Grupo de litigio e interés público

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U R Í D I C A
J
C T U A L I D A D
Grupo de litigio e
interés público
A
El único Estado estable es aquel
en que todos los ciudadanos
son iguales ante la ley.
Aristóteles
Linda Ospino Arredondo*
L
a Universidad del Norte, en su ánimo de fortalecer el nivel de competencia, de análisis, y
sobre todo de investigación, ha manejado diferentes herramientas entre sus estudiantes;
una de ellas es el Grupo de Litigio e Interés Público,
que crea la posibilidad de acceder a procesos ante
las Altas Cortes en la formación académica de los
integrantes, esgrimiendo temas controversiales,
algunas veces intocables y en otras ocasiones olvidados. Para 2014 no ha sido la excepción, puesto
que uno de los temas que se está estudiando es
revisar la intervención de las confesiones o entidades religiosas en la contratación del servicio educativo con municipios certificados. Los municipios
son certificados por el Ministerio de Educación,
y se diferencian de los no certificados porque los
primeros tienen la posibilidad de administrar sus
propios recursos y organizar la planta de docentes,
la administración y las instituciones educativas; en
cambio, en los segundos, el servicio es prestado
por el departamento al que pertenecen1.
Atendiendo a todo esto, primeramente se profundizó y se localizó toda la normatividad posible que
legisla la temática, para luego establecer la tesis en
la que se fundamentaría la posible acción. En este
orden de ideas, se examinó la Ley 715 del 2001,
*Estudiante de noveno semestre de Derecho de la Univer-sidad
del Norte (Barranquilla, Colombia).
100
1Ley
715 del 2001 numerales 16.1.1 y 16.1.2, 2001.
que dicta normas para organizar la prestación del
servicio de educación; de igual manera, el Decreto 2355 de 2009, que reglamenta la contratación
del servicio público educativo por parte de las entidades territoriales certificadas, y, no menos importantes, las normas constitucionales y jurisprudencia para hacer el debido estudio de legalidad
y constitucionalidad sobre este tema. En este proceso de estudio se determinó hacer una Acción de
Nulidad Simple y Nulidad por Inconstitucionalidad
sobre el Decreto 2355 de 2009; es importante aclarar que se combinan las dos acciones debido a que
el Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, en su artículo 163, da
la posibilidad de acumulación de pretensiones en
una sola demanda siempre y cuando tales no sean
contrarias entre sí.
La acción señalada va dirigida a que se declare la
nulidad del Decreto 2355 de 2009 porque contraría de manera mediata a la Constitución, a las disposiciones legales, ya que desconoce principios y
garantías
normativas,
y
omite
algunos
pronuncia-mientos del Consejo de Estado y de la
Corte Constitucional, dándoles una posición dominante a las entidades religiosas, otorgándoles
privilegios, y, de esa misma forma, colocando en
riesgo el patrimonio de los municipios
certificados.
