La revista convoca al Segundo certamen para el premio “Martín de la Cruz” MARTÍN DE LA CRUZ Originario del barrio de Zacapan (hoy Nativitas), Xochimilco. Médico indígena de formación empírica, profesor del Colegio de La Santa Cruz de Tlatelolco, autor del escrito más antiguo e importante de la sabiduría prehispánica en materia de medicina y botánica: AmateCehuatl-Xihuitl-Pitli. Lo redactó en náhuatl a petición expresa de Francisco de Mendoza, hijo del primer virrey, con la esperanza de que llegara a manos del emperador Carlos V. La traducción al latín corrió a cargo de otro profesor en el propio colegio, el xochimilca Juan Badiano, quien concluyó su trabajo el 22 de julio de 1552, y lo tituló Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis. En la actualidad también se conoce como Códice de la Cruz-Badiano, Códice Barberini, Códex Barberianus, Códice Herbario o Manuscrito Martín de la Cruz. Son 70 hojas con 89 láminas que contienen 183 dibujos en color de las plantas que se aluden en el texto, realizados por manos anónimas, seguramente también autóctonas, aunque ya con cierta influencia occidental. El libro es un auténtico recetario destinado a la curación de determinados padecimientos, para los cuales se recomiendan principalmente plantas de fácil localización en la geografía mexicana. Es más que un simple herbario, puesto que cuenta con numerosos señalamientos de indudable trascendencia médica, como la fórmula de aplicación de las plantas según el tipo de enfermedad para la que se usan. Las enfermedades se agrupan conforme a un orden anatómico: de la cabeza a los pies y en cada capítulo se proporciona la receta indígena (los ingredientes y en algunos casos las cantidades de éstos) para preparar el remedio y la forma de usarlo. BASES 1. El premio se otorga anualmente al mejor artículo publicado en la revista Investigación en Salud. 2. El ganador obtendrá un reconocimiento del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara y del OPD Hospital Civil de Guadalajara, además de una obra de un reconocido escultor. 3. El jurado estará integrado por cinco miembros del consejo científico de la revista Investigación en Salud, quienes serán invitados por el editor. 4. El fallo del jurado será inapelable y notificado formalmente a quien resulte premiado, además de hacerse público en la segunda quincena de marzo del año siguiente en la Gaceta Universitaria de la UdeG. 5. El premio será entregado el segundo jueves de marzo de 2005. • Volumen VI • Número 3 • Diciembre 2004 Director Dr. Arturo Panduro Cerda Editor Dr. Sergio Javier Villaseñor Bayardo Asistentes editoriales Dr. José Refugio Reyes Rivas, Dr. Rubén Rodríguez Rossi, Dra. Claudia Ontiveros Esqueda, Psic. Martha Patricia Aceves Pulido, Dra. Cristina Yerenas García. Comité Editorial Dr. Juan Armendariz Borunda, Dr. Carlos Cabrera Pivaral, Dra. Mary Fafutis, Dr. Javier García de Alba, Dr. Mario Salazar Páramo, Dr. Francisco Javier Mercado Martínez, Dr. José A. Paczka Zapata, Dr. Alfonso Islas Rodríguez, Dr. Horacio Rivera Ramírez, Dr. Édgar Vásquez Garibay, Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez, Dr. Adrián Daneri Navarro. Consejo Científico Nacional • Dr. Armando Aranda Anzaldo, UAEM • Dr. Hugo Barrera Saldaña, UANL • Dr. Antonio Cabral, INNSZ • Dr. René Drucker Colín, UNAM • Dr. Alfredo Feria Velasco, FUNDSALUD • Dr. Genaro Gabriel Ortiz, CIBO-IMSS • Dr. Rubén López Revilla, CINVESTAV • Dr. Eduardo Menéndez, CIESAS • Dr. Ruy Pérez Montfort, UNAM • Dr. Ignacio Ruiz López • Dr. Rafael Jesús Salín Pascual, UNAM • Dr. Víctor Tsutsumi, CINVESTAV • Dr. Misael Uribe Esquivel, INNSZ • Dr. Gerardo Vaca Pacheco, CIBO-IMSS Consejo Científico Internacional • Dr. Renato D. Alarcón, USA • Dr. Francisco Alonso-Fernández, ESPAÑA • Dr. Carlos E. Berganza, GUATEMALA • Dr. Luis Calzadilla Fierro, CUBA • Dr. Carlos Castillo, OPS • Dr. Antonio Fernandes da Fonseca, PORTUGAL • Dr. Jean Garrabé de Lara, FRANCIA • Dr. Christian Haasen, ALEMANIA • Dr. Wolfgang George Jilek, CANADÁ • Dr. Fernando Lolas Stepke, CHILE • Dr. Levent Küey, TURQUÍA • Dr. Eduardo Medina Cárdenas, CHILE • Dr. Carlos A. Rojas Malpica, VENEZUELA • Dr. Petr Smolík, REPÚBLICA CHECA • Dr. Juan Carlos Stagnaro, ARGENTINA • Dr. Yves Thoret, FRANCIA • Dr. Howard Waitzkin, USA • Dr. Juan E. Mezzich, USA • Dra. Margarida Pla, ESPAÑA • Dra. Denise Gastaldo, CANADÁ • Dra. Ma. Lucía Bosi, BRASIL EDITORIAL La genómica y otros engendros 144 ARTÍCULOS Perspectiva de las personas con enfermedades crónicas. Las intervenciones educativas en una institución sanitaria de México Perspectives of persons with chronic illness Educational interventions in a Mexican Health Institution. ELIZABETH ALCÁNTARA HERNÁNDEZ LUZ MARÍA TEJADA TAYABAS FRANCISCO MERCADO MARTÍNEZ NORMA LARA FLORES ADELITA FLORES SÁNCHEZ 146 Investigación cualitativa en salud y psicoanálisis Qualitative research in health and psichoanalysis SOCORRO RAMONET RASCÓN DAVID LÓPEZ GARZA 154 La enfermedad mental como anánkè Mental illnesss as anánkè CARLOS ROJAS MALPICA GREGORIO GÓMEZ-JARABO GARCÍA SERGIO JAVIER VILLASEÑOR BAYARDO 159 Manifestaciones orales en pacientes diabéticos tipo 2 y no diabéticos. Oral conditions in type 2 diabetic and no diabetic patients RAFAELA DEL TORO AVALOS MARÍA GUADALUPE ALDRETE RODRÍGUEZ ÁLVARO CRUZ GONZÁLEZ VÍCTOR MANUEL RAMÍREZ ANGUIANO PATRICIA LORELEI MENDOZA ROAF JOSÉ LUIS VÁZQUEZ CASTELLANOS CARLOS E. BRACAMONTES CAMPOY 165 Péptidos naturales antimicrobianos: escudo esencial de la respuesta inmune Natural antimicrobial peptides: essential shield of the immune response RODOLFO VILLARRUEL FRANCO ROSARIO HUIZAR LÓPEZ MARIANA CORRALES TERESA SÁNCHEZ ALFONSO ISLAS RODRÍGUEZ 170 Malformaciones congénitas externas en la zona Metropolitana de Guadalajara. 10 años de estudio Prevalence of external congenital malformation in the Metropolitan Area of Guadalajara. 10 years study NOÉ ALFARO ALFARO JOSÉ DE JESÚS PÉREZ MOLINA ISABEL VALADEZ FIGUEROA YÉSICA SUGHEY GONZÁLEZ TORRES 180 Relación estudiante de medicina-paciente: la perspectiva de los usuarios de un hospital escuela Medical student-patient relationship: The perspective of users from a school-hospital ISAURA ARACELI GONZÁLEZ RAMOS ARTURO FABIÁN CHÁVEZ MARTÍN RICARDO ALBERTO GARCÍA CHÁVEZ ALEJANDRO GONZÁLEZ DE LA ROSA IMELDA OROZCO MARES LINDA EDITH SANDOVAL ZAMORA 188 Género y medio ambiente 194 Estar sobrio en la ciudad de México 197 Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM) 199 Índice temático 2004 202 INSTRUCCIONES A LOS AUTORES 210 ACTIVIDADES Centro Universitario de Ciencias de la Salud Dr. Raúl Vargas López RECTOR Dr. Salvador Chávez Ramírez SECRETARIO ACADÉMICO Dr. Víctor Manuel Rosario Muñoz SECRETARIO ADMINISTRATIVO Dr. Luis Rodolfo Arcila Gutiérrez COORDINADOR DE EXTENSIÓN Dr. Jorge Segura Ortega COORDINADOR DE INVESTIGACIÓN OPD Hospitales Civiles de Guadalajara Dr. Leobardo Alcalá Padilla DIRECTOR GENERAL DEL OPD Dr. Jaime Agustín González Álvarez DIRECTOR DEL HOSPITAL CIVIL FRAY ANTONIO ALCALDE Dr. Miguel Roberto Kumazawa Ichikawa DIRECTOR DEL HOSPITAL CIVIL JUAN I. MENCHACA Dra. Norma Quezada Figueroa SUBDIRECTORA GENERAL DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN Dr. Antonio Luévanos Velázquez SUBDIRECTOR DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN HOSPITAL CIVIL FRAY ANTONIO ALCALDE Dr. Carlos Alfredo Bautista López SUBDIRECTOR DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN HOSPITAL CIVIL JUAN I. MENCHACA Investigación en Salud es el órgano oficial del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara y del OPD Hospitales Civiles de Guadalajara. Revista interdisciplinaria de ciencias de la salud. Indizada en LATINDEX, PERIÓDICA (CICH/UNAM), Red ALyC LILACS, ARTEMISA, PSICODOC y en EBSCO HOST. Se publica cuatrimestralmente. Los conceptos que aparecen en ella son responsabilidad exclusiva de los autores. Certificado de reserva de derechos 04-1999-032317100900-102. Certificado de licitud de título y de contenido 1/ 432 ‘99’/14581. Toda correspondencia deberá ser dirigida al editor. Dr. Sergio Javier Villaseñor Bayardo. Apartado postal 2-993, CP 44270. Guadalajara, Jalisco, México. E-mail: invsalud@cucs.udg.mx ISSN 1405-7980 214 Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Sierra Mojada núm. 950. Puerta 2. Edificio N. Primer nivel. Col. Independencia. CP 44340. Guadalajara, Jalisco, México. Tel/fax: 52(33)10 58 52 00 ext. 3876 Edición téctica: Francisco Castellón Amaya Gabriel Bau RECENSIONES Universidad de Guadalajara Lic. José Trinidad Padilla López RECTOR GENERAL Mtro. Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla VICERRECTOR EJECUTIVO Mtro. Carlos Briseño Torres SECRETARIO GENERAL Lic. Silvia Álvarez Jiménez COORDINADOR GENERAL DE EXTENSIÓN Diagramación: TonoContinuo, Enrique Díaz de León sur 514-2, Tel.: 52(33) 3825-94-41, tonoco@mail.udg.mx Impresión: Gráficos Jalisco. Liceo núm. 160. CP 44280. Teléfono/fax: 3614 42 87 Guadalajara, Jalisco, México. Tiraje: 500 ejemplares Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 La genómica y otros 144 la genómica I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D engendros En su comentario de despedida como editor de Nature (378:521, 1995) J Maddox subraya que una de las víctimas de la ciencia moderna es el lenguaje; es decir, que la comunicación científica se caracteriza por su oscuridad y grandes abusos verbales. Aunque dicho señalamiento no sea novedoso (ver, por ejemplo, JR Baker, Nature 176:851, 1955; FP Woodford, Science 156:743,1967) y ciertamente no tenga importancia para los científicos empresarios ahora encumbrados, es obvio que la degradación del lenguaje en ciencia va de mal en peor, al menos en disciplinas como la otrora llamada genética. Así por ejemplo, en al artículo inicial de una serie para educar a médicos legos en genética, AE Guttmacher y FS Collins (N Eng J Med 347:1512, 2002) subrayan la persistencia de creencias imprecisas acerca de la genética pero tendenciosamente definen a ésta como el estudio de genes únicos y sus efectos, descomunal falacia reiterada machaconamente por los genomistas segundones y de ocasión (H Rivera, MSM, medscimonit.com, abril de 2003). El neologismo genome fue concebido por Winkler (1920) a partir del término gen y del sufijo ome tomado de chromosome. Dicho tecnicismo permaneció confinado y sin uso mayor en el argot genético, pero a partir de la formalización del Proyecto del Genoma Humano (PGH), el término no sólo se popularizó sino que en 1987 fue utilizado para inventar la genómica, nueva subdisciplina que estudia integralmente el genoma (como si la genética no lo hiciera) y que ha resultado la prolífica madre de una inacabada generación de engendros “ómicos”. Según sus más fervientes adeptos, la genómica resulta superior y promete incontables beneficios inalcanzables por la ahora obsoleta vía de la genética. Tanto ha sido el éxito de sus profetas y evangelizadores que el ejemplo ha cundido y se ha desatado una febril manía por “ómicas” afines; así tenemos proteoma y proteómica, transcritoma y transcritómica, fisioma y fisiómica, farmacogenoma y farmacogenómica, fenoma y fenómica, ORFeoma (de open reading frame) y ORFeómica, y aunque usted no lo crea, interactoma (¿conjunto de interacciones?) e interactómica (ver, por ejemplo, el número de mayo 2003 de Nature Genet). Si bien es cierto que tan tremebundos neologismos y slogans resultan indispensables para la propaganda genómica que nos agobia (nadie vende pan frío), también es válido cuestionar el valor científico de tan reiterados tecnicismos. ¿Será realmente que la genética está ya superada por la genómica? ¿Hemos ya transitado de la genética médica a la medicina genómica como aviesos genomistas se empeñan en proclamar? Más bien, considero que la ambición y el prurito de parecer vanguardistas nos han conducido a este caos terminológico donde infinidad de tecnicismos compiten con más o menos éxito. A 15 años de su apoteótica aparición, la misma genómica está en vías de desaparecer a manos de sus malhadados engendros. Así, vivimos ya la era posgenómica que ahora resulta ser la época verdaderamente excitante, la de las espectaculares aplicaciones médicas que acabarán con todas las enfermedades incluidas las inexistentes. En este contexto, N Freimer y C Sabatti (Nature Publicado originalmente en la página electrónica de la Academia Mexicana de Ciencias, en la sección “La comunidad opina”. amcpress@servidor.unam.mx y otros E N HORACIO RIVERA hrivera@cencar.udg.mx I N V E S T I G A C I Ó N Genet 34: 15, 2003) recientemente declararon la instauración de la fenómica y propusieron la implementación del Proyecto del Fenoma Humano (PFH). En su manifiesto, estos autores concluyen con la “original” idea de que el PFH revolucionará (¿será la enésima revolución de esta semana o una clona de revolución?) la investigación clínica de la misma manera que el PGH transformó a la genética y otras ciencias básicas. Además, en un alarde aún mayor de originalidad y vanguardismo ellos precisan que el PFH sólo podrá tener éxito con una cooperación sin precedentes entre diversas disciplinas y con apoyo financiero de muchos países. Otro señalamiento de los efectos nocivos de la genómica se encuentra en un editorial por invitación (MA Spence et al, Am J Hum Genet 72:1084, 2003), donde los autores precisan que la situación actual es dañina tanto para la ciencia como para la investigación en genética humana y se refieren a cuatro temas, de los cuales al menos uno tiene gran relevancia para la pretendida creación del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) en el país. Dicho tema es el desafortunado desarrollo del culto a la personalidad, pleitesía que permite a ciertos individuos pontificar y establecer la política, asignar fondos y orientar la investigación en genética humana. “The cult of personality may be our field’s dirty little secret... Reliance of an entire field on the recommendations or prejudices of a handful of individuals has... proved to be a very poor method of moving closer to the truth”. Los autores proponen cuatro pautas de acción individuales (incluyendo la de no creer nada de lo que uno oye y sólo la mitad de lo que lee) y dos grupales o de la disciplina, de las cuales la primera es sin duda básica: “Design and implement rigorous training programs appropriate to the needs of human genetics in its contemporary form, addressing statistics, epidemiology, and clinical issues, as well as molecular genetics. This approach must also extend to the programs that self identify as “genome”, since they are heavily integrated with the human genetics community” (el énfasis es mío). Curiosamente, en el mismo número de esa revista aparece una extensa crítica (Y-G Yao et al, Am J Hum Genet 72:1341, 2003) a un artículo allí publicado, crítica que ilustra precisamente la necesidad arriba mencionada de programas académicos rigurosos en genética humana y sus subdisciplinas. A propósito del INMEGEN y con el ánimo de garantizarle un vanguardismo perenne, propongo que mejor se llame el INMEO (O = ómica) para que cada quien le acomode la ómica de su preferencia. Para concluir, declaro mi ignorancia del por qué algunos periódicos en nuestro medio insisten en presentar a la genómica como la panacea y en particular al INMEGEN como una institución imprescindible. Prefiero creer que ese sesgo tan notable refleja sólo el afán de “vender” noticias sensacionalistas aprovechando la fervorosa devoción genómica ahora imperante en lugar de suponer que está dictado por los jerarcas genómicos autóctonos. engendros Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 S A L U D 145 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Perspectiva de las personas con enfermedades crónicas Las intervenciones educativas en una institución sanitaria de México I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D ELIZABETH ALCÁNTARA HERNÁNDEZ LUZ MARÍA TEJADA TAYABAS FRANCISCO MERCADO MARTÍNEZ 146 NORMA LARA FLORES ADELITA FLORES SÁNCHEZ INTRODUCCIÓN Las enfermedades crónicas han tenido un incremento notorio en los últimos años en cuanto a la morbilidad y la mortalidad, tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo. Se prevé que para el año 2015 por cada 10 defunciones atribuidas a una causa infecciosa, habrá 70 fallecimientos por causas no transmisibles (1). La morbilidad y mortalidad por tales enfermedades crecen de manera alarmante en Latinoamérica y representan uno de los retos importantes al que deben hacer frente los sistemas de salud (2). En el caso de México por ejemplo, la mortalidad por diabetes mellitus aumento de 20 a casi 50 por cien mil personas entre l980 y 2001 (3). Es innegable la manera en que estas enfermedades afectan la calidad de vida RESUMEN La educación para la salud es una herramienta para la atención de las personas con enfermedades crónicas. Si bien existen numerosos estudios sobre los programas educativos, pocos se han interesado en la mirada de los sujetos enfermos sobre el tema. Este trabajo, producto de un estudio cualitativo multicéntrico realizado en tres ciudades de México, presenta la perspectiva de las personas con enfermedades crónicas sobre las intervenciones educativas en la Secretaría de Salud. Nuestros hallazgos muestran que la mirada de los enfermos difiere de los resultados obtenidos en estudios tradicionales. Las personas enfermas que acuden a grupos de auto ayuda perciben efectos positivos y establecen relaciones favorables con los profesionales de la salud, particularmente con los médicos. En cambio, quienes participan en las acciones educativas en forma individual cuando acuden a la consulta médica, suelen considerar dichas intervenciones educativas como parte del tratamiento médico y mantienen una relación distante con el equipo de salud. Se concluye que se requieren más estudios para explorar el punto de vista de los enfermos crónicos sobre la educación para la salud. ABSTRACT Health education is a tool for the management of chronically ill people. Even though there are numerous studies on health education, a few of them have been focused on the patient’s point of view. The aim of this paper is to present the findings of a qualitative, multi-site study, which was carried out in three Mexican cities. Particularly it presents the perspective of chronically ill people on educational programs carried out at the Ministry of Health. According to our findings, the point of view of participants differs from those results found in traditional research. Those participants involved in self-help groups or diabetic clubs perceive positive effects from the interventions and establish close relationships with health professionals. Instead, those who participate individually perceive such interventions as part of health care and have a distant relationship with such professionals. It’s concluded that more studies are needed to explore chronically ill people’s point of view regarding issues such a health education. Key words: health education, actor’s perspective, chronic illness. Palabras clave: educación sanitaria, perspectiva de los enfermos, enfermedad crónica. Artículo recibido el 28/08/2004, corregido el 17/09/2004, aceptado el 4/11/2004 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Educación tradicional y atención médica En las décadas pasadas se elaboraron varios programas de atención médica dirigidos a las enfermedades crónicas, centrados en la enfermedad y el cumplimiento del tratamiento en los cuales la educación jugó un papel fundamental. En la actualidad la mayoría de los autores reconoce que dicha educación es un componente vital de la atención a los enfermos crónicos (12). Entre otros resultados, se ha reportado que parte del tiempo que se dedica a la atención de los enfermos crónicos tiene relación con las actividades educativas, particularmente en el caso de quienes padecen diabetes (13). También se calcula que las actividades de educación para la salud consumen el 25% del tiempo de la atención (14). A nivel institucional, el tiempo dedicado a la consulta es cada vez menor y las sesiones educativas se dan fuera del consultorio con programas e intervenciones grupales. La educación para la salud se ha visto limitada al considerarse como resultado de la acción de las instituciones sanitarias. Hasta ahora se han basado en indicar las “prácticas de la buena salud” y “lo que debe” y “no debe hacerse” pero sin considerar las necesidades de salud de la población destinataria. Los esfuerzos que se hacen para educar y lograr que el enfermo tenga conductas de buena salud suelen centrarse en modelos tradicionales que buscan vaciar información en los destinatarios, con programas centrados en la imposición de conductas, presentar exigencias terapéuticas y promover el miedo con ideas amenazantes sobre las complicaciones y consecuencias de una diabetes no controlada. E N J. J. Gurrutxaga S A L U D Antecedentes Desde hace siglos se reconoce la importancia de la promoción y la educación del paciente como premisa fundamental para el tratamiento de las enfermedades. Hoy en día diversas organizaciones internacionales de salud con- cuerdan en considerar la educación para la salud como un pilar fundamental en el tratamiento de las enfermedades crónicas. Según ciertos organismos educar al enfermo no consiste solamente en proporcionar información; los programas educativos deben contener elementos integrados de conocimientos, participación de vivencias y discusión de casos. La educación en grupo parece obtener una mayor interacción, participación y aprovecha al máximo los recursos humanos disponibles (11). I N V E S T I G A C I Ó N de las personas que las padecen con la consecuente pérdida de años de vida productiva y de vida potencial debido a la incapacidad y la creciente invalidez que obliga al retiro del mercado de trabajo y la redefinición de los papeles sociales hasta la muerte. Las enfermedades crónicas también ocasionan un incremento en la demanda y el consumo de servicios tanto ambulatorios como hospitalarios (4,5). Las instituciones sanitarias cuentan con programas dirigidos a la prevención, detección, manejo y control de las enfermedades crónicas. Sin embargo, no tienen el éxito esperado, ya que dichos propósitos difícilmente se logran. El plan de manejo integral de estas enfermedades contempla acciones de atención médica, de promoción y educación para la salud (6, 7, 8). Ello no obstante la mayoría de las actividades educativas se circunscriben a la transmisión de información a los enfermos crónicos, bajo el supuesto de que con ello se lograrán cambios en el estilo de vida, mejoras en su estado de salud y la disminución de las complicaciones (9). La modalidad tradicional de la educación para la salud tiene como principal limitante el caracterizarse por ser más informativa que formativa, donde el enfermo crónico es tratado como objeto mediante una relación autoritaria y no se le considera como sujeto reflexivo (10). A pesar de ello, son escasos los estudios en nuestro medio que evalúan las intervenciones educativas tomando en consideración las perspectivas de los sujetos enfermos. De ahí que se sepa poco sobre la perspectiva de las personas con enfermedad crónica en torno a las actividades educativas en el campo de la salud. Aunado a ello es mínima la información disponible sobre las diferencias o coincidencias entre los programas de salud, su normatividad y el punto de vista de la población usuaria. Menos aún se conocen las propuestas de los mismos usuarios y la población enferma para mejorar los programas educativos en curso. Tal información es esencial no solo para ampliar los conocimientos en la materia, sino también para explorar alternativas a fin de incorporar dimensiones de sus demandas en la organización de los programas de salud. El propósito de este trabajo ha sido explorar la perspectiva de los enfermos sobre los programas educativos dirigidos a los enfermos crónicos en una institución de salud. En particular se presentan los resultados parciales de un estudio cualitativo multicéntrico realizado en tres ciudades de México sobre la atención médica a los enfermos crónicos en una institución sanitaria. 147 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 148 A pesar de lo anterior, no se ha tenido el éxito esperado en la educación del enfermo crónico. Las evidencias de ello son las elevadas tasas de morbilidad y mortalidad por complicaciones en estas enfermedades y los porcentajes mínimos de cumplimiento de las terapias indicadas. Según ciertos autores, el proceso de la educación en salud es responsabilidad compartida entre los servicios de salud, las instituciones sociales y la población a la que está dirigida la intervención educativa. Por ende se propone tener en cuenta la opinión de la población (15). En años recientes se ha incrementado el interés de algunos investigadores por incorporar la perspectiva de la población sobre las intervenciones educativas (16). Sin embargo, la mayoría evalúa el impacto de la educación sanitaria mediante el análisis de las modificaciones de indicadores clínicos o biológicos (17). Múltiples trabajos afirman el beneficio a corto plazo de las intervenciones educativas sobre las enfermedades crónicas. Sin embargo, existen investigaciones que muestran que la educación sanitaria intensiva no es suficiente para generar cambios radicales en el estilo de vida (18). En el Sector Salud de México se sigue evaluando el impacto de las intervenciones educativas a través de indicadores numéricos. Algunos investigadores han empleado estrategias metodológicas cualitativas para el diseño y evaluación de las intervenciones educativas en la atención primaria (19) sin embargo, su propósito ha sido evaluar la modificación de hábitos riesgosos, o la adquisición de conductas saludables acordes a las metas y objetivos planeados (20, 21). Si bien la educación sanitaria forma parte de las estrategias de intervención en la población, por lo común se realiza en términos directivos y con una orientación predominantemente biológica. Se busca lograr la participación marginal de la población enferma en el logro de los objetivos de los programas de salud (22). Se han implementado guías de detección, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades crónicas que apoyan al personal de salud en sus actividades de atención. Pero poco se sabe de las diferencias o coincidencias entre la finalidad de los programas de salud y su normatividad. Se ve al paciente como un “caso” al que se le atiende de acuerdo al resultado de los indicadores biológicos que registra. No se le considera como un actor central del proceso de atención. Por lo tanto los objetivos de las intervenciones educativas son lograr parámetros aceptables de sus cifras paraclínicas más no interesa su punto de vista sobre las acciones de educación. Los estudios cualitativos Día a día aparecen más estudios cuya finalidad es explorar la perspectiva de la población enferma sobre la atención médica y particularmente sobre los programas de educación para la salud (23). Paralelamente crece el interés por una atención y educación centrada en los pacientes (24) lo cual ha influenciado la formación de los profesionales (25). No obstante tal reconocimiento, son escasos los estudios cualitativos en América Latina que se hayan preocupado por conocer la perspectiva de la población enferma sobre las políticas y programas de educación para la salud. METODOLOGÍA En otro momento hemos descrito con detalle la metodología de un estudio cualitativo más amplio del cual forma parte este trabajo (26). Aquí solo presentamos lo correspondiente a los aspectos educativos. La exploración de la perspectiva de los enfermos crónicos sobre los programas de educación de una institución de salud implica preguntarse sobre las estrategias mas idóneas para acercarse a tal fenómeno. Por ello y en base a las interrogantes específicas del trabajo, optamos por llevar a cabo una investigación cualitativa, en tanto este tipo de estudios tiene como interés central la perspectiva de los otros y no solo la de los expertos. Llevamos a cabo un estudio multicéntrico en tres ciudades de México: Guadalajara, San Luis Potosí y Ciudad de México. Su selección obedeció a la existencia de investigadores en cada ciudad con interés en participar en el estudio. Seleccionamos un barrio en cada ciudad donde habitara mayoritariamente población del sector popular y hubiera un centro de la Secretaria de Salud. Así, optamos por trabajar en el barrio de Oblatos en Guadalajara; en Satélite, El Saucito y Unidad Ponciano Arriaga en San Luis Potosí y en Tláhuac en Ciudad de México. En cada lugar integramos grupos focales (27) compuestos por personas que presentaran algún padecimiento crónico. Se utilizo la técnica de grupo focal a fin de obtener una visión colectiva del tema en estudio, y donde los participantes pudieran expresar sus puntos de vista, intereses y preferencias (28). Los participantes de Guadalajara fueron seleccionados en el barrio, mientras que los de las otras ciudades a partir de quieres asistieron en días determinados a los centros de salud. El tipo de muestreo empleado, fue el denominado muestreo teórico por conveniencia según la clasificación de Kuzel (29). Se formaron 11 grupos focales de sujetos enfermos, 3 en Guadalajara, 4 en ciudad de México y 4 en San Luis Potosí. El número de participantes fue de 88; cerca del 80% del total fueron mujeres. Los integrantes de los grupos focales oscilaron entre 5 y 14. Todos los sujetos enfermos tenían uno o más padecimientos crónicos; entre los más frecuentes se encuentran la hipertensión arterial, la diabetes y la artritis. La información se obtuvo principalmente de los grupos focales, aunque también se utilizaron entrevistas individuales y se recibieron comentarios de los participantes al presentarles resultados provisionales del estudio. A pesar de intentar cierta homogeneidad en este rubro, las entrevistas a los grupos de enfermos se llevaron a cabo en casa de uno de ellos, en aulas del centro de salud y en el aula de una universidad en ciudad de México. Un formato de entrevista semi-estructurado fue empleado en todos los casos. Las entrevistas, con una duración promedio de una hora, se dividieron en cinco momentos: la introducción, la experiencia del padecimiento, la atención al padecimiento, la educación para la salud y la síntesis/clausura. Este trabajo incluye fundamentalmente la información obtenida en el cuarto apartado. En el desarrollo de los grupos focales, uno(a) de los(as) autores(as) fungía como coordinador(a), y otro(a) como co-coordinador(a). El (la) primero(a) dirigía la sesión, el (la) segundo (a) apoyaba su realización, obser- Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 vaba la dinámica de la entrevista y se encargaba de obtener información básica de los participantes. Se empleó un formato para la captura de dicha información (datos demográficos y del padecimiento). El manejo de la información tuvo como finalidad asegurar su fidelidad ante los diversos tratamientos. Las entrevistas fueron grabadas y posteriormente transcritas empleando una guía con indicaciones precisas. Las transcripciones fueron revisadas por quien coordinó la entrevista. El análisis de la información se baso en el método de análisis de contenido de tipo temático (30) utilizando como herramienta de apoyo el programa NUD*IST N-vivo (31). El primer autor de este trabajo se hizo cargo de un análisis preliminar. Los resultados provisionales fueron presentados a los coautores, a los participantes de Guadalajara, así como a académicos en foros. Varios comentarios, críticas y sugerencias fueron recabados en tales presentaciones; todo ello fue de utilidad para profundizar en el análisis. Nosotros tuvimos una plática de autoestima... y unos ejercicios de baile. Oiga ¡como nos divertimos! Son de las cosas que nos han unido como grupo [murmullos de aprobación], nos hemos reído bastante... reírnos es una buena opción ¿verdad? Sí, importante... porque uno va reaccionando a eso (la enfermedad), está uno platicando y se distrai uno y se le quita eso de estar pensando en la enfermedad... porque muchas veces está uno solo en su casa nomás pensando uno en la enfermedad, sale uno y se distrai, le platican de esto, le platican del otro y ya usted dice: Se me olvidó un rato... yo sufría mucha depresión. Todo me daba por llorar, sentía yo que la vida ya no, ya no... desahogarme y no podía. Y sin embargo yendo, que es un ratito, pero como la compañera dice: “se siente uno tan bien”, yo creo que porque se desahoga con esa persona o a la hora de hacer sus ejercicios se saca todo el malhumor. Es notoria la diferencia entre quienes son integrantes de los grupos y aquellos que esporádicamente han recibido alguna información sobre su enfermedad. Los primeros refieren experiencias positivas y los segundos por lo común describen las intervenciones educativas como desagradables y problemáticas. E N S A L U D J. J. Gurrutxaga Participación en grupo o individual Entre los principales hallazgos encontrados, las personas tienen perspectivas diferentes si acuden y participan habitualmente con los grupos formados en la Secretaría de Salud, respecto a quienes solo acuden a la atención médica. Los primeros suelen mencionan que su convivencia y experiencia conjunta favorecen su integración con los otros integrantes de los grupos. Hacen referencia a sus efectos positivos como en la autoestima y los hace sentirse como “no enfermos”. Hablan también con orgullo del grupo al que pertenecen. Así mismo, disfrutan de participar juntos, compartir sus temores, experiencias, y alegrías. Tienen planes en conjunto para futuras actividades y el uso del tiempo libre. Por ejemplo, una participante de la Cd. de México nos ilustra algunos de los puntos anteriores cuando dice: I N V E S T I G A C I Ó N RESULTADOS La atención médica institucional que se brinda a los sujetos enfermos participantes de las tres ciudades involucrados en este estudio es bastante similar ya que la misma esta a cargo de la Secretaria de Salud; ello no obstante la descentralización que se ha impulsado en los últimos años en México. La estructura básica de la atención a nivel urbano, consiste en aquella de los centros de salud y los hospitales de concentración. En dichos centros de salud laboran por lo común personal medico, de enfermería, trabajadores sociales y promotores de salud quienes conforman los llamados núcleos básicos. La atención a los enfermos crónicos forma parte de la estrategia planteada en las políticas prioritarias para enfrentar los problemas de las enfermedades no transmisibles (32). En este frente se propone, entre otras cosas, promover estilos de vida saludables, el diagnóstico temprano del sobrepeso, de la diabetes y de la hipertensión, desalentar el consumo de tabaco y alcohol y desarrollar intervenciones costo-efectivas y protocolos para atender los daños de estas enfermedades. Las acciones de educación para la salud, van encaminadas a informar de los factores de riesgo, la alimentación del enfermo crónico y lo que se ha denominado el “autocontrol”. Allí se asume que quien padece alguna enfermedad crónica carece de información y por lo tanto requiere de ella, motivo por lo cual se le debe proporcionar. La información que obtuvimos en esta investigación da cuenta de la mirada de los enfermos entrevistados que dista de la perspectiva de los profesionales de la salud en varios sentidos. Hemos organizado la información proporcionada por los sujetos enfermos sobre las intervenciones educativas en los siguientes rubros: el lugar donde se llevan a cabo, los educadores, la asistencia, los contenidos temáticos, la participación y las sugerencias. 149 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Por su parte los integrantes de los grupos organizados, describen una relación agradable y positiva entre los enfermos crónicos y los profesionales que los atienden. Les permiten preguntar, exponer sus dudas y les posibilita una participación abierta en sus reuniones periódicas. Al respecto una de las participantes de San Luis Potosí que asiste regularmente con dichos grupos dice sobre el particular: Yo opino que es mejor estar ya conscientes como dicen: “más vale la duda que un desengaño”...entonces yo hice (al doctor) muchas preguntas la semana pasada. ..Yo soy muy preguntona, porque no me gusta estar con la duda ¡hay!, ¿será esto, será lo otro? ... El espacio educativo Los participantes, por otro lado, hacen referencia al lugar donde se llevan a cabo las acciones educativas. El espacio que por excelencia suelen identificar es el del primer nivel de atención de la institución donde son atendidos. En ningún momento hicieron comentarios de haber participado en alguna actividad educativa en los hospitales, no obstante haber sido atendidos con cierta frecuencia en los del segundo y el tercer nivel de atención. Quienes han participado en grupos organizados puntualizan algunos detalles sobre la periodicidad y el horario de las intervenciones. Por ejemplo, una persona de la ciudad de México comenta al respecto: En el saloncito de afuera (del centro de salud) dan información para el alcoholismo también...En el centro de salud, los martes, miércoles y viernes es a las 10 de la mañana. Pero están clasificados los grupos... el de los martes es de puras personas diabéticas y de hipertensas. