1 CASTELLANO HERMAFRODITA Sgls. XVIII

CASTELLANO
HERMAFRODITA
Sgls. XVIII-XIX
Mármol de Carrara
49 x 26 x 12’5 cm.
Col·lecció Despuig. Castell de Bellver, Palma (Mallorca); inv. 60
Esta copia a tamaño reducido del Hermafrodita Borghese es un pequeño
recuerdo de gusto neoclásico de los muchos que se elaboraban en Roma a
partir de esculturas conocidas y que eran adquiridos por coleccionistas y
viajeros para decorar sus estudios o incluir en sus gabinetes de antigüedades y
curiosidades.
El original romano (inspirado en un modelo del siglo. II A.c.), que fue
descubierto en unas excavaciones en los jardines del monasterio de Sta. Mª de
la Victoria, formó parte de la colección de Scipione Borghese y fue restaurado
por Bernini. Este famoso escultor realizo el colchón sobre el que reposa la
figura. En 1809 Napoleón “adquirió” gran parte de esta colección y actualmente
el hermafrodita puede contemplarse en la Museo del Louvre.
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En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se conserva un
ejemplar de las mismas dimensiones que el de Bellver y en el Museo del Prado
encontramos otro ejemplar en bronce, a tamaño natural, realizado por Matteo
Bonuccelli utilizando el vaciado en yeso adquirido por Velazquez durante su
segundo viaje a Italia (1650).
Esta pieza forma parte de la colección de escultura clásica que el cardenal
Despuig reunió a comienzos del siglo XIX en Raixa, villa de estilo italianizante
erigida en la localidad de Bunyola (Mallorca), que había pertenecido a su
familia y que el cardenal acondicionó a modo de museo con el objetivo de
exponer los tesoros arqueológicos que éste había reunido en Italia
provenientes tanto de excavaciones como del entonces floreciente mercado
anticuario, así como algunas esculturas de estilo neoclásico encargadas a los
mismos artistas y escarpelinos que debían llevar a cabo la restauración y
puesta a punto de la colección.
Hermafrodita, personaje mitológico de naturaleza masculina y femenina a la
vez, era hijo de Hermes y Afrodita (Mercurio y Venus). En origen Hermafrodita
era un joven de gran belleza que vivía en Asia Menor. Un día mientras se
bañaba en un lago la ninfa Salmácide se prendo de él pero éste la rechazó.
Ella pidió a los dioses que unieran los dos cuerpos y sus súplicas fueron
atendidas formando un nuevo ser.
Las representaciones de este personaje son numerosísimas tanto en pintura
como en escultura desde la antigüedad hasta el Renacimiento y el Barroco. En
la sala contigua podemos contemplar otro ejemplar de mayor tamaño.
BIBLIOGRAFIA
AA.DD. Velázquez. Esculturas para el Alcàzar.Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Madrid 2007.
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