0501-66-2006 TRIBUNAL DE SENTENCIA: Usulután, a las quince horas con treinta minutos del día siete de junio de dos mil seis. Causa penal número U-57-05-2006-2 seguida contra WILLIAM ERNESTO NOLASCO SORTO, de treinta y dos años de edad, acompañado con Isabel de la Cruz Villalta Sigarán, residente en Calle al Circulo Estudiantil, frente a Villa Chentía, Usulután, panificador, originario de ésta ciudad, nació el día veintiuno de mayo de mil novecientos setenta y dos, hijo de José Israel Sorto y Reina Isabel Nolasco; procesado por los delitos de HOMICIDIO SIMPLE, previsto y sancionado en el Art. 128 del Código Penal, en perjuicio de la vida de ANDRES VIDAL LEIVA Y GONZALO ANTONIO RIVERA LOVO. El Tribunal de sentencia fue integrado por los jueces Licenciados HUGO NOÉ GARCÍA GUEVARA, CLAUDIA YANIRA PALACIOS CALLEJAS y MACLIN GILBERTO PORTILLO GAMEZ, siendo presidido por el primero. Actuaron como representantes de la Fiscalía General de la República los Licenciados Andrés Ernesto Oliva Tejada y Tránsito Patricia González Osorto, y como Defensor Público del imputado el Licenciado William Iban Granadeño Díaz. RESULTANDO: Que la Fiscalía conforme al Artículo 314 Pr. Pn. presentó acusación en contra del imputado por los siguientes hechos: Homicidio Simple en perjuicio de Andrés Vidal Leiva: "El día domingo dos de octubre del corriente año, a eso de las trece horas aproximadamente, en momentos que el Señor JOSÉ ADONAI ORELLANA acompañado de un amigo conocido por él pero desconoce su nombre, se desplazaban a la altura de una Cantina propiedad del Señor CIRILO VENTURA conocido por Manuel N., ubicada específicamente en el quinto pasaje de la Colonia Córdova de este Departamento, lugar en donde se pusieron a conversar, instantáneamente se hizo presente al referido lugar otro amigo de ellos que responde al nombre de ANDRES VIDAL LEIVA, conocido por "El Pato", quien se unió a la conversación mencionada; sin embargo, cuando conversaban sintieron, como ellos lo refieren, unas pringas por lo que se pasaron hacia la acera de una casa que esta ubicada frente a la cantina en relación, la cual tiene un portón gris, donde siguieron platicando. Pasados unos minutos se acercó hacia ellos un sujeto conocido por el Señor Orellana como WILLIAN NOLASCO, alias "El Torito" acompañado de otro sujeto a quien ese Señor no conoce, y estos se pararon frente a los tres que conversaban a una distancia de dos metros aproximadamente, fue entonces cuando William Nolasco, les dijo "Que hubole", contestándole el Señor Orellana de igual manera, es decir, "que hubole", e inmediatamente William condujo su mano derecha hacia su espalda de donde saco una pistola color negro de las que llevan cargador, según refiere el mismo, luego la empuño con las dos manos y le apunto al Señor Vidal efectuándole un disparo que le hizo impacto en la cabeza, luego siguió realizándole mas disparos no ubicando el testigo en que parte le impactaban pero vio que el Señor Vidal se iba deslizando en la pared de esa casa cayendo sentado sobre la acera; a raíz de ello, el Señor Orellana le manifestó a William Nolasco "la cag....", pero ese sujeto no le respondió absolutamente nada solo se puso a reír y guardo su arma en su cintura y salió huyendo con rumbo al oriente". En cuanto al delito de Homicidio Agravado en perjuicio de Gonzalo Antonio Rivera Lovo: "El día diez de octubre del presente año, a eso de las quince horas con treinta minutos, el señor Gonzalo Antonio Rivera Lovo, se encontraba sobre la Calle Principal específicamente en el sexto pasaje del Barrio el Molino de esta Ciudad, frente a la casa número uno, acompañado con el señor William Ernesto Nolasco Sorto, Alias El Torito, momento en el cual un vecino inmediato de nombre Saúl Antonio Monjarás, salió de su casa a llamar a unos menores para que entraran a la misma, por lo que pudo ver a los sujetos anteriormente mencionados; asimismo las señoras Patricia Elizabeth Argueta y María Fidelia Rivera, madre y compañera de vida del primero de los mencionados, se encontraban en el interior de su casa de habitación ubicada sobre el Sexto Pasaje del referido Barrio, de repente escucharon varios disparos y al mismo tiempo escucharon que Gonzalo Antonio Rivera, gritaba ¡AYYY!, por lo que las dos señoras reconrdaron que Gonzalo, se encontraba a la altura del lugar por donde escucharon los disparos, por lo que salieron corriendo a observar que sucedía, pero al llegar a la esquina del sexto pasaje observaron que venía corriendo rápido el segundo de los sujetos mencionados, quien al verlas siguió corriendo, dado a ello la señora Fidelia, se detuvo y se regreso hasta la puerta de su casa, pero Patricia, observo a su compañero de vida tirado boca abajo sobre el suelo, y al acercarse le preguntó a Gonzalo donde lo habían lesionado y éste le dijo que en la boca, y Patricia, regreso a su casa para dar aviso a la Policía Nacional Civil, pero cuando ésta iba se encontró con la señora Fidelia, llegando ésta ultima hasta el lugar donde se encontraba su hijo lesionado, preguntándole al mismo si el Torito, le había disparado, porque lo había encontrado corriendo, es así que Gonzalo, le contesto ¡Si, El Torito fue el que me ha dejado así!, observando la señora Fidelia que también tenía una lesión en la cabeza. Debido a que en el lugar se había aglomerado un buen número de curiosos entre estos un hermano del occiso, observaron que en un vehículo iba conduciéndose el señor Carlos Arévalo, y varias de esas personas que se encontraban en el lugar le solicitaron ayuda a aquel, para que lo trasladara al Hospital Nacional de esta Ciudad, lo cual así hizo, pero debido a la gravedad de las lesiones fue trasladado de emergencia al Hospital Nacional de San Miguel, lugar donde fue intervenido quirúrgicamente, falleciendo el día catorce de octubre del mismo año". Con relación al primer caso con fecha treinta y uno de octubre del año recién pasado, se giro por este Ministerio Fiscal, una orden de Detención Administrativa; Así mismo, por el caso segundo se le decretó una Orden de Detención Administrativa, con fecha once de noviembre del dos mil cinco, haciéndose efectiva el día once de noviembre del dos mil cinco a la una horas con veinte minutos, fecha desde la cual entro en detención. CONSIDERANDO: I. Que luego de apreciadas las pruebas producidas durante el desarrollo de la Vista Pública de un modo integral y según las reglas de la sana crítica, los Jueces del Tribunal entraron a deliberar y resolvieron por unanimidad de sus votos, todos los puntos sometidos a su conocimiento, conforme a lo establecido en el Art. 356 Pr. Pn., de acuerdo al orden que se expresan en los numerales romanos siguientes. II. De conformidad a los Arts. 18 del C. Pn., y 19 del C. Pr. Pn., y por vía de exclusión de los Arts. 26 y 28 del C. Pr. Pn., los hechos punibles atribuidos a William Ernesto Nolasco Sorto, constituyen delitos graves, siendo perseguibles mediante acción penal pública, y de conformidad al Art. 53 No. 1 del C. Pr. Pn., competencia de éste Tribunal de Sentencia en Pleno, conocer en Audiencia de Vista Pública de los mismos. III. Durante la Vista Pública desfiló prueba en relación a la existencia de los delitos y a la culpabilidad, siendo esta la siguiente: 1) La Fiscalía ofreció como elementos de prueba: A) DOCUMENTAL: Delito de Homicidio Simple, en perjuicio de Andrés Vidal Leiva: Acta de Inspección Ocular en el lugar del hecho, juntamente con Croquis de Ubicación y Album Fotográfico, Acta de levantamiento de cadáver con su correspondiente Album Fotográfico, Oficio Número 431 del Ministerio de la Defensa Nacional, Acta de Reconocimiento en rueda de personas y Acta de fecha siete de marzo del presente año, (éstas dos últimas ofrecidas también en el caso de la víctima Gonzalo Antonio Rivera Lovo). Delito de Homicidio Simple, en perjuicio de Gonzalo Antonio Rivera Lovo: Acta de Denuncia interpuesta por la señora María Fidelia Rivera, Acta de Inspección Ocular del lugar del hecho, juntamente con Croquis y Album Fotográfico y Acta de Levantamiento de Cadáver con su correspondiente Album Fotográfico. B) PRUEBA PERICIAL: Acta de Autopsia practicada al occiso Andrés Vidal Leiva, por el Médico Forense Doctor Cecilio Antonio Martínez Amaya, Acta de Autopsia practicada al occiso Gonzalo Antonio Rivera Lovo, por el Médico Forense Doctor Oscar Antonio Ayala González, Evaluación Psicológica practicada a William Ernesto Nolasco Sorto, por la Psicológica Forense Licenciada Aída Lizzette Morales Menjívar y Resultado Balístico de fecha 22-02-2006, practicado por Mauricio Armando Romero Flores y Francisco Antonio Erazo Cartagena. La fiscalía prescindió del testimonio del perito Francisco Antonio Erazo Cartagena. C) PRUEBA TESTIMONIAL: Oscar Adali Gómez Gómez (en el caso de ambas víctimas), María Francisca Rivas Cañénguez, Nelson Rigoberto Chávez Valencia, José Adonay Orellana (caso Andrés Vidal Leiva), María Fidelia Rivera y Patricia Elizabeth Argueta Chávez (caso Gonzalo Antonio Rivera Lovo). La fiscalía prescindió del testimonio de Saúl Antonio Monjarás. 2) El defensor ni el imputado ofrecieron prueba. IV. RELACION DE LA PRUEBA QUE HA DESFILADO EN LA AUDIENCIA DE VISTA PÚBLICA. El delito de HOMICIDIO SIMPLE, de conformidad al Art. 128 del C. Pn., requiere para su configuración de una acción típica que consiste en matar a otra persona. 