J. M. Martí i Bonet con la colaboración de Joana Alarcón, Gemma Pallàs y Francesc Tena SACRALIA ANTIQUA Diccionario del catalogador del patrimonio cultural de la Iglesia Archivo Diocesano de Barcelona, noviembre de 2013 © de los textos: el autor © de las fotografías: Francesc Tena Juncosa y el Archivo Diocesano de Barcelona © de esta edición: Archivo Diocesano de Barcelona Diseño gráfico y maquetación: Francesc Tena y Joana Alarcón Tabla INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 7 DICCIONARIO SACRALIA ANTIQUA ..................................................................................................... 9 SÍNTESIS CONCLUSIVA DE SACRALIA ANTIQUA ................................................................... 251 Introducción El 1 de enero de 2010 la Delegación Diocesana del Patrimonio Cultural del Arzobispado de Barcelona, apr ovechando la experiencia del Museo Diocesano y del Archivo Diocesano, así como de la Biblioteca Pública Episcopal de Barcelona, editó el diccionario denominado Sacralia. Diccionario del catalogador del patrimonio cultural de la Iglesia, sus bienes culturales y culturales. Actualmente durante el mes de mayo de 2013 se ha intentado confeccionar una nueva edición mucho más completa que la de 2010 que denominaremos Sacralia Antiqua1, en la que se incluye una amplia introducción que sintetiza el contenido de todo el diccionario. Es un tema que a la vez coincide con una ponencia presentada en Tarragona y que fue objeto de publicación, pues al tratarse de una recopilación de las costumbres, los ritos de sacramentos, de términos que proceden de las catalogaciones e investigaciones realizadas en las mencionadas instituciones eclesiásticas, incide en la propia vida eclesiástica y en sus evoluciones históricas. Este objetivo coincide también con la ponencia presentada en las jornadas internacionales de Arqueología Clásica de Tarragona el 20 de mayo de 2011. Posiblemente el diccionario y la presente introducción será una buena herramienta de trabajo para posibles futuros historiadores, investigadores y catalogadores2. El porqué de Sacralia Antiqua Un día, mientras miraba un programa de televisión, vi como el director del mismo interrogaba a un grupo de jóvenes sobre unas “palabras en desuso”. Apareció la palabra “misal”, y uno de los chicos dijo con decisión: “¡Misal es un detergente!”, pero ninguno de sus compañeros se rió. En ese momento vi la necesidad, y me prometí que elaboraría un diccionario que recogiera el significado de cientos de palabras que corren el riesgo de “desvanecerse de la memoria colectiva”, aun la de nuestras iglesias y la de la sociedad del siglo XXI. Los términos que hemos incluido son fundamentalmente utilizados en el lenguaje del arte, de la liturgia, y de la historia de nuestras instituciones eclesiásticas, especialmente utilizados en otro tiempo -antes del concilio Vaticano II- por los historiadores del arte sacro y de lo que podríamos llamar patrimonio cultural de la Iglesia; son términos que deben conocer muchos de los historiadores que con frecuencia visitan nuestros archivos, museos y bibliotecas eclesiásticas. Por eso no dudamos a la hora de calificarla como Sacralia Antiqua. También debemos observar que nosotros -los que nos dedicamos a escribir libros de historia del arte, catálogos, guías, diplomatarios, inventarios y otros estudios de historia-, nos encontramos con un gran vacío en cuanto a herramientas de información previa, faltándonos diccionarios específicos en este campo de los denominados bienes 1 J.M. MARTÍ i BONET, con la colaboración de Joana Alarcón, Gemma Pallàs y Francesc Tena: Sacralia. Diccionario del catalogador del patrimonio cultural de la Iglesia (Barcelona, Archivo Diocesano de Barcelona, 2010). 2 La bibliografía esencial consultada es la siguiente: J. BRAUN: Die liturgische Gewandung im Occident und Orient nach Ursprung und Entwicklung Verwendung und Symbolik (Friburg, 1907), C.B. Von HACKE: Die Palliumverleihungen bis 1143 (Marburg, 1898) y D. IGUACEN: Diccionario del Patrimonio Cultural de la Iglesia (Madrid, 1991). J. M. MARTÍ BONET 8 culturales de la Iglesia. Llevo más de cuarenta años atendiendo a estudiosos e investigadores en nuestros archivos, bibliotecas y museos; también llevo casi cincuenta años en la docencia de la historia eclesiástica, y he constatado que en todos estos ámbitos se carece de diccionarios para orientar tanto al investigador como al estudiante iniciado. Y eso es lo que me ha movido a publicar el presente diccionario, y espero que este intento sea de utilidad y que sirva de culminación de la tarea que tan apasionadamente he realizado durante toda mi vida. De momento estoy muy satisfecho, y más lo estaré si hay alguien que llega a tener este estudio en sus manos. Y esto se ha hecho realidad ya en este momento, pues al menos tú, amable y paciente lector, estás hojeando este libro. Te doy gracias por tu atrevimiento. Además de la Obra Social de IberCaja, también debo dar gracias a mis infatigables colaboradores que me han convoyado siempre a no desviarme del camino que me había propuesto. He aquí sus nombres: Joana Alarcón, Pere Jordi Figuerola, Josep Ignasi Jordi, Blanca Montobbio, Gemma Pallàs y Francesc Tena. Sus trabajos y “buen hacer” han sido para mí, y para el libro, muy fructíferos, y yo se lo tengo que agradecer sinceramente. Por último, queremos explicaros el porqué del título, cuyo origen es una palabra inventada: “sacralia”. Al tratarse de un diccionario de términos antiguos fundamentalmente de liturgia, historia eclesiástica y arte sacro, me he atrevido a utilizar, o mejor dicho crear, un nuevo adjetivo que abarque el objeto de nuestro intento. De ahí ha salido el término -creo yo- muy bonito de “sacralia”, que quizás podría ser un nombre también extensible a otros libros que estamos preparando: por ejemplo el catálogo del Museo Diocesano de Barcelona, el catálogo de piezas de arte que elencó el Dr. Manuel Trens -antecesor nuestro en la dirección del Museo Diocesano de Barcelonaantes del año 1921 referentes a las parroquias del obispado de Barcelona, y el resumen de todas las actividades, instituciones e inventario de bienes de la diócesis de Barcelona en una voluminosa subserie llamada “Elenchus” que durante la primera década del siglo XX los rectores de las parroquias elaboraron en forma de respuestas a unos cuestionarios que el Dr. Trens propuso, invitados a hacerlo por el obispo Guillamet de Barcelona (años 1920-1926). Obviamente que un diccionario no se hace solo ni por arte de magia, ni lo confecciona un único autor. El diccionario es como la preciada herencia de muchos estudiosos que nos han precedido y que se han dedicado a la ardua tarea no sólo de recoger, sino también de definir conceptos de un modo sistemático. Por eso hemos querido tener muy en cuenta a los siguientes estudios. En primer lugar los del Dr. J. Braun Die liturgische gewandung im Occident und Orient nach Ursprung und Entwicklung verwendung und symbdik (Friburgo, 1907) y Liturgisches hand Lexikon (Regensburg, 1922), con su traducción realizada por el Dr. A. Griera Diccionari litúrgic de Josep Braun S.I. professor del col·legi de Sant Ignasi de Falsenburg (Barcelona, 1925). También nos han sido muy útiles el diccionario del Patrimonio Cultural publicado por Encuentro Ediciones (Madrid, 1991) del obispo Damián Iguacén y las obras de Mn. J. Urdeix, diácono de la diócesis de Barcelona Signes cristians (Barcelona, Centro de Pastoral litúrgica, 2004) y Los objetos de uso litúrgico (Barcelona, Centro de Pastoral litúrgica, 2004). Cabe observar que en nuestro diccionario Sacralia muy a menudo se podrá encontrar una indicación con un asterisco * o bien dos **. En el primer caso el asterisco se refiere a la obra del Dr. Braun y a que el texto normalmente no ha tenido en cuenta todos los cambios producidos tras el concilio Vaticano II. Es un diccionario más histórico que actual. Esto es muy importante, pues los investigadores normalmente buscan la historia de los conceptos, ritos, construcciones, costumbres... en tiempos pasados. Por este motivo en muchos casos no hemos querido incidir en el cambio posterior. Tampoco se pretende hacer un tratado o elenco de los términos de los tiempos presentes. Insistimos: el diccionario Sacralia va dirigido fundamentalmente a historiadores de los bienes culturales y de la Iglesia. Muy diferentes son los documentados libros de Mn. Urdeix, que se refieren fundamentalmente al tiempo presente y no tanto a la evolución histórica precedente; y precisamente nos remitimos a los estudios de Mn. Urdeix cuando utilizamos los dos asteriscos**. Sin embargo, hemos tenido muy en cuenta tres elementos que explican la evolución de los términos: 1/ las raíces primitivas cristianas, 2/ la estructuración de la propia Iglesia y 3/ la evolución de cada término. Todo esto lo presentamos en la síntesis conclusiva del diccionario, donde explicamos las raíces históricas de los conceptos que aparecen en el diccionario Sacralia, y por tanto nos situamos en el contexto histórico entre los años 88 y 250. También expondremos la expansión del cristianismo y la posterior evolución de su estructura jurídica, litúrgica, histórica y aun artística. J. M. Martí Bonet, canónigo A Ábaco: Elemento arquitectónico de un capitel sobre el cual descansa el arquitrabe o el arco. Fig. 1 Abacus: Nombre que recibe en el ceremonial romano la mesa de la credencia. Abad comanditario: Individuo de la clerecía secular al cual le ha sido concedida de una manera revocable la administración de una abadía en provecho propio. Desde Carlos Martel y hasta el siglo XI las abadías en comenda se concedían incluso a laicos. Había abades laicos y abades condes. Abad nullius: Prelado con un territorio propio no sujeto a una diócesis, el cual territorio debe incluir como mínimo tres parroquias si el abad quiere disfrutar de los derechos asignados a los prelati nullius en el antiguo derecho canónico (c. 220 ss). Abanicos litúrgicos (flabellum): Abanico empleado por uno de los ministros para auyentar las moscas, mosquitos y otros insectos de la oblata y del sacerdote a la hora del canon. Como puede deducirse del Ordo de Durandus, este abanico todavía servía para esta finalidad en Occidente durante el siglo XIV. En los ritos griego y armenio todavía se practica, pero sólo en las misas pontificales y puramente como simbolismo, representando los querubines que rodean el altar, adorando el sacrificio eucarístico. Abbas regularis, regiminis: Presidente de una abadía erigida por la Iglesia, el cual tiene confiada la dirección exterior e interior de la misma, y que pertenece al estado monacal, así como los que viven en ella. Una vez recibía la bendición tenía los mismos privilegios que el antiguo derecho canónico atribuye a los otros abades, pero debía recibirlos de manos del obispo de la diócesis donde se encontraba enclavada la abadía tres meses después de su elección (antiguo canon 622). El abbas saecularis y el abad comendatario deben distinguirse del abbas regiminis (o sea el común). Abbas saecularis: Presbítero de la clerecía secular que toma este título para poseer un beneficio fundado en un lugar que antiguamente era de religiosos que tenían abad. Abdías, profeta (On. 19 de noviembre): Sus atributos son pan y vaso. Abdón y Senén, mártires (On. 30 de julio): Sus atributos son cetro, corona, espada real, armiño, espigas y león. Abejas: Atributo de san Ambrosio, san Bernardo de Claraval, san Isidoro y san Juan Crisóstomo. Abel, hijo de Adán y Eva (On. 28 de diciembre): Sus atributos son altar, cordero, cirio, túnica de piel y velo. Abjuración (abrenuntiatio): Es la confesión de la fe católica prescrita en la readmisión de un hereje al seno de la Iglesia; a través de esta confesión se abjuran y se reprueban las doctrinas heréticas profesadas. Es, por ejemplo, una ceremonia que precede en todos los ritos al acto de administración del sacramento del bautismo, ceremonia que procede de la disciplina de los catecúmenos de la iglesia primitiva; en ella el bautizado o su padrino renuncia solemnemente a Satanás, a todas sus pompas y a todas sus obras. El símbolo del dominio de Satanás y de las tinieblas en el rito oriental está dirigido a Occidente; entre los rusos se ha conservado la costumbre, extendida por muchos lugares, de que el recién bautizado o su padrino confirmen la abjuración de una manera muy expresiva mirando con cara despreciativa hacia Occidente. La costumbre de los tiempos primitivos del cristianismo, según la cual el que se bautizaba en el momento de la abjuración hacía el gesto de empujar con la mano hacia Occidente, no se ha conservado en ninguna parte.* Ablución (ablutio, perfusio): Acto de purificar los dedos y los objetos que han tocado el Santísimo; especialmente la purificación de los dedos y del cáliz después de la comunión. El cáliz se purificaba dos veces: primero con vino, y después con vino y agua; los dedos se purificaban una sola vez y se hacía con vino y agua. En la primera ablución del cáliz el sacerdote decía la oración de communio que ya aparece en el Leonianum: Quod ore sumpsimus; en la segunda ablución a la purificación de los dedos se decía la oración: Corpus tuum, Domino, quod sumpsi, etc. La ablución del cáliz y de los dedos requerida por la reverencia debida al Santísimo Sacramento tras la comunión es ciertamente muy antigua, pero no formaba una parte especial del rito de la misa. Fue fijada así durante la segunda mitad de la edad media. Hasta el siglo XVI se practicaba de varias maneras. El cáliz se purificaba una sola vez y con vino; los dedos se lavaban unas veces sólo con vino, otras solamente con agua, y últimamente con vino y agua; el agua de la ablución no se sumía, sino que era echada en un lugar limpio y a veces utilizada por el pueblo fiel como sacramental. La ablución fue regulada y unificada con el misal de san Pío V. En el rito mozárabe todavía hoy ABO J. M. MARTÍ BONET la ablución es desconocida. Algunas de las prescripciones expuestas después del concilio Vaticano II no tuvieron vigencia. Abotonador: Atributo de san Crispiano y san Crispín. Abraham, patriarca (On. 9 de octubre): Su atributo es el cordero. Abrenuntiatio: V. Abjuración. Ábside (apsis, exedra, concha): Construcción descubierta situada entorno al espacio que ocupa el altar y que en la parte exterior a veces tiene forma semicircular, pero que también puede ser rectangular o poligonal. Se encuentra en uso tanto en Oriente como en Occidente desde los tiempos más antiguos del cristianismo; a principios de la edad media era el lugar de la cátedra del obispo y la sede del presbítero; en época románica es fundamentalmente el lugar del altar mayor. En época de pleno dominio gótico quedó reducido por la terminación poligonal del coro; pero volvería a dominar por completo en la época del Renacimiento. A menudo encontramos absidiolas junto al ábside principal, que son o bien el fin de las naves laterales o bien pequeños coros adosados al coro principal. Si la iglesia tiene un pequeño coro en los extremos de la nave estrecha, cosa frecuente en el románico, entonces los dos coros tienen ábsides. Fig. 2 Ábside lateral: Fig. 137 Ábside principal: Fig. 137 Absidiola: Fig. 2 Absolución (absolutio): El acto de remisión de los pecados y de las penas por ellos debidas, hecho por el sacerdote con poderes de absolver, cuando en nombre de Dios administra el sacramento de la penitencia (o reconciliación). También es la remisión de censuras y otras penas eclesiásticas, hecha por el sacerdote que tiene las debidas facultades, sea en el tribunal de la penitencia o fuera de éste. Si debe tener fuerza pública se tiene que dar fuera del tribunal de la penitencia. También se entiende la remisión de los pecados de un excomulgado. Esta se hace según el formulario del ritual romano a un excomulgado que, sin haber sido absuelto, muere arrepentido. Esta absolución permitía antes del concilio Vaticano II que el difunto fuera enterrado en tierra sagrada y que se le pudieran celebrar las honras. La absolución ad feretrum (ad tumbam) es una honra fúnebre sujeta a la misa o entierro, la cual tiene lugar cerca del féretro depositado ante el coro de la iglesia. Este rito estaba constituido por una oración introductoria, por el Libera me Domine de morte aeterna, una aspersión y el incensación del féretro o tumba, que tenía lugar durante las preces del Paternoster, y de una oración final en sufragio del alma del difunto. Esta absolución también toma el nombre de Libera me, Domino, etc., y se llama absolución porque es una súplica dirigida a Dios por el sacerdote, en nombre de la Iglesia, para que le condone al difunto las penas que debía satisfacer por sus pecados. En las exequias del Papa, de los cardenales, de los metropolitanos, obispos y príncipes, la absolución se repetía cinco veces, una tras otra. La absolutio ad feretrum después de la misa ya era conocida en tiempos de los carolingios, si bien con algunas variaciones en las oraciones. En el rezo de los divinos oficios la absolutio era un tipo de oración breve 10 que concluía la primera parte del nocturno y, por lo tanto, el rezo de unos salmos, llamada por eso absolutio. La absolutio en el rito mozárabe es la despedida que se da a los fieles cuando acaba la misa, el que corresponde al Ite missa est del rito romano de la misa.* Fig. 171 Absolución de juramentos: Serie archivística que se encuentra en muchas curias diocesanas, en la cual se consignaba que la autoridad eclesiástica absolvía juramentos de personas que se encontraban sujetas a ellos. Normalmente intervenía el jefe de los tribunales eclesiásticos, que se denominaba provisor. Absolución general (Absolutio generalis): La absolución dada por un sacerdote (u obispo) facultado por la Sede Apostólica de una indulgencia plenaria, es decir de la remisión de la pena temporal debida a los pecados. Se distingue una absolución general para los vivientes, concedida a los miembros y terciarios de diferentes órdenes que tienen el privilegio de una o varias veces al año una indulgencia plenaria, y una absolución general de los moribundos concedida a los enfermos de gravedad y que tiene su eficacia en el momento de la muerte. Como va unida a una bendición apostólica, esta última bendición es conocida en el lenguaje curial como benedictio apostolica in articulo mortis.* Abstersorium (extersorium, tersorium): 1. Purificador del cáliz. 2. Toalla del lavabo. Abstracto: Arte que no busca representar la realidad visual. Algunas de sus manifestaciones son: constructivismo, neoplasticismo, suprematismo, orfismo, informalismo, pop art... Abusus: Costumbre litúrgica injustificada que contradice las prescripciones litúrgicas que están en uso. Acanto: Ornamentación empleada en varios estilos arquitectónicos que adopta la forma de las hojas de la planta con el mismo nombre. V. Capiteles de corintio Accentus: Canto litúrgico de las oraciones, de la epístola, del evangelio, del prefacio, del Paternoster y del Ite missa est, entonado en un soniquete melodioso por el sacerdote, el diácono o el subdiácono, los cuales, en un principio, lo entonaban en una dicción alta, acentuada y muy entonada.* Accesus: Preparación para una celebración digna de la misa mediante la oración oral correspondiente, especialmente por el rezo de la Praeparatio ad missam del misal romano.* Acción de gracias: Acción de dar gracias del sacerdote después de la misa, para la cual el misal romano antiguo tiene un formulario compuesto por una antífona, por el canto Benedicite, por el salmo 150, por una serie de versos y tres oraciones; en sus principales partes ya se empleaba en el siglo XI.* Acciones litúrgicas: Acciones de carácter religioso, mediador, que se cumplen en nombre de Cristo y en virtud de la plena potestad por él otorgada o por mandato y prescripción de la Iglesia, siguiendo las reglas por ella dictadas. Son acciones de la primera clase la administración de los sacramentos y el ofrecimiento de la santa misa; y son de las de la segunda clase el desempeño del sacramental, las bendiciones y consagraciones, el rezo de los divinos oficios hecho por aquellos que están obligados por razón de estado y por 11 SACRALIA ANTIQUA su deber, las procesiones hechas siguiendo el formulario del ritual, la bendición con el Santísimo Sacramento, las ceremonias de entierro, etc. La finalidad primera de las acciones litúrgicas es tributar a Dios el debido honor y en segundo lugar impetrar para los fieles la salud temporal y la vida eterna.* Acerra: Nombre que recibía antiguamente el incensario. Acetre: Atributo de santa Marta y santa Ubaldesca. V. Hisopo Acisclo (On. 17 de noviembre): Su atributo son las rosas. Aclamaciones (aclamationes; griego, polychrónion): Invocaciones litúrgicas deseando salud y vida que desde el siglo XIII se utilizan al final de la consagración de un obispo o de la bendición de un abad. Son unas aclamaciones solemnes y especiales, acompañadas de un tipo de letanías, usuales en la elección y coronación del Papa así como en la coronación del emperador. En la elección del Papa las documentamos en el Liber pontificalis del siglo VII, y en la coronación del emperador ya se empleaban cuando Carlomagno recibió la corona de manos del papa León III. En esta ocasión la aclamación o laudes fueron: “Carolo Magno a Deo coronato, pacifico imperatore romanorum. Vita et victoria”. Acolitado (acolythatus): Antes del concilio Vaticano II: Orden desconocida en los ritos orientales, propia de Occidente, donde aparece a mediados de siglo III y del que hablan san Cipriano y el papa Cornelio. Los acólitos (servidores) se introdujeron para ayudar y sustituir al diácono y al subdiácono en las solemnidades litúrgicas. En tiempos antiguos les correspondía el cuidado especial de la luz y del vino para el sacrificio. El servicio de los acólitos estaba extendido especialmente, según el Ordo romanus, en Roma, donde tenían el cargo de sostener los pequeños sacos en los cuales, al celebrarse la fracción, se ponían las partículas del pan consagrado que se tenían que distribuir entre los fieles; y en la consagración del obispo se le ponía también un pequeño saco en los brazos. Esta costumbre desapareció cuando los acólitos no tuvieron que sostener aquellos saquitos con fracción de las especies sacramentales. El rito anterior al concilio Vaticano II de la ordenación de los acólitos consistía en una exhortación dirigida a los que van a ordenarse, en la entrega de un candelabro con el cirio apagado y de una vinajera vacía, como símbolos de su servicio, y en una oración de ordenación integrada por un invitatorio y tres oraciones. Es una amplificación del rito de ordenación de acólitos contenida en los Statuta antiqua (c. 500). El servicio de los acólitos hoy es ejercido casi exclusivamente por laicos.* Acromatismo: En pintura, decoloración que resulta de la mezcla de colores primarios (rojo, azul, verde) y sus complementarios (azul, cian, amarillo, magenta) en cantidades iguales. Acroterio: Pedestal donde se acostumbra a colocar una estatua. Fig. 126 Acta: En diplomática y paleografía, son los escritos que aunque no atestigüen directamente una acción jurídica, la preparan confeccionándose las “memorias”, las súplicas, las relaciones, las minutas... Acta synodalia: Conjunto de textos de los sínodos (o concilios ACE de las provincias eclesiásticas) muy frecuentes después del concilio Tridentino. En Barcelona esta serie empieza en 1507 y acaba en 1755. Actas: Escrituras que exponen las acciones jurídicas, como pueden ser las peticiones, súplicas, memorias, relaciones... Actio: Nombre antiguo del canon de la misa, el cual desde el siglo VI ha sido sustituido cada vez más por el nombre “canon”; de todos modos, el nombre actio todavía se encontraba en uso muy avanzada la edad media, y todavía se ha conservado hasta hoy en el misal romano como sobrescrito del Communicantes. El nombre con el que se conoce esta parte de la misa (del canon primero), actio, es el resultado de abreviar gratiarum actio. Action paintino: Es una variante del arte expresionista abstracto. La obra se produce a partir del inconsciente del autor o artista. También llamado tachismo. Acto de consagración de la misa: Acto que constituye el punto central del canon (anáfora) y que se cumple con la repetición, hecho por el sacerdote en nombre de Cristo, de las palabras narrativas de la última cena o sea de las pronunciadas por el divino Maestro al instituir la Eucaristía y en fuerza de las cuales los dones presentados y santificados en el ofertorio son convertidos verdaderamente, realmente y sustancialmente en el cuerpo y la sangre de Cristo. Este acto también es denominado de un modo abreviado “transubstanciación”. El relato de la última cena y las palabras de la consagración presentan muchas variantes, según los evangelistas y san Pablo, pero todas tienen un carácter accidental. Las palabras esenciales de la consagración son: Hoc est corpus meum. Hic est calix sanguinis mei (o sanguis meus). Desde muy antiguo y hasta el concilio Vaticano II, las palabras de la consagración se pronunciaban en voz baja en todos los ritos occidentales, mientras que en los ritos orientales se decían en voz alta y el coro respondía “Amén”.* Fig. 187 Actum: En diplomática, la fórmula del escatocolo (o parte conclusiva de un documento) en la cual se indica el lugar donde se hizo realidad la acción jurídica expuesta en el documento –en parte llamada dispositio–. V. Datación de un documento Acuarela: Variedad de pintura artística, el apoyo de la cual es el papel blanco, o también el marfil, y en Oriente la seda. Ad complendum: Nombre del Postcommunio que se ha conservado hasta muy avanzada la edad media. Ad maiorem Dei gloriam: Frase de Ignacio de Loyola Adarve: Pasillo cubierto en la parte superior de una muralla. Adjutorio, mártir (On. 18 de diciembre): Sus atributos son aves y cadena. Adobe: Pieza de arcilla sin cocer, secada al sol. Adolino, monje (On. 3 de febrero): Su atributo es el toro. Adoquín: Losa de piedra, llana o con forma prismática. Adoración de la cruz: Antes del concilio Vaticano II: Solemne descubrimiento y veneración de la vera cruz el viernes santo. Tiene lugar en tres etapas, después de cantar tres veces en un tono de voz cada vez más elevado: Ecce lignum crucis. Después de haber descubierto la cruz, se coloca ante el altar sobre un lienzo y se adora el pie de la imagen del ADO J. M. MARTÍ BONET Cristo, precediendo la adoración con una triple genuflexión. Entretanto el coro canta los improperios y el Pange lingua gloriosi lauream certaminis. La ceremonia de la adoración de la cruz ya está documentada en el Gelasianum. A partir del año 1000 se empieza a tener noticia del solemne descubrimiento de la cruz que precede a la adoración. Las tres etapas del descubrimiento entraron en uso en Roma, probablemente hacia el siglo XIV. Hasta tiempos modernos el rito del descubrimiento y adoración de la cruz era muy diferente según el lugar. La unidad se estableció con el misal de san Pío V, por el cual el rito romano-cartaginés se generalizó. V. Bacalao* Adoración perenne (Cuarenta horas): Devoción pública y consistente en tener expuesto el Santísimo Sacramento cuarenta horas en una iglesia, ya sea durante las mañanas o durante todo el día, a la cual exposición sigue otra en otra iglesia de la ciudad o de la diócesis; habiendo, por lo tanto, una continuada exposición del Santísimo Sacramento. El capuchino José Fermo introdujo esta devoción en 1537, en un tiempo de peligro inminente de guerra. Por circunstancias parecidas, el papa Clemente VIII la dejó introducir en Roma en 1592. Se encontraba generalizada en la mayoría de las diócesis antes del concilio Vaticano II. También existe la específica “adoración nocturna”. Adrián, soldado y mártir (On. 8 de septiembre): Sus atributos son clavos, hacha, yunque y mano cortada. Adviento: Preparación eclesiástica para la fiesta de Navidad, en la cual se conmemora el nacimiento en carne mortal del Hijo de Dios y la primera manifestación del Redentor, deseada desde hacía mucho tiempo. Comprende cuatro semanas, la última de las cuales queda incompleta en la mayoría de ocasiones. Originario de Roma, donde ya se celebraba en el siglo VI, se extendió hasta el siglo VIII por todo Occidente. Fuera de Roma hasta el siglo XI tenía generalmente cinco semanas en lugar de cuatro. A imitación del tiempo de Cuaresma, era habitual que el Adviento se acompañara de días de ayuno. El carácter del Adviento como tiempo de preparación para el nacimiento del Salvador es expresado especialmente en los formularios de las misas y en la estructura del oficio de este tiempo, en la supresión del Te Deum, en la no recitación del Gloria en las misas de los domingos y festivas, y en el color morado de los ornamentos sagrados. El Adviento simboliza el tiempo de la ley antigua, en el cual los patriarcas y profetas esperaban con ansia la venida del Mesías. Aedicula: Denominación que se daba a los oratorios a principios de la edad media. Aedituus: El sacristán, el campanero, el monaguillo. V. Custos. Aegidii merito Caroli peccata dimito: Frase de san Gil Aër (aire): Sombrero grande de seda, a menudo bordado, que en el rito griego de la misa se pone sobre el cáliz y la patena, ambos cubiertos por dos pequeños velos. Debe ser suficientemente grande como para cubrir sobradamente los dos. También es un símbolo de la mortaja con la cual fue envuelto el cuerpo de Cristo en el sepulcro (Epitaphion). Afilado: Acabado en punta. Afra, mártir (On. 24 de mayo): Sus atributos son árbol, arqueta 12 pequeña, antorcha, columna, cuerda, llamas, frasco y tronco de árbol. Afrontación: Límite de una posesión o terreno. Ágapes: 1. Comidas acompañadas de oración que los primeros cristianos tenían por costumbre celebrar. Eran una señal de la mutua convivencia y del amor fraternal. Siguiendo el concepto de la última cena, tenían lugar por la tarde y seguía la celebración de la eucaristía, para la cual eran la preparación (V. Carta de Plinio el Joven al emperador Trajano). No sabemos exactamente cómo se celebraban ni la extensión que tenían. En el siglo III ya no se daban. 2. Las comidas que en los antiguos tiempos del cristianismo se celebraban en ocasión de los cumpleaños de los mártires, de sus aniversarios y por otras circunstancias especiales. 3. Los alimentos que se preparaban para las comidas (de limosna) para los pobres y las viudas. Agapito, Papa (On. 22 de abril): Sus atributos son llamas y león. Ágata, virgen y mártir (On. 5 de febrero): Sus atributos son antorcha, brasas (o llamas), tijeras, plato con pechos, pechos y tenazas. Agenda: Denominación muy aceptada antiguamente para designar el libro litúrgico llamado Ritual. Agiasmatarion: Denominación griega: 1. Del libro que contiene los formularios de las bendiciones; 2. De la pica del agua bendita. Agiasmós: Denominación griega de la bendición del agua. La bendición privada se puede hacer en todos los tiempos, mientras que la bendición solemne tiene lugar el día de la Epifanía. Agiaster: Denominación griega del aspersorio que sirve para esparcir el agua bendita. Agnus Dei: 1. Medallones hechos con la cera sobrante del Cirio Pascual, mezclada con agua bendita, bálsamo y crisma. En una de sus caras tienen la figura del Cordero de Dios. El Papa acostumbra a bendecir el año primero y cada año séptimo de su pontificado. En el siglo IX en Roma ya se hablaba de los Agnus Dei. Su confección y bendición parece que en aquella época ya era de antigua procedencia, sustituía la bendición de los cirios pascuales que se hacía en Roma y en las diócesis suburbicarias. La cera que servía para la confección de los Agnus Dei se mezclaba con aceite, que era probablemente óleo de los catecúmenos, desde el siglo XII hasta muy avanzada la edad media; esta mezcla se hacía con el santo Crisma sobrante del año anterior. En 1471 Sixto IV reservó su bendición al Papa. 2. La triple invocación dirigida al Cordero de Dios, según san Juan, hecha antes de la comunión de la misa y a finales de las letanías. Esta triple invocación va seguida de una triple súplica: de perdón (parce nobis Domine), de exaudición (exaudi nos Domine) y de misericordia (miserere nobis). En la edad media las dos primeras súplicas eran de misericordia (miserere nobis) y en la tercera se pedía la paz; la triple súplica después del Agnus Dei en la misa de difuntos es por los muertos. Originariamente el coro y el pueblo eran los únicos que cantaban esta triple súplica; el presbítero ni la rezaba. Ya en el siglo XII era costumbre rezar tres veces el Agnus Dei en la misa; también 13 SACRALIA ANTIQUA se acostumbraba a decir la súplica dona nobis pacem después del tercer Agnus Dei. Fig. 212 Ágora: Centro de cultos religiosos y de actividad política que se disponía en la plaza principal de las ciudades griegas. Agripina: V. Pannychis Agua: Se hace uso litúrgico en la preparación del agua de bautizar, el agua bendita y el agua gregoriana; en la misa, en el ofertorio mezclándola con el vino; en muchos casos de lavaje (antes del concilio Vaticano II), como es la purificación del cáliz, en las abluciones de las manos y de los dedos antes de la misa, después de distribuir la Sagrada Comunión, después de dar la extremaunción o de confirmar. El agua que sirve para fines litúrgicos debe ser agua natural.* Agua de la ablución: Antes del concilio Vaticano II: El agua que sirve para la purificación del cáliz, después de sumir el sanguis para lavar los dedos del sacerdote que han tocado el Santísimo, y que son el dedo gordo y el pulgar de las dos manos del sacerdote. V. Ablución* Agua bautismal: Es el agua natural y limpia que llenaba la pila bautismal. Mediante la plegaria que la Iglesia hace sobre esta agua, el que es bautizado se convierte en hijo de Dios por adopción. El Espíritu Santo plana sobre las aguas bautismales y baja a ella para convertirla en el seno materno y fecundo de la Iglesia, donde los hombres nacen en la vida de los hijos de Dios, la de quienes forman la nueva creación, la de aquellos que han renacido del agua y del Espíritu Santo. Agua para bautizar: Agua bendita especialmente para administrar el sacramento del bautismo. Tertuliano y san Cipriano ya hablan del agua de bautizar; se conoce un formulario para prepararla ya en el siglo IV. Desde época inmemorial, el tiempo apto para bendecirla era el Sábado Santo y el sábado de Pentecostés, fechas en las cuales se administraba el bautismo. Su bendición, antes del concilio Vaticano II, seguía la lectura de las profecías del Sábado Santo y del de Pentecostés; iba precedida de un tractus seguido de una oración, y de otra oración de bendición revestida en la forma de un prefacio, durante el cual el sacerdote dividía el agua con la mano, en forma de cruz, la tocaba y hacía cruces sobre ella, la echaba en las cuatro direcciones, le echaba el aliento tres veces, otras tantas metía el cirio pascual cada vez más adentro haciendo la figura de la letra “psi”; mezclaba con el óleo de los catecúmenos y el crisma, y después los infundía los dos a la vez. Se finalizaba con el canto de las letanías de todos los santos. El formulario de esta bendición ya aparece idénticamente en el Gelasianum y en el Gregorianum; ha sido usado desde muy antiguo, pero no se encuentra nada sobre la costumbre de mezclar los santos óleos con el agua de bautizar, que en el siglo IX debía de venir por influencia del rito galicano en el rito romano. Las ceremonias que acompañan al solemne prefacio de bendición aparecen en el Gelasianum y en el Gregorianum en sus inicios. La rica elaboración que nos ofrecen hoy la tienen ya a finales de la edad media. Después del concilio Vaticano II se simplificó el rito, y normalmente se bendice en el mismo bautismo en los días en los que se celebraba.* Agua bendita: Es aquella sobre la cual se ha invocado la bendición de Dios para a su vez bendecir a los fieles. El agua AGO bendita recuerda al agua bautismal y puede purificar de los pecados. Por eso el agua bendita puede ser esparcida sobre los fieles en el momento del acto penitencial de la misa del domingo, especialmente en Cuaresma y Adviento. Es habitual que cuando un grupo entra a la iglesia, el primero ofrezca agua bendita a los otros diciendo: “Aquí tienes agua bendita”. Y quienes la reciben responden: “Que sea para nosotros salvación y vida”. Agua exorcizada: Agua bendita en nombre de la Iglesia y después de mezclar sal exorcizada y bendita. Es un sacramental y sirve para ciertos actos del culto como son: el asperges de los domingos, las bendiciones, las consagraciones y los exorcismos, en el absolutio solemnis ad tumbam, en la conducción y sepultura de los difuntos; servía para las aspersiones litúrgicas y para las de la vida religiosa; en todos los casos tiene un carácter marcadamente lustral, es decir que “tiene que librar a las personas, los lugares y las cosas donde es esparcida de todas las influencias del espíritu maligno, alejar todas las maquinaciones infernales y proteger de todos los males que el enemigo maligno podría querer causar; tiene, además, un carácter santificante y una influencia santificadora”. La existencia de la bendición del agua ya se puede constatar en Oriente en el siglo IV; y en Occidente ya se practicaba en el siglo V. Los formularios más antiguos que conocemos para su preparación se encuentran en la Euchologion del obispo Serapión de Thumis (+362); y en Occidente en el tercer libro del Gelasianum. El apéndice del Gregorianum ya contiene la fórmula que nos sirve hoy para el agua bendita; entonces, deducimos que ya era conocida en el siglo VIII. Sólo en la edad media es conocida en los libros litúrgicos con el nombre de benedictio minor salis et aquae, para hacer la distinción de la benedictio maior salis et aquae, conocida en muchos lugares de Alemania hasta el siglo XVIII, y que era una bendición, que encontramos ya en el siglo VIII, que empezaba con el canto de las letanías de todos los santos, caracterizada de un prefacio y del alentar sobre ella. Desde el siglo XI esta bendición se hacía durante la misa y en varios lugares se transformó en una bendición del ganado. El rito romano nunca conoció esta benedictio maior.* Agua gregoriana: Antes del concilio Vaticano II: Agua solemnemente bendecida en la consagración de la iglesia y del altar, en la cual, además de la sal como en el agua bendita usual, se mezclan ceniza y vino. Su bendición ya aparece en el Gelasianum; en el Sacramentarium (segunda mitad del siglo VIII) está ya muy desarrollada; en el pontifical del siglo IX está ya formada en sus partes más importantes.* Aguada: Pintura hecha con colores preparados con agua. Aguafuerte: Fig. 4 Aguamanil (Manile): Sirve para recoger el agua procedente de los rituales lavados litúrgicos; ya aparece en los Statuta antiqua (c. 500). También es el recipiente que sirve para lavarse las manos, cosa frecuente en la segunda mitad de la edad media, y la vasija que se usaba para poner el agua para lavar las manos antes de la misa. A menudo era de bronce, y en los siglos XII y XIII tenía preferentemente la forma de un dragón, de un león u otro animal, o incluso podía ser la figura de una cabeza de hombre.* AGU J. M. MARTÍ BONET Aguas de Busot (mar), navegando sobre: Atributo de san Ramon de Penyafort. Aguas de Busot, andando sobre: Atributo de san Pedro de Alcántara y san Marcos. Aguas de Busot, de rodillas en el mar: Atributo de san Francisco de Paula. Aguas de Busot: Atributo de san Clemente y san Cristóbal. Águila con dos cabezas: Atributo de san Antonio y san Eliseo. Águila dentro del escudo: Atributo de san Juan Evangelista y san Vicente. Aguja: Remate en punta en lo alto de una torre. V. Pináculo Agujero de andamio: Agujero abierto en un muro en construcción para engargolar las maderas o los elementos metálicos de un andamio. Agustín, obispo (On. 28 de agosto): Sus atributos son cáliz, capilla pequeña en las manos, corazón, niño Jesús, niños, concha en manos de un niño y la orilla del mar. Agustinos, canónigos: V. Canónigo de San Rufo Aius: Forma corrompida de la agios griego usada en el canto del triple trisagio en griego y ante el cántico de Zacarías cantado al inicio de la misa de rito galicano, y del cántico del mismo trisagio ante el canto del evangelio y del cántico del trisagio latino, después del canto del mismo evangelio. Akáthistos hymnos: Himno del rito griego durante el canto del cual está prohibido sentarse. Akoluthia: Según el nombre griego significa 1. Rito prescrito por las cosas que se deben hacer litúrgicamente. 2. Rezo de las horas canónicas. Akoluthia nekrosimos: Denominación griega de las exequias. Akroteleytation: Designación del refrán de un himno en el rito griego. Ala: En un edificio, parte que se diferencia del cuerpo principal. Alabarda : Atributo de san Hipólito, Santiago el Menor, san Jorge, san Judas Tadeo, san Mateo, san Matías, san Mauricio, santos caballeros, santos soldados y santo Tomás apóstol. Alabastrino: Plancha fina de alabastro que se encuentra en los vitrales románicos. Alabastro: Tiza de estructura cristalina muy fina, compacta y translúcida. Alae: Nombre que se daba a los cortinajes del altar en Flandes y en el Rin durante la edad media. Alapa: Antes del concilio Vaticano II: Bofetada (cachete cariñoso) que daba al que confirmaba.* Alas (alae): 1. Los cortinajes colgados en dos barras movibles o brazos sostenidos por columnas, colocados ante el altar. 2. Piezas triangulares, ricamente ornamentadas, denominadas a veces scapularia, que se colocaban detrás de las dalmáticas o tunicelas como ornamentación; iban colgadas con anillas y sustituían las borlas. Alas: Atributo de ángeles, arcángeles, san Gonzalo de Amarante, san Juan Bautista, santo Tomás de Aquino y san Vicente Ferrer. Alba: Camissia que viste el sacerdote cuando celebra el santo sacrificio. En tiempos primitivos del cristianismo y a inicios de la edad media, era la túnica blanca que vestían los recién bautizados; más tarde significó la vestidura sacerdotal de 14 todo uso, la tunicela del subdiácono y del obispo, la túnica del acólito, una vestidura del acólito, una vestidura del acólito usada en muchos lugares, semejante a la tunicela del subdiácono. En el rito mozárabe y galicano, designaba la túnica superior del diácono.* Alba: Vestidura litúrgica interior hecha de tela, de cáñamo o de lino (tunica linea, linea) de brazos estrechos, larga hasta los pies (tunica talaris o poderes) la cual se ciñe al cuerpo mediante un cíngulo. Hoy tiene forma de túnica, con anchas vainas; en la edad media tenía una forma estrechada en la parte superior; lisa alrededor del cuello, ensanchada de los lados con giras o vainas. Su ornamentación en la edad media era de añadiduras cuadriculadas o alargadas por el delante y detrás de los dobles de la parte baja o en los brazos. Desde el siglo XVI los dobles de los brazos y los bajos del alba se adornan con puntas o bordados. El alba deriva de la tunica talaris de las vestiduras profanas antiguas; de aquí el nombre de camissia. También significa la vestidura o túnica talar de cáñamo o de lino que vestían los clérigos y que formaba parte de las vestiduras cotidianas del sacerdote.* Fig. 283 Alba de giras: Tipología de alba medieval abierta en su parte inferior con cortes cuneiformes. Alba romana: Nombre del roquete. Alberto, monje (On. 7 de abril): Su atributo es el lirio. Alberto el Grande, obispo y doctor de la Iglesia (On. 15 de noviembre): Sus atributos son los instrumentos de escritura. Alberto de Sicilia o de Trápani, presbítero y carmelita (On. 7 de agosto): Su atributo es la lámpara. Alcanzaba: Ciudadela musulmana en el interior del recinto de una población amurallada. Alegoría (emblema): Expresión u objeto que representa una cosa o una idea. Alegoría litúrgica: En sentido amplio, significa todo simbolismo de las personas, de los objetos y ceremonias del culto. En sentido estricto significa aquel simbolismo en el cual el sacerdote y otras personas que intervienen en los actos del culto representan a los combatientes contra el espíritu maligno; la misa y las ceremonias representan la lucha espiritual y las vestiduras litúrgicas son interpretadas por las armas espirituales de este combate. En época carolingia empieza a despuntar esta interpretación a alegórica (en Amalario de Metz, por ejemplo); aparece estructurada en los liturgistas del siglo XII; nunca consiguió una divulgación general. Aleipron: Palillo con la punta envuelta con algodón que en el rito griego le sirve al sacerdote para tomar el óleo de hacer unciones de las lámparas que queman ante las imágenes de los santos. Alejandro, soldado y obispo (On. 6 de junio): Su atributo es el ídolo. Alejandro I, Papa (On. 3 de mayo): Su atributo es la llave. Aleluiatici (psalmi): Los salmos 104-106, 110-118, 134, 135, 145-150, así nombrados en la Vulgata y los Setenta bajo el título de alleluia. Aleluya (¡alabad Jahvé!): Exclamación de alegría tomada de los salmos, que se da en todos los ritos y ceremonias litúrgicas, y de un modo especial a partir de los primeros tiempos del 15 SACRALIA ANTIQUA cristianismo. Se encuentra en la misa y en el oficio, donde se repite con frecuencia, sobre todo en tiempo pascual, que caracteriza de un modo especial. Antes del concilio Vaticano II, en el rito latino, desde muy antiguo no se pronunciaba en el tiempo que iba de Septuagésima al Sábado Santo, que se consideraba como un tiempo de preparación para la fiesta pascual, que va acompañado de penitencia. Por este motivo el sábado de Septuagésima se añadía dos veces el alleluia al Benedicamus Domino.* Aleluyatica (officia): Oficios especiales en época medieval para el sábado de Septuagésima o para el primer día de Cuaresma, en los cuales se acababa el uso del alleluia y en los himnos, antífonas y responsorios del día se despedía solemnemente el alleluia.* Alentar (analar): Ceremonia practicada en la bendición de las fuentes bautismales, en el bautismo de los adultos y en la consagración del santo crisma y del santo óleo de los catecúmenos, que consiste en alentar sobre la persona o cosa consagrada, símbolo de la santificación de los mismos por virtud del Espíritu Santo.* Alero (o voladizo) : Parte del tejado de un edificio que sobresale de la línea vertical de la fachada. Fig. 156 Alex, laico (On. 17 de julio): Sus atributos son bordón de peregrino, vestido de peregrino, calabaza de peregrino, carta, escalera, concha, rollo de pergamino y zurrón. Alfabeto: Rito peculiar a través de la escritura de los alfabetos griego y latín en el pavimento, sobre la ceniza, cuando se consagra una iglesia.* Alfanje (pez espada): Atributo de santa Flora, san Gumersindo, mártires españoles perseguidos por los musulmanes, y san Valentín. Alfanje: Atributo de santa Áurea, santa Paloma y santa Engracia. Alféizar: Barandilla que se acostumbra de poner en las azoteas y lugares altos. Alféizar: Derrame, ensanchamiento sesgado que se hace en las jambas y en el dintel de las ventanas o portales por la parte interior. Alfiz: En arte islámico, recuadro que enmarca el arco. Alfonso María de Liguori, (musulmán) obispo y doctor de la Iglesia (On. 1 de agosto): Sus atributos son la cruz en la mano, ostensorio (custodia) y rosario. Alforja: Atributo de san Félix de Cantalicio. Alicatado: Mosaico de baldosas de cerámica esmaltadas con forma geométrica. Alitúrgicos (días): Días en los cuales no se celebra el sacrificio de la misa. En el rito latino el único día alitúrgico que hay es el Viernes Santo; a pesar de que en realidad también lo es el Sábado Santo, ya que la misa que se celebra forma parte de la fiesta de Pascua, como era en su origen. La mañana del Sábado Santo sólo tenía lugar el último escrutinio. En el rito oriental los días alitúrgicos son todavía muy numerosos.* Antes del concilio Vaticano II la ceremonia de la vigilia pascual se anticipaba por la mañana del Sábado Santo. Almas (o angelitos): Atributo de san Miguel, san Nicolás de Tolentino, santa Odilia y san Rafael. Almenas: Cada uno de los pequeños pilares hechos de piedra ALE picada y de sección cuadrangular. Se utilizaba normalmente como elemento de defensa. En muchas iglesias antiguas encontramos almenas en los muros de valla y aun en los mismos de la iglesia. Fig. 230 Almendra mística: Ornamento de forma elíptica que envuelve una figura sagrada (Pantocrátor, Ocothokos, ángeles...). Almohadillada, obra: Fig. 79 Almohadón (de un arco): Fig. 12 Almorracha (almorratxa): Recipiente de vidrio tradicional catalán. También puede ser de barro con diferentes pitorros. Almuerzo (o almorzada): Cantidad de tiza, por ejemplo, o de cemento, que se puede sostener entre dos manos juntas. Alodio: Dominio lleno, absoluto y libre, franco de servicios y de toda prestación real o personal sobre bienes inmuebles. Diferente de la posesión en feudo o enfiteusis. Altar (altare, ara, mensa; griego, thusiasterion, trapetza, hagia trapetza): En el culto cristiano el altar es la mesa sobre la cual se ofrece el sacrificio eucarístico. Altar y sacrificio son dos conceptos que se corresponden y se complementan mutuamente. Siempre que un culto ha tenido un sacrificio ha intervenido necesariamente un altar. Por lo tanto el altar se encuentra presente en el rito latino, en el rito griego y en los otros ritos orientales, pero no lo encontramos en las diferentes ramas del protestantismo, ya que niegan el carácter de sacrificio de la Eucaristía, y sólo reconocen una mesa para la cena, un tipo de altar en el sentido más amplio de la palabra. En el rito latino se conocen tres tipos de altares: el altar fijo (fixum), el altar móvil o portátil (mobile, portatile) y el altar quasi-fixum (del cual hablaremos extensamente en los correspondientes artículos). El altar fijo está integrado por el ara y un sustentáculo (v. Mensa y Stipes) que en la consagración se hacen inseparables. El altar portátil consta solamente de un ara, y el altar quasi-fixum está formado por una mesa no consagrada sobre la cual se colocaba el ara consagrada y se convertía en utilizable para la celebración del santo sacrificio. Tanto la mesa del altar fijo como el ara del altar portátil debían ser de piedra; el ara debía ser siempre de piedra, mientras que la mesa del altar fijo debía tener las columnas de las esquinas de piedra (canon 1198). El obispo (o delegado suyo) debía consagrar el ara del altar fijo y el ara del altar portátil; en ellas se tenían que colocar reliquias. Si un ara de altar fijo o portátil se estropeaba considerablemente, si se arrancaba el sello o se abría el reconditorio de las reliquias, perdía la consagración (v. Execración del altar). Todos los altares que hay en la Iglesia, incluso los altares quasi-fixa, tenían que tener un título, tal como prescribe el canon antiguo 1201 (v. Título de altar). Los altares fijos o casi fijos tenían forma de mesa, de armario o de sarcófago. Según su categoría, los altares eran mayores (maius, authenticum, capitaneum, dominicale, magistrum, princeps, principale, senius, titulatorium), secundarios o laterales (minus, laterale), parroquiales (parochiale). El altar del pueblo (altare laicorum, plebaniae) era el altar en el cual celebraba el rector de la parroquia; en las iglesias parroquiales es el altar mayor. En los ritos orientales solamente los griegos y los armenios tienen el altare fixum, que es generalmente de madera entre los griegos y de piedra entre los armenios; unos y ALT J. M. MARTÍ BONET otros tienen casi siempre forma de mesa. Los otros ritos tienen un altar quasi-fixum formado por una construcción de piedras parecida al altar, y en su parte superior hay una especie de ara consagrada, de madera o de piedra. En el rito griego se usa, como altar portátil, un tipo de sombrero (antiminsion) con reliquias cosidas; en los otros ritos se usa como altar portátil un ara consagrada de piedra o madera. La costumbre de poner reliquias en las aras consagradas de los altares, en Oriente, sólo se conoce en el rito griego. Los altares laterales y las misas privadas no son conocidos en los ritos orientales. Si bien es cierto que había dos altares en una misma iglesia, se debe tener en cuenta que el segundo altar no era más que un altar que suplía el altar mayor si algún día se tenía que celebrar una segunda misa. Según las prescripciones canónicas orientales, en un mismo altar no se podía celebrar más de una misa en un mismo día. En todos los ritos orientales y occidentales (antes del concilio Vaticano II) está prohibido celebrar la misa sin el ara consagrada o algo que la supla (altare portatile, antiminsion, etc.). En todos los tiempos el culto cristiano ha tenido un altar, aunque no siempre ha tenido un altar fijo. Un altar así solamente se pudo construir cuando las circunstancias lo permitieron, es decir después del edicto de tolerancia de Constantino. Hasta ese momento no se pudieron construir altares de piedra para sustituir los de madera o metal existentes hasta entonces. Su forma originaria era la de una mesa (mensa Dominio; griego, trapeza). En el rito griego y en el rito armenio la mesa se ha conservado hasta hoy. En Occidente, ya en el tiempos primitivos del cristianismo, se da la forma de altar de armario o de bloque; con todo, la forma de mesa sería la predominante hasta época carolingia, cuando empieza a extenderse la forma de bloque, pero siempre sin olvidar del todo la forma de mesa. En el Renacimiento se desarrolla el altar en forma de sarcófago derivada del altar en forma de bloque. La consagración de altar, tal como lo entendemos hoy, no era conocida originariamente; sus inicios en Oriente se pueden constatar en la segunda mitad del siglo IV. La consagración del altar, tal como la tenemos hoy en el Pontifical, se formó a partir de la mezcla de los ritos romano y galicano usados en la consagración de los altares desde el siglo VI hasta época carolingia. Su complemento tendría sus orígenes a finales de la edad media. La costumbre de poner reliquias encima o debajo del altar ya se puede comprobar en el siglo IV. Esta costumbre ya había arraigado en todo Occidente en época carolingia, pero todavía no formaba, a finales de la edad media, una condición esencial para la consagración del altar, sobre todo en los altares portátiles que a finales de la edad media todavía no tenían reliquias.* Fig. 206 Altar: Atributo de san Abel, san Andrés, san Avelino, san Esteban Papa, san Felipe Neri, san Gregorio Magno, san Joaquín, san Malaquías, san Pedro de Arbués, san Pedro Pascual, san Narciso de Girona y santo Tomás de Aquino. Altar arca: Altar que tiene forma de arca y que comprende todo el estipe del ara, espacio vacío en el que se puede entrar mediante una puerta con forma de arca. De los primeros tiempos del cristianismo hasta el siglo XIX ha habido 16 altares de este tipo en Occidente, si bien nunca han sido muy numerosos. Su espacio vacío era, en sus orígenes, antecámara, denominada también confesión del sepulcro de reliquias que había en el zócalo del altar, o en una concavidad del suelo, debajo de éste. Altar de la cruz: Altar de las iglesias de comunidades o de religiosos colocado en la entrada del coro, bajo el Santo Cristo triunfante, o edificado en medio de la iglesia en un lugar elevado. En este altar el rector de la parroquia celebraba con preferencia la misa con sus parroquianos, de aquí que tome también el nombre de altar de los seglares o de la parroquia.* Altar macizo: Altar formado por un bloque de piedra o que tiene su anchura y su profundidad totalmente maciza. En Occidente, desde tiempos primitivos del cristianismo y inicios de la edad media, ya era conocido; se hace frecuente en época carolingia y llega a ser el tipo más generalizado en la actualidad. Desde la edad media se abrieron en él pequeñas capillas para la conservación y guarda de los objetos sagrados, así como la credencia, pequeña capillita abierta en la parte estrecha y a la derecha del altar para guardar las vinajeras. Altar mayor: El altar principal de una iglesia o de un convento. El altar mayor de las iglesias de comunidades o de conventos es aquel en el cual se celebran los oficios divinos y la misa conventual y, en las iglesias parroquiales, el altar en el que se celebran los actos del culto para la comunidad de fieles. Altar de mesa: Altar en forma de mesa con una, dos o más gradas. El altar en forma de mesa es la forma originaria del altar. Es casi la única predominante hasta hoy en el rito griego y en el armenio. A partir de la época carolingia, el altar en forma de bloque iría sustituyendo paulatinamente este tipo de altar en Occidente, sin desaparecer totalmente el uso del altar de mesa. Con todo, en Italia en época románica todavía se estilaba a menudo al altar de mesa. Los sustentáculos que formaban los estipes del altar eran con predilección pequeñas columnas, o bien pilares o pilaretes; en raras ocasiones estaban formados por piezas cuadrangulares. Los altares de mesa, muy grandes a veces, tenían cinco columnas de este tipo. Si el altar estaba adosado a una pared, a menudo se empotraba la mesa dejándolo libre por delante. Serían creación del barroco los altares con mesa sostenida por consolas.* Altar parroquial (altare parochiale): Altar donde el rector celebra la misa y otras funciones parroquiales en las iglesias de comunidades. Altar portátil (Altare portatile, mobile, petra sacra, altare gestatorium, altare itinerarium, altare viaticum, ara portatilis, superaltare, tabula sacrata, lapis sacratus, lapis itinerarius): Antes del concilio Vaticano II: 1. Losa grande o pequeña consagrada como altar para celebrar, sin stipes. 2. Según el antiguo canon 1197, o sea en la disciplina anterior al concilio Vaticano II, la mesa de un altar formado de stipes y mensa, consagrado como los altares portátiles y según el rito observado en la consagración de los mismos. En Occidente los altares portátiles se mencionan por primera vez en el siglo VI, aunque debemos tener en cuenta que sin duda son más 17 SACRALIA ANTIQUA antiguos, ya que se citan como una cosa conocida, necesaria en aquellos tiempos para celebrar la misa en los viajes. Su forma originaria era la de una plancha de madera o una losa que, hacia el año 1000, pasó a ser, casi siempre, una losa con un soporte de madera que tenía que sustituir la stipes del altar fijo. Hasta el siglo XIII acostumbraba a ser una pieza igual al ara, pero era habitual que tuviera la figura de una pequeña caja o de un altar. Desde la edad media tomó de nuevo la forma, cada día más general, de una losa resguardada por una caja de madera que no tenía la forma de la stipes. Una decisión de la Congregación de Ritos y el derecho canónico de aquel tiempo ordena que el altar portátil sea permitido sólo en esta forma. El altar portátil (siempre antes del concilio Vaticano II), para poder celebrar, debe ser consagrado del mismo modo que el altare fixum. El altar portátil podía servir para el santo sacrificio en las iglesias y en capillas públicas y semipúblicas; además de poderse utilizar al aire libre, en casas particulares y en capillas privadas con permiso del obispo, por modum actus; la forma de privilegio para estos casos, desde el siglo XIII sólo la concede el Papa. En la edad media, sobre este altar sólo cabía una parte del cáliz y de la hostia; el resto se colocaba sobre un soporte de madera. Según el derecho canónico antiguo anterior al concilio Vaticano II, tiene que ser lo suficientemente grande para que encima quepan la hostia y una parte del cáliz; por eso, como la mesa del altar fijo, tenía que ser de una sola pieza. El antimensium del rito griego corresponde al altare portatile del rito latino, si bien el nombre no coincide. Lo encontramos citado por primera vez en el siglo IX. En los ritos copto, armenio, siriaco oriental y siriaco occidental son paralelas a los altares portátiles las mesas benditas de madera o de piedra.* Altar del pueblo: Así se denomina el altar de las iglesias de comunidades, de beneficiados o de conventos donde se celebran los actos de culto para los feligreses del convento o comunidad; equivale al altar parroquial de aquella iglesia.* Altar en forma de sarcófago: Tipo de altar de bloque, la base del cual tiene forma de sarcófago; es una creación del Renacimiento; el Barroco tardío tuvo una predilección por este tipo de altar, muy adaptado a las líneas preferidas de este estilo. Altar sepultura: El altar sepulcro. Sepulcro de reliquias. Altare: Altar. En la Sagrada Escritura significa solamente el altar de Dios verdadero. Los Santos Padres usaban el nombre de altar como si fuera el ara con el cual designaban los altares paganos; igualmente este nombre se emplea, desde tiempos primitivos del cristianismo, para designar el altar cristiano. En sentido translaticio altare significa, desde la edad media, el lugar de la iglesia donde se coloca el altar, el espacio detrás del altar, el coro, llamado más frecuentemente altarium. Altare authenticum: Nombre que en la edad media recibía el altar mayor de una iglesia, el principal. El nombre altare authenticum deriva del griego authenta (Señor). Altare capitaneum: Nombre que en la edad media se daba al altar mayor de la iglesia: capitaneus, praecipuus, principalis. Altare cardinale: Nombre que en la edad media se daba al altar mayor, no por razón de las personas que celebraban en ALT él, sino por su primacía al lado de los otros altares. También era llamado capitaneum, praecipuum, principale. Altare dominicale (altare dominicum): Antigua denominación del altar mayor, llamado dominicale porque era el primero entre los altares de la iglesia y también por estar dedicado con preferencia a la Santísima Trinidad o al Salvador; no porque haya generalmente la reserva del Santísimo, como equivocadamente se ha dicho alguna vez. Altare fixum, altare immobile: El derecho canónico antiguo (can. 1197) anterior al concilio Vaticano II dice que este altar debe tener mesa, base, ara y una base o algo parecido para sostenerla. En este sentido, es el altar que se consagraba según el rito del Pontificale romanum. Las prescripciones detalladas para el altar fixum o immobile se refieren al modo como están unidas la mesa y la base, y no a la fijación del altar en el suelo de la iglesia. Litúrgicamente no tiene importancia que el altar se pueda trasladar de un lugar al otro si se puede hacer sin dañar la base o sin separar ésta de la mesa. El concepto altare fixum en los ritos griego y armenio no sólo comprende la unión firme de la base con la mesa, sino que el altar y el pavimento también deben estar unidos firmemente. Los otros ritos orientales no conocen hoy el altar fixum, sólo conocen el quasi-fixum. Altare gestatorium: Denominación medieval del altar portátil. Altare itinerarium: Denominación medieval del altar portátil que servía para los viajes. Altare laicorum: Denominación medieval del altar que había delante del coro de las iglesias de los conventos o monasterios donde se celebraba la misa parroquial y otras funciones para el pueblo. Este altar se distinguía del altar mayor, en el cual los canónigos o religiosos celebraban las misas y otras funciones conventuales. Altare magistrum: Denominación medieval del altar mayor como primero y superior de los otros altares. Esta denominación ha sobrevivido hasta hoy en francés: maîtreautel. Altare maius: Nombre muy utilizado en la edad media para designar el altar principal distinto a los altaria minora. Es nombrado maius, tanto por sus dimensiones, como por ser el altar en el cual se celebran las funciones del culto público. Altare mobile: El altar portátil según el Derecho Canónico antiguo (canon 1197), o sea anterior al concilio Vaticano II. Altare papale: El altar en el cual sólo celebraba el Papa, o en el que podía celebrar otro sacerdote con indultopapal. Eran altares papales: el altar mayor de San Pedro, el de San Pablo y el de las otras iglesias patriarcales de Roma, el altar de la Capilla Sixtina, el altar de la cripta de Santa María la Mayor, etc.* Altare portatile: Nombre que recibía el altar portátil ya en la edad media. Altare princeps: Denominación del altar mayor (principale). Altare privilegium: Antes del concilio Vaticano II: Altar en el cual se gana, por indulto del Papa, una indulgencia plenaria aplicable al alma del difunto en sufragio del cual se celebra la santa misa. La misa se tenía que celebrar, si lo permitía la rúbrica, con ornamentos de color negro, por lo tanto tenía ALT J. M. MARTÍ BONET que ser de difuntos y se debía decir en sufragio del difunto al cual se aplicaba la indulgencia. El altar debe ser fixum o quasi-fixum.* Altare quasi-fixum, altare ad modum fixi: Antes del concilio Vaticano II: 1. Altar compuesto de mensa y de base, no consagrado ni, probablemente, consagrable, en el cual se podía celebrar la santa misa colocando sobre él un ara consagrada. 2. Altar formado por una mesa y una base, que por su condición se puede consagrar como altar fijo, pero que es consagrado, según el formulario del rito occidental, como altar portátil. El altar quasi-fixum o ad modum fixi, considerado litúrgicamente, no es ningún altar fijo; a pesar de que tenga la forma exterior, es un altar portátil. Según el derecho canónico antiguo anterior al concilio Vaticano II, se diferencia del último y se aproxima más al altare fixum en el sentido de que sólo el obispo puede dar permiso para la erección de un altar quasi-fixum. Este altar, del mismo modo que el fijo, debe tener un título que sólo se puede cambiar con el permiso del obispo. En un altar quasi-fixum se pueden hacer fundaciones sacras.* Altare senius: Denominación medieval del altar mayor por razón de su dignidad y preeminencia ante los otros altares; no tiene este nombre por razón de su antigüedad. Altare titulatorium: Denominación que aparece en contadas ocasiones en la edad media para denominar el altar mayor, que es el que da el nombre de la iglesia por razón del santo al cual está dedicado. Altare viaticum: Denominación muy extendida a la edad media para denominar el altar portátil del cual se hacía uso in via, al ir de viaje, para celebrar la santa misa. Durandus lo denomina altare quod per viam portatur. Altarista: Sacerdote que tenía el derecho a celebrar sobre un sector de la mesa de un altar. Muy en boga en la edad media. Altarium: Nombre que en la liturgia galicana y en el latín eclesiástico de la Galia se daba al altar y al espacio o lugar que el altar ocupa. Alto relieve: Trabajo de escultura u ornamental en el cual las figuras o motivos sobresalen del plano de fondo más de la mitad del grueso real. Alveolado: Se aplica a la técnica de esmalte que consiste en producir alvéolos o compartimentos en una plancha metálica mediante la soldadura de láminas finas de metal de mínimo relieve, delimitando los contornos de un dibujo que se rellena de esmalte en polvo y se pone en el horno o mufla. Ama, Amula (Lamula, amula offertoria): El pequeño cántaro con el cual los fieles ofrecían el vino mientras fue costumbre en la iglesia hacer el ofertorio en especias. En la Charta Cornutiana (siglo V) es llamada amula oblatoria. Amado de Grenoble, obispo (On. 13 de septiembre): Sus atributos son chorros de agua y el cuervo. Amado de Sens, arzobispo (On. 13 de septiembre): Sus atributos son cadena y ciervo. Ámbar: Resina utilizada para la fabricación de objetos de ornamentación. Ambitus: El claustro o los alrededores del coro. Ambón: (ambón [del griego anabaínein, subir arriba], lectrum 18 [lectricum], lectrinum, pulpitum, analogium): Antes del concilio Vaticano II: Púlpito o ambón elevado construido generalmente en piedra, que servía para cantar las epístolas y los evangelios, los graduales y predicar. A veces se construía cerca de las rejas del coro; a finales de la edad media estaba adosado a la escalera, o en un lugar libre, pero siempre un poco alejado del coro y pocas veces construido más allá de la nave. Se situaba longitudinalmente en la iglesia y tenía dos escaleras, una por cada lado; el de la parte longitudinal, orientado hacia la nave central, tenía un atril para colocar el libro de los Evangelios y a menudo en este mismo lado tenía una construcción semiesférica o poligonal. Muchas iglesias tenían dos ambones, uno grande para cantar el Evangelio y predicar, y el otro pequeño para el canto de la epístola. El ambón es el precursor del púlpito medieval y moderno. El nombre alemán Kanzel recuerda todavía su unión con las verjas del coro.* Fig. 204 Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia (On. 7 de diciembre): Sus atributos son abejas, capilla pequeña en las manos, disciplinas de penitencia, estrella en la mano, cuna, látigo y colmena. Amelia, virgen (On. 31 de mayo): Sus atributos son pato, Carlos Martel a sus pies, pez y pozo. Amén: 1. En diplomática, el final del “contexto” de un privilegio. V. Privilegios papales solemnes. 2. Traducido: “así sea”. Amito (humerale, superhumerale, amictus, fano, anabolagium, anagolaium y humeral): Pieza de ropa cuadrangular que se lleva bajo el alba, que cubre cuello y hombros y se sujeta mediante cintas fijadas en sus extremos en el pecho pasándolas de delante hacia tras y al revés. Debe ser de tela y se tiene que bendecir. En medio del amito, que hay que besar antes de ponérselo, debe haber una cruz. Sólo en el rito ambrosiano se pone sobre el alba. El amito es de origen romano, deriva de la antigua tela o ropa del cuello, o de los hombros (amictus, focale, palliolum, orarium) que la gente de toda clase vestía bajo la indumentaria exterior, excepto la dalmática o la paenula. Se encuentra citado por primera vez en el siglo VIII como parte integrante de la indumentaria romana, pero su uso viene de mucho antes. Desde Roma se extendió en época carolingia por todo Occidente, y en el siglo XI ya se había generalizado, pero no se llevaba sobre el alba, como en Roma, sino debajo, costumbre que más allá del año 1000 también fue aceptada en Roma. Sólo el Papa conservó la costumbre de llevarlo sobre el alba y se convirtió en el fanone, mientras se puso también el amito bajo el alba. La costumbre de soltarlo de la espalda hacia abajo y de adaptarlo al cuello no se practicaba en el siglo XI como se hacía antes del concilio Vaticano II; se dejaba encima y se arreglaba después de ponerse la casulla, la dalmática, o al llegar al altar. Esta costumbre duró en Roma hasta el siglo XV, y fuera de Roma hasta el siglo XVI, y en muchas catedrales francesas hasta el XVIII. Hoy sólo se practica en las antiguas órdenes: benedictinos, dominicos, franciscanos, etc. Como ornamento del amito, en muchos lugares se colocó en el borde superior una punta de 4050 cm. de ancho, llamada parura, collare, plaga, plica, gemina, 19 SACRALIA ANTIQUA praetexta, truncus, aurifrisium, frisium, la cual rodeaba el cuello; una vez colocada la casulla, se hacía bajar el amito. A menudo se decoraba con ricos bordados que se fueron dejando de usar progresivamente en el siglo XVI. Hoy se usan sólo en Milán, Lyon y España, pero no como un añadido del amito, sino como collarín independiente.* Amnós (cordero): En el rito griego es el nombre de la parte interior de la ofrenda del pan cortada con la “santa lanza” en la proscomide. Amonestaciones (banna, proclamatio, publicatio matrimonialis): Antes del concilio Vaticano II: La pública proclama hecha por la Iglesia de un matrimonio contratado (o a punto de contratar), para constatar si existe algún impedimento legítimo para su celebración. El concilio Laterano IV (1215) las prescribió para la Iglesia universal. El concilio Tridentino restringió todavía más y ordenó que las amonestaciones se hicieran tres veces, en tres domingos seguidos a la hora de la misa mayor, por el rector correspondiente, indicando exactamente el nombre de aquellos que querían tomar el estado del santo matrimonio. El derecho canónico antiguo (can. 1204-1205) permitía que las amonestaciones se hicieran en cualquier misa con suficiente concurso de fieles y que la proclama oral se pudiera sustituir con permiso del obispo por la fijación durante ocho días en la puerta de la iglesia de las amonestaciones escritas. Sólo el obispo podía dispensar de las tres amonestaciones.* Amós, profeta (On. 31 de marzo): Sus atributos son bastón de pastor, cesto con fruta, fruta y laurel. Amphibalus: Envoltorio, abrigo; nombre de la casulla de procedencia gálica, tomado de las vestiduras cotidianas. Amphithyra (cortina de la puerta): Nombre griego que antiguamente se daba al cortinaje que cubría el altar y el sacerdote en ciertas partes de la misa para privarlo de las miradas de los fieles. Amplexus: El abrazo litúrgico al dar el beso de paz. El que lo da pone los brazos por encima del que la recibe y éste los pasa por debajo de las axilas del que la da; uno y otro acercan la mejilla izquierda.* Amplius Domine amplius: Frase de san Francisco Javier. Ampolla: En pintura, es el resultado de forma que aparece en la costra de dilataciones. Ampullae: Nombre (de procedencia antigua) que se daba: 1. A las vinajeras de servir la misa. 2. A la jarra que el jueves santo sirve para contener los óleos que se tienen que consagrar. Ana (santa): Fiesta que anualmente celebra la Iglesia en honor a la madre de María Santísima la gloriosa santa Ana (26 de julio). En Oriente ya se celebraba esta fiesta en el siglo IX; en cambio en Occidente se propaga a finales de la edad media. En 1584 Gregorio XIII extendió la fiesta de santa Ana a la Iglesia universal. Anabaptista: Cristiano que no acepta la eficacia del bautismo de los niños y exige rebautizarlos en edad adulta. Anabathmoi: Nombre que los griegos dan a los salmos graduales. Anabolagium (anagolagium): Formas que suponen un anabolaium (griego anabólaion): Envoltorio; nombre que hasta el siglo XI recibía el humeral que cubre los hombros. AMN Anacon: Denominación medieval del retablo del altar en Italia; esta palabra deriva del griego eikon. Anadochos: Nombre que los griegos dan a la patena. Anágnosma, anágnosis: Nombre que los griegos dan a las lecturas de la misa. Analógeion: El atril que usan los griegos en su rito cuando leen durante la misa o en el oficio. Analogium: 1. Nombre que recibía el ambón durante la edad media; ya aparece en las fuentes en el siglo VI. 2. Nombre que recibía el atril portátil en la edad media. Anamnese (anámnesis): Oración que sigue a las palabras de la consagración en el canon de la misa en el rito romano y ambrosiano, igual que la anáfora de las misas del rito oriental. Hace memoria de la pasión, resurrección y ascensión de Cristo. Pertenece a las partes más antiguas del canon o de la anáfora. El rito mozárabe no conoce el anamnese.* Anapaysimos (kanón): Nombre que se da en el rito griego a un cántico suplicatorio en sufragio de los difuntos. Anaphora (anaphorá): Oferta. 1. La segunda parte principal de la misa en el rito oriental; esto es, toda la parte comprendida entre la consagración y la comunión. Empieza con un solemne prefacio introductorio que acaba con el Sanctus, igualmente que la segunda parte principal de la misa del rito romano. Muchos formularios litúrgicos orientales contienen sólo el anaphora. En cuanto al rito de la primera parte de la misa, en caso de que se sirva de estos formularios, se tiene que tomar otro formulario que contenga las dos partes de la misa. El anaphora y el canon están emparentados, pero no son la misma cosa, a la vez que el canon comprende solamente la consagración y las siguientes oraciones, excluida el communio; en cambio el anaphora comprende también el communio, por lo tanto representa un concepto más amplio. 2. Entre los siríacos significa el velo con el cual se cubre la oblata hasta la hora de la consagración, y es equivalente al griego aer. Anastásimon: Estrofa en la cual se glorifica a los resucitados en el oficio de laudes del rito griego. Es igual al odai del Kanon del ordos. Anastasio, mártir, soldado y patrón de Badalona y Lleida (On. 11 de mayo): Su atributo es la cruz roja con el fondo blanco. Ancla: Atributo de san Clemente Romano, santa Filomena, san Nicolás de Bari, san Plácido y santa Rosa de Lima. Ancla: Símbolo de la fe empleado en muchas ocasiones en el cristianismo primitivo para indicar la salvación de Jesucristo. Ancón: Cada una de las dos ménsulas que se colocan en cada lado de una apertura para sostener una cornisa. Andamio: Plataforma auxiliar y provisional para la construcción de una obra. Andrés (Santo): Una de las festividades más antiguas; aparece en el Gregorianum, en el Gelasianum e incluso en el Leonianum. Desde muy antiguo, se celebra el 30 de noviembre, día en que probablemente el santo apóstol fue martirizado. Andrés, apóstol (On. 30 de noviembre): Sus atributos son altar, ángel, bordón, cruz en aspa, crucificado, lobo, pez, vestido de peregrino, concha, red y Tarasca (patum) que es símbolo de idolatría o diablo. Andrés Avelino, sacerdote (On. 10 de noviembre): Su atributo son las rosas y el texto latino Introibo ad altare Dei. AND J. M. MARTÍ BONET Andrés Corsini, obispo (On. 6 de enero y 4 de febrero): Sus atributos son el cordero y la aparición de la Virgen. Ánfora: Atributo de san Cosme y san Damián, Remigio y santa Sabina. Angariae: Denominación medieval de los ayunos de las témporas. Ángela de Mérici, virgen (On. 27 de enero): Sus atributos son escalera, lirio y rosario. Ángeles (o angelitos): Atributo de san Andrés, ángeles en la glorificación de un santo, san Avelino, san Buenaventura, santa Clotilde, santo Domingo, santa Dorotea, san Emiliano, san Erasmo, san Estanislao de Kostka, san Felipe de Valoix, santa Francisca romana, san Gregorio Magno, san Habacuc, san Hugo de Lincoln, san Jerónimo, san Joaquín, san Juan de Mata, san Malaquías, san Marcial, santa María Magdalena, san Martín Monje, san Matad (hombre alado), santa Odilia, san Onofrio, san Peregrino, san Pedro, san Quintín, san Roque, san Romualdo, santa Rosa de Lima, santa Teresa de Jesús (angelitos, almas), santo Tomás de Aquino, san Vicente y san Zacarías. Ángeles (On. se celebra una fiesta dedicada a los Ángeles Custodios o de la Guarda el 2 de octubre): Sus atributos son alas, ángel en la glorificación de un santo, ángel colocando la corona o la palma, puñal y sable. Ángeles en el martirio: Atributo de santos mártires. Angelitos (o almas): Atributo de santo Domingo de Silos y de san Gabriel. Angiasma: Denominación que dan los griegos al agua bendita y, en general, a toda cosa bendita. Angularia: Añadiduras ornamentales de los manteles del altar que tienen forma estriada. Aniano, diácono y mártir (On. 10 de noviembre): Sus atributos son herramientas, cuchillo y zapatos. Aniceto, mártir y Papa (On. 17 de abril): Su atributo es la rueda con uñas afiladas. Anillo (annulus): 1. Sortija o anillo pontifical, o sea la anillo del obispo, de oro con una piedra preciosa que tienen estos prelados derecho a llevar en el cuarto dedo de la mano derecha o sea los cardenales, los obispos, los abades y los protonotarios apostólicos. Los obispos de España ya en el siglo VII lo llevaban propter signum pontificalis honoris vel signaculum secretorum; en Francia ya era usado al menos en el siglo IV. En el siglo XII los abades todavía necesitaban de un privilegio papal para poder hacer uso del anillo; sólo a finales de la edad media aparece como ornamento de derecho. Aparece en el siglo XII como parte integrante de la vestidura episcopal; mientras que en los sacramentarios ya es citado en el siglo X. La sortija o anillo episcopal, como dice san Isidoro de Sevilla, en principio era un ornamento diferenciador y distintivo, a la vez que era un anillo que servía para sellar. Desde que tuvo carácter litúrgico se considera símbolo de la unión (o matrimonio) del obispo con su Iglesia y como sello de la fe que debe conservar pura e intacta. 2. Anillo de alianza o el anillo del matrimonio. En su origen era sólo símbolo del compromiso (annulus sponsalitius, annulus pronubus) como era la antigua costumbre romana, una continuación del cual fue el uso del anillo en 20 los primeros siglos del cristianismo. Se convirtió en alianza (arrha) desde el siglo XI a consecuencia del cambio de modo de contraer matrimonio. La alianza es conocida también en los ritos orientales. El anillo de las religiosas que el obispo les pone en el dedo anular de la mano derecha en el día de su vestición es símbolo de sus desposorios sobrenaturales y espirituales con Cristo. 3. Algunos cristianos primitivos se ponían un anillo con el signo de Cristo, es decir el pez Ixθus (Jesus Christus), Θeos (Dios), unigenitus (unigénito), y sator (Salvador). Anillo: Atributo de santa Inés, san Celedonio, santa Catalina de Ricci, santa Catalina de Siena, san Dámaso, san Eduardo, san Fernando, santa Magdalena de Pazzi, santa Martina, san Roberto y santa Rosa. Anillo de compromiso: V. Anillo o Sortija. Anillo de cúpula: Fig. 5 Anillo de la cúpula: Fig. 67 Anillo pontifical: V. Anillo. Fig. 222 Anillos de cerámica: Atributo de santa Justa y santa Rufina. Animales: En arte, la representación de la figura de ciertos animales es conocida desde el paleolítico y subsiste en muchas artes primitivas asociada a efectos mágicos y religiosos. La Iglesia representa los cuatro evangelistas mediante figuras de animales: león (Marcos), ángel, hombre (Mateo), águila (Juan) y toro (Lucas). Animero: Persona en la Iglesia que capta por las almas del purgatorio. Animeta: Palio pequeño que cubría (o cubre) el cáliz desde la hora del ofertorio hasta después del communio.* Aniversario (anniversarium): Conmemoración anual. Se celebran los aniversarios litúrgicos de la elección y coronación del Papa, de la elección y consagración del obispo, de la consagración de una iglesia y del aniversario de la muerte de un cristiano. El aniversario de la consagración de una iglesia se celebra con oficio y misa, el aniversario de la elección y coronación del Papa y de la elección y consagración del obispo, con una misa votiva, o bien con una conmemoración en la misa del día. El aniversario de un difunto se conmemora con oficio y misa de difuntos o sólo con una misa de difuntos. El aniversario de la consagración de la iglesia, ya muy tempranamente ―en Alemania desde el siglo IX― fue fiesta de precepto. Aniversario: En sentido estricto (anniversaria stricte dicta) significa la misa que se encomienda o se ha fundado para cuando se cumple un año de la muerte o del entierro de un difunto; en sentido amplio significa una misa fundada para un día diferente del de la muerte o el entierro. Ankh: Palabra que significa “vida” entre los egipcios. Se representa mediante una cruz con asas, y a menudo aparece figurada en manos de los dioses. Annulus pontificalis: El anillo pontifical; el anillo del obispo. Annulus pronubus, annulus sponsalitius: El anillo de compromiso; el anillo que se bendice en el día de la boda. Annuntiatio Domini: Solemnidad dicha también Conceptio Domini, que se celebra el 25 de marzo en conmemoración de la embajada del arcángel san Gabriel a María Santísima, anunciándole la encarnación del Hijo de Dios. En Roma ya 21 SACRALIA ANTIQUA aparece en tiempos de san Gregorio Magno, y en la Galia es citada en los cánones de Sonnatius, obispo de Reims (631), y en España en el 10º concilio de Toledo (656). En el siglo VIII ya estaba extendida por todo Occidente; pero en España, por ser el 25 de marzo día de ayuno, se había trasladado al 18 de diciembre; durante un tiempo se celebró en las dos festividades.* Durante muchos siglos el 25 de marzo era el primer día del año. Anoígnysis: Denominación griega de la consagración de la iglesia. Anoixis: En el rito griego significa abrir y tomar posesión de la iglesia que se consagra. Anónymoi: Los innominados; aquellos santos que en la misa y oficio del rito griego no tienen coniaticon ni apolitikion, sino que se toman del Commune Sanctorum, ordenado por clases. Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia (On. 21 de abril): Su atributo es la liebre y el texto latino Non puto esse verum amatorem virginis qui... Anta: Pilar saliente en la superficie de un muro que lo refuerza o lo decora. Fig. 7 Ante et retro: Inclinación profunda en la cual uno se dirigía primero hacia Oriente y después hacia Occidente (quae incipit contra orientem et finit contra occidentem) y que encontramos anunciada en las Constitutiones Hirsaugienses y otras reglas benedictinas. Antealtare (pallium, antipendium y frontale): Revestimiento colocado delante de la base del altar. Antefija: Fig. 8 Antepecho: Alféizar de la ventana. Antependium (antependile, antipendio): Revestimiento que sólo cubre la base del altar. Anticipación: Antes del concilio Vaticano II: Rezo de maitines y laudes al día anterior por la tarde. Según una decisión de la Congregación de Ritos de 1905, este rezo podía empezar a las dos de la tarde del día antes, cuando se rezaba privadamente; para una anticipación era necesario un privilegio especial. Actualmente se ha suprimido. Antidoron: El pan no consagrado que el sacerdote distribuye ante el altar a los fieles. Originariamente se distribuía sólo a aquellos fieles que no habían podido comulgar en la misa como sustitución de la Eucaristía, de aquí viene su nombre antidoron (suplemento); más tarde, a finales de la edad media, se distribuía a todos los asistentes en la misa.* Antifonario (liber antiphonarius, antiphonarium): Libro litúrgico del rito romano que contiene los cantos antifonales y los responsoriales del oficio y de la misa; se dividía en tres partes: el graduale o cantatorium, en el cual hay los graduales, los aleluyas y los tractus: el responsoriale, en el cual están contenidos los responsos; y el antifonario en sentido estricto, en el cual estaban registradas las antífonas. Más tarde se introdujo la distinción entre el antifonario, que contenía los cantos antifonales y responsoriales del oficio, y el antifonario de la misa o gradual (gradale, liber gaadalis), que contenía los cantos antifonales y responsoriales de la misa, distinción que se conserva hasta hoy.* Antífonas marianas (antiphonae finales B. M. V.): Cuatro himnos cantados o rezados a modo de antífona, que varían ANO según los tiempos del año eclesiástico, dedicados a la Virgen María, con los cuales acababa el oficio de laudes y vísperas. Son el Alma Redemptoris Mater para el tiempo del primer domingo de Adviento a la Candelera; el Ave Regina caelorum para el tiempo de la Candelera a Pascua, Regina coeli laetare para el tiempo pascual y la Salve Regina para el resto del año. Las antífonas marianas aparecen en el oficio en los siglos X y XI, y en parte las que tenemos hoy. Falta conocer el uso que antiguamente tenían en el oficio. Como antiphonae finales se introdujeron a principios del siglo XIII; primero la Salve Regina; las otras entraron más tarde. En un principio, y hasta el siglo XV, sólo se rezaban después de completas. Durante la edad media nunca fueron consideradas generalmente como antífonas finales del oficio; su generalización fue debida a la reforma del breviario hecha por san Pío V, que las prescribió como obligatorias.* Antífonas de la O: Antífonas de las vísperas de los siete días que preceden la vigilia de Navidad y que se rezan o cantan antes y después del Magnificat íntegramente. En ellas se expresa el vivo deseo que se tiene de ver al Salvador que vendrá. Tienen este nombre porque todas empiezan con la letra “O” (o sapientia, o Adonai, o radix Jesse, o clavis David, u Oriens, o rex regum, o Emmanuel). Antifónico (cantus antiphonus): Canto alternado entre dos coros; en Oriente se practicaba en el siglo IV, y en Roma lo introdujo el papa Celestino I (+432), según una noticia del Liber Pontificalis. Antiguo Testamento: Se dice de la colección o conjunto de libros de la Biblia escritos antes de Jesucristo. Antiminsion (antiminsion): Pieza de ropa de lino o de cáñamo con la figura del santo entierro bordada, que en el rito griego es bendecido cuando se ponen las reliquias en el ara del altar que se consagra. Esta tela sustituía antiguamente el altar portátil, pero hoy viene a representar una especie de corporal. En la edad media los fieles lo extendían sobre el Iliton al recoger las ofrendas para el santo sacrificio y después del communio era guardado dentro de éste. Estas ropas ya aparecen en el siglo IX. A principios de la edad media, además de las antiminsia de tejido-ropa, las había también de madera. Etimológicamente antiminsions es una denominación grecolatina formada de anti y mensa “sustituible”, suplemento de altar.* Antípascha: Denominación griega de la dominica in albis. Antipendio: V. Antealtare y Frontale. Fig. 286 Antiphona: Es un fragmento de canto que precede al salmo y lo sigue, el cual da el tono en que se debe cantar el salmo. Su contenido a veces da idea del contexto del salmo correspondiente, hecho que sucede en los salmos de fiesta y de dominica así como en los oficios de festividades. Las antífonas en otras ocasiones hacen referencia al misterio de la festividad (o al objeto de la festividad) que se celebra, como pasa en las celebraciones con oficio propio o de común. Las antífonas aparecen en la regla de san Benito como expresión por todos conocida; tenían que ser de uso general en aquella época. Es posible que tomaran nombre del contra canto que representan frente al salmo y para cantarse al final y al inicia del mismo.* ANT J. M. MARTÍ BONET Antiphona: Tres salmos ―91, 92 y 94― son cantados por dos coros en la iglesia griega y que se repiten alternando por las festividades del Señor, de la Virgen María y festividades menores durante la enarxis de la misa (v. enarxis). Se intercala un versículo con carácter de antífona; se cantan en vez de los dos tipika o makarismoi. Las fiestas del Señor y de la Virgen María tienen antífona propia. Antiphona ad accedentes: Nombre que en el rito mozárabe se daba durante la edad media al canto de salmos y otras piezas de la Sagrada Escritura durante el Communio. Antiphona ad offertorium: Antífona propia del rito de la misa ambrosiana, en que el sacerdote reza después de acabar el ofertorio y antes del rezo del símbolo que sigue. Antiphona finalis B. Mariae Virginis: V. Antífonas marianas. Antiphona post evangelium: Verso que se dice después de la lectura del evangelio en el rito ambrosiano, el cual varía según los días y las festividades; acostumbra a ser un deseo de paz. V. Pacem habete y Ad te domino. Antonino, mártir (On. 2 de septiembre): Sus atributos son águila de dos cabezas, chorro de agua, maza y barca pequeña. Antonio Abad (On. 17 de enero): Sus atributos son antorcha, bastón que acaba en -tau, campana, báculo, llamas, libro abierto, cerdo, jabalí, Tau griega y el texto latino Quis evadet y Humilitas. Antonio de Padua, sacerdote y doctor de la Iglesia (On. 13 de junio): Sus atributos son asno, corazón, cepo, hisopo, lirio, niño Jesús, ostensorio (custodia), pan, peces, plato con uvas, torreta con un cepo plantado y el texto en latín Si quaeris miracula... Antorcha (fax, facula, fanale): 1. Hacha formada por una serie de candelas entrelazadas a lo largo o atornilladas, llamada, por eso, torchia o tortitium. Servía para iluminar durante las procesiones y a la hora del Sanctus. 2. El candelabro. Antorcha: Atributo de santa Ágata, santa Afra, san Antonio Abad, santa Bárbara, santa Daria, santo Domingo, san Ireneo, santa Margarita, santa María de la Cabeza y san Teodoro. Antorcha encendida: Atributo de san Ireneo. Anunciación de las fiestas movibles: (Calenda): Antes del concilio Vaticano II: Ceremonia prescrita por el Caeremoniale Episcoporum para todas las catedrales, que consiste en cantar con una melodía semejante a la Exultet, todas las fiestas movibles desde la Septuagésima hasta la Epifanía. El que canta la calenda lo hace desde el ambón donde se ha cantado el evangelio e inmediatamente después de éste, y el cantor suele ser el arcediano, un canónigo u otro sacerdote. Se realiza todos los años en la catedral de Barcelona el día de la Epifanía cantada por el diácono de la catedral. Anverso: Cara frontal o delantera de una hoja impresa. En una medalla o moneda, el lado en el que está la figura y la inscripción o el texto principal. Lo contrario es el reverso. Año del consulado: Año oficial de los romanos. En los documentos se dice del año en que el cónsul empezaba su misión. Normalmente eran dos cónsules, y el año empezaba el 1 de enero. Año eclesiástico: El año solar dividido en 52 semanas, de siete días cada una, con las misas y los oficios que se celebran 22 en cada una de ellas y con las fiestas movibles e inmóviles, esto es, los tiempos y las fiestas litúrgicas que caen en fechas fijas de los meses. Empieza con la primera dominica de Adviento y acaba con la dominica última. Después del concilio Vaticano II, el año acaba el domingo 31 de tiempo ordinario y dedicado a Jesucristo Rey. Después del concilio Vaticano II, hay tres ciclos: A, B y C. Los orígenes del año eclesiástico se encuentran ya en la iglesia primitiva. Su división por semanas de siete días deriva del uso del Antiguo Testamento. Tertuliano y Orígenes ya hablan de la fiesta de Pascua; otras fiestas ya son citadas a principios del siglo IV. A partir de esta época su número iba en aumento, creciendo de una manera extraordinaria a finales de la edad media. La distinción entre el año civil y el año eclesiástico, si bien de hecho hacía tiempo que se observaba, se hizo a finales de la edad media. El año litúrgico se divide en tres ciclos: ciclo de Navidad, ciclo de Pascua y, antes del concilio Vaticano II el ciclo de Pentecostés. Mirado de una manera más justa y tenida en cuenta su evolución histórica, en el año eclesiástico sólo se distinguen dos ciclos litúrgicos: el ciclo de Navidad y el ciclo de Pascua con la fiesta de Pentecostés. El tiempo que iba de la octava de la Epifanía hasta Septuagésima y el de Pentecostés hasta Adviento nunca habían estado bajo la idea de un tiempo litúrgico determinado.* Año del Hégira: Empieza a contabilizar a partir del año 622 de la era cristiana, cuando Mahoma huyó de La Meca el 16 de julio. El año 2012 es para los musulmanes el 1390 del Hégira. Apagavelas: Objeto de lata o de otro metal, de forma cónica, fijado en el extremo de una caña que sirve para apagar cirios. También se dice del sacristán. Fig. 221 Apainelado: Arco denominado también carpanel. Aparejo a tizón: Fig. 10 Aparejo almohadillado de diamante: Elemento arquitectónico. Fig. 9 Aparejo antiguo: Fig. 123 Aparejo belga (o cruciforme): Elemento arquitectónico. Fig. 10 Aparejo ciclópeo: Fig. 11 Aparejo diatónico: Fig. 10 Aparejo emplectón: Fig. 11 Aparejo escocés: Fig. 125 Aparejo espigado (o en forma de hojas de helecho): Fig. 11 Aparejo gótico (o flamenco): Fig. 10 Aparejo holandés: Fig. 10 Aparejo inglés: Fig. 10 Aparejo isódomo: Fig. 11 Aparejo poligonal: Fig. 11 Aparejo pseudo-isódomo: Fig. 11 Aparejo romano: Fig. 11 Aparición del Señor. Fiesta de la Epifanía (Epifanía Domini, Theofania): Solemnidad del 6 de enero en la cual Occidente, ya desde muy antiguo, celebra una triple manifestación del Señor: 1. La aparición del Hijo de Dios nacido en el mundo mediante la estrella; 2. La manifestación de la divinidad del Hijo de Dios a los judíos en el bautismo del Jordán mediante la voz del Padre eterno y del Espíritu Santo; 3. 23 SACRALIA ANTIQUA La manifestación milagrosa obrada por el mismo Jesús en la boda de Canaán de Galilea, operando la maravillosa conversión del agua en vino.* Apertio aurium: Antes del concilio Vaticano II: 1. Ceremonia del bautismo desconocida en Oriente, en la cual el sacerdote mojaba con un poco de saliva las orejas del que se bautizaba, diciendo las palabras Ephatha, quod est aperire in odorem suavitatis. Es una especie de exorcismo, como prueban estas palabras: Tu autem effuge, diabole, appropinquabit enim judicium Dei. Esta ceremonia es citada por san Ambrosio en “de misteriis” y por el pseudo Ambrosio en De sacramentis. Como era una preparación inmediata al santo bautismo, esta ceremonia tenía lugar inmediatamente antes de la administración del sacramento, como se deduce del Gelasianumi y del Gregorianum, y formaba parte del último Scrutinium que tenía lugar el Sábado Santo o en la vigilia del Pentecostés. 2. El rito de la traditio Symboli, denominado apertio aurium porque las orejas del catecúmeno oían por primera vez el texto del símbolo de la fe y sus orejas del espíritu entendían por primera vez el contenido de este símbolo.* Aplicación, aplicar: Acto de la voluntad del sacerdote que ofrece los frutos expiatorios y propiciatorios de la misa para determinadas personas o en especiales circunstancias. Aploma: En el rito griego significa el mantel mediano del altar. Apócrifos: Textos de fuente judía o cristiana que tienen una similitud con los libros canónicos (oficiales) por su temática o su atribución (falsa) o autor inspirado. No son aceptados por la Iglesia. Pero algunos tienen una influencia en las costumbres populares. Apocrisiarius (sacristán): 1. Nombre que se daba entre los benedictinos de Cluny al cargo del custos principalis, esto es, al monje que tenía la custodia del tesoro de la iglesia, la reglamentación del servicio de la sacristía, y la dirección de los monjes que tenían que prestar servicio. Debía ser sacerdote. 2. Embajador eclesiástico latín en una región oriental. Así lo fueron san Gregorio Magno y san Leandro de Sevilla. Apódeipton: La hora canónica griega que corresponde a las completas del rito latino. Apófige: Ligera expansión que se da en la zona de unión del fuste de una columna de estilo clásico para enlazar con la subsiguiente moldura de la base o del capitel. Fig. 118-121 Apología: Denominación antigua de la confesión general de los pecados. Esta cayó en desuso hacia el siglo XI. V. Confiteor Apolonia, virgen y mártir (On. 9 de febrero): Sus atributos son barrena, buril, cincel, llamas, plato con muelas, muela y tenazas. Apólusis: Lavatorio; ceremonia que en el rito griego tiene lugar en la iglesia después a los ocho días de haber sido bautizado un catecúmeno. En esta ceremonia el sacerdote lava con una esponja aquellas partes del cuerpo del niño ungidas con myron que hasta entonces no se podían lavar y, después de rezar una oración, corta algunos cabellos del niño en forma de cruz. Apólysis: Oración final que en el rito griego reza el sacerdote tras la proskomide de la misa y del oficio. APE Apolytíkion: El troparion que se canta en las vísperas del rito griego (espérinos) después del Nunc dimitis y antes de la bendición del pan, del aceite y del vino. Apóstata: Personal que abandona la religión que profesa. Apóstoles (fiesta de los): Fiestas que cada año celebra la Iglesia en honor a los apóstoles y a los evangelistas. La fiesta de algunos, como la de san Pedro, san Pablo, san Andrés y puede ser san Lucas y san Marcos, coincide con el día del martirio (dies natalis) del correspondiente apóstol. La solemnidad de san Pedro y de san Pablo se celebra en el mismo día (29 de junio), igual que la de san Felipe y san Jaime (1 de mayo) y la de san Simón y san Judas (28 de octubre). El número de fiestas de los apóstoles era, hasta el siglo VIII, muy limitado. Según el Gregorianum en Roma se celebraban las fiestas de los príncipes de los apóstoles san Pedro y san Pablo, la de san Andrés, san Juan, san Felipe y san Jaime; en otros lugares sólo se celebraba la fiesta de san Pedro, san Pablo y san Andrés. Pero en el siglo IX las fiestas de los apóstoles se extendieron por doquier. Enrique I, en 932, en el sínodo celebrado en Erfurt, ordenaba que todas las fiestas de los apóstoles fueran fiestas de precepto en todo el Imperio. Bonifacio VIII dio a todas las fiestas de los apóstoles el carácter de “fiesta doble”. Todavía quedaron fiestas de precepto cuando Urbano VIII redujo en el año 1642 el número de fiestas que debían celebrarse in foro; perdieron este carácter cuando, en el transcurso del siglo XVIII, se suprimieron muchas de las fiestas de precepto. Una vigilia que antiguamente iba acompañada de abstinencia, precedía todas las fiestas principales (festa primaria) de los apóstoles.* Apóstoles (viga de los): Viga colocada en las bóvedas del coro que iba de lado a lado de la pared y que servía para sostener la cruz triunfante. Era llamada “viga de los apóstoles” porque se acostumbraban a representar en ella a los apóstoles. Quedan resquicios en la capilla románica de Polinyà (Barcelona). Apóstolos: Epistolario o libro litúrgico del rito griego que contiene todas las epístolas que se leen durante las misas del año. Apostolus: Nombre que se dio a la epístola y al epistolario hasta época carolingia. Apotagé: Nombre griego de la abjuración que se hace antes de recibir el sacramento del bautismo. Appenditiae: Dos coletillas de ornamentación, en forma lineal, que se introdujeron durante el siglo XIV en los manteles del altar y que a finales de la edad media se pasaron al antipendio (o frontal). Apprecatio: En diplomática, fórmula conclusiva de un documento mediante la cual se invoca la protección divina. Por ejemplo amen, feliciter… Ara: Altar; se da con preferencia esta denominación entre los Santos Padres, siguiendo la tradición de la Sagrada Escritura, al altar pagano; raramente se da este nombre al altar cristiano hasta época tardía y todavía sólo se usa entre los poetas y en lengua culta. A la edad media también significaba la mesa del altar en contraposición al sustentáculo del mismo, la stipes. En España tomó el significado de altar portátil.* ARA J. M. MARTÍ BONET Arabesco: Ornamentación superficial formada por motivos vegetales entrelazados (hojas, flores...) y figuras geométricas, empleada en el arte islámico. Arado: Atributo de san Isidro. Araña: Atributo de san Conrado, san Félix de Nola y san Norberto. Árbol: Atributo de santa Afra. Árbol: Columna alrededor de la cual gira la escalera de caracol. Árbol en el cual se ata el santo: Atributo de san Bernardo de Alzira. Árbol, encina: Atributo de san Bonifacio. Árbol con flechas: Atributo de san Julián Hospitalario, san Humberto, san Sebastián y santa Úrsula. Árbol florido: Atributo de san Fermín. Árbol con forma de tronco: Atributo de san Galo. Árbol de Jessé: Árbol genealógico de Jesús a partir de Jessé, padre de David (ya en el siglo XI). Árbol, laurel: Atributo de san Amós y san Bandolino. Arbotante (o Arco botarete): Fig. 42 Arbotante, arco: Fig. 42 Arcada: Serie de arcos dispuestos con finalidad decorativa. Ornamentación muy utilizada en la arquitectura románica y gótica. Arcada ciega: Fig. 29 Arcada exenta: Fig. 30 Arcada ornamental: Fig. 31 Arcada volada: Fig. 32 Arcadio, obispo y mártir (On. 4 de marzo): Su atributo son las disciplinas de penitencia. Arcaduz: Cañería hecha de piezas o tubos de tierra cocida que va bajo tierra y conduce aguas sucias y no potables. Arcaduz: V. Fístula Arcángel: Su atributo son las alas. Arcediano (o archidiácono o ardiácono): Título cuya existencia ya se puede observar en el siglo IV; su categoría es la del primer diácono asistente del obispo en la celebración de los pontificales y en la administración de la diócesis. Desde los tiempos carolingios el arcediano tiene en Alemania la representación y la jurisdicción casi episcopal en los decanatos. Del concilio Tridentino hasta el concilio Vaticano II el arcediano era una dignidad dentro de los capítulos con facultades y honores muy restringidos. Archicantor: V. Schola cantorum Archicofradía (Archiconfraternitas, archisodalitium, primaria, unio primaria). Hermandad, solidaridad o pía unión que ha recibido de la Santa Sede Apostólica de una manera general o para un territorio, la facultad de asimilarse (agermanarse) otras hermandades, solidaridades o uniones pías del mismo título y que tienen la misma finalidad, después de la erección canónica de las mismas y de la observancia de las prescripciones eclesiásticas y, por tanto, hacerlas participantes de las indulgencias propias y otros privilegios especiales. Archierátikon: Libro litúrgico del rito griego en el cual están reunidas las rúbricas del pontifical y que, por lo tanto, es un libro gemelo del Pontificale occidental, distinguiéndose de éste por carencia de carácter oficial. 24 Archimandrita: Denominación que se daba originariamente al abad y que hoy se concede como título honorario a un sacerdote eminente. Archiparaphonista: Denominación de procedencia griega que en la antigua escuela cantorum romana se daba al cuarto subdiácono que tenía el cargo de director del coro y que entonaba los cánticos. Archivo eclesiástico: Es el conjunto de documentos que se agrupan y ordenan en un mismo lugar o a cargo de una misma institución, en este caso una institución eclesiástica que puede ser mayor (catedrales, obispados, grandes monasterios, conventos) o menor (parroquias, cofradías, asociaciones...). Arcipreste: Antiguamente éste era el presbítero que seguía al obispo en categoría y en dignidad, al cual sustituía en las funciones del culto cuando éste estaba impedido. Desde muy pronto tuvo jurisdicción sobre los clérigos del campo, velando por su disciplina por mandato del obispo. Antes del concilio Vaticano II, era una dignidad entre los canónigos de las catedrales y al frente de cada arciprestado o decanato en que se encuentra dividida la diócesis. Arco: Fig. 12 y 13 Arco agudo: Fig. 14 Arco apuntado: Fig. 13 Arco arbotante: Fig. 42 Arco carpanel: Fig. 14 Arco carpanel rebajado: Fig. 14 Arco catenaria: Fig. 15 Arco conopial: Fig. 17 Arco de frontón: Fig. 14 Arco de garganta (o escocés): Fig. 18 Arco de herradura (o árabe): Fig. 21 Arco de herradura apuntado: Fig. 22 Arco de medio punto: Fig. 16 Arco deprimido cóncavo: Fig. 23 Arco deprimido convexo: Fig. 14 Arco diafragma: Fig. 13 Arco flamígero: Fig. 19 Arco lobulado: Fig. 25 Arco peraltado: Fig. 13 Arco plano: Fig. 14 Arco rebajado: Fig. 13 Arco toral: Arcos que sostienen los tramos de una nave con bóvedas con aristas o bóvedas de crucería, que se disponen perpendicularmente al eje de dicha nave y separan cada uno de los tramos de la bóveda. V. Toral Arco trebolado: Fig. 13 Arco tudor: Fig. 27 Arcos entrelazados: Fig. 28 Arcosolio: Nicho con cobertura que se utiliza normalmente para poner un sarcófago. Arcuación: Conjunto decorativo de arcos iguales dispuestos en un mismo plano. Arenga: En diplomática, parte del documento al inicio del contexto que pretende justificar la conveniencia, oportunidad o exigencia de la concesión o de la negación de la petición de los documentos. Normalmente son fragmentos de la 25 SACRALIA ANTIQUA Sagrada Escritura. La arenga da un carácter solemne o muy digno al mismo documento. En definitiva, la arenga es cómo si fuera la parte ideológica que fundamenta el documento. Argamasa: Variedad de mortero que se compone de cal, arena y agua. Se denomina también mortero de cal y cemento portland. Argentero: Persona que trabaja la plata y otros metales preciosos. A finales de la época medieval eran conocidas las cofradías de Barcelona, de Mallorca, Valencia, Perpiñán, Girona... Los centros de platería más frecuentes en nuestros catálogos y obras conservadas que tienen punzón local, son, a parte de las ya citadas, Vic, Lleida, Tortosa y Sant Mateu... Fig. 220 Aríbal: Vaso griego con forma de pequeña botella barriguda. Arista: Cualquiera de las intersecciones de una pieza de construcción. Armadura: Atributo de los santos caballeros de la época medieval, san Guillermo, san Hipólito, santa Juana de Arco, san Jorge, san Julián Hospitalario, san Martín de Tours, san Mauricio, san Miguel, san Sebastián, santos soldados y san Teodoro. Armarium (armariolum, scrinium): Denominación medieval: 1. Del mueble que servía para la custodia de las vasijas y ornamentos litúrgicos. 2. Mueble que servía para la reserva del Santísimo Sacramento, para la custodia de los Santos Óleos y las reliquias de los santos; generalmente estaba construido en el muro de la iglesia. Armas, escudo de: V. Heráldica Armiño: Atributo de san Abdón y san Senén, san Pelayo I papa y personajes reales. Armusa (almutia, armutia): Originariamente un sombrero (o bonete) de los sacerdotes con forma de collarín echado abajo. Los sacerdotes la llevaban cuando rezaban en el coro. Después se dio este nombre a un tipo de manto para cubrir los hombros con un capuchón. Últimamente ha tomado este nombre el insigniae canonicorum que llevan en el brazo o ponen en la silla del coro. El armusa era confeccionado con tejidos de lana, con sedas o con pieles. En este caso la parte inferior estaba ornamentada con borlas hechas de colas de comadreja u otros animales. Se puede documentar su existencia entre las vestiduras canonicales a partir del siglo XII. Hoy está poco en uso. El origen de nombre almutia no está claro. Arpa: Atributo de santa Cecilia, san David y san Ignacio de Antioquía. Arqueta pequeña: Atributo de santa Afra, san Cosme y san Damián, san Eloy, santa Elvira, san Fabián, san Gregorio de Tours, santa Magdalena, san Pelagio y los Reyes de Oriente. Arquitrabe: Elemento de piedra lisa de la parte inferior del cornisamento que descansa sobre las columnas. Fig. 80 Arquivolta: Fig. 33 Arrambador: Barandilla de una escalera fijada a un lado. Arranque de la cúpula: Fig. 67 Arrha (arras): La prenda de fidelidad ofrendada por el prometido a la prometida en el día de la boda; toma especialmente este nombre el anillo de compromiso que se entrega en señal de contrato matrimonial. ARG Arrimador: Elemento de madera, mármol, pintura u otro material para la protección o decoración de la parte baja de una pared. Ars notarial: En diplomática, conjunto de libros usados por los notarios (siglos XII-XIII) que les servían para encontrar ejemplos de textos para documentos. En la curia pontificia romana, el conjunto de formularios de los documentos estaba reunido en un famoso registro llamado liber diurnus. Eran fórmulas estereotipadas. Artesonado: Conjunto de vigas entrecruzadas formando casetones cuadrados o poligonales decorados con molduras que ornamentan un techo. Artophorion: En el rito griego, toma este nombre el receptáculo para contener el pan consagrado que, a veces, tiene la forma de paloma o de un pequeño saco. Artos o agios: Nombre que se da entre los griegos al pan convertido en el cuerpo de Cristo. Arundo: Antes del concilio Vaticano II: 1. Caña con tres candelas en el extremo, que servía para llevar solemnemente la luz nueva a la iglesia el día del Sábado Santo, candelas que se encendían una tras otra con luz tomada con una candela del fuego nuevo. 2. La canátula para sumir el sanguis; V. Fístula Arzobispo: V. Metropolita y leer la Introducción. Asamblea litúrgica: Es la reunión formada por una comunidad visible y viviente de fieles convocados y reunidos en nombre del Señor para escuchar su palabra, para acoger la gracia de los sacramentos, y para unirse a la plegaria de la Iglesia. A estas asambleas son convocados todos los fieles sin distinción. En ella existe una estructura orgánica: cada uno de sus miembros, bien sea pastor o fiel, hace todo y sólo aquello que debe hacer según su condición en el seno del pueblo de Dios.** Ascensa: Denominación de la fiesta de la Asunción de la Virgen María (en lugar de ascensión) que aparece en el Leonianum, Gelasianum, Gregorianum y Missale Gallicanum. Ascensión (Ascensio D. N. J. Christi): Solemnidad que se celebra cuarenta días después de Pascua, en su sexta semana, en honor de la gloriosa Ascensión. La fiesta de la Ascensión era ya una fiesta antigua y muy extendida en tiempos de san Agustín; en Oriente Eusebio habla de ella como de un día de gran festividad. En época carolingia tenía una vigilia, y en el siglo X (como el monasterio de Farfa) ya tenía octava. En la edad media estaba muy extendido un tipo de procesión simbolizando la ida al monte de los Olivos, practicada antes del oficio de la misa mayor. A esta procesión se unía a menudo una representación simbólica de la Ascensión (teatral). Asna: Cabrio o viga pequeña de un tejado. Asno: Atributo de san Antonio de Padua, san Félix de Cantalicio, santa Francisca romana y san Marcelino, papa. Aspasmós: Denominación griega del beso litúrgico. Asperges: Antes del concilio Vaticano II: Aspersión del pueblo con agua bendita por el celebrante todos los domingos antes de la misa mayor. En primer lugar el celebrante aspergía tres veces el altar, después a los ministros y a los clérigos, y por último a los fieles. Toma este nombre de la primera palabra de la antífona que entonaba el sacerdote Asperges me hyssopo et ASP J. M. MARTÍ BONET mundabor; en tiempo pascual se canta la antífona Vidi aquam egredientem de templo, etc. Durante la aspersión el celebrante rezaba en el tiempo pascual el salmo 157 Confitemini; en otro tiempo el Miserere. La ceremonia se cerraba con un pequeño verso y el oremus. La costumbre de asperger al pueblo entró en uso en Francia en el siglo IX; y de aquí se extendió lentamente por todo Occidente. Los liturgistas medievales lo explicaban como un tipo de supervivencia del santo bautismo. En sus inicios la aspersión se hacía manualmente con una rama de árbol o manojo de hierba, como el que se empleaba en la consagración de una iglesia; más tarde, y todavía hoy, se hace normalmente con el aspersorio.* Fig. 219 Aspersión e incensación apotropeico: Aspersión con agua bendita e incienso bendito u otro perfume que se expele y tiene por objeto alejar las tentaciones del espíritu maligno y guardarse de los males que puedan acontecer. Aspersorio: Instrumento empleado para asperger. Se trata de una bola vacía con agujeros fijada en el extremo de un mango. También llamado hisopo. Aspersorium: Perolillo o cubo portátil que contiene el agua bendita de hacer las aspersiones litúrgicas. Generalmente es de metal; se han conservado algunos de marfil de los tiempos de los Otones. Aspillera: Obertura muy estrechada, hecha en sentido vertical y con alféizar interior, en un muro o en una puerta para poder mirar o disparar armas con la protección de la pequeña obertura. Assistentes parati: Canónigos y clérigos que van con capa pluvial, casulla, tunicela, dalmática o todos con capa pluvial, y desde el coro, asisten al pontifical o a las vísperas pontificales.* Assistentes: Antes del concilio Vaticano II: Clérigos de orden mayor que tomaban parte en las funciones litúrgicas como asistentes del celebrante o para dar mayor solemnidad en la fiesta sin arrinconar a los ministros. Eran asistentes los sacerdotes que asistían al obispo o abad que celebraba de pontifical o que celebraba la misa privada, los prelados que por privilegio del derecho canónico tenían derecho a celebrar de pontifical, los presbíteros que asistían al presbítero que decía misa nueva, los diáconos y assistentes parati de los pontificales, los que acompañaban el obispo cuando se cantaban vísperas pontificales, así como también lo eran el sacerdote o diácono que acompañaban al sacerdote que hacía la exposición o daba la bendición con el Santísimo Sacramento. Asterískos (astér): Estrella. Vasija formada por dos tiras de metal, con forma semicircular que se entrecruzan y, en el rito griego, se coloca sobre el Diskos (la patena o plata) antes de extender el Diskosvelum (Diskokálymna) para que este velo no toque ni traiga desorden a las partículas destinadas a ser consagradas. Asunción de la Virgen María (Assumptio B. M. Virginis): Solemnidad en la cual se conmemora la asunción en cuerpo y alma en el cielo de la Virgen María. Se encuentra en el Gelasianum y al Gregorianum, pero no en el texto primitivo sino en una interpolación. En Francia y en Roma ya se 26 celebraba en el siglo VII, y en el IX ya se había generalizado. Esta fiesta vino de Oriente a Occidente. En el año 847 León IV ordenó que tuviera vigilia y octava en Roma. Antiguamente en lugar de Assumptio se llamaba Dormitio y Pausatio, traducciones del griego Koimésis.* Es dogma de fe para los católicos. Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia (On. 2 de mayo): Sus atributos son barca pequeña y triángulo. Ataujía: Ornamentación que introduce esmaltes dentro de unas entalladuras hechas sobre un metal. Ataurique: En el arte musulmán, es una decoración en base de elementos vegetales más o menos estilizados. Ática, Base: Fig. 38 Ático de la cúpula: Fig. 67 Atilano, obispo (On. 5 de octubre): Su atributo es el pez. Atlante: Estatua de hombre que sirve como elemento arquitectónico, sobre el cual descansa una cornisa o todo un cornisamento. Atril: Mueble o pupitre instalado en medio del coro que sirve para colocar los libros en los que se leen las oraciones del rezo, se cantan las epístolas o los evangelios. Este mueble para sostener los libros suele tener la figura de un águila con las alas extendidas. Ya es conocido en el siglo XII, y se extendió considerablemente a finales de la edad media. Muchos de estos atriles, que representan águilas, eran de fundición de bronce, y muchos de ellos a finales de la edad media eran auténticas obras de arte. Hoy este mueble tiene un uso muy limitado. Fig. 169 Atrio: Patio interior rodeado, generalmente, de pórticos. En arquitectura romana era el patio central de la casa donde se recibían las visitas y se practicaba el culto a los antepasados. En el techo había una apertura cuadrangular llamada impluvium. Atrompetado: Arco que tiene una apertura por uno de sus paramentos con más anchura y altura que por el otro. Se puede decir arco atrompetado o ventana atrompetada. Aula (de una basílica): Fig. 40 Áurea, virgen y mártir (On. 24 de agosto): Sus atributos son alfanje, cadáver, llave, cuerda, horno de pan, cuchillo, piedra de molino y sable. Aureola: Figuración para hacer resaltar una figura o un tema. Adopta formas varias: elíptica, óvalo, circular, de punta de almendra. También se denomina nimbo. A partir del siglo III los artistas cristianos usaron el nimbo en las imágenes religiosas. Primitivamente se representaba el cuerpo de Cristo rodeado de una aureola o “gloria”, y cuando se disponía en la cabeza de Cristo generalmente era cruciforme. Los ángeles y santos tenían nimbo, pero no cruciforme. Aurifrisium (auriphrygium, phrygium, frisium): Ornamentación bordada con seda, oro, e incluso con perlas, que sirve para los amitos, las albas, las mitras de los obispos, las dalmáticas, los manteles del altar y para otras prendas de ropa destinadas al culto. Aurifrisium in circulo: Ornamentación del borde inferior de la misma mitra. Aurifrisium in titulo: Ornamentación de la mitra que baja perpendicularmente del medio de las puntas de la mitra. 27 SACRALIA ANTIQUA Aurora: 1. Hora menor del rito mozárabe que precede a la prima. 2. Al romper del día se toma como norma para empezar a celebrar la misa. Ave de rapiña: Atributo de san Vicente y santa Flora. Ave María: Saludo angélico que en sus inicios constaba tan sólo de las palabras del arcángel Gabriel y de santa Isabel, la cual en el siglo XIV recibió la añadidura “Jesús” y en el siglo XVI fue aumentada con las palabras “Santa María”, etc... En estas últimas expresiones las publicó el breviario de san Pío V en 1560, y con esta publicación tomó carácter oficial. El Ave María ya se rezaba a finales del siglo XII. San Pío V prescribió que se rezara en el oficio divino después del Pater Noster al empezar las maitines, las horas y las vísperas, y también a finales de las completas. Además, está prescrito en el ritual su uso litúrgico en algunos actos poco relevantes; al contrario, su uso en las devociones privadas y populares está muy extendido desde finales de la edad media. Ave María (toque del): V. Toque del Ángelus. Ave Maria gratia plena, Dominus tecum: Frase de Eufemia Ave Maria gratia plena: Frase de Gabriel Avelino, sacerdote (On. 6 de noviembre): Sus atributos son altar y ángel. Aves: Atributo de san Adjutorio, san Baldomero, san Fructuoso y san Pedro Cassiano. Axonometría: Método geométrico de representación de las figuras del espacio y en el espacio. Se usa en la gráfica de edificios. El elemento referencial para situar cada punto del espacio es un triedro trirrectángulo sobre los planos del cual se proyecta octagonalmente el punto. La proyección se denomina isométrica si el plano del dibujo sigue igualmente la dirección de los tres ejes. Ayuno: Práctica penitencial y cuaresmal por la cual nos privamos de comer. También es un modo de demostrar amor al prójimo practicando la caridad fraterna, dando a los pobres lo que ahorramos en el ayuno: “Es compartir el pan con quienes pasan hambre” (Is 58,7).** Azada: Atributo de san Fiacro, san Galderico, san Isidro y san Medín. Azada y nieve: Atributo de san Sixto III. Ázimo (pan): Pan sin levadura. Utilizar pan sin levadura en la consagración, es general en todos los ritos occidentales desde el siglo VIII. En Oriente sólo lo utilizan los armenios y los maronitas. Los otros ritos, desde tiempos antiguos, se sirven para la consagración del pan con levadura. Entre los griegos incluso se considera inválida la consagración con pan sin levadura. Azuela: Herramienta de carpintero que consiste en una hoja de acero cortante adaptada a un mango. Azur: Color heráldico. Color azul representado gráficamente por un tachado horizontal. AUR B Baca: Atributo de santa Perpetua. Bacalao: Lona o tejido grande ―que recordaba a una lonja de bacalao― que, antes del concilio Vaticano II, en tiempo de Cuaresma, se colgaba ante el altar (presbiterio) y se quitaba el Miércoles Santo, cuando durante la lectura (o canto) de la Pasión se recitaban las palabras Velum templi scissum est. También es llamado velum templi. Se sacaba sólo el domingo y los días de fiesta que tocaba por la Cuaresma, durante los días de las ordenaciones (en los días de témporas), en los entierros y solemnidades semejantes, y desde el siglo XIII, en todos los días a la hora de la elevación, a la hora del Evangelio y del Orate fratres. Cada caso variaba según las localidades. Esta lona (el bacalao) ya era conocido en el año 1000. Estaba muy extendido, sobre todo en Italia. A menudo estaba formado por dos trozos de ropa que se podían estirar cada uno hacia su lado. El bacalao era, generalmente, de tela blanca. Después de época medieval fue cayendo en desuso, y donde se conservó, ya no cubría el altar sino que estaba colgado de la bóveda del presbiterio ante el mismo, como símbolo del tiempo de Cuaresma. Una vez colgado, tenía forma de loncha de bacalao. En algunas catedrales e iglesias de Cataluña y de España, hasta no hace mucho era costumbre esconder el altar con el bacalao en tiempo de Cuaresma, según la antigua costumbre. Curiosamente sirvió para salvar el Archivo Capitular de Barcelona en 1936, puesto que fue empleado como un tobogán desde el triforio (donde estaba el archivo) hasta los camiones instalados en la calle Comtes de Barcelona que trasladaron el archivo y así no se quemó. Fig. 287 Bacile: Denominación de la grialla que sirve para recoger el agua en la cual se ha lavado las manos el sacerdote. Bacina (captiro): Plata o bandeja de metal empleada para pedir limosna. Báculo: Atributo de san Macario, santo Millán, santa Clara, santa Escolástica, santa Odilia, santos Obispos, santos Abades, santos Fundadores y santas Abadesas. Fig. 297 Báculo episcopal, muleta (baculus pastoralis, baculus, en la edad media, cambuta, crocia, ferula, pastorale, virga): Bastón largo, ricamente obrado, de la altura de una persona, de metal, con una curvatura en la parte superior y que acaba en punta en el extremo inferior. El obispo lo lleva en la mano izquierda, con la curvatura dirigida al pueblo en los pontificales, salvo la misa de difuntos y en las ceremonias del Viernes Santo. Y el obispo no podía hacer uso del báculo en otras diócesis sin el permiso del obispo diocesano. Además de los obispos, pueden hacer uso del báculo los abades en la iglesia bajo su jurisdicción; para distinguir este báculo del de los obispos, debía tener un pequeño pannisselus colgado bajo la curvatura. En Francia los obispos ya hacían uso del báculo en el siglo VI, en Irlanda en el siglo V y en España al menos en el siglo VII. El báculo, como pieza litúrgica del obispo, no es conocido por liturgistas ni en los libros litúrgicos hasta el siglo XII. El báculo no tomó un carácter litúrgico hasta el siglo XI, probablemente en tiempos de la guerra de las investiduras (Reforma Gregoriana) y, quizás, en relación a las mismas. Donde tardó más en introducirse el báculo fue en Roma. Los cardenales-obispos, según el ordo Gaietanus de 1300, en la celebración de pontificales todavía no hacían uso del báculo. La férula que junto con las llaves de San Juan de Letrán se remitían al Papa después de la elección como signum regiminis et coercitionis, ya es citada a finales del siglo X y es lo mismo que los sceptra imperialia de la donación constantiniana, los cuales no eran báculos litúrgicos, sino báculos extralitúrgicos, un tipo de cetros que simbolizaban la potestad temporal y la potestad espiritual. El báculo episcopal, hasta después del año 1000, tenía formas múltiples; tan pronto acababa en forma de bola, como de “T”, como en una curvatura, como con forma de simple curvatura... Esta forma que ya se había generalizado en el siglo XI pasó a ser la única a partir del siglo XI. Para poder ornamentar la muleta del báculo, de los siglos XI al XII se le dio a menudo la figura de serpiente; en el siglo XII se añadía a menudo a la forma de serpiente del báculo la figura de un cordero o de otra representación. En el siglo XIII el gótico intervino con su arquitectura en los báculos episcopales ornamentándolos con formas varias, como por ejemplo cangrejos, follajes y figuras. El renacimiento y sobre todo el barroco dieron a la curvatura del báculo una voluta a menudo poco estética, que no tenía ninguna relación con la caña del báculo. El material empleado en el báculo era hasta el siglo XIII la madera o el marfil, y más adelante el material más usual sería el metal. Los ritos de Oriente también tienen el báculo episcopal (griego paterissa rábdos), pero es más pequeño que el del rito latino y acaba BAC J. M. MARTÍ BONET siempre en forma de “T”, que acostumbra a estar formada por dos serpientes encaradas. El báculo de los obispos del rito oriental es de procedencia latina. En el rito armenio el báculo lleva un tipo de toalla atada a modo de panisselus. Fig. 297 Baculus pastoralis: V. Muleta del obispo Fig. 297 Baculus praecentoris: Nombre que recibía en la edad media la batuta del maestro de los cantores. Badajo: Elemento de hierro suspendido dentro de la campana para hacerla sonar. Baile de los seises: Baile religioso; en él diez monaguillos (antes seis) danzan ante el altar mayor de la catedral de Sevilla con motivo de la fiesta del Corpus y de su octava, en honor al Santísimo Sacramento, y por la Purísima en honor a la Inmaculada. Este baile va acompañado de canto y de música. Cuando el papa Juan Pablo II visitó Sevilla antes de la misa, bailaron los “seises”, pero en realidad fueron diez. Bajorrelieve: Se dice de la escultura en relieve de las figuras que sobresalen muy poco del plano general. Se opone al altorrelieve. Balanza: Atributo de san Antonio, san Mauro y san Miguel. Balaustrada: Fig. 34 Balaustres: Fig. 35 Balbina, virgen (On. 30 de marzo): Sus atributos son cadena y lirio. Baldaquino del altar: Cubierta introducida sobre el altar en el siglo XII para sustituir el cimborio y para protegerlo, darle una distinción (caelum, umbrella, papilio, conopeum, supertentorium, divum; italiano, capocelo). En la edad media a veces estaba formado por un tejido extendido sobre el altar (pallium, pannus, velum, cortina), o era una construcción de madera fijada en la pared que se extendía sobre el altar, o bien clavada en el retablo; en otros casos era una especie de tejado de madera con forma de bola (redondeada) o cuadrangular que iba sujeta con una cadena o con una cuerda y se movía libremente en el aire sobre el altar. A finales de la edad media el baldaquino tomó esta última forma. Según prescripción del Caeremoniale romanum, todo altar mayor que no tiene cimborio debía tener un baldaquino; pero esta prescripción no es observada en ninguna parte fuera de Italia. El nombre de baldaquino deriva de las ropas de seda oriental muy valoradas en época medieval, llamadas baldaquini, provenientes de la ciudad de Bagdad; sus orígenes seguramente los tenemos que buscar a finales de la edad media.* Fig. 207 Baldaquino portátil: Pabellón portátil (pallium, caelum, tálamo, mapula, pannus) formado o bien por un solo tejido, sujeto por cuatro o seis barras que lo sostienen, o bien por una especie de sobrecielo tenso o flojo, ornamentado por los lados y sujeto por barras. Ya aparece en el siglo XII, pero su uso viene de finales de la edad media. Hasta el siglo XVII tenía generalmente la primera forma. Debe ser de seda blanca. Se lleva en las procesiones sobre la custodia; en las procesiones con reliquias; cuando se lleva la Veracruz, igual que cuando se va a recibir al obispo para hacer la visita pastoral. En España, después de la guerra civil, recordando a los monarcas, el general Franco lo empleó. 30 Baldirio o Baudilio, mártir (On. 20 de mayo): Sus atributos son laurel, disciplinas de penitencia y hacha. Baldomero, subdiácono (On. 27 de febrero): Sus atributos son aves, herramientas, yunque, forja y taller de herrero. Baldosa: Baldosa cuadrada de tierra cocida. La baldosa de mosaico es la pieza cuadrada prensada, compuesta de cemento portland, grava y colorantes. Ballena: Atributo de san Jonás. Balteus: Antigua denominación del subcinctorium. Bancale: V. Almohada Bancos para los ciriales: Bancos para sostener los candelabros, colocados en forma de grada en una construcción sobre la mesa del altar, detrás de éste, o en la base donde se apunta el Santo Cristo, a los pies del sagrario. Empezaron a usarse después de la edad media, y todavía hoy su uso no se ha generalizado, especialmente en España. En tiempos del barroco se decoraron excesivamente.