í ndice - Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia

Anuncio
ÍNDICE
Pág.
Informe del Director, 1995 ......................................................................
Informe del Director, 1996 ......................................................................
Informe del Secretario General, 1995 .....................................................
Informe del Secretario General, 1996 .....................................................
Junta de Gobierno ....................................................................................
Relación de Socios ....................................................................................
9
15
21
27
33
35
ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN 1995 y 1996
Hormonas Tiroideas y Desarrollo Cerebral ...............................................
43
Gabriela Morreale de Escobar, Profesora de Investigación del CSIC
Nuevas perspectivas para el Sector Audiovisual: Televisión por satélite o
por cable ...............................................................................................
45
Gabriel Barrasa, Consejero Delegado de Hispasat
Jorge Pérez, Presidente Colegio Ingenieros Superiores de Telecomunicaciones de Madrid
Víctor Goyenechea, Director General Adjunto del BBV
La Inteligencia Cableada ...........................................................................
69
José Antonio Marina Torres, Catedrático de Bachillerato
Cena Homenaje a Matilde Salvador Segarra y a la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana .........................................
83
Salidas Profesionales de los Estudios Universitarios (Primeras Jornadas
de Información) ....................................................................................
101
Ciencias de la salud ..............................................................................
103
Rafael Navarro Sánchez, Farmacéutico Comunitario
Agustín Peraita Uraín, Colegio Oficial de Biólogos, Madrid
José Manuel Rodrigo Gómez, Decano Facultad de Medicina, Valencia
5
Pág.
Ciencias Sociales ..................................................................................
103
Vicente Emilio López Castell, Director de Privanza Banco Personal, S. A.
Luis Felipe Martínez Martínez, Consellería de Educación y Ciencia
Bernardo Vidal Martí, Inspector de Finanzas del Estado
Educación y Humanidades ..................................................................
104
Vicent Comes Iglesia, Director de l’Escola La Florida
Luis Arroyo Galán, Socio-Director de Price Waterhouse, Madrid
Ximo Revert Roldán, Ayuntamiento de Sagunto
Ética e Investigación ..................................................................................
105
Octavi Quintana Trias, Comité de Bioética del Consejo de Europa
Los Nuevos Servicios de Telecomunicaciones en el Umbral del Siglo XXI ..
107
Julio Linares López, Sub-Director General de Telefónica
La Sociedad de la Información y la Construcción Europea: Retos Políticos y Económicos ..................................................................................
111
Jaime Andreu Romeo, Producción Audiovisual Institucional de la
Comisión Europea
IX Festival Internacional d’Orquestres Juvenils .......................................
125
Demostración de los Nuevos Servicios Multimedia ...................................
127
Vicente Sánchez Ramos, Compañía Telefónica Nacional de España
Miguel Ferrando Ballester, Universidad Politécnica de Valencia
Salidas Profesionales de los Estudios Técnicos Universitarios (Segundas
Jornadas de Información) .....................................................................
129
Arquitectura, Ingeniería Civil y Bellas Artes ......................................
131
Pedro de Miguel Sosa, Universidad Politécnica de Valencia
Manuel Chueca, Universidad Politécnica de Valencia
Pilar Roig Picazo, Universidad Politécnica de Valencia
Nuevas Tecnologías .............................................................................
131
Miguel Ferrando Bataller, Universidad Politécnica de Valencia
Juan Ubaghs, Director de Fabricación de Ford España
José Ramón Díaz, Director Regional de IBM, Valencia
Enrique de Miguel Fernández, Universidad Politécnica de Valencia
Ingenierías Agroalimentaria y Forestal ...............................................
Agustín Díaz Cisneros, Decano del Colegio Oficial de Ingenieros
Agrónomos de Levante
Ángel Ruiz Jaén, Director I + D SIPCAM INAGRA, S. A.
José Vicente Maroto Borrego, Universidad Politécnica de Valencia
Charlas de orientación sobre salidas profesionales
6
132
Pág.
El Impacto de las Nuevas Tecnologías. “Cultura Tecnológica y Cultura
Humanística” .......................................................................................
149
Elías de los Reyes, Universidad Politécnica de Valencia
José Manuel Morán, Presidente de Fundesco
Jovellanos por Goya: una imagen de la ilustración tardía .........................
151
Vicent Llombart, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de Valencia
El informe sobre la Ley Agraria y la propiedad de la tierra ......................
151
Mariano Peset, Catedrático de Historia del Derecho
Jovellanos y la reforma agraria liberal .......................................................
151
Pedro Ruiz Torres, Rector de la Universitat de València
La Transición según Victoria Prego ..........................................................
153
Victoria Prego, Periodista
La Reforma de la Justicia en España .........................................................
167
José Vte. Gimeno Sendra, Magistrado del Tribunal Constitucional
Los Problemas de la Justicia Penal ............................................................
183
Carlos Jiménez Villarejo, Fiscal de Delitos Económicos
La nueva Jerusalén y la memoria Judeoconversa (Siglos XVI-XVII) ............
207
Rafael Carrasco, Catedrático de la Universidad de Estrasburgo
Veinte años de historiografía de la Inquisición .........................................
229
Ricardo García Cárcel, Catedrático de la Universidad Autónoma de
Barcelona
Historiar a los judíos de España: un asunto de pueblo, nación y etnia .....
255
Jaime Contreras, Catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares
Liberalización de las telecomunicaciones: Telefonía Móvil .......................
291
José Luis Ripoll García, Director General de Airtel
Corrupción, Disfunciones y Atención al Ciudadano en el Servicio Público
de la Administración de Justicia ...........................................................
293
Juan Cremades Morant, Presidente de la Audiencia Provincial de San Sebastián
El Futuro de las Técnicas de Fecundación Asistida ...................................
321
Santiago Dexeus y Gloria Calderón, Instituto Universitario Dexeus
(Barcelona)
Cena Homenaje a Santiago Grisolía y a Eduardo Primo Yúfera ..............
337
Palabras del Director
Presentación de Santiago Grisolía por D. Pedro Ruiz
Presentación de Eduardo Primo Yúfera por Elías de los Reyes
Palabras de agradecimiento de D. Eduardo Primo Yúfera
7
Pág.
X Festival Internacional d’Orquestres Juvenils .........................................
351
ISO 9000 y Modelo Europeo (EFQM): Dos modelos de gestión de la calidad y una herramienta común de mejora .............................................
353
Jesús Nicolau Medina, Presidente del IVAC
Rafael Romero Villafranca, Catedrático de la Universidad Politécnica de
Valencia
Eduardo Tolosa Marín, Director General Adjunto del BBV
Salidas profesionales de los Estudios Técnicos Universitarios (Terceras
Jornadas de Información) .....................................................................
375
Arquitectura e Ingeniería Civil ...........................................................
377
Joaquín Andreu Álvarez, Universidad Politécnica de Valencia
Manuel Chueca, Universidad Politécnica de Valencia
Luis Sendra Mengual, Colegio Oficial de Arquitectos de la C. Valenciana
Nuevas Tecnologías .............................................................................
377
Elías de los Reyes, Universidad Politécnica de Valencia
José Ramón Díaz, Director Regional de IBM, Valencia
Eliseo Gómez-Senent Martínez, Universidad Politécnica de Valencia
Ingenierías Agroalimentaria y Medioambientales ..............................
378
Agustín Díaz Cisneros, Decano Colegio Oficial de Ingenieros
Agrónomos de Levante
Millán Millán Muñoz, Director de CEAM, Valencia
José Vte. Maroto Borrego, Universidad Politécnica de Valencia
España vista desde los territorios italianos ................................................
389
Giovanni Muto, Profesor de la Universidad de Nápoles
El Estado de la Justicia en la Comunidad Valenciana ...............................
391
Juan José Marí, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana
Enrique Beltrán, Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana
Eloy Velasco, Director General de Justicia de la Comunidad Valenciana
RELACIÓN DE PUBLICACIONES DE LA “REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS
DEL PAÍS DE VALENCIA” (1975-1996) .......................................................
8
393
INFORME DEL DIRECTOR
1995
Q
UIERO iniciar mis palabras en esta Asamblea de socios correspondiente al
año 1995, con una referencia a la Ilustración, para que podamos sentirnos orgullosos de pertenecer a una sociedad, la Sociedad Económica Valenciana de Amigos del País, heredera directa de aquel Movimiento Ilustrado que
tanto hizo por nodernizar a España y por supuesto a Valencia y que tan criticado ha sido en épocas dictatoriales, por su talante liberal y progresista y hacia el
que actualmente, vuelven sus ojos los intelectuales, políticos, sociólogos, etc.,
buscando en esta etapa los valores humanos y sociales que tal vez, se están
echando de menos en esta sociedad tecnológica en la que nos encontramos;
una sociedad desorientada en la que la escala de valores es otra y en la que
parece que hay dos rasgos supremos que la identifican: un individualismo exagerado y una prisa excesiva por conseguir, cada uno y por encima de todo,
sus propios intereses.
Si rastreamos en los fundamentos de la Ilustración, encontraremos que
además de su preocupación por alcanzar ese concepto utópico e ingenuo y tan
propio de la Ilustración como es: “la Felicidad”, que había que lograr especialmente a través de la emancipación de la inteligencia como afirmaba I. Kant, al
objeto de conseguir ciudadanos/as libres, y también a través del desarrollo de
la Ciencia, de la Educación generalizada para todos los ciudadanos, del trabajo
y esfuerzo permanente por mejorar la sociedad en la que se vivía, del uso
metódico de la crítica, de la permanente curiosidad intelectual, etc., había algo
que distinguía y ennoblecía a todas aquellas personas que trabajaban afanosamente al calor del Movimiento Ilustrado y era: el considerar que realidad y
utopía, no sólo debían ser compatibles, sino que debían ser complementarias.
El recordar todo lo dicho es oportuno, en mi opinión, porque algo no funciona bien en nuestra sociedad y no me refiero sólo a la española, sino en general.
Por ejemplo, cuando la Judicatura, los jueces, se están convirtiendo en los
protagonistas de la sociedad, algo está fallando y eso no es bueno para nadie,
ni siquiera para los propios jueces, que dicho sea de paso no han creado esta
9
situación, de ahí que piense que está justificado que los que nos dirigen intelectual y políticamente, estén buscando referentes claros de comportamiento
social, dignos de ser tenidos en cuenta, en esta sociedad compleja, inestable y
desorientada y los valores de la Ilustración, podrían ser, entre otros, un buen
referente.
Una sociedad en la que siguiendo al sociólogo francés Alain Minc, en su
libro La nueva Edad Media y a Joaquín Estefanía en un artículo publicado en
El País, “parece que ha llegado el momento de distinguir los fenómenos de especulación clásicos, todo lo irregulares que se quiera desde el punto de vista de
la moral o de la denominada economía productiva, pero lícitos desde la coherencia del sistema, de aquellos otros que protagonizan las modernas mafias
de cuello blanco que se están extendiendo por todo el mundo. Estas mafias no
son un arcaísmo en vías de extinción, sino una forma social en plena expansión
que actúa, aprovechando las innumerables zonas grises del planeta. En el
mundo financiero, se establecen unas distinciones cada vez más tenues entre lo
permitido y lo prohibido, entre la autoridad legítima y los poderes ilegales,
entre lo oficial y lo oficioso y las Instituciones permanecen ajenas a esta conmoción”. ¿Por qué?
Algo funcional mal en una sociedad, cuando la hipocresía preside y se
apodera de las actuaciones de las Grandes Potencias y Vds. saben a lo que me
refiero: ¿Para qué nos sirven las Naciones Unidas que en este año cumplen su
50 aniversario?
Las Naciones Unidas deberían servir para evitar drásticamente, actuaciones
terroríficas y execrables de los Poderes Políticos, desde el punto de vista humano como por ejemplo, aquellas que están teniendo lugar en China para regular el crecimiento demográfico y que tuvimos ocasión de ver en aquel programa de televisión en que nos mostraban el ingreso de niños en barracones, con
la finalidad de que murieran de forma natural por hambre o por enfermedades
menores.
La ONU, debería servir también para evitar casos de guerra civil fratricida,
como en Yugoslavia, porque ¿cuál es la razón de que las negociaciones de paz
sobre Yugoslavia, sean fecundas en una sola semana, cuando se deciden a intervenir los EE.UU. y no lo han sido en los tres años anteriores, incluso con la
presencia de los cascos azules de la ONU?
Y después de tantas y tantas muertes, se saldan los tres años de sufrimiento
en una foto de políticos en la que quieren salir todos aplaudiendo y los medios
de comunicación sacralizando el acto, mientras los principales responsables de
las matanzas, los asesinos, allí sentados como si aquí no hubiera pasado nada.
Es la hipocresía elevada a valor social.
Y ya en nuestro País, qué decir de la maldad salvaje de los terroristas de
ETA, unas alimañas sin sentido que se enorgullecen de matar y aterrorizar a la
población civil. Condenamos enérgicamente todos los atentados de esta criminal organización y en especial el perpetrado el pasado sábado en un establecimiento comercial de Valencia.
10
Pero con ser deleznables estos crímenes, lo es tanto o más el que una parte
de la población vasca apoye estas atrocidades. Se puede tener una ideología,
pero no se puede apoyar la violencia. Vuelvo a repetir, algo funciona mal en
nuestra sociedad.
Por todo ello y cuando nos vemos atrapados en una sociedad como la descrita, que no funciona bien, tiene sentido volver la vista hacia la Ilustración y
tiene sentido el que desde esta Sociedad Económica de Amigos del País, sigamos trabajando, con unos medios muy modestos como todos sabéis, pero con
gran esfuerzo por parte de algunos socios, por ser un Centro de Comunicación
Social y un Foro de Opinión y Debate, en el que se hable de los valores de la
Ilustración que al fin y a la postre es hablar de Progreso y de una Sociedad en
la que prime la Tolerancia, el Respeto a las personas y a sus ideas, el Esfuerzo
individual y colectivo, el Conocimiento, la Educación generalizada, la Curiosidad intelectual, etc.
En otro orden de cosas, pero relacionado con lo que vengo exponiendo,
nos debe preocupar a todos el que la sociedad tecnológica, se pueda estar construyendo en contra o al margen del ser humano y de sus necesidades, por ello
creemos que la cultura tecnológica y la humanista deben ser compatibles.
La tecnociencia transforma el mundo que nos rodea, a las Organizaciones y
a nosotros mismos, a gran velocidad.
El mundo del futuro como dice Umberto Eco a nivel grupal se dividirá en
dos: los “Apocalípticos y los Integrados” y Nicholas Negroponte en su Mundo
Digital, nos recuerda que esto está cambiando muy deprisa, y hace una referencia a Thomas Jefferson como el creador o inventor, si cabe utilizar este término, del mundo de las bibliotecas y el que implantó el derecho a consultar un
libro sin coste alguno y como aquella persona a la que le hubiera sido difícil
imaginar que años más tarde, 20 millones de personas podrían acceder a una
biblioteca digital, desde cualquier lugar del planeta, en la que se podría obtener
información de manera gratuita. Tampoco era fácil imaginar para nosotros hace
escasamente 10 años, que podríamos estar interconectados electrónicamente y
transmitir por el mismo canal, imagen, sonidos y datos, a lo largo y ancho de
todo el planeta y hoy, eso ya es una realidad, lo que nos tiene que hacer pensar
que a nivel conceptual y en la medida que nos interconectemos entre nosotros
mismos a través de Autopistas de la Información, muchos de los valores actuales del Estado-Nación, cambiarán por los de Comunidades electrónicas.
Todo esto como apunte de la nueva sociedad hacia la que caminamos y a la
que debemos aportar lo mejor de cada uno de nosotros, haciendo posible
aquello que pedían los Ilustrados: la compatibilidad y la complementariedad
de lo Real y lo Utópico.
Para ello es necesario que en este discurso de ideas incardinemos los tres
conceptos básicos que se deducen: Ilustración, Progreso y Dirección.
La Ilustración como movimiento inspirador de un comportamiento social.
El Progreso como fin permanente a buscar. El Progreso entendido como
ese caminar errático hacia la Tierra Prometida que no se alcanza nunca.
11
La Dirección de organizaciones (educativas, culturales, políticas, sanitarias,
etc.) como herramienta para dirigir a la sociedad de forma global y unitaria. La
Dirección de las organizaciones es uno de los retos del s. XXI, reto al que la
económica le está prestando mucha atención, por la importancia que tiene.
La necesidad de dirigir las organizaciones es incuestionable, y conscientes
de que estamos viviendo en un entorno cada vez más cambiante e impredecible, no sólo son importantes las innovaciones en el universo de lo material
(nuevos productos, nuevas tecnologías de producción, nuevos mercados, etc.)
sino también la incorporación y el desarrollo de nuevas tecnologías en el
campo de la Dirección (nuevos enfoques para afrontar realidades complejas,
nuevas formas de organizar recursos escasos, nuevos modos de desarrollar capacidades humanas desaprovechadas, etc.) en aras a aumentar la capacidad de
reacción y defensa de la sociedad ante cambios económicos y sociales poco deseados.
Hoy más que nunca, se necesitan en las organizaciones personas o grupos
de personas preparadas, no sólo en conocimientos básicos, tecnológicos y específicos en la materia objeto de la empresa u organización de que se trate
(empresa industrial o de servicios, un hospital, un ayuntamiento, un partido
político, un club deportivo, una entidad cultural, etc.), sino también en
conocimientos de gestión, tales como: dirección estratégica, gestión de la calidad total, gestión de la innovación, conocimientos y habilidades especiales
sobre motivación, creatividad, comunicación, decisiones, etc., que sean capaces de tener una visión global de la organización, y de facilitar la integración
de las personas que trabajan en las mismas y por supuesto, todo ello sustentado en el reconocimiento de unos valores humanos, que conviertan a esa organización en un lugar habitable.
Por su importancia, estoy seguro que volveremos sobre este tema en próximas ocasiones, aunque ya hemos dado buena prueba del interés que tenemos
en el mismo, al organizar y llevar a cabo durante los años 93 y 94, todo un ciclo
dedicado a la Dirección estratégica de organizaciones, por el que han pasado
personas de reconocido prestigio profesional y académico.
De la lectura de actividades realizada por el Secretario General de la Sociedad, se desprende que la salud de la Económica Valenciana de Amigos del
País se puede calificar de buena, aunque siempre mejorable: cumple con los
estatutos y con la estrategia que se diseñó en su día, interesándose por todos
aquellos temas que son de interés para los valencianos, procurando actuar
como un foro de opinión-debate y centro de comunicación social, conectado
con la realidad actual y futura y centrados en la idea-fuerza de esa estrategia
que es la participación en la “modernización de la Sociedad Valenciana”.
En este sentido estamos desarrollando como sabéis un ciclo de actividades
sobre: “Autopistas de la información, modernización y progreso económicosocial” por el que están pasando personas de reconocido prestigio para informar y debatir los temas de mayor actualidad e interés en el mundo de las telecomunicaciones y no sólo desde el punto de vista técnico sino también del
12
humano, tratando de hacer realidad, la necesidad antes apuntada de que
las dos culturas, la tecnología-emergente y la tradicional-humanista sean compatibles.
La preocupación por la juventud debe ser una constante en la actuación de
la Económica y de toda la Sociedad porque el futuro no se puede construir sin
o al margen de los jóvenes. Lo dije el año pasado y con seguridad lo volveré a
repetir en otras ocasiones. La sociedad española tiene una pirámide de
población que envejece rápidamente y es fácil de comprobar, cuando asistimos
a cualquier tipo de reunión, académica, cultural, política, etc. que la edad
media de los asistentes es bastante elevada y ello debe hacernos reflexionar.
La Económica ha organizado unas mesas redondas sobre las “Salidas profesionales de los estudios universitarios”, con gran éxito de asistencia, lo que
demuestra que cuando se tratan temas de su interés hacen acto de presencia.
Agradecemos la colaboración que nos han prestado los servicios de información al estudiante de las dos Universidades de Valencia.
Hemos continuado colaborando con la Consellería de Cultura en el Festival Internacional anual de orquestas juveniles.
La “transición”, como el proceso de cambio de una dictadura, la del General Franco, a la instauración de un estado democrático, fue una etapa, la más
reciente de nuestra historia que merece la pena recordar por tratarse de un esfuerzo colectivo, de una mayoría aplastante de españoles que participaron activamente en este proceso, de una forma ejemplar.
Para que nos hablara de esta brillante etapa de nuestra historia, invitamos y
aceptó participar, la brillante y conocida periodista D.ª Victoria Prego, pronunciando una conferencia, en la que se evidenció que la transición española
fue una etapa de ilusión, tensión, serenidad y creatividad del pueblo español
que tenía, en mi opinión dos rasgos que la identifican: la participación y la
ilusión con que se desarrolló la misma.
Seguimos con los homenajes de la Económica que este año se dedicó al
mundo de la música al que tan vinculada ha estado de siempre nuestra sociedad, homenajeando a una importante y querida compositora valenciana,
Matilde Salvador y a la Federación Valenciana de Sociedades Musicales, una
institución que representa un auténtico fenómeno social valenciano, que se fue
gestando a lo largo de los años y que en este momento cuenta con un número
de músicos que supera los 30.000 y un número de educandos superior a los
35.000, y que está recibiendo distinciones de las más importantes instituciones
de este país y de otros países de la Comunidad Europea.
Nos sentimos orgullosos de contribuir al reconocimiento de este
movimiento social, que tantas raíces y tan profundas tiene en nuestras tierras y
también de apoyar esta manifestación cultural permanente que tanto hace especialmente por nuestros jóvenes. Es toda una actividad económica sub-sectorial que debería merecer la atención de nuestros políticos, economistas, empresarios e investigadores, estudiando la evolución y el futuro del mismo, pero
también de nuestras autoridades económicas para facilitar un apoyo a las posi13
bles empresas que se pudieran crear: fabricación de instrumentos musicales, de
elementos auxiliares, etc. Es mucho lo que al final se mueve alrededor del
mundo de la música en la Comunidad Valenciana.
Para acabar les diré, que en el año próximo, seguiremos con las actividades
que venimos desarrollando y les invito a que asistan al ciclo de actividades que
en torno a un tema de gran trascendencia social y de candente actualidad, iniciaremos a partir del mes de febrero, bajo el título de “La situación de la Justicia en España”.
Hace ya mucho tiempo que lo queríamos poner en marcha pero nunca encontrábamos el momento oportuno: miembros del Tribunal Constitucional,
Presidente del Tribunal de Justicia y Fiscales del Tribunal Superior de Justicia
de la Comunidad Valenciana, el Comisionado para la lucha contra la droga, el
Fiscal de la Audiencia de San Sebastián, etc., entre otros, pasarán por la
Económica para hablarnos desde esa parte del poder, el Judicial, del funcionamiento de la sociedad española.
Agradezco vuestra atención a mis palabras y os invito, como todos los años,
a participar en las actividades que desarrollaremos en la Económica, para conseguir hacer realidad la modernización y el progreso de la sociedad valenciana.
Gracias.
14
INFORME DEL DIRECTOR
1996
año celebramos el 220 Aniversario de nuestra Sociedad Económica de
Amigos del País de Valencia.
Por esta razón quiero iniciar mi intervención haciendo un poco de historia,
recordando que por Real Orden dada en Aranjuez el 17 de junio de 1777 el rey
Carlos III, se sirvió aprobar la creación de esta Sociedad de Amigos del País de
Valencia. “Sociedad que –según dice el texto de aquella Orden– tanto podría
contribuir al adelantamiento de la Agricultura, Industria y Artes, así como a la
Instrucción pública en materias económicas”, aprobando por tanto, aquellas
Reglas o Bases enviadas desde Valencia en 1776, para que esta Sociedad
pudiera conducirse interinamente, hasta que, guiada por la experiencia, formara los Estatutos que, en definitiva habrían de gobernarla aunque no obstante, deberían someterse en última instancia a la aprobación de su majestad,
la que otorgó en dicha Orden a esta Sociedad su real protección y amparo, elevando su rango y título al de Sociedad Real.
220 años de existencia brillante e intensa, unas épocas más intensa y otras
menos siempre claro está en proporción inversa a los gobiernos autoritarios en
el poder, quedando claro que este tipo de sociedades de corte netamente progresista y liberal desaparecen o languidecen con regímenes autoritarios o dictatoriales; prueba de ello es su poca actividad durante las dictaduras de los generales Primo de Rivera y Franco.
Para todos nosotros como socios y en mi opinión para todos los valencianos, debe ser un orgullo el poder disfrutar de una entidad bicentenaria que
tanto ha hecho por el pueblo valenciano y que tanto prestigio ha acumulado a
lo largo de su ya dilatada historia.
La Económica de Amigos del País de Valencia sigue viva y desarrollando
en esta última etapa, actividades de prestigio en las que están interviniendo:
científicos, ministros, embajadores, magistrados de los tribunales (Constitucional, Supremo y del Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana), profesores de universidad, empresarios, políticos, periodistas, etc.
E
STE
15
Recordemos los ciclos de “Europa en el umbral del s. XXI”, “Autopistas de
la información y progreso económico-social”, “Medio ambiente y límites al
crecimiento”, “Ciencia e investigación en el s. XXI”, “El estado de la Justicia en
España”, “La Inquisición y la sociedad española”, etc., por los que han pasado,
tal y como les ha señalado nuestro Secretario en su intervención, autoridades
en cada una de las materias tratadas tales: D. José Vte. Gimeno Sendra (Magistrado del Tribunal Constitucional), D. Carlos Jiménez Villarejo (Fiscal Jefe
de la Fiscalía para la represión de delitos económicos relacionados con la corrupción), D. Juan J. Marí y D. Enrique Beltrán (Presidente y Fiscal Jefe del
Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, respectivamente),
D. Juan Cremades (Presidente de la Audiencia Provincial de San Sebastián y el
Director General de Justicia de la Generalidad Valenciana); los Catedráticos
de Historia Moderna de las Universidades de Estrasburgo, Autónoma de
Barcelona y Alcalá de Henares que hablaron sobre la Inquisición y la sociedad
española. El Director General de Airtel S.A. que habló sobre la liberalización
de las telecomunicaciones o D. Santiago Dexeus que nos hablaron sobre fecundación asistida o la intervención de D. Jesús Nicolau, Presidente del Instituto Valenciano de Certificación, D. Rafael Romero, Catedrático de Estadística
e Investigación Operativa de la Universidad Politécnica de Valencia y D. Eduardo Tolosa Evaluador Senior de la European Foundation for Quality Management (EFQM) que hablaron sobre un tema de especial y actual interés para
nuestras empresas valencianas como es el de la Calidad total y la ISO 9.000.
“Las salidas profesionales de estudios universitarios” así como “Los festivales internacionales de orquestas juveniles” vienen siendo dos actividades que
nos permiten acercar nuestra sociedad a los jóvenes en dos mundos el de la
música y el de la educación que siempre han sido una constante en las preocupaciones de la Económica.
Igualmente los “Homenajes de la Económica” vienen siendo otra actividad
a destacar permitiéndonos reconocer públicamente, el esfuerzo que nuestros
homenajeados han realizado a lo largo de sus vidas en favor de la ciencia, el
arte, la economía, la empresa, etc., en definitiva en favor del progreso social.
Seguimos publicando las conferencias pronunciadas en la Económica y
también prestando atención a los investigadores que día a día acuden a nuestra
biblioteca, especializada en los siglos XVIII y XIX, para realizar sus investigaciones o tesis doctorales.
Toda esta actividad está siendo reconocida: se nos ha concedido el premio
de “Comunicación y Ciencias sociales” que concede anualmente el Consejo
Mundial de Formación Profesional, en el que colabora el Ayuntamiento de Valencia.
Hemos formado parte del Comité de Honor del II Congreso de Calidad de
la Comunidad Valenciana.
La Junta de Gobierno aceptó la invitación que se le cursó por el Congreso
Europeo de Oftalmología pediátrica, y la Económica formó parte como Entidad colaboradora de este Congreso.
16
Hoy presentamos en esta Asamblea general, una pequeña exposición de la
actividad desarrollada por la Económica en estos 5 ó 6 últimos años; exposición que ha estado organizada por unos cuantos socios, que han querido celebrar de esta forma nuestro 220 Aniversario.
Quiero recordar también que “La Económica” es la Entidad cultural más
antigua de toda la Comunidad Valenciana y la más plural en la composición de
sus asociados/as. Hoy el número de asociados/as es superior al que la
Económica ha tenido en cualquier etapa de su historia, y lo que es más afortunado, socios capaces de convivir de forma respetuosa, y admitiendo formas de
pensar distintas.
La solidez y progreso de un pueblo se consigue construyendo una sociedad
civil sólida y fecunda. La Económica es parte de la sociedad civil valenciana, y
por lo tanto se merece el respeto de todos los valencianos de bien.
La Económica es un patrimonio de los valencianos que tenemos que
cuidar.
Se está hablando de la elaboración por el Gobierno Valenciano de un
borrador para la reforma de la Ley de Cajas de Ahorros de la Comunidad Valenciana y en este sentido queremos que quede claro que el objetivo de la
Económica no es ni ha sido nunca ocupar sillas ni sillones, pero aclarado esto
tenemos que decir, que ocuparemos con toda dignidad las sillas o sillones que
por ley nos correspondan.
Como os decía, este año queremos celebrar el 220 Aniversario de la
Económica, sin grandes alharacas, sin ninguna ostentación, pero queremos que
tanto los socios como los no socios, se acuerden de esta sociedad y del papel
desarrollado por la misma, dando así un homenaje a nuestros antepasados, a
aquellas personas que en momentos tan difíciles como los que se vivieron en
los siglos XVIII y XIX, fueron capaces a pesar de las dificultades, de asombrarnos con la cantidad y calidad de sus iniciativas y realizaciones.
Uno de los Profesores-Ponentes en el ciclo sobre la Inquisición formulaba
una pregunta: ¿Qué es primero el hombre o la institución? y la resolvía a favor
del hombre y ello porque había que encontrar un equilibrio entre la necesidad
y el ordenamiento jurídico. Todos sabemos que en muchas ocasiones para salvar el buen nombre o el honor de una institución se han cometido verdaderas
tropelías.
A este respecto quiero recordar lo que dije el pasado año “algo funciona
mal en la sociedad cuando la hipocresía preside y se apodera de las actuaciones
de las Grandes Potencias y vosotros sabéis a lo que me refiero: ¿Para qué nos
sirve las Naciones Unidas que en este año ha cumplido su 50 aniversario?”.
¿Por qué un país como EE.UU. que no paga sus cuotas a la ONU, acaba
imponiendo sus decisiones y sus vetos? ¿Por qué los Cascos Azules en vez de
servir para acabar con las guerras, algunos de ellos, se dedican a fomentar la
prostitución infantil. ¿Por qué…?, muchos interrogantes para no resolver los
problemas humanos, sociales y bélicos generados en 1984 en Etiopía, en 1991
17
en Yugoslavia, en 1992 en Somalia, en 1994 en Ruanda y en 1996 en la Zona
de los Grandes Lagos (Zaire, Ruanda, Burundi), por citar los más destacados.
La ONU y otras instituciones deberán tener un papel más preventivo que
curativo, en definitiva, más activo y sobre todo más eficaz y aquí es donde
cobra sentido la pregunta ¿Qué es prioritario el hombre o la institución? ¿En
beneficio de qué o de quién se demoran decisiones vitales para todo un
pueblo? ¿Qué intereses ocultos impiden una ayuda preventiva que podría evitar la catástrofe posterior? ¿El honor de la institución?, ¿el Ordenamiento Jurídico Internacional? Hay que ser muy cautos pero hay que abordar los problemas derivados de resolver mal esta pregunta.
Y ya en nuestro país, nos sorprende el mesianismo de ETA cuyos sangrientos personajes se enorgullecen de matar y de aterrorizar a la población civil, o
de privar de libertad a ciudadanos de forma indiscriminada, como es el caso
actual del funcionario de prisiones Sr. Lara o del empresario vasco Sr. Delclaux.
El desempleo es el problema principal de este país y no la ETA. El desempleo, en los niveles en que lo conocemos hoy, es además de un drama personal
y familiar para quienes lo sufren, un factor desintegrador de la sociedad, por
ello creo que todos los esfuerzos deben concentrarse en dar solución a este
problema.
Como se nos ha dicho en las sesiones del ciclo sobre “el estado de la Justicia en España”, todos queremos una sociedad más solidaria y justa, pero ello
sólo se puede conseguir si la Justicia y el Derecho se proyectan sobre la existencia cotidiana de las personas, la rigen y velan para que se desarrolle en “paz
y libertad”.
Estamos ya de lleno en la Sociedad del Conocimiento y a punto de incorporarnos al s. XXI y parece conveniente que en España y por supuesto en la
Comunidad Valenciana, los políticos, los medios de comunicación, los profesores, los empresarios, los sindicatos y todos en general, hagamos un esfuerzo
especial y dediquemos más atención a la ciencia, a la educación, a la cultura y a
la investigación.
Como no disponemos de recursos naturales (petróleo, oro, gas natural,
etc.) se hace imprescindible que en este país prestemos una atención preferente a la inteligencia, al desarrollo del conocimiento, sobre todo pensando que
nuestro país disfruta en grandes cantidades de este recurso y que en muchos
casos está sin utilizar. Si actuáramos así, nuestros descendientes nos lo agradecerían.
Arribat a aquest punt i en aquestos dies tan entranyables vull recordar al
Professor Sanchis Guarner. Aquest any fa 15 anys que va morir, en definició del
seu fill, mèdicament per una arrítmia isquèmica però humanament perquè se li
trencà el cor. Fou soci de l’Econòmica i membre de la Junta de Govern i del
que el Rector, al donar-li a títol pòstum la medalla de la Universitat de València el passat dia 16 digué: “fou un lluitador pacífic però enèrgic, que a més de
la seua amplíssima obra filològica, va tenir una gran influència social i científica,
18
fou també un exemple de compromís cívic valencià des de la seua joventut
com a estudiant fins al final de la seua vida. Per sempre viurà intel·lectualment
entre nosaltres”.
La Económica empezará sus actividades en enero del 97 con una sesión
sobre Teletrabajo la nueva y actual forma de trabajo que se avecina, dentro del
ciclo “Autopistas de la información y progreso económico-social”. En colaboración con Bancaja celebraremos un concierto homenaje al Orfeón Navarro
Reverter en su 25 Aniversario en el que intervendrá la orquesta del Conservatorio superior de música de Valencia. El Navarro Reverter fue una creación de
Caja Valencia y el Conservatorio fue creado por la Económica. Tres generaciones enlazadas por la música. Seguiremos desarrollando el ciclo sobre la
“Idea de España en la Edad Moderna” en colaboración con el Departamento
de Historia Moderna.
En definitiva, la Económica pretende seguir siendo a sus 220 años de edad,
un Centro de comunicación social o Foro de opinión y debate desde el que se
participe, dentro de sus posibilidades, en la noble tarea de modernizar la
economía y sociedad valenciana.
El mantener viva la Económica ya de por sí es un éxito, pero este éxito no
es una casualidad sino fruto del importante esfuerzo de muchos socios; esfuerzo, que yo debo y quiero reconocer y agradecer públicamente, en esta Asamblea.
Como todos los años y al final de mi intervención, quiero reiterar la petición de participación a todos los socios, y en especial de los más jóvenes, en las
actividades a desarrollar por nuestra, a la vez venerable y joven Sociedad
Económica Valenciana de Amigos del País en el próximo año 1997, solicitando
desde ahora, vuestras sugerencias y aportaciones para la celebración del 220
Aniversario.
Gracias.
19
INFORME DEL SECRETARIO GENERAL
1995
E acuerdo con los Estatutos de nuestra Sociedad, cúmpleme hacer a continuación la reseña de los actos más importantes, desarrollados por la
Económica de Amigos del País a lo largo del presente ejercicio.
D
1. ACTOS CELEBRADOS EN 1995
Día 16 de enero: Dentro del ciclo “La Investigación Científica en el siglo
D.ª Gabriela Morreale de Escobar (Premio de Investigación Reina Sofía)
nos habló sobre “Las Hormonas Tiroideas y el Desarrollo Cerebral”.
Día 23 de enero: Celebramos una Mesa Redonda dentro del ciclo “Autopistas de la Información, Modernización y Progreso Económico-Social”, interviniendo como ponentes, D. Gabriel Barrasa (Consejero Delegado de Hispasat), D. Jorge Pérez (Presidente del Colegio de Ingenieros Superiores de
Telecomunicaciones de Madrid) y D. Víctor Goyenechea (Director General
Adjunto del BBV) debatiendo en profundidad sobre el tema “Nuevas Perspectivas para el Sector Audiovisual: Televisión por Satélite o por Cable”.
Día 27 de febrero: D. José Antonio Marina Torres (Catedrático de
Bachillerato y Autor de Ética para Náufragos) nos habló de la Inteligencia Cableada, dentro del ciclo de “Autopistas de la Información, Modernización y
Progreso Económico-Social”.
Día 3 de marzo: Celebramos la Cena Homenaje a una compositora valenciana y a una Institución Valenciana: Matilde Salvador Segarra y la Federación
de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana.
Días 6, 13 y 27 de marzo: Celebramos un ciclo de Mesas Redondas sobre las
Salidas Profesionales de los Estudios Universitarios, Primeras Jornadas de Información, en colaboración con el Servicio de Información al Estudiante de la
Universidad de Valencia (Estudi General). Los títulos que se debatieron y ponentes que intervinieron fueron:
XXI”,
21
Título: Ciencias de la Salud (dirigido a Médicos, Farmacéuticos, Químicos,
Biólogos, Psicólogos…).
Ponentes:
D. Rafael Navarro Sánchez (Farmacéutico Comunitario, Moncada-Valencia).
D. Agustín Peraita Uraín (Coordinador de Sanidad del Colegio Oficial de
Biólogos, Madrid).
D. José Manuel Rodrigo Gómez (Decano de la Facultad de Medicina y
Odontología, Valencia).
Título: Ciencias Sociales (dirigido a Economistas, Abogados…).
Ponentes:
D. Vicente Emilio López Castell (Director de Privanza Banco Personal
S.A., Valencia).
D. Luis Felipe Martínez Martínez (Director General de Personal de la
Consellería de Educación y Ciencia).
D. Bernardo Vidal Martí (Inspector de Finanzas del Estado, Delegado Adjunto de la Agencia Tributaria, Valencia).
Título: Educación y Humanidades (dirigido a Pedagogos, Maestros, Historiadores, Filólogos…).
Ponentes:
D. Vicent Comes Iglesia (Director de l’Escola Universitària d’Estudis Empresarials La Florida).
D. Luis Arroyo Galán (Socio-Director de la Price Waterhause, Madrid).
D. Ximo Revert Roldán (Fundació Municipal de Cultura de l’Ajuntament
de Sagunt).
Día 10 de mayo: Para hablarnos de Ética e Investigación, dentro del ciclo
“La investigación científica en el siglo XXI” invitamos a pronunciar una conferencia en esta Sociedad a D. Octavi Quintana Trías (Comité Director de Bioética del Consejo de Europa).
Día 31 de mayo: El Sub-Director General de Telefónica, D. Julio Linares
López nos habló de un tema importante “Los nuevos servicios de telecomunicaciones en el siglo XXI”.
Día 14 de junio: Siguiendo con el ciclo de “Autopistas de la Información,
Modernización y Progreso Económico-Social” invitamos a D. Jaime Andreu
Romeo (Administrador Principal de Producción Audiovisual de la Comisión
Europea) para que nos informara sobre el tema: La sociedad de la información
y la construcción europea: retos políticos y económicos.
Días 17 al 24 de julio: Un año más hemos participado con la Consellería de
Cultura de la Generalidad Valenciana y el Excmo. Ayuntamiento de Sagunto
en el IX Festival Internacional de Orquestas Juveniles, participando nuestra
Sociedad con la entrega de esculturas conmemorativas a las orquestas participantes.
Día 2 de octubre: Los ponentes, D. Vicente Sánchez Ramos (Redes de
Clientes de Telefónica) y D. Miguel Ferrando Ballester (Director de la Escuela
22
Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad
Politécnica de Valencia) intervinieron en un acto de “Demostración de los
nuevos servicios multimedia”.
Días 16 y 23 de octubre y 6 de noviembre: En colaboración con el Servicio
de Información de la Universidad Politécnica de Valencia celebramos las Segundas Jornadas de Información sobre las Salidas Profesionales de los Estudios Técnicos Universitarios. Los títulos que se debatieron y los ponentes que
intervinieron fueron:
Título: Arquitectura, Ingeniería Civil y Bellas Artes (dirigido a Arquitectos,
Arquitectos Técnicos, Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, Ingenieros
Técnicos de Obras Públicas, Ingenieros Técnicos de Topografía, Licenciados
en Bellas Artes).
Ponentes:
D. Pedro de Miguel Sosa (Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Universidad
Politécnica de Valencia).
D. Manuel Chueca (Doctor Ingeniero de Minas, Doctor Ingeniero Geógrafo, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Geodésica, Cartografía y Topografía, Universidad Politécnica de Valencia).
D.ª Pilar Roig Picazo (Directora del Departamento de Conservación y
Restauración de Bienes Culturales, Facultad de Bellas Artes, Universidad
Politécnica de Valencia).
Título: Nuevas Tecnologías (dirigido a Ingenieros Industriales, Ingenieros
Técnicos Industriales, Diplomados y Licenciados en Informática, Ingenieros
de Telecomunicación).
Ponentes:
D. Miguel Ferrando Bataller (Director de la Escuela Técnica Superior de
Ingenieros de Telecomunicación, Universidad Politécnica de Valencia).
D. Juan Ubaghs (Director Gerente de Fabricación de Ford España).
D. José Ramón Díaz (Director Regional IBM, Valencia).
D. Enrique de Miguel Fernández (Catedrático de Universidad, Departamento de Organización de Empresas, Economía Financiera y Contabilidad,
Universidad Politécnica de Valencia).
Título: Ingenierías Agroalimentarias y Forestales (dirigido a Ingenieros
Agrónomos, Ingenieros Técnicos Agrícolas, Tecnología de alimentos).
Ponentes:
D. Agustín Díaz Cisneros (Decano del Colegio Oficial de Ingenieros
Agrónomos de Levante).
D. Ángel Ruiz Jaén (Director I+D SIPCAM Inagra, S.A.).
D. José Vicente Maroto Borrego (Catedrático de Universidad, Departamento de Producción Vegetal, Universidad Politécnica de Valencia).
Día 30 de octubre: Dentro del ciclo “Autopistas de la Información, Modernización y Progreso Económico-Social” intervinieron D. Elías de los Reyes
(Vicerrector de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Universidad
23
Politécnica de Valencia) y D. José Manuel Morán (Presidente de la Comisión
Delegada de Fundesco) para hablarnos de: El impacto de las nuevas tecnologías: Cultura tecnológica y cultura humanística.
Día 9 de noviembre: En colaboración con la Universidad de Valencia (Estudi General) celebramos un acto académico con motivo del bicentenario de la
publicación del Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos, en la que intervinieron D. Vicent Llombart (Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y
Empresariales), D. Mariano Peset (Catedrático de Historia del Derecho) y D.
Pedro Ruiz (Rector de la Universidad de Valencia).
Día 11 de diciembre: Intervino la periodista D.ª Victoria Prego para
hablarnos sobre el tema: La Transición según Victoria Prego.
2. ASUNTOS MÁS
GOBIERNO
IMPORTANTES DEBATIDOS EN LAS SESIONES DE LAS JUNTAS DE
Se han mantenido las siguientes reuniones:
19 enero de 1995
21 marzo de 1995
4 mayo de 1995
27 junio de 1995
24 octubre de 1995
21 noviembre de 1995.
De los temas tratados en las mismas podemos destacar los siguientes:
De acuerdo con lo preceptuado en el artículo 20 de los Estatutos de nuestra Sociedad, tomó posesión la nueva Junta de Gobierno nombrada en la
Asamblea General del 20 de diciembre de 1994.
Hemos continuado la experiencia iniciada el año pasado de homenajear a
alguna persona o entidad a quien por su aportación a la Sociedad Valenciana
desde la Económica se le pudiera ofrecer esta distinción. Este año los homenajeados han sido D.ª Matilde Salvador y la Federación de Sociedades Musicales
de la Comunidad Valenciana. La cena de los homenajes resultó muy concurrida, dada la asistencia de un gran número de socios y amigos de los homenajeados que se mostraron muy satisfechos por esta distinción.
Los representantes designados por la Real Sociedad Económica de Amigos
del País en otras instituciones han venido informando puntualmente a la Junta
de Gobierno de todas las actividades desarrolladas, aportando su experiencia y
trabajo en favor de las mismas.
La Junta de Gobierno, consciente de la situación de la Justicia ha aprobado
la realización de unas conferencias y Mesas Redondas para el próximo año,
con miembros del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana para debatir sobre “El Estado de la Justicia en España”. La realización de las mismas
se llevará a cabo en los primeros meses de 1996 y en el segundo trimestre en
un intento de no interferir con la próxima campaña electoral.
24
De acuerdo con el mandato de la Junta General y como en ocasiones anteriores, la Junta de Gobierno ha designado a los representantes de la Real Sociedad Económica de Amigos del País en la Asamblea General de Bancaja.
Dicha designación ha recaído en los siguientes socios: D. Manuel Albiol
Sampietro, D. Salvador Algarra Eugenio, D. José Asensio Muñoz, D. Eduardo
Castell Nebot, D. José Ramón Díaz Sáenz, D. Miguel Ferrando Bataller, D.
Francisco Gregori Marí, D. Miguel Mut Catalá, D. Agustín Remesal Pérez, D.
Luis Saiz Martínez, D. Francisco Torres Faus y D.ª Nieves Traves Martínez.
También se eligieron los suplentes que actuarían en caso de baja de alguno
de los titulares, nombramiento que recayó en los siguientes socios:
D. Agustín Cano López, D. Salvador Castaño Pastor, D.ª Isabel Torres
Igual, D. José Boix Escandell, D. Felipe López Moreno, D. Federico Hernández Almudéver, D. Vicente Soriano Martínez, D. Juan Fernández González,
D. Miguel Chavarria Díaz, D. Vicente Galbis López, D. Luis Fernando
Colomer Queipo y D. Andrés Martínez Montagud.
3. PUBLICACIONES
Dado el interés de muchos socios que solicitaron de la Secretaría General
determinadas conferencias de las celebradas en la Económica de Amigos del
País, hemos procedido a publicar las conferencias de D. Emilio Tortosa (Director General de Bancaja), D. Agustín Remesal (Responsable de Hispavisión),
D. David W. Thursfield (Director de Operaciones de Ford Europa), D.
Joaquín Moya-Angeler (Presidente de IBM España), D. Alfredo Sáenz Abad
(Vicepresidente 1.º del BBV), D. Eduardo Bueno Campos (Catedrático de la
Universidad Autónoma de Madrid), D. Juan Ignacio Dalmau Porta (Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia), D. Juan J. Renau Piqueras (Catedrático de la Universidad de Valencia) y D. José Antonio Marina (Catedrático
de Bachillerato). De acuerdo con el mandato estatutario de la Sociedad también se han publicado los Anales de los años 1993-1994.
4. COLABORACIÓN CON OTRAS INSTITUCIONES
Siguiendo la línea de colaboración que la Económica ha mantenido a lo
largo de su historia, hemos mantenido y ampliado las relaciones con instituciones y entidades entre las que podemos señalar: Consellería de Cultura, Caja
de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante (Bancaja), Diputación de Valencia, Presidencia de la Generalidad, Universidad de Valencia (Estudi General),
Universidad Politécnica de Valencia, Compañía Telefónica de España, etc.
25
5. FUNCIONAMIENTO DE LA BIBLIOTECA
Dado el valor histórico de los fondos documentales de nuestra biblioteca,
especializada en los siglos XVIII y XIX, damos servicio de biblioteca a estudiantes e historiadores de toda la Comunidad Valenciana que acuden diariamente a investigar y realizar trabajos de nuestros fondos bibliográficos y documentales.
26
INFORME DEL SECRETARIO GENERAL
1996
acuerdo con lo preceptuado en los Estatutos y lo dispuesto en el artículo 18 del Reglamento de nuestra Sociedad, les presento a Vds., para su
aprobación, si procede, el informe de las actividades desarrolladas por la
Económica de Amigos del País a lo largo del presente ejercicio.
D
E
1. ACTOS CELEBRADOS EN 1996
Día 5 de febrero: De acuerdo con el mandato de la Junta de Gobierno iniciamos el ciclo de conferencias sobre el “Estado de la Justicia en España” invitan-do a pronunciar una conferencia a D. José Vicente Gimeno Sendra (Magistrado del Tribunal Constitucional) que nos habló sobre “La Reforma de la
Justicia en España”.
Día 26 de febrero: D. Carlos Jiménez Villarejo (Fiscal Jefe de la Fiscalía Especial para la Represión de Delitos Económicos relacionados con la Corrupción) nos habló sobre “Los problemas de la Justicia Penal” dentro del ciclo
“El Estado de la Justicia en España”.
Día 6 de marzo: Iniciamos un ciclo de conferencias sobre “La Inquisición y
la sociedad española” junto con el Departamento de Historia Moderna de la
Universidad de Valencia. Para la apertura del mismo invitamos a participar a
D. Rafael Carrasco (Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Estrasburgo) que habló sobre “La Nueva Jerusalén y la Memoria Judeoconversa
(siglos XVI-XVII)”.
Día 13 de marzo: D. Ricardo García Cárcel (Catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona) pronunció una conferencia en
nuestra Sociedad sobre “Veinte años de la nueva Historiografía sobre la Inquisición” dentro del ciclo “La Inquisición y la sociedad española”.
Día 27 de marzo: D. Jaime Contreras (Catedrático de Historia Moderna de
la Universidad de Alcalá de Henares) dio por finalizado el ciclo de conferencias sobre “La Inquisición y la sociedad española” pronunciando una conferencia sobre “Los orígenes del Tribunal: mitos y mesianismos”.
27
Día 28 de marzo: Para hablarnos de la “Liberalización de las Telecomunicaciones: Telefonía Móvil” invitamos al Director General de la Fundación Airtel,
D. José Luis Ripoll García, dentro del ciclo “Autopistas de la Información,
Modernización y Progreso económico-social”.
Día 29 de abril: Dentro del ciclo de conferencias sobre “La investigación
científica en el siglo XXI”, D. Santiago Dexeus y D.ª Gloria Calderón (Departamento de Obstetricia y Ginecología, Instituto Universitario Dexeus) nos
hablaron sobre “El futuro de las técnicas de fecundación asistida”.
Día 20 de mayo: El Presidente de la Audiencia Provincial de San Sebastián,
D. Juan Cremades Morant, intervino en el ciclo de conferencias de “El estado
de la Justicia en España” haciendo una exposición del tema “Corrupción, disfunciones y atención al ciudadano en el servicio público de la Administración
de Justicia”.
Día 24 de mayo: Un año más celebramos la cena homenaje que venimos organizando en los últimos años. Este año hemos homenajeado a dos ilustres
científicos valencianos: D. Santiago Grisolía y D. Eduardo Primo Yúfera.
Días 16 al 20 de julio: Hemos participado en el 10.º Festival Internacional
de Orquestas Juveniles organizado por la Consellería de Cultura, Educación y
Ciencia. Como fomento y apoyo a la música, entregamos esculturas conmemorativas a todas las orquestas participantes.
Día 14 de octubre: Organizamos con el Instituto Valenciano de Certificación una Mesa Redonda para debatir el tema “ISO 9000 y modelo europeo
(EFQM): Dos modelos de gestión de la calidad y una herramienta común de
mejora” en la que intervinieron: D. Jesús Nicolau Medina (Presidente del Instituto Valenciano de Certificación), D. Rafael Romero Villafranca (Catedrático de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad Politécnica de
Valencia), D. Eduardo Tolosa Marín (Evaluador Senior de la European Foundation for Quality Management y Director General Adjunto del BBV).
Días 7, 14 y 21 de noviembre: Hemos celebrado las Terceras Jornadas de
Información sobre las Salidas Profesionales de los Estudios Técnicos Universitarios con la colaboración del Servicio de Información de la Universidad
Politécnica de Valencia. Los títulos que se debatieron y los ponentes que intervinieron fueron:
Título: Arquitectura e Ingeniería Civil.
Ponentes:
D. Joaquín Andreu Álvarez (Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y
Puertos, Catedrático de Ingeniería Hidráulica, Director de la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad
Politécnica de Valencia).
D. Manuel Chueca (Doctor Ingeniero de Minas, Doctor Ingeniero Geógrafo, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Geodésica, Cartográfica y Topográfica, Universidad Politécnica de Valencia).
D. Luis Sendra Mengual (Vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana).
28
Título: Nuevas Tecnologías.
Ponentes:
D. Elías de los Reyes (Catedrático de Universidad, Departamento de Comunicaciones de la Universidad Politécnica de Valencia).
D. José Ramón Díaz (Director Regional IBM, Valencia).
D. Eliseo Gómez-Senent Martínez (Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Valencia).
Título: Ingenierías Agroalimentarias y Medioambientales.
Ponentes:
D. Agustín Díez Cisneros (Decano del Colegio Oficial de Ingenieros
Agrónomos de Levante).
D. Millán Millán Muñoz (Director Ejecutivo de la Fundación CEAM).
D. José Vicente Maroto Borrego (Catedrático de Universidad, Departamento de Producción Vegetal, Universidad Politécnica de Valencia).
Día 12 de noviembre: Hemos iniciado un ciclo de conferencias sobre “Idea
de España en la Edad Moderna” en colaboración con el Departamento de Historia Moderna de la Universidad de Valencia. La primera conferencia la impartió D. Giovanni Muto (Profesor Universidad de Nápoles) que nos habló sobre
“España vista desde los territorios italianos”.
Día 9 de diciembre: Para cerrar el ciclo sobre “El estado de la Justicia en
España” organizamos una Mesa Redonda con el título “El estado de la Justicia
en la Comunidad Valenciana” en la que intervinieron:
D. Juan José Marí (Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana).
D. Enrique Beltrán (Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana).
D. Eloy Velasco (Director General de Justicia de la Comunidad Valenciana).
2. ASUNTOS MÁS IMPORTANTES TRATADOS EN LA JUNTA DE GOBIERNO
La Junta de Gobierno se reunió en las siguientes fechas:
25 enero de 1996
29 febrero de 1996
22 abril de 1996
18 junio de 1996
17 septiembre de 1996
4 noviembre de 1996.
Dentro de los temas tratados destacaríamos los siguientes:
En cumplimiento del acuerdo adoptado en la Asamblea General de Socios
del 20 diciembre de 1995, hemos organizado un ciclo de conferencias sobre
“La Inquisición y la sociedad española”, con catedráticos especialistas en el
tema y con la colaboración del Departamento de Historia Moderna de la Universidad de Valencia.
29
En esta misma línea hemos iniciado un nuevo ciclo sobre la “Idea de España en la Edad Moderna” que continuaremos desarrollando a lo largo de
1997.
Un año más hemos seguido organizando las Cenas Homenajes de la
Económica. Este año hemos homenajeado a los profesores D. Santiago
Grisolía y D. Eduardo Primo Yúfera como reconocimiento a su aportación en
el mundo de la ciencia y en especial a la investigación. Contó con gran asistencia de público y fue especialmente destacado que la Económica prestara la debida atención a un campo tan “árido” y poco “periodístico” como es el de la
ciencia.
Recibimos invitación del Centro para la Promoción de la Calidad de la Comunidad Valenciana para formar parte del Comité de Honor del II Congreso
de Calidad de la Comunidad Valenciana. Invitación que fue aceptada por la
Junta de Gobierno.
Nuestra Sociedad ha sido galardonada con el premio de “Comunicación y
Ciencias Sociales” del Congreso Mundial de Formación Profesional que se celebra anualmente y en el que colabora el Ayuntamiento de Valencia. El premio
será entregado a la Económica el día 7 de febrero del 97 en el Palau de la
Música. El Congreso también concedió el Premio de Literatura a D. Antonio
Buero Vallejo; el de Empresa a D. Juan Villar Mir y el de Ciencia a un equipo
de trasplante de la Fe.
3. PUBLICACIONES
Ante el interés manifestado por innumerables socios de la Económica por
algunas de las conferencias celebradas en este ejercicio hemos publicado las
conferencias de D. Ignacio Ramonet (Director de Le Monde Diplomatique),
D.ª Victoria Prego (periodista), D. Rafael Carrasco (Catedrático de la Universidad de Estrasburgo), D. Ricardo García Cárcel (Catedrático de la Universidad
Autónoma de Barcelona) y D. Jaime Contreras (Catedrático de la Universidad
de Alcalá de Henares).
4. COLABORACIÓN CON OTRAS INSTITUCIONES
Siguiendo la tradición de las anteriores Juntas de Gobierno, la Económica
de Amigos del País ha procurado mantener y potenciar los vínculos con las
demás entidades e instituciones, entre las que podemos señalar: Consellería de
Cultura, Educación y Ciencia, Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante (Bancaja), Universidad de Valencia (Estudi General), Departament
d’Història Moderna de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad
de Valencia, Ayuntamiento de Valencia, Instituto Valenciano de Certificación,
Universidad Politécnica de Valencia, etc. El Tribunal Superior de Justicia de la
30
Comunidad Valenciana y Dirección General de Justicia de la Generalidad Valenciana.
Agradecemos a todas las instituciones el apoyo y ayuda que nos han prestado en todas sus colaboraciones.
5. FUNCIONAMIENTO DE LA BIBLIOTECA
Al igual que en años anteriores, hemos seguido adquiriendo libros relacionados con los siglos XVIII y XIX. Hemos seguido dando servicio a todos los
investigadores, tanto de la Comunidad Valenciana como del resto de España,
que diariamente o a través de consultas acuden a nuestra biblioteca para consultar y estudiar sobre los fondos bibliográficos de que dispone la Económica.
31
JUNTA DE GOBIERNO DE LA REAL SOCIEDAD
ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE VALENCIA
1996
Director .............................................................
Vice-Director 1.º ................................................
Vice-Director 2.º ................................................
Secretario General .............................................
Vice-Secretario 1.º .............................................
Vice-Secretario 2.º .............................................
Tesorero .............................................................
Contador ............................................................
Bibliotecario ......................................................
Asesor Jurídico ..................................................
D. R. Francisco Oltra Climent
D. José Micó Catalán
D. Manuel Portoles Sanz
D. Luis Saiz Martínez
D.ª Nieves Través Martínez
D. José Luis Grosson Serrano
D. José A. Cervigón Marcos
D.ª Montserrat Pascual Moliner
D. Francisco Torres Faus
D. Juan Alapont Soler
PRESIDENTES DE SECCIÓN
Educación .......................................................... D. Vicente Llombart Rosa
Ciencias Sociales ................................................ D. Luis Aguiló Lucia
Agricultura ........................................................ D. Miguel Mut Catalá
Literatura .......................................................... D. Francisco Pérez Moragón
Ciencias Naturales y Exactas ............................. D. José Luis Barberá Prosper
Industria ............................................................ D. José Asensio Muñoz
Bellas Artes ....................................................... D. Ricardo Pérez Martínez
Comercio ............................................................ D. Jaime C. Fernández Álvarez
Economía y Hacienda ........................................ D. Salvador Almenar Palau
COMISIONES
Socio Medicina ..................................................
Música ...............................................................
Ecología y Medio Ambiente ..............................
Medios de Comunicación ..................................
Relaciones Exteriores ........................................
Investigación y Ciencia ......................................
Nuevas tecnologías en telecomunicaciones ........
D.ª Carmela Moya García
D. Vicente Galbis López
D. Francisco Borao Martín
D. Agustín Remesal Pérez
D. Eduardo Castell Nebot
D. Bernardo Martí Oliver
D. Miguel Ferrando Bataller
33
RELACIÓN DE SOCIOS
Abad García, Vicente
Aguiló Lucia, Lluís
Aguirre de la Hoz, Javier
Agustí Agustí, José-Sabas
Ahuir i Cardells, Vicent
Alamar Belloch, Marcelino
Alapont Soler, Juan
Alario Mifsud, Arturo
Albelda Salom, Enrique
Alberola Albert, Benjamín
Albiach i Mesado, Vicent Josep
Albiol i Sampietro, Xavier
Albiol Sampietro, Manuel
Albiol Talón, M. Victoria
Albiol Talón, Manuel
Albiol Talón, Vicente
Alfonso Cerón, Miguel Ángel
Algarra Eugenio, Salvador
Almenar Martí, Salvador
Almenar Palau, Francisco M.
Almenar Palau, Salvador
Álvarez Valencia, Juan Miguel
Amorós Ribera, Lucía
Aparici Prats, Emilia Consuelo
Aparicio Cabedo, Ramón
Ara Espasa, Alberto Javier
Arenas Férriz, Alfonso
Arlandis Sasera, Alfredo
Arnalte Alegre, Eladio
Arnandis i Llácer, Ferrán
Asensi Botet, Francisco
Asensio Muñoz, José
Asunción Hernández, Antoni
Asunción Rubio, Ángel
Attart Torro, Rafael
Avella Roig, Jaume
Ayora Ibáñez, José Luis
Azara García del Busto, Mario
Aznar Garrigues, Luis
Badenes Escandell, Amparo
Baixauli Almarche, Rafael
Balaguer Periguell, Emilio
Ballester Pérez, Juan
Banco de Promoción y Negocios
Barelles Adsuara, Juan L.
Baño León, José María
Barberá Prosper, José Luis
Barceló Chico, Isabel
Bargues López, José Enrique
Bas Carbonell, Manuel
Bayona de Perogordo, Juan José
Belenguer Salvador, Enrique Luis
Beltrán Ballester, Enrique
Benavent López, Luis
Benavent Torrijos, Pepa
Bergada Salvador, Juan
Bernabé Maestre, José M.
Bernardo Herranz, José Miguel
Birlanga Casanova, Antonio
35
Blasco Carrascosa, Juan Ángel
Blasco i Castany, Rafael
Blasco Infante, Vicente
Bodoque Arribas, Anselmo
Boix Álvarez, Manuel
Boix Escandell, José
Bon Tarazona, M.ª Jesús
Boned Aldas, Tomás
Bonilla Musoles, F. Javier
Bonilla Musoles, José L.
Borao Martín, Francisco
Boronat Ombuena, Gonzalo Javier
Bosca Berga, José Vicente
Bosca Ferrer, Francisco
Bou Solis, Ricardo
Brines Blasco, Juan
Bru Parra, Segundo
Caballer Mellado, Vicente
Calabuig Ferre, Juan Antonio
Calatayud Real, Rafael
Calatayud Soler, Rosa
Calatrava Valls, Santiago
Calvet Sancho, Fco. Javier
Camallonga Margarit, José
Camisón Zornoza, César
Canet Vallés, Doménec
Cano Calvo, Gloria
Cano Ivorra, José
Cano López, Agustín
Carbonell Martínez, Aurelio
Carbonell Uso, Gonzalo
Carles Genovés, José
Carnero Arbat, Teresa
Carratalá Ballester, Marcelo
Carrillo de Albornoz y Serra, José M.
Casanova Millán, Ramón
Casas Pérez, José M.
Castaño Pastor, Salvador
Castell Nebot, José Eduardo
Castellano i Cervera, Vicent
Castrillo López, Andrés
Catalá Alis, Joaquín
Catalunya Oliver, Josep M.
36
Cebrián Olmos, Juan
Cerdá Aparicio, José
Cerdá Garrido, Ramón
Cerveró Martí, Luis
Cervigón Marcos, José Antonio
Chavarría Díaz, Miguel
Cholvi Puig, Francesc d’Asis
Cholvi Puig, Juan José
Chova Rodríguez, Ricardo
Ciscar Casaban, Ciprià
Ciscar Vilanova, Vicente
Climent Barber, José
Climent Corbera, Iliseu
Climente Valero, Vicente
Collado Sánchez-Capuchino, Vte.
Colomer Queipo, Luis Fernando
Conill Sancho, Jesús
Corbi y del Portillo, José Vte.
Costa Talens, Manuel
Cozar Catalán, J. Roberto
Confismatic
Cremades Cantos, Fernando
Crespo García, Juan M.
Cros Garrido, José
Cuco Giner, Alfons
Cuenca Richart, Bernardo
Cuquerella Cifré, José
Dalby Bosca, Francisco J.
Dalmau Porta, Juan Ing.
Dasi Garrigues, Vicente
De Esteve Sabater, Manuel
De los Reyes Davo, Elías
De Miguel Fernández, Enrique
Del Rivero Alcañiz, José
Delgado Aleixandre, Juan Ant.
Demd Pérez, Carlos Manuel
Díaz Rebollo, María Ángeles
Díaz Sáenz, José Ramón
Doménech Pastor, Miguel
Ebri Ferre, Gonzalo
Escribano Beltrán, Alejandro
España Piera, Arcadio
Esplugues Mota, Carlos
Esplugues Mota, Juan Vte.
Estarlich Candel, Ramón
Esteban García, Jesús
Esteban Llopis, Pedro
Estellés Ceba, Juan José
Fabregat Antolí, Fco. Javier
Faubel Frauendorff, Álvaro A.
Felip Sardá, José María
Fernández Álvarez, Jaime Cesáreo
Fernández Calabuig, Salvador
Fernández de Lucio, Ignacio
Fernández Fernández, Plácida
Fernández González, Juan
Fernández Gonzalo, Carlos
Fernández Lajusticia, Alejandro
Fernández-Delgado y Cerdá, Rafael
Ferrandis Tello, Silvia S.
Ferrandis Tello, Sonia
Ferrando Bataller, Miguel
Ferrer Beltrán, Manuel
Ferrer Gastaldo, Isabel
Ferrer Sánchez, Francisco
Ferri Soler, Fernando
Fluvia Rodríguez, M.ª Teresa
Forner i Valls, Enric
Fuentes Prosper, Víctor
Furió Arándiga, Salvador
Galbis López, Vicente
Galdón Casanoves, Edelmiro
Garcés Ramón, Vicente M.
García Barrachina, Cinta
García Benau, María Antonia
García Bolufer, Antonio
García Calvo, Manuela
García Candela, Julio
García Cuadra, Herminio
García Matíes, Rafael
García Morales, José
García Roca, Joaquín
Garín Alabau, Javier
Garín Llombart, Felipe Vte.
Gil Corell, Miguel
Giménez Villuendas, José L.
Giner Martínez, Salvador
Girbes Masía, Juan
Girona Rubio, Manuel
Gómez i Díez, Lluís
Gómez-Ferrer Boldova, Esperanza
Gómez-Senent Martínez, Víctor
Gómez-Senent Martínez, Eliseo
González Díaz, Agustín
González Martín, José Julio
Gozálbez Giner, M.ª Antonia
Gregori Marí, Francisco
Grosson Serrano, José Luis
Guerrero Salom, Enrique
Guinot Martín, Francisco
Heredia Robres, Enrique
Hermoso Villalba, Joaquín Ignacio
Hernández Almudéver, Federico
Hernández García, Ricardo José
Hernández Marco, Roberto
Hernández Sempere, Telesforo Marcial
Hernandis Serra, Vicente
Honrubia López, José
Huguet Pascual, Jesús
Ibáñez Lucia, Joaquín
Iborra Martínez, Josep
Iranzo Navarro, Román
Irure Rocher, Tirso-Luis
Jiménez de Laiglesia, José María
Juan Millet, Celeste
Juraco Agustí, Miquel
La Roca Gilabert, José
Lagarto Fernández, José
Lario Esteban, Francisco-Cruz
Leach Albert, José
Lerma i Blasco, Joan Francesc
Lillo Arnalte, Rafael Luis
Linares Asensio, Pilar
Lita Casasus, Joaquín
37
Lledias Llorens, Horacio José
Llinares Lliser, Juan
Llombart Rosa, Vicente
Llorens Gadea, Alfons
Lloret Llorens, Juan Antonio
López Agustí, Germán
López Estornell, Manuel Lázaro
López Gómez, Braulio
López Laso, María
López Merino, Vicente
López Moreno, Felipe
López Selles, Antonio
Lozano Vilches, María Luisa
Luebana Collado, Pedro
Mafe Sanantonio, Joaquín
Maldonado Almenar, Joaquín
Maldonado Álvarez, Rodolfo
Maldonado Chiarri, Joaquín
Maldonado Chiarri, José
Mantilla Álvarez, Manuel
Mantilla Cutanda, Pablo
Marcelo Cocho, Julián
March Civera, Benjamín
Marcilla Font, José Luis
Marco Abato, Marcos
Marco Campos, José Luis
Marco Ros, Jesús
Marco Ros, Juan Vicente
Marín García, Juan Antonio
Maroto Borrego, José Vicente
Marqués Vidal, Carmen
Márquez Sánchez, Vicente
Martí Oliver, Bernardo
Martín Arenas, Víctor
Martín Boix, Antonio
Martín Queralt, Juan
Martínez Carrión, Salvador
Martínez Gabino, Ricardo Antonio
Martínez Gaspar, Gaspar
Martínez Gil, Víctor
Martínez Martínez, Luis Felipe
Martínez Montagud, Andrés
38
Martínez Riera, Vicente
Martínez Sales, Enrique
Martínez Serrano, José Antonio
Martínez Villalba, Mariano
Más Verdú, Francisco F.
Mateu Belles, Joan F.
Mazón Hernández, Miguel
Mañes Martínez, Alejandro
Mensua Muñoz, Laura
Messana Vidal, Eugenio
Mestre García, Gabriel
Micó Catalán, José
Millán Muñoz, Millán
Millana Sansaturio, Miguel
Miquel Calatayud, Jorge
Miquel Diego, Vicent
Mira Romero, Salvador
Mirabet Lis, Ana
Moliner Tamborero, Cristóbal
Mollá Beneyto, J. Damià
Mompó Rodríguez, Juan Manuel
Monlleó Gerardo, Enrique
Monsalve Vila, Fernando
Montañana Riera, Antonio
Montes Penades, Vicente Luis
Montesa Ferrando, Fernando
Montesinos Cervera, Jesús
Montesinos Julve, Vicente
Montesinos Sanchis, Patricio
Montoliu Ramos, Hilario
Moreno Bolaños, José Luis
Moreno Murcia, Juan José
Moreno Soler, José
Moya García, Carmela
Mut Catalá, Miguel
Navarro Vidal, Silvino
Nicolau Medina, Jesús
Nieto Nieto, Justo
Noguera de Roig, José Antonio
Noguera Giménez, Álvaro
Noguera Puchol, Emilia
Noguera Puchol, José Antonio
Nuez Viñals, Fernando
Olmedo Menchen, Antonio
Olmos Garrigues, Enrique
Olmos Llorens, Joan
Oltra Badenes, Patricia
Oltra Badenes, Raúl F.
Oltra Climent, Rafael Fco.
Oltra Vidal, Juan Emilio
Orduña Lara, José Luis
Ortiz Gil, Miguel
Ortolá Pastor, Joaquín
Orts y Bosch, Pedro María
Otegui y Tellería, Jesús M.
Palacios Bellver, Josep Vicent
Palafox Caruana, Vicente
Palafox Gamir, Jordi
Palencia Pérez, Miguel
Palop Iranzo, Andrés
Paniagua Fuentes, Francisco J.
Pascual García, Vicent
Pascual Moliner, Montserrat
Pedraza Martínez, Pilar
Pedros Renard, Salvador
Peiró Silla, José
Pellicer Pérez, Eugenio
Penalba Guillén, Francisco
Peral Baeza, María
Perelló Morales, José Antonio
Pérez Benlloch, Juan José
Pérez Calot, M. Asunción
Pérez Casado, Ricardo
Pérez de los Cobos Peris, Joaquín
Pérez de los Cobos y Esparza, José L.
Pérez García, Francisco
Pérez García, José Antonio
Pérez i Borrás, Josep
Pérez Llueca, Juan
Pérez Martínez, Ricardo
Pérez Moragón, Francesc
Pérez Plaza, Vicente
Pérez Pons, José Manuel
Peris Monfort, Manuel
Peñín Ibáñez, Alberto
Picher Buenaventura, Leandro
Piqueras Arenas, José Antonio
Piqueras Haba, Juan
Pons Albentosa, Leopoldo
Ponz Romero, José Luis
Portolés Sanz, Manuel
Puig i Ferrer, Joaquín
Quesada Ibáñez, Javier
Quílez Sánchez, Rafael
Ramírez Martínez, Carlos
Ramón Izquierdo, Miguel
Ramón Sales, Leonardo
Ramos Mompó, Carlos
Ranch Sales, Amparo
Reig Martínez, Ernest
Remesal Pérez, Agustín
Renau Piqueras, Juan José
Ribelles Fuentes, Amadeo
Ribes Revert, Alfredo
Rico Gil, Antoni
Rico Gil, Carles
Ripoll García, José L.
Rocasolano Collado, Antonio
Ródenas Villena, Clementina
Rodrigo Gómez, José Manuel
Rodríguez Esparza, Vicente
Rodríguez Martínez, Pablo
Rodríguez Morata, Federico A.
Roig Alonso, Miguel
Romero Villafranca, Rafael
Ros Pérez, Vicent
Rubio Martínez, Rafael
Rubio Zamora, Vicente
Ruiz de la Torre Ruiz, Emilio
Ruiz García, Eduardo
Ruiz Monrabal, Vicente
Ruiz Torres, Pedro
Sáez Narro, Narciso
Saiz Gallego, M. Fernanda
Saiz Martínez, Luis
Salazar Olivas, José Miguel
Sales Nogues, Gonzalo
39
Salinas La Casta, Vicente
Salvador Jardí, Manuel
Salvador Liern, Vicent
Sánchez Agustí, Gonzalo
Sánchez Cuesta, Cristóbal
Sánchez Pascual, Vicente Manuel
Sanchis Alcover, José
Sanchis González, Ricardo M.
Sanchis i Marco, Manuel
Sanchis Moll, Emilio Joaquín
Sanchis Oliver, José Luis
Sanmartín Almenar, Joan M.
Sanmartín Navarro, Miguel
Santapau Ibiza, José
Scals Klein, Jorge de
Sebastiá Aguilar, Javier
Sempere Corral, F. Javier
Sena Albors, Fabián
Senent Sales, Carlos
Sepúlveda Bueno, Rosa María
Serrano Martín, Francisco
Serrano Navarro, David
Serratosa Ridaura, José
Sevilla Blasco, Eugenio
Sevilla Jiménez, Martín
Sevilla Merino, Julia
Sevilla Segura, Jordi
Sicol Berenguer, Juan José
Simó Aynat, José
Simó Cantos, José Manuel
Simó Nogués, José María
Simó Sendra, Vicente
Soler Marco, Vicent
Soler Pascual, Emilio
Soriano Besso, Josep M.
Soriano Ciscar, Jesús
40
Soriano Ciscar, Vicente
Soriano Hernández, José Francisco
Soriano Martínez, Vicente
Soriano Raga, Jesús
Sorní Mañes, José
Tejedor Gil, Vicente Eduardo
Ten Ros, Antonio Enrique
Tirado Jiménez, Antonio J.
Todolí i Femenia, Vicent
Tomás Carpi, Juan Antonio
Torrent Ros, Pascual Jesús
Torres Faus, Francesc
Torres Igual, Isabel
Torres Máñez, Juan Carlos
Tortosa Asensio, Blas
Tortosa Cosme, Emilio
Traves Martínez, M. Nieves
Trenor Galindo, Asunción
Trenor Trenor, Federico
Triviño López, Ricardo
Valldecabres Monzó, Josep L.
Vela Bargues, José M.
Ventura Beltrán, Vicent
Vercher Garrigós, Vicent Francesc
Verdú Pons, Francisco
Vidal Castaño, José Antonio
Vidal Martí, Bernardo
Villar Grimalt, Anselmo
Viñals Guimera, José Joaquín
Visiedo Mazón, Francisco Joaquín
Vives i Moncho, Baltasar
Zaragoza Pascual, Gustavo
ACTIVIDADES DESARROLLADAS
1995-1996
GABRIELA MORREALE DE ESCOBAR
Profesora de Investigación del CSIC
HORMONAS TIROIDEAS
Y
DESARROLLO CEREBRAL
GABRIEL BARRASA
Consejero Delegado de Hispasat
JORGE PÉREZ
Presidente Colegio Ingenieros Superiores
de Telecomunicaciones de Madrid
VÍCTOR GOYENECHEA
Director General Adjunto BBV
NUEVAS PERSPECTIVAS
PARA EL
SECTOR AUDIOVISUAL:
TELEVISIÓN POR SATÉLITE
O POR CABLE
LOS NUEVOS HORIZONTES MULTIMEDIA
PERSPECTIVAS DE HISPASAT
Gabriel Barrasa y José M.ª Casas
Hispasat, S. A.
1. EVOLUCIÓN
DE REDES, SERVICIOS Y TECNOLOGÍAS HACIA SISTEMAS DE BANDA
ANCHA Y MULTIMEDIA
escenario de previsión de servicios de telecomunicación se ha visto
sometido en los dos últimos decenios a una serie de cambios fundamentales. Parte de ellos se relacionan con el marco mismo de prestación de servicios, pero otra parte igualmente significativa ha sido originada como consecuencia de un conjunto de desarrollos tecnológicos.
De estos desarrollos tecnológicos son paradigmáticos los procesos de digitalización de las redes públicas, primero en transmisión, en conmutación más
tarde, y la sustitución de infraestructura: fibra óptica y satélites reemplazando
líneas de transmisión convencionales, centrales digitales sustituyendo los obsolescentes sistemas electromecánicos.
El proceso de sustitución tecnológica fue motivado por la única razón de
que tanto los sistemas de transmisión digitales, como los de conmutación, son
más eficientes (es decir más baratos, ocupan menos espacio, son más sencillos
de mantener, ofrecen mejor calidad, consumen menos potencia, etc.).
A priori, la digitalización de las redes, en particular de la Red Pública Telefónica Conmutada (RPTC), no se ha realizado con intención de añadir nuevos
servicios, como lo prueba el que en los años 70 y 80 los planes de digitalización
de los operadores coincidiesen en gran medida con el desarrollo de otras redes
públicas especializadas: Red Pública de Conmutación de Paquetes y Red
Pública de Conmutación de Circuitos.
Esta evolución tecnológica, enmarcada por unos mecanismos de provisión
de servicios dados a través de Operadores de Telecomunicación, ha formado
parte de una estrategia dirigida hacia el reforzamiento de una infraestructura
única, que trata de integrar la provisión de todos los servicios. El paradigma
por excelencia de esta actuación es el desarrollo de la Red Digital de Servicios
Integrados (RDSI).
E
L
47
Con la oferta de un acceso digital a cada uno de los abonados telefónicos se
evita la necesidad de provisión de redes específicas. La modernización de infraestructuras es así utilizada para obtener sinergia en la provisión de servicios,
lo que al tiempo refuerza el papel dominante del Operador; por su parte, éste
garantiza al usuario que todos aquellos servicios que pueda necesitar le serán
proporcionados por la red pública obviando en la medida de lo posible el desarrollo de redes propietarias por usuarios con necesidades excepcionales.
Esta tendencia, que ha venido desarrollándose durante buena parte de los
80 y que alcanza su mayor intensidad ahora que comienza a ser realidad una
oferta genuina de servicios RDSI, no ha evolucionado aisladamente. La tecnología ha afectado asimismo al equipamiento y en consecuencia a la percepción de necesidades de los usuarios. Si bien para la inmensa mayoría de los
usuarios residenciales las cosas apenas han cambiado, las empresas, tanto
grandes como pequeñas, han modificado sustantivamente sus mecanismos de
tratamiento de la información y, como consecuencia, sus requisitos de comunicación.
Es cierto que allá donde la información a transmitir no implica un proceso
mecanizado ulterior la evolución más significativa ha sido la sustitución del
Telex por el Facsímile como mecanismo más común de transferencia de texto
entre compañías.
Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia las empresas mecanizan sus
procedimientos de gestión, contabilidad y, en determinados casos, producción,
para lo que se dotan de una infraestructura que combina procesadores, estaciones de trabajo PCs, unidos por una configuración (Red de Área Local, Centralita Digital) que por la propia naturaleza local de los sistemas ofrece prestaciones muy elevadas. Cuando la comunicación se establece fuera del ámbito de
la Red de Área Local, bien dentro de la misma empresa, bien entre empresas
diferentes, el usuario se encuentra con las limitaciones impuestas por la Red
Pública, sea ésta la RPTC o la RDSI.
Y es que la RDSI, por su propia génesis, no responde de manera flexible a
las demandas de aquellos usuarios que genuinamente la necesitan. Su concepción, basada en la conmutación y transmisión de circuitos digitales de 64
Kbit/s, se sigue ajustando a la misma funcionalidad que se le exigía a la red
telefónica de los años 70.
Esta concepción es rígida tanto en la asignación de capacidad como en la
manera en la que esta capacidad es utilizada por el usuario. Efectivamente, el
tratamiento de datos en forma de ráfaga se realiza de forma separada en una
red de conmutación de paquetes a la cual el usuario accede desde su Central
Local. En este sentido la RDSI no es una red sino dos redes superpuestas. Por
otra parte las necesidades del usuario en términos de capacidad pueden ser
muy superiores, o muy inferiores a las que los accesos disponibles a la RDSI
ofrecen.
Asimismo la comunicación no siempre se desea balanceada entre dos puntos como es normal en una comunicación telefónica. Existen múltiples ejemp48
los de servicios en los que la misma información ha de ser entregada en centenares o miles de destinos, mientras que en la dirección contraria el flujo de
información es muy reducido o no existe. En definitiva la RDSI de banda estrecha convencional basada en circuitos de 64 Kbit ofrece servicios en exceso
para quien no necesita servicios avanzados mientras que puede dejar insatisfecho
al usuario que los necesita.
No es de extrañar que incluso cuando la RDSI era solamente un embrión
algunas voces comenzarán a llamar la atención sobre estas limitaciones. Por
una parte se alzaron aquellos que frente a una concepción “integrista” de la
provisión de redes y servicios preconizaban soluciones basadas en redes dedicadas para aquellas entidades que las necesitaban. En particular se hacía notar
que los sistemas de comunicación por satélite son particularmente apropiados
para ofrecer una amplia variedad de servicios, configuraciones y topologías de
red, con independencia de la situación geográfica o del desarrollo de la red
pública, mediante redes de terminales de satélite directamente emplazados en
las instalaciones de los usuarios [1].
Al mismo tiempo, los centros de investigación de los principales Operadores de Telecomunicación comenzaron a desarrollar nuevos conceptos tanto
para la transmisión como para la conmutación, resultando en la concepción de
una red que genuinamente ofrece un tratamiento integrado de todos los servicios y que por estar dimensionada de manera que permite servicios de banda
ancha es referenciada como la RDSI de Banda Ancha (RDSI-BA) [2]. Esta
concepción de red se basa en el tratamiento de la información en forma de pequeños paquetes que son generados en función de la demanda instantánea de
cada una de las fuentes de información, y en la disponibilidad de sistemas de
transmisión y conmutación de muy alta capacidad.
El nombre genérico del método de transmisión y conmutación de estas
redes, Método de Transferencia Asíncrono MTA (Asynchronus Transfer
Mode, ATM), hace referencia al hecho de que la generación y transmisión de
la información no tiene por qué estar sincronizada cual es el caso de los sistemas digitales convencionales.
La concepción de la RDSI-BA basada en el Método de Transferencia Asíncrona alcanza el objetivo de proporcionar con una infraestructura común una
multiplicidad de servicios con suficiente ancho de banda, con gran flexibilidad
de asignación y compartición del ancho de banda disponible (tanto en los circuitos de acceso como troncales) y con una acomodación automática a las
diferentes demandas de flujo binario, tanto unidireccional como bidireccional,
tanto continuos como variables.
Los aspectos fundamentales de las redes ATM han sido objeto de un importante esfuerzo normativo tanto por parte de UIT-T, como del European
Telecomunication Standard Institute.
Si bien probablemente pasarán varios años antes de que exista una oferta
de servicios portadores sobre la red pública RDSI-BA, nos encontramos frente
a una concepción que sin lugar a dudas condicionará el desarrollo futuro de la
49
manera de hacer telecomunicaciones. Esta realidad será tanto más probable
cuando las instalaciones de acceso al abonado se realicen en conformidad con
la normativa ATM proporcionando 155.52 Mbit/s en la dirección abonado-red
y 622.08 Mbit/s en la dirección red-abonado.
Punto de venta: Las comunicaciones de banda ancha permitirán que los
grandes almacenes ofrezcan sus productos sobre la red pública en lugar de enviar catálogos. Asimismo el sistema permitirá realizar la compra directa e interactivamente.
Vemos pues el pesado factor que el tratamiento de la señal de vídeo representa en la utilización prevista de las redes de banda ancha. Es justo que nos
preguntemos si la arquitectura propuesta representa la mejor manera de distribuir o difundir señales de vídeo, audio o datos.
No incluida en la referencia anteriormente citada, pero no menos relevante
suele ser la mención de sistemas multimedia como una aplicación de las redes
de banda ancha. Sensu stricto, multimedia es la integración de dos o más tipos
de información en un único servicio o aplicación (UIT-T) [4], es decir la TV es
un producto multimedia. Las características fundamentales de sistemas multimedia están basadas en la presentación (con independencia de la estructura, almacenamiento, procesamiento y transmisión de los componentes), y se establecen
desde una percepción sincrona de los diferentes componentes por el usuario.
Los componentes estándar de las comunicaciones multimedia son:
– Continuas (Audio y Vídeo).
– Discretas (Texto, Gráficos e Imágenes).
Estos componentes se pueden combinar de diversas maneras a fin de ofrecer un producto final de acuerdo con las necesidades del cliente.
TABLA 1
REQUISITOS DE ANCHO DE BANDA DE SISTEMAS MULTIMEDIA
Servicio
Norma
Cantidad de
información
Tiempo transmisión
a 64 Kbit/s
Velocidad
Textos
ODA
ISO/IEC 8613
IBIG
IPEG
ISO/IEC 10918
CCIR 723
MPEG 2
CCITT H261
G711
G721
NICAM
MUSICAM
J41
ï4.000 caracteres
por página (32 Kbit)
Similar a texto
1024 × 1024 imagen
ï96-48 Kbytes
Continua
Continua
Continua
Continua
Continua
Continua
Continua
Continua
0,5 seg
NA
0,5 seg
6-12 segs
NA
NA
NA
NA
NA
NA
NA
NA
NA
NA
34 Mbit/seg
1.5-20 Mbit/seg
n × 64 Kbit/seg
64 Kbit/s
32 Kbit/s
320-384 Kbit
32-192 Kbit
2048 Kbit/s
Gráficos
Imágenes
estáticas
Vídeo
Audio
50
Sistemas de enseñanza. Bases de datos enciclopédicas, Telemedicina, presentación de productos informáticos, turísticos, culturales o técnicos, etc.,
están llamados a convertirse en aplicaciones de este concepto.
En la Tabla 1 se muestra una estimación de los requisitos de ancho de
banda que los diferentes componentes de servicios multimedia pueden exigir.
En el conjunto de servicios que es posible ofrecer sobre el conjunto de las
redes disponibles y en particular sobre las redes de banda ancha, es importante
distinguir dos categorías:
– Interactivos.
– Distributivos.
Son ejemplos claros de los primeros, desde la telefonía o las comunicaciones interactivas de datos a la videoconferencia. Normalmente, estos servicios están asociados al concepto de sesión con una duración limitada, y una
conectividad asimismo limitada involucrando normalmente a unos pocos sujetos (y en la mayoría de los casos solamente a dos).
Por el contrario, en los servicios distributivos la información es entregada
por una fuente a un número más o menos determinado de usuarios de una
forma totalmente determinada a priori y, por tanto, no sujeta a mecanismos de
interacción entre la fuente y los usuarios. El ejemplo más obvio son los servicios de radiodifusión de TV, Radio o Datos. En los sistemas distributivos, la
fuente entrega su producto normalmente de forma continuada a miles o millones de receptores bien en régimen de acceso libre o en régimen de acceso
condicional.
Obviamente, cualquier red puede dar prácticamente cualquier servicio.
Está claro, sin embargo, que los sistemas basados en la radiodifusión de señales
resultan mucho más eficientes a la hora de manejar los servicios distributivos,
mientras que redes físicas con conectividad dedicada (y con la topología más
oportuna en función de la naturaleza del servicio y de su extensión) son más
adecuados para servicios interactivos.
Con respecto al preconizado papel de las redes de banda ancha como
mecanismo integrado de provisión tanto de servicios de distribución como
interactivos parece conveniente realizar las siguientes consideraciones:
i) La mayor parte de los servicios identificados para las redes de banda
ancha se proporcionan hoy en día mediante otro tipo de redes. En particular,
en lo relativo a servicios distributivos, los sistemas de comunicación por
satélite representan una opción extremadamente significativa, como detallamos
a continuación.
ii) Determinados servicios interactivos de características especiales y en
particular sistemas multimedia pueden encontrar una solución específica inmediatamente en sistemas de comunicación por satélite permitiendo la asignación dinámica de canales con anchos de banda muy distintos y ajustados a
los requisitos del usuario.
iii) Por otra parte, la disponibilidad de comunicaciones por satélite permi51
tirá a los diseñadores de la arquitectura de las redes de banda ancha complementar la previsible infraestructura terrenal con determinados circuitos por
satélite permitiendo así extender la extensión del área geográfica en la que se
prestarán esos servicios.
Con estas consideraciones podemos proceder ahora a analizar el papel que
nuestro Sistema Nacional de Comunicaciones por Satélite desempeña y podrá
desempeñar en la provisión de servicios multimedia y en general servicios de
banda ancha en un futuro inmediato.
2. EL PAPEL DE LOS SISTEMAS DE COMUNICACIÓN POR SATÉLITE:
LA EXPERIENCIA DE HISPASAT
2.1. Hispasat hoy
Hispasat, el Sistema Nacional de Telecomunicaciones por satélite español,
es hoy una realidad que sin apenas darnos cuenta está presente en múltiples
actividades cotidianas de los ciudadanos españoles. Ver la Televisión, escuchar
la Radio, leer un periódico, enviar un mensaje de radiobúsqueda, se realizan
cada día mediante enlaces proporcionados por los satélites de nuestro sistema
nacional. Muchas otras actividades que afectan desde nuestra economía al control del medio ambiente son cursadas o están en avanzado estado de planificación asimismo sobre Hispasat.
El primer satélite, Hispasat 1A fue lanzado el 11 de septiembre de 1992 y
apenas culminó su fase de pruebas en órbita entró en operación pasando a distribuir los canales de TV de las cadenas privadas, y a establecer comunicaciones operacionales con el destacamento español en la antigua Yugoslavia.
Unos meses más tarde (julio 1993) Hispasat 1B se unió a Hispasat 1A en la
misma posición de la órbita geoestacionaria para completar el sistema.
Estos dos satélites en conjunto representan una importante contribución a
la infraestructura de las telecomunicaciones en este país y, al mismo tiempo,
refuerzan la función de los vínculos culturales y sociales con los países de habla
hispana. Las aplicaciones principales de sus cuatro cargas útiles son las siguientes:
Difusión directa
Las transmisiones de los cinco canales de difusión directa de Hispasat
comenzaron de forma parcial (unas cuatro horas diarias) el uno de abril de
1994. A partir del primero de septiembre estas transmisiones se extenderán
hasta un mínimo de 70 horas semanales para cada canal.
52
TV América
El primero de los dos transpondedores con cobertura americana de Hispasat comenzó a ser utilizado durante 1993 para la distribución del programa
de TVE internacional sobre los países de habla hispana. A este canal se le unirá
pronto Hispavisión, una nueva cadena producida por RTVE que complementará en principio la oferta de Hispasat en Hispanoamérica. Asimismo se distribuyen las señales de Radio Nacional, Radio Exterior y EFE Radio.
Servicio Fijo
La Misión del Servicio Fijo de Hispasat tiene un conjunto de aplicaciones
variadas como contraposición al resto de las misiones del sistema que son de
aplicación específica.
a) Distribución de canales de TV y radio
Todas las emisoras de Televisión de ámbito nacional y hasta una docena de
canales de radio son distribuidas desde sus centros de producción hasta las
emisoras locales vía Hispasat.
Asimismo se distribuyen las señales de varios sistemas de radiobúsqueda. A
estas doce señales está prevista la próxima extensión de varias otras.
b) Usos Ocasionales de TV
La disponibilidad de Hispasat facilita al Ente Público Retevisión la recogida y el transporte de acontecimientos allá donde éstos ocurran. Partidos de
fútbol, carreras ciclistas, convenciones y actos políticos y muchos otros programas se presentan puntualmente al público cada día tras haber sido transmitidos a los estudios mediante el uso de los transpondedores del Servicio Fijo de
Hispasat.
c) Redes Públicas
Telefónica complementa su amplia infraestructura de comunicaciones terrestres mediante el uso de dos transpondedores de Hispasat. Esto permite
ofrecer un alto grado de seguridad en ciertas rutas (Canarias, Baleares, Ceuta y
Melilla).
53
d) Redes empresariales
Existen hoy en día un conjunto de aplicaciones operativas sobre nuestro
sistema y un grupo aun mayor en perspectiva. Entre los primeros está la impresión remota de 3 periódicos nacionales, la difusión de datos de agencias de
noticias, transmisión de información de radar a los Aeropuertos Nacionales y
sistemas de detección y control de infraestructura para la Compañía Logística
de Hidrocarburos (CHL) y Aguas del Ter y Llobregat, así como la mejora de
las comunicaciones del Organismo Autónomo de Correos y Telégrafos.
Por otro lado existen diversos sistemas en avanzado estado de planificación
entre los que se encuentran algunas redes de entidades financieras así como
varios sistemas de monitorización medioambientales (calidad de aguas, cuencas hidrográficas, detección de incendios, etc.).
2.2. Hispasat y el futuro multimedia
La disponibilidad de un sistema de comunicaciones de ámbito nacional,
ofreciendo al mismo tiempo una significativa cobertura de Europa occidental,
permite el desarrollo de servicios multimedia de varios tipos inmediatamente.
La flexibilidad intrínseca a los sistemas de comunicación por satélite permiten que la provisión de estos servicios pueda tener lugar allá donde se necesite y tan pronto como sea necesario. Asimismo, la flexibilidad de asignación
de capacidad ofrecida por Hispasat permite a los usuarios considerar desde
canales lógicos de unos centenares de bit/s hasta circuitos de varios Mbit/s.
