SL L.INOI UNIVERS1TY OF S ILLINOIS Al URBANA-CHAMPAIGN PRODUCTION NOTE University of Illinois at Urbana-Champaign Library Brittle Books Project, 2010. I 1 1 ý 1 C, kTON1Ú UP'A8 EL LOS ESFA1OLFi DE LA P %ýývG LA PLATA Ta1eres-So1ái Ses6 y 1 8.97 C UNIVERSITY OF ILLINOIS LIBRARy Class F 11-20M Book Volume COPYRIGHT NOTIFICATION In Public Domain. Published prior to 1923. This digital copy was made from the printed version held by the University of Illinois at Urbana-Champaign. It was made in compliance with copyright law. Prepared for the Brittle Books Project, Main Library, University of Illinois at Urbana-Champaign by Northern Micrographics Brookhaven Bindery La Crosse, Wisconsin 2010 (i~j~j UNEIR& REPÚBLICA ARGENTINA COMISIÓN PROTECTORA DE BIBLIOTECAS POPULARES WÑýy.. - CORONA FONEBRE ALA MFAMORIA BEL EÑORI I;XMO.S B.ANIONIO CÁNO VAS BEL CA81ILLO LOS ESPAÑOLES DE LA PLATA LA PLATA Talleres-Solá, Sesé y Ca. 9 y 47 1 8 97 i PRIMERA PARTE I"e'r1:: Antes de la manifestación SUMARIO-La noticia en el Club Espailol-Circular-Efectos inmediatos-La Comisión-En el periodismo-En la Cámara de Diputados-El telégrama-Carta de condolencia. El día 8 de Agosto á las 6 y media de la noche, el Señor José M. Niño, Director de La Mañana, diario que se publica en esta Ciudad, avisó por teléfono al Club Español, el atentado de que había sido víctima en España, el Presidente del Consejo de Ministros, Señor Cánovas del Castillo, lo que mas tarde fué confirmado por el Club Español de Buenos Aires. La noticia produjo la mas dolorosa impresión, y algunos sócios reclamaron de la Comisión Directiva una demostración inmediata de protesta y condolencia. El presidente fué llamado al local de la sociedad, y después de haberse cerciorado de la verdad de lo ocurrido, resolvió dirijir al comercio y á la colectividad española la circular que, impresa esa misma noche, fué abundantemente repartida y que dice así: -8- CLUB ESPAÑOL Ágosto 9 de 1897. LA PLATA Calle 51 Núm. 466 04foj epoñofe4 7eiidenjel en a JYata. El Club Español, en homenaje d la memoria del ilustre hombre de estado, señor Cdnovas del Castillo, bcrbaramente asesznado en Santa Agueda, el día de ayer, como señal de duelo y Érotestando contra el crí menz que priva d nuestra Édtria de uno de sus mas distinguidos h dos, se dirziged los eslañoles residentes en La Plata y los invita: lO A mantener durante el dí de hoy, cerradas las casas de comercio; y 20 A concurrir al Club Español d las ¿ j. m. de este día, c fin de suscribiruna nota de pésame y protesta que serd remitida España. C. TROYTEIRO, Presidente. MAQUEL ID. SALGADO, Secretario. La circular produjo un sentimiento único y unánime en todos los españoles residentes en- La Plata. Ni una sola casa de comercio dejó sus puertas abiertas, y nuestra ciudad presentó el día 9 de Agosto un aspecto de duelo, que si acreditó el sentimiento español -9hizo tambien evidente la importancia comercial de nuestra colectividad en esta plaza. A las tres de la tarde del mismo día se reunieron en los salones del Club Español, los residentes cuyos nombres aparecen al pié de la carta dirijida á la señora viuda de Cánovas del Castillo, y debe hacerse constar que el número de los reunidos era muy respetable, y que no faltaba allí nada de lo espectable y digno de la colectividad española. En esta reunión se acordó darle al sentimiento español la solemnidad pública que reclamaba un suceso que, al arrebatarle á España la vida de uno de sus mas ilustres hijos, arrancaba al mismo tiempo un grito de dolor y una protesta contra la "bdrbara razón del asesinato. Al efecto se nombró una comisión compuesta de los señores: Constantino Troyteiro, presidente del Club Español-Antonio Vilar, presidente de la Asociación Patriótica--Juan Domingo, presidente de la Sociedad Española de S. M. - y Manuel D. Salgado, presidente de la Union Española de S. M. y á los señores Joaquin Sesé, Isidro Solá Sanz, y Francisco Alconada, dandosele la presidencia de esta comisión al señor cónsul de España, Don Enrique Rodriguez Galvan. Se acordó dirigir á la señora viuda de Cánovas del Castillo una carta de condolencia, que oportunamente seria redactada por la Comisión nombrada, y un telegrama á su Magestad la Reina de España, debiendo este ser redactado y firmado, á nombre de los españoles residentes en La Plata, por el señor Cónsul. Para todos estos acuerdos, los señores concurrentes - IO - dieron sus firmas en el acto, las que originales se conservan en la Secretaría del Club Español y son las que aparecen al pié de la carta dirigida á la señora viuda. La Comisión nombrada por los españoles reunidos el dia 9 de Agosto en los salones del Club, se constituyó en sesión permanente y acordó todo 10 necesario para que el día 15 del mismo mes, se realizase una solemne demostración de duelo y de protesta por la muerte del Exmo. Señor Don Antonio Cánovas del Costillo. En la prensa y en la Cámara de Diputados de la Provincia, el doloroso suceso y la impresión que el produjo en todos los animos, se refleja en las siguientes trascripciones: Con la inesperada muerte de Cánovas del Castillo, pierde España uno de sus mas esclarecidos hijos y la causa monárquica su mas firme columna. En medio de las dificultades y contratiempos porque pasa hoy la política externa é interior de la madre pátria, el ilustre presidente del Consejo de ministros, aparecia como un piloto enérgico y experimentado, que llamaba sobre su acción la atención del mundo entero. - II - Era poderoso por el carácter, por la fuerza intelectual, por la experiencia, y daban razón de su popularidad los eminentes servicios prestados á su país siempre que fué requerido para el Gobierno, al que se le llamó siempre en los momentos difíciles. Caido á los golpes de un asesino, la noticia de su muerte ha consternado á todos aquellos que rinden justicia al mérito y á las grandes cualidades del espíritu. LA COLECTIVIDAD ESPAÑOLA DE LA PLATA Los presidentes de las sociedades españolas, bajo la presidencia del cónsul de España en La Plata, señor Rodriguez Galvan, se reunieron ayer á las 3 de la tarde en los salones del Club, respondiendo así á la invitación dirigida por este centro social. Asistieron tambien residentes españoles de todas las clases sociales en número de 300 más ó menos. Explicó el objeto de la reunión el presidente del Club, señor Troyteiro, que no era otro, que resolver la forma de realizar una manifestación de duelo adhiriendo al que experimenta el mundo entero con la muerte de Cánovas del Castillo. Fué unánime la aprobación de los asistentes á la iniciativa del Club, resolviéndose realizarla en la siguiente forma: to Reunirse todos los españoles residentes en el local del Club el 15 del corriente á la I p. m. para de allí marchar en corporación al Teatro Argentino, donde se celebrará un funeral civil. - I2 - En este acto harán uso de la palabra los oradores que oportunamente se designarán. 20 Dirigir un telegrama de pésame á la Reina Regente y á la señora viuda de Cánovas del Castillo, manifestando la condolencia de los españoles residentes en La Plata, por la sensible pérdida que llora la España entera. 30 Designar una comision compuesta de los presidentes de las sociedades españolas y los señores Sesé, Solá y Alconada bajo la presidencia del señor cónsul español, encargada de llevar á cabo la realizacion de los actos que enunciamos mas arriba. El télegrama está suscrito ya por mas de 300 firmas. Al funeral serán invitados los poderes públicos de la Provincia, los miembros del foro y de la prensa, presidentes de las sociedades nacionales y extrangeras y familias de nuestra sociedad. Ayer han permanecido cerradas en señal de duelo tadas las casas de comercio españolas de esta ciudad. El Dia del i0 de Agosto. - I3 - Otra víctima ilustre que cae bajo el plomo homicida de la secta anarquista, anatematizada por el mun do civilizado. De cerca se siguen los crímenes realizados y los atentados fracasados de esos hombres malvados, que buscan la regeneración social y política por medio de la violencia y el asesinato. No hay una alma honrada que no proteste enérgicamente contra tales desbordes de las malas pasiones y que no sienta la necesidad de imperiosas y ejemplares medidas de re- presión. La muerte alevosa del ilustre hombre de estado español ha repercutido dolorosamente en todas partes y en las clases conservadoras de todas las nacionalidades. Ese sentimiento ha sido doblemente intenso enla colectividad española, tan numerosa en nuestro país y tan amante de sus glorias patrias. Era Cánovas del Castillo evidentemente una eminencia de España y un estadista de fama universal. Como todos los hombres públicos vinculados durante épocas enteras á la política de su país, pudo levantar alguna resistencia y tener opositores y aun ene. migos, pero todos reconccian en Cánovas del Castillo una personalidad superior, una inteligencia fecunda, un luchador. Encarnaba el sentimiento de la nacionalidad española porque Cánovas del Castillo en España, era como Thiers en Francia; como Bismarck en Alemania, - 14 - como Gladstone en Inglaterra; como el triunviro en Italia; como Mitre en la Argentina. Hacer la biografía de este hombre extraordinario no entra en los límites del diario. Su actuación desde 1845 hasta el presente, por mas de medio siglo, es tan grande, compleja y prolongada, que se necesitaria el libro para reseñarla. Ha sido periodista, filósofo, literato, orador, parlamentarista, ministro de estado reiteradas veces, gobernador civil, revolucionario, constitucionalista, etc., etc. Ha figurado con justo título entre los primeros oradores políticos de España y en la oposición como en el gobierno ha intervenido en las discusiones de mayor interés y fué siempre un adversario temible en las lides de la palabra. Había nacido en Málaga el 8 de Febrero de 1828. Era caballero del Toisón de Oro, de la Legión de Honor francesa, de las Aguilas prusianas, de la Corona, de los Santos de Italia y de las órdenes más preclaras de Rusia, Turquia y Portugal. Ante la desaparición trágica de este hombre ilustre, el sentimiento público ha de sentirse sacudido en todas las latitudes de la tierra y la protesta contra el bárbaro crímeníi y el asesino no tardará en traducirse en imponentes manifestaciones de duelo por la víctima y de condenación contra el matador. Unimos nuestra voz para deplorar la inmensa pérdida que agobia en estos momentos á la noble España. - LA NOTICIA '5 EN - LA PLATA La primera noticia que llegó á esta capital del trágico suseso, fué un telégrama dirigido á las 5.30 p. m. á La Mañana, de su servicio telegráfico europeo. La dirección de este diario se apresuró á transmi- tir telefónicamente la infausta nueva al cónsul de España y al club Español, que no tenian conocimiento de ella. El señor cónsul español tuvo ayer temprano la fineza de acusar recibo del aviso, por medio de la siguiente tarjeta: «Enrique Rodriguez Galván, cónsul de España en La Plata, saluda atentamente al señor director de La Mañana y le agradece la galantería del aviso telefónico por el que se sirvió comunicar la desgracia acaecida á España, por el asesinato cometido en la ilustre persona del eminente patricio y Presidente del Consejo de Ministros, el excelentísimo señor Antonio Cánovas del Castillo.