* Banda: Moldura plana horizontal que sobresale de un paramento. Bandas lombardas: Hazas verticales lisas que sobresalen del muro de arriba a abajo dentro de las arcuaciones. Elemento ornamental originario de Lombardía, característico de la arquitectura románica. Fig. 37 Bandera o estandarte: Atributo de san Esteban rey, san Jaime, san Jorge, san Juan de Capistrano, san Mauricio, san Miguel, santa Úrsula y los santos que fueron a las cruzadas. Banna: V. Amonestaciones Baño: Atributo de santa Susana. Baptismus (griego, bátisma, baptismos; baptízein, de sumergir): 1. Sacramento del bautismo; 2. Acto de bautizar. Baptismus campanae: Denominación figurada de la bendición de la campana por razón del parecido que tiene con la ceremonia del bautismo (purificación con agua bendita expresamente, unción y la imposición de nombre). Baptismus clinicorum: Abuso en la recepción del santo bautismo retrasado hasta la muerte y administrado en el mismo lecho de muerte. Baptismus flaminis: V. Bautismo de fuego Baptismus parvulorum: V. Bautismo de los niños Baptismus sanguinis: V. Bautismo de sangre Baptisterio o bautisterio: 1. En sentido amplio, toda iglesia con derecho a bautizar (ecclesia baptismalis, titulus baptismalis). Originariamente lo eran tan sólo las iglesias episcopales; al crecer considerablemente el número de iglesias, también lo fueron las iglesias parroquiales (V. Lugar del bautismo). Según el antiguo canon 776, todas las iglesias parroquiales son iglesias bautismales; las otras iglesias y oratorios públicos solamente lo son si el obispo les concede el derecho a bautizar; 2. En sentido estricto, una construcción expresa para administrar el sacramento del bautismo, hecha cerca de una iglesia, independiente, con pila bautismal (baptisterium; griego, baptisterium photisterium, esto es, lugar de la aclaración o iluminación). Edificios en este segundo sentido ya se construyeron al poco tiempo del edicto de tolerancia de Constantino. Hacia el año 400 ya san Paulino de Nola habla de un baptisterio en una iglesia que no era episcopal. Su carácter arquitectónico estaba adaptado a su fin. En lugar 31 SACRALIA ANTIQUA de la longitud de la basílica destinada al culto, el baptisterio generalmente tenía forma cuadrangular, redonda, poligonal o de crucero de basílica. Además de las fuentes que solían estar en medio, había también un altar en el bautisterio. La fiesta de su consagración, según Sidonio Apolinar (+489), era la misma de la consagración de la iglesia y eran dedicados con preferencia a san Juan Bautista. Durante la segunda mitad de la edad media se construyeron pocos baptisterios; donde más se dieron fue en Italia. Baptisterium: En las iglesias de Sant Pere de Terrassa, se han descubierto dos piscinas bautismales: la primera dentro de Santa María de inicios del siglo V, y la segunda dentro de la antigua rectoría, también del siglo V. En todos los tiempos ‘baptisterio’ ha significado especialmente ‘la iglesia donde se bautiza’; en la edad media también se designaban así las fuentes bautismales, el rito de la administración del bautismo, el libro en el cual estaba contenido el ordo baptismalis e incluso el mismo acto del bautismo. Barandillas de la comunión: Antes del concilio Vaticano II: Barandillas que hay entre el presbiterio y la nave cerrando el primero. Servía (o sirve) para distribuir la Sagrada Comunión a los fieles. Barba: Atributo de santa Liberata y san Pedro (este último con barba más pequeña que la de san Pablo). Barbacana: Fig. 36 Bárbara, virgen y mártir (On. 4 de diciembre): Sus atributos son antorcha, cáliz, cañón, ostensorio (custodia) y rayos. Barca con llamas: Atributo de santa Restituta. Barca pequeña: Atributo de san Antolín, san Atanasio, san Erasmo, san Telmo, san Lázaro, san Pedro, san Pedro González, san Pedro Nolasco, san Vicente diácono, santa Madrona, santa María Magdalena, santa María de Cervelló, santa Marta, santos mártires que sus cuerpos fueron echados al mar, santos mártires que sus reliquias fueron trasladadas en barca (como en el caso de Santiago el Mayor) y santa Úrsula. Barreno: Atributo de santa Apolonia. Barril: Atributo de san Gerardo. Barriles: Antes del concilio Vaticano II: Dos recipientes de vino que el obispo debía ofrecer a la hora del ofertorio de la santa misa de su consagración junto con dos panes. Son una antigua supervivencia de las ofrendas naturales. Uno de los recipientes debe ser dorado y el otro plateado, ambos decorados con las armas (el escudo) del obispo. Barroco: Estilo arquitectónico que iniciaron en Italia los arquitectos y escultores Bernini y Borromini en el siglo XVII, y que se generalizó hasta el siglo XVIII. Se caracteriza por formas mucho más esbeltas y no tan académicas como el renacimiento. Las columnas se hacen barrigudas, dominan los motivos ornamentales en pilastras y varias molduras. Todo es vida, movimiento y color. Bartolomé, apóstol: La fiesta anual del apóstol san Bartolomé se celebra el 24 de agosto. Se introdujo en los tiempos carolingios. Sus atributos son cuchillo, cadena con demonio y piel (despellejaron a san Bartolomé). Basamento: 1. Conjunto de la base y el pedestal de una columna. 2. Zócalo continuo o parte inferior de una BAP construcción a la cual sirve de base. 3. Cualquier cuerpo sobre el cual descansa una columna o una estatua. 4. Parte inferior de la fachada de un edificio. Base ática: Fig. 38 Base gótica: Fig. 39 Basílica: 1. Construcción de las iglesias primitivas tengan una o tengan varias naves y estas sean iguales o tengan la nave central más alta, con cúpula o sin ella, con construcción alargada o en el centro; 2. En sentido arquitectónico es la iglesia con tres o más naves, la central de las cuales es tan o más alta que las laterales, ya que puede tener ventanales a los dos lados y dejar entrar directamente la luz en el interior; 3. En sentido litúrgico designa a la iglesia que tiene ciertos privilegios honoríficos concedidos por la Santa Sede. Según la extensión y la significación de estos privilegios las basílicas se distinguen entre basilicae maiores y basilicae minores. Tienen la dignidad de basilicae maiores San Juan del Laterano, San Pedro, San Pablo y Santa María la Mayor, de Roma; su altar mayor es un altar papal. Han recibido el título honorífico de basilicae minores todas las iglesias notables fuera de Roma, que así son declaradas por el dicasterio romano correspondiente. En Barcelona encontramos algunas basílicas: además de la catedral, Santa Maria del Pi, Santa Maria del Mar, la Mare de Déu de la Mercè, Tibidabo, la Sagrada Familia (desde 2010), la Concepción (desde 2010), Sants Just i Pastor y Sant Josep Oriol, entre otras como Santa Maria de Vilafranca del Penedès y Santa Maria de Mataró. Basílica latina: Fig. 40 Basilio el Grande, obispo y doctor de la Iglesia (On. 2 de enero): Su atributo es el plato con comida de un pobre. Basilisa, virgen y mártir (On. 9 de enero): Sus atributos son cuervo y león. Basis altaris: La base del altar fijo o casi fijo. Bastidor: Marco de madera, de hierro, de aluminio o de plástico fijado a la obra y que sirve para adaptar puertas y ventanas. Bastón: Atributo de san Benigno, san Daniel, san Fructuoso, san Francisco de Paula, san Joaquín, san Gabriel, san Gregorio Taumaturgo, san Magín, san Onofrio, santa Rosalía y san Serafín. Bastón acabado en “Tau”: Atributo de san Antonio abad. Bastón o trozo de palmera: Atributo de san Cristóbal. Bastón florecido: Atributo de san José. Bastón con forma de cruz: Atributo de san Felipe y santa Margarita. Bastón de pastor: Atributo de san Amós y san Pascual Bailón. Bathra, Bathmides: Los bancos situados detrás del ábside del altar que sirven a los sacerdotes para sentarse. Batik: Tejido de Indonesia. Bautismo (baptismus): Sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo que purifica de todos los pecados y todas las culpas, especialmente el pecado original, a aquel que lo recibe si antes no había sido bautizado, y, por mediación de la gracia santificante que recibe, se convierte en miembro de la Iglesia fundada por Jesucristo. Es administrado echando el agua sobre la cabeza de la criatura bautizada o de la persona no bautizada, diciendo estas palabras: Ego te baptizo BAU J. M. MARTÍ BONET in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Después del concilio Vaticano II: la fórmula se dice en las diferentes lenguas. Los ritos orientales, al administrar el bautismo, tienen otra forma igual en su contenido a la del rito latino: «Sea bautizado el sirviente de Dios N. En nombre del Padre...». En cuanto a la validez del bautismo, toda agua natural es buena; para la lícita administración, a excepción del caso de necesidad, antes del concilio Vaticano II se debía usar agua bautismal, bendecida el Sábado Santo o el sábado de Pentecostés; después del concilio Vaticano II el agua se bendice antes de la parte central del sacramento. El bautismo se puede administrar por sumersión, por inmersión, por infusión y por aspersión. Puede recibir el bautismo toda persona no bautizada (incluso “recién nacidos”) que está in situ vitae, es decir que no haya muerto. El ministro ordinario era en su origen el obispo; con la propagación del cristianismo por las zonas rurales también los sacerdotes obtuvieron el derecho de bautizar. Desde el siglo XI son los sacerdotes los ministros ordinarios del sacramento. Los diáconos también. En caso de necesidad puede bautizar cualquier hombre o mujer, incluso si no es cristiano, siempre empleando la materia y la forma apropiadas, y con la intención de la Iglesia al administrar este sacramento por prescripción de Cristo. El bautismo es absolutamente indispensable para conseguir la vida eterna, pero es sustituido, en caso de no poderse administrar, por el bautismo de fuego (flaminis) y por el bautismo de sangre (sanguinis), o sea en el martirio. Fig. 191 Bautismo: Atributo de san Felipe, san Francisco Javier, san Juan Bautista, san Silvestre Papa y san Urbano. Bautismo de aspersión: Sacramento del bautismo administrado a través de la aspersión de agua de las fuentes bautismales. Sólo se acostumbraba cuando se tenía que bautizar a una gran multitud. Para que sea válido este bautismo, se requiere una aspersión tan intensa que se pueda hablar de una ablución; por lo tanto, no es suficiente que al que va a ser bautizado le lleguen sólo unas gotas de agua. Bautismo de fuego (baptismus flaminis): Es un acto de amor perfecto unido al votum sacramenti y al deseo del bautismo que no necesita ser expresado, porque ya va comprendido en aquel acto. Es un suplemento del bautismo de agua cuando es imposible recibirlo, y consigue la gracia santificante, pero no imprime en el alma el carácter sacramental ni releva la obligación de recibir el bautismo de agua cuando se presente la ocasión. Bautismo de infusión: Bautismo administrado echando tres veces agua en la cabeza de la criatura que se bautiza. Es la forma más usual en el rito occidental, exceptuado el rito ambrosiano, que como los ritos orientales tiene la triple inmersión; empezó en el siglo XIII si bien no se generalizó hasta los siglos XV y XVI. Antes este bautismo era una excepción en Occidente y se aplicaba sólo cuando los bautismos de inmersión o de sumersión eran inaplicables o eran sumamente dificultosos. Las causas que condicionaron la desaparición del bautismo de inmersión y la propagación del bautismo echando el agua sobre la cabeza tenían diferentes aspectos prácticos, sobre todo el de la salud de 32 los tiernos niños. Algunos morían –no precisamente a causa del bautismo– en los primeros días de su existencia, y por eso, por ejemplo, en las catacumbas se encuentran muchas sepulturas de niños. Bautismo de inmersión: Clase de bautismo que consistía en sumergir una parte del cuerpo del bautizado en el agua y en la otra se le echaba encima. Esta costumbre se introdujo en el bautismo de los adultos por no ser la pila bautismal suficientemente grande para la inmersión, cosa que no pasaba con el bautismo de los niños. Bautismo de los niños (baptismus parvulorum, paedobaptismus): Bautismo de los niños que todavía no han alcanzado uso de razón. Su necesidad y su justificación no están expresadas taxativamente en la Sagrada Escritura, pero sí aseguradas por la tradición. Por lo general, ya se puede constatar en los siglos II y III; por eso el concilio Tridentino lo tomó bajo su protección considerándolo como justificado y necesario, amenazando con la excomunión a quienes negaran su necesidad. Bautismo de necesidad: Bautismo administrado cuando el que debe ser bautizado está en peligro de muerte, o por otra circunstancia, sin las ceremonias de que la Iglesia lo hace preceder y lo hace seguir y que, más tarde, se tienen que suplir, llamándose suplencia de los ritos bautismales. Bautismo de sangre (baptismus sanguinis): Muerte del mártir por amor a Cristo, en la cual la renuncia a la vida puede ir acompañada del derramamiento de sangre o no, como acto perfecto de amor y confesión explícita de la fe en Cristo y en la obra de la redención; es un suplemento del bautismo de agua. Bautismo solemne en casa: Antes del concilio Vaticano II: Bautismo administrado en el domicilio privado, observando todas las ceremonias prescritas. Según el antiguo canon 766 del derecho canónico, sólo se permite: 1. Cuando se bautizan los hijos o los nietos de un reinante (o bien de un príncipe que tiene derecho a la sucesión al trono); 2. Cuando el obispo lo permite por una causa justificada, en un caso especial. Bautismo de sumersión (infusión): Bautismo que consiste en sumergir en el agua al bautizado. Era una forma usual tanto en Occidente como en Oriente hasta finales de la época medieval. El bautismo de infusión se fue abandonando en Occidente; mientras que en Milán y en Oriente todavía se utilizada. Beatificación: Acción de declarar beato a un siervo o a una sierva de Dios. Podemos citar como ejemplo las recientes del beato Samsó y del beato Josep Tous, celebradas y presididas por el cardenal Martínez Sistach en Mataró y por el cardenal Bertone en Santa Maria del Mar (2010) respectivamente, y la última de Anna Maria Janer (octubre de 2011). Beatificación: Declaración hecha por el Papa o en nombre del Papa mediante la cual un siervo (o sierva) de Dios puede recibir culto local, público y limitado, después de haber sido probadas sus virtudes heroicas y después de que por su intercesión, tras su muerte, ha obrado milagros; estos milagros, como sus virtudes heroicas deben ser examinadas en un proceso riguroso antes de que sea inscrito por la Iglesia 33 SACRALIA ANTIQUA en el catálogo de los beati. Para los mártires es suficiente la prueba de su muerte (o victimación) violenta debido a la fe profesada. La beatificación es, según los preceptos actuales de la Iglesia, un grado anterior a la canonización, pero se distingue de ésta esencialmente y profundamente por dos puntos: 1. Porque todavía no tiene carácter infalible, y por eso todavía no es invariable; 2. Porque todavía no se puede dar a los beatos un culto general, público e ilimitado. El rito litúrgico de la beatificación antes del siglo XXI que se celebraba en el aula de beatificaciones de la iglesia de San Pedro y consistía en la lectura del breve de beatificación, en el descubrimiento de la imagen del beato, en el canto del Te Deum, de la oración del beato, del triple incensación de la imagen y de la misa solemne. Fig. 190 Beatriz (On. 29 de julio): Sus atributos son cuerda y el cobre. Beatus (beato): 1. Todos los siervos y las siervas de Dios y también los santos que están en el cielo reconocidos como tales por las competentes autoridades eclesiásticas, de un modo u otro, por la Iglesia y dignos del culto público; 2. El siervo o la sierva de Dios que disfruta de la celestial beatitud y de la visión de Dios del cual el Papa no lo ha declarado de una manera definitiva e infalible, por medio de la canonización que está en el cielo y que se tiene que contar entre los beati, reconocidos por la Iglesia; 3. En sentido estricto significa el siervo o sierva de Dios, el culto del cual es limitado por el Papa a un lugar determinado, sea por razón de una beatificación, sea por la aprobación de un culto tributado desde tiempo antiguo. La diferencia entre el beato y el santo está en que el primero tiene el culto ilimitado, mientras que el beato lo tiene limitado. Así antes del concilio Vaticano II sin el permiso de la Santa Sede no se podía dar culto público en una iglesia o capilla a la imagen de un beato ni se puede llevar a un altar, o tomarlo por patrón de una iglesia o de un altar. El mencionado culto y oficio en los lugares concretos ya venía especificado en la bula pontificia. 4. Nombre que se da al comentario a la Apocalipsis y libro de Daniel, escrito por el beato (o santo) de Liébana y a las numerosas copias hechas entre los siglos X y XIII, muy ilustradas, que manifiestan influencias paleocristianas, visigóticas y marcadamente mozárabes en la ornamentación. Destacan el de Távara, el de Girona y el de Urgell. Bebida matrimonial: Ceremonia conservada en los ritos nestoriano, griego, armenio y en algunos rituales alemanes que consiste en dar de beber vino a los novios en el momento de contraer matrimonio, vino bendecido en señal de comunión matrimonial. Bebida de san Juan: Bebida que se toma como sacramental en honor de san Juan. Está relacionada con las bebidas que tomaban los germánicos en honor de la falsa divinidad llamada Wotan y otras divinidades. Cuando estos pueblos se cristianizaron, sustituyeron las divinidades por los santos, y como antes se bebía en honor de aquellas, ahora se bebe en honor de los santos, especialmente en honor de san Juan evangelista. Al principio el vino que se bebía en honor de san Juan no era vino bendito; era una práctica de devoción particular; se volvió sacramental cuando en BEA el siglo XII se introdujo la bendición del vino. Siempre ha sido una devoción exclusivamente germánica. Si esta bebida se practicaba en la iglesia, el sacerdote al distribuir el vino bendecido en honor de san Juan, decía estas palabras: Bibe amorem sancti Johannis.* Beda el Venerable, sacerdote y doctor de la Iglesia (On. 25 de mayo): Su atributo es el vaso de cerámica. Bellarmino, Robert, obispo, cardenal y doctor de la Iglesia (On. 17 de diciembre). Su atributo es el capelo de cardenal. Belothera (velothera): Corrupción del grecolatino velothyra (cortina de la puerta), nombre que recibe en el Liber Pontificalis el velo del altar. Bema: 1. Espacio del altar levantado sobre la nave de la iglesia cerrado con armarios; 2. En sentido translaticio significa el mismo altar. 3. Santuario de las iglesias griegas. Bendición del abad: Sacramental solemne —no es ningún sacramento— la administración del cual estaba reservada a su obispo y que, en su conferimiento a los abades exentos, sólo podía tener fuerza en virtud de una autorización especial de la Sede Apostólica. Esta bendición se hacía – según las normas vigentes en aquel tiempo- en domingo o en día de fiesta antes del aleluya del gradual o antes del último verso del Tractus o de la secuencia. Estaba integrada por los salmos penitenciales, por las letanías de todos los santos, durante el canto de las cuales el abad que se bendecía estaba bocabajo cuerpo a tierra; tenía una oración de bendición estructurada según una especie de fórmula de un prefacio cantado, durante la cual el obispo ponía las manos sobre la corona (la cabeza) del elegido; seguía otra oración de bendición y después venía la entrega, del báculo y del anillo. Al empezar la misa de bendición, el abad electo debía prestar el juramento de fidelidad, debía someterse al examen y tenía que responder a una serie de preguntas por las cuales el obispo tenía que comprobar si era persona digna para aquel cargo. En el ofertorio de la misa que celebraban conjuntamente el obispo y el abad —salvo las palabras de la consagración—, el abad ofrecía dos cirios, dos panes y dos pequeños barriletes de vino, una supervivencia de las ofrendas en especias que originariamente se hacían en la misa. Después de la bendición final el obispo ponía la mitra sobre la cabeza del nuevo abad y los guantes en sus manos, si tenía el derecho o privilegio de ellos, después lo guiaba a su asiento del coro en el cual lo entronizaba y entonaba el Te Deum, después del cual, el abad, si tenía derecho a llevar mitra, daba la bendición solemne y después, arrodillándose a los pies del obispo, éste le dirigía el saludo ad multos annos (aclamación, polychronion). Después del concilio Vaticano II el ritual se ha modificado en algunos aspectos. La bendición de los abades se puede constatar en sus inicios, en el siglo VI. El Gregorianum contiene una oración de la bendición del abad; el Sacramentarium de Gellona (segunda mitad del siglo VIII) contiene tres que están en el actual pontifical. El rico ceremonial de la bendición del abad se formó muy entrada la época medieval, paralelamente al ceremonial de la consagración de obispos. La entrega del báculo al abad bendecido de nuevo es conocido en el Poenitentiale del Pseudo-Teodoro de Canterbury (siglo VII).* BEN J. M. MARTÍ BONET Bendición de abadesas: Sacramental dado en la bendición de las abadesas. Es una forma simplificada de la bendición de un abad: en este caso no hay examen —pero sí el juramento de fidelidad— ni salmos penitenciales, ni entrega del báculo, ni imposición del anillo, cosa que se hizo, antes, en la vestición de la abadesa que se bendice. Tampoco se hace el ofrecimiento de los dos panes y dos barriletes de vino a la hora del ofertorio, pero sí se tiene que hacer la ofrenda de dos cirios. Tampoco se le impone la mitra ni se le dan los guantes, ni se hace la aclamación del final. En las otras partes la bendición de la abadesa coincide con la bendición del abad. Por las cartas de san Gregorio Magno y por el Gregorianum podemos deducir que esta bendición, tal como era antes del concilio Vaticano II, ya se seguía en el siglo VI. Su evolución es paralela a la bendición de los abades. A diferencia del rito actual, en la edad media, al bendecir una abadesa se le entregaba un báculo.* Bendición de un caballero (benedictio novi milites): Antes del concilio Vaticano II: Era el rito solemne tomado de un pontifical romano, procedente del siglo XIII y que consiste en la bendición de la espada, ceñimiento de la misma, armamento del caballero, confirmación en las mejillas, calzado de los acicates y bendición al nuevo caballero. Fuera de este contexto, esta bendición sólo tiene un carácter histórico. Acompaña la “bofetada” dada (o suave cachete) en la mejilla esta sentencia: Exciteris a somno malitiae et vigila in fide Christi et fama laudabili; es un exhorto simbólico a velar por la fe y a llevar una vida que vaya de acuerdo con esta fe. Bendición de la casa: Antes del concilio Vaticano II: Sacramental para el desempeño del cual el ritual romano tenía tres formularios: uno servía para el sacerdote en todas las ocasiones, otro para el Sábado Santo, cuando se hacía salpás bendiciendo las casas, y un tercero servía para la bendición de las casas el día de la Epifanía. La primera y la segunda bendición se practicaban con la aspersión usual del agua bendita, mientras que en la tercera, además, había una incensación de la casa. La segunda se practicaba con agua procedente de la pila bautismal antes de la infusión del crisma. La bendición de las casas el día de Sábado Santo y de la Epifanía, según el antiguo canon 462, estaba reservada al rector.* Bendición del cementerio: Acto litúrgico mediante el cual el lugar en el cual se tienen que enterrar los cuerpos de los miembros de la Iglesia difuntos y predestinados para la resurrección eterna, es separado de los usos profanos, y mediante la bendición, es dedicado y puesto bajo los auspicios divinos de un modo especial. Antes del concilio Vaticano II, era una bendición reservada al obispo; un sacerdote sólo podía hacerla con permiso expreso del obispo. Cuando el obispo lo bendice se empieza con una oración introductoria, siguen las letanías de todos los santos, bendición del agua bendita, vuelta por el cementerio y aspersión con agua bendita, bendición de cinco cruces (de la altura de un hombre), erigidas en el mismo y encima de cada una de las cuales se deben colocar tres cirios encendidos; sigue el canto de un prefacio solemne y se acaba con la bendición del obispo. Si era un sacerdote quien lo bendecía, 34 la bendición era muy sencilla: en este caso sólo se erige una cruz y no hay el canto del prefacio. Si no se podía bendecir todo el cementerio, como sucedía a menudo, se tenía que bendecir cada sepultura en el momento del entierro. La bendición de los cementerios aparece en los libros litúrgicos hacia el año 1000; y es costumbre frecuente ya alrededor del siglo XII. El rito con el cual se cumplía originariamente era muy sencillo, pero pronto se enriqueció, y hacia el siglo XIII adoptó en muchos lugares la forma propia que tenía antes del concilio Vaticano II.* Bendición de la ceniza: Ceremonia que se practica en la misa mayor del miércoles de ceniza; va enlazada con la imposición de la misma a los fieles. La ceniza se prepara con palmas, laurel u otros ramos bendecidos el domingo de ramos del año anterior. La distribución de la ceniza la hace el sacerdote celebrante poniéndola sobre la cabeza o haciendo con la misma una cruz en la frente de los fieles diciendo: Memento homo, quia pulvis es et in pulverem reverteris. La ceremonia de la imposición de la ceniza deriva del rito de los penitentes (expulsio poenitentium) que se hacía este día en la iglesia. Es un exhorto a la humillación y a la penitencia; más tarde, entró en práctica a finales del siglo X, a la vez que encontramos esta ceremonia en las Consuetudines de Farfa (Italia). El sínodo celebrado en Benevento en 1091, bajo la presidencia de Urbano II, la generalizó, prescribiéndola para todos los clérigos y laicos. En el siglo XII ya estaba bastante generalizada, tal y como los Ordines romani atestiguan. Desde buen comienzo había habido una bendición de la ceniza que se distribuía a los fieles. Al inicio era sumamente simple. En el siglo XII la bendición ya tenía la estructura actual. Parece ser que tendría su origen a finales de la edad media con la costumbre de preparar la ceniza con palmas, laurel, romero, etc., bendecidos el domingo de ramos del año anterior.* Bendición, cláusula de: En diplomática es la fórmula que manifiesta la voluntad del que da el documento de que se conceda una bendición divina al que lo recibe. Así en los documento pontificios (papales) se acostumbra añadir al contexto del documento esta fórmula: Qui vero custos et observator huius nostri privilegii existerit benedictionem gratiam et vitam aeternam a Domino consequatur. Bendición de espejos: Sacramental seguido esporádicamente en el siglo XVI. Se practicaba el miércoles de Ceniza y tenía por finalidad curar del “mal de ojo” a aquellos que se reflejaran en el espejo bendito, y a su vez el espejo tenía que conseguir gracias para vencer las tentaciones del demonio. La superstición de servirse de espejos para descubrir a los ladrones estaba rigurosamente prohibida. Bendición final: Antes del concilio Vaticano II: La bendición que se daba a los fieles al final de la misa, después de la Ite missa est o del Benedicamus Domino, pero no después del Requiescant in pace. El sacerdote la daba haciendo la señal de la cruz sobre los fieles al pronunciar las palabras: Benedicat vos omnipotens Deus Pater et Filius et Spiritus Sanctus. Amen. La bendición del obispo o de otros que tienen derecho al usus pontificalium se diferencia de la bendición sacerdotal en tanto que se hacen tres cruces con la mano, y se precede del verso Sit nomen Domini benedictum y el Adjutorium nostrum in nomine 35 SACRALIA ANTIQUA Domini. Los ordines romani de los siglos VIII y IX conocían una bendición que el obispo acostumbraba dar. Parece ser que en el siglo X se desarrolla esta bendición, que llegó a estar tan extendida en el siglo XI que los fieles no podían soportar que se dejara en muchos lugares; pero en el siglo XIII todavía no estaba del todo generalizada. Durandus ya hace mención del verso que precede a la bendición episcopal; en cambio el hacer las tres cruces con la mano todavía no era privilegio de los obispos en el siglo XVI, ni en la misma Roma, según se puede deducir del Ordo de Burkard de Estrasburgo (1502). Se convirtieron en características en el misal de san Pío V. * Bendición del fuego: Antes del concilio Vaticano II: Ceremonia con la cual se empezaba el rito del Sábado Santo y que se celebraba por la mañana en la puerta de la iglesia (antes del concilio Vaticano II). El fuego que se bendecía, era fuego nuevo, esto es: fuego encendido con chispas del pedernal; después de bendecido servía (actualmente también) para encender la luz nueva. A mediados del siglo VIII era conocida en Francia, pero todavía no se practicaba en Roma, como se puede deducir de una carta del papa Zacarías a san Bonifacio. En el siglo IX ya se practicaba, pero no en sábado santo, como era costumbre en otros lugares en aquella época, sino la tarde del Jueves Santo, cuando se encendía el fuego con una lámpara que se guardaba hasta el Sábado Santo. Sólo en el siglo XI se estableció en Roma la costumbre de encenderlo el Sábado Santo. En muchos monasterios benedictinos todavía a finales de la edad media, era costumbre bendecir el fuego nuevo el Jueves, Viernes y Sábado Santo.* Bendición de las fuentes en la Epifanía: Bendición del agua, acostumbrada en todos los ritos orientales desde el siglo IV, el día de la Epifanía. Parece ser que deriva de una bendición del río Jordán que tenía lugar en Jerusalén el día de la Epifanía, y sería un recuerdo del bautismo de Jesús en el río Jordán. En Occidente, durante la edad media, sólo era conocida donde se había notado la influencia griega, como Italia meridional; a partir del siglo XVI se generaliza en muchos lugares, sobre todo en algunas diócesis de Alemania donde se ha conservado hasta nuestros días. En el rito griego, cuando se bendice el agua en esta fiesta, se hace una cruz con la mano. La ceremonia que debe representar sensiblemente el bautismo de Cristo, que se conservó en Occidente hasta el año 1890, ha desaparecido en virtud de un nuevo formulario prescrito de la Congregación de Ritos que prescinde de ella completamente. En el rito griego, además de la bendición del agua que se hace en la iglesia, se va en procesión a bendecir solemnemente el agua de un río.* Bendición de hierbas: Costumbre de Alemania de bendecir hierbas el día de la Virgen María de Agosto. Estas se acostumbran a reunir en un manojo. Ya es conocida en el siglo X. El formulario primitivo era muy sencillo, y a finales de la edad media ya se encontraba muy desarrollado. El formulario usado se encontraba en el apéndice final del ritual romano anterior al concilio Vaticano II. Bendición de una iglesia o de un oratorio: Antes del concilio Vaticano II: Bendición de una iglesia o un oratorio hecha BEN solemnemente por un sacerdote delegado del obispo, la cual sustituye la consagración hecha por el obispo. Esta bendición se hacía según el formulario prescrito por el ritual romano, y consistía en rociar con agua bendita la parte exterior del templo, mientras se cantaba el Miserere; al rezar una oración ante el portal principal, al cantar las letanías mientras se entraba en el templo, al asperger las paredes interiores del templo cantando los salmos 119-121; se acababa con una oración final. La iglesia o el oratorio, como en la consagración, recibía un titular, la fiesta del cual celebraba la clerecía adscrita a ella. La bendición de una iglesia hecha por un sacerdote en lugar de la consagración, parece ser que no estaba en uso en la edad media sino que empezó a ser frecuente mucho más tarde. Bendición del incienso: 1. Bendición de incienso, oro y mirra, y en algunos lugares de piedras preciosas, como medios de preservar de males del cuerpo y del alma, aprobada por la Santa Sede, hecha la vigilia de la Epifanía o en el mismo día, en recuerdo de los dones que los santos reyes ofrecieron al niño Jesús. Esta bendición era practicada especialmente en Alemania; 2. Bendición de incienso, algo más antigua que la anterior, ya constatada en el siglo XIV, hecha por la festividad de San Miguel. Esta bendición seguramente se originó con relación a la oración que dice el celebrante (o decía antes del concilio Vaticano II) cuando, en la misa solemne, inciensa la oblata y el altar. Bendición de la mesa: (benedictio mensae): Oración que se dice al bendecir la mesa, antes de comer (prandium) y antes de cenar (coena) en los conventos y en otras comunidades religiosas. Es un añadido al breviario romano y todavía lo encontramos en la edad media. Empieza con un verso que en las fiestas más importantes del año eclesiástico es sustituido por un verso de esta fiesta y está formada por unas plegarias cortas, una oración y una bendición, y después de comer se reza un salmo, una oración por los benefactores, una súplica por los difuntos y el pater noster.* Bendición del ministro: Antes del concilio Vaticano II: Bendición dada por el celebrante cuando se canta la epístola o el evangelio. La bendición del subdiácono tenía lugar ya cantada la epístola, y la del diácono antes de ir a cantar el evangelio (como se continúa haciendo hoy, después del concilio Vaticano II). La primera precedía el beso en la mano; la segunda lo seguía. El primero Ordo romanus ya conocía la bendición del diácono; la del subdiácono, en cambio, es de fecha más reciente, pero ya la encontramos citada por Inocencio III. La bendición del diácono antes de cantar el evangelio también es conocida en el rito griego. Bendición de la mirra: V. Bendición del incienso Bendición nupcial (benectio nuptialis): Especialmente antes del concilio Vaticano II: Esta bendición era la dada por el sacerdote en la misa de esposos en dos partes: esto es, después del Pater noster y después del Benedicamus Domini. Esta bendición —siempre antes del concilio Vaticano II—, como la misma misa, era inválida si se daban sin permiso del obispo en tiempo de velaciones. Tampoco se daba a una viuda que ya la había recibido en el anterior matrimonio, porque no va dirigida principalmente al novio, sino a la BEN J. M. MARTÍ BONET novia. Los novios no tienen derecho estricto de recibir la bendición nupcial, pero sí que es un deseo vivo de parte de la Iglesia que la reciban. Tertuliano ya habla de la bendición de los esposos. Los formularios para la bendición de los esposos ya se encuentran en el Leonianum y el Gelasianum. La primera parte de la bendición, tal como la teníamos en el misal romano antes del concilio Vaticano II, ya aparecía con las mismas palabras en el Gregorianum; la segunda parte fue introducida durante la edad media; y procede, según parece, de una costumbre galicana. Bendición de ornamentos litúrgicos: Según el uso antes del concilio Vaticano II, se tenía que bendecir el amito, el alba, el manípulo, la estola, la casulla, probablemente el cíngulo, los corporales, el palio y los manteles del altar. Esta bendición estaba reservada al obispo o al sacerdote por él delegado (actualmente, por el uso, los ornamentos no se bendicen). Perdían el carácter de ornamentos benditos si perdían la forma en que se bendijeron, si habían sido renovados en gran parte, o si por lo que fuere no se podían usar más. Se habla por primera vez de la bendición de los ornamentos hacia mediados del siglo IX; los primeros formularios aparecen a finales del mismo siglo, pero el Gelasianum ya tiene un formulario para bendecir todo lo que forma parte del servicio de la iglesia. La bendición de manteles y corporales ya tenía una fórmula especial. Parece ser que la bendición de los ornamentos estaba reservada al obispo. En los ritos de Oriente también se bendicen los ornamentos, pero su bendición no es un privilegio del obispo, como en Occidente; en caso de necesidad todo sacerdote los podía bendecir. Bendición de las palmas: Antes del concilio Vaticano II: Era la bendición de palmas, de ramas de laurel y de olivo, romero, etc., que se hacía y se hace actualmente el domingo de ramos antes de la misa mayor. Se practicaba de acuerdo a la procesión que la seguía y la sigue, y también, como dice la oración, para obtener la bendición divina sobre los ramos que se convertían en un sacramental para los fieles. El rito de la bendición de las palmas era muy solemne; estaba formado a imitación del de la misa, y constaba de Introito, Oración, Epístola, Gradual, Evangelio, de las siete oraciones de bendición, de un prefacio de las palmas, de la triple aspersión e incensación de las mismas. Parece ser que la bendición de las palmas deriva del rito galicano. El Gregorianum todavía no la conoce, mientras los sacramentarios galicanos hacia el año 700 ya tienen un formulario para la bendición de las palmas. Durante los siglos IX y X se introdujo en el rito romano. Durante la segunda mitad de la edad media estaba extendida por todas partes, pero su rito se limitaba, hasta muy adelante, a una oración de bendición. Con todo, en el siglo XI vemos aparecer fórmulas de bendición que casi ofrecen la riqueza actual.* Bendición papal (benedictio apostolica): Antes del concilio Vaticano II: Bendición solemne dada por el Papa que iba acompañada de indulgencia plenaria. Según el antiguo Derecho Canónico (can. 914) los obispos podían darla dos veces al año: por Pascua y otra festividad; los abades, vicarios apostólicos y los prefectos apostólicos la podían dar una 36 vez al año en una gran solemnidad; a la clerecía secular y regular le era permitido dar la bendición apostólica sólo en virtud de un privilegio y sólo en la ocasión para la cual se les había concedido el privilegio, observando siempre las prescripciones y limitaciones señaladas.* Después del concilio Vaticano II continúa esta práctica, aunque con algunas variaciones. Bendición pascual de las comidas: Bendición de comidas acostumbrada por Pascua. Durante la segunda mitad de la edad media estaba muy generalizada. Se bendecía un cordero o su carne (era el cordero pascual), jamón, huevos, lácteos, dulces preparados con leche y grasa, es decir comidas de las cuales había que abstenerse en tiempos de Cuaresma y, por lo tanto, uno se había privado de estas un tiempo, y al volver a comerlas creían que las tenía que bendecir de nuevo. Desde muy antiguo, la carne de cordero era una alusión a Cristo, el verdadero cordero pascual, y su representación en el Antiguo Testamento, o sea el cordero de la Pascua judía. La bendición del cordero pascual ya era conocida en el rito galicano (el Sacramentario de Bobbio). La bendición de jamones aparece en la biografía de san Ulrico (siglo X) y la de huevos se cita ya en el siglo XII. Que esta bendición provenga de los hechizos del pueblo es algo que está indocumentado. La bendición pascual de las comidas perdió mucha importancia en tiempos modernos con la disminución de los días de abstinencia, tanto que en muchos lugares se perdió totalmente.* Bendición pontifical: 1. Bendición que da el obispo al celebrar el pontifical al final de la misa y en otras circunstancias, en lugar de la bendición sacerdotal simple. La preceden dos versos, al decir el segundo de los cuales el obispo mismo se persigna y la bendición se da mientras se hacen no una, sino tres cruces al decir las palabras Pater, Filius et Spiritus Sanctus. Durandus en el Ordo ya conoce la bendición pontifical tal como se da hoy. Sus orígenes se remontan, al menos, hasta el siglo XIII; pero los sacerdotes también se servían de esta bendición al final de la misa; 2. Bendición solemne integrada por tres o cuatro partes (benedictio episcopalis) que el obispo tenía costumbre de dar después de la fracción de la hostia, antes del Pax Domini y del Commixtio (canon primero), dejando caer la partícula en el cáliz. El rito galicano ya la practicaba en el siglo VI; el cuarto concilio de Toledo (633) la confirma para España. Esta bendición nunca fue popular en Roma; en cambio llegó a estar muy extendida en Alemania. Los formularios para la bendición variaban según los días y las fiestas.* Bendición sacramental: Bendición dada con el Santísimo Sacramento que se encuentra de una manera visible en la custodia o invisible en el copón. Tiene lugar especialmente durante la exposición del Santísimo y en las procesiones eucarísticas. Según el ritual romano, tienen que preceder la bendición el canto de las dos últimas estrofas del Pange lingua: Tantum ergo y Genitori genitoque, la incensación, el verso Panem de coelo y la oración del Santísimo. El color litúrgico de los ornamentos que se usan debe ser blanco. Según el ritual romano, el celebrante al dar la bendición debe cubrir las dos manos con los extremos del velo o del humeral. La 37 SACRALIA ANTIQUA bendición con el Santísimo era habitual a finales de la edad media por el gran auge que tomó la devoción al Santísimo Sacramento ya en el siglo XIII. Bendición de la sal: Bendición que se hace en el día de Reyes, especialmente en el sur de Alemania. Se hace uso de la sal bendita y con ella se escriben las iniciales de los nombres de los tres Reyes en las puertas de las casas, para que por intercesión y méritos de estos tres santos, Dios dé la salud del alma y la del cuerpo a los que viven en ellas. Parece ser que la bendición de la sal empezó a ser habitual a finales de la edad media.* Bendición de san Blas: Bendición del cuello que se hace el día 3 de febrero, festividad de este santo. Esta bendición se basa en la narración según la cual este santo obispo de Sebaste libró a un niño que tenía una espina de pescado atravesada en el cuello del peligro inminente de ahogarse. Parece que no era conocida en época medieval, pero en esta época san Blas ya era invocado para el dolor de garganta. Bendición de las uvas: Bendición de las primeras uvas maduras que se hacía antes con motivo de la fiesta de san Sixto (el 6 de agosto), después del Nobis quoque peccatoribus de la misa (canon primero). Conocida en Roma en el siglo VI, tuvo una gran difusión en la edad media, hasta que san Pío V la suprimió del misal con su reforma. En algunas diócesis donde se permitía el uso de antiguos misales, se conservó hasta mediados del siglo XVIII. En Roma, antiguamente, además de las uvas, se bendecían judías. Bendiciones (benedictiones): En sentido amplio, todos los sacramentales unidos a una bendición; incluso lo son las consagraciones por las cuales una persona, un lugar o un objeto reciben permanentemente un carácter santificado (benedictiones constitutivae); en sentido estricto, son aquellos sacramentales por los cuales se invoca la protección divina y la bendición para una persona, un lugar o una cosa sin concederles de una manera duradera una cierta santidad externa (benedictiones invocativae), como son la bendición de los esposos, las bendiciones y incensaciones en las exequias, las bendiciones de una casa, una fuente, de la mesa, etc. Son, entonces, sacramentales mediante los cuales en virtud de la oración y la bendición de la Iglesia, las personas, los lugares y los objetos toman de una forma duradera un carácter sagrado o, al menos, consiguen una dignidad religiosa. Estas últimas son las bendiciones llamadas constitutivae, como lo eran antes del concilio Vaticano II: la tonsura, las órdenes menores, el subdiaconado... También la bendición del abad y la abadesa, el rito de la vestición de vírgenes, la consagración de los vasos sagrados, la bendición de los paramentos, la de las palmas y la de las candelas. Si en ellas entra una unción con el Santo Crisma, como son la consagración de la iglesia, del altar, del cáliz, de la patena, etc., entonces toman el nombre de consagración.* Aun después del concilio Vaticano II, en las bendiciones se pide o concede la bendición de Dios sobre los fieles. Las bendiciones se piden siempre en un contexto de plegaria bendiciendo a Dios por su bondad. A menudo se acompañan con la aspersión de agua bendita, signo de purificación, o con la señal de la cruz, fuente de todas las bendiciones.** BEN Bene scripsisti de me: Frase de santo Tomás de Aquino. Bene valete: En diplomática. V. Privilegios papales solemnes Benedicamus Domino: Fórmula que sirve en el rito romano de la misa sin Gloria y en el oficio rezado para indicar que se ha llegado al fin y se despide a los fieles. Hacia el año 1000 entró en uso en el rito romano de la misa, como sustituto del Ite missa est (V. Ite missa est). En el rezo del Oficio es mucho más antiguo. En el rito ambrosiano, junto con el Procedamus in pace, constituye la fórmula de despedida de la misa. Benedictinale: Libro litúrgico medieval que contiene los formularios de la bendición pontifical (papal) que el obispo daba al pueblo los días de fiesta en la misa mayor, antes del Pax Domini. Esta costumbre se estilaba en Francia, Inglaterra y Alemania. Benedictino: Monje que sigue la regla de san Benito (siglo VI...). Benedictio: V. Bendición y consagración Benedictio apostolica in articulo mortis: V. Absolución general Benedictio constitutiva: V. Consagración Benedictio epicopalis: V. Bendición pontifical Benedictio invocativa: V. Bendición Benedictio mensae: V. Bendición de la mesa Benedictio novi milites: V. Bendición de un caballero Benedictio nuptialis: V. Bendición nupcial Benedictio regios (reginae): V. Consagración del rey Benedictio signi: V. Bendición de la campana Benedictio thalami: Bendición del ajuar (ropa) de los novios hecha después de haber contraído el sacramento del matrimonio. Es un sacramental que ya aparece en el siglo XI, un formulario del cual se ha conservado hasta hoy en el correspondiente ritual. Benedictio vel consecratio virginum: Antes del concilio Vaticano II: Sacramental la administración del cual, según costumbre de Occidente, estaba reservada al obispo, por el cual las vírgenes que habían entrado en el convento, haciendo voto de pureza perpetua eran constituidas religiosas de una manera solemne. Originariamente los días ordinarios para su concesión eran el día de la Epifanía, el sábado in albis, y la fiesta de san Pedro, a los cuales se añadieron más tarde los domingos. Tenía lugar en la misa después del aleluya del Gradual, del verso del Tractus o después de la secuencia, y se dividía en tres partes: 1. Pronunciación del voto de perpetua virginidad a la cual seguía la letanía de todos los santos; 2. Vestición solemne que acababa con una larga oración de consagración acabada en forma de prefacio; 3. Ceremonia de imposición del velo, de desposorio espiritual con el anillo y la coronación, a la cual seguía una larga oración de bendición. En el ofertorio las vírgenes consagradas ofrecían un cirio. Antes del último evangelio el obispo les enviaba un breviario en señal de que tienen la facultad y deber de rezar el oficio divino y, después, entonaba el Te Deum. Los principales elementos de la consagración de las vírgenes ya estaban en práctica en el siglo IV según el testimonio de san Ambrosio. La forma más completa que tiene este rito hoy, proviene de la segunda mitad de la edad media. La ceremonia del desposorio espiritual con el anillo proviene de BEN J. M. MARTÍ BONET la costumbre romana. La ceremonia de la consagración de vírgenes hoy se conserva especialmente en los monasterios de benedictinas, pero es el fundamento del ceremonial empleado en la “vestición” (o ingreso) actual de todas las congregaciones de religiosas modernas y en la solemnidad de hacer los primeros votos. Después del concilio Vaticano II se establecieron unas nuevas normativas.* Beneficiado: El que disfruta de un bien o beneficio de la Iglesia (antes del concilio Vaticano II). Beneficio: Antes del concilio Vaticano II: Fundación eclesiástica adjudicada a un clérigo que podía disfrutar para siempre de sus frutos, y la fundación no era revocable. En sentido translaticio significaba el cargo que va implícito a la posesión del beneficio. El beneficio era duplex si iba acompañado del “cuidado de almas” y con jurisdicción, y se llama simplex si tiene anexo solamente el rezo en el coro y la celebración de la misa. El beneficio secular es una fundación para la clerecía secular, y el beneficio regular es una fundación para el religioso. Beneficia maiora son los que tienen jurisdicción episcopal o una jurisdicción equivalente, todos los otros son beneficia minora. Los beneficios se adjudican libremente por los superiores eclesiásticos: beneficia collativa, o por elección: beneficia electiva, o por presentación de los patrones: beneficia patronata. Beneficios consistoriales: Beneficios que se conferían en “consistorio”. Beneficios curados o no curados: Si el beneficio tenía o no tenía implícita la cura animarum (o sea, la pastoral dirigida a los fieles). Beneficios dobles o residenciales, simples o no residenciales: Si, además del oficio beneficial, implicaban o no la obligación de residir. Beneficios manuales, temporales o perpetuos o inamovibles: Si se conferían con carácter revocable o a perpetuidad. Beneficios seglares: Si pertenecían a clérigos no regulares (religiosos), es decir a clérigos seculares. Benigno, sacerdote de Esmirna (On. 1 de noviembre): Sus atributos son bastón, lanza y maza. Benito, abad y patrón principal de Europa (On. 11 de julio): Sus atributos son cáliz, cuervo, copa con serpiente alada, globo terráqueo, zarza con cáliz, escalera, pan en el pico de un cuervo, serpiente alada sobre una copa y el texto latino Pax et Crux sacra sit mihi lux · vox Draco sit · mihi dux, CSPB con una cruz. Benito de Palermo o de San Filadelfo, el Moro, religioso (On. 4 de abril): Sus atributos son panes y corazón. Bernabé, apóstol (On. 11 de junio): Sus atributos son cuerda, llamas, dalmática, lanza, piedras y soga. Bernadette Soubirous o de Lourdes (On. 18 de febrero): Su atributo es la aparición de la Virgen María. Bernardino de Siena, sacerdote (On. 20 de mayo): Sus atributos son mitra en el suelo, monograma de Cristo, nombre de Jesús, rosario y los textos en latín: Manifestavi nomen tuum hominibus; Pater manifestavi nomen tuum omnibus homniubus y las siglas I. H. S. Bernardo de Claraval, abad y doctor de la Iglesia (On. 20 de agosto): Sus atributos son abejas, aparición de la Virgen 38 María, Cristo, perro, leche de María Santísima, mitra en el suelo y colmena. Bernardo de la Encina, mártir (On. 23 de julio): Sus atributos son clavo y atado en un árbol. Bernardo de Menton o Aosta (On. 15 de junio): Sus atributos son dedo delante de los labios indicando silencio y los esquíes. Besar las cosas santas: En liturgia es un gesto muy cotidiano. Es habitual para manifestar nuestro afecto o nuestra familiaridad hacia alguien. En ocasiones expresa, del mismo modo, el respeto que tributamos a una persona o a una cosa. El mismo gesto lo encontramos también en el ámbito religioso o en el contexto litúrgico, como cuando damos un beso a las reliquias...** Beso litúrgico (osculum): Ceremonia especialmente frecuente en el rito de la misa. Algunos besos litúrgicos, como el beso de paz (pax), el beso del altar, del evangeliario, de la patena, de las reliquias y algunos otros, llegan a nosotros desde los tiempos primitivos del cristianismo. Según nos dice el misal anterior al concilio Vaticano II ya los encontramos a finales de la edad media. Era muy abundante en ósculos (oscula) la misa papal de la edad media, según vemos en el texto de Inocencio III (De mysterio altaris). La significación del beso litúrgico es diversa. El beso que sigue a la oración pidiendo la paz, después del Agnus Dei es una expresión externa del amor de confraternidad santa. Son de devoción y veneración los besos del altar, del evangeliario, de la patena, de las reliquias, del amito, del manípulo, de la estola, del santo óleo de los catecúmenos y santo Crisma consagrados de nuevo, el beso de la cruz el día del Viernes Santo, cuando se hace el Adoratio crucis, etc. Es señal de reverencia (osculum reverentiale) el besar la mano del obispo o del presbítero antes de leer el evangelio, cuando se pedía (antes del concilio Vaticano II) la bendición al celebrante, o el beso que el subdiácono daba en la mano del mismo celebrante, tras cantar la epístola; el del dar el incensario al celebrante o al recibirlo de sus manos, igual que otros objetos; al distribuir las palmas, las candelas benditas y en otras circunstancias.* Beso litúrgico en el pie: 1. Antes del concilio Vaticano II: Ceremonia del rito solemne de la misa papal. En la misa papal solemne, los dos diáconos que cantaban la epístola en griego y en latín y uno de los diáconos que cantaba el evangelio en griego, besaban el pie del Papa, en vez de la mano. La ceremonia de besar el pie del Papa ya la encontramos citada en el Ordo romanus 1, 2 y 3, por lo tanto ya era usual en la misa papal de la época carolingia y en el dictatus papae de Gregorio VII; 2. Manera de adorar la Veracruz en el rito romano, el día del Viernes Santo después de su descubrimiento. V. Adoratio Crucis.* Beso de paz: En determinados momentos de la celebración litúrgica, se expresa la comunión fraterna o la comunión con el ministro que nos acaba de dar la gracia de un sacramento mediante el beso, que recibe el nombre ritual de beso de paz. Antes de la comunión se dice “la paz sea contigo”, y se contesta “Amén”.** Bibiana, virgen y mártir (On. 2 de diciembre): Sus atributos son columna, disciplinas de penitencia y puñal. 39 SACRALIA ANTIQUA Bicchieri (On. 19 de agosto): Su atributo es el ángel. Biduana: Antigua denominación del Viernes Santo en el rito galicano. Bilicus (umbilicus): El pequeño corredor que une la “confesión” con la sepultura que contiene reliquias. V. Iglesia de Sant Miquel de Terrassa (Égara). Billetes: Ornamento usado en el románico. Cenefa que representa en relieves cubos, dados, prismas y otros elementos geométricos alternativamente entre vacíos y llenos. Binación: La celebración de dos misas por un sacerdote en un mismo día. Antes del concilio Vaticano II, la binación, según el canon 806, estaba permitida sólo cuando la Sede Apostólica concedía un indulto o cuando el obispo diocesano concedía un permiso expreso que podía otorgar en el marco de la disciplina anterior al concilio Vaticano II: 1. En un día especial de fiesta de precepto; 2. Cuando un gran número de fieles no podría oír la misa. En la edad media las prescripciones para conceder la binación no eran tan estrictas, y por eso mismo los abusos eran frecuentes, puesto que los estipendios (retribución económica) podían ser motivo de codicia entre los clérigos.* Birrete (birretum, bonete, pileus, infula): Sombrero clerical que se usa en las funciones religiosas. Su forma varía según los países; el birrete es cuadrangular con una borla en la parte superior. Según el estilo romano tiene tres picos (o puntas) en la parte superior, mientras que según el estilo francés, inglés y alemán tiene cuatro. El birrete español no tiene estos picos en la parte superior. El color varía: los cardenales lo llevan de color rojo, mientras que los obispos y sacerdotes, que tienen privilegio, llevan bonete morado y los otros sacerdotes lo llevan de color negro. Hacia el año 1000 ya se hace referencia a bonetes; pero no se citan con frecuencia hasta finales del siglo XIII. En el año 1300 ya encontramos la entrega del bonete como símbolo de posesión de un beneficio eclesiástico. Originariamente era de forma semiesférica o cilíndrica. Las primeras puntas del bonete aparecen en el siglo XV y se vuelven más agudas durante el siglo XVI. La costumbre de dar una forma rígida al bonete surge alrededor del año 1600. El bonete rojo de los cardenales aparece hacia el año 1446.* Fig. 282 Birrete de doctor: Atributo de santa Teresa de Jesús y santo Tomás de Aquino. Ambos son doctores de la Iglesia. Bisel: Canto descabezado en sesgo. Cuando este trabajo de chaflanar se aplica al vidrio o cristal, se denomina biselar. Biselar: V. Bisel “Bitlles” ajedrezados: Fig. 41 Bizantino: Arte desarrollado entre los siglos IV y XIV en los territorios del imperio bizantino (por ejemplo, Santa Sofía de Constantinopla y Rávena). Tiene rasgos teocráticos, dogmáticos y cortesanos, con influencia románica y a su vez de Rusia y de los Balcanes. Bizcocho: Cerámica cocida sin barnizar. En general la materia primaria es el caolín, con el que se hace una pasta fina que recibe una cocción. Blanda: Pieza de arcilla de grandes dimensiones, plana y fabricada en barro. BIC Blas, obispo y mártir (On. 3 de febrero): Sus atributos son cuerno, cabeza de cerdo, cesto con frutas, fieras, niños y tenazas. Blasón: Parte del escudo. Éste se divide en tres partes: cabeza, centro y extremo o punta. El escudo dividido en tres partes es terciado, y el dividido en cuatro partes o cuarteros se llama cuarteado. V. Heráldica Bocel, moldura de: Fig. 114 Boj: Madera del arbusto del mismo nombre empleada en trabajos de tornería y en la tipografía (dibujos a boj). Son célebres en Cataluña los bojes de gozos (o coplas populares cantadas en honor a Jesús, María o los santos) del artista Marlet de Matadepera (finales del siglo XX). Bolas o naranjas de oro (tres): Atributo de san Nicolás de Bari. Bollandistas: Grupo católico de historiadores que han editado los Acta Sanctorum. Son jesuitas, y reciben el nombre de Jean Bolland S.I. (1596-1665). Bolsa: Tiene forma de carpeta con tapas rígidas de cartón que sirve para guardar los corporales. En la edad media era habitual una caja plana rectangular con tapa movible (caja, capsella, cassus, domus corporalium) que tenía la tapa decorada por dentro y por fuera con bordados. La forma de esa bolsa cayó en desuso con la introducción del misal romano y con la costumbre de llevar la bolsa de los corporales sobre del cáliz. La bolsa hoy debe ser del color de los ornamentos; en las bendiciones y en la exposición del Santísimo es blanca.* Bolsa con dinero: Atributo de san Lorenzo, san Mateo, santa Matilde, santa Miguela, san Nicolás, san Sixto II y santo Tomás de Vilanova. Bolsa con libros: Atributo de los santos literatos. Bolsa con llaves: Atributo de santa Isabel y santa Marta. Bolsa con medicinas: Atributo de san Cosme y san Damián. Bolsa de “pallofas” o plomos: Bolsa que el distribuidor de dinero en el culto tenía para guardar el dinero interno de cada iglesia, que en su tiempo era cambiado por el dinero normal o común. Se encuentran algunas en el Archivo Diocesano de Barcelona y en las grandes iglesias. Bonete: V. Birrete Bonifacio, obispo y mártir (On. 5 de junio): Sus atributos son encina, cuervo y zorro. Bordillo: Hilera de piedras picadas en forma de paralelepípedos y colocadas horizontalmente limitando y haciendo escalón. Bordón (Baculus praecentoris): Bastón largo que acaba con una bola, torreta o figura de santo, llevado por el praecentor o el episcopus chori, al cual corresponde dirigir el coro de los cantores de las catedrales o comunidades de beneficiados o colegiatas. Fig. 217 y 230 Bordón: Atributo de san Andrés, santa Brígida, san Estanislao de Kostka, san Felipe, san Gonzalo de Amarante, san Rafael, san Ricardo, san Roque, Santiago el Mayor. Bordón de peregrino: Atributo de san Alex. Borlas de los sombreros eclesiásticos: V. Capellus Bote: Atributo de san Cosme y san Damián, san Jacobo, santa Magdalena, Reyes Magos, san Rafael y santa Salomé. Botiquín: Atributo de san Cosme y san Damián. BOV J. M. MARTÍ BONET Bóveda: Obra de fábrica, de forma arqueada que sirve para cubrir un espacio comprendido entre paredes o pilares para formar un techo o una cubierta o para sostener una escalera. V. Elementos de una bóveda. Fig. 157; varias bóvedas Fig. 158, 159, 161, 162, 163 y 164; bóvedas de compartimentos Fig. 160. Bovedilla: Pequeña bóveda que tiene como finalidad cubrir el espacio entre viga y viga de un techo. También se dice de los moldes de madera que sirven para la construcción de las bóvedas propiamente dichas. Bracero: Atributo de santa Ubaldesca. Bradella: Dosel de la parte alta del altar (V. Escalones del altar). Brandeum: Pequeño pañuelo que en la antigüedad cristiana, en Roma, se acostumbraba a colocar (o se deslizaba) en la tumba de los santos, se dejaba unos momentos y después se consideraba ya como una reliquia más del santo. En la consagración de las iglesias se colocaba debajo o en el mismo altar en sustitución de las reliquias corporales. Brasas (o llamas): Atributo de santa Ágata, san Isaías, san Salvador de Horta y san Toribio. Brazo: Atributo de santa Tecla. Brazos extendidos en la liturgia y manos recogidas: Expresión sensible de la elevación del espíritu a Dios, manifestación humilde y reverencial completa hacia el Creador Supremo, petición insistente y llena de confianza, pidiendo misericordia y auxilio del cielo, acción de gracias alegre y jubiloso por los beneficios naturales y sobrenaturales recibidos en abundancia de Dios Nuestro Señor. Los dos gestos van acompañados de la elevación de las manos. Esta expresión aparece bien documentada a finales de la edad media. El gesto más antiguo es el de extender los brazos, pero se fue cambiando por el de recoger las manos, hasta tal punto que sólo ha permanecido en el Dominus vobiscum, en el oremus y en el Orate fratres, así como en los ritos del prefacio y canon de la misa o en el prefacio de los ritos de consagraciones, como son consagraciones de iglesias y de altares y en algunas otras funciones pontificales, en los ritos de la administración de sacramentos y sacramentales. A finales de la edad media se extendió mucho la práctica de que el sacerdote extendiera los dos brazos en el Unde et memores (canon primero) horizontalmente y a los dos lados, para que él mismo, que mediante la transubstanciación, como representante y en nombre de Cristo, había renovado el sacrificio del calvario, representara por su compostura una imagen del crucificado. Esta costumbre arraigó tan profundamente, que en muchos lugares se conservó mucho más allá de la edad media. Hoy sólo se encuentra entre los dominicos (liturgia de los padres dominicos o predicadores). Litúrgicamente el recoger las manos consiste en que las dos partes interiores se unan. La costumbre de recoger las manos en la cual un dedo se pone sobre el otro, practicada en las oraciones privadas, no estaba en uso en las funciones litúrgicas.* Breve: También llamado litterae latinae. Documento papal específico denominado breve que ha sido confeccionado por la secretaría privada del Papa y éste lo ha firmado personalmente. 40 Breve abierto: También llamado breve apertum. En diplomática, los documentos de los denominados breves que tienen como objeto la concesión de una indulgencia. El destinatario va en dativo y con la fórmula de perpetuidad (ad perpetuam et futuram rei memoriam); a la derecha y bajo el texto se encuentra la fórmula gratis pro Deo etiam scriptura. Tiene el sello del “Pescador” del Papa. Breve bajo plomo: También llamado Breve sub plumbo. Son documentos pontificios del género de los breves pero de época contemporánea. Toman las mismas características que las litterae clausae. Breve papale bajo plomo: V. Cartas cerradas Breve pontificio (Breve papal): Documento papal, posiblemente el más empleado —mucho más que los privilegios papales o las cartas apostólicas— mediante el cual el Papa concede un favor o una gracia. El primer breve pontificio documentado es del 1390. Las características son: 1/ En el centro, en la primera línea, se encuentra la intitulatio con el nombre del Papa seguido, pero abreviado (pp), con su número ordinal; 2/ El texto empieza con Dilecte fili, seguido de Salutem et apostolicam benedictionem; 3/ en la datación, después del lugar, sigue el anuncio del sello (sub annullo piscatoris); 4/ El día del mes indicado según el sistema moderno; 5/ El año de la encarnación que desde Eugenio IV (1431-1447) que inicialmente se expresaba según el estilo de la natividad (25 de diciembre) y que después pasó al estilo de la circuncisión (1 de enero); 6/ En la derecha y bajo el texto se encuentra la firma de uno de los secretarios. Brevia sub plumbo: V. Cartas cerradas Breviario (Breviarium, liber breviarius, portiforium): Libro litúrgico que contiene todos los salmos, himnos, lecciones, responsorios, versos y oraciones referentes a los oficios del año eclesiástico, sus festividades, así como el ordo regulador del rezo del mismo. Empieza por el Adviento y se divide en cuatro partes: pars hiemalis que llega hasta la primera dominica de Cuaresma, pars verna que llega hasta la dominica de la Trinidad, pars aestiva que llega hasta la primera dominica de septiembre, y la pars autumnalis que llega hasta la primera dominica de Adviento. Antes del concilio Vaticano II cada parte contenía un calendario, el ordinario del oficio, el salterio, el propio del tiempo, el propio de santos, el común de santos, los salmos graduales y los salmos penitenciales, la letanía de todos los santos, la recomendación del alma, la fórmula de absolución general, la bendición de la mesa, el itinerario y al final un apéndice con los santos propios de la diócesis o de la orden. La pars hiemalis va precedida de las rúbricas del rezo del oficio. El breviario se formó cuando, en el siglo XI, para facilitar el rezo privado del oficio en casa o de viaje, se reunían en un único libro de manera manual, fragmentaria y acortada (de aquí su nombre breviarium) diferentes fragmentos de los libros necesarios para el rezo, como eran el psalterium, el hymnarium, el lectionarium, el passionarium, el homiliarium y el antiphonarium. En el siglo XIII estos breviarios ya estaban muy extendidos, incluso prescritos para viajes. El actual breviario debe su formación y su estructura a la reforma ordenada por el papa san Pío V (1568). Éste debía introducirse donde hubiera en 41 SACRALIA ANTIQUA uso otro que tuviera más de 200 años. Los papas Clemente VII (1602), Urbano VIII (1631), León XIII (1882), san Pío X (1911) y los papas después del concilio Vaticano II han hecho nuevas reformas, la más importante de las cuales es la última, por la nueva ordenación del salterio, por la limitación del común de santos, por la preferencia dada al oficio del domingo, por la reglamentación de los oficios de fiesta y de santos.* Breviarium sanctae Barbarae: Breviario que mandó redactar el duque Guillermo de Gonzaga de Mantua para la capilla de su corte, divergiendo en muchas cosas del breviario de san Pío V. Después de muchos exámenes, fue aprobado por Gregorio XIII en 1583. Breviarium sanctae Crucis: Breviario ordenado por el cardenal Quiñones por voluntad del papa Clemente VII (1523-1534), el cual tenía algunas ventajas y grandes inconvenientes, sobre todo porque se alejaba mucho del original. Muy pronto se extendió, pero nunca tuvo un carácter oficial; para hacer uso de él se requería un permiso especial. El papa san Pío V, al publicar el breviario reformado en 1568, prohibió continuar usándolo después de que el papa Pablo IV el 1558 se negara a dar más permisos para el uso de dicho breviario. Se llamaba Breviarium sanctae Crucis porque Quiñones tenía por iglesia titular la de la S. Croce. Breviarium secundum consuetudinem curiae romanae: Breviario corto que en el siglo XII se estableció para la curia romana y que se generalizó por influencia de los franciscanos que lo habían adoptado. Brígida (On. 1 de febrero): Sus atributos son bordón, buey o un animal con cuernos, paloma, corazón y llaga. Brujería: Según la antigua definición, es el poder maléfico ejercido por quien se supone —ingenuamente o malévolamente— tiene un pacto con el diablo. En los archivos eclesiásticos medievales se pueden encontrar procesos contra casos de brujería. El origen de la brujería puede ser la supervivencia de los cultos paganos y la extensión de las teorías dualistas con la creencia del dios del mal como, por ejemplo, se supone que los cátaros caían en ese error. Bruno, abad (On. 21 de diciembre): Sus atributos son rama, cáliz, cráneo, disciplinas de penitencia, dedo ante los labios simbolizando silencio, globo terráqueo, esfera bajo sus pies, niño Jesús, siete estrellas y los textos en latín Ecce elongavi fugiens et mansi in solitudine; Oh Bonitas... Bruñir: 1. Abrillantar piedras, metales y otros materiales rozándolos. 2. Martillo especial, ágata, acero y cepillos de dureza superior a la superficie que se bruñe. Fig. 313 Bucráneo: Escultura o motivo decorativo que representa una cabeza de buey, descarnado o no, con follaje y frutas que se antiguamente se usaba en la ornamentación de frisos. Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia (On. 15 de julio): Sus atributos son ángel, con una cruz, instrumentos de escritura, capilla pequeña en las manos, birrete de cardenal y ostensorio (custodia). Bugiarius (minister candelae): Clérigo vestido con sobrepelliz o con capa pluvial y sobrepelliz que en los pontificales ilumina con la palmatoria al obispo mientras éste lee. BRE Bujarda: Herramienta del picapedrero. Maza de hierro con sus dos caras o testas con relieves en forma de puntas de diferente graduación o finura, según el tipo de granulado o rugosidad a obtener gracias a ella; a veces por ella se puede establecer la fecha de ejecución de una pieza. Bujía: Antes del concilio Vaticano II: Palmatoria que se tenía encendida cuando el obispo celebraba la misa pontifical, no porque se viera mejor con ella, sino como muestra de dignidad. El obispo la podía usar por derecho propio; y los otros prelados siempre que tuvieran un privilegio especial de la Santa Sede. En la edad media no estaba en uso. Los canónigos de Barcelona tenían este privilegio. Bula: Bula viene de “hervir el plomo”. La bula, también llamada carta solemne, es el documento papal entre el privilegio papal y la carta apostólica. Normalmente se llama simplemente “bula”. Tiene su origen en el pontificado del papa Inocencio IV y se generalizó sobre todo a partir del siglo XV, en particular como documento expedido por la “Cámara apostólica”; así se llaman “consistoriales”. Las características de la bula o carta solemne papal son: 1/ El aspecto grueso o grande y singular de la primera línea; 2/ El título del pontífice (episcopus servus servorum Dei) con caracteres alargados; 3/ La fórmula de perpetuidad (ad perpetuam, aeternam, futuram rei memoriam) ocupa el espacio que queda de la línea. El “contexto” empieza en la segunda línea directamente con “la arenga”. Falta, por lo tanto, el destinatario y la fórmula de saludo. 4/ Los hilos que sostienen el sello son de seda. Los que confeccionaban la parte externa de las bulas no sabían escribir ni leer para que no cayeran en la tentación de falsificarlas; estos eran los frates illiterati et barbuti por las largas barbas que ostentaban. V. Cartas apostólicas y Privilegios papales solemnes. Fig. 266 Bula con hilos de seda: Cartas apostólicas llamadas litterae gratiae o documentos mediante los cuales el Papa concede alguna gracia. Bula dimidia: En diplomática. V. Litterae clausae Burgo: En época medieval, agrupación urbana dispuesta alrededor de un castillo o de una población amurallada. El habitante del burgo recibía el nombre de burgués. Buril: Herramienta de acero usada por los grabadores de metales, piedra o madera. El trabajo hecho con buril se denomina burilar. Fig. 263 Buril: Atributo de santa Apolonia y santa Rosalía. Burlática: En diplomática, tipo de escritura. V. Litterae clausae Bursula: Pequeño saco de cáñamo que a menudo tenía la forma de cojinera o pequeño saco cosido y bendito; se ponía como almohada del ciborio (pixis) bajo las hostias consagradas para que no tocaran inmediatamente la parte inferior del recipiente y para que se pudieran recoger con la mayor facilidad las partículas que cayeran. El sínodo de Liège del año 1287 ya lo cita; en los siglos XVI y XVII fue prescrito muchas veces; en algunos lugares se conservó hasta el siglo XIX; pero hoy ha desaparecido totalmente. Busto: Obra escultórica que sólo representa la parte superior y la cabeza de una persona. Byssus: Material de ornamentos sacros, tejido de algodón, o de seda, que citan los escritores e inventarios medievales. C Caballo: Atributo de santa Engracia, san Jaime el Mayor, san Jorge, san Julián Hospitalario, san Marcelo, san Marcelo papa, san Martín de Tours, san Mauricio, san Millán, san Leonardo, los Reyes Magos y san Teodoro. Cabecera: Parte principal de una iglesia que se extiende desde la parte posterior hasta el crucero. Cabello, cubriendo todo el cuerpo: Atributo de santa Magdalena, santa María Egipcíaca, san Onofrio, san Pacomio. Cabellos muy largos: Atributo de santa Magdalena, santa María Egipcíaca, san Onofrio y santos anacoretas. Según la leyenda, san Onofrio no usaba vestiduras por ser muy peludo. Así lo pintan los artistas del siglo XV. Cabestany: Pueblo del Rosellón, al este de Perpiñán, que en su iglesia románica conserva el tímpano esculpido en mármol que ha dado fama al Maestro de Cabestany. Hay que destacar su trabajo con el trépano sobretodo en los ojos y en los cabellos. Fig. 168 Cabeza: Parte superior de la fachada o de la pared lateral de un edificio, limitada por las dos vertientes del tejado. Cabeza de caballo, escudo: V. Escudos Cabeza de cerdo: Atributo de san Blas. Cabeza de ciervo: Atributo de san Juan Bautista y san Félix de Valois. Cabeza de Goliat: Atributo de san David. Cabeza de Holofernes: Atributo de santa Judit. Cabeza de Majencio emperador: Atributo de santa Catalina. Cabeza propia entre las manos: Atributo de santo Dionisio, san Fermín, san Laureano y san Nicasio. Cabeza de Valerio emperador: Atributo de san Lorenzo. Cabezal: 1. Pieza de madera que sirve de apoyo de una viga. 2. Ornamento de madera que sirve para asegurar las campanas. Cabezas con turbantes: Atributo de san Juan de Capistrano. Cabezas de moros: Atributo de san Jaime el Mayor. Cabezas de siete hijos: Atributo de santa Felicidad. Cabrio: Tablón o vigueta de madera para sostener un techo. Cadáveres: Atributo de santa Áurea, san Epifanio, san Estanislao y san Jacinto. Cadena: La palabra se refiere a varias modalidades técnicas en el ramo de la construcción. Por ejemplo, las bóvedas estrelladas de crucería son una cadena estructural. Cadena: Atributo de san Adjutorio, santa Balbina, san Amado de Sin, san Emeterio, san Germán, san Ferriol, san Gervasio y san Protasio, santa Leocadia, san Martín papa, san Sebastián y san Servando. Cadena cautivos, redención: Atributo de san Félix de Valois, san Germán de París, san Juan de Mata, san Leonardo, san Paulino de Nola y san Pedro Nolasco. Cadena en el cuello de un demonio: Atributo de san Bartolomé, santa Margarita, santa Marta y santa Quiteria. Cadena encintada o de empedrado: Hilera de piezas de piedra picada en forma de paralelepípedos que va colocada delante del empedrado de una acera como refuerzo y para formar el bordillo. Cada una de las hileras o fajas de piedra que cierran o dividen en partes el empedrado de un pavimento para decorarlo. Cadena de oro alrededor del cuello: Atributo de san Celedonio y santo Tomás de Aquino. Caeremoniale episcoporum: Libro litúrgico del ritual romano que contiene las prescripciones e indicaciones oficiales y litúrgicas para celebrar de forma solemne y digna los actos del culto en los cuales interviene el obispo (misa, oficios, bendición de la ceniza, bendición de las palmas y de las candelas, ceremonias de la Semana Santa, etc.). Es una refundición de ceremoniales de obispos de la edad media, y especialmente de las ordenaciones de los oficios divinos de la curia romana de finales de la edad media. En 1600 Clemente VIII lo publicó por primera vez; Inocencio X lo volvió a publicar en 1650, Benedicto XIII lo reimprimió muy mejorado en 1722, y Benedicto XV en 1752 para que sirviera de norma a los gobernadores del Papa, a los vicelegados. Era obligatorio antes del concilio Vaticano II para todos los dominios del rito romano. El primero de los tres libros de que se compone contiene prescripciones de carácter general; el segundo trata de cada una de las funciones del obispo, y el tercero del gobernador y vicelegado. Caeremoniale Romanum: Ordenanza del ceremonial de los oficios divinos de la curia papal establecida por mandato de Gregorio X en 1275 y publicada por Mabillon, en la cual se regula el rito de la investidura del Papa elegido de nuevo, las consagraciones que lo tenía que recibir y su coronación solemne; nombrado también caeremoniale capellae pontificiae, es un Ordo de los oficios divinos en la curia papal, basado en el ordo romanus de finales de la edad media de CAI J. M. MARTÍ BONET Patricio Picolomini, obispo de Piacenza, elaborado con la cooperación del maestro de ceremonias del papa Juan Burchard, y publicado por Cristóbal Marzellus, arzobispo de Corcyra en 1516. Cairotonia: Nombre que los griegos daban al sacramento de la ordenación. Tiene este nombre porque el obispo lo confiere mediante la imposición de las manos. Caja: Denominación medieval: 1. De los relicarios; 2. De la bolsa para contener los evangeliarios; 3. Del pixis para contener la sagrada Eucaristía; 4. Del baldaquino; 5. De la bolsa de los corporales. V. Bolsa Caja para el viático: Receptáculo en forma de cruz que contienen un pixis pequeño para llevar el viático a los enfermos. Sólo pueden servir para este fin, y no se pueden destinar a contener los pequeños vasos que contienen los santos óleos. Cal empapada o apagón: Cal hidratada que ha perdido su causticidad en contacto con el agua. Cal en polvo: Cal viva que se ha vuelto polvo en contacto con el aire. Cal hervida: Nombre que se da a la cal que se ha empapado poniendo las piedras de cal viva a remojo dentro del agua y dejándola hervir hasta que se convierte en pasta para encalar. Cal de leña: Cal considerada la mejor y que se obtiene calcinando las piedras en hornos donde el fuego se ha hecho con leña. Calabacera: Atributo de san Jonás. Calabaza del peregrino: Atributo de san Alex, san Jaime el Mayor y san Roque. Calamanda, virgen y mártir, patrona de Calaf (On. 5 de febrero): Su atributo es escudo con perro. Cálamo: La pluma de caña con final en punta. La pluma de ganso la sustituyó a partir del siglo IV. Fig. 7 Calatós: Recipiente troncocónico de cerámica o de metal. Se denomina también sombrero de copa. Calco: Motivo decorativo que se encuentra en rosetones, balaustradas, celosías... También se puede hacer en un tejido o ropa, sacando los hilos, o en papel, cartón... haciendo agujeros a modo de randa. Caldarium: Sala de las termas romanas en la cual, mediante una cámara inferior donde circulaba el aire caliente y que calentaba dicha sala, se podían tomar baños calientes o de vapor. Caldereta-aspersor: Caldereta que contiene el agua para la aspersión. Habitualmente tiene una asa como tienen los cubos. Son de plata o metal.** Fig. 229 Calderón de aceite: Atributo de santa Crescencia, san Juan Evangelista, santa Juliana, santa Julita y san Quirico, san Modesto, san Salvador de Horta y san Vito, santos mártires que murieron con el martirio del aceite hirviendo. Calendario: Calendario en sentido litúrgico significa el catálogo de las fiestas no movibles que se celebran durante el año eclesiástico, ordenado por meses y por días. En la edad media eran diferentes según las diócesis, iglesias y órdenes; los calendarios tienen una gran importancia para conocer la propagación del culto de los santos y para fijar el origen de 44 ciertos manuscritos. Hoy, por todas partes donde rigen el misal y el breviario romanos, da la regla o la pauta a seguir el calendario romano impreso con el cual se combinan los hechos propios de cada diócesis, de cada orden y de cada comunidad permitidos por la adecuada Congregación Romana.* Para diferenciar el calendario de la “gallofa” o dietario, aquel es un registro de todos los domingos y días de trabajo y de las fiestas movibles correspondientes. Se tienen en cuenta los domingos y las fiestas movibles contando el día de Pascua y la letra dominical. Calendario romano: 1: Kalendis Januarii, 2: IV Nonas Januarii,3: III Nonas Januarii, 4: Pridie Nonas Januarii, 5: Nonis Januarii, 6: VIII Idus Januarii, 7: VII Idus Januarii, 8: VI Idus Januarii, 9: V Idus Januarii, 10: IV Idus Januarii, 11: III Idus Januarii, 12: Pridie Idus Januarii, 13: Idibus Januarii, 14: XIX Kalendas Februarii, 15: XVIII Kalendas Februarii, 16: XVII Kalendas Februarii, 17: XVI Kalendas Februarii, 18: XV Kalendas Februarii, 19: XIV Kalendas Februarii, 20: XIII Kalendas Februarii, 21: XII Kalendas Februarii, 22: XI Kalendas Februarii, 23: X Kalendas Februarii, 24: IX Kalendas Februarii, 25: VIII Kalendas Februarii, 26: VII Kalendas Februarii, 27: VI Kalendas Februarii, 28: V Kalendas Februarii, 29: IV Kalendas Februarii, 30: III Kalendas Februarii, 31: Pridie Kalendas Februarii FEBRUARIUS (II): 1: Kalendis Februarii, 2: IV Nonas Februarii, 3: III Nonas Februarii, 4: Pridie Nonas Februarii, 5: Nonis Februarii, 6: VIII Idus Februarii, 7: VII Idus Februarii, 8: VI Idus Februarii, 9: V Idus Februarii, 10: IV Idus Februarii, 11: III Idus Februarii, 12: Pridie Idus Februarii, 13: Idibus Februarii, 14: XVI Kalendas Martii, 15: XV Kalendas Martii, 16: XIV Kalendas Martii, 17: XIII Kalendas Martii, 18: XII Kalendas Martii, 19: XI Kalendas Martii, 20: X Kalendas Martii, 21: IX Kalendas Martii, 22: VIII Kalendas Martii, 23: VII Kalendas Martii, 24: VI Kalendas Martii, 25: V Kalendas Martii, 26: IV Kalendas Martii, 27: III Kalendas Martii, 28: Pridie Kalendas Martii ANY BIXEST: 24 Bissextus VI Kalendas Martiis, 25: VI Kalendas Martiis, 26: V Kalendas Martiis, 27: IV Kalendas Martiis, 28: III Kalendas Martiis, 29: Pridie Kalendas Martii MARTIUS (III): 1: Kalendis Martii, 2: VI Nonas Martii, 3: V Nonas Martii, 4: IV Nonas Martii, 5: III Nonas Martii, 6: Pridie Nonas Martii, 7: Nonis Martii, 8: VIII Idus Martii, 9: VII Idus Martii, 10: VI Idus Martii, 11: V Idus Martii, 12: IV Idus Martii, 13: III Idus Martii, 14: Pridie Idus Martii, 15: Idibus Martii, 16: XVII Kalendas Aprilis, 17: XVI Kalendas Aprilis, 18: XV Kalendas Aprilis, 19: XIV Kalendas Aprilis, 20: XIII Kalendas Aprilis, 21: XII Kalendas Aprilis, 22: XI Kalendas Aprilis, 23: X Kalendas Aprilis, 24: IX Kalendas Aprilis, 25: VIII Kalendas Aprilis, 26: VII Kalendas Aprilis, 27: VI Kalendas Aprilis, 28: V Kalendas Aprilis, 29: IV Kalendas Aprilis, 30: III Kalendas Aprilis, 31: Pridie Kalendas Aprilis APRILIS (IV): 1: Kalendis Aprilis, 2: IV Nonas Aprilis, 3: III Nonas Aprilis, 4: Pridie Nonas Aprilis, 5: Nonis Aprilis, 6: VIII Idus Aprilis, 7: VII Idus Aprilis, 8: VI Idus Aprilis, 9: V Idus Aprilis, 10: IV Idus Aprilis, 11: III Idus Aprilis, 12: Pridie Idus Aprilis, 13: Idibus Aprilis, 14: XVIII Kalendas Maii, 15: XVII Kalendas Maii, 16: XVI Kalendas Maii, 17: XV Kalendas Maii, 18: XIV Kalendas Maii, 19: XIII Kalendas Maii, 20: XII Kalendas Maii, 21: XI Kalendas Maii, 22: X Kalendas Maii, 23: IX Kalendas Maii, 24: VIII Kalendas Mai, 25: VII Kalendas 45 SACRALIA ANTIQUA Maii, 26: VI Kalendas Maii, 27: V Kalendas Maii, 28: IV Kalendas Maii, 29: III Kalendas Maii, 30: Pridie Kalendas Maii MAIUS (V): 1: Kalendis Maii, 2: VI Nonas Maii, 3: V Nonas Maii, 4: IV Nonas Maii, 5: III Nonas Maii, 6: Pridie Nonas Maii, 7: Ninis Maii, 8: VIII Idus Maii, 9: VII Idus Maii, 10: VI Idus Maii, 11: V Idus Maii, 12: IV Idus Maii, 13: III Idus Maii, 14: Pridie Idus Maii, 15: Idibus Maii, 16: XVII Kalendas Junii, 17: XVI Kalendas Junii, 18: XV Kalendas Junii, 19: XIV Kalendas Junii, 20: XIII Kalendas Junii, 21: XII Kalendas Junii, 22: XI Kalendas Junii, 23: X Kalendas Junii, 24: IX Kalendas Junii, 25: VIII Kalendas Junii, 26: VII Kalendas Junii, 27: VI Kalendas Junii, 28: V Kalendas Junii, 29: IV Kalendas Junii, 30: III Kalendas Junii, 31: Pridie Kalendas Junii JUNIUS (VI): 1: Kalendis Junii, 2: IV Nonas Junii, 3: III Nonas Junii, 4: Pridie Nonas Junii, 5: Nonis Junii, 6: VIII Idus Junii, 7: VII Idus Junii, 8: VI Idus Junii, 9: V Idus Junii, 10: IV Idus Junii, 11: III Idus Junii, 12: Pridie Idus Junii, 13: Idibus Junii, 14: XVIII Kalendas Julii, 15: XVII Kalendas Julii, 16: XVI Kalendas Julii, 17: XV Kalendas Julii, 18: XIV Kalendas Julii, 19: XIII Kalendas Julii, 20: XII Kalendas Julii, 21: XI Kalendas Julii, 22: X Kalendas Julii, 23: IX Kalendas Julii, 24: VIII Kalendas Julii, 25: VII Kalendas Julii, 26: VI Kalendas Julii, 27: V Kalendas Julii, 28: IV Kalendas Julii, 29: III Kalendas Julii, 30: Pridie Kalendas Julii JULIUSQuintilis (VII): 1: Kalendis Julii, 2: VI Nonas Julii, 3: V Nonas Julii, 4: IV Nonas Julii, 5: III Nonas Julii, 6: Pridie Nonas Julii, 7: Nonis Julii, 8: VIII Idus Julii, 9: VII Idus Julii, 10: VI Idus Julii, 11: V Idus Julii, 12: IV Idus Julii, 13: III Idus Julii, 14: Pridie Idus Julii, 15: Idibus Julii, 16: XVII Kalendas Augusti, 17: XVI Kalendas Augusti, 18: XV Kalendas Augusti, 19: XIV Kalendas Augusti, 20: XIII Kalendas Augusti, 21: XII Kalendas Augusti, 22: XI Kalendas Augusti, 23: X Kalendas Augusti, 24: IX Kalendas Augusti, 25: VIII Kalendas Augusti, 26: VII Kalendas Augusti, 27: VI Kalendas Augusti, 28: V Kalendas Augusti, 29: IV Kalendas Augusti, 30: III Kalendas Augusti, 31: Pridie Kalendas Augusti AUGUSTUS- Sextilis (VIII): 1: Kalendis Augusti, 2: IV Nonas Augusti, 3: III Nonas Augusti, 4: Pridie Nonas Augusti, 5: Nonis Augusti, 6: VIII Idus Augusti, 7: VII Idus August, 8: VI Idus Augusti, 9: V Idus Augusti, 10: IV Idus Augusti, 11: III Idus Augusti, 12: Pridie Idus Augusti, 13: Idibus Augusti, 14: XIX Kalendas Septembris, 15: XVIII Kalendas Septembris,16: XVII Kalendas Septembris, 17: XVI Kalendas Septembris, 18: XV Kalendas Septembris, 19: XIV Kalendas Septembris, 20: XIII Kalendas Septembris, 21: XII Kalendas Septembris, 22: XI Kalendas Septembris, 23: X Kalendas Septembris, 24: IX Kalendas Septembris, 25: VIII Kalendas Septembris, 26: VII Kalendas Septembris, 27: VI Kalendas Septembris, 28: V Kalendas Septembris, 29: IV Kalendas Septembris, 30: III Kalendas Septembris, 31: Pridie Kalendas Septembris SEPTEMBRIS (IX): 1: Kalendis Septembris, 2: IV Nonas Septembris, 3: III Nonas Septembris, 4: Pridie Nonas Septembris, 5: Nonis Septembris, 6: VIII Idus Septembris, 7: VII Idus Septembris, 8: VI Idus Septembris, 9: V Idus Septembris, 10: IV Idus Septembris, 11: III Idus Septembris, 12: Pridie Idus Septembris, 13: Idibus Septembris, 14: XVIII Kalendas Octobris, 15: XVII Kalendas Octobris, 16: XVI Kalendas Octobris, 17: XV Kalendas Octobris, 18: XIV Kalendas Octobris, 19: XIII Kalendas Octobris, 20: XII Kalendas Octobris, 21: XI Kalendas CAL Octobris, 22: X Kalendas Octobris, 23: IX Kalendas Octobris, 24: VIII Kalendas Octobris, 25: VII Kalendas Octobris, 26: VI Kalendas Octobris, 27: V Kalendas Octobris, 28: IV Kalendas Octobris, 29: III Kalendas Octobris, 30: Pridie Kalendas Octobris OCTOBRIS (X): 1: Kalendis Octobris, 2: VI Nonas Octobris, 3: V Nonas Octobris, 4: IV Nonas Octobris, 5: III Nonas Octobris, 6: Pridie Nonas octobris, 7: Nonis Octobris, 8: VIII Idus Octobris, 9: VII idus Octobris, 10: VI Idus Octobris, 11: V Idus Octobris, 12: IV Idus Octobris, 13: III Idus Octobris, 14: Pridie Idus Octobris , 15: Idibus Octobris, 16: XVII Kalendas Novembris, 17: XVI Kalendas Novembris, 18: XV Kalendas Novembris, 19: XIV Kalendas Novembris, 20: XIII Kalendas Novembris, 21: XII Kalendas Novembris, 22: XI Kalendas Novembris, 23: X Kalendas Novembris, 24: IX Kalendas Novembris, 25: VIII Kalendas Novembris, 26: VII Kalendas Novembris, 27: VI Kalendas Novembris, 28: V Kalendas Novembris, 29: IV Kalendas Novembris, 30: III Kalendas Novembris, 31: Pridie Kalendas Novembris NOVEMBRIS (XI): 1: Kalendis Novembris, 2: IV Kalendis Novembris, 3: III Kalendis Novembris, 4: Pridie Nonas Novembris, 5: Nonis Novembris, 6: VIII Idus Novembris, 7: VII Idus Novembris, 8: VI Idus Novembris, 9: V Idus Novembris, 10: IV Idus Novembris, 11: III Idus Novembris, 12: Pridie Idus Novembris, 13: Idibus Novembris, 14: XVIII Kalendas Novembris, 15: XVII Kalendas Novembris, 16: XVI Kalendas Novembris, 17: XV Kalendas Novembris, 18: XIV Kalendas Novembris, 19: XIII Kalendas Novembris, 20: XII Kalendas Novembris, 21: XI Kalendas Novembris, 22: X Kalendas Novembris, 23: IX Kalendas Novembris, 24: VIII Kalendas Novembris, 25: VII Kalendas Novembris, 26: VI Kalendas Novembris, 27: V Kalendas Novembris, 28: IV Kalendas Novembris, 29: III Kalendas Novembris, 30: Pridie Kalendas Novembris DECEMBRIS (XII): 1: Kalendis Decembris, 2: IV Nonas Decembris, 3: III Nonas Decembris, 4: Pridie Nonas Decembris, 5: Nonis Decembris, 6: VIII Idus Decembris, 7: VII Idus Decembris, 8: VI Idus Decembris, 9: V Idus Decembris, 10: IV Idus Decembris, 11: III Idus Decembris, 12: Pridie Idus Decembris, 13: Idibus Decembris, 14: XIX Kalendas Januarii, 15: XVIII Kalendas Januarii, 16: XVII Kalendas Januarii, 17: XVI Kalendas Januarii, 18: XV Kalendas Januarii, 19: XIV Kalendas Januarii, 20: XIII Kalendas Januarii, 21: XII Kalendas Januarii, 22: XI Kalendas Januarii, 23: X Kalendas Januarii, 24: IX Kalendas Januarii, 25: VIII Kalendas Januarii, 26: VII Kalendas Januarii, 27: VI Kalendas Januarii, 28: V Kalendas Januarii, 29: IV Kalendas Januarii, 30: III Kalendas Januarii, 31: Pridie Kalendas Januarii Caliente: En pintura, dentro de la gama de los colores si domina el amarillo, marrón, rojo... Califal: En lo referente al arte califal, es el periodo que corresponde al califato de Córdoba (912-1012). Se caracteriza (la arquitectura) por arcos lobulados y arcos cruzados, el uso de las vueltas de nervios no cruzados en el centro, columnas sin base, arcos de herradura con altura peraltada en el semiradio, dintel adintelado, extradós descentrado... Ornamentación lujosa con gres, mármol, escayola con relieves epigráficos y vegetales, siempre evitando la representación de la figura humana. Caligae: Medias pontificales. La palabra cáliga servía entre los romanos para designar los zapatos de los soldados. En CAL J. M. MARTÍ BONET la regla de san Benito se designan con este nombre unos pesados zapatos de invierno. El significado de medias lo tomó en tiempos modernos. Calix ansatus: Tipo de cáliz con dos asas, muy usual en los primeros tiempos cristianos y a principios de la edad media, cada vez más en desuso hacia el año 1000, y desaparecido hacia el siglo XII. Los cálices con asas no servían sólo para recoger las ofrendas de vino, sino para la distribución del sanguis; pero, como demuestran los Ordines romani, algunas veces se usaban para la consagración. Había cálices con asas grandes y cálices con asas pequeñas. En la catedral de Cividades se guarda un cáliz con asas en miniatura, que servía para los viajes; fue realizado hacia el año 1200. Es famoso el cáliz grial custodiado en la catedral de València. Fig. 215 Calix ministerialis: Cáliz para recoger las ofrendas del vino y para distribuir el sanguis a los sacerdotes y fieles que comulgaban. Calix sanctus: Nombre que recibía antiguamente el cáliz de la misa. Fig. 214 y 215 Calix stationarius: Cáliz de la misa denominado “el gran cáliz en el Ordo de San Amando” que servía a la hora del ofertorio para recoger el vino que los fieles ofrecían y que después servía para la consagración; es el cáliz propio de la misa, por eso en el mismo Ordo se lo denomina Calix sanctus. Calixto I, Papa y mártir (On. 14 de octubre): Sus atributos son la piedra de molino y el pozo. Cáliz (calix; griego, potérion): Vaso que sirve para la consagración del vino. Es posible que el cáliz sea el elemento litúrgico más antiguo. Los primeros cálices posiblemente eran de oro o de plata, aunque también los había de metales menos preciosos, incluso de cristal y de madera. Las prescripciones más antiguas conocidas sobre los cálices datan del siglo IX; ordenan que sean de oro o de plata, y en caso de extrema pobreza de zinc, pero no de cristal, madera, cobre o bronce. Estas prescripciones en su origen eran de derecho privado, y poco a poco fueron pasando a la práctica general. El misal romano prescribe que al menos la copa sea de oro, de plata o de zinc, y nunca puede ser de bronce o de cristal. El cáliz, por su forma, se compone de tres partes, que son el pie, la copa y el nudo (nodus, pomellum) que las une y que, antiguamente, era un astil mediano que servía para cogerlo. Mientras el cáliz tuvo asas esta pieza intermedia era innecesaria o no tenía utilidad alguna, pero desde época carolingia nunca faltó, incluso en los cálices con asas que perduran aisladamente hasta el siglo XIII. Las modificaciones introducidas en el cáliz desde el siglo IV no afectan a su forma fundamental sino al estilo de construcción del pie, del nudo y sobre todo de la copa que, en los periodos románico y gótico primitivo tenía forma de media naranja, en el gótico tardío la de una bola con las paredes verticales, en el Renacimiento la forma de medio huevo y en época barroca una forma alargada. Mientras se hicieron las oblaciones en especie y se comulgó bajo las dos especies se distinguían dos cálices; un cáliz para consagrar (calix sanctus, calix stationarius) y un cáliz para el oblación del vino y para distribuir la sangre preciosísima a los sacerdotes y a los fieles que comulgaban 46 en la misa, denominado por su tamaño calix maior (calix ministerialis, scyphus). Por su alto destino y por su santidad, los cálices desde un principio estarían ricamente decorados y consagrados por los obispos. Parece que la consagración de los cálices empieza en la Galia, a la vez que en el Gelasianum ya encontramos un formulario para esta consagración, desconocida todavía en el Gregorianum. Fig. 76, 214 y 215 Cáliz: Atributo de san Agustín, santa Bárbara, san Benito, san Bruno, santa Clara, san Conrado, san Eloy, san Hugo de Lincoln, san Jacinto, san Juan de Sahagún, san Malaquías, san Marcelo, san Marcelino, san Norberto, santa Odilia, san Pascual Bailón y san Pío I. Cáliz de las abluciones: Cáliz diferente del cáliz de celebrar. Es conocido ya en el siglo XIII y servía para dar vino a los fieles que habían comulgado con el fin enjuagarse la boca. Hoy ha desaparecido. Cáliz ministerial: Cáliz de un cierto tamaño destinado a la comunión de los fieles con la especie del vino. Era el cáliz del oblación destinado a contener el vino que los fieles ofrecían.** Cáliz de la salvación: Con el alimento del Cuerpo de Jesús mediante el pan de la Eucaristía, el Redentor dio su sangre como bebida espiritual. Su presencia real eucarística, a través del pan de vida y el cáliz de salvación, pone de manifiesto la dimensión sacrificial del Sacramento eucarístico, y el mismo cáliz hace vivir en comunión con la alianza perpetua de Dios con los hombres.** Calzado litúrgico: Antes del concilio Vaticano II: Según el misal, el sacerdote debe aproximarse al altar calzado (calceatus), pero el calzado no tiene carácter litúrgico. Aun así, el obispo y aquellos que celebran misas u oficios pontificales deben ponerse un calzado litúrgico. Sólo es conocido en el rito latino, y consiste en un calzado parecido a unas zapatillas o pantuflas, generalmente de seda (sandaliae) con unas medias, por norma general también de seda, que llegan hasta la rodilla (caligae). Predomina la regla de los colores litúrgicos, salvo los zapatos y medias negras que en las misas pontificales de difuntos y el día del Viernes Santo no se llevan. Un calzado litúrgico formado de campagi (sandalia) y udones u odhones (caligae) se encuentra en el siglo V. Lo usaban el Papa, los obispos y los diáconos. En el siglo IX, y en Roma, los presbíteros y los acólitos utilizaban calzado litúrgico formado por subtalares y udones, pero esta costumbre no se alargó mucho en el tiempo. En el siglo XI, el calzado litúrgico era propio del Papa, de los cardenales romanos, de los obispos y de aquellos que habían recibido esta distinción de la Santa Sede, como los abades y dignidades de grandes catedrales; en la segunda mitad del siglo XIII ya no se usaba en Roma, ni siquiera los cardenales diáconos. El calzado litúrgico deriva de los nombres griegos campagi y udones, que en el siglo IV se estilaban como calzado de personas eminentes. En el siglo V la Iglesia adopta este calzado y lo adapta a los usos litúrgicos. Si el famoso Constitutum Constantini hace derivar el uso de este calzado entre la clerecía romana de una concesión del emperador Constantino, se relaciona, así, equivocadamente el resultado de una evolución histórica con una determinada personalidad.* Fig. 310 47 SACRALIA ANTIQUA Calzado: Atributo de san Marcos. Camafeo: Pieza noble (ágata, ónice...) grabada en relieve que se usaba como colgante o medallón. En época medieval aparecen en la ornamentación de relicarios, vasos sagrados o encuadernaciones. Camail: Abrigo para los hombros sin capucha empleado en Francia; es vestidura clerical. Camarín: Pequeña cámara elevada detrás un altar donde se encuentra una imagen. Camarlengo: Jefe de servicios con funciones importantes en algunas cortes europeas. En Roma es el cardenal que custodia las llaves del cónclave. Camauro: Especie de solideo del Papa que llega hasta las orejas; el de invierno es de terciopelo rojo y el de verano es de seda roja con los bordes de piel de armiño. El papa Juan XXIII lo volvió a utilizar, y también el actual Benedicto XVI. Fig. 308 Cambuta: Denominación predilecta en la edad media del báculo episcopal. Camelaucum: Cobertura de la cabeza que llevaba el Papa y de la cual derivan la tiara, la corona papal y la mitra litúrgica. En el siglo IX y en el Liber pontificalis ya se cita como ornamento de la cabeza de los papas. Fig. 309 Camellos y Reyes Magos: Atributo de san Menas. Camilo de Lelis, sacerdote (On. 14 de julio): Sus atributos son Cristo y enfermo. Camino real: Carretera ancha, la construcción y conservación de la cual corre a cargo del Estado. Camisia: En el lenguaje medieval significaba: 1. El alba; 2. Los manteles del altar; 3. La bolsa de los evangeliarios y de los misales; 4. El roquete. Los significados 1 y 4 todavía hoy son vigentes. Campana (campanum): Nombre que recibía este instrumento ya en el siglo VI. También se denominaba signum, nola, clocca (de aquí que “cloquer” en Catalunya sea el campanario). En Occidente ya es conocida en el culto en el siglo VI, y no sólo como campana de mano, sino también como campana suspendida. Las campanas hacia el año 800 se extendieron por doquier para el servicio del culto divino, incluso en las pequeñas iglesias. En Oriente entraron en el siglo IX, estando limitado su uso litúrgico y no pudiendo llegar a sustituir, ni hasta hoy, al antiguo semantron. En sus inicios las campanas no tenían ninguna forma y eran pequeñas; a menudo tenían cuatro u ocho caras. En tiempos más antiguos estaban formadas por láminas de hierro o de cobre cortadas; en el siglo IX las había de fundición (vasa fusilia) y hechas en la fragua (vasa productilia). Más tarde todas las campanas fueron de fundición. En el siglo XI ya eran numerosas en muchas iglesias, y se observa la costumbre de darles un nombre para distinguirlas. Los nombres de las campanas se tomaban del santo al que estaban dedicadas, del nombre del que las financiaba, del fin especial al cual se destinaban o de alguna especialidad de la campana (gloriosa, etc.). Existe la célebre “gloriosa” de la catedral católica de Erfurt que pesa 7 toneladas; la “Tomasa” de la catedral de Barcelona que tiene un sonido muy majestuoso y pesa tres toneladas. El rito de la bendición de las campanas se puede seguir hasta el siglo CAL VIII, pero este rito era muy sencillo en sus inicios y su uso se generalizó. La significación litúrgica de la campana está comprendida a menudo en la inscripción que lleva: Vivos voco (invita a la oración al tocar, por ejemplo, alabar a Dios, el Angelus o toque de queda), mortuos plango (toca a muertos y a entierro), festa decoro (toca en la vigilia de las festividades y en el mismo día, para las procesiones y en los bautizos), fulgura frango (tocar a buen tiempo). Las campanas, que por razón de la bendición se han convertido en objetos sagrados (res sacra), no pueden servir para finalidades profanas sin el consentimiento expreso o tácito del obispo. Sin embargo se han hecho conciertos de campanas entre los campanarios de una misma ciudad, como Barcelona en 2002. Campana: Atributo de san Antonio abad, san Paulino de Nola, san Pedro Nolasco y la Virgen María de Nuria. Campanario: Torre con aperturas en forma de ventanas donde se cuelgan las campanas para ser tocadas y volteadas a fin de que sean oídas en las cercanías de la iglesia. Pueden ser torres —normalmente cuadradas— de varios cuerpos. Son famosas las torres-campanarios del románico como las de Taüll, Bohí y la de la catedral de Vic. El campanario acostumbra a convertirse en el símbolo de un pueblo. Campanario de espadaña o de pared: El que no forma torre sino que tiene una sola pared o muro en el cual se abren el arco o arcos en los que se encuentran suspendidas las campanas. Fig. 43 Campanas bendición (benedictio signi vel campanae): Antes del concilio Vaticano II: Esta ceremonia también se denomina bautizo de campana, por razón de la purificación con agua bendita. Es un sacramental con el cual “se santifican las campanas” que servirán para el culto; era reservado al obispo. Consistía en rezar los siete salmos penitenciales, aspergerla con el agua bendita y purificar la campana, ungir con el oleum infirmorum y con el santo Crisma, perfumar con el incienso que se quema bajo la campana —en la concavidad— y por último cantar el evangelio que hace referencia a la visita de Jesús a Marta y María: una referencia a la finalidad de la campana, que es llamar a los fieles a buscar el unicum necessarium. Los rasgos fundamentales de la bendición de la campana ya aparecen en el sacramentario de Gellone (siglo VIII). En el siglo XII la ceremonia (ritos) ya aparece completa en el Pontifical, excepto el evangelio del final, que se introdujo en el siglo XIII.* Campanas (inscripciones de): Inscripciones que se acostumbraban a poner en las campanas a partir del siglo XIII, sacadas de pasajes de la Sagrada Escritura, de jaculatorias, de invocaciones, de indicaciones del significado y finalidad de la campana, de datos de su mecenas, del fundidor, de la fecha de su construcción, etc. Al principio estas inscripciones eran incisas, y después serían generalmente repujadas. A menudo se encuentran redactadas de manera que la campana habla en primera persona: Vivos voco, mortuos plango, festa decoro. En la campana de la catedral de Barcelona denominada “Montserrat” se lee: cantate Domino canticum novum. Campanas (tocar las): Antes del concilio Vaticano II: Servicio litúrgico que, en el día de la ordenación, era confiado al ostiario, poniéndole en la mano la cuerda de tocar las CAM J. M. MARTÍ BONET campanas o tocando una pequeña campanilla. Es una ceremonia que en el siglo XIII se introdujo en el rito del conferimiento de la orden del ostiariado.* Campanas del altar (campanula, skilla, cymbalum, tintinnabulum): Campanilla que sirve para señalar el comienzo de una ceremonia o la celebración de la misma. Se tocaba normalmente: 1. En el Sanctus y en la elevación durante el santo sacrificio de la misa; 2. En los viáticos. Era costumbre muy primitiva tocar la campanilla en el inicio de una función o ceremonia; tocarla a la hora de la elevación y en los viáticos era costumbre ya en el siglo XII. En el siglo XIII lo prescriben diferentes sínodos. Durandus (finales del siglo XIII) afirma que el toque de la campanilla era algo de uso general.* Campanero: Sacristán que en la edad media ostentaba el cargo especial de tocar las campanas. Hasta el siglo XX había asociaciones de campaneros en Cataluña de los principales campanarios de los pueblos (Cervera, Esparreguera...). En épocas anteriores se les llamaba “sonadores”. Campaniense: Cerámica lisa, con barniz negro y decoración de palmetas, estrías, círculos y flores de pintura blanca producida originariamente en la región italiana de la Campania, en época romana republicana. En Cataluña fue muy frecuente. Campanilla: Se usaba especialmente en la iglesia durante la misa en la consagración o elevación. Aun así, después del concilio Vaticano II en muchos lugares ha entrado en desuso.** Campanula: V. Campanilla Campo: Regreso nostálgico a formas que anteriormente se consideraban pasadas de moda (Susanna Sontag en 1964 lo escribió en la Review, especializada en arte). Campo: V. Heráldica Canal: Conducto que sirve para dar paso a algún líquido en los tejados, etc. Canalera: Hilera de tejas colocadas con la concavidad hacia arriba, que recoge el agua de la lluvia y la echa fuera del tejado. Canaleta: Canal o estría que aparece en vertical o tronco de las columnas. Fig. 118-121 Cancel: 1. Las verjas de todo tipo que se usan en la iglesia; 2. Desde el siglo IV se da este nombre a las verjas de los altares. En sentido translaticio es denominado cancellus el coro de la iglesia, en oposición a la nave, por razón de las rejas que lo separan de la misma; 3. Cierre interior de planta rectangular formado por tabiques laterales y frontales que pueden ser de vidrio resistente. Empleado en las iglesias. Canciller: Superior curial de las curias diocesanas. Es también secretario general del obispado, por lo menos en la actualidad. Cancillería: Secretaría de un oficio o de un personaje importante: reyes, papas, emperadores, condes, obispos, abades... La de los papas se llama cancillería apostólica. Candado en la boca: Atributo de san Ramón Nonato. Candelabro (cereostatum, cereostatarium, ceroferarium, ceroferale, cerogerulum y más tarde candelabrum): Utensilio para aguantar los cirios, empleado desde muy antiguo en el servicio del 48 culto junto a las lámparas. Según su finalidad, los candelabros varían, siendo fijos, portátiles, fijos en la pared, colgados, lámparas o filas de cirios. La forma y ornamentación de los ciriales destinados al culto varía según el estilo predominante en el arte. El material empleado para su construcción es el bronce, el cobre, el hierro, y para candelabros de mejor calidad la plata. El románico y el gótico propiciaron la creación de muchos candelabros. Se pueden ver, por ejemplo, en el Museo Diocesano de Barcelona. Fig. 227 Candelabro del cirio pascual: Candelabro de madera, de hierro o de piedra para sostener el cirio pascual. Los más bellos candelabros de piedra trabajada son los de San Pablo y otras iglesias de Roma, bellas creaciones de los siglos XII y XIII. En la Sagrada Familia (Barcelona) hay un candelabro pascual diseñado por el arquitecto Gaudí. Candelabro de siete brazos (eptá photos lygnia): Candelabro de siete brazos que en el rito griego acostumbra a encontrarse tras el altar. Candelabro de siete brazos: Atributo de san Zacarías, padre de Juan Bautista. Candelabros: Candeleros que tienen diferentes brazos o ramas. Después del concilio Vaticano II, no está determinada la cantidad de los que hay que disponer para la misa. Se pondrán —dice el misal— sobre el altar o cerca de él. Candelabros de los apóstoles: Candelabros para los cirios que se tienen que encenderse el día de la consagración de la iglesia y el día de su aniversario ante las cruces de los muros interiores del templo, las cuales señalan los lugares ungidos con el santo Crisma. Son llamados candelabros de los apóstoles porque los cirios que sostienen simbolizan los doce apóstoles; esta sería la razón por la qual estos cirios a menudo se encuentran decorados con la imagen de los apóstoles.* Candelabros de pared: Candelabro en forma de brazo en una pared. Candelabrum: V. Candelabro Candelero: Enser consistente en un pie más o menos largo, un soporte redondo en el extremo superior que sirve para que se aguante una candela o un cirio. Cándida, virgen y mártir (On. 10 de septiembre): Su atributo es la copa. Canecillo: Pieza de piedra con forma de ménsula que sobresale de una pared para sostener una cabeza de viga. Fig. 128 Canéfora: Estatua de chica con una canasta de flores sobre la cabeza como una cariàtide. Canna: 1. Nombre del vaso para contener el vino que sirve en el ofertorio de la misa, denominado también vinajera, 2. La fistula para sumir el sanguis del cáliz a la hora de la comunión. Canon: Himno cantado por dos coros en el ordo (laudes) del oficio griego. Este himno se divide en nueve partes o canciones, y cada canción está formada por una estrofa de introducción (eirmós) que da las melodías para las otras. Su pensamiento fundamental está sacado de algún cántico bíblico; siguen algunas estrofas (troparion), de las cuales una está dedicada regularmente a la Virgen María (theotókion), otras a la Resurrección (anastásimos), a la Santa Cruz y a 49 SACRALIA ANTIQUA la Resurrección (stauroanastásimon), a la Santísima Trinidad (triádikon), o al santo del cual es la festividad. Se acaba con una estrofa cantada por los dos coros en medio de la nave (katabasía), que generalmente es una repetición de la eirmós. Las estrofas están separadas las unas de las otras por rimas que se repiten en forma de invocaciones o alabanzas, o con versos de la Sagrada Escritura. Canon episcopal (canon espicopalis): Antes del concilio Vaticano II: Libro que sólo el obispo podía emplear; tiene formato in folio y contiene la Praeparatio ad missam, la Ordo missae, los prefacios y el canon y, al fin, la acción de gracias. Cuando el obispo celebraba, tanto en la misa privada como la pontifical, lo tenía detrás de los corporales, en el lugar de las sacras. Toma el nombre de canon de su parte principal y más importante.* Canon mayor: Parte de la misa del rito romano que empieza con el Sanctus y acaba con el Pater noster, y contiene el acto de la consagración y con este la esencia del sacrificio; es denominado simplemente canon. La anáfora de los ritos orientales corresponde al canon del rito latino, pero comprende también, además del rito de la consagración, el rito de la comunión, que en el rito latino forma una pieza aparte. El canon se decía en voz baja desde los tiempos más antiguos, mientras que la anáfora se dice en voz alta en todos los ritos orientales. Después del concilio Vaticano II se dice en voz alta. El nombre canon (o regla, norma fija), canon actionis, es de origen romano. El mismo nombre aparece en el Gelasianum y en una carta de san Gregorio Magno, donde se dice que la parte de la misa llamada canon es la regla y la norma fija e invariable para el acto del sacrificio eucarístico; por este motivo también es conocido como regula. Los materiales de los cuales se dispone no son suficientes para rehacer la antigua historia del canon, y una reconstrucción del mismo, tal y como estaba en el siglo IV, no es posible. La teoría que supone que el canon era igual que la anáfora de los ritos orientales, que parte de las oraciones de antes de la consagración fueron transportadas al final, no está lo suficientemente fundamentada. Desde el papa Gelasio I el canon ha sufrido pocas modificaciones: no ha habido ninguna importante desde san Gregorio hasta ahora; fue él quien introdujo la frase diesque nostros in tua pace disponas. Después del concilio Vaticano II se pueden emplear otros formularios a pesar de que la parte principal es inamovible. Se llaman los cánones. Según su estructura, el canon 1º está formado por la oración introductoria Te igitur, el Memento vivorum, el Communicantes, el Hanc igitur y el Quam oblationem, la relación de la Santa Cena con las palabras de la consagración que constituyen la fórmula de la consagración y que van acompañadas de la elevación mayor, la Unde et memores, las oraciones Supra quae propitius y Supplices te rogamus, el Memento defunctorum, el Nobis quoque peccatoribus con el Per quem omnia y la pequeña elevación al fin. Antiguamente, como se deduce del Gelasianum y es así en realidad, el prefacio era cantado con el canon. Hablamos siempre del canon primero según el concilio Vaticano II. Más tarde el canon empezó —y esto ya lo encontramos en el siglo IX— con el Te igitur como lo hace hoy. El canon (el primero) es invariable durante todo CAN el año litúrgico. Solamente el Communicantes y el Hanc igitur oblationem experimentan algunas pequeñas modificaciones en algunas festividades del año: el Communicantes de Navidad, Epifanía, Jueves Santo, Pascua y Pentecosta; el Hanc igitur en las dos últimas festividades. El canon de la misa ambrosiana, desde la edad media es igual al romano (primer canon); en cambio el canon mozárabe que es muy corto, excepto las palabras de la consagración, y antes la relación de la última cena, es totalmente diferente. Consta de una oración para la transubstanciación, la consagración, una oración diferente según la festividad o el día, dicha oración post pridie y una oración final. Debía de representar una forma del canon tal como estaba también en uso en el rito galicano.* Canon menor (Canon minor): Conjunto de oraciones que acompañan al ofrecimiento del pan y del vino que se tienen que consagrar; son el Suscipe, sancte Pater, en el ofrecimiento de la hostia, el Offerimus tibi en el ofrecimiento del cáliz, las dos oraciones In spiritu humilitatis y el Veni sanctificator que las siguen, el salmo Lavabo al lavarse las manos. Toma los nombres de canon, norma o regla porque constituye la norma del ofertorio que nunca cambia, así como son siempre inmutables las oraciones que se dicen a la hora de la consagración, norma y regla de transubstanciación; se llama canon menor para distinguirlo del canon mayor (o primer canon). El canon menor se formó en el siglo XI, si bien algunas partes de él son muy anteriores. El uso y la costumbre lo habían introducido, mostrando una gran diversidad de formas, hasta que la reforma de san Pío V, tomando la que ya era general en el siglo XIII en Roma, la extendía y la hacía obligatoria por todas partes.* Canónigo: Clérigo secular que en un principio vivía o podía vivir en comunidad cerca las catedrales o grandes iglesias y seguía unas reglas o cánones, de aquí el nombre de “canónigo” (canonicus); tomaba este nombre en contraposición a los otros clérigos y a los religiosos. El canónigo es hoy el miembro de un capítulo catedral o de una colegiata con plenitud de derechos. Anteriormente al concilio Vaticano II, estaban entre ellos las siguientes dignidades o cargos superiores: arcediano, decano, arcipreste, preceptor, maestroescuela, lector, fabriquero, archivero, chantre... Algunos continúan todavía hoy en día. Canónigo de San Rufo (Aviñón): Perteneciente a la congregación regular de la colegiata de San Rufo de Aviñón, donde fue abad el que sería obispo de Barcelona san Oleguer (siglo XII). Se extendió mucho por Cataluña, Provenza y norte de España. Canonización: Definición infalible del Papa como Pastor Supremo y Maestro de la Iglesia, por la cual, según la doctrina de los teólogos, un beato o beata es reconocido entre los santos mediante el acto de la canonización basada en dos milagros nuevos, posteriores a la beatificación, obrados por su intercesión; milagros que tienen que haber sido constatados y probados, a conciencia y con rigor, como auténticos e indudables, del mismo modo que antes en la beatificación se precisaba uno o que se demostrara que fue mártir. Por este acto de canonización el beato o beata es aceptado en el catálogo (canon) de los santos CAN J. M. MARTÍ BONET reconocidos por la Iglesia de una manera definitiva, inapelable e invariable. Las celebraciones litúrgicas de las canonizaciones se realizan en la iglesia de San Pedro de una manera parecida, pero más solemne que las celebraciones de la beatificación. La canonización tiene por efecto que el santo canonizado, sin necesidad de un permiso especial, dejadas todas las limitaciones que existen para el culto de los beatos, puede ser venerado públicamente por toda la Iglesia, celebrarse su festividad con su misa y oficio, erigírsele iglesias, oratorios públicos y altares, colocarse su imagen y exponerse sus reliquias, con tal que se observen las prescripciones litúrgicas. Hasta el siglo XII los obispos podían canonitzar en sus diócesis; el papa Alejandro III (1181) les privó de este derecho. El proceso que se instruye hoy en día, extraordinariamente riguroso, regulado hasta los más pequeños detalles, proviene de Urbano VIII (1625), de Benedicto XIV (1745), y últimamente del papa Pablo VI, así como del papa Juan Pablo II, que canonizó y beatificó a decenas de cristianos y cristianas.* Benedicto XVI continúa con el mismo ritmo. Canopi (o canopo): Elemento funerario usado en la civilización egipcia desde el Imperio Antiguo (2000 aC.) para contener los restos viscerales momificados del difunto. Cántaro: Pieza de cerámica griega con forma de copa y dos asas alargadas, montada sobre un pie alto. También se produjo en metal y fue imitado a Etruria y Roma. Cántaros: Atributo de santa Justa y santa Rufina. Cantata: Composición musical para una o más voces con acompañamiento de bajo continuo (sonidos instrumentales graves persistentes a lo largo de la pieza musical). Se denomina también oratori en Italia, y motete en Francia (son importantísimas las cantatas de J.S. Bach). Cantatorium: 1. El trozo del antiguo antifonario romano que contiene el gradual, el aleluya y el Tractus. Estos son los fragmentos que el cantor canta en el ambón, después de la epístola; 2. El libro que contiene extractos de estos cantos por razón de la comodidad del cantor, para llevarlos consigo al ambón en lugar del antifonario.* Cántico de aleluya: El canto formado usualmente por un doble aleluya, un verso de la Sagrada Escritura y otro aleluya (pequeño cántico de aleluya). En tiempo pasqual este cántico es ampliado con otro verso y otro aleluya (cántico mayor de aleluya) y se une inmediatamente al canto de la epístola o sino se une al gradual. El canto de aleluya ya tiene la forma actual en el Antifonario de san Gregorio I Magno.* Canticum: Canto de alabanzas a la hora de la oración de la iglesia, sacado de algún libro canónico y no del libro de los salmos. El oficio divino, desde muy antiguo, admitió los cánticos junto a los salmos. El Nuevo Testamento ha proporcionado tres cánticos: el cántico de Zacarías (Lucas 1, 68, ss), el Magnificat (Lucas 1, 46 ss) y el cántico de Simeón (Lucas 2, 28 ss); los dos primeros también se nombran en los evangelios y se rezan a finales de las laudes y de las vísperas, y el tercero detrás de las completas. Muchos de ellos son cánticos que son sacados del Antiguo Testamento, pero nunca adquirieron una posición tan preeminente como los cánticos del Nuevo Testamento; fueron equiparados a 50 los salmos. Aparecen en el breviario romano; en el breviario monástico varían según las fiestas y según los tiempos litúrgicos, y los encontramos esparcidos por todas partes. Canto figurado: V. Canto polifónico Canto gregoriano (cantus gregorianus): Denominación del canto litúrgico de coral reformado por san Gregorio Magno. La influencia de este santo lo hizo crecer, expandirse y le dio nombre. Canto homofónico: Tipo de canto en el cual la melodía de la voz es el elemento principal sin ir acompañada de otras voces, siendo la cosa principal en ella la impresión armónica del periodo. La armonización homofónica entra en el siglo XVII, sustituyendo a la polifónica, que había predominado hasta aquella época. Canto polifónico (contrapuntado): Canto de muchas voces en el cual las voces acompañantes están combinadas armónicamente con la voz fundamental (cantus firmus), pero formando melodías independientes y mostrando una dirección de la voz independiente. El canto polifónico es esencialmente un canto acompasado, presupone que cada nota tiene una determinada duración. Se llama canto figurado por razón de las muchas figuras que intervienen en él en las diferentes voces. Procede del discantus y adquirió su máximo esplendor con las grandes composiciones eclesiásticas de los siglos XV y XVI. Canto del pueblo: El canto en la lengua del pueblo. Está permitido sin restricciones en las devociones privadas, en las misas denominadas antes del concilio Vaticano II “privadas”, en las devociones del pueblo, etc.; en los actos litúrgicos del culto está permitido sólo cuando hay una costumbre que ha establecido un derecho y mientras el canto popular no perjudique el canto litúrgico o lo sustituya de alguna manera. Sin embargo después del concilio Vaticano II es aceptado y promovido abiertamente. Canto de responsorio (cantus responsorius): Canto litúrgico ejecutado por unos “primicerios” que se alternan con el coro (pueblo), no como en las antífonas donde un coro está frente al otro con la misma significación, sino que los “primicerios” dominan el coro y tienen la dirección. El cantus responsorius está documentado ya en el siglo IV. Cantor: 1. En la antigua lengua litúrgica significa el salmista; 2. El precentor. V. Schola cantorum; 3. Los beneficios fundados en Inglaterra en la edad media “para cantar misas” (ad missas cantandas). Cantoral: Libro de cantos religiosos para el coro o bien en formato pequeño manual. Cantorías: Lugares dentro de las iglesias para los cantores, por ejemplo en Santa María del Mar de Barcelona o en la misma catedral de esta ciudad. Son célebres las de Florencia por su trabajo escultórico de Luca della Robbia y de Donatello. Fig. 177 Cantus directaneus (cantus in directum): Manera semitonada de cantar los salmos sin antífonas, sin modulación y a coro (in tono recto), todo seguido sin interrupción y por todo el coro (synphonice). Es citado por primera vez en la regla de san Benito y en las reglas de los monjes de san Cesáreo y san Aureliano (primera mitad del siglo VI). Según la 51 SACRALIA ANTIQUA regla de Guillermo de Hirschau (I, 86), el sacerdote en las misas denominadas “privadas” debe hacer uso del canto in directum, pronunciar en un mismo tono.* Cantus firmus: V. Tenor Cantus hypophoricus: V. Cantus tractus Cantus planus: V. Tenor Cantus tractus: Canto de los salmos todos seguidos por un solo cantor, sin antífonas y sin interrupción para un responsorio, mientras el resto del coro escucha. Este canto era usual en los monasterios de Egipto, según Cassiano, san Jerónimo y las reglas de Serapión Macario y Paphunius. El cantus hipophoricus era una variante del cantus tractus en el cual el pueblo añadía al final de los salmos cantados con cantus tractus, un pequeño verso en forma de responsorio. Caña: Tronco o fuste de la columna, también llamado fuste; es la parte comprendida entre la base y el capitel. Cañón: Atributo de santa Bárbara y san Estanislao de Kostka. Cañón, bóveda de: Nombre que se da a una bóveda de sección semicircular, la forma básica de la cual es un cilindro (cañón) cortado por la mitad. Fig. 158 y 159 Caoba: Madera noble usada en ebanistería por sus cualidades de color, homogeneidad, dureza, resistencia, facilidad para trabajarla y pulir. Caolín: Arcilla de color blanco, refractaria, formada por descomposición de feldespato. En cerámica se usa para obtener porcelana. Capa del incienso: Nombre que se daba a la capa pluvial empleada en la incensación, cuando se cantaban vísperas muy solemnes.* Capa de vísperas: Nombre de la capa pluvial, así nombrada por el uso que se hace de ella en las vísperas solemnes.* Capellanía, derecho de: En época medieval, especialmente antes del Tratado de Worms (1122), el capellanus era el amo de una iglesia propia. Normalmente era laico. Los derechos derivados del título de propiedad eran los de capellanía. Capellanus: En la segunda mitad de la edad media se daba este nombre a los clérigos que tenían confiado el cuidado de la capilla del palacio de los reyes de Francia; 1. El clérigo que tiene un beneficio en una capilla o altar, que debe cuidar por carga implícita al beneficio que posee; 2. El clérigo destinado a la ayuda de otro en el ejercicio de los actos del culto y de los ministerios sacerdotales; 3. El clérigo auxiliar de los dignatarios de la Iglesia: del Papa, de los cardenales, de los obispos, de los abades y de los otros prelados. Su misión es de representarlos en las funciones del culto y la de asistirlos en los pontificales, sea como asistente, sea como maestro de ceremonias; 4. El clérigo que tenía confiada la celebración de los actos del culto en las capillas de los palacios de los nobles de los castillos; 5. El cura castrense que ejerce su ministerio entre soldados que están en el quartel o en campaña; 6. Antes del Tratado de Worms (1122) se llamaba capellanus al amo de una iglesia propia; después de este tratado se denominará patronus con menos derechos que el capellanus de la iglesia propia; 7. A veces se da el nombre de cura al rector de una parroquia. El antiguo Derecho Canónico (can 479) da el nombre de cura al clérigo que cuida de iglesias de religiosas, que hace las funciones en CAN las asociaciones religiosas y de las hermandades y en otras entidades religiosas aprobadas por la Iglesia. Capellus: El sombrero (o capelo) de los cardenales, de los obispos, de los abades y prelados, así como el que se ponen con largas borlas sobre el escudo. Exactamente, como antes hemos dicho, las borlas del cardenal son cinco (las últimas a cada lado del escudo) y las del arzobispo cuatro, los obispos tres y los prelados y abades dos. V. Capelo Capelo: Sombrero eclesiástico. Parte de la indumentaria de dignidades eclesiásticas. Los cardenales tienen un capelo rojo con 15 borlas rojas dispuestas en 5 niveles formando un triángulo. En el caso de los primados y patriarcas el capelo es verde con 15 borlas verdes, y en los arzobispos el mismo capelo con 10 borlas verdes ordenadas triangularmente en 4 niveles. También es de color verde el sombrero de los obispos y abades con jurisdicción, llevan 6 borlas verdes en 3 niveles formando un triángulo. El violeta con borlas rojas es propio del administrador apostólico. Capelo de cardenal: Atributo de san Buenaventura, san Jerónimo, san Pedro Damián y san Roberto Belarmín. Capelo de cardenal en el suelo: Atributo de san Francisco de Borja y san Viecente Ferrer. Capero: Sacerdote que asiste al altar o al coro con la capa pluvial. Capialzo: Alféizar del intradós de una bóveda. Capilla (capella): 1. Nombre de todo departamento o habitación que sirve para el culto y no tiene el carácter de iglesia (ecclesia) sino que es un oratorio público, semipúblico o privado. En el siglo IX, en el sínodo de París del año 829, ya aparece la palabra en este sentido, por lo que es una palabra muy antigua en Francia para designar estos tipos de oratorios y distinguirlos de la iglesia parroquial; 2. Construcción adosada o edificada en una iglesia, que sirve para celebrar la misa y otros actos del culto divino; 3. Conjunto de casullas y otros ornamentos para celebrar la misa solemne; este significado de la palabra capilla aparece a finales de la edad media; 4. Conjunto de ornamentos y otros utensilios y reliquias pertenecientes a una capilla; la palabra capilla ya tenía este significado en época carolingia, pero lo perdió a finales de la edad media; 5. Coro que canta los oficios divinos en las iglesias. Capilla pequeña (maqueta) en las manos: Atributo de san Ambrosio, san Agustín, santo Buenaventura, san Gregorio Magno, san Jerónimo, santo Tomás de Aquino, santos benefactores de iglesias, santos doctores (los cuatro principales: Agustín, León I, Gregorio I y Ambrosio), santos fundadores y santos restauradores de iglesias. Capilla rodeada de agua: Atributo de san Clemente papa. Capilla del Santísimo: Capilla adecuada en armonía con el conjunto de la iglesia, de forma que esté bien a la vista de los fieles, y posibilite que el Sacramento de la Eucaristía reciba adoración y se convierta en un lugar muy adecuado para la plegaria privada.** Capillo: Capucha de velo blanco que se pone al niño al final del bautismo. Capiscol: Cantor primero entre los siglos X y XIII en las catedrales. V. Chantre CAP J. M. MARTÍ BONET Capitale: V. Almohada Capitel: Elemento arquitectónico que corona la parte superior de la columna, el cual generalmente se compone de tres partes: el astrágalo o collarín que une al fuste; la parte de enmedio, que puede ser lisa o decorada y que se denomina tambor o friso; y el ábaco, sobre el cual descansa directamente un arquitrabe o arco. El capitel es el elemento más característico de la columna, y toma el nombre del orden arquitectónico o estilo al cual pertenece: jónico, dórico, corintio, acampanado, angular, continuo, de balaustre, de moldura, de doblado... Capitel árabe: Fig. 49 Capitel bizantino: Fig. 50 Capitel corintio: Fig. 48 Capitel dórico: Fig. 46 Capitel egipcio campaniforme: Fig. 45 Capitel egipcio: Fig. 44 Capitel jónico: Fig. 47 Capitel románico y gótico: Fig. 51 Capitulares: Los miembros del capítulo de una catedral o colegiata con plenitud de derechos. Capitularia: Es un registro de las lecturas del evangelio de la misa. Equivale al comes. Capitulum (lectiuncula): 1. Lectura breve de algunas líneas de la Sagrada Escritura en las vísperas y completas, laudes y horas menores del oficio romano, sin indicar su procedencia y sin que la bendición las preceda. Deriva del oficio prescrito por la regla de san Benito, en el cual todas aquellas horas tienen un pequeño capítulo; 2. La clerecía de una catedral o de una colegiata que forma una corporación con administración propia. Su misión, como corporación, es la de celebrar el rezo de las horas canónicas en comunidad, la misa conventual, celebración de los aniversarios y hacer las otras funciones religiosas que le corresponden. Si el capítulo tiene una parroquia aneja, el parochus principalis, y no el capítulo, es el que ejerce las del ministerio parroquial y celebra las funciones parroquiales, el rector escogido entre los miembros del capítulo. Los individuos de un capítulo que tienen la plenitud de derechos se denominan canónigos o capitulares que preside el decano. Los cargos honoríficos o de jurisdicción del capítulo, como el decano, arcipreste, arcediano, chantre, por ejemplo, antes del concilio Vaticano II se denominaban dignidades. El nombre capitulum data del siglo XIII, y antes de esta fecha era llamado conventus. Este nombre viene del fragmento de la regla que se leía a la clerecia secular que vivía en comunidad bajo una regla canónica cuando se reunía en la catedral o una iglesia grande.* Capocielo: Antigua denominación milanesa del baldaquino del altar. Cappa: 1. Cappa choralis; 2. Capa pluvial; 3. Vestido de bautizar que se usaba en época medieval; 4. El baldaquino en la edad media. Cappa magna: Antes del concilio Vaticano II: Gran manto con larga cola sostenido por un clérigo (caudatarius), más grueso que la capa coral de la cual deriva; rodea todo el cuerpo y en invierno tiene capucha de piel. El uso de esta capa es un 52 privilegio de los cardenales, de los patriarcas, de los obispos y de algunos prelados. Si los que tienen privilegio de cappa magna pertenecen a alguna orden, su color es el del vestido de la orden, si no es el caso, es roja para los cardenales, quitado en tiempos de Cuaresma y de luto que es morada; los otros la llevan morada. Si es concedida a canónigos, sólo la pueden llevar en el coro, y si no tienen un permiso especial la tienen que llevar con la cola recogida bajo el brazo y fuera del coro sólo la pueden llevar cuando van en corporación. La cappa magna tiene su origen a finales de la edad media.* Cappa rubea: 1. Manto papal de principios de la edad media; 2. Manto que llevaba el Papa en el día de las vísperas de difuntos, en las madrugas de Navidad y en solemnidades semejantes. Desde Todos los Santos hasta Pascua, era de color rojo, de lana o de terciopelo, abierto por delante hasta el pecho, forrado de armiños y con una gran capucha. En tiempos del papa Pío VI cayó en desuso. Cappella cardinalicia: En lenguaje romano, las misas solemnes y las vísperas en Roma en las cuales está presente el colegio de cardenales o los cardenales de una congregación, por razón de celebrarse una fiesta o una solemnidad especial. Cappella Pontificia o Papal: En lenguaje romano: 1. Las funciones litúrgicas solemnísimas (vísperas, maities, misa pontifical, etc.) a las cuales asiste el Papa rodeado de los cardenales asistentes al trono y otros dignatarios, celebradas en ciertos días y fiestas del año litúrgico, o en determinadas ocasiones, sea el mismo Papa el celebrante o sencillamente asistente. Hoy sólo se celebran en la capilla del palacio del Vaticano (Capilla Sixtina) o en la iglesia de San Pedro y aun en la plaza de San Pedro. Antes de la ocupación de Roma (o de la unificación italiana, 1868) también se celebraban en ciertas iglesias de la ciudad; 2. El conjunto de personas que pueden tomar parte en estas funciones como asistentes del Papa, como cantores (Capilla Sixtina), o como ministros. Caput jejunii: El miércoles de ceniza; este nombre ya aparece en el año 700, y se denominaba así porque en ese día, según el rito romano, empezaba la Cuaresma, y todavía hoy es así. V. Miércoles de ceniza Carabela: Atributo de la Virgen María del Carmen, santa Madrona y santa María de Cervelló (santa María de los Socorros). Carasa: Escultura en forma de cara humana o de animal que se utiliza como ornamento en las fuentes y en las bóvedas de ciertos portales o ventanas, etc. Bajo el órgano se ponía una escultura que representaba la cabeza de un moro. Por ejemplo en la catedral de Barcelona. Fig. 52 Cardenales diáconos (suscripción): V. Privilegios papales solemnes Cardenales obispos (suscripción): V. Privilegios papales solemnes Cardenales presbíteros (sacerdotes) (suscripción): V. Privilegios papales solemnes Cariátide: Fig. 56 Carillón: Juego de campanillas afinadas con varias notas y colocadas en un aro que, al hacerse girar, produce un repentino y armonioso toque de campanas. En la catedral de Barcelona se emplea en el inicio de la conventual y durante la elevación en esta misa solemne. El gran arquitecto Gaudí 53 SACRALIA ANTIQUA diseñó un carillón para la iglesia de la Colonia Güell.