Una reciente demostración realizada por Retevisión con la colaboración de
varias entidades, a través de Hispasat permitió el establecimiento simultáneo
de sesiones de videoconferencia, con acceso común a procesamiento de textos
y ficheros. El sistema soporta también la transferencia de imágenes fijas sobre
monitor así como facsímile.
La capacidad utilizada por este sistema es la de dos canales de 384 Kbit/s
que son asignados por la duración de la sesión, y liberados al término de la
misma utilizando el servicio DAMA.
Otra aplicación multimedia especialmente significativa sobre Hispasat es el
proyecto ETSIT [5] en el que las Escuelas Técnicas Superiores de Ingenieros
de Telecomunicación intercambian sesiones de docencia mediante un sistema
multimedia. Este servicio, proporcionado por Telefónica Sistemas de Satélites,
combina la imagen y la voz del profesor y el texto (gráfico, imagen o pizarra
electrónica) que se explica, con la interactividad proporcionada por canales de
audio de retorno, extendiendo el ámbito de una clase universitaria a centros
situados a centenares o miles de kilómetros.
El sistema ETSIT ha transmitido 120 horas lectivas de cursos especializados, las cuales han sido seguidas por más de 500 alumnos que en su mayoría
consideraron positiva o muy positiva su participación en esta modalidad de
54
teleenseñanza.
Un tercer ejemplo de aplicación del satélite en un ambiente multimedia extremadamente innovativo, ha sido la reciente experiencia conjunta entre los
Museos del Prado y del Louvre [6], que ha permitido “unir” las dos mitades
de un retablo del pintor Juan de Borgoña mediante el intercambio de imágenes
de alta definición, al mismo tiempo que audiencias situadas en París y Madrid
compartían las explicaciones de los expertos.
Estos tres ejemplos son simplemente una pequeña muestra de lo que es
posible realizar y que sin lugar a dudas dará lugar a un vigoroso desarrollo de
las aplicaciones multimedia por satélite. Entre ellas las percibidas como más
significativas son las siguientes:
Servicios interactivos
i) Videoconferencia en sus diversas formas.
– Servicio de calidad limitada ofreciendo la imagen del extremo lejano
sobre una pantalla de PC al mismo tiempo que se comparte el acceso a un sistema informático común, utilizando vídeo comprimido a velocidades alrededor de 64-128 Kbit/s.
– Multiconferencia con dos o más grupos distribuidos con calidad mediaalta y con una orientación al diálogo presentación en el que impera el factor
humano.
ii) Intercomunicación de sistemas informáticos sobre enlaces de gran capacidad. Los Operadores de Hispasat ofrecen la posibilidad de establecer,
bien temporalmente, bien en permanencia enlaces de velocidades N*64 Kbit/s
si bien velocidades mayores y no necesariamente restringidas a múltiplos de 64
Kbit/s son también posibles.
Servicios distributivos
iii) Difusión y distribución de datos, audio, imágenes y otros productos. El
progresivo desarrollo de bases de datos de utilidad pública, podrá dar lugar a
una oferta de sus productos para los cuales la facilidad para llegar a cualquier
punto de los sistemas de satélite, combinada con la economía de los equipos
receptores hará de estos sistemas una interesante proposición.
Bibliotecas, Archivos, Centros de procesamiento de información de uso
general (meteorológica, patentes, derechos de autor, etc.) podrán ofrecer sus
productos, bien bajo demanda en combinación con sistemas interactivos, bien
difundiendo sus catálogos a fin de promocionarlos.
iv) Televisión de negocios. Bajo este nombre genérico se agrupan todas
aquellas aplicaciones en las que determinadas entidades difunden una señal
cuya componente dominante suele ser vídeo, a un conjunto de receptores, que
55
normalmente han sido previamente identificados y/o autorizados para tener
acceso a la misma.
Este tipo de sistemas, permiten a las empresas presentar internamente y
promocionar externamente sus productos, mejorar la eficiencia del entrenamiento de su personal, optimizar la comunicación para la gestión y, si fuera
necesario, el manejo de situaciones de crisis.
v) Cadenas de Televisión especializadas. La posible demanda de canales
de televisión que concentren su programación en la oferta de determinados
temas o productos encuentra en los sistemas de comunicación por satélite una
poderosa herramienta que permite su acceso potencial inmediato a millones de
hogares.
Es pues probable que en un futuro no muy lejano, a la ya habitual panoplia
de canales de Televisión generalistas con los que estamos familiarizados se
unan nuevas cadenas ofreciendo servicios muy específicos. A los más obvios,
como pueden ser los relacionados con la diseminación de catálogos y venta de
productos podemos añadir canales profesionales (médicos, arquitectos, abogados, etc.) o los relacionados con diversos grupos de interés (ecología, tercera
edad, turísticos, etc.).
La factibilidad de una oferta suficientemente amplia de servicios avanzados, especialmente aquellos que involucran la distribución de vídeo, se ha visto
particularmente reforzada por el desarrollo reciente de sistemas de compresión
de imagen, al mismo tiempo que se ha alcanzado un importante grado de consenso en los foros de normalización internacionales respecto a los algoritmos
de tratamiento de la señal y sus formatos.
3. EL IMPACTO DE LA TELEVISIÓN DIGITAL
Al tiempo que el afán de ofrecer sobre una infraestructura común todos los
servicios está despertando una demanda de redes integradas de banda ancha,
un esfuerzo tecnológico de no menos importancia ha reducido los requisitos
de ancho de banda de los servicios de vídeo.
Ya en la década anterior se realizaron diversas experiencias con sistemas de
transmisión digital de televisión, orientadas en principio al transporte de la
señal entre estudios utilizando un flujo binario de 34 Mbit/s. Al mismo tiempo
se definían normas específicas para almacenamiento y tratamiento de señales
de vídeo hasta 1.5 Mbit/s MPEG-1 y un procedimiento abierto de videoconferencia CCITT H.261.
Lo que hoy en día tenemos entre manos es una norma orientada al
tratamiento de señales de vídeo y audio con vistas a su difusión. Esta norma
ISO MPEG-2 [7] combina:
Un sofisticado proceso de compresión de vídeo, que aúna técnicas de
predicción del movimiento de la imagen con una codificación óptima de la imagen residual mediante la transformada discreta del coseno, con una reducción
56
posterior de la redundancia mediante una codificación optimizada de los coeficientes. El resultado es una reducción de la capacidad del canal de aproximadamente un orden de magnitud respecto al requerido por la información no
tratada. Es importante señalar que la norma MPEG-2 no impone una velocidad de tratamiento de la información, sino tan sólo el procedimiento, dando
lugar por tanto a diversos productos y calidades.
Un avanzado sistema de codificación de audio con dos opciones actualmente: DOLBY y MUSICAM. Ambas ofrecen varias velocidades de muestreo
de la señal de audio y la posibilidad de transmitir hasta cinco componentes de
una misma señal mejorando por tanto potencialmente la calidad actualmente
disponible sobre disco compacto.
Un flexible proceso de multiplexación de los diversos componentes que
configuran un producto, no solamente audiovisual, sino genuinamente multimedia, pues a las señales de audio y vídeo se acompaña un volumen a determinar de datos (imágenes, ficheros, etc.), así como otras señales de audio. El multiplex así conformado puede incorporar un conjunto de canales de televisión
más otros productos, asociados o no, a los mismos. Al mismo diseño se incorpora los mecanismos necesarios para el control de acceso condicional al producto, sentando así las bases para su comercialización.
La norma MPEG-2 desarrollada por la ISO, se ha visto complementada recientemente mediante el trabajo del grupo europeo Digital Video Broadcasting
(DVB) en el que participa activamente Hispasat, con el desarrollo de una
norma de transmisión de la señal MPEG-2 multiplexada sobre sistemas de
satélite y cable. Una norma similar para radiodifusión terrenal se espera sea
producida en breve. La norma para satélites ha introducido asimismo suficiente flexibilidad como para que pueda ser aplicada eficientemente a
transpondedores de diversas características (ancho de banda y potencia), y
para permitir varios tipos de servicio. [8]
El significado de estos desarrollos no puede ser suficientemente resaltado.
Por una parte la norma MPEG-2 abre el camino para una oferta plural y variada de productos audiovisuales y multimedia. Una primera clasificación en
relación a la señal de vídeo ha permitido definir:
Baja definición: con calidad similar a VHS exigiendo un flujo binario en
torno a 1.5-2 Mbit/s.
Definición estándar: con calidad similar a PAL o SECAM y demandando
una capacidad en torno a 4-5 Mbit/s.
Definición mejorada: ofreciendo una calidad comparable con la definida
por la norma CCIR 601 para el tratamiento de señales en estudios y demandando alrededor de 8-10 Mbit/s.
Alta definición: ofreciendo una calidad compatible con sistemas de 1.250
líneas y exigiendo flujos binarios en torno a los 30 Mbit/s.
Además de la variedad en lo referente a la configuración de la calidad de
los productos, la importante reducción de ancho de banda que resulta de los
procedimientos de compresión permite multiplicar significativamente la ca57
pacidad expresada en número de canales que un satélite puede ofrecer. A título meramente indicativo un transpondedor de 36 MHz de ancho de banda (de
los que en Hispasat se dispone de ocho) permite la transmisión de un flujo binario comprendido entre 24 y 41.9 Mbit/s dependiendo de la elección de
parámetros la norma de transmisión, es decir entre 5 y 8 señales de calidad estándar y hasta 20 ó 25 de baja definición.
Por otra parte el producto necesario para recibir esta nueva oferta alcanzará
una importante economía de escala al ser comercializado por millones para las
diferentes configuraciones de recepción (directa, cable, colectiva o terrestre).
4. CONCLUSIÓN
La presión del desarrollo tecnológico, y el posicionamiento de los diversos
actores, origina una percepción de la demanda de servicios, y una consecuente
planificación de infraestructuras, que puede estar condicionada por los deseos
de ocupar espacios de negocio, en detrimento de una mayor racionalidad en la
asignación de estos servicios a los diversos sistemas de telecomunicación.
Si bien no cabe la menor duda del importante papel que las redes de banda
ancha, basadas en líneas físicas, han de jugar en la provisión de servicios multimedia interactivos, no es menos cierto que los sistemas de difusión y en particular los satélites de telecomunicación representan una solución óptima para la
provisión de servicios distributivos.
La situación del sistema Hispasat sobre el Atlántico, con una cobertura excelente tanto de Hispanoamérica como de Europa occidental, lo convierten en
un elemento estratégico para la provisión de servicios multimedia y televisión
digital en español, facilitando un alto grado de penetración en un vasto mercado residencial. Esta vocación se extiende asimismo a la segunda generación del
sistema de satélites que, además de garantizar la continuidad de los servicios
desarrollados sobre la primera, estará en condiciones de aprovechar el desarrollo de una creciente demanda propiciada por las innovaciones tecnológicas
mencionadas.
5. REFERENCIAS
[1] J. M. CASAS. ISDN Status and opportunities for satellite systems. ESA publication STR-220,
May 1987.
[2] J. TURNER. “Design of an integrated Services Digital Network”. IEEE Journal in Selected Areas
of Communication. N. 8. November 1986.
[3] T. BOSSER. The business case for ATM. Telecommunications. February 1994.
[4] N. GARCÍA SANTOS. Requisitos operacionales para comunicación multimedia. Grupo de
Tratamiento de Imágenes ETSITM. UPM.
[5] J. PÉREZ. El proyecto ETSIT de Teleenseñanza. BIT. Marzo-abril 1994.
[6] “El Prado y el Louvre reúnen un retablo del siglo XVI”. El País, 24 de junio de 1994.
58
[7] MPEG-2 ISO/IEC 13818-1 November 1993.
[8] Channel Coding and modulation for 11/12 GHz Satellite Services. Section 3.6. Multivision
Specification. DVB. April 1994.
59
TV CABLE Y SATÉLITE
Víctor Goyenechea
Director General Adjunto BBV
1. INTRODUCCIÓN
E
la presente exposición se pretenden analizar brevemente las perspectivas
de la TV Cable desde el punto de vista del inversor; qué amenazas y oportunidades se vislumbran y cuáles son los principales condicionantes.
Tal y como reflejan muchos medios de comunicación, existe un interés potencial de grandes instituciones financieras e industriales por participar activamente en esta actividad. ¿Por qué? ¿Qué expectativas tienen? ¿Qué condiciona sus decisiones?
Se aborda a continuación esta cuestión analizando las principales amenazas
y oportunidades en torno a esta actividad.
N
2. OPORTUNIDADES
Hay una serie de factores que, desde el punto de vista de un inversor potencial, hacen atractiva la actividad.
1. Los negocios de telecomunicaciones en general han experimentado un
enorme crecimiento en los últimos años por razones muy diversas: evolución
tecnológica, globalización de la economía, cambios legislativos, etc.
El mercado mundial de telecomunicaciones en 1993 fue de 510.000 M$ (de
los que más del 80 % corresponde a servicios y el resto a equipos). En España
el volumen del sector supera los dos billones de pesetas, y se estima que, para
el final de siglo, superará el 10 % del PIB.
2. La creciente liberalización en los países occidentales está abriendo oportunidades a nuevos agentes que tradicionalmente no estaban involucrados en
el sector.
En el caso de España, se ha producido la apertura a la competencia de
varias actividades: conmutación de datos, radiobúsqueda, radiotelefonía móvil
en grupos cerrados de usuarios, telefonía celular.
En todas ellas se ha producido la participación de bancos, compañías eléctricas y grandes empresas industriales.
59
Aun cuando muchos de estos negocios tienen un periodo de maduración
largo, las expectativas de crecimiento han hecho que se formen numerosos
consorcios nacionales e internacionales para abordarlas.
3. Centrándonos en la TV Cable, parece existir una tendencia de que “lo
que antes iba por Cable (teléfono) irá por vía hertziana, y lo que iba por vía
hertziana (TV) irá por cable”.
La telefonía requiere poco ancho de banda y la exigencia de movilidad es
mayor, lo que propicia su utilización hertziana. En algunos países sirve,
además, para solucionar el problema de la telefonía universal, por la menor inversión que representa frente a la telefonía básica convencional.
En TV se producen estos cambios sustanciales:
– Tendencia a la segmentación de audiencia y especialización. Programación particularizada frente a la televisión generalista convencional.
– La publicidad tiene unos límites y no es suficiente para financiar los
canales.
– El espectador tiene cada vez mayor formación, demanda más servicios y
es más activo.
Las redes de TV Cable se constituyen como la nueva vía para satisfacer
estas necesidades.
4. Los avances tecnológicos (fibra óptica, digitalización) permiten a los sistemas de cable una enorme capacidad de transmisión de información (de ahí
su nombre de autopistas de la información). La posibilidad de llegar al hogar
con una gran capacidad implica la posibilidad de vender numerosos servicios
con una misma infraestructura como soporte. En los condicionantes que luego
se exponen, esto supone una vía de generación de ingresos a futuro que,
aunque difícilmente cuantificable, se antoja cuando menos atractiva.
5. La extensión de las redes de TV Cable es un hecho hoy en día.
En los cuadros adjuntos (Cuadro 1) se pone de manifiesto el enorme
número de hogares en muchos países (“hogares pasados”) que ya tienen acceso
a los servicios de cable y las elevadas previsiones para el futuro.
España ocupa una posición muy retrasada (fundamentalmente por la
ausencia de legislación).
Parece razonable pensar que si en otros países se ha producido un alto
grado de desarrollo de la actividad, España no tenga por qué ser una excepción.
6. La perspectiva actual es la integración de tres grandes áreas de negocio
con los sistemas de cable como soporte común:
– Telecomunicaciones.
– Ocio.
– Tecnologías de información.
En las redes actuales en España únicamente está cubierta la actividad de
ocio (es decir, televisión). Sin embargo, la liberalización de la telefonía básica,
prevista para 1988, abre grandes expectativas a los potenciales operadores,
porque la generación de fondos de este negocio contribuye significativamente
a la rentabilización de la infraestructura.
60
A nivel mundial, la convergencia de estos tres sectores está produciendo
una oleada de fusiones, algunas de las cuales se recogen en el Cuadro 2.
Por los motivos anteriormente expuestos, grandes grupos financieros e industriales están interesados en participar en las telecomunicaciones en general
y en TV Cable en particular, tanto por las expectativas del propio negocio
como por la oportunidad de participar en su financiación (en el caso de grupos
bancarios).
3. AMENAZAS
A pesar de las expectativas anteriormente mencionadas, existen todavía numerosas incertidumbres y amenazas que afectan a la oportunidad de la actividad de TV Cable como negocio.
Se exponen a continuación algunas de las más significativas:
3.1. Complejidad del negocio
La figura adjunta (Cuadro 3) refleja la cadena de valor de la actividad de
TV Cable, contemplada como distribución de TV exclusivamente.
Conviene señalar en este esquema la enorme complementariedad del cable
y satélite. El operador de TV Cable es un minorista de distribución de programas y canales de TV en su municipio, y el vehículo utilizado por el suministrador o mayorista es el satélite, que es la forma más económica de distribución de señales de TV en un territorio.
La complejidad del negocio de TV Cable es doble: por el lado de la oferta,
es necesario procurarse programación adecuada (problemática de la disponibilidad de derechos) a costes razonables, especializada y en el idioma local. Por
el lado de la demanda, es necesario conocer y analizar el mercado, su segmentación, el precio al que se puede posicionar el producto (teniendo en cuenta una amplia oferta generalista de carácter gratuito), etc.
Todo ello con soporte en una infraestructura compleja, con elevadas inversiones y sometidas a cambios tecnológicos permanentes.
3.2. Aspectos legislativos
La legislación es la pieza clave del desarrollo de la actividad, por los siguientes motivos:
a) Es impensable la involucración de grandes empresas y el consiguiente
compromiso de inversión sin un marco legal que regule la actividad.
(En este sentido, a la fecha de hoy se ha dado un paso importante en España
con el inicio del trámite parlamentario de aprobación de la ley de TV Cable.)
61
b) Las condiciones específicas de la legislación pueden condicionar
enormemente el negocio. Factores:
– Posibilidad de prestar otros servicios además de la pura televisión.
– N.º de concesiones.
– Plazo de concesión y condiciones de finalización.
– Canon para la concesión.
– Reglamentos técnicos específicos (normas de cableado, etc.).
De como se configuren estos factores dependerán el mayor o menor atractivo del negocio.
3.3. Productos/Servicios
Los sistemas de cable se configuran hoy día como vía de entrada al hogar
de un conjunto de servicios (ver Cuadro 4).
Sin embargo, conviene hacer las siguientes precisiones:
– El Operador no vende cable, sino lo que el cable circula. En la inmensa
mayoría de los casos, el único producto realmente disponible y vendible es
programación de TV. Esta programación, para competir con la oferta generalista y gratuita actual, debe ser especializada (canales temáticos, en la lengua del
país). Y esto plantea las siguientes dificultades:
a) Disponibilidad. Derechos de emisión, cómo y dónde se obtienen.
b) Coste.
En general, la programación supone un coste por encima del 30 % de los
ingresos del operador.
c) Idoneidad del producto ofrecido para la audiencia.
– Muchos de los servicios adicionales a la televisión están todavía en fase
embrionaria a nivel comercial, incluso en USA, por los siguientes motivos:
a) No está clara cuál va a ser la demanda.
b) Menos aún, su rentabilidad económica.
c) La proliferación de algunos servicios telemáticos requerirá un cambio
generacional para su utilización masiva.
4. OFERTA Y PRECIO
La gestión del operador supone establecer el equilibrio/superávit entre el
precio al que es capaz de vender su programación y servicios y su coste, teniendo con ello que amortizar la infraestructura, cubrir sus costes operativos y remunerar a los inversores.
Del juego idoneidad del producto/precio/demanda/capacidad comercial y
de gestión dependerá la supervivencia del operador.
En esta línea, uno de los efectos más perniciosos en la operación de un sistema de cable es el “churn” o tasa de desabono, es decir, clientes insatisfechos
62
que deciden darse de baja del servicio. La inversión necesaria para llevar el servicio al cliente es muy elevada, por lo que una desconexión, que “inutiliza” esa
inversión, tiene un efecto muy negativo. La posibilidad de ofrecer otros servicios por el cable, además del básico de televisión, puede ayudar a mantener los
clientes, pero hoy por hoy no hay muchos servicios adicionales que ofrecer
comercialmente.
5. TECNOLOGÍA
Sobre tecnología disertará otro de los ponentes de esta mesa. Simplemente
apunto dos aspectos clave:
Tecnología a coste no comercial no sirve
Ejemplo: todos los sistemas de cable plantean el tramo final del “bucle de
abonado” con coaxial, aunque la red troncal sea de fibra óptica. La razón es
puramente económica: el incremento de coste de la fibra respecto del coaxial
es despreciable, pero el conversor electro-óptico necesario para poder recibir
las señales adecuadamente en casa del cliente es muy caro (pongamos un orden
de magnitud de 300.000 ptas.) y nadie podría permitírselo.
En este sentido, conviene también recordar que la evolución tecnológica
está acortando cada vez más el periodo de tiempo en que un producto es viable comercialmente. Basta acordarse que la revolución informática se ha producido en muy pocos años y ha transformado completamente la forma en que
trabajamos.
La estandarización
Existe un problema complejo de estándares (p. ej.: decodificadores) que
encarecen los sistemas y los servicios al cliente.
6. ASPECTOS ECONÓMICOS
El negocio tradicional de TV Cable tiene como características:
– Elevada inversión en inmovilizado material.
– “Break even” en el largo plazo.
– Elevados cash-flows.
– Baja rentabilidad sobre la inversión.
Respecto al primer punto,
Como referencia se puede considerar en términos promedio una inversión
de 50.000 ptas. para llevar el cable a un hogar, en una ciudad típica (“hogar
63
pasado”), y otras 20.000 ptas. adicionales para conectar el hogar (cableado de
interior de vivienda y decodificador).
En el caso de España hay 101 municipios con más de 50.000 habitantes,
que se corresponden con unos 5,5 millones de familias. Con los supuestos anteriores, cablear estos municipios supondría una inversión de 275.000 M ptas., y
conectar el 30 % de sus familias supondría una inversión adicional de 33.000 M
pesetas.
7. CONSIDERACIONES FINALES
– El negocio de los sistemas de TV Cable es complejo y con maduración en
el largo plazo, pero con grandes potenciales.
Abordarlo supone asumir riesgos y realizar una apuesta de futuro.
– Es necesario contar con respaldo financiero para abordar las grandes inversiones.
– La visión de largo plazo no debe impedir tener en cuenta las realidades y
posibilidades del momento actual. Muchos de los servicios que se perciben a
futuro son inviables comercialmente hoy en día.
– Sería deseable que esta actividad fuese abordada en España con perspectiva de país, con agrupación de socios nacionales y con soporte en la industria
nacional. Deben para ello clarificarse muchos aspectos, siendo el marco legal el
más importante de ellos.
CUADRO 1
PENETRACIÓN DE LA TV CABLE EN EL MUNDO (JUNIO 1993)
País
Bélgica
Holanda
Canadá
Suiza
Luxemburgo
Estados Unidos
Dinamarca
Suecia
Irlanda
Alemania
Argentina
Noruega
Finlandia
Austria
Israel
Hungría
64
Hogares
con TV
Hogares
pasados
Hogares
conectados
H. Conect./H.
con TV (%)
3.900.000
6.100.000
9.933.000
2.466.691
136.000
93.363.000
2.200.000
3.600.000
998.000
33.281.000
10.090.000
1.700.000
2.500.000
2.630.000
1.300.000
3.500.000
3.725.000
5.500.000
9.516.184
1.900.000
100.000
91.033.000
1.700.000
1.700.000
500.000
19.632.000
N/D
700.000
1.300.000
1.450.000
785.189
N/D
3.451.124
5.225.000
7.662.845
1.680.000
90.000
55.700.000
1.200.900
1.700.000
360.000
11.823.000
3.300.000
526.000
770.110
800.000
375.679
841.000
88,49
85,66
77,15
68,11
66,18
59,66
54,59
47,22
36,07
35,52
32,71
30,94
30,80
30,42
28,90
24,03
H. Conect./H.
pasados (%)
92,65
95,00
80,52
88,42
90,00
61,19
70,64
100,00
72,00
60,22
N/A
75,14
59,24
55,17
47,85
N/A
CUADRO 1 (Continuación)
País
Japón
Polonia
República Checa
México
Rusia
Francia
Reino Unido
Malta
Islandia
España
Corea (Sur)
Hogares
con TV
Hogares
pasados
Hogares
conectados
H. Conect./H.
con TV (%)
H. Conect./H.
pasados (%)
40.000.000
10.000.000
2.900.000
15.300.000
49.000.000
20.500.000
22.000.000
135.000
79.500
11.240.000
8.600.000
N/D
N/D
N/D
N/D
N/D
4.648.921
2.912.959
18.300
N/D
900.000
N/D
6.200.000
695.000
175.000
917.104
2.904.500
1.040.724
652.366
3.100
1.050
122.000
10.000
15,50
6,95
6,03
5,99
5,93
5,08
2,97
2,30
1,32
1,09
0,12
N/A
N/A
N/A
N/A
N/A
22,39
22,40
16,94
N/A
13,56
N/A
65
CUADRO 2
66
67
CUADRO 3
CUADRO 4
68
JOSÉ ANTONIO MARINA TORRES
Catedrático de Bachillerato
LA INTELIGENCIA
CABLEADA
Publicaciones de la
REAL SOCIEDAD ECONÓMICA
DE AMIGOS DEL PAÍS
Valencia, 1995
CENA HOMENAJE
A
MATILDE SALVADOR SEGARRA
Y A LA
FEDERACIÓN DE
SOCIEDADES MUSICALES
DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
CENA HOMENAJE A MATILDE SALVADOR SEGARRA
Y A LA FEDERACIÓN DE SOCIEDADES MUSICALES
DE LA COMUNIDAD VALENCIANA
Francisco Oltra Climent
Director de la R.S.E.A.P.
S Hui celebremdelabenvinguda
a tots els assistents.
segona edició dels Homenatges de l’Econòmica.
ALUTACIONS
Els nostres homenatges no es produeixen per casualitat, sinó que són fruit
d’una decisió adoptada el 1993 per la Junta de Govern de la Societat Econòmica d’Amics del País Valencià, i ratificada per l’Assemblea General de Socis del
mateix any. Aquesta decisió tenia per finalitat l’organització d’una reunió anual
de socis de l’entitat, per a homenatjar públicament alguna persona física o jurídica, destacada pel seu treball i dedicació a la societat valenciana.
L’any passat vam homenatjar el Sr. Joaquim Maldonado i el Sr. Vicent
Ventura i vam reconèixer públicament la seua activa participació en la identificació i en l’auto-estima dels valencians com a poble, agraint-los, com a bons
amics, l’esforç realitzat en aquest sentit. Des d’ací i en nom de tots els socis de
l’Econòmica, una cordial salutació per als amics Ventura i Maldonado.
He de dir-vos, amb satisfacció, que hi ha molts valencians, en tots els
camps del saber i de l’activitat humana: científics, metges, enginyers, arquitectes, músics, escultors, pintors, escriptors, etc., que mereixen un homenatge,
per això podem i hem de sentir-nos orgullosos.
Els estatuts de la nostra Societat Econòmica d’Amics del País en el seu articulat descriuen els fins d’aquesta i destaquen els de: donar suport a tota iniciativa cultural, científica, artística o social que redunde en benefici dels valencians, i promoure la il·lustració general i la riquesa pública.
Tot això, naturalment, dins d’un marc de tolerància i respecte a les persones i a les seues idees.
Són estatuts de fa 218 anys que segueixen vigents, i en base a ells faré a
continuació dues breus reflexions i un suggeriment:
La primera al voltant del perfil de societat global en què vivim, per a comprovar que encara que té coses molt positives, com sempre ocorreix, necessita
millorar. Telegràficament i de forma objectiva, el perfil de la societat actual podria ser del tenor següent: Un món més menut, o si es vol i encara que les distàncies siguen les mateixes, amb punts geogràfics més pròxims, a causa de
85
l’enorme avanç de les telecomunicacions. Un món en canvi o transformació
permanent. Un món on la solidaritat no és un valor molt apreciat, davant la
riquesa i els diners, que en l’escala actual de valors passen a ocupar un lloc preeminent. Un món embarcat cap a un destí molt més desconegut que en èpoques
anteriors, amb un poder polític desacreditat i sota sospita, on l’angle de la
camera fotogràfica o del televisor és el que determina la prioritat política i social. Quan desapareix la camera de televisió o fotogràfica, els temes perden interés.
Tot fa pensar que aquest perfil no agrada i que, per tant, és millorable i la
via per a canviar-lo i millorar-lo és, en la nostra opinió, la modernització i el
progrés social permanent.
En aquest ordre de coses, l’Econòmica d’Amics del País, dins de la modèstia de les seus possibilitats i com a part integrant d’aquesta societat civil, que
tots volem enfortir, està participant en el projecte de “Modernització de la Societat valenciana” i ajudant modestament a projectar un futur millor per a tots
els valencians.
L’Econòmica està desenvolupant temes com “Les Autopistes de la informació”, “La Direcció estratègica de les Organitzacions”, “La Informació als
Joves sobre les seues Eixides Professionals”, “La investigació científica”, “Els
Projectes d’investigació en la Comunitat Valenciana”, etc., temes que són d’interés per al futur dels valencians.
La segona reflexió la vull fer al voltant d’una paraula: “Concòrdia”, que té
un important significat per al futur dels valencians i que fa que immediatament
pensem en Acords, Convenis, Transacció, Negociació, etc. Visquem i deixem
viure, pensem i deixem pensar, treballem i deixem treballar, no és bo el que ens
ocorreix als valencians des de fa molts anys, en què anem practicant una actitud
col·lectiva, un tant tribal, on estem atrapats i de la qual és molt difícil eixir.
Ens trobem en un moment en què la convivència i la concòrdia no són fàcils en cap part del món, per aquest motiu hauríem d’actuar amb intel·ligència,
per aconseguir amb menor esforç un progrés social i econòmic major del que
obtindríem si seguim amb el mateix comportament observat des de fa anys.
Per què no actuar com a éssers intel·ligents abandonant la nostra natural
inclinació al tribalisme, convivint democràticament i fecundant la nostra capacitat creadora?
“Faça vosté el seu treball, del meu me n’encarregue jo” és una frase que
tanca, en la meua opinió, una actitud intel·ligent, si la practiquem com a individus i com a societat.
Després d’aquestes dues breus reflexions, m’agradaria dir que hui és el dia
dels Homenatges de l’Econòmica, però també la nit de la música en
l’Econòmica.
La reunió de hui és especial, i és especial perquè complim l’objectiu previst
de celebrar aquesta reunió anual que decidí al seu dia la Junta de Govern i
perquè simultàniament recuperem part de la nostra història.
La vocació musical que sempre ha demostrat l’Econòmica d’Amics del
86
País, és patent al llarg de la seua ja dilatada història i respon a un dels objectius
essencials pels quals es creà: el desig d’elevar el nivell cultural i educatiu dels
nostres ciutadans. Des dels primers anys, recordem que fou fundada el 1776,
apareixen documents que revelen un clar interés per l’activitat musical.
L’Econòmica patrocinà el 1850 la primera Escola Pública Popular de Música
de València i impulsà la creació el 1879 del Conservatori Superior de Música
de València.
La creació del Conservatori i la meritòria labor posterior, realitzada per
l’Econòmica per mitjà d’organitzacions de concerts, certàmens i concursos
musicals, tingué una important repercussió en la música valenciana d’aquelles dates del segle XIX i perquè no dir-ho, fou un estímul i una base, per
aconseguir la magnífica i envejable situació en què hui es troba la música valenciana.
Per cert, i ja que tots estem interessats en l’eixida de la crisi i en la recuperació econòmica, m’atrevisc a formular ara i ací un suggeriment: la possibilitat de crear un conjunt d’empreses, un sub-sector industrial dedicat a la fabricació d’instruments musicals, no sols guitarres, sinó violins, violoncels, arpes,
pianos, trompetes, trompes, clarinets, etc., que n’evitaren la importació i
crearen riquesa i llocs de treball a la Comunitat Valenciana.
Tenim una potent societat musical, unes Universitats solvents en I+D,
tenim també Organitzacions empresarials, Bancs, Mitjans de comunicació i,
naturalment, capacitat creadora demostrada. Per què no fer realitat aquest suggeriment?
Qualsevol empresa sap que la variable clau és la seua clientela, el seu mercat, i en el nostre cas, el mercat està assegurat i el nombre de clients, no potencials, sinó reals, creix dia a dia. Per què no prestar-li molta atenció a aquest
suggeriment per part dels protagonistes de la nostra economia: empresaris,
polítics, banquers, catedràtics, periodistes, etc.?
És un subsector industrial amb futur garantit i disposem de tots els ingredients. Per què no fecundar la nostra capacitat creativa? És un projecte atractiu a
mig i llarg termini, que tindria una important repercussió econòmica. Per què
no intentar-ho?
Invite des d’ací la universitat, els empresaris, els responsables de la nostra
política econòmica, els joves amb esperit emprenedor i creatiu, i tots els presents i en especial la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana, perquè desenvolupen i facen fructífera aquesta idea, que en absolut és
nova, però que presente públicament des d’ací, des de l’Econòmica, per considerar que mereix la pena fer-ho.
Ara bé, fet aquest suggeriment, hem de reconèixer que l’excel·lent i envejable salut de la música valenciana actual es deu, hui, a l’esforç que durant
aquests últims anys han desenvolupat moltes persones, algunes de les quals es
troben hui entre nosaltres i alguna que lamentablement no s’hi troba.
En aquest punt de la meua intervenció vull recordar d’una forma entranyable un soci de l’Econòmica que l’any passat estigué en aquest sopar i que
87
enguany no es troba entre nosaltres.
M’estic referint al nostre bon amic Vicent Vera, persona activíssima com a
alcalde de Sueca, director de l’Àrea de Música de la Generalitat Valenciana i
vice-president de la Federació Valenciana de Societats Musicals.
En aquest acte he considerat just recordar Vicent, per la seua activa labor
en l’àrea de música de la nostra Societat Econòmica i per la seua brillant,
intensa i desinteressada participació en el desenvolupament i el progrés de la
cultura musical de tots els valencians.
Després d’aquest record entranyable, m’és grat dir-vos que hui hem organitzat aquest acte per a homenatjar, per la seua brillant contribució al desenvolupament de la música i de la cultura de la societat valenciana, Na Matilde
Salvador, una il·lustre compositora musical dotada d’unes qualitats humanes,
docents i creatives admirables, i la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana, una persona jurídica que és la institució que coordina i
dirigeix els esforços de moltíssimes persones que, dia a dia, fan possible que la
societat valenciana gaudisca d’un excel·lent present i d’un envejable futur musical.
Vicent Ros i Vicent Ruiz Monrabal, dos socis i amics de l’Econòmica i profunds coneixedors del món de la música, i en especial de la música valenciana,
parlaran a continuació sobre la biografia, el treball i la dedicació a la societat
valenciana dels nostres homenatjats.
Matilde Salvador i la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana són dos enfocaments diferents d’una mateixa faceta cultural, però en
tots dos hi ha un llenguatge comú propi: la música, llenguatge meravellós de
sons, ritmes i notes.
Ens importa i molt, l’exemple i l’estímul que pot suposar per a la gent jove,
per als qui en segueixen, l’esforç realitzat pels nostres homenatjats.
En nom de la Societat Econòmica d’Amics del País, el nostre més profund
agraïment a Matilde Salvador i a totes les persones que treballen en la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana, per l’esforç realitzat.
Un homenatge merescut en els dos casos.
Moltes gràcies a tots per la vostra atenció.
88
PRESENTACIÓ DE L’HOMENATJADA
MATILDE SALVADOR
Vicent Ros
Catedràtic del Conservatori Superior
de Música Joaquín Rodrigo, de València
O trobe molt encertada esta actitud nova de la Societat Econòmica d’Amics
del País de celebrar també el sopar. L’any passat no vaig poder estar, no em
recorde exactament el motiu, però estaria fora de València per algun concert,
però en el tipus de vida que portem ara, que anem tots tan atrafegats, a vegades, s’en recorda un que és membre de la Societat Econòmica d’Amics del
País quan arriba la targeta del banc o quan hi ha alguna conferència que ens
interessa molt.
I a més ha d’haver una nit a l’any, una nit de la Societat en que tots els
amics i tots els socis, ens pugam trobar tranquil·lament, i en l’apretat calendari
que portem tots, puix, pugam estar unes hores pensant i sentint-nos socis actius i vius de la Societat Econòmica d’Amics del País.
Això representa també una vitalitat molt gran, perquè la Societat és una societat antiga ja i perquè ha tingut que afrontar i viure unes situacions tan diferents, que sobretot en l’època més recent, en què hem recuperat les nostres
institucions autonòmiques, han resultat en alguns moments una miqueta asservidores i estes institucions més antigues, més desprovistes de vitands i de
béns, han tingut que fer un esforç creatiu per a ser fidels als seus estatuts i a la
seua manera de ser, de la seua iniciativa que tingueren en els seus moments.
Trobe que la Societat s’ha rejovenit molt estos últims anys i s’ha mantingut
activa, puix, malgrat els seus mitjans millorats econòmicament.
Bé, puix benvinguda la creació d’este sopar i no podia evidentment faltar
en este calendari de preferència, puix una de les il·lusions, una de les particularitats que tenia la Societat des del seu naixement, la creació, el cuidar l’ambient cultural de la València d’aquella època, en el seu projecte estava evidentment la qüestió musical, i per tant ja en el segon sopar que celebrava la Societat puix tocava evidentment a la música.
I trobe que ha estat un gran encert, i ho dic lliurement perquè jo no he intervingut per a res, en que s’hagen cuidat d’unes facetes molt destacades i molt
importants, com és la faceta creadora, la faceta personal, molt important també
J
89
en estos moments en què vivim tan col·lectivament, per dir-ho d’alguna manera,
que resulta difícil tancar-se en casa i fer lo que un té que fer.
D’altra banda la música necessita eixos mitjans transmissors que són i que
tenen fonamentalment una col·lectivitat. Una col·lectivitat que en el cas nostre
de València està molt ben creada, molt ben estructurada i que en estos moments també son dinàmiques com és la Societat o la Federació i Societats Musicals.
Bé, a mi no em toca parlar de la Federació, ho faran persones molt
coneixedores del tema i potser tampoc em tocava parlar de Matilde Salvador,
no sé de qui haurà segut la idea, però, bé siga per amistat personal o per lo que
siga, puix tinc que parlar de Matilde, que en definitiva puix, també la coneixeu
moltes persones i no vull fer tampoc una classe elemental d’història de la música valenciana recent.
Bé, la personalitat de Matilde, puix, és múltiple com bé sabeu, i dins de la
seua faceta creadora està no solament la composició sinó està també eixe aspecte creador que deu tindre també la docència i que deu tindre també la interpretació; en ella es conjuguen moltes facetes de la personalitat del músic. I
també té un avantatge molt particular i és que és dona i això, puix, també,
digam, el sexe femení no estava tan incorporat potser a lo creatiu, en el camp
de la música concretament i potser també fa que siga una aportació, una característica personal molt particular de Matilde.
Jo malgrat que tinc el seu “curriculum vitae” m’agrà més o menys estar informat. No em sé tot el seu catàleg, perquè és un catàleg extensíssim, però bé
sabeu que ha tingut una part molt important en lo que és per al seu musical, en
diferents aspectes: en alguns aspectes inclús molt marginats, per dir-ho d’alguna
manera, en la nostra història de la música, la música espanyola i la música valenciana més concreta, com és l’aspecte de l’orgue i a més molt significatiu i
molt interessant, perquè Matilde no s’ha dedicat a parlar-nos de Deus i Deesses de Godin, que ja no ens interessen massa, sinó que o bé en les nostres llegendes o bé en els nostres personatges històrics, ella ha procurat recrear i revivificar una sèrie de personatges, sobretot, com és el cas, de l’òpera…, això
com sabeu ha segut una obra extraordinària que acaba d’estrenar al Liceu de
Barcelona, que ha interpretat a tota València i a tota Castelló, i en el camp operístic que ha segut un camp en el que històricament, puix, hem tingut uns moments no massa bons, puix ella ha omplit eixe buit i és un aspecte important
que s’ha salvat, digam, dins de la nostra història de la música.
Ella, també en el camp intimista, ha escrit per a diversos instruments, i sobretot, ha tingut un llenguatge molt viu, viu en el sentit de que la seua creació
vocal, des de l’aspecte solista, digam de música per a un número determinat,
per a un instrument, per a piano, per a guitarra, ha segut molt extens i no
digam en l’aspecte coral.
Això bé siga una tasca molt reconeguda tant ací com a fora. Són molt, i curiosos, coneguts els premis que ha tingut en l’ajuntament de diversos punts de
la nostra geografia i el repertori vocal, vocal acompanyat d’algun instrument i
90
coral, té tot un repertori molt viu i que trobem molt sovint en els concerts nostres. En la vida coral, també valenciana, que afortunadament ha sabut arruixar
molt últimament, puix hem trobat en l’obra de Matilde que és una qüestió habitual o bé amb creativitat molt personal o bé amb anunciacions de cançons
populars nostres.
Això, afegit a altres avanços que tenim avui en dia, que també les seues
grans bals i les seues possibilitats com a intèrprets i gràcies a la discografia puix
pugam tindre una sèrie de composicions fetes, interpretades per ella mateixa.
Això realment crec que és una fita important que s’ha aconseguit.
I després, a l’aspecte docent, també una sèrie d’activitats i que realment, jo
puc donar fe de que va ser una activitat molt activa, de la que per sort potser
de trobar-se amb el seu cunyat com a director, molt especial, però que potser
va perdre els procesos que més històricament va soportar, i va tindre una vida
docent durant alguns anys en el País Valencià d’una gran qualitat i molt exigent i molt clara com és ella.
I després, a part de les coses dels cosejalls, també coneixeu una, tots vosaltres, últimament amb una gran entrega també com és el món de la pintura. I
en el món de la pintura ella tenia que fer el que tenia que fer, tan clara i tan
diàfana com és, i sobre que havia de pintar, puix havia de pintar sobre… que
és una cosa transparent com és ella, i en grans colors, en gran vitalitat. Puix
tenim una faceta que jo realment l’admire molt també per la seua gràcia i per la
seua aportació també al món artístic valencià.
Ella ha tingut a una persona molt afortunada, ha tingut un company, un
gran company, professor, mestre, marit, com va ser Vicent Asensio, i devia ser
un soport molt gran per a ella perquè tenia una comunió…, una comunió artística molt gran. Jo també volia fer record de Vicent perquè no el vaig conèixer
molts anys però era d’eixes persones que encara que el conegues en poc temps
et parla molt i et queda com una amistat per ell.
I el cas de Matilde, puix per loteria de la vida docent ha segut una persona
poc pedagògica afortunadament, en el sentit de que ha vist les coses molt
clares, les coses són difícils i les coses costen, no anem contant mentides als xiquets de que tot és fàcil, de que tot és facilet, puix no senyor, tot és complicat;
és una assignatura i tothom ho sabia i el qui volia aprendre anava en ella i el
que no se’n anava en un altre i s’ha acabat; eixes coses tenen que ser molt clares.
Jo em recorde que fa uns anys, no sé si en farà tres o quatre, vaig llegir una
obra de literatura anglesa, ja no em recorde de qui era ni res, però que un venerable baró anglés va despedir a la seua minyona perquè va sentir que li cantava una cançó en suís al xiquet, i a la persona que canta estes tonteries no se li
pot deixar un xiquet per a la seua educació. Home, jo no sé si els sindicats de
l’època van tindre alguna cosa a dir però trobe que avui en dia a lo millor eixa
bona persona, va nàixer massa prompte, a lo millor avui en dia tindria una
nòmina prou més o menys suculenta en algun ens acadèmic o a lo millor en
qualsevol televisió autonòmica o nacional.
91
Jo pense que Matilde, en este sentit del cant, ha buscat les fonts, ha buscat
el seu cor, ha buscat les obres de creació, ha buscat les obres i les idees d’una
gran qualitat literària i sabem quant bé ha musicat, puix a Fuster i a Espriu, i a
tota una sèrie de grans escriptors i poetes nostres. I això és una aportació que li
devem sempre, en una gran estima, perquè també ha fet eixa doble divulgació
de lo que és un art musical refinat, sense ser elitista, però una obra musical de
qualitat i al mateix temps recolzada amb una literatura nostra, també de gran
qualitat.
Puix bé, jo, Matilde, puix no volia cansar a la gent, ni cansar-te a tu, estem
contentíssims de tindre’t ací, de poder homenatjar-te i de que la teua aportació
a la cultura valenciana siga tan àmplia des del punt de vista musical, tan àmplia
també des del punt de vista artístic en general, per la teua, digam, pel teu treball, digam, a prop dels literats, el teu treball al camp de la pintura i perquè tot
açò redunda, puix, en una aportació que, insistim, venint també d’una dona,
puix té un colorit especial i una aportació molt significativa i que tot açò siga
un motiu per a nosaltres d’alegria i de vore que realment el País continua viu, i
també perquè el teu treball no ha segut mai un treball enfosquit amb la cambra
de treball de casa, sinó que ha estat una actitud oberta, cívica i compromesa en
totes les circumstàncies en que la nostra història més recent ha saltat al País.
Gràcies Matilde i espere que durant molts anys encara tingam ocasió
d’homenatjar-te, ja he perdut el compte de tots els homenatges que merescudament t’han fet una sèrie d’institucions. I a la Societat Econòmica d’Amics del
País, agraïsc sincerament l’haver tingut tan gran encert en cuidar estes dos
facetes musicals i que avui haja segut capaç de reunir-nos a tots, en una gran
alegria de vore que el País continua avançant i que en l’ambient artístic i musical, que no és un ambient crematístic, que no és un ambient a vegades que
parega de primera necessitat, però tots necessitem evidentment que la nostra
vida tinga eixe color que al marge de la vida professional que portem apretada,
la vida artística tinga cabuda en les nostres necessitats.
Moltes gràcies a tots i enhorabona Matilde.
92
PRESENTACIÓ DE L’HOMENATJADA “FEDERACIÓ
DE SOCIETATS MUSICALS DE LA COMUNITAT
VALENCIANA”
Vicent Ruiz Monrabal
Presidente de la Confederación
Española de Sociedades Musicales
la Reial Societat Econòmica me proposà que fera esta introducció
per a subratllar l’homenatge que es fea m’ha fet buscar les raons profundes que podien justificar esta intervenció. El president me deia que explicara
als meus amics músics de les Societats Musicals estes raons que han motivat
eixa decisió tan merescuda de la Reial Societat Econòmica de homenatjar a la
Federació de Societats Musicals.
Però jo immediatament he tingut que canviar d’un llenguatge musical, algú
li puga paréixer una espècie d’auto-bombo que jo lo únic que puc fer és presentar als socis de l’Econòmica el que són les bandes de música i la seua aportació,
difícilment ho podia fer açò; què és la Federació? Ahí quedarà dins de totes les
raons que vaig a dir, ahí quedaran les motivacions fonamentals. I ho dic açò,
perquè jo, si algo em defineix a mi com a presentador d’esta faceta de les bandes de música, és que jo abans que tot i abans que res, sóc un home de les bandes i vull subratllar este matís, de les bandes de música, no de la música valenciana i vull subratllar este matís perquè este homenatge, que és dual, la música
valenciana queda molt personalitzada i expressiva i compresa en persones, en
compositors i genials músics, com Matilde Salvador.
Jo volia dir des del començament, que les bandes de música no poden
quedar emmarcades i ubicades sols en algunes interpretacions, i és una realitat
social i cultural que desborda i quedarieu ombrejats de la claritat que hi ha
dins de totes elles, de l’activitat que desemboliquen, de la multitud de facetes
culturals que desperdiguen i derramen per tots els pobles de la comunitat.
Com a punt inicial, vos vull dir algo que a lo millor ninguna de les dos entitats ha sabut entroncar: i és que hi ha un codi examinant en profunditat estes
qüestions, una relació familiar entre la Reial Societat Econòmica i la Federació
de Societats. Pareix que siguen dos coses diferents, jo sé que de prestigi,
d’història no son semblants, i no vull dir que foren dos entitats germanes. Jo,
buscant eixes arrels profundes d’estes dos entitats, aplegue a la conclusió que hi
Q
UAN
93
ha una relació paterno-filial. Alguns dirien més que paterno-filial de jai i net,
d’avi o ahuelo, i per què dic açò? Perque mireu un detall molt important: tots
sabem que l’Econòmica es creà en 1776, el 5 de març, i la Federació de Societats Musicals es creà en 1968, puix l’Econòmica al llarg de 100 anys de la seua
existència, el 1800 com s’ha recordat, 78 i 79, creà dos institucions que són
fonamentals per a les bandes de música, en eixa època a soles.
Havia una primera fundació que era la Caixa d’Estalvis de València i hagué
una segona fundació, fundada per l’Econòmica que era el Conservatori Superior de Música de València. Puix en eixa data, i açò és el que vull subratllar, i després al llarg de tota la història, en eixa data, en la segona part del segle XIX, en
torn al 1870, eixa data, en eixa etapa, és quan floregen a la vida social la major
part de les bandes de música. És l’Econòmica al crear dos institucions tan
senyeres valencianes, les que possibiliten i consoliden que les societats musicals
adquirisquen carta de naturalea.
Per què? Perquè la Caixa d’Estalvis de València donava diners i préstecs
per a comprar instruments, en cada poble, a la seua banda i per a construir
l’edifici musical. El Conservatori Superior de Música era un focus d’atracció
de tots els músics que despertaren a la música d’oïda, que no tenien cap
preparació de solfeig ni instrumental, el Conservatori de Música feia que en
tots els pobles, en les seues escoles primàries, dugueren un bon ambient.
I des d’eixa perspectiva i sense saber-ho o sense haver-ho subratllat suficientment, l’Econòmica possibilità fa 100 anys que consolidaren en la regió valenciana estes escoles i estes societats musicals, perquè les dos institucions
bàsiques que han donat suport, diríem el sol, de futur o de cohesió de futur a
totes les societats musicals han segut, per una part els diners prestats, molt
generosament, per la Caixa d’Estalvis i per l’altra la preparació especial que en
tots estos 100 anys han fet als conservatoris.
Per eixa raó, es veu aumentat per dos o tres coses més la relació de paternitat. Tots sabem, i el president ho subratlla contínuament, que l’Econòmica ve a
ser l’expressió de la Il·lustració, a través de la música. Els mateixos articles de
l’Econòmica i això de que és un grup d’amics que practica la virtut i un sol
promou la Il·lustració general.
Puix bé, la Federació de bandes de música i les Societats Musicals desparramades per tot el País no han fet més que arribar a eixe caràcter, eixe panorama liberal, de tolerància, eixa actitud de comprensió en totes les èpoques i en
totes les situacions. Jo vos vull dir aspectes que tots deveu de saber i conéixer
perquè les bandes de música no són sols eixa expressió “callejera”, o de
“pasacalle” que vosaltres conegueu, o animadora de festes o inclús, ni tan sols
realitzadora de concerts a tot arreu. No, les bandes de música, en la seua organització, en el seu moviment associatiu, han practicat dins d’elles contínuament i des de les seues primeres fundacions, l’exaltació de la tolerància de les
persones i de les idees. Ahí sí que no ha hagut mai necessitat de concòrdia,
perquè l’han practicat, inclús en el camp lingüístic no ha hagut assemblea general de la Federació de Societats Musicals que en èpoques més o menys con94
flictives tothom parlava la seua llengua i tothom parlava la pròpia llengua o
legal, a pesar d’eixa doble situació lingüística que té esta comunitat. Per això
les bandes de música han segut una escola permanent de convivència i d’educació i d’exaltació dels colors democràtics, però és que a més, i són facetes
també que vos tinc que dir, han de saber tots, tots els amics de l’Econòmica,
que s’estructurà inicialment ja en l’any 1968 com un moviment associatiu en
dos
vessants
que
al
cap
de
25 anys estaria de moda a la societat valenciana. Una vessant territorial d’organització comarcal i una vessant regional d’inspiració i de voluntat autonòmica. És l’estructura que fa País, l’estructura que vertebra als seus homes, l’estructura que des del seu naiximent s’ha sentit valenciana desde Vinaròs a Crevillent o des del Sénia al Segura, i que no ha hagut mai distincions territorials
artificials, sempre ha buscat l’estructura vertebral històrica per a vertebrar la
pròpia organització dins d’ella i també per a contribuir com a entitat intermitja, com a econòmica i venerant el nostre pare, el nostre avi, esta voluntat de
vertebració del poble valencià des del començament de l’estructura.
Per fer-ho curt, he volgut sintetitzar lo que són eixos trets més coneguts
per tots. Jo he subratllat altres trets que apenes eren mencionats quan parlaven
de les nostres estructures, però per fer-ho breu avui, estic volent-vos dir que
sintetitza exactament el valor cultural musical artístic de les bandes de música i
de la seua Federació, lo que en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana es
va ficar com a preàmbul a l’alta distinció que el president de la nostra Generalitat diu; mireu què sintètic apareix en el diari mencionat: “Totes i cadascuna de
les bandes de música constitueixen un cos viu, que dota d’energia a les nostres
ciutats i viles, tants i tants pobles valencians com la més antiga i moltes voltes
l’única institució sòcio-cultural és la seva música. Defensem i enaltisem un dels
patrimonis més preeminents dels valencians, fet d’aire i de vent, de mesura, de
número i harmonia, alhora que procurem l’enriquiment cultural, l’educació
musical i el conreu d’una de les més belles arts de que ha estat capaç de dotarse la humanitat i que més s’identifica com a bo”.
L’Econòmica diu que vol modernitzar, crear estímuls de modernització de
la societat. La Federació de Societats Musicals té un plantejament de cara al
futur també de modernitzar. En dos aspectes fonamentals, que tot açò és lo
que està motivant este homenatge; per una part des de la publicació de la
Logse, va assumint la Federació de cara al futur l’ensenyament de la música
com escoles de música, centres d’educació artística i centres lúdics a tota la Comunitat Valenciana. Són els Conservatoris els que s’ocuparan de l’ensenyança
reglada professional i serà la Federació i totes les seues escoles de música, les
que aglutinaran l’ensenyança artística no reglada, la voluntat musicol·lògica de
molta joventut que vol tocar instruments i vol divulgar la música i comentar-la
sense necessitat d’entrar en el camp professional. I en eixa modernització futura està incorporar a totes les societats musicals les corals i els instruments de
corda. Va haver una apertura i va haver una arral en totes les realitats musicals
d’esta diversificació i amplitud per estar també al dia, per com l’Econòmica
95
aplegarà al segle que ve i poder dir que som una institució com la tradició ens
diu, insubstituïble pel foment de la cultura, de fer de la música un fet cultural
al marge dels seus valors artístics i perquè la joventut trobe canals de desenvolupament futur i d’educació personal de cara a la vida musical.
Podem fer bandes de música mantenint el que diu el decret, mantenint en
el futur el que és tan fonamental, i és que si la cultura és un factor que identifica la personalitat d’un poble com a tal poble, si en València, la música és un
dels trets més identificadors culturalment parlant, de la seua personalitat antiga, també les bandes de música, que en el passat ho van ser, ho volen seguir
sent en el present. València tindrà les seues bandes de música, un signe d’identitat de la seua personalitat.
En eixe sentit, jo demane al President, i prec que vinga per donar-te en
nom de l’Econòmica l’abraçada de germanor, perque sàpies que l’Econòmica i
jo, com a home de les vostres organitzacions, estem molt orgullosos i molt satisfets de la labor cultural que feu.
96
LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS
DEL PAÍS, DE VALENCIA, HOMENAJEÓ
A LOS MÚSICOS VALENCIANOS *
Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana
recibió el pasado 3 de marzo un homenaje por parte de la Real Sociedad
Económica de Amigos del País, en reconocimiento a su labor cultural como institución que coordina y dirige los esfuerzos y la dedicación de las personas
que forman las sociedades musicales. En el acto también fue homenajeada
Matilde Salvador, prolífica compositora valenciana. Francisco Oltra Climent,
director de la Real Sociedad Económica, fue el encargado de abrir el acto tras
la actuación del quinteto de viento Boreas, de Buñol, que interpretó obras de
Mozart, Granados y Debussy. Para Oltra este homenaje “es el reconocimiento
al mundo de la música por parte de una sociedad, la de Amigos del País, que
en 1850 auspició la primera escuela pública de música de la ciudad de Valencia y en 1879 impulsó la creación del Conservatorio Superior”.
Vicent Ros, organista y catedrático del Conservatorio, resaltó en su intervención las cualidades de la homenajeada, Matilde Salvador, como compositora, docente y creativa. Vicente Ruiz Monrabal, presidente de la Confederación
Española de Sociedades Musicales, presentó el homenaje a Ángel Asunción,
presidente de la Federación y representante de las Sociedades Musicales. En
palabras de Monrabal, “es fundamental la labor de las bandas de música como
centros no sólo de cultura musical, sino de convivencia”.
El acto, al que asistió gran número de personas vinculadas al mundo cultural y social valenciano, así como los socios de la Económica, concluyó con las
palabras de agradecimiento de los homenajeados, Matilde Salvador y Ángel
Asunción. Este último, en representación de los músicos valencianos objeto del
homenaje, valoró muy positivamente este reconocimiento a la labor de más de
cuatrocientas sociedades musicales en toda la Comunidad.
Francisco Oltra Climent es director de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País desde 1986. Con él conversamos, para conocer de cerca a esta
Real Sociedad que ha homenajeado a los músicos valencianos.
– ¿Cuándo se creó la Real Sociedad Económica de Amigos del País y con
qué finalidad?
L
A
* Reproducido de la revista Música y Pueblo, n.º 75, abril 1995, pp. 15-17.
97
– La creación de nuestra sociedad y de muchas otras del mismo carácter se
inscribe en el marco del movimiento intelectual y cultural que fue la Ilustración. La máxima manifestación social de la Ilustración fue la Revolución
Francesa, que supuso un cambio político-social de gran magnitud que acabó
con el Antiguo Régimen. En España este movimiento fue seguido por el
monarca Carlos III y sus ministros, especialmente Campomanes, y dio lugar a
la creación de unas cien entidades de este tipo a finales del siglo XVIII. Nuestros objetivos están claramente determinados en el artículo primero de nuestros Estatutos: la Real Sociedad de Amigos del País es una reunión de amigos
cuyo objeto fundamental es promover la Ilustración general y la riqueza pública, conceptos éstos unidos a los de tolerancia, respeto, objetividad y espíritu de
progreso. Hay que señalar que estas sociedades han persistido siempre, pero
sus épocas de esplendor han coincidido con regímenes políticos que han propiciado el desarrollo de entidades de carácter liberal como las Reales Sociedades. El desarrollo de una gran actividad durante muchos años se ha visto
oscurecido en épocas de dictaduras como las de Primo de Rivera y Francisco
Franco, períodos en que estas sociedades languidecían y prácticamente hibernaban.
– ¿Cómo se traslada ese espíritu de Ilustración a la sociedad actual?
– La Real, parte integrante de la sociedad civil, contribuye a la modernización y avance de esa sociedad en todos los campos del saber, pero a la vez a
hacerla más humana y solidaria. Por ello, nuestra Sociedad apoya todo aquello
que signifique una profundización en la democracia y autonomía del pueblo
valenciano. Procuramos estar siempre tratando temas de vanguardia, porque
creemos que son los que pueden reportar mayores beneficios a los valencianos
y conseguir ese progreso, raíz de nuestro ser como entidad.
– ¿Qué papel ha desempeñado la música dentro de la historia de la Real?
– Desde siempre hemos prestado un constante apoyo a la Ciencia y al Arte,
y especialmente a la Música. Todo este interés de la Sociedad Económica por
la promoción y expansión del arte musical en nuestro ámbito local culminó
con dos grandes realizaciones: la primera Escuela Pública de Música Popular y
el Conservatorio Superior de Música de Valencia. La Escuela, creada en 1850,
fue dirigida por don Pascual Pérez Gascón. En cuanto al Conservatorio, su
nacimiento fue auspiciado por la Real, consciente de la urgente necesidad de
un conservatorio en la ciudad. En 1878 se aprueba el reglamento orgánico y el
presupuesto para su fundación. Finalmente, muchos han sido los músicos que
han pasado por los actos organizados por la Económica: Manuel Penella Raga,
Quintín Matas y Ots, Pablo Sarasate, Arthur Rubinstein, Isaac Albéniz…
– ¿Y la música hoy?
– Actualmente nuestra labor es prioritariamente de colaboración y potenciación de actividades que organizan otras entidades. También hemos organizado conciertos conjuntamente con Bancaixa. En estos aspectos, quiero
destacar la labor llevada a cabo por Amparo Ranch, presidenta de la Comisión
de Música de la Sociedad hasta que fuera sustituida por Vicente Galbis, y,
98
cómo no, la desarrollada también por Vicent Vera, ya fallecido.
En la actualidad la Real Sociedad Económica de Amigos del País tiene,
aproximadamente, quinientos socios. Unos miembros cuyo perfil ha variado
notablemente respecto a aquellos que a finales del XVIII formaban las Reales
Sociedades. Nobles, militares y clero fueron siendo sustituidos por la burguesía, para llegar en la actualidad a profesionales liberales, como economistas,
abogados, profesores, médicos, ingenieros, arquitectos…
Las actividades y preocupaciones han cambiado, pero se mantiene ese espíritu ilustrado. Una de las recientes innovaciones en el seno de la entidad es la
celebración de homenajes desde hace dos años.
– ¿Por qué decidieron realizar estos homenajes?
– Está en la línea de apoyo a actividades culturales, científicas, artísticas,
etcétera, y qué mejor manera que reconociendo públicamente la labor y esfuerzo desarrollados por ciudadanos ilustres. En la primera edición los homenajeados fueron Joaquín Maldonado, que fue director de la Real, y Vicent Ventura.
Ambos, desde posiciones ideológicas diferentes, tenían un objetivo claro y
común: democratizar la sociedad valenciana, identificarla y conseguir la autoestima de los valencianos como pueblo.
– ¿Por qué en esta ocasión los protagonistas son los músicos valencianos?
– Este año se pensó que los valencianos podemos sentirnos orgullosos de la
gran cantidad de personas que merecen un homenaje. Se acordó que el tema
central de tal homenaje sería la música y, dentro de ella, dos representantes:
por un lado, Matilde Salvador, por su prolífica actividad desarrollada en el
mundo de la composición y la docencia, y también por su calidad humana. Por
otro, la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana,
porque pensamos que es la entidad que mejor representa la capacidad creadora y el entusiasmo de todos los que desarrollan su actividad en el área de la
música en Valencia.
Además, y en relación directa con el espíritu de la Real, la música de las
bandas está en estrecha vinculación con la música popular, que no vulgar, con
la música desarrollada a través del pueblo, y eso se ha ido gestando a lo largo
de un tiempo gracias al esfuerzo de las personas que han dirigido y dirigen la
Federación (Antonio Andrés, Vicente Ruiz Monrabal, Enrique Carpí y, actualmente, Ángel Asunción). Un esfuerzo que ha ido más allá, siendo capaces de
dar un paso adelante y constituir sociedades que albergan, además de las bandas, orquestas, conjuntos de cámara, quintetos, coros… Toda una labor muy
meritoria que dejaba claro que los que más se merecían este homenaje eran los
músicos valencianos y los promotores y organizadores de esas sociedades.
– Tras este homenaje, ¿piensa ampliarse la vinculación con la Federación?
– A nosotros nos gustaría seguir la relación colaborando con la Federación. Para ello hemos mantenido algunas conversaciones, pero más bien a
nivel personal, entre diversos miembros de la Federación y de nuestra Junta
de Gobierno. Pero más bien la colaboración sería de apoyo total por parte de
la Sociedad Económica a todas aquellas actividades que realicen las So99
ciedades Musicales.
– En el discurso que realizó durante el acto-homenaje a la Federación lanzó
al aire una idea muy interesante: la producción de instrumentos musicales en la
Comunidad Valenciana. ¿Cómo se articularía este nuevo producto y cuál es su
relación con las Sociedades Musicales?
– En 1850-1860 ya hay publicaciones, informes y memorias en los que la
Real recomienda la fabricación de instrumentos musicales en Valencia. Si en
aquellos tiempos ya la Sociedad lo creía viable, en estos momentos lo creemos
muy interesante, ya que tenemos unas Sociedades Musicales vigorosas, con
treinta mil músicos federados y otros tantos educandos que suponen un potencial de clientes garantizado. En este caso, se podría crear un conjunto de
empresas que fabricasen instrumentos musicales y dar paso a un subsector industrial que daría muchos puestos de trabajo. La idea ha de llevarla a cabo un
conjunto de instituciones que la apoyen y la hagan realidad, entre los que sería
inevitable la presencia de los poderes políticos, la Universidad, las empresas,
entidades financieras, medios de comunicación… Es una idea que puede parecer irrealizable, pero que es practicable, porque recursos humanos los hay.
¿Por qué no fecundar la capacidad creadora de los valencianos en el mundo de
la música? Sé que es difícil, pero mitigaría el paro, crearía empleo y permitiría
incluso exportar. Y no es una utopía.
100
SALIDAS PROFESIONALES
DE LOS
ESTUDIOS UNIVERSITARIOS
PRIMERAS JORNADAS
DE IN FORMACIÓN
OCTAVI QUINTANA TRIAS
Comité Director de Bioética del Consejo de Europa
ÉTICA
E
INVESTIGACIÓN
JULIO LINARES LÓPEZ
Sub-Director General de Telefónica
LOS NUEVOS SERVICIOS
DE
TELECOMUNICACIONES
EN EL
UMBRAL DEL SIGLO XXI
LOS NUEVOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIONES
EN EL UMBRAL DEL SIGLO XXI
Julio Linares López
Sub-Director General de Telefónica
POLÍTICA EN JAPÓN
Visión de NTT para el siglo XXI
Visual, Intelligent & Personal (VI&P).
1990s: FTTO.
2000: RDSI-BA.
2015: Amplia extensión de FTTH.
Revisión de políticas en 1995
POLÍTICA EN USA
Antecedentes
1991: High performance computing and communications (HPCC) act.
1992: The information infrastructure and technology.
Plan tecnológico de Clinton
Information superhighways.
National information infrastructure.
Conexión de hospitales, escuelas y bibliotecas.
Difusión de información federal.
Cambios regulatorios.
Incentivos para la I+D.
Financiación federal de I+D en supercomputers, highspeed y software.
109
POLÍTICA EN UE
Crecimiento, competitividad y empleo.
Retos y pistas para entrar en el siglo XXI.
Planes de acción
Promocionar el uso de tecnologías de la información.
Suministrar servicios básicos transeuropeos.
Crear el marco regulatorio adecuado.
Fomentar el entrenamiento en nuevas tecnologías.
Mejorar los resultados tecnológicos e industriales.
Establecimiento de una red de alta velocidad
Desarrollo de servicios electrónicos
Imágenes electrónicas.
Acceso electrónico a información.
Correo electrónico.
Aplicaciones prioritarias
Teletrabajo.
Teleeducación.
Telemedicina.
Conexión entre administraciones.
INFRAESTRUCTURA NACIONAL DE INFORMACIÓN
Red nacional digital de alta velocidad capaz de conectar cada universidad, cada
escuela, cada biblioteca, cada hospital, cada negocio, cada entidad de las administraciones, cada hogar y cada persona, con independencia de donde estén
El uso de comunicaciones de alta tecnología incrementará la competitividad nacional.
110
JAIME ANDREU ROMEO
Administrador Principal Producción
Audiovisual Institucional de la Comisión Europa
LA SOCIEDAD
DE LA
INFORMACIÓN
Y LA
CONSTRUCCIÓN EUROPEA:
RETOS POLÍTICOS
Y
ECONÓMICOS
LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
Y LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA:
RETOS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS
Jaime Andreu Romeo
Administrador Principal Producción
Audiovisual Institucional de la Comisión Europea
el tema de la conferencia está claro cuál es, ¿qué hace la Unión Europea?, ¿por qué la Unión Europea se interesa por la Sociedad de la Información, por las Autopistas de la Información? Una advertencia previa, si alguno de vds. ha venido aquí esperando escuchar una conferencia pormenorizada sobre cada uno de los múltiples programas y proyectos que la Unión Europea tiene en marcha para estimular la sociedad de la información, se va a llevar
una pequeña decepción por cuanto son tantos y tan variados que haría falta un
panel de conferenciantes para poderles explicar todo lo que estamos haciendo
para desarrollar la sociedad de la información, ¿sobre qué se va a centrar mi
conferencia?, va a ser, un poco quizá porque uno de formación es periodista y
jurista, va a ser una conferencia un poco para situar el tema de la sociedad de
la información dentro del proceso de unificación europea y una reflexión global que nos hemos hecho, que se han hecho los dirigentes políticos en Bruselas y
que hemos querido llegar a los dirigentes políticos de los estados miembros.
Yo creo que éste es un mérito que cabe achacar al que hasta hace poco fue
Presidente de la Comisión Europea Charles Delhors, que fue el primero en
que puso encima de la mesa del Consejo Europeo de la Cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno que rigen la Unión Europea, puso encima de la mesa el
libro blanco en el que por vez primera se abordaba de una manera política,
pero de una manera pragmática todas las cuestiones relacionadas con la sociedad de la información y por recoger palabras del propio Charles Delhors,
palabras que, en su momento se nos pidió mantener off de récord, como se
dice en la jerga periodística, pero que yo creo que ahora ya se pueden decir en
público, hay que recordar, hay que tener presente que la sociedad de la información, será la solución a una situación de crisis coyuntural que está atravesando no solamente Europa. Una crisis estructural que está atravesando no solamente Europa sino todo el mundo, decía Charles Delhors en una reunión con
una serie de funcionarios que no estamos ante una mera crisis estructural como
ha habido otras, como fue la crisis de los años 70, como fue la primera crisis de
B
IEN,
113
los años 80, esta vez estamos ante una crisis estructural y habrá que dar salidas
mucho más profundas, mucho más radicales, mucho más innovadoras y creativas, de lo que ha sido la situación hasta el momento y por lo tanto esta es una
reflexión seria, que habrá que hacerse sobre la sociedad de la información, me
gustaría exponer un poco, como vemos desde Bruselas esta cuestión de la sociedad de la información.
Me permitirán para ello hacer un pequeño guiño histórico, justamente
acabamos de celebrar el mes pasado, mes de mayo, el 50 aniversario del fin de
la 2.ª Guerra Mundial, y justamente esto pasó el 8 de mayo, el 9 de mayo
acabamos de celebrar lo que nosotros llamamos los funcionarios en Bruselas la
Saint Junion. Este es el día en que Robert Junion, Ministro francés de Asuntos
Exteriores lanzó la idea de crear la Comunidad Europea, ¿por qué hago este
salto histórico?, para que piensen vds. qué fue la Comunidad Europea, ¿por
qué se inició la Comunidad Europea?, la Comunidad Europea se inició para
poner fin a cuarenta y treinta, setenta años de tensiones permanentes entre
Francia y Alemania que estuvieron en el origen de la Guerra Franco-Prusiana
del 70 y de las dos Guerras Mundiales que conoció Europa en este siglo, una
serie de políticos excepcionales dijeron señores, “nunca más guerras” y para
ello aunque basado en las palabras de Schuman, no se podría hacer la gran
idea de los Estados Unidos de Europa, no se podía hacer grandes teorías
políticas, había que hacer realizaciones concretas, y cuál era la realización
concreta primera y cuál fue la primera Comunidad, la del carbón y la del
acero, esto es poner el carbón y el acero, cuyo control había sido el foco o uno
de los orígenes de las Guerras que sacudieron Europa, bajo una autoridad
común y fue así como empezó a andar la Unión Europea, y recuerdo esto para
hacerles ver la evolución que en estos 45 ó 50 años ha conocido Europa,
hemos pasado del auge, del gran auge de la sociedad industrial a un claro declive de esta sociedad, no declive sino en una época de transformación y de
mutación y es la que estamos conociendo, estamos terminando un ciclo, la sociedad industrial, estamos adentrándonos en otro nuevo ciclo en lo que vamos
a llamar o ya se llama ahora la sociedad de la información, aquí también hacer
una pequeña referencia a estas cuestiones, porque a veces sobre todo en Europa, tendemos a magnificar, en Estados Unidos también o en Japón, los países más desarrollados en definitiva, tendemos a magnificar la sociedad de la información, yo creo que en la reciente cumbre del G-7 en Bruselas, en el mes de
febrero, quien dio un verdadero toque de atención, nos hizo ver lo frágil de la
situación, fue el vicepresidente del África del Sur, el Sr. Euvaqui. El Sr. Euvaqui después de que hablaran el Presidente de la Comunidad Europea, después de que hablara el Presidente de los Estados Unidos, con grandes discursos de las autopistas de la información y muchas cosas por el estilo, con una
sonrisa picarona, con cara irónica, dijo muy bien, muy bien, está muy bien
hablar de todo esto de las sociedades de la información, de las autorrutas de la
información, pero no olviden un dato, más de la mitad de la población del
mundo no ha hecho nunca una llamada telefónica, está muy bien hablar de la
114
sociedad de la información, y tenemos que hablar, porque ello va a condicionar nuestro futuro, pero no hay que olvidar en qué estado está el planeta,
más de la mitad de la población del planeta no ha hecho nunca una llamada
telefónica, lo cual significa que queda mucho camino por recorrer, mucho
camino por hacer, incluso no crean vds. que la situación aquí dentro de la
propia Unión, es mucho mejor. Nosotros en la Comisión Europea tenemos un
servicio de estudios de la opinión pública europea, que cada 6 meses producen
lo que llamamos el eurobarómetro, esto es saber el estado de la opinión pública europea. En este eurobarómetro a veces hacemos preguntas particulares, en
el mes de febrero justo a raíz de la conferencia sobre el G-7, de la sociedad de
la información, hicimos una serie de preguntas a los ciudadanos europeos, por
ejemplo: ¿Qué sabe la gente de la sociedad de la información, de las autopistas
de la información? La mitad de los ciudadanos de la Unión ya saben que las
cifras estadísticas son siempre muy relativas, pero en fin lo que dice esta encuesta, el resultado de la encuesta tal y como lo leo, lo que dice esta encuesta
es que la mitad de los ciudadanos de la Unión no saben o no han oído hablar
sobre la sociedad de la información, les suena un poco más, al 58 % de la
población dicen han oído hablar, de las autopistas de la información, pero el
concepto sociedad de la información, es todavía un concepto ajeno a la mitad
de la población europea. ¿Cuáles son los países que más han oído hablar, que
más entienden al menos sobre el papel de estas cuestiones? Finlandia, Dinamarca, los Países Bajos y Suecia, si quieren saber qué es lo que sabemos los españoles sobre la sociedad de la información, el 58 % de los encuestados no
han oído hablar nunca de la sociedad de la información, de las autopistas de la
información. Un 26 % dice que les suena algo autopistas de la información, sociedad de la información. Un 14 % reconoce que ha oído hablar de las autopistas de la información.
Ésta es la situación en lo que a nuestro País se refiere. Como verán está
muy bien, yo creo que promocionar, publicitar esta cuestión de la sociedad de
la información a la vista de estos resultados, había más preguntas con resultados muy curiosos, y que por favor nadie los saque de contexto, porque verán
que tienen que ver con una actualidad que pasa estos días en España, se les
pregunta a los europeos, les gustaría a vds. consultar con su médico por TV en
lugar de consultarlo en la consulta médica, el 55 % de los europeos, dicen que
sí, que les gustaría poder hacer, una de las ventajas de la sociedad de la información, en el caso español llega al 70 % repito no extrapolen, yo no hago
ninguna lectura política, me limito a dar el dato y por el contrario es curioso,
los daneses son los más reticentes a este tipo de consulta, los daneses que son
los que más saben sobre la sociedad de la información no quieren, son los que
menos aceptan la posibilidad de poder consultar con el médico a través de una
máquina, una TV o una computadora, son datos curiosos.
Les quiero llamar la atención, otra pregunta muy práctica, ¿qué les parece
que el ordenador les dijera un camino alternativo para poder evitar el embotellamiento? El 71 % de los europeos dice que efectivamente les gustaría consul115
tar y no les descubro nada si digo que los países que están en cabeza con un
83 % son griegos, italianos y españoles. No es por casualidad que en Roma,
Atenas y alguna que otra ciudad española, no diré nombre para que nadie se
enfade, se circula mal y todavía son los amigos daneses los que dicen con un
42 % solamente, los que dicen que les gustaría poder consultar un ordenador,
en su coche tener un ordenador.
Más datos interesantes, hay un 57 % de ciudadanos que una vez se les explica lo que es la sociedad de la información, creen que esta sociedad de la información va a traer o va a aportar mayor libertad. En el caso español es un
63 % el que lo cree, por lo tanto los españoles estamos convencidos de que con
una sociedad de la información más desarrollada, más avanzada, vamos a tener
un mayor grado de libertad. Curioso contraste, sobre 10 ciudadanos europeos
hay 4 que creen que la vida va a empeorar, que la sociedad de la información
va hacer empeorar nuestra vida y solamente 2 sobre 10 o un 20 % como vds,
quieran, que creen que la vida va a mejorar en Europa, gracias a la sociedad de
la información.
Evidentemente hay una correlación con los problemas de crisis de empleo
que estamos viviendo en estos momentos, por ahora la sociedad de la información, es cierto, está contribuyendo quizás a destruir más que a crear o por lo
menos no hay cifras fehacientes de que los esperados empleos que ha de crear
esta nueva manera de producir, de trabajar está llegando.
¿Peligro sobre la vida privada? Tampoco, que nadie saque conclusiones.
Teniendo en cuenta la actualidad española, sobre las escuchas telefónicas y
cosas por el estilo, ¿intromisión en la vida privada? El 57 % de los ciudadanos
europeos cree que esta nueva sociedad de la información va a entrometerse, va
a significar una pérdida de libertad privada y que ello va a influir negativamente en su libertad individual. En el caso español hay un 47 % que creen que
ello será así y un 35 % que no, que no va a ver pérdida de libertad individual.
Veamos un poco pues, qué piensan, cómo se ve esto de la sociedad de la
información a escala ciudadana. No sé si conocían ya alguno de vds. estos
datos, pero esto es lo que pensaban en el mes de febrero la ciudadanía europea. Yo creo que desde entonces, desde la celebración del G-7, se han hecho
esfuerzos por explicar un poco más y un poco mejor qué es la sociedad de la
información, que quizás si en estos momentos hiciéramos otra encuesta la
opinión de la gente, la opinión del ciudadano sería diferente.
Bien, hemos visto pues un poco como esta Europa, que acababa la guerra
ha evolucionado, se encuentra en las puertas de una transformación social, una
transformación económica que va a afectar a la organización del trabajo y que
va a afectar a las pautas de consumo de sus ciudadanos, para ello Europa tendrá que prepararse y tendrá que adaptarse.
Una primera atención había que concentrarla en el mundo de los multimedia, ¿por qué en el multimedia? Porque va a ser un gran sector económico muy
importante que se va a beneficiar del desarrollo de los multimedia, que es el
mundo de las pequeñas y medianas empresas y estoy en una Comunidad Au116
tonómica, la Comunidad Valenciana, con un fuerte tejido de pequeña y mediana empresa que naturalmente han de ser las primeras beneficiadas con un
mayor desarrollo del multimedia, con una aplicación del multimedia en todo
su trabajo y en toda su manera de producir y de trabajar.
Vamos a ver con las nuevas pautas de consumo, cómo va a influir la sociedad de la información en los hábitos, en los gustos del consumidor. Está
claro que con el desarrollo de las autopistas de la información, el ciudadano
tendrá acceso a una mayor variedad de productos y tendrá sobre todo acceso a
nuevos y mejores productos culturales y de ocio. Justamente en el sector cultural y en el sector del ocio, léase deportes, léase actividades culturales, es
donde se encuentra uno de los yacimientos de empleo más importantes del futuro, nadie busque yacimientos de empleo para Licenciados en Derecho, sin
embargo para animadores culturales, para productores de audiovisual, para
gerentes de sala de conciertos, gerentes de espectáculos, etc., es ahí donde va a
haber una cantera, un yacimiento de empleos en el futuro. Pero también ello
va a tener una contrapartida, unos riesgos como luego examinaremos en otro
momento.
Va a obtener efectos de la sociedad de la información en nuestro comportamiento como ciudadanos corrientes de cada día, por una parte hay servicios
que el estado está prestando, el estado del bienestar. El papá Estado ha sido
una característica europea y ha sido un signo de identidad europea desde la 2.ª
Guerra Mundial, desde el fin de la 2.ª Guerra Mundial hasta nuestros días, este
papá Estado va a dejar de serlo tanto, no va a desarrollar tantos servicios, y va
a tener que privatizar y dar entrada en el mercado a nuevos competidores, que
van a dar servicios, esos mismos servicios que él prestaba en solitario, los van a
dar en competencia con sectores privados que van a dar a los ciudadanos, en
principio servicios más rápidos y más baratos.
Otra característica importante de esta sociedad de la información que se
nos viene encima, la sociedad de la información no es para nuestros hijos, la
sociedad de la información existe ya, y se está produciendo y se está avanzando
de manera agigantada. Los plazos que se estaban dando para el 2015, se están
reduciendo y la competencia entre las grandes empresas que están tirando del
carro de esta sociedad de la información es tal y tan grande que posiblemente
para el 2005 se podrá decir que estamos ya de pleno derecho, totalmente en
esta nueva sociedad de la información, por lo tanto hay que adaptarse pronto y
ya, no podemos decir no, iremos haciendo poco a poco, vamos a ver qué pasa,
porque en el tiempo que decimos que pasa el producto ya está superado, éste
también es uno de los problemas que tiene, como luego lo veremos, la sociedad de la información, que los productos que producen y consumen, se
agotan mucho antes de lo que se podía agotar en su tiempo. Piensen vds. lo
que fue la invención del teléfono. El teléfono fue un aparato fácil, sencillo que
introdujo un cambio fundamental en las comunicaciones pero que se pudo integrar socialmente con mucha facilidad. Era poner un aparato en casa, y ya
está de hecho el teléfono, lo que el ciudadano básicamente ve, no lo que los
117
técnicos, aquí los ingenieros saben qué hay detrás del teléfono, pero que el ciudadano ve, no ha cambiado gran cosa desde los inicios, ahora ha cambiado el
teléfono móvil, ciertamente, sin alambres, sin hilos, pero el teléfono que vemos
en casa no ha cambiado tanto. Sin embargo, lo que ayer era válido con una
computadora de memoria 4 hoy no nos vale y hay que comprar una con capacidad
8
y
seguramente no nos valdrá de aquí a 5 años, esta capacidad 8, porque habrá
que incorporar otro elemento que es mucho más complicado y mucho más
complejo.
Hay una inquietud latente en la sociedad con respecto a la situación del
empleo, todos los teóricos de esta nueva sociedad de la información coinciden
en que la sociedad de la información va a traer nuevos empleos y que va a
haber un aumento de empleo por cuanto esta sociedad de la información va a
contribuir a mejorar la competitividad de nuestras empresas. Esto que seguramente es cierto y habrá que creer que es cierto por el momento no lo es, casi se
podría decir al contrario, la sociedad de la información está provocando desajustes, está provocando reajustes, reconversiones que está poniendo la gente en
la calle. Por otra parte está provocando la aparición de fenómenos como, por
ejemplo, el desplazamiento de actividades industriales hacia países en vías de
desarrollo y cosas que a nosotros nos suena un poco a literatura. Los niños trabajando en las novelas de Dickens, para nosotros es un recuerdo de literatura,
estos niños trabajando 14 y 16 horas diarias los encontramos ahora en los Países del Asia. O sea que el problema no ha desaparecido, continúa la explotación
del niño, en lugar de hacerse en el Londres victoriano, se hace en los Países del
Este de Asia que nadie controla y que se están utilizando mano de obra barata
como son los niños para aumentar de una manera descomunal la productividad con costes baratos y tener unos precios altamente competitivos. Seguramente la industria de artículos de deporte podría darnos muchos y tristes ejemplos de estos fenómenos que se producen en estos países, esto con respecto a
los niños, que puede ser dramático, que puede ser llamativo, pero sabemos que
este afán de competitividad está produciendo casos de lo que se llaman dopin
social dentro de la Unión Europea. Fábricas que estaban en un país de la
Unión se han ido a otro país de la Unión en este caso Reino Unido, el caso más
flagrante, que ofrece unos incentivos fiscales de cargas sociales, etc., muy importantes y hace que las empresas en estados como Bélgica y Francia se instalan en Estados como el Reino Unido con mayores atractivos desde el punto de
vista de las cargas sociales, este fenómeno lo estamos viendo y habrá que
reaccionar no solamente a la defensiva, lo cual estoy diciendo a los amigos de
los sindicatos que ellos también tienen que reflexionar sobre este nuevo modelo de sociedad que se nos viene encima, en el cual seguramente las pautas, los
criterios que nos han sido válidos para la sociedad industrial que hemos conocido hasta ahora no van a ser válidos. ¿Cuál es la solución? Yo creo que nadie
la tiene, nadie tiene soluciones milagrosas para el empleo, en Francia, acaba de
dar un vuelco electoral importante, el nuevo Primer Ministro las medidas que
118
ha presentado ante la Asamblea Nacional Francesa no puede decirse que sean
muy diferentes de las que hubiera podido presentar un Primer Ministro de
otro pelaje político. O las propuestas que están haciendo otros Primeros Ministros de otro color político, en otros países, por lo tanto nadie, desgraciadamente, nadie tiene por ahora las soluciones milagrosas para saber cómo salir
adelante, cómo obtener el mayor provecho de esta sociedad de la información
para crear empleo.
Otra reflexión importante es, que no se puede aplazar esta transformación,
no se puede aplazar y decir vamos a dejar para mañana el tema de la sociedad
de la información, tratemos de ir parcheando la situación, si queremos evitar
tragedias como, repito, la entrada en vigor de la sociedad industrial supuso en
el siglo pasado y todavía en este siglo guerras, contiendas bélicas, muertes, destrucción, quizás no se va a llegar a eso, pero hay riesgos, hay riesgos de que
realmente hayan problemas de orden ligados a la seguridad. Porque la expulsión social está claro que está aumentando en toda la Unión Europea, cada vez
hay más pobres y pobres que están en las ciudades y esto puede llevarnos a una
situación peligrosa, a una situación explosiva si no sabemos contenerlos, sin
tener en cuenta la situación de los países del norte del Mediterráneo, en los
que todo lo que está pasando en esos países es altamente preocupante y tenemos que hacer un análisis de la situación desde dentro de la Unión Europea,
de qué manera podemos contribuir a la estabilidad y de qué manera podemos
utilizar estas nuevas maneras de producir estos recursos que nos da la sociedad
de la información para contribuir a dar un mayor grado de prosperidad.
Última reflexión, Europa ha de estar en el pelotón de cabeza, esto lo
definió muy bien el Presidente de Philips, el que era Presidente de Philips hace
8 años, aproximadamente, cuando hablando ya no de la sociedad de la información, sino algo más sencillo el Mercado Interior Europeo, dijo que si el país,
la región del planeta, que pierde la batalla de la tecnología no habrá perdido
solamente una batalla económica, con todo lo que ello representa, sino que
además habrá perdido la batalla de su propia soberanía. Esto es si nuestro sistema de defensa de gestión del aparato del estado lo tenemos que dejar en
manos de la ingeniería que nos viene prestada por otro Estado, estamos perdiendo ya no una batalla económica, estamos perdiendo nuestra propia soberanía nacional, entonces Europa no puede permitirse el lujo de quedarse en el
pelotón de 2.ª velocidad. Está claro que nuestra batalla de la sociedad de la información va a ver diferentes sistemas y diferentes velocidades, habrá los que
vayan en primera velocidad, que son los Estados Unidos, Japón, que están ahí,
hay que pensar que Japón hace 30 años, que empezó a preparar ya esta transformación social y económica, 30 años, hay que ver el impulso que dio la administración Clinton a estas nuevas tecnologías cuando llegó el Vicepresidente
Algore, está particularmente encargado de todo un grupo de cabezas pensantes que tratan de obtener lo mejor de esta situación. En Europa no nos
podemos permitir el lujo de pasar al pelotón de 2.ª velocidad, tenemos que dar
la batalla tecnológica en el pelotón de 1.ª porque si no corremos el riesgo de
119
que Europa se convierta en un gran museo, un museo viviente visitado por
millones de turistas americanos y japoneses, pero incapaces de darles la batalla
en el terreno tecnológico en el terreno económico.
¿Cuál es el problema? ¿Con qué problemas principales se enfrenta o se
está enfrentando en estos momentos la Unión Europea? Un primer problema
es la fragmentación del mercado. Estados Unidos parte con la ventaja de entrada de que su mercado son 240 millones de consumidores desde el principio,
nosotros en Europa que ya somos ahora 370 millones de habitantes (hablo de
la Unión Europea), por tanto somos un mercado o tendríamos que ser un mercado potencial de 370 millones de consumidores. Todavía tenemos trabas que
nos impiden que realmente haya una libre circulación, no ya de personas, sino
de capitales, de bienes, de servicios. Todavía hay tendencia proteccionista, todavía hay una tendencia a replegarse, a no querer ver la realidad y darse cuenta
de que la económica se ha internacionalizado y de que solos no podemos ir a
ninguna parte. Ni tan siquiera Alemania que después de la reunificación ha
pasado a tener 80 millones de habitantes, ser la locomotora que tira del tren
europeo, ni tan siquiera Alemania puede permitirse el lujo de ir sola, mucho
menos nos lo podemos permitir otros países que no somos Alemania. Pero ahí
está el problema de la fragmentación del mercado, fragmentación del mercado
que tiene su plasmación en cosas tan aberrantes como que los trenes de alta
velocidad no pueden pasar de un país a otro. ¿Saben vds. que en el caso del
AVE y TGB entre Francia y España, aunque se hiciera el ancho de vía europea, primer problema que ya tenemos para homologar nuestra red de transporte, resulta que el nivel de voltaje que pasa por las catenarias es diferente?
Hay un problema de electricidad y no puede funcionar el mismo TGB cuando
entra en España que cuando pasa por Francia. Por hablarles de lo que podría
ser un buque insignia europeo, los trenes de alta velocidad o en la red de
trenes de alta velocidad, hay problemas todavía que persisten en lo que es más
lamentable, que es que estamos viendo renacer un neonacionalismo exacerbado, en algunos países, un volverse a replegar sobre sí mismos, creyendo que de
esta manera se van a salvar ellos solos. No se van a salvar ellos solos ni tampoco van ayudar a salvar a los otros, permítanme que haga un paréntesis de la
sociedad de la información, para decirles el problema cuál es, con un ejemplo
que a lo mejor no tiene nada que ver con las computadoras, pero que es clarividente. ¿Saben vds. que la Convención de Shenguen ha entrado en vigor?, en el
aeropuerto de Manises ya no se ven llegadas nacionales, esta mañana yo he
venido de Francfurt, he llegado como si hubiera venido de Madrid o
Barcelona, sin ningún problema, pues bien Francia quiere volver a aplazar la
entrada en vigor dentro del territorio francés de los acuerdos de Shenguen.
Sobre todo permitir que policías de otros países puedan entrar en su territorio,
persiguiendo por ejemplo a traficantes de droga, una persecución policial en
una zona fronteriza y en un momento dado estos señores atraviesan la frontera
y Francia dice que no, que la soberanía nacional les sirve para defenderse de
los traficantes de droga y que hay que replegarse, que hay que poner fronteras,
120
más controles, etcétera.
Bien, ha habido una respuesta muy irónica por parte del Ministro del Interior belga, pero que me parece muy clarividente. El Ministro del Interior belga
ha dicho que no entiende a las autoridades francesas porque los traficantes internacionales de droga no están organizados a escala nacional, que están organizados a escala internacional y que les recuerda a las autoridades francesas
que el tráfico de drogas se ha desarrollado en la Europa con fronteras, lo cual
está claro que no porque vds. pongan más controles en los garitos de la aduana, el tráfico de drogas va a disminuir, el tráfico de drogas no pasa normalmente por el control de aduanas. Si vds. quieren un ejemplo que nos toca muy
de cerca, el problema del terrorismo, un acuerdo que hace unos años, dando
una conferencia en Zaragoza alguien me preguntó: ¿Oiga vds. con la entrada
en vigor de la Europa sin fronteras cómo vamos a luchar contra los terroristas
de ETA?, mi respuesta fue que, ¿cuántos terroristas de ETA se han cogido en
un control de fronteras?, es decir, el terrorismo, las grandes rutas económico
financieras de blanqueo de dinero, de tráfico de drogas no pasan por las fronteras, por lo tanto estas tentaciones de repliegue de quererse encerrarse otra
vez en sí mismos, la verdad no tiene sentido, tienen aun menos sentido, vuelvo
a nuestra sociedad de la información, tiene menos sentido en el terreno de la
multimedia, tiene menos sentido en esta nueva sociedad que queremos construir entre todos.
¿Cuáles son las 5 prioridades que se ha dado la Unión Europea con respecto a la sociedad de la información?
El primer objetivo es difundir la explotación de las tecnologías de la información, repito, la gente no conoce todavía las ventajas, el provecho que
pueden sacar a las tecnologías de la información. ¿Cómo se puede ayudar a difundir la explotación de la tecnología de la información, mediante la realización de proyectos a escala europea? En estos momentos hay todo un montón de programas que tienden a desarrollar proyectos en común, poner en
conjunto a las administraciones públicas europeas, para que puedan intercambiar con rapidez datos, informaciones, proyectos de crear una gran red de comunicaciones entre bibliotecas y museos dentro de la Unión Europea, proyectos de este tipo que prueben al ciudadano la eficacia de estas nuevas tecnologías de la información.
El segundo objetivo es, fomentar el teletrabajo, una de las grandes innovaciones dentro del mundo laboral que va a producir asociada a la información,
que cada vez más el ciudadano pueda trabajar no yendo a la fábrica, como es la
imagen el cliché que nos da la oficina, que nos hemos acostumbrado hasta
ahora, sino que podrán trabajar en otro medio ambiente que podrá ser incluso
desde su casa. Hay unas posibilidades enormes de trabajo y se han hecho encuestas de opinión, sobre los ciudadanos europeos y el ciudadano europeo encuentra muy positivo, altamente positivo, esta posibilidad y desearía que ésta
fuera una de las cualidades que se desarrollaran.