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D A su vez, quienes han participado en forma esporádica en alguna acción educativa se refieren a ellas vagamente, sobretodo aquellas realizadas dentro del consultorio. 150 Los educadores Respecto de los profesionales responsables de las actividades educativas, la mayoría de las personas entrevistadas aluden a las actividades educativas realizadas por los médicos y en segundo término a las enfermeras. Raros son los que se refieren a los trabajadores sociales, los psicólogos y los promotores como participantes de los programas educativos y cuando hablan de los educadores de las sesiones grupales, por lo común lo hacen aludiendo a su profesión por su nombre, sobretodo refiriéndose a los médicos. Una mujer de la ciudad de México refiere al respecto en una sesión: ... el doctor y la doctora que nos atendía nos decía... también vamos a hacer práctica de ejercicios: Nos dieron unas clases a los de la tercera eda. Los entrevistados que presentan otras enfermedades crónicas distintas a la diabetes mellitus o la hipertensión arterial no hablan de haber participado en alguna intervención educativa, no obstante haber sido atendidos tanto en el primer nivel, como por los especialistas en el segundo y tercer nivel. La mayoría de los enfermos que asisten a sesiones grupales afirmaron haber participado con cierta regularidad a acciones educativas desde su diagnóstico hasta la fecha. Pero entre quienes no asisten a los grupos organizados, suelen haber recibido esporádicamente información rápida tanto en forma verbal como a través de algún documento. Una participante de Guadalajara manifiesta al respecto una opinión que parecen compartir algunos otros: Me dieron una hoja y me dijeron: “¡va a comer esto, esto y esto!, si quiere estar sana o quiere estar controlada del azúcar... Estrategias educativas y contenidos temáticos Según los participantes, la “plática” es la estrategia más utilizada por los trabajadores de la salud para proporcionarles la información. Una participante de la ciudad de México expresa con bastante elocuencia una idea bastante generalizada: Tal como dice ella, dan muchas pláticas, pláticas... en el centro de salú (d) también nos hicieron (dieron) unas pláticas. Según los participantes de este estudio, los temas más manejados en las sesiones educativas son aquellos referentes a la dieta y la alimentación. Destaca el hecho que entre los contenidos enumerados no aparece información alguna sobre el uso de los medicamentos. Pocos refirieron haber recibido información sobre medidas como el cuidado general, la actividad física y las complicaciones. También aluden a que se los presentan en términos autoritarios ó de mandato, les indican lo que deben hacer, realizar ó cumplir y lo que no se les está permitido comer. Aunado a ello, lo consideran como prescripciones ajenas o contrarias a sus hábitos y costumbres. Una participante de Guadalajara manifiesta al respecto: ... Los doctores a uno lo tratan... siempre le están dando indicaciones, como debes de vivir, como debes pues... la comida, como debes portarte y todo. Entre los efectos de las intervenciones educativas según las describen los enfermos crónicos, poco aparecen los resultados que impacten sus parámetros clínicos y de laboratorio que den cuenta de los beneficios biológicos en el control de la(s) enfermedad(es) crónica(s). Algunos describen las relaciones que tienen con los profesionales en sus experiencias educativas como desagradables e incómodas. Argumentan que los profesionales no entienden su situación ni su problemática diaria. Una participante de Guadalajara explica las razones que le provocan una sensación de incertidumbre e inconformidad durante el proceso: A mí no me gustó, a mí no... cuando no le gusta a uno siente que no le sirve... no me gusta como la dan a uno las pláticas, porque un día la da una persona, otro día te la da otra y otro día otra. Y entre ellas se contradicen mucho. Una persona nos dijo una cosa...y otra dice otra. A mí me sirvió, porque yo en sí del diabético no sabía nada, en cuanto a cuidados, en cuanto a consecuencias... En cuanto a la alimentación no, porque hay algunas personas que se van al estremo comple- Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 tamente... Porque imagínese, una persona que no está acostumbrado a esto e irse completamente al otro... Las sugerencias Los enfermos crónicos entrevistados también hacen sugerencias para mejorar las intervenciones educativas. Por ejemplo, proponen la incorporación de otros profesionales como educadores, aunado a una participación cordial y respetuosa. También sugieren introducir contenidos que ayuden a prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas en sus familiares. Otra propuesta es llevar a cabo actividades educativas a otros espacios externos a los centros de salud. Una participante de Guadalajara alude al tema en los términos siguientes: Hacer reuniones de familia... .y que las trabajadoras sociales se pongan a dar información a las familias y que sea de prevención... E N S A L U D J. J. Gurrutxaga I N V E S T I G A C I Ó N DISCUSIÓN Este trabajo intenta dar cuenta de la perspectiva de los sujetos con enfermedades crónicas sobre las acciones e intervenciones educativas realizadas en una institución de salud en México. El mismo aspira a contribuir al conocimiento de un tema que, no obstante la importancia que suele otorgársele a nivel discursivo, ha pasado desapercibido tanto en la investigación, en la formulación de políticas y programas y en la formación de recursos humanos en salud. Los hallazgos encontrados muestran que los participantes de este estudio aluden a las intervenciones educativas a través de varios temas: el lugar donde se llevan a cabo, los educadores, la asistencia, las estrategias empleadas, los contenidos temáticos y sus perspectivas en cuanto a lo que se debería incluir. Las disposiciones en materia de educación para la salud de la Secretaría de Salud marcan que con solo tener información sobre las implicaciones de su (s) enfermedad (es) los pacientes crónico-degenerativos habrán de lograr un cambio positivo en su estilo de vida (33). Los hallazgos encontrados en este estudio distan de concordar con las disposiciones de la mencionada Secretaría ya que éstos suelen ser universalistas y ajenos a la cultura en que se encuentra inmersa la población enferma. Un hallazgo central ha sido que la perspectiva de la población enferma aquí estudiada parece variar sensiblemente entre quienes forman parte de los grupos y clubes de enfermos crónicos respecto a aquellos que acuden solo a la atención médica. Otros trabajos han considerado los efectos de las intervenciones educativas en la esfera emocional de los enfermos crónicos y proponen dirigir las acciones hacia el manejo de la depresión y la ansiedad. Según tales estudios, las personas enfermas tienen múltiples daños, son apáticas y requieren ayuda para aceptar su enfermedad(es) (34). Lo anterior contrasta con los hallazgos de este estudio, en tanto ciertos participantes mencionan efectos positivos por su participación en los grupos de ayuda mutua. Durante el tiempo que están reunidos no se consideran a sí mismos como enfermos y son individuos que interactúan entre sí. También programan actividades en conjunto, refuerzan su salud mental, no muestran malestar, manifiestan sensación de bienestar e identifican atributos positivos. La interacción y actividades que realizan en forma compartida favorecen el logro de metas individuales y grupales, así como mejora en su autoestima y la posibilidad de liberar presiones y recobrar energías (35). Al sentirse orgullosos de pertenecer al grupo, desarrollan un proceso de ayuda mutua que no tiene relación con las indicaciones médicas (36). La modalidad educativa más referida por los participantes de este estudio ha sido la “platica”. Tal hallazgo coincide con el de Hernández (37), quien detectó esta misma estrategia entre los médicos y las enfermeras de los centros de salud y como la opción más utilizada en la educación para la salud. Así mismo difiere de los programas educativos participativos utilizados por otros profesionales para la promoción de cambios en el estilo de vida (38). Los entrevistados destacan que en las interacciones con los profesionales involucrados en la educación para la salud hay una deficiencia en el trato personal y la cortesía, lo que no solo afecta la calidad de la atención (39), sino que también hay una comunicación deficiente y la comprensión por parte de las personas enfermas de lo que los médicos les dicen. Pero no solo se trata de interferencias en la comunicación, todo indica que se trata de un modelo autoritario y vertical donde se asume que los expertos poseen conocimientos verdaderos por lo cual los enfermos o pacientes, son ignorantes y carecen de información, por lo cual habrán de seguir las órdenes de los profesionales de la salud, sobretodo las de los médicos. En otro trabajo hemos reportado al respecto que las perspectivas de los médicos y sujetos enfermos no solo son diferentes en cuanto a sus contenidos; sino también porque una es hegemónica y otra sub- 151 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D alterna (40), lo cual tiene implicaciones cuando se trata de buscar nuevas alternativas de atención. Entre las sugerencias de los participantes destaca la de incorporar a los integrantes de sus familias en las intervenciones educativas, lo que coincide con lo reportado por Van Der Sande (41), quien sostiene que los lazos comunitarios y la cohesión familiar son determinantes y deben considerarse al promover cambios en el estilo de vida. Por ello, se deben aprovechar todas las oportunidades de intervención educativa para extenderla a la familia. Los sujetos que participaron en este estudio, también proponen cambios sobre una serie de problemáticas, de espacio, contenidos temáticos y otros, que a su juicio requieren solución y que difieren de otros trabajos que a partir de la opinión de la población solo se hacen modificaciones en el diseño de los materiales educativos (42). Si logramos conocer la forma en la que los individuos responden ante una problemática y las razones por las cuales lo hacen de esa forma, quizá entonces se puedan modificar sus acciones en forma más idónea. Algunos autores recomiendan incorporar la opinión de la población destinataria, (en este caso los enfermos crónicos) a los procesos educativos a fin de que se genere un proceso de comunicación interactiva (43). Los aquí entrevistados manifiestan inconformidad y sensación de que no son escuchados por los profesionales de la salud. El reto entonces no solo consiste en transmitir los conocimientos sobre las enfermedades crónicas, de forma que todos encuentren y se identifiquen con los beneficios que implica un control adecuado. Esperamos que en un futuro no lejano se pueda escuchar la voz de estos actores, a la par que se cuente con el apoyo de tecnologías de información y comunicación que favorezcan las mejoras en la educación sanitaria. Los autores visualizamos posibles limitaciones en el estudio. Por una lado, la estrategia adoptada para la obtención de los datos pudiera no ser la más idónea; sobretodo porque no favorece la discusión abierta del tema estudiado. También reconocemos las implicaciones al haber obtenido la información en lugares diferentes. Lo anterior no impide 152 J. J. Gurrutxaga reconocer su contribución. Sobretodo porque pone en la agenda de la discusión el papel de la perspectiva de los sujetos enfermos en la elaboración de programas sanitarios, como es el de la educación para la salud. 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Centro Universitario de Ciencias De La Salud. 2 Universidad Autónoma de San Luis Potosí Facultad de Enfermería. 3 Universidad de Guadalajara Centro Universitario de Ciencias de la Salud. 4 Universidad Autónoma Metropolitana. Xochimilco CORRESPONDENCIA Elizabeth Alcántara Hernández. Sierra Mojada 950. Col. Independencia, Guadalajara, Jalisco. CP 44340. Tel y Fax: (33) 36 17 78 46. E-mail: ealcanta@cucs.udg.mx Este trabajo fue presentado en III Congreso Internacional de Salud Pública en Medellín, Colombia, octubre de 2003. Recibió financiamiento del FOSIMORELOS. Agradecimientos A las personas participantes que de forma decidida y voluntaria aceptaron compartir sus conocimientos. Conflicto de interés no declarado I N V E S T I G A C I Ó N E N Scott Neri S A L U D 17. Tapia R, Velásquez O, Lara A, Vera H, Cruz J, Jiménez RA et al. Guía Técnica para capacitar al paciente con diabetes. Secretaría de Salud; México, 2004. 18. Fox CH, Kilvert A. “Intensive education for lifestyle change in diabetes”. British Medical Journal, 2003;327(7424):1120. 19. Barceló a, Robles S, White F, Jaude L, Vega J. “Una intervención para mejorar el control de la diabetes en Chile”. Rev Panam Salud Publica, 2001;10(5):328-333. 20. Massett H.A. “Appropriateness of hispanic print materials: a content analysis”. Health Education Research, 1996;11(2):231-242. 21. Richmond Rl, Kehoe L, Hailstone S, Wodak A, Uebel-Yan M. “Quantitative and qualitative evaluations of brief interventions to change excessive drinking, smoking and stress in the police force”. Addiction, 1999;94(10):1509-1521. 22. Magnus MH. “Grado de adaptación de programas de educación citaría de la comunidad en América Latina y El Caribe”. Bol Sanit Panam, 1986:100(5):477-487. 23. Davis La, Chesbro SB. “Integraing health promotion, patient education, and adult education principles with the older adult: a perspective for rehabilitation professionals”. 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El objetivo es mostrar aquellas partes sensibles de una y otra donde pueden reconocerse sus limitaciones y subsanar las mismas con la correcta interdisciplinaria. El esfuerzo constante de la investigación cualitativa (IC) es entender el corazón mismo del fenómeno en estudio. El psicoanálisis (PS) parte del corazón, camina por las venas, termina con la sangre en las manos. El primero tiene todo un camino para llegar al principio, bien sistematizado, para después darlo a conocer y mostrar la evidencia, pero llega con pocos restos a la meta. El segundo recorre todo el sendero, lleva la bolsa llena, pero al final, no tiene modo de mostrar como lo hizo. El método de Freud es una IC llevada a cabo con toda la pura inocencia del descubridor. La fundamentación de su teoría es desbordante. La metodología idónea para encontrar el inconsciente. La IC necesita dar cauce al desbordamiento y en el proceso, apoderarse del acceso al inconsciente para llegar al corazón de sus hechos. Este ensayo trata de dar cuenta de estas vinculaciones, buscando eco en aquellos abocados a la tarea de entender la salud y la enfermedad. JUSTIFICACIÓN En 1977 (1), se inscribe un primer trabajo entre el infierno y la gloria de una Ciudad y un mundo académico que parecieran no tener parentesco alguno con otro evento de la misma Ciudad, Guadalajara, cuando dos años después, se firma el acta de la primera Asociación Psicoanalítica Jalisciense (2). Corren los años y en forma dispar, se desarrollan dos conocimientos sin conexión, pero íntimamente ligadas en su episteme. La metodología cualitativa tiene una serie de características hermanables con las premisas básicas del psicoanálisis, pero adolece de la metodología desarrollada por el mismo para obtener el centro mismo de sus anhelos, la verdad subjetiva del hablante. El psicoanálisis ha logrado entrar al corazón mismo de la verdad subjetiva, modificarla, procesar una construcción diferente y promover niveles de crecimiento y significatividad que liberan al sujeto de su enajenación médica, social, económica, pero sus métodos y sistemas de evidenciar la eficacia y la eficiencia de sus resultados (5) ha estado muy corta sobre todo en sistematización del lenguaje que comunica la metodología de la ciencia. Considero que si logramos establecer algunos vínculos entre una y otra disciplina, ambas se verán gratamente enriquecidas. RESUMEN Ensayo dirigido a mostrar las relaciones entre el psicoanálisis y la investigación cualitativa en salud, buscando la conexión que permita un acercamiento mayor entre ambas disciplinas. Muestra el origen de ambas y su comunidad en objetivos, la expresión de la verdad subjetiva en los casos investigados, así como las consecuencias de lo mismo para distintos campos de la salud. ABSTRACT This essay is directed to show the relationship between psychoanalysis and qualitative research on health. It looks for the connection that allows to bring closer these disciplines and it shows their origins, their common aims and the subjective truth’s expression in the researched cases. Besides, this paper shows the consequences of these topICs on the different health issues. Palabras claves: Psicoanálisis, investigación cualitativa, relaciones y conexiones. Key words: Psychoanalysis, qualitative research, relations and connections. Ensayo recibido el 14/07/2004, corregido el 29/10/2004, aceptado el 9/11/2004 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 una tercera reunión con el sujeto y este le dice, en forma natural, su propia opinión, su creencia, su explicación del problema. Digamos que es una señora que afirma que su diabetes inició por un susto, un día que su marido no llegó a dormir y ella quedó en el abandono. Cuando el llega, aparece alcoholizado y la amenaza con un grito. La señora “siente morir” y a partir de ahí nunca vuelve a estar saludable. Se desarrolla la diabetes. Este sería el punto 3. Ahora, ¿Por qué desarrollar ese cuadro, en ese momento específico de su vida? ¿Por qué desarrollar diabetes y no otra cosa? ¿Por qué se siente morir? ¿Cómo y desde cuál modelo es posible explicar la debilidad y la dependencia que subyacen en esa mujer capaz de entrar en el infierno en razón de un hombre que no llega, o llega gritando? ¿El paso de un estado de salud a uno de enfermedad, es explicable por un grito o una ausencia? La IC podría responder usando sus múltiples referenciales: la explicación etnográfica en primer lugar, la hermenéutica dialéctica, el constructivismo, y así en general. El problema sigue pendiente y solo aparece en los registros de fracaso médico en los programas de atención primaria. Una vez que el paciente “logra” ser definido y etiquetado con una “enfermedad” que lo convierte en sujeto de cuidado social, no lo abandona. En ese momento, el paciente obtiene una dinámica y un sentido inconsciente de gratificación al pasar del nivel 1-2, al 3. El punto 3 no es un nivel accesible por el 1-2. Para llegar a ese 3 se necesita un abordaje y un planteamiento inconsciente y usar la lógica analógica, hermenéutica y seguir las leyes del proceso primario, la construcción inconsciente, y partir de premisas que den cuenta de la existencia de ese inconsciente que busca develarse. Son dos registros diferentes. La observación no puede ser guiada. Para llegar a lo inconsciente se necesita corresponder asociación libre con atención libre y flotante. I N V E S T I G A C I Ó N E N Gabriel Bau S A L U D PROBLEMAS La IC (3) persigue: Investigar un saber desde la perspectiva del investigador de tipo emic, significando esto, que el investigador quiere saber lo que la persona investigada piensa, siente, percibe, opina, defiende, desde su estricto punto de vista, sin ninguna interferencia por parte del investigador o el medio circundante, para obtener el punto de vista del actor como postura social, política, psicológica, económica, etc. También pretende que esta postura sea una perspectiva holística de la realidad del sujeto investigado, su propia y total cosmovisión, y que sea obtenida en un marco de naturalidad, es decir, donde los hechos se dan, sin la contaminación de un cambio de escenario, dando central importancia al lugar del contexto histórico, social, político, económico, cultural en suma, buscando aquello que por su inmediación se llama local. El material utilizado es el discurso también total de la persona, lo que nos dice y sus prácticas, lo que hace, buscando así la subjetividad en la práctica. El discurso textual es interpretado con métodos y marcos de referencia donde el aspecto de la naturalidad es el determinante para encontrar el discurso verdadero. También se establecen relaciones de involucración (4) en el proceso del hallazgo. La verdad es la del sujeto y las muestras no son representantes de un universo, sino expresantes de una realidad única, no repetible, ni sujeta a estandarizaciones, pero si resultante de una vivencia común que es el marco referencial de donde surge. Los resultados son aplicables y aún generalizables cuando las verdades subjetivas se convierten en la visión general del grupo estudiado o cuando una sola verdad arroja luz sobre una causa que en el desconocimiento anterior, impedía el análisis de su paradigma. En ese momento, el investigador necesita del saber psicoanalítico que ha debatido su destino descubriendo esas verdades, en un contexto y con una metodología no totalmente ajena, pero si diferente. Porque al entrar en el espacio subjetivo, el entrevistador se convierte en actor intersubjetivo y el resultante deja de ser natural, aún cuando se use el mismo medio donde se dan las cosas. En el proceso de investigar, ante el sujeto, se da un pasaje metodológico de lo†manifiesto a lo latente: • El campo del discurso que dice, expresa, significa. • En el plano conciente o preconciente. Donde lo que está ocurriendo es un escenario nuevo y diferente a lo que se esta investigando, porque una relación humana de interacción modifica a los mismos sujetos en el momento de su encuentro. Por eso, para entender la motivación de la pulsión y el deseo, y las estructuras simbólicas que conforman una cosmovisión, que le dan sentido a la práctica y al discurso, se precisa tener acceso a los dinamismos que las estructuras simbólicas están movilizando en el aquí y el ahora, para poder contextualizar el origen, el desarrollo y la génesis de éste presente. Esa es la parte que el PS puede ofrecer a la IC. Veamos un ejemplo. Observación. Un entrevistador encuentra al sujeto. Inicia en un punto 1, cumpliendo todas las reglas de la entrevista no estructurada, a profundidad, reconociendo los múltiples detalles que le parecen congruentes o incongruentes con el tema que busca elucidar. Llega a un punto 2, en 155 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 156 Este punto es uno donde IC puede entrar con su posición emic y la perspectiva de ir a buscar al sujeto. Donde puede encontrarse con el PS que le ofrece el encuadre de su experiencia metodológica. Se llega al momento de interpretar los datos. Si reporto estrictamente lo que el sujeto dice, en el nivel manifiesto, sin tomar en cuenta que la interacción misma ha modificado ese discurso manifiesto, entonces me estoy refiriendo a una realidad parcializada. Si reporto el tema sobre lo preconciente que logré entender con la traducción hermenéutica, uniendo las ligas de lo presente, sigo obteniendo una realidad observada desde el afuera, sobre el adentro y no comprendo que significa el fenómeno para el sujeto. Comprendo lo que él me quiere decir sobre el tema. Ahora bien, sobre la interpretación: Entiendo que en IC se están refiriendo a la interpretación que el investigador hace de la realidad que observa, no de la realidad del mundo interno del otro. En PS no se trata nada más de interpretar lo que yo percibo, sino de seguir las leyes de la interpretación que configura el abordaje al inconsciente para devolver una interpretación que agrega la parte inconsciente que el otro tiene perdida en su construcción y que me ha compartido (observar, escuchar, metabolizar intersubjetivo, responder contratransferencialmente, construir la síntesis simbólica, señalar y finalmente, interpretar). La fluidez en el hablar del otro ha de corresponder con la fluidez de la escucha (asociación libre – atención libre y flotante). ¿Cuál es la escena de la realidad inconsciente que subyace a lo que dice el sujeto? Aquí entra la estructuración de lo inconsciente, lo dinámico, económico, estructural, adaptativo. La estructura simbólica del decir y la semiótica, es decir, lo que oculta el síntoma. ¿Que le ocurrió a la diabética cuando dice que empezó su ataque porque el marido la dejó? ¿Que sentido tiene su síntoma? ¿Ganancia? Si bien “lo natural” del entorno es una realidad inamovible, imprescindible para captar, la otra realidad, la de la interpretación de los datos no se puede dar estrictamente en la naturalidad de la recolección de los mismos. Y ese cambio de escenarios también influye en la interpretación. El PS hace un escenario “natural” en el consultorio, donde los datos se recogen, se procesan y se interpretan, dando lugar a una construcción, que intersubjetivamente, modificará a los sujetos. En esa forma la IC que tiene lugar en el PS no es la misma, porque el paradigma psicoanalítico tiene tres vertientes en el mismo acto: investigar, curar y teorizar. Pero los productos de ambas disciplinas pueden complementarse. Por ejemplo, toda la sistematización de la IC puede ser enseñada y aplicada al PS y con ello lograr la tan necesaria evidencia que demuestre la eficiencia mediante la eficacia. LA APORTACIÓN PSICOANALÍTICA Para la comunidad psicoanalítica es una sorpresa encontrarse con la IC a la cabeza de técnicas metodológicas del saber científico sobre cómo aprehender la verdad subjetiva porque fue en el estudio sobre el “Mecanismo Psíquico de la Histeria” en 1895, donde Freud y Breuer (6) desarrollaron el instrumento de la indagación sobre el saber del otro, y desde entonces, es el método cotidiano para la sesión analítica. En 1895 Breuer y Freud presentan el caso de Anna O., un paradigma narrativo, tomado de la gran aventura intersubjetiva entre médico y paciente. Un día de esos, Freud acude a ver a Anna, en ausencia del Dr. Breuer y no logra hipnotizarla. Anna de todos modos inicia una conversación con Freud, quien atenta y empáticamente la sigue. Hablan del síntoma, su historia, su origen, sus circunstancias. Anna dice que es una limpieza de chimenea refiriéndose al efecto catártico de la conversación. Antes de llegar al Olimpo, aparece la resistencia y la sesión es interrumpida, no sin antes haber desaparecido los síntomas del momento. Freud, maravillado, descubre la determinación inconsciente de la asociación libre. Juiciosamente, describe anotando todo lo ocurrido. Es un diario de campo. En su elaboración posterior deduce la represión y ante la manifestación clara de una movilización de afectos tanto del médico como de la paciente, que llevan a ambos a abandonar el trabajo o, cautamente hacerlo bajo la égida del Dr. Breuer, igualmente deduce la transferencia y poco después, la contratransferencia. Para que el síntoma desaparezca, fue necesario interpretar el inconsciente. Ahí aparece la gran transformación del síntoma en construcción. Una segunda explicación del origen y la historia, una transformación mental de la primera narrativa. Por último, tenemos la narrativa del caso, historia viva de Anna O. de “Freud” y “Breuer”. Esto es lo que teóricamente se describe actualmente por Investigación Cualitativa. Nuestra sesión psicoanalítica. Esto es lo que se define como teoría fundamentada (8): “La teoría se construye a partir de un proceso inductivo y, mediante el análisis cualitativo, se van formulando las interpretaciones teóricas de los datos producidos en la realidad, lo que provee de importantes significados para la comprensión del mundo de los actores sociales... se desarrolla en íntima relación con los datos y los investigadores son conscientes de su papel como instrumentos para el desarrollo de la teoría que está siendo generada”. Por lo tanto, parece que en el PS, la sesión analítica es: • Una investigación cualitativa en sí misma. • Tratamiento terapéutico en la entrevista no estructurada. • Encuentro intersubjetivo. • Diálogo constructor de la concepción del mundo y de una teoría. • Un espacio natural donde lo específico psicoanalítico es la percepción del contenido psíquico inconsciente en el contexto intersubjetivo. Pero también existe otra dimensión que define a la entrevista no estructurada psicoanalítica en comparación con otras: • Un analista escucha al paciente en atención libre y flotante. • El paciente asocia libremente. • Aparece la resistencia. • Se deduce la represión. • Se deduce la transferencia y contratransferencia. • Aparece la interpretación del inconsciente en el aquí, ahora y el allá, ayer. • La interpretación transforma el síntoma en una construcción. • Aparece una narrativa del proceso. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 El resultado es un encuentro entre dos humanos que sometidos a este encuadre da una experiencia psíquica modificante. Los dos descubren una verdad construida entre ambos. Los grandes pilares de la teoría son los definidos por la represión y la resistencia, del inconsciente dinámico y estructurante. El conflicto productor del síntoma es su consecuencia, pero la dinámica intersubjetiva, surgida de la transferencia y contratransferencia, propicia, en forma natural, el proceso de la construcción. Poco mérito se le ha dado a Freud en su descubrimiento de la construcción. Los que menos, han sido los autores del desarrollo del construccionismo (7). Es necesario asentar que si Freud no hubiese sentado en 1939 las bases del mismo, difícilmente se hubiese desarrollado con tanta amplitud. No cabe duda que aún se requiere de mucho para poder realmente entender este concepto, pero si algún esquema puede ser factible, este será el entorno psicoanalítico. El otro gran elemento es la narrativa. Freud era un gran escritor y eso le facilitó describir magistralmente sus hallazgos con la prosa exquisita que le dio el premio Goethe, pero la mayor relevancia para la ciencia fue el haber dejado constancia de cómo, en alguna forma, la vida se vive para contarla (12). El Psicoanálisis tiene en esencia las técnicas para establecer confiabilidad en los enfoques cualitativos que han sido diseñados posteriormente en la teoría de la IC (9): • Para los criterios de credibilidad, actividades que incrementen la credibilidad de un estudio como son el compromiso prolongado, la observación persistente y la triangulación metodológica. El uso de colegas interlocutores, el análisis de los casos negativos, la adecuación referencial y la opinión de los estudiados en el proceso y al final. • Para los criterios de transferibilidad, la descripción densa. • Para dependabilidad, la audiencia de análisis. • Para confirmabilidad, la audiencia de análisis, todas las anteriores y el diario de campo reflexivo. Sin embargo, la gran dificultad se sitúa en las limitaciones. Ulrich Stuhr10 indica: Los datos de análisis y las interpretaciones son selectivas, lo cuál quiere decir que los autores consciente e inconscientemente seleccionan aquellos hechos que acomodan sus ideas preconcebidas, de tal modo que no pueden ser replicadas ni falsificadas y por lo tanto son inválidas. Los resultados no pueden ser generalizados. Los resultados cualitativos y sus generalizaciones son frecuentemente basadas en casos individuales. De cualquier modo, las generalizaciones pueden bien ser derivadas desde casos individuales en este enfoque y por lo tanto no tienen validación porque el caso puede ser atípico. De ahí que, a partir de lo que tenemos como experiencia evidente, podamos comenzar a trabajar en el futuro en los distintos campos donde la relación natural de dos o más humanos suscite los fenómenos asentados: el psicoanálisis, la relación médico-paciente, la relación educativa de maestro-alumno, la pareja, el investigador cualitativo y el sujeto de investigación, etcétera. Por ejemplo, la relación médico-paciente es: • Espacio natural de un encuentro terapéutico. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Serguei Bustenko 157 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D • Interacción humana: Tensión, demandas, expectativas, logros. • Paradigma: El médico es la droga. Que abre acceso al espacio intersubjetivo y donde se puede construir: • Concientización y proceso de mentalización. • Desarrollo de Flexibilidad y Empatía. • Capacidad de hablar sobre sí mismo y los demás. • Seguridad en sí mismo. • Drástica reducción de la tensión laboral. • Satisfacción laboral realista. Reducción de la omnipotencia mágica. • Eficacia médica. Reducción de medicamentos. • Paciente auto regulado. Todos ellos, elementos indispensables del desarrollo humano sustentable y corregible. Sabiendo que las interacciones actuales de los usuarios demandan lo siguiente (11): Indicadores de calidad de los servicios de las instituciones de seguros especializados en salud, preferencias usuarios: • Que el médico sea amable. • Que el médico me escuche. • Que su diagnóstico coincida con el mío. Lo que nos lleva a muchas reflexiones, pero todas ellas a los parámetros de trabajo cotidiano de la sesión analítica. En especial, el cuidado por la alianza terapéutica, la escucha y el doble mensaje implícito en la necesidad que el paciente tiene de escuchar una reflexión de si mismo, al tiempo que su propio relato y la esperanza de que el médico le entregue una nueva construcción. 158 CONCLUSIONES Las conclusiones pueden ser las siguientes: 1. Lo específico psicoanalítico es la captación del contenido psíquico inconsciente en el contexto íntersubjetivo. 2. La entrevista psicoanalítica no estructurada ofrece un encuadre para investigación, tratamiento y teoría del sistema psíquico con los mismos paradigmas que la IC sostiene, a saber: observar, escuchar, interpretar. 3. La IC necesita recibir del PS la metodología y el entrenamiento en la formación Psicoanalítica para poder obtener el discurso inconsciente del sujeto. El PS necesita recibir de la IC toda la sistematización y los enfoques socioculturales que conforman el marco de referencia holístico de la IC. Ambos, el PS y la IC resultan sumamente beneficiados con su íntima colaboración. en psicoanálisis, informe preparado por el comité de investigación de la API a pedido de su presidente, editor y coordinador: Peter Fonagy, PhD FBA, Co-autores: Horst Kächele (Europa), Rainer Krause (Europa), Enrico Jones (Estudios de Proceso), Roger Perron (Epistemología), Peter Fonagy (Epistemología, Reino Unido y EE.UU.). Traducción al español: Denise Defey, IJPA, Londres, 2002. 6. Freud, Sigmund, y Josef Breuer. 1893-1895, Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos, Comunicación Preliminar, E. A., T. 2, pág. 27, 1976. 7. Freud S. 1937, Construcciones en el análisis, E. A., Tomo 23, 1976. 8. Natera G, Mora J, “La teoría fundamentada en el estudio de la familia y las adicciones”, p. 77; en Análisis Cualitativo en Salud. Teoría, Método y práctica, Francisco Mercado Martínez y Teresa Margarita Torres López, compiladores, Universidad de Guadalajara y Plaza y Valdez, 2002. 9. Denman C, Haro J, compiladores, 2000, ibid. 10. Ulrich S (M. Leuzinger-Bohleber et al), Resultados del tratamiento psicoanalítico, p.113, Brunner-Routledge, 2002. 11. Ortega Doris, Ofelia Poblano, Centro de Inv. En S de S del Inst. Nal. De S. P., México. 9 Cong. Investigación Cualitativa Internacional y 1 Latin. 26 de feb. 2003., Guad. Jal. Mex. 12. García Márquez Gabriel, Vivir para contarla, 2002. SOCORRO RAMONET RASCÓN1 DAVID LÓPEZ GARZA2 1 PhD pendiente. Psicoanalista, APJ, APM, IPA, FEPAL. Comité de Investigación APM. 2 PhD, Psicoanalista, APJ, APM, IPA, FEPAL. Director Comité de Investigación APM. Correspondencia Socorro Ramonet Rascón. Reforma 1758, L. de Guevara 44650. Guadalajara, Jalisco. Tel. (33) 36 16 47 06. E-mail: sramonet@megared.net.mx Presentado en el seminario de los martes, Instituto de Investigación Regional del Depto. de Salud PúblICa, U. De G., Guad. Jal. MéxICo, Marzo 11 de 2003. Esta versión es modifICada. Conflicto de interés no declarado REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Mercado Francisco, Entre el Infierno y la Gloria. La experiencia de la enfermedad crónica en el barrio urbano, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, (1977), 1996. 2. Acta constitutiva, Escritura 1707, Inscripción 81, Libro 7, Notaria 53, Guad. Jal. 3. Borelli J. “Técnicas Intensivas (cualitativas) en la Investigación en Salud: Debate sobre sus usos y distorsiones”, p.82 en, Paradigmas y diseños de la Investigación Cualitativa en Salud, Francisco Mercado y cols. Universidad de Guadalajara, 2002. 4. Denman C, y Haro J, compiladores, 2000, “Trayectorias y Desvaríos de los métodos cualitativos en la Investigación Social”, p.58; en, Por los Rincones. Una antología de Métodos cualitativos en la Investigación social. Introducción Modificada, El Colegio de Sonora; Tomado de, Mercado J. Francisco, Gastaldo Denise, Calderón Carlos, 2002, Paradigmas y Diseños de la Investigación Cualitativa en Salud, Una Antología Iberoamericana. 