-S c. 9 de Agosto de 1897». Dos horas después de este eviso, otro colega local dió cuenta del suceso en un pequeño boletin, que tuvo escasa circulación por la hora poco propicia en que salió y ser ya más ó menos conocida la noticia. La tertulia habitual del club español, donde tam- bién habia ido nuestro aviso, se convirtió en tertulia de duelo. El asesinato alevoso del ilustre hombre público produjo en todos los espíritus el mismo senti- miento de estupor primero y de condolencia después. El vil asesinato fué enérgicamente condenado. -- I6- PRIMERA MANIFESTACIÓN DE DUELO La primera manifestación de duelo por la gran desgracia que enluta á España, fué dada ayer por el comercio español de esta capital. Siguiendo el ejemplo de la Capital Federal, las casas españolas de negocio cerraron sus puertas durante el dia y la noche. Otras manifestaciones de condolencia no se harán esperar, adhiriendo la colectividad española al sentimiento de profunda pena que esta desgracia provoca. EN EL CLUB ESPAÑOL Los presidentes de las sociedades españolas, bajo la presidencia del cónsul de España en La Plata, señor Rodriguez Galván, se reunieron ayer á las 3 de la tarde en los salones del club, respondiendo así á la invitación dirigida por este centro social. Asistieron también residentes españoles de todas las clases sociales, en número de 300 más ó menos. Explicó el objeto de la reunión el presidente del club, señor Troyteiro, el cual no era otro que resolver la forma de realizar una manifestación de duelo, adhiriendo al que experimenta el mundo entero con la muerte de Cánovas del Castillo. Fué unánime la aprobación de los asistentes á la iniciativa del club, resolviendo que se realizara en la siguiente forma: Reunirse todos los españoles residentes en el lo- 1o - I7 -- cal del club, el dia 15 del corriente á la I p. m., para de allí marchar en corporación al teatro Argentino, donde se celebrará un funeral civil. En este acto harán uso de la palabra los oradores que oportunamente se designarán. 20 Dirigir un telégrama de pésame á la reina regente y á la señora viuda de Cánovas del Castillo, manifestándole la condolencia de los españoles residentes en La Plata, por la sensible pérdida que llora la España entera. 30 Designar una comisión compuesta de los presi- dentes de las sociedades españolas, y los señores Sesé, Solá y Alconada, bajo la presidencia del señor cónsul español, encargada de llevar á cabo la realización de los actos que enunciamos más arriba. Al funeral serán invitados los poderes públicos de la provincia, los miembros del foro y de la prensa, presidentes de las sociedades nacionales y extranjeras y familias de nuestra sociedad. La Mañana, del io de Agosto. En el Club Español se reunieron ayer alrededor de 300 miembros de la colonia, para resolver la forma de realizar una manifestación de duelo con motivo de la muerte del esclarecido ciudadano. - 18 - Se designó una comisión especial, compuesta de los señores presidentes de todas las sociedades españolas, del cónsul de esa nación entre nosotros y de los señores Sesé, Alconada y Solá, para que redactáran un proyecto de manifestación. Hecho el proyecto, se leyó á la asamblea reunida. Es este: La Liga Patriótica y sociedades de socorro, se reunirán en sus respectivos locales y se dirigirán al Club Español. 20 Todos los españoles concurrentes á esta reunión invitan á los compatriotas residentes en La Plata para concurrir al Club Español el domingo 15 del actual, á la I p. m. 3 o Reunidas las sociedades y los invitados en el Club, á las 2 p. m. saldrán en procesión cívica pasando al consulado. Queda encargada de la confección del programa de este acto de condolencia, la comisión especial nombrada más arriba. La comisión se reunirá estos días en el Club Español, para adoptar todas aquellas medidas tendentes al mejor éxito de los trabajos iniciados. io El Mercurio del io de Agosto. - 19 - Tuvo lugar anoche en el Club Español la reunión de residentes de esa colectividad para dejar resuelto el programa de la manifestación de duelo, que tendrá lugar el domingo en el teatro Argentino en homenage á la memoria del malogrado estadista señor Cánovas del Castillo. Se nombró en comisión, á fin de correr con lo relativo al fúneral cívico en el teatro, á los señores Manuel D. Salgado, Vicente R. Jordan y Juan Domingo. El acto se abrirá en la forma siguiente: z0 Himno nacional. 20 Marcha fúnebre. Apertura del acto por el señor cónsul de España, don Enrique Rodriguez Galvan. 40 Oración fúnebre por el doctor Julian de Vasgas. 50 Discurso pronunciado por el doctor Juan Angel Martinez. 6 0 Cerrará el acto el doctor Luis Ricardo Fors. 30 Se resolvió también que todos los residentes españoles en La Plata concurran á las 2 p. m. del domiogo I5, al Club Español, para de allí marchar en precesión fúnebre hasta el teatro Argentino, á cuyo efecto se invitará por medio de carteles. El Dia, del 12 de Agosto. - 20 -- La ceremonia que proyecta para mañana la colectividad española, á la memoria del ilustre Cánovas del Castillo, promete asumir grandes proporciones. Ella tendrá lugar, como está resuelto, en el teatro Argentino, con sujeción al programa que hemos publicado. A la demostración de los españoles se adherirán también los argentinos, vinculados por las simpatias y las consideraciones merecidas. Asistirán además á la demostración diversas sociedades extranjeras, llevadas por el sentimiento de protesta solidaria contra el crimen alevoso. La Mañana, del 14 de Agosto. Con motivo de la demostración de duelo que esta tarde se hará á la memoria de Cánovas del Castillo en nuestro teatro Argentino, la compañia Podestá-Scotti, ha resuelto no dar en la tarde la función que es de regla realizar los domingos a esa hora, asociándose así al sentimiento que hoy congregará á los españoles de La Plata. Muy digno de encomio el proceder de la compañia nombrada, que no quiere servir de distracción al público que puede concurrir á aquel acto. El Mercurio del 15 de Agosto. - 21 - La colectividad española residente en La Plata y los hombres de todas las nacionalidades que honradamente anatematizan el crimen alevoso, están invitados á congregarse hoy en el teatro Argentino para hacer justicia á la memoria del ex-primer Ministro de España, señor Antonio Cánovas del Cartillo. Ese acto ha de alcanzar toda la importancia que merece como manifestación de respetuosa admiración hacia los grandes servicios de la ilustre víctima y protesta colectiva. El asesinato de Cánovas del Castillo no ha traido solamente duelo á España. Su sentimiento por la pérdida del preclaro hombre de estado es compartido por todos los pueblos civilizados de la tierra, y la Argentina, particularmente, participa de ese duelo. Renovando nuestra adhesión á la ceremonia que celebra hoy la colectividad española de La Plata, reproducimos el programa al cual se ajustará: lO Himno nacional. 20 Marcha fúnebre. 30 Apertura del acto por el cónsul de España, don Enrique Rodriguez Galvan. 40 Oración fúinebre, por el Dr. Julián de Vargas. 5° Discurso pronunciado por el Dr. Juan Angel Martinez. 6° Cerrará el acto el Dr. Luis Ricardo Fors. Los residentes españoles en La Plata deberán con- - 22 - currir á las 2 p. m. al Club Español, para de allí marchar en procesión fúnebre hasta el teatro Argentino. La Mañana del 15 de Agosto. La colectividad española residente en La Plata celebrará hoy en el teatro Argentino, la anunciada ceremonia á la memoria del ilustre Cánovas del Castillo. La doble demostración de duelo por la víctima y de protesta contra el crimen, se realizará con arreglo al siguiente programa: lO Himno argentino. 20 Chopin: célebre marcha fúnebre. 3 ° Apertura del acto por el señor 'cónsul de España D. Enrique Rodriguez Galvan. 4 ° Grossi: Pensiero elegiaco. Oración fúnebre por el Dr. Julián de Vargas. 60 Mendelssohn: marcha fúnebre. 70 Discurso pronunciado por el Dr. Juan Angel Martines. 8 ° Coop: Pensiero lúgubre. 90 Petrella: fone marcha fúnebre. lo. cerrará el acto el Dr. Luis Ricardo Fors. La ceremonia de hoy cuenta con la adhesión unánime de la población y especialmente los argentinos harán acto de presencia en ella en crecido número. 50 - 23 «Al abrirse, la sesión de la Cámara de Diputados, dijo el Sr. Sempé: La nación noble y generosa, de las gloriosas tradiciones, la que no se sabe cuando es más digna de admiración y de respecto, si cuando se cubre ufana con los lauros inmarcesibles de las innumerables victorias de su larga epopeya, ó cuando se iergue viril y denodada en medio de sus mas crueles infortunios, dispuesta al sacrificio y á la abnegación que reclama su legendario patriotismo; España, en una palabra, acaba de recibir una vez más, con la traidora muerte de uno de sus hijos predilectos, un rudo golpe-como si el destino quisiera poner á prueba, por milésima vez, el temple de ese pueblo tan trabajado, por los contrastes y tan digno, sin embargo, de ser feliz. Los ecos lastimeros de la muerte alevosa de Cánovas del Castillo, debian necesariamente repercutir de un modo simpático, como han repercutido, en el corazón de nuestro país, que compartiera siempre los dias de gloria como ha sabido también hacer suyos los de infortunio de la madre patria. Es inspirado en estos sentimientos, de que también han de participar mis honorables colegas, que me he decidido á formular la moción que formulo para que la honorable Cámara se ponga de pié en homenaje á la memoria de ese preclaro estadista, en homenaje de simpatía á España por la pérdida que en estos mo- -- 24 - mentos lamenta y como un acto, además de solemne protesta contra estos vandálicos atentados que horrorizan á la humanidad». La Cámara se puso de pié. A S. M.. la Reina Regente. San Sebastián. SEÑORA: Los españoles residentes en La Plata presentan á V. M., por mi intermedio, sus sentimientos de condo- lencia. A. L. R. P. de V. M. CÓNSUL DE ESPAÑA. A la Exma. Señora 9oaquina Osma de Cdnovas del Castillo. La Plata, 9 de Agosto de 1897. SEÑORA : Mientras que vos llorais á vuestro amado esposo, llora España á su ilustre hijo y lloramos los españomoles al eminente hombre de estado, que, en - 25 - mentos solemnes para nuestra patria, altivo y sereno, atraia sobre si la mirada y la admiración de todos los grandes estadistas del mundo. No cayó en defensa de su credo-político, ni pudo su sangre generosa derramarse en holocausto solamente de su adorada España. No. Combatiendo el anarquismo, rindió su preciosa vida en honor de la humanidad. A la grandeza de su alma correspondió la grandeza de la causa de su muerte. Digna es, Señora, su memoria de la eternidad que tiene asegurada y digna tambien de vuestro justísimo dolor. Quiera el cielo concederos la fé, único lenititivo de quien, como vos, llora y ama y se consuela, seguro de que el ser amado goza ya de mejor vida y nos espera en un mundo mas perfecto. Nosotros, Señora, os rogamos que acepteis lo único que podemos ofreceros: nuestro profundo sentimiento y los votos que hacemos porque Dios conserve