CANTOS PARA LA EUCARISTÍA ENTRADA JUNTOS COMO HERMANOS, miembros de una iglesia, vamos caminando al encuentro del Señor. Unidos al rezar, unidos en una canción, viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor. JUNTOS COMO HERMANOS … OFERTORIO TE PRESENTAMOS EL VINO Y EL PAN, bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Señor, por este pan y este vino, frutos de la tierra y del trabajo del hombre TE PRESENTAMOS EL VINO Y EL PAN, COMUNIÓN 1.Venid, fieles todos, entonando himnos, venid jubilosos, a Belén venid. Hoy ha nacido el rey de los cielos. VENID Y ADOREMOS (tres veces) AL VERBO DE DIOS. 2. A quien por nosotros yace entre las pajas, llevemos el fuego de un ardiente amor. ¿Quién no quisiera al que así nos ama? VENID Y ADOREMOS (tres veces) AL VERBO DE DIOS. 3. Un ángel del cielo llama a los pastores, que siempre el humilde está cerca de Dios. Vamos cantando himnos de alegría. VENID Y ADOREMOS (tres veces) AL VERBO DE DIOS. 4. Adéste fideles, Laeti, triumphantes. Veníte, veníte In Béthlem. Nátum vidéte Régem angelórum. VENÍTE, ADORÉMUS ( TER) DÓMINUM CANTO PAR LA ADORACIÓN DEL NIÑO NUNCA SUENAN LAS CAMPANAS con tan dulce claridad como cantando las glorias de la hermosa Navidad. Es porque canta la noche feliz es porque canta la noche sin par en que Dios niño ha nacido y en el mundo ha de reinar. Es la voz de las campanas eco de angélico son; es el anuncio festivo de gloria y redención. En todas partes se oye su dulce claro sonar; en las montañas y valles y en las orillas del mar. DOMINGO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD. SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ La verdad del Evangelio sobre el amor humano y la bondad y belleza de toda vida humana se convierte,… en fuente de alegría permanente. El mismo «Cristo necesita familias para recordar al mundo la dignidad del amor humano y la belleza de la vida familiar» . Así, la misión de los padres es insustituible y, como no cabe opción a delegar la transmisión de la vida ni de la fe.[ …] Con respecto a la transmisión de la fe es esencial que esta sea una fe viva, testimonial y alegre, traspasada por la esperanza y la caridad. Sin esos elementos, la persona en general, y el niño en particular, difícilmente podrá experimentar y hacer suyo que el mensaje que le comunican en su hogar y en la vivencia de la parroquia encierra una verdad auténtica; a lo sumo podrá llevarle a repetir frases vacías, comportamientos miméticos que acepta sin comprender y sin hacerlos vida; no le llevará a vivir con alegría, sobre todo cuando otros mensajes, en distinto sentido, lleguen a sus oídos, a sus corazones, que terminarán por anular la experiencia de la causa profunda y vital de dicha alegría. Nadie en la comunidad eclesial puede desentenderse de esta misión. Todos hemos recibido una vocación al amor. Todos estamos llamados a ser testigos de un amor nuevo, de una gran alegría, que será el fermento de una cultura renovada, que pasa por la defensa del amor y de la vida como bienes básicos y comunes a la humanidad. En esta fiesta de la Sagrada Familia pidamos la gracia de experimentar la alegría del evangelio de la familia y ser testigos de esta alegría en los hogares, en la Iglesia y en el conjunto de la sociedad, de modo particular allí donde las diversas pobrezas materiales, sociales o espirituales precisan de un anuncio convincente de esperanza y salvación. (De la Nota de los Obispos de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida con motivo de la Jornada de la Sagrada Familia) LECTURAS DE LA MISA DE LA SAGRADA FAMILIA PRIMERA LECTURA: El que teme al Señor honra a sus padres Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2-6. 12-14 Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados. SALMO RESPONSORIAL Sal 127, 1-2. 3. 4-5 R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos SEGUNDALECTURA: La vida de familia vivida en el Señor Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12-21 Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de EL UNIFORME DE LA FAMILIA todo esto, el amor, que es el UNA TÚNICA POLÍCROMA: ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Misericordia entrañable, Cristo actúe de árbitro en Bondad, vuestro corazón; a ella Humildad, habéis sido convocados, en Dulzura, un solo cuerpo. Y sed Compresión. agradecidos. La palabra de PARA CEÑIR LA TÚNICA: Cristo habite entre vosotros El amor, en toda su riqueza; enseñaos que el ceñidor unos a otros con toda la de unidad consumada. sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos. EVANGELIO Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-52 Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: - «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.» Él les contestó: - « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. Jesús, el Verbo de Dios hecho carne, creció como un hombre más en el seno de una familia humana: la Sagrada Familia, que es el paradigma y el espejo en el que toda familia cristiana debe mirarse. Con la escena de Jesús en el templo, sentado en medio de los doctores, san Lucas concluye el evangelio de la infancia, que había iniciado también en el templo, donde el ángel Gabriel se apareció al sacerdote Zacarías para anunciarle el futuro nacimiento de su hijo Juan. La “subida a Jerusalén” (Cf. Lc 9,51–19,27), el encuentro con los doctores de la Ley y la desaparición de Jesús durante “tres días”, preanuncian ya el misterio Pascual de Jesús (pasión, muerte y resurrección). El sufrimiento vivido por María como consecuencia de la “desaparición” de su hijo lo vivirán también los discípulos de Jesús hasta el encuentro con el resucitado, pasados tres días desde su muerte. La respuesta de Jesús a su madre ― ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?― alcanza su pleno sentido en la resurrección.