MEDIONA HISTORIA N° 2 - 2000 - CUARTA ÉPOCA ''TO COOKL OU 1STOT TO COOK": COMIDA HOSPITALARIA I— Y ALIMENTACIÓN CIENTÍFICA DEL PACIENTE EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX : Fernando Salmón Descripción: MICETAL ¡flulnmazoli es un antifungico tópico del tipo ¡midazolico. Al igual que otros derivados imidazólieos, flulrimazol interfiere la s-r-:tsis del ergostecol mediante la inhibición de la actividad del enzima lanoslerol-14a-desmel¡!asa, lo que «19na cambios en la membrana celular del ñongo. Composición: MICETAL Crema dérmica: Flulrimazol (DCI), 10 mg por g de crema, Escipientes: alcohol bencílico, cetomacrogol 1000, alcohol cetoestearilico, monoestearatode gkerilo J0-M c ;. adipato de isopropilo, losfalo d ¡sódico anhidro, fosfato monosodico íihidrato. macragol 400 y agua purificada cs.p, MICETAL Ge|: Flulrimazol [DCI). 10rogpor g de ge!. Excipientes: agua purtada.acrilato/eítearileter-20-metacrilatopptfimm.nidróxido sódico, polisorbato 20. diazolidinil urea, caprilil/capril glucósidos al 60't, cocamidopropilbetaina, dimeticona propil pg belaina y perlume. MICETAL Solución; Fluinmazol (OCI), 10 mg por mi de solución. Excipientes: octildodecanol, macrogol 400, etand cs.p. Indicaciones terapéuticas: MICETAL Crema dérmica y Solución dérmica están indicados para el tratamiento tópico de las mfcdtó superficiales de la piel, tales como la tina en sus variedades de: linea pedís |pie de alíela), linea eiwis, íínsa corpora, titea Itué el barda? y Una inguinalis, causadas por Trichophyton, Micrpsporum y por el Epidermophylonfloccosuiri. ín el tratamiento de la candidiasjs cutánea producida, principalmente, por levaduras del genero Candida. También está indicado en el tratamiento de la p¡tiriasis versicolor. MICETAL Gel esta indicado para el tratamiento tópico de la pitiriasis capitis (caspa) y dermatitis seborreica. Pomología y forma de administración: MICETAL Crema dérmica debe aplicarse una vez al dia tanto en adultos como en niños mayores de 10 anos. La crema debe ser aplicada en cantidad suficiente para cubrir la extensión de la lesión y zonas adyacentes, favoreciendo su penetración a través de un ligero masaje. En lesiones de loe a Ilación intertriginosa se aplicará una pequeña cantidad de la crema para evitar la maceración de la piel. MICETAL Gel se aplicará 3 veces por semana durante un período de 4 semanas, tanto en adultos como en niños a partir de 10 años de edad. El gel debe ser aplicado en cantidad suficiente sobre el cuero cabelludo y áreas adyacentes mediante un suave masaje o Inccidn, dejándolo actuar de 3 a 5 minutos antes de aclarar con agua abundante. Si la mejoría clínica no es evidente después de i semanas de tratamiento, el diagnóstico debe ser reconsiderado. MICETAL Solución dérmica debe aplicarse una M al dia tanto en adultos como en niños mayonesde 10 años, la solución déte ser aplicada en cantidad suficiente para cubrir la extensión de la lesión y zonas adyacentes en los pacientes diagnosticados de dermatofitosis y cardidiasis cutánea, y en todo el tronco en los pacientes diagnosticados de pitinasis versicolor. La duración del tratamiento, se trate de crema o de solución dérmica, depende del tipo de lesión o microorganismo infectante y de su Idealización. No obstante, ya en los primeros días de tratamiento con MICETAL crema o solución, se evidencia un alivio de los sinlomas dérmicos. El periodo de tratamiento aconsejable a electos de disminuí la posWidad de recidivas es: íínea pedís (pie de atleta) y micosis mterdig ¡tales, 4 semanas; linea corpom. 2 a 3 semanas; pitiriasis versicolor. 1 a 2 semanas: y en candi días is cutáneas superficiales. 2 a <l semanas. Si la mejoría clínica no es evidente después de 4 semanas de tratamiento, el dagnoslco debe ser reconsiderado Se recomendara a los pacientes las nabituates medidas higiénicas para ei'iiar fuentes de infección o reinfección. Contraindicaciones: MICETAL está contramücado en sujetos que presenten antecedentes de hipersensibilidad a otros antitún^icos imidaidlicos, o a cualquiera de los componentes de la lorma farmacéutica empleada. Advertencias: Solo para uso externo. MICETAL no debe utilizarse por vía oftálmica ni aplicarse en áreas mucosas. Si una reacción dérmica sugiere sensibilización o irritación quimicapor empleo de MICETAL, eliralamiento debe ser discontinuado y se instaurarán las medidas terapéuticas ap'Opiadas. En el caso de MICETAL crema o solución, es necesaria la confirmación diagnóstica por e»amen directo (KOK| y/o cullivo pa;a el correcto tratamiento de tá dermafomicosis. No eiislen ensayos clínicos en enema, gel o solución, realitados con niños menores de 15 anos. Interacciones: No se han descrito interacciones. Embarazo y lactancia: Los estudios en animales han mostrado que no e»ste evidencia de efectos mutagénicos o teraiogéni eos atnbui bles a llutnmazol. No existe experiencia clínica con MICETAL en estudios controlados con muferes embarazadas. MICETAL puede ser utilizado en el primer trimestre del embarazo sólo cuando el tratamiento sea considerado esencial para el bienestar de la paciente. Se desconoce si MICETAL es excretado por la leche materna, por lo que debe utilizarse con precaución durante el periodo de lactancia. Reacciones adversas: Durante los ensayos clínicos la incidencia de reacciones adversas descritas mas frecuentemente con MICETAL crema dérmica (ueron; ligera quemazón, irritación, picor y enlemaen la zona de aplicación. No hubo incidencia de reacciones adversas (ras la utilización de MICETAL sel en los ensayos clínicos. No obstante, al igual que en oíros preparados antifungeos imidazólicos no puede descartarse la posible aparición, en algunos casos, de imacion o quemazón local tras las pnmeras aplicaciones. La ¡nodencia de reacciones adversas con MICETAL solución dérmica durante los ensayos clínicos estuvo relacionada con la cantidad de producto aplicado. En los pacieres diagnosticados de pitiriasis versicolor, los cuales se aptearon el pioducto en toda la extensión del tronco, hubo un 35'i de reacciones adversas, siendo las más frecuentes: entena y prurito los primeros días de aplicación del tratamiento. En cambio, en los pacientes diagnosticados de demiatolilosis y candidiasis cutánea, pacientes que se aplicaron el producto en la zona lesionada y adyacente, sólo presentaron un 5 ; i de reacciones adversas, eritema y prurito en la zona de aplicación. Sobredes ificae ton; Dada la baja concentración de principio activo y su administración por vía tópica, es poco probable la posibilidad de una sobredosificación o intoxicación con MKÉTAL, por lo que no es previsible que se produzcan situaciones deriesgovital en el paciente. No obstante, en caso de ingestión accidental de una canlidad a preciable, se instaurará el tratamiento sintomático apropiado. Incompatibilidades: No se han descrito incompatibilidades. Presentaciones y PVP: MICETAL Crema dérmica al 1 * . Tubo de 30 gramos. PVP |IVA) 1.345- ptas: Tubo de W granos. PVP ¡IVA) 2.44S- otas. MICETAL Gel a l i ' i . Envase con 100 gramos. PVP (IVAH.JJ5-ptas. MICETAL Solución al líe. Envase con 30 mi. PVP (IVA) 1.334- ptas. Condiciones de prescripción y dispensación: Con recela médica. Financiable por la Seguridad Soda). J. Uriacti I Cía, S.A. Dega Bahi, 59 • 03026 Barcelona I . É Grupo URIACH wi.wj.jriach.com • • B ^ ^ K I a fU t \ ^ ^ KH I f* f\ I f l I . 11 ^ ^ ^ ^ • • • • • • • • • • l i l i • • • • l i l i •• • | • II• I • • I • ™ • I l I I C \ *J C 3 i M M • 0^ tW^^B 0^ I l i l i • • • • i l i l í IJ I I ^^M • ^mM • I ^ ^ ^ II v i | I • H • I I I I I l l l l l l l l I ^^B ^^M M Bfl I ™ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ • ^ ^ ^ ^^ FlUtrimaZOi á * MEDICINA MEDICINA P22 F HI^ORM REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LAS CIENCIAS MÉDICAS Centro de Documental: ion de Historia de la Medicina de. J. URIACH&Cta.,S.A. Dega Babí, 59-67 08026 Barcelona ^.^^••^-...i I T *^^^^™"^^^TT"* . B^HP ,. ,i—^ . i^J • • " • • ^ ^ ^ ^ ^ ^ • • • M » » «^H * | ^ < < ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ » ^ _ Dirt-i i. .i Dr. Jiinn I 'riach Marsal V 8-^- ? 