1) Se incorporó mediante su lectura la prueba documental ofrecida en audiencia de Vista Pública, consistente en: Acta de Inspección Ocular practicada en el lugar del hecho, juntamente con Croquis de Ubicación y Album Fotográfico, practicada en el Quinto Pasaje de la Colonia Córdova, Ciudad de Usulután, suscrita el dos de octubre del dos mil cinco, a las quince horas con cincuenta minutos, por el agente investigador José Alirio Méndez, juntamente y bajo la dirección funcional de la Fiscal Licenciada Norma de Constancia, con la participación de los miembros de la División de Policía Técnica y Científica, planimetrista Agente Nelson Pereira, fotógrafo Magno Sócrates Zelaya, en la que consta que se trata de una escena abierta, al momento de practicarse dicho acto estaba cayendo una lluvia un poco fuerte, bajo una luz natural, se procedió al procesamiento de dicha escena, en donde se observa que el mencionado pasaje está orientado de poniente a oriente, siendo plano y de tierra, seguidamente se observa al costado norte del pasaje la casa número veintidós, la cual es del sistema mixto, techo de lámina polín negro, con una puerta y una ventana de metal con frente sur y un portón de metal color gris, con frente sur, al costado poniente de la casa, dicha casa cuenta con su respectiva acera, la casa en mención es habitada por el señor Nelson Rigoberto Chávez, precisamente el hecho sucedió el día antes referido a eso de las doce horas con cincuenta minutos frente al portón de la casa descrita y en la dirección antes mencionada. Seguidamente los miembros de la Policía Técnica y Científica procedieron a la búsqueda de evidencia encontrando las siguientes: Sobre la acera de la casa en mención se ubicaron las evidencias número uno, dos, tres y cuatro, casquillo percutido por cada numeral, evidencia número cinco, fragmento de proyectil deformado, encontrado también en la acera en mención, evidencia número seis, líquido pardo rojizo al parecer sangre, encontrado también en dicha acera y frente al portón de dicha casa en mención. Mencionadas evidencias fueron fijadas, fotografiadas y recolectadas por los Técnicos de la División Policía Técnica y Científica, las cuales quedaron bajo el poder de los mencionados Técnicos para la practica de sus respectivos análisis, también se encargaron de elaborar el croquis del lugar, se hace mención que posteriormente se incorporara el álbum respectivo y el croquis del trabajo de dichos Técnicos; asimismo, se hace mención que al costado sur de la casa descrita se ubica un expendio de aguardiente envasado número treinta, y que habita en el mismo local la señora María Francisca Rivas, al momento de la Inspección la escena era custodiada por los Agentes Maravilla y Máximo Ulloa, de la Unidad PIP-COM, PNC, de ésta Ciudad; Acta de levantamiento de cadáver con su correspondiente Album Fotográfico, practicado a Andrés Vidal Leiva, en el Hospital Nacional San Pedro de Usulután, por el Médico Forense Doctor Cecilio Antonio Martínez Amaya, suscrito el día dos de octubre del año dos mil cinco, en la que consta en Evidencia Externa de Trauma: 1- Orificio de entrada de proyectil disparado por arma de fuego de cero punto cinco por cero punto cinco centímetros en área frontal izquierda, con orificio de salida por boca; 2- Orificio de entrada de proyectil disparado por arma de fuego en área frontal línea sagital de uno por un centímetros; 3- Orificio de entrada de cero punto cinco por cero punto cinco centímetros de proyectil disparado por arma de fuego en pectoral derecho; 4- Orificio de entrada de cero punto cinco por cero punto cinco centímetros de proyectil disparado por arma de fuego en hipocondrio izquierdo; 5- Orificio de entrada de cero punto cinco por cero punto cinco centímetros de proyectil disparado por arma de fuego en reborde costal derecho; CAUSA DE LA MUERTE: Heridas múltiples por proyectiles disparados por arma de fuego; Oficio número 431, de fecha veinticinco de enero del dos mil seis, suscrito por Héctor Johel Grijalva Cerna, Cnel. Inf. DEM., Director de Logística, MDN, en el que consta que según los archivos, que hasta la fecha en la base de datos que dicha Dirección lleva para tal efecto, que el señor WILLIAM ERNESTO NOLASCO SORTO, no posee registro de armas ni autorización para la portación de las mismas; Acta de reconocimiento en rueda de personas, practicada en las Bartolinas de la Policía Nacional Civil, ubicada en dieciséis avenida norte, Colonia Tropicana, Ciudad de Usulután, suscrita el día catorce de noviembre del año dos mil cinco, en la que consta que los testigos José Adonay Orellana y Saúl Antonio Monjarás, reconocieron al imputado William Ernesto Nolasco Sorto; Acta practicada en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional Civil, de la Ciudad de Usulután, suscrita el día siete de marzo del año dos mil seis, por los investigadores Cabo Lázaro Zelaya Serrano, Agentes José Javier Martínez y Oscar Adali Gómez, en la que consta que de acuerdo a las facultades del artículo doscientos cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal, ya que en relación a direccionamiento funcional recibido en dicho Departamento enviado por la Fiscalía donde se solicita que se entreviste a una persona que únicamente es conocido por el moreno, en relación al Homicidio en perjuicio de ANDRES VIDAL LEIVA, hecho ocurrido en fecha dos de octubre del año dos mil, por lo cual en fecha tres de marzo del corriente año, se constituyeron al Barrio El Molino, para ubicar dicha persona, es el caso que lo conocen pero dicho sujeto no tiene residencia estable donde puede ser ubicado ya que a dicha persona le gusta andar en la calle, motivo por el cual no fue posible ubicarlo y tomarle la entrevista; Acta de Denuncia interpuesta por la señora María Fidelia Rivera, en la Unidad de Denuncias de la Policía Nacional Civil, División de Investigación Criminal Región Oriental, suscrita el día catorce de octubre del dos mil cinco, en la que consta que se considera ofendido del sujeto de la mara "MS" a quien conoce con el nombre de Willian Ernesto Nolasco Sorto, y a quien le apodan el sobrenombre de EL TORITO, ya que dicho sujeto el día 10-10-05, como a eso de las 15:30 que ella se encontraba palmeando (haciendo tortillas) en compañía de su nuera Patricia Elizabeth Argueta Hernández, cuando de pronto escucho un aproximadamente de 9 a siete disparos de arma de fuego, pistola, y de inmediato escuchó un grito como "hay" bien fuerte y ella se ubicó que había sido en la esquina de la calle de arriba, por lo que ella rápidamente pudo identificar que quien había gritado era su hijo GONZALO ANTONIO LOVO RIVERA, por lo que de inmediato salió a la esquina de la calle y volvió a ver para arriba de la calle y cuando corrió encontró al sujeto antes descrito y que este corrió como que alguien lo seguía pero nadie lo seguía, y que ella del miedo a este sujeto no le dijo nada, pero ella no se dirigió donde vio desde esta esquina que el Torito había dejado de muerte a su hijo, pero ella en es momento se regreso por miedo y no le dijo nada al Torito, quien le había dejado como muerto a su hijo, pero que ella luego que se regreso llego hasta la puerta de su casa, y luego se regresó de la puerta y fue al lugar donde estaba su hijo ANTONIO, pudo verlo tirado en el suelo y ella en ese momento le preguntó a su hijo Antonio hijo verdad que el Torio fue ya que lo acabo de encontrar corriendo y lo cual que su hijo Antonio le dijo "SI" el Torito fue el que me ha dejado así, y como su hijo Antonio solo estaba boca abajo y ella del nerviosismo solo le pudo ver un hoyo de la herida de bala en la cabeza, pero ahora que ha ido al Hospital de San Miguel donde esta siendo intervenido quirúrgicamente ella ha visto que tiene nueve heridas de bala, tiene dos en la cabeza, uno al lado del sentido al lado derecho, y tiene otro por el cuello al mismo lado, un tercero al lado derecho en la costilla, una cuarta herida por la cintura al lado derecho enfrente, una quinta herida en el estómago, una sexta herida u hoyo de bala también mas abajo en el estómago, séptima también más abajo en el estómago, octava herida de bala debajo de la axila y la que le ha dañado el pulmón, y novena herida de bala la que tiene en la nalga izquierda, agregando la denunciante que es por tal motivo que se considera ofendida, y que en el lugar del hecho también la gente rumoraba y oía decir que el Torito fue, agrega la dicente que su hijo antes de ser lesionado ya había sido amenazado por maras de la "MS", ya que él anteriormente pertenecía a dicha mara, pero hacía tres años que se había retirado de la misma, que no entiende por que dicho individuo le disparo a su hijo, ya que eran amigos y hasta llegaba a su casa a tomar cervezas, motivo por el cual ella lo conoce perfectamente, al momento que su hijo fue lesionado fue trasladado al Hospital San Pedro de ésta Ciudad, luego por la gravedad de las lesiones fue referido al Hospital San Juan de Dios de la Ciudad de San Miguel; Acta de Inspección Ocular del lugar del hecho, juntamente con croquis y Album Fotográfico, practicada en la Calle Principal y sexto pasaje frente a casa número uno del Barrio El Molino, de la Ciudad de Usulután, suscrita el día diez de octubre del dos mil cinco, por el investigador José Martín Paiz Gómez, juntamente con el apoyo de los Técnicos de la Policía Técnica y Científica de la Unidad Departamental de Investigación de ésta Ciudad, actuando como