vuestra preciosa existencia. Dignaos aceptar tambien el respeto con que nos suscribimos de tan ilustre Señora S. S. Leon Mateo Diaz, José Bibiloni, Miguel Serra, Cecicilio Cava, Fulgencio Garcia, M. Garcia Durán, Francisco Artola, C. Troyteiro, Francisco Alconada, Antonio Vilar, Juan Domingo, Rufino Bugallo, Enrique Alvarez, Ysidro Solá Sans, Joaquin Sesé, Estéban Molla Catalán, Felipe Lujan, Claudio Portell, Lorenzo F. Arce, Manuel Bustelo, Jaan G. Jáuregui, Rafael Toja, L. Mateos Amador, B. Ridecós, Higinio Morant, Miguel Serra, Martin Garcia, Pedro Marti, Francisco Mellan, Domingo Echavarri, José Pascuet, Tomás Sanchez, Manuel L. Gonzalez, José M. Gonzalez, Tomás M. Dominguez, Domingo Moreno, José Perez Larios, Pedro - 26 - Obanos, Eduardo Guzman, Prudencio Fernandez, Fernando Rebullida, José Serra, Fructuoso Garate, Adrian Hernando, Leopoldo Serra, Victor Marn, Victor Graell, Joaquin Muguerza, Antonio Surecla Manuel Lopez, Francisco Gonstueta, Daniel Nocales, Manuel Vazqnez, David Lapido, José Antonio Tejo, Joaquin Gauclier, Francisco 1 Marti, Francisco Aengual, Joaquín Baranda, fulian de Vargas, Hipólito Fernandez, P. Qricchio, Gabriel PeBenardino rez, M. D. Salgado, Emilio Cicuyano Lopez, Jorge Lopez de Vergara, Angel Blanco, Dionisio Vidal, Jesús Vazquez, José Anyé, Cele, Juan Anyé, José D. Campoamor. clonio Hcrray, Juan Gutierrez, Jacinta B. de BazJosé Pulido, Juan Reyscas, Dámaso Rozas, José Beomes. Eduardo Villar Gabriel Resuos, Joaquin SalvaSen lofeu, RafaelaIHerrán, José dor Moure, Ventura Formosa, Pedro Remon, Ricardo Rodriguez, Francisco Manrique, Antonio Gutierrez, Antonio Rodríguez, Constantino Campoamor, Miguel Daponte, Manuel Portillo, Antonio Caso, Enrique Poza, José Roca, Manuel del Valle, Fernando Vilá, Antonio Fondevila, Francisco Alustiza, Miguel A. Fondevila, Justo Alustiza, Tomás Z. Ramírez, Felipe Alurtiza, Manuel Diez, Antonio Garcia Bua, Constantino Girberd, Sí- Gonzalez, Fernandez, Tabelazeo, mon Baraldes, Cárlos Villar, Francisco Roig, Vicente Rojas, Manuel Rojas, Ignacio Montoya del Villar, Emilio Casabella, Domingo Gaticas, Manuel Ruybal, Cándido Herce, Arturo Freire Santos; Francisco Grávalos, Angel Egea, José Martinez, Eduardo Equiza, José Esparza, Bartolome Díaz, Echeverria, Saturnino Faronda. Antonio Santo, Pio iribarren,Diego García, Manuel Doto, Anastasio Marcelino Perez, Martin Ojer, Castor Araujo, Félix Morano, Joaquín Corrales,José Araujo, Antonio Barniz, Pablo Corrales, Francíco Martínez, Felipe Alonso, Juan Treserras, Pedro Magariño, Joaquín Papio, M. Mar"tínez Allol, Candido Barnils. José Rodríguez, José Blanco, Francisco Velazquez, Angel B. Oria, Tibucrcio García, EsJ.teban Solsona, Pedro Tigen, Francisco Borrelí, Pedro Pagés, Cárlos Carusi, Vicente Moraleda, Marcelino Albíez, Francisco Gonzalez, José Baques, Pedro Magarífto, V. Pardo, M. Molins, G. Juan, Pedro Babero, José - 27 - Fandiño, Angel Gonzalez, Perfecto Espiñeiro, A be lardo Gonzalez, Ricardo Alvarez, Antonio Cordido JoaquinEspaña, FranciscoBorja, Agustin de Martin> Alejandro F. Borja, José Eyras y Caro, Severo Gonzalez Rivas, Ignacio Elizondo, Francisco Suyal, A. Fabregat, Leandro]Junell, Eduardo Baraldis, oaquin Daufi, Gerónimo Suarez, Manuel Lopez, Manuel Gonzalez, Uárlos Padin, Leonardo Berrosa, Norberto Herrero, B. Balaguer, Antonio Jimenez, Antonio Carrara, Miguel Robira, Juan Araujo, Vicente Urleaga, José A. Berasaluse, Faustino Ro driguez, Laureano Rey, Adolfo Souto, Alfredo Gonzalez, Basilio Latierro, Anastasio Oluvarrieta, Antonio Orduna, Pedro Odriosola, Francisco Antonio Bentoro, Esteban Gutierrez, J. F. Moragues, Ranon Jouch, Pedro.M. de Moraguez, Manuel Rey, Juan González Triay, José Gonzalez, Diego Romero, Francisco Urrutia, Enrique Ferrandin,Francisco Roca, José Perez, Telesforo Alustiza, Luis Herrais, Ferm¡n Vergara, José Cornide, Manuel Castiñeyra, Baltasar 5. Lopez, José Albelo, A. Villarino, B. Maqueira, Ezequiel Ruiz, Ignacio Arsillara, G. del Castillo> José F. Rodriguez, Jitan Oliver, Dominqo Lo pez, Ramon Arca, Damnian Pamer, Ramon Sabaté, Alberto Basco y Bilbao, Juan Basco y Bilbao, Francisco Morales, Eugenio Puente Francisco Abad, Pedro Balbeco, Tomás fragui, Gerónimo Carol, Miguel Echar¡ Domingo Maruñon, Mariano Aran, J. A. Victorero, C. Gomez, Antonio Sureda (hijo), J. Garcia, Arturo R~oig, M. A. Alvarez, J. Roig, Ramon Fernandez, F. Gonzalez Refojo, J. Granado, Bernardo Parra, Leon Richard, Ramon Martinez, José Fernandez, Miguel Barbará, Manuel Calvo, Jose Alsina, José Balíbé, José tiumella, Pedro Bartolomé Garcia, E. Valencia, Urteaga, Francisco Vicent, E. Ves y Losada, José Delonfeu, Francisco Sastre, Manuel Ribeira, Miguel Perelló. SEGUNDA PARTE Manifestación de duelo SUMARIO-En el Club Español-En el Consulado-En el Argentino-Dicurso del señor Consul de España-Oración fúnebre por el doctor Julian de Vargas-Discurso del doctor Juan Angel Martinez-Clausura por el doctor Luis Ricardo Fors. A las tres de la tarde del día quince de Agosto, formóse en el Club Español la columna de duelo; componiase de unas mil cien á mil doscientas personas, entre las que había argentinos y de otras nacionalidades. La manifestación se dirigió al Consulado de España, y allí se le incorporaron, con el señor Cónsul, varios miembros del cuerpo consular y algunos señores argentinos y españoles. La comitiva se dirigió al Argentino, y su entrada en el teatro se hizo notable por el órden admirable con que se realizó su dispersión, ocupándose las localidades sin que se produjera incidente ni aglomeración alguna. Cuando la manifestación entró al teatro, había en este mas de mil quinientas personas, entre las que po- dian contarse muchas y distinguidas familias y caballeros de todas nacionalidades. Se vió que la sociedad platense concurría en masa al acto de condolencia que realizaban los españoles. Después de la comitiva, se di6 entrada franca y el espacioso recinto quedó, en pocos momentos, ocupado en toda. su capacidad. -Tres mil personas. El palco excénico, enlutado y adornado con banderas que enlazadas por gasas negras formaban pabellones de distintas nacionalidades, ostentaba en el centro el retrato del ilustre repúblico, objeto de la solemne manifestación de duelo. Este retrato, debido al lapiz del señor Bernardo Parra, había sido expresamente hecho para el acto y es hoy, por la voluntad de su autor, propiedad del Club Español, en cuyos salones se conserva. El excenario fué ocupado por la comisión organizadora presidida por el señor Cónsul de España, al que acompañaban los señores cónsules de Italia, Francia, Portugal y Brasil. Estaban tambien en el palco excénico, algunos señores argentinos, españoles y de otras nacionalidades. A las dos y cuarenta se inició el acto con el Himno Nacional, que la concurrencia oyó de pié. Los fúnebres acordes de la orquesta, la selecta y numerosa concurrencia y la palabra sentida y elocuente de los oradores, todo concurrió á darle á la manifestación la imponente solemnidad de su objeto. Discurso del Sr. Cónsul de España (VERSIÓN TAQUIGRÁFICA) SEÑORAS: SEÑORES: La patria española está de duelo: uno de sus más preclaros hijos, el ilustre estadista, el gran patriota Antonio Cánovas del Castillo, ha muerto asesinado alevosamente. De todos los ámbitos de la tierra, de todos los países civilizados, de todas partes donde se agitan corazones honrados, se ha dejado oír un grito unánime de protesta contra semejante crimen. Esta gran manifestación de los habitantes de «La Plata» , demuestra palpablemente el profundo sentimiento que este hecho provoca. Yo, en nombre de mi Soberano, en nombre del pueblo español, doy las gracias á la concurrencia. Los oradores nombrados por la comisión van á hacer uso de la palabra. (Aplausos). Discurso del Dr. Julian de Vargas (VERSIÓN TAQUIGRÁGICA) SEÑORES: El acto que aqui nos congrega tiene tanto de duelo como de apoteosis. Un eminente estadista, un sabio ilustre, un hombre de gran corazón y gran carácter, ha caido en la lucha cuando precisamente más necesitaba España su palabra, su voluntad y su acción. España sufre y llora como madre amantísima; pero aunque la ahogue la pena, su esfuerzo no decae, ni se debilita su ardor guerrero. Crespones de duelo enlutan la gloriosa bandera; pero la lanza invencible hace vibrar los rayos del sol, y los valientes colores de la grana y el oro se agitan y estremecen de coraje al luchar bravamente contra los huracanes. España sufre y llora; pero lucha; no se desespera. Ve que un preclaro hijo ha pasado á la región serena de la inmortalidad, y mitiga su pena al sentirle á su lado en la historia, como le vió á su lado en el combate. España sufre y llora; pero no porque le falte un campeón, sino porque la traición nos lo ha arrebatado. Sufre y llora, porque tantas calamidades se conjuran contra sus hijos; no sufre porque un caudillo falte. ¡ En 20 siglos de grandeza, cada momento ha visto nacer un héroe y brotar la palma de un mártir ! Pero es que en Cánovas del Castillo lloramos la - 40 - muerte de tantos que como él, han caído en los récios combates de estos últimos tiempos. Lloramos al oscuro soldado, á quien bala traidora corta la vida en la espesa manigua; lloramos al guerrillero á quien un clima mortífero enclavó en el lecho del hospital; lloramos la angustia de la madre que muere de pena al ver embarcarse su hijo para dar su vida por la patria; lloramos la perfidia de los que, debiendo á Es. paña vida, posición y nombre vuelven sus armas contra ella; lloramos también la infamia de los mercaderes políticos que pretenden comerciar con la angustia de una madre tan grande y tan gloriosa.-(Aplausos). 1Error profundo, sin embargo, el de los que crean que al morir Cánovas se llevó consigo la clave de los Error inmenso el de los que juzéxitos españolesl guen que un hombre por preclaro que sea tiene en ¡Error crimisí el secreto de la vitalidad española! nal el de los que entiendan humillar á España porque le falten en el gobierno el invencible caracter y la robusta inteligencia de Cánovas del Castillo! ¡ Error crasísimo, el de los que piensen que en la marcha triunfal española, basta cortar una cuerda para que se rompa la armonía !