5. Fonagy P. Una revisión de puertas abiertas de los estudios de resultados Gabriel Bau Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 pendiente ~ La enfermedad mental como anánkè CARLOS ROJAS MALPICA GREGORIO GÓMEZ-JARABO GARCÍA SERGIO JAVIER VILLASEÑOR BAYARDO RESUMEN La presente comunicación recrea el concepto griego de anánkè con el objeto de describir el carácter regularmente forzoso del comportamiento a que da lugar la enfermedad mental, por oposición a la plasticidad y frescura del comportamiento saludable. Por el método de una rigurosa hermenéutica se discute la hipótesis órganodinámica de Henry Ey, las propuestas de la psiquiatría darwiniana y los avances recientes en neuroplasticidad, para sustentar la idea de que en la enfermedad mental se produce una estructuración rígida y altamente predictible del comportamiento, reveladora a su vez, de una pérdida de libertad y de complejidad, que parece corresponder a un nivel arcaico de funcionamiento dejado atrás en la filogénesis, que proponemos denominar anánkè. Al final, se oponen los conceptos de anánkè y enfermedad mental a los de caos, libertad y salud para concluir redondeando el análisis y la propuesta teórica. ABSTRACT This paper recreates the greek concept of anánkè in order to describe the usually compulsory character of behaviour caused by mental illness, opposed to the plasticity and freshness of a healthy behaviour. Through a rigorous hermeneutics’ method, the organ-dynamics hypothesis of Henry Ey is discussed, so as the Darwinian Psychiatry proposals and the recent advances in neuroplasticity, to support the idea that a rigid and highly predictable structure of behaviour takes place in mental illness. This also reveals a loss of freedom and complexity, that seems to correspond with an archaic level of functioning left behind in phylogeny, and that we propose to call anánkè. At the end, anánkè and mental illness concepts are opposed to those of chaos, freedom, and health to conclude the analysis and the theoretical proposal. Key words: Anánkè, Neuroplasticity, Darwinian Psychiatry, Psychopathological Theory. Artículo recibido el 1/10/2004, corregido el 3/11/2004, aceptado el 8/11/2004 S A L U D Palabras Clave: Anánkè, Neuroplasticidad, Psiquiatría Darwiniana, Teoría Psicopatológica. E N da ocurría kat’ anánkè, es decir, por una forzosa necesidad de la phh˝sis, expresiva de un lugar natural más profundo y definitivo que los nómoi o convenciones sociales de los hombres, visible sobretodo en las enfermedades de curso inevitable, o bien kat àt à‡ tt˝khèn, como en aquellos casos en que la acción del azar se ha apoderado de la phh˝sis, pero que el médico logra modificar o evitar con su tékhnè. Pero el concepto puede ir más allá de lo forzosamente trágico o fatal, pues “las enfermedades otoñales curan kat’ anánkèn en primavera”. Para Demócrito, “en el cosmos no existe el azar (tykhe), ni la finalidad (telos); sólo la ley inexorable de la necesidad (anánkè) rige sus movimientos)” (Laín Entralgo, 1995). Es decir, que el concepto alude a lo inexorable, trátese esto de enfermedades de curso fatal, como lo anuncia la facies hipocrática del moribundo, o bien de las regularida- I N V E S T I G A C I Ó N INTRODUCCIÓN El concepto de enfermedad, como el de salud, ha recibido interpretaciones diversas a través de la historia. En la presente comunicación nos proponemos recrear el concepto griego de anánkè para describir el carácter forzoso del comportamiento a que da lugar la enfermedad mental, por oposición a la plasticidad y frescura del comportamiento saludable. Sin embargo, no será estudiado como una estructura cerrada, tal y como podría ser concebida desde el más puro organicismo, sino como una mineralización del comportamiento que mantiene lazos peculiares con el exterior, pero que difícilmente da opción a una emergencia sana, a menos que concurra una intervención terapéutica significativa. Para los médicos griegos, dice Laín Entralgo(1970), era muy importante discriminar si la enfermedad observa- 159 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 des meteorológicas de las estaciones. De tal manera que la anánkè es propia de la naturaleza de algunas enfermedades que los médicos de Cos preferían no tratar por considerar que tomarían un curso inevitable. El objetivo fundamental de la tékhnè iatrikè de los autores del Corpus Hippocraticum, estaba dirigida hacia el conocimiento individual del enfermo, pero también a captar la phh˝sis a través de un ejercicio disciplinado de la razón (logismós), con la intención de aprehender el orden propio de la naturaleza morbosa. El recorrido por la antigua Grecia no es gratuito, como trataremos de demostrar a continuación. TEORÍA DE LA ANÁNKÈ Freud (1948) encontró que en la vida anímica, a veces se instala una obsesión de repetición que se ubica más allá del principio del placer, que relacionó con la pulsión de muerte o todestriebe, que en psicopatología suele ser descrita como conducta anancástica, y que depende de una fuente energética distinta a la pulsión libidinal, mucho más elemental, instintiva y primitiva. Se refería a los juegos repetitivos de los niños, pero también a aquellas conductas reiterativas de algunos adultos que terminan siempre en aparatosos fracasos y episodios dolorosos, que no parecen reportar placer alguno a sus actores. De alguna manera recuerdan el mito de Sísifo, y su análisis, demasiado complejo para resumirlo en estas breves líneas, lo condujo a postular que dicha pulsión de muerte o todestriebe se mantiene anudada pero en conflicto permanente con la pulsión sexual o instinto de la vida: I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Esto es favorable a la hipótesis de que el proceso de la vida del individuo conduce, obedeciendo a causas internas, a la nivelación de tensiones químicas, esto es, a la muerte, mientras que la unión con una sustancia animada, individualmente diferente, eleva dichas tensiones y aporta, por decirlo así, nuevas diferencias vitales, que tienen luego que ser agotadas viviéndolas (Freud, 1948, Vol I, p. 1135). 160 Esta caída en un comportamiento sísifico y altamente predecible resulta ser característica de muchos trastornos mentales, y no sólo de los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC), que es la estructura clínica donde mejor ha sido descrita la mencionada conducta anancástica. No deben confundirse los rituales obsesivos con la mayoría de los hábitos psicomotores, tan necesarios para los ajustes rutinarios de la vida. Los hábitos economizan tiempo y energía simplificando procedimientos rutinarios, dejando libre a la economía psíquica para otras realizaciones de mayor exigencia o elaboración. Por lo tanto, hábitos psicomotores disponibles y libertad guardan estrecha relación con la salud mental. Las conductas estereotipadas, al igual que los tics y movimientos involuntarios ya se observan en animales inferiores. El acicalado de algunos roedores, el movimiento rítmico hacia los lados de los plantígrados y el movimiento de nariz de lo conejos se gobiernan y activan desde los núcleos grises de la base del cerebro. En el proceso filogenético que condujo hasta los primates, esos núcleos fueron tapiados por las nuevas estructurales cerebrales, que los inhibieron y colocaron bajo su comando neural, por lo que sólo podemos verlos en plena acción en la clínica humana, bien cuando por alguna razón patológica los centros superiores de control cortical resultan afectados, o bien porque su acción se independice y anden por su cuenta, como parece ocurrir con algunos estados de hipersensibilidad, en que los receptores del núcleo se activan con estímulos sub-umbrales (kindling) o con concentraciones mínimas del neurotransmisor correspondiente. Ello puede ser observado en la clínica neuropsiquiátrica en algunas distonías, paratonías y estereotipias orofaciales y/o bucolinguales provocadas por el uso de neurolépticos o el abuso de cocaína, pero también en algunas patologías neurológicas acompañadas de trastornos del movimiento, como en la enfermedad de Parkinson y las coreas. Traver Torras (2004), afirma que existen “programas y rutinas cerebrales arcaicos”, que pueden ser de tipo motor, conductual, interpretativo, o sensorial, relacionados con la supervivencia de la especie, consistentes en códigos o “cluster” de carácter innato y algorítmico, y que guardan relación con la expresión de algunas enfermedades mentales. Dichos programas pueden ser “innatos o aprendidos” (sic), comunes a la especie o propios de una cultura o de un determinado individuo, y puede decirse que representan la persistencia en el cerebro de patrones que han sido válidos para la supervivencia y que operan conjugada o separadamente en un individuo. La enfermedad mental consistiría en que uno de estos programas toma el comando del comportamiento y anula o debilita otros que podrían oponérseles, por lo que la conducta se torna rígida e innegociable, a lo que puede añadirse que se pierde también complejidad y frescura. El autor propone que hay programas más recientes, que han surgido para controlar otros más antiguos que van resultando cada vez menos adaptativos. La enfermedad mental, entonces, representaría la vuelta a una legalidad anterior que ya no resulta congruente con la vida contemporánea del sujeto. Con otros argumentos, esta jerarquización de las funciones cerebrales ya fue propuesta por el neurólogo británico John Hughlings Jackson (1845-1911) quien, conocedor de los trabajos de Darwin, afirmaba que las estructuras cerebrales filogenéticamente más antiguas quedaron jerárquicamente subordinadas a las de más reciente aparición, de tal manera que el SNC queda funcionando con arreglo a un modelo jerárquico donde las funciones mentales superiores se entienden como un producto del desarrollo evolutivo. En este caso debe aceptarse que la ontogénesis reproduce la filogénesis. Ese modelo avanzó todavía más con Sherrington, quien trascendió el modelo localizacionista de Broca, con una propuesta que admitía situar las lesiones, pero localizándolas más funcional que topográficamente. A cada lesión correspondían dos órdenes de signos, los deficitarios ocasionados por la pérdida de la función, y los positivos, relacionados con la liberación de funciones que estaban inhibidas por el control superior. Más adelante, Henry Ey partirá de las mismas premisas para postular su “hipótesis órgano-dinámica”, de fructíferos resultados en la intelección de los trastornos mentales. De inmediato hay que aclarar que la expresión “órgano-dinámica”, no se refiere propiamente a un órgano, ni quiere ser un postulado organicista, sino que propone una “organización dinámica” de las funciones cerebrales y de la vida en general. Lantéri-Laura (2000), sintetizando la teoría de Ey, señala que este autor propone una representación del mundo constituida por una estructura de tres niveles. Un primer nivel Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 representado por la materia inerte del cosmos, conformada por átomos, moléculas y partículas subatómicas. Un segundo nivel que corresponde al mundo de los seres vivos en sus distintos y variados grados de complejidad, y por último, un tercer nivel o mundo del espíritu, propio de la condición humana, producto emergente de los niveles precedentes, que los contiene y amplía, pero que no puede tampoco ser reducido a ellos. En este tercer nivel es relevante el papel del encéfalo, que es también una estructura emergente, pero a la cual tampoco puede ser reducida la condición humana. Es aquí donde pasa a estudiar la libertad como un atributo que distingue al mundo humano del resto de lo vivo, para “afirmar entonces que la libertad es a la vida lo que la vida a la materia inerte, y escribir así, sin dejarse seducir por tales fórmulas, que sólo pueden tener valor de síntesis: (libertad vs. vida) = (vida vs. materia inerte) (LantériLaura, 2000, pag. 228). Conservar este concepto en mente permitirá comprender mejor lo que más adelante propondremos a propósito de caos y salud. A partir de esta concepción cósmica de la vida, Ey sigue hacia una antropología inspirada en Jackson, Husserl y Freud. Se trata de una antropología evolucionista con tres postulados fundamentales. El primero, ya comentado anteriormente, es que la ontogénesis reproduce abreviadamente la filogénesis, especialmente de los mamíferos más próximos al hombre; el segundo, que el producto humano es la resultante de lo que hace consigo mismo y lo que hacen de él la sociedad y la historia en recíproca interacción dialéctica; y el tercero, es que en este desarrollo del sujeto humano, pero también en las especies animales inferiores, las funciones filogenéticamente más recientes, son también las más frágiles, mientras que las más antiguas son las más sólidamente constituidas y por lo tanto, las menos vulnerables. De allí que el hombre sea un ser profundamente frágil y vulnerable en aquello que mejor lo caracteriza y diferencia de los seres inferiores. La desestructuración de las funciones mentales superiores, asentadas sobretodo en el neocortex, constituyen, para Ey, la clave de los trastornos psiquiátricos. De allí que el autor definiera a la psiquiatría como una disciplina que se ocupa de la patología de la libertad, puesto que las desestructuraciones globales constituyen propiamente la patología psiquiátrica, mientras que las alteraciones parciales, son sobretodo, temas de la neurología. Con Ey, la psiquiatría se afirma ambiciosamente ante el resto de la medicina, al proponer un modelo de enfermedad mental, que es capaz de sustentar, también, una nueva antropología. Pero el trastorno mental no ocupa sólo la mente del paciente, pues de alguna manera, la penetración empática implícita en el proceso diagnóstico, involucra en un buen grado, la actividad mental del psiquiatra. Es así como Minkowski se aproxima al concepto de anánkè que queremos proponer cuando analiza el tiempo vivido y da cuenta del sentimiento de “ya saberlo todo” con respecto a un paciente; es decir, que la enfermedad ha empobrecido tanto la vida interior del enfermo que lo ha reducido a un conjunto de comportamientos absolutamente predecibles y ya no cabe esperar nada nuevo del mismo (Lantéri-Laura, 2000). La rígida regularidad que la exquisita observación fenomenológica que Minkowski ha logrado percibir en su enfermo, es un rasgo constitutivo de la anánkè que seguiremos examinando. La corriente denominada “psiquiatría darwiniana” propone estudiar la enfermedad mental desde una perspectiva evolucionista. La psicopatología humana maneja un concepto de enfermedad mental en el que resalta una noción de sufrimiento subjetivo difícilmente aplicable a los primates no humanos, donde necesariamente deberá tomarse en cuenta lo más notable a la observación comportamental, especialmente aquellas desviaciones cuantitativas y cualitativas de conductas que son típicas de la especie cuando está en su ambiente natural. Todo ello, sin olvidar que algunas veces, pueden presentarse diferencias conceptuales con las definiciones hechas con un criterio estrictamente normativo, porque no siempre es posible igualar la norma estadística con la norma biológica, o en discriminar algunas conductas neutrales o con algún valor adaptativo, pero poco frecuentes, de otras de significación patológica, que pueden resultar I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 161 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D paradójicamente más frecuentes. Se han utilizado los primates no humanos para estudiar trastornos inducidos experimentalmente por estrés severo o por la administración de diversas drogas psicotrópicas, pero apenas comienzan a estudiarse las alteraciones psicopatológicas espontáneas de estas especies viviendo en su medio ambiente natural o semi-natural, y se requerirá el concurso de diversas disciplinas, incluyendo la etología, ecología conductual, psicología comparada y la psiquiatría clínica para avanzar en las investigaciones. En todo caso, los resultados preliminares resultan coherentes con la hipótesis que se viene exponiendo en el presente trabajo. La evolución de los seres vivos se caracteriza por un progresivo incremento de su autonomía, que corre parejo con su complejización. La emergencia de estructuras nuevas somete a relaciones jerárquicas de subordinación las adquisiciones que las preceden. La salud es expresión del vigor con que la vida se manifiesta. Las relaciones de autonomía/heteronomía en los seres vivos entre sí y con el ambiente, puestas en evidencia por la Teoría de Sistemas de Bertalanffy, desarrolladas por Maturana y replanteadas por la Teoría de la Complejidad de Edgar Morin, son coherentes con lo que se viene señalando en el presente trabajo (Vargas Arenas, 2004). El mecanismo de llegada hasta la instalación del cuadro clínico varía ampliamente en cada paciente y entidad morbosa. Es dable suponer que cuanto más grave es la enfermedad, será mayor su componente genético, más cerrada su estructura clínica y menos permeable a la terapia que se utilice. Los cuadros más benignos, por el contrario, serán más permeables a la acción terapéutica y permitirán un margen mayor de funcionamiento complejo, porque la estructura patológica liberada por la desestructuración de los comandos superiores, no llegará a constituirse en hegemónica de la vida mental. Todo apunta a la conclusión de que las enfermedades mentales son estructuras mórbidas reguladas anancásticamente, mientras que la vida saludable es un sistema complejo de funcionamiento estocástico. 162 CARA Y CRUZ DE LA NEUROPLASTICIDAD Los estudios de neuroplasticidad funcional, estructural y molecular, al explicar el fundamento biológico tanto de la resiliencia y superación de situaciones vitales diversas, como de la resistencia al cambio, parecen ser coherentes con esta teorización. El afrontamiento psicobiológico de los conceptos que venimos considerando, lo hacemos desde el convencimiento de un modelo conceptual básico, en el que situamos el encadenamiento bidireccional de tres niveles claramente delimitados y explícitos: conductual, funcional y molecular. El nivel conductual, constituye el conjunto de características, dimensiones y categorías que ofrecen respuesta a nuestra condición social, y es desde luego lo observable y explícito. Es en realidad el nivel aglutinante de los elementos y propiedades emergentes de nuestra organización, por tanto esta caracterizando cualquier postura, tanto implícita como explícita, es decir, tanto el pensamiento como la acción, entre la más significativamente útiles e inútiles, eficaces e ineficaces, oportunas e inoportunas, y no es otra cosa, que la expresión de nuestra cualidad diferencial entre la normalidad y la anormalidad, entre la salud y la enfermedad. El nivel funcional es por su parte la definición de nuestra actividad y se corresponde, lógicamente, con el sustrato subyacente de nuestra conducta y, aunque cueste trabajo entenderlo, el nivel conductual es el resultado de una concreta y específica capacidad funcional, es decir, que lo que realmente somos capaces de hacer o deshacer o no hacer es fruto de nuestra organización funcional y en particular de la organización funcional de nuestro cerebro. En la mayoría de los casos se trata, por tanto, de conseguir una organización estructural que pueda establecer redes, circuitos y funciones que no se improvisan, que no aparecen de la nada y que cumplen con unas reglas y leyes que están en función del tiempo aunando una condición genética y una condición contextual. El nivel molecular es el destino inexorable en el análisis de una realidad funcional. El nivel molecular, siendo la reducción de nuestro modelo conceptual, es el lugar de convergencia sistemática, sobre todo y particularmente en salud mental, y tanto cuando hablamos de unas condiciones psicopatológicas, como depresión, ansiedad, esquizofrenia y sus correlatos cerebrales de neurotransmisores, neuromoduladores, proteínas de membrana, receptores, ácidos nucleicos, como cuando hablamos de unos remedios farmacoterapéuticos, sedantes, estimulantes, ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos. Entendiendo que hay un encadenamiento entre los tres niveles, sin embargo, y tomando decisiones se nos ocurre jerarquizar los niveles, naturalmente, dando por hecho que, el resultado es una consecuencia globalizada e interdependiente, y que como postulado axiomático puede decirse que «para ofrecer un determinado comportamiento es necesario definir unos procesos de relación y función incuestionables, pero para que la orden o decisión contenida en cualquier mensaje se ejecute hacen falta unos medios moleculares». Volviendo pues a la jerarquización, situaríamos los niveles de la misma manera que clasificamos las propias neuronas, proponiendo que el nivel molecular se puede corresponder con las neuronas de primer orden, el nivel funcional con las neuronas de segundo orden y el nivel conductual con las neuronas de tercer orden, lo que desde nuestro punto de vista es una analogía ejemplar, en la que los niveles van perdiendo y diluyendo su especialización y sus especificaciones para ir ganando en complejidad. Es ahora fundamental entender la bidireccionalidad del modelo y volver a la analogía neuronal, pues no hay problema en interpretar un resultado conductual si nos situamos en el nivel molecular y pasamos al funcional para expresar un conocimiento, en cuyo caso damos por hecho un sustrato subyacente objetivo, incuestionable que capacita unas funciones cuyos resultados se agrupan por procesos y emergen como propiedades perceptivas de nuestra mente, con lo cual nos situamos sobre las estructuras postcentrales, que ocupan prácticamente la mitad de cada uno de los hemisferios cerebrales. Es así la secuencia, pero... ¿para que...?; pues muy sencillo, para que nuestra gran superestructura cerebral que es el lóbulo frontal, que son las estructuras precentrales que es el otro 50% de cada uno de los hemisferios, haga uso de ese conocimiento en un comportamiento explícito que implica ahora el uso encadenado desde el nivel conductual al molecular pasando por el funcional y ahora también, no hablamos de una propiedad, sino Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 de una capacidad o característica típicamente corporal en la que y con el mismo encadenamiento se invierte la secuencia con un último actor que es el nivel molecular. Y... ¿qué es lo que ocurre ahora, en este modelo encadenado que afortunadamente funciona, y “que abre nuevas expectativas, nuevos horizontes, nuevas capacidades y nuevas incapacidades...?”, pues se produce la plasticidad del sistema nervioso central que es, el gran milagro biológico de la individualidad y que así mismo es la resistencia al cambio, la gran cruz terapéutica tanto psíquica como farmacológica. Analicemos someramente la cuestión. El primer objetivo que se plantea la salud mental es la prevención. De hecho, los facultativos, profesionales e incluso cualquier ciudadano, ante un embarazo, nacimiento y desarrollo, espera que las neuronas se encuentren en su sitio, que las fibras nerviosas vayan por sus caminos concretos, que las relaciones entre una estructura y otra se realicen en el momento oportuno, en el lugar adecuado y con los actores idóneos. Es decir, no se espera absolutamente para nada que se produzca ningún cambio, se confía en todas las religiones, creencias y culturas, en el más puro y duro determinismo, inamovible y por contra, se asume que cualquier cambio por mínimo que sea, desde la condición genética o epigenética, va a traer consigo una clara deficiencia con su correspondiente discapacidad, fundamentalmente las más temidas sensoriales, intelectuales y psiquiátricas. Si se ha presentado un cambio, es porque algo ha pasado que ha superado las leyes y normas mejor establecidas del funcionamiento de los tres niveles, por lo que consideramos que su resultado es un gran fracaso molecular, personal y social. Sin embargo, y por desgracia, esta no es la única manera de la instauración de una psicopatología, porque una vez superado todo el proceso de desarrollo y maduración sin problemas, ocurre lo que hemos denominado el gran milagro biológico, ocurre la plasticidad y aparecen los cambios estructurales, funcionales y moleculares relacionados con el uso y disfrute de nuestro comportamiento del nivel social, el que expresamos en un contexto y que nos conduce a la individualidad. En la mayor parte de los casos utilizamos la plasticidad como la propiedad y característica emergente de nuestro cerebro más personal e intransferible, nos es útil en todos los procesos superiores y está presente en todas nuestras decisiones, proposiciones, deseos y fantasías, pero al igual que cualquier otra herramienta de uso en la vida y milagro del hombre, no todos los usos y en particular no todas las medidas de uso, lugares o momentos son equilibrados ni se ajustan a ciertos criterios y condiciones deseables, de tal manera que la propia plasticidad nos hace vulnerables de ser o no dependientes de nuevas estructuras, moléculas, regulaciones funcionales o expresiones conductuales y cuando somos dependientes se restringe la libertad precisamente, porque volvemos a encadenarnos en cascadas bioquímicas y mecanismos moleculares superprecisos, perfectamente regulados y deterministas que modulan nuestro nivel funcional y deciden en parte importante el nivel conductual o social de nuestro comportamiento y en síntesis, la salud mental de cada uno de nosotros (Gómez-Jarabo, 2004). ANÁNKÈ Y ENFERMEDAD, CAOS Y SALUD Si representáramos la distribución del caos en la naturaleza como una campana de Gauss, nos encontraríamos en el extremo izquierdo a los minerales, siempre iguales a sí mis- I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 163 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 164 mos y de comportamiento altamente predecible. Un diamante es el mismo a través de miles de años y es muy poco probable que cambie por la acción del tiempo o del ambiente. Los seres unicelulares, mucho más complejos que los minerales, pero aún muy elementales en sus reacciones ante los cambios del ambiente, tienen pocas posibilidades de generar cambios en su interior y mucho menos de introducir modificaciones en su entorno inmediato, de tal manera que sus reacciones pueden predecirse con bastante exactitud por técnicas matemáticas de cálculo de probabilidades. En la medida en que se asciende en la escala biológica se va incrementando progresivamente el repertorio de posibilidades comportamentales y las interacciones entre el organismo y su ambiente se van tornando cada vez más azarosas o estocásticas. La denominada “autopoyesis” de Maturana se hace cada vez más visible. Hacia el medio de la campana de Gauss nos encontraremos con el comportamiento de los seres humanos, ricos en probabilidades de ajuste, en permanente cambio individual y social, con altas cuotas de creatividad y complejidad, de tal manera que los procedimientos matemáticos y probabilísticos pueden predecir sus ajustes biológicos más elementales, pero se muestran insuficientes cuando tratan de explicar sus niveles más complejos de organización. El itinerario evolutivo que conduce hasta el sujeto más complejo de la filogénesis se va enriqueciendo con incertidumbres. Complejidad e incertidumbre que podrían aparearse conceptualmente con la libertad de la que habló Henry Ey con tanto acierto. En el extremo derecho de la curva gaussiana, donde reina el caos más absoluto, incompatible con la vida, pero al mismo tiempo indispensable para su existencia en los renglones que lo preceden, encontramos el mundo atómico y subatómico, cuyas partículas elementales siguen trayectos y asumen estados de la materia o de la energía, absolutamente aleatorias e impredecibles. Los teóricos que estudian las relaciones entre caos y salud proponen, al contrario de lo que se ha venido pensando hasta ahora, que la salud tiene un alto ingrediente de incertidumbre, de la misma manera que una ausencia de variabilidad y caos fisiológico y comportamental conduce a una mineralización de las posibilidades de existir, tal y como ocurre en la mayoría de los trastornos mentales. Por lo tanto, la nueva estrategia terapéutica ya no será tanto regularizar el comportamiento del enfermo en el nivel de su anánkè, si no incrementar su repertorio de complejidad perdido, transformando la psiquiatría en una verdadera ciencia de la libertad. BIBLIOGRAFÍA Freud S. Obras Completas, vol I y II. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1948. Gómez-Jarabo G. Determinismo y plasticidad neuronal, Comunicación al XII Congreso del Instituto de Psiquiatras de Lengua Española, Inédito, Buenos Aires. 2004. Laín P. “La medicina Hipocrática”, Revista de Occidente, Madrid, 1970. Laín P. Cuerpo y Alma, Espasa Calpe, Madrid, 1995. Lantéri-Laura G. Ensayo sobre los paradigmas de la psiquiatría moderna, Triacastela, Madrid, 2000. Traver F. Programas y rutinas cerebrales arcaicos y su relación con la psicopatología, Documento en línea: Programas y rutinas motores arcaicos y su relación con la psicopatología.htm [Consultado el 3/10/2004]. Troisi A. “Psychopathology” en Primate Psychology. 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Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Manifestaciones orales en pacientes diabéticos tipo 2 y no diabéticos RAFAELA DEL TORO ÁVALOS MARÍA GUADALUPE ALDRETE RODRÍGUEZ ÁLVARO CRUZ GONZÁLEZ VÍCTOR MANUEL RAMÍREZ ANGUIANO PATRICIA LORELEI MENDOZA ROAF JOSÉ LUIS VÁZQUEZ CASTELLANOS CARLOS E. BRACAMONTES CAMPOY ABSTRACT The main purpose of this study was to analyze the oral health conditions of the Type II diabetic patients, such as oral hygiene, decay, periodontal disease, candidiasis and post-extraction infections compared with the non-diabetic patients. From a total of 226 patients, 180 were non-diabetic and 46 were Type II diabetic with recent glycosylated hemoglobin and glicemic tests. During oral exploration, the Simplified Oral Hygiene Index, decayed teeth, the presence of candidiasis and post-extraction infections were registered and evaluated to estimate the association between Type II diabetes and these oral signs. The Type II diabetic patients presented incremented index rates than non-diabetics in periodontal diseases (p<0.001), candidiasis (p<0.001), herpes (p<0.001) and post-extraction infections (p<0.003). Decay teeth showed no statistical difference. It was concluded that the Type 2 diabetic population presented a higher susceptibility for oral lesions, post-extraction infections and periodontal diseases than nondiabetics. Palabras clave: Diabetes Mellitus; enfermedad periodontal; caries; índice de higiene bucal simplificado; Candidiasis bucal, herpes; infección postextración. Keywords: Diabetes mellitus; Periodontal disease; Decay; Simplified Oral Hygiene Index; Oral Candidiasis; Herpes; Post-extraction infections. Artículo recibido el 27/08/2004, corregido el 21/10/2004, aceptado el 7/11/2004 S A L U D RESUMEN El propósito de esta investigación fue analizar el estado de higiene bucal, caries, enfermedad periodontal, presencia de candidiasis e infección post-extracción en pacientes diabéticos tipo 2 en comparación con pacientes no diabéticos. De 226 pacientes, 180 eran no diabéticos y 46 diabéticos tipo 2, todos con resultados recientes de hemoglobina glucosilada y glicemia. Se les realizó un examen clínico evaluando el índice de higiene bucal simplificado, dientes cariados, la presencia de candidiasis y de infección post-extracción. Se evaluó la asociación entre diabetes tipo 2 y estas manifestaciones bucales. Los pacientes diabéticos tipo 2 presentaron mayores índices que los no diabéticos, en su estado periodontal (p<0.001), candidiasis (p<0.001), herpes (p<0.001) e infecciones post-extracción (p<0.003). La caries no presentó diferencia estadística. Se concluye que la población con diabetes tipo 2 tiene mayor riesgo de desarrollar lesiones bucales, infecciones y enfermedad periodontal que la población de pacientes no diabéticos. E N mundo. Un número significativo de pacientes con diabetes desconoce su propia enfermedad (40.2%) y de ellos, sólo una baja proporción (11%) acude de manera regular a tratamiento (3). En México la prevalencia de la diabetes es de 11.8% en la población mayor a los 20 años de edad, encontrando 12.6% en el área urbana y el 10.8% en el área rural, lo que da una estadística de 5.5 millones de enfermos (4). Murrah (5) establece que las manifestaciones orales más frecuentes en los pacientes con DM2, son las lesiones periodontales, la xerostomía, cicatrización prolongada, al- I N V E S T I G A C I Ó N INTRODUCCIÓN La Diabetes Mellitus (DM) es considerada como un problema de salud pública, pues existen por lo menos 30 millones de diabéticos en el mundo; de ellos 13 millones en Latinoamérica y el Caribe (1,2). Se distinguen 2 tipos de DM, el tipo 1 que es dependiente de la insulina y se presenta más en sujetos jóvenes y el tipo 2 o no insulino dependiente. Estos dos tipos presentan características clínico-epidemiológicas diferentes (3). Para México la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) es proporcionalmente 8 veces más frecuente que en el resto del 165 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D teración del sentido del gusto, las infecciones candidiásicas y la caries. A nivel estomatológico la patología más frecuente en el paciente diabético es la enfermedad periodontal, pero se manifiesta con las mismas características (gingivitis, pérdida ósea y formación de bolsas) que en el paciente sano (6,7,8). Existen algunos datos que nos pueden orientar sobre el origen de ésta periodontitis y la frecuencia con que se presentan los abscesos periodontales entre los que destacan: el tipo de DM, la edad del paciente y el grado de control metabólico, siendo el factor más determinante la acumulación de placa dentobacteriana debido a una deficiente higiene oral. La pérdida ósea es mayor en función del grado de la severidad de la DM (9). Knowier et al (10) en un estudio a largo plazo de correlación entre diabetes y enfermedad periodontal, demostraron que la periodontitis severa puede representar un importante factor para que los niveles de glucosa en sangre aumenten, por lo que los médicos deben considerar la condición periodontal de los pacientes diabéticos con dificultades en el control glicémico. Según su estudio, la enfermedad periodontal puede predisponer o exacerbar la diabetes. Por otra parte los índices de caries en la población diabética han sido contradictorios. Así como la patología diabética puede ser diferente en poblaciones jóvenes y adultas, lo mismo ocurre con los patrones de caries dental. Otro problema muy frecuente es la candidiasis bucal, que es una infección causada por hongos en la boca y es más frecuente en las personas diabéticas, incluyendo a los que usan prótesis totales (11). El objetivo de este estudio fue identificar el estado de salud oral en cuanto a higiene bucal, caries, enfermedad periodontal, presencia de candidiasis e infección post-extracción de los pacientes diabéticos tipo 2 comparados con los pacientes no diabéticos, que acuden al servicio de Endocrinología del Hospital Civil de Guadalajara Juan I. Menchaca. 166 MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó un estudio observacional comparativo en el periodo comprendido de junio 2002 a marzo del 2003 en el que se incluyeron pacientes diabéticos tipo 2 no insulino dependientes que contaban con exámenes recientes (menos de 3 meses) de hemoglobina glucosilada y glicemia, que aceptaron de manera voluntaria e informada participar en el estudio. Se consideró paciente diabético tipo 2 controlado cuando las cifras de hemoglobina glucosilada fueron entre 5-8% y la glucosa de 70 a 110 mg/dl. Como grupo comparativo se incluyó en la evaluación a pacientes no diabéticos que acudieron a otros servicios del Hospital Civil Juan I. Menchaca. La muestra total fue de 226 pacientes, 46 Diabéticos y 180 no Diabéticos. Se excluyeron pacientes embarazadas, pacientes en tratamiento con inmunosupresores, pacientes con ingesta de antiepilépticos y pacientes con discapacidad mental. A los 226 pacientes se les realizó examen bucal. Este fue realizado en el Servicio de Odontología del propio Hospital. El instrumental que se utilizó constó de: espejo bucal plano, explorador número 5 y pinzas de curación. Previamente se realizó una prueba piloto en la que se validó el instrumento de registro de datos. Las variables de estudio en relación a las manifestaciones orales fueron: 1. Higiene Bucal, se utilizó el índice de higiene bucal simplificado (IHBS). Se examinaron las superficies de los seis dientes que establece el índice, recurriendo a los sustitutos correspondientes en caso necesario. Se utilizaron los códigos y criterios de Carlos et al (12) en cuanto a presencia de placa 0 = no hay residuos ni manchas; 1 = los residuos blandos no cubren más de un tercio de la superficie dentaría; 2 = presencia de residuos blandos que cubren más de un tercio, pero no más de dos tercios de la superficie dentaría expuesta; 3 = residuos blandos que cubren más de dos tercios de la superficie dentaría expuesta. 2. Caries, se revisaron y cuantificaron el número de pacientes afectados por caries en ambos grupos. Los terceros molares fueron excluidos. 