19 de noviembre de 2013 Grupo: 3318 35ª Conferencia: Entorno de una Cosmovisión S. Freud. Nuevas Conferencias de Introducción al Psicoanálisis y otras obras, T.XXII. Obras Completas. Amorrortu Editores. Buenos Aires 2006. La profesora llegó 1:30, y tras una breve espera por los compañeros que aún no habían llegado, la clase inicio. Se hizo la lectura de las relatorías, incluida la relatoría de hace dos clases pues no se había hecho anteriormente. Fue aquí donde la maestra señaló que había un dato erróneo en una de las relatorías, donde se decía que la pulsión de la vida y la pulsión de muerte dependían la una de la otra. Tras hablarlo con la clase, la maestra aclaró este punto, definiendo que existe una pulsión única, la pulsión de vida, y que ésta no depende de ninguna forma de la pulsión de muerte. Después se retomó el tema de la ciencia y el problema que Freud tenía con ella, que era que la ciencia se negaba a estudiar todo aquello que fuera intangible, es decir el espíritu y el alma. La maestra al ver que el grupo se mostraba callado y poco participativo, opto por realizar una lectura por párrafos de la 35ª Conferencia, para agilizar las cosas. Primero se habló sobre esta discusión entre lo que la ciencia defiende y lo que la religión defiende (aclarando que al hablar de religión, se refiere a las monoteístas occidentales). La primera verdad en la cosmovisión religiosa es que existe un padre, Dios, que protege y castiga al infante, esto arraiga no sólo en la infancia, sino que va a pasar a la madurez. Freud busca comprobar esta verdad a través del animismo, que es la época previa a la existencia de los dioses tangibles u observables. Cabe aclarar que aunque no existía un dios como tal, si había una creencia en demonios y espíritus, de los cuales el hombre se defendía a través de palabras mágicas. Este animismo pasa a la actualidad en forma de supersticiones que obedecen a un pensamiento o carácter mágico, el cual nace del rasgo arcaico de que sólo con desear se obtiene, algo aprendido desde que el ser humano está en el útero y siente hambre. En este camino hacia la religión se pasa del animismo al totemismo, que es el sistema de creencias en el que el hombre afirma tener parentesco con un tótem, que es un objeto, un animal o una planta, que sirve de símbolo de un grupo o de un individuo, con quien se guarda una relación mística, retomando este pensamiento mágico de protección y castigo. Todo esto lleva a la discusión de la ciencia contra la religión. Aquí se hizo una pausa para resolver una duda y poner ejemplos, sobre qué tan fuerte puede llegar a ser esta cosmovisión religiosa y por qué. Al entender que ésta corresponde a la neurosis de cada hombre, es decía a qué tan necesitado este de protección dicha neurosis, realmente no hay un límite. Después se comenzó este debate entre ciencia y religión. Empezando por el hecho de que la ciencia es incompetente para juzgar la religión, es decir la revelación de un espíritu que no se puede concebir, mientras que la religión objeta tener conocimientos divinos, al afirmar tener toda la verdad y optar por una posición intolerante, al limitar así la capacidad del hombre a refutar. La ciencia, por otro lado, es joven pero artrítica, es decir lenta para dar respuestas, que obtiene a partir de observación y comprobación, es inagotable, infinita y se contradice pues se modifica, además de ser indispensable y reemplazable. Sin embargo la gran incapacidad de la ciencia es que no es capaz de dar protección ni consuelo, y aquí es donde radica en la neurosis de una persona. En cambio, la religión otorga un sentido de pertenencia, que lleva a perder la razón y el libre albedrió. Así, la clase concluye que por lo tanto a la ciencia no le importa que el hombre interiorice, pues vive en el afuera, mientras que a la religión sí. Tras hablar de casos que han vivido algunos compañeros de intolerancia provocada por la religión, surge la duda de que si la neurosis de una persona puede llegar a ser tanta ¿por qué se dan los cambios de una religión a otra? Aquí la maestra colabora con una anécdota propia, donde explica que ante la carencia de esta necesidad humana de vida espiritual es cuando uno se vuelve presa fácil de las diferentes religiones, y que existe esta curiosidad por la espiritualidad, por saciar respuestas que la ciencia no te puede dar. Tras aclarar esto se continuó con la lectura, al pasar al tema de los nihilistas y los anarquistas. Para abordar este tema la maestra pidió a la clase que buscaran en internet ambos términos. Entonces se define que el nihilismo es la corriente filosófica que toma como base la negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida, es decir que niegan todo y creen que la vida carece de sentido. No tienen una verdad ni una cosmovisión. Mientras que el anarquismo es una filosofía política y social que llama a la oposición y abolición del Estado entendido como gobierno y, por extensión, de toda autoridad, jerarquía o control social que se imponga al individuo, por considerarlas indeseables, innecesarias y nocivas, es decir que pide abolir el Estado, que consideran que la autoridad por sí misma es nociva y la desconocen. Para concluir la clase, la profesora pidió que se leyera sobre Marx como tarea para la siguiente semana para discutir brevemente antes del examen. Relatoría: Mellado Díaz Mariana Pérez Sánchez Guadalupe Ximena