Carmen Reyes Cardona Proyecto Educativo Educación Transpersonal “Profundización del niño interior” Introducción El pequeño mundo que nos rodea, cambia cuando cambiamos nosotros y como una onda expansiva, se extiende en la sociedad que estamos y vivimos. Este proyecto está basado en la hondura, en mirar, sentir, traspasar y comprender profundamente, lo que se encuentra en nuestro interior emocional y psicológicamente, porque sencillamente está, ya que lo hemos vivido, por ello lo sentimos, es nuestro, la cuestión está en que hacer con ello. Nunca rechacé nada que viniera a nivel persona de dentro, con cerca de 30 años de práctica de meditación, sin ser consciente que un buen tramo no sabía que meditaba, que indagaba dentro, para poder de primero entender a nivel racional, lo que ocurría fuera en las relaciones con las personas que más amaba. Me dolía mucho ciertas reacciones y sentimientos que se hacían presentes sin saber de donde venían, esto me ha llevado a un compromiso conmigo, a sentir mucho dolor por no saber que pasaba dentro, son más de 25 años de investigación, en ir descubriendo en el día a día lo que pasaba en mi vida. Mucho de ello no me gustaba, no tenía a alguien que me comprendiera, que me acompañara cuando el dolor se hacía más intenso. Empecé a investigar en algunos libros, el más que me llegó y que sigue estando en la mesilla de noche, es el Discipulado de la Nueva Era de Alice Bailey, este libro habla al alma, no se ocupa de lo personal, esto nos corresponde a nosotros traspasarlo y comprender a nivel físico, emocional y mental. Una mente que tenía muy condicionada que ya puedo comprenderla y utilizar, y no que ella me utilice a mi, esto pasa si estoy atenta, en el corazón, en Presencia. Si me descuido ella me gobierna con su cantidad de personajes, ahora sutiles, no están en la cabeza, si alrededor, algunos muy espiritualizados y otros muy engañosos, ilusorios, con todo lo que hemos realizado en nuestra búsqueda de conocimiento, y quedarnos ahora desnudos, de todo lo que nos sirvió en su momento para ir avanzando. Ahora para seguir avanzando, se trata de vivir desde Dentro, tarea nada fácil. Recuerdo siempre que detrás de todos los personajes está el miedo, precisamente por causa de nuestros miedos, originados en la niñez, le vamos dando forma a los roles, que se van convirtiendo en personajes, en la medida que vamos creciendo para sobrevivir. Además, son mecanismos de defensa a los que nos agarramos para no morir, porque nos sentimos morir, al no haber Presencia de las personas que nos rodeaban, ello creó una soledad, un abandono emocional y afectivo, estaban ahí, pero no estaban presentes, su vida giraba en la repetición de los viejos patrones de conducta y formas de vida, más las carencias y necesidades, las estrecheces económicas que les tocó vivir 1 Carmen Reyes Cardona a las personas que me criaron. Ahora se vuelve a repetir en la crisis que vive a nivel mundial para tomar conciencia que el ser humano ha de vivir más desde sí mismo que desde fuera. ¿Cómo está ese “sí mismo”? Llevamos más de 1000 años escuchando frases como “Ama a tu prójimo, como a ti mismo”, cómo voy a amar realmente a los demás si no me amo a mi, si somos en ocasiones nuestros peores enemigos, nos hacemos tanto daño ocultando, llevando de nuevo al sótano, al inconsciente los sentimientos de dolor, desamparo, tristeza profunda, enfados, abandonos… En otras circunstancias, experiencias o vivencias se volverán a repetir y se vuelve a hacer lo mismo, hay tanto dolor reprimido que impide al ser humano hasta respirar ampliamente. En otros conocedores de esto, hay miedo de sentir lo que ya se está sintiendo, aquí con sus mejores argucias la mente condicionada y muy bien informada (ego) vuelve a apretar todo esto al inconsciente, hasta otro día que aparezca y así hasta cuando seamos lo suficientemente humildes y valientes, para aceptar plenamente que lo que vivimos de niños/as fue