3. Enfermedad periodontal, para evaluarlo se utilizaron los valores del Índice gingival (12), los cuales son: 0 = encía normal; 1 = inflamación leve: ligero cambio de color, ligero edema, no hay hemorragia a la exploración; 2 = inflamación moderada: enrojecimiento, edema y brillo, hemorragia a la exploración; 3 = inflamación grave: intenso enrojecimiento y edema, ulceraciones, tendencia a hemorragia espontánea. Se considero la presencia de tres o más sitios con inflamación moderada para establecer el diagnóstico de gingivitis. 4. Infecciones bucales: a través de la observación clínica se verificó la presencia de infecciones post-extracción, candidiasis, herpes y aftas. Los datos sociodemográficos y bucales de cada paciente fueron registrados en una tabla diseñada para tal efecto y posteriormente analizados con el programa EPI Info 6. Para el análisis estadístico, primero se realizó uno descriptivo y posteriormente uno analítico para determinar la asociación entre la DM2 y las manifestaciones bucales. Se realizaron cuadros dos por dos aplicando la Chi cuadrada considerando un valor de significancia de 0.05; se calculó el Odds Ratio (OR), asumiendo que había asociación cuando el valor obtenido era mayor de 1 con un intervalo de confianza de 95% y que no incluyera la unidad. A los pacientes se les informó de manera oral y escrita sobre los objetivos del proyecto, asegurando su anonimato, para obtener su consentimiento. De acuerdo con la Ley General de Salud ésta investigación se considera sin riesgo. RESULTADOS En dicha población, se encontró una variabilidad de 18 a 84 años con un promedio de 49 años y una desviación estándar de 12.5. El 77.3% de las personas entrevistadas eran de género femenino. El cuadro 1 muestra la distribución de la población estudiada en cuanto a género. Manifestaciones bucales En el cuadro 2 observamos cómo se distribuyó la población según los criterios del índice de higiene bucal simplificado, encontrando un alto porcentaje de pacientes que fueron clasificados con higiene bucal mala o pésima. No se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos de pacientes (p>0.05). Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 CUADRO 1 PACIENTES DIABÉTICOS Y NO DIABÉTICOS SEGÚN SU GÉNERO Genero Diabéticos Masculino Femenino Total 11 35 46 % No diabéticos 4.8 15 20 40 140 180 % Total % 18 62 80 51 175 226 23 77 100 CUADRO 2 DIABÉTICOS Y NO DIABÉTICOS, SEGÚN SU HIGIENE BUCAL Calidad Buena Regular Mala Pésima Total Diabéticos 10 2 14 20 46 % No diabéticos 21.7 4.3 30.4 43.6 100 61 33 12 74 180 % Total 33.8 18.3 6.6 41.3 100 79 35 18 94 226 CUADRO 3 PACIENTES DIABÉTICOS Y NO DIABÉTICOS AFECTADOS POR CARIES Caries Si No Total Diabéticos 28 18 46 % No diabéticos 60.9 39.1 100 121 59 180 % Total 67.2 32.8 100 149 77 226 tadística significativa que los no diabéticos, siendo la DM2 un factor de riesgo (cuadros 6 y 7). CUADRO 4 PRESENCIA DE ENFERMEDAD PERIODONTAL Enfermedad periodontal Diabéticos % No diabéticos % Total I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D DISCUSIÓN Numerosas manifestaciones orales han sido relacionadas con la DM2, como: Si 37 80.44 105 58.34 142 resequedad de la boca, retardo en los No 9 19.56 75 41.66 84 procesos de cicatrización (13,14), caries Total 46 100 180 100 226 dental, enfermedad periodontal, infecciones por candida y estomatitis p<0.001 OR 3.30 protésica, liquen plano y reacciones liquenoides orales (15). Los hallazgos clínicos observados en la mucosa bucal El cuadro 3 presenta el número de pacientes diabétide los pacientes diabéticos son variados, lo que sugiere concos y no diabéticos afectados por caries. siderar alternativas de manejo interdisciplinario que faciliNo se encontró diferencia estadística entre ambos gruten la recuperación temprana de estos pacientes (16). pos de población (p>0.05). En nuestro estudio el 76% eran mujeres y de ellas la En el cuadro 4 se encuentran los resultados de los pamayoría no estaban controladas de su diabetes. cientes con o sin enfermedad periodontal. Se pudo obserEn este trabajo se demostró que es mayor la incidenvar que el grupo de pacientes diabéticos presentó un mayor cia de enfermedad periodontal, candidiasis, herpes e infecíndice de enfermedad periodontal (p<0.001) que los no diación post-extracción en los pacientes diabéticos tipo 2, dato béticos. que coincide con los trabajos de Acosta (13) y Eversole (14). En cuanto a las infecciones post-extracción, se obserExisten diferentes criterios al relacionar la frecuencia vó diferencia estadística significativa (p<0.003) cuando el de caries dental y DM. Eversole (14) y Garay (17) afirman paciente es diabético y la presencia de infección post-exque hay una alta correlación. Lovitz (18), por el contrario tracción de piezas dentales. difiere de este planteamiento. Por otro lado se ha señalado En este estudio los pacientes con DM2 presentaron que la diabetes tiene un efecto de aumento de la incidencia mayor presencia de candidiasis y herpes, con diferencia esde caries dental, planteado por Katz et al (19). 167 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 dad periodontal y la diabetes tipo 2. En nuestros resultados los pacientes con DM2 mostraron un HALLAZGOS DE INFECCIÓN POST-EXTRACCIÓN mayor índice de enfermedad periodontal que los no diabéticos. Infección Diabéticos % No diabéticos % Existen factores que contribuyen al desarroSi 9 19.56 9 5.00 llo de enfermedad periodontal. Uno de ellos es la No 30 65.22 127 70.56 función de los polimorfonucleares (PMNs). En Sin extracción 7 15.22 44 24.44 pacientes diabéticos la actividad de los PMNs se Total 46 100 180 100 reduce y esto lleva al deterioro de la resistencia del huésped a las infecciones, lo que favorece la p<0.003 OR 4.23 enfermedad periodontal, según Megley (24). Knowier et al (10), realizaron un estudio en diabéticos Akbrecht et al (20), han encontrado una mayor fretipo 2, encontrando que la infección periodontal y pérdida cuencia de caries en ratas diabéticas. Weyman (21), en un dentaria son altamente significativas en la población estuestudio de 700 niños diabéticos, observó un mayor número diada. Bagan et al (25) demostraron que los adultos con diade caries entre niños con reciente diagnóstico de diabetes, betes tienen una mayor pérdida de dientes por enfermedad mientras que su frecuencia se reducía notoriamente en aqueperiodontal que la población de edad similar no diabética. llos niños que cumplían su plan alimentario y se aplicaban Existe una mayor propensión a padecer candidiasis en insulina. En cambio Mattson et al (22) encontraron una los pacientes diabéticos, aceptándose que la DM2, es un menor prevalencia de caries en niños diabéticos comparafactor general predisponente (26). La candidiasis está condos con niños de igual edad. Uno de los hechos que puede siderada como la enfermedad más frecuente de la mucosa explicar estos hallazgos es el tipo de alimentación del diabéoral en pacientes diabéticos (8). tico, particularmente pobre en sacarosa (20). Dorocka-Bobkowska et al (27), encontraron que paGaray (17) señala que las procesos inflamatorias cientes con DM2 tuvieron una prevalencia significativamente periodontales requieren para manifestarse una predisposimayor de estomatitis protésica, comparado con los paciención general a irritantes locales, en particular a los provocates control; explicando esto en parte a que la adherencia de das por falta de higiene. Es conocido que existe la relación candida a las células epiteliales de los diabéticos tipo 2 es entre la enfermedad periodontal y la higiene bucal. El diamayor que en los pacientes sanos. bético controlado consume menos carbohidratos y elevado En este estudio las lesiones bucales más frecuentes contenido de proteínas, lo que puede alterar la capacidad fueron la candidiasis y el herpes, resultando un factor de estabilizadora de la saliva. riesgo cuando el paciente padece diabetes. En estas afeccioEl nivel de higiene bucal en la mayoría los pacientes de nes muchas veces el paciente no recurre a atención profeambos grupos de este estudio resultó ser en su mayoría mala sional, solo se aplica sustancias tópicas comunes. El pacienó pésima. te diabético relaciona este problema con su enfermedad que El diabético debe de saber que una mala higiene bucal es crónica-degenerativa. contribuye a iniciar la enfermedad periodontal o agravarla si ya está instaurada, y que a su vez, hace que el control de la CONCLUSIONES diabetes se haga más difícil. Con este propósito se deben 1. La población participante en este estudio tenía malos extender más los planes de información relacionados con hábitos de higiene bucal, manifestado por la presencia este tema en todos los niveles. de placa dentobacteriana. Moore et al (23), encontraron que la mayoría de los pacientes diabéticos no conocían los métodos correctos de higiene bucal, lo que puede explicar en parte el nivel de higiene bucal encontrado. Los resultados de este estudio muestran que el ser diabético es un factor de riesgo para presentar enfermedad periodontal. La diabetes por si misma no provoca inflamaciones gingivales o bolsas periodontales, pero sí es capaz de modificar la reacción inflamatoria de los tejidos bucales y el avance de la enfermedad ante la presencia de irritantes locales, fundamentalmente de la placa dentobacteriana. Al mismo tiempo, los factores sépticos bucales pueden influir en la propia diabetes, elevando la tasa de glucosa en sangre (8,9). Gandara et al (6) realizaron un estudio de 180 pacientes diabéticos encontrando un 90% de existencia de enfermedad periodontal, conJoan Mimó cluyendo que sí existe relación entre enferme- I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D CUADRO 5 168 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 CUADRO 6 PRESENCIA DE CANDIDIASIS Candidiasis Diabéticos Si No Total 2 45 46 % No diabéticos 4.34 95.66 100 0 180 180 p<0.001 OR 1.30 CUADRO 7 PRESENCIA DE HERPES BUCAL Herpes Diabéticos Si No Total 4 42 46 % 8.69 91.31 100 No diabéticos 0 180 180 p<0.001 OR 2.71 2. El ser diabético tipo 2 es un riesgo para presentar lesiones en la cavidad oral como candidiasis, herpes e infecciones post-extracción. 3. Los pacientes con DM tipo 2 presentaron mayor índice de enfermedad periodontal que los pacientes no diabéticos. 17. Garay JCS. Atlas de patología del complejo bucal. La Habana Ed. Científico Técnica 1985, 51-52. 18. Lovitz HE. Tratamiento de la Diabetes % Total Mellitus y sus complicaciones. 2ed. 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El primero de ellos, la Respuesta Inmune Innata (RII) coadyuva al acondiciona- miento por medio de una primera línea de defensa a través de mecanismos celulares como la fagocitosis. Además la síntesis de receptores de reconocimiento de antígenos microbianos específicos tipo Toll (TLR por sus siglas en ingles), los mecanismos moleculares como la vía del complemento (con su precursora la cascada proteolítica de la profenoloxidasa), la síntesis de moléculas parecidas a los anticuerpos y la síntesis de péptidos naturales antimicrobianos (PNA) complementan la RII (2, 3, 4, 5, 6, 7, RESUMEN Los seres vivos, como las plantas y los animales sobreviven ante la amenaza diaria del medio ambiente representada por bacterias, hongos y virus que pueden causarles la muerte. Por lo anterior, las especies biológicas han desarrollado varias estrategias para evitar enfermedades. Una de ellas es la síntesis de péptidos naturales antimicrobianos (PNA) como parte de la Respuesta Inmune Innata. Estos péptidos están constituidos por cadenas cortas de aminoácidos con características hidrofóbicas y carga positiva, lo que les permite alterar la bicapa lipídica de los microorganismos, causando una modificación similar a la producida por las proteínas canal. Lo anterior produce perdida de iones y sustancias metabólicas lo cual les causa la muerte. Los PNA se clasifican de acuerdo a su estructura en cinco familias. Además poseen otras funciones como reguladores de la inflamación, inductores de la proliferación celular y reparación. Por todo lo mencionado se vislumbra su aplicación terapéutica y farmacéutica. ABSTRACT Living organisms such as plants and animals survive the menace of the environment such as the daily interaction with multiple bacteria, fungi and virus that can kill them. In order to avoid infection caused by pathogens, several strategies have been developed by biological species. One of them is the synthesis of antimicrobial peptides, as a part of the Innate Immune Response. These peptides are short chains of predominantly basic aminoacid with positive charge and hydrophobic properties that let them bind to the membranes of microorganisms causing a disruption in their lipidic bilayer slides similar to channels that cause to the pathogen the loss of ions and metabolic material, causing them death. They are classified according to their structure in five families. Besides, they own several other functions such as regulation of inflammation, induction of proliferation and repair. All the above mentioned allow to think of their therapeutic and pharmaceutical application. Palabras clave: Péptidos naturales antimicrobianos, Respuesta inmune innata, Mecanismo de acción, Nuevos antibióticos. Key words: Natural antimicrobial peptides, Innate immune response, action mecanism, new antibiothics. Artículo recibido el 23/09/2004, corregido el 29/10/2004, aceptado el 5/11/2004 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 8, 9). Lo anterior ha resultado adecuado para la sobrevivencia de los seres vivos más antiguos anteriores a los Placodermos como la Lamprea 10). Los organismos posteriores a los Placodermos conservan la RII y además han desarrollado otro componente; un mecanismo más sofisticado que es más específico y tiene memoria conocido como Respuesta Inmune Adquirida o Adaptativa (RIA). La RIA es útil para contener y eliminar las infecciones causadas por bacterias, hongos, virus y células cancerosas por medio de los linfocitos T, B y las células asesinas naturales (NK por sus siglas en ingles). Sin embargo la RII detecta primero la invasión de microorganismos usando la familia de receptores Toll en insectos y TLR en mamíferos. Ambas respuestas, la innata y la adaptativa interactúan; las células de la RII como los macrófagos y células dendríticas, pueden regular a la RIA al identificar por medio de receptores especiales, a los llamados patrones de arreglos moleculares presentes sobre la superficie de microbios patógenos y no patógenos. La consecuencia de lo anterior es el inicio de un amplio espectro de mecanismos de defensa que incluyen respuestas inflamatorias dependientes de la producción de citocinas que pueden activar a los linfocitos T y B a través de rutas de señalización asociadas a la molécula MyD88 (11, 12, 13, 14). Otra consecuencia de la interacción de los TLR con los patrones de arreglos moleculares de microorganismos es la síntesis de moléculas péptidicas catiónicas y anfipáticas con propiedades antibióticas: los PNA. Los PNA son parte esencial de la RII, juegan un rol de primera línea de defensa como un escudo de moléculas que limita el crecimiento de una gran cantidad de microorganismos infecciosos y no infecciosos que conviven diariamente con plantas, insectos, anfibios, reptiles, mamíferos y aves. Se clasifican de acuerdo a su conformación estructural, aunque por el momento no existe una clasificación general que sea aceptada en su totalidad (5, 6, 7, 8, 9, 13). Estos péptidos pueden ser inducibles, y algunos de ellos se expresan constitutivamente. Poseen aminoacidos catiónicos y anfipáticos que les permiten unirse a los fosfolípidos y entremeterse en la doble capa de lípidos de las membranas de bacterias Gram +, Gram -, hongos y virus envueltos (15, 16). El mecanismo microbicida de los PNA se basa precisamente en las propiedades catiónica y anfipática, que median la formación de poros en la membrana externa de los agentes infecciosos (y, probablemente también en los no infecciosos). En la actualidad se conocen tres modelos para explicar la acción antimicrobiana de los PNA: el del barril, el del canal agregado y el modelo de alfombra (17, 18, 20, 21). Debido al mecanismo de acción que presentan los PNA, resulta difícil para los microorganismos modificar la estructura de su membrana para evadir y crear resistencia, por lo que estos péptidos tienen un gran potencial como agentes terapéuticos efectivos. Además se han encontrado algunas otras propiedades de los PNA. Se ha comprobado que además de ser microbicidas, también funcionan como agentes quimiotácticos, reclutando células inflamatorias, promoviendo la ingestión de microbios, sintetizando sustancias pro y anti-inflamatorias y participando en la reparación de tejidos al promover la proliferación celular (22). Por lo anterior, en los últimos años se han incrementado considerablemente I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 171 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 FIGURA 1 EJEMPLOS DE MODELOS MOLECULARES DE DIFERENTES CLASES ESTRUCTURALES DE PNA: A) ESTRUCTURA DE HOJA ß-PLEGADA (HBD2), B) ESTRUCTURA DE α-HÉLICE (MAGAININA), C) ESTRUCTURA EN ESPIRAL (BACTENECINA) (ZHAO, 2003). I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D las investigaciones tanto para descubrir nuevos péptidos y nuevas propiedades como para su posible utilización terapéutica. El objetivo principal de este trabajo es el dar a conocer información básica y reciente relacionada con los PNA para contribuir a un conocimiento más amplio sobre este tema, debido a su importancia biológica y médica que sin duda han adquirido durante los últimos años. 172 HISTORIA De acuerdo con Boman, la historia de los PNA inicia con Pasteur, quien “descubrió la ciencia de la inmunología”, al construir la teoría de la enfermedad causada por gérmenes. Su contemporáneo Mechnikoff descubrió la fagocitosis y se convirtió en el “padre de la inmunología celular” (5,6). Los primeros indicios de que existían péptidos catiónicos con actividad microbicida se observaron en las plantas. Desde hace unos 50 años se sabe que las tioninas realizan una función antimicrobiana en las plantas e inhiben el crecimiento de bacterias y hongos in vitro (23). Además, en 1972 por primera vez se demostró que las tioninas inhiben el crecimiento de un número considerable de bacterias patógenas sugiriendo por lo tanto que este péptido juega un papel protector muy importante (24). Los primeros trabajos que se realizaron en el campo de los PNA en animales fueron reportados a principios de los 80´s, en el laboratorio de Hans Boman y colaboradores. Ellos inyectaron bacterias a pupas de un tipo de polilla del género Cecropia, después de siete días detectaron en la hemolinfa de las pupas la presencia de un péptido catiónico de 37 aminoácidos con actividad antimicrobiana contra las bacterias Gram-negativas (10, 25). A mediados de los ochenta Robert Lehrer y colaboradores reportaron las estructuras de una clase abundante de péptidos almacenados en células polimorfonucleares de humanos y conejos. Estos péptidos llamados defensinas presentaban actividad contra bacterias Gram-negativas y Gram-positivas (26, 27). En 1987 Michael Zasslof descubrió que la piel de la rana Xenopus laevis contenía glándulas ricas en péptidos catiónicos con actividad antimicrobiana, mismos que denominó magaininas (28). Estos péptidos, como se ha dicho, alteran la permeabilidad de las células bacterianas causando un trastorno en el metabolismo y provocando lisis celular (6). El mecanismo implicado de la acción antimicrobiana FIGURA 2 LOS TRES PRINCIPALES MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS PNA SOBRE LAS MEMBRANAS MICROBIANAS (KOCZULLA, 2003; MATSUZAKI, 1998) fué abordado experimentalmente por Matzuzaki (15) y explica como los PNA ´s interactúan con la membrana citoplasmática debido en gran medida a su carga positiva y a su característica de tener aminoácidos hidrofílicos e hidrofóbicos. En la década de 1990, hubo una rápida expansión en el campo del conocimiento de los PNA. Actualmente, además de estar bien establecido que los PNA constituyen un elemento común en los Fila inferiores, se han reconocido diversos sitios de producción de estos péptidos en mamíferos (29). Se conocen hasta ahora más de 800 PNA, con algunas redundancias (8). Los PNA se codifican en genes y se expresan a partir de un fragmento de ARN leído por ribosomas. El producto primario es una pre-proteína de 62 a 170 aa, posteriormente procesada para la formación del péptido maduro activo, que es de pH básico, debido a que las membranas bacterianas generalmente tienen cargas negativas (6). La mayoría de las pre-pro-proteínas tienen secuencia señal típica (Boman, 1996a). La evolución de los genes para estos péptidos, se ha Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 1 PÉPTIDOS ANTIMICROBIANOS GRUPO I LINEALES, HELICOIDALES, SIN CIS, CON O SIN BISAGRA Nombre Cecropinas I, A, B, D, P1 Origen Drosophila Cerdo Bombyx Cecropia Sarcophaga Estructura Gen Act. Antimicrobiana 35-39 AA, 2 hélices anfipáticas Residuos conservados: Trp, Lis y Argl Genes de cecropina, controlados por el factor de transcripción Cif Bact. G- : S. typhimurium, Acinetobacter calcoaceticus, P. aeruginosa. Bact. G+: Bacillus megaterium. No tóxico a hongos y otros eucariontes. Ligado al cluster de cecropina Antibacteriana y hemolítica Andropinas Drosophila Péptidos de doble hélice con 32 residuos Ceratotoxinas Cerratitis capitata Similar a cecropina y toxina melittina del veneno de abeja Seminalplasmina Semen de toro 47 residuos. Péptido FALL-39 expresado en médula ósea y testículos Magaininas PGLa Piel y estómago de Xenopus 23 residuos G+ y G – Protozoarios y Hongos Bombinina H3-H5 Especies de Bombina y Rana 27-34 residuos. D-isoleucina. No forma hélice anfipática. Antibacteriana, hemolítica Dermaseptina Phyllomedusa sauvagii 34 residuos. Forma alfa hélice anfipática Fungicida transferido horizontalmente. Sin embargo, el número de exones e intrones se conserva entre las especies (11). Hemolítica. E. coli defensinas, drosocina, Bac 5, Bac7, PR39, indolicina, coleoptericina, holotricina 2, attacina, sarcotoxina II y diptericina. III. Péptidos antibacterianos con un puente disulfuro: bactenecina, brevinina 1e y 2e; esculentina y ranalexina. IV. Péptidos con dos o más puentes disulfuro, principalmente con estructura de lámina beta: defensinas alfa y beta, protegrinas, gallicinas, taquiplesinas, NK lisinas. V. Péptidos antibacterianos derivados de polipéptidos grandes con otras funciones conocidas: polipéptido inhibitorio gástrico (GIP), inhibidor unido al diacepam (DBI), péptido 3910, KRFAE, catepsina G, CAP 18 y lactoferrina. De esta última, el péptido maduro es lactoferricina; de la catelicidina, PR-39. (ver Cuadros 1-5). S A L U D La diversidad de tipos de PNA y sus fuentes es amplia, los cuadros a continuación dan cuenta del nombre, origen, E N I. Péptidos lineales, principalmente helicoidales sin Cis, con o sin bisagra: cecropinas, andropinas, ceratotoxinas, toxina del veneno de la abeja, melittina, seminalplasmina del toro, magaininas y PGLa de la piel de Xenopus; bombinina H y dermaseptina. II. Péptidos lineales sin Cis y con alta proporción de ciertos aminoácidos: apidaecina, abaecina, himenoptaecina, FALL-39 I N V E S T I G A C I Ó N CLASIFICACIÓN Y ESTRUCTURA Los PNA se agrupan de acuerdo a sus propiedades químicas y bioquímicas, principalmente por su estructura tridimensional. Sin embargo, la característica principal entre ellos es la presencia o no de cisteína (Cis) (6, 7, 8, 9). Se especifican cinco grupos: Antibacteriana y hemolítica 173 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 2 PÉPTIDOS ANTIMICROBIANOS GRUPO II LINEALES, SIN CIS, CON ALTA PROPORCIÓN DE CIERTOS RESIDUOS Nombre Origen Estructura Act. Antimicrobiana Apidecinas Abaecina Hymenoptaecina Defensina Miel de abeja 18 residuos de longitud 34 residuos, prolina 29% 93 residuos, glicina 18% 51 residuos, 6 medias cistinas Inducida por infecciones bacterianas en la abeja. Contra Gram - Drosocina Drosophila 19 residuos, ricos en prolina Bac 5 Bac 7 Neutrófilos de bovino Precursores fam. catelicidina 43-59 residuos, prolina 4549% y 24-29 % arginina Gram - PR-39 Intestino porcino, síntesis en médula ósea 39 residuos, rico en prolina y arginina Gram - al bloquear la síntesis de DNA Indolicidina Neutrófilos de bovino 13 residuos y 5 son Triftofano. E. coli, S. aureus Coleoptericina Holotricina 2 Escarabajo 7-8 kDa, glicina 12%, prolina 10% Atacinas y gloverinas Insectos Proteínas 14-20 kDa. Ricos en prolina y glicina Afectan células en crecimiento. Bloqueo de transcripción omp en superificie bacteriana TABLA 3 PÉPTIDOS ANTIMICROBIANOS GRUPO III ANTIBACTERIANOS, CON UN PUENTE DISULFURO I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Nombre 174 Origen Estructura Act. Antimicrobiana Bactenecina Neutrófilos bovinos 12 residuos, 4 son arginina E. coli, S. aureus, toxicidad vs células neuronales y gliales Brevinina 1 Brevinina 2 Brevinina 1E Brevinina 2E Piel de rana: Rana japonesa Rana europea 7 residuos forman una asa en el extremo C y una cola larga Antibióticos potentes Brevinina 2: hemolítico fuerte Esculentina Rana esculenta 7 residuos forman una asa en el extremo C y una cola larga E. coli, S. aureus, P. aeruginosa, hongos Ranalexina Rana Similar a polimixina 20 aa G+yG- estructura, genes y actividad antimicrobiana de algunos ejemplos ilustrativos. MECANISMO DE ACCIÓN Los PNA actúan estequiométricamente sobre un amplio espectro de microorganismos, pueden eliminar dos o más “in- trusos” al mismo tiempo. De manera inducible responden en horas y antes que la RIA se haya movilizado. No son específicos, ni tienen memoria, no son catalíticos y otorgan economía a la célula al ser moléculas efectoras pequeñas, ya que la mayoría tiene un peso molecular menor a 10kDa. Los péptidos líticos tienen estructura de hélice y en hoja Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 beta, son anfipáticos, esto es, un lado de la molécula es hidrofílico, mientras que el otro es hidrofóbico; un diseño que implica una interacción específica con la membrana (6,7). Boman propone, que al verificarse el reconocimiento de la membrana bacteriana por el péptido, se forman canales dependientes de voltaje y lisis. La explicación de porqué los PNA no atacan a las células propias esta relacionada con el hecho de que a diferencia de las células procarióticas las células eucarióticas normales tienen colesterol lo cual impide el reconocimiento de los PNA sobre ellas. Además se ha observado que las mitocondrias no son blanco de los PNA. Sin embargo, excepcionalmente pueden actuar sobre algunas células eucarioticas. Por ejemplo, las defensinas actúan sobre Candida albicans, las magaininas sobre hongos y protozoarios; las NK lisinas sobre células tumorales. No obstante lo anterior se reconoce que los mecanismos no están completamente entendidos (30) (Ver figura 2). NUEVOS ANTIBIÓTICOS El futuro de los PNA hacia una aplicación clínica se fundamenta en la gran preocupación entre los microbiólogos y médicos clínicos sobre la cada vez más común resistencia de las bacterias a la mayoría de antibióticos clásicos. Hasta hace poco existían algunas cepas bacterianas resistentes a todos los antibióticos comunes menos a la vancomicina. Sin embargo se ha visto que también han logrado crear una resistencia a esta última (32). Debido a lo anterior, se proponen a los PNA para ser utilizados como agentes terapéuticos. Por lo tanto, la identificación de péptidos nuevos y no citotóxicos, producidos en humanos y animales debería ser un objetivo importante de la industria farmacéutica. El antecedente de los PNA es la Polimixina: Un péptido activo en la membrana de bacterias patógenas de manera selectiva que ya ha sido extensamente usado en la clínica. Se demostró claramente que las moléculas que actúan median- I N V E S T I G A C I Ó N E N Gabriel Bau S A L U D ACTIVACIÓN DE LOS PNA El lipopolisacárido (LPS) y ciertos fragmentos de peptidoglicanos presentes en bacterias pueden activar a los genes de los PNA. El requisito es la interacción del LPS con el complejo CD14-proteína de unión a LPS (LBP) en conjunto con los receptores tipo Toll, -TLR4 o TLR2- y la molécula MD-2, que provoca la señalización (3). Lo anterior inicia la producción de defensinas beta por medio de la señal de transducción correspondiente, con la subsecuente fosforilación del mediador IkB, el cual es degradado vía proteasoma, se libera la proteína reguladora NFkB, que produce señales para la síntesis de moléculas efectoras. El proceso completo es muy rápido, se lleva a cabo en sólo seis minutos. Además de la activación de los genes que codifican PNA por estas vías de señalización se ha demostrado que también se pueden activar genes que codifican citocinas (3, 9, 19). En los insectos, los genes encargados que codifican a los PNA se expresan en las células sanguíneas, epiteliales y en el cuerpo graso, que es un órgano homólogo al hígado de vertebrados que secreta proteínas y péptidos directamente a la hemolinfa. Sin embargo se ha observado que no obstante que moscas mutantes no expresan el circuito Toll-Drosomicina pueden expresar otros PNA tales como la cecropina y la diptericina. El circuito de señales encargado de la producción de estos péptidos se denomina la vía imd (de inmunodeficiente), regulado por otra vía que es activada por una proteína citoplasmática llamada relish. Las evidencias sugieren que la vía Toll está implicada en la defensa contra organismos micóticos y bacterias Gram+, mientras que la vía imd se activa durante eventos patogénicos ocasionados por bacterias Gram-. Estas dos vías están diseñadas intrínsecamente para responder a diferentes insultos fisiológicos. En otro ejemplo, la expresión de las defensinas beta es estimulada por la presencia de lipopolisacáridos (LPS), interleucina-1b (IL-1b) y el factor de necrosis tumoral (TNF). El análisis de las regiones reguladoras del extremo 5´ de varios genes inducibles de péptidos antimicrobianos epiteliales en mamíferos y ranas, revelan sitios de unión para NFkB. Se ha visto que cuando se presenta un estímulo correcto hay un incremento en los niveles de NFkB intracelular, así como su translocación dentro del núcleo y la activación del gen antimicrobiano correspondiente. Estudios recientes han demostrado que existen once receptores tipo Toll (TLR) presentes en humanos. Como conclusión, el modelo actual sugiere que productos microbianos como el LPS se unen directamente a estos TLR, en algunos casos asociados con proteínas de unión específicas que pudieran incrementar la especificidad. Sin embargo, aún hacen falta estudios para conocer las interacciones ligando-receptor y el circuito intracelular utilizado para modular la expresión génica de los PNA. En plantas, la señal inicial es transmitida por receptores de patrones altamente específicos que son análogos a Toll y a los TLR humanos, a su vez activan respuestas relativamente específicas en contra de organismos específicos, un concepto llamado estrategia defensiva gen por gen (2, 12, 31). 175 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 4 PÉPTIDOS ANTIMICROBIANOS GRUPO IV CON DOS O MÁS PUENTES DISULFURO, ESTRUCTURA EN HOJA BETA I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Nombre 176 Origen Estructura Almacenamiento y liberación Gen Act. Antimicrobiana Cromosoma 8 en humanos y ratones Citotóxica, lítica, antibact. G+ y G-. Fungicida por concentración de cationes divalentes Defensinas PMN de conejo, fagocitos de mamíferos y humanos, células de Paneth (criptidinas) de ratones 3 puentes S-S-, En gránulos 29-34 aa, ricos en cisteina y arginina (no Lisina). Preproteínas de 95 residuos α defensinas Fagocitos de humano, conejo, rata y cobayos, tráquea bovina (TAP) 6 cistrinas unidas ß defensinas Neutrófilos de bovino Células epiteliales Células Panethratón 38-42 residuos. En hoja ß. Familia de 13 diferentes defensinas Se inactiva con iones en moco traqueal-fibrosis quística Defensinas de insectos Phormia sarcophaga, no contenidos en fagocitos Semejante a α defensinas Inducidas como respuesta a infecc. bacteriana. Gram + No fungicidas Galanicinas Neutrófilos de pollos Semejante a ß defensinas NK lisina Intestino porcino 78 residuos. Similares a proteína 519 y NK65 en humano. Amibaporos E. hystolytica te la discriminación de microorganismos patógenos, con base en las diferencias en el diseño de sus membranas podrían desarrollarse como agentes terapéuticos. Desgraciadamente la polimixina causa daño renal por lo que no se acepta ya su uso debido a la incapacidad para metabolizar a este péptido (33). La magainina obtenida de la rana, ha mostrado que actúa sinérgicamente con ciertos antibióticos convencionales, en infecciones causadas por bacterias Gram-negativas. En 1991 Darveau realizó un estudio utilizando ratones inmunosuprimidos con ciclofosfamida e infectados con Escherichia coli tratados con Magainina 2 y cefalosporina. La Magainina 2 que por sí sola no era activa, fue eficaz en combinación con la cefalosporina cuya efectividad había sido En gránulosfusión con fagosomas de contenido microbiano Algunas bacterias, antitumoral, no lisa eritrocitos. Lisis baterias reducida en éstos animales tratados. La sinergia entre estos dos agentes antibióticos se cree que es el resultado del efecto permeabilizante del péptido que daña la integridad de la pared bacteriana y facilita la entrada del antibiótico al interior de la célula (34). Una variante de la magainina denominada MSI-78 está siendo usada en experimentos clínicos de fase clínica tres, en los cuales se tratan a 926 pacientes para probar la eficacia de este péptido en contra de úlceras diabéticas polimicrobianas. Los resultados han demostrado efectos similares a aquellos que habían sido tratados con ofloxacina, pero con menos efectos secundarios. También el péptido híbrido de cecropina-melitina ha mostrado tener actividad antimicrobiana tópica en contra de infecciones oculares en Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 5 PÉPTIDOS ANTIMICROBIANOS GRUPO V ANTIBACTERIANOS, DERIVADOS DE GRANDES POLIPÉPTIDOS CON OTRAS FUNCIONES Nombre Origen Gen Actividad Lineales, sin cisteina. Hormona de 42 residuos, familia secretina/glucagon GIP (polipéptido gástrico inhibitorio) DBI Estructura Cerebro humano y bovino Lineales, sin cisteina. Secuencia idéntica a la proteína de unión al acil-CoA en hígado de rata. 32-86 residuos Desplaza el inhibidor de unión al diazepam del receptor GABA en cerebro. 