** Fig. 18 y 260 Carina (carena): La penitencia pública eclesiástica que duraba desde el miércoles de ceniza (expulsio poenitentium) hasta el jueves santo (reconciliatio poenitentium). Carlos Borromeo, arzobispo y cardenal (On. 4 de noviembre): Sus atributos son cuerda, cráneo y látigo. Carnarium: Antigua denominación del cementerio; que a veces también se usa para referirse a una acequia o fosa común. Carnero (carnarium, charnerium): Capilla de los cementerios con bóveda subterránea (semejante a las bodegas) para sepultar y guardar los huesos sacados de las tumbas. Carpanel, arco: Fig. 14 Carta: Atributo de san Alejandro. Carta cognationis: V. Charistia Carta de Hermandad (fraternitates, confraternitates, consortium, societates fraternae): Unión de conventos o de unas iglesias con otras o de iglesias catedrales y conventos y personas particulares, especialmente príncipes, personalidades nobles y benefactores de los dos sexos, para ayudarse mutuamente con las oraciones en vida y en la participación de los sufragios de los difuntos y las buenas obras tras la muerte. Empezaron en el siglo VII y en el XII alcanzaron un gran desarrollo. Desde el siglo XIII han ido perdiendo importancia, pero se conservaron durante toda la edad media, llegando alguna de ellas hasta los últimos tiempos. Cartas apostólicas (bula): En diplomática el sello o bula de las cartas apostólicas (papales) está sujeto por un conjunto de hilos de seda, rojos o blancos, o de cáñamo. V. Bula y Littera apostolica Cartas apostólicas (datación): En diplomática, en las cartas apostólicas (papales) se encuentra la datación que consta de los siguientes elementos: 1/ Datación (Datum o Fecha); 2/ Lugar (algunas veces con indicación de la Iglesia, por ejemplo apud Sanctum Petrum); 3/ Año de la encarnación (sólo desde Eugenio IV, 1431) que viene escrito en letras, en una sola palabra y utiliza el cómputo florentino, con inicio el 25 de marzo; 4/ El día del mes según el calendario romano (es decir, Kalendae, Nonae e Idus), y siempre en mayúscula la primera letra; 5/ El año del pontificado desde el día de la coronación. Cartas apostólicas (escatocolo o parte inferior de los documentos): En diplomática, el escatocolo de las cartas apostólicas consta de: 1/ Datación (breve); 2/ La cláusula derogativa en ablativo absoluto, que empieza con la fórmula Non obstantibus..., y pueden seguir dos fórmulas características (la comminatio) que es Nulli ergo... y el Si quis autem. Cartas apostólicas (litterae apostolicae): Son documentos papales que presentan una forma mucho más simple y carecen, obviamente, de las características de los privilegios papales solemnes. El texto entero, desde el nombre del Papa hasta la datación, viene redactado en un único bloque de escritura. Sólo el sello es el que atestigua la autenticidad del documento papal. Cartas apostólicas (protocolo): En diplomática, el protocolo de las cartas apostólicas consta de: 1/ Intitulación (N. episcopus CAR servus servorum Dei, o sea el Papa); 2/ Destinatario (en dativo); 3/ La fórmula del saludo (abreviada Salt et aplicam: Bene valete, salutem et apostolicam benedictionem). Cartas cerradas papales: V. Litterae clausae Cartas consistoriales: V. Bula (o Carta solemne y consistorial). Cartas papales de justicia: En diplomática. V. Litterae iustitiae Cartas secretas papales: En diplomática pontificia, se designan con este nombre el documento papal (sobre papel equivalente) a un “breve” emitido en el periodo de Aviñón, época del gran cisma. Comprende los pontificados de Clemente VII (1378-1394) y Benedicto XIII (13941423). No parece que ya con Gregorio XI (1370-1378) se empezara a escribir las “cartas secretas”. Las características de las cartas secretas papales son las siguientes: 1/ Empiezan en la primera línea con el nombre del Papa, sin ningún título, en la forma “Clemens, etc...”, análogamente a como se encuentra en los registros o en las minutas; 2/ Sigue una frase en vocativo (sin indicación del destinatario), empleando la fórmula “Dilecte fili”; 3/ El texto se inicia inmediatamente sin ningún saludo; 4/ La datación sólo indica el lugar, el anuncio del sello, el mes y el día (falta el año del pontificado); 5/ El secretario pone su firma; 6/ El formato es rectangular, en folio; 7/ Se envía cerrado con el “sello del pescador”; 8/ El destinatario se encuentra a la parte exterior del documento doblado. Cartera: Atributo de san Cosme y san Damián y de san Ivo. Carthosa non reformata quia nunquam deformat: Frase de san Bruno. Cartulario: En diplomática, es el libro en el que alguna persona física o moral recibe y transcribe los documentos para su mejor conservación. Puede tener un valor probatorio jurídico. Se denominan también liber instrumentorum, regestum, liber memoriale, codex traditionum, liber privilegiorum, Diplomatarium, Speculum, Liber antiquitatum... Casa del Señor: Construcciones especialmente destinadas a la celebración de la santa misa, erigidas canónicamente y que pueden ser una iglesia, un oratorio público, un oratorio semipúblico o un oratorio privado. Casamiento: V. Matrimonio Casilda, virgen (On. 9 de mayo): Su atributo son flores en la mano. Casimiro, laico (On. 4 de marzo): Su atributo es el lirio y el texto latino Omni die Mariae. Casita rodeada de árboles: Atributo de san Romualdo. Cassiano, obispo (On. 5 de agosto): Su atributo es estilete para escribir. Cassus: Nombre que recibía en la edad media la bolsa de los corporales. Castrum doloris: V. Catafalco Casula: Nombre antiguo de la casulla, no románico según su origen, que derivaría de casa. Casulla (casula, planeta) En rito galicano anphibalus, llamada también en la segunda mitad de la edad media ínfula. Es el vestido superior desde el siglo XI que lleva el celebrante sólo para celebrar el santo sacrificio. Su forma antes del concilio Vaticano II era parecida a la de un escapulario con un agujero para pasar la cabeza; tiene 1 m. o 1,15 m. de largo, la espalda CAS J. M. MARTÍ BONET tiene una anchura de entre 60 y 70 cm., bastante recortada en la parte de los brazos; su forma recordaba a la figura de una guitarra. La casulla española —siempre antes del concilio Vaticano II— tiene la particularidad de que el hombro es de unos 45 cm. de ancho, ensanchándose hacia abajo prograsivamente hasta alcanzar los 60 ó 65 cm. La casulla francesa y la casulla romana tienen el agujero para ponérsela que llega hasta más abajo del pecho. La ornamentación de la casulla alemana consiste en una cruz rectangular en la espalda y una tira delante; la casulla romana tiene un tipo de tira en la espalda y una cruz commissa delante y alrededor del agujero de la cabeza, una especie de ornamentación ancha. Hasta el siglo XIII la casulla era ancha e igualmente larga en todos los lados, muy a menudo llegaba hasta los pies; era una especie de capa que cubría todo el cuerpo, una casulla o una especie de campana, casulla de campana que se tenía que doblar sobre los brazos a la hora de decir misa. Después, por razones de comodidad, se empezó a cortar la casulla más y más de los brazos y al mismo tiempo se recortaba proporcionalmente. A finales de la edad media llegaba por debajo del codo, y por delante y por detrás hasta las rodillas. El escapulario diminuto de la casulla de antes del concilio Vaticano II se extendió hacia los siglos XVII y XVIII; un acortamiento posterior se hacía imposible. Las casullas, hasta el siglo XIII no tenían ornamentación o la tenían muy moderada. A menudo se reducía a una ornamentación en el agujero de la cabeza con una tira recta en la parte delantera que tapaba una costura; una ornamentación en forma de horca de la parte delantera y de detrás de la casulla sin tener la forma de cruz, aparece muy pronto. En los siglos XIII y XIV predomina en Alemania la forma de ornamentación que representa una cruz; en el siglo XV esta forma es sustituida progresivamente por una ornamentación en forma de cruz de brazos horizontales; esta cruz por norma general se ponía sólo en las espalda, mientras delante no se ponía ninguna ornamentación excepto una tira; este sistema fue el más extendido en Alemania y en Francia después de la edad media. En Italia predominaba otro tipo de ornamentación; se introducía una ornamentación transversal entre la ornamentación vertical de la parte anterior, de galón ancho, que rodeaba todo el agujero de la cabeza y llegaba hasta el pecho, de donde salía un tipo de cruz. En las espalda se ponía una sencilla tira vertical. Ya en la España de finales de la edad media era costumbre adornar las casullas con un galón vertical muy sencillo, tanto por delante como por detrás, de modo que la ornamentación actual de las casullas es heredada de finales de la edad media. Antes del siglo XIII, los ornamentos eran por regla general galones bordados. En los siglos XIIIXVI las casullas estaban adornadas preferentemente con bordados de figuras. En los siglos XVII y XVIII las figuras se hacen escasas, pero predominan los bordados de carácter ornamental del gusto y del estilo de aquella época. El material de las casullas debe ser la seda, según las prescripciones de la Iglesia, y no pueden ser la lana ni el algodón. Ya en época carolingia la seda era empleada con preferencia para la confección de las casullas. Los inventarios de la segunda 54 mitad de la edad media están repletos de noticias sobre casullas confeccionadas con sedas preciosas. Pero no sólo entonces, sino después de la edad media, incluso en el siglo XIX, se han confeccionado casullas de cáñamo, de algodón y de lana. En el siglo XVIII se llevaban casullas de paja o de guadamecí en gran número. Esto proviene del hecho que todavía no se había dado ningún precepto sobre materia de las casullas. Antiguamente parece que las casullas eran de un solo color; sólo después del siglo XII se emplean materiales de dos o tres colores para la confección de las casullas, los cuales con preferencia se han usado hasta la actualidad. Las casullas con figuras bordadas eran una especialidad de la edad media, como se encuentran todavía hoy en algunas iglesias y se pueden ver en nuestros museos. En el siglo IX llevaba la casulla el presbítero, así como también los otros clérigos hasta los de órdenes menores, pero debían quitársela el subdiácono antes de leer la epístola y el lector antes de las lecciones. El diácono, los días de penitencia, en lugar de dalmàtica llevaba una casulla doblada por delante (planeta plicata): desde el Evangelio hasta el communio, seguramente por razones de comodidad, la llevaba envuelta transversalmente al hombro derecho. El subdiácono deja de usar la casulla de Roma en el siglo IX, cuando se generalizó la tunicela. Entonces sólo en días de penitencia llevaban la casulla envuelta en forma de planeta plicata. Parece ser que el uso de la casulla entre los otros clérigos se conservó en Roma hasta el siglo X. Así como todavía no había ninguna indumentaria exclusivamente eclesiástica, así tampoco la casulla era exclusiva de la misa. Se convirtió en una indumentaria exclusiva cuando, alrededor del año 1000, empezó a sustituirse por la capa pluvial en otras funciones litúrgicas que no eran la misa. Las ordenaciones sacerdotales en las cuales el ordenante debe llevar la casulla, según prescripción del pontifical, ya aparecen en España en el siglo VII; en Roma en el siglo VIII, incluso los acólitos llevaban casulla el día de su ordenación. Una oración en la ceremonia de vestición ya aparece en el pontifical del siglo XI. La costumbre de llevar la casulla en la espalda hasta el fin de la ceremonia de la ordenación ya era conocida en Roma en el siglo XIII pero no era practicada fuera de aquí ni hasta finales de la edad media. El Felonion del rito griego corresponde a la casulla; es un manto que tiene forma de casulla de campana, hecho de seda, cerrado, el cual ha conservado la forma primitiva de la casulla. Durante la misa no se recoge sobre los brazos sino sobre el pecho, por eso algunas veces es más corto por delante. Los otros ritos tienen por casulla un tipo de manto en forma de capa pluvial, pero le falta el escudo de ésta. Originariamente, como se puede ver en las representaciones, este manto era igual al felonion griego, y, según parece, guarda esta forma hasta finales de la edad media. El uso del felonion entre los griegos es más general que entre los latinos; no sólo está en uso en la misa, sino también en las otras ceremonias litúrgicas, como el uso de la casulla en Occidente hasta el siglo XI. Los lectores también llevan el felonion, que es más corto que el de los presbíteros. Tanto en Oriente como en Occidente el origen de la casulla es el de haber tomado para los usos litúrgicos 55 SACRALIA ANTIQUA un abrigo en forma de capa que antiguamente era de uso cotidiano (latín, paenula; griego, felones).* Casulla (de campana): Tipo de casulla con forma de campana que tapaba por delante hasta los brazos y por detrás todo alrededor; se conservó en Occidente hasta el siglo XIII y en el rito griego todavía hoy está en uso. Casulla: Atributo de san Juan y san Pedro. Casulla que recibe de María Santísima: Atributo de san Ildefonso. Casullas dobles (velos de cáliz dobles, estolas dobles): Piezas de indumentaria litúrgica que se pueden usar por las dos caras. Catafalco: Antes del concilio Vaticano II: Tumba (catafalcus, castrum doloris, lectus mortuorius): Túmulo elevado en medio de la iglesia y no en el coro, rodeado de cirios, donde después de la misa de difuntos se hace la absolución cuando no está el cuerpo del difunto.* Catalina de Alejandría, virgen y mártir (On. 25 de octubre): Sus atributos son cabeza del emperador Majencio, espada, paloma, cráneo, niño Jesús, rueda con uñas afiladas y Majencio a sus pies. Catalina de Génova (On. 15 de septiembre): Su atributo es el corazón. Catalina de Ricci (On. 4 de febrero): Sus atributos son anillo y llaga. Catalina de Siena, virgen y doctora (On. 20 de abril): Sus atributos son anillo, aparición de la Virgen María, corazón, corona de rosas, Cristo, estrella con cinco llagas, libro, lirio, instrumento de pasión, llaga, niño Jesús y santo Cristo. Catalina de Suecia (On. 29 de marzo): Su atributo es la aparición de la Virgen María. Catalina Thomas, virgen (On. 5 de abril): Su atributo es el lirio. Catarata: Pozo que une la “confesión” con la tumba de reliquias en el suelo de la misma; más exactamente, una especie de cercado con reja de este pozo. Cátaro: Relativo a una secta religiosa medieval que pretendía lograr una pureza absoluta de costumbres. Eran dualistas, es decir que creían en la existencia de dos dioses (el del bien y el del mal). El papa Inocencio III promulgó una cruzada y se creó la Inquisición (1209-1229) contra ellos. Catechisatio: Antes del concilio Vaticano II: Rito que tenía lugar el sábado santo, inmediatamente antes del último escrutinio de los que se tienen que bautizar, rito que consiste en santiguar el que va a ser bautizado, la imposición de las manos, la epheta, la exorcización, la unción con el óleo de los catecúmenos y la redditio symboli. Seguramente tomaba este nombre porque daba fin y complemento al catecumenado, y hacía que el aspirante al bautismo (el competens) se convirtiera en un catecúmeno completamente preparado. Catecúmeno (Catechumenus, griego katechumenos, derivado de katéchein, instruir): No es bautizado, pero sí admitido en la preparación para recibir el bautismo; toma este nombre porque comprendía todas las instrucciones éticas y religiosas. Tomaban los nombres de competentes, electi; griego, fotisómenoi, aquellos catecúmenos que, tras recibir la instrucción y de haber aspirado al bautismo, considerándose dignos, después de exorcizados y otras oraciones y ceremonias, abjuraban los CAS errores del paganismo y confesión de fe. El catecumenado no tenía una duración de tiempo determinada. El catecúmeno podía asistir a la misa sólo hasta que las lecturas de la Sagrada Escritura eran terminadas y la predicación que las seguía se había acabado; después eran despedidos con la exclamación Catechumenus exat si quis est recedat o con otra recomendación parecida. V. Traditio symboli Catedral (ecclesia cathedralis, ecclesia maior, summa): Iglesia principal del obispo y iglesia de toda la diócesis, que toma este nombre por estar en ella el trono episcopal (cathedra), la sede magistral, judicial y del gobierno de toda la diócesis. En Italia toma el nombre de Duomo y en Alemania el de Dom, y más raramente el de Munster. Originariamente significaba la casa del obispo y de la clerecía agregada a su iglesia. Después el nombre pasó de la casa del obispo en la catedral. Primitivamente se llamaba Ecclesia Mater. Catenario, arco: Fig. 15 Cathedra: La denominación más distinguida que, desde tiempo muy antiguo, se da al asiento del obispo; por eso la iglesia donde está la sede del obispo se denomina ecclesia cathedralis, o sencillamente, catedral. Cathedra de Pedro (fiestas de la): Dos fiestas del año litúrgico para conmemorar el primado de la Iglesia en San Pedro: la cátedra de San Pedro en Roma (18 de enero) y la cátedra de San Pedro en Antioquía (22 de febrero). Estas dos fiestas eran originariamente una sola fiesta que se celebraba el día 22 de febrero, pero pronto, desde el siglo VII, se dividió en las dos fiestas actuales de las cuales una quedaba en el mismo día y la otra se celebraba el día 18 de enero. El papa Pablo IV extendió las dos fiestas a toda la Iglesia, mientras que hasta entonces incluso no se celebraban. El origen de la fiesta de la cátedra de San Pedro radica en Roma. Para introducir esta fiesta, se tomó la costumbre de la fiesta pagana Charistia o cara cognatio que se quiso desterrar o cristianitzar. Cauda: Cola de la capa magna. Caudatarius: El clérigo que va detrás del prelado vestido con la capa magna sosteniendo la cola de la misma. V. Libro de J. M. Martí Bonet: La catedral de Barcelona. Historia e historias (Barcelona, 2009), p. 147. Causas pías: Son las últimas voluntades de los difuntos manifestadas normalmente en sus testamentos. Hasta el siglo XX, existía el tribunal de Testamentos y Causas pías que se ocupaba de las causas referentes al aspecto espiritual (misas, aniversarios, obras benéficas...) y designaba a los albaceas sustitutos para los asuntos de carácter piadoso. En Barcelona se creó este tribunal con motivo de la concordia entre Jaime II de Cataluña-Aragón y el obispo Ponç de Gualba en 1315. Cautivos, con: Atributo de san Félix de Valoix, san Juan de Mata, san Leonardo, san Paulino de Nola y san Pedro Nolasco. Caveto, moldura de: Fig. 114 Cayetano de Thiene, sacerdote (On. 7 de agosto): Sus atributos son corazón, lirio y niño Jesús. Cecilia, virgen y mártir (On. 22 de noviembre): Sus atributos son arpa, corona de rosas y lirios, instrumentos musicales y órgano. CED J. M. MARTÍ BONET Cedulae interclusae: En diplomática. V. Litterae clausae Celda (eclesiástica): Habitación destinada a un religioso o una religiosa, seminaristra… Celebratio: Nombre que actualmente se da a la celebración del santo sacrificio de la misa o eucaristía; en la edad media también servía para designar otras ceremonias litúrgicas. Celedonio, soldado y mártir (On. 3 marzo): Sus atributos son anillo, collar de perlas y cadena de oro alrededor del cuello. Celestino V, Papa (On. 19 de mayo): Sus atributos son dedo ante la boca y paloma. Cella coementerialis. V. Iglesia del cementerio Cella trichoria: Capillas pequeñas, cuadrangulares, abiertas por un lado y con forma de ábside en los otros tres lados, levantadas en los cementerios y que en los primeros tiempos del cristianismo servían de mausoleo para celebrar los aniversarios de los difuntos, y en tiempos de las persecuciones también servían para celebrar en ellos los cultos de la comunidad cristiana. Celosía: Enrejado hecho de piedras perforadas o en superficie de madera con el fin de que desde el interior se puedan ver (las ceremonias) sin ser visto. Son de época barroca, como por ejemplo las de la iglesia de Sant Sever de Barcelona. Fig. 178 Cementerio (coementerium, polyandrium): Lugar de entierro bendecido, destinado a los fieles que han muerto como miembros de la Iglesia y no han perdido su derecho a una sepultura eclesiástica. Originariamente se situaba fuera de las poblaciones, puesto que el derecho romano prohibía los entierros dentro de las mismas; desde la edad media encontramos preferentemente el cementerio en el lado o en el patio que hay entorno a las iglesias; pero en tiempos modernos, por razones de salud pública, ha sido trasladado nuevamente fuera de las poblaciones. Cena: En sentido litúrgico significa tomar la sagrada eucaristía como conmemoración y renovación de la última cena del Salvador. Según Zwinglio y Calvino, consiste en la pía comida del pan y bebida del vino, puros símbolos del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, del precio de la redención de los hombres, con la diferencia de que según Zwinglio es una cena conmemorativa y de reconocimiento, y según Calvino es a su vez una prenda de la gracia con la que Cristo envuelve y llena a aquellos que creen en aquel símbolo, de una manera espiritual, dándoles la vitalidad de su Cuerpo glorificado. De este modo Cristo se une en cuerpo y alma a los creyentes. Según la concepción luterana la cena es la verdadera comida del Cuerpo y de la Sangre de Cristo que en el momento de recibirlo se encuentra realmente y verdaderamente junto a las sustancias del pan y del vino (Consubstanciación) y que se convierte en alimento y bebida para los que comen el pan y beben el vino, y que sirve para redimir de las culpas a los pecadores creyentes y para su salvación, pasando a ser el juicio para los incrédulos. Según las enseñanzas de la Iglesia Católica y de todos los ritos orientales, es la unión sagramental con Dios hombre, mediante las especies consagradas del pan y del vino, que está verdaderamente, realmente y esencialmente bajo las especies del pan y del vino en virtud de la transubstanciacióo 56 o cambio de la sustancia de las mismas, operada por virtud de las palabras de la consagración, que, según las doctrinas de la Iglesia Católica y de todos los ritos orientales, tiene el carácter de renovación del sacrificio del Calvario y, por lo tanto, el carácter de sacrificio y de cena. Entre los católicos es poco frecuente el nombre “cena”, puesto que desde muy antiguo es conocida como comunio. En cambio, entre los protestantes, el nombre de cena es muy apropiado según el concepto que de ella tienen. Cenefa románica: V. Billetes Cenital: Luz cenital que entra en una habitación por el techo. Ceniza: Símbolo litúrgico de penitencia y de sentida contrición; se usaba en la invitación a que salieran los penitentes y se impone en la cabeza de los fieles el miércoles de ceniza. V. Bendición de la ceniza. La imposición de la ceniza se realiza el miércoles de ceniza (de Cuaresma), y este elemento nos recuerda nuestro origen. Nos cubrimos el cuerpo de ceniza para volver al origen de nuestra historia en señal del arrepentimiento por aquello que ha alejado el cristiano del origen, que es Dios. ** Censura de libros: Es una serie archivística del Archivo Diocesano de Barcelona que se inicia en 1820, y en ella hay noticias de los dictámenes emitidos por la Junta de Censura Religiosa sobre publicaciones o libros. Centuriatores de Magdeburgo: Grupo protestante del siglo XVI dedicado a los estudios de los documentos. Publicaron 13 volúmenes sobre diplomática (diplomas) en Basilea (1559-1574). Cepos: Atributo de san Antonio de Padua, san Noé, san Urbano y san Vicente. Cerámica: V. Bòbila y proceso de cerámica Cerdo: Atributo de san Antonio abad y santa Margarita. Ceremonia (caeremonia, caerimonia): 1. En sentido amplio significa el conjunto del rito externo de una función litúrgica (celebración de la misa, administración de sacramentos y sacramentales, rezo del oficio canónico, procesiones...), siempre que se celebre con solemnidad; 2. En sentido estricto y más popular significa la acción y movimientos que acompañan un acto del culto divino y se unifican con él formando un rito. La ceremonia enriquece y embellece los actos del culto, les da diversidad y significación, hace tangibles las ideas, las sensaciones y las verdades en él contenidas y da una expresión externa al simbolismo de la posición, de las acciones y de los movimientos. Las ceremonias son el complemento de la palabra pronunciada. Son de una gran importancia para una ejecución digna, cautivadora y edificante de los actos litúrgicos; les quitan la monotonía; la palabra y la oración se hacen comprensibles incluso a aquellos que son menos ilustrados. Las ceremonias hacen inteligible el texto litúrgico en sus diferentes aspectos, excitan en las almas la piedad y la devoción, provocan los actos de oración y conducen a una participación interior de las acciones sagradas. A lo largo de los tiempos la Iglesia ha considerado las ceremonias como dignificadoras y saludables, protegiéndolas de una forma diferente según los tiempos, los lugares y las personas. Los actos de su culto siempre han estado rodeados de una abundancia y riqueza 57 SACRALIA ANTIQUA extraordinaria de ceremonias, declarándolas justificadas y concordantes con el dogma en el concilio Tridentino (ses. 22, c. 5 y can. 7) y reivindicándolas contra los protestantes que las consideraban en gran parte inútiles, supersticiosas y contrarias a las auténticas costumbres cristianas. Cereostatum (cereostatarium): V. Candelabro Ceroferale: V. Candelabro Ceroferarios: Ministros (monaguillos) que llevan el cirial, es decir portadores de cera (o cirios).** Cerogerulum: V. Candelabro Cerrojo: Fig. 93 Cervicale: V. Almohada Cesáreo, obispo de Arles (On. 27 de agosto): Su atributo es el guante. Cesto: Atributo de santa Francisco romana y de la llamada Virgen María de los huevos o de la cesta. Cesto con dos palomas: Atributo de san José. Cesto con fruta: Atributo de san Amós, san Antonio, san Blas, santa Dorotea y san Ponce. Cesto con habas: Atributo de san Medín Cesto con panes: Atributo de san Julián de Cuenca y san Nicolás de Tolentino. Cesto y ratas: Atributo de san Martín de Porras. Cetro: Atributo de san Abdón y san Senén, san Fernando, san Gabriel, san Luis rey, san Mauricio, san Moisés, san Onofrio, san Ricardo, santos reyes, santas reinas y san Segismundo. Chaira de zapatero: Atributo de san Crispín y san Crispiano. Chantre: Dignidad del capítulo catedral. Chapitel: Aguja o acabamiento de ciertas torres. Véase el del arquitecto Joan Martorell en la iglesia de las salesas de Barcelona y el de la catedral de Barcelona (cimborio de principios del siglo XX). Charistia (cara cognatio): Fiesta de los chari (“cari”), es decir, de los parientes. Era una fiesta pagana que se celebraba el 22 de febrero y se unía a la fiesta de los parentalia, la fiesta de los muertos que duraba ocho días en todos los estamentos del pueblo y que incluía el ofrecimiento de sacrificios, banquetes y otras solemnidades. La fiesta de la cátedra de san Pedro fue instituida para hacerla desaparecer o transformarla. Charitas: Francisco de Paula Charnela: V. Bisagra Charta cum secretis: Nombre de la mesa que contenía el canon. Cheirethesia: Nombre que el rito griego da a todo tipo de acción litúrgica. Cherubshymnus: Himno del rito griego que el coro, como representante de los querubines, canta durante el ofertorio al llevar las ofrendas desde la credencia (prothesis) hasta el altar. Chirothecae: Nombre que se da oficialmente a los guantes. Choneuterion: La piscina (sacrarium) en las iglesias de rito griego. Choral (Coral): 1. Canto litúrgico latín que se remonta a la más antigua cristiandad, reformado por san Gregorio Magno, de quien tomó el nombre del choral gregoriano o cantus gregorianus. Se compone de los ocho (o doce) modi eclesiásticos y está formado por tonos solos (coral CER silábico) o por grupos de tonos más o menos melódicos (coral melismático). Siempre es a una voz y diatónico; esto es que admite semitonos además de su escalera de tonos (diesi), exceptuando cuando se debe cambiar el tritonus f-h en b para sonar duramente. Hay opiniones diversas sobre el carácter del ritmo del coral, si tiene que ser libre (oratorio) o no (medido); 2. Canción protestante, cantada a una voz por todos los asistentes en la iglesia empleando el mismo tiempo en las sílabas, y con pausa e intermedio al final de cada verso. Choros (griego): 1. Conjunto de cantores dividido en dos secciones que alternan y que ejecutan el canto litúrgico en los oficios divinos; 2. El espacio entre el altar y la nave donde tienen su lugar los cantores que asisten a las funciones litúrgicas, pero no los clérigos que las ejecutan. Chorros de agua: Atributo de san Amado de Grenoble, san Antonino, san Humberto, san Isidro, san Leonardo y san Magín. Chorros de agua, tres: Atributo de santa Marina. Chrisma (griego): Según la significación griega, en sentido amplio toda unción hecha con los santos óleos; especialmente significa la unción hecha por el sacerdote al nuevo bautizado con el miron (griego); es el sacramento de la Confirmación. Chrisma: V. Santos óleos y Consagración de los santos óleos Chrismale: En época medieval significaba: 1. El vaso del santo crisma; 2. El pixis para custodiar el Santísimo Sacramento; 3. Los corporales; 4. La cubierta puesta sobre los reliquiarios como ornamento y protección; 5. El vestido de bautizar. El pontifical romano actual da el nombre de chrismale al tejido impregnado de cera que se ponía (antes del concilio Vaticano II) sobre el altar después de su consagración, antes de poner los manteles. Este pannus, lineus ceratus (tela cerata) entró en uso a finales de la edad media. Estuvo poco en uso antes de la generalización del pontifical romano. 6. La venda de tela que, según el pontifical romano, debe ceñirse a la cabeza del obispo ordenado después de haberlo ungido con el santo crisma (antes del concilio Vaticano II), y también la cinta que el obispo ponía en las manos del neosacerdote después de recibir la unción. Chrismarium: En lenguaje medieval designa: 1. El lugar donde se administraba el sacramento de la Confirmación (V. Consignatorium); 2. El vaso con el santo Crisma; 3. Un reliquiario portátil colgado del cuello (philacterium). Chrismatio: Unción del que se bautiza, hecha por el mismo sacerdote que bautiza. Es la única unción hecha con Crisma permitida al sacerdote; ya aparece en tiempos de Inocencio I (417), junto con la confirmación, significa la gracia que se ha recibido de Cristo a través del bautismo; es simplemente un sagramental, no un sacramento como la confirmación, y sólo se encuentra en el rito latino, nunca en los ritos orientales. El mirón (myrón) que administran los sacerdotes griegos al que acaba de ser bautizado es el auténtico sacramento de la confirmación que en los ritos orientales los sacerdotes también pueden administrar. Chrysoclavus: Nombre que se da en el Liber Pontificalis a los encajes y puntas tejidas de oro de los velos, de los cortinages y de los manteles del altar. CHU J. M. MARTÍ BONET Churrigueresco: Es un barroco especial, propio del arquitecto Josep de Churriguera (nacido en Madrid el 21 de marzo de 1725). El estilo se caracteriza por el protagonismo de la decoración. Es de Churriguera el retablo de la iglesia San Esteban de Salamanca y la iglesia de la Encarnación de Madrid. Ciborio: (copón o pixis): Receptáculo para guardar y distribuir la Sagrada eucaristía, formado a imitación del cáliz, con tapa, y que tiene, igual que éste, pie, nudo y copa. Estos receptáculos empezaron a emplearse con esta finalidad hacia el siglo XIII. Antes de esta época, y también mucho después, se tenían para estos usos cajas pequeñas (pyxis) de forma redondeada con tapa de bola o plana; eran de metal, marfil o madera. Los ciborios de los siglos XIV y XV ofrecen preferentemente una forma poligonal con una tapa alta en forma de torre; dentro tenían un receptáculo especial para contener la Sagrada eucaristía. Después de la edad media la copa del ciborio fue redonda, la tapa era unas veces cóncava, y otras alargada. Según el ritual romano el ciborio tiene que ser hecho ex materia solida decentique; no precisa si de plata o dorado en su interior; una cosa u otra son mucho desear si se tiene en cuenta el fin al cual va destinado. Antes de usarlo hacía falta que fuera bendecido por el obispo o por un sacerdote facultado por él, según prescripción de la antigua Congregación de Ritos. Fig. 256-259 Ciborio del altar (ciborium, tegurium, umbraculum, tegmen; griego, kibórion): Construcción sobre el altar que forma una especie de baldaquino sostenida por cuatro columnas. Sólo los sustentáculos de los ciborios más abiertos están formados por columnas. Si el ciborio está adosado a una o a dos paredes, las columnas que reposan bajo las esquinas de la pared pueden ser sustituidas por la misma pared. El sobrecielo (o tejado) del ciborio puede acabar en líneas rectas, o en forma de cúpula, teniendo la forma de una pirámide cuadrangular u octogonal, teniendo la forma escalonada, evocando la forma de tejado, de dos o de cuatro vertientes, etc. Los sustentáculos del tejado pueden estar unidos a través de vigas o de arcuaciones. Los ciborios que se han conservado de la edad media y de tiempos posteriores nos ofrecen algunos ejemplos muy adecuados y modelos bastante instructivos. En época del barroco el ciborio se convertía en un armatoste en el cual la cubierta se inclinaba en los cuatro lados de las volutas que tenían en medio; en el periodo tardío del barroco desapareció parcialmente el envigado que unía las columnas. Se puede constatar la existencia del ciborio tanto en Oriente como en Occidente en el siglo IV, pero en ningún caso fue de uso general ni estaban todos los altares sobrecielados con ciborios. La opinión contraria expuesta a menudo en obras arqueológicas y litúrgicas no sería acertada. En Occidente y en todos los tiempos el altar con ciborio será generalmente una cosa rara. Hay una variante del ciborio, que es el medio ciborio, que sobreciela el altar pero no al sacerdote. Siempre se encuentra aferrado a una pared. Muchos de estos ciborios vinieron a Italia en el periodo comprendido entre finales del siglo XIV y el siglo XVII; en otros países se construyeron muy pocos. Otra variante del ciborio es el ciborio mucho 58 más pequeño o en miniatura, que en las iglesias de rito griego se construye a los lados del altar y, como el medio ciborio, también sobreciela sólo sobre el altar. Cibum eucarístico: Alimento, limosna. El alimento del Cuerpo de Jesucristo.** Ciclo litúrgico: Tiempos que preceden la festividad de Navidad o la de Pascua, con la preparación para la celebración de las mismas solemnidades, y las fiestas que les siguen relacionadas con ellas. Ciclo lunar: Serie de 19 años que comprende 235 meses lunares, que después de pasados los cuales se repiten en el ciclo lunar siguiente de 19 años las lunas nuevas y las fases de la luna que corresponeden en los mismos días del mes del año del ciclo precedente. El número que señala en qué año del ciclo lunar se llama número àureo (numerus aureus). Éste se deduce añadiendo uno al año en que estamos y dividiendo la suma por 19. La cantidad que queda es el número àureo; si no queda ninguno es el 19. El ciclo lunar y el número àureo sirven para fijar el calendario eclesiástico. Ciclo de Navidad: El primero de los dos grandes ciclos del año litúrgico. Empieza con las cuatro semanas de Adviento que es el tiempo de preparación. Su punto central lo constituye la fiesta de Navidad, a la cual sigue la fiesta de la Circuncisión que se celebra el 1 de enero, (antes del concilio Vaticano II) la fiesta del Nombre de Jesús del siguiente domingo (también antes del concilio Vaticano II), la fiesta de la Epifanía del 6 de enero. La última fiesta es después de 40 días, la solemnidad de la Presentación del Hijo de Dios en el templo el día 2 de febrero. Acaba con las completas de esta fiesta (siempre antes del concilio Vaticano II).* Ciclo pascual: El segundo de los grandes ciclos litúrgicos del año eclesiástico; es el más distinguido de todos. Comprende la fiesta de Pascua con los tres días de Semana Santa que la preceden y la octava que la sigue como punto central; antes del concilio Vaticano II comprendía el tiempo de Septuagésima como preparación remota y el tiempo de Cuaresma y de Pasión como preparación para la fiesta de Pascua y el tiempo pascual con la Ascensión, Pentecostés y octava que le seguían. Ciclópeo: Se dice del muro construido con grandes bloques de piedra. Ciega, arquería: Fig. 29 Ciegos: Atributo de san Florencio, santa Lucía, santa Lutgarda, santa Matilde y santa Odilia. Ciervo: Atributo de san Amado de Sens, san Conrado, san Eustaquio, san Felipe de Valoix, san Fructuoso de Braga, san Humberto, san Juan de Mata, san Julián Hospitalario, san Mamés, santa Maria de Cervelló y san Paciano. Cilicio: 1. El vestido de penitencia que en la edad media se ponía a los moribundos de los conventos mientras se rezaba el obsequium circa Morientes; 2. Pequeño cilicio, es como un brazalete con pinchos empleado por los seguidores de una espiritualidad especial y muy peculiar. Fig. 265 Cimacio: Moldura sinuosa en forma de “S”, que corona o remata un elemento arquitectónico; también se denomina “coronel”. El cimacio se compone de dos porciones de círculo, una cóncava y la otra convexa (garganta y talón). 59 SACRALIA ANTIQUA Cimborrio (o cimborio): 1. Cuerpo cilíndrico que sirve de base a una cúpula y descansa inmediatamente sobre los arcos torales y las conchas; 2. Pequeña cúpula de forma cilíndrica o prismática que sobresale por encima el tejado de un edificio para dar claridad en su interior. V. El cimborio de la catedral de Barcelona. Cimbra: Bastimento provisional que sirve para sostener las piezas de un arco o de una vuelta en construcción hasta que esté puesta la clave. En la reconstrucción del cimborrio de la catedral de Barcelona se ha empleado una cimbra; así todos los sillares de piedra se han saneado poniendo titanio y no hierro. Su restauración acabará en 2012. Es también el molde de madera empleado en la construcción de un arco o de una bóveda. Cincel: Atributo de santa Apolonia y santa Rosalía. Cingulum (zona): Cordón para atar y abrochar el alba; su uso es tan antiguo como el del alba. Hoy aparece bajo tres formas: como cordón, como cinta y como una cinta con dos extremos más delgados para fijarla. Las tres formas eran conocidas a la edad media, especialmente la última. Carecemos de toda información sobre los cíngulos en los primeros tiempos del cristianismo y en la edad media. Nunca ha habido prescripciones especiales sobre su forma ni sobre su materia. Todavía hoy el cíngulo puede ser igualmente de seda que de lana, de cáñamo o de algodón; blanco o de color. Ya en la edad media era costumbre poner borlas en los extremos de los cíngulos; también se podían poner franjas; los cíngulos de la tercera clase con ricas puntas en los extremos eran muy conocidos en la edad media. Los ritos de Oriente también tienen un cíngulo que sólo sirve para sujetar, pero no para torcer; lo usaban el obispo y el sacerdote. La forma del cíngulo del obispo y del sacerdote es la de un cinturón ancho, de seda, que, delante y en medio, tiene un broche o bien una anilla detrás que sirve para estrecharlo. El cíngulo del subdiácono griego y copto viene a ser un tipo de estola ancha, los dos extremos de la cual se colocan detrás en forma de cruz, pasan hacia delante por los hombros, abrochándose la parte que cuelga bajo el pecho. Cinquagesma (Pentecostés): El aniversario de la venida del Espíritu Santo y de la definitiva fundación de la Iglesia y de la entrada de la misma en la vida pública. Siempre cae en el séptimo domingo después de Pascua, por lo tanto, igual que el Pentecostés del Antiguo Testamento, cae el quincuagésimo día después de Pascua; por eso los cristianos han guardado el mismo nombre judío del Pentecostés para señalar esta fiesta. Ya en los primeros tiempos del cristianismo se celebraba esta festividad: en el Gelasianum aparece con octava; con todo, sólo el miércoles, viernes y sábado de ésta tienen misa propia comoquiera que en esos días caían las témporas de verano. En el Gregorianum tienen misa propia también el lunes y el martes, pero no el jueves. Si el domingo después de Pentecostés figura también en el Gelasianum como día de la octava antes del concilio Vaticano II, se debe tener en cuenta que esto es un un añadido galicano; en el Gregorianum y en el rito romano de todos los tiempos, nunca figura como día de la octava. Antes del concilio Vaticano II, el oficio de Quinquagésima y de toda CIM la octava tenía tres salmos y tres lecciones en las maities, por lo que se refiere al resto no se distinguía del oficio ordinario. Una característica de la misa de Cinquagesma y de su octava era la secuencia Veni Sancte Spiritus. Cinturón (militar): Atributo de san Marcelo, santa Mónica, san Nicolás de Tolentino, santo Tomás apóstol y santo Tomás de Aquino. Cinturón litúrgico: V. Cíngulo Cipriano (Oración de san): Oración que circula en nombre de san “Cipriano”, pero de fecha posterior, quizás debida a un tal “Cipriano”, poeta de la Galia (siglo V), la cual guarda cierto parecido con la oración de intercesión de la recomendación del alma. Empieza con Suscipe. Cipriano, obispo y mártir (On 12 de octubre): Su atributo es la moneda. Circata: Naves laterales del templo. Processio per circatam se dice en contraposición a la processio in medio ecclesiae. Circulus: 1. Antes del concilio Vaticano II: La corte que los canónigos tenían que hacer (u obsequiar) al obispo, según prescripción del ceremonial, cuando asiste solemnemente a un oficio, dejando las sillas del coro y formando entorno a él un semicírculo y rezando con él, después de las debidas reverencias e inclinaciones, los kyrie, Gloria, el Credo, el Sanctus y el Agnus Dei. Además de este caso, los canónigos forman circulus cuando el obispo se revestía fuera del coro en la sacristía o en una capilla privada; 2. Ornamentación que rodea el borde inferior de la mitra. Circuncisión del Señor (Circumcisio Domine): Fiesta que se celebraba en la octava de Navidad en memoria de la circuncisión del niño Jesús. En la Galia ya se celebraba en el siglo VII. De aquí parece que pasó al rito romano, donde ya se había vuelto usual en el siglo IX. Hasta esta época, el día primero de enero era una sencilla octava de Navidad.* Ciriales: Candelabros largos, de forma que puedan ser llevados en procesión junto a la cruz processional. Cirilo III, prior general de los carmelitas (On. 6 de marzo): Su atributo es un cuadro de la Virgen María y el texto latino Revelatio futuri ecclesiae. Cirilo de Alejandría, obispo y mártir (On. 27 de junio): Su atributo son referencias a la Virgen María y el texto Mater Dei. Cirilo y Metodio, monje y obispo respectivamente (On. 14 de febrero): Su atributo es el cuadro. Cirio (candela, cereus): 1. Los cirios del altar, así como todos los cirios que sirven para fines litúrgicos; deben ser de cera de abejas o al menos, según prescripción de la Congregación de Ritos, en su parte principal. Para hacer sólo luz pueden ser de parafina, etc.; 2. Cirio que se ofrecía en la ordenación sacerdotal: ceremonia del rito de ordenación sacerdotal que consiste en ofrecer el que se ordena, al obispo, a la hora de la ofertorio, un cirio encendido; los abades y las abadesas ofrecían dos. Parece, según todas las probabilidades, que esta ofrenda se originó en Roma, en el siglo XII; en las consagraciones de obispos, de cardenales presbíteros y cardenales diáconos. Cirio: Atributo de san Abel. Cirio del bautismo: Cirio encendido (normalmente del Cirio pascual) que el sacerdote, después de bautizar, pone en la CIR J. M. MARTÍ BONET mano del bautizado o de su padrino. Las palabras: Accipe lampadem ardentem et irreprehensibilem custodi baptismum tuum, etc. (antes del concilio Vaticano II y ahora Lumen Christi), nos dicen que es una advertencia al bautizado para que guarde la luz de la gracia bautismal siempre encendida hasta la venida del Señor, es decir, hasta la muerte sin pecado. La entrega del cirio encendido al nuevo bautizado ya aparece a finales del siglo XI. Se generalizó muy a finales de la edad media. Seguramente esta práctica estará relacionada con la costumbre, citada por san Ambrosio en el siglo IV y por Alcuino en el siglo IX, que consistía en llevar a los neófitos luces encendidas durante el acto solemne del culto de después del bautismo; sin embargo esta costumbre no aparece en los Ordines romani baptismi más antiguos. Los ritos orientales no conocen la costumbre de entregar el cirio encendido al recién bautizado. Cirio bendito: Candela o cirio bendecidos en la festividad de la Candelera, que los fieles, confiados en las oraciones que la Iglesia dice en su bendición, encienden en las tempestades para ser liberados de los daños y de los peligros del mal tiempo. Esta costumbre nos ha llegado de la edad media. Cirio de los moribundos: Cirio que se enciende (o encendía) cuando se hace la commendatio animae a los moribundos. Cirio del Sanctus: Antes del concilio Vaticano II: Cirio que según el misal romano había junto al misal en el altar, que se tenía que encender después de cantar el Sanctus y que tenía que quemar hasta el Communio. Actualmente esta costumbre ya ha caído casi completamente en desuso. La costumbre de encender un cirio al empezar el canon ya aparece a finales de la edad media. Generalmente se hacía uso de una especie de antorcha formada por una serie de pequeños cirios entrelazados que formaban un cirio grueso.* Cirio ofrecido: Atributo de los Reyes Magos. Cirio pascual: Antes del concilio Vaticano II: Cirio que se bendecía el Sábado Santo, y actualmente (desde el concilio Vaticano II) se introduce y se bendice en la iglesia cantando Lumen Christi, que está a oscuras antes de empezar propiamente la vigilia de Pascua. El diácono canta el Praeconium pascale – incluso hoy en día– y se clavan en él cinco granos de incienso; se enciende del fuego nuevo y quema durante la misa hasta el día de Pentecostés. Especialmente los tres días de Pascua, el sábado antes de la dominica in albis y los domingos a la hora de la misa y de las vísperas estaba encendido. Actualmente, durante todos los días después de Pascua (Pentecosta) está encendido en las ceremonias. San Jerónimo ya relataba la existencia del cirio pasqual y su bendición. Se practicaba en Pavía hacia el año 500, y en Rávena hacia el 600. El cuarto concilio de Toledo de 633 ya habla del cirio pascual y de su bendición. Hacia la segunda mitad del siglo V debían entrar en uso en Roma, pero a lo largo del siglo VI debían de caer en desuso, a la vez que no lo conocen ni el Gregorianum ni los Ordines romani del siglo IX. Más tarde el cirio pasqual y su bendición debieron de reintroducirse en Roma en la liturgia del Sábado Santo, a la vez que en el año 1000 en todo Occidente.** Fig. 210 Cirios del altar: Cirios (candelae, cerei) que tienen que quemar en el altar, según prescripción, cuando se celebra la misa o 60 cuando se hace otra ceremonia litúrgica. Originariamente los cirios nunca estaban sobre el altar, sino que se colocaban o al lado, detrás, o suspendidos. La costumbre de colocarlos encima del altar viene del siglo XI. En el siglo XIII ya se acostumbraba en muchos lugares; se convirtió en una costumbre general en los siglos XIV y XV. En el siglo XVII todavía había iglesias en Francia que conservaban la costumbre primitiva. En la edad media no había ninguna prescripción sobre el número de cirios que había que quemar en el altar cuando se celebraba la misa. En las misas privadas a menudo se quemaba sólo uno. Los obispos en las misas privadas deben tener cuatro cirios encendidos sobre el altar, y en las solemnes seis más otro que lleva dibujado su escudo episcopal. Fig. 211 Cirios del Evangelio: Los dos ciriales con cirios encendidos que dos acólitos sostienen junto al diácono que en los oficios solemnes canta el Evangelio. En los ritos orientales también se conoce la costumbre de cantar el Evangelio con cirios encendidos. San Jerónimo no habla de ello en las iglesias de Oriente ad signum laetitiae demonstrandum; pero en Occidente sí que se hacía. La explicación del rito galicano de la misa (siglo VI) también conoce esa costumbre; en él se hace mención de siete ciriales que acompañan al diácono al ambón para cantar el Evangelio; y poco después también habla de ello san Isidoro de Sevilla. En los siglos VIII y IX se encuentra citada esta costumbre en el Ordo romano. Cirus (On. 31 de enero): Su atributo es un manojo de hierbas. Cisne: Atributo de san Hugo de Grenoble, san Hugo de Lincoln y san Martín de Tours. Cistercense: Perteneciente a la orden benedictina la que tuvo como gran protagonista a san Bernardo. Cítara: Atributo de san David rey. Ciudadela: Fortaleza con baluartes situada en un lugar estratégico para defender una ciudad. Clámide: Atributo de san Gervasio y san Protasio, san Jaime el Mayor, san Justo soldado, san Luis rey, san Martín de Tours y san Pablo. Clara, virgen (On. 11 de agosto): Sus atributos son báculo, rama, cáliz, ostensorio (custodia) y palma. Classicum (classis): Denominación medieval del tocar todas las campanas. Claustrada: Fig. 59 Claustro (ambitus, galilea): Patio cuadrangular, abierto con corredores laterales, cerrados por arcadas, en una parte del cual era costumbre construir la iglesia y en otra los edificios del monasterio, convento o comunidad o canónica. Servía tanto para el estudio y el reposo como para actos litúrgicos, procesiones, el mandatum del Jueves Santo, etc. Acostumbraba a ser construido en el lado sur de la iglesia. A finales del románico y en época gótica lograron una gran perfección artística, tanto desde el punto de vista arquitectónico como ornamental. El nombre alemán Kreuzgang dado al claustro seguramente deriva de la procesión que se acostumbraba a hacer en él. Cláusulas de sacción o corroboración: En diplomática, son las fórmulas que vuelven a dar fuerza a la “disposición” (o voluntad firme) del documento. Estas fórmulas o 61 SACRALIA ANTIQUA cláusulas pueden ser preceptivas, prohibitivas, derogatives, reservativas, obligativas o renunciativas. Clave de arco: Fig. 12 Clave de bóveda: Fig. 58 Clavero: 1. Persona que tiene a su cargo las llaves de un lugar de confianza en una corporación, y especialmente de la caja donde se guarda el dinero comunal. 2. Tesorero funcionario de la administración municipal, gremial y baronial catalana responsable de las finanzas. En Barcelona el clavari era un cargo de elección bianual; fue suprimido por el Decreto de Nueva Planta. Eran controlados por los oyentes de cuentas. Clavi: Las dos franjas que van de arriba abajo por la parte anterior y posterior de la dalmàtica litúrgica y que servían de ornamento hasta el siglo XII. Procedían de la antigua vestidura profana. Clavos: Atributo de san Adrián, san Alejandro I, santa Áurea, san Bernardo de Alzira, santa Helena, santa Engracia, santa Felicidad, santa Genoveva, san Germán de París, santa Isabel madre de san Juan, san Juan de Capistrano, san Luis rey, san Marcial, santa Marta, san Matías, san Odón, san Pantaleón, san Pedro apóstol, santa Petronila, y san Severo de Barcelona (clavo en la cabeza). Clemente I romano, Papa y mártir (23 de noviembre): Sus atributos son aguas, ancla, cordero y capilla rodeada de agua. Clerici uxorati: Clérigos que, a pesar de haber recibido la tonsura, podían casarse previo consentimiento del obispo. Clericus non tonsuratus: El Memoriale rituum da este nombre al ministro que no ha recibido ninguna orden y que sustituye al ministro propiamente dicho en los servicios del culto, especialmente de la misa. Clérigo (Clericus o tonsuratus): Antes del concilio Vaticano II: Persona masculina que recibía la clerical tonsura (en la cabeza al menos 7 cm. de diámetro) y que por ella se convertía en eclesiástico. Según el antiguo derecho, a los diez años ya se podía recibir la clerical tonsura, mientras el candidato fuera confirmado, supiera leer y escribir, tuviera los rudimentos de la fe y diera esperanza de permanecer en el estamento eclesiástico. Aun así, según el código de derecho canónico —anterior al concilio Vaticano II— nadie podía ser tonsurado sin haber empezado los estudios de teología. Clipeus: Ornamento en forma de escudo de la parte posterior de la capa pluvial. Es una reminiscencia de la antigua capucha. V. Pluviale y Scutum Clocca: Denominación de la campana que ya aparece en la Vita S. Columbae (finales del siglo VII). Probablemente es una palabra de origen celta. Clotilde, reina, esposa del rey franco Clodoveo y viuda (On. 4 de junio): Su atributo es el ángel. Cluniacense: Pertenece a la congregación benedictina que destacó en la reforma gregoriana (siglo XI). Gregorio VII era monje de Cluny. Cocina: Atributo de santa Marta. Codex traditionum: V. Cartulario Codorniz: Atributo de san Nicolás de Tolentino. Coelum: En lengua litúrgica significa: 1. El baldaquino del altar; 2. Un baldaquino portátil. CLA Coementerium (griego koimetérion, lugar de reposo, de dormir): Lugar de descanso o de reposo de los cuerpos de los difuntos, el cementerio. Hasta el siglo V era subterráneo (hypogeum). La denominación catacumba aparece más tarde; o al aire libre (coementerium sub divo; en el norte de África, area); pero muy pronto se construyó sólo en la segunda forma. En los cementerios subterráneos los cuerpos, o están colocados en tumbas en el sulo (forma) o en el muro de forma longitudinal (loculi), en forma longitudinal arcada (arcosolia), o en forma de nichos con tapa horizontal (sepulcra, mensa); la forma de sarcófago es rara. Los cementerios al aire libre tenían las tumbas en el suelo y también en sarcófagos elevador por encima del suelo. Coena Dominio: El Jueves Santo (o el jueves de Semana Santa) en el cual celebró el Señor la última cena con sus discípulos (coena Domine), instituyó el augusto Sacramento del altar y empezó la dolorosa pasión (oración en el huerto, traición de Judas y encarcelamiento del divino Maestro). Se puede comprobar que ya se celebraba en el siglo IV. En Francia se conocía como Natalis calicis en los antiguos tiempos del cristianismo y en la edad media, por la manera como se celebraba la institución de la Eucaristía. Se celebra una sola misa (actualmente, en el inicio de la tarde), en la cual en el Gloria se tocan las campanas, que enmudecen hasta el Gloria del Sábado Santo (vigilia pascual), se consagran otras hostias para las ceremonias del Viernes Santo. Sigue a la misa la procesión para llevar las hostias consagradas al monumento. Se celebra la ceremonia de lavar los pies, el llamado mandatum. La ceremonia de la reconciliación de los penitentes conservada en algunos lugares hasta finales de la edad media hoy ya no se encuentra en uso; en ella eran admitidos solemnemente en la iglesia los penitentes que habían sido expulsados el miércoles de ceniza.* Cofre: Atributo de santa Beatriz, santa Elvira, san Fortiano y san Lorenzo. Cojín (cussinus): Antes del concilio Vaticano II: Pieza prescrita para sostener el misal –que hoy se suele sustituir por un atril o nada–, ordenado a colocar este atril, según el ceremonial de antes del concilio Vaticano II, sobre el reclinatorio de los cardenales y obispos como muestra de dignidad. En la edad media tenía usos múltiples: era usado como asiento del trono de las sillas corales, para sostener los brazos al arrodillarse, como substentáculo de reliquiarios y evangeliarios; por eso en los inventarios medievales aparece con múltiples nombres, como bancale, capitale, cervicale, plumacium, pulvinar, scamnale.* Cojín: Atributo de san Luis rey. Cojín del misal (cussinus, pulvinum): Antes del concilio Vaticano II: Cojín que servía para sostener el misal mientras se celebra la santa misa. Se introdujo para preservar las ricas cubiertas de los sacramentarios y de los misales con las cuales eran encuadernados desde época carolingia; pero más tarde entró también en uso para otros misales. A finales del siglo XIII tenía un uso mucho más general. El misal y el ceremonial romano lo prescribían; según el ceremonial puede ser sustituido por un pequeño atril, cosa hoy muy generalizada. Sabemos por Durandus que en muchos lugares, en el siglo COL J. M. MARTÍ BONET XIII, el cojín era usado para sostener la evangeliario que el subdiácono tenía que aguantar cuando el diácono cantaba el Evangelio en la misa solemne.* Colaciones: Son los nombramientos hechos por el obispo, o el vicario general o el vicario capitular (sede vacante), o bien el gobernador eclesiástico a un clérigo dándole posesión de una pieza eclesiástica (parroquia, beneficiado, vicaria perpetua...). Colador (colum, colatorium syon): Vaso de metal con un agujero más grande y otros agujeros finísimos, con el cual se le echaba al cáliz el vino que servía para la consagración. Ya se cita entre los objetos de la misa al siglo V; usado especialmente en Roma, como se deduce de los Ordines romani, fue también conocido fuera de esta ciudad. Al cesar las ofrendas naturales perdió su finalidad y dejó de usarse, exceptuando algunos casos en los que la rutina lo conservó. En el siglo XIII era usado aisladamente sólo fuera de Roma; en el siglo XII en Roma no se utilizaba.* Colecta (collecta): La primera de las tres oraciones que, desde los tiempos más remotos en el rito romano, se dice durante la misa. No se vincula a ningún acto que se cumple, como la secreta y el postcommunio, sino que es de carácter independiente y por lo tanto la oración principal. Según los liturgistas medievales, este nombre significa algo como oración de recogimiento, a la vez que recoge las súplicas de todos los fieles; en realidad una oración en la reunión de los fieles es una colecta. En Roma hasta la segunda mitad de la edad media se conocía sólo una colecta; más adelante se introdujeron tres, llegando, como era costumbre en otros lugares, hasta cinco. Hoy el número de colectas es una, y corresponde a la misa, que está perfectamente regulada por cada festividad, para cada día, para los tiempos litúrgicos y otras circunstancias según su categoría litúrgica y su carácter. La colecta se dice después del Gloria, o en las misas que no lo tienen después de los kyries. Va iniciada por el Dominus vobiscum o Pax vobis. Si es en misa cantada puede tener el rico tono festivo o el sencillo tono ferial que se mueve en un solo tono sin cadencia final.* Colector (collectarium, collectarius liber): Libro que en la edad media contenía las oraciones del oficio; era para el oficio algo pareciendo al sacramentario para la misa. Colegiata (Ecclesia collegialis, collegiata): Iglesia de una comunidad de la clerecía secular. En Alemania y otras naciones toman también este nombre las iglesias de algunas comunidades de benedictinos. Pero especialmente se aplica a las de los agustinos, canónigos regulares, premonstratense... Son famosas algunas colegiatas, como por ejemplo la de San Rufo de Aviñón, en la cual en Terrassa y en Sant Adrià del Besòs –y en Aviñón– estuvo san Oleguer. Él fue prior de Sant Adrià y abad de San Rufo. También fundó la colegiata (canónigos regulares agustinos) de Terrassa. Coleta, virgen (On. 7 de febrero): Su atributo es el cordero. Collar de oro: Atributo de santa Emeteria. Collar de perlas: Atributo de san Celedonio, santa Pelagia, san Sebastián, santo Tomás de Aquino y santa Teodora. Collare: Ornamentación en forma de cuello del humeral litúrgico. 62 Collarín (colletin): Cuello que se lleva en Lyon (Francia o Provenza) sobre la dalmàtica y la tunicella; es un cuello de ornamento que deriva del ámito. Collarín: Antes del concilio Vaticano II: Pieza parecida a un cuello, que el diaca y el subdiácono llevaban sobre la dalmàtica. Era característico de España. Es una derivación de la parura del ámito que se conservaba en España en forma de cuello.* Collatio: Lectura de las Collationes Patrum de Cassiano u otros fragmentos de Santos Padres que en los conventos e iglesias de comunidades seguía al rezo de las vísperas, lectura que más tarde precedía o seguía inmediatamente el Confiteor de las completas y fue la predecesora del oficium capituli actual que las precede. Collecta: Correspondiente al primitivo significado griego de sinaxis designa: 1. El nombre antiguo cristiano y primitivo medieval de la reunión de los fieles para celebrar los actos del culto, especialmente la misa; por eso en Roma significaba especialmente la reunión del clero y del pueblo para cantar las letanías y hacer la procesión estacional; 2. En sentido derivado, y ya desde los primeros tiempos del cristianismo y de la edad media, la oratio ad collectam que decía el sacerdote en nombre de toda esta reunión; por eso todavía perdura hoy el nombre de oratio ad collectam en la oración de la misa que el sacerdote reza antes de la epístola; 3. Nombre de la oración que rezaba el sacerdote al final del oficio en nombre de todos los reunidos o al final del oficio de horas y con la cual todavía hoy se cierran las horas canónicas; esta oración ya aparece en Amalarico. Es, entonces, de época carolingia.* Collectio: Nombre que se daba en el antiguo rito galicano a las oraciones de la misa. Collectio post communionem: Oración que se rezaba en la misa de rito galicano después de la comunión. Equivalía a nuestra postcommunio. Collectio post sanctum: Oración que en el rito de la misa galicana se decía después del Sanctus. Collectio post secreta: Oración del rito de la misa galicana que se engancha al canon; de aquí viene que sea conocida como oratio post mysterium. Collectio super munera: (collectio secreta): Oración de ofrendas que en el rito galicano sigue al canto del aleluya, equivalente a la secreta del rito romano. Colmena: Atributo de san Ambrosio, san Bernardo, san Isidoro, san Juan Crisóstomo y santos elocuentes predicadores. Colobium: Túnica sin mangas con aperturas laterales para que pasen los brazos. Colocación de la primera piedra: Rito solemne que se practica al iniciar las obras de los cimientos de una nueva iglesia. Lo hace el obispo o un sacerdote delegado por él, y consiste en la bendición del lugar donde va a estar el altar mayor y una cruz. Se invoca al Espíritu Santo. Este rito de bendecir los cimientos ya aparece en el Ordo romanus vulgatus (siglos X-XI); la bendición y la colocación de la primera piedra y la bendición de los cimientos ya son conocidos por Sicardo de Cremona (1215). En la edad media en el rito griego también encontramos una ceremonia, semejante a la del rito latino practicada en la colocación de la primera piedra.* 63 SACRALIA ANTIQUA Colores heráldicos: (o esmaltes heráldicos) Colores empleados en heráldica. La representación gráfica fue establecida por el jesuita Silvestre Petra Sancta (1638). Hay de tres clases: metales (oro y plata), colores (gules, atzur, sable y sinople) y forras (armiño, vair y sus variantes). Se considera esmaltes neutros, o sea que tanto pueden ir con un metal como con un color, la púrpura, la carnación y el sable. Colores litúrgicos: Los colores prescritos para la casulla, estola, manípulo, cubrecáliz, bolsa de los corporales y otros ornamentos del rito latino que corresponden al carácter del día o del culto que se celebra. Los colores son: blanco, rojo, verde y morado. Antes del concilio Vaticano II estaba el negro. El oro puede servir para los cuatro primeros; la plata sólo para el blanco; el color rosa se utiliza en las dominicas Gaudete y Laetare. Los colores azul, amarillo, marrón, etc., no son litúrgicos. Los primeros indicios de los colores litúrgicos aparecen en época carolingia; pero no los encontramos fijados expresamente hasta el siglo XII. Hacia el año 1200 los colores principales en Roma eran el rojo, verde y negro; y los suplementarios el escarlata, amarillo y violeta; en el siglo XIV el color amarillo ya había sido completamente excluido. La regla de los colores dada por el papa san Pío V en la reforma del misal, conoce sólo los colores principales, y además, el morado. Fuera de Roma, casi hasta tiempos modernos, en muchos lugares se conocen los colores azul, marrón y gris (color cinericius), así como una mezcla de colores llamada color varius. El origen de los colores no se debe a las prescripciones de Moisés sobre el color de las vestiduras sagradas en la Ley antigua, sino que responde a la finalidad de dar más expresión al carácter y al sentimiento del culto divino en las festividades y cada día, mediante el color de los ornamentos; en otras palabras, el origen se debe a la finalidad de asociar el simbolismo con la sensación y eficacia que producen al espíritu del hombre. Es por eso que en un inicio el color propio se daba sólo en las fiestas y en los días de una cierta significación o carácter, y el color era sólo blanco o rojo; en los otros días no se definía. Lentamente, cuando se creyó que era cosa más sensata fijar un color incluso para estos días, se eligieron aquellos que se creyeron menos expresivos, el verde, el amarillo y el morado; el negro era reservado para los días de penitencia. Este último color, después del concilio Vaticano II fue extinguido en los ornamentos litúrgicos. V. Reglamentación de los colores litúrgicos. V. Reglas de los colores Colum (colatorium): Colador. Columna: Elemento arquitectónico generalmente de forma cilíndrica, de mucha más altura que diámetro y que sirve de apoyo a las partes superiores de una construcción (arcos, jáceras...). Columna: Atributo de santa Afra, santa Bibiana, san Luciano, san Marciano, san Simón Estilista y santa Tecla. Columna barroca: Fig. 61 Columna compuesta: Fig. 60 Columna corintia: Fig. 60 Columna dórica: Fig. 60 Columna jónica: Fig. 60 Columna toscana: Fig. 60 COL Comes (Liber comitis, liber comicus): Colección de las lecturas de la Sagrada Escritura, sea sólo de las epístolas, de los evangelios, o bien de los dos juntos, en un único libro y ordenada según las fiestas y festividades del año. Primero contenía sólo el inicio de las lecturas para facilitar su búsqueda en la Sagrada Escritura; más tarde, en España y Francia en el siglo VII, transcribían todo el texto, convirtiéndose en un leccionario que en España tomaba el nombre de Liber comicus (o fragmentario). Si, a su vez, contenía las epístolas y los evangelios, formaba un “plenar” (lectionarium plenarium). Comma: V. Privilegios papales solemnes Commater: V. Padrino Commemoratio de cruce: V. Sufragium de omnibus sanctis Commenda: Antes del concilio Vaticano II: Beneficio que era dado a un clérigo de forma revocable con la obligación de cumplir a través de un sustituto las cargas y las obligaciones anejas al beneficio si era necesario.* Commendatio animae: Especialmente antes del concilio Vaticano II: Serie de oraciones conmovedoras del ritual romano que el sacerdote le rezaba (o reza) al moribundo con el cirio encendido (bendecido por la Candelera) como símbolo de la luz de gracia y de la luz eterna para acompañar el alma del moribundo, en nombre de la Iglesia y con el auxilio de la oración, hasta la puerta de la eternidad para obtener la misericordia del Juez justo. Algunas de estas oraciones se remontan a la edad media, o incluso antes. En la edad media se entendía por commendatio animae las oraciones que se rezaban por el que acababa de morir, especialmente el absolutio supra tumbam. Las oraciones para los moribundos se remontan a los libros litúrgicos del siglo XV y bajo la signatura obsequium circa morientes, modus juvandi morientes, etc. Commixtio: El rito de la mezcla de las especies consagradas. Es una ceremonia que sigue a la fracción de la hostia en tres partes, la más pequeña de las cuales se deja caer en el sanguis diciendo: haec commixtio... El Ordo romanus conoce la fracción y la oración que todavía hoy lo acompaña. En época medieval, en las misas pontificales en las que se daba la bendición pontifical después de la fracción, la mezcla se hacía después de la bendición. Desde el siglo IX la ceremonia se interpreta simbólicamente como la resurrección del Señor, en que la sangre de Cristo derramada en la cruz se une de nuevo al cuerpo.* Commune Sanctorum: Aquella parte del misal y del breviario que contiene los formularios de misas y rezos de santos para los cuales el proprium sanctorum no contiene formularios o los tiene incompletos. El commune sanctorum es un complemento del proprium sanctorum. Los formularios están ordenados por las diferentes clases de santos: apóstoles, mártires, confesores, etc. El misal contiene además los formularios de las misas votivas y de difuntos. Communicantes: Oración antes de la consagración y después del memento de vivos en el canon primero, en la cual se venera y se invoca la memoria de la Virgen María, de los apóstoles, y de los doce mártires romanos; en época medieval, y en los países del norte, se hace memoria de los santos especialmente venerados, como san Agustín, san Gregorio, san Martín, san Benito, san Bonifacio y los santos COM J. M. MARTÍ BONET diocesanos más eminentes del lugar. En los prefacios de ciertas fiestas solemnes y festividades especiales (Navidad, Epifanía, Jueves Santo, Pascua, Ascensión y Cincuagésima) se hace memoria del misterio de la fiesta. Communio: Texto parecido a una antífona de los ritos de la misa, que el coro canta de una manera melismática después de la asunción del sanguis y que el celebrante reza en la misa después de la purificación del cáliz; originariamente estaba formado por un salmo precedido y acabado de una antífona que el coro cantaba mientras se distribuía la comunión a los fieles. Como estas disminuían, también se acortaban los versos del salmo, llegando a quedar sola la antífona tal como la tenemos en el actual communio. El sacerdote ya la rezaba en algunos lugares en el siglo XIII, y se generalizó a finales de la edad media. En esta época se le da el nombre de postcommunio para rezarla el sacerdote inmediatamente después de la comunión. El rito ambrosiano la llama transitorium. La communio, como las otras partes variables de la misa, expresa la idea fundamental del día o de la fiesta. Compagi (griego, kampagoi): Calzado de los laicos y también calzado de honor, que después del tiempo constantiniano, en el siglo V, daría pié al calzado de los diáconos y de los obispos, cogiendo un significado eclesiástico, y reservándose para significar el calzado del obispo, denominado sandalia en vez de compagi. Los compagi eran un tipo de calzado bajo, como unas pantuflas, con correas para ser atados y con tapa de cuero negra. Estarían a medio camino entre las sandalias propiamente dichas y los zapatos altos. Compater: V. Padrino Competens: Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo y en la edad media designa al aspirante o candidato al bautismo, es decir, el catecúmeno que podía recibir el sacramento del bautismo. Completas (Completorium): La oración final de las horas canónicas; podríamos decir que es como el “Déu m’encomano”, oración catalana de la noche. Ya aparece en la regla de san Benito con el mismo nombre de hoy y en los textos de su contemporáneo san Aureliano de Arles con el nombre de completa. A partir de la reforma del breviario hecha por san Pío V hasta el concilio Vaticano II esta oración constaba de dos partes: la primera está formada por la officium collationum no litúrgico, prescrito de san Benito, el cual está formado por una breve lectura de la Sagrada Escritura, bendición introductoria, Pater noster y Confiteor. La segunda parte, el completorium originario, estaba integrado por un verso introductorio: el converte nos y el Deus in adjutorium meum, de tres salmos (cuatro antes de la reforma de Pío V), normalmente de un salmo después del concilio Vaticano II, de un himno, de una corta lección de la Sagrada Escritura con el responsorio, de un verso, del cántico de Simeón Nunc dimitis; de la oración final; de la antífona de la Virgen María, variable según los tiempos (antiphona finalis); de un Pater noster, Credo y verso final Divinum auxilium maneat semper nobiscum. Siempre antes del concilio Vaticano II; después se han abreviado mucho y consta, como hemos dicho, de un solo salmo. Compluvio: Patio o patio de luces de planta cuadrada o 64 rectangular en el centro de las casas romanas para dar luz en el interior. En él también recogían las aguas pluviales. Computus: La distribución de las fiestas del año eclesiástico en base al día en el cual cae la fiesta de Pascua (computus pascalis). La dificultad radica en que en el calendario eclesiástico, el año solar y el año lunar están mezclados; el año solar es el regulador del orden de los meses, de las semanas y de las fiestas inamovibles, mientras que el año lunar, 11 días más corto, señala la Pascua y las fiestas movibles que de él dependen. Comunes (registro de notas comunes): Es una de las series más importantes dentro de la tipología de la archivística eclesiástica, por la cual se consignan todos los documentos que tenían (hasta el siglo XIX) relación directa o indirecta con el gobierno de una diócesis, o directa con el derecho eclesiástico o feudal. Prácticamente es toda la documentación de la denominada curia episcopal o del obispado. Comunidor: Torre desde la cual se comunia. V. Comunir o “Tocar a buen tiempo” Comunión: La unión sagramental con Cristo mediante el recibimiento digno de la Sagrada Eucaristía. No pertenece a la esencia del santo sacrificio, pero como participación del sacrificio es una parte integrante del mismo. En los ritos orientales todavía hoy se comulga bajo las dos especies durante la misa, con la diferencia que los sacerdotes las consume separadamente, mientras que los fieles las reciben en conjunto, es decir, el pan consagrado es recibido junto con el vino consagrado o, al menos, mojado en la mayoría de casos con éste. En el rito occidental, tal como se practica hoy, normalmente sólo el sacerdote celebrante comulga con las dos especies. Después del concilio Vaticano II es mucho más frecuente —especialmente en comunidades religiosas— que se comulgue con las dos especies, a pesar de que puede resultar incómodo. La práctica actual de recibir la comunión bajo una única especie se generalizó en el rito latino en el siglo XII por razones de sentido común o práctico; hasta aquel tiempo los fieles recibían durante la misa la sagrada comunión bajo las dos especies. En el siglo V León I Magno y Gelasio I prescribieron expresamente, en contra de los maniqueos, que durante la misa se comulgara bajo las dos especies. Hasta el siglo IX el pan consagrado se ponía en la mano de los fieles, y desde entonces se seguía (hasta el concilio Vaticano II) la práctica de ponerlo en la boca. Aun así en la actualidad son más los fieles que comulgan presentando sus manos, más que en la boca directamente. En primer lugar se bebía la sangre preciosa del mismo cáliz, después mediante cañitas (fistula, canna pipa, pugularis, calamus) junto con el pan consagrado que se había echado y empapado con el vino consagrado. La comunión bajo una sola especie en el siglo XIII ya se había generalizado en todos los ritos occidentales; el concilio de Constanza de 1415 la prescribió contra los husitas. El sínodo de Basilea permitía a los husitas el uso del cáliz bajo ciertas condiciones, pero el Papa quitó este permiso porque no dio los resultados esperados de unión y pacificación. Las preocupaciones del emperador Fernando y del gran duque Alberto de Baviera fueron la causa de que el papa Pío IV 65 SACRALIA ANTIQUA (1564) en el siglo XVI concediera de una manera transitoria el uso del cáliz a los laicos. Tanto en los ritos orientales como en los ritos occidentales, casi siempre, se dio la comunión a los enfermos sólo bajo las especies de pan; a los niños, después del bautismo, se les administraba en raros casos las especies de vino (sólo unas pequeñas gotas). El lugar de la comunión ha sido según costumbre muy antigua el altar o el presbiterio para los clérigos, y el espacio de los cancelli (mesa de la comunión o barandillas de la comunión) del extremo de la nave para los laicos; esta regla todavía se observa hoy con todo rigor en los ritos orientales; en cambio, entre los occidentales, desde los inicios de la edad media ha tenido muchas excepciones. La sagrada comunión propiamente se debe distribuir entre los fieles sólo después de la comunión del celebrante según prescripción del misal romano, y así lo recomienda el concilio Vaticano II; los ritos orientales todavía hoy observan escrupulosamente esta regla; en Occidente ya en el siglo XIII se introdujo la costumbre de distribuir la sagrada comunión a los fieles fuera de la misa cuando existía causa razonable. Después del concilio Vaticano II raramente se distribuye la comunión fuera de la misa. Comunión de los difuntos: Abuso extendido en Oriente y Occidente a principios de la edad media, prohibido por el concilio Trulano II (692) y por los Statuta antiqua, que consistía en dar la comunión a los difuntos (o recién difuntos) viniendo a ser una especie de viático. Comunión de los enfermos: La comunión dada a los enfermos por el sacerdote fuera de la iglesia, sea por devoción, sea por viático. Su rito según el ritual romano consta de una lustración (purificación) de la habitación del enfermo a través de la aspersión de agua bendita, de la distribución de la comunión que se hace igualmente como cuando se distribuye la comunión en la iglesia, con la única diferencia de que en el viático en el acto de dar la comunión el sacerdote dice Accipe frater (soror) corpus D.N.J. Ch. Qui te custodiat ab hoste maligno et perducat in vitam aeternam. Amen, y una oración final. En la edad media, antes de dar la comunión se rezaban los salmos penitenciales, la profesión de fe y el Padrenuestro; pero en el siglo XI el rito ya era igual que hoy. El Ecce agnus Dei y el Domine non sum dignus que reza el sacerdote antes de dar la comunión, mientras muestra la sagrada hostia a adorar, no entraron en el ritual hasta el siglo XVI.* Comunión de los niños: La costumbre observada todavía hoy en los ritos orientales de dar la sagrada comunión bajo las especies de vino al niño o niña bautizado; esta costumbre se conservó en los ritos occidentales hasta el siglo XII, en qué fue decreciendo hasta llegar a desaparecer totalmente en el siglo XVI. La decisión del concilio Tridentino (sesión 21, cap. 4, can. 4) de no ser de ningún modo necesario el dar la comunión al nuevo bautizado acabó con esta costumbre, alejando todo fundamento que pudiera haber. Según la disciplina que rige actualmente en Occidente, los niños pueden recibir la sagrada comunión cuando son capaces de distinguir el Santo Sacramento de la comida natural y están instruidos en la doctrina cristiana. COM Comunión pascual: La obligación de recibir la sagrada Eucaristía en tiempo pascual prescrita por el concilio Laterano IV entre todos los fieles que han alcanzado el uso de razón. Según el antiguo canon 859, 2, antes del concilio Vaticano II era considerado ‘tiempo pasqual’ el que transcurre entre el domingo de Ramos y el domingo de la octava de Pascua, pero el obispo, si las circunstancias lo requerían, podía alargarlo hasta el cuarto domingo de cuaresma como terminus a quo, y hasta la fiesta de la Trinidad como terminus ad quem.* Comunir: Devoción pública que va unida a una bendición para alejar el mal tiempo y las malas consecuencias que de él se derivan para los frutos de la tierra. Según el ritual romano, únicamente se tiene que practicar cuando amenaza mal tiempo; en cambio, en algunas diócesis del sur de Alemania, teniendo en cuenta que casi cada día hace mal tiempo, se practicaba cada día inmediatamente después de la misa, desde la Invención de la Santa Cruz (3 de mayo), hasta la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre). Según el ritual romano, consta de las letanías de todos los santos, repitiendo la invocación A fulgure et tempestate, del salmo Lauda Jerusalem Dominum, de una larga serie de versos, de cinco oraciones que ya aparecen en parte en el Gelasianum, la cuarta de las cuales va acompañada de una bendición del tiempo; y acaba el rito con una aspersión con agua bendita. Según el ritual del sur de Alemania está formada por una antífona, verso y oración, y la bendición con el Santísimo, o con el lignum Crucis. El Gelasianum ya contiene oraciones contra el mal tiempo. Desde el siglo IX ya se puede ver que se han añadido otras oraciones, las letanías de todos los santos, salmos, los inicios de los cuatro Evangelios y otras oraciones; con la introducción de la bendición del tiempo haciendo la señal de la cruz con la cruz o con el Santísimo, así como las conjuraciones de los malos espíritus, a los cuales se atribuye una cierta influencia sobre las nubes, transformadas en verdaderas bendiciones del tiempo. Los siglos XIV y XV fueron fecundos en la creación de estas fórmulas que no siempre estuvieron libres de supersticiones. Las bendiciones del tiempo que tenemos en el ritual actual son abreviaciones de formularios de finales de la edad media. V. nuestro estudio La catedral de Barcelona. Historia e historias (Barcelona, 2009) p. 118. Fig. 312 Concelebración: La celebración de una misma misa por dos, tres o más sacerdotes a la vez que dicen las mismas oraciones de la misa, que pronuncian conjuntamente las palabras de la consagración sobre el mismo pan y sobre el mismo vino, mientras las ceremonias son ejecutadas por uno solo que es el principal celebrante. En los ritos occidentales sólo tenía lugar antes del concilio Vaticano II en la misa de ordenación sacerdotal y en la misa de consagración de obispos (canon 803); en la edad media era más frecuente, si bien nunca fue de uso general. En Roma, en el siglo IX, concelebraban con el Papa los cardenales en la misa de las fiestas de Pascua, de Navidad, de Pentecostés y en San Pedro. La concelebración todavía se practica hoy con cierta frecuencia en los ritos orientales, si bien en cada rito tiene lugar en determinados días y en ocasiones especiales.* Aun así, después del concilio CON J. M. MARTÍ BONET Vaticano II la concelebración se ha hecho una práctica diaria y general, especialmente en comunidades y colegiatas, así como en las catedrales y en muchas parroquias, conventos y monasterios. Concentus: El canto litúrgico ejecutado por el coro de los cantores, a diferencia del canto aislado del sacerdote, diácono y subdiácono, denominado accentus. Concepción Inmaculada de María (Conceptionis immaculatae S. Mariae virginis): Se celebra el 8 de diciembre en conmemoración de la Concepción Inmaculada de la Santísima Virgen María. Aparece en el rito latino hacia el año 1100 en Inglaterra con el nombre Conceptio beatae Mariae Virgnis, condicionada probablemente por la fiesta que aparece en Oriente de la Conceptio sanctae Annae. Entre los siglos XII y XV muchas órdenes, especialmente la franciscana, y muchas diócesis la introdujeron bajo este nombre. Sixto IV (1447) la introdujo en el calendario romano bajo el título Conceptio Immaculatae Virginis Marie. Con la reforma del breviario de san Pío V se extendió más, y con la de Clemente XI (+1721) se generalizó después de que Clemente VIII (+1592) la elevara a la categoría de doble mayor y Clemente IX (+1670) le cediera una octava. Pío XI en 1854 la hacía fiesta de precepto en toda la Iglesia con ocasión de la solemne definición dogmática de la Concepción Inmaculada, después de que se hubiera dado de una manera definitiva la claridad y la seguridad del objeto de la fiesta, dándole el nombre correspondiente al dogma, festum Immaculatae Conceptionis B.M.V., y León XIII la elevó a fiesta doble de primera clase. El objeto de la fiesta es glorificar al buen Dios por el privilegio otorgado únicamente a María en virtud de los méritos de la redención de Cristo, de ser resguardada de pecado y de toda mácula original desde el primer instante de su existencia. Conceptio Christi: Fiesta de la Virgen María de Marzo. Concha: Cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos situados entre los arcos torales sobre los cuales descansa directamente el tambor de la cúpula. Fig. 67 y 129. Concha: El ábside de la iglesia; toma este nombre por su forma muy parecida a la pechina. Concha: Atributo de san Alejandro, san Andrés, san Jaime el Mayor (Santiago), san Juan Bautista, san Rafael, san Ricardo, san Roque y santos peregrinos. Concha de bautizar: Atributo de san Silvestre. Concha de cúpula: Fig. 6 Concha en las manos de un niño: Atributo de san Agustín. Conchas y cúpula: Fig. 67 Concordia, matrona romana y nodriza de san Hipólito y mártir (On. 13 de agosto): Sus atributos son disciplinas de penitencia. Concurrencia: Antes del concilio Vaticano II: Cuando coinciden las segundas vísperas de un oficio con las primeras de otro. Si las vísperas eran de un rito de diferente categoría, el de mayor tenía preferencia, haciéndose sólo conmemoración del otro o dejándolo del todo. Las reglas exactas para regular las vísperas en la concurrencia de oficios se encontraban en las rúbricas del breviario anterior al concilio Vaticano II.* Conductus (condictus): Nombre que en los siglos XII y XIII se 66 daba al canto polifónico a modo de órgano o de discantus, el texto del cual coincidía sílaba por sílaba con las voces del tenor y de los otros cantores. Confesión: 1. El reconocimiento de los pecados en el sacramento de la penitencia; 2. Este mismo sacramento; 3. El Confiteor; 4. La antecámara de los sepulcros de reliquias; 5. La misma tumba; 6. La cripta. V. Confessio, Confiteor Confesión (confessio): 1. Originariamente significaba la antecámara debajo del altar o del zócalo del mismo, donde se encontraba la tumba con reliquias. A veces estaba delante de ellas, y otras encima, y se comunicaban mediante un pozo o ventana. La confesión más conocida es la confessio Petri de San Pedro del Vaticano en Roma; 2. En sentido translaticio, desde el siglo XIII, la misma tumba de reliquias, equivalente al lugar donde estaba colocada la tumba; 3. En la segunda mitad de la edad media significaba también en sentido amplio la cripta como antecámara de la tumba de un santo. Confesión (en griego, exomologesis, exagóreysis): El reconocimiento de las faltas cometidas después del bautismo, que se hace al sacerdote para recibir la absolución (sacramento) que hace en representación de Dios este mismo sacerdote. Forma una parte esencial del sacramento de la penitencia (o reconciliación); por esta razón este sacramento es denominado también confesión. No hay un rito especial para la confesión, pero el penitente debe dar manifestación externa de su arrepentimiento y de su convencimiento y sentimiento de haber pecado, arrodillándose a los pies del confesor. Véase la normativa de las tres posibles absoluciones en la confesión después del concilio Vaticano II. La tercera (sin la manifestación individual de los pecados mortales) se pretende imponer en algunos sectores. Aun así, la Iglesia insiste en que sólo se puede aplicar en casos muy excepcionales. Si no es así, algunos teólogos llegan incluso a afirmar que si no es en casos muy extremos la fórmula tercera de este sacramento lo hace inválido. Afirmación posiblemente exagerada. Confesión de fe Símbolo: Fórmulas en las cuales están contenidas, en una redacción breve, las principales verdades de la fe. Se llaman símbolos porque son las señales, los signos distintivos de las creencias religiosas de aquellos que las profesan. En las funciones litúrgicas existen tres confesiones de fe: la de san Atanasio, llamada también Quicumque por su primera palabra; la nicenoconstantinopolitana y la apostólica. Confesión de fe tridentina (professio fidei tridentina): Confesión de fe redactada por el papa Pius IV y promulgada en la bula Iniunctum Nobis del 13 de noviembre de 1563, basada en la definición dogmática del concilio Tridentino. Está integrado por el símbolo de fe nicenoconstantinopolitana y de las verdades de fe definidas por el concilio Tridentino contra los reformadores del siglo XVI. El beato Pius IX hizo una enmienda el 20 de enero de 1877 sobre las definiciones dogmáticas del concilio Vaticano, especialmente los dogmas del primado y de la infalibilidad. San Pius X el 1º de septiembre de 1910 añadió un largo apéndice contra los errores del modernismo. En un principio debían hacer 67 SACRALIA ANTIQUA esta profesión de fe sólo los obispos, las dignidades, los canónigos de un capítulo, los rectores de parroquias y los superiores de casas religiosas al tomar posesión de sus cargos. Las muchas veces en las cuales había que hacer esta profesión de fe estaban señaladas en el Derecho Canónico, can. 1406 anterior al concilio Vaticano II.* Confesión de los laicos: Es un uso, que perdura hasta el siglo XVI, de confesar en caso de necesidad las culpas a uno que no es sacerdote (una persona laica). No iba acompañada de ninguna absolución, ni era ningún sacramento, sino más bien una sustitución de sacramento, del mismo modo que el baptismum flaminis es un tipo de sustitución del bautismo de agua. Los teólogos medievales estaban divididos en sus opiniones sobre la necesidad y la eficacia de esta confesión laica; el teólogo Scott era un enemigo decidido de la eficacia de este acto. Confesionario: Asiento del sacerdote que confiesa y que lo separa del penitente mediante dos paredes laterales o mamparas que tienen a cierta altura una ventanilla con una verja. Desde el concilio Tridentino tenía y tiene esta forma. Antes, sin embargo, era un banco sin paredes laterales que tenía un pequeño reclinatorio donde el penitente se arrodillaba. No tenía un lugar fijo en la iglesia. A finales de la edad media se encontraba a menudo detrás del altar mayor; o sea, detrás de la parte posterior del retablo donde acostumbraba encontrarse una pintura con el juicio final, la Verónica u otro cuadro de temática similar; pero más tarde se prohibió instalarse en este lugar, especialmente si era oculto. Confirmación (confirmatio, consignatio): griego, sacramento de la unción con myrón, o el santo óleo así denominado también. Es el sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo por mediación del cual el que lo recibe, por la imposición de las manos, la unción que le sigue y la oración del obispo que la acompaña, es ungido atleta de Cristo y el Espíritu Santo le da una gracia y fuerza especial para confesar con firmeza la fe durante el camino en este mundo. Válidamente lo puede recibir todo bautizado, una sola vez, puesto que imprime un carácter indeleble en el alma del que lo ha recibido. El ministro ordinario de este sacramento son el obispo y los sacerdotes; por concesión especial del derecho canónico, como son los cardenales, los abades y prelados nullius, los prefectos y vicarios apostólicos. El concilio Vaticano II ha cambiado algunas de las normativas. Para recibir el sacramento de la Confirmación no se requiere una edad determinada. Originariamente se administraba inmediatamente después del bautismo, cosa que todavía hoy se practica en los ritos orientales en los cuales el sacerdote lo puede administrar. En los ritos occidentales en los cuales el ministro del sacramento es el obispo, ya en la edad media se tenía que administrar separadamente, y desde el siglo XIII ya aparece la costumbre de no administrarlo hasta los siete años, a excepción de algunos casos especiales. Al igual que para el bautismo, para la confirmación también se escoge un padrino. Antiguamente era el mismo del bautismo; en el siglo IX ya se citan padrinos de confirmación. Ya en aquella época, como lo prescribía el antiguo Derecho CON Canónico (can 794, 2), se requería un padrino para cada confirmante. La materia remota del sacramento es el crisma o mirón (myrón) consagrado por el obispo, la materia próxima es la imposición de las manos, acompañada de la unción (signatio). La confirmación se administra en la iglesia, pero se puede administrar en otra habitación. Durante la alta edad media las catedrales tenían el consignatorium como lugar para la administración de la confirmación. La confirmación se ha convertido entre los protestantes una pura ceremonia (confirmation). V. Rito de confirmación Confirmante: El que recibe el sacramento de la confirmación. Confirmare: Antiguamente, según los Ordines romani significaba la administración de la sagrada comunión bajo las especies de vino. Confiteor: Confesión de las faltas cometidas, diferente de la confesión sacramental en la cual en el sacramento se confiesan las culpas una a una; el confiteor representa una acusación general de los pecados cometidos no secretamente ante el sacerdote, sino públicamente, por este motivo llamada “general” o penitencia pública. Se debe recitar también, antes de la distribución de la comunión y extremunción, en la officium capituli (de las órdenes religiosas) introductorio de las completas y al dar la absolución general a los moribundos. Toma el nombre de sus primeras palabras. Es una confesión general de las culpas, también llamada antiguamente apología. Su uso a comienzos de la misa se puede constatar en el siglo IX. Su texto era múltiple hasta el siglo XI. Algunos formularios del Confiteor sólo en las ideas fundamentales se relacionan con el actual; con todo, en el siglo VIII aparecen algunos que tienen el texto y estructura muy semejantes al actual; a partir de estos se desenrolló en los siglos XII-XIV la actual fórmula del Confiteor, que recibió del papa san Pío V la forma definitiva.* Confractorium: La antífona que en el rito ambrosiano se canta después de la fracción de la sagrada hostia inmediatamente antes del Pater noster. Confraternitas: V. Hermandad y Cofradía Congregación de Ritos (Congregatio rituum): Antes del concilio Vaticano II: Congregación de cardenales fundada por Sixto V en 1588 y ordenada nuevamente por san Pío X en 1908 que según las ordenaciones de san Pío X tenía que cuidar: 1. De los usos y ceremonias del culto del rito romano; 2. De las reliquias; 3. De seguir los procesos de beatificación y canonización. Los decretos que daba sobre cuestiones litúrgicas se ocupaban unas veces de nuevas ordenaciones y cambios del rito de las funciones del culto, del rito de las fiestas, de los libros litúrgicos, etc.; otras veces se ocupaban de declaraciones de preceptos litúrgicos y de rúbricas, otras de declaraciones sobre la tolerancia o no tolerancia de usos litúrgicos de carácter local, otros eran sobre privilegios litúrgicos y dispensas. La Congregación de Ritos emitía sus decisiones en nombre del Papa y en fuerza de su autoridad, de tal manera que la validez y el carácter de los decretos de esta eran los mismos como si fueran del Papa; aunque no fueran firmados por el mismo pontífice.* Congregación mariana: Asociación erigida bajo el título y en honor de la Inmaculada, sobre todo para dar y extender CON J. M. MARTÍ BONET el culto a la Virgen María, para fomentar la vida religiosa y las buenas costumbres, así como la caridad. La primera congregación mariana la fundó en Roma en 1564 el jesuita Juan Leunis, en el Colegio Romano. El papa Gregorio XIII, en 1577 la erigió con su Bula Omnipotentis Dei en “congregación madre y primera de todas las congregaciones de la misma clase”, confiriendo a los jesuitas la suprema dirección de la misma y el derecho de asociación a las nuevas congregaciones marianas que se fundaran, como fue el caso de las congregaciones marianas fundadas en Barcelona en 1599 en la iglesia de Belén de los Jesuitas en la Rambla. Conjuración: V. Exorcismo Conjuro: Acción consistente en un signo o rito, a menudo acompañado de una fórmula hablada (imperativa), con que se pretende conectar con una potencia invisible. Quién practica este conjuro normalmente se encuentra en estado de máxima excitación vital. A veces el conjuro se convierte en exorcismo. En el conjuro a veces se interpela a Dios para que se alejen los malos espíritus o de cualquier peligro. Conmemoración (Commemoratio): Antes del concilio Vaticano II: Memoria y referencia que se hacía en el rezo del oficio de otro oficio concurrente u ocurrente que era imposible de rezar por completo. Cuando había concurrencia, esta memoria sólo tenía lugar en las vísperas del oficio dominante, diciendo solamente la antífona y el verso del Magnificat. En caso de concurrencia la conmemoración se hacía, o sólo en las laudes y en las vísperas, o bien en las laudes, vísperas y maitines del oficio dominante. En las laudes y en las vísperas rezando la antífona, el verso y el oremus de estas horas respectivamente; y las maitines con la lectura de un fragmento evangélico o narración histórica del oficio arrinconado. Las reglas, por cierto bastante complicadas, para el establecimiento de las conmemoraciones se encontraban en las rúbricas generales del Breviario, siempre antes del concilio Vaticano II. Conopeo (Konopéion): 1. El baldaquino del altar; 2. Pabellón prescrito por el rito romano, que cubre el sagrario y que hoy casi está en uso sólo en Italia y en España en algunas iglesias. No hay prescripción sobre el tipo de ropa de que debe ser. No es posible comprobar desde cuándo está en uso el conopeo. Tienen semejanzas con el conopeo los cortinajes o el baldaquino que en la edad media se acostumbraban a poner en forma de tienda sobre el “reconditorio” (o sagrario) de la Eucaristía a veces suspendido sobre el altar. El conopeo se encuentra prescrito de una manera tajante por primera vez en las Instructiones de san Carlos, pero no como una novedad. Puede ser de varios colores según el tiempo litúrgico.** Fig. 307 Conrado, cazador y franciscano (On. 19 de febrero): Sus atributos son ciervo, flechas y redes. Conrado, monje anacoreta (On. 14 de febrero): Sus atributos son cordero y corona ducal en el suelo. Conrado, obispo de Constanza (On. 26 de noviembre): Sus atributos son la araña, el cáliz y la red. Consagración: En sentido litúrgico católico significa: 1. El acto de la transubstanciación del pan y del vino en el canon de la misa al pronunciar sobre los mismos las palabras con las cuales el Señor instituyó la Sagrada Eucaristía; 2. Las 68 unciones que hace el obispo con el santo crisma, como son las de la ordenación sacerdotal, las consagraciones de iglesias, de altares, de campanas, cálices y patenas; 3. La vestición de vírgenes (religiosas monjas) consagradas al Señor, hecha por el obispo. Consagración del altar (consecratio altaris): El rito solemne con el cual un altar fijo o portátil es consagrado para ser utilizado para el ofrecimiento del sacrificio eucarístico. Es un sagramental reservado al obispo; se puede realizar junto con la consagración de la iglesia, que debe ir esta acompañada de la consagración de un altar de la misma, o en algunas ocasiones la consagración del altar se realiza sola. En los dos casos el rito es el mismo. Incluso en el segundo se cantan las letanías de todos los santos. En el ritual anterior al concilio Vaticano II se bendice el “agua gregoriana”, se hace la lustración del altar santiguando la mesa con este agua, se dan siete vueltas al altar aspergiéndolo otras tantas veces, se prepara el mortero bendito, se depositan las reliquias en el sepulcro del altar, se unge dos veces con el santo óleo de los catecúmenos, una vez con el santo Crisma y después otra vez con los dos santos óleos juntos; se queman cinco granos de incienso en los cinco puntos del ara que se han untado con aceite; se dice la oración de consagración, se unge la base del altar y los ángulos del mismo, se viste el ara o altar y se dice la misa de consagración. Sólo la oración de consagración en la que se incluía un prefacio cantado tenía otra estructura peculiar cuando la consagración del altar iba acompañada de la consagración de la iglesia. Según costumbre del rito romano la consagración del altar consistía sencillamente en hacer uso por primera vez del altar y en colocar las reliquias si las había. La unción del altar ya aparece en Oriente en el siglo IV y en el siglo VI en las Galias. La lustración del altar está documentada en el siglo VII en Francia, y era habitual en Roma en el siglo VIII. El rito romano de la consagración del altar es el resultado de una mezcla de las ceremonias romanas y galicanas que empezó en el siglo IX y acabó en el siglo XII. La unción del ara con los santos óleos de los catecúmenos y Crisma, el quemar los cinco granos de incienso en las esquinas del ara de la mesa ungidas, así como la unción de la base del altar y de las cinco telas o candelas de los lados de la misma datan de finales de la edad media.* Hay que insistir en que todo lo que se ha dicho corresponde a antes del concilio Vaticano II, aun así muchos ritos continúan en la disciplina actual. Fig. 175 Consagración del altar en los ritos orientales: La consagración del altar en los ritos orientales es más sencilla que en los ritos occidentales y va siempre acompañada de la consagración de la iglesia. La más rica en ceremonias es la griega, pero que todavía no tiene la importancia que tiene en los ritos occidentales en los tiempos carolingios. Empieza con la lectura de la erección del altar hecha por el obispo, sigue una oración solemne, una triple purificación del altar, con agua bendita caliente, efusión de vino rojo con agua de rosas en forma de cruz sobre el altar, y finalmente la unción de la mesa y de la estipes con el santo mirón (myrón). La ceremonia acababa con el vestimiento del altar con el 69 SACRALIA ANTIQUA katasárka, el endyuté y el eiletón, y con una incensación. La recondición (ocultación) de las reliquias detrás del estipes o de debajo del altar, cuando este es de muchas columnas, tiene lugar después de la consagración de la iglesia. La consagración del altar en el rito armenio es igual que en el rito griego con la diferencia de que no se ponen reliquias en el altar. Los ritos siríaco, nestoriano y copto, que tampoco tienen la recondición de reliquias, conocen sólo la ceremonia de hacer la cruz y ungir el altar. Consagración de aras: Antes del concilio Vaticano II: El rito solemne por el cual el obispo consagraba un ara o altar para poder celebrar la misa. Ofrecía pequeñas variantes de la consagración del altare fixum. El obispo rodeaba y aspergía tres veces el ara con “agua gregoriana” en vez de hacerlo siete como en el altar fijo. La recondición de reliquias no se hacía inmediatamente después de la lustración, sino una vez había sido ungida con el santo Crisma. En ella no había unción del medio, del frente y de los cuatro lados de la stipes, y contenían la forma de losa plana, pero no la precisaban. Las oraciones de consagración tenían un texto diferente de las del ordo de consagración del altar fijo. Antiguamente la consagración de aras era muy sencilla. En los siglos IX y X constaba de una sola oración de bendición, pero después se introdujo la lustración, la unción, la recondición de reliquias —antes no tenían las aras— y otras ceremonias cada día más parecidas a la consagración del altar fijo. Este proceso duró hasta finales de la edad media y después perduró en algunos lugares. Consagración de la iglesia (dedicatio, consecatio ecclesiae; griego, kathiérosis, enthronismmós, anoignusis): Antes del concilio Vaticano II: Rito reservado al obispo, en fuerza del cual una iglesia es destinada únicamente al servicio del culto y es, a su vez, destinada de una manera perdurable y permanente al mismo. La consagración de la iglesia iba siempre acompañada de la consagración del altar, de tal modo que la consagración de un altar se puede hacer separadamente de la consagración de la iglesia, pero la iglesia no se puede consagrar sin consagrar un altar. Todos estos ritos corresponden a antes del concilio Vaticano II, aunque muchos de ellos coinciden con los ritos actuales, que son los siguientes: 1. La toma de posesión de la iglesia que consiste en darle la vuelta tres veces aspergiendo con agua bendita y llamando cada vez a la puerta de la iglesia, la entrada a la iglesia, el canto de las letanías de todos los santos, la escritura del alfabeto griego y latín sobre una gran cruz en forma de X hecha en el pavimento de la iglesia, la cual representa el monograma del nombre de Cristo; 2. La lustración, es decir la purificación y santificación de la iglesia y del altar con el “agua gregoriana”, que consiste en la bendición del agua, el santiguamiento de la mesa del altar y su aspersión por siete veces, rodeándola; el hecho de aspergir tres veces los muros interiores del templo, dando la vuelta y rociar en forma de cruz por dos veces el pavimento de la misma; 3. La consagración del templo por medio de una oración de consagración revestida de la forma de prefacio cantado; 4. La reconditio de reliquias, consistente en la preparación de una pequeña concavidad que se llena con el mortero bendecido, la colocación de CON las reliquias, la unción del reliquiario llamado sepulcrum y la colocación y cierre de las reliquias; 5. La unción del altar y de la iglesia, que consiste en una doble unción de los extremos (cornua) del altar y del medio de la mesa del altar con el oleum Catachumenorum y también con el Santo Crisma; la unción de toda la superficie del altar con los dos santos óleos; la unción de doce contornos en las paredes del templo señalados con una cruz y un cirio que quema; finalmente, la cremación de incienso en los cinco puntos ungidos del ara; 6. La solemne oración de consagración del ara; 7. La unción de la parte delantera del ara, de la columna que la sostiene y de las juntas de la columna con la mesa; 8. La bendición de los manteles y otros utensilios del altar; 9. El revestimiento del altar; 10. La misa de consagración. En su origen el rito de la consagración de la iglesia, según costumbre romana, era muy sencillo: consistía en la toma de posesión de la nueva iglesia entrando solemnemente, la colocación de las reliquias en caso de que se tuvieran que colocar, y la misa de consagración; en cambio, en Francia, ya en el siglo VI, era costumbre ungir el altar. El rito de la consagración de la iglesia se debe a una mezcla del rito galicano muy desenrollado, con el rito romano muy arcaico, tal como eran en aquella época, empezada en el siglo IX. Este rito mezclado, en el siglo XII era casi general en Occidente; su forma definitiva la adquirió a finales de la edad media. Especialmente datan de este tiempo la unción de la mesa del altar con los dos santos óleos Crisma y de los catecúmenos, el quemar granos de incienso en los cinco lugares ungidos del ara, la unción de la parte delantera de la mesa, de la junta de la mesa con la columna, de la columna y de las esquinas del altar. Si el reliquiario está encima de la columna bajo la mesa, la colocación de las reliquias se hace —como ya se hacía en la edad media— antes de la lustración del altar, inmediatamente después de la bendición del agua gregoriana, y no después de la lustración del altar y de la iglesia. La consagración de la iglesia en los ritos orientales es mucho más sencilla que en el rito latino; consiste en la fijación de la mesa del altar en la columna, el lavado del ara del altar con la columna que la sostiene, la infusión triple de vino y de agua de rosas sobre la mesa, la unción de la misma con las columnas que la sostienen, revestimiento del altar, incensación del altar, del presbiterio y de las naves de la iglesia, aspersión y unción de los muros de la iglesia, oración de consagración, ir a buscar las reliquias, la colocación de las mismas en la mesa y la misa de consagración.* Después del concilio Vaticano II han cambiado en parte esos ritos. Consagración de la iglesia: Armenio: La consagración de la iglesia en el rito armenio se practica, con muy pocas diferencias, como en el rito griego del cual es sacada. En los otros ritos orientales está compuesta de oraciones, de la consagración del altar (V. Consagración del altar en los ritos orientales), de la unción de la iglesia y de la misa de consagración. Ni el rito armenio, ni el siríaco, ni el nestoriano, ni el copto, tienen la colocación de reliquias. Consagración del obispo: V. Episcopado Consagración del rey (Benedictio regis et reginae, ordo conronationis regis et reginae): Antes del concilio Vaticano II: El rito prescrito en CON J. M. MARTÍ BONET el Pontifical romano que se debía observar para la coronación y unción de un rey, de una reina, de un emperador o de una emperatriz, estaba formado (antes del concilio Vaticano II) en paralelo con el rito de la consagración de obispos, pero sólo era un sagramental y no un sacramento; la hacía el metropolitano correspondiente asistido por los obispos de la nación, en un domingo; iba unida a la misa. Constaba de dos partes: la primera antes de la misa y la otra antes del aleluya del gradual, el último verso del tractus o la última estrofa de la secuencia. La primera parte estaba integrada por un breve examen, una exhortación dirigida al rey, la prestación del juramento, la oración de bendición dirigida al consagrado por el metropolitano y por todos los obispos asistentes, las letanías de todos los santos y finalmente dos oraciones de consagración del nuevo consagrado. La segunda parte comprendía: la unción del rey, que se hacía con el aceite de los catecúmenos, en el antebrazo y en la nuca, entre los hombros; la entrega y ceñimiento de la espada, que el rey sacaba de la vaina, blandía con la mano derecha y la apoyaba en su brazo izquierdo; la imposición de la corona, la entrega del cetro y la entronización; y finalmente acababa con el Te Deum y oración final. A la hora del ofertorio el rey subía al altar y le ofrecía al metropolitano una cantidad en dinero que era una reminiscencia de la ofrenda en pan, vino y dinero que, a finales de la edad media, el rey todavía ofrecía en la misa de su consagración. Después de recibir la comunión el metropolitano le ofrecía vino de las abluciones, una reminiscencia de la costumbre observada hasta más allá de la edad media de comulgar bajo las dos especies en la misa de coronación. En la coronación de una reina que era regente faltaba sólo la entrega de la espada; si era una reina que no regía, sino que solamente era reina por ser esposa del rey, no había ni examen, ni exhortación, ni juramento de fidelidad, ni entronización. España es el primer lugar donde aparece la consagración del rey, y se puede documentar en el siglo VII. Entre los francos se usa por primera vez con Pipino el “Breve”. En el siglo X ya aparece formada en todas sus partes principales. En la edad media sus oraciones eran muy diversas. Además de la unción de la nuca y del brazo derecho se añadió el del brazo izquierdo, el del pecho, de las manos y de la cabeza; en diferentes lugares la unción no se hacía sólo con el óleo de los catecúmenos; en otros se hacía también con el Santo Crisma o con una mezcla de los dos. El rey era revestido con el yelmo, las armillae y el manto, y se le ponía el manto. El rito prescrito en el Pontifical romano reproduce el ceremonial sencillo que se practicaba en Roma a finales de la edad media en la coronación de los reyes. El rey y la reina recibían la comunión bajo las dos especies — en Roma sólo el rey— hasta muy avanzada de la edad media el día de la misa de coronación, a lo cual hace referencia la prescripción del pontifical romano al metropolitano (que consagra) de dar el vino de las ablucions al rey y a la reina después de recibir la comunión.* Consagración de los santos óleos: Consagración que (antes del concilio Vaticano II) hacía el obispo asistido por doce sacerdotes, siete diáconos y siete subdiáconos. Era practicada desde los tiempos más antiguos del 70 cristianismo en la misa del Jueves Santo. El oleum infirmorum se consagraba hacia el fin del canon, después de las palabras Per quem haec omnia, semper bona creas, etc. El Crisma y el oleum catechumenorum se consagraban después de la comunión. Las oraciones de su consagración se encuentran ya casi todas en el Gelasianum, siendo muy antiguas. La consagración se hace en una mesa colocada ante el altar. La oración de consagración del Crisma está revestida de la forma de un prefacio solemne. En la consagración del Crisma y del oleum catechumenorum tenía lugar una triple emisión de aliento y una triple veneración de los mismos hechas por el obispo y por los doce sacerdotes mientras se consagran. Estas ceremonias ya aparecen en el siglo IX. Después del concilio Vaticano II se ha dado mucha importancia a la misa crismal en la cual se pide que concelebren todos los sacerdotes de la diócesis y en la cual estos renuevan las promesa de obediencia, y respeto al obispo y la promesa de cumplir con el celibato. Consecratio altaris: V. Consagración del altar Consecratio ecclesiae: V. Consagración de la iglesia Consignatio: Denominación medieval de la confirmación. Consignatorium (chrismarium, locus chrismarius): El espacio donde el Sábado Santo el obispo, después de la administración del bautismo, administraba el sacramento de la Confirmación a los recién bautizados; solía ser una construcción cerca del baptisterio.* Consubstanciación: La doctrina luterana según la cual el Cristo revelado está en la eucaristía junto con la sustancia de pan y de vino coexistentes, y no por medio de la transubstanciación, es decir, por el cambio de la sustancia del pan y del vino en el cuerpo y sangre de Cristo. Para los luteranos Cristo está sacramentalmente presente junto con el pan y el vino que no se han cambiado para nada en sus sustancias. Consueta: Libro parroquial en el cual constan las costumbres, festividades, tradiciones litúrgicas, aniversarios de defunciones, etc... de una parroquia. En la diócesis de Barcelona era obligado desde el siglo XIV. Consuetudinarius liber: Consuetudinarium, consuetudines: V. Liber ordinarius Consuetudo: Costumbre litúrgica que prescribe, prohíbe o tolera, y que no emana propiamente de la autoridad que puede legislar en la liturgia. En la costumbre introducida por un arraigo de muchos años, tolerada sin contradicción por las autoridades eclesiásticas, es considerada fuente de derechos y deberes. Esta costumbre puede ser contraria a las leyes litúrgicas existentes: consuetudo contra legem, o es una costumbre introducida al margen de las leyes litúrgicas existentes, consuetudo praeter legem. No hay duda de que las consuetudines de la segunda clase son toleradas; pero discutible si las costumbres de la primera son válidas y hasta qué punto, ya que difícilmente llegan a reunir las condiciones necesarias para su validez. Contestatio: Nombre que se daba al prefacio en el rito galicano; el nombre se debe a que su contenido es un testimonio de alabanza y de gratitud. Contexto: En diplomática, es la parte central del documento, es decir el que no es protocolo ni escatocolo. Tiene las siguientes 71 SACRALIA ANTIQUA partes: arenga (o exordio), promulgación (notificación), narración (petición o causa de la intervención), disposición (parte constitutiva del documento) y varias cláusulas. Contraclave de un arco: Fig. 12 Contrafuerte: Estructura maciza de piedra adosada a los muros exteriores que sirve de refuerzo contra la presión lateral de una bóveda o de un arco. Acostumbra a ser un elemento típico del estilo gótico. Fig. 62 Contrasello (sello secreto): En diplomática, da autenticidad a los anteriores sellos. V. Bula dimidia y Sello Conversión y conmemoración de san Pablo: Dos fiestas en honor de san Pablo. La fiesta de la conversión (25 de enero) es de origen de las Galias; en cambio la fiesta de la conmemoración (30 de junio) es de origen romano. Ésta es una extensión de la fiesta principal de los príncipes de los apóstoles. Su origen se debe al hecho obvio de la gran distancia que había entre la basílica de San Pedro y la de San Pablo y lo difícil que le resultaba al Papa celebrar en un mismo día a las dos festividades, y también porque era muy difícil para el clero y el pueblo de Roma asistir a ellas; por eso el día 29 de junio se celebraba sólo la fiesta en la basílica de San Pedro y un día después en la tumba de San Pablo en su respectiva iglesia.* Coopertorium: 1. Denominación litúrgica de la tela que servía para cubrir las ofrendas que, a la hora del ofertorio, se llevan solemnemente al altar; 2. Denominación medieval de los manteles del altar; 3. A finales de la edad media se daba este nombre a la caja o bolsa que servía para guardar los corporales. Copa: Atributo de santa Cándida, san Eloy y Reyes Magos. Copa con serpientes aladas (veneno): Atributo de san Benito, san Eduardo, san Juan Evangelista, san Luis Bertran. Copón: Vaso destinado a la reserva de la Eucaristía. El origen del copón viene de la necesidad de conservar la reserva del Santísimo Sacramento por si había que llevar la comunión a los enfermos o a los prisioneros. La palabra copón proviene del término latino cuppa, que quiere decir copa. V. Ciborio Fig. 256, 257, 258, 259 Copón de viaticar: Copón pequeño que sólo puede contener pocas hostias y que sirve para llevar el viático a los enfermos. Copto: V. Lenguas litúrgicas. Liturgia de la misa. Rito. Coral (notación escrita): Signos que servían para anotar las melodías de las corales. Originariamente se hacía uso de los neumas (neuma, en griego señal) unidos unos con otros, escritos sobre el texto con rayas y puntos, ganchos que representaban los tonos, no en su altura absoluta, ni en la su separación exacta, sino las figuras de los tonos y sus movimientos hacia arriba y hacia abajo. Entre las tentativas de reproducir los intervalos, el sistema de reproducir los neumas que aparece en el siglo X llamado diastémico (diastema, en griego intervalo, distancia) es lo más rico en consecuencias. Este sistema coloca los neumas en el texto, no en línea recta, sino encima y debajo del mismo texto. Este sistema mejoró con la introducción de una línea encima y debajo de la cual se ponían los neumas, y mejor con la introducción de una línea roja para señalar el tono f y una amarilla para el tono C. Guido de Arezzo introdujo estas dos líneas, a las cuales CON añadía otras dos, de tal modo que, mediante las letras-claves, dio la altura absoluta de los tonos para cada pieza de canto. Fue el introductor del sistema de cuatro líneas que, poco a poco, arraigó y que todavía se conserva hoy. El cambio de los neumas en las notas actuales tuvo lugar en los siglos XIII y XIV. En Alemania, por influencia de la letra gótica minúscula, se desarrolló un sistema de notas compactas en forma de guion o de clave, las cuales estuvieron en uso hasta el siglo XIX; en Italia se desarrollaron las notas cuadradas, llamadas latinas, que hoy han sido aceptadas por todo el mundo. Corales: Seglares vestidos con sotana y sobrepelliz que asisten al coro de las comunidades para rezar o cantar los oficios divinos. Corazón: Atributo de san Agustín, san Antonio de Padua, san Benito de Palermo, santa Brígida, san Cayetano, santa Catalina de Génova, santa Catalina de Siena, san Felipe Neri, san Francisco Javier, san Francisco de Sales, santa Gertrudis, san Ignacio de Antioquía, santa Juana de Chantal, san Leandro, santa Magdalena de Pazzi, santa Margarita María de Alacoque, san Pablo de la Cruz, san Policarpo, santo Tomás apóstol y santa Teresa de Jesús. Cordero: Atributo de san Abel, san Abraham, santa Inés, san Andrés Corsino, san Clemente, santa Coleta, san Conrado, san Francisco de Asís, san Joaquín, san Juan Bautista y san Serafín. Cordero: Atributo de san Daniel profeta. Cordón franciscano: Atributo de santa Isabel de Hungría, san Luis rey, san Luis de Tolosa y santa Margarita. Corladura: Pintura (o barniz) que los pintores y escultores dan a una pieza plateada. Cornelio, Papa y mártir (On. 16 de septiembre): Sus atributos son cuerno y buey (animal con cuernos). Cornisa: Cuerpo volado, generalmente horizontal, con molduras que sirve para decorar o simplemente para proteger una pared. Fig. 63-80 Cornua: 1. Los cuatro ángulos del altar; 2. Las dos puntas de la mitra; 3. Las puntas arcadas del birrete. Coro (chorus): 1. En los divinos oficios, los cantores que ejecutan el canto litúrgico de los salmos, himnos, antífonas y responsorios. Originariamente eran clérigos, actualmente son laicos casi siempre. Hasta finales de la edad media se llamaba schola cantorum o simplemente schola; hoy este nombre se conserva sólo en el Pontifical romano; 2. El conjunto de sacerdotes de una comunidad o convento asisten y que cantan la “misa conventual”; 3. El lugar de la iglesia donde se reúnen los que forman comunidad o padres o hermanos del convento. También se aplica a los conventos y monasterios femeninos. En Italia el coro se encuentra detrás el altar mayor, en Francia y en Alemania en el presbiterio o inmediatamente delante del altar mayor, y en España en medio de la nave central de la iglesia; 4. Funciones de las iglesias de comunitarios o de conventos; 5. El presbiterio, el espacio del altar de cada iglesia, significado que está muy extendido. Coro (oración del): Oficio rezado por obligación en comunidad y en el coro de las iglesias de conventos y de beneficiados COR J. M. MARTÍ BONET por los religiosos o religiosas y comunitarios. Coro (pasillo) (ambitus): Pasillo formado alrededor del coro, continuación de las naves laterales, con arcuaciones que se abren hacia dentro en las cuales hay capillas o nichos por altares. Se introdujo en el siglo X; en tiempo del románico sólo era conocido en Francia; pero en tiempo del gótico se extendió a todas las grandes iglesias. Coro (rejas del): Rejas que había ante el altar en la edad antigua del cristianismo y en la edad media, las cuales separaban los cantores (la schola cantorum) del altar, y más tarde las rejas que separaban el espacio del altar de la nave (cancelli). Coro (servicio del): Las funciones que se deben celebrar por obligación en el coro de las iglesias de los monasterios y de comunidades de beneficiados o de canónigos. Estas funciones son el rezo de las horas canónicas, la misa conventual, las procesiones que a ella van unidas (litaniae maiores, litaniae minores, procesión del Corpus, etc.) y varias bendiciones (la de las candelas, la de la ceniza, la de las palmas, la de las fuentes bautismales…). Coro (sillería) (stalla, stalli): Las sillas de los coros de los conventos, colegiatas, catedrales, iglesias de comunidades masculina y femeninas, etc., que sirven para sentarse los comunitarios, durante la celebración de los oficios divinos, de la misa conventual y las otras funciones del coro. Esta sillería está formada por un reclinatorio (forma) y un banco para sentarse (sedile, scamnum) con una especie de asiento para apoyarse al estar de pié que está fijado en la parte inferior del banco (misericordia o llamado también penitencia). Los coros de las iglesias pequeñas tienen una sola fila de bancos, mientras que los de las iglesias grandes tienen varias filas de bancos (formae altae, formae superioris ordinis, formae bassae, formae inferioris ordinis). Los bancos para sentarse a la hora de las lecturas ya eran conocidos en el siglo V, los reclinatorios (formulae) para arrodillarse aparecen citados varias veces en el siglo VI. El tipo de coro actual se remonta al siglo XI, y su disposición definitiva con respaldo sería del siglo XIII. Hacia finales de la edad media se decoró con todo tipo de elementos góticos y más tarde con todo tipo de ornamentación renacentista y barroca. Las dignidades (canónigos superiores de la catedral), el preboste, el decano, chantre, arcipreste, el abad y el prior tienen siempre sillas reservadas. V. Catedral de Erfurt o coros de las catedrales catalanas Coro: (obispo de): V. Praecentor Coro: 1. Parte o lugar de una iglesia en el cual están los cantores. 2. Dentro de la nave o el presbiterio de una iglesia, parte destinada al oficio litúrgico de los canónigos, del clero o los religiosos obligados a rezar el breviario. Fig. 176 Coro de una basílica latina: Fig. 40 Coro de los hombres: Tribunas que sólo los hombres pueden ocupar. Corona: Durante el periodo medieval se designa con este nombre: 1. La tiara papal, la corona del Papa tal como la describen los ordines romanos del siglo XII; 2. La araña redonda para quemar cirios; 3. Objeto formado por pequeñas cadenas, colocado sobre el altar o ante el espacio del mismo que tiene forma de corona, llamado “corona 72 colgada”; 4. Nimbo alrededor de la cabeza; 5. Indicador para orar, parecido a los rosarios de la Virgen María (rosario dominicano) formado con una cadena de granos, también llamado rosario, con una añadidura especial que lo caracteriza para distinguirlo del rosario usual. Existen la corona de las cinco llagas, la corona de santa Brígida, los rosarios crucíferos, la corona de los dolores de la Virgen María, la corona de los ángeles en honor al arcángel san Miguel y todos los corazones angelicales. La corona de las cinco llagas tiene cinco partes, en cada una de las cuales se dicen cinco Gloria Patri y un Avemaría; la de santa Brígida tiene seis partes en cada una de las cuales se dice un Padrenuestro, diez de Avemarías, un Credo y un Padrenuestro y tres Avemarías al final. Los siete Padrenuestros recuerdan los siete dolores y gozos de la Virgen María, y los 63 Avemarías los 63 años de la vida mortal de la Virgen María. Los rosarios crucíferos tienen la forma del rosario usual con los cinco decenarios, pero no contemplan ningún misterio. Se rezan en honor de la Virgen María. La corona de los siete dolores de la Virgen María extendida por los servitas se compone de siete decenarios con un Padrenuestro y siete Avemarías, y acaba con tres Avemarías a la Virgen María por las lágrimas que derramó en sus dolores; en él se deben rezar de palabra y meditar los principales dolores de la Virgen María. La corona angélica tiene nueve decenarios correspondientes a los nueve coros angelicales con un Padrenuestro y tres Avemarías en cada decenario; acaba con cuatro Padrenuestros, tres a los arcángeles y uno al Ángel de la Guarda. Al rosario común el papa Juan Pablo II añadió los misterios de la luz o de la vida pública de Jesús a las tres partes anteriores (es decir, gozo, dolor y gloria). Ahora así son cuatro: gozo, luz, dolor y gloria. Corona: Atributo de san Abdón y Senén, san Francisco de Borja, san Mauricio, san Onofrio, Reyes Magos, santos reyes y santas reinas. San Ramón Nonato tiene tres coronas. También tenían tres coronas santa Rita de Casia y san Pedro Mártir. Corona de rosas (o lirios): Atributo de santa Catalina de Siena, santa Cecilia, santa Dorotea, santa Rosa de Lima, santa Rosalía y santa Serafina. Corona en el suelo: Atributo de san Luis de Tolosa. Coronación del Emperador: El solemne rito litúrgico que se practicaba en Roma durante la edad media al coronar al emperador germánico. No se sabe exactamente cómo se hacía en los primeros tiempos; más tarde se puede deducir de los ordines de la coronación del emperador que van del siglo XI al siglo XIV. Según estos ordines el rito consistía: 1. En recibir el Papa al emperador en el atrio de San Pedro; 2. En el juramento que el emperador prestaba a Sancta Maria in turribus, a la vez que era recibido por los canónigos de San Pedro; 3. Después el obispo de Albano le daba la primera bendición al emperador en la “puerta de plata” de la basílica; 4. El obispo de Porto (diócesis muy cercana a Roma) daba la segunda bendición al emperador en mitad de la nave, donde había la rota maior o el disco de marfil; 5. Se cantaban las letanías de todos los santos a la confesión de los príncipes de los apóstoles; 6. Al final se ungían el brazo izquierdo y la 73 SACRALIA ANTIQUA nuca del emperador; esta ceremonia la practicaba el obispo de Ostia ante el altar de la Confesión, y más tarde en el altar de san Mauricio; 7. Seguía la coronación del emperador que, en un principio tenía lugar antes de la misa papal y más tarde después del gradual de la misma, y consistía en ponerle la corona o la mitra y la corona al emperador, al practicar las ceremonias que en parte la precedían y en parte la seguían —todas más recientes— de dar el anillo, de dar y ceñir la espada, de dar el cetro y la bola. Todas estas ceremonias eran privativas del Papa; 8. Se cantaban solemnes laudes; 9. Se celebraba la misa de coronación, en el ofertorio de la cual el emperador ofrecía oro, agua, vino y cera, y en la comunión comulgaba con el Papa. En los primeros ordines este rito aparece con una forma más sencilla; en el siglo XII ya lo encontramos totalmente formado. El rito de la coronación de la emperatriz está integrado: 1. De una bendición de la emperatriz en la puerta; esta bendición la da el obispo de Ostia; 2. De la unción de la emperatriz después del emperador, hecho por el mismo obispo de Ostia; 3. De la coronación de la emperatriz después del emperador; en los últimos tiempos también se le ponía una mitra con los picos hacia las sienes; 4. En la misa de coronación ofrecía agua y en la comunión comulgaba después del emperador. Coronas (coronae, regna): 1. Coronas ornamentales construidas artísticamente, con ricos metales, a menudo ricamente decoradas con piedras preciosas y perlas con círculos en forma de coronas para poder colgarlas. Hasta el siglo XII, pero sobre todo en los primeros tiempos del cristianismo y a principios de la edad media, eran ornamentos que se solían colgar en el altar, en el baldaquino o en una barra transversal ante el mismo altar. 