verdad, que lo que hemos sentido de niños fue verdad, reconocer plenamente lo vivido, lo sentido, nos lleva a ser totalmente honestos y valga la redundancia a desnudarnos, a quitarnos los ropajes, por muy bellos que parezcan, por la trayectoria vivida, a despojarnos de todo, lo obtenemos Todo. Muchos de nosotros lo “sabe” a nivel intelectual, otra cosa muy diferente es experimentarlo, vivirlo e irlo traspasando dure lo que dure su proceso. Al darnos cuenta a nivel mental, nuestra alma en ese darse cuenta, nos muestra la visión, y es verdad, decimos: “¡ah, ahora me doy cuenta!”, el alma utiliza la mente cerebral para reflejar lo que necesita, para avanzar y conseguir su Propósito, por lo que vino aquí y ese “darse cuenta”, al verlo, es Real, pero solo se ha visto. Ahora toca experimentarlo por muy doloroso que sea reconocer una realidad humana vivida y no comprendida profundamente, sino comprendida a otro nivel, saltándose el profundizar y ver que hay detrás de esto que tanto me duele, me irrita o me atemoriza, me confunde… y prefiero, volverlo a tapar y seguir hasta que en la próxima vivencia, que se me mueva y vuelva a aparecer. Sabemos que la enfermedad es un camino para liberar lo que aplastamos y enviamos al inconsciente, lo que al final termina alojándose en el cuerpo físico. Si, la enfermedad es un camino de liberación, algunos no logran sobrevivir a ella, los que lo logramos, hemos de tener plena conciencia para ir “caminando”, avanzando a la Conciencia Pura, me viene una frase que es anónima: “Si no has muerto, es que todavía te queda algo por hacer”. Comprensión profunda Estamos en un momento de grandes cambios en la humanidad, estamos avanzando a una nueva conciencia, esto es bien conocido por muchos, cada vez somos 2 Carmen Reyes Cardona más, los que “despertamos” a una nueva forma de vida, a dejar atrás viejos paradigmas. Nos encontramos, en la búsqueda de lo sencillo, de lo simple, de dejar de complicarnos la vida y esto solo lo encontramos Dentro. Llevar a las personas la Educación Transpersonal, implica que lo vivamos primero en nosotros, por eso todas/todos estamos “revolucionados” internamente, una parte adulta lo tiene claro y unas partes inconscientes que vienen de la niñez vivida con lo viejo, con lo que no nos servía y nuestras mentes sabían, que lo que estaba viviendo no era, no éramos comprendidos, ni respetados y al traer un alma con cierto recorrido, como avanzadilla a sembrar la nueva conciencia, esto le afectó muchísimo al niño/a que hemos sido. Llenando de dolor e incomprensión a este niño o niña que sabía que aquello que vivía no era, era castigado, sometido, ignorado, por ser como era, incluso, mirado como un bicho raro, o algo de rara especie. Algunos de nosotros hemos sido sobreprotegidos, queridos a través de las carencias y necesidades de los niños en cuerpos de adultos que demandaban cariño, atención… a nuestros niños. Es un mundo inconsciente y que lo hemos vivido la gran mayoría en occidente, por no decir que todos/as. Las personas que nos criaron sabemos que nos dieron lo que sus miedos, sus vergüenzas… Nos han amado con la carga de su Muchos hemos recibido lo mejor de ellos y nos han dado todo recordemos, que también ellos tienen sus propias vivencias sin totalmente de ello. tenían, también propia historia. lo que podían, ser conscientes Estas personas que nos han dado “todo” nos lleva a mistificarlo y esto nos hace impedir nuestro avance, “fueron tan buenos, me dieron tanto”, ello nos hace sentir “malos/as”, si vemos en ellos cualquier tipo de manipulación, nos sentimos culpables, esta manipulación, basada en sus carencias y necesidades que vienen desde su niñez. Ver, atreverse a ver nuestra propia realidad humana, reconocerlo nos hace ver la Realidad nuestra y la del otro y esto nos lleva a la comprensión profunda de nosotros mismos, paso a paso, y a la comprensión profunda de los otros, esta comprensión es Amor, Amor del