03 Ate ur 6755 manejo 29/3/06 15:16 Página 1 Atención urgente Manejo de la intoxicación por antagonistas del calcio J. Lloret i Carbóa y L. Marruecos i Santb aUnidad bServicio de Semicríticos. Grupo de Trabajo de Toxicología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. de Medicina Intensiva. Grupo de Trabajo de Toxicología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. España. Los antagonistas del calcio son fármacos muy utilizados en nuestro medio. Sus principales indicaciones son: tratamiento y prevención de la cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, miocardiopatía hipertrófica, enfermedad de Raynaud, vasospasmo cerebral asociado a hemorragia subaracnoidea, jaqueca, hipertensión pulmonar idiopática y como frenadores en las taquiarritmias supraventriculares. Dada su amplia utilización y el escaso margen de seguridad que presentan, llama la atención que la intoxicación sea relativamente poco frecuente. En contrapartida, puede revestir una gravedad extrema. Por otro lado, los pacientes que los toman presentan patologías de base que los hacen más susceptibles a estos fármacos, como edad avanzada, hipertensión arterial, miocardiopatías, insuficiencia cardíaca, trastornos del ritmo y de la conducción cardíaca y consumo de otros fármacos como diuréticos o inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA). Manifestaciones clínicas de la intoxicación por antagonistas del calcio Signos y síntomas Mecanismos implicados Hipotensión arterial y shock Vasodilatación generalizada y acción inotrópica negativa En la intoxicación, las diferencias farmacológicas entre los diversos tipos de antagonistas del calcio tienden a desaparecer, y el cuadro clínico está dominado por alteraciones hemodinámicas, trastornos del ritmo cardíaco y alteraciones extravasculares. La vasodilatación generalizada y la disminución de la contractilidad cardíaca conducen a una situación de shock mixto grave y a menudo muy resistente al tratamiento. Constituye la principal causa de muerte. La bradicardia empeora el cuadro de shock e impide que un ritmo cardíaco más rápido pueda compensar, ni siquiera parcialmente, el bajo gasto cardíaco y la mala perfusión tisular. Ésta provoca acidosis metabólica con aumento de la lactacidemia. La acidosis dificulta la acción de las catecolaminas y de otros fármacos vasopresores cuando se trata el shock, y se cierra un círculo vicioso difícil de romper. El shock puede generar insuficiencia renal aguda, empeorar la insuficiencia renal crónica previa y dar lugar a episodios de isquemia arterial periférica, síndrome coronario agudo, isquemia arterial mesentérica o accidente vascular cerebral en pacientes con lesiones subyacentes en estos territorios. La tabla I resume las principales manifestaciones clínicas de la intoxicación grave por antagonistas del calcio. Insuficiencia cardíaca anterógrada y retrógrada Vasodilatación generalizada, acciones inotrópica y cronotrópica negativas Diagnóstico diferencial Insuficiencia renal aguda Secundario a la situación de shock Tabla I. Manifestaciones cardiovasculares y sistémicas de la intoxicación por antagonistas del calcio Acidosis láctica Rabdomiólisis Isquemia aguda arterial periférica Síndrome coronario agudo Isquemia arterial mesentérica Disminución del fibrinógeno plasmático Otras manifestaciones: Por baja perfusión sistémica o por liberación de catecolaminas endógenas en situación de shock Náuseas y vómitos Debe plantearse con otros fármacos que causan bradicardia y shock, como los bloqueadores beta, la amiodarona, la digoxina y otros antiarrítmicos. Las concentraciones plasmáticas de los antagonistas del calcio casi nunca se pueden determinar, por lo que el diagnóstico se basará en la sospecha clínica ante el cuadro referido y por los antecedentes de la medicación. El QRS normal no es patognomónico pero invita más a pensar en los antagonistas del calcio que en la amiodarona, los bloqueadores beta u otros fármacos que bloquean los canales del sodio, como los antidepresivos tricíclicos o algunos neurolépticos. Síndrome confusional agudo (delirium) Somnolencia, estupor y coma Hiperglucemia ECG: bradicardia sinusal, paro sinusal, PR alargado, QRS normal y QTc normal o alargado (fig 1) 36 JANO 7-13 ABRIL 2006. N.