2. Nimbos de los santos alrededor de sus cabezas. Coronas, tres: Atributo de san Pedro mártir, san Ramón Nonato, santa Rita de Casia. Coronatio regis (reginae): V. Consagración del rey Corporal (palla corporalis, corporale): Siempre según la disciplina anterior al concilio Vaticano II, es el lienzo bendecido que, tanto en la misa como fuera de ella, sirve de mantel para colocar el Santísimo; debe ser de tela, cuadrado, de unos 50 cm., y después de servir, se debe doblar en tres pliegues de fondo y también doblado perpendicularmente en tres pliegues más. Toma el nombre de la finalidad para la cual se destina (al cuerpo de Jesucristo; de ahí “corporal”). Es sin duda la más antigua de todas las piezas de indumentaria litúrgica. Por parecerse a la mortaja que envolvió el cuerpo de Cristo en la sepultura, debe ser de tela. Al principio sus dimensiones eran bastante grandes. Hacia el siglo IX los diáconos todavía lo debían extender sobre el altar y hacia el año 1000 todavía tapaba toda la mesa del altar. A finales de la edad media ya tenía un formato aproximado al actual; era simplemente rectangular. Según cuenta el Pseudo Alcuino a finales del siglo IX se doblaba de manera que ni se veía el comienzo ni el fin; se hacían cuatro pliegues de la anchura y tres de la longitud, costumbre que estaba todavía en uso en muchos lugares a finales del siglo XV. El tamaño considerable que tenía antiguamente se explica porque no servía sólo como mantel del cáliz y de la patena, COR sino que uno de sus extremos servía para cubrir el cáliz, costumbre que todavía en uso en Francia hacia el año 1400 y que todavía hoy se practica entre los cartujanos. El corporal se guardaba en una bolsa, en una cajita (V. Bursa) o en una cojinera. La prescripción que dice que los corporales deben ser purificados por un sacerdote o diácono antes de ser lavados, ya viene del siglo IX –disciplina anterior al concilio Vaticano II–. Los corporales inservibles, según las prescripciones de muchos sínodos medievales, se tienen que quemar o depositar en reliquiarios. En la edad media los corporales tampoco se adornaban con bordados; pero aún así, desde el siglo XV en Alemania se aconstumbraba a poner debajo de los corporales una pieza ricamente bordada, llamada pieza del medio o substratorium porque se colocaba en medio del altar. Corporal: según el concepto post-Vaticano II: Es una prenda de ropa blanca, habitualmente cuadrada, que se extiende sobre los manteles del altar en el momento de la preparación de las ofrendas eucarísticas. Encima del corporal se ponen la patena con el pan y el cáliz con el vino preparados para el sacrificio de la Eucaristía. Esta pieza recibe el nombre de corporal porque en determinadas épocas se ponía directamente encima del pan eucarístico, que es el cuerpo del Señor. Antiguamente el corporal era bastante largo para que pudiera cubrir también el cáliz con el fin de que en su interior no pudieran caer el polvo ni otras partículas.** Corpus (festum corporis Christi): Festividad creada para conmemorar la institución del augusto sacramento del altar y para tributar un especial culto al mismo. Su iniciadora fue la monja agustina Juliana Mont-Cornillon de Lieja (+1258). Se celebró por primera vez en Lieja en 1247; en 1264 el papa Urbano IV, que había sido arcediano de Lieja, la prescribió para toda la Iglesia, y en 1311 lo hizo el concilio de Vienne. Una carcaterística peculiar de esta festividad es que se expone el Santísimo, especialmente en la procesión en la cual el Santísimo es llevado públicamente por las calles dentro de una custodia. Al principio no se hacía una fiesta especial, pero poco a poco se fue convirtiendo en costumbre de uso general; de manera que ya se puede constatar su existencia en el último cuarto del siglo XIII. Fig. 247 y 290 Corpus, procesión del: V. Custodia ** Corroboración: En diplomática es la fórmula en la que el autor anuncia su decisiva voluntad de reafirmar lo que se ha dicho en la disposición del documento en duración temporal y en eficacia real. Por ejemplo: quod ut ratum et stabile permaneant. Cortado, miembro: Atributo de san Adrián, san Antonio de Padua, santa Julita y san Quirico. Cortes en la cabeza: Atributo de san Pedro de Arbués. Cortes en el cuerpo: Atributo de santa Cecilia, santa Lucía, san Pedro mártir, san Pedro Pascual, san Plácido y santa Quiteria. Cortina: Denominación medieval: 1. del baldaquino del altar; 2. de los cortinajes del altar; 3. de las ropas del altar. Cortinajes del altar, velos del altar: Los tejidos o tapices colgados al vuelo o ante el altar por motivos ornamentales, con fines prácticos o por razones litúrgicas, llamados vela, COS J. M. MARTÍ BONET tetravela, velothera, panni, cortinae, custodes, ridellae, alae y en griego katapetásmata (paratetásmata), amphicira. En los ritos orientales ya aparecen en el siglo IV y todavía hoy están en uso. Van colgados en una barra o en una cuerda que recorre el altar de lado a lado, y donde el altar y la nave están separados por un tabique o pared, como sucede en los ritos griego y nestoriano, van colgados delante o detrás de la puerta que hay en la pared. En el rito griego hasta el final de la edad media iban colgados de las columnas de un envigado que había sobre la reja del altar; en griego este envigado se nombra kosmétas. La finalidad de estos velos en el rito oriental era la de separar el pueblo de los sacerdotes que celebraban el sacrificio, el presbiterio del lugar destinado al pueblo, y para esconder al celebrante a la hora de la consagración y en otras ceremonias litúrgicas. En Occidente sólo se conocen los velos a principios de la edad media y nunca han tenido un uso general. En el siglo XVI diferentes sínodos los prescribieron, pero cayeron en desuso; hoy en Occidente tienen un uso muy limitado. Antiguamente iban colgados a las cuatro caras del cimborio, de ahí su nombre de tetravela y desde el siglo XIII van colgados en los dos lados del altar, sea en brazos movibles, sea en un perchero que va de columna a columna. En Occidente nunca han tenido un uso determinado. Aquí servían tan sólo de ornamento. Cosme y Damián, mártires (On. 26 de septiembre): Sus atributos son ánfora, arqueta pequeña, bolsa con medicinas, cartera, espátula de farmacéutico, botiquín, frasco con tapa, instrumentos de medicina y cirujano, pinzas, peine, bote, tijeras, vaso y vaso de cerámica. Costumbre litúrgica (consuetudo): Uso litúrgico obligatorio, permisivo o prohibitivo, formado no por un acto de legislación, sino por una costumbre de muchos años, permitida sin contradicción, por las autoridades eclesiásticas. Esta costumbre litúrgica o va contra la ley establecida (consuetudo contra legem), o bien es paralela a la ley litúrgica establecida (consuetudo praeter legem). No hay duda de que son toleradas costumbres de la segunda clase. Es discutible si tiene valor la consuetudo contra legem y hasta qué punto; en principio no se pueden rehusar, pocas veces reúnen las condiciones necesarias para su justificación. Cotta: Nombre que en Italia se daba al sobrepelliz desde la edad media. Courtibal: Denominación medieval francesa de la dalmática. Cráneo: Atributo de san Bruno, san Carlos Borromeo, santa Catalina, san Dalmacio Moner, san Francisco de Asís, san Francisco de Borja, san Fructuoso, san Guillermo, san Josep Oriol, san Leonardo de Oporto, san Luis Gonzaga, santa Margarita de Cotona, santa María Magdalena, san Mauricio, san Pablo de Alcántara, san Pablo ermitaño, san Pedro Canisio, san Pedro Damián, santa Rosalina, santos de vida austera o penitente, santa Sara, santa Serafina y santo Tomás. Credencia (credentia, abacus): Mesa pequeña colocada junto al altar mayor donde se colocan en las misas solemnes los dos ciriales, el libro de los evangelios, las vinajeras y otros objetos necesarios para la misa solemne, así como el cáliz y la patena hasta la hora de la ofertorio. Nunca será un altar. 74 Credo: Pedro Mártir. Credo: V. Símbolo apostólico y nicenoconstantinopolitano; La confesión de fe apostólica, nicenoconstantinopolitana; toma este nombre de las primeras palabras. V. J. M. Martí Bonet: Historia de la Iglesia Antigua (Barcelona, 2012), p. 44. Crescencia, mártir (On. 15 de junio): Sus atributos son caldero de aceite y fieras. Crestería: Fig. 64 Criba: Atributo de san Bernardo. Cripta: Espacio subterráneo que corresponde casi siempre bajo el presbiterio alto de las grandes iglesias, nacido del culto de las reliquias, que sirve para el culto divino y que suele tener un altar. Originariamente era un corredor (cripta circular, cripta de corredor) que tenía una sola cámara, una unión de cámara y corredor, o una unión de pasillos y cámara de la cual en el siglo IX se desarrolló un tipo de iglesia subterránea con uno o varios altares, alargada a menudo hasta el crucero. Esta iglesia tomó el tipo de cripta con recintos de dos, tres y más naves. Se generalizó en los siglos XI y XII; hacia el XIV cayó en desuso; por influencia del gótico perdió su popularidad, viniendo a ser empleada sólo en casos especiales. Durante el barroco vuelve a tener vigencia, especialmente bajo el altar mayor. Cripta circular: Tipo antiguo de cripta de forma semicircular en forma de corredor que va a los fundamentos del ábside de la iglesia con una mina que va del vértice de la misma a la tumba de las reliquias que hay debajo del altar mayor como antecámara o confesión. En su extremo, ante la pared que cierra la tumba, a menudo hay un altar. Se originó de la imitación de las catacumbas del siglo VII, cuando se trasladaron las reliquias de los mártires desde las catacumbas a las iglesias de Roma. V. Santa Perpètua de Mogoda (obispado de Terrassa), Sant Miquel de Ègara (Terrassa) y Santa Maria de Ègara (Terrassa). Cripta de corredor: Tipo de cripta de época precarolíngia y carolingia, formada por largos corredores que se entrecruzan y que servía para guardar las reliquias de algún santo y que, igual que la cripta circular, era una imitación de las catacumbas. Cripta con recintos: La cripta en forma de recinto de dos, tres o más naves; es el tipo predominante en el periodo románico. Crisanto, mártir (On. 25 de octubre): Sus atributos son antorcha y lirio. Crismera: Botellita destinada a guardar el óleo del Santo Crisma. Este es un óleo al cual se le ha mezclado bálsamo o perfume, y que ha sido consagrado por el obispo en aquella celebración que prepara para las fiestas de Pascua en la “Misa del crisma”. Fig. 83 ** Crismeras: Atributo de san Remigio. Crismón: En diplomática, es el signo que significa “Cristo” y puede ser una simple “C”. También se llama así el monograma de la palabra griega de Cristo formado gracias a las dos primeras letras una sobre la otra. Crispín, mártir y zapatero de Soissons (On. 25 de octubre): Sus atributos son botonador, herramientas de zapatero, cuchillo y zapato. 75 SACRALIA ANTIQUA Crispiniano, mártir, zapatero de Soissons y hermano de Crispín (On. 25 de octubre): Sus atributos son botonador, herramientas de zapatero, cuchillo y zapatero. Cristalera con vidrios emplomados: Fig. 77 Cristeta, mártir de Ávila, hermana de los también mártires Vicente y Sabina, s.IV (On. 27 de agosto): Su atributo son las serpientes. Cristina, niña de 11 años que rompió los ídolos de su padre (On. 24 de julio): Sus atributos son llamas, horno, piedra de molino y tenazas. Cristo clavado en la cruz: Atributo de san Francisco de Asís y san Miguel de los santos (Vic). Cristo entre los cuernos del ciervo: Atributo de san Juan de Mata y san Paciano de Barcelona. Cristo, escultura o santo cristo: Atributo de san Luis Gonzaga, santa Catalina de Siena, santa Gema Galgani y santo Tomás de Aquino. Cristo, figura: Atributo de san Bernardo de Claraval, san Cayetano, san Camilo de Lelis, santa Catalina de Siena, san Juan de la Cruz, san Juan de Dios, santa María Magdalena, san Peregrino y san Vicente Ferrer. Cristo, rostro: Atributo de san Roque y santa Verónica (Santa Faz). Cristóbal, mártir (On. 27 de julio): Sus atributos son agua, bastón o trozo de palmera, niño Jesús, niños, palmera, río y tronco de árbol. Cristograma: En diplomática, es el signo que representa la abreviatura de Jesus Christus Χρistos (XPS). Se ponía al principio de un documento, especialmente entre los siglos X y XII. Crocia: Denominación medieval del báculo pastoral. Crucería: Fig. 65 Crucero: Nave transversal de una iglesia que forma una cruz con la nave principal. Cruces en aspa: Atributo de san Andrés, santa Eulalia de Barcelona, san Félix africano y san Vicente mártir. Crucificado/-ada: Atributo de san Andrés, san Dimas, santa Eulalia de Barcelona, santa Julia, santa Liberata, san Néstor, san Pedro y san Simeón. Crustáceo: Atributo de san Francisco Javier. Crux commissa: Cruz que tiene los brazos largueros colocados en la parte superior en forma de T, a diferencia de la crux immissa que los tiene en medio. Crux immissa: V. Crux commissa Crux processionalis: La cruz portátil que montada en el extremo de una barra precede a las procesiones. Puede ser la grande y la de “albats” más pequeña para los niños recién nacidos cuando es más pequeña, y se utiliza en los entierros de niños. Crux stationalis: La cruz que en las procesiones estacionales era llevada por un subdiácono. Ya se cita en el Ordo romanus de Benedicto (1140).* Cruz: El uso que de ella se hacía (y se hace) en los actos litúrgicos que más o menos son los siguientes: cuando se ponía la primera piedra de un templo se colocava una cruz en el lugar donde se iba a erigir el altar mayor. Al bendecir un cementerio, si es un obispo quien hacía la bendición, CRI se colocan en él cinco cruces; pero en cambio si era un sacerdote el que bendecía por delegación del obispo, sólo se ponía una cruz. Cuando se administraba la extremunción a un enfermo, después se le hacía besar un Santo Cristo y se colocava un Santo Cristo en las manos que el difunto tenía recogidas sobre el pecho. La cruz arzobispal debe preceder al arzobispo en sus funciones pontificales hasta en los entierros, y la cruz processional debe preceder todas las procesiones de capítulos, comunidades, órdenes, congregaciones y hermandades. En el Viernes Santo la Santa Cruz es solemnemente descubierta y venerada.* Fig. 252, 253, 254 y 255 Cruz (signo): La cruz es el signo cristiano primordial y el que más identifica la realidad y la existencia cristianas. La pasión y la muerte de Cristo hicieron de la cruz el símbolo de nuestra redención. Así la cruz se ha convertido en signo de victoria sobre la muerte y sobre el pecado, al mismo tiempo que se ha convertido en fuente de vida. La cruz se convierte en signo de bendición para todos los que se acogen a sus brazos.** Cruz: Atributo de san Diego de Alcalá, santa Helena, san Felipe rey, santa Gertrudis, santa Lutgarda, santa Magdalena Pazzi, santa Magdalena, santa Margarita, santa Paula, santa Rosa de Urbieto, santa Rosalina, santa Tecla y san Simeón. Cruz del altar: Cruz con la imagen de Cristo crucificado que, según las prescripciones del antiguo misal romano, debe estar expuesta en medio del altar; tiene que tener los candelabros al lado y tiene que levantarse por encima de ellos. “Esta prescripción no obligaba sub gravi”. La costumbre consistente en poner la cruz sobre la mesa del altar en vez de ponerla detrás o en el espacio superior (en el aire), a la vez que se pusieron los candelabros sobre la mesa, viene del año 1000. En el siglo XIII, según manifiestan Inocencio III y Durandus, esta costumbre debía de estar bastante extendida; en la edad media todavía no había ninguna prescripción sobre el particular, y por eso a finales de la misma en los altares laterales falta la cruz sobre la mesa. La costumbre de tener constantemente la cruz sobre el altar incluso fuera de la misa data de época reciente, y todavía no hay prescripción sobre el particular.* Cruz anclada: Fig. 203 Cruz arzobispal: Cruz que los patriarcas, los primados y los arzobispos pueden llevar delante de ellos dentro de sus iglesias y en el territorio de la su jurisdicción, así como el Papa la puede llevar en todas partes. Los obispos la podían llevar cuando tenían un privilegio especial para eso. Se lleva de tal manera que la imagen del Santo Cristo mire atrás. El derecho a llevar la cruz delante era originariamente exclusivo del Papa, pero en el siglo XI fue concedido a algunos arzobispos y a algunos obispos (como se expone en nuestro estudio sobre el palio, publicado en Madrid en 2008). Solamente en el siglo XII la cruz se convirtió en un distintivo de los arzobispos. En el concilio de Vienne (1311) fue general esta concesión. Esta cruz es señal de jurisdicción metropolitana en los arzobispos y de distinción honorífica en el caso de los obispos que la tenían concedida (a titulo personal), como lo era el mismo palio. CRU J. M. MARTÍ BONET Cruz canonical: Pequeña cruz o pectoral que algunos canónigos podían llevar colgada en el cuello con una cinta o con una anilla, de brazos iguales y conteniendo reliquias; era señal de distinción; la pueden (o podían) llevar sobre las vestiduras canonicales pero no sobre las vestiduras litúrgicas. Cruz celta: Fig. 203 Cruz de ceniza: Antes del concilio Vaticano II: La cruz que se hacía con ceniza en medio de la nave de la iglesia en forma de una gran X el día en que el templo se consagraba; representa el monograma de Cristo. En sus largueros –que según explica el ritual deben tener la anchura de una mano–, el obispo, después del canto de las letanías, escribe con la punta del báculo el alfabeto griego y latín; mientras el coro canta el Benedictus. Esta ceremonia significa que se toma posesión de la iglesia en nombre de Cristo y por Cristo. El rito galicano ya hacía uso de las consagraciones de iglesias en el siglo VIII; de él pasó al rito romano. La cruz de ceniza tiene sólo por finalidad el facilitar la escritura del alfabeto en forma de X. Parece ser que entró en uso en el siglo XIII. Antes de esta fecha el obispo procuraba escribir el alfabeto en el suelo sin la ceniza.* Cruz copta: Fig. 203 Cruz esvástica: Fig. 203 Cruz forcada: Ornamentación medieval de las casullas y de los zapatos pontificales que tenía forma de cruz forcada. Cruz greco-rusa: Fig. 203 Cruz griega: Fig. 203 Cruz iluminada: Atributo de santa Engracia. Cruz latina: Fig. 203 Cruz de malta: Fig. 203 Cruz con la mano: Cruz pequeña que hacen con la mano el sacerdote y el obispo cuando bendicen la oblat del santo sacrificio y también a los fieles. Cruz del Papa: Fig. 203 Cruz patriarcal: Fig. 203 Cruz pectoral: Cruz que llevan sobre su pecho los obispos y algunos altos dignatarios eclesiásticos. Fig. 84 ** Cruz pequeña: Atributo de san Alfonso María de Ligorio, san Buenaventura, san Eustaquio, san Felipe de Valois, san Francisco Javier, san Juan de Dios y san Mir Bertran. Cruz portátil: Cruz montada en un asta larga o corta que se lleva para presidir las procesiones. A principios de la edad media ya estaba en uso, especialmente en las procesiones; de ahí su nombre de cruz processional (crux processionalis). Cruz procesional (crux processionalis): Cruz portátil que es llevada en la cabecera de las procesiones. V. Cruz portátil Cruz processional de albados: Cruz más pequeña que la procesional común que se empleaba en los entierros de los niños de menos de 6 años. En estas procesiones no se utilizaban ornamentos de color negro, sino blanco. Cruz de san Andrés: Fig. 203 Cruz de san Anton: Fig. 203 Cruz de san Felipe: Fig. 203 Cruz de san Pedro: Fig. 203 Cruz triunfal (crux triumphalis, majestad): Santo Cristo de grandes dimensiones que suele colocarse bajo la arcada a la 76 entrada del coro llamada arcada triunfal, que unas veces iba colgada del arco con cadenas, otras iba colocada sobre una viga travesaña de la arcada, otras iba colocada en el altar que se levantaba encima o debajo de la arcada o iba colocada sobre la reja cuando la había. Se le llamaba cruz triunfal porque recordaba, según Sicardo de Cremona el triunfo de Cristo sobre las fuerzas infernales. El Señor no estaba representado sufriendo y muriendo sino más bien triunfante y coronado. Este tipo de cruces triunfantes se pueden seguir hasta la época carolingia. El tiempo de su esplendor fueron los siglos XIII y XIV. El doctor Manuel Trens (antecesor nuestro en el Museo Diocesano de Barcelona) tiene una monografía sobre este tema: Las majestades en Cataluña. Cuadrado, escudo: V. Escudos y fig. 201 Cuadragésima: V. Cuaresma. Cuadrifolio: Motivo ornamental de estilo gótico que forma un espacio vacío semejante a una flor. Cuadrilongo, escudo: V. Escudos y fig. 201 Cuadrilongo alemán, escudo: V. Escudos y fig. 201 Cuadrilongo francés, escudo: V. Escudos y fig. 201 Cuadrilongo hispánico, escudo: V. Escudos y fig. 201 Cuadrilongo inglés, escudo: V. Escudos y fig. 201 Cuaresma: Es el tiempo litúrgico en que el cristiano se prepara para la Pascua. Es el tiempo comprendido entre los miércoles de ceniza y el mediodía del Jueves Santo. Durante este tiempo, antes del concilio Vaticano II, se tenía que observar el ayuno todos los días excepto los domingos. Se denomina Cuaresma porque los días que se tenía que ayunar eran cuarenta. El tiempo de Cuaresma se distinguía del tiempo preparatorio a la misma porque las ferias del tiempo cuaresmal eran feriae maiores, tienen misa propia y tenían después del Postcommunio una oración especial llamada oratio super populum; el Benedictus y el Magnificat tenían versos, antífonas y oraciones propias. En el rito griego, respondiendo a las prescripciones del canon 49 del concilio de Laodicea, durante la Cuaresma sólo se celebra la misa los sábados, los domingos, la fiesta de la Anunciación y el Jueves Santo. Las ferias del tiempo de Cuaresma, como se puede comprobar en el Gelasianum y en san Gregorio Magno, tuvieron un formulario de la misa propio. A comienzos del siglo VIII en Roma sólo el jueves no lo tenía. Los tiempos de 40 días de ayuno como preparación para la Pascua ya es conocido en el siglo IV.* Fig. 287 Cuarto bocel: Fig. 114 Cuarto bocel inverso: Fig. 114 Cubierta: Parte exterior del techo que cubre un edificio. Hay cubiertas de cuatro vientos: la dispuesta para cubrir los paramentos laterales en un edificio de cuatro fachadas y cubierta de dos vertientes si cubre el tejado en una arista. Cubierta del ambón: Tejido o lienzo de buena calidad, con el cual se adorna en las festividades importantes el ambón, desde donde se tiene que cantar el Evangelio. A partir del XI se encuentra citado con frecuencia y ha sobrevivido en la cubierta adorna el púlpito en las fiestas solemnes. Cubierta del lectorium: Cubierta del atril del ambón que se coloca en las festividades cuando se canta solemnemente el Evangelio allí donde se hace uso de ella. En la edad media a 77 SACRALIA ANTIQUA veces tenía forma alargada, y otras veces tapaba el atril por todos sus lados. Cubierta del púlpito: Cortinaje que se usaba antes del concilio Vaticano II para cubrir la barandilla del púlpito. Actualmente hay algunas iglesias que lo usan. V. Cubierta del ambón Cubrealtar (tapete): Pieza de tejido cuya función es proteger los manteles del altar, que sirve de ornamento del mismo siempre extendido, excepto en la misa. A menudo es conocido como lienzo de vísperas, a la vez que se podía dejar sobre la mesa durante el canto de las mismas, retirándose sólo cuando se canta el magnificat. Se puede seguir su pista a partir del fin de la edad media. San Carlos ordenó su uso y después de él lo hicieron de nuevo muchos estatutos diocesanos. Nunca ha sido obligatorio. No se ha determinado qué tipo de lienzo o tejido tiene que ser ni tampoco de qué color. Cubrecáliz: Pieza de tejido que, según las prescripciones anteriores al concilio Vaticano II, debe cubrir el cáliz desde el inicio de la misa hasta la ofertorio y desde el communio hasta el fin de la misa. Tiene que ser de seda y del color de la casulla con la cual se dice misa. El cubrecáliz a finales del siglo XV todavía no estaba en uso en Roma. El cáliz y la patena se llevaban al altar o bien descubiertos o sujetos a una pequeña cojinera de tela. Su introducción tuvo lugar en los tres primeros cuartos del siglo XVI, cuando el misal romano de san Pío V y de san Carlos lo prescribían. Parece ser que fue un predecesor del cubrecáliz el tejido (mappula, sindon, sudariumn, mantile, offertorium) con el cual era costumbre ya en el siglo XIII en la misa solemne cubrir el cáliz y la patena hasta la hora del ofertorio sobre la credencia, donde eran colocados a la hora de la epístola e incluso antes. Cubrirse la cabeza durante el acto litúrgico: Aparece hoy en todos los ritos. Para los occidentales es la mitra, el pileolus de los obispos y la birreta (bonete); los dos primeros son exclusivos de los obispos, cardenales y alguno que otro prelado de la Iglesia; los otros sólo pueden hacer uso de él si tienen el debido privilegio. En los ritos siríacos orientales y occidentales, en los coptos no unidos encontramos un turbante, y en los siríacos no unidos un pañuelo de cabeza. Los sacerdotes del rito griego tienen el kamelaykion, y los armenios una mitra en forma de tiara. La birreta (bonete) tiene un uso litúrgico muy limitado en los ritos occidentales; mucho más amplio lo tiene la mitra pero se lleva cuando el obispo actúa especialmente como pontífice de oración, como por ejemplo en las oraciones de la misa, del oficio, en las bendiciones y en casos similares. Cuchara (santa): Cuchara de mango largo y de plata dorada con la cual el celebrante, después de la comunión ante la iconostasis, distribuye entre los fieles la Sagrada Eucaristía bajo las dos especies. Empleada en algunas concelebraciones de la catedral de Barcelona. Cucharilla (cochlear parvum): 1. Pequeña cuchara empleada en el rito romano para tomar el incienso de la naveta; 2. La pequeña cuchara para poner unas gotas de agua en el vino antes del ofertorio del cáliz, de forma que el vino fuera el elemento primordial en magnitud; esta costumbre no es general y es posterior a la edad media. La CUB cucharilla del incienso ya era empleada en la edad media y el misal —anterior al concilio Vaticano II— la prescribe taxativamente.** Cuchillo: Atributo de san Aniano, santa Áurea, san Bartolomé, san Crispín, santo Crispiniano, santa Julita, santa Lucía, santa Madrona, san Mateo, san Pedro Arbués, san Pedro mártir, san Pedro Pascual, san Ponce, san Quirico, santa Quiteria, santa Reparada, santa Susana y san Vicente. Cucufate, Cugat mártir (On. 27 de julio): Sus atributos son hacha, disciplinas de penitencia y barco. Cucurrite cum dilatasti cor meum: Felip Neri Cuello: Nombre de la ornamentación del humeral. Cálculo de la Pascua: La fijación anual de la celebración de la Pascua que siempre cae después del plenilunio que sigue al equinoccio de primavera. Esta fijación se hace con la ayuda del número áureo, de la epacta y de la letra dominical. Cuerda: Atributo de santa Afra, santa Áurea, santa Beatriz, san Bernabé, san Matías y san Román. Cuerno: Atributo de san Blas, san Cornelio, san Eustaquio y san Huberto. Cuero empleado como adorno: Su uso fue una deplorable equivocación de la época rococó. Los tapetes de cuero que en aquella época se utilizaban, llevaban flores de mal gusto pintadas, ornamentación repujada en la cual el oro abundaba; hasta se hallaban en las casullas y en algunos vestidos de cuero para sacerdotes. No tenía ninguna dignidad artística. Cuervo: Atributo de san Amado de Grenoble, santa Basilisa, san Benito, san Bonifacio, san Elías, san Julián, san Pablo ermitaño y san Vicente. Cueva: Atributo de san Millán, san Onofrio y santa Rosalina, san Jerónimo, santa María Magdalena, san Pedro Morrone (Celestino V papa). Culto: En sentido amplio significa todo tipo de manifestación externa del culto interno tributado a Dios; los actos que exteriorizan la religiosidad comprensible para los sentidos. En sentido estricto significa el servicio a Dios público, celebrado abiertamente, según las prescripciones de la Iglesia, establecido por la autoridad competente o por una costumbre antigua que tiene fuerza de ley. El concepto expresado por la palabra cultus en su sentido más amplio se identifica con el segundo sentido. Culto de las reliquias: La veneración religiosa tributada a las reliquias. Este culto, tributado por personas privadas y de forma privada o pública, es decir, aprobado por la Iglesia (concilio de Nicea II, año 787), es admitido en su culto y es dirigido por la Iglesia en sus manifestaciones externas. El culto de las reliquias proviene de la primitiva cristiandad; en un comienzo se refería tan sólo a las reliquias de los mártires, pero hacia el 400 ya se extendió el culto a los santos confesores. Adquirió su máximo esplendor entre los siglos IX y XIII, cuando se construyeron los altares para reliquias y los magníficos reliquiarios que todavía admiramos hoy. Desde finales de la edad media tomó el primer lugar el culto en el Santísimo Sacramento, menguando, por esta causa, el culto a los santos. Una novedad de esta época fue el hecho de dejar ver las reliquias mediante un cristal colocado delante. Sólo se puede tributar culto a las reliquias de santos CUL J. M. MARTÍ BONET canonizados; el culto a los otros santos se puede tributar sólo por razón de tradición inmemorial (veneratio longeva); en los beatos se tolera sólo si se explicita en el documento pontificio denominado breve. Antes de poder dar culto público a las reliquias se precisa que se haya demostrado que son auténticas, sea por el dicasterio apropiado romano, sea por el obispo diocesano, sea por razón del culto inmemorial. Este culto está actualmente regulado por numerosas decisiones y prescripciones para evitar los abusos, y también se diferencia entre el culto al Santísimo y a las reliquias de los santos. El culto actual —incluso después del concilio Vaticano II— de las reliquias, formado por una tradición de siglos, consiste en la colocación de las reliquias sobre el altar entre dos cirios encendidos para ser veneradas, son dadas a besar a los fieles normalmente por un sacerdote, son llevadas por los clérigos con vestiduras litúrgicas en las procesiones, incensadas con duplici ductu en la incensación del altar, se da con ellas la bendición, el día en que se conmemora la consagración del altar se velan y sobre todo (antes del concilio Vaticano II) sólo se podía ofrecer el santo sacrificio encima de una ralíquia, y por eso en la consagración del altar el obispo ponía reliquias con gran solemnidad.* Cultus duliae (griego, doyleia): El culto tributado a los ángeles y a los santos por razón de su santidad y de sus relaciones indisolubles con Dios Nuestro Señor (según el concilio de Nicea II, a. 787). Se diferencia del culto de “latria” por ofrecerse en el de duliae sólo actos de veneración e invocación, nunca actos de adoración. Este culto (secundario) a los santos se puede tributar también a sus imágenes y reliquias. Una categoría especial del cultus duliae es el cultus hiperduliae que se tributa a la Virgen María por razón de la dignidad de Virgen María y por razón de las gracias que van unidas a esta dignidad. Este culto se exterioriza con las numerosas fiestas de la Virgen María, en la alta categoría de las mismas, en el oficio de la Virgen María y en la inclinación de la cabeza prescrita por la liturgia al pronunciar el nombre de María (antes del concilio Vaticano II).* Cultus hyperduliae: V. Cultus duliae Cultus latriae (griego, latreía): Según el concilio de Nicea II (a. 787), el culto religioso tributado sólo a Dios Nuestro Señor y manifestado externamente sobre todo mediante la adoración y los sacrificios, con los cuales manifestamos que lo reconocemos como supremo creador, supremo e ilimitado señor y último fin, y, a su vez, expresamos humildemente y sin limitaciones nuestra absoluta dependencia y sujeción. Este culto se tributa a las tres divinas Personas y a la humanidad de Cristo unida hipostáticamente a la persona del Hijo de Dios, como en todas sus partes; al Sacratísimo Corazón de Jesús y al Santísimo Sacramento del altar, en el cual se encuentra verdaderamente, realmente y sustancialmente presente. El Santo Cristo, las reliquias de la cruz y los instrumentos de la pasión no tienen un culto de latria propiamente dicho, merecen un culto de latria relativo, es decir, un culto que hace especial referencia a la persona de Cristo que a ellos va unida, más que a ellos mismos.* Cultus: V. Culto Cuna: Atributo de san Ambrosio, san Hilario y san Mamés. 78 Cuppa: El vaso o la parte superior del cáliz. Cupulino: 1. Construcción poligonal con ventanas laterales; 2. Pequeño cimborio cubierto por una media naranja que se construye en la cumbre de una cúpula como coronamiento (linterna). Fig. 67 Cupulino o linterna: Fig. 67 Cura animarum: Licencia que el obispo concede al rector para ejercer el ministerio pastoral en la parroquia. Normalmente el rector recibía un documento firmado por el obispo donde constaba que era gestor de la feligresía y la parroquia. Cura párroco: El rector de una parroquia. Curia episcopal: Es el organismo eclesiástico que se ocupa de las gestiones y del cuidado de todas las actividades de la diócesis y otras entidades eclesiásticas del clero diocesano o de las asociaciones eclesiásticas dependientes del obispado.** Cursus: 1. Denominación medieval del oficio divino; toma este nombre por ser una oración que se repite año por año y día por día. Se distingue el cursus nocturnus, que es la parte del rezo que se hace por la noche, y el cursus diurnus, que es la parte del rezo que se hace durante el día; 2. La cantidad de las sílabas regulada por la cadencia armónica del tono al final de las frases y de las partes de las frases en la prosa litúrgica, como en los oratorios, en los responsorios, versos, etc. Este cursus estaba regulado por el acento; era general en los siglos XII y XIII, y tomaba el nombre de cursus metricus, cursus rhythmicus. Curvatura: La muleta del báculo episcopal. Cussinus: V. Almohada Custodes: Nombre que en la edad media se daba a los cortinajes del altar en Hispania. Custodia: (monstrantia, tabernacullum, ostensorium): “Vaso sagrado” para la exposición del Santísimo en la adoración de los fieles que tiene un viril (lunula) semicircular o circular (melchisedech) descubierto, visible y transportable que sostiene la forma consagrada. Está formado por un pie y por un asta parecida a la del cáliz y sobre el ostensorio para contener el Santísimo (hostia o forma consagrada), que al menos por la parte delantera suele tener un cristal. La forma del ostensorio es cuadrangular, redonda o cilíndrica. No hay ninguna prescripción sobre el material de la custodia, el viril, pero al menos debe ser de plata dorada. La bendición con el Santísimo, sea por el Sr. obispo o por el sacerdote, se tiene que dar al menos con el viril. La causa de la introducción de las custodias sería la procesión del Corpus, que en el siglo XIV se extendía más y más, así como la costumbre de exponer el Santísimo en la adoración de los fieles que en el siglo XV se generalizaba. Aun así, hubo muchas parroquias que hasta el siglo XVII no tuvieron custodia. En lugar de esta se empleaba un copón. La forma del ostensorio de las custodias de los siglos XIV y XV era la de una torre gótica ricamente adornada y desarrollada, muy parecida a los reliquiarios de la época. El Renacimiento le dio a la custodia forma arquitectónica, aportando las formas ornamentales de la arquitectura antigua. El barroco creó un nuevo tipo de custodia, la custodia en forma de sol que tuvo gran éxito y que se ha conservado hasta los tiempos actuales.* 79 SACRALIA ANTIQUA Podemos resumir que la custodia es un vaso eucarístico que tiene su origen en el copón. La finalidad es que los fieles adoren a Jesús-Eucaristía contemplando la Sagrada Forma. Otra forma de actuar fue practicar varias aperturas en el lugar donde se guardaba el Santísimo. De aquí se pasara a disponer de un utensilio compuesto de dos láminas de cristal provistas de un aro metálico llamado luneto que hacía posible que entre las dos láminas de cristal se pudiera poner una forma consagrada relativamente grande como para poder ser vista por los fieles. Este enser es el que recibe finalmente el nombre de viril. Más tarde tomó forma de ostensorio (del latín ostendere, que quiere decir “mostrar”) de notables dimensiones, puesto que se estableció la procesión del Corpus (la primera fue la Lieja en el año 1246). En su interior, en la parte central de este ostensorio, se ponía el viril con funciones de custodia (más fácilmente transportable que el mismo ostensorio). Son muy frecuentes ya en los siglos XIV y XV, y recuerdan en su forma a un pequeño templo o torre gótica. Es a partir del barroco cuando las custodias toman la forma de un sol (que constituye la parte central donde se coloca el viril con la Eucaristía rodeado de rayos. Esta es la tipología más común. Fig. 81 y 245** Custodia en forma de sol: Custodia con forma de disco, creación del barroco, el viril de la cual que sostiene el Santísimo está rodeado de rayos, como un sol. Debía representar sensiblemente las palabras del salmo (18, 6) in sole posuit tabernaculum suum; como también recuerda que Cristo es el sol de justicia. Fig. 30 Custodia templete: V. Custodia ** Custos: El sacristán. 1. En la edad media había custodes laici para hacer los trabajos cotidianos de la iglesia, como la limpieza, tocar las campanas, etc, y custodes clerici para los trabajos más “dignos”, como la preparación y la ornamentación del altar, custodia de los ornamentos, preparación de los divinos oficios, etc. En las catedrales se designaba con el nombre de sacristán o custos a aquel canónigo que tenía la misión de velar por la custodia del tesoro de la iglesia, la dirección de la sacristía y de las personas ocupadas en ella, la adquisición de objetos sacros y conservación del servicio del altar y de los ornamentos y otras dependencias de la iglesia, velar por el vino, por las hostias, por la cera, por los toques de las campanas, por las procesiones, etc. El custos pertenecía al grupo de las dignidades de la iglesia catedral, y en las grandes iglesias tenía un subcustos como auxiliar y representante suyo. Los custodes inferiores en la edad media eran llamados secretarius, aedituus, sacristanus, matricularius, campanarius, mansionarius, pero el custos o sacristán de las catedrales y colegiatas que tenía la misión especial de guardar el tesoro de la iglesia era llamado también thesaurarius, y el que cuidaba de la sacristía y la dirección de los sacristanes en ella ocupados se llamaba custos summus o maior. A veces se le llama monachus. 2. La nota primera de la página siguiente escrita en el extremo de la línea última de la página anterior de los libros de música gregoriana. Era para dar seguridad en el seguimiento de la lectura o el canto. Cymbalum: Nombre que recibía la campana del altar en la edad media. CUS Ç Çafar: Segundo mes. V. Musulmanes, meses D Dalmática (wardecor, courtibal en francés antiguo): Vestidura superior del diácono en los oficios solemnes; es conocida en el rito latino desde los tiempos más antiguos del cristianismo; en cambio es desconocida en los ritos orientales. Procede de la dalmática profana de la época de los emperadores, especie de túnica superior, larga por delante y por detrás, con brazos anchos, con escapulario por delante y por detrás los llamados clavi; estaba en uso en Roma en tiempos del emperador Antonino (siglo II), la llevaban tanto hombres como mujeres y no era signo de ningún estamento social. En el siglo IV en Roma ya era una vestidura característica del Papa y del diácono. Parece ser que en un principio la dalmática era un privilegio privativo del Papa y de su diácono, pero muy pronto se extendió fuera de Roma a los obispos y a los diáconos. En el siglo IX, en Occidente, donde dominaba el rito romano, la dalmática formaba parte de las vestiduras litúrgicas. El sacerdote no podía hacer uso de ella sin un permiso especial; desde el siglo X la pueden usar lo abades bajo la casulla, igual que los obispos. Nunca fue algo exclusivo de la orden del diaconado, aunque el diácono se revestía con ella ya en el siglo VIII en Roma; esta ceremonia en la ordenación del diácono se fe introduciendo fuera de Roma paulatinamente a finales de la edad media. La dalmática del diácono en Roma se consideraba una vestidura solemne y era, por lo tanto, sustituida por la planeta de color oscuro en tiempos de penitencia, como la Cuaresma y el Adviento. El uso de la dalmática se introdujo fuera de Roma en el siglo XIII después de muchas vacilaciones, no generalizándose su uso hasta finales de este siglo (XIII). Según costumbre romana los obispos llevaban la dalmática bajo la casulla sólo en las funciones de pontifical, nunca bajo la capa pluvial; fuera de Roma se llevaba también en otras funciones bajo la capa pluvial. La dalmática en sus orígenes, por su forma, era igual que la dalmática profana, una túnica desceñida, ancha de brazos, larga hasta los pies, blanca, de lino o de lana, con un escapulario rojo delante y detrás (clavi), con la misma ornamentación en los brazos, abierta por los lados para facilitar el ponérsela y lo quitársela, decorada con flocaduras (fimbriae) en su parte inferior y en el extremo de los brazos. La tendencia de acortar la dalmática se manifiesta fuera de Italia en el siglo IX y X hasta el siglo XIII, pero no se generaliza. Hasta el siglo XIV no se acortó considerablemente. Más tarde sólo llegaba hasta las rodillas. Las dalmáticas de color no aparecen hasta el año 1000, y cuando se establece un canon para los colores se hace extensivo a las dalmáticas. Las aperturas laterales no sólo aparecen en la edad media, sino que cada vez se van haciendo más grandes, hasta que en el siglo XV ya llegan a las mangas. En época barroca, fuera de Italia, las mangas se abren por debajo, quedando sólo la parte superior del brazo. Para la ornamentación del escapulario y de las mangas se utilizaba a menudo, ya en el siglo IX, la flocadura roja (fimbriae), uso descrito extensamente por Amalario de Metz, conservado hasta el siglo XII según el testigo de numerosas figuras, hasta que desaparecieron los clavi. Hacia finales de la edad media existe una gran diversidad y riqueza en la ornamentación de las dalmáticas. Hasta el siglo XV se adornan con escapularios de ricos bordados llamados aurifrisia. A partir de esta época se desenrollan cuatro tipos de dalmática diferentes según su ornamentación: ornamentación de tiras verticales con tiras transversales cerca del agujero de la cabeza (tipo francés), tiras verticales con tiras transversales en el pecho y en la espalda (tipo alemán), tiras verticales con tiras transversales en la parte inferior (tipo italiano), tiras verticales que acaban delante del pecho y, independientemente de estas, un cuadrado ornamental en la parte interior (tipo español). La costumbre de colgar borlas en la parte posterior de la dalmática data del siglo XV. Fig. 306 Dalmática: Atributo de san Bernabé, san Félix Africano, san Gabriel, san Miguel, santos diáconos y san Rafael. Dalmática linea, minor, subdiaconalis: Denominación medieval de la tunicela; se llamaba dalmática minor; linea por las añadiduras de lino, minor por ser más pequeña, más estrecha, y subdiaconalis porque era la vestidura del subdiácono.* Dalmau, sacerdote (On. 25 de septiembre): Sus atributos son cráneo y lirio. Dámaso, Papa (On. 11 de diciembre): Sus atributos son anillo, lira, oveja, rollo de pergamino y el texto latino Gloria Patri et Filio et Spiritu Sancto. Daniel, anacoreta y estilita (On. 11 de diciembre): Su atributo es el león. Daniel, disfrazado de mujer (On. 11 de diciembre): Su atributo es el dedo ante la boca (silencio). DAN J. M. MARTÍ BONET Daniel, profeta (On. 21 de julio): Sus atributos son bastón, león y cordero. Dar golpes en el pecho: Señal externa de contrición que se manifiesta dando golpes en el pecho con la mano cerrada. Ya estaba en uso en la edad media y tenemos supervivencias en el confiteor de la misa, en el Agnus Dei y en el Domine, non sum dignus; en la letanía de todos los santos, en las invocaciones Peccatores, Propitius esto y en el Agnus Dei; en el rito de la distribución de la sagrada comunión, en el rito de la extremaunción y en el confiteor de la llamada absolución general.* Dardo encendido: Atributo de santa Teresa de Jesús. Daría, mártir (On. 25 de octubre): Sus atributos son antorcha y lirio. Datación de un documento: En diplomática, es la fórmula por la cual se indica el lugar y el tiempo en que se hace real el documento. Empieza con la palabra Datum, Fecha, Actum, Factum, Scriptum, Notum. Datum indica el tiempo de la confección del documento, y Actum indica lugar en qué se hizo realidad la acción jurídica. Datum: En diplomática, es la fórmula del escatocolo (o parte conclusiva de un documento) en la cual se indica el tiempo en que se confeccionó el documento. V. Datación de un documento; V. Privilegios papales solemnes Datum per manum: V. Privilegios papales solemnes David, rey y profeta (On. 29 de diciembre): Sus atributos son arpa, cabeza de Goliat, cítara, instrumentos musicales, lira y honda. Deambulatorio: Nave que rodea el presbiterio por detrás y que proviene de la prolongación de las naves laterales y que da acceso a las capillas absidales (girola). Es un espacio transitable detrás el altar mayor. Dedicatio Beatae Mariae Virginis ad Nives, Archibasilicae SS. Salvatoris, Basilicarum SS. Pétreo et Pauli apostolorum: El aniversario de la consagración de Santa María la Mayor (5 de agosto), de San Juan de Laterano (9 de noviembre), de la basílica de los príncipes de los apóstoles (18 de noviembre) que está prescrito en todas las zonas del rito romano. Tienen su referencia en Barcelona en la festividad de la dedicación de la catedral de Barcelona. V. J. M. Martí y Bonet: La catedral de Barcelona. Historia e historias (Barcelona, 2009), p. 211 Dedicatio ecclesiae Cathedralis: El aniversario de la consagración de la iglesia catedral de una diócesis. En la ciudad donde se encuentra la iglesia, se celebra como festum primarium (solemnidad) por toda la diócesis. Con motivo de este hecho de la consagración se hacía un documento denominado acta de consagración o dotalia. Es importante el de la catedral de Urgell (siglo X), donde hay informaciones de más de doscientas inglesias o localidades. Dedicatio ecclesiae: V. Consagración de la iglesia Dedo tocando la boca (silencio): Atributo de san Bernardo de Mentón, san Bruno, san Celestino, san Daniel (disfrazado de mujer), san Domingo, san Guillermo, san Juan de Sahagún, san Macario, san Romualdo, santa Teodora y san Zenón. Defectus in celebratione Missae: Relación que se da en las rúbricas de la misa de las faltas que el celebrante 84 lamentablemente puede cometer y la manera como deben ser corregidas. Se distinguen faltas referentes a la materia (pan y vino), faltas referentes a la persona del celebrante (intención, disposición espiritual y corporal), y defectos originados por la celebración de la misa. En los misales de finales de la edad media se encuentran estos registros de faltas; la del misal de san Pío V es una amplificación de las mismas.* Delfina de Glandire, virgen (On. 27 de noviembre): Su atributo es el lirio. Delphini: Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo se daba al brazo del cual colgaban diferentes lámparas con más de una luz. Tenía este nombre porque a menudo tenían forma de delfín. Demetrio (On. 8 de octubre): Sus atributos son escudo con tres cruces, espada y lanza. Deo gratias: Frase de san Félix de Cantalicio y de san Antonio. Depositio: La sepultura, el entierro; días depossitionis, el día del entierro. Derecho a legislar en cuestiones litúrgicas: Derecho que se posee por autoridad propia de dar preceptos y prescripciones litúrgicas, introducir y derogar ritos, ceremonias, formularios, oraciones, cánticos, fiestas, así como de dar interpretaciones oficiales y auténticas de las prescripciones litúrgicas existentes. El Papa, como supremo jerarca de la Iglesia, tiene esta facultad sin ninguna limitación local. Hace uso de esta facultad: o de forma inmediata por medio de breves, bulas o letras apostólicas; o bien de modo mediato mediante de la Congregación adecuada (culto divino), pero para las tierras de misiones y para los ritos orientales se sirve de la Congregatio de propaganda fide. El obispo, hasta el siglo XVI tenía derecho a legislar ampliamente sobre cosas litúrgicas para la diócesis propia. Hoy este derecho, a causa de las mala ideas que surgían y por la tendencia a la unidad y al unitarismo de la Iglesia, toda actividad legal en cuestiones litúrgicas está sujeta y limitada por la alta inspección que ejerce la Santa Sede (antiguo can. 1257). Derogativa, cláusula: En diplomática, es la fórmula en la que se corrobora la voluntad del autor del documento de derogar algún derecho, posesión o acción jurídica. Normalmente empieza con la expresión Non obstantibus. Derrumbe: Cuando se encuentra hundido un techo, una pared. Derrumbe: Escombro. Desamortizaciones: Actos jurídicos por los cuales los bienes de “manos muertas” —normalmente provenientes de la Iglesia— vuelven a la condición de libres y con el deseo de que sean más productivos. Durante todo el siglo XIX en España se sucedieron leyes de desamortización. Concretamente, las desamortizaciones eclesiásticas se pueden definir como el conjunto de medidas dictadas por el poder político con objeto de liberar la propiedad acumulada en determinadas “manos” (muertas) y entregadas a una explotación sin trabas ni limitaciones respecto al “derecho común”. En el siglo XIX los efectos de la desamortización afectaron a centenares de miles de fincas rústicas y aun urbanas con rentas procedentes de instituciones eclesiásticas. La finalidad 85 SACRALIA ANTIQUA aparente de estas leyes parecía buena, puesto que se quería que las tierras produjeran mucho más, aun así muchas acciones desamortizadoras fueron injustas y especialmente desfavorables para la conservación del patrimonio artístico que la Iglesia conservaba. La ley desamortizadora más importante fue la de Mendizábal (1835). Descubrimiento de la cabeza en las acciones litúrgicas: Expresión externa de reverencia hacia las cosas o acciones sagradas y personas a las que debemos respeto y obediencia (o viceversa). Se funda en la primera carta a los de Cor. XI, 4, y fue prescrita rigurosamente por el papa Zacarías (+752), pero experimentó algunas excepciones desde el siglo XI a favor de la mitra; desde el siglo XIII a favor de la birreta (o bonete), y desde el siglo XVI a favor del solideo. La regla general que todavía rige hoy es que todos los actos que son exclusivamente oraciones o actos de oración se deben practicar con la cabeza descubierta: la oración, la bendición y el Prefacio; en los Pontificales, Gloria, el oremus, el Credo, las Secretas, el Prefacio, el Canon (primero), hasta el Post Communio, incluso las oraciones; en el Oficio, el Pater noster, las absoluciones, las bendiciones que les siguen, el Quicumque, los cánticos, Magnificat, Benedictus y Nunc dimitis, los versos e himnos, Oremus, etc. También está prescrito el descubrimiento de la cabeza en todas las funciones eucarísticas; por ejemplo: exposición con el Santísimo, la bendición con el Santísimo, las procesiones y el viático. El que lleva el solideo se lo tiene que quitar a la hora del canon. En los ritos orientales hay una libertad y laxitud mayores que en el rito latino en lo que se refiere al descubrimiento de la cabeza. Pero el rito griego tiene el cubrimiento de la cabeza desde finales de la edad media. Los ritos armenio, jacobita, nestoriano y copto ya tienen este uso desde algunos siglos antes que el rito griego.* Desnudar de los altares: Antes del concilio Vaticano II: Ceremonia del Jueves Santo que consistía en retirar los manteles y ornamentación de los altares, después de la misa o de las vísperas. Lo hacía el celebrante con ayuda de sus ministros, mientras recitaban el salmo 21, Deus meus en memoria del abandono del Señor en la Cruz y del despojo de sus vestiduras. El primer Ordo romanus ya habla de ello. A finales de la edad media ya era general.* Desponsatio (Sponsatio): Significa la promesa de matrimonio (llamada también sponsatio de futuro): La promesa formal de contraer matrimonio dos personas libres (hombre y mujer), de tomar este estado. En la edad media significaba también el acto de contraer el sacramento del matrimonio. Nunca ha existido en Occidente un rito litúrgico sobre el compromiso, como se da entre los griegos, los sirios, los coptos y los nestorianos. Según el derecho canónico anterior al concilio Vaticano II los “esponsales” son válidos cuando se hacen ante el rector de uno de los dos prometidos, por escrito, y firmados por dos testigos. La violación injustificada de los esponsales conlleva la obligación de reparar los daños causados a la otra parte (antiguo can. 1017, 3), pero no reporta otras consecuencias ni es impedimento dirimente para contraer matrimonio público. Despotikon (Parathronion): Trono levantado en la nave de las DES iglesias del rito griego, donde el obispo se sienta cuando toma parte de los divinos oficios. Deus meus et omnia: Frase de Francisco de Asís. Devoción: Subjetivamente considerada, significa el estado del espíritu piadoso entregado a las consideraciones de las cosas divinas y sacras; objetivamente significa los ejercicios de piedad practicados públicamente o de forma privada informados de este espíritu. Devociones del pueblo: 1. En sentido estricto, las devociones en la lengua del pueblo formadas según las oraciones litúrgicas, usadas por los sacerdotes y por el pueblo con el consentimiento de la autoridad eclesiástica; 2. En sentido amplio, significa todos los ejercicios de piedad practicados en los círculos cristianos del pueblo, sea de forma pública o privada, aprobados taxativamente o consentidos por la autoridad eclesiástica. Devotio: Todo acto de alabanza, de acción de gracias, de súplica y de expiación; se dice especialmente de las funciones eucarísticas; se llaman devotio porque expresan el sentimiento de piedad y de entrega a Dios. Devotionale: Denominación medieval de una colección de oraciones, oficios, salmos y otras devociones para el uso privado. Dhul-hiddsche: Duodécimo mes del calendario musulmán. V. Musulmanes, meses Dhul-kade: Undécimo mes del calendario musulmán. V. Musulmanes, meses Día de estación: V. Statio Día de los muertos: El día que sigue a la fiesta de Todos los Santos dedicado a la conmemoración y plegaria por las almas de los difuntos del purgatorio. Esta fiesta se celebra el día 2 de noviembre. El abad Odilón de Cluny en el año 998 la introdujo en su comunidad y en los monasterios de la orden de Cluny; progresivamente se fue propagando por las otras órdenes, por la clerecía secular y a finales de la edad media se hizo general en toda la Iglesia. Día séptimo (dies septimus): Litúrgicamente es el día séptimo después de la muerte o sepultura de alguien, contado o descontado el día de la muerte y el día de la sepultura. Diaconado (Diaconatus): La tercera de las órdenes mayores, por la cual se recibe la dignidad y las atribuciones del diácono, es decir, ser el inmediato servidor del obispo y del sacerdote celebrante en los pontificales y misas solemnes y en otras ceremonias litúrgicas. Hay que tener presente la doctrina católica actual que exponemos en la introducción de Sacralia en el apartado que trata sobre la orden sagrada. Las atribuciones del diácono se concretan históricamente en el servicio al altar; su origen se remonta a los tiempos apostólicos. El diaconado, según la opinión de todos los teólogos, es un sacramento, a la inversa que el subdiaconado que se consideraba un sacramental. El rito de la ordenación del diácono –según los pontificales anteriores al concilio Vaticano II, que mayoritariamente coincide con la actual normativa ritual o disciplina–, consta de un examen, una constatación de que el que va a ser ordenado es digno de ello, de una larga instrucción, del canto de las letanías de todos los santos, con tres peticiones especiales por aquellos que van a DIA J. M. MARTÍ BONET recibir la orden del diaconado, de una exhortación al clero y al pueblo, de la oración de ordenación que tiene la forma de un prefacio precedido de un invitatorio, de la imposición de las manos que se hace en medio de esta oración, de la imposición de la estola y de la dalmática, entrega del evangeliario y de las oraciones finales. La imposición de las manos ya se cita en la Sagrada Escritura. La imposición de la estola y la entrega del evangeliario se remontan al siglo X. La vestición de la dalmática se acostumbraba en Roma antes de época carolingia, mientras que fuera de Roma aparece durante la baja edad media. A excepción de la exhortación dirigida a los ordenados, que es bastante reciente, todas las otras son muy antiguas, y ya aparecen en el Gelasianum y, en parte, en el Leonianum.* V. introducción a Sacralia. Diaconi assistentes: Antes del concilio Vaticano II: Dos sacerdotes o dos diáconos que en las misas y oficios pontificales de vísperas debían servir al celebrante. En las catedrales solían ser dos canónigos. Si el celebrante se servía del reclinatorio no necesitaba a los asistentes. Los asistentes estaban sentados a lado y lado del trono, por eso eran denominados assistentes a lateribus. En la misa y vísperas pontificales solemnes vestían la dalmática, y cuando eran menos solemnes iban con los hábitos corales. El oficio de los asistentes consistía en quitar y poner la mitra al celebrante, poner y quitar el gremial del regazo, arreglarle las vestiduras, ayudarle a leer y acompañarlo al altar. Los Ordines medievales no conocen todavía los diaconi assitentes; entraron para sustituir a los capellani assistentes.* Diaconicum (diakonikon): Espacio de la parte derecha del presbiterio, paralelo a la prothesis de la parte izquierda, a menudo con ábside, que sirve para guardar los ornamentos, los vasos sagrados y otros objetos del culto. También se le llama skeyophylákion. Diaconiza: En la Iglesia primitiva, catequizaba y ayudaba en el bautismo de las mujeres. Tenían un gran papel dentro de la Iglesia primitiva según podemos deducir de testigos muy antiguos, como la carta de Plinio el Joven al emperador Trajano (año 110). Diaconus et subdiaconus ministrantes: Antes del concilio Vaticano II: El diácono y el subdiácono que, en la misa pontifical, cantaban el evangelio y la epístola y servían al obispo cuando estaba en el altar. Si el obispo se servía del reclinatorio en lugar del trono, entonces substituían a los diaconi assistentes.* Diadema: Atributo de algunas santas vírgenes y santos arcángeles. Diástila: Antigua denominación de las rejas que separan el espacio del altar del de la nave y del coro. Diataxis: Denominación griega de las prescripciones litúrgicas para celebrar determinadas ceremonias: es el ordo. Diatonik: Las clases de tonos eclesiásticos. Dicromático: Grabado realizado mecánicamente, en el cual se usan dos tintas complementarias que permiten obtener una amplia gama cromática. Diego de Alcalá, religioso (On. 13 de noviembre): Sus atributos son mendigos, cruz, flores en la mano, niños, olla, rosario y rosas. 86 Dientes de sierra: Motivo decorativo formado por una sucesión regular de prismas triangulares. Fig. 69 Dies irae: Himno compuesto por Tomás de Celano (fallecido hacia 1255), parecido a una secuencia que se unía al tractus de la misa de difuntos, el cual contiene una descripción cautivadora del juicio final; constituye, junto con el Stabat, una de las creaciones más maravillosas de la poesía religiosa cristiana. Dies tertius: El día tercero después de la muerte o del entierro de un cristiano, contados o descontados los días de la muerte o del entierro. Los días tercero, séptimo y decimotercero se contaban antes del concilio Vaticano II entre los días litúrgicamente privilegiados, porque en ellos se podía decir una misa especial para el difunto, mientras no cayeran en domingo, en “fiesta de primera” o “segunda clase”, el día de los muertos, en una feria o vigilia privilegiada o en octava también privilegiada. El Gelasianum ya contiene un formulario de misa especial para los días tertius, septimus y trigesimus. En Oriente el día séptimo es sustituido por el noveno, y el trigésimo por el cuadragésimo. Los liturgistas de la edad media aducen toda clase de símbolos místicos para explicar los días tercero, séptimo y trigésimo. En realidad se introdujeron porque los días tercero, séptimo y trigésimo son considerados como plazo de periodos de luto.* Dies trigesimus: El día trigésimo después de la muerte o del entierro de un difunto, contados o excluidos los días de la muerte o del entierro. Las “misas gregorianas” se celebran en treinta días. Diesi: Según los teorizadores de la baja edad media, es un intervalo que no representa ningún semitono, ni tampoco ninguna diferencia entre un semitono alto y bajo. Desde el siglo XVI representa la elevación en la escalera diatónica de un tono a un semitono colocando debajo esta señal. Diezmo: El impuesto del diez por ciento sobre los productos de la tierra, destinado a asegurar el mantenimiento de los clérigos, los pobres, y la conservación y embellecimiento de los edificios religiosos. El impulso definitivo de la imposición del diezmo en las iglesias de Occidente se debe a Pipino el Breve (siglo VIII) y a Carlomagno (779794). Estos reyes establecieron que el diezmo sirviera para sustentar las iglesias y para la cura animarum. Diezmos mixtos: Incluyen los diezmos de producción agrícola y los de la ganadería. V. Diezmo Diezmos prediales: Cuando sólo se trataba de diezmos de la producción agrícola. V. Diezmo Dignidades: Antes del concilio Vaticano II: Cargos de los capítulos catedrales y de las comunidades que no sólo tenían un carácter honorífico, como las personales, sino que tenían también jurisdicción en el fuero externo, como son los cargos de preboste, de decano, arcipreste, sacristán, tesorero, chantre, arcediano...* Dikérion: Candelabro de dos brazos usado en la liturgia griega con el cual el obispo en las solemnidades litúrgicas da la bendición; otras veces la da con el trikérion, candelabro de tres brazos. Dimas (On. 10 de abril): Sus atributos son crucificado, el texto latino Memento mei Domine y las palabras Acuérdate de mí... 87 SACRALIA ANTIQUA Dimisorias (Litterae dimissoriae, comendatitiae): Escrito del obispo por el cual un ordenante queda facultado para hacerse ordenar por otro obispo. Dinero: V. Moneda Dintel: Madera o piedra travesera que completa la parte superior de una apertura y descarga el peso sobre montantes. Fig. 107 y 139 Dintel de una sola pieza: Fig. 108 Diócesis: V. la Introducción Dionisio, primer obispo de París (On. 9 de octubre): Su atributo es cabeza entre sus manos. Diplomática: Es la ciencia auxiliar de la historia que presenta los documentos (mandata, cartas y actas) para ser estudiados en su autenticidad, origen y evolución e historia, y de ellos se deducen los usos de la cancillería, criticando (científicamente) e interpretando su contenido histórico y jurídico. Dípticos (Diptycha): Dos pequeñas mesas de madera, marfil u otro material, de forma rectangular, unidas con juntas, plegables, las cuales en su parte interior contenían los nombres de los vivos y de los difuntos de los cuales se debía hacer memoria durante la misa; por eso también eran llamados liber vitae. Los nombres estaban escritos en la parte interior de las mesas o en hojas colocadas en medio de las mismas. En primer lugar se leían públicamente, después sólo eran inteligibles para el celebrante. Posteriormente, los dípticos se ponían sobre el altar en el momento que se tenía que hacer memoria de los vivos y difuntos recomendados. En el rito romano esto se hacía en el canon, en el memento de vivos y en el memento de difuntos. El uso de los dípticos se remonta al siglo IV; en Occidente se conservaron hasta después del año 1000. A partir de los dípticos se desenrollaron los necrologios. Dirección del diácono al cantar el evangelio: Antes del concilio Vaticano II: Hasta después del año 1000, el diácono al cantar el evangelio lo hacía orientado (mirando) hacia el sur, es decir, de cara a los hombres; en cambio, en la Galia ya en los siglos VIII y IX, como se puede comprobar en el segundo Ordo de Mabillon, estaba orientado de cara al norte. A finales del siglo XI, como se puede comprobar, el diácono en los lugares de rito romano ya cantaba usualmente el evangelio orientado al norte. Según Sicardo de Cremona e Inocencio III esta costumbre ya se había generalizado a finales del siglo XII. Los liturgistas de los siglos XII y XIII explican la dirección del diácono hacia el norte por el simbolismo. Significa que los diáconos deben luchar – dicen los liturgistas– contra el reino del demonio, de la incredulidad y del pecado.* Dirección hacia levante al hacer las promesas del bautismo: Disposición al hacer las promesas del bautismo observada ya en el siglo IV y hasta ahora en Oriente y comprobable en Occidente en los primeros tiempos del cristianismo. La dirección hacia levante al hacer las promesas corresponde a la dirección hacia poniente al hacer la abjuración. Oriente representaba la tierra de la luz, Cristo, la verdadera luz, el sol de justicia y el paraíso nuevamente abierto al bautizado mediante el bautismo; Occidente, en DIM cambio, representaba la región de las tinieblas, de la noche, del demonio y de su reino: el pecado. Directorium: Calendario establecido por las autoridades de la Iglesia con todos los datos para la celebración de la misa, rezo de los oficios y otras prescripciones para celebrar las fiestas del año eclesiástico. Como los días de las fiestas movibles varían todos los años, el directorium debe establecerse cada año. Discantus: La voz acompañante del canto a dos voces del siglo XII, que no sólo está fijada en el heptagrama o pentagrama, como el órgano, sino hasta está fijada en dirección contraria traspasando la voz fundamental. En el siglo XIII tomó una nueva voz. El discantus es de origen francés; cuando está más desenrollado que la voz fundamental se le llama discantus floridus. Más tarde se dio el nombre de discantus a la voz de los niños y de las mujeres (soprano). Disciplinas (penitencia): Atributo de san Ambrosio, san Arcadio, santa Bibiana, san Bruno, santa Concordia, san Cucufate, san Eulogio, santa Filomena, san Francisco de Paula, san Gervasio y san Protasio, san Juan de la Cruz, san Juan y san Pablo, san Josep Oriol, santa Leocadia, san Luis Gonzaga, san Pascual Bailón, santa Paula, san Pedro de Alcántara, santa Perpetua, santa Rosalina, santos anacoretas, santos de grandes penitencias, san Teodoro y san Zoel. Discus: En Oriente, la concavidad sobre la cual se colocan las porciones del pan, que se deben consagrar en medio, o sea la partícula llamada sello y las otras. Estas partículas, siguiendo un orden determinado, se colocan en medio y en los lados de la misma. Es el paralelo de la patena del rito latino pero mucho más grande; el interior tiene la forma de plato y tiene un pie muy bajo para sostenerla.* Diskokalymma: Tapiz para esconder el santo Diskos (discurso); el rito griego ya lo conocía en el siglo VIII. Diskopoterion: El rito griego da este nombre al cáliz con la patena que lo acompaña. Disposición de la hostia y del cáliz: Antes del concilio Vaticano II: La hostia, según el rito romano, se coloca en una patena sobre el cáliz. Esta costumbre ya aparece a finales de la edad media. Hasta esta fecha, antiguamente era costumbre en Roma ordenar sobre los corporales el cáliz y la hostia a la derecha en línea recta, con lo cual se quería significar que la sangre del sacrificio de Jesús brotó en el Calvario de su lado derecho. Fuera de Roma, en el siglo XII ya era habitual la costumbre de colocar la hostia y el cáliz sobre el corporal como hoy se hace. A finales del siglo XIII Durandus habla de ello como lo más corriente.* Dispositio: En diplomática, es la parte esencial del documento en la cual se manifiesta la voluntad del autor de la acción jurídica. Puede tener las siguientes expresiones: concedimus, iubemus, statuimus, mandamus, sancimus, prohibemus... Y posteriormente se indica el objeto de la disposición, como por ejemplo: domos, cellas, ecclesias, villas, curtes, parroechias, terras, prata silvas... Diurnale: Libro en el cual se han reunido, por razón de la comodidad, las horas diarias de los oficios divinos: Laudes, Tertia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. Divinum: Denominación del baldaquín del altar. DOC J. M. MARTÍ BONET Documento: En diplomática, es el testigo escrito de una forma determinada de una acción o de un hecho jurídico. Por lo tanto, en él hay tres elementos: 1/ Escrito; 2/ Forma determinada; y 3/ Relación jurídica. Históricamente ha recibido varias denominaciones: preceptum, privilegium, auctoritas, instrumentum, charta, pagina, litterarum series, etc. En diplomática el documento tiene dos secciones: 1/ Acción jurídica (actuaciones previas, acción jurídica y mandamiento de confeccionar el documento); 2/ Confección del documento (elaboración del texto ingrossatio, perfeccionándolo y revisándolo), convalidación del texto, tasación, grabación, entrega del texto o documento al destinatario. Documento copiado o duplicado: V. Documento original Documento original: En diplomática, se denomina autógrafo, original o arquetipo, y presenta el primer testigo de la acción jurídica que motiva el documento. Es el opuesto del documento copiado o duplicado. Documento privado: Documento medieval que sólo tiene repercusión en una persona o un grupo de privados. Tiene los siguientes apartados: 1/ Invocación simbólica y verbal; 2/ Datación. Antes del siglo XII se encontraba al principio del documento, y después del mencionado siglo se puso al final del documento; 3/ Hay una simple mención de los autores de la acción jurídica; 4/ No hay intitulatio ni arenga, sino que se pasa directamente a la dispositio o parte central del documento que manifiesta la voluntad del autor jurídico del documento; 5/ Hay cláusulas de juramento de posible renuncia, de sanción, de penas espirituales; 6/ Muy a menudo está la corroboración de la voluntad concreta jurídica; 7/ Las suscripciones para los que saben firmar. Para los que no saben está la indicación de que lo hace otro en nombre del que no sabe escribir. Documento público: En diplomática, es aquel que atestigua una acción del derecho público. Es un documento que tenía (y tiene) una repercusión civil y eclesiástica durante la época medieval, y se extendía a toda la sociedad. Tiene tres grandes partes: 1/ Protocolo; 2/ Contexto; 3/ Escatocolo (o parte final). El protocolo tiene cuatro partes: a/ Invocación (simbólica o verbal); b/ Intitulatio con fórmulas de devoción; c/ La inscripción; d/ El saludo con fórmulas de perpetuidad. El contexto tiene cinco partes: a/ Arenga (o exordio o proemio); b/ Promulgación (notificación); c/ Narratio (con fórmulas de petición o intervención); d/ La Dispositio (con fórmulas de pertinencia); e/ Las Cláusulas finales (preceptivas, prohibitivas, derogativas, reservativas, obligatorias, renunciativas...). Entre las cláusulas también está la sanctio (con la comunición y la bendición, y por último la corroboración). El escatocolum tiene: a/ Las suscripciones del autor, de los testigos que intervienen o que dan su consentimiento; b/ Las suscripciones de los oficiales de la cancillería o notaría. La datación y la aprecación son las últimas partes del documento. Domine, non sum dignus: Pasaje sacado del evangelio de san Mateo, cap. 8, v. 8, que junto con el Panem coelestem accipiam que lo precede, desde el siglo XIII se ha introducido en el rito romano de la misa como preparación de la comunión. 88 Sicardo de Cremona e Inocencio III todavía no lo citan, pero sí Durando. En el siglo XVI el Domine, non sum dignus pasó al rito de la comunión de los fieles y de los enfermos. Domine patiet comtemni, patiet contemmi potest: Frase de san Juan de la Cruz. Domingo, sacerdote fundador de los dominicos o predicadores (On. 8 de agosto): Sus atributos son ángel, antorcha, dedo ante la boca, globo terráqueo, perro y estrella sobre la cabeza, látigo, lirio, palma con lirio y rosario. Domingo: Primer día de la semana; el día del Señor. V. Dominica Domingo de la Calzada (On. 12 de mayo): Sus atributos son hoz, gallo, indumentaria de peregrino y soga. Domingo de Pasión: El quinto domingo de Cuaresma, el primero del tiempo de pasión. En el Gelasianum no tiene una denominación especial, en cambio aparece en el Gregorianum bajo el título de Dominica de Passione.* Domingo de Silos, abad (On. 11 de septiembre): Sus atributos son almas y angelitos. Dominica: El día del Señor, el domingo, el primer día de la semana cristiana en el cual la Iglesia conmemora la Resurrección del Señor, la venida del Espíritu Santo y el primer día de la creación. Por eso este día es especialmente consagrado a la Santísima Trinidad. Ya en la Apocalipsis el primer día de la semana es nombrado dies dominica. En los primeros tiempos del cristianismo era el día en el cual la comunidad de los fieles celebraba la fiesta de la Eucaristía. Hasta el siglo IV, el domingo era precedido de una oración nocturna que después se transformó en las vigilias. El domingo pasó a ser día de reposo, el cristiano tenía que abstenerse de todo trabajo “servil” ya en el siglo IV, cuando se dieron las leyes eclesiásticas y civiles referentes a la santificación del domingo. Desde antes de la época constantiniana se considera precepto la obligación de asistir a los oficios divinos los domingos (Conc. Elvira, 306). El nombre alemán Sontag como denominación del día primero de la semana, deriva del antiguo dies solis de los romanos, tomando otro significado más elevado, a la vez que el sol al cual era dedicado, es sustituido o relacionado con el sol sobrenatural de justicia, es decir Cristo Nuestro Señor. Los domingos, según su categoría, eran dominicae maiores o dominicae minores. Siempre antes del concilio Vaticano II. Las dominicae maiores eran el primer domingo de Adviento, los domingos de Cuaresma y de Pasión, el domingo de Pascua, el domingo del ángel (dominica in albis) y el domingo de Cinquagesma (Pentecostés). Las dominicae minores eran los domingos segundo, tercero y cuarto de Adviento. Estas dominicas secundae classis incluían todos los otros domingos del año. Las dominicae maiors primae classis no se cedían nunca a ninguna fiesta que cayera en ellas; las dominicae maiores secundae classis cedían su lugar a las fiestas dobles de primera clase, y las dominicae minores cedían su lugar a las fiestas dobles de primera o de segunda clase, o a las fiestas del Señor. El rito de todas las dominicas era antes del concilio Vaticano II el semidoble, quitado el de las de Pascua, in albis y Pentecostés que tienen el carácter de fiesta. Después del concilio Vaticano II se desvanecieron en gran parte todas las anteriores distinciones.* 89 SACRALIA ANTIQUA Dominica in albis (deponendis): El domingo después de Pascua los que habían recibido el bautismo se quitaban las vestiduras blancas y se ponían otra vez las vestiduras usuales. Dominica mediana: La dominica que sigue a la semana que está a la mitad de la cuaresma. Es el domingo que sigue a la dominica Laetare, también llamada dominica passionis. El nombre de dominica mediana data de los primeros tiempos del cristianismo y de la edad media.* Dominica resurrectionis: Denominación litúrgica de la fiesta de Pascua que muy pronto fue sustituida por el nombre de Pascua, aunque no llegó a desaparecer. En el misal romano la fiesta de Pascua todavía es nombrada Dominica resurrectionis. Dominica sancta: Denominación que el Gregorianum da a la fiesta de Pascua; litúrgicamente su vigilia todavía es llamada sabbatum sanctum. Dominica vacans (vacat): Antes del concilio Vaticano II: En tiempo antiguo recibía este nombre el domingo que no tenía oficio o formulario de la misa propios; era el primer domingo después de Pentecostés. Dominicae vagantes (mobiles): Los domingos 3, 4, 5 y 6 después de la Epifanía. Tomaban este nombre por no tener un lugar fijado, sea inmediatamente después de la Epifanía, sea después del domingo 23 después de Pentecostés. La Pascua alta o baja regulaba el lugar de estas dominicas.* Dominicale: Probablemente se denominaba así el pañuelo (tejido) con el cual las mujeres, ya en los primeros tiempos del cristianismo, tenían que cubrirse la cabeza para ir a recibir la comunión: este pañuelo no se debe confundir con el que las mujeres usaban para envolverse la mano; cada mujer en la comunión debe tener su dominical, según dice el canon 42 del sínodo de Auxerre del año 585, a diferencia del can. 36 del mismo sínodo, del cual se deduce que ninguna mujer puede ir a recibir la eucaristía con la mano descubierta. De los dos cánones de este sínodo, se puede deducir que el dominicale prescrito en las mujeres para cubrir las manos que tenían que recibir el cuerpo preciosísimo de Cristo y el que tenían que llevar en la cabeza eran dos cosas diferentes; de lo contrario la prescripción de uno de los dos cánones sería superflua.* Dominicum: En los primeros tiempos del cristianismo significa: 1. La casa del Señor (griego, kyriakós), lugar que sirve para celebrar las funciones del culto de la comunidad cristiana; el edificio del culto cristiano; 2. La cena del Señor dominicum convivium que corresponde al griego kyriakón deipnon, celebración de la Eucaristía; es llamado dominicum por ser una conmemoración de la última cena y por tomarse en el mismo el precioso cuerpo y la sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Domus corporalium: Pequeña caja para guardar los corporales. V. Bursa Dona et munera: Las ofrendas de pan y de vino, citadas en la secreta y en el Te igitur de la misa (canon primero), presentadas a la hora del ofertorio a Nuestro Señor para el santo sacrificio y santificadas al ofrecerlas a este alto destino. Dormitio: Antigua denominación de la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Es una traducción del nombre griego de la fiesta Koímesis. DOM Dorotea (On. 6 de febrero): Sus atributos son ángel, rama, cesta con fruta, corona de rosas, flores, fruta, rosas y naranjas. Dorsale (dossale): En la lengua litúrgica medieval designa: 1. Las ropas que ornamentan o visten el altar; 2. Cortinaje colocado sobre la mesa del altar que sustituye al retablo (retrofrontale). Doselete: Motivo ornamental arquitectónico construido en voladizo y generalmente colocado sobre las estatuas o escudos como los doseles del coro de la catedral de Barcelona. Fig. 70 Dosier: Denominación que el francés medieval daba al retrofrontale. Dotalías (registro y acta dotaliarum): En las actas de consagración de las iglesias siempre constan las donaciones, posesiones, ventas, ofrendas, tierras, capitales... que se conceden a la parroquia fundada y creada por el obispo. Estas son las llamadas dotalías. Será el modus vivendi de las mismas parroquias con obligaciones de mantener la fábrica y de practicar la beneficencia hacia los pobres de la parroquia, por ejemplo a través de los hospitales. Todos estos derechos o posesiones vienen consignados en el denominado Registra dotalarium, serie de los archivos eclesiásticos. Dovelas: Cualquiera de los bloques de piedra con los cuales se construyen los arcos y las bóvedas. Fig. 71 y 157 Dovelas de un arco: Fig. 12 Dovelas a montecaballo: Fig. 75 Dovelas con poco regrás: Fig. 73 Dovelas con regràs normal: Fig. 74 Dovelas de redientes: Fig. 72 Doxale (dossale): Denominación medieval de la barandilla o cortinaje posterior o pared de detrás. Era también el nombre de la pared posterior del coro que cerraba la nave de la iglesia por la parte posterior; 2. Desde la edad media las tribunas de las iglesias sobre las naves laterales (empore) que sirven para los cantores y para el órgano (odeum). Doxología: (Doxologia; griego, doxología: alabanza): Formas litúrgicas para dar alabanzas a la augusta Trinidad; 1. Gloria Patri et Filio et Spiritui Sancto (doxología menor); 2. Gloria in excelsis de la misa (doxología mayor); 3. La estrofa final de los himnos litúrgicos que acaban regularmente con una alabanza a la Santísima Trinidad. Dragón: Atributo de san Jorge, san Lobo, santa Perpetua, san Silvestre y san Teodoro. Dragón con siete cabezas: Atributo de san Juan Evangelista. Druphacta: Denominación griega de las rejas que separan el espacio del altar del coro o de la nave de la iglesia. Dschumàda el-âkhira (Dschumada 2): Mes sexto. V. Musulmanes meses Dschumàda el-ula (Dschumada 1): Mes quinto. V. Musulmanes meses Dulia: V. Culto de dulía Duodécima: Nombre que se daba en la Galia en los primeros tiempos del cristianismo a las vísperas de los oficios divinos, como se deduce de la regla monacal de san Aureliano obispo de Arles. E Ecce Agnus Dei: Frase de san Juan Bautista. “Ecce homo” en la misa: Atributo de san Gregorio Magno. Ecce llongavi fugiens et mausi in solitudine: Frase de Bruno. Ecclesia (iglesia, basílica, templo; griego, ekklesía eyktérion): Originariamente significa la reunión de los fieles; desde el siglo IV también designaba el lugar de esta reunión, y después el nombre concreto de este lugar. Hoy se entiende con el nombre de iglesia (ecclesia) una construcción o edificio público diferente, del oratorio semipúblico y del oratorio privado, que sirve principalmente (y únicamente) para practicar los actos del culto público. La iglesia es consagrada, o al menos bendecida solemnemente, para aquella finalidad, o sea para la celebración del culto divino, siendo libre y pública para todos los fieles cristianos que quieran tomar parte en el culto divino. Ecclesia mater: Denominación primitiva de la catedral. Ecclesiarxes: Nombre que se da en griego al sacristán. Echkainia: Toda consagración en el rito griego; pero se dice especialmente de la consagración de la iglesia. Echos: Ocho tipos de tonos de la iglesia griega correspondientes a los ocho toni (modi) occidentales más antiguos. Edáphion: Fragmento de la Sagrada Escritura, de pocas rayas. Eduardo, rey (On. 13 de octubre): Sus atributos son anillo, copa con serpiente alada y enfermo. Eduvigis, religiosa (On. 16 de octubre): Sus atributos son mendigos, enfermo y zapatilla. Efrén, diácono y doctor de la Iglesia (On. 9 de junio): Su atributo es una columna de fuego. Eiletón: Tercer mantel que en el rito griego se pone sobre el altar; antes era de cáñamo; y después de seda. Originariamente era una pieza parecida a los corporales del rito latino; y después el antimension lo ha sustituido; antes era un tipo de altar portátil que se colocaba bajo la eiletón; hoy se coloca sobre el mismo altar, y después de la misa se guarda doblado. Reposando sobre el altar representa el sudario con el cual se cubrió la cabeza de Cristo en el sepulcro. Se llama eiletón (involucrum) porque después de su uso se envuelve de nuevo. Eirmologion: Libro litúrgico del rito griego que no tiene carácter oficial en el cual se encuentran reunidos los cánticos y las melodías de la celebración de los oficios divinos. Eirmós: Estrofa primera de la odai, himno del canon denominado del ordros (laudes) del oficio griego, porque es el modelo, tanto por la estructura como por la melodía, de las otras estrofas de la misma oda. Eísodos: V. Entrada Eísodos tés estéras: Procesión que tiene lugar en el rito griego de las vísperas. Ekphónesis: En el rito griego significa la conclusión en voz alta de la oración que el sacerdote ha hecho en voz baja. Ektanie (ekténeia o ektenès y kesía): Oración de corazón y persistente que aparece en el rito griego y otros ritos orientales desde los tiempos más antiguos, parecida a una letanía en la cual se reza por todos los estamentos y por todas las necesidades y que tiene forma de invocaciones en serie larga o corta. Aparece en la liturgia de la misa y también en otros actos del culto divino; es ejecutada por el diácono que pronuncia en voz alta las invocaciones, y es contestada por el coro que responde brevemente. En la liturgia de la misa del rito griego aparece cinco veces: en el inicio (gran Ektanie), antes de la pequeña entrada (Ektanie pequeña), después del Evangelio (petición apremiante), después de la consagración y después del Communio. Elaion: En el rito griego significa: 1. El aceite de oliva que, bendecido por el sacerdote, sirve para ungir al catecúmeno antes del bautismo; 2. El aceite de oliva bendecido por el sacerdote, que sirve para la extremaunción del enfermo; 3. El santo óleo, mirón (myrón), correspondiendo al crisma del rito latino, consagrado no sólo con bálsamo sino con otros muchos ingredientes perfumados, por los patriarcas y metropolitanos de la forma más solemne; raramente por el obispo. Se utiliza en la administración del sacramento de la confirmación y en la unción de las aras de los altares. Electus: 1. Nombre que en la antigua cristiandad y a principios de la edad media se daba al catecúmeno que podía recibir el sacramento del bautismo; 2. Nombre que se ha dado desde la edad media y hasta hoy al obispo elegido pero no consagrado. Elena (Helena), madre del emperador Constatino (On. 18 de agosto): Sus atributos son clavo, cruz e instrumentos de pasión. V. J. M. Martí Bonet: La catedral de Barcelona. Historia e historias (Barcelona, 2009), p. 35. Elevación (elevatio): 1. Exhumación de los despojos mortales ELE J. M. MARTÍ BONET de algún santo de su sepultura y su traslación a otra más digna o a algún relicario. En los primeros tiempos de la edad media era la palabra que servía para designar la canonización de algún santo; por eso elevatio significaba canonización. 2. No existe ningún rito prescrito para el elevatio, o sea el acto de levantar la hostia consagrada y el cáliz para exponerlos en la veneración de los fieles que asisten a la misa. En los ritos romano, mozárabe y ambrosiano se hace una doble elevación. La primera, la elevación mayor, tiene lugar inmediatamente después de la consagración del pan y del vino, y es la más reciente; se introdujo su práctica en la época medieval en qué Berengario (hereje) negaba la presencia real y verdadera de Cristo en el Santísimo Sacramento. En sus inicios en muchos lugares sólo era elevada la hostia consagrada, costumbre que todavía practican hoy los cartujanos. La segunda elevación, la menor, tiene lugar a finales del canon. Esta es la más primitiva; se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, y con la introducción de la elevación mayor perdió importancia. En la elevación mayor la hostia y el cáliz se levantan separadamente, mientras que en la elevación menor se elevan juntos. Los ritos orientales sólo conocen la segunda elevación. Elevación de la vista: Ceremonia que sólo se practica en la misa, que tiene por objeto levantar los ojos en lo alto para expresar con este gesto la elevación del alma a Dios (antes del concilio Vaticano II). Generalmente se practicaba en el inicio de un acto: al Munda cor meum antes del evangelio, en el ofrecimiento de la oblata, en el Suscipe, sancta Trinitas, en el Te igitur, en el Veni Sanctificator, en el ofrecimiento del cáliz, etc. Dura todo el rato en el ofrecimiento del cáliz. La elevación de la vista parece que empezó a practicarse a finales de la edad media. El Ordo de Burkard de Estrasburgo (1502) hace referencia a esta práctica. En el misal de san Pío V encontramos prescripciones exactas y detalladas sobre la elevación de la vista.* Elías, profeta (On. 20 de julio): Sus atributos son cuervo, puñado de cabellos y el texto latino Zelo, zelatus sum. Eliseo, profeta (On. 14 de junio): Sus atributos son águila con dos cabezas, paloma y hueso. Eloy, abad (On. 1 de diciembre): Sus atributos son arqueta, cáliz, copa, herramienta de herrero, yunque, herradura, forja, manto, taller de herrero, pieza de orfebrería y puerta de caballo. Elvira, virgen (On. 25 de enero): Sus atributos son arqueta, arqueta pequeña y cofre. Embaldosado, escudo: V. Escudos Embolismo: Oración añadida a la séptima petición del Pater noster en el rito de la misa que empieza con el Libera nos quaesumus, Domine y en la cual, después de invocar el auxilio de la gloriosa Virgen María, de los apóstoles san Pedro, san Pablo y san Andrés, a los cuales se añadían en la edad media otros, se imploraba el auxilio de todos los santos. Se pide a Dios Nuestro Señor la expulsión de todo mal del alma y del cuerpo: el sacerdote hacía (antes del concilio Vaticano II) la cruz con la patena que besaba antes de tomar con ella la hostia consagrada mientras la partía diciendo la fórmula final de la oración: Per eundem Dominum N. J. Chr. Aparece 92 bastante formado en el Gregorianum y en el Gelasianum, a pesar de que en el último es una interpolación posterior a la formación del Gregorianum. Probablemente esta oración es, según su origen, anterior al rito de la misa de san Gregorio Magno, aun habiendo introducido este santo el Pater noster inmediatamente después del canon, haciendo que se uniera a este a continuación en esa nueva forma el libera nos, quaesumus.* Emeterio y Celedonio, soldados de Calahorra y mártires (On. 3 de marzo): Sus atributos son cadena, collar de oro y a, pañuelo o velo. Emilia Biccheri, monja dominica (On. 5 de abril): Su atributo es el lirio. Emilio, joven mártir de Capua (On. 6 de octubre): Su atributo es el ángel. Empotrado/-ada: Cuando un elemento se fija en un muro o en un apoyo vertical haciéndolo entrar en parte en una cavidad o un vacío de éste. Enarxis: Primer fragmento de la primera parte principal de la liturgia de la misa. Comprende la ektenie mayor que sigue a la proskomidi, el canto de los salmos que sigue al ektenie mayor, la pequeña entrada y el trisagion. Encadenado, muro: Fig. 78 Encamonado/-ada: Arco o bóveda fingidos. Encañado: Pieza formada por un tejido de cañas que, unido a las vigas de un techo, sirve como apoyo del escayolado que constituye el cielo raso. Encañizada: V. Encañado Encarnación, estilo de la: Inicio del año el 25 de marzo, cuando Jesucristo se encarna, según antigua tradición. Enchirion: V. Epigonation Endothis: Derivado del griego encite. Indumentaria del altar. Endytion: Mantel de en medio de los tres manteles que cubren el altar en el rito griego. Generalmente es la de mejor tela. Enfermo: Se acostumbra a representar junto a las imágenes de san Camilo de Lelis, san Eduardo rey, santa Eduvigis, san Gerardo, san Juan de Dios, san Julián Hospitalario, san Simón de Rojas, santa Miguela del Santísimo Sacramento. Engracia, virgen y mártir (On. 16 de abril): Sus atributos son alfanje (pez espada), caballo, cruz luminosa, espada y tenazas. Eniaysia: El rito griego da este nombre al aniversario de un difunto. Enjuta: Fig. 53, 157 y 180 Enjutas de extradós: Fig. 54 Enkolpium: 1. Caja de forma redonda o cuadrangular o de cruz que contenía reliquias o algún verso de la Sagrada Escritura, la cual era costumbre llevar colgada del pecho con una cadena o cordel para evitar las tentaciones de los malos espíritus, en los primeros tiempos del cristianismo y en la edad media; 2. El pectoral que los obispos del rito griego llevan colgado, en el cual hay una representación de la Virgen María, denominado, por eso, panagía, en lugar de enkolpium. Es célebre el enkolpium de Sant Cugat del Vallès. Fig. 243 Ennata: Los oficios divinos celebrados, según el rito griego, en sufragio de un difunto el día noveno después de su muerte. 93 SACRALIA ANTIQUA Enosis: Nombre que se da en el rito griego a la mezcla de la hostia consagrada con el vino consagrado después de la fracción del pan consagrado. Enrique, rey-emperador alemán (On. 13 de julio): Sus atributos son cetro y esfera real. Ensambladura: Unión de dos maderas a base de ojal o mecha o cabeza de una pieza de madera Entablamento: Cornisamento. Parte superior de un orden arquitectónico clásico que se compone de arquitrabe, friso y cornisa. Fig. 80 Entonación: Canto de las primeras palabras dando el tono al coro en el canto de la misa y otras funciones (initium). El presbítero entona el Gloria, Credo, Te Deum, Asperges, etc.; en los otros cantos del coro como el introito, gradual, ofertorio, antífonas, salmos, etc., son uno, dos o cuatro cantores según el día, la fiesta o la función que celebran. Entorcha: Toman este nombre las antorchas formadas por una serie de cirios o candelas unidas. Entrada (Grande): El ektenie (conjunto de oraciones) de las súplicas insistentes de los ritos griego y armenio que sigue a la lectura del evangelio y a la cual va unida la despedida de los catecúmenos y que consiste en ir a buscar solemnemente de la prothesis hacia el altar las ofrendas preparadas en la proskomidi en el inicio de la liturgia de la misa. El diácono lleva los discos con las partículas del pan y el sacerdote el cáliz con el vino. La procesión entra por la puerta lateral de la ikonostasi viniendo del prothesis, pasa por toda la iglesia mientras el coro canta el himno de los querubines y entra por la puerta central del altar colocándolas sobre el ara, y quitando el pequeño velo que las cubría, son tapadas con la aer, acabando con una incensación triple. Esta gran entrada ya se cita en el siglo V por el Pseudo-Areopagita. El autor del himno de los querubines, que se canta, parece que sería el emperador Justino II (año 578). En Occidente aparece un rito de la misa emparentado con la gran entrada, usado en la liturgia galicana. En esta, después de las oraciones del evangelio y despedida de los catecúmenos, las ofrendas se llevaban en procesión solemne hacia el altar. Entramado: Conjunto de vigas de madera y de hierro que sirve para construir un techo de piso o de cubierta, una pared o una mediana llenando los vacíos entre dichas vigas. Entronismos: Nombre que recibe en el rito griego: 1. La consagración de la iglesia; 2. La toma de posesión de la sede episcopal por un nuevo patriarca o por un nuevo obispo. Entronización: Ceremonia al final de la consagración del obispo, del abad o de la abadesa, en la cual el obispo consagrante conduce el obispo consagrado a su trono, y el abad y la abadesa bendecidos a su asiento honorífico del coro, y se sientan en él mientras acompaña la lectura de un verso. Esta ceremonia, en los tres casos, ya aparece en el siglo XI, pero su origen sería mucho más antiguo. Eorté: Denominación griega de una fiesta eclesiástica. Si es una fiesta inmóvil se llama akínetos eorté; si es una fiesta movible kinetè eorté; si es una fiesta del Señor despotiké eorté; si es una fiesta de la Virgen María, deometrikè eorté; si es una fiesta de santo, eorté agíoy, y una fiesta de santo sin oficio completo, agiós mé eortichámenos. ENO Eortrodómion: Denominación griega de un ciclo de fiestas eclesiásticas. Epacta (griego epaktai emerai, días añadidos, días complementarios): Cómputo que nos dice la diferencia de días existente entre el año solar de 365 días y el año lunar de 354 el primero de enero, desde la última luna nueva. En ciclos lunares de 19 años del calendario juliano, el epacta del primer año es XI, la del segundo XII, la del tercero XXXIII, es decir, descontando un mes lunar de 30 días, en el cuarto XIV, 5. En el calendario reformado de Gregorio XIII, el epacta del primer año hasta 1700, por razón de haber quitado diez días de octubre de 1582, es la del segundo año XII, la del tercero XXIII, la del cuarto IX, etc. Por razón de las correcciones introducidas al equiparar el año solar con el año lunar, el epacta del primer año entre 1700 y 1900 es 0, la de 1900-2200 es XI relativamente X, la tercera XXII relativamente XXI, la cuarta III relativamente II, etc. La epacta sirve para fijar la “luna nueva” de un año y con ella señalar la fiesta de Pascua. Se encuentra la epacta del calendario juliano multiplicando el número áureo del año correspondiente por 11 y dividiéndolo por 30; el resto es la epacta buscada; si el resultado no es divisible por 30, la epacta es el mismo resultado. Para obtener la epacta del calendario gregoriano se resta de la epacta del calendario juliano el número 1 para los años 1582-1700, para los años 1700-1900 se resta el número 11, y para los años 1900-2200 el número 12. Epanokalimaychion (epikalymaychion), lo mismo que exokamelaykion: Velo que cuelga detrás del sombrero de forma cilíndrica de los monjes y de los altos dignatarios eclesiásticos del rito griego. Epheta: Antes del concilio Vaticano II: Exorcismo del rito del bautismo, sacado del rito preparatorio de los catecúmenos en los primeros tiempos de la Iglesia, por el cual el sacerdote al pronunciar la palabra Epheta quod este aperire, mojaba con saliva las orejas y la nariz del que estaba a punto de ser bautizado. V. Bautismo (Escrutinio) Epifanía (Epiphania Domini, Theophania): Fiesta que se celebra en Occidente el 6 de enero, en la cual se conmemoran tres manifestaciones del Señor: 1. La aparición del niño Jesús recién nacido en el mundo pagano a través de la estrella; 2. La manifestación de la divinidad de Jesús a los judíos a través de su bautismo en el Jordán y mediante la voz del Padre celestial y el Espíritu Santo; 3. La manifestación del Señor hecha por él mismo en las bodas de Canaán de Galilea dándose la milagrosa conversión del agua en vino. Los tres misterios que constituyen el objeto de esta fiesta ya aparecen citados en san Paulino de Nola (431), en Polemius Silvius (c. 450) y en Maximus de Turín (c. 460); lo predominante de los tres siempre ha sido la vocación (o adoración) de los Reyes de Oriente. En Oriente se celebraba originariamente la fiesta del nacimiento del Hijo de Dios, pero desde que a imitación de Occidente se trasladó al 25 de diciembre, se celebra la manifestación de la divinidad de Jesús, por el Padre celestial, al recibir el bautismo en el Jordán. En todos los tiempos, en Oriente y en Occidente el día 6 de enero ha sido fiesta de precepto. Occidente fue el primer lugar que tuvo una vigilia EPI J. M. MARTÍ BONET en la fiesta; primero fue en la Galia donde ya aparece a finales del siglo VII, según el Missale gothicum y el Gelasianum gallicanum. La octava de esta fiesta parece ya conocida en el Gregorianum; una redacción franca del Gelasianum (c. 750) ya lo señala. Son características de la fiesta de la Epifanía (antes del concilio Vaticano II) la bendición solemne de las aguas, el canto de la Calenda o el enuncio de las fiestas del año que son movibles, la bendición de oro, de incienso y mirra; la bendición de sal y la bendición y perfumar las casas. Las tres últimas bendiciones son de origen reciente; la bendición solemne del agua llega a Oriente, de donde pasa a Occidente en la más antigua cristiandad. Epifanio, obispo y doctor de la Iglesia (On. 12 de mayo): Sus atributos son cadáver y mendigos. Epigonation (epigonátion y también ypiponátion): Pieza de indumentaria litúrgica oriental que en un inicio era exclusiva de los obispos, pero que a partir de finales de la edad media también usarán los archimandritas y altos dignatarios eclesiásticos. Es un ornamento de seda con una cruz, una espada —símbolo de la espada espiritual del obispo— o con bordados; se pone bajo la casulla, ceñido con un cinturón, o se coloca sobre la indumentaria superior del obispo, llegando a las rodillas. En los obispos siempre está colgado a lo ancho, mientras que en los otros dignatarios eclesiásticos, siguiendo la costumbre rusa, para distinguirse de los obispos, se cuelga como una bolsa o bolsillo. Originariamente era un tejido blanco denominado encheírion un tipo de tejido de etiqueta —parecida a la mappula romana— que ya se puede comprobar en el siglo VIII y que el obispo llevaba colgado en la parte derecha del cíngulo. El cambio de este encheírion al epigonation, dándole la forma de una compostura rígida, no se hizo hasta finales del siglo XII. Epíklesis: Oración que aparece en todos los ritos orientales y que va unida a las palabras de la consagración, la anáphora de la liturgia de la misa y la anemnese que le sigue y que contiene la súplica para que el Espíritu Santo descienda a las ofrendas y las cambie en el cuerpo y sangre del Señor. Parece que el canon de la misa romana en los primeros tiempos tenía también una epíklesis, pero desapareció muy pronto, o bien se transformó en la oración Quam oblationem (del canon primero) que precede a la consagración y que era una supervivencia de la misma. Los fieles del rito griego no católico dan una gran importancia a la epíklesis. La opinión predominante es que la transubstanciación se opera por mediación de ésta; de manera que, según los griegos, esta no se hace en fuerza de las palabras “esto es mi cuerpo y esto es mi sangre”, sino que se opera en virtud y en fuerza de la oración de la epíklesis. Pero esta concepción para los católicos es errónea. Deriva de tiempos relativamente modernos; dataría del siglo XII y se generalizó entre los griegos a finales de la edad media. Se da una discrepancia entre los griegos y los católicos. Epimanikien (formación del griego epi y del latín manica): Pieza litúrgica que se cose o se ciñe al brazo de la túnica. Es utilizada en todos los ritos orientales. En el rito griego la llevan el obispo, el sacerdote y el diácono; mientras que en los otros ritos sólo lo llevan los dos primeros. No hay prescripción 94 sobre la materia de la cual debe estar hecho o sobre su color; pero son de la misma contextura que la casulla. En el rito griego ya estaba en uso en el siglo X; en el siglo XII sólo la llevaba el obispo; en los siglos XIII o XIV se generalizó entre los sacerdotes y en los siglos XV y XVI entre los diáconos. Originariamente era un ornamento de la manga del sticharion del obispo que, por razones de comodidad, se separó y se convirtió en un ornamento especial, del mismo modo que la parura del humeral se convirtió en un cuello independiente en España y en Lyon. El rito romano no tiene ninguna pieza parecida a los epimanikien; pero parece que la tuvo el rito galicano, las manicae a las cuales parece que se hace referencia en la explicación de la misa galicano atribuida a santo Germán. Epiphania (griego, Epiphaneia): V. Epifanía Episcopado (Episcopatus): Aunque nos referimos a antes del concilio Vaticano II, debemos decir que la inmensa mayoría de las siguientes afirmaciones son totalmente válidas en el momento actual, y desde muy antiguo el episcopado es la última y la más elevada de las órdenes; el complemento y la corona de las otras órdenes que presupone y que engloba. La consagración episcopal mediante la cual un hombre es consagrado obispo, es un sacramento gracias al cual al que lo recibe no sólo le son concedidas las atribuciones episcopales y las gracias del ministerio, sino también se le imprime un carácter episcopal indeleble. El obispo se distingue del sacerdote por poseer la plenitud del sacerdocio, por poder administrar los sacramentos de la confirmación y de la orden, y entre otras cosas por poder consagrar los santos óleos, los altares y las iglesias. Hay que recordar lo que decimos en la introducción a Sacralia sobre los grados de las órdenes sagradas. El obispo como supremo “liturgo” tiene una serie de privilegios en la celebración del santo sacrificio y en las otras funciones litúrgicas, pudiendo hacer uso de una indumentaria litúrgica o pontifical especial. El obispo hoy no tiene el derecho de dar prescripciones litúrgicas, pero tiene la alta inspección de las instituciones litúrgicas de su diócesis y debe velar por la digna ejecución de las prescripciones litúrgicas vigentes. La consagración del obispo es la más solemne de todas las consagraciones. Como la consagración sacerdotal, se divide en tres partes. La primera precede a la misa en la cual se hace la consagración episcopal. Consiste en la lectura del mandatum o bula papal, en la prestación del juramento de fidelidad y en el largo examen, es decir, en una prueba de las costumbres y de la fe. La segunda parte, el desempeño de la consagración empieza después del último verso del gradual, tractus o secuencia. Consiste en una corta exhortación del obispo consagrante, en el canto de las letanías de todos los santos con especiales deprecaciones introducidas rezando por el electo, la colocación del evangeliario en los hombros y en la cabeza, la imposición de las manos hecha por el obispo consagrante y por los dos obispos que lo asisten, de la oración de consagración revestida de la forma de un prefacio que es interrumpida por el canto del Veni Creator y por la unción de la cabeza del consagrado, con crisma, mientras se canta la antífona: Unguentum in capite, por el 95 SACRALIA ANTIQUA salmo 132 Ecce quam bonum, por la unción de las manos con crisma, por la entrega del báculo, por el ceñimiento del anillo y por la ofrenda del evangeliario. Después de la segunda parte de la consagración, el obispo consagrado celebra junto con el consagrando (concelebración), y (después del concilio Vaticano II) concelebran todos los obispos y sacerdotes asistentes. A la hora del ofertorio, se le ofrecía al celebrante dos cirios encendidos, dos panes y dos barriles de vino, como supervivencia de las ofrendas naturales o en especies, y a la hora de la comunión comulga con el celebrante tomando (sumiendo) las dos especies. La tercera parte de la consagración, el acto final de la solemnidad sigue a la bendición pontifical del fin de la misa. Lo constituyen la bendición, la entrega de la mitra, de los guantes pontificales, la entronización del obispo consagrado de nuevo, del Te Deum, de la antífona Firmetur manus tua con la oración final, de la primera bendición del nuevo consagrado, de la aclamación, y del beso de paz. El rito de la consagración de obispos del actual pontifical romano es el resultado de una larga evolución que acaba a finales de la edad media. El examen en su forma actual procede del rito galicano; se introdujo hacia finales del año 1000 en lugar del antiguo examen del rito romano que tenía lugar en la vigilia de la consagración. El juramento de fidelidad entró en el rito de la consagración hacia finales de la edad media. La imposición de las manos data de época apostólica. El poner el evangeliario en los hombros y en la cabeza del nuevo consagrado es conocido en los Statuta antiqua de la Galia meridional (c. 500); en Roma esta costumbre se practicaba sólo cuando el nuevo Papa electo era consagrado obispo. Las oraciones de la consagración ya se encuentran en el Leonianum; la unción de las manos y de la cabeza deriva del rito galicano; la unción de la cabeza es citado por Amalario; la unción de las manos del obispo es citado en los pontificales del siglo IX. Según el concilio Toledano IV (633), en España en el siglo VII ya se la hacía entrega del báculo y del anillo al obispo en su consagración; esta costumbre se generalizó hacia el siglo X. La ceremonia de la entrega (o imposición sobre su cabeza) del evangeliario empezó a ser más habitual en el rito de la consagración del obispo en el siglo XI. La concelebración y las ceremonias del fin de la misa de consagración datan de los siglos XII y XIII; la entronización sólo es una excepción; ya es citada en algunos pontificales del siglo XI; podría derivar de un rito antiguo romano emparentado con este. Los ritos de Oriente no contemplan la consagración episcopal tan rica en ceremonias como Occidente; estas expresan la eficacia, para cristalizar sus partes integrantes; diremos que tienen sólo la imposición de las manos y del evangeliario, la investidura del consagrado con los hábitos episcopales a la cual se une después, la entrega del báculo episcopal. Donde la consagración del obispo es más rica en ceremonias es en el rito armenio, en el cual se han conservado la unción de la cabeza y de las manos del nuevo consagrado y la entrega del báculo episcopal, uno y otra son importaciones del rito occidental. En todos los ritos aparece la prescripción hecha en el concilio ecuménico de Nicea I (325), la cual EPI ordena que el obispo debe ser consagrado al menos por tres obispos, el obispo consagrante y dos obispos asistentes. Sólo puede dispensar de esta prescripción la Sede apostólica se añadió después. La elección en la iglesia primitiva se hacía a través de la votación democrática del clero y del pueblo de la diócesis vacante. Episcopologio: Fig. 315 Episcopus chori: V. Praecentor Episcopus servus servorum Dei: Fórmula empleada en el protocolo de los documentos papales. V. Privilegio papal solemne Epístola: Lectura de la Sagrada Escritura, sacada del Antiguo o del Nuevo Testamento, pero nunca de los evangelios, ya que precede al evangelio de la misa. Se llama epístola porque es sacada con preferencia de las epístolas de los apóstoles. Originariamente se llamaba apostolus. La denominación actual aparece por primera vez en el siglo VIII; la denominación primera se va imponiendo cada día más, y al final es la única que ha subsistido durante mucho tiempo. La lectura de las epístolas era continuada como la encontramos todavía hoy en el rito griego en los dominicos después de la Epifanía y después de Pentecostés; aun así, aparecen muy pronto fragmentos seleccionados en lugar de la lectio continua. En el rito romano ninguna lectura precede a la epístola, al menos desde el siglo VI, a diferencia de los ritos ambrosiano, mozárabe, armenio, jacobita, nestoriano y copto. Sólo tienen estas lecturas los miércoles y sábados de témporas, y el miércoles de la cuarta semana de Cuaresma. El rito griego en esto es como el rito romano. La lectura de la epístola es la preparación a la lectura del evangelio. Hasta el siglo VIII tanto en el rito romano, como en los ritos orientales, era el lector quien leía la epístola; a partir de esta época entra en su lugar el subdiácono. En el concilio Vaticano II desaparece el subdiaconado, y algunos días se dicen dos lecturas antes del evangelio. En las iglesias que tenían ambón, en ella se hacía la lectura de la epístola. Se empieza indicando el pasaje de la Sagrada Escritura de donde procede y se acaba con “Palabra de Dios”.* Epistolae canonicae: Cartas penitenciales de los primeros tiempos del cristianismo en las cuales se señalaban la sentencia por diferentes faltas y la penitencia que se debía imponer por ellas. Existen epístolas canónicas de san Gregorio Taumaturgo, de san Basilio, de san Gregorio de Niceno, etc. Son las precursoras de los libros penitenciales de la edad media. Epistolae farcitae (epistola cum versibus): Epístola amplificada por medio de tropos (farcia, farsa) en forma libre (prosaica) o ligada (rítmica). Los “rellenos” en el mediodía de Francia a menudo eran en lengua vulgar en vez de en latín medieval o vulgar. Las epístolas “rellenas” se remontan al siglo XI. A finales de la edad media caen en desuso. Epistolario (Epistolarum liber, epistolarium, apostolus, lectionarius): El libro litúrgico que contenía las epístolas de la misa. Se formó a partir del registro de las epístolas (comes), en el cual se inscribían los pasajes de la Sagrada Escritura ordenados según el tiempo, días y fiestas. En el siglo IX se empezó a poner las epístolas dentro del libro de los evangelios, EPI J. M. MARTÍ BONET uniendo los dos libros y formando con ellos uno solo: el plenarium. Epitaphion: La mortaja. Epitimon: Denominación griega de la penitencia impuesta al penitente por el padre confesor. Epitrachélion: Denominación griega de la estola sacerdotal. Eplisis: Antes del concilio Vaticano II: Lavatorio del altar que tenía lugar el día de Jueves Santo antes de la ceremonia del lavatorio de los pies. Eptáphotos: El candelabro de siete picos que en las iglesias de rito griego se coloca a menudo detrás del altar. Era bizantina: Cómputo de tiempo que sitúa en el 5508 antes de Cristo el principio del mundo. Por lo tanto, el primer año de la era bizantina es el 5509 antes de Cristo. El año bizantino empieza el día 1 de septiembre. La era bizantina se llama también era constantinopolitana, o simplemente era gregoriana. Era cristiana: La denominación nace gracias a Dionisio, monje y abad en Roma en el siglo VI. Él fijó la fecha de nacimiento de Jesús el 25 de diciembre del año 753 ab urbe condita. Pero se equivocó en 4 años, de forma que el 2012 sería el 2016 en realidad. Era de Diocleciano o de los mártires: Empieza el 29 de agosto de 284, cuando se extendió la persecución de Diocleciano. Es muy usada en España. Era de la fundación de Roma: El año que contempla la fundación de Roma, es decir el 753 antes de Cristo. Empezaba el 21 de abril. Siempre se ponía detrás del año ab urbe condita. Por ejemplo, nuestro año 2012 sería el 2765 ab urbe condita. Era hispánica: Empieza el año 38 antes de Cristo, cuando fue completada la conquista de Hispania por los romanos. Nuestro año 2012 se correspondería con el 1974 de la era hispánica. En Cataluña entró en desuso en el año 1180. Erasmo, mártir (On. 25 de noviembre): Sus atributos son ángel, carabela, barca pequeña, intestinos y maroma. Ermengol, obispo de Urgell (On. 3 de noviembre): Su atributo es el puente. Ernesto, obispo (On. 7 de noviembre): Sus atributos son intestinos y maroma. Esbozo: Dibujo, pintura u otra materia artística hecho con pocos trazos. Escalera (tipología): Fig. 81 Escalera: Atributo de san Alejandro, santa Ágata de Mérici, san Benito, santa Perpetua y san Romualdo. Escalfeta (scutra, scutia): Vasija en forma de cubeta con brasas de fuego, colocada cerca del altar, con el cual el que celebraba la misa, en invierno, se podía calentar las manos; a veces también tiene forma de sartén con mango y con una tapa agujereada que contiene ascuas encendidas. Escapulario: 1. Cinturón que va de derecha a izquierda con dos terminaciones delante del pecho y en el hombro con un cuadrado, símbolo mariano. 2. También es como una bata sin mangas y abierta por los lados llevada por algunos religiosos como parte de su hábito. 3. Existe la versión de orfebrería y la de tela, que es la más popular. Fig. 239 Escapulario: Atributo de san Simón Stock. 96 Escaqueado: Obra hecha con dos materiales diferentes formando dados como un tablero de ajedrez. Fig. 41 Escatocolo: V. Documento público Escoba: Atributo de santa Marta, san Martín de Porres y santa Petronila. Escocia, moldura de: Es cóncava, el perfil del cual lo forman dos segmentos de circunferencia de radio diferente que decora la base de una columna. Fig. 114 Escolástica, virgen (On. 10 de febrero): Sus atributos son báculo y paloma. Escritura de san Pedro: En diplomática. V. Litterae clausae Escrutinios (scrutinia): Cuestionarios y ritos solemnes que en los primeros tiempos del cristianismo y comienzos de la edad media precedían a la administración y el recibimiento del santo bautismo. Originariamente eran un tipo de exámenes de los catecúmenos que iban a ser admitidos en el bautismo: los llamados competentes. Tenían por objeto probar y avivar la su disposición de espíritu y de costumbres, por eso eran nombrados scrutinia, es decir exámenes. Cuando el bautismo de los adultos fue una excepción (cediendo el lugar al bautismo de los niños), los escrutinios perdieron su significación práctica y se convirtieron en una especie de exorcismos. En este nuevo aspecto evolucionaron en el rito romano. En su origen había tres escrutinios, a los cuales pronto se añadieron cuatro y fueron siete, como siete son los dones del Espíritu Santo. El primer escrutinio tenía lugar el miércoles después del tercer domingo de Cuaresma, el último el Sábado Santo por la mañana; en el tiempo intermedio estaba el escrutinio más importante, el scrutinium in aperitione aurium, que tenía lugar el miércoles después del cuarto domingo de Cuaresma. Precedía el primer escrutinio la admisión de los aspirantes al bautismo inscribiéndolos en la lista, seguía la imposición de las manos, la gustación de la sal bendita. En el tercer escrutinio, el de aperitio aurium, en el que tenía lugar el expositio Evangelii, la traditio Symboli, la traditio orationis dominicae; el último era caracterizado por mojar con saliva las orejas y la nariz del candidato, por la abjuración, la unción con el óleo de los catecúmenos y por la traditio symboli. El último escrutinio del Sábado Santo precedía la bendición de las fuentes; los otros tenían lugar antes de la oración de la misa de la cual el candidato se tenía que retirar después del evangelio y los padres y padrinos tenían que presentar una ofrenda a la hora del ofertorio y comulgar después. Desde época carolingia los escrutinios perdieron su carácter como actos independientes, confundiéndose en un todo con el rito del bautismo que tenemos actualmente. Sólo el escrutinio del aperitio aurium del miércoles después del cuarto domingo de Cuaresma, el más impresionante y de más rica litúrgica, se conservó íntegro hasta el siglo XIII.* Escuadra de albañil: Atributo de san Germán, san Paulino y santo Tomás apóstol, y san Antonio de Padua. Escuadra de carpintero: Atributo de san Justo y de san Sici. Escudo con águila: Atributo de Venceslao. Escudo de armas: V. Heráldica Escudo con cruces: Atributo de san Demiterio, san Jorge, san Mauricio y san Miguel. Escudo con lobo: Atributo de san Lobo de Sin. 97 SACRALIA ANTIQUA Escudo con perro: Atributo de santa Calamanda. Escudos: En heráldica se dividen en escudos embaldosados, de cabeza de caballo, losangeados, ovalados, de piel de toro carlino, de piel de toro alemán, de piel de toro polaco, cuadrado, cuadrilongo, hispánico, cuadrilongo alemán, cuadrilongo francés, cuadrilongo inglés, redondo, triangular, ojival y suizo. Fig. 201 Esfera bajo sus pies: Atributo de san Bruno (renunció a ser rey). Esfera real: Atributo de san Abdón y san Senén, san Enrique, san Fernando, san Luis rey, san Mauricio, san Onofrio y san Segismundo. Esmaltes heráldicos: V. Colores heráldicos Espada dentro de su espíritu: Atributo de san Eudaldo y san Valentín. Espada: Atributo de santa Catalina de Alejandría, santa Engracia, santa Eugenia, san Jaime el Mayor, santa Juana de Arco, san Marcelo, san Martín de Tours, san Miguel, san Pablo, san Rosendo, santos que fueron a las cruzadas (caballeros de Tierra Santa) y santos caballeros en general. Espadaña: V. Campanario o torre. Fig. 43 Espátula de farmacéutico: Atributo de san Cosme y san Damián. Esperinós: En el rito griego, oficio litúrgico de la tarde que equivale a las vísperas del rito romano. Espigas: Atributo de san Abdón y san Senén, san Isidro (labrador) y santa Ubaldesca. Espina en la cabeza: Atributo de santa Rita de Casia. Espinazo: Fig. 157 Esponja (santa: griego, spongos, monsa): Esponja que en el rito griego sirve para limpiar el cáliz y el disco después de la comunión, y se guarda en la antiminsion; viene a ser un paralelo del purificador del rito latino. Esponja: Atributo de santa Práxedes. Esquíes: Atributo de san Bernardo de Mentón. Estandarte: Atributo de santos fundadores y santas fundadoras. Estandarte del Sacramento: V. Velo de tapar el sacramento Estanislao de Kostka (On. 13 de noviembre): Sus atributos son ángel, bordón, cadáver, cañón, lirio y niño Jesús. Estar en ayuno natural: Antes del concilio Vaticano II: Era la abstención completa de toda comida y de toda bebida de cualquier tipo, contando la media noche según la hora local o según la hora nacional. Estaba rigurosamente prescrito para la celebración de la misa y para la comunión, incluso para la de los enfermos. Sólo se exceptuaba el viático de los enfermos graves. El papa san Pío X en los últimos tiempos de su pontificado, y el antiguo canon 858, permitían a otros enfermos que hacía más de un mes que estaban en cama sin esperanza de una pronta curación, el romper el precepto del ayuno natural, permitiéndoles, según consejo del confesor, comulgar una o dos veces a la semana aunque antes hubieran tomado medicinas u otra cosa per modum potus. El precepto del ayuno natural ya se daba en los primeros siglos del cristianismo, pero no era estrictamente obligatorio ni faltaron excepciones, ni muy entrada de la edad media faltaron estas excepciones. Antes del concilio Vaticano II ESC tan sólo el Papa podía dispensar del ayuno natural. Cuando el Pontifical prescribía que el obispo debía estar en ayunas en la consagración de las aras del altar, sólo hacía referencia a la misa que tenía que celebrar después de la consagración.* Estar de pié: Posición del cuerpo que tiene el celebrante de una ceremonia litúrgica, sea para decir misa, para administrar un sacramento o para dar una bendición. Para la mayoría de ceremonias es la única posición posible, la más adecuada y la más importante. Esta posición caracteriza al celebrante como mediador entre Dios y el pueblo fiel; el hecho de cumplir, estando de pié, las acciones litúrgicas, demuestra que su acción es mediadora, y al pronunciar las oraciones estando de pié manifiesta que su oración tiene un carácter mediador. Tertuliano explica cómo los cristianos rezaban, de pié, pero en tiempos de penitencia arrodillados. Esteban, protomártir (On. 26 de diciembre): Su atributo son las piedras. Esteban I, Papa y mártir (On. 2 de agosto): Su atributo es el altar. Esteban de Hungría, rey (On. 16 de agosto): Su atributo es bandera o estandarte. Estela: Monumento monolítico en forma de lápida. Estereóbato: Fig. 82 Estilete para escribir: Atributo de san Casiano, san Ginés y san Zacarías padre de san Juan. Estilo de una iglesia: El conjunto de las características que se constatan en la edificación de una iglesia desde su planta y su construcción hasta las partes arquitectónicas y decorativas del edificio. En Occidente se distingue el estilo cristiano primitivo llamado con poco acierto estilo de basílica, el románico primitivo, pleno y tardío; el estilo de transición al gótico; el gótico primitivo, pleno y tardío; el renacimiento temprano, el florido y el tardío; el barroco y el rococó y el barroco clasicista y todos los otros neogóticos, clásicos, románicos... La iglesia nunca ha prescrito un estilo concreto para sus edificaciones sino que ha aceptado todos aquellos que proceden de las corrientes dominantes en cada momento de la historia. El estilo de Gaudí es peculiar; se dice que deriva del modernismo, pero es innegable, según nuestra opinión, que creó un estilo nuevo: el de Gaudí. Estilóbato: Fig. 82 Estipendio de la misa: La limosna dada por los fieles al sacerdote que al aceptarla contrae el deber (u obligación) de celebrar la misa en intención del donante y, como administrador del sagrado misterio, debe aplicar por él todos los frutos del santo sacrificio que no son de carácter puramente personal. Las limosnas provenientes de fundaciones son misas “fundadas”, las otras son “manuales” (stipendia, manualia). Los estipendios se originaron de las oblaciones para la manutención del sacerdote que los fieles le ofrecían en las misas privadas para participar de los frutos del santo sacrificio de un modo especial. Estípite: Fig. 83 Estola: V. Stola. Fig. 295 Estrella: Atributo de san Isaías y Reyes Magos. Estrella en la mano: Atributo de san Ambrosio, san Jerónimo y san Gregorio Magno. EST J. M. MARTÍ BONET Estrella en el pecho: Atributo de san Nicolás de Tolentino, santo Tomás de Aquino y san Vicente. Estrella sobre la cabeza: Atributo de santo Domingo y san Juan de Capistrano. Estrellas, cinco: Atributo de santa Catalina de Siena (cinco llagas). Estrellas, siete en el estandarte: Atributo de san Hugo de Grenoble. Estrellas, siete: Atributo de san Bruno y san Pedro Nolasco. Estribo: Fig. 157 Estribos de un arco: Fig. 12 Estrofas finales de los himnos: Antes del concilio Vaticano II: Estrofa que no es propia de los himnos, pero que en la práctica litúrgica se ha unido a ellos como final. Casi siempre contiene una alabanza a la Santísima Trinidad (Doxología). La estrofa final parece ser que tiene en cuenta el carácter de los tiempos y de las fiestas del año litúrgico, y en los himnos de la misma fiesta procura conservar el mismo metro; significa para los himnos lo mismo que para los salmos la pequeña Doxología, Gloria Patri... Eucaristía (Eucharistia): Acción de gracias. 1. Según su significado originario, el sacrificio incruento del culto cristiano instituido por Nuestro Señor Jesucristo. Toma este nombre por las oraciones de acción de gracias que acompañan su ofrecimiento y también porque es el acto de acción de gracias del culto cristiano más admirable, más elevado y más completo; 2. Por extensión es el Santísimo Sacramento del altar y las ofrendas del pan y del vino consagrados del sacrificio cristiano. V. Misa Euchélaion (eychélaion): Denominación griega de la extremaunción. Euchologion (euchológion): El libro litúrgico del rito griego que contiene las tres liturgias de la misa habituales en él; la liturgia de san Crisóstomo, la de san Basilio y la de los presantificados, el rito de la administración de los sacramentos y los formularios para las bendiciones y consagraciones. Eudaldo, mártir (On. 11 de mayo): Su atributo es espada en su pecho. Eufemia, virgen y mártir (On. 3 de septiembre): Sus atributos son llamas, león, hueso, rueda con uñas afiladas y el texto latino Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Eugenia, virgen y mártir de Córdoba (On. 26 de marzo): Su atributo es la espada. Euktérion (eyktérion): La casa de oración; nombre que en la antigüedad cristiana griega se daba a las iglesias y a los oratorios. Eulalia de Barcelona, virgen (On. 12 de febrero): Sus atributos son libro, paloma, cruz en aspa y crucificada en aspa. Eulalia de Mérida (On. 10 de diciembre): Sus atributos son paloma y tenazas. Eulogia (griego eylogía): En la lengua litúrgica, y tomada activamente, esta palabra significa bendición (benedictio, eylógesis), y en sentido pasivo aquello que es bendecido, especialmente el pan bendito, que en los primeros tiempos del cristianismo y a principios de la edad media, tanto en 98 Oriente como en Occidente, el sacerdote acostumbraba a distribuir al final de la misa. Primero recibían el pan bendecido sólo aquellos que no habían podido comulgar o no podían comulgar; era como una especie de sustitución de la Eucaristía (pero muy pobre); más tarde se daba a todos. Se comía inmediatamente en la iglesia, o como una especie de sacramental, se llevaba a casa. En los ritos orientales, especialmente en el griego, las eulogies de pan todavía están en uso en las festividades solemnes y en los domingos; en Occidente ya desapareció en la edad media, y sólo se encuentra en algunas iglesias francesas y catalanas. Eulogio, sacerdote de Córdoba (On. 11 de marzo): Sus atributos son paloma y disciplinas de penitencia. Eusebio, obispo de Vercelli (On. 16 de diciembre): Su atributo es conjunto de piedras en la casulla. Eustaquio, soldado oficial del emperador Adriano (On. 20 de septiembre): Sus atributos son cuerno, ciervo, cruz en la mano, halcón, fieras, flechas y perro. Evangeliario (evangeliarium, evangelistarium): 1. El libro que contiene los cuatro evangelios completos; 2. El libro que contiene los pasajes de los cuatro evangelios que se leen en la misa, ordenados por tiempo, días y festividades, con los otros fragmentos de la Sagrada Escritura. El segundo significado de esta palabra data de época carolingia, cuando por razón de comodidad se extraían de los evangelios los fragmentos que se tenían que leer en la misa formando con ellos un libro en lugar de contentarse con un solo registro de los mismos (comes). Evangelio de san Juan: Antes del concilio Vaticano II: El comienzo del evangelio de san Juan, cap. I, verso 1, 14, se utilizaba especialmente en la antigua liturgia como evangelio final de la misa desde el siglo XIII (V. Último evangelio). Además, según costumbre litúrgica romana, se utiliza en los ritos al visitar a los enfermos (Visitacio infirmorum) y en los exorcismos de los poseídos por los malos espíritus. En la edad media el evangelio de san Juan era considerado como un medio de prevención contra los maleficios de los malos espíritus, especialmente contra las tempestades provocadas –algunos decían– por estos.* Evangelio: En sentido litúrgico, significa la lectura principal de la misa sacada de un pasaje de los cuatro evangelios. La lectura de los evangelios, como las lecturas de la Sagrada Escritura en las fiestas litúrgicas, era originariamente una lectio continua, pero al empezar a formarse el año litúrgico con sus fiestas, se convirtió en una lectura de pasajes escogidos y adecuados a los tiempos y a las fiestas que estaban registrados en un códice o registro llamado comes y que en la época carolingia se extrajeron del texto de los evangelios y se formaban con ellos los evangeliarios. En relación con los fragmentos que se escogían para la lectura, los evangeliarios, en este segundo significado, perdieron su finalidad cuando por razones de comodidad en el siglo X se intercalaron en los sacramentarios los fragmentos de Sagrada Escritura que se leen a la misa y estas, poco a poco, se convirtieron en misales completos, porque sólo de aquí en adelante el diácono que cantaba en la misa el evangelio utilizó los evangeliarios. El gran aprecio que se tenía a los evangeliarios 99 SACRALIA ANTIQUA en la edad media fue la causa de que se decorasen de la manera más munificente y que fueran tratados con el mayor cuidado y veneración. Célebres son las tapas decoradas y miniadas de los evangeliarios románicos como los de Tortosa y el de Égara. Este último se encuentra custodiado en la cocatedral de Manresa (diócesis de Vic). Evangélion: El evangeliario, el libro litúrgico del rito griego que contiene las lecturas evangélicas para todo el año eclesiástico. Si sólo contiene las lecturas evangélicas de los domingos es llamado evangeliaron. Evaristo, Papa y mártir (On. 26 de octubre): Su atributo es el nacimiento, Belén. Exagóreysis: Denominación griega de la confesión. Exagoreytés (epitimón): En el rito griego significa el sacerdote que tiene la facultad de oír confesiones. Examen: Ceremonia que precede al rito de la ordenación por la cual el obispo, en la ordenación del diácono, del sacerdote, en la consagración del obispo, y en la bendición del abad, procura informarse sobre la dignidad de las personas que bendecirá, ordenará o que consagrará. En la ordenación del diácono y del sacerdote es corto; en cambio, en los otros dos es muy largo, aunque hoy tiene sólo el carácter de una ceremonia. El rito de la consagración de los reyes también va precedido de un breve examen sobre su fe y los contenidos del dogma. Exaposteilárion: Himno propio del rito griego que toma este nombre por la invocación que aparece frecuentemente en los himnos de esta clase: “enviad, Señor, vuestra luz” y que, según su contenido, es una repetición del evangelio precedente. Exaptérygon: Abanico litúrgico que aparece en el rito griego que tiene forma de disco, como una cabeza de querubín con seis alas, o una especie de placa rodeada de las seis alas. Exclamación: Los Kyrie eleison que los fieles cantaban en las romerías o después de una predicación y que en Alemania muy pronto se convirtieron en pequeñas estrofas de canciones llamadas kyrieleisen o simplemente leisen. Execración (Execratio): Desconsagrar; quitar el carácter de cosa sagrada a un lugar o a un objeto, como por ejemplo a una iglesia consagrada o bendecida, a un altar consagrado, a un cáliz consagrado o a un ornamento bendecido e incluso a un obispo o a un sacerdote como en el caso del papa Formoso en el “concilio cadavérico” (siglo IX). (V. J.M. MARTÍ BONET Història de l’Església Medieval, Barcelona 2000, p. 315) Execración de un altar: Antes del concilio Vaticano II: El altare fixum perdía su consagración, según las antiguas prescripciones del derecho canónico (antiguo can. 1200): 1. Cuando se rompe el ara sea ratione quantitatis, sea ratione loci; 2. Cuando le son quitadas las reliquias; 3. Cuando el sello de encima de las reliquias se ha estropeado o se ha quitado sin las autorización del obispo; 4. Cuando la mensa se ha sacado de su pie, aunque sea por un solo momento. La execración de la iglesia no va seguida de la execración del altar. El altar portátil pierde su consagración en los casos 1, 2 y 3. Execración del cáliz y de la patena: Antes del concilio Vaticano II: Tiene lugar: 1. Cuando se vuelven inservibles por EVA haberse agujereado o agrietado; 2. Cuando se han dorado de nuevo. Además el cáliz queda execrado cuando la copa se separa del pie, y que al consagrarse ambos elementos eran inseparables y el cáliz no es consagrado en forma separable. Execración de la iglesia: Es execrada: 1. Cuando está en ruinas o las paredes se han caído parcialmente; 2. Cuando es destinada por el obispo a usos profanos; 3. Cuando se han cometido actos nefandos (homicidios, orgías, culto diabólico…). Execración de los ornamentos sagrados: Los ornamentos pierden su carácter de sagrados: 1. Si se hacen de tan mala calidad que los devuelven inservibles; 2. Si la mitad es renovada; 3. Son separados los cosidos o si se pierde la forma en que fueron bendecidos.