EJEPCITO Revista ilustrada Ministerio de las Armas y Servicios del Ejército • Ejército junio - Revista ¡lustrada de las Armas y Servicios 1964 - año XXV - sumario número 293 La didáctica militar teniente coronel de Artillería, lacios Muñoz J. Pa 3 Acerca de los principios del arte de la guerra capitán de Ingenieros del Sv. de E. M., R. Martín-Cifuentes y Miró 7 Reflexiones sobre la guerrilla. acción guerrillero capitán de Ingenieros deI 5v. de E. M., A. Mir Salas 11 II. La La investigación operatoria. 1. Ca rocterísticas. Posibilidades. Campos de aplicación coronel RipoIl de Ingenieros C. Samaniego 19 Descubrimientos arqueológicos de la época romana en la frontera hispa no-gala (Milicia y arqueología) capitán de Infantería del Sv. de E. M., E. Osset Moreno 27 Estudios sobre aspectos concretos de la táctica: La Sección de fusiles en defensiva capitán de Infantería D. Serrodillo Ballinas y teniente de Infantería L. Gróvalos González 35 Los Servicios del Regimiento blinda do de Caballería comandante de Caballería del 5v. de E. M., F. Quintero Morente 37 Información e ideos y reflexiones Importancia de España en la estrate gia de los EE. UU. F. Blanc. (Traducción del general de Brigada de Infantería A. Romero de Arcos) 45 Los alemanes en las zonas ocupadas de Rusi.a durante la segundo guerra coronel E. Lederrey. (Traducción de la Redacción de «Ejército») 49 53 Notas breves inámico del automatismo de las ar mas portátiles M. Fry. (Traducción del coronel inge niero de Armamento y Construcción, P. Salvador Elizando) 54 59 De Criptografía Regulación de escalas coronel de Infantería del Sv. de E, M., 63 N. Ariza García (1) A. Kerever. (Traducción del general de División E. Alamán Ortegal 65 El estolinismo en la U. R. S. S. Leo Moulin. (Traducción del general de División E. Gallego Velasco) 67 Información Del «Boletín mensual de Información del E. M. C.» 69 El conflicto Desarrollo chino-soviético militar extranjera de la actividad Guía bibliográfica espaoIa teniente coronel de IntendencIa J. Rey 72 de Pablo-Blanco (Redacción) 79 ejército REVISTA ILUSTRADADE LAS ARMASY SERVICIOS Madrid, Junio 1964—AíioXXV—Núm. 293 Depósito Legal: M. 1.633-1958 DIREcroft ALFONSO FERNANDEZ, Coronel de E. M. CONSEJO DE REDACCIÓN General de División, Excmo. Sr. D. Emilio Alamán Ortega, en reserva. General de División. Excmo. Sr. O. Juan Pérez-Chao Fernández, de la Empresa Nacional «Santa Bárbara». General de División, Excmo. Sr. O. Enrique Gallego Velasco, del Consejo Supremo de Justicia Militar. General de Brigada. Excmo. Sr. O. José Díaz de Villegas, Director General de Plazas y Provincias Africanas. General de Brigada, Excmo. Sr. O. Gonzalo Peña Muñoz, en reserva. General de Brigada. Excmo. Sr. D. José Otaolaurruchl Tobla. Del Servicio Militar de Construcciones. General de Brigada, Excmo. Sr. D. Alfonso Romero de Arcos, a las órdenes del Ministro del Ejército. Coronel de Ingenieros, del Sv. E. M., O. José Casas y Ruiz del Arbol, de la Subsecretaría del Mi nisterio del Ejército. Coronel Ingeniero de Armamento, O. Pedro Salvador Elizondo, de la Dirección General de Indus tria y Material. Coronel de Infantería, del Sv. E. M., D. Narciso Ariza García, Jefe de la ,a Zona Instrucción Premilitar Superior. Tte. Coronel de Intendencia, D. José Rey de Pablo-Blanco, de la Escuela Superior del Ejército. PUBLICACION MENSUAL Redacción y Administración: Alcalá, 18, 4.° MADRID (14) Teléfono 2.225254 :-: Correspondencia: Apartado de Correo. 312 Para Para Para Para Núiicro PRECIOS DE ADQUISICION militares ca suscripcióiZ!ectiva por intermedio de los Cuerpos militares en suscripción particular (por Semestres adelantados) el público en general, por suscripción anual20 el extranjero, en suscripción anual400 suelto.. ... ,.. Correspondencia Correspondencia para colaboración, para suscripciones, 11 pras. ejemplar. 70 » , , 211 al Director al Administrador;1] Las ideas contenidas en los trabalos de esta Revista representan únicame la opinión del respectivo firmante y. no la doctrina de los organismos oficia AI.Ih 1Q A ° MAflPIfl 1A - TI ‘VY Ç’) ÇA Ar,r,r*,ip1.p ,4 ;0] lA DIDACTICAMILITAR Teniente coronel de Artillería José PALACIOS MUÑOZ, Montaña número 21. JUSTIFICAcIÓN Confieso que le he tenido y le tengo gran afición a la «didáctica» en general. Por supuesto, que esto no quiere decir que me considere a mí mismo como inspirado por la musa del «Arte de Enseñar)) (bue no, si es que hay esta musa), ni tampoco que me crea lo suficientemente capacitado como para rea lizar un trabajo monográfico relativo a géneros di dácticos. Pero declaro—en tono quizá un tanto jus tificativo de este trabajo y de los dos que le han precedido en las páginas de esta Revista—que aque lla afición hacia la cosa pedagógica y didáctica ha ido creando primero, y fomentando después en mi ánimo, una inquietud que, lejos de saciarse, va cre ciendo y me apasiona. Creo, pues, llegado el mo mento en que, anticipándome a una posible consun ción del fuego que la vivifica, exponga mis empíri cas observaciones al respecto y trate de contagiar a los oficiales de esa inquietud que a mí me afecta. Por mi parte estoy plenamente convencido de que, por ser la ((didáctica» el «arte de enseñar», y siendo como es una privativa misión del oficial la de ins truir, la de enseñar, la de doctrinar, es decir, la de comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos y doctrinas, así como también la de comunicar reglas de conducta—que todo eso es enseñar—, la «didác tica militar» debe ser tenida por todos los profesio nales del Ejército, más que como un arte, como una ciencia, de cuyo estudio y especialización se precisa, y que, como tal, obliga en muchos de los momentos de nuestro diario servicio. No puede ser relegada al ámbito de los centros docentes del Ejército, ni mu cho menos al interior de una decorosa vitrina, como pieza de museo. Y como en los trabajos precedentes abogábamos por la actualización y modernización de la enseñan za militar, que ya va evolucionando, y en ellos hacía mención a nuevas técnicas y sistemas didácticos me diante ayudas visuales valiosísimas—al tiempo que exponía mis modestos conocimientos sobre la mo derna didáctica militar norteamericana—que he re cibido en persona, parece lógicp que intente buscar, para mayor abundamiento de las teorías allí expre sadas, pcisibles métodos o formas españolas al pro blema de la enseñanza militar en las unidades de nuestro Ejército. He de hacer constar también, como preámbulo y justiñcación, que pretendemos que nuestra labor no del Regimiento de Artillería de sea impertinente, como lo sería si intentásemos ha blar de enseñanza militar en su aspecto orgánico y constitutivo; en cambio, lo que haremos—en más modesta escala, pero también interesante—será tra tax de la «didáctica militar» bajo el aspecto funcio nal y de puro ejercicio. Si a lo largo de estas líneas nos referimos alguna vez a elementos orgánicos y constitutivos existentes, es porque quizá una moder nización en la metodología traiga consigo la necesi dad de algún cambio o, incluso, de modestas crea ciones orgánicas que le capaciten para adquirir un carácter más extensivo en el desarrollo de su ejerci cio funcional. ESTRATOSoz LA zNSzÑANZA MILITAR En el ámbito de nuestro Ejército en la actualidad, la enseflansa militar sistematizada, es decir, «la di dáctica militar)), tiene su asiento y sustento dentro de dos diferenciados círculos o estratos, cada uno de los cuales posee un diferente radio de acción y des arrollan su actividad específica valiéndose de estilos didácticos diferentes también. Estós estratos son, por un lado, el de las «Acade mias» (General y Especiales), y, por otro lado, el de las «Escuelas» (las de Aplicación de las Armas y las Especiales y Superiores). Ahora bien: aunque tanto en uno como en otro es trato la enseñanza es lo esencialmente sustancial y prominente, su funcionamiento didáctico se viene realizando sólo de puertas adentro, esto es, sin ge neral disposición, salvo escasas excepciones. En el primer capítulo de este trabajo, cuando con testábamos a la pregunta que nos hacíamos respecto al «dónde y cuándo» hemos de atacar el problema de la enseñanza militar, decíamos que era necesario reforzarla mediante el ensayo de nuevos métodos ((en todo lugar en donde fracciones del Ejército se encuentren ubicadas», y que, consecuentemente, no es ya hoy éste un tema que deba ser desarrollado con exclusividad en el interior de academias y de escuelas, sino que por presentar una especial faceta —la de la necesaria y constante actualización de co nocimientos por los individuos de la colectividad— se ha convertido en una cuestión de normalización, de generalización y de «difusión» de las técnicas y doctrinas que coordinen la formación de criteTiqs. Todo ello, decíamos, con un carácter permanentQ en 3. Concentración de fuego jipo «Time on target». (Del material de proyecciones el tiempo, pero no rígido en la forma, ya que, de existir, es preciso que vaya impregnado de esa fiexi bilidad que cualquier enseñanza que se halle sujeta a la ley de continua evolución debe poseer. En efecto, se nota ya la falta de una didáctica per manente de tipo difusivo y trascendental procedente de los centros directivos de la enseñanza, y estamos, como muchos, en la creencia de que debiera tener vida, dentro de las escuelas militares, una rama nue va capaz de absorber las técnicas y procedimientos actuales, de elaborarla, de sistematizarla y, en la me dida que dichas técnicas vayan adquiriendo categoría de normativas, de difundirla directamente a las uni dades para ser asimiladas por los cuadros de mando, aun antes que se decrete formalmente su definiti va reglamentación. No basta ya—pongámonos la mano en el corazón— ni con artfculos de revistas nacionales o extranjeras, en cuyas ideas sólo se expresa la opinión del firman te, ni con los boletines de información, que tienen siempre una difusión más o menos limitada o res tringida. Ya quedó, por otra parte, bien sentado que, en la época en que vivimos, no se puede fiar—como 4 de la Escuela de Fon Still, Estados Unidos.) quizá de antiguo pudiera haóerse—en que la difusión de este tipo sea la única fuente de información y de actualización de conocimientos, porque, desgraciada mente hoy, y por muchas razones, esto es sólo via ble, no ya Ünicamente para los estudiosos, sino para los que entre éstos dispongan de tiempo para serlo. Y, sin embargo, la tal actualización nos es radi calmente necesaria y precisamente a todo lo largo de la vida profesional ((activa)). Hoy ya la implacable y vertiginosa ley de evolución Impera sobre técnicas y materiales y no permite ni la espera de los años ni es suficiente para vencer su fuerza, la personal, singular y esporádica verificación de conocimientos mediante una asistencia minoritaria a cursos que, además de cortos y caros, son únicamente realiza bles en el interior de las aulas de aquellos centros docentes para los que proporcionar esta información es de su exclusiva competencia. Y aviso al llegar a este punto que no estoy tratan do de hacer una apología de los tan discutibles ((cur sos por correspondencia)), como quizá a alguno pu diera parecer. Nada más lejos de la verdadera rea lidad de lo que pretendo indicar, y que es esto: la creación de una «didáctica de escuela» oficialmente amparada y abastecida con la cooperación del actual Centro de Fabricación de Ayudas a la Instrucción, y que determine la figura y presencia real de métodos y procedimientos que han de servir de mucho para crear y mantener el tan necesario espíritu en las doc trinas, en los métodos y en el tecnicismo cientffico militar. Y está bien. Es de creerlo... Esta es una de las razones por las que lamento que este trabajo de tipo monográfico que estoy realizando no se pueda convertir en otro tipo de «seminario», mucho más fructífero sin duda en todos los aspectos, y en el que los interesados en este estudio pudiéramos asistir de alumnos bajo la sabia dirección de profesores espe cializados... Sin embargo, y como esto de momento si que no es asequible, quiero y debo ya mismo re futar el aserto y librarme de la estocada. ¿EscoLAsTIcIsMo MILITAR? ¿Puede existir, o no, un escolasticismo militar? Sí. Me resistía a emplear la palabrita y he tenido Yo me remito simplemente al hecho real y certí que claudicar porque, diccionario de la Real Acade simo de que, para inculcar y mantener procedimien mia de la Lengua en mano, a tal palabra correspon tos o formas de hacer en toda su pureza, inclusive de tal concepto de «espíritu de escuela en las doctri aquellos métodos y procedimientos a los que obliga nas, etc,». He de plantarla, pues, aquí, aun a trueque la aplicación estricta de las técnicas constreñidas en de tener que ponerme inmediatamente en guardia el rigorismo de los párrafos de los reglamentos, es contra el posible ataque que de un supuesto grupo necesario desarrollar una didáctica especial que, na de lectores de más edad que sin vacilación, y aunque cida en las escuelas correspondientes y salvaguarda sea con ánimo de sana polémica, puede intentar ti das por ellas, es la que crea o deja de crear eso que rarme su primera estocada con el antiguo florete de se llama «unidad de doctrina». Pues bien: si en la «que no existe más escolasticismo militar que aquel milicia la unidad de doctrina en técnica, métodos y que está sabiamente encerrado en el sancta santo procedimientos es tan ineludible como necesaria de rvm de nuestros reglamentos». ser mantenida, una didáctica militar que consiga El «Fadac», computador electrónico para tiro de grupo. 5 Entonces se ambienta, toma contacto, vive por un tiempo la vida del estudioso, actualiza sus conoci mientos; dentro ya de la escuela es incluso informa do de nuevas teorías que podrán llegar a ser futuras cuestiones normativas o reglamentarias, trabaja en equipos de moderno material y puede que hasta llegue a comenzar a especializarse en algo concreto; pero termina su curso, obtiene un grado y, de inme LA DIDÁCTICA DIFUSIVA diato, pierde la ligazón y, con la ligazón, «el escolas Pero no basta, entonces, con las dos categorías de ticismo)); y se oxida nuevamente para terminar, qui la ((didáctica militar)) actualmente existente. En efec zá, vivaqueando en un ambiente de prematura cadu cidad profesional al calor de sus recuerdos, sin cons to, volviendo al hilo de nuestro cortado raciocinio tatar que se encuentra a la orilla de un río que, pa acerca de los distintos estratos de la enseñanza mi sando y pasando, lleva constantemente entre sus litar, y dando por hecho que debiera existir una per frescas aguas nuevas concepciones, nuevas teorías, manente y real difusión de los conocimientos de ac tualidad, se nos presenta ahora un nuevo plano en nuevas materias, nuevas técnicas y nuevos medios de el que la didáctica militar ha de ser desarrollada: es acción..., y de pronto, ¡cataplum!, le sorprende la aquel en que se ha de mover y desarrollar una en riada de uno o de varios reglamentos—que a él se le antojan revolucionarios—que le arrollan y le dejan señanza que, emanada de las escuelas, centralizada inconsciente y turulato, aunque los tales sólo tengan en un organismo estructurado en ellas y difundida mantenerla es, por si sola, suficiente y capaz de au tcntificar y dar vida a un ((escolasticismo militar)), en tendiendo como tal ((el espíritu de escuela en las doc trinas, en los métodos y en el tecnicismo científico)), como la definición del concepto obliga. con la cooperación del ya existente Centro de Fabri cación de Ayudas a la Instrucción, vaya a parar di recta y masivamente a las salas de conferencias de los cuarteles. A este nuevo estrato podríamos denominarle el de la «didáctica escolástica difusiva)), y con él ya serían tres los planos de desarrollo de la ((didáctica mili tar)), a saber: el de la ((didáctica militar académica)), el de la ((didáctica militar escolástica)) y el que aca bamos de bautizar con el nombre de ((didáctica mi litar escolástica difusiva)), que es la que prácticamen te no existe hoy, y que de existir completaría de modo efectivo la instrucción de los oficiales dentro mismo de la esfera de acción de su trabajo, median te una acción doblemente beneficiosa: la de prepa rarles para la realización de los cursos «de presente)) que deben verificar en las escuelas, y la de prolongar y actualizar en todo momento sus conocimientos más allá del espacio de sus aulas, tras el corto período de tiempo que los referidos cursos ocupan. Hoy no existe esto, y ¿qué ocurre? Que el oficial casi se encuentra como un extraño en la casa misma en donde radica el alma-mater de sus conocimientos profesionales... Bueno, quizá sea. un poco duro el así expresarlo, pero no ‘vamos muy descaminados si consideramos la realidad de los ‘hechos y vemos que, generalmente hablando, es merced a la labor previa —intensiva y coactiva—que realiza con miras al exa men que le aguarda, por lo que se pone al corriente de unas cuestiones profesionales que, con anteriori dad a esas fechas, también debieron haberle intere sado y, de hecho, le interesaban en el diario ejercicio técnico de su profesión. Mas si con más o menos es fuerzo tiene ahora que estudiarlas, signo es evidente de que no poseía tales conocimientos o que los co nocimientos que poseía han evolucionado a sus es paldas. la categoría de provisionales... Sí, convenzámonos: una labor escolástica, difusiva y continuada, evitaría posibles errores y obtendría —en el trabajo de índole técnica—unos resultados mucho mejores por parte de unos oficiales que hoy no disponen de fuente oficial adecuada en la que sa eiarse «obligatoriamente», sientan o no la acucia de la sed. CONCLUSIÓN Quede, pues, como conclusión y por exhaustividad bien explícita la idea de que es hacia una didáctica escolástica y difusiva, regularizada y sistemática, so bre la que intentamos dirigir nuestros fuegos como objetivo de este y de los precedentes trabajos (los re lativos a la «enseñanza militar y las ayudas de ins trucción)) y al «método audio-visual de enseñanza))), aspirando a que les sigan otros como eco del impac to que esta cuestión produzca en la inquietud ajena confiuyentes todos en la necesidad real de una mo dernización de la enseñanza militar, como la que actualmente se encuentra ya en vías de desarrollo. Y todo ello porque creemos firmemente que es tiem po ya de conseguir que las Escuela Militares sean abastecidas de los medios necesarios que les liberen de su actual didáctica—de tipo no escolástico pre cisamente, sino de tipo marcadamente académico—, como el que hoy les caracteriza. Conseguido ello, ten dremos que ayudarle todos a que sean mantenedoras de un «escolasticismo militar)) doctrinal y perdura ble, anticipado y subsiguiente a la publicación del ri gorismo articulado de los reglamentos, por demás excesivamente laboriosos y tardíos en cuestiones que, como las de la técnica militar, no están sujetas, ni mucho menos, a temporal inmutabilidad. ftCERCA DE [OSPRINCIPIOS DELARTE DELAGUERRA Capitán de Ingenieros del Si’. de E. M., RamónMARTIN-CIFUENTESY MIRO, del Los tratadistas militares de los diferentes países, al igual que las doctrinas oficiales respectivas, han definido y precisado siempre diversos principios fun damentales del arte de la guerra. Muchos de los con signados por unos no figuran en las relaciones de los demás. Las doctrinas se limitan a establecerlos como axiomas sin posible demostración. Como quiera que el tema es pródigo en sugei’encias, las consideracio nes que siguen giran sobre el mismo y son redacta das sin otra finalidad que ofrecer un proceso lógico para el estudio de este asunto. - La actividad bélica del hombre—la guerra—sólo es una de las muchas que a lo largo de su existencia puede desarrollar, ya se le considere como individuo aislado o, en colectividad, como nación. Es una fa ceta importante, pero parcial, de su actividad huma na toda. Por ello, más que principios de la guerra, hemos de buscar axiomas o constantes de acción. Toda actividad, entendida en su sentido más am plio y general, requiere para su feliz conclusión la concurrencia de una serie de circunstancias tan de finidas que, precisamente por darse siempre en el tiempo y en cualquier actuación, podemos considerar como constantes de acción o de actividad. Estas son —no pueden ser otras—las siguientes: «conocer» lo que creemos que se ha de hacer, «poder» llevarlo a cabo y «querer» hacerlo. Faltará, por último, «reali zarlo». En resumen, podríamos decir que se trata de hacer bien o mal lo que debemos, podemos y quere mos hacer. Hemos formulado, en realidad, los motivos, causas o pretextos de todo acto humano. Por tal se entien de el realizado voluntariamente, con libertad y conocimiento de fin. Hay realizaciones que no pueden encajar en la categoría de actos humanos por no reunir alguna de aquellas notas; pero la actividad que ahora nos ocupa, la guerra, no podemos admitir M. Ç, que pertenezca a este grupo ajeno a los actos hu manos, dado el punto de vista filosófico adoptado. En cuanto al orden en que los citamos, es el natural en el proceso de un acto. Al tratar de aplicar el punto de vista citado a la faceta guerrera de la actividad humana, aparecerán ante nuestra vista, después de un detenido examen, una serie de ideas o conceptos, de contenido esen cialmente militar, configurantes de las distintas cons tantes citadas. Tales conceptos o ideas, en su conjun to, representarán la formulación concreta de cada una de aquellas constantes en su dimensión bélica. Tendremos así que el «querer» bélico, por ejemplo, se definirá por una serie de ideas generales que, par cialmente consideradas, no representarán más que una fracción o aspecto de aquel «querer». Y lo mis mo las demás. Con lo hasta ahora dicho basta para comprender la gran variedad de «principios» inmutables hasta la fecha formulados y la aparente incongruencia que existe en esa diversidad de los admitidos por distin tos países o tratadistas. Se tratará sólo de una se lección, más o menos afortunada y completa, obte nida a partir de aquellos conceptos «configurantes» citados. Esto en cuanto a los principios. Por lo que respec ta a los procedimientos, cuya variación en el decur so de la historia y su gran flexibilidad de aplicación —de acuerdo con las circunstancias especiales delmomento—es algo que todos admitimos, cabe decir que únicamente son el modo concreto de actuar para que nuestra actividad esté acorde con los principios integrados en aquellas constantes. Tras esta a modo de introducción y sin ánimo de sentar doctrina, consideraremos brevemente cada una de aquellas constantes en su faceta militar. Presen taremos al lector, más que una relación definitiva y exhaustiva de principios—labor por encima de nues tros propósitos y condiciones—, una línea de pensa mientó que tal vez ha llevado a las diferentes doc- trinas a fijar como principios los que en las mismas aparecen con el solemne clfflcativo de inmutables. medios a fines. Y como constante deducida de la idea de libertad, implica la ausencia de una coacción externa (enemiga) tal que impida toda alternativa. Es contar con el instrumento adecuado para la la bor y poderlo manejar. (Si tal instrumento no existe Consideremos, pues, aquella primera constante: y se tratara de crearlo, el «objetivo» sería entonces « conocer exactamente lo que se ha de hacer)). otro y no hace al caso.) Ante todo, este ((conocer)) no se entiende en el sim Determinar cuáles sean los conceptos bélicos deter ple sentido de comprender perfectamente la misión minantes del «poder» es labor ardua. También des que se nos haya ordenado realizar. Le damos al «co pués de un somero análisis admitimos los siguientes, nocer» toda su amplia dimensión de saber lo que se que sin más explicación de su presencia aquí que una quiere o pretende en último extremo y de saber ele ligera meditación sobre ellos pasamos a enumerar: gir lo que conviene: tiene un sentido trascendente superioridad moral y material sobre el enemigo de finalidad o propósito que en escalones tácticos en conjunto y en cada acción concreta; vendrá fijado por el Mando en su idea de maniobra, solidez de la retaguardia; pero que en la alta cima del Mando político y mili suficiente base económica e industrial del país, tar exige una previa labor compleja, encaminada a etcétera. la fijación y formulación concretas de un objetivo último, de un plan o propósito general. Ello en cuanto a tener el instrumento. En cuanto Lo anterior hace que por algunos se haya definido a la libertad de actuar con él, están: esta constante como «principio de objetivo» por seguridad, con sus factores anexos de informa creerse que tal denominación resume y comprende ción, medidas de protección y secreto; bien sus conceptos o términos bélicos configurantes. libertad de acción en su doble vertiente de li Pasando a cuáles puedan ser éstos, aparecen » bertad de «concepción-decisión» y de «planifica nuestra consideración, en un primer análisis, los si ción-realización»; guientes: sorpresa, etc. Coincidencia de los objetivos político y militar Si tratáramos de buscar una idea que definiese un de la guerra o, al menos, coordinación de sus principio inmutable comprensivo de tales conceptos, exigencias respectivas. Unidad de mando que deflna aquellos objetivos. nos veríamos en un aprieto. La misma expresión «ac Confrontación a priori de tales objetivos prefi ción de conjunto», aun en un sentido diferente al an jados con las posibilidades de su realización (se tes empleado cuando hablábamos del «saber», podría trata de ver si el instrumento a emplear es bas servirnos. Tal vez la mixta de «superioridad y liber tad de acción» fuese más exacta. Otros preferirán la tante para el trabajo previsto). Decisión que fije concretamente aquellos obje denominación general de «seguridad». Quede así la tivos después de seleccionados y ponderados, cuestión por el momento. etcétera. Cuáles de ellos deban ser elevados a la categoría de principios inmutables, es más discutible. Admitamos, La tercera constante de las expresadas es «querer)) si acaso, el llamado «principio de objetivo», por con siderar que los sintetiza bastante bien de acuerdo hacer aquello que se puede y se desea. Supone, en con lo señalado. En un sentido menos definido podría definitiva, templar el instrumento con que contemos también pensarse que el logro simultáneo de todas —y que podemos manejar—para ponerle en condicio las ideas configurantes citadas se conseguiría con una nes de uso. Los conceptos específicamente militares incluidos apreciación conjunta de sus respectivas exigencias y que la expresión «acción de conjunto», entendida nn en este «querer» tienen iguales dificultades para ser este sentido amplio, podría dar nombre al principio determinados con precisión que los integrantes de las constantes anteriores. Consecuentes con nuestró derivado de esta constante. Igualmente podríamos elegir como principios in deseo de ofrecer algunos de ellos al menos, podemos mutables no sólo los términos «objetivo» y «acción adoptar, sin duda, cuantos siguen. En primer lugar, la de conjunto», sino toda la gama de conceptos inte «movilización», entendida como orientación a la lucha gradores citados: «unidad de mando», «coordina de cuantos recursos disponga el país. En el restrin gido marco táctico sería la «concentración» de los ción)), «elección», etc. medios todos a un mismo fin. Como este «querer» entraña una voluntad de ac ción—independiente de la acción misma—manifesta La segunda constante—epoder» hacer lo que sabe da en las de «movilización)) y «concentración» men mos es nuestro objetivo—entraña una adecuación de cionadas, podemos citar aquí como ingrediente del — — — — — — — — — — 8 «querer» la voluntad de vencer, reflejo en suma de un espíritu de acción ofensiva. Implica también el «querer» otros conceptos: dis ciplina, instrucción, etc. Supone una planificación asi mismo. Muchas ideas concordantes más podrían traerse a colación: iniciativa, audacia, explotación del éxito, economía de fuerzas, impulsión, cooperación, etcétera. Si hemos de elegir alguno o varios conceptos para considerarlos principios, después de eludir conside racionesidénticas a las antes citadas sobre la «acción de conjunto»—que, al igual que en anteriores cons tantes, podría resumir imperfectamente el «que rer»—, nos quedaremos, como más comprensivo a nuestro entender, con el de «movilización». Entresa camos, además, la voluntad de vencer y la explota ción del éxito como más importantes. Con el «hacer» entramos en el variable terreno de los procedimientos: presupone un empleo acertado del instrumento combativo, ya sea éste el conjunto de los recursos de un país o tan sólo una unidad combatiente. Siendo este «hacer» la actuación concreta del hombre en el campo de la realidad exte rior, fuera ya de todo proceso cognoscitivo-volitivo interno, comprenderá las técnicas particulares de proceder que el estado del arte militar de su tiempo y el progreso de los medios de combate le aconse jen, entrando en parte elevada la capacidad creadora, artística—no en vano se habla de arte militar—, que su personalidad le dicte. Estos procedimientos varían al compás de las épo cas y se reflejan en las doctrinas oficiales que supo nen un marco o límite insoslayable para la genera lidad de los actuantes. Pero su evolución histórica no se opera por decisión oficial que cambie aquellos postulados. Es el genio militar, ese hombre que en toda contienda aparece en raros ejemplares quien, al estar dotado de la doble capacidad de artista crea dor y de conocedor profundo de lo hasta el momen to reglamentado, perfecto artífice, además, del instru niento puesto en sus manos, ve la necesidad de sa lirse de los cauces que puedan representar aquellos reglamentos por estar desbordados ante los medios nuevos que surgen, y dejando de ser artesano de .!a profesión se convierte en artista al trazar nuevos caminos y orientaciones, nuevos procedimientos en suma, que a los demás nos servirán de enseñanza y concluirán por incorporarse al variante acervo de lo reglamentario. lificarlas en seguida de principios inmutables. Pero, por no ser menos en audacia, elegiremos también nuestros principios. Hasta el momento hemos seleccionado los siguien tes: objetivo y acción de conjunto, de la primera constante (conocer); acción de conjunto, superiori dad, libertad de acción y seguridad, de la segunda (poder); y, por fin, movilización y acción de conjunto, voluntad de vencer y explotación del éxito, de la ter cera (querer). Si de entre todos ellos hemos de elegir dos o tres como más generales y comprensivos de toda la ac tividad bélica del hombre, y aun a riesgo de que su excesiva amplitud—que inexorablemente hay que dar les ahora—vaya en perjuicio de su exacta precisión c determinación, podríamos seleccionar éstos: — — O»mrivo. Entendido en el sentido de meta de nuestra actividad. En él queremos encerrar el resultado del indispensable proceso cognosciti vo previo a toda actividad a realizar. LIBERTAD DE AccIÓN. Tomada como reflejo exacto de nuestro «poder>,. Será la capacidad de obrar, — no guiada por imposiciones tiránicas enemigas ni por limitaciones propias invencibles. VOLUNTAD DE VENCER. Espejo de un indudable «querer llevar a cabo nuestro cometido». Con lo dicho hasta el momento creemos hay bas tante para poner de manifiesto lo difícil y arriesgado Eludimos el de acción de conjunto precisamente que resulta elegir tan sólo tres o cuatro ideas y ca- por la vaguedad que toma en aras del excesivo al- 9 cipios no tiene más valor que el puramente especu lativo. Su estrategia de aproximación indirecta—en cuya valoración no entramos—es un canto a unos tipos de procedimientos estratégicos que presentan el común denominador de su esencia «indirecta)) en el perse guir de su finalidad. Liddel Hart abona la idea de que no puede redu cirse el arte de la guerra a la formulación de una serie de principios expresados por la simple enuncia ción de una frase breve o de una sola palabra. Al pretender darle esta configuración tan escueta, su excesiva sobriedad les hace perder totalmente su sen tido, y entiende que su interpretación varía con el S.S pensamiento que cada intérprete de ellos posea de antemano. Ello no impide que establezca unas má De intento hemos dejado para el final hacer unas ximas a modo de principios (2). consideraciones acerca de uno de los tratadistas más La deducción de estos axiomas o máximas regula originales y profundos de nuestro tiempo. doras de la actividad bélica, que en su esencia están La estrategia de aproximación indirecta del inglés a caballo a veces de lo que entendemos por princi Liddel Hart podría resumirse diciendo que, en la gue pios o procedimientos separadamente, es puramente rra como en la paz, el camino más corto entre dos empírica. Partíendo del estudio detallado de nume puntos (léase deseo y satisfacción, iniciación del com rosas campañas—algo influido sin duda ya a priori bate y victoria) casi nunca es la línea recta. Esta por las conclusiones que anuncia, desde el primer afirmación, que refrenda con abundantes ejemplos instante, que va a obtener—, sintetiza, por vía induc históricos, la actualizan hoy nuevos tipos de guerra: tiva, aquellos axiomas partiendo de lo que sólo son psicológica, subversiva, etc. Para Liddel Hart existe meros procedimientos. Con ello sigue un camino in un único principio, «la concentración)), cuya exacta verso del insinuado en nuestras anteriores líneas, pu comprensión precisa de una explicación discursiva, ramente deductivo. no demasiado amplia, pero indispensable (1). Tam (2) Ajustar el fin a los medios disponibles. bién advierte que el trabajo de investigar los prin No perder nunca de vista el fin. canee que hemos pretendido darle. Como resumen imperfecto de todos los seleccionados, cabe reservar para él un lugar en aquella lista. Queden los restantes..—superioridad, seguridad, et cétera—como principios de segundo rango. Sin proponérnoslo de antemano hemos trazado una tabla muy similar a la que nuestra doctrina preconi za. Sirva lo expuesto, por tanto, como muestra im perfecta del camino que posiblemente se siguió en su fijación y como sugerencia para que otros pro fundicen en estas ideas pletóricas de sugerencias y posibilidades. — — (1) ((Concentraciónde la fuerza contra la debilidad)). Esta concentración depende de la dispersión de la fuer za del contrario, lo que a su vez es fruto de la distribu ción de la propia, la cual proporciona la apariencia y el efecto parcial de la dispersión. Dispersión propia, dis persión enemiga, concentración propia, tal es el orden lógico en que cada término deriva del anterior. La ver dadera concentración es el fruto de una dispersión calcu lada. (Lxeoa HART: La estrategia de aproximación indi recta.) — — — — — Escoger la línea (o acción) más inesperada. Explotar la línea mínima de resistencia. Escoger una línea de operaciones que ofrezca objetivos alternativos. Cuidar de que sean flexibles tanto el plan como los dispositivos. No lanzar todas las fuerzas en un golpe mientras el enemigo está en guardia. No renovar un ataque siguiendo la misma línea (o en la misma forma) una vez que ha fracasado ya. (Lm0EL Usar, op. e.) 1 1 1 .1 ‘o • (1 4Jeflexiwzes sobre lagiierrilta II: La acción guerrillera. Capitán de Ingenieros del Sv. de E. M., Ántonio MIR SÁL.ÁS, del Regimiento de Zapadores Ferroviarios. En un trabajo anteriormente publicado (*), he mos definido la acción guerrillera como un as pecto de la guerra de guerrillas, consistente en la acción bélica especial, desarrollada en un territo rio ocupado y controlado por el enemigo, por una fuerza constituida por grupos armados al servicio de una idea, apoyados por la masa o parte de la población civil que habita dicho territorio y que constituye su propia retaguardia, con la finalidad de cooperar directa o indirectamente al éxito de las operaciones del Ejército regular propio o alia do y estorbar las del enemigo, o crear las condi ciones necesarias para arrebatar el control de aquel territorio al enemigo. Pasemos ahora a considerar algunos puntos im portantes de la guerra de guerrillas en este aspecto. Los PRINCIPIOS Debemos convenir con que los principios que ri gen la guerra regular son aplicables perfectamen te a la lucha de guerrillas: voluntad de vencer, (*) Véase el número último. de EJÉRCITO del mes -. de mayo acción de conjunto, sorpresa, libertad de acción, aprovechamiento del éxito, economía de fuerzas. Nuestra doctrina provisional señala como prin cipios fundamentales del empleo de las guerrillas la sorpresa y la audacia. Ojeando los llamados ((siete puntos principales de la táctica de guerrillas)), que figuran en un do cumento vietnamita dado a conocer .por el e2sme Burean de E. M. des F. T N. V.», y que fueron aplicados en China, Indochina y Argelia, encon tramos los siguientes: inteligencia, iniciativa, vo luntad, resolución, secreto, celeridad y perfección. Sin embargo, a estos principios debemos añadir uno que, a juicio de algunos destacados tratadistas de este tipo de lucha, es el más importante: el de la solidez de la retaguardia. Mao Tse Tung, al ana lizar los factores constantes de la guerra revolu. cionaria (y qué son, si no, los principios?), decía: ((Distingo cinco, pero el primero es el más impor tante de los ractores que actúan constantemente: el de la solidez de la retaguardia.)) «La solidez de la retaguardia se coloca antes que el número y ca lidad de las divisiones, antes que el armamento de esas divisiones y antes que la capacidad de orga nización de los cuadros del Ejército.» Y añadía: :ti ((Cuando es preciso pasar a la contraofensiva, se debe pensar en los factores, que son naturalmente: el enemigo, el terreno, la misión, los medios; pero hay uno solamente que es esencial: el de la soli dez de la retaguardia. Si éste no existe, no vale la pena comenzar.)) Principio que debe tenerse en cuenta antes de iniciar una acción de guerrillas, asegurándose de la existencia de una retaguardia sólida, compacta, que pueda soportar el peso de la lucha. Si no se cuenta con ella, hay que tratar de conseguirla, y si no se consigue, ((no vale la pena comenzar)). Pero hemos dicho al definir la ((acción guerri llera)) que su retaguardia la constituye la pobla ción civil que habita el territorio donde se lucha, siendo ésta, a mi juicio, la característica diferen cia! de esta guerra: la superposición en un mismo espacio geográfico de la zona de combate y la re taguardia. Por tanto, como dice el coronel Lacheroy (1), el problema número uno es el de tener en las ma nos a las poblaciones que sirven de soporte a esta guerra y en medio de las cuales tiene lugar. El que las consiga o las tenga en sus manos, ha gana do ya. Afirmando el coronel Demange: Condición imperativa y primordial es el apoyo de la pobla ción, obtenida de buen grado o, a falta de otra cosa mejor, conseguido por la violencia. Esta premisa no implica que necesariamente la totalidad de la población deba estar de parte de las guerrillas para que éstas puedan iniciar su ac ción. eMiksche considera viable la fórmula siguien te: 2 a 3 por 100 solamente de rebeldes activos, apoyados por un 10 a 20 por 100 de simpatizan tes; el resto del país, deseoso ante todo de vivir en paz, observará respecto a ellos una actitud pa siva e incluso hostil. Cuando los habitantes se ad hieran espontáneamente y en mayoría a las ideas y fines de la guerra por los cuales lucha la guerri lla, la tarea de esta última es fácil)) (2). ((Creo que hay que desechar en absoluto el con cepto de que las guerrillas se bastan por sí solas con la ((colaboración)) de algunos elementos de la población civil. Lo importante, lo fundamental, no es el número de los colaboradores, sino el he cho de que exista una verdadera «organización», (1) VéaseLa guerra revolucionaria y el arma psicológica, conferencia pronunciada en la Sorbona al 2 de julio de 1957. (2) Coronel Demange. Í2 paralela a la de las guerrillas, encargada de crear, mantener y ampliar la retaguardia de aquélla.)) ((El control o la conquista de la población descansa en la existencia de una organización político-militar territorial conducente a la militarización)) (3). Esta organización, que cumplirá las funciones de base logística y gran red de información, debe rá estar forzosamente incrustada en la masa de la población y en íntima coordinación con las gue rrillas. Cuando se cuente con ella, aunque sólo sea en forma reducida, pero con perspectivas de des arrollo, entonces podrán iniciar su actuación las guerrillas. Intentarlo antes sería, al decir del co ronel Demange, e puro romanticismo)). Los PROCEDIMIENTOS Los procedimientos empleados en la guerra de guerrillas diferirán lógicamente de los usuales en una guerra regular. Se comprende fácilmente, ya que este tipo de lucha se desarrolla en unas con diciones totalmente diferentes. Esta circunstancia, que le ha valido la denominación de guerra irre gular, creo que no debe interpretarse de una ma nera total, sino más bien general. La lucha de guerrillas se libra en forma de pe queños combates independientes a cargo de dife rentes partidas, entre las que no se precisa una estrecha coordinación, como ocurre entre dos uni dades colaterales en guerra regular. En ella será posible una mayor iniciativa no condicionada por normas ni reglamentos. El empleo de estratagemas y añagazas para conseguir la sorpresa será fre cuente. Pero esto no quiere decir que los procedimien tos utilizados sean siempre irregulares. En ocasio nes la forma de operar de una guerrilla, por lo menos en algunas fases de la acción, será idéntica a la que adoptaría una pequeña unidad en el ata que a un objetivo similar en el marco de una gue rra regular. Aquí podríamos decir, parangonando nuestra doctrina provisional, que la aplicación acertada, en cada momento, de los procedimientos más ade cuados expresa la capacidad del mando de gue rrillas. (3) Coronel Demanga. ESTRATEGIA, TÁCTICA T LOGÍSTICA Este tipo de lucila tiene sus propias normas y constantes estratégicas que es preciso estudiar y conocer. Generalmente no se toca este aspecto del problema y, sobre todo, no se distingue de los as pectos táctico y logístico, que suelen ser tratados con mayor detenimiento y extensión. Sin embar go, no cabe duda de que existe y que su importan cia es fundamental. La estrategia en una acción guerrillera respon derá, entre otras, a las preguntas: ¿Cuándo?—Hemos visto que para tener garan tías de éxito es preciso preparar la retaguardia a fin de que tenga la solidez necesaria. Esta prepa ración correrá normalmente a cargo de elementos ajenos a las guerrillas, aunque en ocasiones éstas podrán colaborar a ese fin. La organización gue rrillera también requerirá su proceso. Estos facto res, junto a otros de índole diversa, aconsejarán el momento más propicio para desencadenar la gue rra de guerrillas. ¿Dóndc?—El terreno es un factor esencial en esta lucha. Las regiones accidentadas y difícilmen te accesibles a los medios motorizados son repu tadas tradicionalmente como favorables a las gue rrillas. Pero no menos cierto es que para que la acción tenga efectividad es preciso que el enemi go tenga necesidad de esas regiones. Mao Tse Tung afirma: ((No establecerse en los desiertos: el ene migo no va a los desiertos.» Aún más, entre varias regiones unas tendrán más importancia por los objetivos que incluyan que otras. La estrategia tendrá que definir zonas de esfuerzo principal, donde interese llevar la acción con la máxima in tensidad. ¿Para qué?—Que es lo mismo que decir finali dad. Será preciso marcar unos objetivos generales y unas finalidades a alcanzar en la lucha guerri llera. Todo ello en forma coordinada y en benefi cio de las operaciones que realice el Ejército re gular, caso de que exista, o de acuerdo con la po lÍtica general de la guerra, sea regular o subver siva. La táctica responderá a la pregunta: ¿cómo llevar a cabo las operaciones para alcanzar los ob. jetivos propuestos? Toda operación guerrillera de berá ser preparada minuciosamente, basándose en una amplia y segura información. Se tendrá en d La’, ¡1 E i’ 1 cuenta que «si la victoria no está asegurada, es preciso saber rechazar resueltamente el proyecto de ataque y esperar una ocasión más favora ble» (4). Esta minuciosidad vendrá impuesta principal. mente porque, una vez puesta en marcha la ac ción, cuando. la guerrilla haya iniciado su movi miento de aproximación al objetivo en grupos dispersos, será muy difícil o imposible modificar el plan trazado, toda vez que el enlace no podrá realizarse fácilmente. El secreto, preocupación constante de la guerrilla, deberá mantenerse inelu diblementes antes, durante y después de las ope (4) Los siete puntos principales de la táctica de guerrÍ lles, documento vietnamita dado a conocer por el 25 Bu rean de E. M. des F. T. N. V. ‘3 raciones. No es posible pensar en un enlace por serían lo. medios radio que, dada su indiscreción, calizados inmediatamente por el Servicio de Es. cucha enemigo. Es preciso que cada grupo y cada hombre sepa por dónde debe acercarse al objeti vo, lo que tiene que hacer y por dónde debe re plegarse para que todo sea ejecutado con el má ximo secreto y rapidez. La logística responderá a la pregunta ¿con qué? Las guerrillas se apoyan en su retaguardia, cons tituida por la población civil. En principio, apro vecharán al máximo los recursos naturales que ofrezca el país. Como ciertos elementos, principal. mente armamento y material, no se podrán con seguir y otros escasearán o no serán suficientes, debido al control ejercido por el enemigo, que tra tará de minar de esta forma la organización gile. 14 rriliera, será preciso valerse de otras fuentes, tales como depósitos secretos establecidos con an terioridad (cuando esto haya sido posible) y abas. tecimientos procedentes del exterior, transporta dos por medios aéreos, navales o terrestres. Por otro lado, pensar en mantener una guerra de guerrillas con estos últimos medios exclusiva mente resultaría muy aventurado. No debe olvi darse que «el factor esencial de la superioridad del guerrillero sobre el soldado regular es la sim plicidad de sus exigencias)) (5), que puede satis facer, en su mayor parte, sobre el propio terreno de combate. El problema logístico debe estar resuelto antes de iniciar la lucha de guerrillas. Será un punto (5) C. Rougeron. importantísimo a considerar en las fases previas instrumento de una guerra irregular. A efectos de al desencadenamiento de la misma. instrucción táctica de guerrillas puede establecerse Finalmente, consideremos que ((la guerrilla es una organización tipo, pero en la realidad no creo la estrategia del 1 contra 10, la táctica del 10 que esto sea conveniente, ni aun posible, por lo que contra 1, la acción psocológica del 1 que vale más adelante veremos. 