Codependencia y Autoengaño, mecanismos de negación en

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UNIVERSIDAD DE OVIEDO
Codependencia y Autoengaño: mecanismos de negación en conflictos
intrafamiliares en codependientes españoles
Codependence and Self-Deception: denial mechanisms on domestic conflicts of Spanish
codependents
AUTORES:
María de la Villa Moral Jiménez*
Carlos Sirvent Ruiz**
CARGOS:
*Profesora Titular de la Universidad de Oviedo (España). Área de Psicología Social.
** Médico Psiquiatra. Director de Fundación Instituto Spiral (Madrid y Oviedo, España).
CORRESPONDENCIA A:
María de la Villa MORAL JIMÉNEZ
INSTITUCIÓN:
Universidad de Oviedo
Departamento de Psicología
Área de Psicología Social
DIRECCIÓN POSTAL: Facultad de Psicología
Plaza de Feijóo, s/n - despacho 211,
33003 Oviedo (ESPAÑA)
TELÉFONO:
(98) 5103282 FAX: (98) 5104144 - (98) 5104141
mvilla@uniovi.es
E-mail:
Remitido a: Revista Salud Pública de México 2º semestre 2013
Resumen
La Codependencia se describe como un tipo de Dependencia Relacional
experimentada por parejas o familiares directos de personas con trastornos adictivos y/o con
enfermedades crónicas caracterizada por procesos de sobrecontrol, focalización en el otro y
orientación rescatadora, entre otros descriptores. Nuestro objetivo de investigación es: a)
Describir el perfil de los pacientes codependientes en su dimensión afectiva y relacional en lo
referente al Autoengaño y b) Ofrecer un análisis de los efectos diferenciales respecto a los
familiares no codependientes, otros adictos y dependientes relacionales y en relación a la
población general. Para ello, se han diagnosticado 61 casos de codependientes, 100 dependientes
emocionales y 75 bidependentes por acuerdo inter-jueces mediante la aplicación del Inventario
de Relaciones Interpersonales y Dependencias Sentimentales (I.R.I.D.S.-100) de Sirvent y
Moral (2007). Asimismo también se han seleccionado mediante un muestreo aleatorio simple
como submuestras de comparación 47 familiares no codependientes de la muestra de familiares
de pacientes en tratamiento, así como 295 adictos en tratamiento y 311 sujetos de población
general.
Se ha confirmado la existencia de diferencias significativas en los factores
sindrómicos de Autoengaño entre codependientes y el resto de participantes, en el sentido de
que los primeros manifiestan un perfil clínico diferencial en la dimensión afectiva y en su
dinámica intrafamiliar. Incidimos en la conveniencia de abundar en la fundamentación del
constructo, así como en el análisis de los factores determinantes.
Palabras Clave: Codependencia, Autoengaño, Mecanismos de negación, Dependencias
Relacionales, Adicciones Sociales.
Abstract
Codependency is described as a kind of Relational Dependence experienced by
partners or relatives of people with addictive disorders and / or chronic diseases characterized
by override processes, focus on the other and rescuer orientation, among other descriptors.
Our research goal is to: a) describe the profile of codependent patients in affective and
relational dimension regarding self-deception and b) provide an analysis of the differential
effects on the not codependent relatives, other addicted and relational dependents and
regarding the general population. For this reason, we have diagnosed 61 cases of
codependent, 100 emotional dependent and 75 bidependent for inter-rater agreement by
applying the Inventory of Interpersonal Relationships and Sentimental Dependencies (IRIDS100) Sirvent and Moral (2007). Likewise 47 not codependent relatives from the sample of
patients in treatment have also been selected by simple random sampling as comparison
subsamples, as well as 295 addicts in treatment and 311 subjects from the general population.
It has been confirmed the existence of significant differences in syndromic factors of
Self-deception between codependents and the remainder of participants, in the sense that the
first show a differential clinical profile in the affective dimension and dynamics within the
family. We stress the desirability of developing the foundation of the construct, as well as the
analysis of determinant factors.
Keywords: Codependence,
Dependencies, Social Addictions.
Self-deception,
Denial
mechanisms,
Relational
La Codependencia se describe como un tipo de Dependencia Sentimental que
experimentan parejas o familiares directos de aquellas personas alcohólicas, dependientes de
otras drogas y/o pacientes de enfermedades crónicas con los que desarrollan un patrón relacional
conflictuado y disfuncional. Entre los descriptores clínicos y psicosociales destaca un patrón de
actuación típica de comportamientos de sobrecontrol, focalización en el otro con conductas de
sojuzgamiento y/o sometimiento, autonegligencia, pseudoaltruismo, afán de proteccionismo y
mecanismos de autoengaño como principales criterios patognomónicos.
1-4
Es conceptualizada
como una condición psicosocial que se muestra a través de un patrón disfuncional de
vinculación interpersonal.5 En este sentido, la Codependencia es calificada como dependencia
controladora, dependencia sumisa 6 y se presentan como características identificativas de estas
personas su preocupación obsesiva por el trastorno del sujeto del que dependen, con mecanismos
de autodescuido y autoanulación e involucración continua en relaciones de pareja dañinas y
abusivas. En el plano psicoafectivo, el conflicto interno puede abocar en una cronificación del
conflicto intrafamiliar.7,8 Específicamente, como vínculo de subordinación relacional, la
Codependencia se caracteriza por un esquema de relación disfuncional con la manifestación de
patrones de dependencia hacia una figura significativa en un entorno familiar problematizado
sobre la que se focaliza un patrón de actuación típica de comportamientos de control, que
encubren la búsqueda de aprobación y que se manifiesta con conductas de sojuzgamiento y/o
sometimiento, autonegligencia, afán de proteccionismo y modos de parentificación, etc.