-(Grandes aplausos). Un hijo del pueblo ha caído bajo la bala traidora de un cobarde asesino; ha muerto un gran caracter; se ha roto una energía de gigante, guiada por una colosal inteligencia, y todo puesto al servicio de la patria. Porque todo eso era el muerto ilustre, cuya augusta sombra vaga en este recinto é inspira nuestro acto de - 41 - duelo. Era una viva encarnación del pueblo español. Por su Dios, por su Patria, por su Rey y por la libertad, salió de las últimas filas y llegó á donde no alcanzan muchos vástagos de regia estirpe nacidos. El genio le abrió camino en lucha con la fortuna. Cuarenta años le costó alcanzar un asiento en el Parlamento español, y llegó allá con una merecida reputación adquirida en las lides de la inteligencia y en las filas de la libertad. Llevó á la prensa el saber adquirido en las aulas donde se aprende la ciencia del derecho. No quizo vestir la toga para interpretar leyes en los tribunales, porque había nacido para dictarlas en los Congresos. Cuando la aurora de la libertad, lució definitivamente para España, abrió su alma á los efluvios del progreso, y fué campeón decidido de los nuevos ideales. Cuando los excesos de masas inconscientes, pusieron ennpeligro la la libertad y la patria, él firme en el punto á donde había llegado, ni retrocedió pusilánime, ni desertó cobarde, ni se dejó arrastrar por el torrente, ni se asustó con el fragor de la catarata revolucionaria. Labraba diques para encauzar en lo porvenir los excesos del pueblo y remediar en lo posible los males del pasado. Pensó que aquellas fuerzas, que desatadas eran el ciclón, dirigidas eran el progreso. Surgió entonces de su pensamiento y de su palabra, el partido Conservador, y él fué su caudillo y su apóstol para bien de España que no puede olvidar el mérito de tan patriótica tarea. (Aplausos.) Organizada la monarquía, surgieron los conflictos di- - 42 - plomáticos apenas terminadas las guerras civiles. Pensó acaso un Emperador envanecido con éxitos militares que era factible desgarrar el regio manto de España y zurcirle con retazos de un éxotico uniforme, y entonces tuvo Cánovas para ese Emperador todas las energías, que el pueblo español ha tenido siempre para todos los cesarismos. Si una gran república; imaginó echar astuta garra sobre un joyel preciado de la corona española, Cánovas opuso á la astucia la lealtad, y á los alardes insolentes, la serena tranquilidad del que, firme en sus principios, no se distrae con gestos de histriones ni con argucias de mercaderes de recoba. Si en astucia fué necesario luchar con la diplomacia, mostróse tan astuto guerrillero, como resuelto general, para oponerse á un imperio asistido por un ejército de grandes capitanes. Y en medio de vida tan agitada, aun le quedaba tiempo para llevar el concurso de su actividad y brillar en Academias y Ateneos. Brillaba en la Real Academia de la Historia, llevando á ella la erudición que produjo la Historia de la Decadencia de España bajo los Austrias; brillaba en la Real Academia de la Lengua, llevando á ella su competencia filológica para formar el Diccionario Etimológico y el de Autoridades; brillaba en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, estudiando las causas del malestar social contemporáneo y los medios de convertir en evolución, la revolución social que amenaza; brillaba en la Real Academia de Jurisprudencia, alentando los esfuerzos de los legisladores del porvenir; tenía en el Ateneo la brillante - 43 - iniciativa que exige aquel foco del saber contemporáneo; concurría y luchaba en el Parlamento; mantenía correspondencia numerosa; estaba al corriente de todo descubrimiento; no se publicaba libro serio, que él no conociera; celebraba conferencias con príncipes y menestrales, con burócratas y con diplomáticos, con prelados y con generales; informaba en los consejos de la corona; consagraba contemplación mental á los dos grandes tribunos Castelar y Martos, sus predilectos amigos (el último le precedió en la tumba); cautivaba con su cortesía á cuanto personaje distinguido visitaba la Corte; rendía culto á las intimas espansiones del hogar; y aun le sobraba tiempo para cultivar las no muy despiertas inspiraciones poéticas de su alma. (Estruendosos aplausos.) Con tan portentosa actividad y con su vuelo de águila, pudo remontarse desde las últimas filas del pueblo, pasando por todos los grados de la burguesía, hasta ceñir á su cuello el Toisón de oro, que lo emparentaba con los monarcas más poderosos de la tierra. Orgullo de Espaáa por tan extraordinario mérito, debió haber sido aun mas orgullo y blasón de las cla¡Y ha habido un ses populares que le enjendraron desgraciado, que ha cortado esa vida diciéndose vengador de clases desheredadas! ¡Qué sarcasmo! ¡Y un exaltado gritador, que en su vida ha producido mas que un crimen y muchas mentiras, ha podado ese árbol frondoso que había dado tan sabrosos frutos! ¡A nombre de los menesterosos se ha asesinado á quien tanto bien había hecho á tantos menesterosos! ¡Un - 44 - hombre sin patria ha cercenado una vida que tanta gloria representaba para una patria tan gloriosal ¡Uno que se llama obrero, ha interrumpido para siempre la labor proficua de un hijo del trabajo! ¡Maldito sea el fanatismo que tantas veces ha in terrumpido la labor civilizadora! ¡Maldito sea el fanatismo, tanto el que á título de revolución derrama torrentes de sangre, como el que á nombre de la religión enciende destructoras hogueras! ¡Maldito sea el fanatismo siempre ocupado en labrar mazmorras, inventar torturas y soñar destrucciones! sea el fanatismo, torpe engendro de la ignorancia y del orgullo! IMaldito sea el fanatismo siempre dividiendo á los hombres cuando la humanidad solo desea formar en paz una sola familia! ¡Maldito sea el fanatismo, enemigo de sus propias obras, pues cuando quiere herir glorifica, y cuando quiere matar inmortaliza á sus victimas!-(Grandes aplausos.) ¡Maldito El fanatismo convirtió en tronos de déspotas orientales, las poéticas tiendas de los patriarcas; el fanatismo de raza inventó la esclavitud; el fanatismo de escuela llevó á la cruz á Jesus; el fanatismo de secta, dict6 la acusación de Melito contra Sócrates; el fanatismo musulman suscitó del desierto nubes de hordas africanas que destruyeron los tesoros de la antigüedad; el fanatismo de clase, inventó el feudalismo; el fanatismo inquisitorial ahuyentó la cohorte intelectual de la Provenza; el fanatismo bíblico procesó á Galileo, y se sentó en el Consejo de Salamanca contra Colón; el fanatismo religioso encendió las hogueras del Quema- - 45 - dero de la Cruz, y las de la Plaza de Zurich, que consumieron á Miguel Servet; el fanatismo de gremio persiguió á Fulton; el fanatismo demagógico llevó al cadalso á los girondinos, y la revolución á manos del Imperio; el fanatismo absolutista estorbó la continuación de la obra civilizadora de España en América; otro fanatismo ensalza á Tropmam y á Tremblié, deifica á Salvador y á Santos Caserio y hiere á Carnot y á Cánovas del Castillo.-(Aplausos.) Y no es que me arranque estos anatemas la ira de Los ideales de mi haber perdido un correligionario. partido están muy lejos de los de la doctrina conservadora; pero reconozco en Cánovas un hombre profundamente liberal y le admiro, sacrificando los íntimos anhelos de su alma á las que él creía conveniencias históricas de la patria. De la patria sí, que á todos nos ilumina, españoles y argentinos corno hijos suyos con su excelso cariño. ¡Te veo madre España muy de lejos; pero te adoro muy de cerca, donde se adora á las madres en el misterio ardiente del amor puro, inefable y primero! ¡Te admiramos madre España, defendiendo á la humanidad contra la barbarie africana, y descubriendo y conquistando mundos para la civilización y la libertad! ¡Te adoramos madre España, luchando bravamente por la independencia contra los más grandes imperios, y abriendo tu mente, tu corazón y tus brazos á toda idea gran. de, noble y redentora ! ¡Te adoramos, arrogante matrona, rechazando á cañonazos ofertas de viles mercaderes, y contestando con tus bayonetas las cobardes imposi- - 46 - ciones de enemigos que no te conocen! ¡Te adoramos madre nuestra, enviando tus hijos al martirio y á la gloria, sin pensar en cuanto valen, sin averiguar cuanto cuestan! ¡Te adoramos llena de una hidalguía homérica en estos tiempos de mercantilismo y de intrigas! ¡Te adoramos, llena de magnánima grandeza para con los traidores, que caen al querer desgarrar tu manto! ¡Te idolatramos cuando al frente de nuestra raza, hoy que las guerras son negocios, demuestras que no se han agotado ni los entusiasmos ni los laureles que te inmortalizaron en Sagunto, en Numancia, Covadonga, en las Navas, Otumba, Garellano, Pavía, San Quintín, en Gerona, en Bailen y en Zaragoza! ¡Te admiramos llena de hermósura con tu corona de muros diamantinos, vestida con el rojo de la aurora y defendida con la coraza de oro puro del heroísmo, mina que nunca se agota! ¡Queremos para tí que un día en el concurso de las naciones, puedas decir arrogante: recorrí el mundo como sol conquistador y le llené de luz y de gloria; enseñé á mis hijos como se ama y se conquista la independencia; nunca mi decoro fué profanado; cuando alguien quiso imponérseme por la fuerza, hice morder el polvo á mis enemigos y después les di la libertad!- (Estruendososaplausos.) Eso anhelamos para tí en esta bendita tierra que se gloria en ser hija tuya. Eso quería para ti el ilustre D. Antonio Cánovas del Castillo que en tus brazos y por ti, ha rendido su último suspiro. ¡Bienaventurados los que mueren como él! He dicho.-(Grandes aplausos.) iDiscsO dOeIl Doetor Jilan (VERSIÓN A.Martioz TAQUIGRÁFICA) SEÑORAS : SEÑORES : Recojo las últimas palabras del distinguido colega y amigo que me ha precedido, y empiezo por declarar que, efectivamente, los dolores y las alegrías de la España, son dolores y alegrías de la patria arjentina. Esa misma sangre generosa circula en nuestras venas. Yo lo he dicho y lo repito ahora con orgullo, que me siento grande, que siento algo que me eleva por sobre la generalidad, cuando recuerdo que algo de español llevo en mis venas, cuando reconozco que desciendo de aquella raza heróica que se puede decir, es la que nunca fué vencida, que no ha producido jamás cobardes, y de cuyo diccionario debian borrarse las palabras deslealtad y miedo.--(Alausos.) La España no necesita apolojistas; es demasiado conocida en el mundo su accion; es demasiado grande en. todos los momentos de su vida, ya sea en las cumbres del progreso, ya sea luchando brazo á brazo con las grandes dificultades de su vida azarosa y áveces turbulenta; ya sea resolviendo importantes problemas, ya sea oponiendo á las acechanzas de sus enemigos esa enerjía indomable que la caracteriza, para mostrar al mundo que de ella puede decirse bien - 50 -- alto y probarlo con los hechos, que como pueblo puede alguna vez quebrarse pero jamás doblarse. (Aplausos.) Si hay en los arjentinos algo de viril se lo debemos á la España; si el pueblo arjentino nació á la vida de la civilización, lo debe así mismo á la España; y á una reina, á una mujer especialmente, que muy superior á las mujeres espartanas, inmortalizadas en la historia, ofreció sus joyas y dió lo que mas quería para armar la espedición que debía descubrir el nuevo mundo, para que este continente desconocido y misterioso, hasta entónces, se sentara un día, en el banquete de los pueblos libres. Hecha esta declaración necesaria, justa, lejítima, que la sentía, que- necesitaba hacerla, que esperaba una oportunidad para manifestarla, porque la consideraba como un deber mio, como hijo de la nación arjentina, hija á su vez de la nación española, de esa patria noble, generosa y grande, os pido un momento de atención, porque después de hablar al sentimiento, después de dejar que el corazón se desahogue, es necesario tambien hablar á la razón; es necesario tambien recojernos y meditar un instante, para pensar en los graves problemas planteados en el mundo, para pensar en las descomposiciones que se operan en él, y que dan por resultado escenas vergonzosas y sangrientas, como los asesinatos" que se están cometiendo, y que son una verdadera afrenta para la humanidad. La humanidad se encuentrá trabajada en este momento por una crisis extraordinaria y sin precedente en su vida intelectual y moral. - 51 - Una falta de orientación, un saber imperfecto, un dilettantismo filosófico y científico, se han apoderado del espíritu de las muchedumbres, produciendo hondas perturbaciones en sus sentimientos y aspiraciones, y lanzándolas por la senda del fanatismo para caer fatalmente en el crímen.