Fecha de Publicación: 13 de Junio de 2007 Medio: Semana Económica Pesca Artesanal Ventajas comparativas y des…ventajas competitivas Miguel Ferré Profesor del Área de Control Directivo PAD, Escuela de Dirección de la Universidad de Piura El Perú es uno de los países más ricos en el mundo en producción pesquera; nuestra anchoveta es la especie estrella en la industria acuícola a nivel mundial, nuestra caballa es una especie cotizadísima para elaborar las mejores conservas nuestro jurel es un personaje importante en el mercado mundial de proteínas y nuestra pota es actualmente el cefalópodo más cotizado en el mercado mundial. Es una realidad innegable que tenemos un mar altamente productivo que es el centro de abastecimiento de alimento del resto del Oceano Pacífico y que por lo mismo, en nuestra aguas, encontremos desde abundante fito y zooplancton hasta los ejemplares más grandes y robustos de atunes y espadas. Todas estas especies son parte de una variada cadena trófica compuesta por más de 3,000 especies. Por lo tanto, no cabe duda que comparativamente somos un país privilegiado al momento de hablar de recursos pesqueros. Sin embargo ¿Cómo estamos competitivamente? La industria pesquera tiene dos componentes importantes: El volumen y el valor. Estos dos componentes dan inicio a cadenas de comercialización distintas y negocios de diferentes magnitudes económicas. El volumen lo dan especies como la anchoveta, sardina, caballa y jurel. La característica en común es que son pescadas por la flota industrial, refrigerada o no, que es de gran eficiencia, siendo los costos de extracción bajísimos. Además, las principales empresas pesqueras están integradas, teniendo flota y plantas de harina/aceite, conservas y congelado. La extracción está siendo monitoreada por IMARPE y las cuotas son fijadas por PRODUCE. Con un manejo responsable de pesca, se consigue sin depredar las especies, volúmenes de extracción de más de seis millones de Toneladas al año. Otra flota industrial de arrastre pesca la merluza está en la zona norte, teniendo su principal punto de desembarque Paita. que se procesa congelada. Los costos de extracción son también bajos En los últimos años ha aparecido una especie de volumen, cuando se dejaron de dar permisos a la flota coreana y japonesa, que es la pota o calamar gigante, la cual es pescado por la flota artesanal, que se procesa Por otro lado el componente de valor lo proporcionan especies que por sus propias características intrínsecas y por los gustos del consumidor tienen un lugar especial en el mercado. Entre estas especies tenemos para el mercado interno, la cojinova, lenguado, corvina, mero, langostino, concha de abanico etc. y para el mercado externo erizos, algas, chanque, percebes, ovas de pez volador, centollas, langostinos y conchas de abanico en condiciones silvestres. La característica en común es que todos estos recursos son proveídos por el pescador artesanal, buzo marisquero o recolector de playa; quienes venden a un acopiador-comercializador que con sus cámaras se encarga de llevar el producto a los mercados mayoristas o a las plantas de congelado. La situación de la flota artesanal es dramática, y contrasta fuertemente con la bonanza del sector pesquero industrial, por los altos precios de la harina de pescado y aceite en el mercado mundial, están generando utilidades nunca vistas en el sector. Además se están produciendo una ola de adquisiciones de flota y plantas a unos precios inimaginables dos años antes. La flota artesanal está compuesta por unas 7,500 embarcaciones, mas del 50% de ellas con embarcaciones de 2 a 5 tm. sin bodegas ni condiciones adecuadas para mantener el pescado fresco- no tienen hielo a bordo- con un mínimo de calidad y sin autonomía para realizar viajes de pesca mayores a 2 días Estos pescadores artesanales no cuentan con capacidades de financiamiento para invertir en infraestructuras de procesamiento, frío, transporte y distribución. Esto queda en manos del Estado, que ha invertido en la última década más de 20 millones de Dólares en muelles, e instalaciones de frío y plantas de hielo, a lo largo de la costa peruana en diferentes caletas. Los datos son escalofriantes: existen 38 desembarcaderos artesanales con capacidades de frío en un 55% inoperativo y con 95% con necesidades de repararse parcial o totalmente. Las cámaras de frío son de 5 a 10 TM de capacidad de almacenamiento que no corresponden al volumen desembarcado; las plantas de hielo con capacidades de 2 a 5 tm por día tampoco