3910 Lineales, sin cisteina. Antibacteriana. KRFAE Secuencia presente en preproencefalina A. G- Lactoferricinas* Leche materna 3.1 kDa TABLA 6 COMPAÑÍAS INVOLUCRADAS EN EL DESARROLLO DE PÉPTIDOS Nombre de compañía Nombre del Péptido Enfermedad a tratar y desarrollo clínico Pexiganan Ulceras infectadas de pie diabético (fase III, uso local) Micrologix Biotech Inc. (Vancouver, Canada) MBI-594AN MBI-226 Acné (fase III, uso local ), terminada. Sepsis causada por catéteres (fase III, uso local). Intrabiotics (Mountain View, CA, USA) Iseganan (IB-367; protegerina) Mucositis (fase II, uso tópico-oral fallido) Intrabiotics (Mountain View, CA, USA) Iseganan (IB-367; protegerina) Infecciones pulmonares en fibrosis quística (fase II, uso local inhalativo). Xoma Corp. (Berkeley, CA, USA) Neuprex Meningitis (fase III, uso sistémico). Demegen (Pittsburg, PA, USA) P-113 (análogo de histatina) D2AD21 Candidiasis oral, mucositis (fase II, uso oral) Cubist Pharmaceutical (Lexington, USA) Daptomicina Sepsis (fase III) AM (Pharma, Bilthoven, Holanda) Lactoferricina-B Antimicótico (fase preclínica, uso sistémico) Entomed (Illkirch, Francia) Heliomicina Antibacteriano (fase preclínica, uso sistémco) Trimeris (Durham, NC, USA) Enfuvirtide Antiviral (HIV) (fase III completada) Heridas de quemaduras, heridas infectadas (fase I uso local). I N V E S T I G A C I Ó N Magainin Pharmaceuticals Inc (PA, USA) E N S A L U D 177 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 178 conejos causadas por P. aeruginosa (35, 36). Una serie importante de trabajos demuestran que las infecciones sistémicas tratadas con péptidos antimicrobianos como las protegrinas de hoja beta, son eficientes en el tratamiento de infecciones causadas por S. aureus resistentes a meticilina, e infecciones causadas por Enterococus faecalis y P. aeruginosa resistentes a vancomicina (37). Estos hallazgos indican que los PNA tiene la capacidad de ser utilizados como antibióticos en contra de microorganismos resistentes a antibióticos convencionales. Debido a que algunos péptidos como la polimixina interactúan con endotoxinas bacterianas, se dispone de una propiedad terapéutica adicional de gran valor, por lo que es posible rescatar a un ratón de un shock endotóxico mediante la administración del péptido vía intravenosa. Como agentes terapéuticos en humanos los PNA, podrían ser usados como antibióticos y como agentes neutralizantes de endotoxinas, una combinación de propiedades que podría ser muy benéfica en el tratamiento de infecciones bacterianas (38). Otra aplicación de los PNA es como agentes bactericidas y esterlizantes. La colonización microbiana y su crecimiento en las superficies de materiales poliméricos sintéticos, es un problema que complica el uso de artículos médicos como los catéteres intravenosos. Una posible solución a lo anterior es la utilización de magainina por sus capacidades de unión a superficies poliméricas insolubles y antimicrobiana (31). Sin embargo, el problema específico es el alto costo de la síntesis química en la producción de los PNA. Es posible sintetizar la mayoría de PNA incluyendo las defensinas beta con sus complejos puentes disulfuro, pero los costos son demasiado altos y esto impide su producción en grandes cantidades. Se han desarrollado estrategias de expresión biológica para evitar ese problema. Varios grupos han desarrollado sistemas recombinantes de baculovirus para la expresión de defensinas beta y han obtenido péptidos activos, puros y estructuralmente correctos en cantidades de miligramos (16). Los PNA también se han producido en plantas transgénicas y en bacterias (39,40,41). Las defensinas también se han producido en la leche de animales transgénicos. Después de la producción biológica, se necesita de un proceso de purificación para evitar la contaminación con proteínas del hospedero que pudieran inducir una respuesta inmune del paciente (42). La secuencia que codifica a los PNA puede también ser transferida a células blanco mediante una transferencia de genes, como se ha visto en modelos de animales que sobreexpresan la producción de LL-37 o la transferencia de histatina 3 a las glándulas salivales (43,44). Otro aspecto interesante es estimular la expresión de PNA mediante pequeños compuestos químicos, la aplicación del aminoácido esencial L-isoleucina en las células epiteliales de las vías respiratorias, estimula la expresión de defensinas epiteliales (45). Las compañías biotecnológicas, han formado alianzas para realizar estudios en humanos utilizando PNA, aún después de varios estudios preclínicos realizados por éstas compañías, sigue habiendo preguntas sin responder acerca de la producción, costos, labilidad a las proteasas in vivo y si pudiesen causar alguna toxicidad (20). Dos péptidos naturales sintéticos, la nisina y la iseganana, han sido considerados para tratar úlceras estomacales causadas por Heliocobacter pylori (nisina) y en la mucositis oral (iseganana). Se llevó a cabo un estudio de fase 1 de seguridad en adultos saludables con iseganana en aerosol con el objetivo de utilizar este péptido en pacientes con fibrosis quística que presenten infecciones crónicas de pulmón causadas por P. aeruginosa. Ambos han pasado los estudios de fase clínica 1 satisfactoriamente y actualmente se encuentran en una evaluación clínica mayor. Una compañía canadiense (Micrologix, Biotech Inc., Vancouver, Columbia Británica, Canadá) incluyó recientemente a dos agentes (MBI-594AN y MBI-226) en la fase II de estudios en infecciones asociadas con catéteres e infecciones serias de acné (20). En la siguiente tabla se encuentran algunos de los péptidos que están siendo utilizados en investigaciones clínicas en diferentes fases, así como el nombre de la compañía productora y la enfermedad a tratar para cada péptido (ver tabla 6). Por todo lo anterior, nuestro grupo de trabajo ha considerado importante el estudio de los PNA debido a su omnipresencia en los organismos vivos superiores y a su diversidad de funciones. Podemos concluir que los PNA son sustancias efectoras en la RII y funcionan no solamente como agentes microbicidas endógenos sino también son capaces de realizar funciones que van desde mediadores de inflamación, hasta promotores angiogénicos. El estudio de éstos, ha permitido entender, cómo un organismo superior puede sobrevivir en un ambiente hostil que se encuentra lleno de microorganismos patógenos. Muchos de los antibióticos que se utilizan hoy en día son productos del metabolismo de algún hongo. Sin embargo, algunas cepas bacterianas han evolucionado hasta volverse resistentes. Debido a que los PNA tienen un mecanismo de acción totalmente diferente al de los antibióticos comunes, éstos péptidos, han estado funcionando como un escudo químico de defensa durante millones de años en plantas y animales, que podrían convertirse en una alternativa terapéutica por medios naturales. Se deberán considerar los siguientes puntos: 1) La identificación de nuevos PNA. 2) El análisis de las funciones biológicas más relevantes de los PNA que incluyen tanto su actividad antimicrobiana así como otras posibles funciones. 3) El desarrollo de PNA como nuevos medicamentos, esto involucra mejores estrategias para la identificación de posibles péptidos candidatos, la modificación en cuanto a su perfil farmacológico y finalmente su producción a gran escala. 4) El estudio de la biología de los PNA debe permitir el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas en casos de enfermedades infecciosas e inflamatorias. Referencia bibliográfica 1. HENDERSON, L. J. 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VILLARRUEL FRANCO RODOLFO1 HUIZAR LÓPEZ ROSARIO1 CORRALES MARIANA2 SÁNCHEZ TERESA2 ISLAS RODRÍGUEZ ALFONSO1 1 Departamento de Biología Celular y Molecular de la Universidad de Guadalajara. 2 Doctorado en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Guadalajara. Correspondencia Dr. Alfonso Islas-Rodríguez. Teléfono y Fax: (33)3121-9068. aislas@megared.net.mx Conflicto de interés no declarado I N V E S T I G A C I Ó N 4. PANCER, Z., C. T. AMEMIYA, R. A. GOTZ., A. J. CEITLIN, G. GARTLAND1, & M. D. COOPER. Somatic diversification of variable lymphocyte receptors in the agnathan sea lamprey. Nature, 2004;430:174–180. 5. BEUTLER, B. The Toll-Like Receptors as the Primary Sensors of the Innate Immune System. The Immunologist, 2000;8:124-131. 6. BOMAN, H. G. Peptide antibiotics and their role in innate immunity. Annu Rev Immun, 1995b;13:61-92. 7. BOMAN, H. G. Peptide Antibiotics: Holy or Heretic Grails of Innate Immunity? Scand J Immunol, 1996b;43:475-482. 8. BOMAN, H. G. 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Las teorías dan diversas explicaciones como las mecánicas debidas al trauma materno fetal, a la presión pélvica excesiva, por detención o modificación de la evolución histológica normal, y por ruptura del saco amniótico durante el embarazo. Gregorio Mendel con sus «Leyes de la Herencia», refería causas principalmente hereditarias. Gregg observó que la rubéola de la madre al principio de la gestación causaba anomalías en el embrión (2). Se señalan también otras causas como la exposición a rayos X, toxoplasma, citomegalovirus, herpes, varicela, medicamentos como la carbamazepina y ácido valproico, plaguicidas, exposición a tabaco y alcohol en la causa de labio y paladar hendido (3,4,5), y se reporta la relación de eventos estresantes de la vida con defectos del tubo neural (6,7). Fue a partir de las malformaciones congénitas reportadas por el uso de la talidomida (1959-1961) que se inició RESUMEN Se determinó la prevalencia y factores relacionados con las principales Malformaciones Congénitas Externas en los recién nacidos de 4 Hospitales de Guadalajara, por medio de la revisión física del recién nacido, e interrogatorio a las madres sobre enfermedades, exposiciones a agentes físicos, químicos, ocupación y malformaciones previas. Se estudiaron 178,394 nacimientos y se detectaron 2935 malformados. La prevalencia general de malformación hospitalaria fue de 16.5 en cada 1,000 recién nacidos. La prevalencia específica de malformaciones del sistema músculo-esquelético fue de 44.1 y las malformaciones del Sistema Nervioso Central (SNC) con 24.1 por cada 10,000 recién nacidos. La prevalencia de malformaciones observada en relación a otros países es alta, sobre todo del SNC, por lo que debe de fortalecerse su prevención con ácido fólico, antes del embarazo y en las primeras 8 semanas de gestación. ABSTRACT Prevalence and some risk factors of external congenital malformations were determined among all newborns in 4 hospitals from Guadalajara city was carried out by practicing physical examinations to the newborns and interviewing their mothers about diseases, physical and chemical factors, occupation and previous malformation. 178,394 newborns were studied and 2,935 malformed were detected. The general malformation prevalence was 16.5 per 1,000 newborns. The specific malformation prevalence in Skeletal and muscle malformations was 44.06 and in nervous central system malformation was 24.11 per 10,000 newborns. The reported prevalence of malformations is high in relationship to other countries, specially central nervous system malformations. Therefore this malformation must be prevented prescribing folic acid before pregnancy and at the first 8 weeks of gestational age. Palabras clave: Prevalencia de malformaciones congénitas, Vigilancia de malformaciones congénitas, Malformaciones al nacer, Registro de malformaciones congénitas. Keywords: Congenital malformations prevalence, Congenital malformation surveillance, Malformation at birth, Congenital malformation register. Artículo recibido el 14/09/2004, corregido el 19/10/2004, aceptado el 28/10/2004 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 el desarrollo de sistemas de detección de malformaciones congénitas (8), creándose en 1974 un Banco Internacional de datos. La vigilancia epidemiológica por medio de registros de malformaciones congénitas es el método que más se ha empleado. Existen tres tipos diferentes de registros para su vigilancia. El primero es el seguimiento de mujeres embarazadas que incluye el registro prospectivo de cualquier resultado del embarazo que permita obtener la incidencia por tipo de malformaciones congénitas y su riesgo asociado con teratógenos potenciales. El segundo es el registro de niños a partir de su nacimiento y su seguimiento hasta la presencia de malformaciones independientemente de su edad. En el tercero, las malformaciones son observadas al nacimiento del niño. Este sistema se basa en la notificación voluntaria o por medio de certificados de nacimiento. En este tipo de registros se incluye un grupo control de niños no malformados con el propósito de estudiar asociaciones entre diversos determinantes de riesgo y la presencia de defectos congénitos (9). En América Latina este tipo de registro de malformaciones congénitas al nacimiento ha sido el más utilizado (10-13). La vigilancia epidemiológica al recién nacido permite caracterizar conglomerados de sujetos con malformaciones similares, y facilita la toma de las medidas correspondientes para su control. Con el propósito de identificar la prevalencia y las características de los Recién Nacidos malformados, en 1988 implementamos nuestro registro de malformaciones en coordinación con el Registro y Vigilancia Epidemiológica de las Malformaciones Congénitas Externas (RYVEMCE) con la participación de los hospitales: “Civil Fray Antonio Alcalde y Civil Juan I. Menchaca”; en 1990 se incorporó el Hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE y posteriormente en 1991, el Hospital General de Occidente de la Secretaría de Salud. RESULTADOS Se revisaron 178,394 Recién Nacidos (RN) en los 4 hospitales en quienes se detectaron 2,935 Recién Nacidos malformados. La prevalencia general de malformaciones congénitas externas en general fue de 16.5 en cada 1,000 nacimientos. Malformaciones congénitas externas según diagnóstico La prevalencia hospitalaria de Malformaciones Congénitas Externas específicas más frecuentes en cada 10,000 RN fueron: anomalías de tegumentos con una prevalencia de 33.52, ciertas anomalías osteomusculares congénitas con 23.77, anomalías de oído, cara y cuello con 20.68 y anomalías cromosómicas con 13.29. Las malformaciones del SNC tuvieron una prevalencia de 32.8 en cada 10,000 RN; estas malformaciones incluyeron: espina bífida con 10.26, anencefalia con 9.53 y otras anomalías del sistema nervioso con prevalencia de 4.32 en cada 10,000 RN. E N S A L U D Malformaciones congénitas externas según sexo El sexo masculino tuvo una prevalencia de malformaciones de 84.92 por 10,000 recién nacidos contra 77.97 obtenida por el sexo femenino. Las malformaciones osteomusculares fueron mayores en mujeres (12.89 en 10,000) que en hombres (10.87 en 10,000), y las anomalías de tegumentos fueron mayores en hombres (17.83 en 10,000) que en mujeres (15.7 en 10,000); las anomalías cromosómicas no presentaron grandes diferencias entre ambos sexos. Las malformaciones del SNC presentaron diferencia en contra del sexo femenino tanto en anencefalia (6.39 en 10,000 vs. 3.03 en 10,000) como en espina bífida (5.33 en 10,000 vs. 4.88 en 10,000) (Tabla 1). I N V E S T I G A C I Ó N MATERIAL Y METODOS Se realizó un estudio de casos y controles y de prevalencia de las principales malformaciones congénitas, en 4 Hospitales de la Zona Metropolitana de Guadalajara. En la primera fase se incluyeron a todos los recién nacidos con peso mayor de 500 grs. y una duración mínima de 20 semanas de gestación de 4 Hospitales de la Zona Metropolitana de Guadalajara. De estos hospitales se incluyeron a todos los recién nacidos vivos y muertos. Por cada niño malformado se seleccionó un control, el cual fue el nacimiento siguiente al del malformado, del mismo sexo, aunque no necesariamente sano. Para los recién nacidos muertos no se tomó ningún control por la dificultad operativa existente. Se consideró como malformado a todo recién nacido que presentara alteraciones morfológicas externas o clínicamente detectables, con un grado de certeza aceptable en los primeros 3 días de vida en todo recién nacido prematuro o de término. Se incluyó en el estudio como variable dependiente al recién nacido malformado y su diagnóstico. Como varia- bles independientes se incluyeron; datos generales de la madre, datos generales y antropométricos del recién nacido, datos prenatales y perinatales, datos previos a la concepción, datos familiares y área de residencia. La recolección de los datos la llevaron a cabo residentes de pediatría y personal encuestador específico, quienes estuvieron supervisados por el neonatólogo responsable del servicio, y que fueron adiestrados y supervisados previamente por el responsable general del proyecto. La información se obtuvo por interrogatorio de la madre, por revisión de sus expedientes clínicos y por revisión directa en los servicios de tococirugía, en la unidad de cuidados intensivos del recién nacido y del cunero fisiológico, excepto cuando alguno de los servicios hospitalarios fue cerrado por la presentación de algún brote y que por recomendaciones epidemiológicas, así tuvo que hacerse. Las malformaciones fueron clasificadas de acuerdo a la novena clasificación internacional de enfermedades (14). Se obtuvo la prevalencia de las principales malformaciones congénitas según condición al nacer, hospital de nacimiento, el año de nacimiento, características de los recién nacidos y de la madre de las cuales también se determino su asociación con malformaciones congénitas. 181 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Malformaciones congénitas externas según condición al nacer Los nacidos vivos totales en el periodo estudiado fueron 175,712 (93.79%) y los nacimientos muertos fueron 2,682 (6.21%). Los nacidos vivos presentaron una prevalencia de malformaciones congénitas de 156.5 en cada 10,000 nacimientos, malformaciones del tegumento 33.98 en 10,000, malformaciones osteomusculares congénitas 23.96 en 10,000 y anomalías de oído, cara y cuello 20.83 en 10,000. Los nacidos muertos tuvieron una prevalencia de malformaciones en general de 678.6 en cada 10,000 nacimientos y presentaron mayor anencefalia 398.96 en 10,000, espina bífida 48.47 en 10,000 y otras anomalías congénitas del sistema nervioso (Tabla 2). Malformaciones congénitas externas según hospital de nacimiento La prevalencia de los recién nacidos con malformaciones congénitas fueron mayores en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde con 676.35 en 10,000, siguiéndole en magnitud el hospital Valentín Gómez Farías con prevalencia de 197.97 en 10,000 RN (Tabla 3). I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Malformaciones congénitas externas según año de nacimiento El año con mayor prevalencia de malformaciones congénitas en general fue durante 1991 con 405.54 en 10,000. Sin embargo hubo variabilidad en el periodo de recolección de los datos de cada hospital (Tabla 4). 182 Malformaciones congénitas externas y características del recién nacido La presentación pélvica al nacer se observó en el 9.58 % de los nacidos con malformaciones contra el 3.85% de los que no presentaron malformaciones, con asociación estadística significativa (OR=2.67; IC 95%=2.12-3.38). En relación con las semanas de gestación el 23.94% de los RN malformados fueron de pretérmino contra el 13.85% de los RN que no tuvieron malformaciones, con asociación estadística significativa (OR=1.97; IC 95%=1.70-2.27). El 3.88% de los RN malformados presentaron muy bajo peso al nacer, contra el 0.56% de los RN en esta misma categoría que no presentaron malformaciones, con asociación estadística significativa (OR=8.23; IC 95%=4.7514.47). El 16.21% de los RN malformados fueron de bajo peso al nacer contra el 5.64% de los RN sin malformaciones con asociación estadística significativa (OR=3.42; IC 95%=2.82-4.14) (Tabla 5). Malformaciones congénitas externas y características de la madre Existe una proporción del 12.62% de madres de 35 y más años de edad con productos con malformaciones contra 8.26% de madres de 35 y más años de edad en el grupo sin malfor maciones los cuales estuvieron asociados estadísticamente (OR=1.61; IC 95%=1.35-1.93). El 18.14% de las madres con recién nacidos con malformaciones congénitas externas tenían antecedentes de una malformación previa y solamente el 4.27% de las madres con RN sin malformaciones al nacer, tenían este antecedente con asociación estadística (OR=4.97; IC 95%=4.026.14). El 5.6% de las madres con recién nacidos malformados refirió haber tenido antecedentes de un hijo nacido muerto en comparación con el 0.67% de las madres de recién nacidos sin malformaciones con asociación estadística (OR=7.99; IC 95%=5.12-12.57). El 34.55% de los recién nacidos con malformaciones tuvieron su parto a través de cesárea, contra el 24.99% de los nacimientos sin estas malformaciones al nacer con asociación estadística (OR=1.58; IC 95%=1.41-1.77) (Tabla 6). DISCUSIÓN La prevalencia de malformaciones congénitas externas es una medición de magnitud en un tiempo específico. Esta tasa es útil para planificar y adecuar los servicios de salud, basado en las necesidades de la población infantil y para evaluar el impacto producido de los programas de salud. La identificación de los determinantes de riesgo de las malformaciones, fundamentan la implementación de programas preventivos específicos. La variación de la prevalencia reportada en diversos estudios, está determinada principalmente por tres factores: diferencias en las fuentes de información, diferencias en el periodo observado después del nacimiento y diferencias en la definición de malformaciones congénitas. Nuestros datos de prevalencia de malformaciones congénitas externas, son congruentes con las cifras de mortalidad reportadas en el estado de Jalisco y en el nivel nacional (14). Estas cifras, tienen pocas variaciones comparado con los datos previos que publicamos de nuestro estudio (2). Las malformaciones que más se presentaron en RN vivos, fueron principalmente del tegumento (33.98 en 10,000), integradas por malformaciones menores, que más que problemas funcionales, producen problemas de estética. Las malfor maciones que comprometen la funcionalidad o la vida del recién nacido, son las malformaciones osteomusculares congénitas (23.96 en 10,000 RN) y anomalías de oído, cara y cuello (20.83 en 10,000 RN). En RN muertos se encontró la anencefalia (398.96 en 10,000 RN), espina bífida (48.47 en 10,000 RN) y otras anomalías congénitas del sistema nervioso, las cuales son más letales por el tipo de órganos que comprometen. La prevalencia de anencefalia fue de 9.5 en 10,000 RN en nuestro estudio, contra 1.7 en 10,000 RN como causa de muerte, en registros de la Secretaría de Salud (SS) durante el año 2000. La prevalencia de espina bífida de nuestro estudio fue de 10.2 contra 1.25 en 10,000 RN de reportes de la SS en el mismo año (15). Estas diferencias se deben a que en nuestro registro se incluyó malformaciones tanto de recién nacidos vivos y muertos y los datos de la SS, son solamente de certificados de defunción, en donde no siempre se registra la anencefalia y espina bífida como causa básica de mortalidad. Por otra parte no todos los que tienen espina bífida fallecen, por lo que debe de considerarse que la magnitud de estas patologías, es mayor. Cuando se revisaron las malformaciones por sexo, el ser masculino tuvo una mayor prevalencia (84.92 contra 77.97 en 10,000 RN), sin embargo, cuando se clasificaron Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 1 PREVALENCIA DE MALFORMACIONES CONGÉNITAS EXTERNAS SEGÚN GRUPO DIAGNÓSTICO Y SEXO DEL MALFORMADO ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA, 1988-1999 Diagnóstico M Número F Isx T Total 1515 1391 29 2935 3.03 6.39 0.11 9.53 4.88 5.33 0.06 10.26 2.24 2.07 0.00 4.32 0.28 0.39 0.00 0.67 11.16 9.53 0.00 20.68 0.06 0.00 0.00 0.06 0.06 0.11 0.00 0.17 0.17 0.28 0.00 0.45 0.28 0.34 0.00 0.62 4.32 4.32 0.06 8.69 1.91 1.51 0.00 3.42 1.29 0.84 0.06 2.19 7.46 0.50 0.90 8.86 0.11 0.22 0.06 0.39 10.87 12.89 0.00 23.77 8.91 6.78 0.06 15.75 2.02 2.47 0.06 4.54 17.83 15.70 0.00 33.52 6.45 6.78 0.06 13.29 1.63 1.51 0.22 3.36 84.92 77.97 1.63 164.52 I N V E S T I G A C I Ó N Anencefalia y anomalías similares 54 114 2 170 Espina Bífida 87 95 1 183 Otras anomalías congénitas de Sistema nervioso 40 37 77 Anomalías congénitas del ojo 5 7 12 Anomalías congénitas de oído, cara y cuello 199 170 369 Anomalías Bulbo arterioso y cierre septal 1 1 Otras anomalías congénitas del corazón 1 2 3 Otras anomalías congénitas aparato circulatorio 3 5 8 Anomalías congénitas aparato respiratorio 5 6 11 Fisura del paladar y labio leporino 77 77 1 155 Otras anomalías parte superior aparato digestivo 34 27 61 Otras anomalías congénitas aparato digestivo 23 15 1 39 Anomalías de órganos Genitales 133 9 16 158 Anomalías congénitas del aparato urinario 2 4 1 7 Ciertas anomalías osteomusculares congénitas 194 230 424 Otras anomalías congénitas de los miembros 159 121 1 281 Otras anomalías congénitas sistema osteomuscular 36 44 1 81 Anomalías congénitas del tegumento 318 280 598 Anomalías cromosómicas 115 121 1 237 Otras anomalías congénitas y no especificadas 29 27 4 60 Prevalencia en 10,000 M F Isx T E N S A L U D 183 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 2 PREVALENCIA DE MALFORMACIONES CONGÉNITAS EXTERNAS POR GRUPOS DE DIAGNÓSTICO Y CONDICIÓN AL NACER. ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA 1989-1999 Diagnóstico Vivo Número Muerto Total Prevalencia en 10,000 Vivo Muerto Total Anencefalia y anomalías similares 62 107 169 3.53 398.96 9.47 9.62 48.47 10.26 3.76 41.01 4.32 0.63 3.73 0.67 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Espina Bífida 184 169 13 182 Otras anomalías congénitas de sistema nervioso 66 11 77 Anomalías congénitas del ojo 11 1 12 Anomalías congénitas de oído, cara y cuello 366 3 369 Anomalía Bulbo arterioso y cierre septal 1 0 1 Otras anomalías congénitas del corazón 3 0 3 Otras anomalías congénitas aparato circulatorio 8 0 8 Anomalías congénitas aparato respiratorio 10 1 11 Fisura del paladar y labio leporino 150 5 155 Otras anomalías parte superior aparato digestivo 61 0 61 Otras anomalías congénitas aparato digestivo 35 4 39 Anomalías de órganos genitales 155 3 158 Anomalías congénitas del aparato urinario 7 0 7 Ciertas anomalías osteomusculares congénitas 421 3 424 Otras anomalías congénitas de miembros 274 7 281 Otras anomalías congénitas del sistema osteomuscular 71 10 81 Anomalías congénitas del tegumento 597 1 598 Anomalías cromosómicas 230 6 236 Otras anomalías congénitas y no especificadas 53 7 60 Sin datos 0 0 3 Total 2750 182 2935 20.83 11.19 20.68 0.06 0.00 0.06 0.17 0.00 0.17 0.46 0.00 0.45 0.57 3.73 0.62 8.54 18.64 8.69 3.47 0.00 3.42 1.99 14.91 2.19 8.82 11.19 8.86 0.40 0.00 0.39 23.96 11.19 23.77 15.59 26.10 15.75 4.04 4.54 37.29 33.98 3.73 33.52 13.09 22.37 13.29 3.02 26.10 3.36 - 0.00 0.17 156.51 678.60 164.52 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 PREVALENCIA DE MALFORMACIONES CONGÉNITAS TABLA 4 PREVALENCIA DE MALFORMACIONES CONGÉNITAS EXTERNAS SEGÚN HOSPITAL DE NACIMIENTO EXTERNAS SEGÚN AÑO DE NACIMIENTO ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA, 1988-1999 ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA, 1988-1999 TABLA 3 Hospital Total Malformados Prevalencia en 10,000 Hospital Civil Juan I. Menchaca 491 Hospital Civil Fray Antonio A. 1956 Hospital General de Occidente 203 Hospital Valentín Gómez Farías 285 192.97 Total 164.52 2935 49.08 676.35 65.36 las malformaciones por diagnóstico, las malformaciones osteomusculares fueron mayores en mujeres que en hombres (12.89 vs. 10.87 en 10,000 RN); lo mismo que las malformaciones del SNC; como la anencefalia (6.39 vs. 3.03 en 10,000 RN) y la espina bífida (5.33 vs. 4.88 en 10,000 RN). La presentación pélvica del producto al nacer fue en 9.58% de los RN con malformaciones contra el 3.85% de los que no presentaron malformaciones. Este dato resultó estadísticamente significativo, ya que se realizan más cesáreas en las madres de los RN con malformaciones, que en quienes no tuvieron malformaciones (34.55% contra 24.99%), sin embargo, no todas esas cirugías están relacionadas con malformaciones, sino que habrá que revisar la práctica de cesáreas innecesarias (16). En relación a las semanas de gestación el 23.94% de los RN malformados fueron de embarazo pretérmino contra el Año Total RN 1988 824 1989 12257 1990 15192 1991 18878 1992 21064 1993 17622 1994 17049 1995 15201 1996 17049 1997 20538 1998 13675 1999 9045 Sin datos Total 178,394 Total Malformados 41 255 394 422 372 371 313 176 151 242 108 82 8 2935 Prevalencia en 10,000 52.14 251.13 388.87 405.54 351.52 364.51 303.08 169.16 142.73 227.63 106.12 82.21 2712.72 13.85% de los que no tuvieron malformaciones. Como consecuencia los recién nacidos con malformaciones fueron de menor peso, que los que nacieron sin malformaciones. CONCLUSIONES Las malformaciones congénitas presentan una disminución de manera general. La anencefalia y espina bífida, son prevenibles con la ingesta de vegetales verdes, ácido fólico antes del embarazo y en las primeras 8 semanas de gestación. Debe de evitarse que la madre tome durante el embarazo medicamentos como acetaminofén, ácido valproico, diazepam, carbamazepina, y se ponga en contacto con I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 185 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 5 PRESENTACIÓN, SEMANAS DE GESTACIÓN Y PESO DEL RECIÉN NACIDO CON Y SIN MALFORMACIONES CONGÉNITAS EXTERNAS. ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA 1989-1999 Características RN Con malformación Núm. % Cefálica Pélvica Otra presentación Total 2581 277 34 2892 Tipo de presentación 89.25 9.58 1.18 100.00 2715 109 8 2832 95.87 3.85 0.28 100.00 Pretérmino A Término Postérmino Total 639 1995 35 2669 Semanas de gestación 23.94 74.75 1.31 100.00 364 2236 28 2628 13.85 85.08 1.07 100.00 16 161 2554 124 2855 0.56 5.64 89.46 4.34 100.00 Muy bajo peso Bajo peso Normal Macrosómico Total 113 472 2192 135 2912 Peso al nacer 3.88 16.21 75.27 4.64 100.00 órganofosforados. Debido a que las familias tienden a presentar más hijos malformados, es importante que cada una de ellas acuda a asesoramiento genético. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA 186 Sin malformación Núm. % 1. Laín-Entralgo P. “Medicina Pretécnica”, en Historia de la Medicina. Ed. Masson. 2003, p. 3-39. 2. Alfaro-Alfaro N., Prado-Aguilar C., López-Zermeño MC., García-De Alba JE., Cabrera-Rojas H., Angulo-Castellanos E., et al., “Malformaciones congénitas en 75,788 nacimientos consecutivos en cuatro hospitales de Guadalajara, México”. Perinatol Reprod Hum, 1994;8(2):91100. 3. Wide K., Winbladh B., Kallen B. “Major malformations in infants exposed to antiepileptic drugs in utero, with emphasis on carbamazepine and valproic acid: a nation-wide, population-based register study”. Acta Pediatr, 2004;93(2):174-176. 4. Chung-Kevin C., Kowalski-Christine P., Kim-Hyungjin M., BuchmanSteven R. “Maternal Cigarette Smoking During Pregnancy and the Risk of Having a Child With Cleft Lip/Palate”. Plast Reconstr Surg, 2000;105(2):485-491. 5. Lorente C., Cordier S., Goujard J., Ayme S., Bianchi F., Calzolari E., et al. “Tobaco and Alcohol Use During Pregnancy and Risk of Oral Cleft”. Occupational Exposure and Congenital Malformation Working Group. Am J Public Health, 2000;90(3):415-419. 6. Suarez L., Cardarelli K., Hendricks K. “Maternal Stress, Social Support, and Risk of Neural Tube Defects Among Mexican Americans”. Epidemiology, 2003;14(5):612-616. 7. Alfaro-Alfaro N., Pérez-Molina JJ., Meza-López C., Pando-Moreno M., Valadez-Figueroa I., Ruiz-Gómez A. “Defectos del tubo neural altos y bajos al nacer en el Hospital Civil Juan I. Menchaca”. Cir Ciruj, 2001;69(5):232-235. 8. Holtzman N., and Khoury Muin J. “Monitoring for congenital malformations”. Annu Rev Public Health, 1986;7:237-266. 9. López P. “Diferentes enfoques del estudio de la incidencia de anomalías congénitas. Revisión crítica de los métodos con especial referencia a los registros de malformaciones congénitas”. Rev Cub Adm Salud, 1977;3:183193. 10. Jiménez E., Salamanca F., Martínez S., Braulio M. “Estudios de malformaciones congénitas en 105,825 nacimientos consecutivos”. Bol Med Hosp Infant Mex, 1985;92(42):744-748. 11. Mutchinick O., Lisker R., Babinski V. “Programa Mexicano de Registro y Vigilancia Epidemiológica de Malformaciones Congénitas Externas”. Salud Publica Mex, 1988;30(1):88-100. 12. Blanco R. “Mortalidad Infantil por anomalías congénitas en Chile 19701979”. Bol Of Sanit Panam, 1985;99(3):258-264. 13. Castilla E. “Estudio Latinoamericano sobre malformaciones congénitas”. Bol Of Sanit Panam, 1974;76(6):494-501. 14. Publicación Científica No. 353. Organización Panamericana de la Salud. Organización Mundial de la Salud. Manual de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, Traumatismos y causas de defunción. Novena Revisión. Washington DC, 1978. 15. Base de datos de defunciones INEGI/Secretaría de Salud. Dirección General de Información en Salud. CONAPO 2002. Proyecciones de la Población de México, 2000-2050. 16. Alfaro-Alfaro N., Maldonado-Alvarado R., Guzmán-Sánchez A., Mendoza-Roaf P., Balcazar-Partida N., Valadez-Figueroa I. “Oportunidad y continuidad de la atención prenatal en embarazos de riesgo bajo y frecuencia de cesáreas”. Rev Med IMSS, 2002;40(5):415-419. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 TABLA 6 CARACTERÍSTICAS DE LA MADRE DEL RECIÉN NACIDO CON Y SIN MALFORMACIONES CONGÉNITAS EXTERNAS ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA, 1989-1999 Características de la Madre Con malformación Núm. % Sin malformación Núm. % Edad materna 685 23.42 1871 63.97 369 12.62 2925 100.00 688 1932 236 2856 24.09 67.65 8.26 100.00 Otro malformado en la familia 520 18.14 2346 81.86 2866 100.00 120 2690 2810 4.27 95.73 100.00 Ningún hijo 1 Hijo 2 o más Sin datos Total Nacidos muertos 2725 93.61 163 5.60 22 0.76 1 0.03 2911 100.00 2825 19 5 1 2850 99.12 0.67 0.18 0.04 100.00 Espontáneo Fórceps Cesárea Otro tipo de parto Total Tipo de parto 1824 62.34 89 3.04 1011 34.55 2 0.07 2926 100.00 2031 108 713 1 2853 10-19 20-34 35 y + Total Si No Total 71.19 3.79 24.99 0.04 100.00 NOÉ ALFARO ALFARO1,2 JOSÉ DE JESÚS PÉREZ MOLINA3 ISABEL VALADEZ FIGUEROA1 YÉSICA SUGHEY GONZÁLEZ TORRES4 1 Correspondencia Dr. Noé Alfaro Alfaro. Rincón de Plascencia No. 3643. Fraccionamiento Rinconada de la Paz. Guadalajara, Jalisco, México. C.P. 44820 Teléfono: 3680-0496. Fax: 3617-9934 naalfaro@prodigy.net.mx S A L U D No existen conflictos de interés E N Financiamiento parcial del Consejo Asesor Epidemiológico de la Secretaría de Salud y de la Universidad de Guadalajara. I N V E S T I G A C I Ó N Instituto Regional de Investigación en Salud Pública, Universidad de Guadalajara. 2 Departamento de Evaluación, Secretaría de Salud, Jalisco. 3 Hospital Civil Juan I. Menchaca; Departamento de Salud reproductiva, Universidad de Guadalajara. 4 Alumna de la Maestría en Salud Pública, Universidad de Guadalajara. 187 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Relación estudiante de medicina–paciente: la perspectiva de los usuarios de un hospital escuela I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D ISAURA ARACELI GONZÁLEZ RAMOS ARTURO FABIÁN CHÁVEZ MARTÍN RICARDO ALBERTO GARCÍA CHÁVEZ 188 ALEJANDRO GONZÁLEZ DE LA ROSA IMELDA OROZCO MARES LINDA EDITH SANDOVAL ZAMORA INTRODUCCIÓN Los médicos en el inicio de su formación profesional tienen siempre el ideal de ayudar al paciente. Parece tener solamente una idea romántica de la medicina. No importa su formación anterior este ideal siempre está presente. Aliviar el dolor es el denominador común que define a los estudiantes de medicina en el inicio de su formación. “El dolor de mi paciente” según los hallazgos de Good & Del Vecchio Good (1), es el sentido que uno tiene que aprender, para hacer diferente la vida de alguien. El material comienza a impresionarte una y otra vez. Esto es serio, tú tienes que saberlo para tratar a la gente. Sin embargo, en el transcurso de la carrera de medicina surge otro discurso acerca de cómo ser un buen médico, nace la competencia como una necesidad por saber más, competencia que se enfrenta con el ideal explicado en las primeras líneas: el cuidar el dolor de los pacientes. Esto pone en un profundo dilema a los estudiantes de medicina. Dos entrevistas reportadas reflejan lo anterior. Una a un estudiante de primer grado y otra a un alumno de tercer grado de medicina, en donde se distingue claramente en el primero una preocupación por tener en cuenta al paciente como parte de la formación del médico y como al paso de la formación, los conocimientos que se valoran están más relacionados con las habilidades: RESUMEN El propósito del estudio fue reconocer la perspectiva de los enfermos en la relación establecida con estudiantes de medicina de la Universidad de Guadalajara. Se llevó a cabo una investigación cualitativa en salud. Se realizaron 18 entrevistas a profundidad a 18 enfermos internados en el Hospital Escuela Fray Antonio Alcalde. Del total de participantes, 15 fueron mujeres y 3 hombres. Las experiencias vertidas por los enfermos muestran una gran diversidad de sentimientos que varían según a quien se trate: alumnos, médicos e institución. Ante la atención de un alumno se muestran sentimientos como miedo, resignación, agrado e incertidumbre. Los enfermos muestran confusión ante la distinción del médico y el estudiante ya que estos últimos tienden a ocultar su condición de alumnos para no mostrar su inseguridad y obtener mayor confianza del paciente. ABSTRACT The purpose of the study is to recognize the established relationship between patients and students of the Universidad de Guadalajara Medical School. A Health Qualitative Research was made carried out with 18 patients who were interviewed at the Fray Antonio Alcalde Hospital School. Total patient participants were 15 women and 3 men. The patients’ experiences show different feelings according to whom they are related: students, physicians and the institution. Towards alumni attention most relevant feelings were fear, resignation, likeness, and uncertainty. Patients show confusion towards the distinction of physician and student because these usually hide their condition to avoid showing their insecurity and to attain the patient’s trust. Palabras clave: Relación estudiante de medicina–paciente, aprendizaje, sentimientos, confianza, formación del médico. Key Words: Medical student–patient relationship, knowledge, feelings, trust, future physician. Artículo recibido el 30/06/2004, corregido el 28/08/2004, aceptado el 08/11/2004 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Bien yo pienso, primero que nada es un entendimiento fundamental de la medicina, la ciencia básica. Y la otra parte de ser un buen médico es la habilidad de practicar el arte de la medicina, escuchar al paciente, mostrar genuina compasión y entendimiento, es una parte indispensable de la medicina. Eso es lo que nos hace diferentes de un bioquímico o fisiólogo... somos capaces de que nos depositen su confianza” (alumno de primer grado). Un día tú vas a estar haciendo un catéter poniendo tubos en las arterias y venas. Tú necesitas saber donde están. Yo conocí de un caso en el que un médico fue a través del esófago para una biopsia de la traquea. Desafortunadamente él realizó la biopsia de la aorta en vez de la traquea y el paciente murió (alumno de tercer grado) (1). En la experiencia de los autores, se torna problemático el establecer un vínculo con los pacientes por parte de los estudiantes de medicina, se está entre ser un cuidador, entender a los pacientes o simplemente crear una competencia por aprender más. Por verter en el paciente todo el caudal de conocimiento que se ha acrecentando conforme se lee y se desarrolla la educación. Tomamos tal vez, la forma más fácil de educarnos como médicos y convertirnos en uno. Privilegiamos el conocimiento de los libros, poniendo poco interés en lo que el paciente pueda aportar. Esta forma de aprendizaje es sostenida desde la institución educativa a través de los discursos de algunos maestros y los tiempos programados para cubrir las asignaturas teóricas y prácticas. Las instituciones no se preocupan por fomentar la importancia del cuidado de los enfermos, esta carencia se ve reflejada sobre todo en los grados últimos. MartínezCortés (2) reporta los comentarios a sus alumnos al respecto: “en nuestra facultad los deforma, los hecha a perder, que ustedes llegaban con excelentes intenciones de ayudar y que aquí se van deformando hasta dejar olvidado este primer impulso para llegar a la facultad”. De no tomar en cuenta la necesidad de cuidar a los enfermos, no se logra establecer un vínculo más profundo, más allá de un prestador de servicios y un usuario. Pareciera que los estudiantes de medicina olvidamos que tratamos con humanos capaces de pensar, de expresar lo que sienten. Parece nos apegamos al modelo de educación médica que expone Laennec: “hagan diagnóstico basándose en los signos físicos de la exploración física. No le hagan caso al enfermo de lo que dice porque lo que él nos va a transmitir son alteraciones de las funciones o imaginaciones de él con relación a la enfermedad”. Es como si le tapáramos la boca a un ser humano, dice el mismo Martínez (2) al explicar que actualmente no se enseña en la carrera de medicina como debe ser la relación médico paciente. El profesional de la medicina no debe olvidar que trata con humanos y sus construcciones, personas que sienten y tienen derecho a conocer al sujeto que se propone aliviar su dolor. Es necesario que las instituciones educativas opten por fortalecer la enseñanza sobre las relaciones entre el médico y el paciente. El cuidado solamente se tiene que fomentar, no se crea de la nada, el estudiante de medicina tiene la capacidad de crear relaciones con quien es necesario por su propia socialización. Crear relaciones con los pacientes es más fácil pues hay un antecedente, existe la confianza de contarle al médico lo que siente para que el médico, en este caso el estudiante de medicina, pueda ayudarle. Es en la escuela donde se acaba con esta capacidad, agotan las habilidades o impiden que crezcan, haciendo imposible que dos simples seres humanos generen una relación (2), un vínculo y una confianza entre ambos la cual si se logra debe ser profunda. Esta falta de relación, y por tanto la imposibilidad de generar confianza, crea a su vez un conflicto muy serio al momento de poner en práctica lo que hemos aprendido en el aula. Aprender y practicar; pero cómo practicar si el paciente considerado un aliado no esta cumpliendo su papel como tal. El paciente y el médico son aliados naturales como lo dice Caroline Shooner (3) al interpretar y exponer un caso específico sobre los pacientes usados como herramientas de educación. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 189 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 190 Esta misma autora dice: “ponemos mucho énfasis en el proceso para aprender procedimientos clínicos, pero no ponemos el suficiente énfasis para interactuar con los pacientes” (3). Es necesario aprender de los pacientes aunque es mejor decir aprender con los pacientes. De establecer una verdadera relación médico-paciente los dos saldrán beneficiados. El primero crecerá como persona, el segundo habrá aprendido que el aliviar su dolor no implica un sacrificio (2). La falta de contenido académico para establecer más fácil las relaciones con los pacientes provoca ciertos temores en los estudiantes de medicina, temores que tal vez no sean reales y los construyamos nosotros. No generar confianza entre el médico y el paciente nos hará temer al revisarlo, al interrogarlo, pensando que estamos invadiendo su persona (4). Los sesgos en la ética son muchos; el más común es mentir al atender. Pretender que los métodos ya son dominados por los estudiantes de medicina. Si el estudiante de medicina logra ser convincente en la mentira y lo hace bien porque tiene todo el conocimiento necesario pudo proporcionarle un beneficio al paciente y podrá proveerlo a sus pacientes en un futuro (4). Algo parecido sucede al comunicarse al paciente su verdadero diagnóstico; no podemos simplemente ocultarlo o comunicárselo así, sin más, es necesario utilizar la prudencia (5). Debemos ser prudentes en el trato con el paciente, sobre todo al discutir su diagnóstico con el profesor a cargo en presencia del enfermo. Esta misma prudencia producto de la moral y ética de cada médico, debe ser fomentada en una clase acerca de la relación que se desarrolla entre el médico y el paciente en la consulta (2). Pero cómo hacer entender a los estudiantes la ética a seguir cuando es poco lo que conocemos al respecto; sabemos que el desarrollo del raciocinio ético conforme avanzan en la carrera de medicina van decreciendo prueba de esto es el artículo publicado por los doctores Patenaude, Noyonsenga y Fafard (6) donde parece que los resultados de sus estudios muestran una dirección negativa en el progreso ético de los estudiantes de medicina. Esto nos pone en la disyuntiva de entender si el desarrollo ético es producto de la madurez de los estudiantes o resultado de la educación, incluyendo lo pedagógico. Con respecto al sentir de los pacientes, una investigación realizada por Graber & Charlton (7), los pacientes que son sometidos a una punción lumbar en su mayoría prefieren que lo hagan médicos experimentados y no estudiantes. Otra perspectiva acerca de la experiencia de los pacientes es dada por Stacy & Spencer (8), quien dice que los pacientes al ser objeto de práctica de estudiantes de medicina se sienten maestros de los mismos; esto refuerza también el enunciado de aprender con ellos y no de ellos como se mencionaba anteriormente. Establecer una clase de relación médico paciente permitirá hacer un vínculo de significaciones según Marisa Médico (9); hacer un encuadre para generar esta relación. Es sumamente necesario fomentar en el estudiante de medicina una visión distinta de los pacientes, son personas con dignidad y son el objetivo de nuestros esfuerzos en sus enfermedades; conocerlos permitirá aprender con ellos y no verlos como simple objetos de estudio y práctica incapaces de sentir y saber. Para borrar problemas como la arrogancia y soberbia (2). El presente estudio tuvo el propósito de indagar cuál es el sentir del enfermo que acude al Hospital Fray Antonio Alcalde ante su relación como paciente con un estudiante de medicina. METODOLOGÍA El punto de partida Durante el semestre 2003 B cursando la unidad de aprendizaje de Investigación Cualitativa en Salud, y como escenario el edificio Ñ, aula 1, acordamos realizar un proyecto grupal. Se propusieron cinco temas a desarrollar y después de varias discusiones seleccionamos como objeto de estudio el sentir del paciente ante la atención de un estudiante de medicina. Fue en el salón de clase donde realizamos los primeros acercamientos a las técnicas de obtención de la información: la observación, su registro a través de un diario de campo y la entrevista. El escenario El trabajo de campo fue realizado en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, cuya característica importante para nuestro proyecto es el ser un hospital – escuela de la Universidad de Guadalajara. Al formar el estudiante parte de este escenario, acordamos que en el momento de la entrevista no vestiríamos bata blanca para evitar posibles sesgos de información, pues consideramos que tal vez, los pacientes al identificarnos plenamente como estudiantes de medicina darían solo respuestas positivas. Los informantes del estudio Los criterios que se siguieron en la selección de los informantes, fueron la mayoría de edad de los pacientes y que estuvieran en condiciones de conciencia alerta para que fueran capaces de contestar la guía de entrevista. El procedimiento Nos dimos a la tarea de observar durante una hora lo que sucede en distintos servicios hospitalarios. Observaciones que discutimos en clases con el fin de construir empíricamente nuestro objeto de estudio y con ello diseñar la guía de entrevista. La guía de entrevista constó de 4 preguntas: ¿cuál es su experiencia al ser atendido por un estudiante de medicina?, ¿cómo ha sido atendido por los estudiantes?, ¿qué opina de un estudiante de medicina?, ¿sintió la misma confianza con un estudiante que con un médico? Realizamos un total de cuatro ensayos de entrevista en el propio salón de clase con la finalidad de aprender en lo posible el manejo de la grabadora y lenguaje adecuado. Las entrevistas se realizaron en la semana del 7 al 13 de noviembre de 2003. Participaron en el registro de la información un total de 15 parejas de alumnos, algunas de estas realizaron más de una entrevista. 2 de las entrevistas realizadas se excluyen del análisis por haberse realizado en otro centro hospitalario. Se presentó cada pareja como es- Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 tudiantes (sin aclarar de qué carrera) y participantes en un estudio en el que se reconocía la importancia de la opinión de los pacientes, se solicitaba permiso para platicar y grabar la conversación. Una vez obtenido el consentimiento se llevaba a cabo la entrevista con una duración de 20 minutos en promedio. Se socializaron en el grupo la guía de entrevista para realizar una ficha de observación y reglas de trascripción de una entrevista. Se pidió que las trascripciones se hicieran en el procesador de texto MS Word. Una vez transcrita se leyeron todas las entrevistas y se eligieron los segmentos de texto que contenían los objetivos buscados. Se diseñaron matrices con las 4 categorías investigadas, cuyo contenido es interpretado a partir de otros hallazgos. Al finalizar el curso se forma el equipo de investigación que ahora reporta los resultados obtenidos. RESULTADOS Se realizaron 18 entrevistas, en donde el primer hallazgo importante sobre la relación estudiante de medicina-paciente es que los estudiantes se sienten más cómodos entrevistando a las personas del sexo femenino, dado que 15 de los participantes corresponden al mismo sexo y el resto al masculino. La más joven de 17 años y la mayor de 69. En relación con el sentimiento del paciente hacia el estudiante de medicina encontramos que para el enfermo es difícil distinguir entre un estudiante y un médico, se guía por la vestimenta, la apariencia de juventud y el hecho de llegar un grupo acompañado por alguno de mayor edad, tal como lo dice una de las entrevistadas de 17 años, ante la pregunta específica de sí ha sido atendida por estudiantes: Mmm... no me he fijado, pero yo creo que sí, porque cuando vienen los doctores vienen muchos, o sea no nomás uno, vienen hasta diez, y van grupos, hay chicos, más grandes, de todos se ven. Yo pienso que eran estudiantes, estaban vestidos de azul y pues yo pienso porque llegaban uno y me hacían tacto y al rato llegaba otro y también, y pos sabe, dije yo pos sabe... nomás llegaban y me decían la vamos a revisar. Una más de las entrevistadas de 60 años de edad comenta: Pos, sabe si sean estudiantes pero si son jóvenes, porque el doctor que me recibió y luego un alto gordo, pero creo que ya es médico porque los estudiantes son los que andan de blanco ¿verdad?. Otro mecanismo de distinción entre el alumno y el docente es la actitud: Para distinguir un médico de un estudiante, lógico que tienen más seguridad un doctor ya... con experiencia, es lógico... El desconocimiento del paciente de no saber quien lo trata es por una omisión por parte del tratante situación que han reportado otros estudios. El estudiante de medicina le da menos importancia al de hecho de informar al enfermo sobre su condición de alumno en especial, aquellos que cursan las unidades de aprendizaje clínicas (4). Por otra parte, el hecho de que los pacientes no distingan quienes otorgan la atención es un reflejo de la carencia de una normatividad explícita en este sentido* y que puede llegar a que los estudiantes establezcan relaciones cuyos límites rebasan el trato intrahospitalario, obviando así los principios éticos conforme a los cuales debe realizar el médico su trabajo. Sobre todo aquel que señala que el médico –y por tanto el estudiante de medicina- podrá ejercer ante el enfermo una comprensión llena de afecto, pero sin llegar a identificarse con el mismo, a los efectos de poder conservar una actitud firme a la vez amistosa, moderadamente objeti* Otra de las entrevistadas, esta de 65 años nos narra su experiencia años atrás en el mismo hospital: El equipo investigador intentó recabar el reglamento interno del Hospital Civil de Belén sobre el comportamiento del estudiante de medicina, sin un resultado satisfactorio. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 191 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 va, que le dará autoridad para lograr éxito en su labor terapéutica (10) tal como lo refiere uno de los participantes en el estudio: Y sabes, me dio su domicilio [el estudiante], que por aquí cerca... por si algo se me llegara a ofrecer. En cuanto a las actitudes de los pacientes ante la inminente atención de un estudiante, encontramos opiniones diversas. Una mujer de 45 años dice con resignación: La experiencia es buena para ellos y para uno es algo enfadoso, por ejemplo, cuando nos empiezan a preguntar sobre todo los datos que uno les tiene que dar de enfermedades anteriores, de cómo vive uno, de qué hace uno, a veces eso es algo enfadoso, pero pues creo que ellos, ellos... uno tiene que darles la oportunidad de que practiquen. Un ejemplo más de una mujer de 17 años: ...Pus también tienen que aprender ¿no?, no sé y también pus tienen que ir sabiendo y agarrando la onda, de todos modos nunca están solos pues, siempre andan acompañados de doctores ... este, diez cabezas piensan más que una. Otra actitud que encontramos es la de miedo al ser atendido por un estudiante, tal como lo menciona una participante de 67 años: Me siento como si sólo me usaran para saber más... eso que les da miedo, me da más miedo a mí que me agarren. Un testimonio más en este sentido es el de una mujer de 35 años: Yo creo que muchas de las veces siente uno miedo de venir aquí por el hecho de que es hospital escuela tienes miedo de que pos hora si te agarren de conejillo de indias... El miedo que causa la atención de un estudiante es visualizado a futuro y en lo inmediato. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D [¿Cómo te sentiste?] Pues así como... desesperado... dije: “híjole que este no me vaya a ch... más. Dije ¡ah! Voy a sentir más dolor con él que con el médico 192 Sin duda el punto más relevante de esta investigación es el relacionado a dos situaciones: la primera en la que los pacientes se ven a sí mismos con el rol de maestros, y como facilitadores en el desarrollo de las habilidades y actitudes profesionales de los estudiantes; y en la segunda en donde sienten que benefician a los estudiantes cuando hablan sobre sus problemas porque aprenden más sobre ellos mismos, les brindan la satisfacción de ayudar y de recibir regalos (8). En nuestro estudio una mujer de 65 años narra en una de las entrevistas: ... Pienso que ellos andan aprendiendo y pos quieren aprender en uno, digo quieren practicar en uno, verdad, quizás muchas de las veces, yo no digo que sea en mi caso, pero muchas de las veces a lo mejor han hecho cosas que ni deben hacer, o sea por ejemplo, hasta se habrán llegado a mo- rir por algún medicamento o por algo que no hicieron bien. Comentarios parecidos a este último, fue frecuente encontrarlo en las entrevistas realizadas. Un resultado adicional en nuestra búsqueda, fue las ideas o creencias que tiene la población sobre la institución. Ideas que se construyen a partir del lenguaje y que puede influir en el tratamiento y recuperación de los enfermos. Muestra de ello es el sentir una mujer mayor de 50 años al ser entrevistada: ... una vez una señora me dijo que en el hospital nuevo, que practican con los viejos, y pues yo dije en este hospital no... dicen al cabo que si se muere ya está viejilla...pues es cierto. Un hombre de 25 años dice: Siempre la gente así dice, yo siempre había oído: que ahí puro estudiante y que sales mal y que la hacen los estudiantes [las cirugías]. Se encontraron distintas opiniones y diferentes experiencias de los pacientes en el hospital o al menos así lo percibieron durante su estancia. Este abanico de opiniones nos obliga a rescatar lo positivo que los enfermos perciben del hospital. Sobre la percepción negativa de una atención sin calidad, los pacientes la atribuyen más al médico, solicitando que la calidad humana del estudiante no se pierda: ... Que el día de mañana nos atiendan bien, como lo hacen ahorita al principio ya que por... a los doctores se les olvidan los pacientes, verdad se les olvida de que vienen a salvar al... Es lo único que nos interesa a nosotros que sean iguales de amables como son ahora que sigan siéndolo aunque... ya que se reciban que sean como son. Por otra parte, están aquellos que conciben al hospital como su casa, tanto por la institución misma como por la atención que ahí reciben. Aquí no hay desaseo, no hay mugre, aquí hay pura limpieza (...) son muy humanos, los médicos... muy buenos, yo le digo a mi señor: cuando me veas muy mala, llévame al Civil a morirme, aquí me gusta hasta pa’ morirme... porque aquí hay muchos hermanos que lo ayudan a uno. DISCUSIÓN La presente investigación nos permitió percatarnos de la carencia de información respecto la relación estudiante de medicina – paciente, principalmente en lo que se refiere a como vive el paciente este vínculo. Los datos obtenidos en esta investigación concuerdan con lo reportado en otros estudios a pesar de que los objetivos estuvieron dirigidos al otro componente del binomio estudiante – paciente. Por su parte Silver-Isentadt & Ubel (4) reportan que el alumno de medicina tiende a mentir al omitir su condición de estudiante, de igual forma los pacientes entrevistados en este estudio no reconocen quién de las personas que lo atienden cuenta con un titulo de médico y quién de ellos es estudiante, cada enfermo establece sus propias estrategias de distinción que van desde la edad aparente, la forma y el Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 color en el vestir hasta la seguridad demostrada en el momento de las exploraciones e interrogatorios clínicos. Martínez-Cortés (2) y Shooner (3) exponen cómo el establecer siempre una buena comunicación con los pacientes permitirían una alianza natural para el aprendizaje, situación presente en lo reportado por los participantes en este estudio, pues sus aportaciones iban de la comprensión y agrado por la conversación con el estudiante que está aprendiendo, sin embargo también se presentó el aburrimiento ante el saber que le harán la misma pregunta en varias ocasiones. Stacy & Spencer (8) reportaron resultados similares a los nuestros con respecto a que los pacientes se consideran en el proceso de aprendizaje, objeto de conocimiento y maestros por el hecho de facilitarles la adquisición de nuevos saberes. Por su parte, la institución mantendrá una imagen de espacio para la salud en la medida que los futuros médicos conserven el ideal por aliviar el dolor del paciente (2) o deformen las intenciones de ayudar hasta dejar en el olvido el primer impulso que los hizo convertirse en médicos (2). Investigaciones de esta naturaleza permite develar los significados de la práctica médica que se traduce en una buena o mala calidad en la atención. Los aportes de este estudio se verán reflejados en la medida que se logre la reflexión colectiva sobre la incorporación de las visiones de los enfermos, no sólo durante la formación del médico sino aun después de logrado un titulo. El ejercicio de la medicina no es posible sin la presencia del llamado paciente. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Good B.J. & DelVecchio Good M.J. Learning Medicine. Shirley Lindembaum & Margot Lock Knowledge, Power & Practice: The Antropology of Medicine and everyday life. University of California Press / Berkeley 1993. 81-107. 2. Martínez-Cortés. Relación Medico-Paciente. Antropología y Práctica Médica. UNAM/Facultad de medicina: México 1987. Págs. 214-228. 3. Shooner C. The ethics of learning from patients (Patients used as learning tool for medical students). Canadian Medical Association, 1997;156(4):535. 4. Silver-Isentad A. & Ubel P. Erosion in Medical Students Attitudes About Telling patients they are Students. J General Internal Medicine, 1999;14(8):481-487. 5. Ayala Fuentes M. F. Relación médico paciente. En XIII Diplomado de Actualización en Medicina Familiar. 2002, 15-29. 6. Patenaude J., Nyonsenga T., Fafard D. Changes in students moral development during medical school: A cohort study. Canadian Medical Association, 2003;168(7):840. 7. Graber MA. Pierre J., Charlton M. Patient Opinions and Attitudes toward Medical Student Procedures in the Emergency Department. Academic Emergency Medicine, 2003;10(12):329. 8. Stacy R. & Spencer J. Patients as teachers: a qualitative study of patients views on their role in a community-based undergraduate project. Medical Education, 1999;33(9):688-694. 9. Medico Marisa. La función del encuadre en la relación profesional paciente. Claves en Psicoanálisis y Medicina. (sin fecha de publicación) Recuperado: Febrero 09 de 2004 de la fuente: http:// www.elmurocultural.com/claves/experiecias03.html 10. Stagnaro J.C. Bioética, formación de los médicos y ejercicio en la medicina en el marco del reduccionismo biomédico y la globalización económica. Inv Salud, 2002;4(2):95-98. ISAURA ARACELI GONZÁLEZ RAMOS1 ARTURO FABIÁN CHÁVEZ MARTÍN1 RICARDO ALBERTO GARCÍA CHÁVEZ1 ALEJANDRO GONZÁLEZ DE LA ROSA1 IMELDA OROZCO MARES2 LINDA EDITH SANDOVAL ZAMORA3 1 Estudiante de la carrera de medicina de la Universidad de Guadalajara. 2 Maestra en Ciencias de la Salud Pública. Departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud. 3 Exalumna de la carrera de medicina de la Universidad de Guadalajara. 07 de febrero de 1985 – 15 de julio de 2004. A la memoria de Linda Edith Sandoval Zamora Fue presentado en la IV Jornada Estudiantil de Investigación Científica del 19 al 21 de mayo de 2004. Auditorio Rodolfo Morán del Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Conflicto de interés no declarado I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Joan Mimó 193 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Género y medio ambiente I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D L 194 a lectura de todo libro, me parece, no sólo estriba en desentrañar el significado de sus palabras, frases, párrafos y páginas, sino particularmente de las ideas, reflexiones, mensajes, sentimientos y empeños de quien lo escribe. En este sentido, los dos temas que se enlaza en este texto conllevan en sí mismos toda una gama de reflexiones, discusiones, historias y emociones de la más variada índole. Nadie negará que en más de una ocasión haya pensado acerca de los cambios climáticos o la pérdida de los paisajes campiranos que disfrutamos en la niñez. La “crisis ambiental” la sufrimos todos. Eso ni duda cabe. De ahí que en más de una ocasión, hemos externado nuestra opinión, desaliento, esperanza o impotencia respecto al medio ambiente, su deterioro, soluciones y perspectivas para el futuro. Las mujeres son esa otra mitad del mundo que durante el siglo XX levantó la voz y a fuerza de luchas haya demandado ser escuchada y tomada en consideración con respecto a los aspectos más relevantes de la existencia humana. El género es una de tantas construcciones que la academia forjó para dar cuenta no sólo de esas luchas, sino también de las condiciones sociales, culturales, políticas, económicas en que viven las mujeres, se desenvuelve la inequidad y la subordinación. Ambos fenómenos han originado por sí mismos no sólo extensos estudios y debates, sino políticas y movimientos sociales para enfrentar la situación crítica de uno y otro. Más sin embargo y a pesar de las luchas independientes en cada ámbito, hoy día podemos enlazarlas si las concebimos como una expresión de la relación hombrenaturaleza. De ahí que un acercamiento entre medio ambiente y género no Patricia Bifani-Richard Género y medio ambiente. (Manual), Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2003. sea una excentricidad académica, sino un tema de la agenda ineludible si queremos comprender el mundo moderno. El debate sobre esta relación pasa por diversos tópicos, de todos ellos Patricia Bifani se ha centrado no sólo en esclarecer las complejas relaciones entre ambos, sus mecanismos de interacción y efectos, sino igualmente en documentar las estrategias implementadas para revertir algunos de sus efectos negativos y los éxitos y fracasos logrados en pos de ello. Son precisamente estos dos temas lo que nos ofrece su texto. Pero, habría que hacer otra acotación acerca de lo que es este libro. No es el texto escrito para el “experto” de uno u otro tema, sino un manual, y a decir de ella misma es “un material didáctico a ser utilizado y reorganizado según las necesidades de la audiencia”. Y es que Patricia Bifani estuvo pensando no sólo en el lector de la universidad, sino también en aquel lector que ha participado en la definición de políticas nacionales, en el funcionario de la localidad donde se aplican los programas, en el voluntario de un Organismo no gubernamental, en el campesino o la mujer indígena. Es a un amplio público de lectores que este manual está dirigido. Un manual que no simplifica una compleja discusión, si no que acerca al lector a un debate teórico y político al presentarle accesiblemente conceptos, teorías, datos e instrumentos que puedan ser comprendidos por cualquiera. Una tarea nada sencilla, pero el produc- to que nos ofrece bien valió los esfuerzos puestos en su creación. Dos me parecen los aciertos de este libro, uno, la selección de las líneas de discusión junto con el énfasis dado a cierto tipo de mujeres; y dos, la forma que adquiere en su calidad de manual. Desearía comenzar resaltando que en este libro se habla de las mujeres, pero de manera especial de un grupo de mujeres que la academia parecía haberse olvidado de ellas: las mujeres del área rural. Con los procesos de industrialización y urbanización, la otrora atención privilegiada que recibieron los pueblos y comunidades rurales por diversas disciplinas de las ciencias sociales se fue diluyendo por el interés en los hombres y las mujeres de las áreas urbanas. La recuperación que hace Patricia Bifani de este grupo de mujeres en un libro orientado a un público amplio, ayuda a recordarnos que no por ser minorías, son menos importantes. Su relevancia queda demostrada a lo largo de su libro. Varias preocupaciones fueron las que guiaron la selección del material que aquí se nos presenta: • Considerar que la relación géneromedio ambiente se da a lo largo de todo el ciclo productivo y no sólo en la extracción de recursos. • La desigualdad en el acceso, uso, transformación y comercialización de los recursos naturales no sólo a nivel de los espacios, sino centralmente entre hombre y mujeres. • Un acercamiento a los procesos locales pero también a los globales y a las vinculaciones entre ambos, pero vistas a través de un análisis diacrónico. • Y por último, tomar en consideración las respuestas sociales generadas sobre el particular, analizadas en sus alcances y limitaciones. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 S A L U D vertido en invisible. Al mismo tiempo, Patricia Bifani no se olvida de documentar tareas y responsabilidades de las mujeres a lo largo del proceso productivo. Patentizar como las mujeres seleccionan y almacenan semillas para la siembra o que trabajan en deshierbe, cosecha o aplicación de químicos, son algunas evidencias que sustentan la importancia de su trabajo más allá de la extracción de recursos naturales como tradicionalmente se les ubica. La segunda línea de argumentación muestra como esta relación se modifica a causa de los efectos de la globalización, la re-estructuración económica, los ajustes económicos, la urbanización. El planteamiento central es que estos procesos macrosociales han deteriorado el medio ambiente provocando que las formas en como las mujeres efectúan sus tareas, cambiaran. Efectos que no se dan en una sola vía sino en varias. Intensificación de las cargas de trabajo, largas jornadas de trabajo, pérdida de actividades que realizaba como mecanismo de sobrevivencia, incorporación a nuevos trabajos, migración, deterioro en su alimentación y mayor presencia de enfermedades y muerte. Asimismo, las ha E N En el tercero y séptimo capítulos, los lectores no sólo quedaran impactados con el deterioro ambiental que estamos provocando en este planeta, sino en como las mujeres realizan una infinidad de actividades en torno a la extracción, producción y comercialización de bienes naturales. Actividades que expresan esa compleja relación entre mujer y naturaleza. Si alguien quiere saber qué hace una mujer en un ecosistema árido o montañoso o forestal estos capítulos son una fuente ideal de conocimiento. En la tarea de evidenciar la forma en como la mujer se relaciona con la naturaleza, la autora también logra hacer visibles y revalorizar dichas actividades de la mujer como trabajo. Trabajo que demanda bastante energía y tiempo. Este punto de la invisibilidad reviste vital importancia en el entendido de que el trabajo de la mujer casi siempre es valorado como una “ayuda” o una extensión de sus responsabilidades domésticas más no como un trabajo. Cuando la autora nos presenta información sobre las tareas que las mujeres realizan en estos ecosistemas y las horas invertidas en algunas de esas actividades, como por ejemplo las 16 horas al día que les lleva a las mujeres de Mozambique el acarreo de agua, apenas si es un atisbo al trabajo femenino que la sociedad ha con- I N V E S T I G A C I Ó N Preocupaciones que se concretizaron en tres líneas argumentativas que se distribuyen a lo largo de diez capítulos en que se divide el libro. La primera línea de argumentación está dirigida a mostrar como es que las mujeres se relacionan con el medio ambiente. Para eso, Patricia Bifani no sólo lo documenta empíricamente sino que además presenta un panorama sobre los modelos teóricos utilizados en el área de medio ambiente y género. En los dos primeros capítulos presenta los cinco enfoques más representativos: el ecofeminismo, el enfoque mujer y medio ambiente, el de medioambientalismo femenino, el del grupo de Sussex y finalmente un enfoque alternativo, al cual precisamente se adscribe la autora, que se sustenta en conceptos tales como desarrollo humano, equidad de género y desarrollo sostenible. Además, incluye una amplia discusión acerca de qué es el análisis de género, cuáles sus fundamentos teóricos y su utilidad práctica en torno a la cuestión de medio ambiente y un amplio apartado sobre los modelos teóricos empleados en las intervenciones de los organismos internacionales en relación a la mujer y el medio ambiente. Ahí el lector encontrará los enfoques: del bienestar; de la mujer en el desarrollo; el enfoque de la adquisición de poder; de género y desarrollo; el socio-económico y de género; y el de institucionalización del enfoque de género y transversalidad. Capítulos que se complementan con el capítulo nueve donde las formas de medición son el tema central. El capítulo es una combinación de discusión teórica sobre la creación y utilización de los indicadores disponibles, pero también de algunas premisas que deberían prevalecer en la construcción de los mismos. 195 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 196 despojado de sus saberes que las protegía relativamente de la desvalorización que experimentan por ser mujeres. Cuando ellas eran las “expertas” en la selección de las semillas y su almacenamiento adecuado, se ubicaban en una mejor posición porque garantizaban la disponibilidad de insumos para el siguiente temporal, pero con las nuevas formas de producción agroindustrial, semillas mejoradas y tecnología, sus saberes son, ahora, inútiles. Tal vez algunas conserven esas prerrogativas, como las mujeres de la India quienes aún dan la opinión definitiva acerca de si conviene o no comprar un determinado buey, ya que ellas son quienes poseen los conocimientos necesarios para hacerlo y no los hombres. De ahí en más, los cambios macrosociales las han despojado de ese capital humano y las pocas ventajas que obtenían de él. En los capítulos del cuatro al seis el lector encontrará mayores evidencias respecto a los efectos en la salud de la mujer y los niños, específicamente la presencia de enfermedades infecciosas, desnutrición y daños a órganos del cuerpo humano. Asimismo sobre los cambios que se viven en las ciudades y la interacción mutua entre población y medio ambiente. Pero si además desea saber cómo es que las vidas de las mujeres del área rural y urbana se entrecruzan, le convendría leer el capítulo siete y ocho acerca de cómo es que la globalización afecta al campo, la vida de las mujeres y su inserción en los mundos laborales del área urbana. Ahí podrá encontrar algunas respuestas a las múltiples preguntas que rondan en su cabeza en torno a las vidas paralelas de las mujeres del campo y la ciudad. La tercera línea de argumentación es con respecto a las condiciones sociales y de vida de las mujeres, pero especialmente con respecto a sus diferencias con los hombres. Una idea prevalece a lo largo de esta discusión: mostrar la “exclusión permanente” en que viven dichas mujeres. Desde diferentes ópticas, la autora documenta como las mujeres viven bajo condiciones de desventaja frente a los hombres, condiciones que se concretizan en una incorporación al mercado laboral en los puestos más desvalorizados, peor pagados y de mayor inestabilidad; en ambientes donde son excluidas de los procesos de toma de decisiones; que son despoja- das de sus saberes y prácticas; y que finalmente son las más pobres entre los pobres. El acceso a la tierra es uno de los puntos que más resalta a lo largo de la discusión, no sólo es que las mujeres casi nunca han tenido acceso directo a la tierra y que sólo la tengan si hay un hombre de por medio, sino que los cambios han logrado endurecer todavía más la adjudicación de tierra por la vía masculina. A pesar de la ausencia de hombres y que las mujeres están sumergidas en una mayor pobreza, no pueden ser ellas las propietarias de la tierra que trabajan. Todo ello a pesar de su papel central en la sobrevivencia de sus familias y de sus incansables esfuerzos por mantener niveles de bienestar en un mundo que se empecina en hacerles la vida más difícil. Y más que localizarse en un capítulo específico la discusión de este punto, el mismo trasmina todo el libro. Si abandono el sendero de las argumentaciones, me veo obligada a caminar por el de las formas. No podría dejar de lado una alusión a este libro en su calidad de manual. El libro de Patricia Bifani nos ofrece un excelente texto que ha cuidado la forma de su presentación, de forma tal, que sea un material didáctico a ser utilizado por cualquier lector. Como ella misma lo afirma en ese apartado introductorio que llama “Algunas palabras preliminares”. La forma en como ofrece la información tiene varios atributos que merecen ser resaltados. En un lenguaje comprensible expone no sólo conceptos y teorías, sino también datos y propuestas en torno a esta relación de medio ambiente y género. Respecto a lo teórico, no únicamente nos encontramos con descripción de los conceptos más relevantes en cada modelo, sino también con una crítica de sus alcances y limitaciones, que complementa con orientaciones de cómo podrían ser utilizados en la planificación o en la práctica. El manejo de datos es también una cualidad en este libro. No sólo tenemos las cifras que nos muestran hectáreas de tierra cultivable que se pierden con la urbanización o cantidades que nos permiten vislumbrar desigualdades como aquella de que un norteamericano consume tanta energía como dos suecos, tres griegos, 33 indios y 295 tanzanios. Sino que la voz de los sujetos también aparece reiteradamente como un recurso expositivo para documentar las relaciones entre mujer y naturaleza. Las historias que las mujeres narran acerca de sus experiencias es un procedimiento reiterado en la exposición de argumentos, que convierte a este texto en un ejemplo convincente de que los datos cualitativos son tan ilustrativos como los cuantitativos en las argumentaciones. Creo que los futuros lectores de este libro, se impactaran y reflexionaran como me sucedió a mí, cuando leía un fragmento del diario de María Carolina de Jesús acerca de su vida en las favelas de Sao Paulo o con las cifras de deforestación. Un rasgo que llama la atención de la información que nos brinda Patricia Bifani es el haber recurrido a datos provenientes de todas partes del mundo, es en el sentido extenso del término una información mundial. No sólo encontramos referencias cuantitativas y cualitativas respecto a países en desarrollo sino también en los desarrollados, países africanos junto a los latinoamericanos o asiáticos, desgloses por regiones, países y bloques son un elemento central para apoyar sus afirmaciones. Aunque en lo personal, y tal vez por