La tercera prioridad es dotar a Europa de los servicios básicos transeuro121
peos, repito, si no tenemos redes transeuropeas que sean capaces de irrigar todo
terreno, todo territorio europeo, no podemos hablar de un desarrollo de los
multimedia en Europa o lo que es lo mismo estamos dejando todo el terreno a
una red extranjera como puede ser internet, cuál es la ventaja de internet, repito, que parte sobre un territorio automáticamente le da 250 potenciales millones de usuarios ¿qué pasa? Europa no ha sido capaz de crear su propio internet, no tenemos la estructura suficiente para crearlo. El cableado suficiente
para entendernos, entonces como me comentaban las personas que antes de la
conferencia me acompañaban, para comunicarse con su banco en Madrid ha
de hacer el viaje vía a Estados Unidos, estamos en una clara desventaja, estamos perdiendo, no solamente una batalla económica, estamos también perdiendo una batalla de soberanía.
La cuarta prioridad es, continuar con la instauración de un marco
reglamentario adecuado, naturalmente cuando se dice esto, enseguida puede
surgir el fantasma de que ya están los burócratas de Bruselas queriendo legislar, queriendo poner más directivas, más normativas. En primer lugar podría
decir que por una vez nos lo dice la encuesta que les he hablado antes, el 80 %
de la población europea cree que todas estas cuestiones se han de reglamentar,
no por ello vamos a reglamentarlo todo, sino al contrario, la normativa que
quiere producir la Unión Europea y que ya está empezando a producirse, es
una normativa que tiende primero a favorecer la normalización, esto es que
cada Estado no desarrolle unas normas diferentes con lo cual sea posible la
creación de las redes. En segundo lugar ayudar a evitar la distorsión de la competencia, las falsas ayudas del Estado a los oligopolios. En estos momentos la
comisión está enfrentada a Francia y Alemania, por el proyecto franco-alemán
de las dos grandes compañías de comunicaciones France Telecom y Deuches
Telecom que quieren unirse y crear una megasociedad que a lo mejor es interesante, pero antes de autorizarles a que hagan esta fusión el comisario encargado de la competencia quiere que haya una verdadera liberalización de servicios, porque si no en lo que vamos a caer, es en un gran monopolio del monopolio, un monopolio al cuadrado, lo cual iría contra toda la lógica del mercado.
El tercer grupo de medidas legislativas que queremos introducir, son medidas para liberalizar los servicios y repito armonizar estas liberalizaciones, que
no hayan trampas, que no hayan recovecos y que luego nos encontremos que
no podemos avanzar.
El cuarto punto a desarrollar, cuarta prioridad Unión Europea, es mejorar
la educación de la gente en las nuevas tecnologías. Para las nuevas tecnologías
se dice que solamente el 30 % de la población va a tener acceso y esto va a
crear un nuevo tipo de exclusión social. Esto es lo mismo que en los años 60 en
España el 600, pudo ser la imagen visual de un cierto desarrollo, en la España
del año 2000 la imagen del desarrollo será quien tiene acceso a todo un dispositivo tecnológico, pero para ello tenemos que educar al ciudadano a enseñarle
a utilizar estos medios y a prepararles psicológicamente a utilizar estos nuevos
122
medios, si no hay una carencia hay unos tics psicológicos que funcionan, que el
ciudadano ante la complejidad real de acceder a estos nuevos medios de comunicación se echa atrás, tiene miedo y sigue con sus sistemas habituales y no
quiere saber nada de las nuevas tecnologías. Hay que hacer esfuerzos por enseñar a la gente a manejar estas nuevas tecnologías, a conocer el lenguaje propio de estas nuevas tecnologías.
La quinta prioridad que se ha dado la Unión Europea es aumentar el
rendimiento tecnológico e industrial de las empresas europeas, después mejorar la competitividad de las empresas europeas la sociedad de la información se
volverán en contra nuestra y va a llevarnos al desastre.
Ya para no sobrepasar el tiempo que me había comprometido, una última
aproximación a la manera en que va a afectar esta nueva sociedad de la información a nuestro entorno democrático y político, porque van a haber consecuencias también en este terreno. Al volver un poco la vista atrás, la Europa
que conocemos actualmente, el desarrollo de la Unión Europea que conocemos actualmente ha sido el resultado de la confluencia de dos grandes corrientes ideológicas, la democracia cristiana y la social democracia, estamos en un
punto de rápido cambio y la sociedad futura desde luego puede separarse de la
que conocemos.
Muchas gracias.
123
IX FESTIVAL INTERNACIONAL
D’ORQUESTRES JUVENILS
DEL 17 AL 24 DE JULIOL 1995
TEATRE ROMÀ DE SAGUNT
AJUNTAMENT DE SAGUNT
Amb la col·laboració de:
C O N S E L L E R I A
D E
C U L T U R A
VICENTE SÁNCHEZ RAMOS
Compañía Telefónica Nacional de España
MIGUEL FERRANDO BALLESTER
Director Escuela T. S. Ingenieros de
Telecomunicaciones (Univ. Politécnica de Valencia)
DEMOSTRACIÓN
DE LOS
NUEVOS SERVICIOS
MULTIMEDIA
SALIDAS PROFESIONALES
DE LOS
ESTUDIOS TÉCNICOS
UNIVERSITARIOS
SEGUNDAS JORNADAS
DE INFORMACIÓN
130
131
132
SALIDAS PROFESIONALES DE LOS ESTUDIOS
TÉCNICOS UNIVERSITARIOS.
ARQUITECTURA E INGENIERÍA CIVIL
Pedro de Miguel Sosa
Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado
Universidad Politécnica de Valencia
1. SALIDAS PROFESIONALES
• Administración .....................................................................
• Empresas ...............................................................................
• Oficinas técnicas, consultorías, estudios de arquitectura e
ingenierías .............................................................................
• Profesión libre ......................................................................
• Enseñanza .............................................................................
• Otros: varios, jubilados ........................................................
10-20 %
35-45 %
}
25-40 %
2-10 %
3-5 %
2. ACTIVIDADES
•
•
•
•
Planificación.
Proyecto.
Construcción.
Explotación y mantenimiento.
3. FUNCIONES
•
•
•
•
Gestión.
Producción.
Investigación y Desarrollo (I+D).
Docencia.
133
4. CAMPOS DE ACTUACIÓN
• Obra civil-Infraestructuras.
– Transporte: Carreteras, FFCC, Puertos, Aeropuertos…
– Hidráulicas: Canales, Presas, Abastecimientos, Riegos…
– Servicios Urbanos: Colectores, Depuradoras, Emisarios…
– Marítimas: Protección de Costas, Puertos…
• Edificación.
• Urbanismo-Ordenación del Territorio.
5. ACCESO
•
•
•
•
•
•
Oposiciones, Concursos –COIE-BOE, DOGV, Prensa, Colegios.
Contratación Directa –COIE-Cursos, Seminarios, Atención individual.
Programas de Cooperación Educativa –COIE.
Becas –Universidad, Cajas de Ahorros, Otras entidades.
Creación de Empresas –Colegios Profesionales.
Apertura de Estudios Profesionales –Colegios Profesionales.
6. FACILIDAD DE ACCESO
• Relación con la Inversión Pública.
• Relación con el Crecimiento Económico.
• Relación con la Especialización.
134
EVOLUCIÓN DE LA INDUSTRIA DE FABRICACIÓN
DE AUTOMÓVILES
Juan Ubaghs
Director Gerente de Fabricación
de Ford España
EVOLUCIÓN DEL SECTOR AUTOMOCIÓN
Años 1955-65
→
• Alta demanda
• Producción en masa
Años 1965-75
→
• Demanda exigente
• Productos innovadores
Años 1975-85
→
• Personalización
• Flexibilidad de
la oferta
Años 1985-95
→
• Rapidez de entrega
• Integración
+
“lean production”
Año 2000
→
• Seguridad + ecología
• Toma de nuevos
retos y riesgos
135
EVOLUCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES
– 1960: Estandarización. División en funciones. Baja eficiencia.
– 1970: Productos novedosos. Complejidad. Áreas funcionales.
– 1980: Productos personalizados. Flexibilidad. Inicio coordinación de áreas
funcionales.
– 1990: Reducción de plazas. Integración. Estructuras planas.
– 2000: Seguridad + Ecología. Autonomía en gestión. Estructuras matriciales.
136
E L E M P L E O H A M U E RT O
José Ramón Díaz
Director General de IBM Valencia
de octubre del año 2004, sábado.
Juan E. protagoniza una escena tópica de futuro. Son las siete y media de
la mañana. Se acaba de levantar. Ha refrescado y siente un escalofrío. Se pone
la bata y apaga la televisión, que se ha quedado encendida toda la noche. En el
baño selecciona la temperatura del agua y se moja la cara. Mientras se seca se
le escapa una mueca de amargura. ¿No era todo perfecto en el futuro? Camina
lentamente y se acerca al ordenador. Hace cuatro años que ése es su puesto de
trabajo. Coincidiendo con el cambio de siglo, Juan E. se acogió a un programa
voluntario de teletrabajo. Abandonó su rutina de todos los días, el viaje en tren
hasta la oficina, las reuniones, el sandwich a las dos menos cuarto, el informe
de gestión semanal y el ruido aquel de tantas conversaciones que le volvía loco.
Se convirtió en una cobaya de la modernidad. Cobró una indemnización especial, hizo cursillo de adaptación y obtuvo una financiación privilegiada para
iniciar su vida ejemplar de trabajador contemporáneo. Fue un modelo. Ahora,
cuatro años después, cuando abre su pantalla de alta definición y se conecta al
programa del Centro de Trabajo Telemático, tiene que cerrar los ojos. ¿Sueño?
No, más bien desesperación. Si la cámara girara y pudiéramos leer el mensaje
escrito en su ficha de productividad comprenderíamos su horror 2004. Octubre, 16. Sábado. Trabajo realizado en la última semana: 12 horas 15 minutos.
Trabajo realizado en el mes: 31 horas. Trabajo realizado en el año: 528 horas
37 minutos. Previsión de trabajo para la próxima semana: Negativa. Suerte.
¿Quiere terminar su consulta?
No va a haber trabajo. Aunque lo diga la Constitución, aunque lo prometan
el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, aunque se escuchen las
previsiones del Fondo Monetario Internacional y las plegarias del mismísimo
Santo Padre. El trabajo, tal y como lo concebimos en octubre de 1994, 10 años
antes de la escena del ordenador, está dando las últimas boqueadas. La innovación tecnológica, la descentralización de las empresas y la flexibilidad de la
mano de obra dejan paso a la era postindustrial. Se acabaron aquellas inmensas
cadenas de montaje con miles de obreros marchando al ritmo de la produc-
D
IECISÉIS
137
ción; se acabaron también las oficinas ejemplares de los años treinta, con cientos de secretarias perfectamente alineadas tecleando en sus viejas máquinas de
escribir, y la masiva salida de la fábrica que filmaron los hermanos Lumière
cuando estaban inventando el cine. En la Renault de Valladolid, cada robot ha
sustituido a 10 obreros. Y las inmensas naves de la Fiat en Turín parecen un
mausoleo: no hay nadie. El trabajo, tal y como lo conocemos, se muere.
La sociedad flexible. Todo va a ser diferente. La nueva situación económica
está demostrando que el hecho de que la economía crezca no significa que
crezcan también los empleos. Por mucho que se empeñen los expertos, la realidad es mucho más terca que sus buenas intenciones. En 1964, hace sólo 30
años, había en España 11.719.000 personas trabajando. Treinta años después,
mientras el batallón de españoles en edad laboral (entre los 16 y los 65 años)
había aumentado en ocho millones, el número de los que tienen empleo sigue
siendo prácticamente el mismo: solamente 8.000 personas más tienen trabajo
hoy. Mientras tanto, una legión de mujeres se ha incorporado a la búsqueda de
empleo, y lo más que han conseguido ha sido arrebatárselo a los hombres.
Pero tanto crecimiento, tanta riqueza y tanto desarrollo solamente han sido capaces de crear 8.000 miserables empleos; el equivalente a las personas que trabajan en una sola empresa grande. Sin contar, naturalmente, que en los años
sesenta, millones de emigrantes se ganaban la vida lejos de España. Ahora,
tampoco.
¿Qué es el trabajo al borde del precipicio de este fin de siglo? Un valor devaluado. Los viejos sueños del puesto fijo para toda la vida, de la empresa
fuerte, de la carrera profesional, de la paga a fin de mes… han saltado por los
aires. Ya no hay nada de eso. Ahora, los periódicos llevan cada vez menos ofertas de empleo y las empresas empiezan a buscar otro prototipo de trabajador.
Polivalentes, que sean capaces de adaptarse a distintos puestos, según las
necesidades de cada momento; con horarios variables para jugar con las
necesidades de producción; a tiempo parcial… Flexibilidad total. En el salario,
en el horario, en el estilo de trabajo. Las empresas ya no quieren hacerlo todo.
Hace veinte años, cuando vino a España, Ford montó una planta total que
fue el asombro de Europa. En Almussafes (Valencia) se fabricaban coches
completos. Al calor de la inversión americana se organizó una red de pequeñas
empresas nacionales que, convenientemente entrenadas, hacían partes del vehículo. Ahora la situación ha cambiado. Ford ya no hace en España su coche
total, la maraña de pequeñas industrias que vivían del gigante se ha ido disolviendo y todas las compras para Europa han sido centralizadas en el Reino
Unido. En 1995, la situación empeorará: los proveedores tendrán que viajar a
Detroit, a la central mundial, para intentar colocar sus productos. Ignacio
López de Arriortúa –el ejecutivo de moda en el mundo– ya ha puesto en práctica con notable eficacia las delicias de apretar el cinturón a los fabricantes españoles desde su despacho de Alemania.
El nuevo empleo. Muchas empresas ya están organizadas siguiendo una estructura de trébol: una parte de su fabricación la hacen con personal propio;
138
otra, con gente o empresas contratadas, y la tercera, que es creciente, con freelances.
En España ocurre lo mismo. Y en muchas ocasiones, esa tercera empresa
del trébol es ilegal.
Seis millones de españoles en edad de trabajar ya no lo hacen. De entre
ellos 3,5 millones buscan empleo, y dos de cada 10 aspiran a encontrar su
primer trabajo. Pero no lo tienen fácil. En los últimos tres años, y gracias al
boom de Indurain, se han vendido 5,2 millones de bicicletas. Pero no han
creado ni un solo empleo; prácticamente, todas venían de fuera. Son más
baratas y se han distribuido mayoritariamente por grandes superficies comerciales que dependen de capital extranjero. Se diría que el consumidor ha salido
ganando porque gracias a la competencia ha podido disfrutar del producto en
mejores condiciones, incluso comprándola los domingos. El caso se complica
más si se añade que Indurain ha usado una bicicleta italiana para batir el récord de la hora, negándose a probar un prototipo español desarrollado por dos
alumnos de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Tercer
dato:
la
creación de la superbicicleta española ha costado solamente tres millones de
pesetas. Induráin no es responsable del paro, pero su ejemplo también valdría
para crear empleo. Tal vez si una buena parte de esos millones de bicicletas
que se han vendido hubieran sido fabricadas (en buenas condiciones, naturalmente) en España, los beneficios del comprador español hubieran sido mayores y sobre todo, a más largo plazo. Con menos paro hay menos cargas sociales y, sobre todo, menos conflictividad social. Se vive mejor.
No se confíe. Aunque usted tenga trabajo, también está en riesgo. El paro
no es sólo un problema de quienes ya no trabajan. También afecta a los que en
estos momentos sí que tienen empleo, pero –aunque tal vez no lo sepan– lo
pueden perder. La revolución va a coger a todo el mundo. No hay santuarios
para nadie. Por eso, para los parados, buscar empleo es su mejor trabajo. Y
para los que todavía no lo están, la tarea es conservarlo o cambiarlo.
Si no tiene trabajo, el caso es urgente. Si lleva solamente unas semanas buscando empleo, vivirá probablemente la euforia del triunfador. Tal vez piense
que todos sus sueños van a hacerse realidad. Tenga en cuenta una cosa: si la
búsqueda de empleo se prolonga, sus defensas se debilitarán. En España,
800.000 personas llevan paradas menos de seis meses, 1,5 millones menos de
un año. Son los que más se mueven, los que tienen más esperanza de encontrar
trabajo. En el extremo contrario, un millón de españoles prolonga su agonía
desde hace más de dos años. Su actitud no es precisamente eufórica. La
economía ha mejorado, aunque todavía no parece capaz de reducir el paro
considerablemente (para el próximo año, el gobierno está hablando de 200.000
nuevos empleos). Hay más oportunidades.
En España, todo el mundo es una agencia de trabajo. El célebre “A ver si
tiene usted algo para mi chico” se ha convertido ya en una muletilla. La mayor
parte de la demanda de trabajo no pasa por el Instituto Nacional de Empleo
139
(INEM); los trabajos nacen y se cubren a escala casi doméstica. Además, el
propio INEM ha puesto mucho más celo en contar a los parados que en manejar las ofertas de empleo, que son prácticamente clandestinas. El resultado es
una catástrofe: ni los parados saben cuáles son sus oportunidades, ni la formación profesional (que sigue arrojando al mundo administrativos mientras desaparecen las oficinas) atiende realmente las demandas de futuro, ni las carreras
universitarias ofrecen salidas directas al mercado de trabajo. Además, este mercado tan poco transparente provoca que algunos empleos sean extraordinariamente caros, porque apenas hay profesionales capaces de cubrirlos. Un buen
cocinero o un buen soldador llegan a costar en España medio millón de pesetas al mes, el triple que en otros países de nuestro entorno. Por no hablar de
los pilotos. Luego está el escándalo: cada año se quedan miles de puestos sin
cubrir.
No hay una única solución. La nueva economía está creando otro tipo de
trabajos. Fundamentalmente más flexibles. Los sindicatos protestan por lo
que llaman contratos basura, y los empleadores exigen cada vez más flexibilidad. Probablemente, si la economía y las empresas españolas no fueran tan
extremadamente rígidas, tampoco haría falta tanta flexibilidad. La movilidad
excesiva también es un cáncer para el futuro de la empresa. Si los trabajadores son tan flexibles (contratos temporales, a tiempo parcial, escasa formación) que no se sienten vinculados a su empresa, sin ellos, ¿será capaz de
sobrevivir?
Los nuevos parados tienen que fabricar su propio trabajo. En muchos
casos, esto es así literalmente. Para algunos grupos de desempleados (por ejemplo, las 200.000 mujeres de entre 35 y 55 años que llevan más de dos años buscando empleo inútilmente), la creación de su propio empleo es una salida
mucho más segura que esperar a que se lo dé otro. Algunos programas de formación, como el Now de la Comunidad Europea, tratan de proporcionarles
una formación profesional específica que les abra las puertas del trabajo. Lo
importante cuando se está parado es encontrar una salida antes de que llegue
el bajón. En Japón, los parados han empezado ya a no salir de sus casas entre
semana (cuando los otros, los útiles, están trabajando) para no sentirse señalados.
A los que no se adentren por esta vía, la solución les deberá llegar bien por
el reparto de las horas de trabajo (en Holanda, el 40 % de los trabajadores son
a tiempo parcial), bien por el crecimiento del número de empleadores (solamente medio millón en España) que sean capaces de identificar y fabricar los
nuevos productos deseados por los consumidores.
La oportunidad española. No es verdad que no se esté creando empleo en el
mundo. El problema es que se está creando en otros sitios (preferentemente en
el nuevo Tercer Mundo) y con otras condiciones. ¿A quién le interesa España,
con sus discusiones entre sindicatos y patronal, sus rigideces y el abandono de
la industria nacional tras la entrada en la Comunidad Europea? Aquel ministro
que dijo que la mejor política industrial es la que no existe tendría que haber
140
explicado por qué no cerraba su ministerio.
Pese a todo, existen oportunidades para aumentar el trabajo en España. Algunos expertos centran sus esperanzas en el sector servicios. Hacia el año
2004, el mismo día que Juan E. se levanta desesperado porque apenas ha trabajado 12,5 horas la semana anterior, ni la agricultura, ni la gran industria, ni
la construcción le van a resolver sus problemas. En todos estos –que hace solamente 50 años eran la base de cualquier empleo– solamente encontrarán un
empleo dos o tres de cada 10 personas.
La lista de actividades con futuro es bastante larga. Desde la reforestación
de todo el país a ritmos forzados hasta los cuidados geriátricos y en general los
negocios relacionados con la tercera edad, pasando por la rehabilitación de
viviendas, el turismo cultural, la climatización, el mantenimiento de maquinarias y otras cien posibilidades. Aunque parezca mentira, hace 30 años, un ingeniero recién licenciado podía aspirar a trabajar en no menos de 10 empresas
españolas de televisión y sonidos instaladas en Barcelona. Hoy están todas
muertas y ese mismo ingeniero estaría pensando en emigrar a mercados más
creativos, como por ejemplo el chino. Hay mil casos. A la Expo vinieron especialistas extranjeros, y en la bahía de Cádiz han tenido que importar caldereros
noruegos para arreglar un barco. Allí, con cerca del 40 % de paro, no había.
Vale la pena explicar un ejemplo. Reforestar España a marchas forzadas
(mucho mayores de las que se anuncian a bombo y platillo, que apenas dan
para compensar lo que se quema) supone crear viveros, formar mano de obra
especializada, desarrollar programas regionales y locales, promocionar las actividades de tiempo libre, potenciar el turismo rural, impulsar la industria de la
madera y del papel… e incidir sobre el clima global y frenar la desertización, lo
que a su vez pondría otra vez en marcha la rueda de la fortuna.
En los últimos 15 años, la industria española ha sido literalmente comprada
por el capital extranjero. Ya no quedan grandes empresas privadas que sean
rentables. En un alarde de ingenuidad y juego limpio, la Administración no ha
puesto ni una traba a la colonización alegando que “teníamos que ser serios”
mientras los demás países rizaban el rizo de la picardía e inventaban todo tipo
de barreras para los productos extranjeros. De esta forma, una tras otra han
ido sucumbiendo miles de pequeñas empresas (como las de motos, como las de
chocolate, como las de pequeños electrodomésticos…) y con ellas se han dejado de crear millones de nuevos empleos. Las empresas españolas se han ido
convirtiendo en simples plantas de fabricación. Las decisiones se toman fuera.
Ahora muchas voces empiezan a reclamar juego sucio para aumentar el
proteccionismo. En algunos casos, con efectividad: la rebelión de los boniteros
del norte contra las redes de volanta han obligado al ministro de Agricultura,
Luis Atienza, a dar una batalla que no tenía prevista a favor de un producto español y, de paso, hacer una política de protección del medio ambiente. El
Talgo no tuvo a nadie que le apoyara contra la decisión de que el AVE fuera
francés. Los empresarios se han ido rindiendo. Incluso los más prósperos, una
huelga que nunca comprendió impulsó a Revilla a vender su fábrica de Soria y
141
dedicarse a la especulación inmobiliaria. La actitud del Secretario General de
Empleo, Marcos Peña, pidiendo el boicoteo de los productos Guillette como
respuesta al abandono de la fábrica de Sevilla no ha sido ni siquiera comprendida.
En este panorama, los nuevos empleos son cada vez más escasos. Y sobre
todo, diferentes. El viejo trabajador que recibía el reloj de oro tras 25 años de
servicios en la empresa ya no existe. Los nuevos empleos están por nacer.
142
SALID AS P ROF E SIONA LES
Enrique de Miguel Fernández
Catedrático Univ. Politécnica de Valencia
OY a explicar muy brevemente la situación de la industria de la C. Valenciana en cuanto a titulados universitarios, así como su comparación con
otras Comunidades.
En la tabla I podemos observar el número de empleos en la industria su
porcentaje respecto a la población ocupada en 1993. Como puede apreciarse este
V
TABLA I
TOTAL INDUSTRIA
España
C.V.
(1)
Universitarios
(2)
Población ocupada
(1)
—— × 100
(2)
179.991
13.081
2.552.866
321.859
7,05
4,06
porcentaje es bajo, aunque se debe fundamentalmente al tipo de industrias con
los que contamos en la Comunidad: el tamaño medio es muy pequeño y una
mayoría están situadas en los sectores tradicionales. Estas características se
aprecian bien en la tabla II.
TABLA II
ALIMENTOS, TEXTIL, CALZADO, MADERA Y PIEL
España
C.V.
(1)
Universitarios
(2)
Población ocupada
(1)
—— × 100
(2)
58.786
5.633
1.269.284
202.318
4,63
2,78
143
TABLA II (Continuación)
INDUSTRIAS BÁSICAS
España
C.V.
(1)
Universitarios
(2)
Población ocupada
(1)
—— × 100
(2)
121.205
7.448
1.283.582
119.541
9,44
6,23
Cuando comparamos nuestras cifras de titulados con las de otras Comunidades se aprecian bien estas características de las empresas valencianas (tabla
III).
TABLA III
UNIVERSITARIOS Y POBLACIÓN OCUPADA EN LA INDUSTRIA
DE LAS PRINCIPALES COMUNIDADES INDUSTRIALES.
ALIMENTOS, TEXTIL, CALZADO, MADERA Y PIEL
Comunidad
1.
2.
3.
4.
5.
Cataluña
C.V.
Andalucía
Madrid
País Vasco
(1)
Población ocupada
(2)
Universitarios
(2)
—— × 100
(1)
308.797
202.318
130.002
124.447
70.317
17.798
5.683
4.113
10.088
4.237
5,76
2,78
3,16
8,11
6,03
INDUSTRIAS BÁSICAS
Comunidad
1.
2.
3.
4.
5.
Cataluña
Madrid
País Vasco
C.V.
Andalucía
(1)
Población ocupada
(2)
Universitarios
(2)
—— × 100
(1)
348.910
184.849
136.521
119.541
96.729
39.581
31.164
12.415
7.448
5.005
11,34
16,86
9,09
6,23
5,17
Al estudiar en la Universidad un 50 %, aproximadamente, de los muchachos y muchachas entre los 18 y 23 años, se producirá durante los próximos
años un aumento de los universitarios empleados en la industria, pero no en
144
145
los puestos que ocupaban al terminar hace unos años, sino dentro de un abanico más amplio. La principal incógnita que se plantea es el ajuste de
conocimientos y habilidades a las necesidades de la industria. Sin una formación adecuada a estas necesidades, tanto profesional como universitaria será
difícil mantenerse en los mercados internacionales.
La tabla IV refleja, por último, las colocaciones de los universitarios en los
sectores industriales de la C.V., según un estudio realizado por el grupo de Investigación de Administración de Empresas en la E.T.S. Ingenieros Industriales.
146
CHARLAS DE ORIENTACIÓN SOBRE
SALIDAS PROFESIONALES *
L Servicio de Información de la Universidad Politécnica ha colaborado
con la Real Sociedad Económica de El País, en un ciclo de conferencias
sobre las “Salidas profesionales de los estudios técnicos universitarios”.
El objetivo de este ciclo, celebrado el pasado mes de octubre en el Centro
Cultural de Bancaixa, ha sido ofrecer a los universitarios valencianos, una serie
de orientaciones actuales, que puedan ser de utilidad para sus futuras salidas
profesionales.
La primera de las mesas estuvo dedicada a los estudios de Arquitectura, Ingeniería Civil y Bellas Artes. En ellas intervinieron el Vicerrector de Ordenación Académica, Pedro de Miguel Sosa, y los profesores también de la Universidad Politécnica, Manuel Chueca y Pilar Roig, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Geodésica, Cartográfica y Topografía y la Facultad de Bellas
Artes respectivamente. “Las Nuevas Tecnologías” fue el tema de la segunda
mesa redonda. En ella tomaron parte el director de la Escuela de Ingenieros de
Telecomunicación, Miguel Ferrando y el catedrático de la Universidad Politécnica, Enrique de Miguel quien ofreció datos de un estudio sobre la demanda
de ingenieros por las pymes empresas de la Comunidad Valenciana y que es
cuatro veces inferior a la media de otras ciudades españolas.
La última de las charlas se dedicó a los estudios de ingenierías agroalimentarias y forestal, en la que participó el catedrático del Departamento de Producción Vegetal, José Vicente Maroto junto al Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante y el director de I + D de SIPCAM INAGRA.
La iniciativa ha tenido gran éxito en cuanto a la existencia de público, en
su mayor parte integrado por alumnos de último curso y estudiantes de COU
aunque también hubo la presencia de empresarios que se interesaron por este
ciclo ya que “se ha podio detectar, según Vicente Collado, responsable del Servicio de Información de la Universidad, un importante desconocimiento por
parte sobre todo de las pymes valencianas sobre el tipo de titulados que salen
de la Universidad Politécnica y que son un capital humano capacitado para
trabajar en estas empresas y contribuir al desarrollo del tejido socio-económico
valenciano”.
E
* Reproducido de Agora, n.º 35, noviembre 1995.
147
ELÍAS DE LOS REYES
Vicerrector de Investigación y Desarrollo Tecnológico
de la Universidad Politécnica de Valencia
JOSÉ MANUEL MORÁN
Presidente de la Comisión
Delegada de Fundesco
EL IMPACTO DE LAS NUEVAS
TECNOLOGÍAS
CULTURA TECNOLÓGICA
Y
CULTURA HUMANÍSTICA
VICENT LLOMBART
Degà de la Facultat de Ciències
Econòmiques i Empresarials
MARIANO PESET
Catedràtic d’Història del Dret
PEDRO RUIZ TORRES
Rector de la Universitat de València
BICENTENARI
(1795-1995)
DE LA PUBLICACIÓ DE
“L’INFORME SOBRE
LA LLEY AGRÀRIA”
DE JOVELLANOS
VICTORIA PREGO
Periodista
LA TRANSICIÓN SEGÚN
VICTORIA PREGO
Publicaciones de la
REAL SOCIEDAD ECONÓMICA
DE AMIGOS DEL PAÍS
Valencia, 1996
LA TRANSICIÓN SEGÚN
VICTORIA PREGO
Victoria Prego
Periodista
UENAS tardes a todos, y muchas gracias a Francisco Oltra y Agustín Remesal
por vuestra muy cálida acogida y por vuestros elogios.
Si no les parece mal voy a hacer un pequeño esbozo de cómo hicimos
aquel trabajo y luego, si les parece bien, hago un segundo esbozo de lo que fue
el proceso político. Un pequeño análisis de lo que fue el proceso político que
hemos vivido y que yo creo que, además de ser ilustrativo, es muy reconfortante, porque a mí me ha permitido concluir que los españoles somos capaces
de sobrevivir en circunstancias deplorables; somos menos capaces de sobrevivir a circunstancias de normalidad. Es lo que yo veo, pero desde luego cuando la situación es arriesgada, aquí se hacen unos ejercicios de sabiduría y de
serenidad que a mí me admiran. Luego ya, cuando entramos en la normalidad,
nos volvemos bastante más torpes, parece…
El trabajo consistió, efectivamente, en más de cinco años, casi seis, como
de investigación arqueológica realmente. El director de la serie –que es Elías
Andrés– es realmente el autor de esta serie, aunque como yo soy más conocida,
la amortizo yo y todo el mundo dice que es mía. No es mía, no es mía… Yo soy
la subdirectora y, además, les explico: El valor de esta serie está justamente en
encontrar las imágenes que estaban perdidas y los sonidos que también estaban perdidos. Es decir, un tramo muy reciente y completamente determinante
de la historia de España, el que explica que vivamos en libertad y en democracia, aunque tengamos conflictos, pero el que explica nuestra forma de vida en
libertad. Ese tramo de la historia, que había sido grabado y que existía y constaba en los documentos gráficos audiovisuales, se había perdido. Esto es una
realidad, no les estoy exagerando ni un “pelín”.
Hubo que buscar en todo el mundo, en las televisiones extranjeras. Hay
que agradecer a los alemanes, por ejemplo, que les hayamos interesado tanto
en ese período, porque les aseguro que Alemania nos ha proporcionado una
parte importantísima de nuestras imágenes y nuestros sonidos. Luego hubo
B
155
que buscar en archivos privados, en el archivo del Partido Comunista, porque
el Partido Comunista tenía una cualidad y es que filmaba todo, absolutamente
todo. Y entonces hemos podido reconstruir una historia de la oposición de
izquierdas que naturalmente la televisión oficial no filmaba en aquella época,
no estaban para menesteres. Y luego hubo que dar sentido a aquellos fragmentos. Y ése era, sobre todo, el trabajo del director, porque yo me dedicaba a
otra cosa que ahora mismo les cuento.
Era como si él se encontrara un jarrón roto en mil pedazos; se encontraba
en la televisión de la ZDF 30 segundos de un momento histórico determinante;
en la italiana, 15 segundos; en los fondos de televisión, 3 segundos, sin sonido.
Entonces buscaba en Radio Nacional un sonido. Como sabíamos cómo había
sucedido y cómo era la cosa, mirábamos… Esta secuencia fue así…, porque
teníamos textos. Yo había hablado con gente y tal… Era así… Bien… Entonces ya tiene un sentido.
Yo me alegro muchísimo de haberlo hecho, primero porque he aprendido
mucho y segundo porque la aprecio enormemente. Había una chica en televisión, que debía de ser familia de sordomudos, y la llamábamos mucho,
porque claro, en aquellas secuencias que estaban reconstruidas ya, alguien
movía los labios y decía algo, pero nosotros teníamos un sonido que procedía
de otro sitio… y dice… y está diciendo… Y entonces buscábamos… ¡plash!…
y lo colocábamos. Ya teníamos el momento histórico reconstruido. Y así una
vez tras otra, tras otra, tras otra. De tal manera que fue un trabajo largo y minucioso que nos exigía, primero, un gran conocimiento previo, vamos, un
gran… un suficiente conocimiento previo de los hechos y una cierta proximidad sentimental del momento para darle el tono emocional que nosotros
creíamos saber que tuvo la circunstancia de la que nos ocupábamos. Eso tiene
que ver con el montaje y también con el texto, pero fundamentalmente con el
“tempo” dramático de un montaje determinado.
Lo que nosotros intentamos era, una vez que nos habíamos o creíamos
habernos empapado de lo que fue ese “cada momento”, no sólo el global, sino
“cada momento” de la historia de España y del sentimiento con el que se vivía
eso, escuchando a los protagonistas, leyendo libros, recurriendo a la prensa,
editoriales, oliendo un poco el ambiente de la época. Entonces había que hacer
un montaje que tuviera un “tempo” dramático determinado, es decir, que
fuera “neutro”, o que fuera “angustioso”, o que fuera alegre, o que fuera ilusionado, o que fuera tal. Y así fue Elías Andrés –que es el director– haciendo
ese montaje y yo, con mis textos, ajustando las palabras a los momentos precisos en que…
Esto es un poco complicado de explicar pero, por ejemplo, un ejemplo que
os puedo poner, un capítulo que no me acuerdo cuál es… Empieza con la llegada de D. Claudio Sánchez Albornoz (que fue Presidente de la República, en
el exilio y tal) a España y venía después de 40 años. Entonces nosotros
teníamos la llegada, que no sé de qué televisión era, de los ingleses…, y unas
156
palabras que las habíamos encontrado no sé dónde. Entonces, ¿cómo
hacíamos? Pues poníamos –porque era un momento emocionante, venía después de 40 años, era la historia de la República, volvía a España porque ya se
podía vivir aquí, todavía no habían sido las elecciones, pero él daba una caución histórica y democrática a un proceso que estaba todavía en ciernes, era un
momento muy preciso ¿no?–, entonces le pusimos una Internacional, de piano,
muy suavecita (ta, ta, ta), no marchosa, sino más bien melancólica, y recogimos
aquellas palabras, mientras él bajaba por las escaleras, se le oía decir (que lo
decía inmediatamente después, pero no teníamos la escena, pero recuperamos
un poco la emoción), decía algo así como: “Dije que vendría llorando a España
y llorando estoy, no traigo más que una palabra, Paz”. Bueno era tan bonito
aquello. Y luego decía: “Pongamos la mano en la mano del adversario y hablemos del futuro, de unas Cortes nuevas para hacer un país nuevo y basta”, terminaba diciendo “y basta”. Entonces, cuando decía “y basta”, tenía que volver
la cabeza, porque hay un momento en que volvía la cabeza y la cámara le cogía
la cara; entonces ajustábamos de tal manera que, mientras bajaba, iba diciendo
“Dije que vendría llorando y llorando estoy, no traigo más que una palabra”.
Bueno, pues esa es la historia y luego yo ya iba colocando los textos, pues
con un conocimiento más o menos o bastante aproximado, y después de celebrar largas discusiones sobre qué es lo que se parecía más a la verdad, no
visto desde hoy, que era una trampa en la que podíamos caer, terrible, sino
visto desde entonces, que no es lo mismo. Es decir, es distinto un proceso visto
desde hoy que visto desde el momento. Entonces, largas discusiones sobre
¿pero qué se parece más a lo que entonces se vivía? Pues a lo mejor, dos días,
para yo decir en lugar de “neutro”… “indiferente”, o en lugar de “indiferente”… En fin, ése ha sido el trabajo. Yo me alegro muchísimo de haberlo
hecho, he aprendido una barbaridad y creo que hay una tarea que los pueblos
no deben abandonar, sobre todo en el siglo XXI casi que estamos, que es la recuperación de su propia historia. A mí me hubiera parecido sumamente doloroso, primero, que esas imágenes se hubieran perdido definitivamente,
porque les diré que había… yo no, pero el director, con una especie de
guardapolvo y unas botas de agua, se iba a un almacén, donde estaban arrumbadas las latas con cintas y en una ventana iba mirando al trasluz para ver lo
que había y así iba recuperando las imágenes.
Yo me alegro de haber hecho esa recuperación de la historia de España
porque nos ha permitido saber de dónde venimos y, desde luego, nos ha permitido saber que venimos de hacer un enorme esfuerzo y que esto que tenemos, que tiene miles de defectos, no ha llegado gratis, no ha caído en paracaídas, ni muchísimo menos. Nos ha costado Dios y ayuda, y hemos aguantado
“carros y carretas” para alcanzar una cosa tan sencilla, que es la que tienen los
europeos, que es la libertad y la democracia, y la posibilidad de expresarnos.
Y, sobre todo, alcanzarlo en paz, que era probablemente el gran fantasma. Y,
ahora les explico por encima, el gran fantasma que, en mi opinión, ha determi157
nado un comportamiento el pueblo español. Pero, en fin, éste ha sido nuestro
trabajo. Yo he aprendido muchísimo, tengo que decir que yo, de la Transición,
no sabía nada más que mi propia historia. Y mi propia historia no es nada, y he
aprendido muchísimas cosas que ahora les explico muy por encima, que es lo
siguiente…
Bueno, pues he escrito ese libro que, efectivamente es muy grande, porque
naturalmente las cosas que yo tenía en la cabeza eran muchas más que las que
me cabían en la serie y, cada vez que grababa un guión, me decía el director
–tocaba así un botón, porque yo estaba en la cabina, con mis cascos– y decía
¿por qué no escribes un libro? Porque yo hacía unos guiones muy largos y no
cabían en el programa. Y entonces escribí este libro donde están todas las
cosas que los personajes cuentan y que no caben en televisión, porque en televisión las entrevistas duran 9 segundos, 11 segundos, 20 segundos, no más, y
no puedes entrar al detalle. Yo lo tenía en mis libretas y en el libro sí han
cabido. No todo lo que yo tengo, pero desde luego muchas cosas, y ahí se explican pues muchos matices, muchas vivencias personales, y ellos hablan con
una gran sinceridad, cosa que es muy de agradecer.
El otro día me preguntaba Feliciano Cid Fidalgo si es que de repente se
habían vuelto todos sinceros, y yo le expliqué que era muy fácil. Primero, algunos eran sinceros porque lo eran y, en segundo lugar, eran sinceros porque
yo sabía lo que tenían que decirme. Es decir, era imposible, era muy evidente
que no me podían engañar, y entonces no me engañaban, no lo intentaban y yo
se lo he agradecido en el alma, porque a fuerza de intentar, de no intentar engañarte y de ser sinceros, la conversación llega a adquirir un tono que tiene un
enorme valor, porque ahí están hablando a “calzón quitado”… y eso tiene un
valor político e histórico enorme, aparte de humano, ¿no?
Bien, pues ésta es mi experiencia con el trabajo que, yo insisto, me alegro
muchísimo de haber hecho, aunque me haya retirado efectivamente seis años
de lo que yo llamo hacer el “buenas noches”, que es hacer programas en directo, pero realmente he aprendido y me ha fascinado la historia de España.
Lo primero que yo vi, en mi opinión, es que la historia de la Transición es
una buena historia. No es la historia de un error, ni es la historia de un fracaso,
ni es la historia de una traición ni de una trampa. Digo esto porque ahora se ha
puesto de moda decir que la Transición es una equivocación monumental y
que todo lo que nos pasa es porque cerramos mal la Transición. De eso nada,
de eso nada… La Transición se hizo muy bien. Otra cosa es que se haya gestionado mal el presente. Ese es otro asunto. Pero no hay que buscar en el pasado los errores que nos afectan en el presente, y ya explicaré por qué la transición no es un error y no se cerró mal, y por qué no se podía cerrar como algunos proponen que debía haberse cerrado.
Pero, en fin, en mi opinión, cuando comienza la transición es dos años
antes de que muera Franco. Es justamente cuando se produce el atentado a
Carrero Blanco. Y no tanto porque la muerte de Carrero Blanco haya sido un
158
golpe político importante, es decir, porque el personaje de Carrero Blanco,
realmente su falta, determinara la falta de futuro del franquismo. Eso no es verdad. Carrero Blanco, primero, no pertenecía a familia política ninguna, tenía
pocos apoyos, era un hombre muy leal a Franco, pero era un hombre solo,
casi; era un marino, pero no era de familia; era próximo al Opus, pero no era
del Opus exactamente; no era un tecnócrata, era mucho más reaccionario que
un tecnócrata. En fin, era un hombre bastante solitario. Pero tiene una cosa la
muerte de Carrero Blanco y es que supone un golpe psicológico brutal para el
franquismo. Nunca hasta entonces el sistema había considerado que sus
líderes, primero, estuvieran en peligro y, en segundo lugar, fueran a morir.
Desde luego, la idea de que Carrero pudo ser asesinado con esa asombrosa y,
yo diría, inquietante facilidad, puso dos cosas sobre la mesa: una, que el sistema no era todopoderoso y, dos, que Franco estaba muy viejo.
Son dos cosas importantísimas que tienen una traducción no fáctica, sí psicológica, sí sentimental, que permite, en mi opinión, dos cuestiones: una, que
los jóvenes franquistas, que eran los reformistas, Martín Villa, Enrique Sánchez
de León, Gabriel Cisneros… este tipo de hombres, al estamparse el futuro con
esa contundencia delante de los ojos, los jóvenes reformistas cobrarán alas. Cobraron alas, se dieron cuenta de que el futuro estaba muy próximo y que había
que trabajar para él. Y los inmovilistas se enrocaron de una manera extraordinaria, también se dieron cuenta de que el futuro estaba próximo y quisieron
que el futuro pasara por sus manos, de tal manera que en el franquismo se produce, recién muerto Carrero… bueno… la sustitución de Carrero… fue…
bueno… una batalla a “bayoneta calada”, ¡vamos!, una batalla, pero a “bayoneta calada”.
En la serie se cuenta, y en el libro se cuenta de una manera mucho más determinante, fue una batalla de segundos. Es decir, era otro el Presidente de
Gobierno. No iba a ser Carlos Arias, iba a ser Nieto Antúnez, porque a Franco
le gustaba. Pasó la noche Franco sin dormir, llorando, Doña Carmen presionando, el equipo de alrededor que no quería de ninguna manera a Nieto Antúnez porque decían que “hacía a mozas”, que hacía negocios también, pero,
en fin, que también señoras, aunque no creo que estaba en edad, porque tenía
setenta y tantos años, pero a lo mejor lo hizo en su tiempo y no se lo perdonaron. Bueno, el caso es que no les gustaba un pelo.
Y, en el último segundo, subiendo Nieto Antúnez por las escaleras de El
Pardo para recibir de Franco (a “Pedrolo”, que era como le llamaba Franco)…
“Quiero que seas el Presidente del Gobierno”. En ese momento entra un ayudante donde se encontraba Franco, que estaba, hombre, traumatizado por la
muerte de Carrero, y allí mismo le dice este señor… es un granuja y un sinvergüenza y, esto es una ruina para España y esto no puede ser, Excelencia,
y… y bueno, y ¿quién?… y ¿quién?… Pues… Carlos Arias. Y entra Nieto Antúnez al despacho de Franco, entra a darle las gracias y a decirle que es un
honor y que él por España lo que sea, y todo por España. Y le dicen que
muchas gracias y que ha sido un placer. Y se marcha… Y se marcha y se queda
159
completamente descompuesto. Bueno esto es una anécdota pero, en fin, allí
luego entra Rodríguez de Valcárcel y le dicen que Arias. Y allí mismo Nieto
Antúnez llama a Arias. Y Arias lo cuenta, y lo explica en mi libro, y dice, ¡no
puede ser!, ¡no puede ser!, ¡que Dios me ampare! Esta es la historia del nombramiento.
Bien, a partir de ese instante, esta lucha de palacio de último instante, es
un síntoma, no sólo una anécdota. Es un síntoma de cómo resulta extraordinariamente importante a partir de ese instante saber quién es el Presidente del
Gobierno. Porque se trata de controlar el futuro o de influir en él. Porque los
reformistas no aspiran a controlarlo, porque son muchos, pero no tienen
poder. Los más continuistas o los ortodoxos tienen el poder, pero no tienen
edad. Esta es la batalla. Entonces, este nombramiento de Presidente de Gobierno tiene una importancia capital.
A partir de ahí se abre una batalla muy difícil dentro del Régimen. La
oposición en ese momento pinta muy poco dentro del Régimen, pinta en la sociedad, pero no en la batalla del Régimen. El Régimen en ese momento no se
ocupa de la oposición, se ocupa de sí mismo y la batalla se produce entre los
franquistas ortodoxos e inmovilistas y los reformistas; batalla que gana una y
otra vez, sistemáticamente, el inmovilismo; es decir, no es una batalla en la que
los jóvenes vayan cogiendo terreno. No, no, no… Esta es una batalla que los
inmovilistas o los ortodoxos van ganando sistemáticamente porque tienen
–como diría Pío Cabanillas– la posibilidad de –en frase de Pío Cabanillas muy
típica–, de la “explotación informativa de la lealtad”, que quiere decir que
tienen la cercanía a Franco, han hecho la guerra con Franco, tienen autoridad
moral con Franco y explotan informativamente la lealtad a Franco y, cuando
dicen “éste es un granuja”, Franco lo considera. Los ortodoxos tienen ese acceso al Pardo y a Franco. Los reformistas no tienen ese acceso, pero son más y,
sobre todo, son jóvenes. El tiempo va a favor de ellos pero, sistemáticamente,
van perdiendo todas sus batallas. Pierden la batalla de la presidencia, Torcuato… no es Presidente de Gobierno. Pierden la batalla de las asociaciones. Es
decir, van perdiendo todo, y se produce entonces un fenómeno singular que
también evidencia el grado de sabiduría del pueblo español.
La derrota del aperturismo en el franquismo es la derrota de las posibilidades futuras del franquismo al mismo tiempo. Es decir, la victoria del franquismo ortodoxo es su derrota política. Porque sucede una cosa, el reformismo tenía unos propósitos, en mi opinión, más discretos que lo que luego
sucedió, es decir, los reformistas querían un sistema más europeo pero, en fin,
no estaba formulada la democracia en unos términos muy precisos.
Yo le decía a un señor muy importante de este país –antes más importante
que ahora, pero en fin muy importante–, que es asturiano, cuando yo estaba
haciendo la serie… dije yo no sé si llamarla –mi madre es asturiana–, esto debía
llamarse, además “mirai lo que ficimos”, y me dijo habría que llamarlo “mirai
cómo que salió”… Bueno, pues eso. No era un proyecto dibujado. Ahí en el
160
libro, Felipe González lo explica y Santiago Carrillo también, y Adolfo Suárez
me lo dijo en la “tele” el otro día. No estaba previsto como fue. Había unos
proyectos más o menos nebulosos, de una apertura hacia la democracia.
Bueno, los reformistas es que son derrotados en toda la línea, todo el tiempo, es decir, no levantan cabeza. Pero se produce una cuestión notable, y es
que entonces la población española, que se llamaba –ustedes se acordarán de
aquello– “la mayoría silenciosa”, la población española modifica el tiro. No es
una población, en mi opinión –puede que me equivoque–, no es una población
antifranquista, a mí me lo han dicho, en el libro está, en la “serie” está también. La oposición era muy escasa y su poder débil. Luego había la llamada
“mayoría silenciosa”, que era una mayoría aparentemente apolítica. Yo diría
que no era apolítica, yo creo que era más bien indiferente, creo que era más
bien neutra, era una sociedad dispuesta a abrirse a las libertades europeas sin
agitación, sin problemas, sin muerte, sin sangre y sin que hubiera aquí graves
cambios en la estructura social.
Era una estructura social que había cambiado extraordinariamente en el
tiempo de Franco y que había, efectivamente, generado unas clases medias
enormes, enormes, con un… digamos… un abanico alto, es decir, de mediabaja, media-media y media-alta. Era casi toda España, y esa es una sociedad
conservadora en lo material y políticamente más liberal porque tienen ya unos
hijos, pues, probablemente más laicos, una generación universitaria que se
opone constantemente a la generación anterior, contestataria y tal… De manera que se estructura una sociedad mucho más flexible y más liberal que la estructura política que sobrevive todavía. Es decir, que digamos que España, en
los dos últimos años del franquismo, en mi opinión, tiene una sociedad mucho
más moderna que la estructura que la gobierna, que la estructura política que
la gobierna.
Cuando el franquismo ortodoxo vence… Y en la ley de asociaciones, que
fue una batalla eterna y que, bueno, aquello fue el “non plus ultra”, hubo
cinco borradores, bueno… al final, Franco decide que las asociaciones tienen
que ser todas dentro del Movimiento, y entonces se apuntan los “proveeristas” de Maisonave, Falange Auténtica, los Tradicionalistas, la Hermandad del
Maestrazgo. Y este modelo, entonces, claro, no da para más. Quiere Arias que
se apunte Fraga. Y Fraga dice que muy bien, pero que su proyecto incluye un
“sufragio universal” y unas Cortes elegidas y unos sindicatos libres. Y le dicen
que eso es demasiado. Y Fraga no se apunta.
Eso es un grave golpe para las asociaciones. ¿Qué pasa con esa ley de asociaciones? Que ya se comprende que los franquistas ortodoxos no dan un paso
más y la mayoría silenciosa, que es una mayoría completamente libre de opinar
en su casa, es decir, no controlada, no es una…, como ahora que hay sondeos y
se vota y se sabe qué opinan… que perdemos… entonces modificamos. No, la
mayoría silenciosa era de verdad silenciosa. Eso significa una cosa, que cambia
de opinión sin que nadie se entere y sin que nadie lo pueda evitar, porque
161
como nadie le ha preguntado, se produce un movimiento suave, pero sistemático, de una población española y eso se demuestra un año más tarde,
¡vamos!, y ahora diré por qué, cuando la sociedad española, esa clase media
que el franquismo había construido se aleja de esa fórmula de sistema político
que era la que el franquismo ortodoxo había ganado.
No se lo que hubiera sucedido si hubieran ganado la batalla, lo ignoro por
completo y los futuribles no me gustan. Lo que sí sé es que la victoria de los
ortodoxos del franquismo genera el alejamiento real de la sociedad española.
No es esa fórmula. La ley de asociación es todo dentro del Movimiento, y ni
una más, y todo lo demás fuera de la ley. Ésta no es la fórmula que los españoles quieren ya en el año 74. Esto se produce en diciembre del 74. Entonces, efectivamente, los ortodoxos ganan la batalla y la pierden porque en el
momento en que muere Franco aparecen los reformistas, el primer gobierno
de la monarquía, y se produce el primer toque de lo que opina “la mayoría silenciosa” ésta. Y se produce en el año 76 –muere Franco en el 75– hay un
primer gobierno, del que puedo hablar ahora si ustedes quieren, pero por
otros motivos, es decir por los sucesos terribles que se producen en nuestro
país, que son muchísimos, pero se plantea a los españoles a la vuelta del verano, en septiembre. El 10 de septiembre presenta Adolfo Suárez un proyecto de
Ley para la Reforma Política que es muy sencillo y que no es más que una llave
para que unas Cortes hagan la Reforma, pero que tienen la base de sufragio
universal, reconoce la soberanía popular y tiene una serie de principios que
son la base de un estado liberal y democrático.
Bien, ese proyecto para la Ley de Reforma Política cuenta con la petición
de abstención por parte de la oposición de izquierdas, no es que estuvieran defendiendo con entusiasmo la abstención, pero oficialmente defendían la abstención. No fue una campaña de decir “vamos a la abstención” pero en fin…
Contó con la oposición rotunda del franquismo ortodoxo, que bajo el lema
“Franco hubiera votado no”, quieren que el proyecto de Ley de Reforma no
sea aprobado ni en las Cámaras, ni por supuesto en referéndum, que era la
gran piedra de toque. Bueno, pues la mayoría silenciosa no hace caso absolutamente de nadie y un noventa y tantos por ciento de esa mayoría silenciosa que
no se movía, que no quería líos, que no milita en la oposición de izquierdas
(porque la oposición de izquierdas se abstiene, obtiene un 22 % de abstención,
la oposición a la tesis; a eso hay que añadir la abstención de siempre, las que no
van porque no van, pero en fin un 22 % para no hacer cálculos estrechos)… El
2 % es el “Franco hubiera votado que no”, es decir el franquismo ortodoxo.
Ahí se mide. Por eso yo lo digo con fundamento, el franquismo ortodoxo, que
había ganado todas las batallas palaciegas y se había alzado con la bandera
realmente en la gestión política de alto nivel, llegado el momento de contrastar,
se encuentra con que tiene un 2 %. No, eso no es lo que los españoles quieren.
Por eso yo he dicho, y sostengo, que en este período, los últimos años, la sociedad española da la espalda a esa fórmula de gobierno para el futuro. En
162
cambio, sí apoya las tesis reformistas que habían sido derrotadas todo el tiempo y en toda la línea, pero que recuperan el aliento político y el respaldo cuando los españoles van a votar y, en un noventa y tantos por ciento respaldan ese
proyecto de ley. Insisto que no estaba dibujado, pero que daba una vía que estaba clarísima. Aquello era los fundamentos de un estado liberal y democrático. No hay ninguna duda, eso es lo que apoya, y luego la abstención de la
oposición de izquierda que obtiene un 22 %, pero es una abstención. Tampoco, la oposición dice que no.
Bien, éste es un poco el esquema de los últimos años del franquismo y un
poco mi idea de por qué la transición política es obra del pueblo español,
porque naturalmente ese referéndum es capital, como lo son las elecciones del
77, pero ese referéndum es capital porque es la primera vez que, en condiciones bastante notables, no digo completas, pero bastante notables de libertad
–es verdad que dice González que aquello tenía un poco de truco, pero poco,
bueno… pues tiene razón, tenía un poco de truco pero poco–, eran bastante
notables las condiciones de libertad de aquel referéndum, se pronuncia y se
pronuncia de manera neta en una dirección determinada. Ya se sabe lo que
quieren los españoles.
Estos son los españoles, los que determinan esa trayectoria que luego
hemos seguido. Es verdad que los líderes políticos han sido suficientemente inteligentes todos, en todo el abanico… Porque éste es un período donde ha
habido unas actuaciones realmente brillantes, donde todos los políticos han
sido lo bastante inteligentes como para darse cuenta de lo que los españoles
querían, lo cual era un mérito, no les vamos a quitar ningún mérito. No tenían
más que un dato, el Referéndum para la Ley de la Reforma Política. Luego
ellos tenían que poner la negociación, el talante, el propósito, la serenidad. Y
lo pusieron, junto con el resto de los españoles. Pero es la primera vez que el
pueblo se pronuncia libremente, se pronuncia una dirección muy precisa. Y
desdeña la opción del franquismo ortodoxo del “Franco hubiera votado que
no”. Y desdeña la abstención de la oposición de izquierdas. Así que es una
mayoría silenciosa, listísima… pero listísima. Lo que pasa es que sosegada, no
es gente que salga a la calle, no es gente que se haya manifestado. Es una mayoría que aguanta, esto sí, ya con todas las fuerzas políticas y sindicales, aguanta
unos sabotajes de una envergadura completamente monumental. Porque la
historia de la Transición es una historia durísima.
Yo no me di cuenta de hasta qué punto era duro lo que habíamos pasado
hasta que no me puse a estudiarlo. Bueno, es brutal. La muerte de Carrero
aquí produce un miedo tremendo. La muerte de Franco se produce en unas
condiciones espeluznantes, no sólo por la muerte de él físicamente…
El otro día hice yo un programa para Antena 3, que es estremecedor. Es
decir, cómo muere Franco, qué agonía tiene, cómo le operan, que le bajan de
la habitación de El Pardo a un quirófano que lo habilitan allí, en el último momento, envuelto en una alfombra, sangrando por arriba, por abajo y por todas
163
partes, envuelto en una alfombra… porque no cabía la camilla por las escaleras. Y allí se produce una escena trágica y completamente española, pero
completamente histórica, en mi opinión, que es que sacan a Franco desnudo,
vomitando sangre, en aquella alfombra, por las escaleras y lo meten en una ambulancia porque el botiquín está a un kilómetro. Y a la salida, una fila del regimiento… de noche… de noche, que era cerrada porque era invierno… se
cuadran, ¡ras!, taconazo y saludo militar. Y en una fila. Y por ahí, por esa fila
pasa un Jefe del Estado del siglo XX, desnudo, envuelto en una alfombra. Es
una escena de Goya, ¿no? Bueno, pues esto es España. Es decir, esto es así,
esto es así…
Bueno, pues se pasa eso. Y en ese momento está la crisis del Sáhara, estamos a punto de entrar en guerra –hubiera sido una tragedia la guerra del
Sáhara–, Hassan II nos pone literalmente la daga… aquí, mientras Franco agoniza. El Príncipe…, políticamente no se espera de él absolutamente nada, más
que sea el Jefe del Estado y que se ponga allí, expuesto como San Tarsicio y
absolutamente nada más.
Es una situación de una incertidumbre política brutal y se aguanta perfectamente. En los tiempos de la agonía de Franco, en este país no se mueve ni
una mosca. Es decir, los sindicatos, con una gran sensatez, quietos; los partidos
políticos, quietos; Santiago Carrillo, que tenía previsto hacer una huelga general a la muerte de Franco, la desconvoca –me consta–, estaban los de Radio España Independiente, se llamaba lo de Mendezona allí… y huelga y tal…
nada… huelga… nada, ni huelga, ni nada. Silencio total. Es decir, que ya desde
entonces se aguanta. Pero empieza el primer gobierno de la Monarquía y aquí
se producen cosas tremendas. Hay atentados de la ETA salvajes, que empieza a
matar con una intensidad creciente, creciente. La izquierda había pensado que
la ETA existía porque existía Franco. Luego nos fuimos dando cuenta de que,
con la democracia, ETA era todavía peor, ¿no? La extrema derecha hace atentados en el País Vasco “a mogollón”, sin detenciones. Atentados contra librerías, contra cines. Se produce la matanza de Vitoria, que es un conflicto sindical muy mal resuelto, donde mueren cuatro personas, y aquello puede ser un
explosivo porque el Capitán General Padilla, el Capitán General de Burgos,
quiere sacar los tanques a la calle en Vitoria. El Gobierno sigue diciendo que
no. Es decir que las hemos pasado muy malas, muy malas, muy malas. Y
hemos salido adelante. Porque la población española no ha movido un pelo,
no se ha movido. Es decir, en los momentos más brutales no se ha movido.
Pero no ha cambiado de opinión.
Hay un período de la historia de España que va desde que Suárez presenta
la Ley para la Reforma Política y viene el Referéndum, que es de diciembre a
febrero, de diciembre del 76 a febrero del 77, que aquí pasa de todo, pero de
todo, ¡eh!, de lo peor, de lo peor. Y la gente no cambia de opinión, esto es lo
asombroso, fíjense:
Presenta Suárez la Ley para la Reforma Política… que irrita extraordinari164
amente a los militares ultras, que irrita extraordinariamente al franquismo. Es
un gobierno que no tiene el respaldo de los votos, no tiene nada más que el
nombramiento del Rey, que es como no tener nada, porque el Rey entonces se
estaba ganando el prestigio también. Es decir, no tiene nada y sucede que presenta la ley; que dimite el Vicepresidente para la Defensa porque iban a legalizar los sindicatos; que Felipe González y el PSOE organizan un congreso,
el XXVII Congreso en Madrid, protegido por la policía, no “vigilado”, sino
protegido por la policía, con gran indignación del franquismo, naturalmente;
que Santiago Carrillo da una rueda de prensa clandestina, o sea, el líder del
Partido Comunista, lo nunca visto en España, da una rueda de prensa clandestina en Madrid, que le detienen; que secuestran al Presidente de Consejo de
Estado y al Presidente del Tribunal de Justicia Militar, que son, bueno… Oriol
era, pues, de una familia importantísima de los ultras y el Consejo Superior de
Justicia Militar era la cúpula del ejército, era lo más granado, secuestrados por
el terrorismo del GRAPO; que detienen a Santiago Carrillo, que sueltan a Santiago Carrillo, que lo ponen en la calle. Bueno, Rosón, el Gobernador Civil, le
dijo a Carrillo “no duerma usted en su casa” o “no duermas”, no sé si lo
trataría de usted (supongo que de usted), “no duerma usted en su casa”. Pero
dice… “si ya me han soltado”…, dice “si no lo digo por eso, es que nosotros…
tiene usted vigilancia en el portal y si entra un grupo a matarles les van a detener. Pero si entran dos, disfrazados de oficiales, estos señores se van a cuadrar y
a usted se lo ‘cepillan’. Por favor, no duerma usted en su casa”… Y durante
meses no durmió en su casa.
A continuación se produce el asesinato de varios estudiantes, unos por la
ultra derecha; el asesinato de no sé cuántos guardias civiles, sí… de tres, y de
dos policías por parte del GRAPO. Bueno, una cosa brutal. Que el país podía,
verdaderamente, saltar hecho añicos. Bueno, si se repasan las hemerotecas se
ve primero que la población no hizo un ruido, es decir, todo el mundo estaba
serenamente aguantando el tirón, que era un tirón de los que yo creo que no se
han pasado en Europa. No se han pasado, no se han pasado.
El Partido Comunista hace un entierro de sus abogados en el silencio más
absoluto. Ahí acuden las fuerzas políticas. Los militares aguantan los secuestros y los asesinatos, se quedan en los cuarteles. Y salimos adelante. Después
se legaliza el Partido Comunista. Se vuelve a organizar aquí un zafarrancho
monumental, porque era el gran enemigo de los militares (me lo contaban el
otro día Gutiérrez Mellado e Ibáñez Freirede, que son dos generales que todavía viven: “Tenga usted en cuenta que para nosotros los comunistas eran el
enemigo de la guerra y eso no se había quitado todavía”). Bueno, pues hubo
palabras mayores, hubo una reunión del Consejo Superior del Ejército, pero
no salieron de los cuarteles, esta es la pura realidad. Y así llegamos a las elecciones de 1977, donde se ejerce el voto libre y donde los españoles una vez
más, esa mayoría silenciosa, votan exactamente la moderación. Votan UCD,
que es el partido del Gobierno…, votan a la izquierda, al PSOE, un partido
con cierta representación, y carecen de representación parlamentaria los ex165
tremos, ni la extrema derecha, ni la extrema izquierda tiene representación
parlamentaria, en esas primeras elecciones ni en las segundas elecciones.
Esto es posible, probablemente, porque había la memoria de la Guerra
Civil y en todas las familias habían muertos, de un lado y de otro. Porque esta
generación, que es la mía, eran hijos de los que hicieron la guerra y también
habían vivido el trauma, y ese desgarro, y porque ese trauma había hecho posible, en mi opinión –igual me equivoco–, que los españoles no perdiéramos la
memoria.
A mí me ha parecido que conservar la memoria de lo que fue el gran trauma del siglo XX en nuestro país, que fue la Guerra Civil, conservar esa memoria nos ha permitido salir adelante de una manera que yo calificaría de brillante. Por eso me parecía tan malo que perdiéramos la memoria inmediata, tan
malo porque a ver si nos creíamos luego que “esto” nos había caído del cielo y
volvíamos a las andadas. Por eso me parecía tan bueno que supiéramos de
dónde veníamos.
Y bueno, yo como hablo mucho, casi no voy a hablar más. Me queda por
hablarles de otras cosas, pero, bueno, lo vamos hablando mientras ustedes, casi
les doy a ustedes la palabra y abrimos una “charleta”…
166
JOSÉ VTE. GIMENO SENDRA
Magistrado del Tribunal Constitucional
LA REFORMA DE LA JUSTICIA
EN ESPAÑA
IN TRODUCC IÓN
Rafael Francisco Oltra Climent
Director de la R.S.E.A.P.
buenas tardes a todos. Iniciamos hoy un ciclo de conferencias de actividades en torno al estado de la justicia en España.
Yo quisiera hacerles una breve introducción de lo que es este ciclo y por
qué se gesta y voy a reproducir prácticamente las mismas palabras, bueno, muy
reducidas, que pronuncié hace un mes escasamente en esta misma sala, en la
Asamblea general de la Sociedad Económica de Amigos del País. Y decir que
la Sociedad Valenciana Económica de Amigos del País es heredera directa de
aquel movimiento ilustrado que tanto hizo por modernizar a España, y por
supuesto a Valencia, y que tan criticada ha sido en épocas dictatoriales por su
talante liberal y progresista, y hacia el que actualmente vuelven sus ojos los intelectuales, algunos políticos, sociólogos, pensadores, etc., buscando en esta
etapa los valores humanos y sociales que tal vez se están echando de menos en
la sociedad tecnológica en la que nos encontramos, una sociedad en la que la
escala de valores es otra y en la que parece que hay dos rasgos supremos que
la identifican: de una parte un individualismo exagerado, y una prisa excesiva,
por el otro, por conseguir cada uno y por encima de todo sus propios intereses.
Decía también que, y ahora digo, que el recordar todo lo dicho es oportuno en mi opinión porque algo no funciona bien en nuestra sociedad, y no
me refiero sólo a la española sino en general. Y tengo que decirlo aquí y
creo que no trasgredo ninguna norma vigente diciendo que, por ejemplo,
cuando la judicatura, los jueces, se están convirtiendo en protagonistas de la
sociedad algo está fallando y no es bueno para nadie, ni siquiera para los
propios jueces, que, dicho sea de paso, no han creado esta situación. De ahí
que piense que está justificado que los que nos dirigen intelectual y políticamente estén buscando referentes claros de comportamiento social dignos de
ser tenidos en cuenta en esta sociedad compleja, inestable y desorientada, y
los valores de la Ilustración podrían ser, en mi opinión, entre otros, un buen
referente.
M
UY
169
Bien, después de estas palabras de introducción al ciclo hoy intervendrá un
conferenciante muy especial, don José Vicente Gimeno Sendra, y para hacer la
presentación del conferenciante y del ciclo también tiene la palabra don Lluís
Aguiló, que es director responsable del área de Ciencias Sociales de esta Sociedad Económica.
170
P RESEN TACIÓ N
Lluís Aguiló Lúcia
Presidente de la Sección de Ciencias Sociales
de la R.S.E.A.P.
UCHAS gracias. Buenas tardes. Bien, como ha indicado el director de la
Sociedad, hoy iniciamos un ciclo de un tema que ha preocupado ya en
varias ocasiones a la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Hace ya
siete u ocho años hicimos un ciclo donde procuramos en su momento traer a
personas que desde los máximos órganos jurisdiccionales pudieran informar
sobre la situación de la justicia en España. En aquel momento participaron, si
no recuerdo mal, el profesor Luis López Guerra, que era magistrado también
del Tribunal Constitucional, y el magistrado Carretero, hoy fallecido, y quien
ocupaba entonces la vicepresidencia del Consejo General del Poder Judicial,
don Manuel Peris.
Años después, a iniciativa del director y de la Junta Directiva se ha propuesto este nuevo ciclo referido al estado de la justicia en España. El interés de
este tema es obvio: prácticamente los informativos y los periódicos a veces
aparecen o comienzan con noticias judiciales. Y estamos en un proceso donde
quizá con la serenidad, la distancia y sobre todo la selección de las personas
que van a intervenir en este ciclo va a permitir que una vez más la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia pueda analizar este aspecto
que interesa a nuestra sociedad en estos momentos.
Hoy iniciamos el ciclo con la intervención del magistrado del Tribunal
Constitucional José Vicente Gimeno Sendra, cuyo currículum es de sobra
conocido y, por tanto, poco más que recordar alguno de sus aspectos biográficos. Puesto que en Valencia es quizá una excepción aquello de que nadie es
profeta en su tierra, el profesor Gimeno Sendra es, además de magistrado del
Tribunal Constitucional, realizó sus estudios en la Universidad de Valencia,
fue profesor en la Universidad de Valencia, posteriormente en Alicante y en
estos momentos, aunque en situación de servicios especiales por su situación
en el Tribunal Constitucional, es catedrático de la Universidad Autónoma de
Madrid.
Es autor de una enorme cantidad de trabajos, más de veinte trabajos monográficos relacionados fundamentalmente con su materia, que es el Derecho
M
171
procesal. Ha participado en una gran cantidad, como es normal, de congresos
internacionales y pertenece también a diversas revistas especializadas. Me va a
servir quizá la menos de todas ellas a las que pertenece relacionada con su materia, pero quizá la última en la que ha aceptado participar en su Consejo de
Redacción; es la del Anuario de Derecho Parlamentario que editan las Cortes
Valencianas, Corts, del cual forma parte. Por tanto, es una persona que ocupa
un cargo de responsabilidad en el mundo de la administración de Justicia,
mejor dicho de la justicia en España, la justicia jurisdiccional constitucional
concretamente, y que sin duda por su especialidad como catedrático es un
magnífico pórtico a este ciclo de conferencias.
Ciclo que aprovecho para recordar que tendrá en esta primera fase su continuación el próximo lunes, día 26 de febrero, con la presencia de don Carlos
Jiménez Villarejo para tratar el tema de la justicia penal en España. Ocupa en
estos momentos, como suelen decir los medios de comunicación, es el Fiscal
de los temas de corrupción, aunque la denominación formal es mucho más
larga. Posiblemente en el mes de mayo acabaría este ciclo con alguna otra conferencia más y finalmente con una mesa redonda que presidiría el Presidente
del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana para tratar de la
situación de la justicia en la Comunidad Valenciana específicamente. Por
tanto, se trata de un ciclo de cuatro o cinco actos que se desarrollará, tal como
se había planificado en la Real Sociedad Económica, a lo largo de todo este
período que va desde ahora hasta el verano.
Por tanto, simplemente dar las gracias por haber aceptado iniciar este ciclo
al profesor y magistrado Gimeno Sendra, agradecerle su presencia esta tarde
entre nosotros y esperar que pueda, sin duda, su disertación servir de punto de
arranque en un tema como el que ha escogido él, como es el de la reforma de
la justicia en España.
172
LA REFORMA DE LA JUSTICIA EN ESPAÑA
José Vicente Gimeno Sendra
Magistrado del Tribunal Constitucional
UCHAS gracias. Buenas noches a todos y permítanme que manifieste mi
reconocimiento a esta prestigiosa entidad, a su director y mi querido
amigo Genovés por la presentación que me ha hecho, y a Luis Aguiló por la
amabilidad que ha tenido a la hora de traerme aquí a mi tierra, a esta queridísima ciudad en la que dejé una parte importante de mi vida hace muchos años,
como él ha dicho muy bien, cursando los estudios y luego formándome
–aunque esto nunca acabamos de formarnos– como profesor no numerario y
luego como titular en la Facultad de Derecho de esta querida Universidad de
Valencia.
El tema de mi exposición versa sobre la reforma de la justicia en España.
Yo creo que preguntarse si es necesario una reforma de la justicia española es
una pregunta un tanto innecesaria. Si se la formulara a cualquier ciudadano de
la calle diría que desde luego, naturalmente, porque como revelan las encuestas los ciudadanos piensan que tienen una justicia lenta, una justicia distanciada de ellos y en ocasiones ineficaz, muy onerosa, etc. La justicia española no
tiene una valoración totalmente adecuada a lo que debiera ser. Y esto es así no
porque los jueces queramos que sea así, no porque el Estado no haya invertido
en la justicia. En la historia de la justicia española creo que también hay dos
etapas: una, anterior a la Constitución del 78, y otra la que vivimos. La anterior
que teníamos, que era una… se podía hablar de una justicia tercermundista,
con unos edificios que en algunos sitios se caían, con una escasez notable de
jueces y de medios. Después de la Constitución del 78 se ha duplicado el
número de jueces, se han levantado nuevos edificios judiciales –perdón, se ha
triplicado más bien el de jueces– y se ha duplicado el de miembros del ministerio público; y aunque desde luego hay carencias todavía manifiestas –no en
todas las acciones judiciales ha llegado la informática–, yo creo que el problema de los males de la justicia española no reside exclusivamente en falta de
dotaciones presupuestarias.
El Estado podría invertir más y lo deseable es que así lo haga, pero no se
notarían unas sustanciales ventajas en el funcionamiento de la justicia. No se
M
173
notarían porque lo que falla ahora es el proceso. Los jueces tienen un instrumento para aplicar el derecho a los casos concretos, para solucionar los conflictos. Si ese instrumento responde a necesidades ancladas en el tiempo o responde a otras sociedades, no cumple las exigencias de un Estado Social de
Derecho, en realidad el mejor derecho material fracasará si no tiene un buen
proceso para su aplicación. Si el derecho material es muy bueno pero llega
tarde, o no hay un buen sistema de medidas cautelares para garantizar la eficacia
de
la sentencia, el derecho material, por muy bueno que sea, estará abocado al
fracaso.
Y esto es lo que ocurre en nuestro país. Tenemos un buen ordenamiento
material, tenemos unos jueces muy bien formados; a nivel de derecho comparado, puede ser hasta satisfactorio el funcionamiento de la justicia, como lo
revelan algunos indicadores, uno de ellos el del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. España es uno de los países con menos condenas por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, escasamente nos encontramos con seis
ocasiones. Hay países que tienen centenas de sentencias, como el caso de
Inglaterra, y otras muchas decenas, como el caso de Italia, Alemania, Francia,
Portugal. La salud democrática del Estado español es bastante buena, pero
como digo el problema reside en que pese a la buena voluntad de los jueces, de
los fiscales y abogados, en ocasiones la justicia no está a la altura de las exigencias trazadas por la Constitución, no está a la altura de las exigencias de celeridad y de eficacia que el artículo 24 de la Constitución Española declara. Y ello
es así porque las leyes procesales se han envejecido. La mejor prueba de lo que
digo es el funcionamiento por jurisdicciones de la justicia española.
En el caso, por ejemplo, de la justicia laboral hay que distinguir un antes y
un después de la Ley de Procedimiento Laboral de 1990. La jurisdicción laboral, con anterioridad a esta fecha, al año 1990, era la más emprendedora, junto
con la penal, en la lesión de derechos fundamentales. Después de los tribunales penales eran los tribunales de lo laboral los que más lesiones provocaban del artículo 24 de la Constitución. Pues bien, hoy esta situación es radicalmente contraria. En el año pasado los ciudadanos acudieron… de un total de
4.000 recursos de amparo que se interpusieron en el año 1995 tan sólo en 600
ocasiones denunciaron infracciones en el ámbito de la jurisdicción social frente
a las 1.000 infracciones en el ámbito contencioso-administrativo, las 1.060 en el
civil, las 1.600 en el ámbito penal. La jurisdicción social es hoy un modelo en
nuestro país en lo que a cumplimiento de los fines trazados por la Constitución
se refiere. Y ello es así porque se hizo una buena reforma procesal en el año
1990. Junto a la existencia de un proceso ya más moderno que el proceso civil,
como lo es el proceso laboral por ser un proceso fundamentalmente oral, se incorporó la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, jurisprudencia antiformalista en el acceso de las partes tanto a la primera instancia como a la segunda y a la casación; se reordenaron los medios de impugnación; se abolió el Tribunal Central de Trabajo y se permitió que el Tribunal Supremo cumpliera
174
con esa importantísima misión de garantizar el principio de igualdad en la aplicación de la ley material a través de la creación legal con la potenciación del recurso para la unificación de la doctrina legal; se creó un marco de mayor afianzamiento de la justicia social mediante la instauración de nuevas obligaciones
procesales en el ámbito del proceso del trabajo, sección de documentos, de trabajo. En definitiva el proceso laboral, hoy en día, es el modelo de reforma de
los demás órdenes jurisdiccionales.
En los demás órganos jurisdiccionales, sin embargo, no ha ocurrido otro
tanto. Yo creo que el que peor funciona en el momento actual es el contencioso-administrativo. En un número de reclamaciones ante el Tribunal
Constitucional, que es una buena atalaya para administrar las deficiencias de la
justicia española, la jurisdicción de lo contencioso-administrativo tiene un
número de denuncias similar al de la justicia civil, con la particularidad de que
naturalmente los conflictos son mucho menores en el ámbito contencioso-administrativo que en el ámbito de la justicia civil.
La ley en principio no es mala, la ley de la jurisdicción contencioso-administrativa, pensada para otra sociedad, no para una sociedad donde se ha incrementado el número de reclamaciones administrativas como consecuencia,
entre otras cosas, de una expansión sin precedentes del derecho administrativo
sancionador. En España ha habido un cierto maniqueísmo: los tribunales son
ineficaces, lentos; la administración es eficaz, rápida, democrática porque el
poder ejecutivo se refrenda a través de las elecciones. Se ha creado ahí una
cierta dialéctica que ha llevado a que se haya pensado que la solución para agilizar la justicia sea la de la descongestión por la vía de hacer despenalizaciones,
la última el año de 1989, e incrementar el ámbito de la potestad sancionadora
de la Administración, hasta el punto de vulnerar claramente el principio de
proporcionalidad sancionadora, como en el caso de la Ley de los Espacios Protegidos, Espacios Naturales o de la Fauna, en donde se castiga mucho más severamente un ilícito administrativo que un delito ecológico. Un gobernador civil
puede sancionar más duramente una infracción de tráfico que un juez de instrucción aplicando la correspondiente sanción, lo que lleva a que en ocasiones
los particulares se autoincriminen. Esto lo hemos visto en el ámbito de la aplicación del delito ecológico contaminante el ser involucrado en un procedimiento penal, porque si sale del ámbito del procedimiento penal, va a recibir
una multa mucho más cuantiosa por parte de la autoridad administrativa, lo
que es realmente esquizofrénico. Hay que reordenar el ámbito del derecho administrativo sancionador y del derecho penal y volver al derecho penal administrativo.
Decía esto porque naturalmente esta potestad desorbitante de la Administración del ámbito sancionador hace proliferar el número de reclamaciones administrativas. Lo mismo la aparición de un Estado con un presupuesto más
que billonario, es decir, con una recaudación mucho mayor que el año 1958,
ocasiona también un incremento de recaudaciones tributarias respecto a los
cuales hay que reconocer que el ciudadano está en una situación de indefen175
sión, de indefensión porque la justicia administrativa le va a ser más onerosa
que el solo pago de los honorarios del abogado o las acciones del procurador,
puede ser más oneroso que la reclamación principal.
Por tanto, hay que hacer una profunda reforma de la reforma procesal administrativa, hay que instaurar los juzgados de lo contencioso-administrativo,
que, anunciados por el legislador nada menos que el año 1985, todavía están
pendientes de instauración. Es necesario producir una descentralización de la
competencia administrativa, porque nos estamos moviendo en un diseño de la
competencia propio de un estado autocrático, no de un estado democrático y
además autonómico. Criterios como lo que yo he denominado jerarquía a mí
me da igual que el acto administrativo lo dé el ministro o el gobernador civil, si
el acto administrativo es un acto singular y produce sus efectos en la Comunidad Valenciana, tienen que ser los tribunales de lo contencioso de la Comunidad Valenciana los que entiendan en este contencioso-administrativo y no la
Audiencia Nacional. Pero lo que no tiene sentido es que el particular tenga
que ir de la periferia al centro en función de la jerarquía, de la autoridad que
ha dictado el auto administrativo. Hay por tanto que descentralizar nuevos criterios de competencia; la Sala de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales de Justicia de Madrid no pueden de recursos que se le están interponiendo por esta causa; y desde luego lo que no puede funcionar ya es la Sala
de lo Contencioso del Tribunal Supremo, con más de 24.000 recursos contencioso-administrativos pendientes de resolución. Sin que el legislador adopte
una eficaz política de aceleración de la justicia administrativa estará secundando la política facilona y a la larga mucho más problemática de incrementar los
procesos de única instancia. Hoy hay zonas como el derecho funcionarial en
donde la inseguridad, la vulneración del principio de igualdad es notable, no
sólo en las distintas salas de lo contencioso de justicia se interpreta, por poner
un ejemplo, de una manera distinta la excedencia, con lo cual la inseguridad es
total por parte del funcionario que se ve obligado a acudir ante el Tribunal
Constitucional para que nosotros cumplamos una función que no estamos llamados a desarrollar, es decir, nosotros no debemos crear doctrina legal sobre
la interpretación de la legalidad ordinaria, ésta es una misión que tiene que
cumplir el Tribunal Supremo, no permitiendo que todos los asuntos lleguen
pero sí al menos algunos asuntos que en esa cuantía puedan llegar ante él para
que pueda generar la necesaria doctrinal legal.
Y ya dentro del ámbito del proceso administrativo también sería conveniente hacer un proceso más próximo al modelo civil que al modelo francés,
porque nosotros lo que hemos hecho es una copia del recurso contencioso-administrativo de un país en donde el ejecutivo es el rey. El recurso contenciosoadministrativo francés no es el único modelo que existe en Europa ni el que
más se adecua a un sistema democrático, es decir, la época anterior el régimen
autocrático normal que se copiara el recurso administrativo francés que
nosotros debiéramos ir porque la Constitución así lo impone porque el 117/3
confiere la potestad jurisdiccional exclusivamente a jueces y magistrados. De176
beríamos ir a un modelo anglosajón o de corte alemán, donde el objeto del
proceso contencioso-administrativo no fuera exclusivamente el acto sino también los derechos subjetivos de los administrados. Habría que permitir abolir
el sistema de pretensiones de anulación de plena jurisdicción, etc., y permitir
que en relación con un acto, con una disposición de carácter general, los particulares puedan ejercitar todo tipo de pretensión declarativa, constitutiva o de
condena; reformar el sistema de medidas cautelares, que en el momento actual
son práctica-mente inviables porque determinado perjuicio reparable depende
en definitiva de la buena o mala voluntad de la sala en un momento determinado estándar de muy difícil aplicación. Y hay que crear un proceso de partes,
donde tanto la Administración como el administrado tengan las mismas posibilidades y cargas de alegación, de prueba y de impugnación; hay que perder
de vista que el procedimiento administrativo es una instancia y el contencioso
su revisión.
Los tribunales no son revisores de una instancia, la única instancia que hay
es la que abre el recurso contencioso-administrativo. Quizá habría que hacer la
política inversa a la que se ha hecho hasta la fecha. Estamos viviendo una
época en la que se incrementan las garantías en el ámbito del procedimiento
administrativo y no se avanza en la fase procesal. ¿Pero es que acaso esto es lo
que exige la Constitución? Hay garantías como el principio de audiencia del
interesado que, naturalmente, desde siempre han estado presentes en el ámbito
pero no el complejo cuadro de pruebas, de informes, dictámenes de órganos
del Estado, etc. La sociedad lo que pide a la Administración es que sea rápida
en la toma de decisión, respetando las garantías naturales del interesado, que
no quiere que el procedimiento administrativo sea un calvario o que se añadan
garantías como la del juez imparcial, que en contra del criterio del Tribunal
Constitucional la Ley de procedimiento de sentido común ha incorporado en
el ámbito sancionador. Hay que distinguir el proceso sancionador naturalmente, ahí las principales garantías del 24 tienen que estar presentes, pero sólo
las que los tribunales Constitucional o Europeo de Derechos Humanos ha
reclamado, no más; no los debe pasar el legislador por la izquierda bajo riesgo
de hacer un procedimiento excesivamente complicado e ineficaz en la práctica.
Por contra, cuando el particular impugna un acto administrativo y acude ante
el tribunal de lo contencioso tiene derecho a un proceso con todas las garantías, y allí es donde sí deben incrementarse las garantías, debe revisarse esa
concepción probatoria de la administración pública, donde la sala de lo contencioso considera prueba documental todo lo que es el expediente administrativo, todos los documentos que han sido intervenidos por funcionarios. No,
no; habrá que distinguir aquellos documentos que por la imparcialidad de la
autoridad administrativa interviene pueden gozar de una eficacia probatoria,
una prueba fehaciente, caso de los documentos intervenidos por secretarios,
por Juntas Electorales, etc., pero no todo documento expedido por cualquier
funcionario tiene el valor de documento público.
Y hay que ir a un proceso también oral, a un proceso en donde las partes
177
puedan alegar directamente ante los jueces de lo contencioso y desde luego revisar el principio de la inembargabilidad de los bienes de dominio público, ir a
un proceso de ejecución de la ordenanza administrativa alemana, distinguir bienes de dominio público, afectos a servicios públicos o la satisfacción de
necesidades de interés general que, por supuesto, no pueden ser embargados,
de aquellos bienes que por no ser sometidos a esos servicios públicos pueden y
deben ser embargados. Si se permitiera el embargo de esta segunda clase de bienes no se acudiría a las corruptelas que hoy conocemos desgraciadamente en
la inercia administrativa en la fase de ejecución, porque para el administrador
no basta con ganar un contencioso-administrativo instancias y estar muchos
años hay ocasiones se encuentra la malicia de algún funcionario de turno que
decide ejecutar los fallos promulgados válidamente, dictados por los tribunales. Es decir, hay un cuadro de medidas que nos suministra el Derecho
comparado y que si bien pueden dar cierto temor, sobre todo a algunos funcionarios, pues yo creo que a la larga sería mucho más sano para todo el sistema social que se adoptaran en nuestro país.
En el ámbito de la justicia civil tampoco el panorama es más alentador,
pero no porque la Ley de Enjuiciamiento Civil no es que sea sólo una ley decimonónica sino es que además no utilizó los códigos procesales de la época, no
se inspiró por ejemplo en el Código procesal civil francés de 1808 o en la Ordenanza de Hannover, que incorporaron el modelo de justicia civil liberal, sino
al contrario, se utilizaron materiales de la Nueva y de la Novísima Recopilación, de tal suerte que la justicia civil española, si se hace excepción de la reforma parcial del año 1984, que fue una gran reforma, una muy buena reforma, se puede afirmar, aunque parezca exagerado, que se encuentra a mitad de
camino entre la justicia feudal y la liberal. ¿Por qué? Pues porque todavía consagra como proceso tipo de mayor cuantía que es el solemnis ordo iudiciale,
que no es ni más ni menos que la legis contestacio del Derecho Romano tal y
como se conocía en la Edad Media permanece en nuestra Ley de Enjuiciamiento Civil. Una justicia civil, pues, escrita con excesivas alegaciones en los
casos de mayor cuantía, presidida por el principio por tanto de mediación que
permite que el juez delegue en los auxiliares del juzgado fases importantes del
proceso como la fase reprobatoria, una justicia civil onerosa, lenta e ineficaz.
España junto con Italia son los dos únicos países en la Unión Europea que
todavía no han secundado el modelo de la justicia civil social. Nosotros en nuestro caso es que no hemos llegado siquiera a la liberal, porque el Código procesal civil de Napoleón, por ejemplo, era un proceso declarativo absolutamente
oral. Hasta la prueba documental en Francia para ser tomada en consideración
por el juez debía ser leída bajo su presencia. De manera que nosotros no secundamos aquí ni a los liberales, sino el ordenamiento feudal. En Europa se ha
bajado hacia el llamado modelo de justicia civil social que inauguró Raims
Clair, el ilustre ministro de Justicia austríaco, en su reforma a la CPO austríaca
de 1890. Ese modelo de justicia civil social no trata de arrumbar el modelo del
178
liberalismo, sino de realizar determinadas correcciones a la justicia civil liberal
para hacerla accesible a todos los justiciables y para conseguir sobre todo una
justicia civil rápida y eficaz. De manera que se mantiene el principio de escritura pero en la fase de alegaciones, no en la fase probatoria.
La prueba civil en toda Europa transcurre en una sola audiencia. La fase de
alegaciones es un fase instructora civil, dedicada a preparar la audiencia a
través de la incorporación del material de hecho y a través de juzgar al proceso
de los presupuestos procesales, lo que hace nuestra audiencia en menor cuantía a la comparecencia previa. Es una justicia en donde naturalmente las partes
tienen el principio dispositivo que es la garantía de la libertad de espera del
proceso, pero hay determinadas correcciones al principio de aportación, de
manera que el juez no está totalmente exonerado del descubrimiento de la verdad material en el ámbito del proceso civil social, el juez puede requerir la
aportación de documentos al proceso, estén en poder de las partes o de terceros; puede repreguntar a todos los intervinientes en la prueba en la audiencia, porque la función del juez es descubrir la relación jurídico-material y
dársela a quien efectivamente la tiene, no al que mejor se mueve dentro del
proceso a través de una conducta sinuosa o con enredos.
El proceso civil social se caracteriza también porque junto a las clásicas cargas procesales existen también obligaciones, como las que conocemos ya en el
ámbito del proceso de trabajo: obligaciones como la de veracidad, la de probidad, la de moverse en el proceso sin chicanas ni enredos, como dirían los alemanes, con la obligación de exhibir el patrimonio al requerimiento de la autoridad judicial, no como tenemos nosotros, que tiene que ser un policía el que
tiene que ir buscando los dineros por todos los registros públicos y privados.
Si ante el Estado hacemos la declaración de la renta y exhibimos el patrimonio,
¿por qué no vamos a hacer lo mismo ante la autoridad judicial cuando se interpone una pretensión de condena? Obligaciones polémicas como la que hubimos de soportar para un análisis sanguíneo para la investigación de la paternidad que se hace en este país por la Sentencia del Tribunal Constitucional de
la Sala Primera en esta materia. Este tipo de obligaciones están recogidas en
todos los ordenamientos procesales europeos menos en el nuestro, que
mantiene una justicia excesivamente de estado vigilante, de juez espectador, de
juez que no quiere descender a la arena de la contienda para no perder su imparcialidad, examina pasivamente la noble contienda que con igualdad de
armas le representa en todas partes. Es un modelo de justicia ya caduco en el
siglo XIX. En la actualidad, naturalmente que hay que respetar el dispositivo, la
igualdad, pero realizar el proceso y en un plazo razonable de tiempo.
Por último, cuatro pinceladas también de la justicia penal. En el ámbito de
la justicia penal también debiera avanzarse en consonancia con las grandes reformas que se han sucedido en Europa. En cualquier caso creo yo que lo que
no se puede hacer es un Código Penal prescindiendo de la reforma de una Ley
de Enjuiciamiento Criminal. Antes decía, y la frase no es mía, por cierto, es de
Prayn: El mejor derecho material de nada sirve si no tiene un buen proceso.
179
Algo de esto puede ocurrir también con la promulgación del nuevo Código
Penal. Ya saben ustedes, por ejemplo, que se ha cambiado totalmente el sistema de penas, aunque hay un precepto, el artículo 33, que parece que formalmente mantiene la estructura tripartita de delitos graves, menos graves y contravenciones. Lo cierto es que ese esquema se abandona; cada tipo tiene su
previsión de pena y no siempre coincide con las categorías de delitos con
penas graves, menos graves o leves. Continuamente vemos penas de dos años a
ocho, de seis a doce, etc., etc.
El Código Penal desde el punto de vista del derecho material –es una
opinión, naturalmente sometida a la mejor crítica de los derechos, sé un poco
de procesal, tampoco demasiado, pero de penal soy muy profano– yo creo que
es mucho mejor que el Código que tenemos, que es un buen Código que responde a una filosofía nueva, una filosofía de que el Derecho penal, incluso el
proceso penal, también es un proceso de selección. La actividad de la justicia
penal no debe consistir sencillamente en reprimir sin más sino que hay que distinguir la gravedad del hecho punible en función de la personalidad del delincuente: no es lo mismo un joven delincuente que comete un delito leve por vez
primera o que el joven o adulto delincuente reincidente, que es un profesional
del crimen, que no tiene posibilidad alguna de reinserción. Son situaciones
muy distintas que han de ser tratadas de una manera distinta porque el Código
Penal, como la justicia penal, no han de servir sólo para actuar disponible del
Estado. El proceso penal contemporáneo ya no es el proceso penal del liberalismo, que sirve exclusivamente para aclarar disponibles, sirve para aclarar
disponibles y para declarar el derecho de la libertad, pero además también
para obtener la pronta reparación de la víctima y para obtener en la medida de
lo posible la reinserción del imputado.
Y para asumir esas funciones no sólo es necesario cambiar el Código Penal
y establecer un cuadro de medidas alternativas a la pena de prisión, como muy
bien ha hecho el Código Penal vigente, bueno, que va a entrar en vigor dentro
de nada, sino también hay que modificar la Ley de Enjuiciamiento Criminal
porque si no se hace esto no sirve para nada. En el nuevo Código Penal cabe la
suspensión de la sentencia si se trata de un delito leve, si es un joven delincuente, si manifiesta su voluntad de reinserción, por ejemplo se somete a un
procedimiento de desintoxicación en el caso de un drogadicto; en ese caso el
juez puede suspender la pena privativa de la libertad y establecer algunas medidas de seguridad u obligaciones a cumplir por parte del condenado. ¿Pero
qué sucede? Sucede que estas medidas, con el Código Penal en la mano, puede
que lleguen muy tarde. ¿Por qué? Porque esos delitos leves, que son hasta de
tres años de pena, están asimilados a los delitos con pena de prisión menor en
la actual Ley de Enjuiciamiento Criminal, lo que quiere decir que muy probablemente ocasionarán la prisión provisional de ese imputado, y si el imputado
ingresa en el establecimiento penitenciario en prisión provisional ¿de qué sirve
que después se le apliquen las medidas alternativas a la pena de prisión si se le
habrán contagiado, si lo que hay que hacer es evitar que el joven delincuente
180
entre en una cárcel, que es una escuela de delincuencia? A lo que hay que ir en
paralelo o incluso antes hay que hacer la reforma procesal y luego la penal,
pero no la penal antes que la procesal penal. Hay que cambiar el sistema de
medidas cautelares porque nosotros tenemos una Ley de Enjuiciamiento Criminal excesivamente retribucionista: sólo se contempla la prisión provisional o la
libertad provisional; no hay otra medida. En Francia hay 18 medidas de control judicial que aseguran al imputado su comparecencia en juicio oral sin significar necesariamente el ingreso en un establecimiento penitenciario ya dirás
que para qué el nuevo Código Penal recoge como medidas de seguridad. A mí
me da igual, no me valen como medidas de seguridad, es que tienen que ser
medidas cautelares alternativas a la prisión cautelar para evitar precisamente el
ingreso en un establecimiento penitenciario.
