TERAPEUTICA EN ENFERMEDADES NEOPLASICAS LEUCEMIAS AGUDAS Y CRONICAS. LEUCEMIA AGUDA LINFOBLASTICA INFANTIL VALLES FERNANDEZ, R. (FIR II) Coordinadora: FRIAS LOPEZ, M.a CARMEN Consorci Hospitalari del Parc Taulí (Sabadell) INTRODUCCION – Según los marcadores inmunológicos de la superficie celular. Las leucemias agudas (LA) son enfermedades de origen todavía no muy claro que se caracterizan por una proliferación incontrolada de una clona de células inmaduras de la hematopoyesis (blastos) que infiltran la médula ósea (MO), impidiendo el crecimiento y la diferenciación de las células hematopoyéticas normales e invaden la sangre periférica y otros órganos. Aunque su curso es habitualmente agudo, la inmadurez de la célula que prolifera es lo que define a una leucemia como aguda y la distingue de las leucemias crónicas, que afectan a células más diferenciadas de la hematopoyesis. Las LA pueden clasificarse según diversos criterios: – Por su historia natural (primarias y secundarias). – En relación a la serie hematopoyética afectada (linfoblásticas y mieloblásticas). Las leucemias agudas linfoblásticas (LAL) se clasifican basándose en el examen morfológico de la MO al microscopio óptico y en la mayoría de los casos siguiendo los criterios establecidos por el grupo cooperativo francoamericano-británico (FAB). Se reconocen tres variedades: LAL1, LAL2 y LAL3. La primera predomina en la infancia, en cambio la segunda es más habitual en adultos. Las manifestaciones clínicas de la LAL son debidas principalmente a la sustitución de las células hematopoyéticas normales de la MO por las células leucémicas. Inicialmente los síntomas son similares a una infección vírica. Normalmente aparece anorexia, irritabilidad y letargia asociados con palidez y fiebre. En la exploración física puede aparecer hepatoesplenomegalia y linfoadenopatías. El recuento de linfocitos normalmente es – 727 – Manual de Farmacia Hospitalaria inferior a 10.000/mm3 aunque a veces pueden presentarse cifras de hasta 100.000/mm3 y respecto al número de plaquetas habitualmente es menor a 100.000/mm3. En el hemograma suelen aparecer linfoblastos y los pacientes presentan una ligera anemia. En la LAL infantil el tratamiento dependerá del grupo al que pertenezca el paciente según los factores pronósticos. Los enfermos con riesgo elevado reciben una terapia más intensiva que los de riesgo estándar. La terapia es farmacológica, además de radiación en algunos casos concretos o en última instancia el transplante de MO. OBJETIVOS Conocer el protocolo terapéutico de la LAL infantil: fármacos utilizados, pautas de administración, efectos adversos originados por la quimioterapia y su tratamiento. de suero en que se diluyen los citostáticos. • Interacciones medicamentosas. • Contraindicaciones. – Protocolización y control de calidad en el proceso de preparación de citostáticos. – Seguimiento clínico y terapéutico del paciente. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA A.H.F.S. Drug Information. Bethesda: American Society of Health-System Pharmacists, 1997. FARRERAS-ROZMAN. Medicina interna, vol. II. 13.a ed., Mosby-Doyma Libros S.A., Madrid, 1995. FERNANDEZ-RAÑADA, et al. Terapia en oncohematología, I.M.&C., Madrid, 1993. KODA-KIMBLE AND YOUNG. The clinical use of drugs, 15.a ed. Vancouver: Applied Therapeutics, 1992. ROBERT B. CAMERON. Practical Oncology, 1.a ed. Connecticut: Prentice-Hall International Inc., 1994. Protocolo LAL SHOP 94. CASO PRACTICO METODOLOGIA PLANTEAMIENTO – Estudio del protocolo de tratamiento de la leucemia aguda linfoblástica en pediatría. – Conocimiento del paciente (tipo de LAL, edad, datos antropométricos, tratamiento farmacológico y si padece otro tipo de enfermedades). – Análisis de la prescripción de citostáticos: • Selección correcta de los fármacos. • Dosis, tiempo y vía de administración adecuados. • Compatibilidad con el tipo y volumen Niña de 7 años que ingresa por presentar astenia, cefaleas de un mes de evolución y palidez desde hace 10 días. En la exploración física se observan adenopatías cervicales y hepatoesplenomegalia de 2 cm. En el hemograma se detecta anemia y plaquetopenia. Tras punción medular es diagnosticada de leucemia linfoblástica aguda tipo 1 de la clasificación FAB, fenotípicamente de tipo común. Inmediatamente comienza el protocolo de tratamiento LAL SHOP 94 para el grupo – 728 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas de bajo riesgo y diseñado para la terapia de la LAL en el niño menor de 16 años: Fase de inducción a la remisión Se le administra quimioterapia en un período de 4 semanas, con la finalidad de conseguir la desaparición de los signos clínicos y síntomas de la enfermedad. En este protocolo la duración prevista para esta fase es de 28 días con la siguiente pauta terapéutica: Prednisolona (PDN) EV u OR 60 mg/m2/día en 3 dosis desde el día 1 hasta el 28; vincristina (VCR) EV 1,5 mg/m2 (dosis máxima 2 mg), días 1, 8, 15 y 22; daunorubicina (DNR) EV 120 mg/m2, en infusión continua de 48 h días 2 y 3; Lasparaginasa (ASP) IM o EV 10.000 u/m2/día, desde el día 16 hasta el 20 y desde el día 23 hasta el 27, quimioterapia intratecal (TIT) días 1 y 15 según pauta de la tabla 1. Tabla 1 TERAPIA TRIPLE INTRATECAL Edad años Methotrexate (MTX) Hidrocortisona Arabinósido de citosina (Ara-C) (TIT) > 3 12 mg 20 mg 30 mg Fase de consolidación Esta fase también es común para los grupos de alto y bajo riesgo. Se inicia inmediatamente después de la fase anterior, si el estado hematológico del paciente lo permite ( neutrófilos > 1,0 x 109/ l), para reducir la enfermedad residual. La duración prevista es de 56 días y su intensidad dependerá del riesgo de recidiva. La pauta que se le administra a la paciente es la siguiente, según el protocolo anteriormente descrito: MTX EV 3 g/m2 , días 29, 43 y 57 en infusión de 24 h seguido de rescate con ácido folínico 15 mg/m2; Ara-C EV 1 g/m2 días 71 y 72 en infusión de 3 h cada 12 h; filgastrim (G-CSF) SC 5 mcg/Kg/día, se inicia a las 24 h de finalizar el Ara-C hasta conseguir cifras de neutrófilos superiores a 1 x 109/ l; mercaptopurina (6-MP) OR 60 mg/m2/día, desde el día 29 hasta el 70; TIT días 29, 42, 56 y 70; PDN OR 30 mg/m2/día, desde el día 29 hasta el 33, posteriormente 15 mg/m2/día desde el día 34 hasta el 38. Profilaxis y tratamiento de la afectación del sistema nervioso central (SNC) El objetivo es reducir la tasa de recidivas neuromeníngeas. El tratamiento intratecal se inicia ya en la fase de inducción, se prosigue en la de consolidación o intensificación y se completa en la fase de quimioterapia de continuación o mantenimiento. En nuestra paciente se ha administrado 10 dosis de TIT durante los primeros 6 meses, además de Ara-C y MTX a altas dosis. Fase de mantenimiento Siguiendo el protocolo LAL SHOP 94, se le administra 6-MP en dosis única diaria (nocturna antes de la cena) a dosis inicial de 60 mg/m2 y MTX IM semanal a dosis inicial de 20 mg/m2, ajustando la misma – 729 – Manual de Farmacia Hospitalaria en función de la cifra de leucocitos a fin de mantenerlos en valores comprendidos entre 2,5 y 4,0 x 109 / l. La duración fue de 21 meses según los tratamientos de inducción y de consolidación. Durante el primer año después del diagnóstico se le administra reinducciones cada 4 semanas con VCR 1,5 mg/m2 (máximo 2 mg) EV y prednisona 40 mg/m2/día por vía oral durante 7 días (se suprime la 6-MP durante esta semana, así como la dosis semanal de MTX). A parte de los fármacos incluidos en el protocolo, en nuestro caso clínico se le añaden los siguientes medicamentos a la pauta terapéutica: – En los 10 primeros días de la fase de inducción alopurinol 300 mg/24 h. – Durante toda la fase de inducción y de consolidación y hasta la segunda administración de TIT de la fase de mantenimiento, 80 mg trimetoprim + 400 mg sulfametoxazol /12 h OR. – Terapia antiemética: ondansetron 4 mg/8 h EV los siguientes días: • fase de inducción: el día 1 hasta el día 8. • fase consolidación: día 29 hasta el 34 / del 42 hasta el 45 / del 56 hasta el 60 / día 70. La toxicidad presentada como consecuencia de la quimioterapia es la que se describe a continuación: – Fase inducción: toxicidad hematológica (anemia, neutropenia y trombopenia) necesitando dos transfusiones de concentrado de hematíes y toxicidad hepática con aumento de las transaminasas. – Fase consolidación: • Toxicidad MTX: hepática y medular con vómitos. • Toxicidad Ara-C: medular. • Toxicidad TIT: vómitos. – Fase mantenimiento: toxicidad medular y hepática moderada. Al cabo de un año aproximadamente de haber iniciado el tratamiento se le diagnosticó varicela que fue tratada con aciclovir EV 350 mg/8 h, cotrimoxazol EV 300 mg/8 h y eritromicina EV 350 mg/8 h. La paciente respondió bien al tratamiento de la LAL con remisión completa en la fase de inducción y sin necesidad de salir del protocolo a causa de la toxicidad. Al cabo de dos años del inicio de la terapia se le dio el alta de medicación siendo controlada periódicamente a través de consultas externas. CUESTIONES – ¿Por qué se le administra alopurinol solamente en la fase de inducción? – Comentar la administración de cotrimoxazol y el tratamiento de la varicela. – Analizar la toxicidad presentada y la terapia antiemética aplicada. – ¿Porqué se incluye la hidrocortisona en la terapia triple intratecal? DISCUSION – 730 – El paciente con LAL necesita, aparte Terapéutica en enfermedades neoplásicas de la quimioterapia, la aplicación de una estrategia general para el tratamiento y prevención de las complicaciones metabólicas, hematológicas e infecciosas que pueda presentar. Todos los enfermos deben recibir una correcta hidratación, alcalinización y alopurinol profiláctico. La acelerada degradación de nucleoproteínas que sigue a la lisis de las células leucémicas en la fase de inducción, normalmente produce un incremento de la producción de ácido úrico, que es la causa más común de fallo renal en pacientes leucémicos. El alopurinol actúa suprimiendo la formación de este ácido al inhibir el enzima xantinooxidasa y la alcalinización de la orina evita la precipitación del ácido úrico en los túbulos renales. La profilaxis y el manejo de las infecciones en esta patología es muy importante ya que todos los enfermos presentan neutropenia tras el inicio de la quimioterapia. Está demostrada la eficacia de la administración de cotrimoxazol como profilaxis para Pneumocistis carinii (se ha visto que es preferible administrarlo únicamente 2 a 3 veces por semana durante todo el período que dure el tratamiento quimioterápico en lugar de todos los días como en el caso clínico anteriormente expuesto), de todas maneras cada centro debe decidir su política de profilaxis de acuerdo con su experiencia y características de su flora microbiana hospitalaria. La administración de aciclovir para el tratamiento de la varicela está indicada en pacientes neutropénicos. La aparición de vómitos es un efecto adverso común en ciertos citóstaticos que se resuelve administrando ondansetrón y otras drogas antieméticas, pero evitando el uso de metoclopramida ya que la incidencia de reacciones extrapiramidales es más frecuente en niños. La toxicidad medular se intenta paliar con la utilización de filgastrim de forma sistemática dentro del protocolo de tratamiento de la enfermedad. Finalmente se administra la hidrocortisona en la TIT para disminuir la irritación meníngea producida por los quimioterápicos y aumentar la permeabilidad de la membrana a los fármacos. – 731 – REACCION ALERGICA A L-ASPARRAGINASA DE E. COLI EN NIÑOS CON LEUCEMIA AGUDA LINFOBLASTICA GARCIA MARTINEZ, L. (FIR III), GARRIDO MARTINEZ, M.T. (BECARIA), CREMADES DE MOLINA, J.M. (BECARIO) Coordinador: YNFANTE MILA, J.I. Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva) INTRODUCCION La Leucemia Aguda (LA) es una neoplasia maligna que se origina en la célula madre (stem cell) linfopoyética (Leucemia Linfoblástica Aguda – LLA–) o en la célula madre hematopoyética (Leucemia Aguda No Linfoblástica o Leucemia Mieloide Aguda –LANL o LMA–). Afecta a la médula ósea y está constituida por la proliferación de células indiferenciadas o inmaduras (linfoblastos o mieloblastos). Las células blásticas se acumulan en la médula ósea y suprimen la diferenciación y proliferación de las células hematopoyéticas normales. En la etiología de la enfermedad pueden influir factores genéticos (cromosomopatías), inmunodeficiencias (agammaglobulinemias), factores ambientales (radiaciones ionizantes, fármacos,...) e incluso se plantea la posible etiología viral. En cuanto a la epidemiología, aparecen 2-3 casos/100.000 hab/año de leucemias agudas. Es la neoplasia más frecuente en la infancia. Predomina en varones. Existen picos de frecuencia entre 2-5 años de edad (por la LLA) y en mayores de 30 años (por la LANL). El manejo de un paciente con LA incluye no sólo la administración de quimioterapia, sino la aplicación de una estrategia general para el tratamiento y prevención de las complicaciones metabólicas, hematológicas e infecciosas (transfusiones de concentrados de hematíes y de plaquetas, profilaxis antibiótica, hidratación adecuada, alcalinización de la orina...). La LLA es una hemopatía maligna resultado de una proliferación clonal con la consiguiente acumulación de células linfoides. El clon leucémico puede mostrar rasgos de células B o T. La clasificación empleada de forma general es la del grupo cooperativo Franco-Americano-Británico (FAB), – 732 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas Tabla I CLASIFICACIÓN Rasgos citológicos Tamaño celular Cromatina Forma del núcleo Nucléolos Citoplasma Basofilia citoplasmática Vacuolización DE LAS LLA SEGÚN EL GRUPO COOPERATIVO LAL1 Células pequeñas Homogénea Regular No visibles Escaso Ligera Variable LLA2 Grandes y heterogéneas Variable, heterogéneas Irregular +/- hendido 1 visibles Variable Variable, a veces intensa Variable basada exclusivamente en criterios morfológicos de las células blásticas (tabla I). Según el fenotipo inmunológico de los blastos puede ser de estirpe B (pre preB, común, preB, B-madura) y de estirpe T (preT, cortical, madura). Algunas características de la LLA se han identificado como poseedoras de un impacto pronóstico; no obstante, según se acoplan las diferentes terapias a los diferentes subgrupos específicos de pacientes, estas características pueden perder su importancia. El conocimiento de estos factores pronósticos permite establecer grupos de riesgo (tabla II). El tratamiento de la LLA se suele dividir en varias fases: FAB: LLA3 Grandes, homogéneas Homogénea, punteado Regular, redondo u oval 1 muy visibles Bastante abundante Muy intensa Intensa algunos protocolos, sobre todo en adultos, se añade también la ciclofosfamida. Al mismo tiempo se inicia el tratamiento sobre el SNC con dosis intratecales de metotrexato con o sin citarabina e hidrocortisona. La fase de mantenimiento consiste en la administración de mercaptopurina diaria y metotrexato semanal, con pulsos mensuales de vincristina y prednisona en algunos protocolos. La fase de reinducción está condicionada por la presencia de los diferentes factores de riesgo. OBJETIVO Analizar la posible reacción alérgica al preparado L-asparraginasa de Escherichia coli y planteamiento de actuación. 1.° Fase de inducción. 2.° Fase mantenimiento. 3.° Fase de reinducción. El tratamiento de la inducción a la remisión no está estandarizado por lo que existen varios protocolos. No obstante, los fármacos más utilizados son: vincristina, prednisona, Lasparraginasa y una antraciclina como la daunorrubicina o la doxorrubicina. En METODOLOGIA – Identificación del problema junto con el médico. – Información de las medidas de actuación. – Planteamiento de alternativas – 733 – Manual de Farmacia Hospitalaria Tabla II FACTORES PRONÓSTICOS Factor pronóstico Favorable Desfavorable Edad Niños: 1-9 años Adultos: 16-35 años Niños < 1 y > 10 años Adultos > 35 años Sexo Femenino Masculino Síndrome «linfomatoso» Sí Infiltración del SNC Sí 9 Leucocitos (x 10 / l) < 50 >= 50 Pre B común Pre pre B, B Hiperdiploidía > 50 Indice DNA > 1,15 Hipodiploidía < 46 Translocaciones: t (9;22), t (4;11), t (1;19), t (8;14), t (2;8), t (8;22) Inmunofenotipo Citogenética Blastos en MO el día 14 del tratamiento < 5% > 25% Sí No Remisión completa (RC) en 4-5 semanas terapéuticas. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA AHFS Drug Information 93. American Society of Hospital Pharmacist, Inc. Bethesda (USA), 1993. ASSELIN, B.L.; WHITIN, J.C.; COPPOLA, D.J.; RUPP, I.P.; SALLAN, S.E., y COHEN, H.J. «Comparative Pharmacokinetic Studies of three asparaginase preparations». J Clin Oncol, 1993; 11:1780-6. BARGAY, J. «Leucemias agudas linfoblásticas». En Abad, A.; Lluch, A.; Martin, M.; Mendiola, C. (eds.). Protocolos en Oncología, 10.a ed., Madrid: Ediciones Ergón, 1994, pp. 225-40. BILLET, A.L.; CARLS, A.; GELBER, R.D., y SALLAN, S.E. «Allergic reactions to Erwinia asparaginase in children with Acute Lymphoblastic Leukemia who had previous allergic reactions to Escherichia coli asparaginase». Cancer, 1992; 70: 201-6. BOOS, J.; WERBER, G.; AHLKE, E.; SCHULZEWESTHOFF, P.; NOWAK-GOTTL, U.; WURTHWEIN, G.; VERSPOHL, E.J.; RITTER, J., y JURGENS, H. «Monitoring of asparaginase activity and asparagine levels in children on different asparaginase preparations». Eur J Cancer, 1996; 32A(9): 1544-50. BOOS, J. «Pharmacokinetics and drug monitoring of L- asparaginase treatment». Int J Clin Pharmacol Ther, 1997; 35(3): 96-8. EDEN, O.B.; SHAW, M.P.; LILLEYMAN, J.S., y RICHARDS, S. «Non-randomised study comparing toxicity of Escherichia coli and Erwinia asparaginase in children with leukaemia». Med Pediatr Oncol, 1990; 18: 497-502. ETTINGER, L.J.; KURTZBERG, J.; VOUTE, P.A.; JURGENS, H.; HALPERN, S.L. «An Open-Label, Multicenter Study of Polyethylene Glycol-LAsparaginase for the Treatment of Acute Lymphoblastic Leukemia». Cancer, 1995; 75: 1176-81. OHNUMA, T.; HOLLAND, J.F., y MEYER, P. Erwinia carotovora asparaginase in patiens with prior anaphilaxis to asparaginase from E. coli, Cancer, 1972; 30: 376. OTTEN, J.; SUCIU, S.; ROBERT, A.; THYSS, A.; PLOUVIER, E.; FERSTER, A.; MECHINAUD, F.; BROCK, P.; VILMER, E.; SOLBU, G.; WATERKEYN, C., y PHILIPPE, N. «The importance of LAsparaginase (A’Ase) in the treatment of Acute Lymphoblastic Leukemia (AAL) in children: results of the EORTC 58881 randomized phase III trial showing greater efficacy of Escherichia coli (E. coli) as compared to Erwinia A´Ase». Blood, 1996; 88 (Suppl. 