Teoría del Crecimiento Económico: Síntesis de las conferencias ¿Qué aprendimos en 15 años? De Xavier Sala-i-Martin y Perspectives on growth theory de Robert Solow. Introducción Luego del impulso que tuvo el estudio del tema del crecimiento económico en las décadas de 1950 y 1960 este se estancó, hasta casi desaparecer de la consideración de los economistas. Fue a causa de los trabajos de Paul Romer (1986), principalmente el que titulo “Increasing Returns and long run growth” los que pusieron sobre el tapete las investigaciones sobre el crecimiento económico nuevamente. En el año 2001 tuvo lugar la quinta conferencia anual del Banco Central Chileno, donde Sala –i-Martin expuso un trabajo titulado ¿Qué aprendimos en15 años? En referencia al impulso que Romer le dio a la revisión de los temas de crecimieno. Estos nuevos estudios Sala les llama “la nueva literatura.” Este autor es conocido por todos nosotros en el curso, por ser uno de sus libros parte de la bibliografía obligatoria de la materia. El objetivo principal de Sala en esta conferencia fue señalar la importancia que la nueva literatura tuvo en el mejoramiento de la comprensión del crecimiento económico. Aportes de la nueva literatura al estudio del crecimiento. 1) Los nuevos trabajos constan de bases de datos de mejor calidad que las que pudieron disponer los pioneros. Es justo decir que este avance es posible gracias al extraordinario desarrollo que ha tenido la informática en las últimas décadas que ha facilitado el manejo de datos enormemente. Destaca la base de datos de Summers y Heston (1988, 1991) hechas sobre las cuentas nacionales para un gran corte transversal de países sobre un período largo de tiempo, ajustadas por poder adquisitivo entre países. Lo cual permite hacer comparaciones de distintos niveles de PBI en un momento dado. Barro y Lee (1993) construyeron variables relacionadas con la educación y el capital humano. Esto es importante ya que la primera generación de estudios sobre crecimiento endógeno le daban una importancis significativa a estos rubros como impulsores del crecimiento. Otras bases nuevas incluyen variables que reflejan aspectos sociales e institucionales de los países. Estas son muy útiles para aquellos que estudian la relación entre crecimiento y el estado de las Instituciones. 2) Mejora de la relación entre teoría y realidad. Según Sala los primeros estudios citaban algunos “hechos” de la realidad para ilustrar mejor las teorías expuestas. Los estudios actuales, por el contrario, formulan ecuaciones econométricas más precisas, incorporando estas relaciones a los datos. Su trabajo en coautoría con Barro (1992) utiliza una ecuación que relaciona el PBI per cápita con el nivel de PBI per cápita inicial. Sala se detiene a explicar una serie de ecuaciones econométricas formuladas por distintos autores que daban como resultado que no había correlación entre el PBI inicial y el crecimiento. Una consecuencia importante era que fracasaba ante los hechos la validez del modelo neoclásico, a favor del modelo de crecimiento endógeno o AK. Pero este era un resultado erroneo fruto de un artificio estadístico. Al solucionar este problema tomando una regresión multivariada, donde toman no solo el nivel de ingreso sino también representantes constantes para el estado estacionario. Esto llevó a considerar a la convergencia condicional como una de las regularidades empíricas más sólidas y robusta de los datos. A su vez concluyeron que los datos no rechazaban al modelo neoclásico, si al modelo AK. Lo más importante de este punto es que los economistas tomaron más seriamente la teoría cuando la llevaron a los datos. 4) La convergencia ponderada. Un tema polémico en la teoría neoclásica del crecimiento es la validez empírica de la convergencia ya sea absoluta o condicional. Sala agrega que es importante conocer si vivimos en un mundo donde los ricos se hacen más ricos y los pobres cada vez más pobres, o si los pobres tienden a mejorar su calidad de vida más rápido que la de los ricos. De aquí surge el interes de algunos estudiosos por el tema de la distribución del ingreso mundial. La varianza de este ingreso es un aspecto interesante de esa distribución. También se concluye que la unidad de estudio no deberían ser los paises sino las personas. Desde este punto de vista el ingreso per cápita de China importa más que el de Uruguay, ya que China tiene 400 veces más población que nuestro país. Por eso se usa, como medida de la desigualdad, la varianza ponderada por la población del logaritmo del ingreso per cápita. Esta medida no sirve para medir la desiguladad dentro de un país. Se observa que si bien en China el ingreso por persona ha mejorado en los últimos 20 años, ha aumentado la desigualdad dentro de l a sociedad China. 