EL EJÉRCITO BIZANTINO Y EL “FUEGO GRIEGO” Bizancio estaba rodeada de peligrosos enemigos. Para defenderse, disponía de un buen ejército y de una flota excelente. Alrededor de todo el imperio se levantaron ciudadelas amuralladas o fortificaciones, desde cuyas elevadas torres los arqueros podían cubrir las murallas y defenderse con garantía de los atacantes. Era un verdadero ejército, no una banda de indisciplinados guerreros. Los militares estaban muy bien preparados, tanto física como intelectualmente. Sabían utilizar mapas, tenían ingenieros capaces de levantar puentes y fortificaciones, y sus generales eran grandes estrategas que sabían todo tipo de tácticas, las estudiaban e incluso escribían libros sobre el arte de la guerra. El arma más importante era la caballería pesada. Llevaban armadura, lanza y espada para cargar sobre el enemigo, y a la vez utilizaban potentes arcos para disparar a distancia. Su flota tenía numerosos barcos, muy maniobreros, capaces de abordar a los enemigos. Pero, además, disponía de un arma secreta: “el fuego griego”. Todavía no se sabe cómo lo hacían, pero, se bombeaba con tubos metálicos o se arrojaba en recipientes de arcilla. El barco o la máquina impactados comenzaban a arder y el fuego no podía ser apagado con el agua. Así defendieron Constantinopla en numerosas ocasiones. Comentario 1 ¿Qué levantó Bizancio alrededor de todo su imperio? 2 ¿Estaban bien preparados los soldados bizantinos? 3 ¿Qué sabían hacer sus generales? 4 ¿Cuál era su arma más importante? 5 ¿De qué arma secreta disponían? 6 Describe cómo era utilizada.