Representa una Dependencia Relacional mediatizada con perturbaciones de índole afectivo y
relacional, calificada como coadicción, así la presencia del prefijo latino co denota simultaneidad
y coincidencia temporal en la relación funcional instaurada.9 Aunque tradicionalmente se ha
vinculado su análisis a la problemática del alcohólico y de otros drogodependientes, tal y
como se recoge en la literatura especializada sobre el tema, 10-13 en la actualidad se extiende el
análisis de esta problemática a otra situaciones generadoras de estrés crónico en la familia,
tales como abuso o enfermedad crónica discapacitante en alguno de sus miembros,
14
tales
como el Alzhemier.15
En la fundamentación del constructo, a título clarificador e ilustrativo convendría citar los
criterios referentes a la personalidad coadictiva incluidos en el DSM-IV16 y diagnosticada por el
cumplimiento de tres o más de las siguientes características: a) Exceso de confianza (en el otro);
b) Altamente emotivo y sensible (predomina en él la emoción sobre la razón); c) Presenta
episodios de depresión; d) Hipervigilancia; e) Comportamientos obsesivos/compulsivos; f)
Ansiedad, angustia; g) Abuso de sustancias químicas, legales o ilegales (pastillas); h) Ha sido (o
es) víctima de abuso sexual; i) Ciclos periódicos de estrés y, por último, j) Ha tenido
antecedentes de consumo, lo abandonó sin ayuda especializada. Lo anterior se completa con
siguientes descriptores: dificultad para negarse a ayudar a otras personas en perjuicio propio;
angustia y sufrimiento ante el pensamiento o la separación de su pareja; se involucra
afectivamente con individuos que presentan desórdenes de personalidad, adicciones a drogas,
codependientes, conductas impulsivas y déficits de comportamiento (tímidos, distraídos,
irresponsables, etc.) y, finalmente, nivel de autoestima bajo.
En virtud de sus manifestaciones etiopatogénicas y perfil sindrómico, la Codependencia
podría ser considerada ya sea como la manifestación de comportamientos propios de un trastorno
de personalidad de un sujeto dependiente emocionalmente respecto al familiar adicto, 17-18 como
una enfermedad primaria que afecta a un sistema familiar con un miembro con adicción o
enfermedad crónica que agudiza la disfuncionalidad del sistema intrafamiliar a causa de la
dependencia relacional desarrollada con conductas adquiridas por aprendizaje o modelo de
rol19 o como un fenómeno asociado a las consecuencias derivadas de una exposición a un
evento estresante indefinido, dada la obligación de sobrellevar un acontecimiento vital
estresante con la consiguiente sobreimplicación en el intento de resolución del conflicto familiar,
que afecta especialmente a las mujeres codependientes por su perfil de protectoras.
20
Otros
posibles modos de interpretación expuestos21 conceptualizan la CDP ya sea como una
enfermedad primordial presente en cada miembro de la familia adicta, como una patología del
vínculo, o en un defecto en la realización de la autonomía y la identidad individual. 22-25
Respecto al Autoengaño, en primer término se valora que el engaño forma parte de la
constelación sociopática general del adicto.26-29 En la literatura sobre el tema abundan estudios
sobre autoengaño, ya sea desde perspectivas más clínicas,30-33 psicosociales 34 o filosóficas 35-36.
El autoengaño psicológico se vincula a una suerte de optimismo cognitivo, a un pensamiento
ilusorio o desiderativo (wishfull thinking) y se asocia a mecanismos de defensa ante la
realidad como la negación, entre otros. Baste recordar que el consumo de sustancias y la
codependencia se definen como trastornos tendentes a desculpabilizar al consumidor y al
codependiente de las implicaciones negativas de sus actos.37 Los autores entendemos como
Autoengaño la incapacidad para darse cuenta de los efectos adversos de la relación, y, en el
caso de percatarse de ello, la no adopción de soluciones y/o la pretensión de que éstas
provengan de fuera, es decir, ver lo que existe y rechazar lo que significa asociado un proceso
de negación. Recordemos que en el DSM-IV-TR16 califica la negación (denial) como un
mecanismo de defensa que actúa inconscientemente, utilizado para resolver un conflicto
emocional y aliviar la ansiedad rechazando los pensamientos, sentimientos, deseos,
necesidades o factores de la realidad externa que son conscientemente intolerables. De este
modo, los procesos de negación y no afrontamiento, así como el autoengaño en sí mismo,
representan en el codependiente mecanismos de defensa y de persuasión que cumplen una
función claramente compensatoria, como enmascaramiento de aflicciones personales y/o de
conflictos interpersonales en relaciones afectivas conflictuadas. Progresivamente se produce
una naturalización del engaño como mecanismo relacional, se convierte en autoengaño dada
su renuente incapacidad para apercibirse de determinados efectos adversos de la relación y
tiende a mutar en un proceso de mixtificación -como forma extrema de autoengaño- descrita
como una falta de capacidad para decir las cosas como son que va más allá del grado de
veracidad o sinceridad de una persona con manifestaciones de defensividad reactiva,
irreflexibidad y pensamiento irreductible, etc. El autoengaño patológico o mórbido implica
consecuencias nocivas para el sujeto o damnificados y se asocia a la retroalimentación de
ideas y creencias y a la perpetuación de su presencia al obstaculizar la toma de conciencia del
problema del sujeto o la adopción de soluciones.27,28
Específicamente, en el caso del codependiente desarrolla mecanismos de negación,
mixtificación y autoengaño con los que, si bien en un principio trata de justificar
comportamientos socialmente aceptables, pero con gran coste personal, como es la entrega
incondicional respecto a familiares con problemas cronificados de salud ya sea física y/o
psicológica, acaba adquiriendo un carácter acomodaticio. Aquello que en un principio serían
mecanismos para justificar su propio comportamiento sobreprotector e hiperresponsable
respecto al familiar que necesita de sus cuidados, se añaden tendencias a adoptar
responsabilidades que no son propias en exclusividad, con lo que relega a un segundo plano
las propias decisiones del familiar enfermo con la consiguiente merma de su capacidad de
iniciativa y resolutiva. Asimismo, en el proceso de mixtificación intrínseca26 el elemento
nuclear es el binomio engaño/autoengaño. (véase38-42) Mediante el mecanismo de
mixtificación el codependiente presenta una falta de capacidad para decir las cosas como son,
lo cual más allá de la veracidad o sinceridad propia cuestiona la del familiar con el que
mantiene esta relación de dependencia emocional al entrar a cuestionar por ejemplo logros
terapéuticos que, cual profecía autocumplidora, pueden realmente afectar a la confianza del
alcohólico, adicto o enfermo de otros trastornos crónicos en sus avances en el proceso de
recuperación. De ahí se deriva en el codependiente un aprendizaje caracteropático, fenotípico,
que en ciertos casos genera culpa, autorreprobación y provoca malestar o bien en otros deriva
en autoengaño con la manifestación de desconfianza, enquistamiento caracterial, negación de
la realidad, desrealismo, etc.
Planteado lo anterior, nuestro objetivo es ofrecer una interpretación psicosocial de la
Codependencia y de los mecanismos de autoengaño, negación y no afrontamiento como
factores reguladores de la conciencia del problema. Para ello se proponen como objetivos de
investigación:
a)
Describir el perfil de los pacientes codependientes en su dimensión
afectiva y relacional, con especial interés en la evaluación de la dimensión Autoengaño.
b)
Establecer un estudio comparativo del constructo Autoengaño
(Autoengaño, Manipulación Emocional, Reiteración y Mecanismos de Negación y no
Afrontamiento) en un colectivo de pacientes diagnosticados como dependientes
sentimentales, con subpoblaciones clínicas de Dependientes emocionales,
Codependientes y Bidependientes y en población general.
c)
Crear un modelo explicativo del constructo Codependencia determinando
la importancia relativa de los mecanismos de Autoengaño.