fotógrafo y planimetrista Técnico LORENA PATRICIA CANTARERO AYALA, y como recolector de evidencia el técnico MILTON LARIN ARRIOLA, en la que consta que al hacerse presentes al lugar se encontraron con una escena abierta, observando que la calle es balastreada con un ancho aproximadamente de ocho metros, verificando que es un cruz de calle y el hecho ocurrió frente a la casa número uno, la cual es una vivienda de color verde claro, en la parte superior y en la parte inferior de color rosado de construcción mixta, puertas color azul con balcón negro, la cual tiene una acera de cemento de aproximadamente un metro de ancho, y a lo largo de la vivienda, tanto lo que se observa al costado poniente que da a la calle principal y al costado sur que colinda con sexto pasaje, contiguo a la acera del costado poniente de dicha casa se observa una tipo berja de cemento color gris como de un metro de alto, en donde al centro de dicha berja hay una entrada a una puerta de la vivienda y se observan tres gradas, al mismo costado se observan dos árboles de almendro, en la esquina nor-poniente del crucero se observa la vivienda del señor EUGENIO DE JESUS NIETO, la cual es una vivienda de bloque que está protegida por lámina colocadas verticalmente, al costado sur-poniente, se encuentra una vivienda construida de block de cemento y en la esquina de dicha casa se observa un poste que sostiene cables del tendido eléctrico, al costado sur se encuentra la vivienda número cincuenta en la cual vive la señora MARINA ROMERO, estando frente a la vivienda número uno al costado poniente ésta la entrada principal, la cual es una puerta color azul con balcón color negro, a unos cincuenta centímetros de la puerta, sobre la acera se observa un charco de líquido color pardo rojizo al parecer sangre, sobre la acera, la cual es fijada por medio de fotografía y recolectada por los técnicos del Laboratorio como evidencia número uno, como evidencia número dos se recolecta un proyectil percutido disparado por arma de fuego, el cual se encuentra como diez centímetros al costado norte de la puerta principal y contiguo a la pared, evidencia número tres, proyectil percutido por arma de fuego el cual se encuentra ubicado como a setenta centímetros de la pared y en la esquina nor-oriente de la tapa cuadrada de alcantarilla de agua potable, como evidencia número cuatro, vainilla percutida por arma de fuego, ubicada sobre la calle principal como a diez centímetros de la berja, iniciando al costado sur, como evidencia número cinco, vainilla percutida por arma de fuego al parecer nueve milímetros, la cual se encuentra al centro de la calle principal, evidencia número seis, vainilla percutida por arma de fuego, la cual se encuentra en la boca calle y al centro del pasaje número seis, número siete, vainilla percutida por proyectil disparado por arma de fuego, el cual se encuentra al centro de la calle principal, como evidencia número ocho se fija y recolecta una vainilla percutida por arma de fuego la cual se encuentra sobre la calle principal, que el hecho antes relacionado sucedió a las quince horas con cuarenta y cinco minutos del día ya referido; Acta de levantamiento de cadáver con su correspondiente Album Fotográfico, practicada en la Morgue del Hospital San Juan de Dios, San Miguel, suscrita el día catorce de octubre del dos mil cinco, por el agente investigador Saúl Alfredo Jiménez, juntamente y bajo la dirección funcional del Fiscal Marvin Robles, con la participación de los miembros de la División de Policía Técnica y Científica, recolector, planimetrista y fotógrafo Benjamín González Rodas, en la que se obtiene el resultado siguiente: En el lugar se observa una escena cerrada con luz artificial, en la cual sobre una camilla hospitalaria, se observa el cuerpo de una persona del sexo masculino, en la posición decúbito dorsal, con la cabeza al poniente y los pies al oriente; procediendo el técnico a tomarle fotografías de identificación y las necrodactilares, seguidamente intervino el Doctor Moisés Cortez, Médico Forense del Instituto de Medicina Legal San Miguel, quien examinó al cadáver, apoyándose para ello del expediente hospitalario número sesenta y nueve seiscientos ochenta y cinco, en el cual reza que el fallecido respondía al nombre de GONZALO ANTONIO RIVERA LOVO, quien falleció el día catorce de octubre del año en curso a las once horas, quien presenta como signos de violencia lesión en región sigomática derecha de un centímetro, lesión en lóbulo de oreja derecha de un centímetro, lesión a nivel mastoideo derecho de cero punto cinco centímetros, lesión en hemicuello derecho de uno punto cinco centímetros, lesión en segundo espacio intercostal derecho anterior, lesión en tercer espacio intercostal izquierdo, herida quirúrgica de terapotomania de treinta y cinco centímetros, herida quirúrgica de terapostomania de uno punto cinco centímetros, dos lesiones en epigastrio izquierdo, de uno punto cinco centímetros, tres lesiones en flanco izquierdo, herida quirúrgica en línea media anterior, orificio en cresta ilíaca derecha, lesión en región pública izquierda, orificio de entrada con orificio de salida en la base del segundo dedo de la mano izquierda, orificio de uno punto cinco centímetros en la fosa renal derecha, siendo la causa de la muerte por fallas multiorgánicas, producidas por proyectil disparado con arma de fuego; asimismo, el fallecido presentaba tatuajes alusivos a pandillas, siendo estos las letras MS, en el pecho y piernas, un alacrán en la muñeca de la mano derecha y una gran diversidad de caras y mujeres, figuras de murciélagos y más, los cuales no se entienden; al Hospital se presentó la señora Patricia Elizabeth Argueta Chávez, quien manifestó ser la compañera de vida del ahora fallecido, y que el mismo fue lesionado el día diez de octubre del presente año, a eso de las quince horas, enfrente de su casa de habitación, agrega que pertenecía a la pandilla MS, y que le decían "Pitufresa"; Prueba Pericial: Acta de Autopsia del occiso Andrés Vidal Leiva, practicada el día dos de octubre del dos mil cinco, por el Médico Forense Doctor Cecilio Antonio Martínez Amaya, en la que consta que el occiso presentaba en Evidencia Externa de Trauma Reciente e Interna: Presente. Distribución Anatomotopográfica: Realizada de acuerdo a posición anatómica, para ubicación descriptiva: 1- Herida por proyectil disparado por arma de fuego que corresponde a orificio de entrada de 0.5 cms., X 0.5 cms., de diámetro en área frontal izquierda a 2 cms., de línea de implantación de cuero cabelludo y a 10 cms., de ápice craneano, con anillo de enjugamiento y contusión sin tatuaje de pólvora, con bordos invertidos, que atraviesa cuero cabelludo, pasando rozando el hueso frontal, fractura a su paso hueso maxilar lado izquierdo a nivel de paladar, fractura mandíbula inferior a nivel de línea dentaria y fractura dos piezas dentarias inferiores izquierdos, siendo su trayectoria de atrás hacia delante, de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha; 2- Herida de 1 cms. X 1 cms., en área frontal, línea sagital a 12 cms., de ápice craneano ocasionado por proyectil disparado por arma de fuego que corresponde a orificio de entrada con bordes estrellados, con anillo de enjugamiento, penetró piel, fractura hueso frontal dejando vicel interno, perfora meninges, encontrando proyectil aplastado y deformado color amarillo en lóbulo cerebral izquierdo en borde de la fisura sagital cerebral, siendo su trayectoria de adelante hacia atrás, de arriaba hacia abajo, transversalmente; 3- Herida por proyectil disparado por arma de fuego de 0.5 cms. X 0.5 cms., de diámetro a nivel de pectoral derecho a 32 cms., de ápice craneano y a 15 cms., de línea external media, que atraviesa piel, músculo pectoral derecho, produciendo infiltrado hemorrágico difuso a nivel de pared costal derecho y fracturando parcialmente 5ta, 6ta y 7ma, costilla derecha, sin penetrar a cavidad torácica, perforando músculo dorsal derecho y piel, dejando orificio de salida de bordes evertidos en área subescapular derecha a 43 cms., de ápice craneano y a 12 cms., de línea media dorsal, siendo su trayectoria de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás; 4- Herida por proyectil disparado por arma de fuego de 0.5 cms. X 0.5 cms., de diámetro que corresponde a orificio de entrada con anillo de enjugamiento y contusión, sin tatuaje de pólvora a nivel de reborde costal derecho a 56 cms., de ápice craneano y a 6 cms., de línea media abdominal, que atraviesa piel, fractura fusión de 7ma., y 8va, costilla derecha, perfora peritoneo, perfora colon ascendente, perfora epiplón, peritoneo posterior y abandona cavidad abdominal, perfora músculo dorsal derecho y piel, dejando orificio de salida en área lumbar derecha a 60 cms., de ápice craneano y a 13 cms., de línea media dorsal, siendo su trayectoria de adelante hacia atrás, de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda; 5- Herida por proyectil disparado por arma de fuego de 0.5 cms. X 0.5 cms., de diámetro a nivel de hipocondrio izquierdo a 58 cms., de ápice craneano y a 7 cms., de línea media abdominal, con anillo de enjugamiento y contusión, sin tatuaje de pólvora, con bordes invertidos, que corresponde a orificio de entrada, atraviesa piel, celular subcutáneas, músculos, peritoneo, perfora intestino delgado, dos perforaciones en ilión, saliendo de cavidad lateral a columna vertebral torácica, encontrando proyectil amarillo en músculo dorsal izquierdo, siendo su trayectoria de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás, encontrando además en cavidad abdominal 3000cc. de sangre y heces dispersas; y concluyó que la causa de la muerte fue por heridas múltiples de cráneo y abdomen ocasionadas por proyectiles disparados por arma de fuego; Acta de Autopsia del occiso Gonzalo Antonio Lovo Rivera, practicada el día catorce de octubre del dos mil cinco, por el Médico Forense Doctor Oscar Antonio Ayala González, en la que consta que el occiso presentaba en Evidencia Externa de Trauma Reciente: Presente. Descripción Anatomotopográfica: El cadáver presenta las siguientes lesiones producidas por proyectil disparados por arma de fuego: 1- Orificio de entrada de bordes debridados de 1.5 x 1 cm., de tamaño, localizado en la región temporal derecha a 14 cm., de la coronilla y a 11cm., hacia la derecha de la línea media anterior, sin tatuaje de pólvora en su trayecto fracturo el hueso temporal derecho del cráneo, perforo el paladar blando, la lengua y fracturo la rama izquierda de la mandíbula. 