* Exedra: Nombre que se daba en los primeros tiempos del cristianismo: 1. Al ábside de las iglesias; 2. A los pórticos de las mismas. Exequias (exequiae): El rito de la sepultura eclesiástica de un bautizado que ha hecho el traspaso , o sea que ha muerto en la unidad (comunión) con la Iglesia sin haber perdido su derecho a una sepultura eclesiástica. Para todos los que mueren después de haber alcanzado el uso de razón, las ceremonias tienen un carácter de luto; por eso que el color de las vestiduras litúrgicas para estas ceremonias era el negro, y después del concilio Vaticano II el color morado. Las oraciones y ceremonias de las cuales se compone el rito funerario ofrecen un carácter múltiple según los ritos dada la fuerza jurídica adquirida por las antiguas “consuetas”. En el rito romano, cuando las circunstancias externas permiten la ejecución plena de las ceremonias, existe: 1. Una bendición del cadáver en la casa mortuoria y su conducción a la iglesia; 2. El oficio de difuntos; 3. La misa de difuntos; 4. La conducción del cadáver a la sepultura; 5. La colocación en la tumba, la aspersión del cadáver y de la tumba, su incensación, el rezo o canto del Benedictus Dominus Deus Israel y otras oraciones; 6. El regreso a la iglesia cantando el De profundis. Las exequias de aquellos que mueren sin haber alcanzado el uso de razón, tienen el blanco por color litúrgico y las oraciones tienen un carácter de alabanza, no el de luto, toda vez que han muerto con la gracia bautismal. Para ellos no hay oficio ni misa de difuntos, ni oraciones propiciatorias, ya que estos difuntos no lo necesitan. Su rito, según el ritual romano, está formado por una bendición del cadáver en la casa mortuoria, su traslado a la iglesia, una segunda bendición, su conducción a la sepultura con la aspersión del agua bendita y la incensación y el regreso a la iglesia. Desde la conducción del cadáver en forma de procesión, hasta las ceremonias de los oficios divinos, la sepultura, el canto litúrgico en los mismos, etc., todas las exequias en sus líneas generales se remontan a la más antigua cristiandad.* Exodiasticón: Nombre griego del entierro; de aquí proviene que las exequias del rito griego se llamaran akaloythiatou exodiastikou o bien akoloythia nekrósimos. Exomológesis: Nombre griego de la confesión. Exorcismos (Exorcismus): Sacramentales que tienen por objeto romper o alejar las influencias del demonio sobre EXO J. M. MARTÍ BONET las personas y sobre los objetos. Se distinguen de las consagraciones y de las bendiciones por ir revestidos no sólo de oraciones y bendiciones, sino también de conjuraciones y de mandamientos. El exorcismo se funda en el ejemplo dado por el Señor (Lucas 4, 35; 9.43; Marcos 1.25) y en la plena potestad dada a los apóstoles (Marcos 16, 17). Se distinguen: 1. Exorcismo del bautismo que ya en el siglo III pertenecía a la preparación del bautismo y todavía hoy es una ceremonia que puede preceder al rito de este sacramento; 2. Los exorcismos menores usados en la bendición del agua y de los santos óleos que ya aparecen en el Gelasianum y que tienen por objeto librar de la potestad del demonio el agua y la sal que se tienen que bendecir y los óleos que se tienen que consagrar; 3. El exorcismo mayor que se practica en los poseídos por el demonio siguiendo los formularios del Ritual romano, la base de los cuales es el apéndice Hucusque de Alcuino en el Gregorianum (finales del siglo VIII) y que se practica con aspersiones de agua bendita, imposición de manos, persignamientos numerosos, muchas oraciones y lecturas, y especialmente con conjuraciones apremiantes.* Exorcistado (exorcitatus): Antes del concilio Vaticano II: Se llamaba así la tercera orden menor. Igual que las otras órdenes menores, era un sacramental. Lo podían conferir todos los que tenían facultad de conferir la tonsura. Al recibir esta orden, el lector se convertía en exorcista y recibía así la facultad de exorcizar a los poseídos por el diablo. Se requería el permiso del obispo. El exorcistado se desarrolló gracias al carisma del exorcismo practicado con frecuencia en los primeros tiempos del cristianismo. Entre los orientales lo conocen sólo los armenios, y todavía no de una manera originaria sino como una importación medieval del rito romano. San Cipriano y el papa Cornelio ya conocen el exorcistado: esto quiere decir que es constatable a mediados del siglo III. Las statuta antiqua (cerca del año 500), dan algunos datos sobre el rito de su administración. El rito de exorcismo es una ampliación de los ritos medievales empleados al exorcizar. Estaba formado por una exhortación por la entrega del libro de los exorcismos, de un misal o de un pontifical; mientras duraba esta ceremonia el obispo que ordenaba decía: Accipite et commendate memoriae et habete potestatem imponendi manus super energumenos, sive baptizatos sive catechumenos, acabando con una oración de bendición precedida de un invitatorio.* Expedientes e informaciones: Serie archivística que contiene el inicio de un proceso, es decir informaciones previas al proceso. A menudo simplemente se instruía el proceso y no tenía continuidad. Exposición del Santísimo Sacramento (Expositio sanctissimi sacramenti): Antes del concilio Vaticano II: 1. El acto de sacar el Santísimo del sagrario para su exposición solemne, colocándolo normalmente encima del sagrario en una pequeña capilla o bajo un pequeño baldaquín (o thronus); 2. Hacer visible el copón que guarda el Santísimo sin sacarlo del sagrario, sólo abriendo la pequeña puerta. La primera clase de exposición se llamaba (antes del concilio Vaticano II) exposición pública (expositio publica) porque para hacerla era necesaria una razón que se refiriera a la generalidad, mientras que para la segunda era suficiente una 100 circunstancia personal y particular. Para la primera hacía falta el permiso del obispo, para la segunda no era necesario. Para la exposición pública había que quemar seis cirios al altar. La exposición privada, según las costumbres, podía acabar con la bendición del Santísimo; la pública tenía que acabar así siempre. La exposición pública entró en uso con la introducción de la fiesta del Corpus y de la procesión de la misma. En el siglo XV se había generalizado tanto y se hacía por razones tan fútiles que los obispos se vieron obligados a proceder contra la exposición del Santísimo, que se había vuelto demasiado frecuente. Actualmente todavía está vigente entre los católicos.* Expositio Evangelii: Ceremonia que consistía en una breve exposición de los cuatro evangelios practicada en el tercero y séptimo escrutinio que precedía al bautismo. Expulsio poenitentium: Antes del concilio Vaticano II: Rito lleno de ceremonias con el cual el obispo el día del miércoles de ceniza expulsaba de la iglesia a los penitentes públicos. Parece ser que en Roma ya no estaba en uso a finales del siglo IX; en cambio en otros lugares se observó hasta finales de la edad media. Después de la edad media ya no se practicó en ninguna parte, por más que el Pontifical romano contenga el rito de antes y de después de la expulsión.* Expulsión de los penitentes públicos: V. Expulsio poenitentium Exsufflatio: Antes del concilio Vaticano II: Rito del bautismo, especie de exorcismo consistente en que el ministro del sacramento echa su aliento tres veces al niño (o persona) que se quiere bautizar, diciendo: Exi ab eo, immunde spiritus, et da locum Spiritui Sancto Paraclito; si era adulto el que se bautizaba las palabras eran: Accipe Spiritum bonum per istam insafflationem et Dei benedictionem; el Pax tibi sigue a la insuflación dada en forma de cruz. La ceremonia de la exsufflatio ya la podemos encontrar en el Gelasianum al hablar del rito del bautismo de los enfermos; pero su popularidad la consiguió en la segunda mitad de la edad media. Extersorium: Denominación medieval: 1. Del lavabo; 2. Del purificador. Extradós: Superficie convexa exterior de un arco o de una bóveda. Fig. 157 Extradós de un arco: Fig. 12 Extremaunción: Sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo para la salud del alma y del cuerpo de los enfermos. El sacerdote es su ministro. Antes del concilio Vaticano II podía recibirlo el bautizado con uso de razón y que estuviera enfermo en peligro de muerte. Podía recibirla una vez en una misma enfermedad, a pesar de que durante una larga enfermedad se hubiera experimentado mejoría y se hubiera recaído nuevamente. Antes del concilio Vaticano II, el sacerdote la administraba ungiendo los ojos, las orejas, la nariz, los labios, las manos y los pies del enfermo con el oleum infirmorum consagrado en la misa del Jueves Santo y diciendo: Per istam sanctam unctionem et suam piissimam misericordiam indulgeat tibi Dominus quidquid per visum, auditum odoratum etc., deliquisti. Precede actualmente la unción una lustración de la habitación del enfermo mediante la aspersión de agua bendita y una oración; el Confiteor, un 101 SACRALIA ANTIQUA exorcismo breve y siguen unas oraciones para obtener la salud corporal y espiritual del enfermo. En caso de necesidad es suficiente la unción de un sentido o de la frente del enfermo (antiguo can. 947) diciendo la fórmula breve: Per istam sanctam unctionem indulgeat tibi Dominus quidquid deliquisti. Amen. Faltan datos y testimonios sobre la administración de la extremaunción en época antigua, pero existe una venerable tradición que nos lleva hasta los orígenes de la Iglesia. El rito, que conocemos en el siglo IX, corresponde por la estructura y por sus caracteres principales a la liturgia de este sacramento practicada hoy. En los detalles hay múltiples variantes. Hasta el siglo XIII partiendo del texto de san Jaime 5, 14, eran muchos los sacerdotes —y no uno sólo— presentes en la administración de este sacramento. También se ungían otras partes del cuerpo además de las señaladas en el ritual de antes del concilio Vaticano II. Las fórmulas que acompañaban la unción eran muchas. A veces eran deprecativas, es decir, en forma de petición, como es la actual; otras era indicativa, señalando el acto. Ungo te oleo sanctificato in nomine Trinitatis ut salveris, in saecula saeculorum, amen; otras veces era imperativa, acompañada de un mandato: accipe sanitatem corporis et remissionem peccatorum; otras veces era en forma de oración. En el siglo XVI la fórmula deprecativa se convirtió en la predominante. En los ritos orientales la extremaunción (eychélaion) se administra a todos los enfermos, y no sólo a los graves. En la disciplina antigua se decía: “siempre que sea posible deben ser siete sacerdotes quienes lo administren”. El aceite que sirve para la unción (antiguamente) normalmente era bendecido expresamente cada vez. La extremaunción está en uso sólo en los ritos griego y siríaco occidental (jacobita), pero no en el armenio ni en el siríaco oriental (nestoriano).* Actualmente se ha ampliado su uso: es suficiente la ancianidad o una previsible y grave intervención quirúrgica... Además, se celebran unciones de enfermos de forma comunitaria. Todo esto después del concilio Vaticano II. Exultet: V. Praeconium paschale Ezequiel, profeta (On. 10 de abril): Su atributo son los huesos. EXU F Fabián, Papa y mártir (On. 20 de enero): Su atributo son tenazas. Fábrica: 1. Cualquier construcción o volumen hecho con piedra o ladrillos de tierra cocida; 2. Fábrica de la iglesia gestionada por los “obrers” (obreros o Junta Parroquial) que tienen como objeto la construcción o conservación del edificio y de los objetos que integran dicha iglesia. Se llamaba también “la obra”. Fachada: Cara exterior de los muros que delimitan un edificio. Por ejemplo, la catedral de Barcelona tiene cuatro: la mayor, la de San Ivo, la de la Piedad y la de Santa Eulalia. Faja, moldura de: Es una moldura ancha que como ornamento de una fachada, se pone enmarcando ventanas y portales. Fig. 114 Falda: Vestido privativo del Papa que en las grandes solemnidades se pone sobre la sotana. Es de seda, llega hasta los pies, y se ciñe al cuerpo mediante dos anillas. Para que el Papa pueda andar cuando lleva esa falda, la cual debe tener una cierta altura en su obertura por delante.* Formaba parte del ceremonial antiguo de antes del concilio Vaticano II. Faldistorium (faldistolium, faldistorium, atril): 1. Silla plegadiza con cuatro pies entrecruzados, dos a dos, con brazos y sin respaldo, denominado faldistorium porque originariamente era plegable. A diferencia de la sede episcopal; el obispo diocesano solamente la utilizaba cuando no podía estar en su sede, o la utilizaban los obispos de otras diócesis, aunque a veces el obispo diocesano les cedía la Sede Episcopal; 2. El reclinatorio para el obispo, según el ceremonial romano, ante el altar del Sacramento y ante el altar mayor para poder apoyar los brazos al arrodillarse. Esto antes del concilio Vaticano II.* Falla (fax, facula): Especie de antorcha sin pie que se lleva encendida en las procesiones. Es de considerables dimensiones. Falsobordone (faux bourdon, falso moscardón): Voces altas formadas por un acompañamiento a doble voz de la voz fundamental (cantus firmus), paralelas a la tercia y a la sexta; se remonta al siglo XIII; más tarde será una armonización a cuatro voces formada de acordes de tercia y sexta como acompañamiento del cantus firmus. Actualmente se entiende por falsobordone una forma de cantar los salmos, según la cual los versos de los salmos se cantan alternando entre la forma gregoriana (de coro) y la armonización homófona a muchas voces, en la cual el tenor da el tono del salmo, el alto o el bajo. El nombre se interpreta como “falso moscardón” o “bajo falso”. Fano (phano, fanum, favo): Tela o pieza de indumentaria relacionada con el pannus; en alemán antiguo, fano, que significa el actual fanone del Papa. En la lengua medieval significa: 1. El manípulo; 2. Las cintas que cuelgan de la mitra; 3. Las banderas de la procesión; 4. El humeral; 5. La tela litúrgica del ofertorio; 6. La tela con la que los fieles llevaban las ofrendas de la misa a la hora del ofertorio. Fanone (fano): Vestidura papal de forma circular, de dos caras con ornamentación roja y dorada en tiras paralelas y con una apertura en medio para pasar la cabeza; es de seda y se viste inmediatamente sobre el alba; su borde superior, después de puesta la casulla, se dobla en forma de cuello. Deriva del humeral que, en Roma, todavía era costumbre llevar sobre el alba en el siglo X. La forma de cuello que tiene actualmente deriva de finales de la edad media, que hasta entonces tenía forma cuadrangular. El Papa lo llevaba sólo a la hora de decir misa. Farcia (farsa): Relleno; en el lenguaje medieval equivale al tropus. Fardo de leña: Atributo de san Isaac. Fardo: Atributo de santa Rosalina de Palermo. Fasciae: 1. Las cintas que cuelgan de detrás de la mitra; 2. En época medieval también significaba la ornamentación (parura) del alba. Fassos: Expresión popular contra aquellos que el pueblo, e incluso algunos predicadores, inculpaba de la muerte de Jesús. Es una costumbre muy desafortunada contra los judíos, que consistía en dar golpes a los bancos de la iglesia después de los oficios divinos del Viernes Santo. Fausto, soldado de Córdoba y mártir (On. 13 de octubre): Su atributo es horno encendido. Feliciano, mártir (On. 9 de julio): Su atributo es la llave. Felicidad (On. 7 de marzo): Sus atributos son siete niños o las cabezas de los siete hijos. Felipe, apóstol (On. 3 de mayo): Sus atributos son bastón en forma de cruz, bordón y lanza. Felipe, diácono (On. 6 de junio): Su atributo es el bautismo. FEL J. M. MARTÍ BONET Felipe, rey (On. 2 de mayo): Su atributo es la cruz latina. Felipe de Cantalicio (On. 18 de mayo): Sus atributos son asno, alforja, niño Jesús, pan, saco de mendigo y el texto latino Deo gratiae. Felipe Neri, sacerdote (On. 26 de mayo): Sus atributos son altar, coro, rosario y el texto latino Cucurvicum dilatasti cor meum. Félix africano, diácono y apóstol de Gerona (On. 1 de agosto): Sus atributos son cruz en aspa, dalmática, piedra de molino y tenazas. Félix de Nola, sacerdote y mártir (On. 14 de enero): Sus atributos son ángel y araña. Félix de Valois, ermitaño (On. 20 de noviembre): Sus atributos son ángel, cabeza de ciervo, cautivos, cadena de la redención de cautivos, ciervo y cruz en la mano. Féretro: Atributo de san Lázaro, san Narciso de Gerona y san Narciso, mártir. Feretrum (baiard): Cama de muertos; 1. Para llevar muertos; 2. En lengua medieval el tabernáculo para llevar las reliquias de santos a las procesiones o para tenerlas expuestas en las iglesias, y en sentido translaticio los mismos relicarios. Feria cuarta: El miércoles hasta el siglo V equivalía al día de estación con ayuno mitigado (semiieunium). En el rito griego se dedica a la memoria de la traición del Señor y es día de ayuno y abstinencia, si no cae en el mismo día una fiesta que hace que el ayuno sea más o menos mitigado según su categoría. Feria: En sentido eclesiástico y litúrgico significa los días de la semana. Hacen una excepción el sábado (sabbatum) que ha conservado su nombre judío, y el domingo que ha tomado nombre del dies dominica (día del Señor Jesucristo) ya desde los primeros tiempos del cristianismo. La costumbre de dar el nombre de feria a los días de trabajo de la semana en vez de los nombres romanos de los dioses paganos, ya data de los tiempos de Tertuliano. Su origen todavía no está suficientemente claro. Probablemente el nombre “feria” es una traducción de sabbatum, a la vez que bajo el nombre de feria se extendía también el nombre de días de reposo, días que no eran de trabajo. Los nombres feria II, feria III..., son una traducción de la denominación hebrea secunda sabbati, tertia sabbati que, según resulta de san Agustín en la Epist. 86, n. 9 (quinta sabbati = feria V) se había conservado entre los cristianos hasta finales del siglo IV. Antes del concilio Vaticano II se distinguían feriae maiores y feriae minores, las feriae maiores son las ferias de Adviento, de Cuaresma, de témporas y las dos ferias de rogativas; las otras son feriae minores, el miércoles de ceniza y los tres días primeros de Semana Santa son feriae maiores privilegiatae, y no pueden ser sustituidas por ningún oficio; siempre predominan. Las ferias, comparadas con las fiestas, son el tiempo para la habitual alabanza al Señor desde la madre Iglesia, día por día, semana por semana en un cambio regular, mientras que las fiestas representan la alabanza a Dios nuestro Señor en tiempos extraordinarios en los cuales se recuerdan los grandes acontecimientos de la redención, de la Virgen María o de los Santos. Las ferias constituyen la parte original, la semilla, la esencia, el elemento primitivo del culto; las 104 fiestas constituyen el elemento posterior, la añadidura, la ornamentación.* Feria sexta: El viernes; el día sexto de la semana que desde tiempo muy primitivo está dedicado a la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo; hasta el siglo V era día de estación general con ayuno mitigado (semiieiunium). En Roma en el siglo V entró en práctica una fiesta litúrgica de carácter público. En tiempos del papa Inocencio III (+417), todavía era una fiesta alitúrgica, mientras que en el norte de África, en tiempos de Tertuliano, ya se celebraba la misa. El viernes es llamado pasakeyé en el rito griego y, como el miércoles, es día de abstinencia.* Feria IV cinerum: V. Miércoles de ceniza Feriae conceptivae: Los días de fiesta de los romanos sin fecha fija; un tipo de festa mobilia de los cristianos. Son de este tipo una serie de fiestas del estado feriae sementinae de los tiempos de la siembra, las fiestas entre el 11 de noviembre y el solsticio de invierno: las fiestas de las messes feriae messis que caen en julio o agosto, según la razón de la cosecha; las fiestas de la vendimia (feriae vindemianles) que caen entre las vinalia (19 de agosto) y el equinocio de otoño, fiestas de las cuales se han querido derivar, sin fundamento, las témporas. Las feriae statae o stivae formaban la antítesis de las feriae conceptivae*. Feriae messis: Las feriae conceptivae. Feriae sementinae (sementivae): V. Feriae conceptivae Feriae statae (stativae): Entre los romanos los días de fiesta que tenían una fecha fija igual que las festa immobilia de los cristianos. Las feriae conceptivae eran la antítesis de las feriae statae. Feriae vindemiales: V. Feriae conceptivae Fermentum: Denominación en el rito romano de la hostia consagrada que en los antiguos tiempos del cristianismo el Papa acostumbraba de enviar el domingo, desde la iglesia estacional en la cual había celebrado, a las otras iglesias titulares de la ciudad, los sacerdotes de las cuales, por razón de tener que celebrar en la iglesia titular propia, no habían podido asistir a la misa del Papa. Se denominaba fermentum para expresar y simbolizar la unidad entre el Papa y estas iglesias y entre ellas mismas. Era una supervivencia de esta vieja costumbre el envío que hacía el Papa el día del Jueves Santo a todas las iglesias de Roma de una partícula de la hostia por él consagrada para el Viernes Santo. Fermín, obispo de Pamplona y Amiens (On. 7 de julio): Sus atributos son árbol florido y cabeza entre las manos. Fernando, rey (On. 3 de mayo): Sus atributos son anillo, cetro, esfera real y estatua de la Virgen. Ferrajone: Manto propio de los cardenales, de los obispos y de otros prelados, abierto por delante, que se ata al cuello con dos cintas. Es de seda de color rojo, morado o negro según la jerarquía del que lo lleva y de la circunstancia en la que lo viste.* Ferriol, sacerdote y mártir (On. 16 de junio): Sus atributos son pato y cadena. Ferrum characteratum: Denominación medieval de los hostiarios por razón de la forma de la hostia que tenían grabada. 105 SACRALIA ANTIQUA Ferrum oblatorium: Denominación medieval de los hostiarios para hacer hostias. Festa chori: Fiesta que se celebra en la iglesia con misa y oficio en el coro, a la cual no es obligatoria la asistencia a la santa misa ni la abstención de obras serviles.* Festa fori (fiestas de guardar): Las fiestas en las que, como el domingo, los fieles deben asistir a la santa misa y abstenerse de obras serviles. Las “fiestas de guardar” en el alta edad media eran muy pocas; pero aumentaron tanto que en el siglo XIII en muchas diócesis había tantas fiestas mandadas de guardar como domingos. El papa Urbano VIII, en 1642 prescribió una limitación y fijación de las fiestas de guardar, fijándolas en treinta y seis. A finales del siglo XVIII y a inicios del XIX algunos países las limitaron más todavía. En Francia y en los países sujetos a ella, gracias a Napoleón, en 1802 se hizo una reducción tan drástica que sólo quedaron cuatro fiestas mandadas a guardar: Navidad, Ascensión, Asunción y Todos los Santos. La última reducción de las festas fori la hizo el Derecho canónico de antes del concilio Vaticano II. Según el antiguo canon 1247 las fiestas de precepto, además de Pascua y Pentecostés, son: Navidad, Epifanía, Corpus, Virgen María de marzo (Anunciación), Virgen María de agosto (Asunción), san José, san Pedro y san Pablo y Todos los Santos. Donde están abolidas legítimamente no se deben considerar fiestas de preceptos.* Festum asinorum: Fiesta que se celebraba en algunos lugares de Francia (Ruán, Beauvais) en Navidad o el día 14 de enero; en ella se representaba la fuga en Egipto o la profecía de Balam. Tomaba el nombre del asno que intervenía en el relato. Feudalismo: Es el sistema que configuró fundamentalmente las estructuras jurídico-públicas y económico-sociales de la mayor parte de los países del Occidente europeo durante los siglos medievales. El origen del feudalismo es confuso, pero ya en el siglo IV encontramos algunos indicios de lo que podríamos denominar prefeudalismo en los grandes latifundios romanos y en el compromiso de fidelidad de los militares. El clima de inseguridad general de la alta edad media en las graves deficiencias del poder público en el orden social completaría el proceso de transición hacia el feudalismo, proceso que se fija entre los francos (Francia y Provenza) en el siglo X y que a su vez tiene sus raíces en un conjunto de costumbres y conceptos típicamente jurídicos de los pueblos godos, merovingios, francos, visigodos... empezando por la misma palabra y concepto de “feudo”, que procede del legado de aquellos pueblos godos y que es, en definitiva, un pacto entre dos personas: el señor y el vasallo. Obviamente que este pacto procede de la unión de tres conceptos: vasallaje, inmunidad y beneficio (o usufructo). Gracias al mencionado pacto ―denominado feudo― se establecía una relación entre el señor y sus vasallos, por la cual los vasallos debían prestarle al señor fidelidad y algunos servicios concretos ―especialmente militares―, y a cambio el señor le entregaba al vasallo la potestad de usufructo de unas tierras, las cuales el vasallo estaba obligado a cultivar y a dar una parte de los frutos al señor. Esta relación era vitalicia y en algunos casos se FER heredaba de padres a hijos. Posteriormente el pacto del feudo se proyectó sobre otras esferas diferentes de la posesión y usufructo de la tierra, como es el caso del ejercicio de las funciones públicas llamadas “regalías” u otros rendimientos varios. Todos estos usufructos ―ejercicios de funciones o rendimientos― fueron también objeto de alienación o de subinfeudación a terceros. La investidura de un feudo la hacía el correspondiente señor mediante un ritual y unas fórmulas de fidelidad y homenaje, denominados también “juramentos de boca y manos”. Fiacro, monje (On. 30 de agosto): Sus atributos son azada, herramientas de floricultor e instrumentos de layar. Fiat, Fiat ut petitur: En diplomática papal, es la fórmula mediante la cual el Papa accede a conceder la súplica presentada en las denominadas Supliquae. El Papa firmaba las cartas suplicatorias con la primera letra de su nombre de pila. Fíbula: Según la lengua medieval: 1. El broche de la capa pluvial (V. Pluviale); 2. La pequeña placa ornamental de los guantes pontificales. Fideijussor: V. Padrino Fidel de Sigmaringen, sacerdote y mártir (On. 24 de abril): Sus atributos son maza y porra. Fieras: Atributo de san Blas, santa Crescencia, san Eustaquio, san Mamés, san Modesto, san Víctor. Fiesta: Antes del concilio Vaticano II: En sentido litúrgico señala el día en que se hace memoria en el oficio, de algún misterio de la vida, pasión o glorificación de Nuestro Señor, de la Virgen Santísima, de los ángeles o de algún santo. La fiesta se distingue incluso entre el pueblo; 1. Por la asistencia a los oficios divinos y abstención de los trabajos “serviles”, o sólo se celebra litúrgicamente en el rezo del breviario y en la celebración de la misa: festum fori (fiesta de precepto) y festum chori; 2. Son fiestas universales o particulares (festa universalia y festa particularia), según sean celebradas por la iglesia universal y por toda la clerecía o sólo en algún territorio, diócesis, localidad, iglesia u orden religiosa; 3. En fiestas fijas o movibles (festa immobilia o festa mobilia) según se celebren un día señalado y siempre el mismo del mes, como Navidad, Epifanía y la mayoría de las fiestas de los santos o que se celebren en un día señalado (domingo, jueves, etc.), pero que tanto pueden caer tarde como pronto a lo largo del año eclesiástico, como por ejemplo, Pascua, La Ascensión, Pentecostés; 4. En fiestas simples, semidobles, dobles (simplicia, semiduplicia, duplicia) según la disciplina anterior al concilio Vaticano II y según la diversidad de rito de la fiesta; 5. Según la dignidad de la fiesta en festa digniora y minus digna; en fiestas de alta categoría y de menor categoría siguiendo esta clasificación: a) fiestas del Señor; b) fiestas de la Virgen María (de Beata); c) de los ángeles; d) de san Juan Bautista; e) de san José; f) de apóstoles y evangelistas; g) de los otros santos. 6. según la importancia del culto externo de la iglesia, y siempre antes del concilio Vaticano II, hay fiestas dobles de primera clase (festa duplicia primae classis), fiestas dobles de segunda clase (festa duplicia secundae classis), fiestas dobles mayores (festa duplicia maiora), fiestas dobles menores (festa dupliciam minore) (festa duplicia per annum); 7. Finalmente, FIE J. M. MARTÍ BONET según la relación de la fiesta con el misterio o santo que se celebra y que constituye su objeto, las fiestas son primarias, fiestas principales y fiestas secundarias, fiestas accesorias. Las distinciones de los números 4-7 son importantes por razón de la orden del oficio cuando hay ocurrencia o concurrencia de dos o más fiestas. Ya aparecen en el siglo XII. En el siglo XIII ya se distinguían festa duplicia maiora, festa duplicia minore, festa semiduplicia, festa simplicia. La fijación oficial de las mismas las hicieron san Pío V y Clemente VIII con la reforma del breviario. El número de las fiestas en los primeros tiempos del cristianismo era escaso, limitándose a la fiesta de Pascua y a la de Pentecostés, las dos íntimamente relacionadas. Estas fiestas no sólo son las más antiguas, son también las más importantes que han permanecido en el año eclesiástico. En el siglo IV se unen a ellas otras fiestas del Señor, como Navidad y la Epifanía; así tenemos que todos los momentos capitales de la obra de la redención tienen una fiesta especial a lo largo del año litúrgico. Las otras fiestas del Señor que hoy se celebran se introdujeron en parte en la segunda mitad de la edad media; así como las fiestas de la Santísima Trinidad, Corpus, Corazón de Jesús y Nombre de Jesús. Las fiestas de santos se introdujeron después del siglo VI, en primer lugar las fiestas conmemorativas de mártires famosos, después las fiestas de la Virgen Santísima, y por último las de los santos confesores. Primero tenían un carácter particular; después se convirtieron en patrimonio de la Iglesia universal. Esto que aparece en Roma en estas festividades especiales, se extiende por la Iglesia universal cuando se aceptaron el Gelasianum y el Gregorianum con sus calendarios. El número de fiestas de santos todavía no era muy importante hacia el año 1000, fue durante la baja edad media cuando se estableció la festividad de muchos de ellos. Así fue como se hicieron tan numerosas estas fiestas y empezaron a dominar el año eclesiástico, borrando su carácter primitivo, de modo que convirtieron el año litúrgico del Señor en un año de santos.* Después del concilio Vaticano II se haría distinción entre fiestas y solemnidades. Obviamente Pascua, Navidad... son solemnidades. Fiesta del ángel custodio: V. Fiesta de los ángeles* Fiesta de los ángeles: Fiestas en honor de los santos ángeles. Generalmente aparecen tres: la fiesta en honor de los santos ángeles custodios (f. Angelorum Custodum) que se celebra el 2 de octubre; las dos fiestas del arcángel san Miguel: la fiesta de su aparición en la montaña de Gargano (Apparitio Sancti Michalis Archangeli) que se celebra el 8 de mayo, y la fiesta de la dedicación de la iglesia de san Miguel (Dedicatio S. Mich. Arch.) en Roma en la via Salaria en honor de este arcángel, que seguramente era la primera de este tipo; se celebra el 29 de septiembre. La fiesta de los ángeles custodios en España y en Francia ya se celebraba en el siglo XVI. Pablo V la permitía en la Iglesia universal en 1608, Clemente X la hizo obligatoria en 1670 y la fijó en el 2 de octubre. El Leonianum ya conoce la fiesta de la Dedicación de san Miguel. El Gelasianum y el Gregorianum la introdujeron en territorio de los francos; ya aparece como fiesta de precepto en los estatutos sinodales de Mainz en el año 813. La fiesta de la aparición de san Miguel empieza a encontrarse en los 106 sacramentarios después del año 1000, a veces en lugar de la fiesta del 29 de septiembre, y otras veces, además de esta, el 8 de mayo.* Fiesta de la aparición de la Virgen María: Fiesta conmemorativa de la aparición de la Inmaculada en Lourdes (11 de febrero), extendida por el papa Pío X a toda la cristiandad.* Fiesta de los apóstoles san Pedro y san Pablo: Solemnidad de los dos apóstoles san Pedro y san Pablo que se celebra el 29 de junio, aniversario de su muerte, dies natalis de los mismos, según el Chronógraph de 354. Es de las fiestas más antiguas de la Iglesia, ya que se puede constatar su existencia desde el año 354. A finales del siglo IV ya se celebraba en el norte de África y en Milán y tenía una vigilia, y en el siglo V incluso ya tenía octava. Fiestas secundarias en honor de san Pedro son la cátedra de san Pedro (18 de enero), San Pedro ad Vincula (1 de agosto); fiestas secundarias en honor de san Pablo (18 de febrero), son la commemoratio Sancti Pauli y la conversio Sancti Pauli apóstol.* Fiesta de consagración de la iglesia (festum dedicationis ecclesiae): 1. El día de la consagración de la iglesia; 2. El aniversario de la consagración. Antes del concilio Vaticano II los dos días tenían el carácter de un festum primarium doble de primera clase con octava. El día del aniversario de la consagración de la iglesia era puramente festum chori hasta que Urbano VIII, en 1642, ordenó que fuera día de fiesta. El sínodo de Maguncia del año 813 y Hayto de Basilea (827) prescriben que se celebre como día de fiesta. En muchas diócesis se celebra en un mismo día el aniversario de la consagración de la iglesia y no en el día mismo que cumplen los años.* Fiesta de los Dolores: Dos fiestas que se celebraban antes del concilio Vaticano II en conmemoración de los siete dolores de la Virgen María, de los cuales hacia los siglos XIII y XIV se contaban cinco y después se contaron siete. Existía también el septem gaudia. El sínodo provincial de Colonia de 1423, ya prescribió una fiesta de los Dolores. El papa Benedicto XIII en 1727 ordenó que se celebrara en toda la iglesia universal la fiesta de los Dolores el viernes después del domingo de Pasión. El papa Pío VII en 1813 ordenó que se celebrara otra fiesta de los Dolores el día 15 de septiembre después de que Inocencio XI (†1689) la había acordado en la orden de los servitas.* Fiesta de mártires: Fiesta eclesiástica anual celebrada en memoria de uno o varios mártires. Son las fiestas eclesiásticas más antiguas, por cuanto se remontan a los primeros tiempos del cristianismo.* Fiesta de la preciosísima Sangre (festum pretiosissimi sanguinis D.N. J. Chr.): Fiesta ordenada en toda la Iglesia por el papa Pío IX para honorar la Sangre preciosa de nuestro divino Redentor entregada para la redención de los hombres. Se celebraba el primer domingo de julio; después de la última reforma del breviario se celebra el día primero de julio.* Fiesta de la Purificación de María (Purificatio B. Mariae Virginis): Fiesta que se celebra el 2 de febrero en conmemoración de la presentación del Hijo de Dios en el templo y del sacrificio ofrecido por la Virgen María en 107 SACRALIA ANTIQUA su purificación. Parece ser que empezó a celebrarse en Jerusalén; es cierto que vino de Oriente a Occidente y por eso que conservó el nombre griego de hypapante Occursus Domini; fiesta del encuentro que María y el Niño Jesús con Simeón y Ana. Parece ser que entró en Roma antes de san Gregorio Magno, pero en España y en la Galia no se generalizó hasta el siglo VIII. Es una ceremonia propia de esta fiesta la bendición de las candelas prescrita por la Iglesia y la procesión que se hace después; por eso se llama vulgarmente “la Candelera”.* Fiesta de la Resurrección (procesión): Durante esta fiesta o gran solemnidad litúrgica se practicaba una singular procesión la tarde-noche del Sábado Santo o el día de Pascua. La procesión consistía en coger el Santísimo del sagrario llevándolos en procesión hacia el altar mayor. Esta era el pendant del entierro de la Cruz o del Santísimo el día del Viernes Santo (V. Santo Sepulcro). Hacia el año 1000 encontramos citada esta procesión en la Vita S. Udalrici; en la edad media estaba muy extendida por Alemania, Inglaterra y Francia. Hoy se practica en Alemania y en la diócesis de Tortosa (Cataluña). Durante la edad media, en las iglesias de muchas abadías se hacía la representación escenificada de la visita que las Marías hicieron al sepulcro.* Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús (festum sacratissimi cordis Jesu): Se celebra el viernes siguiente en la semana del Corpus y tiene por objeto el culto al Corazón de Jesús como símbolo del amor divino a los hombres, especialmente en la institución de la Sagrada Eucaristía y en la obra de la redención. Después de haber sido denegadas todas las peticiones para instaurar una fiesta del sagrado Corazón de Jesús, el papa Clemente XIII la permitió en 1765, pero no universalmente, sino sólo en las iglesias que lo solicitaran. En 1856 se hizo extensiva a toda la iglesia, y León XIII le dio la categoría de doble de primera clase.* Fiesta de san Felipe y san Jaime: Aniversario de los apóstoles san Felipe y san Jaime el Menor (1 de mayo). Es la fiesta del aniversario de la consagración de la basílica de San Felipe y San Jaime de Roma, iniciada por el papa Pelagio I (561) y acabada por su sucesor Juan III (574), pasando después a ser una basílica en honor de todos los apóstoles, recibiendo por ello el nombre de “iglesia de los apóstoles”.* Fiesta de san Joaquín: La conmemoración que hace cada año la Iglesia de la fiesta del padre de la gloriosa Virgen María. Es de fecha reciente, y el papa Gregorio XV (1623) la introdujo en el calendario romano. El papa Clemente XII dispuso que se celebrara su fiesta el primer domingo después de la Asunción. León XIII lo elevó a doble de segunda clase y en una reforma del breviario se fijó el 16 de agosto.* Finalmente se unió a la de santa Ana, su esposa, celebrándose el 26 de julio. Fiesta de san José: Antes del concilio Vaticano II: Fiesta de la conmemoración de san José (19 de marzo), y la solemnidad de san José, patrón de la Iglesia universal (miércoles de la segunda semana después de Pascua, llamada fiesta del patrocinio de san José). Las dos son fiestas principales. La fiesta del patrocinio es muy reciente; el beato Pío IX la prescribió en 1847. La otra se estableció a finales de la FIE edad media, debido al incremento que experimentó el culto a san José desde el siglo XII hasta nuestros días. Sixto IV (1484) aceptó esta fiesta en el breviario. Gregorio XV (1621) ordenó que fuera fiesta de precepto. Clemente X (1676) la elevó a doble de segunda clase y el beato Pío IX a doble de primera clase.* Finalmente se celebra el 19 de marzo. Fiesta de san Mateo: Día en el cual la Iglesia hace memoria del apóstol y evangelista san Mateo (21 de septiembre). Se introdujo en época carolingia.* Fiesta de san Matías: El día del año en el cual la Iglesia hace memoria del apóstol san Matías (14 de febrero). Entra en los libros litúrgicos en época carolingia.* Fiesta del santo Nombre de Jesús: Antes del concilio Vaticano II: Fiesta en honor del Santísimo Nombre de Jesús que, hasta la penúltima reforma del breviario, se celebraba el segundo domingo después de la Epifanía. Clemente VII, en 1530, concedía el privilegio de esta fiesta a la orden franciscana, y en 1721 Inocencio XIII la concedió a toda la Iglesia atendiendo a las súplicas de Carlos VI.* Fiesta del santo Nombre de María: Antes del concilio Vaticano II: Fiesta con rito doble mayor ordenada por el papa Inocencio XI en 1683 para toda la cristiandad en acción de gracias por haber sido liberada la ciudad de Viena de la invasión musulmana. Antes se celebraba el primer domingo después de la Natividad de la Virgen María.* Fiesta simplificada: Antes del concilio Vaticano II: Fiesta doble mayor, doble menor o semidoble que por obstáculos casuales o duraderos, fue arrinconada casualmente o de una manera duradera y viene a rebajarse a la categoría de fiesta simple, y como tal sólo se hace conmemoración de ella en el oficio.* Fiesta de la Visitación de la Virgen María (festum Visitationis Beatae Mariae Virginis): Fiesta que se celebra para recordar la visita que hizo María Santísima a santa Elizabet. Es una de las fiestas más recientes de María, y sus orígenes se encuentran en el siglo XIII. Los papas Urbano VI (1389), Bonifacio IX (1404) y el concilio de Basilea de 1441 la prescribieron en la Iglesia universal.* Fig. 183 Fiestas de confesores: Fiestas eclesiásticas anuales que se celebran en memoria de los santos barones que confesaron su fe en Jesucristo no derramando su sangre ni dando su vida, sino practicando heroicamente las virtudes cristianas. En un principio sólo había fiestas de mártires, pero hacia el siglo V se empezaron a celebrar fiestas de confesores, un tiempo después de que cesaran las persecuciones. Su número aumentó considerablemente en el siglo VII y el X. Las fiestas de confesores se dividen litúrgicamente en fiestas de confesores obispos (f. Confessorum pontificum) y fiestas de confesores que no eran obispos (Confessorum non pontificum).* Fiestas de santos: Fiestas eclesiásticas del año litúrgico en honor o conmemoración de uno o más santos. Según el carácter de los santos que se honoran se distinguen fiestas de la Virgen María, fiestas de apóstoles, de evangelistas, mártires, confesores, vírgenes y mujeres santas. Constituyen el objeto de las fiestas eclesiásticas los canonizados o beatificados, o aquellos santos que sin ser canonizados ni beatificados formalmente, gozan de un culto desde tiempo FIE J. M. MARTÍ BONET inmemorial. Las fiestas de santos que celebra la Iglesia universal, no excluyen las fiestas de la Virgen María y apóstoles, eran en su origen fiestas locales, de una extensión más o menos grande, y poco a poco, por circunstancias varias, fueron adquiriendo un carácter general.* Fiestas o festividades del Señor: Las fiestas del año litúrgico en honor de la persona del Redentor, de los misterios principales de la obra de la Redención y de los misterios de la fe que con ella se relacionan. Son las fiestas más antiguas de la Iglesia, constituyen la base de las otras fiestas del año litúrgico y son las que determinan el ciclo de fiestas. Las fiestas primarias del Señor, llamadas después del concilio Vaticano II solemnidades, son: Navidad, Epifanía, Pascua, Ascensión, Pentecostés, Corpus y la Transfiguración. Las fiestas secundarias son: Sagrado Corazón de Jesús, Nombre de Jesús, Invención de la Santa Cruz, Exaltación de la Santa Cruz y la fiesta de la Preciosísima Sangre.* Fiestas de la Virgen María: Antes del concilio Vaticano II: Las fiestas eclesiásticas en honor de la Virgen María madre de Dios. Son las principales: la Inmaculada (8 de diciembre), Natividad (8 de septiembre), Anunciación (25 de marzo), Purificación (2 de febrero), Visitación (2 de julio), Asunción (15 de agosto). Las fiestas secundarias (festa secundaria) son muy numerosas, pero son locales y tienen una extensión muy limitada. Eran generales antes del concilio Vaticano II y se tenían que celebrar, por ejemplo: la fiesta de la aparición (11 de febrero), las dos fiestas de los Dolores (viernes de pasión y 15 de septiembre), el nombre de María (12 de septiembre), la Presentación (21 de noviembre), la fiesta del Rosario (7 de octubre), Nuestra Señora de la Merced (24 de septiembre, en Barcelona es de precepto), la Nuestra Señora del Carmen (16 de julio), y la madre de Dios de las Nieves (5 de agosto).* Después del concilio Vaticano II han experimentado algún cambio. Filete, molduras de: Fig. 114 Filial (iglesia aneja): Iglesia pequeña o grande, consagrada o bendecida; edificada en la circunscripción de una parroquia, destinada al culto, pero no independiente, sino sujeta a la iglesia parroquial como iglesia secundaria. Fillola (palia): Al hacerse más pequeño el corporal y no pudiendo cubrir el cáliz, se empezó a usar una pequeña prenda de tela, de forma cuadrada, para cubrir la boca del cáliz.** Filomena, virgen y mártir (On. 10 de agosto): Sus atributos son ancla, disciplinas de penitencia, flechas y lirio. Fimbriae: En el lenguaje medieval significa: 1. Las franjas que era costumbre poner para decorar las vestiduras sagradas, especialmente los pequeños flequillos con los cuales se acostumbraba a decorar los clavi y las mangas de las dalmáticas; 2. La ornamentación (parura) del alba y del amito. Fina di San Gimignano (Imperia), virgen (On. 12 de marzo): Su atributo son las flores. Finalis: V. Clases de tonos del canto eclesiástico Firmale: (firmarium): Denominación medieval de los cierres de la capa pluvial. (V. Pluviale). Fístula: (canna, pugularis, calamus, pipa): Caña o cañón de plata 108 con una pequeña anilla para cogerlo que servía para sumir el sanguis en la época en que los fieles acostumbraban a comulgar durante la santa misa bajo las dos especies.* Flabellum: V. Abanico Flamígero: Se dice del estilo gótico, la tracería del cual recuerda a la figura de unas llamas. Flamígero, arco: Fig. 20 Flammeum: Velo que llevaba la novia en el rito romano de la boda, que en diferentes lugares sobrevivió en la boda de los cristianos hasta finales de la edad media. Flauta de pastor: Atributo de san Millán. Flecha: Altura de un arco o de una bóveda medida desde la línea de arranque hasta el punto medio del intradós. Flechas: Atributo de san Conrado, san Eustaquio, santa Filomena, san Gil, san Humberto, san Julián, san Odón, san Sebastián, santos cazadores y santa Úrsula. Fletes: 1. Precio estipulado para un transporte de mercancías por mar, que puede ser establecido en función de la duración del transporte (por días, por meses o por el tiempo que dure el viaje) del volumen que ocuparán las mercancías en el barco o de las características de las mercancías. El flete es pagado, normalmente, en el puerto de destino. 2. Precio estipulado para el alquiler de una embarcación o de una parte de ella. Flora (On. 11 de junio): Su atributo es el pez espada. Florencio, mártir de Brémur (On. 27 de septiembre): Sus atributos son ciegos y destrucción de la Tarasca (ídolo). Florentina, virgen (On. 20 de junio): Su atributo es el lirio. Florentino: En diplomática, estilo de contabilizar los años empezando a partir del 25 de marzo. Flores en la mano: Atributo de santa Casilda, san Diego de Alcalá, santa Isabel de Hungría, santa Isabel de Portugal y santa Rosa de Viterbo. Flores: Atributo de santa Dorotea, santa Fina, san Hugo de Grenoble, santa Teresa de Jesús y santa Zita. Florón: Elemento ornamental esculpido representando una flor u hojas agrupadas, muy usado en el estilo gótico para decorar la cumbre de los pináculos. En la catedral de Barcelona podemos encontrar muchos ejemplos. Fig. 90 Follaje o fronda: Fig. 96 Fondo: 1. Antigua denominación de la pila bautismal; tenía este nombre porque antiguamente tenía la forma de una fuente con un conducto de entrada y otro de salida de agua; 2. Los antiguos Ordines daban este nombre al vaso que contenía el agua que, en el sacrificio, se debía mezclar con el vino poco antes de la consagración. Fondos de archivo eclesiástico: Es el conjunto documental procedente de una institución o persona que se conserva en el archivo de la misma institución. Es el resultado natural de la actividad que la mencionada institución produce. En nuestro caso la institución es eclesiástica. El fondo se divide en secciones; a su vez estas secciones se dividen en series archivísticas, y estas últimas pueden dividirse en subseries. Forale: Nombre del pañuelo de cuello de uso diario, del cual deriva el humeral litúrgico. Foramen: Denominación medieval de la tumba de reliquias. Forja: Atributo de san Baldomero y san Eloy. 109 SACRALIA ANTIQUA Forma (fórmula): 1. Denominación del banco de arrodillarse; ya se encuentra en el siglo VI; más tarde se da este nombre a la silla del coro; 2. En significación sepulcral, es la tumba abierta en el suelo. Forma de bautismo: Las palabras que dice el sacerdote al rociar con el agua la cabeza del que se bautiza: Ego te baptizo, etc. (V. Bautismo: las distintas formas del rito latino y de los ritos de Oriente). Es esencial el hecho de nombrar en el acto de bautizar al que se bautiza y a las tres divinas personas. Forma concessionis pallii: En diplomática. V. Litterae clausae, dirigidas a los arzobispos metropolitanos. Forma deprecativa del sacramento: V. Forma y materia del sacramento y Sacramento. Forma professionis fidei: En diplomática. V. Litterae clausae Forma y materia del sacramento: Las dos partes integrantes del sacramento que constituyen su signo sensible. La materia es el elemento que la determina. La denominación de materia y forma es tomada de la filosofía no en sentido propio sino en sentido analógico. Materia y forma, como manifestación externa del sacramento, están condicionadas, según su constitución y condición, por el carácter y por la finalidad de cada sacramento, por lo tanto, diferentes para cada sacramento. La materia en el sacramento de la eucaristía es algo objetivo, las especies de pan y de vino contienen y señalan el cuerpo y sangre de Nuestro Señor Jesucristo; en los otros sacramentos es un acto (lavatorio con agua, unción con el santo crisma, confesión sincera de los pecados, etc.). La forma necesariamente consiste en palabras en todos los sacramentos, exceptuado el sacramento del matrimonio en el cual el consentimiento mutuo se puede expresar con una sola señal. Su contexto es a veces en forma indicativa, es decir, haciendo referencia, constatando: Ego baptizo, o en forma deprecativa, esto es revestida de la forma de una súplica: Per istam sanctam unctionem et suam piissimam misericordiam indulgeat tibi Dominus, etc. Pero siempre debe ser de manera que, respondiendo a la naturaleza y al carácter del sacramento, dé al acto sacramental su complemento y su determinación.* Formae juramenti: En diplomática. V. Literae clausae Formale (formalium): Cierre de la capa pluvial. Formero: Arcos sobre los cuales descansa una bóveda por arista. En las bóvedas, cada uno de los nervios adosados a los muros paralelos en el eje de la nave. Fórmula de la absolución: Palabras sacramentales que dice el sacerdote cuando da la absolución en el sacramento de la penitencia. Esta fórmula, desde el concilio Tridentino, debe decirse en forma indicativa. En la edad media tenía una forma deprecativa como la tiene todavía hoy en los ritos orientales, exceptuando los rusos, los rutenos, los italogriegos, y los armenios.* Fórmula de despedida: La fórmula litúrgica con la cual se anuncia a los asistentes a la misa o a las horas del oficio, o a los que toman parte de ella, que se ha llegado al fin y que pueden retirarse. (V. Ite missa est — Benedicamus Domino — Requiescant in pace — Procedamus in pace).* Fórmula final de las oraciones: Fórmulas que siempre se repiten al final de las oraciones de la misa, del oficio y FOR otras funciones en las cuales Cristo aparece como divino mediador entre Dios Pare y los hombres. Aparecen dos tipos de fórmulas finales de las oraciones: una más larga en la cual son invocados también el Padre y el Espíritu Santo, y otra más abreviada; la primera aparece sobre todo en las oraciones de la misa y del oficio. Si la oración va dirigida al Padre, la fórmula final solemne es: Per Dominum nostrum Jesum Christum Filium tuum qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus per omnia saecula saeculorum. Amen. O bien sencillamente Per Christum Dominum nostrum, etc. Dependiendo de si en la oración se cita al Hijo de Dios o no, se dice eundem o no se dice. Si la oración va dirigida al Hijo, cosa menos usual, entonces acaba: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitate Spiritus Sancti, Deus per omnia saecula saeculorum. Amen. Si en la oración se cita al Espíritu Santo al final, antes de su nombre se debe añadir eiusdem. Las fórmulas abreviadas son: Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen. y Qui vivis et regnas in saecula saeculorum. Amen. Las fórmulas abreviadas se usan sobre todo en la administración de los sacramentos y las bendiciones.* Fórmula imperativa en la administración del sacramento: V. Sacramento Fórmula de la sunción: Oración que en el rito romano acompaña a la sunción de la sagrada hostia y del sanguis. Al sumir la sagrada hostia cualquier fiel antes del concilio Vaticano II: oía las palabras del ministro: Corpus Domini nostri Jesu Christi custodiat animam tuam in vitam aeternam Amen, y cuando era el mismo sacerdote: animam meam. El rito romano no aceptó estas fórmulas hasta el siglo XII. Antes del siglo XVI su contexto ofrecía muchas variantes que fueron abolidas con la reforma del misal de san Pío V. Después del concilio Vaticano II se dirá Corpus Christi. Amen.* Formularium visigothicum: Es un registro del siglo VII, iniciado con el rey Sisebuto (siglo VII). Fórmulas que acompañan: Fórmulas cortas construidas según la forma del sacramento, que el obispo pronuncia al hacer entrega de los objetos y vestiduras al que ordena, en la consagración de la iglesia o de cálices, en las unciones; y las que usa el sacerdote al administrar el bautismo, al bendecir un matrimonio, al dar sepultura a un muerto o en otros actos litúrgicos. Tienen por objeto acompañar y dar expresión a las acciones que se hacen.* Formulas imperiales: V. Fórmulas de Marculfio Fórmulas de Marculfio: El nombre viene de un monje del reino de los francos (siglo VII) que reunió en un registro varias fórmulas de los reyes. Estas se emplearon en la cancillería de Luis emperador, y se llamaban también formulae imperiales de los tiempos de Ludovico Pío (siglo IX). Fortián de Bordeaux, obispo (On. 16 de mayo): Sus atributos son arqueta y cofre. Fosa: Denominación medieval del relicario. Fracción del pan (fractio panis): Fracción de la hostia consagrada que tiene lugar en la misa antes de la comunión. Es común en todas las liturgias de la misa, incluidas las orientales. La fracción según costumbre romana tiene lugar al final de la fórmula del embolismo, y el sacerdote parte la FRA J. M. MARTÍ BONET hostia en tres partes, dos de las cuales son reservadas para la comunión sobre la patena, y la tercera, la más pequeña, se deja caer en el cáliz; antes del concilio Vaticano II se hacía después de haber hecho tres cruces con la misma encima de él, diciendo las palabras: Pax Domini sit semper vobiscum. La fracción del pan en el rito ambrosiano se hace esencialmente del mismo modo que en el rito romano, pero se deja caer una pequeña partícula de la hostia en el sanguis inmediatamente después del canon, antes del Pater noster. En el rito mozárabe la fracción tiene lugar inmediatamente después del símbolo que sigue al canon. La hostia se divide en nuevo partes que toman el nombre de los misterios de la redención: corporatio (incarnatio), nativitas, circumcisio, etc., y se ordenan sobre la patena en forma de cruz. La mezcla de una de estas partículas con el sanguis tiene lugar antes del Communio. La fracción del pan, según el rito romano y en la forma actual, viene del siglo X, o como mucho del siglo XI. La fracción fue originariamente para partir el pan consagrado que tenía la forma de una gran torta de pan para la comunión del celebrante, de los ministros y de los fieles. Cuando más tarde se introdujo la ceremonia de la mezcla de las dos especies consagradas, se hizo para mezclar un poco de pan consagrado con el vino consagrado. Desde que se introdujeron las hostias actuales en vez de los panes –es decir, desde el siglo XI–, el vino se limita a la comunión del sacerdote y a la mezcla de las dos especies.* Fractio panis: En el lenguaje litúrgico: 1. Es el nombre que se daba al sacrificio eucarístico en los primeros tiempos del cristianismo; 2. La fracción del pan consagrado en la misa. Francisca Romana, religiosa (On. 9 de marzo): Sus atributos son ángel, asno, cesto y niños. Francisco de Asís (On. 4 de octubre): Sus atributos son cordero, cráneo, Cristo desclavado de la cruz, globo de la Tierra, Belén o nacimiento, llaga y el texto latino Deus meus et omnia. Francisco de Borja, sacerdote (On. 3 de octubre): Sus atributos son corona, cráneo de calavera, capelo de cardenal en el suelo y ostensorio (custodia). Francisco Javier, sacerdote (On. 3 de diciembre): Sus atributos son bautismo, corazón, cruz en la mano, crustáceo, indio, llamas saliéndole del pecho y el texto latino Amplius Domine, amplius. Francisco de Paula, ermitaño (On. 2 de abril): Sus atributos son aguas hasta las rodillas en el mar, bastón, disciplinas de penitencia y texto latino Charitas. Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia (On. 24 de enero): Sus atributos son corazón y globo terráqueo. Francisco Solano, sacerdote (On. 14 de julio): Sus atributos son toro, judío y violín. Frasco con tapa: Atributo de santa Afra, san Cosme y san Damián, santa María Magdalena, santa María Salomé, san Pantaleón, santa Praxedes, Reyes Magos y san Remigio. Fraternitates (confraternitates): V. Cofradías y Hermandades Frates illiteratici et barbuti: Los que hacían hervir el plomo de las bulas y unían a la bula sus hilos de sujeción. Cuando sabían leer, no podían ejercer este oficio. En aquel tiempo (siglo XII-XIV) era una gran tentación falsificar 110 bulas, porque suponían mucha riqueza y poder. Por eso se aseguraban que de ningún modo aquellos frailes pudieran manipular los sellos, y esto exigía que no debían leer el contenido de la bula. Frisium (phrygium): V. Aurifrisium Friso: Faja decorativa horizontal tallada, pintada o grabada que ornamenta un muro, un pilar, un dintel... Friso: Fig. 80 y 95 Froilán, obispo (On. 5 de octubre): Su atributo es el lobo. Fronda o follaje: Fig. 96 Frontale (frontellum): Prenda de ropa que cubre la mesa del altar. Frontellum (frontiletum): En la lengua medieval significa: 1. Las puntas de los manteles del altar; 2. Las ropas del altar. Frontón circular: Fig. 97 Frontón doble: Fig. 97 Frontón entrecortado: Fig. 97 Frontón peraltado: Fig. 97 Fructuoso, obispo y mártir (On. 21 de enero): Sus atributos son aves, bastón, cráneo, llamas, látigo y brasas. Fructuoso de Braga (On. 16 de abril): Su atributo es el ciervo. Fruta: Atributo de san Amós, san Antonio, santa Dorotea y san Ponce. Fuentes bautismales (fondos, piscina, kolymbñehra): Receptáculo que contiene el agua para la administración del bautismo. Mientras se bautizaron adultos, consistía en una especie de base o gran pica hecha de losas o cuadrados de piedra con conducción del agua para meter y sacar, y donde se bajaba gracias a unas escaleras. Más tarde, por influencia del bautismo de niños para el cual la fuente en la forma anterior era demasiado incómoda, se convirtió en un depósito de piedra (rara vez de madera o de metal) fijado en el suelo, sin conducción, en forma de recipiente redondo, cuadrangular o poligonal. A partir del siglo XII tomó la forma de copa redonda o poligonal con pie, más práctica, forma de la pila que, pasando por varios estilos, ha llegado hasta los tiempos del concilio Vaticano II. El material para la pila bautismal no está prescrito, aunque parece que el más apto y práctico es la piedra. Según las prescripciones del ritual romano, debe ser de material sólido que no deje escapar el agua de bautizar. Debe estar muy cerrada con rejas y tapones para evitar que el polvo entre dentro. Hoy en día hay más variabilidad, pero aun así se ha perdido solidez y quizás dignidad, y se ha ganado más acercamiento pastoral. Fig. 203 Fumigatorium: Denominación medieval de los incensarios. Funale: Antorcha. Fuste: Tronco de la columna; parte comprendida entre la base y el capitel. G Gabata (griala, cazuela): Denominación que en los primeros tiempos del cristianismo se daba a las lámparas colgadas, las cuales a menudo aparecen con el mismo nombre en el Liber Pontificalis. Gablete: Elemento arquitectónico ornamental de estilo gótico. Es una especie de frontón angular que acaba en un ángulo. Fig. 98 Gabriel, arcángel (On. 29 de septiembre): Sus atributos son almas (angelitos), bastón, cetro pequeño, paloma, dalmática, lirio y el texto latino Ave Maria Gratia Plena. Gacela: Atributo de san Mamés. Galápago: Cercha pequeña para construir bóvedas. Galápago: Estructura de madera que los albañiles utilizan para construir bovedillas. Galderico, santo laico (On. 16 de octubre): Sus atributos son azada, instrumento de layar y pala. Galería o palco: Fig. 109 Galicanismo litúrgico: La tentativa de independencia de Roma promovida por los obispos franceses a finales del siglo XVII y a principios del XVIII, transportando los principios galicanos al campo litúrgico. El Estado galicano quería tener un derecho ilimitado para legislar en cuestiones rituales en el dominio de la propia diócesis y en base a esta pretensión la introducción de nuevos libros litúrgicos, de carácter marcadamente nacional, divergiendo de una manera exagerada del tipo romano tradicional aceptado, como el misal y el breviario de san Pío V en uso para el rito francés romano. Galilea: Denominación medieval del atrio de la iglesia (entre los cluniacenses); pero que raramente significaba, por ejemplo entre los cartujanos, el claustro de la iglesia. Gallo, obispo (On. 1 de julio): Sus atributos son tronco de árbol y hueso. Gallo: Atributo de santo Domingo de la Calzada, san Pedro y san Vitón. Gallofa: V. Calendario Gallón: Fig. 99 Gammata (Gammadia): Ornamentación que tiene forma de gama, o compuesto de cuatro cruces, adoptado en los primeros tiempos del cristianismo y a principios de la edad media para los manteles y los cortinajes del altar. En Oriente es el lugar donde se conservaron por más tiempo. Gamos: Denominación griega del sacramento del matrimonio. Ganchillo: Fig. 101 Ganfarón (vexillum, fano): Clase de bandera que se lleva en las procesiones litúrgicas. Los ganfarones están formados por un asta con una cruz o símbolo en la cumbre y por un larguero en el cual se cuelga la tela que acostumbra a estar decorada con una representación religiosa. Parece que lo conoció Gregorio de Tours (Hist. Franc. V. 4), atestiguado hacia el año 1000, y desde esta época cada vez más frecuente. En tiempos más antiguos parece ser que servía de vexillum una sencilla cruz portátil; era pequeña inicialmente, pero fue creciendo, y a lo largo de la edad media la tela alcanzó un relativo tamaño. En el siglo X ya tenían bordados en su borde; pero se reservó al barroco el darles un acabamiento feo, arbitrario y alargado. Actualmente (2012) todavía se emplean ganfarones en la pequeña procesión de Corpus de Barcelona. Garba de trigo: Atributo de san Juan y san Pablo. Gárgola: Canal volado generalmente de piedra, de forma grotesca y de fantásticas figuras por la cual se evacua el agua del tejado de una construcción. Elemento arquitectónico. Fig. 102 Garra: Fig. 103 Gatera: Los vacíos que se dejaban a la parte inferior de una puerta para así dejar pasar al menos un gato. Aun se encuentran en algunas puertas de los retablos. Gaude fili Hiacinte praces tuas: Jacinto. Gaudete: El tercer domingo de Adviento, imitación del cuarto domingo de Cuaresma Laetare. Se dice Gaudete para referirse a las primeras palabras del introito, con las cuales se encuentra la caracterizada expresión (ya en el comienzo de la misa) del sentimiento de alegría propio de este domingo.* Gedékion (Parathrónion): Sede donde se sienta el obispo que asiste a la misa cuando no celebra de pontifical. Es más baja y sencilla que el trono.* Gelasianum (sacramentarium gelasianum): V. Sacramentario romano Gema (gramma): Denominación medieval de la ornamentación (parura) del humeral, del amito y del alba. Genoveva, virgen (On. 3 de enero): Sus atributos son llaves, pan y pozo. Gentilicia heráldica: V. Heráldica de linajes Genuflexión: Ceremonia frecuente en las funciones litúrgicas GEN J. M. MARTÍ BONET del rito latino desconocida en los ritos orientales. Unas veces es momentánea y otras de más larga duración; en la primera unas veces se flexionan las dos rodillas y otras sólo la derecha, y en la segunda las dos rodillas. El significado se rige por el acto que tiene lugar. Puede exteriorizar el sentimiento de penitencia corporal y el de arrepentimiento de las faltas cometidas, o ser una manifestación de la propia insuficiencia acompañada de la necesidad de los auxilios divinos; otras veces es una señal de temor y de acción de gracias y, sobre todo y más frecuentemente, es una señal de adoración, especialmente en el rito de la misa, y de la exposición y bendición con el Santísimo. En sentido más amplio y mediato, las genuflexiones son una especie de adoración con la que se hace, por ejemplo, el Viernes Santo antes y después de la adoración del Vera Cruz, y también la adoración que se hace en la exposición de las reliquias del Lignum Crucis, sin embargo no se adora a la maternidad, sino al que es significado: Dios y Jesús.** Genuflexorium: Banco de arrodillarse con reclinatorio para poner los brazos. Germán de Gerona (On. 2 de junio): Su atributo es tenazas. Germán de París, obispo (On. 28 de mayo): Sus atributos son cadena de la redención de mendigos, cadena, llaves, escuadra de albañil y martillo. Gertrudis, virgen (On. 16 de noviembre): Sus atributos son corazón (con el niño Jesús inscrito en su corazón), cruz y llaga. Gertrudis de Nivelles, abadesa (On. 17 de marzo): Sus atributos son ratas. Gervasio y Protasio, mártires (On. 19 de junio): Sus atributos son cadena, clámide de soldado, disciplinas de penitencia y martillo. Gil (o Egidio), abad (On. 1 de septiembre): Su atributo son las flechas y el texto latino Aegidii merito Caroli peccata dimito... Ginés de Arles, notario (On. 25 de agosto): Sus atributos son estilete para escribir, rollo de pergamino y tintero. Ginés de Roma, comediante (On. 25 de agosto): Sus atributos son rollo de pergamino y máscara de teatro. Giralda de Sevilla: Atributo de santa Justa y santa Rufina. Girola: Paso al exterior alrededor del presbiterio en la cabecera del templo. Glagolíticos: Los eslavos meridionales del Istría, Croacia, y Dalmacia. Toman este nombre de la glagolítica, escritura inventada por san Cirilo, basándose en la letra minúscula griega que desde muy antiguo se emplea en estos países en lugar de la escritura cirílica basada en los caracteres mayúsculos griegos, usada por los rusos, rutenos, serbios y búlgaros. Sobre la lengua eclesiástica de los glagolíticos, ver lengua litúrgica. Globo terráqueo: Atributo de san Benito, san Bruno, santo Domingo, san Francisco de Asís, san Francisco de Sales y san Ignacio de Loyola. Gloria in excelsis (doxologia maior, hymnus angelicus): Cántico de alabanza que sigue inmediatamente a los kyries de la misa, que empieza con el canto angélico, da gracias y alabanzas a Dios Padre omnipotente y a su Hijo sentado a su derecha que borra los pecados del mundo. Este himno no se reza en 112 las misas feriales —exceptuando las misas feriales del tiempo pascual— ni tampoco en los domingos de Adviento y de Cuaresma, ni en las misas votivas privadas, exceptuando las misas votivas de los santos ángeles y la de la Virgen María. El himno de Gloria es empleado en la misa para todos los ritos con más o menos variantes dependiendo de los casos. Este himno consta de dos partes; la segunda que se refiere al Hijo, en el siglo IV se añadió a la primera, que ya era conocida antes de época constantiniana. La existencia de su forma actual ya se puede constatar en el siglo IX. Antes del siglo VI ya era conocido en Roma para la celebración de la Navidad. El papa Símaco lo permitió para las misas de los domingos y fiestas de mártires. En el siglo IX sólo se le permitía al sacerdote en el día de la misa nueva y en la vigilia de Pentecostés; en el siglo XI se quitó esta limitación. La costumbre de no cantar Gloria en tiempo de Adviento y en el tiempo de Cuaresma, como nos hace notar Amalario, es una costumbre muy antigua.* Gloria Patrii et Filio et Spirito Sancto: Frase de san Dámaso. Glosas: En diplomática y paleografía, son los comentarios, interpretaciones, doctrina de autoridad sobre un texto central que se fija materialmente en los lados de la “caja” escrita del volumen o libro. Gola, arco de: Fig. 18 Gola, moldura de: Fig. 114 Golpes en el pecho: En términos litúrgicos es el gesto con el cual el pecador manifiesta su actitud de reconocimiento de su pecado, la aceptación de su culpa, así como al voluntad de conversión y arrepentimiento. Así se hace, por ejemplo, al recitar el “Yo confieso” o acto penitencial... ** Gonzalo de Amaranto, dominico (On. 10 de enero): Sus atributos son alas, bordón, pez y puente. Gótico: Estilo arquitectónico que nació en el norte de Francia en el siglo XI y que predominó en Europa hasta el siglo XVI. Se llama también “ojival”, puesto que la característica principal de este es el arco ojival. También lo caracterizan las bóvedas de crucería, el arco arbotante, claves de bóveda, que transmite el empuje de las bóvedas a los contrafuertes exteriores y los vitrales en muros amplios y espléndidos, muy aligerados por los arcos y los contrafuertes. Grabar: Cortar, picar o rebajar la piedra con una cinta cortante. Gracias (Registra Gratiarum): Como su nombre indica, la temática de esta serie archivística se refiere a las concesiones de permisos, licencias, colaciones de beneficios, creación de cargos, autorizaciones para construir y ampliar capillas, etc. que concede el obispo, o el vicario general, o el provisor, o el gobernador eclesiásticos... a los fieles y clérigos u otras entidades eclesiásticas. Gradas del altar: Escalones de la escalera con la que se sube al altar. En los altares bajos sólo hay una tarima o grada llamada scabellum, predela, bradella; en los altares elevados está la tarima y uno o más escalones. En Oriente las gradas del altar todavía son desconocidas. En Occidente en el siglo X todavía también eran desconocidas o raras, pero a partir de este momento se extienden más y más hasta que su uso se convierte en una regla general. Sin embargo los altares 113 SACRALIA ANTIQUA laterales sólo tenían una grada, y el altar mayor tenía dos o tres gradas, y a veces más. Las gradas de altar no han sido prescritas: por su uso y por su origen pasaban a ser regla general antes del concilio Vaticano II; por eso el misal y el ceremonial romano en sus indicaciones las presuponían.* Graduale (gradale): Antes del concilio Vaticano II: Canto de coral melismático que se canta inmediatamente después de la epístola, formado, casi siempre, por salmos. Se desarrolla sobre todo en la liturgia de la misa. Como el introito, el ofertorio o communio, pertenece a las partes variables de la misa, pero tiene la característica de que no acompaña a una acción, sino que, como en el caso de la oración, acompaña a la epístola, las ideas fundamentales de la cual repite y glosa. Su origen es el rezo de un salmo. Se llama gradual porque antiguamente se cantaba en los escalones del ambón. Este nombre ya aparece en Rabanus Maurus y parece que es de origen galicano; en Roma tenía el nombre de responsum o responsorium porque se cantaba responsorialmente, de una manera abreviada. Originariamente sólo el coro cantaba el gradual en el oficio, y en la segunda mitad de la edad media era costumbre que lo rezara también el sacerdote. En el tiempo comprendido entre la dominica in albis y el domingo después de Pentecostés, se dejaba —antes del concilio Vaticano II— el gradual y sólo se cantaba el aleluya, costumbre que ya se puede constatar en el gran antifonario de san Gregorio Magno. Gradus: 1. Los escalones del altar; 2. Los escalones del presbiterio; 3. La jerarquía obtenida por la ordenación; 4. El ambón; este nombre viene de los peldaños que hay para subir en él; 5. Denominación de los salmos graduales (psalmi graduales). Grajdanka: V. Lengua litúrgica Granada: Atributo de san Juan de Dios y san Salvador de Horta. Gratiarum actio: Acción de gracias del sacerdote después de la misa compuesto por una antífona, cántico Benedicite, salmo 150 seguido de una serie de versos y tres oraciones. Un formulario del siglo XI contiene estas oraciones con pocas diferencias. Grau (On. 3 de octubre): Sus atributos son látigo, enfermo, mitra en el suelo, pescado y barril. Gredal: Arcilla arenosa que envuelve un elemento para aumentar su resistencia. Gregorianum (sacramentarium gregorianum): V. Sacramentarios romanos Gregorio de Tours, obispo (On. 17 de noviembre): Sus atributos son arqueta, arqueta pequeña y pescado. Gregorio Magno, Papa y doctor de la Iglesia (On. 3 de septiembre): Sus atributos son altar, ángel, capilla pequeña en las manos, paloma, Ecce Homo y la Santa Misa, estrella en la mano, purgatorio, Cristo Ecce Homo en el retablo y el texto latino: Ora pro nobis Deum. Gregorio Taumaturgo, obispo (On. 29 de noviembre): Sus atributos son bastón, piedras y roca. Gremiale (pannus, tobalea): Antes del concilio Vaticano II: Pieza de tela que el obispo se ponía extendida en su regazo mientras se cantaban los kyries, el Gloria, el Credo, al distribuir las GRA candelas bendecidas, al imponer la ceniza, y al hacer las unciones en las misas pontificales de ordenación. El gremial de los pontificales era de seda, mientras que el de las otras ceremonias era de tela. Los datos más antiguos del gremial son del siglo XIII, cuando todavía no era un ornamento exclusivo del obispo; el sacerdote se servía en los oficios solemnes. El ordo de Jaime Gaetà lo atestigua en Roma a principios del siglo XIV. El nombre gremial aparece en los inventarios del siglo XV. Fig. 304 Grifo: Animal quimérico con cabeza y alas de águila y cuerpo de león. Se encuentran, por ejemplo, en el portal de San Ivo de la catedral de Barcelona. Guante: Atributo de san Cesáreo. Guantes litúrgicos (Chirotecae, manicae, wuanti, guanti): Antes del concilio Vaticano II: Guantes adornados con una cruz en la palma que los cardenales, obispos y altos prelados podían llevar durante la misa pontifical; otras personas sólo los podían llevar si se les concedía tal privilegio. Sólo se llevaban desde el inicio de la misa hasta la ofertorio; son del color del día, nunca son negros, porque ni se llevaban para las misas de difuntos ni el Viernes Santo. Las primeras noticias que tenemos son del siglo X. Los liturgistas del siglo IX todavía no los conocían. Parece ser que empezaron a emplearse en Francia con la vestidura pontifical, y de aquí pasaron a Roma, siendo siempre un distintivo ornamental de los obispos que muy pronto se permitiría a otros, especialmente a los abades. En la edad media se hacían con punto o cosiendo diferentes parches de ropa cortada convenientemente. Los primeros habrían sido confeccionados casi siempre con tela; desde el siglo XIII predominaban los blancos, exclusivamente. En el siglo XII los guantes ya tenían en la palma la decoración llamada tasellus, fibula, monile, o un bordado con un galón que en el siglo XIII se desarrolló en ricos manicalia o pugnalia. El uso litúrgico de los guantes fue siempre limitado a diferentes lugares; en la edad media eran usados en los oficios y en las procesiones, pero esto nunca fue permitido a Roma, donde eran única y exclusivamente un ornamento de la misa. En la consagración episcopal ya en el siglo XII el obispo consagrante le ponía los guantes al nuevo consagrado.* Guantes pontificales: V. Guantes litúrgicos Fig. 301 y 303 Gubia: Formón de corte semicircular empleado por los que dibujan sobre linóleo o sobre boj o en trabajos de tornería. Fueron famosas las ilustraciones de la Tipografía Martí de Terrassa de Isidre Martí Bonastre con el artista Mateu Avellaneda, que empleaban el linóleo para hacer los colores (a veces llegaron a usar 12 colores o plantillas). Fig. 261 Guido, abad (On. 31 de marzo): Su atributo es pez. Guijarro: Tipo de piedra redondeada y lisa que generalmente se encuentra en playas, ríos y torrentes, y que se empleó para hacer caminos y construcciones. Guillermo, ermitaño (On. 10 de febrero): Sus atributos son armadura, cráneo, dedo ante la boca, estatua de la Virgen María y pájaros. Gules: Color heráldico: rojo representado gráficamente por un tachado vertical. Gumersindo, mártir (On. 19 de enero): Su atributo es el pez espada. GYN J. M. MARTÍ BONET Gyneikáion: Lugar que las iglesias del rito griego tienen destinado a las mujeres. Normalmente hay tribunas, pero donde no las hay es una nave lateral. En el barroco recibirá la denominación de recinto de la “celosía”. 114 H Habacuc, profeta (On. 15 de enero): Sus atributos son ángel, pan y trompeta (fin del mundo). Habas: Atributo de san Medín. Hacha: Atributo de san Adrián, san Anastasio, san Baldimiro, san Cucufate, san Hermenegildo, san Mateo y san Matías. Halcón: Atributo de san Eustaquio, san Huberto y san Julián Hospitalario. Hanc igitur oblationem: Oración del canon primero romano que se une al Communicantes del canon, completándolo, y en la cual el sacerdote le pide a Dios Nuestro Señor que acepte benignamente el sacrificio y por éste dé a todos la paz aquí en la tierra, que nos libre de la muerte eterna y que nos quiera contar entre los bienaventurados del cielo. Generalmente es invariable, salvo en Pascua y Pentecostés, que es ampliado con una plegaria por los nuevamente bautizados. La ceremonia de extender las manos sobre la oblata al decir el Hanc igitur todavía no se conoce en el Ordo del año 1300, y no lo será hasta el Ordo de Burkardo II de Strasburgo del año 1502, de donde la tomó san Pío V para el misal romano.* Hastil: Pértiga o valla sobre la cual se fija la cruz. Hebdomada in albis Paschae, Paschalis: Semana de Pascua. Hebdomada media: Semana después del domingo Laetare. Hebdomada Passionis: Antes del concilio Vaticano II: Semana después del domingo de Pasión (o último domingo de Cuaresma). Hebdomada poenalis, poenitentialis, poenosa: Semana Santa. Hebdomas: Denominación griega de la semana. Empieza en la Cuaresma con el lunes. La Semana Santa es denominada la gran semana. Hebdomas in authentica: Nombre que en los primeros tiempos de la edad media se daba a la Semana Santa por ser la más distinguida y la más importante del año eclesiástico. Hégira: V. Año del Hégira Helena: V. Elena Hendidura: Rendija o grieta. Heráldica: Ciencia que estudia los escudos de armas. Una parte muy importante de la mencionada ciencia es la que hace referencia a la composición interna del escudo (es decir su forma), a los puntos, a las cargas y a las divisiones del campo, a los esmaltes y a las brisuras. También trata de la parte externa de la composición del escudo: el acompañamiento, timbre y los sujetadores. La heráldica se divide de la siguiente manera: corporativa (asociaciones), gentilicia (linajes), municipal (localidades), estatal (estados), eclesiástica (instituciones de la Iglesia)... Los escudos de armas tienen su origen en el campo de batalla (siglo XII) para dirigir a los contendientes y a los torneos. Los escudos los empleaban fundamentalmente los nobles, burgueses y aun labradores. V. Blasón. Fig. 273, 274, 275, 276, 278, 279 y 280 Heráldica corporativa: V. Heráldica de asociaciones Heráldica eclesiástica: V. Heráldica de clérigos Heráldica estatal: V. Heráldica de estados Heráldica municipal: V. Heráldica de localidades Heraldo: Oficial de armas, la misión del cual consistía en examinar los escudos de armas de los participantes en los torneos para comprobar si todos los ornamentos, las piezas y figuras que aparecían en el escudo estaban en regla. Iba vestido con una dalmática. V. Heráldica Heriberto, obispo (On. 16 de marzo): Su atributo es la paloma. Hermandad: Asociación de fieles con entrada libre, fundada para fines caritativos o religiosos, erigida formalmente o con la aprobación de la autoridad eclesiástica, enriquecida con indulgencias u otros privilegios eclesiásticos. El antiguo Derecho canónico (c. 707) distingue: 1. Piae uniones: asociaciones que deben tener una misión orgánica como el apostolado y las hermandades usuales; 2. Sodalitates: asociaciones como las congregaciones marianas o las de terciarios; 3. Confraternitates: que son hermandades en sentido estricto y que tienen por finalidad promover el culto público, como son las cofradías del Santísimo Sacramento o de la doctrina cristiana. El antiguo Derecho canónico (c. 708 ss.) contiene las prescripciones detalladas sobre la situación canónica de las tres clases de hermandades. Las devociones practicadas en común por estas hermandades tienen carácter litúrgico porque lo tienen de ellas mismas; en cuanto a la plegaria son actos del culto privado y, por lo tanto, alitúrgicas. Las hermandades de la iglesia ya se remontan al siglo XI. Las hermandades de oración del siglo VII son sus predecesoras. Establecidas por los dominicos, HER J. M. MARTÍ BONET carmelitas y servitas, se propagan en el siglo XIII y más todavía en el siglo XVI. Hermenegildo, mártir (On. 13 de abril): Sus atributos son hacha y monograma de Cristo. Herradura: Atributo de san Eloy. Herradura, arco de: Fig. 21 Herramientas: Atributo de san Aniano, san Baldomero, san Crispín y san Paulino de Nola. Herramientas de carpintero: Atributo de san José. Herramientas de floricultor: Atributo de san Fiacre. Herramientas de herrero: Atributo de san Eloy. Hersia (Rastella rastrum): 1. Viga (pergula) o candelabro de pie con una gran cantidad de luces colocadas en hilera, la una tras la otra. Estas hileras de luces eran muy usuales en la edad media y se colocaban a los dos lados o delante del altar; 2. Denominación medieval del rastrillo de los cirios. Hexástilo: Pórtico que tiene seis columnas en su fachada principal. Hidria: Jarrón grande empleado por motivos decorativos o para tener plantas de flores. Hierbas, manojo de: Atributo de san Ciro, santa Irene romana, santa Práxedes y santos que lucharon contra los herejes. Higinio, Papa y mártir (On. 1 de enero): Su atributo es el pergamino. Higos: Atributo de santa Rita de Casia. Hilada: Hilera horizontal de ladrillos, sillares, etc., la superposición de los cuales hace crecer una pared en altura. Hilario (On. 28 de noviembre): Sus atributos son cuna, destrucción de la Tarasca (ídolo) y niños. Hilario de Poitiers, obispo y doctor de la Iglesia (On. 13 de enero): Su atributo es la serpiente. Himnario: Colección ordenada de los himnos del año litúrgico y de las fiestas que se celebran, establecida en la edad media para los oficios divinos. Santa Eulalia de Barcelona lleva en sus manos un himnario con el que cantaba a su Dios a Jesús –verdadero Dios y hombre- a María y a los santos y santas. Himno (griego hymnos): Canción de alabanza introducida en la literatura latina por los Santos Padres. Significa, en un sentido amplio, toda composición litúrgica de alabanza, de acción de gracias o de plegaria, sea en forma rimada o en forma libre, por ejemplo el Te Deum, Gloria, el Sanctus, los salmos y los cánticos. En sentido estricto, significa pieza de canto litúrgico en forma métrica, sea independiente, como los himnos del breviario, las secuencias de la misa o los cánticos de procesiones, sea formando parte de otro texto como los tropos del antifonario o del gradual; en sentido más concreto son los cantos métricos o rítmicos del oficio (breviario). Los himnos forman en Oriente y en Occidente una parte de la liturgia. En Oriente fueron admitidos en la liturgia durante la mitad del siglo IV. La poesía hímnica de los griegos logra su mejor desarrollo entre los siglos V y VIII. En el siglo VIII la disputa de las imágenes interrumpió y perjudicó este desarrollo, y en el siglo XI este tipo de poesía acaba por desaparecer. En Occidente san Ambrosio es una figura de representación definitiva en el uso de los himnos en la liturgia. Sus himnos aparecen en la regla de san Benito como partes integrantes del oficio divino. Hacia el siglo VIII la 116 poesía hímnica adquirió en Occidente un singular desarrollo. La liturgia romana se oponía a la admisión del canto de los himnos; a mediados de siglo XII todavía no estaba en uso, pero se generalizó en el siglo XIII. La reforma del misal y del breviario, por san Pío V, establecía un orden nuevo de los himnos sacrificando muchas secuencias, mientras los himnos del breviario experimentaban pocos cambios. La forma poética de los himnos, tanto en Oriente como en Occidente, era la métrica basada en las combinaciones de cantidades; en los himnos de factura tardía domina en Oriente y en Occidente el ritmo basado en el acento de la palabra que es mucho más ventajoso para el canto. La rima del final del verso en los himnos se encuentra ya muy pronto, en los de san Ambrosio y de Sedulio por ejemplo; más tarde, la rima es más frecuente, y en los siglos XI y XII domina absolutamente. En tiempos del papa Urbano VIII se hicieron algunas reformas, no demasiado acertadas, adaptando los himnos a las reglas de la métrica del latín clásico, según las corrientes clasicistas, pero no tuvieron éxito. En el rito romano los maitines de la Epifanía, los de los tres últimos días de Semana Santa, los de Pascua y octava y el oficio de difuntos no tienen himno. Cada hora de todos los otros oficios tiene siempre un himno, el de maitines, tertia, sexta, nona... es antes de los salmos, después del concilio Vaticano II los himnos también están delante de los salmos de laudes, vísperas y el de completas va detrás de los salmos. Los himnos se cantan en el coro de pie, la rúbrica no manda arrodillarse. La estrofa final del himno va dirigida a la Santísima Trinidad, igual que la doxología final de cada salmo; va dirigida al Hijo en las solemnidades de Navidad o de la Epifanía, y a la Virgen María en los días y en las fiestas que tienen alguna relación con ella. Los himnos yámbicos dímetros cambian su estrofa final por la estrofa de final del himno de la fiesta. Actualmente son muchos y muy variados. Himno angélico: V. Gloria in excelsis... Himno seráfico: V. Sanctus Hipólito, sacerdote y mártir (On. 13 de agosto): Sus atributos son alabarda y armadura. Hisopo (Aspergilis): El objeto que sirve para hacer las aspersiones con agua bendita. Está formado por un manojo de pelos atados en el extremo de un mango o por una bola de metal vacía, agujereada, en el interior de la cual se suele colocar una esponja; esta caja va montada en el extremo de un mango o bien tiene la forma de una piña de pino proveída de un mango. Al bendecir el agua se añadía sal. De aquí viene el nombre en catalán “salpasser”, puesto que siempre contiene un poco de sal. V. Aspersorio ** Fig. 226 Hisopo: Atributo de san Antonio de Padua, santa Marta, san Pedro (compañero de Marcelino), san Salvador de Horta y santa Ubaldesca. Hisopo: Se dice también del aspersorio (para asperger). Recuerda a una planta pequeña y muy olorosa que se encuentra a los prados secos de montaña y que se prestaba a ser apta para la aspersión.** Fig. 242 Historia: En lenguaje medieval litúrgico significa: 1. La Sagrada Escritura, los pasionarios, los legendarios y las 117 SACRALIA ANTIQUA lecciones admitidas en el breviario; 2. Los responsorios que siguen a estas lecturas que continúan y desarrollan las ideas en ellas contenidas; 3. Las partes del oficio contenidas en el antifonario, incluso las que no se recitan; 4. Los oficios rimados de finales de la edad media (historiae rythmicae, rhitmatae, rimatae). 5. Himnos cantados a dos bandas por los cristianos primitivos en el Imperio romano, a Cristo como Dios que es, según testigo de Plinio el Joven. Hito (guardacantón): 1. Pilón de piedra de forma cónica o piramidal, más alto que ancho, que se coloca para servir de guarda-ruedas; 2. Piedra colocado en el suelo para indicar un límite o parte, una distancia. En los documentos medievales aparecen como “afrontaciones”. Fig. 89 Hoja de acanto: Elemento arquitectónico. Fig. 3 Hoja de altar: La imagen del altar, la pintura del altar o la mesa del altar. Hombres y mujeres: V. Separación de hombres y mujeres en la Iglesia Homiliario (homiliarium, liber humiliarius): Colección medieval de homilías ordenadas según el propium de tempore y el proprium de sanctis del año litúrgico, que se empleaba en las vigilias del oficio. Son conocidas las homilías de Pablo Warnefried (año 790) y el del abad Alano de Farfa (a. 790).* Honda: Atributo de san David. Honorato de Amiens: Obispo y patrón de los panaderos (On. 16 de mayo): Sus atributos son pan y placa de panadero. Horas (Horae, preces horarum): Nombre del oficio divino que recibe diversas denominaciones, ya que su uso se divide en determinadas horas del día y de la noche. Se llaman horas canónicas (horae canonicae) porque están prescritas por los cánones, ordenadas en horas y reguladas en todos los detalles. Horas del día: Nombre de las diferentes partes del oficio divino distribuidas según las horas del día. Horas menores (Horae minores, parvae): Palabra colectiva para designar las horas de prima, (antes del concilio Vaticano II) tertia, sexta y nona distinto de las laudes y las vísperas; toman este nombre no sólo por razón de su menor extensión, comparadas con las laudes y las vísperas, sino que tanto si se rezan privadamente como en el coro, se rezan con menos solemnidad. Hornacina (o nicho): Vacío que se deja en la pared para colocar una escultura o imagen. Hornacina clásica: Fig. 92 Hornacina románica: Fig. 91 Horno: Atributo de santa Áurea, santa Cristina, san Fausto, santa Marina, san Román y san Víctor. Horno Hoffman (u horno anular): Es donde se cuecen piezas de cerámica para la construcción. Durante el proceso hay que distinguir tres etapas: 1/ preparación de la pasta después de moler la tierra arcillosa, 2/ cinta transportadora de la pasta y conformación automática de la misma, 3/ secado y cocción de las piezas en horno de fuego móvil o en fuego fijo. Hosanna: Forma grecizada del hebreo Hoschianna. Originariamente era una súplica (“ayudadnos”) que pasó a significar la expresión de júbilo exultante, significado que todavía tiene el Sanctus de la misa. HIT Hostia (hostia, oblata, también oblia en la edad media; griego prosphorá): Pan que sirve para el sacrificio eucarístico originariamente ofrecido por los fieles (ofertas naturales). Se debe amasar con harina pura y agua sin ninguna mezcla. En Occidente, desde el siglo VIII, se sirve de pan ácimo (sin levadura); en Oriente, exceptuando a los armenios y los maronitas, se usa pan con levadura; incluso entre los griegos el pan ácimo es inválido. Recientemente la Santa Sede ha establecido unas normativas (a. 2008). Su forma en tiempos más antiguos era redonda y panes con cortes iniciados o grietas para partirlo más fácilmente; también tenía la forma de un roscón (corona rotula) o la de un pequeño pastel triangular. Las hostias consagradas se tenían que partir antes de la comunión y debían ser distribuidas entre los fieles. Las hostias delgadas con forma de moneda (in modum denarii, in formam nummi) con una cruz o con la figura del Salvador, tales como las tenemos hoy, gruesas para la misa y pequeñas para la comunión de los fieles, entraron en uso después de la época carolingia; por razón de su comodidad ya se habían generalizado a inicios del siglo XII. Después cesó el ofertorio de las oblaciones naturales, y se empleó un gran cuidado en la preparación de las hostias. Generalmente tan sólo los presbíteros o los clérigos podían prepararlas. Los hostieros (ferrum oblatorium, ferrum characteratum, molle ferreum) ya eran conocidos a finales del siglo IX. Los ritos orientales prescriben que las hostias deben ser hechas del día; el rito romano prescribe que deben ser frescas (recentes); en todo caso no pueden tener más de un mes.* Hostia: Atributo de santa Juliana de Falconieri. Hostiario: Caja donde se guardan las hostias destinadas a la celebración de la Eucaristía. Primero fueron de hierro, y después de plata, de cobre o de algún otro metal.** Hostiarios (ferrum oblatorium, ferrum characteratum, molle ferreum): Especie de tenazas largas con dos planchas redondas o rectangulares en el extremo con la figura de la hostia dibujada en el interior donde se pone la pasta de hacer las hostias. Ya se citan en el siglo IX. Hostiera: V. Hostiario Hoz: Atributo de santo Domingo de la Calzada, san Mateo y san Vicente. Huberto, obispo (On. 3 de noviembre): Sus atributos son arco con flechas, cuerno, ciervo, flechas, perro y velo. Hucusque: Apéndice añadido al sacramentario gregoriano que el papa Adriano I envió a los francos introducido por Alcuino, como appendix o complemento que empezaba su introducción con Hucusque; este complemento contiene la misa y otros formularios litúrgicos que estaban en uso en la Galia y que no son mencionados en el Gregorianum.* Hueso: Atributo de san Galo, san Eliseo, santa Eufemia y san Ezequiel. Huesos: Atributo de san Humberto. Hugo de Grenoble (On. 1 de abril): Sus atributos son cisne, siete estrellas en el estandarte y flores. Hugo de Lincoln, monje cartujano y obispo (On. 17 de noviembre): Sus atributos son ángel, cáliz y cisne. Humberto, monje (On. 26 de marzo): Sus atributos son chorro de agua, hueso y velo. HUM J. M. MARTÍ BONET Humeral: Tela litúrgica que sirve para cubrir los hombros al llevar el Santísimo, sea para dar la bendición, sea para llevar el viático.* Humeral del acólito que lleva la mitra (mappa, velum): Antes del concilio Vaticano II: Velo de seda que lleva el acólito que sostiene la mitra cuando el obispo celebra de pontifical, si no lleva capa pluvial según el ceremonial lo debe llevar en el cuello y con los picos debe sostener la mitra. Se cita en el Ordo de Gaietanus con el nombre de tobaleia.* Humeral del Patenarius (velum, sindon, palla, pallium, palliolum, mantellum, mantile, mappula, offertorium): Antes del concilio Vaticano II: Humeral de seda que tapaba los hombros con el cual el subdiácono sostenía la patena desde el ofertorio hasta el Pater noster. Aparece en los Ordines comuni de los siglos VIII y IX, pero entonces tenía el cargo de patenarius un acólito, a la vez que este pasó al subdiácono mucho más tarde; en Roma en los siglos VI y XII y fuera de Roma, en muchos lugares, después de la edad media. Donde el subdiácono hacía de patenarius, a veces sostenía la patena con el manípulo, pero por regla con el velum (mappula, offertorium), con el cual había llevado el cáliz de la credencia al altar; donde el monaguillo era el patenarius sostenía la patena con un pequeño manto que en París era llamado soc; el patenarius existió en París hasta el siglo XVIII.* Huso de hilar: Atributo de santa María de la Cabeza. Hypapante (del bizantino ypantáo, encontrarse): Denominación griega muy extendida en Occidente de la Presentación del Hijo de Dios en el templo, produciéndose el encuentro de Simeón y Ana con el Hijo de Dios, fiesta llamada también Purificación de la Virgen María. Hyperdulia (griego yperdoyleia): V. Cultus hyperduliae Hypogeum: Construcción subterránea destinada generalmente a sepultura, o a lugar de culto. Cementerio subterráneo (catacumba): V. Coementerium 118 I Idiómelon: Canto del oficio del rito griego que no ha sido tomado de la melodía de ningún otro canto. Ídolo destruido: Atributo de san Alejandro soldado, san Ponce, santa Susana, san Timoteo y san Víctor de Marsella. Ieiunium mensis primi, quarti, septimi, decimi: V. Témporas Ierateion (Ierón): Significa en griego el espacio del altar de la iglesia. En sentido especial el santuario. Ieratikón (Bíblion): Libro litúrgico del rito griego en el cual, por razón de comodidad, se encuentran las oraciones que el sacerdote debe rezar en la misa, en la ordos y en la esperinos. Es de origen moderno y no tiene carácter oficial. Ierodiakónikon: Libro del rito griego en el cual se encuentran reunidas las oraciones que tiene que decir el diácono en las ceremonias litúrgicas. Ierosyne: En el rito griego significa el sacramento de la orden, especialmente la primera tonsura llamada también Cheirotonía por razón de la imposición de las manos. Ieroygía: Leitúrgia. Significa la celebración del sacrificio eucarístico. Ieroyrgós: Sacerdote que celebra los actos litúrgicos, el celebrante. Iglesia (dominicum, domus dominica): En sentido estricto, significa asamblea de los cristianos. También significa el lugar de reunión de los fieles para celebrar los actos del culto, y en sentido más amplio, toda casa dedicada al Señor. V. Ecclesia Iglesia de doble coro: La iglesia con dos coros o ábsides principales. El uno estaba en la parte posterior y más estrecha de la misma; el otro, en la parte anterior. El primero generalmente estaba dedicado al titular; el segundo al copatrón. Hasta época carolingia se construyeron pocas iglesias con coro doble; de esta época, en cambio, hasta la del gótico, son muchos los casos sobretodo en las iglesias de estilo románico. Prácticamente desaparece con el gótico, encontrándose escasos ejemplares de doble coro en las iglesias de este estilo. Iglesia del cementerio (cella coemeterialis, basilica coemeterialis): La capilla pública erigida en los cementerios y adscrita a una parroquia, en la cual se celebran funerales y aniversarios en sufragio de los difuntos. Ya antes de los tiempos constantinianos había capillas en los cementerios. En los tiempos de las persecuciones servían también para la celebración de los oficios divinos con la comunidad cristiana, pero esto sucedía muy raramente. Los cristianos no vivían en las catacumbas, tal como algunos creen erróneamente. Iglesia parroquial (ecclesia parochialis, plebes): La iglesia consagrada o bendecida solemnemente destinada a celebrar las ceremonias del culto de una demarcación, erigida en parroquia y para practicar las funciones litúrgicas de la parroquia. Iglesia de regulares (Ecclesia conventualis): La iglesia que pertenece a un convento en la cual hay religiosos que cuidan del culto que se celebra en ella. Iglesias propias: Parroquias (o mejor dicho iglesias) que dependen directamente del señor feudal en cuanto propietario que las construyó, o las compró o las heredó. La elección del rector en este caso la hacía el señor feudal con el consentimiento del obispo. Desaparecen con el Tratado de Worms en el año 1122 debido a los abusos de la simonía. Iglesias seculares: Las iglesias en las cuales la clerecía secular cuida del culto. Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (On. 17 de octubre): Sus atributos son el arpa, corazón con dardos (dentro del pecho devorado por leones) y león. Ignacio de Loyola, sacerdote (On. 31 de julio): Sus atributos son paloma, globo de la Tierra, lobo, nombre de Jesús y los textos latinos A.M.D.G. (Ad maiorem Dei gloriam), I.H.S y Oh Sanctissima Trinitas. Igniterium: Denominación medieval del toque de queda, que tomaba este nombre porque al oírlo tocar se debía cubrir el fuego de la chimenea, por razones de seguridad. IHS: Frase de Bernardino de Siena IHS: Frase de Ignacio de Loyola. IHS: Frase de Juan de Capistrano. IHS: Frase de Mónica. Ikonostase (Eikonóstasis, Eikonostásion): Denominación que los rusos y los eslavos del sur dan al retablo que cierra el espacio del altar. Ikonostase (templon eikonóstasis): Pared de madera con tres puertas, una grande en medio y dos pequeñas laterales, que separa el espacio del altar del resto de la iglesia. Esta pared está llena de pinturas, las unas encima las otras, y en medio de todo la figura de Cristo clavado en la cruz con corona, es decir una majestad. La puerta central llamada “santa”, la “magnífica” o la “real”, siempre tiene en la parte derecha la ILD J. M. MARTÍ BONET figura del Salvador y a la izquierda la de la Virgen María. Sólo pasan por ella los sacerdotes y los diáconos. Su parte baja se puede cerrar con dos alas y su parte superior con un velum. La pared figurada tiene su origen en las rejas columnadas que cerraban los altares a finales de la edad media y en las cuales se sustituyeron las columnas por pilares de madera y se colocaban mesas pintadas entre columna y columna en vez de poner el velo en su parte posterior. Ildefonso de Toledo, obispo (On. 23 de enero): Sus atributos son aparición de la Virgen María, casulla que recibió de María Santísima y velo. Imágenes de las iglesias: Las imágenes o figuras en el templo sirven: 1. Como ornamento de las paredes, techos, bóvedas, mobiliario, ventanales, vasijas litúrgicas y ornamentos sagrados; 2. Para la edificación religiosa, para el ánimo y formación religiosa de los fieles; 3. Como objetos del culto. Por su construcción, sea en relación con el material, sea por su representación, tienen que ser dignos, edificantes y comprensibles de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y las costumbres tradicionales de esta; se tiene que evitar toda representación insólita, que llame la atención singularmente y sobre todo tienen que estar libres de todo elemento profano, inadecuado o que excite o que choque con los sentidos. Las prescripciones que determinan cómo tienen que ser las imágenes son muy limitadas, y se reducen a decir aquello que determinó el concilio Tridentino que prohíbe las representaciones de imágenes extrañas, que contradicen su procedencia, que desdicen de la dignidad de la casa de Dios y del culto; en lo que al resto se refiere se deja plena libertad a los artistas. Los ritos orientales sólo permiten imágenes pintadas, mientras el rito latino no valora ninguna diferencia entre las representaciones de esculturas y pintadas y admite las dos en las iglesias.* Imágenes del culto: Imágenes que se colocan en la iglesia no sólo para la ornamentación de la edificación y la educación religiosa de los fieles, sino para finalidades de culto, colocadas especialmente para su veneración –como por ejemplo la cruz y las imágenes del altar– y de especial devoción, entre otros. La veneración que se les tributa es un cultus relativus según manda el concilio de Nicea II (787), es decir, un culto que no se tributa a la imagen, sino a aquello que la imagen representa. Este culto se manifiesta con el hecho de rezar ante las imágenes, adornarlas e incensarlas, encenderles luces o velas, inclinando la cabeza delante de ellas, llevándolas en procesión, etc. En ellas se tiene que evitar todo cuando es inadecuado, lo que se contradice al uso corriente, aquello no habitual o que levanta indignación y todo cuando contradice a las prescripciones de la Iglesia en aquello que al culto de las imágenes hace referencia. Por eso, por ejemplo, las imágenes estaban cubiertas en tiempos de Pasión para que así centraran la atención de los fieles en el tema nuclear de la Semana Santa. Las imágenes no se pueden llevar en las procesiones bajo tálamo, ni pueden ser colocadas sobre el sagrario o tabernáculo de la exposición, salvo la cruz del altar. En la misa solemne, cuando se inciensa el altar, también se deben incensar las imágenes del altar. Imágenes sagradas: Por una tradición muy antigua de la 120 Iglesia, es costumbre que se expongan a la veneración (no adoración) las imágenes y reliquias de los santos así como de Cristo y de la Virgen María. El concilio de Nicea II (787) admitió el culto distinguiendo lo que es la adoración de la veneración.** Immolatio: Una segunda denominación del prefacio de la misa en el rito galicano (V. Contestatio). Tomaba el nombre de Immolatio porque con él empezaba el sacrificio propiamente dicho. Impluvium: V. Atrio Imposición de las manos: Gesto litúrgico —ya en Antiguo Testamento— de transmisión de un poder o de bendición, de curación de enfermos y del poder de conferir un ministerio eclesial. Se encuentra en la confirmación como donación del Espíritu Santo, en la plegaria eucarística, en los otros sacramentos, como en el conferir la orden sagrada a obispos, sacerdotes y diáconos...** Imposición de las manos (Impositio manus o manuum): Ceremonia que aparece a menudo en los actos litúrgicos y que puede ser un sacramento y símbolo de la comunicación de las gracias sobrenaturales o la entrega de la potestad plena, como sucede en el sacramento de la confirmación y en la ordenación del diácono y del sacerdote, así como en la consagración del obispo. Es un sacramental en la visitación de los enfermos y como tal la expresión de una comunicación sobrenatural del fortalecimiento del alma y del cuerpo. Tiene un carácter de exorcismo en la administración del bautismo y en la oración Hanc igitur del canon primero de la misa. En la primera significa la purificación y la santificación del agua de bautizar por virtud del Espíritu Santo; en el canon antes de la consagración es una expresión simbólica del ofrecimiento del sacerdote hecha por él mismo y de los fieles que asisten a la misa como intermediarios, unida con la renovación del sacrificio del Calvario.* Imposición de las manos en los ritos del Bautismo: Ceremonia observada ya hacia el año 300 en un canon del sínodo de Elvira, que se practicaba en la admisión al catecumenado. En los escrutinios romanos se repetía en cada escrutinio. Antes del concilio Vaticano II sólo aparece en la ceremonia del comienzo de la primera parte de la administración del bautismo; en el bautismo de un adulto aparece también en el inicio de la segunda parte. En uno y el otro significa la destrucción del poder del demonio y la toma de posesión de Cristo y de la Iglesia en el catecúmeno.* Imposta: Sillar o hilera de sillares, generalmente moldurados y más salientes que la pared sobre los cuales descansa un arco o una bóveda. Fig. 157 Imposta de un arco: Fig. 12 Improperios: Quejas conmovedoras de Jesús Crucificado por la ilimitada ingratitud de su pueblo. Se cantan el día del Viernes Santo a la hora de la adoración de la Cruz, alternando dos solistas y dos coros. Sigue los tres primeros versos cada vez como refrán el trisagio: Hagios oh Theos, Sanctus Deus, siguiéndoles el verso Popule meus, quid feci tibi. Los improperios se introdujeron en el rito de la adoración de la Cruz en el siglo X, y según indican todas las probabilidades en Francia; pronto se generalizaron aquí, pasando después 121 SACRALIA ANTIQUA a Roma, donde, según el Ordo de Bernardus, en el siglo XIII ya estaban en uso.* In principio erat Deus...: Frase de Juan evangelista. In vitam aeternam: Frase de Matías apóstol. Incensación (incensatio): Ceremonia que se practica en todos los ritos en la misa solemne y también en otras funciones, que consiste en perfumar con incienso ciertas cosas y también personas. Su introducción en el culto cristiano fue posible cuando desapareció el temor a alguna mala interpretación de la idolatría en los dioses paganos (era muy frecuente idolatrar con incienso a los falsos dioses), por lo tanto, entró como muy pronto en el siglo IV, y pudo extenderse rápidamente. Según el rito romano se inciensa después de haber puesto incienso sobre las brasas encendidas que hay en el incensario y después de haberlo bendecido, exceptuando cuando se inciensa el Santísimo expuesto; y se dan uno, dos o tres incensaciones (ductus) según la clase de función, o se inciensa levantando varias veces la incensario hacia el objeto que se quiera incensar. Se hace uso del incienso en la misa solemne, en las vísperas y laudes solemnes, en la consagración de la iglesia o de un altar, en la bendición de un cementerio, en las bendiciones de ceniza, de las candelas y de las palmas, en la exposición del Santísimo, en las bendiciones con el Santísimo y en las procesiones del mismo, en las exequias, en la administración solemne del bautismo, etc. La incensación de laudes se hace durante el canto del Benedictus, en las vísperas durante el canto del Magnificat, en la misa solemne después de subir al altar, en el canto del evangelio, en el ofertorio y en la elevación que sigue a la consagración. La significación de la incensación es diferente según el acto. Significa el culto de latría absoluto a la hora de la elevación, en la bendición, exposición y procesión con el Santísimo; significa el culto de latría relativo a la incensación del evangelio, del altar del santo Cristo, de la cruz, de las reliquias de la cruz; significa el culto de dulía y la incensación de las reliquias e imágenes de los santos; significa veneración religiosa la incensación del celebrante, de los ministros y del pueblo en la misa solemne, en el recibimiento solemne hecho al obispo, en el Libera me, Domine (empleada en las exequias) y en la sepultura de los difuntos; es un sacramental en las bendiciones y consagraciones. La incensación que en la misa solemne sigue al ofertorio, es una presentación de la ofrenda del pan y del vino que completa la oblación, como se deduce de las palabras que acompañan a la incensación: Incensum istud a te benedictum... El rito griego siempre tiene la incensación en forma de cruz. Incensario (thuribulum, incensorium, fumigatorium, sulfitorium, thymiamatorium; griego, thimiatésion): Pequeño vaso o recipiente que se encuentra en todos los ritos que sirve para las incensaciones litúrgicas; se sujeta con tres cadenas — raramente con cuatro— con una anilla en el extremo que en Occidente tiene un pequeño pie en la base y una tapa agujereada en la parte superior y que en Oriente es casi siempre destapado. La ornamentación del incensario sigue el estilo dominante de la época. A finales del románico y durante el gótico adoptaba a menudo una forma IN arquitectónica. Tiene siempre como complemento un vaso o recipiente para contener el incienso denominado naveta (acerra, incensorium, navicula) y desde la segunda mitad de la edad media una cucharilla para coger y echar el incienso en el incensario. La Iglesia hace uso del incienso como símbolo de adoración y de plegaria; también para expresar veneración hacia todo lo que se refiere a Dios: la cruz, el altar, el libro de los Evangelios, las ofrendas sobre el altar, el sacerdote que preside la celebración, los difuntos por el respeto que se merece el cuerpo que ha sido bautizado. Fig. 84 y 244 Incensario: Atributo de santa Lutgarda, santa María de Salomé, santa Pelagia y san Zacarías. Incensorium: En la edad media significaba: 1. Los incensarios; 2. El receptáculo para contener el incienso. Incensum: La resina que toma este nombre porque se enciende para producir perfume. Inceptionale: En la actualidad se denomina gradual, en el cual a finales de la edad media era costumbre anotar las entonaciones de las antífonas y otros cánticos del oficio así como de la misa para ser su uso más manual. Incienso (incensum, thus, [tus]; griego, tymiama, líbanon): Perfume balsámico y perfumado que forma una especie de granos rojizos o rosas procedentes de la resina de un tipo de pino que ya se utilizaba en el Antiguo Testamento para el culto y que entró en el culto cristiano cuando las incensaciones no ofrecieron ningún peligro a malas interpretaciones. El humo del incienso quemado que se eleva en el aire expresa la adoración o sencillamente el homenaje. Hoy se acostumbran a mezclar otros ingredientes con el incienso. Cuando se canta el praeconium pasche, desde el siglo II, se colocan cinco granos de incienso bendecido por el sacerdote en cirio pascual (es el acto de la bendición del cirio pascual). En la consagración del altar, desde la edad media, después de las unciones de la mesa, se queman cinco granos de incienso en cada lugar ungido, así como es costumbre romana que ya desde el siglo VIII poner tres granos de incienso dentro del relicario cuando se hace la “recondición” de las reliquias.* Inclinación (inclinatio, griego proskínesís, y metánoia ikrá): Doblamiento del cuerpo o inclinación de la cabeza. Según las rúbricas de antes del concilio Vaticano II se distingue una inclinación profunda en la cual se dobla toda la parte superior del cuerpo y una mediocres en la cual sólo se dobla la cabeza y la parte superior del cuerpo, y esta acostumbra a dividirse, según los rubricistas, en una inclinatio capitis magna, media y parva (inclinación profunda, media y simple), la primera de las cuales se practica en el Gloria Patri, al pronunciarse el nombre de Jesús, en el Oremus, en el Agnus Dei y en varias partes del Gloria y del Credo, Prefacio, etc. La segunda inclinación se practicaba según las circunstancias, respondía al cultus de latria. Esta se hacía al pronunciar el nombre del santo en honor del cual se celebraba la misa y oficio, al pronunciar el nombre del Papa y en algunas otras circunstancias. La inclinación en la mayoría de los casos tiene carácter de manifestación externa de una reverencia religiosa. Es una expresión externa del arrepentimiento en el Confiteor; de petición llena de confianza en el Munda INC J. M. MARTÍ BONET cor meum del evangelio; en el Oremus y en el Agnus Dei. Las prescripciones de las inclinaciones que el rito romano tenía se encuentran ya en práctica a finales de la edad media, como lo demuestra el Ordo de Burkardo de Strasburgo. Los ritos orientales no conocen la inclinación de cabeza. El inclinatio corporis de los orientales, que consiste en una profunda inclinación del cuerpo, va acompañada del tocar el suelo el sacerdote con la mano derecha, cosa que sustituye el arrodillarse que es desconocido por los orientales.* Inclinación: (después del concilio Vaticano II) En la liturgia, hacer inclinación es un gesto con que manifestamos la reverencia y el honor que tributamos a las personas mismas o a sus signos. La inclinación se puede hacer sólo agachando la cabeza. Entonces hablamos de inclinación de cabeza, y esta se hace cuando se nombran juntas las tres personas divinas y cuando se pronuncia el nombre de Jesús, de la Virgen María y del santo al que se hace memoria en la celebración litúrgica. La inclinación profunda se hace a partir de la cintura, y se hace en el altar y en algunas oraciones en que se pide la protección divina o la petición al leer el evangelio.** Indicción: Es un periodo cronológico de 15 años. Empieza en Egipto y se extiende por toda Europa ya en el siglo IV después de Cristo. Se establece como plazo a quo en el año 313. Una vez acabado el periodo de 15 años, vuelve a empezar sin indicar el periodo anterior. Este periodo (la indicción) es muy empleado en los documentos pontificios. Indio: Atributo de san Francisco Javier, san Francisco Solano, san Luis Bertrán, san Pedro Claver y santo Toribio de Lima. Indulgencia: Remisión de la pena temporal o de la pena de la otra vida (en el purgatorio) por los pecados, concedida fuera normalmente de la penitencia por los prelados de la misma Iglesia del tesoro espiritual de la Iglesia, de los méritos de Cristo y de los santos. Es condición indispensable para ganar las indulgencias la ejecución de las buenas obras prescritas, como pueden ser la oración, las limosnas, recibir los sacramentos de la penitencia y eucaristía, ayunar, etc. Es de fe que la Iglesia puede conceder indulgencias y también que ganarlas es cosa saludable. La doctrina sobre las indulgencias se basa en las verdades de fe que enseñan que la Iglesia tiene poder para perdonar las culpas y las penas por ellas debidas; en que Cristo compensó sobradamente por las culpas de los hombres y que a los miembros de la Iglesia, junto con Cristo y los santos, se comunican los unos con los otros. En las indulgencias se distingue, según la pena perdonada, entre plenaria o parcial; esta última es una remisión de una parte de la pena temporal debida por nuestros pecados, mientras que la plenaria es una remisión de toda la pena debida si el que la gana practica las condiciones prescritas. Las indulgencias se pueden aplicar a los difuntos (almas del purgatorio) sólo en calidad de sufragio. Las indulgencias ya aparecen en los primeros tiempos del cristianismo. La indulgencia primero consistía en una condonación mediata de las penas temporales, perdonando en parte o totalmente las penas impuestas por la Iglesia o en el cambio de la misma en una pena menos cargante. Sólo en la segunda mitad de la edad media tuvo 122 lugar la indulgencia que aportaba la remisión inmediata de las penas temporales con la condición de practicar ciertas buenas obras para obtenerla. Las expresiones 40, 80, 100 días de indulgencia, así como 7 años y 7 cuadragésimas, recuerdan la práctica primitiva del perdón de la Iglesia. Hay que recordar que los penitentes tenían un número de días fijados para cumplir las penitencias.* Indutus planeta: Explicación del rito de la misa, introducida en el misal después del Sábado Santo, equivalente al actual Ordo Missae del Propium de tempore que ya aparece en los misales del siglo XIII y que perdura en algunos impresos en el siglo XVI. El Ordo es llamado Indutus planeta por razón de las palabras con las cuales empieza el texto. Generalmente se intitula Ordo agendorum et dicendorum a sacerdote in missa privata et feriali juxta consuetudinem romanae ecclesiae.* Inés, virgen y mártir (On. 21 de enero): Sus atributos son anillo, cordero, paloma, llamas y libro. Infantes: Los chicos que cantaban en la schola cantorum medieval. Ínfula: En la lengua medieval significa: 1. El birrete; 2. La casulla; 3. La mitra; 4. Las cintas y ornamentos que cuelgan detrás de la mitra (V. Mitra); 5. El vestido litúrgico en general; actualmente significa solamente: 1. La mitra; 2. Las cintas u ornamentos de esta. Fig. 296 Ingreso: Denominación de la introito de la misa del rito ambrosiano. Inocentes (fiesta de los): Fiesta de los Santos Inocentes sacrificados (asesinados) por Herodes en Belén en los días posteriores al nacimiento de Jesús. Se celebra el 28 de diciembre. Entró en práctica muy pronto en la Iglesia, a la vez que ya la encontramos citada en el calendario de Cartago (siglo V), en el Gelasianum, en el Leonianum y en el ritual galicano antiguo. Si se tercia en día de trabajo, el color que regía antes del concilio Vaticano II era el morado; el oficio no tenía Te Deum y la misa no tenía Gloria; si caía en domingo el color litúrgico era el rojo, el oficio tenía Te Deum y la misa Gloria. Todo esto siempre antes del concilio Vaticano II.* Insertio missarum: La combinación de dos o tres formularios de misas que servían para las misas bifaciatae y trifaciatae. Insignia: Característica distintiva de la dignidad de una persona eclesiástica. Estas características son la mitra, el báculo y de una manera especial el manípulo, la estola y el palio. Fig. 294, 295, 296, 297 y 298 Instructio clementina: Ordenamiento detallado dado por el papa Clemente XI en 1705, en el cual se regula, hasta el último detalle, la manera como se debe practicar en Roma la función de las “cuarenta horas”. Este ordenamiento tiene carácter preceptivo sólo para Roma, y para los otros lugares sólo tiene carácter directivo en sus indicaciones y en sus líneas generales. Instrumentos de cirugía o medicina: Atributo de san Cosme y san Damián, san Liberato y san Lucas. Instrumentos de escribir: Atributo de san Agustín, san Alberto Magno, san Buenaventura, santos doctores (los cuatro principales), santos escritores, santos evangelistas y santo Tomás de Aquino. 123 SACRALIA ANTIQUA Instrumentos musicales: Atributo de santa Cecilia, san David y san Millán. Instrumentos de pasión: 1. Son representaciones de los clavos, escalera, caña de la hiel, dados, columna de azotes, lavatorio de Pilatos... muy frecuentes en la época barroca. Véase en el Museo Diocesano de Barcelona algunos cálices que en su propio pie tienen representados los mencionados instrumentos de pasión del Señor. 2. Atributo de santa Helena, santa Catalina de Siena, santa Lutgarda, santa Magdalena de Pazzi, santa Paula, san Peregrino y santa Rita de Casia. Intención de misa: V. Aplicación Intercolumnio: Espacio vacío entre dos columnas. Fig. 104 Interrogatio de fide: Las preguntas que en todos los ritos del bautismo se dirigen al bautizado o a los padrinos sobre la creencia en la Santísima Trinidad, la redención obrada por Jesucristo, la Santa Iglesia cristiana, la comunión de los santos, la remisión de los pecados y sobre la vida perdurable. Su contestación afirmativa es expresión de la ofrenda entregada que hace a Jesucristo verdadera luz y la entrada al servicio de Cristo; por eso en griego se denomina syntagé (contrato). En los ritos orientales el bautizado está de cara a Oriente, símbolo de la presencia de Cristo que es la auténtica luz sobrenatural.* Intersticios: El espacio de tiempo que según los cánones (antes del concilio Vaticano II) había entre el tiempo en que se recibía una orden y el de la otra recepción. Según las prescripciones del derecho canónico antiguo, el espacio que tenía que intermediar entre una y otra orden menor debía ser determinado por el prudente juicio del obispo, pero de ningún modo la tonsura y el ostiariado o las otras órdenes menores (ministerios) se podían conferir todas juntasen un mismo día; el intersticio entre el acolitado y el subdiaconado debía ser al menos de un año; lo mismo que en relación entre el subdiaconado y el diaconado, y entre este y el presbiterado tenían que transcurrir al menos tres meses, excepto en el supuesto de que, a juicio del obispo, la necesidad o utilidad de la Iglesia requirieran otra cosa. Aún así, las órdenes menores y el subdiaconado o dos órdenes mayores no podían ser conferidos en un mismo día (canon 978). Los intersticios provenían de la antigua “costumbre” eclesiástica. En ellos el que va a ser ordenado debe ejercitarse en la orden recibida, prepararse y perfeccionarse, y hacerse digno para recibir un orden más elevada.* Intestinos: Atributo de san Erasmo y san Ernesto. Intradós: 1. Cara interior de un arco o de una bóveda; 2. Superficie cóncava interior de un arco o de una bóveda. Fig. 105 y 157 Intradós de un arco: Fig. 12 Introducción de la luz nueva: Ceremonia del comienzo del rito del Sábado Santo. Está relacionada con la bendición del fuego nuevo y de los granos de inciensos que servirán para el cirio pascual, y consiste en que el diácono enciende con fuego nuevo las candelas y el cirio pascual, cantando en cada sección de tiempo del ritual Lumen Christi. Originariamente se introducía la luz nueva en el templo sin canto ni ceremonias. El rito observado actualmente procede de Roma. En el INS siglo XII este rito se encontraba en sus inicios, y en el siglo XIV ya se había formado completamente. Parece ser que en el norte, hasta después de la edad media, este rito tuvo poca imitación y repercusión. Sin embargo en Francia se cantaba a menudo al hacer la entrada de la luz nueva la antífona: Cum rex gloriae, etc. Y se propagó rápidamente. En Alemania, desde el siglo XIII, la nueva luz acostumbraba a acompañarse con el bello himno de Prudencio: Inventor rutili, dux bone, luminis, etc., extraído del Cathemerinon de Prudencio.* Introibo ad altare Dei: Frase de Andrés Ávila. Introito (introitus, ingreso): Antes del concilio Vaticano II: Texto melismático formado por una antífona de un verso de salmo de Gloria Patri y de la repetición de la antífona que el coro cantaba cuando el sacerdote entraba en el altar y leía después el salmo Judica me Deus, el Confiteor. Según el Liber Pontificalis el papa Celestino I (432) lo introdujo en la misa y estaba formado por un salmo entero o por su mayor parte. Hasta finales de la edad media no se cantó después de entrar el sacerdote en el altar, sino en el momento en que iba; por eso tanto la antífona sola, como en junto con el verso que la acompaña, tomaron el nombre de introitus o ingreso. La costumbre de rezarlo el sacerdote en la misa solemne ya viene de la edad media tardía. Probablemente así se practicaba en Roma en el siglo XIII. En la edad media, y hasta en la época actual, muchos domingos toman nombre de las primeras palabras del introito, como los domingos Gaudete, Laetare, Oculi, etc.* Invención y exaltación de la Santa Cruz: Dos festividades que se celebraban, distintas, en honor a la Santa Cruz, antes del concilio Vaticano II. Como excepción, actualmente continúan celebrándose separadamente en la catedral de Barcelona (el 3 de mayo) por concesión de la Santa Sede y en la fiesta universal el 14 de septiembre. Esta en memoria de la recuperación de la verdadera cruz palestina, puesto que había sido robada por los persas. Los días de estas dos fiestas no corresponden a las fechas de los acontecimientos que en ellas se conmemoran, a la vez que Heraclio trasladó al 3 de mayo la fiesta de la Invención sucedió el 14 de septiembre. Al principio, en Francia y en Roma sólo se celebraba el aniversario de la Invención de la Santa Cruz, igual que en Oriente, el día 14 de septiembre con el nombre especial de Exaltatio S. Crucis; en la Galia, en cambio, como dice claramente el Sacramentarium Gallicanum, se celebraba el 3 de mayo como sucede también en la catedral de Barcelona con la gran fiesta patronal recuperada recientemente como hemos dicho. Las dos fiestas actuales con sus fechas inadecuadas provienen del hecho de que, en Francia, en el siglo VIII, se añadía a la festividad del 14 de septiembre la propia del 3 de mayo para introducir una diferenciación entre las dos, y se dio a la del 14 de septiembre el nombre de Exaltatio en memoria de la recuperación de Heraclio; y esta innovación fue admitida en el Gregorianum en el siglo IX, entrando así en uso en el rito romano.* Invitatori (antífona invitatoria): 1. Canto introductorio de las maitines formado por el salmo 94 y una antífona que invita a adorar a Dios Nuestro Señor. Los solistas cantan el salmo, INV J. M. MARTÍ BONET el coro canta la antífona, que acostumbra a tratar el tema de la fiesta. No se canta sólo antes y después del salmo, sino que se repite a modo de responsorio, de forma parcial o total, después de cada una de las frases. San Benito ya hace referencia al salmo 94 y a la antífona como introducción de las maitines; 2. Exhortación solemne a la plegaria en forma de un Oremus que el obispo dirige al pueblo cuando ordena y cuando practica otras consagraciones episcopales. El obispo lleva la mitra porque el invitatori no es propiamente una oración sino una exhortación o invitación a rezar. Invocación simbólica: En archivística, es el signo (cruz crismón...) que se escribe al principio del documento. Puede ser el signo de la cruz, o el cristograma, o el crismón. Invocación verbal: En diplomática es la invocación que se hace en letras (no signos) al principio del documento. Irene, mártir romana (On. 18 de septiembre): Sus atributos son lirio, manojo de hierbas, puñal, taza y vaso. Ireneo, obispo y mártir (On. 28 de junio): Sus atributos son antorcha encendida. Isaac, patriarca (On. 17 de agosto): Sus atributos son leña y fardo de leña. Isabel, madre de san Juan (On. 5 de noviembre): Sus atributos son llaves y niños. Isabel de Hungría (On. 17 de noviembre): Sus atributos son mendigos, cordón franciscano, flores en la mano, jarrón, enfermo, pan y vaso de cerámica. Isabel de Portugal o Aragón, primero reina y después clarisa (On. 4 de julio): Sus atributos son bolsa con llaves, mendigos, flores en la mano, jarrón y vaso de cerámica. Isaías, profeta y mártir (On. 6 de julio): Sus atributos son brasas, estrella, sierra y tenazas. Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia (On. 26 de abril): Sus atributos son abejas y colmena. Isidro (On. 15 de mayo): Sus atributos son azada, arado, buey (o animal con cuernos), chorro de agua, espigas, laya, pala, reja de arado y rosario. Isométrica, proyección: V. Axonometría Itala: Versión de la Biblia, hecha como muy tarde en el siglo II, de la cual se han extraído en gran parte las piezas del breviario y de la misa que se cantan, como son el introito, el gradual, tractus, ofertorio, antífonas y communio, antífona y responsorio. Ite missa est - Deo gratias: Antes del concilio Vaticano II: Fórmula ya comprobada en el primer Ordo romanus con la cual los fieles en el rito romano eran despedidos al final de la misa y que hoy se ha conservado. En las misas de difuntos, en lugar suyo, antes del concilio Vaticano II se decía Requiescant in pace. Amen. Benedicamus Domino era una fórmula muy extendida en tiempos del Micrologus (siglo XI). Quizás se puede decir que era la única fórmula empleada en las misas sin Gloria, en lugar del Ite Missa est. El Requiescant in pace de las misas de difuntos se extendió algo más tarde; según Sicardo de Cremona hacia el año 1200 ya era de uso general. El Ite Missa est, el Benedicamus Domino y el Requiescant in pace en las misas solemnes son cantados por el diácono. El rito ambrosiano en su lugar tiene la fórmula Procedamus in pace.— In nomine Christi. Amen; Benedicamus Domino.— 124 Deo gratias. El rito mozárabe se sirve de la frase Solemnia completa sunt in nomine Domini Nostri Jesu Christi, votum nostrum est acceptum cum pace.— Deo gratias. El rito griego emplea las palabras Procedamus in pace. In nomine Domini.* Itinerarium: Rezo del sacerdote que viaja, ordenado como apéndice al final del breviario compuesto por el cántico de Zacarías, por unas preces y por una oración. Iube: Denominación francesa empleada a finales de la edad media que se da al ambón, tomada de las primeras palabras de la demanda de bendición Jube Domne benedicere que el diácono dirige al sacerdote u obispo, antes de ir a cantar el evangelio, y también un sacerdote en la concelebración si lee el evangelio. Iubilus: Serie de notas melódicas que se alargan al final del aleluya del gradual, de la cual, juntando un texto, se desarrolla la secuencia. Iudica: El salmo 42 que toma el nombre de Iudica me Deus por razón de sus primeras palabras. En el siglo XI ya formaba parte de la oración que decía el sacerdote antes del concilio Vaticano II en la grada del altar, pero lo rezaba ya antes camino del altar y no en las gradas. En él se expresa el reconocimiento de la impotencia y de la insuficiencia por un lado, y la confianza en la asistencia de la gracia divina por el otro. Los cartujanos, los dominicos y los carmelitas no rezan el salmo Iudica, así como tampoco se reza en el rito ambrosiano, pero sí en el mozárabe. El rito romano no lo reza en las misas de difuntos y en las de tiempos de Pasión, pero guarda la antífona Introibo ad altare Dei. La razón por la cual no se rezaba en estos dos tipos de misas no es algo que esté claro.