-(Ajplausos.) Los graves problemas que interesan á la vida y al progreso de las sociedades humanas, los estudia la ciencia, y ella encontrará un día, las soluciones ansiadas; pero no será seguramente entre los espasmos de furor y de ódio de los pobres sugestionados, ni empleando como elementos el puñal y la dinamita. La libertad del pensamiento, el exámen libre, todas esas aspiraciones que son inherentes á los espíritus superiores, son grandes elementos ó factores de la civiliza. ción. Pero es necesario que se reserven, como privilegio, á las inteligencias superiores que son las destinadas á conducir la humanidad hácia las grandes alturas de la civilización. El saber imperfecto, esas nociones imperfectas que la difusión de los conocimientos lleva ála generalidad, producen los extravíos, los falsos conceptos, los espejismos pérfidos y las concepciones mas estravagantes, que envenenan el espíritu de los séres inferiores, desnaturalizando las grandes ideas y convirtiéndolas en causas de trastorno y de desórden. Así se explica como aparecen todos esos arrebatos coléricos de pasión malsana; estos estremecimientos de furor que pretenden confundirse con aspiracioues conscientes y que concluyen por embriagar la mente enfer. miza de los débiles, para convertirlos en instrumentos de - 52 - destrucción, lanzándolos en el camino del crimen, como un torrente devastador y ciego.-(Grandesaplausos.) En los dominios de la ciencia, en las alturas del pensamiento, no se incuban estos fanatismos brutales; y los verdaderos filósofos, los verdaderos apóstoles de la ciencia, se distinguen por su tolerancia hasta para con el error mismo. Los apóstoles convencidos y sinceros de un credo, doctrina ó teoría, luchan lealmente á la luz del sol, y jamás aceptan complicidades con el asesino cobarde y alevoso, que acecha la víctima y la hiere cuando está desprevenida para no errar el golpe. Si la humanidad ha de llegar un día á ser redimida, lo será por la ciencia y por el trabajo honrado; pero jamás el puñal y la dinamita serán instrumentos de progreso, ni fórmulas de igualdad, ó de solidaridad humana, ni símbolos de regeneración-(Aplausos.) La historia nos enseña que las mismas ideas redentoras han servido á veces de pretestos para cometer grandes iniquidades: en nombre del cristianismo se encienden las hogueras de la Inquisición; la Revolución Francesa engendra el Terror y después la monarquía despótica; la idea socialista, nacida en el cerebro de Prudhon como un ensueño de mejoramiento y de verdadera igualdad social, se convierte por la exageración, en sectas movidas por el fanatismo, que explotan las mediocridades con el propósito de surgir de entre los escombros del derrumbamiento social, alumbrados por el resplandor siniestro de la anarquía. Es necesario decirlo y repetirlo bien alto: los esplo- - 53 - tadores, los ignorantes y los neuróticos, causan igualmente el mismo mal á las sociedades humanas, de un modo inconsciente; como las grandes calamidades, como los huracanes, ó como los terremotos. La ciencia estudiará estos fenómenos pacientemente, investigará sus causas, y seguramente hallará un día la solución en una fórmula que haga prácticas la fraternidad y la solidaridad humanas, la libertad bien entendida y compatible con la naturaleza y la condición del hombre. Comprenderá también esa fórmula, una organización social, racional y científica, de tal manera que la sociedad realice su evolución de acuerdo con las leyes de la naturaleza, asignando al pensador, al hombre de gobierno y al obrero, el rol que les corresponde respectivamente en la elaboración de este fenómeno complejo que se llama la vida social, segun el esfuerzo que cada uno aporta, para determinar los beneficios á que tiene derecho, en esta vida de mútua dependencia. Asi la evolución social eliminará las violencias y podrá llegar, siquiera aproximadamente,á realizar estos grandes ideales: libertad ánte Dios, libertad ante la ley y libertad ánte el trabajo. Asi se realizará, también, la sentencia de la Escritura, de que la vida del hombre es eterna batalla, y las palabras sentimentales de Lammenais, la libertad es el pan que ganan los hombres y los pueblos con el sudor de su frente.-(Aflausos.) La libertad bien entendida no consiste en el esterminio, no consiste en odiar ó proscribir á los que no piensan como nosotros; la libertad bien entendida consiste en respetar las creencias y salvar siempre la dignidad -54 - de los hombres en cualquiera de las circunstancias en que se encuentren. Lo que ha pasado en España con la muerte del eminente estadista señor Antonio Cánovas del Castillo, es un fenómeno que viene á revelar una vez mas, que la barbarie podrá hacer víctimas, que la intolerancia y el fanatismo podrán atentar contra el órden social; pero que las sociedades se salvarán á despecho de todo; y si la España pierde uno de sus hombres mas ilustres, uno de sus hombres mas preclaros, lumbrera de la ciencia y del saber; del suelo de esa misma España y de cada gota de sangre del mártir, brotarán nuevos héroes, brotarán otros hijos ilustres en las diversas ramas del saber humano, y la España se mostrará al mundo, mucho mas grande todavía, porque estará redimida por el dolor y el sacrificio.-(Grandes aflausos). Si desde las orillas del Plata pudiera llegar el éco de nuestra simpatía, los hombres de la España, los que viven allá como acá, sentirían que vibran en nuestro sér, los mismos dolores y las mismas aspiraciones; y que acaso en un momento dado los hijos de esta tierra estarían dispuestos á mezclar su sangre con la de los hijos de España, para ayudarla en sus desgracias, á fin de salvar las dificultades con que Iucha, y para que como siempre pueda presentarse ante el mundo, desafiando serena las borrascas, sin doblegar jamás, ánte nada ni ante nadie, su cerviz altiva y soberana. He dicho.-(Grandesyprolo 'gados aflausos. Discurso del Dr. Luis R.Fors (VERSIÓN TAQUIGRÁAFICA) SEÑORAS: SEÑORES CÓNSULES: SEÑORES TODOS: Pocas veces podrá un hombre presentarse en peo- res condiciones que yo, ante un público como este. Todas las circunstancias me son desfavorables en este momento: he de luchar contra mis escasas fuerzas y contra la impresión grandiosa del acto que estamos celebrando; pero sobre todo, contra el grátísimo efecto causado en vuestro espíritu por los oradores que me han precedido en el uso de la palabra Tras esa oración fúnebre pronunciada por mi ilus- trado amigo, el doctor Julian de Vargas; tras esas frases de una elocuencia escultural, que parecen cinceladas por mano de un verdadero artista de la palabra; tras esa peroración magistral del profundo pensador y cariñoso amigo mio, el doctor Juan Angel Martinez, henchida de vigorosa argumentación, que á guisa de maza férrea forjada por la robusta inteligencia del profesor de filosofía general en nuestra jóven universidad de La Plata, ha empleado para condenar, desmenuzar y destruir las aberraciones criminales de la sociedad; tras todo esto, señoras y señores; después de tantas impresio- - 58 - nes y bellezas, es difícil de toda dificultad, es á mi juicio imposible en absoluto, que mi pobre palabra pueda conseguir el mas pequeño efecto sobre vosotros. Y esta imposibilidad se aumenta, si se considera que, al tomar participación en este acto, debo luchar contra mi propia historia, contra mis anteriores hechos, y contra mis predicaciones de siempre. Al venir aquí á rendir homenaje á la ilustre víctima que acaba de caer bajo el puñal de un fanático, he de olvidar al hombre defensor de una monarquía borbónica, que ha combatido, encarcelado y desterrado á los hombres de mi credo federal y republicano; y por un deber de hidalguía, por una ley de patriotismo, innatos ambos en nuestra raza, debo olvidar al adversario; y ante su tumba, abierta por una mano miserable, la humanidad y la justicia me obligan á inclinar la frente y á reconocer y proclamar los talentos extraordinarios y las virtudes de la víctima. (Aplausos.) Es imposible borrar de mi memoria, que allá, en los tiempos ya muy lejanos de mi juventud, el hombre esclarecido que hoy lloramos, no solemente fué mi amigo cariñoso, si que también mi maestro profundísimo.-Yo recuerdo que en aquellos inolvidables debates del Ateneo de Madrid, verdaderos torneos de la inteligencia, y en aquellas severas sesiones y trabajos de la Real Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, D. Antonio Cánovas del Castillo, era nuestro oráculo, era nuestro guia, era el que iluminaba nuestras inteligencias, era el que encaminaba nuestras inexpertas iniciativas; era, en suma, el maestro sabio, casi el Dios - 59 - de aquello que se había dado en llamar Parnasillode la ciencia. La gratitud, pues, de una parte, y de otra la religión del recuerdo, me han impuesto el deber de olvidar al político, cuando se me ha pedido mi concurso en el rosa tico, -(A acto solemne que realizamos, aceptando esta honmanifestación para honrar á la víctima de un fanáy para declararme su admirador más estusiasta. laisos.) Tal vez he admitido con demasiada ligereza é impremeditación el cargo honrosísimo de poner fin á esta solemnidad y de despediros en este día, tras la impresi6n sentida al calor de las bellísimas palabras que dos inspirados oradores acaban de dirijiros; pero no me arrepiento ni de esa ligereza ni de esa impremeditación, porque esto me ha dado tema y pié para hacer las declaraciones que he hecho, y para poder dejar consignado de una manera solemne, que cuando se trata de actos de justicia y de equidad, nuestra raza ha de estar en todas partes confundida en un solo latido del corazón, y en una vibración única del alma, como sucede en este instante, en que los españoles no nos encontramos solos, sino confundidos por sentimientos é ideales nobles y grandiosos, con todos los elementos de labor, de civilización y de cultura, que, á través de un mar inmenso, han venido á sentar los fundamentos de la riqueza y de la felicidad de una grande y generosa nación del nuevo mundo, bajo la bandera seductora de la libertad, del cariño y de la fraternidad humana.-(Aplausosprolongados.) - 60 - Ante semejantes actos, yo, el último de todos vosotros, me permito, en nombre de la dignísima comisión y de las sociedades que han iniciado y organizado esta manifestación esplédida, yo me permito repito, agradeceros profundamente el concurso brillante que habeis venido á prestar á esta solemnidad inolvidable; y, especialmente, doy las gracias á las bellas damas y señoritas que adornan este recinto, como para justificar la máxima de que no puede haber explosión de grandes y humanitarios sentimientos, sin que tome parte en ellos la más hermosa, necesaria y seductora parte de la humanidad.