5 f• P^IJgffT Secretario ck* Redacción: Di [osé Danón Bretos \^yk' uí'íW i. B.2394299 ^^^•'•^^^•^•'Í^^H Rfl Cfll í ./^ I P — i ' - ||M| ^ H T ^ ISSN: 0300-8169 "TO COOK Oíí NOT XO COOK": COMIDA HOSPITALARIA Y ALIIMETSÍXACIÓTN C I E N T Í F I C A DEL PACIENTE EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX Fernando Salmón Universidad de Cantabria, Santander E n 1932, la revista de la American Hospital Association incluía entre sus páginas el siguiente anuncio: "La atención médica puede ser la mejor, el servicio de enfermería insuperable y c\ equipamiento el más moderno, pero lo que la mayoría de los pacientes recuerdan del hospital es la comida"1. Es interésame subrayar, que ésto que la mayoría de los pacientesrecuerdan.esloque la mayoría de los historiadores de los hospitales suelen olvidar. Sin embargo, un recorrído por la escena hospitalaria norteameiicina de Kb ai n >s 50 demostraría que el anunciante estaba en lo cierto. La comida aparecía como un tema importante en la definíción del hospital contempo- ^ ^ M ^ | ^^É I ^ ^ . f Kli yaSSSSSm^r ML I ^ B B I ^ • C ¥: V •^^*i^^ ^^ I ^ ^ i^^^C^P^ Vm w ^ - ^ jr ^k • • f', J ^ *%^ m . . DUt t h e I •»,/ * ^ v* ' 1* 90tv ^ ^ ^ ^ B r O I I 6 II I • "yE^F^tr BU • • i raneo. En un periodo en el RemeiTlberS n. t h e FoOCt que lafinanciaciónhospitalaria se basaba, de modo creciente, en las contribuciones de las clases medias por pago de sen-icio, el descontento del , ^^^^^^^^^^^^mmmm ' T h c **«'<•"> Hospital, 38. abril , 1932, 133 Cliente - p o r niZÓn de Catering o de alojamiento-no ayudaba en absoluto a la promo. = VOGEL, M J. "Mansmng modídne: SiXnt^?Ssutes, 1895-1915". En: L. Granshawi R. í i i . . i V^ ^ J ^ jwj además otras aplicaciones para la economía hospitala- JI • 2, " " • Rlllllll'llnc- wm^*iK>. "I:\'''! u""','V ínl\r!"\? ,, É M I^ ^ ^ i DA I : < ' . i ' . : . ' . " ' I I • •• • I • •. I . A V J I S J S ^ I nuevo hos]3ital en Santander, Este nuevo centro, la Casa de I J I ci J W I I ra material y concept ual del hospital moderno. Este nuevo concepto de hospital que fue materializándose en Norteamérica en los años de transición del siglo XIX al XX, tuvo un poderoso atraeüvo para los médicos españoles que en ! ^2>•, tuvieron el encargo de organizar un .':'!. i : i . , ' . " . i",; N. -.•. i. •>),-. í w > ,"'; i I ria, siendo un quebradero de cabeza p í a los administradoi-roliaron para redeíí nir es]iares une veían cómo se consucios de poder en la estructumía un tercio del presupuesto del hospital en ella1. La comida hospitalaria también protagonizó un importante papel en la política sexual en juego en la nueva institución. Era unasuntodemuieresyeomo tal, la principal mercancía con hi que negt >ciar en las cstrategias que las mujeres desa- ll ull A •HlPHfflHfflir^^^^ KÍB|lÍPÍifSV k K | de pacientes y pe rsonal tenía Poner (eds.) Tin- hospital i« hisri>n: — ^ — ^ — cioti del hospital entre esta clase sociaP. La alimentación -n i Salud Valdcci I la, incluyó entre sus senicios un Depaitamento de Química donde se lievarón a cabo de modo regular estudios de nutrición sobre la comida consumida regulamiente en el hospital. Isabel Torres (Cuenca, I9íb), una mujer licenciada universitaria, estuvo a cargo de esta tarea y ^&£va*f ; LEWINSKI-CORW IN. I I I , .„ hospiuil siiii£i[¡i>n in ertater New ií>m. Repon (ifu survey ofhospiíak ¡n ^mmití,• í'FríÍT^'iít'íí .l'^t'm •. «í -^J. ^í¡. ine. New Votk: Putnami 1924,pp. 112-13ypp. 144-154; Goid waíer, s.s Wnonitt lí" 1 ^',^^^¡wnáioí'tic Ameritar DÍÍKIÍÍ Assoc\at\m, i, junio 192 i, 11 *uui primera versión mas extensa sAuK^.I5fflSta?: Remembers the Food: A New Diet, En H. Kammingí; A.Cumiinaimm [ j * '.¿'^ ^ j " 1 ; ' I1,'1;1' ;'¡:";' i; '• n ¿ Atlanta: Rociopi, \w=>. pp. 259-287. M1 11 1 1 m. A ^fe UJ Atei^^ la Casa de Salud Valdeciíla se presentaba en su publicidad i , . i i í como el umeo hospital español público que alimentaba a sus pacientes de un modo científico. Este trabajo pretende analizar los múltiples significados de esta oferta en la escena hospitalaría internacional del primer tercio del siglo XX. Las dietistas e nl a oreanizacíón liOSDÍlalaria del nrillici lercio del SÍfflo XX En los años 30, en EEUU, y Canadá, un departamento de. dietética bajo el control de una dietista se convirtió en uno de los rasgos distintivos de lo que los contemporáneos llamaron cl hospital moderno. Nume rosos tactores influyeron en el planteamiento y desarrollo de j i j i diversos cambios epistemológicos -desarrollo de un nuevo i i i i • j 1 -j i daje de las dos racionalidades -la industrial y la científica-, 1 modelo de medicina de clara influencia germánica-y sodales -industrialización—, uno de los elementos que ayudaron a perfilar esta peculiar oferta fue la Asociación Hospitalaria Americana (AHA). Fundada en 1899 de la mano de personal hospitalano no sanitario, se planteó como un foro de discusión donde el hospital-como espacio mate™a' ^ organización social-, y no sólo la medicina que se hacía dentro, era lo importante 4 . Los planteamientos de la Asodación conectaban con el marco ideológico del taylorismo y adornaban sus propuestas con las palabras clave de eficacia y modernidad. No sólo la industria fue objeto de esteucercuuiíctno. la medicina y concretamente la que era practicada en el hospital, fue j- i • v este modelo de hospital onuna candidata ideal para apligmado en los EEUU, a fina- car estos supuestos. ¿Dónde les del siglo XIX. Sin olvidar mejor podría darse el man- j i n que en la mejora de la eficacia hospitalaria? En el foro de la Asociación se discutieron multitud de problemas, desde los que tenían que ver con nuevas formas de relación médico-enfermo tras la introducción del trabajo en equipo, a aquellos que tenían relación con las distintas opciones de financiación hospitalaria. Se contempló asimismo la negociación de nuevas profesiones: el administrador o gerente de hospitales, la dietista, los distintos trabajadores sociales (asistente social, enfermera visitadora), y se reconoció la importancía del papel de la enfermería en el nuevo hospital. Fueron abordados problemas arquitectónicos, desde las venta¡as de los disiinios diseños -hospital horizontal vs. vertical-, hasta el uso de nuevos •1 /!_• materiales (.hierro, cemento, cristal), pasando por los de mantenimiento general (cale- P I í Casa de Salud VaMeáiia. A '° izquierda del pabellón destinado a los Consultorios po\iciínicos en 1930 * VOGEL, M.J. "Managing medicine: creating a profesión oftaspitai administraron in [he Unúed States, iflg5-i<siy. En: i_. Granshaw;R. Lonlo^^Yo^R^ded^ l 5 W °' 1939,243-260 3 • MEDICINA fir HISTORIA facción, ubicación de las COCÍnas, etc.). Llama la atención en estas discusiones la atención dedicada a cuest iones de aíqjamiento. Esta preocupación en el seno t\c la AHA se entiende si tenemos en cuenta que un motor fundamental en el desarrollo de este movimiento hospitalario fue lo que un historiador ha llamado "la revolución del paciente privado". Es decir, el cambio que significó el intento de incorporar las clases medias al cida alrededor de la cama del enfermo. Larevisiónde la literatura hospitalaria norteamericana de los años 20 permite reconocer la íltwibi lidad de las disUntas estrategias usadas por las dietistas hospitalarias en la definición de su nueva profesión. La estandarización y delimitación de u n espacio profesional propio alcanza un punto importante con la presentación pública de la American Dietetic Association distribución, fueron los elementosquejugaronunabaza más imponante a la hora de evaluar su labor10. La dtscusión sobre los problemas de alimentación de los pacientes no se hacía, en la mayoría de los casos, en términos nutriclónales, sino en la manera en cómo la comida debía de ser servida -problemas de temperatura, presentación atractiva ...-. La tensión entre las prioridades científicas o de caterint; de la profesión, apa- r hospital que tradicionalmente sólo atendía a los pobres 5 . I labia una convicción entre i r ° - i J i ¿i-i* i los miembros de la AHA de que el hospital de pobres -público o mantenido por .i i . i .i (ADA) en 191.7". En 1921, la Asociación Hospitalaria Americana reconocía una sección j - -• - , . candad privada—solo podría sobrevivir si era capaz de crear i,-^-n i t i n recio a menudo en los debates de la ADA, debates que u n editorial ele la JADA resumía • -im-i dietética' y, en 1925, el boletín de la Asociación Dietética de Chicago pasaba a ser el órga- i i - i i i i general y salvando importantes diferencias geográficas y 1 0 una olcrta atractiva para las clases medias que, papando por acto de servicio médico ' , , y alojamiento, permitiera el mantenimiento de un modelo hospitalario que atendiera a i. nal of the American Dietetic Association (JADA). En los años 30, el control pro, - , , , , tesional de la dietista estaba en manos de la Asociación y una triple función definía - i r 1 1 1 - 1 1 II en 1932 como el dilema del "Tocookornot tocook"". Hablando de un modo muy 11-,» no cíe expresión de la ADA. recibiendo el nombre de Jour- ' ' KOSENBERG_. ch_ The mu , •! alrangirs. Tne rise q) Amaice s hostal system. New York; Basic ^'presidenta de la Asociación Kathenne Mitchdl, destacaba en 1936 la trascendencia que tuvo para la definición profcsionul de ^d^ai^wrMUcheU *K 'President'sAddncss'jouiíialciTí/if American Díeteüc Aísodation, 12, nnvicmrm- KH6 29}-3OÍ Lis cifras de asociadas da idea del / rápido crecienuento de la protesión, de tamaño del hospital, en los años de entreguerras, se pueden reconocer tres localii - i - i zaciones hospitalarias distintas desde donde las dietistas desarrollaron distintas estrategias de 59 miembros en I9l7-l8a "p^dem^addréss-^ieJmmaFo/ <>K American Dktctk AÜSJCÚIIMMI. 