* Iudicium: Antes del concilio Vaticano II: Rito cruel y abusivamente litúrgico relacionado con los juicios de Dios medievales denominados “pruebas del hierro al rojo vivo” (iudicium ferri candentis, iudicium ferri ferventis), prueba del arado (iudicium vomerum), del agua hirviendo (iudicium aquae ferventis, bullientis, calidae), y del agua fría (iudicium aquae frigidae). Este rito, simple en el siglo IX, se complica en los siglos X y XI, convirtiéndose en un acto lleno de conjuraciones, exorcismos, bendiciones y otras conjuraciones. Prohibido por el concilio Laterano (1215), cayó en desuso en los siglos XIII y XIV. Se usaba especialmente en Francia, Inglaterra y Alemania; los papas en el siglo IX ya lo habían prohibido, y desde aquella época se prohibió en repetidas ocasiones. El procedimiento general en estos juicios, muy diferente según los casos, era: bendición del lugar donde se debía hacer la prueba, misa donde el acusado después de hacer el juramento comulgaba; se daba de beber agua bendita al acusado, se bendecía y se exorcizaba el fuego, el hierro y el agua, se rezaban las letanías de los santos, seguían muchas bendiciones y exorcismos adaptados al carácter del acusado, se le leía el evangelio de san Juan, se hacía la prueba (poner, por ejemplo, la mano en el fuego y esperar que no se quemara, signo de que era inocente) y se acababa con una bendición. Una confianza en Dios muy intencionada, pero totalmente equivocada, que no estaba de acuerdo con las enseñanzas del evangelio, que abomina quien tienta a Dios y también estaba en contra de las enseñanzas de la Iglesia. 125 SACRALIA ANTIQUA Pero las supersticiones imperaban en algunos sectores de la Iglesia. Ciertamente era un terreno muy abonado para los juicios de Dios. ¡Una auténtica barbaridad! Iunctio manuum: Unión de las manos de los novios al contraer el sacramento del matrimonio (V. Matrimonio). Entre los ritos orientales, sólo el armenio conoce el darse las manos. Ivo, sacerdote (On. 19 de mayo): Sus atributos son mendigos, cartera, paloma, niños, pluma de ave, rollo de pergamino y tintero. IUN J Jabalí: Atributo de san Antonio abad y santo Quirico. Jacinto, dominico y fundador (On. 16 de agosto): Sus atributos son cáliz, cadáver, estatua de la madre de Dios, lirio, ostensorio (custodia) y el texto latino: Gaude, fili Hiacinte. Jaime el Mayor (fiesta del santo): Fiesta anual que se celebra el 25 de julio en honor de san Jaime apóstol. Aparece en los libros litúrgicos del siglo VII, mientras el Gregorianum todavía no la conoce. Jaime el Mayor, apóstol y hermano de san Juan (On. 25 de julio): Sus atributos son bandera o estandarte, calabaza de peregrino, caballo, clámide, espada, moros a sus pies, cabezas de moros en el suelo, “mata moros”, vestido de peregrino, concha, zurrón y túnica de piel. Jaime el Menor, apóstol e hijo de Alfeo (On. 3 de mayo): Sus atributos son alabarda, porra y tronco de árbol. Jalón: Bastón de dos metros de altura con trompo de hierro acabada en punta para señalar los puntos de trabajo de un topógrafo. Jamba: Cada uno de los lados laterales de una obertura (ventana, puerta) existente en un muro. Encima se aguanta el dintel. Fig. 139 Januario, mártir (On. 9 de agosto): Su atributo es el horno. Jarrón: Atributo de santa Isabel de Hungría, santa Isabel de Portugal, santa Justa y santa Rufina, santa Magdalena, santa Perpetua y santa Zita. Jaula pequeña con dos tórtolas: Atributo de san José y san Joaquín. Jenaro, obispo y mártir (On. 19 de septiembre): Su atributo es un vaso de cerámica. Jeremías, profeta y mártir (On. 1 de mayo): Su atributo son piedras. Jerónimo, sacerdote y doctor de la Iglesia (On. 30 de septiembre): Sus atributos son ángel, capilla pequeña en las manos, sombrero de cardenal, estrella en la mano, látigo, león, Nacimiento o Belén y piedra. Joaquín, padre de María Santísima (On. 26 de julio): Sus atributos son palomas, altar, ángel, cordero, báculo y bastón. Jobodicon: Parte central de la hostia que en el rito copto se destina a la consagración. Tiene forma cuadrangular. Este nombre viene del griego despotikón (soma): Cuerpo del Señor. Joel, profeta (On. 13 de julio): Sus atributos son nube y sol. Johannes quid vis pro laboribus: Frase de Juan de la Cruz. Jonás, profeta (On. 21 de septiembre): Sus atributos son calabaza, pescado y ballena. Jordán: Nombre que en los ritos siríaco y copto se da a la pica bautismal. Jorge, mártir (On. 23 de abril): Sus atributos son alabarda, armadura, bandera o estandarte, caballo, dragón, escudo con cruz y destrucción de la Tarasca (ídolo). José, esposo de María Santísima (On. 19 de marzo): Sus atributos son anagrama de san José, bastón florido, cesto con dos palomas, báculo, herramientas de carpintero, jaula con dos tórtolas, lirio, en el nacimiento de Jesús tiene su mano en la mejilla (expresión de interrogación), niño Jesús, sierra y torturas. José de Calasanz, sacerdote (On. 25 de abril): Sus atributos son lirio y niños. José Oriol, sacerdote (On. 23 de marzo): Sus atributos son mendigo con muleta, con un mendigo, cráneo, con una cruz, disciplinas de penitencia, látigo y con un tullido. Josefismo litúrgico: Las corrientes de reforma provocadas por José II y los teólogos a su servicio extendidos por Austria, la Italia superior y por sus aduladores de Baden y Würtemberg. Sus reformas tenían un carácter racionalista mediador del culto: simplificación del culto, disminución del número de altares, introducción de la lengua del pueblo en la liturgia, limitación del culto a los santos, de las procesiones, del número de cirios en los altares, de los ornamentos de las iglesias, etc. Estas corrientes provocaron varias ordenaciones del estado referentes al culto, sensiblemente perjudiciales y profundamente atentatorias con la vida religiosa en Austria y Baviera. Joyas: Atributo de santa Judit, santa Pelagia y santa Teodora. Juan Bosco, sacerdote (On. 31 de enero): Su atributo son los niños. Juan Butista (On. 24 de junio): Sus atributos son alas, cordero, bautismo, concha, túnica de piel y texto latino Ecce Agnus Dei. Juan de Capistrano, sacerdote (On. 23 de octubre): Sus atributos son bandera o estandarte, cabezas con turbante, llave, estrella sobre la cabeza, nombre de Jesús, turbante y las siglas IHS. Juan Crisóstomo (On. 13 de septiembre): Sus atributos son abejas, paloma y colmena. JUA J. M. MARTÍ BONET Juan de la Cruz, sacerdote y doctor de la Iglesia (On. 14 de diciembre): Sus atributos son Cristo, disciplinas de penitencia, estatua de la Virgen María y los textos latinos Domine patiet contemni pro te; Johannes quid vis pro laboribus y la frase “Señor, padecer por Vos y ser despreciado”. Juan Damasceno, obispo y doctor de la Iglesia (On. 4 de diciembre): Su atributo es la mano cortada. Juan de Dios, religioso (On. 8 de marzo): Sus atributos son Cristo, con una cruz, granada, enfermo y con un tullido. Juan Evangelista, apóstol y evangelista (On. 27 de diciembre): Sus atributos son águila dentro del escudo, caldero de aceite, casulla, copa con serpiente alada, dragón con siete cabezas, garba de trigo, en la cruz, mano en la cara, pañuelo o velo, palma, rayos, serpiente alada sobre copa, destrucción de la tarasca (ídolo de siete cabezas), velo y el texto latino In principio erat Deus de... V. San Juan evangelista. Fig. 194 Juan de Mata, sacerdote (On. 8 de febrero): Sus atributos son ángel, cadena de la redención de los cautivos, cabeza de ciervo, cautivos, ciervo y Cristo entre los cuernos del ciervo. Juan de Prado, sacerdote y mártir (On. 24 de mayo): Su atributo es el puñal. Juan de Sahagun, sacerdote (On. 11 de junio): Sus atributos son cáliz, dedo delante de la boca, lanza y serpiente alada sobre la copa. Juana de Arco, virgen (On. 30 de mayo): Sus atributos son armadura, espada y llamas. Juana de Chantal (On. 12 de diciembre): Sus atributos son corazón y nombre de Jesús. Judas Tadeo, apóstol (On. 28 de octubre): Sus atributos son alabarda y piedras. Judería (cal): Barrio o sector de una villa o ciudad medieval ocupada por los judíos. El término hebreo qahal, que quiere decir “congregación”, aparece documentado en 1241 y hace referencia a la judería de Barcelona. En Catalunya estos barrios se denominaban “calls”. Las juderías solían tener una sinagoga, punto de reunión de la aljama o comunidad judía. Judit, heroína (On. 27 de septiembre): Sus atributos son cabeza de Holofernes y joyas. Juicio de Dios: V. Iudicium. Fig. 186 Júlia (On. 22 de mayo): Sus atributos son paloma, crucificada y perro o escena de caza. Julián, obispo de Cuenca (On. 28 de enero): Sus atributos son cesto con panes, linterna, pan y palma. Julián y Basilisa, matrimonio; él fue abad (On. 9 de enero): Sus atributos son báculo, palma o lirio, cuervo con pan y flechas. Julián Hospitalario, mártir (On. 29 de enero): Sus atributos son armadura, arco con flechas, caballo, ciervo, halcón, león, enfermo y máscara de teatro. Juliana, virgen y mártir (On. 16 de febrero): Sus atributos son destrucción de la tarasca (ídolo), caldero de aceite, llamas y demonio con dragón. Juliana de Falconieri, virgen (On. 19 de junio): Sus atributos son hostia y ostensorio (custodia). Julio, sacerdote (On. 31 de enero): Sus atributos son lobo y serpiente. 128 Julita y Quirico, madre e hijo (On. 16 de junio): Sus atributos son caldero de aceite, cuchillo, niños, sierra y miembro cortado. Juramento de fidelidad: Juramento de dependencia y obediencia que tienen que prestar los obispos, los abades y las abadesas antes de ser consagrados o bendecidos. Los obispos, los abades y abadesas exentos prestan el juramento a la Santa Sede; los abades y abadesas que no están exentos lo prestan al obispo diocesano. En el caso de los sacerdotes diocesanos no es un juramento. Fue estudiado en la tesis doctoral del cardenal Jubany, que fue arzobispo de Barcelona. También hay que tener en cuenta el juramento de vasallaje en época medieval. Justa y Rufina, virgen y mártires (On. 19 de julio): Sus atributos son vasijas de cerámica, cántaros, jarra, Giralda de Sevilla, león, pluma de ave, rosario, taza, tenazas y vaso de cerámica. Justino, mártir (On. 1 de junio): Su atributo es la orilla del mar. Justo, soldado: Sus atributos son clámide y martillo. Justo y Sicio de Gerona, mártires (On. 2 de junio): Su atributo es la escuadra de carpintero. K Kálymma: Nombre que en el rito griego se da al pequeño cubrecáliz; es una pieza que forma pareja con la palia de cubrir la patena (griego Diskokalimma). Kamélaykion (Kalymaykion; eslavo kamilauka): Gorro o sombrero clerical de forma cilindrada que se emplea en el rito griego y forma un paralelo del bonete occidental, pero mucho más empleado en los actos del culto que el bonete. Los monjes y la alta clerecía tienen este sombrero decorado con un velo negro que cuelga por detrás, denominado en griego exokamelaykion, y en eslavo klobuk. Kánkelloi: Nombre que en la primera época del cristianismo y en la edad media se daba entre los griegos a los armarios del altar. Kanníon (del latín tardío canna): Nombre que en el rito griego se da al vaso parecido a una botella que contiene el agua de rosas que sirve para las aspersiones y purificaciones. Kanonarion: Libro litúrgico del rito griego en el cual se encuentran reunidos los cánticos del oficio griego más usuales según la orden de la Menaia. Katabasía: Estrofa final de la oda y del canon en el ordos (las laudes) del rito griego denominado así porque los cantores lo cantan en medio de la nave de la iglesia, a donde antes de empezar bajan desde sus sillerías. Katanyktikón: Canto litúrgico de penitencia en el cual se pide perdón a Dios por las faltas cometidas. Katapétasma: V. Cortinajes del altar Katasárka (Karasárkion): Mantel interior de los tres que cubren el altar. Cubre el altar, símbolo de Cristo, igual que la sábana envolvió el cuerpo de Cristo en el santo Sepulcro. Katathesis: Nombre que se da en griego a la solemne colocación de reliquias en una iglesia. Káthisma: En el rito griego significa: 1. El canto litúrgico durante el cual se puede estar sentado; 2. En sentido especial significa una de las veinte partes en que está dividido el salterio, porque se puede estar sentado durante la lectura del salmo. Kefaloclisía: Pequeña inclinación de cabeza que hacen los asistentes a la misa del rito griego en ciertas oraciones del celebrante. Keromastíche (keromastichon): Mezcla de cera, masilla y polvo de mármol con la cual el obispo une la mesa con la stipes en la consagración del altar del rito griego. Kerotegia: Los dos grandes candelabros que hay en las iglesias del rito griego ante las rejas del altar para poner los cirios ofrecidos por los fieles. Kibórion: Nombre que se da en griego al cimborio del altar; su significado originario es el de aedicula, pequeño templo (o templete). V. Retablo Kinklídes: Nombre que los griegos daban en los primeros tiempos del cristianismo y durante la edad media a las rejas del altar. Koímesis: (dormición, partida, muerte): Denominación griega de la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Koinonía: Nombre que se da en griego a la sagrada comunión. Koinonikón: Canto que en la misa precede a la comunión de los fieles que casi siempre está formado por textos sacados de la Sagrada Escritura, el contenido de los cuales o hace referencia a la comunión o a lo que en aquella fiesta se celebra. Kolumbéethra (lavabo, piscina): Denominación griega de la pila bautismal que acostumbra a encontrarse colocada en el nártex del cancel de la iglesia. Kontakárion: Libro litúrgico de la misa y del oficio del rito griego que hace referencia a la significación de la fiesta del día; por su contenido está emparentado con el oikos, pero se distingue del mismo por su brevedad. Kosmétes: Nombre que se daba en griego medieval a la viga que reposaba sobre las columnas y que unía las rejas que había entre columna y columna. Kyriaké: Nombre que se da en griego al domingo. Kyriakós (kyriaké): Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo se daba al lugar destinado a la reunión de la comunidad de fieles, la casa del Señor; hay que sobreentender oikos (oikia). En lo que se refiere a la palabra Kyriakós en este sentido, deriva el alemán kirche. Kyrial: Libro extraído del Gradual que contiene los cantos habituales la misa, aquellos que siempre se repiten, pero no los propios de las fiestas; se llama kyriale del kyrie, el primero de aquellos cantos. Kyrie eleison: Grito –podríamos decir- apremiante, pidiendo misericordia divina, que se repite seis veces con la intercalación de Christe eleison. El coro lo canta y el celebrante lo reza inmediatamente después del introito. Los primeros kyries, según la concepción medieval ya constatable en el KYR J. M. MARTÍ BONET siglo IX, van dirigidos al Padre, los Christe siguientes van dirigidos al Hijo y los kyrie últimos van dirigidos al Espíritu Santo. El kyrie proviene de Oriente, en cambio el Christe según el testimonio de san Gregorio Magno tiene su origen en Roma. El kyrie según el canon 3 del concilio de Vaison, que prescribía su introducción en la misa y en las vísperas en la Galia a comienzos del siglo VI, ya estaba en uso en todo Oriente, en Italia y especialmente en Roma; san Gregorio Magno unió el Christe al kyrie como se deduce de una carta de este Papa (9, 12). En su comienzo el kyrie se decía una serie indefinida a veces, hasta que el celebrante hacía una señal, e igualmente se hacía con el Christe; tenemos un testimonio de ello en el Ordo de san Amando; pero en el siglo IX ya se cantaba según la costumbre actual. Estas dos invocaciones aparecen ya en época muy antigua, además de en la misa, en la letanía de todos los santos, en las oraciones del oficio y en otras oraciones, pero no en una triple invocación sino en un sencillo kyrie eleison, Christe eleison, kyrie eleison. La regla de san Benito ya habla del kyrie eleison en el rezo del oficio.* 130 L Lacerías: Ornamento arquitectónico compuesto de motivos geométricos o florales entrelazados entre ellos que se repiten con la continuidad de un friso. Lado de la epístola: Lado del altar donde se leía la epístola antes del concilio Vaticano II; era la derecha del celebrante y la izquierda del Santo Cristo. En las iglesias orientadas a Oriente, es la parte estrecha del altar dirigida al sur. La banda de la epístola se considera la banda menos digna de las dos que tiene el altar.* Ladrillo: Pieza de arcilla cocida al horno y que tiene normalmente una serie de agujeros. Laetare: El cuarto domingo de Cuaresma en el cual las oraciones de la misa hacen referencia a la alegría preparada y conquistada por Cristo a los hombres por la obra de la redención cercana y por la nueva Jerusalén celestial que les ha manifestado, alejando por un momento la seriedad del tiempo de penitencia. La expresión externa de estos sentimientos mitigados de penitencia se manifiesta al emplear la casulla y la dalmática de color rosa, en lugar de la casulla morada y en el tocar el órgano consentido en esta dominica. El nombre de esta deriva de las primeras palabras del introito de la misa de este domingo. En Roma, en la dominica Laetare el Papa bendice la rosa de oro.* Lampadarios: Nombre que se da al protopsaltes del rito griego. Lámpara: Atributo de san Alberto de Sicilia, san Julián obispo, santa María de la Cabeza y santa Praxedis. Lámpara del Santísimo: Lámpara encendida siempre que esté el Santísimo Sacramento dentro del sagrario. Se encuentra junto al sagrario. Se alimenta con aceite o cera.** Fig. 249 Lámpara del Santísimo: Lámpara que siempre quema (o debe sin interrupción quemar), llamada en griego akoínemetos luchia, “lámpara que no duerme”. Desde los primeros tiempos del cristianismo en los templos se deja una o más lámparas que siempre queman, tanto en Oriente como en Occidente. Una lámpara que quema constantemente está prescrita en Occidente por todas las iglesias en las que está la reserva del Santísimo Sacramento. Ya se encuentran prescripciones privadas de sínodos de los siglos XIII y XIV, en los cuales se ordena esta lámpara, pero para la Iglesia universal aparece por primera vez en el Ceremonial y en el Ritual romano. Es suficiente una lámpara, que debe estar delante, al lado, y en todo caso cerca del altar en el que se guarda la reserva del Santísimo Sacramento. Esta lámpara se debe alimentar con aceite de aceitunas, excepto en caso de dificultad para poder obtenerlo.* Lámparas (lampadarios, phari, lychni, gabatae): Luces que queman con aceite. En los primeros tiempos del cristianismo y a principios de la edad media eran abundantes, pero con el tiempo fueron substituidas por la iluminación con cirios cada día más abundantes. Su forma más frecuente era la de lámpara colgada con uno, dos o más lamparillas de bronce o de metales preciosos o de vidrio, que en las lámparas de más de una luz iban colocadas en los agujeros de los aros de cadenas, o eran colocadas en brazos (delphini), en igual número a las lamparillas que tenía la lámpara. Lanx: La gran griala que sirve para guardar el agua con la cual se lava las manos el señor obispo. Lanza: Atributo de san Benigno, san Bernabé, san Demetrio, san Felipe, san Jorge, san Juan de Sahagún, san Mateo, san Matías, san Mauricio, san Miguel arcángel, san Néstor, san Rafael arcángel, santos caballeros, santos soldados, san Simón y santo Tomás. Lapis itinerarius: Nombre que en la edad media se daba al ara o altar portátil; tomaba este nombre porque servía para decir la misa al ir de viaje. Lapis sacratus: Denominación del altar portátil. Látigo: Atributo de san Ambrosio, san Carlos Borromeo, santo Domingo de Guzmán, san Fructuoso, san Gerardo, san Jerónimo, san Josep Oriol y san Luis Gonzaga. Latín eclesiástico: El latín del pueblo, es decir, latín vulgar (rusticitas, lingua vulgaris, rustica) que a finales del Imperio se extendió gracias a la dominación romana en Occidente. Como era hablado o al menos entendido por doquier, estaba en condiciones inmejorables para ser la lengua de las funciones litúrgicas; puesta al servicio de la liturgia, tomó una doble dirección: una era una transformación profunda que la elevaba y dignificaba acercándola al latín clásico, y la otra la influencia de la Sagrada Escritura y de los escritos de los Santos Padres, que la enriquecían con una multitud de dicciones, giros y significados necesarios para expresar las nuevas ideas cristianas. El latín vulgar se convirtió en la lengua litúrgica oficial de la Iglesia no por un acto expreso de la legislación eclesiástica, sino por el camino de la costumbre. Los primeros que se opusieron al LAT J. M. MARTÍ BONET latín como lengua de la Iglesia fueron los herejes de finales del siglo XII y del siglo XIII. Siguen sus huellas en el siglo XV los husitas. Los reformadores del siglo XVI rehusaban el latín como lengua oficial de la Iglesia, porque además de su ruptura con Roma, y separación del rito romano, era lo mismo que negar que la misa tuviera el carácter de sacrificio y su doctrina sobre la universalidad del sacerdocio. Más tarde los jansenistas extremados y los aufklärer de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX solicitaron abandonar el latín y la introducción de la lengua vulgar para las funciones litúrgicas. La Iglesia en todos los tiempos se opuso a cualquier cambio hasta el concilio Vaticano II, tanto por razones históricas como prácticas, negándose a aceptar la lengua vulgar como lengua de la liturgia, especialmente por razón de la unidad y pureza de la liturgia. Pero al final ha cedido, y ha permitido introducir las lenguas que normalmente hablan los fieles en la liturgia. Los resultados son positivos, obviamente, en cuanto a participación de estos fieles en la liturgia. Después del concilio Vaticano II: el latín en gran parte se ha desvanecido en nuestras iglesias, seminarios y aun universidades eclesiásticas. Una grave pérdida que no quiere decir que nuestras lenguas no cumplen con su sacrísima misión: que los fieles entiendan la palabra de Dios. Latria (griego, latria): V. Cultus latriae Lauda: Oración que dice el sacerdote antes del ofertorio como introducción del mismo en el rito mozárabe. Es igual al sonus del rito galicano que se cantaba al llevar las ofrendas al altar. Lauda Sion Salvatorem: Secuencia escrita por santo Tomás para la misa del día de Corpus en honor del Santísimo Sacramento; es un Credo poético del sacramento de la eucaristía y del sacrificio de la última cena. Laudes: 1. Aclamaciones litúrgicas solemnes que todavía hoy tienen lugar después de la coronación del Papa. En Roma, en la edad media, también se hacían después de la coronación del emperador. 2. Canto del aleluya repetido tres veces, que tenía lugar en el rito galicano después de haber hecho la presentación de las ofrendas en el altar y después de taparlas con el coopertorium.* Laudes matutinae: Ofrecimiento de la oración de la Iglesia en los países orientales llamada originariamente matutinae. Son iguales a los maitines o vigiliae. Son unas de las partes más antiguas del oficio y tienen en conjunto el carácter de una oración de alabanza y en el oficio romano constan de tres salmos, un capitulum, un himno, un verso de transición y el cántico de Zacarías llamado Benedictus. Empiezan con el verso Deus in adjutorium y acaban con una oración. Las laudes del oficio monástico están estructuradas como las laudes del breviario romano antes de la reforma de san Pío X. El primer salmo que se rezaba (Ps 66) era el salmo llamado directanius.* Laudes vespertinae (francés, salut): Función de la tarde ante el Santísimo expuesto, que consiste en el canto de un himno, una antífona, una oración, y de la bendición del Santísimo.* Laureano, obispo y mártir (On. 4 de julio): Sus atributos son cabeza entre las manos. Laus paschalis: Alabanza pascual. V. Praeconium paschale Lavabo: Conjunto de aguamanos, una pequeña jarra con agua 132 y una toalla. Se usa cuando el que preside la celebración eucarística, preparadas las ofrendas sobre el altar, se lava las manos para expresar el deseo de una purificación interior. También se usa en otros casos, como por ejemplo cuando el ministro debe lavarse las manos después de la administración de la ceniza o después de una unción.** Lavar los ornamentos: Todo el mundo puede tocar los ornamentos del culto y todo el mundo los puede lavar; pero los corporales, las plalias y el purificador, por estar en contacto directo con el Santísimo, se podían tocar o lavar sólo después de que el sacerdote, el diácono o el subdiácono los hubieran lavado una vez (iniciado el lavado). Lavatorio del altar: Ceremonia practicada en Roma antes del concilio Vaticano II y en otros lugares, que consistía en echar vino mezclado con un poco de agua sobre la mesa del altar desnudo el día de Jueves Santo, con el cual se lava con la ayuda de una pieza de madera. San Isidoro de Sevilla ya conocía la costumbre según la cual los sacerdotes lavaban el altar el día del Jueves Santo. El Pseudo Alcuino lo cita en época carolingia, y según Durandus estaba muy extendido a finales de la edad media. En el rito griego el día del Jueves Santo también se practica una purificación del altar. Lavatorio de manos: Acto que se practica en una serie de ceremonias litúrgicas; se practica por razones de pulcritud después de la distribución de la ceniza el día del miércoles de Ceniza, el día de la Candelera después de distribuir las candelas y el día de ramos después de distribuir las palmas; por razones de conveniencia, después de recibir la unción; en la misa pontifical, después del communio. Razones de conveniencia acompañadas de simbolismo, han condicionado el lavatorio de las manos antes de revestirse para la misa diciendo: Da Domine virtutem manibus meis ad abstergendam omnem maculam, etc., el lavatorio de las manos del obispo en las misas pontificales antes del ofertorio, el lavabo después del ofertorio en el cual se reza el salmo 25 (Lavabo), aunque antes del concilio Vaticano II no se lavaban las manos enteras sino los dedos de la consagración. En los tres últimos casos el lavar las manos simboliza externamente el vivo e intenso deseo de la pureza del alma necesaria para celebrar los santos misterios. El lavatorio más antiguo de estos es el del obispo de antes del ofertorio, que ya se cita en el primer Ordo romanus.* Lavatorio de pies en el rito del bautismo: 1. Ceremonia de los primeros tiempos del cristianismo conocida en España, norte de África y Milán que todavía existía en el siglo VII en la Galia. En el baptisterio de Santa María de Égara (dentro de la antigua rectoría) se ha encontrado un lavatorio del siglo VI. 2. Exhortación a los neófitos en la práctica de la caridad fraterna hacia los huéspedes y extranjeros. Esta exhortación venía después de la oración que el rito galicano mandaba decir al neófito. Layar, instrumento de: Atributo de san Isidro, san Fiacro, san Galderico y san Medín. Lazarizare: En lengua medieval significa preparar a los muertos para el entierro. Lázaro, amigo de Jesús (On. 17 de diciembre): Sus atributos son féretro, barca pequeña y sepulcro. 133 SACRALIA ANTIQUA Leandro, obispo (On. 13 de noviembre): Sus atributos son corazón, pergamino y triángulo-Trinidad. Leccionario (lectionarium, lectionarius liber): Libro ordenado según las fiestas del año por las lecturas que se hacen de la Sagrada Escritura durante la misa; se llama epistolario (epistolarium, apostolus) y leccionario en sentido estricto cuando sólo contiene las epístolas, y evangeliario (evangeliarium) cuando sólo contiene los evangelios. Los leccionarios más antiguos que se conocen son del siglo VII, mientras que en el siglo IX, en cambio, son frecuentes. El leccionario proviene del comes, que consistía en un tipo de registro de las lecturas de la misa indicando su comienzo y su final; entonces, al dar íntegras las lecturas pasa a ser un auténtico leccionario. Lecciones históricas: Las lecturas de vidas de santos tomadas del oficio de la fiesta de un santo. Antes del concilio Vaticano II: en los oficios de tres nocturnos de fiesta de santo estaban colocadas en el segundo nocturno, en los oficios de un nocturno estaban en la lección tercera, y al concurrir otro oficio se encontraban en la lección novena. Lecciones del oficio: Antes del concilio Vaticano II: Lecturas que seguían los salmos de las maitines y que se distinguen de las lectiones breves del fin de prima y del comienzo de completas por su longitud; y se diferencian de los capítulos de laudes de las horas menores y de las vísperas y de las completas porque iban precedidas de la bendición. Las lecciones del primer nocturno en los maitines de tres nocturnos (siempre antes del concilio Vaticano II) eran los maitines del oficio romano y monástico de la Sagrada Escritura. Las lecciones del segundo nocturno eran sacadas de los escritos de los Santos Padres o de una descripción de la vida del santo del cual se celebra la fiesta (lección de historia); las del tercer nocturno eran sacadas de una homilía sobre el evangelio del día o de la fiesta. Las lecciones de las ferias menores eran sacadas de lecturas de la Sagrada Escritura, las de las ferias mayores y de las octavas de Pascua y Pentecostés eran sacadas de homilías, y las lecciones de las fiestas simples estaban formadas dos de ellas por las lecturas de la Sagrada Escritura y la tercera por una breve lectura de historia. Las lecturas de la Sagrada Escritura iban alternadas con los salmos desde que se conocen las horas canónicas. Los primeros datos sobre el carácter de las mismas y su articulación en los oficios, los tenemos en la regla de san Benito. La orden que éste estableció para su rezo en los maitines se convirtió en el modelo para el breviario romano que se fue extendiendo en la época carolingia y que hasta el concilio Vaticano II era su regulador. Sólo en el oficio romano y en el oficio monástico se impuso hacia el siglo VIII la costumbre de leer en el tercer nocturno las homilías de los santos padres en lugar de las lecturas del Nuevo Testamento y algunas veces de las cartas de los apóstoles que san Benito había destinado para el tercer nocturno. También es de este tiempo (de san Benito) la preferencia por leer la vida del santo que aquel día se celebra, y cada día gana más espacio. La costumbre de hacer preceder una bendición a la lección ya se encontraba en tiempos de san Benito. La absolución que se une al final de los salmos y que LEA precede la lectura de la lección ya estaba en uso en Roma en tiempos de Amalario (800), pero se hizo de uso general a finales de la edad media. Mientras no se leían trozos de la Sagrada Escritura limitados, era el abad o el semanero quien daba la señal para acabar. El Tu autem Domine miserere nobis en un principio se decía solamente después de las lecciones que no tenían carácter profético, y ya lo encontramos en el siglo X, pero es dudoso que sea más antiguo.* Lechada: Pasta fina líquida de cemento, agua y arena que se aplica entre las juntas de sillares y dovelas de piedra, de piezas para pavimentos y alicatados, con objeto de mejorar su adherencia. Leche de María Santísima: Atributo de san Bernardo de Claraval. Lectio brevis: Antes del concilio Vaticano II: Pequeña lectura de la Sagrada Escritura después de prima como sustitución de la lectura del officium capituli y al inicio de completas en lugar de la lectura piadosa entre el verso y las completas, llamado Officium collationum; en el oficio monástico sería la lectura de la Sagrada Escritura después del oficio ferial de maitines de verano, en lugar de las tres largas lecciones de Sagrada Escritura prescritas en tiempo de invierno.* Lectorado (lectoratus): Antes del concilio Vaticano II: La orden del lector litúrgico. Era la segunda de las órdenes menores y se encuentra en todos los ritos; en Oriente aparece en los cánones del sínodo de Antioquía (342), y de Laodicea (segunda mitad del siglo IV), y en Occidente existía como un estamento eclesiástico especial en los siglos II y III. Era misión del lector la de leer la Sagrada Escritura en los oficios. El oficio del lector se ha convertido en insignificante en el rito latino, a la vez que la lectura del evangelio sólo competía al diácono y la lectura de la epístola era cosa del subdiácono, de modo que sólo quedaban para el lector las lecturas de profecías del sábado de Pascua y de Pentecostés; la bendición del pan y de los nuevos frutos que desde el siglo X era cosa del lector, a finales de la edad media pasó a ser cosa exclusiva del presbítero. En los ritos orientales el lector ha conservado mejor las prerrogativas que le eran propias en tiempos antiguos, ya que sólo se le privó de la lectura del evangelio. El rito de la ordenación del lector consiste en una exhortación al que se tiene que ordenar, la entrega del misal, breviario o Sagrada Escritura, y en una oración de ordenación que empieza con un invitatorio. Los Statuta antiqua (500) ya contienen las principales características de esta ordenación. Todos aquellos que podían conferir la tonsura también podían conferir el lectorado.* Lectorium: 1. Atril portátil que sirve para sostener el epistolario, el evangeliario, al cantar en la misa solemne la epístola y el evangelio, las lecciones, la introito, el gradual, así como los grandes libros del coro. 2. El atril fijado en el ambón para sostener el epistolario y el evangeliario.* Lectrum (lectricum, lectrinum): Nombre que en la edad media se daba al ambón. Lecturas de la Sagrada Escritura en la misa: Antes del concilio Vaticano II: Las lecturas de la misa en el rito romano solían ser de las epístolas y del primero y el último evangelio. Precedía la lectura de la epístola, otra lectura los miércoles LEC J. M. MARTÍ BONET de témporas de la cuarta semana de Cuaresma, el miércoles de Semana Santa, y también aparecía en la ceremonia del Viernes Santo. El sábado de témporas tenía cinco lecturas antes de la misa. Estas lecturas eran escogidas de tal modo que hicieran referencia al tiempo del año litúrgico, al carácter litúrgico del día, o a las ideas concretas especiales que determinan en ciertas circunstancias el carácter de la fiesta. En el rito ambrosiano una lectura del Antiguo Testamento precedía a la epístola de todos los domingos y fiestas del año. Casi siempre, el rito mozárabe también tenía una lectura del Antiguo Testamento antes de la epístola, pero no tenía el último evangelio. El número de lecturas de la Sagrada Escritura es muy diferente en los ritos orientales. Mientras el rito griego tiene sólo dos lecturas (epístola y evangelio), el rito armenio tiene tres: una lectura del Antiguo Testamento, otra de las epístolas y la tercera del evangelio; los siríacos (jacobitas), los caldeos (nestorianos) y los maronitas tienen seis, tres del Antiguo Testamento y tres del nuevo. Ninguna de las liturgias orientales tiene el último evangelio.* Lecturas de la Sagrada Escritura en el Oficio: Antes del concilio Vaticano II: Antiguamente se hacían lecturas de la Sagrada Escritura en los oficios de tres nocturnos; en el primero y en el tercero. Las lecturas empezaban con el Pentateuco y seguían la orden que tienen en el canon de la Biblia; pero se intercalaban lecturas adaptadas a las ideas dominantes del ciclo litúrgico: en tiempo de Pasión se leía al profeta Jeremías, en tiempo pascual los hechos de los Apóstoles, las epístolas canónicas y la Apocalipsis. El Adviento se leían las lecturas de Isaías. El orden actual de estas lecturas se remonta hasta el siglo VIII. Tanto para las lecturas de la misa, como para las del oficio, son aceptados sólo los libros canónicos del Antiguo y del Nuevo Testamento, y no los apócrifos.* Lectus mortuorum: V. Catafalco Legendario (legendarius): Colección de vidas de santos ordenadas según el orden de las fiestas que sirve para ser leída en el oficio de maitines. Legile parvum: El atril de decir misa. Leiturgikón: Libro litúrgico del rito griego que contiene las liturgias en uso. Lengua eclesiástica de los armenios: V. Lenguas Lengua de la iglesia griega: V. Lenguas litúrgicas Lengua siríaca de la iglesia: V. Lenguas litúrgicas Lenguas litúrgicas: Antes del concilio Vaticano II: Las lenguas empleadas en los ritos occidentales y en los ritos orientales para el desempeño de las acciones litúrgicas. Antes del concilio Vaticano II no eran empleadas las lenguas del pueblo en la liturgia romana. Hecha alguna excepción en todos los ritos, la lengua común del pueblo no estaba en uso en la litúrgia, y de aquí viene que la misa prácticamente fuera ininteligible para pueblo. El latín eclesiástico (un latín vulgar elevado) es la lengua de los ritos ambrosiano, mozárabe y también del romano; solamente los glagolitos de Istria, Croacia y Dalmacia se sirven del eslavo aunque se adscriben al rito latino. La lengua liturgia de los griegos es un griego de los primeros tiempos del cristianismo y de los comienzos de la edad media; los rusos, los rutenos y los búlgaros se sirven 134 del eslavo eclesiástico, un eslavo que ya ha muerto entre la gente eslava. La lengua de los armenios es el armenio; la lengua de la liturgia copta es el copto, sustituido hoy por el árabe; la de los etíopes es el antiguo etíope; y la de los asirios el antiguo asirio. En Oriente, con el consentimiento de la Santa Sede, el árabe vulgar fue admitido en las funciones litúrgicas en lugar de la lengua de la Iglesia entre los católicos unidos de Siria y de Persia y en el patriarcado de Antioquia. El concordado de 1886 acordó en la diócesis de Antívari de Montenegro el uso para una parte de la liturgia de un eslavo modernizado llamado Gridanka que desde Pedro el Grande sería aceptado como lengua de relación entre las diversas nacionalidades de lengua eslava. Lenguas del pueblo: Las lenguas de los diferentes territorios tal y como las habla el pueblo, no de forma arcaica diferente de la lengua de uso cotidiano. La lengua del pueblo tomada en este sentido no era usada en ningún rito ni en ninguna función litúrgica. Pero después del concilio Vaticano II se admitieron en la liturgia estas lenguas con gran satisfacción para la mayoría de los fieles. Leña: Atributo de san Isaac, san Plácido y san Román. Leocadia, virgen y mártir (On. 9 de diciembre): Sus atributos son disciplinas de penitencia y cadena. León: Atributo de san Abdón y san Senén, san Agapito, santa Basilisa, san Daniel anacoreta, san Daniel profeta, santa Eufemia, san Ignacio de Antioquia, santo Jerónimo, san Julián, santa Justa y santa Rufina, santo Lobo de Sens, san Macario, san Mucio, san Onofrio, san Pablo ermitaño, san Pantaleón, santa Perpetua y santa Tecla. León alado: Atributo de san Marcos. León I Magno, Papa y doctor de la Iglesia (On. 10 de noviembre): Sus atributos son destrucción de la Tarasca (ídolo) y la palabra en latín Tomus. Leonardo (On. 6 de noviembre): Sus atributos son cadena de la redención de los cautivos, cautivos, caballo, chorro de agua, estatua de la Virgen y telar. Leonardo de Oporto Maurizio, sacerdote (On. 26 de noviembre): Su atributo es el cráneo. Leonianum (Sacrametarium leonianum): V. Sacramentario romano Leopoldo (On. 15 de noviembre): Su atributo son dieciocho niños. Letanía del Nombre de Jesús: Letanía en honor del Nombre de Jesús aprobada por el papa Pío IX en 1862 para toda la cristiandad. Letanía del Sagrado Corazón de Jesús: Letanía del Sagrado Corazón de Jesús aprobada por el papa León XIII en 1899 para la Iglesia universal. Letanía de san José: Letanía en honor de san José aprobada en 1909 para su uso en toda la Iglesia. Letanía de todos los santos: Letanía que en su primera parte está integrada por la invocación de los santos, tanto de los santos de todas las clases, como por la invocación de los representantes caracterizados de cada clase. La serie de los santos la empieza María Santísima, la siguen los santos Ángeles, san Juan Bautista, san José, los patriarcas y los profetas, los apóstoles y los evangelistas, los santos mártires y confesores, los doctores, los sacerdotes y los 135 SACRALIA ANTIQUA levitas, los santos monjes y los ermitaños, las vírgenes y las viudas. Siguen a las invocaciones de los santos una serie de súplicas por el alejamiento de todo tipo de males corporales y espirituales, y después de estas súplicas unas peticiones para todos los estamentos o categorías. La existencia de las letanías de todos los santos se pueden constatar hasta el siglo VIII e incluso mucho antes. Su composición era antiguamente muy diferente, y no sólo era costumbre invocar a los santos venerados en la localidad, sino que incluso las súplicas y peticiones que seguían a las invocaciones de los santos eran diferentes según los tiempos, diócesis e iglesias. Las letanías de los santos, desde un comienzo tuvieron un carácter litúrgico. Su uso se ha extendido mucho en todos los tiempos en las funciones litúrgicas. Todavía hoy se rezan en las misas de ordenación sacerdotal, en las bendiciones de abades y de abadesas, en la bendición y reconciliación de un cementerio, en la consagración de una iglesia o de un altar, en las procesiones de plegarias, en la bendición de las fuentes bautismales la vigilia Pascual y la vigilia de Pentecostés, en la recomendación del alma, en la oración de las cuarenta horas, en los exorcismos, etc. Las letanías de la vigília Pascual, de la vigilia de Pentecostés y de la recomendación del alma, tienen una forma acortada.* Letanía de la Virgen María: Letanía que está formada por invocaciones de una serie de títulos honoríficos de María. No tiene las peticiones que aparecen al final de la letanía de todos los santos. Toma el nombre de Loreto, donde se originó en el siglo XVI con la simplificación de otra letanía de la Virgen María compuesta en el siglo XV. Entró en Alemania hacia el año 1588 con el título de letanía loretana. Clemente VIII en 1611 aprobó esta letanía única para que se pudiera rezar públicamente fuera de la letanía de todos los santos. León XIII en 1883 añadió algunas invocaciones: Regina sacratissimi rosarii, Regina sine labe originali, concepta, Mater boni concilii y papas posteriores añadieron otras nuevas invocaciones. Desde el siglo XII hubo muchas letanías, pero solamente hay una conexión formal y de contenido entre las más modernas y la letanía lauretana. Letanías (litaniae): 1. Nombre que desde tiempo antiguo se da a las procesiones de plegarias y de penitencia, como la procesión mandada por el papa Honorio I (638) que se hacía cada sábado desde la iglesia de San Apolinar de Roma a la iglesia de San Pedro. En Roma también se hacían las procesiones los días de estación hacia la iglesia estacional. Era la procesión de rogativas del día de san Marcos (litania maior). Por último, hay que hacer mención de las letanías de los tres días antes de la Ascensión (litaniae minores). En los primeros tiempos del cristianismo se daba el nombre de letanía al Kyrie eleison, Christe eleison de la misa y del oficio, así como a las procesiones de plegarias de la clerecía y del pueblo en las cuales estas invocaciones se repetían siete, cinco o tres veces (litania septena o septiformis, litania quina o quinqueformis, litania terna o triformis), y posteriormente sin repetición (simplex o plana), o rezada o cantada desde un comienzo, sin interrupción, con las exclamaciones: Kyrie eleison, Christe eleison, Christe audi nos, Christe exaudi nos. 2. Desde el comienzo de la edad media letanía significa LET también un tipo de plegaria con forma de responsorio alternado, formado por una serie más o menos larga de invocaciones y plegarias cada una de las cuales es dicha o cantada íntegramente y repetida por el coro o por el pueblo, o solamente por aquel empezada y por este acabada. Por su estructura y forma se puede deducir que en su comienzo la letanía estaba formada sólo por las invocaciones Kyrie eleison, Christe audi nos, Christe exaudi nos en las cuales se interpolaron otras invocaciones y plegarias. La letanía más característica entre todas las oraciones que alternan y, al mismo tiempo la más antigua, única durante muchos siglos que ha servido de modelo de las otras, es la letanía de todos los santos. A finales del siglo XVI surgieron letanías de todo tipo. Los excesos y los defectos de muchas de esas letanías condicionaron la limitación de las mismas hecha por Clemente VIII en 1601 con el decreto contra la formación y uso de letanías que se volvió más riguroso durante los pontificados de los papas Benedicto XIII y Benedicto XIV. 3. Las letanías que se cantan haciendo procesiones el día 25 de abril, fiesta de san Marcos. Letra dominical (littera dominicalis): La letra que servía (antes del concilio Vaticano II) para señalar los domingos de cada año. Los años corrientes tienen sólo una letra para señalar los domingos; los años bisiestos tienen dos; una que sirve para contar desde el 1 de enero hasta el 28 de febrero, y la otra vale desde esta fecha hasta el 31 de diciembre. La letra dominical se cuenta en base a las indicaciones impresas al principio del misal y del breviario.* Levans: El padrino. Lezda: Importe que grababa la entrada de mercancías a las ciudades y villas donde había mercado. También tenía otras denominaciones: peaje, barra, teloni, pasaje, rea, hospedaje… Líbanon: Denominación griega del incienso. Libanotrís: Nombre que se da en griego a la naveta que sirve para guardar el incienso. Libellus precatorius (Libellus precum, precationum): Nombre que después de la edad media del libro que contiene una colección de oraciones y otros ejercicios de piedad para el uso privado. Liber Antiquitatum: cartulario o conjunto de documentos muy antiguos, como por ejemplo el Liber Antiquitatum de Barcelona. V. Cartulario Liber de ceremoniis Ecclesiae romanae: Orden de los oficios divinos de la curia papal redactado por Petrus Amelii (1491) y publicado por Mabillón. Liber diurnus romanorum: Registro de formularios para elaborar los privilegios papales, especialmente los solemnes. Pasan de las cien fórmulas, algunas inspiradas por cartas o privilegios de Gregorio I (siglo VI). Liber episcopalis: Nombre que en los comienzos de la edad media se daba al libro litúrgico que más tarde pasó a llamarse Pontifical. Liber generationis Jesuchristi: Frase de Mateo, apóstol Liber memoriale: V. Cartulario Liber ministerialis: Nombre que recibía el libro litúrgico a inicios de la edad media, y que más tarde se cambió por Pontificalis. LIB J. M. MARTÍ BONET Liber ordinarius: Este libro tomaba también el nombre de ordinarius u ordinarium en las iglesias catedrales colegiatas y conventos de la edad media. Contenía detalladamente el orden del culto divino para los diferentes días y tiempos litúrgicos del año eclesiástico, así como para las fiestas y para otras circunstancias; también era llamado ordo officiorum. No reproduce sólo los usos generales en práctica, sino que también reproduce las costumbres de la Iglesia y de los conventos o monasterios para los cuales eran escritos y de los cuales eran propiedad. Daban no sólo una simple exposición de los ritos generales, sino también de los concretos que, dejando intacta su parte esencial. Habían reunido las costumbres especiales de aquel convento o de aquella iglesia. Por eso también se le llamaba consuetudinarium, consuetudinarius o consuetudines. En la edad media eran de gran importancia para conservar la fijeza del rito; perdieron su importancia después de la edad media al fundar el papa Sixto V la Congregación de Ritos en 1588 y con la importancia cada día mayor adquirida por el misal y ceremonial romanos. Hoy tienen mucha importancia para la investigación de la historia medieval con sus diversas características. Liber privilegiorum: V. Cartulario Libera: Antes del concilio Vaticano II: 1. En sentido más apropiado significaba el responso que se cantaba tras la misa de difuntos en las exequias, en la absolutio super feretrum seu tumbam, tomado del tercer nocturno de la misa de difuntos altamente emotivo por su letra y por su melodía. Toma el nombre de Libera por las palabras con las cuales empieza: Libera me Domine de morte aeterna. 2. En sentido más amplio, todo el rito y la absolta completa, es decir, el Libera me Domine con todas las oraciones y ceremonias que la acompañan. Liberada, virgen y mártir (On. 20 de julio): Sus atributos son barba y crucificada. Liberado, mártir (On. 26 de agosto): Sus atributos son instrumentos de medicina y trovador con instrumentos musicales. Liborio, obispo (On. 23 de julio): Sus atributos son pavo real, pluma de pavo real y piedras. Libras: V. Moneda Libro: Atributo de santa Inés, santa Catalina de Siena, santa Eulalia de Barcelona, san Martín de Lyon, santos apóstoles, santos doctores, santos escritores eclesiásticos, santos evangelistas y santa Teresa de Jesús. En santa Eulalia de Barcelona es el libro con el que la santa alaba al Señor. También hay un célebre misal de santa Eulalia de Barcelona, obra de Destorrents a. 1404, pero el libro que lleva en la mano la santa no es un misal, sino salmos. Libro abierto: Atributo de san Antonio abad. Libros de la cancillería: Conjunto de formularios, textos... con que los oficiales de la cancillería conservaban los documentos o los empleaban para confeccionar los documentos de la cancillería. Libros litúrgicos: Los libros que contienen todos los ritos que se deben observar en las acciones litúrgicas así como en los cantos y las oraciones que las deben acompañar, preparados por las congregaciones u órganos que tienen confiada la dirección superior y ordenación, y que, por lo 136 tanto, tienen carácter oficial en la Iglesia. El contenido de estos libros es diferente: los unos contienen el ceremonial de un solo acto litúrgico, mientras que otros contienen un grupo de funciones de una misma clase, o de actos litúrgicos relacionados, otros contienen las prescripciones litúrgicas más importantes del año eclesiástico o de una parte (ceremonias, oraciones, cánticos…). Los libros litúrgicos más importantes del rito latino son el Misal, el Breviario, el Coeremoniale episcoporum y el Ritual romano; otros son el Antifonario, el Kyrial, el Gradual, el Octavarium romanum, el Martyrologium, el Memoriale rituum. Los libros litúrgicos del rito griego hoy son todavía muchos. Tienen carácter oficial el Euchológion, el Apóstolos, el Evangélion, el Triódion, el Pentekostárion, el Oktoechos, la Menaia, el Typikon, el psaltérion, y el Orológion. Son libros auxiliares el Leitourgikón, el Ierodiakónikon, el Menológion, el Synaxárion, el Argierátikon, el Evangelistárion y el Eirmológion. Licencias ministeriales: Son las concesiones, por parte del obispo, de licencias (permisos) para confesar, predicar, celebrar la santa misa en lugares diferentes de la parroquia propia... Licencias penitenciales: V. Epistolae canonicae y Penitenciales Liebre: Atributo de san Anselmo y san Oleguer. Limosna: Aquello que se da gratuitamente para socorrer una necesidad. La limosna tiene una dimensión muy específica de caridad fraternal y es una práctica cuaresmal ya desde los tiempos primitivos de la Iglesia. Limosna de la misa: Gratificación que se da a un sacerdote para celebrar la eucaristía a intención del donante. Actualmente (2012) en Barcelona es de 10 euros por cada misa. Línea de arranque de un arco: Fig. 12 Línea de clave: Fig. 157 Linia (túnica): En la lengua medieval significa: 1. El alba. 2. La tunicela del subdiácono. Lino, Papa y mártir (On. 23 de septiembre): Su atributo son posesos. Linteamen altaris: Los manteles del altar. Linterna (laterna): 1. Velón para llevar (un candil o cirio) que tiene la forma de una caseta cerrada para guardar la luz del viento. Servía para acompañar el viático o para ir a las procesiones junto a la cruz, y se llevaba en la mano o en el extremo de una pértiga. Linterna: Atributo de san Luciano, santa Margarita, santa María de la Cabeza, san Remigio. Linterna: V. Cupulino Linteum: La toalla de la comunión. Lira: Atributo de san Dámaso y san David. Lirio: Atributo de san Alberto, san Ángela de Mérici, san Antonio, san Antonio de Padua, santa Balbina, san Cayetano, san Casimiro, santa Catalina de Siena, santa Catalina Tomás, san Crisanto, san Crisantino, san Dalmacio, santa Delfina, santo Domingo, santa Emilia Biccheri, san Estanislao de Kostka, santa Filomena, santa Florentina, san Gabriel con la Virgen María, santa Irene, san Jacinto, san José, san José de Calasanz, santa Julita, santa Madrona, santa María de Cervelló, san Nicolás de Tolentino, santa Obdulia, san Pascual Bailón, san Pedro Mártir, san Pelayo, santa Quiteria, 137 SACRALIA ANTIQUA santos mártires que se han distinguido por la pureza, santa Teresa de Jesús y san Vicente Ferrer. Lis (flor): Atributo de san Luis rey y san Luis de Tolosa. Litai: En el rito griego significa: 1. El esperinós, gran oración que hace el diácono en el nártex de la iglesia durante el rezo del oficio. 2. Procesión de plegarias. Litania maior: Procesión por el campo, citada por san Gregorio Magno, que se hacía en Roma el 25 de abril, o sea en la fiesta de san Marcos. Se hacía esta letanía en lugar de la Rovigalia de los paganos. El rito romano la extendió por todas las tierras de Occidente. Se llamaba litania maior porque seguramente era la procesión de rogativas más solemne, más importante y más antigua que se hacía en Roma. Según el Gregorianum, salía de San Lorenzo in Licina, se hacían paradas en la basílica de San Valentín ante la puerta Flamminia, en el puente Milvios, en una iglesia que se encontraba por el camino de la procesión, y acababa en San Pedro del Vaticano. En el año 798, cuando el papa León III celebraba esta procesión fue atentado, y después de haber sido encarcelado se refugió en Francia, donde lo recibió Carlomagno. Éste sería coronado por el mismo León III en Roma en la Nochebuena del año 800. Logró huir después de un juicio en el que León III se declaró inocente imponiéndose sobre su cabeza un evangeliario. Litania terna, quina, septena: Breve letanía de todos los santos, las invocaciones y respuestas de la cual se repetían tres, cinco o siete veces; la primera vez de los cantores y las restantes de los coros. Se cantaba el Sábado Santo y la vigilia de Pentecostés en combinación con el rito de la bendición de las fuentes bautismales; primero la letanía septena, después la quina y finalmente la terna, después de la cual empezaba la misa. En Roma, según el Ordo de Benito (siglo XII) se rezaban también estas letanías el día de san Marcos, el día de las antiguas litaniae maiores, tras las cuales vino, además de la litania terna, una litania simplex, sin repetición. La costumbre de cantar la litania terna la vigilia de Pascua y la vigilia de Pentecostés, que ya se puede comprobar en el siglo IX, se conservó en algunas catedrales hasta finales de la edad media. Litaniae minores: Las procesiones de plegarias que se hacen los tres días antes de la Ascensión. San Mamerto, obispo de Vienne (Francia) las introdujo en el año 470 cuando grandes calamidades azotaban su diócesis; el sínodo de Orleans del año 511 las extendió por toda la Galia y el papa León III las introdujo en el ritual romano (816). Un sínodo de Gerona del año 517 las introdujo en Cataluña y un sínodo de Maguncia de 813 las introducía en Alemania. Las litaniae minores tenían lugar en Milán el lunes, martes y miércoles después del domingo de la Ascensión. Por proceder de Francia, las litaniae minores se denominaban también litaniae gallicanae en contraposición con la letanía de san Marcos, también llamada litania romana. Litterae apostolicae: En diplomática. V. Cartas apostólicas Litterae clausae: Documentos pontificios o cartas papales que son enviadas cerradas con el sello y plomo del Papa. Litterae gratiae: Bulas papales en las cuales el Papa concede una gracia o favor. Son más elegantes que las LIS litterae justitiae. La inicial destaca más que la palabra y es decorada con dibujos; las sucesivas letras del nombre del Papa se realzan alargándolas o poniéndolas en mayúscula gótica; las ‘s’ de ‘servus’ y ‘servorum’ son alargadas; la letra inicial del contexto viene siempre ejecutada en caracteres en mayúscula; los grupos ‘ct’ y ‘st’ vienen presentados con ligaduras llamadas de puente; las fórmulas de la comminatio (‘Nulli ergo...’. ‘si quis autem...’) tienen iniciales en mayúscula gótica, pero con tinta negra. Litterae indulgentiales, confessionalia: Letras concedidas mediante una limosna prescrita con las cuales el que las tiene puede obtener la remisión de todos los pecados siempre que tenga auténtica contrición, incluso de los reservados, confesándose con el sacerdote que él quiera. Sólo se exceptúan muy pocos pecados de este privilegio, que se puede conceder una única vez por la vida y otra en la hora de la muerte. Al recibir la absolución, se concede en nombre del Papa una indulgencia plenaria. Estas cartas se extendieron mucho a finales de la edad media y a comienzos del siglo XVI.* Liturgia: 1. En sentido amplio, significa el culto público celebrado en común, regulado por la autoridad competente o por el uso y la costumbre. En este sentido más amplio, la palabra liturgia puede aplicarse al culto público de todas las religiones. 2. En sentido más estricto, significa el ejercicio de la oración practicado en la Iglesia en nombre de Cristo por los ministros llamados y destinados a esta misión sirviéndose de formularios y de reglas ordenadas por estos y destinadas al honor de Dios Nuestro Señor y por la salud de los fieles. La liturgia entendida en este sentido, comprende la administración de los sacramentos, las consagraciones y las bendiciones, las procesiones, los exorcismos, la celebración de la santa misa y el rezo de los oficios divinos. Las devociones populares sólo pueden contar en cuanto, además de ser permitidas por las autoridades competentes, han sido redactadas por ellas, que a su vez han designado a las personas que las deben dirigir. 3. En sentido más estricto, significa el sacrificio eucarístico, la santa misa. En este sentido, en el rito griego es denominada leiturgía, mientras que en los otros dos se acostumbra a denominar acolythia. V. Liturgia de la misa* Liturgia ambrosiana de la misa: La forma del sacrificio de la misa tal como se celebra en Milán. Presenta cierta similitud con la liturgia de la misa galicana, de la cual parece proceder, pero se fue aproximando tanto a la liturgia romana, que las diferencias existentes entre ellas actualmente tienen muy poca importancia. Las principales son estas: en lugar del Iudica me Deus, se dice el salmo Confitemini Domino; el Gloria se dice en el lado de la epístola; falta la invocación Christe eleison. Una lección de Sagrada Escritura precede la lectura de la epístola, al menos en todas las fiestas y en todos los domingos; también se distingue por la antífona después del evangelio, el deseo de paz y el oratio super sindonem; el Credo se dice después del oratio super oblata que corresponde a la secreta del rito romano; las manos se lavan antes del Qui pridie del canon primero, es decir, inmediatamente antes de la consagración; la commixtio de la hostia consagrada con el LIT J. M. MARTÍ BONET sanguis se hace entre el canon y el Pater noster, por lo tanto lo preceden en vez de seguirle. La commixtio va acompañada de un cántico antifonario llamado confractorium. Sólo las misas de réquiem tienen el Agnus Dei. La despedida a los fieles se da al final diciendo tres veces Kyrie eleison, y después Procedamus in pace. Benedicamus Domino. Liturgia armenia de la misa: Liturgia de la misa empleada por los armenios no unidos y por los unidos, bajo el nombre de san Atanasio o san Gregorio “iluminado” (Nacianceno) muy diferente de la liturgia bizantina, de la cual a su vez ha recibido ciertas influencias. Liturgia clementina: Forma ideal de la liturgia de la misa contenida en el libro VIII de las llamadas constituciones apostólicas. Liturgia copta de la misa: Liturgia seguida por los coptos de Egipto. La principal es la liturgia llamada de san Basilio; además existe la liturgia de san Gregorio Nacianceno y la de san Cirilo, las cuales constan sólo de una anaphora. Recordemos que en la actualidad (a. 2012) en Egipto existe un 10% de cristianos que sufren muchos episodios de violencia. Liturgia galicana de la misa: El rito de la misa empleado en Francia antes de época carolingia. La introducción del Gelasianum redujo y romanizó la liturgia galicana, y la introducción del Gregorianum por Carlomagno la dejó fuera de uso. Podemos conocer la liturgia galicana de la misa, si bien no en todos sus detalles, por la aclaración galicana de la misa que quizás se remonta al siglo VI, en todo caso es precarolíngia, y por algunos sacramentarios galicanos, no se libra de influencias de la liturgia romana. Es tan parecida a la liturgia griega de la misa, que no se puede dudar de la conexión entre la una y la otra. Empezaba con una antífona, después de la cual el diácono exhortaba al silencio. Seguían después el Trisagion (aius), el Kyrie, el cántico de Zacarías llamado prophetia, con la colecta que lo acababa (collectio ad prophetiam, praefatio), una lectura del Antiguo Testamento (propheta), una lectura del Nuevo Testamento (apostolus), el cántico de los tres jóvenes, otro Trisagion, la lectura del evangelio, un tercer Trisagion, la lectura de una homilía, una plegaria llamada del diácono (prex) con la oración siguiente (collectio post precem), la despedida a los catecúmenos que, más tarde, se convirtió en una pura fórmula, un canto antifónico llamado sonus durante el cual la oblata era llevada solemnemente al altar, el cubrimiento de la oblata con el velo (coopertorium), un canto aleluyático (laudes, alleluia), una oración de ofrecimiento (collectio secreta), la lectura de los dípticos, el oratio post nomina, el beso de paz con la oratio ad pacem, el prefacio cantado llamado contestatio, el Sanctus, la collectio post Sanctus, el canon, la consagración con una oración que se relaciona (collectio post secreta), la fracción, durante la cual el coro canta una antífona, el Pater noster, la commixtio de la partícula con el sanguis del cáliz, la comunión durante la cual el coro canta el trecanum y finalmente la collectio post communionem. Una comparación de la liturgia galicana con la ambrosiana y con la mozárabe demuestra que en esta última se han conservado numerosos elementos de la liturgia galicana hasta los tiempos actuales. 138 Liturgia gregoriana: El formulario para la liturgia de los “presantificados” o “predestinados” atribuida equivocadamente a san Gregorio Magno. Consta de dos partes, la primera está formada por el verso del oficio, la segunda representada por la liturgia de san Juan Crisóstomo en la cual se dejan el prefacio, la consagración y la epiclese, la gran entrada a la consagración de las ofrendas es sustituida por el hecho de ir a buscar antes solemnemente la hostia consagrada. Liturgia griega de la misa: Los formularios de celebración de la misa forman la llamada liturgia griega y de los ritos que llevan los nombres de san Juan Crisóstomo y de san Basilio. La liturgia de san Basilio aparece pocas veces: los domingos de Cuaresma, exceptuando el día de ramos, el Jueves Santo y el Sábado Santo, las vigilias de Navidad y de la Epifanía y también el día de san Basilio (1 de enero). La liturgia de san Juan Crisóstomo es la liturgia usual del rito griego. Los aspectos capitales de la misma en su desarrollo son los siguientes, primera parte principal: saludo de las imágenes de Cristo y de la Virgen María que hay junto a la puerta santa del iconostasio, entrada al presbiterio, veneración del altar y del evangeliario colocado encima, revestimiento con los ornamentos diciendo unas oraciones parecidas a las del rito romano, preparación de los dones del sacrificio (proskomidé) en la credencia del altar, de la nave, y del celebrante, cierre del altar con el gran velo que hay ante la puerta del medio o del ikonostasis, el ektenie mayor, es decir, un tipo de letanía o cántico antifónico cantado por el diácono ante el ikonostasis y respuesta por dos coros, pequeña entrada (eisodos mikrá), es decir, procesión con el libro de los evangelios, canto del tropari y del contakion, canto del trisagi, lecturas de los hechos y de las cartas del apóstoles, lectura del evangelio, ektenie de las súplicas apremiantes, extender los corporales, Ieiletón en el altar, oración general, traslado solemne de la oblata de la prothesis hacia el altar, oración del ofertorio, beso de paz y símbolo de los apóstoles con el cual acaba la preparación espiritual y material para el ofrecimiento del santo sacrificio…La segunda parte principal comprende: el prefacio, la consagración, la anamnese, la epiklese, conmemoración de los santos, ektenie por los vivos y por los difuntos, el padrenuestro, la elevación, la fracción de la hostia consagrada, la commixtio con el sanguis del cáliz y el poner en este agua caliente la comunión del sacerdote y la del diácono, la acción de gracias, la comunión de los fieles, dar la bendición, procesión con el cáliz y la patena hacia la prothesis, acción de gracias y despedida (apólusis). Es muy importante el papel del diácono en la misa de la liturgia griega. No es sólo el ministro del celebrante; es también el intermediario entre este y el pueblo. Su lugar, cuando no tiene que ser en la prothesis o en el altar, es en el estrado que hay (sóleas) ante el retablo donde canta las ektenies codeando con el coro. La liturgia de san Basilio no se distingue de la de san Juan Crisóstomo hasta dar despedida a los catecúmenos, y de aquí en adelante sólo por ciertas oraciones, no por el rito. Así como la primera no deriva de san Juan Crisóstomo, tampoco la segunda viene de san Basilio; con todo, las fuentes manuscritas de la de san Juan Crisóstomo llegan al 139 SACRALIA ANTIQUA siglo VIII sin la proskomide que, si bien es algo más tardía, entró antes del siglo XIII. Liturgia jacobita o de san Jaime: Liturgia de la misa originaria de Jerusalén, de donde se extendió hacia la Siria occidental por los cristianos, donde todavía hoy es la liturgia principal, mientras en Jerusalén hace mucho tiempo que ha caído en desuso. Se llama liturgia jacobita porque se quiere hacer derivar de san Jaime, san Jacobo. Liturgia maronita: La liturgia de la misa siríaca occidental, usada por los maronitas e influenciada por la liturgia romana. Liturgia de la misa: El modo general como se debe celebrar el sacrificio eucarístico en los ritos orientales y occidentales siguiendo las prescripciones eclesiásticas y usos establecidos (oraciones, ceremonias, cánticos...). Los ritos romano, mozárabe, ambrosiano y armenio tienen una sola liturgia de la misa; el rito griego tiene dos: la de san Juan Crisóstomo y la de san Basilio, y esta es seguida sólo en determinados días. Los ritos siríaco oriental y copto tienen tres liturgias de la misa de cada uno; el rito siríaco occidental (jacobita) ha dado pie a una numerosa serie de ritos de la misa. Las liturgias de la misa son múltiples, e incluso pueden ser radicalmente diferentes. Esto ya se ve comparando las tres liturgias occidentales, pero la gran diversidad resalta mucho más comparando las liturgias orientales unas con otras o con las liturgias occidentales. Con todo, no faltan oraciones y ceremonias iguales o muy parecidas en todas; especialmente se encuentra una coincidencia innegable en la estructura y coordinación de las partes esenciales. La liturgia de la misa de todos los ritos, orientales y occidentales, se divide en dos partes: una que sigue al sacrificio y la preparación para el mismo; las dos están integradas por dos partes. La parte preparatoria se divide en una preparación espiritual, constituida por oraciones, cánticos y lecturas de la Sagrada Escritura, la segunda de las cuales siempre es sacada del evangelio, y una preparación material para el ofrecimiento de los dones del sacrificio. La preparación de los dones del sacrificio en los ritos romano y ambrosiano se hace durante las oraciones y las lecturas, mientras que en los ritos siríacos occidentales y en el copto se hace antes. La primera parte principal del rito romano acaba con la secreta, en la cual el sacerdote pide que los dones ofrecidos sean dignamente aceptados, secreta que corresponde a la oratio super oblata del rito ambrosiano. La segunda parte principal empieza en todos los ritos con una solemne oración de acción de gracias, llamada prefacio. La primera de las dos subdivisiones comprende el acto del ofrecimiento del sacrificio y la comunión; uno y otro van acompañados de las oraciones y ceremonias correspondientes. La coincidencia sustancial de todas las liturgias de la misa constata que todas tienen un origen común; y sus variantes en cada una prueban que su evolución fue independiente, excepto en los casos en los que se encuentra una influencia marcada de una liturgia sobre la otra. Si se comparan las liturgias por su valor, en todas ellas se encuentran ciertas ventajas. La liturgia de la misa del rito romano evita su duración excesiva, tiene una sencillez elegante, una ordenación muy marcada en la cual los elementos principales sobresalen por encima LIT de los secundarios ofreciendo una visión clara, una unidad y un redondeo de conjunto y en detalle, y sobre todo ofrece una gran diversidad según los días y según las festividades. Además toda liturgia de la misa se tiene que judicar y apreciar por el espíritu del pueblo que le es peculiar.* Liturgia de la misa jacobita: V. Liturgia de la misa del rito siríaco occidental Liturgia de la misa del rito romano: V. Liturgia de la misa Liturgia de la misa siríaca occidental: V. Liturgia de la misa Liturgia mozárabe de la misa: Liturgia de la misa antigua de Hispania, estrechamente relacionada con la liturgia galicana. En numerosos detalles se diferencia de la liturgia romana de la misa. La oblata se prepara inmediatamente al subir al altar; antes del evangelio hay dos lecturas de la Sagrada Escritura en vez de una; el Trisagi (el Sanctus) va detrás del ofertorio; sigue la conmemoración de los apóstoles, de los santos y de todos los difuntos, y después una oratio post nomina, la oratio ad pacem y el beso de paz. El canon que sigue al prefacio es totalmente diferente del canon romano; consta de la consagración y de tres oraciones. Después del canon se reza el Symbolum, después se divide la hostia en nueve partes que llevan nueve nombres de todos de la oblata de la redención y se colocan ordenadamente sobre la patena. Siguen el memento de los vivientes, el Pater noster, la commixtio de una partícula en el cáliz, una bendición de los fieles, un memento de difuntos y la comunión. La liturgia mozárabe de la misa era la predominante en España hasta el papa Gregorio VII la fue dejando de lado. Presenta señales evidentes de parentesco con la liturgia galicana. El cardenal Cisneros (siglo XV) intentó su restablecimiento. Hasta una época reciente estaba en uso en varias iglesias de Toledo y otras catedrales de España, como por ejemplo Tarragona, pero siempre concretadas en alguna capilla y no todos los días del año. También se celebra en Tarragona y, recientemente, en las iglesias visigodas de Terrassa (Égara) y en la reunión de todos los capítulos de las catedrales españolas celebrada en Barcelona en el mes de mayo de 2012. Liturgia de los presantificados: V. Eucologion y Missa praesantificatorum Liturgia romana de la misa: El rito de la misa tal como se ha desarrollado en Roma y como aparece en el misal romano. Influyeron en su formación, además de los factores indígenas, la costumbre extraromana. En el siglo XII ya estaba formada y acababa definitivamente con el misal de san Pío V (siglo XVI). El proceso de la liturgia romana de la misa resumido, antes del concilio Vaticano II, era el siguiente, que en buena medida coincide con el actual: lavatorio de las manos en la sacristía, vestición de los ornamentos litúrgicos con el rezo de las oraciones indicadas en el misal, entrada al altar, colocación del cáliz sobre el ara, consulta del misal, rezo del Iudica en las gradas del altar, ascensión al mismo, introito, kyrie eleison y Gloria cuando la hay, colecta, epístola y gradual, evangelio, Credo si se tiene que rezar, ofertorio, lavabo, oración sobre la oblata con el siguiente Orate fratres y secreta. La segunda parte principal comprende prefacio, Sanctus, las oraciones del canon que preceden la consagración, el acto de la consagración, las LIT J. M. MARTÍ BONET oraciones siguientes del canon, el Pater noster, el embolismo, la fracción del pan, la commixtio de una partícula de la hostia consagrada con el vino consagrado; el triple Agnus Dei, la oración de la paz y oraciones para la comunión, la comunión, el Communio, el Postcommunio, el Ite missa est y la bendición de los fieles, y el evangelio de san Juan. En la misa solemne está la incensación del altar, de la oblata, del celebrante, de los ministros, de la clerecía y del pueblo, así como a la hora de la consagración se inciensa el Santísimo Sacramento.* Después del concilio Vaticano II: se pueden emplear varios cánones oficiales. El primero de ellos es el llamado romano, del cual antes hemos hecho mención. Recientemente el papa Benedicto XVI ha permitido volver a la denominada Misa de San Pío V, pero en casos muy concretos. Liturgia de san Basilio: V. Liturgia griega de la misa Liturgia de san Crisóstomo: V. Liturgia griega de la misa Liturgia de san Marcos: Liturgia de la misa que antiguamente estaba en uso en Alejandría, la cual sería sustituida por otras liturgias, cayendo completamente en desuso. Liturgia de san Pedro: La adaptación de la liturgia romana de la misa a la liturgia griega, hecha en la edad media, por los italogriegos de la Italia meridional (Bari…). Liturgia siríaca occidental de la misa (jacobita): Las liturgias de los siríacos occidentales no unidos (siríacos puros). Estas liturgias son muy numerosas; comprenden la anáfora, es decir, la segunda parte principal que va de la consagración a la comunión de la misa. La primera parte se practica con pocos formularios que sirven para todas las liturgias. La más antigua de estas liturgias es la liturgia jacobita que procede de Jerusalén y es atribuida al apóstol san Jaime. Liturgia siríaca oriental de la misa (caldaica, nestoriana): La liturgia de la misa empleada por los siríacos orientales no unidos (nestorianos) y por los unidos (caldeos). Es la liturgia de san Andrés y san Marcos, también llamada liturgia de los apóstoles porque estos dos santos se consideran los apóstoles de la Siria oriental y de Persia; también se conoce como la liturgia de Teodoro de Mopsuestia y nestoriana. La primera es la liturgia más importante; las otras dos sólo tienen una anáfora tomando su primera parte de la liturgia de los apóstoles. Litúrgica: La exposición del culto divino especialmente de la misa del oficio divino, de la administración de sacramentos, de las consagraciones, de las bendiciones y otras funciones litúrgicas reguladas por la autoridad suprema de la Iglesia como representante de Cristo y distribuidora del ejercicio del culto y de los medios para obtener la gracia y como administradora del ministerio sacerdotal creado por esta autoridad en la Iglesia (Ecclesia orans, Ecclesia sanctificans). Comprende: 1. La fijación y exposición de las normas y de las reglas existentes en la Iglesia para tales operaciones. 2. El estudio del proceso histórico en la evolución de cada función litúrgica y de los momentos internos y externos que en ella se operan. 3. La introducción en el espíritu y en la significación de las operaciones litúrgicas. La exposición sencilla y llana de los preceptos y prescripciones de la Iglesia que regulan las ceremonias es llamada “Rubricística”.* 140 Llaga: Atributo de santa Brígida, santa Catalina de Riccini, santa Catalina de Siena, san Francisco de Asís, santa Gertrudis, santa Magdalena, santa María Magdalena de Pazzi, santo Peregrino y san Roque. Llamas: Atributo de santa Inés, santa Afra, san Agapito, san Antonio abad, santa Apolonia, san Bernabé, santa Cristina, san Efrén, santa Eufemia, santa Eugenia, san Fructuoso, santa Juana, santa Juliana, santa Lucía, san Marciano, san Pedro González, san Policarpo, santa Rosa de Viterbo, san Román, santa Tecla, san Toribio, san Vicente Ferrer, y santa Eulalia de Barcelona, pero esta última la llama apagada por el milagro de la nieve caída. Llamas saliendo del pecho: Atributo de san Francisco Javier. Llave como insignia en el sombrero: Atributo de san Roque. Llave de oro: Atributo de santo Ramon de Penyafort. Lobo: Atributo de san Andrés, san Froilán, san Ignacio de Loyola, san Julio y santa Susana. Lobulado, arco: Arco que está dividido en lóbulos. Elemento arquitectónico. Fig. 25 Lóbulo: En arquitectura, parte saliente con forma redondeada. Es normal un motivo ornamental con forma de pequeño semicírculo muy usado en el estilo árabe que también se aprecia en la arquitectura románica. Loculus (locus): Nombre que se da a la tumba del altar que contiene las reliquias en el rito galicano y en los Ordines de la consagración de las iglesias más antiguas dependientes de él. Lombardas: V. Bandas lombardas. Fig. 37 Lorenzo, diácono y mártir (On. 10 de agosto): Sus atributos son bolsa de dinero, cabeza del emperador Valeriano, cofre, parrilla y a sus pies el emperador Decio. Loria: Ornamentos con los cuales antiguamente se decoraba la parte delantera, la posterior, las mangas y el entorno del viejo sticharion episcopal. Losa: Piedra plana y no muy gruesa empleada para pavimentar suelos y cubrir tejados. Losa bautismal: Cuchara grande para administrar el bautismo por infusión (que es el normal). A veces la parte cóncava de la cuchara puede recordar la forma de una concha. Losanjado, escudo: V. Escudos Loutron (griego, luter): Nombre de la pila bautismal y del aposento donde está. Lucas, evangelista (On. 10 de agosto): Sus atributos son la estatua de la Virgen María, los instrumentos de medicina, el pincel y el ternero alado. Lucernarium: 1. En los primeros tiempos del cristianismo significaba las vísperas por razón de las lámparas encendidas para romper y alejar la oscuridad. El nombre desapareció cuando las vísperas pasaron a ser una función de la tarde. 2. Pequeño oficio de preparación para las vísperas en los primeros tiempos del cristianismo, citado en las reglas monacales de san Aureliano de Arles (550) y de san Isidoro de Sevilla (636); hoy sólo es conocido en el oficio ambrosiano. Lucía, virgen y mártir (13 de diciembre): Sus atributos son ciegos, llamas, linterna, lámpara, plato con ojos, cortes en el cuerpo y ojos. 141 SACRALIA ANTIQUA Luciano y Marciano, mártires de Vic (On. 26 de octubre): Sus atributos son árbol, columna, llamas, cuchillo, puñal y tronco de un árbol. Lugar del bautismo: La administración del bautismo en los primeros tiempos del cristianismo podía hacerse en cualquier lugar que resultara apropiado que hubiese agua abundante, a poder ser corriente (río, torrente…), pero por razones de decencia y de seguridad, cuando las circunstancias externas lo permitían, la administración del bautismo en la época pre-constantiniana ya se hacía en habitaciones especiales en los lugares de reunión de los fieles especialmente destinados para ello. Después del edicto de Constantino (313), se construyeron baptisterios junto a las basílicas. Si no lo había, el bautismo se administraba en una habitación de la basílica. Por otro lado en un principio el bautismo sólo se administraba en las iglesias episcopales, porque el obispo era el ministro ordinario o común del mismo sin que se negara que en caso urgente cualquier persona (incluso no cristiana) si lo hace teniendo la misma intención que la Iglesia. La propagación del cristianismo en los siglos IV y V llevó a la erección de muchas iglesias rurales y el aumento siempre creciente de bautismos de niños llevaron a que, como consecuencia, las iglesias rurales que tenían un sacerdote fijo tuvieran al igual que las episcopales el derecho de bautizar, naciendo así junto a la catedral otras tituli o ecclesiae baptismales. En el siglo XI la mayoría de iglesias parroquiales tenían el derecho de bautizar; pero no han faltado excepciones (especialmente en las denominadas iglesias propias). En algunas diócesis italianas el derecho a bautizar estaba reservado al baptisterio de la catedral. El antiguo Derecho Canónico ha puesto fin a estas excepciones con el canon 774, que ha abolido de una forma clara todos los privilegios y derechos inmemoriales, concediendo la posibilidad de bautizar a todas las iglesias parroquiales que tengan pila bautismal, y por supuesto a las catedrales. Sólo se puede bautizar en las casas particulares y en las capillas cuando el obispo concede un permiso especial basado en motivos justos y razonables. En cambio entre los seguidores del rito griego el bautismo todavía hoy casi siempre se administra en casa.* Lugar de la misa: Antes del concilio Vaticano II La misa se debía celebrar en la iglesia o en oratorio público o semipúblico; en otros lugares se podía celebrar sólo con privilegio papal o con un permiso especial del obispo.* Luis Bertrán, sacerdote (On. 9 de octubre): Sus atributos son indio, serpiente alada sobre la copa, copa con serpiente alada y con una cruz. Luis Gonzaga, laico (On. 21 de junio): Sus atributos son rosario, látigo, cráneo, disciplinas de penitencia y con un santo cristo. Luis rey, laico (On. 25 de agosto): Sus atributos son cetro, clámide, llave, almohada, cordón franciscano, esfera real y flor de lis. Luis de Tolosa (On. 19 de octubre): Sus atributos son cordón franciscano, corona en el suelo, rosas y flor de lis. Luminum festum: La fiesta de la Candelera, que toma este nombre por las candelas que se bendicen y por la procesión de las candelas en esta fiesta. LUC Luneto: Pequeña bóveda con forma de media luna definida por un arco vertical y la intersección con una bóveda de cañón. Fig. 110 y 157 Lunula: El viril que sostiene la sagrada hostia en la custodia; es denominado también melchisedec. V. Viril Lupo, monje y obispo de Troyes (On. 29 de julio): Su atributo es el dragón. Lupo de Sens (On. 1 de septiembre): Sus atributos son escudo con lobo y león. Lustración: Especialmente antes del concilio Vaticano II: La “reconciliación” litúrgica, la “purificación” de posibles influencias del demonio, por medio de la aspersión y purificación con agua bendita. Es un rito que se practica en las consagraciones y en las bendiciones, como por ejemplo en la consagración del altar y de la iglesia, la colocación de la primera piedra de un templo, la bendición de una campana, de un cementerio nuevo, la reconciliación de una iglesia o de un cementerio... También tenían el carácter de lustración la aspersión de la habitación del enfermo al administrarle el viático, la extremaunción y también el asperges de las misas del domingo, cuaresma y adviento. Lutgarda, virgen (On. 21 de enero): Sus atributos son ciegos, cruz, incensarios e instrumentos de pasión. Luz: Se hace uso de ella en el culto divino: 1. Por razones prácticas, para iluminar, decorar y dar relieve a las fiestas. 2. Como elemento de culto, por razón del simbolismo religioso que la acompaña. En los primeros tiempos del cristianismo era exigida por las circunstancias en las cuales se tenían que celebrar los santos misterios. Como elemento de culto, se puede constatar ya en el siglo IV, pero ya aparecería antes. Muy pronto se convirtió en un elemento importante, pasando a ser una parte integrante del ceremonial litúrgico. Lógicamente que el encender luces fue una costumbre y a la vez fue el resultado de prescripciones precisas, y la luz encendida, por prescripción en los actos litúrgicos, se convirtió en un lumen liturgicum, lumen sacrum. Este lumen sacrum casi siempre ha sido objeto de legislación litúrgica. La iluminación de la iglesia para fines prácticos se puede hacer con todo tipo de material que dé luz, sea luz de estearina, de parafina, de gas o de electricidad. Para la luz litúrgica sólo se puede hacer uso de aceite de oliva y cera pura. Según una decisión de la antigua Congregación de Ritos de antes del concilio Vaticano II, se puede emplear en vez de cera pura, una mezcla en la cual predomine la cera. El uso del aceite sólo entra en la lámpara del Santísimo, en los otros casos, como son la celebración de la misa, exposición del Santísimo, oficio, bendición de las candelas y el cirio del Exultet, se debe hacer uso de la cera; de la cera amarilla (antes del concilio Vaticano II) en las misas y oficios de difuntos, las maitines y oficios de Semana Santa; en los otros casos, a ser posible, se debe emplear cera blanca.* 3. Distancia horizontal entre dos elementos de apoyo o entre los dos arranques de un arco o de una bóveda. Elemento arquitectónico. Fig. 12 y 157 Lychni (lichni): Las lámparas que servían para el culto en los primeros tiempos del cristianismo y a principios de la edad media. LYC J. M. MARTÍ BONET Lychnicón: La primera parte de la esperinos del oficio griego, así denominado por las lámparas que se encendían. V. Lucernarium 142 M Macario de Jerusalén (On. 10 de marzo): Su atributo es el báculo en forma de cruz. Macario de Roma, monje (On. 23 de octubre): Sus atributos son león y dedo delante la boca. Machón: Pilar de fábrica o parte de una pared maestra situada entre dos aperturas que aguantan un techo o el arranque de un arco. Macolla: Ornamento como un anillo que ciñe la cima de un pináculo, de un gablete, y hace de pie al conjunto de hojas o brotones que coronan el mencionado elemento. Fig. 223 Madrona, virgen y mártir (On. 15 de marzo): Sus atributos son carabela, cuchillo, lirio y barca pequeña. Maestro: Título que se da al menestral que ejerce su oficio con competencia suficiente y que es capaz de ejercerlo por su cuenta y de enseñarlo. Éste ha superado la “pasantería” del gremio y se diferencia del “joven” porque este todavía no se ha establecido independientemente ni ha pasado la “pasantería”. Maestro de ceremonias (caeremoniarius, magister caeremoniarum, praefectus caeremoniarum): Clérigo de órdenes mayores que tiene como misión procurar que en las funciones solemnes (especialmente en la celebración solemne de la misa y de los oficios divinos) las ceremonias sean observadas y practicadas con dignidad. Las catedrales deben contar, al menos, con dos maestros de ceremonias, uno para las funciones solemnes del obispo y el otro para las funciones del capítulo (esto antes del concilio Vaticano II). Al actuar el maestro de ceremonias viste sotana negra y sobrepelliz; la sotana morada estará reservada para las funciones pontificales. Magdalena, María (On. 22 de julio): Sus atributos son arqueta pequeña, ángel, barca pequeña, cabellos muy largos, cabellos que le cubren casi todo el cuerpo, cráneo, cruz, Santo Cristo, frasco con tapa, jarrón, llaga, pan y bote. Magín, mártir y asceta (On. 19 de agosto): Sus atributos son chorro de agua, bastón y habas. Mainel: Elemento arquitectónico de piedra o de madera, especie de columnata que divide verticalmente en dos el vacío de una apertura, como por ejemplo un ventanal gótico o una ventana coronela. Fig. 70 y 139 Maitines (officium nocturnum): Actualmente se llama oficio de lecturas, pudiéndose rezar a cualquier hora del día. Es la oración antes denominado sacrificio nocturno de la Iglesia. Hasta el siglo XI se le dio el nombre de vigiliae. Las maitines del rito romano estaban formadas los domingos y fiestas —exceptuando Pascua, Pentecostés y sus octavas—, de tres nocturnos con tres salmos y tres lecciones en cada nocturno; en las fiestas simplicia y en los oficios feriales tenían nueve salmos seguidos y tres lecciones. Se pasaba de los salmos a las lecciones diciendo un verso y rezando el Pater noster y una absolución breve llamada oración. Precedían las maitines el Pater noster, el Credo, el verso Domine labia mea aperies y el Deus in adiutorium meum intende, la invitación a la oración del salmo 94 y de una antífona que se repetía al final de cada verso que hace referencia al día o a la fiesta que se celebra y detrás el himno. Después se dice alguna vez el Te Deum, y se finaliza con una oración, sólo cuando se reza separadamente de las laudes. Antes de la reforma del breviario que hizo san Pío X, los maitines de los domingos tenían 12 salmos en el primer nocturno. Los maitines (vigiliae) u oficio de lecturas es una de las más antiguas horas canónicas. Se tenían que rezar en el coro y desde muy antiguo era costumbre rezarlas por la noche o a la hora octava —hacia las dos de la noche— o por la mañana a primera hora.* Makarismoi: Nombre que en el rito griego se da a las ocho bienaventuranzas (Mat 5, 3-12), las cuales se cantan, como las antífonas, por dos coros (después del tuypika del enarxis. Como el tuypika segundo, van precedidas de un pequeño sinapté y hacia el final se intercalan algunas estrofas del oficio de laudes del día. Malaquías, profeta (On. 9 de noviembre): Sus atributos son altar, ángel y cáliz. Malta: Antes del concilio Vaticano II: Mortero preparado con cal y polvo de baldosa que, mezclado con el agua gregoriana bendita en la consagración del altar, servía para fijar el sello del “reconditorio” del ara o de la mesa del altar en caso de que contuviera reliquias y con el cual, cuando se consagraba el altar, se fijaba la mesa a la stipes. El ordo romano del fin del siglo VIII ya habla de ello cuando hace referencia a la consagración del altar. Mamés, mártir (On. 7 de agosto): Sus atributos son cuna, ciervo, fieras, gacela, piedra de molino, niños y tridente. Mampostería: Obra hecha con piedras o ladrillos unidos con mortero. MAM J. M. MARTÍ BONET Mampostería: Tabicado, obra hecha de piedra, mortero de cal y graba. Mampostería ordinaria: Fig. 124 Mancebo (joven): V. Maestro Mancebo (o “joven”): Operario que ha superado el aprendizaje de su oficio, pero que no es maestro. Se le llamaba también “joven”, independientemente de su edad. Se podía dar así un viejo que a su vez fuese, por ejemplo, un “joven” (carpintero…). Mandatum: La ceremonia (en el contexto de la misa) de lavar los pies a doce o trece pobres, practicada especialmente en las catedrales el día del Jueves Santo en conmemoración del lavatorio de los pies por el Divino Maestro el día de la Última Cena. Ha tomado el nombre de la antífona que se canta al empezar la ceremonia del lavatorio, pero en su época no siempre se celebraba el jueves anterior a la Pascua. Según el XVII concilio de Toledo (694), esta ceremonia ya se practicaba en España el día del Jueves Santo en el siglo VII. Se habla de ella en Roma de una manera accidental en el siglo XII. El número de las personas a las cuales se lavaba los pies en la edad media variaba mucho. En tiempos posteriores su número coincidía con el de los apóstoles, siendo comúnmente, però no siempre, doce. Según el ceremonial romano deben ser trece. La ceremonia del lavatorio solía ir acompañada de una limosna en dinero y de una comida sencilla entregada a los pobres. Mandatum apostolicum: La bula que se debe leer antes de empezar la consagración del obispo y la bendición del abad, en la cual el Papa da plenos poderes a un determinado obispo para el desempeño de aquel acto. Mandelion (Mantilion, Mandilion del latín mantile): Ropa con la cual se ciñe el obispo en la consagración de la iglesia, en el lavatorio del Jueves Santo y en otras circunstancias, con el cual se seca las manos después de lavárselas. Es un paralelo del latín gremiale o secamanos. Mandyas (Mandyas, Mandun): Abrigo característico del obispo griego, una especie de cappa magna que, por su forma y por su destino, viene a ser una especie de manto que envuelve todo el cuerpo hasta los pies, por regla general de color morado, con ornamentaciones blancas y rojas de forma oblicua llamadas pótamoi; tiene un ornamento cuadrangular en su punta anterior llamado pómata. Manicae: 1. Ornamento litúrgico del rito galicano consistente en los pliegos ornamentales del brazo. 2. Antigua denominación de los guantes pontificales. Manicalia: Los dobladillos de los guantes pontificales. Manifestavi nomen tuum hominibus: Frase de Bernardino de Siena Manípulo: (manipulus, en la edad media mappula, fano-phano, fanum, favosudarium, mantile, manuale, sestace): Antes del concilio Vaticano II: Pieza de ornamento de 1 m. de largo por 5-10 cm. de ancho que se llevaba en el antebrazo izquierdo y del cual colgaban los dos extremos. Para sujetarlo al brazo, o bien tenía dos cintas clavadas en medio, o las dos partes estaban cosidas tan estrechamente que quedaba un agujero justo para meter el brazo. Debía ser del color de la casulla; no estaba prescrito, pero debía ser de seda. El manípulo 144 aparece en todas las órdenes mayores; era la insignia litúrgica del subdiácono. Era usado en la epístola y en el evangelio del domingo de ramos y en el canto del Exultet. Nunca se llevaba con la capa pluvial. El sacerdote se lo ponía después del cíngulo, el obispo se lo ponía después del Confiteor, el subdiácono y el diácono al ponerse la dalmática. El manípulo es de origen romano, es la antigua mappa: una especie de pañuelo de bolsillo que la gente de una cierta posición llevaba en la mano como pañuelo de etiqueta. Las nuevas interpretaciones que suponen que el manípulo deriva del velo con el cual el subdiácono cubría sus manos cuando tocaba los objetos sagrados, o bien la tela de manos que los antiguos ministros llevaban en las manos, no tienen fundamento histórico. Las primeras noticias sobre el manípulo aparecen en el Liber pontificalis en las vidas de los papas Silvestre y Zósimo. Aquí se le llama pallium linostinum. Hacia finales del siglo VI se habla del manípulo en la correspondencia entre el papa san Gregorio Magno y el arzobispo Juan de Rávena. Aquí tiene el nombre de mappula que se utilizó en Roma hasta el año 1000, época en que fue sustituido por el de manipulus. Para los siglos XI y XII, tiempo en el cual el subdiaconado pasa a ser orden superior, se convirtió en el signo litúrgico del subdiácono, y desde esta época se le hace ofrenda el día de la ordenación. El manípulo originariamente, según su disposición, era un trozo de ropa que habitualmente se doblaba como una tira. En época carolingia se empieza a sustituir por una tira que se llevaba en la mano o en el antebrazo izquierdo. A comienzos del siglo XI ya era una tira sencilla que se decoraba de bordados y en la cual se ponía en sus extremos una decoración especial. En los siglos XII y XIII tenía forma trapezoidal, pero la perdió en el siglo XV, empezando a ensancharse sus extremos en el siglo XVI. El siglo XVIII dio al manípulo la fea forma de pala o de bolsillo. El material usado para la confección del manípulo debía ser, en su origen, tela (pallium linostinum). Según Amalario de Metz, parece que el manípulo al principio era sobre todo de tela, pero después cada vez más se empleó la seda, Y ya después del año 1000 siempre se usaba la seda. Las cruces casi no aparecen hasta el siglo XVI; a finales de este siglo ya se encuentran regularmente. Sólo está prescrita la cruz pequeña del medio. En Roma el manípulo sería siempre un ornamento específico de la misa. En la misa papal de los siglos VIII y IX, su ofrenda era para el Papa la señal de que todo estaba preparado y que podía dar la indicación de subir al altar. Fuera de Roma, hasta los siglos XII y XIII, se empleaba también en otros actos como al administrar la extremaunción. El ernchírio de los griegos es un paralelo de la mappula romana que sólo lleva el obispo, y no en la mano izquierda sino en la banda derecha, en el cíngulo que es un epigonation arrugado, de modo que el mappul se convirtió en el manípulo en forma de tira.* Fig. 294 Mano en la cara: Atributo de san Juan Evangelista en la cruz. Mano cortada: Atributo de san Adrián, san Juan Damasceno, san Marín y san Mario. Mano en la mejilla: Atributo de san José en el nacimiento de Jesús, símbolo de perplejidad ante la concepción de Jesús. 145 SACRALIA ANTIQUA Manojo de hisopo: Manojo de la planta llamada hisopo, y a falta de esta de una rama de hierba parecida, de la cual el obispo se sirve para asperger el altar y la iglesia en su consagración cuando dice las palabras asperges me hysopo et mundabor. En el siglo VIII ya se utilizaba para hacer las aspersiones en la consagración de la iglesia. Manoyálion: (lat. Manualium): Nombre que se da al candelabro en el rito griego. Mansionarius: Nombre que se dio hasta muy entrada la edad media al sacristán inferior. Después se designó con este nombre a los beneficiados al servicio del coro. Mantel (manutergium, extersorium): 1. Toalla de las sacristías para secarse las manos antes y después de la celebración de la santa misa. 2. Pequeña tela con la cual el sacerdote se seca las manos a la hora del lavabo mientras reza el salmo Lavabo. 3. Tela grande con la cual el obispo se secaba (antes del concilio Vaticano II) cuatro veces las manos durante el pontifical: antes de revestirse, después de leer el ofertorio, después de la incensación de la oblata y después del communio. Desde el principio ya se hacía uso en la liturgia de las telas de mano. En los primeros tiempos del cristianismo era deber del subdiácono administrar al celebrante el agua para lavarse y la toalla para secarse las manos; por eso el día de su ordenación se le hacía memoria de las obligaciones que le correspondían, enviándole la jarra, el grial y la toalla (manutergium), ceremonia que ya aparece en los Statuta antiqua (hacia el año 500). Manteles del altar: Los manteles de cáñamo o de lino que cubren, según prescripción, la mesa del altar. Su origen se debe a razones de pulcritud, decencia y respeto; por eso los manteles son uno de los ornamentos más antiguos. Desnudar el altar significaba, según el canon 7 del concilio XIII de Toledo (683), hacerlo inservible para celebrar los sagrados misterios durante un espacio de tiempo. En la edad media los manteles tienen muchos nombres: linteamen altaris, camisia, velum, pannus altaris, pallium, palla, mantile, substratorium, mappa, mensale, tunica altaris, tobalea y toalea. Originariamente se colocaba un solo mantel sobre el altar; en la edad media era costumbre poner dos, y así se observaba todavía en el siglo XVI. El misal romano extendió el uso de los tres manteles, el superior de los cuales debe llegar hasta el suelo por los dos lados. El material empleado para la confección de manteles de seda era una rareza. Originariamente los manteles no llevaban ornamentación. En la segunda mitad de la edad media la parte anterior de los manteles, en una anchura como la de la mesa, estaba decorada con unas coletillas llamadas frontellum, frontiletum, aurifrisium y pretexta, las cuales en el siglo XIV fueran completadas con dos ornamentos en forma de cinta (appenditiae, angularia, pendilia, mappulae) que a finales de la edad media se separaron de los manteles y se añadieron al frontal. Después de la edad media se ha extendido la costumbre de añadir puntas a los manteles. En el rito griego el altar no se reviste con los manteles sino con las llamadas katasárka y endité. Manteles de la credencia: Tapete que debe cubrir la credencia hasta el suelo hecho de tela, según prescripción del ceremonial y del misal; ya aparece citado algunas veces MAN en la edad media. La credencia no debe ser nunca un altar pequeño. Mantelete (mantelletum): Pequeño manto, abierto del delante con aperturas para pasar los brazos, y que llega hasta las rodillas. Es un privilegio de los cardenales, de los obispos y otros prelados elevados. Su ropa y su color se rigen por la dignidad del que lo viste y de las circunstancias en que lo lleva. Mantellum: Denominación medieval del humeral o patenarius. Mantile: Nombre que se daba en la edad media: 1. A los manteles del altar. 2. Al manípulo. 3. Al cubrecáliz. 4. Al humeral o patenarius. Manto: Capa larga hasta los pies que llevaban los clérigos por la calle. Los obispos lo podían llevar de color morado. Mantum: Es el manto rojo del Papa que probablemente ya se cita en el Constitutum Constantini del siglo VIII con el nombre de chlamys purpurea y que también se denominaba cappa y pluviale. En los siglos XI-XIV representaba un papel muy importante en la elección del Papa, y su imposición (immantatio) significaba la colación del poder papal de gobernar. La ceremonia de la immantacio se perdió con la residencia de los papas en Aviñón. Mantus: Nombre que los antiguos inventarios hispánicos daban a la capa. Manuale: 1. La tela u ornamento para las manos; nombre del manípulo. (Manuale sacerdotum, manuale pastorum). 2. Nombre que se daba con preferencia al libro litúrgico conocido hoy con el nombre de Ritual. Manuella: Barra de hierro con extremos acerados y con corte que sirve para hacer en la piedra viva los agujeros de las barrenadas o barrobés. Manutergium: La toalla para secarse las manos. V. Toalla Mappa: 1. Pañuelo de bolsillo de los antiguos romanos que venía a ser un pañuelo de etiqueta que la gente de posición elevada llevaba en la mano. 2. El humeral de los acólitos que sostiene la mitra del obispo cuando la lleva al celebrar de pontifical. 3. Los manteles del altar. Mappula: Antes del concilio Vaticano II: Significaba los manteles del combregador. En la edad media significaba: 1. El manípulo. 2. El baldaquín transportable. 3. La tela para cubrir el cáliz y la patena cuando están en la credencia en la misa solemne, denominado también offertorium. 4. El humeral o patenarius. Mar (borde el mar): Atributo de san Agustín y san Justino. Mar: Atributo de santos que fueron lanzados al mar (con una rueda de molino). Marca de picapedrero: La hacían los que trabajaban la piedra y que servía de comprobante de la obra realizada. En castellano se llama también marca de cantero. En los muros de la catedral de Barcelona hay miles de marcas, que los poco entendidos atribuyen a la masonería o a otras actividades secretas. Fig. 264 Marcelino (On. 2 de junio): Sus atributos son cáliz y rollo de pergamino. Marcelo, mártir y centurión romano (On. 30 de octubre): Sus atributos son cinturón militar, cáliz, caballo, clámide, coraza y espada. MAR J. M. MARTÍ BONET Marcelo, Papa y mártir (On. 16 de enero): Sus atributos son caballo y asno o buey. Marcial, mártir de Egipto (On. 5 de junio): Sus atributos son columna, llamas, tronco de árbol y atado a un tronco. Marcial, obispo de Limoges (On. 20 de junio): Sus atributos son ángel y llave. Marcos, evangelista (On. 25 de abril): Sus atributos son león alado, zapato, calzado, rayos y los textos en latín Pax tibi Marce evangelista meus y Vox clamans in deserto. Margarita, virgen y mártir (On. 10 de junio): Sus atributos son antorcha, bastón en cruz, cadena con demonio o animal, cordón de franciscano, cruz, linterna, oveja, cerdo y destrucción de la Tarasca (ídolo). Margarita de Cortona, religiosa (On. 16 de mayo): Sus atributos son cráneo y perro. Margarita María de Alacoque (On. 16 de octubre): Sus atributos son corazón y Sagrado Corazón. Margaritas: Nombre que se da en griego a las partículas consagradas. María de la Cabeza (On. 9 de septiembre): Sus atributos son antorcha, huso de hilar, linterna y lámpara. María de Cervelló o de los Socorros (On. 19 de septiembre): Sus atributos son barca pequeña, carabela, ciervo y lirio. María de Salomé, viuda (On. 22 de octubre): Sus atributos son incensarios y frasco con tapa. María Egipcíaca, penitente (On. 2 de abril): Sus atributos son cabellos muy largos que cubren todo el cuerpo. María Magdalena de Pazzi (On. 25 de mayo): Sus atributos son anillo, corazón, cruz, instrumentos de pasión, llaga, miel, ostensorio (custodia), rosario y los textos en latín: Pati non mori y Semper pati numquam mori. Marías (tersia, tenebrarium, candelabrum triangulare): Candelabro que acaba con un triángulo y que se utilizaba antes del concilio Vaticano II en los oficios de Semana Santa. En él se colocaban quince cirios. Al final de cada salmo de maitines y de laudes se apagaba uno de estos quince cirios, y el que quedaba en la parte más alta, después del canto del Benedictus se escondía detrás del altar, en el lado de la epístola. La ceremonia, que en su origen seguramente tenía un simbolismo, ya era conocida en el siglo IX, a pesar de que entonces todavía no se ponían los cirios en un triángulo. El número de cirios era diferente hasta finales de la edad media. Se llama también tenebrarium por usarse en el oficio de Jueves y de Viernes Santo (o sea, oficio de las tinieblas) Marina, virgen y mártir (On. 18 de julio): Sus atributos son horno, niños y tres chorros de agua. Mario, mártir (Dónde. 19 de enero): Sus atributos son mano cortada. Maroma: Atributo de san Erasmo, san Ernesto y san Telmo. Marquesina: Apertura volada, construida de hierro y vidrio que se coloca en la fachada de un edificio sobre el portal de entrada, para protegerlo de la lluvia y de los rayos del sol. Marta, hermana de María y Lázaro (On. 29 de julio): Sus atributos son acetre, bolsa con llaves, barca pequeña, cadena con demonio o animal, llaves, cocina, escoba, hisopo, rosario y destrucción de la Tarasca (ídolo). 146 Martillo: Atributo de san Baldomero, san Eloy, santo Germán, san Gervasio y san Protasio, san Justo, san Paulino y san Cisio. Martín, monje y abad (On. 7 de diciembre): Su atributo es el ángel. Martín I, Papa y mártir (On. 13 de abril): Su atributo es la cadena. Martín de León, canónigo regular (On. 11 de febrero): Su atributo es el libro. Martín de Porras, religioso (On. 3 de noviembre): Sus atributos son cesto, escoba y ratas. Martín de Tours (On. 11 de noviembre): Sus atributos son armadura, buey (o animal con cuernos), mendigos, clámide, caballo, pato, cisne y espada. Martina, virgen y mártir (On. 30 de enero): Sus atributos son anillo y tenazas. Martinete: Máquina para poner estacas o hitos. Martyrion: Troparios del rito griego (estrofa, cántico breve) dedicado a los mártires en la liturgia de la misa. Martyrium: (griego, Martyrion): Nombre que se daba en la iglesia erigida sobre la tumba de un mártir o sólo en su honor; escasas veces significa la misma tumba de un mártir. Martyrologium: 1. Catálogo de los santos reconocidos de la Iglesia, ordenado por los días de los meses del año, que contenía originariamente sólo indicaciones locales y después también históricas; tenía y tiene por objeto la conmemoración del día de la muerte (dies natalis, natalitia), el entierro (depositio), el alzamiento (elevatio) y la traslación (translatio). Se formó de los calendarios particulares de las iglesias. El martirologio más antiguo es el hyeroniminianum de la primera mitad del siglo VI. Los martirologios posteriores más notables son el de Beda, que solamente se ha conservado en la recopilación de un autor denominado Florus (800), el martirologio de Rabanus Maurus, el de Erchemberto de Monte Cassino, el de Balbulo, el de Adón de Vienne, el de Usardo de Saint Germain des Près en París y el de Wandeberto de Prun; todos, a excepción del de Beda, se escribieron en el siglo IX. El martirologio actual fue ordenado con la ayuda de antiguos martirologios por orden de Gregorio XIII por el cardenal Sirlerto ayudado por otros estudiosos, publicándose por primera vez en 1584, mejorándolo Baronio en las nuevas publicaciones de 1586, 1589 y 1598, revisado y mejorado varias veces y de un modo especial y cuidadoso por Benedicto XIV. Chrodegango de Metz (766) y el capítulo de Aquisgrán (817) ya conocen la costumbre de leer el martirologio a la hora de prima. 2. Nombre que se daba también en la edad media al Necrologium que a menudo iba en un mismo volumen con el Martyrologium. Máscara de teatro: Atributo de san Ginés romano, san Julián Hospitalario y santa Pelagia. Matacán: Parte de la fortificación que corona una muralla, una torre o una puerta que es en parapeto un voladizo sobre ménsula para repeler al enemigo. Si es simplemente un elemento dentro de una apertura se denomina tronera, como la que se encuentra en la arcada románica de acceso al Archivo Diocesano de Barcelona. 147 SACRALIA ANTIQUA Matadero: Edificio destinado a matar y desollar el ganado. Mata-moros: Atributo de san Jaime (Santiago de Compostela). Mateo (hombre alado), apóstol y evangelista (On. 21 de septiembre): Sus atributos son ángel, alabarda, bolsa de dinero, hacha, hoz, cuchillo, lanza, monedas y el texto latino Liber generationis Jesuchristi. Mater Dei: Frase de Cirilo de Alejandría Materia de los sacramentos: V. Materia, Forma y Sacramento. Material del altar: En un comienzo se hacía uso de la madera para la construcción de los altares. La piedra se utiliza desde que se pueden construir altares inmóviles. Después se convirtió en norma general la construcción de los altares con piedra; desde el siglo VI los altares de madera han sido prescritos varias veces. Aun así, se continuaron construyendo altares de madera; en Inglaterra hasta el siglo XI y en Irlanda hasta el cuarto tercio del siglo XII. Actualmente es de madera el altar papal de la iglesia de Letrán, sobre el cual, según la tradición, celebró san Pedro, aunque de hecho es de época más reciente. Los altares que no son de piedra no pueden ser consagrados; en ellos no se podía celebrar (antes del concilio Vaticano II) a no ser que se colocara un ara encima. Actualmente el altar de detrás de la confessio de San Pedro del Vaticano, bajo la Gloria de Bernini, es de cobre y ricamente ornamentado. Matías, apóstol y evangelista (On. 21 de septiembre): Sus atributos son alabarda, llave, cuerda, hacha, lanza, piedras, soga y el texto latino: In vitam aeternam. Matilde, abadesa (On. 6 de julio): Sus atributos son bolsa de dinero, mendigos, ciegos y niños. Matraca: Instrumento compuesto por dos o más maderas articuladas que puesto en movimiento hace un ruido seco y repetitivo. Se usa en los días de Semana Santa, especialmente el viernes y el sábado santo, en señal de austeridad. Gaudí hizo una matraca para la cripta de la Colonia Güell.** Fig. 251 Matricularius: Nombre que se daba especialmente en Francia a finales de la edad media a los sacristanes inferiores; tomaban el nombre de matricularii porque figuraban en la lista (matricula) de los que percibían estipendios eclesiásticos. Matrimonio: V. Sacramentum matrimonii y Rito del matrimonio Matrimonio laico: Boda en la cual la novia es dada en matrimonio al novio, no por el sacerdote sino por un laico, fuese el padre, fuese el tutor legal, y desde el siglo XII por un tutor elegido por ella. Para su validez se exigía la entrega de la dote y las arras por parte de ella, colocación del anillo por parte del novio y la aceptación del mismo por parte de la novia. Como emanación del derecho germánico se hacía ante la iglesia y era considerado como suficiente para la validez del matrimonio y, por lo tanto, reconocido como sacramento del matrimonio. La intervención del sacerdote en el matrimonio laico se limitaba a celebrar el matrimonio in facie ecclesiae, ante la puerta de la iglesia, al investigar si había algún impedimento, en la bendición del anillo y en la posterior bendición nupcial. El matrimonio laico fue a menos cuando, en el siglo XII, la novia pudo escoger su tutor y, por lo tanto, el sacerdote como tal cada día estaba más alejado de él. Los sínodos del siglo XIII, especialmente MAT después de la Reforma gregoriana y del tratado de Worms (a. 1122), hacían decretos prohibiendo el matrimonio laico, pero sin declararlo inválido. Se le dio validez en el concilio Tridentino con el canon “Tametsi”, bajo la prescripción de que el matrimonio sólo se puede contraer en aquellas parroquias donde se han hecho las amonestaciones. El antiguo Derecho Canónico con el canon 1009 quitó la validez del matrimonio laico entre católicos, prescribiendo la forma tridentina.* Matrina: V. Padrino Matroneum: Especie de tribuna de las basílicas antiguas de Roma situada en el norte del altar y reservada a las matronas y damas de alta alcurnia. Detrás estaba el lugar destinado a las otras mujeres. Pasó a la arquitectura cristiana. Véase el matroneum de la cripta de la catedral de Barcelona. V. Matroneum. Fig. 195 Matutinale (nocturnale): Volumen que contiene el oficio de maitines de todo el año eclesiástico. Mauricio, mártir y soldado (On. 22 de septiembre): Sus atributos son alabarda, armadura, bandera o estandarte, caballo, cetro, corona, cráneo, escudo con cruces, esfera real, estatua de la Virgen María y lanza. Maurinos (maurini): Grupo católico de historiadores dedicados a los documentos históricos, especialmente de diplomática y paleografía. Eran benedictinos del monasterio de S. Germain-des-Pres. Mauro, abad (On. 15 de enero): Sus atributos son él mismo andando sobre aguas y una balanza. Mausoleo: Tumba monumental. Maza: Atributo de san Antolín, san Benigno y san Fidel Sigmaringen. Media naranja, bóveda de: Fig. 67 Mediacaña: Fig. 114 Medias pontificales (en antiguo romano, udones, odhones, y más tarde caligae): Antes del concilio Vaticano II: Piezas de la vestidura litúrgica (calcetines) del celebrante en las misas pontificales. Hasta el siglo XII por regla eran blancas y de tela. A partir del siglo XIII eran preferentemente de seda; su adaptación a los colores litúrgicos se hizo sólo en el siglo XV. Su forma no experimentó una evolución remarcable. Para sujetarlas ya desde un comienzo llevaban ligas en la parte superior. Medín (On. 3 de marzo): Sus atributos son azada, cesto con habas, instrumento de layar y habas. V. Romería san Medín (Barcelona) Medio bocel, moldura de: Fig. 114 Medio punto, arco de: Fig. 16 Medio relieve: Forma no exenta trabajada en un soporte bidimensional del cual sobresale casi la mitad de su volumen. Megalito: Durante la prehistoria, es un monumento construido con grandes piedras sin esculpir. Megalonyrion: Nombre que en el rito griego se da a un canto ejecutado para la fiesta de un santo a la hora de laudes, después de cantar el polyeleon ante la imagen del santo la fiesta del cual se celebra, expuesta en la nave e incesantemente incensada por el sacerdote y el diácono. Melchisedech: Nombre que en la Alemania medieval se da MEM J. M. MARTÍ BONET al viril de la custodia, porque sostiene la sagrada eucaristía. Fig. 248 Memento: En el canon romano (el primero) son las oraciones de recordatorio de la misa romana: 1. La oración de petición que sigue el Te igitur hecha para aquellos vivientes que el sacerdote quiere encomendar de una manera especial para que aprovechen los frutos del santo sacrificio, así como para todos los asistentes con fe y con devoción es el memento vivorum, la conmemoración de los vivientes. 2. La petición que sigue al Súpplices te rogamus de después de la consagración en el canon primero hecha para aquellos difuntos que el sacerdote quiere recordar de una manera especial en la misa, así como para todos los que han muerto en la paz del Señor; es el memento defunctorum, el recordatorio de los difuntos. Los dos mementos sustituyen la lectura de los dípticos de los tiempos antiguos. La aplicación para ellos de los frutos de la misa tiene lugar sólo por modum sufragii, a modo de intercesión o petición insistente. Memento mei Domine: Frase de san Dimas. Memoria: Antiguamente significaba: 1. Las reliquias de un santo o de un mártir. 2. La tumba de un santo o de un mártir. 3. Un relicario con las reliquias de un santo confesor o de un mártir. 4. La iglesia construida sobre las reliquias de un santo o de un mártir o en honor suyo denominada también martyrium. Memoriale rituum: Manual litúrgico para las pequeñas parroquias que contiene de forma abreviada las ceremonias de la bendición de las candelas, de la ceniza y de las palmas, así como el ceremonial de Semana Santa. Benedicto XIII (no el papa Luna) en 1725 lo publicó para la ciudad de Roma, y en 1821 Pío VII lo aprobó para toda la cristiandad. Menaia: Libro litúrgico del rito griego de seis o de doce volúmenes en el cual están los cantos variables y las lecturas del culto de las festividades de la Virgen María de los ángeles y de los santos. También están los de las fiestas invariables del Señor y las descripciones de la fiesta y vidas de santos, breves o largas que sirven de lectura. Las menaias están ordenadas por meses y por días; de aquí viene su nombre, empiezan por el primero de septiembre. Un apéndice contiene cantos y lecturas de carácter general que sirven para diferentes categorías de santos que no tienen oficio propio; se asemeja al Commune sanctorum del breviario romano. Menajes (o paramentos o telas de): Antes del concilio Vaticano II: Las telas o tejidos que sirven para la confección de menajes litúrgicos. Hoy los ritos orientales no tienen ninguna prescripción sobre el material con cual deben estar hechas las telas para la confección de menajes; en cambio en Occidente para determinados paramentos hay que emplear telas de unos materiales concretos. Deben ser de tela los corporales, la palia, el purificador, el alba y el amito; este precepto rige para algunos ornamentos, como el corporal y los manteles del altar desde los primeros tiempos del cristianismo. Deben ser de seda la casulla, la estola, el manípulo, el cubrcáliz, la bolsa de los corporales, el humeral de las bendiciones con el Santísimo, el del subdiácono, y el del acólito que sostiene la mitra y el conopeo. Que la 148 casulla debía ser de seda ya estaba prescrito en diferentes lugares durante la edad media. Los ornamentos de telas tejidas destinados al servicio del culto. Se pueden considerar en una triple agrupación: 1. Menajes destinados al servicio del culto empleados por las personas. 2. Menajes que sirven para adornar el altar, los vasos sagrados, los recipientes de la iglesia, la iglesia misma o su mobiliario; son los manteles del altar, el tapete, el antipendio, los corporales, el cubrecáliz, la bolsa de los corporales, el purificador, la palia, el conopeo, los manteles del combregador, los cortinajes, los tapices, la almohada. 3. Los menajes que sirven para actos litúrgicos especiales como el humeral, el lavabo, los pañuelos, el gremial, las banderas, etc. Unos tienen carácter decorativo, los otros lo tienen práctico, y otros tienen ambas funciones. 4. En arquitectura, llamados paramentos, cualquiera de las dos caras de una pared. Menas, anacoreta (On. 11 de noviembre): Su atributo son camellos. Mendigos, con: Atributo de san Antonio, san Diego de Alcalá, santa Eduviges, san Epifanio, santa Isabel de Aragón, santa Isabel de Hungría, san Ivo, san Josep Oriol, san Martín de Tours, santa Matilde, san Pedro Regalado, san Roberto, san Salvador de Horta, san Serafín, santa Susana, santo Tomás de Vilanova y santa Zita. Mendigos con muleta: Atributo de san Josep Oriol. Menhir: Monumento formado por una gran piedra, más larga que ancha y clavada verticalmente en el suelo. Menologium (menologion): Libro del rito griego dividido en doce capítulos en el cual están las vidas de los santos siguiendo el orden de los meses y días del año. Mensa capitular: Son las posesiones, derechos y deberes del capítulo catedral (canónigos). Su registro o consignación escrita forma la serie archivística llamada Mensa capitular ya en el siglo XII. Se distingue de la Mensa episcopal. Mensa episcopal: Son las posesiones, derechos y deberes del obispo diferentes de los derechos de los canónigos o de la Mensa capitular. En los archivos eclesiásticos, y especialmente en los diocesanos, forman una serie muy importante que empieza en el siglo XIII, al menos en Barcelona, denominada mensa episcopi distinta de la “mensa capitular”. Mensale: El nombre que en la edad media se daba a los manteles del altar. Ménsula: En arquitectura es dice de un elemento que sobresale del paramento de una pared y sirve para sostener un arco, una bóveda o cualquier cosa, aun decorativa. Fig.112 Mesa del altar: (Mensa, tabula, ara): La parte superior plana del altare fixum que tiene forma de losa. Según el canon antiguo 1198, debe ser de piedra natural, de una sola pieza; una piedra entera que sea durable y que no se pueda romper con facilidad; debe tener el tamaño de la stipes para que esta quede extendida completamente sobre ella y muy unida a ella. Estas prescripciones todavía no se conocían en la edad media, en todo caso no tenían carácter general. No precisaba que la mesa fuera de una sola piedra ni debía tener la anchura ni el grosor de la stipes. La costumbre de perfilar los bordes de la mesa viene de época postcarolingia. La ornamentación de la mesa en todos los tiempos aparece 149 SACRALIA ANTIQUA como una excepción, y todavía siempre de una manera muy limitada. Una característica de la mesa antigua que perduró en el sur de Francia hasta el siglo XIII era el listón más o menos alto que cercaba todo el contorno de la mesa y que presentaba un surco con la correspondiente profundidad alrededor de ella. Esta disposición de la mesa se puede costatar ya en el siglo VII en España; en el siglo VI en Italia y en el siglo V en Francia, y probablemente es de fecha más antigua. Parece que su finalidad era la de evitar que el contenido del cáliz cayera al suelo en caso de tumbarse. El historiador Alavedra de Terrassa ha hecho un amplio estudio sobre las aras paleocristianas y románicas de Cataluña (Terrassa, 1990). Mesa de la comunión: Antes del concilio Vaticano II: La barandilla que hay ante el espacio del altar; a veces la mesa es de piedra. Se denomina mesa de la comunión porque los fieles solían recibir allí la sagrada comunión. En las iglesias de Zaragoza, por ejemplo, todavía se conservan estas barandillas para comulgar, en el altar mayor de El Pilar. Mesa menorquina: Gran piedra plana puesta horizontalmente sobre otra vertical formando una T. Mesoniktikón: Oficio nocturno del rito griego que corresponde a las maitines del rito romano. Mesopentekosté: Nombre que se da en el rito griego al miércoles de la cuarta semana después de Pascua. Toma este nombre por encontrarse en mitad de los días que van de Pascua a Pentecostés. Metádossi: Nombre que se da en griego a la distribución de la sagrada comunión. Metalepsis: Nombre que se da en griego al recibimiento de la sagrada comunión. Metánoia: Significa en griego: 1. El sacramento de la penitencia. 2. La inclinación de la cabeza (mikrá metánoia) y la postración (megále metánoia); la primera consiste en inclinar profundamente la parte superior del cuerpo y tocar el suelo con la mano derecha, y la segunda en arrodillarse en el suelo, tocarlo con las manos y besar el suelo. Las dos inclinaciones van acompañadas del persignarse y de una pequeña oración. Metátethis (translatio): En griego significa la traslación de una fiesta del día en que cae a otro. Metropolita: Obispo que preside la provincia eclesiástica y que va investido del palio, insignia de poder y honor supraepiscopal. Todo metropolita es arzobispo, pero no todo arzobispo es metropolita. Ver la introducción a Sacralia. Miércoles de ceniza (feria IV cinerum): Antes del concilio Vaticano II: Miércoles anterior al domingo primero de Cuaresma; era una feria mayor privilegiada que no podía ser sustituida por ninguno otro oficio; según la costumbre romana es el inicio del tiempo de ayuno, llamado por eso feria IV in capite jejunii. Se conoce como miércoles de ceniza porque este día se bendice y se distribuye entre los fieles la ceniza. Originariamente el tiempo de ayuno no empezaba el miércoles de ceniza, sino el primer domingo de Cuaresma tal y como todavía hoy se hace en el rito ambrosiano. Porque no se ayunaba en los domingos de Cuaresma, quedaban solamente treinta y seis días de ayuno; por eso se avanzó la Cuaresma tomando los cuatro días de la semana antes llamada Quincuagésima para MES llegar a los cuarenta días de ayuno. Así nos lo muestran el Gelasianum y el Gregorianum. Al principio estos días no eran parte de la Cuaresma; se contaban como días anteriores al primer domingo de Cuaresma, como vemos en el Gelasianum y el Gregorianum y en la homilía 16 de san Gregorio Magno, pronunciada en el año 592 sobre el evangelio y secreta de la misa del primer domingo de Cuaresma. Sólo en el siglo VII –como lo prueba la interpolación en el Gelasianum, que data de este siglo–, empezó a aparecer el miércoles de ceniza caput jejunii, costumbre que se generalizó en el siglo IX para todo el rito romano.* Miguel (fiesta de san): V. Fiestas de los ángeles Miguel, arcángel (On. 29 de septiembre): Sus atributos son almas (angelitos), armadura, balanza, bandera o estandarte, dalmática, destrucción de la tarasca (ídolo), escudo con cruces, lanza, patena y el texto latino: Quis ut Deus? Miguel de los Santos, sacerdote (On. 5 de julio): Sus atributos son Cristo crucificado y ostensorio (custodia). Miguela Mª del Santísimo Sacramento, virgen (On. 24 de agosto): Sus atributos son bolsa de dinero, enfermo, niño Jesús, ostensorio (custodia) y Sagrado Corazón de Jesús. Millán de la Cogolla (On. 12 de noviembre): Sus atributos son báculo, caballo, cueva, flauta de pastor e instrumentos musicales. Minchah (oración de): La oración hecha en la sinagoga judía a la hora de minchah, de comer, es decir a la hora sexta o a la hora nona, a la cual se ha querido atribuir una influencia a las vísperas del oficio. Minister del baculo: Clérigo o monaguillo vestido de sobrepelliz o de sobrepelliz y pluvial, que tiene la obligación de sostener el báculo del obispo que celebra de pontifical cuando él no lo necesita. Minister de la candela: V. Bugiarius Minister del gremial: Clérigo o monaguillo vestido con sobrepelliz que debe sostener el gremial hasta la hora del ofertorio, siempre que el obispo no lo tenga en su regazo y lo de al diácono asistente que está a la derecha del obispo, cuando se debe extender en el regazo del obispo. Minister del libro: Clérigo o monaguillo con sobrepelliz y pluvial o sólo con sobrepelliz, que en el pontifical solemne tiene que sostener el misal ante el obispo y en las vísperas solemnes tiene que hacer lo mismo con el antifonario cuando el obispo tiene que decir el introito, el Gloria, el evangelio, el Credo y el ofertorio, así como en las vísperas debe entonar las antífonas, el himno, la antífona del Magnificat y tiene que cantar la oración final. Minister de la Mitra: Clérigo o monaguillo con sobrepelliz y humeral o con sobrepelliz, mitra y humeral que tiene que sostener la mencionada mitra del obispo que celebra de pontifical siempre que el obispo no la lleve en la cabeza. Minúscula curial, letra: Tipo de letra empleada en los documentos de época medieval, especialmente gótica. Acostumbra a ser difícil de leer, puesto que el secretario tomaba nota a pie de juicio o sentado en un pupitre, siempre escuchando y escribiendo simultáneamente. Minuta: En diplomática, es el texto previo a la confección definitiva del documento. MIR J. M. MARTÍ BONET Mirador: Tribuna o balcón normalmente cerrado con vidrios o celos. Mirón (Myrón): Santo óleo. V. Chrismatio Misa: Nombre que se daba en Occidente ya en los siglos VI y VII al sacrificio eucarístico. La misa (forma de la latinidad tardía de missio y dimissio) significaba la despedida. Este significado ha sobrevivido hasta antes del concilio Vaticano II en el Ite missa est. Parece que misa significaba en su origen la missa fidelium y después todo el sacrificio eucarístico. En la regla de san Benito significa la despedida que recibían los monjes después de las horas canónicas. A principios de la edad media significaba la lectura que seguía a los salmos de los nocturnos: misa de Isaia Propheta, missa de evangelio, etc. Toman el nombre de misa porque constituían el fin del nocturno. A principios de la edad media también significaba una fiesta: por ejemplo, misa de San Martín, nombre que se podría haber originado en la celebración del sacrificio eucarístico en aquella fiesta, la misa que le daba el carácter de festividad eclesiástica, la solemnidad y el esplendor. V. Liturgia de la misa Misa, sacrificio de la misa (missa, oblatio, sacrificium, grec, leiturgía): Según los católicos y los ortodoxos, la misa es el sacrificio eucarístico de la nueva ley que el sacerdote ofrece de una manera incruenta bajo las especies de pan y de vino en nombre, en solicitud y en fuerza de la persona de Cristo, renovando el sacrificio del Calvario, ofrecido una vez por todos en la cruz, para la redención, curación y santificación del linaje humano caído. El concepto es igual en los ritos orientales y en los occidentales. Según la doctrina católica, todas las variantes (que se pueden encontrar) afectan en las partes variables. El sacrificante en todos los ritos es Cristo en la persona del sacerdote que lo representa, la ofrenda es el mismo Cristo realmente presente que se ofrecía en la cruz y que se encuentra sobre el altar bajo las especies del pan y del vino, y el acto de la consagración según el rito romano tiene lugar en el momento en que el sacerdote en nombre de Cristo pronuncia las palabras de la consagración y no en el momento del epiclese según creencia de los griegos no unidos. Los protestantes niegan el carácter de sacrificio en la misa por razón de su doctrina sobre la justificación. Para ellos la liturgia de la misa, tal y como la han conservado, viene a ser una cena conmemorativa de la muerte del Señor, la última cena: la cena del Señor. Misa de los ángeles: Misas de Rorate Misa del anochecer: Antes del concilio Vaticano II: Era una práctica muy poco común la celebración de la eucaristía por la tarde. Al principio se celebraba a imitación de la última cena; pero en el siglo XI ya se fue substituyendo cada vez más por la misa de la mañana. Los días en los cuales se conservaba (antes del concilio Vaticano II) por más tiempo, sería en las témporas, el Sábado Santo, la vigilia de Pentecostés, y esporádicamente hasta la edad media la misa del Jueves Santo. En la vigilia de Navidad, en virtud de un privilegio especial en Venecia, se celebraba una misa en lugar de la de medianoche; también en la catedral de Mantua, en San Antonio de Padua y en algunos otros lugares. Después del concilio Vaticano II obviamente se han 150 establecido las misas vespertinas (por la tarde), tanto en los días de precepto como en los otros días.* Misa canónica: Formulario de misa en los sacramentarios y misales medievales que tiene intercalado el canon de la misa. Misa de los catecúmenos (missa catechumenorum): Nombre que se da en la liturgia a la parte de la misa que precede el ofertorio y que está integrada por un conjunto de lecturas y de oraciones a las cuales podían asistir los catecúmenos, y después de las cuales eran despedidos solemnemente; por eso esta misa es llamada ya en el sínodo IV de Cartago missa catechumenorum. Iba precedida de una prédica a la cual podían asistir judíos, paganos y excomulgados. Desde la introducción cada día aumentaron más los bautismos de los niños y disminuyeron los bautismos de adultos, pasando lo uno y lo otro a ser regla general. Las oraciones y las lecturas de la misa fueron perdiendo su significación como misa de catecúmenos. El resultado sería que la despedida de los catecúmenos en los ritos occidentales quedó reducida a la misa de los escrutinios y, después de desaparecer estos en la segunda mitad de la edad media, desapareció de la liturgia de la misa sin dejar rastro; en los ritos occidentales que la han conservado hasta hoy en la liturgia de la misa, se convirtió en una fórmula vacía, un puro recuerdo de aquella antigua usanza. Misa de consagración: 1. La misa que sigue a la consagración de una iglesia o de un altar con un formulario, las oraciones y las lecturas del cual frecuentemente hacen referencia a la consagración que ha precedido. Originariamente la misa constituía una parte esencial y principal de la consagración de la iglesia y del altar, pero debido a la complicación del rito se convirtió ya en la edad media en una especie de apéndice del acto de la consagración considerada como acabada, y por lo tanto no necesaria para la validez del acto. 2. La misa en la cual el obispo confiere órdenes a los ordenados. Misa cotidiana: 1. Seis misas para los días de la semana que no tenían un formulario especial. Aparecen en el Gelasianum y en el Gregorianum influido por este. 2. La misa de difuntos no privilegiada para la celebración de la cual se debía, antes del concilio Vaticano II, utilizar el último formulario de la misa de difuntos del misal romano.