Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. COMUNICACIONES BREVES Ela s to fib ro m a d o rs a l: ha lla zg o s e n TC y RM. A p ro p ó s ito d e d o s c a s o s Antonio Cano* • Francisco Bravo* • Javier Garrido* • Rosa Ortega** *Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Universitario «Reina Sofía». **Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Universitario «Reina Sofía». Córdoba. Elastofibroma dorsi: computed tomography and magnetic resonance findings in two cases El elastofibroma dorsal es una lesión seudotumoral no encapsulada benigna consistente en una proliferación de tejido fibroso y fibras elásticas junto con tejido graso, y que se localiza típicamente en la región escapular, unilateral o bilateral. Los hallazgos en tomografía computarizada y resonancia magnética son característicos: masa subescapular con coeficiente de atenuación e intensidad de señal similar a la musculatura adyacente y con contenido graso en su interior, lo que dentro de un adecuado contexto clínico, es prácticamente patognomónico. Aportamos dos nuevos casos de elastofibroma dorsal que cumplen todos los criterios clínicos y radiológicos, en los que se sugirió el diagnóstico prequirúrgico. Palabras clave: Elastofibroma dorsal. Tórax, neoplasias. Resonancia magnética. Tomografía computarizada. E l elastofibroma dorsal (ED) consiste en una proliferación fibrosa benigna seudotumoral de localización típica en el borde inferomedial de la escápula por dentro de los músculos romboides, dorsal ancho y serrato mayor, sobre la pared torácica y las costillas. Puede ser unilateral o bilateral y se ha sugerido que el tumor aparece como resultado de una fricción repetitiva entre la escápula y la pared torácica. Es mucho más frecuente en mujeres que en hombres con una proporción 8:1, y suelen ser detectados a partir de la quinta década de la vida, con una edad media de aparición entorno a los 70 años. Histológicamente los tumores tienen tejido fibroso con abundantes fibras de colágeno, fibras elásticas y variable cantidad de tejido graso (1-3), lo que determina una imagen característica tanto en tomografía computarizada (TC) como en resonancia magnética (RM). DESCRIPCIÓN DE LOS CASOS The elastofibroma dorsi is a benign, nonencapsulated pseudotumor consisting of a proliferation of fibrous tissue and elastic fibers accompanied by fatty tissue. It is usually locate in the scapular region and can be unilateral or bilateral. The computed tomography and magnetic resonance findings are characteristic and, in the proper clinical context, practically pathognomic: a fat-containing subscapular mass with an attenuation coefficient and signal intensity similar to those of the adjacent muscles. We report two new cases of elastofibroma dorsi that fulfilled all the clinical and radiologic criteria, enabling the preoperative diagnosis. Key words: Elastofibroma dorsi. Chest, neoplasms. Magnetic resonance. Computed tomography. aumentado de tamaño lentamente en los últimos 12 meses. La masa era firme a la palpación, no deformable y no dolorosa. La TC sin contraste reveló una masa subescapular de 6 cm de tamaño, con densidad de partes blandas y áreas de densidad grasa en su interior, situada medial a la musculatura del serrato mayor (Fig. 1A). En RM se comprobó que la masa era independiente de la musculatura de la pared torácica y presentaba una intensidad de señal similar al músculo adyacente tanto en imágenes potenciadas en T1 como en T2, con abundante componente de intensidad de señal igual a la grasa. En imágenes potenciadas en T2 existían áreas discretamente hiperintensas (Fig. 1B y 1C). En cirugía se encontró una masa móvil no encapsulada, que presentaba bandas blanquecinas y amarillentas entremezcladas con áreas de aspecto nodular, sin borde neto de separación con la grasa adyacente, la cual se extirpó en bloque. El diagnóstico histopatológico