5, diciembre 1929, 175 y MITCHELL, Tresident\ 294. DtoetP^ction ofri^Americar Hospital Assonaiion1, Tin M,«i,-m 1 0 ^mm^^^m^^^^^^^^m • r •- Hospital, 17,noviembre 1921,432; una amplia franja social. El intento de trasladar estos idealmente las actividades de las dietistas hospitalarias: una para negociar su protesion en el mundo del hospital: lacoci- criterios al contexto euro- labor administrativa sobre el na dietética, la cocina general Dwktk Aaociation, i, diciembre [\<) no dejó de ser polémico. Europa, empobrecida tras la , , , , , , I Guerra Mundial, se debatía ent re mantener la separación servicio general de comidas, una labor teraiiéutica con dieÍi- _ i las cieniíhcamentc diseñadas según las necesidades de cada y la oficina administrativa. En los años 30, cuando las diei üstas trazan un recuento de su propia historia, ven en estos B HARRINC TON M M entre un hospital para pobres, paciente y u n a labor educati- tres espacios u n a secuencia dieiitians", Journal ofthe hmtn cm i , 1 1 1 1 i- , • r • .. 1• i- wafeh, WH. -The professional standmgofthedteiitianinthe hospital , /iiürrtcií oj the Amencan . 1 "A hospital dieiitian reviews progrcss ¡n 1her liekl™. ni.- Modera Hospital, 4 ), 1935, w. DE in a ^ ^ ' ' o ^ i r l ^ o r Ludtiu^" Dietótic Association, 3 , enero L934, basado en ayudas estatales o filantrópicas, y la atención va sobre dietética y nutncion dirigida a las estudiantes de de clases medias en sanato- enfermería, dietética y medi- raciones: la dietista se había dietisias explican abiertamente que nos o clínicas privadas, y el ciña* trasladado de la mesa de la S^ffiSfiSTñST11 nuevo modelo americano que Sin duda, la estandarización cocina, a la mesa de un des- y n ° s u s conocimientos científicos insistía en plantear el hospital como un negocio donde las distintas clases sociales reci- de la lonnación cientíhca de las dietistas, ayudó a asegurar una mejor consideración pacho . ^in embargo, dada la enorme variedad de hospítales, tas distintas alianzas trabajo, vtr. por ejemplo, ^ ¡ ^ « ^ ' d ^ ^ n ^ í J I Pp b l e m s somhem hosp¡uis\ rhi Modera 1 J temporal indicativa de una línea de progreso en sus aspi- ° 1 n 1 _ n . , . , ! . , . , ". . 377 jg] '° Hay muchos ejemplos en la lucraiura prolesional donde las los que garantizan sus puestos de 1 i i - i binan atención bajo el mismo techo, pero distinta en con- de sus servicios en el mundo hospitalario. Pe hecho, la sonancia al pago realizado. V:n esle modelo, las mujeres ñorteamericanas supieron aunar 1 Hospital, 21, septiembre 1924, establecidas para asegurar la presencia de la dieüsta en el 25Í-258, ' FANNJNí.". ^ M - "Th« satisfied creciente complejidad de la ciencia de la nutrición y sus usos terapéuticos fueron una hospital son enormes. Rena Eckman, del Hospital de la Universidad de. Michigan, lo art", Tin.- Modern Howital, 34, marzo p at , eril " (EditonaÍMVH^m HOSPÍMI M, abril 1930, 101," fo en u n m i s m o discurso la parte importante en la retónca decía m u y claro:'el papel d e joumúofthe American Dietttu ivióiica científica y económica, y usaron la cumíela para usada por las dietisias para justificar su presencia en el las dietistas lia sido adaptabilidad o muerte" 11 . ^cíTrM^'JldrmnL^rauvc problemsofa hospital food , ,.. departmenl", Hospitah. Con esta reserva en mente, voy a comentar brevemente n 1 .. palient A product oi the dietitians COOK or n o t t o COOK" (Editorial), • . , 1 annr nuevos espacios en los cuales pudiera subvertirse la 1 jerarquía • 4 masculina estable- . «i - . 1 , hospital Sin embargo, el contro! sobre la compra de alir mentos, su preparación y su J estos tres escenarios. 10(l L >16), 71.7 -. ECKMAN RS. ¡Ul ll^Si'l lulllf "The dietman as lliíspilltl . f r I: • i V l l K i l T í t Hospital, L7, octubre 1921,360 Comida hospitalaria y alimentación científica íít-í paciente en el primer tercio del siglo XX En los grandes hospitales", la más común la de las dietas con una mayor especializaespecíficas1". ción de funciones, las dietistas Con dificultades para poner normalmente estaban a cargo en práctica su formación ciende la cocina dietética. Este ser- tífica en la cocina dietética, vicio, sin embargo, fue cnti- las dietistas buscaron nuevos cado por entender que no era espacios que justificasen su más que una forma eufemispresencia en el hospital. Y así, tica de denominar a la COCÍ- las puertas de la cocina diena de los pacientes privados. tética se abrieron a las de la Era de hecho normal, que las cocina general. comidas se sirvieran, no de Todas las imágenes que se acuerdo con las necesidades usaron para apoyar este camnutricionales de los pacientes bio, hablan del hospital como sino de acuerdo a las cuatro de una empresa -como unos clases sociales que se distingrandes almacenes, como un guían en el hospital: pacientes banco o como una fábnca- y privados, médicos y enfermeretratan a la dietista como la ras, pacientes de beneficenmujer que, con una planificacia o asegurados y empleados ción científica de las comidas, subalternos15. El recurso a la va a ser capaz de garantizar dietisia para que organizase la la satisfacción del cliente y alimentación de pacientes con del personal, además de ser necesidades especiales -diacapaz de conseguir un benebéticos, postgastrecloniizados, ficio para la economía hospiete-tampoco ofrecía un espa- talaría, cocinando más barato c o para poner en práctica y reduciendo el despilfarro su formación científica y, en en las sobras17. Para la dietisgeneral, su actividad se redula su presencia en la cocina cía a llevar a cabo las órde- general significaba una mayor nes del médico. Ordenes que, responsabilidad y control en según un estudio realizado en la organización hospitalaria. 1923 por Eifie. Raitt, directora En la distribución espacial del del departamento de Home poder, las dietistas buscaron Economics de la Universidad las ventajas y el reconocímiende Washington, respondían to que suponía un despacho, a cuatro patrones distintos: Desde la cocina general, insisa) el médico indicaba los ali- tieron en que su tarea sólo mentos y las cantidades que podría ser realizada adecuael paciente debía de consu- damenie si la dietista como mir y la dietista se limitaba directora del departamento de a realizar un menú con estos nutrición, tuviera poder para . . , > , , . matenales, b) la orden venía dada en forma de cantidades de los componentes básicos 1 1 1 . -i , . , controlar todos los aspectos de intendencia, desde la compra de provisiones hasta la i i i en un ambiente similar a un hogar, era ahora, en los años 20, el espacio reclamado por las dietistas como u n espacio de poder real en una organización hospitalaria de tipo empresarialIK Este, panorama diverso que acabamos de ver, no tuvo paralelo en la escena hospitalaría europea del momento. Además de las distintas expectativas profesionales de las mujeres europeas y norteamericanas, otros factores que tienen que ver con la distinta función social y base económica del hospital americano y europeo, ayudarían a entender esta diferencia. El modelo hospitalario americano concebido cada vez más como un negocio, contrastaba con el hospital europeo como hospital general basado en imándación pública o filantrópica, lo que hacía que los temas de alojamiento y atención al paciente tuvieran planteamientos completamente distintos, Una imagen general de estas diferencias puede obtenerse de las discusiones en los distintos congresos de la Asociación I niernacional de Hospitales (AIH) o de las páginas de Nosokomeion, su órgano de expresión. La AIH en su reunión de Viena en 1931, reconocía la necesidad de que un hospital general contase con un depar- . . . , j , lamento de dietética y establecía un comité permanente de estudio sobre dietética , . i , T n de los alimentos -gramos de gestión de la eliminación de carbohidratos, grasas, proteí- las basuras. ñas etc.