(*) Extracto y adaptación del libro "Guía Ciudadana para la Aplicación del Convenio de Estocolmo", de Fernando Bejarano González, octubre 2004. RAPAM (Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México). Extractos del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) Título: Guía Ciudadana para la Aplicación del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) Serie: Educación Ambiental Ciudadana - Cartilla 1 Edita: Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) Av. Providencia No. 365 Dpto.41, Santiago de Chile Tel./Fax: 56-2-341 6742 rapal@rapal.cl www.rap-al.org Primera Edición: Abril de 2005 Impresión: Vínculo Adaptación: Patricia Bravo Revisión: María Elena Rozas La publicación de esta Cartilla fue posible gracias al auspicio de GEF/ UNEP y al apoyo de HIVOS, Fondo Biodiversidad /Holanda, NOVIB, Raunsing Trust y Sociedad Sueca por la Conservación de la Naturaleza ¿Para qué sirve está guía? Para conocer las obligaciones principales de los gobiernos que forman parte del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), informarnos de los efectos de estos contaminantes en la salud y el medio ambiente y, muy especialmente, para enterarnos de los derechos de los ciudadanos y de las oportunidades que existen para participar en la elaboración de los planes nacionales que permitirán aplicar este convenio en cada país. G u í a C i u d a d a n a 1 ¿Qué son los COP? Los contaminantes orgánicos persistentes son sustancias químicas venenosas de alto nivel tóxico para la salud humana y animal, que se utilizan como plaguicidas o en la industria. Son "orgánicos" por contener carbono. Los COP constituyen un problema mundial por su persistencia en el ambiente, por su capacidad para acumularse en los tejidos de la mayoría de los organismos vivos y para traspasarse de una especie a otra a través de las cadenas alimenticias. Además, se trasladan a grandes distancias. Bioconcentración DDT en agua 0,00005 ppm DDT en algas y plantas 0,04 ppm DDT en peces herbivoros 0,2-1,2 ppm DDT en peces carnívors 1-2 ppm DDT en aves que se alimentan de peces 3-76 ppm Con frecuencia se trata de productos halogenados, grupo químico compuesto por productos organoclorados que han demostrado ser los más "persistentes" o resistentes a la degradación. Se caracterizan por tener baja capacidad para acumularse en aguas y alta capacidad para acumularse en el tejido graso. Esto permite que se bioacumulen, aumentando su concentración en la medida en que se avanza en la cadena trófica. Una vez liberados al ambiente, los COP son de muy difícil control. Los niños son los principales afectados G u í a C i u d a d a n a 2 Los COP se bioacumulan y tienen capacidad para interferir en el funcionamiento normal de las hormonas, afectando especialmente a los niños en gestación y durante los primeros años de vida. Efectos en el Mundo Proceso de Migración de los COP Latitudes Medias Ciclo estacional de sedimentación y evaporación Latitudes Altas Sedimentación evaporación Movilidad alta Destilación Mundial Con fraccionamiento de acuerdo a la movilidad mundial Movilidad relativamente alta Transporte atmosférico de gran alcance Movilidad relativamente baja Transporte oceánico de gran alcance Latitudes Bajas evaporación sedimentación Movilidad baja Degradación y retención permanente Los procesos de sedimentación mundial se vuelven más pronunciados que la evaporación a latitudes altas y temperaturas más bajas. ˝Efecto Saltamonte˝ Fuente: Environmental Science and Technology Además, son semivolátiles, rasgo que les permite recorrer largas distancias en la atmósfera antes de asentarse. Encontramos COP no sólo en los lugares más recónditos del planeta, afectando a osos polares, ballenas y otros mamíferos, sino también en el medio rural y en las ciudades. Los COP contaminan los alimentos y se acumulan en los productos lácteos, en la carne y en el pescado que comemos. De este modo, durante décadas, los seres humanos hemos venido absorbiendo y acumulando diversos COP -plaguicidas organoclorados, PCB, dioxinas y furanos- en los tejidos grasos de nuestro cuerpo, los que se traspasan a nuestra sangre, semen, músculos, huesos, tejido cerebral y otros órganos, donde pueden permanecer por muchos años. Algunos plaguicidas, como el