La enseñanza de la Historia de las Artes Plásticas nacionales en la Escuela Secundaria Lecturas en torno a las prescripciones del Diseño Curricular y las prácticas docentes Instituto Superior de Formación Docente N 809 Programa de Investigación y Desarrollo Prof. Valeria Andrinolo, Prof. Marcos Sourrouille valeriaandrinolo@yahoo.com.ar, soumarcos48@gmail.com Esquel, 2011 Esquel, 2011 LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA DE LAS ARTES PLÁSTICAS NACIONALES EN LA ESCUELA SECUNDARIA Lecturas en torno a las prescripciones del Diseño Curricular y las prácticas docentes Resumen Palabras claves: historia del arte - Argentina educación secundaria - colonialismo - práctica docente Key words: Art History - Argentina - secondary school - colonialism - teaching practices La delimitación del objeto de estudio y los objetivos de la investigación La historia del arte, cualquiera sea la idea que de ella tengamos, es un área de estudios que no aparece como prioritaria si se toma como parámetro la currícula de las distintas modalidades de la Educación Polimodal. En los espacios dedicados a la historia, las artes suelen quedar relegadas al anecdotario marginal, si es que se las tiene en cuenta. El espacio señalado por los diseños curriculares de la Educación Polimodal como el lugar específico para la enseñanza de la Historia del Arte es “Cultura y Estéticas Contemporáneas”, espacio obligatorio para la Modalidad Comunicación, Artes y Diseño, y opcional para las otras modalidades de este nivel. La investigación que se presenta se enmarca en el Seminario Colaborativo de Formación en Investigación Educativa, en el que confluyen los Programas de Investigación y Desarrollo de los Institutos Superiores de Formación Docente N° 804 y 809 de Esquel. Nuestro objeto de estudio es la enseñanza de la historia de las artes plásticas definidas como “argentinas” en la educación secundaria, focalizando nuestro análisis en el lugar de la producción asociada a lo “nacional” en la currícula y la práctica de los docentes del área. Esto obliga a indagar en las concepciones -tanto explícitas como implícitasde los educadores y funcionarios en torno al arte, su historia y su enseñanza, así como las tensiones entre lo local-nacional-universal. Es necesario abrir el debate en torno a los cánones artísticos y sus efectos de poder sobre distintos saberes locales, partiendo del carácter situado de la construcción de toda episteme. Las propias categorías naturalizadas como parte de la extrapolación de lo occidental como sinónimo de lo universal están en la base de la imposibilidad de aprehender la especificidad de los saberes locales, que por lo general son expulsados al lugar del exotismo y la artesanía. Sin renunciar a pensar el problema en términos generales, hemos desarrollado nuestra investigación tomando como referentes empíricos observaciones en escuelas y entrevistas con docentes de la localidad de Esquel en los años 2008 y 2009. 1 Esquel, 2011 Una de las principales aristas de nuestro trabajo consiste en indagar en torno a las nociones de arte y cultura que operan como fundamentos de los diseños curriculares y otros documentos institucionales, así como en la praxis de los docentes que se desempeñan en las áreas relacionadas con la enseñanza de la Historia de las Artes Plásticas. Al mismo tiempo que observamos aquello que entienden por “arte” los distintos actores intervinientes nos interesa el lugar Abstract This investigation is part of the Seminario Colaborativo de Formación en Investigación Educativa, in which converge the Research & Development programs of the Institutos Superiores de Formación Docente N° 804 and 809 from Esquel (Chubut, Argentina). Our study object is the teaching of so defined “argentine” Visual Art History in the secondary school, focusing our analysis on the place of the “national” production in the curriculum and the concrete practices of the subject’s specific teachers. This leads to investigate within the teachers and officials conceptions -explicit or implicit- about art, its history and its teaching, and so about the tensions within local, national and universal. We believe it is necessary to open a debate on the artistic canons and their power effects over different local knowledge, starting from the situational nature of every epistemological construction. Naturalized concepts, which are part of the use of occidental as a synonym of universal, are in the bases of the impossibility to comprehend the local knowledge’s specific character. This local knowledge on art is generally expulsed to the place of what is considered as exotic and crafts. Even though we still think the problem in general terms, we have developed our research taking as empirical references observations in schools and interviews with teachers in Esquel town, during the years 2008 and 2009. que esas definiciones y prácticas dejan a lo “argentino” o “latinoamericano”1. A partir de estos intereses generales, delimitamos el campo de nuestras observaciones y análisis a los Diseños Curriculares para la Educación Polimodal vigentes durante el desarrollo de nuestra investigación en la provincia de Chubut, explorando sus vínculos con las prácticas y discursos de los docentes del espacio “Cultura y Estéticas Contemporáneas” en ejercicio en la localidad de Esquel. Por supuesto, junto con las prescripciones y prácticas concretas en torno a la enseñanza de la historia del arte argentino, aparecen otras específicas de la sociedad esquelense y los modos particulares en que allí se construyen e instauran el rol docente, la identidad nacional, regional o local, y los conflictos que atraviesan las relaciones entre los sujetos que nos interesan. Consideraciones teóricas Coincidimos con Edward Said (1996, p. 482) cuando señala que “la labor del intelectual de la cultura no consiste en aceptar la política de la identidad tal como se la propone, sino en mostrar que todas las representaciones son construcciones, describir cuáles son sus propósitos y sus componentes y quiénes las fabrican”. 