-, c) el médico presLa naturaleza doméstica de cri bía dietas específicas pre- estas actividades -compra y establecidas -dieta blanda, almacenamiento de las pro, , . , . , ,, , , .r , i liquida, sin sal...-, y d) el visiones, planificación de las médico simplemente indicaba comidas, preparación y servísu diagnóstico a la dietista y ció de las mismas,...-que una ésta establecía la dieta. Esta década antes había caracteúltima opción era con diferen- rizado a la dietista hospitala- hospitalaria en el seno de la asociación. Sin embargo, ésto no significó que los miembros de la AIH (fundamentalmente los europeos) estuvieran de j j •• 1 acuerdo en admitir la necesidad de un departamento de dietética que cumpliera una triple función-administrativa, terapéutica y docente- con cia la menos frecuente, siendo ria como una figura materna una dietista a su cabeza. Lo 1 . ^^^^^^""i^^^"^^^ ¡¡ Afodacíú'nintemKior^l dT Hospitales en los años 30, que consideraba hnspiiali-s pequeño.1; a aquellos que ataban por debajo ^to^í™NosXroíoPv/f 1934 3-5 l5 ECKMAN, R.S. "Dietary routine m the s Massachusetts General ' í° P^l"¿ T^^íodcm Hospital, 4, "• RAITT, E.I. "Asurveyofthe f1923^ ^ ^ S ' 2 L dkkmbre : 630 y 632 " HARMAN, M.A. "What is the dietitians status?", Tte Modera " G^LLAMVM r°Organizina and° managiM a dietary department. A marzo!i929, i4(M44-^Fur'thering hospital advancemenr' (Editorial), Joumal o¡ the American Dietettc Assoáation, 9, marzo 1934, W-49R 5 • MEDICINA &r HISTORIA que en realidad se buscaba era el reconocimiento de la ciencia de la nutrición y su valor terapéutico en la práctica hospitajaña. Y como herramienta terapéutica, los médicos intenlaron justificar la monopolización de su uso. El control de la dieta significaba recuperar una presencia mayor en la administración del hospital -presencia que estaba siendo minimizadaporlosadminisiradores de hospital- puesto que no se trataba de cantíolar vitaminas o calorías, sino todos los aspeaos de la alimentación hospitalaria, incluídos los económicos1". No es extraño que el comité de la A1H tomase este rumbo, si pensamos que estaba compuesto por dieciseis médicos (representantes europeos y un argentino) y sólo por una mujer dietista (la representante de EEUU)20. Sin embargo, en 1933 en la reunión de Bélgica, el comité de dietética de la AIH dejaba claro la necesidad de que todo hospital contase con Ios servicios de una dietista. jQué papel cumpliría esta Y* ' ' ^ dietisia? Como sucedía con las resoludones que tomaba cada comi, , 1 1 1 se traducía como: "para esta función las personas mejor preparadas son las dietistas con un conocimiento especializado y asumiendo una responsabilidad médica". La reivindicación de las dietistas americanas para igualar el estatus de la dietoterapia con otro tipo de terapias como la terapéutica física o fármacológica también aparecía recogida en la versión inglesa afirmando que, por esta razón, las dieüsias debían de formar parte del personal médico. Por el contrario, el original alemán o las otras traducciones afirmaban que aunque la dietista debía de ser la principal figura en el depanamentod¡ctético,elladebfadeser parte del personal auxiliar21, con una excepción signiíicativailaGisadeSalucl Valclecilla de Santander (CSV), Las especiales circustancias que llevaron a la creación de este hospital, también promovieron un acercamiento novedoso a la alimentación hospitalaria. V.l análisis de los alimentos consumidos en la CSV formó parte de una nueva visión del hospital y del intento de crear una nueva cultura hospitalaria en España. L:lproyectodelaCSV,comienza en 1927 en los últimos años de la dictadura de Primo de Rivera, siendo el sucesor de una serie de intentos previos llevados a cabo por la Diputación Provincial de Santander y benefactores privados para crear un nuevo hospital provincial siguiendo las direarices e m Marmitas de vaoor ^ ' ° d e l ° tradicional del vía construcción hospital ili'boncliu'ncia. Sin J e una nueva embargo, lodos los intentos cultura fueron fallidos hasta que la hosnitalaria en Diputación decide pedir ayuFsnaña ^ a e c o r K ^ m ' c a a Ramón Pela^^^^^^^^^^^^^^^ yo (1850-1932), primer marEspaña no fue una excepción qués de Valdecilla. Ramón "VONSÓOS A -VI¡ DLC en el panorama europeo, vía Pelayo era un rico y popuKiwikenlwst. uusatze", ' , , , •, , , Nosofeomeion, iv/2, 1933,414-417 dietista estaba ausente de la lar hlántropo, que ya había •••• La dietista «a Kate Daumdel escena hospitalaria. Como se financiado distintas obras fun¡ v' KrmtA'kos" Ahmcn^iom1 denunciaba repetidamente, en damentalmente relacionadas Alimentación. Dieieiks. i ii . i ,i i ~ i i te, éstas ei"an publicadas en la revista de la Asociación en cin- el hospital publico español, el problema de la alimentación co idiomas. Aunque en leoría se trataba del mismo texto publicado originalmente en alemán y cuatro traducciones, las diferencias entre la versión inglesa y las no inglesas , 1 . 1 1 1 !• • sobre la autondad de dietistas y médicos en el servicio de dietética son sorprendentes. En las versiones alemana, francesa, italiana 1y castella, na, se incluía la recomendadónde que la preparación de las comidas y su distribución científica del paciente era su alimentación a secas22. En los añosdeentreguerras, elhospita! publico español era el hospital benéfico que se mantenía con financiación estatal 1 . 1 o donaciones, completamente alejado de las experiencias vitales de las clases medias. La idea de conseguir una financiación mixta, con la creciente , atracción de pacientes privados que dominaba el pañorama americano y comenzaba i i i t i i g ^ ] 77 ' U ' N sóos, A. -VI I.pie fortuna en Cuba y sus relaciones comerciales con EEUU, le habían expuesto a una diferente cultura filantrópica. Sus actividades filantrópicas en España le habían reponado, 1 1 • 11 un marquesado, la amistad de la familia real y la del dictador, y un gran apoyo popular. Aprovechándose del interés que la Diputación tenía en lie, 1 , var a cabo el proyecto, lo que en realidad hizo Ramón Pela yo, fue apropiárselo y cam- Nosekomekm, iv/2, ty33,4i4:4i7 c ; "¿fhospi™iesde Alemania"! E n: - Marañen, G._C*r«s Qmtftips. W 1. iv, pp. Í7-)H (d articulo es píJS^Td^i^h^pSal^'En" 0 ibitiem, p. 39, PRATS FREIXINET, M- "Beneficencia Hospitalaria en i^mi-kw. Abales -ir,1 hospital de la r > f^K\^ -%{íu-l'\LroÑ^ r'-a Hospital ciinko de la Facultad iUi^Q^ra-Mo-""^")^ económica dcl h»spiw¡ clínico' í&Jiionai), Revista Médica de Barcelona, 23. 1915,201-203 y 297-298 '¡^MS^SroS^ internacional de Hospiiales (Viena, " j J ' lo que en la versión inglesa * 6 Krankenkosi Leitsatze , j . estuvieran a cargo de una dielista bajo supervisión médica, Alimenialion", Nosohometon, iv/2, con el mundo de la cultura y la educación. Había hecho su c -a a discutirse en Europa , permanecía alejada de la oreaniJ O zación hospitalaria española, i- 1 J- biarlo radicalmente. En abril de 1928, Ramón 1931). SAND.R. "The Viernia congreso and ihe iniernaLional colUboration beiween hospiuU' '•i'fcomdnit. supl. number, 1931, Pelayo nombró a Wences- 1^-23 Comida hospitalaria y aliwxentaizión científica del -paciente en el primer tercio del siglo XX lao López Albo (1889-1944), un conocido neuropsiquiaIra, organizadory director del nuevo hospital. López Albo, un socialista que creía en el poder de la ciencia como uníi herramienta de cambio social, vio en la organización del hospital Inoportunidad de poner en práctica el ideal de una organización social más justa. Quería cambiar la concepción del hospital de beneficencia y detrás de este intento, subyacía el deseo de cambiar las estructuras sociales mantenidas por la Dictadura. La CSV en el programa de López Albo se compromeiía a cumplir cuairo funciones: atención a pacientes de todas las clases sociales, docencia a médicos internos y enfermeras, invesligación y labor preventiva, Irónicamente este concepto de hospital, que en la prensa republicana era promovido como una herramienta de justicia social, estaba disenado sobre el modelo del nuevo hospital norteamericano donde las diferencias sociales estaban fuertemente presentes. De hecho, las distintas desciipciones de la CSV parecían una traducción de