2Herida estrellada debridada suturada a nivel del lóbulo de la oreja de a 16 cm., de la coronilla y a 16 cm., hacia la derecha de la línea media anterior, herida de 1 cm., de longitud a nivel de la región infralobular derecha, de bordes debridados a 17 cm., de la coronilla y 15 cm., de la línea media anterior, herida de 2.5 cm., de largo por 1 cm., de ancho a nivel de la cara lateral derecha del cuello a 26 cm., de la coronilla y a 7 cm., hacia la derecha de la línea media anterior que solo compromete tejidos blandos, todas estas heridas agrupadas en el numeral 1 y 2 no tienen orificio de salida, radiográficamente se observan numerosos proyectiles esféricos a nivel de la hemicara derecha por lo que se presume que dichas lesiones son producto de un proyectil disparado con un arma de proyectiles múltiples (escopeta), observándose el flujo de proyectiles de arriba hacia abajo. 3- Herida suturada de 3 cm., de largo por 1 cm., de ancho a nivel del primer espacio intercostal derecho en la línea clavicular externa a 41 cm., de la coronilla y a 13 cm., hacia la derecha de la línea media anterior y solo lesiono tejidos blandos sin penetrar a cavidad torácica. 4- Herida de 1.5 cm., de largo suturada, el cual corresponde a un orificio de entrada y por donde también se aboca el tubo de toracotomia situado a nivel del quinto espacio intercostal derecho por donde penetró a cavidad torácica, lesionando el lóbulo medio del pulmón derecho el cual presenta una sutura de 6 cm., de longitud, fracturo el tercio medio del esternón, sin orificio de salida encontrando el proyectil libre en la cavidad torácica izquierda, el cual es de color amarillo sin deformar. 5- Herida suturada de bordes debidrados de 3 cm., de longitud, localizada a nivel del primer espacio intercostal izquierdo en línea clavicular externa a 34 cm., de la coronilla a 7 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior, la cual es superficial y no penetró a cavidad torácica. 6- Herida debridada superficial de 3 por 2 cm., de tamaño que no penetra a cavidad abdominal, situada en el epigastrio izquierdo a 59 cm., de la coronilla y a 2.5 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior. 7- Herida debridada de 2 por 2 cm., de tamaño situada en la región del epigastrio izquierdo a 62 cm., de la coronilla y a 3 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior en su trayecto lesionó la tercera porción del duodeno 2 perforaciones en yeyuno, lacero el sigmoide del colon, fracturo el hueso ilion, quedando alojado el proyectil entre los músculos glúteos de donde se recupera el cual es de metal amarillo sin deformar. 8- Herida de 3.5 cm., de longitud de bordes debridados a nivel de la región púbica izquierda a 86 cm., de la coronilla y a 4 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior en su trayecto perforó en 4 ocasiones el ilion, además produjo lesiones grado IV a nivel del ciego y el riñón derecho, saliendo el proyectil a nivel de la fosa renal derecha donde produce una herida de 2 cm., de largo por 1 cm., de ancho de bordes evertidos a 72 cm., de la coronilla y 26 cm., hacia la derecha de la línea media anterior. 9- Orificio de entrada de 1 cm., de diámetro en la cara palmar del primer espacio interdigital de la mano izquierda con orificio de salida de 1 cm., de tamaño y de bordes evertidos en la cara dorsal del mismo espacio interdigital, y concluye que la causa de la muerte fue por Sepsis a consecuencia de múltiples perforaciones intestinales, producidas por proyectiles disparados con arma de fuego; Evaluación Psicológica practicada al imputado William Ernesto Nolasco Sorto, suscrita el día diez de enero del año dos mil seis, por la Psicóloga Forense Licenciada Aída Lizzette Morales Menjívar, en la que concluye: (Incluye Comentario Profesional y Recomendaciones): 1) Que al momento el paciente no presenta síntomas de trastorno mental u otra incapacidad física o psíquica que le impida comprender entre el carácter lícito e ilícito de sus actos. 2) Que se detectan en el paciente indicadores vinculados a rasgos de su carácter y personalidad que entre los más relevantes están: Inseguridad, impulsividad, agresividad y dificultad en el contacto con los demás. 3) Se recomienda si se desea obtener mayor información sobre los antecedentes personales, conductuales y familiares del evaluado se le practique un Estudio Social; y Resultado Balístico, suscrito el veinte de febrero del dos mil seis, por Mauricio Armando Romero Flores y Francisco Antonio Erazo Cartagena, Peritos en Balística Forense, en el cual concluyen: 1) Los dos proyectiles incriminados identificados como evidencias N° 2/8 y 3/8, del correlativo Bal. 5787/2005 DPTC 12258/2005; los dos proyectiles incriminados identificados como evidencia N° 1/1, subdividida como 1.1/1 y 1.2/1 del correlativo Bal. 6554/2005, DPTC 13728/2005; los dos proyectiles incriminados identificados como evidencia N° 1/1, subdividida como 1.1/1 y 1.2/1 del correlativo Bal. 6560/2005 DPTC 13729/2005 y el proyectil también incriminado identificado como evidencia N° 5/8, del correlativo Bal. 648/2006 DPTC 12256/2005; corresponden al calibre real 9mm., o a sus equivalente nominales .380, ó 9mm. Makarov; y todos, fueron disparados por una misma arma de fuego, la cual posee un cañón de cuatro estrías inclinadas a la derecha. 2) Los cinco casquillos incriminados, identificados como evidencias N° 4/8, 5/8, 6/8, 7/8 y 8/8, del correlativo Bal. 5787/2005 DPTC 12558/2005 y los cuatro casquillos también incriminados Bal. 648/2006 DPTC 12256/2005; corresponden al calibre 9mm. Makarov ó 9x18mm.; y todos, fueron percutidos por una misma arma de fuego, la cual no se tuvo a la vista. 2) Al declarar como perito en Audiencia de Vista Pública el Doctor OSCAR ANTONIO AYALA GONZALEZ, en síntesis manifestó: Que el día catorce de octubre del dos mil cinco, practicó autopsia al cadáver de Gonzalo Antonio Lovo Rivera, encontrando en la evidencia externa de trauma orificio de entrada de bordes debridados de 1.5 x 1 cm., de tamaño, localizado en la región temporal derecha a 14 cm., de la coronilla y a 11cm., hacia la derecha de la línea media anterior, sin tatuaje de pólvora en su trayecto fracturo el hueso temporal derecho del cráneo, perforo el paladar blando, la lengua y fracturo la rama izquierda de la mandíbula, herida estrellada debridada suturada a a nivel del lóbulo de la oreja de a 16 cm., de la coronilla y a 16 cm., hacia la derecha de la línea media anterior, herida de 1 cm., de longitud a nivel de la región infralobular derecha, de bordes debridados a 17 cm., de la coronilla y 15 cm., de la línea media anterior, herida de 2.5 cm., de largo por 1 cm., de ancho a nivel de la cara lateral derecha del cuello a 26 cm., de la coronilla y a 7 cm., hacia la derecha de la línea media anterior que solo compromete tejidos blandos, todas estas heridas agrupadas en el numeral 1 y 2 no tienen orificio de salida, radiográficamente se observan numerosos proyectiles esféricos a nivel de la hemicara derecha por lo que se presume que dichas lesiones son producto de un proyectil disparado con un arma de proyectiles múltiples, al parecer una escopeta, observándose el flujo de proyectiles de arriba hacia abajo, herida suturada de 3 cm., de largo por 1 cm., de ancho a nivel del primer espacio intercostal derecho en la línea clavicular externa a 41 cm., de la coronilla y a 13 cm., hacia la derecha de la línea media anterior y solo lesiono tejidos blandos sin penetrar a cavidad torácica, herida de 1.5 cm., de largo suturada, el cual corresponde a un orificio de entrada y por donde también se aboca el tubo de toracotomia situado a nivel del quinto espacio intercostal derecho por donde penetró a cavidad torácica, lesionando el lóbulo medio del pulmón derecho el cual presente una sutura de 6 cm., de longitud, fracturo el tercio medio del esternón, sin orificio de salida encontrando el proyectil libre en la cavidad torácica izquierda, el cual es de color amarillo sin deformar, herida suturada de bordes debidrados de 3 cm., de longitud, localizada a nivel del primer espacio intercostal izquierdo en línea clavicular externa a 34 cm., de la coronilla a 7 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior, la cual