fue de eslatofibroma. Caso 1 Caso 2 Mujer de 52 años de edad que presentaba una masa de tejidos blandos en el borde inferior de la escápula derecha, que había Mujer de 56 años de edad que presentaba una tumoración blanda no dolorosa en la región escapular derecha desde hacía meses (no sabe precisar la paciente), sin que hubiera observado crecimiento de la misma antes de la consulta médica. En RM (Fig. 2A) se comprobó la existencia de una masa de 8 × 7 cm de tamaño situada en la región subescapular, en profundidad al músculo serrato mayor, romboides y dorsal ancho, relativamente mal definida, sin claro margen de separación con la pared torácica. La intensidad de señal era similar a la musculatura esquelética en secuencias potenciadas en T1 y en T2, con áreas intercaladas de tejido con intensidad de señal igual a la grasa, adoptando un patrón estratificado. Cano A, Bravo F, Garrido J, et al. Elastofibroma dorsal: hallazgos en TC y RM. A propósito de dos casos. Radiología 2001;43(7):353-355. Correspondencia: ANTONIO CANO SÁNCHEZ. Servicio de Radiodiagnóstico. Unidad de Resonancia Magnética. Hospital Universitario «Reina Sofía». Avda. de Menéndez Pidal, s/n. 14004 Córdoba. Tel.: 957 010 401. E-mail: acano@sofía.hrs.sas.cica.es. Recibido: 7-V-2001. Aceptado: 22-VI-2001. 55 Radiología 2001;43(7):353-355 353 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. y g y p p A C En cirugía se encontró una tumoración blanda, heterogénea, con nodulaciones blanquecinas, que no infiltraba la pared costal ni la musculatura adyacente, practicándose una resección en bloque. El estudio de anatomía patológica confirmó el diagnóstico de elastofibroma (Fig. 2B). DISCUSIÓN El ED es considerado por la mayoría de los autores como un seudotumor más que una verdadera neoplasia. Hasta la fecha no han sido publicados más de 300 casos, 170 de los cuales fueron descritos en Okinawa (3). No obstante, en un estudio retrospectivo realizado por Brandser et al (4) en pacientes a los que se les realizó una TC de tórax por otro motivo, se encontró una prevalencia del 2%. Se diagnostica con más frecuencia en edades avanzadas aunque se han descrito casos en adolescentes (5). Aparece con mayor frecuencia en sexo femenino (1, 3). Macroscópicamente son lesiones mal definidas, no encapsuladas que ocasionalmente pueden contener algún área quística. El estudio histológico revela una mezcla de fibras colágenas hipereosinófilas con fibras elásticas y fibroblastos aislados, pequeñas cantidades de material mucoide e islotes de grasa madura (3, 6, 7). Su localización más frecuente es la región subescapular, entre la musculatura y la pared posterior torácica. Otras localizaciones mucho menos frecuentes son infraolecraniana, tuberosidad isquiática, pared torácica, deltoides, etc... No es raro que sea bila- 354 B Fig. 1.—Imagen de TC (A), RM en el plano coronal potenciada en T1 (SE: 520,20) (B) y en el plano axial potenciada en T2 (SE: 3.000,100) (C). Se visualiza una masa de localización subescapular por dentro del músculo serrato anterior. La atenuación radiológica es similar a la del músculo, con áreas de menor coeficiente de atenuación similar a grasa (A). La masa presenta una intensidad de señal muy similar al músculo, con abundantes estrías grasas hiperintensas en T1 en su interior (B). La lesión es discretamente más intensa que el músculo en la secuencia de imagen potenciada en T2 (C). teral, apareciendo así entre el 10-66% de los casos (2). El mecanismo etiopatogénico se desconoce, aunque se acepta un posible origen mecánico debido a traumatismos repetidos que provocan fricción entre la región anterioinferior de la escápula y la musculatura subyacente. En la serie de Okinawa se encontraron numerosos casos familiares (3). La clínica que puede dar el ED es muy inespecífica, siendo en la mayoría de los casos asintomático, presentándose como un hallazgo casual