2 Esquel, 2011 La delimitación planteada para el objeto de estudio hace necesarias herramientas teóricas para abordar el análisis interrelacionado de: el arte, y más precisamente las artes plásticas la cultura, la identidad, las representaciones la escolarización del conocimiento y el rol docente la historia y la historia del arte Entendemos que múltiples relaciones de poder atraviesan las prácticas y discursos analizados, pensando el poder desde una perspectiva foucaultiana. De allí deriva nuestra lectura de la escolarización del conocimiento focalizada en el eje poder-saber. Desde la concepción de todo conocimiento como situado cuestionamos la posibilidad de comprender las expresiones de la cultura de los “otros” colonizados a través del canon artístico construido e impuesto por occidente. Eric Wolf - entre muchos otros - ha señalado críticamente la tendencia de las ciencias sociales hegemónicas a pensar la historia universal de una forma teleológica y reduccionista, en una sucesión que parte de Grecia, para continuar en Roma, la Europa cristiana, el Renacimiento, la Ilustración, concluyendo en la democracia política y Una de las principales aristas de nuestro trabajo consiste en indagar en torno a las nociones de arte y cultura que operan como fundamentos de los diseños curriculares y otros documentos institucionales, así como en la praxis de los docentes que se desempeñan en las áreas relacionadas con la enseñanza de la Historia de las Artes Plásticas la revolución industrial (Wolf, 1993, p. 17). Occidente termina siendo, para estas concepciones, el agente de una historia que tiene como contrapartida la existencia de “pueblos sin historia”, “primitivos” o “sociedades frías” según diferentes esquemas clasificatorios. La presencia de este tipo de esquemas tras los diseños curriculares es bastante transparente, de allí la necesidad de herramientas conceptuales que nos permitan deconstruirlos, y comprender la cultura y las representaciones en su permanente mutación e inestabilidad2. De la misma manera la historicidad de aquellos objetos y prácticas que la historia del arte toma como materia de estudio, y de las mismas definiciones del campo disciplinar y sus versiones escolarizadas permitirán abordar la historia del arte con un pensamiento más amplio. 3 Esquel, 2011 Consideraciones metodológicas Una vez seleccionado el espacio “Culturas y Estéticas Contemporáneas” como eje central, aunque no exclusivo, de nuestras indagaciones, procedimos al análisis de al menos dos registros: la prescripción del diseño curricular y la praxis concreta de diferentes docentes a cargo del espacio. En función de ello, las principales herramientas metodológicas han sido el análisis documental y las observaciones y entrevistas con docentes del área, encarando un trabajo transdisciplinario donde abordamos los temas en su sentido histórico, artístico, educativo y social. No nos proponemos en modo alguno leer en las aulas las “desviaciones” de lo prescripto en los diseños curriculares, sino que buscamos comprender los lugares de enunciación de los diferentes discursos circulantes, en un intento de leer las relaciones de poder-saber que los atraviesan. Tampoco entendemos que haya una oposición entre los diseños curriculares y las prácticas docentes como dos bloques monolíticos, sino que nuestras indagaciones se orientan a leer los ejes principales que atraviesan a ambos, sus distintas instancias de interrelación, sus contradicciones y sus analogías. En las primeras etapas de la investigación nos dedicamos a la obtención de un registro de las prácticas, discursos y percepciones de un grupo de docentes de “Cultura y estéticas contemporáneas”, que son una serie de entrevistas extensas y en profundidad con un grupo de cuatro docentes del área. Estas se combinan con observaciones en distintas instituciones escolares de la localidad. Luego de esta primera serie de entrevistas, realizamos una re-lectura del diseño curricular de la materia en cuestión e incorporamos a la investigación los diseños de todas las áreas de la Modalidad Comunicación, Artes y Diseño. Estos pasos nos permitieron elaborar un “panorama general”, que luego sería revisado a la luz de una serie de entrevistas más breves con otros profesores de “Cultura y Estéticas Contemporáneas” y otros espacios curriculares de la Modalidad antes mencionada. Además, durante toda la investigación trabajamos en la construcción del corpus teórico que nos permitiera dar cuenta del problema de investigación encarado. En la búsqueda de material que pudiera aportar a nuestras inquietudes nos acercamos tanto a textos de historiadores y críticos de arte como sociólogos, antropólogos, historiadores, y politólogos. 