es superficial y no penetró a cavidad torácica, herida debridada superficial de 3 por 2 cm., de tamaño que no penetra a cavidad abdominal, situada en el epigastrio izquierdo a 59 cm., de la coronilla y a 2.5 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior, herida debridada de 2 por 2 cm., de tamaño situada en la región del epigastrio izquierdo a 62 cm., de la coronilla y a 3 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior en su trayecto lesionó la tercera porción del duodeno 2 perforaciones en yeyuno, lacero el sigmoide del colon, fracturo el hueso ilion, quedando alojado el proyectil entre los músculos glúteos de donde se recupera el cual es de metal amarillo sin deformar, herida de 3.5 cm., de longitud de bordes debridados a nivel de la región púbica izquierda a 86 cm., de la coronilla y a 4 cm., hacia la izquierda de la línea media anterior en su trayecto perforó en 4 ocasiones el ilion, además produjo lesiones grado IV a nivel del ciego y el riñón derecho, saliendo el proyectil a nivel de la fosa renal derecha donde produce una herida de 2 cm., de largo por 1 cm., de ancho de bordes evertidos a 72 cm., de la coronilla y 26 cm., hacia la derecha de la línea media anterior, orificio de entrada de 1 cm., de diámetro en la cara palmar del primer espacio interdigital de la mano izquierda con orificio de salida de 1 cm., de tamaño y de bordes evertidos en la cara dorsal del mismo espacio interdigital, que la trayectoria de los proyectiles fueron del número uno y dos, de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás, del proyectil número cuatro, de derecha a izquierda , de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás, del proyectil número siete, de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás, del proyectil número ocho, de izquierda a derecha, de abajo hacia arriba, de adelante hacia atrás, del proyectil número nueve, de adelante hacia atrás, que al resto de las lesiones no se le pudo determinar trayectoria ya que eran superficiales y estaban debridadas, y concluye que la causa de la muerte fue por Sepsis a consecuencia de múltiples perforaciones intestinales, producidas por proyectiles disparados con arma de fuego. 3) Al declarar como perito en Audiencia de Vista Pública, el Doctor CECILIO ANTONIO MARTINEZ AMAYA, en síntesis manifestó: Que el día dos de octubre del dos mil cinco, practicó Autopsia a Andrés Vidal Leiva, encontrando en la evidencia externa de trauma reciente e interna herida por proyectil disparado por arma de fuego que corresponde a orificio de entrada de 0.5 cms., X 0.5 cms., de diámetro en área frontal izquierda a 2 cms., de línea de implantación de cuero cabelludo y a 10 cms., de ápice craneano, con anillo de enjugamiento y contusión sin tatuaje de pólvora, con bordos invertidos, que atraviesa cuero cabelludo, pasando rozando el hueso frontal, fractura a su paso hueso maxilar lado izquierdo a nivel de paladar, fractura mandíbula inferior a nivel de línea dentaria y fractura dos piezas dentarias inferiores izquierdos, siendo su trayectoria de atrás hacia delante, de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, herida de 1 cms. X 1 cms., en área frontal, línea sagital a 12 cms., de ápice craneano ocasionado por proyectil disparado por arma de fuego que corresponde a orificio de entrada con bordes estrellados, con anillo de enjugamiento, penetró piel, fractura hueso frontal dejando vicel interno, perfora meninges, encontrando proyectil aplastado y deformado color amarillo en lóbulo cerebral izquierdo en borde de la fisura sagital cerebral, siendo su trayectoria de adelante hacia atrás, de arriaba hacia abajo, transversalmente, herida por proyectil disparado por arma de fuego de 0.5 cms. X 0.5 cms., de diámetro a nivel de pectoral derecho a 32 cms., de ápice craneano y a 15 cms., de línea external media, que atraviesa piel, músculo pectoral derecho, produciendo infiltrado hemorrágico difuso a nivel de pared costal derecho y fracturando parcialmente 5ta, 6ta y 7ma, costilla derecha, sin penetrar a cavidad torácica, perforando músculo dorsal derecho y piel, dejando orificio de salida de bordes evertidos en área subescapular derecha a 43 cms., de ápice craneano y a 12 cms., de línea media dorsal, siendo su trayectoria de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás, herida por proyectil disparado por arma de fuego de 0.5 cms. X 0.5 cms., de diámetro que corresponde a orificio de entrada con anillo de enjugamiento y contusión, sin tatuaje de pólvora a nivel de reborde costal derecho a 56 cms., de ápice craneano y a 6 cms., de línea media abdominal, que atraviesa piel, fractura fusión de 7ma., y 8va, costilla derecha, perfora peritoneo, perfora color ascendente, perfora epiplón, peritoneo posterior y abandona cavidad abdominal, perfora músculo dorsal derecho y piel, dejando orificio de salida en área lumbar derecha a 60 cms., de ápice craneano y a 13 cms., de línea media dorsal, siendo su trayectoria de adelante hacia atrás, de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda, herida por proyectil disparado por arma de fuego de 0.5 cms. X 0.5 cms., de diámetro a nivel de hipocondrio izquierdo a 58 cms., de ápice craneano y a 7 cms., de línea media abdominal, con anillo de enjugamiento y contusión, sin tatuaje de pólvora, con bordes invertidos, que corresponde a orificio de entrada, atraviesa piel, celular subcutáneas, músculos, peritoneo, perfora intestino delgado, dos perforaciones en ilión, saliendo de cavidad lateral a columna vertebral torácica, encontrando proyectil amarillo en músculo dorsal izquierdo, siendo su trayectoria de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás, encontrando además en cavidad abdominal 3000cc. de sangre y heces dispersas; y concluyó que la causa de la muerte fue por heridas múltiples de cráneo y abdomen ocasionadas por proyectiles disparados por arma de fuego. 4) Al declarar como perito en Audiencia de Vista Pública, la Psicóloga Licenciada AIDA LIZZETTE MORALES MENJIVAR, en síntesis manifestó: Que el día diez de enero del presente año, practicó evaluación psicológica a William Ernesto Nolasco Sorto, en dicha evaluación encontró que se encontraba nervioso, que lo establecido en el relato de los hechos lo manifiesta el evaluado, a William le practicó la prueba del test del árbol y la prueba de Mackover, en William encontró indicadores de impulsividad, agresividad, inseguridad, inmadurez, reacción a la crítica, dificultad en las relaciones con los demás y tensión emocional, pero no indican trastornos mentales, y concluye que William es capaz de reconocer lo lícito de lo ilícito, que William al momento de la evaluación comprende lo lícito de lo ilícito, que en la evaluación William, estaba tenso y nervioso, los rasgos de agresividad lo detectó con las pruebas aplicadas, que los indicadores productos de la prueba son los que mencionó anteriormente, y eso es producto de su forma de ser, por su mismo desarrollo desde la niñez, son características propias de su personalidad. 5) Al declarar como perito en Audiencia de Vista Pública, MAURICIO ARMANDO ROMERO FLORES, en síntesis manifestó: Que el día diecisiete de febrero del dos mil seis junto con su compañero Francisco Antonio Erazo Cartagena, iniciaron la practica de la prueba balística, la cual concluyeron el veinte del mismo mes y año, que dicho resultado perfectamente se puede realizar sin tener en cuenta el arma de fuego, en los casquillos se estudia aguja percutora, bloque de cierre, recámara del arma, dentro del casquillo se buscan figuras que se van viendo en forma constante dentro de un arma de fuego, en cambio en los proyectiles se estudian líneas y rayas dentro de las estrillas y campos del proyectil, que el cotejo lo hicieron entre los dos, que la labor que realizaron fue la misma, en total analizaron nueve casquillos y siete proyectiles, los mismos ingresaron etiquetados de cuatro casos, por medio de dos formularios de entrega de evidencia y otros por medio de documentos de la fiscalía, en la documentación aparecía el lugar de donde procedían, que todas las evidencias que fueron puestas a su disposición al comparar las mismas concluyó que los siete proyectiles pertenecen al calibre 3.80 aunque ambos provienen del calibre nueve milímetros y ambos pertenecen a la misma arma, la evidencia ingresó en cuatro partes, dos de la fiscalía y dos de la policía, que colaboró con su compañero en la experticia, que cuando un perito es nuevo se trabajan en dualidad de firmas, que el resultado que brindan es de acuerdo a los resultados que dan las evidencias, en esa valoración hay un porcentaje del cien por ciento. 