DDT, se mantienen en el cuerpo humano incluso hasta 50 años, y los PCB se alojan en los tejidos grasos por un lapso que va entre los 25 y los 75 años. De esa manera, los COP han pasado a ser parte de nuestra carga corporal de contaminantes, lo que viola el derecho fundamental a una calidad de vida acorde con la dignidad humana. En particular, vulneran los derechos reproductivos de las mujeres, su derecho a un embarazo y lactancia libres de contaminantes, como también el derecho de los niños a una alimentación sana y a condiciones que permitan su pleno desarrollo. Los COP son capaces de traspasar la placenta de la mujer que espera un hijo y afectar el desarrollo del feto. Asimismo, se propagan al recién nacido a través de la leche materna. Se han encontrado COP en el semen del hombre y de los animales. Todo esto quiere decir que no sólo están afectando a la población mundial actual, sino que constituyen una grave amenaza para las nuevas y futuras generaciones. C i u d a d a n a • Contaminación de suelos • Salud ocupacional • Accidentes industriales • Almacenamiento y confinamiento de plaguicidas obsoletos • Tratamiento y disposición de restos y envases de plaguicidas • Intoxicaciones agudas y crónicas • Efectos diferidos. Por ej., mutaciones genéticas • Contaminación de los alimentos • Contaminación de la leche materna 3 G u í a Problemas Relacionados con Plaguicidas COPs Aun en cantidades muy pequeñas, los COP pueden provocar gran cantidad de daños inmediatos (intoxicaciones agudas) o a largo plazo (dolencias o enfermedades crónicas) en la salud humana y de otros organismos vivos. Los efectos crónicos producidos por los COP incluyen el cáncer, problemas reproductivos (muerte del feto, abortos espontáneos y alteración de la fertilidad), debilitamiento del sistema inmunológico -lo que baja las defensas del cuerpo y lo hace más vulnerable frente a todo tipo de enfermedades-, desequilibrios hormonales, alteraciones en el comportamiento y en el desarrollo infantil (hiperactividad, problemas de aprendizaje y conducta, disminución del coeficiente intelectual). Los niños son siempre los más vulnerables. La exposición del ser humano a los COP puede producirse a través de los alimentos -incluida la leche materna-, en el medio laboral y/o por accidentes de trabajo y en el medio ambiente (también en los espacios cerrados). La exposición, tanto aguda como crónica, puede estar asociada a una amplia variedad de efectos perjudiciales para la salud, incluyendo enfermedades y muerte. Herencia Tóxica Pelo del papá Ojos de la mamá y... DDT, ALDRIN, ENDRIN, PCBs, DIOXINAS, ETC, DE LA INDUSTRIA QUIMICA. El Convenio de Estocolmo G u í a C i u d a d a n a 4 El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) se firmó en Estocolmo, Suecia, el 23 de mayo de 2001 luego de una negociación de cuatro años. Entró en vigencia, es decir, comenzó a ser legalmente obligatorio, el 17 de mayo de 2004, después de ser ratificado por los primeros 50 países. El gobierno de Chile ratificó el Convenio en enero de 2005. Objetivo del Convenio El objetivo del Convenio de Estocolmo es proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los contaminantes orgánicos persistentes, teniendo presente el criterio de precaución consagrado en el principio 15 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Los países, al firmar y ratificar el Convenio, señalaron estar "conscientes de los problemas de saludespecialmente en los países en desarrollo-, resultantes de la exposición local a los contaminantes orgánicos persistentes, en particular los efectos en las mujeres y, a través de ellas, en las futuras generaciones". La importancia de este Convenio es que incorpora el enfoque precautorio1 no sólo en el preámbulo sino también en su parte operativa y establece diferentes medidas para la eliminación y el control de 12 COP. Lista de 12 COPs Plaguicidas Productos Químicos Industriales • DDT • Aldrín • Dieldrín • Endrín • Clordano • Heptacloro • Mirex • Toxafeno • Hexaclorobenceno, (también plaguicida) • PCBs (bifenilos policlorados) Subproductos no deliberados • Dioxinas • Furanos Las características de los 12 COP contemplados en el Convenio son las siguientes: *Plaguicidas organoclorados (nueve): aldrín, clordano, DDT, dieldrín, endrín, heptacloro, mirex, toxafeno