corresponden a las necesidades de las embarcaciones ni en número y mucho menos al volumen de abastecimiento. Una buena parte del aprovisionamiento de materia prima para la industria de congelados de pota y otros (300,000 tm) proviene de estos pescadores artesanales quienes venden su pesca a los industriales pesqueros dedicados al congelado. Por no disponer de almacenamiento de frío, y ser productos altamente perecibles, en la negociación para la venta de sus productos, tienen todas las de perder. Cuando hay gran abundancia de pesca, entonces los precios caen al suelo, porque lo único que rige es la ley de oferta y demanda Actualmente existen normas sanitarias que exigen estrictas condiciones de sanidad para el procesamiento de los productos pesqueros y certificaciones para los centros de procesamiento que son autorizados para procesar y exportar los productos a la UE y a los EEUU como mercados importantes de pescados y mariscos. También se vienen exigiendo reportes de trazabilidad para conocer la zona de producción (captura) de los recursos y sus condiciones a lo largo de la cadena. Justamente estos reportes y certificaciones son puntos débiles al momento de hablar de los lugares de ingreso de los productos pesqueros a la cadena de abastecimiento de la pesca artesanal. Ninguno de los desembarcaderos artesanales cuenta con certificación para el procesamiento de productos hidrobiológicos ya que por sus condiciones no califican sanitariamente. Pero, ¿Cómo puede exportarse un producto que llegó a una planta con habilitación si en la cadena de abastecimiento no cumplió con esa exigencia? ¿Qué pasará cuando estas normas se hagan extensivas a los desembarcaderos y a las embarcaciones? El pescador artesanal es un excelente operativo y sus capacidades ancestrales de pesca y técnicas de captura no pueden ser cubiertas por ningún otro agente productivo. Sin embargo, está viviendo en un régimen de subsistencia por lo cual no puede salir adelante sino es con una ayuda de su comprador El Estado es quien hasta ahora se ha preocupado de apoyar a los pescadores artesanales con la construcción de los desembarcaderos , tal como se ha dicho, dejando a las asociaciones de pescadores la facultad de dirigir esos centros, con resultados desastroso, pues no estaban preparados para ello . Si las actuales empresas de congelado que se aprovisionan de los pescadores artesanales no se preocupan de toda la cadena productiva, desde que sale el pez del agua, incluyendo el buen mantenimiento de las instalaciones de frío y plantas de hielo en los desembarcaderos, pueden tener en un futuro próximo problemas pues no van a pasar las normas sanitarias de la UE y de EEUU. No puede dudarse que muchos de los desembarcaderos tienen excelentes condiciones para funcionar como desembarcaderos, pero no como centros de procesamiento primario, y muchos de ellos deberían ser importantes proveedores de frío pero no fueron dimensionados así. El Estado (próximamente las regiones) debería poner en manos de terceros la modernización de estos desembarcaderos, para que puedan invertir y rentabilizar los desembarcaderos construyendo infraestructuras complementarias que sirvan como pre centros de procesamiento de las grandes plantas de congelado y como centro de abastecimiento de servicios logísticos para las operaciones en tierra y en mar. Para lograr este objetivo es importante que se creen las condiciones legales adecuadas, donde no se limite el acceso a la inversión privada por criterios poco técnicos y de medidas de subsidio que no ha dado resultados hasta hoy Este esquema es perfectamente válido para nuestro mercado interno puesto que en los últimos años también el consumidor local es más exigente con la calidad y sanidad, y de modo especial las centrales de compra de supermercados y los jefes de compras de los mejores restaurantes. En conclusión, tenemos grandes recursos pesqueros, pero hasta la fecha los que se han beneficiado de las ventajas comparativas de nuestro mar son las empresas integradas y Flota industrial, siendo los pescadores artesanales los grandes olvidados y marginados. Y son las empresas dedicadas a la comercialización del pescado fresco, congelado y conservas de alto precio, los que tienen que preocuparse de que sus suministradores de pescado –los pescadores artesanales- vayan teniendo las condiciones competitivas que son necesarias en un mundo cada vez más exigente, a la vez que vayan elevando sus condiciones de vida a un nivel más humano y profesionalmente más capaz