2. Método
Participantes
Se han seleccionado diversas muestras clínicas mediante un exhaustivo diagnóstico
llevado a cabo por un equipo interdisciplinar de psicoterapeutas de “Fundación Instituto Spiral”
(Madrid y Oviedo, España). Todos los participantes han firmado un consentimiento informado,
libre y voluntario y se han respetado los protocolos de investigación estipulados al efecto, así
como se cuenta con la autorización del comité de ética correspondiente.
A continuación se ofrecen los resultados descriptivos de las muestras clínicas que ha
participado en el estudio, en función del tipo de Dependencia Sentimental: Codependencia
(CDP), Dependencia Emocional (DE) y Bidependencia (BDP) y en función de los Grupos de
Comparación: Población general (GC: grupo control), Adictos (AD) y Familiares no CDP
(FAM). La muestra total está integrada por 880 sujetos, de los cuales el 5.9% (n=52) están
filiados como CDP, el 11.4% (n=100) como DE y el 8.5% (n=75) como BDP, asimismo han
sido seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple de la población del Principado de
Asturias (España) 311 sujetos de población general que representan el 35.3% de la muestra
total. Como grupos de comparación se han seleccionado 295 adictos en tratamiento en
“Fundación Instituto Spiral” y 47 familiares no codependientes, que representan,
respectivamente el 33.5% y el 5.3% de la muestra total.
Mediante estrategias de doble ciego y reuniones clínicas de expertos psicoterapeutas se
han seleccionado 52 casos de codependientes de entre la muestra de familiares de pacientes en
tratamiento por adicciones (79.5% mujeres y 20.5% hombres con media de edad 49,4 años,
DE=11.598). La ocupación más habitual es la categoría de ama de casa (45.6%, n=23) y
obrero cualificado (19.3%, n=11). Más de la mitad de los hogares (54,9%) están compuestos
por tres o cuatro miembros y un tercio de la muestra tiene un hijo (31.3%, n=16). El setenta
por ciento de los codependientes que integran la muestra están casados, y un 16.0% (n=10)
separados. En relación a sus experiencias de pareja un porcentaje del 61.3% (n=31) declaran
tener/haber tenido la experiencia de compartir su vida con una única pareja.
Han participado en el estudio cien casos de sujetos diagnosticados como Dependientes
Emocionales de los cuales el 73.1% (n=57) son mujeres y el 26.9% (N=21) restante hombres. De
acuerdo con la estratificación por edades, la media se halla en 38.84 años (DE=9.554),
situándose la moda en 39 años, el mínimo de edad en 20 y el máximo en 61. Casi la mitad de
los mismos están solteros (44.9%), más de un tercio declara haber tenido dos
matrimonios/parejas (33.3%), una cuarta parte una única pareja estable, un 19.4% ha
convivido con tres parejas y un 16.7% con cuatro o más. Respecto a otras variables
sociodemográficas de interés un 27.0% de la muestra de dependientes emocionales ejercen
profesiones liberales/funcionariado y un 28.4% son obreros cualificados. Más de un tercio de
los integrantes de la muestra (37.7%) han cursado estudios universitarios de Grado Superior y
un 25.3% Bachiller. Por lo que respecta a la adscripción socioeconómica la mayoría de los
miembros que componen la muestra (72.1%, n=44) se declaran como pertenecientes a la clase
media. Respecto a los núcleos familiares están integrados por dos o cuatro miembros (25.4%
y 23.9%, respectivamente) de los hogares están compuestos por cuatro miembros y un 60 por
ciento (59.1%).
La subpoblación de Bidependientes está integrada por 75 sujetos diagnosticados, con
edades comprendidas entre los 17 a 55 años (media=36.87 años), de los cuales el 55.6%
(n=35) son varones. Un 67.6% (n=50) son solteros y ejercen labores de obrero cualificado el
28.6% (n=21), con nivel cultural de Bachiller (27%) y de nivel socioeconómico percibido
medio (81,8%), casi la mitad de ellos (45.7%) sin hijos y casi un tercio (30.6%) con un
historial de al menos tres parejas con las que se ha convivido.
Mediante un muestreo aleatorio simple se han seleccionado 311 sujetos residentes en
el Principado de Asturias, siendo la muestra representativa de la población general española.
De acuerdo a la adscripción por género, componen la muestra un 53,1% de mujeres (46.9%
varones), con edades comprendidas entre los 18 y los 73 años (media=36.06, DE=12.154),
predominantemente solteros (67.9%, n=209), con estudios universitarios cursados (Grado
Medio, 19.7%, n=61; Grado Superior, 25.5%, n=78), de nivel socioeconómico medio (84.2%,
n=202), de entornos familiares con cuatro o menos miembros (81.4%), y que han convivido a
lo largo de su vida con una (40.9%, n=124) o dos parejas (28.1%, n=85).
La subpoblación de Adictos (no Bidependientes) incluye todos los adictos en
tratamiento actualmente en “Fundación Instituto Spiral”. En relación con las características
sociodemográficas el 64.9% (n=121) son varones y el 35.1% restante mujeres con edades
comprendidas entre los 17 y los 56 años, situándose la media en 37.75. El estado civil de
soltero es el más representativo (67.6%), la mayoría ejerce la profesión de obrero no
cualificado (36.5%) y cualificado (19.9%) y nivel socioeconómico percibido medio (65.2%).
El 22.6% (n=66) de los adictos que integran la muestra han tenido tres o más parejas, y el
37.5% (n=110) ha cursado estudios Primarios, como principales datos sociodemográficos de
interés.