Hay que ir pensando en establecimientos de un principio de oportunidad
para estas infracciones leves y para este tipo de delincuentes, que permitan los
niveles de reinserción y de retribución de prevención de la pena pero sin ni
siquiera abrir el juicio oral. ¿Cómo? Pues a través de una transacción entre el
ministerio público y defensa, una homologación o utilización por parte del juez
en donde se le establezcan al imputado esas medidas de seguridad u obligaciones que están en el código penal. Si usted repara inmediatamente a la víctima, le paga hasta el último duro de lo que le ha robado, si además se somete a
un tratamiento de desintoxicación etílica o de drogas, si además realiza tales
trabajos sociales a la comunidad, trabaja con las brigadas del Ayuntamiento,
etc., etc., durante cuatro o cinco meses yo, fiscal, no voy a pedir la apertura del
juicio oral, no se va usted a sentar en el banquillo de los acusados, no va a
haber por esta sola vez antecedentes penales. Ahora, si usted incumple el programa que le va a establecer el juez de instrucción naturalmente que vamos a ir
al juicio oral y yo voy a pedir el máximo rigor en la aplicación de la pena.
Hay que llegar a la conclusión de que el derecho penal no rehabilita; la
pena, sobre todo, es privativa de libertad, no sirve para la reinserción. Pero a
través del proceso penal sí se pueden lograr esos fines señalados en el artículo
25 de la Constitución. No es que yo tenga una deformación como procesalista,
o a lo mejor la tengo, lo veo desde dentro del cuerpo. Desde mi punto de vista
profesional, pero creo que lo que no se puede hacer es una reforma material y
seguir manteniendo un proceso que ya no se exhibe, que ya no se adecua a la
nueva filosofía que entraña un nuevo Código Penal que, desde luego, supone
un importantísimo avance en la historia del Derecho penal español, porque el
Código Penal que teníamos era un código desproporcionado que respondía a
valores propios de un estado autocrático y desde luego hay que felicitarnos de
que el Parlamento lo haya promulgado.
Yo con esto doy por concluida mi intervención y, naturalmente, quedo a su
disposición por si desean plantear alguna objección o pregunta.
181
182
LOS PROBLEMAS DE LA JUSTICIA PENAL
Carlos Jiménez Villarejo
Fiscal Jefe de la Fiscalía Especial para la Represión
de Delitos Económicos relacionados con la Corrupción
UCHAS gracias. Buenas tardes. En primer lugar mi especial agradecimiento a la Real Sociedad Económica de Amigos del País y a su director,
Francisco Oltra Climent, que me dirigió una carta el 10 de enero del 96 en la
que destacaba lo que había sido brevísimamente la historia de esta institución
en Valencia y manifestaba su deseo de que yo viniera a hablar aquí de estos
temas de la justicia penal; y yo, como vengo de una ciudad como es Málaga,
donde también, no sé si conserva su plena vigencia pero en mi juventud la Real
Sociedad Económica de Amigos del País también tenía todo un sentido de expresión de lo que eran entonces las fuerzas liberales, el pensamiento liberal de
aquella época me ha resultado especialmente atractivo porque era un foro al
que yo asistí en aquellas fechas como estudiante de Derecho, que era lo que
era esencialmente, a los foros, a los debates, a las discusiones que en aquellos
años 53 a 58 se producían en Málaga dentro de aquella situación tan difícil de
la historia de nuestro país.
Por consiguiente, me ha producido satisfacción volver ahora invitado por
esta Real Sociedad Económica de Amigos del País que es paralela, seguramente,
en el nacimiento en el tiempo en el siglo XIX y que al mismo tiempo tiene realizaciones en su haber tan importantes como la que él me recordaba aquí y que
yo creo que vale la pena leerlo porque es una manera de expresar un cierto
homenaje que yo personalmente hago a instituciones que han sido tan fundamentales en la historia de lo que ha sido la sociedad civil del país a lo largo de
todo un período histórico muy largo. Hablaba de la fundación de la Caja de
Ahorros, del Conservatorio Superior de Música, de la Sociedad Valenciana de
Arqueología, del Instituto Taquigráfico Valenciano o del Patronato de la Juventud Obrera, y se refería a un conjunto de iniciativas entre las que están
estos ciclos que organiza la Real Sociedad Económica a través de Luis Aguiló,
que tan cariñoso y tan afectuoso ha sido y que yo pienso que era innecesario,
puesto que no solamente yo, sino muchos de los que estamos aquí, somos pura
y simplemente servidores de la ley, servidores del derecho, y por consiguiente
M
187
no tiene más mérito que el mero y estricto cumplimiento del deber. Por consiguiente reitero mi agradecimiento a la Sociedad Económica de Amigos del País y
en particular a su director, Francisco Oltra; agradezco a todos vosotros la presencia aquí y particularmente al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de
Valencia y a su presidente que ambos están aquí y a los cuales agradezco de verdad que hayan estado, aparte de todos los compañeros y amigos que estáis aquí.
Yo, hablar de la justicia penal creo que es un tema en el que no sabes
dónde empezar y dónde terminar, pero como hay que centrar algunas cuestiones yo intentaré hacerlo a tenor del debate que se está produciendo y de las
iniciativas que se están produciendo en el ámbito legislativo, para centrar algunas cuestiones que yo creo que son fundamentales. Evidentemente, hablar de
la justicia penal es hablar de todo, es hablar y no acabar durante no solamente
una tarde de una conferencia sino durante jornadas enteras que sería prácticamente inagotable, porque se podría hablar de los problemas orgánicos, se podría hablar de los problemas procesales, se podría hablar de los problemas sustantivos, se podría hablar de todo y al mismo tiempo sería primero una petulancia que yo intentara resumir temas tan profundos y tan complejos aquí, y
por consiguiente voy a hacerlo a tenor de las últimas grandes reformas que se
están produciendo por alguna referencia más específica al Ministerio Fiscal en
la medida que es la institución no solamente a la que pertenezco, sino además
que está llamado a cumplir y debe cumplir en el futuro un papel dinamizador
de la reforma de la justicia penal en España.
Yo quiero recordar que cuando se publica la Ley 30 de abril del 92, la Ley
10/92, sobre las Medidas urgentes de reforma procesal, en la Exposición de
motivos hay unas cuantas referencias, aparte de la insatisfacción que pudiera
producir la reforma que entonces se produjo prácticamente, la de los juicios
rápidos a los que luego me referiré, pero hay como una constante en esa Exposición de motivos que es muy expresiva del estado de la cuestión, podríamos
llamar. Se dice como justificación de la introducción de los juicios rápidos, en
la que ya hace referencia a una especie de temor permanente que tiene el legislador en los últimos años a alterar los ámbitos funcionales de los jueces y fiscales, como si el Ministerio Fiscal no pudiera moverse del ámbito que tiene en
estos momentos establecido históricamente dentro de la instrucción penal,
pero con este temor que ya es constante y que espero que alguna vez se supere,
no voy a entrar en el tema de la instrucción del fiscal, me parece que no es el
momento y además exigiría también otro tiempo demasiado largo. Pero para
justificar esta introducción del juicio rápido, dice en un momento determinado
que: “Se trata de mecanismos de agilización cuya posible utilización deja en
manos del fiscal y del juez de forma que abra un margen al desarrollo de una
política de represión penal que pretenda reforzar la confianza en el derecho y
la justicia”. Y luego dice más adelante, a continuación: “Tiene sentido la puesta en práctica de tales mecanismos para que la inmediata impartición de la justicia produzca efectos positivos en la comunidad reforzando su confianza en la
justicia”.
188
Yo pienso que es uno de los grandes problemas con que tenemos que abordar cualquier análisis de los problemas de la justicia penal, que es no tanto la
confianza sino la desconfianza. En la Exposición de motivos el legislador, en
esa ley, que no es tampoco tan antigua, hace tres años y medio, recogía expresamente la necesidad de introducir medidas que levantaran la confianza del
ciudadano, la justicia consciente de que esa confianza no existía. Yo, honradamente, pienso que, en efecto, no existe confianza en la justicia, y como no existe vamos caminando de forma más o menos azarosa en la introducción de
reformas que tratan de recuperar la confianza o asentar la justicia en el marco
social en que ejercemos nuestra función de forma que permita ganar esa confianza.
Hablo unas palabras, unos minutos solo, sobre una de las piezas clave de
cualquier sistema de la justicia penal: el Ministerio Fiscal. El Ministerio Fiscal,
como sabemos todos, y sobre todo sabéis los que estáis aquí y sois miembros
del Ministerio Fiscal o miembros del Poder Judicial, me es indiferente, es una
institución que se define y se modela en el artículo 124 de la Constitución que
le otorga funciones esenciales en todo el sistema judicial en general, que tiene
como dos vectores esenciales: uno, la defensa de la legalidad y de los derechos
ciudadanos; otro, la defensa del interés público y social. Lógicamente, parece
que de ahí se deriva que el Ministerio Fiscal tiene una función esencial en la
defensa de la legalidad democrática puesto que, lógicamente, en un estado
democrático y de derecho no hay más legalidad que la democrática. Y por consiguiente, tendría que funcionar como eso que se ha llamado un patronus libertatis o un defensorus communitatis, según la perspectiva que se adopte.
Yo pienso que éste es un punto de partida de una reflexión la que obliga al
Ministerio Fiscal a jugar un papel determinante en los cambios que se vayan
produciendo en la justicia penal en los años venideros. Es decir, la existencia
de una institución como el Ministerio Fiscal que, a diferencia del poder judicial, tiene confiado de forma específica en el marco constitucional, que no es
poco, de defensa de los derechos y de la legalidad democrática y de defensa del
interés público. No hay otra institución que tenga esa función conferida de
forma tan expresa y tan concreta. Eso tendría que traducirse lógicamente en
una función del Ministerio Fiscal que expresara una conexión directa con la
sociedad, con los ciudadanos y con los ciudadanos en cuanto depositarios del
interés social y, por qué no, en ocasiones del propio interés público. Y al
mismo tiempo una actividad dinámica en la promoción de estos derechos, de
estos intereses públicos y sociales cuya defensa nos están confiados constitucionalmente.
Yo pienso por tanto que a partir de esos dos presupuestos constitucionales,
defensa de la legalidad y de los derechos, interés público y social, el Ministerio
Fiscal tiene un papel conferido de trascendencia esencial, que ha de proyectarse en diferentes ámbitos, como veremos luego. Por consiguiente, de ahí se
deriva que el fiscal, el Ministerio Fiscal, tiene una función de promoción y de
impulso de la justicia que está reconocida en diferentes momentos a lo largo de
189
todo el proceso penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal; que tiene una función implícita y explícita de defensa de los valores y bienes jurídicos protegidos
en el Código Penal a través de la sanción penal; que en ocasiones se pierde de
vista el sentido del bien jurídico que defendemos y protegemos cuando ejercemos nuestra función; que el sentido que tiene la protección del bien jurídico
está ligado estrechamente al tema de la protección de la víctima, de la que en
ocasiones desconocemos su auténtico protagonismo en el proceso penal, en la
medida además en que es el titular del bien jurídico lesionado a través del delito que se está persiguiendo, y por consiguiente tiene un marco de actuación
que, aunque aparezca dicho muchas veces y repetido, hay que volver a tratar
de él insistentemente porque creo que es una de las claves de cualquier reforma de la justicia penal en el futuro; que esta posición del Ministerio Fiscal le
da un papel determinante en dos perspectivas fundamentales: uno, la defensa
de los valores constitucionales y de los bienes jurídicos que se lesionan a través
del delito, de la conducta delictiva globalmente, y de otra parte, que la defensa
de la legalidad y de los derechos, que también se defienden mediante la persecución del delito necesita y exige una conexión directa con la sociedad civil y
con sus ciudadanos, con los titulares de los bienes jurídicos, valores y bienes
constitucionales.
Yo creo que hay pocas instituciones en el marco constitucional que tengan
este dualismo, que sean, al mismo tiempo que institución pública, institución
del Estado habría que decir, del estado constitucional, ser una institución que
no tiene sentido que pueda ejercer su función si no es en estrecha relación y
contacto con la sociedad cuyos intereses tiene que promover y defender y con
los ciudadanos cuyos derechos tiene que garantizar, porque le permite, incluso
más allá que el propio poder judicial, ejercer una función de mediación o de
puente entre la sociedad civil y el poder judicial a diferencia de lo que ocurría
precisamente en tiempos históricos cuando el Ministerio Fiscal, estoy hablando
del Estatuto del 26, era exactamente lo contrario: era una mediación, un instrumento entre el ejecutivo y los tribunales. Superada totalmente esa referencia, por más que hay alguien que parece que está siempre deseando insistir en
que eso sigue siendo posible todavía, como no es posible constitucionalmente,
ni es admisible constitucionalmente, no me refiero a ello porque son ganas de
convencer de lo que es, creo, una verdad como un templo en el marco constitucional.
Pues bien, yo creo que de la mano de una institución como el Ministerio
Fiscal, conectada entre la sociedad y conectada con la sociedad y los ciudadanos y los tribunales, se puede cumplir una función básica en cualquier
proceso de reforma de la justicia penal. Me refiero a algunos temas que luego
serán objeto de consideración porque me vais a permitir, perdón por el tuteo,
me van a permitir que me refiera, cómo no, a la Fiscalía que bajo mi dirección
y con la participación de un excelente equipo de fiscales intentamos poner en
marcha en Madrid, con la Fiscalía Anticorrupción me refiero, en la medida en
que expresa una de las líneas de actuación del Ministerio Fiscal con su proyec190
ción lógica en todo el Estado. Yo creo que uno de los retos más importantes
que tiene la justicia penal en este momento es el reto, y creo que es así, de la
actitud del Ministerio Fiscal ante los grandes delitos económicos y sociales, y
por añadidura habría que decir y de corrupción o relacionados con la corrupción, según una denominación poco acertada que yo creo que el legislador ha
encontrado para definir esta fiscalía, pero que es la que tenemos y no vamos a
entrar más en ello.
Yo pienso que una de las razones de la desconfianza de los ciudadanos en
la justicia es precisamente la situación un tanto desigual, generalmente poco
satisfactoria, de todo el sistema procesal penal y de la justicia en general sobre
la gran actividad económica delictiva que se produce a través de la actividad
esencialmente mercantil o de la actividad que tiene, que se caracteriza por ser
conductas realizadas por funcionarios en el ejercicio de los cargos, que podría
entenderse como corrupción, en los términos que ha analizado muy bien el
Fiscal General del Estado en la instrucción sobre la materia que muchos de
vosotros conocéis.
Yo pienso que esto explica que coincidan en el tiempo dos iniciativas importantes en esa perspectiva. Creo que va a incidir positivamente en la justicia
penal. De una parte, la conciencia a la que llega el legislador, hasta el punto de
que es el Congreso de Diputados el que impulsa, creo que fue por unanimidad, la creación de la Fiscalía Especial Anticorrupción, y al mismo tiempo el
proyecto o el reflejo que tiene la preocupación por esos temas el Código Penal
a tres meses ya escasos de entrada en vigor. Yo pienso que son dos iniciativas
que coinciden, coinciden históricamente, ambas tienen un origen evidentemente en los órganos de nuestra soberanía nacional y al mismo tiempo expresan
como una coincidencia en el tiempo que yo creo que es importante señalarla.
De una parte, se destaca la necesidad de que se inicie un proceso de especialización. Y ¿de qué especialización se habla?, porque alguien podría decir especialización… ya estaba la Audiencia Nacional con sus competencias en grandes
fraudes que afectaran a la economía nacional, etc., según describe perfectamente el artículo 65.1.ºc) de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Hay un problema: la competencia en esa materia de la Audiencia Nacional
tiene un ámbito muy determinado a asuntos de una especial significación y
trascendencia económica y, por consiguiente, es un ámbito importante pero
limitado puesto que, fuera de la competencia de la Audiencia Nacional, se producen, y se pueden producir, acontecimientos, conductas de naturaleza delictiva que no podrían ir a la Audiencia Nacional porque no correspondería a la
competencia definida en la Ley Orgánica del Poder Judicial, con lo cual
quedarían fuera de esa Audiencia Nacional numerosísimos procedimientos por
causas diversas que no entrarían en esa competencia y quedarían un poco fuera
de esa jurisdicción especializada que es la Audiencia Nacional en relación al
artículo 65.1.ºc).
Hay otro problema añadido: la Audiencia Nacional, como es un órgano jurisdiccional creado un poco por aluvión, tiene esa competencia, que no es
191
poca, pero tiene la competencia del grande narcotráfico y tiene la competencia
del terrorismo. De lo cual se deriva lógicamente que es un órgano jurisdiccional con jurisdicciones, con contenidos totalmente distintos y con dos que
inevitablemente han de marcar una prioridad en la actuación de la Audiencia
Nacional: primero por lo que significa el azote del terrorismo y de los terroristas sobre nuestro país y sobre nuestros ciudadanos, y exige una respuesta inmediata; además de inmediata exige una respuesta más inmediata todavía
porque razonablemente las personas inculpadas o acusadas de delitos de terrorismo están, como es natural, en prisión preventiva que es donde deben
estar. Naturalmente esto le exige una prioridad fundamental a la Audiencia
Nacional.
Hay otra prioridad básica también de la Audiencia Nacional que son los
grandes delitos del narcotráfico. Como hemos visto en grandes procesos, en
los llamados maxiprocesos –Operación Nécora, etc.–, donde además también los
inculpados o acusados por estos delitos están, o pueden estar, en prisión provisional, lo que obliga a una tramitación preferente y más acelerada de los procedimientos. Con lo cual la competencia de la Audiencia Nacional en los
grandes delitos económicos, inevitablemente, teniendo en cuenta que se trata
de seis órganos jurisdiccionales, seis juzgados centrales más las correspondientes secciones de la Nacional, quedan necesariamente convertidos en un elemento añadido a las competencias podríamos llamar prioritarias, y por razones
perfectamente justificadas, de la Audiencia Nacional, en donde la posibilidad
de conocer, tramitar y enjuiciar esas conductas presenta serias dificultades. Y
tan serias dificultades que, aunque sé que en algunos contextos quizá no comprendidos en el análisis global que yo he hecho en ocasiones, ha sentado mal el
que yo analizara, el que yo dijera y, como digo otra vez, porque creo que lo
digo con la suficiente razón y con la suficiente justificación y matiz como para
que se entienda, que realmente así las causas de la Audiencia Nacional referidas a defraudaciones de gran alcance no vemos que se celebre ni un solo juicio
oral, pero no alguno, ¡ninguno!
Entonces, creo que al cabo de los años es justo pensarse si las competencias
de la Audiencia Nacional están debidamente estructuradas, debidamente comprendidas. Si pasa por un mero aumento de la planta, pues es cuestión de que
en lugar de que haya seis juzgados haya doce y el problema a lo mejor podría
resolverse. Pero mientras el problema se afronte de la manera que se está
afrontando yo creo que la competencia de la Audiencia Nacional sobre los
grandes delitos económicos tiene el coste de que es una materia que entra de
alguna manera en relación con otras de orden prioritario, y justificadamente
prioritarias, que dificulta que esos procesos se tramiten y se concluyan en unos
tiempos razonables y de una forma eficaz. Y esto es así, nos pongamos como
nos pongamos. Si hay que cambiar la Ley de Planta, si hay que modificar la
Ley de Planta, hay que incrementarla, esto es un problema que verá quien
tenga que verlo: el legislador, el Consejo del Poder Judicial, el Ministro de Justicia y de Interior, quien lo tenga que ver, pero eso es un hecho objetivo. De
192
toda manera ¿qué ocurre?, que los grandes procesos económicos, pues al final
tienen que producirse en su tramitación sobre la base de esfuerzos, que casi
cabría calificar de heroicos, de algunos jueces de instrucción y de algunos magistrados de la Audiencia Nacional que, en efecto, están dando un ejemplo al
país entero, de esfuerzo, de dedicación, etc., y creo que no hace falta decir algunos nombres porque están en la mente de todos. No se trata de decir, ni a
los jueces ni a los fiscales se nos pueden pedir esfuerzos heroicos porque ni ése
es el sentido que tiene la aplicación del derecho y la justicia que nos han encomendado ni creo que se pueda soportar un sistema sobre la base del esfuerzo más o menos personalizado y esforzado de algún juez o algún fiscal en particular. El tema exige una solución institucional orgánica de mayor alcance que
en este momento no se ha producido, o al menos no se está produciendo.
Visto esto, ¿qué ocurre? Que cuando el legislador piensa en una especialización ante la gran plaga de la delincuencia económica, de la delincuencia
económica y de corrupción, hablo indistintamente, se piensa en el Ministerio
Fiscal, y se piensa en el Ministerio Fiscal, y yo creo que no en vano, porque,
aun cuando la Exposición de motivos de la Ley del 92 hablaba una vez más de
que no se alteren los ámbitos funcionales del fiscal y de los órganos jurisdiccionales, yo pienso que al final llegaremos, al final de un camino muy largo, llegaremos realmente a un proceso que descanse sobre la instrucción conferida al
Ministerio Fiscal. No sabemos cómo ni cuándo, pero yo pienso que es un proceso imparable. Pues bien, en ese proceso se van produciendo avances que son
como signo de aquello que viene, y una de estas cosas es la Fiscalía Anticorrupción. Entonces se podría decir: “Hombre, que lo haga la Fiscalía creada por la
Audiencia Nacional parece suficiente”. Pues no. Yo creo que es absolutamente
positivo que el Ministerio Fiscal inicie un proceso de especialización en la persecución de estos delitos precisamente por lo que decía antes: porque tiene
una capacidad de iniciativa, una capacidad determinante en el proceso, una capacidad que si no es instructora sí que es determinante de la instrucción en
muchos casos. Mediante el ejercicio de las facultades de investigación previas
al proceso y mediante la acumulación que pueda hacer y que en ocasiones no
se hace pero se podrían hacer, mientras la acumulación de datos o documentos
o elementos que contribuyan al conocimiento de los hechos en el curso de la
instrucción que permitiría un instrumento óptimo para la investigación de
estos grandes hechos económicos.
Yo creo que cuando el legislador confía al Ministerio Fiscal esta especialización tiene dos grandes ventajas: una, que no se agota la especialización del
Ministerio Fiscal en la Audiencia Nacional, como ocurre, por ejemplo, con la
Fiscalía Antidroga que sí que es un órgano esencialmente destinado a su actuación ante la Audiencia Nacional. No ocurre así con la Fiscalía Anticorrupción. La Fiscalía Anticorrupción no tiene un órgano jurisdiccional determinado ante el que actuar sino que tiene precisamente, y esto es la novedad, una legitimidad –esta sería la expresión correcta– ante todos los órganos jurisdiccionales de todo el Estado, incluido un juez del Juzgado de Instrucción de Al193
cira, por decir uno de esta Comunidad, hasta el Tribunal Supremo, lo cual le
permite: primero, una función de proyección de la actuación del fiscal ante
cualquier órgano jurisdiccional, y al mismo tiempo una actuación coordinada y
eficaz en la investigación de las conductas económicas tan complejas a las que
nos estamos refiriendo. Yo creo que es un avance cualitativo en la posición del
legislador en general, y del sistema procesal en general, ante este tipo de delincuencia porque ya cada vez habrá menos, todavía puede haberlas y las habrá
durante mucho tiempo, pero cada vez habrá menos motivos para algo a lo que
en ocasiones todos somos un poco aficionados pero que está motivado por la
historia reciente, que habrá cada vez menos motivos para la lamentación ante
las dificultades objetivas que crecen con la investigación de estos hechos delictivos. ¿Por qué? Porque ya no es la Fiscalía en particular, por muy importante
que sea, o Barcelona, o Valencia o Madrid, es igual, no digamos ya las fiscalías
más pequeñas, Tarragona, Huesca, Huelva, etc. Habrá cada vez más capacidad
para una dirección unificada y con auténtico apoyo pericial y policial para la
práctica de cuantas diligencias, cuantas comprobaciones, cuantas actuaciones
sean procedentes en el esclarecimiento, que no es fácil, de estos hechos delictivos.
Yo pienso que significa un cambio, como un giro en el tiempo de lo que es
hasta ahora la concepción de la posición del Ministerio Fiscal ante este tipo de
delitos. En el tema de la droga se había iniciado un camino; yo creo que en la
Fiscalía Anticorrupción ese cambio se produce de una forma mucho más
copernicana porque, como digo, es una fiscalía con jurisdicción en toda España, con un despliegue efectivo en todas las fiscalías a partir del presupuesto
básico y esencial, lógicamente, de que todos los fiscales, en tanto que fiscales,
estamos comprometidos, cómo no, en la lucha contra la corrupción o contra la
delincuencia económica. Pero a partir de ese presupuesto, que es un hecho objetivo, hay también un hecho objetivo: el Ministerio Fiscal hasta ahora tenía, y
ha tenido, y hay pruebas para demostrarlo sobradamente, serias dificultades
para el afrontamiento de esta responsabilidad institucional que era la lucha en
ese ámbito del delito.
Creo que la Fiscalía Anticorrupción es un principio de respuesta, creo que
es una semilla que ha de fructificar y ha de dar sus frutos cuando el tiempo lo
permita y con las circunstancias más favorables, etc., pero permite entender
que ha habido un giro, una modificación de las condiciones de la actuación del
fiscal ante ese tipo de delincuencia. Yo pienso que doy dos trazos únicamente
elementales: 1) el Ministerio Fiscal va a tener, y no solamente la Fiscalía con
sede en Madrid, según dice la ley, sino todos los fiscales que resulten designados por el Fiscal General como fiscales delegados de la Fiscalía Anticorrupción allí donde por el –como dice la instrucción acertada del Fiscal General–
donde por el volumen de la actividad económica o administrativa de la sede de
la Fiscalía de la Comunidad en que se desarrolla la actividad del Ministerio
Fiscal o de los asuntos en trámite resulte finalmente nombrado un delegado,
porque ese delegado va a ser prácticamente como una expresión, en el ámbito
194
territorial donde ejerce su competencia y en estrecha relación con el fiscal jefe
correspondiente, como es natural, va a ser como una proyección, como un despliegue descentralizado y territorial en el conjunto de España de lo que es una
concepción nueva del Ministerio Fiscal en el afrontamiento de la delincuencia
económica. Yo creo que esto es algo que quería destacar porque, cuando
hablamos de la justicia penal, tenemos el riesgo de empezar a hablar de
grandes teorías sobre cómo modificar el proceso. Yo creo que todo cambio
que afecta al Ministerio Fiscal está afectando al proceso, precisamente por el
papel que en el proceso cumple el Ministerio Fiscal, y digo que cumple, no que
cumplirá, porque eso ya lo veremos cuando llegue, que cumple en el momento
actual; y yo pienso que en estos, como en otros hechos delictivos, la posición
del Ministerio Fiscal todavía está por dar sus auténticas posibilidades y sus
auténticos resultados.
Dicho esto yo quería señalar que la presencia del Ministerio Fiscal en ese
ámbito de esos hechos delictivos permite también colocar en su verdadero sitio
lo que son las responsabilidades de la institución del Ministerio Fiscal, como
digo, a los grandes delitos económicos y de corrupción. ¿Por qué? Porque es
necesario y es bueno para el sistema democrático, y desde luego para el sistema
procesal, que las instituciones de la justicia salgan un poco todas: el Ministerio
Fiscal, la Audiencia Nacional, los órganos jurisdiccionales distribuidos por
todo el territorio del Estado, salgan de ese abocamiento en el que se encuentran de estar dedicados, me refiero a la justicia penal, solamente a delitos que
pudiéramos llamar convencionales, en donde, por mucho que reconozcamos la
importancia que tiene, y la tiene sobre todo cuando se lesionan bienes jurídicos
tan importantes como la vida o la libertad sexual o la libertad en general, etc.,
representa una respuesta que podríamos llamar normal de la justicia ante esos
hechos delictivos.
Es decir, naturalmente que la justicia tiene que responder ante los delitos
contra la vida, o delitos de lesiones, o delitos contra la libertad, o delitos contra
la propiedad, naturalmente que sí, ¡cómo no!, es un bien jurídico y muy grave
y muy importante como la vida que se lesione, y hay que responder. Pero yo
pienso que necesita el estado de la justicia en general el que vaya asumiendo
responsabilidad allí donde, en primer lugar, hasta ahora han sido poco asumidas en general, sobre todo ya veremos como el Código Penal en ese tema ha
cambiado radicalmente y al mismo tiempo donde cada institución da en cierta
manera la medida de sus posibilidades como institución. ¿Por qué? Porque si
uno mira las Memorias del Fiscal General del Estado de los años pasados, uno,
la verdad, piensa: “Memoria del 94”, correspondiente a lo que podríamos llamar año 93: del total de la criminalidad nacional por delitos contra la
propiedad, los delitos que ahora van a llamarse patrimoniales, el 67,6 %.
“Memoria del 95”, pues igual: frente al 67,6 %, en el año 94 han supuesto el
65,7 % del total de la criminalidad.
Pero no es esto; es que si uno contempla el resultado de los procesos penales uno advierte con auténtica preocupación que somos una maquinaria en
195
general considerablemente ineficaz, incluso en la persecución de estos delitos
convencionales. Ya no hablo de las cifras negras puesto que, como son negras
u oscuras, como dice el Fiscal General del Estado, son desconocidas. Pero
cuando el Fiscal General del Estado en la Memoria del 95 se refiere a ellas,
analizando la estadística criminal, dice que una de las razones de las cifras negras es la falta de fe en la justicia. Y dice bien, porque son hechos que pese a
haberse cometido, tener sus víctimas, tener sus perjudicados, no llegan a los
juzgados y tribunales porque las víctimas, los ciudadanos víctimas o perjudicados, prefieren continuar en su casa o continuar en su vida cotidiana sin
trasladar ese hecho a los tribunales porque, sencillamente, no confían en la
solución que se les va a otorgar. Pero sobre todo cuando se analizan las estadísticas, los resultados del proceso en la Memoria del 95 uno advierte con asombro, y es que de las diligencias previas incoadas en todo el Estado se
archivaron por no ser los hechos constitutivos de delito el 20,6 % de un total
de 532.177 diligencias; fueron declarados faltas 215.715, que representan el
8,21 %; se archivaron por no ser conocido el autor 1.501.782, es decir 58,2 %
del total de las diligencias concluidas. Y de toda esa suma de procedimientos
fueron 176.678 procedimientos que dieron lugar a un abreviado ante el juez de
lo penal u 11.435 a un abreviado ante la Audiencia, más 3.545 sumarios, lo que
representa que, aproximadamente algo más del 7 % de las diligencias previas
incoadas en el año 94, últimos datos de la Memoria del Fiscal General, han
dado lugar a un procedimiento en el que posiblemente, no seguramente, posiblemente se haya producido acusación, haya habido juicio, haya habido sentencia en un sentido o en otro el 7 % del total de diligencias incoadas, destacando que un 58 % se han tenido que archivar porque no se conoce el autor,
lo cual revela al mismo tiempo una cifra escandalosa de ineficacia policial
porque realmente son procedimientos donde no hay autor. ¿Y qué sería de
nuestro sistema y de nuestro aparato judicial procesal penal si este 58 % se
convirtiera en un 30 %? Realmente la máquina judicial no estaría en condiciones de absorber el crecimiento prácticamente avasallador de procedimientos penales que habría que llevar a juicio oral.
Estamos, por tanto, ante una justicia que está o concentrada esencialmente
en los delitos contra la propiedad, y naturalmente aquellos porcentajes más reducidos, y es razonable que sean más reducidos porque atentan a bienes más
fundamentales: la vida, la libertad sexual, etc., esencialmente los delitos patrimoniales o delitos contra la propiedad en su todavía versión del Código Penal
vigente, y de todo ello sólo un 7 % conseguimos que vayan a un procedimiento
abreviado o a un sumario con la perspectiva de un juicio y de una sentencia.
Francamente yo pienso que esto, cualquiera que sea el análisis que se haga,
desde cualquier perspectiva, tomando en cuenta cualquier vector en el análisis,
cualquier método de análisis, etc., expresa una situación de crisis, porque de lo
contrario no tendría explicación. De tal manera que, cuando hablamos del
afrontamiento de la gran delincuencia económica, hablamos de un marco de
delitos que no digo que no existieran ahora, hay en términos muy limitados,
196
hay algunas estafas, algunas apropiaciones indebidas, algunas quiebras
punibles, etc., pero estamos hablando de cifras muy reducidas en las que
afrontamos en condiciones realmente difíciles porque todos, jueces y fiscales,
están absorbidos, yo diría que están a veces sepultados, por un cúmulo de procedimientos, de delitos convencionales, de estos delitos contra la propiedad
cuando no, y esto hay que decirlo también porque es verdad, de los juicios de
faltas y de otras actuaciones procesales que realmente carecen de relevancia suficiente para que sean el eje central, no digo que no tengan que ser eje de la actuación del Ministerio Fiscal, sino que sean el eje central de una institución
como el Ministerio Fiscal y naturalmente también del Poder Judicial.
Hay una absoluta falta de previsión y una absoluta falta de coordinación de
lo que debe ser objeto de un aparato penal represivo, que debe concentrarse
de forma organizada y con otros medios y otras posibilidades no solamente en
estos delitos que acabo de enumerar aquí, que están en la Memoria –puede ser
consultada y la conocemos todos los que estamos aquí en la medida en que
seamos fiscales–, sino de otras actividades delictivas que hasta ahora no han
tenido especial atención. Y esto es necesario en la justicia penal y digo que,
paralelamente a la aparición de la Fiscalía Anticorrupción, que no es una cosa
exótica, no es nada anormal, no resulta esotérico lo de la Fiscalía Anticorrupción como alguno ha podido pensar, hasta el punto de que yo pienso que incluso España, como casi siempre, a esto llega ya un poco tarde; pero bueno,
llega y ya está y lo vamos a intentar encauzar. Porque desde las instituciones
europeas, y desde el Consejo de Europa en particular, se está pidiendo hace ya
bastante tiempo la necesaria especialización de los órganos judiciales en estas
materias, judiciales y fiscales, pero hace bastante tiempo, no es cuestión de
un año o dos, el Consejo de Europa en la famosa recomendación “La criminalidad de Safer”, que creo es del 81, ya dijo ampliamente cómo debía organizarse la lucha contra la corrupción y la delincuencia económica en Europa, en
los estados que están, naturalmente, incorporados al Consejo de Europa y con
el valor de recomendación que tienen los acuerdos del Consejo de Europa. Y
en épocas más recientes la ONU le ha dedicado congresos, en los Congresos
de Prevención del delito y tratamiento del delincuente, concretamente del año
90, y la Cámara de Comercio Internacional, que es un órgano no gubernamental fundamental en las instituciones europeas, le ha dedicado amplios documentos en la necesidad de articular una lucha contra la corrupción que ellos
llaman pública y privada, porque ellos no distinguen. Hay documentos amplios y numerosos en las instituciones europeas gubernamentales y no gubernamentales que concluye con una iniciativa esencial del Consejo de Europa que
es constituir lo que se llama un grupo multidisciplinario sobre la corrupción
que ha elaborado nada más y nada menos que un documento de cien folios
que llama “Programa de acción contra la corrupción” para todos los países
que se integran en el Consejo de Europa, donde, por cierto de forma sorprendente, se habla en septiembre del 95, que es la fecha de ese Programa, de la
necesidad de especializar órganos en esta materia por la dificultad de la prue197
ba, por las dificultades de que las personas que estén implicadas pertenezcan a
altas esferas de la Administración, etc. Es curioso que pese a ser septiembre del
95 no hay ni una sola referencia a España, no obstante que la ley había sido
publicada ya en abril de ese mismo año en nuestro país, lo cual quiere decir
que debe de haber ahí como una cierta desconexión entre el Consejo de Europa y su preocupación por la corrupción y la situación anormal.
Por tanto, estamos hablando no de algo esotérico, no de algo excéntrico,
sino de lo que es la concreción inmediata de una amplia preocupación que
domina Europa, donde el Consejo de Europa ha llegado a decir claramente,
como recoge el Fiscal General en la Instrucción 1/96 de este año, que la corrupción es una amenaza para la democracia. Lo ha dicho y lo ha repetido hasta
la saciedad y lo viene repitiendo. Y ha dicho y ha repetido hasta la saciedad:
“Y ojo con la contratación pública porque es el espacio donde cunde con
mayor importancia la corrupción”; y dice el Consejo de Europa: “Hay que
crear listas negras de empresas implicadas en actividades de corrupción en la
contratación pública”. Nosotros, no obstante, observamos que se reforma el
precepto de la Ley de Contratos del Estado y donde decía antes o creaba barreras para intervenir en la contratación pública de empresas cuyos directivos
hubieran sido acusados, o procesados, o condenados por sentencias firmes,
vemos que en la reciente reforma se suprime la referencia al procesamiento y la
acusación y sólo se exige que hayan sido condenados por sentencia firme.
Mientras tanto el Consejo de Europa habla de una amenaza para la democracia, habla de crear listas negras de empresas implicadas en la corrupción y
plantea una serie de exigencias fundamentales en la estrategia de la lucha administrativa, las barreras administrativas y de la represión penal frente a estas
conductas.
Y digo que hay una coincidencia en el tiempo de dos acontecimientos fundamentales: de una parte esta iniciativa legislativa que ya empieza a tener vida
y en la que todos somos corresponsables, cualquiera que sea la posición que
cada uno ocupe en la estructura del Ministerio Fiscal y del Poder Judicial, y al
mismo tiempo se presenta la entrada en vigor inmediata del Código Penal,
donde por primera vez se sitúan algunos grandes temas de los que estoy abordando, y digo se sitúan en una Exposición de motivos que hubiera sido de desear que hubiera sido un poco más explícita, la verdad. Pero dice que en segundo lugar se ha afrontado la antinomia entre el principio de intervención
mínima y la creciente necesidad de tutela en una sociedad cada vez más compleja, dando prudente acogida a nuevas formas de delincuencia. No dice más,
pero dice suficiente, en todo caso. Y se complementan la iniciativa que acabo
de exponer con la iniciativa de la creación del Código Penal, de la publicación
y la entrada en vigor inmediata del Código Penal, en la medida que se articulan
por primera vez en nuestra historia una serie de delitos que son llamados delitos contra el orden socioeconómico. Están regulados ampliamente, no voy a
entrar en su análisis porque no es el momento, pero sí es cierto una cosa: bajo
el concepto de orden socioeconómico se describen y se tipifican y sancionan una
198
serie de conductas que se refieren al mercado como espacio donde se producen estas conductas, al mercado, al intercambio de productos, al mercado
donde se produce la relación, las relaciones de comercio e intercambio de producción, y al mismo tiempo se tipifica algo que no tenía precedentes salvo nuestros anteproyectos de los años 80, 83, 94, etc., que era la tipificación de las
conductas delictivas producidas en el ámbito de la actividad mercantil y concretamente a través de las sociedades que se expresa en el correspondiente capítulo. Yo creo que representa una medida que es complementaria de lo que
acabo de analizar, es decir el proceso penal y, por consiguiente, la justicia
penal va a ser afectada y tendría que ser afectada por la creación de instituciones de especialización en la persecución de delitos socioeconómicos pero
también, cómo no, en la aplicación del nuevo Código Penal. Porque realmente
el problema planteado con la reforma del Código Penal en ese ámbito de los
delitos societarios y los delitos contra los consumidores o en general contra el
orden socioeconómico desborda con mucho, evidentemente, los límites de la
Audiencia Nacional y de la competencia de la Audiencia Nacional; y ahí estamos todos, todos, cualquier juzgado, cualquier fiscalía está comprometida en la
aplicación de esos nuevos tipos penales.
Yo quiero destacar la importancia que tiene el papel del Ministerio Fiscal
recuperando de alguna manera el hilo inicial de mi intervención cuando hablaba de un fiscal abierto a la sociedad civil como titular de los valores y bienes jurídicos protegidos en el Código Penal actual y ahora en el Código Penal futuro, en la medida en que ese Código Penal representa una nueva concepción
en la previsión de los tipos penales y en la sanción de esos tipos penales; me refiero a los delitos contra el orden socioeconómico. ¿Por qué? Porque si observamos los tipos penales, y seguro que todos ya los hemos estudiado, al menos
algo, en la medida en que nuestro trabajo cotidiano lo ha permitido, advertimos que son la mayoría de estos delitos, delitos de los llamados –y aquí hay penalistas ilustres, entre ellos el propio Enrique Beltrán que lo sabe perfectamente–, son aquellos delitos que atentan contra intereses llamados difusos, que
son creación de la doctrina italiana pero que luego ha sido muy desarrollado
en España, etc., en la que su caracterización básica desde el punto de vista no
solamente del bien jurídico, sino de la titularidad de los sujetos pasivos, es que
son colectivos indeterminados de ciudadanos que pueden ser víctimas de conductas delictivas que precisamente por la importancia que tienen se adelanta
muchas veces su represión penal al momento previo a la consumación y se tipifica lo que son conductas de peligro. Ahí están los delitos, por ejemplo, contra
los consumidores que son colectivos realmente indeterminados en sus límites,
porque consumidores somos todos, pero generalmente el consumidor se puede
referir a un determinado producto que es aquel que se le ofrece, el que se alega
que hay que comprar de unas determinadas características, o se habla de socios
de sociedades, que podemos estar hablando de grupos de 20 socios, podemos
hablar de miles de accionistas de una sociedad anónima o posiblemente de
menos socios en una sociedad cooperativa, etc. Estamos hablando de terceros
199
en general como sujetos pasivos de los delitos societarios, los terceros pueden
ser, y razonablemente lo serán, los acreedores perjudicados a consecuencia de
las maniobras fraudulentas de la sociedad mercantil, etc. Estamos hablando de
sujetos en que la condición de sujeto pasivo lleva consigo ser titular de un bien
jurídico de carácter difuso porque no es individualizable, no es concretable en
un sujeto pasivo determinado.
Yo creo que es en esa dirección y en esta perspectiva donde aparece claramente el sentido que tiene el Ministerio Fiscal en la persecución de estos delitos. Y lo digo por una razón que se desprende de la propia lectura del Código
Penal: en estos delitos, los delitos contra los consumidores –el delito de publicidad engañosa, el delito de fraude cometido a través del trucaje de los
aparatos automáticos de medición del producto que se vende y hubo por lo
visto una polémica importante en el debate parlamentario sobre este tema, sino
que son perseguibles a denuncia de la persona agraviada, lo cual genera problemas procesales importantes sobre el concepto de agraviado cuando los colectivos son del sujeto pasivo, son grandes colectivos y titulares de bienes jurídicos tan difusos como son el derecho a un consumo en unas condiciones determinadas, etc., y sólo excepcionalmente, se dice, será perseguible de oficio
cuando se den dos requisitos en ambos grupos de delitos, contra el consumidor y societarios: cuando afecte a intereses generales o cuando afecte a probabilidad de personas. Lo cual quiere decir que al Ministerio Fiscal podría hacerse una crítica añadida a esto de las dificultades que tiene el Ministerio Fiscal
para asumir retos de esta importancia, pero lo cierto es que el Ministerio Fiscal
es el que tiene que detectar en este inmenso mundo de la nueva delincuencia
que crea el nuevo Código Penal, que crea no, que tipifica, ya está funcionando
eso por ahí, de forma fáctica podríamos llamar, si bien no reflejada penalmente. Pues bien, al Ministerio Fiscal se le convierte en el instrumento determinante de la persecución de estos delitos, puesto que es el Ministerio Fiscal el
que ha de detectar en cada caso, y en lugar de los colectivos de consumidores
cuando ellos no formulen denuncia, si estas conductas son dignas de ser
perseguidas de oficio porque afecte a una probabilidad de personas o porque
afecte a intereses generales.
Lo cual ¿qué quiere decir? Yo creo que quiere decir que coloca al Ministerio Fiscal, con todas las reservas que queramos desde el punto de vista procedimental, punto de vista institucional, organizativo, etc., que ya las entiendo,
pero convierte al Ministerio Fiscal en una pieza clave en la persecución de los
grandes delitos económicos del futuro, con arreglo a las definiciones que contiene el Código Penal porque sólo el Ministerio Fiscal, primero, es el titular de
la acción penal pública y por consiguiente está legitimado para ello, pero al
mismo tiempo porque sólo el Ministerio Fiscal puede estar en condiciones de
detectar y conocer si se están afectando intereses generales mediante la conducta descrita como delito contra el consumidor o delito societario, o se está
afectando a una probabilidad de personas pese a que no haya denuncia de la
persona agraviada por entender que nadie se considera agraviado, lo cual es
200
coherente con un sistema de delitos donde, no tratándose de lesiones individualizadas del patrimonio sino que son delitos contra grandes bienes jurídicos difusos, puede ocurrir que realmente los destinatarios, como sujetos pasivos de
estos delitos, puedan no entender el sentido de lo que significa ser agraviado
por esas conductas delictivas de peligro esencialmente.
Esto es un reto para el Ministerio Fiscal y enlaza con lo que decía al principio: es convertir al Ministerio Fiscal en una pieza clave de toda la reforma del
proceso del futuro. Es decir, frente a las desconfianzas de la reforma del 92
sobre no querer tocar de alguna manera la posición del Ministerio Fiscal en el
proceso penal y la situación que se va generando con iniciativas legislativas
posteriores se abre un camino, yo no digo que el camino sea perfectamente
definido y que sea un modelo ni mucho menos, se abre un camino que permite
una posición del Ministerio Fiscal mucho más activa, mucho más determinante
en la persecución de determinadas conductas delictivas, en donde es una pieza
clave de esa posición su conexión expresa y formal con el conjunto de la sociedad civil a través de los grandes colectivos de ciudadanos lesionados por
derechos: accionistas, consumidores, socios, terceros, etc. Y no digamos la
definición de lo que el Ministerio Fiscal ha de entender por interés general. Ya
sé que en su día llegará una circular, lógicamente llegará, del Fiscal General del
Estado que diga lo que se debe entender por interés general, pero basta
repasar la jurisprudencia constitucional y sabemos lo que es el interés general
sobradamente porque, entre otras cosas, es una manera de condicionar y limitar los grandes principios que definen la economía de mercado sobre la que se
sustenta la economía española, que es la libertad de empresa, la economía de
mercado, más la función social de la propiedad, la subordinación de toda la
riqueza y de todos los bienes al interés general, etc. Por consiguiente, también
tendrá un papel importante el Ministerio Fiscal en la persecución de estos delitos y en la definición de la política criminal que haya de cumplirse en cada ámbito respecto de dichos delitos.
Esto es lo que creo que representa en la justicia penal cambios que están
aquí, que no es una especulación para cuando llegue un momento, que no
sabemos si llegará, sobre el cambio del proceso en sus líneas maestras. Podríamos decir: esto debería ir acompañado de una reforma del proceso, de una
instrucción del fiscal o de una acentuación del principio acusatorio, etc. De
acuerdo, me estoy refiriendo a realidades legislativas que están ahí y que permiten avanzar en dirección de una reforma del proceso penal.
Y hay una última precisión que yo quisiera hacer porque creo que es fundamental hacerla en este momento, y es que el proceso penal ha sufrido ya un
cambio sustancial de que sois activos intervinientes todos los que estáis aquí:
jueces, fiscales o abogados en su caso, o procuradores en su caso si los hubiera,
que es el procedimiento del Jurado, lo cual representa también una modificación, cómo no, del proceso penal y muy importante. Yo francamente pienso
que no es una casualidad todo esto; es decir, yo creo que es un producto de
un proceso histórico que lleva a estas conclusiones porque hay algo significati201
vo en los contenidos de la Ley del Jurado, no voy a entrar en si es oportuno o
no, ya está ahí, la estamos aplicando y hay que aplicarla lo mejor posible. Pero
hay un hecho cierto: la competencia del jurado se centra en dos ámbitos delictivos perfectamente definidos: de una parte, los delitos contra la vida como
valor esencial del ordenamiento constitucional de cualquier sistema jurídico, y
de otra parte todos los delitos que afectan, con alguna excepción de algún delito de incendio forestal, etc., a los delitos que cometen los funcionarios públicos de tal manera que se convierte el servicio público en objeto esencial del enjuiciamiento por el Tribunal del Jurado pero al mismo tiempo objeto de reforma esencial del propio proceso penal. ¿Qué ocurre? Con arreglo a la ley y al
procedimiento del Tribunal del Jurado es evidente que los delitos que enumera ahí de los cometidos por los funcionarios públicos en el ejercicio de sus
cargos que todos conocemos experimenta un cambio sustancial porque ya no
se trata de procedimiento abierto con los ritmos procesales habituales para enjuiciar o una prevaricación, o un tráfico de influencias, o un cohecho, etc., sino
que va a permitir que ese proceso vaya a los ciudadanos legos, a los ciudadanos
“de hecho” podríamos llamarlos, para su enjuiciamiento. Lo cual significa que
al jurado, a los ciudadanos convertidos en jurados, se les deposita, más allá de
numerosas reflexiones que se podrían hacer sobre la Ley del Jurado pero me
refiero al ámbito del proceso penal, se les deposita una función básica que es,
aparte de participar en la justicia, cosa que ya sabemos, es a través de su intervención, de su enjuiciamiento, la protección y defensa de bienes jurídicos esenciales del Estado como es: de una parte, la vida y, de otra parte, la probidad, la
imparcialidad y la honestidad de los funcionarios públicos en el ejercicio de
sus cargos.
Hombre, yo pienso que desde el punto de vista de que al jurado se le confiere esta competencia se está diciendo: primero, que los ciudadanos tienen
una legitimidad para intervenir directamente en el enjuiciamiento de los delitos
que afectan a los valores que podemos llamar… uno de ellos está en crisis permanente, que es el tema de la vida, con toda la violencia que tenemos presente
en todos los ámbitos, no digamos ya la violencia terrorista, etc., pero es algo
que es positivo que los ciudadanos asuman esa competencia para la defensa de
un valor esencial del sistema como es la vida, porque es un patrimonio de
todos. Pero, al mismo tiempo, se les ha conferido la competencia de los delitos
de los funcionarios públicos, que es una manera de decir: Señores ciudadanos,
el servicio público es tan importante, y la probidad de los funcionarios es tan
trascendental, que son ustedes los que van a conocer de esos delitos. Y eso
tiene algunas consecuencias en el proceso penal evidentes: una, la celeridad
derivada del procedimiento propio del Tribunal del Jurado, cosa que podría
no ocurrir con la trayectoria del proceso en sus formas abreviadas o sumariales
que ahora conocemos; de otra parte algo, también esencial, que es la publicidad del proceso que se celebra en esta materia. Es decir, yo pienso que la superación, y en esto el Tribunal del Jurado creo que tiene un valor esencial, la
superación de las formas escritas, y lentamente escritas, del procedimiento que
202
domina hoy entre nosotros por un procedimiento en el que estos delitos, más
allá de las dificultades probatorias que puedan presentar y sobre todo para el
ejercicio de su función por el fiscal tengan, garantiza, eso sí, un principio de inmediación, un principio de publicidad y un principio de contradicción evidentes. Yo creo que supone una transformación evidente del proceso penal,
por más que se puedan expresar críticas que yo, desde luego, ahora no voy a
expresar. Pero creo que lo que estoy destacando es aquello que significa un
cambio en el modelo de proceso penal, que por una vía o por otra se va produciendo, y yo creo que en esto, ciertamente, el cambio es evidente. Primero
hay un marco de delitos que se confieren a los ciudadanos y luego, de la mano
de ese proceso, los ciudadanos pueden juzgar hechos delictivos que ahora estaban sustraídos, no ya a la competencia del Jurado, sino a un procedimiento
penal razonablemente acelerado en el tiempo.
Yo pienso que el Tribunal del Jurado va a permitir, aparte de la experiencia de su propio proceso, que es una experiencia que debemos descubrir entre
todos y ver cuáles son sus sombras, cuáles son sus luces y cómo hay que mejorarlo en su día, etc., pero lo que va a permitir es que el ciudadano haya asumido una competencia en una materia que era la que parecía como más alejada
de la posible intervención de ciudadanos legos, pero que al mismo tiempo es la
que resulta más importante porque es la que está afectando a uno de los
cimientos del Estado del Derecho que es la probidad de los funcionarios
públicos. Y en la medida en que la probidad no es un problema de la Administración pública solamente, o de los jueces y fiscales que intervienen en el proceso, sino que es un proceso de los propios cimientos del Estado, de la propia
naturaleza del Estado, puesto que en definitiva esos delitos representan la inversión de la función pública, como es colocarla al servicio de intereses particulares, yo pienso que el ciudadano está con una plena legitimidad ya para yacer
de ese proceso algo realmente viable, en unos tiempos razonables, con un enjuiciamiento público, transparente, contradictorio, etc.
Yo pienso que todo ello son signos –claro que el proceso tiene sus dificultades, tanto la fase de instrucción como el propio Tribunal del Jurado, etc.–.
Se ha buscado la fórmula, a lo mejor no es la óptima, pero ahí está y en todo
caso yo, a este respecto, cuando me plantean tantos temas y dificultades, yo
casi lo que criticaría del proceso de la lista ante el tribunal del jurado no sería
tanto la intervención del Tribunal del Jurado, con sus competencias y su facultad de dirigir preguntas o de examinar documentación, sino el excesivo dirigismo que se otorga al magistrado presidente, que es realmente exagerado. Hasta
el punto de que, permitan la anécdota, porque es una anécdota, pero bueno,
conviene tenerlo presente, hace unos meses o hace un mes, no sé, se ha publicado un libro de André Gide que explica sus experiencias como miembro de
un tribunal del jurado en Rouen, el año 1912-1913 nada menos. Ya entonces el
jurado en Francia era una cosa normal y él, en las páginas en que describe su
experiencia como miembro de un tribunal de jurado, dice que un magistrado
puede hacer con un jurado lo que quiera. Lo dice él textualmente casi con
203
estas palabras, dando a entender que hay que tener cuidado con que el jurado,
a partir de su propia experiencia, situada en el año 12 o el año 13 creo, no vaya
a condicionar en exceso la libertad y la espontaneidad de los jurados en la vista
del juicio oral. ¿Por qué? Por una razón elemental, porque por muy jurado
lego que sea, en el momento de jurado es tan juez como el juez que no es jurado, y la prueba es que la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado dice que están
sometidos a los principios de independencia, imparcialidad y sumisión a la ley.
Por consiguiente, cuando ejercen de juez son tan jueces como los jueces profesionales, y todo lo que sea un exceso del dirigismo –que hay muestras suficientes en el procedimiento, entre las instrucciones y más que instrucciones y
disoluciones anticipadas, etc.– yo pienso que es algo que tendríamos entre
todos que velar para que el tribunal del jurado… realmente hay una gran preocupación porque pueda fracasar como institución, históricamente, etc., pero
no vayamos, a fuerza de tantas cautelas y de tantas reservas, a convertirlo en un
reflejo más o menos fiel de la posición del magistrado presidente respecto del
objeto del veredicto.
Por consiguiente, entiendo que el proceso ante el tribunal del jurado es un
proceso, es una reforma del proceso penal concretada a unos determinados
supuestos, determinados tipos penales, etc., pero que también encierra la
semilla de futuras reformas. Yo creo que la posición del Ministerio Fiscal en
ese proceso podía haber sido absolutamente distinta, con un absoluto reconocimiento de la instrucción directa del Fiscal llevando el asunto ante el tribunal del jurado, pero no se ha querido, no se ha tenido la valentía de dar ese
paso y hacerlo de forma definitiva, por viejos resortes de desconfianzas institucionales, históricas, etc., pero en la medida que no se ha hecho, lo cierto es que
en todo caso representa una reforma del proceso penal significativa en el
marco procesal actual.
Por consiguiente yo, para concluir –quizás me he excedido demasiado–, yo
para concluir diría que el proceso penal está sometido a una doble presión:
la doble presión que representa en nuestro viejo proceso, porque ya es viejo, la
reforma del 88 –es curioso cómo las normas procesales se van envejeciendo a
la vez que los cambios históricos van generando nuevas necesidades–, pero el
viejo procedimiento abreviado es ya bastante inútil en su concepción, en su estructura, etc. Yo pienso que el procedimiento sumarial ha quedado bastante
tocado, en el sentido literal de la palabra, puesto que una parte importante de
lo que era el marco, de lo que era el objeto del proceso sumarial, que era los
delitos contra la vida, han pasado al tribunal del jurado, por consiguiente fuera
del trámite sumarial ordinario. Por consiguiente tenemos un proceso un poco
que en función de estas reformas sustantivas que van a exigir un nuevo modo
de hacer por parte de jueces y fiscales, y algunas reformas institucionales como
la de la Fiscalía Anticorrupción, o algunas reformas fundamentales como la
Ley del Jurado, el proceso penal está cada vez más cuarteado como mecanismo
para la resolución de los grandes conflictos que tiene el ciudadano cuando es
víctima de un delito. Yo pienso que esto es lo que debería llevarnos a la reflex204
ión entre todos, no aquí sino en el futuro, para ver cómo vamos definiendo un
nuevo proceso que permita recoger todos los restos que están quedando y articular un proceso que supere el viejo proceso tradicional, escrito, lento, reiterativo hasta la saciedad, lleno de tiempos muertos incomprensibles, etc., etc., y
que esto nos permita hacer una justicia que permita que los ciudadanos confíen en nosotros, confíen en la justicia y confíen en el derecho como instrumento de resolución de los conflictos.
Yo creo que con esta reflexión he abordado algunas cuestiones que quería
abordar de forma directa, de forma franca y transparente, de la única forma
que sé hacerlo, por otra parte, y creo que haya contribuido a abrir una reflexión que no puede ni debe acabar, ni mucho menos, en estas paredes ni entre
los que estamos aquí, que es bastante más compleja y bastante más profunda
que todo eso, y desde luego que mis pobres palabras, pero que seamos conscientes de que estamos en un proceso de cambios y de transformaciones y que
estamos necesitados de reformas procesales, como dice la Ley del Jurado,
mucho más profundas. Pues sencillamente que se hagan, antes o después pero
lo antes posible. Nada más. Muchas gracias.
205
RAFAEL CARRASCO
Catedrático de Historia Moderna
Universidad de Estrasburgo
LA NUEVA JERUSALÉN
Y LA
MEMORIA JUDEOCONVERSA
(SIGLOS XVI-XVII)
Publicaciones de la
REAL SOCIEDAD ECONÓMICA
DE AMIGOS DEL PAÍS
Valencia, 1996
LA NUEVA JERUSALÉN Y LA MEMORIA
JUDEOCONVERSA
Rafael Carrasco
Catedrático de Historia Moderna
Universidad de Estrasburgo
L tema que hemos escogido es el de la memoria judeoconversa en relación
con España, o la otra memoria, la de los excluidos. Nos ha parecido interesante una corta incursión a través de este terreno, no tanto por la simple
razón de que exista abundante material todavía por explorar en numerosos
archivos y bibliotecas, sino porque aún no se ha abordado la cuestión en España con toda la minuciosidad que merece o mejor dicho, cuando se ha abordado (lo cual ha ocurrido más a menudo de lo que podría pensarse) ha sido en
términos violentos y antagonistas, a partir de enfoques poco serenos ni científicos, en los cuales cada uno de los discursos (el “español” y el “converso”) desarrolla una estrategia hegemónica contra el otro. Lo que encontramos en efecto es, por una parte, la historiografía de aquellos que llevaron a cabo la represión peninsular y por otra, la “memoria” (mejor que la historiografía, ya volveremos sobre ello) de los que sufrieron tal represión. La relación entre ambos discursos es hasta ahora altamente polémica, es decir que ha generado un frente
ideológico y una línea de demarcación a ambos lados de la cual el discurso
acusador y el discurso de justificación invierten su signo. Por lo tanto, esta
“historiografía” o “memoria” aparece como el resultado de cierta estrategia
(de exclusión del discurso del otro mediante su anulación) servida por una táctica tanto discursiva y conceptual (retórica dolorista / triunfalista / apocalíptica,
pero también el hecho de desacreditar los argumentos legitimadores del otro)
como práctica: la represión real (el Santo Oficio y los cristianos viejos en la
península) o la oposición política (los judíos fuera de España, por ejemplo).
Esto es lo que existe, globalmente, hoy en día en cuanto a la historiografía. No
se trata pues de un análisis histórico, sino de un enfrentamiento. Vamos a ver
cómo se podría pensar una historia desde el punto de vista de los vencidos.
Pasaremos en revista sucesivamente:
1) lo que pasó, o las condiciones de posibilidad de tal historia o “memoria”, es decir la materia de pasado que los textos de los judeoconversos intentan integrar en cierta racionalidad;
2) la época que nos parece más fecunda (intento de periodización);
E
209
3) lo que ha dicho la historiografía, en particular la española, tanto la
tradicionalista como la progresista, antigua o actual;
4) por fin, la materia historiable judeoconversa, por decirlo así, y sus rasgos esenciales.
* * *
Los textos escritos por los “marranos” huidos al norte de Europa durante
la Época Moderna son, además de muchas cosas que diremos más abajo, una
crónica de los hijos de Israel en Sefarad. 1 Queda clara en ellos la realidad de
un asentamiento antiquísimo y numeroso sobre la piel de toro a la par que una
memoria ardiente de catástrofes (dramas visigodos, almohades, etc.). No
vamos a abrir ahora este cajón, sino el de las conversiones, que es el que nos interesa directamente. La fecha de 1391 es la que encontramos por doquier con
su coro de lamentaciones, tanto por haber cobrado un carácter poderosamente
simbólico, como por ser vista de manera indiscutible como el origen sangriento
de un problema que iba a marcar definitivamente la vida y las mentalidades de
las comunidades sefardíes. La lógica nefasta de marginación sistemática que
sigue a los hechos de fines del siglo XIV no es vista con menos acuidad. En esto,
y en otros muchos factores, discrepa grandemente de la española o cristiana
vieja la valoración de la figura de Fernando el Católico que operan los “marranos”. La dinámica marginadora y excluyente del siglo XV obedeció a dos políticas distintas pero convergentes. Una se aplicó a los infieles (judíos como
moros) al compás de una inflación legislativa bien conocida. La otra tuvo por
objeto a los conversos y conjugó segregación (estatutos de limpieza, inhabilitaciones profesionales, etc.) con represión (Inquisición sobre todo). Ambas lógicas coincidieron a partir de 1492.
Después de las matanzas de 1391, la expulsión de 1492 es la otra gran deflagración cuyo clamor, eternamente renovado, resuena en la memoria sefardí.
Al escribir “después” le damos al adverbio su simple valor temporal cronológico, pues la expulsión del 92 permanece en la conciencia judía universal como
un acontecimiento de primera magnitud comparable con la destrucción del
primer templo. Muchos escritores judíos de la época (buena parte todavía por
estudiar) lo subrayan, empezando por Isaac Abravanel, personaje altamente
simbólico de los nuevos tiempos, los nuevos exilios y trabajos, 2 y no sólo ac1
Entre los autores de principios de la modernidad que mayor importancia dan a las calamidades peninsulares se hallan los siguientes, que hemos consultado: Yosef ha-Cohen, El valle del
llanto (Emeq ha-Bakha), introducción, traducción y notas por Pilar León Tello, Barcelona, 1989
(
e
d
.
anterior, Madrid, 1964); Salomón ben Verga, La vara de Judá (Shebet Yehuda), traducción española con un estudio preliminar por Francisco Cantera Burgos, Granada, 1927; Samuel Usque, Consolação ás tribulações de Israel, ed. de Mendes dos Remedios, Coimbra, 1906-1907 (la parte sobre los
acontecimientos peninsulares es el tercer diálogo, o sea el tercer tomo de esta edición).
2
Véase Jean-Christophe Attias, Isaac Abravanel. La mémoire de l’espérance. Textes choisis,
210
tores directos de la tragedia, sino también miembros de la Nación sin previa
vinculación con la península que desde su lejanía recibían nuevas y testimonios
alarmantes. Tal fue el caso del cretense Eliahou Capsali, quien en su Seder Eliahou Zouta (cuya parte relativa a la expulsión se ha traducido al francés hace
poco) cuenta cómo llegaron hasta su isla los expulsados de Sefarad:
Los exiliados españoles encontraron refugio bajo nuestro techo. Aquellos
proscritos españoles tan distinguidos siempre hicieron etapa en nuestra casa.
Pusimos a su disposición una habitación con una cama, una mesa, una silla y
una lámpara y cuando llegaban, podían retirarse allí. Me contaron los relatos
de la terrible y trágica expulsión de España. 3
La expulsión representó en realidad una medida de conversión de corte
medieval cuyo resultado fue en parte distinto del esperado por el poder, pero
no vamos a examinar ahora esta delicada cuestión. De hecho, muchos judíos
cambian oficialmente de religión antes que abandonar el país, engrosando así
las filas ya muy nutridas de los neocristianos más antiguos. Las cifras dadas por
unos y por otros, coetáneos o no, han dado lugar a no pocas polémicas. No
queremos entrar en ellas. Lo más probable es que salieran menos de 150.000
(pero más de 100.000) personas, buena parte de las cuales se afincó en el vecino reino de Portugal. No pocos volvieron tras bautizarse, acogiéndose a cartas
de amparamiento real otorgadas con extrema facilidad por unos monarcas deseosos de contrarrestar los efectos de un éxodo que probablemente no habían
previsto. La masa considerable de individuos que optaron por quedarse, o por
volver, abandonando su antiguo credo, generó una literatura de examen acerca
de las motivaciones y de la firmeza en la fe 4 cuyos acentos reactualizaban debates anteriores sobre las conversiones y de los cuales se hallarían ecos en las
obras muy posteriores que forman nuestro objeto de estudio, tanto más cuanto
que en 1497, en Portugal, se decretaría la medida de conversión general de los
hebreos sin posibilidad de exilio fuera del país. Entre esta fecha y la de 1536,
que marca la aparición efectiva de la Inquisición lusa, los “marranos” así convertidos vivieron sometidos a los efectos de una política real contradictoria que
hacía sucederse períodos de actitud benigna y momentos de dura persecución
y amenazas, época que sería recordada ulteriormente como de prueba terrible,
de sufrimiento y particular inquietud.
traduits de l’hébreu, annotés et précédés d’une présentation, París, 1992.
3
Eliahou Capsali, Chronique de l’expulsion. Présentation, traduction et anotation par Simone
Sultan-Bohbot, París, 1994, p. 42 (trad. del francés por nosotros). Este autor se hace eco de la
leyenda relativa a la bella judía Paloma, abuela de Fernando el Católico, y presenta el matrimonio
de Isabel con este príncipe como resultante de una estrategia pensada por los judíos e impuesta
por Abraham Senyor (p. 45).
4
Sobre los responsa y la cuestión de la fe de los “marranos” en el complicado siglo XV, véase el
estudio ya bastante antiguo, pero recientemente publicado en castellano (y cuyas conclusiones no
compartimos nosotros en absoluto), de Benzion Netanyahu, Los marranos españoles según las fuentes
211
El significado de estos hechos y calamidades contemporáneos de la instauración de la modernidad, es doble. Por un lado los acontecimientos dicen la
problemática de la unión nacional pensada a través del modelo del Estado confesional respaldado por el auge de la Iglesia como aparato de poder y como inventora del fundamento teórico de la finalidad trascendental del Estado justificada mediante argumentos sobrenaturales. Por otro lado expresan la escisión o
fractura asumida por el poder en todos sus componentes: la creación de un
frente de colonización espiritual interior y puesta en marcha de una práctica
concreta de asimilación contraria a cualquier forma de integración y salvaguardia de los particularismos espirituales minoritarios.
Las consecuencias son dobles también. En primer lugar, la nueva coyuntura de cierre iba a consagrar el protagonismo del Santo Oficio como máquina
asimiladora, a través de sus dos modalidades coercitivas: la represión y la conversión. El odio a la Inquisición experimentado por nuestros autores fue inmenso (volveremos sobre ello). Al mismo tiempo, éstos captaron perfectamente la importancia del sistema inquisitorial en tanto que productor de ideología original, que creador de un edificio argumental antijudío (aspecto que
varios estudiosos actuales de la famosa institución infravaloran notablemente).
La segunda consecuencia que nos interesa hoy es la diáspora de los conversos sefardíes de los siglos XVI y XVII, estrechamente vinculada con la actuación
del Santo Oficio. Conviene distinguir entre lo que ocurrió dentro y fuera de la
península ibérica (y del imperio colonial). Dentro se impuso la uniformidad religiosa y sólo hubo conversos. Fuera encontramos a dos tipos de judíos: aquellos
que siempre lo fueron porque rehusaron la conversión y se exiliaron inmediatamente (Yosef ha-Cohen, por ejemplo, nacido en Avignon en 1495 de padres recién expulsados) y aquellos que tornaron públicamente al judaísmo tras abandonar la península donde habían sido bautizados (tal es el caso, entre tantos, de
Samuel Usque, salido de Portugal en 1535 ya terminados los estudios, y de Abraham Usque, su pariente y editor de su Consolação en Ferrara, llamado primero
Duarte Pinhel). Pero hubo identificación en cuanto al concepto de Nación, así
por parte de los judíos públicos que veían en los conversos a gentes que tenían
que disimular, como por la de los cristianos viejos, los cuales consideraban a los
neocristianos como criptojudíos, o sea miembros (secretos) de la Nación.
Desde el punto de vista cronológico queda mucho que hacer pues esta literatura no está todavía suficientemente explorada ni inventariada. Nosotros
nos vamos a conformar con unos breves apuntes. Salta a la vista que el gran
momento de producción de textos fue el siglo XVII, y sobre todo su segunda
mitad, y que el lugar privilegiado de tal producción, en su vertiente editorial en
particular, fue la república de Holanda. De hecho, la colonia sefardí apenas
desempeña papel ninguno en Amsterdam antes del final del primer decenio
del siglo XVII. En las épocas anteriores a 1600 fueron Italia y el imperio
otomano los grandes focos de atracción y por lo tanto de irradiación cultural.
Entonces distinguiremos tres momentos:
212
– una época “histórica” o de producción consciente de material conectada
con colonias o medios sociales e intelectuales específicos (el siglo XVII);
– una época proto-histórica de importantes mutaciones y debates, mal
conocida en todo cuanto atañe a nuestro tema y, desgraciadamente, desprovista del medio fundamental de la imprenta: el siglo XV;
– entre ambos siglos, un período que llamaremos fundacional, que abarca
el largo siglo XVI, época fundamental, rica y compleja poco o nada estudiada
desde nuestro punto de vista. Estos escritos que llamamos fundacionales parten
todos de 1492, del impacto causado por las nuevas tribulaciones. La expulsión
se vio en efecto por parte de la comunidad como signo anunciador de la venida
del libertador. Dios siempre está presente, eterno protagonista del acontecer.
Los monarcas peninsulares no son sino instrumentos de Su ira contra Su
pueblo. Así lo repiten Isaac Abravanel, Abraham Zacuto y su cuñado Abraham
ben Eliezer ha-Leví, Eliahou Capsali, Rabbí Abraham Sabba‘ y otros muchos
como el curioso anónimo, terriblemente apocalíptico, descubierto en 1956 en la
biblioteca de Cambridge y editado por Yeshaya Tishbi en 1982. 5 Las persecuciones española y lusa dieron así lugar a un movimiento de expectativa mesiánica y proyección apocalíptica de grandísima amplitud. 6 De esta efervescencia, de
esta explosión interpretativa iba a salir, a activarse por decirlo así, la historia, o
mejor dicho esa “otra historia” que nos interesa hoy mezclada de manera inextricable con la espiritualidad, con la piedad, el misticismo y el terror. 7
La historiografía “oficial” española, o aquella que así fue durante mucho
tiempo, ha sufrido del peso considerable de Menéndez Pelayo, gran sabio sin
duda alguna pero gran fanático antisemita también. En su capítulo de la Historia de los heterodoxos (Madrid, 1882) dedicado a “Los judaizantes.–La sinagoga
de Amsterdam”, 8 hallamos al azar juicios como éstos:
hebreas de la época (siglos XIV-XVI), Valladolid, 1994 (1.ª ed. en inglés, 1966).
5
Eliahou Capsali, Chronique de l’expulsion, cit., pp. 73-76. Sobre estos aspectos, véase también
Jean-Christophe Attias, Isaac Abravanel, cit., pp. 33-49. Interesante también la exposición de Benzion Netanyahu, Don Isaac Abravanel, Filadelfia, 1968.
6
La mejor síntesis acerca del mesianismo judío: Gershom Scholem, Le messianisme juif. Essais
sur la spiritualité du judaïsme, trad. del inglés, París, 1974. Más amplia y descriptiva, la Encyclopédie de la mystique juive (dir. por Armand Abécassis y Georges Nataf), París, 1977. Monográfico pero directamente vinculado con el ambiente de Amsterdam que nos interesa aquí, la obra
maestre de Gershom Scholem, Sabbatai Sevi, the Mystical Messiah, 1626-1676, Princeton, 1973
(ed. en hebreo en 1947, existe trad. al francés por la editorial Verdier, 1983).
7
Sobre esto son fundamentales ls estudios de Yosef Hayim Yerushalmi, “The Lisbon Massacre of 1506 and the Royal Image in the Shebet Yehuda”, Hebrew Union College Annual Supplements, n.º 1, Cincinnati, 1976; Zakhor. Histoire juive et mémoire juive, trad. del inglés, París,
1984; A Jewish Classic in the Portuguese Language, Lisboa, 1989. Desgraciadamente sin traducir del
hebreo: Haim Hillel Ben-Sasson, “Galut u-ge’ula be-einav shel dor golei Sefarad” (Exilio y redención
según la generación de los expulsados de España), Sefer yovel le-itshak Baer (Homenaje a I. Baer),
Jerusalén, 1960, pp. 216-227 y del mismo autor, “Dor golei Sefarad al atsmo” (La mirada de los expulsados de España sobre sí misma), Zion, n.º 26 (1961), pp. 23-64.
8
Citamos según la edición Porrúa: Marcelino Menéndez Pelayo, Historia de los heterodoxos
213
– que los obispos fiaban su salud “a aquellos diabólicos enemigos de nuestra santa fe”;
– que Las excelencias de los hebreos de Isaac Cardoso “escrito al gusto de los
más fanáticos doctores de la sinagoga de Amsterdam, rebosa de orgullo judaico y
hiel anticristiana como si se hubieran juntado en el alma de Cardoso todas las furias vindicadoras de su raza (…). Es el más erudito y mejor hecho de los libros
que la superstición talmúdica ha abortado contra la ley del Redentor”;
– que el doctor Juan de Prado es “tan poco creyente en el fondo como muchos de su raza”.
Este discurso representa la corriente tradicionalista o rancia-católica que
identifica la hispanidad con la confesionalidad y que, como es sabido, ha marcado profundamente y a la fuerza el horizonte intelectual de varias épocas más
o menos recientes bien conocidas. El antídoto de don Marcelino lo constituye
don José Amador de los Ríos, miembro destacado de la generación inmediatamente anterior a la suya, cuya Historia… de los judíos de España y de Portugal
(Madrid, 1875-1876) iba a inspirar toda una corriente comprensiva. Termina
su obra con estas palabras:
Jamás hemos creído que es lícito al historiador apartar su corazón y su inteligencia de la inflexible vara y fiel balanza de la justicia; por eso (…) hemos
esquivado con todo empeño, así el cobijar nuestra cabeza con el thephilin de
los judíos, como el cubrir nuestro pecho con el escudo del Santo Oficio. 9
De todas formas, se trata de un campo historiográfico interno fuertemente
ideologizado o mejor dicho un campo en el que se reactualiza sistemáticamente
cierto enfrentamiento ideológico hispánico. Nunca se restituye aquí la voz de
los “marranos” porque no es eso lo que importa. Mucho más tarde, desapasionados los ya viejos debates acerca de la ciencia española o de las dos Españas, verían la luz nuevos libros de historia que iban a renovar por completo
el planteamiento hispánico de la cuestión. Entre éstos, nos interesa particularmente el de Julio Caro Baroja. 10 Este autor ve con particular inteligencia
muchas cosas interesantes, de las cuales entresacamos las siguientes:
– la importancia del siglo XVII y de la producción literaria del momento:
existe un pensamiento “marránico” todavía mal estudiado;
– la necesidad de no confundir todas las categorías de “marranos”: los
había sinceramente judíos, crípticos o públicos, otros no menos sinceros en su
conversión al cristianismo y por fin aquellos, los más interesantes para nuestro
españoles, México, vol. III, pp. 351-370 passim.
19
José Amador de los Ríos, Historia social, política y religiosa de los judíos de España y de Portugal, Madrid, 1973, p. 856. La obra del P. jesuita Fidel Fita, también de fines del siglo pasado, se
sitúa dentro del mismo punto de vista.
10
Julio Caro Baroja, Los judíos en la España moderna y contemporánea, Madrid, 1963 (reed. en
1978). Existen otros estudios, de autores menos historiadores, más filósofos e interpretativos, que
no analizaremos. No obstante merece especial mención el libro de Gabriel Albiac, La sinagoga
vacía. Un estudio de las fuentes marranas del espinosismo, Madrid, 1987, pues toca directamente
214
objeto, que no sabían muy bien dónde estaban, verdaderos “casos” sicológicos
e intelectuales de fluctuante itinerario vital y espiritual;
– por fin, Julio Caro Baroja detecta muy bien la relación patológica, o
paradójica que mantuvieron los conversos tornados al judaísmo con lo español
y con la filosofía cristiana u occidental dominante (una de las claves del problema que nos interesa hoy), pero también con el mundo judío y sus valores.
Fuera de España sí que existe una producción historiográfica que se ciñe
más al tema, aunque no se disponga todavía de ninguna síntesis. Esta literatura
es muy poco conocida en España pues se trata de estudios escritos casi todos en
inglés, en hebreo o en francés, de difusión poco masiva y casi ninguno traducido al español. Mayoritariamente entre manos de judíos interesados primero por
lo judaico, como es lógico, esta apasionante investigación no toca al mundo hispánico sino de rebote y negativamente (las represiones), lo cual explica en parte
su escaso eco en España. Existe un repertorio-antología ya antiguo pero fundamental, el de Kayserling. 11 En la producción posterior no escasean los títulos de
gran valor que es imposible citar aquí en su totalidad. Dejando a un lado a
los investigadores más antiguos (Adler, J. Azevedo, Baer, Gebhardt, Mendes
dos Remedios, Roth), recordaremos tan sólo los nombres de aquellos que más
nos han aportado: el de Révah, de Yerushalmi, de Israel, de Méchoulan, de Kaplan, 12 así como dos conjuntos de artículos de distintos autores publicados a
raíz de las conmemoraciones de 1992 y que ponen al día la investigación acerca
de las diferentes facetas del tema sefardí a partir de la expulsión. 13
* * *
La producción textual de los “marranos” de los siglos XVI y XVII es impresionante. Abarca varias clases de escritos compuestos en distintos idiomas: trataciertos aspectos de nuestro tema y cita textos interesantes.
11
Meyer Kayserling, Biblioteca Española-Portugueza-Judaica. Dictionnaire bio-bibliographique
des auteurs Juifs, de leurs ouvrages espagnols et portugais et des œuvres sur et contre les Juifs espagnols, Estrasburgo, 1890 (reed. Nueva York, 1971).
12
No vamos a dar todos los títulos que conocemos de estos eruditos sino los que nos parcen
más importantes: I. S. Revah, Spinoza et le Docteur Juan de Prado, París-La Haya, 1959; “Les Marranes”, Revue des études juives, CXVIII (1959-1960), pp. 29-77. Además de los títulos citados anteriormente, Yerushalmi es autor de un libro fundamental sobre Isaac Cardoso: De la cour d’Espagne au ghetto italien, París, 1987 (1.ª ed. americana, 1971); existe trad. española. Jonathan I. Israel, The Dutch Republic and the Hispanic World, 1606-1661, Oxford, 1982; La judería europea en
la era del mercantilismo, 1550-1750, Madrid, 1992. Henry Méchoulan, “L’altérité juive dans la
pensée espa-gnole (1550-1650)”, Studia Rosenthaliana, VIII-1 (enero de 1974), pp. 31-58 y VIII-2
(julio de 1974), pp. 171-204; Le sang de l’autre et l’honneur de Dieu, París, 1979 (existe trad. castellana, Barcelona, 1981); Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza. Edición de La certeza del
Camino de Abraham Pereyra, Salamanca, 1987. Yosef Kaplan, Orobio de Castro y su círculo, Universidad Hebraica de Jerusalén, 1978, 2 vols. (en hebreo, resumen en inglés: From Christianity to
Judaism. The Life and Work of Isaac Orobio de Castro, Jerusalén, 1982); “The Portuguese Jews in
Amsterdam, from forced conversion to a return to judaism”, Studia Rosenthaliana, XV-1 (marzo
de 1981).
13
Elie Kedourie (ed.), Los judíos de España. La diáspora sefardí desde 1492, Barcelona, 1992
215
dos de filosofía (en latín o en castellano sobre todo); obras de controversia (en
latín o en hebreo, principalmente en castellano); libros de “historia” con mezcla
de espiritualidad (en hebreo, en portugués o en castellano); composiciones puramente literarias por fin, en portugués o en castellano. De hecho, todo estudio
serio de la cuestión debería empezar por plantearse la problemática lingüística,
ardua pero insoslayable, clave de más de un enigma. Los “marranos” del siglo
XVIII ignoraban el hebreo en un principio, así como los fundamentos talmúdicos
de su cultura. El portugués constituía la lengua de base, de la vida cotidiana, de
andar por casa, pero también la del ritual de la Nación en Amsterdam (recordemos que la exclusión de Espinoza, por ejemplo, se redactó en portugués). Por
fin, el castellano representaba la lengua de cultura y de reflexión, el instrumento
de conceptualización. Esto explica que se tradujeran en gran número a la
lengua de Cervantes, desde el hebreo, textos sagrados, del ritual, etc. y también
que se redactaran directamente en castellano no pocos textos originales. 14
No podemos dar aquí una lista representativa de la producción a la que
venimos aludiendo pues resultaría demasiado larga. Ciñéndonos tan sólo a la
época que hemos llamado “histórica”, tendríamos que mencionar unas tres decenas de títulos que nos parecen fundamentales. Los más interesantes (que
hayamos podido juzgar, pero no somos especialistas del tema) vienen reseñados a continuación y constituyen nuestro corpus de reflexión:
Uriel da COSTA, Exemplar humanæ vitæ, apéndice de Philip van LIMBORCH,
De veritate religionis christianæ amica collatio cum erudito judæo, Gouda,
1687, polémica entre Costa y Limborch (trad. francesa, Une vie humaine,
París, 1926; trad. castellana, Espejo de una vida humana, Madrid, 1985).
Isaac (Fernando) CARDOSO, Las Excelencias de los hebreos, Amsterdam, 1679:
tradición de las apologías y polémicas en lengua vulgar; suma del arsenal
antijudío universal, pero con muchas y muy interesantes referencias a España (en particular en la II.ª parte, sobre Las calumnias).
Isaac (Baltasar) OROBIO DE CASTRO, Israel vengé, ou exposition naturelle des
prophéties hébraïques de les chrétiens appliquent à Jésus, leur prétendu
Messie, Londres, 1770 (fecha de la 1.ª ed.).
MENASSEH ben ISRAEL, Esperança de Israel…, Amsterdam, 1650 (ed. moderna, Madrid, 1987; Espérance d’Israël, ed. y trad. francesas por Henry Méchoulan y Gérard Nahon, París, 1978, fundamental).
Abraham PEREYRA, La Certeza del Camino, Amsterdam, 1666 (ed. moderna
de Henry Méchoulan con introducción fundamental, Salamanca, 1987).
Miguel (Daniel Leví) de BARRIOS, Triumpho del govierno popular en la casa de
Jacob, Amsterdam, 1684; Historia universal judaica, s. l. n. a.; Breve discurso político sobre las expulsiones de los hebreos en diversos reinos y provincias de Europa, s. l. n. a. (un ejemplar en el British Museum, 4033 aa).
Saúl Leví MORTEIRA, Tratado de la Providencia de Dios con Israel y verdad de
la ley de Mosseh y nulidad de las demás leyes, Amsterdam, 1660 (escrito
primero en portugués, pero existen muchas copias en castellano que circulaban).
(ed. inglesa del mismo año); Henry Méchoulan (dir.), Les juifs d’Espagne. Histoire d’une diaspora,
1492-1992, París, 1992 (hay trad. castellana).
216
Antes de pasar al enunciado de los grandes rasgos del enfrentamiento con
España de esta “otra historia” quisiéramos hacer tres constataciones previas
donde quede fijado un primer marco de lectura.
PRIMERA CONSTATACIÓN: lo espiritual es historia, es decir política. Dicho
de otra manera, estos textos mezclan de forma esencial el discurso religioso y el
discurso político. En esto se parecen grandemente a los escritos procedentes
del campo cristiano anteriores a la reducción maquiavélica (o bodiniana o incluso tacitista) consistente en separar la dimensión religiosa del análisis político
“científico”. Tenemos pues en nuestros textos la pervivencia de cierto espíritu
medieval, el mantenimiento de cierta tendencia, algo anacrónica en pleno siglo
del racionalismo cartesiano, a sobrenaturalizar la historia. Curiosamente, en el
campo de los contradictores católicos peninsulares no ocurre nada distinto y la
polémica se desarrolla en el mismo terreno de exaltación irracional de la misión sobrenatural de España (interesante efecto de espejo que valdría la pena
analizar). El discurso religioso “marrano” que impregna la visión histórica es
extrañamente deprimido y esto es así desde los primeros escritos del siglo XVI.
Los textos citados suelen contar las persecuciones que asolaron al pueblo de
Israel dentro de una perspectiva dolorista, culpabilizada y expiatoria, en la que
didactismo (espíritu de conversión) y esperanza mesiánica van estrechamente
vinculados. Escribir es transmitir con el fin de edificar a la comunidad. Salomón ben Verga comienza así su Vara de Judá:
Dice Salomón ben Verga, de bendita memoria: Al final del libro que
compuso mi antepasado, el célebre sabio don Jehudah ben Verga –de feliz
recordación– encontré anotadas algunas de las violencias y persecuciones que
padecieron los israelitas en tierras de infieles, y que yo he traducido para que
la conozcan y aprendan los hijos de Israel y se conviertan implorando piedad
al Señor de las misericordias, de modo que Él, en gracia de lo que sufrieron
perdone sus pecados y a sus aflicciones diga: “¡basta!”. 15
El valle del llanto de Yosef ha-Cohen constituye una excepción interesante, pero incluso en este tratado, la espera anhelante y la angustia o tono “existencial” son fundamentales, como lo manifiesta este ejemplo:
Ahora, Señor, no te dejes, apresúrate a salvarnos porque por tu causa se
nos mata todos los días, se nos considera como rebaño destinado al matadero;
apresúrate a ayudarnos, Dios mío, sálvanos, protege nuestra causa y líbranos
por el amor de tu nombre. 16
También Eliahou Capsali, rabino y jefe de comunidad, subraya fuertemente esta dimensión: escribe para que
todos los pueblos de la tierra reconozcan que Dios es el Eterno y que hay una
divinidad que ejerce la justicia sobre la tierra. Pues cuando el lector vea mis
14
Sobre el apego al castellano, véanse las reflexiones de Henry Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., pp. 40-42.
217
relatos aceptará el yugo del reino de Dios y este pueblo [el judío] comprenderá que las miradas del Eterno recorren toda la tierra… 17
Nos movemos pues aquí en un terreno sumamente anfibio, donde se pasa
imperceptiblemente de la historia a la espiritualidad. En el caso de Abraham
Pereyra, como lo indica Henry Méchoulan, ocurre lo contrario, vamos de lo espiritual a lo histórico. Pereyra hace una anatomía espiritual de la diáspora pero
acaba siendo el historiador del “marranismo” de Amsterdam. Por lo tanto,
permanecemos en una problemática idéntica en relación con los escritos de la
primera mitad del siglo XVI.
SEGUNDA CONSTATACIÓN. Efectivamente, durante las épocas que hemos
denominado proto-histórica y fundacional (siglos XV y XVI respectivamente) se
elaboran ciertas pautas teóricas que determinarán la frontera o línea de demarcación a partir de la cual ocurrirá el enfrentamiento del siglo XVII.
a) Por un lado los cristianos peninsulares (en realidad hablamos aquí de los
castellanos) invierten el esquema y hacen del pueblo de Israel el enemigo mortal
de la nación española. Los fundamentos de tal actitud son complejos y su dilucidación ha dado lugar a numerosas interpretaciones (la proyección imperial, el
deseo de eternidad, etc.) entre las cuales sobresale la de apropiación de la idea
de pueblo elegido. España disputa la elección a Israel y sitúa a éste a un mismo
nivel de eficacia sobrenatural. Pero ello es estratégico, claro está: se trata de un
argumento polémico en un intento más amplio de justificación. Henry Méchoulan va más lejos todavía y habla de la “auténtica obsesión que se manifiesta
bajo la forma de un temor: el perseguido es presentado como el perseguidor
por su víctima”. Tal actitud revela una inseguridad patológica, por decirlo así,
que conducirá al famoso aislamiento de España, “cuerpo envenenado por su
exceso de higiene”, como dice Henry Méchoulan para referirse a los estatutos
de limpieza de sangre y a las conexiones que se establecieron entre honra y
limpieza. 18
b) Los judíos utilizan contra los cristianos sus propias angustias escatológicas merced a un mecanismo de proyección todavía sin estudiar. 19
Ambos factores perdurarían en el siglo XVII. La idea del complot judío dirigido contra España, por ejemplo, proliferó entonces en innumerables escritos
tanto más rabiosos y delirantes cuanto más claro se iba volviendo el desastre
nacional. Entre los autores de mejor pluma y mayor relevancia intelectual que
se lanzaron a la defensa del país contra el ateísmo dinerario de la internacional
15
16
Salomón ben Verga, La vara de Judá, cit., p. 44.
Yosef ha-Cohen, El valle del llanto, cit., p. 178.
Eliahou Capsali, Chronique de l’expulsion, cit., p. 41.
Hay que leer las páginas inspiradas de Henry Méchoulan, Le sang de l’autre ou l’honneur
de Dieu, cit., pp. 9-24, 120-152 y 243-275.
19
Sobre la noción de “Anticristo marránico” como argumento anticristiano en la Edad Media,
véase el artículo de Jacqueline Genot-Bismuth, “Le mythe de l’Orient dans l’eschatologie des juifs
d’Espagne à l’époque des conversions forcées et de l’expulsion”, Annales ESC, julio-agosto 1990,
17
18
218
judía destaca Quevedo, cuya bien conocida “Isla de los Monopantos” incluida
en La hora de todos y la fortuna con seso, constituye el mejor resumen de los
argumentos (en particular económicos) usados en la época. 20 Menos artista
pero muy exhaustivo, Vicente da Costa Mattos recopila en su Discurso contra a
heretica perfidia do judaismo todo el arsenal del antijudaísmo medieval al que
agrega una interesante actualización, económica y racial, de la problemática
conversa y de la limpieza. 21 Al mismo tiempo, los judíos “públicos” salidos de
la península profetizan la destrucción de España desde la Nueva Jerusalén del
Norte. Por fin, durante el Barroco se multiplicaron las ediciones de libelos, de
memoriales de extensos tratados católicos de corte marcadamente militante e
“integrista” cuyo objeto explícito era demostrar la filiación del pueblo español
a la par que defendían la tesis de la elección divina.
TERCERA CONSTATACIÓN: la argumentación de los “marranos” es reactiva.
Es filosemita porque los ataques españoles son antisemitas. En el siglo XVII, se
ha pasado del antijudaísmo (religioso) al antisemitismo (racial). Henry Méchoulan los desglosa:
– nivel religioso: la raza semita es ciega y deicida;
– nivel moral: el carácter judío es odioso, cúpido, orgulloso, etc.;
– nivel “biológico”: olor, menstruación masculina, etc.;
– nivel económico: tienen un proyecto, el de arruinar a España;
– nivel político: son los aliados de los enemigos de España.
A esto contestan punto por punto los “marranos”, en particular Cardoso.
Este aspecto reactivo es más importante de lo que podría parecer a simple vista
pues implica en profundidad por parte de muchos “marranos” una relación
ambivalente e inextricable con el origen y con la identidad.
Pero ya podemos pasar a la exposición de los rasgos esenciales de esta literatura en lo que concierne a su relación con lo español.
* * *
El “marranismo” no es sino una de las formas de la diáspora, una peripecia
terrible, sin duda, pero incluida en esa historia: la memoria que analizamos es
la memoria de una errancia. Por otro lado, el “marranismo” mantiene con la
cultura, el pensamiento y la historia del pueblo español una relación paradójin.º 4, pp. 819-838. Véase también John Edwards, “Elijah and the Inquisition: Messianic Prophecy
among Conversos in Spain, c. 1500”, Nottingham Medieval Studies, XXVIII (1984), pp. 79-94.
20
Francisco de Quevedo, “La hora de todos y la fortuna con seso”, en Los sueños, II, ed. de
Julio Cejador y Frauca, Madrid, 1966, pp. 231-251. Recientemente se ha sacado a luz otro opúsculo
que se creía perdido del mismo Quevedo que va mucho más lejos en el odio racial y espíritu de
pogrom. Lo comenta y edita Alonso Rey, “Un texto inédito de Quevedo: Execración por la fee
católica contra la blasfema obstinación de ls judíos que hablan portugués y en Madrid fijaron los
carteles sacrílegos y heréticos” (1633), Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo, LXIX (1993), pp.
105-141.
21
Vicente da Costa Mattos, Breve discurso contra a heretica perfidia do judaismo, continuada
219
ca, de la que ya hemos hablado y que Henry Méchoulan sintetiza muy bien. 22
Los elementos positivos de apego son numerosos a pesar de la distancia y del
ambiente tan poco propicio: lengua, orgullo de ser “español”, usos literarios y
sociales (academias, comedias, formas de sociabilidad, etc.), idea de volver y
una vez vueltos, proyecto de nuevo arraigo en la península (esto queda muy claro
en muchísimos procesos inquisitoriales). O sea que se perfila con evidencia
una situación de escisión, de inadecuación problemática, de imposible deseo:
no poder estar dentro ni fuera. De esta manera, la memoria que estamos viendo es la memoria de una errancia paradójica.