6) Al declarar como testigo de cargo en audiencia de Vista Pública, OSCAR ADALI GÓMEZ GOMEZ, en síntesis manifestó: Que el día dos de octubre del año dos mil cinco, se encontraba en la Unidad Policial, ese día se tuvo conocimiento que en la Colonia Córdova había lesionada una persona, las primeras investigaciones las realizó el agente Alirio Méndez Ventura, quien fue la persona que hizo la inspección del cadáver y la inspección del lugar del hecho, el agente Méndez deja consignado en el acta el hallazgo de unos casquillos y que se había entrevistado con el señor Nelson Rigoberto Chávez, dicho señor dijo que ese día escuchó cinco disparos y después pudo ver que quien llegaba recientemente a comprar licor estaba en la acera del expendio, también se entrevistó a la señora Francisca Rivas, quien manifestó que había vendido licor a Adonay, el Pato y otro más que no conocía, que a quien le dicen el Pato era Andrés Leiva, es decir, la persona fallecida, posteriormente fue entrevistado el señor Adonay quien manifestó que efectivamente el día del hecho se encontraba juntamente con la persona fallecida y otra persona más que no conoce el nombre ni donde vive, Adonay manifestó que se encontraban pasando el agua, platicando con el fallecido, cuando de pronto llegó el sujeto a quien le decían el Torito, y el mismo sacó un arma de fuego y comenzó a dispararle a Leiva, y pudo observar cuando calló al suelo, que el acta policial que dejaron consignada se hizo por que no se tenía detalles del otro sujeto que estaba con el fallecido y Adonay el día del hecho, también se tomaron otras entrevistas de testigos pero no aportaron más detalles, que además ha investigado otro caso sucedido el día diez de octubre del dos mil cinco, en el cual se logró establecer que el mismo sujeto Torito había ocasionado la muerte de Gonzalo Rivera, que la señora Fidelia les proporcionó la información sobre que el Torito había matado a Gonzalo Rivera, también se entrevistó al señor Antonio Monjarás, quien dijo que vio al Torito con Gonzalo Rivera platicando, y cuando salió de su casa ya no estaba el torito sino que solamente Gonzalo herido, también se entrevistaron otras dos personas más pero no dieron más detalles del caso, que el día de los hechos estaba trabajando en la Policía Nacional Civil, el dicente no llego al momento del hecho, que fue posteriormente que le asignaron el caso, la fiscal del caso Licenciada Constancia es quien se entrevistó con Nelson Chávez, y luego el dicente se entrevisto con él, dicho señor no presenció los hechos, en el lugar estaba Adonay, un moreno que no se individualizó y el fallecido, al entrevistarse con Adonay, les dijo que se encontraba frente a la cantina cuando llego William, alias El Torito, y pudo ver cuando sin mediar palabras sacó el arma de fuego y comenzó a dispararle al fallecido. 7) Al declarar como testigo de cargo en audiencia de Vista Pública, MARIA FRANCISCA RIVAS CAÑENGUEZ, en síntesis manifestó: Que reside en el Barrio El Molino, y tienen una cantina con su esposo, que cuando su esposo no está ella se queda atendiendo la cantina, que el día dos de octubre del año pasado, estaba en la cantina cuando como a las doce y diez o doce y quince, llegaron a comprar el Pato, Adonay y otro sujeto a quien no conocía, ese día les vendió un medio litro y cerro la cantina y no vio nada, que fue hasta que llegó la policía que vio tirado en el suelo a quien le dicen el Pato, ese día había un partido y escuchó ruidos arriba y al lado de debajo de su casa, ella creía que eran cuetes por que había partido, no sabía que eran disparos, sino que fue hasta después que los policías llegaron que vio tirado al Pato en el suelo, que en la cantina por donde vende es a través de una ventana, ese día llegaron tres sujetos a comprar bebidas alcohólicas, llegó el Pato, Adonay y otro desconocido, como veinte minutos después escuchó disparos y creyó que eran cuetes por que había partido, la policía le tocó la puerta y no le preguntaron nada, en ese momento no vio a otra persona con ellos. 8) Al declarar como testigo de cargo en audiencia de Vista Pública, NELSON RIGOBERTO CHAVEZ VALENCIA, en síntesis manifestó: Que cerca de donde vive esta un expendio y los dueños son don Manuel y la señora no recuerda como se llama, que el día dos de octubre del año pasado, llegó a su casa como a las nueve o diez de la mañana, ese día estaba lloviendo, el dicente tiene vehículo y tiene garage, ese día el vehículo lo tenía afuera, pero ya no salió por que había una persona herida en la esquina del portón de la casa donde vivía, eran como las doce y algo del mediodía, el dicente cuanto está en su casa solo permanece con la puerta cerrada, ese día cuando se dirigía a abrir el portón escuchó unos disparos, y por eso lo volvió a cerrar, después como a los cinco minutos ya no oyó buya, y cuando abrió la puerta de la casa para ver si no le habían quebrado algún vidrio al carro, observó a una persona tirada en el suelo, el dicente escuchó que estaban platicando unas personas en la esquina de su casa, al rato de verlos escuchó los disparos, vio que las personas eran el fallecido, Adonay y otra persona que no sabe quien es, su intención de abrir el portón era para que entraran a su casa y no se mojaran, que el día dos de octubre del año dos mil cinco, regresó a su casa como a las nueve de la mañana en adelante, tiene cerrada la puerta de su casa por que hay una cantina, la cantina estaba enfrente de su casa, cuando salió a ver el vehículo vio a tres personas, que estaban en la esquina del portón de su casa, que cuando iba a abrir el portón escuchó los disparos y por ello lo cerró nuevamente, a quienes observó eran el fallecido y Adonay pero al otro sujeto no lo conocía, después de los disparos ya no vio a Adonay ni al otro sujeto, de lo sucedido el dicente no pudo observar nada, que el portón lo abrió cuando iba a decirle a los sujetos que entraran y la otra cuando le dieron permiso de meter el carro, al fallecido lo observó cuando abrió el portón la primera vez. 9) Al declarar como testigo de cargo en audiencia de Vista Pública, JOSÉ ADONAY ORELLANA, en síntesis manifestó: Que reside en la Colonia Córdova, que Don Manuel, es el señor dueño de la cantina, el dicente llega frecuentemente donde don Manuel a la cantina, que el dos de octubre del dos mil cinco, en la mañana como a las doce cuarenta y cinco a la una de la tarde, se encontraba en la cantina, cuando llego al lugar llegó solo, en ese lugar estaba el Pato, quien era su amigo, y lo conocía por Vidal, Vidal ese día estaba tomando junto con el dicente, recuerda que compraron una media de troika, y luego se retiraron de la cantina, después de comprar en el lugar observó que otra persona se les acercó, y ahí llegó otra persona, a quien solo lo conoce por el moreno, después llegaron dos sujetos más al lugar, eran Toro y otro sujeto, en el lugar hubieron unos impactos de bala, vio que quien disparo fue a el que le dicen el Toro, después de la muerte de Vidal, vio al Toro en la Delegación que queda por el INDES, a la delegación lo llevaron por un reconocimiento y ahí reconoció al el Toro, que en el mes de octubre del año pasado, llegó a la cantina y encontró al Pato, a la cantina llegó como a las trece y treinta y cinco o trece y quince de la tarde, ahí llegó el moreno en una bicicleta, al moreno después de los hechos ya no lo ha visto, pero sabe que vive en la Colonia El Amate, ese día se habían tomado dos copitas cada uno, pudo ver , quien saco el arma fue el torito, que no se equivoca de lo que esta diciendo, que ese día estaba a la par de Adonay, cuando se les acercaron los dos sujetos, el que andaba armado era el toro, penso que era amigo de el Pato, ya que el Toro le dijo al Pato que hubole, el arma el Toro se la sacó de la espalda, cuando el disparo se puso nervioso penso que también había cachado uno de esos disparos, no sabe cuantos disparos fueron, pero oyó varios, vio al pato cuando iba cayendo, iba resbalándose sobre el portón, el Torito se fue con el otro sujeto buscando la cancha, la cancha esta del lugar como a unos trescientos metros del lugar, al lado poniente, al sujeto que acompañaba al Torito no le vio arma alguna, el hizo intento de meterse al portón pero no pudo, Andrés Vidal fue auxiliado no recuerda si por miembros de la Policía o de la Cruz Roja, no se quedo a ver quien lo auxiliaba, que después del hecho se retiró para su casa, y los policías lo llegaron a buscar como a los cuatro días, en una primera oportunidad no quiso platicar con el agente por temor, después llegó otro detective y le preguntó si había estado en el lugar del hecho, y dijo que sí. 10) Al declarar como testigo de cargo en audiencia de Vista Pública, MARIA FIDELIA RIVERA, en síntesis manifestó: Que reside en el Barrio el Molino en el sexto pasaje, que Gonzalo Antonio Rivera Lovo, era su hijo, lo mataron a balazos, que murió el día diez de octubre del dos mil cinco, ese día estaba palmeando con su nuera de nombre Patricia, y ese día su hijo Gonzalo estaba en la esquina, ella escuchó siete disparos, después de los disparos salió a la calle por que su hijo estaba en la esquina como a dos casas de distancia, cuando salió corriendo iba Patricia detrás de ella, la dicente vio a su hijo tirado en la esquina y observó a William Ernesto Nolasco corriendo, a William le dicen el Torito, lo conoce desde hace mucho tiempo, ya que era amigo de su hijo, William iba corriendo al lado del Río El Molino, en un primer momento cuando vio a su hijo tirado en el suelo se regresó a su casa, pero su nuera si se fue para donde estaba tirado su hijo, fue hasta después que la dicente regresó a donde estaba su hijo, a su hijo lo vio tirado sangrando y la dicente le dijo "Hijo el Torito te jodió" y su hijo le dijo "si mamá", a su hijo su nuera lo llevó al Hospital, en un carro particular, William con su hijo desde hace mucho tiempo eran amigos, su hijo pertenecía a la MS, cuando sucedió el hecho su hijo ya tenía como un año de haberse retirado, su hijo ya había sido amenazado que lo iban a matar por que se había retirado de la mara, a su hijo le decían que regresara a la mara pero