En el caso de los familiares no codependientes, se han seleccionado mediante un acuerdo
interjueces 47 casos de familiares no codependientes de entre los familiares de adictos en
tratamiento, de los cuales el 53.2% (n=25) son mujeres. De acuerdo con la estratificación por
edades, la media se halla en 47.91 años, situándose la moda en 49 años, el mínimo de edad en
25 y el máximo en 63. Casi un tercio de los integrantes de la muestra (32.9%) desempeñan
labores de amas de casa y un 22,7% de obrero cualificado. Por lo que respecta a la adscripción
socioeconómica la mayoría de los miembros que componen la muestra (79.8%, n=37) se
declaran como pertenecientes a la clase media, asimismo, de acuerdo con el análisis del nivel
de estudios alcanzado un 21.0% ha completado estudios primarios. El 37.7% de los hogares
están compuestos por cuatro miembros y un porcentaje similar (38.7%) de la muestra informa
de que tiene dos hijos. Asimismo, de acuerdo con los resultados hallados, se manifiesta que el
72.2% de los familiares no codependientes que integran la muestra están casados y un 15.2%
separados y, por lo que respecta a sus experiencias de pareja, un porcentaje muy elevado del
71.8% (n=34) declaran tener/haber tenido la experiencia de compartir su vida con una única
pareja, lo cual también resulta sumamente interesante a efectos de los objetivos planteados.
En el Cuadro I se ofrecen en detalle los resultados de variables sociodemográficas por
tipo de subpoblación, en aspectos relativos a edad y género, estado civil, profesión, nivel
cultural, nivel socioeconómico, números de miembros en el hogar, números de hijos, número
de hermanos y número de parejas.
-
Insertar Cuadro I -
Instrumentos de evaluación
Como se ha comentado con anterioridad, la evaluación de las dependencias
interpersonales es sumamente compleja, ya no sólo por la dificultad de definición operacional del
propio constructo, sino por la escasez de instrumentos de evaluación que cuenten con las
garantías psicométricas exigibles. En este sentido, se constata el escaso desarrollo y aplicación
de instrumentos para medir la Codependencia en muchos países, entre ellos España (Martins,
Menéndez, Gómez y Silva, 2011). En este estudio se ha empleado el Inventario de Relaciones
Interpersonales y Dependencias sentimentales I.R.I.D.S.-10043 compuesto por 100 ítems
evaluados mediante escala Likert de cinco puntos (Muy de Acuerdo a Muy en Desacuerdo).
Según la estructura factorial obtenida por rotación varimax está integrado por 7 subescalas
(Interdependencia, Acomodación situacional, Autoengaño, Sufrimiento, Identidad y límites
relacionales, Antecedentes personales y Heterocontrol) y 23 factores sindrómicos. En este
análisis se ha priorizado el análisis de la Escala de Autoengaño del I.R.I.D.S.-100 que valora y
orienta sobre el locus de control del sujeto, su conciencia y percepción del problema, así
como sobre los elementos cognitivos que pone en marcha para justificar su comportamiento y
está integrada por cuatro factores: a) Autoengaño; b) Manipulación emocional; c) Reiteración
y d) Mecanismos de Negación y no afrontamiento. En este contexto el autoengaño representa
la incapacidad del sujeto para darse cuenta de los efectos adversos de la relación y en general
de todas las componentes negativas de la misma. El factor Autoengaño viene definido por
otros subfactores tales como la manipulación emocional que se define como el intento de
modificar los auténticos sentimientos del interlocutor, a veces en provecho propio. La
reiteración se define como la reincidencia en el mismo error, volver a cometer los mismos
fallos con sucesivas personas no aprendiendo de los errores. Finalmente, los mecanismos de
negación y no afrontamiento (y en general la negación) representan el rechazo, reprobación o
no reconocimiento de hechos evidentes o situaciones reales, cerrando el paso a la percepción
de cosas que no acepta.
El inventario I.R.I.D.S.-100 es fiable, habiéndose obtenido un Alfa de Cronbach de
.976 para una muestra total de 880 sujetos (con valores que oscilan entre .878 para la
Subescala de Sentimientos Negativos y .847 para la Escala de Acomodación Situacional),
válido, consistente, y diferencia cuatro tipos de dependencia interpersonal: Relacional,
Emocional, Bidependencia y Codependencia. Como cuestionarios de anclaje se han empleado
el Co-dependency Assessment Tool (CODAT)44,45 adaptado al castellano,46 el Inventario de
Dependencias Interpersonales (I.D.I.)47 y la Escala de Bidependencia (BDP-25).48
Procedimiento y análisis de datos
Dado nuestro interés investigador en la temática de las Dependencias Relacionales se
estableció un acuerdo de colaboración entre dos Unidades de Investigación, el Grupo de análisis
de las Dependencias Relacionales de “Fundación Instituto Spiral” y la Unidad de Investigación
Psicosocial para el estudio de las Dependencias Relacionales. Mediante un riguroso diagnóstico
diferencial respecto a otras patologías (apego ansioso, trastorno de personalidad límite,
sociotropía, etc.) realizado por un equipo interdisciplinar, mediante el procedimiento de doble
ciego y acuerdo inter-jueces, se han diagnosticado los casos clínicos. La recogida de la
información se ha llevado a cabo por profesionales entrenados adscritos al programa terapéutico
contando con suficientes garantías metodológicas (asignación de un código identificativo,
confidencialidad, etc.). En este estudio descriptivo el procesamiento y da tratamiento estadístico
de los datos se ha llevado a cabo mediante el programa SPSS versión 18.0 y se han efectuado
Análisis Descriptivos (distribución de frecuencias, medias y desviaciones típicas, etc.),
análisis de frecuencias y de comparación de medias (ANOVAs), así como se utilizarán técnicas
estadísticas de análisis multivariadas para la exploración de las relaciones entre las variables.
3. Resultados
En primer lugar se presentan descriptivos de interés hallados por cada subtipo de
población en las siete Escalas (Interdependencia, Acomodación situacional, Autoengaño,
Sufrimiento, Identidad y límites relacionales, Antecedentes personales y Heterocontrol) que
integran el I.R.I.D.S.-100 (véase Cuadro II).
-
Insertar Cuadro II -
Expuesto lo anterior, se ofrece un análisis de comparación de medias con
comparaciones post-hoc (Tukey-b) mediante el que se comprueba la existencia de diferencias
significativas en todas las Escalas y Factores del I.R.I.D.S-100 en la dirección predicha entre
las poblaciones clínicas (Codependientes, Dependientes Emocionales y Bidependientes) y las
subpoblaciones de comparación (Adictos y Familiares no Codependientes), así como respecto
a la población general (véase Cuadro III).
Específicamente, se comprueba el perfil afectivo de los Dependientes Sentimentales
caracterizado por la manifestación de Sentimientos negativos, naturaleza nociva
peculiar o frecuentes en las relaciones interpersonales, como la culpa, la
inescapabilidad emocional y el aislamiento social, así como con tendencia a la
recreación de sentimientos negativos y la autodestrucción. Asimismo, presentan mayor
Acomodación situacional con el comportamientos de adaptación pasiva al otro/a, falta
de iniciativa con indiferencia e inedia ante la situación relacional vivida.