100» (6), y podríamos añadir la logística de la El número no es lo verdaderamente importante, explotación de recursos locales al 100 por 100. sino la calidad. En toda guerrilla existirán una se rie de funciones de combate y técnicas que preci sarán ser desempeñadas por hombres capaces. Es ORGANIZACIÓN tas funciones podrán fijarse de manera general, pero no el número de individuos de cada especia Todos, o al menos la mayoría, de los que se lidad que deban constituir la guerrilla. Esto lo preocupan por este problema están de acuerdo en determinarán las circunstancias que concurran en que la guerra de guerrillas ya no se puede dejar cada caso particular, con la limitación de un mí a la improvisación. Es preciso prepararla. Incluso nimo impuesto por la necesidad de que la gue hay tratadistas que la consideran como un arma de rrilla sea eficaz, y un máximo por la seguridad y ((disuasión» muy eficaz. «El solo hecho, que no por los recursos de toda índole de que se dis puede quedar ignorado, de la preparación para la ponga. lucha de guerrillas demostrará al agresor en po Así vemos que en el folleto ((Aspectos generales tencia la resolución. del pueblo, su indómita vo de la lucha de guerrillas)) se dice que este núme luntad de luchar para sobrevivir; esto será lo mis ro puede variar entre 40 a 200 hombres. Algunos mo que la posesión de la bomba atómica: un po. tratadistas admiten de 20 a 150 hombres. En am tente factor de disuación de la guerra» (7). bos casos se acepta un amplio margen. La organización guerrillera, a mi entender, debe Dentro de cada guerrilla conviene distinguir reunir tres características fundamentales: además dos organizaciones. Una, que podríamos Territorialidad—Cada partida o guerrilla ten llamar «de mando», que comprende a todos los drá’asignada una zona, dentro de la cual actuará. Esto viene impuesto por dos razones: la de que individuos que constituyen la misma, y otra, que podríamos denominar ((operativa», que es la que todos los hombres de la guerrilla deben conocer perfectamente el terreno y la población en me se adopta para cada acción en particular, de la que lógicamente depende. La primera compren dio de la cual operan, y la de que es necesario derá combatientes, especialistas de transmisiones, evitar interferencias de unas partidas con otras, destrucciones, sanitarios, etc. La segunda solamen permitiéndoles, al mismo tiempo, una amplia ini te a aquellos que sean necesarios para la opera ciativa dentro de las directrices recibidas. ción. Las jerarquías guerrilleras, preparadas y reco Pro gresividad.—Desde el punto de vista orgáni. nocidas previamente, también se adaptarán a este criterio de territorialidad, debiendo ser reclutadas co, la guerrilla no debe ser un elemento estático, dentro de la zona en la que van a ejercer su sino flexible y con vida propia. Además de sus misiones peculiares, cumplirá una función de cap mando. Flexibilidad.—En la organización de las gue tación, instrucción, entrenamiento y organización rrillas se tendrá muy en cuenta esta cualidad. Si de nuevas guerrillas. Hay que tener en cuenta que uno de los recur las guerrillas van a actuar en zonas diferentes por el terreno, la densidad, idiosincrasia y grado de sos que ofrece una región guerrillera es precisa adhesión a la causa de la población, es lógico, pen mente el elemento humano. Las bajas que sufre sar que no podrán tener la misma constitución. la guerrilla tiene que reponerlas con los indivi Fijar una guerrilla tipo con un determinado nu duos adictos a su causa que se le incorporen. Si mero de hombres, es tratar de «regularizar)) el carecen de instrucción tiene que dársela y, en todo caso, entrenarles en este tipo de lucha y en el (6-7) Coronel Demarige. perfecto conocimiento de la región. 15 Las partidas surgirán espontáneamente o pro movidas por la acción de elementos especialmente dedicados a esta labor, de los que hablaré más adelante, pero también ocurrirá que muchos in dividuos se incorporarán a partidas ya existentes, que irán engrosando sus filas, llegando a una si tuación en la que se impondrá la necesidad y la conveniencia de partirse en dos, distribuyéndose la zona de acción entre ambas. Este proceso se re petirá cuantas veces sea necesario, resultando de esta forma una verdadera reacción en cadena. Las pequeñas unidades o los individuos del Ejér cito regular que hayan sido rebasados por el ene migo y que no cuenten con ninguna posibilidad de incorporarse de nuevo a sus filas, deberán cons tituirse en guerrillas; pero esto sólo tendrá éxito generalmente cuando exista una organización gue rrillera o quintacolumnista que les acoja y prote ja en los primeros momentos. De no ser así, lo más probable, pensando en una guerra futura, es que sean anuladas en poco tiempo. No debemos olvi dar que nuestro enemigo probable, el comunismo, es un maestro en la guerra de guerrillas por su larga experiencia. Conoce perfectamente la técni ca del control de la población y, desde el primer momento, contará con elementos adictos a su ideo logía, que actuarán en su beneficio. EL EJÉRCITO Y LA GUERRA DE GUERRILLAS ¿Cuál será, entonces, el papel del Ejército regu lar en relación con la guerra de guerrillas? A esta pregunta pienso que se podría respon der, en términos generales y ciñéndonos solamen te al aspecto tratado en este trabajo1 con cuatro palabras: preparar, provocar, controlar y apoyar la acción guerrillera. Preparación.—Comprenderá la organización e instrucción de las guerrillas y de las jerarquías guerrilleras territoriales. Esta preparación se efec tuará desde tiempo de paz y se continuará aun después de iniciada la lucha en el territorio ocu pado por el enemigo. Se incluye en este término, por ejemplo, la instrucción en el manejo de ar mamento y material suministrado a las guerrillas que así lo requieran. Provocación.—Aunque en la retaguardia enemi ga exista un determinado ambiente favorable al desencadenamiento de una guerra de guerrillas, en 16 los primeros momento pesará sobre la población una inercia que normalmente retrasará la inicia ción de la lucha. Será preciso provocarla y es timularla medianfe una intensa acción psicológi ca y la aparición de las primeras partidas de gue rrilleros. Esta provocación, este chispazo iniciador, se irá repitiendo en diversos puntos, que lógicamente responderán a una concepción estratégica del Mando. Control.—Entendido en el sentido de fijar di rectrices, que naturalmente se coordinarán con las operaciones del Ejército regular y con la política de guerra del bando propio, y encauzar y com probar la actuación de las fuerzas guerrilleras en el correcto sentido de las mismas. Hay que suponer que al margen de las partidas promovidas y organizadas por lo que pudiéramos llamar organismo oficial guerrillero, aparecerán otros grupos combatientes, surgidos espontánea mente, fruto del espíritu de resistencia de la po blación, que actuarán por cuenta propia, ajenos a las directrices emanadas del Mando. Algunos tra tadistas opinan que dichas partidas no forman par te de la guerra de guerrillas. Sin embargo, este fenómeno, que precisamente se dará con mayor profusión cuanto mejor sea el espíritu de la pobla ción, lanzada decididamente a la lucha contra el opresor, debe ser aprovechado adecuadamente. No se pueden dejar a un lado estas guerrillas «no con troladas)) o «fuera de control)), sino que hay que tratar de incorporarlas a la organización guerri llera, ¿y no será éste precisamente un aspecto im portantísimo del cometido general de control que debe llevar a cabo el Ejército? Otra cosa podría decirse de aquellas partidas que, invitadas a incorporarse al movimiento oficial guerrillero, se nieguen a acatar órdenes y preten dan hacer la guerra por su cuenta, buscando otros fines diferentes, tales como el lucro personal. Se rán partidas de bandoleros y como a tales habrá que considerarlas. Ápoyo.—Hemos visto al hablar de logística que las guerrillas se apoyan principalmente en su re taguardia, que es la población civil. Pero como generalmente no es suficiente, necesitarán ser abastecidas desde el exterior de algunos elemen tos, tales como armamento, material de transmi slones, explosivos, etc. Pues bien, ¿ste serh otro cometido muy importante del Ejército regular. En ocasiones no tan frecuentes podrá apoyarlas con otros medios para determinadas operaciones (acciones aéreas, comandos, etc.). Aclaremos que estos cuatro cometidos, expues tos de forma general, no se darán en toda su am plitud en cualquier tipo de guerra de guerrillas en la que pudiera intervenir nuestro ,Ejército. No hay que pensar únicamente en las hipótesis de ocupación parcial o total de nuestro territorio por el enemigo, sino también en lá intervención en territorio ocupado por el enemigo, bien sea en un país aliado limítrofe o incluso del propio enemigo. Para llevar a cabo todas estas misiones el Ejér cito necesita disponer, además de un órgano direc tor (8), de equipos especialmente preparados y entrenados, y contar con una doctrina que sirva de orientación a los mismos. Su misión sería or ganizar, instruir, controlar y abastecer un núcleo importante de guerrillas. Su composición, a base de unos 15 a 20 hombres, comprendería especia listas en armamento, destrucciones, transmisiones y sanitarios, principalmente. Para infiltrarse en territorio enemigo por tierra, mar o aire, deberían estar capacitados en paracaidismo, esquí-escalada y natación submarina. En este sentido se ha enfocado en algunos Ejér citos extranjeros. Así, por ejemplo, en el de los Estados Unidos existen las llamadas Agrupaciones de Fuerzas Especiales (9), formadas por equipos de composición diferente según la tnisión, aunque en general de estructura similar, cuya misión es «infiltrarse por tierra, mar o aire hasta la reta guardia enemiga y organizar, instruir, abastecer, controlar y dirigir un ((regimiento)) de guerrillas para llevar a cabo operaciones de este tipo)). En principio, el Ejército regular no debe librar por sí, o sea, por medio de ‘sus unidades, la guerra de guerrillas. Al decir Ejército me refiero a la or ganización y no a los individuos que lo integran. El que en la instrucción del soldado se incluya un ciclo de guerrillas, el que todo individuo o uni dad rebasada por el enemigo tenga el deber de p±ósegulr la lucha constltuyndose eh guerriil a, eh el cáso de no poderse incorporar a las fuerzas pro pias, no debe llevarnos a la idea de concebir la guerra de guerrillas como el combate de pequeñas unidades de fuerzas regulares en la retaguardia enemiga. Esto encajaría mejor en la moderna concepción de la táctica de ((infiltración)) (10), pero no en el correcto sentido que hoy se da a este tipo de lucha. No debemos confundir el he cho de que la guerrilla deba tener una organiza ción militar con el de que deba pertenecer al Ejército regular. El Ejército que libra la guerra de guerrillas es el organismo militar gi.ierrillero. Su soldado, el guerrillero, es único, cualquiera que sea su procedencia civil o militar. El Ejército regular está concebido para la mi sión que se le ha asignado; librar la batalla deci siva con el Ejército enemigo. A tal fin, «explota rá)) la guerra de guerrillas, pero esto no significa que tengan que ser sus unidades las que lleven el peso de la lucha. Si así fuera, cabría formulamos, entre otras, las siguientes preguntas: ¿No se mer maría el estímulo de la población civil que, al ver (10) Véase Reflexiones sobre la infiltración, del capitán Martín-Cifuentes y Miró, revista EJÉRCITO, núm. 278. (8)El Departamento de Servicios Estratégicos de los Es tados Unidos desempeuló esta función en la G.M. II. (9) Véase Un criterio norteamericano sobre la creación de fuerzas guerrilleras, por el capitán Pezzele, traducción de la revista EJÉRCITO, núm. 237. it, Para que esto sea posible se necesita una doc trina que unifique criterios y que oriente en un mismo sentido todos los esfuerzos realizados en este campo. Condición indispensable para el éxito de una guerra de guerrillas es contar con la participación activa de la población civil. No seamos exagera damente optimistas y pensemos que la ideología comunista se presenta tentadora para ciertos sec tores de población. Nuestros enemigos no vacila rán en mentir y adoptar el disfraz más convenien le para conseguir el apoyo de esta población, pues to que conoce el verdadero valor del mismo por CONCLUSIÓN su larga experiencia en la subversión. Al igual que La guerra de guerrillas no se concibe hoy como hubo afrancesados durante la invasión napoleóni un hecho espontáneo y sin previa preparación y ca, podrá haber colaboracionistas en una guerra futura. organización. Pero no menos cierto es que nuestro pueblo, por Incumbre a los organismos de la Defensa Nacio. nal su preparación, que tendrá dos vertientes: una sus tradicionales valores morales, por su espíritu militar y otra civil. La primera con vistas a la or de independencia, por su religiosidad y por su ganización y actuación de las guerrillas en sí, y propia experiencia de lo que del comunismo cabe la segunda encaminada a crear la retaguardia que esperar, llegado el caso sabrá demostrar una vez sustente y apoye a las primeras en nuestro país. más al mundo su valor y abnegación. que era el Ejército quien combatía permanecería en actitud pasiva? ¿Cómo sería posible llevar en estas condiciones la lucha organizada al interior del país enemigo? ¿No constituiría un despilfarro de fuerzas en perjuicio de la misión principal del Ejército? ¿No se desaprovecharía la ventaja de movilizar los recursos humanos existentes en el interior del territorio ocupado por el enemigo, aumentando de esta manera el potencial humano propio? O U10 N MV1STA I1IISTRAIIA HELOS MANDOS $11 IIALTERNOS DEIFJEIICITO SUMARIO del mes de junio de 1964 El Estado Católico.—Teniente de Artillería E. Auxiliar, R. Alvarez Rodríguez: Desarrollo de la actividad española.—Teriiente coronel de Intendencia, J. Rey de Pablo-Blanco. La 7.’ División vuela a Europa (Operación Big Lift).—Teniente coronel F. Rethburn (Tradución del comandante de Artillería A. Videras Velarde.) Cosas de ayer, de hoy y de mañana.—Teniente coronel de Artillería del Sv. E. M., L. Carreras González. De la instrucción del pelotón.—Teniente de Infantería F. Pareja Muñoz. El castillo de Guadamur.—Teniente coronel de Infantería C. Martínez López Castro. De criptografía. Sobre pensiones de viudedad y or/andad.—Comandante de Infantería J. Meifrén Bardi. Nuestros lectores preguntan.—Redacción. 18 La invesÍigacin k CaracfrrL1ícas -fosiii/ik/ades operatoria - 12mpos de Coronel de Ingenieros Carlos SAMANIEGO RIPOLL. El Ejército es la nación en ar completa o incluso en caduca una experiencia corres mas sobre la ciencia movilizada que pondiente a factores ya prescritos. le da su potencia. La experiencia es, desde luego, una base de trabajo (Palabras del Caudillo con oca y de reflexión a partir de los cuales progresa el cono sión de la Pascua Militar de 1955.) cimiento, pero es indispensable siempre actualizar sus conclusiones de acuerdo con una realidad en per petua evolución, ya que no hay nada inmutable en INTRODUCCIóN (1) este mundo, salvo lo inerte o lo muerto. Todo lo que Nadie soñaría con negar que la experiencia es es vivo evoluciona, aunque sea muy lentamente; in útil, pues es evidente; pero es preciso que sus leccio cluso el hombre. Se ha escrito: « el hombre, esa nes sean correctamente evaluadas, y que su valor rela constante...)>, pero no es literalmente cierto, pues tivo sea bien conocido. Dice M. Raymond Aron, en su también evoluciona en su psicología y en su compor Introducción a la Filosofía de la Historia, que « .es tamiento: y el olvidarlo ha sido a veces muy dañoso. fácil invocar la experiencia, más difícil utilizarla, y Por otra parte es preciso que la experiencia no sea más difícil todavía olvidarla». un pretexto para la rutina perezosa, sino la base de Las rapidísimas variaciones actuales de los me partida para una evolución realista de los conoci dios y procedimientos de guerra convierten en in mientos e incluso de las formas de razonar, paralela a la evolución de las cosas. Este peligro ha sido con mucha frecuencia seña (1) Nota del autor.—Lapalabra inglesa «operationelle» lado por los tratadistas militares. El general Eisen parece que en castellano debe expresarse con la palabra hower, en su libro Cruzada en Europa, decía: «En «operatoria». Algunosescritores escriben «operativa»,pero no creo adecuada esta palabra porque el sentido en que verdad, una de las características más importantes debe tomarse es «lo que activa las operaciones, no. lo del oficial de valía es, hoy en día, su aptitud para que trata de su realización». modificar sin cesar las métodos y casi las maneras .. .. 1.9 seguIr uñ óónoclmíento, lo mds preciso y razonado ai nivel de os ró gresos constantes, que la ciencia moderna introduce posible, de todos los asuntos sobre los que ha de decidir; lo que exige que las lecciones de la expe en el campo de batalla.» Por otra parte no hay que olvidar, que aun sin riencia pasada sean confrontadas con los resultados quererlo, el militar que hace la guerra sufre impre de la experimentación actual. siones tan fuertes que influyen sobre su capacidad de reflexión, y por ello no puede ser considerado como un observador imparcial, pues la acción lo em DEFINICIÓN barga y sus impulsos emocionales tienden a influen La investigación operatoria (1. 0.) puede definirse ciar sus decisiones. diciendo que es una parte de la investigación militar Desde luego, no hay que ir tan lejos como Engels, general, que haciendo uso de los métodos de la in el teórico de la guerra comunista, que limita exage radamente las influencias del moderno jefe militar vestigación científica, trata de predecir y determinar cuando escribe: «La influencia de los más brillantes la eficacia e incluso el costo de las operaciones mili jefes militares se limita en todos los casos a adaptar tares. Al final de este artículo pondremos algunos los métodos de guerra a las nuevas armas y a los ejemplos de actuaciones de la 1. 0. para mejor cono nuevos combatientes.» Pero por aquello de que «del cimiento. Se puede realizar en tres niveles diferentes: enemigo en consejo» no hay que olvidarse tampoco 1.0 Investigación operatoria estratégica. de su opinión. 2.’ Investigación operatoria táctica, y Hemos hecho estas reflexiones previas porque 3.° Análisis de la eficacia y precio de las armas. vamos a tratar en este artículo, de lo que se deno Antes de seguir adelante con la 1. 0. debemos re mina «investigación operatoria», que como veremos se permite asesorar al mando, a pesar de que ni to cordar que dentro de la investigación militar gene dos sus miembros ni sus métodos sean típicamente ral, hay otras dos categorías específicas de investi militares. Aunque también debamos adelantar, que gación: a) La investigación práctica (1. P.), que a su vez el jefe militar no se ha de limitar a la aplicación de sus recomendaciones; si bien comprenderemos al co comprende: 1) La puesta a punto de las armas, por la aplica nocerla, que es innegable que ha de tenerlas muy en ción de técnicas industriales, y cuenta, y que en esta cuestión hay que desechar la 2) La mejora de los métodos de entrenamiento, reticencia que pueda haber entre los militares parb admitir que un científico, sin conocimientos militares por la aplicación de las técnicas de organiza particulares, pueda aconsejar a quienes lógicamente ción del trabajo; y b) La investigación por la información (1. 1.), que estén orgullosos de la experiencia que les confirió su se aplica: carrera. 1) Al propio potencial. Vannever Busch, que fue jefe de la Investigación Científica de los Estados Unidos, en su libro Modern 2) Al potencial enemigo. Arms Anci Free Men, decía: « .es preciso que los 3) A las leyes de la naturaleza (fisión y fusión para los proyectiles nucleares, propiedades de estados mayores se aseguren la colaboración, como los flúidos para la aviación y la marina, etc.) y ayudantes o asociados, de especialistas de todas las ciencias y todas las profesiones; los militares con 4) A los caracteres del medio (informes meteoro lógicos, ambiente psicológico, condiciones par servando la responsabilidad del conjunto, pero uti ticulares del combate, etc.). lizando otros cerebros además de los suyos...)). Las tres categorías de investigación antedichas, Al jefe militar le interesa conocer muy bien la investigación operatoria, sus posibilidades y sus limi 1. 0., 1. P. e 1. 1. sirven a los ejércitos para la mejora taciones, para emplearla como un medio de compro de su doctrina, de su organización y de su material, bar sus intuiciones y de conocer la aplicación de los pero de formas distintas. La 1. 0. dimana normalmente de la 1. P. y de la nuevos medios; y también le interesa el llegar a con 1. 1.; pero, como por ejemplo, si sus resultados con fiar en la misma, como lo hace con un medio nuevo ducen a una táctica, también pueden forzar a la 1. P. de guerra que se muestra eficaz. Pero hay que dejar bien sentado que aunque es de determinadas armas que mejoren dicha táctica, importantísimo el que tenga éxito en utilizar en for se ve que las tres categorías de investigación seña ma óptima las armas, organización y métodos que ladas son realmente interdependientes. No hay que confundirla con los servicios técnicos. una investigación operatoria de calidad le puedan recomendar como los mejores, aun será mucho me La. 1. 0. quiere resolver problemas vividos, nada de jor el que además tenga la intuición o genialidad que laboratorio, convirtiéndolos en lo posible en ecuacio le permita pasar de la técnica al arte: si bien no nes: constituyendo dichos problemas los íntegramen olvidando nunca que, aun teniendo dicho don, no te operatorios, con sus confusiones propias, e inves puede eximirse de ninguna forma de tratar de con- tigando bases de decisión para las operaciones. de pensar, a fn de manenere .. 20 Un equipo de altavoces en el frente le Corea. Sir Robert Watson le dio el nombre antedicho de investigación operatoria; definiéndola como la aplica ción de los medios científicos fundamentales, de me dida, clasificación y comparación, para la selección de medios que den el máximo efecto operatorio en el tiempo mínimo y con el menor esfuerzo. También se ha definido como la aplicación de los principios de la investigación cientifica a los métodos de guerra, o sea a la solución de los problemas inme diatos de organización y de empleo en el combate. Se ha dicho asimismo de ella que tiene por objeto pro porcionar al mando, al que formula recomendaciones, una base racional y en lo posible numérica en que fundamentar sus decisiones, que se dejaban con exce siva frecuencia a merced de impulsos emocionales o instintivos. Morse y Kimball en Metlzods of Operation Re search definen la investigación operatoria diciendo que es un método científico destinado a proporcionar al mando bases (o fundamentos) cuentitativas para las decisiones referentes a las operaciones que dirige. Puede considerarse como un conjunto de méto dos, o como un tipo de organización, y de ahí tam bién la variedad de definiciones. Se puede afirmar que es menos empírica que la organización y menos científica que la ciencia, las que aplica, pero sin confundirse con ellas. Se ha presenta do también como la ciencia de la decisión militar. Sus definiciones como se ven son al menos tan imprecisas como su denominación, pudiendo única mente añadir que es la menos doctrinal de las doc trinas. Después de quince años de actividad y de búsque da de una doctrina se definió la 1. 0., no sin humor, como el conjunto de actividades desplegadas por los miembros de «L’Operation Research Society of America)). RzsuMEr HIsróRico Y zvoLuclón La 1. 0., tal como se ha definido, se organizó ini cialmente en los países anglosajones denominándose tanto en Estados Unidos como en Inglaterra «Oper ational Research» (0. P.). Pero realmente se puede considerar que su origen se remonta por lo menos a Arquímedes; y desde luego que no son cosa moderna, ni las secciones técnicas de estudios, ni las comisio nes de experiencias, ni tampoco la participación de los sabios civiles en la concepción y experimentación de ingenios militares, e incluso en el mejoramiento de los métodos de guerra. El estudio técnico del empleo del radar efectuado en Inglaterra fue el punto de partida de la moderna 1. 0. Desde 1934 se efectuó dicho estudio técnico en las It. A. F. en unión con el mando de la caza, por 2]. cierto número de científicos bajo la dirección de H Lardner. El objeto del trabajo era aumentar el al cance de la detección para que la defensa tuviera más tiempo para su actuación. Como también se podía ganar tiempo reduciendo la duración entre la alerta y la puesta en acción de la defensa, por la reducción de ciertos tiempos muer tos, y por la mejora del empleo de las transmisiones, se adjuntaron al grupo Lardner otros dos sabios es pecialistas en cuestiones de transmisiones. Dichos sa bios hubieron de ir sucesivamente analizando las marcas logradas por los diferentes radares, la inter ceptación de noche, el trabajo con los proyectores, el empleo de las transmisiones, etc., y todas estas inves tigaciones fueron objeto de un informe sobre el aná lisis del empleo del radar, dirigido al Ministerio del 22 Aire, que se puede considerar como el primer trabajo y recomendación de la 1. 0., tal como actualmente se concibe. posteriormente se estudió, también por grupos de científicos, el empleo del radar en la lucha antisub marina, y en la D. C. A. se organizaron luego por los ingleses otros grupos de investigación, de forma em pírica y esporádica, presionados por la necesidad. Se constituyeron grupos de investigación operatoria en la marina y en el ejército de tierra, y por último en el Ministerio de la Defensa Pasiva, ocupándose en ello gran número de investigadores. En los Estados Unidos el empleo de la investiga ción científica en provecho de la defensa nacional se fue organizando en fórma más pausada, pues aún no habían entrado en la contienda. El 27 de junio de 1940 se creó el National Defence Research Committee (N. D. R. C.) dependiente directamente del consejo de la defensa nacional: comité que trabajaba con otros organismos de investigación y con las fuerzas armadas; y que incluso hacía contratos de estudios con las organizaciones científicas y con las universidades. Dicho organismo de investigación fue completándose y desdoblándose, y cuando los Estados Unidos entra ron en la guerra, sus fuerzas armadas organizaron rápidamente grupos de investigación operatoria que trabajaron en la metrópoli, en Europa, el Mediterrá neo, Africa y el Pacífico. También crearon la misión A.L.S.O.S., que trabajó sobre la investigación alema na, y en particular sobre sus aspectos atómicos. El conjunto del trabajo de los diversos grupos de investigación operatoria norteamericanos resultó un éxito, siendo objeto de dicho trabajo los asuntos más variados: empleo de radares antimorteros, máquinas e ingenios guiados a distancia, la búsqueda de una pintura para camuflar aviones, la puesta a punto de transfusiones de suero en el campo de batalla, el uso militar de los rayos infrarrojos, la planificación de raids aéreos, la lucha antisubmarina, la puesta a punto de técnicas de desembarco, etc. Por su parte Alemania, aunque tuvo muy bien or ganizada la investigación práctica (1. P.) y la investi gación por la información (1. 1.) descuidó mucho la investigación operatbria. Con sus éxitos de 1940pensó que le bastaría continuar con sus mismas doctrinas para batir por medio de las guerras relámpago a sus adversarios; y cometieron el error de dedicarse a desarrollar en masa los medios que se habían mos trado excelentes en 1939-1940,pero reduciendo en gran proporción su esfuerzo de investigación. Ya en 1943crearon el «Reichforschungrat>), que era un organismo de investigación operatoria similar al primitivo norteamericano: pero en 1945 su jefe, el doctor Osenberg, declaró: «Alemania pierde la guerra porque no ha movilizado y utilizado los cerebros de sus sabios más que de una manera incompleta.» Y cuando Alemania se dio cuenta de ese peligro, era demasiado tarde. CARACTERÍSTICAS DE 1. 0. Las principales características de la L O. son: 1.’ Que se trata de la investigación en el propio combate, en su integridad, con todas sus compleji dades, confusiones, imponderables y especiales ele mentos psicológicos, de los que el miedo no es el menos importante. Normalmente ha de hacerse «in vivo)>, podíamos decir, investigando las fuentes pre cisas y exactas de los informes numéricos. En esto consiste la verdadera originalidad de la 1. 0. más que en aplicar los métodos científicos a los proble mas militares, lo que ya en tiempo de paz más o me nos hacían también los servicios técnicos, los esta- dos mayores, las secciones de metodlzación, e Incluso las instituciones dedicadas a la organización del tra bajo. Por eso, simplificadamente puede decirse que la 1. 0. es la investigación experimental en el combate. 2.’ Que obtiene conclusiones normalmente expre sadas bajo la forma de factores de probabilidad: para lo que ejecuta análisis detallados, rápidos y rigurosos de las condiciones de la experimentación, emplea los métodos modernos de escrutinio de los resultados, e introduce estos resultados en cálculos estadísticos, no limitándose a su interpretación por simple intuición. En resumen puede decirse que bus ca los términos, plantea el problema de que se trata en forma de ecuación, lo resuelve normalmente apli cando los métodos del cálculo estadístico, obtiene resultados cifrados, los interpreta, deduce factores de probabilidad y finalmente hace recomendaciones al mando. 3.’ Otra característica importante es la rapidez con la que la 1. 0. ha de responder a los problemas que se le plantean de acuerdo con las variantes si tuaciones de la guerra, y 4. La consiguiente necesidad de tener gran nú mero de experimentadores duchos en la observación precisa de los hechos; en la determinación de la relativa importancia de los diferentes factores; en encontrar la correlación de unos y otros en medio de datos aparentemente contradictorios; en el em pleo, por su formación y trabajos anteriores, de un aparato matemático de cálculos estadísticos; y en el saber además guardarse de la tentación de hacer extensivos, en forma excesivamente abusiva y falaz, los resultados obtenidos y dados, en general, bajo la forma de probabilidades. Esta cuarta característica principal señala una necesidad, consecuencia, no sólo de la rapidez pre cisa, sino también del gran número de hechos que hay que señalar para poder hacer uso de la aplica ción de la ley de los grandes números. En Inglaterra inicialmente dichos experimentado res fueron sabios y científicos, todos ellos civiles: pero ello fue debido, dada la organización del Ejér cito inglés, al pequeño número de oficiales cuya for mación científica les permitiera entrar en los grupos de investigación operatoria que se formaron, y tam bién a que disponían entonces de muchos investiga dores civiles refugiados, raciales de Centro-Europa. Los sabios tienen hábito de buscar analogías entre fenómenos en apariencia muy diferentes y en anali zar sin ideas preconcebidas, y ello es la causa prin cipal de su aptitud para dedicarse a la investigación operatoria, hacieñdo predicciones incluso en campos muy ajenos a su normal actividad. Un profesor de cristalografía, Bernal, predijo er junio de 1940 las pérdidas humanas y destrozos que produciría en una pequeña población (y tomó Coventry como ejemplo) un raid de 500 aviones alemanes: y desgraciadamente - 23 el tiempo le dio la razón, pues ese bombardeo se que el visor alemán era defectuoso; que la visual ob llevó a cabo y precisamente sobre Coventry, con re tenida variaba considerablemente con la posición del sultados muy parecidos a los previstos, previamente cjo delante del ocular; y que el visor inglés, aunque Bernal había estudiado los efectos de las explosiones rústico, era por lo menos igual de preciso. Pero como sobre los organismos y las construcciones, así como esta comprobación era insuficiente, puesto que no los medios de protección pasiva que se precisarían, mejoraba el tiro de los cañones ingleses, el grupo etcétera, y luego, procediendo científicamente, exten de la 1. 0. continuó estudiando metódicamente el dió dichos estudios a un ataque en masa, que previó problema y llegó a determinar que el error más como muy probable dadas todas las circunstancias importante era debido a la dispersión del tiro (5 ve ces más grande que el debido al visor), y después concurrentes. Un profesor de Biología, Zuckerman, organizó el el debido al error sobre la distancia (4 veces más grande que el debido al visor). Y en consecuencia ataque a la isla de Pantellaria, y la isla cayó. se inició el estudio de cañones anticarro de menor Más adelante en Inglaterra, y luego en Estdos dispersión, o sea más precisos; se equipó rápida Unidos y Alemania, los grupos de 1. 0. se formaron mente a las secciones anticarros de telémetros; y no sólo con civiles, sino además con militares de además se mejoró el visor, lo que aunque desde lue formación adecuada que además facilitaban el enlace go sólo proporcionó una ganancia muy pequeña de con el mando, muy suspicaz a veces con las solucio precisión, dio una satisfacción psicológica a los com nes tan revolucionarias que preconizaban los sabios batientes. civiles, apoyándose en cálculos complicados y mis También hay que indicar como características de teriosos. la investigación operatoria que a veces incluso la Parece que lo más lógico y conveniente son los misma puede probar que no existe el problema plan grupos de 1. 0. mixtos de civiles y militares, pues teado. Por ejemplo, las tripulaciones de muchos bar por otra parte, como decía Vannevar Busch en su ya cos mercantes aliados reclamaron cañones antiaéreos citada obra Moclern Arms aná reemen: «...el com que pudieran tirar casi verticalmente, pues decían portamiento de los hombres en la batalla no puede que, con frecuencia, eran atacados por aviones en ser apreciado de forma segura más que por los que picado bajo un ángulo superior a los 80°, que es el han pasado su vida en la carrera militar; y por otra máximo que permitían los cañones de que disponían. parte, las aplicaciones que pueden resultar de los Un grupo de 1. 0. se embarcó y demostró que sóld progresos futuros de la ciencia no pueden ser apre había como máximo un 2 ó 3 por 100 de ataques ciados más que por aquellos que han pasado su vida cuyo picado era superior al ángulo permisible al haciendo progresar dicha ciencia y aplicándola...)). Se cañón, y que la mayoría de los picados no superaban llegó también a decir que este trabajo en equipo entre los 75°. Como la modificación pedida complicaba civiles y militares en la 1. 0., aplicando cada uno sus mucho el afuste y también traía consigo la paraliza propios métodos y aptitudes es su característica ción de muchas piezas durante un largo plazo, se principal. renunció inmediatamente por la 1. 0. a continuar Volviendo sobre las mencionadas características, este análisis. diremos ahora que la investigación del informe pre Diremos asimismo como típico de la 1. 0. que el ciso, la encuesta en las propias fuentes, deben efec análisis detallado de los factores los efectúa siem tuarse si ha lugar en el propio combate por ser lo pre en condiciones rigurosas, excluyendo toda idea más eficaz. A este respecto ya Isaac Newton dijo: «Si preconcebida o reglamentaria, lo que lleva consigo a en vez de enviar las observaciones hechas por los utilizar en los grupos de 1. 0. únicamente a los mi marinos a los matemáticos quedados en tierra, se litares que tengan un bagaje y una formación cientí enviara a los matemáticos al mar, se tendría con ello fica suficientemente fuertes. un gran progreso.)) En los Estados Unidos a los grupos de informa Por otra parte indicaremos que la 1. 0. puede ción operatoria se les denominaba también secciones probar a veces que el problema está mal planteado de análisis de las operaciones, lo que subraya la im y entonces es también típico de la misma replan portancia del factor análisis en la 1. 0. tearlo y estudiarlo exhaustivamente en su nueva for Hay que tener en cuenta que un buen jefe militar ma. Por ejemplo, en el curso de la campaña de Libia después de muchos años de experiencia adquiere cier los artilleros contracarros ingleses se quejaban de ta habilidad para el empleo de las armas, las tácticas la falta de precisión de su tiro, muy inferior al de la P. A. K, alemana, estimando que esta inferioridad y la estrategia, pero no tiene ni el tiempo ni la expe era debida al reticulo de su anteojo de mira for riencia científica precisas para someter su juicio cua mado por una simplq cruz, mientras que el visor litativo al análisis cuantitativo: y por ello la 1. 0. alemán era mucho más complicado, y les parecía más pretende en esencia la conjunción del jefe y del preciso. El grupo de la 1. 0. encargado de estudiar sabio. Se comprobó en la pasada guerra mundial que la cuestión, después de efectuadas muchas experien cias, obtuvo los siguientes resultados, que fueron: en general los mejores operadores de la 1. 0. fueron 24 los que se habían dedicado a la investigación cientí fica pura más que los técnicos de la industria; y también que resultó lo más conveniente al integrar en la 1. 0. grupos completos de investigación cien tífica que así continuaban su trabajo en equipo, base del actual progreso científico, y cuyos grupos se apli caban entonces al estudio de las operaciones mili tares con más interés que sus propios componentes aisladamente. EL MANDOY LAS FORMULA LA 1. 0. RECOMENDACIONES QUE LE En relación a las recomendaciones que la 1. 0. hace al mando, debemos indicar que normalmente las formula bajo formas matemáticas, generalmente la de una probabilidad, por lo que es preciso que el mando tenga el suficiente conocimiento sobre la sig nificación de una probabilidad, para explotarla debi damente y no hacerla extensiva en forma exagerada y engañosa. Sin embargo, pueden existir otras razones superiores por las que el mando decida no hacer caso de las recomendaciones que le pueda efectuar la 1. 0. Por otra parte, el mando ha de conservar la flexi bilidad indispensable para, en caso de variación im prevista de tino de los factores, modificar convenien temente sus dispositivos estratégicos o tácticos. También ha de evitar la rigidez excesiva del plan inicial, que es imprescindible tenga espíritu cientí fico en los altos escalones, y ha de prever dicha posi ble variación de los factores que entran en juego, especialmente el factor enemigo, y también el poder maniobrar aprovechando la ocasión que pueda pre sentarse y forzando con ello una decisión posible. CAMPOS DE APLICACIÓN DE LA OPERATORIAEN GENERAL INvESTIGACIÓN En todas las actividades humanas es justificable la 1. 0., pero sobre todo en aquellas en que la intui ción juega un papel esencial, como en la táctica y la estrategia. Los análisis que se hacen por la 1. 0. en un do minio particular afectan casi siempre a campos ex traños a primera vista. Por ejemplo, el estudio ope ratorio de un carro de combate hace Intervenir a la biología y a la demografía, ya que las tallas de los movilizados intervienen en las condiciones de, habita bilidad de la torreta. L’Operatjon Research Office se ocupó de las «Son nenes de clairon,,, toque de corneta, utilizados •en el Ejército nortecoreano, porque tenían un efecto de primente sobre las tropas norteamericanas. Son campos militares generales de aplicación de la 1. 0: la determinacic)n cte la eficacia operativa del armamento y equipo; el análisis de los resultados de las operaciones de guerras pasadas o en curso, o en tiempo de paz de operaciones experimentales, para determinar la eficacia de las tácticas; la influencia de las armas sobre la táctica y de la táctica sobre las armas; la predicción de los resultados de una ope ración futura; el análisis de la eficacia de las orga nizaciones y de los métodos, etc. Sus campos civiles de aplicación son: los proble mas relativos al personal (administración, organiza ción, absentismo, relaciones de trabajo); a la econo mía (decisiones, busca de mercados); a las relaciones personas-máquinas (eficiencia y productividad, orga nización del flujo de material en las fábricas, méto dos de control de la calidad, accidentes, modificacio nes tecnológicas); a los movimientos (transportes, almacenaje, manutención, etc.). Resumiendo, se pueden distinguir dos tipos de 1. 0: de las situaciones de urgencia (guerra o crisis), para mejorarlas; y de disposiciones de previsión, para lograr lo óptimo, lo que generalmente conduce a téc nicas matemáticas. IDONEIDAD DELEMPLEO DELA INVESTIGACIÓN OPERATORIA EN LOS TRESEJÉRCITOs Con respecto al del aire podemos decir que aunque el valor y la destreza individual son los principales factores humanos puestos en juego en la guerra aérea, ésta se adapta mucho a la aplicación de cálculos, pues el jefe aéreo, menos directamente interesado en los factores que se presentan en el momento de la acción, puede considerar los problemas que le interesan con cierta actitud más objetiva, más propicia al cálculo y menos a la emoción. La guerra marítima es también susceptible de ser objeto de cálculos, aunque en menor grado que la aérea. Sin embargo, en la guerra terrestre, la psicología colectiva del gran mímero de tropas y la complejidad del terreno, implican factores complementarios, que hacen que el juicio y el mando tengan en la misma una importancia particular; la situación es demasiado complicada para ser susceptible de muchos cálculos, aunque a pesar de ello el jefe deba, sin embargo, per manecer siempre dueño de la situación. En la logística, de la que se enseñorea, por así de cirlo, el «inexorable matemático», se explica fácil mente la importancia de los problemas de organiza ción racional, tanto en el escalón estratégico como en el táctico. Se puede objetar contra la 1. 0. en los Ejércitos, que los jefes hace tiempo saben tomar decisiones, que esta intrusión del sabio en el mando disminuye la in fluencia personal del jefe, y hasta que tal vez atenta a su prestigio. Pero hay que tener en cuenta que la 1. 0. 25 o nació cuando la complejidad de los hechos, en una situación de urgencia que necesitaba una decisión rápida, aparentaba ser demasiado grande para que la sola intuición del jefe pudiera abarcar satisfactoria mente todos los datos importantes del problema. Los estados mayores ya estaban cerca del jefe para analizar esos datos complejos y preparar sus decisio nes, pero con esta colaboración de sabios es lógico se hayan podido encontrar soluciones nuevas y mej ores, independientemente de las disciplinas propias de di chos sabios. Sin embargo, subrayaremos lo dicho anteriormente de que aun atendiendo a la 1. 0. el jefe sigue teniendo la decisión. Razones morales, financieras o políticas pueden influirles a escoger una solución distinta de la propuesta por la 1. 0. Por otra parte, la complejidad de los factores del conjunto de las guerras terrestres dejará de vez en cuando una posibilidad a la acción inmediata y personal del jefe, quien no debe olvidar lo que decía Clausewitz. « la clase de inteligencia que más se acerca al genio de la guerra es la de los espí ritus que observan más que los que crean, que abarcan el conjunto más que buscar el detalle, los caracteres fríos, más que las cabezas ardientes o apa sionadas...,). Algunos llegaron a esperar que la 1. 0. pudiera dar certezas aplicables a la conducción de las operaciones, pero lógicamente se conhirmó, que especialmente en lo referente a las terrestres sólo puede dar probabilida des más o menos grandes, pues aunque en la guerra intervienen muchas ciencias y para la mayoría de los que en la misma toman parte es una ciencia, para algunos de ellos, el mando es un arte, el de la guerra, que no es una ciencia, y donde por tanto no pueden tener certeza todas las previsiones, aun muy funda das, relativas al futuro. .. En general se puede decir que la 1. 0. dará indi caciones muy valiosas para el empleo técnico más favorable de un arma, o para el método de ataque de un elemento de infantería: e indicará además una probabilidad de éxito o de progreso, basada en «la ley de los grandes números)>, en razón del número de esas armas o de esos pequeños elementos que se vayan a emplear. La 1. 0. para la realización de una maniobra estra tégica dará una probabilidad muy valiosa si esta ma niobra se basa en el empleo en masa de un arma nue va o de un nuevo dispositivo de ataque. Por el contrario, la probabilidad que pueda dar la 1. 0. será muy poco valiosa cuando la maniobra estratégica con siderada se base en un solo factor difícilmente com probable, por ejemplo, la intención del enemigo; o mal comprobado, como una hipótesis hecha sobre he chos inciertos o ya prescritos. Y entonces, aunque la probabilidad que obtuviera de sus cálculos fuera muy superior a la media, habría que recordar que un plan estratégico basado en un solo factor de conjunto, no se ejecuta más que una vez, lo que ciertamente no es condición favorable a la aplicación de las leyes de la probabilidad. Hay que repetir, por tanto, una vez más: que el mando conserva su decisión y su responsabilidad de la misma, si bien la 1. 