grande y en ello está incluido el perdón. Atreverse a decir que se puede experimentar para quien así lo decida que hay un “camino más directo” para llegar a la raíz, a la causa, al origen de nuestro dolor, angustia, tristeza, abandono, enfado… Ello es a nivel personal, luego podemos ver, conocer, traspasar, comprender y darle Amor desde nuestro Amor Presencia, a esas partes nuestras que hacemos conscientes, para darle lo que no tuvo y no porque no les quisieran, sino porque no les amaron, escucharon, respetaron, protegieron, atendieron, cuidaron como necesitaba, sino que nos han amado, que nos dieron lo que tenían y mejor sabían desde donde estaban con sus condicionamientos, viejas formas 3 Carmen Reyes Cardona de vidas, patrones de conductas, creencias, necesidades y carencias afectivas y emocionales. Poco a poco, en la medida que vamos viajando a nuestro interior, vamos dándonos cuenta en la Consciencia del Ser, es más profundo, no solo lo hemos visto reflejado en nuestra mente consciencia cerebral, el alma ha enviado su Luz y es verdad, ahora hacemos el viaje desde el Amor que emana nuestra Esencia, para iluminar, amar, abrazar, en su origen, en la raíz, en la causa de tanto dolor, angustia, tristeza… A través de este viaje al origen, sanamos las heridas de lo que llamamos el niño interior, que nos lleva al Niño Maravilloso que se asemeja a nuestra alma y ésta nos conduce a la Esencia que Somos y la Luz y la Sabiduría primordial nos encuentra. Si leemos desde la cabeza, no lo vamos a comprender, si lo leemos desde el corazón, si que nos llega. Llevada de la forma que aquí se expresa la práctica del niño interior, es una técnica transpersonal que nos libera y nos hace vivir y disfrutar de unas relaciones más sanas y más conscientes. Hubo un momento de mi vida que me dije, “¡vasta ya!, estoy cansada de vivir esto, quiero vivir, quiero comprender, quiero saber de donde parte todo esto que estoy sintiendo, que me llena de dolor, angustia y que me crea tanto desasosiego”, sobre todo dolor, hay que tener mucha humildad para reconocer y aceptar plenamente que lo que me saca de mis casillas y me enfurece y saco lo peor de mi, está dentro y es mío, lo veo fuera y lo siento, porque pega en lo que siento en mi interior. Una experiencia sencilla de comprender es en como repetimos en las generaciones lo que nos molesta y repatea de nuestra madre o padre, terminamos siendo y actuando como ellos, cuando nos “cabrea” y nos duele el comportamiento de mi hijo o mi hija es tan grande el dolor y el enfado, porque me duele doble, lo que siento fuera, lo que este hijo que expresa su dolor y enfado por el abandono emocional y afectivo y a veces hasta físico que vivió en su relación conmigo me toca con mi propio dolor al abandono que viví cuando era niña o preadolescente por no tener presentes a mis padres, sentirlos, sentir su conexión del amor calentito, eso no estaba, tampoco mi hijo lo tuvo, porque su madre, no estaba como él necesitaba que estuviera presente, con Presencia. Por eso el dolor era laceante, me cortaba por dentro, hoy lo comprendo profundamente en como lo sentía doble, como me pude liberar de lo que sentía, solo conozco una vía y es llegar a esa niña que fui, a esa preadolescente, adolescente, todas las partes éstas, tienen a la niña pequeña dentro, que abandonó su verdadero Ser para ser alguien que no era para sobrevivir creando los personajes de la fuerte, rebelde, para mostrarle a los demás que podía, que salía adelante y que también de paso les sacaría a ellos de donde están, ¡qué pre-potencia! Y este personaje me ayudó enormemente a salir adelante hasta que comprendí que no estoy en esta vida para salvar a nadie sino para salvarme y acompañar a los demás para que lo hagan también en ellos mismos. 