El sentimiento de Interdependencia como apego dependiente en la interrelación con
necesidad excesiva del otro, síntomas de abstinencia y craving en su ausencia y la
naturaleza desiderativa de los estímulos y experiencias junto al otro y de Autoengaño
es característico de las poblaciones clínicas descritas.
En las tres poblaciones clínicas se confirman sus mecanismos de Autoengaño así como
sus desajustes identitarios (Caracterosis) en relación con el resto de subpoblaciones.
Los Antecedentes familiares se presentan en las muestras de Bidependientes,
Dependientes emocionales y Adictos en mayor medida que en el resto, y, finalmente,
El Heterocontrol a modo de intento de controlar al otro/a a ultranza, por encima
incluso de las propias necesidades, con orientación hacia la otra persona, tendencia a
sobreprotegerla y autodescuido se confirma que es la seña identificativa de los
Codependientes.
-
Insertar Cuadro III-
Específicamente, en el caso de los Codependientes en los factores sindrómicos
explorados las diferencias se concentran en los indicadores de Culpa (F=32.992), Yo rígido
(F=23.383), Orientación rescatadora (F=23,086) y Sobrecontrol (F=27.733) confirmatorias
del estilo relacional del codependiente focalizado alrededor del otro, con frecuentes
sentimientos intrapunitivos (Culpa), su abnegación, inflexibilidad y renuencia al cambio (Yo
rígido), el desarrollo de un rol de cuidador mediante un comportamiento proteccionista e
hiperresponsable (Orientación rescatadora) y la asunción de un rol sobreprotector que le
menoscaba y la tendencia a ejercer una influencia impositiva directa y duradera sobre las
emociones, decisiones y comportamientos del otro (Sobrecontrol). En su conjunto, según el
perfil psicosocial y clínico hallado se confirma la tendencia de los codependientes a
involucrarse en la vida de los familiares con las cuales mantienen ese particular vínculo de
dependencia, intentando resolver sus problemas, cuidando y protegiendo a ultranza al otro
incluso asumiendo sus responsabilidades, con posible anulación de su autonomía. Asimismo,
reportan percepciones repetitivas de tristeza, culpa, ansiedad, angustia y demás sentimientos
de naturaleza nociva, de modo que paradójicamente el sujeto parece recrearse en ellos de
forma masoquista, sufriendo y complaciéndose al mismo tiempo (Sufrimiento/Recreación de
Sentimientos negativos) y presentan una tendencia a ejercer una influencia impositiva directa y
duradera sobre las emociones, decisiones y comportamientos del otro. Esta tendencia es
consonante con los resultados hallados en la literatura sobre el tema.44-46,49
Dado nuestro interés investigador, a continuación se ofrecen los valores de los
estadísticos descriptivos básicos hallados en el Macro-factor Autoengaño y en los cuatro factores
sindrómicos (Autoengaño, Manipulación emocional, Reiteración y Mecanismos de negación y
no afrontamiento) que integran el citado constructo. De acuerdo con la tendencia predicha, las
puntuaciones medias son menores (indicativas de mayor patología) en las muestras clínicas y en
el grupo de adictos a drogas en relación con el resto (véase Cuadro IV). El autoengaño es común
a los tres tipos de dependencia sentimental explorados y representa una seña identificativa de
tales problemáticas dados sus mecanismos de defensa ante la realidad. De este modo, las
poblaciones clínicas no revelan un autoconocimiento de las estrategias de engaño que emplean
en su intento de control (sometimiento o sojuzgamiento) de las personas con quienes mantienen
esa vinculación interpersonal problematizada. A partir del análisis mediante comparaciones Posthoc (Tukey-b) se ha confirmado que las diferencias se concentran entre los grupos de
dependientes emocionales y bidependientes con respecto al resto, así como entre los
codependientes respecto a los adictos y al resto de subpoblaciones y de los drogodependientes en
relación con la población general y los familiares no codependientes. Específicamente, se han
confirmado las diferencias entre las poblaciones clínicas y el resto en los cuatro factores
sindrómicos explorados, tanto en Autoengaño (F= 29.725, p<.0001), dada la incapacidad del
dependiente sentimental para darse cuenta de los efectos adversos de la relación, como en
Manipulación emocional (F=64.665, p<.0001), siendo frecuentes los intento de modificar los
auténticos sentimientos del interlocutor, a veces en beneficio propio, mediante la puesta en
práctica de mecanismos de control y juegos de poder. Asimismo, también se han confirmado
las diferencias en la dirección predicha en los factores de mecanismos de negación y no
afrontamiento (F=15.733, p<.0001) mediante el rechazo, reprobación o no reconocimiento de
hechos evidentes o situaciones reales por parte de los dependientes sentimentales en su
vinculación interpersonal conflictuada y, finalmente, se ha comprobado que tienden a
reincidir en los mismos errores en sus relaciones (Reiteración, F=35.837, p<.0001)
perpetuando la mentira, la insinceridad y la opacidad comunicativa.
-
Insertar Cuadro IV -
Finalmente, se procede al análisis interpretativo del constructo Codependencia,
ofreciéndose un modelo integrado por siete dimensiones que representan un elevado poder
explicativo. Las variables seleccionadas explican cerca del ochenta y siete por ciento (86,6%)
del constructo. La correlación múltiple entre la variable criterio y las variables independientes
seleccionadas es bastante elevada (R=.966,
R2
=.933) y se confirma la relación ajustada entre
los valores reales y los pronosticados. En el Cuadro V se presentan los valores de los
coeficientes de las variables seleccionadas y se comprueba la importancia predictiva de los
Sentimientos negativos (β =.846, p<.000), el Heterocontrol relacional (β=.523, p<.000), los
Antecedentes personales (β=.137, p<.000), los conflictos identitarios (Caracterosis, β=.171,
p<.000), la Acomodación situacional (β=-.089, p<.005) y los mecanismos de Autoengaño
(β=.137, p<.000) (véase Cuadro VI).
-
Insertar Cuadro VInsertar Cuadro VI -
Se ha confirmado que los codependientes experimentan aislamiento social e
intolerancia a la soledad, asociado a sentimientos de desamparo y tristeza, así como un vacío
emocional que puede estar relacionado con las sucesivas y reiteradas frustraciones que
experimentan en sus conflictos intrafamiliares y una recreación de sentimientos negativos a
modo de percepción repetitiva de tristeza, culpa, ansiedad, angustia y demás sentimientos de
naturaleza nociva. Experimentan una sensación inhabilitante de inescapabilidad emocional
consistente en la sensación de estar atrapado/a en la relación, sin visos de poder liberarse o
superar el problema. Asimismo, el sentimiento de culpa (tanto intra como extrapunitivo)
contribuye a la predicción de esta problemática.