no sabe quienes le decían eso. , que el día que falleció su hijo estaba palmeando en su casa junto con su nuera, que al escuchar los disparos salió corriendo a la calle, su hijo estaba boca abajo en la esquina, su cara estaba llena de sangre, la dicente le preguntó quien lo había fregado y su hijo le dijo que el Torito, su hijo pertenecía a la MS, a William lo conocía desde hace años, a su hijo lo fue a ver al Hospital de San Miguel, pero ahí no le dijo nada. 11) Al declarar como testigo de cargo en audiencia de Vista Pública, PATRICIA ELIZABETH ARGUETA CHAVEZ, en síntesis manifestó: Que reside en el Barrio El Molino, en el sexto pasaje, frente a la hielería, que María Fidelia Rivera, era su suegra, la dicente estuvo acompañada con Gonzalo Antonio Rivera, a Gonzalo lo balearon, el día diez de octubre del dos mil cinco, ese día la dicente estaba con su suegra palmeando, en esa ocasión escuchó siete disparos, y salieron a ver donde estaba la mamá, la señora al escuchar los disparos salió a la esquina y ahí vieron a Gonzalo tirado, cuando iban vieron a William Ernesto Nolasco alias el Torito que venía corriendo, a William lo conoce desde hace unos cuatro años, cuando lo vio corriendo lo vio a una distancia de unos pocos pasos, William corría para el lado de El Río El Molino, lo que la dicente hace se le quedó viendo y se dirigió donde estaba su esposo, su suegra se quedo en la esquina y regresó a la casa, ella se regresó a su casa para hablarle a una patrulla, después regresó pero ya se lo habían llevado, se lo llevó un señor de un taller, su esposo murió el catorce de octubre del dos mil cinco, en el Hospital San Juan de Dios de San Miguel, su esposo pertenecía a la mara MS, cuando murió ya no era miembro de la mara, nunca le dijo que había sido amenazado, el Torito era amigo de su esposo , pero no está segura si pertenecía a alguna mara, que el día que murió su esposo estaba echando unas tortillas con su suegra, cuando llegó su esposo le dijo que estaba lesionado de la boca, que antes de la operación pudo hablar con su esposo pero después de la misma no, por que se encontraba en estado de coma. V. VALORACIÓN INTEGRAL DE LA PRUEBA EN CUANTO A LA EXISTENCIA DEL DELITO Y LA CULPABILIDAD: Con base a la prueba que ha desfilado en el desarrollo de la Audiencia de Vista Pública, este Tribunal hace las valoraciones siguientes: A) En relación a la víctima Andrés Vidal Leiva, a este Tribunal le merece fe las declaraciones de los testigos María Francisca Rivas Cañénguez, Nelson Rigoberto Chávez Valencia y José Adonay Orellana, en cuanto considera que han sido claros, precisos, coherentes en sí y entre sí y con el resto de prueba documental y pericial, la cual igualmente es merecedora de fe, por las razones que adelante se dirán. B) El único testigo de los hechos que ha desfilado en el juicio en relación a este hecho en particular lo es José Adonay Orellana, en cuanto este ha manifestado que se encontraba con el ahora occiso a quien el solo conocía como Vidal "El Pato", en el momento en que ocurre el hecho, habiendo observado cuando el imputado a quién conocía como "el torito" y luego reconoce en rueda de personas como William Ernesto Nolasco Sorto, saca el arma de fuego y le efectúa varios disparos deslizándose el ahora occiso en el portón de la casa inmediata de donde se encontraban, quedando sentado; afirmación que resulta cierta dada la trayectoria balística que se infiere del protocolo de autopsia; es decir, que estando sentado y lesionado el ahora occiso sufre otros impactos de bala más, entendiéndose que en ese momento se encontraba en un estado de inferioridad frente al ataque de su agresor, es decir sin posibilidad de poder reaccionar frente a la agresión; además debe considerarse que tanto la testigo María Francisca Rivas Cañénguez como el testigo Nelson Rigoberto Chávez Valencia, ubican al testigo José Adonay Orellana en el lugar de los hechos y acompañado del occiso Andrés Vidal Leiva, mencionando otro sujeto más a quién el testigo principal conoce solo por "el moreno". C) Con base a la prueba antes relacionada este Tribunal tiene por acreditado: 1) Que entre las doce horas y treinta minutos a una de la tarde del día dos de octubre del dos mil cinco, el imputado William Ernesto Nolasco Sorto efectúo disparos con arma de fuego, las cuales le ocasionaron la muerte al ahora occiso Andres Vidal Leiva; 2) Que a criterio de este Tribunal el ataque fue sorpresivo, ya que como el testigo José Adonay Orellana lo dice, que cuando llegó el imputado junto con otro sujeto desconocido para él, pensó que eran amigos con el ahora occiso, pues le dijo "quiuvo" y en el acto saco el arma de fuego y sin mediar más palabras le disparo, lo cual a criterio de este Tribunal hace configurar la existencia de alevosía; 3) De igual manera debe considerarse, que luego de efectuarle los primeros disparos el ahora occiso se desliza en el portón cayendo sentado, continuando el imputado efectuándole más disparos, lo cual ha manifestado el testigo José Adonai Orellana y ha sido corroborado en el protocolo de autopsia, situación que a criterio de este Tribunal y dada la condición de debilidad o impotencia en que se encontraba la víctima, hace configurar un abuso de superioridad; 4) A criterio de este Tribunal, cuando el imputado ejecuta la acción estaba en la capacidad de poder comprender el carácter ilícito de su acción, ya que llega al lugar, disimula tener amistad con el ahora occiso, realiza la acción asegurando el resultado dado el numero de disparos que le efectúa y luego se retira; por lo que estaba en la capacidad de poder determinar su comportamiento con base a tal comprensión; 5) Que aunque el testigo principal José Adonay Orellana, no fue identificado con ningún documento al practicar reconocimiento en rueda de personas, considera este Tribunal que dicha situación es irrelevante, en cuanto éste se a identificado en el juicio, y la defensa si bien a invocado esa situación no ha sostenido que el testigo en referencia no sea la misma persona que practicó el reconocimiento en rueda de personas; y además dicho testigo ratificó el reconocimiento que hizo del imputado en el juicio. D) Por lo que a criterio de este Tribunal, los hechos deducidos del desfile probatorio se adecuan al delito de Homicidio Agravado en Andrés Vidal Leiva, por el cual deberá dictarse fallo condenatorio contra el imputado William Ernesto Nolasco Sorto. E) En relación al delito de Homicidio en Gonzalo Antonio Rivera Lovo, a este Tribunal le merece fe las declaraciones de las testigos María Fidelia Rivera y Patricia Elizabeth Argueta Chávez, en cuanto considera que han sido claros, precisos, coherentes en sí y entre sí y con el resto de prueba documental y pericial, la cual igualmente es merecedora de fe, por las razones que adelante se dirán. F) Las testigos María Fidelia Rivera y Patricia Elizabeth Argueta Chávez, no presencian el hecho en sí, pero debe considerarse que la primera de las testigos siendo madre de la ahora occiso Gonzalo Antonio Rivera Lovo, sabía que este se encontraba amenazado a muerte, y sabiendo que su hijo había salido hacía diez minutos a la calle reacciona al escuchar los disparos saliendo a la calle pudiendo constatar que su hijo era el lesionado, viendo en ese momento cuando del lugar corría el imputado William Ernesto Nolasco Sorto, a quién ella conocía por ser amigo de su hijo y haber sido su vecino, habiéndole preguntado al ahora occiso que"si el torito lo había jodido", respondiendo este que sí; la huida del imputado de la escena del delito también es presenciada por la testigo Patricia Elizabeth Argueta Chávez, compañera de vida del ahora occiso; pese a que ambas testigos están vinculadas con el ahora occiso y que no se ha presentado otro testigo más, este Tribunal considera creíble lo dicho por ambas, ya que ambas creían que el imputado era amigo del ahora occiso y en consecuencia no tendrían razón alguna para atribuirle el hecho sino tuvieran razones como las antes dichas para decir que él es; por otra parte debe considerarse que ante un señalamiento de este tipo, el imputado debería de dar una explicación en cuanto porque se corría del lugar y en cuanto a que pudo presenciar de los hechos de no ser él el autor del mismo. G) Conforme a lo antes dicho este Tribunal tiene por acreditado: 1) Que como a las tres y media de la tarde del día diez de octubre del año recién pasado, el imputado William Ernesto Nolasco Sorto efectúo disparos con arma de fuego al ahora occiso Gonzalo Antonio Rivera Lovo, los cuales le produjeron la muerte; 2) Que a criterio de este Tribunal, el imputado actúa con conocimiento que la acción que realizaba era ilícita, dado que huye del lugar, estando en la capacidad de poder determinar su conducta en base a tal comprensión; 3) Que no se ha podido determinar la concurrencia de circunstancias agravantes específicas alguna de las previstas en el art. 129 No. 3 del Código Penal, en cuanto nadie vio el momento en que es ejecutado el hecho, como para decir que ha concurrido la existencia de alevosía o abuso de superioridad como lo ha promovido incidentalmente la fiscalía, la trayectoria balística de arriba hacía abajo descrita en la autopsia por si sola no puede llevarnos a construir certeza de que haya existido un abuso de superioridad o un ataque sorpresivo por parte del imputado; H) Este Tribunal considera, que como