1): 669A. SCHEINBERG, D.A., y GOLDE, D.W. «Las leucemias». En ISSELBACHER, K.J.; BRAUNWALD, E., WILSON, – 734 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas J.D.; MARTIN, J.B.; FAUCI, A.S.; KASPER, D.L. (eds). Harrison. Principios de Medicina Interna. 13.a ed. Madrid. Mc Graw-Hill, Inc., 1994, pp. 2030-39. Martindale: The extra pharmacopeia, 30.a ed., Londres: The Pharmaceutical Press, 1993. Trissel. Handbook on injectable drugs, 60.a ed. ASHP, 1990. CASO PRACTICO PLANTEAMIENTO Paciente de 4 años de edad que en marzo de 1997 se le diagnostica una leucemia linfoblástica aguda compatible con LLA2 tipo pre B. Sin antecedentes familiares. Antecedentes personales: prácticamente sin enfermedad salvo una infección de oído por la que estuvo ingresada 2 años antes. Fue inducida a remisión según el protocolo BFM-81 (grupo Berlín-FrankfurtMünster) con prednisona (45 mg x 28 días), vincristina (1 mg x 4 días), daunoblastina (20 mg x 4 días), L-asparraginasa de E. coli (3.600 UI x 21 días). El día 291 se le administró ciclofosfamida (750 mg x 1 día) y 6-mercaptopurina desde ese día hasta el día 551. También recibió profilaxis del SNC con metotrexato intratecal (12 mg) y citarabina (50 mg x 4 días) los días 35, 36, 37, 38 - 42, 43, 44, 45 - 49, 50, 51, 52 - 56, 57, 58, 59. Dos semanas más tarde debería haber empezado el ciclo de mantenimiento, pero ante el dato de neutrófilos, se decidió esperar una semana más. WBC = 2,5 x 109 / l (18% segmentados que corresponde a 450 neutrófilos) El tratamiento de mantenimiento consistió en: 6-mercaptopurina 50 mg/m2/día vía oral (3/4 de comprimido) y metotrexato 20 mg/m2/semana vía oral (6 comprimidos) durante 8 semanas. Dos semanas más tarde de finalizar la fase de mantenimiento inicia la reinducción en Hospital de Día según el mismo protocolo y para un riesgo estándar. Tres horas más tarde de la prueba intradérmica con 50 UI/0,1 ml de L-asparraginasa de E. coli (LOTE: TI 404, MAN: 04/97, EXP: 04/99) se comenzó con la infusión de L-asparraginasa (6.900 UI en 250 ml de suero salino 0,9%) y aparece un cuadro de leve reacción autolimitada con inyección conjuntival, rubefacción del lóbulo de la oreja y eritema en piernas, pero sin prurito ni disnea. Tras consultar con el Servicio de Farmacia rápidamente se suspende la infusión de L-asparraginasa. Media hora después, ante la persistencia del cuadro se administró 3/4 de ampolla de dexclorfeniramina. Los síntomas desaparecieron y la paciente pudo irse a casa. Al día siguiente acude al Servicio de Urgencias por cuadro de fiebre 38-38,5 1C, cefalea frontal y dolor abdominal. Tras la exploración: buen estado general aunque algo decaída, no signos meníngeos. Los resultados del análisis de sangre fueron: Hemoglobina 13 g/dl; Hematocrito 37,9 %; Leucocitos 6.000/mm3 (C= 1; S= 85; L= 4,3; M= 8,1; E= 1,3; B= 0,3); Plaquetas 153.000/mm3; Sedimento de orina normal. La paciente ingresó para ver evolución. Alta a la mañana siguiente y resto del tratamiento de reinducción según el protocolo, pero empleando otra L- – 735 – Manual de Farmacia Hospitalaria asparraginasa (de Erwinia carotovora) sin ninguna incidencia. Actualmente sigue hasta completar su tratamiento. CUESTIONES – ¿De qué tipo de reacción se trata? – Ante este tipo de reacción ¿cómo se debería actuar? – ¿De qué alternativas terapéuticas disponemos? – ¿Podrían aparecer reacciones anafilácticas con la nueva Lasparraginasa? – Ambas asparraginasas ¿tienen las mismas propiedades terapéuticas? – ¿Se emplean las mismas dosis? DISCUSION Se sabe que la L-asparraginasa inhibe el crecimiento de ciertos tumores asparraginaso-dependientes. La administración del enzima conduce a la disminución de la L-asparragina en plasma induciendo, por lo tanto, la muerte de células neoplásicas que no pueden sintetizar este aminoácido (carecen de suficiente actividad asparragina sintetasa). Este fármaco, obtenido bien a partir de Escherichia coli o del patógeno de plantas Erwinia carotovora (o Erwinia chrysantemi) ha probado ser extremadamente eficaz en el tratamiento de muchos casos de LLA humana. La terapia, sin embargo, está a menudo acompañada de efectos secundarios importantes, de los cuales uno de los más importantes es la toxicidad inmunológica que oscila desde unas reacciones alérgicas suaves como el sarpullido al shock anafiláctico. El tratamiento de este tipo de reacciones implica el uso de antihistamínicos (como dexclorfeniramina), corticoides y adrenalina. Existen estudios que demuestran que las preparaciones de Erwinia tienen una eficacia comparable y no presentan reacciones de hipersensibilidad cruzada. La Lasparraginasa de Erwinia es inmunológicamente distinta de la obtenida de E. coli. Se ha demostrado que la primera tiene menor inmunogenicidad que la segunda. Sin embargo, aunque la incidencia de reacciones alérgicas con la L-asparraginasa de Erwinia sea menor, éstas también pueden aparecer. Por ello es necesario realizar test de hipersensibilidad para cada vial (incluso tratándose del mismo lote) antes de comenzar el tratamiento. En cuanto a las dosis empleadas en los test de hipersensibilidad la bibliografía consultada no es homogénea. En algunos casos se recomienda una dosis de 2 UI en 0,1 ml en inyección intradérmica observando el punto de inyección durante, al menos 1 hora y en otros, como en la ficha técnica de la L-asparraginasa de Erwinia recomienda 50 UI en 0,1-0,2 ml observando durante 3 horas. La menor toxicidad ha permitido la sustitución del preparado de E. coli por el derivado de Erwinia en caso de reacción alérgica. Se acepta que la dosis y frecuencia para el preparado de Erwinia sea idéntico al usado para la Lasparraginasa de E. coli, pero a la vista de los resultados de estudios farmacocinéticos que demuestran la menor t1/2 de la L-asparraginasa de – 736 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas Erwinia, pueden no tener el mismo efecto terapéutico. Los cambios entre las diferentes preparaciones requieren observación cuidadosa y posible monitorización farmacocinética. Existe un tercer producto de Lasparraginasa, la enzima de E. coli modificada por un enlace covalente de polietilenglicol (PEG-L-asparraginasa o pegaspargasa) que reduce la inmunogenicidad del enzima y prolonga su t1/2. En terapia de inducción, 2.500 UI/m2 reemplazaría a la dosis de 6.000 UI/m2 de L-asparraginasa de E. coli. Este preparado no está disponible, mientras que los dos anteriores los podemos obtener a través del Servicio de Medicamentos Extranjeros. – 737 – LINFOMAS FAUS CALAFORRA, M. (FIR I), PASCUAL JIMENEZ, E. (FIR II) Coordinador: MARTINEZ SANCHEZ, B. Hospital Universitari Dr. Josep Trueta (Girona) INTRODUCCION Reciben el nombre de linfomas los tumores malignos que se localizan preferentemente en los ganglios linfáticos. Se dividen en dos grandes grupos: linfomas de Hodgkin y linfomas no hodgkinianos. Los linfomas de Hodgkin, también conocidos como enfermedad de Hodgkin, se caracterizan por una afección predominante de las cadenas ganglionares supradiafragmáticas y, por la presencia de células gigantes denominadas ReedStenberg. Su etiología se desconoce, aunque participan factores de tipo vírico, inmunológico y genético. Existen 4 variedades histológicas: predominio linfocítico, esclerosis nodular, celularidad mixta y, depleción linfocítica. La enfermedad se presenta con una o varias adenopatías superficiales indoloras, localizadas preferentemente en la zona cervicosupraclavicular. Puede haber también fiebre, sudoración nocturna y prurito. El diagnóstico se basa en: la historia clínica, examen físico y examen de muestras biópsicas de ganglios afectados. La clasificación clínica más utilizada es la de Ann Arbor (1971) que establece 4 estadíos (I, II, III, IV) subclasificados en A y B según la ausencia o presencia de síntomas generales. Los linfomas Hodgkin se tratan en sus formas localizadas con radioterapia, y en sus formas diseminadas con pautas de quimioterapia combinada, asociada o no con radioterapia. En casos de múltiples recaídas la alternativa terapéutica puede ser el trasplante autólogo de progenitores hemopoyéticos, tras altas dosis de quimioterapia/radioterapia. Los linfomas no Hodgkin forman un grupo heterogéneo de tumores malignos que pueden desarrollarse a partir de cualquiera de los elementos celulares que integran los ganglios linfáticos y/o las restantes estructuras linfoides del organismo. Su etiología se desconoce, pero existen factores que pueden – 738 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas contribuir a su desarrollo: virus, radiaciones ionizantes, agentes químicos, alteraciones inmunológicas, bloqueo madurativo, oncogenes. La enfermedad se presenta en forma de adenopatías en cualquier localización. Puede acompañarse de síntomas generales: anorexia, pérdida de peso, sudoración, etc. Las afectaciones extraganglionares son mucho más frecuentes que en la enfermedad de Hodgkin. Otros síntomas son los compresivos, hepatomegalia, esplenomegalia, dolores óseos, complicaciones metabólicas. El diagnóstico se basa en la biopsia ganglionar. La clasificación más utilizada es la conocida como Working Formulation que agrupa los linfomas no Hodgkin en 3 categorías clínicas: bajo grado, grado intermedio y alto grado, según sea de mejor a peor pronóstico. Cada categoría se diferencia en 4 estadíos (I, II, III, IV). El pronóstico, en general, es menos favorable que para la enfermedad de Hodgkin. El tratamiento debe tener en cuenta la categoría clínica, el estadío, la edad, la localización, el volumen de las masas ganglionares, y el estado general del paciente. La pauta de quimioterapia más utilizada es la denominada CHOP (ciclofosfamida, adriamicina, vincristina y prednisona). OBJETIVOS Estudio de las manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento de una paciente con Linfoma de Hodgkin. – Determinación de las manifestaciones clínicas. – Conocimiento de parámetros analíticos. – Protocolo de hematología de nuestro hospital. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA FARRERO, S.; ORTEGA, G.; RICCOBENE, A., y RUBIO, D. «Enfermedades oncohematológicas». En JUVE E. Enfermería Oncohematológica, Masson, S.A., Barcelona, 1996. FERNANDEZ-MARTOS, C., y GUILLEN, V. «Enfermedad de Hodgkin». En DIAZ-RUBIO, E.; GUILLEM, V. Guía de Prescripción. Oncología Médica. I.M.&C., 1995. MONTSERRAT, E. «Enfermedades ganglionares». En ROZMAN, C. Medicina Interna, 12.a ed., Ediciones Doyma, S.A., Barcelona, 1992. YOUNG, R.C.; GLATSTEIN, E.; LONGO, D.L.; OZOLS, R.F.; SIMONE, J.V., y STEELE, G. Year book of oncology, 1992. Mosby-Year Book, Inc., Chicago, 1992. Fármacos de elección para la quimioterapia anticancerosa. The Medical Letter, 1997 (Edición española); 9(19): 33-40. CASO PRACTICO Mujer de 24 años alérgica a AAS, fumadora de 2-3 cigarrillos al día, sin hábitos alcohólicos, acude al servicio de urgencias por presentar cuadro de prurito generalizado y adenopatías laterocervicales. Sin antecedentes patológicos de interés salvo apendicectomía a los 14 años. Analítica realizada en el servicio de urgencias: METODOLOGIA – 739 – – Hematíes: 3,6·1012/L. – Hemoglobina: 109 g/L. – Hematocrito: 34%. Manual de Farmacia Hospitalaria – VSG: 87 mm/h. – Leucocitos: 9,8·109/L. – T. Quick: 100%. – BQ: Normal. En base a las manifestaciones clínicas, y a los datos analíticos de hematíes, hemoglobina y hematocrito disminuidos y al valor de VSG aumentado, la orientación diagnóstica que se sugiere es de linfoma, por lo que se ingresa a la paciente en el servicio de Medicina Interna para la realización de pruebas complementarias. Se le practica biopsia del ganglio supraclavicular, observándose nódulos separados entre sí por tractos fibrosos. Dichos nódulos presentan una celularidad polimorfa constituida por células de ReedSternberg y de Hodgkin, así como células lacunares y momificadas y acompañándose de infiltrado inflamatorio linfocitario y eosinófilos. Se confirma el diagnóstico de Enfermedad de Hodgkin tipo esclerosis nodular, siendo este tipo histológico de buen pronóstico. Se traslada a la paciente al Servicio de Hematología para diagnóstico de extensión y tratamiento. Se le practica biopsia ósea y hepática para descartar la existencia de infiltraciones.Teniendo en cuenta que la paciente tiene enfermedad de Hodgkin tipo esclerosis nodular de estadío II (afección de dos o más regiones ganglionares situadas a un mismo lado del PROTOCOLO 92 Peso: S. Corporal: Talla: Diagnóstico: Nombre: Edad: Servicio: Cama: N. Historia: QUIMIOTERAPIA: ENFERMEDAD DE HODGKIN. ABVD (CICLOS C/ 28 D) C1D1 Tiempo perf. Estab. DOXORUBICINA 25 mg/m2 (Directo IV) Medicamento vial 10 mg/5 ml vial 50 mg/25 ml Reconstitución 3-5’ PL TA BLEOMICINA 10 mg/m2 (SG 5% 100 ml PVC) vial 15 U/amp. 10 ml SF o API 30’ PL TA VINBLASTINA 6 mg/m2 (Directo IV) vial 10 mg/10 ml SF 3-5’ PL TA DACARBAZINA 375 mg/m2 (SG 5% 500 ml PVC) vial 100 mg/amp. 10 ml API 1h PL N Firma DUE/Farmacéutico/a: – 740 – Fecha C1D15 C2D1 C2D15 Terapéutica en enfermedades neoplásicas diafragma), perteneciente a la categoría B (presencia de síntomas generales) se inicia quimioterapia con pauta ABVD según protocolo: La superficie corporal de la paciente es 1,85 m2, y la dosis de la pauta de quimioterapia es: – – – – Doxorubicina: 45 mg. Bleomicina: 18 mg. Vinblastina: 11 mg. Dacarbazina: 690 mg. No se requiere ajuste de dosis. La paciente tolera muy bien el tratamiento. Está asintomática. Es dada de alta y se programa para la 2.a parte del 1.° ciclo de la quimioterapia y ciclos siguientes. CUESTIONES de una sola región ganglionar). – Existen otras pautas de quimioterapia como: MOPP (mecloretamina, vincristina, procarbacina, prednisona), MOPP/ABVD, CMOPP (ciclofosfamida, vincristina, procarbacina, prednisona), BCVPP (BCNU, ciclofosfamida, vinblastina, procarbacina, prednisona). La experiencia ha demostrado que la pauta con ABVD presenta la misma eficacia que la MOPP, es mejor tolerada, y tiene menor probabilidad de producir neoplasias secundarias y esterilidad. – Los factores que indican mal pronóstico son: • edad > 40 años; • tipo histológico celularidad mixta o depleción linfocítica; • estadíos avanzados; • presencia de síntomas generales. Al tratarse de una paciente joven, con escleroris nodular como tipo histológico, con estadío tipo II, y con muy buena respuesta al tratamiento, el pronóstico es favorable. – Comentar la no aplicación de radioterapia. – ¿Por qué se elige esta pauta de quimioterapia? – Analizar el pronóstico de la enfermedad. DISCUSION – La radioterapia se aplica cuando el paciente presenta estadío tipo l (afección – 741 – LINFOMAS. ENFERMEDAD DE HODGKIN OLLOQUIEGUI BIURRARENA E. (FIR III), LICEAGA CUNDIN G. (FIR II), ODRIOZOLA CINCUNEGUI B. (FIR I) Coordinador: LOPEZ ARZOZ, G. Hospital Ntra. Sra. de Aranzazu (San Sebastián) INTRODUCCION Los linfomas son un grupo heterogéneo de enfermedades linfoproliferativas con amplia variabilidad en su biología, grado de malignidad y respuesta al tratamiento. El factor etiológico más sugestivo es el viral, pero no está suficientemente demostrado. Se clasifican en dos grandes grupos: la enfermedad de Hodgkin (LH) y los linfomas no Hodgkin (LNH). Los LNH engloban un amplio grupo de neoplasias de células linfoides de las que existen diversas clasificaciones. Los LNH más habituales son el linfoma linfoblástico, el cutáneo de células T, el de Burkitt y el asociado al SIDA. Los LNH son tumores hematológicos cuya mayor incidencia se observa en adultos mayores de 50 años y en niños menores de 4 años. En el LH resalta la alta incidencia entre los jóvenes y adultos de mediana edad, que aumenta en estudios de familiares afectos, y la mayor frecuencia de aparición en hombres que en mujeres (60%-40%). El LH, en el que nos vamos a centrar, es una hipertrofia maligna de causa desconocida del tejido linfoadenoideo que proviene de diversos tipos celulares: linfocitos, histiocitos o células madres reticulares. Originado habitualmente en un ganglio linfático, se disemina a otros ganglios, bazo, médula ósea e hígado. A diferencia de los LNH, un origen extraganglionar es infrecuente. Presenta un patrón histológico típico, caracterizado por la presencia de las células de ReedSternberg. La sintomatología clínica es inespecífica: malestar general, anorexia y síntomas B (fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso >10% en los últimos 