Asociado a ello se ha comprobado la importancia predictiva del Heterocontrol
relacional, integrado por los mecanismos de orientación rescatadora, sobreprotección con
pseudoaltruismo y abnegación, que representa la necesidad de ayudar al familiar del que se
depende emocionalmente, intentando resolver sus problemas y tiende a protegerlo llegando a
asumir sus responsabilidades y a anular su autonomía. Asimismo, los codependientes ejercen
sobrecontrol a dos niveles: en primer lugar con intentos de saber exhaustivamente qué hace el
otro y, en segundo lugar, con el propósito de ejercer una influencia impositiva directa y
duradera sobre las emociones, decisiones y comportamientos del otro. La focacalización en el
familiar del que se depende y el autodescuido de las propias necesidades que puede derivar en
autonegligencia es otro factor que describe esta problemática.
Otro de los factores implicado en el análisis interpretativo del constructo
Codependencia son los Antecedentes familiares ya que se comprueba en su perfil diferencial
que los codependientes tienden a presentar una impronta personal como el abuso y/o maltrato
psicológico, un ambiente continuadamente hostil, una separación paterna dolorosa, el sufrir
una infancia o adolescencia desdichada y la presencia de acontecimientos vitales que influyan
en su devenir psicológico.
Asociado a lo anterior, se constata que los codependientes experimentan conflictos
identitarios y desajustes en los límites relacionales. En concreto, experimentan la sensación de
necesitar al otro/a o a los demás para sentirse completo, fundiendo y disolviendo su yo en el
yo ajeno de manera que según se va identificando con el otro/a va disipándose la identidad
propia. Asimismo, presentan tanto límites relacionales distorsionados, tanto débiles (frontera
interpersonal permeable) como rígidos (en ocasiones la frontera interpersonal se manifiesta
impenetrable). En la interrelación se comprueba el valor predictivo del egoísmo/egotismo/
egocentrismo en la interrelación, así como en la manifestación de juegos de poder puesto con
mecanismos de control y dominio asociados al deseo de preponderancia en la relación con el
familiar del que se depende a objeto de lograr ganancias psicosociales. También se ha
comprobado el valor explicativo de la Acomodación situacional, tendente a la adaptación
pasiva al otro/a, dejando que sea la otra persona quien conduzca la relación y también se
concreta en la falta de iniciativa quizá con indiferencia e inedia ante una situación relacional
que requeriría de un posicionamiento activo. Finalmente, se ha constatado el valor explicativo
del Autoengaño, de manera que los codependientes no son conscientes de la búsqueda de la
complacencia, afecto y atención que subyace con frecuencia a la adopción de semejante
vinculación interpersonal. Ello se asocia a la insinceridad y opacidad comunicativa, la
manipulación, los mecanismos de negación y reincidencia, la mixtificación y desconfianza y
el registro de la realidad interesado o distorsionado.
4. Conclusiones
Se concluye que la Codependencia es un tipo de dependencia sentimental con una
sintomatología bien establecida y un perfil diferencial respecto a otras dependencias
relacionales y coadicciones que le otorga un estatuto diferencial como trastorno con identidad
propia. Como principales signos patognomónicos comunes que contribuyen a la descripción
clínica y psicosocial de este trastorno destacan los conflictos en las relaciones afectivas y los
tratos disfuncionales que afectan al ámbito emocional, así como a la propia convivencia y
desenvolvimiento de la vida familiar. Al profundizar en la delimitación conceptual de la
Codependencia se ha hallado un perfil característico de un individuo que presenta autoengaño y
una escasa o nula conciencia del problema, que en su dinámica intrafamiliar tiende a ejercer
control y dominio y manifiesta una persistente tendencia a irse autoanulando y destruyendo, lo
cual se asocia al proceso de focalización en el otro. La vida relacional del codependiente gira
alrededor del otro, asumiendo un rol sobreprotector que le menoscaba y puede conducirle a la
autonegligencia con supeditación a las necesidades percibidas del otro y desdibujamiento de
los propios límites del Yo, convirtiéndose en su cuidador mediante un comportamiento
proteccionista e hiperresponsable. La confusión entre lo que se siente, se necesita y se desea,
cursa con autonegligencia e implicaría el deseo de mantener la imagen o status, lo cual encubre
una baja autoestima.27 Viven con abnegación e hiperresponsabilidad su rol de protectores siendo
en parte conscientes de lo que sucede, pero negando su significado, con búsqueda de aprobación
de los otros. A nivel identitario el perfil del codependiente responde a unos rasgos
personológicos con desdibujamiento de los límites del yo y manifestación de un yo rígido con
frecuentes mecanismos de inculpación/exculpación vinculados a sentimientos de culpa y
autodestruccción y perpetuación de inescapabilidad emocional dada la tendencia a creer que no
puede liberarse o superar la situación problematizada. Cursa con unas inadecuadas habilidades
interpersonales con tendencia al sacrificio y la abnegación que conlleva un descuido de las
necesidades propias y mina la identidad personal y social.1,2,4 El individuo codependiente no es
consciente de la búsqueda de la complacencia, afecto y atención que reclama y que subyace con
frecuencia a la adopción de semejante vinculación interpersonal. La asociación con mecanismos
de negación, el desarrollo incompleto de identidad, la represión emocional y una orientación a
rescatar a los demás, está bien establecida en la literatura sobre el tema.46,49,50
Se ha confirmado que, respecto a otros familiares no codependientes y en relación a la
población general, en la vinculación codependiente se va instaurando un estilo de relación donde
la pareja/familiar del adicto sostiene percepciones y conductas que reflejan su particular
interpretación de las conductas problema del paciente y de la formulación de los mecanismos de
negación, mixtificación y autoengaño, con procesos inculpatorios/exculpatorios y fracasos en los
procesos de resolución de los conflictos. La propia disfuncionalidad de la dinámica familiar es un
factor de riesgo para la perpetuación de relaciones codependientes, si bien esta manera de actuar
agudiza, a su vez, la problemática familiar.51 Asimismo, las conductas codependientes suponen
un enorme costo para la salud de los familiares adictos.52 De este modo, se asiste a una suerte
de involucración disfuncional y reiterativa en los problemas del adicto, lo cual repercute
negativamente en las esferas personal, familiar, laboral y social del codependiente, quien
antepone las necesidades ajenas a las propias.