4 Carmen Reyes Cardona Ahora quiero ser auténtica, sencilla, este personaje mencionado me estorba, hace que quiera mantenerme en lo viejo, porque si suelto eso, ¿de qué me agarro?, voy a sacar mi vulnerabilidad, ¡qué vergüenza!, ¡qué me vean débil!, ¡qué miedo!, todas estas personas a mi alrededor se vendrán abajo, dice otro personaje, “tienes que hacerte la fuerte”, dice otro personaje. Cuando esto ocurre y muestro mi vulnerabilidad, mi “debilidad”, se muestra un Gran Regalo, ya no tengo que hacerme la fuerte, soy Fuerte, porque me he rendido, me he entregado con toda humildad, he aceptado la vulnerabilidad plenamente, y, a su vez, brota la Fortaleza. Y esto no queda ahí, los de fuera, los que me rodeaban, el Equipo de la ONG AdA, mis hijos, empezaron a crecer, al verme que soy como ellos, que me muestro como soy, que la trayectoria de terapeuta eficaz y útil no se vino abajo, todo lo contrario, me volví más cercana, más humana, más amorosa, ¡qué descanso! Desmontar todo el tinglado que había montado, en una personalidad que se resistía a entregarse al alma. Los personajes que había creado eran muy poderosos, los había creado o mejor dicho, les había empezado a dar forma en los roles que de niña iba adoptando para sobrevivir, para obtener un poco de atención, en definitiva, un poco de cariño. Y lo hice teniendo como base el miedo, por miedo a que no me miraran o sentir que no existía para ellos. Así, vamos comprendiendo, que eso de no existir, nos conecta como muertes, el abandono, por eso ese miedo, y el dolor más fuerte con el que conecta el ser humano que también soy. Este dolor, tristeza profunda se da en las separaciones, en las pérdidas, toca esa experiencia, con la primera experiencia de dolor y ello se nos va repitiendo en nuestra vida hasta que decidamos viajar hacia la raíz de todos nuestros dolores, angustias y terrores, para encontrar al niño/a que hemos sido, así vamos repitiendo historia de generación en generación, no somos culpables de nada, si responsables de nuestra vida, de lo que siento, pienso, hablo y actúo, liberarnos en esta vida de todos los personajes que hemos creado para sobrevivir, ellos seguirán estando pero más sutiles, ya no gobiernan nuestra vida, para ello la observación y la atención desde la Presencia, porque se nos cuela en cualquier momento que nos descuidemos. Creíamos que estábamos viviendo, sin embargo sobrevivíamos, obteníamos una libertad personal y no nos sentíamos libres dentro, es una libertad que hay que experimentar para saber como es o qué es eso que llamamos Libertad, que es más que sentirnos libres. Nos atamos inconscientemente y otras dándonos cuenta desde un adulto que sabe lo que quiere y hacia donde quiere ir, pero hay unas partes pequeñas que se hacen muy poderosas que estropean las relaciones con nuestros seres más queridos, con las personas que más amamos. El niño que hemos sido que está todavía esperando que papá o mamá le quiera como necesita ser querido, busca sustituto de ellos en las parejas y como éstas tienen las mismas necesidades y carencias, porque por ley, atraemos lo igual o sus extremos u opuestos que en el fondo es lo mismo. ¿Hacia dónde miran estas partes nuestras tan necesitadas de cariño, de atención, abrazos, en definitiva de Amor? Lo buscamos en los hijos o hijas, ahí buscamos el sustituto de papá o mamá y lo encontramos, porque los niños cuando venimos, cuando somos tan pequeñitos, estamos llenos de amor y el amor que se queda en la persona lo entregamos a los 5 Carmen Reyes Cardona niños que percibimos, intuimos, en nuestros padres. Como niños somos generosos, solidarios, amorosos y lo damos todo a nivel personal, aquí ya nos hemos separado de nuestro Ser o Esencia para vivir en el otro o con el otro, pero separado de mi Ser, dejo de ser, para adaptarme a lo que me demandan, me someten, me obligan, ahí empiezo a darle forma a ese pequeño yo en el que voy convirtiéndome cargado de personajes. He dejado de Ser, para ser alguien que no soy y además vacío, separado de lo que realmente soy, y el camino, la búsqueda, es precisamente llegar, para que me encuentre