6 meses). Más del 75% de los pacientes adultos recién diagnosticados con LH son curables con radioterapia (RT) y/o regímenes de quimioterapia (QT) combinada. La supervivencia a los 10 años es de un 95% en el estadío IA y desciende a un 50% en – 742 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas el IV. Son criterios pronósticos fundamentales la extensión del tumor y el grado de diferenciación histológica. La clasificación de Ann Arbor define según la afectación ganglionar los estadios de la enfermedad (I, II, III, IV), que a su vez se subdividen en subtipo A o B por la ausencia o presencia de síntomas B. Los tipos histológicos del LH son cuatro: predominio linfocítico, esclerosis nodular, celularidad mixta y deplección linfocítica. OBJETIVOS – Familiarizarse con la terminología relacionada con los linfomas en cuanto a clasificaciones, estadiaje, factores pronósticos, síntomas y signos más característicos. – Conocer los criterios diagnósticos del LH, sus características anatomopatológicas e histopatológicas. Estadiaje de la enfermedad y su repercusión en el pronóstico, tratamiento y supervivencia. – Valorar los tratamientos disponibles: radioterapia y/o quimioterapia. – Prever o resolver las complicaciones del tratamiento: toxicidad de los fármacos, y tratamiento de las recidivas. biopsias (ganglionares, de médula ósea). • Pruebas de laboratorio: bioquímica completa incluyendo LDH, hemograma, VSG, proteinograma, tiempo de protrombina. • Estadiaje de Ann Arbor: I: Afectación de una sola región ganglionar. II: Dos o más regiones ganglionares afectadas al mismo lado del diafragma. III: Afectación en ambos lados del diafragma. IV: Afectación difusa o diseminada de uno o más tejidos u órganos extralinfáticos. • Presencia de síntomas B como factores de mal pronóstico. • Evolución. – Valorar el tratamiento establecido en función del estadío de la enfermerdad. • Radioterapia. • Quimioterapia. Esquema y número de ciclos administrados. – Respuesta al tratamiento: remisión parcial, remisión completa, curación. – Prevención y monitorización de posibles complicaciones y efectos secundarios: METODOLOGIA – Interpretar los datos de la historia clínica del paciente con un LH: • Exploración física: presencia de adenopatías, hepato y/o esplenomegalia. • Pruebas diagnósticas: TAC, Rx, • Sobre el sistema hormonal: función tiroidea y gonadal. • Sobre el sistema cardiorrespiratorio. • Náuseas y vómitos. • Segundas neoplasias. – 743 – – Determinar posibles alternativas ante Manual de Farmacia Hospitalaria un tratamiento fallido: QT, trasplante médula ósea, trasplante de células progenitoras periféricas. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA BONFANTE, V.; SANTORO, A.; VIVIANI, S.; DEVIZZI, L.; BALZAROTTI, M.; SONCINI, F., et al. «Outcome of patients with Hodgkin’s disease failing after primary MOPP-ABVD. J Clin Oncol, 1997; 15(2): 528-534. CANELLOS, G.P.; ANDERSON, J.R.; PROPERT, K.J.; NISSEN, N.; COOPER, M.R.; HENDERSON, E.S., et al. «Chemotherapy of advanced Hodgkin’s disease with MOPP, ABVD or MOPP alternating with ABVD». N Engl J Med, 1992; 327(21): 14789. CLIMENT, M.A., y GUILLEM, V. Linfomas no Hodgkin. En DIAZ-RUBIO, E., y GUILLEM, V. Guía de prescripción de oncología médica. I.M.&C, 1995, pp. 189-98. CONNORS, J.M.; KLIMO, P.; ADAMS, G.; BURNS, B.F.; COOPER, I.; MEYER, R.M., et al. «Treatment of advanced Hodgkin’s disease with chemoterapy. Comparison of MOPP/ABVD hybrid regimen with alternating curses of MOPP and ABVD: a report from The National Cancer Institute of Canada Clinical Trials Group». J Clin Oncol, 1997; 15(4): 1638-1645. DE VITA, V.T., y HUBBARD, S.M. «Hodgkin’s disease: drug therapy». N Engl J Med, 1993; 328(8): 5605. ENGSTROM, G.P.; SANFORD, D.B., y HAGEMEISTER, F.B. Hodgkin’s disease. En PAZDUR, R. (ed.). Medical oncology: a comprehesive review, 2.a ed. New York: PRR, 1996, pp. 111-26. FERNANDEZ-MARTOS C., y GUILLEM V. «Enfermedad de Hodgkin». En DIAZ-RUBIO, E., y GUILLEM, V. Guía de prescripción de oncología médica. I.M.&C, 1995, pp. 183-88. URBA, W.J., y LONGO, D.L. «Hodgkin’s disease: medical progress». N Engl J Med, 1992; 326(10): 678-685. CASO PRACTICO PLANTEAMIENTO Paciente varón diagnosticado en julio de 1996 de LH, tipo esclerosis nodular, estadío II-B (sudoración y pérdida de peso) con masa bulky mediastínica. Se inició QT con esquema C-MOPP/ABV del que se dieron 4 ciclos. Tras 2 ciclos se consigue una notable reducción de las adenopatías, pero en el TAC se aprecia solo una mejoría parcial, por lo que se decide cambiar de esquema quimioterápico, comenzando a aplicar el protocolo CEVD en diciembre de 1996. En enero de 1997 se plantea la posibilidad de realizar más adelante trasplante de células progenitoras periféricas, por lo que se realiza movilización con G-CSF (10 mcg/kg/día) y aféresis. Tras 2 ciclos de CEVD se observa en el TAC la presencia residual de una adenopatía pretraqueal derecha de 3 cm. Esta adenopatía sigue persistiendo tras el cuarto ciclo, mientras que de la masa mediastínica bulky se objetiva remisión parcial. En julio de 1997 se realiza acondicionamiento con el esquema BEAM, y posterior trasplante autólogo de células progenitoras periféricas (TACPP). Actualmente el paciente se encuentra en remisión completa de la enfermedad. CUESTIONES – Valoración global del tratamiento. – Identificación de factores de riesgo, asociados al paciente o al tratamiento, de aparición de efectos secundarios. – Pauta de actuación del farmacéutico. DISCUSION de 18 años – 744 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas Estamos ante un LH en un estadio inicial (II) con presencia de síntomas B, y masa bulky mediastínica, ambos factores considerados de mal pronóstico. En estas circunstancias está recomendada la terapia combinada. Uno de los tratamientos quimioterápicos de elección es el esquema híbrido C-MOPP/ABV, que ha demostrado una gran eficacia, si bien la toxicidad también es importante, fundamentalmente la aparición de neutropenia febril. Se podría plantear la aplicación del esquema ABVD, con menor toxicidad gonadal, puesto que se trata de un paciente joven, y la incidencia de azooespermia que provoca la quimioterapia administrada es de hasta un 33% de los casos, que puede ser en ocasiones irreversible. Cuando con el tratamiento inicial no se consigue lograr la remisión completa se recomienda utilizar un nuevo esquema quimioterápico. Con el esquema CEVD sólo se consiguió una remisión parcial de la masa bulky. En esta situación se puede optar por un trasplante de médula ósea (TMO) o bien por el TACPP, previo acondicionamiento con RT y QT, utilizando en este paciente el esquema BEAM. En este caso se ha escogido el TACPP, que siempre que se haya demostrado su eficacia, y que esta sea comparable con el TMO, es la alternativa a elegir, fundamentado en que: es un proceso más sencillo de realizar, menos agresivo para el paciente, puesto que no necesita anestesia general ni es una técnica invasiva que precisa de múltiples pinchazos en médula ósea. Además, posibilita una recuperación medular más rápida, con menor incidencia de mucositis y de otras complicaciones asociadas a la neutropenia que aparece, la cual, por otra parte, tiene una duración menor. También se ha comprobado que es menos costosa económicamente. La función del farmacéutico implica controlar y revisar la QT a administrar, en el sentido de que los citostáticos prescritos sean los que corresponden al esquema utilizado, las dosis sean correctas en función del peso o superficie corporal, función renal y hepática, y determinados parámetros hemáticos y bioquímicos, y que la periodicidad del ciclo es la que corresponde. También debe contribuir a detectar factores de riesgo para la aparición de reacciones adversas, prevenir las mismas, y en caso de que aparezcan establecer el modo más adecuado de tratarlas. – 745 – QUIMIOTERAPIA DE INTENSIFICACION Y TRASPLANTE AUTOLOGO DE CELULAS GERMINALES HEMATOPOYETICAS MARQUES MIÑANA, M.R., GARCIA PELLICER, J. (FIR III), SANZ ALIAGA, S.A. (FIR II) Coordinador: LOPEZ BRIZ, EDUARDO Hospital Universitari La Fe (Valencia) INTRODUCCION El carcinoma de mama inflamatorio constituye una enfermedad con una biología que difiere sustancialmente de los otros tipos de carcinoma de mama. Su comportamiento clínico es más agresivo, con actividad proliferativa y riesgo elevado de inducir metástasis. En general, los citostáticos presentan una relación dosis-respuesta tanto respecto a su actividad antitumoral como a su toxicidad. La curva de dosisrespuesta es ascendente para la mayoría de citostáticos, y la pendiente se relaciona con la sensibilidad tumoral. En tumores muy sensibles, la curva tendría una pendiente muy importante, incluso sería lineal. Diferentes ensayos realizados en cáncer de mama avanzado, analizaron la intensidad de dosis (mg/m2/semana) recibida por pacientes sometidos a regímenes de quimioterapia similares, concluyendo que la respuesta obtenida era proporcional a la dosis administrada. En el trasplante de médula ósea (TMO) autólogo, la médula ósea del propio paciente es extraída para poder aplicar una terapéutica con intención erradicativa del tumor e injertarla después como rescate hematopoyético. Trasplantar a un paciente con sus propias células hematopoyéticas forma parte de la estrategia oncológica, ya que las células tumorales son más sensibles a concentraciones más elevadas de fármacos; las células son asimismo más sensibles cuando el tiempo de duplicación es más rápido, lo que implica un mayor número de células en ciclo. Preservando la médula ósea es posible la administración de dosis superiores a las convencionales, cuyo límite es la toxicidad extrahematopoyética. La reinfusión de células progenitoras de médula permite que el paciente se recobre más rápidamente del efecto mielodepresor del tratamiento. La intensificación con quimioterapia a altas dosis y el rescate con trasplante – 746 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas autólogo de células germinales se presentan adecuados para los tumores sólidos, debido a la sensibilidad que presentan a las dosis de quimioterapia convencional. OBJETIVO Optimización del esquema terapéutico, dosificación y pauta de hidratación. Confirmación y seguimiento de la pauta antiemética. Realizar un seguimiento del paciente a fin de detectar y solucionar cualquier tipo de problema farmacoterapéutico. HRYNIUK, W.M.; FIGUEREDO, A., y GOODYEAR, M. «Applications of dose intensity to problems in chemotherapy of breast and colorectal cancer». Sem Oncol, 1987; 14: 3-11. LOPEZ, J.J.; ALONSO, M.C., y OJEDA, B. «Cáncer de mama localmente avanzado e inflamatorio». En DIAZ-RUBIO, E. (eds.). Controversias en oncología. 10.a ed., Barcelona: Farmitalia Carlo Erba; 1991, pp. 87-100. MCCAULEY, DL. «High-dose chemotherapy with stemcell rescue for the treatment of breast cancer». Am J Health-Syst Pharm, 1996; 53: 521-534. NICOLSON, M., y WARRINGTON, P. «Chemotherapyinduced nausea and vomiting». En DODDS, L.J. (eds.). Drugs in use. Clinical case studies for pharmacists, 20.a ed., London: The Pharmaceutical Press, 1996, pp. 349-65. RAGAZ, J. «Chemotherapy and hormonal therapy in stage III disease; inflamatory breast cancer». Current Opinion Oncology, 1990; 2: 1068-87. CASO PRACTICO METODOLOGIA Revisión retrospectiva de la historia clínica. Estudio y validación del protocolo farmacoterapéutico y protocolo de pautas antieméticas. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA ANTMAN, K.; EDER, V.; ELIAS, A., et al. «High-dose cyclophosphamide, thiotepa and carboplatin intensification with autologous bone marrow support in patients with breast cancer responding to standar dose induction therapy». Proc. ASCO, 1990; 9:10 (abstr. 33). Drug Information. American Hospital Formulary Service. ASHP. Bethesda, 1997. FIELDS, S.M., y KOELLER, J.M. «Breast cancer». En HERFINDAL, E.T., GOURLEY, D.R., LLOYD HART, L. (eds.). Clinical pharmacy and therapeutics, 50.a ed., Baltimore: Williams & Wilkins, 1992, pp. 1312-25. GARCIA, J., y SOLANO, C. «Trasplante autólogo de médula ósea en tumores sólidos. Bases biológicas y resultados terapéuticos». En DIAZ-RUBIO, E. (eds.). Controversias en oncología, 10.a ed., Barcelona: Farmitalia Carlo Erba, 1991, pp. 19-48. PLANTEAMIENTO Paciente de 55 años, diagnosticada en junio de 1984 de carcinoma ductal infiltrante de mama derecha, estadio III-B (pT4, N1b/5/18,MO), receptores estrogénicos positivos. Tratada con mastectomía radical modificada, 8 ciclos de quimioterapia CA (ciclofosfamida, adriamicina), radioterapia locoregional y hormonoterapia con tamoxifeno durante 1 año. Permaneció libre de enfermedad hasta enero de 1996. En esta fecha se diagnostica metástasis ósea única en articulación sacroilíaca izquierda, comprobada mediante rastreo óseo y punción aspirado con aguja fina (PAAF) confirmatoria. Tras estudio de extensión habitual, estudio ecocardiográfico y ecodoppler dentro de la normalidad, se inicia el tratamiento quimioterápico con paclitaxel, del que se administran 6 ciclos – 747 – Manual de Farmacia Hospitalaria con buena respuesta clínica. Asimismo recibe radioterapia sobre la lesión ósea. Se realizan aféresis con los siguientes rendimientos: CN: 6,64 x 108/kg, CFU: 16,1 x 4 10 /kg, CD 34: 1,96 x 106/kg Ingresa en julio de 1996 para trasplante autólogo con progenitores de sangre periférica. Se programa acondicionamiento para esquema de intensificación, siendo la infusión el día 7/8/96. La pauta quimioterápica y la pauta de hidratación, alcalinización urinaria y diuresis forzada, se detallan a continuación: – Ciclofosfamida: 1.500 mg/m2, mesna: 1.500 mg/m2, tiotepa: 125 mg/m2 y carboplatino: 200 mg/m2, todos ellos diaramente desde el día (-7) al (-4). – Suero glucosalino: 3 litros/m2, cloruro potásico: 90 meq/m2, furosemida: 30 mg/m2 y bicarbonato: 240 meq/m2, todos ellos por día, desde el día (-8) al día (0). El día (-7) se inicia terapia antiemética con granisetrón (3 mg/12 h), sin embargo el día (-5) presenta una emesis importante que no cede con este fármaco. Se añade dexametasona IV (6 mg/12 h). Los vómitos continuaron hasta el día (-2), que comienzan a remitir, retirándose la dexametasona. De forma secundaria a la emesis se suspendió la profilaxis desde el día (-5) hasta el día (2), en el que reinicia ingesta oral. Desde el día (+1) muestra epigastralgia importante. El día (+3) pico febril sin focalidad, que alcanzó apirexia el día (+5) tras tratamiento con piperacilina/tazobactam (4 g/6 h) más amikacina (1.500 mg/24 h). En el día (+13) reapareció la fiebre que no se controló a pesar de añadir vancomicina (1g/12 h) y anfotericina B. Alcanzó apirexia tras retirada del catéter de Hickman el día (+19), sin haberse hallado aislamientos microbiológicos. La epigastralgia iniciada el día (+1) se mantiene con el paso de los días, aumentando de intensidad hasta manifestarse de forma exacerbada tras ingesta en el día (+5). Se le pauta dieta blanda de protección gástrica. El día (+6) mantiene dieta absoluta y el (+7) inicia nutrición parenteral total (NPT), que se retira el día (+20). En el día (+8) comenzó orinas oscuras e ictericia cutáneomucosa con disminución paulatina de hemoglobina glicosilada y prueba de Coombs (+). El hematocrito alcanzó la cifra de 8% con buena tolerancia por parte de la enferma, referenciándose en la historia clínica una posible anemia hemolítica. CUESTIONES – ¿Cuál sería la secuencia más adecuada de la pauta de administración de la quimioterapia? – ¿Cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta en la pauta de hidratación? – ¿Cuál es la función del mesna? – ¿Era adecuada la pauta antiemética inicial del paciente? – ¿Cuál puede ser el motivo de la epigastralgia? ¿Está indicada la NPT en este caso? – ¿Está relacionada la anemia hemolítica con la medicación? – 748 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas DISCUSION El protocolo de quimioterapia intensiva comprende la administración en infusión continua de tres agentes citostáticos, así como el mesna durante 4 días. La secuencia más adecuada queda definida por la administración conjunta de ciclofosfamida y mesna en glucosa al 5%, a pasar en T con carboplatino en glucosa al 5%. Por otro lado se optimizó la preparación de tiotepa en ClNa al 3%, para poder administrarse en T junto con la hidratación. Así, con esta secuencia de administración se consigue utilizar el menor número de vías posibles, dejando en caso necesario la posibilidad de otras vías para NPT, pruebas diagnósticas, etc. En la pauta de hidratación hay una serie de aspectos importantes a tener en cuenta. Uno de ellos es que por cada 1.000 ml de suero glucosalino esté presente un mínimo de 30 meq de bicarbonato para que el pH de la hidratación sea compatible con la infusión de tiotepa. La furosemida se utiliza para forzar la diuresis, facilitando así la eliminación renal de los agentes citotóxicos. Aunque la incidencia de cistitis hemorrágica asociada a ciclofosfamida es menor que la asociada a ifosfamida, el mesna se utiliza como agente uroprotector, al reaccionar en la vejiga con la acroleína proveniente del metabolismo de la ciclofosfamida. La asociación de un antiserotonérgico con un corticoide es la pauta antiemética más efectiva y menos tóxica para la prevención de vómitos inducidos por quimioterapia altamente emetógena, al tener esta combinación una actividad superior a la terapia con altas dosis de metoclopramida, y carecer de