0. puede iluminarlo no sólo sobre las posibilidades actuales, sino sobre las conse cuencias de su decisión, evitándole fiarse peligrosa mente de su sola intuición; y que la agilidad de espí ritu del jefe será siempre indispensable, aunque no sea más que para considerar las posibles variaciones, incluso inversiones, de ciertos factores, y sus proba bles repercusiones. Recordemos la frase del general Eisenhower que hemos citado al principio de este artículo. IMPRENTASDELCOLEGIODEHUERFANOS ILl Patronato de Huérfanos de Oficiales del Ejércitotiene tres imprentasen MADRID, TO LEDO y VALLADOLID,que, además de los impresos oficiales, de adquisiciónobligatoria en dichosestablecimientos,tambiénrealizantrabajosparticularesde esmeradaconfección,ga rantizando la CANTIDAD, CALIDAD y ECONOMIA.Los ingresosque por estos conceptos obtienen pasan INTEGRAMENTEa engrosarLosfondos del Patrcnatoy se destinan a ME JORAR la situaciónde los HUERFANOS.Se encarecea los señoresJefes y Oficialesefectúen pedidos a estas imprentas a fin de incrementarlos recursosde los HUERFANOS. 26 ]Jescu4riinien1os cérqueol4giws de la!poccil/oinanci ei lctfronterct ]í.pcuio -gala (Milicia y arpieologia) Capitán de Infantería del Sy. de E. M., Enrique OSSET MORENO, del E. M. del Ejército del Norte de Africa. 1. EL EJÉRcIT0 Y LA ARQUEOLOGÍA Así la combinación militar-arqueólogo es base para el equipo más apropiado para ex Aparentemente no existe ninguna relación plorar zonas de posible interés arqueológico, entre ambos, pero esto no es más que una aunque, como queda indicado, la actuación aparente realidad, porque desde la Prehisto del militar se reduce a la fase primera, el re ria hasta la Edad Media el hombre buscó conocimiento. siempre establecer las ciudades y campamen Pese a los siglos que tra.nscurran, siempre tos en lugares naturalmente fuertes, por cuya quedan vestigios de la presencia humana y de posesión se han librado encarnizados comba sus obras. Huellas tan ligeras como las roda tes, siendo el valor militar del asentamiento das de un coche permanecen visibles en el elemento fundamental para determinarlo. Sahara a veces hasta varios años; las seña Una vez realizado el reconocimiento militar les del fuego son más duraderas; las de un de una zona y señalados los puntos táctica poblado prácticamente no desaparecen; tan mente interesantes, hay que dejar paso al ar sólo es necesario saberlas descubrir o inter queólogo, ya que la técnica de la excavación, pretar. el estudio de la cerámica, etc., salen del cam Casi todos los pueblos antiguos—celtas, ibe po puramente militar. ros, en la Península; los nuragos de Cerde 27 FoRMACl,1 O . O O O O DL. COMBAT 0 O 0 0 0 0 DL. U/1A LGlt1 0 0 0 0 EEELL1E LY-/IDA y%4 (íz C6&,7et, R/’’ III1 Trir/os fSoj) (; 4ó” ( ¡ /•‘ (. ¡6 d 120 ¡6 60 0 2. LA FRONTERA GALO-HISPANA En la época de la conquis ta de España por los roma 0 000 0 nos, hacia el 218 a. de J. C., el trazado aproximado de la frontera con las Galias de bió de ser, en líneas genera les, el del sistema montaño so. Cualquiera que haya re corrido a pie la zona alta de la cordillera, habrá podido comprobar que el terreno no favorecía el movimiento de las legiones romanas, y que casi nunca se encuentra una zona apropiada para el des ) de pliegue las mismas. Si hubieran empleado unida des tácticas inferiores, tales como cohortes o manípulos, su fuerza hubiera sido muy reducida. Por todo ello es lógico su poner que la zona más abrupta del Pirineo fue una especie de «tierra de nadie». Los romanos probablemente guardarían la frontera estableciendo una serie de campa mentos al sur del eje de la cordillera, enla zándolos por medio de una calzada. La enti dad de las guarniciones podría ser inferior a la unidad Legión, tipo Cohorte (equivalente a Batallón), fuerza suficiente, apoyada en un terreno apropiado, para vigilar un paso y ta ponar la salida de un valle en tanto pudieran acudir refuerzos, cuyo movimiento se vería fa cilitado por la existencia de calzadas. ña, etc.—emplearon sistemas de ciudades for tificadas situadas en lugares tácticamente adecuados para su. época. De muchos de estos pueblos y ciudades se ignora casi todo, hasta su nombre, habiéndose conservado hasta nuestros días tan sólo sus ruinas. En la época de la dominación romana, la labor se facilita habiendo como hay documen tos tales cpmo La guerra cie las Galias, El itinerario, de Antonino, etc., que nos ponen sobre la pista de numerosas ciudades, unas lo calizadas y otras cuya situación exacta toda vía se ignora. El determinar la presencia ro mana en una zona suele conducir a la loca lización de otros poblados más antiguos, pues al realizar la conquista establecieron campa mentos que, evolucionando, se convirtieron 3. Los ROMANOS EN LA CANAL DE BERDÚN posteriormente en poblados próximos a los La canal de Berdún es un amplio valle en ocupados por los núcleos urbanos principales dirección Este-Oeste, en el que desembocan de los pueblos sometidos. muchos caminos naturales entre Francia y En Francia fueron precisamente unos mili España. tares, con profundos conocimientos de la tác En su época debió de ser ocupado por los ro tica romana, los que descubrieron una serie nanos, que cubrirían de este modo una bue de campamentos romanos de gran interés ar na parte de su frontera con las Galias; es queológico. En España tenemos una. gran zona probable la existencia de unos campamentos prácticamente inexplorada, en la que tenemos que servirían, por un lado, para vigilar los pa de guarnición numerosas Unidades de Mon sos naturales y cerrarlos en sus salidas, y taña que, si realizaran un estudio minucioso por otra parte, podrían ser base de partida del terreno, probablemente obtendrían datos para realizar incursiones por los valles y lle suficientes como para localizar un buen nú gar hasta las Galias cuando fuera preciso. mero de antiguas ciudades o campamentos. Posteriormente, una vez conquistada y paLa zona es concretamente el Pirineo central. 28 - c!fcada spaíia y las dalias evolucionarían los campamen tos, convirtiéndose en pobla dos. Actualmente existen nom bres romanos (si no son ibe ros), unos conservados casi pu ros, tales como Somport, Can franc, Tiermas, etc.; otros, de formados por el transcurso del tiempo, tales como «El Forao de la Tuta», dentro del térmi no municipal de Artieda de Aragón, lugar en el que hay dos túneles de muy reducidas dimensiones (probablemente alcantarillas). La denomina ción actual puede proceder de Forum tutum, es decir, «lugar seguro», o, dicho en términos militares, plaza fuerte. También puede ser una corrupción de las palabras latinas «agujero del fuerte» (o lugar seguro). Existen lugares donde ya se han encontra do vestigios de la presencia romana. Lo pri mero que llama la atención es el campamen to romano de Lumbier, situado precisamente a la salida sur de la foz del mismo nombre, estrecha garganta que por el valle del río Sa lazar nos conduce a Ochogavía y Francia. La existencia de este campamento-poblado nos permite asegurar la presencia romana en la S//u/i, d. k., de 11&’FRg fORJO 4 71/74 cep,-,,/o h’ de .*i4oc.edrrn, Ro//es de/,IL’J /06 11,4’y PO#CJLy e,k Zea’O. d ,.00P ¿‘se ejsse G#/z.’. toar .5JYG34. canal, a la vez que su situación, la más con veniente para la táctica de su época, nos con firma la hipótesis del establecimiento de los primitivos campamentos al sur de la cordi llera. Las principales vías de penetración que des de las Galias conducen a la canal de Berdún son las siguientes: Valle del Salazar.—Su desembocadura se cierra en Lumbier, lugar ocupado por los ro manos. Valle del Roncal.—Su cierre natural es Ar tieda de Aragón, concretamente el lugar co Erta ita de San Pedro. Lápida tuneraria. 29 R OQUISfl 2.Pr;nci,.,./es Po,n/7o d IQZa’,W,,p/O c/ ,pr,rn¼o Ccø ‘1 ÇORI O ¿ /4 7/174 ‘ cde L.Yfp ® ® o 0 ,/e o/e Con/u.e,-n,’c,g //.o=,,,,, e,, ¿//rVO. ‘‘A’-’® ‘/‘7 ¿“5r ,,,,/,>,,, ,so.,7 ,2,,-,, e//o/, ® O 6 _ ço•5o Dz’r/ - e,, 9’/Je “4’tec,’a . fS0. 100/ g e/,,,o4 e, ñ’’i’e O_,0 ‘-,,, s probable que los peregrinos utilizaran la an tigua calzada romana que pasó a ser jacobea, cuya existencia demuestra el erudito padre Tillabr.iga. En Sangüesa se encontró un, tra mo de calzada romana. Esuio 4. DESDE MILITAR DE LA CANAL DE BERDÚN EL PUNTO DE VISTA ROMANO (siglo se gundo a. J.) 1 • o — _ ÑrÇiI del terreno en+re, 1, B. nocido por «El Forao de la Tuta». En esta zona se ha descubierto el último verano la pre sencia romana. Valles de Ansó y Hecho .—Hasta la fecha no se ha explorado la zona sur de estos valles, pero es probable que en la margen izquierda del río Aragón existan restos de campamentos. Para terminar de confirmar la hipótesis del sistema defensivo adoptado por los romanos en la canal de Berdún, faltaría probar la exis tencia de la calzada que uniera los diferentes campamentos. Desde el punto de vista táctico, debió de ser trazada por la. margen izquierda del río, pasando aproximadamente por Ruesta, Artieda de Aragón, Mianos y Martes. Aunque hasta la fecha no se han encontrado sus res tos, se ha probado documentalmente que so bre el río Aragón, entre Yesa y Jaca, no exis tieron puentes hasta la Edad Media, y que por los pueblos indicados pasaba la rama sur de la ruta jacobea procedente de Somport. Es 30 Vamos a imaginar los razonamientos de un militar romano, e intentando adaptarlos a la forma actual, tendremos lo siguiente: 4.1. Misión. Asegurar la frontera entre las Galias e Hispania con el mínimo de fuer zas posibles. Se trata de cubrir la frontera con el mínimo de fuerzas imprescindibles para poder emplear el máximo en la ocupación y pacificación del resto de la Península, en el momento histórico en que, una vez sometido Levante, se va a iniciar el cerco y conquista de la meseta central. 4.2. Terreno.—Entre Jaca y Pamplona dis curre un amplio valle, recorrido en gran parte por el río Aragón. Este valle, más despejado en la margen iz quierda del río, permite establecer una serie de campamentos que, enlazados por una cal zada, aseguren la vigilancia de las salidas de los pasos naturales, los valles de Hecho, Ansó, Roncal y Salazar, sirviendo el propio río como foso natural que proteja a los campamentos y en cierto modo asegure la calzada. La margen derecha• del río, más boscosa, hace más difíciles los movimientos por ella y se presta a caer en emboscadas. Se podría intentar ocupar puntos avanza dos en los valles para impedir que cualquier enemigo pueda utilizarlo para sus incursiones. Esta solución presenta los siguientes inconve nientes: El terreno se hace más abrupto y se en contrarán mayores dificultades para la vida a medida que nos internemos en la montaña. Los caminos son malos, con pasos obli gados y desfiladeros, por lo que nuestras fuerzas tendrían que marchar en colum na de a uno o de a dos. Una Legión ocu paría de 10.000 .a 5.000 metros de fondo. Si en estas condiciones fuera sorprendi da por el enemigo, tardaría bastante en adoptar la formación de combate, caso — — - De/alle del mosaico: Un pez y una barca de pes ca. A la izquierda, el mismo mosaico sin limpiar. de encontrarse un terreno apropiado par.a desplegar, por lo que se combatiría en unas condiciones muy desventajosas al no poder adoptar la formación táctica, base de nuestra superioridad militar. Es tos inconvenientes se verían acrecenta dos por el carácter del enemigo, fiero, móvil y buen conocedor del terreno. Supuesto que se hubiera conseguido es tablecer puestos avanzados, éstos serían muy vulnerables, ya que el enemigo tra taría de aislarlos y hacerlos perecer por hambre, viéndonos obligados a enviar convoyes con bastimentos y refuerzos. Estos convoyes tendrían que atravesar los desifiaderos y pasos obligados en las condiciones indicadas anteriormente, por lo que no se puede responder del éxito de la empresa. Resumen del estudio del terreno: Es aconsejable aprovechar la margen iz quierda del río Aragón, más llana, don de nuestras fuerzas encontrarán espacio para desplegar. Conviene aprovechar el foso natural del río Aragón, de escasa importancia en las épocas de sequía, pero bastante caudalo so la mayor parte del año. Es conveniente aprovechar la meseta que se extiende a lo largo de la margen iz quierda del río, desde la que se domina fácilmente a cualquier enemigo que haya podido llegar a su vega., que se verá obligado a combatir con el obstáculo del río tras su retaguardia inmediata. Sobre espolones de la meseta, natural mente fuertes, se pueden establecer cam pamentos para unidades tipo Cohorte, suficientes para vigilar y asegurar la sa lida de las vías naturales de invasión du rante un período de tiempo limitado. Conviene establecer reservas móviles de mayor entidad que, desplazándose por la calzada que se construya, puedan acudir en socorro de los campamentos amena zados. 4.3. Enemigo.—El valle está ocupado en su parte Este por tribus ibéricas, destacando en tre ellas la de los iaccetanos, que ocupan la — — — — . — mitad oriental del valle. Al Oeste encontramos tribus vasconas. Su organización es tribal, por lo que es acon sejable explotar sus rencillas y, aprovechando la fuerza de nuestros aliados, ir dominando otras tribus sin empeñar nuestras fuerzas. Su carácter fiero y su amor a la independencia los hacen temibles en los lugares montañosos, donde, apoyándose en el terreno, que conocen perfectamente, pueden tendernos emboscadas y darse a la fuga antes que nuestra Legiones consigan desplegar y hacerles frente. Conviene, por tanto, ocupar la llanura, don de, si se producen batallas campales, nuestra mejor organización militar acabará impo riiéndose. Una acción política acertada puede permi timos alianzas favorables, con lo que se con seguiría que fueran los propios iberos, en su terreno, los que se encargaran de impedir in cursiones de los galos, reservando nuestra in tervención para casos extremos en que el ene migo haya arrollado a nuestros. actuales ene migos, pero posibles aliados. 4.4. Medios.—La principal ventaja de los medios propios estriba en la organización mi litar. De todos es conocido su orden de combate, que en líneas generales es el siguiente: — — — El contacto es tomado por velites, que con sus arcos, hondas y ligereza son ca paces de desordenar al enemigo a la vez que ocultan nuestras fuerzas más pode rosas. Realmente esta fuerza irregular actúa al principio del combate y se retira en seguida para dejar el campo libre a la fuerza de choque propiamente dicha, la Legión, compuesta por: 31 i) ) ROQUIb oeko íd. tt4 RI.fWA fr,,s/edac/o e euo’/efl/e de /e,b’g/p my’ ll//o’c,,,,es Co/u,&s e /s que se tb/ e/u,vo’ ,4 las dos alas podrían continuar luchando incte pendientemente. A los flancos del despliegue se encuentra la caballería, con dos grupos de unos 150 jine tes, fuerza muy apropiada para caer sobre los flancos o retaguardia del enemigo o para ser empleada en su persecución. Las armas no se diferencian grandemente de las del enemigo. Las principales son: Armas oíensivas individuales: Gladius, espada de unos 50 centímetros. Pilum, especie de lanza de 1,5 metros. Los velites cuentan además con hondas, ar cos, flechas y dardos, especie de pilum de me nor longitud. — — Primer escalón.—Cuenta con 10 maní pulos de hastados, de 120 hombres cada uno, provistos de largas picas. Aunque son los soldados más jóvenes, sus fuertes cuadros son capaces, tanto en ofensiva como en defensiva, de resis tir ataques más o menos desordenados del enemigo, al que canalizarán por los intervalos hacia el segundo escalón. Segundo escalón.—Compuesto también por 10 manípulos de príncipes, de 120 sol dados más veteranos, cierran los inter valos dejados por los hastados, y si la acción no marcha favorablemente, les permiten retirarse por los intervalos para reorganizarse a retaguardia. Tercer escalón.—Compuesto por 10 ma nípulos de 60 hombres, constituye una reserva. Por estar rodilla en tierra sue len quedar ocultos al enemigo. Se em plean principalmente cuando los hastados han tenido que retirarse para reor ganizarse. Su presencia suele causar el desconcierto en el enemigo, ya bastante castigado, que cuando cree llegar ante los últimos elementos de nuestro ejército ve surgir un nuevo escalón,. de refresco, que le cierra el paso. La capacidad combativa de nuestras fuer zas es muy grande, permitiendo en todo mo mento presentar dos filas de manípulos bien organizados y a su amparo; mediante pasos de escalón a retaguardia, pueden irse organi zando las unidades desgastadas. Para conseguir un éxito profundo capaz de dividir la Legión, harían falta muchas olea das enemigas que llegaran con gran ímpetu hasta los escalones que se reorganizan antes que consiguieran hacerlo. Aun en este caso 32 A rmas clejensivas individuales: — — — — Yelmo. Coraza. Espinilleras. Escudo. Armas colectivas: Para la conquista de ciudades o su defensa existen: Torres de madera. Arietes. Balistas (también usado en la defensa de campamentos), etc. Resumen.—Siendo necesaria la economía de fuerzas, interesa establecer campamentos con fuerzas reducidas cuya entidad puede variar de una a varias Cohortes, acrecentando su va-• br combativo mediante la construcción de una calzada que permita el rápido desplaza miento de reservas y el socorro a los puestos amenazados. La superioridad principal de nuestros me dios estriba en su mejor organización e ms trucción, por lo que se impone emplearlos en aquellos lugares en que el terreno permita su rápido despliegue, necesario para poder obte ner las ventajas que nuestra organización mi litar nos da. — — — 5. ARTIEDA ROMANA Una vez hecho el resumen de lo que podía ser el estudio de los factores de la decisión de un jefe romano, vamos a suponer que se ha decidido establecer un campamento cerrando el valle del Roncal. Su situación no puede ser otra que el lugar denominado «Forao de la Tuta». Como puede apreciarse en el croquis núm. 1, su situación frente al valle, protegido por el río Aragón y con taludes muy pronunciados que existen en el Norte, Este y Oeste, hacen del lugar un punto naturalmente muy fuerte para su época. En el croquis núm. 2 se ven los principales vestigios del campamento romano localizados hasta la fecha. Se han conservado en condi ciones tales que permiten su identificación sin lugar a dudas: El foso. Los restos de la doble empalizada. La puerta Decumana. Restos de murallas y alcantarillas en la parte Oeste. Dos habitaciones. La parte en que se encuentran las dos ha bitaciones está sembrada de alfalfa, pero por clarear en unas zonas y aparecer argamasa en otras, se han podido localizar sin dificultad. Sus dimensiones son 6 X 4,5 metros. Con u gerísimas «catas» han sido puestos al descu bierto sus muros y suelo, formado por gruesos cantos rodados. Por su situación próxima a la puerta Decumana y por su capacidad, de unos diez hombres, se supone serían contubernios ocupados por los hastados, primera fuerza que acudiría a cubrir las defensas del recinto y que serían alertados por los centinelas y con más tiempo por los velites que quedarían fue ra de la fortificación. La ermita de San Pedro es otro punto de gran interés. La construcción es relativamen te reciente, tiene menos de cien años; pero en un lugar por el que pasó la ruta jacobea, el hecho de no llevar el nombre de Santiago y sí el de San Pedro, puede indicar que se hizo por haber existido con anterioridad alguna otra ermita bajo esta advocación. En sus mu ros se encuentra una lápida funeraria primi tiva y un gran fuste y capitel corintios. No parece aventurado afirmar que antiguamente debió de existir algún importante templo roma no, que al cristianizarse sería puesto bajo la advocación del primer Papa. En la época en que Artieda era romana, ningún nombre más adecuado que el de San Pedro. Sus restos, por su gran peso y tamaño, debieron de quedar in — — — — — situ sin ser aprovechados por los habitantes del lugar hasta que en el siglo pasado se re construyó la ermita. En la parte Oeste apareció, hace unos trein ta años, un mosaico de tesela gruesa, blanco y negro, con dibujo geométrico. Por desgracia fue destruido, y actualmente tan sólo se con serva algún trozo de muy reducidas dimensio nes y numerosas teselas sueltas en la zona en que se descubrió. Finalmente, en la parte señalada con una equis, probablemente existió un silo, ya que, según cuentan los habitantes del lugar, al ser roturado el terreno, allá por los años treinta, cayó una caballería en un gran hueco que ha bía, por lo que después de sacarla fue obtu rado con piedras, y actualmente está tapado. Con el transcurso del tiempo, y al conquis tarse las Galias y pacificarse España, el pri mitivo campamento, como tantos otros, se convertiría en un poblado. Primeramente, con grandes reservas y pre cauciones, se irían construyendo casas dentro del recinto del fuerte, como lo prueba la abun dancia de trozos de cerámica, tanto de la tos ca (ánforas, etc.) como de la fina, conocida con el nombre de «Terra sigillata». También apareció alguna piedra de molino. Después el poblado crecería y se extendería por el Campo del Royo, lugar en que también abundan las piedras de molino y cerámica. En este lugar apareció también algún trozo de cerámica grisácea, del tipo ampuritano. Finalmente, los ricos propietarios harían sus villas o casas señoriales próximas al pue blo, pero lo suficientemente alejadas del mis mo como para gozar de las delicias del cam po. Estas casas señoriales, situadas en luga res de gran belleza, se encuentran en las vi ñas de Sastre y en Rienda. En las viñas, al plantar las cepas hace bas tantes años, se descubrió un capitel de már mol y un mosaico policromado del que se en cuentran teselas en la superficie, y debe de co rresponder por lo menos a dos habitaciones. Por los informes de los que lo vieron parece deducirse que está en bastante buen estado y a unos 60 centímetros de profundidad. Pro bablemente será del siglo iii de nuestra era, análogo al descubierto recientemente en Rienda. En Rienda también hace unos treinta años aparecieron trozos de mosaicos a los que no 33 hasta la fecha habían pasado inadvertidos o menospreciados por la gente. Al trasladarse a Rienda para ver las colum nas encontradas meses antes por el tractoris ta, le llamó la atención el diferente colorido de la tierra, rojiza en algunas zonas, como si hubiera sido quemada siglos atrás. Los mosaicos marcados con el núm. 3 (cro 6. EL HALLAZGO ARQUEOLÓGICO quis núm. 4), que desde hacía treinta años se Fue a los pocos meses de este hecho cuando estaban sacando y tirando por el terraplén por fortuna apareció un capitán de Infante situado al sur, juntamente con las colum ría que, tras reunir todos los datos, unos cier nas (5), le hicieron imaginar la existencia de tos, otros muy fantaseados por la imaginación un gran patio central de 44 X 36 metros, al popular, recorrió la zona minuciosamente, sa rededor del cual debían de encontrarse habi cando las conclusiones anteriormente expues taciones al este y al oeste, lugares en que la tas, a las que llegó interpretando conjunta tierra era rojiza. mente las narraciones de los lugareños, el co Desde el primer momento pensó que en la nocimiento del Pirineo y los vestigios que zona sur no se sacaría nada importante por estar muy deteriorada. Inició sus prospeccio nes en el este y oeste. Encontró un gran la drillo de tierra cocida (habitación núm. 4) y dos mosaicos (1 y 2). Las dificultades fueron grandes. El mal tiempo reinante retrasó la recolección, por lo que no había peones que se encargaran de picar; no quedaba más remedio que realizar el trabajo personal y urgentemente. Era una lucha contra reloj; había que salvar lo que pudiera antes que el tractor volviera a ser empleado. La suerte estuvo de su parte y el mosaico apareció rápidamente. Una vez estudiado el dibujo, hizo el infor me correspondiente, que fue remitido a las autoridades, las que, a la vista de las fotogra fías y dibujos, sin previo reconocimiento del lugar, enviaron unos técnicos, que procedieron a levantar el mosaico núm. 1 y lo trasladaron al Museo de Bellas Artes de Zaragoza. Los dibujos y fotografías permiten hacernos una idea de la belleza del mismo. El Ejército, por medio de uno de sus hom bres, ha añadido un servicio más a la Patria, no conformándose con la misión de defender la con las armas en la mano cuando las cir cunstancias lo requieren. También en la paz contribuye a su engrandecimiento, busca ji rones de su historia y se los entrega para que los custodie. No en vano se ha dicho que la de España es la historia de su Ejér Fotocopia de un dibujo del mosaico. Las ocho estrellas de historia la parte superior con dos círculos en trazo continuo están cito. Por ello un militar, aplicando sus cono total o parcialmente destruidas, habiéndose perdido sus f i cimientos tácticos, puede contribuir a desco guras. Las tres estrellas del ángulo inferior derecho, parcial mente destruidas, conservan parte de las figuras respectivas. rrer el velo del conjunto indivisible Historia La estrella central del borde inferior tiene la figura total de España-Historia de su Ejército. mente destruida. se dio ningún valor, continuando el arado su labor destructora hasta nuestros días. Recientemente, y al emplearse por primera vez un tractor potente, se pusieron al descu bierto dos columnas romanas al romperse el arado en ellas. 34 ;1] EstudiossoIIhreaspectosconcretosilelaTáctica;0] La Sección de fusiles en defensiva Capitán de lnantería Óaniel SERRÁDILLÁ BALLINÁS, profesor de la Academia Áuxilior Militar, y Teniente de Infantería Luis GRAVALOS GONZÁLEZ, del Batallón de Carros Medios de la D. 1. Guadarrama núm. 11. CUESTIONARIO P. núm. 1.—Cuál es la finalidad esencial de la ba talla defensiva? P. núm. 2.—!,Se renuncia en defensiva a la iniciativa? P. núm. 3.—En la organización de una posición de fensiva, ¿cuál sería la preferencia y orden más aconsejable en la ejecución de los siguientes apar tados?: A. Establecer los sistemas de transmisión y ob servación. B. Itinerarios para el movimiento, abastecimiento y evacuaciones. C. Obstáculos. D. Campos de minas y demoliciones. E. Colocar las armas en posición. F. Ejecutar las posiciones eventuales y supletorias. G. Montar el servicio de seguridad. H. Limpieza de los campos de tiro, determinación de distancias y datos sobre blancos probables. 1. Defensa A. B. Q. J. Preparar organizaciones simuladas. K. Asentamientos de las armas, pozos individua les y disimulación de estas obras. P. núm. 4.—Cuándo se inicia la organización del te rreno? P. núm. 5.—Cuándo se interrumpe? P. núm. 6.—,Qué es lo que determina el frente que una sección puede ocupar físicamente? P. núm. 7.—Como orientación tan sólo: A. ¿Cuánto frente ocupa una sección en terreno cubierto? B. ¿Cuánto frente cubre una sección en terreno cubierto? C. ¿Cuánto frente ocupa una sección en terreno descubierto? D. ¿Cuánto frente cubre una sección en terreno descubierto? E. ¿Qué fondo puede tener? P. núm. 8.—,Por qué medios se cubre la parte del terreno no ocupada? P. núm. 9.—Se asigna sector de tiro por fusilero o por pareja? P. núm. 1O.—i,Dóndese colocan los jefes de elemento en una organización defensiva de Pn? P. núm. lL—Para qué se seleccionan posiciones su plementarias de Pn? P. núm. 12.—,En qué ocasiones puede no ser necesa ria la preparación de posiciones suplementarias? P. núm. 13.—,Quién puede auxiliar al jefe de Sc. en el planeamiento y peticiones de fuegos? P. núm. 14.—Cómo se proporciona la sección, segu ridad a sí misma? P. núm. 15.—Durante la preparación de la posición, ¿qué personal se dedicará como mínimo a la obser vación? P. núm. 16.—Hasta quién se puede delegar la puesta en ejecución de los fuegos de la barrera principal? P. núm. 17.—i.Dóndese sitúan normalmente las ame tralladoras de la sección? p. núm. 18.—.Qué finalidad tienen las alambradas tácticas, de protección y suplementarias? P. núm. 19.—LAqué distancia de la posición se colo can las de protección? 6ra/ico P. núm. 20.—Sobre este grcífico dibuje usted el dispositivo n°1 de una sección en el borde anterior de la zona de resistencia. 35 SOLUCIONES AL CUESTIONARIO PRECEDENTE E. núm. 1.—Sostenerse firmemente en las posiciones ocupadas, deteniendo la progresión enemiga con acciones de fuego y trabajo preferentemente, y re curriendo al movimiento, siempre que sea necesa rio, para mantener la integridad de la posición. (Doctrina Provisional para el Empleo Táctico de lasArmas y los Servicios, art. 39.) R. núm. 2.—Sí, aunque no de un modo absoluto, ya que el defensor hace uso de ella eligiendo di te rreno más favorable para reñir la batalla. (Doctri na. art. 39.) R. núm. 3.—1.°,G; 2.°, E; 3.°, K; H; 50, A; 6.°, F; 7.°, D; 8.°, C; 1; 1O.°, B; 11.0, J. (Normas Provi sionales para el Combate de Pelotón, Sección y Grupo de Combate, art. 97, a). - -, 40, 90, R. núm. 4.—Nada más llegar las tropas a la zona defensiva. (Normas..-, art. 97, b). R. núm. 5.—Nunca, excepto cuando lo imponga la acción enemiga. (Normas..., art. 97, b). R. núm. 6.—La misión, el enemigo, el terreno, los efectivos de la Sección y el número de armas, no orgánicas, localizadas en el área defensiva de la Sección. (Normas..., art. 99, a). R. núm. 7.—A, 250 metros; B, 450 metros; C, 400 me tros; D, 700 metros; E, 200 metros. (Normas..., ar tículo 99, a). R. núm. 8.—Por el fuego. (Normas, art. 99, a). R. núm. 9.—Por el fusilero. (Normas..., art. 99, b, 2). E. núm. 10.—En línea con sus fusileros y general mente en el centro de ellos. (Normas..., artícu lo 99, c, 3.) R. núm. 11.—Para permitir la defensa del área defen siva de la Sección en todas direcciones. (Normas..., artículo 99, c, 4.) R. núm. 12.—Cuando el terreno permita la protección de los flancos y la retaguardia desde las posicio nes principales. (Normas..., art. 99, c, 4.) R. núm. 13.—El observador avanzado de M,s. de 81 mm. que se halle normalmente en su área. (Nor mas..., art. 99, d, 1.) E. núm. 14.—Por la observación. (Normas..., artícu lo 99, g, 1.) R. núm. 15. Un centinela por Fn. y un sirviente por cada arma colectiva. (Normas..., art. 99, g, 1.) E. núm. 16.—Hasta los jefes de Sección de fusiles. (Normas..., art. 99, cf, 8.) R. núm. 17.—En el borde anterior de la zona de re sistencia. (Normas..., art. 99, d, 3.) R. núm. 18.—Las tácticas, romper las formaciones enemigas y detener al enemigo en las zonas some tidas a los fuegos más intensos de la defensa. Las de protección, evitar asaltos por sorpresa des de puntos cercanos a las posiciones. Las suplementarias se emplean para desfigurar la alineación de las tácticas y también para unir áreas defensivas de Sc. y GRUCO, y para canalizar la progresión enemiga sobre zonas intensamente bati das. (Normas..., art. 94, e.) E, núm. 19.—Lo suficientemente próximas para que puedan ser observadas de día y noche y lo suficien temente alejadas para mantener al enemigo más allá del alcance de sus granadas de mano. (Nor. mas..., art. 94, e) (unos 30 metros). Gra/ico R. 36 núm. 20.—Una solución. Coinpórela con la suya. n°2 h’ 5 los Servicios delliegimiento ]ilindado de Cabalieria. Comandante de Caballería del Sv. de E. M., Federico QUINTERO MORENTE, profesor de la Escuelade Estado Mayor. lución del problema logístico presentará siem pre matices diferenciales que individualizarán Las condiciones que exige al combate mo cada caso. derno la amenaza nuclear, unidas a la misión fundamental de los servicios de hacer frente a todas las necesidades de vida, combate y 2. FACTORES QUE INFLUYEN DE FORMA MÁS DI RECTA SOBRE EL FUNCIONAMIENTO Y DESPLIE movimiento de las unidades, en cualquier si GUE DE LOS SERVICIOS REGIMENTALES tuación que se presente, resaltan la obligación de conocer, no solamente la estructura y fun Aquellos que, a nuestro juicio, ejercen una cionamiento de los elementos que constituyen influencia más decisiva son los siguientes: los trenes de las propias fuerzas combatien Grado de independencia e iniciativa que tes, sino también las posibilidades reales de al Regimiento se le haya concedido en el los mismos. marco divisionario para el cumplimiento En esta ocasión nos vamos a referir a los de su misión. del Regimiento Blindado de Caballería, bus Coordinación entre las acci6nes que efec cando destacar cómo en cada una de las si tuarán las diversas fracciones y escalotuaciones más singulares del combate la so1. INTRODUCCIóN — — 37 nes del despliegue general del Regi miento. Intervalos y distancias entre unidades y extensión total de la zona de acción asig nada. Actitud propia y enemiga. Dureza, reac ciones y rapidez que se supone presenta rá el desarrollo de la acción. Refuerzos y apoyos de todo orden que recibirá el Regimiento. Características más acusadas del terreno que limiten o beneficie la actividad de los trenes. Datos meteorológicos y coñdiciones cli matológicas previstas. El predominio, equilibrio, poco valor de cualquiera de los puntos relacionados, proyec tado sobre las necesidades permanentes de las tropas, no permite el uso cómodo y fácil de un esquema apto para ser aplicado en todos los casos; por el contrario, requiere la busca de soluciones flexibles capaces de acoplarse con rapidez y efectividad a la imprevista va riante que pueda presentarse. — Comandante inspector de armamento, material y servicios del Mando del GLB. Oficial de aprovisionamiento, segundo jefe del Escon. de Pd. M. del GLB y jefe de la Sección de Servicios y Tren. En cada escuadrón, los segundos jefes de los mismos. Los suboficiales jefes de los diferentes pelotones de servicios y equipos. 3.2. Las posibilidades de cada servicio son: — — — — — — — 3. CoMPosición DEL RCB/ Y POSIBILIDADES DE LOS TRENES 3.1. Esta unidad, como ya sabemos, se ar ticula en: Mando. Plana Mayor de Mando. Grupo Ligero Blindado: Mando. Escuadrón de Plana Mayor. Tres Escuadrones Ligeros Blindados. Escuadrón de Carros de Combate Me dios. La cadena de mandos a través de los cuales se lleva a cabo la actividad de los servicios en el Regimiento es: Jefe del Regimiento. Teniente coronel, segundo jefe, inspector de los servicios, por delegación del Mando. Capitán de Organización y Servicios (S-l y S-4) de la Plana Mayor de Mando del Regimiento. — — — — — — — — — — 38 3.2.1. Carburantes y grasas. Los camiones y cisternas encuadrados en la Sección de Servicios y Tren del escuadrón de Pl. M. del GLE. permiten el transpor te de: 4.800 litros en bidones de 20 litros, 5.000 Ii tros en cisternas y 80 kilos de lubricantes. Cada escuadrón cuenta con un remolque cisterna de 2.000 litros para atender a cual quier emergencia que pueda presentarse. La dotación en bidones de 20 litros que cada escuadrón debe mantener y transportar en sus propios trenes de combate se ignora; pero, examinadas las que poseen unidades simi lares en otros Ejércitos, podemos conside rarla aproximadamente del orden que sigue: Por cada carro de combate: 4 bidones, 80 litros. Por cada ci. t. t. 1/4: un bidón, 20 litros. Por cada ci. t. t. 3/4: un bidón, 20 litros. Por cada COB: 2 bidones, 40 litros. De esta forma resultaría que los escuadro nes ligeros llevarían en sus trenes de comba te unos 1.300 litros (65 bidones), y el escua drón de carros medios unos 1.600 litros (80 bi dones). Admitiendo como aproximada la cifra de 41.000 litros para la capacidad total de los depósitos de todos los vehículos del Regi miento, las posibilidades globales son las si guientes: Depósitos de vehículos, 41.000 litros. Pelotón de C. y G., 9.800 litros. Trenes de escuadrón: ‘3 escuadrones ligeros, 9.900 litros. Un escuadrón de CCM, 3.600 litros. Resto del Regimiento, 2.000 litros. Total: 66.300 litros. — — — — — — — — — — — Neumáticos cisterna. Comparando esta cifra con la que indica el número de litros que consume el Regimiento en una marcha de 100 kilómetros sobre carre tera, y que se eleva a unos 21.000 litros, pode mos deducir una serie de consecuencias; aho ra bien: debemos tener siempre presente q las misiones, características de los vehículos (autonomía y consumos diferentes) y modali dades de empleo de éstos, determinarán en su exacto valor estas cifras orientadoras. 3.2.2. EntretenimientO Y recuperación de vehículos. El Regimiento cuent.a con 10 equipos de en tretenimiento tipo A y un equipo B. Los equipos del pelotón de entretenimiento de la Sección de Servicio y Tren (3-A y 1-B) se les considera capaces de apoyar a los ve hículos del Regimiento en aquellas situacio nes de combate de dureza media y durante plazos no muy largos, puesto que hoy se admi te que la inmovilidad de un vehículo averiado atendido por el segundo escalón de entreteni miento no debe ser, en unidades de Caballe ría, superior a doce horas en acciones ofensi vas o móviles ni rebasar las veinticuatro ho ras en las de carácter estático. Cuando esos plazos sean superados, los ve hículos averiados deben ser atendidos por el tercer escalón (División) a fin de no recargar a los equipos regimentales con una acumula ción o tareas incompatibles con el carácter de la unidad. En la recuperación de vehículos y su remol que hacia los puntos señalados puede presen tarse un problema agudo dado el número de carros y camiones-grúas (1 y 4) del Regimien to para hacer frente a una plantilla de 61 ve hículos orugas y más de 180 sobre ruedas, y sólo podrá resolverse empleando y distrayen do de sus misiones peculiares a otros vehícu los, o contando con el apoyo del Batallón de entretenimiento de la División. 3.2.3.. MunicionamientO. Las posibilidades de los trenes son de 8 to neladas para él pelofón de municionamiento y 4 toneladas en los trenes de los escuadrones. Estas cifras, bajas de por sí, dado el peso y tipo de munición que más se consumirá (desde calibre 7/92 hasta 90 mm.), deberá te nerse previsto su incremento mediante la asig nación de medios autos para el transporte de munición. Como cifras orientadoras, y teniendo en cuenta las modalidades de combatir que cada escuadrón posee, podemos señalar que: — — — A cada escuadrón LB. deberá ser afec tado un camión de 2,5 Tm. Al Escón. CCM., el número de camiones oscilará entre 3 y 6. Al Escón. de Pl. M., dos camiones. No olvidemos que el tonelaje a transportar entre todos los trenes del Regimiento repre senta un total que se aproxima a las 150 to neladas. El módulo es una medida utilizable para cálculos en escalones superiores al Re gimiento, mientras que una unidad de Caba Hería, que puede no combatir de forma con tinuada cuando verdaderamente se empeña en 39 el combate, es frecuente que consuma varios módulos en una sola jornada. 3.2.4. Sanidad. Cada escuadrón cuenta con una ambulan cia t. t. 3/4, mientras que en el escalón regi mental aparece un jeep portacamillas, una ambulancia de 3/4 y un camión del mismo peso para el material sanitario que permite la instalación de un puesto de socorro. Las evacuaciones de personal de las tripula ciones de los carros y COB,s., cuando se en cuentren empeñados en el combate, aconsejan el empleo de ambulancias protegidas que per mitan la aproximación a los vehículos de com bate con cierto grado de seguridad. — — — — — Condiciones variables de seguridad. Actividades de reconocimiento. Grado de urgencia en la realización del movimiento. Ocupación transitoria, de puntos o líneas del terreno. A veces, combates de corta. duración, pero violentos. 4.3. Acciones ofensivas de corto recorrido que requieren: Continuidad y dureza en el combate. Velocidad de progresión poco acusada. Coordinación estrecha con otras uni dades. Conquista de objetivos sucesivos. — — — — 3.2.5. Víveres y equipajes. 4.4. Acciones ofensivas que requieren rapi dez y profundidad en las penetraciones, cali Las posibilidades de carga son de 5 Tm. por ficadas por: cada escuadrón. Interes.a resaltar que el hecho de ir todo el Máximo impulso hacia vanguardia. personal sobre vehículos permite la asignación Mayor grado de descentralización. de raciones especiales, tanto de tipo indivi Potencia en los primeros escalones. dual como colectivo, aligerando así el peso a 4.5. Misiones defensivas en las que el es transportar por los trenes. pacio, el tiempo y la seguridad prevalecen en la. ejecución de la maniobra, definidas por: Acciones móviles a vanguardia, flancos. o 4. CLASIFICACIÓN POR GRUPOS DE LAS ACCIONES retaguardia de la posición. FRECUENTES O HABITUALES QUE PUEDE DES Ocupación y defensa transitoria del te ARROLLAR EL REGIMIENTO. rreno. Rápidos despegues. Acciones de choque previstas: contraata Esta clasificación se hace atendiendo a las ques, reducción de núcleos enemigos. modalidades que más afectan al cumplimien — — — — — to de las actividades de los trenes. 4.1. Acciones preparatorias de misiones ya previstas, definidas por: Estacionamiento en sus diferentes clases. Permanencia en posiciones de re unión. Ocupación de posiciones de espera. Actividad enemiga limitada. Seguridad relativa para los servicios. — — — — — • 4.2. Acciones en las que el movimiento y la seguridad en beneficio propio o del con junto prevalecen sobre otra consideración, caracterizadas aquéllas por: Espacio a recórrer. Amplitudde la zoná de acción. — — 40 4.6. Acciones defensivas de tipo estático, caracterizadas por: Empleo máximo de fuego. Reacciones ofensivas móviles de corto re corrido. Estrecho contacto con otras unidades. — — — — 5. — servicios puedan ser llevadas a cabo en el tiempo concedido. Continuar e intensificar el programa de entretenimiento que se esté desarro llando. Tener previstas medidas a tomar y ar ticulación de los trenes durante el des arrollo de la misión. NORMAS PARA EL EMPLEO DE LOS SERVICIOS. La permanencia y el grado de seguridad que se posea en los despliegues de espera influirán 5.1. Comencemos por las acciones señala en el rendimiento de las tareas de los diversos das en el grupo 4.1 (preparatorias). La actividad de los servicios se orienta a: equipos, al conocerse itinerarios, poder regu lar las peticiones, centralizar el esfuerzo y Completar las dotaciones reglamentarias consumidas e incrementarlas, si ello ha contar con un apoyo inmediato del escalón superior. sido ordenado. El tiempo disponible y la misión posterior a Determinar qué personal, material y ve hículos deben ser evacuados al escalón cumplir indicarán a qué servicios habrá que superior por imposibilidad de proporcio dedicarles mayor atención y esfuerzo, pero siempre esta preocupación tendrá presente al narles, en el marco regimental, el trata menos tres puntos principales: entretenimien miento (personal) o reparación adecuada (material), en el plazo disponible antes to, carburantes y municionamiento. de emprender la misión prevista Estos tres servicios nunca situarán sus ór Asegurar la recuperación para el com ganos próximos los unos a los otros, pero sí bate del personal, vehículos y material existirá un doble circuito que los enlace y per que dentro de las posibilidades de los mita el movimiento rápido de los elementos de los trenes de las unidades que acudan a ellos. Si la urgencia o el tiempo disponible obligan a una tarea que excede de las posibilidades de los trenes de los escua drones, la Sección de Servicios y Tren empleará parte de sus medios en apoyar y acelerar a aquéllos, principalmente en la distribución de carburantes y repara ción de vehículos. — — — 5.2. Acciones en las que prevalezcan el movimiento y la seguridad (4.2). Si prevalece el movimiento, todo aque llo que lo retrase debe ser, en lo posible, suprimido o retirado. Si la longitud o dureza de la marcha presupone para efectuarla un consumo superior a los 2/3 de la capacidad de los depósitos de los vehículos, se hace nece seria la distribución de carburante en los puntos que se determine o se haya orde nado por el Mando. Normalmente será el Servicio de Carburantes de grasas di41 visionario el encargado de situar algunos ele mentos (cisternas, camiones con bidones) en las zonas elegidas. Se tendrá calculado el tiempo que se tarda en distribuir el carburante, y el sistema que se adoptará, aconsejándose que sea siempre el escuadrón de CCM. el primero que se atien da en estas tareas. Marchan normalmente con las unidades, y a sus retaguardias, los trenes de combate, mientras que los de víveres y equipajes, re unidos, bien permanecen en los estaciona mientos iniciales incorporándose a fin de jor nada (caso de consumirse rancho en frío a niedia jornada), o se adelantan a las unida des para que éstas puedan hacer la primera o segunda comida en caliente. Si prevalece la seguridad sobre otra consi deración, entonces el despliegue del Regimien to empleando más de un itinerario, cubriendo un frente apreciable y marchando en ocasio nes campo a través, hará que el consumo de carburantes sea algo superior al normal so bre carretera. Con relación al consumo de munición, éste se repartirá desigualmente entre las unida des, ya que no siempre todas ellas tomarán la misma parte activ.a en los combates preli minares o de encuentro. La permanencia en línea ordenadas mantener elevará dicho con sumo y exigirá medidas de previsión para el sostenimiento del combate. El número de vehículos destruidos debe ser muy reducido y el de averiados no muy eleva do, ambos en comparación con los que se pro ducen en otras fases del combate; ahora bien: el tipo de averías que se podrá reparar tendrá que ser muy simple, imponiéndose la rápida evacuación hacia retaguardia. Según a la distancia a que opere el escalón de seguridad del resto de la División y los apoyos previstos, el problema de la recupera ción de vehículos y evacuación del personal no será complicado o podrá llegar a ser agudo. En general, pues., conviene reforzar los tre nes de combate de aquellas unidades o parti das que se prevea puedan quedar aisladas en su actuación. La actitud cambiante de las uni 42 dades (avanzando o retrasando el avance ene migo) y los intervalos entre ellas aconsejan mantener un equilibrio en la composición de los trenes que les permita superar las crisis que pudieran producirse, sin embarazarlos con cargas y vehículos que disminuyan sus posi bilidades para la maniobra y movimientos rá pidos. 