y hexaclorobenceno. La mayoría son insecticidas, aunque también hay un rodenticida (endrín) y un fungicida (heptacloro) de uso preferente en cultivos agrícolas. A pesar que el Convenio plantea eliminar la producción y uso de estos plaguicidas, se permiten algunas exenciones específicas y transitorias debidamente registradas por los países que las solicitaron en el marco del Convenio (control de termitas, piojos, garrapatas, etc.). Casi todos estos agrotóxicos han sido restringidos o prohibidos en países europeos y en Estados Unidos desde la década de los 60, pero empresas transnacionales, como Dow, Bayer, Ciba-Geigy, Monsanto, ICI, Dupont y Velsicol siguen produciéndolos para exportarlos al Tercer Mundo. En el período 1995-1996, nada menos que 10.500 toneladas de plaguicidas cuyo uso estaba prohibido en Estados Unidos fueron exportadas a otros países. Incluso en los territorios donde estos plaguicidas organoclorados dejaron de usarse hace 40 ó 30 años, su gran persistencia permite que aún estén presentes en sedimentos de ríos y lagunas, y continúen impregnando la cadena alimenticia. Por ejemplo, en 1999 se encontraron residuos de estos agrotóxicos en alimentos que circulaban en Estados Unidos. También producen efectos crónicos, como resultado de exposiciones repetidas a plaguicidas, en pequeñas cantidades y durante un tiempo prolongado. Por ejemplo, diversos tipos de cáncer, malformaciones congénitas, alteración de la fertilidad y desequilibrio endocrino u hormonal. 1 Ver Serie de Educación Ambiental Ciudadana, Cartilla N° 2. Guía Ciudadana para la Aplicación del Principio Precautorio. RAP-AL, abril de 2005. C i u d a d a n a En los seres humanos, los plaguicidas afectan el sistema nervioso central y pueden provocar intoxicaciones agudas que se manifiestan como malestar general, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, temblores, excitación, convulsiones recurrentes, depresión severa del sistema respiratorio y del sistema nervioso central o estado de coma. Incluso pueden ser causa de muerte. 5 G u í a El Convenio de Estocolmo no consideró otros plaguicidas organoclorados que se utilizan hasta hoy, como el lindano, pentaclorofenol y endosulfán. Tampoco se incluyeron plaguicidas organofosforados altamente tóxicos, como el paratión, ni herbicidas (2,4 D y 2,4,5-T) tan dañinos como los agrotóxicos contemplados en la eliminación. Sin embargo, cualquiera de las "Partes" (países que han ratificado el Convenio) podrá presentar a la Secretaría una propuesta de inclusión de un producto químico en los anexos A, B y/o C. Al presentar una propuesta, una Parte podrá recibir la asistencia de otras Partes y/o de la Secretaría. En el ambiente, el uso indiscriminado de plaguicidas causa contaminación del suelo, aire y agua, alterando el equilibrio ecológico. Órganos, glándulas y tejidos relacionados con el sistema hormonal que pueden ser afectados por los COP. Hipotálamo Glándula pineal o epífisis Hipocampo Glándula pituitaria Paratiroides Tiroides Timo Glándula suprarrenal Riñón Páncreas Órganos reproductores masculinos Próstata Testículo Hipotálamo Glándula pineal o epífisis Hipocampo Glándula pituitaria Paratiroides Tiroides Timo Mama Glándula suprarrenal Riñón Páncreas Órganos reproductores femeninos Ovario Útero Vagina Pene G u í a C i u d a d a n a 6 * PCB o policlorobifenilos: son productos industriales empleados preferentemente como aceites aislantes en la industria eléctrica durante más de 47 años. Constituyen una familia de compuestos clorados derivados de la petroquímica. En América Latina son más conocidos por uno de sus nombres comerciales: askareles. Los PCB se comenzaron a producir en 1929. La transnacional Monsanto fue la mayor fabricante a nivel mundial hasta que dejó de elaborarlos en 1976. Se estima que el total producido en el planeta superó 1,5 millón de toneladas (600 mil sólo en Estados Unidos, el mayor productor del mundo). Las grandes empresas productoras de condensadores y transformadores eléctricos -Westinghouse, General Electric, AEG, Siemens- fueron las que más usaron PCB. A mediados de la década del 70 estos aceites aislantes empezaron a ser prohibidos o retirados, pero el problema no se ha solucionado, pues se estima que el 70% de lo que