Shavuot 5772 Valores, sentidos y reflexiones

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Shavuot 5772
Valores, sentidos y reflexiones
Índice
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Shavuot, Rabina Diana Villa
Naase veNishma, Rabino Michl Schlesinger
Tikun Leil Shavuot: ¿Corrección o Celebración? Rabino Juán Mejía
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Shavuot
Rabina Diana Villa, Jerusalem, Israel
Esta fiesta que cae el 6 de Siván en Israel y el 6 y 7 de Siván en la diáspora, recibe varios
nombres:
JAG HAKATZIR – la fiesta de la cosecha
JAG HASHAVUOT – por las 7 semanas que se cuentan desde el segundo día de PESAJ,
fecha en que se ofrecía el OMER o medida de la nueva cosecha (y a partir de entonces se
podía consumir de la misma) y hasta SHAVUOT.
IOM HABICURIM – porque se traían las primicias al templo (esta es la segunda de las 3
fiestas de peregrinación al Templo de Jerusalén: PESAJ, SHAVUOT y SUCOT).
ATZERET – el nombre que le dieron nuestros sabios por continuar después de los 7 (8 en la
diáspora) días de PESAJ y cerrar el proceso desde la redención de Egipto y hasta la
revelación. Por ello en la TEFILÁ se la llama ZMÁN MATAN TORATEINU, el tiempo de la
entrega de nuestra TORÁ.
En relación con esta festividad podemos señalar las siguientes leyes y costumbres:
1) SHLOSHET IEMEI HAGBALÁ – los tres días de limitación. Son los 3 días previos a
SHAVUOT – Cuando Dios se reveló en el Monte Sinaí pidió que se mantuvieran alejados
durante los tres días previos de la montaña y se purificaran. En estos días hay que
incrementar el estudio de la Torá e interrumpir las costumbres de duelo que se cumplen
en esta época, rememorando la plaga a que fueron expuestos los alumnos de Rabi Akiva.
2) TIKÚN LEIL SHAVUOT – el estudio durante la primera noche de Shavuot que incluyen
tanto la Torá Escrita como la Oral (literatura rabínica). Se acostumbra estar despierto toda
la noche hasta las oraciones matutinas en las que se lee sobre la revelación y la entrega de
los diez mandamientos. Nos quedamos despiertos para recibir también nosotros la Torá.
3) COMIDAS LÁCTEAS: Se acostumbra a comer lácteos. Entre las razones aducidas
podemos mencionar el hecho de que recién en Sinaí los judíos recibieron las leyes
referentes a los alimentos permitidos y prohibidos y al faenamiento de animales. Por ello
antes de la revelación se limitaron a comer lácteos.
4) ADORNAR CON PLANTAS: esto se relaciona con el hecho que la Torá fue revelada en
una montaña verde con vegetación.
5) LECTURA DE MEGUILAT RUT: la historia de Rut se lee en esta festividad entre otras
razones porque:
a) ocurre en la época de la cosecha
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b) hasta ese momento los judíos estaban a cumplir sólo SHEVA MITZVOT BNEI NOAJ (las
siete leyes de los hijos de Noaj: no hacer idolatría, no consumir partes de un animal sin
faenamiento previo, no maldecir a Dios, no robar, no mantener relaciones sexuales
prohibidas, no matar, tener tribunales para administrar la justicia). Ahora deben cumplir
los 613 preceptos que figuran en la Torá. El nombre de Rut en hebreo suma 606 tomando
en cuenta el valor de las letras, Son los 606 preceptos que deberán empezar a cumplir a
partir de la revelación.
c) Rut era conversa – Los conversos del sexo masculino sellan el pacto a través de la
circuncisión además de la inmersión ritual. Los judíos en Sinai entran al pacto.
d) Según la tradición, el rey David, bisnieto de Rut, nació y murió en Shavuot.
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Naase veNishma
Rabino Michel Schlesinger, Sao Paulo, Brasil
Quando confiamos em um médico seguimos suas orientações mesmo sem conhecer todos
os componentes de determinado medicamento e seu efeito em nosso organismo. Quando
aceitamos um novo trabalho, não sabemos como será nosso relacionamento com os
colegas da empresa e muitas vezes desconhecemos os detalhes da função que será
assumida. Quando entramos em um relacionamento amoroso, temos esperança de que
dará certo, mas pouco sabemos acerca do que efetivamente irá acontecer.
Existe uma força que move o ser-humano e que o faz ter esperança. Por algum motivo,
cremos no sucesso de nossas empreitadas mesmo antes de iniciá-las e conhecer seus
pormenores. Levantamo-nos todos os dias de nossas camas e iniciamos nossa jornada
embora nunca saibamos o que realmente nos espera.