4 Esquel, 2011 La enseñanza del arte en la institución escolar y en su contexto histórico Para conocer e indagar sobre el estado actual de la enseñanza de la historia del arte nacional en la escuela secundaria fuimos a la propuesta institucional, tanto en los diseños curriculares como en los contextos específicos de cada escuela. Nos propusimos desentrañar los paradigmas teóricos que la sostienen, qué elementos hacen a sus condiciones de posibilidad, y finalmente contrastar estas construcciones con otras miradas teóricas que los intelectuales de la historia del arte postulan en la actualidad. Adolfo Colombres, parafraseando a Paul Klee, afirma que “la percepción visual es pensamiento visual, lo que implica que éste último condiciona a aquella”, y que por ende “la teoría del arte que logremos articular modificará no sólo las obras, sino también la percepción de las mismas” (Colombres, 2005, p. 10). Y en cuanto al motor que mueve las interpretaciones artísticas de una sociedad García Canclini (2006, p. 33) plantea que “el lugar privilegiado que conceden a las obras los historiadores y críticos de arte (por no hablar de la enseñanza en las escuelas y universidades) es un serio obstáculo para que las historias del arte latinoamericano sean algo más que cronologías de los pintores, sus cuadros y sus viajes, descripciones subjetivistas de lo que le ocurrió al crítico cuando fue a exposiciones y talleres”. Buscamos entonces en las currículas cuál es “nuestra” historia de las artes visuales según el Ministerio de Educación Provincial y quienes somos/son ese grupo que allí se define como “nosotros”, los argentinos. La currícula de “Cultura y Estéticas Contemporáneas” se trata de Cultura y de Estética, primero las aborda por separado y luego intenta unirlas, el objetivo del área es relacionar la Cultura con la Estética a fin de comprender las expresiones del hombre dentro de un contexto y encontrando en ellas un sentido, pero los contenidos en torno a la Estética, incluso cuando la relaciona con la Cultura, sólo trata el arte contemporáneo, prescindiendo de toda historicidad. Además de esta dificultad que en sí misma genera la propuesta se distorsiona aquella intención del área cuando los manuales, de las distintas editoriales, insisten y concuerdan en una historización que hacen comenzar con las “Vanguardias artísticas del S. XX”, primero en Europa y después las latinoamericanas, y luego sigue haciendo referencia a las experiencias de Europa y Estados Unidos para llegar al arte contemporáneo en América. Es innegable la influencia europea en el arte latinoamericano, lo que nos cuestionamos aquí es el modo en que relatamos esta influencia y el lugar de nuestra autoestima en torno a la creación. Incluso cuando en el Diseño se vislumbra el interés de tratar el arte popular queda opacado por el lugar ínfimo que se le otorga en relación al espacio que se le da a las Industrias Culturales. Este interés hacia el arte en relación con el mercado se acentúa en la elección de las áreas de la Modalidad Comunicación, Artes y Diseño. Allí también podemos advertir la ausencia de las artes de la región, si bien podemos leer en algunos párrafos la intención de tratar el arte local es un hecho que resulta muy dificultoso a la hora de llevarlo a la práctica tanto por la falta de material como 5 Esquel, 2011 por la falta de formación de los docentes en este aspecto. Así es como la combinación de la formación del docente, su poca intención de revisión histórica, la propuesta de los manualeseditoriales, y la falta de relevamiento del arte local y regional configuran, a pesar del objetivo que dice tener el Ministerio, una visión sumamente eurocentrista. Es triste que esta postura resulta de todos modos coherente con la mirada hegemónica de nuestras academias, que aunque muchas quieran reinvindicar en sus objetivos el arte popular en sus propuestas curriculares continúan manteniendo un modo y una historicidad eurocéntrica. Complementariamente, en ninguna materia de la escuela secundaria se aborda la historia del arte americano antes de la conquista, ni de los tiempos de la conquista, ni de la colonia, ni de la república. En todo caso se acerca más a tratar de ver el arte de los colonos en el continente conquistado, cómo llegan a las colonias y a las nuevas repúblicas los cánones y escuelas del arte europeo. Esta dinámica opera tanto a la hora de plantear la cuestión de los orígenes del arte argentino o latinoamericano como a la hora de pensar las vanguardias artísticas del siglo XX: se piensa y se enseña la circulación del arte desde posiciones cercanas al difusionismo y/o el evolucionismo, incluso cuando se advierte otra intención en la enunciación el Ministerio en cuanto a la modalidad cuando dice que pretende “reconocer los contextos sociales, históricos y epistemológicos en que se generan y desarrollan paradigmas y teorías de los campos de la Comunicación y el Arte y evaluando su incidencia en la interpretación de diferentes procesos comunicacionales y artísticos” (Documento de la Modalidad Comunicación, Artes y Diseño, en Diseño Curricular de la