se produjo a nivel mundial está todavía en uso (equipos eléctricos, artículos de consumo, desechos). Además de ser un producto industrial, los PCB se producen de manera no intencional en varios procesos industriales, incluyendo la manufactura de PVC y magnesio, la quema de aceites contaminados y otros residuos clorados en hornos de cemento, incendios accidentales de equipos eléctricos, emisiones de tráfico marino, quema de llantas y plantas de tratamiento de aguas, entre otros. La exposición a los PCB ha producido severos daños a la piel -cloracné y cáncer- y la muerte de trabajadores que participaron en su elaboración. Causan cánceres en animales y son considerados probables carcinógenos humanos por la Agencia Internacional del Cáncer (IARC), especialmente de mamas. *Dioxinas y furanos: son sustancias que se generan en forma no intencional -como subproductos no deseados y sin utilidad- durante la combustión y manufactura de compuestos químicos que contienen cloro, principalmente. Otra importante fuente productora de dioxinas es la incineración de residuos (peligrosos y no peligrosos, de origen industrial, municipal, hospitalario, hornos cementeros, etc.). Estos compuestos se utilizan en gran medida en la fabricación de agrotóxicos (como el plaguicida 2,4,5-T , uno de los componentes del "agente naranja", entre otros), PVC y solventes. También se emplean para blanquear la pulpa de papel y el tratamiento del agua. Las dioxinas, conocidas como policloro dibenzo-p-dioxinas (PCDD), son el nombre genérico de un grupo de 75 compuestos. Los furanos o policlorodibenzofuranos (PCDF) conforman otro grupo de 135 compuestos. Los efectos provocados por las dioxinas en el ambiente y en la salud humana han sido motivo de intensas investigaciones y debates, en particular como consecuencia de accidentes ocurridos en distintos países, en plantas industriales de ICMESA (empresa de Givaudan-Hoffman-LaRoche, ubicada en Seveso, Italia), Monsanto, BASF, Dow Chemical, Phillips Duphar y Coalite desde fines de los años 50 a la década del 70. La liberación al ambiente de grandes cantidades de dioxinas ha causado la muerte de animales, destrucción del medio ambiente y severos problemas de salud en los seres humanos en el corto y largo plazo. Las evidencias confirman que las dioxinas y los furanos tienen efectos cancerígenos en los seres humanos (hígado, linfomas, mieloma múltiple, etc.) y son causa de malformaciones congénitas, enfermedades cardíacas, cloracné y otras dolencias graves. El cáncer y otras enfermedades irreversibles pueden ser provocadas incluso por ínfimas cantidades de dioxinas (medidas en nanogramos, 1 nanogramo = 0, 000000001 gramo). Por esta razón, son consideradas las sustancias químicas más tóxicas conocidas por la ciencia. Las dioxinas están clasificadas como "cancerígeno humano conocido" por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC). Obligaciones del Convenio de Estocolmo Estos son los compromisos principales adquiridos por los gobiernos que firmaron y ratificaron el Convenio de Estocolmo: 1. Eliminar la producción y uso de nueve plaguicidas con características COP, con algunas exenciones transitorias y específicas. A la vez, se debe prevenir la producción y uso de nuevos plaguicidas y productos industriales con características COP. C i u d a d a n a 7 G u í a 2. Terminar la producción de PCB. • Eliminar progresivamente el uso de equipos que contengan PCB (transformadores, condensadores eléctricos, receptáculos con líquidos residuales, etc.), a más tardar en el 2025. • Asimismo, se deberán adoptar medidas prioritarias y realizar esfuerzos decididos por identificar, etiquetar y retirar de uso todo equipo que contenga más de 10% de bifenilos policlorados y volúmenes superiores a 5 litros. • Reducir el riesgo de contacto de los PCB con la población y el medio ambiente. • Dar tratamiento a los residuos peligrosos que contienen PCB. • Informar cada 5 años a la Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo sobre los progresos alcanzados. Esta Conferencia es la instancia de control y evaluación del cumplimiento del Convenio a nivel mundial. 