* Misa del día (missa diei): La misa que corresponde al día o fiesta (solemnidad, memoria...) del oficio. Misa de difuntos (missae defuncturum): Misas celebradas con formularios propios que tienen las oraciones, los cantos y las lecturas apropiados para rezar por el reposo de los que han muerto en el Señor; de aquí que sean también denominadas de almas (missae animarum). A excepción de las misas del día de difuntos, tienen el carácter de misas votivas. El misal romano anterior al concilio Vaticano II tenía seis formularios de misas de difuntos y tres en el Propium Sanctorum: el 2 de noviembre y tres más detrás de las misas votivas. Por las primeras palabras del introito son también denominadas misas de réquiem o simplemente Requiem. El Gregorianum y el Gelasianum ya contienen un número considerable de formularios para la misa de difuntos, formularios que todavía perduran hoy en los del misal romano. Las misas de difuntos en el die obitus o exequiarum (antes del concilio 151 SACRALIA ANTIQUA Vaticano II); el día 3, 7 ó 30 después de la muerte o del entierro si eran solemnes, o al menos cantadas, entraban en muchos días y tenían privilegios especiales, que no eran tan extensos si eran rezados; y de aquí les vino el nombre de misas de difuntos privilegiadas. Tenían una sola oración y la secuencia Dies irae después del Tractus. Antes del concilio Vaticano II las misas de difuntos no privilegiadas, llamadas missae quotidianae, se podían celebrar relativamente en pocos días, nunca en fiestas dobles o días equivalentes a no ser que se celebraran en iglesias o capillas de los cementerios, y en tal caso estaban prohibidas sólo en las dobles de primera y segunda clase, en las ferias y vigilias privilegiadas y en las octavas también privilegiadas. El número de oraciones en estas misas eran tres; la secuencia era obligatoria sólo en las misas cantadas y en las misas rezadas se dejaba a la voluntad del celebrante. Las misas de difuntos tienen el carácter de súplica expiatoria; su color litúrgico sería el negro desde el siglo XII. Ahora es morado. El concilio Vaticano II ha cambiado algunas de estas normativas.* Misa nueva (novel): La primicia o la primera misa celebrada por el sacerdote recién ordenado. Misa parroquial: La misa que celebra el rector o su representante los domingos y días de fiesta en la iglesia parroquial para que los fieles de su parroquia. Si en una parroquia los domingos se dicen muchas misas, todas son públicas, pero una llevaba el nombre de misa parroquial. El rector la celebra a intención de su feligresía.* Misa de partera: Antes del concilio Vaticano II: Bendición que el sacerdote católico da a las parteras que han infantado de un matrimonio contraído según la Iglesia católica, el primer día que van a la iglesia. Constaba de dos partes: de la entrada que la partera hace en la iglesia llevando un cirio encendido en la mano y de la bendición que se le da ante el altar. Era una acción de gracias por el feliz parto y también una súplica para pedir la protección y la gracia divina para la madre y para el hijo. Los formularios de bendición de parteras ya datan del siglo XI. En la edad media ofrecen la mayor diversidad, tanto por las oraciones que se dicen como por las ceremonias que se practican. La bendición de las parteras no tenía un carácter de purificación; tenía y tiene más el carácter de acción de gracias. No corresponde a ningún precepto el hacerse dar esta bendición, sino a una práctica de piedad loable. Durante un mes las parteras estaban dispensadas del precepto de asistir a misa los domingos y días de precepto.* Misa plana: Misa celebrada por el sacerdote, sencillamente sin asistentes, sin incensación del altar ni de la oblata, sin canto del celebrante y ni del coro, faltada de toda solemnidad externa. Misa privada: Antes del concilio Vaticano II: 1. Originariamente era la misa celebrada por el sacerdote en parte por su devoción, por personas particulares y por una circunstancia especial. Casi siempre era una misa, leída o cantada; pero también podía ser una missa solemnis toda vez que la forma externa y la solemnidad no determinaban estrictamente su carácter de misa privada. Eran su destino y su final los que la determinaban. La misa pública es su misa opuesta. Los MIS ritos orientales no conocen la misa privada en este primer sentido; en Occidente ya era usual en el siglo V. El estipendio de la misa se originó a partir de las ofrendas que hacían en ella los fieles. 2. En sentido más amplio y más reciente, la missa lecta carece de toda solemnidad para distinguirla de la missa cantata medio solemne y de la missa solemnis totalmente solemne que puede ser por su finalidad y destino una misa pública. Siempre dentro de la disciplina vigente anterior al concilio Vaticano II.* Misa pública: Antes del concilio Vaticano II: Era la misa celebrada por razón de una causa pública o por una necesidad pública, como es, por ejemplo, la misa conventual diaria de los conventos y de las comunidades (canónigos...), la misa parroquial o pro populo que el rector celebra todos los domingos y días de fiesta para la parroquia. Las misas que se celebran en las parroquias como suplemento de la misa parroquial para que todos los fieles puedan cumplir con el precepto de oír misa los días de fiesta de guardar, la misa ordenada por las autoridades eclesiásticas por razón pública, etc. No es necesario que la misa pública sea una misa solemne; puede ser una misa rezada. Su contraria es la misa privada. Siempre dentro de la disciplina anterior al concilio Vaticano II.* Misa rasa: 1. La misa rezada, no cantada, por el celebrante (misa secreta). 2. El canon de la misa que se debía rezar en voz baja. Todo antes del concilio Vaticano II.* Misa remisa: La misa celebrada en voz baja, ya en la edad media. Misa de rogativas: La misa que se tiene que celebrar los días de rogativas (el día de San Marcos o los tres días antes de la Ascensión) antes o después de las procesiones de plegarias. Ya aparece en su formulario en el Gregorianum y tiene un carácter marcadamente suplicante y de penitencia. Los ornamentos para celebrarla deben ser de color morado. Misa seca: V. Missa sicca Misa secreta: 1. Nombre que los sacramentarios y los misales de los siglos X y XII dan al canon de la misa que se rezaba en voz baja. 2. La misa rasa del sacerdote (missa bassa). Misa solitaria: La misa privada celebrada sin la asistencia de los fieles y sin ministros.* Misa triple: La disciplina litúrgica de antes del concilio Vaticano II sólo consentía la misa triple en el día de Navidad y en el día de los difuntos; el día de Navidad el sacerdote puede percibir estipendio para las tres celebraciones; el día de los difuntos sólo para dos. La bula Incruentum altaris del 10 de agosto de 1915 extendió a toda la cristiandad el privilegio de celebrar tres misas cada sacerdote en el día de los difuntos, que desde hacía siglos sólo disfrutaban España y Portugal.* Misa venatoria: Misa “sicca” que se celebraba antes de ir a cazar o a la hora de la cacería.* V. Introducció y Missa sicca Misa votiva: Antes del concilio Vaticano II: La misa votiva es la que se celebra para un fin o por una circunstancia especial, prescindiendo del formulario de la misa del día o de la fiesta. Para las misas votivas se puede hacer uso, además de los formularios que hay en el misal después el Commune Sanctorum, de las misas votivas añadidas y ordenadas MIS J. M. MARTÍ BONET nuevamente con la reforma del misal y de los formularios de misas de santos. Misal: El libro litúrgico del rito latino que contiene las ceremonias, oraciones y a veces incluso lecturas para la celebración de la misa. Se originó de los Sacramentarios en los cuales, además de las oraciones de la misa que contenían, también estaban las piezas del canto (Introito, Gradual, Ofertorio y Communio) y lecturas (Epístola y Evangelio) que en su origen formaban parte otros libros. Este conjunto fue puramente externo en algunas ocasiones, colocando en un lugar aparte e independiente del misal los cánticos y las lecturas, y después del contenido del Sacramentario; o bien fue interna, mezclando los cánticos y las lecturas, mezclando los cánticos con las oraciones del Sacramentario, colocándolas en el lugar y pasaje que en la misa les corresponde. Este segundo procedimiento era el más práctico y, por lo tanto, el único que ha subsistido. La transformación del Sacramentario en Missale plenum empezó hacia el siglo IX y se hizo progresivamente, de tal manera que en el siglo XIII ya se había acabado el proceso que cambió el Sacramentario y lo convirtió en el misal actual, formando un conjunto completo y redondeado. A pesar de que existían leccionarios, evangeliarios... Este es el origen de los misales romano, y también del mozárabe y ambrosiano. Fig. 189 Misas de las ferias (missae feriales): Misas para cada día de la semana. La serie más antigua de estas misas se encuentra en el Sacramentario de Alcuino. Sería el punto de partida de las misas de las ferias que aparecen en el misal de finales de la edad media. En el misal reformado de san Pío V, el lunes tiene la misa votiva de la Santísima Trinidad, el martes la de los Santos Ángeles, el miércoles de los Santos Apóstoles, el jueves del Santísimo Sacramento o del Espíritu Santo, el viernes de la Santa Cruz o de los Dolores, y el sábado de la Virgen María. En una última reforma del misal se introdujo una nueva misa votiva para el miércoles especialmente dedicada a san José. Véase también missale romanum, editado después del concilio Vaticano II sobre este concilio y las disposiciones que se tomaron.* Misas gregorianas: 1. El treintanario (30 días) gregoriano; consiste en la celebración seguida y sin interrupción de treinta misas en sufragio de uno o más difuntos. Este treintanario toma el nombre de “gregoriano” porque, a raíz de una narración de los diálogos de san Gregorio Magno (IV, 55) se creyó sin fundamento que él era el autor, ya que probablemente es más antiguo que san Gregorio. La propagación que tuvo en la edad media no la libró de muchos abusos. En su forma originaria, tal como la Iglesia la permitía, es correcta y no tiene privilegios litúrgicos. 2. El septenario gregoriano (septem missae aureae beati Gregorii); serie de siete misas en siete días seguidos. Originariamente como septenario de difuntos que era, se celebraba sólo por los difuntos; a finales de la edad media se aplicaba también a los vivos. La atribución a san Gregorio también se debe a una narración de los diálogos. En el siglo XV se quitó una misa y se convirtió en un seisenario que era tal y como se ha conservado hasta hoy en algunas diócesis del sur de 152 Alemania. Al septenario en la edad media también se le introdujeron toda clase de abusos y supersticiones. Misas de necesidad: Misas especiales o reunión de varias misas que a finales de la edad media se celebraban o se mandaban celebrar para recibir ayuda en las necesidades espirituales o temporales. A menudo tomaban la forma de peticiones, tanto por la eficacia que se les atribuía como por las condiciones que debían rodear su celebración. Misas de Rorate: Misas votivas solemnes en honor de la Virgen María que se pueden celebrar, donde son de uso antiguo, sin privilegio especial los miércoles de las témporas de Adviento y los nueve días que preceden la celebración de la Navidad. Estas misas toman el nombre de Rorate por las primeras palabras del Introito; se llaman misas del ángel porque el evangelio se refiere a ellas como la embajada del arcángel san Gabriel a la Virgen María. Misericordia: Pequeño asiento de la parte inferior de las sillas de los coros medievales, a menudo ricamente esculpido. Recibe el nombre de misericordia porque sirve para que los clérigos se puedan apoyar en ellas cuando deben estar de pie en el rezo de los oficios divinos. Fig. 170 Misericordias Domine in aeternum cantabo: Frase de Teresa de Jesús. Missa ad gallicantum: La primera de las tres misas de la víspera de Navidad (25 de diciembre). Lleva este nombre por celebrarse a la hora en que el gallo canta por primera vez al día. Missa ad iudicium, misa iudicii: La misa que durante la edad media se celebraba en los juicios de Dios, en la cual aquel que debía someterse a la prueba del juicio de Dios tenía que comulgar. Fue un lamentable abuso y una reprobable superstición de trágicas consecuencias. V. Introducción y Iudicium Missa animarum: 1. La misa celebrada en sufragio de los difuntos. 2. La misa de difuntos. Missa aurea: La misa de oro: 1. Misa que a finales de la edad media se celebraba en honor de la Virgen María en las grandes necesidades y que se consideraba muy eficaz. Tenía como nota característica una preantífona de dos versos, el primero de los cuales se repetía tras las siete colectas, secretas y las postcommunios de la misa. 2. La misa Rorate celebrada el miércoles de las témporas de Adviento. Missa bassa: Nombre que recibía en la edad media la misa sencilla o rezada. V. Missa secreta Missa bifaciata o trifaciata: En la misa, las partes variables de la cual estaban tomadas de dos o de tres misas, de tal manera que el introito unas veces se tomaba de la primera, de la segunda o de la tercera, y en la oración de la segunda misa y en la de la tercera seguían las de la primera y segunda. Era como si fuera una fusión de dos o de tres misas, un insertio misarum. Las misas bifaciata y trifaciata se introdujeron en Francia o Cataluña en el siglo XII. Aquí tuvieron la máxima extensión. Combatidas por los teólogos y por los sínodos como un abuso. En Alemania tuvieron escasa popularidad. Missa cantata: Misa medio solemne cantada por el celebrante y por el coro sin asistentes y, por regla, sin incensación. 153 SACRALIA ANTIQUA Missa cardinalis: Nombre que en la edad media se daba a la misa conventual de las comunidades y de los conventos. Missa cathecumenorum: V. Misa de los catecúmenos Missa chrismalis: Nombre dado a comienzos de la edad media a la misa del Jueves Santo porque en esta fiesta en las catedrales se consagraban los santos óleos durante la celebración de la misa. Después del concilio Vaticano II se admite la celebración en el Lunes, Martes o Miércoles Santos además del Jueves Santo.* Missa communis: Formulario de una misa que se celebra en honor de un santo que no tiene misa propia y, por lo tanto, es común para muchos santos, y por eso en el misal romano tienen el nombre de commune sanctorum.* Missa conventualis: La misa que se celebraba y celebra diariamente en las catedrales, comunidades y conventos, a la cual asisten corporativamente todos los miembros de la comunidad. En los conventos y comunidades o capítulos que tienen el deber de rezar el oficio divino la misa conventual va unida a éste, y el uno y la otra están estrechamente relacionados, siguiéndolo, por regla general, después de la sexta en las fiestas simples, después de nona en la Cuaresma y después de tertia en los otros días. En la canónica de Barcelona la misa conventual se celebra en las solemnidades, fiestas peculiares y de importancia, y también todos los domingos y a ella se unen las laudes. Missa de luce: Nombre que en la edad media se daba a la tercera misa de Navidad. Tenía este nombre porque se celebraba ya en pleno día. Missa dialogata (recitata): Antes del concilio Vaticano II: Misa “rasa” (simple) en la cual las partes de la misa cantadas por el coro se decían en voz alta por los fieles asistentes a la misa.* Missa dominica: Nombre que en la edad media se daba a la misa principal; era la missa cardinalis (o principal) que se debía distinguir de la missa dominicalis. Missa eucharistialis: La misa plena en contraposición a la misa sicca: la misa que comprende el canon mayor y menor y la comunión.* Missa exequialis: La misa que se celebra en sufragio del difunto que se entierra. Missa familiaris: La misa privada, que hay que distinguir de la missa pro familiaribus y de la missa familiaritatis. Missa ferialis: 1. La misa que corresponde al oficio del día. 2. Las misas establecidas de Alcuino para los siete días de la semana (domingo, missa de Trinitate; lunes, missa pro peccatis; martes, missa de angelis, etc). Missa fidelium: La misa de los fieles. Se da este nombre a la parte de la misa que empieza con el ofertorio y comprende la consagración y la comunión. Toma este nombre porque mientras la disciplina de los catecúmenos rigió en la Iglesia, sólo los fieles podían asistir a ella, toda vez que después de las lecturas y de las oraciones precedentes los catecúmenos eran despedidos de la iglesia. Cuando el bautismo de los adultos se convirtió en una excepción, y por lo tanto cayó en desuso, la disciplina de los catecúmenos se conservó como antes con la distinción entre missa catechumenorum y missa fidelium, pero no tenía la más pequeña trascendencia para la MIS misa. Sólo tenía importancia para la misa que iba precedida de los escrutinios de aquellos que tenían que ser bautizados solemnemente el Sábado Santo, según costumbre romana, mientras los escrutinios estuvieron en práctica. Missa illyrica: Misa publicada en Estrasburgo por el luterano Flacius Illyricus en 1557, la cual contiene una rica colección de oraciones, pero su canon contiene sólo el Ordo missae romano establecido por Sigiberto de Munden en 1205. Missa in aurora: La segunda misa de Navidad celebrada a la hora del amanecer (primera hora de la mañana). Missa lecta: La misa rezada por el sacerdote y no cantada. Missa maior (suma): 1. La misa mayor en contraposición con la misa matinal y otras misas dichas el mismo día. En la misa mayor (“no la de comunión”) no se comulgaba (antes del concilio Vaticano II). 2. En los conventos y comunidades era la misa conventual. Missa matutinalis: La misa matinal que se decía en la edad media en las iglesias de los conventos, por la mañana, después de laudes o de prima; es el sacrificio de la mañana, también llamada missa de prima. Como era menos solemne que la misa conventual y también de menor categoría, también era denominada missa minor, y en lugar de celebrarse en el altar mayor se decía en un altar del coro.* Missa minor: V. Missa matutinalis Missa nautica (navalis): La missa sicca dicha en un barco. Missa nuptialis: La missa pro sponsis celebrada al contraer matrimonio. Va acompañada de la bendición nupcial. Missa peculiaris: La misa privada, especialmente la misa votiva. Missa praesantificatorum: La misa de los presantificados (griego, Leyturgía ton prongiasménon): La misa de los presantificados, de una manera más correcta, la liturgia de los “presantificados”, no es en realidad ninguna misa, toda vez que le falta el ofertorio y la consagración; es sólo una ceremonia de la comunión en la cual el sacerdote comulga de manera solemne con una hostia consagrada el día antes, con un rito que imita la liturgia de la misa. Los ritos occidentales sólo celebran la misa de los “presantificados” el día de Viernes Santo después de las lecturas y del oracional y descubrimiento y adoración del Vera Cruz, que viene a ser una sustitución del canon y un tipo de consagración. En el rito griego se celebraba en todas las ferias de Cuaresma menos el día del Anunciación. Hoy se celebra sólo los miércoles y viernes de Cuaresma, el lunes, martes y miércoles de Semana Santa y algunas ferias más del tiempo cuaresmal. La liturgia occidental de la misa de los “presantificados” aparece primero en la Galia, pero en el siglo IX ya estaba en uso en Roma. El día de Viernes Santo nunca se celebró misa, ni cuando se introdujo la costumbre de celebrarla los otros viernes. La liturgia de los “presantificados” del rito griego, debe ser una idea de san Gregorio Magno, al cual se debe su origen; por eso también es llamada liturgia de san Gregorio. Era practicada en el rito griego en tiempos del concilio de Trulano II (692).* Missa pro sponso et sponsa: La misa que se celebra después de la bendición de la boda. Antes del concilio Vaticano II los días en los cuales se permitía la misa votiva, se podía MIS J. M. MARTÍ BONET celebrar la missa pro sponso et sponsa; cuando no se permitía, se celebraba la misa del día, a la cual se unían, como conmemoraciones, las oraciones de la misa votiva pro sponsis. El formulario de la misa de esposos del misal romano ya se encuentra en el Leonianum.* Missa romensis: Nombre que en la liturgia mozárabe y galicana se daba a la misa romana. Missa sacramentorum: Nombre que se daba a principios de la edad media a la misa propiamente, la cual empieza con el ofertorio (missa fidelium) que sigue a la misa de los catecúmenos. Missa sicca: Misa seca, es decir, la misa sin el canon menor, sin el canon mayor y sin la comunión. Se propagó a principios del año 1000 o quizás antes, en el siglo IX; estaba muy extendida en Francia durante la edad media, menos en Alemania. El Ordo de Buckardo de Strasburg nos da noticia de que también se practicó en Roma incluso en el siglo XVI. La misa seca se hacía cuando un sacerdote quería celebrar una segunda o una tercera misa, o debía celebrarla, como en las romerías, si no había ningún sacerdote en ayunas que pudiese ofrecer el santo sacrificio, o en los barcos, cuando la celebración completa de la misa se consideraba peligrosa (de aquí los nombres: missa nautica, navalis) o en las cacerías (missa venatoria, venatica), etc. Durandus dice que existían dos tipos de misa “seca”: una consistía en leer la epístola, el evangelio, decir el Padrenuestro y dar la bendición; la otra se celebraba rezando todas las oraciones de la misa, dejando sólo el canon mayor, el canon menor, el ofertorio, el prefacio, el Agnus, la oración y el beso de paz, el Communio, el Postcommunio, el Ite missa est, el Benedicamus Domino o el Requiescant in pace, la bendición (recordemos que estamos antes del concilio Vaticano II); en el Dominus vobiscum el celebrante no se ponía de cara al pueblo. En la misa seca el celebrante llevaba sólo la estola; o vestía todos los ornamentos menos la casulla. La extensión de la misa seca se explica por haber sido considerada como un suplemento de la misa de binación suprimida por la Iglesia.* Missa solemnis: Antes del concilio Vaticano II: La misa celebrada con la asistencia del diácono y del subdiácono, con el canto del celebrante, prescrito en la liturgia, con los ministri sacri, con el coro, las incensaciones y otras ceremonias solemnes prescritas por la rúbrica. La misa solemne celebrada por un obispo u otro dignatario que tenía el privilegio de la Sede apostólica, siguiendo el Ceremonial romano toma el nombre de pontifical.* Missa specialis: Nombre que se daba en la edad media a la misa privada para distinguirla de la misa pública. Este significado se deduce claramente de la Vita de Alcuino (n. 26). A finales de la edad media tomó este nombre la misa con formulario propio en contraposición a las misas comunes o votivas. Missale abbreviatum: Llamado también missale parvum. Es un misal muy frecuente a finales de la edad media que no contenía todos los formularios del misal usual, sino sólo una parte y venía a formar un tipo de extracto del misal. Era un suplemento del misal cuando se iba de viaje y también se utilizaba con frecuencia por razón de su carácter manual y cómodo. Las misas del missale abbreviatum eran sólo las 154 missale speciales, o bien las missale votivae y las missale communes, o contenía formularios de las tres clases. Missale ambrosianum: El misal empleado en las iglesias de rito ambrosiano o milanés. Missale festivale (festivum): Nombre que a finales de la edad media se daba al missale abbreviatum que contenía especialmente las misas de festividades o las missale speciales con un formulario completo. Missale francorum: Sacramentario franco, emparentado con el Gelasianum con influencias del rito galicano de finales del siglo VII o comienzos del VIII. El códice que lo contiene está en el Vaticano (Reg. Cod. 317), muy importante para la antigua historia del Sacramentario romano y para conocer el antiguo rito galicano. Missale gallicanum vetus: Sacramentario galicano, de finales del siglo VII o comienzos del siglo VIII, guardado en la biblioteca vaticana (Palat. Cod. 493) muy interesante para conocer el antiguo rito galicano de la misa. Aun así no está exento de elementos del rito romano. Missale gallicanum: Sacramentario de Bobbio (guardado en la Biblioteca Nacional de París), muy interesante para el estudio del rito galicano, de finales del siglo VII, pero bastante influenciado por el rito romano. Missale gothicum: Sacramentario galicano de finales del siglo VII o comienzos del VIII guardado en la biblioteca Vaticana (Reg. Cod. 317) y probablemente escrito por la iglesia de Autun. Tiene el nombre de gothicum por una portada del siglo XV añadida posteriormente al principio del códice. Missale mozarabicum: El misal del rito mozárabe que, como el rito mozárabe, sólo se conserva el original (o primero) en la capilla mozárabe de la catedral de Toledo. Missale parvum: V. Missale abbreviatum Missale plenum (plenarium): El misal completo que, además de los formularios de la misa, contiene también los cánticos y lecturas que varían en la misa. V. Missale Missale romanum: Es el misal del rito romano que proviene del Sacramentario gregoriano y ya en la edad media estaba extendido por todas las iglesias de rito latino. La unidad era, naturalmente, sólo en las líneas generales, y en los detalles los misales de una diócesis eran diferentes de los de la otra e incluso variaban entre las iglesias de una misma diócesis. La reforma del misal romano, hecha por san Pío V (1570), consiguió esta unidad para el misal que quedaba fundamentalmente mejorado y recibía la forma y estructura actuales; por otro lado su aceptación se convertía en obligatoria para todas aquellas iglesias que no tenían un misal de 200 años. En tiempo del papa Clemente VIII se hizo una cuidadosa revisión del misal, y los papas León XIII (1882) y Benedicto XV (1920) introdujeron otras modificaciones. El misal, tal como lo dejó la reforma de san Pío V, está dividido en cuatro partes. La primera, propium de tempore, contiene los formularios de las misas de los diferentes días y festividades del año eclesiástico. Entre el sábado Santo y Pascua ha interpolado el Ordo missae con la explicación de las rúbricas del mismo y de las oraciones que siempre se repiten, especialmente el canon (canon primero). La segunda parte, el Propium de sanctis, contiene las misas 155 SACRALIA ANTIQUA de santos invariables en el calendario litúrgico; la tercera, el Commune sanctorum contiene los formularios de misas de carácter general para las diversas fiestas de santos, así como los formularios para las misas votivas y para las misas de difuntos. Presidía (antes del concilio Vaticano II) el misal propiamente dicho, el calendario, las rúbricas generales de la misa (rubricae generales), la manera de celebrar las misas privadas y las misas solemnes (ritus celebrandi), instrucciones sobre los defectos en que se podía caer cuando se celebraba (de defectibus in celebratione missae occurrentibus); así como las oraciones de preparación y de acción de gracias de la misa. Seguía por vía de apéndice una colección de las bendiciones episcopales y sacerdotales más frecuentes y una serie de misas que no tienen carácter general, prescritas en honor del Señor, de la Virgen María o de varios santos. Después del concilio Vaticano II, se editó el misal oficial romano. En el misal posterior al concilio Vaticano II, hay que tener en cuenta la parte introductoria en la que están las normativas vigentes. Missale secundum consuetudinem curiae romanae: Misal de finales de la edad media, basado en el misal romano. Missale speciale: Nombre que en la edad media se daba al missale abbreviatum que contenía principalmente misas especiales. Missale votivum: Nombre que a finales de la edad media se daba especialmente al misal que contenía con preferencia misas votivas.* Misterium: En sentido litúrgico significa: 1. La misa y especialmente el acto de la consagración, el más grande de los misterios del culto cristiano. 2. Los sacramentos, especialmente los del bautismo y la eucaristía. 3. El objeto que constituye el misterio de una fiesta para distinguirlo de la fiesta de un santo. Mitra auriphrygiata: Mitra hecha con ropa blanca o de hilo de oro tejido que según el ceremonial no puede tener ornamentación de piedras preciosas, ni de ricas perlas o placas de plata, sino perlas relativamente sencillas y algunas pequeñas ornamentaciones de oro entretejidas o bordadas. Mitra: (raramente ínfula): Sombrero distintivo de los cardenales, de los obispos y otras dignidades que tienen una concesión especial del Papa para hacer uso de ella. En Oriente la mitra sólo es conocida entre los griegos y los armenios, que en la edad media la tomaron del uso romano, cuando predominaban las corrientes unionistas. Los sirios, los caldeos y los coptos también la adoptaron de Roma. Entre los orientales la mitra es señal de dignidad episcopal, excepto entre los armenios que también la llevan los sacerdotes para cubrirse la cabeza, por más que es diferente de la de los obispos armenios que la llevan igual que los obispos de Occidente. La mitra del rito latino y la mitra del rito armenio, así como la de los obispos siríacos, caldeos y coptos unidos, es un sombrero que tiene dos partes altas e iguales que acaban con punta llamadas “cornua”, la una delante sobre la frente y la otra sobre la parte posterior de la cabeza; en la parte de posterior está formada por dos cintas llamadas fasciae, vittae, penduli, fanones, infulae. Se lleva la mitra en todas las funciones solemnes, no sólo en la misa pontifical; MIS se debe quitar en las oraciones y en el canon, momentos en que el obispo está en actitud suplicante y el hombre en la iglesia tiene que rezar con la cabeza descubierta (Cor. 11, 4). (V. Descubrimiento de la cabeza). Se ha escrito mucho sobre la antigüedad del uso de la mitra. Hasta se ha pretendido que se remontaba a los tiempos de los apóstoles. Por las fuentes escritas y monumentales que hablan de la mitra y que han llegado hasta nosotros, no se puede poner en entredicho que hasta el siglo X no se conoció ningún sombrero especial de carácter pontifical ni ninguna clase de vínculo o de corona, como se ha creído, sino que la mitra entró en uso en aquel tiempo, en el siglo X en Roma, y que de aquí, en el siglo XI lo aceptaron los obispos del Occidente. Parece ser que los cardenales romanos ya hicieron uso de ella a mediados del siglo XI, toda vez que en esta época el papa León IX ya concedía el privilegio de llevarla en ciertas ocasiones a los cardenales (o canónigos) de las catedrales de Besançon y Bamberg. El privilegio de usarla los abades data de la segunda mitad del siglo XI. El primer ejemplo seguro, al cual muy pronto se unen otros muchos, fecha del año 1063. Cuando el privilegio de llevar la mitra se concedía a los príncipes seculares, al emperador y a la emperatriz, para poderla llevar bajo de la corona, era sólo como ornamento y no para una función litúrgica. La forma de la mitra en principio tenía forma de bola; desde el siglo XI fue un tipo de sombrero curvado en la parte superior; y desde el 1125 un sombrero flexible con puntas (cornua). Su forma actual con dos puntas, una delante y otra detrás, era ya conocida en la segunda mitad del siglo XII. Primitivamente la mitra era muy baja. A comienzos del siglo XIII todavía era más ancha que alta, y a partir de esta fecha se fue levantando constantemente hasta convertirse en el siglo XVII en una perfecta torre, la cual se distinguía también de la mitra de los siglos XII y XIII por haberse ido levantando el borde inferior, formando sus lados una línea curva, en vez de una línea horizontal como en su comienzo. En la edad media se distinguían en Roma tres tipos de mitras: la mitra cum aurifrisio in circulo et titulo que tenía ornamentación en el aro (in circulo) y en los dos cuernos, la mitra cum aurifrisio in titulo que sólo tenía las puntas adornadas y la simplex, alba, una mitra sin ornamentación de ninguna clase. Fuera de Roma sólo existían dos clases de mitras: la mitra aurifrisiata y la simplex. El ceremonial cita tres clases de mitras, dos de las cuales son la mitra pretiosa y la mitra auriphrygiata y se distinguen sólo por tener mayor o menor ornamentación; la tercera, la mitra simplex es sencillamente una mitra de seda o de tela blanca. Antes del concilio Vaticano II, el ceremonial contemplaba prescripciones detalladas sobre el uso de estas tres mitras. Todas las mitras en la edad media ya tenían las dos cintas que colgaban por detrás, incluso la mitra simplex. Por lo tanto no se pueden considerar como colgantes de la ornamentación de la mitra in circulo que faltaba constantemente en la mitra simplex. La mitra de las festividades en todas las épocas estaba ricamente adornada, incluso con perlas y piedras preciosas que estaban repartidas abundantemente. Pero la mitra nunca estuvo sujeta a la regla de los colores litúrgicos: parece ser que la mitra tiene su origen en un sombrero MIT J. M. MARTÍ BONET extralitúrgico del Papa, el camelaucum, ya citado en el siglo VIII, que en el siglo X era una pieza decorativa del Papa, y que después por concesión y privilegio del Papa, y más tarde por concesión presunta, se convirtió en el ornamento del sombrero episcopal. La mitra de los obispos griegos viene a ser un tipo de sombrero que se ensancha y se engrosa hacia arriba, cubierto de cintas ornamentales que se entrecruzan, y en su parte inferior rodeado por un círculo formando una corona. En el rito griego empieza a emplearse en el siglo XV, utilizándola primero los patriarcas y metropolitanos, y después también los obispos. Sólo el patriarca de Alejandría tenía ya de antiguo —desde el siglo X— un sombrero litúrgico que parece que tenía forma de turbante. Fig. 296 Mitra: Atributo de santos abades, santos arzobispos y santos obispos. Fig. 296 Mitra pretiosa: La mitra ricamente adornada, según el ceremonial romano antes del concilio Vaticano II, con piedras preciosas, perlas y placas de plata y de oro.* Mitra simplex: La mitra blanca, sin ornamentación, de tela o de seda según los casos, y que tiene franjas rojas en las cintas que cuelgan.* Mitra en el suelo (renuncia al episcopado): Atributo de san Bernardino de Siena, san Bernardo de Claraval, san Ramon de Penyafort..., santos que renunciaron ser obispos: santo Tomás de Aquino y san Vicente Ferrer. Modernismo: Estilo artístico de finales del siglo XIX y comienzos del XX en Europa, que se define por nuevos procedimientos artísticos y nuevos ornamentos inspirados en la naturaleza (formas vegetales y florales). En cualquier caso pretende imitar estilos anteriores. En el ámbito arquitectónico presta mucha atención a la decoración con curvas sinuosas, asimetrías aplicadas en los balcones, portales y ventanas. Recordemos, por ejemplo, la casa Ametller de Barcelona del Paseo de Gracia. Modesto, mártir de Nápoles (On. 21 de octubre): Sus atributos son fieras y caldero de aceite. Módulo: Medida del semidiámetro de la parte inferior del fuste de la columna. Sirve como unidad para medir las partes de un elemento, por ejemplo de una columna. Se distingue por sus órdenes. Modus: V. Clases de tonos eclesiásticos Modus juvandi morientes (moribundos): Nombre que se daba en la edad media a la acción de encomendar el alma. V. Obsequium circa morientes y Commendatio animae. En Cataluña hasta hace muy poco, especialmente en el ámbito rural, se seguía (se unía) esta ceremonia, a veces con la extremaunción y el viático. Moharrem: Primer mes del calendario musulmán. V. Musulmanes, meses Moisés, legislador y profeta (On. 4 de septiembre): Su atributo es cetro pequeño. Molduras (tipología): Elemento decorativo de relieve y de perfil uniforme que sirve para embellecer una obra. Fig. 114 Monasterio (monasterium): 1. El conjunto de edificaciones que forman un cenobio; especialmente la iglesia como parte más importante del mismo. 2. En sentido más amplio, es el conjunto de aposentos dispuestos entorno a una catedral o 156 colegiata donde algunos canónigos (agustinos) practicaban la vida regular, y en sentido más estricto la catedral o la colegiata que forma el centro de esta vida. Moneda: Pieza de metal acuñada por la necesidad de intercambio. También se llama dinero o pecunia. Esta última denominación tiene su origen en el “pecus” del ganadero. Moneda viene del apelativo de la diosa Juno junto al templo de la cual, el Capitolio, se encontraba la Roma republicana. En Roma el metal más usado era el bronce, y la unidad de valor el as, con fracciones según el sistema duodecimal, como Grecia (la onza era el duodécimo del as). El peso también era variable. Las monedas de bronce acuñadas durante el Imperio no concordaban con el antiguo sistema y se solían distinguir en tres series: bronce grande, medio y pequeño (con todas las subdivisiones del as). Se empleaba, en lugar del bronce, el oricalco y el cobre puro. La acuñación de monedas de plata, empezada en las regiones italianas de la Campania y Etruria, se hizo en Roma a partir del año 268 aC. La unidad de valor fue el denario. Simultáneamente, el sestercio sustituyó al as como moneda de cuenta, incluso cuando cesó su acuñación. Las monedas de oro introducidas hacia el 87 aC se hicieron de uso regular con Julio César (46 aC.). Durante el Imperio, el derecho de acuñación del oro y de la plata fue reservado al emperador. La unidad monetaria era el aureus, denominado posteriormente solidus. Desde finales de la época republicana, las monedas llevaban grabadas figuraciones muy variadas. Julio César inició la costumbre de grabar la propia efigie en el anverso; en el dorso había escenas mitológicas o referentes a la vida política, militar o social y, sobre todo, a las empresas del emperador y de su familia. Con algunas variaciones, las monedas imperiales continuaron, y tuvieron valor durante las invasiones de los pueblos germánicos, los cuales, cuando acuñaron las suyas propias, imitaron los tipos, insertando las propias siglas, conservando y posteriormente deformando las imágenes. Los árabes, en la parte oriental del Imperio, imitaron también las monedas imperiales, incluso con los símbolos cristianos; posteriormente introdujeron en ellas inscripciones en árabe, y en los siglos VII-VIII fueron creadas monedas originales de oro (dinar) y de plata (dirham). Mientras tanto, fue decayendo la moneda de oro (Pipino prohibió la acuñación). Carlomagno unificó y modificó el sistema monetario, convirtiéndolo en monometálico en base a la plata, a pesar de que las monedas de oro, todavía vigentes en el Oriente Próximo, no dejaron de circular. De este sistema surgieron las diversas monedas medievales y modernas, las cuales a pesar de la reforma carolingia, se multiplicaron progresivamente, sobre todo porque el derecho de acuñación fue otorgado a entidades eclesiásticas y a grandes señores feudales. Hacia finales del siglo XIII las monedas tenían también valor artístico. A pesar de las prohibiciones, las monedas de metal valioso eran a menudo manipuladas para beneficiarse de un fragmento recortado. En 1484 aparecieron en el Tirol los primeros táleros de plata y, simultáneamente, monedas de cobre, puro o con aleación de bronce. A principios de la época moderna la diversidad de monedas era muy grande y cuesta de 157 SACRALIA ANTIQUA encontrar un punto de referencia. En la Europa occidental prevaleció el bimetalismo; en Oriente, después de la caída de Constantinopla, permaneció vigente la moneda de oro. Se produjeron cambios con el descubrimiento de nuevas minas de plata en Europa y cuando se inició el tráfico con el Nuevo Mundo (América), así como también por la formación de grandes estados, la moneda de los cuales adquirió una gran difusión. Durante muchos siglos las monedas podían ser libras, sueldos y dinero (lliures, sous y diners). Posteriormente reales, duros y pesetas. A partir del siglo XVII la acuñación se perfeccionó y aparecieron las monedas plenamente circulares y con las incisiones más precisas. En 1865 en París fue estipulada la Unión Monetaria Latina, que estableció unos tipos monetarios aceptados por los estados asistentes y, posteriormente, por otros muchos estados. Actualmente las monedas suelen ser de escaso valor, y el cobre, el níquel y otras aleaciones han desplazado al oro y, en parte, a la plata en su fabricación. Es utilizada como medio de pago fraccionario de los billetes, que suelen ser de un valor nominal más alto. Como en el caso de estos, se trata, por lo tanto, de dinero signo, es decir, de un valor inferior al real, cosa que no sucedía en épocas anteriores, en las cuales el valor de una moneda era igual al del oro o la plata que contenía. Si el valor real de una moneda fuera superior al nominal o monetario, desaparecería del mercado. V. Pallofas Monedas: Atributo de santo Cipriano y san Mateo. Mónica (On. 27 de agosto): Sus atributos son cinturón, pañuelo o velo, nombre de Jesús, velo y las siglas I. H. S. Monile: En la lengua medieval significaba: 1. La pequeña placa ornamental de la parte posterior de los guantes pontificales. 2. El cierre de la capa pluvial. Monograma de Cristo: Atributo de san Bernardino de Siena, san Hermenegildo y santa Victoria. V. Crismón Monograma ‘manu propia’: Signo especial en diplomática o dibujo hecho con las letras MPR (‘manu propia’). Es empleado ya en el año 1042 por el emperador Enrique III. Monograma no papal: En diplomática, signo que consta de un dibujo que incluye las letras del nombre del autor jurídico del documento. Es célebre el del emperador Carolus Magnus. Siempre se encuentra al final del documento. Fig. 271 Monograma papal: En diplomática, signo que consta de las letras ‘Bene valete’ formando un dibujo que puede variar en cada pontifical. Empieza en el siglo XI y prácticamente acaba en el siglo XIV. Monograma recognitionis: En diplomática, signo especial o dibujo hecho con las letras SR al final de la firma, que significa la persona (N) que ha firmado el documento. Es empleado sólo en época carolingia. Monóptero: Es un edificio de planta circular rodeador de una hilera de columnas gracias a las cuales se sostiene la cubierta del edificio. Monsa: V. Esponja Monstrantia: 1. La custodia para la exposición mayor del Santísimo Sacramento. 2. Nombre que a finales de la edad media se daba también al relicario. Montea: Dibujo de tamaño natural que se hace de la totalidad de una obra. MON Monumento (sepulcrum, monumentum): 1. El altar o la capilla donde el Jueves Santo, tras la misa, se lleva la hostia consagrada que se pone en una urna, y envuelta de luminaria y flores se guarda hasta la ceremonia denominada coena Domini. 2. Tumba que representaba en la sepultura del Señor y que se decoraba el Viernes Santo después de las ceremonias en las iglesias durante la edad media en muchos lugares de Francia, Inglaterra y Alemania; en ella se ponía el Lignum Crucis, el Santísimo Sacramento y permanecían allí, sellados; alguna vez, hasta la ceremonia de la Resurrección del Sábado Santo por la tarde o el día de Pascua por la mañana. Esta costumbre se ha conservado en algunas diócesis alemanas y austríacas hasta los tiempos actuales, con la diferencia de que en las diócesis de la Alemania del sur el Santísimo se reserva en una custodia cubierta de velos blancos, llamada Santo Sepulcro, mientras que en las diócesis norteñas de Alemania se cubre el Santo Cristo con una tela. Moros (sarracenos) a sus pies: Atributo de san Jaime el Mayor (“Mata-moros”). Morsus: Nombre que en la edad media se daba al cierre de la capa pluvial. Morterada: Cantidad de mortero que se hace en una sola vez. Mortero: Masa hecha de cal y arena con agua o de cemento con arena que se emplea para unir piezas de construcción (piedras, ladrillos...). Moscas: Atributo de san Narciso de Gerona (milagro de las moscas). Motete (motecta, motetus): En la lengua eclesiástica, es un cántico religioso polifónico que, si bien no puede sustituir los cantos litúrgicos, puede ser ejecutado después de ellos mientras las funciones litúrgicas no se retrasen excesivamente. Motu proprio: En diplomática pontificia (papal) es un grupo de documentos papales que empiezan con la fórmula “Motu proprio” o “Motu proprio et ex certa scientia”. Tiene el mismo aspecto de los documentos papales denominados “Breves”. En los documentos Motu proprio se omite el anuncio de los sellos, ya que no vienen sellados. Tampoco en el “contexto” consta ni el destinatario ni saludos. El Papa o debajo del texto pone él personalmente la frase “Placet et ita mandamus” o “Placet motu proprio N” y el Papa firma sólo con la inicial del nombre de pila y no con el nombre de Papa (del pontificado). Pero desde el siglo XVIII el Papa firma no con el nombre propio, sino con el papal. También está la firma del secretario. Mozárabe: 1. Estilo arquitectónico empleado en Hispania durante los siglos IX y X por los cristianos sometidos al Islam. Incorpora elementos visigóticos; 2. Rito mozárabe. V. Rito latino. En Toledo (catedral) se sigue en una capilla el rito mozárabe. También en Salamanca, en Terrassa. En la catedral de Barcelona se han celebrado misas mozárabes en honor a santa Eulalia de Barcelona en varias ocasiones, como por ejemplo el 11 de abril de 2012. Mucio, sacerdote y mártir (On. 13 de mayo): Sus atributos son león y rueda con uñas afiladas. Mudéjar: Estilo arquitectónico de España (siglos XII- XVI) empleado por los tagarinos o mahometanos convertidos al cristianismo. MUE J. M. MARTÍ BONET Mueca: Fig. 52. Muela: Atributo de santa Apolonia. Fig. 199 Mujeres y hombres: V. Separación de hombres y mujeres en la Iglesia Muleta: Atributo de san Antonio Abad, san Joaquín, san José y san Onofrio. Muro frontal: Fig. 157 Museta: Especie de capa pequeña con una capucha detrás, abrochada en el pecho. Puede ser un privilegio del Papa, de los cardenales, de los obispos u otras dignidades; los otros sacerdotes pueden vestirla sólo en virtud de un privilegio especial del Papa. La museta del Papa antes del concilio Vaticano II era blanca durante la semana de Pascua; en los otros tiempos del año era roja; los cardenales la llevaban roja o morada según los tiempos y las circunstancias; los otros sacerdotes la llevan morada o negra. Los cardenales y obispos que son de alguna orden, pueden llevar la museta del mismo color del hábito de la orden. La museta data de finales de la edad media y deriva de la antigua cappa choralis o más probablemente de la almucia. También existe la museta de dignidad académica de licenciados y doctores con el birrete; todo según unas normas estrictas. Así la museta del doctor en teología es blanca y en el doctor en historia es rosácea. Musulmanes, meses: Moharrem (enero, 30 días); Çafar (febrero, 29 días); Rebî el awwel o Rebî I) (marzo 30 días); Rebî el-àkhir o Rebî II (abril, 29 días); Dschumàdà el-ûlâ o Dsc. I (mayo, 30 días); Dschumàdà el-àkhira o Dsc. II (junio, 29 días); Redscheb (julio, 30 días); Schabàn (agosto, 29 días); Ramadàn (septiembre, 30 días); Schawwàl (octubre, 29 días); Dhul-kade (noviembre, 30 días); Dhul-hiddsche (diciembre, 29 o 30 días). Myrodochelon: La cajita o receptáculo para contener el Santo myrón o mirón (crismera). Myrón o Mirón: Nombre que recibe en el rito griego al santo óleo para administrar la confirmación, para ungir el altar en la iglesia en su consagración. Es preparado con gran solemnidad por los patriarcas y por los metropolitanos, y escasas veces por los obispos. Es el paralelo del santo crisma. Fig. 241 Mystagogía: Nombre griego de las solemnidades litúrgicas. Mystérion: Nombre griego del Sacramento; tà agia mistéria: la eucaristía. 158 N Nacimiento, Belén: Atributo de san Evaristo, san Francisco de Asís, san Jerónimo y santa Paula. Naos: 1. Nombre que se daba en griego al conjunto de la iglesia. 2. En sentido especial, el lugar que ocupan los fieles en la iglesia exceptuando el cancel y el atrio (prónaos, nárthex). Naranja de oro: Atributo de san Nicolás. Naranja: Atributo de santa Dorotea, santa Susana y san Venancio. Narciso de Girona, obispo (On. 29 de octubre): Sus atributos son altar, féretro, moscas, sepulcro y destrucción de la tarasca (ídolo). Narración (Narratio): En diplomática, es la parte del documento en la cual se manifiesta la exposición de las circunstancias del mismo documento. Es muy importante para conocer las noticias históricas que pueden ser de gran utilidad a la hora de confeccionar el relato histórico. Narthex (prónaos): Nombre que se da en griego al cancel del templo (endonárthex), ante el cual todavía hoy acostumbra a haber un atrio (exonárthex). Y en la liturgia latina, una parte de la basílica. Narthex de una basílica paleocristiana: Atrio que se podía alargar alrededor de la basílica. Se pueden ver los testimonios de un nárthex en Sant Pere de Terrassa, según los últimos descubrimientos arqueológicos del año 2004, especialmente en la iglesia de Sant Miquel de Égara. Fig. 166 Natalis calicis: Nombre que en el rito galicano se daba al Jueves Santo. V. Coena Domini Natalitium (natalitium, dies natalis, natale): El día de la muerte de un santo como señal del nacimiento para la gloria celestial y en los mártires el día del martirio. En sentido amplio significa aniversario: natalis, calicis, natale, electionis, consecrationis episcopi, natalis cathedrae Petri, natalis reliquiarum sancti Stephani… Natividad, estilo de la: 1/ El año empieza el 25 de diciembre, o sea con el nacimiento de Cristo. 2/ El año empieza el día 1 de enero. Natividad de la Virgen María (Festum Nativitatis B. Mariae Virginis): Solemnidad que la Iglesia celebra en el día 8 de septiembre en conmemoración de la Natividad de la Virgen María. Esta fiesta está interpolada posteriormente en el Gregorianum y en el Gelasianum, pero es conocida en Roma y en la Galia en el siglo VII. No se generalizó hasta época carolingia. El papa Inocencio IV le dio la octava (1254). Todo indicaría que esta fiesta pasó de Oriente a Occidente.* Nave de una iglesia: Espacio comprendido entre paredes, arcadas o hileras de columnas de una iglesia (paleocristiana, románica, gótica, renacentista, barroca...). La nave mayor está normalmente en medio, entre dos, cuatro o seis naves laterales. Fig. 115 y 116 Nave transversal: V. Transepto Naves, tres: Fig. 116 Naveta (acerra, incensorium): Receptáculo que sirve para contener el incienso que se utiliza para incensar. Antiguamente era una pequeña caja cuadrangular o una cajita redonda, después, a finales de la edad media, tomó la forma de una pequeña nave con cubierta medio levantada, de donde le vino el nombre de naveta. Fig. 240. Se llama también “navicula” porque es el recipiente donde se pone el incienso que se debe usar en la celebración litúrgica. Recibe el nombre de naveta porque a menudo tiene la forma de una pequeña nave. La naveta va acompañada de una cucharilla que facilita la acción de poner el incienso sobre las brasas encendidas que contiene el pequeño brasero del incensario.** Navidad (Nativitas Domini): Solemnidad que celebra la Iglesia en conmemoración del nacimiento del Hijo de Dios. Antes del concilio Vaticano II era una fiesta denominada doble de primera clase y tenía vigilia privilegiada y octava privilegiada de tercer orden; esto es una octava. Actualmente también tiene octava, y tiene la categoría de solemnidad. En esa solemnidad hay un privilegio consistente en que todos los sacerdotes pueden celebrar tres misas para las cuales el misal tiene los formularios correspondientes: misa de nocte, in aurora e in die. La solemnidad de la Navidad constituye, junto con la Epifanía, el punto central del ciclo de fiestas que lleva su nombre. Su celebración se remonta a época preconstantiniana, si bien en aquella época todavía no tenía un carácter general. En Occidente desde el año 354 se celebraba un día especial como hoy, el 25 de diciembre. En Oriente en un principio se celebraba junto con la fiesta del misterio de la manifestación del 6 de enero. A finales del siglo IV y a comienzos del V se introdujo su celebración el 25 de diciembre. El Gelasianum y el Gregorianum ya nos ofrecen la octava de Navidad así como los formularios de las tres misas. Los liturgistas de la edad media le dan un simbolismo NEC J. M. MARTÍ BONET a las tres misas: significan el nacimiento eterno del Hijo de Dios del Padre, el nacimiento temporal de la Virgen María y el nacimiento místico en el corazón de los fieles. Necrologio (necrologium, obituarium): Catálogo medieval del día de la muerte de los miembros, cofrades, y benefactores de una cofradía, de un monasterio o de un convento. Después de leer el martirologio en la prima, se leía la parte que contenía los nombres de los difuntos, el aniversario de la muerte de los cuales caía aquel día. Su conexión con el martirologio fue la causa que también acabara tomando el mismo nombre de martirologio.* Necrósimon: Un tropario que contiene una súplica por los difuntos o para obtener una buena muerte. Nervio: Moldura saliente del intradós de una bóveda. Tiene funciones de estructura y decorativas. Néstor, obispo y mártir (On. 26 de febrero): Sus atributos son crucificado, lanza y red de gladiador. Nestoriana (liturgia): V. Liturgia de la misa siríaca oriental Nestoriano (rito): V. Rito siríaco oriental Neuma (neuma): 1. Nombre de los signos utilizados para la representación escrita del canto litúrgico que originariamente consistían en combinaciones de rayitas, puntos, ganchos, etc., y que fueron los predecesores y el origen de las notas del canto gregoriano. 2. Nombre de la serie melódica de notas que, desde el siglo XI, se cantan en la sílaba final de un verso del oficio, o en la vocal final del aleluya del fin del gradual; es decir, un canto que va enganchado al final de la última palabra sin basarse con nuevas palabras. Nicasio, obispo y mártir (On. 11 de octubre): Sus atributos son cabezas entre las manos. Nicho: V. Hornacina Nicolás de Bari, obispo (On. 6 de diciembre): Sus atributos son ancla, pan, tres bolas o naranjas de oro. Nicolás de Tolentino (On. 10 de septiembre): Sus atributos son almas (angelitos), cesto con panes, cinturón, estrella en el pecho, codorniz, lirio, perdiz en un plato, plato con codorniz, purgatorio y sol. Nimbo: Corona o círculo luminoso que los escultores y los pintores colocan tras la cabeza de los personajes santos y sagrados. También puede tener forma triangular, radiada, crucífera u óvalo y decorado con orlas. Las civilizaciones de la antigüedad emplearon el nimbo para significar la potencia y la majestad de los personajes; representado en primer lugar a modo de llovizna luminosa sobrenatural, que emanaba de la divinidad y lo rodeaba, después se convirtió en un aro de luz que le rodeaba la cabeza. Se llegó a aplicar incluso a las imágenes de los héroes y de los emperadores vivientes. Los cristianos adoptaron el nimbo de forma circular para significar la santidad, y lo aplicaron a las representaciones de Jesús, María y de los santos desde el siglo IV. Después fueron adoptadas las formas antes mencionadas según la dignidad del personaje representado. La forma de cruz queda reservada para Jesucristo. Niño: Atributo de san Roberto, san Sixto, san Silvestre y san Vicente de Paúl. Niño Jesús: Atributo de san Agustín, san Antonio de Jesús, san Bruno, san Cayetano, santa Catalina de Alejandría, santa 160 Catalina de Siena, san Cristóbal, san Estanislao de Kostka, san Félix de Cantalicio, san José, san Miguel del Santísimo Sacramento, san Pedro Pascual, santa Rosa de Lima, santa Rosalina, san Simeón y santa Teresa de Jesús. Niños: Atributo de san Agustín (borde el mar), santa Ana, san Belarmino, san Blas, san Cristóbal, san Diego de Alcalá, santa Francisca romana, san Hilario, santa Isabel madre de san Juan Bautista, san Ivo, san Juan Bosco, san José de Calasanz, santa Julita, san Mamés, santa Marina, santa Matilde, santa Micaela del Santísimo Sacramento, san Oseas, san Pantaleón y el beato José Tous. Niños, dieciocho niños: Atributo de san Leopoldo. Niños, diez niños: Atributo de san Ricardo. Niños, dos niños: Atributo de santa Rita. Niños, siete niños: Atributo de santa Felicidad. Niños, tres niñas: Atributo de santa Sofía. Nipter: Nombre que se da en el rito griego a la ceremonia del lavatorio de los pies; es el mandatum en la liturgia romana. Nobis quoque peccatoribus: Oración que en el rito romano (concretamente en el canon primero) de la misa se une al memento de difuntos del canon, cuando el sacerdote pide que la clerecía que lo acompaña en el ofrecimiento del sacrificio pueda tomar parte en la compañía de los santos y de aquellos siete santos barones y de aquellas siete santas mujeres que se citan y que, desde el comienzo de la Iglesia, son objeto de una especial veneración en la ciudad de Roma. Nocturnale (nocturnalis liber): Nombre que en la edad media se daba al libro litúrgico en el cual para más comodidad se reunían los salmos, las lecturas y las oraciones del oficio de la noche (officium nocturnale), los maitines. Era paralelo del diurnale. Nocturno (cantus o cursus nocturnus): Antes del concilio Vaticano II: Las tres partes del oficio nocturno que formaban las maitines u oficio de la noche de cada día y de cada fiesta se llamaban nocturnos; cada parte (o nocturno) estaba integrada por tres salmos y tres lecciones, y formaba un conjunto de nueve salmos y nueve lecciones. Tenían unas peculiaridades propias los tres nocturnos todos los días y todas las fiestas de rito doble o semidoble, a excepción de las fiestas de Pascua y Pentecostés con sus octavas hasta la dominica in albis o la fiesta de la Santísima Trinidad, las maitines de las cuales tenían tres salmos y tres lecciones. Actualmente en el oficio de las lecturas (antiguas maitines), sólo encontramos tres salmos siempre, y no tres nocturnos. Nodus: 1. El nudo que hay en medio del asta del cáliz, entre el pie y la copa, que sirve para tomarlo con más comodidad. 2. El nudo que hay bajo la curvatura del báculo episcopal. Fig. 216 Noé, patriarca (On. 10 de noviembre): Su atributo es el cepo. Nola: Denominación medieval de la campana que se puede comprobar por primera vez en el siglo IX. Este nombre se ha querido hacer derivar equivocadamente de la ciudad de Nola en la Campania (región italiana), pero seguramente deriva del celta noll, nell, que quiere decir tocar. Nombre de fuentes: El nombre que los padres o los padrinos ponen al que va a ser bautizado, antes de recibir el bautismo; se llama nombre de pila porque, en cierto modo, encuentra 161 SACRALIA ANTIQUA en el bautismo su reconocimiento y su confirmación. El ritual romano determina que no se debe poner al bautizado, de ningún modo, un nombre inadecuado, fabuloso o pagano, sino, cuando sea posible, el nombre de un santo que le sirva de patrón celestial y de ejemplo. Actualmente existe una frivolidad notoria en estas imposiciones de nombres. Nombre de Jesús: Atributo de san Bernardino de Siena, san Juan de Capistrano, santa Juana de Chantal, san Ignacio de Loyola y santa Mónica. Non puto esse verum amatorem Virginis...: Frase de san Anselmo. Nona (hora nona: griego, óra ennáte): La última de las tres horas menores. Tiene la misma estructura que la tercia y sexta en el oficio monástico y en el oficio romano. Ya en la regla de san Benito aparece con la misma estructuración. Antiguamente se rezaba poco después del mediodía; a finales de la edad media se introdujo la costumbre de rezarla con la sexta después de la misa conventual. Norberto, obispo (On. 6 de junio): Sus atributos son aparición de la Virgen María, araña, cáliz, ostensorio (custodia) y destrucción del ídolo. Nos predicamus Christum crucifixum: Frase de san Pedro Mártir Notación lineal: La notación gregoriana. Nubes: Atributo de san Joel profeta. Nudo: V. Nodus Nuestra Señora del Carmen (o de la montaña del Carmel): Fiesta conmemorativa de las gracias especiales obtenidas de la Virgen María por los frailes carmelitanos, concedida en 1587 por el papa Sixto V, otorgada a España en 1674, a los reinos austríacos en 1675, a Portugal en 1724 y a los Estados Pontificios en 1726. El papa Benedicto XIII la extendió por la Iglesia universal. La celebran especialmente los hombres del mar. Nuestra Señora de la Merced (festum B. M. V. de Mercede): Solemnidad conmemorativa de la fundación de la orden de la Merced fundada en la catedral de Barcelona en 1218 por san Pedro Nolasco; orden que, por voto especial, tenía como objetivo específico liberar a los cautivos cristianos de la esclavitud de los sarracenos y que se ganó grandes merecimientos con la redención de numerosos cristianos de la esclavitud. Esta fiesta, que era exclusiva de la orden, Inocencio XII (1700) la extendió a toda la cristiandad. En la actualidad es la patrona del arzobispado de Barcelona, así como la Virgen de Montserrat lo es de toda Cataluña. Se celebra el 24 de septiembre. San Jorge de Cataluña, santa Eulalia de Barcelona (ciudad), san Ramón de Penyafort y san Severo son patrones secundarios de la ciudad de Barcelona. Nuestra Señora de las Nieves (Dedicatio B. M. V. Ad nives): Solemnidad celebrada el 5 de agosto en memoria de la fundación de la basílica de Santa Maria Maggiore de Roma por el papa Liberio (366), así como la reconstrucción y nueva consagración de la misma. Se llama Nuestra Señora de las Nieves por el milagro que sucedió, según la tradición (a finales de la edad media); que dice que cayó una nevada en el lugar donde se fundó la iglesia y que el Papa señaló la planta de la misma sobre la nieve. NOM O Obdulia, virgen (On. 5 de septiembre): Su atributo es el lirio. Obelisco: Monumento con forma de pilar bastante alto que y acabado en una pequeña pirámide en su parte superior. Obispillo (episcopus puerorum): Monaguillo elegido por los otros monaguillos de las catedrales el día de los Santos Inocentes o de san Nicolás (6 diciembre), que iba vestido de obispo, acompañado de otros monaguillos vestidos de curas (o de canónigos). El obispillo, al cantarse las vísperas, se sentaba junto a los otros monaguillos en las sillas altas del coro, mientras los canónigos y beneficiados se sentaban en las sillas de abajo, y al celebrarse la misa entonaba el Gloria y el Credo. El episcopus puerorum ya aparece en el siglo XII. Por razón de los muchos abusos cometidos, varias sinodales y diferentes papas desde el siglo XIII a los siglos XVII y XVIII prohíben estas costumbres. El obispillo de Montserrat todavía es elegido hoy. A finales de la edad media en muchos lugares junto al episcopus puerorum estaba el episcopus diaconorum, que entraba en funciones el día de San Esteban (tripodium levitarum), el episcopus sacerdotum (tripodium sacerdotum) el día de san Juan y el episcopus subdiaconorum que celebraba en la festividad del día de Reyes o de su octava (festum hypodiaconorum, festum fartorum), apareciendo en el coro con vestiduras pontificales. En Francia es donde era más conocido. Fig. 188 Obispo: V. Episcopado y leer la introducción de Sacralia. Obitus (dies): El día de la muerte. Oblata (a veces oblatio; y en Francia oblia): Nombre frecuente en la edad media para denominar la hostia no consagrada, y menos frecuente para designar la hostia consagrada. Oblatio: 1. El sacrificio eucarístico; 2. El acto de ofrecer el pan y el vino destinados a la consagración y al ofertorio de la misa; 3. Los dones del pan y del vino presentados al Señor para este acto y, por lo tanto, para la consagración (oblata, hostia, sacrificium, munus, donum); 4. Los dones presentados a la hora del ofertorio por los asistentes a la santa misa, por eso llamados ofrenda y sacrificium. Hasta el siglo XII eran ofrendas naturales, especialmente pan y vino. Parte de las ofertas eran escogidas para la consagración, y las ofrendas naturales sobrantes, como el aceite, la miel, etc., eran distribuidas entre la clerecía o repartidas para el alimento de los pobres. Era un deber hacer la ofrenda, pero no podía hacerla aquel que no quería comulgar. Hacia el siglo XII se perdió la costumbre de hacer las ofrendas en especie y fueron sustituidas por una limosna en dinero que, poco a poco, se redujo a algunas fiestas, y más tarde desapareció completamente. 5. Son una supervivencia de las ofertas en especie los dos panes y los dos barriletes de vino que el obispo consagrado y el abad ofrecían al obispo consagrante en el ofertorio de la misa de consagración. 6. La ofrenda en dinero se ha conservado como ofertorio en algunos lugares, en los funerales y en las cuatro fiestas anuales (Navidad, Pascua, Pentecostés y Virgen María de agosto). En tiempos anteriores al concilio Vaticano II se ofrecían en las exequias candelas antes del ofertorio de la misa de “réquiem”. Oblongo/a: Más largo que ancho. Obsequiale (Liber obsequialis): Nombre antiguo del libro litúrgico que recibe actualmente el nombre de ritual. Obsequium circa morientes: La asistencia espiritual que da el sacerdote a los moribundos con el viático, extremaunción y encomendación del alma (V. Commendatio animae). En la edad media se acostumbraba algunas veces colocar a los moribundos sobre la ceniza y a vestirlos con el hábito de penitencia (Cilicium). Obsequium defunctorum: Nombre de la misa y oficio de difuntos y de su funeral. Occurrentia: Coincidir dos o más oficios en un mismo día que puede ser casual, producido por condiciones especiales o que siempre se repite. Cuando hay ocurrencia, se celebra el oficio que es superior por su categoría; los otros oficios o bien se trasladan a otro día o no se tienen en cuenta. Las reglas exactas para regular el orden del oficio antes del concilio Vaticano II se encontraban en las rubricae generales impresas a comienzos del breviario. Octástilo: Templo que tiene pórticos con ocho columnas. Octava: Antes del concilio Vaticano II: Significaba, o bien una fiesta que duraba ocho días, o una fiesta que tenía otra fiesta conmemorativa al cabo de ocho días (octava simplex). Las octavas de la primera clase (siempre antes del concilio Vaticano II) se dividían en octavas privilegiadas y octavas comunes. Las fiestas que tenían octava privilegiada eran: Pascua, Pentecostés, Epifanía, Corpus, Navidad y Ascensión. Las octavas más importantes eran las de Pascua y Pentecostés, durante las cuales no podían ser celebradas otras fiestas. Antes del concilio Vaticano II, el último día de OCT J. M. MARTÍ BONET las octavas privilegiadas y comunes tenía el carácter de doble mayor, los otros días tenían el carácter de un semidoble. El octavo día de la octava simple se celebraba como fiesta simple. Las octavas en el culto se remontan a los tiempos más antiguos del cristianismo; pero hasta el siglo XIII sólo tenían las fiestas más notables del año eclesiástico. Con el aumento de los santos, las octavas se hicieron siempre más numerosas, arrinconando las festividades del año eclesiástico y haciéndose cada día más difíciles de colocar. La reforma del breviario hecha por san Pío V fijó reglas para reducir las octavas; estas prescripciones han regido hasta que, finalmente, san Pío X transformó en octavas simples una cantidad de octavas comunes. Después del concilio Vaticano II desapareció la práctica totalidad de las octavas, menos la de Pascua de Resurrección y la de Navidad. Octaviarum Romanum: Antes del concilio Vaticano II: Colección de las lecciones del segundo y del tercer nocturno para las octavas de aquellas fiestas que sólo tenían octava en el lugar de donde son titulares y que, por no pertenecer en la Iglesia universal, no figuraban en el breviario. El liturgista e historiador Gavanti fue quien ordenó la primera de estas colecciones aprobada en 1622 e impresa por primera vez en 1623.* Octóechos: Libro de los ocho tonos denominado también parakletiké. Es un libro litúrgico del rito griego que contiene las partes variables del culto (liturgia y oficio) de los días de fiesta y de los días laborables para el tiempo que va desde la dominica primera después de Pentecostés hasta la dominica cuarta de Cuaresma. En los otros tiempos litúrgicos aparece sólo como auxiliar. A la vez que cada ocho semanas reaparecen la misma liturgia y los mismos oficios en el mismo orden, el octóechos los contiene sólo para ocho semanas. Los textos de las tres primeras semanas se cantan con los tres primeros tonos de los ocho de la iglesia griega, los segundos con el segundo, etc., de tal modo que textos y tonos se repiten cada ocho semanas, lo cual ha dado nombre al libro. Odaí: 1. Las canciones que integran el himno de laudes (ordos) del rito griego, llamado canon; 2. Los cánticos del Antiguo y del Nuevo Testamento admitidos en el oficio griego: cántico de Moisés (Ej. Deuteronomio 15, ss), el segundo cántico de Moisés (Deuteronomio 32, y ss), el cántico de Ana (1r de los Reyes, 2 y ss) el cántico del profeta Habacuc (Habacuc, 3, 1 y ss), el cántico de Isaías (Isaías, 26, 9 y ss), el cántico de Jonás ( Jonás 2, 3 y ss), los dos cánticos de los tres jóvenes en el horno de Babilonia (Dn 3, 26 ss y 57 ss) y el Magnificat (Lucas 1, 46 y ss) con el cántico de Zacarías (Lucas 1, 68 ss) como apéndice. Odeum: La tribuna para el órgano y para el coro de cantores (cantoría). Odilia, patrona de Alsacia (On. 13 de diciembre): Sus atributos son ángeles, almas (angelitos), báculo, cáliz, ciegos y purgatorio. Odón, obispo (On. 7 de julio): Sus atributos son llave y flechas. Ofertas: Dones naturales especialmente de pan y de vino que los fieles acostumbraban a ofrecer hasta el siglo XII a la hora del ofertorio de la misa (V. Oblación). 164 Ofertorio: Oblación con dinero que se empezó a hacer hacia el siglo XII en lugar de las ofertas naturales, que se hacía en la misa, la cual se redujo a algunas festividades del año y a las misas de difuntos (como el ofrecimiento de candelas por parte de los asistentes a las misas de exequias). En otros ofertorios de misas normales los fieles acostumbraban a presentar sus ofrendas en el altar, como se hace en muchas iglesias y en celebraciones –aun papales– en las que se hacen procesiones de ofrendas en el ofertorio. Offerenda: En la lengua medieval: 1. Las oblaciones naturales que ofrecían los fieles en la misa; 2. El acto de ofrecer las mismas; 3. El cántico que canta el coro al cumplirse este acto. Offerens: V. Padrino Offertoria: 1. Los actos de ofrecer el sacerdote el pan y el vino (oblatio) que deben servir para la consagración. Hasta el siglo XII iba precedido regularmente de las ofrendas naturales, si bien últimamente eran sólo los sacerdotes o los ministros los que hacían la ofrenda. Después del concilio Vaticano II estos ofertorios han vuelto en muchos lugares. Hasta el siglo XVI los actos del ofertorio presentaba una gran variedad en la misa, según los ritos y las oraciones. El misal de san Pío V introdujo la unidad, fijando su forma actual con el ofertorio que ya se practicaba en Roma hacia el siglo XIII. 2. Texto melismático cantado por el coro en la misa solemne y rezado por el celebrante, que originariamente estaba compuesto por una antífona y un salmo cantados mientras el sacerdote y el diácono, antes del ofertorio, recogían las ofrendas de los fieles. En el antifonario gregoriano ya queda reducido a dos o tres versos que en el siglo XIII desaparecieron totalmente, quedando sola la antífona. La causa de este acortamiento fue el haber cesado y el haber desaparecido después la costumbre de los fieles que asistían a la misa, de hacer la ofrenda. Después del concilio Vaticano II volvió esta costumbre. Offertorium: En lengua medieval significa: 1. El fano o tela con la cual los fieles cubrían las oblaciones u ofertas naturales que presentaban en el altar a la hora de la ofertorio; 2. La tela también denominada sudarium con la cual el diácono, según el Ordo romanus, tomaba el cáliz cuando, a la hora del ofertorio, lo tenía que llevar al altar o lo levantaba en la pequeña elevación; 3. El humeral con el cual el subdiácono, del siglo XIII hasta el concilio Vaticano II, llevaba el cáliz y la patena al altar a la hora del ofertorio y con el cual aguantaba la patena hasta acabar el Paternoster. 4. Vaso, parecido al cáliz, con el cual se recogía el vino que los fieles llevaban a la hora del ofertorio. Officiale: Nombre del libro litúrgico también denominado collectarium. Officiator: El sacerdote que actúa de celebrante en una función litúrgica (misa, oficio, procesión, bendición...), para distinguirlo de los otros ministros (diácono y otros sacerdotes). Officium (officium, officium ecclesiasticum, officium divinum, horae canonicae, preces horarum, opus Dei, breviarium): Oración cotidiana y oficial de la Iglesia no sólo interna sino rezada y oral, distribuida y ordenada en las horas del día (horae, horae 165 SACRALIA ANTIQUA canonicae, preces horarum) o en el tiempo, compuesta de salmos, himnos, lecturas, antífonas, responsorios, versos y oraciones según determinadas reglas. Esta oración la deben rezar todos los que están obligados a ello, sea corporativamente (in choro), sea particularmente (privatim), unos y otros en representación y por solicitud de la Iglesia, siguiendo los libros litúrgicos que se prescriben (casi siempre el breviario). La denominación officium nos dice que es obligatoria en todos aquellos que tienen el deber de rezarla. El nombre officium ecclesiasticum indica que se reza por la Iglesia, en nombre y por petición de la misma y del modo que ella ha determinado. Se llama officium divinum porque tiene como finalidad última la glorificación divina; opus Dei por el servicio de Dios en un sentido especial. Todos los ritos tienen el oficio. Antes del concilio Vaticano II existía la prima. El oficio del rito latino, desde muy antiguo, se divide en siete horas: Maitines que unas veces era de tres nocturnos, otras veces de uno solo, las laudes, las tres horas menores: tertia, sexta y nona, las vísperas y las completas. Actualmente el oficio de maitines se llama oficio de las lecturas, y se puede rezar durante cualquier hora del día. El oficio del rito griego (agía proseyché akoloythía) distingue desde muy antiguo del mismo modo el mesonyktikon (maitines), el ordros (laudes), la óra protón, tríon, ekte, ennáte (prima, tertia, sexta y nona), la esperonós (vísperas) y la apódeipnón (oración después de comer, completas), pero son diferentes al oficio latino no sólo por las oraciones que las integran, sino también por la estructura de las diferentes partes de las mismas. En Occidente están obligados al rezo del oficio divino: 1. Todos los beneficiados que tenían el beneficio asociado al rezo del divino oficio; 2. Todos los que han recibido órdenes mayores; 3. Los profesos de las órdenes que tienen coro. En los ritos orientales, las reglas monásticas prescriben el rezo y el oficio divino a los monjes; en cambio la clerecía secular no tiene el deber estricto de rezarlo, en todo caso este deber u obligación no son seguros. Los comienzos del oficio divino ya se pueden constatar en los primeros tiempos del cristianismo. La libertad del culto cristiano supuso una nueva etapa de su evolución. La vida monástica ejerció una gran influencia en el desarrollo del oficio divino; una de las primeras finalidades de la misma era el rezo en comunidad de los oficios divinos. Los monasterios orientales del siglo V ya tenían casi todas las horas canónicas que encontramos más tarde. Un siglo después el oficio ya aparece descrito en todos sus detalles en la regla de san Benito, donde se encuentra elaborado, adaptado y ampliado según las exigencias del tiempo y del oficio que se rezaba en Roma y que hasta entonces había tenido carácter local, pero que al servirse de él san Benito para establecer el oficio monástico le dio un amplia significación. Todavía adquiriría más importancia en el siglo VII al adoptarlo en Inglaterra el arzobispo san Agustín de Canterbury, y en el siglo VIII cuando Carlomagno substituyó el oficio galicano por este, y casi adquirió carácter general cuando el papa Gregorio VII lo impuso en España para sustituir el oficio mozárabe. En el siglo XII se estableció el Breviarium secundum consuetudinem curiae romanae que servía para la curia que durante mucho tiempo debía residir fuera de la “ciudad eterna” (Roma), OFF debido a las circunstancias de aquel tiempo, y que, por otro lado, precisaba de un breve formulario del oficio divino, que se generalizó en el siglo XIII, sobre todo cuando los franciscanos lo adoptaron. Hacia finales de la edad media se acumulan en el breviario, considerado de una manera arbitraria en varias diócesis una multitud excesiva de fiestas de santos; de tal manera que pasó a ser necesaria una reforma radical para distinguir los ritos y normas. Una tentativa de reforma fue la dirigida por el cardenal Quiñones en 1535 por orden del papa Clemente VII, que sería considerada como demasiado radical. La comisión de reforma nombrada en el concilio Tridentino no pudo acabar la tarea emprendida, y más tarde se tuvo que continuar en Roma. El resultado fue que el breviario romano revisado y publicado por el papa san Pío V en 1568 se hizo obligatorio en todas las iglesias que no tuvieran uno de más de 200 años. Siguieron otras reformas del breviario, de carácter parcial, por los papas Clemente VIII (1602), Urbano VIII (1631), León XIII y especialmente san Pío X, que repartió de nuevo los salmos entre los siete días de la semana y dio prescripciones especiales sobre los oficios de las festividades. Procuró que al menos cada semana se rezara todo el salterio. Después del concilio Vaticano II se ha remodelado en pequeños detalles la estructura del oficio, y aun así se observa la referencia a su historia y el bien pastoral de los que, como auténtica oración, hacen suyo el oficio que es la alabanza oficial a Dios. Por el bien de las almas se intenta también que los fieles participen en él según se comprueba en muchas parroquias y congregaciones y asociaciones eclesiásticas en la actualidad (2012). Officium B. V. M. V. In sabbato: Antes del concilio Vaticano II: Oficio en honor de la Virgen Santísima que se reza según la rúbrica del breviario, todos los sábados en los cuales no se celebra ninguna fiesta doble o semidoble, ninguna infraoctava o feria mayor. Actualmente (2012) se considera una práctica de piedad privada de devoción.* Officium capituli: Antes del concilio Vaticano II: Reunión de los monjes o de los canónigos, celebrada inmediatamente después de prima en una sala vecina al coro, en la cual se leía el martirologio o el necrologio, se distribuían los trabajos del día, se pedía la divina bendición para los trabajos del día; a finales de la semana se distribuían los cargos de la próxima, y después de la bendición dada por el abad o semanero, se leía un capítulo corto de la regla o de otro libro edificante. Tomó el nombre de officium capituli por leerse un capítulo de la regla. Officium collationum: Lectura edificante prescrita en la regla de san Benito entre las vísperas y las completas, una supervivencia de la cual es la lectio brevis del principio de las completas actuales. Officium defunctorum: V. Oficio de difuntos Officium feriale: Antes del concilio Vaticano II: El oficio de los días de feria. Sus maitines tenían en tiempo pascual nueve salmos, tres lecciones y el Te Deum. El oficio de las feriae maiores, empezaba con las maitines y tenía las preces feriales en las laudes, en las horas menores y a las vísperas; las preces dominicales a las completas y el suffragium de omnibus sanctis OFF J. M. MARTÍ BONET o la “commemoratio de cruce” a las laudes y a las vísperas. Cada feria maior empezaba donde acababa el anterior; tenía preces dominicales a la prima y a las completas; a las laudes y a las completas tenía la commemoratio de omnibus sanctis o de cruce y en las horas menores preces ferials.* Officium festivum: Antes del concilio Vaticano II: El oficio para los días de fiesta. El oficio de los domingos y festividades empieza con las primeras vísperas y acaba con las completas que siguen a las segundas vísperas, y la coincidencia con otra fiesta no cambie el comienzo o el fin. Antes del concilio Vaticano II tenía tres nocturnos en los maitines, exceptuando las fiestas de Pascua y Pentecostés que tenían sólo un nocturno de tres salmos y de tres lecciones. El oficio de las fiestas dobles tenía también el suffragium de omnibus sanctis en las laudes y en las vísperas, o bien la commemoratio de cruce y las preces dominicales en prima y en las completas. Además se distinguía de las fiestas dobles porque la antífona de antes del salmo era entonada únicamente en todas las horas, cosa que se practicaba solamente antes de las horas menores en las fiestas dobles. El oficio de fiesta simple empezaba con el capítulo de las primeras vísperas y acababa con la nona; en las maitines tenía nueve salmos, tres lecciones y Te Deum; en las vísperas y en las laudes los sufragios y la commemoratio de cruce, y en la prima y en completas tenía preces dominicales. Officium missae: El introito de la misa que aparece en el misal mozárabe y que se encuentra frecuentemente en los misales y ordinarios de finales de la edad media. Officium monasticum: El oficio basado en las prescripciones detalladas de la regla de san Benito, cap. 8 y ss, rezado desde tiempo inmemorial en los monasterios benedictinos. Se vinculó en 1616 a una reforma relacionada con las enmiendas introducidas en el breviario en 1608-1611 por Pablo V de acuerdo con la reforma de san Pío V y Clemente VIII. Este breviario reformado tomó el nombre de Breviarium-romanomonasticum y fue prescrito en todas las comunidades de benedictinos y de benedictinas. Officium nocturnum: La parte nocturna del oficio eclesiástico, el sacrificio nocturno de la Iglesia (o maitines). Originariamente se practicaba en el coro hacia la media noche o después de ella, y más tarde se celebraba hacia la madrugada. Actualmente (2012) esas normas se siguen en muchos monasterios, como el de benedictinos de Montserrat o la cartuja de Montalegre (Tiana-Barcelona). Officium parvum B. M. V.: Antes del concilio Vaticano II: Oficio breve en honor de la Santísima Virgen que, desde el siglo XII, se generalizó por prescripciones y por la práctica como añadidura al oficio divino, sobre todo en aquellos días en que en el oficio divino no había otra oración especial. En la reforma del breviario romano de 1568 san Pío V conservó el oficio parvo sin que fuese obligatorio bajo pena de pecado, sólo recomendándolo vivamente. Sólo donde era obligatorio su rezo en el coro, después del oficio, continuaba estando prescrito. El rezo del oficio parvo se generalizó sobre todo en las comunidades de religiosas fundadas más recientemente. Actualmente ya no se encuentra vigente. Officium sepulcri: Representación dramática que tenía lugar en las iglesias de muchos conventos durante la mañana 166 de Pascua de Resurrección, e iba unida a la plegaria de la fiesta. Se hacía la visita de las tres Marías al sepulcro, la de los apóstoles y la aparición del Cristo resucitado a María Magdalena. En cada iglesia eran diferentes los detalles. V. Oficio de difuntos Officium vigiliae: Antes del concilio Vaticano II: El oficio de las vigilias. Tenía el rito de las feriae maiores. Eran diferentes las vigilias de la Epifanía y de Pentecostés; el oficio de las cuales tenía la forma de semidoble sin preces, sin sufragios y sin commemoratio de cruce.* Oficio de difuntos (officium defunctorum): Antes del concilio Vaticano II: Oficio del breviario rezado en conmemoración de los fieles que han fallecido en la comunidad de la Iglesia. Se formó en la época carolingia y en la edad media estaba prescrito en muchos días. San Pío V limitó su rezo al día de los difuntos y san Pío X, en 1911, decidió que no fuese una añadidura al oficio del día sino que se rezara en su lugar y lo completó con horas menores y completas, a la vez que hasta esta fecha estaba formado por las maitines de uno o tres nocturnos, por las laudes y las vísperas. El oficio de difuntos presenta un carácter de luto semejante al de los días de Semana Santa.* Oficio de octava: El oficio de los días posteriores a la festividad que tenía octava antes del concilio Vaticano II. El oficio del día de la octava en las octavas privilegiadas y comunes se celebraba como doble mayor; en cambio los días intermedios eran celebrados como fiesta semidoble si no eran eclipsados por otra fiesta mayor, y en tal caso sólo se hacía conmemoración. En estos días semidobles no se hacían sufragios ni commemoratio de cruce en las laudes ni hay preces en prima y completas. El domingo infraoctavam sólo tenía oficio de octava cuando era privilegiada, fiesta simple es un oficio simple; los otros días de infraoctavam no tenían oficio ni se hacía conmemoración.* Oficio rimado (historia, historia rhytmica, historia rhytmata): Forma muy generalizada en la edad media de los oficios del breviario que tenían las antífonas y los responsorios no en prosa corriente, sino en forma rítmica primero métrica y asonancia; de aquí les vino el nombre de oficios rimados. Los inicios de los oficios rimados los debemos buscar en los siglos IX y X, son muy abundantes en el siglo XI, y alcanzan su mayor desarrollo en el siglo XIII y la primera mitad del siglo XIV, cuando el ritmo y la rima gozan del máximo esplendor; después degeneran. Los franciscanos y los dominicos influyeron en gran manera en la extensión y propagación de los oficios rimados, y todavía hoy sus breviarios contienen oficios rimados; en cambio san Pío V los quitó totalmente con su reforma del breviario romano. Así, por ejemplo, el Officium in Solemnitate B. Mariae Virginis Patronae Bavariae aprobado por la Congregación de Ritos en 1916 por Baviera, es un oficio rimado. Oficio de las tinieblas (Matutinae tenebrarum, tenebrae): Las maitines y las laudes de los tres días de Semana Santa. Todas las antífonas, salmos, lecciones y responsorios hacen referencia a la pasión de Nuestro Señor. Hay lecciones de las lamentaciones del profeta Jeremías. Las laudes acaban con la antífona emocionante Christus factus est pro nobis obediens usque 167 SACRALIA ANTIQUA ad mortem. Han tomado el nombre de matutinae tenebrarum o simplemente tenebrae de la costumbre antiquísima de apagar un cirio del triángulo o tenebrario (candelabro) después de cada salmo y del esconder tras el altar, en el lado de la epístola, el único que quedaba encendido, después del canto del Benedictus.* El oficio de tinieblas es de una sublime belleza, muy apropiado en los días que vive toda la cristiandad. Después del concilio Vaticano II se ha procurado con gran belleza, empleando también piezas de la música de grandes compositores. Ofrenda en dinero: La limosna dada en dinero a la hora del ofertorio de la misa en lugar de las ofrendas en especie; se introdujo después del año 1000. Ofrendas: Son el resultado y expresión de nuestro trabajo o de nuestro arte ofrecido a Dios. Se confía que la plegaria con las cuales acompañamos estas ofrendas —que de algún modo nos representan a nosotros mismos—, las harán más agradables a Dios. De entre estas ofrendas, las más significativas que hacemos son las del pan y el vino, presentadas a la hora de preparar el altar para la celebración eucarística: son los dones destinados a ser transformados en el cuerpo y la sangre del Señor.** Oh Bonitas...: Frase de san Bruno. Oh Sanctissima Trinitas: Frase de Ignacio de Loyola. Oikós: Canción larga del oficio del rito griego en la cual se hace memoria de la vida y milagros de un santo, y que viene a formar un templo honorífico del mismo. Ojiva: Arco acabado en punta, compuesto por dos arcos de círculos cóncavos y simétricos que se encuentran formando un ángulo curvilíneo. Ojival, escudo: V. Escudos Ojo de buey: Ventana o tragaluz de forma circular. Fig. 155 Ojo de liebre: Piedra granítica con la cual se hacen los adoquines para adoquinar las calles. Ojos: Atributo de santa Lucía. Oleguer, arzobispo de Tarragona y obispo de Barcelona (On. 6 de marzo): Su atributo es la liebre. Oleum catechumenorum: V. Santos óleos Oleum chrisma: V. Santos óleos Oleum exorcizatum: Nombre que se daba en la edad media al oleum catechumenorum. V. Santos óleos Oleum infirmorum: V. Santos óleos. Consagrar los santos óleos. Oleum sanctum: Nombre del oleum catechumenorum. V. Santos óleos Olimpiadas, año de las: Cómputo del tiempo que empieza en el año 776 antes de Cristo. Las olimpiadas se celebraban cada 4 años. El año empezaba el 1 de julio. Se indicaba año 1 ó 2 ó 3 ó 4 de la Olimpiada (por ejemplo) CXCIV. Teodosio I el Grande en 395 lo reemplazó por el año de la “indictio”. Oliva, virgen (On. 3 de junio): Sus atributos son rama o ramo de olivo. Olivo, ramo: Atributo de santa Oliva y san Pedro Nolasco. Olla: Atributo de san Diego de Alcalá. Onofrio, anacoreta (On. 12 de junio): Sus atributos son ángel, bastón, cabellos muy largos, cetro en el suelo, corona, cueva, muleta, zarza en la cintura, león, un ángel le lleva el pan, palmeras y cabello que le cubre todo el cuerpo. OFR Onophorion (onofórion): Especie de humeral de los ritos griego, armenio, siríaco occidental (jacobita) y de los coptos unidos que viene a ser un paralelo del pallium arzobispal del rito latino, pero que lo podían llevar todos los obispos; es de seda y no de lana. Tiene la forma de una charpa libre que se puede colocar en los hombros, exceptuado en el rito siríaco occidental que tiene forma de escapulario con un agujero para meter la cabeza. El onofórion ya viene citado a comienzos del siglo V. Originariamente era una tela con pliegues, igual al onofórion de uso diario; se introdujo o bien directamente como ornamento del obispo o bien indirectamente, primero como ornamento y después como distintivo característico de los obispos. Opisthámbonos: Oración suplicatoria de la liturgia de la misa griega que el sacerdote reza ante la puerta del altar, después de acabar la fiesta y después de despedir a los fieles. Toma este nombre porqué antiguamente la rezaba el sacerdote de pié detrás del ambón. Opus: V. Paramento Opus Dei (opus divinum): 1. Obra, servicio divino. Denominación antigua que los benedictinos daban al oficio divino. 2. Prelatura fundada por san Josemaría Escrivà de Balaguer. Opus quadratum: Paramento constructivo de la época romana formado por piedras regulares paralelepípedas, dispuestas en hileras uniformes. Opus signinum: Es un paramento o elemento constructivo formado por mortero, cal, arena y fragmentos pequeños de roca silícea. La palabra opus viene del latín y significa obra o paramento, y signinum viene de la ciudad italiana del Lacio que se denomina Segni. Es un pavimento de resultados notables y bastante resistente. Era empleada para construcciones que no podían utilizar (por motivos económicos) el mármol. Era muy empleada en época paleocristiana, concretamente entre los siglos V- VII. Véase como ejemplo el opus signinum en las iglesias de Sant Pere y Sant Miquel de Terrassa. Opus spicatum: Paramento o elemento constructivo con forma de espiga. Es típico romano. Fig. 11 Ora: Nombre que los griegos dan a las horas canónicas y que corresponde a la hora del rito latino. Ora pro nobis Deum: Gregorio Magno. Ora próte, tríte, eékte, ennáte: Las horas canónicas del rito griego correspondientes a la prima, tertia, sexta y nona del rito latino. Oración: Se podría definir como la conversación (o contacto) con Dios o con los santos, o la elevación de la mente a Dios, a los santos, a las santas y a la Virgen María. Su objetivo es la alabanza, la acción de gracias, la súplica o la expiación. La oración o alabanza en forma de adoración sólo se puede dirigir a Dios, pero no a los santos a los cuales podemos tributarles veneración. La oración, según su forma, se divide en interior y exterior. La oración interior es una meditación a la contemplación o las dos cosas a la vez. La oración exterior puede ser oral o es una acción que manifiesta la oración externamente. La oración puramente externa sin ninguna participación interior es una apariencia de oración. Son oraciones privadas las que se rezan privadamente o en compañía de otros con carácter privado. Son oraciones ORA J. M. MARTÍ BONET públicas las que se hacen en los actos del culto litúrgico, como son la misa, el oficio, la administración de los sacramentos, las bendiciones, etc. Tanto la oración privada como la participación en los actos litúrgicos del culto, son un deber de todo cristiano que tenga uso de razón; la participación en los actos del culto siempre se debe hacer según las prescripciones y las reglas dadas por la Iglesia. Ignacio de Antioquía insiste en la comunión con el obispo (“nada sin el obispo”). V. Introducción a Sacralia. Oración de las cuarenta horas: Exposición solemne del Santísimo Sacramento con la custodia durante cuarenta horas. San Antonio Zacaría la introdujo en 1527 en Milán y en Vicenza; el capuchino José de Fermo la extendió por muchos lugares de Italia; san Ignacio y los jesuitas la llevaron a Roma. Los jesuitas también la llevaron a Alemania. En 1539 Pablo III le otorgó la primera aprobación. El Instructio clementina de Clemente XI ordenó un nuevo rito para ella en Roma en 1705. La oración propiamente debe durar cuarenta horas seguidas. La dificultad que esto conllevaba dio pie a que en muchos lugares se repartiera en tres días: esta nueva forma tenía el inconveniente de que sólo se podía ganar parte de las indulgencias y se podía disfrutar de una manera parcial de los privilegios propios de la concesión clementina, muy rigurosa, hasta que en 1914 san Pío X otorgó los mismos privilegios a esta nueva forma de oración. La oración dura cuarenta horas porque recuerda las cuarenta horas que el Divino Maestro, según muchas teorías y opiniones aceptables, pasó en el sepulcro. Oración eucarística: El canon de la misa con el prefacio que sirve de introducción al canon mismo, porque de hecho y de palabra es una verdadera acción de gracias; de ahí el mismo nombre Eu-caristía. Oración general: Oración de súplica que sigue a la homilía en muchos lugares del mundo cristiano, en la cual se reza por todos los estamentos, por todos los miembros de la Iglesia y por todas sus necesidades, así como por todas las autoridades espirituales y temporales. Después del concilio Vaticano II se han establecido las “preces” en todas las misas; o al menos es recomendable, aun diariamente. Oración del Schaparit: Oración de la sinagoga judía que se hace a la hora del sacrificio, entre la salida del sol y la tertia. En esta oración se ha querido ver, sin fundamento alguno, un antecedente de las laudes del oficio divino de los cristianos. Oración de las trece horas: Oración de las trece horas que dura de la mañana al atardecer, con exposición del Santísimo Sacramento y ordenada a imitación de las cuarenta horas. Por regla general, tiene el carácter de una función de rogativas, en las necesidades y calamidades públicas. También equivale a la acción de gracias por una buena cosecha, por ejemplo, o por haberse alejado un peligro inminente (como la peste o un terremoto). Oraciones de indulgencia: Oraciones que tienen concedidas indulgencias que no se ganan si no se rezan. Su rezo debe ser vocal. Oraciones del ofertorio: Las oraciones que dice el celebrante al ofrecer el pan y el vino. V. Canon menor 168 Oraciones del sacerdote al ponerse los ornamentos: Oraciones cortas, parecidas a sentencias, dichas por el sacerdote al lavarse las manos y al ponerse los ornamentos sagrados. Son propias del rito oriental y del rito occidental, y contienen bien una oración en la cual se pide la gracia de Dios, la protección y la bendición, o se refieren a ciertas virtudes sacerdotales simbolizadas por las sagradas vestiduras. En Occidente estas oraciones ya aparecen en los sacramentarios de los siglos IX y X. Hasta que se introdujo el misal romano hubo una gran diversidad de estas oraciones. Oraciones del Viernes Santo (Orationes solemnes): Serie de oraciones “apremiantes” que el día del Viernes Santo se dicen inmediatamente después del canto del Passio, en las cuales se reza por la Iglesia universal y por todas las órdenes y estamentos, incluso por los paganos, judíos, herejes y cismáticos que están fuera del cuerpo de la Iglesia. Empiezan con una súplica por la Iglesia y acaban con otra por los paganos. Todas las oraciones van precedidas de una introducción, en la cual se indica el objeto y fin de la oración, así como de una petición o invitación del sacerdote a hacerse la oración. Antes del concilio Vaticano II lamentablemente se hacía una súplica por los perfidis (pérfidos) judeis, pero actualmente ya es obligatorio de rezar para los judíos “como nuestros hermanos mayores”. El diácono invitaba a la oración. Estas oraciones son muy antiguas; aparecen en el Gelasianum y en el Gregorianum. Por la forma grandiosa y solemne que las reviste, eran llamadas orationes solemnes. Hasta al año 1000, en muchos lugares también se decían el Miércoles Santo antes de la misa. El concilio Vaticano II ha dado mucha importancia a estas oraciones. Oraculum: Denominación medieval de los oratorios. Orarion: La estola diaconal del rito griego. Orarium: 1. Originariamente y en el uso profano significaba: servilleta para secar la boca o la cara, y después pañuelo para el cuello, la cabeza, o también una tela sin carácter determinado. 2. En sentido litúrgico, significaba la estola del sacerdote y del diácono que, a partir del siglo IX, sería sustituido por el nombre romano de estola, tanto que en el siglo XIII ya había caído totalmente en desuso. Orate fratres: Exhortación a la plegaria común dirigida por el sacerdote en el pueblo antes de la secreta de la misa a la cual se responde: Suscipiat Dominus sacrificium, etc. El segundo Ordo romano y Amalario de Metz ya conocen el Orate fratres, pero parece que no sería de origen romano, sino de origen galicano, toda vez que no lo encontramos en los Ordines romanos ni tampoco en el Ordo de san Amando. La respuesta Suscipiat ya aparece en los misales italianos del siglo XI, pero no era la única respuesta en la edad media, y todavía a finales de la misma en muchos lugares era tradición no responder o responder con una oración secreta.* Oratio ad pacem: La oración por la paz y la concordia dicha en todos los ritos en la misa, antes del beso de paz. Oratio eucharistica: Nombre dado al prefacio que es un himno de alabanza y de acción de gracias. Oratio fidelium: Súplica breve y general que se canta en el rito de la misa mozárabe después de la misa y la triple invocación de Sanctus, Sanctus, Sanctus. 169 SACRALIA ANTIQUA Oratio “Fidelium Deus de omnium conditor”: Antes del concilio Vaticano II: Colecta en sufragio de los difuntos que tenía su correspondiente secreta y postcommunio que se debía decir el primer día de cada mes en el cual recaía una feria minor per annum, a excepción de los tiempos de Adviento, de Cuaresma y pascual, y del mes de noviembre y todos los lunes del año en los cuales caía una feria minor, exceptuados los tiempos de Cuaresma y pascual. Esta colecta ocupaba el penúltimo lugar.* Oratio imperata: Antes del concilio Vaticano II: Colecta, secreta y postcommunio que en virtud de un mandamiento del Papa, de un concordado o del obispo se tenía que añadir por breve o largo tiempo a las oraciones prescritas por las rúbricas. Si es prescrita modo ordinario no se decía en las fiestas de primera y de segunda clase, en las Dominicae maiores, en las ferias privilegiadas y en las vigilias, en las octavas privilegiadas, en las misas votivas solemnes u otras misas votivas equivalentes a estas, y siempre que se dijeran cuatro colectas en la misa. Cuando era mandada pro re gravi simpliciter se decía en dobles de primera clase y algunos días equivalentes; cuando era pro re gravi, dicenda etiam in duplicibus primae classis, tan sólo se dejaba en las fiestas principales (Navidad, Epifanía, etc.). Después de la guerra civil española de 1936-1939 se mandaba decir esta oración con explícita referencia al general Franco. Oratio post nomina: Oración después de leer los nombres. Es una oración que en el rito galicano se rezaba siempre junto a la lectura de los dípticos que seguía al ofertorio; en el rito mozárabe de la misa todavía hoy se lee después de la conmemoración de los apóstoles, de los santos y de los difuntos. Es una supervivencia de la lectura de los dípticos que seguía al ofertorio. Oratio post pridie: Oración del rito mozárabe, diferente según las festividades, que tiene el lugar inmediato a la consagración. Probablemente es la misma oración que en el rito galicano seguía inmediatamente a la consagración y que tomaba los nombres oratio post mysterium o post secreta. Oratio super oblatam: Nombre que el rito ambrosiano da a la secreta de la misa. Oratio super populum: Antes del concilio Vaticano II: Oración característica de las misas feriales de los días laborables de Cuaresma que se decía inmediatamente después del Postcommunio y que empezaba con Oremus: Humiliate capita vestra Deo. Ya aparece en el Gelasianum, en el Gregorianum y en el Leonianum; pero en los dos últimos no aparece como exclusiva de las misas feriales de Cuaresma. Su contenido es el de una oración que pide la bendición sobre el pueblo fiel que se ha reunido en la misa.* Oratio super sindonem: Oración que varía según la fiesta y según lo que se celebra, dicha por el sacerdote del rito ambroisano antes del Dominus vobiscum del ofertorio. No tiene ninguna correspondencia en el rito romano; en el mozárabe tiene la Lauda. Orationale (orationarius liber): Nombre del libro también conocido como Collectarium, en el cual estaban reunidas las oraciones y los capítulos usuales del oficio ordenados según el año eclesiástico y por el orden que corresponde a las fiestas respectivas. ORA Orationes et preces: Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo y en los comienzos de la edad media se daba a las oraciones variables que el sacerdote reza cuando dice la misa: colecta, secreta prefacio, postcommunio. Orationes solemnes: V. Súplicas o rogationes Oratorium: Casa de oración (oraculum, aedicula, eyctérion). 1. Nombre que ya se daba en los primeros tiempos del cristianismo al edificio construido para el culto privado, no para el público, sin rector y sin baptisterio, tal como las capillas de los palacios episcopales y de los hospitales y las basílicas privadas construidas en los palacios de los nobles y en sus posesiones. Los oratorios se extendieron mucho en la época carolingia, y más todavía en la edad media, llevando como consecuencia a muchos lugares abusos serios, cosa que finalmente hizo necesaria una nueva reglamentación de los oratorios en los tiempos que siguieron al concilio Tridentino. La liturgia y el Derecho Canónico distinguen tres clases de oratorios: oratoria pública, oratoria semipública, oratoria privata, distinción que realmente no es ninguna novedad, ya que estos tres tipos, si no se remontan a los primeros tiempos del cristianismo, son comprobables por lo menos a principios de la edad media. 2. Nombre que a principios de la edad media se daba al reclinatorio, tal como se puede constatar en el Ordo romano.* Oratorium privatum: Según el antiguo Derecho Canónico (can. 1183 y 1194), significa la capilla familiar erigida en una casa para comodidad de una sola persona o de una familia, o también la capilla funeraria erigida por una familia en un cementerio. Los oratorios privados se pueden consagrar o bendecir solemnemente; si se quieren bendecir hay que emplear la benedictio loci o la domus novae del Ritual romano.* Oratorium publicum: Antes del concilio Vaticano II: Edificio del culto, bendecido o consagrado, que según el antiguo Derecho Canónico (can. 1188) no estaba destinado en un principio para el culto público sino para un colegio (o un colectivo) o para una persona particular, pero cuando se celebraba la misa u otros actos de culto era accesible a todos los fieles que podían entrar con todo derecho. En el oratorio público se podían celebrar todas las funciones excepto algunas de carácter parroquial. Cabe recordar que para poder tener la reserva del Santísimo Sacramento era necesario un indulto del Papa.* Oratorium semipublicum: Antes del concilio Vaticano II: Según el antiguo Derecho Canónico (can. 1188) era el edificio del culto construido con el consentimiento del obispo gobernante, no destinado ni accesible a todo el mundo, sino reservado a comunidades religiosas, a hermandades, a comunidades de fieles, como seminarios, colegios, hospitales, prisiones, etc. Los oratorios semipúblicos no requerían una bendición especial, pero no se podían destinar a servicios profanos sin el consentimiento del obispo. Para la celebración de los actos del culto tenían la misma categoría que los oratorios públicos si el obispo diocesano no les había puesto ninguna limitación.* Orden compuesto: Fig. 121 Orden corintio: Fig. 120 Orden dórico: Fig. 118 ORD J. M. MARTÍ BONET Orden jónico: Fig. 119 Orden toscano: Fig. 117 Ordenante: El que va a recibir una orden sacra. Para recibirla válidamente el ordenante debe ser barón, bautizado y mayor de edad con la voluntad de recibir la orden; para la validez de la consagración episcopal se requiere haber recibido la ordenación sacerdotal. Para la ordenación lícita precisa ser confirmado, tener la edad prescrita en los cánones, y las letras dimisorias si es otro obispo y no el ordinario el que ordena. El ordenante debe estar libre de censuras e irregularidades y tener los conocimientos necesarios y ser sujeto de buenas costumbres. Ordinarium episcopi: Denominación esporádica y antigua del “Pontifical”. Ordinarium missae: V. Ordo missae Ordinarium officii: La primera parte del breviario donde se indica cuáles son las partes integrantes de las horas del oficio; cómo están estructuradas y cuáles son las oraciones que se repiten durante los diferentes tiempos del año litúrgico. Ordinarium sanctae romanae Ecclesiae: Ordenación del culto por la curia papal, bajo la iniciativa del cardenal Jaime Gaetanus Stefaneschi, hecha hacia el año 1311, enriquecida en 1500 por Guillermo de Estontoille con extractos del Ceremonial de Petrus Amelii. Mabillon lo publicó. Ordinator: El que confiere las órdenes. Sólo el obispo puede conferir las órdenes mayores; antes del concilio Vaticano II las menores y la tonsura, además de los obispos, también podían darlas aquellos a los cuales el antiguo Derecho Canónico o un indulto del Papa les concedía la facultad, como son los cardenales, los prefectos y los vicarios apostólicos, los abades benedictinos, etc. Los vicarios apostólicos y prefectos que no son obispos podían darlas sólo en la circunscripción que tenían confiada (antiguo can 957, 2) y los abades a los religiosos sujetos a él (antiguo can. 964). Si el que se iba a ordenar o tenía que recibir la tonsura no pertenecía a la jurisdicción del que ordenaba, para recibir lícitamente las órdenes eran necesarias las dimisorias del ordinario propio (antiguo can. 955, 1), explícitamente dirigidas al ordenante.* Ordines romani: Ordinaciones del culto de Roma en la edad media, muy interesantes para la historia de la liturgia romana. Mabillon publicó 15 de ellas. Tratan sobre la misa papal (Ordo 1-5), la misa pontifical de los obispos (Ordo 6 y 14); de los escrutinios del bautismo y del bautismo solemne (Ordo 7), la ordenación (Ordo 8 y 9), de la extremaunción y la sepultura (Ordo 10), de la consagración del Papa recién elegido (Ordo 12, 13 y 14) y de las fiestas del año eclesiástico celebradas por el Papa y por la curia papal (Ordo 1, 10-15). Un Ordo romano publicado por Duchesne nos ofrece una representación de la misa papal y pontifical solemnes, de las fiestas de Semana Santa, y de la Pascua, de las procesiones de plegarias, de las bendiciones, consagración de una iglesia y bendición de las candelas el día de la Candelera. El Ordo del cardenal Bernhard, publicado por Fischer, da una descripción detallada de las fiestas del año eclesiástico de la iglesia de San Juan de Letrán en la cual el rito romano originario se conservó por más tiempo. Los Ordo 1, 7 170 y 8 publicados por Mabillon y Duchesne son de fecha precarolingia, aunque no se puede fijar exactamente su antigüedad. Los Ordo 3, 5 y 9 publicados por Mabillon son del siglo IX; el Ordo 6 pertenece al siglo X, los Ordo 10, 13 y el Ordo de Bernhard son del siglo XII; el 13 es de finales del siglo XIII; el 14, según sus partes más primitivas, es de principios del siglo XIV y el 15 finales del siglo XIV. También se debe contar entre los Ordines romani el Ordo romanus vulgaris publicado por Hittorp. Ordo: La exposición de los ritos según se debían practicar las funciones litúrgicas antes del concilio Vaticano II, teniendo en cuenta los usos que han adquirido fuerza de derecho o las prescripciones mandadas expresamente por la Iglesia. Se habla de un Ordo para la misa, de un Ordo para la celebración de Semana Santa, un Ordo offici, un Ordo para la consagración de la iglesia y del altar, un Ordo para la administración del bautismo, un Ordo para la celebración del sínodo, etc. El Ordo sólo contiene las acciones y las ceremonias litúrgicas que integran la función, como son los Ordines romani y otros muchos Ordines medievales o también las oraciones que siempre se repiten en estas ceremonias, como son el Ordo actual de la misa, los ordo del Pontifical, el Ordo del bautismo, y otros Ordines del Ritual romano. El grado que obtiene el ordenado en la jerarquía eclesiástica mediante la ordenación del obispo lo hace apto por el carácter sacramental que la orden da y por las acciones litúrgicas que puede ejecutar. En un sentido y en el otro, antes del concilio Vaticano II se distinguían órdenes mayores y órdenes menores. Las órdenes menores del rito latino antes del concilio Vaticano II eran el ostiariado, el lectorado, el exorcistado y el acolitado; las órdenes mayores eran el subdiaconado, el diaconado, el presbiterado y el episcopado. Los ritos orientales sólo tienen dos órdenes menores (el lectorado y el subdiaconado) y tres de mayores (el diaconado, el presbiterado y el episcopado). Ordo missae (ordinarium missae): Antes del concilio Vaticano II: El ordo missae era una exposición del proceso de la misa, que en un principio era breve y después más amplia con la reproducción de las oraciones que siempre se repiten, especialmente las del canon primero. En el Gregorianum se encuentra al comienzo, lugar que ha conservado en todos los misales medievales que derivan de él. Pero a menudo tienen el propium de tempore intercalado, casi siempre donde lo encuentran hoy entre el Sábado Santo y Pascua; casi nunca después de la octava de Pentecostés. Nunca se encuentra detrás del propium de tempore. El Ordo missae se distingue del ritus celebrandi que hay al principio del misal: 1. Por la gran brevedad de sus indicaciones. 2. Por la reproducción de todas las oraciones y cantos que se repiten en la misa con toda seguridad. 3. Por su origen, el ritus celebrandi missae procede de los Ordines romani que desde muy antiguo van unidos al misal, faltados de oraciones y llenos de indicaciones; en cambio, el Ordo missae es una ampliación de la exposición de la celebración de la misa que se encuentra al principio del Gregorianum y que comprende la serie de todas las oraciones que se repiten en todos los misales.* Ordo officiorum: Nombre que en la edad media se daba al libro litúrgico que señalaba el orden que se debía seguir en 171 SACRALIA ANTIQUA el año eclesiástico, en las fiestas y en las otras festividades eclesiásticas (V. Ordinarius liber). Ordo romanus vulgatus: Ordenación de los oficios divinos, especialmente para los obispos, arreglada en el siglo IX y muy extendida en Occidente en los siglos X y XI, la cual reproduce el rito romano mezclado con elementos extra romanos, especialmente galicanos. Comprende el rito de la misa pontifical, fechas sobre las lecciones del oficio para varios tiempos y fiestas del año eclesiástico, indicaciones para las ceremonias más importantes que siempre se repiten en el año eclesiástico, como son: bendición de las candelas, de la ceniza y de las palmas, los escrutinios para el bautismo, las ceremonias de Semana Santa, consagración de los santos óleos, el solemne bautismo del Sábado Santo y de la vigilia de Pentecostés, las procesiones de rogativas, etc. Ordo sagrado (órdenes sagradas): Antes del concilio Vaticano II: En la Iglesia católica se consideraba que existían ocho grados, órdenes o ministerios, encabezados por el episcopado: es decir, el episcopado, el presbiterado, el diaconado, el subdiaconado, el acolitado, el exorcistado, el lectorado y el ostiariado. Para ingresar en los grados de la orden sagrada, era preciso recibir la tonsura por la cual quien la recibía era constituido clérigo. El concilio Vaticano II ha suprimido el subdiaconado y las dos órdenes menores: exorcistado y ostiariado. Así mismo se establecen dos ministerios: el lectorado y el acolitado, que no son órdenes sino simplemente “ministerios”, y quienes los reciben se dice que son “instituidos”, no “ordenados”. Hay que tener muy presente lo que se ha dicho en la introducción de Sacralia: que el sacramento del ministerio apostólico comprende sólo tres grados, que son el episcopado, el presbiterado y el diaconado. Existen dos grados de participación ministerial en el sacerdocio de Cristo: el episcopado y el presbiterado. El diaconado está destinado a ayudarlos y a servirlos. El diácono no es “sacerdos”. Ordros: Nombre del oficio matutinal del rito griego que corresponde a las laudes del oficio romano. Orfebrería (arte): Se puede definir como el oficio que trabaja los metales denominados preciosos. Pueden intervenir la plata, el oro, la madera especial, la pedrería y el marfil con las siguientes técnicas: repujado, burilado, cincelado, dorado, fundición, cortado, lacado, raspado, encrespado, vainica matizada... Ver el catálogo de la exposición Aurífex (Museo Diocesano de Barcelona, 2003), donde se estudia la evolución de la orfebrería. Orfebrería, pieza de: Atributo de san Eloy. Órgano: Instrumento de música desconocido (en sus orígenes) en los ritos de Oriente; en cambio en Occidente ya aparece en época carolingia, y se extendió no sin dificultades, pero no se generalizó hasta finales de la edad media. Al principio era pequeño, diatónico, técnicamente muy defectuoso y de poco efecto. Poco a poco se fue perfeccionando, y en los siglos XIII y XIV se introdujeron los semitonos cromáticos; en el siglo XV se introdujeron los pedales; y en el siglo XVI se perfeccionaron los fuelles, los tubos, el apianamiento y el mecanismo. En la actualidad se dice que el órgano es el rey de los instrumentos. V. Tocar el órgano ORD Órgano: Atributo de santa Cecilia. Organum: 1. El órgano. 2. El acompañamiento bucal (vox orgalis) primitivo coral siguiendo determinadas reglas, inventado por Hubald (can. 930) que tiene la forma paralela progresiva en la melodía coral: son las octavas, quintas o cuartas que forman una melodía paralela. Orientación de las iglesias: La dirección de la nave de la iglesia de poniente hacia levante, quedando el presbiterio y el altar más hacia levante que el resto del edificio. La costumbre de orientar las iglesias hacia levante es muy antigua en Oriente. En el siglo V las constituciones apostólicas y “el testamento de Nuestro Señor Jesucristo” ya la prescribían. La introducción de esta orientación de las iglesias será muy tardía en Occidente; habrá que esperar a época carolingia para que se convierta en una costumbre generalizada el hecho de orientar las iglesias hacia levante. Se convertiría en regla hacia el año 1000, si bien nunca existió un precepto. El fundamento para la orientación de las iglesias fue el simbolismo que se relacionaba con Oriente y, en parte, también la significación simbólica dada por el cristianismo que de algún modo ya el paganismo había dado antes a Oriente. Oriente se veía como la fuente de la luz, figura de la divinidad, la luz sobrenatural e infinita, figura de Cristo sol de justicia (Mat 6, 2), la subida de los infiernos (Lucas 1, 78), la luz verdadera que ilumina en todo el mundo (Juan 1, 9), y un símbolo del paraíso que radicaba en Oriente, lugar deseado por todos los cristianos. Orientación a levante al hacer la oración: Disposición de cara o en dirección a levante prescrita expresamente al celebrante y a los ministros, no sólo en la oración privada, sino también en las ceremonias litúrgicas que todavía aparecen en el Pontifical romano de época carolingia. La costumbre de hacer la oración mirando a levante influiría en la orientación de las iglesias y en el lugar que hoy ocupa el sacerdote al celebrar los santos misterios. Perdió importancia cuando la orientación de la una y la disposición del otro se generalizaron cada vez más. El fundamento de esta orientación se debe al simbolismo que se le atribuye. Ornamento del altar: V. Retablo Orológion: Libro litúrgico del rito griego que contiene todas las partes invariables del oficio de todo el año eclesiástico. Osario: Capilla del cementerio con bóveda para guardar los huesos extraídos de viejas sepulturas. V. Cordero Osario: V. Carnero Osculum: El beso litúrgico. V. Beso Oseas, profeta (On. 4 de julio): Su atributo son niños. Ostensorio: Atributo de san Alfonso María de Ligori, san Antonio de Padua, santa Bárbara, san Buenaventura, santa Clara, san Francisco de Borja, san Jacinto, santa Juliana de Falconieri, santa Magdalena de Pazzi, santa Miguela del Santísimo Sacramento, san Miguel de los Santos, san Norberto, san Pascual Bailón, san Ramón Nonato y santo Tomás de Aquino.** Ostensorio: V. Custodia u Ostensorium Ostensorium: 1. La custodia para la exposición del Santísimo Sacramento. V. Custodia. 2. El relicario para exponer las reliquias. OST J. M. MARTÍ BONET Ostiariado (ostiariatus): El grado u orden como de portero del que cuida de la puerta de la iglesia; era la primera de las cuatro órdenes menores. Era un sacramental; lo podía conferir aquel que podía dar la tonsura. La carta del papa Cornelio a Fabián (252) ya habla del ostiariado, y en Oriente el sínodo de Laodicea, en la segunda mitad del siglo IV, ya aparece entre los clérigos. En Oriente el ostiariado desaparece completamente en el siglo VIII, después de que el concilio Trulano II (año 692) todavía hiciese mención de él. En Occidente, en cambio, se ha conservado como una orden gracias a los Statua antiqua (año 500); sin embargo a comienzos de la edad media ya perdió su valor. Todas las probabilidades inducen a creer que es un desglose del subdiaconado. El Pontifical romano señala los deberes del ostiario que son: custodia de la iglesia y tocar las campanas. Precedía en el ritual de constitución del ostiariado una advertencia del obispo al ordenado, y después le enviaba las llaves de la iglesia como símbolo del cargo y el arcediano le hacía abrir y cerrar la iglesia y tocar la campana. La ordenación de este ministerio acababa con una oración. Los Statuta antiqua ya conocen la ceremonia de la entrega de las llaves, y la ceremonia de abrir y cerrar la puerta de la iglesia ya se encuentra en los pontificales carolingios. La ceremonia de tocar la campana se introdujo poco a poco en el siglo XIII.* Ovalado, escudo: V. Escudo y Fig. 201 Oveja: Atributo de san Amós, san Dámaso, santa Margarita y san Pascual Bailón. 172 P Pablo, apóstol (On. 29 de junio): Sus atributos son caballo, clámide, garba de trigo, rayos, sable-espada, telar y el texto latino Vas electionis es mihi. Pablo, ermitaño (On. 15 de enero): Sus atributos son cráneo, cuervo, león y pan. Pablo de la Cruz, sacerdote (On. 19 de octubre): Sus atributos son un corazón y el texto latino Passió Domini vostri Iesu Christi. Paciano, obispo de Barcelona (On. 9 de marzo): Su atributo es el ciervo. Pacomio, abad (On. 9 de mayo): Sus atributos son cabello cubriendo el cuerpo y las insignias episcopales. Padrino, madrina: La persona que acompaña al que va a ser bautizado o confirmado, y en el bautismo de los niños responde por ellos a las preguntas que el sacerdote le dirige para que renuncie a Satanás, sus pompas y sus obras, y que confiese a Jesucristo y dé, al mismo tiempo, la fianza en la Iglesia que educará cristianamente al nuevo bautizado o confirmado. Según el antiguo canon 768, el padrino contrae parentesco espiritual con el bautizado o con el confirmado, pero no lo contrae con sus padres El padrino y la madrina son padres espirituales del bautizado o confirmado y toman el nombre de patrinus, matrina o compater y commater; como fianza por el bautizado, toma los nombres de sponsor, fideijussor; y como lo sostiene para recibir el bautismo o la confirmación se llama susceptor, offerens, levans. El padre, la madre, el esposo o la esposa del bautizado o confirmado no pueden ser padrinos, como tampoco lo pueden ser aquellos individuos que practican otra religión, los que están excomulgados o los que han sido declarados infames. Para la validez del patronato, antes del concilio Vaticano II se requería que en el acto del bautismo o de la confirmación tocaran corporalmente al bautizado o al confirmado. Según los cánones antiguos, no vigentes hoy en día, también los religiosos podían ser padrinos en caso de necesidad y con el consentimiento de los superiores; y aquellos que habían recibido órdenes mayores tan sólo lo podían ser con el consentimiento del señor obispo (esto siempre antes del concilio Vaticano II). Para el bautismo sólo puede haber un padrino y una madrina (unus et una); para la confirmación solamente uno. Tertuliano ya nos habla de los padrinos del bautismo; su obligatoriedad parece que vendría del siglo VI. Los padrinos del bautismo lo eran también de los escrutinios. En la confirmación no era necesario un nuevo padrino mientras se administró inmediatamente después del bautismo. Con todo en el siglo IX ya se puede comprobar la existencia de padrinos para la confirmación. Véase la nueva legislación en el derecho canónico promulgado por Juan Pablo II.* Padrino de confirmación: V. Padrino Paedobaptismus: V. Bautismo de los niños Paenula: Manto redondo con una capucha que formaba parte de la antigua vestidura romana. En su origen era una pieza de viaje que servía para resguardar-se del viento y del mal tiempo; estaba hecha de ropa basta. Hacia el siglo II ya se hizo de ropa más fina y más ligera, y como era más cómodo, se introdujo más y más como prenda de vestir superior de la burguesía y llegó a sustituir la toga y el pallium, incluso entre los senadores y las clases elevadas. De la paenula deriva la casulla litúrgica. Pájaros: Atributo de san Guillermo. Pala: Atributo de san Galderico y san Isidro. Pala de panadero: Atributo de san Honorato. Palco (o galería): Fig. 109 Palcos (Empore, Porkirche, Borlaube, Deambulatorium Matroneum): 1. Las tribunas de encima de las dos naves laterales en las iglesias de tres naves. 2. La tribuna levantada en la pared occidental del crucero de las iglesias. Estas tribunas en los primeros tiempos del cristianismo aparecen a menudo en las iglesias bizantinas. Eran el lugar donde se colocaban las mujeres que asistían a los oficios divinos. En Occidente aparecen después de la época carolingia. Por razones artísticas de construcción, estas tribunas aparecen a menudo en los siglos XI-XIII, es decir en la época del románico y en los primeros tiempos del gótico. El gótico tardío prescindió de ellos porque no los necesitaba por su sistema de construcción, en cambio tuvieron una predilección especial por los palcos en las construcciones del renacimiento y en las del barroco (como la iglesia de San Severo de Barcelona). En Occidente sirvieron poco para las mujeres; al contrario, servían para los hombres, y de aquí viene que se les llamara coro de los hombres o palco de los hombres. Pero a menudo sirvieron para el emplazamiento de altares. En Occidente estas tribunas formaron el coro de PAL J. M. MARTÍ BONET las monjas en los conventos de religiosas. También sirvieron para ubicar el órgano desde que se introdujo su uso en las iglesias. Sólo desde finales de la edad media se utilizaron estos palcos para el coro de los cantores (las “cantorías”, como los de la catedral de Barcelona y los de Santa María del Mar de la misma ciudad). Paleocristiano, arte: Es el estilo artístico que se desarrolla durante los cinco primeros siglos de la era cristiana, y que engloba desde la aparición del cristianismo durante la dominación romana, pasando por la invasión de los pueblos bárbaros, prácticamente hasta la invasión árabe. Entonces incluye lo que denominamos arte romano y el arte visigótico. En Oriente la continuación del arte paleocristiano se denomina arte bizantino. Palia: Al colocarse la forma eucarística sobre la patena, desde el comienzo de la misa e incluso antes de la preparación de las ofrendas, para no recibiera ningún tipo de rozadura, a menudo se cubría con una fina prenda de ropa de forma redonda que se llama palia. Palio: Atributo de papas santos, santos arzobispos, santos metropolitanos y obispos que tenían ese privilegio (del uso del palio). V. Pallium. Fig. 298 Palla (corporales): Cubierta del cáliz, de forma cuadrangular, que según las prescripciones eclesiásticas debe ser de tela. Puede ser una tela pura planchada o dos piezas de tela con una especie de forma de carpeta, cosidas la una con la otra, entre las cuales hay un cartón. Otra posibilidad es que sea una pieza sencilla de tela que lleva fijada en las cuatro esquinas un cartón cosido con hilo de seda blanco o de color, nunca negro. En un principio el cáliz se cubría con una de las dos bandas de los corporales, pero por razones de comodidad en muchos lugares esta punta se sustituyó hacia la mitad del siglo XII por un corporal doblado, pero en el siglo XV todavía se practicaba la antigua costumbre, sobre todo en Francia, de cubrir el cáliz con una esquina del corporal. Actualmente los cartujanos todavía practican la antigua costumbre. La palla tomó su forma característica del corporal doblado que cubría el cáliz desde la edad media, pero sobretodo a partir del siglo XVI. La palla, según su origen, no es otra cosa que el corporal, y por eso debe ser bendecida y de tela como el corporal. Por lo tanto, resumiendo, palla en el lenguaje medieval significa: 1. Los manteles del altar; 2. El cubracáliz; 3. El velo del patenarius; 4. La mencionada cubierta del cáliz. Palliolum: En los tiempos antiguos de la Roma pagana significaba el pañuelo del cuello; en la edad media significaba: 1. El humeral. 2. El velo del patenarius. Pallium (pallium): En el lenguaje medieval significa: 1. El baldaquino del altar; 2. Los manteles del altar; 3. El revestimiento del altar; 4. El tálamo; 5. El distintivo arzobispal que se coloca en los hombros y espalda; 6. El velo del patenarius también llamado palliolum. Hoy significa especialmente la prerrogativa distintiva de los arzobispos metropolitanos y el revestimiento del altar. Es decir, el ornamento de los hombros, de tela blanca con cruces ornamentales de seda negra que se lleva sobre el pecho y los hombros a modo de estola, y está fijado. Según su forma, 174 viene a ser un tipo de cinturón (escapulario) que va de atrás para delante, colgando y que sus extremos tienen como una especie de flequillo de seda negra. El palio sólo corresponde por derecho al Papa y a los arzobispos metropolitanos; a veces también se concede a los obispos como distinción; sólo se puede llevar cuando se celebra. Es un ornamento de carácter personal, de manera que el que lo tiene no lo puede ceder a nadie, y también tiene carácter local, pudiéndose llevar sólo en la propia diócesis o archidiócesis. Cuando un arzobispo es trasladado a otra diócesis metropolitana precisa de otro palio. Los palios están hechos con la lana de dos corderos que el día de la fiesta de santa Inés se bendicen después del pontifical en la iglesia de S. Agnese fuore le mura. Los nuevos palios son bendecidos después de las vísperas de la vigilia de la fiesta del príncipe de los apóstoles y son guardados en una caja de plata dorada en la Confesión de San Pedro hasta que son entregados. La entrega del palio se hace o en Roma o en la sede de su possessor; siempre la precede la celebración de la misa y del juramento de fidelidad al Papa que parece que, desde el siglo XI, sustituye la confesión de fe hasta entonces acostumbrada. En Occidente desde un comienzo el palio era privativo del Papa; el momento en que empezó a hacer uso de él no se puede precisar, en todo caso lo hizo ya en el siglo IV. La entrega del palio a otros metropolitanos se remonta al menos al siglo VI. El Papa, al conceder al palio, nunca ha estado supeditado a una autorización del emperador romano de Oriente, ni cuando lo concedía a aquellos que eran súbditos de Bizancio. Fue en la segunda mitad del siglo IX cuando se estableció la obligación de los metropolitanos de pedir el palio al Papa. El palio, por su forma, era en su origen un tejido listado y doblado —de aquí su nombre de pallium; a partir del siglo VII es una sencilla faja. Desde un principio ya estaba hecho de lana. En las figuras del siglo VI ya lo vemos decorado con pequeñas cruces que en época carolingia alcanzaron un gran número. La forma del palio sufrió una transformación radical. En un principio se llevaba suelto, soltando sus picos en el hombro izquierdo hacia delante y hacia detrás; después se llevaban estos picos hacia la mitad del pecho y hacia detrás, y se fijaba con un alfiler y, a su vez, se fijaba el pallium con un tercer alfiler en el hombro izquierdo. El otro paso fue que, cosiéndolo, se dio esta forma al palio, y las agujas se conviertieron en una sencilla ornamentación. Después pasó a ser como un cinturón con colgantes, pareciéndose a la actual forma del palio, llegando los colgantes hasta las rodillas. Hasta finales de la edad media tenían una longitud considerable. Ya en el siglo XIII era costumbre poner planchas de plomo en las puntas para hacerlas más pesadas. Se ha discutido mucho sobre el origen del palio. Casi no se puede dudar de que su origen es el mismo que el de su paralelo de Oriente, el omophorion. Incluso puede que no sea un paralelo romano del omophorion, sino una derivación directa del mismo, no como ornamento general episcopal, sino como ornamento característico del Papa. Véase J. M. Martí Bonet, El palio (Madrid, 2008). Pallium linostimum: En el Liber Pontificalis (Vita S. Silvestri, Vita Zosimi) la mappula, que más tarde será en manípulo. 