincheras en los sitios de materiales, y la topografía para completar todos los perfiles transversales según el mismo esquema que se ha seguido en la margen izquierda. 21 directivos 5. Manifiestan que la junta directiva de la ADIT, toma decisiones en espacios privados, sin consultarle a sus socios y a la mayoría de los vecinos. 6. Aseguran que a pesar de ser ilegal en la asamblea de la ADIT existen muchos socios no indígenas. En Febrero de este año, la ADIT celebró una asamblea donde con participación de funcionarios del PHED, la asamblea, luego de varias reuniones entre funcionarios del proyecto y los de la junta directiva, donde se acordó autorizar al ICE a realizar los estudios en la margen derecha y solicitarle al ICE ciertas colaboraciones que tienen que ver con mejoras en la infraestructura comunal10. Del 2004 para acá la desconfianza y los cuestionamientos hacia la ADIT y hacia Genaro Gutiérrez han incrementado. Y para muchos pobladores y dirigentes el hecho de que el ICE y funcionarios del Proyecto negocien con está instancia, ha aumentado el descontento que existía con el ICE, así como la desconfianza. Para ellos y ellas el hecho de que el ICE se reúna y tome acuerdos con esta instancia, sólo significa una cosa o sólo posee una lectura: el ICE y los funcionarios del proyecto no actúan de buena fe porque negocian con representantes corruptos de su territorio. Cabe decir que la desconfianza en el ICE por parte de un sector social de Térraba no es nueva y tiene dos acepciones u orígenes. En primer lugar, este sector desconfía de la institución, porque la misma es vista como parte del Estado-Gobierno que ha incumplido y no ha normado ni ejecutado los derechos y las peticiones de los pueblos indígenas para controlar y definir sus propios procesos de desarrollo. Por otro lado, algunos térrabas recuerdan con desagrado acciones de algunos jerarcas del ICE, que en el contexto del 10 A continuación se transcriben las mejoras en infraestructura y otras cooperaciones que solicitó la ADIT. Se debe aclarar que no se ha redactado ni firmado una carta de entendimiento entre el ICE y el ADIT donde se formalice el compromiso de cada parte. Lo que si se decidió fue la autorización de la ADIT de permitirle al ICE retomar sus estudios en el territorio indígena y se han empezado algunas mejoras de caminos y a la cancha en el centro de Térraba. Las mejoras solicitadas por la ADIT y a las cuales el ICE no se ha pronunciado sobre cuales está en disposición de realizar y en qué plazos son las siguientes: “Mejoramiento de infraestructura vial (Tramo Térraba-Bijagual, tramo Sabana-Santa Teresita,Tramo Térraba-Bajo Veragua-Sabana, tramo Térraba-San Antonio, tramo San Antonio-Volcancito. Mejoramiento de infraestructura de acueductos (Suministro de agua potable para Iglesia, Escuela y Centro de Acopio en Bijagual-Sabana -instalación de bomba-, excavaciones para canales de tubería para acueducto Térraba (de 4 a 5 kms). Mejoramiento de canchas de fútbol (Térraba: desagües e iluminación, Sabana: finalizar campo, Volcancito: preparar terreno). Ampliación de la red eléctrica:San Antonio-Volcancito, Térraba). Instalación de paneles solares. Levantamiento de información de necesidades e instalación en todo el territorio. Telefonía pública y residencial. Levantamiento de información de necesidades de telefonía residencial e instalación. Instalación de teléfonos públicos de tarjeta (no administrados) en: Sabana-Bijagual, Térraba (2), Ceibón (1), San Antonio (1). Empleo: Levantamiento de información de oferta de empleo en Térraba y levantamiento de demanda de empleo por parte del PHED en las investigaciones por realizar. Cooperación interinstitucional. Realizar gestiones de cooperación para el desarrollo ante organismos públicos y privados (nacionales e internacionales) con una participación efectiva del ICE (jerarcas). En este campo se buscaría la colaboración de los organismos para realizar donaciones y otras acciones de cooperación local. Se solicita una estrecha cooperación del ICE ante JUDESUR con el fin de movilizar recursos para proyectos de desarrollo en Térraba. En este campo también se solicita cooperación en infraestructura para la ADIT y servicios de asesoría legal”(Minuta.Reunión con la ADIT, 7 de febrero del 2007). 