un indicio común a los hechos antes relacionados, se tiene el resultado de prueba balística realizada en los casquillos y proyectiles recolectados del cuerpo de cada uno de los ahora occisos y de las escenas de ambos delitos, según consta en las actas de inspección, concluyendo que todos los proyectiles recolectados fueron disparados por una misma arma de fuego, y que los cinco casquillos incriminados fueron percutidos por una misma arma de fuego la cual no tuvieron a la vista. I) Por lo antes relacionado, este Tribunal considera que los hechos deducidos del desfile probatorio se adecuan al delito de Homicidio Simple, en perjuicio de Gonzalo Antonio Rivera Lovo, por el cual deberá dictarse fallo condenatorio en contra del imputado William Ernesto Nolasco Sorto. VI. VALORACIONES EN CUANTO A LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA PENA PARA EL DELITO DE HOMICIDIO AGRAVADO. De conformidad al Art. 129 del Código Penal, el delito de Homicidio Agravado, tiene señalada una pena de prisión de treinta a cincuenta años; sobre la constitucionalidad de la pena se hacen las valoraciones siguientes: 1) La Constitución de la República, reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado; así lo establece el artículo uno de dicho ordenamiento jurídico; 2) En concordancia con ese fin, se ha establecido en el inciso 3° del Artículo 27 del mismo ordenamiento jurídico que el Estado organizará los centros penitenciarios con el objeto de corregir a los delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo procurando su readaptación y la prevención de los delitos. 3) Que al imponerse la pena de prisión solicitada por la representación Fiscal, como lo es la máxima, no se estaría cumpliendo con los fines de readaptación que la Constitución establece para la pena privativa de libertad, y atenta contra el Principio de rehabilitación de las personas, transgrediendo además el Principio de Dignidad Humana, y afectando en su núcleo esencial el derecho fundamental de libertad. La pena no tiene como finalidad segregar al individuo de la comunidad, al contrario la misión de la pena es ofrecerle unas opciones de reincorporación para que el condenado, una vez cumplida su sanción, pueda volver al seno de la sociedad con la expectativa de ser un hombre realmente útil al orden social. 4) El legislador ordinario al establecer penas en la creación de los delitos, no puede llevar al absurdo de entender que es un poder ilimitado, por el contrario los límites que tiene, son dados por la Constitución de la República y por todos los Principios, Derechos y Garantías que la Carta Magna tutela de manera especial; en ese sentido el legislador ordinario, al momento de crear penas se encuentra limitado por la Constitución y ese control de la Constitucionalidad de las normas que emanan de su seno, está concedido a un poder distinto al legislativo, para salvaguardar el equilibrio del ejercicio del poder, situación que constituye el fundamento esencial del pensamiento democrático-liberal y representa la piedra angular del Estado Constitucional de Derecho. 5) Que por la Supremacía Constitucional, reconocida por la Carta Magna (Artículo 246); los Funcionarios Judiciales estamos en la obligación al momento de dictar sentencias, de cumplir y hacer cumplir la Constitución, juramento que se hace antes de tomar posesión del cargo, Artículo 235 Cn. 6) Que nuestra Constitución, en el Artículo 185, franquea al juzgador en los casos que tenga que pronunciar sentencias, la posibilidad de declarar la inaplicabilidad de cualquier ley o disposición de los otros órganos, contraria a los preceptos Constitucionales. 7) Por las razones antes expuestas, éste Tribunal considera que es un imperativo ético hacer uso de la facultad que le confiere el Artículo 185 Cn., de declarar la inaplicabilidad de la pena establecida en el Artículo 129 Pn., de treinta a cincuenta años de prisión, y aplicar la pena vigente hasta antes de la reforma del treinta y uno de julio del dos mil uno, mediante Decreto Legislativo número cuatrocientos ochenta y seis, siendo esta la de veinticinco a treinta años de prisión; igualmente debe declararse la inaplicabilidad del Art. 45 N° 1 Pn., en cuanto señala como pena máxima setenta y cinco años de prisión, y no de treinta y cinco años como estaba antes de la reforma antes anotada. VII. INDIVIDUALIZACION DE LA PENA APLICABLE. Según el inc. 2° del Art. 62 Pn., éste Tribunal se encuentra en el deber de imponer una pena comprendida entre el mínimo y el máximo del ilícito penal concreto; conforme a lo cual debe considerarse, que según el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 3 del C. Pn. vigente antes de la reforma del treinta y uno de julio del dos mil uno, el delito de HOMICIDIO AGRAVADO, tiene señalada una pena de veinticinco a treinta años de prisión; asimismo, debe considerarse que según el Art. 128 Pn., el delito de HOMICIDIO SIMPLE, tiene señalada una pena de diez a veinte años de prisión. De conformidad con el Art. 63 del C. Pn., debe considerarse para la imposición de la pena lo siguiente: A) No se puede determinar la extensión del daño y del peligro efectivo provocado más allá de lo considerado por el tipo penal. B) Se desconocen los motivos que impulsaron a la comisión de los hechos. C) Se puede afirmar que existió por parte del imputado William Ernesto Nolasco Sorto, una comprensión clara de la ilicitud de los hechos, dada la descripción de su conducta antes, durante y después de los mismos. D) En cuanto a las circunstancias que rodearon los hechos y, en especial, las económicas, sociales y culturales del autor, se desconocen con precisión por carecerse de un estudio sobre ello. E) No concurren ninguna de las circunstancias atenuantes ni agravantes de las previstas en los artículos 29 y 30 del Código Penal, respectivamente. VIII. DETERMINACION DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL. No habiéndose pronunciado la Fiscalía en la Audiencia de Vista Pública sobre el ejercicio de la acción civil, ni habiendo ofrecido prueba para establecer la misma; este Tribunal deja a salvo el derecho a los representantes legales de los occisos Andrés Vidal Leiva y Gonzalo Antonio Rivera Lovo, para que puedan ejercer tal acción que deriva del ilícito penal ante la jurisdicción civil. POR TANTO: De conformidad a los Arts. 2, 11, 12, 15, 72 al 75, 181 y 185 de la Constitución de la República; Arts. 9 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Art. 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos; Arts. del 1 al 5, 33, 44 al 47, 62, 63, 114, 128 y 129 N° 3 del Código Penal; Arts. 1 al 4, 18, 19, 43, 53, 129, 130, 131, 162, 314, 324 al 354, 356 al 359, y 361 del Código Procesal Penal; por unanimidad y en Nombre de la República de El Salvador FALLAMOS: A) Declárase la inaplicabilidad de los Arts. 45 Pn., en cuanto al límite de la pena máxima de prisión, la cual es de setenta y cinco años, y del Art. 129 del Código Penal vigente, en cuanto a la pena imponible para el delito de Homicidio Agravado, en consecuencia aplíquesele la pena vigente hasta antes del día treinta y uno de julio de dos mil uno, fecha en que fueron reformados los artículos antes relacionados; es decir, la pena a imponer en su total no deberá exceder de treinta y cinco años de prisión, debiendo imponerse para el delito de Homicidio Agravado una pena entre veinticinco a treinta años de prisión. B) Declárase a WILLIAM ERNESTO NOLASCO SORTO, de generales mencionadas en el preámbulo de esta sentencia, responsable de los hechos atribuidos en la acusación Fiscal formulada en su contra, y calificados jurídicamente por éste Tribunal como delito de HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 3 del Código Penal, en perjuicio de la vida de ANDRES VIDAL LEIVA; y por el delito de HOMICIDIO SIMPLE, previsto y sancionado en el Art. 128 del Código Penal, en perjuicio de la vida de GONZALO ANTONIO RIVERA LOVO; y se le condena a cumplir la pena de VEINTICINCO AÑOS DE PRISION, por el primer delito, y la pena de DOCE AÑOS DE PRISION, por el último, la cual en su conjunto no deberá sobrepasar los treinta y cinco años de prisión, por tanto, finalizará el cumplimiento de la totalidad de las penas, a las cero una horas con veinte minutos del día once de noviembre del año dos mil cuarenta, tomando en cuenta que dicho justiciable entró en detención a esa hora, día y mes del año dos mil cinco. C) Condénase al justiciable a la pérdida de los derechos de ciudadano e inhabilítesele para ocupar cargos o empleos públicos durante el tiempo que dure la pena principal. D) Déjese a salvo el derecho a los representantes legales de los occisos Andrés Vidal Leiva y Gonzalo Antonio Rivera Lovo, para que puedan ejercitar la acción civil derivada del ilícito penal, ante la jurisdicción civil. E) En su oportunidad remítase a la Oficina Regional de Registro, Control y Regulación de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Artículos Similares, de la Dirección de Logística del Ministerio de la Defensa Nacional con sede en la ciudad de San Miguel, siete proyectiles y nueve casquillos para su destrucción. F) Líbrense los oficios y certificaciones respectivas a donde corresponda. G) Las costas procesales corren a cargo del Estado. H) Si no se recurriere de ésta sentencia en el tiempo establecido para ello, téngase por firme y archívense las actuaciones. NOTIFÍQUESE.