175 SACRALIA ANTIQUA Pallium mortuorium: V. “Tela de muertos” Pallofa: Dinero interno que tenían las iglesias importantes. V. Bolsa de pallofas Palma: Atributo de san Juan apóstol, san Julián obispo, santa Clara, santa Delfina y santos mártires. Palma con lirio: Atributo de santo Domingo. Palmatoria: V. Bujía Palmera: Atributo de san Cristóbal, san Onofrio y san Pedro ermitaño. Paloma, monja (santa) del monasterio de Tábanos, Córdova (On. 31 de diciembre): Sus atributos son alfanje, paloma y espuerta. Paloma: Atributo de santa Inés, san Antonio, santa Brígida, santa Catalina de Alejandría, san Celestino, santa Paloma, san Eliseo, santa Escolástica, santa Eulalia de Barcelona, santa Eulalia de Mérida, san Eulogio, santa Julia, san Gabriel, san Gregorio Magno, san Heriberto, san Ignacio de Loiola, san Ivo, san Juan Crisóstomo, san Pelayo, san Pedro de Alcántara, san Remigio, santos eclesiásticos, santos inspirados por el Espíritu Santo, san Severo de Barcelona, san Severo de Rávena, santa Teresa de Jesús, santo Tomás de Aquino y santa Úrsula. Paloma eucarística (columba): Paloma de metal para la reserva del Santísimo Sacramento, que tenía en su espalda un vaso redondo (o cavidad) que se podía cerrar y en el cual se podían guardar de 3 a 5 hostias. Tenía un sustentáculo que servía para colgarla con cadenas y dejarla suspendida ante el altar del mismo modo que los tabernáculos suspendidos. Parece que en el siglo V ya había palomas-sagrarios; aun así, el testamento de Perpetuus de Tours (490) aducido para probar su existencia es una falsificación de finales de la edad media. Un receptáculo de este estilo para la reserva del Santísimo aparece citado por primera vez en el siglo IX en la vida del Pseudo-Amphilochius de san Basilio. Estas “palomas” se propagaron un poco más cuando en el año 1200 se convirtieron en una fabricación especial de la industria de Limoges. Pero nunca consiguieron generalizarse; ningún liturgista medieval habla de ellas, ni Durandus; no se encuentran citadas prácticamente en ninguna parte. Donde más consiguieron extenderse, sin embargo fue en Francia donde en algunos lugares estuvieron en uso hasta el siglo XVIII, del mismo modo que todavía se encuentra una en uso a la catedral de Amiens. Se encuentran también en algunos museos catalanes, y se encuentran mencionadas muchas veces en los archivos eclesiásticos de Cataluña. Fig. 79 y 250 ** Pan (llevado con el pico de un cuervo): Atributo de san Benito. Pan (llevado por un ángel): Atributo de san Onofrio. Pan: Atributo de san Abdías, san Antonio de Padua, san Félix de Cantalicio, santa Genoveva, san Habacuc, san Honorato de Amiens, santa Isabel de Hungría, san Julián, santa Magdalena, san Nicolás de Bari, san Pablo Ermitaño, san Pedro Regalado y san Roque. Pan benedecido: Se dice del pan que ha recibido una bendición o el pan destinado a la consagración. V. Hostia y Forma consagrada. Pan de vida: Pan que nos nutre de vida verdadera desde aquel PAL anochecer en que Jesús, instituyendo la Eucaristía como memorial de su pasión, nos redimió mediante su muerte y resurrección.** Panagia (griego, panágia): Cajita plana colgada que en su parte interior, en uno de sus lados, tiene la imagen de la Virgen María con el niño, de donde le viene el nombre. Los obispos griegos la llevan colgada del pecho a modo de pectoral. Los obispos rusos, además de la panagia, llevan un pectoral. La panagia, tipo de enkolpion, ya estaba en uso en el rito griego de la edad media. Pancracio, obispo y mártir (On. 12 de mayo): Su atributo es un instrumento de trabajo, una palma de martirio y el texto latino: Venite ad me et dabo vobis. Panel: Fig. 127 Panniselus (panniselus, velum): Tenía en forma de bandera que debe llevar el báculo del abad para distinguirla del báculo del obispo; parece que empezó a utilizarse en el siglo XIII y se conservó hasta el siglo XVI, adornando muy a menudo también el báculo del obispo. Pannus: En el lenguaje medieval significa 1. El baldaquino del altar; 2. Los manteles del altar; 3. Los cortinajes del altar; 4. El revestimiento del altar; 5. El tálamo; 6. El gremial. Pannus mortuorius: La tela que cubre el túmulo de los difuntos. Pannychís: En el rito griego significa la vigilia de una fiesta que dura toda la noche y no como la agripnía que duraba sólo una parte de la misma. Pannys chrismatis: Nombre que los antiguos sacramentarios dan al tejido o tela blanca que el sacerdote daba al bautizado en vez de la vestidura blanca. Pantaleón, mártir (On. 27 de julio): Sus atributos son llave, frasco con tapa, león, niños y vaso de cerámica. Paño o tejido mortuorio (pannus mortuarius, pallium mortuorum): El sudario; el tejido con el cual se cubre el túmulo mortuorio cuando se celebran las honras exequiales. Es blanco para los recién nacidos; en los otros casos es siempre negro. En la edad media en los entierros de príncipes y personas reales era también de color verde, morado o rojo. Este pannus se dejaba en el túmulo como donativo en sufragio del alma del difunto; junto con él se hacían ornamentos del culto. Fig. 305 Pañuelo o velo: Atributo de san Emeterio, san Juan Evangelista y santa Mónica. Papas (suscripción): En diplomática, V. Privilegios papales, protocolo Papas: Fig. 315 Papilio: Nombre que en la edad media se daba: 1. Al baldaquino del altar; 2. A la tela con la cual se acostumbraba a cubrir el pyxis colgado que contenía el Santísimo Sacramento. Paraatorium: Lugar donde se prepara el culto; denominación medieval de la sacristía. Paraimíai: Fragmentos del Antiguo Testamento que se leen en el rito del oficio griego y que hacen referencia a los misterios del Nuevo Testamento. Parakletikós: Una canción litúrgica. Paramento: Cada cara de las dos que componen una pared. Paramento: V. Cabeza PAR J. M. MARTÍ BONET Paramoné: Nombre que se da en el rito griego a la costumbre de rezar o cantar el oficio de una fiesta inmediatamente después de las vísperas del día precedente. Paraphonista: Nombre que se daba en la edad media a los salmistas (cantores, V. Schola cantorum); pero se utiliza también en el mismo sentido que archiparaphonista. Parasceve: Nombre que en el rito latino se da al Viernes Santo y en el rito griego a todo viernes; el nombre es griego (parakeyé) y deriva del Nuevo Testamento, porque en tal día murió el Señor, y toma este nombre porque es el día de preparación de la fiesta de Pascua. Parathrónion: Significa la misma cosa que gedékion. Parce tibi Marce evangelista meus: Marcos. Pared con albardilla angular: Pared de valla que en su parte superior tiene un ángulo agudo o dos vertientes. Pared ciega: La que no tiene ninguna apertura. Pared de citarilla o pichulín: Es una pared muy estrecha, hecha con pichulín (ladrillo) de un grosor de 10 cm. Pared con rendijas: Pared que tiene rendijas que permiten pasar la luz. Pared en seco: Pared hecha sin ninguna clase de mortero, hecha con piedra. Paredón: Trozo de pared de un edificio ruinoso. Parihuela (feretrum): Cibiaca para llevar el cuerpo del difunto, o el pequeño túmulo con el cuerpo del difunto encima. En lengua litúrgica se distingue perfectamente del catafalco de los muertos o de la tumba. Parochiale: V. Rituale Parochus: El significado de esta palabra exclusivamente como “rector” aparece sólo desde el siglo XVI; antiguamente significaba el presbyter parochialis o rector. La parroquia es una demarcación geográfica o personal concreta de feligresía bajo una advocación. La palabra viene de la Biblia, y significa “campamento de peregrinos”, pues representa que toda parroquia peregrina hacia el cielo. Parrilla: Atributo de san Lorenzo, san Quintín y san Vicente Ferrer. Parrillas: Atributo de san Fructuoso. Parroquia, de derecho de patronato: Al ser suprimidas las iglesias propias por el Tratado de Worms (1122), los derechos de los señores feudales sobre ellas se transformaron en derecho de patronato, es decir el derecho que poseía el señor que había construido la iglesia tras la cesión de la parroquia al rector. Parte derecha o izquierda del altar: La parte derecha o la parte izquierda del Santo Cristo del altar, y no la del sacerdote que celebra. En las iglesias orientadas hacia levante la banda derecha es la que mira al norte y la izquierda la dirigida hacia el sur. Esta nomenclatura data de finales de la edad media. El Ordo de Gaetanus todavía no la conoce. Hasta estos tiempos se tomaba como referencia la derecha o izquierda del celebrante. Parura: Los ornatos o franjas que en la edad media se colocaban en el cuello del humeral o delante y detrás de los bajos o de los brazos del alba que afectaban a la forma de líneas angulares o de cuadriláteros. A menudo eran de seda y estaban decorados con ricos bordados. 176 Pasantería: Prueba que debía pasar el menestral para convertirse en maestro. Tenía que aportar un proyecto que era aprobado por los prohombres del gremio. Véase Pasantería de carpintero en el libro de J. M. Martí Bonet, La catedral de Barcelona. Historia e historias (Barcelona, 2009), pág. 144. Pascha: Nombre de origen aramaico correspondiente al hebreo pesach (transitus) con el cual se designa la gran fiesta o solemnidad cristiana de Pascua. En muchos lugares en la edad media también significaba una fiesta principal. Así se hablaba de Pascha Epiphaniae, Pascha Pentecosteses, incluso la fiesta principal de un santo era conocida por Pascha. Entonces para designar la Pascua auténtica se le añadió Resurrectionis. La Pascha Resurrectionis equivale a la pascha anastásimon de los griegos. V. Pascua Pascha Anastásimon: Nombre que los griegos dan a la Pascua. Pascha annotinum: El día que se cumplía un año de la celebración de la Pascua del año pasado. Originariamente era una fiesta aniversario de acción de gracias por parte de aquellos que habían sido bautizados; su práctica se fue perdiendo a medida que la Pascua fue dejando de ser el plazo oficial para recibir el bautismo. Según el Micrologus, en el siglo XI esta Pascua ya se celebraba poco, pero se conservó hasta avanzada la edad media en Alemania y en Francia, sobre todo en aquellas regiones donde el año civil empezaba en Pascua. En estos lugares se había convertido en una fiesta de acción de gracias por las gracias recibidas del Señor la anterior añada. Si caía en tiempo de cuaresma no se celebraba. Pascha clausum: El domingo después de Pascua. Tomaba este nombre porque con él terminaba la octava de Pascua. Ya aparece en el Gelasianum. Pascha competentium, Pascha petitum: Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo y en la edad media se daba al domingo del ramos. Recibía este nombre donde, como en España y en Francia, los competentes —catecúmenos que iban a ser admitidos al bautismo— hacían solemne profesión de fe rezando el símbolo de los apóstoles. Pascha floridum: Nombre que en la edad media se daba al domingo de ramos por las palmas y las flores que se bendecían en esta fiesta. Actualmente el Pentecostés se llama también Pascua granada. Pascha magnum: Nombre que en la edad media se daba a la Pascua de Resurrección para distinguirla de otras festividades que también eran llamadas Pascha. Pascha petitum: V. Pascha competentium Pascha stayrósimon (stayros: cruz): Denominación griega del Viernes Santo. Pascua (Dominica Resurrectionis, Dominica sancta, Dominicum Pascha): La conmemoración anual de la Resurrección gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo. Es la más antigua de las fiestas eclesiásticas, el fundamento y el principio para la regulación del año eclesiástico; por lo tanto, la fiesta principal del mismo. Se celebra el primer domingo después del plenilunio del equinoccio de primavera; entonces la Pascua posible más temprana es la del 23 de marzo, y la más tardía la del 25 de abril. Su fecha determina la celebración 177 SACRALIA ANTIQUA de todo el ciclo pascual con las fiestas que le pertenecen o se combinan en él, así como el número de domingos después de Pascua. Los maitines de la fiesta de Pascua y de su octava tienen sólo tres salmos y dos lecciones. Entra en las laudes, horas menores, vísperas y completas hay la antífona: haec dies quam fecit Dominus exultemus et laetemur in ea. En la misa el gradual va seguido de la secuencia Victimae paschali laudes. Un doble aleluya, manifestación de la alegría pasqual, sigue la Ite missa est (aleluya, aleluya, aleluya) de la misa y el Benedicamus Domino de las laudes y vísperas del oficio divino.* Pascua, o estilo francés: Cuando el año empieza el día de Pascua. Pascual Bailón, religioso (On. 17 de mayo): Sus atributos son bastón con la forma del de pastor, cáliz, disciplinas de penitencia, lirio, oveja y ostensorio (custodia). Pascuetas (en catalán): Primer domingo u octava después de Pascua, denominado también “domingo in albis”. Este día era popular para los encuentros o “aplecs”, y para llevar el comulgar general a los enfermos. Pasión: El relato evangélico de los sufrimientos y de la muerte del Señor. La Pasión de san Mateo se lee el día de ramos, la de san Marcos el martes siguiente, la de san Lucas el miércoles, y la de san Juan el Viernes Santo; la de los tres primeros días en la misa, la última antes de las oraciones generales y adoración de la Santa Cruz. Si es cantada se reparte entre tres cantores: el primero relata los hechos, es el “cronista” o evangelista; el segundo canta las palabras de Jesús, el “Cristo”, y el tercero canta las restantes frases sueltas; es la “sinagoga” o turba. Ya en tiempos de san Agustín se acostumbraba a leer la Pasión del Señor antes de Pascua; pero en un principio sólo se leía la Pasión de san Mateo. Ya en el siglo IX era costumbre cantar la Pasión de los cuatro evangelistas según el mismo orden que seguimos hoy. El hecho de cantar la Pasión por tres cantores data de finales de la edad media.* Pasionario (liber passionarius): Colección de leyendas de mártires, ordenada según el día de la fiesta, para ser leída en el oficio de los maitines. Estaba ya en uso en la edad media. Passio Dominio Nostri Iesu Christi: Juan de la Cruz. Pastophorium (pastophórion): Según las constituciones apostólicas (siglo V), es el espacio que había en la sacristía o el nicho donde se guardaba la Sagrada Eucaristía que había sobrado después de distribuirla entre los fieles que se habían acercado a la sagrada comunión. Pastorale: 1. El ritual; 2. El báculo del obispo; 3. La carta que el obispo dirige a sus diocesanos. Pata de caballo: Atributo de san Eloy. Pataria: Secta de reformistas que quería imponer la reforma de la Iglesia (la gregoriana, en el siglo XII) mediante la violencia. Por ejemplo, las formas consagradas por sacerdotes simoníacos eran pisadas, así como el sanguis de la Eucaristía si este había sido consagrado por un sacerdote simoníaco o que no era cèlibe o las dos cosas. Patena: Atributo de san Miguel y san Tarcisio. Patena: Después del concilio Vaticano II: Plato de forma casi aplanada, ligeramente cóncavo, destinado a contener el pan de la Eucaristía. Presenta una cierta unidad con el cáliz, y PAS por eso el material empleado en la fabricación de ambos elementos ha sido muy similar a lo largo de la historia. En épocas en las que el sacerdote conservaba sólo aquella forma con la cual él tenía que comulgar, la patena se quedó con un mínimo de concavidad. Por tanto es el disco sobre el que se coloca y aguanta la hostia; pertenece al cáliz y es del mismo metal que su copa. Hoy es un poco más grande que la copa del cáliz; en cambio, antiguamente, cuando eran muchos los fieles que comulgaban en la misa, era de mayores proporciones, como lo es la de los ritos orientales. Su uso es tan antiguo como el del cáliz, del cual es un complemento; su forma es un poco cóncava. Antes del concilio Vaticano II, en la misa solemne, el subdiácono sostenía la patena con los extremos del humeral que sostenía, desde el ofertorio hasta el final del Pater noster; esta costumbre ya era conocida en época carolingia, aunque originariamente era un acólito, el patenarius, el que aguantaba la patena; en Francia este acólito no aparece hasta después de la edad media. En las otras misas, como se puede comprobar en el siglo XI, se colocava en el lado derecho y bajo del corporal. La patena, al igual que el cáliz, debe ser consagrada; su consagración es tan antigua como la del cáliz. Fig. 77 y 238 ** Patena del viático: Patena que tiene en medio un pyxis pequeño para el Santísimo Sacramento; sirve para llevar el viático a los enfermos y se pone dentro una bolsa. Patenarius: Antes del concilio Vaticano II: Nombre que se daba primero al acólito y después al subdiácono que aguantaba la patena, desde el ofertorio hasta el Pater noster de la misa. Pater manifestavi momen tuum omnibus hominibus: Bernadino de Siena Pater noster: 1. La oración dominical (oratio dominica), llamada Pater noster por sus primeras palabras. El uso que se hacía de él en la misa ya era casi general en tiempos de san Agustín; parece que en Oriente deriva de san Cirilo de Jerusalén. El rito romano de la misa, desde san Gregorio Magno, lo tiene inmediatamente después del canon; el rito mozárabe después de la fracción del pan; y el rito ambrosiano después de la commixtio de las especies consagradas. En los ritos orientales se suele rezar antes de la fracción del pan, pero también, como es el caso de los ritos nestoriano y copto, después de esta. En la liturgia de la misa de Oriente es rezado por el coro o por el pueblo; en los ritos romano, ambrosiano y mozárabe, hasta el Libera nos a malo es rezado sólo por el celebrante. En una introducción, que en el rito romano le precede, el sacerdote expresa su indignidad para rezarlo, y aparece casi igual, si bien no con las mismas palabras, en todos los ritos. En Occidente, en tiempos de san Agustín ya lo precedía. Rezarlo en el bautismo es una supervivencia de la traditio orationis dominicae a los catecúmenos, que tenía lugar en Occidente después del escrutinio bautismal. Se debe rezar obligatoriamente el Pater noster en muchas partes del oficio divino después de la reforma hecha del breviario por san Pío V. Las otras funciones en las cuales, desde muy antiguo, se reza el Padrenuestro son: al administrar el extremaunción, en la commendatio animae, en las exequias, en las letanías mayores y menores; en las procesiones de rogativas y de penitencia, en los exorcismos, en ciertas bendiciones solemnes, etc. 2. PAT J. M. MARTÍ BONET Nombre de los rosarios y de las coronas; originariamente era una cadena con granos para rezar un cierto número de Padrenuestros; de aquí le viene el nombre.* Paterítsa (paterítza, pateréssa): Nombre del báculo episcopal, llamado también rabdos. Patio, non mori: Frase de santa Magdalena de Pazzi. Pato: Atributo de santa Amelia y san Martín de Tours. Patrocinia: Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo y en los primeros de la edad media se daba a las reliquias porque se esperaba de ellas la protección para el alma y para el cuerpo. Patrón de un altar: El santo en honor del cual se ha construido un altar. V. Altar titular Patrón de la iglesia (patronus ecclesiae): El santo en honor del cual está dedicada una iglesia. V. Titular de iglesia Patrón del lugar (patronus loci): El santo que ha sido escogido como patrón de un solo lugar (patronus particularis), o de un conjunto de lugares como la diócesis, la provincia o el reino (patronus loci universalis), siguiendo los preceptos de la iglesia que a esto hacen referencia. Según las prescripciones de la Congregación de Ritos dadas el 23 de marzo de 1630, las cuales regulan el hecho de escoger un patrón en una localidad, sólo puede ser elegido un santo canonizado. La clerecía de la parroquia, del obispado o del reino (o estado), tiene que celebrar la fiesta del santo patrón como festividad especial que se llamaba de “doble de primera clase”. Esto antes del concilio Vaticano II. La fiesta del patrón local, según el antiguo Derecho Canónico, normalmente no era fiesta de precepto, como lo era a finales de la edad media y todavía en la Bula de Urbano VIII de 1642, en la cual se disminuían las festa fori (en las que se prohibía trabajar).* Paula, virgen y mártir (On. 10 de agosto): Sus atributos son cruz, disciplinas de penitencia, nacimiento o Belén e instrumentos de pasión. Paula de Málaga (On. 18 de junio): Su atributo son piedras. Paulino de Girona (On. 2 de junio): Sus atributos son escuadra, tenazas y martillo. Paulino de Nola, obispo (On. 22 de junio): Sus atributos son cadena de redención de cautivos, campana, cautivos y herramientas. Pausatio: (reposo, muerte): Antiguo nombre de la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Pavo real: Atributo de san Liborio. Símbolo de la resurrección. Por ejemplo, el mosaico que representa un pavo real de Terrassa, que está en la iglesia de Santa María de Égara. Fig. 167 Pax: Benito. Pax: El beso litúrgico de paz (osculum) en el rito de la misa. Se da con un ligero abrazo del celebrante con el diácono; a los otros, según el rito romano, especialmente a los seglares, se les daba a besar el portapaz, también llamado “paz” (pax), y actualmente con expresión de fraternidad y estimación, dándose las manos y diciendo: “la paz esté contigo”; y se contesta “Amén”. Es una expresión simbólica del amor sobrenatural y fraternal reconciliador, y es practicado desde muy antiguo en todos los ritos. Los ritos orientales y el rito mozárabe dan la paz antes del prefacio, antes de cumplirse el 178 sacrificio, en el comienzo; en los ritos romano y ambrosiano se da después de la oración de la paz, antes de la comunión. La oración de la paz que precede en los ritos romano y ambrosiano se introdujo sólo en el siglo XI, a pesar de que ya hay indicios del gesto en el texto de la carta de Plinio el Joven a Trajano (siglo II). Pax Domini sit semper vobiscum: Deseo de paz que se encuentra en el rito romano de la misa inmediatamente después del embolismo y que ya aparece en el Gelasianum. Mientras el celebrante exponía (antes del concilio Vaticano II) este deseo, hacía tres cruces con una de las tres partes en que la hostia había sido dividida, sobre el cáliz, dejando caer la partícula dentro el sanguis.* Pax tecum: Fórmula litúrgica antigua del rito romano que se decía en la misa al dar el beso de paz, y en la confirmación al dar el pequeño y simbólico cachete. Pax tibi: Saludo de paz litúrgico del rito romano; se dice después de ungir la cabeza del recién bautizado, después de ungir la cabeza del obispo que se consagra y después de hacerle entrega del libro del evangelio.* Pax vobis: Saludo que el obispo del rito romano dirige al pueblo antes de empezar la oración (colecta) que dice después de los kyries o Gloria. Paz (portapaz): Antes del concilio Vaticano II: Pequeña superfície de marfil, metal o madera que tiene una ansa en la parte posterior, y en la otra parte una cruz u otra representación religiosa, ricamente trabajada a finales de la época gótica y en el renacimiento, con la cual se da el beso de paz a los seglares durante la misa en lugar del abrazo ya en desuso en el siglo XIV. De aquí viene que por darse con él la paz adopte el nombre de “paz”. Paz y tregua (asamblea de): Institución eclesiástica que, con la cooperación del poder civil, reglamentaba unos determinados periodos de descanso en las ininterrumpidas guerras. Al obispo Oliba de Vic se le considera como uno de los fundadores de esta singular institución, ya en el año 1027. Pechina de cúpula: Fig. 6 Pechos: Atributo de santa Ágata. Pectoral (crux pectoralis): Cruz de oro o de plata dorada que puede contener reliquias, colgada al cuello con una cinta de seda o con una cadena de oro o de plata. Constituye un ornamento litúrgico de los cardenales, de los obispos, de los abades y de los prelados que les asisten en los pontificales. Los cardenales, los obispos y los abades lo llevan habitualmente. El papa Inocencio III ya utilizaba el pectoral como pieza de indumentaria pontifical, los obispos lo tenían hacia finales del siglo XIII, pero, según Durandus, su uso no estaba prescrito todavía sino que dependía de su libre voluntad. Según el Ordo de Cayetano los cardenales lo tenían como pieza de indumentaria a principios del siglo XIV. El pectoral es una evolución de las cajas con reliquias y santos evangelios, las enkolpia que, desde los primeros tiempos del cristianismo, los sacerdotes y los laicos llevaban colgadas del cuello como philacteria para guardarse de las tentaciones del demonio, y que tenían forma de cruz, cuando contenían alguna partícula del lignum crucis. Fig. 237 179 SACRALIA ANTIQUA Pectoral: 1. La cruz que el obispo lleva colgada del pecho; 2. El cierre de la capa pluvial; 3. En la edad media se daba también este nombre a las rejas del altar. Pedestal: Es una pilastra relativamente baja con base y cornisa que soporta una columna, una estatua, etc. Pedro, apóstol y el primer Papa (On. 29 de junio): Sus atributos son ángel, barca pequeña, casulla, llaves, crucificado, gallo, pez, sable, tiara y red. Pedro, compañero de Marcelino y mártir (On. 2 de junio): Su atributo es el hisopo. Pedro, ermitaño (On. 12 de junio): Su atributo es la palmera. Pedro ad Víncula: V. San Pedro Pedro Canisio (Kanis), sacerdote y doctor de la Iglesia (On. 21 de diciembre): Sus atributos son cráneo, perro y pájaros. Pedro Celestino, Papa Celestino V (On. 19 de mayo): Su atributo es una tiara en la mano por haber renunciado. Pedro Claver (On. 9 de diciembre): Sus atributos son indio y negritos. Pedro Damián, obispo y doctor de la Iglesia (On. 21 de febrero): Sus atributos son sombrero de cardenal, cráneo y disciplinas de penitencia. Pedro de Alcántara, sacerdote (On. 19 de octubre): Sus atributos son andando por encima el agua, paloma y disciplinas de penitencia. Pedro de Arbués, sacerdote y mártir (On. 17 de septiembre): Sus atributos son altar, cuchillo y cortes en la cabeza, cuello... Pedro de Verona, mártir y dominico (On. 29 de abril): Sus atributos son cuchillo, puñal, lirio, cortes en corazón, tres coronas y los textos latinos: Credo y Nos praedicamus crucifixum. Pedro González (On. 15 de abril): V. Telmo Pedro Nolasco (On. 29 de enero): Sus atributos son aparición de la Virgen María (Merced), rama de olivo, cadena de redención de los cautivos, campana, cautivos, siete estrellas y barca pequeña. Pedro Pascual (On. 6 de diciembre): Sus atributos son altar, niño Jesús, cuchillo y cortes en el cuerpo. Pedro Regalado, sacerdote (On. 13 de mayo): Sus atributos son mendigos y pan. Peine: Atributo de san Cosme y san Damián. Peine litúrgico: Antes del concilio Vaticano II: Pieza litúrgica que se empleaba sólo para la consagración del obispo, para arreglarle el cabello ungido con el santo crisma. En época medieval, según testimonio de Durandus, el obispo y el sacerdote lo utilizaban al revestirse para la misa. En los inventarios medievales estos peines ya aparecen en los siglos IX y X. Eran de marfil o de madera y, preferentemente, estaban decorados con relieves. Fig. 235 Pelagia, mártir y artista de teatro (On. 8 de octubre): Sus atributos son arqueta pequeña, collar de perlas, incensarios, joyas y máscara de teatro. Pelayo, joven mártir de Córdoba (On. 26 de junio): Sus atributos son tijeras, lirio y tenazas. Pellicea: Vestido de pieles (pelliza) que desde principios de la edad media se llevaba en el coro durante el invierno. Pelvis (pelvicula): Recipiente para recoger el agua cuando se lavan las manos. Pena: Castigo. V. Penitencia PEC Pendilia. Los ornamentos que cuelgan de los manteles del altar. Penduli: Las cintas que cuelgan de detrás de la mitra. Penitencia (días y tiempos): En su origen los días y los tiempos en los cuales los fieles penitentes deben practicar penitencia, reflexionando con recogimiento, mediante obras de mortificación, ayuno y abstinencia de carne en ciertos días. Tiempos de este tipo, que se repiten regularmente a lo largo del año eclesiástico, son el Adviento y la Cuaresma, y antes del concilio Vaticano II los días de témporas, las vigilias de fiestas acompañadas de ayuno, y en sentido más estricto todos los viernes del año. Según el Pontifical romano la vigilia de la consagración de una iglesia es día de abstinencia. El Papa puede ordenar días de penitencia para toda la Iglesia en circunstancias especiales, y los obispos lo pueden hacer para sus diócesis. Penitencia (sacramento) (sacramentum poenitentiae, metánoia): El sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo con el cual se perdonan los pecados y con ella la pena eterna, y parte de la pena temporal, si el bautizado confiesa la pecados cometidos al sacerdote, con dolor, y a la vez cumple la penitencia impuesta y recibe la absolución del sacerdote como representante de Jesucristo. La declaración de las faltas cometidas por parte del penitente al confesor, se denomina también confesión. La costumbre de imponer la mano sobre el penitente tiene su origen en los primeros tiempos del cristianismo, una supervivencia de la cual la tenemos en el hecho de extender la mano derecha sobre del penitente al dar la absolución; esta práctica es denominada entre los Santos Padres impositio manum. El ministro del sacramento de la penitencia sólo puede ser el sacerdote. Si en los primeros tiempos del cristianismo, y hasta el siglo XIII, los diáconos oían confesiones y absolvían en casos de necesidad, esto era una suplencia de confesión que obraba no ex opere operato sino ex opere operantis, por lo tanto no tenía ningún carácter sagramental. Todavía era de menor categoría la confesión oída por laicos en caso de necesidad y practicada en la misma edad media. La administración de la penitencia se hace en todos los ritos, especialmente en el romano con formas litúrgicas muy simples. Se procedía de la manera siguiente: antes del concilio Vaticano II, acabada la confesión del penitente, el sacerdote imponía la penitencia, rezaba el Misereatur tui, levantaba la mano derecha sobre el penitente decía Indulgentiam et absolutionem, o sea se absuelve de los pecados y de las censuras eclesiásticas, y después decían y se dicen las palabras Deinde ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, hacía y se hace la cruz sobre él al nombrar las tres divinas personas, y acababa con la oración Passio Domini Nostri Jesuchristi, etc. Después del concilio Vaticano II el rito y el sacramento son esencialmente muy parecidos a lo antes descrito. El sacerdote, al administrar el sacramento de la penitencia, como actúa de juez, está sentado, y el penitente, para dar muestras de la conciencia de su estado de pecado y de su arrepentimiento, está arrodillado o en actitud penitente. Hoy en día (2012) es muy frecuente que el penitente también esté sentado. PEN J. M. MARTÍ BONET Penitencia de los recién ordenados: Prescripción que hacía el obispo a los que reciben órdenes con una exhortación, imponiéndoles los siete salmos penitenciales y la letanía de todos los santos, si los ordenados eran minoristas; si eran subdiáconos o diáconos debían rezar un nocturno del oficio de Navidad. Por último, si eran sacerdotes debían decir las misas del Espíritu Santo, de la Virgen María y de difuntos. Penitenciales: Antiguamente tomaban el nombre de poenitentiales aquellos libros especiales usados al confesar, que contenían las penitencias que, según los cánones, se tenían que imponer. Sus predecesores eran los cánones penitenciales de los primitivos sínodos cristianos, así como las cartas penitenciales de san Basilio, y santo Gregorio Nazianceno. En Irlanda ya había libros penitenciales en los siglos VI y VII, mientras que en el continente aparecen en el siglo VIII. En el siglo IX experimentaron su mayor desarrollo, y en el siglo XI cayeron en desuso por la introducción de las redenciones, es decir, la sustitución de la penitencia canónica por otra obra buena, como por ejemplo, y en primer lugar: limosnas. Después por oraciones, ayunos y romerías. En el siglo XII habían desaparecido totalmente, sustituidos por las penitencias arbitrarias impuestas en cada caso, según el juicio del sacerdote. Penitentes (clases): Las diferentes clases de penitentes que había en Oriente y en Occidente durante los siglos III y VI. Por ejemplo, en el siglo IV hubo un extraordinario penitente: Teodosio emperador. También había diferentes clases: los que lloraban, los que escuchaban, los agachados, los que estaban de pie… La institución de las clases de penitentes pronto hizo desaparecer en Oriente la confesión pública obligatoria. En Occidente se habla de una forma pasajera en el siglo IX de las diferentes clases de penitentes. Aquí habrían arraigado menos que en Oriente. La penitencia pública en Occidente siempre estaba reservada a los pecadores públicos; y todavía en el siglo XI, por influencia de las redenciones, pronto cayeron en desuso. Pentecostarion: Libro litúrgico del rito griego que contiene las oraciones, cánticos y lecturas variables de la misa y del oficio divino desde la fiesta de Pascua hasta el domingo después de Pentecostés, el domingo llamado de todos santos y las festividades de la Ascensión y de Pentecostés. Pentecostés: 1. El cincuagésimo día después de Pascua en el cual se celebra la fiesta llamada también Cinquagesima; 2. Antiguamente significaba también los cincuenta días que van de Pascua a Pentecostés llamados Cinquagesma. Per quem haec omnia: Es una ampliación de la cláusula final del nobis quoque peccatoribus, con la cual acaba el canon romano (el primero). Antes del concilio Vaticano II, el celebrante al decir estas palabras hacía tres cruces con la mano extendida sobre la hostia y sobre el cáliz, y con la hostia tres cruces sobre la boca del cáliz y dos entre el cáliz y el celebrante, uniendo las últimas palabras “omnis honor et gloria” con una pequeña elevación. Una costumbre curiosa, que ya aparece en el Gelasianum y que en algunos lugares se conservó hasta el siglo XVI, es la de intercalar la bendición de frutos naturales como pan, vino, uvas, judías, etc., antes del per quem haec omnia. 180 Pera: Denominación medieval de la bursa. Peraltado, arco: Fig. 13 Perdiz: Atributo de san Nicolás de Tolentino. Peregrinar: El pueblo de Israel hizo una larga peregrinación para pasar de la esclavitud de Egipto a la libertad de la Tierra Prometida. Del mismo modo la Iglesia peregrina por la tierra o mundo actual para llegar al cielo futuro y eterno. Físicamente, peregrinar a Tierra Santa, Roma, Compostela o algún santuario, constituye un acto de piedad, una expresión intensa de toda la vida cristiana y un acto de penitencia.** Peregrino, vestidos de: Atributo de san Alejandro, san Andrés, santo Domingo de la Calzada, san Jaime el Mayor, san Rafael y san Roque. Peregrino de los Sirvientes de María, natural de Forlì, Italia (On. 1 mayo): Sus atributos son ángel, Santo Cristo, instrumentos de la pasión y llaga. Perfusión: Antes del concilio Vaticano II: El ablución del cáliz y la purificación de los dedos después de la comunión de la misa. Expresa el respeto por haber tocado la eucaristía. Pergamino: Piel del cordero o del aborta del cordero (vitela) usada como soporte de la escritura durante los siglos VIIIXV. En el archivo capitular de Barcelona hay unos 45.000. Pergamino: Atributo de san Higinio y san Leandro. Pérgola: En el lenguaje medieval significa: 1. El envigado de las rejas del altar; 2. La viga delante del altar o del coro que va de un estremo al otro. Sirve para colocar cirios, imágenes, colgantes, coronas y otros elementos de ornamentación; 3. En arquitectura, es el conjunto formado por dos hileras de columnas o pilastras que sostienen una envigada. En los jardines se construía sobre una terraza. Peribolo: Espacio cerrado situado alrededor de un templo o de una edificación. Perícopes (pericopae): Lecturas de la Sagrada Escritura que se hacen en la misa (epístola y evangelio), fijadas definitivamente y extraídas de pasajes de los libros sagrados que se repiten todos los años en los mismos días y en las mismas fiestas. Normalmente son dos, incluyendo el evangelio; aun así el domingo y festividades son tres. En los siglos IV y V se introdujeron sustituyendo las lecturas de los pasajes de los libros sagrados libremente escogidos, primero para las fiestas de Pascua y Pentecostés, después en las fiestas principales del año eclesiástico, y finalmente para todas las fiestas y todos los días een que se celebraba la misa, y tanto se introducían en los ritos orientales como en los ritos occidentales. En Occidente, en época carolingia, se extendió cada día más la orden de los perícopes. Perídromo: En un templo griego o romano, es el espacio que se encuentra entre las columnas del exterior y las paredes que cierran el recinto, creando una galería transitable. Periskelídes: Nombre griego que, en el siglo VI, se daba al calzado de las personas de alta dignidad, del cual derivan las medias o calzado episcopales. Peristerium: Nombre que en el testamento de san Perpetuus de Tours (can. 490) se da al receptáculo que contiene la paloma eucarística; aun así, hay que decir que es una falsificación medieval, puesto que nunca se ha usado esta palabra para designar un receptáculo. 181 SACRALIA ANTIQUA Peritrachélion: Nombre que en el rito griego se da a la estola sacerdotal. V. Stola Perpetua, mártir (On. 7 de marzo): Sus atributos son vaca, penitencia, dragón, escalera, jarrón, león y rosario. Perpetua y Felicidad mártires Matrona y sierva de Cartago (On. 6 de marzo): Sus atributos son vaca en el anfiteatro de Cartago. Perro, escena de caza: Atributo de san Julián. Perro: Atributo de san Bernardo de Claraval, san Conrado, san Eustaquio, san Huberto, santa Margarita de Cortona, santa Quiteria, san Pedro Canisio, san Roque, santos cazadores: san Tobías y san Vito. Persignarse: Gesto típicamente cristiano que consiste en llevarse los dedos de la mano derecha de la frente al pecho, y después llevarse los mismos dedos del hombro izquierdo al derecho. Se hace invocando a la Santísima Trinidad, diciendo: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. Al persignarnos recordamos nuestro bautismo.** Personas litúrgicas: Las personas aptas y oficialmente reconocidas como ministras para el desempeño de las acciones litúrgicas o como auxiliares. El obispo y el sacerdote son los operadores del sacrificio; el diácono es el servidor del ministerio sacerdotal. Personatus: Aquellos cargos de los capítulos (canónigos) y del colegio de beneficiados de la época medieval que tenían un carácter honorífico. V. Dignidades. Pertica: Viga colocada delante del altar o delante del coro en la cual se pendían, en las fiestas y como ornamento, cirios, coronas ornamentales, lámparas, relicarios, etc. La pértica viene a ser lo mismo que la pérgola. Peso: El pie del cáliz. Pessós (pensós): Nombre de la base del altar formada por una sola columna cuadrangular y no por cuatro pequeñas columnas. Petra sacra: En italiano pietra sacra; según el canon 1197 del antiguo derecho canónico, es el ara del altar portátil.* Petronila (On. 31 de mayo): Sus atributos son escoba y llaves. Pez: Atributo de santa Amelia, san Andrés, san Antonio de Padua, san Atilano, san Gerardo, san Guido, san Gonzalo de Amarante, san Gregorio de Tours, san Jonás, san Pedro, san Rafael arcángel, san Tobías y san Zenón. Fig. 208 Pez: Símbolo de Jesús. Los cristianos primitivos lo usaban como adorno, por ejemplo en los anillos. Los paganos no conocedores de la ley del arcano desconocían, por ejemplo, que hablaban con un cristiano. Pharus (pharo cantharus): Nombre que en los primeros tiempos del cristianismo y a principios de la edad media recibían la lamparilla y las coronas o arañas que en vez de cirios tenían lámparas. Phelónes (phelónion, phainóles, phainóion): El manto litúrgico (casulla) del rito griego. Photistérion: Nombre griego del baptisterio de las fuentes bautismales. Tenían este nombre porque eran el lugar de la iluminación sobrenatural del espíritu. V. Baptisterio Photixómenos: El que tiene permiso para recibir el bautismo; nombre del catecúmeno que puede recibir el bautismo y de su preparación inmediata. Phrygium (pileus phrigius): Sombrero litúrgico característico del Papa, citado en el falso Constitutum Constantini (siglo VIII). Es un antecedente de la tiara. Phylacteria: En los tiempos antiguos eran unos amuletos que, según decían algunos, servían para proteger de las brujerías; en los primeros tiempos del cristianismo eran unos medallones o cajitas con reliquias o pequeños fragmentos extraídos de la Sagrada Escritura (enkolpien) que se llevaban sobre el pecho para repeler las influencias demoníacas. En la segunda mitad de la edad media estaban muy extendidos y eran un tipo de relicarios. Durandus dice: phylacteria est vasculum de argento vel auro vel crystallo et ejus modi, in quo sanctorum cineres vel reliquiae reconduntur. Pico de cuervo: Moldura horizontal el perfil de la cual recuerda al pico de un pájaro de presa. También se llama pico de halcón. Pie: Atributo de san Bartolomé. Pie derecho: Pilar, viga de madera colocada en sentido vertical que en la obra sirve para sostener una carga. Piedra fundamental: Dado de piedra, cuadrangular que el obispo, o un sacerdote delegado suyo, pone en los cimientos de una iglesia que se empieza a edificar, practicando una ceremonia solemne acompañada de oraciones. Piedra de molino: Atributo de santa Áurea, san Calixto, santa Cristina, san Félix Africano, san Mamés, san Vicente y san Víctor. Piedras: Atributo de san Bernabé, san Esteban, san Eusebio, san Gregorio Taumaturgo, san Jeremías, santo Jerónimo, san Judas Tadeo, san Liborio, san Matías, santa Paula de Malage, san Tarcisio, san Timoteo, santo Tomás y san Vicente. Piedras recogidas en la casulla: Atributo de san Eusebio. Piel de toro alemán, escudo de: V. Escudos y fig. 201 Piel de toro carlino, escudo de: V. Escudos y fig. 201 Piel de toro polaco, escudo de: V. Escudos y fig. 201 Piel, túnica de: Atributo de san Abel, san Jaime el Mayor, san Juan Bautista. Pieles, manto de: Atributo de san Elías. Pies, Carlos Martel a los pies: Atributo de santa Amelia. Pies, Decio emperador a los pies: Atributo de san Lorenzo. Pies, Magencio a los pies: Atributo de santa Catalina de Alejandría. Pignora sanctorum: Nombre que en la edad media se daba a las reliquias de los santos por ser una prenda de la protección divina para aquel que las llevaba. Pila: De bautizar. V. Bautismo Pila del agua bendita: Pila que suele encontrarse a la entrada de las iglesias, a veces adosada a la pared (como en Santos Just i Pastor de Barcelona con la inscripción “Nika”, que es visigoda), o bien sostenida en su base por un pilar (por ejemplo las de la catedral de Barcelona), que sirve para contener el agua bendita con la cual los fieles se aspergen, haciendo la señal de la cruz. No se puede determinar la época en la cual se empezaron a usar las pilas de agua bendita, pero sí se puede asegurar que ya eran conocidas en el periodo románico, y probablemente en época paleocristiana. Pila bautismal: Atributo de santo Remigio, san Ruperto, san Silvestre, san Urbano, y san Vicente Ferrer. PIL J. M. MARTÍ BONET 182 183 SACRALIA ANTIQUA PON J. M. MARTÍ BONET 184 185 SACRALIA ANTIQUA PRA PRE J. M. MARTÍ BONET 186 187 SACRALIA ANTIQUA PRE PRI J. M. MARTÍ BONET 188 189 SACRALIA ANTIQUA PRO de Roma, en la edad media, el número variaba, y si aquí eran cuatro, en otro lugar eran seis, y en otro doce, y hasta en algunos casos catorce. El Gelasianum y el Gregorianum ya tienen una oración última cada profecía. 2. La primera de las tres lecturas de la misa que en el rito ambrosiano siempre es del Antiguo Testamento, y en el mozárabe lo es la mayoría de las veces. Professio fidei tridentina: El prestar la confesión de fe redactada por el concilio Tridentino. V. Confesión de fe tridentina Profestum: Nombre que se daba en la edad media a la vigilia de una gran fiesta. Prohibitiva cláusula: En diplomática, es la fórmula en la cual se sanciona la prohibición del autor del documento. Por ejemplo: “Nulli ergo hominem liceat hanc paginam nostrae concessionis infringere”. En los documentos pontificios se emplean las fórmulas: “statuentes”, “decernentes”, “nulli ergo”... o simplemente la palabra “decretum”. Prokeímeno: El verso de un salmo que precede a la lectura de una pieza litúrgica o del oficio del rito griego. Promulgación: En diplomática, es la parte del documento que introduce –con fórmulas muy breves– la concesión o negación de los derechos objeto del documento. Normalmente son las siguientes fórmulas: “Itaque notum sit omnibus”; “Qua propter cognitum fieri volumus cum eis nostris principibus”, o simplemente “Notum sit...”, “Noveritis”, “Cognoscant universi”. Pronaos: Nártex. Pronaus: Nombre relacionado con el francés próne derivado de praeconium y que significa la prédica, las oraciones y amonestaciones que se leen después del evangelio de la misa. Prongiasmena: En el rito griego la liturgia de los presantificados, el pan consagrado a la avanzada los domingos de Cuaresma para la misa de presantificados de los miércoles, sábados y fiestas que caen en mitad de la semana. Próodos: Nombre que se da en griego a la procesión. Propileo: Vestíbulo de un templo; peristilo de columnas. Propitiatorium: Según Durandus, probablemente significa un sagrario colocado sobre el altar para contener el Santísimo. Según el Sacramentario de Ratold de Corbie sería el altar, y según el Liber Pontificalis sería la mesa del altar. Propium diocesseos vel ordinis: Antes del concilio Vaticano II: Era el apéndice del misal y del breviario romano que contenía las partes variables de la misa y del oficio de las fiestas propias de una diócesis o de una orden. Propium de tempore: La parte del misal y del breviario que contiene las oraciones, lecturas y cantos variables de la misa y del oficio, tanto de los días de trabajo como de los domingos del año eclesiástico y de algunas fiestas introducidas en el mismo (Navidad, Epifanía y las fiestas entre san Esteban, san Juan Evangelista, santo Tomás de Canterbury, san Silvestre, Circuncisión, Nombre de Jesús, Pascua, Ascensión, Pentecostés, Santísima Trinidad, Corpus...).* Proprium Sanctorum: La parte del misal y del breviario que contiene las fiestas del Señor no comprendidas en el PRO J. M. MARTÍ BONET proprium de tempore, las oraciones de las fiestas de la Virgen María, las de los ángeles y de los santos, así como las lecturas y cantos propios de la misa y del oficio. Prosa: Nombre que en Francia, durante la edad media, se daba a las secuencias. Proseychésagía: Oración santa; nombre que en el rito griego se da al oficio. Proskomidi (proskomidé): La preparación en la prothesis, que se hace en el rito griego, de los dones del sacrificio antes de empezar la misa y con unas ceremonias y oraciones llenas de simbolismo. En primer lugar el sacerdote corta con la santa lanza el sello del pan destinado al sacrificio, lo pone en el disco y el puño con la santa lanza. Después bendice el vino y el agua que el diácono mezcla con el cáliz, toma del segundo pan del sacrificio una partícula en honor de la Virgen María, de los otros tres toma nueve partículas en honor de san Juan Bautista, de los profetas, apóstoles y otros santos; también pone estas partículas en el disco que tapa con el asteriskos, y disco y cáliz son cubiertos con un velo pequeño y uno y otros con el gran velo llamado aér; se incensa la prothesiuus, se dice una oración y la preparación acaba con una bendición. Proskynema: La gran inclinación de cabeza (inclinatio magna) que se hace en el rito griego, ante la cruz, ante las imágenes, ante una alta autoridad eclesiástica y ante el coro. Prosómoin: Canción del rito griego que no se canta con melodía propia sino con una melodía tomada de otra canción. Prosophora (prosophorá): 1. La oblata plana y redonda del rito griego, de la cual el sacerdote corta solemnemente en el proskomidi, en la prothesis, las partículas que sirven para la consagración. Se requieren cinco. La primera es partida por una cruz en cuatro partes y tiene la inscripción IC (Jesús), XC (Christus) NIKA (nika o vencedor) señala la partícula principal de la cual es cortado el sello (sphragis); de la segunda se saca una partícula en honor de la madre de Dios; las otras nueve partículas en honor de san Juan Bautista, los Profetas, de los Apóstoles, etc. (V. Proskomidi). 2. En sentido derivado significa la concavidad donde se pone el pan del sacrificio antes del proskomidi. Protésion: Nombre que en el rito griego se daba al cáliz que hoy tiene la misma forma que el cáliz del rito latino. Prothesis (prothesis): Nombre que se da en griego: 1. A la mesa en la cual se cumple la solemne ceremonia del proskomidi del rito griego (preparación de la oblata); 2. A los espacios laterales de la parte izquierda del altar junto al béma (espacio del altar) de la iglesia del rito griego que tienen a menudo un ábside y en los cuales hay la mesa de la prothesis. Protocolo: En archivística o diplomática es la primera parte de un documento antes de tratar el argumento principal. Protonotario, protonotario apostólico: 1. El verdadero protonotario era uno de los siete protonotarios que formaban el colegio notarial de la cancillería papal; tomaban el nombre de protonotario de numero participantium porque participaban de las entradas de la cancillería. En el siglo XIV tomaron el nombre de protonotarios; hasta entonces eran simples notarios; 2. Notario titular o notario de nombre. Hay de tres clases: supernumerarii, ad instar participantium y 190 titulares o notarios. Todos los protonotarios son prelados, pero sólo los verdaderos protonotarios y los de las dos primeras clases tienen derecho a los pontificales, o sea a presidir –como un obispo– las misas u oficios pontificales, y todavía según las reglas del motu proprio de san Pío X Inter multiplices, del 21 de febrero de 1905, el cual regula hasta el último detalle las funciones litúrgicas de los verdaderos notarios y de los titulares.* Protopsáltes: El director de los dos coros de cantores en la misa y en el oficio del rito griego. Provisor: Jefe de los tribunales eclesiásticos (primera autoridad después del obispo y el vicario general), hoy llamado vicario judicial. Ocupaba el tercer lugar en dignidad, después del obispo y del vicario general. Proyección isométrica: Fig. 141 Psallendum: Responsorio del rito mozárabe que se dice en la misa entre la profecía, la lectura del Antiguo Testamento y la epístola, y que en ciertas festividades se cantaba después de los maitines y de las vísperas. Psalmellus: Verso corto de la Sagrada Escritura correspondiente a la fiesta, que se canta en el rito ambrosiano después de la lectura del Antiguo Testamento y de la epístola. Psalmi familiares: Algunos salmos que se acostumbraban a rezar después de una o algunas horas junto con una oración. Eran usuales en la edad media en las iglesias de comunidades de beneficiados y en los conventos. Se rezaban los días de oficio de feria en los cuales no caía ninguna festividad, exceptuando el tiempo comprendido entre la Dominica in albis y Pentecostés. Tomaban el nombre de “familiares” porque se rezaban por los familiares de la comunidad y del convento, esto es por los de “la familia”, por los amigos, por los benefactores y por los que tenían “carta de hermandad”; en una de las dos oraciones finales, se rezaba por los familiares vivientes y en la segunda por los familiares difuntos. Actualmente, desde el 16 de junio de 2011, todos los canónigos catalanes (de Tarragona, Barcelona, Lleida, Girona, Tortosa, Urgell, Vic y Solsona) están hermanados y pueden compartir los coros de las respectivas catedrales y los sufragios comunes de difuntos. Las diócesis de Terrassa y Sant Feliu de Llobregat no tienen canónigos, porque no se han creado los cabildos. Psalmodia (psalmodia divina): Nombre del oficio que tiene como principal fundamento el canto de los salmos. Psalmus responsorialis: El salmo gradual que se cantaba después de la epístola, y del cual es una supervivencia el actual gradual. Psaltéeerion: Libro litúrgico del rito griego que contiene los salmos. Está dividido en veinte partes (káthisma), que a su vez se subdividían en tres (stásis). Se llaman káthisma las primeras porque se puede sentar mientras se leen los salmos, y se denominan stásis las segundas porque al decirse el Gloria Patri con el que acaban se debe estar de pie. Psalterium Beatae Mariae Virginis: 1. El rosario, devoción muy popular que se llama también salterio porque cuando se reza todo (nos referimos a antes del papa Juan Pablo II), comprende tantas Avemarías como salmos tiene el 191 SACRALIA ANTIQUA salterio de la Sagrada Escritura; 2. En la lengua de finales de la edad media las oraciones rimadas en las cuales se contemplan las gracias, las figuras o la vida de la Virgen María. Correlativamente al salterio, constaba de tres partes de cincuenta estrofas cada una. Juan Pablo II ha puesto una cuarta parte. Suelen empezar con un Ave, Salve o cualquier otro saludo. No sólo en su número, también en su contexto y en su contenido se adaptan a los salmos; o al menos es un intento. Los misterios del Rosario actualmente, después de la carta apostólica “El Santo Rosario” de Juan Pablo II, son los siguientes: 1/ Misterios de gozo, 2/ Misterios de luz, 3/ Misterios de dolor y 4/ Misterios de gloria. Psalterium gallicanum: Es la segunda enmienda del salterio hecha por san Jerónimo en el año 392, introducida por Gregorio de Tours en el rito galicano, la cual se hizo usual en toda la Galia. De aquí se fue extendiendo por todas partes, incluso en Italia, y posteriormente fue prescrita hasta Roma por san Pío V para el rezo del oficio divino. Psalterium romanum: El texto del salterio de la versión “Itala” revisado por san Jerónimo en el año 383 e introducido por el papa san Dámaso en la liturgia romana. De aquí toma el nombre de psalterium romanum. De este salterio son sacadas la mayoría de las antífonas, los responsorios de la misa y del oficio. De los salmos íntegros hay solamente el Venite adoremus que es el único que san Pío V respetaría al hacer la reforma del breviario aceptando el Psalterium gallicanum incluso para los salmos del Ritual y del Pontifical. Psichosábbaton (sábbaton tón psichon): El sábado de Pentecostés que en el rito griego se hace conmemoración de todos los difuntos, del mismo modo que el rito latino hace conmemoración del día de los muertos (2 de noviembre). Publicatas (publicatio pro sacra ordinatione): Antes del concilio Vaticano II: Proclamas hechas públicamente en la iglesia referentes a aquellos que eran candidatos a recibir las órdenes sagradas. En ellas se seguía el mismo procedimiento que en las amonestaciones (matrimoniales), con la diferencia de que las publicates se leían una sola vez. No precisaba que las publicates se leyeran a la hora de la misa mayor de un día de fiesta; era suficiente con que se dieran a conocer en una misa de cualquier día, a la cual asistiera un buen número de fieles (pero siempre antes de la disciplina del concilio Vaticano II). Publicatio (pro sacra ordinatione): V. Las publicates Publicatio matrimonialis: V. Amonestaciones Puente: Atributo de san Ermengol, san Gonzalo de Amarante y san Telmo. Puerta de los diáconos: La puerta del mediodía del ikonostase del rito griego que conduce al diaconium. Puerta de los novios: La puerta de muchas iglesias medievales en las que se celebraban las bodas. A menudo estaba decorada con esculturas que se relacionaban con la ceremonia que en ella se celebraba. Pugnalia: Los puños de los guantes pontificales. Pugularis: Nombre de la fístula eucarística. Pulpitale: Nombre que se da en la edad media a la tela para tapar el misal. Pulpitum: 1. El ambón; 2. La trona; 3. El atril portátil. PSA Pulpitum parvum: El atril de decir misa que se ponía sobre el altar. Pulvinar: V. Almohada Punta de diamante: Motivo decorativo de forma piramidal que suele presentarse alineado repetidamente. Punto: En heráldica, puntos del escudo. V. Heráldica Punto de arco: Fig. 12 Punto de honor: En heráldica, puntos del escudo. V. Heráldica Puntos del escudo: Existen dos: el punto de honor y el punto ombligo. Las posiciones son las siguientes: en la parte exterior cabeza, punta, diestra y siniestra. La parte interna está dividida en nueve posiciones (tres por tres), que se denominan (empezando por arriba y de izquierda a derecha) lado diestro de la cabeza, centro del campo, lado siniestro de la cabeza. En la parte del medio: flanco diestro, abismo, centro a corazón y flanco siniestro. A las posiciones más bajas encontramos el lado diestro de la punta, centro de la punta y lado siniestro de la punta. V. Heráldica Punzón: Instrumento de acero con un extremo acabado en punta y otro formando una cabota plana sobre la cual se dan golpes con la maza o el martillo para desbastar la piedra o para agujerearla. En orfebrería designa la marca del orfebre. Fig. 233 Puñal: Atributo de san Ángel, santa Bibiana, santa Irene, san Juan de Prado, santa Lucía, san Pedro mártir, santos soldados que llevan el puñal en la cintura, santa Victoria y san Venceslao. Purgatorio (almas): Atributo de san Gregorio Magno, san Nicolás de Tolentino, san Simón Stock, santa Odilia, santa Teresa de Jesús. Purificación: Antes del concilio Vaticano II: Es secar el cáliz y los labios del celebrante después de comulgar. La purificación era doble, la primera se hacía sólo con vino que era vertido en el cáliz y bebido por el celebrante; y la segunda se hacía igualmente con vino y con agua. Acababa secando los dedos y los labios del celebrante con el purificador (purificatorium). Durante la primera, el sacerdote decía Quod ore sumpsimus, que ya aparece en el Leonianum como postcommunio, y durante la segunda decía Corpus tuum, Domino quod sumpsi, etc. El rito de la purificación era múltiple en la edad media, en él era empleado especialmente sólo vino; incluso lo encontramos en Roma en la Ordo Burkard de Strasburg de 1502. Antiguamente la purificación se hacía a menudo en la “piscina” o en la sacristía en lugar del altar. El misal de san Pío V unificó el rito de la purificación.* Purificador (Astersorium, extersorium, purificatorium): Tela de forma alargada que sirve para purificar los dedos mojados y los labios, después de sumida la segunda ablución; se deja entre el cáliz y la patena hasta la hora del ofertorio, después hasta el Communio se coloca a la derecha del corporal. No precisa que sea bendecido. Antes del concilio Vaticano II siempre era costumbre –y lo continúa siendo– purificar y secar el cáliz. Ya se hace mención de un pañuelo para este fin en el siglo XI, pero hasta el siglo XVI todavía no estaba extendida por todas partes. La costumbre de llevarla al altar data de finales de la edad media y se generalizó con la introducción del misal romano. Aquí y allí había una PUR J. M. MARTÍ BONET cajita para guardar el purificador, llamada copertorium en un inventario del tesoro apostólico de 1295.* Purificatorium: V. Purificador Pyxis: Receptáculo para contener y distribuir la sagrada comunión (V. Ciborium o Copón). En la edad media, hasta el siglo XIII era una caja de metal, marfil o madera, pequeña, sin pie, cilíndrica, con tapa plana o en forma de bola y ricamente decorada. Casi nunca era un vaso con forma de cáliz con tapa en forma de bóveda; tenía, entonces, una apariencia diferente a la que tiene el actualmente copón. En el lenguaje común se llamaba globum. 192 Q Quadruplum: La cuarta voz en el canto polifónico o de muchas voces. Quebradizo: Técnica con pequeños fragmentos de cerámica muy empleada por el arquitecto Antoni Gaudí. V. Exposición Pia Almoina: Gaudí Habla Fig. 192 Quicio: Pieza de piedra viva, de hierro o de otra materia dura colocada en el suelo que tiene un ojo dentro del cual gira una espiga que hace de eje de rotación. Quicumque: V. Símbolo de fe de san Atanasio Quincuagésima: Antes del concilio Vaticano II: 1. El tercer domingo de los tres de antes de Cuaresma, es decir, cincuenta días antes de Pascua; 2. El tiempo de cincuenta días que va de Pascua a Pentecostés.* Quirico, mártir (On. 16 de junio): Sus atributos son caldero de aceite, cuchillo, jabalí y sierra. Quis evadet, humilitas: Frase de san Antonio Abad. Quis ut Deus: Frase del arcángel san Miguel. Quiteria, virgen y mártir (On. 22 de mayo): Sus atributos son corte en el cuello, cuchillo, perro, cadena con demonio o animal y lirio. R Rabat (palabra francesa): Distintivo del clérigo. Especie de collarín colocado en la parte delantera del cuello de la sotana que tenía entre 10 y 15 cm. de longitud. Seria supervivencia de un gran collarín, creación del siglo XVII. Entre los sacerdotes católicos de Francia y de Bélgica (los únicos que lo llevaban), formaba parte de la vestidura clerical, y era de color blanco o morado. Los pastores protestantes lo llevaban de tela y venía a ser un ornamento del culto. Algunos, para ridiculizarlo, también lo han denominado “tablas de la ley”. Fig. 300 Rabdos: Nombre que se da en griego al báculo episcopal. Rafa: Especie de plano inclinado, generalmente con forma de talud, construido en la parte exterior de una pared para reforzarla. También se dice del contrafuerte opuesto a un arco o bóveda. Rafael, arcángel (On. 29 de septiembre): Sus atributos son almas (angelitos), bordón, dalmàtica, lanza, pez, indumentaria de peregrino, concha, plato con pescado y bote. Rama de olivo: Atributo de santa Oliva y san Pedro Nolasco. Rama: Atributo de san Bruno, santa Clara y santa Dorotea. Ramadán: Noveno mes del calendario musulmán. V. Musulmanes meses Rambla: Paseo construido sobre lo que había sido el lecho de un antiguo río o torrente. Ramón Nonato (On. 31 de agosto): Sus atributos son candado en la boca, sombrero de cardenal, cadena de la redención de cautivos, ostensorio (custodia), tres coronas, candado. Ramon de Penyafort (On. 7 de enero): Sus atributos son navegando por las aguas, capelo de cardenal en el suelo, llaves de oro, mitra en el suelo y plumas de aves. Rastrilla: Nombre que se daba en la edad media a la renglera de luces que se ponían ante el coro o ante el altar. Ratas: Atributo de santa Gertrudis de Nivelles y san Martín de Porras. Rationale: 1. Especie de humeral litúrgico usado tan sólo en la misa, hecho de tela y usado casi exclusivamente por los obispos alemanes durante la edad media, y actualmente por los obispos de Eichtätt, Paderborn, Toul y Cracovia; es un ornamento, diferente del palio. Este último ornamento es una insignia litúrgica y jurídica. Se cita hacia finales del siglo X. En lo que se refiere a su forma, hay tres tipos especiales de racionales: el primero es una imitación del palio en forma de “V”, el segundo recuerda el palio en forma de cinturón, sólo que por delante y por detrás tiene dos cintas que cuelgan en vez de una; el tercero viene a ser un dobladillo de los hombros, que tiene dos ornamentaciones una en el pecho y otro en los hombros. A diferencia del palio, el racional estaba ricamente decorado con bordados, perlas y piedras preciosas. Su origen se debe en parte al humeral ornamental del “supremo sacerdote judío”, y en parte al deseo de encontrar para el obispo un sustituto del palio arzobispal; 2. Ornamentación que el obispo lleva delante de la casulla citada por Ivo de Chartres y Honorio en el siglo XII; Sicardo de Cremona lo cita hacia el año 1200, y también aparece en representaciones de obispos de los siglos XII y XIII. Parece que nunca tuvo una gran extensión. En Reims todavía aparece citado en el siglo XVI; hecho de orfebrería, se encuentra en contraposición del rationale como humeral. Rayos: Atributo de santa Bárbara, san Juan, san Marcos y san Pablo. Rea: V. Lezda Reanudación: Escalón que queda en el menaje de un muro al cambiar de grosor en su altura. Rebajo: Fig. 100 Rebi el-akhir (Rebi 2): Cuarto mes del calendario musulmán. V. Musulmanes meses Rebi el-awwel (Rebi 1): Tercer mes del calendario musulmán. V. Musulmanes meses Recalzar: Reforzar los cimientos de una construcción haciéndolos más profundos. Receso: Acción de gracias del sacerdote después de celebrar la misa. El misal romano contiene una colección de oraciones bajo el título Gratiarum actio integrada por una antífona, el cántico Benedicite, el salmo 150, un verso y tres oraciones. Ya se puede constatar su uso en el siglo XI. Recodo: Lugar en que una moldura cambia de dirección. Reconciliación de un cementerio: Antes del concilio Vaticano II: Rito mediante el cual un cementerio que había sido violado era reconciliado y hecho apto para volver a tener sepulturas cristianas. Esta reconciliación la hacía el obispo o un sacerdote delegado por él, siguiendo el rito contenido en el Pontifical o Ritual romano y consistente en rezar las letanías de todos los santos, en asperger el cementerio con REC J. M. MARTÍ BONET agua bendita rezando el Miserere y después una oración bastante larga. De la reconciliación del cementerio, que acostumbraba a encontrarse cerca de la iglesia, y de la reconciliación de esta, encontramos muchas pruebas de su existencia hasta el siglo X.* Reconciliación de una iglesia: Rito solemne con el cual se santifica de nuevo y se devuelve al culto una iglesia consagrada o solemnemente bendecida, en la cual no se podían celebrar actos de culto por haber sido violada con acciones que desdicen de su santidad. Si la iglesia era consagrada, es el obispo quien debe reconciliarla, si bien este podía delegar un sacerdote; y si la iglesia era solemnemente bendecida, el rector de la misma o un sacerdote delegado por él la podía reconciliar. La reconciliación se hacía con oraciones y aspersiones (lustraciones) según los formularios que se encuentran en el Pontifical o en el Ritual (de antes del concilio Vaticano II). Para la reconciliación de la iglesia bendecida era suficiente el agua bendita usual; en cambio, para la reconciliación de la iglesia consagrada se requería “agua gregoriana”, como en su consagración. Las líneas principales del rito de la reconciliación ya aparecen en el Pontificale del siglo X y XI, y en los pontificales del siglo XII ya aparece casi estructurada. Reconciliatio poenitentium: Rito solemne en el cual el obispo volvía a admitir en la iglesia, el día del Jueves Santo, a los penitentes que habían sido expulsados el Miércoles de ceniza. Se hacía antes de la misa o del ofertorio de esta fiesta. Ya es conocida en el Gelasianum, y se ha conservado hasta finales de la edad media. Hoy ya no se conserva en ninguna parte, como tampoco se conserva la expulsio poenitentium, por más que el Pontifical romano registraba su rito. Recondición de reliquias: Antes del concilio Vaticano II: Colocación solemne de reliquias y cierre de reliquias por el obispo en la consagración del altar en el reconditorio preparado en el mismo. Si las reliquias se colocaban en la base (stipes) del altar, la recondición se hacía inmediatamente después de la bendición del “agua gregoriana”; en los otros casos después de la lustración del altar. De las reliquias que se colocaban en el sepulcro, al menos tenía que haber una de mártir. Las reliquias debían ir acompañadas de tres granos de inciensos. El rito de la recondición estaba descrito en todos sus detalles en el Pontifical. Empezaba con la solemne ida a buscar las reliquias; llegado al altar, primero se decía una oración, después se ungían con crisma los cuatro ángulos del ara, se colocaban los relicarios sobre el altar, se incensaban, se ponía al fondo un documento certificando de la consagración, se incensaban las reliquias, se ungía el sigillum, se hacía la cruz con crisma en la parte inferior de la placa que tenía que cerrar el sepulcrum, se ponía mortero bendecido a su alrededor, se colocaba en la boca del sepulcrum, y después de que el albañil hiciese este trabajo, el obispo ungía la parte superior con crisma, y por fin incensaba el altar por delante, por detrás y por los dos lados. No se sabe cómo se hacía antiguamente la recondición de reliquias. El mencionado rito –anterior al concilio Vaticano II– parece que en sus principales rasgos ya se conocía en Roma en tiempos de san Gregorio Magno; en el siglo VIII 196 ya aparece totalmente formado con todos sus detalles. De las costumbres de poner en el reconditorio tres hostias consagradas a los lados de los tres granos de inciensos, sólo se ha conservado el último, mientras el de colocar las tres hostias, como poco oportuno, ya se perdió en el siglo XIII. Donde se conservó por más tiempo fue en España, donde en ciertas localidades se puede constatar hasta el siglo XV. Actualmente (2012) gran parte de esos ritos todavía persisten. Recordemos, por ejemplo, la consagración de la basílica de la Sagrada Familia por Benedicto XVI (año 2010).* Reconditio reliquiarum: V. Recondición de reliquias Reconocimiento de las reliquias: 1. Comprobación de la autenticidad de las reliquias por la autoridad eclesiástica competente. Tenemos algunos ejemplares en los expedientes custodiados en el Archivo Diocesano de Barcelona. 2. La búsqueda y constatación del contenido de un relicario o de otro objeto que contiene reliquias, hechos según las prescripciones de la Iglesia. Rector (parochus, plebanus, pastor…): El sacerdote diputado como gobernador fijo y encomendero de una parroquia, es decir, de una circunscripción con límites locales, erigida canónicamente en una diócesis. La parroquia goza de ciertos privilegios litúrgicos, como: 1. La administración solemne del bautismo, las honras fúnebres, la asistencia en el sacramento del matrimonio y el dar la bendición solemne de las casas, el hacer procesiones solemnes fuera de la iglesia, la bendición de las fuentes, etc., privilegios que puede ejercer ordinariamente puesto que forman parte de sus prerrogativas. 2. Tiene el deber de velar para que todos los actos y funciones del culto que se celebren en su demarcación, sean dignas, edificantes y conformes a las prescripciones de la Iglesia.* Rectores chori: Se daba este nombre en la edad media a los canónigos que, según un turno establecido, tenían que entonar las antífonas, los himnos y el comienzo de los responsorios. Recuérdame...: Frase de Dimas, en la crucifixión del Señor. Red: Atributo de san Andrés, san Conrado y san Pedro. Red de gladiador: Atributo de san Néstor. Redditio symboli: La confesión pública de fe que debían proclamar los catecúmenos antes de recibir el bautismo ante la comunidad de los fieles. La traditio Symboli era de gran significación práctica en su origen, pero desde el momento en que el bautismo de los adultos disminuía y el de niños se convirtió en el más habitual, fue una pura fórmula para que el sacerdote empezara a decir la confesión de fe en vez del bautizado (V. Traditio Symboli). Pero el rito actual del bautismo todavía recuerda el primitivo; así el sacerdote y los padrinos rezan el Credo y el Padrenuestro y, más aun, cuando un adulto se bautiza, puesto que son rezados por el mismo que ha de ser bautizado.* Redención: El cambio que empezó a experimentarse en el siglo IX en la penitencia canónica, señalada para ciertas faltas en los libros penitenciales, para otras penitencias más ligeras, como limosnas, oraciones, peregrinajes y otros ejercicios de penitencia corporal. Hacia los siglos XI y XII 197 SACRALIA ANTIQUA se fue fijando arbitrariamente la penitencia que varía en cada caso, del mismo modo que hoy. Aun así fue el puente para llegar a la práctica actual de este aspecto de la penitencia (V. Libros penitenciales). Redondo, escudo: V. Escudos y Fig. 201 Redscheb: Séptimo mes del calendario musulmán. V. Musulmanes meses Refectorio: Sala comedor de una comunidad religiosa o de una escuela o seminario. En ella se comía y normalmente se escuchaba la lectura de los libros apropiados. Regalías: Derechos inherentes y exclusivos del poder soberano-civil. En la edad media eran los derechos del señor feudal soberano sobre sus posesiones temporales, dominios, exclusivamente civiles, no eclesiásticos, como podían ser, por ejemplo, el principado de Andorra, el cual tenía y tiene el obispo de Urgell. En el Tratado de Worms (1122) se separaron las regalías de los ministerios sacros. A pesar de todo, todavía se conservan algunas de ellas vinculadas al cargo eclesiástico, como el caso del principado que ostenta el obispo de Urgell o la baronía de Sant Adrià del Besós que ostentaba el obispo de Barcelona hasta el 1835. Regesta (Regestos): En diplomática, es el resumen del documento o los hechos más relevantes transcritos en un libro en orden cronológico y de secciones, y los órganos de las correspondientes instituciones. Hay que diferenciarlo del “Registra”, donde se copiaban los documentos en su integridad. Registra notularium communium: V. Comunes Registra ordinatorum: Libros de registro de los que han sido ordenados. En la diócesis de Barcelona empiezan en diciembre de 1325 y se encuentran custodiados en el Archivo Diocesano de Barcelona. Registro (Registra): En diplomática, es el libro donde se transcriben (o copian) los documentos. En los siglos XII y XIII se iniciaron estos peculiares libros en las cancillerías de los papas, reyes y emperadores. Los registros de la curia diocesana de Barcelona empiezan en el año 1303 (visitas pastorales, gracias, comunes, mensa episcopal...). Registro (Registratio del documento): En diplomática, es la transcripción del documento en el libro. Registro de las epístolas: Registro que señala los pasajes del Antiguo o del Nuevo Testamento que se deben leer durante la misa. Se hizo necesario cuando la lectio continua fue sustituida por la lectura de pasajes escogidos. El registro de epístolas más antiguo que se ha conservado es el de Capua, de mediados del siglo VI. Reglamentación de los colores litúrgicos: Antes del concilio Vaticano II: Los principios reguladores de los colores litúrgicos se encuentran en el Pontifical y Ceremonial de obispos, y especialmente en el misal, y, como complemento, en las decisiones de la Congregación de Ritos antes del concilio Vaticano II. Por ejemplo, según estos principios, había que vestir de color blanco (albus) en las fiestas de la Santísima Trinidad y las fiestas de Nuestro Señor (siempre que no fueran de su Pasión), el Jueves Santo, el Sábado Santo, Corpus, las fiestas de la Virgen María y de los Ángeles, la fiesta de san Juan Bautista, de los santos confesores, santas RED vírgenes y no vírgenes que no son mártires, Todos los santos, consagración de una iglesia y su aniversario, bendición y procesión con el Santísimo, bendición de la boda con la misa pro sponso et sponsa, y sepultura de aquellos que habían muerto sin alcanzar uso de razón (recién nacidos). El color rojo (rubeus c.) se usaba en la vigilia de Pentecostés, el día de Pentecostés, en las fiestas que hacían referencia a la Pasión de Nuestro Señor, la fiesta de Santa Cruz, las fiestas de los apóstoles, las fiestas de mártires, la misa del Espíritu Santo, etc. Después del concilio Vaticano II se usa el color rojo en la correspondiente liturgia del Viernes Santo, puesto que se considera que Jesús es el gran mártir. El color verde (viridis) se usa todos los domingos y días después de la fiesta de Epifanía y entre la Santísima Trinidad y el Adviento, días en los cuales no cae ninguna festividad. El color morado (V. Violaceus) se usa los domingos y fiestas de Adviento y desde Cuaresma hasta Semana Santa, días en los cuales no cae ninguna fiesta que tenga color propio; para las témporas, a excepción de las de Pentecostés, en las misas votivas que tienen carácter suplicatorio o de penitencia, las procesiones de plegarias; en la administración del sacramento de la penitencia, en los exorcismos y en todas las circunstancias que quiere expresar la penitencia, la reparación o la plegaria. El color negro (niger) se usaba antes del concilio Vaticano II el día del Viernes Santo, en las misas de difuntos y en las exequias de aquellos que han muerto habiendo alcanzado uso de razón. Las prescripciones litúrgicas que hacen referencia a los colores rigen por la duración canónica del día o de la fiesta, y no por la duración civil. No existen prescripciones sobre el matiz de los colores; son lícitas todas las matizaciones (o variantes) de colores mientras no traspasen los límites del fundamental. En las ropas multicolores el color predominante es el que decide el color litúrgico. Las prescripciones litúrgicas de los colores rigen sólo para el ornamento como tal, no para los accesorios y ornamentación de los mismos que, incluso, pueden ser sin color. Las prescripciones sobre los colores litúrgicos eran múltiples no sólo entre los siglos XIII y XV, sino muy posteriormente eran, en particular, muy diversas. Para pocas fiestas sólo regía una coincidencia general: blanco para las fiestas de la Virgen María, rojo para Pentecostés, fiestas de apóstoles y de mártires. Para muchas fiestas regía una mezcla general; para la fiesta de la Santísima Trinidad en unos lugares el color era el blanco, en otros el amarillo, en otros el morado, verde y rojo. Hasta en una misma diócesis podía haber diversidad de colores. Los colores también se cambiaban con facilidad, porque regían más como uso que como ley; por eso hasta mediados del siglo XVI había iglesias en las cuales sólo, o en parte, regía la regla de los colores, y en el uso de los ornamentos regía más la categoría de la fiesta o la mayor o menor riqueza de los ornamentos que el objetivo de la festividad. La introducción del misal romano, publicado por san Pío V, condicionó en todas partes la aceptación gradual de la regulación romana del color de los ornamentos. Hoy existe la costumbre milanesa (ambrosiano) que difiere. Los ritos orientales desconocen toda regla para el color de los ornamentos litúrgicos; sólo REG J. M. MARTÍ BONET se encuentra un eco lejano del canon de los colores de los ornamentos, y únicamente en el rito griego encontramos que se sirve de ornamentos blancos desde Pascua hasta la Ascensión, incluso en los entierros; en los tiempos de Cuaresma usa ornamentos oscuros, la mayoría de las veces azules o morados, aunque también rojos oscuros; el día del Viernes Santo y en los entierros se sirve de ornamentos negros, exceptuado el tiempo pascual. Sólo los rútenos unidos tienen una regulación de los ornamentos litúrgicos que se asemeja al canon romano, pero es más reciente, del año 1891.* V. Colores litúrgicos Regnum: En el lenguaje medieval significa: 1. La corona papal, la tiara. 2. Las coronas ornamentales colocadas en ciertas festividades sobre el altar. Regularis: Nombre que se daba en la edad media a la viga delantera al vallado de las columnas. Reja: Construcción alta, evolucionada de las antiguas rejas del altar, con una, dos o tres puertas, a menudo con una hilera de columnas (travesaños) o con una serie en medio que entre los siglos XIII y XVI separaba el presbiterio de la nave en muchas iglesias de Francia, Holanda, Cataluña, Alemania e Inglaterra. Se llamaba Lettner (lectorium) porque desde su trona, en la misa solemne, se cantaba la epístola y evangelio. En Francia tomó el nombre de jubé de las palabras iniciales de la petición de bendición del diácono para leer el evangelio: Jube domne, benedicere. Reja de arado: Atributo de san Isidro. Rejas del altar, rejas del coro (cancelli, pectoralia, kankeloi kinklídes): Rejas con una o varias puertas, construidas con madera o piedra, escasas veces de metal, las cuales separan el espacio del altar del espacio de los fieles; privan a los laicos de la entrada al presbiterio; alejan las cosas que podrían estorbar en las santas ceremonias que se celebran en el altar, y dan a entender –al menos para algunos liturgistas– que el presbiterio es el lugar más sagrado y que el santo sacrificio del altar sólo lo puede ofrecer el sacerdote, y que el ofrecimiento del santo sacrificio nunca será cosa u obra del pueblo. Obviamente esta actitud y estos elementos pueden llevar a una separación exagerada y opuesta al espíritu posterior al concilio Vaticano II. En el siglo IV las rejas ya aparecen en Oriente; ya se constatan en Occidente hacia el año 400. Su disposición en Occidente ha sido siempre la de una barandilla baja con barrotes más o menos espesos. Las rejas altas con una o dos puertas que se pueden abrir, aparecen primero en las barandillas de la trona; estas se extienden hacia el norte de los Alpes, entre los siglos XIII al XVI, y eran preferidas en las iglesias de conventos y monasterios para separar el coro de la nave del templo. En Italia, desde los tiempos primitivos del cristianismo hasta la edad media, son preferidas las rejas con barrotes o columnas. Este tipo de reja estaba muy extendido en el rito griego hasta finales de la edad media, época en la cual se transformaron en un muro con figuras pintadas (ikonostase) y con tres puertas. En el rito siríaco el espacio del altar o presbiterio estaba separado de la nave por un muro que llegaba hasta el techo y que tenía una sola puerta como apertura. Era costumbre en Occidente, desde los tiempos primitivos del cristianismo y 198 hasta hace poco, dar la comunión a los fieles desde este sitio, llamado por eso “barandilla de la comunión”. Hoy en día, después del concilio Vaticano II, en general se ha perdido el uso de rejas, haciendo así la liturgia más participativa. A pesar de todo, se han conservado en muchas iglesias por razones artísticas, o también existen casos como el de la basílica del Pilar de Zaragoza, donde las rejas bajas todavía sirven para recibir y esperar recibir la comunión. Rejas de columnas: Rejas bajas con cuatro, seis o más columnas, que van unidas por la parte superior con la viga travesera (pérgola, trabes, regularis…). Hasta finales de la edad media estuvieron muy generalizadas en el rito griego; en aquella época tampoco eran raras en Italia. En Occidente se colgaban en la pérgola objetos preciosos para adornarla: lámparas, cálices, velos ornamentales... En Oriente se ponían velos que en ciertas partes de la misa se empleaban para ocultar el altar y a los ministros. En medio había una figura de Cristo o de la crucifixión. A partir de las rejas orientales hacia finales de la edad media se desarrolló el muro que separa el presbiterio o el altar de la nave. Relicario: Caja, estuche de material y forma variados, donde se custodia una reliquia o reliquias. Usados desde los primeros siglos del cristianismo, pueden ser de arcilla y vidrio, como las ampullae, que contenían ropa empapada con sangre de los primeros mártires. En la edad media adoptan las formas arquitectónicas de las fachadas de los templos. En general son piezas centrales de la orfebrería. Si son de plata u oro, normalmente tienen punzón. Véase su historia en la introducción del presente diccionario Sacralia. Fig. 232 Relieve: Forma no exenta trabajada en un soporte bidimensional. Reliquiae insignes: Según antiguas y varias decisiones de la desaparecida Congregación de Ritos, son reliquias insignes: la cabeza, el brazo (brazo y antebrazo) o la pierna de un santo; el corazón, la lengua y la mano lo son también cuando estas partes están enteras, y también lo es aquella parte del cuerpo en la cual el mártir sufrió el martirio, mientras no sea demasiado pequeña. En la iglesia que acoge una de estas reliquias, el día de la fiesta del santo se puede celebrar el oficio y la misa propia con Credo. Reliquias (reliquiae): Los restos de santos. Se distinguen reliquias en sentido estricto (reliquias primarias), reliquias en sentido más amplio (reliquias secundarias), y reliquias en el sentido todavía más amplio que se pueda comprender. Entre las primeras se cuentan las reliquias del cuerpo (de corpore), entre las segundas los objetos y los utensilios más estrechamente relacionados con el santo, como cadenas, vestidos, los utensilios de los cuales se servía, y las reliquias en el último sentido comprenden todo aquello que de algún modo ha estado en contacto con el santo, aunque sea de manera muy remota; como son los envoltorios de las reliquias, llamados brandea, etc. En la edad media se daba un sentido muy amplio a la palabra reliquias; por ejemplo, incluso se daba este nombre a los objetos que eran puros recordatorios como los que tenemos hoy de Tierra Santa.* Reloj de arena: Atributo de santos anacoretas y santos escritores. 199 SACRALIA ANTIQUA Relojes de tocar: Relojes con mecanismo para tocar las horas, propagados por la orden cistercense (primera mitad del siglo XII) citados por Beleht (can. 1165) y Durandus (+1296); pero no está claro si son relojes movidos mediante mecanismos de agua o con ruedas, toda vez que también existían relojes movidos con agua que tocaban. Como ejemplo, debemos recordar los curiosos relojes de agua de Berlín que actualmente se pueden contemplar en algunas galerías comerciales. Remigio, obispo de Reims (On. 15 de enero): Sus atributos son ánfora, paloma, crimera, frasco con tapón, linterna y pila bautismal. Renacimiento: Estilo arquitectónico extendido en Europa durante los siglos XV y XVI. En Cataluña aparece algo más tarde ya a finales del XV. Lo caracterizan las arcadas, arquitrabes, frontones, pilastras y columnas. Destacan Bramante, Alberti, Sangallo, y el genial Miguel Ángel que culminó su obra arquitectónica con la monumental cúpula de San Pedro del Vaticano. Renunciativa, cláusula: En diplomática es la fórmula mediante la cual se renuncia a algunos derechos que aun podían invalidar el objeto del documento. Por ejemplo, “excluso a me vel meos heredes omnium legum beneficia, iuris et facti ignorantia, fori, loci, militae que prescriptione, seu quod de revocandis donationibus sunt per legem indultam donantibus”. Reparada, virgen y mártir (On. 8 de octubre): Su atributo es el cuchillo. Requiescant in pace: Antes del concilio Vaticano II: Súplica por los difuntos en la misa de difuntos en lugar del Ite missa est, y en las horas del oficio de difuntos en lugar del Benedicamus Domino. Reredos: Derivado del retrodossale. Nombre que en el inglés medieval se daba: 1. Al retablo del altar. 2. Al superfrontale, tapiz con rica imaginería bordada, colocado detrás del altar como sustituto del retablo. Reserva del Santísimo Sacramento: No es posible comprobar la fecha en la cual se empezó a reservar el Santísimo en la Iglesia, no de una manera circunstancial y pasajera —por haber consagrado más especies de las que se podían distribuir en la sagrada comunión—, sino de una manera constante. Mientras fue costumbre que los fieles se lo llevaran a casa, no hubo razón para establecer la reserva, pero cuanto más se perdió esta costumbre, más necesaria se hizo la reserva del Santísimo para que los moribundos no se encontraran al hacer el traspaso sin haber recibido el Viático. Los lugares de la reserva eran el pastophorium, secretarium o sacrarium; donde estos eran desconocidos, se utilizaba una pequeña capilla del altar, o el mismo altar. Parece que en el siglo IX el Santísimo era guardado en el altar con un pyxis (pequeño copón), y esto se deduce de las advertencias de las constituciones sinodales y de los Canones Regios. Sólo se reservaban algunas sagradas formas para viaticar los enfermos. El que quería comulgar lo debía hacer durante la misa en la cual se había consagrado el Santísimo, y esta costumbre duraría hasta finales de la edad media. En la segunda mitad de la edad media el modo de guardar el Santísimo Sacramento era múltiple. En tiempos posteriores, REL unas veces se tenía la reserva en la sacristía, otras en un armario de la pared (armarium, armariolum, ciborium) que estaba a la derecha del altar mayor, o en otros lugares la reserva era guardada en un sagrario construido en una pared del coro (tabernaculum, ciborium) denominado caseta del Santísimo; en otros lugares en un pequeño armario movible colocado sobre el altar, y desde el siglo XIV en el mismo retablo del altar. El modo acostumbrado de guardar el Santísimo en Cataluña, Francia e Inglaterra era colgando el sagrario que lo aguantaba de un bastón en forma de báculo o en el techo del templo columpiándose sobre el altar. Sólo en el siglo XV y todavía isoladamente, empiezan a aparecer los sagrarios empotrados en el altar o pared frontal como los tenemos hoy. El concilio Laterano de 1215 mandó que el Santísimo fuera guardado en un lugar que se cerrara con clave, pero no prescribió nada sobre lugar o el modo como se tenía que guardar. La uniformidad en la reserva del Santísimo vino después de la edad media por la aceptación general de la prescripción del rito romano de 1614. Durante mucho tiempo, a excepción de las catedrales, sin un especial permiso de la Santa Sede, el Santísimo se podía guardar en un sagrario del altar mayor de la iglesia. Aun así es incorrecto, puesto que pedagógicamente se dice con gran énfasis y es la realidad que la Eucaristía hace presente Jesús, y parecería un contrasentido la reserva anterior a la consagración. Pero en Cataluña la mayoría de parroquias tenían y tienen la capilla del Santísimo aparte del altar mayor. En los ritos orientales el Santísimo se reserva solamente para las misas praesantificatorum y para viaticar a los enfermos, y en la iglesia griega se reserva para la misa praesantificatorum; en el prothesis y para el viático de los enfermos se reserva detrás del altar, encima, o colgado a una cierta altura. En los otros ritos se guarda en algún lugar del altar. Reservativa, clausula: En diplomática, es la fórmula en la cual se determina la voluntad del autor del documento al reservarse algún derecho, posesión o acción jurídica. Por ejemplo, en los documentos pontificios se dice: “Salva in omnibus... auctoritate et honore sanctae Romanae Ecclesiae et sedis apostolicae”. Responsoriale: Según Amalario de Metz es aquella parte del antifonario romano que contiene los responsorios del oficio y de la misa. Responsorium: Canto responsorial melismático que seguía y se unía a las lecciones de maitines, a los capítulos de las horas menores y de las completas, y también a los capítulos de laudes y vísperas del oficio monástico, integrado por un responsum y un verso. Ya aparece en el oficio de la regla de san Benito. El responsorio que sigue los capítulos de las horas menores y de las completas, así como los capítulos de laudes y vísperas del oficio monástico, es llamado responsorium breve, porque es más corto que el responsorio de las lecciones de maitines. Responsorium breve: V. Responsorium Restituta, virgen y mártir (On. 17 de mayo): Su atributo es barca pequeña en llamas. Resumere missam: Antes del concilio Vaticano II: Celebrar un día de la semana siguiente una misa del domingo precedente, RET J. M. MARTÍ BONET que se había dejado para dar lugar a una misa votiva pro re gravi. Si venían fiestas con misa libre, era en la primera que había que recuperar la misa del precedente domingo, sino había que hacerlo el primer día de rito que lo permitiera. Las fechas exactas sobre estas misas se encuentran en el título 1, cap. 6 de las antiguas rúbricas generales del misal anterior al misal del concilio Vaticano II. Las misas votivas, las de difuntos, no se podían celebrar en la fiesta de la cual había que recuperar la misa del domingo precedente. Retablo (arquitectónico) (griego, kibórion): Esta palabra significaba originariamente la construcción superior del altar; en un cierto sentido derivado de el de la edad media: 1. Construcción sobre los armarios de reliquias. 2. Un armario del altar donde se guardan reliquias de santos. 3. El baldaquino de encima de las estatuas de santos. 4. La bóveda de la iglesia. 5. El sagrario de una pared interior de la iglesia donde se guardaba el Santísimo. 6. La custodia y el copón aparecen a finales de la edad media. 7. La obra de arquitectura o de carpintería combinada con esculturas, tallas o pinturas, situada detrás de un altar y que compone la decoración de este. Se denomina ciborium no porque contenga la eucaristía (cibus viatorium), sino porque se le traspasó el nombre del lugar donde se guardaba el pyxis que contenía el Santísimo. La etimología de ciborium es oscura. Retablo (pictórico o escultórico) (tabula, retrotabulum, retabulu, retroaltare, ancona; inglés, reredos) En la anterior acepción (número 7), se podría definir como la superposición del altar formada por imaginería colocada sobre la mesa del altar o sobre un basamento dispuesto detrás suyo. El decorar un altar con retablo empezó en el siglo XI. Así, por ejemplo, es de esta época el retablo pétreo del presbiterio de Sant Pere de Terrassa, a pesar de que hay quien cree que es anterior, o sea visigótico. Los retablos tomaron gran extensión cuando se generalizó la pintura sobre tabla en el siglo XIII. Con todo, a finales de la edad media todavía había muchos altares sin retablo. La costumbre de poner retablos en todos los altares se generalizó después de la edad media. El material preferido para los altares era la madera; pero en el Renacimiento se generalizaron los altares de piedra (recuérdese, por ejemplo, los de Huesca, Zaragoza, Poblet, la catedral de Tarragona, y los de Lleida). Los altares de metal (plata, cobre dorado como el famoso gótico del altar mayor de Girona...) eran una excepción y datan de los tiempos más antiguos. Tres son los tipos de altar que aparecen en la edad media: el de pintura sobre tabla, el de construcción arquitectónica y el retablo con alas. Es una de las características del retablo medieval que su imaginería comprenda una serie de representaciones de figuras independientes. En el siglo XVI el retablo de alas cae en desuso; los otros dos tipos permanecen, pero se adaptan al espíritu y al gusto del renacimiento primero y después al del barroco. Al mismo tiempo aparece el retablo arquitectónico que recibe la forma de columnata colosal que imita los antiguos edículos, al principio de una manera rigurosa, y después de una manera más libre. El retablo se originó a partir de las pinturas murales que era costumbre pintar detrás del altar y que era costumbre transportar a una mesa, y esta se convirtió en una imitación de los relicarios 200 con los cuales era costumbre, ya en el siglo IX, exponer las reliquias detrás de la mesa del altar. Los ritos orientales no tienen retablos en el sentido de Occidente. El retablo se divide en cuerpos, calles, predela y guardapolvo. Fig. 172 Retablo de reliquias: Especie de retablo medieval para la exposición y conservación de las reliquias. A veces era una construcción detrás del altar, sobre la cual se podían exponer libremente las reliquias. Venía a ser un gran armario transversal en el altar, sostenido por columnas con una base especial, o era en un ala (o cuerpo) del retablo que contenía en el armario, o al menos en la predela, las reliquias en vez de la imagen. El primer tipo era general en Francia, el otro en Alemania. Retallo: Base de un fundamento con mayor anchura que la pared donde se apoya, o también el rellano que se forma por diferencia de grosores de una pared. Retocar: Igualar el menaje de una obra o de una piedra picada o una dovela. Retroaltare: Denominación medieval del retablo. Retrofrontale: Tapiz colocado en la parte posterior, sobre el altar, bordado con ricas representaciones figuradas que, a finales de la edad media, sustituía el retablo o una pintura mural. Su uso estaba muy extendido por Francia, Flandes e Inglaterra. También era llamado superfrontale; inglés, reredosse (reredos); francés, dossier. Revelatio futuri nihil status Ecclesiae: Frase de san Cirilo, carmelita Reverso: V. Anverso Reyes Magos (On. 6 de enero): Sus atributos son arqueta pequeña, arqueta, camellos, caballo, copa, corona, estrella, frasco con tapa, ofreciendo el cirio, bote y velo que cubre las manos al ofrecer los obsequios a Jesús en la cuna. V. Epifanía Ricardo (On. 7 de febrero): Sus atributos son bordón, cetro, diez niños, concha y rosario. Ridelli (ridellae): Nombre que en la edad media se daba en Inglaterra a los manteles del altar; el mismo nombre aparece en Francia, junto a la palabra francesa rideaux. Riñón: Fig. 157 Riñón de un arco: Fig. 12 Río: Atributo de san Cristóbal. Ripídion: Abanico empleado en los ritos griego y armenio, que tiene forma de disco fijado en el extremo de un mango, decorado con la figura de un serafín, y con campanillas en los bordes en el rito armenio. El diácono, cuando no tiene otra ocupación, abanica las ofrendas después de la solemne entrada, y también las especies consagradas después de la consagración. Actualmente el rito griego hace uso de él sólo en las misas pontificales. Ripio: Fragmentos de ladrillo o de piedra mezclados con mortero. Con la mezcla que se obtiene se rellenan los vacíos entre paredes gruesas. Rita de Casia (On. 22 de mayo): Sus atributos son espina en la cabeza, higos, dos niños, instrumentos de pasión, rosas y tres coronas. Rito: La forma fijada para la celebración de los actos del culto (ceremonias, oraciones y cantos), por prescripciones emanadas de la autoridad, o por costumbre con fuerza de 201 SACRALIA ANTIQUA ley, y que se debe seguir obligatoriamente. Se habla del rito de la misa, del rito del bautismo, del rito de la orden, del rito pontifical (es decir, el rito que rige en la celebración de las ceremonias episcopales) y de una manera general del rito romano, griego, copto y armenio. Rito ambrosiano: El rito local de antigua tradición observado en Milán, en la celebración de la misa, en el oficio, y en la administración de los sacramentos. Este rito en la forma actual no reproduce íntegramente el rito primitivo; su forma actual está intensamente influida por elementos del rito romano. El pontifical es totalmente romano; ya se aceptó hacia el año 1000. El rito de Milán es denominado ambrosiano porque se atribuye su origen a san Ambrosio. Rito armenio: El rito que rige entre los armenios, especialmente para la celebración de la santa misa y para las otras funciones litúrgicas. Su forma actual revela una intensa influencia griega, aunque en muchos detalles también existe influencia del rito romano. Rito del bautismo: El conjunto de oraciones y ceremonias que preceden y que siguen al acto del bautismo. Antes del concilio Vaticano II, las precedentes se dividían en dos partes; la primera, según el Ritual romano, se cumplía en la puerta de la iglesia. El sacerdote (o diácono) empezaba con la pregunta: Quid petis ab Ecclesia Dei, y después de su respuesta, le dirigía una exhortación a observar los mandamientos y a practicar el amor de Dios y del prójimo. Después el ministro del bautismo echaba tres veces el aliento levemente al que iba a ser bautizado, la señal en el frente y en el pecho, le ponía la mano en la cabeza diciendo una oración, bendecía la sal, le ponía un grano en la boca, símbolo de la verdadera sabiduría, es decir, la gracia de la fe que le era concedida con el bautismo, le decía un exorcismo la final del cual le hacía la señal de la cruz por segunda vez, le decía una oración y lo hacía entrar en la iglesia. El sacerdote empezaba la segunda parte de la preparación con el Credo y el Padrenuestro que rezaba conjuntamente con los padrinos, si el que se bautizaba era un niño; si era adulto lo rezaba él mismo; esto es una supervivencia de la antigua Redditio Symboli; después seguía un nuevo exorcismo. Después mojaba las orejas y la nariz con saliva según san Marcos 7, 31-37, seguía la renuncia a Satanás, a todas las pompas y a todas sus obras, le ungía el pecho y entre los dos hombros con el óleo de los catecúmenos, le hacía confesar la creencia en el misterio de la Santísima Trinidad, la Iglesia católica, la comunión de los santos, etc., y después preguntaba: Vis baptizari, entrando en el acto del bautismo. La confesión de fe se hacía en la fuente (o pila). El acto del bautismo seguía la “Chrismatio”. Después el sacerdote (o ministro del bautismo) ponía un velo blanco en la cabeza del bautizado, ofrecía al padrino o al recién bautizado un cirio encendido, y la ceremonia acababa con las palabras de despedida: Vade in pace et Dominus sit tecum. Amen. Después del concilio Vaticano II los elementos anteriores –los fundamentales– persisten a pesar de que al celebrarse en lengua propia y popular se procura hacerlo más pastoral. El rito del bautismo (que coincide con la disciplina del post-concilio Vaticano II) lo encontramos ya en sus elementos principales en el apéndice RIT de Alcuino. Debe su origen al resultado de la mezcla del Ordo romano antiguo de los escrutinios abreviados con el Ordo del bautismo. El rito de los seis primeros escrutinios de Roma, de los siete que precedían el bautismo, se ha conservado en las oraciones y ceremonias. Las ceremonias del escrutinio séptimo se conservan en la parte segunda. Seguramente sirvió de modelo para la formación del rito actual del bautismo, el rito del bautismo de los enfermos que encontramos en el Gelasianum.* Rito de la comunión: Antes del concilio Vaticano II: El rito prescrito por el Ritual romano para la distribución de la comunión a los fieles fuera de la misa. Estaba formado por el Confiteor, la absolución que lo acompaña, la Ecce agnus Dei con el triple Domine, non sum dignus mientras el sacerdote (o diácono) sostiene la hostia en los dedos y la muestra para adoración del pueblo, diciendo la frase: Corpus Domini nostri Jesu Christi custodiat animam tuam in vitam aeternam, Amen, mientras el sacerdote ponía la sagrada hostia en la boca de quien comulgaba; la antífona O sacrum convivium in quo Christo summitur y la oración Deus qui nobis sub sacramento o de la Spiritum nobis, Domine, etc. que decía el sacerdote mientras se purificaba los dedos, devolvía el copón al sagrario y acababa dando la bendición sacerdotal. Este rito proviene de finales de la edad media. El rito anterior al concilio Vaticano II en sus puntos principales ya aparece en el misal del siglo XIII; aunque su fijación definitiva se haría en el año 1614 con el ritual que fijó la fórmula de la distribución, que hasta aquella fecha había tenido muchas variantes. Un recuerdo de la comunión bajo las dos especies sería el poner el vino de las abluciones en un cáliz especial y distribuirlo a los fieles después de haber comulgado. Ya se cita en los misales del siglo XIII y se encuentra conservado hasta mucho tiempo después de la edad media.* Después del concilio Vaticano II se aconseja que la comunión esté dentro de la misa. Se dan muy pocas comuniones fuera de ella en la actualidad (2012). Rito de la confirmación: Antes del concilio Vaticano II: El conjunto de acciones y oraciones que prescribía el Pontifical romano para la administración del sacramento de la confirmación. Estaba integrado por un saludo de paz al que iba a recibir el sacramento, con la oración suplicatòria de bendición: Omnipotens sempiterne Deus durante el rezo de la cual imponían las manos sobre la cabeza del confirmante; seguía la unción de su frente con las palabras Signo te signo crucis et confirmo te, etc., que tenía a su vez el valor de una imposición de manos y que se tenía que hacer siempre con el dedo pulgar; después venía la ceremonia de un gesto como si fuese un cachete, la antífona Confirma hoc Deus con los siguientes versos, la oración Deus qui apostolis tui y la bendición final después de la administración del sacramento. La unción con crisma y las palabras que la acompañan, también en el rito posterior al concilio Vaticano II, son la materia y la forma del sacramento; constituyen, por lo tanto, el acto del sacramento. Las oraciones y actas que las preceden y que las siguen provienen de diferentes tiempos. El saludo con el cual empieza la ceremonia, ya aparece a algunos pontificales del siglo XII. La oración Omnipotens sempiterne Deus ya se encuentra en el Gelasianum; pero, según RIT J. M. MARTÍ BONET este, el obispo impone las manos al que se confirma, en vez de alargarlas sobre él. La existencia de la ceremonia de la “bofetada” (o “cachete”) y la antífona Confirma hoc Deus no se pueden observar antes del siglo XIII. La oración Deus qui apostolis tuis y la bendición final ya aparecen en el siglo XI. La fórmula de la administración de este sacramento era múltiple en la edad media, pero no según su esencia, sino según sus palabras. En el Gelasianum aparece, por ejemplo, Signum Christi in vitam sempiternam. Existen fórmulas posteriores como estas: Accipte signum crucis chrismate salutis in Christo Jesu in vitam aeternam o bien Confirmo et consigno te in signum sanctae crucis in nomine Patris, etc. También estaba en uso una forma deprecativa, es decir, en forma de oración: Confirmet vos Pater et Filius et Spiritus Sanctus, ut habeatis vitam aeternam, etc. La fórmula de uso general corriente es esta: Signo te signo crucis et confirmo te chrismate salutis, etc. Esta fórmula no sale en el Pontifical hasta aproximadamente el año 1200. El rito de la confirmación aparece completo en el liturgista Durandus (+1296). Los ritos orientales son más amplios en oraciones que los ritos occidentales en lo que se refiere a la administración de la confirmación. El confirmante es ungido no sólo en la frente, sino también en los ojos, en las orejas, en la nariz, en las manos, en los pies y en otras partes del cuerpo. La fórmula del rito griego es muy parecida a la del Gelasianum: Signaculum doni Spiritus Sancti; la del rito siríaco: Chrismate sancto, suavitate odoris Christi, signaculo verae fidei, complemento doni Spiritus Sancti, signatur N. In nomine Patris, amen, in nomine Filii, amen, et Spiritus Sancti, amen, in vitam, saeculi saeculorum. Amen. Los ritos copto y armenio que tienen una gran pluralidad de unciones, tienen también pluralidad de fórmulas.* Rito copto: El rito que sirve para decir la misa y el oficio, administrar los sacramentos y sagramentales a los monofisitas y coptos unidos. El rito etíope es una rama de este rito. Rito galicano: La forma indígena o popular de la Galia de decir la misa, de administrar los sacramentos, de bendecir y otras acciones litúrgicas características de la Galia de la época precarolíngia. El Gelasinaum en los siglos VII y VIII ya influyó en sentido romano, cambiándolo en muchos lugares. En el siglo IX, siguiendo los impulsos de Carlomagno, ya cayó en desuso, haciendo penetrar muchos elementos del rito galicano en el rito romano, los restos del cual son todavía visibles, especialmente en el rito de la consagración de la iglesia y del altar. Rito griego: El rito oriental más rico y más extendido procede de Bizancio. Lo emplean en las ceremonias del culto, además de los griegos, los búlgaros, los serbios, los montenegrinos, los rumanos, los rusos, los rutenos, los melquitas, sirios y egipcios, así como los italogriegos de la Italia del sur. Rito latino: El rito, la lengua litúrgica del cual antes del concilio Vaticano II era la lengua latina. Se divide en romano, ambrosiano y mozárabe. Rito malabárico: El rito empleado de los cristianos de la costa malabárica de la India. Estos cristianos tienen un rito siríaco oriental puro con elementos del rito romano introducidos en 1599, momento en que tuvo lugar su unión 202 con la Iglesia. Parece que son cristianos que guardaban la tradición cristiana de la época de santo Tomás apóstol. Rito maronita: El rito siríaco occidental empleado por los maronitas del Líbano en las ceremonias de la misa en las cuales han entrado muchos elementos del rito romano por haber vuelto a la unidad con la Sede apostólica. Rito del matrimonio: Es el conjunto de oraciones, ceremonias y bendiciones que, junto con el acto sagramental de la declaración del mutuo consentimiento, constituyen la ceremonia del matrimonio. Habitualmente consta de dos partes: la unión (nuptiae) y la solemnitas matrimonii. El acto del matrimonio, según el Ritual romano, se hacía antes del concilio Vaticano II y hoy se continúa haciendo de la siguiente manera: el rector (o su representante) acepta el consentimiento de los contrayentes, les ordena que se den las manos (junctio manuum) y los anillos bendice con agua bendita, el anillo, le dice al novio que le ponga el anillo a la novia y acaba la primera parte con las preces y oración por los contrayentes. La segunda parte, la solemnitas matrimonii consta de dos partes: de la misa y de la bendición nupcial. En época medieval, cuando el matrimonio se celebraba en presencia del sacerdote y no era un matrimonio puramente laico, tenía lugar en la puerta de la iglesia (puerta del matrimonio), y no dentro de la iglesia, donde sólo se celebraban la misa y la bendición nupciales. A menudo la celebración de este matrimonio era sólo una repetición y confirmación de un matrimonio laico celebrado a escondidas de la familia. La manifestación del consentimiento se hacía, hasta finales de la edad media allí donde dominaba el derecho visigótico (germánico) incluso en el matrimonio celebrado in facie ecclesiae, por parte del novio se hacía envío de la dote y del arra (colocación del anillo en la mano de la novia), y por parte de ésta por la aceptación de la dote y del arra. La costumbre de celebrar el matrimonio ante el sacerdote que da fe de la declaración de consentimiento, fecha de finales de la edad media. La ceremonia de la junctio manuum era habitual en los primeros tiempos del cristianismo; pero en el matrimonio que se celebra ante la iglesia, aparece a finales de la edad media. Se echa de menos en muchos rituales del siglo XVI. También es muy tardía la confirmación del consentimiento con las palabras del sacerdote: Ego conjungo os, etc. En cambio, el hecho de poner el anillo es una ceremonia antiquísima; Tertuliano y san Clemente de Alejandría lo conocían, aunque todavía en el siglo IX era una señal de compromiso, según se puede deducir de la carta del papa Nicolás I a los búlgaros. El anillo de compromiso se convirtió en símbolo del matrimonio más tarde por influencia del derecho germánico, en el cual se confundieron los esponsales y el matrimonio. La solemnitas matrimonii, la misa y la bendición nupciales llegan en los primeros tiempos del cristianismo. Ha desaparecido la costumbre generalizada en muchos lugares de cubrir a los novios con un velo (velatio nuptialis) en el momento de darles la bendición nupcial. El matrimonio es muy solemne en los ritos orientales. Todos conocen la colocación del anillo. Otros ritos tienen la costumbre de coronar los novios mientras dicen muchas oraciones y muchas bendiciones. Los ritos nestoriano, armenio y griego 203 SACRALIA ANTIQUA tienen la costumbre característica de hacer beber a los novios vino bendito, costumbre que se encuentra citado también en muchos rituales alemanes al hablar de las ceremonias del matrimonio. Rito mozárabe: Se da el nombre de rito mozárabe al rito utilizado generalmente en España y en Portugal desde los tiempos más antiguos de los que tenemos información, hasta finales del siglo XI, y que todavía sobrevive en la capilla mozárabe de la catedral de Toledo y en una de Salamanca (o de Talavera). Rito del ofertorio: El rito de la preparación y del ofrecimiento del pan y del vino que deben servir para la consagración. Los ritos orientales tienen la preparación de la oblata y del ofertorio; a comienzos de la misa en los ritos griego y armenio tiene lugar después del evangelio, tomando la oblata que es llevada en procesión solemne desde la credencia (prothesis) al altar. En Occidente, hasta el siglo XVI, la preparación de la oblata y el ofertorio eran independientes, como todavía se practica actualmente en el rito mozárabe y el rito de la misa de los dominicanos (padres predicadores), en los cuales la oblata es preparada antes de empezar la misa o a principios de la misma antes del introito o después de la epístola. La preparación de la oblata en el rito romano, desde los tiempos más antiguos, se hace a la hora del ofertorio; por eso este rito de oblación fue aceptado por el papa san Pío V en el misal reformado. Hasta el siglo XII en Occidente era considerada parte integrante del ofertorio la presentación de la oblata hecha por los fieles que asistían a la misa. Según los sagramentarios de los siglos X y XI al hacer la oferta los fieles decían esta oración: Tibi, Domine, creatori meo, hostiam offero pro remissione omnium peccatorum meorum et cunctorum fidelium tuorum. Los Ordines romani de los tiempos precarolingios y carolingios describen en detalle como se hacían las oblaciones de los fieles en Roma. Rito patriarchinus: El rito que tenía el patriarcado de Aquileia (Italia) para la celebración de la misa y para el rezo del oficio. En 1596 el patriarca Francesco Barbaro lo cambió por el rito romano. Rito romano: Las formas o acciones litúrgicas tal como se hace en Roma, hoy extendidas donde domina el rito romano, en parte por órdenes tajantes de la Iglesia, pero también por la aceptación libre y tal como está fijada en los libros litúrgicos romanos, como son: el Misal, el Breviario, el Pontifical, el Gradual, el Antifonario, el Ceremonial, el Martirologio, etc. La estructura del Ritual romano no es puramente romana, es una mezcla de elementos romanos fundamentales y otros extraromanos, especialmente galicanos que entraron en la época carolingia y en la edad media, penetrando en el rito romano donde se disolvieron. La evolución del rito romano se muestra en conjunto, durante la edad media, en la tendencia constante hacia una gran riqueza y hacia una gran diversidad. En el siglo VI las reformas que empiezan tienden a la unidad, hay un movimiento de retroceso, una marcada tendencia hacia la simplificación y a la unificación.* Rito siríaco occidental (jacobita): El rito según el cual los monofisitas siríacos occidentales (jacobitas) y los siríacos RIT occidentales unidos a la Iglesia (siríacos puros por distinción con los maronitas) celebran las funciones litúrgicas y la santa misa. Rito siríaco oriental (nestoriano, caldaico): Rito que observan los sirios orientales unidos (caldeos) al cumplir los actos litúrgicos como decir misa, rezar el oficio, administrar los sacramentos, etc. Ritual (rituale, liber ritualis, agenda, sacerdotale, manuale sacerdotum, pastorale, parochiale, sacramentale, liber obsequialis, obsequiale): Libro litúrgico que contiene los ritos necesarios para el cuidado de las almas, para la administración de los sagramentos, para hacer los funerales, las procesiones, los exorcismos y los formularios de las bendiciones que debe dar. A partir del siglo XI a menudo se habla de libros de esta clase; hasta muy avanzada la edad media tenían un carácter privado, por lo que no sólo externamente eran diferentes, sino que a menudo tenían lagunas de gran importancia. Los rituales oficiales de las diócesis datan del siglo XV. Se hicieron más generales con la imprenta; sin embargo en el siglo XVI todavía había diócesis que no tenían ritual para su circunscripción. Sólo la época postridentina produjo el cambio. El Rituale romanum publicado en 1614, aun no siendo prescrito sino recomendado eficazmente, tuvo como consecuencia la sustitución del Ritual diocesano por el Ritual romano, o al menos la adaptación a este. Después del concilio Vaticano II se ha publicado un ritual en latín y en varias lenguas. Rituale romanum: Ritual publicado en 1614 por mandato del papa Pablo V, destinado a la clerecía, enriquecido con algunos formularios por Benedicto XIV en 1752; este Ritual no sería prescrito rigurosamente sino recomendada su aceptación general. Tuvo éxito en su propagación. Ritualista: El seguidor del Ritualismo, que es un movimiento de la iglesia anglicana iniciado hacia el año 1860 y caracterizado por su movimiento litúrgico, que tiene como finalidad enriquecer los formularios del culto contenidos en el Common prayer book, influidos intensamente como reacción a la frialdad calvinista. Los sustituye por las correspondientes formas litúrgicas de los primeros tiempos del catolicismo para difundir en culto de la iglesia oficial la diversidad y el ambiente religioso. Los ritualistas, atacados de todas partes, no se dejaron convencer de ningún modo; todas las preocupaciones de las autoridades eclesiásticas para oprimirlas fueron inútiles. El resultado ha sido que la parte externa, la organización del culto y el mismo culto ritualista ofrecen un carácter marcadamente católico. Entre otras cosas los ritualistas han vuelto a aceptar la celebración de la misa, la reserva del Santísimo, la oración por los difuntos, las procesiones, el incienso y las genuflexiones. Si bien el ritualismo es principalmente un movimiento litúrgico, ha sido para muchos representantes del mismo el puente hacia la fe católica y el esperado regreso a la unidad de la Iglesia. Roberto, abate de Molesmes (On. 29 de abril): Sus atributos son anillo, estatua de la Virgen María y niños. Roberto de Bellarmino: V. Bellarmino, Roberto Robigalia: Especie de procesión, celebrada en la campaña romana en tiempos del paganismo el día 25 de abril, en ROC J. M. MARTÍ BONET honor de la divinidad de los campos Robigus para alejar la herrumbre que se pone en los sembrados. Roca: Atributo de san Gregorio Taumaturgo. Rocalla: Es la obra decorativa del barroco. Roccus: Denominación medieval del tunicel. Rociar: Rociar una pared con agua antes escayolar. Rococó: Estilo decorativo de creación francesa que tuvo una gran aceptación durante la mitad del siglo XVIII, especialmente en Alemania y Austria. Es una transformación del barroco, de complicadas formas curvas, elementos de la rocalla y motivos sacados del mundo vegetal. Pretende esconder las formas estructurales. Roderico, mártir (On. 13 de marzo): Su atributo son unas tenazas. Rollo: Carillón. Objeto inventado a finales de la edad media, consistente en una rueda de campanas colgada junto al presbiterio que, haciéndola rodar, tocan las campanas y se hacen las señales que era costumbre hacer con una sola campanilla durante la misa. En la catedral de Barcelona, justo sobre la sacristía, se puede ver el “carillón”. Rollo de pergamino: Atributo de san Alejandro, santos apóstoles, san Dámaso, sant Ginés de Arles Románico: Estilo arquitectónico que dominó Europa occidental durante los siglos XI, XII y parte del XIII, caracterizado por la construcción de muros de gran robustez, decorados con arcadas ciegas, bóvedas reforzadas con arcos torales y arcos de medio punto, ventanas rasgadas. Hay en este estilo también bóvedas de medio punto, torres de planta cuadrada, grandes capiteles de ábaco cuadrado, arcadas muy decoradas sostenidas por columnas delgadas y capiteles típicos. Cluny tuvo mucho que ver en el origen del románico, así como el Císter lo tuvo con el gótico. Romano, mártir y sacerdote (On. 28 de febrero): Sus atributos son cuerda, llamas, horno y lengua. Romualdo, abad (On. 19 de junio): Sus atributos son ángel, caseta rodeada de árboles, dedo ante la boca y escalera. Ropa del altar: Las prendas de ropa de cáñamo o de lino necesarias para la preparación del altar y de los recipientes litúrgicos para la celebración de la santa misa. Esta ropa la constituyen los manteles del altar, los corporales, la palia y el purificador. Fig. 293 Roque, peregrino laico (On. 16 de agosto): Sus atributos son ángel, bordón, calabaza de peregrino, llave con insignia en el sombrero, rostro de Cristo, perro, llaga, pan, vestido de peregrino, concha, rosario y zurrón. Roquete (rochettum): Especie de túnica, de tela blanca o de algodón, con brazos estrechos, que llega hasta la rodilla; es una vestidura litúrgica reservada al obispo y a otros – especialmente clérigos– que tienen el privilegio. Se lleva en el coro, en las procesiones, al predicar, etc., pero no podía sustituir el sobrepelliz que se debía llevar para distribuir la sagrada comunión. Siempre dentro de la disciplina anterior al concilio Vaticano II. El roquete (denominado también camisia y alba romana) en el siglo IX no sólo era conocido en Roma, sino que ya era una vestidura característica de eclesiásticos de cierta categoría. En el siglo IX también es conocido fuera de Roma, pero no es una vestidura privativa, 204 porque hacia el 1300 incluso los campaneros lo vestían en ciertas localidades. En otros lugares fuera de Roma tomó los nombres de alba, camisia, saroht, sarcotim (sarcos), y desde el siglo XIII rochettum, nombre que a finales del siglo XIV se connaturalizó en Roma y que, poco a poco, fue arrinconando todos los otros nombres. El concilio Laterano IV prescribió que todos los obispos que no pertenecieran a una orden deberían llevar un vestido blanco, o sea, el roquete, tanto en la vida pública como en la iglesia. La forma del roquete hasta los siglos XIV y XV era la de la túnica talar. Después empezó a acortarse tanto, que en los siglos XVI y XVII llegaba a la rodilla. Fig. 292 Rosa de Lima, virgen patrona de América (On. 23 de agosto): Sus atributos son el ancla, los ángeles, el anillo, la corona de rosas, el niño Jesús, el rosario y las rosas. Rosa de oro: La rosa hecha de hojas de oro que el Papa bendice solemnemente en la sacristía, antes de la misa, en la dominica Laetare en la cual pone bálsamo y almizcle que le son presentados en un receptáculo; la lleva antes de la misa hacia el altar donde la coloca, y después de la misa la devuelve a la sacristía. A veces se guarda para el año próximo, en otras ocasiones el Papa la envía a una alta personalidad como testimonio de consideración. En el siglo XII en Roma ya era costumbre que el Papa en la dominica Laetare llevara en la mano una rosa durante la procesión hacia la iglesia estacional de la Santa Croce de Roma, donde había una estación; de regreso también la llevaba en la mano y después la regalaba al prefecto de la ciudad. Parece que la bendición de la rosa es ya del siglo XV. Rosa de Viterbo, virgen (On. 4 de septiembre): Sus atributos son cruz, llamas, flores en la mano y rosas. Rosalía de Palermo, virgen (On. 4 de septiembre): Sus atributos son buril, bastón, cincel, corona de rosas, cueva, cráneo, disciplinas de penitencia, fardo, niño Jesús, rosas. Rosalina, religiosa (On. 11 de junio): Su atributo es la cruz. Rosario (Rosarium): “Salterio mariano”. Ejercicio de piedad en honor de la virgen madre de Dios, muy extendido y querido por el pueblo cristiano. El rosario es un ejercicio no litúrgico que se permite públicamente en las iglesias. Consta de cuatro partes en las cuales se consideran los misterios de gozo, los de dolor, los de gloria, y el papa Juan Pablo II añadió un nuevo grupo de cinco misterios cada uno: los de la luz o luminosos. Los misterios de gozo se rezan los lunes y los sábados, los dolorosos los martes y viernes, los gloriosos los miércoles y domingos, y los misterios de la luz los jueves. Cada parte consta de cinco cadenas, cuentas de diez integradas por un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria, encadenada cada una con la consideración de un misterio de la vida del Señor o de la Virgen María. Va precedido del Padrenuestro, del Credo, y de un Padrenuestro y tres Avemarías por el aumento de las virtudes divinas y cada cadena acaba con el Gloria Patri. Para contar se tienen los “Padrenuestros” o “rosarios” formados por una cadena que después de cada diez bolas pequeñas (Avemarías) tiene una bola grande llamada Padrenuestro. El Rosario se llama “corona” porque viene a ser un tipo de un conjunto espiritual de rosas tejida en honor de la Virgen María. Según 205 SACRALIA ANTIQUA Alanos de Rupe el autor del Rosario fue santo Domingo, el fundador de los padres dominicos o predicadores, el auténtico creador, pero esta asignación representa una fecha que es insostenible por los historiadores. La costumbre de rezar 50 ó 150 Avemarías en honor de la Virgen María, ya era conocida en los siglos XII y XIII, pero faltaba la división en cadenas: el Padrenuestro del comienzo de las mismas y la consideración de que en cada una de ellas se hace de un misterio de la vida de Nuestro Señor Jesucristo o de la Virgen María. La actual forma del rosario data de los siglos XV y XVI. Es un mérito especial de los frailes predicadores la propagación del santo Rosario, sobre todo por medio de las cofradías del Rosario fundadas en muchísimas localidades a finales del siglo XV y comienzos del XVI, los cofrades de las cuales cada semana tenían que rezar las quince cadenas del Rosario. Las cofradías más antiguas son probablemente las de Donai (1470) y Colonia (1475). Los papas confirmaron varias veces la cofradía del Rosario y la enriquecieron con muchas indulgencias. Antiguamente se denominaban septem gaudia. La Pia Almoina (o el Museo Diocesano de Barcelona) organizó una gran exposición de gozos dedicada a los Septem Gaudia (a. 1995). Por lo menos se expusieron dos mil gozos, la mayoría referentes a los misterios del Rosario y a la alabanza de Santos y Santas de devoción popular. Rosario, fiesta del (ss. Rosarii B. M. V.): Fiesta de acción de gracias celebrada por algunos devotos en toda la Iglesia en reconocimiento de los beneficios y favores obtenidos por mediación del santo Rosario. Gregorio XIII en 1573 lo introdujo para las capillas de Rosario, o para las iglesias donde había un altar del Rosario; Clemente XI la extendió en toda la Iglesia en acción de gracias por la victoria obtenida sobre los turcos en 1716 por el príncipe Eugenio en Peterwardein. Actualmente se celebra el día 7 de octubre. Rosario, forma de: Atributo de san Agustín, san Alfonso María de Ligori, santa Ángela de Mérici, san Bernardino de Siena, san Diego de Alcántara, santo Domingo de Guzmán, san Felipe Neri, san Isidro, santa Justa y santa Rufina, san Lluís Gonzaga, santa Magdalena, santa Marta, santa Perpetua, san Pío V, san Ricardo, san Roque, santa Rosa de Lima, santos con rosario en la cintura y santa Sara. Fig. 213 Rosario perpetuo: 1. Asociaciones nacidas en Lyon, formadas cada una por 15 miembros que se reparten las 15 cadenas del rosario a comienzos del mes para rezar cada día la cadena que les ha tocado. Gregorio XVI las aprobó en 1832. 2. Pía unión confirmada varias veces por la Iglesia, formada por 24 o 31 miembros de la cofradía de Rosario que adquieren el compromiso de hacer una vez al mes una hora de oración en una hora determinada del día, durante la cual se tienen que rezar las tres partes del Rosario. Se empezó a practicar en Bolonia en 1635. Rosarium: 1. V. Rosario. 2. En el lenguaje de finales de la edad media la oración rimada de diez estrofas en honor de la Virgen María; el objeto principal de las mismas era o los privilegios que había tenido o los misterios de su vida mortal. Las estrofas empezaban con Ave, Salve o con un saludo parecido. Era el mismo saludo o diferente en cada estrofa o cambiaba cada diez estrofas. ROS Rosendo, obispo (On. 1 de marzo): Su atributo es la espada. Roses: Atributo de san Acisclo, san Andrés Avelino, san Diego de Alcalá, santa Dorotea, san Luís de Tolosa, santa Rita de Casia, santa Rosa de Lima, santa Rosa de Viterbo, santa Rosalina y santa Teresa de Jesús. Rosetón: Ventanal calado y vidriado. Fig. 142 Rota: En diplomática, signo peculiar de los privilegios pontificios (papales) introducido ya en el siglo XI. Tiene forma redonda con la inscripción de “Sanctus Petrus, Sanctus Paulus” y un lema a su alrededor; por ejemplo “Verbo Domini coeli firmati sunt”, y el nombre del Papa (por ejemplo “Paschalis II”). Fig. 270 Rota solemne: En diplomática. V. Privilegios papales solemnes Rotonda: Iglesia o edificio de planta circular y a menudo circundada de columnas. Rotula: Nombre que a comienzos de la edad media se daba a la oblata por razón de su forma parecida a la de un anillo o pequeña rueda. Rotulus: 1. Rollo de pergamino decorado con miniaturas en el cual era costumbre en Italia, desde los siglos X al XIII, tener escrito el praeconium paschale (“exultet”). Las miniaturas eran una representación figurada de las ideas más capitales de este canto. Como el diácono lo cantaba sobre el ambón, se dejaba colgar por la barandilla de este hacia abajo. Tenía las figuras pintadas en dirección opuesta a la letra para que, una vez colgado el rotulus, no estuvieran boca abajo sino que fueran vistas por los fieles desde los bancos o de pié en la nave. 2. En diplomática, conjunto de peticiones que se hacen al Santo Padre, o sea un conjunto de súplicas que corresponden a varios miembros de una familia o de la institución –por ejemplo, la universidad– que las presentan a la curia papal. Rubricae generales: Las rúbricas impresas en el breviario y el misal las cuales se deben seguir cuando se reza o cuando se celebra la misa. Son completadas por las rubricae speciales que se encuentran intercaladas entre los párrafos del breviario o del misal. El nombre Rubricae viene de rubrum, porque eran impresas o transcritas con este color. V. Rúbricas Rubricae praeceptivae y directivae: V. Rúbricas Rúbricas: Aclaraciones, reglas y prescripciones intercaladas en los libros litúrgicos, de carácter general o especial, que son la guía para celebrar las funciones litúrgicas según las normas directivas. Unas veces preceden los formularios, otras van intercaladas, y otras los siguen. Se llaman rúbricas porque en los antiguos textos, para diferenciarlas de los formularios, iban escritas en rojo, como todavía se sigue haciendo hoy, impresas en tinta de este color para que sobresalgan. Su nombre es tomado de los títulos de los capítulos del Corpus Iuri Canonici, escritos en letra roja. En un comienzo, las rúbricas eran escasas en los libros litúrgicos, y después se van repitiendo cada vez más. A finales de la edad media aparecen en los libros litúrgicos casi en exceso. Según el antiguo derecho canónico y según el carácter obligatorio de las mismas, las rúbricas se dividen en rubricae praeceptivae, y en rubricae directivae. Rubricistica: El tratado de rúbricas, es decir, los consejos o los preceptos dados por las autoridades eclesiásticas RUE J. M. MARTÍ BONET con carácter directivo o con carácter obligatorio para la ejecución de las funciones del culto divino. Rueda con uñas afiladas: Atributo de san Aniceto papa, santa Catalina de Alejandría, santa Eufemia y san Mucio. Rufina y Justa, virgen y mártir (On. 19 de julio): Su atributo son los cántaros. Ruperto, obispo (On. 27 de marzo): Su atributo es la pila bautismal. 206 S Sábado Santo: La vigilia del día de Pascua. La rica liturgia de este día consiste en la bendición del fuego nuevo, de los cinco granos de incienso juntamente con la bendición del cirio pascual; dos ceremonias que se hacen en la puerta de la iglesia, en la entrada de la iglesia con todas las lámparas, cirios y luces apagadas. En la bendición del cirio pascual con el canto del Exultet Praeconium, en las doce lecturas del Antiguo Testamento llamadas profecías, en la bendición de las fuentes bautismales, en el canto de las letanías y en la misa, en Gloria de la cual se vuelven a tocar las campanas. Todos esos ritos forman un conjunto de excepocional belleza. Una característica muy antigua de la misa del Sábado Santo es que no sólo no tiene introito ni Kyries por razón de las letanías precedentes, sino que tampoco tiene ofertorio, Agnus Dei, ni Communio. El rito del Sábado Santo antes del concilio Vaticano II era una combinación de la fiesta de la vigilia de Pascua con el rito de la administración del bautismo. Salvo la bendición del fuego y de los granos de incienso y de pequeñas añadiduras posteriores, este rito ya aparece en el Gelasianum. Originariamente empezaba en el atardecer del Sábado Santo y duraba hasta