V IC AR ÍA D E P A S TOR A L Diócesis de San Vicente El Salvador INSTRUMENTO DE AYUDA PARA LA SOCIALIZACIÓN DEL PLAN Objetivo: Ofrecer un instrumento que sirva para dar a conocer el Plan Pastoral Diocesano en las distintas áreas de pastoral de las Parroquias. El Itinerario a seguir con los Laicos en estos meses es el siguiente: 1. [Julio] Reunión con Agentes de Pastoral Parroquial: Presentación y entrega del Plan a los Agentes de Pastoral (equipos parroquiales, consejos y directivas de los movimientos). a. Presentación del Plan (Instrumento 1) b. Entrega e inducción a la lectura (entrega del Instrumento 2) c. Orientaciones hacia la Asamblea Parroquial (esperar el instrumento que se está preparando) 2. [Agosto] Lectura del Plan y Trabajo por áreas específicas (responder instrumento) 3. [Septiembre] Asamblea Parroquial 4. [Octubre] Responder al instrumento de la Asamblea Diocesana 5. [Noviembre 27,28 y 29] Asamblea Diocesana de Pastoral INSTRUMENTO 1 1. LA FUNCIÓN DEL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL. UN PLAN DIOCESANO es un instrumento para animar toda la acción pastoral de la iglesia particular en su múltiple diversidad. No es afán de uniformidad, tampoco es afán imposible de que todos se impliquen por igual, ni en grado de participación ni en intensidad. UN PLAN DIOCESANO no busca incrustar a modo de cuña el OBJETIVO GENERAL O “la intuición central”, asumiendo las grandes líneas de acción y buscando alcanzar las metas definidas en el conjunto de actividades de la Iglesia Particular. UN PLAN DIOCESANO nos ayuda a situarnos ante lo ideal, presentándolo como necesario y difícil a la vez. Las dificultades se presentan como necesidades a las que hay que responde y no como obstáculos infranqueables que nos paralizan o nos hace retroceder y las situaciones problemáticas son transformadas en desafíos que suscitan respuestas y alternativas para orientar la acción pastoral. UN PLAN DIOCESANO quiere hacer que los responsables de la acción pastoral vayamos delante “tirando del carro” y con la mirada puesta en “lo que debemos ser y todavía no somos”, y eso implica previamente una serie de actividades teóricas necesarias: analizar, seleccionar, planificar y programar. Pero todo ello solo tiene sentido si se pone al servicio de la acción del Espíritu Santo, que es quien propiamente impulsa a la iglesia “a poner todos los medios para que se cumpla efectivamente el plan de Dios” (LG 17) 2. ALGUNAS CUESTIONES A TENER EN CUENTA PARA UNA BUENA ACOGIDA DEL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL. A. Evitar algunos peligros: 1. El “sueño idealista e ingenuo” del que piensa que todo se arreglará por si solo y que “ya vendrán tiempos mejores” 2. La rutina estéril del hacer lo de siempre, teniendo la esperanza que “algo quedará”. 3. El pesimismo paralizante que suscita la percepción de “aquí no se puede hacer nada” B. Actitudes a tener en cuenta. 1. Cultivar un sano realismo evangélico que nos lleva a trabajar con tensión, pero sin ansiedad; con empeño pero sin voluntarismos. 2. Aceptando nuestra incapacidad para la misión, pero confiados en que el poder de Dios se manifiesta en la debilidad: “todo lo puedo en aquel que me conforta” (Filp. 4,13) 3. Usando los mejores medios a nuestro alcance, pero al mismo tiempo necesitados de Dios: “separados de mí, no podéis hacer nada” (Jn. 15,5) 4. Tener una firme determinación por “anunciar e instaurar el reino de Dios” en nuestra diócesis: “fiado en ti me meto en la refriega” (cfr. Sal. 18, 30), poniendo todos los medios a nuestro alcance. 5. Interesar a los miembros de la diócesis para que el plan sea conocido y los más posibles lo tengan como propio. 6. Hacer viable y realizable lo necesario. 7. Valorar lo que ya estamos haciendo y los pasos dados 8. Voluntad de seguir aportando a la sociedad la Buena Nueva Del Reino con libertad y valentía, aunque parezca impermeable a la Palabra de Dios. 9. Dejarnos transformar por el Espíritu: los obstáculos no solo están fuera (cultura materialista, ambiente secularista y secularizante, increencia, indiferencia etc.) sino también en nosotros mismos (actitudes y motivaciones personales, forma de orientar la pastoral, modo de mirar el mundo, las expectativas que cada uno se plantea etc.) C. Aplicación del plan pastoral A la hora de aplicar el plan pastoral diocesano de modo “actual, creíble y eficaz” es necesario: 1. Conocer bien las posibilidades y limitaciones del campo de trabajo pastoral en que nos moveremos. 2. Determinar cómo afectan los retos a la situación de ese capo pastoral. 3. De acuerdo con los principios y criterios pastorales, el objetivo general y las líneas de acción, planificar con realismos para responder a lo más urgente. 4. Programar estableciendo las metas, las acciones concretas, responsables, destinatarios, recursos plazos para realizarlas. 5. Determinar las personas y organismos responsables. 6. Establecer los medios y las causes para obtener los resultados que esperamos. INSTRUMENTO 2 a. Inducir a la lectura del Documento, de acuerdo con la tarea específica de cada Agente de Pastoral. Es decir: Que cada Agente de Pastoral se apropie de lo que el Plan dice específicamente sobre su área (evangelización, liturgia, etc.). Para esto, resultan útiles algunas preguntas: ¿Qué dice el plan sobre mi área? (Naturaleza) ¿Cuál es la razón de ser de mi área? ¿Para qué existe? (Objetivo) ¿Cómo lograrlo? (líneas de acción) b. Una vez apropiado el contenido del Plan, cada Agente de Pastoral confronta la realidad con el proyecto deseado, expresado en el Plan Pastoral. Son útiles las siguientes preguntas: De lo que el Plan pide, ¿Qué tenemos? ¿Qué nos hace falta? ¿Qué acciones concretas tenemos que hacer para ponernos en sintonía con lo que el Plan nos pide? Fijar fechas y responsables.