22 Proyecto Boruca, intentaron manipular la posición de los indígenas de Curré en una reunión en Térraba, haciendo pasar a personas de Térraba como una delegación de indígenas de Curré los cuales se manifestaban a favor del proyecto. El problema político de una instancia legal que no es socialmente legítima y las interacciones con el ICE, se hace más grave por la configuración del poder en Térraba. En Térraba existen alrededor de ocho organizaciones de base, las cuales corresponden a familias ampliadas, es decir, lo observable en materia de organizaciones es la existencia de una especie de clanes que convertidas en asociaciones específicas, con intereses que van desde la protección de los recursos, el rescate de manifestaciones culturales y de la promoción de proyectos de turismo ecológico y cultural. En Térraba el vacío de poder que genera una ADI deslegitimada se hace mayor por la existencia de muchas organizaciones que hacen aún más confuso saber quiénes son las autoridades, o instancias que deben darle el permiso o en otras palabras que deben negociar con el ICE. Los líderes hasta ahora han criticado enérgicamente que el ICE tome acuerdos con la actual ADIT, pero no le han dado a la institución una instancia alternativa que sustituya a la ADIT o que sea su contraparte. Aunque la mayoría de la población indígena se opone existen dos matices de grupos: quienes se oponen sin considerar como posible escenario la negociación y quiénes se oponen considerando la opción de negociar con el ICE. Muchas de las personas que adversan el proyecto no pueden afiliarse como socios de la ADIT, por lo que sienten que la participación en el tema del PHED es restringida y no es amplia ni transparente. Los dirigentes son muy críticos sobre las colaboraciones que la ADIT le solicitó al ICE, como parte de los acuerdos para autorizar su ingreso al territorio.. Opinan que la carretera y otras obras de infraestructura no son acciones transcendentales para construir el desarrollo que desean, que hay otros temas más urgentes, también piensan que el ICE arregla esos caminos solo porque les sirve para sus tareas, y que el arreglo de caminos es una tarea que le corresponde a otras instancias como al MOPT o a la Comisión Nacional de Emergencia. Por conversaciones que he tenido con estos dirigentes y vecinos, me he enterado sobre sus concepciones de lo que debe ser la consulta. Para la mayoría de ellos, la etapa de información es la primera fase de la consulta. Para ellos, la consulta ideal deberá basarse en actividades de información detallada sobre todas las investigaciones que el ICE realiza y sobre todo los efectos positivos y negativos que podría ocasionar el PHED, además, este proceso debería estar acompañado con investigadores e investigaciones contratadas por la comunidad, para realizar estudios sobre los impactos sociales, culturales y económicos, así como los beneficios y perjuicios que podría percibir la comunidad con la construcción. Los estudios de la institución se contrastarían con sus propias investigaciones y esta información sería la base para que todos los vecinos formen un criterio y decidan entre oponerse rotundamente al proyecto o negociar con el ICE. 23 También y para ellos, la consulta no debe hacerse en un clima de premura, debe seguir como dice don Enrique Rivera, un “ritmo de hamaca”, que los funcionarios conversen e informen con tranquilidad, sinceridad y claridad, y que la persona en su hamaca esté oyendo y siendo escuchados con respeto. Les gusta el tipo de consulta que realizaron las comunidades indígenas recientemente para la aprobación del Proyecto de Desarrollo Autónomo, en la cual participaron organismos nacionales e internacionales como la OIT, la Defensoría de los Habitantes, el Tribunal Supremo de Elecciones, entre otros. Los líderes también perciben que el ICE no ha informado correctamente y creen que hay mucha información que la institución no comparte, que la institución quiere hacer las cosas a un ritmo muy apresurado, lo cual les genera muchas dudas. Por otro lado, otras percepciones que se han identificado en sectores donde viven indígenas térrabas en comunidades lejanas al centro como: Macho Monte y Mano de Tigre, tienen que ver con una deficiente información sobre el proyecto. En Macho Monte muchos vecinos desconocían de este proyecto y lo confundían con el Boruca y en Mano de Tigre escuché a muchas personas que interpretaban la presencia de maquinaria como que el ICE ya había iniciado las labores de construcción y que había negociado a espaldas de la comunidad. Desde hace más de un año, los térrabas afirman no tener espacios constantes de información por parte de funcionarios del ICE. Lo cual es grave porque el avance en los estudios hace que datos sobre afectación varían drásticamente, por ejemplo en dos años los sitios arqueológicos han pasado de 120 a más de 285. Lo anterior demuestra que el proceso de interacción del ICE