5.3. Acciones ofensivas de corto recorri do (4.3.). En estas acciones el Regimiento no actua rá centralizado y serán sus escuadrones los que afectos se integrarán en agrupaciones tác ticas con Infantería, Artillería, Ingenieros, etcétera, aun cuando no se descarta el empleo del Regimiento constituyendo el núcleo prin cipal de algunas de las agrupaciones tácticas que se creen. El consumo de munición en este tipo de ope raciones es alto si se compara con el que se ñala el carburante. Por ello, la atención se orienta más hacia el transporte de munición hacia vanguardia y su distribución entre los primeros escalones de combate. Las bajas en vehículos destruidos suelen ser más bien altas, pero no la de los averiados por fallos en el vehículo o por dificultades que presente el terreno para el movimiento. Ahora bien: no serán averías fáciles de reparar y exigen cierta estabilidad a los equipos; de aquí la necesidad de su urgente evacuación para que puedan ser atendidos por el segundo o tercer escalón de entretenimiento. Con respecto al personal existirá también un elevado porcentaje de bajas de primera ur gencia, y la evacuación presentará un carác ter difícil por carecer de ambulancias blin dadas. Los trenes de combate se mueven por sal tos, a lo largo de itinerarios que materializan a los ejes de evacuación. Hacen alto en posi ciones a cubierto de la observación y, a ser posible, de los fuegos directos de las armas pe sadas del enemigo. Los escuadrones que actúen en primer esca lón deberán ser reforzados en sus dotaciones de munición, y en ocasiones en medios de re-. cuperación y evacuación. La imperiosa necesidad de mantener la po tencia en el combate obligará a un continuado y mantenido esfuerzo por parte de los trenes, que no podrán esperar a ser completados a fin de jornada. 5.4. Acciones ofensivas rápidas y penetran tes (4.4.). Realizadas por la Caballería en el marco divisionario, serán misiones agrupadas dentro del concepto de «explotación táctica inme diata)). Será frecuente que durante las fases ante riores del ataque el Regimiento haya perma necido en reserva y dispuesto a intervenir en el momento ordenado. En general, el consumo de carburantes es mayor en proporción que el de municiones, ya frente a un enemigo bastante quebrantado. El número de bajas en personal no suele ser elevado. El porcentaje de vehículos destruidos disminuye, pero aumenta el que señala los ve hículos averiados. Se consume mayor canti dad de raciones de previsión durante toda la acción. Para transportar carburante, si se hace ne cesario, deberán utilizarse hasta algunos ve hículos del tren de víveres y equipajes. El empleo de los vehículos de entretenimien to se orienta de forma que su esfuerzo abar que el mayor número de vehículos, en repara ciones que exijan poco tiempo, mejor que so bre un número reducido de ellos que requieran mayor tiempo para su puesta en servicio. La labor de recuperación se materializa en situar los averiados sobre el eje o ejes de eva cuación, dando cuenta de su posición y ave rías. Normalmente el Regimiento recibirá re fuerzos para esta misión. 5.5. Acciones de tipo defensivo con predo minio del movimiento (4.5.). En ellas podemos considerar incluidas la defensa elástica y en profundidad. En ambas modalidades se cede terreno, se ocupan tran sitoriamente posiciones y se reacciona ofensi vamente. La complejidad de las acciones a realizar, la dificultad de su coordinación, la amplitud de zona en que se opera y la continua presión enemiga hacen que el apoyo logístico tenga que ser estudiado con todo detalle, engarzán dolo perfectamente a las necesidades de la maniobra táctica en tiempo, espacio e intensi dad. Este apoyo debe ser tan flexible que pue da emplearse en beneficio de una maniobra defensiva y, sin solución de continuidad, estar en condiciones inmediatas de adaptarse a una actividad ofensiva. Se examinarán las misiones sucesivas a cumplir, distancia de los gruesos, enlace con otras fuerzas, etc. Se seleccionarán los ejes que deban ser utilizados por los trenes sin in terferir a la acción táctica. No será necesario reforzar en carburantes y grasas los trenes de escuadrón, ya que el re corrido entre posiciones nunca será excesivo y el gasto o consumo podrá resolverse con sus dotaciones orgánicas y, en aquellas ocasiones que lo precisen, lo tendrán solucionado al al canzar las sucesivas posiciones, en donde con tarán para ello con reducidos depósitos (bido nes, cisternas) montados por el pelotón de carburantes y grasas o por el escalón divisio nario. La actividad que prevalecerá sobre las de más debido a la premura de tiempo disponi ble será la evacuación, para evitar que perso nal o vehículos queden en poder del enemigo. Las reparaciones serán mínimas o nulas durante la fase de movimiento; de aquí que los equipos de entretenimiento se sitúen a re43 taguardia de las posiciones y sean, como ya se ha indic.ado, los medios de recuperación los que actúen de forma intensa en esta fase. La munición consumida será compensada al alcanzar las posiciones, pudiendo estable cerse a priori en cada una de las que interesen pequeños depósitos. Serán de mayor entidad los trenes de com bate de las unidades en la defensiva elástica que en la de profundidad, por la frecuencia de quedar aisladas que aparecerá en la primera modalidad. 5.6. Acciones defensivas estáticas (4.6.). Se realizan normalmente en la zona de segu ridad, a vanguardia de la posición de resisten cia divisionaria, o sobre esta misma posición (excepcionalmente). La fase estática se define por una perma nencia en el despliegue de los servicios y en la centralización (si el Regimiento actúa re unido) de los mismos. Los aspectos más importantes a destacar son: reducido consumo de carburantes, mayor atención y tiempo disponible para las tareas de entretenimiento, constitución de depósitos de municiones a utilizar en la zona de seguri dad, relativa facilidad para las evacuaciones y detallado plan para la circulación en toda la zona. 44 Según la actuación del Regimiento, bien en la zona de seguridad, posición de resistencia o como reserva de la División, la articulación de sus trenes será diferente y le serán de apli cación para su empleo algunas de las normas indicadas en los apartados anteriores. 6. CoNcLusioNEs FINALES Finalizamos nuestro trabajo. No hemos pre tendido agotar cuanto puede decirse sobre el empleo de los servicios en una Pequeña Unidad. La necesidad de mantener en cada escalón un cierto grado de autonomía logística ade cuada al probable empleo de aquél, la busca y ensayo de métodos que se orienten a redu cir «los tiempos muertos» (entrega de carbu rantes, municionamiento, tareas de entreteni miento, evacuaciones) que para el combate significan estas actividades, son el resumen de la numerosa lista de extremos que hay que considerar. Todo lo anteriormente expuesto no hace más que resaltar algo la vital importancia que en el proceso de creación o reorganización de cualquier tipo de unidad tiene la parte dedi cada al análisis profundo de aquellos elemen tos (trenes) destinados a apoyar y hacer efec tivas las fracciones combatientes. L0ÍÑF0RM14cI0N o] e .7decsy ¡ef/exiónes ImportanciadeEspañaenlaestrategíadelosEE.ULJ. Por Français BLANC. De la publicación francesa «Revue de Defense Nationale)). Traducción del General ROMERO DE ARCOS. La segunda guerra mundial ha modificado profundamente la situación internacional. En 1945, la mayor parte de las naciones europeas salieron del conflicto amputadas o dis minuidas. Han debido curar sus llagas y levantar sus rui nas. Aprovechándose de las circunstancias, la Unión Sovié tica consiguió, por el camino de su ideología, extender sus zonas de influencia a costa de las potencias occidentales. Poco a poco, el comunismo ha alcanzado todos los conti nentes destruyendo despiadadamente seculares estructuras políticas y sociales, para reemplazarlas por otras nuevas con dependencia más o menos estrecha de Moscú. Ante el hun dimiento que amenazaba a ciertos paises, los Estados Uni dos se han visto obligados a intervenir en los asuntos europeos y a tomar a su cargo, de buen o mal grado, los destinos de los Estados amenazados. A una presión ideoló gica frecuentemente basada en la lucha de clases, han opues to la potencia de su economía y concedido a las naciones en dificultad la ayuda sin la cual no habrían podido reha cerse. Han parado la amenaza militar por un lado afirmando sin equívocos su voluntad de proteger a Occidente, por otro creando un sistema de alianzas animados de una vo luntad común de defensa y de supervivencia. De todas las naciones europeas, solamente España fue tenida inicialmente al margen. Querer explicar las profun das razones de esta cuarentena rebasaría los límites de este estudio. Se puede estimar, sin embargo, que, saliendo desangrada de una guerra civil espantosa, España tenía al gunas razones en 1939para quedar fuera de un nuevo con flicto. Como quiera que sea, de 1946 a 1950, el general Franco no cesó de denunciar el peligro que hacía correr al mundo la amenaza soviética. Los primeros, los Estados Unidos es timaron que tenían interés en llevar a España a la órbita occidental. El 10 de enero de 1950, Washington reconocía al gobierno del Caudillo como el único gobierno español, y Francia decretaba la reapertura de su frontera de los Piri neos. La guerra de Corea exacerbó los sentimientos antiso viéticos de los americanos. Ayudada por sus numerosos amigos del otro lado del Atlántico, España se decidió a romper su aislamiento. Obtuvo de la O. N. U. en noviem bre de 1950el voto de una resolución, recomendando a los miembros de la organización internacional reanudar sus re laciones diplomáticas con ella. Desde entonces, la posición moral de España no cesó de mejorar. En marzo de 1951la llegada a Madrid de un emba j ador americano le abrió nuevas perspectivas para el pone nir. Poco a poco fueron en aumento las conversaciones orientadas a definir las bases de un acuerdo bilateral eco nómico y militar que favorecía los intereses de los dos paí ses. Este acuerdo fue concluido el 26 de septiembre de 1953. Diez años más tarde, acabamos de asistir a su reno vación. ¿Qué razones incitaron a los Estados Unidos, país demo crático por excelencia, a llevar al concierto europeo a un país gobernado por una dictadura? La respuesta a esta pre gunta es sencilla: «América ha comprendido el interés que podía presentar España en el plano estratégico)). En la bús queda de un sistema defensivo sin fallo englobando las dos orillas del Atlántico y del Mediterráneo, Washington no po día eliminar a Madrid (1) por razones geográficas, políticas y militares. LAS COMPONzNTz5 ozoGRÁFIcAsoz EsPAÑA España posee los elementos que constituyen una gran na ción: su superficie, un clima privilegiado en conjunto, con posibilidades agrícolas y minerales diversos, una población compacta y orientada hacia el esfuerzo. Su posición excén trica, su aislamiento debido a la barrera pirenaica y el mar han contribuido además a forjar el alma española ardiente mente apasionada de libertad. La geografía ha conferido a España una importancia que desborda ampliamente el cuadro nacional y llega hasta el europeo. Le ha dado una vocación mundial. Su calidad de península hace de ella un excelente puesto de observación o una plataforma de partida frente a diversas masas de población pertenecientes a tres continentes. Sus tres mil kilómetros de costas le proporcionan también anchas sali das sobre un mar y un océano unidos entre sí por uno de los estrechos más frecuentados del globo (2). Este carácter marítimo no ha sabido hacerse notar dema siado. Desde la Antigüedad, ha hecho de España una encru cijada, una zona de intercambio y de mezcla de poblaciones donde se han reunido no solamente los ribereños del Medi terráneo, sino también muchos pueblos extraños atraídos por el mar de la luz. Después del Renacimiento es también el mar quien le ha proporcionado su más bella empresa llevándola a descubrir nuevos territorios. Más tarde, su (1) En este estudio no se menciona Portugal, que pertenece al sistema geográfico ibérico. (2) En 1962; 57.340navios han atravesado el Estrecho de Gi braltar, con una media de 157por día y de un navío cada ocho minutos. flota le ha permitido controlar la ruta de las Indias. Aún en nuestros días su litoral ccnserva una importancia esen cial con sus golfos, sus estuarios y sus puertos que miran bien al Nuevo Mundo, bien a los países de las antiguas civi lizaciones helénica, romana y árabe. El interés geográfico de España está considerablemente reforzado por la existencia de un sistema de islas muy bien arropadas. Ocupando un lugar privilegiado en el centro de las comunicaciones marítimas y aéreas internacionles, el grupo de las Baleares y de las Canarias constituyen, en unión con el grupo complementario de las Islas Portugue sas, escalas preciosas entre los mundos europeo y africano de un lado y el Antiguo Continente y las Américas de otro. Las provincias españolas de Africa permiten a la metró poli bien vigilar el este del estrecho y una parte del litoral norte-africano, o bien disponer de una cabeza de puente en el noroeste de los países negros. Para tenerlas ampliamente pobladas y organizadas, España las considera como «partes integrantes del territorio nacional». Hace de su presencia en el continente africano una de las ideas claves de su política extranjera, porque desea desempeñar un papel de intermediaria entre Europa y la orilla sur del Mediterráneo. Una tendencia no menos señalada la hace volver sus miradas hacia el Nuevo Mundo. No olvida que el siglo xv, fue la base de partida hacia las Américas donde dejó una huella profunda y a veces lo mejor de sí misma. Si estas tentativas ultramarinas, empeñadas más allá de sus posi bilidades son finalmente liquidadas por un fracaso, quedan no menos de 150millones de hombres en el mundo ha blando todavía español y que ha sabido tejer y mantener poderosos lazos afectivos con sus antiguas colonias. Per siste así una de las mejores ligazones entre los dos conti nentes, lo que no podía dejar de interesar a los Estados Unidos, cuidadosos en crearse las conexiones más estre chas con las jóvenes repúblicas latinas. INTERÉsPOLÍTICO DE EsPAÑA En el pasado la España mística y caballeresca se ha enfrentado a los asaltos del Islam. En el siglo xx se ha levantado con el mismo vigor contra la hoz y el martillo, pagando a un precio muy caro su lucha por la libertad. ¿Qué hubiera sido de Europa, de Francia en particular, si España hubiera sido sovietizada antes de 1939? La suerte del mundo occidental hubiera sido sin duda completamen te diferente. Por otra parte, la España del Caudillo ha mantenido una línea de conducta sin equívocos. Ha rehusado tratar con la U.R.S.S. y reconocer la ocupación de Europa Orien tal, después de la agresión contra Hungría. A la estrate gia de la coexistencia pacífica, opone su anticomunismo que la hace rechazar todas las tentativas de infiltración marxista no obstante las amenazas que le son prodigadas por el Kremlin. ¡Esto solo habría sido suficiente para in ducir a los americanos a aproximarse al régimen autori tario de Madrid! Unico superviviente de los jefes de Estado en el poder antes de la guerra, el general Franco, después de haber evitádo a su país la contaminación comunista, le ha sabi do procurar veinticinco años de estabilidad política. El relance económico se hizo difícil por las destrucciones de la guerra- civil, él se fijó como tarea la reconstrucción de Es paña y la eletración de su nivel de vida. Los prudentes esfuer zos desplegados durante un cuarto de siglo comienzan a producir sus frutos. La marcha hacia delante parece asegu rada en lo sucesivo. Las reformas sociales están encauza das y la prosperidad a la vista. Naturalmente dispuestos a- ayudar a los países orientados hacia el progreso, los Estados Unidos habían percibido estas perspectivas desde AL antes de 1950. De otra parte, el juicioso empleo de los créditos concedidos a Madrid no hizo sino confirmarles en esta opinión. Debido, ante todo, a las cualidades de la raza, el éxito obtenido por España en todas las ramas de su econornia no puede sino incitar a Washington a perseve rar en su política de relaciones cordiales con España. Las profundas transformaciones ocurridas en Africa han acrecido aún más los motivos de aproximación entre las dos naciones. La accesión a la independencia de numerosos países, su orientación neutralista cada vez más pronun ciada, y por determinadas aperturas hacia el Este no disi muladas, la retirada progresiva de Francia del Africa del Norte han trastornado literalmente un equilibrio pacien temente laborado en el pasado. La presencia francesa en Marruecos había animado a los americanos a establecerse militarmente en las cuatro magnificas bases de Nouaceu, Ben Guerir, Sidi Silmane y Port-Lyautey. La coyuntura política franco-marroquí, el deseo de no dejar aislado a Madrid, las posibilidades excepcionales ofre cidas por la peninsula en los dominios marítimo y aéreo, han llevado a los Estados Unidos a buscar en España una solución de repuesto y una nueva cabeza de puente en dirección a Africa. Los dos países no podían además sino sacar ventajas de su cooperación: Madrid encauzando el desenvolvimiento de su economía con la ayuda de Wash ington, los Estados Unidos alcanzando sin dificultad una de las posiciones llave del mundo, posición que adquiere un valor irreemplazable a consecuencia de la evacuación de las fuerzas extranjeras estacionadas en territorio sheri fiano. - INTERÉsMILITARDz EsPAÑA La segunda guerra mundial ha venido a confirmar el papel fundamental jugado por las bases en la política extranjera y la estrategia de las grandes potencias. Las del Pacífico, por ejemplo, permitieron a los Estados Uni dos contener el empuje japonés hasta el día en que estu vieron en condiciones de imponer su decisión. La inauguración de la era de los misiles intercontinen tales no parece haber anulado esta importancia. Amenazada por los cohetes soviéticos, la «fortaleza americana» debe, si quiere vivir, instalar y conservar antenas lejanas jui ciosamente elegidas en un medio amigo. Europa ha entrado en el sistema militar americano con la guerra. Su interés es primordial para los Estados Uni dos. Pero Europa forma un todo. No se puede válidamente defenderla o apoyarse en ella si se abandona una de sus partes. ¡Pues España es precisamente uno de sus compo nentes esenciales! Aunque no integrada en la O.T.A.N.,par ticipa de la estrategia periférica de las naciones occiden tales con igual título que Grecia, Italia y Escandinavia; esto ocurriría solamente asegurando la cobertura suroeste del continente. Sin vecinos molestos, protegida en su flancos por un doble colchón marítimo, mantenida a dis tancia del eventual adversario por la pantalla de Francil reforzada por -los Pirineos, está al abrigo de un peligrosc ataque inicial. En caso de presión sobre Francia, Italia o Africa de Norte, puede servir a la vez de escalón de reunión, d reducto defensivo y de campo atrincherado. Para los Estados Unidos representa una pieza maestr del dispositivo de cobertura alejado en dirección al Este se trate de vigilancia, de alerta, de preparación de opera clones o de sostén logístico de divisiones avanzadas. Po las posibilidades de dispersión que ofrece está en condi ciones de aumentar notablemente las probabilidades de su pervivencia de las fuerzas estratégicas americanas. St proximidad a teatros eventuales de operaciones permite Con el acortamiento de distancias, el reducir considerable mente los plazos de su intervención. Pero también dispone de un espacio de retroceso suficiente para ofrecer al mando una zona de despliegue y de maniobra particularmente pre ciosa. En caso de conflicto, España podría ser, pues, punto de amarre, plataforma receptiva o trampolín para la inter vención. Es susceptible de servir de etapa entre los Esta dos Unidos y Europa, entre los Estados Unidos y el Oriente Medio, entre Europa y Africa. Tratándose de una acción ofensiva que pusiera en juego importante fuerzas conven cionales, permitiría una amplia elección de ejes de esfuer zo y de objetivos en el cuadro de las maniobras desbor dantes que afecten a Europa continental, Africa del Norte, Próximo Oriente o los Balcanes. En cualquier hipótesis, está llamada por la naturaleza a desempeñar en el Mediterráneo occidental el papel de rro guardián en la ruta de Suez y de los Dardanelos. ¿Tal haz de ventajas no es suficiente para explicar la elección americana? En particular, después de las experien cias de Anzio y de Normandía sobre el precio de los desembarcos a viva fuerza, el interés bien entendido de los Estados Unidos ¿no era situar desde los tiempos de paz los medios militares en España? Otro factor ha intervenido ciertamente en esta decisión de los Estados Unidos: la necesidad de asegurarse una amplia libertad de acción pn materia de comunicaciones. Las grandes islas-relais del Atlántico proporcionan a la US/NAVY un acortamiento sensible de sus etapas marí timas. Menos útil para los submarinos nucleares, esta ven taja conserva todo su valor para las flotas a propulsión clásica. Por otra parte, desde las costas de Galicia se vigi lan las entradas y salidas del oeste europeo. Al este se puede desde Barcelona, Alicante y Baleares observar lo que pasa en el mar interior mientras que, más al sur, las dos orillas del estrecho están en condiciones de controlar la totalidad del tráfico. El hecho de disponer del territo rio español facilita sin duda alguna los movimientos de los navíos aliados. En cambio, desde España sería fácil im pedir al adversario los desplazamientos de la mayor parte de los navíos de superficie y de limitar los de los subma rinos convencionales. .En último caso, se puede a partir de la Península dirigir y mantener, por ejemplo, un bloqueo naval con vistas a cortar los accesos del Mediterráneo. Los mismos elementos favorables se encuentran en la estrategia aérea. España y sus islas ofrecen a los Estados Unidos serias garantías en el campo de la seguridad de los vuelos y de los aprovisionamientos. A pesar de las proezas de los «jets» y a despecho de las nuevas técnicas de abastecimiento en el aire, gran parte de los medios aéreos signen estando sometidos a la servidumbre de las escalas en los largos trayectos como los del Nuevo Mundo .rEuropa. La cadena de etapas insulares atlántica conserva “todo su valor U.S.A.F. En fin, en el campo táctico, el suelo español se presta a situar en él medios de intervención de todas las armas que permitirían eventualmente lanzar bien desde la Penín sula, bien a partir de portaaviones y de submarinos, accio nes de neutralización dirigidas contra las fuerzas militares, el potencial industrial o las comunicaciones del adver sario. Los ACUERDOS BI5PANO-AMERICAN05 Dz 1953 Si el año 1950 ha señalado el fin de la ofensiva anti franquista en Europa Occidental, fue preciso, sin embargo, esperar todavía tres años para que Washington, a pesar del comienzo de la reanudación de las relaciones diplomáticas, consiga una identidad de designios satisfactorios con el Go- bierno español. Las discusiones empeñadas en torno al principio de la concesión de una ayuda americana a cam bio de instalaciones militares comenzaron en marzo de 1951, pero se dieron largas al asunto, pues las autoridades espa ñolas experimentaban ciertos temores de tener que ena jenar una parte de la soberanía nacional autorizando la creación de bases extranj eras en su suelo. La elección a la Presidencia del general Einsenhower, favorable a la inclusión de España en el dispositivo estra tégico americano, tuvo por resultado el acelerar las con versaciones que terminaron el 26 de septiembre con la firma de un acuerdo bilateral de ayuda y defensa. En los términos de este acuerdo renovable, España autorizaba a los Estados Unidos a construir a sus expensas en su terri torio un conjunto de cuatro bases servidas por una pipe Une y la facultad de utilizar algunos de sus puertos con fines militares. Las bases quedarían bajo jurisdicción y mando españoles y volverían a España al expirar los acuerdos (3). Como contrapartida, España recibiría una importante ayu da militar y financiera bajo la forma de donaciones, prés tamos y de materiales. De hecho ésta debía alcanzar en diez años dos mil millones de dólares. Estos acuerdos fueron escrupulosamente respetados por ambas partes. El material militar suministrado por los Estados Unidos permitió a su asociado comenzar una pri mera modernización de su ejército. Por otro lado, los dó lares americanos contribuyeron en gran parte a estabilizar una situación general difícil, tras un segundo lapso a me jorar de modo sensible la economía española facilitando la éxpansión de una industria estancada por falta de capitales. De su parte, los Estados Unidos ponen inmediatamente en obra las instalaciones autorizadas. Edificaron esencial mente: Para la Fuerza Aérea (Strategic Air Command): Tres bases de bormarderos B-47 portadores de bom bas termonucleares con protección proporcionada por escuadrillas de caza-bombarderos todo tiempo; los em plazamientos elegidos fueren Torrejón, cerca de Ma drid, Valenzuela-San Jurjo, cerca de Zaragoza, y Morón de la Frontera, no lejos de Sevilla; la base de Torre jón recibió igualmente un depósito de abastecimientos y de radars y fue elegida como cuartel general de la 15.’ Fuerza Aérea y de la 65.’ División Aérea. Una base de entretenimiento y abastecimiento en San Pablo, cerca de Sevilla. Para la marina: La base aeronaval de Rota en la bahía de Cádiz, desti nada inicialmente a constituir la base logística de la 6.” Flota y a servir de escala a los portaaviones amc ricanos. Instalaciones secundarias en puertos españoles (El Ferrol del Caudillo en la costa noroeste, Cartagena en el litoral oriental, Palma en Baleares y Las Palmas en Canarias). Como estaba previsto, las cuatro bases fueron unidas entre sí por un oleoducto de 800 kilómetros procedente de Rota. Instalaciones de estaciones radar en la Península y en Baleares vinieron a completar este dispositivo en un tiempo récord gracias a los considerables medios materia les y financieros que fueron empleados (4). Desde 1957, estaban en condiciones de utilizar progresi vamente sus instalaciones que conocieron muy pronto una actividad continua. El papel preponderante de la Península Ibérica y de sus islas como plataforma aérea y marítima o — — — — (3) La bandera española ondea efectivamente en las bases americanas de España. (4) Las bases de España han costado más de 500 millones de dólares a los Estados Unidos. ,11 como etapa hacia Europa, Africa, el Oriente Medio y los Estados Unidos estaba completamente confirmado. Al mis mo tiempo, los Estados Unidos veían desaparecer el vacío inquietante que hasta entonces se extendía entre Francia y Portugal. Por esta causa la O.T.A.N. se encontraba refor zada a sus ojos. El general Franco debía además obtener ventajas suple mentarias de su alianza con Washington. Había tenido, la sabiduría de ingresar en el sistema diplomático america no; supo aprovechar el apoyo de los Estados Unidos para ensanchar poco a poco su audiencia en el plano interna cional; en 1955, España era admitida en la U.N.E.S.C.O. y en las Naciones Unidas, en 1958 en el Fondo Monetario Internacional, en 1959 en la Organización Europea de Co operación Económica convertida posteriormente en la OC. D.E. Con esto se originaron profundas transformaciones en su beneficio: desarrollo de la red de caminos, del turismo, progresión en la recuperación nacional, afluencia de divisas, constitución de un depósito de oro superior a mil millones de dólares. Los ACUERDOS OE 1963 El problema de la renovación de los acuerdos se pre senta en 1963. El bien entendido interés de España le im pone el solicitar la reconducción a los Estaçlos Unidos. Estos no podían dejar de aceptarla en razón de la persis tencia de la amenaza soviética y de su deseo de amortizar los gastos efectuados en España. Esta renovación provoca, no obstante, discusiones preli minares. El Gobierno de Madrid sostiene que resultando insuficiente y prescritos los acuerdos de 1953, debían dar lugar a revisión. La retirada de los cohetes y RB.M. de Grecia y Turquía, la evacuación de las bases america nas en Marruecos, la necesidad de mantener en el Medi terráneo portaaviones y submarinos dotados de armamento nuclear, conferían a la base de Rota, por consiguiente a España, una acrecida importancia. Al mismo tiempo que un aumento en la ayuda americana, España buscaba vero símilmente de este modo su integración en la O.T.A.N.o al menos la conclusión de un pacto militar con la O.T.A.N.(5), pacto justificado según Madrid por «la posibilidad para los miembros de la O.T.A.N. de utilizar las instalaciones de Rota». En todo caso no pudo alcanzar estos dos puntos. Los acuerdos, a pesar de todo, han sido renovados el 26 de septiembre de 1963por un período de cinco años y bajo la forma de un pacto de defensa que garantiza la integri dad de España en caso de agresión. Ciertas disposiciones de 1953han sido reforzadas: Desde el punto de vista militar, por la creación de un comité consultivo hispano-americano con sede en Madrid, destinado a aumentar la cooperación entre los dos países, en particular por el estudio de las condiciones de modernización de las fuerzas armadas españolas. En el dominio económico, concediendo a España la posibilidad de recibir nuevos préstamos por un valor superior a cien millones de dólares. Los acuerdos de 1963.han subrayado el ascendiente de España en el plano diplomático y consagrado el valor atribuido por los Estados Unidos a sus bases aéreas, en especial Rota, que sólo ellos siguen pudiendo utilizar. No hay que afanarse en comprender que desde antes de su conclusión, habían suscitado una declaración soviética di rigida a Washington y a los Estados de la Etiropa Meri dional en la que se manifestaba la oposición del Kremlin a la presencia de submarinos Polaris en el Mediterráneo y — — (5) A la que varias naciones europeas continúan oponiéndose. destinada de hecho a neutralizar el aumento de prestigio conseguido por el régimen de Franco de su alianza con los Estados Unidos. CONCLUSIONES Los conceptos estratégicos están en perpetua evolución Al comienzo de 1964,la situación era la misma que la de diez años antes. Si la amenaza soviética continúa, las soluciones que permitan oponerse han constituido—y seguirán consti tuyendo—el objeto de profundos estudios adaptados a los imperativos de la hora y a la mentalidad de los hombres encargados de realizarlos. Los americanos parecen actualmente convencidos de que los riesgos de una guerra nuclear disminuyen en razón del peligro mortal que tal conflicto haría correr a uno u otro de los dos adversarios; si con todo tal eventualidad se pro duce, estiman poseer fuerzas suficientes para replicar vic toriosamente a toda agresión termonuclear o convencional. La importancia de los bombardeos estratégicos parece dis minuir para dejar paso cada vez más a la idea de empleo de cohetes intercontinentales instalados en territorio ameri cano. El mantener bases fijas en países extranjeros no pro porciona ya las mismas ventajas que en el pasado, en razón de la aparición del sistema de armas submarinos—nu clear-cohete Polaris—que ofrecen múltiples garantías de mo vilidad, agilidad, dispersión, seguridad y secreto. Por otra parte, la experiencia Big Lift ha orientado los espíritus hacia la idea seductora de un posible refuerzo de los teatros de operaciones eventuales con medios estacionados en los Estados Unidos. Esta concepción parece prevalecer de momento en Wash ington. Las cargas financieras inherentes a la conservación de las bases «overseas» se consideran demasiado onerosas en una época en la que la balanza americana de pagos es fuertemente deficitaria. Bajo la presión del Congreso la ten dencia es de economías, y con más razón en el período preelectoral actual. En estas condiciones, el reciente anuncio de la próxima evacuación de las bases americanas en España no sería de extrañar. Lo que sorprende es la rapidez con que se efec tuarían las retiradas: Zaragoza en julio, Morón a fines de 1964, Torrejón en 1965. Ocho estaciones radars serían tam bién transferidas al Gobierno español. Es verosímil que otras consideraciones han influido en el establecimiento de este calendario (6). Si estas perspectivas se confirmasen, España recobraría las bases americanas en pleno dominio, lo que constituiría para ella un prestigioso acontecimiento. En cambio, los gas tos de mantenimiento que tendría desde entonces que asu mir gravitarían pesadamente su presupuesto. Para los ame ricanos, esto significará la vuelta progresiva a los Estados Unidos de varios millares de militares y de «dependens así como de las mayoría de los bombarderos B-47 y de lo cazas. Solamente Rota no será transferida. Podría en consecuen cia ser llamada a nuevos desarrollos, en particular si fuera promovida al rango de base de submarinos Polaris. Tal medida consagraría de manera manifiesta el fin de la pre ponderancia de las bases aéreas y de la supremacía de las bases aeronavales. Conservaría en la Península Ibérica un papel estratégico de primer orden ya que, única base de este género en Europa Continental (7), vendría a ser una de las ruedas esenciales de la organización defensiva de la O.T.A.N., tanto en el plano operativo como en el logístico. (6) Puede ser del lado americano un acceso de mal humor consecutivo a los acuerdos comercialeSconcluidos entre España y Cuba. (‘7) Holy Loch, única base europea de submarinos Polaris; esta situada en Escocia. - En el estado actual de cosas, conviene acoger con pru no parece pueda ser alcanzada en un porvenir inmedia dencia toda información no confirmada y preservarse de to. Es evidente, el fin en los focos de agitación observados actualmente en Africa, Oriente Medio y Asia no serán some formar juicios definitivos sobre las perspectivas ofrecidas a las fuerzas armadas en el porvenir. En este terreno, bas tidos a la jurisdicción de los ingenios intercontinentales. tantes cuestiones proporcionan materia de reflexión. El con Los batallones convencionales continuarán siendo el arma cepto del avión estratégico pilotado está lejos de ser defini de los conflictos limitados. En consecuencia se justifica la tivamente abandonado en los Estados Unidos. Sería pre existencia de los aeródromos que permitan crear puentes aéreos con los puntos amenazados. maturo determinar, la condena irreversible de las bases aé reas en general, y de las bases españolas en particular. Asi En el plano militar puro, España deberá pues conservar mismo la capacidad «all jet lift» buscada por el M.A.T.S. (8- todavía por mucho tiempo todo su valor para los Estados Unidos, tanto como plataforma situada en posición privile (8) Transporte enteramente asegurado con aparatos a reac giada, que como base operativa, centro logístico y etapa en ción Military Air Transportation Service. los grandes ejes de comunicaciones del globo. Losalemanesenlaszonasocupadas deRusiadurantelasegundaguerra Coronel E. LEDERREY. De En abril de 1941, rntler creó un Ministerio de los Terri torios del Este y a su titular, Roenne, le dice: ((Voy a combatir el bolchevismo en Rusia, derribando el régimen de Stalin.)) En junio, cuando se empeña en la aventura rusa, cuenta con terminarla en dos meses. La carrera inicial de su ejército parece darle la razón. ‘Los que la ejecutan están lejos de sospechar que la carre ra acabará cinco años más tarde.., en Berlín. Impresio nada por los cientos de miles de prisioneros de guerra que cayeron en el saco al principio, la opinión mundial ignoraba el trato a que habían sido sometidos, así como las divergencias con que a este respecto y al respecto de las poblaciones rusás en general se enfrentaban los esta dos mayores. A los conocedores de Rusia, una pequeña minoría de oficiales alemanes, la esperanza acariciada por Hitler de crear un imperio germano extendido hasta los Urales, les parecía una peligrosa utopía, Por eso habían desaconsejado lo que parecía una empresa capaz de hundir al Reich. Es sobre los esfuerzos de ese puñado de oficiales’ sobre el que queremos atraer la atención de nuestros lectores (1). Las concepciones de Hitler acerca de la inferioridad de los eslavos, no favorecieron sus propósitos. Tendían a in toxicar a las fuerzas armadas del Reich. «A los rusos hay que tratarlos con una dureza sin par... » ((La lucha contra la U.R.S.S. no puede ser conducida según las leyes del honor... Los oficiales deben desprenderse de concepciones ya pasadas.)) Himmler, gran jefe de la 5. 5. recalcaba: <(La regla para nosotros, 5. 5. es la siguiente: debemos ser leales, honestos, fraternales con los que pertenecen a nues tra sangre y solamente con éstos. Que diez mil mujeres rusas mueran y se agoten cavando una zanja contracarro, no interesa sino por el fin de que la zanja sea hecha para Alemania. Si no se hace, serán los soldados alemanes los que morirán y éstos son de nuestra sangre... El que se deje enternecer es, por consiguiente, un criminal)). Eh los Estados de la periferia de la U.R.S.S. que los ale manes invadieron, Finlandia, Estonia, Letonia, Ukrania, el Cáucaso, que aspiraban a la independencia, los soldados de la Wehrmacht fueron acogidos como liberadores. Lejos de combatirlos, hombres y mujeres se esforzaban por ser(1) Entre las numerosas obras consultadas, mencionaremos en primer lugar la de .Jurgen Thorwald Aquel, cuya perdición desean. Informe de la gran traición, autor de otras dos notables obras de la misma editorial (Steingruben, Stuttgart), Empezó en el Vístula y El fin, en el Elba. la publicadón «Revue Militoire Revista EJERCITO.) Suisse». (Traducción de lo virles. Se llegó incluso a reclutar voluntarios, los «Hiwi» (2), utilizados como chóferes, carreteros de trineos, esquiadores de enlace, proveedores de municiones, trabajadores. Arma dos con fusiles capturados, fueron encargados de asegurar la función de policía en los poblados, la guarda de puen tes, depósitos, vías de comunicación y hasta centros de Estado Mayor. En junio de 1943, se contaba con 600.000 Hiwi en el frente del Este. Con ellos y los prisioneros de guerra, se podía formar un ejército ruso de liberación y el proyecto fue elaborado en octubre de 1941, en el Estado Mayor del gru po de ejércitos central. Fuerte de 200.000 hombres, debía proporcionar una veintena de divisiones, o sea, una por cada tres de la Wehrmaoht. Su aviación (medida que no denotaba una confianza absoluta respecto a los rusos) debía continuar en manos de los alemañes. El mariscal de campo Von Bock, comandante del G.C.C., fue el encargado de someter este proyecto al führer, al mismo tiempo que una proposición de las autoridades civiles de Smolensko para instaurar un gobierno ruso autónomo, opuesto al de Stalin. A pesar de que una nota marginal del general Von Brauchitsch hiciera resaltar el valor de este proyecto ((de una importancia capital para el resultado de la guerra)), Keitel hizo saber, en noviembre de 1941, que rehusaba someterlo al führer. Entre tanto, se había comprobado que el comportamien to de’ la 5. 5., lejos de facilitar la colaboración, engendraba el odio. Fusilamientos por causas absurdas, campos de concentración y abundantes horrores tuvieron lugar. Se contaba con oficiales prisioneros de guerra prestos a colaborar con la Wehrmacht derribando el régimen de Stalin. Pero todos ponían una condición: seguridades de que una vez alcanzado este fin, una paz honorable, dejan do a su patria intacta, sería concluida con Alemania. (2) «Hiwi» = Hilfswillige (ayudantes voluntarios). Tuvieron un estatuto regulado. Les concedían derecho a sueldo, vaca ciones, ascensos, matrimonio, subsidio familiar e incluso una condecoración especial como recompensa a méritos especiales. Para su incorporación al Ejército alemán, prestaban el siguien te juramento: «Como hijo fiel de mi patria, me alisto volun tariamente en el ejército de liberación ruso (o ucraniano) y juro solemnemente combatir con honor contra el bolchevismo por la felicidad de mi pueblo. En esta intención, me obligo a prestar obediencia absoluta a Adolfo Hitler, comandante supremo del ejército de liberación. Por este juramento me obligo a dar mi vida cuando fuere necesario.)) 49 En la inmediación del Centro Alemán de Propaganda para el Este, instalado en Berlín, se había reunido a un millar de prisioneros de guerra, con la intención dé sacar partido de ellos para la actividad de la propaganda. El hijo de Stalin, comandante• de artillería, estuvo allí duran te algún tiempo. Más importante resultó la captura de un hombre influyente del partido comunista, el judío Sykov. Por su viva inteligencia y la extensión de sus conocimien tos; impresionó vivamente a sus interlocutores, que mos traron interés por conocer sus impresiones. Este SykoV hizo un notable estudio titulado « Plan de organización para la movilización práctica del pueblo ruso contra el sistema Stalin». La creación de un gobierno autónomo y de un ejército de liberación planteaba, según él, dos exigencias: La pri mera era comenzar del lado alemán por una transforma ción radical de la mentalidad del marido supremo del Ejér cito (O.K.W.). La segunda exigencia del lado ruso era comenzar por abajo, la organización de municipios, distri tos, regiones y Estados. Pero el restablecimiento de una gran Rusia, deseada por los rusos, era vivamente combatido por otros. En primera urgencia, Sykov postulaba un mejoramiento inmediato de la suerte de los rusos en los territorios ocupados. Reco mendaba por otra parte que para facilitar el reclutamiento de un ejército de liberación se pusiera al frente de él a un jefe popular, tal como Rokossovski, Malinovski o Vlasov, que ya habían combatido en el Ejército rojo. Otro personaje importante, Shilenkov, vino a corroborar en todos sus puntos la opinión de Sykov. Comisario polí tico de un ejército, se había arrancado las insignias de su función para no ser fusilado por los 5. 5. y entró a servir en los Hiwi. En su opinión, Alemania caminaba a su pérdida, porque jamás acabaría con la resistencia rusa y sólo un entendimiento entre los dos pueblos podría salvar a uno y otro. Esta parecía ser también la opinión de los oficiales alemanes clarividentes. A primeros de septiembre de 19(2, la captura milagrosa de Vlasov vino a responder a la petición de Sykov y a des pertar la esperanza de que permitiría modificar la actitud del O.K.W. Vlasov, hijo de compesinos, al principio de la revolución había dejado sus estudios de teología para afiliarse al-bol chevismo. Después de haber escalado rápidamente los esca lones jerárquicos del Ejército rojo, había llegado a teniente general. Ya con este grado, en 1930, había vuelto a su pue blo natal a ver a sus padres y se había llevado de allí el penoso recuerdo de haber sido considerado por los habi tantes como el representante del régimen que los había ex poliado. Sus escritos militares y su paso por la 99 División, de la que había hecho una unidad modelo, habían prestigiado su nombre. Había participado también en la batalla de Kiev a la cabeza del 37 Ejército y en los victoriosos contraata ques del 20 Ejército de choque, cuando la defensa de Moscú. Después , en conificto sentimental con Stalin, había esca pado a la purga de 1937-38, porque en aquel momento se encontraba en China, como consejero militar de Chan Kai Chek. En el invierno de 1941, reemplazando al comandante del frente del Wolkov, había recibido la orden de ir a través de los pantanos helados de aquel curso de agua a desblo quear Leningrado. El segundo ejército de choque que em peñó, penetró en cuña en el Ejército alemán y poco a poco se encontró cercado. Cuando llegó el deshielo en la prima vera de 1942, su situación se hizo crítica y después deses perada. Privado de víveres y de municiones, sus diez mil hombres se encontraron hundidos hasta medio cuerpo en el lodo, asaltados por nubes de moscas y mosquitos y diez mados por las fiebres. Los efectivos se disolvían a ojos vistos. Los aviones soviéticos intentaron vanamente soco rrer a Vlasov. Advertido por su mujer de que su domicilio había sido registrado y receloso de lo que le esperaba en Rusia, se refugió en una granja y fue allí donde una pa trulla alemana enviada de Novgorod por el 18 C.E. alemán le descubrió extenuado. Al general Lindemann, que le in terrogó el 7 de septiembre, le expuso que si no se había suicidado al igual que el general Samsonov, perdido en la región de los lagos masurianos en 1914, fue porque éstc creía en el zar, mientras que él no tenía ninguna con fianza en Stalin, enemigo personal suyo y del pueblo ruso. La suerte de la U.R.S.S. en caso de victoria de los alema nes, le preocupa. El ha oído decir por un lado que su país debía desaparecer y por otro que Hitler aspiraba a crear una gran Europa en que todos los pueblos gozaran de igua les derechos. ((Yo quisiera vivir en esa Europa», concluyó. ¿Por qué medio se le llegó a confiar? No lo sabemos, pero el hecho es que el 7 de septiembre, Vlasov firmaba en Wi nitsa una proclama dirigida a los prisioneros de guerra. Tratado caballerosamente desde el comienzo de su captura, ignoraba las poco envidiables condiciones de la vida en los campos de concentración. Visiblemente inspiradas por el servicio de propaganda alemán, algunas de sus afirmacio nes son dudosas. He aquí un extracto del documento: ((Camaradas comandantes, camaradas del servicio de in formación soviético. Yo, el firmante, teniente general Vlasov, soy el antiguo comandante del 2.