sus efectos extrapiramidales. Inicialmente se instauró en la paciente una pauta antiemética con granisetrón en monoterapia cada 12 horas, la cual no resultó adecuada al tratarse de una pauta quimioterápica altamente emetógena. Así, la emesis fue importante y no cedió, por lo que se asoció dexametasona IV (6 mg/12 h), con la que se consiguió la remisión. La aparición de epigastralgia a partir del día (+1) hizo pensar en un posible origen yatrogénico, aunque en la literatura científica no se refleja dicho efecto adverso. Sin embargo, la incidencia de efectos adversos de tipo gastrointestinal, así como náuseas y vómitos, es mayor en pacientes en tratamiento con carboplatino junto con ciclofosfamida, que carboplatino solo. Además, la literatura sí hace referencia a dificultades en la deglución que impidieron la ingesta oral, e incluso hizo necesaria la instauración de la NPT, en unos pocos pacientes con el mismo tipo de tratamiento. El objetivo del soporte nutricional en estos pacientes es mantener o prevenir la disminución de los depósitos proteicos. Los efectos gastrointestinales asociados al TMO condicionan una pobre tolerancia a la nutrición enteral. Asimismo, la necesidad de mantener una vía de acceso central para administrar quimioterapia, hemoderivados y otros fármacos, hace conveniente proveer el soporte nutricional como NPT. La anemia hemolítica no está referenciada en la bibliografía como efecto adverso en el esquema terapéutico utilizado (ciclofosfamida, carboplatino y tiotepa), aunque sí está descrito un – 749 – Manual de Farmacia Hospitalaria síndrome urémico hemolítico, como complicación tardía, para el esquema de altas dosis con cisplatino, ciclofosfamida y carmustina. Este síndrome, que ocurre en menos de un 10% de pacientes, se caracteriza por una aparición repentina con trombocitopenia, anemia con hemólisis, alteración del estado mental, hipertensión, función renal alterada e insuficiencia respiratoria. Del mismo modo, ciclofosfamida puede producir anemia tras dosis elevadas o terapia prolongada, y de forma menos frecuente puede producir anemia hemolítica con test de Coombs (+). – 750 – QUIMIOTERAPIA INTENSIVA EN CANCER DE MAMA: PACLITAXEL/CISPLATINO SAN MARTIN CIGES, M.D. (FIR II), ESTEBAN MENSUA, M.J., APARICI BOLUFER, J.V. Coordinador: LOPEZ BRIZ, E. Hospital La Fe. Valencia INTRODUCCION El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente en la mujer. A pesar del aumento en la tasa de incidencia, el índice de mortalidad disminuye gracias a los progresos alcanzados tanto en el diagnóstico precoz como en la estrategia terapéutica. Actualmente, la investigación se centra en mejorar el tratamiento del cáncer de mama a través de la intensificación de las dosis, la modulación bioquímica, la revisión de la resistencia a múltiples fármacos, y la identificación de nuevos y activos agentes citotóxicos. La quimioterapia de combinación es más efectiva que la quimioterapia simple, de modo que, protocolos como CMF (ciclofosfamida, metotrexato, 5-fluorouracilo) y FAC (5fluorouracilo, adriamicina, ciclofosfamida) consiguen resultados favorables en cuanto a la prolongación de la supervivencia. Paclitaxel, recientemente integrado en los esquemas terapéuticos utilizados en el carcinoma de mama, presenta índices de respuesta entre el 56%-62% y, en combinación con otros fármacos citotóxicos, mejora la supervivencia de los pacientes. OBJETIVO Evaluar y validar el esquema farmacoterapéutico utilizado en paciente con carcinoma de mama avanzado: quimioterapia de combinación, medidas de prevención de efectos adversos y aplicación del protocolo de actuación ante una extravasación de fármacos citostáticos. METODOLOGIA – Revisión retrospectiva de la evolución clínica de la paciente a partir de los datos de la historia clínica. – Análisis del régimen quimioterápico: – 751 – Manual de Farmacia Hospitalaria dosificación, modo de administración y efectos adversos. – Valorar la calidad de las medidas de prevención de las reacciones adversas y protocolo de extravasación. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA ALLWOOD, M., y WRIGHT, P. editors. The Cytotoxic Handbook. 20.a ed., Oxford: Radcliffe Medical Press Ltd, 1993. CALABRESI, P., y CHABNER, B.A. «Quimioterapia de las enfermedades neoplásicas». En GOODMANGILMAN (eds.). Las bases farmacológicas de la Terapéutica, 9.a ed., Méjico: Mc Graw-Hill Interamericana, 1996, pp. 1301-1368. FIELDS, S.M., y KOELLER, J.M. «Breast cancer». En HERFINDAL, E.T., GOURLEY, D.R., LIOYS HART, L. (eds.). Clinical Pharmacy and Therapeutics, 50.a ed., Baltimore: Williams Wilkins, 1992, pp. 1312-25. LOPEZ LOPEZ, J.J.; ALFONSO MUNOZ, M.C., y OJEDA GONZALEZ, B. Cáncer de mama localmente avanzado e inflamatorio. En Díaz-Rubio, E., ed. Controversias en Oncología. Farmitalia Carlo Erba, 1991, pp. 87-100. NICOLSON, M., y WARRINGTON, P. Chemotherapyinduced nausea and vomiting. En DODDS, L.J. (ed.). Drug in use. Clinical case studies for pharmacist, 21.a ed., London: The Pharmaceutical Press, 1996, pp. 349-65. VANDENBER, G.A. «New developments in chemotherapy for metastatic breast cancer». Anticancer Drugs, 1994; 5: 251-259. TOLCHER, A.W., y GELMON, K.A. «Interim results of a phase I/II study of biweekly paclitaxel and cisplatin in patients with metastatic breast cancer». Semin Oncol, 1995; 22 (Suppl 8): 28-32. CASO PRACTICO PLANTEAMIENTO Paciente de 58 años de edad, diagnosticada e intervenida por neoplasia de mama en mayo-92 con histología de carcinoma ductal infiltrante, estadío III-A (pT3, N1b, MO, receptores estrogénicos negativos) y tratada con quimioterapia adyuvante (6 ciclos del esquema FAC: ciclofosfamida, adriamicina, 5fluorouracilo). En mayo-95 presenta recaída ósea y pericárdica tratada con vinorelbina y mitoxantrona, con respuesta parcial y posterior tratamiento con tamoxifeno y radioterapia. En noviembre96 presenta agudización de clínica dolorosa con afectación del estado general y elevación de marcadores junto con múltiples imágenes metastásicas óseas, por lo que se propone tratamiento con paclitaxel/cisplatino. Ingresa para la administración del primer ciclo. La exploración física no muestra hallazgos relevantes desde el punto de vista oncológico. Analítica: CEA 261, CEA-15,3 mayor de 300. Hemograma: Hto 32, Hb 10,9. Leucocitos 7.800 y Plaquetas 194.000. Glucemia 122, Fosfatasa alcalina 507 y resto de parámetros bioquímicos dentro de la normalidad. Con fecha 18-12-96 la paciente ingresa y recibe la pauta de hidratación consistente en 1.000 ml de suero fisiológico con 20 mEq de potasio cada 8 horas y 1,5 g de sulfato de magnesio (12,5 mEq de magnesio). Además, antes y después de la administración de cisplatino se administran 125 ml de manitol 20%. La premedicación del paclitaxel sigue el esquema siguiente: Día 0: Dexametasona, 20 mg iv a las 24 horas (12 horas antes del paclitaxel). Día 1: Dexametasona, 20 mg iv a las 6 horas (6 horas antes del paclitaxel). – 752 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas Dexclorfeniramina, 5 mg iv a las 11.30 horas (30 minutos antes del paclitaxel). Cimetidina, 300 mg iv a las 11.30 horal (30 minutos antes del paclitaxel). El día 19-2-97 se le administra el primer ciclo de quimioterapia: paclitaxel 135 mg/m2 (220 mg dosis total) en infusión de 3 horas y, a los 30 minutos, cisplatino 100 mg/m2 (160 mg dosis total) en 1 hora. El control de la tensión arterial, pulso y frecuencia respiratoria cada 15 minutos durante la 1.a hora revela una leve reacción de hipersensibilidad que cursa con hipotensión y enrojecimiento facial y que va desapareciendo durante la 20 y 30 horas tras la administración de paclitaxel. La pauta antiemética consiste en 3 mg de granisetron iv, antes de la administración del cisplatino, y 1 mg oral cada 12 horas durante tres días. Se contacta con el Servicio de Farmacia para consultar la necesidad y pauta de aplicación de medidas específicas para la extravasación del cisplatino. Se aplican infiltraciones subcutáneas de 0,2 ml de tiosulfato sódico 1/6 M y se reinicia la administración de cisplatino por otra vía dada la liviandad de la extravasación. La paciente no presenta síntomas de toxicidad aguda inmediata tras el 1.er ciclo de quimioterapia; sin embargo, al finalizar el 2.° ciclo presenta neurotoxicidad grado 2, mucositis grado 2 y alopecia grado 3. CUESTIONES – ¿Por qué es necesario el tratamiento de hidratación previo a la administración de cisplatino? – Respecto al paclitaxel: ¿Es correcta la premedicación que recibe la paciente para evitar la reacción de hipersensibilidad asociada a la especialidad farmacéutica Taxol®?) Qué ventajas conlleva la perfusión de paclitaxel en 3 horas frente a la perfusión continua de 24 horas?) Por qué es importante que se respete el orden de administración entre el paclitaxel y el cisplatino? – Los protocolos antieméticos utilizados dependen del potencial emetógeno del citostático. ¿Estaría justificada la pauta antiemética prescrita en este caso? – ¿Están descritos en la bibliografía los efectos secundarios que presenta la paciente al finalizar el 20 ciclo de quimioterapia? – Problemática relacionada con la extravasación del cisplatino. DISCUSION Los esquemas de quimioterapia utilizados en la paciente sufren modificaciones en función de la evolución y respuesta clínica. Así, el último escalón de tratamiento implica el empleo de paclitaxel, fármaco perteneciente a una nueva generación de antineoplásicos, los taxanos. El paclitaxel es uno de los citostáticos más recientemente integrados en la quimioterapia de combinación de la enfermedad metastásica que, junto con el cisplatino, consigue mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. La toxicidad más importante del cisplatino tiene lugar a nivel renal. Puede producirse una insuficiencia renal aguda – 753 – Manual de Farmacia Hospitalaria dependiendo de la dosis total administrada y que conduce a una reducción significativa (30-60%) del aclaramiento de creatinina. Esta nefrotoxicidad del cisplatino, así como el peligro de aparición de lesiones vesicales, puede disminuir o desaparecer con una buena hidratación. La paciente recibe correctamente la pauta estandarizada de hidratación, con suplementos de potasio y magnesio para prevenir la hipomagnesemia e hipokaliemia como consecuencia de lesiones a nivel del túbulo renal. Las características físico-químicas del paclitaxel (insoluble en agua) obliga a la utilización del excipiente graso Cremophor® (aceite de ricino polioxietilenado), al que se le imputan reacciones de hipersensibilidad causadas por una liberación local de histamina a partir de los mastocitos. Para evitar estas reacciones, los pacientes reciben premedicación antes de iniciar cada uno de los ciclos con Taxol®. Aunque la paciente recibe premedicación, presenta una leve reacción de hipersensibilidad durante la primera hora de infusión que no obliga a interrumpir la administración del citostático, manteniéndose el control de las constantes vitales durante el resto de la infusión. Otro punto a tratar es la optimización del tiempo de infusión de paclitaxel. Estudios clínicos demuestran que la infusión en 3 horas, frente a la perfusión continua de 24 horas, reduce la incidencia de neutropenia grave y la eliminación de neutropenia febril, principales efectos secundarios dosis dependientes del fármaco. A su vez, esta nueva pauta de administración favorece la administración ambulatoria con las correspondientes ventajas tanto para el personal de enfermería como para el paciente. La quimioterapia de combinación paclitaxel-cisplatino requiere mantener una secuencia de administración, primero paclitaxel y posteriormente cisplatino, ya que el aclaramiento plasmático de paclitaxel disminuye cuando éste se administra después del cisplatino, con el consiguiente aumento de toxicidad. Esto motiva que la paciente reciba el paclitaxel antes de la dosis de cisplatino. La quimioterapia empleada en los tumores de mama conlleva un riesgo de emesis elevado. En nuestro caso, el esquema terapéutico lleva protocolizada la pauta antiemética en función del potencial emetógeno de los citostáticos implicados. Dado que el cisplatino a altas dosis es muy emetógeno, el empleo de un antagonista de la 5-hidroxitriptamina, granisetron, junto con dexametasona (incorporada en la premedicación del paclitaxel) estaría plenamente justificado. Uno de los inconvenientes inherentes a cualquier esquema de quimioterapia es la toxicidad. Así la neurotoxicidad en grado 2, descrita tras el 20 ciclo de quimioterapia, está imputada tanto al paclitaxel como al cisplatino, siendo la frecuencia y gravedad de las manifestaciones neurológicas dosis dependientes. Por otra parte, la mucositis suele presentarse en los tratamientos con paclitaxel con una tasa de incidencia que oscila alrededor del 30%. Asimismo, la alopecia aparece frecuentemente después del 11 ciclo de administración de paclitaxel. Uno de los riesgos de la administración – 754 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas intravenosa de los citostáticos es su extravasación. La paciente sufre una extravasación de cisplatino y, tras contactar con el Servicio de Farmacia, se aplican las medidas específicas que señala el protocolo de extravasaciones. Actualmente, el tiosulfato sódico 1/6M no está comercializado en España. – 755 – ESQUEMA DE TRATAMIENTO DEL CANCER COLORRECTAL YNFANTE MILA, J.I. (FCO. ADJUNTO), GARCIA MARTINEZ, L. (FIR III), CREMADES DE MOLINA, J.M. (BECARIO), GARRIDO MARTINEZ, M.T. (BECARIA) Coordinador: YNFANTE MILA, J.I. Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva) INTRODUCCION El cáncer colorrectal (CCR), es, tras el de pulmón en el hombre y el de mama en la mujer, el segundo en incidencia y mortalidad. ETIOLOGIA En efecto, en los países occidentales afecta a una de cada 20 personas y entre los factores etiológicos se ha descrito una cierta predisposición en individuos con antecedentes familiares o historia de poliposis familiar, así como también se ha demostrado, por estudios experimentales y epidemiológicos, la estrecha relación con determinados hábitos alimentarios, tales como ingesta abundante de proteínas y grasas animales, alto contenido en azúcares refinados y pobre en fibra. Todo ello provoca una alteración de la flora intestinal, un aumento del colesterol y ácidos y sales biliares, los cuales, al alcanzar el intestino son transformados en productos potencialmente carcinógenos. La falta de fibra disminuye el volumen de las heces y enlentece el tránsito intestinal, aumentando la concentración de esos productos y el tiempo de contacto con la pared intestinal. Tabla I CLASIFICACIÓN TNM T0 Tis T1 T2 T3 T4 N0 N1 N2 N3 M0 M1 – 756 – No hay evidencia de tumor primitivo. Tumor «in situ». Tumor invade submucosa. Tumor invade muscular propia. Tumor llega hasta la subserosa en tejidos perirrectales o pericólicos. Invasión de la cavidad peritoneal u órganos contiguos. Ausencia de metástasis ganglionares. 1 a 3 ganglios infiltrados. 4 o más ganglios infiltrados. Metástasis en ganglios centrales. No hay metástasis a distancia. Metástasis a distancia. Terapéutica en enfermedades neoplásicas CLASIFICACION Dukes, se acompaña de quimioterapia y en algunas ocasiones de radioterapia. A lo largo del tiempo se han ido modificando los estadíos, siendo la expresada en la tabla I, la más aceptada actualmente. En la tabla II, se indican las equivalencias entre distintas clasificaciones. Tabla II EQUIVALENCIA DE CLASIFICACIONES 0 I II III IV T1-3 T1-2 T3-4 T T N0 N0 N0 N1-3 N M0 M0 M0 M0 M1 Estadío Estadío Estadío Estadío A de Dukes B de Dukes C de Dukes D de Dukes 3. TRATAMIENTO El tratamiento siempre pasa por la cirugía, bien sea con intención curativa o paliativa y salvo en el caso de estadío A de 4. PRONOSTICO Hay determinados factores que estadísticamente juegan en contra de la supervivencia de los pacientes como son: – Edad (peor cuanto más joven). – Estadío preoperatorio (peor cuanto más avanzado). – Número de ganglios infiltrados (peor si pasa de tres). – Elevación preoperatoria de CEA (Antígeno Carcino-Embrionario). – Grado de diferenciación del tumor (peor si poco diferenciado). – Tipo de quimioterapia (mejor con los esquemas actuales). – «Performance status» (peor cuanto más bajo Índice de Karnofsky) (tabla III). Tabla III TABLA DE VALORACIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA (PERFORMANCE STATUS) Indice de Karnofsky 100 Actividad normal. 090 Algunos signos o síntomas. 080 Actividad normal pero con esfuerzos. 070 Se cuida por sí sólo, pero es incapaz de una actividad normal. 060 Requiere asistencia ocasional. 050 Requiere asistencia frecuente. 040 Requiere asistencia especial; está encamado. 030 Precisa hospitalización. 020 Hospitalizado; precisa tratamiento de sostén. 010 Moribundo. Escala de Zubrod-ECOG-OMS 0 No evidencia clínica de enfermedad (Karnofsky 90-100). 1 Paciente sintomático, pero con actividad normal (Karnofsky 70-80). 2 Se cuida por sí sólo pero no puede trabajar (Karnofsky 50-60). 3 Frecuentes cuidados médicos (> 50 % del tiempo encamado) (Karnofsky 30-40). 4 Incapacitación grave. Encamado permanentemente (Karnofsky 10-20). – 757 – Manual de Farmacia Hospitalaria OBJETIVO Promover el acercamiento de una de las patologías tumorales más frecuentes en el mundo occidental, con especial hincapié en su relación etiológica con los hábitos dietéticos, su clasificación y su tratamiento. Estudio de un caso que ilustra varias alternativas terapéuticas y la intervención farmacéutica en la mejora de la calidad asistencial. METODOLOGIA – Descripción de la patología. – Consideraciones terapéuticas. – Papel de la modulación bioquímica. – Conocimiento de los procedimientos de administración. – Posibilidad de actuación farmacéutica. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA CABALLERO, G.; AUSMAN, R., y QUEBBEMAN, E. «Long term ambulatory continuous iv infusion of 5-FU for the treatment of advanced adenocarcinomas». Cancer treatment reports. 1985; 69(1): 13-15. DE VITA, V.T.; HELLMAN, S., y ROSENBERG, S. Cáncer. Principios y práctica de oncología. Barcelona: Salvat eds., 1984. DIAZ RUBIO, E.; CORTES, H.; ESTAPE, J.; GARCIA CONDE, J.; GONZALEZ BARON, M.; HERRANZ, C.; LOPEZ LOPEZ, J.J., y VILARDIU, P. Controversias en oncología, Barcelona: Ed. Doyma, 1991. DIAZ-RUBIO, E., y GUILLEM PORTA, V. Oncología médica. Guía de prescripción, Madrid: IM&C, 1995. DOMINGUEZ, S.; VALVERDE, J.J., y DIAZ RUBIO, E. «Factores pronósticos del carcinoma colorectal». En GONZALEZ BARON (ed.). Factores pronósticos en oncología, Madrid: Mac Graw-Interamericana de España ed., 1995, pp. 136-151. HAMILTON, J.M.; SZNOL, M., y FRIEDMAN, M.A. «5Fluoruracilo más levamisol: tratamiento adyuvante eficaz del cáncer de colon». En DE VITA, V.T., HELLMAN. S., ROSENBERG. S.A. Avances en oncología 1990. Ed. Española. Barcelona: Espaxs, S.A., 1991, pp. 146-161. MOERTEL, C.; FLEMING, T.; MACDONALD, J.J., et al. «Effective surgical adjuvant therapy of colon carcinoma. A national intergroup study». N. Eng. J. Med. 1990; 322: 352-358. NIH Consensus conference on adjuvant therapy for patients with colon and rectal cancer. J. Am. Med. Assoc. 1990; 264: 1444-1450. ROSELL, R.; ABAD, A.; MONZO, M., y MOLINA, F. Oncología médica, Madrid: Ediciones Ergon, S.A., 1995. VAN GROENIGEN, C.J.; VERMORKEN, J.S.; MEIJER, S.; GALL, H., y PINEDO, H.M. Experience with the infusor, a simple delivery system for continuous infusion chemotherapy (CIC). ESMO 1986; (295). CASO PRACTICO PLANTEAMIENTO Paciente de 43 años, fumador, bebedor normal, le gusta sobre todo la carne y las comidas «con mucho pique» y mucha sal, apenas si toma fruta ni verduras. Peso 90 kg. Diagnosticado de adenocarcinoma mucinoso de ciego, es intervenido quirúrgicamente en mayo de 1991. La bioquímica, hemograma, RX de tórax y ecografía abdominal preoperatorias, fueron normales. Inicia tratamiento, según esquema terapéutico vigente entonces, con tegafur 100 mg +uracilo 224 mg (1-1-1-1) x 21 días y revisiones cada 6 meses. Continúa asintomático hasta diciembre de 1993, sólo es de resaltar aumento de peso, colesterol y triglicéridos. En esa fecha se aprecia elevación de CEA (11 ng/ml) y en TAC de control «imagen compatible con recidiva local entre psoas y asa intestinal». – 758 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas Se practicó segunda intervención en febrero de 1994 y una tercera en diciembre de 1994, esta vez paliativa por encontrar zonas tumorales en retro peritoneo, consideradas irresecables. Ante la evidencia, comprobada por TAC, de progresión del tumor, en abril de 1995, reinicia quimioterapia, esta vez con 5-fluoro uracilo (5-FU) + ácido folínico (AF) a dosis bajas en esquema de tratamiento semanal, tolerando bien el tratamiento. Se mantiene estable, hasta que en noviembre de 1996 se comprueba nueva progresión de la recidiva, por lo que se decide utilización de CPT-11 (irinotecán) conseguido como medicamento extranjero, en enero de 1997 a dosis de 612 mg (peso 74 kg, S.C.: 1,75 m2). Es preciso añadir posteriormente granisetron, loperamida y atropina. En marzo de 1997 es ingresado por cuadro diarreico agudo, fiebre y lipotimia. En el hospital se suspende irinotecán y se instaura tratamiento radioterápico y cambio de quimioterapia a 5-FU en infusión continua a dosis de 260 mg/m2, con la que sigue actualmente. CUESTIONES – Comentarios al tratamiento. – Papel del ácido folínico, granisetron, loperamida y atropina. – Alternativas terapéuticas. – ¿Es preciso mantener ingresado al paciente para el tratamiento actual? DISCUSION El tratamiento inicial de este paciente con la asociación de uracilo + tegafur, actualmente, ha cambiado su indicación principal hacia el carcinoma gástrico y además no es muy eficaz. Desgraciadamente el CCR mantiene un alto grado de quimiorresistencia, y prácticamente desde hace más de 30 años el 5-FU es el citostático de elección en la primera línea de tratamiento. Lo que se ha ido modificando con el tiempo son las dosis, forma de administración y asociaciones. Centrándonos en el cáncer de colon, se ha pasado de la administración en embolada, más mielotóxica, debido a las altas concentraciones alcanzadas en poco tiempo, a la infusión continua, mucho mejor tolerada y más efectiva al mantener el fármaco más tiempo en contacto con el tumor. En cuanto a las combinaciones con otros citostáticos, aunque se han ensayado muchas, ninguna se ha mostrado más efectiva. El concepto de modulador se puede entender como la adición de otro fármaco, citotóxico o no (diferencia con sinergismo), que aumenta la actividad terapéutica del citostático, alterando farmacológicamente sus vías metabólicas intracelulares. Para el 5- FU, esto se puede llevar a cabo: – Inhibiendo la DHFR (Dihidro folato reductasa) Aumenta el FdUMP (metabolito activo del 5-FU) • Además de enlentecer recuperación de folatos por: * Incremento de los poliglutamatos (metotrexato). * Incremento de los pirofosfatos – 759 – Manual de Farmacia Hospitalaria Tabla IV ESQUEMAS Línea Citostático a 1. ACTUALES DE TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE COLON Modulador Duración 5-FU 450 mg/m2/semana LEVAMISOL 1 año 150 mg po x 3 días/2 semanas 5-FU 500 mg/m2/7 días AC. FOLÍNICO 600 mg/m2 Denominación Náuseas (56) Diarreas (47) Estomatitis (28) 6 semanas Diarreas (40) Dosis alta, semanal 5-FU AC. FOLÍNICO 400 mg/m2 x 5 días 200 mg/m2 Diarreas (14) Dosis alta, Estomatitis (14) mensual Hematológ. (12) 5-FU 425 mg/m2 x 5 d/mes Estomatitis (26) Dosis baja Diarreas (14) AC. FOLÍNICO 20 mg/m2 5-FU 250-300 mg/m2/días 2.a Toxicidad (%) 70 días S. Mano-pie (23) Infusión Estomatitis (3) continua diaria 5-FU 3,5 g/m2/48 h/7 días Mucositis (11) Diarrea (12) IRINOTECAN 350 mg/m2/21 días Neutropenia Diarrea Vómitos S. Colinérgico RALTITREXED 3 mg/m2/21 días Diarrea (14) Leucopenia (14) (PALA (fosfoacetilaspártico)). – Potenciando la inhibición de la Timidilato Sintetasa (TS) (ácido folínico) Sí han demostrado su validez en varios ensayos clínicos las asociaciones con levamisol(L), un antihelmíntico, que provoca un aumento de la inmunidad en pacientes en los que está alterada (efecto inmunorrestaurador), y con el (AF), cuya presencia favorece la formación de un complejo ternario con el FdUMP en su acción inhibidora de la TS. Con las pautas terapéuticas introducidas en los últimos años se ha IC 2 días/semana logrado reducir el riesgo de recidiva local en un 33% y aumentar la supervivencia desde un 55% a un 71 %. En esencia se pueden encontrar resumidas en la tabla IV, los esquemas, que se han mostrado eficaces en el estadío III. Aún hay cierta controversia en si emplearlos en el estadío II. Con respecto a la primera línea de tratamiento, el hecho de que coexistan varias pautas indica que ninguna es claramente superior; hoy en día continúan en marcha varios ensayos clínicos, que tratan de dilucidarlo. El escoger una u otra está en función de preferencias personales y algunas consideraciones: – 760 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas A igualdad de efectividad es preferible la pauta de AF frente a la de L por la menor duración y en general por la seguridad de cumplimiento de la administración iv de AF, frente a la toma por vía oral del L. La toxicidad de los distintos esquemas de asociación 5-FU+AF varía y suele ser la responsable de elegir uno u otro. En el caso que nos ocupa el paciente mostró progresión tumoral a pesar de la primera línea de tratamiento por lo que se intentó con la segunda, irinotecán. El espectro de toxicidad de este fármaco fue el causante de su hospitalización y retirada prematura, éste incluye, entre otros náuseas y vómitos (granisetron), diarreas –aunque cedieron al principio a loperamida, se fueron agravando (hasta 7 deposiciones/día) y provocando infección, fiebre y deshidratación, motivo del ingreso– y un cuadro específico de este fármaco, el síndrome colinérgico, razón por la que se incluyó atropina en el tratamiento. Otra posible alternativa terapéutica puede constituirla un nuevo fármaco, el raltitrexed, pero con una toxicidad también gastrointestinal, por lo que no se utilizó. Para la administración intravenosa continua se precisaba mantener hospitalizado al paciente, por la manipulación de equipos, soluciones y vías o utilizar alguna bomba de infusión continua, generalmente muy cara y de escasa disponibilidad. A sugerencia de la Unidad de Manipulación de Citostáticos del Servicio de Farmacia, se utilizó un infusor, ya empleado en la Unidad del Dolor, que permite la administración continuada durante 5 días sin ninguna manipulación. Se trata de un cilindro que aloja un globo de látex y gracias a la combinación de la presión ejercida por el globo y un capilar en el extremo del tubo, que regula perfectamente la salida a un ritmo de 0.5 ml/h, se consigue el efecto deseado, pudiendo permanecer el paciente en su domicilio, como es el caso de nuestro paciente. Aunque existen infusores de 24 h, no son tan útiles pues la frecuencia es mucho mayor y de 7 días, que no son tan bien aceptados por su mayor tamaño y dificultad en disimularlo. – 761 – FARMACOLOGIA DEL CARCINOMA COLORRECTAL FERRIOLS LISART, F. (BECARIO), PEREZ JIMENEZ, M., FUENTES ORTIZ, M.a D. Coordinador: MAGRANER, J. Hospital Clínica Universitario, Valencia INTRODUCCION El carcinoma colorrectal (CCR) constituye un importante problema de salud pública. Su incidencia ha permanecido constante durante los últimos 30 años, con unas tasas de 4550 casos por 100.000 habitantes/año, siendo la segunda neoplasia más frecuente tras el cáncer de pulmón en el hombre y el de mama en la mujer. En los países occidentales afecta a una de cada 20 personas. El cáncer colorrectal presenta un patrón de diseminación que incluye la vía linfática, la vía hematógena, la diseminación local y la implantación, hechos que son determinantes en la historia natural de la enfermedad. Sin embargo es importante diferenciar la enfermedad colónica de la rectal, ya que el patrón de recaídas es diferente. El cáncer de colon suele recaer a distancia en peritoneo o hígado y rara vez presenta una recurrencia local, característico del cáncer rectal, debido a la dificultad para obtener márgenes quirúrgicos de seguridad suficientes. A pesar de los avances en el diagnóstico precoz, la mortalidad por este tumor ha sufrido sólo un pequeño descenso, de manera que la supervivencia a los cinco años permanece en un 45%. En el momento del diagnóstico el 38% de los pacientes presentan diseminación regional y un 21% debuta con enfermedad metastásica. Asimismo, un elevado porcentaje de los casos que se consideran curados con la cirugía, van a recaer en los 2-3 años siguientes a la intervención, por lo que independientemente de los tratamientos administrados, casi la mitad de los pacientes con cáncer colorrectal siguen muriendo de enfermedad metastásica o recurrente. OBJETIVOS Los objetivos del estudio son: – Valorar las pruebas diagnósticas realizadas y su papel en el diagnóstico y establecimiento del estadio tumoral. – 762 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas – Valoración de la cirugía y quimioterapia en el tratamiento del CCR, identificándose aquel agente que posee una mayor efectividad. – Valoración de las diferentes pautas de administración del 5-Fluorouracilo (5FU), ya sea solo o junto con la administración de diferentes moduladores. – Valoración del Irinotecan como alternativa al 5-FU en pacientes quimiorresistentes a este fármaco. METODOLOGIA La identificación del caso se realizó mediante la revisión de las diferentes peticiones de quimioterapia recogidas en el Servicio de Farmacia durante 1997. Fueron seleccionadas aquellas peticiones dirigidas al tratamiento del carcinoma colorrectal, escogiéndose aquella que en principio podría dar una visión más amplia de la posibilidades farmacoterapéuticas en el tratamiento del CCR, así como una visión global de las diferentes pruebas diagnósticas realizadas. Previamente se había realizado una revisión bibliográfica sobre las diferentes posibilidades terapéuticas utilizadas en el tratamiento del CCR, lo que nos permitió identificar y justificar cada una de las pautas farmacoterapéuticas aplicadas en nuestro caso. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA BLEIBERG, H. «Role of chemotherapy for advanced colorectal cancer: new opportunities». Semin Oncol, 1996; 23(1 suplemento 3): 42-50. BRUCKNER, H.W., y MOTWANI, T. «Chemotherapy of advanced cancer of the colon and rectum». Semin Oncol, 1991; 18: 443-461. CUNNINGHAM, D. «Current status of colorectal cancer: CPT-11 (irinotecan), a therapeutic innovation». Eur J Cancer, 1996; 32A(suplemento 3): 1-8. FERRIOLS, R.; FERRIOLS, F., y ALOS, M. Does the folinic acid improve the effectiveness of 5fluorouracil in metastatic carcinoma colorectal? A meta-analysis of clinical trials. 4th European Conference on Drug information. European Simposyum on Clinical Pharmacy. Amsterdam, The Netherlands, 1997. FERRIOLS, R.; IGUAL, M.J.; FERRIOLS, F.; MAIQUES, J., y ALOS, M. «Modulación bioquímica del fluorouracilo. Influencia del interferón-ß y el leucovorin en el tratamiento del carcinoma colorrectal avanzado». XLII Congreso de la SEFH. Santiago de Compostela, 1997. GONZALEZ, M.; ORDONEZ, A.; GARCIA, M.L.; FELIU, J.; ZAMORA, P., y ESPINOSA, E. «Factores pronósticos en oncología». En DOMINGUEZ, S., VALVERDE, J.J.; DIAZ, E. Factores pronósticos del carcinoma colorrectal. McGraw-Hill-Interamericana de España, 1994, Madrid: 136-151. LABIANCA, R.; PESSI, M.A., y ZAMPARELLI, G. «Treatment of Colorectal Cancer: Current Guidelines and Future Prospects for Drug Therapy». Drugs, 1997, 53(4): 593-607. SHIMADA, Y., ROUGIER, P., y PITOT, H. Efficacy of CPT11 (Irinotecan) as a single agent in metastasic colorectal cancer. Eur. J Cancer, 1996; 32A(suplemento 3): 13-17. WISEMAN, LR., y MARKHAM, A. «Irinotecan: A review of its pharmacological properties and clinical efficacy in the management of advanced colorectal cancer». Drugs, 1996, 52(4): 606-623. The Advanced Colorectal Cancer Meta-Analysis Project. «Modulation of Fluorouracil by leucovorin in patients with advanced colorectal cancer: Evidence in terms of response rate». J Clin Oncol, 1992, 10:896-903. CASO PRACTICO Varón de 48 años de edad. Fumador de más de un paquete/día. Refiere indicios de síndrome gripal con fiebre muy elevada (>40°C). Fue tratado ambulatoriamente con antitérmicos y reposo en cama no mejorando. – 763 – Manual de Farmacia Hospitalaria En el momento del ingreso también presenta tos seca y sudoración intensa, con convulsiones febriles, dolor en ambas fosas renales y pérdida de peso (más de 12 kg). Refiere desde hace más de un año episodios intermitentes de rectorragias que han ido acentuándose durante los dos últimos meses. Exploración: Impresiona de gravedad. Tensión arterial: 80/40. Frecuencia cardiaca: 88. Auscultación cardiaca: Ruidos rítmicos sin soplos. Auscultación pulmonar: Crepitantes en base izquierda. Abdomen blando y depresible con dolor a la presión en ambas fosas ilíacas. Hepatomegalia de 5 cm. Maniobras meníngeas: negativas. Radiografía y ecografía abdominal: hígado aumentado de tamaño con múltiples imágenes nodulares. Tacto rectal: Hemorroides. Enema opaco: Se observan lesiones en mordedura de manzana a nivel del colon sigmoideo. Colonoscopia: Se confirma neoplasia en sigma. Biopsia: Se confirma la presencia de un adenocarcinoma moderadamente diferenciado que invade estructuras adyacentes sin afectación ganglionar. Pruebas de laboratorio: Bioquímica: CEA: 360.0 ng/ml. LDH: 315 mU/ml. GGT: 72 mU/ml. GPT: 28 mU/ml. GOT: 21 mU/ml. Fosfatasa alcalina: 134 mU/ml. Proteínas totales: 4,7g/dl. Resto de parámetros bioquímicos normales. Hematograma: Leucocitos 27,87 x 109/l (Neutrófilos 90,6%, linfocitos 3,9%, Monocitos 4,1%). Hematíes: 3,97(1012/l. Hemoglobina: 11,4 g/dl. Hematocrito: 35%. Resto de parámetros dentro de la normalidad. Diagnostico: Neoplasia de sigma, con metástasis hepáticas. Estadio D de Duke. Shock séptico de foco no filiado. En primer lugar se trata el shock séptico que se consigue superar con la administración de dopamina, expansores plasmáticos y tratamiento antibiótico. Posteriormente es intervenido quirúrgicamente para la extirpación de la masa neoplásica colónica mediante una resección anterior y es citado en oncología para tratamiento quimioterápico. En primer lugar se le administra 5-FU: 400 mg/m2 y Leucovorin: 200 mg/m2, durante cinco días consecutivos en infusión de 15’-2 horas, repitiéndose este esquema cada 28 días. En principio se observa una respuesta parcial con disminución de las lesiones hepáticas, manteniéndose la enfermedad estable hasta el ciclo 20, donde se observa progresión de la misma, decidiendo sustituir este esquema por la administración de Irinotecan 350 mg/m2 en perfusión de 90’, administrándose un total de 6 ciclos, permaneciendo actualmente en estado estacionario. Durante la administración de los esquemas con 5-FU se observa un performance status (PS) de 0 (según escala Zubrod-ECOG-OMS), sin aparición de efectos tóxicos graves, mientras que el PS es de 1 tras la administración del Irinotecan. CUESTIONES 1. ¿Qué función tienen las pruebas diagnósticas realizadas? 