LA PROFESIÓN DE LA FE CRISTIANA – Segunda parte – Creo en Jesucristo, su Único Hijo Nuestro Señor: Jesús, Nuestro Señor Jesucristo, un solo y mismo Hijo del Padre Eterno es: Perfecto en su divinidad, verdaderamente Dios, igual al Padre según la divinidad, nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad. Perfecto en su humanidad; verdaderamente hombre, compuesto de alma espiritual y de cuerpo material; igual con nosotros según la humanidad en todo semejante a nosotros, menos en el pecado; nacido en el tiempo de la Virgen María según la humanidad. Nació de Santa María Virgen: Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo en el seno de María Virgen: este es el Misterio de la Encarnación. Prerrogativas de la Virgen: María es verdaderamente la MADRE DE DIOS: porque su Hijo, Cristo, es Dios hecho hombre. María INMACULADA fue concebida sin mancha de pecado original. María siempre VIRGEN: María es virgen antes, durante y después del parto. María ASUNTA al Cielo: fue llevada al Cielo por los ángeles, por eso está allí en cuerpo y alma. María CORREDENTORA: porque coopera en la obra de la Redención. “Jesucristo padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.” Jesús es el Hijo único de Dios hecho hombre que vino al mundo por nuestra salvación. El Misterio Pascual comprende la Pasión, Muerte, Resurrección y Glorificación de Jesús. Es el acontecimiento más grande de la Historia humana. El Misterio Pascual está en el centro de la fe cristiana porque así es como Jesús ha realizado nuestra salvación. Nuestro Señor entregó su Vida, Él murió a causa de nuestros pecados; ofreció libremente su vida en sacrificio para salvarnos; con su Pasión y Muerte nos redimió. “Jesucristo descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos.” Jesucristo descendió a los infiernos a rescatar las almas de los justos que habían muerto desde Adán y que todavía no podían ir al Cielo porque las puertas estaban cerradas desde el pecado original. Necesitábamos de un Dios hecho hombre que pudiera hacer una obra tan buena que nos mereciera la Vida Eterna. La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo y conforma, con la Cruz, una parte esencial del Misterio Pascual. Cristo Resucitado surge del sepulcro vencedor del demonio, del pecado y de la muerte. La Resurrección de Jesús es el principio de nuestra resurrección: nos da la gracia de ser Hijos de Dios, de participar de su misma vida divina y de esperar nuestra propia resurrección al final de los tiempos. Con su resurrección Cristo no vuelve a su vida terrena. Ahora participa ya de la vida divina con las propiedades de un cuerpo glorioso. “Jesucristo subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso” La entrada de Jesús, verdadero hombre, al Cielo es la gran esperanza cristiana. Con su redención se abrieron las puertas del Cielo para los hombres. “Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.” Cristo es el Rey del Universo. Dios Padre ha puesto todo lo que existe bajo el poder de Jesús. Su misión es entregarle todo el universo redimido y transfigurado a Dios Padre en el fin del mundo. Hasta tanto reina a través de la Iglesia. Como Cristo es Rey su misión es juzgar a vivos y muertos, y seremos juzgados en el amor según nuestras obras. “Creo en el Espíritu Santo” El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Es invisible pero lo conocemos por medio de su acción, cuando nos revela al Hijo de Dios y cuando obra en la Iglesia. Es el Espíritu Santo quien nos ha dado a Jesús y quien hace posible que creamos en su Palabra. El Espíritu Santo es el Alma de la Iglesia; es quien da vida a este Cuerpo de Jesús resucitado que es la Iglesia. La obra del Espíritu Santo es santificar y de modo ordinario actúa a través de los sacramentos. “La Santa Iglesia Católica” La Iglesia es el conjunto de todos los bautizados que, reunidos por la acción del Espíritu Santo, siguen a Cristo en unión con Cristo. Ella continúa la obra de la salvación que Jesús realizó hace dos mil años. La Iglesia es el Cuerpo místico de Jesús. Notas de la Iglesia: La Iglesia es UNA sola porque es una sola la Fe, porque tiene un solo Señor, una sola esperanza y un solo Amor; SANTA porque su Fundador es santo, su misión es santificar y dispone de todos los medios necesarios para hacerlo; CATÓLICA, porque es universal y la salvación es para todos los hombres; APOSTÓLICA porque Cristo la fundó sobre los Apóstoles, y hoy sus sucesores son los obispos en comunión con el Santo Padre. La Iglesia está formada por Cristo, Cabeza del Cuerpo y por los bautizados que son los miembros. El Papa, sucesor de Pedro, los obispos, sucesores de los apóstoles y los presbíteros y diáconos constituyen la jerarquía de la Iglesia. Los fieles, conducidos por sus pastores en el Nombre de Jesús, tienen distintas misiones según su particular vocación a la santidad. Los laicos tienen la tarea de transformar con la fuerza del Evangelio todo el orden temporal.