El argumento que sostiene esta pretensión es que
el mencionado decreto establece tres modalidades
para contratación de servicio público con municipios certificados: Concesión del servicio educativo con aporte de infraestructura física y dotación;
Contratación de la prestación del servicio educativo por un año lectivo para determinado número
de estudiantes, bajo la conformación de un banco
de oferentes; y Administración del servicio educativo con las iglesias y confesiones religiosas; respecto a lo cual la entidad territorial podrá aportar
infraestructura física, docente y administrativa. Sin
embargo, al establecer estas modalidades creó una
serie de particularidades en cada una de ellas para
poder diferenciarlas, otorgándoles privilegios a las
iglesias y confesiones religiosas, por el simple hecho de ser religiosas, consistentes en que en esta
modalidad será la única que podrá tener en su contrato de administración tanto profesores oficiales
como profesores particulares; de esta manera, el
resto de modalidades no contará con este privilegio; lo que conllevaría a que el municipio certificado, aparte de costear un cuantioso contrato por
la administración del servicio educativo, tendría
también que pagar por los docentes oficiales que
se encuentren laborando ahí, teniendo la entidad
religiosa la posibilidad de contratar con el valor del
contrato los profesores particulares, y que esto
conlleve a que la entidad ahorre en sus recursos de
gasto público. De esta manera, no se estaría cumpliendo la motivación del decreto, que es contratar
por insuficiencia del servicio, ya que en teoría se
pagaría doble, y esto produciría un detrimento al
patrimonio del Estado. Además de esto resulta inconcebible este tipo de privilegios a comunidades
religiosas, debido a que Colombia es un estado laico, donde este tipo de entidades son iguales ante
la ley y por ningún motivo debe ser privilegiadas
por otras, y con este tipo de contrato su ganancia
es máxima. Sobre el tema de igualdad en confesiones o entidades religiosas, la Corte Constitucional,
en Sentencia T-269/01 del M.P. Manuel Cepeda Espinosa, ha dicho que
No debe confundirse lo que podría ser una potencial violación del derecho a la igualdad por
un trato discriminatorio basado en razones religiosas -como cuando a una persona se le impone un deber, carga o gravamen por el exclusivo hecho de profesar una fe, de practicar un
culto o de pertenecer a una confesión religiosa
o iglesia-, con la posible violación del derecho
a la igual libertad de todas las confesiones e
iglesias ante la ley.
Además de esto, la Corte Constitucional en diferentes demandas en las que se ha denunciado un
trato diferente a las comunidades religiosas ha reiterado lo siguiente:
El derecho fundamental a la igualdad a que se
refiere el artículo 13 de la Constitución no sólo
garantiza la igualdad formal de todos ante la
ley, sino que cobija en su ámbito de protección
a diversas modalidades de la igualdad material
que van desde la igualdad de trato y la igualdad de oportunidades (art. 13 inciso 1 C.P.)
hasta la igualdad real y efectiva y el trato más
favorable tanto para grupos marginados o discriminados (art. 13 inciso 2 C.P.) como para
personas en circunstancias de debilidad manifiesta (art. 13 inciso 3 C.P.). En contraste, el inciso 2 del artículo 19 de la Constitución regula
exclusivamente la igual libertad de todas las
confesiones religiosas e iglesias ante la ley, lo
que supone una igualdad formal de todas las
colectividades religiosas (ante la ley), así como
la protección constitucional de su autonomía.
Esta interpretación del inciso 2 del artículo 19
de la Constitución encuentra respaldo en que
coincide íntegramente con el numeral 3 del artículo 27 del proyecto gubernamental de acto
reformatorio de la Constitución que rezaba:
“Todas las confesiones religiosas e iglesias son
igualmente libres ante la ley”. (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-269 de 2001,
M. P. Manuel Cepeda Espinosa)
Para concluir y resaltar este fragmento que consolida la base de nuestra tesis, la Corte señaló en la
misma sentencia que
Aun cuando la Corte no fijó un plazo para
que el legislador hiciera los ajustes necesarios
dentro del ordenamiento jurídico colombiano
para que la igualdad de iglesias fuera real y
efectiva, cuando tal omisión supera un plazo
razonable, estamos ante una violación grave
del principio de igualdad que impone al legislador adoptar prioritariamente acciones para
corregir esta omisión.
Con alguna de esta normatividad y jurisprudencia
se hace sólido cada uno de los fundamentos de
la acción para encontrar sustento a la pretensión
planteada. Esto es un trabajo que enriquece al estudiante a ondear en temas importantes para actualidad del país y que sobresalta en la formación
académica.
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Bibliografía
Código Contencioso Administrativo.
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Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-269 de 201, M.P. Manuel Cepeda.
Decreto 2355 del 2009.
Ley 715 de 2011.
Universidad del Norte (s.f.). Grupo de litigio e interés público. Disponible en: http://www.
uninorte.edu.co/web/servicios-a-la-comunidad/
grupo-de-litigio-e-interes-publico
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