° Ejército de choque que releyó al comandante del frente de Wolkov, hoy prisione ro de guerra núm. 16.901 en Alemania.» Después de haber relatado los servicios de que hacía mención antes, conti nuaba: ((En presencia de los sufrimientos y sacrificios de nuestro país en esta guerra y de nuestros fracasos milita res se plantea esta cuestión: ¿quién es el responsable? Una ojeada sobre los doce a quince años últimos muestra que es la banda de maleañtes de Stalin. Ella ha arruinado ‘el país con el sistema de las comunas. Ella ha aniquiladó mi llares de seres honrados, asesinado a lo mejor del Ejército en la purga de 1937-38. El apoyo de las masas se ha perdido. Los alemanes han conquistado Crimea, alcanzado el frente sur-oeste del Volga y ocupado el norte del Cáucaso sin en contrar resistencia. Los hombres tiraron sus armas y se rindieron en masa. Millares de hombres instruidos aprisa han sido empeñados. El plan Stalin, incapaz de organizar la defensa del país, no aspira más que a conservar el poder todo el tiempo que pueda. En el frente, los oficiales viven sin esperanza. Stalin les atribuye todos los fracasos de que son culpables los comisarios del pueblo y la policía, que no saben nada de guerra. El suicidio de personas distin guidas, oficiales, ingenieros, médicos y sabios, es frecuente y los hambrientos, entre los cuales están vuestras familias, son innúmeros. La banda de Stalin cuenta con la ayuda de los británicos y los norteamericanos, que cuando el Ejército rojo esté agotado, le sacarán las castañas del fuego. ¿Cómo salir del callejón donde nos ha metido la banda de Stalin? No hay más que un medio. El que ame a su país, el que quiera hacer feliz a su pueblo, debe empeñarse con todas sus fuerzas contra el régimen actual, por la crea ción de un Gobierno que ponga fin a la guerra, que no sirve más que para favorecer los intereses anglo-americanos, y luchar para hacer una paz honorable con Alemania». Esta proclama, en cierto modo una profesión de fe, pero que no contenía ninguna alusión directa a un ejército de liberación, fue aprobada por Keitel, bien que acompañada de esta observación: «Que se utilice a Vlasov en tanto que sirva para la propaganda, pero que no se le mezcle en polí tica. El führer no quiere ni oír pronunciar su nombre». Los miembros de los estados mayores no dejaban de apreciar la colaboración de los Hiwi. En octubre de 1942 el gran cuartel general, con la aprobación del O. K. W. había tomado la iniciativa de crear una brigada rusa de la que Shilenkov, promovido a general, tendría el mando, asistido como jefc de Estado Mayor del coronel Bojarski. El 16 de diciembre ya estaba preparada, e hizo en Von Kluge, que fue a inspeccionarla, la mejor impresión. Pero no obstante, la idea de intercalar en el frente una unidad tan fuerte no le inspiraba confianza. ¿Qué ocurriría si esta brigada se volvía contra la unidad vecina alemana? El estimaba que eran aceptables, no unidades de choque, sino batallones ca paces de cerrar una brecha o de cubrir una penetración. Impacientes por probar el valor de su unidad, los generales rusos, lejos de compartir su opinión, se insubordinaron, y colocados ante la alternativa de ser enviados ante un con sejo de guerra o licenciados, optaron por lo último. Los batallones fueron autorizados para conservar su uni forme y sus oficiales, pero mantenidos en reserva detrás de los regimientos alemanes. En el Cáucaso y el Turquestán, el O.K. W. había tolerado la formación de legiones indigenas y encargado particular mente a los kalmucos de flanquear a la 16 División motori zada empujada hacia Elista en el vasto Intervalo que la paraba de las dos divisiones vecinas. En diciembre de 1942, Von Kleist recibió la orden de re plegarse desde el Cáucaso al Don y expuso a los jefes de los servicios la situación, consignando: ((Nosotros quere mos y debemos vivir más tarde en un pie de igualdad con el gran pueblo ruso, al cual nos ligan numerosos intereses comunes. Sembrando el odio como ahora estamos hacien do, saboteamos aquella perspectiva. Es increíble que el führer no comprenda que está conduciendo al Reich a una catástrofe.>) Por unanimidad se comisionó al ministro Ro senberg para ir a ilustrar a Hitler. La entrevista, que tuvo lugar el 22 de diciembre, no dio resultado. Hacia esa fecha se publicó una proclama del comité de Smolensko, llamando al pueblo ruso a colaborar con el invasor con vistas a instaurar una Europa nueva. En seguida Vlasov pudo darse cuenta del poco interés de los alemanes para colaborar. La causa del ejército de liberación no progresaba apenas y un general ruso propuso establecer un puente con los aliados por mediación de un suizo, presto a encargarse. Vlasov rehusó, considerando la imposibilidad de colaborar con los aliados del Soviet. El fracaso de la ofensiva alemana hacia Kursk iba a provocar una crisis. En septiembre de 1943, Himmler in formó al führer, satisfecho de encontrar una causa del fracaso, que éste había sido debido a la defección de los combatientes rusos empeñados en el frente, a pesar de la prohibición absoluta. Acometido de un açoeso de rabia, Hitler ordenó el desarme y disolución de todos los desta camentos de voluntarios, empezando por ochenta mil hom bres que se enviarían a Francia para explotar las minas de carbón. Un plazo de cuarenta y ocho horas le fue conce dido al comandante del frente Este para dar cuenta del cumplimiento. A la vez que todas las líneas telefónicas en tre el CG. y los grupos de Ejército y de los ejércitos esta an acaparadas con información sobre el comportamiento de los voluntarios. Keitei se esforzaba en demostrar al ührer la imposibilidad de disponer de tropas suficientes para ejecutar la peligrosa desmovilización y el desarme. También hizo notar el efecto de esta medida sobre los seis millones de obreros rusos posiblemente tentados de sabo tear la producción echándole arena a las máquinas. Las informaciones que se recibían concordaban expre sando la extrañeza en relación con este asunto, fundada en la satisfactoria conducta de los voluntarios. Unicamente el Ejército del sur señaló la defección de 1.300 cosacos y de los obreros de un batallón de la construcción, que por lo demás, no habían sido empeñados en el frente. Hitler acabó por conceder que sólo fueran desarmados y enca minados a Francia alrededor de cinco mil hombres perte necientes a las formaciones de voluntarios. Este acierto no tuvo continuación. El repliegue constante del frente del Este amenazaba con aumentar las defeocio nes. Así, Keitel, cuidadoso de impedir la fraternización de los eslavos, ordenó algunos días más tarde retirar las unidades de voluntarios del frente del Este y emplearlas en otra parte. Esto era tanto como pedir a los rusos el abandono de su territorio para enfrentarse con los anglo americanos que no les amenazaban. ¿Cómo hacerles com prender la necesidad? Queriendo poner a prueba el pres tigio de Vlasov, es a éste a quien Jodl encargó tan deli cada misión. Esto dio lugar a una carta abierta, donde se explicaba que después de su establecimiento en a retaguardia, las unidades de voluntarios formarían el ej ér cito de liberación. La primera división de Chballería cosaca fue transpor tada la primera, por Varsovia, Checoslovaquia y Hungría a Yugoslavia, donde fue empeñada hasta 1945 oontra Tito. Hacia el 4 de diciembre, otros destacamentos son dirigi dos a Dinamarca y Francia. A principios de 1944, recibidos con alguna desconfianza por las unidades alemanas que guarnecen la orilla del Atlántico, les han llegado 92 bata llones, y para hacer que sean menos peligrosos los eslavos, han sido embebidos como terceros y cuartos batallones en los regimientos alemanes, lo que no impidió que com batiesen en primera línea. La marcha poco favorable que han tomado los aconte cimientos ha abierto por fin los ojos a H.immler, que convoca a Vlasov a una entrevista que el atentado contra Hitler obliga a retrasar hasta el 15 de septiembre de 1944. Aunque lamentando la dispersión de las unidades de vo luntarios en Francia, Italia, Dinamarca y Noruega, en las costas del mar Egeo y en Holanda, Vlasov estima que recurriendo a los seis millones de trabajadores y a los prisioneros de guerra, habría todavía medio de poner en pie suficientes hombres para alcanzar la dicisión en el frente del Este. «Y no hay un minuto que perder para armarIos.» Verdaderamente, ¿de qué efectivos se dispone? El gene ral Kóstring, en octubre de 1944, expone al führer que hasta la invasión de Normandfa se encontraban incorpo rados al Ejército 900.000 voluntarios rusos (Hiwi y Ostwi ((voluntarios del Este))), cien mil afectos a la aviación y la marina. De ellos, solamente el Cáucaso suministrabá más de cien mil. Abstracción hecha del Cáucaso y de los cosacos y de tlkrania, quedaban 400.000rusos propiamente dichos, con los cuales formar dos ejércitos. Himmler no ve posibilidad de ello y propone a título de ensayo poner una división en pie de guerra hasta primeros de enero de 1945. Una segunda vendría después, en caso de éxito. Esto, como se ve, quedaba lejos del ejército de liberación. De acuerdo con el führer, el 8 de noviembre de 1944 Himmler autoriza a Vlasov para considerarse como gene ral jefe con la competencia de poder nombrar los oficiales que necesite bajo reserva de la probación previa de los generales alemanes. El 11 de noviembre, los representantes de las diversas nacionalidades se reúnen en Praga. Vlasov es recibido rin diéndole honores una compañía alemana y proclamado como presidente del comité para la liberación de los pue blos rusos por 600 delegados. Discursos, cantos, vodka. En tanto, la primera división está en vías de formación en el campo de Munsingen, adonde llega la brigada Ka minski. Viene de Varsovia, en donde se ha entregado a los mayores excesos. Las mujeres vienen cubiertas de jo. yas. Los oficiales llevan hasta cinco relojes de pulsera. Toda traza de disciplina ha desaparecido. Bounitohenlço la restablece con mano de hierro, No conserva más que 5.000 hombres y ordena el arresto de Kaminski, el cual huye. Llegan las unidades de la 30 División S.S. cuya disciplina no es mejor. La población se queja. Los hom bres merodean y penetran en el campo de las mujeres prisioneras. 51 A mediados de enero de 1945, en el momento en que alemanes, cuyas casas son saqueadas y acompañadas de en masa. los soviets desencadenan la gran ofensiva, la primera di detenciones El 6 de mayo, los 5. 5. contraatacan y radio Praga llama visión ya está a punto. Dispone de armamento moderno, incluidos cañones de asalto. Su nivel de instrucción es a Vlasov en ayuda. Al día siguiente, el primer regimiento elevado. El equipo de oficiales y su comandante Boutni de la primera división ocupa el aeródromo y captura 45 aviones; los otros regimientos penetran en la villa y son chenko inspiran confianza. En el campo de Henberg, donde hay una escuela de recibidos con flores y aclamaciones por una delirante po oficiales, se emprende la organización de la segunda di blación. El 8 de mayo, cambio total de la situación. Los america visión de 18.000 hombres, bajo las órdenes del general nos se han detenido sobre la línea de demarcación Karis Swierjeb. A falta de armamento pesado, dispone de obu bad-Pilsen-Budweiss, en tanto que los rojos en persecución ses de 12,2 cogidos al adversario. de los alemanes se aproximan a buen paso. BoutnischenkO A últimos de enero, los carros de Joukov han franqueado evacua la villa el 10 de mayo y la primera división alcanza el Oder hacia Austria. En este río es donde Himmler, nom la línea de demarcación. Tomándola por una tropa aliada, brado comandante del gran ejército del Vístula, ordena a los americanos la dejan pasar y no la desarman hasta la primera división que ataquen los comandos de ciclistas que descubren el error. Este mismo día el Cuerpo de armados de «Panzerfaust». Estas unidades dieron plena sa Caballería cosaca de Von Fannitz se rendía a la 11 Brigada tisfacción, pero no facilitaron la entrada en masa de la blindada inglesa y Vlasov, él también había alcanzado la división. Asignar a ésta una misión defensiva y despropor línea de demarcación. Los americanos le! asignaron, a cionada a sus medios sería un error. Debía además poder como a algunas personas que le acompañaban, un aloja probar sus cualidades ofensivas y de su éxito dependía la miento en el primer piso de una casa, en la cual, el segun aceleración de la puesta en pie de las otras divisiones. do estaba ocupado por partisanos rusos. Un capitán ame En los alrededores de Krankfurt había una pequeña ca ricano le ha protegido y advertido que el 12 de mayo iba beza de puente soviética atacada sin resultado por los ale a retirarse para ceder su puesto a los rojos. Este oficial manes. Este fue el objetivo asignado a la primera división ofrece a Vlasov llevarle en su propio coche y escoltarle que, a falta de stukas porque éstos estaban privados de con un jeep. Por consejo suyo, Vlasov se había provisto esencia, fue apoyada por la artillería del noveno ejército. de traje civil de paisano que impidiera ser reconocido y En la noche del 12 al 13 de abril, las alas consiguieron arrestado por los rojos a pocos kilómetros de allí. Su jefe penetrar, pero el centro, protegidos por las alambradas, de Estado Mayor, Trouchin, había marchado en busca suya. no logró atravesarlas. Fue obligado al cabo de cuatro horas En su ausencia habían proseguido las conversaciones con de lucha ténaz a replegar la división a su base de partida los americanos y la entrega del Estado Mayor del Ejército presintiendo un ataque rojo inminente que la aplastaría. y de la escuela de oficiales se hizo sin dificultad. También Bounitchenko fue autorizado a marchar hacia el sur y su Trouchin fue detenido en el camino. división desembarcó en Linz del 25 al 27 de abril. La primera división estaba decapitada. La segunda no Entre tanto, se había tomado la decisión de enviar al daba signo de vida. Su jefe, el general Swierjeb parecía capitán Strik-Strikfeldt y al general Malyschkin al encuen resuelto a defenderse. En la noche siguiente, la del 11 al tro de la séptima división americana. Su comandante, el 12 de mayo, su habitación (donde yacía su mujer que se general Patch, se mostró presto a desarmar e internar a había envenenado) fue invadida por los rojos, que mata los voluntarios. En espera de las órdenes de Eisenhower y ron al ayudante, le hirieron y le hicieron prisionero. El 12 de abril de 1946, comparecieron ante el Tribunal de Washington, los dos delegados fueron considerados como parlamentarios e internados en un campo de prisioneros. Supremo de justicia ruso los generales Vlasov, Malinsch Shilenkov, Trouchin, BoutnischenkO, Swierj eb y Pan El 29 de abril, en Linz, Vlasov supo que el general As kin, nitz. Todos ellos, habiéndose reconocido culpables, fueron chenbrunner (antiguo agregado de la aviación alemana en condenados a ser ahorcados y la sentencia fue ejecutada. Moscú), que había partido en busca de los ingleses, había Así acabó en los calabozos de la Plaza Roja de Moscú el encontrado al tercer ejército americano. Su comandante, el sueño del ejército ruso de liberación. Nos ha parecido general Patton, aceptaba recibir a Vlasov, pero cuando interesante presentar a los lectores el caso de conciencia éste se presentó en el lugar fijado para la entrevista, Pat que se ofrece cuando están en presencia de ton no se encontraba allí. Viendo la causa desesperada, uno parecido. aEllosdeoficiales los alemanes condenados por haber Vlasov se puso a buscar a la primera división, encontró participado en el complot contra Hitler es idéntico. En los a Boutnichenko y le dijo: «Los alemanes han perdido. No dos casos, un régimen considerado nefasto y caracterizado podemos esperar nada de ellos. Nos han engañado y nos por un hombre, debía ser derribado. han traicionado tanto, que ya no les estamos obligados.» ¿Cuál era el verdadero valor del ejército de liberación? Esta misma opinión era la del comandante de la división Era un arma de dos filos. Suponiendo que la ayuda de y le había inducido a concluir un tratado directo con el los 200.000 hombres que debían componerle hubiera 10” comandante de la gendarmería checa, el cual contaba con grado vencer a los rojos, ¿no habrían tenido la tentacióx? un levantamiento de la población y la instauración de un de volverse contra los alemanes? En el caso contrario, ¿no gobierno antibolchevique antes de la llegada de las tropas se corría el riesgo de que esta masa complicase el avitua rojas. Estas se encontraban más lejos de Praga que las llamiento, sembrase el desorden en la retaguardia y aumen americanas y esperaban que estas últimas aceptasen el tase peligrosamente el número de los partisanos? hecho consumado. Entonces se comprende la repulsión de Hitler y del La subversión estalla en Praga el 5 de mayo. Los ale O.K. al respecto de esta empresa utópica. Pero no se manes incorporados a las tropas de Vlasov son amiga puede W.evitar la simpatía que despiertan aquellos oficiales blemente desarmados y la primera división se dirige a convencidos de la justicia de su causa, a la vez traidores Praga, donde nazis y comunistas ocupan la mayor parte y mártires. de la ciudad, en la cual se libra una verdadera caza de 52 Notas breves RADAR PORTATIL.—LaInfantería cuenta con un nuevo tipo de radar portátil de dotación en el escalón compa ñía, el AN/PPS-5, ligero, para vigilancia en las zonas avan zadas, al que se han incorporado los últimos adelantos en la miniaturización y concepto modular y que emplea el efecto Doppler. Puede detectar y localizar en distancia, elevación y direc ción a personal en movimiento, a distancias de 50 a 3.000 metros, y vehículos a distancias de 50 a 5.000 metros. Las cuatro partes más importantes de este radar son: el radar básico, una batería de cinc-plata, una unidad de man do a distancia con 15 metros de cable y un trípode. Pesa aproximadamente 27 kilos, sin que ninguna de sus piezas exceda de los 11 kilos. ‘ La distancia, elevación y dirección las presenta visual ‘nente; la presencia del blanco y su identificación se pre senta oralmente a través de unos auriculares de casco. La presencia del blanco se aprecia también visualmente en la unidad de mando a distancia. Puede manejarlo un solo sirviente. Para más información remitimos al lector a la nota breve publicada en en número de marzo (página 66). Esta nota y las ocho siguientes, recogidas y traducidas de diversas publicaciones CAÑONES CONTRA por el teniente drían emplear tiros de barrera. También se espera que la artillería a base de cañones vuelva a utilizarse como arti llería de largo alcance en sustitución de los misiles tierratierra, a distancias superiores a los 180 kilómetros, a un costo notablemente inferior. DISPOSITIVO PARA APARATOS DE RAYOS X.— Se ha ideado un dispositivo para los aparatos de rayos X que permitirá a los operadores de estos aparatos tomar radio grafías de partes específicas del cuerpo humano, aislarlas y ampliarlas, lo cual supondrá una gran ayuda para la diag nosis de enfermedades del estómago y pulmones. Mientras que los aparatos de rayos X normales exigen una quietud absoluta, el nuevo dispositivo, llamado ordó grafo, funciona a base de movimiento. Engranado mecáni camente por un brazo que pivota, se aplica a la exploración de un punto correspondiente a la parte del cuerpo que se quiere radiografiar, el tubo de rayos X y la placa o película se mueven en direcciones opuestas durante la exposición. Como resultado de este movimiento las parte situadas en cima y debajo de la que se quiere estudiar quedan desen focadas y, por tanto, no aparecen en la radiografía. coronel Carreras. MISILES.—-Se está investigando por equipos conjuntos norteamericano-canadienses un nue vo método para enfrentarse a la amenaza de los proyecti les balísticos intercontinentales. Para la lucha contra estos ingenios se propone nuevamente el empleo de cañones en lugar de misiles. Parecía que con la aparición del cañón antiaéreo de 120 milímetros, con un techo de 30.500 metros, y del cañón de 406 mm., con un alcance de 48 kilómetros, se habían ago tado las posibilidades de la artillería a base de cañones. Sin embargo, hace ya cuatro años estos equipos de investi gación, trabajando en investigaciones meteorológicas, con unas asignaciones de fondos muy modestas, iniciaron estu dios en los que se vio que nuevos tipos de cañones con pro vectiles dotados de gran velocidad inicial podían ser em pleados en obtener información sobre fenómenos que se lesarrollan a gran altitud. Al cañón antiaéreo de 120 mm. se le dotó de ánima lisa, le 127 mm. de diámetro, y se aumentó 3 m. la longitud lel tubo. En lugar de la granada antiaérea de forma nor mal se empleó una en forma de dardo. Gracias a esta 3ombinación se pasó de un techo de 30.500 m. a otro de 16.250 metros. Los canadienses, por su parte, efectuaron pruebas con in cañón de 406 mm., de ánima lisa, utilizando el proyectil !cperimental Martlet 1, de 213 kilos de peso, con el cual le alcanzaron 54.880 m. Se espera que con la carga má zima y mejorando su velocidad inicial, el Martlet podrá ilcanxar los 91.500 m. de altura, alturas en las que es po ;ible la neutralización de los proyectiles balísticos. El mismo cañón disparando el proyectil experimental Viartlet II, de 80 kilogramos de peso, ha alcanzado los 103.690m., y se espera aumentar aún esta altura. Posteriortente sé émpleará el Martlet III, de propulsión cohete, on el que se podrá llegar a los 122.000m. y abrir el ca nino para posteriores avances. Una de las novedades de los experimentos futuros será 1 empleo de hidrógeno o helio como propelente, en lugar le pólvora, y una de las características más sobresalien es del empleo de los cañones es su baratura (se calcula mas cien veces más barato que sistemas tales como el Nike eus o el X). En cuanto a su empleo, y debido a esta baratura, se po- EL CARRO FRANCES AMX3O.—Estenuevo carro medio francés pesa cerca de 32,5 Tm, y mide 3,1 m. de ancho y 2,28 m. de alto. Va propulsado por un motor de 730 ca ballos que le permite una velocidad de 65 km/h. por ca rretera. Se está pensando en dotarle para el futuro de un motor de diversos combustibles. Puede recorrer 500 ki lómetros sin abastecerse de combustible. Monta un cañón de 105 mm. y una ametralladora coaxial de 7,62 mm. En la cúpula lleva una ametralladora antiaérea de 12,70 mi límetros. Puede vadear profundidades de hasta 2,2 m., y si se le dota de snorlcel, hasta de 4 m. Está previsto que la dotación del carro (cuatro hombres) esté protegida con tra la radiación; lleva dispositivos infrarrojos para el com bate nocturno. Para más detalles, remitimos al lector al artículo publicado en el mes de mayo, ((El nuevo carro europeo)). TRANSPORTE DE PERSONAL, SUECO.—-La Infantería sueca dispondrá en un futuro próximo de un transporte de personal, blindado, diseñado especialmente para su em pleo en climas extremadamente fríos como los que suelen reinar en dicho país. El vehículo pesa 13,5 toneladas, se le conoce con el nombre de Pbv2, y su intervención en el combate no se reducirá a la de mero medio de transporte, ya que va armado con un cañón automático de 20 milí metros, montado en una torreta, que tiene un giro hori zontal de 360’.También el soldado que vaya en el interior del vehículo podrá combatir desde él con sus armas por tátiles y arrojar granadas de mano a través de unas esco tillas que se abren en el techo. El vehículo puede tender 53 una cortina de humo que le oculte de las vistas del ene migo. Lleva una tripulación permanente de dos hombres: con ductor y tirador. En la parte posterior pueden ir diez hom bres con su equipo de combate o dos toneladas de muni ciones u otra carga similar. La entrada y salida se efectúa cómoda y rápidamente por medio de amplias puertas en la’ trasera del vehículo. Accionado por un motor diesel, Volvo, de 270 caballos, tiene una velocidad máxima de 50 km/h. por carretera; la suspensión se efectúa por medio de barras de torsión y amortiguadores hidráulicos. Es anfibio, y para lograr la máxima velocidad en el agua las cadenas metálicas van recubiertas en los costados por gomas. Puede cruzar, com pletamente cargado, cursos rápidos de agua. Unos tanques i’egulables aseguran la buena flotación; la torreta puede seguir disparando aunque el vehículo vaya por el agua. La velocidad por aguas en calma es de 4,5 km/h. Se espera que el Ejército sueco empiece a recibir estos vehículos a finales del año 1965. EL WING DING.—HellcópterO experimental de ala fija con una envergadura de ala de casi 8 metros y tanques de combustible de 60 litros de capacidad en los extremos de las alas. Dispone de un mando de altura, controlable, y de aletas y alerones que se mueven desde la cabina. Se trata de conseguir una aeronave capaz de levantar una gran car ga útil, con capacidad de vuelo estacionario y despegue y aterrizaje de rodaje. VEHICULO DE COLCHON DE AIRE.—Se están efectuan do pruebas en el lago Erie con el mayor de los veh1culo de colchón de aire construido en los Estados Unidos. Co nocido como el SKMR1, es de aluminio y pesa 22,5 tone ladas. Entre las pruebas figuran su empleo en aguas agi tadas, manejo, maniobrabilidad y velocidad. Alcanza velo cidades de más de 130 km/h. Entre las misiones militares que se espera desempeñará se encuentran las de guerr antisubmarina, operaciones de desembarco y patrulla, coi tramedidas en zonas minadas, transporte de personal carga y operaciones de salvamento. Mide 19,81m. de eslo ra, 8,23 de manga y 7,16 de puntal; va propulsado por cua GENERADOR ACCIONADO POR DIVERSOS COMBUSTI tro motores marinos de turbina de gas de 1.100 caballos BLES.—E1 Ejército americano está trabaj ando en la construcción de un generador de corriente eléctrica portá til, capaz de funcionar con combusti bles tan diversos como la leña, carbón de piedra, carbón vegetal y residuos de animales; se espera tenga utilidad militar para su empleo en zonas ais ladas. ESTUCHE CON PRIMEROS AUXI LIOS.—Se ha diseñado un pequeño es tuche con diversos artículos necesarios como primeros auxilios, tales como tratamiento contra la fiebre, las infec ciones y la diarrea, mosquiteros,, an zuelos, pistola de señales, un encende dor y una sierra para cortar. Figura también un estuche de costura con agujas magnéticas que actúan como brújulas. Pesa 454 gramos y tiene unas dimensiones de 12,5 x 7,5 x 5 cent metros. DinámicadelautomatIsmodelasarmasportátiles Por Macon FRY. De lo pubIcación norteamericana «Ordnance,,. Traducción del Coron Pedro SALVADOR ELIZONDO, Ingeniero del Gupo de Armamento y Construcción. Durante los últimos veinte años el fusil semi-automático ha sido el arma de Infantería aceptada por todos los Ejér citos modernos. Después de los diversos modelos desarro llados, este arma ha alcanzado un elevado grado de con fianza y precisión, hasta tal punto que los proyectistas mi litares llegaron a preguntarse: ¿Por qué no construirla de tal modo que pueda funcionar a voluntad como arma com pletamente automática? Tal concepción haría posible la reducción de los tipos de armas incluidos en las tablas de organización y equipos, por eliminación del fusil semi•automático, y posiblemente también de la ametralladora ligera y el subfusil, al mismo tiempo que transformaría a cada infante en un tirador au tomático potencial. De acuerdo con esto, se adoptó el nuevo fusil M14 con fuego selectivo completamente automático, el cual result satisfactorio desde el punto de vista puramente funciona Ya en el fusil semi-automático Garand Ml se habían co seguido experimentalmente años antes modificaciones pai realizar el tiro completamente automático. Sin embargo, la actual práctica de la modalidad autom; tica produce alguna contrariedad. El soldado que lo m neja no parece ser capaz de mantenerlo sin «encabritarse durante el disparo, es decir, que no puede mantener] apuntando sobre el blanco durante la realización de u tiro de ráfaga. Esto ha conducido a la propuesta de supt rnir la opción de tiro automático en el arma empleada modo general por las tropas. Los jefes de unidad podrían retener en su poder un sin ple pestillo, cuya restitución al arma permitiría reinstal rar la opción del tiro automático a aquellos combatientes especialmente instruidos y selec cionados para misiones especiales. Existe, pues, una aguda controversia sobre si la versión automática del M14 puede reempla zar al fusil semi-automático BAR. El hecho es que si los requisitos que tiene que cumplir un arma automática son diferentes que los de otra semi-automática, el pretender que cumpla las flu. 2. Ametralladora ligera «Johnson» de 7,62 mm., con la culata alineada con el cañón (preferible para el tiro automático). dos condiciones constituirá siempre una cues tión de compromiso. En el instante de producirse un disparo, se origina un mayor sea la cadencia de fuego más rápidamente se «en«momento» mecánico (incremento de la cantidad de movi cabrita» el arma. miento) igual al de la bala y gases de la pólvora que sa esto sucede cuando se trata de una ráfa len por la boca del arma, el cual se transmite al sistema gaEfectivamente, de disparos de cierta duración; pero, sin embargo, no mecánico constituido por el fusil y el tirador. Ahora bien: debemos olvidar que aquí no se trata de determinar cuán según sea el punto de apoyo y las inercias de los distintos to se mueve el arma en un determinado lapso de tiempo, elementos, dicho ((momento)) implica ciertas velocidades sino más bien durante qué número de disparos. Es decir, de traslación y de rotación en el fusil. de lo que se trata es de elevar al máximo el número Estos efectos no resultan muy acentuados cuando se que de impactos blanco antes que el haz de trayecto trata de un tiro semi-automático, a causa de que la bala rias se aparte endelelmismo hasta dejar de alcanzarlo. ha salido ya del arma antes que tenga lugar un movi Desdichadamente, aquel punto de vista erróneo prevale miento apreciable de esta última, por lo cual dicho pe queño movimiento permite efectuar el ajuste de la pun ce demasiado todavía y hace que ciertas armas, buenas, sean condenadas algunas veces por poseer elevada caden tería. Sin embargo, en el tiro completamente automático la ve cia de fuego. Por ejemplo, en el libro Basic Manuel of Mi locidad de rotación inducida en el arma, multiplicada por litary ,Small Arms, publicado por W. H. B. Smith durante el tiempo transcurrido entre los disparos sucesivos, viene la última contienda mundial (Military Service Publishing a representar la desviación angular de un disparo respecto Company, 1943), se dice lo siguiente sobre la ametrallado a la dirección del disparo precedente. Aún hay más: cada ra ligera MG-34,de origen alemán: disparo sucesivo contribuye a incrementar dicha velocidad «Esta elevada cadencia de fuego es uno de los de angular de manera que la «dispersión» entre disparos se fectos del arma, pues mientras es deseable para el hace cada vez mayor al continiiarse el fuego de una ma tiro contra aviones, resulta demasiado elevada para nera automática. De esta manera, a menos de que estos su uso eficaz como arma contra objetivos terrestres, incrementos en la desviación sean muy pequeños, al cabo ya que malgasta o desperdicia la munición.» de unos pocos disparos el fuego se apartará bastante del blanco. Otra observación similar hace respecto a la MG 42, una Representando por a el incremento de la velocidad angu lar por disparo, con respecto a la línea de tiro, r la caden de las ametralladoras ligeras más sobresalientes de la cia real de fuego, n el número de disparos de una ráfaga G. M. 2. La MG 34 tiene una cadencia de fuego de 900 dis y en la desviación acumulada en el disparo enésimo, pue paros por minuto y la MG 42 de L200 d. p. m. Por otra parte, el teniente coronel G. M. Chinn, en su• de apreciarse fácilmente que dicha desviación viene deter libro The Machine Gun, vol. 1 (Bureau of Ordnance, United minada por la fórmula siguiente: States Navy 1951), expresa correctamente la importancia• de dicha característica al tratar de la ametralladora lige 10) ra MG 42: en = 2r Según esto, se observa que la desviación varía en pro porción directa con el incremento angular de velocidad, como era de esperar; pero, por el contrario, lo hace en proporción inversa a la cadencia de fuego; por consiguien te, en las armas automáticas que sé disparan apoyadas en el hombro, la cadencia de fuego deberá ser lo más elevada posible. Esta conclusión resulta totalmente opuesta a la opinión frecuentemente sustentada por aquellos que no han exa minado atentamente la cuestión y que creen que cuanto fo. «Una vez que se encuentra en producción un arma buena, invariablemente se intenta adaptarla a cual quier uso concebible, desde el fuego antiaéreo, en for ma de baterías, hasta el tiro individual por el infan te. Su empleo por este último, diremos incidental mente, que es el más eficaz.» «Mientras algunos diden que su cadencia de fuego increíblemente elevada «encabrita» la boca cuando se dispare una ráfaga larga, debemos recordarles que el arma se dispara corrientemente sólo durante una pequeña fracción de segundo en cada ráfaga.» «Ahora bien: puesto que se dispara a una cadencia de 22 disparos por segun do, las balas pueden agruparse en un área suficientemente pequeña para cu brirla de una manera completa. De esta manera, su actuación es más bien como escopeta de largo alcance que como ame tralladora.» l.S Distribución de las fuerzas que actúan sobre un arma de fuego duran te el disparo. Esta observación hecha por el teniente coro nel Chinn respecto a la similaridad con una es copeta es muy interesante, ya que la escopeta puede considerarse como una ametralladora 55 con una cadencia de fuego infinita, puesto que sus perdi gones son descargados conjuntamente. El programa ((Sal vas para el Ejército)), inaugurado por Norman Hitchman y el autor de este artículo hace unos once años en la Oficina de Investigación de Operaciones de la Universidad de Johns Hopkins, representa un desarrollo de este principio. La fórmula que hemos expuesto anteriormente nos en seña también que la desviación se incrementa despropor cionalmente con el número de disparos, pues contiene gular se suceden en escalones prácticamente instantáneos, se necesitaría una destreza especial para compensarlos exactamente mediante una presión uniforme y constante hacia abajo. Resulta obvio que tal intento de corrección sería bastan te inexacto y a lo sumo conseguiría meramente que el haz de balas incidiera ocasionalmente sobre el blanco. La doc trina inspirada en la ejecución de ráfagas cortísimas es claramente superior. La determinación del incremento de veloci dad angular, expresada en términos de las cons tantes del sistema mecánico constituido por el arma y el tirador, es de lo que vamos a ocu parnos a continuación. in la figura primera se representa un fusil mantenido apoyado firmemente en el hombro del tirador, indicándose las diversas fuerzas y magnitudes que se consideran de gran interés.. Estas son: ‘4 Fm. 3? con Ametralladora ligera de la República Federal Alemana de la culata alineada con el cañón (preferible para el tiro autom un término n2, cuya significación puede ilustrarse en la Tabla que exponemos a continuación, calculada para una cadencia de fuego de 10 disparos por segundo (600 disparos por minuto) y un incremento de velocidad angular por dis paro de 20 mils por segundo. Número del disparo Desviación en mus 1 2 3 o 2 6 12 20 4 5 F1, fuerza ejercida por los gases de la pólvo sobre el cerrojo del arma; F, fuerza de reacción horizontal ejercida por el hombro del tirador sobre la culata del arma; 7,62 mm., F3, fuerza de reacción vertical ejercida por ático). el hombro del tirador sobre la culata del arma. a, distancia vertical entre el eje del ánima y el centro de gravedad del arma; b, distancia vertical entre el eje del ánima y el punto de apoyo de la culata del arma; c, distancia horizontal entre el centro de gravedad del fusil y el punto de apoyo de la culata del fusil; aceleración del fusil en el plano vertical; w, velocidad angular del fusil en el plano vertical (fadO; 1, momento de inercia del fusil alrededor de su centro de gravedad, en el plano vertical; M1, masa del fusil; masa equivalente del tirador en el punto de apoyo de la culata; Nf, momento de la cantidad de movimiento de la bala y los gases de la pólvora (JF1dt). , Es evidente que un blanco humano no sería batido des Las fuerzas acabadas de definir son solamente las resul pués del segundo disparo (a las distancias usuales en el campo de batalla), y un vehículo tampoco lo sería después tantes de la descarga del fusil. Existen también otras fuer. del tercer disparo. Debemos significar también que el in zas que cuentan en el apoyo normal del fusil, pero éstas cremento supuesto para la velocidad angular, de 20 mils son constantes y están en equilibrio, de manera que no por segundo, es mucho más pequeño que el que es de entran en la ecuación del movimiento del fusil después del esperar con el empleo de fusiles de diseño corriente, como disparo. tendremos ocasión de discutir más adelante. Si representamos los momento y reacciones alrededor Todo esto nos muestra lo correcto de la doctrina ger del centro de gravedad, tenemos la siguiente expresión: mana de disparar ráfagas cortas con una elevadísima ca la = F1a + F2(b —a)—F,c. dencia de fuego. Se sugiere que esta característica puede incorporarse a una ametralladora ligera o un fusil auto Para determinar c. es necesario valorar previamente mático, de tal modo que la simple presión ejercida sobre el gatillo produzca una ráfaga de dos o tres disparos en F, y F3, es decir, las condiciones de solicitación en la cu lata del fusil. El movimiento de esta última encuentra una una sucesión rapidísima y después pararse automática mente, viéndose obligado el tirador a soltar el gatillo y resistencia en el hombro del tirador, el cual a su vez es presionar de nuevo para disparar otra ráfaga. Esto ase una parte de la masa de su cuerpo que pivota más o me guraría cortas ráfagas de la máxima eficacia y evitaría el nos alrededor de los tobillos, rodillas y la cintura (el tira consumo innecesario de municiones. El tirador podría tam dor supomenos que está en pie). El esqueleto del tirador constituye una estructura de bién apuntar de nuevo más fácilmente entre ráfaga y rá faga, puesto que la cortísima duración de las mismas daría gran rigidez en dirección vertical, de tal modo que el mo origen a una menor desviación. vimiento vertical no existe prácticamente (en tanto que Algunos arguyen que un tirador adiestrado puede su la culata no resbale sobre su hombro). Sin embargo, el perar los efectos de «encabritamiento» de la boca del fu movimiento horizontal puede tener lugar en la magnitud sil mediante un esfuerzo compensador que la dirija hacia permitida por la inercia del cuerpo en dicha dirección, abajo, pero puesto que los incrementos de velocidad an representada por una masa equivalente, M. 56 El valor numérico de M, está relacionado con el peso, estatura y flexibilidad del tirador que, evidentemente, va riará de un individuo a otro, resultando difícil de calcular aunque se disponga de medios técnicos para hacerlo. En todo caso, M2 será considerablemente menor que el peso del tirador, y a falta de mejores medios para calcu larla se sugiere como razonable la relación de un cuarto. Además, como se verá más adelante, en tanto que esta masa sea un múltiplo de la del fusil (como sucede normal mente), las variaciones de la misma tienen un efecto rela tivamente pequeño; en consecuencia, las estimaciones que hagamcs, aunque aproximadas, son perfectamente admisi bles desde el punto de vista práctico. Admitiendo las condiciones establecidas anteriormente, la aceleración horizontal de la culata del fusil tendrá la expresión siguiente: F., F1—F ±(b—a)cc M. de donde se deduce del arma M9F1 M1M2(b a)rj — E. — = - M1-FM2 Por su parte, la aceleración vertical representada F.. ca es igual a cero, lo que quiere decir — por que = M1 ca. Ahora bien: si sustituimos los valores encontrados para E’. y F3 en la ecuación que representa el valor de la, ten lremos: - Ia=Fia+I- [M,,F1—M1M4(b—a)a j I M1+M. j 1(b—a)—M1 c2rc D, lo que es lo mismo, a=F1J [ mejor rendimiento en el fuego automático tienen, casi in variablemente, el cañón alineado con la culata (figs. 2.’ y 3.’). Las ametralladoras alemanas MG-34,MG-42 y FG-42, la ametralladora ligera Johnson, la ametralladora ligera de la República Federal Alemana y el fusil de asalto nor teamericano AH-lS (M16), son buenos ejemplos de esto. Por otra parte, el actual fusil de asalto norteamericano M14 (figura 4.’) posee una culata convencional, por lo cual no resulta sorprendente que su rendimiento sea pobre en fue go automático. Lo mismo podríamos decir del fusil de asalto ruso AK-47 (fig. 5.’). Refiriéndonos de nuevo a la última ecuación obtenida, ha de notarse que co puede reducirse e incluso anularse si a y b fueran de signo algebraico contrario, es decir, si el eje del ánima del cañón se encontrara situado entre el centro de gravedad y el punto de apoyo del arma. En cuan to al centro de gravedad, es casi inevitable que se encuen tre debajo de dicho eje, a causa de que la situación más conveniente del cajón de mecanismos y del cargador es más abajo que el cañón. Sin embargo, sería posible colocar el punto de apoyo M1a+M,b 2 (1 + M1c ) (M1 + MD + MM2 (b aP ligeramente por encima del eje del cañón, pues aun con una pequeña diferencia en esta dirección podría compensarse un considerable descenso del centro de gra vedad a causa de la mayor sensibilidad del punto de apoyo. Las armas automáticas más modernas son casi simétri cas con respecto al plano vertical imaginado por el eje del ánima, y todas las fuerzas de reacción se desarrollan igual mente en dioho plano. Esto constituye manifiestamente una característica deseable, pues de este modo no se produciría ningún par a causa de la rotación en el plano horizontal, lo cual no se conseguiría si el diseño del arma introduce alguna asimetría en la misma, tal oomo la colocación de un cargador lateral o un alza telescópica ligeramente apar tada del mencionado plano vertical. El análisis de lo que sucede cuando se adoptan estos úl timos diseños se hace de manera análoga a la ya descrita para la rotación en el plano vertical, si bien con los nuevos factores que gobiernan el ((momento)). Admitimos que y es la velocidad inicial, Mb la masa de la bala, M la masa de la carga de proyecciones y E la energía de la bala en la boca del arma, entonces el «mo niento» de la desoarga estará representado por la fórmula: puesto que j’aclt = a - 5F1 df = M, [ M1a+M2b endremos co= M 1 Li + M1c2)(M1+ M0) + MM2(b—a)2 M = (Mb 1 + —M0).V 2 Ahora bien: puesto que las moléculas de los gases de la Como podríamos haber anticipado intuitivamente, co se pólvora aumentan su velocidad desde cero, en el plano an lesvanece si ambos valores a y b son iguales a cero; es terior del cerrojo, hasta la velocidad inicial, en el plano de lecir, que si tanto el centro de gravedad como el punto oulote de la bala al salir del cañón, su velocidad media du e apoyo de la culata del fusil se encuentran sobre el eje del ánima, no existirá co. Más sig iiflcativo, sin embargo, es el hecho de que co es nás sensible al ((descenso)) de la culata del fu ;il que a la posición del centro de gravedad por a relación M2/M,, algo así como del orden de ó 5 veces. Pero los fusiles destinados al uso corriente )or la infanteria deben tener una buena inchna ión hacia abajo de la culata para faoilitar la )untería, y especialmente para disparar tum- Eco.4.’ Fusil automático norteamericano M14, de 7,62 mm., con culata clási )ado, ya que un fusil cuya culata se encuentre que ca, no es la más conveniente para tiro automático. dineada oon el cañón ofrecerá ciertas dificul ades para apuntar en dicha posición. Vemos hora claro el oonfiicto entre los requisitos contrapuestos rante el recorrido del ánima se considera que es la mitad ue se plantean al arma y que hemos mencionado anteriorde la velocidad inicial, de acuerdo con lo expuesto por aente. 5. Robinson en TheC. Termodynamics of Firearms Es interesante notar que las armas que han mostrado el (Edit. Mo Graw-Hill ]3ook Company, 1943). 57 Incremento 1 La energía de la bala en boca es: E = — MbV2, y elimi 2 nando Mb entre estas dos últimas ecuaciones, tendremos: Iv! = 2E 1 + MV 2 — y y puesto que E es sensible proporcionalmente a M, po demos adoptar una constante K que represente al cocien te E/MP, con lo cual la ecuación precedente se transforma rá en la siguiente: M=E(2/V+V/2K) lo que quiere decir que para una determinada energía en la boca el «momento» mínimo ocurre cuando V = 2%/it de desviación angular. ecuación que representa el valor de obtendremos: 6885 + 3240M, w Sustituyendo en 1 las letras por cifras radianes/segundo. = 47428 + 5078M2 Y suponiendo que M., es aproximadamente un cuarto de peso del tirador, es decir, de 16 a 27 Kg., tendremos: para un tirador de 63,5 Kg. para un tirador de 109 Kg. ... = ... = 0,534 rad/s. (534 mils/s. 0,572 rad/s. (572 mils/s. Y. aplicando ahora estas cifras a la primera ecuación qw nos da el valor de 6n, y si suponemos que la cadencia de arma es de 15/d. p. s., obtendremos las correspondiente: desviaciones para el segundo disparo: Tirador de 63,5 Kgdesviación Tirador de 109 Kgdesviación = = 35,6 milt 38,1 mil5 De aquí resulta que un fusil de proporcione corrientes es completamente inapropiado par el tiro automático (el tirador se daría por st tisfecho en alcanzar un impacto al segundo di paro, sobre un blanco del tamaño de un hon bre, aun a distancia de 45 metros). Las cifra nos ponen de manifiesto lo que habíamos d cho antes acerca de la pequeña influencia eje cida por el peso del tirador sobre la desvi ción. Es interesante notar que esta desviació Fm. 5.’ Fusil de asalto soviético de 7,62 mm., con culata clásica, que no es la es ligeramente superior para el tirador pesad que para el ligero, lo cual aliviará los temore más conveniente para el tiro automático. sentidos por aquellos que dudan de la aptitu de los aliados de pequeña estatura para util Para los modernos propulsantes esto se conseguirá para zar las armas norteamericanas, pues aun en el caso de qu velocidades iniciales del orden de los 1.800 m/s., cifra no la comparación en estatura les sea desfavorable, ellos tin fácil de alcanzar en la actualidad debido a diversas razo rán ligeramente mejor que los soldados norteamericano: nes de índole balística (tanto interna como externa) y so En resumen, podemos concluir lo siguiente: bre lü cuales no vamos a ocuparnos porque rebasarían los límites que nos hemos fijado para la extensión de esta 1. Es inútil esperar buenos rendimientos en el tiro at exposición. tomático con fusiles de infantería de proporciones corriel Teniendo en cuenta lo que acabamos de decir, se concibe tes. Tal clase de arma debe restringir su empleo al fueg el interés existente para lograr la máxima velocidad inicial semi-automático; el fuego automático solamente conducii posible (y la correspondiente ligereza de la bala), con ob a un consumo inútil de municiones. jeto de reducir al mínimo el retroceso imprimido al siste 2. Un arma destinada al fuego automático apoyada e ma para una determinada energía en boca. el hombro del tirador deberá tener las siguientes caract Por ejemplo, vamos a considerar un arma representativa rísticas: de los modernos fusiles de infantería de la clase Ml, M14, FN, etc., la cual tenga las características siguientes: a) El punto de contacto de la culata con el hombro 1 a = 2,54 cm. (1 pulgada); b = 10,16 cm. (4 pulgadas); de estar alineado con el eje del ánima o quedará c = 520,7 cm. (20,5 pulgadas); 1 = 70 Kg/cnf (1.000 li geramente por encima del mismo. bras por pulgada cuadrada); Mb = 9,72 gr. (150 granos); b) La cadencia de fuego será lo más elevada posible. M = 3,24 gr. (50 granos), y y = 810 mIs. (2.700 pies por e) Deberá estar provista de un «desconector», el cu segundo). suspenda automáticamente el fuego después del te Si dicha arma está proyectada para disparar en fuego cer o cuarto disparo, y que exija el tener que aprett automático con una cadencia de 900 disparos por minuto de nuevo el gatillo para disparar otra ráfaga. (15 disparos por segundo), ¿qué desviación angular es de d) Poseer una combinación de velocidad inicial lo m esperar entre el primero y segundo disparo, si el tirador elevada posible y el menor peso de bala compatib: tiene un peso de 63,5 a 109 Kg. (140 a 240 libras)? con el efecto que se trate de conseguir sobre el bla «Momento». Sustituyendo en la correspondiente ecuación co; todo ello con objeto de reducir al mínimo las letras por cifras obtiene un momento de 9,27 Kgm./s. ((momento» del retroceso. (810 libras-pulgada/segundO). DeCriptografía SOLUCION AL PROBLEMA NUM. 9 (Publicado en el número anterior) La estadística de letras nos da lo siguiente: . e 201 B - 70 6d 26L ].n 2p 2r 7 22 - O D P . 