B) LA ESCULTURA BARROCA EN ITALIA GIAN LORENZO BERNINI (1598-1680) Se dedicó a todas las artes, pero es ante todo un escultor. Trabaja para los Papas en Roma. Características: - Movimiento exaltado. - Naturalismo: aspira a sublimar la naturaleza. - Calidades rugosas en pieles, ropajes. Grandes efectos de claroscuro. - Gran religiosidad. El rapto de Proserpina. (1621-22). Gran estudio anatómico. Contraste entre la musculatura de Plutón y la delicadeza de Proserpina, entre la brutalidad de uno y el pudor recatado de la otra. David (1623-24). Antítesis del David de Miguel Ángel. Movimiento desenfrenado, no contenido ni en tensión. Disparando la honda, como si se tratase de una instantánea que congela el movimiento. Es menos fuerte, pero más humano, y por eso mismo su acción (abatir de Goliat) resulta más grandiosa. Expresión psicológica del esfuerzo. Composición: Centrífuga, las líneas abiertas crean un impulso hacia afuera que nos hace preguntarnos por el impacto en Goliat. Apolo y Dafne (1622-25). Mármol (243 cm. de altura). Tema mitológico sacado de las “metamorfosis” de Ovidio. Dafne se convierte en laurel ante el contacto con el dios, como única manera de huir de su acoso. Conjuga la belleza idealizada con el movimiento. Gran expresividad de sentimientos: el sufrimiento de Dafne, que lanza un grito desgarrador; el deseo de Apolo. Gran intensidad emocional. Composición basada en diagonales crea más sensación de movimiento, acentuado por el arqueo de los cuerpos, el movimiento de cabellos y paños. Inestabilidad: capta un momento preciso, el de la transformación, de gran movimiento y desequilibrio. Gran trabajo en calidades: las pieles, hojas de laurel, rugosidad de la madera. Sepulcro de Urbano VIII (1627-47) Mármol de colores y bronce dorado. En Basílica S. Pedro. Funde la tumba con el monumento conmemorativo. Representa la figura del difunto Papa y varias alusiones alegóricas: el Papa sobre un pedestal, sentado en la Silla de S. Pedro, portando los símbolos de su poder. Alegorías de las virtudes de su pontificado: Justicia y Caridad. Introduce el tema de la Muerte con un esqueleto que reclama al muerto blandiendo un reloj de arena, que simboliza que todos los mortales son iguales ante ella (tema frecuente en Barroco). Pretende glorificar a la Iglesia y a su cabeza visible, el Papa. Sepulcro de Alejando VII. Sigue el mismo esquema, pero con 4 alegorías. Fuentes: el mejor ejemplo de lo efímero y del movimiento, al tiempo que se insiste en el viejo tema medieval de la “Fons Vitae”. Fuente de la Barcaza: en la Plaza de España, al pie de la escalinata. Roma (1528-29). La barca es una alegoría de la Iglesia, que navega triunfante por el mundo. Fuente del Tritón: Plaza Barberini (1542-43): Tema profano, pero destaca los símbolos papales (tiara, llaves) y de la familia Barberini (abejas), la del Papa. Fuente de los Cuatro Ríos: Plaza Navona (1648-51). Simula una roca natural, rodeada de los 4 ríos que simbolizan los 4 continentes (Danubio, Nilo, Ganges, Río de la Plata), representados antropomórficamente, con sus animales y plantas características. Los personajes son de un tamaño gigante, hercúleos. Originalidad: introduce la naturaleza en el paisaje urbano. La composición es piramidal, rematada por un obelisco sobre el que hay una paloma (símbolo de los nuevos Papas de la familia Pamphili) y del Espíritu Santo. Simboliza el dominio de los Papas sobre los 4 continentes y del Espíritu Santo cuya gracia se extiende también por todo el mundo. S. Longinos (1629-38). Situada en un nicho en uno de los pilares que soportan la cúpula de Miguel Ángel, frente al Baldaquino. Representa a un general romano convertido al cristianismo. La figura es estática, pero la composición es de una gran movilidad: 2 diagonales marcadas por los brazos y la lanza que porta. Calidades: profundos pliegues que crean claroscuros. Rostro muy expresivo, contempla los cielos, lo que crea una sensación de misticismo, al tiempo que llama la atención hacia la cúpula. Éxtasis de Santa Teresa: (1645-1652). Capilla Cornaro de Sta. María de la Victoria. Une toda la capilla en un gran conjunto: en el techo hay pintados una serie de ángeles, a los lados las figuras de la familia Cornaro contemplan la escena. Un transparente ilumina con un foco de luz vertical de origen desconocido la escena. Las figuras parecen