lo que un día dejé. Por ello, elegimos muchos la meditación como camino de que se revele lo que intuyo y Sé en lo profundo que soy. Pero la meditación no es todo, porque llega un momento, en que esas emociones y sentimientos nos “visitan” y nos pueden y en ese momento podemos echar mano de un terapeuta transpersonal que nos acompañe, para liberar lo que se nos ha quedado atascado emocionalmente, luego volvemos a la meditación, nos sentamos, respiramos ¡huy, que alivio! Acompaño una de las meditaciones guiadas de Encuentro con el Niño Interior, que suelo utilizar en los encuentros, talleres y consultas terapéuticas. (Se adjunta Cd) Compartir que cada encuentro que tenemos sobre la profundización del niño interior es único, en el cual, la intuición revela lo que la persona está viviendo y se muestra claramente, porque la presencia es Luz, que ilumina los recovecos que uno ve en sí mismo y los ve también en la otra persona. Uno llega al otro, en la misma medida que ha llegado así mismo. Por ello cada meditación se adapta a lo que el ser humano que tenemos enfrente necesita en ese momento para iluminar su sombra. Y nace a su vez otra comprensión más profunda. Lo que me ayuda enormemente, me da Serenidad y Respeto, nadie puede hacerle ver a otro, lo que uno ve, ha de experimentarlo por sí mismo. Cada uno abre su propia puerta cuando es su momento, que es lo mismo que decir, abrir el Corazón. Educamos para la vida Educamos para aprender a vivir unas mejores relaciones, más sanas y conscientes, a la vez, de forma amorosa, compasiva y respetuosa. Que empieza hacia nosotros mismos, a empezar a amarnos realmente, como vía, sin ningún tipo de esfuerzo, es sin esfuerzo, porque lo que realmente hemos de hacer es soltar, soltar tantas “cosas” y que ese soltar no es pasar, que lo más que le cuesta al ser humano es no hacer nada, que es el mayor de los haceres, en ese no hacer nada, no es estar quieto, hay acción, acción en una aceptación plena de lo que es y de lo que toca en ese momento, dejando a un lado todo lo que me sirvió ayer, muy probable no te sirva Ahora. Para amar realmente a los demás y acompañar sus vidas, conlleva nuestro propio desarrollo y autodescubrimiento, conocerse, profundizando en la raíz de los conflictos internos que generan sufrimiento porque nos quedamos pegados al dolor. 6 Carmen Reyes Cardona La aceptación plena de lo que la vida ofrece nos va dando recursos, habilidades o técnicas que se van desarrollando a nivel físico, emocional, mental y espiritual. Se profundiza amorosamente hacia dentro, para descubrir nuestras potencialidades y la sabiduría que está en lo profundo, la mente condicionada nos engaña, diciéndonos que si vamos a esos sentimientos que se repiten, vamos a sufrir, para qué viajar al interior, el pequeño yo al que empezamos a darle forma en las más tiernas edades o llamado ego, no quiere perder su poder, con él hemos sobrevivido, hemos salido adelante. Se trata ahora, de liberarlo de sus condicionamientos mentales, de conocer que trae detrás de cada sentimiento que se repite en momentos puntuales de nuestra vida y con las relaciones de nuestros seres más cercanos, que brotan y nos hacen sentir dolor que se va acrecentando a la vez que lo vamos tapando y de nuevo enviándolo al “sótano” del inconsciente. Con el tiempo este dolor emocional, que son los sentimientos que sentimos y que brotan hacia fuera, se vuelven en una angustia profunda que nos quitan o nos roban la alegría de vivir. Nos engañamos de forma inconsciente por la tanta información que tiene la mente en muchos de nosotros, nos quedamos atrapados en planos emocionales, en un astral alto, luminoso, que nos mete en un espejismo e ilusión y además nos sentimos encandilados. Al saltarnos los sentimientos que obstaculizan y que vienen de lo que hemos vivido en la niñez o adolescencia, recordando que el adolescente tiene al niño dentro y luego continúa dentro del adulto. Queremos