con los térrabas no refleja un marco satisfactorio de dialogo y de información que permita llegar a un consentimiento libre e informado. Más si analizamos los tiempos del ICE, en los cuales pretenden iniciar la construcción a finales de este año. d. Descripción de los principales impactos sociales, económicos y ambientales Aunque los impactos de este proyecto no han sido analizados a profundidad pues no se ha realizado el estudio de impacto ambiental, si hay algunos que desde ya podemos mencionar. Es importante afirmar que en la actualidad existen datos generados por el ICE de un mismo elemento, como por ejemplo sobre la afectación a territorios indígenas existen varias cifras distintas, de igual manera esto sucede con cosas como el tamaño del embalse donde existen datos que señalan un embalse de 6002 y otras que llegan hasta 6800 has. Esto puede deberse a estudios o proyecciones con distintas cotas pero también se debe a que las proyecciones se hacen con base a diferentes escalas (Lambert SUR, IGN, etc). El sitio todavía no se ha mojoneado por completo. Lo que preocupa es que para efectos del estudio de impacto ambiental, que ya esta por empezar, se utilicen las cifras menos comprometedoras. 24 i. Impactos ambientales Como ya mencionamos los impactos ambientales más importantes tendrían que ver con una fuerte afectación al vulnerable ecosistema y Sitio Ramsar: El Húmedal Térraba Sierpe. Esta afectación se daría por la modificación del caudal del Río Grande de Térraba, el cual alimenta al humedal. Los biólogos del ICE han calculado esta posible afectación en 1800 ha. Por otro lado el ICE menciona la eventual afectación de 1400 has de bosque, de las cuales hay poca información disponible sobre la particularidad, unicidad o importancia de estos bosques. Un impacto social que tendría efectos sobre los recursos naturales, es el aumento de la población y el incremento del consumo del agua, recurso que como vimos es presionado por una compañía piñera en la zona. El agua que se produce en territorios indígenas y en las cercanías del Parque Internacional La Amistad (PILA), podría verse más presionado. Así mismo el aumento de la población podría darse en las zonas de amortiguamiento del PILA. Por lo que, de no existir una adecuada planificación e inversión de la cuenca media del Térraba, esta podría sufrir alteraciones negativas. Lo que llama la atención es porque si el ICE tiene tanto interés en construir el proyecto en la cuenca con más potencial hidroeléctrico, porque no se ha empezado a invertir en acciones para mejorar la misma. ii. Impactos culturales Entre los principales impactos culturales, debemos de citar: la afectación a más de 285 sitios arqueológicos ubicados en el área del embalse y la zona de amortiguamiento del proyecto. Nunca en un proyecto hidroeléctrico el ICE se ha encontrado tal cantidad de sitios arqueológicos, generalmente no pasan de una decena. El Valle del Diquís es una de las zonas arqueológicas más importantes del país, reconocida por ser la región de las esferas de piedra. Aunque la zona sur del país ha sido muy estudiada por arqueólogos, En particular la zona del embalse, ha sido poco estudiada, al ubicarse detrás de la carretera interamericana. El proyecto implicaría la afectación total a más de 600 has en el territorio Térraba, las cuales poseen un alto valor histórico y cultural, que esta población recién empieza a descubrir, como parte de su proceso de rescate y fortalecimiento identitario. Como ya mencionamos, se afectaría una zona que era conocida como el “chauite”, donde se practicaba la agricultura y aprovechamiento colectivo o comunitario. Este sitio era un importante puerto para los indígenas, alberga sitios que son los escenarios de sus historias orales, como la laguna de Carsy, Ishquiny, y Kamancragua. Además sabemos de personas mayores que tienen a familiares enterrados en estas tierras que actualmente no le pertenecen al pueblo indígena. Sin embargo el impacto más serio, podría ser que el proyecto acentué la tendencia de los térrabas a perder el control de su territorio. Al no haber alternativas económicas y debido a la presión que pueda generarse sobre la tierra, de no existir garantías que aseguren la propiedad de la tierra para los 25 indígenas, así como mecanismos para recuperar parte de sus tierras, los térrabas podrían perder su territorio, del cual actualmente solo les pertenece el 10%. Si esto ocurre las consecuencias podrían ser fatales para este grupo que tanto ha luchado por su supervivencia como pueblo con identidad indígena. Lo cual podría provocar “el genocidio sútil” o