5) El uso de regresiones de corte transversal entre paises. Esta linea de estudio la comenzó Barro (1991) y con ellas logra encontrar los determinantes del crecimiento. γ =βX+ω Donde X es un vector de variables que se tiene la intuición que son determinantes del crecimiento. Hay muchos trabajos sobre esta busqueda y se puede llegar sintéticamente a las siguientes conclusiones: A)No existe una única causal del crecimiento. B) El nivel inicial de ingresos es la variable más robusta C) El tamaño del gobierno no influye, si su calidad. D) Increiblemente parece que el capital humano y crecimiento tienen una relación débil E) La expectativa de vida se coorrelaciona positivamente con el crecimiento. F) Las instituciones son importantisimas. (estado de derecho, derecho de propiedad, justicia independiente) G) Las economías más abiertas crecen más que las proteccionistas. 6) Modelos con Progreso Técnico y competencia imperfecta en los modelos de crecimiento. Para explicar estos procesos Sala nos dice que cada vez son más los nuevos autores que se alejan de los modelos que se apoyan en el óptimo de Pareto. Para el caso del Progreso Técnico dice que es más conveniente que los paises ricos compren los productos intensivos en I+D a su precio de mercado y los subvensionen a los países pobres, como el caso de vacunas. Opción más conveniente que los Estados subvensionen directamente la (I+D) Perspectivas sobre la Teoría del Crecimiento Robert Solow plantea en el artículo que el actual renacimiento del interés en la teoría del crecimiento se desencadenó por los artículos de Romer (1986) y Lucas (1988) y que si bien todavía no es el momento para hacer una evaluación, trata de analizar el tema desde algún tipo de perspectiva histórica. Para eso distingue tres etapas de interés en la Teoría del Crecimiento durante los pasados 50 años. La primera asociada con la obra de Harrod (1948) y Domar (1947). La segunda etapa fue el desarrollo del modelo neoclásico y una tercera atapa que comenzó como una reacción a las omisiones y deficiencias en el modelo neoclásico, pero generando su propia alternativa de preguntas y respuestas. Veremos entonces el análisis que realiza Solow de cada una de las etapas referidas. El impulso de Harrod-Domar Sobre este modelo, Solow plantea una serie de contradicciones derivadas de la falta de endogeneidad de algunas variables fundamentales. Para eso, y suponiendo que la productividad del trabajo está aumentando a la tasa m. y la fuerza de trabajo está aumentando a una tasa n, plantea que la producción total debe crecer a la tasa de m+n, en promedio, o sino la tasa de desempleo se elevará de forma indefinida (en caso que el crecimiento de la producción sea demasiado lento) o la economía se quedará sin trabajo (si el crecimiento de la producción es muy rápido). Pero como la tasa de crecimiento debe cumplir una condición totalmente independiente y es que debe ser igual al producto de la tasa de ahorro de inversión (s) y la relación producto-capital (a), las dos condiciones pueden reconciliarse solo si sa = m + n. Pero no hay ninguna razón para que esto ocurra, porque los cuatro parámetros vienen de cuatro fuentes totalmente distintas. Esta construcción parece tener dos consecuencias negativas. La primera es que las economías observadas deberían pasar la mayor parte de su tiempo experimentando episodios prolongados de alza o baja de las tasas de desempleo y/o prolongados periodos de subida o caída de la utilización de la capacidad. Pero eso no es lo que aparentemente sucede en las principales economías capitalistas. La segunda consecuencia evidente es esta. Supongamos que el primer problema puede ser eludido. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en un país en desarrollo con una gran reserva de mano de obra rural. Podría tener una fuerza de trabajo industrial creciendo, cualquiera que sea la tasa requerida, sa-m y las consecuencias solo se observarían en el crecimiento o disminución de la población rural. Este tipo de economía podría aumentar a largo plazo la tasa de crecimiento industrial más que su cuota de inversión. Pero si el desarrollo económico fuera tan fácil, sería difícil entender por qué los países más pobres no han seguido ese camino para un rápido crecimiento. Incluso los países ricos seguramente hubiesen querido aprovechar esta posibilidad algunas veces. Algo parece estar equivocado con esta forma de ver el crecimiento económico a largo plazo. La forma sencilla de evitar la primera de estas conclusiones erróneas es reconocer que al menos uno de los cuatro parámetros subyacentes probablemente sea endógeno. Entonces la condición sa = m + n puede tener una solución la mayor parte del tiempo, y puede haber un proceso de ajuste plausible que permitirá el crecimiento sin interrupciones. Obviamente, la tasa de inversión s y la relación capital-producto a son los candidatos naturales a endogeneizar. Nicholas Kaldor (1956), Bértola (1992) y otros trataron de usar s de esta manera, introduciendo diferentes tasas de ahorro para diferentes categorías de ingresos, especialmente salarios y beneficios, y luego centrándose en los cambios en la distribución funcional de los ingresos como el mecanismo que obliga a la tasa de ahorro agregada a variar de forma endógena. Es justo decir que esta manera de resolver el problema no alcanza, en parte por razones empíricas y en parte porque el mecanismo pareciera requerir que los precios de los factores estuvieran completamente divorciados de las consideraciones de productividad. La respuesta neoclásica El modelo neoclásico estándar, por supuesto, resuelve el problema haciendo que la relación producto-capital a sea la variable endógena. Entonces, el crecimiento de la productividad del trabajo m tendrá un componente endógeno también, como los cambios de intensidad de capital; pero seguirá teniendo un componente exógeno que es el progreso técnico. Esto tiene varias ventajas relacionadas. Se ajusta bien con el resto de la economía y la posibilidad de aumentar la relación productocapital mediante la sustitución de la mano de obra por capital es un dispositivo cómodo y sensato, sobre todo a largo plazo. El mecanismo de ajuste implícito es sencillo. Si sa - m> n, por lo que el trabajo es cada vez más escaso en relación al capital, de forma natural podríamos esperar una relación creciente salario-renta y las empresas, minimizando los costos, naturalmente sustituirán capital por trabajo. La relación producto-capital caería y la economía se acercaría a satisfacer la condición de consistencia. De manera similar sucedería a la inversa. Las suposiciones acerca de los rendimientos decrecientes son necesarias para hacer este mecanismo de trabajo más fácil para la mayoría de los economistas, sin embargo no es esencial para el funcionamiento del modelo. Por lo tanto, esto no implica que el modelo puede funcionar perfectamente bien con rendimientos constantes a escala. La disminución de los rendimientos del capital implica que la tasa de largo plazo de crecimiento es completamente independiente de la cuota de ahorro-inversión. Una economía cerrada que se las arregla para aumentar o disminuir la proporción de la producción invertida, y se adhiere al programa, experimentará un aumento o disminución en su tasa agregada de crecimiento, pero sólo temporalmente. Eventualmente, la tasa de crecimiento recae de nuevo a su valor en el largo plazo. Esta tasa subyacente de crecimiento es la suma de n y el componente del progreso tecnológico de m. El único efecto permanente del cambio de mantener la inversión será un desplazamiento hacia arriba o hacia abajo en el nivel de la trayectoria de tendencia, pero no en su pendiente. El aumento de la tasa del crecimiento per cápita no sólo no es fácil en este modelo, es imposible a menos que la tasa de progreso técnico puede ser alterada deliberadamente. Esta inversión de las conclusiones ha llevado a una crítica del modelo neoclásico: se trata de una teoría del crecimiento que deja el principal factor del crecimiento económico sin explicación. Hay algo de cierto en esa observación, pero también una idea residual equivocada. En primer lugar, decir que la tasa de progreso tecnológico es exógena no quiere decir que o bien es constante, o totalmente errática, o siempre misteriosa. Uno podría esperar que la tasa de progreso técnico pueda aumentar o disminuir de vez en cuando. Tal evento no tiene una explicación dentro del modelo, y puede no tener ninguna explicación aparente. En segundo lugar, nadie podría haber tenido la intención de negar que el progreso tecnológico es, al menos parcialmente, endógeno a la economía. Valiosos recursos se utilizan en la búsqueda de la innovación, presumiblemente con alguna esperanza