Educación Polimodal, p. 426). En combinación con el supuesto de una historia universal y teleológica de las artes, el Diseño Curricular3 propone materias y currículas sin un pasado concreto, sin unas condiciones de posibilidad históricas y determinadas (Foucault, 2005), lo que deriva en la naturalización del arte como producción. En el Diseño Curricular observamos que no está entre los objetivos de “Cultura y Estéticas Contemporáneas” abordar el arte desde la perspectiva de su historicidad, o plantear la historia del arte como eje prioritario4. La historia está en otras materias (las que llevan su nombre), y de allí deberían hipotéticamente surgir los datos que permitirían contextualizar las obras y escuelas mencionadas en “Culturas y Estéticas…” (Diseño Curricular de la Educación Polimodal, p. 122). Por otra parte, este espacio curricular al tener carácter opcional para Modalidades que no sea la de “Comunicación, Artes y Diseño” da cuenta del lugar subalterno del arte en la currícula de la Educación Polimodal. Abriendo la mirada hacia otras materias de la modalidad que nos incumbe, encontramos que las propuestas se enfocan hacia la productividad del hecho artístico, las industrias culturales, el marketing y las tecnologías, provocando cierto vacío en lo que se refiere a la expresión, la 6 Esquel, 2011 creación, la historia del arte y el sentido que puede tener una creación en la sociedad en que se genera y se desarrolla. Atraviesa la concepción de arte y cultura en el Diseño Curricular una recurrente negación de las expresiones artísticas y culturas americanas. El canon artístico occidental y hegemónico delimita lo que es admitido como arte, tanto en el pasado como en el presente, y por ende como parte de lo que es enseñable en estas asignaturas y modalidades. Así vemos como el Diseño Curricular de la Educación Polimodal al enumerar una larga lista de expresiones artísticas contemporáneas con el objeto de mostrar cómo el arte está presente en la vida cotidiana, las características que unifican el conjunto son la masividad, la No nos proponemos en modo alguno leer en las aulas las “desviaciones” de lo prescripto en los diseños curriculares, sino que buscamos comprender los lugares de enunciación de los diferentes discursos circulantes, en un intento de leer las relaciones de poder-saber que los atraviesan. mercantilización y una visibilidad social estrechamente relacionada con los medios masivos de comunicación (p. 112). Tanto para el arte como para la comunicación, la propuesta del Ministerio tiene reduccionista, una visión occidental y mercantilista. Se define allí a la comunicación como una serie de procesos complejos de producción, circulación y consumo (Diseño Curricular de la Educación Polimodal, p. 122), y con la misma lógica se entiende la producción artística y cultural en general. Aquí aparecen nuevamente las ya mencionadas dificultades para aprehender la historicidad de las concepciones del arte y la sociedad que atraviesan este documento llevándonos a reflexionar sobre nuestro origen y nuestra argentinidad. Paradójicamente, junto con la naturalización de un arte mercantilizado e industrializado, que deja para el consumidor un lugar puramente pasivo, pueden encontrarse en el texto alusiones, siempre abstractas, enunciativas, a la creatividad del alumno o el fomento de las capacidades comunicativas. También aparecen menciones de los valores y la identidad nacional, local, regional y latinoamericana, en abierta contradicción con la reproducción acrítica del canon eurocéntrico transformado en “universal”. En este sentido, entendemos que el problema no es la escasa presencia de lo nacional o americano, sino que lo que debe repensarse es la relación poder-saber que atraviesa los criterios de selección y enseñanza: si no se cuestionan los supuestos coloniales que sostienen estas construcciones, difícilmente se llegue a resultados descolonizadores. (Said, 1996). El diseño curricular propone también el uso de materiales de la región, pero no se especifica al respecto y de hecho tales materiales no están disponibles en las escuelas. El mismo documento 7 Esquel, 2011 (p. 120) advierte la falta de bibliografía y plantea la alternativa de la enseñanza directa como camino para el acercamiento de los alumnos a diversos tipos de producciones ya sea “clásicas” o de carácter popular (aunque en las recomendaciones concretas a lo largo del documento aparecen las formas clásicas y no las populares). A la hora de especificar las orientaciones que debería tomar el dictado de “Cultura y Estéticas Contemporáneas” en las diferentes modalidades de la Educación Polimodal: Ciencias Naturales, Producción de Bienes y Servicios y Economía y Gestión de las Organizaciones (donde, como ya dijimos, el espacio es opcional), se hacen evidentes las contradicciones entre la proclamación abstracta de la centralidad del arte para el ser humano y los criterios utilitaristas que de hecho se aplican a la selección de contenidos. Además se propone el trabajo con una dinámica de taller (Diseño curricular de la Educación polimodal, p. 428), pero en los hechos los espacios físicos disponibles en las escuelas limitan las posibilidades concretas de experimentación en distintos campos artísticos. Sin que tampoco se encuentre una situación