la muerte de la identidad indígena de los terrabas, al quitarles su relación con la tierra y sus espacios de interacción, la cual es fundamental en las identidades indígenas. Esto sería distinto en el caso del territorio de China Kicha, donde una parte de la población ve el proyecto como una oportunidad para recuperar tierras, actualmente este pueblo Cabécar solo controla el 1% de su territorio. iii. Impactos sociales En general podemos decir que a menos de un año de que se podrían iniciar la construcción del proyecto, los estudios sociales que existen son insuficientes para determinar de manera efectiva los impactos sociales. Por ejemplo se han analizado las consecuencias a las comunidades directamente afectadas, pero no se ha trabajado en los centros poblacionales más importantes que son los que podrían albergar a gran cantidad de personas que se han atraídos a la zona en busca de un empleo. Estos centros en la actualidad enfrentan problemas de abastecimiento de agua, de recolección de la basura, de electricidad, principalmente por la debilidad de las instancias municipales y por el crecimiento poco planificado que la compañía piñera PINDECO ha provocado. Otros impactos que desde ya se están haciendo notar, por el aumento de los empleados del PHED, es el aumento en el consumo del licor, prostitución y otros problemas sociales. Existe mucha incertidumbre en las comunidades directamente afectadas porque preguntas sobre procesos de expropiación y reubicación no han sido plenamente contestados o abordados. iv. Impactos Económicos Este proyecto tiene todo el potencial de generar desarrollo social y económico, pero desde hace varios años, el ICE pudo haber empezado a realizar inversiones en capacitación y alianzas con universidades, con el Instituto de Aprendizaje y otros ministerios, para preparar a una zona muy abandonada por el Estado. Esto no ha ocurrido y no parece estar ocurriendo. Cada comunidad afectada e importantes centros, deberían estar trabajando con apoyo profesional en planes de desarrollo, basados en sus aspiraciones y necesidades, utilizando o viendo al Proyecto como un socio para generar un verdadero y sostenible desarrollo local y regional. En la actualidad, se menciona como atractivo de este proyecto la generación de miles de empleos temporales. Sobre esto el ICE ha dado datos desde 1500 (Video Versión Veragua) hasta 5000 empleos. También se habla de que el proyecto abrirá un importante polo para el turismo, pero lo cierto es que si el proyecto se materializara en la actualidad, los habitantes de la zona no tendrían 26 suficientes recursos financieros y humanos, para poder sacarle provecho a esta oportunidad. En el caso de Térraba habría que analizar en detalle el impacto económico de la afectación de parte de su territorio. Esas tierras deben originar ciertos empleos que no han sido calculados. Así como los efectos de un aumento en la especulación y precios de la tierra. e. Acciones colectivas emprendidas por las comunidades u organizaciones indígenas afectadas Hasta la fecha las acciones colectivas más imprtantes emprendidas por las comunidades han sido: la presentación del recurso de amparo al ICE, la participación en foros nacionales e intenacionales sobre pueblos indígenas y megaproyetos, utilización de medios de prensa para dar a conocer su posición en contra de que se realicé este proyecto y construcción de alianzas con ONGs, funcionarios del gobierno, y profesionales. Han realizado acciones de capacitación sobre proyects hidreoelectricos, incluyendo giras de intercambio de experiencias y capacitaciones en temas técnicos como derechos indígenas, etc. Esto se ha hecho con recursos propios de los dirigentes y con apoyo económico y técnico de ONGs como DITSÖ y UICN. La acciones anteriores son fundamentales en la preparación para una efectiva participación del pueblo Térraba en la toma de acuerdos con el ICE, sin embargo estas acciones deben extenderse de manera más amplia al total de la población, y no concentrarse en dirigentes del centro de Térraba. El problema sigue siendo los tiempos que maneja el ICE. También la comunidad continúa en un proceso de rescate y protección cultural que incluyes desde la celebración y recate de festejos y tradiciones comunitarios hasta la lucha por una educación contextualizada. Esto le permite fortalecer su cohesión social, importante para poder entrar en procesos de dialogo y toma de decisiones a nivel comunal. Lo que no ha hecho la población indígena es decidir cual es la instancia oficial para representar a la comunidad ante sus interacciones con el ICE, y cuáles son los concensos que esta misma defenderá. Esto resulta importante, porque el ICE en su afan por constuir el proyecto, podría utilizar cualquier interlocutor para dar la apariencia de que el pueblo indígena esta a favor de la realización del proyecto, más aún cuando a un año de pretender construir el proyecto las comunidades no han sido informadas libre y adecuadamente. f. Necesidades de asistencia técnica y legal para fortalecer las capacidades de incidencia La principal necesidad de asistencia es la realización de una investigación y/o proceso de consulta que determine cuál sería la instancia que debe representar a la población indígena. 