3. Reducción creciente de dioxinas, furanos y otros COP no intencionales (año a año) y, cuando sea viable, eliminación definitiva. No se consideraron ni están sujetos a eliminación los COP que se encuentran como residuos contaminantes no intencionales en productos y artículos. Por ejemplo, en diversos plaguicidas organoclorados. 4. Restricciones a las exportaciones e importaciones de COP. Al mismo tiempo, se dispone la cooperación con otros convenios ambientales relacionados con este tema (Convenio de Rotterdam y Convenio de Basilea). 5. Identificación y tratamiento de existencias acumuladas de COP, desechos y limpieza de sitios contaminados. Para eliminar desechos se insta a los gobiernos a buscar tecnologías alternativas a la incineración. 6. Incorporación de nuevas sustancias químicas en el Convenio de Estocolmo. Cualquier país puede presentar solicitudes en este sentido, cumpliendo con una serie de requisitos establecidos. 7. Informar, concientizar y educar al público. La labor educativa sobre los COP también debe abarcar a los parlamentarios, autoridades estatales y municipales. 8. Investigación, desarrollo y vigilancia de los COP. Se hace mención especial a la realización de trabajos de investigación destinados a mitigar los efectos de los COP en la salud reproductiva. Y también, a la medición de la carga corporal de COP en diversos sectores de la población. 9. Asistencia técnica y financiera a países en desarrollo y con economías en transición. Se establecerán centros regionales y subregionales para la formación de capacidades y transferencia tecnológica. El apoyo financiero está provisionalmente a cargo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF). Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo A partir de la entrada en vigencia del Convenio, cada gobierno tiene dos años de plazo (hasta el 17 de mayo de 2006) para elaborar un Plan Nacional de Aplicación (artículo 7) con el objetivo de mostrar como se cumplirán las obligaciones contraídas. Es una obligación de los gobiernos convocar a la sociedad civil, especialmente a los grupos de mujeres y organizaciones que se ocupan de la salud de los niños, a participar en la elaboración, aplicación y actualización de este plan. Para financiar el plan, los países en vías de desarrollo pueden solicitar apoyo financiero al Fondo Global del Medio Ambiente (GEF). Varios países están recibiendo este apoyo, entre ellos Chile. En el segundo semestre de 2004, más de 100 gobiernos se encontraban elaborando estos planes nacionales. Las fases del desarrollo del Plan Nacional de Implementación (PNI) son las siguientes: G u í a C i u d a d a n a 8 1. Establecer un mecanismo de coordinación y un Comité Coordinador Nacional multisectorial integrado por el Sector Público, Privado, ONGs YSector Académico 2. Realización de inventarios de COP y evaluación de las capacidades e infraestructura nacional. Por ejemplo, sitios contaminados, catastro de plaguicidas obsoletos, identificación e inventario nacional de fuentes liberadoras de dioxinas y furanos, catastro de bifenilos policlorados, perfil nacional sobre la gestión de sustancias químicas, etc. 3. Evaluación de prioridades y establecimiento de objetivos. 4. Formulación del PNI. 5. Respaldo amplio del PNI en el ámbito nacional. 6. Ejecución del PNI. La firma del Convenio de Estocolmo en las Naciones Unidas no sólo es resultado de la voluntad política de los gobiernos y de las evidencias científicas que documentan los riesgos para la salud y el medio ambiente que provocan los COP a nivel mundial. También se debe al empuje de la conciencia y de la lucha de comunidades, trabajadores, mujeres, grupos ambientalistas, pueblos indígenas y campesinos que desde hace décadas sufren las consecuencias de estos contaminantes. Todos ellos han reclamado a las industrias que generan los COP y a los gobiernos su derecho a la salud y a un medio ambiente limpio. En 1998 se formó la Red Internacional de Eliminación de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (IPEN, sigla en inglés), que integra a más de 350 organizaciones ciudadanas. Entre ellas, la Red Internacional sobre Plaguicidas (Pesticide Action Network, PAN), cuyo referente en nuestra región es la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL). El Convenio de Estocolmo es un avance muy importante, pero los beneficios y alcances que pueda tener dependerán de que los ciudadanos