2. ¿Por qué en el momento del diagnóstico se debe definir claramente el estadio tumoral? 3. ¿Cuál es el papel de la cirugía en el carcinoma colorrectal (CCR) avanzado: 4. ¿Qué papel desempeña la quimioterapia en el CCR? – 764 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas 5. ¿Qué agentes citotóxicos presentan mayor actividad en el CCR? 6. ¿Cuál es el esquema óptimo de administración del 5-FU? 7. ¿Cuál es el papel del ácido folínico en los esquemas con 5-FU? 8. ¿Qué función desempeña la poliquimioterapia en el tratamiento del CCR avanzado? 9. ¿Qué ventajas puede presentar el Irinotecan en el tratamiento del CCR avanzado en pacientes refractarios al 5FU? 10. Papel de la radioterapia (RT) en el tratamiento del CCR DISCUSION DE LAS CUESTIONES Cuestión n.° 1. Las diferentes pruebas realizadas se pueden agrupar según su finalidad en dos grupos, aquellas encaminadas a determinar el diagnóstico de certeza y aquellas encaminadas a determinar la extensión de la enfermedad. Entre las del primer grupo (diagnóstico de certeza), encontramos el examen físico, bioquímica sanguínea, presencia de rectorragias, enema opaco colonoscopia positivos. La confirmación anatomopatológica se consigue mediante biopsia de la lesión. Entre las pruebas encaminadas a determinar la extensión de la enfermedad encontramos: bioquímica hepática, presencia elevada de marcadores tumorales (CEA: 360 ng/ml) o la presencia de una radiografía o ecografía patológica que muestre presencia de metástasis, etc. Una vez comprobada y revisadas todas las pruebas se confirma el diagnóstico y la extensión de la enfermedad. Cuestión n.° 2. El estadio no sólo va a servir como factor pronóstico en el CCR sino que la clasificación del tumor en su estadio correspondiente es fundamental ya que de éste va a depender la utilización de un determinado tratamiento. Así la clasificación errónea de un tumor como tumor avanzado, cuando realmente no lo es, limita no sólo las posibilidades terapéuticas aplicables, sino que incluso la finalidad del tratamiento es distinta, aplicándose un tratamiento de características paliativas, cuando por el desarrollo evolutivo real del tumor le correspondería un tratamiento curativo, limitando así las perspectivas de supervivencia del paciente. En nuestro caso el estado evolutivo tumoral corresponde al estadio D de Duke que correspondería al estadio IV en la clasificación TNM, en los que se incluirían los tumores con metástasis a distancia en el momento del diagnóstico. El tratamiento indicado en estos casos sería cirugía local y posterior tratamiento quimioterápico basado en la administración de fluorouracilo. Cuestión n.° 3. La cirugía es el único tratamiento con intención curativa en el CCR, por lo que jamás debe ser omitido, incluso en los casos en los que la enfermedad se presenta de manera avanzada de entrada, los pacientes deben ser intervenidos quirúrgicamente a fin de evitar posibles complicaciones futuras. Cuestión n.° 4. El papel de la quimioterapia es distinto según se administre ante un CCR avanzado o localizado, en este segundo caso, la administración de quimioterapia adyuvante tiene como objetivo evitar la aparición y desarrollo de posibles micrometástasis, así como evitar posibles – 765 – Manual de Farmacia Hospitalaria recidivas locales (sobre todo en el caso de cáncer rectal). Sin embargo, la quimioterapia en el CCR avanzado, no tiene potencial curativo, sino que su empleo tiene una finalidad meramente paliativa, proporcionando una mejor calidad de vida al paciente, aunque estudios recientes han demostrado un pequeño beneficio en la supervivencia, estadísticamente significativa, frente a aquellos a los que no se les ha administrado. Cuestión n.° 5. Una de las principales características de este tipo de tumor es su elevada quimiorresistencia, sobre todo al grupo de citostáticos antibióticos (bleomicina), resistencia mediada por el gen MDR-1, o al grupo de agentes alquilantes (ej: ciclofosfamida, cisplatino, etc.) mediada por la presencia de elevados niveles de glutation-S-transferasa. La aparición de estas resistencias no es característica de las células tumorales, sino que parece ser que se encuentran ya presentes en la mucosa colónica normal, como un mecanismo de protección frente a la absorción de diferentes sustancias tóxicas presentes en el tracto intestinal. Sin embargo el grupo de las fluropirimidinas (5-FU) no se ve afectado por estos mecanismos de resistencia, por lo que son el grupo de agentes actuales más eficaces en el tratamiento del CCR; así, el 5-FU ha sido el citostático más empleado en el tratamiento de este tipo de tumor. Su acción radica en la inhibición de la timidilato-sintetasa, enzima necesaria para la síntesis de pirimidinas, y por tanto básica para la síntesis de ADN. Cuestión n.° 6. Se han observado un amplio intervalo de respuestas con el 5FU. Con los esquemas actuales, los índices de respuestas oscilan sobre el 3035%. Aunque las respuestas no son muy importantes, la mejoría de la calidad de vida que se observa, hace que su administración valga la pena, siempre que el régimen tenga una escasa toxicidad. Se ha observado que conforme se incrementa la dosis, se incrementa también el porcentaje de respuestas, pero a expensas de un aumento de su toxicidad, por lo que su administración debe ser juiciosa, ya que se trata de un tratamiento paliativo. Actualmente podemos encontrar dos esquemas tipo de administración de 5-FU: a) en forma de bolo/perfusión corta o b) en perfusión continua. a) Bolo: Dentro de este esquema podemos encontrar: 1) Administración semanal, con una dosis de 5-FU que oscila entre los 500 mg/m2 una vez a la semana durante seis semanas y 2) Administración mensual: con una dosis de 5-FU de 400 mg/m2 durante cinco días consecutivos, repitiéndose cada 28 días. El índice de respuestas es similar en ambos esquemas, no encontrándose diferencias estadísticamente significativas. Actualmente, se considera que la verdadera tasa de respuesta en esquemas de administración de 5-FU en bolo o perfusión corta no supera el 10%. b) Una de las características farmacocinéticas del 5-FU es su corta vida media, por lo que se sugirió la administración del 5-FU en perfusión continua, consiguiéndose de esta forma una mayor inhibición enzimática (de la timidilato sintetasa), y una mayor intensidad de dosis, ya que esta forma de administración es menos mielotóxica, pudiéndose alcanzar dosis que oscilan entre 2-3,5 g/m2 a la semana, siendo la – 766 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas perfusión de 48 horas. El límite de toxicidad viene determinado por la aparición de mucosistis o el síndrome mano pie. Los índices de respuesta para estos esquemas de perfusión continua oscilan sobre el 30-35% (frente al 10% obtenido en la administración en bolo) . Este índice de respuesta ha quedado reflejado en diversos estudios, sin embargo no se han obtenido diferencias estadísticamente significativas en la supervivencia al comparar la administración del 5-FU en bolo vs. perfusión continua. Actualmente, para el tratamiento de las metástasis hepáticas, se están realizando diversos ensayos clínicos basados en la administración del 5-FU intrahepática (a través de la arteria hepática) en vez de su administración sistémica, ya que este tipo de metástasis poseen una vascularización dependiente de la arteria hepática, mientras que el resto de parénquima se nutre de la vena porta. Los resultados obtenidos, en términos de respuesta objetiva, son mejores que los resultados obtenidos con quimioterapia sistémica, pero su influencia sobre la supervivencia no está demostrada. Por tanto, hoy en día no existe todavía un esquema de administración para el 5FU definido, que presente claramente unas mejores respuestas en cuanto a supervivencia frente al resto de esquemas, por lo que la utilización de una estrategia u otra depende de otros criterios clínicos. Cuestión n.° 7. El ácido folínico actúa como modulador de la actividad del 5-FU. Su administración junto al 5-FU permite la formación de un complejo entre la timidilato sintetasa, el fluorodeoxiuridilato y el metilentetrahidrofolato, el cual en presencia de folatos reducidos, produce un mayor bloqueo de la timidilato sintetasa. Diferentes estudios han puesto de manifiesto el mayor índice de respuestas y supervivencias conseguido mediante la administración de los diferentes esquemas con 5-FU/Ac. folínico que con únicamente 5-FU, siendo estas diferencias estadísticamente significativas. Sin embargo, actualmente no se ha podido determinar cuál es la dosis precisa de ác. folínico necesaria para obtener unas mayores repuestas y supervivencias. Así, en un estudio realizado por la Clínica Mayo se observó que los protocolos que empleaban 5-FU/ácido folínico obtenían mejores porcentajes de respuestas que con el empleo de 5-FU solo, siendo estas respuestas mayores cuando las dosis de ácido folínico son bajas. Sin embargo no está claro todavía el papel del 5-FU/ácido folínico cuando se intenta comparar supervivencias, existiendo hoy en día trabajos contradictorios que apoyan tanto el incremento de la supervivencia con la administración de este esquema, como la no existencia de diferencias de supervivencia entre ambos esquemas (5FU/ácido folínico vs. 5-FU). Actualmente se están estudiando otros posibles moduladores del 5-FU como pueden ser los interferones, el levamisol o el ácido fosfonoacetilaspártico (PALA), que sin embargo no mejoran los resultados obtenidos con la asociación 5-FU/ácido folínico y sí potencian la toxicidad del tratamiento. Hoy en día los esquemas más ampliamente utilizados en el tratamiento del CCR avanzado son las combinaciones – 767 – Manual de Farmacia Hospitalaria de 5-FU/ácido folínico o 5-FU en perfusión continua. Cuestión n.° 8. Debido al bajo porcentaje de respuestas obtenidos con el fluorouracilo, se han realizado diversos estudios donde a éste se le han asociado diversos agentes antineoplásicos, sin embargo estas asociaciones no han mejorado los resultados obtenidos con el 5-FU o 5-FU/ácido folínico. Entre los agentes ensayados se encuentran el cisplatino, metrotexato o nitrosureas. Cuestión n.° 9. La potencial utilidad del Irinotecan (CPT-11) en el tratamiento del CCR avanzado, se puso de manifiesto desde las primeras fases de su desarrollo, debido a su capacidad de inhibir la topoisomerasa I, enzima que se encuentra sobreexpresado en los pacientes con CCR. Ensayos clínicos en fase II realizados posteriormente en EEUU, Japón y Europa pusieron de manifiesto la actividad del CPT-11 en el CCR. Las tasas de respuesta objetiva obtenidas en estos estudios oscilaban entre el 17-27%, similares a las obtenidas mediante la administración de 5-FU en monoterapia. Pero la principal ventaja que se ha deducido de estos estudios es el elevado índice de respuestas obtenidas en pacientes con CCR refractarios al 5-FU, tasa de respuestas que oscilan entre 1530%, similar a la obtenida en pacientes no tratados con quimioterapia. Esta similitud en las tasas de respuestas obtenidas en pacientes tratados y no tratados con 5-FU inciden sobre la posibilidad de la ausencia de resistencias cruzadas entre el 5-FU y el CPT-11. La aportación del CPT-11 como tratamiento alternativo a la quimioterapia basada en el 5-FU es muy importante sobre todo para los pacientes con CCR avanzado refractarios al 5-FU. En la actualidad el tratamiento para este tipo de pacientes consistía en la administración del 5-FU junto con diferentes moduladores o en poliquimioterapia, obteniéndose unas tasas de respuesta que apenas alcanzaban el 10%. La administración a estos pacientes del CPT-11 se va a traducir en la obtención de tasas de respuestas objetivas muy superiores, siendo éstas del orden del 15-30% con una mediana en la duración de la respuesta de alrededor de 7-8 meses. No hay sin embargo un esquema de administración claramente definido para el CPT-11, variando éste entre 150 mg/m2 cada dos semanas hasta 350 mg/m2 cada tres semanas. Así, pues, pese a los resultados favorables obtenidos con el CPT-11 y debido a la ausencia de resultados concluyentes que determinen qué esquema posee una relación eficacia/toxicidad más óptima, se recomienda la utilización de este fármaco como segunda alternativa al tratamiento con 5-FU, hasta que estudios posteriores le sitúen en el lugar que le corresponde dentro del arsenal farmacoterapéutico en el tratamiento del CCR avanzado. Cuestión n.° 10. La administración de RT se limita únicamente al carcinoma rectal debido a los diferentes patrones de recaídas que presenta el cáncer de colon (a nivel de peritoneo e hígado) frente al carcinoma rectal, siendo en este más – 768 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas frecuentes las recaídas locales. Así, actualmente la indicación más habitual de la radioterapia en cáncer CCR es la irradiación postoperatoria del cáncer de recto, con el fin de evitar la aparición de dichas recaídas locales, aunque los mejores resultados se obtienen combinando ésta con quimioterapia (5FU). – 769 – TRATAMIENTO DEL CANCER DE PROSTATA SEDANO FERNANDEZ, J., MACHUCA SANTA-CRUZ, I. Coordinador: VILLALOBOS, J.L. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria (Málaga) INTRODUCCION El cáncer de próstata es el segundo cáncer en frecuencia detrás del de pulmón en los países desarrollados. Se trata de un tumor típico de ancianos y se calcula que cuando es causa de muerte, ésta ocurre en mayores de 75 años en el 60% de los casos. Por ello la edad y la esperanza de vida son fundamentales a la hora de elegir un tratamiento. La forma de expansión, puede ser local, con invasión de las estructuras vecinas como las vesículas seminales o el cuello vesical, regional, a través de los conductos linfáticos obturatriz e iliacos, o diseminación hemática a los huesos, pulmón o glándulas suprarrenales. ESTADIAJE El sistema más utilizado es el propuesto por la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), conocido como clasificación TNM, al que se le añade un sistema de gradación histológica (G). Los métodos diagnósticos que se utilizan para realizar el estadiaje clínico son habitualmente: el tacto rectal, la determinación de antígeno prostático específico (PSA) en sangre, la ecografía prostática transrectal, la TAC abdominal y la gammagrafía ósea. CLASIFICACION TNM T-TUMOR PRIMARIO • TX: No se puede evaluar el tumor primario. • T0: No existen signos de tumor primario. • T1: Tumor evidente clínicamente, no palpable o visible mediante técnicas de imagen. – T1a: Tumor detectado como hallazgo fortuito en una extensión menor – 770 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas o igual al 5% del tejido resecado. – T1b: Tumor detectado como hallazgo fortuito en una extensión mayor del 5% del tejido resecado. – T1c: Tumor identificado mediante punción biópsica (por ejemplo a consecuencia de un PSA (Antígeno prostático específico) elevado. • T2: Tumor limitado a próstata. – T2a: Tumor que afecta a la mitad de un lóbulo o menos. – T2b: Tumor que afecta a más de la mitad de un lóbulo, pero no a los dos lóbulos. – T2c: Tumor que afecta a los dos lóbulos. • T3: Tumor que se extiende a través de la cápsula prostática. – T3a: Extensión extracapsular unilateral. – T3b: Extensión extracapsular bilateral. – T3c: Tumor que invade la vesícula seminal. • T4: Tumor fijo que invade estructuras adyacentes diferentes a las vesículas seminales. – T4a: Tumor que invade alguna de las siguientes estructuras: cuello vesical, esfínter externo, recto. – T4b: Tumor que invade el músculo elevador del ano y/o está fijado a la pared pélvica. N-GANGLIOS LINFATICOS REGIONALES • NX: No se pueden evaluar los ganglios linfáticos regionales. • N0: No se demuestran metástasis ganglionares regionales. • N1: Metástasis en un solo ganglio linfático, de diámetro máximo menor o igual a 2 cm. • N2: Metástasis en un solo ganglio linfático, de diámetro máximo mayor de 2 cm, pero menor o igual a 5 cm, o en varios ganglios linfáticos, ninguno de ellos mayor de 5 cm de diámetro máximo. • N3: Metástasis en un ganglio linfático de diámetro máximo mayor de 5 cm. OPCIONES DE TRATAMIENTO ESTADIO T1A El tratamiento ideal en este estadio es el expectante, que consiste en la realización de un seguimiento clínico con tacto rectal y PSA. En pacientes jóvenes (menores de 60 años) pueden estar justificadas la prostatectomía radical o la radioterapia. ESTADIOS T1B Y T2 El tratamiento estándar en el cáncer de próstata localizado es la prostatectomía radical. La radioterapia es otra opción terapéutica con resultados similares a la cirugía radical en cuanto a supervivencia a medio plazo, pero no en cuanto a largo plazo (más de 15 años). La criocirugía no tiene todavía un papel definido en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. La actitud expectante es muy discutida y quedaría reservada para pacientes mayores de 70 años con carcinomas bien diferenciados. ESTADIO T3 – 771 – Manual de Farmacia Hospitalaria Las posibilidades de curación con cualquier forma de tratamiento en este estadio son escasas. No existe ninguna forma demostrada de tratamiento que sola