27 Así mismo esta investigación debería poder determinar un consenso entre distintos sectores que se oponen al Proyecto pero con distintos matices, hay un sector que se opone sin considerar negociar y otra parte que no descarta negociar aunque se oponen al proyecto. Cual es la posición y condiciones que la comunidad le pide a este grupo representar con el ICE y cómo se deberán de tomar decisiones. Lo que más se requiere es de una efectiva estrategia política que les permita realizar un efectivo proceso de representación de los intereses indígenas ante el ICE. Si en la formulación de consensos, se determina una estrategia que implique ciertos grados de negociación con el ICE, la comunidad necesitaría capacitarse en procesos de negociación. g. Lecciones aprendidas y buenas prácticas Los instrumentos jurídicos como los recursos de amparo pueden ser acciones estratégicas que si bien no siempre pueden detener un proyecto por completo, pueden alargar plazos y dar más tiempo para que las comunidades se preparen a escenarios de resistencia o negociación. Los dirigentes térrabas han demostrado tener un excelente manejo del marco legal nacional y el indígena para su defensa y para argumentar sus posiciones con respecto al PHED. Por otro lado el caso refleja, la importancia de los movimientos de rescate cultural, que en estos contextos se convierte en una herramienta hermosa y poderosa de resistencia. Que comunica el hecho de que existe un pueblo diferente que clama por poder seguir siendo el mismo pueblo con sus características esenciales como el territorio y la identidad. Además también se puede volver una fuente para argumentar posiciones de oposición por el posible impacto cultural. Además estos movimientos tienden a aumentar la cohesión social, factor importante para lograr una exitosa y unificada lucha por proteger los intereses de las comunidades indígenas. Otra enseñanza importante, es sobre la claridad que poseen los dirigentes para definir la forma en que se debe realizar la consulta. Esto es importante porque los intereses externos (no indígenas), podrían manipular el concepto de consulta. Resulta importante decidir y construir una instancia socialmente legitima para interactuar con el ICE, si esto no se hace esta institución podría seguir utilizando instancias aunque ilegitimas son las legales, como lo ha venido haciendo. 28 h. Conclusiones El PH Diquís es uno de los proyectos más ambiciosos que planea el ICE iniciar construcción en el próximo año. Estos plazos sin duda, demuestran la manera acelerada o apurada en que la institución planifica sus acciones en la actualidad. La tendencia observada en la actualidad dentro del ICE es a impulsar la construcción de grandes proyectos, donde se incluye la posibilidad de exportar. Estos grandes proyectos afectan territorios indígenas, así como importantes áreas protegidas. En el caso del Diquìs se ha dicho que en los primeros años se exportaría energía. Esta información ha generado dudas, con respecto al fin ultimo de la inversión o más importante. ¿Se trata de un proyecto para satisfacer la demanda interna y de paso aprovechar su potencial para exportación o se trata de un proyecto para aprovechar las oportunidades de negocios que abre el Tratado de Libre Comercio y otras iniciativas macroeconómicas y de paso ayudar a enfrentar las necesidades futuras de energía? La institución todavía no ha iniciado la consultoría del estudio ambiental, donde se determinará la factibilidad de la obra y las mitigaciones necesarias (Se encuentra en fase de escogencia de la firma externa que realizará el estudio). Si se desea empezar a construir a finales de año, con cuánto tiempo y de qué forma va el ICE a informar a las comunidades, para que de manera libre e informada puedan dar su consentimiento y negociar las mejores mitigaciones y oportunidades de desarrollo. Sobre todo tomando en cuenta, los serios impactos culturales y ambientales que hemos expuesto