La territorialización de esta memoria representa por lo tanto un punto
clave, fundamental, pero complejo y mal estudiado hasta ahora. Una doble vertiente geográfica se deja vislumbrar sin dificultad de manera superficial: se
trata de volver a la península o de quedarse fuera. La primera opción, sumamente arriesgada pero muy corriente en realidad (aunque de forma más bien
temporal, represión obliga), se puede documentar, en su extraordinaria variedad de situaciones y de perfiles vitales, gracias a la documentación inquisitorial, tan rica sobre los “marranos” portugueses del siglo XVII. Queda mucho
por hacer. 23 Pero de hecho no es este fenómeno el que nos interesa aquí, sino
el de la huida a las Provincias Unidas y el protagonismo de la Jerusalén del
Norte. 24
Para los “marranos” la infidelidad que les reprocha la Inquisición no es
una rebeldía contra el rey de España ya que el pueblo de Israel constituye una
república autónoma dondequiera que estén sus miembros y por dispersos que
se hallen. 25 Isaac Cardoso lo expresa de mil maneras, por ejemplo así:
Los judíos no son los siervos de las naciones sino una república separada
(distinta) que vive y se gobierna con las leyes y preceptos que Dios les dio en
el monte Sinaí y que les ordenó guardasen en todas las naciones. 26
Desde este punto de vista, las Provincias Unidas aparecen rápidamente
nos presentes apostatas da nossa sancta fé…, Lisboa, 1623 (reed. en 1668, trad. al castellano por el
P. Diego Gavilán Vega, Discurso contra los judíos, Salamanca, 1631).
22
Henry Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., p. 31 sq.
23
Se acaba de leer en la Universidad de Alcalá de Henares una tesis excelente sobre una importante familia de banqueros que aporta muchos datos de extraordinario interés acerca de aquellas “vidas a contrapelo” (Caro Baroja): Bernardo López Belinchón, Estudio de la minoría judeoconversa en Castilla en el siglo XVII. El caso de Fernando Montesinos, 2 vols., 1995, tesis doctoral inédita. También puede verse, elaborado igualmente a partir de fuentes inquisitoriales, Pilar Huerga
Criado, En la raya de Portugal. Solidaridad y tensiones en la comunidad judeoconversa, Salamanca,
1993.
24
Sobre la atracción ejercida por Amsterdam, véase, por ejemplo, Gérard Nahon, “Amsterdam, métropole occidentale des Séfarades au XVIIe siècle”, Cahiers Spinoza, n.º 3 (invierno 19791980), pp. 15-50. También, H. Méchoulan, Amsterdam au temps de Spinoza. Argent et liberté,
París, 1990; id., Etre juif à Amsterdam au temps de Spinoza, París, 1991; id. (dir.), Amsterdam XVIIe
siècle, París, 1993.
25
En lo que viene a continuación seguimos la introducción de H. Méchoulan a Abraham
220
como la antítesis perfecta de la España político-religiosa de Felipe II y de sus
sucesores. De hecho, el artículo 13 de la Unión de las siete Provincias promulgada en la secesión el 23 de enero de 1572, reza lo siguiente: “Todas las
Provincias se verán obligadas a permitir a cada cual la libertad de religión y
conciencia sin perseguir ni estorbar a nadie por este motivo”. El milagro de
Amsterdam resulta de la asociación de esta dimensión con la capitalista. Como
lo explica Méchoulan, “Amsterdam no ofrece interés para nuestra reflexión
sino en la medida en que es el laboratorio del dinero en su modernidad y el de
las libertades en su diversidad. Este lugar forja, de manera completamente
original un vínculo entre el dinero y la libertad que no debe nada a las esperanzas de las utopías”. 27 Pero comparada con la España de El Escorial y del Santo
Oficio, es la Amsterdam de la libertad de conciencia, más que la burguesa y
capitalista, la que se erige en símbolo del anti-integrismo (perdón por esta terminología anacrónica). Pero no es sólo un símbolo forjado desde fuera por los
que acuden huyendo de las persecuciones peninsulares, se trata en realidad de
una estrategia política pensada desde el centro. A fines del siglo XVI, a propósito de una querella surgida entre las autoridades religiosas y un artesano dado a
interpretar por sí mismo la Sagrada Escritura, el burgomaestre de Amsterdam
dirigió a los religiosos la siguiente observación:
Las gentes de Iglesia no se dan suficientemente cuenta de que la naturaleza de los holandeses les impulsa a escrutar por sí mismos la Escritura y no
aceptar la religión con la ligereza de otros pueblos que, cuando los soberanos
cambian de fe, se contentan con seguirles. No puedo creer que vos, Monseñores, compartáis la opinión de que quienes no están de acuerdo en todos
los puntos con la Iglesia deben ser por ello perseguidos e importunados. Si
así fuera, nos veríamos obligados a perseguir a muchos que tratan de defendernos de los españoles con todas sus fuerzas, y la tiranía no tendría fin en este
país… Incluso entre los judíos, con los que nos place compararnos, vivían
unas con otras muchas sectas en buena armonía. 28
Del mismo modo que para las jóvenes Provincias Unidas secesionistas y
perseguidas por España, la libertad de conciencia es un arma de guerra contra
la monarquía del Rey Católico que permite atraer a los judíos, en la patria de
San Ignacio de Loyola el rechazo de esta libertad representa uno de los pilares
del Estado y una de las máximas justificaciones del buen derecho en la lucha
(presentada como cruzada que incumbe a la nación española por motivos sobrenaturales). Saavedra Fajardo, después de tantos (en particular de Quevedo)
y antes de otros muchos subraya:
La religión, si bien es vínculo de la República, es la que más desune y rePereyra (H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit.) cuyos datos reutilizamos.
26
Véase el interesante análisis de Y. H. Yerushalmi, De la cour d’Espagne au ghetto italien, cit.
221
duce a varias formas de gobierno cuando no es una sola, porque no puede
haber concordia ni paz entre los que sienten diversamente de Dios (…) La
ruina de un Estado es la libertad de conciencia. 29
Este concepto de unidad religiosa era primordial desde el final de la Reconquista, su observancia primaba sobre cualquier consideración humana y
más aún, económica, al contrario de lo que ocurría en Amsterdam donde tolerancia y dinero constituían los cimientos de la república al mismo tiempo que la
antítesis del espíritu escurialense. En 1609 todavía, los gobernantes locales de
Sicilia remitían al Consejo de Estado español un memorial mostrando que convendría para la prosperidad de la isla que se autorizara el afincamiento de una
comunidad de judíos venidos de oriente, judíos que serían, claro está, estrechamente vigilados y cuya libertad quedaría limitada. A pesar de estas precauciones, la convincente argumentación económica de los sicilianos fue rechazada por Madrid con los siguientes términos:
En primer lugar se representa la gloria inmortal que adquirieron los gloriosos Reyes Católicos en expeler de sus reinos y estados todos los hebreos
hombres y mujeres, chicos y grandes sin distinción, como parece por la pragmática que se publicó año de 1492, y otra en declaración de la primera del
año de 1499, prefiriendo la pureza de la fe de sus reinos a los intereses y
aprovechamientos que esta gente causa con sus tratos y mercancías, y habiendo
sido ésta una acción tan heroica, tan alabada de los pontífices y príncipes
cristianos y tan celebrada de los autores naturales y forasteros, observada en
tiempo de la Majestad del Emperador Carlos V y Felipe su hijo sin hacer caudal de los gruesos donativos que se les ofrecieron por parte de los dichos
hebreos, no parece que conviene a la grandeza y reputación y celo grande de
S. M., que Dios guarde, abrir esta puerta, aunque sea con las limitaciones que
se refieren. 30
Pero volvamos al Norte. Tal como lo expresa de manera reiterada toda una
corriente de opinión holandesa que refleja bien el texto citado más arriba, la
liberación de las Provincias Unidas viene a parecerse a la liberación individual
de los criptojudíos de la península ibérica. El paralelismo fundamental lo esp. 362 sq.
27
28
H. Méchoulan, Amsterdam au temps de Spinoza, cit., p. 8, traducido por nosotros.
Citado por H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., pp. 20-21.
29
Ibid., p. 21. El texto de Saavedra Fajardo es de la Idea de un príncipe político-cristiano representada en cien empresas (1640). Los textos de Quevedo más importantes son La España defendida
(1609) y Política de Dios, gobierno de cristo… (1617). Esta cuestión del providencialismo y del
“mesianismo político” españoles, aunque estrechamente vinculada con nuestro tema, es demasiado
amplia para que intentemos siquiera resumirla. Se pueden consultar, por ejemplo, los libros siguientes: José Antonio Maravall, La teoría española del Estado en el siglo XVII, Madrid, 1944; César
Silió Cortés, Maquiavelo y su tiempo, Madrid, 1946; Francisco Murillo Ferrol, Saavedra Fajardo y la
política del Barroco, Madrid, 1956; Enrique Tierno Galván, Escritos, Madrid, 1971, pp. 11-80; José
222
tablece sin vacilar F. van Aerssen van Sommelsdyck en un enigmático libro de
viajes anónimo publicado en 1666 titulado Voyage d’Espagne curieux, historique et politique fait en l’année 1665. Dice en la dedicatoria, dirigida al
príncipe de Orange:
Gracias a la virtud de los padres de vuestra patria el Cielo ha obligado a
los tiranos [los españoles] a reconocer como soberanos a quienes querían
tratar como esclavos. Gracias a ellos, como otros tantos Moiseses y Josués, a
quienes el Cielo ha hecho ver al Pueblo de Dios habitando en medio del mar
mientras las olas sepultaron los ejércitos y las tierras de los faraones, se puede
contemplar de nuevo a Israel triunfante de un número infinito de enemigos y
multiplicándose en su pequeño Canaán como estrellas del cielo. 31
Así quedó plasmada una analogía altamente sugestiva entre la ida a Amsterdam y la huida del Egipto peninsular. De este modo se vincularon de forma
esencial lo religioso, lo político y lo geográfico (amén de lo económico). A la inversa, en España, la “conspiración judía internacional” se identificó, con pavor
y agresividad, con la actitud secesionista de las siete provincias. Es cierto que la
historia de los expulsos (mejor dicho, de los huidos, para el siglo XVII) estriba
en una geopolítica que encuentra un apoyo decisivo en el rebullir de los Estados nacionales cuya voz se hará oír y cuyas aspiraciones se plasmarán por fin
en la paz de Westfalia de 1648. Pero desde dentro, desde ese “ser marrano”
paradójico, una de las contradicciones más conmovedoras de la errancia es
precisamente esa doble pulsión de arraigo territorial, a la vez interior (en Sefarad) y exterior (en Holanda).
Pensamos que esta coyuntura, con su consecuencia básica del desarraigo o
imposible doble arraigo paradójico, explica la temática básica de esta “otra
memoria” que nos está ocupando hoy: el odio. Terminaremos con ello.
En España, el odio antijudío se identificó con la temática de la conspiración de la que ya hemos dicho unas palabras más arriba. Esta idea de conspiración es demasiado recurrente, su reactualización y adaptación a cada coyuntura sucesiva demasiado sistemática durante toda la modernidad, para que no
detectemos en ella uno de los grandes mitos a los que se aferraría con patético
anacronismo la España de la cruz y de la espada. Antes de llegar al tema de la
traición de los conversos (alianza con las potencias enemigas de España) se
había forjado una primera imagen de peligrosidad política y sobre todo social,
la de la conspiración interior contra los cristianos viejos. Quevedo, en su libelo
antisemita de 1633 citado, recoge la leyenda de la correspondencia intercambiada entre judíos de España y de Constantinopla a fines del siglo XV según la
cual quedaría demostrada la finalidad criminal de la estrategia de integración
de los conversos (lo cual explicaría la necesidad de deshacerse de los hebreos).
He aquí el texto de Quevedo:
A. Fernández-Santamaría, Razón de Estado y política en el pensamiento español del Barroco (15951640), Madrid, 1986.
223
Las causas que obligaron a los progenitores de V.M. a limpiar de tan
mala generación estos reinos se leen en todos los libros que doctísimamente
escribieron varones grandes en defensa de los estatutos, iglesias y colegios y
órdenes militares. No las callan las historias propias y extranjeras. Vulgar es,
y de pocos ignorado, el papel que declara la causa de la postrera expulsión. Y
con él anda el consejo que los malos judíos, príncipes de la sinagoga de Constantinopla, dieron a los que les avisaron desde España del destierro y castigos que padecían. Consejo tan habitado de veneno que inficiona leerle y molesta ver con cuánta maña le supieron ejecutar. Pónele a la letra en español el
doctor Ignacio del Villar Maldonado, doctísimo jurisconsulto, en su libro impreso cuyo título es Silva Responsionum Iuris, libro 1, en la duodécima responsión (párrafo 51). Referiré a V.M. una cláusula de él: Y pues decís que
los dichos cristianos os quitan vuestras haciendas, haced vuestros hijos abogados y mercaderes, y quitarles han ellos a los suyos sus haciendas. Y pues
decís que os quitan las vidas, haced vuestros hijos médicos y cirujanos y boticarios, y quitarles han ellos a sus hijos y descendientes las suyas. Y pues decís
que los dichos cristianos os han violado y profanado vuestras ceremonias y
sinagogas, haced vuestros hijos clérigos. Los cuales con facilidad podrán violar sus templos y profanar sus sacramentos y sacrificios. 32
Este oscuro episodio de las cartas que nuestro genial escritor antijudío retoma, suponiéndole (falsamente, claro está) amplio fundamento histórico y
mayor publicidad, no se inventó en 1492, sino mucho más tarde, a mediados
del siglo XVI, y fue el arzobispo Silíceo quien lo sacó a relucir con el fin de imponer los estatutos de limpieza a la catedral de Toledo. Este varón insigne, ayo
de Felipe II e inspirador de la política más “integrista” del momento, se valió de
la famosa correspondencia (¿fue hasta escribirla él mismo?) que fingió haber
descubierto en el archivo de la catedral, aludiendo a ella como prueba de la
perfidia de los conversos en un memorial en defensa de los estatutos dirigido al
Emperador a mediados de los años 1540. Estas cartas han desaparecido, pero
tenemos una edición de fines del siglo XVI de una correspondencia de idéntica
índole. Dicen entre otras cosas las misivas:
A lo que decís que el rey de España os hace volver cristianos, que lo
hagáis, pues no podéis hacer otro. A lo que decís que os mandan quitar vuestras haciendas, haced vuestros hijos mercaderes, para que poco a poco les
quiten las suyas. A lo que decís que os quitan las vidas, haced vuestros hijos
médicos y apotecarios, para que les quiten las suyas. A lo que decís que destruyen vuestras sinagogas, haced vuestros hijos clérigos y teólogos, para que
30
Archivo General de Simancas, Estado, leg. 1, 171, fol. 131. Subrayado por nosotros. Hemos
modernizado la ortografía.
31
Citado por H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., p. 22.
32
“Un texto inédito de Quevedo: Execración por la fee católica contra la blasfema obstinación
de los judíos que hablan portugués y en Madrid fijaron los carteles sacrílegos y heréticos” (1633),
224
les destruyan sus templos. 33
En el mismo momento (1548), el fiscal del Santo Oficio de Toledo, el
bachiller Pedro Ortiz, alegaba a su vez la admisión de conversos en los oficios
públicos y religiosos recurriendo, entre otros argumentos, a éstos:
Se ha visto que los dichos inhábiles hijos e nietos de condenados por
herejes teniendo cargos de justicia han condenado a muerte a muchos cristianos limpios y en otras diversas penas sin culpa, porque no se desvelan en
otra cosa sino en buscar cómo les dañarán y molestarán y cómo derramarán
su sangre inocente y sin culpa, y vengan sus corazones haciendo lo susodicho
y otros de ellos que siendo cirujanos, médicos, sangradores y boticarios han
muerto muchos enfermos cristianos limpios con medecinas ponzoñosas y
contrarias de las que convenía darles para su salud y en otras muchas maneras… 34
Vemos las concordancias entre los textos y los temas. Está claro que la Inquisición no se conformó con la represión de las personas sino que desempeñó
un papel fundamental en la lucha ideológica por la limpieza. Pero no sólo
Quevedo, ni los escritores que podemos llamar profesionales de la leyenda antisemita, difundieron tales discursos estratégicos. Se formó un verdadero frente
hispánico de salud pública, por decirlo así, en el cual la argumentación
económica sacada de la reflexión sobre la “decadencia” vino a aportar su cociente de objetividad y desapasionada racionalidad. Pero en el fondo, muy
lejos del razonamiento autoflagelador (y de finalidad muy crítica y de anchas
miras) de un Cellorigo, por ejemplo, de lo que se trataba aquí era de proyectar
sobre el Otro, en una visión conspiracionista y quintacolumnista, las causas de
malestar interior: España era víctima de una estrategia concertada por sus enemigos, de resorte económico y cuyo principal y más efectivo eslabón eran los
“marranos”, a caballo entre el imperio y Holanda. En el famoso memorial
sobre El peso político de todo el mundo dirigido a Olivares por el conde Antonio Sherley (inglés de ideales católicos) al principio de su privanza (1622), hallamos, en el capítulo sobre los “Rebeldes”, un buen resumen de esta opinión:
Son enemigos pesados [los criptojudíos interiores y judíos exteriores] por
ser tan industriosos y aplicados a todo lo que puede conservarlos y acrecentarlos y son, por ser rebeldes, los más peligrosos enemigos que Su Majestad
tiene y son irreconciliables por ser herejes y se mantienen pujantes para todos
estos efectos con los materiales que sacaron de estos reinos con sus propias
manos; y ahora los sacan por manos de ingleses, franceses, venecianos y prinBoletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo, LXIX (1993), p. 120.
33
Citado por Albert A. Sicroff, Los estatutos de limpieza de sangre. Controversias entre los siglos XV y XVII, Madrid, 1985 (1.ª ed. en francés, París, 1960). Las cartas se hallan en la Silva curiosa
de Julián Medrano, París, 1583. Sobre esta intrincada cuestión, véase Adolfo de Castro y Rossi,
Historia de los judíos en España, Cádiz, 1847, pp. 137-142 e Isidoro Loeb, “La correspondance des
juifs d’Espagne avec ceux de Constantinople”, Revue des Études Juives, XV (1887), pp. 272-276.
225
cipalmente por las de portugueses con tener en Amsterdam y derramados en
otros puertos de sus estados muchísimas familias de ellos muy ricas y por
medio de correspondencia que éstos tienen con los de su pelo en Portugal,
en Sevilla y en toda España y en ambas Indias, los rebeldes son efectivamente
señores de todos los sustanciales provechos y riquezas que nacen en todos los
estados de Su Majestad y antes se reducen en moneda barras de plata en Amsterdam que no en Sevilla. 35
Pero todo esto resulta bien conocido. Pasemos al discurso “marránico” del
odio. Éste se estructura según tres planos críticos que corresponden a otros
tantos niveles de reflexión que vamos a presentar partiendo del más exterior
para desembocar en el más íntimo, contradictorio y doloroso. 36
1) Estrato del reconocimiento imposible: el “marrano” como víctima inencontrable. El primer nivel se refiere a un punto de historia que los españoles se
negaban a asumir, rechazando de su memoria una responsabilidad trágica en el
destino de los sefardíes: los estragos que España había obrado en la Nación.
España aparecía como una potencia de destrucción cuya grandeza maléfica cobraba una dimensión propiamente diabólica. El símbolo de esta espantosa dimensión de instinto negativo: el Santo Oficio, la gran máquina todopoderosa,
instrumento del martirio de los hijos de Israel. Este tema de los mártires nutrió
en efecto una importantísima corriente anti-inquisitorial que confluyó con la
leyenda negra. En las mentalidades de los “marranos” aparece como una verdadera obsesión y como un tema hiperbólico. 37
La Inquisición se halló muy pronto colocada en el centro de una vasta
polémica que permitió dibujar una imagen maléfica, ciertamente, pero sobre
todo omnipotente, de España, con todas las ricas raíces simbólicas que ello
contiene. De hecho, los procesos de inquisición y la literatura “victimista” que
generó la actividad de los oficios permiten vislumbrar oscuras y complejas
zonas de ambigüedad, juegos peligrosos de atracción y repulsa en el centro de
Hay copias de esta correspondencia en varios fondos de manuscritos de grandes bibliotecas (en las
de Madrid y París por ejemplo), lo que muestra su relativa difusión durante la segunda mitad del
siglo XVI y todo el siglo siguiente.
34
Archivo Histórico Nacional, Inquisición, leg. 120, n.º 9.
35
Ibid., p. 33. Méchoulan cita según el Ms de la BN de Madrid n.º 7.371 y atribuye el memorial
al conde de Miranda, según reza el catálogo de Gallardo. En realidad es de Antonio Sherley y está
publicado según lectura de los Ms n.os 10.580 y 10.581: Carmelo Viñas y Mey, Peso político de todo
el mundo del conde D. Antonio Xerley, Madrid, 1961, la cita está en la p. 46. Hemos modernizado
la ortografía en nuestra cita.
36
Véase H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., que seguimos también en cuanto viene a continuación.
37
Al emplear la expresión “tema hiperbólico” nos referimos al hinchamiento retórico (al pathos) de las evocaciones de los martirios, no a que se exagerara la gravedad del impacto de la actuación de la Inquisición. Este impacto fue ciertamente de gran magnitud y determinante en el
rumbo (negativo in sæcula sæculorum por lo que a la tierra peninsular se refiere) que iban a tomar
las relaciones entre ambas culturas, ambos pueblos, durante tanto tiempo si no mezclados (imposi-
226
los cuales brilla la figura del malsín. 38 Todo este campo de interacciones, estas
actitudes, merecerían un estudio pormenorizado. De hecho se trata de un terreno muy connotado y que conviene pisar con cautela. La temática del rechazo
conjuga bajo todas sus formas el poder destructor del Santo Oficio:
– destruye las haciendas (confiscaciones);
– destruye los cuerpos (relajaciones y sobre todo tortura);
– destruye la honra;
– destruye las almas doblemente: obligando (o convenciendo) a la apostasía y obligando (o convenciendo) a traicionar. 39
2) Estrato de la expiación catastrófica: el “marrano” como profeta. En un
segundo plano de explicación de la Historia, España aparece como condenada
irremediablemente a la decadencia o a la destrucción, pues todos los imperios
que se ensañaron con los judíos fueron aniquilados (Menasseh ben Israel). Saúl
Leví Morteira también lo profetiza:
España ha de ser destruida y ha de pagar al Señor del mundo la sangre inocente que en él tiene derramada. 40
Josef ha-Cohen piensa de forma idéntica y clama su odio a Isabel y Fernando, llamando a España “tierra maldita”. 41
Además, y esto corresponde bien a los usos religiosos del siglo XVII, el país
está condenado por dejar que florezcan en él las supersticiones y la falsa religión (las beatas visionarias, etc.) que desvirtúan totalmente la espiritualidad.
Tal tipo de observaciones denota en los textos “marránicos” no sólo un deseo
de defender al pueblo de Israel, sino también el de entrar en un examen de las
cosas de España desde el punto de vista de la religión católica. Este fondo de
ambigüedad constituye el tercer nivel del que hemos hablado.
3) Estrato de la síntesis improbable: el “marrano” como imposible judío
español. El odio, en profundidad, es a la vez destructor y constructor pues los
“marranos” (o muchos de ellos, en particular los más inquietos y dados al cultivo de las letras) vivían un inextricable estado de dependencia cultural en
relación con lo español que Henry Méchoulan describe bien 42 y acerca de la
ble) por lo menos embarcados en un destino común.
38
Sobre la figura del malsín en la literatura criptomarránica, véase Antonio Enríquez Gómez,
El siglo pitagórico y vida de don Gregorio Guadaña (1644), ed. de Charles Amiel, París, 1977,
pp. 23-33 (“Transmigración II [En un malsín]”. Igualmente interesante es la “Transmigración VI
[En un hipócrita]”, pp. 193-212). Otro buen ejemplo de literatura “marránica” llena de alusiones y
significados crípticos, del mismo A. Enríquez Gómez: Sansón Nazareno (1656), ed. facsímil de
Carlos de la Rica y Antonio Lázaro Cebrián, Cuenca, 1992, en particular el libro séptimo, pp. 141168 y el libro 14, pp. 315-338.
39
Sobre la obsesión inquisitorial y la glorificación de los mártires del Santo Oficio, véase H.
Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., pp. 34-40, donde se aportan mu-
227
cual Julio Caro Baroja había proporcionado anteriormente numerosos elementos de análisis. 43 En el fondo, la memoria de buena parte de la diáspora conversa es en gran parte española. La actitud negativa de los “marranos” se
acompaña de cierta incapacidad para liberarse del influjo cultural español. Su
meta era ser judío español, probablemente, pero tal concepto no era admisible
en la España de entonces. No obstante, frente a ese deseo existe otro, la voluntad de no ser “español”, de asumir hasta el fondo la espiritualidad hebrea. He
aquí el sentido de la oposición entre Pereyra y Espinoza en cuya tensión Henry
Méchoulan quiere ver, citando a Unamuno,
dos mundos, en el sentido pleno del término, que se enfrentan, el de la fe y el
de la razón. De un lado, “una temerosa espera de la muerte que está llena de
sed eterna”, como ha visto muy bien Unamuno, del otro, la fruición inmanente de ser, “la conciencia de sí, de Dios y de las cosas”, el famoso “serse y
serlo todo”. Dos aventuras espirituales opuestas, pero que expresan, tal vez,
en dos discursos antitéticos, la misma ansia española de inmortalidad. 44
chos datos de gran interés.
40
Ibid.
41
J. ha-Cohen, El valle del llanto, cit., p. 119.
42
H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., pp. 40-48.
43
J. Caro Baroja, Los judíos en la España moderna y contemporánea, cit., t. I y II, passim.
44
H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, cit., p. 83.
228
RICARDO GARCÍA CÁRCEL
Catedrático de Historia Moderna
Universidad Autónoma de Barcelona
VEINTE AÑOS
DE
HISTORIOGRAFÍA
DE LA
INQUISICIÓN
ALGUNAS
REFLEXIONES
Publicaciones de la
REAL SOCIEDAD ECONÓMICA
DE AMIGOS DEL PAÍS
Valencia, 1996
2
VEINTE AÑOS DE LA HISTORIOGRAFÍA
SOBRE LA INQUISICIÓN
Ricardo García Cárcel
Catedrático de la
Universidad Autónoma de Barcelona
hace veinte años. Un curso de verano organizado por la Universidad
Menéndez y Pelayo de Santander, bajo la dirección de José Antonio Escudero, reunió a un nutrido grupo de historiadores veteranos y jóvenes en
torno a la necesidad de renovar el enfoque que tradicionalmente se había dado
a un tema tan polémico com el de la Inquisición española. Había muerto hacía
unos meses Franco. La atmósfera española estaba marcada por la voluntad de
transición política. La vieja bipolarización ideológica entre conservadores
(línea Menéndez y Pelayo) y progresistas (línea Llorente) daba paso a la explícita voluntad de reconciliación, de reencuentro, de síntesis. El curso de verano de Santander marcó, efectivamente, el comienzo de una nueva historiografía de la Inquisición que tuvo sus mejores años de euforia de 1976 a 1986,
una auténtica “década prodigiosa” con dos instituciones creadas para dar
cobertura de apoyo a esta historiografía (el Centro de Estudios Inquisitoriales
de J. Pérez Villanueva y el Instituto de Historia de la Inquisición de J. A. Escudero), una explosión de congresos y exposiciones –los congresos que han
generado publicaciones han sido los congresos de Cuenca (1978), Copenhague
(1978), Nueva York (1983), Madrid-Segovia-Palma (1986) y de la exposición
de Madrid de 1982 queda como balance un magnífico catálogo–, 1 la traducción y edición española de la clásica obra de H. Ch. Lea 2 y una revista monográfica muy útil (la Revista de la Inquisición de la que han salido hasta el momento cuatro números), pero, sobre todo, un discurso ideológico distinto al
F
UE
1
J. Pérez Villanueva (dir.), La Inquisición española. Nueva visión, nuevos horizontes, Madrid,
1987; G. Henningsen, J. Tedeschi y Ch. Amiel (dirs.), The Inquisition in early modern Europe.
Studies on Sources and Methods, Illinois, 1986; A. Alcalá (dir.), Inquisición española y mentalidad
inquisitorial, Barcelona, 1984; J. A. Escudero (dir.), Perfiles jurídicos de la Inquisición española,
Madrid, 1989. Del curso de verano de la UIMP salió como publicación el número extra de Historia 16 n.º 1 dedicado monográficamente a la Inquisición (1976, reed. en 1986).
2
H. Ch. Lea, Historia de la Inquisición española, Madrid, 1983. La obra original se había editado en inglés en Nueva York en 1906-07.
231
precedente.
Este discurso se caracteriza por la referida voluntad de superación de la
vieja confrontación entre las dos Españas machadianas, cuya fractura venía
bien simbolizada por la Inquisición, una intención de cubrir en el estudio de la
Inquisición española no sólo los tribunales peninsulares, sino también los italianos y sobre todo los de Hispanoamérica, un sentido liberal que implicaba
aceptar los aportes de historiadores del más variado signo ideológico, eso sí, con
la fijación de un marcado nacionalismo español, en tanto que se partía del
supuesto de que la historia de la Inquisición era una asignatura pendiente que
sólo podía ser aprobada por historiadores españoles. En este contexto se
procuró, asimismo, acoger las aportaciones de los historiadores españoles
“self-emigred” fuera de España, entre los que sobresale el papel excepcional
que ha tenido Ángel Alcalá, el traductor de la obra de H. Ch. Lea. 3 El mejor
testimonio de esta historiografía de la Inquisición muy ligada a la cultura de la
transición política española, ha sido la obra editada por la Biblioteca de Autores
Cristianos (BAC) y el Centro de Estudios Inquisitoriales de la que han salido
hasta el momento dos volúmenes: el primero, con un tratamiento diacrónico,
el segundo con un planteamiento estructural. La Historia de la Inquisición en
España y América (1984, vol. 1, 1993, vol. 2) dirigida por J. Pérez Villanueva y
B. Escandell (responsables del Centro de Estudios Inquisitoriales, eje fundamental de la historiografía española sobre Inquisición de aquellos años), escrita
por los mejores historiadores españoles de la Inquisición, sin sectarismo ideológico, aborda buena parte de los grandes problemas a los que la historiografía de la Inquisición sólo se había enfrentado parcialmente. 4 Esta obra es,
sin duda, la más representativa de los méritos –mejor reflejados en el primer
volumen que en el segundo– y limitaciones de la historiografía española sobre
Inquisición entre las que cabe resaltar la excesiva dispersión de aportaciones
monográficas que yuxtaponen, sin integrar debidamente, los respectivos resultados de las investigaciones con frecuentes casos de solapamiento y reiteración). A este libro y a las actas de los diversos congresos a que nos hemos
referido, testimonio del extraordinario empuje de la historiografía española de
la década 1976-1986, hay que añadir las sustanciales innovaciones de los historiadores extranjeros en los últimos años. En este sentido, merecen mención especialmente la obra de Henry Kamen y Bartolomé Bennassar. El primero,
desde la ya lejana publicación de su clásico libro sobre la Inquisición española
en primera edición (1965 en inglés, 1967 en español) hasta la última (1985) con
las múltiples incorporaciones que ha aportado en esta última edición, ha con-
3
Ángel Alcalá fue el organizador de los Congresos de Nueva York sobre la Inquisición en
1983 y sobre los judíos sefarditas y conversos de 1992 (éste, publicadas sus actas en 1994), aparte
de colaborador de buena parte de los congresos que sobre la Inquisición se han realizado en España y autor de un pequeño pero muy útil libro sobre los orígenes de la Inquisición aragonesa.
4
J. Pérez Villanueva y B. Escandell, Historia de la Inquisición en España y América, 2 vols.,
Madrid, 1984-1993.
232
tribuido decisivamente a la desdramatización del tema inquisitorial en tanto
que pone de relieve que la Inquisición más que una causa de conflicto social
fue un signo de los conflictos internos entre los españoles, un aparato de poder
coactivo sin ideología propia, y desde luego ha promovido una normalización
d
e
l
fenómeno inquisitorial por la vía de la historia comparada con las “otras Inquisiciones” europeas –aunque no tuvieran este nombre–. 5 Bennassar y sus
discípulos han aportado a la historiografía de la Inquisición aspectos fundamentales como el de la complejidad de la represión que no puede medirse con
la sola cuantificación de los procesados, sino poniendo el acento en conceptos
fundamentales como el de la política de la presencia, la pedagogía del miedo y
la atención a todos los componentes simbólicos del ejercicio de la representación que implicaba la actuación del Santo Oficio. 6 Estos historiadores
junto a otros historiadores también extranjeros (Henningsen, Monter, Haliczer, Borromeo…), ciertamente, han ejercido un magisterio fundamental para los
jóvenes historiadores españoles de las últimas décadas aunque algunos de ellos
no han tenido fortuna a la hora de ser publicados en español (Nalle o Peters,
por ejemplo, son todavía prácticamente desconocidos). No hay que olvidar,
por otra parte, la incidencia que sobre la historiografía española han tenido los
clásicos estudios de Le Roy Ladurie sobre Montaillou o Ginsburg sobre el molinero Menochio que, aunque utilizaron fuentes inquisitoriales no españolas
(francesas de la Inquisición medieval e italianas, respectivamente), han servido
de modelos metodológicos fascinantes para múltiples trabajos de investigación
sobre la Inquisición española.
Lamentablemente, esta energía historiográfica de los años ochenta parece
haberse disuelto en los últimos años. La constatación de rendimientos decrecientes, por saturación en el uso de algunas fuentes como las causas de fe, la
falta de cobertura de apoyo institucional, el lamentable vacío dejado por hombres como Joaquín Pérez Villanueva, el auténtico padre de la historiografía
española sobre la Inquisición en los años 80, el propio fin de la transición
política española… son algunas de las variables que explican la actual desaceleración historiográfica española sobre la Inquisición. Creo que, precisamente,
esta patente desaceleración nos pone en buena situación de hacer balance del
desarrollo de la historiografía sobre Inquisición a lo largo de estos últimos
veinte años.
Obvio es subrayar que no pretendemos un examen exhaustivo, lo que sería
utópico en el espacio de que disponemos, sino reflexionar sobre algunas de las
líneas de investigación que más nos han llamado la atención. Tres han sido los
objetivos perseguidos por la historiografía en estos años: la desideologización,
la superación de la abstracción y la explicación racional del Santo Oficio.
5
6
H. Kamen, La Inquisición española, Barcelona, 1985.
B. Bennassar, La Inquisición española. Poder político y control social, Barcelona, 1979.
233
LA DESIDEOLOGIZACIÓN
El primer objetivo de la historiografía de los últimos años sobre Inquisición ha sido el de la superación de los juicios de valor ideológico en el análisis
de la represión inquisitorial en función de la voluntad de reconciliación desdramatizadora a la que antes nos referíamos. En el marco de esta intención
desideologizadora hay que situar algunas de las líneas de investigación más
fructuosas en estos años:
1) La cuantificación. El reto que supusieron las cifras de Llorente cuantificando el número de procesados por la Inquisición (348.021 sería su cifra global) junto al boom de la metodología cuantitativista que, sobre todo la segunda
generación de Annales, tanto contribuyó a difundir, llevó a Jaime Contreras y
Gustav Henningsen a abordar el problema de medir la represión inquisitorial a
través de las cifras de procesados. Para ello, ambos historiadores usaron una
fuente documental que después sería la más utilizada por los historiadores de
la Inquisición: las relaciones de causas de fe. Lamentablemente, tal fuente sólo
se conserva para el período 1560-1700 y no en todos los tribunales. En
cualquier caso, los citados historiadores sumaron la cifra de procesados de los
19 tribunales examinados que ascendía a 49.092. 7 Llorente, en definitiva, ha
salido un tanto cuestionado por parte de esta historiografía a pesar de los esfuerzos de A. Márquez en defenderlo. 8
Los problemas metodológicos que plantea el uso de la fuente de las causas
de fe, se agravan cuando ha habido que entrar en el ámbito de la especulación
a la hora de establecer la cifra de procesados a lo largo de toda la historia de la
Inquisición. Por mi parte, he sugerido como cifra global más posible la de los
150.000 procesados. 9 La periodificación de la represión ha quedado relativamente consensuada en torno a cinco etapas: 1480-1530, la implantación, con
los judeoconversos como víctimas propiciatorias y el porcentaje más alto de
condenados a muerte; 1530-1560, de consolidación, pero con cierta ralentización represiva paralela al agotamiento del filón converso; 1560-1620, apogeo,
con moriscos y protestantes como principales afectados, y los mayores porcentajes de procesados anualmente; 1620-1700, de desaceleración represiva,
7
J. Contreras y G. Henningsen, “Fourty-four thousand cases of Spanish Inquisition (15401700). Analysis of a historical data bank”, en Henningsen, Tedeschi, Amiel (dirs.), The Inquisition
in…, pp. 100-129. Estos datos no coinciden siempre con las cifras del propio Contreras (original
manuscrito presentado en el Congreso de Copenhague de 1978) y Henningsen (“La elocuencia de
los números: Promesas de las ‘relaciones de causas’ inquisitoriales para la nueva historia social”, en
Inquisición española y mentalidad inquisitorial, pp. 207-225; y “El Banco de datos del Santo Oficio”, Boletín de la Real Academia de la Historia, n.º 174, 1978).
8
A. Márquez, “Introducción” a la obra de J. A. Llorente, Noticia biográfica, Madrid, 1982.
9
R. García Cárcel, La Inquisición, Madrid, 1990.
234
con delitos sexuales e ideológicos como principales objetivos de atención –la
obra de M. Escamilla que abarca el período 1665-1733 ha contribuido a reavivar el interés de esta etapa de supuesta crisis a partir de dos registros de Consejo de la Suprema (n.os 667 y 668) investigados por la historiadora francesa
que le permiten especular en tal período con la cifra de 3.260 procesados–; 10 y
por último, el período 1700-1820, de decadencia evidente, aunque Teófanes
Egido, a partir de las alegaciones fiscales también ha puesto de relieve unas
cifras de procesados mucho más elevadas de lo que se creía tradicionalmente
(1.463 procesados con 238 sentenciados a muerte en el período 1700-1746). 11
El estudio de la represión inquisitorial, a través de las relaciones de causas,
ha propiciado la elaboración de tipologías delictivas, desde la literalidad del
modelo inquisitorial que siguieron Contreras y Henningsen (judíos-moriscosluteranos-alumbrados-proposiciones heréticas-bigamia-solicitación confesionario-ofensas al Santo Oficio-superstición y varias) a modelos construidos desde
concepciones antropológicas más actuales como las que yo mismo diseñé hace
años (contracultura, sexo, ideologías) con sus virtudes y defectos propios. La
clasificación inquisitorial no concede ámbito propio a los delitos sexuales,
otorga toda un área delictiva a un ámbito tan específico y coyuntural como los
alumbrados, disuelve la brujería en un cajón de sastre tan complejo como el de
las supersticiones… Tampoco son satisfactorias algunas de las clasificaciones
alternativas que han ido surgiendo como las de W. Monter que estableció para
los tribunales de la Corona de Aragón una clasificación trifásica (conversos
antes de 1530, aragoneses-moriscos, sodomía y brujería de 1530 a 1630 y portugueses de 1630 a 1730). Desde luego el diferencialismo –sobre el que con
razón ha insistido W. Monter– de los tribunales de la Corona de Aragón respecto a los castellanos es evidente. 12 El peso de los cristianos nuevos en aquéllos respecto a los cristianos viejos dominantes en Castilla –sólo desde comienzos del siglo XVII la presencia de los conversos de origen portugués se hace
aquí bien visible– es incuestionable, así como queda de relieve una mayor predominancia de pecados como las ofensas al Santo Oficio, la brujería y, desde
luego, la sodomía y bestialidad, sobre las que no tenía jurisdicción el Santo
Oficio en Castilla. Pero el evidente diferencialismo nunca hay que interpretarlo
en términos antropológicos como si las sociedades castellana y aragonesa tuvieran distintas y específicas tentaciones o maneras de pecar –riesgo en el que
no pocas veces han caído historiadores con vocación de antropólogos simples–, sino en términos jurisdiccionales –capacidad o no de la Inquisición para
juzgar tales o cuales delitos. Por otra parte, la frontera diferencial es compleja.
Aparentemente, son mucho más duros los tribunales de la Corona de Aragón
10
M. Escamilla-Colin, Crimes et chatiments dans l’Espagne inquisitoriale, París, 1992, vol. I,
p. 259.
11
T. Egido, “La Inquisición en la España borbónica”, en J. Pérez Villanueva y B. Escandell
(dirs.), Historia de la Inquisición…, vol. I, pp. 1380-1390.
12
W. Monter, La otra Inquisición, Madrid, 1992.
235
que los castellanos (de 1570 a 1625, 151 muertos en la Corona de Castilla, 384
en la Corona de Aragón), pero eso no es así en Cataluña, donde el propio
Monter reconoce sólo 13 muertos en el citado período y este mismo historiador se refiere a los Inquisidores de Cataluña como los de “brazos cortos”.
Quizá haya que establecer las diferencias de los tribunales en base a criterios
de ubicación geográfica (frontera de catolicidad como el tribunal de Cataluña,
frontera de cristiandad como los tribunales hispanoamericanos, fronteras competenciales como los tribunales italianos) y funcionalidad. A este respecto el
tinte xenófobo que caracterizó el antiluteranismo de un tribunal como el de
Cataluña, según Monter, tiene poco que ver con el pretendido reciclaje pastoral que la Inquisición tuvo en Toledo, según la magistral interpretación de
Dedieu. 13 Kamen, sin embargo, ha matizado en su libro The Phoenix and the
Flame 14 la identidad de los procesados del tribunal de Cataluña subrayando
que en la época de la Contrarreforma cerca del 90 % de los casos juzgados por
la Inquisición involucraban a cristianos viejos. Según este historiador ningún
caso serio de herejía fue descubierto en la población catalana. Las discusiones
con los franceses no se centraban sobre dogmas sino por cuestiones de costumbre o moralidad. La gran contribución de la Inquisición catalana a la Contrarre-forma radica en el área de la disciplina clerical, control moral, superstición y disciplina sexual. Por último, en estas rápidas reflexiones sobre la repres
i
ó
n
inquisitorial no conviene olvidar los riesgos ideológicos que comporta una aplicación rígida del cuantitativismo de los procesados. El escaso número de
procesados no tiene por qué redimir a la Inquisición de su responsabilidad
histórica. En la práctica, víctimas de la Inquisición lo fueron todos, los procesados y los no procesados, los del exilio exterior e interior, los convertidos más
o menos forzosamente, los supervivientes… La gravedad de la Inquisición
radicó en la presencia a lo largo de varios siglos de una institución que dividió
estructuralmente a los españoles, en función de su manera de pensar, sentir o
de ser, lo que ha condicionado los ajustes de cuentas de diverso signo que han
hipotecado nuestra historia.
2) El derecho inquisitorial. Institución y procedimiento. Teoría y praxis.
Fuera del territorio de la cuantificación delictiva, una de las mayores aportaciones de la historiografía de la Inquisición en su esfuerzo por valorar adecuadamente la represión inquisitorial ha venido de los historiadores del dere13
J.-P. Dedieu, L’administration de la foi. L’Inquisition de Tolède (XVI-XVII siècle), Madrid,
1989.
14
H. Kamen, The Phoenix and the Flame. Catalonia and the Counter Reformation, Londres,
1993.
15
Vid. el volumen Perfiles jurídicos… dirigido por J. A. Escudero. La Revista de Inquisición es
buen exponente del aluvión de trabajos en los últimos años sobre aspectos jurídicos del Santo Oficio. En el segundo volumen de la Historia de la Inquisición en España y América sobresalen, al respecto, los trabajos de Martínez Díaz, Villa Calleja y Aguilera Barchet.
236
cho. Francisco Tomás y Valiente, J. A. Escudero, J. M. Pérez Prendes, E.
Gacto, se han acercado a la problemática jurídica del tribunal del Santo Oficio. 15 Sabi-do es que la inquisición fue antes un procedimiento jurídico que
una institución. Como tal institución, el Santo Oficio no ha merecido demasiados trabajos. Quizá haya sido el Consejo de la Suprema el órgano del entramado institucional más estudiado (destacan los trabajos, al respecto, de J. A. Escudero
y
R. Rodríguez Besne) junto con el perfil jurídico del Inquisidor General (trabajos
de F. Barrios). 16 Pero, desde luego, la historiografía jurídica parece haberse
proyectado más hacia el estudio del procedimiento inquisitorial. El objetivo del
que partía la historia del derecho inquisitorial era el de la presunta homologación del procedimiento inquisitorial español con el régimen judicial y penal
de las otras jurisdicciones ordinarias de la época (¿la presunta crueldad del
Santo Oficio era normal o no en su contexto histórico?), tema éste sobre el que
ha-bían tratado profusamente los historiadores conservadores desde Menéndez Pelayo al padre Llorca y también la historiografía liberal. Significativamente Llorente escribió Discursos sobre el orden de procesar en los Tribunales
de
la
Inquisición, que acaba de editar Enrique de la Lama.
Hoy esta línea “normalizadora” del derecho inquisitorial español se ha
aplicado a la hora de comparar la Inquisición medieval y moderna, constatando que la Inquisición moderna, la Inquisición política, no aportó grandes
novedades procesales a la Inquisición medieval eclesiástica. El uso de la tortura, la pena de muerte, el secreto de los testigos, la confiscación de bienes a los
procesados, la estela del deshonor… ya se aplicaban en la Inquisición medieval. Los Directorios inquisitoriales de la época medieval (en español el de
Eymeric de 1375) fueron copiados por las ordenanzas de los inquisidores generales a lo largo del siglo XVI, con incorporaciones como la de Francisco de la
Peña en 1587 cuyo análisis en profundidad está todavía por hacer (¿adecuación coyuntural a los tiempos postridentinos en España?). La recopilación
documental que hizo Jiménez Monteserín en 1980 sigue siendo nuestro mejor
referente al respecto. 17 La relación de la Inquisición española y la Inquisición
romana ha sido tema que ha interesado mucho a los historiadores. El estudio
de la peculiaridad del Derecho español (los Alberti, Simancas, Rojas, Páramo,
Argüello, García, Torquemada, Espina, Villadiego, Castro…) respecto al italiano (Guillando, Bariola, Carena, Locato, Vignate, Farinaci…) es una asignatu16
El primer trabajo de J. A. Escudero sobre el Consejo fue “Los orígenes del ‘Consejo de la
Suprema Inquisición’ ” en A. Alcalá, Inquisición española y…, pp. 81-122; el de Rodríguez Besne,
“Notas sobre la estructura y funcionamiento del Consejo de la Santa, General y Suprema Inquisición”, en J. Pérez Villanueva (ed.), La Inquisición española…, pp. 61-68; F. Barrios, “Relaciones
entre Consejos. Los Consejeros de Castilla en la Suprema. Notas para su estudio”, en J. A. Escudero, Perfiles jurídicos…, pp. 573-583.
17
M. Jiménez Monteserín, Introducción a la Inquisición española. Documentos básicos para el
estudio del Santo Oficio, Madrid, 1980.
237
ra todavía pendiente. Tellechea, agudamente, analizó los procedimientos de
ambas Inquisiciones, la española y la romana, deduciendo dos estilos diferentes
por la vía del contraste entre los procesos a Carranza y el proceso a Morone,
concluyendo que detrás de las leyes “hay coyunturas históricas y que en su inteligencia y aplicación hay también hombres”. La Justicia, a su juicio, se pone
la venda en los ojos más que para ser neutral, para no ver lo que en su nombre
se hace. En conclusión, a la hora de comparar, Tellechea prima la praxis sobre
la teoría. 18 El libro de Francisco Bethencourt que ha buscado la comparación
entre las inquisiciones de España, Italia y Portugal, también se proyecta rotundamente hacia la práctica más que hacia la legislación. 19 Los tratadistas jurídicos de los siglos XVI y XVII sólo han sido analizados superficialmente por Virgilio Pinto y fueron objeto de un proyecto de investigación que tenían que
haber desarrollado Miguel Avilés y María Palacios y que nunca pudo prosperar. 20 El estudio de los abecedarios y sobre todo las recopilaciones jurídicas
(Argüello, Vallejo, Rivera y sobre todo Cantolla) permitirían ciertamente desentrañar mejor los mecanismos del procedimiento inquisitorial.
El problema que más se ha debatido en los últimos años ha sido el de la
propia naturaleza del Santo Oficio, de la fuente de legitimidad del derecho inquisitorial, tema debatido desde las Cortes de Cádiz, las peculiaridades de la
jurisdicción inquisitorial en relación con la eclesiástica y la real.
La tendencia tradicional dominante ha sido identificar la Inquisición con la
jurisdicción real. La sublimación del Estado-enemigo que la historiografía liberal siempre ha promovido, contribuyó a convertir la Inquisición en mero instrumento del poder del rey, satelizando su jurisdicción en el marco de la jurisdicción real. Sólo los historiadores de singular beligerancia contra la Iglesia
Apostólica Romana (A. Márquez, L. Sala Molins), de manera a veces no poco
pintoresca, lanzaron toda su artillería dialéctica para probar la adscripción
18
J. I. Tellechea, “Inquisición española e inquisición romana: ¿dos estilos?”, en J. A. Escudero, Perfiles jurídicos…, pp. 17-49.
19
F. Bethencourt, L’Inquisition à l’epoque moderne. Espagne, Portugal, Italie, XV-XIX siècles,
París, 1995.
20
Sobre los juristas que justificaron doctrinalmente el Santo Oficio, vid. el artículo de V. Pinto
en J. Pérez Villanueva y B. Escandell (dirs.), Historia de la Inquisición…, pp. 880-887. La muerte
prematura de M. Avilés y M. Palacios cortó en seco la investigación sobre la que había girado el
proyecto que Avilés presentó a las oposiciones de la cátedra de la UNED y que se reflejó en sus respectivos artículos en el citado volumen: Perfiles jurídicos…, pp. 111-120 y 121-133.
21
Vid. la ponencia de A. Márquez, “¿Proceso o coloquio? La Inquisición posconciliar”, en
Perfiles jurídicos…, pp. 461-477 y la edición de Sala Molins del Directorio de Eymerich, Le manuel
des inquisiteurs, París, 1973.
22
A. Domínguez Ortiz, “Inquisición y Estado en la España de los Austrias”, en Etat et Eglise
dans la genèse de l’Etat Moderne, Madrid, 1986; F. Tomás y Valiente, “Relaciones de la Inquisición
con el aparato institucional del Estado” en Inquisición española. Nueva visión, nuevos horizontes,
Madrid, 1980, pp. 41-60; compárese con R. López Vela, “Inquisición y Estado. Los fundamentos
historiográficos de una interpretación política (1930-1990)”, Chronica Nova, n.º 18, 1990, pp. 267342; “Inquisición y Monarquía. Estado de la cuestión”, en “Jornadas sobre 50 años de historiografía española y americanista”, Hispania, n.º 176, pp. 1123-1140.
238
eclesiástica de la jurisdicción de la Inquisición. 21 En los últimos años parece
haberse impuesto en la polémica la tercera vía calificando, con frecuencia, la jurisdicción de la Inquisición de mixta, amparándose en la propia porosidad de
las fronteras entre Iglesia y Estado en el Antiguo Régimen (Domínguez Ortiz,
F. Tomás y Valiente…). 22
Esta tercera vía no deja de ser una salida demasiado cómoda y ambigua.
Fr. Antonio de Sotomayor, siendo miembro del Consejo de la Inquisición en
1627 hablaba de una doble jurisdicción: “Compónese el Consejo de la Inquisición de dos jurisdicciones o potestades: una eclesiástica, que mira a las cosas
de la fe y dependiente de ella y otra temporal que los señores reyes le agregan,
para que la eclesiástica tenga más apoyo y fuerza”. 23 Queda bien clara la prioridad de la jurisdicción eclesiástica sobre la real. Y es que hoy puede decirse
que la Inquisición tuvo jurisdicción sustantivamente eclesiástica. Desde luego,
los testimonios por parte de los Inquisidores de su identidad de jurisdicción
eclesiástica son numerosos. En el conflicto de los inquisidores catalanes con los
diputados en 1568, significativamente aquéllos apelan a su identidad eclesiástica con las inmunidades que el estatuto eclesiástico implica.
Para los inquisidores, el juez secular no puede hacer la ejecución de los bienes eclesiásticos sin asistencia eclesiástica. Sólo los obispos pueden obligar a
los eclesiásticos a la defensa de la cosa pública. El rey no puede entrometerse
porque los inquisidores son eclesiásticos y sujetos al fuero eclesiástico. Y concluyen diciendo que es inicua la ley del Rey o Emperador que expresamente
dispone sobre las personas eclesiásticas aunque no sea en su daño ni contra
razón. 24
Pero si la Inquisición fue sustantivamente eclesiástica, adjetivamente fue
particular o privilegiada. Significativamente en la relación de concordias que
repitió Domingo de la Cantolla en 1708 se anota: “Concordia entre la jurisdicción real y la jurisdicción privilegiada del Santo Oficio de la Inquisición”. El
problema, naturalmente, es fijar la especificidad o la naturaleza de los privilegios inquisitoriales. Últimamente, Ángel Alcalá y R. López Vela han escrito
páginas muy lúcidas al respecto. Alcalá ha subrayado que la Inquisición “entendida estrictamente como Tribunal erigido por el papa para juzgar la fe y
perseguir la herejía al margen de la jurisdicción de los obispos debió su origen
medieval –del siglo XI al siglo XIII– a un desacato pontificio a los obispos”. Los
papas responsables de la inicial usurpación fueron Lucio III (1184), Inocen-
23
Cit. por R. López Vela, “Las estructuras administrativas y procesales del Santo Oficio”, en
Historia de la Inquisición en España y América, II, Madrid, 1993, p. 65.
24
Sobre esta temática vid. mi libro Felipe II y Cataluña, próxima publicación por la Universidad de Valladolid (Cátedra de Felipe II), y R. García Cárcel, “El conflicto de la Inquisición y la
Generalitat de Cataluña en 1568…”, en Homenaje a S. García Martínez, Valencia, 1988, vol. I,
pp. 263-275.
25
A. Alcalá, “Herejía y jerarquía. La polémica sobre el tribunal de Inquisición como desacato
y usurpación de la jurisdicción episcopal”, en Perfiles jurídicos…, pp. 61-91.
239
cio III (1199) y Gregorio IX (1233). La Inquisición española de 1478 ahondaría y extralimitaría este mismo planteamiento. De Páramo (1598) a Limborch (1692) profundizarán en la argumentación del Directorio de Eymerich
(1376) que ya había dejado definida la Inquisición como tribunal de jurisdicción delegada de la pontificia al margen de la episcopal en materias de fe y
herejía. 25
López Vela ha reiterado, por su parte, que la jurisdicción inquisitorial no
es ordinaria como la de los obispos, sino directamente delegada por la Sede
Apostólica. La jurisdicción eclesiástica de la Inquisición tenía poderes excepcionales para luchar contra la herejía, por encima del derecho canónico y secular. La Inquisición, vertebrada en torno al Inquisidor General, podía doblegar cualquier otra jurisdicción en tanto que autoridad delegada del Papa. La
cuestión radica en determinar la naturaleza de las causas de fe sobre la que
tuvo jurisdicción la Inquisición –el estatuto de la herejía, en definitiva–,
sobre la que fundamentaba la Inquisición su legitimación de excepcionalidad. 26
Virgilio Pinto matizó sutilmente el concepto de herejía en su sentido formal (herejía teológica) y en su vertiente propiamente delictiva (herejía inquisitorial) y delimitó acertadamente la herejía –error en el ámbito de las creencias–
respecto al hereje –insumiso en el territorio de las actitudes que le convierte en
delincuente–. El propio concepto de delito es complejo en el Antiguo Régimen. 27 Tomás y Valiente integró en este concepto la acepción religiosa o moral
(pecado), la social (daño común) y la personal (ofensa). Sobre el concepto de
pecado el libro reciente de Jiménez Lozano y otros autores ha establecido interesantes precisiones. 28
Al margen del problema del estatuto conceptual de herejía y delito, es evidente que sigue siendo muy oscura la identidad jurídica de los distintos delitos-herejías que integran el objeto a juzgar por la Inquisición. Bigamia, blasfemia, lujuria, solicitaciones, sodomía… suscitaron batallas jurisdiccionales y
en consecuencia procedimentales notables por la propia oscuridad no de su
naturaleza moral sino de su adscripción jurídico-procesal. De todas ellas la
brujería (García Marín) y la sodomía (Carrasco) parecen las más depuradas
conceptualmente. 29
Pero la complejidad de la problemática del fuero inquisitorial aumenta a la
luz de la evidencia del dualismo: Corona de Castilla y Corona de Aragón, lo
que ha subrayado Jaime Contreras. En Castilla, el rey tenía iniciativa legislativa
R. López Vela, “Las estructuras administrativas…”, pp. 63-132.
V. Pinto, “Sobre el delito de herejía (s. XIII-XIV)”, en Perfiles jurídicos…, pp. 195-205.
28
J. Jiménez Lozano, J. L. Martín, S. Sebastián, I. Testón y A. Valcárcel, Pecado, poder y sociedad en la historia, Valladolid, 1992.
29
J. M. García Marín, “Magia e Inquisición. Derecho penal y proceso inquisitorial en el siglo
XVII”, en Perfiles jurídicos…, pp. 205-278; R. Carrasco, Inquisición y represión sexual en Valencia.
Historia de los sodomitas, Barcelona, 1986.
26
27
240
y se le reconoce su condición de juez supremo. El procedimiento jurídico
castellano asumía el principio de la “inquisitio”, que atribuía al juez la facultad
de iniciar el proceso sin instancia de parte. La Inquisición como tribunal de
justicia encajaba perfectamente en el derecho penal castellano. En la Corona
de Aragón, el rey no tenía facultad de crear derecho por sí mismo. El carácter
general de la investigación, la captura al margen de las disposiciones comunes,
el secreto de los testigos, la jurisdicción privilegiada por encima de los tribunales ordinarios atentaba contra el derecho establecido. Los enfrentamientos de los inquisidores y la jurisdicción real o señorial tuvieron en Castilla
carácter esencialmente administrativo o protocolario, mientras que en la Corona
de Aragón lo tuvieron primordialmente jurisidiccional. La concepción de lo que
debía entenderse como herejía en uno y otro ámbito fue tan diferente como la
concepción de los respectivos derechos reguladores. 30
La batalla jurisdiccional se libró esencialmente en las Cortes y las concordias. El estudio en profundidad de los diversos frentes abiertos en cada una de
las confrontaciones constitucionales constituye hoy un reto ciertamente apasionante. Evidentemente, está muy claro que la cuestión nunca fue, por lo menos
desde 1510: inquisición sí o no, sino la compleja problemática de la desactivación de sus mecanismos represivos o la reconducción de la misma hacia
otros fines. Por mi parte, he podido demostrar la operación de desarme de la
Inquisición catalana desde 1599 y su desnaturalización posterior en la coyuntura política de 1640, lo que queda en evidencia en la paradójica reivindicación
catalana de su continuidad en 1641 y en 1697. 31
Respecto a Aragón, la tesis doctoral de Pilar Sánchez ha analizado sutilmente la problemática jurisdiccional de 1568 a 1646 con el asunto Antonio
Pérez como singular detonante en 1591. Quizás el caso Antonio Pérez fue el
canto de cisne del intervencionismo real en la jurisdicción inquisitorial. 32
Si la teoría del derecho inquisitorial sigue planteando grandes lagunas en
su conocimiento, todo lo contrario puede decirse de la práctica del procedimiento inquisitorial. Se han analizado los detalles de las dos fases del proceso (instructiva y probatoria) con todas las audiencias, pero, sobre todo,
se ha puesto el acento en la puesta en escena final del proceso: los autos de fe.
J.-P. Dedieu en su tesis sobre el tribunal de Toledo ha establecido precisiones
fundamentales sobre aspectos poco conocidos del procedimiento inquisitorial
(límites del secreto, casuística de las denuncias y los delatores…) con extraordinario rigor cuantitativo. Puede decirse que Dedieu ha sido hasta el momento el
30
J. Contreras, “Los modelos regionales de la Inquisición española: consideraciones
metodológicas”, en Problemas actuales de la historia, Salamanca, 1993, pp. 83-99.
31
R. García Cárcel, Felipe II y Cataluña, Valladolid (en prensa).
32
P. Sánchez, Organización y jurisdicción inquisitorial. El Tribunal de Zaragoza, 1568-1646,
tesis doctoral, UAB, Barcelona, 1989.
33
J.-P. Dedieu, L’administration de la foi…, Madrid, 1989.
241
historiador que mejor ha sabido aplicar la metodología cuantitativa al procedimiento inquisitorial. 33 Las relaciones de los Gómez de Mora, Argüello, del
Olmo, Martínez, Matranga, Montingore, Ruiz de Cepeda y la abundante
iconografía con la que contamos (los cuadros de Berruguete, Zurbarán o Herrera, o los grabados de Sevin, Fosman, Picart, Chiche, Rizzi, Schoembeck…)
han propiciado toda una explosión de trabajos sobre los autos de fe (Monteserín, Maqueda, Domínguez Ortiz, Vegazo Palacios…) a los que se han sumado historiadores extranjeros como Michèle Escamilla. 34
Del derecho inquisitorial la historiografía parece evolucionar a la problemática del rito y la ceremonia. La vertiente procesal de tribunal del Santo
Oficio parce dar paso al interés por el conocimiento de la “política de la presencia”, con todo su aparato simbólico de procesiones y cortejos, emblemas y
etiquetas, que han analizado magistralmente historiadores como Francisco Bethencourt a partir de la obra de Elías y sus continuadores (los Giesey, Ingerfleur, Van Gennep…).
Últimamente los historiadores vienen interesándose por la imagen que
trascendía del Santo Oficio, la representación mental que del tribunal se forjaron sus coetáneos y sus observadores posteriores. La iconografía inquisitorial
ha suscitado algunas interesantes constataciones. Mucho peor conocida es la
imagen literaria de la Inquisición. Faltan por estudiar a fondo las memorias
personales de procesados por la Inquisición. Si los testimonios de conversos no
dan mucho juego para aportar información detallada sobre Inquisición, ya que
su visión del tema es demasiado abstracta y genérica, sí la aportan los protestantes. Los textos de R. González Montano (el clásico por excelencia) (1568),
Joachim Beringer (1558) o Girolamo Vicenzo (1553) en el siglo XVI dan paso
en el siglo XVII a los de William Litgow (1620-21), Jean Catel (1699-1701),
Isaac Martin (1718-19), los tres sufridores de la Inquisición granadina, o los
perseguidos por la Inquisición en los Países Bajos (Richard Dugdale –1680–,
Luck de Beaulieu –1681–, James Salgado –1683–, Philip Limborch –1692–) o
el más tardío de Van Halen –1817-18, procesado por la inquisición
madrileña–. 35 No faltan los procesados por otras Inquisiciones: la portuguesa
(Dellon, Coustos, Oliveira) la romana (Evans-Cheevers, Pignata, Bower, Piazza…).
Testimonios también muy interesantes sobre la Inquisición los podemos
ver a través de la correspondencia de los inquisidores con la Suprema, que nos
permiten percibir la imagen que los inquisidores tenían de la opinión que suscitaban en su entorno. En el caso del tribunal de Cataluña es bien visible la
conciencia de rechazo que se sentía en el siglo XVI respecto a su implantación
34
M. Jiménez Monteserín, “Modalidad y sentido histórico del Auto de Fe”, en Historia de la
Inquisición en España…, vol. II, pp. 559-577; C. Maqueda, El auto de fe, Madrid, 1992; A.
Domínguez Ortiz, Autos de fe de la Inquisición de Sevilla (s. XVII), Sevilla, 1981; J. A. Vegazo Palacios, El auto general de fe de 1680, Málaga, 1995.
35
Sobre la iconografía y los textos vid. la obra citada de F. Bethencourt, pp. 372-413.
36
F. Max, Prissoniers de l’Inquisition, París, 1989.
242
en Cataluña.
Por último, quisiera subrayar la escasez de trabajos sobre la visión que la
literatura del siglo XIX y XX ha tenido de la Inquisición. La obra de Frederic
Max es un pozo insondable de información útil. 36
3) Inquisición y cultura. El problema de la eficacia inquisitorial. El debate
sobre la represión inquisitorial ha incidido tradicionalmente sobre el ámbito de
la cultura y en particular, la ciencia española. La vieja discusión entre conservadores y progresistas sobre la incidencia inquisitorial sobre la ciencia, ha sido
replanteada en términos mucho más concretos: ¿cuál fue, exactamente, el área
de la cultura más afectada por la represión inquisitorial? A este respecto hoy
conocemos bien la mecánica de la represión cultural (Virgilio Pinto) aunque
sigue sin cerrarse el debate entre optimistas y pesimistas, entre minimizadores
y trascendentalistas de la represión. En el ámbito de la literatura, Ángel Alcalá
y Antonio Márquez han representado posiciones muy distintas, y en el caso de
la ciencia, Peset y Pardo Tomás han asumido posturas, asimismo, diferentes. 37
La mayor parte de los estudios sobre la represión cultural no han superado la
dependencia de los Índices inquisitoriales (Valdés, 1559; Quiroga, 1583; Sandoval, 1612-14; Zapata, 1628-32; Sotomayor, 1640 y 1667) que han permitido
conocer el corpus final de lo prohibido o expurgado en cada momento, pero
que ignora todo el proceso desde la denuncia inicial al precipitado final de la
puesta en el infierno de los libros. Desde luego, el análisis de los Índices ha
permitido concluir la dicotomía autor-obras (no se procesan autores en tanto
que autores de obras prohibidas, sólo libros), la trascendencia del mercado
consumidor (priorización como prohibible de lo más rentable comercialmente), la notable politización de los criterios de prohibición de libros conforme avance el siglo XVII (significativas, las prohibiciones de Las Casas o
Sala), la distancia irregular y oscilante entre las fechas de producción, edición,
circulación y prohibición de los diferentes libros prohibidos, las peculiaridades
de la censura indígena con respecto a la censura romana… El debate cultura
sabia-cultura popular abierto por Ginsburg parece hoy deslizarse más hacia la
problemática de la relación entre Inquisición y lenguas. Parecen, en este sentido, superadas definitivamente las adscripciones de “culpabilidad lingüística” a
la Inquisición como supuesta imponedora forzosa del castellano en el territorio
catalanoparlante. La complejidad del problema de la castellanización exige
explicaciones menos simples y maniqueas. 38
37
V. Pinto, Inquisición y control ideológico en la España del siglo XVI, Madrid, 1983; A. Alcalá,
“Control inquisitorial de humanistas y escritores”, en Inquisición española y…, pp. 288-314; A.
Márquez, Literatura e Inquisición en España. 1478-1834, Madrid, 1980. Márquez coordinó un
número monográfico de Arbor (n.º 484-85, abril-mayo 1986) dedicado a Ciencia e Inquisición. J.
L. Peset, “El aislamiento científico español a través de los Índices del Inquisidor Quiroga”, Anthologica Annua, 16, pp. 25-41; A. Pardo Tomás, Ciencia y censura. La Inquisición española y los libros
científicos en los siglos XVI y XVII, Madrid, 1991.
38
Vid. mi Historia de Cataluña, Barcelona, 1985, vol. I, pp. 81-112.
243
En los últimos tiempos pienso que el debate sobre la eficacia de la represión inquisitorial, debate relanzado por algunos historiadores anglosajones empeñados en subrayar la contradicción hispánica entre la teoría represiva y la
praxis (importancia de las estrategias de supervivencia cultural al margen de la
norma), está dando paso a la discusión sobre la lógica inquisitorial. Se intenta
establecer los criterios de racionalidad (corporativa, regional, personal, editorial…) que determinaron la acción represiva de los inquisidores. El recorrido
por las abundantes fuentes que han dejado tras de sí las consultas e informes
de asesores y calificadores permitiría matizar mejor las lógicas que amparan las
iniciativas censoriales. La sorpresa de Redondi en su investigación sobre el
proceso de Galileo podría repetirse en muchos casos. 39
LA SUPERACIÓN DE LA ABSTRACCIÓN
El segundo objetivo de la historiografía de las dos últimas décadas ha sido
el de la superación de la tendencia histórica a la abstracción a la hora de
referirse a la Inquisición. Huir de la generalización, del juicio de valor global
para, por el contrario, ahondar en lo concreto, poner nombres y apellidos a los
grandes conceptos. La primera línea de investigación a la que ha conducido
este objetivo ha sido la regionalización.
1) La regionalización. El estudio de los tribunales, saltando del singular Inquisición al plural Inquisiciones
El “descubrimiento” de la España de las autonomías conllevó una proyección del estudio de la Inquisición a través de las específicas manifestaciones del
fenómeno inquisitorial en cada ámbito regional. La intención de delimitar las
A. Redondi, Galileo herético, Madrid, 1990.
R. García Cárcel, Orígenes de la Inquisición española. El Tribunal de Valencia (1478-1530),
Barcelona, 1976; id., Herejía y sociedad en el siglo XVI. La Inquisición en Valencia (1530-1609),
Barcelona, 1980; S. Haliczer, Inquisición y sociedad en el Reino de Valencia, 1478-1834, Valencia,
1993; J. Contreras, El Santo Oficio de la Inquisición de Galicia (poder, sociedad y cultura), Madrid,
1982; J. Blázquez, La Inquisición en Castilla-La Mancha, Madrid-Córdoba, 1986; J.-P. Dedieu,
L’administration de…, Madrid, 1989; J. Martínez Millán, “La Inquisición en Cataluña durante el
siglo XVIII. ¿Una institución en crisis?”, Pedralbes, 4, 1984, pp. 63-92; R. López Vela, “Inquisición y
guerra en Cataluña. La actuación del tribunal de Barcelona”, Pedralbes, n.º 8/II, 1988, pp. 539-48;
J. L. Palos, “El Tribunal del Santo Oficio de Barcelona, Siglo XVI”, L’Avenç 47, 1982, pp. 21-31; J.
Contreras, “El Santo Oficio en el Principado, 1568-1640. Papel político y análisis social”, I Congrés d’Història Moderna de Catalunya, vol. II, 1984, pp. 111-124; J. Blázquez, La Inquisición en
Cataluña. El Tribunal del Santo Oficio de Barcelona, 1487-1820, Toledo, 1990; E. Fort i Cogull,
Catalunya i la Inquisició, Barcelona, 1973; M. A. Fernández García, Inquisición, comportamiento y
mentalidad en el Reino de Granada (1600-1700), Granada, 1989; F. García Ivars, La represión en el
tribunal de Granada, Madrid, 1991; J. M. García Fuentes, La Inquisición en Granada en el siglo XVI.
Fuentes para su estudio, Granada, 1981.
39
40
244
particulares peculiaridades del Santo Oficio en cada tribunal –estableciendo
qué hubo de sucursalismo, qué de autonomía en la actuación de los diferentes
tribunales– se conjugó con la voluntad de establecer tipos de comportamiento
o de identidad regional en función del tipo de pecados o delitos cometidos en
cada tribunal. Lo cierto es que el estudio de los tribunales ha sido muy desigual. Los mejor conocidos han sido, sin duda, los de Valencia, Galicia, Toledo, Cataluña y Granada. 40 En un segundo nivel de jerarquía de conocimientos,
han de citarse los de Valladolid, Logroño, Córdoba, Aragón, Baleares, Canarias y los hispanoamericanos. 41 Y por último, me parecen los que, hoy por
hoy, nos plantean más lagunas de información, los de Cuenca, Murcia y Sevilla,
aparte de los italianos. 42
En mi opinión, en los estudios sobre tribunales ha pesado demasiado la
tentación antropológica del modelo Montaillou de Le Roy Ladurie (el salto
cualitativo del verbo pecar al verbo ser), tentación en la que cayó B. Bennassar
en su libro Los españoles y que nos ha afectado a muchos de los historiadores
de distintos tribunales en fijar los arquetipos antropológicos de valencianos o
de otra procedencia geográfica en función de las causas de fe juzgadas en los
respectivos tribunales. 43 La antropología, aplicada demasiado linealmente,
puede ser peligrosa. Nunca se puede olvidar la incidencia de la historia, la
coyuntura del momento de la imagen retratada por la radiografía inquisitorial
que no puede confundirse con la estructura, la constante antropológica. Pero
tampoco se puede prescindir en los análisis antropológicos del derecho, de la
regulación de la normativa jurisdiccional. De otro modo el constatar, por ejemplo, la ausencia de causas de sodomía en los tribunales castellanos, en con41
I. Reguera, La Inquisición española en el País Vasco, San Sebastián, 1984; M. A. Cristóbal,
“La Inquisición de Logroño: una institución de control social”, en AA.VV., Inquisición española.
Nuevas aproximaciones, Madrid, 1987, pp. 127-158; A. Cristóbal, Relaciones privadas y poderes locales. El Tribunal inquisitorial de Logroño, UAM, 1992; L. Muntaner i Mariano, “Los grandes ciclos de la actividad de la Inquisición española en Mallorca (1488-1691)”, en Perfiles jurídicos…, pp.
753-73; B. Braunstein, Els xuetes de Mallorca. Els conversos i la Inquisició de Mallorca, Barcelona,
1976; Gracia Boix, Colección de documentos para la historia de la Inquisición de Córdoba, Córdoba,
1982; A. Alcalá, Los orígenes de la Inquisición en Aragón, Zaragoza, 1984; P. Sánchez López, Organización y jurisdicción…, UAB, 1989; A. del Prado Morera, Inquisición e inquisidores en Castilla,
Valladolid, 1995; J. Contreras, “La Inquisición en Aragón. Estructura y oposición (1550-1700)”, en
Estudios de Historia Social, I, 1977, pp. 113-141; A. Millares Torres, Historia de la Inquisición en
las Islas Canarias, La Palma, 1874; A. Anaya, Judeoconversos e Inquisición en las Islas Canarias
(1402-1605), Las Palmas de Gran Canaria, 1996; S. Alberro, Inquisición y sociedad en México,
1571-1700, México, 1988; R. Greenleef, The Mexican Inquisition of the Sixteenth Century, Albuquerque, 1969; D. Castañeda y P. Hernández, La Inquisición de Lima, Madrid, 1989; J. P. Tardieu,
L’Inquisition de Lima et les heretiques strangers (XVI-XVIII), París, 1995. J. Toribio Medina, Historia
del tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Lima (1569-1820), Santiago de Chile, 1887; id.,
Historia del tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Cartagena de Indias, Santiago, 1899;
id., Historia del tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de México, Santiago, 1905.
42
J. Blázquez, El Tribunal de la Inquisición de Murcia, Murcia, 1986; M. García Arenal, Inquisición y moriscos. Los procesos del Tribunal de Cuenca, Madrid, 1987. Sobre los tribunales italianos, vid. la bibliografía aportada por Francisco Bethencourt.
43
B. Bennassar, Los españoles, Barcelona, 1976.
245
traste con los de la Corona de Aragón, podría propiciar lecturas caracteriológicas absolutamente distorsionadas y sin sentido.
2) De la Inquisición a las Inquisiciones. La prosopografía
El reto que planteó J. Caro Baroja de la necesidad de abordar el estudio
del Señor Inquisidor, como funcionario con un curriculum a desentrañar, ha
tenido enorme seguimiento. Hoy conocemos bien las biografías de los Inquisidores Generales (la mejor sigue siendo la de Valdés, escrita por Novalín) y
empezamos a tener gran información sobre los inquisidores locales de cada distrito. El segundo volumen de la obra editada por la BAC a la que antes nos
referíamos aporta gran cantidad de información al respecto. Conocemos mucho
peor los curricula de los funcionarios del Santo Oficio (procuradores fiscales,
notarios de secuestros, alguaciles…; en total se calcula que habría que elaborar
una nómina de 9.000 funcionarios) y los miembros del Consejo de la Suprema
y, desde luego, los familiares de cada distrito (en total, la nómina a lo largo de
toda la historia de la Inquisición ascendería a 60.000 personas).
La excelente labor prosopográfica que J. Martínez Millán y sus discípulos
vienen desarrollando en los últimos años ha permitido superar la tendencia a la
mera bipolarización ideológica (halcones-palomas) que se había aplicado generalmente en los estudios de la identidad de los inquisidores. Los criterios de
identificación deben ser más complejos: juristas-teólogos, técnicos-políticos,
honestos-corruptos, romanistas-indigenistas… 44 La investigación sobre estos
temas ha puesto en evidencia la contradicción entre la teoría de los tratados
(Portocarrero, Carena…) sobre el oficio de Inquisidor y la práctica, la jerarquización curricular entre los diversos tribunales (el mayor prestigio lo tenían
los tribunales de Toledo y Sevilla, los menores los extrapeninsulares, en medio
estarían los tribunales de Granada, Zaragoza, Valencia, Valladolid, seguidos de
los de Llerena, Murcia, Mallorca, Barcelona, Logroño y Galicia), las variables
de procedencia geográfica y social y de poder económico y formación cultural
y, por último, la trayectoria de las relaciones Iglesia-Estado que determinaron
la carrera política de los inquisidores (las oscilaciones al respecto son evidentes
con períodos de enorme instrumentalización política –los primeros años del
Santo Oficio, la época de Valdés, la época de Quiroga, los cortos períodos de
Andrés Pacheco y Antonio Sotomayor– y relativa autonomía respecto al poder
político –la época Espinosa, los últimos años del siglo XVI y primeros del XVII,
los períodos de Antonio Zapata y Arce y Reynoso…).
Dentro del evidente régimen clientelista que nutría los cuadros del poder
inquisitorial como de toda la administración, son bien patentes las diferencias
entre el siglo XVI y el XVII e incluso dentro del propio siglo XVII la generación
J. Martínez Millán (ed.), Institución y élite de poder en la monarquía hispana durante el siglo
Universidad Autónoma de Madrid, 1992; id., La corte de Felipe II, Madrid, 1994, pp. 13-37.
44
XVI,
246
de Sotomayor y de Arce y Reynoso, que ha subrayado R. López Vela.
Por último, es indiscutible la alergia con la que los inquisidores asumieron
su empleo en determinados tribunales. El de Cataluña les suscitó no pocas reticencias y desde luego muy escaso entusiasmo, como ya dijimos.
LA EXPLICACIÓN RACIONAL DEL SANTO OFICIO
El tercer objetivo de la historiografía sobre Inquisición ha sido intentar explicar racionalmente el Santo Oficio, desentrañar la función, los para qués de
la Inquisición, desde una óptica de entendimiento que no implicara, en ningún
caso, la justificación, tentación de los análisis “comprensivos” tradicionales.
La historiografía de estos últimos años más que debatir las motivaciones
del establecimiento de la Inquisición, lo que ha hecho ha sido penetrar en la
funcionalidad (el qui prodest) de la Inquisición. No las intenciones que motivaron la creación del Santo Oficio –a este respecto la solución del problema
converso parece el móvil evidente– sino la efectividad práctica de la Inquisición en el día a día y los beneficios o rentabilidad producida por la Inquisición
a lo largo del tiempo. Por eso me parece en cierto modo una vuelta atrás el
libro de Netanyahu que pronto se traducirá y editará en España, porque se
encierra en la naturaleza del problema converso y los móviles reales o imaginarios que llevan al establecimiento de la Inquisición. 45
Creo, en cambio, que el problema, el auténtico problema de la Inquisición
no fue el de que se creara, sino el que se mantuviera durante tantos siglos y en
tantos escenarios políticos y sociales diferentes. La funcionalidad del poder inquisitorial es, evidentemente, compleja. H. Kamen se ha planteado la pregunta
en los siguientes términos: ¿Por qué la Inquisición estuvo reducida a la Europa
del sur, centro y oeste, mientas que la Europa del norte y del este no la
conocieron? Este historiador aporta dos respuestas. La Inquisición sólo tuvo
arraigo donde el papado tenía una cooperación estrecha con el poder secular.
Por otra parte, el sistema legal inquisitorial era una adaptación de los principios del derecho romano. Donde éste no se conocía (Inglaterra) la Inquisición
no se estableció. El caso de la ausencia de la Inquisición moderna en Francia
no se analiza por Kamen. La explicación, posiblemente, habría que dirigirla a
las diferencias de la fragilidad de la monarquía española con respecto a la
francesa que harían en nuestro país necesario el plus coactivo de la Inquisición,
45
El primer avance de su investigación pudo verse en español en su ponencia “¿Motivos o
pretextos? La razón de la Inquisición”, en A. Alcalá (ed.), Inquisición española y…, pp. 23-45.
46
H. Kamen, “¿Cómo fue la Inquisición?”, Revista de Inquisición, n.º 2, 1992. Vid. al respecto el
debate organizado por la revista Manuscrits entre H. Kamen, F. Tomás y Valiente, J.-P. Dedieu y J.
Contreras (n.º 13, 1995, pp. 31-60). Sobre la ausencia de la Inquisición de Francia, vid. mi artículo
“Orígenes y naturaleza de la Inquisición”, en 1490. En el umbral de la modernidad, 1994, pp. 425-436.
47
E. Peters, Inquisition, New York, 1988.
247
necesidad no sentida en el mismo grado, al menos, en Francia. 46
Peters, por otra parte, se ha planteado la funcionalidad de la Inquisición
en otro sentido, el de las razones de los críticos, la utilidad del mito antiinquisitorial: la rentabilización del protestantismo inglés y holandés que ha oscurecido incluso la amortización legendaria de la misma desde las filas de los conversos, la necesidad de los intelectuales ilustrados de fabricarse arquetipos
didácticos convencionales, etc. 47
Pero volviendo al territorio de la utilidad directa del Santo Oficio, parece
hoy totalmente superada la tesis de la supuesta funcionalidad económica y el
aporte de sustanciosos beneficios a una Corona ávida de rentas. Esta tesis formulada por algunos historiadores (de Llorente a Saraiva) hoy, después de la
tesis doctoral de J. Martínez Millán sobre la hacienda inquisitorial, es absolutamente indefendible. 48
Los discursos de la funcionalidad de la Inquisición se han orientado en los
últimos años hacia tópicos más o menos banales o hacia reduccionismos simplistas. Fundamentalmente se han esgrimido tres ya clásicas explicaciones: la
teoría del control social, la casi metafísica mentalidad inquisitorial o la razón
política y dura. El primer concepto, sacado de la sociología funcionalista americana, no explica nada. El control social no deja de ser una obviedad solemnizada con palabras trascendentes pero vacía. ¿Qué hay detrás de conceptos
como sistema, status, marginalidad? ¿Quién y qué delimita la frontera social y
cultural entre controlables y controladores? ¿Tuvo la Inquisición poder propio
o siempre fue una instancia de poder delegado desde una determinada institución?
De la sociología se ha pasado fácilmente a la abstracción mental con el
concepto de mentalidad inquisitorial que sirvió incluso para subtitular el Congreso de Nueva York sobre Inquisición. Ya he tenido ocasión de fustigar esta
interpretación. A mi juicio, se trata de exculpar a la Inquisición por la vía de la
amarga y nihilista reflexión sobre las miserias de la condición humana, el cainismo colectivo, la sucesión de monstruosidades que el hombre ha cometido a
lo largo de su historia y que devalúan la intrínseca maldad del fenómeno inquisitorial. El recurso antropológico sabiamente utilizado tranquiliza la propia
mala conciencia y nos conduce inevitablemente a la explicación metafísica
suprema: la culpa la tuvo el pecado original. Pero la asunción de los excesos y
defectos de la condición humana no puede condenarnos a la inmovilidad ni es
incompatible con la exigencia de la memoria histórica. La historia no sirve
para suspirar, sino para, aplicando las lecciones de la experiencia, progresar y
desde luego no repetir lo indeseable de esa historia. 49
Por otra parte, el discurso de la razón política de la Inquisición se ha
repetido hasta la saciedad desde sectores historiográficos muy dispares. La historiografía judía lo ha reiterado (Netanyahu, Saraiva, Rivkin). El problema, a
48
49
248
J. Martínez Millán, La hacienda de la Inquisición (1478-1500), Madrid, 1984.
Vid. mi libro La Inquisición, Madrid, 1990, pp. 86-90.
mi juicio, hay que sacarlo del plano de la naturaleza jurídica y de las dependencias orgánicas originales de que ya hablamos para trasladarlo al de la práctica
de los ejercicios de poder y las redes de intereses que la proyección social del
derecho comporta, con el ojo puesto en cada coyuntura.
Se ha repetido hasta la saciedad el caso Antonio Pérez como signo de la
funcionalidad política del Santo Oficio, que permite superar los obstáculos forales, pero se olvida que probablemente el caso Antonio Pérez fue el canto de
cisne de esa instrumentación política. En este asunto quemó el rey Felipe II
todas sus reservas de “cuotas de poder de libre disposición” y sus efectos serían absolutamente contraproducentes para sus intereses. La visión de R. López
Vela del poder inquisitorial “eclesiástico”, tan crítica hacia los defensores de la
instrumentación política, se fundamenta esencialmente en un observatorio
cronológico particular: la segunda mitad del siglo XVII. Y es que la praxis del
poder inquisitorial fue oscilante en función de una serie de variables dispares
como la ya referida dialéctica Iglesia-Estado, Roma-Madrid. El poder inquisitorial sirvió siempre a la instancia con correlación de fuerzas favorable en cada
momento. La servidumbre inquisitorial fue un reconocimiento a quien dispusiese en esa coyuntura de la mejor situación. Los vaivenes en este sentido
fueron notables, como ya hemos dicho, y la esquizofrenia inquisitorial a lo
largo de los papados de Pío V, Gregorio XIII o Sixto V es bien patente. Y
desde luego, el reto de la investigación en este campo se sitúa en el estudio de
l
a
documentación de los embajadores españoles en Roma (Zúñiga u Olivares especialmente) que nos aportarían las claves de muchas de las actuaciones de la
Inquisición en España. Asimismo no deben olvidarse las clientelas de los inquisidores y funcionarios. El poder tenía nombres y apellidos y los alineamientos posicionales en cada situación estuvieron determinados por las redes de
relaciones, amiguismos, patronazgos, lobbys de presión… La prosopografía
que viene estudiando Martínez Millán nos abrirá muchas luces al respecto.
Pero sobre todo hay que asumir la difícil dialéctica entre poderes centrales y
poderes locales. Últimamente, W. Christian, S. Nalle, J. Bilinkoff han estudiado la dialéctica compleja entre la religiosidad local y la religiosidad oficial en
diversos ámbitos de la España de los siglos XVI y XVII (tensiones entre autoridad e interiorismo, dogma y libertad, localismo y nacionalismo). 50 La Inquisición jugó un papel importante en la imposición de un orden religioso fundado
en la autoridad de la Iglesia frente a la religión tradicional, supersticiosa y popular. En buena parte, los inquisidores palían las deficiencias de la justicia episcopal y, desde luego, a fines del siglo XVI contribuyen decisivamente a reciclar
la cultura religiosa, a recristianizar al pueblo, combatiendo el laxismo moral y
la ignorancia de los cristianos-viejos. Éste es el papel básico que la Inquisición
50
W. Christian, Religiosidad local en la España de Felipe II, Madrid, 1991; S. Nalle, God in La
Mancha. Religious Reform and the People of Cuenca, 1500-1650, Baltimore-Londres, 1992; S.
Bilinkoff, The Avile of St. Teresa, Religious Reform in a Sixteenth Century City, New York, 1989.
249
tiene en tribunales –como el de Toledo de J.-P. Dedieu– sin una frontera exterior en la que batallar, sin más competencia ni aliciente que la lucha que la
Iglesia mantiene por el mercado clientelar con brujas y demás intermediarios
emanados de la cultura popular. Así pues, hemos de asumir que la mal llamada
Contrarreforma tuvo muchos rostros que oscilan desde el de la xenofobia
frente al enemigo extranjero al de la catequesis pastoral doméstica.
Y la Inquisición, obviamente, tuvo papeles muy diferentes en cada contexto específico. Es obvio que si hoy está muy claro que no puede estudiarse el
Estado, ni la Iglesia, el ejercicio de los poderes centrales sin tener en cuenta las
élites intermediarias a través de las que se construye el consenso, los mecanismos de interrelación vertical y horizontal entre poderes centrales y locales,
igual podemos decir de la Inquisición. El estudio del conflicto de 1568 entre
inquisidores y diputados de la Generalitat de Cataluña permite entrever las
múltiples variables a escala central y local que inciden en el contencioso (reyvirrey; Papa-obispo-general y provincial de los jesuitas; Inquisidor General-inquisidores locales; diputados de la Generalitat-consellers municipales). En este
ámbito la microhistoria, el método microanalítico de los Poni o Levi, al que en
España, hasta hace poco, se era tan reticente, puede ser fundamental. El libro
de J. Contreras sobre Sotos y Riquelmes es la mejor demostración de las posibilidades de la microhistoria. Conceptos como el del honor y la limpieza de
sangre y la propia dialéctica entre cristianos viejos y cristianos nuevos quedan
magníficamente replanteados en base a la muy perspicaz prospección de las
fuentes notariales de Lorca y Murcia. 51
La dualidad del poder inquisitorial central y local es bien perceptible en la
confrontación que las visitas al distrito constatan entre el Consejo de la Suprema y el Inquisidor General con los inquisidores locales. La visita de Francisco
Vaca en Cataluña en 1550 supondría la destitución del inquisidor Diego
Sarmiento de Sotomayor. La visita del extremeño Gaspar de Cervantes en
1560 también en Cataluña pondrá en grave aprieto al inquisidor Lope
Martínez de Lagunilla que se defenderá echándole la culpa al fiscal Pedro Vila
y considerando que todo es una conjura del aparato administrativo de la Inquisición contra él. En el informe de Cervantes parece percibirse un cierto
ajuste de cuentas contra el valdesianismo inquisitorial. La visita de Soto Salazar
en 1567 implica la suspensión de los tres inquisidores de Cataluña Padilla,
Mexía de Lasarte y Zurita por tres años y tendría consecuencias fundamentales
en el número y funcionamiento de los familiares de la Inquisición.
El mejor indicador de los poderes locales de la Inquisición estuvo no sólo
en la maquinaria administrativa del tribunal, mayoritariamente autóctona, sino
en los familiares del Santo Oficio, tema sobre el que se ha escrito mucho pero
del que lamentablemente se sabe todavía muy poco. Conocemos bastante bien
su número (sobre todo en los tribunales de Aragón, Cataluña, Valencia, Mallorca, Navarra, Galicia, Murcia, Llerena, Toledo y Sevilla) pero mal su identidad y
51
250
J. Contreras, Sotos y Riquelmes, Madrid, 1991.
papel que entendemos clave para desentrañar la auténtica función del Santo
Oficio, pues no hay que olvidar que los familiares fueron la representación más
visible y cercana a los habitantes del distrito. El poder inquisitorial no sólo es el
poder de reprimir, sino el poder de estar exento de la represión. El estatuto de la
excepción es clave para entender la sociedad del Antiguo Régimen. El poder inquisitorial es, junto a la capacidad de reprimir, la capacidad de proteger y ser
protegido, la potestad de contar con patentes de excepcionalidad en la dura
lucha de la competencia o concurrencia de intereses en cada grupo social.
¿Cuál fue la función de los familiares? J. Contreras reforzó la tesis de la instrumentalización política de la Inquisición en Cataluña en sus trabajos sobre
los familiares de la Inquisición catalana. A su juicio, después de 1585 y la prohibición de que los familiares de la Inquisición pudieran ocupar cargos públicos, se produciría la emergencia de un nuevo perfil de familiar que, de burgués
hambriento de cargos públicos pasará a ser un campesino, dócil servidor real,
que la corona utilizará, y a los que alentará en sus reivindicaciones antiseñoriales para contribuir a desactivar las fuerzas vivas del constitucionalismo
catalán. 52 La Inquisición aparece como un aparato manipulado al servicio de
sus intereses por el Estado. Hoy tenemos la impresión, a través de los trabajos
de Doris Moreno, de que el perfil de familiar del siglo XVII lejos de ser un
agente desnacionalizador, como creía Contreras, responde más a la progresiva
pérdida de poder del rey. No hay ningún indicio que avale una mayor identificación de los familiares del siglo XVII con el rey, sino más bien lo contrario. La
autonomía de los familiares respecto a Madrid en el siglo XVII está constatada.
Figuras de familiares como el payés Joan Guardia –del que conocemos bien su
pensamiento a través de su diario– son significativas de un extrañamiento de
los familiares respecto a la monarquía.
El familiar del siglo XVII en Cataluña es, ante todo, un individuo que
asume la familiatura convencido de sus expectativas de rentabilidad social, una
rentabilidad que no radica en el disfrute de un cargo público, sino en el disfrute de unos privilegios fiscales y jurídicos y una preeminencia social. Y la familiatura otorgaba, justamente, esa capacidad de acceso a la excepción. En
cualquier caso, es evidente que las expectativas de los familiares en Castilla y
Cataluña fueron diferentes. En Castilla la familiatura era buscada fundamentalmente como testimonio público de la limpieza de sangre de sus poseedores,
como garantía de honra pública. En la Corona de Aragón, lo fue como forma de
ostentación del privilegio de la excepción, de situarse al margen de las otras jurisdicciones. Lo que estaba en juego en la Corona de Aragón justamente era la
patente de protección, el monopolio de la excepción, el derecho a situarse al
margen de la jurisdicción establecida que brindaba la Inquisición. No son los familiares del siglo XVII encubiertos luchadores contra el régimen constitucional,
52
J. Contreras, “La infraestructura de la Inquisición: comisarios y familiares”, en Inquisición
española y mentalidad inquisitorial, Barcelona, 1984, pp. 123-147; “El Santo Oficio en el Principado de Cataluña, 1568-1640. Papel político y análisis social”, en I Congreso de Historia Moderna de
Cataluña, Barcelona, 1984, pp. 111-125.
251
sino simples aspirantes a los beneficios de la marginalidad del sistema. La Inquisición ofrecía fronteras de impunidad fiscal y penal en numerosos aspirantes
a disfrutar de los intersticios del régimen establecido. No eran vistos los tales familiares como caballo de Troya del absolutismo monárquico, en ningún momento, sino como abanderados de la excepción, lo que ciertamente representaba en una sociedad de exentos de diverso grado y jerarquía una competencia insoportable.