flotar sobre una nube. Se basa en un relato de Santa Teresa: una visión de un ángel que con una flecha de fuego le atraviesa el corazón (amor divino). Gran misticismo: rostro atormentado, dramatismo en los pliegues. El dinamismo físico del ángel frente al dinamismo de los sentimientos de Sta. Teresa. Gran contraste entre las calidades: el paño del ángel, los paños de la santa, la carne, la nube. Cátedra de S. Pedro. (1657-1666) Exalta la reliquia de la Silla de S. Pedro, pero también el poder papal (sucesor de S. Pedro). Forrada de bronce dorado, rodeada de los 4 padres de la Iglesia, logra un gran efecto “teatral”, sobre todo gracias a la iluminación conseguida con el “Gloria”, que representa al Espíritu Santo, pero que en realidad es un transparente rodeado de ángeles. Retrato del Cardenal Borghese; la Beata Albertoni; Luis XIV, médico Gabriel Fonseca. OTROS ESCULTORES ITALIANOS: Alessandro Algardi, Francesco Duquesnay, Pietro Tacca (estatua ecuestre de Felipe IV en Madrid, con diseño de Velazquez). Ya en el XVIII Pietro Bracci hace las esculturas de la Fontana de Trevi. C – LA ESCULTURA BARROCA EN FRANCIA Gran clasicismo y academicismo. Exaltación de la monarquía borbónica. Autores: Pierre Puguet; François Girardon, Antoine Coisevox. D - LA ESCULTURA BARROCA EN ESPAÑA - - - Características muy diferentes a la escultura italiana o la francesa. Material: predomina la madera policromada para hacer imágenes religiosas para retablos o pasos procesionales. De ahí su nombre : IMAGINERÍA Temas: Poca escultura cortesana encargada a autores extranjeros (P. Tacca). Predominan los temas religiosos. Mecenas: la Iglesia y las Cofradías o Hermandades que encargan los pasos de sus procesiones de Semana Santa (Passus: sufrimiento= Pasión = pasos procesionales) para agradecer a su patrono su protección. Por eso destacan los focos de Castilla-León y Andalucía, las zonas más pobladas y de más religiosidad. Gran realismo, tanto físico (llegan a poner a las imágenes ojos de vidrio, cabellos naturales, imágenes para vestir) como en las acciones (exageradas, expresivas, para demostrar el patetismo, sufrimiento, misticismo, ascetismo). Heridas, sangre, lágrimas. Movimiento calmado. Tipos: Pasos procesionales, retablos (con figuras de bulto redondo que se sacan en las procesiones de Semana Santa), sillerías de coros. CASTILLA-LEÓN VALLADOLID GREGORIO FERNÁNDEZ. (1576-1636) Evoluciona desde el clasicismo hacia el más exagerado naturalismo (dramatismo). Hace los ropajes muy convencionales, se doblan angulosamente, acentuando el claroscuro y dramatismo (influencia flamenca). Gran trabajo en calidades de pieles humanas. Policroma sus figuras en tonos mates, de un modo muy naturalista (pinta llagas, sangre, heridas). Retablo de la catedral de Plasencia, retablo de las Huelgas Reales de Valladolid, Retablo del Convento del Carmen Descalzo de Valladolid: destaca el relieve del Bautismo de Cristo, casi de bulto redondo (hoy en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid) Inmaculada, Sta. Teresa, S. Francisco muerto (de pie) Pasos procesionales: crea tipos iconográficos que luego repite, y que otros autores copiarán. De ahí las similitudes entre todos los Pasos de todas las ciudades. Camino del Calvario (destaca la Verónica, llena de ternura y elegancia) y el Cireneo (fuerza) Cristo atado a la columna Cristo yacente: (varios. Por Ej. El del Convento del Pardo o el de las Clarisas de Valladolid) Exento. Cristo sólo en el sepulcro, como descansando, con la boca y ojos entreabiertos, la barba bífida, típica de Fernández. Numerosas heridas y llagas. El paño de pureza apenas le cubre el cuerpo, con los pliegues muy duros. Anatomía muy estilizada. Apoya la cabeza sobre una almohada Piedad (Museo de Valladolid). Grupo: Cristo, Virgen, 2 ladrones, S. Juan y Mª Magdalena. Composición diagonal de Cristo y piramidal de Cristo y la Virgen, el resto marcan líneas verticales (influencia del gótico flamenco). Gran expresividad y dramatismo en los pliegues, la sangre policromada, las expresiones. Cristo de la Luz (Crucificado). Muy delgado, cuelga de la cruz. El rostro entre los cabellos, la barba bífida (característico en Fernández). MADRID En realidad no es una escuela, sino que llegan autores de otros lugares para trabajar en la Corte. Extranjeros como Pietro Tacca (retrato ecuestre de Felipe