y, aunque hay casos descritos de intenso dolor, lo más frecuente es que el paciente acuda a su médico por la aparición de una tumoración indolora, de crecimiento lento en región subescapular. En radiología simple de tórax se puede apreciar en ocasiones una sutil sensación de masa en región subescapular aunque lo más frecuente es que no se visualice (4). Ecográficamente aparece como una masa ecogénica con bandas rectas o curvilíneas más hipoecogénicas que corresponden a las áreas grasas (8). La TC muestra una masa de densidad de partes blandas, heterogénea, que suele localizarse en el borde inferior de la escápula, bien delimitada lateralmente por la grasa existente a dicho nivel, pero no así en su borde anteromedial donde pierde la diferenciación respecto a la musculatura adyacente (1, 2, 4, 6, 8-10). Se describe una morfología típica con convexidad hacia la escápula y el músculo serrato anterior (1, 4, 7). En RM el ED se presenta como una lesión moderadamente bien definida, relativamente inhomogénea, sin edema de los tejidos blandos que le rodean. La intensidad de señal es de forma característica similar a la del músculo esquelético, tanto en imágenes potenciadas en T1 como en T2, con áreas lineales y Radiología 2001;43(7):353-355 56 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. y g y p p A B Fig. 2.—Imagen de RM en el plano axial potenciada en T1 (SE: 520,20) (A) donde se observa una masa infraescapular con borde externo típicamente convexo que desplaza al músculo serrato mayor, que presenta una intensidad de señal algo menor a la del músculo. En la imagen histológica (B) se visualizan numerosas fibras elásticas irregulares, gruesas y fragmentadas, con un fondo de tejido graso y fibroblastos (tinción fibra elástica de Van-Gieson, 25×). curvilíneas en su interior de intensidad de señal igual a grasa. Las imágenes STIR muestran una masa inhomogénea pobremente definida. Tras la administración de contraste habitualmente no existe captación patológica, pero se pueden observar áreas que se realzan discretamente y otras que no. Ocasionalmente pueden realzarse marcadamente con el gadolinio (2, 7, 11, 12). El diagnóstico diferencial hay que hacerlo con el lipoma, liposarcoma, hemangioma, hematoma, sinovitis villonodular pigmentaria, fibromatosis, tumor desmoide e histiocitoma maligno (1, 2, 4). Durante el acto quirúrgico, el ED aparece como una masa firme, no encapsulada, que contacta con la musculatura adyacente (dorsal ancho, serrato mayor, romboides...) y, a veces, fijada al periostio de la escápula y de la sexta a la octava costillas (2, 13, 14). Al corte la superficie es fibrosa y blanca con zonas amarillas de grasa desordenadas (7). Los escasos casos publicados de recurrencia están en probable relación a una resección incompleta (2). En cuanto a la actitud a tomar respecto a estas lesiones es discutida. Numerosos autores abogan por evitar la biopsia quirúrgica ante un paciente de edad avanzada, con masa periescapular, con forma lenticular, con densidad e intensidad de señal similar al músculo y con estrías de grasa en su interior en los estudios de imagen. La presencia de una lesión de similares características en el lado contralateral reforzaría la sospecha diagnóstica (1, 4, 8, 12, 15) y proponen reservar la resección en casos sintomáticos. Otros, sin embargo, recomiendan la biopsia para llegar al diagnóstico definitivo (1, 3, 14). En casos irresecables por su tamaño o en pacientes con alto riesgo quirúrgico la radioterapia puede ser una alternativa (13). En conclusión, el ED es una entidad no tan infrecuente, que habitualmente presenta características de imagen típicas, por lo que si es considerado dentro de un adecuado contexto clínico, su diagnóstico es relativamente fácil de realizar mediante TC y/o RM. 57 Radiología 2001;43(7):353-355 BIBLIOGRAFÍA 1. 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