conozcamos su contenido y exijamos su pleno cumplimiento a nuestros gobiernos. Derechos y Demandas Ciudadanas La firma y ratificación del Convenio de Estocolmo y de otros tratados internacionales por los gobiernos significa que estos compromisos entran a formar parte de las obligaciones legales nacionales entre gobernantes y gobernados. A continuación, detallamos las principales responsabilidades y derechos de los ciudadanos que emanan de este Convenio: 1. Reconocimiento y respeto de derechos humanos fundamentales. El Convenio de Estocolmo establece como objetivo general la protección humana y del medio ambiente frente a los efectos de los COP. Los derechos de toda persona a la salud y a un medio ambiente apropiado para su pleno bienestar físico y espiritual son derechos humanos reconocidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por Naciones Unidas y el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (o Protocolo de San Salvador). Efectos en las Madres G u í a En madres que están amamantando, se ha comprobado que el DDT reduce las reservas de vitamina A. (OMS, 1990) C i u d a d a n a 9 La producción y liberación ambiental de COP viola derechos humanos fundamentales. Por lo tanto, el Convenio nos obliga a resguardar y exigir el pleno respeto de los siguientes derechos: • Derecho a la salud. La salud no significa solamente ausencia de enfermedades sino un estado de completo bienestar físico, mental y social, como lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS). Derecho a la salud significa lograr que este bienestar sea garantizado y protegido por la acción de los gobernantes. • Derechos de las mujeres a una salud reproductiva libre de contaminantes. • Derechos de los niños a vivir y desarrollarse integralmente en un ambiente sano. • Derecho a una alimentación sana, libre de contaminantes. • Derecho a un medio ambiente adecuado a la dignidad y desarrollo del ser humano. • Derecho a trabajar en condiciones de seguridad e higiene adecuadas a los requerimientos de todo ser humano. 2. Derecho a participar y a estar informados. La participación en las decisiones relacionadas con los COP es un derecho legítimo de los ciudadanos para velar por una efectiva protección de los derechos humanos a la salud y a un medio ambiente sano. El Convenio reconoce expresamente la importante contribución que el sector privado y las organizaciones no gubernamentales pueden hacer para lograr la reducción y/o eliminación de las emisiones y descargas de contaminantes orgánicos persistentes. Además, recomienda la consulta y participación pública desde la primera fase de elaboración del Plan Nacional de Aplicación del Convenio. En este sentido, es indispensable el acceso a la información ambiental, tanto para la participación de la población en las políticas públicas como para dar transparencia a las decisiones de los gobernantes y funcionarios públicos. De acuerdo con el Convenio de Estocolmo (artículos 10 y 11), los gobiernos deben promover y facilitar el acceso público a: • Toda la información disponible sobre los COP en la salud y el medio ambiente. Se hace referencia especial a la necesidad de elaborar programas de formación y concientización pública, especialmente para mujeres, niños y personas con menor escolaridad. • La información e investigación sobre las alternativas a los COP, pudiendo establecerse centros de información nacional o regional. • Información sobre los resultados de las investigaciones y la vigilancia respecto de los niveles de COP en el ambiente y en el ser humano, así como su impacto en la salud reproductiva. En general, la información debe mantenerse actualizada y ser entregada en forma oportuna y regular. Con esa finalidad se pueden utilizar diversos medios de divulgación y comunicación. Además, el Convenio propone estudiar la posibilidad de establecer un Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes, para lo cual los responsables de la contaminación deben reportar anualmente las cantidades de COP que se liberan al ambiente o que se transfieren para su eliminación o tratamiento. G u í a C i u d a d a n a 10 3.Acceso a la justicia y a la compensación de daños. Este aspecto no está cubierto por el Convenio de Estocolmo. Por tanto, le corresponde a los gobiernos hacerse cargo de que la población afectada pueda acceder a la justicia ambiental y a la compensación de los daños a la salud y al medio ambiente que ha provocado la producción de COP (intencional o no) y su liberación al ambiente. 