º 1.602 . www.doyma.es/jano Tratamiento de la intoxicación por antagonistas del calcio Ante todo hay que considerar la importante gravedad potencial de la intoxicación. Puede sorprender un relativo buen es- 03 Ate ur 6755 manejo 29/3/06 15:16 Página 2 tado del paciente antes de que se produzca la absorción digestiva de formas retard o de determinados fármacos de absorción más lenta. Pero si la dosis ingerida de forma aguda supone unas 5 dosis terapéuticas o más, es posible que el paciente desarrolle un cuadro clínico muy grave. La figura 1 representa el algoritmo terapéutico que resume el conjunto de medidas que hay que tomar. Deben considerarse, cuando sean necesarias, las medidas generales de soporte ventilatorio, hemodinámico y neurológico, como en cualquier situación de gravedad. No hay que olvidar nunca que el paciente intoxicado grave es, ante todo, un paciente crítico que necesita medidas efectivas de soporte vital. Y además hay que establecer medidas específicas para este tipo de intoxicación. El tratamiento farmacológico consiste en: Soporte hemodinámico – Aporte de volumen con suero fisiológico al 0,9%, especialmente si el paciente tomaba diuréticos o si existe sospecha de hipovolemia. – Dopamina intravenosa (i.v.): entre 1 y 10 µg/kg/min. Se busca el efecto presor y el aumento de la frecuencia cardíaca. Cuando se necesita una dosis superior se pasa a la noradrenalina. – Noradrenalina i.v.: iniciar a 0,5 µg/kg/min y aumentar hasta unos 12 µg/kg/min o más. Es el fármaco con el que existe más experiencia, imprescindible en la mayoría de casos. – Dobutamina i.v.: de 5 a 25 µg/kg/min. Presenta el inconveniente de su efecto vasodilatador, a pesar de su inotropía positiva. Antes de usarla debe iniciarse la noradrenalina. Figura 1. – Isoproterenol i.v.: también con efecto vasodilatador. Dosis entre 0,02 a 0,2 µg/kg/min cuando el shock se acompaña de bradicardia significativa. – Insulina i.v.: tiene un efecto inotrópico positivo, quizás por aumento de la utilización de los hidratos de carbono por el miocardio: 0,3-0,5 U/kg/h en 100 ml de suero glucosado al 10%; mantener una glucemia alrededor de 140 mg/dl. Son necesarios controles frecuentes de la glucemia. – Glucagón i.v.: en muchos casos su eficacia no ha sido probada de forma aislada, por lo que siempre se administrará asociado a catecolaminas, insulina, calcio, etc.; de 50 a 150 µg/kg en bolo y repetir a los 10 min si hace falta. Después, en perfusión continua a 70 µg/kg/h. Vigilar la hiperglucemia. – Gluconato cálcico i.v.: 20 ml al 10% en 10-15 min. Repetir a los 10-15 min y perfusión continua de 10-20 ml/h, sin que la calcemia supere los 11 mg/dl. Efecto fugaz. – En algunos casos refractarios se ha utilizado el balón de contrapulsación aórtico como último recurso para garantizar un mínimo gasto cardíaco. En la práctica, casi siempre es necesaria la combinación simultánea de aporte de volumen, catecolaminas, insulina, glucagón, calcio y quizás dobutamina. Con cada uno por separado no se consigue el objetivo deseado de neutralizar el shock. Manejo de la bradicardia El tratamiento inicial consiste en atropina i.v., que es más eficaz en modelos animales que en la práctica. El tratamiento Algoritmo terapéutico de la intoxicación aguda grave por antagonistas del calcio. Deben considerarse, cuando sean necesarias, las medidas generales de soporte ventilatorio, hemodinámico y neurológico, como en cualquier situación de gravedad. Descontaminación digestiva si el intervalo desde la ingesta es inferior a 6 h. Hasta 24 h en el caso de presentaciones farmacológicas de tipo retard (con cubierta entérica) Método de elección en la mayoría de casos: carbón activado Hipotensión arterial y shock – Aporte de volúmen necesario: inicialmente suero fisiológico al 0,9% – Dopamina – Noradrenalina – Insulina i.v. + S.G. 10% – Glucagón i.v. – Gluconato cálcico 10% Considerar la posibilidad de balón de contrapulsación aórtico en casos refractarios al tratamiento anterior Bradicardia sintomática – Atropina – Isoproterenol – Dopamina – Marcapasos temporal interno o externo Medidas de tratamiento complementarias Soporte ventilatorio Control y tratamiento de las diversas complicaciones: – Acidosis metabólica – Insuficiencia renal aguda – Rabdomiólisis – Isquemia arterial periférica – Síndrome coronario agudo – Isquemia mesentérica – Isquemia arterial cerebral – Hiperglucemia – Hipofibrinogenemia – Alteración del nivel y contenido de la conciencia JANO 7-13 ABRIL 2006. N.º 1.602 . www.doyma.es/jano 37 03 Ate ur 6755 manejo 29/3/06 15:16 Atención urgente Página 3 Manejo de la intoxicación por antagonistas del calcio J. Lloret i Carbó y L. Marruecos i Sant previo con calcio mejora la efectividad de la atropina: dosis de 0,5-1,0 mg cada 2-3 min en el adulto hasta un máximo de 3 mg. Las catecolaminas, como la dopamina, también pueden ser útiles para combatir la bradicardia. En bradicardias extremas, refractarias al tratamiento farmacológico y con mala tolerancia hemodinámica puede precisarse la colocación de marcapasos externo o interno. Descontaminación digestiva Dada la potencial gravedad de la intoxicación, se administra carbón activado aunque hayan transcurrido 6 h e incluso dentro de las primeras 24 h de la ingesta, sobre todo en el caso de intoxicación con preparados retard. La adsorción de los derivados de la dihidropiridina por el carbón es elevada, pero en el caso del diltiazem y el verapamilo el carbón activado se comporta de forma más errática. A tener en cuenta • Como en cualquier intoxicación grave por vía oral, la descontaminación digestiva es importante. El carbón activado es el método de primera elección. • Para combatir el shock, a menudo refractario al tratamiento, es necesario combinar diversos fármacos vasopresores con mecanismos de acción diferentes y complementarios. • El paciente en situación de shock debe ser trasladado a una UCI para proseguir el tratamiento intensivo adecuado. • Dadas sus características fisicoquímicas, los antagonistas del calcio no son susceptibles de ningún método de depuración renal ni extrarrenal. Tratamiento de la acidosis metabólica La acidosis metabólica puede disminuir la eficacia de las catecolaminas. Administrar bicarbonato sódico, 1 M por vía i.v. Objetivo: conseguir un pH sanguíneo > 7,25. La hipocaliemia inducida por el bicarbonato i.v. y por la insulina debe controlarse estrechamente. Control y manejo de otras posibles complicaciones del shock Debe considerarse el manejo de otras complicaciones derivadas de la situación de shock causada por la intoxicación por antagonistas del calcio, como la insuficiencia renal aguda, el síndrome coronario agudo, la isquemia arterial periférica, la isquemia arterial mesentérica, la isquemia cerebral, los trastornos de la coagulación por déficit de fibrinógeno, etc. Errores habituales • Abstenerse de tratar la bradicardia sintomática con atropina, isoproterenol o marcapasos externo o interno temporal. • La falsa confianza en el estado clínico del paciente. La preservación inicial del estado general no impide que posteriormente pueda complicarse gravemente. El paciente debe recibir desde el primer momento la máxima atención, sin caer en una confianza que puede resultar perjudicial. Bibliografía recomendada De Roos F. Calcium channel blokers. En: Goldfrank LR, Flomenbaum NE, Lewin NA, Howland MA, Hoffman RS, Nelson LS, editors. Goldfrank’s: Toxicologic emergencies. 7th ed. New York: McGraw-Hill; 2002. Diversos autores. Via Salus. Curso virtual de Toxicología. Disponible en: http://www.viasalus.com/vs/B2P/home/est_m_homemedicos.jsp Eisenberg MJ, et al. Calcium channel blockers: an update. Am J Med. 2004;116:35-43. Lloret J, Marruecos L. Intoxicaciones por algunos fármacos. En: Lloret J, Muñoz J, Artigas V, Allende L, Vàzquez G, editores. Protocolos terapéuticos de urgencias. 