-(Alausos). SEÑORAS : Vosotras todas que constituis algo como el grato perfume de la vida, vosotras sin las cuales fuera páramo y desierto insoportable la existencia, verdaderas perlas inapreciables engarzadas por la Providencia entre los más ricos dones que el hombre puede disfrutar sobre la tierra, flores esquisitas en el jardin de la humanidad, no olvideis jamás vuestro deber de concurrir á estas solemnidades y asambleas, en donde se trata de preconizar los sentimientos más nobles y más benéficos de la naturaleza humana, y de vilipendiar y condenar todos los extravios y aberraciones de nuestra imperfecta sociedad, donde quiera que se manifiesten, ya sea en las brillantes esferas de arriba, ó ya en las clases desheredadas de abajo. Es necesario de todo punto que la mujer sea el factor delicado y benéfico que nos acompañe cuando tratemos - 6I1 - de dar salida y manifestación grandiosa á los sentimientos generosos; es necesario que venga á caldear nuestras almas, á inspirar nuestro cerebro, y á conmover las fibras más recónditas y delicadas de nuestros corazones; y que de la comunión con nuestros sentimientos en estas horas de generosas y grandes expansiones, lleven al hogar tesoros de amor y de energía, para que sus hijos vengan más tarde á secundar la obra de verdad y de purificación social, que, proclamamos como principio único y redentor de la humanidad.--(Grandes y prolongados ajlausos). Yo recibo con gusto esos aplausos, nó porque vengan á mi, sino porque con ellos os aplaudis vosotros mismos. Estas demostraciones prueban que he logrado ponerme al unísono de vuestros corazones, y que entre vuestro espíritu y el mío, existe una misteriosa corriente que nos confunde en un mismo ardiente y generoso ideal, y en una misma nobleza de sentimientos.(Aplausos).-Se ha establecido entre nosotros una corriente de simpática solidaridad, que facilita en gran manera la tarea dificilísima que se me ha confiado; y al felicitarme y felicitaros por ello, me hace esperar que sereis benévolos conmigo, si aprovecho esta comunión de ideas y sentimientos para entrar en otro órden de consideraciones. Entiendo que defraudaría la confianza de los orga. nizadores de esta solemne manifestación, si no hiciera constar que el fin capital de mis palabras, al clausurar la asamblea, no consiste solo en agradeceros vues- - 62 - tro concurso. Lo que en este instante me obliga á seguir molestando vuestra atención, es la necesidad de declarar y demostrar que la caida del grande hombre español, contituye una pérdida inmensa para la principal base de nuestras relaciones con América. La historia toda de nuestra tierra nos manifiesta que hemos atravesado horas de verdadera decadencia, que hemos cruzado períodos de crisis peligrosa en que la civilización y el genio hispanos parecían condenados á eclipsarse para siempre. No diré que en los momentos actuales la nación española se halle amenazada por tales peligros; pero sí debo decir y declarar, que la pérdida de un hombre como Cánovas del Castillo, es la pérdida de un factor poderoso de la cultura española que debe á todo trance prevalecer en la civilización hispano-americana. La caida del varón ilustre que acaba de morir, implica una partida de resta en el gran tesoro del prestigio intelectual y moral de nuestra patria. Descollaba entre la pléyades de escritores, oradores, poetas é historiadores que constituían la verdadera forma, la iniciativa, el carácter típico de nuestra cultura nacional, y alcanzó puesto prominente entre los obreros de las investigaciones filosóficas é históricas; elementos, todos éstos, que son necesarios para que un pueblo brille y se imponga en la conciencia de las demás naciones, y sobre todo, indispensables para influir y vencer en el desenvolvimiento de la cultura y civilización hispano-americanas, precisamente en este momento de verdadera dislocación y perversión del gusto literario, - 63 - y de exageración y delirio en la especulación científica: precisamente en estas horas en que el sentimiento estérico se pervierte por las extravagancias y amaneramientos de los decadentes, de los excéntricos, de los realistas burdos y del naturalismo de lo vulgar y repugnante, para concluir muy pronto con la delicadeza del sentimiento y con las reglas del buen gusto. Por eso hemos de llorar cuando caen titanes de la fuerza de Cáanovas del Castillo; por eso hemos de estar de luto americanos y españoles, cuando cae un factor tan poderoso de la cultura humana en ambos continentes.- (Aplausos). SEÑORES : En toda nuestra historia existen elementos para atestiguar, por modo irrefutable, que España ha tenido fuerzas propias en todos tiempos para imponerse y hacerse apreciar debidamente de las demás naciones. Yo no pretendo hacer ahora una disquisición histórica que podría fatigaros, pero es oportuno recordar á grandes rasgos, que siempre ha contado España con factores y elementos propios para marchar, sinó delante,-al lado por o10menos de los primeros pueblos de la tierra. Ya en las épocas remotas de los cartagineses y romanos, España pudo presentar á la faz de las naciones, caracteres, iniciativas y talentos como los simbolizados por Séneca, Silio Itático, Columela, y el mismo Sartorio, demostración palpable y elocuente de que, ya en aquellos siglos atrasados, España podía competir - 64 - en vitalidad y cultura al lado de la misma civilizadora Roma. Vino la época godo, sembrando nuestro patrio suelo con admirables testimonios de una estética precoz, revelada en maravillas de piedra, en catedrales sobérbias que parecen levantadas y talladas por la mano de los génios; en torres atrevidas y afiligranadas como por el cincél de los ádgeles. Fué en aquella época que aparecen los admirables códices trazados y coloridos como por obra de las hadas de las mil y una noches orientales. Fué entonces, cuando se celebraron los solemnes é inolvidables concilios de Toledo, mientras la mayoría de los pueblos de Europa se agitaba y luchaba en las convulsiones de la barbárie. Es cierto que revestían aquellas asambleas un carácter teocrático, pero también es cierto que concurrían además á ellas, los elementos escojidos de las demás clases de la sociedad española, no por capricho de sus monarcas, sinó por el derecho propio, por los fueros y por la voluntad de todos los factores que constituían la nación en aquellos remotos siglos. Vino después un día en que se produjo, de pronto, un hecho casi milagroso. Sin poderlo prever nadie, una raza desconocida desembarca en Andalucía y en menos tiempo que el necesario para ensillar un caballo, recorre y conquista toda nuestra España, no para asolarla y convertirla á sablazos en ovación al profeta, sinó para instruirla y fertilizarla. El pueblo árabe no era en aquella época solamente un pueblo guerrero; era también un publo artista, sabio, inventor, indus- - 65 - trial, y agricultor; y sucedió entonces, que su arte y su saber se difundiera y se hiciera carne en el pueblo español. Llevó á España-después de la hecatombe del Guadalete y como dón de glorioso advenimiento,-el génio antiguo de la Grecia, su filosofía, con sabios como Averroes, su literatura, su geometría, la medicina, la brújula, la platería, el arte de la irrigación, y todas aquellas artes imponderables cuya condensación se halla en la maravillosa arquitectura hadárica que ha admirado y admira siempre á los artistas de todas las edades y cuyos muestras se exhiben en edificios tan estraordinarios como la mezquita de Córdoba con su bosque de columnas sorprendentes, como los alcáceres de Sevilla, y como la afiligranada Alhambra de Granada, el mas maravilloso é imcomparable capricho estético que ha realizado la mano de los hombres. Trajo también aquella raza esa mágica y deliciosa poesía de los sonidos que se llama la música; y todavía, en nuestros tiempos conservamos de los árabes la guitarra,que,-al desprenderse de su mano,--ha venido á las nuestras, y, -á través de doce siglos,-nos ha traido sus inefables armonías, ora como ardientes esplosiones del corazón en las tempestades del alma, ora como notas quejumbrosas de amor en los deliquios de los enamorados. ¿Quién ignora de vosotros lo que representa y vale la guitarra en las soledades de la pampa, cuando bajo el ombú la pulsa el pária de vuestros campos? ¿Y quién no sabe lo que anima y consuela la guitarra para el soldado español, en las nostalgias del cuartel ó en los intérvalos de las campañas en que se lucha y muere? -- (Aplausos prolongados). - 66 -- No es posible recordar esa época de nuestra historia sin recordar la semilla civilizadora sembrada en nuestra patria. La raza mora no pudo ser mas tolerante. Comprendía que debajo de la bóveda celeste, en ese gran panteón del universo, había espacio para todos los dioses, para todas las religiones, y dejaba á Jesus entronizarse pacíficamente al lado de Mahoma. Entonces la mezquita funcionaba al lado de la Catedral; entónces la campana convocaba para la oración á todos los fieles de la Biblia, al mismo tiempo que el muezin llamaba desde lo alto de los minaretes á los creyentes del Coran; y la mujer, en todo esto, -como en todas las grandes y benéficas palingenesias de las naciones,-era la que servía de lazo de fusión entre ambas razas y de garantía de paz entre ambas religiones. De tal aproximamiento y de tal fusión, surjió una raza mixta formada con sangre de héroes y de caballeros, de soldados y de artistas, forjada con todas las enerjías del patriota y con todas las delica dezas del amor y de la cortesía. Esta es la sangre que hemos trasmitido á los americanos, y por esta sangre han logrado hacerse dignos de los pueblos libres y cultos del siglo que alcanzamos.-(Aplausos). Empezó tras de los árabes el período de la reconquista, época sublime en que se consolida el carácter indómito é independiente de los españoles, y que ha venido á demostrar aquella máxima incontestable de que,-en España,-lo moderno es el despotismo y la imposición, y que lo antiguo es la democracia y la libertad.--(Aplausos). - 67 - En aquellos tiempos en que apenas podían presentirse en otras naciones los elementos de la vida libre de los pueblos, teniamos ya asegurada en España la autonomía de las cortes democráticas desde i1 88 con las de Nájera, Carrión, Benavente y tantas otras, mientras que el pueblo inglés,--que tanto se enorgullece por su célebre Carta de Juan Sin Tierra,-todavía pasó un si- glo para saber lo que era la libertad á medias, otorgada por el favor de un soberano que poco después arrojaba á los piés de un papa esas mismas concesiones. Hemos tenido, pues, en nuestra historia, todos los elementos necesarios, desde la ciencia hasta la política, para asegurar y practicar todos los adelantos y progresos de las naciones mas cultas é influyentes. Y después de aquellos ocho siglos de lucha perenne, vino la casa de Austria, vino la série de Felipes, cuyos reinados, después de Felipe II, se citan como época de nuestra decadencia y que, sinembargo, constituyen el período de la mejor cultura española. Fué entónces cuando llegaron á su mas espléndido apogeo nuestro teatro, nuestra poesía y nuestra novela, formando el siglo de oro de nuestra historia literaria; los Lope de Vega, los Calderon, Moreto, Alarcon, los Quevedo, los Rojas y Tirso de Molina y el gran Cervantes, -verdaderos fenix y príncipes del injenio, -asombraron al mundo entero y dejaron semilla para todas las literaturas que hoy se manifiestan y pugnan en la tierra. Pues bien, señores, cuando nosotros hemos tenido - 68 - tales elementos, cuando en la vida nuestra existen tales fermentaciones de cultura, tales demostraciones de vitalidad, tales iniciativas en todos los impulsos del espíritu ¿debemos dejar el campo á nuestros detractores y enemigos? Es imposible: debemos y queremos luchar en el campo de las influencias de raza, pero en el campo sereno de la paz, de la ciencia y de las letras. Y para esto necesitamos al soldado de la inteligencia; para esto necesitamos al titan de la lucha, para esto, son necesarios muchos Cánovas del Castillo.