IV).Portugueses como MANUEL DE PEREIRA, de quien destaca su S. Bruno de gran realismo y misticismo. ANDALUCÍA Gran cantidad de autores, sobre todo en Sevilla (capital económica) y Granada (necesidad de potenciar el cristianismo frente a los restos de mudejarismo). Las imágenes andaluzas son mas serenas y dulces, mas místicas que dramáticas. Sustituyen la sangre y el dolor por los dorados y la elegancia. SEVILLA JUAN MARTÍNEZ MONTAÑÉS (1568-1648). Nacido en Alcalá la Real (Jaen), pero trabaja en Sevilla, logrando gran prestigio y fama. Sus obras son policromadas por pintores sevillanos, como Francisco Pacheco. Destaca por su gran serenidad y equilibrio. En sus inicios tiene una cierta influencia del Manierismo. Cristo de la Clemencia (Catedral de Sevilla). 1503.(“El Cachorro”) Modelado perfecto. Alargamiento de las formas casi manierista. Menos sangre y sufrimiento transmiten un sentido de emoción pero no trágico. Se acerca al creyente a través del sentimiento y de la mirada de Cristo (hacia abajo, al que reza a sus pies). Los paños en diagonal crean la sensación de movimiento. Retablo de S. Isidoro del Campo (Santiponce. Sevilla). Escenas de la Adoración de los Reyes Magos, o la de S. Jerónimo (en el centro), inspirado en el de Torrigiani (S. Jerónimo demacrado, místico, sólo huesos. Crea efectos de perspectiva. Inmaculada (Capilla de los Alabastros. Catedral de Sevilla). Mujer joven, con el manto caído sobre los hombros, recogido por una de sus puntas. Gran abundancia de ropajes, con pliegues ampulosos, que le confieren una serena majestad. Cabeza ladeada, manos juntas frente al pecho. Se alza sobre varios putti. JUAN DE MESA (1583-1627). Discípulo de Martínez Montañés, pero con más patetismo. Infinidad de Cristos Crucificados: Cristo de la conversión del Buen Ladrón; Cristo del Gran Poder. GRANADA ALONSO CANO (1601-1667). Formado en Sevilla. También es pintor y arquitecto. Sus modelos son geométricos, de perfil ovalado. Rostros idealizados. Gracia y dulzura, sobre todo en las figuras femeninas. Sus tallas son de pequeño tamaño y de gran detallismo. Virgen de Nuestra Señora de la Oliva (Lebrija. Sevilla). Influencia de Montañés en los paños. Mantiene el Niño en los brazos, pequeño, dulce, delicado. Idealización en Niño y Virgen. Inmaculada (Catedral de Granada). Manos unidas. Grandes ropajes muy plegados pero lisos, sin decoración. Silueta en forma de Huso. Idealización en el rostro sereno, dulce, infantil. PEDRO DE MENA (1628-1688). Discípulo de A. Cano, con características similares, pero con mayor misticismo y dramatismo. Sillería del Coro de la Catedral de Málaga. S. Francisco de Asís muerto. Reproduce la forma en que se halló el cuerpo al abrir la tumba, de pie, encapuchado, con las manos unidas (Tipo creado por G. Fernández) Magdalena penitente (Museo nacional de Escultura de Valladolid). 1664. Talla en madera de 1,5 m. Personifica en tema del arrepentimiento y la penitencia, necesarios para la redención. Toma el tipo de G. Fernández (influencia castellana, dramatismo). Figura consumida por la pena y la angustia: sujeta con fuerza el crucifijo mientras se aprieta el corazón, mira el crucifijo con lágrimas en los ojos. Rostro místico pero no de dolor exagerado: las facciones son grandes con un gesto de dolor, labios resecos, ojos enrojecidos, cuello tenso. Los cabellos son largos, húmedos, como mojados por las lágrimas. Se cubre con un tosco sayal de hoja de palma atado con un cordón, lo que representa la penitencia e impide cualquier referencia a la anatomía. La intensidad religiosa se acentúa con el color, lánguido, sobrio, a base de ocres. MURCIA. S. XVIII FRANCISCO SALZILLO (1707-1783) procedencia italiana. Influencia del arte italiano, y rococó, más frívolo, pero recogiendo la religiosidad y dramatismo hispanos. Se caracteriza por un tierno naturalismo, la elegancia, gran colorido, anatomías perfectas, rostros dulzones, gran virtuosismo técnico. De gran éxito popular en vida. OBRAS: Figuras de belenes (influencia de tradición italiana) Pasos procesionales para la ciudad de Murcia. Grandes composiciones, con múltiples figuras. La Caída. La Última Cena. La Oración en el Huerto (1752). Destaca el bellísimo ángel, de mirada ausente. El Prendimiento. Escena del beso de Judas, mientras Jesús lo mira de un modo que delata que conoce la traición de Judas.