4. Participación en el fortalecimiento de una política ambiental preventiva y democrática. El Convenio apela a que cada Parte, dentro de sus capacidades, promueva y facilite la participación pública en el tratamiento del tema de los contaminantes orgánicos persistentes y sus efectos para la salud y el medio ambiente, como también en la elaboración de respuestas adecuadas, incluida la posibilidad de hacer aportes en el ámbito nacional acerca de la aplicación del Convenio. La ciudadanía tiene derecho a participar en el debate de cómo resolver los problemas generados por los COP y, además, a entregar su aporte a la tarea de los gobiernos de "promover el desarrollo y requerir el uso de sustitutos, materiales modificados, productos y procesos para prevenir la formación y emisión de COP no intencionales". El objetivo es reducir al mínimo y, cuando sea posible, eliminar las fuentes de generación de dioxinas y furanos (Convenio de Estocolmo, artículo 5). Un modelo de regulación y prevención se basa en elementos como el principio precautorio, que se aplica en casos de incertidumbre científica; el derecho ciudadano a conocer el uso y emisión de sustancias tóxicas; el principio de sustitución de las sustancias y materiales peligrosos, y la promoción de formas de producción limpia. La participación ciudadana no puede limitarse a consultas rápidas para legitimar decisiones ya tomadas. Esta práctica debe sustituirse por mecanismos de consulta y participación en un comité multisectorial amplio que involucre a grupos ambientales, a aquellos dedicados a la protección de la salud y los derechos de las mujeres, de los niños, de los trabajadores y de las poblaciones indígenas. Los gobiernos, asimismo, deben informar a la ciudadanía y abrir el debate para definir posiciones sobre asuntos pendientes a abordar en la primera Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo (mayo, 2005). Algunos de los temas a tratar son: • Revisión e incorporación de nuevos COP al Convenio y las medidas a tomar para su reducción o eliminación mundial. • Discusión y aprobación de guías sobre las Mejores Prácticas Ambientales y Mejores Técnicas Disponibles para reducir y, en lo posible, eliminar fuentes de generación de dioxinas y otros COP producidos de manera no intencional. La ciudadanía debe ser un actor fundamental en los esfuerzos que se realizan para crear sistemas de producción de alimentos sanos y formas de producción industrial limpia, que incluyan la eliminación global de los COP para prevenir el envenenamiento de los trabajadores y de las comunidades, así como la contaminación del planeta. Fuentes Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP). Textos y anexos. Publicado por United Nations Environment Programme (UNEP) Chemicals International Environment House, 2002. Guía Ciudadana para la Aplicación del Convenio de Estocolmo. Fernando Bejarano González, octubre 2004. RAPAM (Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México). Bibliografía Posibles Efectos en la Salud por Contaminantes Orgánicos Persistentes. Informe N° 1. Departamento de Salud Ambiental, Ministerio de Salud. Proyecto GEF/UNEP. Desarrollo de un Plan Nacional de Implementación para la Gestión de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) en Chile. Inventario Nacional de Dioxinas y Furanos. Universidad de Concepción, UDT, Gobierno de Chile, CONAMA, PNUMA, Global Environment Facility. Proyecto GEF/UNEP Inventario Nacional de Existencias de Plaguicidas Caducados COPs de Uso Sanitario y Doméstico. Ministerio de Salud, Gobierno de Chile, CONAMA, PNUMA, Global Environment Facility. Inventario Nacional de Existencias de Plaguicidas Caducados COPs (Plaguicidas Agrícolas). Servicio Agrícola y Ganadero, Gobierno de Chile, CONAMA, PNUMA, Global Environment Facility. Análisis de la Legislación Vigente sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes. Instituto de derecho Ambiental y Políticas Públicas, Centro de Derecho Ambiental, Gobierno de Chile, CONAMA, PNUMA, Global Environment Facility. Proyecto GEF/UNEP Manual de Chile sobre el Manejo de Bifenilos Policlorados (PCBs; Askareles). Un Estudio de Caso sobre la Aplicación de Guías. Gobierno de Chile, CONAMA, PNUMA. 