Quando os Filhos de Israel deixaram o cativeiro egípcio, iniciaram uma viagem rumo ao
desconhecido. Contavam com a liderança diligente de Moshé e asegurança física de Deus
que os protegia e lhes provia água, comida e roupas. No entanto, o futuro era incerto. Não
sabiam quantos anos teriam de vagar pelo deserto e também desconheciam detalhes de
seu destino final.
Mesmo assim, os hebreus despertavam-se todos os dias e seguiam adiante. Alguma força
mágica os auxiliava na longa caminhada e fazia com que a esperança movesse seus
corpos, mentes e corações.
Não foram raros os momentos de dúvida e medo. O povo reclamou por diversas vezes de
sede e se queixou outras tantas de fome. Chegaram a dizer que eram mais felizes como
escravos do Faraó no Egito. No entanto, não deixaram de seguir adiante. As incertezas
assombravam, mas nunca os impedia de continuar.
Foi então que o povo, aos pés do Monte Sinai, pronunciou sua maior declaração de fé.
“Col asher diber Adnai Naasê Venishmá”, “Tudo o que disse o Eterno, faremos e
escutaremos”. Por meio destas palavras solenes, o povo compromete-se a cumprir as
palavras de Deus.
Nossos sábios interpretaram a declaração do povo com uma demonstração absoluta de
fé. Os rabinos viram na seqüência das palavras “Naasê Venishmá”, “Faremos e
escutaremos” uma disposição de cumprir os preceitos Divinos mesmo antes de
compreendê-los.
Tivesse o povo declarado “escutaremos e faremos”, já seria esta uma declaração de fé. O
povo estaria disposto a ouvir atentamente as palavras de Deus e também realiza-las.
Contudo, a declaração é ainda mais contundente pois, por meio dela, os Filhos de Israel
comprometem-se a fazer e somente então escutar, ou seja, compreender.
O Talmud nos traz uma visão interessante sobre essa passagem. Rabi Elazar disse:
“Quando Israel pronunciou “naassê” antes de “venishmá” uma voz celestial surgiu e falou
– “Quem revelou este segredo, que é conhecido dos anjos, aos Meus filhos? Apenas os
anjos sabem que é preciso comprometer-se para depois escutar”.
Esta pequena passagem traz uma enorme contribuição para a compreensão das palavras
dos Filhos de Israel ao pé do Monte Sinai e também uma importante lição para todos nós.
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“Naassê venishmá” não deve ser compreendido como uma declaração infantil de fé cega e
absoluta. Pelo contrário, “faremos e escutaremos” é uma receita que até então era
conhecida apenas pelos anjos e passou a pertencer à todos aqueles que estão dispostos a
aprender esta poderosa lição.
Primeiro precisamos nos comprometer para depois conseguir escutar. Apenas depois que
nos comprometemos com nossa herança judaica e o destino do nosso povo, somos
capazes de escutar acerca dos caminhos para realizar esta missão. Só depois que nos
comprometemos com a construção de uma sociedade mais justa, escutamos os
necessitados e buscamos meios para ajudá-los. A falta de comprometimento nos torna
surdos, enquanto que o compromisso com uma causa nos garante a capacidade de ouvir.
Estamos nos preparando para Shavuót, a festa que relembra o compromisso assumido no
Monte Sinai. Que as palavras “naassê venishmá” sirvam de inspiração para todos nós e
que saibamos aproveitar a lição que só os anjos conheciam. Que tenhamos a capacidade
de assumir compromissos nobres para que recebamos o dom de escutar.
Chag Sameach.
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Tikun Leil Shavuot: ¿Corrección o celebracrión?
Rabino Juán Mejía, Oklahoma City, Estados Unidos
Uno de los rituales judíos con más proyección popular en la actualidad es el Tikkún Leil
Shavuot. Esta costumbre kabbalística, que comenzó como un piadoso desvelo en que
unos cuantos estudiosos se quedaban estudiando Torá toda la primera noche de Shavuot,
se ha convertido hoy en un fenómeno masivo que atrae a un público más variado. Ya sea
en la extravangancia de Yerushaláyim en la que cada yeshiva y sinagoga compite por
atraer a sus shiurim a los ríos de gente que deambulan toda la noche por la ciudad
terminando en el Kotel con un multitudinario servicio de Shajarit, o en la sofisticada
diversidad de las grandes capitales en las cuales los centros culturales ofrecen una
maratón de clases, conciertos, tertulias y conversatorios para atraer a cada uno sin
distinción de edad o nivel de observancia, esta costumbre se ha vuelto parte inextricable
de la festividad de Shavuot.
No obstante, aún en el cenit de su popularidad, esta costumbre sigue escondiendo
algunos misterios. El que nos atañe en esta oportunidad corresponde a su nombre. ¿Qué
significa este "tikkún" que hacemos en la noche de Shavuot?
La primera referencia que viene a los labios de muchos es que este "tikkún" es una
"corrección" (uno de los muchos significados de este vocablo) por la transgresión de
nuestros ancestros que se quedaron dormidos antes de recibir la Torá en el Monte Sinaí.
