u n c o n s e j o “Controversias constitucionales: forma de defensa del federalismo”1 Lic. Nelly Sofía Gómez Haaz* I. Federalismo. territorial, y de su organización política y administrativa, el Municipio libre. 1. Concepto. 2. Origen del Federalismo. El término federal, proviene del latín fo edus, foederis, que significa pacto, alianza, propiamente un pacto de confianza. El estado federal, adoptado como forma de gobierno en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consiste en un sistema de división, de manera tal que existe un gobierno central o federal, y gobiernos locales o estatales y/o munici pales, los cuales dentro de un ámbito de competencia establecido actúan de manera coordinada e independiente. Sin duda, es necesario recurrir al aspecto histórico del federalismo para obtener un mejor entendimiento de este tema. Tal es el sentido de los preceptos 40 y 115 constitucionales al establecer que es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democráti ca, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régi men interior; pero unidos en una federación según los principios de la ley fundamental. Estados que deberán adoptar para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo popular, teniendo como base de su división 1. * El renombrado constitucionalista, Felipe Tena Ramírez, en su obra “Derecho Constitucional Mexicano”, señala que el Federalismo nació y se desarrolló hasta la consumación de la independencia (de Esta dos Unidos de América), por virtud del jue go de estas dos fuerzas aparentemente de sarticuladas, como eran la independencia entre sí de las Colonias y su dependencia de la Corona Inglesa. Para debilitar ésta últi ma fue necesario debilitar aquélla; lo que se traduce en que las Colonias se vieron en el caso de unirse y de fortalecer su unión a fin de presentar un frente común y vigoroso en su lucha contra Inglaterra. Después de alcanzada la independencia, y haber vivido una etapa como estados confederados, este país, mediante un plan conocido como “Transacción de Connecticut”, tomó la representación, en Ponencia presentada en el Foro Internacional deFederalismo: los desafíos globales y locales. Veracruz, México, noviembre de 2001. Consejera Electoral propietaria del Consejo General delInstituto Electoral del Estado deMéxico 9 proporción al número de habitantes, pero únicamente para la Cámara de Representantes, a la que incumbiría como materia exclusiva la financiera del “Plan de Virginia”, y acogió, en cambio, del “Plan de New Jersey”, el voto igual para los estados dentro de la otra Cámara, el Senado. De esta manera, nació el bicamarismo propio del sistema federal, en el que una Cámara representaba directamente al pueblo y la otra las entidades federativas. Como complemento del sistema, en la revisión de la Constitución tendrían que intervenir, además del Congreso, las Legislaturas de los estados o convenciones de los mismos. Finalmente, la “Asamblea de Filadelfia”, con sentido práctico e intuición política, salvó la pugna entre lo regional y lo nacional. La novedad del sistema consistió en que un gobierno nacional, ejercido directamente sobre los súbditos y no por mediación de los estados, desplazaba dentro de su propia esfera limitada, a la autoridad de éstos; pero al mismo tiempo los estados conservaban su gobierno propio y directo en todo lo no otorgado al gobierno nacional por la Constitución. Agrega este autor, que si el federalismo sirve para centralizar poderes antes dispersos como aconteció en Estados Unidos, también puede ser utilizado para descentralizar poderes anteriormente unificados, según ha sucedido en estados originariamente unitarios, como México; no debe olvidarse que al consumarse la Independencia en 1821, no eran varios estados los que surgían a la vida independiente, sino un estado unitario. 3. Federalismo en México. Es pertinente recordar que el estado federal ocupa un sitio intermedio entre el estado unitario y la confederación de estados. Pues si bien el estado unitario posee unidad política y constitucional, es homogéneo e indivisible, y sus comarcas o regiones carecen de autonomía o gobierno propio; en la confederación, los estados que la integran conservan su soberanía interior y exterior, de suerte tal que las decisiones adoptadas por los órganos de la confederación no obligan directamente a los súbditos de los estados, sino hasta que son aceptadas y adoptadas por el gobierno de cada estado confederado, imprimiéndoles la autoridad de su soberanía. Ahora bien, nuestra Carta Magna se colocó en el supuesto de que la federación mexicana nació de un pacto entre estados preexistentes, que delegaban ciertas facultades en el poder central y se reservaban las restantes, según se desprende del artículo 124, al señalar que las facultades que no están expresa mente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden re servadas a los Estados. Por lo que, en la federación, los estados miembros pierden totalmente su soberanía exterior y ciertas facultades interiores a favor del gobierno central, pero conservan para su gobierno propio las facultades no otorgadas al gobierno central; la distribución de facultades entre el gobierno central y los gobiernos regionales se convierte en una de las características fundamentales y se halla establecida en la Constitución General. 