En síntesis, se ha comprobado que los codependientes viven con abnegación e
hiperresponsabilidad su rol de protectores siendo en parte conscientes de lo que sucede, pero
negando su significado, con tendencia a la reiteración con varios casos de familiares (padres,
esposos, hijos) y una recreación de su rol mixtificado. A nivel psicosociológico los procesos de
deseabilidad, negación, autoengaño y mixtificación podrían interpretarse como una modalidad
de cambio anticipatorio, más bien que catastrófico.53 Ciertamente, la vida relacional del
codependiente se focaliza alrededor del familiar con problemas, asumiendo un rol
sobreprotector que le menoscaba y puede conducirle a la autonegligencia con supeditación a
las necesidades percibidas del otro y desdibujamiento de los propios límites del Yo
(Heterocontrol). A nivel identitario se confirma el poder explicativo del predictivo del Ego
rígido guardando celosamente su intimidad y costándole demasiado abrirse a los demás,
presenta límites del Yo desdibujados e Identificación, en el sentido de necesitar al familiar
sobre el que ejerce su rol de cuidador para sentirse un ser completo/a, fundiendo y disolviendo
su yo en el yo ajeno de manera que según se va identificando con el otro/a va disipándose la
identidad propia, todo ello con un comportamiento proteccionista e hiperresponsable. En su
conjunto, el codependiente presenta una vida relacional acomodaticia, con tendencia a
conducir las relaciones intra-familiares, con el desarrollo de mecanismos de defensa frente a
la realidad socioafectiva que viven y el recurso sistemático a la sobreimplicación e
hiperresponsabilidad.
En consonancia con otros hallazgos sobre codependencia 44-46,49,50 se confirma el perfil
clínico y psicosocial del codependiente como un individuo sobreprotector que cuida y protege
a ultranza al otro llegando a asumir sus responsabilidades y con frecuencia a anular su
autonomía, así como que ejerce una influencia impositiva directa y duradera sobre las
emociones, decisiones y comportamientos del familiar, con tendencia a la focalización en el
otro de toda su atención personal con posible presencia de falta de autocuidado y
autonegligencia. En este sentido, este estudio contribuye a la operacionalización del constructo,
así como a dotarlo de mayor entidad diagnóstica, abundando en su estatuto diferencial como
trastorno con identidad propia.
La investigación presenta limitaciones que conviene señalar de cara a la discusión de
sus resultados y que se centran en la necesidad de abundar en el diagnóstico diferencial de
este trastorno y en la profundización en el análisis multicausal de sus determinantes e
implicaciones. A nivel interpretativo, cabe reseñar que lo que se ha propuesto como
Codependencia tiene profunda raigambre sociocultural y podría ser interpretada como la
asunción estereotípica de un rol de cuidador/a (persona protectora, capaz de amar sin reservas,
abnegada, complaciente, amante incondicional, con capacidad de renuncia altruista, etc.) lo cual
dificulta las labores de diagnosis dado el solapamiento con valores normativos u obligaciones de
comportamientos de ayuda asociados a la consideración del cuidar y proteger como conducta
propia de una persona respecto a otra en situación problemática como intento fallido de
mantenimiento de una malentendida obligación. Lo anterior se asocia, asimismo, a la falaz idea
de equiparación del amar con el sufrir y el sacrificar, signo patognomónico de la
codependencia.1-2,19,56 Calificada
como Síndrome de Casandra4 representa el arquetipo de
tragedia de quienes convierten la acción profética en un denodado esfuerzo porque acontezca lo
vaticinado, lo cual deviene en un conflicto de negación, mixtificación y autoengaño del
codependiente ante sus propias premoniciones.
De cara al planteamiento de futuras investigaciones se abunda en la idea de que la
codependencia representa un auténtico reto sociosanitario (véase57), de ahí que se precise
abundar en la operacionalización y diagnóstico diferencial del fenómeno, así como en la
conveniencia de proponer líneas de intervención no solo psicoterapéutica, sino también a nivel
psicosocial y comunitario incidiendo en un análisis comprehensivo y crítico de las
representaciones sociales dominantes y de las tendencias actitudinales sobre cuidado en el seno
intrafamiliar prevalentes, así como de los roles estereotípicos de género.
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Cuadro I. Variables sociodemográficas por tipo de subpoblación.
Datos
sociodemográficos
Género
Edad
Estado Civil
CDP
DE
BDP
G. Control
Adictos
Familiares
no CDP
% n
% n
% n
% n
% n
% n
Femenino
79.5 (31)
22 a 73
_
X 49.40
(DT
11.598)
Casado
70.0 (36)
Femenino
73.1 (57)
Masculino
55.6 (35)
Femenino
531 (173)
20 a 61
_
X 38.84
(DT 9.554)
17 a 55
_
X 36.87
(DT 9.722)
17 a 62
_
X 38.84
(DT 12.154)
Soltero
44.9 (35)
Soltero
67.6 (50)
Soltero
67.9 (209)
Funcionario
27 (20)
Obrero
cualificado
28.6 (21)
Obrero
cualificado
19.9 (61)
Profesión
Ama de casa
45.6 (23)
Primarios
Bachiller
Bachiller
Bachiller
24.0 (14)
25.3 (19)
27.0 (20)
27.7 (84)
Medio
Medio
Medio
Medio
Nivel socioeconómico
80.7 (41)
72.1 (44)
81.8 (61)
84.2 (202)
Nº de miembros en el
4
2
3
4
36.2 (18)
24.4 (18)
35.3 (26)
42.3 (130)
hogar
1
0
0
0
Nº de hijos
31.3 (1)
41.7 (30)
45.7 (34)
55.4 (165)
3
2
3
2
Nº de hermanos
37.2 (18)
36.6 (26)
34.4 (25)
40.0 (124)
1
2
3
1
Nº de parejas
61.3 (37)
33.3 (24)
30.6 (230)
40.9 (124)
CDP=Codependencia. DE = Dependencia Emocional, BDP = Bidependencia.
Nivel cultural
Masculino
64.9 (191)
17 a 65
_
X 37.75
(DT
9.554)
Soltero
59.6 (167)
Obrero no
cualificad
o
36.5 (107)
Primarios
37.5 (110)
Medio
65.2 (184)
4
27.8 (82)
0
47.3 (139)
3
32.7 (96)
3
22.6 (66)
Femenino
53.2 (25)
25 a 63
_
X 47.91
(DT 10.92)
Casado
72.2 (34)
Ama de
casa
32.9 (15)
Primarios
21.0 (10)
Medio
79.8 (37)
4
37.7 (18)
2
38.7 (19)
3
35.2 (16)
1
71.8 (34)
Cuadro II. Descriptivos en dimensiones clínicas del I.R.I.D.S.-100 en función del tipo de
Dependencia, en Grupos de comparación y Población general.