ideal al respecto (ni mucho menos), es posible encontrar laboratorios con mesas y mecheros para la experimentación en Ciencias Naturales, Física o Química con relativa frecuencia, lo que contrasta con la casi general inexistencia de espacios específicos para el desarrollo de actividades artísticas, y esto no es nuevo, pues históricamente en la escuela siempre se valoró mas la ciencia que el arte. Resulta llamativo que al enumerarse las “Competencias Específicas de la Modalidad”, éstas sean exclusivamente relacionadas con la comunicación, no habiendo ninguna propiamente artística (p. 426 del documento de la modalidad Comunicación, artes y diseño). En los espacios curriculares de la modalidad5 (p. 430 y siguientes) el énfasis también está puesto en la comunicación y generalmente los contenidos están atravesados por las ya mencionadas concepciones del arte en torno a la producción y la mercantilización, si bien en algunos de ellos se consideran las expresiones culturales y artísticas entendiendo a su contexto de producción. Es mínima, de todos modos, la presencia del arte local, regional, argentino y/o latinoamericano. Sólo se hace una referencia (p. 114 del documento de Artes y comunicación) a la formación en valores y el fortalecimiento de la identidad nacional atendiendo a las idiosincrasias locales, provinciales y regionales y a la integración con América y el mundo. En el espacio curricular “Imágenes y Contextos” (p. 436) se proponen contenidos históricos para trabajar las imágenes y sus contextos, pero advertimos una periodización eurocéntrica basada en la imagen moderna, la imagen medieval, la imagen antigua y por último la imagen prehistórica. Para “Lenguajes II”, el Diseño Curricular propone trabajar en torno a dos lenguajes artísticocomunicacionales que pueden variar cada año (p. 436). Se enuncian como ejemplos la fotografía y el video, y aquí sí se propone historizar la evolución de la disciplina. 8 Esquel, 2011 Los docentes: el lugar de la historia del arte en las aulas esquelenses En esta investigación se realizaron cuatro entrevistas en profundidad a docentes de la materia “Cultura y estéticas contemporáneas” y siete entrevistas breves a docentes de materias relacionadas con las artes de la escuela secundaria, tales como “Plástica”, “Cultura y Estéticas Contemporáneas”, “Producción y Gestión de la Comunicación”, “Guión- Gráfica Editorial”, “Diseño”, “Lenguajes II”, “Recreación”, “Teatro”, “Imágenes y Contextos”. Si bien nuestra investigación está focalizada en las artes visuales, abrimos las entrevistas a docentes de materias artísticas en general, para tener un panorama más amplio pensando una historia del arte en un sentido más integral. En las entrevistas aparece una relación estrecha entre los contenidos que los docentes enseñan con la formación disciplinar que recibieron en cada caso. La repetición de viejos paradigmas se da en la mayoría de los casos, y se percibe aún en los entrevistados que reflexionan críticamente sobre la propia práctica. Si bien la mayoría expresa que tiene libertad para abordar contenidos y de respetar o no la currícula, se evidencia en la mayoría de los casos la falta de discusión y actualización sobre el tema y la convicción de la necesidad de cambios. Sólo uno de los entrevistados reformula la prescripción de la currícula porque tiene una postura crítica ante la propuesta de contenidos para la materia. Otro de los entrevistados manifiesta estar por cambiar la currícula para invertir el orden prescripto y dar clases sobre las vanguardias primero en Argentina y después en Europa. De las entrevistas en profundidad todos tienen una postura crítica en el discurso, pero en la práctica tienden a reproducir la currícula. Si bien el diseño de “Cultura y Estéticas Contemporáneas” plantea problemas generales de la cultura, la comunicación y las estéticas contemporáneas, los docentes parecen guiarse por el contenido de los manuales, los cuatro entrevistados describen a la currícula como la desarrollan los manuales y parece que desconocieran la letra del ministerio. Así manifiestan que al final de la currícula se tratan las vanguardias del siglo XX, primero en Europa, luego en Latinoamérica y finalmente en nuestro país. Coinciden los entrevistados que en el calendario concreto la historia del arte llega al aula entre octubre y noviembre, es decir que para el arte latinoamericano y local apenas queda el último suspiro del año. A la vez todos ellos acuerdan que la materia tiene una visión eurocéntrica. También es importante referir que las artes regionales de nuestro país y local en relación a Esquel y la provincia de Chubut no existe ni en los manuales ni en la currícula del Ministerio. De los docentes entrevistados sólo uno se encuentra preocupado por incluir la problemática local del arte y la cultura, éste docente es, a su vez, quien decidió cambiar la propuesta de la materia y dar contenidos que sí considera pertinentes para dar la cultura y las estéticas contemporáneas para los chicos de Esquel, pensando tanto en los chicos como en los contenidos. Él elige el tango, el folclore y el rock como expresiones a estudiar 9 Esquel, 2011 dentro de nuestra cultura, historizándolos, buscando su origen y devenir, sus artistas, las obras, sus manifestaciones en las