o combinada sea superior a las otras. La prostatectomía radical sigue siendo defendida por algunos autores, generalmente asociada a una o varias formas de tratamiento (radioterapia u hormonoterapia). Se ha propuesto la hormonoterapia neoadyuvante (previa a la cirugía), por espacio de tres meses, con la intención de reducir el estadio, sin embargo, hasta ahora no se ha logrado demostrar beneficio alguno. La resección transuretral de la próstata se ha utilizado para mejorar la sintomatología obstructiva. La radioterapia externa es para otros autores el tratamiento de elección en este estadio. La quimioterapia neoadyuvante con fosfato de estramustina está en fase de estudio. La manipulación endocrina precoz no tiene posibilidades curativas pero sí reduce en un 70% de los casos la sintomatología obstructiva, retrasa la aparición de metástasis y puede prolongar ligeramente la supervivencia. ESTADIO T4 No existen posibilidades de tratamiento curativo en este estadio, sólo tratamiento paliativo: – Manipulación endocrina precoz. Es el método con menor número de complicaciones. – Radioterapia pelviana, para mejorar la obstrucción de la salida vesical y la obstrucción uretral. – Resección transuretral de próstata. ESTADIO N+ (N 1-3) Las curaciones se deben considerar anecdóticas ya que se trata de una enfermedad metastásica al igual que la radioterapia externa. La prostatectomía radical no mejora la supervivencia, pero sí el control local de la enfermedad. La manipulación endocrina precoz es por el momento el mejor tratamiento. ESTADIO M1 El tratamiento primario del cáncer metastásico es principalmente la manipulación hormonal. Los estudios demuestran un ligero beneficio con el tratamiento precoz (paciente asintomático) frente al tardío (dolores óseos o sintomatología urinaria). Habitualmente el 70% de los cánceres de próstata van a responder al tratamiento hormonal, pero sólo por un período de tiempo que oscila entre uno y tres años. Más que alargar la vida del paciente, de lo que se trata es de mejorar la calidad de ésta. TRATAMIENTO HORMONAL El objetivo de este tratamiento es el de frenar el estímulo androgénico sobre las células cancerosas de la próstata. Los principales andrógenos circulantes son la testosterona y la dihidrotestosterona. – 772 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas Esto se puede conseguir por varías vías: ABLACION DE LAS FUENTES ENDOCRINAS Orquiectomía: Dado que el 90% de la testosterona circulante en sangre está producida en los testículos, la orquiectomía produce una marcada reducción de sus niveles e induce una remisión clínica en la mayoría de los pacientes. Suprarrenalectomía: Se utilizó para suprimir los andrógenos procedentes de la corteza suprarrenal en pacientes que habían recidivado tras el tratamiento endocrino primario. Sólo se obtuvieron respuestas subjetivas. Actualmente no se utiliza. Hipofisectomía: Su finalidad es la de frenar la secreción de ACTH aunque se ha especulado también en que produce una alteración de los niveles de endorfinas que influyen en la percepción del dolor. SUPRESION DE LA SECRECION HIPOFISARIA DE LH Estrógenos: Suprimen la secreción hipofisaria de LH, aumentan los niveles de la proteína transportadora de testosterona (SEBG), disminuyen la síntesis de esteroides en el testículo, aumentan la secreción de prolactina y, en concentraciones muy elevadas, disminuyen la síntesis de ADN de las células cancerosas de la próstata. El preparado más utilizado ha sido el dietilestilbestrol (DES) a dosis de 1,3 y 5 mg. Su utilización ha sido muy discutida debido al alto índice de complicaciones cardiovasculares que producía que estaban relacionadas con la dosis. Actualmente no se utiliza en España. Otros estrógenos que han sido utilizados como el clorotrianiseno (24 mg/día), el fosfato de poliestradiol (40 mg/mes), la premarina (2,5 mg/8 horas) y el etinil estradiol (0,6 mg/día) también se han dejado de utilizar por terapias más modernas, con menos efectos secundarios y más cómodas de administrar. Progestágenos: Los efectos principales, además de inhibir la secreción de LH, son su capacidad de actuar como antiandrógenos al unirse a los receptores de la testosterona y bloquear la 5-alfa-reductasa (enzima que convierte la testosterona en dihidrotestosterona) y aumentar la actividad de la testosteronareductasa en el hígado. No producen ginecomastia como los estrógenos, ni retención de sal y agua y no están relacionados con fenómenos tromboembólicos. Los más utilizados han sido, el acetato de medroxiprogesterona (30-500 mg/día), acetato de megestrol (20-120 mg/día) y el caproato de hidroxiprogesterona (1,5 g 2 veces por semana). Análogos de la LH-RH Son decapéptidos con algunos aminoácidos diferentes a los de la LH-RH – 773 – Manual de Farmacia Hospitalaria y compiten con ella por los receptores hipotalámicos, consiguiendo una hipofisectomía química. Durante las dos primeras semanas de tratamiento se deben asociar a un antiandrógeno ya que producen un incremento inicial de los niveles de testosterona. Actualmente estos compuestos son la base del tratamiento endocrino del cáncer de próstata. Entre los inconvenientes se encuentran que producen sofocos y el precio elevado. Los más utilizados son el acetato de leuprorelina (15 mg/2 meses), la triptorelina (11,2 mg/3 meses), la buserelina (cada 2 meses) y la goserelina (10,8 mg/3 meses). INHIBICION DE LA SINTESIS DE ANDROGENOS La testosterona se sintetiza a partir del colesterol y el acetato a través de una serie de reacciones bioquímicas en las que actúan cinco enzimas. Los inhibidores de estas cinco enzimas interferirán en la síntesis de la testosterona y por lo tanto pueden ser útiles en el tratamiento del cáncer de próstata. Los que más se han utilizado son, la aminoglutetimida (500-1.000 mg/día) que inhibe la 20,21 desmolasa y la 20 αhidroxilasa, el acetato de ciproterona (100-300 mg/día) que inhibe la 17,20 desmolasa, la espironolactona que inhibe la 17 α-hidroxilasa, y el ketoconazol (1.200 mg/día) que inhibe la 17,20 desmolasa. INHIBICION DE LA ACCION DE LOS ANDROGENOS Los antiandrógenos pueden ser esteroideos como el acetato de ciproterona, que además inhibe la síntesis de testosterona y suprime el estímulo hipofisario de la LH, y no esteroideos como la flutamida (250 mg/3 veces al día), la nilutamida (150 mg 1 vez al día) y la bicalutamida (50 mg 1 vez al día). Entre los efectos secundarios destacan la ginecomastia, la diarrea (20% de los tratados con flutamida), náuseas, intolerancia al alcohol, o la disminución de la adaptación a la oscuridad (nilutamida). Con todos ellos ocurre el fenómeno del «síndrome de la retirada de antiandrógenos», que consiste en la apreciación de una mejoría clínica y analítica tras la supresión selectiva de agentes en los que median receptores hormonales esteroideos, en pacientes que están siendo controlados en niveles de castración de testosterona y que presentan una progresión de la enfermedad. INHIBICION DEL SINERGISMO ANDROGENICO Para ello utilizamos agentes que inhiben la secreción de prolactina por la hipófisis. Se han utilizado la levodopa y la bromocriptina en estudios clínicos pero ninguno ha producido respuestas dramáticas o duraderas. OBJETIVOS – Conocer los métodos diagnósticos disponibles para poder realizar el estadiaje – 774 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas clínico. – Manejar la clasificación TNM para poder estadiar el tumor y así conocer las distintas opciones de tratamiento del cáncer de próstata según el estadio en el que se encuentre. – Conocer las distintas opciones terapéuticas para el tratamiento del cáncer de próstata. METODOLOGIA – – – – – Tacto rectal. Determinación de PSA. Ecografía prostática transrectal. TAC abdominal. Gammagrafía ósea. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA CATALONA, W.J. Prostate cancer. Grune & Stratton, Inc. Orlando, 1984. DE TORRES MATEOS, J.A. Cáncer de próstata. Barcelona: Doyma, 1990. KHOURY, S.; CHATELAIN, C.; MURPHY, G.; DENIS, L., y MECHALI, P. Prostate cancer in questions. Treatment 3th International Symposium on Recent Advances in Urological Cancer. París, 1994 KOZLOWSKI, J.M., y GRAYHACK, J.T. «Carcinoma of the prostate». En: GUILLENWATER, J.Y.; GRAYHACK, J.T.; HOWARD, S.S., y DUCKETT, J. Adult and Pediatric Urology. 3th edition. St Louis: Mosby Year Book, 1996. MURPHY, G.; KHOURY, S.; CHATELAIN, C., y DENIS, L. Prostate cancer. 4th International Symposium on Recent Advances in Urological Cancer. Diagnosis and Treatment. París, 1994. OLSSON, C.A., y BENSON, M.C. Cáncer de próstata localizado. Clínicas Urológicas de Norteamérica. Vol. 4, 1996. México, Mc Graw-Hill Interamericana. Prostate Cancer Trialist Collaborative Group. Maximal androgen blocade in advanced prostate cancer: an overview of 22 randomised trials with 3283 deaths in 5710 patients. Lancet, 1995; 346: 265-269. CASO PRACTICO PLANTEAMIENTO Varón de 73 años de edad con dificultad miccional de 6 meses de evolución que presentó cuadro de retención aguda de orina, por lo que era portador de sonda vesical. Al tacto rectal se apreció una próstata de mediano tamaño, irregular, bien delimitada, con aumento de la consistencia de ambos lóbulos y móvil. La cifra de antígeno prostático específico (PSA) en sangre fue de 17,6 ng/ml. En la ecografía transrectal se apreció una masa hipoccogénica en las regiones central y periférica con posible afectación de vesícula seminal. Se realizó biopsia prostática ecodirigida, obteniéndose 3 cilindros de cada lóbulo. El resultado anatomopatológico fue de adenocarcinoma prostático Gleasson 7 (4+3) en los seis cilindros. La gammagrafía ósea no detectó metástasis. Se decidió realizar resección transuretral de la próstata (RTU) desobstructiva. El tejido resecado pesó 30 gramos y el informe histológico confirmó la presencia de un adenocarcinoma prostático Gleasson 7 (4+3) en la mayoría de los fragmentos. Al mes de la intervención quirúrgica se envió al paciente al servicio de radioterapia para recibir 60 Gy sobre pelvis y próstata en los siguientes 3 meses. Al año de finalizar la radioterapia externa el paciente se encontraba – 775 – Manual de Farmacia Hospitalaria asintomático, realizando micciones normales; el tacto rectal mostró una próstata pétrea y fija. Se realizó nueva biopsia prostática, siendo el informe anatomopatológico de adenocarcinoma prostático Gleasson 8 (4+4). Las cifras de PSA fueron de 70 ng/ml por lo que se realizó nueva gammagrafía ósea, en la que se apreciaron 5 depósitos de captación sugestivos de metástasis en columna lumbar, huesos ilíacos y una costilla. En este tiempo se inicia tratamiento hormonal consistente en bloqueo androgénico completo con triptorelina (3,75 mg/28 días) y flutamida (250 mg/8h) por tiempo indefinido. A los tres meses de iniciado el bloqueo hormonal las cifras de PSA bajaron a 0,55 ng/ml. A los 24 meses de iniciar el tratamiento hormonal se comienza a detectar un aumento progresivo de las cifras de PSA que llegan a 10 ng/ml, mientras, clínicamente el paciente se encuentra asintomático. Se decide retirar la flutamida y realizar nuevo control de PSA al mes siendo éste de 5 ng/ml, manteniéndose estable durante 4 meses. A los 6 meses de retirar la flutamida las cifras de PSA ascienden a 40 ng/ml y el paciente comienza con dolores óseos que ceden con la administración de analgésicos no opiáceos, comenzándose a la vez la administración de prednisona (15 mg/día) obteniendo cierta mejoría subjetiva durante 4 semanas con cifras similares de PSA. Pasado este tiempo, el paciente presenta un deterioro progresivo del estado general, anemia y dolores óseos generalizados que precisan la administración de analgésicos opiáceos con cifras de PSA de 100 ng/ml, falleciendo a los dos meses. CUESTIONES – ¿Cuál es el estadio clínico inicial? – ¿Por qué se optó por la RTU y posterior radioterapia local? – ¿Qué otras opciones de tratamiento existían? – ¿Por qué se optó por un bloqueo androgénico total? – De haber fallado el tratamiento analgésico utilizado, ¿qué fármacos o medidas terapéuticas habría tomado? DISCUSION Según los datos que nos aportan todas las pruebas diagnósticas podríamos deducir que el estadio clínico inicial del cáncer de próstata del paciente es T3 N0 M0. Al tratarse de un estadio localmente avanzado, con PSA elevada que sugiere la presencia de metástasis ocultas no demostradas, con obstrucción del tracto de salida vesical en un paciente de 73 años con una esperanza de vida inferior a 10 años, se optó por la RTU y posterior radioterapia local; sin embargo, existían otras opciones de tratamiento como son: Hormonoterapia neoadyuvante a radioterapia, radioterapia externa con posterior retirada de la sonda, hormonoterapia neoadyuvante a cirugía – 776 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas radical, RTU desobstructiva y hormonoterapia diferida y hormonoterapia inmediata. Ninguna de ellas ha demostrado ser superior a las otras. La razón por la que se optó por un bloqueo androgénico total es porque la supervivencia aumenta ligeramente en aquellos pacientes con enfermedad metastásica mínima. En el caso de que hubiese fallado el tratamiento analgésico utilizado, se habrían adoptado otras medidas terapéuticas como son los bifosfonatos (clodronato), inyección de isótopos como el estroncio o el samario y la radioterapia localizada a metástasis óseas. – 777 – TERAPEUTICA EN EL CANCER DE OVARIO DURAN PARRONDO, C. (FIR II), VALLE GINER, I. (FIR II), TORRES BONDIA, F.I. (FIR I), GISBERT GONZALEZ, S.L. (FIR III), CARMONA IBAÑEZ, G. Coordinador: MARTI BONMATI, E. Hospital General Universitario de Valencia (Valencia) INTRODUCCION El cáncer de ovario es el cáncer ginecológico más frecuente y la cuarta causa de muerte por cáncer en Estados Unidos. El 60-80% de los casos se presenta en estadio III o IV (afectación abdominal o metastásica). Gracias a la cirugía citorreductora y a la quimioterapia sistémica con regímenes con cisplatino un 30% de los pacientes en estadio III obtienen una remisión patológica completa. Sin embargo, el 70% de éstas presentan recidiva peritoneal y las opciones terapéuticas son poco esperanzadoras (1). El cáncer de ovario de células epiteliales normalmente es asintomático o se asocia con molestias leves como náuseas y alteraciones abdominales de la zona inferior, que a menudo desaparecen o se tratan sintomáticamente. Cuando los síntomas aparecen, es indicativo de que la enfermedad está avanzada. El dolor abdominal es inespecífico y puede aparecer sensación de compresión en la espalda y recto (2). El marcador tumoral que se puede detectar es el CA125 (glucoproteína asociada al epitelio celómico) que presenta valores elevados en el 82-96% de las enfermas con tumores epiteliales ováricos (especialmente en adenocarcinoma seroso). El valor normal es de hasta 35 U/ml y su especificidad es del 97%, y sólo se detecta en el 1% de personas sanas. En el seguimiento de las enfermas operadas presenta una correlación del 90% con la respuesta al tratamiento y la recidiva. El grado de descenso tras el tratamiento tiene valor pronóstico, y su elevación precede a la manifestación clínica del 60 al 94% de los casos (3). El tratamiento de elección del cáncer de ovario de células epiteliales es el siguiente: 1.a elección: cisplatino o carboplatino + paclitaxel; 2.a elección: cisplatino o carboplatino + ciclofosfamida ± doxorrubicina; 3.a elección: ifosfamida + mesna; 4.a elección: topotecan (4). – 778 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas OBJETIVO Evaluación del tratamiento quimioterápico, antiemetógeno y antibiótico de una paciente afecta de cistoadenocarcinoma ovárico en fase avanzada. METODOLOGIA – Identificación del problema: ¿Es adecuado el tratamiento citostático pautado a la paciente? – Consideraciones farmacológicas. – Evaluación y tratamiento de los efectos secundarios del tratamiento quimioterápico. – Evaluación de los parámetros analíticos en relación con el tratamiento. – Análisis global del proceso. BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA ERIKSON, J.H., y WALCZAK, J.R. «Ovarian cancer». Sem Oncol Nurs, 1990; 6: 214-217. MONTAG, T.W. «Tumor markes in gynecologic oncology». Obstet Gynecol Surv., 1990; 45: 94105. SANFORD, J.P.; GILBERT, D.N.; MOELLERING, R.C., y SANDE, M.A. Guide to Antimicrobial Therapy, 1997, p. 110. TAVORATH, R., y HESKETH, P.J. «Drug treatment of chemotherapy induced delayed emesis». Drugs, 1996; 52(5): 639-648. YOUNG, R.C.; FUCKS, A., y HOSKINS, W.J. «Cancer of the ovary». En DEVITA, V.T.; HELLMAN, S., y ROSENBERG, S. Cancer Principles and Practice of Oncology, 3.a ed., JB Lippincott, Philadelphia, 1989, pp. 1162-1196. Drugs of choice for cancer chemotherapy. The Medical Letter, 1997; 39: 21-28. Nuevos medicamentos comercializados en España. PAM, 1997; 21(203): 257-263. DCS es una mujer de 29 años que acude al Hospital por acusar dolor e hinchazón abdominal así como pérdida de peso (6 kilos en 3 meses), náuseas, vómitos y estreñimiento agudo. La paciente se encuentra normocoloreada e hidratada presentando hipertensión arterial ocasional y obesidad. Los datos de laboratorio son los siguientes: Hematológicos: Leucocitos: 3 12,6.10 /µl; Linfocitos (%): 21,3; Monocitos (%): 9,1; Granulocitos (%): 69,6; Linfocitos totales: 2,7.103/µl; Eritrocitos: 4,6.106/µl; Hemoglobina: 11,4 g/dl; Plaquetas: 519.103/µl. Bioquímicos: Urea: 17 mg/dl; Glucosa: 111 mg/dl; Proteínas totales: 8,6 