ser latinoamericana, me pareció que privilegió más África y Asia. Pero aún así, el lector no se forjará únicamente una visión localista del problema, como sucede en muchas ocasiones, sino que tendrá la oportunidad de crearse una imagen de lo que acontece en el mundo. Es en un sentido metafórico, un manual globalizado. Finalmente, los cuadros sinópticos que aparecen abundantemente a lo largo del libro, me parecen un recurso didáctico de gran acierto. No sólo permiten tener una idea resumida de lo que se va leyendo, sino que es un recurso expositivo que en sí mismo ofrece la posibilidad de abrir una discusión sin necesidad de leer el texto. Me parece que la lectura de este texto entre los profesionales de la salud será de gran utilidad para pensar en los problemas del medio ambiente ligados con los procesos de salud-enfermedad. El medio ambiente es parte de nuestro entorno y no podemos pasarlo por alto como factor relacionado con los fenómenos sanitarios. LETICIA ROBLES SILVA Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Estar sobrio en la ciudad de México E star sobrio en la ciudad de México, es un minucioso análisis sobre el problema del alcoholismo, en este contexto realizado por el antropólogo Stanley Brandes quien se adentra en un grupo de alcohólicos anónimos (AA) para explicarnos la forma en que estos están estructurados, así como los componentes autóctonos que configuran la esencia del mexicano y las modificaciones en la vida de los mismos, que representa ser parte de la familia de AA. Después de asistir a la primera reunión, invitado por “Emilio”, quien cotidianamente lustraba los zapatos del autor, volvió para la realización de un estudio etnográfico detallado de un grupo de AA, realizado entre la clase obrera grama que consiste en 12 pasos y 12 tradiciones. Este estudio analiza la eficacia terapéutica que los grupos de AA pueden tener en los alcohólicos ya que los ayuda a redefinir sus roles de género, dentro de la religión, vida social, familiar, y cultural. Cerca de 90 por ciento de miembros de AA son masculinos los cuales se esfuerzan por mantener sobriedad, proliferando en un cultura mexicana caracterizada por un ardiente catolicismo, pobreza y machismo. Los primeros grupos anónimos de los alcohólicos en México comenzaron en los años cuarenta, 16 años más adelante, los expedientes demuestran que la organización tenía apenas tres grupos de habla hispana I N V E S T I G A C I Ó N de la cuidad de México, de los millares que prosperaban en el país y América Latina. A lo largo de su investigación el profesor, nos muestra un mundo lleno de infelicidad, inconformidad y malestar en la vida de los integrantes, antes de llegar al grupo, cuando eran, lo que ellos llaman “Alcohólicos activos”, así como cuenta de la mejoría física, mental, social y espiritual que han logrado desde que se integraron a esta organización. Permanecer sobrio en la ciudad de México, es una lucha diaria para muchos de los mexicanos que en esta ciudad habitan, los cuales encuentran una solución terapéutica al alcoholismo, grupos de AA, que no tienen nada que ver con la clase social, la apariencia física, sexo o religión que profesen y en donde solamente existe un único requisito para ingresar, que es el deseo de dejar de beber. Los grupos de AA se enc u e n - tran fundamentados principalmente en un pro- E N S A L U D 197 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 198 de AA en ese país. Las estimaciones de la corriente, sin embargo, indican que, hoy, Ciudad de México cuenta con más de 1,500 grupos del AA y a cerca de 300,000 miembros. La literatura de AA establece la creencia en un poder superior (2do paso), en un Dios como sea concebido por los miembros, sin embargo los grupos mexicanos del AA, dan cuenta de la influencia en las reuniones y la estructura típica del grupo, de simbolismos y de las formas católicas populares. Una forma, es que los miembros cuentan sus historias personales de una manera similar a la de una confesión católica. Otro es el uso de fiestas sin alcohol al celebrar aniversarios de la sobriedad, típico de las celebraciones católicas para los bautismos, las confirmaciones, las bodas y otros acontecimientos. También, Brandes encontró la presencia de compañeros encargados de dirigir a nuevos miembros a los grupos de AA, que ha sido captado por el mexicano como el equivalente a “padrinos”. Al leer el libro me decidí a asistir a una de las reuniones de AA, en donde me encontré con un grupo con grandes deseos de superación y sobre todo de dejar de beber, ya que el alcohol había hecho de sus vidas algo ingobernable. Los reglamentos que el autor maneja, como no fumar, o no interrumpir cuando se esta dando testimonio, en la practica no se dan; generalmente mientras un ponente expone su caso, las personas que se dedican al “servicio” del café o té para los compañeros, pasan de un lugar a otro, sirviendo, recogiendo ceniceros, o lavando las tazas, lo cual permite que los integrantes desarrollen un sentimiento de utilidad en alguna labor, y esto influye también mucho en su terapia de grupo; así mismo esto no hace que los integrantes se alejen de la idea de cambiar sus vidas y dejar de beber. Algo que me llamo mucho la atención, es el compañerismo que ahí existe y la fidelidad con la que los integrantes siguen su programa para lograr la sobriedad. Además del apoyo otorgado por los propios compañeros, cuentan también con el apoyo familiar, ya sea asistiendo a un grupo de ayuda, o simplemente alentándolos para dejar de tomar. Esto hace que cada vez esta gran familia siga creciendo. En mi opinión los grupos de AA son una excelente terapia para aquellos que padecen la enfermedad de alcoholismo, ya que a través de los 12 pasos y las 12 tradiciones que sus fundadores instituyeron , aunadas a ese gran deseo de dejar de beber, se logra la perfecta recuperación física, mental, social y espiritual ,no solamente de los alcohólicos, si no también de los familiares que se han sentido dañados por el problema, se logra llegar al perdón con uno mismo por las acciones realizadas en su tiempo de alcohólico activo, así como también al perdón de las personas a su alrededor, lo cual crea a un mejor ser humano, que convencido con el mensaje de estos grupos, se atreve a pasarlo, y así cada vez combatir mejor esta terrible enfermedad. CRISTINA YERENAS GARCÍA Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM) E l síndrome neuroléptico maligno (SNM) es una relativamente rara pero potencialmente fatal complicación secundaria al uso de medicamentos neurolépticos (NLP), inicialmente descrito por Delay como “Síndrome hipertónico ascinético”. En la década pasada se han reportado 1000 casos, se ha documentado una frecuencia del 1.4 al 2.4% de los pacientes que reciben neurolépticos, los factores de riesgo varían en diferentes poblaciones y se ha vinculado una asociación entre SNM e hipertermia maligna (HM). PATOGENESIS Existen 2 teorías para explicar el SNM, una se refiere a la alteración de los mecanismos regulatorios inducidos por el neuroléptico y otra a una reacción anormal del músculo esquelético predispuesto. Esta última hipótesis se basa en la similitud entre SNM y la HM y esta sugiere que los medicamentos neurolépticos inducen calcio anormalmente en las células musculares en individuos susceptibles ocasionando rigidez muscular, rabdomiolisis e hipertermia; también se piensa que en algunos casos los neurolépticos pueden intoxicar el músculo esquelético. Además el bloqueo de los receptores de dopamina en el cuerpo estriado se piensa causa la rigidez muscular y la generación de calor. Los efectos anticolinérgicos periféricos de los neurolépticos pueden reducir la probabilidad de sudoración jugando un rol en la hipertermia asociada al SNM en más del 70% de los pacientes. De cualquier manera el bloqueo de los receptores de dopamina en hipotálamo y en el cuerpo estriado no explican todos los signos de esta entidad. Músculo esquelético primario defectuoso y su asociación a HM Tanto el SNM como la HM tienen puntos clínicos en común incluyendo hipertermia, rigidez y concentraciones elevadas de creatininfosfoquinasa (CPK); en ambas entidades el rango de mortalidad es del 10 al 30%; los relajantes musculares han sido exitosamente usados en ambos síndromes y en pruebas in vitro han encontrado anormalidades en la contractilidad muscular. En estos estudios se determina la sensibilidad de las fibras musculares al halotano o cafeína, las fibras musculares de pacientes susceptibles a la HM se contraen mas en respuesta a estas medicinas en una concentración baja que en los pacientes normales; por esta razón en orden de evaluar la asociación entre SNM e HM, muchos investigadores utilizan estas pruebas en pacientes que tuvieron SNM, y han reportado que existe una contractura anormal de las fibras musculares en el SNM similar a la HM. De cualquier manera múltiples estudios reportan que esta prueba puede ser mal interpretada o tener un resultado falso positivo debido a errores en la toma de biopsia o en el proceso general; los análisis sugieren que pacientes con pruebas negativas y SNM pudieron presentar de cualquier manera HM; se sugiere que todos los pacientes con SNM se hagan pruebas de susceptibilidad a la HM antes de considerar aplicación de anestesia. E N S A L U D Efectos tóxicos directos en el músculo esquelético inducido por neurolépticos Las contracturas musculares han sido revisadas e inducidas in vitro por neurolépticos como la clorpromazina. Esta es reportada como facilitadora de la transportación de iones de calcio a través del retículo sarcoplásmico y se han estudiado en varias preparaciones musculares experimentales. En estos estudios la clorpromazina influencia ambos sistemas: el contráctil y la función del retículo sarcoplásmico, sin embargo se ha mostrado que el medicamento induce contracturas en el mismo grado en un músculo con SNM y uno normal. En otros estudios se han encontrado pocas diferencias en la respuesta de un músculo a otros medicamentos neurolépticos. Sin embargo también se podrían mostrar que los neurolépticos son potencialmente activos en los músculos I N V E S T I G A C I Ó N Bloqueo de los receptores dopaminérgicos La dopamina juega un rol en la termorregulación central en los mamíferos, la dopamina en el hipotálamo anterior preóptico causa una reducción en la temperatura en general, los neurolépticos bloquean los receptores de dopamina por lo tanto la hipertermia asociada con SNM resulta del bloqueo de los sitios hipotalámicos de dopamina; esta teoría se sustenta ya que algunos agonistas dopaminérgicos como la bromocriptina muestran eficacia en el manejo de este síndrome. Adnet P, Lestavel P, KrivosicHorber R. Neuroleptic Syndrome. Br J Anesthesiol, 2000 Mar;85:129-135. 199 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 esqueléticos, posiblemente en algunas circunstancias como exhaustividad, agitación psicomotora o deshidratación que no son exploradas in vitro. La toxicidad al músculo esquelético puede llegar a contracturas y causar rabdomiolisis. Muchos factores presentes in vivo como el metabolismo de los neurolépticos, bloqueo central de dopamina y factores de riesgo al SNM se podrían considerar para desarrollar modelos farmacológicos más precisos para explorar posibles interacciones entre neurolépticos y función del músculo esquelético. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Base molecular del SNM La base molecular para SNM no es clara, pero los estudios sugieren que los factores genéticos están involucrados en la patogénesis. También se ha sugerido al sistema serotoninérgico en este síndrome (SNM), pero el polimorfismo en los genes receptores 5HT1A y 5HT2A no determinan la susceptibilidad del SNM. 200 CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Típicamente el SNM se desarrolla en un periodo de 24 a 72 horas pero muchos investigadores han descrito una evolución más insidiosa de los síntomas. El riesgo de desarrollar SNM ha sido reportado por lo últimos 10 a 20 días después de que los neurolépticos fueron suspendidos, más si esto se asocia a uso de medicamentos de depósito. Tres son los síntomas que indican alta probabilidad de que se presente SNM: hipertermia, rigidez y una alta concentración de CPK que refleja rabdomiolisis, en ausencia de este ultimo criterio el diagnostico de SNM podría ser cuestionado porque otros síntomas de la enfermedad han sido vistos en pacientes tomando neurolépticos sin tener este síndrome. Signos mayores • Fiebre mayor o igual a 38.5ºC (en au- sencia de otras enfermedades sistémicas) • Rigidez muscular generalizada que se puede acompañar de síntomas extrapiramidales incluyendo discinecia, disartria o parkinsonismo. • CPK en concentraciones elevadas (>1000 UI/litro) secundario a la intensa contractura muscular. Signos menores • Leucocitosis • Diaforesis • Taquicardia • Anormalidades en la tensión arterial • Alteración en la conciencia (desde agitación, estupor y coma) Varios autores refieren que para hacer diagnóstico de SNM deben estar presentes 3 o 2 de los signos mayores y 4 de los signos menores. Se han reportado disminución en la mortalidad del SNM en años recientes; antes de los setenta se reportaba hasta 76 por ciento de mortalidad, después se reporto 22 por ciento y en los ochenta se reporto 15 por ciento, pero en 1984 disminuyo al 11 por ciento, gracias al diagnóstico e identificación de la patología. Los factores predictivos de mortalidad aumentan al 50 por ciento drome incluidos las fenotiazidas, butirofenonas, triexantenos, benzamidas y derivados, incluso hay reportes recientes relacionados con agentes antipsicóticos atípicos (nuevos neurolépticos). El inicio de este síndrome no esta relacionado con la duración, exposición, toxicidad o sobredosis de neuroléptico. También se señala que la suspensión abrupta de neuroléptico o agentes antiparkinsónicos o el uso de depletores de dopamina están relacionados con la presentación de la enfermedad. Se puede presentar a cualquier edad incluyendo a los niños, ambos géneros son afectados pero hay ligero predominio en hombres jóvenes. También se han reportado en pacientes psiquiátricos que usaban neurolépticos después de un trauma múltiple o en preoperados en quienes se usaron neurolépticos, las personas alcohólicas con delirium en quienes se han utilizado neurolépticos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, este se explica debido a la malnutrición que puede ocasionar mayor sensibilidad a la acción del neuroléptico en músculo. En general se reporta mayor susceptibilidad si un paciente presenta deshidratación, desnutrición, infecciones, organicidad cerebral o hiperactividad simpático-adrenal. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL • Rabdomiolisis • Infección del sistema nervioso central • Masa cerebral • Toxicidad por litio • Hipertermia maligna inducida por anestésicos • Golpe de calor inducido por neuroléptico • Catatonia • Interacciones con IMAO • Síndrome central anticolinérgico cuando se asocia falla renal como complicación. MEDICACIÓN Y FACTORES DE RIESGO Toda la amplia variedad de agentes antipsicóticos están asociados a este sín- TRATAMIENTO El éxito en el tratamiento del SNM depende del pronto reconocimiento clínico y la suspensión de lo que lo provoco. El tratamiento sindromático inicial es importante para evitar complicaciones y consiste en hidratación, nutrición y reducción de la fiebre. Las complicaciones secundarias van desde hipoxia, acidosis y falla renal. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Bajas dosis de heparina están indicadas para prevenir trombosis venosa. Se deben evitar otros antagonistas dopaminérgicos como la metoclopramida. Los tratamientos específicos que se han reportado son los agonistas dopaminérgicos como la bromocriptina, la amantadina (anticolinérgico), relajantes musculares y benzodiazepinas. Las fotos Bromocriptina Es un derivado de la ergotamina, agonista dopaminérgico, la concentración máxima se alcanza entre 1 a 3 horas después de la administración oral, anula los efectos antagonistas de la dopamina sobre la función termorreguladora hipotalámica y la concentración de los músculos periféricos. La bromocriptina se encuentra en presentaciones de 5 y 10 mg, la dosis inicial es de 2.5 mg 3 veces al día con aumentos graduales hasta 45 mg al día. Amantadina Inicialmente usada con antiviral es un anticolinérgico que alcanza niveles en 2 a 3 horas, es un antagonista de los receptores muscarínicos, aumenta la neurotransmisión dopaminérgica, aumenta la liberación de dopamina a nivel presináptico, se encuentra en comprimidos de 100 mg se da 2 veces al día con una máxima de 300 mg. S A L U D www.afocer.org E N ALMA RUTH BAENA ZÚÑIGA a fotografías que publicamos en este número son parte de los portafolios del sitio catalán Agrupació Foto-Cine Cerdanyola-Ripollet, AFOCER (www.afocer.org) que es una asociación cultural dedicada a la enseñanza, conservación, promoción y difusión de la fotografía. Fue fundada en 1969 en Cerdanyola del Vallès por un pequeño grupo de personas con la finalidad de intercambiar experiencias, ideas y emociones. AFOCER forma parte de la Federació Catalana de Fotografia (FCF), de la que es miembro fundador, Confederación Española de Fotografía (CEF) y adherida a la Fédération Internationale de l’Art Photographique, entre otras. En 1999 la FCF le concede el título de Mejor Entidad Catalana del Año y en 2000 recibe de la CEF el Premio Nacional de Fotografía, que la acredita como la mejor entidad fotográfica estatal. En año 2003, recibe el título de “Entitat Cerdanyolenca de l’Any”, galardón que otorgan los medios de comunicación a la entidad local que más se ha distinguido por su labor cultural. Actualmente, AFOCER cuenta con varios socios que destacan por su brillante trayectoria creativa, la cual les ha proporcionado diversas distinciones y condecoraciones en distintas manifestaciones, tanto de carácter nacional como internacional. Para la promoción y difusión de la fotografía y de sus asociados, AFOCER organiza regularmente varias exposiciones y concursos de diversos ámbitos y categorías; entre ellos destacan el Vila de Ripollet, el de l’Aplec de Sant Iscle, el Pere Viltró y la Bienal Internacional Aqüeducte. Es propietaria de fondos fotográficos clasificados e informatizados. I N V E S T I G A C I Ó N Dantrolene Relajante del músculo esquelético de acción directa, derivado de la hidantoína, la concentración máxima plasmática se alcanza a las 5 horas de administrada, produce relajación del músculo esquelético sobre respuesta contráctil del músculo más allá de la unión neuromuscular, interfiere en la liberación del calcio desde el retículo sarcoplásmico, la relajación del músculo esquelético es la base de su eficacia al reducir la destrucción del músculo y la hipertermia. Se utiliza intravenoso, se indica junto a un agonista dopaminérgico, el tratamiento puede durar de días a semanas, en vía parenteral esta la presentación de 20 mg y se indica de 1 a 5 mg por kilo 4 veces al día, para el tratamiento de mantenimiento hay presentación en cápsulas de 25, 50 y 100 mg se indica 1 mg por kilo 4 veces al día. L 201 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Índice temático I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D AFRONTAMIENTO Y MUERTE Coping with survival: a message of hope. Bayardo F. 1999;1 (1):57-58. ¿Cómo explicar el sufrimiento de las personas a causa de la enfermedad? Rojas Silva. 1999;1 (3):205-212. Concepto de la muerte en la infancia. Ortíz León. 2001;3 (2):117-120. IT takes courage to face up to cancer but asking a friend for help can be just as difficult. Bayardo F. 2002;4 (1):56. El problema de las muertes. Villaseñor Bayardo. 2002;4 (2):125-127. El dilema ante la muerte. ¿Qué opinan las enfermeras? Ramírez López. 2002;4 (3):182-185. Actitudes y emociones en estudiantes de enfermería ante la muerte y la enfermedad terminal. Colell Brunet, Limonero García, Otero MD. 2003;5 (2):104-112. 202 ALCOHOLISMO Detección de la depresión en hijos de alcohólicos mediante el cuestionario estructural tetradimensional de depresión (CET-DE). Ravelo V, Fernández G, Pérez G. 2000;2 (2):92-98. Alcoholismo y depresión. Alonso Fernández. 2000;2 (3):163-169. Diagnóstico participativo sobre consumo de alcohol en adolescentes escolarizados de una secundaria nocturna. Jiménez Vallejo, Valdez Figueroa. 2003;5 (1):17-24. Alcoholismo y comorbilidad psiquiátrica en una población de pacientes psiquiátricos y alcohólicos. Baena Zúñiga. 2003;5 (1):51-53. Psychometric profile of the taiwanese alcoholism screening test (TASS). Gwo-Hwu, Dieter Gorenc, Rivera H, Peredo S, Marín C, Yagihashi M, Abreu LF, Infante C, Hwa Chou, Asai I, Akazawa S. 2003;5 (2):75-81. Alcohol abuse and dependence as a loss of the stretch and fold capacity. Dieter Gorenc, Gwo Hwu, Rivera H, Peredo S, Marín C, Hwa Chou W, Abreu LF, Infante C. 2003;5 (2):82-97. Implementation of the taiwanese-hispanic american alcoholism screening schedule (THAASS) in clinical settings: Taiwan and Japan. Dieter Gorenc, Hai-Gwo, Peredo S, Navarro E, Yagihashi M, Abreu LF, Infante C, Chou WH, Asai I, Akazawa S. 2003;5 (3):177-184. ANESTESIOLOGÍA Cambios fisiológicos en cerdo de cirugía experimental para transplante cardiaco. López Centeno, Ruiz Ripstein, Ramírez Ruiz, Arce Ruelas. 2004;6 (1):11-13. ANTROPOLOGÍA MÉDICA Y ETNOPSIQUIATRÍA La antropología médica. Una revisión sobre su origen, desarrollo y perspectivas. Sergio Javier Villaseñor Bayardo. Mercado Martínez. 1999;1 (1):38-47. La Misogenia. El odio al origen. Jilek W. 1999;1 (1):64. El desenlace de los cuentos populares: un nuevo test etnopsiquiátrico. Brandes S. 1999;1 (2):81-86. De la variabilidad nosológica: el caso de los nahuas de Guerrero en México. Villaseñor Bayardo, Chávez Alvarado. 1999;1 (2):87-93. ¿Cómo explicar el sufrimiento de las personas a causa de la enfermedad? Rojas Silva. 1999;1 (3):205-212. Civilización moderna, occidentalización. Jilek W. 2000;2 (1):6-11. ¿Y quién va a curar a los médicos? Mejía Gudiño. 2000;2 (1):52-56. Problemas psicosociales de la epilepsia en comparación transcultural. Jilek- All. 2000;2 (2):75-78. Marco histórico y cultural de la psiquiatría latinoamericana. Rojas Malpica, Alarcón R. 2000;2 (2):82-91. La confrontación cultural: factor determinante para el control de la diabetes mellitus tipo 2. Cardoso Gómez. 2000;2 (2):110-116. Características socioeconómicas, demográficas y la dinámica familiar del preescolar en los Altos de Jalisco. Vázquez Garibay, Franco Aguirre, Nápoles Rodríguez, Chavira Lomelí, Sánchez Talamantes. 2000;2 (3):188-195. Construir una etnopsiquiatría mexicana. Acosta Fernández. 2000;2 (3):205-208. Reflexiones sobre el relativismo cultural. Rodríguez Rossi. 2001;3 (1):61. Representaciones sociales, cultura y metodología. Mercado Martínez. 2001;3 (2):121-123. Salud y buena pintura. El neochamanismo como un sistema ritual emergente. Uribe C. 2001;3 (3):155-165. Los rituales terapéuticos con plantas psicotrópicas. El caso de Cecectzin. Villaseñor Bayardo. 2001;3 (3):166-176. Primitiva, popular, tradicional, yerbera, bruja, curandera. Gil Flores. 2001;3 (3):200-201. La psiquiatría comunitaria y los movimientos sociales: choque de dos mundos. Blais L. 2002;4 (2):78-88. Entre el origen fantasmal y el futuro apremiante. Rodríguez Rossi. 2002;4 (2):111-113. La enfermedad y la medicina en las culturas precolombianas de América: la cosmovisión nahua. Villaseñor Bayardo, Rojas Malpica, Berganza Champagnac. 2002;4 (3):162171. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Historiografía de la psiquiatría latinoamericana. Rojas Malpica, De la Portilla Geada, Villaseñor Bayardo. 2002;4 (3):172-181. Trastornos afectivos en las culturas bolivianas. Un enfoque etnopsiquiátrico transcultural. Hollweg MG. 2003;5 (1):30-37. Las descompensaciones psicóticas en los niños de la emigración magrebí en Francia. Trémine T. 2003;5 (1):38-44. La vejez indígena y cuestiones de vida y enfermedad. Robles Silva. 2003;5 (1):49-50. Representaciones sociales de profesores de primaria acerca del niño. Domínguez Gutiérrez. 2003;5 (3):154-161. La enfermedad mental como anánk . Rojas Malpica, Gómez Jarabe García, Villaseñor Bayardo. 2004;6 (3): 159-164 Estar sobrio en la ciudad de México. Yerenas García. 2004;6 (3): 197-198 BIOÉTICA Ética, moral y bioética. Ibarra D. 1999;1 (2):104-111. Los avances de la medicina y la moral católica. Sandoval Iñiguez. 1999;1 (2):112-119. Temas relevantes en bioética. Islas Carvajal, Silva Lepe, Panduro Cerda. 1999;1 (2):120-126. Adhesión profesional médica: una cohorte simulada. Un estudio para su medición. Flores Echavarría, Coronado Herrera, Sánchez Flores. 2001;3 (1):13-19. Bioética, formación de los médicos y ejercicio de la medicina en el marco del reduccionismo biomédico y la globalización económica. Stagnaro JC. 2002;4 (2):95-98. Consideraciones bioéticas en la investigación del dolor en animales de experimentación. Torres Bugarín, Ramos Ibarra, Zamora Pérez, Saenz A. 2003;5 (1):7-10. BIOLOGÍA MOLECULAR Cromosomas, DNA y genes. Panduro Cerda. 1999;1 (0):10. Retos y promesas de la terapia génica somática. Armendáriz Borunda. 1999;1 (3):157-158. Detección sensible, rápida y oportuna de Trypanosoma cruzi usando la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Vera Cruz, Armendáriz Borunda. 1999;1 (3):181-187. Lo modular está In, lo molecular Out. Rivera Ramírez. 2000;2 (2):79-81. Diferencias anatómicas y radiológicas, entre géneros, del agujero y conducto palatino anterior, estudio in vitro. Lepe Oliva, Varela Ochoa, Villanueva de la Mora, Cueto Ar vizu, Meléndez Ruiz, Ascencio Mateos, Díaz Hernández. 2000;2 (2):99-103. Péptidos naturales antimicrobianos: escudo esencial de la respuesta inmune. Villarruel Franco, Huízar López, Corrales M, Sánchez T, Islas Rodríguez. 2004;6 (3): 170-180 CIENCIAS SOCIALES Ciencias sociales y ciencias de la salud. Villaseñor Bayardo. 2002;4 (2):128-130. CIRUGÍA Efecto temprano del diagnostico y tratamiento quirúrgico por apendicitis aguda. Cabrera Pivaral, Ramos Corrales, Miranda Díaz, González Ojeda, Vega López, González Pérez. 2001;3 (2):79-83. CULTURA Un hijo feo y sin gracia. Pajarito Melchor. 2003;5 (3):185. E N S A L U D EDUCACIÓN Una reflexión sobre la formación de recursos humanos para investigación en las instituciones de educación superior. Román Maldonado. 1999;1 (1):59-60. El sistema de créditos en la carrera de enfermería. Aguirre Negrete, García de Alba, Padilla Gutiérrez, Alatorre Aguirre, Briceño Ramírez. 1999;1 (2):127-137. El currículum del médico en el siglo XX: análisis sociohistórico de los factores de la dimensión externa I N V E S T I G A C I Ó N BIOGRAFÍAS 2° aniversario de la muerte del prof. Yves Pelicier. 12/08/ 1926-09/12/1996. Villaseñor Bayardo. 1999;1 (0):4. Semblanza del lic. Arturo Jiménez Bayardo. 1999;1 (supl):4. Trayectoria académica del dr. Mark S. Humayun. 1999;1 (supl):5-7. Trayectoria científica del dr. Tomás Mendoza Figueroa. Rincón Sánchez. 1999;1 (2):102-103. Dr. Jean Garrabé De Lara. 2000;2 (1):12. Autopsia psíquica de Goya. Villaseñor Bayardo. 2000;2 (1):58-59. Prof. Francisco Alonso Fernández. 2000;2 (3):152-154. Entre el amor y los habanos para morir en libertad. Rojas Malpica. 2002;4 (1):57-59. Acerca de la vida y obra de Honorio Delgado. Mariátegui Chiappe. 2002;4 (3):148-153. El cervantismo en dos psiquiatras Peruanos: Honorio Delgado y Gutiérrez Noriega. Bailón Blancas. 2003;5 (1):25-29. Semblanza de la vida académica del maestro Enrique Corona Rivera (1944-2003). Corona Rivera. 2004;6 (1):7-10. 203 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Ít del currículum de la carrera de medicina de la universidad de Guadalajara. Crocker Sagastume, Delgado Reyes, Espinoza Bonilla, Mercado Barajas. 1999;1 (3):163-173. Propuesta para la elaboración de los programas de estudio por competencias profesionales. Huerta Amezola, Pérez García. 2000;2 (1):28-34. Propuestas de mecanismos de evaluación sistematizada. Sánchez García. 2000;2 (2):128-129. Para conocer el peligro y saber defenderse. Álvarez Moya. 2000;2 (3):209. La información que nunca sobra: la normatividad para enfermería. Núñez de la Torre. 2000;2 (3):210. Una intervención educativa sobre los patrones de prescripción de la diabetes. Mercado Martínez, Robles Silva, Alcántara Hernández. 2001;3 (1):20-28. Una aproximación al concepto de tutoría académica en el centro universitario de ciencias de la salud. García Lara. 2002;4 (1):40-48. La educación para la salud en las escuelas de educación básica. Aldrete Rodríguez, Valadéz Figueroa, Cabrera Pivaral, Mendoza Roaf, Pando Moreno, Aranda Beltrán. 2002;4 (3):186-192. El modelo SEMPSI, una herramienta de planeación estratégica de sistemas de información para las instituciones de salud. Ramos Herrera. 2002;4 (3):193-202. Construcción y desarrollo de mapas curriculares. Chávez Ramírez. 2003;5 (3):186. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D EMPLEO Los profesionales de ciencias de la salud en el mercado laboral. Sánchez García. 2002;4 (1):49-55. 204 ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS Repercusión clínica de los factores de riesgo sobre las enfermedades cardiovasculares. Cardona Muñóz, Rentería Ibarra, Macías Islas, Hernández Chávez, Ayub Ayala. 1999;1 (1):48-56. Enfer medad mínima residual. González Ramella, Handretinger R. 1999;1 (2):94-101. La atención del paciente con hipertensión arterial: un enfoque para el consultorio. Mercado Martínez. 1999;1 (2):150. La medición auscultatoria de la presión arterial. Fonseca Reyes, Parra Carrillo, García de Alba García. 1999;1 (3):188-196. La confrontación cultural: factor determinante para el control de la diabetes mellitus tipo 2. Cardoso Gómez. 2000;2 (2):110-116. La diabetes mellitus tipo 2: una aproximación inter y multidisciplinaria. Panduro Cerda, Villaseñor Bayardo. 2001;3 (supl):3-4. Perspectiva histórica de la diabetes mellitus. Chiquete E, Nuño González, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):5-10. Definición y diagnóstico. Godínez Gutiérrez. 2001;3 (supl):11-17. Diabetes mellitus tipo 2: un problema epidemiológico y de emergencia en México. Vázquez Castellanos, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):18-26. Genética de la diabetes mellitus tipo 2. Carrillo C, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):27-34. Actividad física y diabetes mellitus tipo 2. Bastidas Ramírez, García Bañuelos, Rincón Sánchez, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):49-56. Tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Actualidades. Escalante Pulido. 2001;3 (supl):57-61. Manejo nutricio del adulto con diabetes mellitus tipo 2. Hunot Alexander. 2001;3 (supl):66-69. Una intervención educativa sobre los patrones de prescripción de la diabetes. Mercado Martínez, Robles Silva, Alcántara Hernández. 2001;3 (1):20-28. Obesidad y diabetes mellitus tipo 2. González Hita, Sandoval Rodríguez, Román Maldonado, Panduro Cerda. 2001;3 (1):54-60. Relaciones de la intrusión de la diabetes y el control personal hacia los síntomas de la depresión entre los adultos con diabetes. Aceves Pulido. 2001;3 (1):64. Terapia cognoscitivo conductual para la depresión en diabetes mellitus tipo 2. Moreno Barajas. 2001;3 (1):65. Falta de adherencia al tratamiento en el enfermo diabético: un problema de salud Pública. Acosta Fernández, Aguilera Serrano. 2001;3 (1):66. Hipertensión arterial. Riesgo para los jóvenes. Morales Ramírez, Corro Solano, Angulo Partida, Zavala Angulo. 2003;5 (2):98-103. Diseño de un instrumento para evaluar apoyo familiar al diabético tipo 2. Valadéz Figueroa, Alfaro Alfaro, Centeno Covarrubias, Cabrera Pivaral. 2003;5 (3):167-172. Ajustes y desajustes en la prevalencia diagnóstica de depresión en diabetes tipo 2. Vargas HF. 2004;6 (1):54. Enfermedad de Alzheimer y ácido alfa lipoico. Díaz Vega. 2004;6 (2):73. Eficacia del ácido alfa lipoico en la disminución de la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Díaz Vega, Macias Islas, Sánchez Corona, García Estrada. 2004;6 (2):103-107. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Diabetes y depresión: ¿se relacionan? Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):114. Depresión en pacientes diabéticos. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):115. Las complicaciones diabéticas y la depresión. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):116. Depresión: presente en parejas de diabéticos. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):117. Pacientes diabéticos con depresión. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):118. Las intervenciones educativas en una institución sanitaria de México. Perspectiva de las personas con enfermedades crónicas. Alcántara Hernández, Tejada Tayabas, Mercado Martínez, Lara Flores. 2004;6 (3):146-153 Manifestaciones orales en pacientes diabéticos tipo 2 y no diabéticos. Del Toro Ávalos, Aldrete Rodríguez, Cruz González, Ramírez Anguiano, Mendoza Roaf, Vázquez Castellanos, Bracamontes Campoy. 2004;6 (3):165-164 EPIDEMIOLOGÍA Ceguera legal: prevalencia y causas principales en México. Santos, Paczka. 1999;1 (1):6-12. Diabetes mellitus tipo 2: un problema epidemiológico y de emergencia en México. Vázquez Castellanos, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):18-26. Homicidios en Jalisco, 1979-1997. Diferencias por edad y género. Vega López, González Pérez, Muñóz de la Torre, Valle Barbosa, Cabrera Pivaral. 2001;3 (2):84-94. Prevalencia de malformaciones congénitas externas en la zona metropolitana de Guadalajara. 10 años de estudio. Alfaro Alfaro, Pérez Molina, Valadéz Figueroa, González Torres. 2004;6 (3):180-187 GENÉTICA Diferencias anatómicas y radiológicas, entre géneros, del agujero y conducto palatino anterior, estudio in vitro. Lepe Oliva, Varela Ochoa, Villanueva de la Mora, Cueto Ar vizu, Meléndez Ruiz, Ascencio Mateos, Díaz Hernández. 2000;2 (2):99-103. Genética de la diabetes mellitus tipo 2. Carrillo C, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):27-34. Emociones y genes. Salguero Galland, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):35-40. Genes y medio ambiente. Panduro Cerda, Vázquez Castellanos. 2001;3 (supl):41-48. Dermatoglifos en niños con asma alérgica. Corona Rivera, Santana González, Pérez Molina, Corona Rivera, Núñez Núñez. 2004;6 (2):97-102. La genómica y otros engendros. Rivera Ramírez. 2004;6 (3):144-145 Prevalencia de malformaciones congénitas externas en la zona metropolitana de Guadalajara. 10 años de estudio. Alfaro Alfaro, Pérez Molina, Valadéz Figueroa, González Torres. 2004;6 (3):180-187 E N S A L U D GINECO-OBSTETRICIA Beneficios de una instrucción rápida en psicoprofilaxis obstétrica en el hospital civil de Belén de Guadalajara. Guzmán Sánchez, Quintana de Oropeza, Marín de Alba, Hernández Mora, Alfaro Alfaro, Aldrete Rodríguez. 2000;2 (1):38-43. Cambios recientes en la fecundidad en México y sus implicaciones para los servicios de salud. González Pérez, Vega López, Muñoz de la Torre, Cabrera Pivaral. 2000;2 (1):44-51. Atención prenatal: conocimientos, actitudes y cuidados alternativos en Jalisco. Valadez Figueroa, Aldrete Rodríguez, Alfaro Alfaro, Arana Beltrán, Celis de la Rosa, Mendoza Roaf, Cabrera Pivaral. 2001;3 (1):34-44. La cuestión de los trastornos psíquicos atribuidos a la menopausia. Delanoë D. 2002;4 (1):6-15. I N V E S T I G A C I Ó N FARMACOLOGÍA Efecto del metilfenidato en pacientes con HIV y depresión: un estudio comparativo con desimipramina. De Anda García. 1999;1 (3):218. Combinación del metilfenidato con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: una serie de casos. De Anda García. 1999;1 (3):218. Variabilidad de la presión arterial mediante el uso del amlodipino utilizando monitoreo ambulatorio de la presión arterial. Parra Carrillo, Bonilla Rosales, Ponce Martínez, Fonseca Reyes, Parra Michel, Rojo Contreras. 2001;3 (1):29-33. La aminofilina en el bloqueo AV avanzado post-IAM. Kam Ramos, Zúñiga Bobadilla, Espinosa Reynoso, Segura Castillo, Martínez Abundis. 2002;4 (3):203-205. Enfermedad de Alzheimer y ácido alfa lipoico. Díaz Vega. 2004;6 (2):73. Eficacia del ácido alfa lipoico en la disminución de la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Díaz Vega, Macias Islas, Sánchez Corona, García Estrada. 2004;6 (2):103-107. Albendazol, ¿si o no? Gutiérrez Contreras. 2004;6 (2):119. 205 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Ít GLOBALIZACIÓN Globalización y desempleo. Un estudio cualitativo. Acosta Fernández. 2000;2 (2):117-127. Globalización diferenciada. Lara García. 2002;4 (2):122-124. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D HISTORIA Las ciencias de la salud a principios del siglo XXI. Panduro Cerda, Segura Ortega, Villaseñor Bayardo. 1999;1 (0):2-3. Geografía cementerial y actitud ante la muerte en Guadalajara. Ramos Escobedo. 1999;1 (2):144-147. Orígenes de la institucionalización de la locura en Guadalajara. 1794-1800. Ramos Escobedo. 1999;1 (3):197-204. El currículum del médico en el siglo XX: análisis sociohistórico de los factores de la dimensión externa del currículum de la carrera de medicina de la universidad de Guadalajara. Crocker Sagastume, Delgado Reyes, Espinoza Bonilla, Mercado Barajas. 1999;1 (3):163-173. Las historias de la enfermedad en el manicomio de Belén. Ramos Escobedo. 