las páginas de The. Modern Hospital. Solo en este contexto puede enten derse por qué y cómo la CSV adoptó un programa de análisis de alimentos en un país donde la queja habitual era la falta de comida en los hospitales públicos2"*. En la CSV' la comida tuvo un significado doble y complementario. Por un lado, un buen servicio de comidas era necesario para promover un nuevo concepto de hospital --Casa de Salud- que siendo mixto -público y privadopretendía financiarse con las aportaciones de este último sector. Por otro lado, el análisis de alimentos como objeto de investigación del departamentó de Química, apoyaba la imagen de una organización n , , f hospitalaria diseñada cienrifi- camente hasta en sus últimos detalles. En la publicidad de la CSV, las novedades referentes al alojamiento y servicio de los pacientes tuvieron la misma proyección que las novedades de la organización medicoquirúrgica, en el intento de romper con el estigma asilar de los hospitales de beneftcencia. Sin distinguir qué función cumplían en el hospital, los distintos elementos de la infraestructura material -desde el equipo de rayos X a la olla de vapor industrial-eran presentados con los mismos adjetivos de modernos, científicos y eñeaces. Calificativos intercambiables que, de hecho, convenían en sinónimos a los distintos objetos y espacios que constituían el entramado narrativo de la CSV Narrativa que apareció gráficamente expuesta en el folleto promocional que la CSV publica en .1932, tres años después de abrir sus , r .i 1 puertas. El folleto dirigido Casa de Salud Valdeciüa. Imagen parctal tomada tksde """tir <lsí>(' (""*fn ^^^^^^^^^^^^^™ ,., SALM ¿, N E. GARCÍA BALLESTER. L.; ARRIZABALAGAJ. an^adent^u íñtrodutáóntiid ^>sPm contemporáneo eni España. Santander: Universidad de Cantabria, 1990 y 7 • MIDICINA í¿r HISTORIA ^ ^ * . . . I ^^^^^" ^BWf>M"M^^^^Pf ^WI^^^^M^M ^ ^ ^ ^ ^^^^Bj . ,, al visítame o al arquiiecio, médico o ingeniero", era la respuesta a las campañas de descrédito lanzadas contra la CSV por los médicos locales que veían en ella un rival importante para su práctica privada. La defensa de la CSV tuvo como eje, la presentación y promoción del hospital como un poderoso icono de racionalidad y modernidad. . . . . Cocino central. Casa de Salud la empleada por los comerE l ^ . Valdecílla dales contemporáneos dedi/m cados al ñoreciente negocio kx de las instalaciones hospita-^^B B lanas, donde, el diseño de los utensilios de cocina y su presentación iconográfica reprotr^S^ • ducían las modas de diseño y presentación del instrumental de laboratorio y terapéutico26. Sil El diseño científico de. la ^ ^ ^ ^ La fuerza del mensaje estaba cocina del hospital LICSUU/LI basada, masen fotografías de la institución que en estadísticas clínicas o en hallazgos científicos. Las imágenes de las instalaciones de los quirófanos o del laboratorio de bacteriología jugaron el mismo papel que las fotografías del sistema de calefacción cenl i l i . i i tral, que. los lavabos o que las escupideras higiénicas de las ba como un poderoso agente publicitario. La fotografía del pabellón de cocinas, el plano y la descripción de los aparatos contenidos en él fueron reproducidos en los periódieos locales y revistas médicas. El pabellón fue presentado como el lugar donde todas A 1 A las exigencias de la moderna dietética pudieran llevarse salas de espera. No podía taltar la imagen de una cocina resplandeciente, una moderna 1 . mamuta de vapor y las instalaciones de la panadería2^. Esta a cabo. Caracterizada como higiénica y racional, por el arquitecto responsable de su ,. 1 r 1 • diseño, la cocina rué descrita en el mismo tono y en las mis- I I xtannitu de vapor. de departamento describía su respectivo servicio clínico2''. Política sexual V análisis de alimentos en la r ^ c n u, ! „ c^l,,,! e *-<*»** JdIUU Valdecilla ^^^^^^^^^"^^^^^ " Casa de Salud MácaUa Santander Aldus, c. 1932, pp. 24-27. _ ¿ " M. Scnaerer S.A., Trie constructlon r presentaciónrecogíala fórmu• 8 / mas páginas donde cada jefe Hn la apertura de la CSV el 24 de octubre de 1929, José Puyal, jefe del departameni r-i , * to de Química, anunciaba que su departamento planeaT I I ba tener un laboratorio para oj motkm hospitah and thár XZ^ÍforK3£U enaneen, itótmáam. stafjof aamimstration, students and praaitwmn. Beme: Buhler & ^H*!?119^5. .. ->, . •• 5'Diario Montañés, 24 octubre ] 929, p. 8 y 16 Comida hospitalaria y alimentación científica del paciente en el primer tercio del siglo XX isppr K Sfil I I Detalle de la cocina, 1 análisis de alimentos localizado en el pabellón de Farmacia. El análisis incluiría el comrol sanitario de la comida consumida en el hospital y un análisis de distintos productos para establecer su valor d ¡erético estándar para poder alimentar a los pacientes de un modo científico. La sini ro en los hospitales públicos españoles fue destacada por la prensa profesional28. El proyecto no aspiraba a abnr nuevos caminos a la profesionalización de las mujeres comosucedíaenioshospitales canadienses y estadounidenses, ni a promover la especializacióndematronasoenfer- lugar en algunos hospiiales europeos. De hecho, la figura de la dietista no fue tenida en cuenta en la planificación original de la CSV aunque en 1932, su primer director López Albo en su Planteamiento y organización de un hospital moderno, se hacía eco de las directrices contem- meras como estaba teniendo poráneas que recomendaban ^ : .i , i gulandad de este acercamien- Panadería. w ^^^^^ m ^^^^^^ m "PUYAL,J. "Servicios químicos", Ei Diario Momam, 24 octubre 1929; 13 9 • MEDICINA ¿ir HISTORIA I j^^ervicios^^cocina en la "Casa de^SaU^Mfaldecilta^j '¡éBéSI^kl ....i' PX"1 ; • • • i-r-rij , ;• — I " r .• | i• ...... ._.. '• , : 7\ LJii ¡ ¡ ¡ . Piano y descripción de la cocina de ttt CSV tal coma fue presentado a la prensa por el : ': la inclusión de estas profesionales en el organigrama hospi(alario2l!. Sin embargo, en 1929, una enfermera sin una r ., .-,.-, •'•'••:' •' "•••••' profesionales para las mujeres, sí tuvo que ver con la división sexual del trabajo que condicionó las actividades de , . -, •• : •• '••:•.• • ' I para postgraduados. El perñl cientíñeo de los que serían encargados de impartir esta formación -los jefes de cada , . . , , - " . . ] arquitecto Gonzalo Biingas, ^^^^^^^^^^™^^^" 2«LÓPEZALBO W planteamiento y organización de un hospiial moderno. San Sebastián: Nueva Editorial, fonnacion especializada estaba al frente de la cocina die- las mujeres en el nuevo hospital. servicio- (formación de postgrado en el extranjero beca- 1 9 3 2, p . La C 0 manual de enrermeria donde télica. ocupándose un cocíñero de la cocina general», Pero, aunque el análisis de ,. , -,-,. alimentos no tuvo en la CSV nada que ver con la apertura de nuevas oportunidades Uno de los rasgos característicos de la CSV que mayor repercusión tuvo en el paño. . , 1 r rama sanitario español, iue la oferta de un programa de especialización en medicina dos por distintas instituciones, Fundación del Amo, Rockefelleryjunta para Ampliación 1 1- 1. T I J J de Estudios, media de edad de 35 años) y una financiación muy generosa de biblio- dedicaba un capítulo a la • 10 20 ?X i r a h l L O '•''• 'c:1)4 ü n '" ^ del ^^É^^K,,, paciente era una labor de enfermería bajo estricta supervisiún médica, USANDIZAGA, M. et ai., sebastí'átr ubreríTimemadonal 1934, p. 295-299. Comida hospitalaria y alimentación científica del paciente en el primer tercio del siglo X.2Í leca y laboratorios, sin duda atrajo a las jóvenes y a los jóvenes licenciados que aspiraban a especializarse en un programa de dos años, que coMibiiLiilxi iraliajn usislcnciul e investigadori;. Desgraciadamente, la destrucción sistemática de casi todo el archivo de la CSV, no nos permite saber quienes fueron los que lo solicitaron y cuantas mujeres había entre los candidatos. Pero, de los datos sobre personal que ofrece la revista za y de la Junta para Ampliación de Estudios que pretendían la regeneración del país con la fonnación de una élite intelectual que pudiera colócara Lspaña en Lis corrióme-; científicas y culturales internacionales. Durante sus cinco años de formación universitaria en la Universidad Central, Torres perteneció a la minoría que viviendo en la Residencia de Señoritas disfrutó de una alternativa a la vida universitaria española, aquélla basa- que una farmacéutica usase un título diseñado para que posrgraduados médicos ayudasen en las tareas clínicas, que una mujer usase el