CDP
DE
BDP
Adictos
General
Escalas I.R.ID.S.100
Población
_
X
_
DE
X
_
DE
X
_
DE
X
no CDP
_
DE
Familiar
X
_
DE
X
DE
Autoengaño
2.98 .624
2.56 .422
2,54 .484
3.46 .320
3.24 .759
3.52 .520
Interdependencia
3.23 .752
2.48 .512
2.53 .587
3.41 .347
3.19 .730
3.81 .568
Acomodación
2.93 .513
2.51 .623
2.91 .626
2.90 .294
3.39 .875
3.54 .507
2.69 .711
2.24 .580
2.64 .564
3.18 .467
2.89 .833
3.68 .616
3.01 .538
2.83 .508
3.04 .396
3.53 .296
3.32 .642
3.90 .418
3.17 .935
2.97 .819
2.78 .830
3.74 .566
3.11 .956
4.11 .470
2.43 .551
2.60 .577
2.67 .505
3.12 .433
2.90 .624
3.35 .540
Sentimientos
negativos
Caracteroris
Antecedentes
Personales
Heterocontrol
CDP=Codependencia, DE = Dependencia Emocional, BDP = Bidependencia.
Cuadro III. Comparaciones de medias (ANOVA) y comparaciones Post-hoc entre las
subpoblaciones clínicas, de comparación y control en las Escalas del I.R.I.D.S.-100.
Escalas del I.R.I.D.S.-100
F
Comparaciones Post-hoc (Tukey-b)
Interdependencia
49.940* DE, BDP < CDP, Adictos, G.Control < Familiares no-CDP
Acomodación Situacional
40.971* DE < BDP, CDP, G.Control < Adictos, Familiares no-CDP
Autoengaño
51.025* BDP, DE < CDP < Adictos < G.Control < Familiares no-CDP
Sentimientos Negativos
45.199* DE < BDP, CDP, Adictos < G.Control < Familiares no-CDP
Caracterosis
50.016* DE, CDP, BDP < Adictos < G.Control < Familiares no-CDP
Antecedentes personales
35.656* BDP, DE, Adictos < CDP < G.Control < Familiares no-CDP
Triada Codependiente /
31.825* CDP < DE, BDP <Adictos < G.Control < Familiares no-CDP
Heterocontrol
* p<,0001
D.E. =Dependientes Emocionales, BDP =Bidependendientes, CDP =Codependientes. GC = Grupo Control, AD = Adictos, FAM =
Familiares no CDP
Cuadro IV. Diferencias por grupo en población clínica (Codepedencia, Dependencia emocional y
Bidependencia), grupos de comparación (Adictos y Familiares no-CDP) y población general en la Escala
de Autoengaño.
Factores de la Escala de
F
Comparaciones Post-hoc (Tukey-b)
Autoengaño
Autoengaño
29,725* BDP, DE < CDP < Adictos < Población general, Familiares no-CDP
Manipulación emocional
64,675* BDP < DE < CDP < Adictos, Población general, Familiares no-CDP
Negación
15,733*
Reiteración
35,837*
BDP, DE < CDP < Adictos < Población general, Familiares no-CDP
BDP, DE < CDP < Adictos < Población general, Familiares no-CDP
* p<,0001
D.E. =Dependientes Emocionales, BDP =Bidependendientes, CDP =Codependientes. GC = Grupo Control, AD = Adictos,
FAM = Familiares no CDP
Cuadro V. Resumen de la Regresión Logística constructo Codependencia.
Resumen del modelo
Variables explicativas constructo Codependencia
Modelo
R
R2
R2
Error típ. de
Sig. del
corregida
la estimación
cambio en F
Cambio en R2
1
.846(a)
.715
.713
.26564
.715
404.273
2
.945(b)
.894
.893
.16267
.079
269.347
3
.954(c)
.909
.908
.15073
.016
27.347
4
.959(d)
.920
.918
.14185
.011
21.534
5
.962(e)
.925
.922
.13818
.005
9.495
6
.966(f)
.933
.931
.13064
.008
19.658
a Variables predictoras: (Constante), Sentimientos Negativos
b Variables predictoras: (Constante), Sentimientos Negativos, Heterocontrol
c Variables predictoras: (Constante), Sentimientos Negativos, Heterocontrol, Antecedentes personales
d
Variables predictoras: (Constante), Sentimientos Negativos, Heterocontrol, Antecedentes personales,
Caracterosis.
e
Variables predictoras: (Constante), Sentimientos Negativos, Heterocontrol, Antecedentes personales,
Caracterosis, Acomodación.
f Variables predictoras: (Constante), Sentimientos Negativos, Heterocontrol, Antecedentes personales,
Caracterosis, Acomodación, Autoengaño.
Cuadro VI . Resumen de la Regresión Logística constructo Codependencia.
Coeficientes(a)
Coeficientes no
estandarizados
Modelo
1
Coeficientes
estandarizados
T
13.307
Sig.
.000
20.107
.000
7.046
.000
.537
16.853
.000
.523
16.412
.000
5.144
.000
.482
15.384
.000
.026
.522
17.673
.000
.075
.014
.137
5.229
.000
(Constante)
.151
.069
2.196
.030
Sentimientos Negativos
.305
.025
.407
12.070
.000
Heterocontrol
.406
.028
.454
14.406
.000
Antecedentes Personales
.067
.014
.121
4.884
.000
Caracteroris
.167
.036
.171
4.640
.000
(Constante)
.230
.072
3.205
.002
Sentimientos Negativos
.343
.027
.456
12.481
.000
Heterocontrol
.410
.027
.458
14.906
.000
Antecedentes Personales
.058
.014
.105
4.220
.000
Caracteroris
.181
.035
.185
5.116
.000
-.070
.023
-.089
-3.081
.002
(Constante)
.167
.069
2.412
.017
Sentimientos Negativos
.306
.027
.408
11.250
.000
Heterocontrol
.410
.026
.458
15.781
.000
Antecedentes Personales
.046
.013
.083
3.457
.001
Caracteroris
.148
.034
.151
4.328
.000
Acomodación
-.101
.023
-.128
-4.459
.000
.137
.031
.146
4.434
.000
B
1.070
Error típ.
.080
.635
.032
(Constante)
.440
.062
Sentimientos Negativos
.404
.024
Heterocontrol
.468
.029
(Constante)
.320
.062
Sentimientos Negativos
.362
.024
Heterocontrol
.467
Antecedentes Personales
(Constante)
Beta
Sentimientos Negativos
2
3
4
5
Acomodación
6
Autoengaño
a Variable dependiente: Codependencia
.846
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