--(Aplausos). Por esto, señores, es verdaderamente consolador para nosotros españoles, el espectáculo que se nos ofrece en esta Asamblea. Los dignos representantes del cuerpo consular en La Plata, y la presencia de tantos y tan selectos elementos americanos, nos prueban que no estamos solos para llorar la pérdida que acaba de sufrir la patria hispana, ni para condenar el crimen que la ha enlutado. Levantémonos, pues, unánimes y movidos por idéntico resorte de indignación y de anatema, para reprobar la escuela, el sistema y el procedimiento que ha herido ayer á una nación y hoy á otra, y que herirá tal vez mañana á otra más, en sus hijos más preclaros. Poco tiempo hace, todos los hombres de corazón y de ideas sanas se congregabau para derramar nna lágrima sobre la tumba del malogrado Carnot, el presidente modelo de la gloriosa nación francesa. Muy recientemente, todos los pueblos civilizados han estado á punto de llorar uno de los grandes caractéres de la casa - 69 - de Saboya, si se hubiera consumado el infame atentado contra el Rey de Italia por mano del insensato Acciarito. Hoy nos toca á nosotros la pérdida y el dolor; mañana ... . quién sabe que hombre público 6 testa coronada van á caer bajo el puñal del asesino! Es necesario qne ante tales circunstancias y peligros, reconozcamos desde el primero hasta el último de nosotros, que no son los autores de esos actos la causa inicial de tales monstruosidades. Hay algo en la sociedad que es razón eficiente de estos hechos. Hay una causa que no se trata de remediar: que ni gobfernos, ni particulares se ocupan en destruir. Sería estúpido y ridículo que después de un asesinato, se rompiera el puñal y se enterraran, como castigo, los trozos del acero en la tierra. El puñal no es el culpable, es el asesino, porque tiene conciencia propia, porque sabe lo que hace. Pero al propio tiempo, nadie podrá negar que ese asesino político, va impulsado por un fanatismo, por una manera equivocada de ver los acontecimientos y apreciar las cosas sociales; y como ha dicho muy bien, hace pocos momentos mi dignísimo amigo el doctor Julian de Vargas, el fanatismo es lo más funesto para las naciones; es el que animó al asesino á empuñar el arma homicida contra Carnot y Cánovas del Castillo, y contra tantas otras víctimas esclarecidas. Es necesario que las sociedades se ocupen del origen psíquico de esos fenómenos que con tanta frecuencia conmueven é indignan al mundo. En cuanto á mí, cuando estudio y medito sobre tal fenómeno, no hallo esos elementos perniciosos sino en la falta de educación moral - 70 - que debemos,-y no damos,-á los pueblos. Ni los gobiernos, ni los fabricantes de métodos y sistemas educadores, se ocupan para nada de la enseñanza moral: se entretienen en los detalles y las formas; los prog.amas se ocupan de enseñar la música, los idiomas, las matemáticas; pera nadie enseña á la juventud á ser padres ni madres de familia.-(Grandes aplausos). Es inútil, señores, que en la escuela, en los primeros años, se intente ilustrar la inteligencia, sino se forma y no se modela el corazón para todas las delicadezas del sentimiento humano. El hombre que no tiene quien le estimule y encauce esas vibraciones misteriosas del alma que lo lleven á lo bello y á lo bueno, ese hombre, señores, ha de llegar fatalmente al mal; porque se alzan continuamente ante sus ojos malos ejemplos sociales; porque tiene momentos de pena al luchar por la existencia; porque es víctima tal vez de irritantes desigualdades de clase; porque presencia casos continuos de iniquidad y de injusticia humana; porque aprende en los anales de la historia, que los elementos más poderosos y respetados de las sociedades humanas, han dado el ejemplo de estos delitos que ahora condenamos. Acordaos, señores, de que el asesinato político que emplean el pária social y el fanático anarquista, ha sido empleado también por manos mucho más elevadas y por instituciones mucho más obligadas á ser modelos de mansedumbre y de virtud. El asesinato político ha sido un modo por medio del - 71 - cual lograron ciertas instituciones y poderes avasalladores é intolerantes, exterminar á sus enemigos. Recordad que Enrique IV, aquel rey que soñaba con la idea de que cada uno de sus súbditos pudiera poner todos los días una gallina en el puchero, cayó herido de muerte por el puñíal del clérigo Ravaillac. Recordad que después de la batalla de Fornac el príncipe de Condé, pavor de los papistas, cayó herido por el villano Montesquieu. Recordad que el almirante de Francia, Gaspar de Coligny, fué víctima del gitano Beme, antes de que sonara la hora de las matanzas de la noche horrible de San Bartolomé. Recordad que si todos estos delitos se han cometido por obra de poderes é instituciones elevadísimas, no por esto dejan de ser crímenes, porque el delito es delito tanto arriba como abajo, sean quienes fueren sus autores: el crimen es crimen en todas partes, cualquiera sea la mano que lo ejecuta-(Aftausos). Cuando al niño se le enseñe á apreciar las cosas y los hombres con este criterio y por esta medida moral, entonces será cuando principiará desde la escuela á tener norma fija para su conducta: entonces se verá que la moral no es acomodaticia, y que no transije con el mal ni la iniquidad, sea de donde sea, y venga de donde venga. Cuantos pensamos de tal manera, estamos en el deber de unirnos para anatematizar el anarquismo que hoy se vale de la forma más grosera y odiosa del crimen; y me creo intérprete de los sentimientos de esta Asamblea, haciéndolo de este modo. Yo me permito, pues, en nombre de esas damas y hermosas señoritas que nos han honrado con su presen- -72 - cia, declarar que el anarquismo es el elemento más seguro para destruir los sagrados lazos de la familia, para acabar con el bienestar de la sociedad, y con los más grandes y bellos sentimientos humanos-(Grandesalausos) . Yo me permito, en nombre del cuerpo consular que se halla aquí presente, declarar que el anarquismo es la forma más segura para herir de muerte á todos los intereses legítimos de la sociedad, el comercio, la industria, la agricultura y todas las fuentes de bienestar y de riqueza.--(Ap lausos). En nombre de todas estas comisiones que se han distinguido en la preparación y realización de este acto grandioso, condeno y declaro indigno é infame el anarquismo, porque es la manera de destruir todos los elementos de fraternidad y de vinculación entre los pueblos. -(Aplausos). En nombre de todos los nobles y esforzados hijos de esta hospitalaria tierra argentina, que me escuchan, declaro que el anarquismo es la infamia más grande que puede venir á manchar la vida de la República.-(Grandes aplausos). En nombre de los obreros, modestos factores del progreso y de la riqueza pública, declaro que las predicaciones y los procedimientos del anarquismo, son la manera eficaz para que el trabajo honrado no produzca sus beneficiosos frutos, y para que las clases trabajadoras se aniquilen y lleguen á la miseria, por la desconfianza y la hostilidad de todas las demás clases sociales-(Aplausos). Finalmente, declaro en nombre de cuantos hom- -- 73 - bres honrados hay en la tierra, que el anarquismo es la única manera rápida y segura de destruir á la humanidad, embruteciendo al ser humano, y convirtiendo la tierra en pavorosa caverna de fieras, en donde nos acechemos y devoremos unos á otros, en vez de amarnos y protegernos fraternalmente.--(Grandesaplausos). Y ahora, señores, acompañadme en mi última palabra y seguidme en mi voto mas ferviente: iManes de Cánovas! ¡Ilustres espíritus de todos aquellos que habeis caído bajo. el puñal del asesino, no descanseis en paz! ¡Velad por nosotrosí ¡Haced que raudales de felicidad y de prosperidad caigan y se derramen sobre la República Argentina y sobre nuestra querida España! ¡Haced, manes ilustres, si es verdad que hay otra vida; si es cierto que después de esta existencia carnal existe un más allá de paz y de mejoramiento, haced que estos dos pueblos hermanos se abracen por todos los siglos de los siglos, para que así como un dia fué España el foco de la gloría y la civilización del mundo, pueda esta misma España alcanzar nuevos días de ventura y prosperidad, mientras su hija esforzada y predilecta, la gloriosa República Argentina, sea el poder inconmovible y el foco de radiante luz que encauce y presida los rumbos de la civilización americana.-(Prolongados y esIrezitosos aplausos). TERCERA PARTE Después del acto StMARIo-Comentarios de la prensa-Resoluciones del Club Español-Diploma de sócios honorarios otorgado al doctor Juan Angel Martinez y señor diputado Pedro T. Sempé. Imponente á la par que hermosa resultó la ceremonia celebrada ayer por la colectividad española de esta capital en homenaje á la memoria de Cánavas del Castillo, y á la cual se asoció el elemento nacional y de otros paises, concurriendo espontáneamente al acto. La gran sala del teatro Argentino estaba totalmente llena de concurrencia y, entre ella, numerosas familias daban mayor realce á la ceremonia. Poco despues de las 2 p. m. llegó al teatro la columna formada frente al Club Español, ocupando el proscenio, severamente arreglado. En apropiados términos abrió el acto el cónsul señor Rodriquez Galvan, despues de haberse escuchado de pié, por la concurrencia, el Himno Argentino. - 78 - Alternándose con números de la orquesta, que ejecutaba marchas y melodias fúnebres, hicieron uso de la palabra los doctores Julian de Vargas, Juan Angel Martinez y Luis Ricardo Fors, quienes, en elocuentes y brillantes conceptos, hicieron la apologia de la ilustre victima del anarquismo. A las 4 próximamente términó el acto, habiendo sido aplaudidos con entusiasmo los oradores. La Prensa, Agosto 16. Resultó imponente la manifestación de duelo que organizaron ayer los españoles de La Plata, en homenaje del ilustre repúblico Antonio Cánovas del Castillo. A las 2 p- m. se reuniron los miembros del Club Español y sociedades españolas en el local de aquel centro. Formaron una columna no menor de 500 personas que en el mayor orden se dirigió al local del consulado español, donde los esperaba ei cónsul de España