teóricamente no sexuado título de interno^. Aunque parece que no había un espacio claro para mujeres con una formación universitaria en la organización científica del hospital, las mujeres fueron estimuladas a formar parte de. los laboratorios como personal auxi^^^^^^^^^^^^^^™ 40 liar . Así, en 1932, el jefe del . . . . del hospital, se puede ver que en el primer año de funcionamiento (1930), de 70 asocia- da en el sistema tutorial de Oxbridge;^. Formada en un esquema igualitario en el cual servicio de Química propuso un programa de dos años de formación como técnicas de pp. 214-254. Ver el número ZZfo^o^t-^duZlet Caceta Medica Española, 4, lebrero dos médicos y estudiantes de la investigación científica n o laboratorio, dirigido especial- ^"Personal Médico11, Anales dt la . . . . . . • postgrado (internos y externos), solo había una mujer: T 1 1 -T- era tratada como u n a experienda ajena a las aspiraciones r> 11 IÍ; T 1 • '• S A L M Ó N ; o p . a t . e n nova 2 4 , 41 mente a mujeres , La misma política sexual que 11 1 1 í1'Estlimíio5£Ídc'£J|Ia Ca^'de Salud'T"9 Valdedlla. Instituto Médico de Posteraduados". Archivo Notarial de Isabel iorres . Aunque en los estatutos de la tic las mujeres , ÍOITO d e a dio continuar su formación en lleva a esla anómala colocación de Torres en el hospital. CSV no había ningún párrafo que impidiera activamente a una mujer ser parte del Kperso. . J -1 ... nal cientinco de plantilla o tormar parte de la formación de especialización de posigrado, 1 i i 1 los hechos demuestran que en la práctica sí fue impedido". investí gac ion cuando acabó su licenciatura en 1928. En parte por razones fami1. 1 liares, en parte por el atraelivo que la CSV ejerció sobre jóvenes investigado-r." i . - , . . ' , . . res, lorres decidió solicitar su incorporación como también definió el análisis de alimentos como el objeto de su investigación. Sin tener en cuenta sus propios intereses en investigación, Torres era una mujer y la comida, un , „ asunto de mujeres. Otros factores condicionaron tam- referencia al sexo del personal ^dol^^Sdot versiones de los Estatutos. l4 El curso 1923-24 realizó el curso preparatorio en ciencias en ^gM/I^igiP^^oíiíríi h'1'" licenciatura en Farmacia cu la Universidad C o t n p l u l c n s r d r Madrid Isabel Torres Salas Expediente Académico. Archivo Apañe de Isabel Torres, como estudiante de postgrado, sólo una mujer con una licenciatu. . . , , _ ra universitaria, Mana leresa Junquera, formaba parte del personal médico de la CSV „ , T Pero Junquera, que tenía una licenciatura en medicina y era, alumna interna en el servícío de Química de la CSV. Con su curriculum logró la í i aceptación en el hospital; sin embargo, su sexo condicionó su adscripción a la ^.-..r 1 i CSV y la naturaleza de su proyecto de investigación. bien su proyecto investigador, como son las deficiencias inherentes en la puesta en i 1 1 marcha de un nuevo laboratono. Pero, no hay que olvidar que Torres era la única . , , . , mujer y la única persona de su departamento trabajando Complutense. Madrid co^ult^PEREZ-viUANU^Xt La IÍ'1^Ji ll¡ "< "•• i-uuLi'iui-m-.s. I ¡¡ m « universitario y de señoritas. Madrid, 1910-1936. Madrid: Ministerio de ^dsu<?cl<jny íT-e^j:ij'l ¿9? laboratorio de química de la Residencia, ver DE ZULUETA, C.; M O R E N O . A, N¡ amwntn m ¡•.••¡¡i-.y. u Residencia de SefloriKs Madrid: En la lista de personal incluida en los Anales de la Casa de Sa lud Va Ideci lia, su nombre en análisis de alimentos. Bajo la dirección de José Puyal, jefe del sen-icio, Torres comenzó aparece en el Departamento de Q uímica pero sin especiücar su cargo17. En el libro de actas de la CSV apare.ee regisirada como farmacéutica sin a analizar el valor nutricional de la comida consumida en el hospital. El objetivo era proveer al médico de una herramienta que pudiera ser usa- 1 r ' l Histórico Universitario. Universidad J L J ,_J 1 era una joven licenciada en farmacia14. Su perfil biográfico muestra las características í . i 1 . . sociales e intelectuales típicas de las biografías de la mayoría de los miembros del personal ,.r 1 1 /-i-, 7 1 Publicaciones de la Residencia de . rectora de la hscuela de Entermeras. Cuando Isabel Toires solicitó su incorporación al programa de especialización de la CSV 1 científico de la CSV: la píasmación del programa de la Institución Libre de Enseñan- ' 1 salario *. Y para hacer el cuadro todavía más confuso, en marzo de 1930 fue nombra1 , 1 1 da medico externo de guardia. Aunque Torres había sido admitida como alumna interr i ;cL.:-u, -,-,Li\ 1 o tknoviembre de ¡°.29 y 28 de noviembre de 1930. INO na; * además, enfermera, lúe contratada de acuerdo a su titulación más bai a como subdi - s . im ;; .L1 r i 1 na, finalmente fue recolocada en este grupo. Para el organigrama de la CSV fue más fácil r da para establecer una dieta apropiada para los pacientes tanto dentro como fuera del í - i i - i i• -r hospital, hi estudio se justihcaba por la necesidad de contar con estos datos sobre pro1 - 1 ductos españoles, puesto que las tablas que se manejaban estaban basadas en estudios Estudiantes, csic, 1993,170-175. ^ ^ ] ^ ^ ^ ,!(( ™J ere-sM instituto Nacional de. Física y Química. Madrid: CSIC, 1998. Este "trabajo no hace referencia a Isabel beSkd™ JTE^P'I W y'si- n''''"' de la Sociedad Española de Física y n "p^onaí Médico", Anales de la (.^u de Salud Valdtála, 1.19 ¡o •' Limii i'r A¡iús di !a Ca-.a di Salud Valdeálla, reunión de 27 de marzo Abidem 70-71 * Dos técnicas alemanas, Rmh tiiTisi-r y Hi'df lí:rk\d. fueron contratadas como técnicas de ./'hí |(!¡^'v';J,-'ííí'i"ii-ium-ii'L-':' X marzo de 1930, 66 ' PUYAL, 1. "Escuela de enfermeras ayudantes de laboratorio Plan de estudios". Copia mecanografiada (Santander) I 1 • Mi:mc:iTNJA ¿* H I S T O R I A •Sr'aSi H F3« L.J ¿TÍ _7 ^ B v f «** 7 ^H • extranjeros -Joslin, Atwater, Rondoni, ., - y los valores ción de ICJS pacientes, apoyada en el marco científico deri- los análisis de Torres no sólo fueron dados publicidad en haforí Ibrm con el médico interno J. Castellano en el nutricionales de los distintos alimentos variaban debido a diferencias locales. Isabel Torres no mvo ningún interés intelectual en el tema y justificó su trabajo por su utilidad práctica para la clin ica. Las palabras que abrían su tesis dejan muy claro su desencanto: "En lugar apartado vado de los datos de Torres, supuso un punto de ruptura con la forma de manejo habitual de la alimentación en los hospitales de benencencia. Y la CSV lo utilizó de modo decidido en lacreación de su peculiar imagen. Es muy significativo que míentras que los hospitales públi- la revista del hospital, sino en una de las revistas médicas úc mayor tirada en ese momenLO, Gaceta Médica Española, donde lúe publicada su tesis en distintas partes entre 1933 y 1935. Los datos de su invesI igación además de serv i r c n la construcción de una nucva imagen del hospital que g^nriécídc íd CSV " 'i 9 lo Fotografía de tu colección personal de Isabel Torres, a I^madezco elhaberme , , , • de todo centro de pura investisación farmacéutica, donde i - i s~c\ i i_ - i eos incluían en sus memoranda anuales información sobre la CSV estaba empeñada en promover, fueron incorpora- no disponemos de la bibliografía necesaria para llevar a feliz término un trabajo que la comida consumida entre sus datos administrativos, en la CSV las referencias a la dos en la rutina de comidas del hospital y en la formación de médicos y enfermeras. pueda aportar algún ínteres para el progreso de la ciencia, forzosamente hemos de comida aparecían en la iniormarión dada por el laboratorio de química sobre sus b i i , r .r recurrir, parajustiiicar núesira aspiración de presentarla 1 1 Memoria de EXxrtorado, a un trabajo que pueda representar un interés práctico"12. _ , . . . , , _ Pero la investigación de Forres, sí que era de gran interés para el hospital. La nueva alimenta• 12 • -i i . ,r- acuidades cientihcas. Lo que en el hospital público i t r era expresado en kilogramos. en un acercamiento racionad o r o económico, en la CSV , ' , r se expresaba en torma de carbohidratos, grasa, proteínas o calorías"4'. Los resultados de ^^^^^^^^^^^^^^ "TORRES, I.-coniríbudún ai estudio tic h composición química c|e ]os a | ¡ m e n u > s ¿pañoles 0)", (..WÚ'.Í.VÚLÜ^ ly^ki. ¡ I9ü 531-532. La tesis doctoral de Isabel Torres (Contribución d estudio át '¡¡,™XW^IÍM!'')