2a161 — 50 70 11 id 30281 4d 1 281l8p 18n 4r 18p 2s br —89 G — 77— — — 1 J 9a 3e 81 ].4o 44 32L 22n 22p ir iSa - K 1.. M H O P Q R $ T U V 24 9a 2e ].3a- 5a 9a 22e 14e 51 16e 4eloe 191 71 3o 23i 71241 lOo o].3d 14o 70 8o 18d 8dllL lid 14d1.od 4L 9129n 2L 2p 2 23n l2nlOp 8n 48 5n hp l5p 3r 4p 3p 3r 17r 28 3r 8a 22s 118 1 - .142 -13o- 119 78 loS Diez letras diferentes. Las representaciones han de estar formadas por dos letras. Necesitamos una estadística de A D 6 D E E 1 1 2o N 1 15 N W X Y Z - 43 71 - bigramas. La hacemos en un cuadro de diez por diez para ocupar menos espacio: 1 N 26 1 29 16 28. 1 3]. 2o 0 s 2 7 2 2 7 18 9 7 17 4 2 4 21 1 15 8 1 8 15 17 22 lo 2 2 2 11 ‘5 1 2 N Ss L N ‘5.’ N o ‘.‘ 8 11 27 . “5 N . 2 “5‘ ‘N R N ‘5. 3 ‘5 ‘5 5’ Hay 43 bigramas diferentes. No llegan para dos repre antes mencionada, la conclusión sería que no se habían sentaciones para cada letra, pero puede ser que no se ha utilizado los bigramas inversos ni los dobles. yan empleado todas las representaciones. Podemos obser En este caso, los bigramas dobles no existen, pues los var que si trazamos la diagonal del cuadro anterior que va cuadros que forman la diagonal están todos en blanco; del vdrtice superior izquierdo al inferior derecho, casi to en cuanto a los inversos, debajo de la diagonal están ED, dos los bigramas quedan por encima de ella. Generalmen ID, OD, QL y QN, que parecen desorientarnos, pero si bus te estas distribuciones no son caprichosas; suelen obedecer camos sus inversos, es decir, DE, DI, DO, LO y NO, no está a alguna manera particular de formar los bigramas. Los ninguno. Luego efectivamente los inversos tampoco se han bigramas posibles con diez letras son 10 = 100. Si no hu utilizado. biese ninguna representación por debajo de la diagonal Si contamos las letras con que se une cada una de las 59. diez letras que aparecen en el texto, y las ordenamos de más a menos, tendremos: letras: seunea: primer trozo segundo trozo A E 1 0 D L N P R 5 9 8 7 6 4 3 3 2 1 0 Las cuatro vocales en primer lugar por orden alfabético y las seis consonantes a continuación por el mismo orden. Ya sabemos el camino que se ha elegido para formar los bigramas: colocar las diez letras por el orden anterior y unir cada una con las que le siguen. De este modo el número de bigramas posibles es: 9-8-7-6-5-4-3-2-1 = 45 hay dos que no se han utilizado, el DS y el LN. Si para hacer la estadística de bigramas hubiéramos co locado las diez letras índices de filas y columnas por el orden A E 1 0 D L N P R 5, todos los bigramas hubie ran quedado en la parte superior de la diagonal. Quizá el que construyó la clave utilizó diez letras para hacer pensar al descriptador en un cuadro de veinticinco casillas con diez letras de índices de filas y otras cinco de índices de columnas, Pero ya hemos visto que esto no es posible, pues no utilizando los bigramas inversos sólo dis pondríamos de veinticinco bigramas diferentes, y en este caso tenemos cuarenta y tres. La forma de hacer la esta dística de bigramas nos ha ayudado en este caso a poder establecer la forma en que se ha hecho la clave y (lo que es más importante para nuestro trabajo) el número de bigramas de que consta. Los 45 bigramas posibles no permiten dos representacio nes para cada letra del alfabeto claro. Ignoramos cómo se han distribuido. Lo que nos interesa, por el momento, es conocer cuáles son las representaciones que corresponden a una misma letra clara. En cuanto sepamos esto para to das las letras claras, estaremos de nuevo en el caso de una sola representación, pues podremos simplificar el crip tograma dejando sólo una representación de cada letra. Lentes a) grupos 1 e 2 77-78 Al Al EF 15 IL NS PS IL El o) grupos 7 al 9 “ 22a124 ELEQELALISIL grupos 9 al 13 119a1132 IN IN NP Al AS RS Al AS E0 Al DP Al PELIGRO MILAGRO en las que si las letras subrayadas están cifradas con la misma representación en los dos casos, estableceríamos inmediatamente la igualdad de las representaciones que correspondiesen a la 1 y a la A, lo que sería falso. Como este caso se puede presentar con relativa frecuencia, no debemos aceptar como ciertas en principio más que aque llas equivalencias que se han presentado por lo menos dos veces. Ahora el trabajo consiste en localizar en el criptograma parejas de trozos que nos permitan establecer igualdades. El trabajo no es sencillo, particularmente si es la primera vez que se hace. Un camino puede ser localizar las secuen cias de dos bigramas iguales, y a partir de ellas ver a de recha e izquierda si hay grupos equidistantes iguales. Pero, repito, es una labor lenta y que exige una gran atención; hay que llevarla con método para no perder posibilidades ni alargar el trabajo. En el texto de este problema podemos encontrar, entre otros, los siguientes trozos que nos permiten establecer equivalencias: ) grupos 29 al 36 It 93alloo 37 al OD=DN ;ESsLR ; EL=DL EQ=NR ; AL=IP ELNRELIPISIL Al ADEI 114 DPEIQPALNS 114) AIASEIONDPLPDRALNSI) AL Al AN DN EF 15 EL 19 al 22 128 al 131 AL IL RS DN EF PS EL grupos 1, g) DL DL si ambos trozos suponemos que corresponden a un mismo texto claro, no cabe duda de que NP = RS y E0 =DP. Lue go si buscamos trozos que se correspondan de esta o pa recida forma a lo largo del criptograma, podremos ir es tableciendo una serie de equivalencias hasta agotar el número de bigramas posibles, que en este caso ya sabemos son 45. Pero no es suficiente que las equivalencias aparezcan una vez, pues podría darse el caso de palabras como: OD ES IP EL NP QN QN EIDNLRIPDLBP grupos 2 al 5 138 all4o f) ... EPmNS; ISPS b) e) ... trozos que nos permiten establecer equivalencias: “ d) Supongamos que hemos encontrado dos trozos del tex to de la forma: EI=LP; ) QP=DR AI=IL ;A14=RS ; IS=PS ) II NR IP Al 10 DN QN EF Al AL EL DR AQ RS OD DL AE IL NR IP II LS DN QN NS Al IP DL DR DF RS OD EL OS AI=IL ;IO=LS ;EPaNS ; ALaIP ; EL=DL; AO=D2 DL= EL ;AE=QS 41 IP 15 LS ELERDLPS ILDPDLNS 171a1 175 IP 02 LS ELER DLPS LI AQDLNS) grupos AD=AS ; I1I=ON ) 15=014; IL=AI DPLO 11 fl grupos 43 al h) 45 l68a117o 1) grupos U j) 49 a]. 51 53a155 I5 OP AL DL I5 DRALDL grupos 58 al 6o 1) ) grupos I30N ; 12=31 ) ) ) OP=DR 3 AOuDP 69 a]. 72 D2 DR II NS 18 AL ONEP 151 al 154 DP 02 II NS 25 IPox ) ) DR=OP IS=2S AL=12 ON 32 30 1.1 IP NS 03 DP DL 32 E2IIS E0NR 112 a]. 116 NP 03 NS NR II LP NS INA0 DL £2 ) O=ii ; DPaAO grupos 147 a]. 151 Qn DN Al OD 32 EL OLOLIL ) AD=AS ; 0DD3 164a].].68 0BDliAS3p EL P0iii ) OL=NP todo lo anterior, confirmadas: tenemos las siguientes EP=NS ; IS=pS EOr=NR ; AL=IP EI=LP; — ) grupos 83 a]. 88 Resumiendo igualdades: — ) 02=DR NR 02 AO 15 03 NR DRDPISON 88a19o k) LI 13 DP 13 12 IL AL El 03 D2 13 El ILAL OP=DR En total doce. sin confirmar: ESrLR ; AN=RS EP(17)=NS(22 ; IS(15)=P5(li) ; OD=DN ; EL=DL ; OD(8)=DN(16) EL(28)=DL(29) ; E0(7)=NR(17) ; AD=AS ; IN=ON ; AI=IL ; AO=DP Pero donde más nos interesa es en lasque estánsin con firmar: ; AEOS ES(2)=LR(l) ; AN(1)=RS(4) ; IO(4)=LS (8) AE(1)=O5(2) ; OL(l1)=Np(15) ; IO=LS OL = NP En total cinco. Para comprobarlas tenemos las frecuencias de los bi gramas. Si efectivamente los dos bigramas de cada igual dad corresponden a la misma letra del claro, han de tener frecuencias semejantes. Pero tomando esta semejanza con bastante amplitud, pues puede ocurrir que siendo la igual dad cierta se haya empleado al cifrar mucho más una re presentación que la otra. AIE2 Comprobemos: Todas parecenirbien;estasúltimas, si no se han confir mado es porque corresponden a ]etras de menor fre cuencia. Ahora podemos escribir el texto muy simplificado. Cada igualdad la sustituimos por uno de sus bigramas. Para dis tinguirlas, escribiremos las confirmadas en letras mayúscu las; las que están sin confirmar en letras minúsculas sub rayadas y con minúsculas sin subrayar las que no hemos encontrado equivalencia: 15 Al El ODeSALELo1IN El 13 A0 El OP Al 32 13 13 AL ar EL A0 OD ap EL o].IR EO 13 AL AD EL AL. Al an OD LP 15 EL RO EL AL IS Al Al 13 AOEI OP or IR 30 AL OD lo Al AL 30 AL Al lo OD IR 32 Al AL EL OP AO an OD EL ae Al EL Al 13 lo EL er EL ISAIAOELEPEOELALELEIINAOINEIAIALADELELALIrOPODIS Al El IS OP AL EL er Al 32 El OP AL 15 02 AL EL El AD EL LP OD EX El EP INEPAOOPAIEPISALINEPEPOPEPEIALQDEQISINALAIEPAIEP ISAIanODELaeAIEPAIALELEOELALELIN32EQAIALEpIRAO ELL2EO O2AOIS AL EL 02 AO INAIALEPAIarOPAOOLINEOALAIIOODINEPAl OD El ae Al EL 02 AO IN o].Al ol OD El pr IR EP A])OP ed ELALAIEPI$EL10jdODAIAOEOElALEli13EpEOAIAL32IRAQ El 3230 OP A0 IS IN Al Al) El IN AO El 02 Al LP 13 El IN ioEO Al Al 15 kl Al EP 15 EL AL Al an CD EPIS EL EP Al El IN io LO ol AC) ol ol Al ol CD Al ap El OD es Al Al EL IN LP EO EL Al El lii Al LO Al IN INEP id EL Al Al EL en El or CD Al)CD ol El ol ol Al AO 02 Al EP IS AL Al LP LI AL CD LO IS EL ol IN AL Al LP LO OP Al IS I1 Al) EL LO IN LP ol ODor 0DAD0D1EL21AIEI IN Al AO EL LP lo Al AL Al El Al olAl er EL IB AO IN El Al AL AL IN bEl ol OD LI EL ALOE AO EL LP pr IN Al EL LP EL Al LP IS IN En total quedan 26 bigramas diferentes, pero todavía queda alguna equivalencia por establecer. Las frecuencias totales las podríamos sacar de la esta dística anterior, sumando las frecuencias de los dos bi gramas de cada igualdad, pero no las secuencias. Para esto necesitamos hacer una nueva estadística. Puesto que nos quedan 26 bigramas, podríamos haber sustituido cada uno por una letra, pero no es necesario. LP LP ID NI .E Al LO p 2A1 iAl 3L1 BLP 3A1500 2LP 211 lID 111 lii) 3A1 lID iAl 1AD 3A1 iAl 2A1 6A1 ZKL.11i 2E1 iAl 9A1 351 102 4A1 iAl 118 5NI 2Lta5ÁI 5E1 Al UI 701 311 • 3L11iLE lEO 211 2L0 110 311 iNI 410 711 251 lIB 5L0 iNI 218 ONO lIS iNI 518 200 1LIi2EL 101. 112 20D 158 102 UN 200 100 401 410 402 418 201 551 482 110 118 902 211 510 202 915 30B 1211 110 200 110 210 lIB 101 218 215 318 101 601 801. 302 iON 300 102 iNI UD 2k1 101 100 2A1 4EL SiL TAOlID 381 200 400 1012 LES lID dificultad en llegar al texto claro, que es ESTE CIFRADO FORMA PARTE DEL CONCUR SO ORGANIZADO POR LA REVISTA PARTENON CUYO PRIMER PREMIO SERA UN VIAJE A ROMA Y ATENAS PARA CONOCER LA ARQUITECTURA Y La clave utilizada di arenodae il PROBLEMA Pedro para 9A0 lSD 102 lEE ioo 110 lIB 201 105 1 1 26 24 26 2o 2 2 ESCULTURA CLASICAS PUNTO PODRAN TOMAR PARTE TODOS NUESTROS SUSCRIPTORES ESTE VIAJE SERA PARA DOS PERSONAS PUNTO EL SEGUNDO PREMIO SERA UN VIAJE A UNO DE DICHOS LUGARES TAMBIEN PARA DOS PERSO NAS PUNTO EL CONCURSO COMPLETO DE ESTA REVISTA SE COMPONDRA DE DIEZ CIFRADOS PARA COMPRABAR LA HABILIDAD DE NUESTROS DESCRIPTADORES PUNTO LA POSIBILIDAD DE CONOCER ROMA Y ATENAS MERECE DEDICAR UNAS HORAS A ESTO ed pr dii os jneoira.lepiSOPan en nr da ip na pa dr as la dp -adioaO NUM. 10 Juan y Pedro forman una Sociedad. Deciden inver tir parte de su capital en Sudamérica. Emprende el viaje 200 210 OPQBSTUVWXYZ olajes or ip UD iAl 4Á1 fu: ABCDEPRILMN d].idei SAI 211 lIB TAO El problema ha quedado reducido a una sustitución sim ple, con la salvedad de que todavía queda algiina equiva lencia sin establecer. Queda el lector en libertad de seguir la marcha que considere conveniente, en la seguridad de 2ÁD iAL iAl iAl. 501 UI 351 1Á 201 201 3B1 818 35() 300 232 201 113 610 401 12 que no tendrá el siguiente: 8AI estudiar las posibilidades de inver - -erap Sión sobre el terreno, y Juan queda en España es perando noticias de su compañero de negocios. Antes de separarse deciden utilizar una clave sencilla para poder cambiar impresiones con más libertad. Este es el primer informe que envía Pedro desde América: 49022 63118 41730 5792o 62182 75738 o67o4 77024 o5].8o 923o5 62647 43579 85737 43758 262oo 96547 26584 18537 27182 61837 23477 96424 47013 o6117 47796 43785 o67oo 23554 18286 437o9 752o4 94061 57313 64185 37745 8o112 o2o18 52847 4o85o 96218 79o27 o7364 oll9o 661o1 16o53 65828 40200 92821 31644 1o27o 27o2o 84157 3774o 96o35 647o1 88118 35740 169o4 53613 72o26 21840 66435 47486 1o957 54046 1o8o6 64357 34185 61274 70253 85481 83775 47796 47918 31185 184o5 79572 64864 36585 1o24o 12o23 58551 614o2 341o4 25062 64o64 7o546 48oo2 26183 13o61 56617 96451 01203 11832 47288 573o6 3o746 26449 18285 87364 5345o 62026 6442o 54161 43613 5o5o1 o5375 45836 262o7 4o582 8857o 62185 73527 o4o92 328o6 617o3 7o627 o6o84 77032 o5357 02130 57722 o474o 73584 154o5 51486 31365 84154 6173ó 66435 02372 66443 57098 258o7 59184 o8147 14183 17o74 84737 57357 921o9 75410 6617o 74438 o6441 75615 32385 37621 849o5 8oo24 oo923 58364 74926 6146o 57918 73743 77458 o124o 57075 61826 13547 olo5l 52118 28858 4-o639 74414 70931 57740 1452o 28310 57374 2o353 75458 4937o 64o2o 7o285 94364 41187 oo92o 3928o 24861 09067 55961 84576 43553 58438 51764 4147o 16218 3757o 97574 41028 22037 09752 o367o o6372 14183 o618o 9o261 48695 85731 49418 56557 64740 En 16764 28311 84247 28644 o7955. espalol. egulacióndeescalas Coronel de Infantería del Sy. de E. M., Narciso ÁRIZA GARCIA, Jefe de la Primera Zona de la 1. P. S. Repetidamente se ha insistido en esta Revista sobre el roblema que la regulación de escalas plantea al mando, la lógica preocupación que sus posibles soluciones oca Lona en la oficialidad. ‘Hoy por hoy, en una solución «inmediata», parece difí [1 hallar adecuado plan para hacer avanzar los escalafones a líneas «paralelas». Pero quizás, con poco trabajo, y en empo reducido, pudiera lograrse un acercamiento de ruéllos, al menos en los empleos superiores, que es donde lás se notan las fluctuaciones ocasionadas a lo largo de vida militar. Vamos a tratar separadamente el problema de jefes y iciales, y el que afecta a generales. FES Y OFICIALES La formación de oficiales en las Armas de Infantería, ballería, Artillería e Ingenieros se realiza, en la escala tiva, mediante una oposición, con plazas limitadas para da Arma; unos cursos—en la Academia General o en la Academia Auxiliar—para alcanzar el empleo de alférez— alumno de la respectiva Arma, y por último otros cursos, en las academias especiales. Terminados éstos, se lleva a cabo un período final en la Aca’iemia General y se les confiere el empleo de teniente. La antigüedad de teniente es, por tanto, la misma para todos los oficiales procedentes de la misma promoción. Dentro de cada Arma, ese puesto se mantiene durante toda la vida militar, sin más variación que la muy rara producida por una «postergación», puesto que hasta coro nel inclusive, el ascenso es por rigurosa antigüedad. Pero en los empleos sucesivos, sólo se tiene en cuenta la fecha de promoción al empleo; con ello se da el caso de que un oficial puede ascender a capitán después de otro de Arma distinta, pero de promoción posterior, esto es, de menor antigüedad de oficial; luego, cuando ya los dos son capi tanes, sólo les vale la antigüedad en este empleo. Ello origina disgustos, ya que en definitiva el primero de los considerados se siente «postergado» en relación con sus compañeros de la misma promoción de otras Armas. Según las escalillas del año 1963, la existencia de jefes y oficiales, escala activa, grupo de «Mando de Armas», es la que se detalla en el estado número 1. El total de 10.214 jefes y oficiales, se distribuye en los siguientes tantos por 100: Estado 186 Coronel99 577 1. 368 Tie. Cora. Comandante9 Total •_J9f9syOficileaseannEscalillaa1.96.3 Infanteri.a np1eO Jefes 30 182 184 685 131 236 2.131 396 1.115 412 1.680 1.008 561 581 225 1.569 806 1.549 Total 3.229 556 5. 360 952 0ios Total 34 1.241 45 79 351 Tbnientes Total Ingecieroe ti11eria Caballeria 353 203 Capitanes — 2.473 Total — 3.622 2.538 6.160 1.218 10.214 3,33 por 100 12,15 por 100 24,21 por 100 de jefes39,69 GErzaAiEs Si el movimiento natural de las escalas resulta, com hemos dicho, falto de armonía entre las Armas, este des equilibrio, se acusa con más relieve en el ascenso a genera de brigada; basta comprobar que a la cabeza de los cor neles aparecen promociones diferentes. Por tanto, el «salto al escalafón de oficiales generales se logra desde «niveles distintos, y como es lógico aquellos jefes que, por pertE necer a promociones más modernas, son más jóvenes, ti nen mayores posibilidades de «sobrevivir» y alcanzar lo por 100 Estndonum.3.—Toce8Oddfioit,encadaEscala. por 100 por 100 Capitanes3547 Tenientes24,84 Total En cualquier caso, creemos que esas rectificaciones lo grarían situar las escalas en un grado bastante aproximad( al total paralelismo. 4.054 2.684 Coroneles Tenientes coroneles Comandantes — 100; vacante amortizada se daría al ascenso en las armas deficitarias: cabellería y artillería. El sobrante de tenientes coroneles de Caballería, re presenta más de la tercera parte de los existentes para acelerar el proceso, parece lógico aumentar e módulo de amortización al 50 por 100. En forma análoga se procedería con los restante: empleos. de oficiales60,31 por 100 SOapleos infanteria ji Sobraor[PaJ.tan Tomando como base el anterior porcentaje, la distribu ción de jefes y oficiales, dentro de cada Arma, debería ser la señalada en el estado número 2. En consecuencia, se acusa una diferencia dentro de cada empleo en las distin tas Armas, diferencias que se reflejan en el estado núme ro 3 en el que, naturalmente, el exceso y déficit son iguales dentro de cada Arma. ¿Es difícil lograr las necesarias rectificaciones para con seguir que los efectivos se sitúen en las cifras del estado número 2? Sinceramente creemos que no. En primer lugar, en todos los empleos y en todas las Armas, existen vacan tes que pueden ser desempeñadas indistintamente por per sonal de una u otra Arma y aun por los de empleos dif e rentes; en segundo lugar, la rectificación ha de hacerse de forma sucesiva, no simultánea, con objeto de no supe rar nunca los efectivos totales de los estados 1 y 2. EstadonO2.—3efaiOftcileacueDESEAHADEL anpleO Coronelea Te. Coronela Coniandantee Total Jefes Ca±tsnOa Tenientes Total To+ oficio Infanteria Caballeria Artilleria Total 340 178 656 32 116 326 41 149 1.241 1.297 231 650 295 2.473 2.125 1.901 1.334 89 Engenieroo 379 337 236 485 1.065 4.054 952 432 3.622 667 3.235 513 1.619 5.360 952 2.684 301 2.538 733 6.160 1.218 0.214 Para ello ha de adoptarse un «módulo de amortización» para los empleos sobrantes_recordaremos que en cada Arma el total de jefes y oficiales permanece fijo—. Así, por ejemplo: — Los coroneles sobrantes—8 nieros—pueden amortizarse en infantería y 4 en Inge según el módulo 25 por j Caballeria Sobran h’alta1Sobraj 8 Coroneles Tet.Cor. Palta! Sobra Palt 2 10 3 66 Comandantes 71 Total 6 Jefes Tonientes Total 1 Ofic. 1 j 1105 17 12 18 91 11o6P. 59 73j 1 51 16 J33 ‘ 2 so 17 22]. 1 351 47 Capitanes 1215 25 & 1 149 1 176 2211 215,2 1 173 empleos de general de división y de teniente general. b se nos diga que a general se asciende por «elección», pu aunque esto es cierto, la realidad es que—salvo excepci nes—se respeta la antigüedad, sobre todo dentro ya de escala de oficiales generales. Pero a mayor abundamiento, es que tampoco existe pr porcionalidad en el número de vacantes que cada Am tiene asignadas en el empleo de general de brigada, segi el total de jefes y oficiales que la forman. En efecto: segi la escalilla de oficiales generales de 1 de enero de 1964, número de generales de brigada de cada Arma es: 9 40 11 19 13 Estado Mayor Infantería Caballería Artillería Ingenieros Total92 Puesto que, según el estado número 1, el total de jel y oficiales de las Armas es 10.214, resulta que hay un neral de brigada por cada 111 jefes y oficiales, o lo q es lo mismo, que el número de generales de brigada sólo el 0,9 por 100 de dicho total. Según esto, para que exista la debida proporcionalid teniendo en cuenta que los generales de Estado Mayor, haberse extinguido los coroneles del Cuerpo, han de pa a ser de las Armas, corresponderán a cada una de ést Infantería48 Caballería Artillería Ingenieros Las consideraciones que han sido expuestas, no supone en modo alguno nuestra conformidad ni con los porcen tajes reales actuales, entre los distintos empleos, ni la actual proporcionalidad de jefes y oficiales de cada Arma. Lo único que hemos pretendido es poner de relieve que Total 92 para los EFEcTIvosexistentes y sin variar los que corres ponden en total a cada empleo, podría remediarse la falta Luego resulta que la desproporción arroja como déficit de paralelismo entre escalas, ajustando éstas a la debida proporcionalidad. o superávit: Es justo consignar, sin embargo, que el problema de la Sobrantes: 2 en Caballería y 2 en Ingenieros. regulación de escalas es mucho más complejo, pero no ha sido nuestro objetivo abordarlo en su totalidad. Podríamos Faltan: C)en Infantería y 5 en Artillería. haber tratado de comparar la situación de los jefes y ofi Bien se comprende que estas cifras sólo se alcanzarán ciales pertenecientes a las mismas promociones de salida cuando por ascenso o pase al segundo grupo, desaparezcan de academia, para conocer las notables diferencias exis los generales de brigada procedentes del Cuerpo de Esta tentes, pero liberamos al lector de más números; al menos do Mayor. por ahora. • 9 24 11 . . . Elconflictochino-soviético(1) Por £ KEREVER. Traducción del General de División Emilio ÁLAMAN ORTEGA. (Extracto de la Redacción:) La amplitud alcanzada por la disputa chino-soviética ha sorprendido a los expertos. Vamos a intentar descubrir el objeto y la gravedad del desacuerdo. Cuando dos E.stados ponen sobre el tapete la ideología, un conflicto como el que nos ocupa, engloba, unidos de modo inextricable, diversos aspectos clásicos de antagonismos además de los de tipo ideológico. El aspecto clásico está en la índole de las relaciones entre Estados, es decir, de entidades que quieren ser due ñas clp juzgar en última instancia sus propios intereses, tener el derecho de recurrir a la guerra para defenderlos y, además, la posibilidad de correr o evitar los riesgos de una contienda armada para defender los de otro, como son los de una nación hermana. Es lo que llamaremos real-politik. Consideradas bajo estos ángulos, China y la U.R.S.S. en cuentran naturalmente bastantes motivos de discordia. Primeramente hemos de reconocer que la China popu lar ha logrado convertirse en Estado sin ayuda o con apoyo exiguo por parte de la U.R.S.S.; Stalin, escéptico durante mucho tiempo sobre un futuro positivo del partido comu nista chino, apenas si favoreció su lucha contra Chank Kai-Chek. Consecuentemente, los chinos pueden creer que nada deben a los soviéticos. En segundo término, la China popular, lo mismo la im ,perial que la comunista, nunca han reconocido la legitimi ,,dad de la anexión a Siberia de los territorios situados al sur del río Amur, convertidos en la provincia marítima cuya capital es Vladivostok. La discrepancia que acabamos de señalar, ocultada púdi camente a todo lo largo de los primeros años de vida de la China popular, pasó a ser del dominio público cuan do los soviéticos acusaron a esta Última de haber violado las fronteras no menos de cinco mil veces y Krustchev lanzó sus ataques, tan irritados como audaces, contra aquellos que continúan refiriéndose a las fronteras del Antiguo Testamento. Los intereses peculiares de cada una de ambas naciones se han manifestado también como consecuencia de la in significancia del apoyo soviético a los empeños chinos contra las posiciones nacionalistas de Formosa. Es eviden te que a los soviéticos les repugna mucho la idea de verse implicados en un conflicto por causa de esos territorios tan distantes del frente yanqui-ruso qup está en Alemania. El sagrado egoísmo quedó también puesto en evidencia cuando la U.R.S.S. declaró que se opone terminantemente a compartir sus secretos atómicos con cualquier nación. Para que Pekín no dude de la realidad ni de la firmeza de tal propósito—obsérvese la simetría de U.R.S.S.-China y Estados Unidos-Francia—, Rusia ha hecho manifestaciones inquietantes: las reivindicaciones chinas están teñidas de racismo amarillo y tienden a convertir la revolución pro letaria en un conflicto racial. China se defiende enérgicamente. Uno de los veinticinco puntos de su carta del 14 de junio de 1963, dice así: eNingijn marxista-leninista ha pretendido ni pretenderá nunca que la revolución debe hacerse con la ayuda de una conflagración mundial». Ahora bien: según el partido comunista chino, incurrirá en craso error el que acepte la posibilidad de que el capitalismo se someta sin guerra al triunfo de la revolución universal. Más concretamente, los chinos piensan en que es inevitable, no una lucha (en la cual, seguros de la fuerza que su enorme población les proporciona, soportarían bien y con serenidad la muerte de muchos millones de hombres), sino en guerras locales y de liberación llevadas a cabo contra el imperialismo por los países que cubren un tercio de la superficie terres tre. Castro, Lumumba y quizá Ben Bella, opina Pekín, debieron o deben ser apoyados incondicionalmente por el socialismo y Krustchev ha traicionado este deber indiscu tible. El conflicto entre las dos gigantescas naciones comunis tas contraría una de las tesis esenciales del marxismoleninista, en virtud de la cual, las discrepancias interna cionales reflejan antagonismos de clase, y que el comunismo, por definición, excluye toda posibilidad de discordia entre países donde la lucha de clases ha sido abolida. En consecuencia, cada nación, para salvar la doc trina, tiene que acusar a la otra de infidelidad, de traición a la ortodoxia. A la medida del conflicto que estamos considerando, puede llegarse a través del análisis de la requisitoria china que contiene los cuatro puntos siguientes: 1.” La política de coexistencia pacífica que la U.R.S.S. predica y en cierto modo desarrolla, traiciona a la revo lución mundial. Amainar en la presión sobre Berlín, el 65 rétroceso en Cuba y el tratado de Moscú sobre experien cias nucleares constituyen sendas demostraciones de una política medrosa y de compromiso con los imperialistas. 2.° La U.R.S.S. concede importancia excesiva a las cues tiones europeas, las alemanas sobre todo, y se desinteresa demasiado de los teatros de operaciones africanos, asiáti cos y sudamericanos que, a juicio de los chinos, pueden ser decisivos. Además, la estrategia soviética lleva en si el sostenimiento de gobiernos burgueses tipo Nasser, Kassem y Nehru, in compatibles con los partidos comunistas. Según los chinos, la verdadera estrategia marxista debe consistir en impul sar y favorecer al máximo el fortalecimiento y la acción eficaz de los partidos comunistas locales y en ayudar sin regateos a las empresas de liberación nacional en vez de contentarse con la ruptura formal de los lazos de depen dencia colonial ya que esto no impide que la soberanía sea más aparente que verdadera, puesto que los emancipados continúan manteniendo vínculos con los países imperia listas, mayormente de orden económico. El ataque chino a ia India, legitimado según los chinos por ciertas reivindicaciones territoriales, encuentra expli cación en el afán de poner a los soviéticos entre la espada y la pared, forzándoles a elegir entre un país hermano y otro—más bien Gobierno burgués—que practica un seudoneutralismo y es afín de Yugoslavia, que comete el leso crimen de aceptar ayuda americana. Sabemos cómo ha reaccionado la U.R.S.S.: apoyando abiertamente a Nehru, lo mismo en el aspecto ideológico que en el material. Desde el punto de vista comunista, es lógico poner en duda la rectitud de la política soviética relacionada con un tercio del mundo. Si Moscú, calculando mal, ha favo recido la fase nacionalista burguesa de la lucha anticolo nial, es porque creía que llevando ésta a buen fin resulta rían debilitados los occidentales. Al parecer, Krustchev subestimó las facultades de adaptación del capitalismo y, en cambio, supervaloró el poder seductor del comunismo, toda vez que la inmensa mayoría de los países indepen dizados ha conservado o restablecido (Guinea) nexos con Occidente, aunque entregándose, salvo Cuba, a un sabio juego de balancín. Pero el quid del verdadero móvil de Krustchev está quizá en su temor de no poder prestar a esos nuevos países independientes una ayuda importante de la cual no habría podido excusarse en el caso de transformarse los mismos prematuramente en democracias populares después de su perar la etapa de nacionalismo burgués. No podemos ima ginarnos la U.R.S.S. sosteniendo a tal o cual democracia popular africana sin reserva de esfuerzos, en analogía con lo que Norteamérica ha estado haciendo con el GobiernoS del Vietnam durante años y soportando numerosas afrentas. No les falta, pues, razón a los chinos para tachar de egoísta a la U.R.S.S. Ahora bien: la ayuda china a las na ciones africanas ha sido igualmente engañosa, máxime si tenemos en cuenta que se vanagloriaban de haber puesto a punto un buen sistema de desarrollo pará países atra sados. 3y Fundándonos en la tesis soviética que preconiza la revolución a cargo de uno solo, Krustchev justifica la nece sidad de colocar a todos los que son marxistas en la órbita del partido comunista de la U.R.S.S. con el firme y deci dido propósito de monopolizar la dirección del movimiento comunista mundial y ser ésta quien señale abiertamente el orden de prioridad de las diversas acciones, en función de los intereses de su propio Estado. Es fácil advertir en la queja de los chinos la amargura que sienten por verse apartados de la codirección, recor dando que en su día hicieron todo lo posible porque Krustchev conservara el poder, servicio que el prohombre moscovita les retribuye mal. 66 4.’ Krustchev se muestra incapaz de conducir correcta mente el paso de socialismo al comunismo. Como prueba de esto, los chinos aducen: una desestalinización demasia do rápida e injustificada; hipócritas acusaciones so pretexto del culto de la personalidad, y la rehabilitación del titismo. Esta reprobación alcanza también a los países hermanos europeos. Sabe perfectamente que el partido comunista francés habla al dictado de otros y baila al son que le tocan ciertos personajes extranjeros. Mientras nos referíamos a la disputa ideológica, hemos pasado rápidamente sobre la impugnación china en rela ción con la política soviética de coexistencia pacifica, acer ca de la cual es de preguntarse si no va acompañada de un acercamiento de la U.R.S.S. a los Etados Unidos. Al gunos se han atrevido a hablar del eje Moscú-Washington; otros, más prudentes, ven la U.R.S.S. como una tercera fuerza entre Norteamérica y China. El tratado de Moscú parece confirmar tales perspectivas. Opinamos que estas interpretaciones son por lo menos prematuras; pues la diferencia entre guerra fría y coexistencia pacífica es bastante sutil, y el vocablo apacigua miento ha sido pronunciado demasiado pronto. LAS RzLAcI0NE5 AMERIcANo-sovIÉTICAs No hace mucho tiempo, las teorías sobre la guerra ex puestas por Krustchev eran muy semejantes a las que los chinos sustentaban y siguen sosteniendo. Krustchev recha zó la tesis Malenkov según la cual una guerra termonu clear siguificaría el suicidio colectivo de la humanidad, sos teniendo, por el contrario, que una guerra de esta índole desembocaría en la aniquilación del capitalismo. ¿No acabó por provocar en Cuba a los americanos? Pero tales propósitos y actitudes pertenecen al pasado. Después, los soviéticos han suscrito el tratado de Moscú y hecho las paces con Tito, vienen facilitando cada vez más el desarrollo del comercio internacional, han mani festado ostensiblemente una efusiva cordialidad hacia los negociadores americanos y declarado por último, sus in tenciones moderadas en la asamblea de la O. N. U. La verdad es que Krustchev se encuentra perplejo entre las consecuencias del incremento industrial de la Unión Soviética y las transformaciones conseçutivas de la socie dad rusa, por una parte, y la actitud de los países capita listas desarrollados, por otra. La industrialización soviética produce elevación del nivel de vida y un deseo general de mayor bienestar, que hace menos soportables los sacrificios que impone el gran es fuerzo encaminado a la fabricación de armamentos. Ade más, la economía soviética continúa acusando grandes fallos, sobre todo en el aspecto agrícola. En fin, la desco lonización acrecienta las responsabilidades internacionales de la U.R.S.S. y sangra sus recursos por el canal de la asistencia técnica. Las circunstancias señaladas últimamente explican la considerable compra de trigo canadiense y americano. Estas insólitas transacciones comerciales alcanzan canti dades jamás igualadas. Pero aún hay más: Krustchev tiene enfrente países capi talistas que no parecen estar convencidos de que la desapa rición de su respectivo régimen económico y social sea inevitable. La moral de los países occidentales ha venidc subiendo paulatinamente en los años posteriores a 194 por efecto de su prosperidad económica. Aspiraciones in ternas a la paz y al bienestar, producciones deficientes en Rusia y firmeza de Occidente, son pues los factores que Nikita debe combinar con su convicción profunda de que llegará un día en que el comunismo sepulte al capitalismo, porque el dirigente soviético continúa estando muy segurc de la superioridad intrínseca de aquel cuyo triunfo fina no renuncia a favorecer, según parece. Pero vacila, contem ‘ : poriza y tantea mientras encuentra los medios más ade cuados para lograr el fin que realmente persigue. La clave de tal actitud se halla sin duda en su réplica a las aserciones chinas: «El imperialismo es quizá un tigre de papel, pero con colmillos atómicos.» No cabe confesar más francamente que el respeto a las naciones occidenta les depende de la cuantía y calidad del armamento ató mico; si éste llegara a faltar podríamos ser arrollados impunemente. En suma, Krustchev no renuncia eventualmente a favo recer la tregua con dichas naciones, singularmente con los Estados Unidos. Ahora bien: queremos subrayar de nuevo que, a nuestro juicio, la diferencia entre guerra fría y co existencia pacífica dista mucho de ser considerable, y que la política krustcheviana constituye un compromiso ambi guo entre una hostilidad profunda hacia el capitalismo y determinadas contingencias que esa política debe tener muy presentes. Es cierto que la ambigüedad señalada no im pide una evolución positiva tendente a un apaciguamiento más real y duradero, pero ahora nos hallamos todavía lejos de este final. El análisis de los discursos pronunciados por Gromyko y Kennedy en el acto de apertura de las últimas sesiones otoñales de la O. N. U. sirve para poner de manifiesto que las posiciones americanas y soviéticas permanecen inva riables. El tránsito a una situación pacífica y verdadera es fun ción de dos condiciones: el arreglo del problema alemán y el alivio sensible de la guerra ideológica. Con respecto al primero de dichos dos extremos, existe entre la U.R.S.S. y Norteamérica un desacuerdo sobre la cuestión alemana. Desde hace unos diez años, las dos tesis en pugna se mantienen inmutables: los occidentales, solidarizados con el criterio de la República Federal, opinan que Alemania tiene que ser reunificada de acuerdo con el principio de autodeterminación de los pueblos, hecho real y patente por medio de elecciones libres, y que la República Orien tal, opuesta a ese principio, no es más que un ente ilegí timo llamado a desaparecer cuando la reunificación se produzca. Para los soviéticos existen dos estados alemanes sobe ranos y legítimos: la República Féderal y la Oriental. La reunificación sólo puede resultar de la confederación de los mismos. Los occidentales habrán de reconocer la Ré pública Oriéntal y suscribir tratados de paz con una y otra Alemania o con la Alemania reunificada al gusto soviético. Las proposiciones de Moscú son bastante tentadoras para los Estados Unidos. Significan la consolidación jurídica del statu quo, y neutralizar de hecho las dos Alemanias instándolas a que resuelvan por sí mismas el problema de su reunificación, que ni soviéticos ni occidentales—excepto los alemanes—desean de verdad. Pero el espíritu ideológico del conflicto es contrario a un arreglo pacífico. Según los soviéticos, un régimen co munista es legitimo por el mero hecho de ser comunista, aunque tenga en el terror su base y su sostén. Para los occidentales, la legitimidad se adquiere luego de aplicar el principio de autodeterminación de los pueblos, en virtud de lo cual, todo convenio sobre Alemania requiere que sean los propios alemanes quienes lo aprueben y ratifi quen. Pasar por otra cosa no solamente supondría un ol vido de los principios que hay propósito firme de defender aunque este último no evite el reconocimiento de otras democracias populares, sino, lo que es más grave, impli caría una traición de los aliados a los alemanes del Oeste que, por consecuencia, podrían intentar la reunificación entendiéndose directamente con los soviéticos. Por otra parte, la prosecución de la guerra ideológica impide o, en el mejor de los casos, retrasa la llegada del apaciguamiento, porque aquélla envuelve las relaciones entre Estados en una atmósfera de desconfianza y temor, creando además un clima contrario al libre cotejo de doc trinas, obstáculos a la liberación artística, a la difusión de las ideas occidentales y la lucha antirreligiosa. Mientras los comunistas utilizan a fondo el marco jurí dico occidental y la libertad de expresión para atacar desde el interior y desde fuera a los regimenes capitalistas, los Estados del bloque soviético—y China—se esfuerzan cuanto pueden en inmunizar la opinión pública de sus pueblos respectivos contra todo contagio de signo occidental. Este es el sentido que debemos dar a la tesis soviética sobre no injerencia en los asuntos internos de otra nación. La disimetría que en lo tocante a libertad de opinión existe entre los regimenes capitalista y marxista no ha hecho más que atenuarse débilmente durante la era krustchevia na. ¿Cuántos comunistas, cuántos soviéticos están dispues tos a admitir que la U.R.S.S. ha cometido los mismos graves pecados de que ésta culpa a los Estados Unidos? Es decir: colonialismo, porque es colonialismo comprar carbón polaco a la décima parte del precio mundial; im perialismo, porque imperialista es quien se anexiona terri torios polacos y rumanos y, además, impone el imperio soviético en Siberia; racismo, porque prueba concreta y fehaciente de racismo es la presencia de un gran número de judíos entre los condenados por delitos económicos. (Continuará en otro número). ElstalinismoenlaU.R.S.S. Por Leo MOULIN, profesor en Brujos deí CoÍegio de Luropo. De Ío pubúcoción lronceia «Revue Militoire Generale». (Troduccióndel Generol de División Enrique GALLEGO VELASCO.) Se habla mucho de la eliminación del stalinismo. Es ver dad que se dan a conocer ciertos hechos que hubiesen sido inconcebibles en tiempo del viejo déspota georgiano, pero ello no es razón suficiente para creer en la liberaliza ción del régimen y menos aún en la democratización del mismo, pues le verdad es que subsiste el totalitarismo soviético de los tiempos de Lenín. El error proviene de que el stalinismo se confunde con el terror sistemático utilizado por Stalin o con los aspectos patológicos de su carácter y no encontrando estos trazos en el régimen ac tual, la opinión deduce falsamente que el régimen ha cam biado. Contrariamente a lo que afirman los comunistas strictoris obsenvantiae, que no ven en el stalinismo más que una desviación inexplicable, un accidente histórico sin ninguna significación, el stalinismo no es ni una cosa ni otra, sino la lógica consecuencia y el pleno desarrollo del leninismo, adaptado a las condiciones o circunstancias de la fase de industrialización de la década 1930-40.Stalin heredó de Lenin un partido centralizado monolítico y mo nopolista; un Estado de partido único, un régimen de vio- 67 lencias sin el adecuado freno de la persuasión; con un dogmatismo enraizado en las ramas industriales necesa rias a la potencia del Estado, con una estricta economía de subsistencia para la masa de productores, una agricul tura enteramente estatificada y «colectivizada», uná cultura regimentada con el monopolio de todos los medios de ex presión y de comunicación; y con una doctrina infalible, interpretada y aplicada por un partido conducido por una minoría y un jefe, igualmente infalibles. Krustchev ha recibido de Stalin el mismo sistema polí tico-econópico. Su sistema ideológico ‘y político es el concebido por Lenín y desarrollado por Stalin, con los mismos objetivos y la misma estrategia, aunque con las variantes tácticas adaptadas a la época presente, a las condiciones de una sociedad industrial moderna, en la era do las armas nucleares y de la descolonización. El krustche vismo es el leninismo sin el genio de Lenin y el stalinismo sin la demencia y los métodos de Stalin. Ante el embeleso de los cándidos, K. ha declarado que Stalin era un marxista consagrado a la causa de la revo lución y que él había defendido las posiciones leninistas frente a toda clase de oposiciones, como los troskistas, los partidarios de Zinoviev y de Bukarine y los nacionalistas burgueses. A su juicio, Stalin es un buen discípulo de Lenin como él mismo pretende serlo y que la fidelidad del partido a los postulados de Lenin no es sino un intento de legitimar la larga participación en los crímenes de Stalin y el índice de una mala conciencia colectiva de los actuales dirigentes. Por ello, los cambios que parecen pro ducirse en la sociedad soviética están aún lejos de anun ciar una verdadera liberalización del régimen y menos todavía una democratización del mismo, pues el partidó conserva su dominio totalitario sobre la vida de la U.R.S.S. y hasta en ciertos casos y sectores de la vida social, ha aumentado su influencia. En efecto, según las penosas ex periencias de 1956 se han recongelado los movimientos artísticos, literarios y científicos, cuya libertad de expre sión amenazaba su potencia y su monopolio. El 8 de marzo de 1963, Krustchev lanzó una serie de «ukases» contra el arte abstracto, contra Ylya Ehrenbourg, contra la música dodecafónica, etc., presagiando graves peligros para los artistas que no estén en la línea del partido. Krustchev ha declarado que no era cuestión de estable cer la coexistencia pacifica de las ideologias socialista y burguesa, que su posición era la de hostilidad intransi gente al arte abstracto, al formulismo y a toda otra desna turalización burguesa, que en la sociedad comunista no ha bía libertad absoluta y que el arte era patrimonio de la ideología (citando a la Internacional, como modelo para la misma) «si un artista come el pan del pueblo, debe obe decer a los conductores del pueblo, o sea a los jefes del partido». En 1962 los premios Lenin fueron dados, como de costumbre, a los serviles y no a los de más talento. ¿Hubiera Stalin obrado de otra manera? Seguramente no. Cierto que su odio monstruoso a todas las formas de superioridad le hubieran llevado sin duda a liquidar físi camente a los que hubieran intentado escapar a su con trol, pero esta conducta del viejo tirano no define sola mente al stalinismo. Un totalitarismo sin paranoia o sin campos de concentración sigue siendo un totalitarismo, manifestado en la presión violenta ejercida contra los escritores o los artistas que no estén en la línea del par tido, el terrorismo ideológico que se abate sobre los des viacionistas y la manera con que los comunistas de Occi dente conciben los contactos con los no comunistas, son pruebas de que el «neo-stalinismo» actual sigue siendo totalitario. Análogamente se conduce con los historiadores.. Las edi ciones sucesivas de las «Enciclopedias y de la Historia de la U.R.S.S.» eliminan ciertos aspectos del stalinismo, tra tando de rehabilitar a ciertas de sus víctimas, utilizando sin escrúpulo alguno el escamoteo de los hechos y docu mentos, la mentira, la preterición y la injuria. Aminorar el papel de Stalin en la batalla de Stalingradó (nombre sustituido por el de Volgogrado, por orden de Krustchev) para exaltar la participación del actual jefe del Kremlin, es pura tradición staliniana, como también lo es el modo de liquidar políticamente a los miembros del grupo anti-partido, acusándoles de haber participado en las grandes matanzas de los años 30 y el no aceptar las circunstancias atenuantes de la edad y de los servicios prestados al partido a todo lo largo de sus vidas. En cuanto a la educación del pueblo, si bien es cierto que se han hecho numerosas reformas, algunas fundamen tales, no es menos cierto que continúa el adoctrinamiento de la juventud, debiendo todas las escuelas soviéticas con sagrar a ello un curso básico del marxismo leninista más ortodoxo. A pesar del viraje coexistencialista de los últi mos años, nada tiene que ver con una sincera voluntad de paz y menos todavía con la repuncia de la conquista revolucionaria del mundo libre. Desde la desaparición de Stalin ha aumentado el número de «crímenes» penados con la muerte, sobre todo desde que en 1962 cinco decre tos del presidente del partido restablecieron dicha pena para siete categorías de delitos castigados antes con penas inferiores a la capital, aplicada incluso con efectos retroac tivos. La pretendida desestalinización que no se dirige más que a eliminar los aspectos más monstruosos del régimen, es labor de los experimentados que utilizan la mayoría de los procedimientos de aquella época, para eliminar a sus riva les, tan stalinistas como ellos. De modo análogo, los partidos comunistas buropeos siguen uno tras otro la tesis coexistencialista de Krustchev, atacando sincrónicamente y con los mismos argumentos, al «dogmatismo esterilizante de Pekín» y excluyendo a los chinos de sus filas, sin contemplación alguna. Krustchev sabe de sobra que, bajo pena de perecer, el partido no puede ser el único mantenedor del régimen. Con apenas el 5 por 100 de la población, el partido es el único que tiene el derecho a definir lo ortodoxo de lo que no lo es, como define el desviacionismo y el dogmatismo. Aprisio nado en su propia estructura stalinista y dogmática, no puede ceder a las aspiraciones sociales del pueblo sovié tico. El recuerdo de Budapest, donde el partido húngaro fue barrido en unas horas, es enormemente aleccionador. Pero no por ello la opinión pública está congelada y en silencio. El partido sabe que la U.R.S.S. está socavada por profundas corrientes económicas, políticas y sociales, con una opinión pública que jamás aceptaría los sufrimientos de la época de Stalin, de hace veinte o veinticinco años. Krustchev sabe que los campesinos no han renunciado a su lucha por la propiedad privada, por lo que ha de arrojar lastre en su favor, si el régimen quiere superar el gollete del estrangulamiento de la paralización agrícola. Sabe tam bién que el ritmo del crecimiento económico se retrasa, siendo preciso vencer la resistencia y la inercia obrera para alcanzar las normas proyectadas y aumentar la pro ducción de bienes de consumo. En la sociedad soviética actual existen las clases; cuyas distancias y diferencias son mayores que en Estados Unidos, y por último sabe Krust chev que cínica, snobista o arribista, la actual juventud rusa escapa cada vez más a su control, que añora las diversiones, leen las obras de Djilas y de Boulatovitch (autor del Cok rouge), que la democratización de los estu dios está lejos de la realidad y que la rebelión de los espí ritus está viva y latente, por lo que nunca podrá hacerse el proceso doctrinal del stalinismo, que sería el de su propio sistema de gobierno. Nunca podrá dejar de ser un fiel discípulo de Lenin al modo que lo permitan estos años 60 y haciendo por tanto imposible la liberalización que arrastraría consigo una verdadera descomposición del ac tual régimen. Y no son Evtouchenko ni Andres Vosnessenski quienes nos hagan variar de opinión. Guerrilleros del nuevo caba• lb de troya soviético, ambos llenan insconcientemente el papel de embajadores del «liberalismo» moscovita. Cier to que es importante que un Evtouchenco o un Vosnes senski puedan manifestarse y existir en la propia U.R.S.S. (Pasternak no logró tal favor) y muy de señalar que la U.R.S.S. utilice sus «signos» más bien que su ideología para seducir a Occidente, asi como que un Alejandro Soljenitzine haya logrado publicar allí un relato titulado La jornada de Ivan Dessinovitch, describiendo la vida co tidiana de uno de tantos millones de forzados que agoni zan en los campos stalinianos de Siberia, lo que prueba que por violentos e inhumanos que sean los procedimien tos usados por el comunismo desde hace medio siglo, no se ha logrado por ello abolir y borrar las aspiraciones del pueblo a la libertad de expresión, al puro y simple deseo que anima en el corazón de todo ser humano, confirmando lo que tantas víctimas del terror staliniano (Weissberg, Alazán, E Campesino, Víctor Sergio, etc.), escribieron sobre la existencia en la U.R.S.S. de campos de concentración, en donde se extenúan y mueren millones de inocentes, cosa hasta ahora negada por los comunistas del mundo entero. Otra consecuencia se deduce y es que ni Evtouchenco ni los escritores o pintores soviéticos que rehusan aceptar las vulgares palabras del «realismo socialista)), no lo han hecho sin estar protegidos por algún influyente personaje o algún grupo potente. El hecho de su existencia muestra hasta qué grado da sabiduría diabólica llegan los pensa dores del Kremlin para adormecer al Oeste con la canti nela del cambio de la ideología comunista. La autorización para tales audacias pudiera obedecer también a una exi gente presión de la opinión pública porque su revelación pudiera favorecer a tal o cual «clan» o porque dada la extensión del clamor público, sería peligroso y ridículo el negarlo. Por todos estos motivos reunidos y por otras ra zones aún desconocidas, es difícil desentrañar los móviles profundos, que Boris Souvarine llama justamente «los claro-oscuros del neostalinismo» y de comprender el alcan ce de las incidencias que han marcado la lucha contra el grupo anti-partido. La actual situación es parecida al es tado de cosas anterior a los decretos de Jdanov de 1946, en que reinaba igualmente cierto ((liberalismo» y al que las autoridades comunistas pusieron brutalmente fin. Todo es saber en qué medida a los actuales dirigentes del Krem lin les interesa «jadonizar» de nuevo la producción intelec tual y artística, hasta que las consecuencias del «deshielo » obligue de nuevo a frenar brutalmente el anhelo de liber tad de la nueva generación, que al ritmo de Echternach (de tres pasos hacia adelante y dos hacia atrás), intenta zafarse del soviet, aspirando a una sociedad más demo crática y libre. Informaciónmilitarextranjera Extraído del «Boletín de información del E. M. C.» (mes de abril). ORGANIZACION científico y un secretariado de defensa. Esto facilitará el trabajo en equipo de estos estados mayores militares, científicos y administrativos, que intervendrán, conocerán El Gobierno estudia un programa de defensa a largo y estudiarán los hechos más relevantes en que se basen plazo que implicará cambios notables en las fuerzas de las decisiones de trascendencia. defensa durante los próximos diez años. Con ello se persigue la planificación, administración e Se prepara la integración de los tres Ejércitos, empe investigación al más alto nivel. A pesar de esta centraliza zando por sus estados mayores, dándoles nueva composi cióñ, se delegará amplia autoridad en los ministros de cada ción y organización. uno de los Ejércitos para su desenvolvimiento. Las tendencias que se acusan son: Bases de la política militar.