* * *
En este repaso de la historiografía de la Inquisición no hemos hablado conscientemente de las víctimas de la Inquisición, de sus sujetos pacientes. Evidentemente, era inabarcable el recorrido historiográfico por cada uno de los
sufridores del impacto represivo de la Inquisición. Pero también hemos silenciado esta temática, en tanto que pensamos que la historiografía de la Inquisición ha estado tradicionalmente demasiado mediatizada por la solidaridad retrospectiva con el sufrimiento de las víctimas de la Inquisición, lo cual, ciertamente, genera una buena conciencia sentimental, pero ha ayudado poco a entender la Inquisición por dentro. ¿Qué podemos decir, para terminar, de las
víctimas de la Inquisición?
La historiografía al respecto ha sido muy discriminatoria. Las causas de fe
de bigamia, solicitaciones de confesionario y delitos sexuales han sido últimamente las más explotadas. Los delitos ideológicos –la tentación de pensar–, en
cambio, han sido los menos estudiados. El protestantismo español sigue siendo
mal conocido. 53
Sin duda, las víctimas de la Inquisición más abundantemente frecuentadas
por los historiadores han sido los cristianos nuevos, judeo-conversos y
moriscos. La huella de J. Caro Baroja y A. Domínguez Ortiz ha sido trascendental. Pese al esfuerzo historiográfico de los últimos años en valorar la incidencia de la Inquisición sobre los cristianos viejos, el peso de los cristianos
nuevos, insistimos, sigue siendo dominante. Hoy conocemos sobre todo la
morfología de la expulsión de los judíos y de la represión inquisitorial. La
problemática que han suscitado los conversos es muy compleja: la polisemia
del término, las alternativas teológicas con los debates en torno a la exigencia
de libertad para el bautismo (escotismo y tomismo) y las variantes múltiples
del tratamiento del “problema converso”, las señas de identidad de las culturas
53
Los últimos trabajos que me parecen de mayor interés son los de M. H. Sánchez Ortega, La
mujer y la sexualidad en el Antiguo Régimen, Madrid, 1992; J. A. Alejandre, El veneno de Dios. La
Inquisición de Sevilla ante el delito de solicitación en confesión, Madrid, 1994; id., Osadías, vilezas
y otros trajines, Madrid, 1995; Adelina Sarrión, Sexualidad y confesión. La solicitación ante el tribunal del Santo Oficio (s. XVI-XIX), Madrid, 1994.
54
Vid. al respecto los cursos de cultura hispano-judía y sefardí de la Universidad de Castilla-La
Mancha (en especial el II, celebrado en septiembre de 1993 y publicado en 1994), el dossier de la
revista Manuscrits, n.º 10, 1992; o el coloquio Xudeos e conversos na Historia, Santiago, 1994, 2
vols., editado por C. Barros.
252
judía, musulmana o cristiana (la cuestión del nicodemismo o legitimación del
disimulo fue también asumida en el siglo XVI por Francisco Peña para el cristianismo), distinguiendo el nivel ceremonial, el de la costumbre y el ideológico,
la variada tipología de conversos (las tríadas clásicas de Caro Baroja o Revah,
continuadas por Haliczer y tantos otros historiadores, de cristianos auténticos,
judíos o musulmanes auténticos y ambiguos o inclasificables, me temo que no
corresponden a la realidad, con una pluralidad de situaciones que ha subrayado
magistralmente
J. Contreras y R. Carrasco entre otros), 54 la discusión sobre la asimilación con
sus variantes (cuestionamiento reciente de mitos como el de la inasimilabilidad
o su contrario: la maurofilia), la diversificación de la historiografía (la bipolarización conservador-liberal parece superada; R. Benítez ha criticado con razón
este dualismo en la historiografía sobre moriscos y desde luego, la división que
ha hecho A. Alcalá de la historiografía judía situando a Netanyahu, Riskin y
Cohen en el mismo ámbito supuestamente liberal, es muy discutible)… 55
Para terminar, recientes trabajos han replanteado la fiabilidad de las
fuentes inquisitoriales tras la crítica de Netanyahu a las fuentes inquisitoriales
su-blimando las responsa rabínicas. El debate no es nuevo. De hecho se había
planteado respecto a las brujas y el luteranismo con Lea y Bataillon como historiadores singularmente escépticos respecto a la credibilidad de los dictámenes inquisitoriales. Respecto a los judíos, contra el escepticismo de Netanyahu se han manifestado últimamente historiadores como Kriegel, Gitzlitz o
Amiel. 56
No puedo entrar aquí en el debate, pero creo que la ambición del investigador en sus análisis de las fuentes nunca debe apostar unilateralmente por
una determinada opción. Para conocer la Inquisición pueden servir tanto las
fuentes inquisitoriales como las no inquisitoriales. Hacen falta nuevas miradas
sobre viejas fuentes (la correspondencia de los tribunales con la Suprema da un
juego que todavía no se ha explotado suficientemente; los procesos y alegaciones fiscales, tan promocionadas con razón por T. Egido, permitirían ejercicios de microhistoria a los que los historiadores españoles han sido muy
remisos; las informaciones genealógicas con toda su estela de “invenciones de
tradición”, siguen siendo provechosas; los pleitos civiles y criminales…).
Pero nuevas fuentes están pidiendo entrar en liza. Los protocolos inquisitoriales permiten análisis prosopográficos tanto de los Inquisidores como de las
55
R. Benítez, Estudio ihntroductorio a la obra de H. Ch. Lea, Los moriscos españoles. Su conversión y expulsión, Alicante, 1990; A. Alcalá, “Tres cuestiones en busca de respuesta. Invalidez
del bautismo ‘forzado’, ‘conversión’ de judíos, trato ‘cristiano’ al converso”, en A. Alcalá, Judíos,
sefarditas y conversos. La expulsión de 1492 y sus consecuencias, Valladolid, 1995, pp. 523-545.
56
Vid. sus ponencias en Judíos, sefarditas y conversos. La expulsión de 1492 y sus consecuencias, Valladolid, 1995; M. Kriegel, “El edicto de la expulsión: motivos, fines, contexto”, pp. 134150; D. Gitzlitz, “Las presuntas profanaciones judías del ritual cristiano en el decreto de expulsión”, pp. 150-170; Ch. Amiel, “El criptojudaísmo castellano en La Mancha a fines del siglo XVI”,
pp. 503-513.
253
víctimas. La documentación romana tanto impresa (los Monumenta Hispaniae
Vaticana de la sección Nunciatura) como manuscrita (la que se contiene, por
ejemplo, en la embajada española en Roma) nos aportaría muchas ideas respecto a un tema tan trascendental como las relaciones Iglesia-Estado. La documentación de la administración real –Real Cancillería, Consejo de Aragón o
Generalitat de Cataluña– permite lecturas alternativas de conflictos con la Inquisición enormemente enriquecedoras. La documentación eclesiástica de los
archivos parroquiales, catedralicios o diocesanos propicia un reexamen del
papel de la Inquisición en el contexto del reciclaje pastoral tridentino.
Se ha hecho mucho ciertamente en estos últimos años. Pero a la hora del
balance es bien visible lo mucho que queda por hacer. Quizás haya llegado la
hora de una nueva historiografía de la Inquisición, sin los reclamos de aquella
tan ansiada reconciliación de 1976, sin aquella avidez de superación de asignatura pendiente –la asignatura ya está aprobada–, sino con el único estímulo
de la culminación de la obra iniciada, la convicción de que la historia de la Inquisición no requiere de otra exigencia que la necesidad de dar salida a la demanda lógica de conocimientos que cualquier tema plantea, de otra legitimación que no sea la capacidad de los historiadores para abordar su compleja
problemática.
254
JAIME CONTRERAS
Catedrático de Historia Moderna
Universidad de Alcalá de Henares
HISTORIAR A LOS JUDÍOS
DE ESPAÑA:
UN ASUNTO DE
PUEBLO, NACIÓN Y ETNIA
Publicaciones de la
REAL SOCIEDAD ECONÓMICA
DE AMIGOS DEL PAÍS
Valencia, 1996
HISTORIAR A LOS JUDÍOS DE ESPAÑA: UN ASUNTO
DE PUEBLO, NACIÓN Y ETNIA
Jaime Contreras
La identidad colectiva es arbitraria porque es arbitraria la elección de los rasgos con respecto a un posible concepto teóricamente definible, a priori, como correspondiente a una entidad
natural. 1
INTRODUCCIÓN
ya algunos años, en 1985, un joven historiador, pleno de entusiasmo
y no demasiado consciente de los riesgos que corría, se atrevió a formular
una pregunta que muchos –incluidos los no expertos– consideraron banal.
“¿Qué son los judíos?” se interrogaba Monsalvo Antón. 2 La pregunta, desde
luego, había que entenderla en relación con el marco de hipótesis que, en su
libro, planteaba. Quería saber, nuestro autor, el significado socio-cultural y
político que esta comunidad había protagonizado, respecto del conjunto social
cristiano, en el marco del espacio de los reinos hispánicos y en el tiempo
histórico de los largos siglos bajo-medievales. Qué son los judíos, pues, en el
horizonte de una formación social global y mayoritaria. No es una pregunta
baladí, a pesar de su aparente inocencia. ¿Los judíos, en la historia de España,
qué son, verdaderamente: una microsociedad encapsulada en un conjunto social mayoritario, una casta, un pueblo o, simplemente, y no es poco, desde
luego, una religión?
Las preguntas de nuestro autor no son, ni mucho menos, inocuas ni tampoco superfluas. De hecho son las preguntas más importantes que hoy formula
la historiografía más reciente. Porque situar a los judíos en uno o varios espacios de estructura social y, por lo tanto, en los universos culturales que la informan, no ha sido la tendencia, aunque parezca extraño, más ordinaria. Por el
contrario, todavía gran parte del quehacer historiográfico actual considera un
error metodológico y una osadía intelectual plantearse tales objetivos. Qué son
los judíos, puede resultar una buena pregunta si el espacio de las hipótesis no
se sitúa en el terreno de las categorizaciones absolutas.
H
ACE
1
A. Pérez Argote, “16 tesis sobre la arbitrariedad del ser colectivo nacional”, en Nación, Nacionalismos, Multiculturalidad, Revista de Occidente, 161, octubre 1994, p. 38.
2
J. M. Monsalvo Antón, Teoría y evolución de un conflicto social. El antisemitismo en la Corona de Castilla en la Baja Edad Media, Editorial Siglo XXI, Madrid, 1985, p. 25.
257
No es objeto de este ensayo describir el qué y el cómo de las múltiples iniciativas que hoy se están desarrollando (algunas de ellas aparecerán aquí como
piezas de contraste), sino interrogarse, más bien, por la naturaleza de esas corrientes historiográficas que, todavía activas, hunden sus raíces en tiempos
anteriores. No se trata de un ejercicio de nostalgia sino de demostrar la intencionalidad intelectual que se encierra en esos añejos veneros capaces, por sí
mismos, de conformar, además, los basamentos primeros de nuestros
conocimientos y saberes tradicionales y ordinarios. Una intencionalidad intelectual, nunca neutral obviamente, que ha edificado nuestra actual arquitectura historiográfica y que resiste, impávida, las críticas de los tiempos presentes.
1. EL SIGNO DE DIOS Y LA VISIÓN DE SPINOZA
¿Qué son los judíos? Hágase otra vez la pregunta para comprobar de entrada que, en su formulación, late implícita la precisión de una diferencia. Y,
efectivamente, no será difícil encontrar cientos –miles– de testimonios que recalquen tal diferencia. Y acercando el asunto hacia los análisis de la
antropología cultural, parece evidente que todo grupo social, en su proceso
de formación y gestación, intenta formular, sobre sí mismo, una tradición que
no es otra cosa sino un proceso de cristalización de la memoria levantada
sobre una convención de arbitrariedad, manipulación y dirigismo. Dicho de
otro modo se dice que de dicha tradición surgen los principios de la identidad colectiva. Lo que realmente se dice menos es que dicha identidad general
no parece ser otra cosa sino la proyección cultural que, sobre sí mismo, elabora un grupo social dominante, proyección de sí, de su tiempo y de su propia
transcendencia.
Nadie puede negar que los judíos han sido siempre fieles a una tradición
cultural. Y aunque las disidencias internas han sido, lógicamente, muchas, es
posible percibir, en conjunto, un horizonte de creencias, valores y símbolos
relativamente homogéneos y constantes. Todo ese universo organizado en
torno a un sistema de significaciones rituales, apunta a un pasado transcendente, un punto mágico en la historia en el que la Deidad expresó, con precisión, la promesa de la alianza con el pueblo elegido. Fue ese punto, un momento de convergencias excepcionales; porque en el lugar más alejado de la
memoria-tradición se encontraron –por efectos mágicos y sacrales– y ya plenamente forjados en su entidad, un pueblo único y una divinidad que, lógicamente, se definía con los atributos de ser una, sola, omnipotente o inconmensurable. Un encuentro entre un pueblo y la Divinidad, forjados y elaborados
mutuamente. Fue este momento el que creó la historia, aquel en el que ya era
posible hablar de pueblo porque los grupos dirigentes consiguieron disfrazar
el ejercicio de su dominio efectivo mediante su traspaso aparente a la colectividad. Ésta, ya condicionada y sumisa, lejos de ser amorfa e indiferenciada, acep258
tó, como propia, la simbología ritualizada del encuentro con Yahvé.
Desde entonces, es decir desde el origen del mito, aquel momento quedó
sacralizado y convertido en sustancia principal de fe y, por ello mismo, singularizado bajo la expresión material del signo. ¿Y qué cosa es esta del “signo”?
Desde luego, es la clave ritual que identifica la identidad colectiva. Porque,
digámoslo, ni esta colectividad judía, favorecida por el encuentro con Dios, ni
tampoco la cristiana, agraciada con el regalo de un Mesías, ni una ni otra,
nunca vieron a Dios. Éste, en su majestad o en su concreción humilde, siempre
fue invisible. No vieron los judíos a su Dios, es verdad; pero sí vieron las
señales que aquél les envió formalmente en el tiempo; las vieron, las contemplaron y las interpretaron como mensajes. 3 No fueron, para la comunidad judía,
signos ni señales genéricos, fueron palabra, discurso, concepto; fueron ley. Esta
es la singularidad del signo de Yahvé. Por ella entendieron quiénes eran, lo que
permitió delimitar el territorio y diferenciar el espacio propio –lleno de signos
de Dios– y el espacio oscuro e indiferenciado que era el campo del otro. He
aquí, pues, cómo la diferencia judía, desde el punto mítico en que comenzó su
marcha la tradición, mostró, con nitidez, cuál era el territorio que habitaba la
alteridad.
Pues bien, los grupos originarios dirigentes, transfiriendo a la colectividad
la posesión de la señal divina, “construyeron” el concepto de pueblo. Éste no
era otra cosa que el conjunto organizado de elegidos en los que Dios había dejado su señal. La entidad con la que Yahvé había hablado. En tal cosa y no en
otra se basa el discurso simbólico de la circuncisión; discurso constantemente
determinado por la huella de la singularidad. la literatura sacra y ritual y todo
el milenario depósito rabínico repite una y otra vez, miles de veces, el significado de la dicha señal como prueba de la alianza.
Es su única razón de ser; por consiguiente la pregunta se hace necesaria:
¿cuál es, entonces, la fuerza taumatúrgica de dicho signo? ¿Qué discurso sustancial explica? Y la respuesta, producto de la más afiligranada construcción
teológica, se presenta en forma de sencillo mensaje. La señal de Dios define a
una entidad social homogénea y cohesionada que se autodesigna como protagonista de un destino sacralizado. Este consiste, principalmente, en servir de intermediación exclusiva entre lo humano y lo divino. En tal destino mágico, y
por tal razón, se produce el cambio sustancial que va desde el estadio de colectividad inorgánica a los planos de pueblo y nación; dos conceptos, éstos, reiterados con extensión e intensidad en la totalidad del discurso hagiográfico.
Es, por lo tanto, la circuncisión el signo de Dios que, como el rayo de las
tablas de Sinaí, ha venido esculpiendo su semilla en la fuente germinal de la
vida, en ese presente donde la sangre se hace cultura al convertirse en la base
3
J. P. Massant, Les signes de Dieu aux XVIe et XVIIe siècles, Clermont-Ferrand, 1993; “Les signes
de Dieu, qu’el programme¡ La plupart des religions, sinon toutes n’afirment-elles pas qu’il n’est de
Dieu que des signes”, p. 7.
259
de la herencia y el parentesco. Nace así un corpus doctrinal –simbolizado,
mítico y ritual– que “construye”, desde tales bases, la familia, el linaje, la colectividad, el pueblo y la nación.
La circuncisión; tal es la señal más significada. Baruch Spinoza, conocedor,
muy preciso, de discursos tan rotundos y de esencialismos tan definitivos, el
filósofo que, en palabras de J. L. Borges, “construía a Dios en la penumbra”, 4 escribía con rotundidad en el Tratado Teológico-Político: “Por mi parte pienso,
además, que el signo de la circuncisión tiene, a este respecto, tanto poder que
estoy convencido de que él solo basta para conservar eternamente a esta
nación”. 5 Dos cuestiones importantes deben ser retenidas en la reflexión de
Spinoza: la idea de nación, en primer lugar; y la seguridad con que el paladín
de la razón formulaba su pensamiento.
La nación; los judíos fueron una nación, y así lo creyeron; un pueblo cohesionado en torno de su propia memoria, que hace de ésta un espacio reservado
para que Dios deposite en ella el lenguaje de sus signos y señales. Una nación
que se cimentó por unos principios de etnicidad sacral y ritualizada. Así lo
pensó Spinoza, el judío que naciera en Amsterdam de (padres que habían sido)
en tierras de Portugal, cristianos de descendencia conversa. Spinoza lo escribió
así cuando descubría la inmanencia y comprobaba que eso le convertía en un
excomulgado. Los judíos eran entonces una nación que se creía santa, única y
singular, llena de ritualizaciones y supersticiones.
Pero… ¿qué significado se abarcaba con tal nombre? No parece que
“nación” fuera para Spinoza el terreno donde podría encarnarse la soberanía,
como se diría posteriormente en las primeras constituciones liberales. Es preciso aquí recordar, por ejemplo, cómo definió la Revolución Francesa a los judíos. Dijo de ellos que eran ciudadanos de una nación civil cuya existencia se
regulaba por los derechos y las libertades públicas. Refiere aquí la palabra
“ciudadano” a un concepto que ya no acoge el derecho singular a la diferencia
por razón de linaje, sino, por el contrario, determina un lugar de la ley civil.
Ciudadano, significa así el espacio individual de un derecho público que se
regula por la abstracción de una norma asentada en una ley moral universal
que, por sí misma, excluye toda particularización de los linajes, las procedencias míticas y las sacralizaciones rituales.
Todo esto fue expresado, con extremada lucidez, por Clermont-Tonnerre,
aquel diputado de la Asamblea Nacional. Era el año 1789 y, hablando sobre
los derechos humanos de las minorías, dijo: “A los judíos como nación no les
concedemos nada; a los judíos en tanto que individuos se lo concedemos
todo”. 6 Magnífica distinción entre la ley de la soberanía pública y la privacidad
que impone la etnia. Porque hasta entonces los judíos, como nación, se enJ. L. Borges, poema “Baruch Spinoza”, Antología Poética, 1923-1987, Madrid, p. 75.
Extraigo la idea de I. Yovel, Spinoza, el marrano de la Razón, ed. Anaya-Mario Muchnik,
Madrid, 1995, p. 200.
6
A. Smith, “Tres conceptos de Nación”, en Nación, Nacionalismos, op. cit., p. 7.
4
5
260
tendían así mismo como una etnia, es decir, como la expresión cultural de una
estructura genealógica que remitía a un pasado heroico en busca de legitimidad; a aquel pasado, edad de oro, en que Dios, ya se ha dicho, expresó la señal
de su alianza.
Sin embargo tal memoria, sobre todo tras la destrucción del segundo Templo, sufrió un proceso de reconsideración y reforma. De hecho, expulsado el
pueblo elegido de la Tierra Prometida y dispersado por el viento en dura Diáspora, tuvo lugar una verdadera reconstrucción de la vieja memoria tradicional.
Y se produjo una enorme acción codificadora que llevó a cabo la clase sacerdotal. Obviamente se manipuló profundamente el texto sagrado aprovechando
su carácter analógico; y, consecuentemente, se ritualizó minuciosamente el universo público y privado del creyente hasta conseguir, finalmente, que la ley
(Tora) quedase sometida al reglamento (Misná y Talmud). 7
El reglamento terminó siendo extremadamente minucioso y sirvió, como
era obvio, de preámbulo a una legislación (la mis̆naica) que no llegó a distinguir la normativa civil y penal de las disposiciones rituales. Naturalmente, todo
en manos de la autoridad eclesial (Tannaim). El resultado de aquel proceso fue
la cristalización de un dualismo determinista en la visión del mundo: mandamientos de Dios, ritualizados, para los hijos de Israel y preceptos generales
(hoy se dirían preceptos naturales) para los “otros descendientes de Noé” que
no heredaron la promesa. Quedaba así constituida una notoria diferencia que
remarcaba, en nítido claro oscuro, la entidad religiosa y nacionalista de la comunidad hebrea. 8 Rito y nación permanecerían así fundidos en un círculo cerrado, endogamizado por las ceremonias talmúdicas que sacralizaban las etnias
y los linajes. El proselitismo quedaba así excluido y el pueblo de Israel fue
encerrándose en el interior de sí mismo. Dispersos, sí, pero unidos, finalmente,
por el signo de Yahvé.
Era en este concepto de etnicidad en lo que pensaba Spinoza cuando se
refería a la nación que formaban los judíos. Y en tal idea pensaban todos los
que, en este momento, reflexionaban sobre la entidad judía. Claro que sólo
Spinoza, a diferencia de los demás, juzgaba tenazmente con la razón. En general entonces, y antes también, los juicios y argumentos que se exponían estaban
7
B. Lazare, El Antisemitismo: Su historia y sus causas, reedición del Ministerio de Trabajo,
Madrid, 1986, p. 28: “para cuidar al pueblo de Dios, para tenerlo al abrigo de las malas influencias, los doctores exaltaron su ley por encima de las demás (…) como no se podía prescribir el
libro se le rebajó, se le hizo tributario del Talmud y los doctores declararon: ‘la ley es agua, la
Misná es vino’ y la lectura de la Biblia fue considerada como menos provechosa, menos útil para
la salvación que la de Misná”.
8
J. Baer, Historia de los judíos en la España Cristiana, Vol. I, Edición Altalena, Madrid, 1981,
p. 10: “en los círculos judíos las manifestaciones despectivas hacia la sociedad pagana (se refiere a
la sociedad del Imperio Romano) fueron incesantes. Frente al aforismo de que los justos de todas
las naciones merecen la salvación en el mundo venidero, abundan las expresiones que condenan a
los paganos al infierno, del cual el pueblo de Israel será salvado en virtud de la observancia de los
mandamientos”.
261
coloreados de notorio fideísmo. Porque, evidentemente, muy pocos se dieron a
pensar que desde la cultura de la etnicidad se derivaba, indefectiblemente, a
posiciones teocráticas, y desde éstas, se llegaba a un sistema político de connotaciones taumatúrgicas. En realidad el espacio religioso cubría todo el espacio
político y, ambos a su vez, se difuminaban constantemente en el espejo de los
linajes.
¿Cuál era, en tales circunstancias, la autonomía del Derecho?, ¿dónde finaliza el territorio religioso?, ¿y la moral… podría desarrollar sus propias
raíces, esas que siempre nacen en el suelo de la naturaleza? Spinoza respondió
muy bien a estas preguntas. Él constituye un testigo singular: primero fue judío
y luego un excluido; sin duda tenía razones vitales para entender lo que significaba la nación judía, esa entidad de espejos contrapuestos y de imágenes profusamente mezcladas. Oyendo el famoso herem, aquel dictamen del Mahamat
de la Sinagoga de Amsterdam, leído el 27 de julio de 1656. Spinoza entendió,
con lucidez, que la ira de Yahvé le excluía por su pecado; y eso significaba que
los rayos divinos le herían en tres direcciones principales: la primera, y más importante, le identificaba como hereje, y eso presuponía que se había levantado
contra su creador; la segunda cercenaba sus derechos civiles en el seno de la
comunidad judía; y la tercera le separaba del viejo tronco étnico, el de la
nación de Israel. Tales exclusiones, terribles, fueron conceptualizadas por el
propio Spinoza en el famoso Tratado Teológico-Político. En la nación de Israel
no había sino individuos clericalizados: “quien faltaba a la religión –escribió–
dejaba de ser ciudadano y era tenido, ipso facto, por enemigo; quien moría por
la religión se consideraba que moría por la patria”. 9 Santo o hereje; héroe o villano; en la primera posibilidad Dios reforzaba su señal, en la segunda la excluía.
¿Qué son los judíos?, preguntaba Monsalvo Antón, hace unos pocos años.
Son una nación, responde Spinoza; para aclarar, de inmediato, que tal cosa no
se entiende, sino penetrada del universo mítico-ritual de la etnia y la religión.
Naturalmente Spinoza supo muy bien que todo esto era una arquitectura cultural soberbiamente edificada y, por ello mismo, no dudó en señalar que los
judíos, de tal forma, habían logrado expresar lo que era “una religión política”.
Y, no puede dudarse, que el cristianismo, nacido del seno de la matriz judía,
en asuntos de teocratismo, aprendió, relativamente pronto, a constituirse igualmente como “religión política” dejando a un lado, eso sí, la connotación, étnica y nacionalista, de la raíz originaria.
Tal fue, a mi juicio, la gran novedad del pensamiento de Spinoza. Rechazó
los esencialismos fideístas, y manifestó, al trasluz de su lente metodológica, el
paisaje intrincado de ritos y símbolos de aquella creencia. Finalmente delimitó,
con cuidado, el origen esencialmente político de la estructura religiosa social y
jerárquicamente constituida. Hablaba nuestro hombre, así de esta guisa, allá,
9
262
La cita se ha sacado de Y. Yovel, Spinoza, el marrano…, op. cit., p. 18.
todavía, en la segunda mitad del s. XVII. No puede olvidarse, en este punto, en
la cronología.
2. CIRCULARIDAD DE UNA HISTORIA: DE LA PROMESA AL DESTINO
Pero lo que Spinoza diseccionó, todavía hoy sigue vivo formando cuerpo y
elaborado como concepto y como conducta; lo cual, desde luego, no es preocupante por expresar, en parte, un discurso religioso delimitado hoy a sus
propias esferas. Pero no se habla aquí de religión, sino de historia, de historiografía más bien; y resulta que en este terreno se razona y se arguye, mayoritariamente, con conceptos y nociones extraídos de entre ese conjunto organizado que forma el discurso étnico-religioso. Los judíos, repite todavía la mayor
parte de nuestra historiografía, son, fueron quiero decir, un pueblo, una
nación, una raza, una casta o, en el caso menos trascendente, los judíos fueron
una sociedad (más o menos “micro”). Los judíos fueron todas estas cosas,
dicen sin rubor algunos, muchos, historiadores. Y esto, a mi juicio, supone un
modo tautológico de hacer historia que opera con materiales prefabricados y
que obtiene conclusiones fideístas suficientes, por sí solas, para retroalimentar
las percepciones míticas manteniéndolas como si fueran reales y sujetas a la experiencia objetiva. Grave manipulación.
Sucede que operar con definiciones tan genéricas, con tantas identidades
compactas, con taxonomías tan pulidas, ocasiona, finalmente profundas distorsiones que convierten la realidad en espejo. Y no está mal trabajar con espejos
siempre que se sepa que lo son. Llegados a este punto, parece bueno recordar
que, por el contrario, es condición de buena metodología la de proceder por
mecanismos conceptuales de inferencia deductiva. Es así, tal parece, cómo la
causalidad se constituye en eje que vertebra y organiza los materiales más o
menos elementales para conformarlos dinámicamente en torno a un discurso
en cuyo seno la complejidad social se refleja, de algún modo, verídicamente.
Naciones y etnias; naciones y castas son conceptos finalistas; espejos construidos que caricaturizan, hasta retorcerla, la realidad; metáforas que adormecen,
con su música, los sentidos; instrumentos y estrategias, siempre, de engaño y
coacción.
Con este instrumental se ha trabajado reiteradamente. Objetos, todos, de
contornos acabados y significados simbólicos que, además, se encuentran enquistados conformando el perfil de nuestras creencias. Con tales instrumentos… ¿cómo operar, finalmente? Aquí la historia está subyugada por el mito y
éste se torna en realidad misma. Historia que parte de conclusiones finales
para volver a recrearlas. No historia de deducciones elaboradas desde el inicio
de la pregunta. No es una historia de desconocimientos, se trata más bien de
historias de “verdades” concluidas.
En la historiografía que pregunta sobre los significados de la presencia
judía en o perteneciendo a la historia de España, que no es lo mismo, se ha operado con tales supuestos conceptuales, esos que son tan acabados y trascendentes.
263
A mi entender, los resultados son tan frágiles como arbitrarios y conducen
a una historia –la de España y la de la comunidad judía– tan mesiánica como
irreal. Por ello la respuesta a la pregunta “qué son los judíos” exige, a mi
juicio, un radicalismo metodológico inicial. Y así la respuesta es: los judíos, en
una formación social y en un tiempo histórico, no son nada. Nada diferentes,
quiero decir, como sujetos ubicados en un corte temporal del pasado. Pero
decir esto es construir historia desde la dinámica social y cultural de individuos, familias, grupos y clases sociales. No es ésta la historia construida hasta
tiempos muy cercanos a los actuales. Todavía hoy cuesta fabricarla y, desde
luego, si el éxito es posible, el reconocimiento no es probable.
Pero es necesario comprobar los límites a los que se llega cuando en el
taller de la historia en vez de individuos, se ponen etnias, y en lugar de grupos,
naciones y, mejor que cultura, se habla de casta. Es preciso comprobarlo.
Existe, previamente, una consideración singular. Los historiadores judíos
más relevantes de este siglo, no han necesitado demasiadas referencias para
destacar la importancia que durante el largo tiempo de la Diáspora, tuvieron
las comunidades judías en las tierras peninsulares. Ya se trate de la historia que
describe cómo se desarrolló la vida judía bajo el régimen político árabe o de la
que se hace eco de sus avatares en los reinos cristianos, en ambos casos, la historiografía judía se recrea en señalar que fue aquí, en estas tierras y en el marco
de los siglos medievales, donde los desarrollos políticos, sociales y culturales de
los judíos fueron más logrados. “Durante medio milenio –escribe Y. Yovel–
España había sido el principal centro judío del mundo y la joya de la diáspora.” 10
Cuáles fueron los atributos de tal joya y de qué modo éstas relumbraron,
parece que son preguntas que se prestan fácilmente para realizar reiterados
ejercicios hagiográficos, siempre problemáticos porque levantan holgadas
cortinas de humo y, con ello, dificultan realmente la visión. Sí, efectivamente,
parece cierto que las juderías hispanas a finales del s. XIV eran las más numerosas de Occidente y, sin duda, ello se debió, más que a lo más o menos favorables que fueran las condiciones de estancia, al hecho importante de que,
en tierras de Iberia, la estructura organizativa de las comunidades judías encontró un hábitat adecuado. Un hábitat definido por la ambivalencia y la fluidez de fronteras existente entre las dos grandes civilizaciones que representaban los reinos cristianos y los reinos árabes. Fue en esa fluidez del espacio
entre unos y otros donde las comunidades judías asentaron su fuerza
aprovechando la flexibilidad que les daba su capacidad de intermediación. Tal
parece la causa más razonable; y nadie parece negarlo.
Pero ocurre que esta realidad, así dimensionada, se exagera y se retuerce
hasta convertirla en una deforme caricatura. Los argumentos, entonces, presuponen y adelantan las conclusiones. Y, en consecuencia, se razona de este
modo: la importancia de la comunidad judía hispana resulta ser tan obvia que
10
264
Y. Yovel, Spinoza: el marrano de la razón, op. cit., p. 33.
queda demostrada tras comprobar los desastrosos efectos que tuvo su expulsión en el año trágico de 1492. Efectos trágicos y desastrosos para la vida judía,
obviamente; no parece haber duda. Pero los efectos trágicos y desastrosos para
la sociedad mayoritaria, eso no parece ser tan claro, o al menos no parece que
pueda ser determinado por los efectos apocalípticos que la historiografía judía
–y otro sector importante de la historiografía no judía– se complacen en reiterar. No sería difícil contar aquí el listado de pérdidas; son muy conocidas. Pero
ocurre, además, que a esa historiografía, asentada en un transcendentalismo
exacerbado, ya no sólo le interesa detallar lo que España perdió con aquella infausta decisión, sino también, usando de un método proyectivo, determinar lo
que verdaderamente no ganó. De modo y manera que los españoles, perdiendo
aquella cultura, perdimos la coyuntura histórica de proyectarnos en la modernidad. 11 Cómo no recordar aquí el fracaso español al iniciarse el desarrollo
del primer capitalismo. J. Israel ha escrito todo un libro, magnífico de construcción y de factura, ágil en las formas y profundo en sus contenidos, de cuya
lectura se puede extraer una conclusión semejante. En la era del mercantilismo
la razón de Estado, inherente a él, entendió importante la participación del
marranismo portugués. Las fuerzas antijudías, con la Inquisición al frente, lograron obstaculizar esta participación y, en consecuencia, el desarrollo de
fuerzas productivas que ello hubiese significado se perdió o no se realizó como
debiera. 12 Así opina J. Israel. Rebajando un poco el tono parece que es ésta
una opción maximalista porque reduce el todo –en este caso la estructura mercantil de la Monarquía Católica durante el siglo XVII– a la acción de una parte
–cualitativamente importante ciertamente, pero realmente pequeña en su estructura y en el dinamismo que logró imponer–. Los historiadores de la
economía, que conocen el fenómeno bien, lo han dimensionado en términos
más objetivos. 13
Pero es este un ejemplo, realmente, de una visión historiográfica –en este
caso “muy laica” afortunadamente– que se asienta sobre mitos culturales de
permanencia secular. He aquí pues que España perdió, por la expulsión de
1492, su encuentro con el capitalismo y, tras tal afortunado desencuentro,
perdió también su cita con la modernidad, entendida ésta como la asunción de
11
M. Cohen, “Lo que Hispanoamérica perdió: el impacto de la expulsión en su atraso cultural
y económico”, A. Alcalá (editor), Judíos, sefarditas, op. cit., pp. 434-454. Véase lo que expresa en
p. 439: “Nuestra intención es estudiar ‘para adelante’, es decir, poniendo la mirada en la generación
de los expulsados y sus hijos, que formaron verdaderas colonias culturales en el Mediterráneo; esa
fue la pérdida real y potencial concreta. Vale la pena estudiar lo que España pudo tener y no tuvo
por culpa de la Expulsión”.
12
Jonathan I. Israel, La judería europea en la era del mercantilismo: 1550-1750, Editorial Cátedra, Madrid, 1992.
13
F. Ruiz Martín, Pequeño Capitalismo, gran Capitalismo. Simón Ruiz y sus negocios, Editorial
Crítica, Barcelona, 1990. Del mismo autor puede verse: Las finanzas de la monarquía hispánica en
tiempos de Felipe IV. 1621-1665, Real Academia de la Historia, Madrid, 1990. Igualmente, en este
sentido debe entenderse el libro de N. Broens, Monarquía y Capital mercantil. Felipe IV y las redes
comerciales portuguesas, Ediciones Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, 1984.
265
los principios que han conformado el pensamiento occidental: laicidad, derechos humanos y libertad de conciencia. Dos historiadores judíos sostienen
tales ideas y, es justo decirlo, desde posiciones historiográficas un tanto
marginales de la tradicional visión judía. De hecho los dos defienden posiciones muy seculares. Pero ello no es obstáculo para sostener la idea de que en
la formación del mundo moderno la incidencia de los cristianos nuevos “portugueses” fue, realmente, decisiva.
Porque fueron estos cristianos, realmente, los primeros que creyeron en el
espíritu de empresa y en los derechos naturales de los individuos. Ellos fueron,
igualmente, quienes consiguieron liberar el pensamiento de las ataduras religiosas y arbitrarias en la esfera intelectual, como lo demuestran los casos de
Uriel da Costa y, sobre todo, de Baruch Spinoza. 14 E. Rivkin y M. Cohen, que
así se llaman los autores de los anteriores juicios, no sienten reparos en mantener semejantes teorías, y con ello realizan una atrevida aventura intelectual,
identificando de esta manera la piedra filosofal del mundo moderno. ¿Cómo
calificar tal pretensión historiográfica?
Pero si las desgracias de la expulsión fueron tantas y tan enormes para los
españoles y para los reyes que tomaron aquella decisión, no menos dramática
lo fue para la propia comunidad judía de toda la Diáspora. La historiografía
judía, sin excepción, recalca aquí el acento y no tiene reparo en situar el acto
dramático de la expulsión pivotando, con tonalidades lúgubres, entre otros dos
funestos acontecimientos de la historia judía: la destrucción del Templo de
Jerusalén, en tiempos de Tito, y el gran holocausto provocado por la Alemania
Nazi. Lo ha expresado así casi toda la historiografía judía, más o menos laica y
más o menos “confesional”. Se trata, en general, de una idea recurrente que
opera de tal modo porque está enmarcada en una idea de la historia como destino, el destino de la entidad judía ya configurada –al menos casi constituida–
como tal en el instante mismo de iniciar su andadura. Insisto que es ésta una
idea repetida, contada cientos de veces y reiterada con evidente pasión cuando
se critica la teleología que encierra. Idea común y compartida, aun por los más
críticos. Una personalidad históricamente tan atractiva como la del profesor B.
Netanyahu, en cuya teoría la idea de una comunidad judía indivisible no tiene
cabida, recuerda la tradición historiográfica de la que se siente heredero y
asienta que para los judíos de toda Europa “…España vino a ser tomada como
enemigo número uno…” porque ahí, en España, no sólo hubo matanzas masivas y conversiones forzadas que acarrearon la casi desaparición de la mayoría
de las comunidades judías, “(…) luego, después, de tantas atrocidades, vino la
expulsión definitiva”. El resultado de todo ello fue, dice Netanyahu, “…una
14
E. Rivkin, “Los cristianos nuevos portugueses y la formación del mundo moderno”, en A.
Alcalá (editor), Judíos, sefarditas, op. cit., pp. 408-419. Véase también M. Cohen, “The Sephardic
Phenomenon: A Reappraisal”, en Sephardism in the Americas, editado por M. Cohen, American
Jewish Archives, 44 (1992), 1-79.
15
B. Netanyahu, “Una visión española de la historia judía en España: Sánchez Albornoz”, en
A. Alcalá (editor), Judíos, sefarditas y conversos, op. cit., pp. 91-92.
266
destrucción de proporciones aterradoras, similar en su resultado relativo y
colectivo, aunque no en sus números absolutos, a la sufrida por el judaísmo
durante la Segunda Guerra Mundial”. 15
Tal es la conclusión final en la que confluyen la mayoría de las plumas judías. No es preciso insistir que, llegado a este punto, el historiador no comparte
ni los motivos ni las estrategias que provocaron las persecuciones, ni las conversiones, ni la expulsión de los judíos de España. En realidad no se trata de
eso, obviamente, sino de constatar –más allá de la tragedia– el modo de contarla y las razones intelectuales que se aducen. No sería difícil poner aquí multitud de argumentos de marcado carácter nacionalista, provenientes de historiadores españoles, justificando aquellos acontecimientos en aras de la “unidad
política y religiosa de España”, base del proyecto que se inauguraba al inicio
del reinado de los Reyes Católicos. No sería difícil, repito. Por eso resulta curioso, al menos, el tono moralista que encierra las reflexiones de la historiografía judía. Tono moralista, teñido, además, de una pátina de rancio nacionalismo que reduce la historia al discurrir de los acontecimientos encarrilados por una línea providencial. La experiencia española de los judíos fue trágica y dolorosa, cierto, pero resulta un tanto grotesco explicarla inserta en un
círculo fatalista en el que los inquisidores del Santo Oficio danzan el baile de
los malditos con los oficiales de las legiones romanas y los funcionarios del exterminio nazi. Visualizar en una misma secuencia histórica a Tito, los Reyes
Católicos y el Führer puede constituir una escena atractiva para realizar un
ejercicio de proyección milenarista, pero inadecuado de todo punto para el
análisis histórico. Porque situarse en la rueda ciega del tiempo conlleva esperar, con fatalismo, la próxima hecatombe y así llenar constantemente de fantasmas los habi-táculos de la memoria. No hay recuerdo posible si no permite el
ejercicio de la esperanza.
En cualquier caso volviendo al discurso central de esta disertación, recuérdese que la idea primera de la que se partía era la intensidad y la fuerza
con que la historiografía judía viene, constantemente, señalando el protagonismo singular del espacio hispano en esos siglos centrales del periodo medieval.
Siglos de la Edad Media cristiana; época central, al mismo tiempo, de la historia de los judíos durante el largo espacio de la Diáspora. Porque, recuérdese,
años arriba o años abajo, la Diáspora coincide temporalmente con la era cristiana; por ello la presencia judía en relación con esta cultura, no encontró
crisol más ajustado que el que pudo cristalizarse en los reinos hispánicos medievales, como de manera paralela había ocurrido respecto del periodo de dominio musulmán. En unos y en otros espacios, bien con árabes, bien con cristianos, la presencia de los judíos en tales ámbitos debe entenderse como parte
de una historia más amplia. La del pueblo de Israel que camina en pos de la
promesa de un Mesías, cualquiera que sea ésta su entidad última. Por esto la
historia que asume la historiografía judía, tiende a explicarse de un modo
16
Y. Baer, Historia de los judíos en la España Cristiana, op. cit., II, p. 11.
267
sacral y ritualizado. Es la historia de “una misión salvífica”, según explica Y.
Baer. 16
Sentado este principio resulta necesario comprobar qué significa ese abanico complejo de conceptos genéricos –nación, etnia, casta, pueblo, etc.– sobre
los cuales se ha edificado el tronco mayor de la historiografía que aquí se comenta. Pero, previamente, una distinción necesaria conviene poner de relieve:
dos tipos de historias deben ser detectadas. Una, la primera, se refiere a la historia judía de la que la historia de los judíos de España forma parte. La otra, en
cambio, busca insertar a los judíos en la historia de España. No son, obviamente, la misma cosa. El juego de las preposiciones determina campos distintos. Historia de e historia en. Historia judía, por un lado; e historia de España,
por otro. En ambos casos los marcos iniciales de contenidos epistemológicos,
las concepciones originarias, los desarrollos subsiguientes y, además, los espacios culturales, todos son diferentes necesariamente.
3. UN SOLO PUEBLO, UNA SOLA RAZA, UNA SOLA NACIÓN: UNA HISTORIA
DE MITOS
Es suficientemente conocido el hecho que en la historiografía judía de nuestro siglo la creación del Estado de Israel, terminada la segunda Gran Guerra,
determina un punto de división en un antes y un después. En ese antes, todavía Diáspora, por lo que hace a la historia de los judíos en España (anótese
con cuidado el matiz preposicional), dos historiadores principales sobresalen:
Cecil Roth y Yitzhak Baer. Dos historiadores judíos pero enraizados en sustratos culturales netamente diferenciados. Uno, C. Roth, responsable de la Cátedra de Estudios Judíos de la Universidad de Oxford; el otro, Y. Baer, representante de la historiografía alemana en la Akademie für die Wissenschaft des
Judentum, en Berlín. Los dos desarrollaron la parte más significativa de sus
trabajos en los difíciles, aunque prometedores, años veinte.
Dos figuras, Roth y Baer, diferenciadas, pero representantes de las tradiciones de sus respectivos países. Los dos escribieron libros importantes con incidencias académicas posteriores. Las hipótesis formuladas por cada uno de
ambos maestros podían comprenderse perfectamente ojeando sus diversas
tradiciones. Para el inglés el enigma de la historia de los judíos en España no
era su desarrollo, sino su dramático desenlace. Aquella convulsa expulsión que
sacudió los cimientos de la Diáspora judía no arrastró, sin embargo, a todos los
efectivos de los judíos de estos reinos. Hubo una parte muy significativa que,
forzada a la conversión, quedó enquistada en la sociedad hispana obligándose
a sí misma a una vida de catacumbas sin esperanza. Era el heroísmo romántico
de los marranos lo que atraía a C. Roth. Y, en efecto, en 1932 aparecía su libro
con el significativo título: A history of the Marranos.
Por su parte la obra de Y. Baer buscó una trayectoria temporal más dilatada y también más diversificada. A Baer le importaba historiar a una parte muy
268
importante de los judíos de la Diáspora, sin duda la parte más significativa. En
1929 y en 1936, cuando ya en Alemania había nacido la hidra nacional-socialista, se publicaron sus dos grandes volúmenes de los documentos judíos hispanos que, tras una estancia prolongada en España, había encontrado en diversos archivos. Fue aquella una publicación en alemán y publicada en Berlín
[Die Juden im Christlichen Spanien: Urkunden und Regestem. Band I: Aragoniem und Navarra. Band II: Kastilien / Inquisition sakten].
Resultado posterior interpretativo de aquella masa documental que Baer
había recogido durante sus años en España, fue una obra fundamental en la
historiografía judía y española de este siglo. Su título: La historia de los judíos
en la España Cristiana, obra de enunciado muy preciso donde el matiz preposicional responde exactamente a su contenido.
El libro, confiesa el autor, estaba ya concluido en 1938 pero, sin embargo,
no pudo nacer sino años después cuando, finalmente, las iras de la gran guerra
habían ya pasado y dejaban ver, al desnudo, las heridas crueles del terrible
holocausto. Era el año de 1945 y, entonces, Baer ya estaba asentado en Israel;
de modo que su obra podía, por fin, ser publicada. Efectivamente lo fue pero
en hebreo, un gesto simbólico éste que saludaba gozoso el nacimiento del
joven estado. Hasta aquí los avatares y circunstancias que rodearon el
nacimiento de esta gran obra; avatares, todos ellos teñidos de indicios simbólicos que mostraban el qué y el por qué de aquella aventura intelectual.
Dos libros de la historiografía judía elaborados en ese trecho temporal anterior a la segunda guerra mundial. Los dos libros de mayor singularidad de
ese periodo que recorrieron, en edición tras edición, departamentos y aulas de
las universidades europeas y americanas; naturalmente también las de Israel,
resulta obvio. Pero curiosamente –contradicción tan reiterada– ninguno de los
dos libros encontró eco en España. Sólo algunos iniciados los conocieron, pero
su incidencia real fue nula. No fue hasta 1979 (C. Roth) y 1981 (Y. Baer) cuando ambos trabajos se tradujeron al español, casi cincuenta años después de
haber sido concluidos.
Dos libros diferentes: una historia de los marranos y una historia de los
judíos. A priori cualquier historiador de hoy ratificaría la diferencia temática
que separa ambos asuntos. Una cosa son los marranos y otra cosa son los
judíos, decimos hoy sin pestañear. Pero no, no es así, porque la historia de los
marranos de Roth, y la historia de los judíos de Baer, son dos libros de un
mismo y único objeto historiable: la historia del pueblo judío en un tramo de la
Diáspora. Es importante, a mi juicio, tal deducción porque expresa un principio de la hipótesis de partida: la historia de una entidad compacta y homogénea, que la historiografía judía defiende como principio básico.
Y en este punto C. Roth se afirma en la cuestión principal: los marranos
fueron aquellos judíos convertidos al cristianismo por miles de procedimientos
diversos; pero aquella conversión, aun siendo un trauma individual y colectivo
extraordinario, no logró romper la entidad de la memoria colectiva de aquel
pueblo. Es verdad que, en cierto sentido, unos y otros tuvieron que recorrer
269
trayectorias distintas pero, ciertamente, de una misma realidad ontológica.
Judíos secretos, dice C. Roth, pero judíos, principalmente. Tal percepción se
precisa en un juicio apriorístico curioso; se trata de sostener la inmarcesibilidad de una creencia que se entiende como depositaria de una señal divina y,
por ello, indestructible. C. Roth participa de esta creencia y, aunque apenas
considera ningún aspecto evolutivo de carácter intercultural, acude, también, a
las leyes y disposiciones eclesiásticas para reafirmar que, desde las posiciones
teóricas de la Iglesia, aquellas conversiones eran nulas plenamente.
¿Cómo considerar, pues, cristianos a quienes acudieron al bautismo aherrojados por el fanatismo cristiano? Los cientos y cientos de cánones conciliares
y la doctrina expuesta por la patrística, 17 no otorgan crédito alguno a dicho
acto sin el requisito de la libertad. Así arguye C. Roth, ignorando que entre los
universos de la doctrina, las normas y disposiciones del derecho y los ejercicios
de precisión sociológica y de acomodación cultural, existen espacios muy amplios que permiten fáciles adecuaciones.
No satisfacen tales percepciones a este autor y ni siquiera las considera. Lo
importante para él, consistía en negar la validez eclesiástica a tales conversiones y, penetrando en las conciencias de aquellos convertidos, comprobar
que su ánimo fue violentado. Claro que, en algunos casos, pudieron darse
situaciones de cierta inclinación a las pilas bautismales; esto no se puede
negar... pero en tal circunstancia las disposiciones de la halajá rabínica determinan que el “renegado” no pierde por ello su condición y naturaleza originaria de judío. Puede afirmarse, en tal caso, eso sí, que en esas conductas hubo
pecado de apostasía; pero, con todo, la señal con la que Dios marcó a sus hijos
permanece siendo indeleble.
Debe apreciarse que, a lo largo de los cientos de páginas del libro de C.
Roth, es perceptible un discurso cuyos razonamientos se muestran apocados
para romper el marco inicial de un judaísmo doctrinal que los informa. Su interés por las implicaciones sociológicas o políticas que el marranismo conlleva,
apenas consigue dibujarse con la nitidez necesaria. Y, en consecuencia, el discurso deductivo de sus reflexiones queda amputado seriamente. Las hipótesis
de partida, plenas de transcendentalismo mítico, limitan desde el inicio las
posibilidades de análisis. Y así, al final de todo, como en un círculo repetitivo,
la conclusión última coincide con la hipótesis primera: marranos y judíos
fueron, en realidad, la misma cosa. En ellos coincidieron las razones de una
etnia y las implicaciones de una fe. Una y otra, unidas orgánicamente por el
símbolo de la señal de Dios.
Historia de los judíos, también la obra de Baer. Aquí no existen dudas
17
“El fingimiento contradice al bautismo o a sus efectos y, en consecuencia, como el querer es
necesario para el bautismo y sus efectos, esa fictio los hace imposibles”. S. Tomás, Summa Theologiae, questio, a. 7 y q. 69, a. 9, respectivamente. Citado por A. Alcalá en “Tres cuestiones en busca
de respuesta: invalidez del bautismo forzado, conversión de judíos, trato cristiano al converso”, en
Judíos, sefarditas y conversos. La expulsión de 1492, op. cit., p. 539, nota 3.
270
tampoco. No hay otra historia aquí, sino la historia judía de los judíos en España. Una afirmación de principio, axiomática, rotunda e integradora. ¿Judíos
y conversos? No: sólo judíos. Es un error grave, razona Y. Baer, pensar que,
tras los sucesos de las persecuciones de 1391, aquellas brutales conversiones
modificaron la sustancialidad del grupo. Y es un error mucho más grave creer
que, tras aquellos acontecimientos, sólo permaneció la fuerza de la sangre hebrea, afirmándose en los linajes. No ocurrió así porque aquellos conversos
mantuvieron, igualmente, la tensión religiosa que habían heredado y, con ello,
guardaron la tradición. Y así, ambas cosas, religión y tradición, constituyeron
los principios esenciales de la entidad de aquellos judíos de España.
Judíos, unos, y convertidos otros, no fueron, pues, dos entidades diferenciadas; ni los segundos fueron derivación de los primeros; ni unos fueron tronco,
ni los otros, rama. Allí hubo un árbol frondoso: “un solo pueblo unido por su
fe y por sus esperanzas mesiánicas”. 18 Y así, para Baer –con mayor precisión
doctrinal que para C. Roth– judíos y criptojudíos no muestran distinción alguna de entidad, tan sólo de circunstancialidad. Se diría que se trató de dos formas distintas de estar, pero de una sola manera de ser. Dos concepciones de
una estrategia común de supervivencia. Una comunidad, la judía, que se singularizó a sí misma, por necesidad ontológica, no pudo por menos, sino desarrollar discursos simbólicos de simulación para conseguir esquivar el frecuente
“odio gentil”; y, además, reforzar la solidaridad en el interior anulando malsanas disensiones. Todo ello contribuyó, a su vez, a magnificar las expresiones
de la diferencia. No pudo ser de otra manera: la singularidad de principio conllevó la diferencia permanente a lo largo de todo el recorrido y contribuyó a un
enroscamiento cada vez más interno del propio grupo.
Pero la simulación –esa filosofía principal del nicodeísmo– fue, sin duda,
para muchos rabinos un pecado grave. El proceso de conversión no lo fue
tanto, en cierta manera porque fue violento; aunque en algunos casos, en los
que hubo ciertas acomodaciones, el pecado de idolatría parecía estar presente.
Sin embargo Y. Baer muéstrase comprensivo con tales actitudes y extrae, entre
los textos de la literatura rabínica, multitud de sentencias que insisten en que
la desviación de la fe no excluye ni separa al desviado del pueblo elegido: “un
judío, aunque haya pecado –dicen los textos mencionados– sigue siendo
judío”. 19
Pecado, sí: pero no herejía ni tampoco exclusión. Porque, en realidad,
dicho pecado supone, según se sugiere indirectamente, una cierta posibilidad
de supervivencia por cuanto permite desarrollar la estrategia de necesario fingimiento. Por tal razón, Y. Baer, no sólo no niega entidad judía a los convertidos sino que, por el contrario, la refuerza. Considera que tal judeidad críptica, al recluirse en el interior de la vida privada y clandestina, puede iniciar un
Y. Baer, Historia, op. cit., Vol. II, p. 530.
Véase H. Beinart, “La conversión en masa y el problema de los conversos en el s. XV”, en El
legado de Sefarad, H. Beinart (editor), ed. University Magnus, Vol. I, Jerusalén, 1992, p. 358.
18
19
271
proceso de interiorización necesario, incluso, para su propia depuración. Por
ello, no es descabellado afirmar que el universo judío, de estructura conversa,
tal vez pudo haber sido garantía de supervivencia de las tradiciones religiosas
de la comunidad judía. Y en este punto la visión de Baer parece coincidir también con la de Roth. Para el reconocido profesor judío de Oxford, las formas
crípticas fueron, desde siempre, consustanciales con las formas religiosas
públicas y externas. El judaísmo, escribe Roth, siempre tuvo que aceptar, de
hecho, ser siempre en la Diáspora –una religión subterránea–; por eso afirma,
con autoridad: “el criptojudaísmo, en una forma u otra, es tan antiguo como el
judío mismo”. 20
Sentencia, ésta, rotunda. Una historia de realidades y de ficciones, de escenarios públicos y de catacumbas, de afirmaciones y de simulaciones; historia,
ya de los judíos, que se debate siempre entre el ser real y el parecer deseado;
una historia de reflejos mutuos en el espacio de los espejos. Unas veces, tal
pudiera deducirse, la entidad originaria se expresa real y verdadera; otras
veces, por el contrario, el dominio de la escena corresponde a las adecuaciones
parciales y las intermediaciones subjetivas. Quizás, en realidad, no sea ni una
cosa ni otra, sino múltiples estructuras reconstruidas parcialmente. Casuismo y
antigüedad, estructura y simulación. Todo ello expresado como principio de
necesidad para mantener lo que Baer define como “la original pureza de las
tradiciones nacionales”. 21 “Nacionales”, por supuesto.
Así razona Baer en su hipótesis primera igualando –en sustancia– los conversos y judíos de España. La simulación y el fingimiento, en aquella trágica
coyuntura de la Diáspora, resultaron ser instrumentos precisos de la afirmación nacional para la comunidad judía, asentada entonces por todos los rincones de Europa. Y además, aquellos tiempos tan nefastos, deben ser comprendidos en razón de ese concepto sacral y ritualizado que de la temporalidad
tenía la comunidad judía. ¿Simulación en los Reinos Hispánicos de los siglos
renacentistas? Sí, pero no es algo nuevo, ni mucho menos. Porque, de verdad,
la estrategia del disimulo está recogida, y mitificada, como doctrina principal
en el propio texto sagrado. Recuérdese la intensa devoción que la figura de la
bíblica reina Esther provocaba en aquellos grupos de convertidos del judaísmo
que, aun aislados del rabinato, mantenían el recuerdo de su origen. Aquella
famosa Reina Esther que, por sus sabias artes femeninas, logró conquistar el
favor del rey Asuero revelando, posteriormente, su identidad judía, y presentándose como abanderada de las pretensiones de su pueblo. La hermosa Reina
Esther, ejemplo de prudencia y de humildad, encarna así, igualmente, los valores funcionales de la simulación. Un discurso muy preciso de la utilidad de
fines y medios. “Pues ¿cómo podría yo soportar la desventura de mi pueblo?
¿cómo podría ver la ruina de mi raza?”, clamaba aquella reina de los persas,
criptojudía de corazón, conversa a todas luces (Esther, 8.6).
20
21
272
C. Roth, Los judíos secretos. Historia de los marranos, Ed. Altalena, Madrid, 1979.
Y. Baer, Historia…, op. cit., Vol. I, p. 3.
He aquí, pues, la conclusión final: un solo pueblo, una sola raza, una sola
nación. Así reflexionan nuestros dos autores, los más significativos de la historiografía judía anterior a la Segunda Gran Guerra. No se busque en ello, por lo
tanto, una historia de los Reinos Hispánicos en la que el guión concede lugar
de privilegio a la acción cualitativa del grupo minoritario. No es una historia
así; es, por el contrario, la historia de una parte de la nación judía en la Historia de España, por emplear los mismos términos que esta corriente aplica. Porque
la historia de los judíos en España que describen Baer y Roth, es la descripción
de la epopeya de un pueblo diferenciado, soberano, uno y único. Un pueblo
constituido en nación por vínculo y unción; y un pueblo, por ello, desperdigado en su Diáspora que, a pesar de ello, continuó protagonizando el principio
esencial de su diferencia en torno a una jerarquía eclesial y a una estructura
socio-cultural 22 sacralizada y simbólica. Tal concepción se expresa, igualmente,
en el libro sagrado: “y constituiréis para mí –dice Yahvé– un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxodo 19:6).
La fuerza de tales principios puede justificar una teología, tal parece lo
más ajustado a razón, pero difícilmente puede sostener un aparato historiográfico crítico, reacio, por definición, a aceptar el principio apriorístico de las
esencias plenas y las ideas compactas. ¿Qué puede ser una historia así planteada sino el relato necesario en el proceso de consecución de una paruxía esperada? Una historia de sendero trazado en pos de la promesa mesiánica. Aquí la
reflexión sobre el pasado se asienta sobre la clarividencia absoluta, fideísta, del
presente. No es éste quien interroga al pasado, es quien verdaderamente lo
gestiona y dirige. Se trata, en consecuencia, de una historia al revés.
Y sin embargo la historia de Baer y Roth sigue informando todo un espíritu cultural en la historiografía judía. La igualdad entre la entidad judía y la
entidad conversa, por lo que hace al periodo judío en España, constituye la
piedra básica de toda –o de la mayor parte– de las reflexiones sobre este periodo
de la Historia de la Diáspora. El intérprete más destacado de esta corriente,
con enorme predicamento en su entorno intelectual y cultural, es, sin duda,
Haim Beinart, discípulo fiel de Y. Baer. Interesado, en un primer momento, en
conocer la identidad de los conversos hispanos y portugueses, Beinart siempre
entendió que sus trabajos hacían referencia a la historia judía de los judíos en
España. Y, de forma continuada, a lo largo y a lo ancho de su obra, Beinart
repite –asentándolos a machamartillo– los axiomas principales que elaboró su
maestro. El primero y principal de todos ya es conocido: judíos y conversos
fueron un mismo pueblo. De ningún modo puede dudarse de tal aserto.
Sin embargo, es preciso encontrar razones, más allá de la tradición, para
demostrarlo. Una historiografía no judía, de espíritu laico y con un espíritu
crítico muy agudizado, puso hace ya algunos años en duda algunos de los aser22
Y. Baer, Historia…, op. cit., I, p. 3: “La nación siempre permaneció consciente de que existían diferencias muy netas entre ella y las demás naciones”.
23
A. Saravia, Inquisicão e christãos-novos, Lisboa, 1986.
273
tos principales del contenido historiográfico de Baer, Roth y Beinart. Concretamente fue el profesor A. Saraiva quien en un libro famoso, causó una verdadera conmoción respecto a algunas de sus atrevidas tesis. 23 Manifestaba
Saraiva sus dudas sobre la veracidad de los procesos inquisitoriales incoados
contra criptojudíos, y lo hacía manifestando su extrañeza respecto de que fueran, precisamente, las fuentes del Santo Oficio las que legitimaron las tesis de
Baer, Roth y Beinart. Si, efectivamente como parecía, los inquisidores juzgaron
la herejía judaizante era precisamente porque había criptojudaísmo clandestino. La tesis de Saraiva fue, sin duda, provocadora, al menos entonces, pero no
se encerraba sólo en esto.
Ahora importa el asunto de los procesos de fe como prueba certera de
criptojudaísmo. Efectivamente así lo entendió Baer. Y así lo entendió luego
Beinart. ¿Qué son entonces los procesos del temido tribunal, sino un monumento de la heroicidad de estos mártires de la fe judaica? Ahí ante los despiadados jueces-inquisidores estos conversos expresaron, con llamas y torturas,
sus “nostalgias por el hogar nacional” (hogar terreno y hogar celestial) y su vinculación con la tradición judía. Son cientos y cientos de manifestaciones, dirán
nuestros autores, unas doctrinales, otras rituales, otras morales y, finalmente,
otras también de rango cultural; todas ellas manifestaciones de profunda realidad judía. En España –escribió Beinart– judíos y conversos fueron ubicados en
un mismo espacio de exclusión; y ello por el simple hecho de que las dos “comunidades” expresaban, por razones del origen común, una misma disfunción. En ambos coincidían los orígenes étnicos y la creencia mesiánica.
Entonces, ¿cuál fue el significado historiográfico del libro de Beinart: Los
conversos ante el Tribunal de la Inquisición, 24 su libro principal? A mi juicio tal
significado se resume en el interés por demostrar, con la literalidad de las
fuentes procesales del Santo Oficio como prueba principal, que nunca jamás
en las tierras de España se produjo un proceso de asimilación significado, entre
los universos religiosos de los conversos (judíos cultural y conceptualmente) y
el mundo cristiano. Para Beinart, como para su maestro, el criptojudaísmo estuvo siempre pujante y activo en la mayor parte del tiempo y fue heroico también en muchas ocasiones. Por ello se reforzó, en cierto sentido, la propia fe
mosaica y, en consecuencia, la “marraneidad” no sólo fue judaísmo, sino mérito cultural que ennobleció las vidas de aquellos judíos secretos, cristianos, no
obstante, por el bautismo. ¿Qué mejor prueba, para demostrar que unos y
otros,
son
realmente un solo pueblo y una sola nación? Un pueblo, de historia unitaria
porque la difusión conversa no fue más que una molesta circunstancia. 25
H. Beinart, Los conversos ante el tribunal de la Inquisición, Ed. Riopiedras, Barcelona, 1983.
“Aquellos conversos jamás se hicieron a la idea de la supremacía del cristianismo sobre la
religión judía (…) viviendo como judíos intentaban demostrar lo buena y justa que era la ley mosaica (…) su fe en el judaísmo los impulsó a apartarse de la vida”. H. Beinart, Los conversos…, op.
cit., p. 304.
24
25
274
Nación judía; otra vez aquí se insiste en la idea de nacionalidad (siempre
entendida en su contexto étnico, y religioso) para reforzar la idea de comunidad totalizadora. Nación o pueblo, el judío, que se acomoda sobre el tejido
de la sociedad que lo circunda sin necesidad, por ello, de interactuarse. Y así,
organizados de manera estratigráfica es posible comprender que los judíos de
España (conversos incluidos) entendieron siempre su estancia aquí con el
carácter de provisionalidad que referían los rabinos. Mil quinientos años de
permanencia, según decían sus propias leyendas, en tierras de España fueron,
principalmente, tiempo de Diáspora y, por ello, de interinidad como lo manifestaba constantemente la esperanza del retorno. Lo dice así, igualmente, el
profesor Beinart. 26
Historia de España, por lo tanto, no. ¿Quizás, mejor, Historia de Sefarad?
Naturalmente no se trata de la Sefarad geográfica, un concepto englobante de
la totalidad Ibérica, sino más bien de la Sefarad política, es decir de una historia estrictamente judía que consigue en este espacio desarrollarse con evidente
capacidad de autonomía. Porque es posible entender, como expresión de autonomía política, aquella sociedad de los judíos en la España cristiana, organizados en retículas de entidades municipales autónomas (aljamas), cuerpos,
éstos, administrativos, cuasi soberanos, y legados entre sí cultural y políticamente por vínculos religioso-nacionalistas. La aljama, la escuela y la yeshiva
(escuela rabínica) se constituyeron en los tres pilares principales de los universos culturales judíos. Por estos tres cauces esenciales fuéronse desgranando
normas administrativas, rezos y cantos litúrgicos, y reglas de la higiene y la
moral que constituyeron el patrimonio de la judeidad en Sefarad.
Es aquí, en esta cultura nacional-religiosa de los judíos, construida en el espacio ibérico, donde se expresa este concepto de la Sefarad política. Se trata
principalmente de espacios culturales específicos que nunca se asentaron sobre
la geografía ni tampoco sobre materialidades de desarrollo político, como
prueba el hecho de su larga supervivencia alejados del espacio hispano. Fue
aquélla, deducen los historiadores mencionados, una cultura de, por y para los
confines judíos, que apenas intentó desplegarse fuera de sus límites externos.
Por eso España no despertó, en los espacios internos de aquella minoría,
ningún valor “patriótico” ni étnico. Lo que realmente se produjo fue una
“conexión judía”, no con España, sino con Sefarad, según refiere, por ejemplo,
Marc D. Angel. 27
“Conexión judía”; es éste un término afortunado, síntesis de una visión
historiográfica que ha realzado la unidad elemental de las comunidades judías
en el espacio hispano. Sefarad es, por ello, entidad judía, espacio “nacional”
26
“La estancia en cualquier parte de la diáspora está ligada a una cierta sensación de que esta
última, en esencia, no es más que un lugar de residencia pasajero”. H. Beinart, Los judíos de España, Ediciones Mapfre, Madrid, 1992, pp. 11-12.
27
Rabino Marc Angel, “El legado musical de la diáspora sefardí: Comprendiendo una tradición en términos de supervivencia”, en A. Alcalá (editor), Judíos, sefarditas…, op. cit., p. 362.
275
judío. Y “nación” es el término que con frecuencia se escapa de los universos
etéreos del subconsciente para apoderarse de las páginas de los libros de Historia. Y tras el término, que expresa concepción de plenitud, se asienta el de la
entidad judía en tierras de Sefarad, lo que conlleva reafirmar, a su vez, los
atributos, también esenciales, de singularidad y diferencia. Y así, con tales
basamentos, los discursos morales enseñaron convenientes técnicas de supervivencia que, principalmente, se desarrollan en dos amplios espacios: el que se
determina por las líneas endogamizadas de los linajes y el que recurre a los
planos de expresión morales y religiosos. Entre uno y otro se extendieron
redes complejas y sutiles –todas ellas ritualizadas– que organizaron mallas intrincadas y suficientes. De ahí, luego, al discurso dominante no le fue demasiado difícil expresar los universos estructurales fijos: la comunidad judía, el
pueblo judío, la nación judía.
Produce curiosidad tal grado de objetivación, tal armonía en la permanencia y tal seguridad en la entidad. Porque parece como si la construcción cultural y su armadura ideológica, necesaria en la formación de los agregados sociales, fuese una sustancialidad ahistórica, sólo protagonizada por fuerzas externas. Llegados a este punto la historiografía judía, que se viene aquí precisando, al contraerse en construcciones y categorías de irresponsabilidad histórica,
apenas encuentra espacio para colocar a los individuos y a los grupos sociales.
Puede así, muy bien, ocurrir que este razonar pueda llamarse historia judía;
menos, en cambio, parece que sea historia de los judíos, hombres de carne y
hueso, agrupados en espacios de solidaridades sociales más amplias, un poco
más allá del límite donde terminó el ghetto, cualquiera que fuera su naturaleza
(ghetto impuesto, ghetto creado). Porque parece que el mantenimiento del término “nación judía”, artificio construido sobre las ambivalencias de la etnia, la
raza, el pueblo o la casta, edifica una historia de artificios simbólicos que
fagocitan a hombres, familias y grupos. Es éste el resultado final de una historia de entidad plena, producida por el signo de Dios y por su correspondiente
promesa. De hecho más que historia, sólo puede existir, con tal visión, un proceso de encauzamiento dirigido y auspiciado por la divinidad.
4. COINCIDENCIAS DESDE LA DIÁSPORA: DOS VISIONES COMPLEMENTARIAS
Así, de tal manera, se ha expresado la historiografía judía en lo que pudiera
definirse como el núcleo originario, núcleo sólido, y asentado por las personalidades de una extraordinaria influencia. Puede detectarse, sin embargo, que la
concepción ideológica que subyace en el fondo de este pensamiento se presenta muy dependiente de factores y necesidades externas. Por lo que se refiere,
especialmente, a las figuras de Baer y Beinart no cabe duda que una parte muy
importante de sus biografías intelectuales se ha desarrollado en un ambiente
social y cultural de características especiales en el que ha influido extraordinariamente una especial atmósfera, tensa y heroica casi siempre. Han sido, sin
276
duda, los tiempos difíciles de consolidación del Estado de Israel los que,
quizás tal vez, influyeron para expresar pensamientos que hablaban –más que
de dispersión– de confluencia e identidad.
Tal historiografía –en la que existen aspectos extraordinariamente positivos– expresa, fundamentalmente, contenidos exegéticos evidentes. En ella los
análisis sociales, las reflexiones sobre estructura económica o las determinaciones de naturaleza antropológica aparecen siempre en posiciones marginales
y al servicio de la hipótesis primera: la que incide en la entidad global y unitaria de la comunidad judía.
A decir verdad no han sido demasiadas las críticas que los historiadores
judíos –viviesen o no en Israel– han formulado a los trabajos, tan significados,
de los grandes maestros. Salvo algunas pocas excepciones, los marcos conceptuales que ellos elaboraron siguen siendo vigentes todavía. Es verdad que en el
análisis se han introducido algunos aspectos singulares, de modo que el campo
de investigación no parece ser tan monolítico y el objeto de trabajo tan exactamente delimitado. En este sentido las aportaciones más significativas que amplían los espacios de los maestros anteriores sin romper, por ello, con su marco
técnico-conceptual son las proporcionadas por Y. Yerushalmi e I. S. Revah.
Los dos judíos, igualmente, pero los dos también judíos de la Diáspora, lo que
puede explicar en parte las diferencias.
Yerushalmi publicó en 1971 una monografía excelente y de éxito notorio
no sólo en Estados Unidos, donde surgió, sino también en Europa donde se
tradujo al francés, y luego, posteriormente, al español donde a priori más debería haber interesado. Una monografía biográfica que recorría las etapas vitales de un criptojudío relativamente famoso: Isaac Cardoso. 28 Había nacido
en el territorio portugués de la Beira Alta, en el seno de una familia de
“christãos-novos”, es decir de conversos, conversos de prácticas criptojudías.
Luego, en su juventud, como otros muchos “portugueses” pasó a tierras de
Castilla, para estudiar leyes y medicina en Valladolid; residente en la Corte de
Madrid, donde consigue hacerse un hueco notorio, logró, por sus aficiones literarias, participar en las tertulias más celebradas de Madrid, con Lope de
Vega, y otros poetas cortesanos. Después, en el momento más señalado de su
vida, Isaac Cardoso tomó la decisión de salir de España y refugiarse como
judío, judío nuevo, sin duda, en los ghettos de Verona y Venecia donde asistió
como médico y donde terminó consolidándose como sabio judío muy reconocido en aquellos y en otros ambientes de la Diáspora judía europea.
El libro de Yerushalmi expresa una metodología novedosa. En síntesis se
trata de analizar el proceso de cambio que puede producirse entre un “christão-novo” y un “judío nuevo”. Nuevo cristiano, en las “tierras de idolatría”
donde domina el fanatismo inquisitorial, y “nuevo judío” en las tierras del
Norte de Italia donde, aunque en el ghetto, la vida judía es tolerada. Se trata,
28
Y. H. Yerushalmi, From Spanish Court to Italian ghetto (Isaac Cardoso, A study in Seventeenth-century marranism and Jewish Apologetics), Columbia University Press, New York, 1971.
277
por lo tanto, de una construcción historiográfica que, a diferencia de las explicaciones anteriores, muy genéricas, desciende a la materialidad de lo individual, buscando aquí las posibilidades de construcción real de protagonismo.
Pero enseguida el libro de Yerushalmi, desde los inicios, se convierte en
rehén de sus propios principios. En Isaac Cardoso, toda la pluralidad inherente a su ser social y cultural, queda condicionada por la sustancialidad étnica
de sus orígenes, y por la evidencia de su fe mosaica. Cardoso fue, siempre, un
criptojudío mientras estuvo en tierras de idolatría, y luego fue un judío, cuando, como otros muchos, se autoexilió encaminándose a los ghettos judíos italianos. Un criptojudío, esencialmente; condición que completa y trasciende
todo tipo de consideraciones de adscripción social, filiación política o determinación institucional. La ubicación de Cardoso en estos estadios, naturales
todos a su condición de cristiano y de vasallo de su majestad, no es más que
mero artificio y simulación, soportable sólo hasta el momento en el que la llamada ancestral de la sangre y de la fe golpee con fuerza la conciencia originaria.
Isaac Cardoso, esta figura emblemática en el catálogo de mártires y héroes
del marranismo, protagoniza pues una biografía cuyos ejes principales transcurre según los parámetros –famosos– que, en 1922, fijó Carl Gebhardt, el experto conocedor de la vida dramática de Uriel da Costa. Decía entonces C.
Gebhardt que los conversos españoles y portugueses –los dos provenientes de
un tronco histórico común– eran “católicos sin fe y judíos sin saber, aunque judíos por voluntad”. 29 Sentencia rotunda que convierte en monotemática la existencia de cualquier converso, por cuanto la determina exclusivamente por el
parámetro interiorizado de creencias, actitudes y significados todos rituales y
simplizados.
Efectivamente Cardoso, el médico y el hombre de letras que dedicó varios
libros a Felipe IV y estuvo muy cerca de Lope y Tirso, era eso: un católico sin
fe, pero un judío por voluntad que deseaba saber; por eso huyó. Para
Yerushalmi el modelo que presenta Cardoso es recurrente y reiterativo porque
los “homens da naçao” (así se comenzó a llamar en Portugal a los convertidos
del judaísmo) “fueron realmente criptojudíos (lo que) ha sido aceptado como
axiomático en la historiografía marrana”. 30
Fueron, es decir, judíos en la clandestinidad, judíos por voluntad; judíos, al
fin, con todos los derechos. Y judíos, explica Yerushalmi, desde el primer instante por las fuertes exigencias que supuso siempre el “impacto étnico” de
esta cultura. En consecuencia la conversión de los judíos de Castilla que llegaron expulsados a Portugal no supuso ruptura alguna de la entidad originarCarl Gebhardt, Die Schriften des Uriel da Costa, Amsterdam, 1922.
“That a secret judaism indeed existed among the New-Christians, and that many of the
‘men of the nation’ were really cripto-jews, has generally been accepted as axiomatic in marrano
historiography”. Yerushalmi, From Spanish, op. cit., p. 21.
31
“…The phrase ‘homens da nacao’ had an exclusively ethnic impact”. Yerushalmi, From
Spanish, op. cit., p. 20.
29
30
278
ia, y, en consecuencia, aquella vieja nación de la diáspora permaneció intacta.
Intacta, es verdad, escribe convencido Yerushalmi, porque la agresión colectiva que supuso la conversión reforzó los lazos internos consiguiendo que las estructuras étnicas continuasen funcionando. Y la demostración de esto resulta
ser muy notoria: las fórmulas tradicionales de parentesco se mantuvieron siendo estrictamente endogámicas. 31 Existe, además, otra razón empero; en aquellas sociedades toda comunidad objetivada de individuos expresaba su entidad
política tras haberse reconocido, previamente, como afines en los territorios
del linaje, la familia, la vecindad y las creencias. Por ello mismo, los conversos
continuaron así, siendo percibidos como estructura diferenciada. El bautismo
sólo había abierto una puerta pero la comunidad mantenía cerradas otras
muchas, y, por ello mismo, continuó representando “una nacional unidad en el
exilio”. 32 Son palabras de Yerushalmi.
Los “portugueses” por lo tanto no modificaron, con la conversión, su
carácter nacional primario. Católicos sin fe, continuáronse sintiendo judíos por
voluntad y vocación. Grandiosa epopeya, sin duda, ésta, descrita en este caso
por un profesor de la Universidad de Columbia que, a la sazón, era director
del Center for Israel and Yewish Studies, de la misma universidad. La biografía de Isaac Cardoso, en sus manos, fue la de un criptojudío, no la de un
individuo del siglo XVII. Aquí también, como en la historiografía anterior, ni la
sociología, ni el derecho, ni la economía, ni las visiones culturales tenían nada
que decir. Isaac Cardoso fue lo que debía ser, y no otra cosa. Su historia fue la
de un destino, no la de una voluntad inserta en el conflicto. Para Yerushalmi la
historia de los christãos-novos no podía ser otra cosa sino el tránsito del
destierro interior a la liberación limitada del ghetto. ¿Y qué pasó con los miles
y miles de nuevos cristianos que nunca lograron llegar a las tierras de libertad?
Éstos, que fueron los menos favorecidos de la fortuna, continuaron manteniendo el espíritu, la voluntad judía como señal de identidad. Trágico destino,
pues; terrible castigo el que condena a vivir en la eternidad de los tiempos, en
un castillo interior donde el nuevo cristiano será un desclasado. Yerushalmi en
este punto, que no manifiesta explícitamente, recoge el pensamiento de los autores, de ascendencia castellana o portuguesa –que escriben desde las juderías
sefardíes de Europa, como, por ejemplo, Abraham Pereyra. 33 En cualquier
caso el contenido de la respuesta a la pregunta formulada sigue expresándose
en un plano teleológico y fideísta del discurso; ajeno a los efluvios constantes
de la propia vida. Yerushalmi, pues, no rompe con la tradición, la adapta bajo
una falsa representación de sociología. Tal es la respuesta dominante de la histo32
“…As the medieval Jewish Community represented a ‘national’ unit of a nation in exile, so
the converted community is not a mere aglomeration of individuals”. Yerushalmi, From Spanish,
op. cit., p. 20.
33
Abraham Pereyra, La certeza del Camino, edición a cargo de H. Méchoulan, Hispanidad y
judaísmo en tiempos de Spinoza, edición Universidad de Salamanca, Salamanca, 1987.
34
H. Méchoulan, Hispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza, op. cit. También en M. ben
Israel, Esperanza de Israel, introducción, edición y notas de H. Méchoulan, Hiperión, Madrid,
1987.
279
riografía judía, en el espacio norteamericano, al significado de los judíos en los
reinos ibéricos. Igual que en los viejos maestros aquí sólo hay historia judía enclavada en goznes tradicionales.
¿Y en Europa, qué respuesta se ha venido dando al mismo problema? Se
podría, fácilmente, poner en candelero a varios autores importantes: Henry Méchoulan, 34 G. Nahon, 35 Ch. Amiel, 36 los tres pertenecientes a la historiografía
francesa, los tres igualmente judíos, los tres crecidos en el entorno de L’École
des Hautes Études y los tres discípulos de un gran maestro al que es de inexcusable necesidad referirse, porque su importancia ha marcado, desde su
muerte, la dirección de este tipo de estudios en Francia. Su nombre I. S.
Revah, investigador y profesor del Collège de France y experto singular en el
problema viejo de buscar la entidad verdadera a los conversos, portugueses o
españoles, que en el fondo nacen de una misma fuente. Varios son los trabajos
de Revah, todos importantes; pero tal vez sea su famoso artículo “Les marranes”, publicado en 1959-60, donde, de modo más acabado, se precisó su
pensamiento. 37
Cuando Revah escribió su artículo famoso, la historiografía francesa vivía
bajo la égida de los Annales, todavía en pleno desarrollo de sus formulaciones
más atractivas. Revah contagióse intensamente de los principios que inspiraba
la Escuela, aunque ésta apenas reconociese todos los méritos que Revah
encerraba. Preocupados entonces los historiadores de Annales de las estructuras de larga duración, que extendían sus tentáculos a millones de individuos
extendidos por los tiempos y los espacios, una historia de minorías, lógicamente, no podía ser otra cosa que una historia de tono menor. Fue por ello por
lo que la obra singular de Revah apenas alcanzó el reconocimiento que, en verdad, merecía.
Centrado en el tema converso, Revah se esforzó, en primer término, en
asentar el análisis comparativo escapando de las declaraciones genéricas.
Conocedor profundo de los documentos que generó el Santo Oficio, Revah
fue el primero que detectó las diferencias que, en el proceso de conversión, se
manifestaron en España y en Portugal. En el caso hispano la conversión fue el
objetivo principal de la política cultural cristiana, y la expulsión, por consiguiente, fue una decisión subsiguiente y secundaria. Aquí hubo conversiones masivas que comenzaron a producirse a finales del siglo XIV y continuaron siendo
constantes a lo largo de todo el siglo XV. Para Revah, durante todo este tiempo,
más de un siglo, los judíos convertidos, en su mayor parte, no fueron asimilados a la sociedad cristiana, más bien por el contrario –aunque separados ya de
las sinagogas– volvían sus ojos nostálgicos a las fuentes de donde procedía su
memoria. Claro que hubo excepciones, y es conocido el hecho de que basG. Nahon, Metropoles et périphéries sefarades d’occident, Editions Du Cerf, París, 1993.
Ch. Amiel, “El criptojudaísmo castellano en La Mancha a fines del siglo XVI”, en A. Alcalá,
Judíos, sefarditas…, op. cit., pp. 503-513.
37
I. S. Revah, “Les marranes”, Revue des Etudes Juives, CXVIII (1959-60), París, pp. 25-77.
35
36
280
tantes fa-milias –ricas y poderosas– muy pronto lograron ensamblarse con los
sectores sociales dominantes de los viejos cristianos. Algo así ocurrió, igualmente, con sectores intelectuales adheridos, en su mayor parte, a las creencias
cabalistas. Pero unos y otros, cuenta Revah, no abarcaban –ni mucho menos– espacios mayoritarios.
Por ello cuando se hizo presente el tribunal de la Inquisición, entonces se
manifestó con evidencia el rigor de las creencias judaicas existentes todavía en
el subsuelo clandestino de los conversos. En consecuencia la respuesta del
famoso tribunal fue tan brutal y expeditiva que consiguió desarraigar todo el
sustrato cultural que mantenía las creencias conversas. Unos por sufrir directamente el rigor de los inquisidores y otros por ser víctimas del miedo, lo que
ocurrió, en verdad, fue que todos abrazaron el cristianismo. Cómo se integraron, luego, en realidad, es otra cosa, pero Revah piensa que, en la historia
de la cultura cristiana, estos conversos forzados dejaron su signo lleno de percepciones cualitativas: “S’etaient pour la plupart integrés dans le christianisme
au sein duquel ils formaient, cependant, une masse inquiete où les ‘nouveautés’
re-ligieuses de l’epoque (l’iluminisme, l’erasmisme et le mysticisme) trouvaient
souvent une clientele de choix”. 38 He aquí, de qué manera, Revah, orgulloso
d
e
su propia memoria tradicional, muestra que la levadura de todos los
movimientos intelectuales y espirituales del siglo XVI español, tenía naturaleza
judía. Había leído el Erasmo en España de Bataillon, su compañero en el Coll
è
g
e
y, lleno de atrevimiento, convertía en certeza conversa todo lo que el sabio
maestro llenaba de prudencia y duda.
En conclusión Revah creía que los conversos, aunque no en todos sus efectivos, continuaron sintiéndose vinculados durante mucho tiempo al viejo tronco judío. Sólo la acción terrible del famoso tribunal logró imponer el silencio.
En cualquier caso, en muchos momentos posteriores la hierba comenzó a retoñar y, entonces, lo hacía con apasionado entusiasmo; de modo que antes y
después de la hecatombe inquisitorial es posible encontrar “católicos sin fe”, la
célebre sentencia de Gebhardt que también entusiasmaba a Revah. Esto por lo
que se refería a los conversos hispanos.
¿Qué ocurrió en Portugal? Aquí las cosas ocurrieron de forma diferente
I. S. Revah, “Les marranes”, art. cit., p. 49.
M. J. Pimenta Ferro, Los judíos en portugal, Editorial Mapfre, 1992, p. 38.
40
No es posible precisar el número de judíos hispanos –castellanos principalmente– que entraron en portugal. Las cifras, hasta ahora manejadas, procedían de datos no contrastados con las
fuentes. Así Abraham Zacuto habló de 120.000 personas y el famoso cura de los Palacios, Andrés
Bernáldez, indica que fueron unos 83.000. Por su parte el portugués Damiao de Bois indica que
los llegados constituían unas 20.000 familias a las que otorga, exageradamente, entre 10 y 12 personas por familia. Son, todas éstas, cifras que se vienen repitiendo sin ninguna comprobación empírica, y el mismo I. S. Revah se apropia de ellas. Véase, por ejemplo, “Les marranes portugais et
l’Inquisition au XVIe siècle”, en The Sephardie Heritage, London (1972), p. 482. Sin embargo
38
39
281
aunque con reflejos próximos y paralelos. En primer lugar en Portugal había
ya un judaísmo autóctono, tolerado pero sometido a duras condiciones de presión, como en el conjunto del área europea. En total este judaísmo apenas llegaría a las 25-30.000 personas, un 3 % aproximadamente de la población del
reino vecino. 39 Desde 1492 esta cantidad viose sobrepasada por la llegada de
los judíos expulsados de la corona de Castilla, que se instalaron allí en un
número mucho mayor. En consecuencia la realidad judía portuguesa quedó
realmente modificada y, desde entonces, fueron los judíos hispanos los que tomaron la iniciativa cultural, y el protagonismo económico. 40 En ese punto,
llegados a 1497 se produce un hecho diferenciador y trascendente. Aquel año,
por decreto regio, los judíos portugueses, todos, la minoría autóctona y la mayoría hispana recién llegada, son obligados a la conversión forzosa. Y, tras severas amenazas, que incluían el secuestro de los hijos menores de 14 años, la totalidad de la población es arrastrada al bautismo. Dramática decisión, y violencia desatada que impidió, a diferencia de España, la posibilidad de compartir
la conversión o el exilio. No; aquí sólo hubo conversión forzada, compulsiva y
sumaria. Todos convertidos y todos a una. Aparecían así los famosos “chris-tãosnovos”.
Durante más de 30 años las disposiciones portuguesas no molestaron a
estos neófitos, ni permitieron que ningún juez de comisión interrogase por sus
creencias ni por sus conductas religiosas. Reconociéndoseles la igualdad de
derechos explícitamente (leyes Manuelinas de 1507) los conversos portugueses
no sufrieron represalias durante un período de casi tres generaciones. En consecuencia, razona Revah, los christãos-novos portugueses mantuvieron incólume
todo su entramado cultural y religioso primigenio. No se pudo, entonces, producir un proceso de aproximación al universo cristiano. Por ello cuando la Inquisición portuguesa se asentó definitivamente en 1547, no le fue nada difícil
buscar realidades judías en aquel universo de conversos criptojudíos. El patrimonio y la memoria estaban intactos. Las leyes del linaje y la familia mantuviéronse fijas y cerradas. Hubo brotes de hostilidad por parte de las comunidades de cristianos viejos pero éstos, en vez de romper la estructura de la mit
o
d
a
s
estas cifras deben, necesariamente, revisarse seriamente a la baja dado que las investigaciones
sobre los efectivos judíos que salieron de los Reinos Hispánicos –de Castilla y Aragón– no sobrepasaban las 70.000 u 80.000 personas, según los recuentos más fiables. Esta cifra, queda disminuida al referirse sólo a la Corona de Castilla, y aun más respecto de los que entraron en Portugal. Por ello no sería aventurado decir que los judíos que llegaron a Portugal procedentes de
Castilla, fueron 50.000 aproximadamente.
41
I. S. Revah, “Les marranes”, art. cit., p. 44.
42
I. S. Revah, “Les marranes”, art. cit., p. 50. La idea de Revah desde luego no es una idea aislada. Constantemente aparece en numerosos trabajos de esta o de otra historiografía diferente. H.
Méchoulan y G. Nahon, por ejemplo, asientan igualmente la pertenencia al marranismo por los
conductos de los linajes: “A través de la transmisión familiar cuyos canales son aún más conocidos
y gracias a la actividad de algunos grupos neocristianos, ha sobrevivido a pesar de los siglos transcurridos, un judaísmo secreto de cuyos ritos sabemos por procesos inquisitoriales”. H. Mé-
282
n
o
r
í
a
,
reaccionaron reforzando los mecanismos defensivos. Así piensa Revah que ocurrió; y para demostrarlo no duda en acudir a ciertos documentos inquisitoriales
en los que parece posible comprobarse cómo determinadas familias, ya en el
siglo XVII, fueron capaces de reconstruir su genealogía ascendiendo, por sus árboles parentales, hasta sus ancestros de 1497. 41 Endogamia permanente y constante, generación tras generación, dice Revah. En consecuencia cómo no dar
por buena la deducción lógica que “(…) 250 ans aprés la conversión forcée de
1497, le cripto-judaisme portugais avait conservé une assez remarquable homogenité raciale”. 42
Homogeneidad racial, tal parece ser la clave principal para Revah. Porque
bastaba conocer la existencia de algún ascendiente judío (aunque fuere minoritario en el conjunto del árbol genealógico) para que fuere posible despertar a
la identidad judía, y, al mismo tiempo, se olvidaran los otros eslabones de naturaleza cristiana. Tal idea subyace en el pensamiento de Revah; y ello, porque
en él todavía está presente la idea de una homogeneidad racial que perpetúa,
por sí misma, el signo de Dios fortaleciéndose, así, las raíces de la comunidad.
Sobre este punto se estructura toda la arquitectura ritual, simbólica del pueblo
elegido. Revah es aquí heredero de la tradición de la cultura rabínica; piensa
que son estos lazos, de vínculos agnaticios, los que están en la base de toda la
estructura vital de Israel. Porque no importa demasiado que la práctica religiosa de un judío varíe o se separe un tanto de las exigencias de la halajá, esto
no indica más que determinadas desconexiones entre la práctica individual o
de grupo respecto de la preceptiva jerarquizada. Pero la religión de los conversos, dice Revah, se expresa, fundamentalmente, no por la práctica sino por el
“sentimiento de pertenencia” a la comunidad de Israel. 43 En consecuencia esta
re-ligiosidad si no es plenamente judía, predica principalmente “un judaisme
potentiel”, es decir un estadio previo al judaísmo real que sólo necesita la
ocasión propicia para instalarse definitivamente en él.
En consecuencia, dice Revah, los marranos son, pues, judíos por el hecho
principal de haber mantenido el sentimiento de identidad a través de la homogeneidad de la sangre. Se trata sin duda, de forzar los clásicos conceptos de
nación y etnia otorgándoles el principio de la identidad religiosa. Son aquéllas
los que condicionan ésta. Los conversos portugueses, como también los de
Castilla, vieron cómo se destruían, contra su voluntad, todos los baluartes de
su estructura religiosa, pero supieron mantener incólumes los cimientos étnicos y raciales, y por esto quedó en pie la “voluntad de ser judío”, como dijo C.
Gebhardt. Para apoyar tan importante conclusión, I. S. Revah no hace otra
cosa que recurrir a los cientos de biografías de christãos-novos que huyeron de
las tierras de persecución y lograron asentarse –como judíos de vida pública–
en las tierras de libertad.
choulan, G. Nahon (editores), Nensasseh Israel: Esperanza de Israel, op. cit., p. 17.
43
J. S. Revah, “Les marranes”, art. cit., pp. 53 y sgs.
283
Tales son, resumidas, las principales tesis del pensamiento de Revah. Tesis
de éxito extraordinario dentro y fuera de la historiografía judía. De sus análisis
comparativos y de sus conocimientos de las fuentes inquisitoriales extrae las
conclusiones principales sobre la importancia de la etnicidad, la nacionalidad y
la entidad de la comunidad judía. Su influencia ha dominado prácticamente
toda la historiografía francesa especializada en este asunto y se ha extendido
también por España y Portugal; y todavía hoy sus tesis vienen marcando la
mayor parte de la producción historiográfica. Dejando a un lado la influencia
en España de Revah, puede ser oportuno comentar brevemente un libro importante de reciente publicación en Portugal. 44 Su autora, la profesora Pimenta Ferro de la Universidad Nova de Lisboa, es un perfecto caso en el que la influencia y la autoridad de Revah, se hace tan omnímoda que produce graves
disfunciones en las hipótesis que, con mayor o menor fortuna, sus propios
discípulos formulan. Y así Pimenta Ferro después de describir, con ejemplos
múltiples, que las estructuras sociales de los christãos-novos se modificaron
substancialmente hasta permitir un profundo proceso de mistificación social, y
religiosa, acaba concluyendo, en flagrante contradicción con su propia investigación, que “el judaísmo era parte integrante de la identidad histórica de los
cristianos nuevos, del vínculo con sus abuelos. Era la afirmación de la sangre”. 45
Identidad histórica, sangre y linaje, una síntesis cultural objetivada que
obliga a los individuos a permanecer, aherrojados de su propia voluntad, sujetos e inmóviles en el tiempo.
Y esto, en fin, no sería sorprendente si la profesora portuguesa no hubiera
recogido en los papeles de sus libros, ejemplo tras ejemplo, la increíble inmersión de muchos, muchísimos cristianos nuevos en la sociedad cristiana. Pero
eso no pareció motivarla; prefirió, en cambio, instalarse en un complejo de
sometimiento a la autoridad que destruye las autonomías individuales.