4.a ed. Barcelona: Masson; 2004. Lloret J, Nogué S, Jiménez X, y Grupo de Trabajo. Protocols, codis d’activació i circuits d’atenció urgents a Barcelona ciutat. Malalt amb intoxicació greu. 1.a ed. Barcelona: Consorci Sanitari de Barcelona; 2005. Versión en papel y también online. Se puede solicitar a: aballesteros@catsalut.net Nogué S, Munné P, Nicolás JM, Sanz P, Amigó M, editores. Intoxicaciones agudas. Protocolos de tratamiento. 1.a ed. Barcelona: Morales i Torres Ed., 2003. 38 JANO 7-13 ABRIL 2006. N.º 1.602 . www.doyma.es/jano 03 Ate ur 6755 manejo 29/3/06 15:16 Página 4 Anexo 1 Aspectos farmacológicos de los antagonistas del calcio Se clasifican en 2 grupos principales: los derivados de la dihidropiridina, por un lado, y del verapamilo y el diltiazem, por otro. Un tercer grupo, formado por la cinarizina y la flunarizina, es asimilable en su acción a los derivados de la dihidropiridina, y se prescribe sobre todo en las cefaleas de origen vascular y en la enfermedad de Raynaud. Existe un cuarto grupo, formado por la lidoflazina, de propiedades electrofisológicas complejas y de poco interés, que se ha utilizado como vasodilatador coronario. Los derivados de la dihidropiridina actúan como vasodilatadores arteriales periféricos y coronarios, con un moderado efecto inotrópico negativo sobre el miocardio que suele ser dependiente de la dosis. No alteran la conducción auriculoventricular. Por el contrario, su efecto vasodilatador puede condicionar una cierta taquicardia refleja. La combinación del efecto vasodilatador e inotrópico negativo desemboca en una disminución de la presión arterial sistémica. Su semivida de eliminación es variable, y en condiciones basales oscila entre unas pocas horas en el caso del nifedipino y más de 30 h para el amlodipino. Existen formas de liberación retardada, hecho que debe tenerse en cuenta en caso de intoxicación aguda. El verapamilo y el diltiazem presentan una acción diferente. Su efecto vasodilatador es muy inferior al de los derivados de la dihidropiridina. Actúan sobre la conducción auriculoventricular, provocando una disminución de la frecuencia cardíaca por bradicardia o paro sinusal, con posible alargamiento del intervalo PR y del período Tabla II. Características farmacológicas de los principales antagonistas del calcio a dosis terapéuticas Fármacos Efecto arterial vasodilatador Efecto cronotrópico negativo Efecto inotrópico negativo Derivados Importante, de la dihidropiridina: dependiente – Amlodipino de la dosis – Felodipino – Isradipino – Lacidipino – Nicardipino – Nifedipino – Nimodipino – Nisoldipino – Nitrendipino Inexistente. Posible taquicardia refleja Débil Verapamilo Diltiazem Escaso Importante Importante Cinarizina Flunarizina Limitado a la cefalea vascular y la enfermedad de Raynaud Igual que los derivados de la dihidropiridina Débil refractario. No modifican la amplitud del complejo QRS (fig. 2). Su semivida de eliminación es de pocas horas, pero existen preparaciones retard con acción de inicio más lento y mucho más sostenida. La hipotensión arterial provocada por ambos fármacos se debe más a su efecto inotrópico y cronotrópico negativo que a su escaso efecto vasodilatador. Estas características se reflejan en la tabla II. Figura 2. Trastornos electrocardiográficos en la intoxicación por verapamilo: electrocardiograma de 12 derivaciones de una paciente de 75 años que ingresó en el servicio de urgencias con intoxicación voluntaria por verapamilo. Previamente presentaba bloqueo A-V bifascicular con trastorno de conducción de la rama derecha y hemibloqueo anterior del haz de His e intervalo PR normal. Tras la intoxicación su ritmo sinusal pasó a un ritmo lento de la unión A-V, a 32/min, con hipotensión arterial, sudoración fría, náuseas y sensación de mareo. El complejo QRS se mantuvo idéntico. Respondió de forma satisfactoria al isoproterenol y no hubo necesidad de administrar otras catecolaminas ni de colocar un marcapasos temporal. JANO 7-13 ABRIL 2006. N.º 1.602 . www.doyma.es/jano 39