10 Más aún, el artículo 135 establece que para que la Constitución Federal pueda ser adicionada o reformada, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerde las reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de las entidades federativas. Sin embargo, esta separación de competencias entre la federación y los estados, encuentra su contrapeso, en las denominadas “facultades implícitas”, artículo 73 fracción XX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El autor en cita indica que mientras las facultades explícitas son las conferidas por la Constitución a cualquiera de los poderes federales, concreta y determinadamente en alguna materia, las facultades implícitas son las que el poder legislativo puede concederse a sí mismo o a cualquiera de los otros dos poderes federales como medio necesario para ejercer alguna de las facultades explícitas. II. Medios de control constitucional. cionales, descritas en el artículo 105 frac ción I; la Acción de Inconstitucionalidad, señalada en el artículo 105 fracción II; El Procedimiento de Investigación de la Supre ma Corte de Justicia, descrito en el artículo 97 párrafos segundo y tercero; El Juicio de Amparo, regulado en los artículos 103 y 107; El Juicio para la Protección de los De rechos Político Electorales del Ciudadano, precisado en el artículo 99 fracción V; El Juicio de Revisión Constitucional Electoral, contenido en el artículo 99 fracción IV; Las Comisiones de Derechos Humanos, mencio nadas en el artículo 102 apartado B. Todos los medios precisados tienen por objeto en menor o mayor grado, el reestablecer los derechos o prerrogativas conferidas a los ciudadanos y no ciudadanos, sean mexicanos o extranjeros, así como la fijación o limitación de las facultades de los diversos órganos y niveles de gobierno en nuestro país. 2. Marco Jurídico de la Controversia Constitucional. La base constitucional se encuentra en el artículo 105 fracción I, y la ley reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 en su título II, artículos 10 al 58. 1. Derecho Procesal Constitucional. En la Carta Magna se contienen diversos mecanismos para su defensa, a los cuales se les denomina medios de control consti tucional. Para algunos estudiosos de la Constitución, ellos conforman parte del Derecho Procesal Constitucional. Dichos medios de control constitucional son: El Juicio Político, contenido en el artículo 110; Las Controversias Constitu - 11 Art. 105.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los términos que señale la ley reglamentaria, de los asuntos siguien tes: I.- De las controversias constitucionales que, con excepción de las que se refieran a la mate ria electoral, se susciten entre: a).- La Federación y un Estado o el Distrito Federal; b).- La Federación y un municipio; c).- El Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión; aquél y cualquiera de las Cámaras de éste o, en su caso, la Comisión Permanente, sean como órganos federales o del Distrito Federal; La declaración de invalidez de las resolucio nes a que se refieren las fracciones I y II de este artículo no tendrá efectos retroactivos, salvo en materia penal, en la que regirán los principios generales y disposiciones legales aplicables de esta materia. d).- Un Estado y otro; e).- Un Estado y el Distrito Federal; f).- El Distrito Federal y un municipio; g).- Dos municipios de diversos Estados; h).- Dos Poderes de un mismo Estado, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposi ciones generales; i).- Un Estado y uno de sus municipios, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposi ciones generales; j).- Un Estado y un municipio de otro Estado, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; y k).- Dos órganos de gobierno del Distrito Federal, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales. Siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales de los Estados o de los municipios impugnadas por la Federación, de los municipios impugnadas por los Estados, o en los casos a que se refieren los incisos c), h) y k) anteriores, y la resolución de la Suprema Corte de Justicia las declare inválidas, dicha resolución tendrá efectos generales cuando hubiera sido aprobada por una mayoría de por lo menos ocho votos. En los demás casos, las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia tendrán efectos únicamente respecto de las partes en la con troversia. … En caso de incumplimiento de las resolucio nes a que se refieren las fracciones I y II de este artículo se aplicarán, en lo conducente, los procedimientos establecidos en los dos primeros párrafos de la fracción XVI del artí culo 107 de esta Constitución. José Ramón Cossío agrupa en tres supuestos la procedencia de la controversia constitucional. El primer supuesto, los conflictos entre diversos órdenes jurídicos con motivo de la constitucionalidad o legalidad de una norma general o de un acto, como sucede cuando contravienen la federación y un estado o el Distrito Federal, el Distrito Federal y un municipio, o dos municipios de diversos estados. Otro supuesto, es relativo a aquellos entre los órganos de diversos órdenes jurídicos por la constitucionalidad o la legalidad de normas generales o de actos; por ejemplo, los surgidos entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión, aquél y cualquiera de las Cámaras de éste o, en su caso, la