Demostrábase, en fin, con el trabajo de Pimenta Ferro que los términos
“christãos-novos” y “judíos” no fueron sinónimos y que uno no tenía por qué
ser consecuencia del otro, porque, en realidad, cada vez se constataba más que
muchos cristianos nuevos terminaron fundiéndose en la sociedad cristiana. Es
verdad que la autora portuguesa no deseaba poner de relieve tales novedades,
pero esas estaban ahí, y de algún modo refrendaban las tesis que ya había formulado A. Saraiva. 46
5. EL INTERÉS DE LAS EXCEPCIONES
Es verdad que estos argumentos, aunque importantes, no son novedosos.
En realidad vienen siendo muy frecuentados, recientemente, por diversos historiadores a los que cuesta mucho convencer de la bondad de las tesis de la
44
I. Pimenta Ferro, Los judíos de Portugal, Ediciones Mapfre, Madrid, 1992.
45
I. Pimenta Ferro, Los judíos de Portugal…, op. cit., p. 237.
284
historiografía judía tradicional. ¿Cómo entender esta historiografía de líneas
agnaticias y de percepciones mesiánicas? Los análisis sobre la complejidad social de las ciudades de Castilla, allá durante el siglo XV y sus complejas y tensas
luchas políticas ponen de manifiesto una presencia conversa muy fuerte y muy
estructurada. No sería muy difícil poner diversos ejemplos todos ellos mostrando una tendencia inexcusable a la asimilación con los cristianos viejos. En
Cuenca, por escoger una referencia solamente, los convertidos de la primera
generación, sobre todos los más ricos, abandonaron las calles y barrios judíos y
se fueron instalando en las zonas de la ciudad donde vivía la clase política cristiana. Organizaron, después instituciones de solidaridad y beneficencia que les
permitían crear espacios sociales abiertos al mundo cristiano y concibieron,
igualmente, que los enlaces matrimoniales más adecuados habrían de establecerse con viejos cristianos. Se trataba de una estrategia para acceder a la cúspide
política del concejo que tuvo éxito, sin duda, y que hizo inevitable que, en las
tensiones que vivió la ciudad durante aquella centuria, la “cuestión” conversa
apareciese siempre omnipresente en la cultura del conflicto urbano.
“Cuestión conversa”; es verdad que hubo una cuestión conversa, derivada
de la identidad política que, en ocasiones, mantuvieron “cuando se constituyeron en bando urbano o al menos en parte sustancial de uno de ellos”. 47
E
s
t
a
es la verdadera identidad: la fuerza política que lograron organizar jugando
siempre una dialéctica equilibrada de relaciones hacia afuera (exogámicas
clientelares, principalmente) y de apuntalamientos interiores. ¿Y respecto de la
identidad religiosa aquellos convertidos –asentados sólidamente, unos más y
otros menos, en la sociedad mayoritaria– eran criptojudíos que sentían
pertenecer a la unidad indivisible del pueblo de Israel?
La pregunta resulta complicada porque no existen medios suficientes para
precisar exactamente el significado del abigarrado complejo de gestos y aptitudes que constituyeron sus señas de identidad, señas de identidad no comunes, por otra parte, sino en un proceso de desintegración evidente. ¿Los
procesos inquisitoriales, como prueba fehaciente? Desde luego las trampas de
esta fuente son evidentes porque, entre otras cosas, no pueden explicarse en sí
mismas. Los inquisidores, desde luego, no fueron jueces que procesaran la
herejía como delito de fe, en estricto sentido. La pretendida herejía judaizante
nunca dejó de tener connotaciones políticas evidentes; y por mucho que se dijesen discursos totalizadores que hablaban de la perfidia religiosa de aquellas
manifestaciones crípticas, la verdad es que su significado fue entendido por los
jueces-inquisidores en clave política. Se trataba, verdaderamente, de saber si
aquel cúmulo de dichos, de actitudes y de ritos, conjuntaba en su interior enti46
A. Saravia, Inquisição e christãos-novos, Ed. Estampa, Lisboa, 1985, 5.ª edición.
47
J. M. Monteserín, “La familia Valdés de Cuenca”, en F. Caballero, Álvaro y Juan de Valdés,
introducción y notas de Miguel Jiménez Monteserín, Instituto Juan de Valdés, Cuenca, 1995.
48
J. Contreras, “Judíos, judaizantes, conversos en la península Ibérica en los tiempos de la ex-
285
dad, suficiente para mantener la cohesión interna de un grupo secreto y clandestino constituido, así mismo, como núcleo duro de un bando municipal. Y
aquí está verdaderamente la clave: saber si en aquellos “convertidos” donde se
judaizaba, como decían los inquisidores, se conspiraba también contra otra
“parcialidad” de la ciudad o, incluso, contra las decisiones regias. Porque, finalmente, los inquisidores actuaron muy cerca de los corregidores, y procesaron o amnistiaron, siguiendo las líneas de dependencia familiar, de sociabilidad o de clientela. 48 Y eso suponía que los procesamientos inquisitoriales obedecían a estrategias de correspondencia política.
En síntesis muy reducida tal es lo que se aprecia hoy en la historiografía no
judía cuando se acerca a estos problemas y detecta los problemas converso y
judío. Se trata de un acercamiento pluridisciplinar afirmado en el análisis social
y en la percepción política y cultural de fenómenos diversos. En este caso, tal
historiografía no hace sino historia de grupos sociales sin determinaciones étnicas posteriores. No es, por lo tanto, ni una historia de judíos, ni una historia de
no judíos. Aquí se detectan grupos que organizan estrategias sociales y discursos políticos en función de los concepciones e ideológicas que los sustentan. Y,
derivado de tal metodología, hoy se asienta ya, plenamente demostrable, la
idea de una asimilación progresiva de la minoría conversa en el océano de la
mayoría cristiana; y la percepción de que el tribunal del Santo Oficio no
quemaba tanto la herejía cuanto algún tipo de disidencia política, entendiendo
bien que tal tipo de disidencia expresaba múltiples discursos diferenciados y
ambivalentes, algunos, sin duda, de expresión religiosa.
Esto se afirma desde la historiografía no judía. Y ello contribuye a expresar
caminos muy diferentes de los tradicionales. En este sentido… ¿existen respuestas también por parte de algunos historiadores judíos? Ciertamente;
porque a pesar del dominio de las visiones más tradicionales, es justo reconocer que han existido interpretaciones, muy diferentes, también, procedentes de
historiadores judíos, esencialmente ubicados, la mayoría, en Estados Unidos.
Dos son las personalidades más destacadas: E. Rivkin y B. Netanyahu. El
primero, en un artículo famoso publicado poco antes que el artículo de
Revah, 49 llamó la atención de la historiografía indicando que, a su juicio, el uso
de las fuentes procesales del Santo Oficio como documentación que demostraba la pertenencia al mundo judío de los conversos, era erróneo y atrevido.
Razonaba Rivkin diciendo que los inquisidores –jueces en la persecución
de herejías– poco o nada sabían del universo interno de las creencias judías. Lo
que realmente hicieron aquellos jueces, fue “crear” la materia delictiva extrayéndola –de forma y manera muy codificada– de la percepción de teólogos y
moralistas. Y lo que realmente debió ocurrir fue que, cuando aquellos inquisidores pregonaron, en sus edictos, la materia punitiva que había sido elaborada un tanto artificialmente, ésta se convirtió en elemento reanimador de la
pulsión”, en A. Alcalá (editor), Judíos, sefarditas, conversos, Valladolid, 1996, pp. 464 y 595.
49
286
Ellis Rivkin, “The utilization of non-jewish sources for the reconstruction of Jewish histo-
percepción religiosa de aquellos conversos que, desde hacía ya bastante tiempo, habían perdido sus referencias culturales originarias. Ocurrió pues, que los
inquisidores habían “creado” el delito contando para ello, tanto con la
animosidad social mayoritaria, como con la disposición de aquellos grupos de
conversos de no rechazar plenamente su creencia. No podía decirse que entre
judíos y conversos hubiera la misma percepción de la identidad judía: no, ciertamente, afirmó Rivkin comprendiendo la importancia del tiempo para borrar
huellas, empolvar el recuerdo de los linajes y debilitar el recuerdo.
Sus reflexiones, en cualquier caso, supusieron un aldabonazo en la conciencia mayoritaria de la historiografía judía muy asentada en los principios
clásicos de la unidad religiosa y la unidad étnica, aunque, mirándolos detenidamente, los argumentos de Rivkin no modificaban sustancialmente el fondo del
asunto. Porque, en realidad, no importaba mucho el hecho de si la religión
marrana se había mantenido intacta en la clandestinidad de más de un siglo, o
había sido “provocada” finalmente por sus propios verdugos; lo que realmente
importaba era que los conversos que fueron procesados por el tribunal habían
despertado y seguían viendo en aquellas prácticas elementos sustanciales de la
religión judía. Claro es que en tales creencias debieron producirse mistificaciones profundas de los contenidos doctrinales y rituales de la religión marrana; entre otras muchas razones, por el largo periodo de tiempo que transcurrió entre el grueso principal de las conversiones y la interacción de los inquisidores, tanto en España como en Portugal.
En cualquier caso de la tesis de Rivkin se llegaba también al axioma
famoso de C. Gebhardt: estos convertidos eran, esencialmente, “judíos por
voluntad”, lo que ponía de manifiesto que la pertenencia a la comunidad judía,
en el orden de manifestaciones simbólicas, se expresaba por vía de acomodaciones de linaje. Pero si con el trabajo de Rivkin se llegaba también al tema de
la identidad, de sus reflexiones también se deducían elementos que rompían el
consenso generalizado. En Rivkin existe una ácida ironía que provocó resquemor y malestar generalizado en muchas aulas universitarias, mayormente si
éstas eran judías. Ironía, ciertamente, porque no era para menos tener que
aceptar que la identidad judía de los conversos portugueses y españoles hubiera sido reavivada, precisamente, por efectos de la acción inquisitorial. Curiosa paradoja ésta que hizo mártires de la fe mosaica a hombres y mujeres
que antes apenas creían en ella. Porque, efectivamente, reavivar las creencias
significa que hubo un tiempo anterior que estuvieron muertas, o al menos
dormidas. Aceptar esto significa, además que, tras la conversión al cristianismo, se produjo una ruptura paulatina con las viejas creencias. Y ello supone,
dudar de la hipótesis de la unidad y de la identidad de un pueblo, de una religión y de una etnicidad. La nación santa, en este caso, tras la reflexión de
Rivkin quedaba tambaleándose porque, al menos entre la fase previa a la conry”, Jewish Quarterly Review, XLVIII (1975).
287
versión y el despertar religioso que provocaron los inquisidores, hubo una
larga cesura temporal durante la cual no parece que pudiera mantenerse enhiesto el discurso cultural clásico.
Sea como fuere las tesis de Rivkin fueron acogidas con cierta curiosidad
por los historiadores no judíos y rechazada de plano por las tesis tradicionales,
reacias a ceder un milímetro de sus posiciones clásicas. Revah, por ejemplo,
atacó con fuerza la postura del historiador judío de Cincinatti ridiculizando su
metodología, demasiado “estructuralista” a su juicio. 50
Pero no es E. Rivkin la personalidad judía más crítica con las posiciones
clásicas. Otro historiador, Benzion Netanyahu –profesor durante muchos años
en la Universidad de Cornell– ha sido quien, de forma más precisa, ha ensanchado el campo. Una obra publicada en 1966 51 y todavía no traducida, avivó
realmente la polémica. The marranos of Spain fue un libro trascendente concebido desde las fuentes hebreas; y su tesis –tras la revisión de las famosas Responsa rabínicas– sostenía que era muy dudoso considerar al grupo converso
como parte del viejo tronco judío. Los mismos rabinos de la época no mostraban unanimidad al respecto y, puestos a considerar con detenimiento el problema, más parece que se inclinaban por rechazarlos como judíos. 52 Si no eran,
entonces, judíos por la entidad de su criptojudaísmo qué eran en realidad.
Principalmente eran cristianos, sin fe en muchos casos –como decía C. Gebhardt–, pero con voluntad de tenerla. Y esto parece ser un fenómeno en cuya
demostración coinciden los documentos unos tras otros. Conversiones
forzadas, muchas, muchísimas, pero ello no supuso la vuelta a los orígenes
sino, por el contrario, la marcha hacia adelante.
El resultado fue que ya, aproximadamente, por 1460 muchos de los conversos estaban conscientemente asimilados, y ya emergidos como sociedad
cristiana de pleno derecho donde educaron a sus hijos, a los que –a su vez–
emparentaron con cristianos. Y ocurrió así que el viejo tronco judío fue paulatinamente enflaqueciendo y secándose. De hecho dejaron de ser tronco y, en
este punto, fueron sustituidos por los fuertes y vigorosos tallos que formáronse
con la consolidación del mundo converso. Todos cristianos, efectivamente; de
50
I. S. Revah, “Les marranes”, art. cit., p. 55.
B. Netanyahu, The marranos of Spain from the late XIVth to the Early XVIth Century according to contemporary Hebrew sources, New York, 1996. “It was not a powerful marrano movement
that provoked the establishment of the Inquisition, but it was the Inquisition that caused the temporary resurgence of the Spanish marrano mouvement”, p. 6.
52
B. Netanyahu, The origins of the Inquisition in Fifteenth Century Spain, Random House,
New York, 1995. “(…) When the Spanish Inquisition was established virtually all Jewish authorities in Spain and elsewhere regarded the mass of marranos as renegades – that is, as apostates or
gentiles. By any of these definitions they were Christians, and in no way judaizers or crypto-jews”,
p. XVIII.
53
B. Netanyahu, The Origins of the Inquisition, op. cit., p. XVIII: “(…) In 1481, when the inquisition was established the judaizer formed a small minority in both relative and absolute members”.
51
288
modo que, de judaizar, eso sólo afectaría a una pequeña minoría y, además,
muy relativa. 53
¿Poder marrano? Tal vez, pero no entendido ni desde la etnia ni desde las
creencias sino desde la estructuración de grupos sociales. En conclusión, entonces, no hubo un poder marrano que provocara el establecimiento de la inquisición –como tribunal de fe– sino que, al contrario, el movimiento despuntó
(recordando el pensamiento de Rivkin) cuando los inquisidores actuaron
(“temporary resurgence”). 54 Entonces ¿cómo entender la fundación de esta institución?
Desde luego la respuesta no puede venir de los marranos que judaizaban,
puesto que éstos eran muy pocos y entonces estaban: “…claramente en vías de
dejar el escenario de la historia”. 55 ¿Para qué, entonces, una Institución de tal
naturaleza? Desde luego, es hora de cuestionar –dice Netanyahu– esas teorías
que ponen el acento en la idea de unidad religiosa, porque nadie la cuestionaba, realmente. Quizás las explicaciones más sensatas procedan de las verdaderas consecuencias que tuvo el proceso entusiasta de la asimilación.
Porque, efectivamente, aceptar la asimilación de muchos conversos eso significaba, también, reconocer los derechos de los recién llegados, derechos civiles,
los que compartían todos los cristianos, vasallos de Su Majestad. Por ahí
vinieron los problemas, ciertamente, porque los conversos “comenzaron” a
parecerles a los viejos cristianos mucho más peligrosos que los judíos lo fueron
nunca”. 56 Aquí comenzó el odio, el recelo y la acusación de falsedad en la conversión. Y aquí se juntaron el hambre con las ganas de comer. La propaganda
anticonversa y los deseos de creerse tal propaganda.
La Inquisición finalmente fue el resultado del triunfo de tales propagandistas que fueron capaces de convertir en materialidad concreta sus proyectos
políticos y culturales. La nación para B. Netanyahu, entendió que era un instrumento de paz social, paz cuestionada sobre todo en los ámbitos urbanos
donde realmente había de asentarse el poder regio. Los Reyes, escribe B. Netanyahu, “sintieron venir la marea alta del antisemitismo y en lugar de resistirla
decidieron subirse a ella”. 57 Así debieron ocurrir las cosas.
EPÍLOGO
Las tesis de B. Netanyahu, desde luego, han revolucionado la historiografía
hebrea y también la que no lo es, aunque las resistencias que han encontrado
han sido mucho más fuertes en la primera que en la segunda. Sin embargo su
novedad, más allá de la aportación ingente de documentación, está determina54
B. Netanyahu, The marranos of Spain…, op. cit., p. 6.
55
B. Netanyahu, “¿Motivos o pretextos? La razón de la Inquisición”, en A. Alcalá (editor), Inquisición española y mentalidad inquisitorial, Ariel, Barcelona, 1984, pp. 23-44.
56
B. Netanyahu, art. cit., p. 39.
289
JOSÉ LUIS RIPOLL GARCÍA
Director General de la Fundación AIRTEL
LIBERALIZACIÓN
DE LAS
TELECOMUNICACIONES:
TELEFONÍA
MÓVIL
JUAN CREMADES MORANT
Presidente de la Audiencia Provincial
de San Sebastián
CORRUPCIÓN, DISFUNCIONES
Y ATENCIÓN AL CIUDADANO
EN EL SERVICIO PÚBLICO
DE LA
ADMINISTRACIÓN
DE JUSTICIA
CORRUPCIÓN, DISFUNCIONES Y ATENCIÓN
AL CIUDADANO EN EL SERVICIO PÚBLICO
DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Juan Cremades Morant
Presidente de la Audiencia Provincial
de San Sebastián
la Constitución de 1978, lo que antes era “función” del Estado, deviene en Poder; Poder Judicial, dice el Título VI, y en definitiva poder
político integrante de los Poderes del Estado, que debe contribuir al mantenimiento y desarrollo del Estado, en el ámbito de las atribuciones que la Constitución establece “juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado”, mediante la aplicación de las leyes producto de los otros poderes –que encarnan la soberanía
popular, poseyendo legitimidad de origen– interpretándolas conforme a los
principios constitucionales, de los que destaco los valores superiores del art.
1.1, justicia, libertad igualdad, pluralismo político, y aún destaco más, en tanto
que tal Estado se califica de Derecho, Social y Democrático. La superley
atribuye a ese Poder la función de ser garante final del Estado de Derecho y
servir al ciudadano, porque el fundamento de todo Poder, no está en sí mismo,
sino en el ciudadano y en la colectividad, para mantener y desarrollar una sociedad más libre, más democrática y participativa y más igualitaria. Ello nos
lleva a dos facetas de la Justicia: como poder judicial independiente (por la exclusividad en el ejercicio de la función jurisdiccional, con sometimiento sólo a
la ley) y como servicio público (el s.p. de la Administración de Justicia),
aunque al poner ambas en necesaria relación se observa que aquel poder no es
tan “poder” o no tan independiente: le falta capacidad presupuestaria, se precisa de Registros Públicos o Instituciones “ajenas” (como la Penitenciaria) para
la investigación no existe una P.J. funcional y orgánicamente dependiente de
los Jueces. Todo ello sin perjuicio de la necesaria coordinación con los otros
poderes que viene exigiendo el art. 103.1 CE. Con ello enlazo con el objeto de
estas palabras, que quisiera desarrollar de forma autocrítica.
Y lo haré partiendo de que la Administración de Justicia es un servicio
para el ciudadano que como todos los servicios públicos requiere calidad y
rapidez, pero para ello ha de transformarse nuestra cultura administrativa
hacia una cultura de servicio, en atención al ciudadano, más activa que reactiva, olvidando el “comportamiento burocrático” que conlleva ineficacia, pa-
C
ON
295
peleo, períodos de espera, dificultad de obtener satisfacción, falta de amabilidad y críticas a todos los integrantes de incompetencia, arbitrariedad, corrupción, falta de iniciativa y creatividad, rigidez, comportamiento rutinario, despilfarro y ausencia de una ética de servicio.
Si ese servicio no funciona aceptablemente, si aparece inadecuado para
atender las demandas del ciudadano que aumentan por el nuevo marco de libertades establecido en la Constitución del 78 y por el cambio social y económico, y a quien los retrasos le resultaron incomprensibles, es evidente que todos
los que intervenimos en la Administración de Justicia debemos hacer un esfuerzo para desterrar el maniqueísmo simplista, que por miedo o por corporativismo mal entendido, se emplea con frecuencia, sustituyéndolo por la claridad y la sinceridad desinteresada a la hora de analizar y examinar los elementos que influyen en ese resultado tan poco satisfactorio.
Antes de seguir, quiero hacer dos puntualizaciones: la primera, que ha de
partirse de que la inmensísima mayoría de todos los que integramos este servicio, no ha rozado ni de cerca la corrupción, pero en casos aislados y localizables, siguen estando ahí, a nivel de rumor generalizado; la segunda, que la utilización del lenguaje nunca es neutral, por lo que es preciso llegar a un acuerdo
terminológico, pactar con los términos; y así, frente a ese malabarismo dialéctico de “corrupción, corruptelas, disfunciones…”, podemos afirmar que corrupción, que etimológicamente supone la derivación de lo correcto o normal,
puede concretarse en la percepción de dinero o de otros beneficios evaluables
por la realización de actos procesales que legalmente no deben ser retribuidos;
disfunción, que médicamente supone todo trastorno en el funcionamiento normal de un órgano, en el caso de la Administración de Justicia se concreta en el
anormal funcionamiento de Juzgados y demás Órganos Judiciales, producidos
por la infracción o incumplimiento de las normas orgánicas y procesales, por
parte de Jueces, Secretarios, Fiscales, Funcionarios, Abogados y Procuradores,
tanto por acción como por simple omisión o dejadez de las respectivas responsabilidades y competencias. La corrupción es “posterior” a la disfunción, existiendo entre ambas una relación de causa a efecto.
Por ello, seguimos puntualizando, para aún concretar más, la patología del
procedimiento no es un virus que se puede aislar en determinados grupos, sino
que afecta al sistema como un todo, de forma que es prácticamente imposible
encontrar uno solo de los sectores del aparato, que cumpla efectivamente su
cometido, con absoluta sujeción a la legalidad. Pero claro, lo que no se puede
hacer es ocultar la realidad general resaltando exclusivamente los casos de corrupción e intentando desgajarlos del contexto en que se producen: la corrupción es sólo el problema más espectacular y detectable por la opinión pública.
En definitiva: los Jueces deben tener más contacto con el ciudadano a quien
sirven; los Secretarios, asumir sus funciones; los Fiscales, velar por la acomodación del proceso a la legalidad y los funcionarios no asumir más funciones de las que les corresponden. Porque el destinatario final de la Justicia
no es el Jurista, sino el pueblo, titular constitucional del poder, del que el Ju296
rista –sea o no funcionario– es un servidor, y a todos asiste el derecho a
“obtener la tutela efectiva de los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus
derechos e intereses legítimos”, lo que conlleva, no sólo el derecho a obtener
una resolución fundada, congruente y emanada de un proceso “con todas las
garantías”, sino también el que dicha resolución haya sido pronunciada en un
espacio relativamente corto de tiempo y que sobre todo, sea cumplida por sus
destinatarios; celeridad y eficacia, como axiomas de todo Estado Social y
democrático de derecho y para ello el Estado ha de poner a disposición de
todos el proceso como instrumento de desarrollo propio de la potestad jurisdiccional, y los exclusivos titulares de la misma (Jueces y Magistrados) han de
satisfacer los derechos e intereses y evitar cualquier indefensión.
La voluntad política democrática es la que produce la legitimación inicial
de la estructura de ese aparato del Estado como poder independiente, que
hasta 1978 era sólo “función”; pero lógicamente por reflejo de la historia anterior, y por la realidad de tratarse de un “poder” sin poder, lo que produce –o
profundiza– la distancia entre el poder judicial y la sociedad civil, una desconexión, que necesariamente impone una reconexión del poder con su titular. Y para ello han de buscarse las claves de la conexión:
– Información de derechos y actuaciones al ciudadano justiciable.
– Inteligibilidad de los trámites y de las resoluciones.
– Permeabilidad informativa, sincera, amplia.
– Permeabilidad democrática de la crítica.
– Erradicación de todas las corrupciones.
– Erradicación de todas las insuficiencias que provocan su justificación o
tolerancia.
– Desbloqueo de la excesiva y permanente burocratización.
Pero claro es, para atajar un mal, ha de conocerse su etiología; las causas
son estructurales y de otro tipo: escasez de Jueces –situación que se va normalizando– proceso anticuado, delegación de funciones, no cumplimiento o imposibilidad de cumplimiento de la inmediación; escaso personal y deficiente
política de personal; insuficientes retribuciones, ausencia de incentivos por
mayor productividad o para promoción, falta de voluntad firme y decidida de
erradicar los individualizados y localizables casos de corrupción, temor a interponer denuncias, dificultades de tipificación penal, corporativismo…
Aunque deben reconocerse los recientes esfuerzos derivados de las previsiones de la Ley de Demarcación y Planta Judicial en cuanto al número de
órganos, el aumento de Jueces y de dotación, existe una clara dependencia del
ejecutivo, en el terreno presupuestario; no olvidemos que la elaboración del
presupuesto con su jerarquía de preferencias va indicando la voluntad política
de un determinado gobierno. Cierto que el Consejo General del Poder Judicial
tiene la facultad de informar anualmente sobre las necesidades existentes por
disposición del art. 109 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, pero también lo
es que dicho informe no es vinculante.
297
De otra parte, la improvisación es frecuente, como por ejemplo la entrada
en vigor del nuevo código penal, no ha llevado aparejado un cambio estructural necesario: en razón a la competencia objetiva, las Audiencias van a verse
inundadas de procedimientos penales y los Juzgados de lo penal quedarán
como Juzgados de alcoholemias y poco más. Debería haberse previsto, en
razón al número estadístico, y en relación con aquella competencia objetiva, la
supresión de los correspondientes Juzgados de lo Penal y su reconversión en
secciones de la Audiencia.
De otro lado, en cuanto a las competencias respecto del personal al servicio
de la Administración de Justicia (de “todo el personal”, dice el art. 455 de la
LOPJ), comprendido en el art. 454 (Secretarios Judiciales, Médicos, Forenses,
Oficiales, Auxiliares y Agentes) “corresponden al Ministerio de Justicia, en
todas las materias relativas a su estatuto y régimen jurídico, comprendidas la
selección, formación y perfeccionamiento, así como la provisión de destinos,
ascensos, situaciones administrativas y régimen disciplinario”, aparte de corresponder la iniciativa en todo lo relativo a la organización y planta de Tribunales.
En el primer aspecto, no es momento de establecer comparaciones entre
los presupuestos de Justicia e Interior o Defensa quizá porque ya no es tanto el
problema la suficiencia de la dotación presupuestaria, cuanto la racionalización de la Oficina Judicial, que permita rentabilizar el presupuesto, incluso
el actual.
En cuanto al segundo, aquellas atribuciones del Ministerio de Justicia, le
responsabilizan de defectos muy concretos:
– La enorme cantidad de vacantes, la endémica itinerancia, problema éste
que es un fenómeno que alcanza a todos los integrantes de la Administración
de Justicia, aunque por motivos diferentes. Siquiera las transferencias a las Comunidades Autónomas, singularmente en Euskadi y Cataluña tratará de paliar
este goteo desesperante de integrantes del servicio.
– Las insuficiencias en el sistema de selección de funcionario (cuando debería ser por necesidades y en ámbitos más reducidos, con autonomía).
– Las desigualdades de competencia y volumen de trabajo entre unos
órganos y otros; la todavía persistente desigualdad en las plantillas, incluso
entre órganos de la misma naturaleza.
– Falta de elaboración de criterios estimulantes de rendimiento.
– Ausencia de actividades de perfeccionamiento y reciclaje.
– La continua improvisación.
– La falta de un módulo base de Oficina Judicial, atendido un número
ideal de asuntos y un organigrama idóneo de la plantilla.
Todo ello supone abonar el camino de las disfunciones.
En segundo lugar, la inadecuación de la normativa procesal.
Pienso que legislar sin tener en cuenta los medios de que se dispone para
hacer efectivas las leyes, provoca disfunciones. Cuando se dice que “no se
cumplen las leyes procesales”, no es por una insuficiencia de medios –ale298
gación que ya no sirve, a no ser para encubrir ciertas desidias–, sino también
por una deficiente organización del servicio y por la complejidad de los procedimientos, que impone no sólo el cambio o la introducción de nomenclatura
o de impresos, sino la simplificación enérgica de los procedimientos a través de
normas procesales que sean conocidas y se hallen inmersas en la cultura básica
de todos los ciudadanos de forma que resulte sorprendente la mera posibilidad
de su incumplimiento; el ciudadano debe saber cómo denunciar o cómo demandar, o a la inversa, cómo comportarse si se es denunciado o demandado; es
decir: debe saber cómo relacionarse con el Poder Judicial para exigir el
cumplimiento de sus derechos o para ser responsable del incumplimiento de
sus deberes, facilitándole el acceso sin intermediarios obligatorios.
Y de otro lado, en esa necesaria modificación, debe garantizarse el
cumplimiento de los principios de inmediación, oralidad, contradicción, concentración, publicidad y celeridad o plazo razonable.
Cierto que las reformas recientes de 1984 y 1992 en el procedimiento civil,
supusieron la nueva configuración de los procesos declarativos ordinarios, del
recurso de casación, actos de comunicación, ejecución provisional, vencimiento en costas, intereses del 921, reforma del ejecutivo, etc., pero es necesaria la
reforma en profundidad, con el aconsejable sosiego, pero sin excesiva dilación,
que compatibilice el principio de accesibilidad con las garantías y medios, a fin
de que la infantería civil, en los Juzgados de Primera Instancia, disponga de instrumentos adecuados para enfrentarse a todos los problemas que plantean la
aplicación de las leyes, difícilmente visibles desde un lejano gabinete de estudio.
Todo ello sin perjuicio de la utilización del procedimiento por las partes,
en el ámbito civil y en el ámbito penal, con frecuentes fraudes de Ley, que en
su día se plasmaron en el delito de estafa procesal.
Quiero referirme a tres cuestiones puntuales:
– De un lado, al beneficio de la justicia gratuita, y de otro a los costes del
proceso, a la oficina, y a la ejecución.
Decía Antonio Carretero que “la gratuidad de la justicia en el proceso, es
una cuestión de coherencia e incluso de elegancia”.
Sin embargo, en la Constitución se parte de un lado de una presunción de
riqueza que conlleva una inversión de la carga probatoria y que parece romper
el principio de igualdad, y de otro lado, en la LEC parece como si el Legislador partiera de la base de que el solicitante conoce el derecho (léase sino el
art. 34); se impone, sin ánimo de profundizar ni polemizar, un servicio de asesoramiento que en algunos lugares ya existe por iniciativas privadas, sindicales, de partidos políticos o de asociaciones vecinales. De todas formas la Ley
1/1996 de 10 de enero de asistencia jurídica gratuita ha provocado la pérdida
de
la
naturaleza judicial del procedimiento para la concesión del beneficio (la exposición de motivos habla de “desjudicialización”), que ha sido transformado
totalmente en Administrativo con la pretensión de descargar de trabajo a los
299
Juzgados (pero sobrecargando el de los Fiscales) y acelerar los trámites procedimentales para su resolución, de forma que ahora conocerá de las solicitudes la
Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita, órgano puramente administrativo, y
en principio no inconstitucional dado que la última palabra la tiene el Juez
conforme a lo establecido en el art. 20.
Por otra parte, por más declaraciones constitucionales y esfuerzos de la
Administración, suprimiendo las tasas judiciales e incluso fijando algunos años
un IVA igual a cero para los abogados en sus actuaciones judiciales, la justicia
aumenta cada día más de precio. El coste del proceso es, en definitiva, la suma
de cantidades que habrá tenido que desembolsar el litigante a causa de la
tramitación del proceso; pues bien, resulta que aquel encarecimiento es debido
fundamentalmente al coste de los abogados –con sus honorarios mínimos, de
obligado cumplimiento, en lo que tienen de mínimos– y del procurador con
aranceles de difícil control fijados por el Ministerio y otros conceptos discrecionales; ello, aparte del IVA que repercute directamente sobre el que usa los
servicios de aquellos profesionales, aparte del decimonónico bastanteo.
Y, en fin, esa normativa debe buscar, frente a esa oficina judicial atomizada
y autosuficiente pensada para una sociedad rural, obsoleta y vulnerable a
cualquier incidencia de personal, el modelo alternativo basado en la agrupación de tareas homogéneas a través de los servicios y de las oficinas comunes, en un organigrama piramidal con clara delimitación de responsabilidades y funciones, que permita una política de personal coherente en aspectos
tales como horario, licencias, o régimen disciplinario, descargándose al Juez de
tareas no jurisdiccionales, con lo que se favorece su independencia, así como la
oralidad e inmediación. Pensamos que ya hay trabajos realizados que calculan
el tiempo medio diario de actuaciones que precisan la intervención directa y
personal del Juez, por ejemplo, en un Juzgado de Primera Instancia de
Barcelona: se llega a una cifra de 20 a 25 horas, quedando pendientes, la firma,
el estudio de las resoluciones motivadas, el registro y examen de asuntos
nuevos. Con ello, la inmediación y la oralidad devienen utopías.
Sin embargo debe recordarse que el proceso civil español y en concreto la
ejecución según la LEC no es un instrumento adecuado para la realización de
la Justicia; singularmente la segunda, respecto de la que se dice y con razón
que es un termómetro significativo para medir la eficacia de la Administración de Justicia en un país; esa ejecución civil aparece como continuación
del proceso cognoscitivo de forma que sigue siendo el individuo y no la estructura social quien sigue impulsando y dirigiéndola dando lugar a una
nueva acción procesal, como si “de nuevo” se pidiera tutela judicial para “lo
mismo”, lo que no deja de ser una falta de coherencia del sistema. Pienso
que, si bien no puede comenzar de oficio (el art. 919 impone siempre la instancia de parte), una vez pedida, la actuación, debe ser de oficio, al igual
que ocurre en el procedimiento laboral, dirigida por el Juez sin ningún tipo
de suspensiones o tardanzas derivadas de la falta de diligencia de las partes
(y
de
algu300
na manera se infiere algunos preceptos: arts. 1442, 1445, 1482, 1488, 1489,
1491, 1495).
En otro orden de cosas, esa oficina supondrá un lugar con la suficiente lejanía para trabajar sin extrañas influencias y sin ese constante trasiego y entorpecimiento, que con frecuencia quiebra el derecho del justiciable a una justicia
respetuosa de su dignidad e intimidad.
Y por otra parte, la tantas veces anunciada creación de los Juzgados de lo
Contencioso Administrativo, ya es acuciante hasta el punto en que muchas de
las Salas de lo Contencioso Administrativo están poco menos que hundidas y
la resolución de los recursos se preve, en ocasiones a varios años vista.
Es evidente que el Consejo General puede actuar como corrector para
tratar de influir sobre las decisiones de los otros poderes en lo referente a lo jurisdiccional; en este sentido, la exposición de Motivos de la Ley Orgánica de
1985 dice que es el “Organismo creado por la Constitución, con la finalidad de
que garantice la independencia del poder judicial”, para lo que el Legislador
parece estar convencido de haberle dotado de las atribuciones necesarias mediante “la aplicación del Estatuto Orgánico de Jueces Magistrados, en materia
de nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario”, concibiéndose dicha facultad de inspección “no como una mera actividad represiva, sino
más bien como una potestad que incorpora elementos de perfeccionamiento
de la organización que inspecciona”.
Una vez más, como el Guadiana, y por períodos de cinco años, reaparece
la polémica de la elección de sus miembros. Tomar partido por uno u otro
sistema puede ser importante; ahora bien si se tiene en cuenta que las Cortes
Generales, Congreso y Senado, encarnan la Soberanía Popular, es decir,
tienen legitimidad de origen, que el Consejo General del Poder Judicial es un
órgano administrativo, de gobierno del Poder Judicial, que lo encarna cada
uno de los Jueces, que éstos carecen de legitimidad de origen, sin perjuicio de
la legitimidad de ejercicio derivada de la Constitución, cuya superley expresamente establece que la justicia emana del pueblo y se “administra” en nombre del Rey por jueces independientes, inamovibles y sometidos únicamente
al imperio de la ley y, en fin para evitar todo atisbo de corporativismo, lo
lógico es que tal órgano de gobierno sea elegido por el Congreso, siquiera
con los necesarios correctores para evitar el sistema de cuotas, que tanto desprestigio han producido en el referido órgano, y más concretamente en los
últimos años.
Aparecen pues dos funciones, de aquella normativa:
– Para arriba, preservar la independencia.
– Para abajo, la potestad de inspección.
Con la primera se pretende impedir que por los otros poderes o por los
distintos grupos de sectores sociales se consiga un pronunciamiento judicial
forzado y contrario a la Ley, porque esa independencia supone una dependencia esencial: la dependencia del Ordenamiento Jurídico.
Pero claro, en esta cuestión, al no tener atribuciones en materia de person301
al, deberían haberse reforzado los mecanismos para la fiscalización y excitación de las atribuciones que tiene el Ministerio en esta materia.
Con la potestad de inspección, no cabe ninguna duda de que puede inferir
positivamente sobre el problema de las disfunciones; claro, no por la vía de
tratar de batir récords en la apertura de diligencias informativas o actuaciones
disciplinarias, sino con más respaldo y estímulo a quienes proceden correctamente y precisamente como medio para mejor conocimiento de la situación en
aras a un perfeccionamiento y su documentación.
Pero para ello es necesario que la inspección sea más cercana, que actúe,
no sólo cuando se declara la crisis, analizando y diagnosticando el Órgano Judicial inspeccionado, efectuando un pronóstico a corto, medio y largo plazo,
proponiendo las medidas oportunas para atajar previsibles conflictos, desde
acumulación próxima de vacantes hasta incrementos de volumen de trabajo, o
deficiencias de equipamiento o de infraestructura material; en su caso, pasar el
tanto de responsabilidad a otras esferas implicadas en el buen funcionamiento
de la Administración de Justicia y ello con fluida comunicación con el Tribunal
de Justicia correspondiente –inspector natural– en razón a la problemática
común de una zona o de una determinada colectividad, cuyo tribunal conectará a su vez con instancias autonómicas y municipales.
Por supuesto, esa documentación ha de sustituir a las estadísticas actuales
que de poco sirven o que en todo caso dan pautas desacertadas, y entre ellas la
más importante en el caso de la Ley de Demarcación de Planta, tendiendo a la
existencia de una científica y veraz estadística judicial, que permita conocer los
daños y sus causas, prever los problemas y poner pronto remedio a los mismos.
Analicemos ahora el comportamiento de los intervinientes en el proceso y
su efectivo grado de responsabilidad en el defectuoso funcionamiento de la
Administración de Justicia.
JUECES Y MAGISTRADOS
Encarnan el Poder Judicial y de ellos depende la tutela judicial efectiva: su
cometido es juzgar y hacer ejecutar lo juzgado (art. 117 CE y 2 LOPJ); son independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de
la Ley.
En una concepción conservadora de la justicia como instrumento de prepotencia, algunos pretenden transformar la “independencia” en arbitrariedad
en la gestión, convirtiendo las oficinas en auténticos reinos de Taifas, a cuyo
frente sólo está como único jefe con facultades omnímodas; sin embargo, es evidente que la permanente asunción de la tutela de los derechos del ciudadano y
del cumplimiento efectivo de los derechos constitucionales imponen concebirla como servicio público.
La actuación del Juez nos remite a un principio esencial del proceso: la inmediación, completada como la oralidad y publicidad. Pensemos que la LOPJ
302
impone su presencia en la confesión, ratificación de peritos, testifical, reconocimiento judicial, y ningún sentido tendría el espíritu de la reforma en la
menor cuantía respecto de la comparecencia, que, sin embargo, ha devenido
en inútil, burocrática y rutinaria. Lo que en definitiva es lo mismo. Y, a pesar de
ello, hay quien dice que el Juez es el gran ausente de la Oficina Judicial. Pensemos que si no interviene directamente en los medios probatorios, difícilmente
podrá valorar libremente la prueba.
El incumplimiento de tal principio es tan generalizado y sistemático que ya
lo toleran todos los intervinientes. Eso ya nos lleva a una primera aproximación sobre la Oficina: qué sentido tiene una Oficina Judicial (o una Secretaría como se quiera) integrada por diez o doce funcionarios para el auxilio de
un solo Juez; si el Juez no está en la prueba, es evidente que al personal que la
realiza se le reviste de autoridad a los ojos del ciudadano y del profesional,
caldo de cultivo para graves corrupciones, vía ofrecimiento de unos y exigencia
indebida de otros, y a la vez produce una gran pérdida de credibilidad en la
función; pues los “colaboradores” realizan tareas que exceden de su estricto
deber y lo saben, los profesionales pueden “amenazar” de nulidad cargados de
razón, y el justiciable no tiene casi acceso al Juez.
Es normal ver en las Secretarías a los Oficiales y Auxiliares haciendo de
Jueces; interrogan, observan, reconocen, arbitran los actos y las actuaciones
procesales; pero es que el Juez que no ha estado presente, curiosamente, firma
la documentación del acto, lo que supone una falsedad objetiva, demostrable
por cualquier medio de prueba, y que además quedará justificada por la falta
de tiempo.
Cuando no se pueden realizar los juicios por uno mismo debe constatarse
la causa –como suele hacer en las sentencias, pero no en otras actuaciones– habilitadora de una delegación concreta (falta de tiempo, medios, acumulación,
trabajo…).
Entiendo que la Ley Procesal debería señalar claramente cuáles son aquellos actos cuyo incumplimiento por parte de los obligados a observarla (jueces,
abogados, procuradores, litigantes), se sancionaría con la nulidad vía 238
LOPJ.
Otro de los males es la ausencia o defectuosa motivación de las resoluciones, impuesta por el art. 120 CE: motivar es justificar la decisión tomada,
proporcionando una argumentación convincente, e indicando los fundamentos
de las operaciones que el Juez efectúa. Es la única manera de convencer a los
litigantes y a cualquier otro auditorio, de facilitar el control a través del recurso, de que la sentencia no es una toma arbitraria de posición –prohibido, para
todos los poderes públicos, por el art. 9.3. CE– de que se da satisfacción al
derecho de las partes y a la tutela judicial efectiva y, en definitiva, de que el
Juez está democráticamente legitimado aplicando “motivadamente” las leyes
elaboradas por las Cámaras que representan al pueblo, titular de la potestad
jurisdiccional.
303
EL MINISTERIO FISCAL
Tiene también su protagonismo en esta materia y, con frecuencia, por
omisión.
Por la Constitución –art. 124– y por su estatuto orgánico, sabemos que es
el defensor de la legalidad y de la independencia de los Tribunales.
El art. 3 de su estatuto establece: “…velar para que la función jurisdiccional se ejerza eficazmente conforme a las leyes y en los plazos y términos en
ellas señalados”. De ser cumplido, supondría un control constante sobre la
tramitación de asuntos y la ejecución de las resoluciones. Pero eso no se
cumple, ni de lejos.
Ciertamente, una de las causas es el número reducido de Fiscales.
Y no se cumple, máxime en civil, con los conocidos impresos de trámite y
contestación a la demanda en asuntos matrimoniales, con total desvinculación
de la realidad que se debate en los mismos. Es imposible la recepción de un escrito procedente de la Fiscalía recordando el incumplimiento de un plazo
procesal o el retraso de un trámite.
EL SECRETARIO JUDICIAL
Al igual que Oficiales, Auxiliares y Agentes, los Secretarios constituyen el
“personal al servicio de la Administración de Justicia” (454), cuyo régimen jurídico y normas relativas a su estatuto corresponde determinarlo al Ministerio
de Justicia, y por consiguiente no se encuentra comprendido en el Poder Judicial (445 LOPJ); a ellos no alude la Constitución, en el título VI “Poder Judicial”, y así aunque el Reglamento Orgánico aprobado por Real Decreto
429/88, de 29 de abril, no obstante salir “favorecido” en lo que respecta al régimen procesal y orgánico (1. titulares de la fe pública judicial, 2. ordenadores
e impulsores del proceso, 3. directores de la Oficina Judicial), tienen un estatuto orgánico y procesal diferente de Jueces y Magistrados y siguen estando
adscritos al personal de la Administración de Justicia, lo que los excluye de su
pertenencia al poder judicial situándolos bajo la dependencia de Ministerio de
Justicia (es decir, del Ejecutivo). La integración orgánica dentro del personal al
servicio de la Administración de Justicia no debe plantear dudas, en la medida
en que se ha asegurado la unificación de ese personal: un Agente Judicial licenciado en Derecho puede, mediante pruebas restringidas llegar a Secretario; el
Secretario que accede a la carrera judicial deja de ser personal.
Por tanto, hay que partir de que el Secretario depende de un Órgano que
no se integra dentro del Poder Judicial, sino del Ejecutivo, por lo que no administra justicia, sino que colabora con ella y la auxilia, y la auxilia si se quiere
de forma cualificada, pero con funciones que pueden llevar a cabo los Ofi304
ciales, conforme a lo establecido en el art. 485 de la LOPJ, en el sentido de que
“sustituyen a los Secretarios cuando éstos no se sustituyan entre sí”, conforme
al art. 483. Lo demás son cuestiones terminológicas: es decir, auxiliará con facultades propias y son parte del Órgano en la medida en que su intervención resulta necesaria.
De todas formas, por su especial situación en el proceso, se ubica de un
lado, entre las partes y el Juez; y de otro, entre el Juez y los restantes funcionarios; de ahí que están en una situación privilegiada para influir y condicionar de
una forma decisiva la marcha de los Organismos Judiciales; la LOPJ lo trata
entre el personal de la Administración de Justicia y le considera “asistente” (en
terminología del 473. I) de Jueces y Tribunales. Para dicha labor, se le dota de
atribuciones, funciones y responsabilidades, y así:
– Es el depositario exclusivo de la fe pública y de su correlativa facultad de
documentación.
– Le corresponde la ordenación del procedimiento directamente o por
propuesta de resolución.
– Está encargado de la dación de cuenta.
– Es el responsable de la custodia del archivo, autos y piezas de convicción.
– Se le otorga la jefatura del personal, a más de las funciones notificadora y
de comunicación.
Todo eso, genera una gran capacidad de control sobre el proceso, las
partes, los funcionarios y hasta permite cierta fiscalización de la actuación jurisdiccional y de su adecuación a la legalidad (a través de la fe pública y de la
documentación). Por ello, yo diría que su responsabilidad tiene más de dejación de funciones o de imposibilidad de cumplirlas, en su caso, a la vista de
tales atribuciones, porque la realidad es muy distinta, y su actuación está totalmente desdibujada para la importancia de aquellos cometidos, de forma que la
indefinición de sus funciones se ha perpetuado.
a) En cuanto a la fe pública, no existe, porque no se ejerce, pues todos
sabemos que las actuaciones procesales se desarrollan de forma muy distinta a
la que se refleja en la documentación; al igual que el Juez en cuanto a la inmediación, carecen del don de la ubicuidad, y ese encargado de dar fe, con
tanta frecuencia como el Juez, está ausente de los actos que acredita con su
firma.
Consecuencia: es frecuente la dejación de la función, generando el ambiente idóneo para otras disfunciones de los demás participantes en el proceso,
permitiendo al Juez desentenderse con el suficiente descontrol para posibilitar
corrupciones.
Ello, con independencia de que, y es una opinión que comparto, el concepto de fe pública ha dejado de ser un elemento actual para el control de la actividad, en que existen otros elementos de constancia diferentes de la escritura.
b) Dación de cuenta, en los plazos procesales que señala el art. 284 LOPJ
(el mismo día o el siguiente hábil); también se ha abandonado en manos de
305
Oficiales y Auxiliares, facilitando la posibilidad de condicionar resoluciones judiciales por la vía del abuso de confianza y de la deslealtad, así como la anteposición de unos escritos a otros… con la finalidad, en algunas ocasiones, de
beneficiar a una parte y obtener contraprestaciones.
c) Igualmente se produce con frecuencia el incumplimiento del art. 283
LOPJ que obliga a diligencias “constatando el día y hora la presentación” de
documentos perentorios, por la falta de control.
d) El control sobre el personal.
Si se patentiza el desorden en el funcionamiento de la oficina, si el incumplimiento de horarios está generalizado –a pesar del Acuerdo del Consejo
del Poder Judicial que entró en vigor el 1 de octubre de 1987, aunque recientemente, tanto el Ministerio como los correspondientes Departamentos de las
CC.AA. han tomado cartas en el asunto siquiera de una manera excesivamente
drástica –si el desarrollo de los cometidos del personal es incorrecto por las
delegaciones o atribución de excesivas competencias… es evidente que el delegante acaba perdiendo autoridad.
Ello, aparte de que esa jefatura está desdibujada por la dependencia del
Juez (“…sin perjuicio de la superior dirección de Jueces y Presidentes”, dice el
art. 475.2 LOPJ) y por la inexistencia de facultades sancionadoras o de posibilidades de incentivar.
e) Documentación.
Si es el conjunto de actividades dirigidas a la formación de documentos,
constituyendo la garantía formal de los actos del proceso y suponiendo una
constancia escrita de las actuaciones procesales para que puedan trascender a
otros Órganos Jurisdiccionales, a las partes y a terceros, si tales documentos
van referidos a actividad procesal realizada con intervención directa del Secretario, su no concurrencia supondrá una falsedad, que “se salva”:
a') Habilitando Oficiales.
Artículo 282 LOPJ en relación con el 8.1 y el 9 del R.O. Cuerpo Secretarios y 3.2. b R Cuerpo Oficiales, Auxiliares y Agentes.
b') Entendiendo que no todo debe ser documentado (por supuesto sí, las
pruebas y las vistas).
Otra cosa es cuestionar la necesidad de que sea precisamente el Secretario
quien tenga exclusivamente la documentación, porque la nueva Oficina Judicial o Secretaría, pide otras cosas y otras funciones y, sobre todo la dirección
del procedimiento (230 LOPJ “cualquiera medios técnicos de documentación
y reproducción…”) en relación con derecho a la prueba del 24.I CE), por lo
que, entiendo que esta función la podía ejercer un funcionario permanentemente habilitado, con posibilidades de utilización de estenotipia, cintas magnetofónicas…
Aquella dejación o imposibilidad suele taparse con la excusa del exceso de
trabajo. Lo cierto es que no se puede estar presente en cuatro o cinco pruebas
a la vez, es imposible atender la presentación de todos los escritos tomando
conocimiento de su contenido, pero si no se hace o se hace “otra cosa” se está
306
privando de razón de ser a una intervención, vaciándola de contenido… La
función crea el Órgano, por lo que la inactividad lo anquilosa.
Además, esas nuevas funciones atribuidas en la Ley Orgánica, y en las reformas de 1984 y 1992 junto con la descarga de obligaciones económico-fiscales de carácter más que dudosamente jurídico, iniciada con la desaparición
de las tasas, deben actuar de una vez como revulsivo para tomar el protagonismo al frente de la oficina y como director del proceso, o para reciclarse definitivamente, accediendo a la Judicatura a través de algún medio a estudiar, o si lo
prefieren, integrarse en profesiones análogas (como técnicos de la ACE).
En todo caso, la primera alternativa pasa por asumir el ejercicio correcto y
completo de las atribuciones y funciones que le competen.
Las últimas Jornadas de Santander y las mismas declaraciones de la Ministra de Justicia en orden a que los Secretarios pasaran a depender del Consejo
General del Poder Judicial deben servir de punto de partida para una reflexión
seria y acorporativa sobre su papel real en el procedimiento.
OFICIALES, AUXILIARES, AGENTES
Constituyen la base sobre la que descansa todo el trabajo material de la
Oficina Judicial. Según la dicción literal de la Ley Orgánica, junto con otros elementos personales, integran el personal al Servicio de la Administración de Justicia. En el Reglamento Orgánico aprobado por Real Decreto 2003/86, de 19 de
septiembre, se especifican las tareas, cometidos y funciones que les corresponden en los Juzgados y Tribunales. A grandes rasgos, puede afirmarse que:
a) Los Oficiales son un cuerpo de funcionarios que colaboran inmediatamente en la labor técnica del Secretario, realizando funciones de tramitación
mediante la redacción que se le encomienda de resoluciones, actas y diligencias, funciones de sustitución de Secretarios cuando no procede la sustitución
entre ellos y práctica de actos de comunicación.
b) Los Auxiliares aparecen como sustitutos del Oficial, y realizan por sí
tareas de Registro, ejecutivas no resolutorias y de comunicación procesal.
c) Los Agentes actúan con el carácter directo de agentes de la autoridad
especialmente en actos de ejecución, realizan actos de comunicación no encomendados a otros funcionarios, actúan en funciones determinadas como
Policía Judicial –quizá la “única” Policía Judicial en unión de la “Policía” de
vistas que ejerce el Juez o Tribunal– y ejercen tareas de vigilancia, porteo, custodia y otras análogas.
Pues bien, durante mucho tiempo las corruptelas y corrupciones han sido,
al menos en los Juzgados de gran volumen, la contraprestación, tolerada por
Jueces y Secretarios y facilitada por los profesionales, con la que se retribuía el
exceso de trabajo y responsabilidad que se descarga sobre el personal citado; a
ello colaboraba el incorrecto diseño de los Organismos judiciales, y por
307
supuesto el ejercicio por parte de ese personal auxiliar de funciones que corresponden a Jueces y Secretarios, con el pretexto de la acumulación de trabajo
–real en muchas ocasiones– o por simple incumplimiento de los responsables
reales, con lo que se permitían actuaciones como:
– Utilización de la dación de cuenta inadecuadamente o con parcialidad
para forzar una resolución determinada.
– Supuestos de resoluciones redactadas con abuso de las dificultades de
control por el Juez, encubriendo o realizando con ella alguna anomalía.
– Falta de seriedad en el control de plazos y trámites procesales.
– Alteración del orden en el despacho de asuntos concretos.
Todo ello con independencia de otras actuaciones incorrectas a que me
referiré al establecer un catálogo de disfunciones.
ABOGADOS
La función de defensa se ha potenciado tanto en la Constitución como en
las Leyes Orgánicas y procesales que en este punto la desarrollan. La Ley
Orgánica del Poder Judicial los trata en el libro VI, título 2.º, juntamente con
el Ministerio Fiscal, integrándolos entre “las demás personas e instituciones
que cooperan con la Administración de Justicia y de los que la auxilian”.
Por supuesto, intervienen ante los Juzgados y Tribunales y pueden influir
en la actuación de éstos, así como en las disfunciones que se producen en las
marchas de los mismos; no cabe ninguna duda de la importancia de su actuación, asumiendo la defensa de los intereses jurídicos del ciudadano con
connotaciones de rango constitucional, y cuya relevancia en un sistema político
como el nuestro es evidente.
Ahí está el artículo 8 del Estatuto General de la Abogacía de 1988: profesión libre e independiente e institución consagrada, en orden a la justicia, al
consejo, a la concordancia y a la defensa de derechos e intereses públicos y privados, mediante la aplicación de la ciencia y de la técnica jurídica. Surge así
una doble visión.
a) Como profesión: es un modus vivendi, una forma de ganarse la vida,
como cualquier otro sector de nuestra conocida sociedad de corte mercantilista, funcionando los despachos, en muchas ocasiones como empresas
sometidas a las reglas de la competencia en el mercado y con proyección hacia
la captación de clientes.
b) Misión en orden al imperio efectivo de la Ley y del Derecho, cuya actuación debe estar: presidida por la buena fe (437 LOPJ) con la obligación de
actuar con probidad, lealtad y veracidad (artículo 48 del Estatuto) gozando de
libertad e independencia sin otras limitaciones que las impuestas por la Ley
por las normas de la moral y la deontología (artículo 42 del Estatuto). Es
además “cooperador” en la función pública de administrar justicia (39 Estatu308
to).
Lo decisivo, aunque dificilísimo, en tanto que determinará el grado de disposición a actuar irregularmente, es determinar en qué medida se antepone el
interés crematístico que subyace en toda actuación profesional al interés jurídico, que nace de la misión que se le encomienda.
Las posibilidades de actuación irregular, son incontables: utilización incorrecta del proceso y sus normas, dilación en el cumplimiento de despachos, interposición dilatoria de recursos, con plena consciencia de la imposibilidad jurídica de que prosperen (por ejemplo, el gran número de apelaciones
declaradas desiertas), y por qué no decirlo, la realización indirecta de pagos de
cantidades indebidas, o la pasividad ante su exigencia, para obtener ventajas.
PROCURADORES
El Estatuto de 30 de julio de 1982 en su artículo II, ya les atribuía la condición de “colaboradores” de la Administración de Justicia estando obligados a
actuar “con profesionalidad, honradez y lealtad en la defensa de los intereses
de sus representados”, correspondiéndoles conforme a la Ley Orgánica del
Poder Judicial (artículo 438) la representación de las partes en todo tipo de
procesos salvo cuando la Ley autorice otra cosa.
Su protagonismo en el tema que nos ocupa, les viene del hecho de ser los
responsables de sufragar los gastos judiciales y extrajudiciales del proceso; han
sido los realizadores directos del pago de cantidades indebidas para obtener
ventajas del personal encargado de los asuntos judiciales.
Como ya enunciábamos al principio efecto lógico de las disfunciones, son
los supuestos de corrupción: popularmente, en nuestro ámbito, es el cobro indebido de cantidades de dinero a la obtención de beneficios ilícitos por parte
de un funcionario, como retribución o contraprestación a la realización de funciones que debiera realizar gratuitamente por razón de su cargo, o para la obtención de ventajas o privilegios irregulares o contrarios a la legalidad.
Elementos pues son:
1) Intervención dinero (amplio; puede ser un jamón).
2) Beneficio ilícito.
3) Irregularidad cometida.
4) Dos sujetos (bilateral).
– Funcionario corrupto.
– Tercero corruptor.
Dentro de esa corrupción hay que incluir la actitud del superior que tolera
pasivamente la actuación irregular, aunque aparentemente no le reporte un
beneficio inmediato; entiendo que sólo “aparentemente” puesto que la delegación excesiva de funciones en quienes después actúan con deslealtad y persiguen beneficios extras, supone el beneficio de ese incumplimiento porque en
309
definitiva, la pagan por algo que no hace.
Analicemos algunas de las actuaciones concretas, aunque la realidad diaria
ofrece un abanico de irregularidades correlativo a la imaginación de sus autores; en tales actuaciones concretas pueden mediar pagos y cobros indebidos.
A) EN EL ÁMBITO CIVIL
1.ª Reparto
La parte puede tener un especial interés en que un procedimiento concreto
pueda corresponder a un Órgano determinado, por conocer su criterio o por si
mayor accesibilidad con algún funcionario del que espera un trato de favor.
Tiende claramente a reducirse tal posibilidad, por los actuales sistemas de
reparto, singularmente en las grandes poblaciones y facilitado por la informática. Pero es notorio que han existido ofrecimientos y exigencias para alterar el
orden normal de asuntos o de su prestación; la Ley Orgánica del Poder Judicial en su artículo 167 va referida a las normas de reparto que se aprobarán por
las Salas de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia a propuesta de la Junta
de Jueces “donde hubiese dos o más Juzgados del mismo orden jurisdiccional”, cuyo reparto se realizará bajo la supervisión del Juez Decano, asistido
por un Secretario y “le corresponderá a aquél resolver con carácter gubernativo interno las cuestiones que se planteen y corregir las irregularidades que
puedan producirse, adoptando las medidas necesarias y promoviendo en su
caso, la exigencia de las responsabilidades que procedan”.
No era ajena a la mente del Legislador la posibilidad de manipulación del
reparto: debe realizarlo el Juez Decano asistido de un Secretario, por tanto, no
dos Secretarios o no personal auxiliar.
Las posibilidades de irregularidad vienen posibilitadas, muchas veces, por
el acceso de los profesionales a los libros correspondientes, de los que obtienen
el conocimiento necesario para poder pretender inferir en el turno.
Evidentemente en esta materia, la informática ofrece posibilidades para
efectuar repartos aleatorios e igualitarios, entre los diversos órganos.
Y está claro que el perfeccionamiento se logra mediante una separación
efectiva con la oficina encargada de la recepción de documentos, y realizándose el reparto en audiencia pública, con Juez y Secretario, mediante sistemas
aleatorios, lo que además posibilita la informática, como se ha dicho.
2.º Agilización o retraso provocados en el trámite
Cuando con la reforma de 1984 se impuso la improrrogabilidad de todos
los plazos, era consecuencia de la formulación constitucional del derecho a un
proceso sin dilaciones indebidas; sin embargo, en la práctica, esa improrroga310
bilidad parece afectar a los justiciables, pero no a los Juzgados.
La lentitud, derivada de la frecuentemente excesiva carga laboral y del
cumplimiento de los plazos, favorece la posibilidad de que se realicen ofrecimientos o se reclamen cantidades para anteponer un asunto a otro; o viceversa, para retener un procedimiento cuya resolución o ejecución perjudica a
quien está dispuesto a pagar; efectivamente, se detectan supuestos concretos:
– De extravío de asuntos.
– De extravío de exhortos y despachos civiles y penales.
– De lentitud en las publicaciones (singularmente en caso de procedimientos concursales).
– De desaparición de folios sumariales…
Esa situación intolerable exige un módulo de Juzgado, Tribunal y Oficina,
con establecimiento previo del número máximo de asuntos admisibles en los
que puedan cumplirse las normas y garantías procesales, con una racional
dotación y distribución de personal acompañada de otras medidas.
– Potenciación, de los programas de informatización (en el caso del País
Vasco será culminación).
– Diseño de dependencias con separación entre el área de trabajo y el área
destinada al público.
– Obligada utilización de aparatos fechadores y numeradores de los escritos.
– Mecanización del sistema de horarios, con la doble garantía de incumplimiento e imposibilidad de prolongar la jornada, así como posibilidad de
retribuir horas extraordinarias (lo que acaba de empezar a hacerse).
– Destinar funcionarios a la información del ciudadano.
Con ello también se evitará que la duración del proceso esté controlada por
las partes:
a) Frente al impulso oficial, la aportación de parte.
b) Las solicitudes de prórroga.
c) La pendencia del proceso de aportación de despachos, singularmente
exhortos de emplazamiento; o extraviados con resultado adverso para el portador.
d) Toda suerte de recursos de reposición y apelación en ambos efectos…
– Lo que impondría reconducir a las resoluciones límites todas las incidencias al momento de la sentencia.
3.º Embargos (Depósitos muebles, remociones)
Con independencia de que se impone una modificación en su práctica, por
vía de reforma legal, la falta de una alternativa eficiente –como no sean los
SCAC– a la situación creada por el llamado Decreto del autobús 210/85, incide agravándola en la lentitud e ineficacia a la hora de trabar bienes, y correlativamente ha aumentado la tendencia a ofrecer y exigir pagos ilegales a cambio
311
de embargos eficientes y rápidos.
Además, el retraso permite poner a buen recaudo sus bienes creando situaciones de insolvencia ficticia y dando lugar a que los restantes acreedores
–mejores pagadores– se adelanten la ejecución.
Las ventajas que “se pagan” suelen ser:
– Anteponer unos embargos a otros.
– Evitar determinadas trabas a los deudores, legalmente establecidas en interés de los ejecutantes.
– Forzar al deudor a acuerdos leoninos.
– Informar a los subasteros o “cuervos”.
Pienso que aquella modificación pasa: por la supresión de la busca previa
del artículo 1.443 de la LEC; por el establecimiento de servicios comunes
(SCAC, Reparto, Piezas de convicción, Subastas, Ejecutorias Civiles y Penales,…); creación de establecimientos adecuados para el depósito; por decretar los embargos por simple resolución judicial, con subsiguiente notificación
al interesado, con posibilidad de recurso, sustitución de bienes, afianzamiento
y liberación, etc.
4.º Subastas
Las posibilidades de irregularidades y corrupción son mayores y se complican con esa lacra que se llaman subasteros o cuervos. Semejante fauna, constituye un colectivo quasi-profesional, en ocasiones perfectamente organizados y
únicos leedores ávidos del “Boletín Oficial correspondiente”, que se dedican
habitualmente a la adquisición de bienes en ventas judiciales, con alteración en
lo posible a la baja del precio de los mismos, cosa que suelen conseguir mediante la coacción sobre licitadores no profesionales, mediante la puja y posterior quiebra de la subasta cuando conviene, mediante acuerdos con los profesionales intervinientes y, cómo no, por medio de connivencias con algún funcionario que celebraba la subasta que “rara” vez eran Juez y Secretario.
Cuáles son las actitudes que pueden favorecerlo:
– Impuntualidades en la celebración.
– Ocultaciones de las subastas para impedir acceso libre.
– Falsas indicaciones de suspensión a los licitadores cuya participación no
interesa.
– Desincronización de subastas simultáneas.
Qué se consigue con todo ello; la depreciación de lo subastado en perjuicio
del demandado en el proceso y con beneficio para la otra parte o para el subastero que normalmente paga por ello.
La subasta es un sistema de venta de bienes caro, lento e injusto. Caro, por
la publicación de edictos sin garantizar una publicidad real (máxime cuando la
sociedad española aún conserva uno de los índices más bajos de lectura de periódicos); es injusto, porque crea ese cuadro kafkiano de la plaga de cuervos o
312
subasteros, que con artes generalmente heterodoxas y muchísimas delictivas,
hacen ineficaz cualquier subasta a poco que lo pretendan, y que suelen acudir
solos o con “hombres de paja”, insolventes, que actúan por ellos.
De ahí que se impongan las modificaciones de tipo legal, y fue bienintencionada la reforma de 1984 en cuanto a la subida de las cantidades a consignar
o la aparición de las posturas por escrito; ahora bien, o bien todas las posturas
son escritas o bien se realiza la venta a través de fedatario, corredor de fincas
o profesional, sistema más conforme con los principios de economía de mercado y el que utiliza cualquiera cuando quiere vender algo y obtener el mejor
precio.
Por supuesto, introducir la oficialidad en el trámite de ejecución una vez
pedida ésta (que en mi opinión ya está), al igual que en laboral.
De mantenerse la subasta, variar el sistema de publicidad olvidando el
“B.O.” correspondiente.
La reforma de 1992 (RURU) ha de considerarse positiva en cuanto descarga a los Jueces de tareas no estrictamente jurisdiccionales; y así:
1. El acto del remate será presidido por el Secretario –presidencia pues, no
delegada ni habilitada, sino facultad propia– y su testimonio es título bastante
para su inscripción en el Registro de la Propiedad. Por tanto, dicho presidente,
también la documentará, sin perjuicio de que sólo el Juez podrá dictar el Auto
de aprobación del remate, lo que me parece absurdo máxime cuando quiebra
el principio de inmediación.
2. Para evitar prácticas abusivas, sólo el ejecutante puede hacer postura “a
calidad de ceder el remate a tercero”. Es curioso cómo esto no ha pasado también a la L.H. por lo que aún se regulan dos tipos de subasta: las hipotecarias y
las otras.
3. Sólo cabe realizar las consignaciones para la subasta en la entidad financiera destinada al efecto.
Todo ello va indicando una vez más que se impone un servicio común para
la celebración de subastas, con previa determinación de días y horas, con publicidad y con ocasión estricta de la puntualidad.
Aunque me gustaría que desapareciera la subasta como medio de liquidación o al menos como medio único.
De pasada sólo aludir a la ineficacia de los sistemas de ejecución tanto singular (por el largo camino de la realización de los bienes embargados) como
universal, ésta desfasada y desafortunada, que parece estar más pensada en
beneficio del deudor que de los acreedores.
5.º) Peritajes
La valoración de los bienes embargados determina el precio a efectos de la
eventual subasta, por lo que las posibles irregularidades repercutirán un perjuicio económico del deudor y enriquecimiento del acreedor o de los “cuer313
vos”. Máxime cuando en muchos casos se realiza a espaldas del demandado.
Con mayor razón, en penal, donde la valoración puede ser decisiva para
calificar la infracción y por supuesto para imponer la pena o determinar la responsabilidad civil.
Sin embargo, las valoraciones se efectúan “sin perjuicio de tenerlos” a la
vista, sin intervención del Juez o Fiscal para pedir aclaraciones.
Es evidente que es necesario que se reserve al Juez el nombramiento y en
todo caso el servicio fijo.
– Merecen especial atención los sistemas de designación de Interventores
en Suspensión de Pagos, que en algunos lugares siempre son los mismos (recuérdese los casos de Barcelona, Madrid).
6.º) Salidas y gastos de locomoción
Desaparecida la posibilidad de que tales actos produjeran una remuneración al funcionario extra, con cargo a la parte no favorecida por el beneficio de justicia gratuita merced a la D. 4.ª del Decreto de Tasas; después
aparece el no menos famoso Decreto del Autobús 210/1985, que en principio
aparece más como un producto visceral y represivo que como fruto de la planificación, y cuya normativa no ha solucionado el problema ni ofrecido alternativas eficientes, aparte de haber eliminado los aspectos positivos que podían existir en la situación anterior, por suprimir indiscriminadamente en vez de
reprimir y perseguir el fraude.
Los Servicios Comunes donde los hay, han supuesto una indudable
racionalización de las diligencias “de calle” (notificaciones en sentido amplio,
embargos, lanzamientos, remociones…) al concentrarse en dicho servicio las
salidas que en otro caso debía ser efectuado por el Órgano Judicial que las
generaba, independientemente de su lugar de realización, lo que suponía un
evidente despilfarro de medios personales y materiales.
Pero donde no los hay aún, aquella situación produjo la desmoralización e
injusta consecuencia de que el mayor perjudicado es el funcionario que antes
actuó correctamente y también ahora; dándose la paradoja de que parecen
mejor vistos los Juzgados en que las diligencias se cobran como si nada hubiera
pasado, pues en ellos no hay horario y los profesionales están encantados,
máxime cuando el correo certificado CAR está resultando ineficaz y los Juzgados de Paz no están capacitados para atender el aumento de trabajo y competencia que conlleva la actual regulación del auxilio judicial en la LEC y la normativa sobre salidas; y aún se habla de picaresca con las cantidades que el correspondiente Organismo (Ministerio o Consejería) dedique a la locomoción.
7.º) Corruptelas en la tramitación
314
En gran medida, durante el mandato del Consejo anterior se adoptaron
medidas para erradicar las “astillas” como gratificación de la eficacia. Entendidas por supuesto en un sentido muy amplio: desde la entrega de dinero, hasta
los amiguismos o el compañerismo mal entendido, las palmaditas, con más estima por el huevo que por el fuero. Recordemos que es español aquel refrán
que dice “hecha la ley, hecha la trampa”.
Todo se traduce en tolerancia en los plazos, información al profesional de
criterio del Juez, indicación de ilegalidad o error para su subsanación por la
parte, documentación incorrecta que encubre la real ausencia de profesionales
en diligencias cuya presencia se exige.
Para suprimir esas prácticas, que además han estado perfectamente
tasadas, impone la inmediación y la correcta ordenación de la Oficina Judicial.
Insisto en señalar la actual obsoleta e inadecuada distribución material de las
dependencias judiciales: falta un lugar adecuado para la atención al público
entre el que debiera colocarse al mismo profesional, de forma que se impidiera
el acceso directo a los despachos y el contacto innecesario y obstaculizador con
el trabajo.
B) EN EL PROCESO PENAL
Las disfunciones y corrupciones están íntimamente relacionadas con:
– Las medidas cautelares personales (prisión provisional y libertad provisional), fianzas…; en ese sentido debe calificarse como positiva la reforma de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal que, aprovechando que el Pisuerga pasaba
por Valladolid, fue introducida en la ley del Jurado, para evitar no pocos excesos, en materia de prisión provisional.
– Las actuaciones en ejecución de sentencia.
– El aseguramiento de las responsabilidades civiles derivadas del delito.
– E incluso, no pocas veces, con el reparto.
1) Íntimamente relacionada con el ejercicio de la dación de cuenta y de la
falta de lealtad o del abuso de confianza, está la posibilidad de percibir dinero
a cambio de incidir indirecta en una resolución del Juez que afecta a la
situación personal de los implicados.
2) En ejecución: se constatan corruptelas en la retirada de permisos de
conducir, demoras o favoritismos sobre la base del extravío de despachos, retrasos en los trámites, declaraciones indebidas de insolvencia, con prueba prácticamente inexistente.
3) Gratificaciones sobre la base de dar información sobre el estado de los
procedimientos penales, permitir el examen indebido de diligencias o facilitar
copias de las actuaciones o por extraviar despachos y, en definitiva, por retrasar o dificultar la efectividad del proceso.
Y menos mal que existe una clara tendencia a separar los Organismos Judiciales todo lo relativo al cobro de cantidades, iniciada con la suspensión de
315
tasas y reintegros de papel.
A todo ello ha de añadirse la complejidad del sistema de dación de cuentas
y la gran cantidad de datos y requisitos en cuanto al dinero destinado a gastos
propios de la oficina, de locomoción, suministros, autopsias, mantenimiento…
y similar, con posibilidades de alteración de facturas, que en ocasiones no son
más que la posibilidad de traspasar sumas de un concepto presupuestario a
otro, pero que imponen la sustitución del sistema. Cuestiones algo paliadas
con las Gerencias o la asunción de competencias por las CC.AA.
Pero es que además en la justicia en general se da un fenómeno curioso y a
veces dramático; la capacidad de un sistema legal no se mide sólo por su capacidad disuasoria (prevención general y especial), potencial o comprobada, sino
por el grado real de satisfacción de las diversas espectativas que el delito como
problema social genera. Es notorio en este sentido, el elevado índice de desconfianza que sienten los ciudadanos hacia los operadores del sistema legal (véanse
sino las encuestas); correlativamente es patente la falta de “colaboración” de la
víctima (ausencia de denuncias), claramente justificadas por la desconfianza en
la justicia, los sentimientos de indefensión, la impotencia, a veces el miedo a
represalias del propio delincuente… máxime cuando se patentiza una cierta lejanía e incomunicación del sistema judicial, del propio lenguaje judicial, de sus
propios modos y formas de actuación (legalizada, técnica, formalista) respecto
del ciudadano; y más concretamente, las vivencias de la víctima-testigo a su
paso por las distintas fases del proceso (ante policías, jueces de instrucción, abogados, fiscales, jueces o tribunales sentenciadores,…); constata que se siente
maltratado, a pesar de ser consciente de la importancia de su colaboración, y
constata que no recibe un trato equitativo que compense los perjuicios y molestias de todo tipo que dicha colaboración le ocasionan. Cuando lo que ha de
hacerse es fomentar esa cooperación, concienciando a todos los que intervienen
en un proceso penal, ponderando los perjuicios derivados de su colaboración
(económicos, laborales, familiares), informándoles de las vicisitudes del proceso
(singularmente el significado de ritos y ceremonias procesales) máxime cuando
la participación de la víctima en el proceso penal es un derecho.
En este sentido es de destacar la ley de protección de testigos y peritos, que
frecuentemente, por desgracia, utilizamos en el País Vasco.
Nos encontramos pues:
Con la falta de una adecuada racionalización del servicio, es decir, de una
adecuada estructura de medios materiales y personales que posibilite al Juez su
actividad técnica de juzgar, originada por la inexistencia de un cuerpo único
de funcionarios y por una “responsabilidad” o autoridad compartida a través
de distintos Órganos (Ministerio, Consejo, CC.AA. en supuestos de transferencia) sin órganos coordinación (que lleva a situación de complejidad de unos
territorios a otros).
Con que exista una pésima organización, que posibilita disfunciones y, con
unas disfunciones que crean el caldo de cultivo para las corrupciones.
– La última proposición impone:
316
a) Facilitar la denuncia de tales conductas, como por ejemplo, mediante la
introducción de una excusa absolutoria para favorecer la denuncia.
b) Promover iniciaciones de oficio por simples indicios o rumores generalizados.
c) Ciertamente existe dificultad en cuanto a la tipificación penal, acudiéndose a ese cajón de sastre que es el cohecho, pero pensemos que es un delito
bilateral: activo y pasivo, arma de uno que da contra el otro que recibe o viceversa, con todas las consecuencias sobre la dificultad de prueba; pero la imaginación puede llevarnos a otros tipos.
– Artículo 390, conforme a la redacción dada por LO 9/91, de 22 de marzo,
ó 426 del Nuevo CP (cohecho).
– Artículo 402, exacciones legales (“exigir mayores derechos…”) o el
nuevo 437.
Debe llamarse la atención sobre las escandalosas filtraciones a la prensa
que a veces conducen a perjuicios irreparables para los afectados, que en su
día impusieron la ley del silencio por parte del anterior Consejo, que no sirvió
de mucho y que incluso puede tener una respuesta penal o disciplinaria.
No hay que olvidar que el discurso del Juez, respecto de su trabajo, debe
estar exclusivamente en el proceso, sin perjuicio de las amables invitaciones
que ocasionalmente pueda recibir, para dar conferencias como la presente, que
exigen mucho, quizá demasiado, de benevolencia y comprensión por los asistentes.
Asimismo resulta altamente positivo la introducción en el nuevo Código
Penal de tipos penales que protegen derechos fundamentales procesales.
En resumen, la organización y el desorden en la actual Oficina Judicial es
incompatible con la concepción de la Administración de Justicia como servicio
público.
– De un lado, se constata la falta de cumplimiento de garantías procesales
básicas, como la inmediación, publicidad, documentación.
– De otro, el resto de las carencias antes enumeradas; falta de control en el
cumplimiento de los horarios, paliada con las nuevas normativas, inexistencia
de módulos de Oficina Judicial con una composición equilibrada entre los
componentes y el número de asuntos, inadecuada distribución de trabajo, falta
de criterios de selección de personal, anarquía en cuanto a la atención directa
al público, ausencia de una verdadera jefatura personal con un sistema operativo de correcciones y sanciones disciplinarias inmediatas, falta de incentivos estimuladores de la profesionalidad y productividad, falta de racionalización en
el aprovechamiento de recursos humanos y materiales…
Consecuencias: ineficacia de la Administración de Justicia de cara al ciudadano que da lugar al recelo y falta de confianza de éste, y a la desvinculación
entre la realidad social y los mecanismos encargados de la aplicación de la legalidad, olvidando con frecuencia que ese ciudadano busca soluciones prácticas. El impulso democrático que representó la Constitución, generó en la so317
ciedad española unas expectativas no exentas de ansiedad, fraguadas sobre la
base de los nuevos conceptos de participación ciudadana, igualdad, efectividad
de derechos y libertades, control y garantía para el ejercicio de éstos. Se inició
una progresiva concienciación paralela a la reivindicación que se proyectaba en
el ámbito de los Órganos Judiciales y todo hacía presumir una justicia como
servicio público.
Se ha profundizado, no sin esfuerzo, en el aspecto cuantitativo, pero no
todo es crear Órganos –que en ocasiones es multiplicar el problema– o mayor
número de Jueces –que por supuesto es necesario, pero que da la impresión
de una gran cabeza con un cuerpo raquítico: carente de operatividad– pero
sigue sin existir una visión global de la función política de la Administración
de Justicia, si se sigue manteniendo, como se ha hecho, la división de funciones
arcaicas de la anterior Oficina Judicial y la concepción del Juez como amo y
señor de su Juzgado.
Detalles como la utilización de la lengua autóctona deben sensibilizar al
servicio, la lengua ha de ser la del usuario; y la normalización del uso en la Administración de Justicia, en gran medida, está en manos del Juez, que no debe
olvidar que la lengua es la expresión profunda, íntima del ser, de la familia, de
la sociedad y que, por ello, es algo que no se puede obstaculizar y desconocer.
Muchas veces el ciudadano se retrae al hecho de hacer servir la lengua que más
domina o aquella que prefiere, dado que lo único que oye en los órganos judiciales es el castellano, a veces con algunas retales bilingües y a veces a que no
quiere causar problemas ante situaciones litigiosas en que sus derechos están
en juego. Pero cuando un funcionario le habla en valenciano, catalán, euskera
o gallego, lo agradece profundamente, y reduce las distancias.
Reitero que para mí no ofrece duda que son clarísima y contundente mayoría los casos de Jueces, Secretarios, Fiscales, Oficiales, Auxiliares y Agentes
que no sólo cumplen su cometido, sino que exceden con creces en la que sería
su obligación, con una actitud voluntaria de salvar personalmente el caos o por
simple convencimiento ético de la importancia de su misión; pero ha pasado el
tiempo de los héroes, y la sociedad es distinta. Precisamente la justicia efectiva
del artículo 24 de la CE ha de ser la capacidad de la Administración de Justicia
para resolver todos los litigios que se produzcan en la sociedad como consecuencia del ejercicio de los derechos y deberes de todos los ciudadanos; y ha
de tratarse de eliminar su recelo, conseguido las más de las veces por experiencias traumáticas a su paso ante los Tribunales a quienes considera como algo
opaco, alejado de ellos que funciona a partir de unos recursos arcaicos cuya
puesta en marcha y funcionamiento desconoce, porque desde la perspectiva
democrática, ningún poder del Estado debe quedar aislado y alejado de los
ciudadanos. Por eso, para que no queden en vacíos, las formulaciones constitucionales (Juez natural, proceso sin dilaciones indebidas, principio acusatorio,
derecho de defensa, inmediación, contradicción, oralidad, publicidad…) exigen, para ser reales, que se concreten de una forma de hacerlos posibles.
318
Sin embargo, la actual organización está basada en criterios de rutina y
conservadurismo, con un entorno humano poco receptivo a aceptar modificaciones sustanciales en su sistema de trabajo, porque conlleva incomodidad y
esfuerzo y falta de una adecuada cultura que transmita motivación. Persiste el
modelo de 1870 a pesar del cambio del contexto social, de las reformas legislativas, de los nuevos medios; sólo se tiene en cuenta al Juez y al Secretario, pues
todos los demás participan con autorización, delegación, o en nombre de ellos,
sin contemplar distribuciones de esfuerzos, cargas de trabajo, operatividad,
atención a imprevistos, sistema de incentivos, control de la productividad de
los distintos componentes, etc…
Si esa organización, tan alejada de la realidad funciona es por cierto grado
de tolerancia y una buena disposición. De ahí que sea precisa una reforma en
la que intervengamos todos, con lo que cada colectivo mejorará su autoestima
profesional.
Para terminar, sólo aludir a la paradoja, puesta de manifiesto por el anterior presidente del Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial,
consistente en calificar de ineficaz a la justicia y a la vez, denunciarse una excesiva judicialización de la vida cotidiana (como lo demuestra el aumento espectacular de los asuntos ante los Tribunales de Justicia). No es precisamente desconfianza en la justicia lo que trasluce esa realidad; están esperando algo de
todos nosotros. Démosles una solución, porque la tiene.
319
GLORIA CALDERÓN
SANTIAGO DEXEUS
Departamento de Obstetricia y Ginecología
Instituto Universitario Dexeus
EL FUTURO
DE LAS
TÉCNICAS
DE
FECUNDACIÓN
ASISTIDA
EL FUTURO DE LAS TÉCNICAS DE
FECUNDACIÓN ASISTIDA
Gloria Calderón y Santiago Dexeus
Instituto Universitario Dexeus (Barcelona)
A esterilidad, definida como la imposibilidad de concebir después de un
año de relaciones sexuales regulares sin protección, afecta a un 13 % de
las parejas en edad reproductora. En un 20 % de estos casos, la esterilidad es
debida al varón y en un 26 % a la combinación del factor femenino y masculino (Comhaire y col. 1987).
Gracias a las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) este 13 % de parejas estériles tienen la posibilidad de tratar su problema y concebir.
Actualmente, las TRA ofrecen un gran abanico de posibilidades para el
tratamiento de la mayoría de las causas de esterilidad. Gracias al interés desarrollado actualmente por los laboratorios farmacéuticos en el campo de la esterilidad, existen diversidad de tratamientos inductores de la ovulación que se
han convertido en la herramienta básica para el tratamiento de la esterilidad.
Fue en 1979 cuando se consiguió en España el primer embarazo mediante
inseminación artificial con semen de donante. La inseminación artificial es una
de las TRA más utilizada hasta el momento. Consiste en una inducción suave
de la ovulación y una vez producida, se deposita el semen de la pareja o del donante en la vagina de la mujer.
En 1982 se empezaron a utilizar en España las Técnicas de Fecundación
“in vitro” (FIV), consiguiéndose el primer nacimiento el 12 de julio de 1984
en el Instituto Universitario Dexeus. La FIV, popularmente conocida como
“Bebés probeta”, se desarrolló para intentar solucionar las esterilidades de
causa tubárica. Actualmente se ha convertido en la TRA más utilizada para
solucionar cualquier causa de esterilidad, ya que es el tratamiento que ofrece
más posibilidades de embarazo (25-30 %) en un solo ciclo de tratamiento. La
FIV consiste básicamente en la unión de los gametos femenino y masculino en
el laboratorio seguida de la transferencia de embriones al útero de la mujer. En
un ciclo de FIV se administra a la mujer un tratamiento hormonal con el fin de
conseguir un desarrollo folicular múltiple en ambos ovarios. La inducción
de la ovulación debe ser controlada diariamente mediante determinaciones de
17β estradiol plasmático y ecografía folicular para de esta forma, poder admin-
L
323
istrar la dosis hormonal justa. Llegado el momento, se desencadenará la ovulación, de forma controlada, para poder recuperar los ovocitos directamente
del ovario mediante punción-aspiración folicular guiada por ecografía
transvaginal. Los líquidos foliculares aspirados se revisarán en el laboratorio de
FIV para la localización de los ovocitos. Una vez identificados los ovocitos, se
pondrán a madurar en medios de cultivo especiales para el cultivo de gametos,
en un incubador que mantiene unas condiciones estables de 37 °C de temperatura, un 5 % de CO2 en aire y una humedad del 95 %. Mientras tanto el varón
deberá obtener una muestra de semen por masturbación. Esta muestra de
semen será procesada en el laboratorio de FIV para obtener los espermatozoides móviles. Transcurrido el periodo de maduración in vitro de los ovocitos, se procederá a la inseminación con 100.000 espermatozoides móviles por
ovocito. Transcurridas 18-20 horas de la inseminación se procederá a la liberación de los ovocitos de los restos de las células del cúmulo ooforo y corona
radiata que hayan quedado adheridas a la membrana ovocitaria para poder visualizar los signos de fecundación. Se considera que un ovocito ha sido fecundado por un espermatozoide cuando se visualizan en el interior del citoplasma
del ovocito 2 pronúcleos, uno correspondiente al material cromosómico aportado por el varón y el otro al aportado por la mujer. Transcurridas 24 horas
más de cultivo de estos zigotos, se procederá a la transferencia al útero, vía
vaginal, de tres o cuatro embriones. A los 12 días de la transferencia, se realizará una prueba de embarazo y en caso de ser positiva, a las 6 semanas de
amenorrea se realizará la primera ecografía confirmativa del embarazo evolutivo.
Debido a la utilización de tratamientos inductores de la ovulación, frecuentemente una misma pareja dispone de 8 ó 10 embriones. Debido a que las
máximas posibilidades de embarazo único, se consiguen con la transferencia
de un máximo de cuatro embriones, se pusieron a punto las técnicas de congelación-descongelación de embriones humanos. Gracias a ellas, se pueden
conservar los embriones supernumerarios congelados en nitrógeno líquido (–
196 °C), para posteriores transferencias en caso de que no se haya conseguido
el embarazo con la transferencia de los embriones obtenidos en el ciclo de
FIV.
Gracias también al avance experimentado en los tratamientos hormonales,
hoy por hoy es posible que una mujer sin ovarios pueda quedar embarazada y
dar a luz un niño sano. Esta técnica se conoce como Donación de ovocitos.
Para poder realizar un ciclo de donación se precisa de una mujer que done sus
ovocitos a la receptora. Estos ovocitos serán inseminados en el laboratorio de
FIV y posteriormente se realizará la transferencia de embriones al útero de la
receptora. La receptora será sometida a un tratamiento hormonal que simula
las condiciones necesarias para el embarazo, permitiendo de este modo la implantación de los embriones en el útero y el desarrollo normal del embarazo.
En el caso de que la mujer no tenga útero, también podrá ser madre mediante el “alquiler de útero”. Será otra mujer a la que se le transfieran los embri324
ones obtenidos en el laboratorio de FIV de la pareja que precisa del útero,
lleve el embarazo y dé a luz el niño que genéticamente no será hijo suyo. Debemos recordar que este procedimiento está prohibido por la ley española que
regula las TRA.
Fue a mediados de la década de los 80 cuando empezaron a proliferar los
estudios en el desarrollo de las Técnicas de Micromanipulación para facilitar el
proceso de fecundación entre los gametos. El resultado de ellos ha sido un
gran avance en la comprensión de los mecanismos de fecundación y el desarrollo de varias Técnicas de Fecundación Asistida (TFA) que, hoy por hoy, se
han convertido en la herramienta básica para el tratamiento del factor masculino. Hasta ese momento, los resultados obtenidos mediante FIV en el
tratamiento del varón estéril fueron muy desalentadores, optando la mayoría
de las parejas por la inseminación artificial con semen de donante o bien por la
adopción. Fue en 1992 cuando Palermo y col. presentaron sus primeros resultados con la microinyección de un solo espermatozoide en el citoplasma del
ovocito (ICSI), publicando una tasa de fecundación del 81 % y una tasa de
embarazo del 50 % en una serie de 8 parejas tratadas. En 1993 Van
Steirteghem y col. ampliaron la serie, confirmando los resultados.
La puesta a punto del ICSI en la especie humana, ha revolucionado la Andrología ya que cualquier muestra de semen puede ser tratada mediante FIVICSI ofreciendo excelentes resultados. En 1994 Tournaye y col. y Devroey
y col., demostraron también la efectividad del ICSI en el tratamiento de las
azoospermias obstructivas y secretoras al publicar tasas de fecundación y embarazo con espermatozoides recuperados del epidídimo y del tejido testicular
muy similares a las obtenidas con espermatozoides eyaculados.
Todo lo anteriormente expuesto, pone de manifiesto el gran avance que ha
supuesto el ICSI en el tratamiento del factor masculino. Mediante ICSI, todas
las barreras naturales que debe pasar el espermatozoide para penetrar el ovocito desaparecen junto con la selección biológica del proceso de fusión de gametos. Por lo tanto cualquier tipo de espermatozoide puede ser microinyectado,
consiguiéndose la activación del ovocito, formación de pronúcleos y posterior
desarrollo embrionario normal.
Gracias también al avance experimentado en las técnicas de micromanipulación y de genética molecular, al principio de la década de los noventa, se
pusieron a punto las Técnicas de diagnóstico preimpantacional (PGD). El
PGD representa hoy en día una alternativa al diagnóstico prenatal (Handyside
y col. 1990, Grifo y col. 1992). Hasta ahora la única posibilidad de evitar el
nacimiento de descendencia afecta de enfermedades genéticas, de anomalías
cromosómicas o de malformaciones congénitas era la realización de un diagnóstico prenatal mediante amniocentesis o biopsia de corion. En caso de que el
feto esté afecto existe la posibilidad en numerosos países, entre ellos el estado
español, de llevar a cabo una interrupción voluntaria del embarazo. El PGD
permite en cambio la transferencia al útero de embriones sanos que posibilitan
un embarazo con nacimiento de descendencia normal. Los primeros embarazos tras diagnóstico preimplantacional se obtuvieron en 1990 por Handyside y
325
col. y realizaron el sexado de embriones preimplantacionales a través de la amplificación de una secuencia específica del cromosoma Y.
Para ser eficaz, esta técnica debe ser lo suficientemente específica y sensible
como para obtener información de uno o dos blastómeros de cada embrión.
Los embriones biopsiados no deben perder vitalidad ni capacidad de desarrollo. Por otra parte, es importante disponer del diagnóstico en el tiempo necesario para evitar tener que criopreservar los embriones con la pérdida que ello
puede suponer.
El PGD está indicado en parejas portadoras de alteraciones cromosómicas
ligadas al sexo, autosómicas dominantes o recesivas o de traslocaciones. El estadio más adecuado para realizar una biopsia embrionaria es el de 6-8 células a
pesar de que, en algunos casos puede ya existir un cierto grado de compactación en el embrión que puede dificultar el procedimiento. El diagnóstico
genético del embrión puede ser establecido de dos formas distintas:
– Análisis a nivel génico a través de técnicas de biología molecular concretamente gracias a la aplicación de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
(Strom y col. 1991) que permite amplificar y poner de manifiesto secuencias de
DNA.
– Análisis citogenético de las células biopsiadas mediante técnicas citogenéticas clásicas (Tarkowski y col. 1966, Santaló y col. 1985) que permiten la
visualización directa de los cromosomas y la aplicación de técnicas de bandas
(Benet y col. 1986) para análisis de anomalías estructurales en caso de obtener
preparaciones de calidad suficiente o mediante técnicas de hibridación in situ
por fluorescencia (FISH) (Munné y col. 1993) que utiliza sondas que ponen de
manifiesto distintos cromosomas al reconocer fragmentos específicos de los
mismos.
Debemos recordar que en 1988 fue aprobada por el parlamento español la
Ley que regula la utilización de las Técnicas de Reproducción Asistida quedando prohibida la utilización de estas técnicas a no ser que haya una indicación
médica.
Hoy en día también podemos hablar del diagnóstico genético preconcepcional. Este diagnóstico se realiza mediante la biopsia y análisis genético del
primer corpúsculo polar y tan sólo es aplicable cuando es la madre la portadora de defectos genéticos. La ventaja de este tipo de diagnóstico frente al PGD
es que el diagnóstico se establece en el corpúsculo polar y por lo tanto en el
ovocito antes de que se produzca la fecundación. En caso de anomalía, lo que
se elimina es un gameto y no un embrión con las implicaciones éticas que ello
conlleva.
Todas las TRA expuestas anteriormente forman parte de la rutina diaria de
cualquier equipo médico y biológico implicado en reproducción humana y
también forman parte de la realidad diaria de la pareja estéril.
El futuro de las TRA desde el punto de vista biológico, no tiene límites. Los
límites vienen impuestos por las leyes que regulan su utilización y por lo tanto
es la sociedad la que establece los límites. Los científicos tenemos el deber de
326
seguir experimentando para lograr avances científicos de los que se beneficiará
la sociedad. Tanto en el modelo animal como en el vegetal, se han realizado infinidad de experimentos con el fin de obtener beneficios directos sobre la especie humana. Este es el caso de la Partición de Embriones realizado frecuentemente en la especie bovina. La partición de embriones consiste en separar los blastómeros de un embrión cuando éste se encuentra en estadio de 2-4
células. Debido a la totipontencialidad que poseen las células embrionarias en
estadios tempranos, de cada una de estas células que formaban un solo embrión se pueden obtener varios embriones genéticamente idénticos al ser transferidos a madres adoptivas. Con la partición de embriones se consigue aumentar el número de ejemplares de una determinada raza.