El origen de esta popular interpretación puede ser encontrada por primera vez en el
comentario al Shulján Aruj del Rabino Abraham Gombiner (Polonia, siglo xvii), el Maguén
Abraham. Tras mencionar la costumbre de estudiar Torá toda la noche (la cual no es
mencionada por ninguno de los grandes códigos de los Rishonim ni por el Shulján
Aruj mismo), el Maguén Abraham dice: "esta costumbre se explica, según su sentido
simple, porque el pueblo de Israel durmió toda la noche y fue necesario que el Santo
(bendito sea) los despertase para recibir la Torá, como dice el midrash, y por lo tanto
nosotros debemos corregir este hecho (‫)לכך אנו צריכין לתקן זה‬." (Maguén
Abraham sobre Oraj Jayyim 494)
Una interpretación diferente de este concepto de "tikkún" se encuentra en las raíces
mismas de la costumbre en la literatura mística del Zohar. En él, el Rabino Moisés de León
pone en boca de Rashbi el siguiente midrash en el que la Torá se compara con una novia y
el pueblo de Israel con su novio. La noche antes de la boda, "deben los miembros de la
casa real ocuparse durante toda la noche de estudiar textos sagrados para así adornar a la
novia con sus adornos para llevarla bajo la juppá al día siguiente. De ahí que los jasidim de
la antigüedad solían no dormir esa noche y estudiaban Torá..." (Zohar, Emor 98) En el
lenguaje kabbalístico del Zohar, la palabra "tikkún" significa también "adorno" o "prenda",
es decir, una exposición creativa de la Torá con la cual se engalanaba y se cubría la Torá.
Tikkún en este contexto significa que el estudio de la Torá, el cual genera inevitablemente
nuevas interpretaciones, es un adorno que se añade al cuerpo de ésta para acrecentar el
deseo del novio (pueblo de Israel) por la novia.
Estas dos versiones dispares del sentido de "tikkún" obedecen, en mi opinión, a qué al
punto de énfasis sobre el cual el autor centra su midrash. Para el Maguén Abraham, lo
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más importante es el velar: permanecer despiertos para corregir el error de nuestros
ancestros. El énfasis está en explicar por qué no debemos dormir esta noche y es un
énfasis negativo. Por el contrario, el midrash original que dio pié a la costumbre es uno
que centra su énfasis en el aspecto positivo de centrarse en la riqueza creativa inagotable
de la Torá. Los sabios del Zohar no duermen por estar a la defensiva en contra de sus
malas inclinaciones, sino porque están demasiado ocupados en disfrutar la presencia de la
novia: el velar es una consecuencia marginal de su entusiasmo. Igual que los sabios sobre
los leímos hace cincuenta días en la Hagadá de Pésaj, es su amor por la Torá lo que los
distrae hasta que sus alumnos tienen que recordarles que ha llegado el tiempo de recitar
el Shemá de la mañana.
La visión del Maguén Abraham es reactiva, la visión del Zohar es proactiva. La primera se
centra en los errores del pasado, la segunda se embeleza en el entusiasmo y en el placer
del presente. La primera, pidiendo prestado el lenguaje del Shabbat, se enfoca en
"Shamor" (guardar y prevenir), mientras que la segunda insiste en "Zajor" (recordar y
celebrar).
Como todo midrash, los diferentes mensajes contradictorios de estos enfoques
seguramente llamen la atención de unos más que de otros. Tal vez en nuestras propias
vidas a veces la cautela supere el entusiasmo y vice versa. No obstante, indudablemente,
ambas son necesarias para un acercamiento genuino y balanceado a la Torá. Si nuestras
comunidades viven obsesionadas con el pasado y con evitar sus errores pero pierden el
entusiasmo y la creatividad por este acercamiento eterno entre Dios e Israel que
llamamos Torá, acabaremos paranóicamente instalando a nuestro miedos como los
verdaderos motores de nuestra vida judía. Si por el contrario, reducimos el judaísmo a la
hedonista búsqueda de "aquello que tiene sentido para mí ahora" despreciando las
lecciones del pasado y el hecho doloroso de que esta relación exige sacrificios, a veces
insoportablemente totales, nuestro judaísmo arderá brillantemente por un instante para
ser remplazado, el mes que viene, por un juguete más atractivo o por el último "trend".
Como en muchos otros casos, la solución más sana a esta dialéctica imposible es tratar de
estar en ambos espacios a la vez como aquel bufón, sobre el que hablaba el Gaón de
Vilna, condenado a saltar de un caballo a otro mientras hace malabares.
Deseándoles a todos, los velantes y los durmientes, los cautelosos y los entusiastas, de
'Am Israel un Shavuot lleno de Torá, de dulzura y, especialmente, de renovado sentido y
propósito.
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