diversas disciplinas, es decir, en la danza, en la música, en la plástica, etc. En relación a la estética desde la filosofía todos los docentes se remiten a la filosofía occidental. Esto trae una reflexión sobre el uso y el significado del término “arte” en América, y de la posibilidad de una filosofía americana del arte, si postulamos que el sentido de una reflexión filosófica en una comunidad es la de posibilitar estrategias para vivir. Las ideas actúan en un contexto y con un contenido, una ciencia occidental responderá a un proyecto político occidental. Una filosofía que pueda fundamentarse y crecer en el conjunto de expresiones y producciones de nuestro continente y de sus cambios a lo largo de su historia no está presente de manera explícita ni el decir de los docentes, ni en los manuales ni en los documentos del Ministerio. Sin embargo es interesante observar que la mayoría de los entrevistados manifiestan interés en dar el arte local, regional y Latinoamericano, es decir que se observa una necesidad de reconocer, valorar y reflexionar sobre “nuestro” arte y nuestros artistas. En cuanto trabajo, al en escuelas material de general en muy poco hay las y desactualizado, y los manuales disponibles presentan una visión occidental y reduccionista del arte. proveen necesitan Los del docentes material con se Coinciden los entrevistados que en el calendario concreto la historia del arte llega al aula entre octubre y noviembre, es decir que para el arte latinoamericano y local apenas queda el último suspiro del año. A la vez todos ellos acuerdan que la materia tiene una visión eurocéntrica. que criterios personales y según sus posibilidades individuales. Esto se combina con las escasas instancias de capacitación docente y la falta de espacios de reflexión específicos para la materia y su articulación con otras. Todos los entrevistados afirman que necesitan más espacios de encuentro y formación. Con respecto al desarrollo de actividades artísticas o de investigación por parte de los docentes del área, éstos se dividen en tres grupos: los que sólo desarrollan la tarea docente, los que desarrollan actividades artísticas o de investigación sin ser rentados por ello y los que además de la docencia desarrollan un trabajo rentado a nivel artístico o investigativo. Estos datos, puestos en relación con las necesidades e intereses personales de cada docente, contribuyen a una lectura de la práctica que llevan adelante en las aulas: los docentes que desarrollan tareas artísticas o investigativas a la par de la práctica docente tienen mayor sentido crítico e inquietudes de superación que los docentes que sólo desarrollan práctica docente. También se presenta la siguiente reflexión: un docente que a su vez necesita que su arte, que es local, sea 10 Esquel, 2011 reconocido, va a luchar por una currícula que lo contenga y valore en su rol de artista o de investigador, como también un reconocimiento de la producción local o regional. El trabajo en la propia disciplina fortalece la labor del docente, al tiempo que un docente que no profundiza y experimenta en la(s) disciplina(s) tiende a repetir y tiene dificultad de romper con lo aprendido. En la entrevistas extensas observamos que cuando se trata el tema del arte latinoamericano y argentino uno de los entrevistados hace referencia a “…esa deuda, esos orígenes”, en referencia a Occidente. Y, refiriéndose a lo americano, habla de aportes y de elementos renovadores e innovadores que se añaden a las propuestas europeas. Otro, en las entrevistas cortas dice que aborda el arte universal para la modalidad de Humanidades. En general no aparece el pensamiento americano en primer lugar, queda en lugar de “hijo”, de “continuador”: primero de Europa y más tarde en relación a Estados Unidos, ellos nos dan las propuestas y nosotros le añadimos algún “toque” [latino]americano. Así, otro docente, en una entrevista en profundidad habla de su gusto por el arte y que si pudiera consumiría arte comprando obras, durante toda la entrevista tiene una apreciación cerrada acerca del arte. Los tres, sin embargo, manifiestan preocupación porque en la currícula no aparece el arte local, regional ni nacional. Damián Bayón (2006, pp. 166-167) dice: “América ha sido incorporada a nivel continental en la cultura occidental y aquellas expresiones originales, que plasman sus creadores plásticos e intelectuales, son modalidades regionales o maneras de particulares de expresión que corresponden a la sensibilidad y a la situación latinoamericana”. De aquí se deduce que si bien es positivo entender la parte “occidentalizada” de nuestro arte también se hace indispensable atender el bagaje americano. Además, interpretar las creaciones americanas desde los contextos locales específicos nos coloca en nuestra “mismidad” (De Oto, 1997) como eje central de nuestra búsqueda de conocimiento, y desplaza los límites propuestos por los campos de poder hegemónicos. En las entrevistas cortas aparecen pocas referencias a la historia del arte argentino. Dos de los entrevistados dan algún contenido puntual en función de sus intereses personales. Por otra parte, sólo en dos de los espacios curriculares que estos docentes tienen a cargo se incluye al arte, y en ninguno se trata del arte argentino o americano como contenido específico. Además, dos de los docentes que tienen a su cargo materias que incluyen alguna historia del arte tampoco la abordan: en un caso la docente aduce que es nueva en la materia y todavía no la conoce, y en el otro no expresa ninguna razón específica. De los cinco docentes de “Cultura y Estéticas Contemporáneas” (los cuatro de las entrevistas en profundidad y uno de las entrevistas cortas) cuatro dan las vanguardias del siglo XX, las europeas primero, luego las americanas y por último un esbozo de las argentinas. Uno de ellos dice hacer proyectos sobre arte argentino y latinoamericano. Otro dice que le gustaría probar un cambio, empezar por dar las vanguardias argentinas primero y luego las europeas. 