—Los objetivos básicos son: CUmplimiento de los acuerdos con la NATO y MORAD. Mantener la seguridad del país. Cuando concluyan estos compromisos, al final de los Proteger los territorios británicos del exterior y de años 66 y 67, estudio detenido de nuevas propuestas aquellos países a quienes Inglaterra está ligada por antes de comprometer el país en otros pactos. medio de tratados. Reducción de organismos de los tres ejércitos y uni Contribuir a la defensa del mundo libre y a la evita dades de reserva para compensar el aumento en el ción de la guerra, clave fundamental de esta política. coste de operaciones y mantenimiento. Fuerza de disuasión independiente.—5e insiste en la nece Reducción en la adquisición de aviones «F-104», ori ginalmente preparados para operar con bombas nu sidad de disponer de una fuerza nuclear independiente. Con cleares,y nueva organización de los escuadrones de tinuarán en servicio los bombarderos «V» y poco a poco la misión de éstos pasará a los submarinos «Polaris». aviación existentes. Se prevé para un futuro próximo la entrada en servicio Reducción del programa de adquisiciones de la Ma del bombardero supersónico «TSR2». rina. Cancelación de diversos programas de armamento. El objeto de todas estas reducciones es conseguir unas ENSEÑANZA MILITAR fuerzas armadas reducidas, pero dotadas de medios mo ALEMANIA dernos y eficientes. Se dispone de información (en la sección segunda de nuestro Estado Mayor Central) sobre los siguientes cursos INGLATzRRA que se desarrollan en la «Escuela de Tropas de Com Entre los aspectos incluidos en el «informe sobre defen bate II»: sa» presentado al Parlamento inglés por el ministro del Jefe de companía de carros de exploración. ramo, figuran los siguientes: jefe de batallón en sus modalidades de «infantería Organización.—El acontecimiento más importante del acorazada» y «carros». presente año será la organización del Ministerio de De Curso de aptitud para el ascenso a jefe. Objeto del cur fensa bajo un solo ministro, que entrará en vigor el 1 de so. Seleccionar a los futuros jefes. Se da más valor a las abril próximo. Se creará un estado mayor de la defensa, condiciones personales que a los conocimientos teóricos que trabajará en íntima colaboración con el estado máyor profesionales. CANADÁ — — — — — — — — — — Perfeccionar los conocimientos militares. Dar al futuro jefe un concepto claro de su misión. Participantes: capitanes de todas las Armas y servicios seleccionados por el departamento de personal. Duración: dos meses. Plan de estudios: Táctica (incluidos servicios). Moral y cuestiones de personal. Administración militar. Educación física. Ejercicios prácticos de enseñanza. Visitas, conferencias. Reparto del tiempo: la enseñanza (5 horas de clase) se dedica normalmente a clases y la tarde a conferencias, estudio o deportes. A cada una de las asignaturas de táctica y moral se destinan 100 horas de clase. No se hace examen final y se procura que los participantes intervengan oralmente con la mayor frecuencia posible para que demuestren sus conocimientos profesionales y sus condiciones personales con objeto de estimularlos y calificarlos adecuadamente. — — instrucción militar e instrucción física que facilite su labor durante el curso después de ingresados. Enseñanza: Se dispone también en la segunda sección del correspondiente programa de materias. FRANcIA — — — — — — Según un comunicado del Ministerio de los Ejércitos de Francia, para el curso que dará comienzo el 1 de octubre de 1964 habrá más plazas en las escuelas militares prepa ratorias de Aix-en-Provenoe, Autun y Andelys. Estos establecimientos de enseñanza preparan a sus alum nos para el bachillerato, terminado el cual pueden pasar al «Prytanée Militaire» de La Fléche, donde se preparan para el ingreso en las grandes escuelas militares (Politécnica, Sait-Cyr, Escuela Naval y Escuela del Aire). TURQUÍA La comisión de defensa de la gran asamblea nacional turca está estudiando un proyecto de ley sobre las aca demias de guerra. Según el proyecto, éstas serán las tres ESTADOSUNIDOs siguientes, con un mando único y una sola dirección de los cursos: Se ha establecido en Washington un Instituto de Calcu De Estado Mayor: Para los primeros tenientes antiguos ladores del Departamento de Defensa con el fin de propor y capitanes con un año de efectividad, de las fuerzas de cionar orientación y conocimiento de estos instrumentos tierra, mar y aire. El período académico será de dos años. a jefes superiores militares y civiles del departamento. Los graduados recibirán el título de ((Oficiales de Estado Se celebrarán este año dos cursos y se dedicará especial Mayor)) con dos años de antigüedad, después de superados atención a la instrucción práctica con grandes calcula con éxito uno o dos años de entrenamiento en cuarteles dores para conseguir una mejor comprensión de su capa generales. óidad y limitaciones. De Estado Mayor conjunto: Para los comandantes y te Continuando la política centralizadora del Departamento nientes coroneles de Estado Mayor de las fuerzas de tierra, de Defensa, se ha creado una escuela para enseñanza de mar y aire. Período académico de un año. Los graduados todo lo referente a información para todas las fuerzas de recibirán la capacitación oficial para funciones de Estado la defensa, bajo la dirección del Ejército de Tierra. Mayor conjunto y un año de antigüedad. Se establecerá de momento en Fort Slocum (Nueva De Defensa Nacional: Para coroneles y generales de bri York), y en julio de 1966 se trasladará definitivamente a gada de los tres ejércitos y también para personal civil Fort Benjamín Harrison (Indianápolis). Se espera que el •con diez años por lo menos de servicios al Estado. Período primer curso, al que asistirán oficiales de los tres ejérci académico de un año. Los graduados serán especialistas tos, dé comienzo a primeros de julio próximo. La direc en la cuestiones de defensa total. ción corresponderá a un coronel del Ejército de Tierra, pero el profesorado será de todos los ejércitos. Las materias de los cursos comprenderán, entre otros, INSTRUCCION principios de información, estudio y redacción de noticias, fotografías periodísticas y programas y dirección de radio ALzMANIA y televisión. Los primeros voluntarios de la reserva territorial serán Escuela preparatoria para ingreso en la Academia Mili llamados próximamente para efectuar un ejercicio de fin tar.—Localización: Fort Belvoir, Virginia. de semana. Misión: Instruir y preparar a los candidatos a ingreso Tomarán parte unos 3.400 hombres de los 5.000 presen en la Academia. tados, aunque no se ha logrado alcanzar la cifra de 10.000 Alumnos: Militares en servicio perteneciente a los ejér prevista para 1964.El mínimo imprescindible para cumplir las misiones asignadas a estas fuerzas se estima en 60 citos de tierra y aire. Condiciones de ingreso: Análogas a las exigidas para in batallones en el año 1966. La jefatura de la defensa territorial se ha quejado de las greso en la Academia y publicadas en el Resumen Mensual, número 13, de la segunda sección del Estado Mayor central, dificultades que han puesto muchos empresarios, e incluso debiendo sufrir un examen previo para determinar si po autoridades gubernativas, para el alistamiento de sus em drán, intelectualmente, asimilar las enseñanzas del curso. pleados como reservistas voluntarios. Haberes: Seguirán percibiendo los que correspondan a su empleo. ESTADOS UNIDos Divisas: Los alumnos solamente ostentarán las de su empleo cuando estén fuera de la Academia. Durante los días 17 al 30 del próximo mes de mayo Curso: Se divide en dos partes: tendrán lugar las mayores maniobras militares norteame Preparatoria: desde mediados de agosto a mediados ricanas desarrolladas en el país desde el año 1955. El lugar elegido es el desierto de Mojave, enclavado entre de enero. Durante ella, los alumnos son preparados los estados de California, Arizona y Nevada y que! com para superar el examen de ingreso. Avanzada: Desde el final de la anterior hasta el mes prende una extensión de 320.000 kilómetros cuadrados. El ejercicio se denominará «Desert Strike». de mayo. Se proporciona a los alumnos enseñanzas, - Los efectivos que tomarán parte ascenderán a 100.000 hombres entre fuerzas del Ejército de Tierra y del Aire. Participarán unidades de carros de combate, de infantería y reservistas (incluyendo dos brigadas de la Guardia Na cional), así como escuadrones de caza y aviones de trans porte de personal y carga general. El mando del Ejército recaerá en el general jefe del «Strike Command». El Departamento de Defensa de los Estados Unidos ha anunciado que 6.800hombres de las fuerzas armadas, inclui da una brigada de paracaidistas, tomarán parte en un ejercicio conjunto en Irán con las fuerzas persas, que se desarrollará entre los días 12 y 15 del próximo mes de abril. En el ejercicio participarán 88 aviones de gran radio de acción, de transporte; 36 cazas a reacción y una pe queña fuerza naval que incluye dos destructores, un buquenodriza de hidroaviones y una compañía de marines. BÉLGIcA El Gobierno belga tiene planteado el problema de la ad quisición de un carro de combate para su ejército. En el proyecto, que está a punto de pasar al Consejo de Ministros para decisión, se contienen argumentos a f a vor del «AMX-30»y la proposición francesa de coprodu cirlo en Bélgica con participación de la industria belga. También juegan los argumentos en favor del «M-60A.I.» norteamericano, que son: La entrega podría comenzar inmediatamente y estar terminada antes de últimos de 1965: en cambio, los carros franceses no estarían disponibles hasta do años después. El precio, de 161.238dólares (9.674.280pesetas) es casi la mitad que el del francés. La producción de estos carros en los Estados Unidos está asegurada hasta 1968; la generación siguiente no se fabricará antes de 1970. Finalmente, Washington ha ofrecido a Bruselas el de recho de fabricar para Bélgica y para la venta a otros países la munición americana del carro, lo que per mitiría recuperar casi la totalidad del precio de compra. — — — — PERSONAL ARGENTINA Se han reglamentado las condiciones por las que un pa ciente militar, en situación de activo o retiro, o sus fami liares con derecho a asistencia médica, pueden ser enviados a establecimientos asistenciales de los Estados Unidos; EsTADos UNIDOS Los efectivos de las fuerzas de defensa norteamericanas en 31 de enero último, eran los siguientes: Ejército962.188 Marina663.975 Marines190.179 Aviación868.370 Total2.684.712 FRANCIA Ha sido reglamentada en Francia la posibilidad que se ofrece a los estudiantes para cumplir una parte del tiem po de su servicio militar mediante el desempeño en el extranjero de una función de enseñanza. Pueden acogerse a este sistema los bachilleres universi tarios con experiencia en tareas docentes, los titulares de licencias de enseñanza o certificados de aptitud pedagógi ca, los diplomados de escuela normal y titulares de los cuadros de la educación nacional. ARMAMENTO MATERIAL EQUIPO - - ESTADOSUNIDOs Oficialmente se ha revelado que este país ha fabricado en secreto un caza a reacción denominado «A-li», que desarrolla una velocidad de 3.200 kilómetros a la hora y puede evolucionar a alturas superiores a los 21 kilómetros. Existen actualmente en vuelos de pruebas once o doce apa ratos de esta clase. Se ha revelado la existencia de un nuevo proyectil diri gido contra carro en fase de desarrollo técnico para tropas de infantería. La nueva arma es conocida por la sigla TOW (disparado por tubo, seguido ópticamente, guiado por alambre). Al salir el proyectil del tubo se desenrollan dos hilos alám brioos del espesor de un cabello, por medio de los cuales se transmiten las señales electrónicas de dirección. Consta de dos períodos de propulsión, con dos motores independientes: uno que lanza el proyectil hasta una cierta distancia para seguridad del tirador y otro que continúa la impulsión hasta el objetivo. El nuevo proyectil proporcionará un importante incre mento en potencia de fuego a la infantería debido a su potente fuerza explosiva y gran precisión. Es posible que sustituya al ENTAC y al CSR de 106 milímetros. Ha hecho su aparición el fusil «Laser», nuevo tipo que lanza intensos rayos de luz y que puede tener aplicaciones militares y civiles. Puede inflamar objetos, detonar explo sivos, cegar temporalmente a una persona y ser empleado como instrumento de navegación y para medición de dis tancias. ALEMANIA El tercer prototipo del avión de transporte franco-alemán «Transall C-160»--—que ha sido adoptado para las fuerzas paracaidistas de los dos países—ha cumplido satisfacto riamente todas las condiciones técnicas requeridas. La pro ducción en serie empezará en la próxima primavera. INGLATERRA Gran Bretaña ha comprado a Italia 50 helicópteros lige ros «Augusta-Beli 47 G», así como la licencia para la fa bricación de otros 100 en Inglaterra. Estos aparatos están destinados al Ejército de Tierra. Desarrollode laactividadespañola Breve resumen de noticiasrecogidasen el mes pasadoen diversaspublicaciones. Tenient Coronel de IntendenciaJosé REY DE PABLO-BLANCO,profesorde la EscuelaSuperio del Ejército. LA INFRAESTRUCTURA ECONOMICA DE ESPAÑA lo largo de nuestra historia no se nos han presentado problemas por falta de ((espacio vital)), comp los han te nido, y los tienen, otras naciones de nuestro continente, La nación española ha entrado en el presente año 1964 en especial las seis que componen el Mercado Común. en la etapa económica más interesante de su historia. Se Situación geogrdfica.—Consideremos esa situación a lo inicia esa etapa con la puesta en marcha del Plan de Des largo de la historia y sus probables derivaciones en el arrollo Económico y Social, trazado para reglar la conducta futuro. económica del Estado español durante el cuatrienio 1964-67 Una ojeada al mapa de Europa pone de relieve que la y orientar la de los particulares durante el mismo período. Península Ibérica ocupa el extremo suroriental del conti Pero nunca podrá comprenderse bien la actividad espa nente, con costas bañadas por los mares en cuyas riberas ñola en el campo de la economía si no se presta la debida han florecido las dos civilizaciones más brillantes que ha atención al escenario sobre el que la acción tiene lugar y a conocido la humanidad, la clásica, en el Mediterráneo, y los actores que la encarnan. Es decir, lo que se conoce con la industrial, en el Atlántico Septentrional. el nombre de infraestructura económica. Recordemos que la cuna de la civilización se sitúa en el Entendemos, pues, que es conveniente para los lectores Mediterráneo oriental, en el espacio conocido por el ((Cre de EJÉRcITO disponer de una información que les consienta ciente Fértil)) y que se extiende hacia el oeste por sus conocer las bases infraestructurales de que parte el mencio orillas europeas y africanas y saltando de isla en isla y nado Plan de Desarrollo. Tal conocimiento les permitirá de costa en costa. formar sus propios juicios, sobre muchos de los fenómenos El impulso occidental de la civilización, la condujo f aeconómicos que han de presenciar en los próximos años. talmente a nuestra Península, que pronto empezó a recibir Se conoce con el nombre de infraestructura económica de sus beneficiosos influjos, sacando a sus habitantes de la una comunidad humana a las bases físicas sobre las cuales oscuridad de los tiempos prehistóricos. vive y actúa tal comunidad. La infraestructura está integra Ese temprano despertar de nuestros remotos antepasa da por los siguientes factores: dos, ha proporcionado a sus descendientes una madurez — Extensión superficial. intelectual de la que carecen otros pueblos incorporados a la civilización con posterioridad. Pero esa gran ventaja — Situación geográfica. tiene su contrapartida desventajosa: las riquezas natura — Orografía. les de nuestro suelo y subsuelo llevan explotándose con — Subsuelo. intensidad desde hace varios milenios, lo cual ha provo — Suelo. cado un empobrecimiento de la fertilidad natural de nues — Clima. tras tierras, el agotamiento de algunas especies minerales — Hidrografía y y la merma de otras. — Población. En relación con la posición actual de España en el El orden en que aquí figuran no es caprichoso, pues cada mundo, se puede afirmar que ocupa un lugar marginal uno de ellos es influenciado por el que le precede y condi ciona en cierta medida al que le sigue. Veamos cuáles son con respecto a los países de mayor actividad cultural y las características más salientes en España de cada uno de económica, situados en ambas orillas del Atlántico norte. Pero en un futuro, quizás no tan lejano como pueda esos factores. parecer, el día en que el continente africano ponga en Extensión superficial.—La extensión superficial de un país éxplotación sus inmensas riquezas, nuestro país ocupará es, por lo general, consecuencia de un largo proceso histó una posición central entre las naciones más activas, con rico, que para cada etapa se ha concretado en cierto espacio geográfico delimitado por unas fronteras. Cualquiera que todas las ventajas que se derivan de las grandes posibili dades que proporciona una posición tan privilegiada. sea la índole de tales fronteras, en gran medida son el resu] Por último la situación geográfica influye en el clima, tado de la actividad política, durante muchas generaciones, como veremos más adelante. del pueblo que vive dentro de ellas. Es evidente que, la mayor o menor superficie de un país, Orogra/ía.—El relieve del suelo desempeña un papel cla influye sobre el resto de los factores infraestructurales y ve en la vida de una nación. De él depende, el clima gene que, a mayor extensión, son mayores las posibilidades que ral y local; la agricultura; la habitabilidad del territorio; tiene de actuar el grupo humano que contienen. No es la localización industrial; las mayores o menores posibi lidades de comunicación entre los grupos humanos que casual que los dos colosos que simbolizan la actividad hu mana en el mundo actual, sean dos gigantes en cuanto a la lo habitan; la existencia de puertos naturales y el caráctet extensión superficial; nos referimos a los Estados Unidos y de los habitantes. a Rusia. Tampoco es casual que los que empiezan a desta El factor orográfico coloca a España en una situaciór francamente desfavorable. Es el segundo país de Eürops car como potencias de primera magnitud en un futuro leja no: China, India y Brasil, sean también naciones de pro en altitud media (el primero es Suiza). porciones colosales. La habitabilidad de las comarcas resulta muy influencia En relación con España, y por lo que se refiere a la ex da por el relieve; ni las grandes alturas ni las fuerte5 tensión del territorio peninsular e islas adyacentes, su super pendientes son compatibles con la existencia de grandes grupos humanos a consecuencia del extremado clima fn ficie es de medio millón de kilómetros cuadrados (exacta mente, 504.747,8) de los cuales el 97,5 por 100 es continental vernal, de la dificultad que el terreno presenta al movi y el 2,5 por 100insular. Dentro de los países que componen miento y la escasez de recursos naturales para sustentax la Europa occidental, España ocupa el segundo lugar por la vida. Sólo hasta los 400 metros de altitud, llegan las zonas de los buenos cultivos. Las instalaciones industria extensión; sólo precedida ahora por Francia, que mide les requieren unas condiciones que no se dan en las regio unos 551.000 kilómetros cuadrados en su parte metropo nes montañosas. Los gastos correspondientes a primera litana. En cuanto nación europea, España se encuentra entretenimiento y explotación de las comuni favorablemente dotada del factor superficie. En efecto, a instalación, 72 caciones son muy superiores en los terrenos accidentados que en los llanos. Si con estas ideas de tipo general evocamos el mapa de España, podremos recordar que una serie de sistemas montañosos encuadran el territorio peninsular por el nor te, este y sur. Y que todavía, el espacio así encuadrado está compartimentado por tres cordilleras que se extien den, más o menos de levante a poniente. Subcordilleras, contrafuertes y nudos montañosos terminan por compli car ese relieve caótico. El resultado se refleja en el siguiente reparto de la superficie nacional por altitudes. Zonas de altitud De O a 200 metros De 200 a 400 metros De 400 a 600 metros De 600 a 800 metros De 800 a 1.000 metros De 1.000 a 1.200 metros De 1.200 a 1.600 metros De 1.600 a 2.000 metros De 2.000 a 2.500 metros De 2.500 a 3.000 metros Más de 3.000 metros (omisiones) % del territorio _____________ 15’— 17’— 206 18’— 92 63 15 06 03 1’— ___________ Total 100 — De aquí resulta que únicamente 25,5 por 100 de la super ficie de España está incluida en la zona de los buenos cul tivos, lo que explica la debilidad de nuestra agricultura, también efectuada por otros factores adversos. Más adelante, al tratar de la población, y su distribución en el espacio, veremos también cómo influye la altitud en tal distribución y en la localización industrial. Toda la parte interior de nuestro país se encuentra sin fáciles comunicaciones con la costa septentrional, oriental y meridional a causa de las cordilleras que se extienden próximas a ellas. Iinicamente por la parte occidental el relieve es favorable a las comunicaciones, pero una fron tera política, la hispanoportuguesa, se encarga de anular parciamente esa ventaja. Las mismas barreras montañosas costeras impiden que lps aires cargados de humedad procedentes del Cantábrico y del Mediterráneo tengan acceso a la zona central. Y cuan do no existe tal barrera, como ocurre con la parte occi dental, un fenómeno meteorológico, el anticiclón, casi per manentemente situado sobre las Azores, se encarga de desviar las borrascas atlánticas, por lo que tales borras cas sólo alcanzan a regar, la mayoría de las veces, la re gión gallega y el litoral cantábrico. Tan fuerte compartimentación del territorio nacional ha hecho que durante siglos los núcleos humanos dentro del país hayan vivido en la ignorancia unos de otros. Esto ha influido en el carácter español, fomentando el cantonalis mo y el regionalismo en la política y el individualismo en lo social. La circunstancia de que las cordilleras corran próximas, pero no inmediatas, a las costas es causa de que nuestro litoral tenga escasos puertos naturales y, en consecuencia, la instalación y conservación de los puertos españoles absorbe considerables recursos económicos. Por todo lo dicho, el costo del transporte en España, por persona, o tonelada, kilómetro, resulta muy superior a la media europa. Para resumir en qué medida nos es desfavorable el fac tor orográfico, vamos a dar alguna de las cifras presen tadas por una delegación española en un reciente congreso internacional celebrado en Madrid. Según los autores de tal trabajo, el relieve físico del país reduce la superficie habitable en buenas condiciones a 21&000kilómetros cua drádos, menos de la mitad de la superficie nacional, en la que existen unos 90.000 kilómetros cuadrados que no son habitables. Agregan tales autores, que si la parte ocupada por las cordilleras, las ocupase el mar, España resultaría un archipiélago, al estilo del japonés, donde podrían vivir sesenta millones de españoles en la abundancia. Esto es lo que, hasta ahora, ha impedido nuestro sistema orográ fico, pero al que, con el ingenio y el esfuerzo de los espa ñoles, se llegará a dominar. Subsuelo.—De la naturaleza del subsuelo depende la ri queza en primeras materias de un país. Este factor se nos presenta en España bastante favorable. Es grande la va riedad de nuestras minas y su contenido en primeras materias industriales; pero no es tan rico como vulgar mente se cree. Más de cuarenta siglos de explotación han agotado, o reducido, los yacimientos mejores. Para el momento presente de la técnica, España está mal dotada de materias energéticas (carbón y carburantes). El carbón de nuestros yacimientos es pobre en calorías y de costosa extracción. El petróleo, en cuya prospección se trabajaintensamente, aún no ha aparecido en nuestra Península y la esperanza de encontrarlo en cantidades suficientes para cubrir la demanda nacional, presente y futu es escasa en opinión de algunos geólogos españoles. Lo ra, cual no quiere decir que no existan posibilidades de dar con él, aunque nunca en la cuantía necesaria para alcanzar nuestroautoabastecimiento. Si el petróleo ha fallado hasta ahora, no ha ocurrido lo mismo con el gas natural. En bastantes de las perforacio nes hechas se han encontrado hidrocarburos gaseosos y algunas han dado cantidades que parece que permitirán su explotación. Pero si nuestro subsuelo nos ha negado hasta ahora las primeras materias energéticas de los tiempos presentes, parece que va a ser generoso con las del futuro; de un futuro que es ya casi presente. Nos referimos al combus tible nuclear, a los minerales de uranio. Los hallazgos ya logrados nos sitúan a la cabeza de Europa en cuanto a cantidad de mineral y contenido de metal uranio. Suelo.—De la naturaleza del suelo se derivan las riquezas agrícola, ganadera y forestal. Es decir, de la fuente que proporciona la gran mayoría de los llamados artículos de primera necesidad y en especial los alimentos y las mate rias primas para vestir y calzar. Ya hemos dicho cómo el relieve reduce las buenas posi bilidades de nuestra agricultura a sólo el 25,5 por 100 de la superficie nacional. Más adelante veremos cómo el clima, por su parte, aún reduce más esas posibilidades. Recorde mos también cómo ha esquilmado la productividad natural una explotación continuada durante milenios. Añadamos ahora que las pendientes, las fuertes lluvias y el carácter torrencial de nuestros ríos han disminuido el espesor de la capa vegetal, dejando suelos de escaso fondo. Nos podremos dar cuenta de la debilidad de nuestra agricultura por el siguiente dato. Tomando como base una producción tipo por hectárea, la dimensión superficial es pañola sería de 265.000 kilómetros cuadrados (cuando en realidad tine 504.000)y la de Francia sería de 51L000kiló metros cuadrados (siendo su extensión real de 551.000). Por tanto, los factores infraestructurales adversos hacen perder a la agricultura francesa el equivalente al 8 por 100 de su superficie, mientras que la española pierde el 48 por 100 por las mismas causas. Clima—La Península Ibérica está situada en la región del globo que corresponde a la zona templada; zona que es la más favorable a la actividad humana, puesto que el clima tórrido la deprime y el glacial la imposibilita. Pero el sistema orográfico y el anticiclón de las Azores esta bleciendo barreras a las penetraciones de los aíres húme dos, más las zonas montañosas trastornando los vientos en comarcas más o menos extensas, crean una serie de circunstancias que hacen de nuestra Península un compli cado muestrario climatológico. Si nos atenemos a las precipitaciones acuosas anuales, nos encontramos con dos Españas: la húmeda, con más dé .500 milímetros de agua caída al año, que se extiende dan en nuestro espacio geográfico. De ellas obtiene la in por todo el sistema pirenaico, desde Gerona a Galicia; y dustria farmacéutica centenares de extractos vegetales que la seca, con menos de 500 milímetros de lluvia anual. La son objeto de un activo comercio interior y exterior. Solamente la exportación de la herboristería y sus ex España seca ocupa las tres cuartas partes del total nacio nal. Si comparamos estas cifras con los 770 milímetros tractos producen unos ingresos anuales en divisas superio res a los doscientos millones de pesetas. de lluvias que recibe anualmente el suelo francés, unifor Las plantas aromáticas son la base de la industria de memente repartida por toda su extensión, nos daremos cuenta de hasta qué punto nos es hostil ese aspecto del la perfumería española de gran importancia comercial clima español. Aún resulta más desfavorable la pluviosi dentro del país y que al mismo tiempo constituyen una partida muy interesante en los ingresos de nuestra balan dad de la España seca debido a que la lluvia caída corres ponde a unas pocas precipitaciones bruscas que escasa za comercial. En esa riqueza floral se apoya, principalmente, nuestra mente aprovechan, si es que no -perjudican con su erosión e inundaciones. Y todavía hay más; la abundante radia brillante apicultura, que tan interesantes aportaciones pro ción solar, la sequedad del aire y las temperaturas eleva porciona a España. Nuestra fauna es rica en especies cinegéticas y piscíco das, producen una fuerte evaporación que da lugar a que el índice de aridez (diferencia entre el agua caída y la las, que mantienen una amplia afición a los correspon evaporada) sea muy desfavorable en España. De ella se dientes deportes, con un reflejo económico mucho más ha dicho, con razón, que en buena parte de su suelo llueve importante de lo que se puede creer. Alguna de tales espe hacia arriba, por ser la evaporación mayor que la preci cies, como lat cabra hispánica, atrae a cazadores de todo el mundo, dando lugar a un turismo de gran lujo. Otras, pitación. Si además de la pluviosidad se tienen en cuenta los demás como el venado y la perdiz, más bravíos que sus congé componentes climáticos, España presenta tres climas bien neres europeos, constituyen trofeos ambicionados por los diferenciados. Uno, templado, de tipo europeo, con menos aficionados extranjeros. De cuanto hasta aquí llevamos dicho, puede sacarse la de 90 días despejados al año, más de 1.500 milímetros de precipitación anual y una oscilación térmica media anual falsa impresión de que la infraestructura española es un inferior a los 13°; la zona con ese clima coincide, aproxi obstáculo insalvable para los propósitos de obtener un madamente, con las provincias de la periferia cantábrica desarrollo en España de nivel equivalente al del resto de y la región gallega. Europa. Y nada más lejos de la verdad. Sacar una con Otro, típicamente mediterráneo, con más de 90 días clusión tan pesimista sería caer en un oraso error. Los fac despejados al año y en muchos lugares más de 120, menos tores adversos, en su gran mayoría, pueden ser vencidos de 1.000milímetros de precipitación anual y en buena parte por medio del trabajo. Podríamos decir que en España inferior a 500, y la oscilación térmica anual es inferior a están siendo ya vencidos. La irregularidad y escasez de los 19°; afecta ese clima a las provincias del litoral este lluvias se compensa con la construcción de los pantanos y sur de España, más la cuenca del Guadalquivir. y las obras de regadío. El relieve y las pendientes se ven El resto de España soporta un duro clima continental, cen con las oportunas obras de fábrica en las vías de con escasas lluvias, fuerte oscilación térmica anual y gran comunicacióíi. Otras circunstancias no modificables por la actividad humana, puede presentar aspectos que inte radiación solar. Esas diferencias climáticas han influido en el carácter ligentemente explotados se convierten en fuente de benefi de los correspondientes grupos humanos. Los que reciben cios; así está ocurriendo con la zona subdesértica de nues mayor radiación solar tienen un carácter más vivo que los tra costa mediterránea, en donde han surgido grandes que reciben menos. Los de temperatura ambiente más ele complejos turísticos, apoyados precisamente en sus carac vada son de carácter menos activo que los que disfrutan terísticas climáticas. de un clima templado. Los sometidos al duro clima con La infraestructura es, solamente, la base de partida, y tinental son sobrios, tenaces y sufridos. según el matiz, favorable o desfavorable, que tenga, el Hidrografía.—Las corrientes de agua son principalmente trabajo humano se llevará a cabo con más o menos difi consecuencia del clima, régimen de lluvias, y del relieve, cultad. El matiz acusadamente desfavorable de la espa orografía. Siendo nuestras precipitaciones, en casi toda ñola, sólo quiere decir que dominarla requerirá mayores España, escasas y bruscas; los ríos españoles tienen como esfuerzos y sacrificios que si tuviera características más característica más acusada la irregularidad de sus cau benignas. La historia de la humanidad demuestra que en la lucha dales y sus largos estiajes. Por su parte, la orografía, con sus grandes pendientes, provoca el rápido deslizamiento del hombre con el ambiente físico, el hombre ha sido de las aguas caldas hacia los ríos, dando origen a las siempre el vencedor; como en la época actual cuenta el grandes diferencias de caudal que pueden observarse en hombre con un aliado eficacísimo, la técnica; no hay por qué dudar de que suya será la victoria en ese frente. No la mayoría de los ibéricos. Esa misma orografía, hace que tales ríos presenten gran lo ocurre lo mismo en la lucha que tradicionalmente viene des diferencias de nivel entre sus cabeceras y desembo manteniendo en el ambiente político y social. Los espa cadura y de ahí el carácter torrencial de muchos de ellos. ñoles deben tener este fenómeno histórico muy presente Todas esas circunstancias se proyectan sobre su apro y considerar que en su tradicional inadaptabilidad al am biente político y social reside el escaso desarrollo econó vechamiento económico de forma desfavorable. Práctica mente, no son utilizables como vías de comunicación. Acom mico que ha venido padeciendo España. El espacio nos obliga a dejar para el número próximo dicionarlos para su explotación agrícola e industrial, re quiere la ejecución de grandes pantanos, y otras obras el estudio del factor que nos resta por presentar: la po blación. públicas, que exigen desembolsos muy fuertes. Sin embar go, los grandes desniveles favorecen sus explotaciones como fuentes de energía eléctrica. En efecto, según nues tras noticias, hay en España centrales hidroeléctricas que EL TURISMO EN 1963 producen 6 kw por litro de agua en turbina. A cerca de once millones de personas asciende el núme Flora y fauna.