racional de éxito financiero. El sistema de patentes está destinado a consolidar esa esperanza, y por lo tanto atraer más recursos en la búsqueda de nuevos productos. Sería muy extraño en efecto, si toda esa actividad no tenía nada que ver con el logro real del progreso tecnológico. Las nuevas alternativas La dirección tomada en un primer momento por los nuevos modelos teóricos de crecimiento no fue hacia un enfoque directo de las economías del progreso técnico. Era algo mucho más simple: un abandono claro de la idea de rendimientos decrecientes del "capital" (ahora interpretados como el conjunto de los factores de producción acumulados, entre ellos el capital humano o incluso el stock de conocimientos). El modelo de competencia imperfecta se hizo necesario por la aparición de rendimientos crecientes a escala y la incorporación de competencia monopolística en la teoría del crecimiento es algo bueno que tienen los nuevos enfoques. La presencia de rendimientos crecientes a escala no es la esencia de estos nuevos enfoques. Es perfectamente posible tener rendimientos crecientes a escala y preservar todos los resultados neoclásicos estándar. Lo esencial es el supuesto de retornos constantes de capital. La presencia de los rendimientos crecientes a escala es entonces inevitable, porque de lo contrario el supuesto de rendimientos constantes de capital implicaría una productividad marginal negativa de factores distintos del capital. Otro de los temas importantes es la cada vez más grande disposición de datos empíricos disponibles y la interpretación que se hace de estos estudios de sección transversal. La introducción de una amplia gama de variables explicativas tiene la ventaja de ofrecer cierto refugio al sesgo producido por las variables omitidas. A medida que el rango de explicación se amplía, se hace cada vez más difícil creer en una relación estructural subyacente. Un estilo particular de trabajo empírico parece haber surgido de la conjunción de la teoría del crecimiento y de los datos comparativos de las cuentas nacionales recopilados por Summers y Heston (1991). Se basa en regresiones internacionales de sección transversal con el crecimiento promedio de las tasas de los diferentes países como la variable dependiente y varios factores político-económicos en el lado derecho que fácilmente pueden afectar la tasa de crecimiento, si es que la tasa de crecimiento se puede afectar con facilidad. Sería mejor admitir que no parece este un proyecto que inspire confianza ya que es demasiado vulnerable la parcialidad de omitir variables y la simplificación extrema de representar las muy diferentes economías nacionales, explicadas como diferentes "puntos" sobre alguna superficie bien definida. Estas debilidades son confirmadas por Levine y Reinelt (1992) y Levine y Zervos (1992), quienes encuentran que estas regresiones de corte transversal no son robustas para elegir las variables explicativas y además estadísticamente poco atractivas. Estudios más estrictamente enfocados- como los de Mankiw, Romer y Weil (1992) e Islam (1992)- parecen favorecer una versión ampliada del modelo neoclásico. Pero el valor real de la teoría del crecimiento endógeno saldrá de su intento de modelar el componente endógeno del progreso técnico, como una parte integral de la teoría del crecimiento económico. Aquí también el pionero fue Romer (1990) y muchos otros han seguido su ejemplo. Este es un problema muy difícil por varias razones. Por un lado, probablemente haya, un elemento exógeno irreductible en el proceso de I + D, al menos exógeno para la economía. Los campos de investigación se abren y se cierran de forma impredecible, en la economía, así como en la ciencia y la tecnología. Esto se refleja, por ejemplo, en la frecuencia con que los proyectos de investigación terminan por encontrar algo que ni siquiera estaba contemplado en la toma inicial de decisiones. Esto no es en absoluto negar el carácter parcialmente endógeno de la innovación, pero sólo para sugerir que la "producción" de la nueva tecnología no puede ser una simple cuestión de entradas y salidas. Una segunda dificultad, sin duda relacionada con la primera, es la gran incertidumbre que rodea muchos proyectos de investigación. Si es así, entonces se carece de las técnicas analíticas apropiadas. En tercer lugar, no queda claro cómo saber si se está ante un modelo prometedor. La mejor fuente de material empírico pueden ser estudios de casos históricos, pero entonces la prueba de la verdad está