!'"'MadM. copia mecanografiada, raaiiiad de Famiada. L niversioaa La investigación sobre nutríción no fue la causa de la desilusión de Torres, sino el complutense. Madrid, 19321 fue ^n^iccm'Mi^aEsBa^aaiM 1533 y 1935 (vok. 7,8y 9). i .i í citas corrcsiiLiinU-r ;i les ^rLiL'ukw i i i hecho de que el proveció no permitía más que una labor r i de trabajo mecánico sin ningún atractivo intelectual. De hecho, durante su tesis, ella , , , , nabm most nido claramente su interés por la investigación en el campo de las vitaminas, y — , r|! .,, M,.,. ,; "Laboratorio de Química. Análisis j e a ii m e nios (efectuados poi ls.ilx'1 Torres)', ¿nales de ¡a Casi ck Sttlud c'l;,,,,',","„'.:,,',' '':,',.',"..'"'\ •,, ui i en datos nutricionales cori las meramente econúmicas ofrecidas. p(,r tjuiíiíln. ¡wr d i i¡!.^u¡¡,' ..':•:., ^r-Andc^Xm^tóM^fis!""^' Cruz y San !\¡l>!o, 2.1928,98 CZomida hospitalaria y alimentación científica del paciente en el primer tercio del siglo XX ANÁLISIS DE ALIMENTOS . ^ . (EFECTUADOS POR ISABEL TOKRE5) Laboratorio de (Química ____^»a_e=.^===_^^=_^__ HldnlH °f tews prowmp Jefe: j , Puyal ANÁLISIS CLlNILOS EFECTUADOS DURANTE EL AÑO 1930 „ " Pan. , , , e • S i i ( j _ . . . "\ I . . 5 1 I I gII I j l i j 1 1 1 i r 1 i 95 114 101} 120 154- 233: 300 226 123 5 9 60 6 B ' 60 8B S9 1 1 6 104 7 8 8 6 11 6 1 2 I I 1 8 « 1 2 1 5 6 0 0 1 * 1 <) 1 0 1 2 T 0 Z3 2 3 4 0 5 1 2 0 2 0 53 0 1 0 0 0 01 1 1 1 () 2 1 0 0 O J O 0 00 0 0 0 0 0 ; 0 0 0 0 ¡ 0 0 0 1 0' 0 0 0 (l: 0 Análisis d e Globulinas e s sangre . . . . . . . . Suma total Tolal general se quejaba de no haber podido desarrollar este aspecto en su trabajo44. En 1933, obtuvo una beca postdoctoral para trabajar sobre la estructura de las vitaminas en el Instituto di* Patología Médica de Madrid con José Collazo^. Con Collazo ya había colaborado en los j •i 1 . ir T~ i m / i i- • - i - • 1' i- • j i- análisis de aumentos como un peldaño con el que obtener un título de doctora y una i . buena formación en técnicas de laboratorio con el objetivo claro de desarrollar otro tipo de proyecto científico. Desde Alemania, sus informes a la .. , i- . 1 lismo intermedio de los carbohidratos*7 Con un informe muy favorable de Marañón a la Junta obtuvo la renovación de su beca por un año más"1". ' M " 1 ' 2i t 26 Nov. ! j • , 29 Dic 28 Nov. . . . 26 t . . . Su nuevo estatus no duró mucho. El plan de Torres de aceptar la oferta de Marafión de regresar a Madrid en 1937 con un puesto de investigadoraen el I lu>piial GencruL fue desbaratado con el comienzo de la guerra civil. Cuando volvió en 1939, sus colegas i i - y maestros estaban en el exilio y no hubo posibilidad de — r 24 (59 14 2^39 0 75 2 009 10?8 22,75 10,125 22,7 10 18,63 29 Análisis del Laboratorio de Química. Anales de la Casa de Salud V t í I d e d I I a m0 ' ~ ^^^—m^^^^^^^^^m ^ ¡ 0 R R E S ' ' ' o p " e i L etl no!il 42~ *'' Cartade3i de enero de 1 9 3 3 de la Comisión Permanente de inwxn^t iones Sanitarias. Dirección G w r a l át s i£ ' "" ^. donde se rom un x a i'haamu-nk- .w ai:itrs¡oti un puesto de investigación, Desde entonces hasta su jubilación se ganó la vida corrió de una beta para trabajar sobre 'el ^tS^deVatoio^Médica' Vi P1"1"- Marañón bajo la dtretdón de j - J- A ' Collazo. Archivo <k la Junta 1 1 1 directora de un modesto laboratono de una farmacia de Santander. para Ampliación tic Estudios t t ^ ^ ^ É c u ^ í ^ adelante, Archivo JAE). Casa de Salud Vddeálla. Cursos d e verano. 1933, p. 22. Certificado &LE- Diacz Caneja director de la 4ñ CSV confirmando lai'olaborni-iii:! tlc l n eT1 los cursos d e EüíloffO H K Aunque los datos de iainves, T n n r Junta están repletos de entusiasmo acerca de su investigación. Ella ya no era una técnica de laboratorio aplicando ciencia, sino una Fráulem ligación de Isabel Ion-es lúeron incorporados a la rutina de las comidas de la CSV' su nombre había desaparecido de la histona del hospital. Doktor creando ciencia. En este sentido, había sufrido r \ en 1936 estaba en Munich ~ ''"" a,M M<t J que, una vez obtenida, decidio trabajar con el grupo de O. Meyerhof sobre el metabo- " " ^ ~Tflñ" ~ 57 g ' r 0 . * J muchas mujeres americanas habían hecho, sino que había utilizado su investigación en " 10 Ksv. 30 62,0 6,5 Harina de trigo. 3 Dio. 30 . . . 84,0 lo'ji Murmura. . . . 5 Oct. 30. . . 12,5 Frutas . . Uvas 12 Nov 30 16 0 Plátanos ' , » ' i. " w ' Z a n a h o r i a s ! ! •! 10 N o v ' ' 8C Lecti-jan 13 » S í ' j u d Í ! , blanca ] \ u , "' S 8 Garbanzo . , 57 Repollo. . . . 1 8 t í Legumbrei. t 19 , ^ 5 Lombarda. !'.'.2T . i ¡ 273 Coliflor i , j'of, 5 ' 3 Pimiento . . . . 28 9 ' ' . ' 8 0 Cardo j , 5 ' 2 aIo 29 i 7' Nab([S Cboll.» 9 Dk S *"**"• ' • p ^ ^ j . , , " ' ' 6 r Axn» ' ! ! ! '. 13 Nov.' ' ' " M ' Attos hervido 22 Díc S7 TWWaj PBtataS 19 Ncv. '.','. 2 5 1 r hpidos . En 1934 solicito a la Junta de Ampliación de Esrudios una beca de un año, para , seguir su investigación sobre \itaminas en Heidelberg aun- ~ Merluia . . . . Pescados. . Perlas Sardina I De vaca (bola). . Carnes. . . I , , ( De cerdo (piorna) sobre el espacio doméstico-la comida- en el hospital, como " dos sobre métodos de análisis de vitaminas y sobre el metabolismo de carbohidratos v i- i ,„ ;> O t t . 3 0 . . . . B» » l 101 S.327 2.928 trabajando con H. DyckerhofT sobre la estructura química de la vitamina K*1. La situación de Torres parecía ahora muy alejada de aquelia que describía n i IC: M en el prefacio de su tesis. Torres había decidido desarrollar su carrera, no ganando control • cursos de verano que organizaba la CSV para postgradua• . JUU JWeiB». . Harinas. . Orina 48. 63; 105 Sangra 0 14 60 C u r v a rlc ¿ u n r n j l . . 0 9 7 Curva d e c l o r e m i a . . OÍ 0 0 Ju S ° (Sas'™° • • • • 0 1 2 l i b i d o céfaioriiquHeo 0 2 3 Líquido «Estico . . . 0 0 2 Un& 0 0 0 Es utns P 0 1 0 Exudado de A C D R . . 0 0. 0 Liquido de derrame Pleural 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 Liquido de SDuilaj,: ¿•«odenal 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 UrosolMtan O O O O O O ; 0 2 5 3 2 . O H I:ts ' 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 CouXutedtAafattd. 0 0 0 0 (1 0¡ 0 0. 0 7 12 í Total 48 90' 179 170,1(13 19o| 188; 263, S39 52S 375 272 1 . „ • . tiw r " '^ verano. "SSdiníid^l presidente de la JAE el 3 de febrero de 1934. Archivo JAE. Madrid : " Carta (1 do noviembre 1935) Esp^da^creSio"^"la fwnTvam Ampliación de Estudios e JAE" Madrid" ^ Carla ll1' 'sa,bel .T°n-es informando de su actividad a la JAE (10 de mayo de 19 *6) A.\L-hh-c>jAE. Madrid 13 • MEDICINA &t HISTORIA <M fot f~* el mismo destino que el de aquellas dietistas americanas C~r*^^ ^ e , ^ ^/U^^/ sy¿~ +SA 4. ^ Reproducción de dos de los informes que Isabel Torres enviaba regularmente a la Junta para Ampliación de. Estudios. que construyeron SU discipli- (München, 10.5,1936) "El mes de abrí] he trabajado con el prof. Dyckcrhoff -del ínsíííu na en los añOS veinte eníatizando las ventajas económii , • • tf r: ° SUS actividades también han Sido eliminadas de la historia de la dietética hospitalaria II ,. ,r •• discurso científico nutnctona! que en los añOS veinte Sólo era un aspecto de la retórica Patológico de la Universidad- quien me ha propuesto un tema sobre estudio délas propiedades, constitución química y en general de todas las características de la nue\a Vitamina de la coagulación K, de cuya preparación, asi como del efecto que su carencia ejerce en los pollos, según el modo de obrar de Dam, me ocupo actualmente, Isabel Iones Satas . (München, 10.8.1936) "Seguimos el trabajo orientados en la nueva idea de que la falta de coagulación sea debida a una falta de protrombinu en ti plasma de tos pollos en avitaminosis K habiéndose encontrado que una preparación de prütrombma contiene Vitamina K. Fundados en este hecho verificamos en un nuevo lote de pollos experiencias dirigidas en este senti¿(n Isabel Torres Solas" Archivo Je laJAE. Madrid manejada por las dietistas en el desarrollo de su profesión, ocupó toda la memoria de la profesión en los años sesenta, En 1967, en la celebración del 50 aniversario del Journal of the American Dietetic Asso- los nombres a reverenciar no eran los de aquellas mujeres que como dietistas hospitalanas habían hecho posible la existencia de la profesión, sino . . 1 1• • i . i ciation, las dietistas nospualarias se presentaron como parr - i - i i i i • n i i los nombres de los hombres del laboratorio como Claude ca. consecuencia natural del desarrollo de la ciencia de la Bernard o Justus Liebig . nutrición. r te de una tradición en la cual • 14 i De esta manera, el desarrolio de la dietética hospitalaria fue retrospectivamente entendida como un asunto de aplicación de ciencia bási- ,„ B E E U W K i : s A M ,.