Agua—Tema Central en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible “...cumplir con las necesidades del presente, sin sacrificar la habilidad de que las generaciones futuras puedan cumplir con las suyas...” por William J. Cosgrove y Richard Connor E l agua, como dice el dicho, nos concierne a todos. La razón es simple: el agua es vida. Sin acceso a un abastecimiento de agua fresca y servicios de saneamiento adecuados, no puede existir una reducción en la pobreza y no hay un desarrollo sostenible. Sorprendentemente, el concepto fundamental de relacionar el agua fresca al desarrollo sostenible, tal vez con frecuencia fue ignorado por los tomadores de decisiones y políticos involucrados en lo que ha llegado a conocerse como el “movimiento global del medio ambiente”. Sin embargo, la importancia general del agua no pasó desapercibida durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (WSSD*) celebrada del 26 de agosto al 5 de septiembre de 2002, en Johannesburgo, Sudáfrica. Hace diez años, durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, Brasil, el agua no fue más que un pensamiento posterior, mencionado en su mayor parte de pasada. Otros aspectos del medio ambiente, como la depleción de ozono, deforestación, desertificación y biodiversidad, recibieron la mayor atención de los delegados y la prensa. Esta atención a su vez, llevó a la ratificación de las Convenciones de las Naciones Unidas, así como a una larga lista de acuerdos bilaterales y multilaterales que enfocaban estos aspectos. Por supuesto, la Agenda 21 tuvo un capítulo completo (Capítulo 18) dedicado al agua, pero permaneció como un asunto principalmente para el sector del agua—para aquellas personas y organizaciones que ya estuvieran involucradas en proteger y dirigir los recursos de agua fresca. Originalmente declarada como Río +10, el enfoque del medio ambiente de la Cumbre de Johannesburgo evolucionó, en forma rápida, a uno que aspiraba primariamente la reducción de la pobreza. Esto fue, en parte, debido al movimiento que surgió de la Cumbre del Milenio, celebrada dos años antes en la Ciudad de Nueva York, que requería aligerar la pobreza para el año 2015 y asentó diversos objetivos diseñados para lograrlo. Como resultado, en la WSSD las discusiones se centraron tanto en aspectos sociales y económicos como en el medio ambiente. Sin embargo, si los asuntos y las discusiones terminaron por ser un tanto diluidas, el agua se convirtió en el solvente en el que todos estos asuntos se mezclaron. El agua en el centro Los cinco temas principales de la Cumbre de Johannesburgo fueron agua, salud, energía, biodiversidad y agricultura. Los vínculos entre el agua y los otros cuatro temas son claros: la salud requiere agua limpia y saneamiento; la energía requiere agua para enfriar las plantas hidroeléctricas y el transporte de agua requiere energía; la biodiversidad requiere agua para las especies acuáticas, reptiles y terrestres; la agricultura requiere agua para riego y procesamiento. Reconociendo el vínculo entre el agua y el desarrollo sostenible, la Declaración de Johannesburgo solicita 16 A G U A un “incremento acelerado (en) acceso de requerimientos básicos como el agua limpia (y) sanea-miento”. Se formularon metas específicas en el Plan de Implementación. En esto, los delegados aceptaron “disminuir a la mitad, para el año 2015, la proporción de gente que no puede obtener o comprar agua segura para beber, y la proporción de personas sin acceso a un saneamiento básico”. Obviamente, es alto el costo asociado con tales objetivos ambiciosos, y los mecanismos financieros requeridos fueron el enfoque de considerable atención y debate. Privatización: un debate continuo En la semana precedente a la WSSD, los servicios de noticias internacionales reportaron la reacción violenta sobre la privatización en Argentina del sistema de agua controlado por el gobierno. Reaccionando a proyectos de ley que duplicaron en precio en unos cuantos años, un movimiento de protesta dirigido por ciudadanos y una crisis económica nacional, forzó a una compañía multinacional francesa a que abandonara su contrato a largo plazo para revisar y dirigir el sistema de agua de la Provincia de Tucumán, hogar de aproximadamente 