accompañiado de los miembros del cuerpo consular y otros distinguidos caballeros de la colectividad española. Una vez que esta comitiva se hubo incorporado á la columna, los manifestantes se dirigieron al Teatro Argentino, donde había ya numerosa concurrencia. El teatro estaba elegantemente adornado. En el proscenio se destacaba un artístico retrato de Cano- - 79 - vas, hecho á lápiz por el pintor Parra. Completaban el aspecto imponente que presentaba la sala, cortinas y crespones negros y pabellones formados con bande ras argentinas y españolas, enlutadas tambien. En una gran mesa colocada en el centro del proscenio tomaron asiento el cónsul de España Sr. Rodriquez Galván, y á su derecha los representantes de Portugal, Italia, Holanda, Brasil, y los doctores Juan Angel Martínez, Julian de Vargas, Luis R. Fors y el Sr. Constantino Troyteiro, presidente del Club Español de La Plata. Abrió el acto la orquesta, ejecutando el Himno Argentino que mereció ovaciones de aplauso. El Señor cónsul de España hizo después uso de la palabra explicando el objeto de la ceremonia. Las breves palabras del señor cónsul fueron muy aplaudidas. La orquesta ejecutó en seguida la marcha funebre de Chopin. El Dr. Julián de Vargas hizo en un elocuente discurso la apologia de Cánovas del Castillo, censurando el fanatismo anarquista y declarando que los rudos golpes que sufre la madre patria no la abaten ni la amenguan y que los españoles todos adherian de corazón al duelo que esperimenta hoy con la muerte de uno de sus hijos más esclarecidos. El Dr. Juan Angel Martinez pronunció un brillante discurso, que fué sin duda la pieza oratoria de la tarde. Como argentino, adhirió en nombre de sus compatriotas al duelo que esperimentaban los españioles y - 8o - censuró enérgicamente el atentado criminal que había hecho desaparecer del escenario de la vida al ilustre repúblico Antonio Cánovas del Castillo. El Dr. Martinez mereció con razón, ser interrumpido con salvas de aplausos por la numerosa concurrencia que llenaba al teatro. Clausuró el acto con una apologia de Cánovas del Castillo y una' brillante descripción histórica sobre las diversas épocas .porque ha atravesado la España, el Dr. Luis Ricardo Fors. Terminó su discurso condenando enérgicamente el atentado criminal, á nombre de las sociedades reunidas que representaba. Una salva de aplausos saludó al orador que, francamente, estuvo oportuno. Reasumiendo: los españoles de La Plara han celebrado una manifestación de duelo, digna de la memoria de Cánovas' del Castillo y demostrativa del aprecio que gozan entre nosotros. El Comercio, del 16 de Agosto. Grandiosa fué la manifestación que organizó el do- mingo la colectividad española, con motivo del funeral cívico efectuado en homenage á la memoria del malogrado hombre público don Antonio Cánovas del Castillo. - 81 - El gran teatro Argentino ofrecia un aspecto imponente. Mas de tres mil personas, de todas las clases sociales llenaban la espaciosa sala á la hora en que dió comienzo la ceremonia con el himno nacional y la marcha real española, ejecutados por la orquesta, dirigida por el maestro Serpentini. En seguida dijo las palabras de apertura el señor Rodriguez Galvan, cónsul de España. Siguió una marcha apropiada, y luego el señor Julian de Vargas pronunció una elocuente oración fúnebre que arrancó nutridos aplausos á la concurrencia. Despues de otro trozo musical ejecutado por la orquesta, el doctor Juan Angel Martinez hizo uso de la palabra. Su discurso, que la falta de espacio nos impide publicar, fué una soberbia pieza literaria y filosófica. Despues de un exordio dirigido al corazón, como él dijo, en el que tuvo parajes felicísimos que conmovieron al auditorio, especialmente al referirse á la confraternidad hispano-argentina, el doctor Martinez abordó el asunto bajo el punto de vista filosófico político, con un acópio de doctrina y de una elucuencia y claridad de conceptos admirable. Fué justamente aplaudido. La nota mas alta de la tarde la dió sin embargo el doctor Luis Ricardo Fors, designado por la comisión para cerrar el acto. Con frase galana y elocuencia nada comun, con naturalidad admirable y vigorosa entonación, el doctor Fors recordó primero al malogrado estadista en los - 82 - comienzos de su carrera. Hizo entonces algo así como una profesión de fé, recordando que él, el orador, fué un dia desterrado, como republicano por el mismo Cánovas, pero declarando que ante la tumba de este desaparecía el político y solo quedaba el español. Hizo luego á grandes rasgos una reseña retrospectiva de las diferentes épocas y civilizaciones que han pasado por la madre pátria. Tuvo períodos felicísimos. Agradeció su presencia á la mujer, con palabras elocuentes y se hizo aplaudir demostrando que los progresos de la ciencia deficientemente encaminados, perfeccionaban los conocimientos del hombre en la literatura, en las matemáticas, en la filosofía, pero que no había quien enseñara á los hombres á ser buenos padres de familia. Concluido el brillante discurso del doctor Fors, terminó el acto y la enorme concurrencia se diseminó llevando el convencimiento de haber rendido honroso tributo á la memoria del esclarecido estadista y de que los argentinos compartían sus sentimientos. El Dia, del 7 de Agosto. Digna de la colectividad española de La Plata, que la realizaba, y, proporciones guardadas, de la ilustre víctima que la motivaba, ha sido la manifestación de -- 83- duelo á la par que de protesta, que tuvo lugar el domingo en el teatro Argentino. A las 2 p. m. se reunían en el local de club Español no menos de 500 residentes españoles, pertenecientes á diversas sociedades, los sócios del centro nombrado, los cónsules de Portugal y Brasil y varios caballeros argentinos. Poco después quedaba organizada la columna, que encabezada por los miembros de la comisión, recorrió el trayecto que media entre el club y el consulado español. En el consulado esperaba á los manifestantes el representante de España, señor Rodriguez Galván, quien acompañado de algunos caballeros se incorporó á la columna, que se dirigió al teatro Argentino. El aristocrático coliseo presentaba un aspecto Imponente. El proscenio había sido adornado con severidad y buen gusto; en el centro se veía un precioso retrato á lápiz de Cánovas del Castillo, obra del pintor Parra; desde el techo, y á ambos lados del proscenio, descendían cortinas de luto, y de trecho en trecho se veían pabellones formados con banderas argentinas y españolas enlutados. Todas las aposentadurias del teatro estaban ocupadas por caballeros y señoras. En el centro del proscenio se habían colocado numerosas sillas, en las que tomaron asiento el cónsul español Sr. Rodriguez Galván, cónsules de Italia, del Brasil, de Holanda y de Portugal, el Dr. Juan A. Martinez y los miembros de la comisión. - 84 - La orquesta ejecutó el himno argentino, que fué escuchado de pié por la concurrencia, y en seguida hizo uso de la palabra el Sr. Rodriguez Galván, expresando el objeto de la ceremonia. Le siguió el doctor Julian de Vargas, que expresó la adhesión de los españoles en La Plata al duelo que experimenta España con la muerte de Cánovas, del que hizo una brillante apología. La concurrencia saludó con salvas de aplausos el discurso del doctor Vargas. La orquesta ejecutó después la marcha fúnebre de Mendelssohn. El doctor Juan Angel Martinez manifestó en un elocuente discurso su adhesión á la ceremonia en nombre de los argentinos é hizo votos porque las desgracias que aflijen á la madre patria retemplen el corazón de sus buenos hijos, para quienes los argentinos tenemos deudas de confraternidad que no olvidaremos nunca. La concurrencia interrumpió repetidas veces al orador, aplaudiéndolo frenéticamente y dando vivas á Esdaña y á la República Argentina. Después que la orquesta hizo oir los acordes de la marcha de Yone, pronunció el discurso de clausura el Dr. Ricardo Fors. Agradeció á la concurrencia la asistencia al acto é hizo una brillante descripción histórica de las diversas épocas que ha atravesado España, de sus progresos y de sus hombres, terminando en una protesta enérgica contra el atentado que había arrebatado la vida de Cánovas del Castillo. Al desfilar la concurrencia que llenaba el teatro, pudimos ver entre otras á las familias de los doctores Juan Angel Martinez, Aurrecoechea, Fors, Vargas, Cía, señores B. Rodrigo, Troyteiro, Graells, Solá, Ves Lozada, Sesé, Salgado, Ridecós, Parodi, Muguerza, Serra, van Gelderen, Sempé, Uzal, Aedo, Ramirez, Domingo, Vilar, Amoreti, Lapido, Arias, Hernando, Marin, Morales, Garate, Mendizábal, Arau, Gonzalez, Fernandez, etc. La Mañana, del 17 de Agosto Muy satisfecha debe estar la colectividad española por el éxito que alcanzó la manilestación de duelo que tuvo lugar en el Argentino, por la muerte del esclarecido estadista Cánovas del Castillo. El teatro fué chico para contener la concurrencia. El escenario fué severamente adornado, resaltando en el centro, entre cortinados negros, un hermoso retrato del extinto. El acto fué presidido por el cónsul español, que se vió rodeado por todo el cuerpo consular. Abierto el acto por el presidente, hicieron uso de la palabra los señores Julián de Vargas, doctor Juan A. Martinez y doctor don Luis R. Fors. Estos discursos, notables trabajos literarios, fueron oidos con marcada atención. - 86 - La parte musical fué imponente. Tocó oir a la concurrencia las tres mas célebres marchas fúnebres, tres obras maestras de música sentimental que hacen brotar lágrimas. Con satisfacción hemos visto que á este acto imponente se ha asociado en una escala notable, la sociedad argentina. l Mercurio del 17 de Agosto. La Comisión Organizadora, con fecha 21 de Agosto, acordó dar por terminado su objeto, con las siguientes resoluciones: 1 a Que se les dieran las gracias, por el importante concurso prestado, á los doctores de Vargas, Martinez y Fors, debiendo en tal sentido dirigirse á estos señores una nota suscrita por el señor Cónsul de España. 2 a Que se publicase bajo el título de Corona Fnebre, todo lo relativo á la manifestación de duelo realizada en La Plata por la muerte del ilustre español señor Cánovas del Castillo, encomendándosele la dirección de este trabajo al señor Constantino Troyteiro. - ;7 - La Comisión Directiva del Club Español, respondienldo al sentimiento hispano argentino espresado en los discursos de los señores doctor Martinez y tado Dipu- Sempé, acordó convocar á asamblea general, para proponer como socios honorarios á los referidos señores. La asamblea tuvo lugar el día 5 de Setiembre, y en ella y por aclamación se resolvió que la Junta Directiva otorgase diploma de sócios honorarios del Club Español á los dichos señores Sempé y Martinez. This book is a preservation facsimile produced for the University ofIllinois, Urbana-Champaign. It is made in compliance with copyright law and produced Qn acid-free archival 60# book weight paper which meets the requirements of ANSI/NISO Z39.48- 1992 (permanence of paper). Preservation facsimile printing and binding by Northem Micrographics Brookhaven Bindery La Crosse, Wisconsin 2010