—Los rasgos infraestructurales cuyas ca racterísticas quedan reseñadas, se proyectan en el ámbito ro total de visitantes que llegaron a España durante el biológico mediante una flora y una fauna espontánea que pasado año 1963. La diferencia con respecto al año 196 constituyen un renglón muy estimable de nuestra riqueza es de cerca de tres millones. Dé manera similar a lo que ha ocurrido en períodos anteriores, los meses que más económica. Cerca de quinientas especies de plantas medicinales se visitantes ofrecen son los de julio y agosto; el primero - - 711 de ellos, cori cerca de los dos millones y medio; el segun do, con una cantidad que se aproxima a los dos millones. Después de estos dos meses, aparecen los de septiembre y junio como los de mayor incidencia turística; entre los dos, por encima de los dos millones y medio de visitantes. De manera global y en comparación con 1962, el aumento del año pasado supone por encima del 26 por 100. En relación con 1961, el porcentaje viene a ser de cerca del 47 por 100. La elocuencia de las cifras habla de forma expresiva sin necesidad de más comentarios. Entre todos los medios de locomoción empleados por los turistas en su venida a España destaca en primer lugar la carretera, medio que han empleado cerca de seis millo nes de personas. En segundo término se encuentran las vías aéras, que muestran poco más del millón de visitan tes. El ferrocarril ofrece un poco menos del millón. Todas estas cantidades se refieren a extranjeros entrados con pasaporte. Por lo que atañe a extranjeros autorizados por veinticua ‘tro horas, su número se eleva a poco más del millón. En cuanto a españoles residentes en el extranjero y que han venido a España en el curso del año pasado, la cantidad es muy similar a esta última. También se ha repetido el año pasado la mayor frecuen cia de visitantes europeos. Ese total de Europa viene a representar por encima de los ocho millones y medio, de los cuales más de cuatro millones y medio fueron france ses, y por encima del millón y medio ingleses. Sin llegar a estas cantidades, otros países de nuestro continente que también ofrecen fuerte contingente de turistas son Alema nia, Portugal, Bélgica, Italia, Eolanda, Suiza y Suecia. El segundo continente en cuanto a cifra de visitantes fue América. Cerca de ochocientos mil llegaron durante el año pasado, principalmente de Estados Unidos. A gran distancia de este país figuran Argentina, Venezuela, Cana dá, Méjico y Brasil. El número de turistas de otros continentes es notable mente inferior. Así, por ejemplo, de Africa llegaron cerca de cuatrocientos mil visitantes. Asia y Oceanía muestran cantidades todavía menores, en torno a las treinta mil personas cada uno de estos continentes. En correspondencia, el número de españoles que salie ron el año pasado con destino a diversos lugares del ex tranjero fue de cerca de los cuatro millones de personas. Las mayores salidas se produjeron en los meses de agosto, julio, junio, septiembre y abril. PRODUCCION Cuba); 252,8 millones de pesetas, también en cigarros (73 millones de unidades de Cunarias); 1.037,5 millones de pesetas en cigarrillos (178 millones de unidades de Cana rias); y, finalmente, 20 millones de pesetas en tabacos de decomisos. El informe Terry divulgado desde Estados Uni dos a todo el mundo base de la campaña desarrollada con tra el uso de tabaco por causante del cáncer, en las estadís ticas españolas recientes no se acusa todavía si ha habido bajas o no; fuera de España sí que parece se haya registra do apreciable disminución en la venta de cigarrillos. EL DESARROLLO SOCIAL La finalidad del Fondo Nacional de Protección al Trabajo es la de conseguir una equitativa distribución de la rique za. Se nutre este fondo de la recaudación resultante del impuesto sobre negociación de valores bursátiles, es decir, que precisamente una exacción sobre el capital está des tinada a proporcionar los fondos que han de emplearse en la protección y ayuda de los trabajadores. La distribución de estos fondos se aplica: a la protección y ayuda de los trabajadores en situación de paro, a la promoción social, a la protección de las migraciones, a la difusión del coope rativismo y a prestar protección adecuada a los trabaja dores que sean padres de familia numerosa. Este ha sido el cuadro funcional del Fondo Nacional de Protección al Trabajo en el pasado año. En 1963 este fondo nacional otorgó beneficios directos a un total de 110.136personas, con unas inversiones totales de 2.165 millones de pesetas, independientemente de las prestaciones del Seguro Nacio nal de Desempleo y de la ayuda familiar, en general. Y por lo que se refiere a 1964, el presupuesto del Fondo asciende a 2.366 millones de pesetas, esto es, 201 millones más que en el año anterior. Por otra parte, el Fondo Nacional de Protección al Trabajo tiene también como objetivos la ele vación de la cultura, la formación profesional y la apertura del acceso a la propiedad de todos los españoles. Es inte resante recordar aquí que no se podría hacer un auténtico desarrollo social sin que haya un desarrollo económico. Estas palabras tienen el especial interés de manifestar un criterio realista libre de demagogias: el desarrollo econó mico es el supuesto indispensable de cualquier desarrollo social justo y duradero. LA PRESA DE ALSA Y CONSUMO TABAQUERO La cosecha de 1962 proporcionó a España 30,2 millones de kilos, cuyo valor ascendió a más de seiscientos millo nes de pesetas; lo calculado para 1963 asciende a 23,9 mi llones de kilos. La de mayor volumen conocido en España íue la de 1961, que proporcionó un total de 36,5 millones ,de kilos. Los fumadores españoles invirtieron en adquirirlo en 1962 la cantidad de 9.945millones. De ellos, &126 millo nes correspondieron a renta de tabacos peninsulares; 1.818 a renta de tabacos importados; y &OOla impuestos. La venta de tabacos aumenta en nuestro país, pero otras re caudaciones en relación con ella, acusan disminución. Así, en 1962 la renta establecida por el servicio de papel de fumar ascendió a 151 millones de pesetas, mientras diez años antes era de 266 millones. Las labores producidas en ese mismo ejercicio, a precio de venta, representaron un importe de 5.296 millones. Las labores de picadura fueron 130 millones de unidades; en cigarrillos, las unidades fue ron 1.416 millones. Labores importadas: cigarrillos, 38 mi llones de unidades que importaron 324,5millones de pesetas y 1,3 millones de picadura de pipa que importó 0,06 millo nes de pesetas. Las ventas en comisión arrojan un valor de 1.489,8 millones de pesetas, repartidas así: 179,4 millones de pesetas en cigarros (doce millones de unidades de Veintidós millones de metros cúbicos de agua anuales serán trasvasados del pantano del Ebro a la presa de Alsa, situada encima de Bárcena de Pie de Concha. Cuando este trasvase sea una realidad, habrá de procurarse una regu lación del curso del Besaya, a razón de 3.000 litros por segundo, muy necesarios en la época de estiaje. El apro vechamiento de las aguas del pantano no supone un per juicio para los regantes aguas abajo del Ebro. La capacidad del pantano es de 450 millones de metros cúbicos, lo que impide que ni en las épocas de mayor sequía llegue a quedarse sin el líquido elemento. Se calcula que de su total capacidad tan sólo se precisa anualmente la mitad. El trasvase permitirá el regadío de la comarca de Valderre dible. La falta de agua había planteado a la citada comar ca el más bajo nivel de vida y la secuela inmediata de la emigración masiva a otros lugares más afortunados. Ahora, por el ((Plan Valderredible», cuando esta comarca esté re gada y en plena producción, se podrán vender cuarenta millones de litros de leche, deducidos los destinados al consumo humano y animal de la comarca. Dicha produc ción exigiría el montaje de una gran industria transfor madora de leche, ya que cuarenta millones de litros son los que ahora transforma la 5A.M. Pero no es sólo leche lo que puede producir en las cantidades citadas Valderre dible. El regadío da la ocasión de un fomento de la cría 75 de ganado con vistas a su carne. Calculan los técnicos una producción de mil toneladas de carne-canal y cantidades muy estimables de trigo, patatas, maíz, habas, alubias y otros productos de la huerta, para el consumo de la po blación. El plan de regadíos de Valderredible comprende 7.580 hectáreas, y las obras necesarias exigen un presupuesto de unos doscientos millones de pesetas. CIENTIFICOS Y TECNICOS Para cooperar al Plan de Desarrollo está en las Cortes un proyecto de Ley sobre Enseñanza Técnica. Según dice ese plan, es necesario consagrar un esfuerzo especial a la formación de ingenieros y técnicos y crear cuatro nuevas escuelas de ingenieros, 6.000 puestos de estudio para técni cos de grado medio y 9.000 puestos para grado superior. Pero también el Plan de Desarrollo Económico demanda más universitarios, y así determina que se crearán 17 nue vas secciones en las universidades. Después de las últimas creaciones de escuelas técnicas superiores de ingenieros, funcionarán en España 19 centros de esta elevada for mación. Las enseñanzas de ciencias están también repartidas por toda España, y hay cinco secciones de ciencias físicas, cua tro de matemáticas, dos de biológicas, cuatro de geológi cas y doce de químicas. En total, 27 secciones de las dis tintas especialidades de la licenciatura de Cienóias. Eh el curso 1961-62terminaron sus estudios 954 arquitectos e ingenieros. En cambio, entre todas las facultades y espe cialidades de ciencias se licenciaron 626, cifra máxima, porque en el curso anterior 1960-61tan sólo fueron 462 lós licenciados. En las secciones que pudiéramos llamar totalmente científicas, como las de matemáticas, físicas, biológicas, el número de licenciados por año gira alrededor de 20, número ciertamente exiguo. LAS INVERSIONES EXTRANJERAS Después de la guerra española, las inversiones extranje ras no tuvieron prácticamente importancia. El decreto-ley de 27 de julio de 1959inaugura una nueva etapa, que ha lle gado hoy, por transformaciones sucesivas, a crear una le gislación muy favorable para aquéllas. Si se exceptúan las empresas conectadas con la defensa nacional, o las de ser vicios públicos, es posible invertir en cualquier sector de la economía. En Bolsa pueden adquirirse toda clase de títu los privados o públicos, salvo de las empresas indicadas. La autorización oficial necesaria para poder adquirir más del 50 por 100 del capital de una empresa sólo se aplica en casos excepcionales. La repatriación de dividendos y plusvalías es libre tam bién. Asimismo pueden adquirirse fincas rústicas y urba nas con ciertas limitaciones e invertir directamente en equipo capital de las empresas. Las mineras, cinematográ ficas, navieras, bancos y seguros tienen un régimen es-. El momento presente es muy propicio para otras cola boraciones similares a las mencionadas, puesto que Espa ña inicia en 1964 un Plan Cuatrienal de Desarrollo Econd mico, en que la participación del ahorro extranjero result indispensable. A lo largo de los cuatro años se necesit un volumen de inversión exterior de 1.356 millones d dólares, repartidos en las siguientes cuotas anuales: 196 280 millones de dólares; 1965, 329 millones de dólares 1966, 360 millones de dólares; 1967,387 millones de dólares En estas cifras se comprenden tanto las inversiones rea les como las de cartera y los créditos. De no disponer d tales fondos, o la economía española no podrá crecer a 6 por 100 anual acumulativo, según expresa el Plan, nuestro nivel de reservas de divisas, que hoy está sobr’ los 1.000millones de dólares, prácticamente desaparecería Piénsese que en el último año del Plan la aportación extc rior sigñifica casi el 60 por 100 del déficit esperado en 1 balanza de pagos. Es cierto que los volúmenes de capital importados e los últimos años son aún pequeños en relación con la cifras apuntadas antes, puesto que las inversiones extrar jeras, sin incluir los créditos, significaron en 1961 sólo 54 millones de dólares. Pero en 1962 la cifra se increment’ hasta 94,2 millones. A pesar de que las cifras para 1963no se conozcan aúr puede afirmarse que las inversiones extranjeras superará: las de 1962. Sólo las inversiones bursátiles—bien que est cifra quizá comprende una parte de aportaciones dire tas—han sido más del doble de las del año anterior. En cuanto a los créditos, hay que esperar que continw rán desarrollándose; el reciente crédito francés constituy una importante premisa en esta dirección, y a él puede: seguir otros de los gobiernos extranjeros, sin olvidar 1 colaboración—ya iniciada y en vías de aumentar—de lo organismos de crédito internacionales. Todo hace suponer, por consiguiente, que el actual tip de rendimientos del capital en España, la libertad de ir versión existente y la favorable historia, a que hemos ah dido antes, de las inversiones extranjeras en nuestro paS colaboren en el logro de mayores entradas de capitales e el futuro. LA MANO DE OBRA AGRICOLA La información que sobre las migraciones interiores ofn ce el «Boletín de Estadística del I.N.E.» permite estima en 350.000el número de trabajadores agrícolas que en 19 cambiaron de ocupación. Posiblemente algunos de ellc hayan encontrado empleos distintos en el mismo sectc agrícola; pero la mayor parte la han encontrado en secti res diferentes, como la construcción y las obras pública o han sido ocupados por otras economías a través de emigración. Sin embargo, como el cambio de ocupación y la emigr ción afectan únicamente a los trabajadores más aptos y los trabajadores jóvenes del campo, quedan en el sectc agrícola trabajadores menos aptos y, desde luego, los vi pecial. jos, que, aunque figurando entre la población activa, da Estas nuevas posibilidades de las inversiones extranjeras un rendimiento bajo y aparecen como mano de obra e: en España reactivan el período de 1850a la primera guerra cedente. Esta doble circunstancia de salida del sector agrícola c mundial, en que las importaciones de capital—sobre todo francesas, inglesas, belgas y alemanas—, tuvieron una par los más aptos y de las generaciones jóvenes, frente a ticipación importante en muchas de las entonces nacientes permanencia de los menos aptos y viejos, a quienes edad ha restado condiciones para el trabajo, hace qi industrias. El Crédito Mobiliario Español, de los Pereire, y la So confluyan en la actualidad en nuestra agricultura, la co ciedad Española Comercial e Industrial, de los Rothschild, tradicción de falta de mano de obra y, simultáneament’ canalizaron fondos franceses a los ferrocarriles españoles. exceso de población campesina, incluso activa. La escasez de mano de obra se ha visto parcialmeni Los capitales franceses participaron también en la minería (Puertollano), en la banca y los seguros (Credit Lyonnais, contrarrestada por el aumento notable de la mecanizaciói L’Abeille), en la energía (Compañía Madrileña de Ilumi pues se matricularon durante el año pasado tractores nación y Calefaccióñ Gas Lebon), en la química (Unión un ritmo de 1.873 mensuales, según informes del Servid de Estadística de la Secretaría General Técnica de Aga Española de Explosivos), etc. ‘itt cultura. Existen, sin embargo, explotaciones todavía sin mecanizar, aparte que ni todas las explotaciones actual mente en producción permiten la mecanización, ni tampoco todas las labores, aun en las explotaciones mecanizadas, pueden ser desempeñadas por máquinas. La agricultura, se halla inevitablemente aquejada por el hecho de que no puede—voluntariamente_regular su pro ducción en el curso de la cosecha, con lo cual no se ajusta a las variaciones de la demanda, y también por la índole perecedera, y salida obligada, de sus productos. Por estas razones no podrán existir una estabilidad de precios y una distribución con márgenes rezonables sino mediante una previa preparación industrial para conservarlos, almace narlos y distribuirlos por canales que supriman el riesgo de pérdidas y cuantiosas mermas. El coste de la vida crece y, sobre todo, ha crecido en 1963 con bastante más rapidez que los precios al por mayor. Esto es, que los precios se ven recargados en la fase que va desde el mayorista hasta el detallista, que pone en ma bs del consumidor los productos. Estos aumentos, que, desde luego, no llegan al agricultor rio necesariamente han ido en beneficio del comerciante detallista. Algunas ramas del comercio han visto reduci dos, por el contrario, sus márgenes de beneficio. La aparente discordancia se explica, porque el comercio as un servicio en el que el factor decisivo está representado por el hombre y los aumentos de salarios repercuten de un modo directo en los costes de comercialización de no ir acompañados de un aumento proporcional de ventas por astablecimiento. Sin embargo, el comercio al detalle tiene entre nosotros muy baja productividad, fenómeno cuya causa principal radíca, al menos en cuanto respecta a la distribución de alimentos, en la falta de aplicación de la tecnología mo derna. En nuestro país, el número de autoservicios no alcanza ni siquiera al 1 por 100del total del comercio de alimentación. Sin embargo, el autoservicio bien llevado representa una apreciable economía con respecto al siste rna tradicional. OS BOSQUES ESPAÑOLES en 162, que en las diversas Ósecies arbóreas alcanzó a los 6.019.219 quintales métricos. En 1963 fueron asimismo repobladas unas 100.000hec táreas; creándose de igual forma nuevos pastizales sobre 10.240 hectáreas, construyéndose asimismo 20.000 apriscos y abrevaderos, estrictamente indispensables para el uso de nuestra cabaña. Y debe conocerse también que el 74 por 100 de la ganadería española—unos 28 millones de cabe zas—vive y puebla el 73 por 100 de la zona forestal. Mas si la repoblación es algo que fundamentalmente preocupa para cubrir las zonas todavía rasas o ralas de arbolado, su antecedente inmediato e imprescindible está en la creación de viveros. De los situados en las demar caciones centrales han podido obtenerse en sólo un año hasta 24 millones de plantas resinosas y cinco millones y medio de frondosas, destinándose de esta totalidad 18 mi llones para la repoblación en montes o fincas de carácter privado. El primer lugar, en los trabajos de repoblación lo tie nen las plantas de especie resinosa, empleadas con suma abundancia en las zonas cantábricas, quizá las más aptas para ellas, donde también se plantan el pino de Monterrey por sus excelentes resultados, y el eucalipto, que se en cuentra en la zona sur, especialmente en las marismas de huelva, excelente tierra para su crecimiento rápido. Digamos también, como una de las resultantes de la ri queza arbórea, que en la Europa occidental España ocupa el tercer lugar en la producción de trementina, detrás de Portugal y Francia, siendo aventajada en el resto del mundo tan sólo por tres colosos: China, Estados Unidos y Rusia. Si en breve espacio de unos años es totalmente impo sible reparar los tremendos atentados cometidos contra la riqueza forestal del país, en el. pasado, puede decirse, sin embargo, que merced al esfuerzo y dirección técnica organizada, los montes españoles han comenzado a dar testimonio de sus inmensas posibilidades, con esos dieci siete mil millones de pesetas que anualmente vienen ofre ciendo a la economía del país, como resultado de la siste mática y bien orientada explotación, a la que están someti dos, de cuya suma corresponden s.soomillones al producto de la madera; 2.000 millones, al de la leña obtenida; 500mi llones, al de la resma; 1.000millones, al de los frutos; 7.000 millones, al de los pastos, y 300 millones al del corcho, para no citar el resto de la producción, que regularmente se recoge. Son datos más que suficientes para enseñarnos cuánto respeto debe producir a todo español la conserva ción y buen cuidado de los bosques de nuestras tierras, que aún han de multiplicar mucho más sus beneficios eco nómicos. España es deficitaria en la producción de maderas. Iubo an lo antiguo zonas boscosas espesísimas llenas de riqueza. Parece innecesario, por conocido, subrayar el deplorable astado de nuestros montes antes y después de nuestra cru ada: primero, por escaso y deficiente cuidado, incremen ado con irresponsables talas; después, por los lógicos afectos de una prolongada contienda bélica. Etas circuns ancias nos llevaron a la escasez y, en consecuencia, al déficit de producción maderera. Ya en 1940 comenzó a brabajarse en estas tareas de repoblación: los esfuerzos realizados no alcanzaron a las mil hectáreas. A partir de LAS VENTAS A PLAZOS antonces, y una vez sistematizados los trabajos, aquella población fue creciendo en intensidad, hasta alcanzar en La Agrupación Sindical Nacional de Empresas de Finin 1.953el volumen de 100.000hectáreas repobladas, cuyo nt ciación de Ventas a Plazo ha hecho públicas algunas esta no se conserva desde entonces de forma aproximada con disticas relacionadas con esta actividad. pequeñas diferencias en más o menos. Esto ha permitido Ante todo, es impresionante el volumen de las operacio llegar a índices que ya producen cierto consuelo respecto a la situación anterior, señalándose que en la superficie nes financiadas por las empresas pertenecientes a la Agru tgraria del país el 57 por 10:0corresponde a las zonas de pación durante el año pasado: 10.085millones de pesetas. irbolado, totalizando 7.700.000 hectáreas cubiertas de La importancia de esta cifra tiene dos vertientes. De una parte, los fabricantes han dado salida a un importante osques. productos y artículos. Mediante el sistema de Merced a los esfuerzos últimamente realizados, que han volumena de plazos, pues, se ha conseguido agrandar el mor ;upuesto la repoblación no sólo oficial, sino también pri ventas ¡ada, de más de millón y medio de hectáreas y que muy cado, darle mayor elasticidad a la demanda de artículos. En segundo lugar, la otra vertiente, la del consumidor. pronto habrán de alcanzar los dos millones. Alcanzar esta neta va a suponer el logro de una etapa correspondiente Ese número grande de operaciones que ha sido necesario alcanzar un volumen de ventas de 10.085millones de un ambicioso plan repoblador, que tanto va a beneficiar para pesetas pone de manifiesto que el sistema de ventas a —y ya se advierten sus efectos—a la economía agraria. es una práctica ya en España. Como noticia concreta de cuanto supone la explotación plazo La práctica las ventas a plazo, pues, es algo con lo orestal, buenos parecen los datos de las cortas efectuadas que hay que de contar y, por tanto, prescindiendo de su “7 conveniencia o no, regular, controlar y vigilar en defensa del propio consumidor. Los 10.085millones a que ascienden las ventas auxiliadas por empresas pertenecientes a la Agrupación, según las citadas estadísticas, representan una deuda de 300 pesetas anuales por cada español. La deuda por ventas a plazo es en Francia de unas cuatro veces más por habitante, unas seis veces mayor en Alemania y trece o catorce veces su perior en Inglaterra. El Canadá se acerca a las 10.500 pe setas por habitante y en los Estados Unidos a las 13.000 pesetas. El comprador debe conocer en cada caso con todo detalle a qué se compromete al adquirir un artículo mediante pagos aplazados. Es frecuente ver en escaparates de tiendas y en anun cios en los periódicos que se conceden facilidades de pago, pero sin detalles sobre ellas. En los escaparates de algunas tiendas aparecen los artículos marcados, en lugar de con los precios que importan los artículos, con los importes de los pagos mensuales. Sobre un transistor, por ejemplo, o sobre una máquina eléctrica de afeitar, un rótulo que dice: ((200 pesetas mensuales)); ninguna especificación, ni del número de pagos mensuales en que se ha fraccionado el importe del artículo, ni de la cuantía a que ascienden el pago de entrada, ni, claro está, del recargo con que se grava el precio del artículo, ni el importe de los intereses. A veces los recargos son desproporcionados aun habida cuenta de los gastos que la operación lleva implícitos, los intereses lógicos y el riesgo que corre el vendedor. La Agrupación Nacional Sindical, según vemos por su Boletín último va a impulsar a través de su Servicio de Crédito la venta a plazos, pero observando escrupulosa mente tres condiciones fundamentales, que no tardarán en constituir a la vez tres características definidoras de las empresas que figuran en la Agrupación. Información clara y completa, de modo que al lado de los artículos que figuren en sus escaparates consten el precio total del mismo y las condiciones para la adquisi ción a plazos. Es decir, importe de la entrega inicial, im porte de cada plazo posterior y número de éstos. La ga rantía establecida para cada aparato surtirá los mismos efectos que si fuera comprado al contado. En segundo lugar, se comprometen a evitar los contratos enrevesados y la exigencia de firmas. El comercio, dice el Boletín, ((está basado en la buena fe de las partes, y sobre ella queremos apoyarnos solicitando únicamente la infor mación indispensable)). En tercer lugar, no recargará los precios por el hecho de adquirirlos con pagos aplazados. Dice la Agrupación que lo que no hará será descuentos como es corriente en el caso de aparatos adquiridos al contado. Con sólo no hacer los descuentos cubrirá los gastos de la operación, manteniendo así el precio de tarifa sin recargo ninguno. INVERSION Y DESARROLLO En cualquier plan económico el incremento de la inver sión es pieza esencial. Los autores del Flan de Desarrollo destacan el trascendentalísimo papel de la inversión. ((La Formación Bruta de Capital es seguramente la magnitud de mayor importancia en el desarrollo económico)). ((Se ha supuesto que la inversión productiva aumentará a un ritmo anual del diez por ciento, en tanto que la construc ción de viviendas aumentará a un ritmo paralelo al con sumo privado (5,5 por 100) y la acumulación de stocks se mantendrá dentro de los límites normales, es decir el 2 por 100 del producto nacional bruto. Según estos cálcu los la inversión productiva en 1967alcanzará 202.000millo nes de pesetas». El índice de incremento de capital fijo durante los diez primeros meses de 1963ha sido del orden dé 20,4 por 100, lo que indica élaramente que la alta tasa de inversión del año 1962 (cuyo incremento fue de 21,3 la por 100 respecto a 1961) se mantiene en su línea ascendente pero el esfuerzo inversor está repartido muy desigualmentE entre la producción nacional de bienes de equipo (cuyc crecimiento ha sido de un 14,5 por 100) y los bienes d importación (cuyo incremento ha alcanzado de 52,6 po: 100). Es indudable que se está sometiendo a nuestra ba lanza de pagos a una tensión superior a lo que normal mente va a poder soportar. Exiten, desgraciadamente, otra dificultades y peligros derivados de este gran esfuerzo ii versor; la primera es el largo período de maduración d las inversiones de muchos de estos bienes de capital, qw provoca tensiones inflacionistas en una economía que s acerca al pleno empleo de los recursos. Estos dos último: años en que el crecimiento de la inversión ha sido grandc ha ido acompañado de fuertes aumentos en el coste d vida. Así la subida de este índice en el mes de septiembri de 1963con respecto al mismo mes del año de 1962,habO experimentado un alza del 8,5 por 100. Aunque parece se que para diciembre de 1963 esta alza había quedado redu cida con respecto al mismo mes de 1962en un 5,4 por l0 Fara frenar estas peligrosas tensiones inflacionistas, It sido preciso echar mano de los resortes de la política crc diticia, que debilitaron extraordinariamente la oferta mc netaria al iniciarse el pasado verano. La primera tarea d nuestra política económica en estos momentos consistir; en evitar alzas sensibles en los precios y un aumento s cesivo de la demanda interna, sin frenar por ello, las ir versiones productivas indispensables a fin de aumentar. c capital esencial en todo proceso de desarrollo. - EN POCAS LINEAS * En los próximos cuatro años, es decir, al finaliza 1967, según el Flan de Desarrollo, la agricultura incr mentará su producción en un 17 por 100, la industria e un 40 y los servicios en un 25. * Barcelona y Gerona vienen registrando los índicE mínimos de mortalidad infantil en toda España. * En los menús de las pasadas navidades de Barcelon ha tenido primacía el pescado sobre las aves. El hecho s atribuye a la frecuencia con que ahora se consume poll en la Ciudad Condal. * La producción lanera en España fue durante 1963 d treinta millones de kilos, resultando sensiblemente igu a la de 1962. * El notable crecimiento experimentado por la rent agraria de Cataluña, Baleares y Levante se achaca, princ palmente, al mayor empleo de fertilizantes. * Una factoría murciana fabrica y exporta a Norteam rica elementos para la construcción de automóviles. * Valencia es la primera provincia española en núm ro de canarios. Cuenta con 50.000 pájaros cuyos trirn pueden tener hasta treinta y dos tonalidades distintas. Fc algún ejemplar se han pagado cinco mil pesetas. * El problema principal con que se enfrentan las f bricas levantinas de juguetes es la escasez extremada c mano de obra que padecen. * Más de 300.000personas se alojaron en el pasado af en los paradores y albergues del Estado, cuyo núme asciende actualmente a 38 establecimientos. * España es uno de los paises con menor índice endeudamiento, según ha declarado recientemente el tit lar de la cartera de Hacienda. * En Valencia van a construirse sesenta locomotor para la RENFE, con licencia de una poderosa firma nc teamericana. Se calcula dará trabajo la fabricación pa: dos años, por lo menos. * Durante 1963 se emitieron en España 12.800millon’ de pesetas en obligaciones, que en su mayoría se emple ron en ampliar y modernizar industrias ya establecidi Las obligaciones emitidas en 1960 sólo alcanzaron la cifra de 3.500 millones. * Ochocientos estudiantes árabes cursan estudios de distintos grados en centros docentes de España. * Un lago artificial con capacidad para doscientas em barcaciones se va a construir en las proximidades de Va lencia, formando parte del complejo turístico que la capi tal levantina tiene en proyecto. * Eh 1963, el comercio de Madrid aumentó sus ventas en un 24 por 100 en los artículos de uso y disminuyó en un 1 por 100 en los de alimentación. Esto indica que los madrileños tienen cubiertas las necesidades primarias y que sus mayores ingresos los destinan a vestir mejor y vivir con mayor comodidad. * Un promedio de cuatro pollos por habitante se han comido en España durante el pasado año. * Veinte mil guitarras de las que aquí se fabrican se exportan anualmente. * Madrid es la más barata de las grandes capitales del mundo. Los hoteles, el tabaco, la ropa y las diversiones tienen en la capital de España precios inferiores a los de Lisboa, Londres, París, Roma, Nueva York y Tokio. * En 1963 se matricularon 90.000 coches en España; 7.000 más que en 1962. Y 21.000 más que en 1961. * En Santander se está instalando una fábrica de negro de humo con capacidad anual para producir 22.500 tone ladas métricas. * El Consejo de Economía Nacional, en su estadística de productor interior bruto por provincia, afirma que la media española por habitante era de 18.000 pesetas en 1961. Trece provincias, sin embargo, tienen en el producto bruto una participación mucho menor que la citada cifra media. * La exportación de juguetes españoles representa un total de ciento veinte millones de pesetas anuales. * El valor de la producción lanera en 1963 se calcula en 1.460 millones de pesetas. * La producción agrícola ha aumentado en los últimos diez años en más del 50 por 100. * El 87 por 100 de los emigrantes españoles regresan a su punto de partida a los tres años de ausencia. * El nuevo cable telefónico entre la Península y Tene rife costará 525 millones de pesetas y dispondrá de ciento sesenta canales. Guíabibliográfica Mary Purceli. EL GRAN CÁ4PITAN.Co mentarios por Sir Charles Petrie. Tradu cido por el teniente coronel Waldo Leirós Freire. Los grandes conductores son raramente personalidades atractivas, pero Gonzalo Fernández de Córdoba era una verdadera excepción y su último biógrafo ha destacado este hecho en su libro. Miss Purcell, en frases elegantes y en forma de fácil lectura, describe un hombre que es solamente un nombre para muchos que debían conocer mucho más acerca de él. Admitimos que ella es partidista, pero difícilmente po dría ser otra cosa si lo comparaba con su contemporáneo el Caballero Bayardo. El Gran Capitán destacaba como un preeminente ejemplo de soldado y de caballero, una com binación que andando los años se ha visto que no era tan común como podría suponerse. Su coetáneo nunca fue un caballero. «Se dijo que Wellington tenía notable seme janza con Napoleón y esta observación es aplicable a otros grandes comandantes, pero seguramente no a Gonzalo de Córdoba.» Su carrera puede dividirse en dos partes: la campaña •contra los moros, que termina con la rendición de Gra nada en 1492, en la cual él sirve con distinción, aunque en un puesto subordinado, y la de Italia, con total éxito, cuando él era el jefe y conquistó Nápoles y Sicilia para España. En efecto, la campaña contra los moros fue su aprendizaje en las armas y él hizo un completo uso de su experiencia en la de Italia. Cuando, al principio, el Ejército español era poco más que una reunión de bandas feudales, él era valiente, caballeroso, indisciplinado, qui jote y, como consecuencia, poco confiable. Al final el sol dado español llegó a ser el más notable en el mundo y como tal estuvo considerado durante el siguiente siglo y medio. Aunque en extensión el reino de Granada no era grande —200 millas de este a oeste y 60 de norte a sur—sin em bargo, debido a su naturaleza montañosa, que hacía muy difícil el abastecimiento, la tarea de los conquistadores fue formidable. Las carreteras eran pocas. y los castillos mu- chos, los cuales en su mayoría estaban construidos en las cimas de las colinas y al borde de los precipicios, que los hacía virtualmente inexpugnables hasta el adveni miento del cañón, el cual, en estos primeros años de su desarrollo, era tan pesado e incómodo que sin buenas carreteras no podía moverse. Fueron los castillos y las dificultades de los abastecimientos los que en el pasado han forzado a las clásicas operaciones de la «cavalgada» que rara vez permitía mantener la ventaja con carácter permanente. De aquí la excesiva lentitud de la reconquis ta. Debido a que la Caballería tenía poco empleo en las operaciones de sitio, que era la esencia del problema, los reyes Fernando e Isabel pusieron su atención en la Artille ría, Ingenieros e Infantería. En esta tarea España tenía la inestimable ventaja de poseer en la reina, lo que el mayor general Fuller describe como «uno de los más capaces capitanes generales de la Historia)). Nada era demasiado pequeño o demasiado gran de para su atención y fue ella la que introdujo dos limo vaciones en la organización militar, que fueron la creación de la sanidad militar y de un cuerpo de mensajeros de campo, mientras la artillería era revolucionada por Fran cisco Ramírez y el arte de la ingeniería por Fedro Navarro, un auténtico carácter que había sido corsario y de quien miss Purcell ha dicho mucho en sus páginas. A lo largo de su carrera, Gonzalo de Córdoba podía con fiar en el decidido apoyo de la reina Isabel, posiblemente la más destacada mujer que jamás se sentó en un trono. La relación íntima entre las armas y la política fue bien comprendida por el Estado español de aquellos tiempos y fue su incomparable Infantería, creación en su mayor parte del Gran Capitán, la que permitió a España dominar el mundo como un coloso durante la totalidad del siglo xvi, y la primera parte del siglo xvii. Estaba inicialmente dotada con espadas, escudos y jaba linas, pero en las campañas italianas este armamento de mostró su insuficiencia para vencer las fuerzas suizas y francesas, y trajo como consecuencia la introducción de la pica y el arcabuz. En adelante cada una de las compa ñías estaba compuesta por 200 picas, 200 espadas y 100 arcabuces, mientras dos más estaban armadas exclusiva- 79 iieMe con picas. !natmente, en tiempos del reinado de Carlos y, la unidad se convirtió en el famoso tercio, com puesto de tres coronelías, o 12 compañías de 500 hombres cada una. Estas legiones llevaban el nombre de su origi nal cuartel general, tales como Nápoles, Sicilia, Lombardía y Málaga. Más adelante, después de las campañas contra los moros e italianos, la gran proporción de extranjeros en el servicio español era digno de consideración. A la muerte de Felipe III en 1621, de los 39 tercios existentes entonces, sólo 7 eran españoles y de los otros, 13 eran ita lianos, 11 walones, 2 borgoñeses y 2 irlandeses, mientras había incluso 9 regimientos alemanes. Más tarde, por el año 1759, de los 39 regimientos de infantería de línea, no menos de 12 estaban compuestos por suizos, irlandeses, walones e italianos. Eran los éxitos de esta Infantería la que decidía a tantos extranjeros a servir en ella en dis tintos puestos. La creación de la primera clase de máquina de fuego, no fue suficiente, por sí misma, para dominarla, lo que se requería era un mando que supiera manejarla y recor dara al mismo tiempo que sus componentes eran hombres, como se hizo cuando el Gran Capitán ostentaba el mando supremo. Entonces, cuando sus hombres marchaban, él recorría la columna arriba y abajo, parándose aquí y allá, para dirigirse bien a uno o a otro de sus hombres llamán dolos por sus propios nombres, diciendo alguna cosa gra ciosa a unos, palabras de ánimo a otros y dando a otros la oportunidad de conocerlo personalmente. Los españoles pueden haber sido los mejores soldados de Europa, pero ellos fueron ciertamente no fáciles de mandar, particularmente cuando sus pagas estaban atrasadas, lo que ocurría con demasiada frecuencia. Las amotinaciOnes estaban lejos de ser desconocidas, pero Gonzalo nunca per dió la ocasión de tratar con ellos. En una ocasión una amotinación fue tan lejos que un amotinado llegó a poner su pica contra el pecho de su general, pero el Gran Capi tán simplemente cogió la pica con su mano por la punta y la desvió ligeramente hacia un lado, mientras decía sonriente: «Bien hombre! Levanta tu pica un poco, no vaya a suceder que sin querer me hieras,» Cuando, por otra parte, él castigaba lo hacía duramente. Los dos umnicosreproches que pueden ser legítimamente cargados al Gran Capitán, fueron el abandono en manos del rey Fernando, su personal enemigo, primero del joven du que de Calabria y después de Cesar Borgia, en los que se dice el rey había perdido su confianza, traicionándolOS en cierto modo, a pesar de su más solemne promesa, llevado más del espíritu de obediencia y subordinación a su man do supremo, que del espíritu de justicia y clemencia que figuraba en su historial. De esto estaba profundamente contrito, como lo manifestó en su lecho de muerte, cuando dijo: «Hay tres cosas en mi vida que lamento profunda mente: romper mi palabra de compromiso dada al prín cipe de Nápoles y Cesar Borgia y una tercera, pecar cono ciendo a Dios». Tres errores no fueron seguramente mucho en una vida llena de tentaciones. última epública espafiola, tras la etapa de confusionismo y de inconsciencia política, ya tan estudiada hoy. Hay en ella una ágil elegancia en la prosa, humorística, a veces hilarante. Pemán consigue así penetrar en la técnica del esperpento. Pero en él la vida adquiere un matiz más ri sueño y amable que en la amarga visión valleinclaneSCa. Es preciso conocer esta novela fácil y agradable que de nuevo sale a la luz. Es también necesario saber y profun dizar la anécdota para valorar el contenido trascendental que el panorama de la época a que se refiere pueden reve lar al lector agudo e inteligente. Joaquín SEGUNDA Arrarás. HISTORIA DE REPUBLICA ESPAÑOLA. LA Joaquín Arrarás, el brillante y veterano periodista que ha tomado la tarea de historiar los hechos y las figuras de la Cruzada, así como las causas y orígenes de ella, pu-’ blica ahora el segundo tomo de su Historia de la segunda República española (Editora Nacional, Madrid, 1964), que abarca desde la aprobación del Estatuto catalán, en octu bre de 1932, hasta la derrota del intento de implantación del «Estat Catalá» y la sangrienta revolución de Asturias en octubre de 1934. Esto es, la etapa más decisiva de la República en que se consuma el bienio de Azaña, se pro duce el triunfo electoral de las derechas y las fuerzas marxistas aceleran, extreman la subversión que es momen táneamente derrotada, pero que no tardando dará al traste con la República misma, pero este último episodio queda para un tercer tomo. Se hace también patente en estas páginas cómo la Repú blica fue subvertida por tpdas aquellas fuerzas de la revo lución que el régimen habla alentado y cuyos desmanes no había sabido en su primer período contener, pese a represiones tan violentas e injustificables como la de Casas Viejas, que contrastaban con la ayuda y dirección de los gobernantes mismos a otros hechos de claro sentido revo lucionario. La revolución ha de estallar con toda su am plitud justamente cuando un triunfo electoral en tode José María Fernán. DE MADRID A regla lleva al poder y a una cierta esperanza republicafle OVIEDO PASANDO POR LAS AZORES. a una buena parte de la derecha española que se habis Ediciones Rialp. 300 páginas; 70 pesetaS. puesto a servir con toda libertad al sistema. El análisis de Arrarás está hecho sobre la auténtica do La polifacética actividad de Pemán ha podido sorprender cumentación y las pruebas más irrecusables. La conspira a más de un lector de sus obras- Pemán entretiene, ríe, ción separatista, el sectarismo de la ley de congregacione polemiza, filosofa... Es poeta y dramaturgo, ensayista y pen religiosas, la nada realista conceptión y nefasta aplicaciór sador. de la reforma agraria, la pasividad ante el paro obrero, l De Madrid a Oviedo pasando por las Azores es un ejem carencia absoluta de soluciones y decisiones para resolve plo Insólito de esa capacidad que tiene Pemán para ser los problemas convivenciales, sociales y económicos mar especialista en cualquier actividad intelectual. Es una viej a can el signo de la gestión de los hombres del 14 de abril novela que salió a la luz hacia la mitad de la vida de la O1’I En estas páginas se dibujan con toda nitidez los progra mas y desenvolvimiento de los partidos; los problemas y las esperanzas entre los grupos y movimientos de carácter monárquico, la fundación y desarrollo del movimiento f a langista y su fusión con el jonsista, el clima que se va creando para la necesidad de un movimiento nacional que tendrá muy pronto que enfrentarse con la revolución roja, cada vez más claramente definida en su sentido comunista, cuando ya a Largo Caballero se le llama el «Lenin es pañol)). Resulta particularmente destacable de este libro cómo Arrarás ha sabido unir la objetividad histórica con el calor de un relatoS cuyos episodios han vivido tantos españoles que están en pie para dar fe y que a tantos les concierne todavía. No podemos por menos de destacar la oportunidad de la publicación de este libro cuando España se dispone a onmemorar sus veinticinco años de paz, que son el esfuer zo colectivo por rectificar un siglo de historia y disolver cualquiera recurrencia de aquella bronca pesadilla, de aque ha mala aventura política de la segunda República que nos condujo a una guerra. Luis Guijarro y Agero, comandante de Intendencia. MOVILIZACION DE RECUR SOS ECONOMICOS. Grá/. Yagües, 5. L., Madrid, 1963; 326 páginas, con gráficos y cuadros estadísticos; 24,5 x 17,5 centíme tros; rústica. Los temas económicos son objeto hoy día en España, como en todo el mundo, de la curiosidad de amplios secto res de la población; habiendo, diríamos que afortunadamen te, rebasado el restringido círculo de los especialistas para extenderse al de los profanos. Uno de los sectores más interesados en las cuestiones económicas es el formado por los profesionales de las Fuerzas Armadas, quienes atentos siempre a mejorar su cultura, en beneficio de la propia efi cacia, hace tiempo que comprendieron las bases económicas de toda actividad bélica y procuraron instruirse en los cono cimientos puros y aplicados de la economía. Entre esos conocimientos destacan por su interés castrense los com prendidos bajo el epígrafe Economía de guerra, cuya litera tura en nuestro país no es muy abundante. Tal literatura se ha enriquecido durante el pasado año con la obra que nos ofrece el comandante Guijarro; quien, con referencia al caso concreto de los Estados Unidos de Norteamérica, nos presenta el apasionante tema de la movilización de los recursos económicos en favor de la aefensa nacional de forma sencilla, clara y eminentemente práctica. El estudio de tal movilización está precedido de un capítulo dedicado a sentar una serie de ideas básicas sobre teoría económica que nos guían cientificamente en el estudio de los problemas de dicha movilización. Otra virtud, entre las muchas que cabrían destacar, en cierra la obra que comentamos: proporcionar a su lector un método para estudiar el potencial económico de una nación, o comarca, como base para deducir su capacidad militar; porque sabido es que el poderío militar es pro porcional, en el sentido matemático de la palabra, al po tencial económico. De aquí, el enorme interés que para el gran público militar tiene el contar con un método cuya aplicación sistemática le guíe en esta clase de estudios. Imposible reseñar en esta breve referencia la forma en que el autor va desarrollando el tema a lo largo de los ocho capítulos en que divide su libro; quien lo lea, estamos segu ros que no se sentirá defraudado. EL ATAQUE A TRAVES DEL CÁNÁL (versión española de la obra « Cross chan nel attack», de Gordon A. Harrison). Servicio Histórico Militar; Madrid, 1963; 602 páginas, con croquis; 27 centímetros; rústica. En la monumental obra titulada El Ejército de los Esta que viene pu blicando la Jefatura de Historia Militar del Departamento del Ejército norteamericano, uno de los tomos de mayor interés es el dedicado al desembarco de las tropas aliadas en Normandia, con las operaciones inmediatas. El segundo volumen de la subserie, El teatro de operaciones europeo, del que es autor Gordon A. Harrison, se denomina Cross dos Unidos en la Segunda channel Guerra Mundial, attach. La facilidad de poder leer ahora en castellano una obra de esta envergadura, pone a disposición de todos no sólo el estudio minucioso de la más importante operación anfi bia, sino también la forma de trabajo del indudablemente colosal organismo que es aquella Jefatura de Historia Mi litar. Más de seiscientas páginas, con veinticinco magníficos croquis—en el original en varios colores, y en la traducción en negro—permiten darse perfecta cuenta de los antece dentes y desarrollo de la operación «Overlord», vistos a través de una base de gran amplitud. La obra está apoyada en la más amplia documentación que posee el Ministerio del Ejército americano, más la del Ejército alemán no destruida o enviada a la U.R.S.S. En una nota bibliográfica se dice que el peso de los archivos que contienen el material pertinente es de ((veintenas de toneladas», y en el libro la relación de las fuentes principa les y secundarias ocupa varias páginas; siendo verdadera mente de lamentar que la documentación alemana haya suESTADOMAYOR DELEJERCITO SERVICIO NISTORICO )411.ITAR EL ATAQUE A TRAVES DEL CANAL —a.—— o-— z Loo,-, -, frido mermas muy importantes, que sin duda hubieran puesto en claro algunos puntos sobre la actuación del man do germano. El objeto de «Overlord» era montar y llevar a cabo una operación con tropas y material establecidos en el Reino Unido, para asegurarse una zona de partida en el conti nente desde la que pudiesen desarrollarse ulteriores accio nes ofensivas que se pretendía tuviesen carácter resolutivo. La zona de consolidación de las cabezas de playa debía contener suficientes facilidades portuarias para mantener una fuerza de unas veintiséis a treinta divisiones, y permitir su incremento posterior al ritmo de tres a cinco divisiones al mes. Estas cifras son lo suficientemente elocuentes para atraer la atención de cualquier lector distraído sobre la im portancia del tema que tiene ante sus ojos. 21 De los diez capítulos de la obra, siete se refieren a los antecedentes de la gran operación. El plan «Overlord» fue elaborado a partir del 30 de julio de 1943, esto es, un año escaso antes de tener lugar «el ataque a través del Canal», pero su gestación va mucho más allá, alcanzando al año 1941.Hay aquí un origen remo to, un período de indecisión y un bosquejo primero, que luego se va fraguando, revisándose y corrigiéndose en con junto y en detalle. Al hablar de estos antecedentes se considera, además, la situación alemana, los problemas sobre el mando, las vicisitudes políticas, la resistencia francesa, la maduración del plan por los intensos atAques aéreos, etc. Los tres capítulos dedicados al «ataque a través del Canal se refieren al día D, al período 7-18 de junio y a la toma de Cherburgo. «Había motivo—termina la obra—el 1 de julio para que los aliados estuvieran satisfechos con lo conseguido hasta la fecha, pero no había tiempo para recrearse en esa satisfacción. Los problemas de la próxi ma etapa eran totalmente absorbentes. El próximo paso era salir de Normandía...» pectos de la psicología de la Petain. Finalmente, se expl can en el libro los caracteres de la política militar fran cesa anterior a 1939, responsable de toda la caída del paí en el primer año de la segunda guerra mundial. En el curso de su exposición el autor ha refutado coi todo acierto los tendenciosos e incomprensibles pliegos d cargos alegados contra el mariscal, que supo frenar la consecuencias del desastre francés de 1940y escamotear la responsabilidades del sistema político que llevó a Franci a aquel desgraciado estado de cosas. La obra es clara, densa y objetiva, y su autor, sin pasiói ni partidismo, al servicio de la verdad histórica, nos pre senta la visión de un momento no bien conocido y tendeE ciosamente deformado. Ministerio de Agricultura. TES ESPAÑOLES. Hauser y drid, 1963; 157 páginas con ilustraciones; 30 centímetros; LOS MOI Menet. M numerosa rústica. ¿Se conocen los montes españoles?, señala en el prólc go de este libro el director general de Montes, Caza y Pe ca Fluvial. Y, sin embargo, resulta indudable que ahor General Alfred Con quet. LUMIRES SUR L’HISTOIRE. Nouvelles Editions empezamos a saber de ellos y, por lo mismo, a amarlos Latines. Paris, 1963; 188 páginas; 22 cen mucho más que otras generaciones anteriores, que tal poco hicieron para acrecentarlos. Umetros; rústica. Pero no sólo se trata de un amor platónico. El mont El general Alfred Conquet, tan sobradamente conocido es un bien económico, patrimonio nuestro, de trascender por sus estudios histórico-militares, a la vez que por su cia social, con un papel protector de la enorme riquez magnifico libro El enigma de los blindados, ha tomado potencial de embalses y de ricos cultivos de los valles e ahora la pluma para reivindicar un nombre olvidado, en pañoles. El objeto de esta publicación es dar a conocer la real tre errores y traiciones. Su obra sobre el mariscal Petain comienza con una evo dad de nuestra riqueza forestal, que bien merece desperta cación de los factores de diversa índole que llevaron a una curiosidad sana, y es como una introducción a 1 Francia a los cruciales días de mayo de 1940. Luego surge extensa labor realizada por la Administración pública cÓ la figura del mariscal a través de una serie de recuerdos motivo del VI Congreso Forestal Mundial, para el cual E póstumos del general Serrigny, que revelan profundos as- paña fue elegida como sede.