g/dl; Sodio: 137 mEq/l; Potasio: 4,3 mEq/l; Creatinina: 0,6 mg/dl; GPT: 30 U/l. La exploración física revela: abdomen globuloso distendido y ausencia de hepatomegalia. La exploración ecográfica abdominal y ginecológica permite el diagnóstico de ascitis y cistoadenocarcinoma seroso papilar bilateral de grado III afectando ambos CASO PRACTICO – 779 – Figura I Manual de Farmacia Hospitalaria ovarios. Además, en el ovario derecho se aprecia tumoración multiquística con áreas papilares, zonas sólidas y quiste de contenido mucoso (Figura I). Tras confirmación del diagnóstico mediante laparatomía infraumbilical se decide practicar histerectomía total con doble anexectomía. El tratamiento postoperatorio fue: Cefuroxima intravenosa 750 mg cada 8 horas, Metoclopramida cada 8 horas (vía oral), Dipirona cada 8 horas (vía oral), Naproxeno cada 12 horas (vía oral). Posteriormente, la paciente es sometida a quimioterapia con cisplatino (70 mg/m2) y ciclofosfamida (700 mg/m2) concluyendo el tratamiento y recibiendo el alta médica. A los dos meses DCS acude a urgencias por referir disnea. Se practica exploración radiográfica detectándose opacificación del hemitórax izquierdo. En las pruebas ecográficas no se visualiza el páncreas apareciendo ascitis, hepatomegalia y derrame pleural izquierdo masivo con atelectasia por compresión del pulmón izquierdo. Tras citología del líquido pleural se llega al diagnóstico de adenocarcinoma en fase IV. La paciente es sometida a quimioterapia de segunda línea con taxol (175 mg/m2) y cisplatino (70 mg/m2) para posteriormente optar por el tratamiento con topotecan (1,5 mg/m2/día). El seguimiento de la evolución de la enfermedad así como de la efectividad del tratamiento se efectuó a través del marcador tumoral CA 125. Como consecuencia de la quimioterapia la paciente presenta náuseas y vómitos así como mucositis por lo que se decide pautar ondasetrón siendo sustituido posteriormente por metoclopramida debido a las fuertes cefaleas referidas por la paciente durante el tratamiento con el primer antiemético. El tratamiento de la muscositis consistió en la aplicación local de un preparado compuesto por ketoconazol, hicrocortisona y lidocaína. CUESTIONES – ¿Cúal es el tratamiento antibiótico de elección tras practicar una histerectomía total? – Cuando el tratamiento del dolor e inflamación no se controla con un solo AINE ¿Es adecuado asociarle otro AINE? Comentar la oportunidad de la pauta con dipirona en una paciente sometida a quimioterapia. – Discutir la conveniencia del tratamiento citostático instaurado así como el cálculo de la dosis administrada teniendo en cuenta que la paciente es obesa (peso: 90 kg; altura: 151 cm). – ¿Qué efectos secundarios son presumibles tras el tratamiento citostático instaurado a la paciente? ¿Qué tratamiento sería el adecuado para paliar dichos síntomas? DISCUSION a) Quimioterapia y tratamiento antibiótico Tras el diagnóstico de adenocarcinoma ovárico de grado III (CA 125 = 395.47), la paciente fue intervenida quirúrgicamente reseccionando el tumor primario y posibles metástasis ya que cuanto menor es el – 780 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas residuo la respuesta a la quimioterapia es más satisfactoria. Tras la intervención quirúrgica DCS recibió como profilaxis antibiótica cefuroxima iv 750 mg cada 8 horas durante 3 días. Aunque la elección del antibiótico fue correcta la pauta posológica más adecuada hubiera sido 1,5 g de cefuroxima cada 12 horas (5). Para la prevención del dolor e inflamación postquirúrgica se instauró tratamiento farmacológico con dipirona y naproxeno. En principio hubiera sido suficiente la administración de naproxeno y en caso de persistencia del dolor se podría haber administrado paracetamol más codeína. En este caso, la dipirona no está indicada ya que su principal reacción adversa son las discrasias sanguíneas. Tras la resección quirúrgica la quimioterapia es el tratamiento más habitual del cáncer de ovario avanzado. Los agentes alquilantes, melfalán, ciclofosfamida, clorambucilo y tioepa producen respuestas similares, pero el cisplatino es uno de los fármacos más activos en este tipo de cáncer. El tratamiento de elección es una terapia combinada de cisplatino + paclitaxel, en este caso se inició la quimioterapia con cisplatino + ciclofosfamida ya que cuando la paciente comenzó con el tratamiento citostático el paclitaxel era un fármaco en investigación no comercializado. Por otro lado, el carboplatino aunque es un compuesto dosis limitante por mielosupresión es menos nefrotóxico y emetógeno que el cisplatino. La dosis de carboplatino de es equivalente 400 mg/m2 terapéuticamente a 100 mg/m2 de cisplatino de la remisión de la enfermedad. Al finalizar 6 ciclos de quimioterapia el marcador tumoral fue de 2 U/ml. La paciente presentó metástasis (CEA 125 = 378.39) y fue tratada con una segunda línea de quimioterapia (Cisplatino + paclitaxel), al finalizar el marcador tumoral siguió elevado (319.34) por lo que se consideró resistencia al cisplatino y sin respuesta al paclitaxel. Al comercializarse el topotecan (6) se reinició la quimioterapia con el mismo y en la actualidad presenta CEA 125 = 75 U/ml. Para el cálculo de la dosis a administrar de los diferentes fármacos quimioterápicos puede calcularse la superficie corporal con la siguiente fórmula: SC = peso(kg)0,5378. altura (cm)0,3964 . 0,024265 b) Tratamiento de las efectos secundarios asociados a la quimioterapia Las náuseas y los vómitos inducidos por medicamentos citostáticos constituyen un efecto secundario frecuente en la quimioterapia, considerándose como una complicación importante y ocasionalmente dosislimitante. El cisplatino es uno de los fármacos más emetógenos causando náuseas y vómitos que se prolongan incluso más de 24 horas. El fármaco de elección en este caso es el ondasetrón ya que antagonizando de forma selectiva los receptores 5-HT3, consigue reducir las náuseas y vómitos asociados al cisplatino (7). Además, este fármaco es de fácil administración y las reacciones adversas son mínimas. No obstante, nuestra paciente presentaba cefaleas intensas – 781 – Manual de Farmacia Hospitalaria con este tratamiento por lo que se optó por metoclopramida obteniéndose un buen control de la emesis si bien hubiera sido conveniente adicionar difenhidramina como profilaxis frente a las reacciones de tipo extrapiramidal inducidas por este antiemético a dosis altas. No fue necesario utilizar lorazepam porque la paciente no refería vómitos anticipatorios tal vez como consecuencia de que la terapia antiemética se instauró antes de comenzar el primer ciclo de quimioterapia. Por otra parte, no se optó por el granisetrón ya que los estudios comparativos entre este fármaco y el ondasetrón no ponen de manifiesto la existencia de grandes diferencias en lo que a la potencia emetógena se refiere y las reacciones adversas son muy similares. Otro efecto tóxico importante del tratamiento con citostáticos es la depresión de la médula ósea y por tanto la aparición de discrasias sanguíneas. En concreto, el cisplatino y la ciclofosfamida deprimen la médula ósea, si bien la depresión causada por la ciclofosfamida es más reversible que la producida por otros agentes alquilantes y afecta menos a las plaquetas. El taxol y el topotecan pueden producir trombopenia, neutropenia y anemia. A pesar de lo comentado anteriormente, la paciente no refirió alteración en los valores del hemograma si bien es necesario destacar que tras el primer ciclo de quimioterapia el valor de los leucocitos disminuyó hasta 3,3.103/µl pero esta cifra fue aumentando progresivamente hasta alcanzar un valor constante de 8,6.103/µl. Dada la nefrotoxidad del cisplatino se prestó especial interés a los valores de creatinina sérica de la paciente sin encontrarse ninguna cifra que mostrase indicio de fallo renal. La causa de esta falta de afectación renal es posible que sea debido a la buena hidratación de la paciente si bien hubiera sido conveniente para preservar la función renal la utilización de diuréticos osmóticos como el manitol. Los efectos citotóxicos de la quimioterapia sobre la división de las células del epitelio de la mucosa puede ocasionar estomatitis cuyo tratamiento es importante por ser una excelente vía de entrada para los organismos patógenos y porque dificulta la ingesta adecuada de fluidos y nutrición. La utilización de anestésicos tópicos como la lidocaína ayuda a aliviar el dolor asociado con las úlceras aunque si éste persiste es conveniente utilizar analgésicos sistémicos. – 782 – TERAPIA DE SOPORTE PARA EL TRATAMIENTO CITOSTATICO EN EL PACIENTE ONCOHEMATOLOGICO BUSTO FERNANDEZ, F.; SALVADOR GARRIDO, M.P. Coordinador: CUNA ESTEVEZ, B. Hospital Juan Canalejo. La Coruña INTRODUCCION La quimioterapia antineoplásica ha experimentado un importante desarrollo en los últimos años. Los nuevos medicamentos citostáticos (paclitaxel, docetaxel, irinotecan, gemcitabina, raltitrexed, etc.) proporcionan, en algunos casos, una mayor efectividad terapéutica, pero también conllevan un alto grado de toxicidad, que puede provocar una disminución en la calidad de vida del paciente, así como un cambio del régimen posológico y, en último caso, la suspensión del tratamiento. Con el fin de prevenir, controlar o minimizar los efectos secundarios producidos por los medicamentos citostáticos se recurre a la denominada terapia de soporte. Desde el punto de vista del paciente, las náuseas y vómitos (toxicidad a nivel gastrointestinal) se consideran como uno de los efectos adversos más limitantes y pueden conducir el abandono de la terapéutica. A nivel clínico, ocasionan complicaciones severas (alteraciones hidroelectrolíticas, ansiedad, depresión, etc.). Como terapia de soporte antiemética, y en función del poder emetógeno del esquema terapéutico, se utilizan antiserotoninérgicos 5-HT3 (ondansetron, granisetron, tropisetron), metoclopramida y corticosteroides. Las complicaciones más comunes a nivel hematológico son neutropenia y anemia. La neutropenia incrementa la morbi/mortalidad (infecciones) y, en ocasiones, obliga a una modificación del régimen posológico (disminución de las dosis administradas, alargamiento de los períodos interciclos). Para prevenir y/o reducir la duración de la neutropenia y la incidencia de neutropenia febril en pacientes a tratamiento con quimioterapia, se utilizan factores estimulantes de colonias (CSF), que regulan la proliferación, diferenciación y activación funcional de las células – 783 – Manual de Farmacia Hospitalaria hematopoyéticas progenitoras. Se clasifican en función de la línea celular que estimulan: GM-CSF (granulocitos y macrófagos) y G-CSF (granulocitos). La eritropoyetina es una glucoproteína indicada para corregir la anemia en pacientes adultos onco/hematológicos sometidos a terapia con derivados del platino (cisplatino y carboplatino). La utilización de una terapia de soporte efectiva permite la administración de la quimioterapia en régimen ambulatorio (hospital de día) en la mayoría de los pacientes. OBJETIVO Conocer los efectos secundarios más importantes de los principales esquemas terapéuticos utilizados en diferentes neoplasias, así como la terapia de soporte para su prevención y/o control. Identificar los factores predisponentes asociados al paciente, esquema terapéutico y/o a la propia enfermedad neoplásica. Establecer comunicación con el paciente y con el médico. Diseñar un protocolo de seguimiento de los pacientes. METODOLOGIA – Validación de la prescripción: • Datos del paciente (edad, superficie corporal –en su defecto peso y talla). • Tipo de neoplasia y estadio. • Esquema terapéutico y terapia de soporte prescritos. – Consulta de la historia clínica del paciente: • Datos bioquímicos y hematológicos. • Esquemas terapéuticos anteriormente utilizados. – Conocer los efectos secundarios más importantes del esquema terapéutico prescrito, así como los factores que los favorecen, y la terapia de soporte protocolizada para su prevención y/o control. – Adecuación de la prescripción médica de la terapia de soporte (posología, duración del tratamiento, vía de administración, etc.) a los protocolos establecidos. En caso de discordancia, se establece comunicación con el médico para conocer el motivo de desviación del protocolo y ratificar o cambiar la prescripción. – Información al paciente: a) Información escrita: presentación comercial, forma de administración, almacenamiento y efectos secundarios; b) Entrevista personal farmacéutico-paciente. – Evaluación de la terapia de soporte: • Impreso de seguimiento por paciente. • Entrevista con el paciente y consulta periódica de la historia clínica. • Diseño de un método de valoración de los efectos secundarios por el propio paciente y de un circuito de comunicación farmacéutico-médico-paciente. – Reevaluación, en caso necesario, de la terapia de soporte conjuntamente con el médico. – 784 – Terapéutica en enfermedades neoplásicas BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA DIAZ-RUBIO, E., y GUILLEM PORTA, V. (dir.). Oncología Médica. Guía de Prescripción. Madrid, 1995. PAZDUR, R. (ed.). Medical Oncology, 2.a ed., New York: Huckinton, 1995. Update of recomendations for the use of hematopoietic colony-stimulating factors: evidence -based clinical practice guidelines. J Clin Onc, 1996; 14 (6):19571960. CASO PRACTICO En el Servicio de Farmacia, procedente del Hospital de Día (paciente ambulante), se recibe la siguiente prescripción médica para la elaboración del tratamiento citostático (tabla 1): – Nombre: JTG. – Diagnóstico: Cáncer de mama metástasico. – Días 3-7: ondansetron 8 mg OR cada 12 horas. – Repetir el ciclo cada 21 días. – Datos del paciente: Mujer de 44 años y 1,62 m2 de superficie corporal. – Consulta de la historia clínica: • Terapéutica previa: Esquema CAF (Ciclofosfamida, adriamicina y fluorouracilo) cada 21 días; número total de ciclos: seis; presenta progresión de la enfermedad. Un mes después del último ciclo, se prescribe el actual esquema terapéutico. • Los datos analíticos (hematológicos y bioquímicos): Antes tratamiento Hemoglobina Hematocrito Plaquetas Leucocitos Neutrófilos Creatinina 11,8 g/dl 30,9 % 285 x 10 3 /mm3 5 x 10 3 /mm3 2,24 x 10 3/mm3 1,1 mg/dl – Se realizará un control analítico el día 8 tras la administración del ciclo. CUESTIONES a) Indicar los posibles efectos secundarios más destacados de este ciclo y valorar los factores predisponentes en la paciente. b) Discutir la terapia de soporte prescrita. c) Valorar la posible utilización de eritropoyetina. Si se considera necesaria, indicar régimen posológico. d) ¿Se debería de prescribir un factor estimulante de colonias? Razonar la Tabla 1 DÍA 1 DÍA 2 2 ESQUEMA TERAPÉUTICO Paclitaxel (PAC) 150 mg/m : 240 mg Cisplatino (CDDP) 75 mg/m2: 121 mg TERAPIA DE SOPORTE 20 mg de dexametasona IV 5 mg de dexclorfeniramia IV 20 mg de metoclopramida IV 50 mg de ranitidina IV 32 mg de ondansetron IV 20 mg de dexametasona IV 50 mg de ranitidina IV – 785 – Manual de Farmacia Hospitalaria respuesta. DISCUSION El esquema paclitaxel + cisplatino se utiliza en cáncer de ovario en primera y segunda línea, así como en segunda línea en cáncer de mama previamente tratado con antraciclinas. En esta paciente se prescribe este régimen terapéutico en segunda línea, después de la administración de un ciclo con antraciclinas (adriamicina). a) Los potenciales efectos secundarios son: emesis, ototoxicidad e insuficiencia renal (cisplatino), y neuropatía periférica y reacciones de hipersensibilidad (paclitaxel). Asimismo, ambos pueden producir mielotoxicidad, principalmente, neutropenia y anemia. Un factor predisponente importante es la administración de quimioterapia previa que puede favorecer la existencia de vómitos anticipatorios, neutropenia, etc. b) Análisis de la terapia de soporte prescrita: – Día 1: El paclitaxel tiene un potencial emetógeno moderadamente bajo y puede producir reacciones alérgicas. La terapia de soporte debe incluir antihistamínicos, un antiemético (en este caso estaría indicada la metoclopramida), corticosteroides (para potenciar el efecto antiemético de la metoclopramida) y un antagonistas H2, como la ranitidina (para protección gástrica). – Día 2: Debido al carácter altamente emetógeno (emesis aguda y retardada) del cisplatino, se utilizarán antiserotoninérgicos 5-HT3 (ondansetrón) asociados a corticosteroides, durante cinco días. c) Tanto el paclitaxel como el cisplatino pueden producir anemia. Por ello, se realiza un seguimiento analítico tras su administración de forma que si la cifra de hemoglobina desciende a valores entre 8-9,5 g/dl, estaría indicada la utilización de eritropoyetina, según el siguiente esquema posológico: dosis inicial de 150 UI/kg, tres veces por semana, por vía subcutánea hasta alcanzar valores normales (12 g/dl). d) La neutropenia producida por el paclitaxel es más acusada que la del cisplatino, y tiene su nadir a los 12-15 días después de su administración. Si el nivel de neutrófilos disminuye tras el ciclo a niveles próximos a 500 mm3, está indicado la utilización de un factor estimulante de colonias (G-CSF) (p. ej., filgrastim a dosis de 5 mcg/kg/día, por vía subcutánea) hasta el restablecimiento de valores normales. En ciclos posteriores, se debe de utilizar, como profilaxis, el factor estimulante de colonias (p. ej., filgrastim a dosis de 5 mcg/kg/día, por vía subcutánea, durante 7 días). – 786 –