2000;2 (3):196-202. Perspectiva histórica de la diabetes mellitus. Chiquete E, Nuño González, Panduro Cerda. 2001;3 (supl):5-10. Los austrias y sus circunstancias. Rojas Malpica. 2001;3 (2):128. La clínica psiquiátrica durante los últimos 200 años. Alonso Fernández. 2002;4 (3):154-161. Un siglo de cuidados. Carrillo Ibarra. 2003;5 (2):122. Memorias nuevas de hospital espejo. Medina R. 2004;6 (1):50-51. Recinto “Fray Antonio Alcalde”. Historia de un mural. Padilla Muñóz. 2004;6 (2):74. 206 INFECTOLOGÍA Detección sensible, rápida y oportuna de Trypanosoma cruzi usando la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Vera Cruz, Armendáriz Borunda. 1999;1 (3):181-187. Depression predicts procedural but not episodic memory in HIV-1 infection. Villaseñor Cabrera. 1999;1 (3):219-220. Enfermedades estigmatizadoras: el caso del VIH-SIDA. Lara y Mateos. 2000;2 (1):13-20. Inmunidad innata en las enfermedades infecciosas. Islas Rodríguez, Huízar López, Prado E, Santere A. 2000;2 (3):170-178. Para ponerte al día en toxoplasmosis. Bernal Redondo. 2001;3 (2):126-127. Apoyo social en relación al tratamiento de las personas con SIDA. Rizo Curiel, Orozco Mares, Villaseñor Cabrera. 2002;4 (2):114-121. Trastornos cognoscitivos asociados al efecto del VIH/SIDA en el cerebro. Estudio comparativo entre los estadios inicial y final. Villaseñor Cabrera, Rizo Curiel. 2003;5 (3):146-153. Epilepsy and onchocerciasis: pioneering research of mexican physicians vindicated. Jilek-All L. 2004;6 (1):22-27. Neurocisticercosis. Gutiérrez Contreras, Ceja Moreno, Pérez-Rulfo Ibarra, López Enríquez, Avilés Martínez. 2004;6 (2):82-90. Albendazol, ¿si o no? Gutiérrez Contreras. 2004;6 (2):119. INVESTIGACIÓN Hacia un diagnóstico de la investigación en salud. Segura Ortega, Panduro Cerda, Villaseñor Bayardo. 1999;1 (1):2-5. Investigación en salud: implicaciones en el pregrado y el postgrado. 1999;1 (2):71-74. Anecdotario científico y políticas de investigación. Panduro Cerda. 1999;1 (2):75-80. Productividad científica en el CUCS. Ortiz Lefort, Panduro Cerda. 1999;1 (3):174-180. Instituto de oftalmología y ciencias visuales. 1999;1 (supl):13-16. Respuesta del investigador cuando se le rechaza un artículo para su publicación. Guzmán Sánchez. 2000;2 (1):57. Orígenes, enfoques, estrategias y estado actual de la investigación cualitativa en salud. Padilla Gutiérrez. 2000;2 (2):130-132. Comentarios y reflexiones acerca de la medicina en México, el sistema nacional de investigadores y sus actores en los albores del nuevo siglo. Panduro Cerda. 2000;2 (3):149-151. Del crecimiento de Investigación en Salud. 2001;3 (3):145-146. Investigación cualitativa en salud y psicoanálisis. Ramonet Rascón, López Garza. 2004;6 (3): La investigación científica y el postgrado en México. Islas Rodríguez. 2003;5 (1):4-6. La investigación científica y los postgrados en México. Panduro Cerda, Román Maldonado. 2003;5 (2):72-74. Primera infancia. Villaseñor Bayardo. 2004;6 (1):4-6. Edema. Islas Rodríguez. 2004;6 (2):72. LEGISLACIÓN EN SALUD La normatividad en salud: hacia un abordaje académico integral. Olivares Gálvez. 1999;1 (2):148-149. MEDICINA DEL TRABAJO Para evaluar y medir los riesgos en el trabajo. Acosta Fernández. 2000;2 (2):133. Accidentes de trabajo y de trayecto según la CIE-9. Delegación Jalisco, IMSS, 1995-1996. Celis de la Rosa, Pé- Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 rez Zazueta, Pérez Padilla, Hidalgo San Martín. 2001;3 (2):95-104. El modelo japonés de producción y la salud obrera. Notas para avanzar en la polémica actual. Pérez García. 2002;4 (1):32-39. Gestión directiva y salud ocupacional en la micro y pequeña empresa en Guadalajara. González de Mendoza, Pando Moreno, Aranda Beltrán. 2002;4 (2):99-103. MEDICINA INTERNA Las insulinas. González Ortiz, Martínez Abundis. 2001;3 (supl):62-65. Medicina transfusional acelera el paso. Lomelí Guerrero. 2001;3 (1):63. Los procesos depresivos y la mortalidad en pacientes con accidente vascular cerebral: una relación fuertemente vinculada a corto plazo. Virgen Montelongo. 2004;6 (1):53. MEDIO AMBIENTE Genes y medio ambiente. Panduro Cerda, Vázquez Castellanos. 2001;3 (supl):41-48. Percepción del riesgo ambiental en una comunidad universitaria. Garibay Chávez, Curiel Ballesteros. 2002;4 (1):16-22. Género y medio ambiente. Robles Silva. 2004;6 (3):194-196 PEDIATRÍA Asfixia por cuerpo extraño en las vías aéreas en menores de 15 años. Celis A, Hernández P, Gómez Z, Martínez Sotomayor, Rivas Souza. 2000;2 (2):104-109. Características socioeconómicas, demográficas y la dinámica familiar del preescolar en los Altos de Jalisco. Vázquez Garibay, Franco Aguirre, Nápoles Rodríguez, Chavira Lomelí, Sánchez Talamantes. 2000;2 (3):188-195. Preferencia manual, actividad motora gruesa y fina en niños con desnutrición. Flores Villavicencio, Troyo Sanromán. 2001;3 (1):45-53. Concepto de la muerte en la infancia. Ortíz León. 2001;3 (2):117-120. Desnutrición en preescolares en el estado de Jalisco. Aldrete Rodríguez, Alfaro Alfaro, Scherman Leaño, Mendoza Roaf, Aranda Beltrán. 2001;3 (3):186-192. POLÍTICAS EDITORIALES De la perversión o verdadero efecto del célebre factor de impacto. Vargas López, Alcalá Padilla, Panduro Cerda, Villaseñor Bayardo. 2001;3 (3):143-144. Ilusiones perdidas: del congreso a la publicación. Rivera Ramírez. 2003;5 (3):144-145. S A L U D RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE Entre médicos y pacientes buenos y malos: puntos de vista de los actores de la relación médico-paciente. Torres López, Acosta García, Aguilar Aldrete. 2004;6 (1):14-21. Relación estudiante de medicina-paciente: la perspectiva de los usuarios de un hospital-escuela. González Ramos, Chávez Martín, García Chávez, González de la Rosa, Orozco Mares, Sandoval Zamora. 2004;6 (3):188-193 E N NUTRICIÓN Manejo nutricio del adulto con diabetes mellitus tipo 2. Hunot Alexander. 2001;3 (supl):66-69. Desnutrición moderada crónica y deficiencia de hierro en México: un problema social. Vásquez Garibay. 2001;3 (2):105-108. OFTALMOLOGÍA Ceguera legal: prevalencia y causas principales en México. Santos, Paczka. 1999;1 (1):6-12. “Arturo Jiménez Bayardo”. Visión artificial. Humayun M. 1999;1 (supl):8-12. Instituto de oftalmología y ciencias visuales. 1999;1 (supl):13-16. I N V E S T I G A C I Ó N NEUROCIENCIAS El lenguaje en la perspectiva de Alexander R. Luria. Rodríguez Rossi. 2000;2 (1):21-27. La adicción a las drogas y sus bases neurobiológicas fundamentales: de las estructuras subcorticales a la corteza frontal. Virgen Montelongo. 2002;4 (3):206. Mecanismos neurobiológicos del trastorno de ansiedad social. Garibay Rico. 2002;4 (3):207-209. Valoración de la capacidad de obrar: el control de los impulsos. Gómez-Jarabo García, Rodríguez E, Olavarrieta Bernardino. 2004;6 (1):35-42. Representaciones sociales de profesores de primaria acerca del niño. Domínguez Gutiérrez. 2003;5 (3):154-161. Desarrollo madurativo del niño en zonas socialmente deprimidas del estado de Michoacán. Pando Moreno, Aranda Beltrán, Amescua Sandoval, Mendoza Roaf, Aldrete Rodríguez. 2003;5 (3):162-166. Desnutrición en preescolares en el estado de Jalisco. Aldrete Rodríguez, Alfaro Alfaro, Scherman Leaño, Mendoza Roaf, Aranda Beltrán. 2001;3 (3):186-192. ¿Qué es el hambre? Una aproximación conceptual y una propuesta experimental. López Espinoza, Martínez H. 2002;4 (1):23-31. Alcances y limitaciones de las intervenciones alimentarias en México. Baez Baez, Tapia Curiel, Rodríguez Carlos, Vázquez Garnica, Terrones Orozco. 2003;5 (2):117-121. 207 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Ít 208 SALUD-ENFERMEDAD MENTAL Psicopatología Estudio controlado de un desastre tecnológico. Repercusiones psicosociales del estrés postraumático. Jarne Esparcial, Guàrdia Olmos, Villaseñor Cabrera, Gutiérrez Rodríguez, Gutiérrez Rodríguez. 1999;1 (0):5-9. La personalidad del toxicómano y su entorno social. Attie T. 1999;1 (1):34-37. Psicopatología clínica. Villaseñor Cabrera. 1999;1 (1):61. El sistema de manejo actual de los problemas por estrés de los trabajadores de California, E.U.A. Bayardo Casillas. 1999;1 (2):138-143. La tumba de Ícaro: el placebo. Ibarra D. 1999;1 (3):159-162. El problema de la identidad. Rodríguez Rossi. 1999;1 (3):213-214. El método sistemal de Marchais. Villaseñor Bayardo. 2000;2 (1):60. Los orígenes de la psicología sociohistórica. Rodríguez Rossi. 2001;3 (2):109-116. Los registros psicofisiológicos como parámetro de validación psicopatológica. Gómez-Jarabo García, Olavarrieta Bernardino, Plaza Plaza. 2001;3 (3):147-154. Factores psicosociales en el trabajo. Acosta Fernández. 2001;3 (3):177-185. La discapacidad psíquica en México: un problema negado. Vargas López, Panduro Cerda, Villaseñor Bayardo, Acosta Fernández. 2002;4 (1):4-5. La cuestión de los trastornos psíquicos atribuidos a la menopausia. Delanoë D. 2002;4 (1):6-15. Trastornos de la personalidad antisocial en condenados por homicidio en Pereira, Colombia. Echeverri Chabur, Escobar Córdoba, Martínez JW, Garzón A, Gómez D. 2002;4 (2):89-94. Factores psicosociales y síndrome de burnout en una empresa de la rama textil en Guadalajara, México. Mireles Pérez, Panduro Moreno, Aranda Beltrán. 2002;4 (2):104110. Síndrome de burnout en maestros de educación básica, nivel primaria de Guadalajara. Aldrete Rodríguez, Pando Moreno, Aranda Beltrán, Balcázar Partida. 2003;5 (1):11-16. Los restos de la torre. Rojas Malpica. 2003;5 (3):187. Factores psicosociales laborales y síndrome de burnout en médicos del primer nivel de atención. Aranda Beltrán, Pando Moreno, Salazar Estrada, Torres López, Aldrete Rodríguez, Pérez Reyes. 2004;6 (1):28-34. La inexistencia de la psicogénesis: el gran secreto del psicoanálisis. Meléndez Zermeño. 2004;6 (1):43-49. Efectividad de las técnicas de relajación en la disminución del dolor crónico. Flores Villavicencio, González Rojas, Troyo Sanromán, Valle Barbosa, Muñóz de la Torre, Vega López. 2004;6 (2):75-81. Agotamiento emocional: escala burnout adaptada para mujeres trabajadoras en la costura industrial. Preciado Serrano, Pando Moreno, Vázquez Goñi. 2004;6 (2):91-96. Psiquiatría Depresión, afrontamiento y calidad de vida en pacientes con trasplante renal. Vázquez Estupiñán, Ruiz Flores, Corlay Noriega, Baez Ramos, Isicahua Solares. 1999;1 (1):13-18. Trastornos somatomorfos y somatización. García Alcaraz, Villa AR. 1999;1 (1):19-28. Hacia una psiquiatría multidimensional. Lolas Stepke. 1999;1 (1): 29-33. Zappella, Michelle. Autismo infantil. Velasquez Rosas. 1999;1 (3): 215-217. Depression predicts procedural but not episodic memory in HIV-1 infection. Villaseñor Cabrera. 1999;1 (3):219220. El hombre culpable. La locura y la falta en Occidente. Villaseñor Bayardo. 1999;1 (3):221. Depresión y diabetes mellitus: conceptos actuales. Vázquez Estupiñán, Ruiz Flores, Corlay Noriega. 2000;2 (1):35-37. Marco histórico y cultural de la psiquiatría latinoamericana. Rojas Malpica, Alarcón R. 2000;2 (2):82-91. Detección de la depresión en hijos de alcohólicos mediante el cuestionario estructural tetradimensional de depresión (CET-DE). Ravelo V, Fernández G, Pérez G. 2000;2 (2):92-98. Alcoholismo y depresión. Alonso Fernández. 2000;2 (3):163-169. Una historia del concepto de las esquizofrenias. Garrabé de Lara. 2000;2 (3):155-162. Las historias de la enfermedad en el manicomio de Belén. Ramos Escobedo. 2000;2 (3):196-202. Los factores sociales en la incidencia de la personalidad límite. Juárez Reynoso. 2000;2 (3):203-204. La psiquiatría transcultural en el ámbito latinoamericano. Hollweg MG. 2001;3 (1):6-12. Relaciones de la intrusión de la diabetes y el control personal hacia los síntomas de la depresión entre los adultos con diabetes. Aceves Pulido. 2001;3 (1):64. ¡Ni tanto teatro, ni tan poca histeria! Villaseñor Bayardo. 2001;3 (2):124-125. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 Pacientes diabéticos con depresión. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):118. Investigación cualitativa en salud y psicoanálisis. Ramonet Rascón, López Garza. 2004;6 (3):154-158 Síndrome neuroléptico maligno (SNM). Baena Zúñiga. 2004;6 (3):199-201 Salud mental La diversidad de las emociones. Almanza Muñóz. 1999;1 (1):62-63. El día mundial de la salud mental, la cultura y el papel de la revista Investigación en Salud. Segura Ortega, Panduro Cerda, Villaseñor Bayardo. 2001;3 (1):3-5. Recomendaciones de la organización mundial de la salud. Por una mejor comprensión y una nueva esperanza en la salud mental. Vargas López, Alcalá Padilla, Panduro Cerda, Villaseñor Bayardo. 2002;4 (2):76-77. TAXONOMÍA El uso de la taxonomía numérica en el estudio empírico de la profesionalización médica. Flores Echavarría, Coronado Herrera, Sánchez Flores. 2000;2 (3):179-187. TECNOLOGÍA Fascinación por la tecnología. Gómez Rubí. 2003;5 (2):123. VIOLENCIA Violencia. De Alba Macías. 2001;3 (1):62. I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Jubilación, depresión y redes sociales de apoyo en el adulto mayor de la zona metropolitana de Guadalajara. Aranda Beltrán, Pando Moreno, Aldrete Rodríguez. 2001;3 (3):193-199. La idea del delirio es una idea cuerda. Villaseñor Bayardo. 2002;4 (1):60-62. La psiquiatría comunitaria y los movimientos sociales: choque de dos mundos. Blais L. 2002;4 (2):78-88. El X congreso del instituto de psiquiatras de lengua española. Gómez-Jarabo García. 2002;4 (3):146-147. La clínica psiquiátrica durante los últimos 200 años. Alonso Fernández. 2002;4 (3):154-161. Las descompensaciones psicóticas en los niños de la emigración magrebí en Francia. Trémine T. 2003;5 (1):38-44. Las psicosis delirantes agudas en la nosografía contemporánea. Garrabé de Lara, Dreyfus V. 2003;5 (1):45-46. El síndrome de Charles Bonnet a propósito de un caso. Chenivesse P. 2003;5 (1):47-48. Tercer glosario cubano de psiquiatría. Dueñas Becerra. 2003;5 (1):54-56. Desesperanza y tentativa suicida. Quintanilla Montoya, Haro Jiménez, Flores Villavicencio, Celis de la Rosa, Valencia Abundis. 2003;5 (2):113-116. Esquizofrenia, enfermedad nueva. Hare EH. 2003;5 (2):123. Diseño de un instrumento para evaluar apoyo familiar al diabético tipo 2. Valdez Figueroa, Alfaro Alfaro, Centeno Covarrubias, Cabrera Pivaral. 2003;5 (3):167-172. Depresión y ansiedad en inmigrantes: un estudio exploratorio en Granada (España). Navarro Barrios, Rodríguez González. 2003;5 (3):173-176. Los procesos depresivos y la mortalidad en pacientes con accidente vascular cerebral: una relación fuertemente vinculada a corto plazo. Virgen Montelongo. 2004;6 (1):53. Ajustes y desajustes en la prevalencia diagnóstica de depresión en diabetes tipo 2. Vargas HF. 2004;6 (1):54. Tipos de personalidad y conducta suicida. Quintanilla Montoya, Valdez Figueroa, González de Mendoza, Vega Miranda, Flores Ramírez, Valencia Abundis. 2004;6 (2):108-113. Diabetes y depresión: ¿se relacionan? Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):114. Depresión en pacientes diabéticos. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):115. Las complicaciones diabéticas y la depresión. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):116. Depresión: presente en parejas de diabéticos. Ontiveros Esqueda. 2004;6 (2):117. 209 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Investigación en Salud, órgano oficial del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara y del OPD Hospital Civil de Guadalajara, es una revista interdisciplinaria de aparición cuatrimestral que publica artículos de investigación científica de todas las áreas de la salud. Los artículos podrán abordar: los problemas regionales o nacionales de los países en vías de desarrollo y las investigaciones encaminadas a lograr su resolución; investigaciones de antropología médica y en general de las ciencias sociales vinculadas a la salud; los avances de la biotecnología y de la informática respecto de las ciencias de la salud, y aquellos artículos de opinión relacionados con las políticas y las dificultades en la formación de los recursos humanos y con el desarrollo de la investigación en salud. Los trabajos propuestos a la revista deben ser originales, no deben someterse simultáneamente a consideración para otra publicación, ni haber sido publicados antes. Deben contar con la autorización por escrito de todos los autores. Una vez aceptados, los artículos y sus traducciones se convierten en propiedad permanente de la revista, la cual podrá autorizar su publicación en otros órganos de prensa especializada a condición de que se mencione a Investigación en Salud y a los autores del artículo como fuente. 210 ARTÍCULOS Los trabajos serán clasificados de acuerdo con las siguientes secciones: a) Artículos originales. Aquellos trabajos inéditos que son el resultado de una investigación cuantitativa o cualitativa en el área de la salud y que aportan ideas nuevas en los campos teórico, clínico o terapéutico. Éstos deberán seguir el orden acostumbrado en la literatura internacional: resumen (no mayor de 150 palabras) en inglés y español, incluyendo el título y cinco palabras clave; introducción, material y métodos, resultados, discusión, conclusiones y referencias. El autor debe cerciorarse de que las referencias citadas en el texto coincidan con las que aparecen al final del artículo. El texto será en español o en inglés. b) Revisiones bibliográficas. Son artículos que cubren información importante sobre un tema de interés general para el área. También deberán contar con resúmenes en inglés y español, incluyendo el título y con cinco palabras clave, así como con referencias. El contenido del texto será organizado por los autores y deberá contar con bibliografía reciente con la finalidad de actualizar a los lectores sobre el tema. c) Reporte de casos clínicos excepcionales que aporten información importante para el desarrollo de las ciencias de la salud. Deberá contar con una introducción, viñeta(s), clínica(s), resultados y referencias. d) Ensayos o artículos breves de difusión sobre cultura y salud. e) Comunicaciones al editor. Serán trabajos breves en los que los autores podrán expresar experiencias persona- les, críticas, opiniones sobre los trabajos publicados u otros temas. f) Comunicaciones rápidas. Información de suma importancia en salud que es urgente dar a conocer a la comunidad científica. PREPARACIÓN DEL ARTÍCULO Todos los artículos deberán presentarse en original y tres copias, así como en disco compacto o en disquete de 3.5 pulgadas. En el disco debe especificarse el nombre del directorio y subdirectorios, así como el procesador de palabras y computadora utilizados. El texto debe estar por escrito en font Courier New, tamaño 12, con óptima impresión en hojas de papel bond tamaño carta, a doble espacio y por un solo lado, con 25 líneas por hoja y márgenes de 2.5 cm. No podrá exceder de 25 cuartillas incluyendo figuras y referencias. Todos los trabajos deben ir acompañados de una carta en la que se declare que el material del artículo es original y que no ha sido publicado previamente, ni sometido para su publicación en otra revista o libro; asimismo, que el texto ha sido aprobado por todos los autores. La organización del artículo deberá apegarse a los siguientes lineamientos: En la cuartilla frontal se incluirá un titulo en inglés y español, corto, específico y descriptivo, que destaque el objetivo principal del artículo. También contendrá los nombres completos de los autores, el grado académico o créditos institucionales de cada uno de ellos; la dirección, el número de teléfono y fax, y el correo electrónico del autor designa- Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 do para recibir correspondencia. Los trabajos que hayan sido presentados en congresos, conferencias, cursos, etcétera, deberán señalar su denominación, lugar y fecha de presentación. Esta hoja contendrá también, el reconocimiento de financiamientos o becas que hayan apoyado la realización del trabajo. Se debe declarar si existe conflicto de interés, o no. En la siguiente cuartilla se incluirá un resumen estructurado no mayor de 150 palabras, en inglés y en español. Al final de este apartado se indicarán cinco palabras clave. A lo largo del texto se recomienda utilizar el Sistema Internacional de Unidades (SI) y evitar al máximo la utilización de abreviaturas. En los artículos originales la sección de material y métodos deberá de ser descriptiva con respecto a la aplicación de cada procedimiento estadístico. Deberá también señalarse la obtención del consentimiento informado cuando se trate de investigación en seres humanos. Los autores deberán asegurar la confidencialidad al paciente y evitar usar nombres reales, iniciales o cualquier otra información que pueda identificar a un sujeto en particular. El material tomado de otras publicaciones debe ir acompañado del reconocimiento y permiso por escrito de los derechos de autor. Teléfono/Fax: (0133) 10 58 52 00 Ext. 3876 Correo electrónico: invsalud@cucs.udg.mx E N S A L U D REFERENCIAS O BIBLIOGRAFÍA Las referencias indican citas directas de otras publicaciones; deberán numerarse por orden de aparición en el texto, dentro de un paréntesis y restringirse a las estrictamente necesarias para el tema. Los nombres de revistas científicas deberán escribirse según las abreviaturas usadas en el Index Medicus (consultar la lista de revistas indizadas en www.nlm.nih.gov). PROCESO DE REVISIÓN La revista acusará recibo de los trabajos entregados. Éstos son aceptados en el entendimiento de que el editor o el comité editorial tienen el derecho de realizar las revisiones necesarias para su aceptación definitiva. Los trabajos son dictaminados en forma anónima y autorizados por el comité editorial. Una vez concluido el proceso de revisión, el autor será informado de la decisión del editor. No se regresarán los trabajos. La revista Investigación en Salud se reserva el derecho de rechazar los artículos que no juzgue apropiados para su publicación, así como introducir modificaciones de estilo o acortar los textos que lo precisen; se compromete a respetar su contenido original. Asimismo, no acepta la responsabilidad de las afirmaciones emitidas por los autores. El comité editorial no se hace responsable del material rechazado, una vez comunicada esta decisión a los autores. Los trabajos deben enviarse al editor de la revista a la siguiente dirección: Doctor Sergio Javier Villaseñor Bayardo. Apartado postal 2-993, CP 44270. Guadalajara, Jalisco, México. I N V E S T I G A C I Ó N TABLAS Y FIGURAS Las tablas se numerarán con números romanos en el orden de aparición en el texto. Las ilustraciones, figuras o fotografías se numerarán con números arábigos. Se pueden enviar fotografías bien contrastadas en blanco y negro o en color. Al reverso de cada tabla, figura o fotografía se anotará con lápiz el título, número progresivo, orientación de la parte superior con una flecha, nombre del autor y título del artículo al que pertenece. Los pies de figura, así como las propias tablas y figuras, no se intercalarán en el texto, se presentarán en una cuartilla independiente al final del mismo. Los signos y abreviaturas serán los de uso común. Cuando se emplee por primera vez una abreviatura en el texto, irá precedida del término completo. Las referencias deberán incluir la información que se muestra en los siguientes ejemplos: • Artículos de revistas: 8. Rodríguez Rossi R. “Entre el origen fantasmal y el futuro apremiante”. Inv. Salud, 2002, 4: (2) 111-114. • Libros (sin especificar ningún capítulo): 7. Garrabé J. La noche oscura del ser: una historia de la esquizofrenia. México, FCE.; 1996. 306 págs. • Capítulos de libro: 3. Díaz-Guerrero R. ¿Por qué difiero de sistematizar la misogenia?. En: Sergio J. Villaseñor Bayardo, compilador. La Misogenia. El odio al origen. Guadalajara, Universidad de Guadalajara; 1998. 95-101. • Artículos de periódico: 25. Islas A. “El gabinete del Dr. Caligari. Bienvenidos al lado oscuro”. Mural, 2003, junio 28. www.mural.com.mx. • Artículos publicados en formato electrónico: 17. Henrik C. Wegener et al. Salmonella control programs in Denmark. Emers Infect Dis, 2003. Available at: www.cdc.gov/ncidod/eid/index.htm. 211 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Investigación en Salud, published by the Centro Universitario de Ciencias de la SaludCUCS of the Universidad de Guadalajara and OPD Hospital Civil de Guadalajara, is a multidisciplinary journal which publishes articles on scientific research pertaining to all the areas of health science. Such articles may focus on regional and/or national health problems of underdeveloped countries and research aimed at their solution, medicalanthropological and social science research on health issues, biotechnological and computer science advancements related to health science, and articles expressing opinions on policies about or difficulties encountered in the training of human resources and the practice of research on health science. Articles submitted for publication in the Journal must be original. They may not be submitted for publication anywhere else, nor have been published previously. Authors must give their authorization for publication in writing. Once they have been accepted, articles and their translations become permanent property of the journal. The journal may authorize their publication in other journals, provided that both Investigación en Salud and the authors be given credit as the original source. 212 ARTICLES Papers will be classified as follows: a) Original articles. Unpublished papers about quantitative and/or qualitative research on health science, which contribute to theory, therapy or clinical practice. Papers must follow the customary guidelines for international literature: an abstract including title (not longer than 150 words) in English and Spanish, five key words, introduction, materials and methods, results, discussion, conclusions, and references. Authors must make sure that all the references mentioned throughout the text correspond with those listed at the end of the article. Texts may be in English or in Spanish. b) Bibliographical reviews. Articles which provide important bibliographical information on a subject of general interest in health science. They must also include an abstract in English and in Spanish, including title, five key words, and references. The contents of the text will be organized by the reviewer, and must include recent bibliography which will provide readers with up-to-date information on a specific issue. c) Reports of exceptional clinical cases which provide information of relevance in the development of health science. They must include an introduction, illustrations, results and references. d) Brief divulgatory essays on health and culture. e) Letters to the editor. Brief papers expressing personal experiences, criticism, opinions on previously published articles, or other issues of public interest concerning health science. f) Communications. Information of great importance on health issues, whose diffusion among the scientific community is considered urgent. PRESENTATION OF ARTICLES All articles must be submitted in four copies and CD or 3.5 inch computer diskette. The diskette label must specify the name(s) of the file(s), as well as the type of program and computer used. The text must be printed clearly in the Courier New font, size 12, on letter-size white Bond paper, double-spaced and printed on one side only, with 25 lines per page and 2.5 cm. margins. It must not exceed 25 pages in length, including charts, illustrations and bibliographical references. All papers must include a letter stating that the paper is original and has not been published previously, nor submitted for publication in any other book or journal, and that the publication of the paper has been approved by all the authors. All papers must follow these guidelines: The first page will feature a short and descriptive title which focuses on the main point of the article. It will also include the full name(s) of the author(s), stating academic and institutional degrees and/or appointment(s), and the address, telephone and fax numbers and e-mail designated for correspondence. Papers which have been presented in congresses, conferences, etc., must state the name, place and date of the presentation. The first page must also mention grants obtained to support the research work. Authors must declare if there is or not any interests conflict. Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 The second page must also mention the title of the article, followed by an abstract not longer than 150 words in English and in Spanish, and five key words. The International System of Measurements is recommended, as well as the use of as few abbreviations as possible. All original papers must describe, in the section of methods and materials, the application of every statistical procedure used. When dealing with human subjects, it is essential that their informed consent be obtained. Authors must ensure confidentiality for patients and not use real names, initials or any other information which may be used to identify them. Materials taken from other publications must include acknowledgements and copyright permission in writing. TABLES AND FIGURES Tables will be numbered with Roman numerals in order of appearance along the text. Pictures, figures or photographs will be numbered with Arabic numerals. Photographs can be sent in well contrasting black and white, or in color. On the other side (on the back) of each table, figure of photograph, the following elements must be specified with a pencil: title, progressive number, an arrow showing the correct orientation, author’s name, and article’s title to which it belongs. Figures’ footnotes, as well as tables and figures themselves, will not be inserted in the text, but they will be presented in an independent sheet at the end of the text. Symbols and abbreviations will be the ones commonly used. When an abbreviation is used for the first time, the complete term will go first. REVISION PROCESS The journal “Investigación en Salud” is on its right to reject those articles that are not considered as appropriate for publication, as well as to introduce style modifications, and/ or to shorten the texts that need so; committing itself to respect their original contents. Likewise, it will not take the responsibility of the authors’ statements. The publishing committee is not responsible of the rejected material, once this decision is communicated to their authors. Papers must be sent to the editor at the following address: Dr. Sergio Javier Villaseñor Bayardo. Apartado Postal 2-993, C.P. 44270. Guadalajara, Jalisco, México. Phone/Fax: [52] 33 10 58 52 00 ext. 43876 E-mail: invsalud@cucs.udg.mx I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D REFERENCES AND/OR BIBLIOGRAPHY References indicate direct quotes from other publications. They must be numbered in the order in which they appear in the text, in brackets, and be limited to those strictly required by the paper. The names of journals must be written according to the abbreviations used in the Index Medicus (see list of indexed journals in the World Wide Web at www.nlm.nih.gov). References must contain the information shown in the following examples: • Articles from Journals: 8.- Rodríguez Rossi R. “Entre el origen fantasmal y el futuro apremiante”. Inv Salud, 2002, 4: (2) 111-114. • Books (without specifying a chapter): 7.– Garrabé J. La noche oscura del ser : Una historia de la esquizofrenia. México, F.C.E.; 1996, 306 pp. • Chapters of books: 3.- Díaz-Guerrero R. ¿Por qué difiero de sistematizar la misogenia? In: Sergio J. Villaseñor-Bayardo, compiler. La Misogenia. El odio al origen. Guadalajara, Universidad de Guadalajara; 1998. 95-101. • Newspaper articles: 25.- Islas A. “El Gabinete del Dr. Caligari. Bienvenidos al lado oscuro”. Mural 2003, junio 28. www.mural.com.mx. • Articles published in an electronic format: 17.- Henrik C. Wegener et al. Salmonella Control Programs in Denmark. Emers Infect Dir, 2003. Available at: www.cdc.gov/ncidod/EID/eid.htm 213 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Hospital Civil de Guadalajara Universidad de Guadalajara 214 CURSOS • ANESTESIOLOGÍA • CIRUGÍA • ENFERMERÍA • GENECO-OBSTETRICIA • TALLERES • SIMPOSIUM • CONFERENCIAS • MEDICINA INTERNA • ODONTOLOGÍA • PATOLOGÍA CLÍNICA • PEDIATRÍA • GESTIÓN DE CALIDAD EN SALUD • SALUD MENTAL • TRABAJO SOCIAL Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D 215 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ Investigación Cualitativa en Salud IBEROAMÉRICA Madrid 2005 II CONGRESO IBEROAMERICANO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN SALUD I N V E S T I G A C I Ó N E N 216 Queremos que este II Congreso sea exponente de la pluralidad de corrientes y de disciplinas que enriquecen la ICS (ciencias sociales, enfermería, medicina, psicología, educación,...), y a su vez que sea un Congreso abierto a las aportaciones procedentes del resto de los países y continentes, y en especial de América y de Europa de los que formamos parte. Pero también desearíamos que este II Congreso Iberoamericano sirviera para avanzar hacia una mayor y mejor implicación de la ICS en el conocimiento y en la transformación de los numerosos problemas concretos relacionados con la salud que afectan a nuestras poblaciones y a nuestras organizaciones sanitarias. Para ello, desde REDICS e Investén-isciii, con el apoyo del IIQM de la Universidad de Alberta, queremos hacerle llegar nuestra invitación y nuestros sinceros deseos de poder contar con su participación y compañía el próximo mes de junio de 2005 en Madrid. Informes: Teresa Moreno Casbas Unidad de coordinación y desarrollo de la Investigación en Enfermería. Investén-isciii Subdirección General de Investigación Sanitaria Pabellón 3. Instituto de Salud Carlos III C/ Sinesio Delgado, 6 28029 Madrid É: 918222546 / 2536 / 2539 /2542 /2517 Fax: 913877897 e-mail: mmoreno@isciii.es Página web: www.isciii.es/investen Madrid 22 al 25 junio 2005 S A L U D Pasados dos años desde nuestro primer encuentro en Guadalajara (México), el II Congreso Iberoamericano de Investigación Cualitativa en Salud pretende constituir una nueva oportunidad para el debate y el intercambio de inquietudes y experiencias entre todos aquellos profesionales que de un modo u otro estamos implicados en el ámbito de la Investigación Cualitativa en Salud y compartimos referentes de lengua, de historia y de culturas en la gran región Iberoamericana. ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 XXI CONGRESO ARGENTINO DE PSIQUIATRÍA 21st ARGENTINE PSYCHIATRIC CONGRESS IX CONGRESO INTERNATIONAL SOBRE TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD DE LA ISSPD IX I.S.S.P.D. INTERNATIONAL CONGRESS ON PERSONALITY DISORDERS PERSONALIDAD Y DIVERSIDAD CULTURAL PERSONALITY AND CULTURAL DIVERSITY Instituto Pre-Congreso / Pre-Congress Institute Buenos Aires, Abril / April, 19, 2005 Congreso / Congress Mar del Plata, Abril / April, 21-24, 2005 Información / Information: Fecha límite para envío de trabajos libres o posters: 30 de Noviembre de 2004 /Deadline for papers and posters proposal submission is: November 30, 2004 Otros/ Others: www.iaepd.com.ar† www.isspd.com iaepd@iaepd.com.ar Dirección/ Address APSA Rincón 355 Argentina Tel. 54-11-4952-1249 http://www.apsa.org.ar S A L U D www.apsa.org.ar/congreso2005 congreso2005@apsa.org.ar E N (1081) Buenos Aires I N V E S T I G A C I Ó N Fecha límite para presentación de Simposios y Workshops: 15 de Noviembre de 2004/ Deadline for submission Symposia and Workshops is November 15, 2004 217 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 218 Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 INSTITUTO NACIONAL DE SALUD PÚBLICA ESCUELA DE SALUD PÚBLICA DE MÉXICO Posgrados en Salud Pública, 2004-2005 El Instituto Nacional de Salud Pública invita a los interesados en cursar alguna de las siguientes opciones del Programa de Posgrados en Salud Pública: DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA SALUD PÚBLICA * Epidemiología * Sistemas de salud * Enfermedades infecciosas MAESTRÍAS EN CIENCIAS DE LA SALUD * Epidemiología * Salud reproductiva * Sistemas de salud * Salud ambiental * Enfermedades infecciosas * Nutrición y Salud * Enfermedades transmitidas por vector * Bioestadística * Economía de la salud (Conjunta con el CIDE) * Epidemiología Clínica (Conjunta con el Instituto Nacional de Pediatría) MAESTRÍA EN GERENCIA Y DIRECCIÓN EN SALUD MAESTRÍA EN SALUD PÚBLICA * Epidemiología * Administración en salud * Salud Ambiental * Bioestadística * Ciencias Sociales y del Comportamiento ESPECIALIDAD * Especialización de enfermería en salud pública INFORMES E INSCRIPCIONES: Lic. Ivonne Lara Sánchez Departamento de Asuntos Escolares del INSP rilara@correo.insp.mx S A L U D Consulte nuestro programa en: www.insp.mx/espm E N TELÉFONOS (777) 329-3033 (777) 329-3000 ext. 1527 y 1528 Fax: (777) 329 3076 I N V E S T I G A C I Ó N FECHAS: Primera vuelta: Entrega de documentos hasta el 30 de junio Exámenes 8 y 9 de julio Segunda vuelta: Entrega de documentos hasta el 29 de julio Exámenes 31 de julio y 1 de agosto 219 I N V E S T I G A C I Ó N E N S A L U D Vol. VI • Número 3 • Diciembre 2004 220