1 millón de argentinos. Demostraciones recientes en Bolivia, Ecuador, Panamá y Sudáfrica muestran qué tan contenciosa puede ser la economía del agua. Por un lado, hay quienes argumentan que el agua es un derecho humano básico, y que toda la gente tiene derecho a un abastecimiento limpio y saludable. Por otro lado, la provisión de servicios de agua y saneamiento cuesta más dinero del que algunos gobiernos están dispuestos o pueden gastar. De hecho, la inhabilidad diversificada de los gobiernos en los países menos desarrollados del mundo para proveer a su población de agua pura y saneamiento, ha sido uno de los argumentos a favor de la privatización. La WSSD no trajo ninguna solución al debate. La realidad es que existe una variedad de soluciones factibles disponibles para los oficiales elegidos, quienes deben escoger una que sea adecuada a las circunstancias particulares. Desafortunadamente, los que se oponen más fuertemente a la privatización han ofrecido pocas alternativas. Enfoque de los medios de difusión Globalmente, la cobertura mundial de la Cumbre de Johannesburgo se concentró más en la gente involucrada (o faltante) que en los aspectos L A T I N O A M É R I C A enero/febrero 2003 PAR BER M SA AS A Si desea saber más acerca de la Cumbre de Johannesburgo, y los esfuerzos que se están realizando para hacer realidad algunas de las metas, consulte el siguiente sitio en Internet: www.un.org/esa/sustdev/index.html Este sitio contiene una encuesta de seguimiento, en caso de que esté interesado en ofrecer sus opiniones. mismos. Mucha tinta corrió sobre la ausencia del presidente de los Estados Unidos, y sobre declaraciones de algunos jefes de estado que utilizaron la plataforma de la WSSD para perseguir su propia agenda política. Pero algunos de los temas principales, muchos relacionados con el agua, sí recibieron algo de atención. Además de la privatización de los servicios del agua, el cambio climático y el Protocolo de Kyoto fueron debatidos acaloradamente en la prensa. De nuevo, desafortunadamente el enfoque fue sobre qué países estaban o no estaban queriendo firmar el acuerdo, más que explicando porqué el acuerdo, y todo el fenómeno de cambio climático, era importante en primer lugar. El asunto del cambio climático fue, sin embargo, el frente y centro del Domo del Agua en Johannesburgo, un evento de cinco días colateral a la WSSD donde miles de personas se reunieron para discutir aspectos relativos al agua. Vinculando agua y cambio climático Más que unirse al debate sobre el cambio climático en el Protocolo enero/febrero 2003 A G U A de Kyoto, la comunidad del agua se reunió en el Domo del Agua e invirtieron un día entero discutiendo cómo prepararse mejor para la variabilidad y cambio climático. Los desastres naturales como las inundaciones, sequías y huracanes han aumentado en las últimas décadas y se anticipa que serán más frecuentes e intensos como resultado del cambio climático. La mayoría está de acuerdo que al aprender a enfrentar la variabilidad climática actual, estaremos el día de mañana en mejor posición para manejar sus impactos. En cooperación con la Organización Metereológica Mundial, el Diálogo sobre Agua y Clima (DWC*) organizó un día especial sobre Agua, Clima y Energía. Los resultados de las discusiones de ese día brindaron un claro mensaje: debemos darle mayor consideración a la variabilidad y cambio climático en nuestras decisiones de manejo del agua. La habilidad de realizar pronósticos climáticos intermedios y de largo alcance, ha crecido considerablemente en la última década, y esta información suministra una herramienta importante y útil para el manejo del agua, la agricultura y los sectores de alerta de desastres. El ímpetu que se ha formado alrededor del tema del agua y el clima ha sido extenso. Ambos temas son prominentes en el Plan de Implementación de la WSSD. El clima y el agua serán temas centrales en el Tercer Foro Mundial del Agua en Japón, en marzo del 2003.S * Por sus siglas en inglés. Acerca de los Autores William J. Cosgrove es vicepresidente del Consejo Mundial del Agua (World Water Council). Richard Connor es director de proyecto del Diálogo sobre Agua y Clima (Dialogue on Water and Climate). L A T I N O A M É R I C A 17