La Clonación se ha aplicado con éxito en ratones, obteniendo descendencia sana después de transferir a madres adoptivas embriones conseguidos tras
la introducción en los ovocitos previamente enucleados, el núcleo de una célula somática (2n). Mediante la Transgenia (transferencia de material genético de
una célula a otra), se consiguen individuos transgénicos o quimeras cuya ventaja será la producción de un determinado producto necesario para la especie
humana con un menor coste.
Todas estas técnicas citadas anteriormente, han sido puestas a punto en
distintas especies animales y no siempre con éxito debido a la complejidad de
las mismas. No hay que olvidar que la puesta a punto de estas técnicas en la especie humana no se ha planteado todavía debido principalmente a razones éticas y morales.
BIBLIOGRAFÍA
1. COMHAIRE, F. H. (1987): “Simple model and empirical method for the estimation of spontaneous pregnancies in couples consulting for infertility”. Int. J. Androl., 10: 671-680.
2. PALERMO, G., JORIS, H., DEVROEY, P., VAN STEIRTEGHEM, A. C. (1992 b): “Pregnancies after
intracytoplasmic injection of a single spermatozoon into an oocyte”. Lancet, 340: 17-18.
3. VAN STEIRTEGHEM, A. C., NAGY, Z., JORIS, H., LIU, J., STAESSEN, C., SMITZ, J., WISANTO, A.,
DEVROEY, P. (1993 b): “High fertilization and implantation rates after intracytoplasmic sperm
injection”. Hum. Reprod., 8: 1061-1066.
4. TOURNAYE, H., DEVROEY, P., LIU, J., NAGY, Z., LISSENS, W., VAN STEIRTEGHEM, A. C. (1994):
“Microsurgical epididymal sperm aspiration and intracytoplasmic sperm injection: a new effective approach to infertility as a result of congenital bilateral absence of the vas deferens”.
Fertil. Steril., 61: 1045-1051.
5. DEVROEY, P., LIU, J., NAGY, Z., TOURNAYE, H., SILBER, S. J., VAN STEIRTEGHEM, A. (1994):
“Normal fertilization of human oocytes after testicular sperm extraction and intracytoplasmic
sperm injection”. Fertil. Steril., 62: 639-641.
6. HANDYSIDE, A. H., KOTOGIANNI, E. H., HARDY, K., WINSTON, R. M. L. (1990): “Pregnancies
from biopsied human preimplantation embryos sexed by Y-specific DNA amplification”. Nature, 344: 768-770.
7. GRIFO, J. A., TANG, Y. X., COHEN, J., GILBERT, F., SANYAL, M. K., ROSENWAKS, Z. (1992):
“Ongoing pregnancy in a hemophilia carrier by embryo biopsy and simultaneous amplification of X and Y chromosome specific DNA from single blastomeres”. JAMA, 6: 727-729.
327
8. STROM, C. M., ENRÍQUEZ, G. and RECHITSKY, S. (1991): “Preimplantation genetic analysis
using PCR”. En VERLINSKY, Y. and KULIEV, A. (eds.), Preimplantation genetics. Plenum Press,
New York, pp. 131-138.
9. TARKOVSKI, A. K. (1966): “An air drying method for chromosome preparations from mouse
eggs”. Cytogenetics, 5: 394-400.
10. SANTALÓ, J. (1985): Anomalies cromosòmiques al moment de la concepció. Estudi comparatiu
de les fecundacions in vivo i in vitro. Tesis Doctoral. Facultad de Ciencias. Universidad
Autónoma de Barcelona.
11. BENET, J., GENESCA, A., NAVARRO, I., EGOZCUE, J., TEMPLADO, C. (1986): “Banding of human
sperm cromosomes”. Hum. Genet., 73: 181-182.
12. MUNNÉ, S., WEIER, H. U. G., STEIN, J., GRIFO, J., COHEN, J. (1993): “A fast and efficient
method for simultaneous X and Y in situ hybridization of human blastomeres”. J. Assist. Reprod. Genet., 18: 82-90.
328
UN CAMINO SIN RETORNO
Santiago Dexeus
Instituto Universitario Dexeus (Barcelona)
sutilmente apostilló “que los hombres emplean el lenguaje sólo
para disimular sus pensamientos”. Es posible que, si aquel gran escritor,
impulsor de la Ilustración, y por lo tanto del positivismo y del razonamiento
científico, hubiera vivido en la época actual, sus inquietudes se dirigirían primordialmente a cómo proteger la intimidad del cerebro humano.
Quizá no esté tan lejana, la posibilidad de que las neuronas humanas
lleguen a interconexionarse. Un humano, podría conectarse a un complejo ordenador, y a través de él, trasmitir sus impulsos, sensaciones, conocimientos a
otras personas. Los pensamientos, las emociones podrían compartirse plenamente, no de modo engañoso o selectivo como hacemos a través del lenguaje.
Hace más o menos 4.000 millones de años, determinadas reacciones químicas
que incluían algún mecanismo de reproducción y transmisión, condujeron a la
aparición de la primera forma de vida. Desde entonces, la evolución biológica
ha condicionado en los organismos la capacidad de aprender, que en el complejo ecosistema en que vivimos, se traduce por los denominados sistemas
adaptativos.
Me parece obvio, que un humano adaptado emocionalmente a un ordenador, es una situación nueva, engorrosa para nuestra cultura y ética actuales,
y jurídicamente no contemplada por ningún código legislativo. Sin embargo la
posibilidad existe y a nadie preocupa. Por el contrario todo lo que sucede en el
campo de la biología de la reproducción, despierta un temor y a veces incluso
alarma social, por la forma sensacionalista en que los medios de comunicación,
se expresan.
V
OLTAIRE
BIOÉTICA
Desde el nacimiento del primer “niño probeta” en 1978, el progreso de la
medicina de la reproducción humana, ha sido tan espectacular que lógicamente ha creado una cierta expectación en el ciudadano, no exenta de temor.
329
Para mayor confusión, se identifica aquella con la terapia génica, la llamada
“medicina predictiva” e incluso con la biotecnología.
La filosofía actual, según López Aranguren (1993), puede quedar limitada
a la bioética, pues es el tema trascendental del pensamiento contemporáneo. El
científico, adquiere una importancia social, parecida a la del brujo o el
hechicero, de las sociedades primitivas y también comparte el temor o la desconfianza que inspiraban. Sé que la comparación puede resultar excesivamente peyorativa, pero es obvio que se está creando un cierto grado de rechazo social, hacia todo aquello que haga referencia a las nuevas tecnologías reproductivas.
Ha influido negativamente, la legislación ambigua u obsoleta que padecen
la mayoría de los países. A ello se suma, la tremenda disparidad de criterios al
enjuiciar el valor moral y ético de las diversas técnicas; por ejemplo, el código
deontológico alemán, 1995, prohíbe la cesión de óvulos, permitiendo la de espermatozoides. Otro aspecto temible es el de la desinformación que deben
padecer ciertos legisladores que conducen a flagrantes contradicciones en sus
normativas.
La ética podría definirse como “el conjunto de valores y convencimientos
que se desarrollan en el ámbito de lo íntimo y personal y que proceden de la
razón permitiéndonos relacionarnos con los otros, con una actitud respetable y
justa, reconociéndolos como sujetos éticos y por lo tanto, autónomos y responsables de sus acciones”. La opinión más extendida a nivel popular, es la de
creer que la ética se circunscribe a una cuestión absolutamente individual. Si
ello fuera así, abriría el camino para que cualquier científico impusiera a la sociedad, las consecuencias o el nuevo orden que el progreso de su ciencia ocasionase y, como es lógico, esta situación resultaría sumamente embarazosa.
Como resultado lógico a todo lo anteriormente expuesto, afirmaría que, no
debe exigirse al científico, una capacidad normativa. Ésta corresponde a los
poderes legislativos que habrán escuchado el juicio de los técnicos.
DINÁMICA DE LA ÉTICA
La bioética tiene una característica específica, cuál es su dinamismo. Uno
de sus pilares fundamentales es el conocimiento científico, y éste varía constantemente. Lo que llevó a la hoguera a Miguel Servet, es hoy día, conocimiento
de enseñanza primaria; lo que pueda asombrarnos hoy, mañana será un acto
médico habitual.
La bioética podría ser una moda pasajera, como bien cita Simon (1995), en
vez de ser un modo de comportamiento profesional. El mismo autor, advierte
que tampoco puede ser cruzada, moderno martillo de herejes…
La bioética no debe estar reñida con el progreso de la ciencia. Una bioética
plural, participativa y multidisciplinaria, será respetuosa con las creencias, pero
no las convertirá en instrumento castrador de planteamientos científicos serios,
330
rigurosos y plurales.
Todo juicio bioético, debe apartarse de los términos ético-morales absolutos. La radicalización, tanto en la fe como en la ciencia, tan sólo aportará elementos negativos para la, a veces, difícil convivencia entre ciencia, ética y derecho.
Sin intentar profundizar en el análisis de la ley española que regula las técnicas de reproducción asistida, aquella permite el acceso a estas técnicas no
sólo a las parejas casadas sino también a las de hecho y a la mujer sola, soltera
o viuda.
Es evidente que la sola aplicación de estas posibilidades, puede dar lugar a
objeción de conciencia por parte del médico o a situaciones embarazosas que
el profesional no se considere capacitado para resolver, por sí mismo. La
creación de comités de ética en el seno de los hospitales obedece a una necesidad real. Asimismo, si se tiene en cuenta el progreso de las técnicas de fecundación asistida, desde la promulgación de la ley en noviembre de 1988, es
obvia la importancia de la regulación dinámica de las novedades que continuamente van surgiendo. La ley preveía un organismo de seguimiento y evaluación
del progreso en este campo de la Medicina, pero si mis conocimientos son exactos, dicho organismo no ha sido constituido, produciéndose un vacío legal.
Algunas comunidades autónomas, como la catalana, disponen de una comisión
evaluadora y controladora de la actuación de los diversos centros que se dedican a reproducción médicamente asistida.
La importancia de estos organismos multidisciplinarios, se pone en evidencia en cada ocasión que los medios de comunicación, se hacen eco de alguna
novedad o avance.
Cuando en 1993, Hall y Stillman, logran separar dos células de segmentación o blastómeros y consiguen dividirla hasta 32 veces, no fue una casualidad sino el resultado de una auténtica carrera competitiva entre científicos
que no ignoraban que la capacidad de clonar seres humanos anuncia el inicio
de un inmenso potencial de desarrollo económico y puede que en el futuro
ofrezca incluso una solución radical para reducir los crecientes costes de la crisis sanitaria mundial (Attali 1994). Una sentencia histórica del Tribunal de
Apelación de los USA, autorizó en 1979, la patente de seres vivos producidos
artificialmente. A partir de entonces, una empresa podía obtener derechos de
propiedad, no sólo sobre su producción de genes sino sobre los de cualquier
individuo de la misma especie que produjera otra compañía. En 1982, se consigue la primera insulina, fabricada por ingeniería genética.
La difusión por los medios de comunicación de la clonación humana,
provocó un alud de opiniones dispares, que extraigo de la prensa diaria de
aquel octubre de 1993:
– Robert Edwards: “Han actuado correctamente. Incrementa las posibilidades de éxito de las técnicas de fecundación asistida… del diagnóstico de las
enfermedades embrionarias. Si el embrión no las padece, se implanta una
copia”.
331
– Josep Egozcue: “Una frivolidad… una barbaridad”.
– El Vaticano: “Humilla y ofende a toda la humanidad”.
– Pedro Barri: “Incrementa el número de embriones que se pueden transferir”.
– Marcelo Palacios: “En España está prohibida”.
– Fernando Savater: “Demasiada complacencia al abordar estos temas…
Es escandaloso que se destinen tantos recursos a estos entretenimientos. No
hay una monstruosidad mayor que crear un ser humano con fines experimentales”.
– J. A. Abrisqueta: “En principio y mientras no se altere el patrimonio
genético de estos embriones, no le veo más problemas éticos que los que
plantea la fecundación asistida”.
Las anteriores manifestaciones de científicos y pensadores, nos demuestran
la enorme variabilidad de respuesta y teniendo en cuenta la influencia que
todos ellos ejercen sobre el ciudadano profano en estas materias, es lógico que
se cree una notable confusión e inquietud en aquel.
LAS NUEVAS TÉCNICAS DE BIOTECNOLOGÍA HUMANA (TBH)
Voy a limitar mi exposición a las más recientes TBH:
El diagnóstico preconcepcional tiene por finalidad determinar antes de que
se produzca la fecundación, si el ovocito es portador de un gen anormal que en
combinación con el gen paterno, pueda producir un hijo enfermo. La técnica
se basa en la biopsia del 2.º corpúsculo polar que es analizado genéticamente.
La técnica no es muy efectiva, pero permitiría a las parejas con un alto riesgo de transmisión de una enfermedad genética y que por razones confesionales
no aceptaren la interrupción voluntaria de un embarazo tras el diagnóstico habitual prenatal, pudieran tener hijos, sin riesgo.
El diagnóstico preimplantatorio, se basa en el análisis de una célula obtenida por biopsia de un embrión de 6 u 8 células, antes de transferirlo a la madre.
Su eficacia es muy superior a la anterior, y permite seleccionar hijos sanos a
parejas con un alto riesgo de transmisión de una enfermedad genética o
anomalías cromosómicas y que frecuentemente sufren abortos de repetición.
La valoración moral del procedimiento, no debe olvidar la información a las
parejas, de que se trata de una selección de embriones, lo cual para ciertas personas puede ser algo semejante al aborto.
La inyección intracitoplasmática de espermatozoides, es muy efectiva ya
aunque aparentemente no comporta problema ético alguno, la prensa divulgativa médica se ha hecho eco de las opiniones, que no significa hecho científico
comprobado, de Axel Khan, director del Instituto Cochin de Genética Molecular de París, para quien la técnica vulnera el código de Nuremberg sobre ética
médica que estipula que todo experimento humano debe ir precedido por
otros en animales adecuados y que los riesgos asumidos deben ser propor332
cionales a la urgencia de la situación. Basa su argumentación, en las anomalías
halladas en 5 de 15 embriones concebidos con la técnica. No sólo la serie es
corta y sin tratamiento estadístico, sino que Khan, no cita las numerosas estadísticas ya publicadas, ni tampoco hace referencia al tipo de anomalía detectada. ¿Pique entre científicos?…
La citometría de flujo, aplicada al mundo animal, ha permitido la selección
del sexo. Es posible que su utilización en el humano, permitiera la selección
del sexo. Esta técnica, no parece que tenga una justificación social, pero sí podría tenerla médica, si con ella se evitaran las enfermedades ligadas al sexo.
Según mi opinión, el médico enfrentado al progreso real que significan las
TBH, no debe actuar imponiendo su propio código ético sino que deberá informar debidamente al presunto beneficiario de una determinada técnica, para
que éste pueda dar su consentimiento según sus propias creencias y ética.
EL FUTURO
Un primer principio que como científico creo que debemos siempre tener
presente en todas nuestras investigaciones es el que no todo lo que es tecnológicamente atractivo y factible para la comunidad científica debe serlo para
el ciudadano e incluso para el destino de la humanidad.
En la actualidad se está descubriendo el papel de los genes en todo o casi
todo lo que hace referencia al ser humano… desde el alcoholismo hasta el
cáncer. Ante esta constatación es lógico pensar que la medicina quiera evitar
que el hombre reciba el efecto de las órdenes genéticas que fueren nocivas, y
pase a darlas controlando y modificando los genes.
La terapia genética tiene dos modalidades que deben diferenciarse. La terapia genética somática en la que las modificaciones no pasarán a nuevas generaciones y desaparecerán cuando acabe la vida de aquella célula o de aquel individuo. Esta técnica tiene interés en la especie humana para tratar parejas de
alto riego genético, determinando los embriones portadores de la tara genética
y transferir a la futura madre sólo los sanos. Es sin duda alguna, una práctica
eugenésica, tiene un importante compromiso ético pero éste siempre será
menor que indicar una interrupción de la gestación si a través de un diagnóstico prenatal averiguamos que aquel feto está afecto.
Distinta es la aplicación de técnicas como la partición de embriones y la
clonación (producción de individuos idénticos) que, basadas en el hecho de
que en las primeras etapas del desarrollo embrionario, cada célula es capaz de
dar lugar a un individuo completo (totipotencialidad), ofrecen la posibilidad
de multiplicar el número de descendientes de unos progenitores de excepción.
No es necesario aclarar que estas técnicas que obtienen buenos resultados en
especies animales, por razones éticas, nunca se ha planteado aplicarlas en la especie humana.
Por Transgenia entendemos la capacidad de transferir material genético de
333
una célula a otra, esto permite que las células receptoras produzcan sustancias
que anteriormente no sintetizaban. Con esta biotecnología se han conseguido
animales que tienen incorporadas por ejemplo dosis extras de hormona de
crecimiento que permitirán obtener individuos más altos o determinada raza
de ovejas cuya leche tiene un factor de coagulación adecuado para tratar a pacientes afectos de hemofilia.
Distinta es la terapia genética germinal en la que se incluyen cambios en
células de la línea germinal como el óvulo, el espermatozoide o el propio embrión humano que van a transmitir estos cambios a las futuras generaciones.
Existen quienes claman que la terapia germinal podría no ser aceptada por
sus potenciales futuros pacientes de nuevas generaciones, frente a ellos convendría recordar que la terapia germinal no es una opción sino que al igual que
sucede con determinadas intervenciones quirúrgicas efectuadas sobre el feto
intrauterino, no hay posibilidad de un consentimiento por parte del paciente
aceptando el tratamiento.
Hace dos años que EEUU fue el primer país que autorizó la terapia
genética en humanos y una niña de cuatro años, afecta de un grave déficit inmunológico, fue tratada con genes capaces de producir adenosin-deaminasas
que fueron incorporadas a sus glóbulos blancos mejorando notablemente su
estado. La vía por la que se incorpora este nuevo gen es habitualmente un
retrovirus o vehículo vírico portador del gen que será introducido en el organismo enfermo y éste producirá una vacuna genética que representará la curación del paciente.
Estos procedimientos de ingeniería genética cabría considerarlos como
mini-trasplantes que sobre todo en casos de enfermedades monogénicas van a
introducir en el organismo el gen modificado necesario para solucionar la alteración.
Siempre que este tipo de terapias se hagan con pleno consentimiento y por
indicación médica, serán un instrumento de libertad genética, el buen uso del
mismo es nuestro gran reto. Así podremos decir, sintiéndolo por Freud, que
biología no es ya destino sino que biología es una posibilidad de elección
(Barri).
Como conclusión quisiera expresar mi profundo convencimiento de que la
ciencia no va a facilitar la manipulación de los seres vivos ni la creación de
“entes programados”. La biotecnología no debe ser considerada un nuevo recurso de la explotación comercial (Castiñeira, 1994).
Es lógico pensar que conocer y muy especialmente poder modificar el patrimonio genético del ser humano, represente un serio temor para la sociedad.
Sin embargo, considero que los conocimientos y el progreso científico sólo
deben ser utilizados para garantizar la dignidad, la integridad y el futuro de la
humanidad.
Es un camino sin retorno porque espero que siempre se inscriba en aquellas premisas y lo que sí puedo afirmar es que el horizonte que nos abren las
nuevas tecnologías es amplísimo y lleno de esperanzas en la lucha contra la en334
fermedad y… la ignorancia.
BIBLIOGRAFÍA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
LÓPEZ ARANGUREN, J. L. “La Bioética o Ética”, El País, 31 de octubre de 1993.
SIMON LORDA, P. “La bioética en claroscuro”, Jano, 1995, XLIX, n.º 1145.
KHAN, A. Diario Médico, 10 de octubre de 1995.
ATTALI, J. El País, 3 de marzo de 1994.
BARRI, P. N. Comunicación personal. Texto no publicado.
CASTIÑEIRA, A. La nova biotecnologia. Aspectes ètics i socials. Itineraris pels sabers, Sitges, junio
1994.
335
CENA HOMENAJE
A
SANTIAGO GRISOLÍA
Y A
EDUARDO PRIMO YÚFERA
CENA HOMENAJE A SANTIAGO GRISOLÍA
Y A EDUARDO PRIMO YÚFERA
Francisco Oltra
Director de la R.S.E.A.P.
l’any 1993 la Junta de Govern de la nostra Societat Econòmica valenE
ciana d’Amics del País va prendre la decisió d’organitzar una reunió anual
de socis de l’entitat, per a homenatjar públicament alguna persona física o juN
rídica, valenciana de naixement o d’adopció, i destacada pel seu treball en els
diferents camps del quefer humà.
Enguany, coincidint amb els 10 anys d’edat de la Llei de la Ciència, la Societat Econòmica d’Amics del País dedica l’homenatge a dos il·lustres científics,
D. Santiago Grisolía i D. Eduardo Primo Yúfera, els quals naixeren en una Societat tradicionalment allunyada del treball científic, però saberen superar
enormes dificultats i obrir-se camí, tant a l’estranger com al nostre país, i convertir-se en vertaderes locomotores de la investigació científica bàsica i aplicada.
Com deia el premi Nobel Santiago Ramón y Cajal: “un dels grans objectius
dels científics espanyols ha de ser incrementar el cabal d’idees espanyoles que
circulen pel món”. I açò és precisament la tasca que ha distingit als dos il·lustres investigadors que anem a homenatjar, D. Eduardo i D. Santiago, que han
dedicat tota la seua vida a investigar i formar joves promeses per a la Ciència.
Es diu afectuosament que tenen tants i tantes deixebles repartits i repartides
per tot el món que en les seues idees sempre brilla el sol.
En aquesta tercera edició la Junta de Govern va decidir que dedicàrem tota
la nostra atenció al món de la “Ciència”, món al qual tan vinculada ha estat des
del seu naixement en 1776 l’Econòmica d’Amics del País de València.
L’activitat científica i la tecnologia han posat en mans de la Humanitat un
poder real i potencial extraordinari. Això no obstant, el reconeixement de l’esforç realitzat pels científics, en moltes ocasions amb importants dificultats per
falta de mitjans, per incomprensions o per temors econòmic-polítics, és escàs.
Malgrat que siga dolorós reconéixer-ho, la Societat del nostre temps es
troba lluny d’incloure entre els seus valors preferents, la investigació científica i
l’esforç dels investigadors que durant anys i anys han estat treballant en la recerca d’alguna cosa que puguera ser beneficiosa per a la Humanitat.
339
Tot és necessari i tots som necessaris, però la investigació científica és imprescindible, sobretot en un país com el nostre que no disposa de recursos naturals i vol progressar i modernitzar-se.
Relacionat amb el que estic dient, em permetreu que recorde ací algunes
coses que vaig dir en la nostra última Assemblea General de Socis de desembre
passat, quan vaig fer una referència a la Il·lustració.
La Societat Econòmica Valenciana d’Amics del País és l’hereua directa
d’aquell Moviment Il·lustrat que tant va fer per a modernitzar Espanya i, sens
dubte, València. Però aquest mateix moviment, que ha estat molt criticat en
èpoques dictatorials pel seu tarannà liberal i progressista, torna a estar de moda
entre els intel·lectuals, polítics, sociòlegs, pensadors, etc., tot buscant en aquesta etapa els valors humans i socials que no troben hui en la nostra societat. Una
societat en la qual l’escala de valors és una altra i en la que sembla que hi ha
dos elements bàsics que la identifiquen: un individualisme exagerat i una certa
pressa per aconseguir cadascú i per damunt de tot els seus propis interessos.
Quan ens trobem de sobte atrapats en una Societat que en general no funciona bé, val la pena tornar la vista enrere i comprobar que pot tenir sentit que
des de l’Econòmica d’Amics del País continuem treballant molts socis amb un
gran esforç i entusiasme per ser un Centre de Comunicació Social i un Forum
d’Opinió i Debat, en el qual es parle dels valors de la Il·lustració que al cap i la
fi és parlar de Modernització i d’una Societat en la qual predomine la Tolerància i el Respecte a les persones i les seues idees.
En aquest forum d’opinió estem desenvolupant cicles d’activitats com el de
“La ciència al llindar del segle XXI” o els de “La situació de la justícia a Espanya” i “Autopistes de la informació, modernització i progrés econòmic i social”.
Parlant d’un altre tema, però relacionat amb el que expose, pense que deu
de preocupar-nos a tots que la societat tecnològica es puga estar construint en
contra o al marge del ser humà i de les seues necessitats, per això creiem que la
cultura tecnològica i la humanista deuen de ser compatibles.
La tecnociència transforma el món que ens rodeja, a les organitzacions i a
nosaltres mateixos, a gran velocitat.
No era fàcil imaginar fa escassament 10 anys que podríem estar interconectats electrònicament i transmetre pel mateix canal imatge, so i dades per tot el
món. Hui això ja és una realitat, cosa que ens fa pensar que a nivell conceptual,
i en la mesura que ens interconectem a través de xarxes electròniques o autopistes de la informació, molts dels valors actuals de l’Estat-Nació canviaran
pels de Comunitats Electròniques.
Compartim plenament allò exposat pel Dr. Santiago Dexeus en una conferència pronunciada els darrers dies en l’Econòmica quan deia que “és lògic
pensar que conéixer i poder modificar el patrimoni genètic del ser humà represente un seriós temor per a la Societat. No obstant això, considere que els
coneixements i el progrés científic sols deuen de ser utilitzats per a garantir la
dignitat, la integritat i el futur de la humanitat en la lluita contra les malalties
i… la ignorància”.
340
Tot açò és una breu descripció de la nova Societat cap a la qual caminem i
a la qual deguem aportar el millor de cadascú de nosaltres, fent possible allò
que demanaven els il·lustrats: la compatibilitat i la complementarietat entre la
Realitat i la Utopia.
Sense cap dubte tot aquest avanç social ha sigut possible gràcies a l’esforç
de tots, però hi ha que reconéixer l’extraordinària contribució al mateix del
món de la ciència i dels científics que s’han cremat les pestanyes en el desenvolupament del seu treball.
Tot i això, hi ha que recordar que la Ciència deu d’estar sempre al servei de
la Humanitat, i si entenem també la Ciència com una funció social important
en la vida econòmica del nostre temps i de les idees que la inspiren, en el nostre cas, la nostra Comunitat Científica Valenciana a més de realitzar investigació bàsica, deuria de posar una atenció especial a la investigació aplicada,
per tal que fora útil als nostres Sectors d’activitat econòmica, que tan necessitats estan d’una modernització; modernització que de segur podria vindre
d’una col·laboració científica i empresarial.
La millora de la qualitat de vida dels nostres ciutadans exigeix una unitat
d’acció cultural, empresarial, política, universitària i científica. ¿Per què no estimular el desenvolupament dels talents naturals de què disposem i fer-ho de
forma intel·ligent, és a dir, units fermament des de la discrepància i el respecte?
Per acabar vull dir que l’objectiu d’aquest homenatge és el d’agraïr públicament a D. Santiago Grisolía i a D. Eduardo Primo, l’esforç realitzat i la qualitat del mateix. Esforç que ens agradaria servira d’exemple per a tots i en especial per als joves investigadors valencians.
Gràcies a tots per la vostra atenció.
341
PRESENTACIÓ DE SANTIAGO GRISOLÍA
Pedro Ruiz
Rector de la Universitat de València
Grisolía (València, 1923) estudià Medicina a la Universitat de
València, i es doctorà a la de Madrid el 1949. Ha investigat i ensenyat Bioquímica a les universitats de New York (1945-1946), Chicago (1946-1947),
Wisconsin (1947-1954) i Kansas (1954-1973). Dirigí l’Institut d’Investigacions
Citològiques de València entre 1976 i 1992. Des de 1973 és professor distingit
de Bioquímica de la Universitat de Kansas Medical Center, i des de 1988
presideix el Comité de Coordinació Científica de la UNESCO per al Projecte
del Genoma Humà.
Presideix els Premis Jaume I. És secretari de la Fundació Valenciana d’Estudis Avançats, vicepresident de la Fundació Jiménez Díaz, president del Consell Valencià de Cultura i assessor en matèria de Ciència i Tecnologia del president de la Generalitat.
Doctor honoris causa per les universitats de Salamanca, Barcelona, València (1973), Madrid, Lleó, País Basc, Siena, Florència, Kansas i Politècnica de
València. Medalla d’or de la d’Alacant. Professor honorari de la Facultat de
Medicina de València. Premi Príncep d’Astúries d’Investigació Científica i
Tècnica.
Un homenatge com el d’avui, a dos científics dedicats durant tants anys a la
seua labor, i encara en actiu, hauria de tenir, amb el seu lògic ressò en els mitjans de comunicació, un efecte estimulador de l’interés social per la ciència.
Mentre que dels laboratoris no deixa de fluir nova informació, la majoria de la
població segueix sent científicament analfabeta. Heus ací una de les manifestacions del contrast entre cultura i ciència que encara perdura.
“La frontera actual ja no és física sinó científica, es mou constantment i a
traspassar-la dediquem com més va més recursos. La ciència, a més, s’ha transformat en la forma de pensament dominant. La cultura moderna és cultura
científica” (Emilio Lamo de Espinosa, comentant el seu darrer llibre Sociedades de Cultura, Sociedades de Ciencia, en Babelia, 18 de maig de 1996).
El president de la Reial Societat d’Amics del País, Francisco Oltra Climent,
recordava a propòsit de l’homenatge que els Drs. Primo Yúfera y Grisolía
S
ANTIAGO
343
saberen véncer les adversitats (al nostre país, però també als Estats Units de la
postguerra) i convertir-se en motors de la investigació científica. Però l’admiració que ens produeixen els Primo o els Grisolía no ens ha de portar a
dibuixar una imatge complaent del nostre desenvolupament científic. Es pot
afirmar amb rotunditat que des de fa uns anys s’han frenat les tendències a
acostar-nos a les mitjanes europees quant a inversions en investigació o a la
proporció de científics per habitant. El nostre retard en ciència bàsica és important encara, malgrat les millores experimentades (però durant a penes
només una dècada), i sense ciència bàsica no hi haurà bona ciència aplicada ni
tan sols cultura. Com ha assenyalat el professor García-Bellido, per observar
els efectes d’excel·lència i prestigi que atorga un bon desenvolupament científic en una societat cal donar suport econòmic a la investigació pública durant
períodes de temps molt llargs. Això és molt dur perquè els polítics i els governs ho accepten de grat.
La ciència actual no es fa en solitari i els nostres homenatjats són un bon
exemple de científics que han creat escola. Eduardo Primo Yúfera va eixir dels
soterranis de la nostra antiga Facultat de Ciències i fundà l’Institut d’Agroquímica i Tecnologia dels Aliments (l’IATA) del CSIC. Avui l’IATA no sols és
un centre d’investigació sobresortint en el seu camp, sinó que ha donat lloc a
d’altres dos nous instituts: el de Biologia Molecular i Cel·lular de Plantes, i el
Centre d’Investigacions de la Desertificació. Nombrosos professors universitaris d’avui provenen en primera, segona i, fins tot, tercera generació de les
tesis doctorals dirigides per Primo Yúfera. En el cas de Santiago Grisolía, cal
dir que passà trenta anys d’intensa labor a Estats Units, i hi rebé al seu laboratori molts científics espanyols que hi ampliaren els seus coneixements. Una interminable llista de contribucions, sobretot en el camp de la Bioquímica del nitrogen, en va ser el fruit. ¿Quina millor recompensa que veure’s citat com a
referència clàssica en els llibres de text que s’usen a les nostres facultats? Després dedicà setze anys a dirigir l’Institut d’Investigacions Citològiques (el
Citològic) de València, fundat per la Caixa d’Estalvis de València i actualment
dependent de la Fundació Valenciana d’Investigacions Biomèdiques. El
Citològic és ara un centre d’investigació de reconegut prestigi que mereix tots
els suports necessaris perquè seguesca el seu progrés.
Des de 1988 Santiago Grisolía s’ha dedicat molt intensament a l’esforç de
coordinar els treballs que en diferents països es realitza per desxifrar la seqüència del genoma humà, esforç patrocinat per la UNESCO. Aquesta Biblioteca
genètica de 3.000 milions de lletres agrupades en més de cent mil volums es
podrà llegir completa potser a la fi de la primera dècada del pròxim segle.
Aquesta titànica empresa és un esforç col·lectiu de laboratoris dispersos per tot
el món i, per tant, la coordinació hi és essencial. Els avenços tecnològics en
matèria de seqüenciació són ja molt notables i ara es coneixen els genomes
complets de dos bactèries i del llevat de la cervesa (un projecte que ha estat,
per cert, dirigit per la Unió Europea) la qual cosa aporta notables informacions
per al més ambiciós dels objectius: seqüenciar el genoma humà.
344
Però les conseqüències que se’n deriven del coneixement del genoma humà
traspassaran sens dubte –ja ho estan fent– les fronteres de la Biologia Molecular i de la Medicina, i banyaran àrees com el Dret, l’Ètica, o l’Economia. Per
això és lloable l’esforç de la UNESCO per mantenir viu el debat sobre allò que
hi ha, que hi haurà, més enllà de la lectura dels cent mil volums genètics, les
aplicacions possibles d’aquesta informació amb l’únic límit de la dignitat humana. La Declaració de València sobre el Projecte del Genoma Humà ha
servit de punt de referència d’aquests esforços abans esmentats.
El nostre ADN ha fet un viatge de 4.000 milions d’anys des d’aquella petita
tolla temperada que va descriure poèticament Darwin fins avui i ací. Capacitat
de reflexió i d’agraïment són dos petites mostres dels seus guanys evolutius.
Gràcies pels seus esforços, professors Primo Yúfera i Grisolía, i que el vostre
exemple servesca per a augmentar la sensibilitat social amb la ciència.
345
PRESENTACIÓN DE EDUARDO PRIMO YÚFERA
Elías de los Reyes
Vice-Rector de Investigación y Desarrollo
de la Universidad Politécnica de Valencia
tengo el placer de, en nombre de la Universidad Politécnica de Valencia y sustituyendo a su Rector Magnífico D. Justo Nieto Nieto, quien, en
estos momentos está en Colombia cerrando un importante acuerdo de colaboración institucional y al que sin duda le hubiera gustado estar con nosotros, ensalzar la figura del Excmo. Sr. Don Eduardo Primo Yúfera. No hay duda de
que el homenajeado ha salido perdiendo en el cambio de mentor. El Rector
Nieto hubiera glosado con más atino, agudeza y poesía la trayectoria de D. Eduardo. Yo, sin embargo, voy a quedarme en hacer llegar a nuestro querido profesor el mensaje de reconocimiento a su labor investigadora, de admiración por
su dimensión como ser humano y por el importante papel que continúa desempeñando en nuestra institución como orientador de esfuerzos colectivos.
La cualidad que aparece en el primer contacto con Don Eduardo es su
generosidad. Se detecta enseguida que su posición, aún desde la crítica, es la
de ayudar a su interlocutor, sin dobleces, generando confianza inmediata.
En otro orden de cosas, D. Eduardo, porque la conoce, sabe de la potencia
de la herramienta tecno-científica para generar riqueza. No concibe la investigación como divertimento o como algo desconectado de la socioeconomía. La
entiende y la practica como servicio a la sociedad y no para mayor gloria del
que la ejerce. Esa es su lucha y su norte.
Don Eduardo ha apostado por los jóvenes. Sabe que sólo al lado de los
jóvenes, entendiendo a los jóvenes, se puede seguir siendo joven con independencia de la edad. Pues bien este líder de jóvenes universitarios tiene legitimada su posición como referente para los que queremos seguir siendo jóvenes
como él.
Por supuesto que D. Eduardo tiene tantos y tan importantes méritos y reconocimientos que no cabrían en el tiempo previsto para la alocución.
Tampoco es fácil hacerse con un currículum actualizado del Profesor
Primo Yúfera. El tiempo de obsolescencia de un currículum de D. Eduardo es
H
OY
347
sólo comparable con los “estados del arte” de los avances en microelectrónica:
prescriben cada mes. Es por ello que hay que citar la fuente de la información
y la fecha. Pues bien en el libro Eduardo Primo Yúfera. La Investigación al Servicio de la Humanidad publicado por la Universidad Politécnica de Valencia en
1994 en las páginas 195 a 212 se extracta su currículum.
– Se licencia en 1941 con Premio Extraordinario.
– Se Doctora en 1944 con la máxima calificación.
– Gana la Cátedra de Ampliación de Química Orgánica, Bioquímica y
Química Agrícola de la ETSIA en 1964.
– Es Vicerrector de Investigación de la UPV en 1972.
– Es Presidente del CSIC en 1974.
– Ha publicado 13 libros técnicos y de divulgación científica.
– Ha publicado más de 200 trabajos en las mejores revistas científicas.
– Ha dirigido 65 tesis doctorales.
– En 1961 recibe el premio “Juan de la Cierva” a la Investigación Técnica
para autores individuales.
– En 1971 es condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el
Sabio.
– En 1988 recibe de manos de su Majestad el Rey Don Juan Carlos I el premio Nacional de Investigación Tecnológica “Torres Quevedo”.
– En 1990 le es concedida por unanimidad de todos los miembros de la
Junta de Gobierno de la Universidad Politécnica de Valencia la Medalla de
Oro de dicha universidad.
– A partir de su nombramiento como profesor emérito en 1987 se produce
una explosión en la actividad científica de Don Eduardo Primo para demostrar, una vez más, que existen personas mayores a los treinta años y jóvenes
de 78. En la actualidad, aparte de su actividad como conferenciante, escritor,
divulgador científico, profesor universitario y padre de familia, dirige tesis doctorales (ha leído 5 en 1995 coincidente con una operación de coronarias), lleva
la responsabilidad de 4 contratos de transferencia de tecnología con la industria, ha publicado 9 artículos en este año en revistas del SCI, y seguramente le
queda tiempo para hablar del cielo y la tierra en su almozaret valenciano.
Es una obviedad decir que nos gustaría tener a todos algo de D. Eduardo,
parecernos en algo a D. Eduardo. Esto solamente es posible como objetivo en
alguna de las múltiples facetas que componen su realidad.
Esta tarde, el tiempo previsto toca a su fin y por tanto hay que acabar por
exigencias del guión. La glosa de Don Eduardo Primo Yúfera no daría nunca
tiempo a acabarla.
Gracias Don Eduardo.
348
PALABRAS DE AGRADECIMIENTO DE
EDUARDO PRIMO YÚFERA
todo, quiero expresar mi agradecimiento a la Real Sociedad
A
Económica de Amigos del País y a sus directivos, por el gran honor que
me han otorgado, más atribuible a su bondad y amistad que a mis méritos. Más
NTE
honrado todavía me siento por compartir esta distinción con el eminente científico y gran amigo Santiago Grisolía.
Es importante que la sociedad valenciana entre en contacto con los problemas de la Ciencia, tan olvidados y postpuestos. Hoy la ciencia influye tanto en
la vida de los hombres que ignorarla significa prescindir de una gran parte de
nuestras capacidades de vivir.
Por otra parte, el rumbo de la ciencia y de la tecnología que se deriva de
ella, va marcando el destino de nuestras sociedades.
Pero la comunidad valenciana desconoce a su ciencia y a sus científicos.
Pocos de los aquí presentes conocerán que de los 6 premios nacionales de investigación en ciencias tecnológicas que se han otorgado, tres son valencianos.
Además, la sociedad debe preocuparse de que una parte mayor de las inversiones en investigación, se destinen principalmente a problemas cuya solución permita mejorar la competitividad de nuestros productos agrícolas e industriales y el bienestar social, dedicando una parte correcta a la ciencia básica
de prestigio.
Las revistas científicas almacenan un tesoro de ciencia básica, del cual se
pueden desarrollar tecnologías valiosas capaces de elevar nuestro potencial
económico, nuestra competitividad y nuestro bienestar.
El Japón es un ejemplo de desarrollo espectacular basado en el
aprovechamiento de la ciencia básica occidental. Nosotros que, además, somos
un país pobre, debemos imitarlo y aprovechar más la ciencia producida por los
países más ricos; pero sucede lo contrario: damos más ciencia básica de la que
consumimos.
Sin dejar de contribuir al avance científico general, debemos pensar en
servir más a nuestras necesidades de innovación competitiva y menos a la de
nuestros competidores.
Muchas gracias a todos los buenos amigos que con su presencia, han dado
tanto brillo a este acto y de nuevo a la Real Sociedad Económica de Amigos
del País. A todos mi afecto y mi amistad.
349
PALABRAS DE AGRADECIMIENTO DE
EDUARDO PRIMO YÚFERA
todo, quiero expresar mi agradecimiento a la Real Sociedad
A
Económica de Amigos del País y a sus directivos, por el gran honor que
me han otorgado, más atribuible a su bondad y amistad que a mis méritos. Más
NTE
honrado todavía me siento por compartir esta distinción con el eminente científico y gran amigo Santiago Grisolía.
Es importante que la sociedad valenciana entre en contacto con los problemas de la Ciencia, tan olvidados y postpuestos. Hoy la ciencia influye tanto en
la vida de los hombres que ignorarla significa prescindir de una gran parte de
nuestras capacidades de vivir.
Por otra parte, el rumbo de la ciencia y de la tecnología que se deriva de
ella, va marcando el destino de nuestras sociedades.
Pero la comunidad valenciana desconoce a su ciencia y a sus científicos.
Pocos de los aquí presentes conocerán que de los 6 premios nacionales de investigación en ciencias tecnológicas que se han otorgado, tres son valencianos.
Además, la sociedad debe preocuparse de que una parte mayor de las inversiones en investigación, se destinen principalmente a problemas cuya solución permita mejorar la competitividad de nuestros productos agrícolas e industriales y el bienestar social, dedicando una parte correcta a la ciencia básica
de prestigio.
Las revistas científicas almacenan un tesoro de ciencia básica, del cual se
pueden desarrollar tecnologías valiosas capaces de elevar nuestro potencial
económico, nuestra competitividad y nuestro bienestar.
El Japón es un ejemplo de desarrollo espectacular basado en el
aprovechamiento de la ciencia básica occidental. Nosotros que, además, somos
un país pobre, debemos imitarlo y aprovechar más la ciencia producida por los
países más ricos; pero sucede lo contrario: damos más ciencia básica de la que
consumimos.
Sin dejar de contribuir al avance científico general, debemos pensar en
servir más a nuestras necesidades de innovación competitiva y menos a la de
nuestros competidores.
Muchas gracias a todos los buenos amigos que con su presencia, han dado
tanto brillo a este acto y de nuevo a la Real Sociedad Económica de Amigos
del País. A todos mi afecto y mi amistad.
349
X FESTIVAL INTERNACIONAL
D’ORQUESTRES JUVENILS
DEL 16 AL 20 DE JULIOL 1996
PALAU DE LA MÚSICA DE VALÈNCIA
C O N S E L L E R I A
D E
C U L T U R A
JESÚS NICOLAU MEDINA
Presidente del Instituto Valenciano de Certificación
RAFAEL ROMERO VILLAFRANCA
Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia
EDUARDO TOLOSA MARÍN
Director General Adjunto del BBV
ISO 9000
Y
MODELO EUROPEO (EFQM):
DOS MODELOS DE GESTIÓN DE LA
CALIDAD Y UNA HERRAMIENTA
COMÚN DE MEJORA
JESÚS NICOLAU MEDINA
Presidente del Instituto Valenciano de Certificación
RAFAEL ROMERO VILLAFRANCA
Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia
EDUARDO TOLOSA MARÍN
Director General Adjunto del BBV
ISO 9000
Y
MODELO EUROPEO (EFQM):
DOS MODELOS DE GESTIÓN DE LA
CALIDAD Y UNA HERRAMIENTA
COMÚN DE MEJORA
ISO 9000 Y MODELO EUROPEO (EFQM): DOS MODELOS
DE GESTIÓN DE LA CALIDAD Y UNA HERRAMIENTA
COMÚN DE MEJORA
Jesús Nicolau Medina
Presidente del Instituto Valenciano de Certificación
y señores: buenas tardes a todos.
Quiero agradecerles su asistencia a esta mesa redonda que va a versar
sobre dos modelos de gestión de la calidad: las normas ISO 9000 y el modelo
europeo EFQM, así como una potente herramienta común de mejora, la estadística. El agradecimiento está condicionado por mi doble papel de presidente del Instituto Valenciano de Certificación y como miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia, las dos entidades organizadoras de este acto. Obviamente, también hago extensivo mi reconocimiento
a la Fundación Bancaixa que siempre está dispuesta a cedernos sus locales en
eventos de este tipo.
Mi tema, como ya habrán sospechado, es el de las normas ISO 9000, y voy
a centrarme en tres aspectos:
1. Qué son las normas ISO 9000.
2. Cuáles deben ser los objetivos de una auditoría de certificación de un
sistema de la calidad según ISO 9000 (9001 y 9002 principalmente).
3. Especificaciones del diseño de la estructura y el contenido de la próxima revisión de las normas ISO 9001, 9002 y 9003.
S
EÑORAS
1. QUÉ SON LAS NORMAS ISO 9000
Después de diez años de aplicación (desde 1987), incluida la primera revisión en octubre de 1994, puede parecer innecesario referirse al objeto de esta
familia de normas. La experiencia dice que no es así, porque existen todavía
muchas organizaciones que no han comenzado a aplicarlas y las desconocen
por completo, porque otras muchas se encuentran en etapas tempranas de implantación de las normas y se manifiestan inseguras o desorientadas, y por último, porque otras más avanzadas en su aplicación se cuestionan su valor.
En primer lugar, las normas ISO 9001, 9002 y 9003 son modelos de aseguramiento de la calidad para funciones diferentes de una organización dentro
355
del contexto de sistemas de la calidad. Se les llama también contractuales o de
aseguramiento externo porque sus requisitos suelen exigirse contractualmente
entre la organización suministradora (primera parte) y la organización compradora (organización cliente o segunda parte); cuando la parte compradora es
el consumidor en general no existen contratos específicos sobre las normas
ISO y, en ese caso, la única posibilidad del consumidor de conocer si el suministrador cumple o no estas normas es que un organismo certificador (tercera
parte) así lo certifique, o bien fiarse de un suministrador que declare que así es
(autocertificación o declaración de conformidad).
Entre las tres normas mencionadas, la que más funciones empresariales
abarca es la ISO 9001, pues cierra el ciclo completo del producto final intencionado, tal como indica su título: “Modelo de aseguramiento de la calidad en
el diseño, el desarrollo, la producción, la instalación y el servicio posventa”.
Por ser la más general, nos referiremos a ella a lo largo de lo que queda de exposición.
La norma UNE-EN ISO 8402, apartado 4.4 (Gestión de la calidad y aseguramiento de la calidad, vocabulario, julio 1995) –una excelente norma que ha
de acompañar siempre a cualquier otra de la familia ISO 9000– define el modelo para el aseguramiento de la calidad como el conjunto normalizado o seleccionado de requisitos del sistema de la calidad combinados para satisfacer las
necesidades de aseguramiento de la calidad en una situación dada.
Un modelo es en general un patrón, un estándar, que representa una realidad, una situación dada (no es la realidad). En este caso, el modelo es escrito,
la norma es un documento, y se apoya también en un par de gráficos para facilitar su comprensión. Son las figuras 1 y 2. El modelo escrito, la norma ISO
9001, se complementa fundamentalmente pues, con el vocabulario ISO 8402 y
con el par de gráficos mencionados.
El modelo ISO 9001 constituye en sí mismo un sistema, un conjunto de elementos relacionados entre sí para asegurar y gestionar la calidad. Es un sistema de la calidad. Para ordenar los elementos que constituyen este sistema, se
ha desglosado en cuatro categorías de elementos (UNE-EN-ISO 8402, apartado 3.6):
– Estructura organizativa.
– Procedimientos.
– Procesos.
– Recursos.
Si una organización no tiene actividades parásitas o superfluas que le desvían de sus objetivos, el sistema de la calidad así definido es la propia organización.
El núcleo del sistema son los procesos, las transformaciones, las actividades
que realiza la organización; las otras tres categorías de elementos (estructura
organizativa, procedimientos y recursos) arropan y hacen posible las transformaciones.
356
Sin embargo, con frecuencia el propio sistema se identifica con los procedimientos, con la forma específica de hacer las cosas. Esto es razonable siempre
que los procedimientos estén escritos o documentados y con el contenido que
recomienda la nota 3 del apartado 1.3 de la norma ISO 8402: “Un procedimiento escrito o documentado generalmente contiene el objeto y el campo de
aplicación de una actividad; qué debe hacerse y quién debe hacerlo; cuándo,
dónde y cómo se debe llevar a cabo; qué materiales y documentos deben utilizarse; y cómo debe controlarse y registrarse”.
Cuando el procedimiento indica quién debe hacer sus operaciones, está estableciendo la estructura organizativa y también los recursos humanos necesarios. Cuando nombra los documentos, equipos y materiales, hace referencia a
otros recursos necesarios. Obviamente, el proceso es el “qué” del procedimiento.
Por eso, un buen conjunto de procedimientos ensamblados en una red de
procesos bien diseñada es una excelente descripción del sistema de calidad de
una organización. El tributo que hay que pagar para mantener una estrecha
relación, real y constante, entre proceso y procedimiento escrito o documentado es el esfuerzo de mantener actualizado cada cambio de los muchos que surgen con frecuencia; requiere cierto trabajo administrativo (no relacionado con
la producción pura), cierta rutina burocrática que suele pesar sobre las mentes
muy activas y creativas. Sin embargo, para procesos repetitivos maquinales y
relativamente simples, la mejor forma de mantener los objetivos en el nivel
prestablecido bajo control, con un sistema constante de causas de azar en palabras de Shewhart, es mantener un cumplimiento riguroso de los procedimientos diseñados.
El aseguramiento o garantía de la calidad consiste en una serie de actividades planificadas y sistemáticas cuyo objetivo es proporcionar la confianza
adecuada de que una entidad cumplirá los requisitos de la calidad que le sean
aplicables. Si la confianza está diseñada para proporcionársela a la propia alta
dirección de la organización, el aseguramiento se denomina interno, si está diseñada para proporcionársela a clientes externos a la organización, el aseguramiento se denomina externo.
Las actividades del aseguramiento son muchas y están descritas vertical y
horizontalmente en la propia norma. Quiero destacar en este momento tres actividades horizontales básicas:
La propia elaboración y actualización de procedimientos e instrucciones
del sistema de la calidad, que debe ser participativa, y cuya importancia ha
sido ya puesta de manifiesto anteriormente. El establecimiento de puntos de
control en todo tipo de actividades, muchas veces incluidos en los procedimientos, y que otras veces se ponen de manifiesto como planes de control. Por
último, la planificación, ejecución y seguimiento de auditorías de la calidad,
tanto internas, para el aseguramiento interno como externas –de segunda y tercera parte– para el aseguramiento externo.
357
La auditoría de sistema de la calidad, cuando es externa y realizada por una
tercera parte con fines de certificación, es pues una poderosa herramienta de
aseguramiento externo de la calidad y por ello va a ser tratada aparte en el
siguiente apartado.
2. CUÁLES
DEBEN SER LOS OBJETIVOS DE UNA AUDITORÍA DE CERTIFICACIÓN DE
UN SISTEMA DE LA CALIDAD SEGÚN
ISO 9000 (9001 Y 9002 PRINCIPALMENTE)
¿Para qué hacer auditorías? ¿Para evaluar la conformidad? ¿Para cumplir
un modelo de aseguramiento de la calidad? ¿Para medir la eficacia… de qué?
¿Para mejorar… qué? ¿Para obtener un certificado? ¿Para conseguir el pedido
de un cliente?
Las actividades no suelen tener un solo objetivo, ni las personas y organizaciones que las realizan tampoco. Cualquiera que tenga práctica en redactar los
objetivos de procedimientos convendrá en lo escurridizo que resulta poner en
frases cortas cuál es el fin o los fines fundamentales de la transformación que
describe el procedimiento.
Cuando se le añade un adjetivo a la auditoría, se comienza a determinar su
fin. El título de este apartado “Auditorías de Certificación” señala obviamente
que al menos un fin prioritario es obtener una certificación de algo.
A muchas personas les parece pobre este objetivo, casi lo hacen minúsculo,
por lo menos ante los demás. Está más de moda apuntarse a la mejora (muchas
veces no se sabe de qué). Al fin y al cabo, el libro de Arter –un bestseller en
EE.UU., con más de 25.000 libros vendidos– tiene el flamante título de Auditorías de calidad para mejorar su comportamiento. Aquí ya hay algo más: lo que
se pretende mejorar es el comportamiento (rendimiento, resultado tras resultado, consistencia) de la calidad. Si nos centramos de nuevo en la ortodoxia del
vocabulario normalizado, tenemos la definición de ISO 8402 dada en el
apartado 1.1, al principio de esta charla, donde
Auditoría: examen metódico e independiente que se realiza PARA DETERMINAR (¡aquí están los objetivos!):
1) si las actividades y los resultados relativos a la calidad cumplen las disposiciones previamente establecidas;
2) si estas disposiciones están implantadas de forma efectiva;
3) y si son adecuadas para alcanzar los objetivos.
Hay que examinar o evaluar, pues, si los procesos (actividades) y salidas de
los procesos (resultados) se ajustan a los procedimientos (disposiciones). Si se
ajustan siempre (o casi siempre) de forma eficaz –efectiva– dando los resultados previstos (objetivos), y por último y lo más difícil de todo, conociendo los
objetivos, si las disposiciones existentes son adecuadas para alcanzarlos.
Los primeros años de evaluaciones de los sistemas de la calidad acordes
con las normas ISO 9000 se han centrado en comprobar si lo que está planificado, los procedimientos, se cumplen, satisfacen los requisitos de la norma, y si
realmente se están utilizando dichos procedimientos.
358
La verdadera ayuda, la verdadera mejora de un sistema de la calidad ha de
venir del cumplimiento de los objetivos estratégicos de la calidad de la organización, desplegados en objetivos tácticos. Muchas veces, las organizaciones no
tienen formalizados estos objetivos (escritos o documentados) sin que esto signifique ni mucho menos que no los tengan; lo que ocurre es que los tienen
encerrados en las zonas más crípticas y a veces inconscientes de los cerebros de
sus directivos… y así no se pueden auditar.
Los próximos decenios, si queremos verdaderos resultados de mejora de la
calidad, las organizaciones han de pasar por un aprendizaje para establecer
políticas y objetivos generales de la calidad y su despliegue documentado en
objetivos tácticos; y los auditores, por un aumento significativo de sus
conocimientos, versatilidad y flexibilidad para entender, adaptar y emitir
juicios ante una multitud de técnicas y recursos diferentes necesarios para
cumplir todos los variopintos objetivos tácticos y estratégicos. No es nada fácil
ni para unas ni para otros.
Pero volvamos a los objetivos, ¿hay más? La norma UNE EN 30011-1
1993 (ISO 10011-1: 1990) en su apartado 4.1, “Objetivos de las auditorías”,
dice textualmente:
Las auditorías se realizan generalmente para conseguir uno o varios de los
objetivos siguientes:
– determinar la conformidad o no conformidad de los elementos del sistema de la calidad con los requisitos especificados;
– determinar la eficacia del sistema de la calidad implantado para alcanzar
los objetivos de la calidad especificados;
– proporcionar al auditado la oportunidad de mejorar su sistema de la calidad;
– cumplir con los requisitos reglamentarios;
– permitir la inscripción del sistema de la calidad del organismo auditado
en un registro.
La filosofía de todo esto es “hágalo usted bien” (a la primera, claro) y después la rentabilidad le vendrá sola. Primero sea usted eficaz, y la eficiencia le
seguirá. Como Deming: primero la calidad y después la productividad y la
competitividad.
De momento, así están las cosas; todavía no se han incluido los costes de la
calidad como requisito obligatorio en las normas contractuales ISO 9000. Si
ocurre, y existe la posibilidad real de que así sea, cambiaremos el argumento y
diremos que lo que se busca con la auditoría de sistemas de la calidad incluye
todo lo anterior y la eficiencia de la organización. De hecho, otros modelos de
gestión ya lo contemplan (por ejemplo, como beneficios).
He querido resumir con una frase corta los tres objetivos más importantes
de las auditorías de los sistemas de la calidad:
Evaluación de la conformidad y de la eficacia para la mejora de la calidad.
359
3. ESPECIFICACIONES
DEL DISEÑO DE LA ESTRUCTURA Y EL CONTENIDO DE LA
PRÓXIMA REVISIÓN DE LAS NORMAS
ISO 9001, ISO 9002 E ISO 9003
Este es el título en castellano del documento ISO/TC 176/SC 2N 307 del
26/11/95, y que trata de cómo serán las normas contractuales ISO 9001, 9002
y 9003 cuando se actualicen dentro de unos pocos años.
Un resumen de lo que contiene este documento y de lo que prevee para el
futuro de estas normas podría ser el siguiente:
3.1. Las tres normas se unificarán en una sola norma que abarcará los requisitos de las tres.
3.2. Se mantendrán los veinte requisitos de la norma ISO 9001, agrupados
en cuatro apartados y otros tantos subapartados. El detalle y relación entre
apartados, subapartados y requisitos del proyecto de norma unificada ISO
9001 aparece en la tabla 1.
3.3. Se configura un modelo de proceso de sistema de gestión de la calidad
como una red de procesos y cómo se dirigen éstos (véase la figura 3). En este
sentido, el modelo se acerca al modelo europeo de calidad total que hace
mucho hincapié en la gestión de los procesos, valorándola con un 14 % de la
puntuación total (la tercera en importancia).
3.4. Seguirá centrada en la eficacia y no en la eficiencia.
3.5. Se desarrollarán más las relaciones con clientes (revisión del contrato).
3.6. Se equilibrará más la norma, es decir, habrá un nivel de desarrollo
similar para todos los puntos.
3.7. Seguirá centrada en productos intencionados.
FIGURA 1
FUNCIONES MÁS IMPORTANTES DE UN SISTEMA DE LA CALIDAD
360
FIGURA 2
RELACIONES ENTRE ALGUNOS CONCEPTOS BÁSICOS
DE UN SISTEMA DE LA CALIDAD
FIGURA 3
PRÓXIMA REVISIÓN ISO 9000. CONFIGURACIÓN DE UN MODELO
DE PROCESO DE SISTEMA DE GESTIÓN DE LA CALIDAD
361
TABLA 1
PRÓXIMA REVISIÓN ISO 9001. ESTRUCTURA PROPUESTA. INCORPORACIÓN
DE LOS 20 REQUISITOS ACTUALES (1994) EN CUATRO APARTADOS
362
RAFAEL ROMERO VILLAFRANCA
Catedrático de la Univ. Politécnica de Valencia
PAPEL DE LA ESTADÍSTICA
EN LA
MEJORA DE LA CALIDAD
Y DE LA
PRODUCTIVIDAD EN
LA INDUSTRIA
PAPEL DE LA ESTADÍSTICA EN LA MEJORA DE
LA CALIDAD Y DE LA PRODUCTIVIDAD
EN LA INDUSTRIA
Rafael Romero Villafranca
Universidad Politécnica de Valencia
tardes. Quiero en primer lugar agradecer a la Real Sociedad
Económica de Amigos del País de Valencia su amable invitación para participar en esta Mesa Redonda.
Mi buen amigo Francisco Oltra, consideró que podía ser interesante que,
junto a la exposición de dos modelos de gestión de calidad de gran actualidad
(el de la Norma ISO 9000 y el de la EFQM), hubiera una intervención centrada en una cuestión de carácter eminentemente técnico, como es el del papel de
las herramientas estadísticas en las actividades de planificación, control y mejora de la calidad.
Aunque no sé hasta qué punto compartirán Vds. ese interés por un tema
que, casi necesariamente, resulta algo árido, la amabilidad de la invitación y el
venir cursada en nombre de una institución tan querida y relevante para nuestra tierra como la Real Sociedad Económica de Amigos del País, hacen que no
haya podido ni deseado zafarme de la papeleta de aceptarla.
Dado los pocos minutos de los que dispongo, voy a centrarme sobre todo
en precisar la importancia que la Estadística tiene hoy en día como herramienta esencial en los modernos planteamientos de Calidad Total, limitándome a
desarrollar brevemente los conceptos básicos y las técnicas más importantes
utilizadas en el Control On-Line y en el Control Off-Line de procesos. Por
supuesto que en el coloquio posterior estoy totalmente a su disposición para
ampliar o precisar cualquier cuestión que les interese al respecto.
B
UENAS
INTRODUCCIÓN. CALIDAD TOTAL
Competir con éxito en unos mercados caracterizados por las exigencias
crecientes de los consumidores y por la presión cada vez más fuerte de los
competidores de dentro y fuera de nuestras fronteras, obliga a la industria española a planteamientos estratégicos basados en la mejora continua de la calidad de sus productos y de la eficiencia de sus procesos productivos.
365
En muchos sectores industriales es previsible que a diez años vista sólo
pueda hablarse de dos tipos de empresas: las que hayan implantado con éxito
una estrategia de Calidad Total y las que hayan desaparecido del mercado.
¿Qué es la Calidad Total de la que tanto se habla ahora? Como ustedes
bien conocen, con esta denominación, que ha hecho fortuna, se hace referencia
a una estrategia empresarial que, con el fin último de satisfacer las necesidades
y expectativas de los clientes (actuales y potenciales, externos e internos) y
mejorar la competitividad y rentabilidad de una organización, se centra en la
mejora continua de la calidad y de la productividad de todos los procesos que
se llevan a cabo en la misma, mediante la potenciación y utilización al máximo
de todos los recursos humanos en ella existentes y la generalización de un enfoque racional y científico en el análisis de los problemas que se planteen.
Hoy en día todo el mundo habla de Calidad Total, y conoce bien las respuestas a una serie de preguntas relativas al qué, al por qué, al dónde, al cuándo y al quién, en relación a este tema.
– ¿Qué hay que hacer?: mejora continua de la calidad y de la productividad.
– ¿Por qué?: necesidad de mejorar permanentemente la competitividad.
– ¿Dónde hay que mejorar?: en todos los productos y en todos los procesos.
– ¿Cuándo hay que iniciar la mejora continua?: ahora (mañana será tarde).
– ¿Quién debe protagonizar la mejora?: todas las personas de la empresa.
Pero queda una última pregunta, mucho más difícil de responder, en torno
a la cual quisiera yo centrar esta breve charla: la relativa al ¿Cómo?
LA ESTADÍSTICA HERRAMIENTA CLAVE EN LA CALIDAD TOTAL
Posiblemente todos ustedes han oído hablar del Dr. Deming, la persona a
la que muchos consideran como uno de los principales responsables del desarrollo económico japonés y posiblemente el más prestigioso “gurú” en los modernos enfoques de Calidad. En su célebre libro Quality, Productivity and Competitive Position, Deming afirma:
El conocimiento es un recurso nacional escaso. Toda compañía debe, si desea
garantizar su supervivencia, hacer uso efectivo de todo el caudal de
conocimientos que existen dentro de la organización e incrementarlo mediante
la formación. El desperdicio de los conocimientos es mucho más grave todavía
que el de materiales, trabajo o máquinas.
Creo que es difícil no compartir la idea de Deming de que los conocimientos son la base de la mejora. Los directivos y técnicos necesitan profundizar y
actualizar permanentemente sus conocimientos, para poder asumir el papel de
liderazgo que les corresponde en el contexto de la Calidad Total.
366
En este nuevo contexto, cada vez es más necesario complementar los
conocimientos tecnológicos propios de cada sector, con el dominio de las
nuevas tecnologías de calidad. Estas tecnologías utilizan ampliamente métodos
estadísticos como herramientas para extraer la información relevante existente
en los datos proporcionados por los procesos y para generar eficientemente
datos altamente informativos.
En efecto, los dos recursos fundamentales que existen en cualquier organización son la inteligencia de todas las personas que la constituyen y la información potencial generada por los procesos que en ella se realizan. Los métodos
estadísticos constituyen una herramienta esencial para explotar ambos recursos.
El mencionado Dr. Deming afirma al respecto en la obra citada:
Ningún recurso es tan escaso en las empresas como el conocimiento estadístico. No hay conocimiento que pueda contribuir tanto a mejorar la calidad, la
productividad y la competitividad como el de los métodos estadísticos.
En el mismo sentido se manifiesta otro famoso “gurú” de la Calidad Total,
el japonés Ishikawa, padre de los Círculos de Calidad: “Sin análisis estadístico
no es posible establecer un Control de Calidad efectivo. Las herramientas estadísticas básicas deben ser conocidas y utilizadas por todo el mundo en la empresa, desde la alta gerencia a los operarios de las líneas”.
En efecto, y como argumenta el profesor W. Hunter:
– Para mejorar habrá que hacer cambios.
– Los cambios racionales deben basarse en datos.
– Surgen en consecuencia dos cuestiones claves:
¿Qué datos recoger y cómo recogerlos?
¿Cómo extrae la información en ellos existente?
– La Estadística es la ciencia cuyo objetivo es responder a ambas cuestiones.
La consecuencia del razonamiento anterior es que todo el mundo en la empresa debería formarse en Estadística, todo el mundo en la empresa debería
“hablar con datos”, lo que exige el recurso a la Estadística. Esta exigencia que
es especialmente ineludible para aquellos que tienen responsabilidades técnicas o directivas.
Existen numerosas técnicas estadísticas que se utilizan ampliamente en la
industria, y que va desde herramientas estadísticas básicas de uso general por
todas las personas de la empresa, hasta otras de carácter más avanzado cuya
utilización es más propia de ingenieros y técnicos. Obviamente ni resulta posible, ni sería probablemente adecuado, dar en los breves minutos disponibles
en esta charla una visión, ni siquiera introductoria, de todas estas técnicas, por
lo que voy a centrarme únicamente en exponer las ideas fundamentales de las
que constituyen las herramientas básicas para el Control On-Line y el Control
Off-Line de procesos industriales.
367
EVOLUCIÓN EN EL CONTROL DE CALIDAD
La figura adjunta refleja la evolución experimentada a lo largo de este siglo
en las ideas sobre cómo conseguir calidad.
En el eje horizontal se representan las fases que se siguen desde que se concibe un determinado producto hasta que éste llega a manos de sus consumidores. Estas fases comprenden el diseño del producto, el diseño del proceso
mediante el que aquél se fabricará, la producción y finalmente el envío a los
clientes.
A principios de siglo, cuando la importancia de los costes externos de la
no calidad empieza a ser evidente para la industria, surge un primer
planteamiento: separar, a la salida del proceso, los productos malos de los
buenos para evitar que aquéllos lleguen a los consumidores. Aparece entonces
el concepto de la inspección de calidad como una actividad posterior e independiente de la de producción (a la que frecuentemente está de hecho funcionalmente subordinada). Es obvio, sin embargo, que este planteamiento ni
asegura una buena calidad (frecuentemente la inspección falla en detectar el
producto defectuoso) ni sobre todo conduce a una calidad competitiva
(¿quién paga el coste incorporado en los productos que hay que desechar o el
de su eventual recuperación?).
368
A principios de los años 30 surge en los Estados Unidos, bajo el liderazgo
de nombres como los de Shewart, Deming y Juran, un enfoque radicalmente
diferente y que llevado a sus últimas consecuencias implicará una auténtica
revolución. Puede sintetizarse con una frase: “La calidad no se inspecciona, la
calidad se controla”. La inspección no puede añadir calidad a algo que ya está
fabricado. Es durante la fase de producción cuando tiene que incorporarse la
calidad a los productos, y es en esta fase en la que hay que centrar los esfuerzos
para controlar la calidad. Las actividades realizadas con este fin se recogen
bajo el nombre genérico de Control On-Line de Procesos, e incluyen fundamentalmente las técnicas de Control Estadístico de Procesos (SPC) y de Control Avanzado o Ingenieril de Procesos (EPC) a las que nos referiremos luego
brevemente.
Aunque desarrollado inicialmente en Estados Unidos, este nuevo enfoque
fue muy tibiamente acogido en la industria occidental, teniendo que esperar
hasta los años 50 para que experimentara una gran expansión en la industria
japonesa, país al que fue exportado por Deming y Juran. Sólo la constatación a
principios de la década de los 80 de los enormes éxitos alcanzados en Japón
con sus nuevos enfoques de calidad, hizo cambiar la actitud en Occidente
cuyas industrias comenzaron a reimportar de aquel país unos planteamientos
que habían ignorado cincuenta años antes.
En esta época, sin embargo, Japón había dado un paso más y estaba apostando con fuerza por un nuevo camino que se podría también sintetizar con
una frase “No basta con controlar la Calidad, la Calidad se diseña”. Y es que,
en efecto, cada vez era más evidente que las actividades más rentables para el
logro de una calidad competitiva son las que se llevan a cabo en las fases de
diseño de los productos y de los procesos productivos. A este conjunto de actividades, realizadas antes de que los productos empiecen a fabricarse, se les ha
bautizado bajo el nombre genérico de Control Off-Line de productos y Procesos, por contraponerlas con las de Control On-Line que se realizan durante la
fabricación.
El Diseño de Experimentos, en sus diferentes variantes (Clásico, EVOP,
Mixture Designs, Taguchi…) constituye la herramienta básica para el Control
Off-Line, y a él dedicaremos unos breves minutos en esta charla.
CONTROL ON-LINE DE PROCESOS
El objetivo genérico de las actividades de control on-line es optimizar el
funcionamiento de los procesos reduciendo la variabilidad de las características resultantes en torno a los valores deseados.
El enfoque científico del control on-line se basa en un concepto clave, y
sin embargo, frecuentemente desconocido, que es la diferencia entre causas
comunes y causas especiales de variabilidad. Esta diferenciación es esencial,
puesto que la naturaleza de las actividades de control es radicalmente distin369
ta según que los problemas abordados estén ocasionados por causas de uno
u otro tipo.
Las causas comunes de variabilidad tienen un carácter permanente, es
decir, están incorporadas a un proceso desde el momento de su diseño, por
oposición a las causas especiales de variabilidad que tienen un carácter puntual
y están asociadas a anomalías que se presentan esporádicamente durante su
funcionamiento.
El objetivo del Control Estadístico de Procesos (SPC) es atacar los problemas ocasionados por las causas especiales de variabilidad. La herramienta básica utilizada para ello son los Gráficos de Control. Un gráfico de control es un
sistema de observación permanente e inteligente cuya finalidad es detectar precozmente la aparición de causas especiales de variabilidad y ayudar a la identificación del origen de las mismas con el objetivo último de eliminarlas y de
adoptar medidas que eviten su reaparición futura. Su idea básica consiste en
graficar la evolución en el tiempo de ciertos estadísticos calculados a partir de
muestras tomadas periódicamente del proceso.
Según la naturaleza del proceso a controlar se utilizan distintos tipos de
gráficos, que van desde los más sencillos (como gráficos de atributos, X-R o de
medidas individuales) a otros más complejos pero más potentes y más adecuados en ciertas situaciones (gráficos CUSUM, EWMA, gráficos basados en
modelos ARIMA para el control de procesos continuos o gráficos multivariantes).
Las técnicas tradicionales de SPC no permiten atacar los problemas ocasionados por las causas comunes de variabilidad, problemas que son frecuentemente los más importantes. De hecho, la eliminación de este tipo de causas,
sólo puede abordarse en la fase de diseño mediante técnicas de control offline. Sin embargo, en muchas ocasiones es posible reducir el efecto de una
causa común de variabilidad, cuando éste es el menos parcialmente predecible,
mediante la manipulación de variables compensatorias disponibles en el proceso. Se utilizan para ello técnicas de Control Avanzado de Procesos o APC (una
denominación alternativa es la de EPC por “Enginnering Process Control”).
La aplicación del enfoque EPC se basa en la modelización estadística de las
relaciones dinámicas existentes entre los parámetros de control de los procesos
y las características de los inputs por una parte y los resultados finales
obtenidos por otra. En efecto las ecuaciones de control óptimo a implementar
deben deducirse de dichas funciones de transferencia, que deben identificarse,
estimarse y validarse mediante el recurso a las técnicas estadísticas existentes al
efecto.
Los dos tipos de actividades de control que hemos expuesto, las de monitorización realizada mediante técnicas de SPC y las de regulación llevadas a
cabo mediante técnicas de APC, no son en modo alguno excluyentes y sino
que desempeñan papeles complementarios. En este sentido tiene un gran interés un enfoque moderno que, bajo la denominación de ASPC (o alternativamente ESPC) integra ambos tipos de técnicas para aprovechar al máximo sus
370
respectivas potencialidades. (En nuestro Departamento en la Universidad
Politécnica, llevamos una línea de investigación sobre aplicación del enfoque
ESPC en la industria química que es pionera en nuestro país e incluso en el
contexto europeo.)
CONTROL OFF-LINE DE PROCESOS
El objetivo genérico del Control Off-Line de Procesos es el de identificar y
cuantificar los efectos que los parámetros de los procesos tienen sobre la pauta
de variabilidad de las características de calidad y productividad relevantes del
mismo, con el fin de obtener las condiciones operativas óptimas (por ejemplo,
centrar dichas características en sus valores nominales y minimizar su dispersión) o, en ciertos casos, de identificar las causas de problemas y seleccionar la
mejor alternativa para solucionarlos.
La información necesaria sobre el efecto de los diferentes factores no se
obtiene en el control off-line limitándose a observar los procesos, sino recurriendo de forma sistemática a la experimentación, es decir a realizar voluntariamente cambios y estudiar sus consecuencias. En efecto, la experimentación,
que es la base de todas las ciencias experimentales, es un procedimiento
mucho más eficaz y eficiente que la simple observación pasiva para incrementar los conocimientos. En el fondo la idea básica que hay detrás del control offline es precisamente la de convertir los principios y técnicas del método científico en una herramienta de trabajo cotidiana en la industria sobre la que basar
el proceso de la mejora continua.
El Diseño de Experimentos, una metodología estadística cuyo objetivo es
la obtención eficiente de datos altamente informativos, es la técnica básica del
control off-line.
En general, el número de factores a considerar para optimizar un proceso
industrial o investigar las causas de problemas en el mismo es elevado. Muchos
técnicos creen que la única forma posible de operar en esta situación es investigando de uno en uno los efectos de los diferentes factores. Esta creencia es errónea, puesto que este enfoque es ineficaz e ineficiente. En efecto se trata de
un planteamiento que no sólo es costoso, al exigir un número elevado de pruebas, sino que debido al limitado campo de validez de las conclusiones
obtenidas al estudiar aisladamente cada factor y a la imposibilidad de investigar interacciones entre éstos, no garantiza la obtención de las condiciones óptimas.
La utilización de diseños experimentales como las fracciones factoriales, en
los que se modifican simultáneamente todos los factores pero respetando ciertas reglas de simetría que permiten en el análisis separar sus respectivos efectos, constituye una alternativa mucho más aconsejable. Estos diseños permiten,
por ejemplo, estudiar el efecto de 8 factores a dos niveles realizando sólo 16
pruebas, seleccionadas adecuadamente de entre las 256 posibles, sin que los
371
efectos de los factores se confundan entre sí ni con sus posibles interacciones.
En los casos en que los conocimientos previos permitan suponer que las interacciones son poco importantes, por lo que no preocupe su posible confusión
con los efectos a investigar, la reducción en el número de pruebas puede ser
todavía más espectacular; así es posible analizar el efecto de 15 factores a 2
niveles realizando sólo 16 pruebas (en vez de las más de 32.000 que exigiría el
ensayar todas las combinaciones posibles), o estudiar el efecto de 13 factores a
3 niveles en sólo 27 pruebas (frente a más de un millón quinientas mil combinaciones posibles).
En situaciones en las que la experimentación debe realizarse on-line, puede
ser aconsejable recurrir a una variante del Diseño de Experimentos, los métodos EVOP y de Análisis de Superficies de Respuesta, que permiten un
planteamiento secuencial del proceso experimental. Especial interés tienen
para algunas industrias los Mixture Designs, un conjunto de técnicas de modelización, diseño y análisis cuyo objetivo es la optimización estadística de las
propiedades de mezclas de varios productos.
Los enfoques de Ingeniería de Calidad y Diseño Robusto desarrollados por
el japonés Taguchi han alcanzado una enorme popularidad estos últimos años.
Afirma Taguchi que la forma económica de atacar los problemas de calidad
ocasionados por las causas de variabilidad existentes en un proceso no es eliminando estas causas (solución costosa), sino diseñando productos y procesos
que sean poco sensibles (“robustos”) a los efectos de las mismas. Para lograrlo
Taguchi ha desarrollado un conjunto de técnicas, variantes especiales del Diseño de Experimentos, para hacer más eficiente el proceso experimental a desarrollar para alcanzar dicho objetivo. Al margen de que algunos aspectos estadísticos de los métodos propuestos sean cuestionables y claramente
mejorables, es indudable que el conjunto de enfoques y técnicas que Taguchi
ha desarrollado bajo el nombre de Ingeniería de Calidad constituyen una de las
más poderosas herramientas de las que dispone actualmente la industria para
hacer frente a la necesidad imperiosa de mejorar la calidad y reducir los costes
de sus productos.
Recientemente están adquiriendo una gran importancia las técnicas de Diseño Óptimo de Experimentos, que integran en una metodología común los
diferentes enfoques existentes hasta la fecha, y que permiten abordar problemas no resueltos por aquéllos. (En nuestro Departamento hemos iniciado una
línea de investigación en este sentido que consideramos como especialmente
prometedora.)
CONCLUSIÓN
Como síntesis de las ideas que les he comentado apresuradamente en esta
charla, y recogiendo la representación que al respecto hace el profesor Joiner
en su “triángulo de la competitividad”, podemos decir que una estrategia em372
presarial para mantenerse competitivo en unos mercados cada vez más difíciles
debería fundamentarse sobre tres vértices:
Calidad: mejora continua de la calidad de todos los productos y procesos
de la empresa con el fin de satisfacer las necesidades y expectativas de los
clientes actuales y potenciales. Esta mejora se apoya sobre los otros dos vértices.
Personas: todas las personas de la empresa deben ser protagonistas del proceso de mejora. Su inteligencia y conocimientos son el recurso más valioso de
cualquier organización.
Método científico: como soporte sobre el que desarrollar eficientemente los
procesos de mejora. El papel de la Estadística en este contexto es esencial.
Digamos por último que toda estrategia de Calidad Total reposa sobre dos
pilares fundamentales: el Compromiso de la Dirección, organizando, impulsando y liderando el proceso de mejora continua, y la Formación para mejorar
continuamente el recurso más importante para la mejora: los conocimientos.
Como afirma Ishikawa “La Calidad Total empieza por la formación y termina
por la formación”.
373
SALIDAS PROFESIONALES
DE LOS
ESTUDIOS TÉCNICOS
UNIVERSITARIOS
TERCERAS JORNADAS
DE INFORMACIÓN
376
377
378
NUEVAS TECNOLOGÍAS
José Ramón Díaz
Director General IBM, Valencia
tardes, en primer lugar deseo expresar mi agradecimiento a la Real
Sociedad de Amigos del País, por su amabilidad al invitarme a participar
en esta mesa redonda. Me permite rejuvenecer por unas horas, y tratar de
aportaros lo que a través de mi experiencia profesional constituiría, si ello
fuese posible, algo así como la 2.ª oportunidad para enfocar mi carrera.
Puedo aseguraros que, aunque individualmente cada uno de nosotros haya
escrito su intervención, no ha estado preparada en el sentido de habernos reunido para coordinar ideas. Sin embargo, suscribo plenamente a Eliseo en su
enfoque hacia los Servicios, así como la capacidad de trabajo que demostráis
los jóvenes universitarios que os dedicáis al estudio de estas disciplinas que ha
destacado Elías.
Las verdades son dinámicas, dependen del grado de conocimiento que se
tiene en cada momento, y si no, que se lo pregunten a Galileo, o a Newton. Y,
en ese sentido, hablando de sectores industriales, no hay más que recordar la
importancia y el volumen de recursos que han movido y generado las empresas siderúrgicas, mineras, etc. Desde principio de siglo y, aún muy avanzado
éste, trabajar en uno de estos sectores era una garantía de trabajo, carrera y
desarrollo profesional. Y esto era así, en su momento, y no tan alejado en el
tiempo. Estos mismos días es noticia de los telediarios los conflictos mineros
en las cuencas tradicionalmente más ricas. Concretamente en León. Por
mucho que se aferren a su tradición, por mucho que protesten y reivindiquen
la solidaridad del estado, la realidad se acabará imponiendo por sí misma y si
comprar el carbón fuera es más barato que extraerlo nosotros y si disponemos
de fuentes de energía alternativas, más limpias y más baratas, se les podrá subvencionar durante un tiempo, pero están abocados a reconvertir su actividad
económica.
Es decir, los consejos que os podamos dar hoy, no eran válidos hace unos
años y no lo serán dentro de otros tantos. Máxime en el campo de las nuevas
tecnologías.
B
UENAS
379
Sois vosotros mismos los que tenéis que decidir hacia dónde deseáis dirigir
vuestros pasos. Y para ello, nada mejor que analizar vuestras potencialidades
individuales, decidir cuáles son vuestras metas y ser coherentes.
El riesgo y los probables ingresos son directamente proporcionales. A
mayor riesgo, mayor posibilidad de obtener buenos ingresos. Básicamente
podéis optar por tres alternativas profesionales: optar por ser funcionarios,
asalariados en una empresa o profesionales liberales creando vuestra propia
empresa. Evidentemente el que opte por la “seguridad” de una plaza de funcionario que luego no envidie la libertad del liberal o sus ingresos. Y viceversa,
que el que opte por crear su empresa no envidie al que percibe una nómina
mensual o, simplemente, se va de vacaciones con toda tranquilidad.
Por su parte, el trabajar en una empresa como asalariado también tiene dos
opciones: gran empresa, o PYME. En la gran empresa se dispone de medios,
organización, cursos internos… y tiene un importante atractivo profesional. En
la PYME, el papel que desempeña el titulado es de más relevancia, más destacado y con un protagonismo y capacidad de decisión mayor. Lo que, a su vez,
es un atractivo también muy importante.
En otro orden de cosas, hay una componente que no debemos olvidar y
que es el país, la Comunidad, en que vivimos y cuáles son sus características
más destacadas de cara al enfoque que tenga más probabilidades de éxito, a
decidir por cada uno de vosotros. Hace unos años, se referenciaba una frase de
un empresario japonés que decía que el país que no teniendo industria basaba
su economía en los Servicios, tenía los pies de barro. Y en ese momento, probablemente era cierto. Actualmente, con el grado de automatización de las Plantas de Fabricación, con el coste de la mano de obra (que deriva la producción
más artesanal a países del norte de África u Oriente) difícilmente podemos
apostar por esas actividades como creadoras de empleo en nuestro medio.
¿Creéis que será rentable y beneficioso instalar fábricas de antenas, o de teléfonos o de emisoras, en nuestra Comunidad? Se harán en Taiwan o Singapur o
Hong Kong. Sin embargo, y volviendo a las noticias de estos mismos días en
los telediarios, esta semana está en USA el Presidente de la Generalitat, con
una comitiva, intentando explorar la posibilidad de traer un Parque Temático
a nuestra comunidad. No se trata de unas norias, tiovivos o cabinas de tiro al
blanco. Los Parques tipo Disney, Estudios de la Universal, etc., incorporan las
más novedosas tecnologías disponibles en cada momento y, con ellas, crean
atracciones que, además de entretener por su espectacularidad, sirven para
crear puestos de trabajo de indiscutible nivel de conocimiento. Estamos cada
vez más, en la sociedad del ocio, en donde trabajar en el sector Servicios no
consiste simplemente en ser camareros, alquilar tumbonas en la playa o ser disc
jockey. Se puede trabajar creando nuevos servicios a través de las redes en el
sector bancario, o en los seguros, o como consultores remotos de cualquier
tipo de empresa en una época en la que la globalización de la economía y las
interconexiones actuales lo permiten.
380
381
CONSTRUCCIÓN
8,54%
SERVICIOS
61,86%
C. VALENCIANA
INDUSTRIA
25,78%
AGRICULTURA
3,82%
CONSTRUCCIÓN
8,72%
SERVICIOS
62,71%
ESPAÑA
INDUSTRIA
24,09%
AGRICULTURA
4,48%
LA INDUSTRIA VALENCIANA EN EL CONTEXTO DE LA ECONOMÍA
Aquí os muestro en trasparencia algunas cifras que es bueno tener en cuenta para saber cuál es el entorno que nos rodea. Todos hemos oído hablar que la
Comunidad Valenciana es una zona en la que destaca el número de PYMES,
pues aquí lo podéis ver. Con una estructura sectorial similar a la del conjunto
del Estado, el volumen de pequeñas empresas es mucho mayor, proporcionalmente que el de grandes. Y eso condiciona incluso el nivel de puestos. Pues no
olvidéis que las grandes empresas centralizan sus departamentos, concentrando los mayores niveles de decisión y responsabilidad en la casa matriz, lo que
justifica el hecho de que, por ejemplo, el gasto informático sea menor que el
que correspondería en base tanto al número de habitantes, como al PIB valenciano.
ÍNDICES GENERALES
C.V. / PAÍS
Número habitantes
PIB
Gasto informático
9,7 %
10,4 %
4,3 %
ESTRUCTURA EMPRESARIAL
Empleados
11-100
101-500
> 500
C. Valenciana
País
8.400
61.000
13,7 %
530
5.300
10,0 %
51
940
5,4 %
100-1.000
1.001-10.000
> 10.000
3.400
25.600
13,3 %
530
6.300
8,4 %
32
747
4,3 %
Facturación
C. Valenciana
País
Debéis ser capaces, con vuestra propia imaginación de descubrir las potencialidades que, con vuestros conocimientos podéis poner al servicio de la sociedad en que vivís. Y para que no creáis que eso es tan difícil, os voy a poner
algún ejemplo. Todos estáis familiarizados con el fenómeno Internet. Os
parece obvio. Pues sabed que ahí fuera, en la empresa, pocos saben cómo
pueden sacarle provecho. Los más avezados se atreven a utilizar la red como
correo electrónico y algunos hasta tienen páginas de publicidad, estática, por
supuesto, de sus productos. Probablemente no deben llegar ni al uno por ciento las empresas que utilizan, de una u otra manera, la red. Hace poco leí que
382
una universidad inglesa había desarrollado un software que, dando las características de textura, diseño, etc., era capaz de vestir en pantalla a un maniquí y
ver, desde todos los ángulos, cómo le quedaba una determinada prenda. Mezclemos Internet, Realidad Virtual y Multimedia y ofrezcamos a empresas como
El Corte Inglés, Don Algodón o Benetton la posibilidad de ofrecer a los
clientes remotos; es decir, a aquellos que no tienen tienda cerca, el que escaneen su imagen, den sus medidas, y se prueben la ropa que desean adquirir, sin
moverse de delante de la pantalla de su PC combinando prendas, colores… y
verificando cómo les queda. Amigos míos, hacer eso no es tan difícil, la tecnología ya existe y eso sí será venta por correo, de verdad. Y el que lo haga,
verá al admirado Bill Gates por encima del hombro. Os lo aseguro.
Unido a todo esto hay otro cambio que no es que se avecine, es que ya vivimos con él. El Teletrabajo. Y si los de la generación anterior tenemos que
aprender a acostumbrarnos, vosotros ya “tenéis que nacer” con la idea de que
debéis trabajar así. En IBM España, tenemos ya a ochocientos profesionales
operando de esa forma. Y no creáis que es fácil, pues hay un fenómeno cultural y social que adecuar a esa nueva realidad. La “presencia” deja paso a la
“productividad”, en suma, a los “resultados”, enfoque necesario para la supervivencia en un mundo donde la “competitividad” acabará seleccionando a los
mejor preparados.
Quizá vuestros primeros pasos sea bueno que los deis hacia el trabajo en
una empresa, aunque sea con un contrato en prácticas. Tendréis la oportunidad de “atisbar” el estado del arte y buscar vuestro propio camino. Será
bueno que cambiéis de puesto y de empresa, para actualizaros y no entrar en
una monotonía que, a la larga, es vuestra peor enemiga.
383
CARRERAS DE LA RAMA INDUSTRIAL
Eliseo Gómez-Senent Martínez
Director de la ETS de Ingenieros Industriales de la UPV
1. LAS CARRERAS DE LA ETSII
carrera de Ingeniero Industrial existe desde mediados del siglo XIX
habiéndose creado escuelas en varias ciudades españolas. Entre ellas, en
Valencia empezó a funcionar una Escuela de Ingenieros Industriales hacia
1885, habiendo sido patrocinada por el Ayuntamiento, la Diputación y la Real
Sociedad Económica de Amigos del País. Por desgracia, por falta de financiación, tuvo que cerrar a finales de esa misma década. Con la creación del Instituto Politécnico en 1968 –poco después, convertido en la actual Universidad
Politécnica de Valencia (UPV)– se creó la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII) que empezó a impartir ese año el título de Ingeniero Industrial.
Desde esa fecha hasta la actualidad, han finalizado sus estudios más de
1.600 alumnos, lo que representa más del 80 % de los ingenieros industriales
en activo de la Comunidad Valenciana.
En 1993 se aprobaron los nuevos planes de estudio de las carreras de Ingeniero Industrial, Ingeniero Químico, Ingeniero de Organización Industrial e
Ingeniero en Automática y Electrónica Industrial.
La carrera de Ingeniero Industrial, de cinco años de duración, es de carácter generalista (su actividad profesional abarca todo lo industrial) con componentes formativos de I + D + G (Investigación, Desarrollo y Gestión).
La de Ingeniero Químico es una carrera de 4 años de duración y más especializada teniendo un perfil formativo de I + D.
La carrera de Ingeniero de Organización Industrial es de sólo segundo
ciclo (2 años de duración) a la que puede accederse desde primer ciclo de Ingeniero Industrial o después de haber cursado alguna carrera de ingeniería técnica, cuyos titulados tienen un perfil profesional de D, con lo que, al tener esta
carrera una fuerte componente de gestión, los profesionales que la estudian
adquieren un perfil de D + G.
L
A
385
La carrera de Ingeniero en Automática y Electrónica Industrial también es
de sólo segundo ciclo (2 años de duración), pudiéndose acceder desde primer
ciclo de Ingeniero Industrial y desde algunas especialidades de Ingeniería Técnica Industrial. Su perfil profesional es de I + D.
Todas las carreras citadas precisan, para cursarlas y superarlas, de un esfuerzo importante y continuado por parte de los alumnos. A cambio de ese esfuerzo, la sociedad –sobre todo, la industrial– tiene en muy buena consideración a estos titulados. Estos ingenieros no suelen precisar de formación
complementaria –masters, cursos de posgrado, etc.– para dar un excelente
rendimiento en sus futuros puestos de trabajo.
2. LAS SALIDAS PROFESIONALES DEL INGENIERO INDUSTRIAL
Como no existen datos históricos de las colocaciones de las nuevas titulaciones de ingeniería se va a analizar únicamente el caso del ingeniero industrial, tomando como fuentes más importantes las realizadas por el profesor de la
ETSII don Enrique de Miguel, catedrático de Administración de Empresas, en
1995 y por el Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana
y Albacete, a quienes, desde aquí, doy las gracias por las facilidades dadas al
darme acceso a sus datos.
De los datos recogidos, cabe destacar los siguientes:
a) Los alumnos de la Escuela consideran en su gran mayoría que los estudios son más difíciles de superar de lo que habían supuesto antes de iniciarlos.
b) Sus preferencias de colocación están bastante equilibradas entre la Industria (40 %) y la Administración y los Servicios (50 %). Las industrias
preferidas son la de Construcción de Maquinaria, Equipos de Transporte, Industria Química, Azulejos y Alimentación. Las Empresas de Servicios más deseadas son las de Consultoría e Ingeniería (40 %), Comunicaciones (12 %),
Administración (7,5 %) y Otros Servicios (9 %).
c) Las colocaciones reales (deducidas de información correspondiente a la
mitad de los ingenieros industriales colegiados) se distribuyen con arreglo a los
siguientes porcentajes aproximados:
1) Administración (21 %): – Universidad
– Administración Estado
– Administración Regional y Local
2) Industria (38 %):
– Maquinaria transporte
– Minería
– Textil
– Maquinaria y Equipos
– Industria Química
– Metalurgia y otros
– Otros
386
(9 %)
(1 %)
(11 %)
(5 %)
(5 %)
(3 %)
(7 %)
(5 %)
(6 %)
(7 %)
3) Servicios (37 %):
4) Construcción (3 %):
5) Otros (1 %):
– Agua, Gas y Electricidad
– Transportes y Comunicaciones
– Consultoría, Ingeniería, Profesión
libre y otros Servicios
– Finanzas y Seguros
– Otros
– Construcción
– Otros
(7 %)
(3 %)
(23 %)
(2 %)
(2 %)
(3 %)
(1 %)
Otros datos interesantes son los siguientes: de los 190 alumnos que han finalizado sus estudios el último año, unos 150 se han colegiado en la Comunidad Valenciana, habiéndose colocado a través de la Bolsa de Trabajo del
Colegio alrededor del 30 %. Por otro lado, conviene también destacar que el
periodo de espera para colocarse no supera los seis meses desde que los
nuevos titulados acceden al mercado de trabajo.
3. CONCLUSIONES
El ámbito en el que se colocan los ingenieros de la rama industrial está
repartido entre la Industria, los Servicios y la Administración.
En algunos sectores clásicos empresariales de la Comunidad Valenciana
(mueble y juguete) la presencia de ingenieros industriales es muy baja, tendencia que debería modificarse si se quiere modernizar tecnológicamente estos
sectores.
Aunque algunas empresas precisan de ingenieros especialistas (sobre todo,
las grandes organizaciones), las PYMES son el futuro del siglo XXI pues absorberán entre el 80 % y el 90 % del empleo. Por ello la necesidad de disponer
de ingenieros con formación generalista, capaces de resolver el mayor número
de problemas de la empresa, seguirá siendo una realidad durante el próximo
cuarto de siglo.
387
G I O VA N N I M U T O
Profesor Universidad de Nápoles
ESPAÑA
VISTA DESDE
LOS TERRITORIOS
ITALIANOS
JUAN JOSÉ MARI
Presidente del Tribunal Superior
de Justicia de la C. Valenciana
ENRIQUE BELTRÁN
Fiscal Jefe del Tribunal Superior
de Justicia de la C. Valenciana
ELOY VELASCO
Director General de Justicia
de la C. Valenciana
EL ESTADO DE LA JUSTICIA
EN LA
COMUNIDAD VALENCIANA
Descargar