11 Esquel, 2011 Si bien los cuatro docentes entrevistados en profundidad manifiestan que les parece importante tratar el arte local y regional, sólo uno de ellos lo lleva a la práctica, está preocupado por este tema y está más cerca de abordarlo de manera sistemática en su práctica como docente. Un problema de términos. Los problemas de nuestra historia del arte y su enseñanza Desde hace algunas décadas los ámbitos académicos comenzaron a incluir las expresiones el arte popular, aunque la resistencia a tratarlo “de igual a igual” es muchas veces notable, porque hacerlo implicaría la necesidad de reformularse política e ideológicamente. De todos modos la actualización de ciertos paradigmas se está dando en muchas universidades y también en la sociedad en general, tanto en el campo del arte como de la historia. El tratamiento del “arte nacional” en la escuela secundaria es una materia pendiente. La perspectiva histórica para la historia del arte, para las naciones originarias y sus cosmovisiones, y un pensamiento que pueda remontar las experiencias americanas desde los orígenes hasta hoy para una conciencia y una vivencia más generosa de lo “nuestro” en términos políticos, ideológicos, artísticos, sociales, psicológicos, comunicacionales. Así pueden darnos la posibilidad de transitar nuevas versiones de un arte y una educación americanas. La escuela acepta, al menos en los documentos que imprime, que las creaciones y expresiones artísticas son producto de un contexto histórico y concreto, pero ser consecuente con esta afirmación la encontraría siendo partícipe de un proyecto político que podría cuestionarse acerca de los sujetos históricos, sus territorialidades, los desplazamientos y luchas, así como las lecturas que hacen de estas historias los antropólogos e historiadores. Los procesos sociales y políticos, en relación intrínseca con la producción artística, están ausentes o velados en el relato histórico del arte que hoy promueve la escuela secundaria. Ticio Escobar (en “Hacia una teoría americana del arte”. Acha, Colombres y Escobar, 1989, p. 127) dice al respecto: “Al concepto populista de Pueblo como entidad ideal ubicada más allá del conflicto y como contenido homogéneo de la Nación, otra posición antepone el de pueblo (o mejor dicho el de pueblos) como conjunto de diferentes clases y fracciones de clases explotadas; es decir que, teniendo en cuenta el contenido clasista y plural del concepto pueblo, lo define a partir de las condiciones sociales de producción”. Así, aparecen nociones como “la otredad” o “la mismidad”, entendidas como representaciones cambiantes y contextuales que nos hacemos de los otros y de nosotros mismos (De Oto, 1997), en lugar de las tendencias a la concepción de las identidades en términos estáticos o esencialistas. Por eso la consideración el concepto de Nación Argentina funciona como negación implícita de las otras naciones que forman parte de Estado Argentino, y en una perspectiva histórica y social el reconocimiento de los pueblos americanos en su cosmovisión y territorio. 12 Esquel, 2011 Otra cuestión problemática es el tratamiento de las artes mayores y menores en occidente y en América. Al no conocer las cosmovisiones y el lenguaje de los pueblos originarios, sus producciones artísticas se presentan ante nosotros de manera hermética: no tenemos los elementos suficientes para interpretarlos ni para comprenderlos. Nuestra visión eurocéntrica, que las academias reproducen, históricamente toma a la pintura y a la escultura como artes mayores. Esta clasificación difiere del caso del arte americano, que a lo largo del continente comprendería como artes mayores el arte textil, la cerámica, y la metalurgia. García Canclini (2006, p. 17), advierte que “el objeto de estudio de la estética y de la historia del arte no puede ser la obra, sino el proceso de circulación social en el que sus significados se constituyen y varían”, y (ídem, p.149) señala que las producciones simbólicas que circulan entre los hombres son también relaciones de poder, por lo que la lectura en términos de representaciones debiera ser paralela a una lectura en términos políticos. Aquella escuela que piense al alumno y al docente protagonistas como puede El tratamiento del “arte nacional” en la escuela secundaria es una materia pendiente. La perspectiva histórica para la historia del arte, para las naciones originarias y sus cosmovisiones, y un pensamiento que pueda remontar las experiencias americanas desde los orígenes hasta hoy para una conciencia y una vivencia más generosa de lo “nuestro” en