Comisión Permanente, sea como órgano federal o del Distrito Federal, o entre un estado y un municipio perteneciente a un estado distinto. El último de los supuestos, de los conflictos entre órganos pertenecientes a un mismo orden jurídico, cuando se plantee exclusivamente la constitucionalidad de 12 las normas generales o de los actos entre dos poderes de un estado, de un estado y uno de sus propios municipios o entre dos órganos del Distrito Federal. Ahora bien, las controversias pueden referirse a actos concretos o bien, a disposiciones de carácter general de cualquier naturaleza, quedando incluidos por ende leyes, reglamentos y tratados in ternacionales, etc. Sin embargo, debe recordarse que existe prohibición para que las controversias constitucionales se inicien respecto de leyes o actos de carácter electoral. El artículo 105 fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el 42 de su Ley Reglamentaria, establecen que las resoluciones dictadas en la solución de las controversias constitucionales tendrán efectos generales cuando hubiesen sido aprobadas por una mayoría de por lo menos ocho votos, y versen sobre disposiciones generales de los estados o de los municipios impugnados por los estados o en los casos a que se refieren los incisos c, h y k de la fracción I en mención. En caso de una aprobación de votos menor, la resolución sólo tendrá efectos entre las partes. Respecto a los efectos en el tiempo de las sentencias de inconstitucionalidad, existen dos hipótesis: a) Los efectos se producirán a partir de la fecha en que lo determine la Suprema Corte de Justicia, y b) Los efectos no tendrán carácter retroactivo, con excepción de la materia penal. 13 3. La Controversia Constitucional como Defensa del Federalismo. Nuestro país ha entrado marcadamente en una época de transición democrática, caracterizada por la realización de elecciones confiables y la tendencia a compartir el ejercicio del poder entre los partidos políticos. La oposición política ha cambiado al lograr triunfos en las elecciones, y el antes denominado partido hegemónico tuvo que aprender a ser una fuerza de oposición al partido en el poder. Al lado de la alternancia en el poder, se ha generado el fenómeno denominado “Gobiernos Divididos”; circunstancia que origina necesariamente la falta de consenso absoluto en la toma de decisiones en los diferentes niveles de gobierno. El joven pluralismo en México ha generado el concepto de “Gobiernos Yuxtapuestos”, que el politólogo Alain de Remes precisa como aquellos en los cuales los gobiernos de distinto color político, con distintas atribuciones y poderes, coexisten simultáneamente en el espacio territorial de un estado de la federación. La crecien te presencia de gobernadores y presidentes municipales de distinto signo partidario ha abierto nuevas arenas que reclaman un intenso diálogo político. Los consensos y disensos de esa interacción han producido también la activación del debate sobre las atribuciones y facultades de estos dos ámbitos de gobierno, tanto entre ellos (gobernadores y presidentes municipales), como entre ambos y el gobierno federal. Por ende, lo estipulado en la Carta Magna es defendido con mayor regularidad por los diversos actores políticos y de gobierno. La idea de vivir en un estado fundado en la soberanía nacional, la democracia, la división de poderes, el federalismo y el respeto a las garantías individuales, con la finalidad de fortalecer el equilibrio de poderes y el estado de derecho, es una circunstancia que debe estar garantizada por el sistema jurídico. Así como se encuentra prohibida la vin dicta privada, que obliga a los gobernados a ocurrir ante los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo a dirimir las controversias respectivas, debe entenderse que la vía democrática para obtener la invalidez de un acto de autoridad por ocasionar perjuicio a otra autoridad, es mediante la controversia constitucional o acción de inconstitucionalidad en su caso. Esto es, mediante la interposición de un recurso legal. La subordinación de la totalidad de los actos del poder público a la Constitución y a las leyes, es un requisito indispensable para señalar la vigencia de un estado de derecho. De ahí que la Suprema Cor- te de Justicia tenga en nuestro orden jurídico el de ser un órgano de carácter constitucional, es decir, un órgano que vigila que la federación, los estados y los municipios actúen de conformidad con lo previsto por nuestra Constitución. De esta manera, los actores políticos y los titulares de los distintos órganos de gobierno tienen la obligación de plantear la defensa del contenido de la Carta Magna. Circunstancia que debe actualizarse mediante la interposición de los medios de impugnación constitucional, como lo es la Controversia Constitucional, y exista en los contendientes la idea que lo resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es inatacable. Por lo tanto, deben dejarse atrás las desacreditaciones prematuras o posteriores, la presión social, política o de cualquier otra naturaleza, para dar paso a la aceptación de los contendientes al sentido de las resoluciones del máximo Tribunal del país, entendiendo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como último intérprete de la Carta Magna, teniendo ésta, legitima y válidamente, la última palabra al respecto. 14