ÍS.IW ,„,,.,.. Hisiory o¡ Numi.v." ,•,•(;,; iy:,•n-th*. Reprintea on thc Occasion oí (he .^di Annivcrsary oj ¡he Founding '" ¡917 o/tte American Dietetic Aisíjiialion. Chicago: American Dietetic A<saaanon, 1967, i R7-219 C.omida hospitalaria y alimentación científica del paciente, en el primer tercio del siglo XJV 15 • NOTICIAS MEDIONA HISTORIA Relación de manuscritos ingresados en nuestra Biblioteca RABASSA, Francisco. Insitu- SAN GERMÁN .Antonio. Curde interrupción de la revisa tionum Mediáncihum Tracta- so de operaciones explicado por (1978-1984) se siguió publitus Patológicas prima, etsecun- Dn ... Catkedraáco del Real cando al margen de la misma: í m ^ partempalologle exponens Colegio de Cirugía de. Barcelona; iLLa polémica de la sangría. U [sigue] Agustín Corts, Peruti- \ca. 1822]; 549 p., 5 h. capítulo de la Medicina espaExpUcaciones de Anatomía. Tra- lis de. Febribus tracíaius, ejus ñola del siglo XVII", de Luis todo de sentidos internos, hzñnnata, dijifas. Ac causas conánens y Mercedes Sánchez-Gran de; Respiración; Circulación; et dedarans juxta Htis el Gni. XXXI P R E M I O Je' Santander (1978) y "La Digestión y secreción. Campen- áx,trimam.elaboratus. Segunda U R 1 A C H D E ^l'Ca m ^ i c a renacentista ^ e dio de la osteología de los huesos mitad s. XV1I1, Universidad H I S T O R I A D E L A losjudeoconversos peninsulay de sus dependencias. Cuadcr- de Cerrera; 107, 108 p., MFD1CINA res", de Mañano Betés de Toto nos de. Amputaáones deAnato(1981) fueron los ganadores mía. Tratado de Tejidos y gene- RODRÍGUEZ, Lázaro. Memo- En 1970 iniciamos la expe- de aquella época. validades de. Osteología. Primo- ría que presenta a la Junta proriencia de convocar un pre- El Jurado, en contadas oca roso compendio déla Míología, víncíal de Beneficencia D. ..., mío anual de Historia de la siones, queriendo mantener Principios s. XIX; 220 p. Director delhospitd de Donen- Medicina, ennonces "Premio su nivel científico, consideró (.es de Valladolid. Año de 186 7. Biohorm", que con la colabo- que debía declararlo desierto FRAU ARMENDARIZ, Ra- 10f., 12 lám, 35 f. ración de todos a lo largo de como ocurrió en 1979,1980, món. Cuadernos de lahigietreinta años ha llegado has- 1984y 1999. Ahora,apunto ne. Barcelona, 1825. 7p., ROURA Y MATARÓ, Joan. tahoy. Cabe recordar, como de finalizar el siglo, ha sido 573 p., 5 h. Primer ¡libra cíe comptes de punto de partida, "La medi- convocado de nuevo dando ...Apothecari en la víla de la ciña en las novelas sociales como plazo para la presentaGÓNGORA, Luis; RODRÍ- Bisbal Comensal ais 20 maig y valencianas de Blasco iba- ción de originales hasta el 15 GUEZ MÉNDEZ, Rafael. Cal1783. 24 R , 214 FE, 1 H. fiez" de Amparo Estellés Gar- de octubre próximo. La dotadas deMontbuy 1878. Conflicto cía, publicado en el n° 2 de ción es de 250.000 pesetas con el Médico Director. Informe SALVA Y CAM PII .LO, Fran- la segunda época de Media- (1500 Euros) y las Bases apradadopor las SS. ... Barcelona, cisco. Desengaño de. la Profesión na e Historia, al que siguió en rederon en el número anterior 2 de enero de 1879. Es copia. Médica, injustamente sindica- 1971,''Aspectos sociales de la de Medicina e Historia. Olalde. 33 h. da en el Quademo Intitulado, lucha contra la tuberculosis en Preflexión sobre la epidemia qe. la Valencia de entreguerras", PAGÉS, Narcís. Uibre de Comp- Reyna en Cadizy de los medios de Francisco Bolumar Montesde...apotecmCcimensatbany de atajar una Peste, Barcelona y trull. Tras ellos, una buena 1754; Calonge. 327 f. Noviembre, 21 cié 1800. 9 h. dosis de esperanza nos hizo creer que ya podíamos conR1VES, José. Tratado de afectos SAN GERMÁN, Antonio. Tra- siderarlo como intitucionaliquirúrgicos explicados por el todo de Tumores. Que ensena zado, y a él han concurrido Dr... catedrático del Rl. Colé- ... Catedrático del Real Colegio algunos de quienes constitugio de Cirugía de San Carlos de Grujía de Barcelona. Año yenuna nueva generación de de Madrid en el año 1803., 1804. 24h., 400 p., 2h., 408 historiadores de la Medicina 250 h p., 3 h. en España. Durante el periodo • 16 XXXI PREMIO URIACH DE HISTORIA DE LA MEDICINA En su deseo de impulsar los estudios sobre el pasado de las Ciencias Médicas, el Laboratorio «J. Uriach & Cía. S.A.» tiene instituido un Premio anual de ámbito internacional, para adjudicarlo al mejor estudio que a juicio de un Jurado designado al efecto, analice un tema de Historia de la Medicina. Su concesión se adaptará a las siguientes BASES 1. El XXXI Premio Uriach de Historia de la Medícina correspondiente a 2000 está dotado con 1.500 euros, pudiendo optar a él los historiadores de cualquier país. 5. El XXXI Premio URIACH de Historia de la Medicina será otorgado por un Jurado cuyo tallo, que será inapelable, se hará público durante el mes de enero del 2001. 2. LasmonografíasqueoptenalPremiodeberánser origínales e inéditas, no siendo aceptadas aquéHas que en el momento de la adjudicación hayan sido publicadas total o parcialmente, así como tampoco las presentadas a otros concursos. g. La monogratía premiada quedará propiedad del Laboratorio «J. Uriach & Cía. S.A.» el cual, de acuerdo con las recomendaciones del Jurado, podrá publicarla en su revista «Medicina & Historia», en cuyo caso se podrá pedir ai autor las correcciones necesarias con el fin d e adaptarla a las características de dicha publicación 3. Los trabajos que se presenten deberán estar escritos mediante programa Word o Word Perfect, a doble espacio, con máximo de 35 hojas Din A4 por una sola cara incluyendo en el texto bibliografía o referencias documentales, ademas de iconografía complementaria. 4. Los originales (una copia impresa y-un disquette), redactados en lengua castellana, serán remitidos a este Laboratorio hasta el día 15 de octubre de 2000 bajo sistema de lema y plica, sin firma del autor o autores, cuya identificación, dirección y teléfono deberá figurar en un sobre cerrado, a su vez identificado con el mismo lema del trabajo original. 7_ T r a s | a a d j u d i c a c i ó n d e , P r e m ¡ 0 s e a b r ¡ r á ,a pli. al ganador, procediendo el secretario del Jurado a la destrucción de los originales no premiados, _ . 8 " L a Participación en el presente concurso i m plica "a aceptación total de las Bases de esta conc a correspondiente Barcelona, enero de 2000 Toda la correspondencia relacionada con esta Convocatoria deberá dirigirse a: Centro de Documentación de Historia de la Medicina, J. Uriach & Cía. S.A., calle Degá Bahí, 59, 08026 Barcelona, (España) (Fax: 934 560 639 - e-mail; mkt@uriach.com) J. URIACH & C^ S.A. OÍ C S C r V 3 T Xa. V 1 Q Í 1 . Antiagregame plaquetario sin riesgo hemorrágico. ^ M | D f S O M T G f l Z4k |^ La v'da continúa imitiMi! * ^ ^M BÉOB ^ r «Oa»,flTifljaBLnwai1;inhit.Kt*Ujgílg»^[toiuelMii»l^JaWia»iifccnTWM]S hiran*i5>cat*icJ UMMíad aritao«9itWí)i«»rorrt»ia[l!<ln*M)DIS«Nj o r e i n w B t o f w i l ^ te pwctHs pimiWgtaaonalindQt o nutaman t m mu ntwiaviiiM dt las puauaütOMCiBiaBii. Can ansuia m*wi: I t i m í jpCii.áiOina, m a ü i C O B . Cwno »ni™arte nmmoño En n pwtraw j IMUrrmm ot ü'. critnrmKlaBH faríteirtóicis, 5 uniplicadas por »n«OM POMtOCUj*o a!lcapíi;iisi)i«u!»D6Clí«l3WWm|¡cl«li«iL^ili.*1niir«lr.ii!.-.',. •• l«ilr •.iilur.u*OjUntfOt^SQmúe LawulfttB3Ol¿llt3HC0*rnmUÜ«mJqtf>ilr OCHG wflvrrtuo, 1 LÍPMÜAro;dcwi*inanlaiwnief(o. ? -Jp5utK*arjs;íftKiw»Krte*i)r«ocN. JrJfEüiyt^Ai CONTRMHDCACnwS A«H*r«*i)tojpíptaa«h¡per!Bi5**«J5i*[«t5.PWCIUJCI0HE5.»ii^ Prt^a>Mg>y«conwKactonenpa«n*BSQffTtMKi>a&n*cnwcQn jrticoaQuiinlKyjquftpatenMaj^^ dettOlB^ésW.EKcnttSeCUlUMiMS.fnpesMusrifxnaiHbtospuaitia^BtKcrriKlEt^ Enct»dciflvficadúnjccUeni3i. qutstfapiHdíptDfkicirse por hgMUndflMsfefniyelhgrJis, pueden apvecsr sfntoniasdflncliactonodetfeareUmdfll SÑCaMiclonKMsisItnqcaialDHCulatoDoy ir^ftfiOTWequif^crteciTolttcD.hwwrTwusítae5tvasvareos.EltMümiertDoore^wUj*Twi^ MnKrer rirauttró ttjaroiiKD. InstaumIrairTwiKsntwniuo CDKDICÍOWSM PStSCMPWII 1 MVOtSMIoOórrrscMmMo (mr. J * pói 11 SiauíUd SocS TlOOTOHaON«ICMIE Ml1fMTMWNtO.Er*ie«Ív!a9cll!/Ua PBtSfN7KI0* I PVPIVM. UpMll.K EiKHicgii3<liJcsül2! ?J93püs miíOc*sulB.1150BKJ. ifllACHSCÍl. S ». DraiBaiiM.aMmEawtons H U K U H X "X / SSkf/i ^3111 } IIU \ ^^5p ^ ^ ^*£_'J-.:íV »"<l ' * ' I ^t k. »» j f f ^ t . Bk ^^^^^H ^M"'^H ^ b • ' fV¿ÍvV JdF 1 I IpIATM u n l H u rS*- 5 n rW^^ • ' I ' * L r' j B>*M