podría implicar este proyecto, con los datos con los que hasta ahora se cuenta. Hasta la fecha, el pueblo de Térraba ha jugado un papel importante en modificar los plazos que maneja el ICE, al utilizar instrumentos legales como recursos de amparo. También han acudido a medios de comunicación para dar a conocer su posición, sobre un proyecto que en su parecer no ha sido bien comunicado, y en dónde el ICE ha intentado negociar con una instancia altamente cuestionada y con débil legitimidad social. El gran reto de este pueblo es definir aspectos claves para una efectiva participación en este escenario como definir la instancia ideal para representar a la comunidad, y establecer consensos mínimos, como por ejemplo si la comunidad desea negociar algún aspecto con el ICE y si lo que más conviene en este momento es realizar una consulta, etc. El pueblo Térraba deberá considerar y defender una estrategia de recuperación de tierras y “del desarrollo deseado” y cotejarlo con lo que propone el ICE, con fin de analizar la conveniencia de este proyecto. El tema de tierras y el modelo de desarrollo que desean implementar es un importante factor que una efectiva representación indígena deberá considerar y usar como argumento de su posición. Sin una clara recuperación de tierra, será imposible que ningún proyecto de desarrollo sea completamente efectivo en este territorio indígena. Otra lucha importante que deberá emprender este territorio es en conjunto con otras comunidades afectadas, demostrar que los plazos del ICE son 29 inconvenientes para lograr un proyecto consensuado y caracterizado por relaciones de ganar-ganar, más con lo complejo que resultaría construir el proyecto más grande del istmo, en una de la regiones culturalmente más ricas del país. 30 i. Bibliografía consultada ADITIBRI y Ministerio de Seguridad Pública. Informe de Inspección en la comunidad de Alto Urén, Territorio Bribri de Talamanca, Costa Rica. Área Social PHED, ICE (2008). Información general del PH Diquís (Septiembre 2008) Área Social PHED, ICE (2007). Avance Preliminar sobre investigaciones sociales en Térraba (2007) Área Social PHED, ICE (2006). Información general del PH Diquís (Septiembre 2006) Área Social PHED, ICE (2007). Consulta del departamento de Gestión Ambiental sobre afectación a pueblos indígenas. Buenos Aires, 2007. Borge, C y Castillo, R. (1997) Cultura y conservación en la Talamanca Indígena. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, 1997. Borge, C y Villalobos, V (1998) Talamanca en la encrucijada. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, 1998 Chaverrí, D. (2008). Informe de Consultoría para The Nature Conservancy. Estudio sobre las acciones exploratorias y sobre concesiones forestales y mineras. San José, Julio del 2008. Chaverrí, D. (2008). Informe de Consultoría para The Nature Conservancy. Informe final: Diagnóstico de amenazas y estrategia para enfrentarlas. San José, Julio del 2008. Durán, O (2008). PH Pacuare: el dictado del gobierno contra la defensa de la vida. En: http://www.puchica.org/notizie/phpacuare.pdf Duran, O y Guido, E (2002). Asesinato del Río Pacuare en ciernes. En: Revista Ambientico. Diciembre 2002. (111) p. 9-11, Heredia. Fumero, G; López, S y Villasuso, J (2005).TLC con Estados Unidos: Desafío al modelo solidario de Costa Rica. El caso del ICE. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, 2005. La nación, 21 de Diciembre del 2008. Oviedo, E. ICE i mpulsa cuatro grandes represas para evitar apagones. La nación, págs 4ª y 5ª. La nación, 21 de Diciembre del 2008. Oviedo, E. ICE construirá hidroelectrica hidroelectrica más grande del Istmo. La nación, págs 4ª y 5ª. 31 ICE (1994). Calderón, J; Chavarría, F. Informe preliminar. Aspectos ambientales del PH Talamanca. Dirección de Planificación Eléctrica, Departamento Ambiente y energía alterna, San José, 1994. ICE (1996). Ulloa, R y Jiménez R. Informe Preliminar del Proyecto Hidroeléctrico Talamanca. Dirección de Planificación Eléctrica, Departamento de proyectos de generación, San José, 1994. Revista Ka wak. Edición Especial, Noviembre 2008. Estudio sobre las acciones exploratorias y concesiones forestales y minera en el Territorio Indígena Brbri de Talamanca. Suretka, Talamanca, 2008. Revista Ka wak. Número 13, Julio 2008. Portada: ¡Talamanca dijo No a la minería! Editorial ¡Otra vez la minería! .Suretka, Talamanca, 2008. 32 This document was created with Win2PDF available at http://www.win2pdf.com. The unregistered version of Win2PDF is for evaluation or non-commercial use only. This page will not be added after purchasing Win2PDF.