términos políticos, ideológicos, artísticos, sociales, psicológicos, comunicacionales. estimular en lugar de enseñar. Así, valorizar la enseñanza artística producirá creadores además de espectadores e intérpretes de arte. Retomando lo planteado por Acha, Colombres y Escobar (1989, p. 56), pensar con “independencia” nuestras prácticas y concepciones en torno al arte implicaría abandonar la mentalidad colonial y su avidez de imitar superficialmente lo foráneo, porque lo malo no estriba en imitar ni importar, como sabemos, sino en el sentido colonial con que imitamos e importamos”. Para continuar investigando, dejar puertas abiertas Estas conclusiones irán tomando forma en la medida en que la escuela secundaria se atreva a historizar las representaciones sobre lo nacional y la historia del arte e indagar las condiciones de producción de esos discursos. Esto permitiría también encontrar caminos para revisar las prácticas en torno a la enseñanza de la historia del arte y trascender las periodizaciones, 13 Esquel, 2011 cánones y clasificaciones existentes; así como reflexionar sobre la concepción de arte y artista en la actualidad y en nuestro contexto, así como en los diferentes períodos y culturas americanas, regionales y locales. Indagar sobre el material bibliográfico y audiovisual que tenemos en Esquel. Este trabajo será útil no solamente para actualizarlo y nutrirlo, sino para mejorar nuestra comprensión de los discursos y prácticas existentes en torno a la historia del arte y el lugar (o no-lugar) que lo local y regional tiene en ellos. Entendemos que si alguna utilidad concreta tiene nuestro trabajo es abrir la discusión de la historia del arte nacional, sobre cómo se construye y circula el conocimiento en los ámbitos escolares, para desarmar los modos de naturalización acrítica de concepciones reduccionistas, elitistas o coloniales del arte y la cultura. 14 Esquel, 2011 Bibliografía Acha, J., Colombres, A. y Escobar, T. (1989). Hacia una teoría americana del arte. Buenos Aires: Argentina. Ediciones del Sol. Bascopé Julio, J. (2009). La invasión de la tradición. Lo mapuche en tiempos culturales. Guatemala / Santiago de Chile. ICAPI / CoLibris. Bayón, D. (2006). América Latina en sus artes. Buenos Aires: Argentina. Siglo XXI. Burucúa, J. (2006). Prólogo: Historiografía del arte e historia. En J. Burucúa (Dir.). Nueva Historia Argentina. Volumen 1. Arte, Sociedad y Política (pp. 11-41). Buenos Aires, Argentina: Planeta. Colombres, A. (2005). Teoría transcultural del arte. Hacia un pensamiento visual independiente. Buenos Aires: Argentina. Ediciones del Sol. De Oto, A. (1997). Representaciones inestables. Buenos Aires: Argentina. Dunken. Flores Ballesteros, E. (2003). Lo nacional, lo local, lo regional en el Arte Latinoamericano: de la modernidad a la globalización y la antiglobalización. Huellas, (3), 31-44. Foucault, M. (1992). Microfísica del poder. Madrid: España. La Piqueta. Foucault, M. (1996). Genealogía del racismo. La Plata: Argentina. Altamira. Foucault, M. (2005). La arqueología del saber. Buenos Aires: Argentina. Siglo XXI. Frega, A. (2003). Una investigación cualitativa sobre currículo, identidad y arte. Huellas, (3), 104-112. García Canclini, N. (2006). La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte. Buenos Aires: Argentina. Siglo XXI. Ministerio de Educación de la Provincia de Chubut. Diseño Curricular de la Educación Polimodal. Neufeld, M. R. y Thisted, J. (comps.) (2005). “De eso no se habla…” Los usos de la diversidad sociocultural en la escuela. 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En esta etapa de nuestro trabajo, hemos decidido dar cuenta de la ambigüedad de los términos y sus usos transcribiéndolos junto con los elementos que permitan su interpretación contextualizada. 2 Ver, por ejemplo, De Oto (1997), Said (1996), Foucault, (1996), Wolf (1993)., entre otras producciones que pese a su heterogeneidad aportan desde diferentes lugares a problematizar estas cuestiones. 3 Ministerio de Educación de la provincia de Chubut, Diseño Curricular de la Educación Polimodal. 4 “Este espacio de conocimiento aborda el producto cultural, en particular la producción artística y comunicacional, teniendo en cuenta: el contexto, la identificación y análisis de los discursos que propone la cultura contemporánea desde múltiples perspectivas, vinculando conceptos antropológicos, categorías estéticas y procesos comunicacionales. Todo ser humano está inmerso en esta dinámica, por lo tanto es necesario posibilitar un espacio concreto de formación, donde los estudiantes tengan la posibilidad de reflexionar, analizar, identificar su entorno cultural - comunicacional - artístico mediato e inmediato. Todo ello posibilita una lectura crítica de la realidad, individualizando nuevos escenarios, roles y discursos, para advertir tensiones, conflictos y cambios de paradigma, reflexionando sobre la importancia del rol de ciudadano y de la incidencia de su participación, en la construcción colectiva de la cotidianeidad.”. Ministerio de Educación provincia de Chubut, Diseño Curricular de Educación Polimodal, p. 130. 5 Algunos espacios curriculares son “Producción y Gestión Comunicacional”, “Publicidad y Marketing”, “Industria Cultural”, “Lenguaje Multimedial”, “Producción Verbal”. 16