obligado a ser borrosa. Existen, por supuesto, historiadores y sociólogos, así como economistas, que estudian el proceso de I + D en detalle contextual. Sus puntos de vista y conclusiones no tienen por lo general una forma que pueda ser utilizada por un modelo macroeconómico-constructor, e incluso puede considerar a la abstracción y la codificación necesaria como una especie de violación. Aun así, no hay excusa para ignorar las generalizaciones que surgen de otros estilos de trabajo. Modelos de innovación pueden ser construidos a partir de la nada, pero sin duda es mejor utilizar los materiales más duraderos si están disponibles. Lo mejor, sin duda, sería la colaboración entre constructores de modelos y aquellos que usan métodos informales, a un compromiso entre, por un lado, de la necesidad de precisión y por el otro lado, el sentido de la complejidad. Aghion y Howitt (1992) hacen un modelo formal en el que cada innovación mata a sus predecesores. Es obvio que algunas innovaciones reducen o eliminan las rentas que de otra manera se han acumulado en las innovaciones anteriores, y este hecho de la vida tiene que ser tomado en cuenta en cualquier comprensión del proceso. Pero a veces, quién sabe, tal vez con la misma frecuencia, las innovaciones son complementarias con sus predecesores y aumentan sus rentas. Esta posibilidad también es importante. El gasto en I + D puede ser una medida inadecuada de los recursos dedicados a aumentar la productividad. Cómo entender y modelar esa otra manera es una cuestión importante. Por último Solow desliza algunas críticas más idiosincráticas de la nueva ola. La idea del crecimiento endógeno, captura la idea de que a los teóricos del crecimiento a menudo les basta con insertar los supuestos favorables de cualquier manera, y luego hay una tendencia a pensar que algo se ha demostrado. Supongamos que la función de producción es Af(K,L), donde A representa el progreso técnico y las innovaciones exitosas hacer una A más grande. Para ello, se da por supuesto que existe algo significativo llamado "una innovación" y una corriente de estas innovaciones se produce como resultado de las decisiones tomadas por las empresas. Es fácil estar de acuerdo que el flujo de innovaciones por unidad de tiempo depende de la cantidad de recursos dedicados a la creación de ellos. Si una innovación genera un aumento proporcional de A, entonces tenemos una teoría del crecimiento endógeno sencilla. Se gastan más recursos en I+D, habrá más innovaciones por año, y la tasa de crecimiento de A será mayor. Pero supongamos que una innovación genera sólo un aumento absoluto de A: entonces, una mayor asignación de los recursos a I+D consigue un salto de una sola vez en la productividad, pero no un ritmo más rápido del crecimiento de la productividad. No sé cual es el supuesto mejor, y estos son sólo dos de muchas posibilidades. Lo mejor para una agenda de investigación sería un intento de extraer algunas hipótesis poco viables de la masa abigarrada de casos de estudio, historias de negocios, entrevistas, testimonios de expertos, cualquier cosa que pueda arrojar luz sobre una buena manera de modelar el flujo de aumento de la productividad, las innovaciones y mejoras. CONCLUSIONES Ambos autores reconocen que ha habido una evolución favorable desde los inicios en épocas de Harrod-Domar a los tiempos actuales para explicar el crecimiento económico. No obstante son concientes de que queda mucho por explicar. Sala mismo nos dice que hay 700 millones de personas solamente en África esperando respuestas para mejorar su pauperrrimo nivel de vida. Desde un punto de vista teórico no se ha podido lograr un modelo que endogeinice el progreso técnico en forma satisfactoria. Todos estamos de acuerdo que el progreso técnico es factor fundamental de crecimiento, pero ¿cómo llevar esto a un modelo? Es un problema que aún no tenemos una respuesta que satisfaga a todos. Hay dudas o mejor dicho no hay unanimidades en como fomentar la (I+D) y en como esta repercute en el progreso técnico. Si bien ambos autores reconocen una mejora en el manejo de bases de datos que ayudan a explicar mejor las causas del crecimiento, para Solow fundamentalmente un mal manejo de las variables explicativas pueden estar ocultando determinantes. Los dos autores destacan la validez actual del modelo neoclásico de crecimiento, a pesar de ha sido muy discutidos sus fundamentos y principalmente una de sus conclusiones: la convergencia de las tasas de crecimiento de los paises.