11 C i u d a d a n a Perfil Chileno sobre la Gestión de las Sustancias Químicas. Ministerio de Salud, Gobierno de Chile, CONAMA; PNUMA, Global Environment Facility. G u í a Nuestro Futuro Robado. Theo Colborn, John Peterson Meyers, Dianne Dumanoski. Editorial ECOESPAÑA, 1997. Anexo C del Convenio de Estocolmo Producción no Intencional Parte I El presente anexo se aplica a los siguientes contaminantes orgánicos persistentes, cuando se forman y se liberan de forma no intencional a partir de fuentes antropógenas: Dibenzoparadioxinas y dibenzofuranos policlorados (PCDD/PCDF) Hexaclorobenceno (HCB) (No. CAS: 118-74-1) Bifenilos policlorados (PCB) Parte II Fuentes Categorías de fuentes. Las dibenzoparadioxinas y los dibenzofuranos policlorados, el hexaclorobenceno, y los bifenilos policlorados se forman y se liberan de forma no intencionada a partir de procesos térmicos, que comprenden materia orgánica y cloro, como resultado de una combustión incompleta o de reacciones químicas. Las siguientes categorías de fuentes industriales tienen un potencial de formación y liberación relativamente elevadas de estos productos químicos al medio ambiente: a) Incineradoras de desechos, incluidas las coincineradoras de desechos municipales, peligrosos o médicos o de fango cloacal; b) Desechos peligrosos procedentes de la combustión en hornos de cemento; c) Producción de pasta de papel utilizando cloro elemental o productos químicos que producen cloro elemental para el blanqueo; d) Los siguientes procesos térmicos de la industria metalúrgica: i) Producción secundaria de cobre; ii) Plantas de sinterización en la industria del hierro e industria siderúrgica; iii)Producción secundaria de aluminio; iv)Producción secundaria de zinc. Pueden también producirse y liberarse en forma no intencionada dibenzoparadioxinas y dibenzofuranos policlorados, hexaclorobenceno y bifenilos policlorados a partir de las siguientes categorías de fuentes, en particular: a) Quema a cielo abierto de desechos, incluida la quema en vertederos; b) Procesos térmicos de la industria metalúrgica no mencionados en la parte II; c) Fuentes de combustión domésticas; d) Combustión de combustibles fósiles en centrales termoeléctricas o calderas industriales; e) Instalaciones de combustión de madera u otros combustibles de biomasa; f ) Procesos de producción de productos químicos determinados que liberan de forma no intencional contaminantes orgánicos persistentes formados, especialmente en la producción de clorofenoles y cloranil; g) Crematorios; h) Vehículos de motor, en particular los que utilizan gasolina con plomo como combustible; G u í a C i u d a d a n a 12 i) Destrucción de carcasas de animales; j) Teñido (con cloranil) y terminación (con extracción alcalina) de textiles y cueros; k) Plantas de desguace para el tratamiento de vehículos una vez acabada su vida útil; l) Combustión lenta de cables de cobre; m) Desechos de refinerías de petróleo. La Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL), fundada en junio de 1983, es una red de organizaciones, instituciones, asociaciones e individuos que se oponen al uso masivo e indiscriminado de plaguicidas, planteando propuestas para reducir y eliminar su uso. Fomenta alternativas viables para el desarrollo de una agricultura socialmente justa, ecológicamente sustentable y económicamente viable, que permita alcanzar la soberanía alimentaria de los pueblos. Asimismo, objeta los cultivos transgénicos porque atentan contra la salud y la diversidad biológica. RAP-AL es el centro regional para América Latina y el Caribe de Pesticide Action Network (PAN), organización establecida en 1982, con oficinas regionales en Africa, Asia, Europa, América del Norte y América Latina. Esperamos su reporte de la realidad local en lo referente a este tema en: RAP-AL: Av. Providencia No. 365 Dpto.41, Santiago de Chile Tel./Fax: 56-2-341 6742 rapal@rapal.cl www.rap-al.org Y/o Gobierno de Chile: CONAMA Teatinos 254 / 258, Santiago Centro, Santiago. Teléfonos: Recepción : (56-2)2405600 / Fax: (56-2)2441262 Correo electrónico: informacion@conama.cl