trascender, vivir en la Presencia saltándonos esto, cuando meditamos, si somos honestos, no nos queda otra que aceptar plenamente que a nivel personal hemos vivido, lo que hemos vivido, nos guste o no, podemos incluso, mistificar a nuestro padre o nuestra madre y otros aspectos. En todo esto, está nuestro aprendizaje y lecciones de vida, así como el propósito del alma, si no lo hemos experimentado y luego descubierto y sanado las heridas emocionales de lo vivido, ¿cómo vamos a comprender profundamente, realmente a los demás, en nuestras profesiones de acompañamiento al sufrimiento humano, con sus crisis existenciales incluidas? El alma sabia, elije lo que necesita para seguir avanzando y realizar su propósito elegido. “Si no te conoces nada conoces”. Aurobindo La trascendencia no hay que buscarla, Ella nos encuentra. El fuego interno que no quema, el fuego del Amor nos encuentra al abrir el Corazón de par en par, en esa honestidad de aceptación plena y de soltar mis más bellos tesoros de cualquier tipo. En ello cuenta la humildad para que llegue esa comprensión profunda que a la vez trae consigo y pone luz y sabiduría en todo lo vivido que nos guste o no, ha sido necesario para llegar aquí, para hacer lo que hacemos o queremos hacer, desde la Serenidad y Lucidez de una Consciencia Pura. 7 Carmen Reyes Cardona La palabra perdón se queda aquí sin validez, la culpa igualmente, como invento humano y tantos otros aspectos que en estos momentos no nos sirven para avanzar. Esta comprensión profunda, trae de la mano el perdón, tanto hacia uno mismo, como hacia los demás. Cuando vivimos en el Corazón, en el Ser, este refleja su luz en la mente, todo se aclara, todo se va comprendiendo, en la medida que se atraviesa, sin saltarse cualquier sentimiento que aparezca, está dentro, por lo tanto es mío. Aparecerán viejas técnicas que fueron útiles y necesarias, ahora es otro momento. Tener la humildad de dejar atrás hasta lo que fue muy preciado, ello requiere fortaleza, que brota del poder interior donde nace una Confianza que aunque el pequeño yo se aferre a lo que sea, Confiamos, aunque no sepa realmente a donde me lleva la Vida, aquí es necesario la atención sostenida, el discernimiento y la aceptación plena para que nos ponga en la realidad, tal y como es, ya que en ocasiones lo que intuimos a niveles profundos nos lleva a un fracaso ¿por qué?, ¿desde donde lo estamos haciendo?, ¿desde un espejismo o desde el Alma? Hemos de tener muy en cuenta, en este mundo cambiante constantemente, que dentro de nosotros existen muchas experiencias vividas y si no se aceptan plenamente que fue verdad, que lo que se sintió fue verdad en nuestros primeros años de vida, esto obstaculiza mucho, porque dolió, porque sentimos abandono emocional y afectivo, de aquí brota la tristeza profunda en las crisis existenciales, nos conecta con ese abandono vivido como muerte, porque allí tuvimos que abandonar nuestro Ser Esencial, para ir dándole forma a un yo pequeño. Tras este párrafo, les comparto la experiencia de un paciente que llega a consulta, donde siente unos miedos paralizantes, que no sabe de dónde viene, acompañado de un abandono y soledad que se siente morir y se asusta. En una meditación guiada del niño interior, llega al origen, a la raíz de ese miedo que se le repetía en ocasiones en su vida cotidiana. Donde el adulto consciente llega a esa experiencia vivida de dolor reprimido, donde las necesidades del bebé, en este caso, no fueron atendidas como él necesitó, lo que la Vida le muestra a este ser humano, para que se pueda comprender profundamente, es la escena, donde se ve de bebé, acostadito en la cuna, llorando desesperadamente, por la necesidad natural de contacto humano de mamá y de Presencia, su madre llega a él y le echa un grito, de mala forma le coloca la chupa y le dice: ¡qué te pasa bobo, cállate ya! y se va. ¿Cuántas veces se habrá repetido en la vida de ese bebé esta vivencia? ¿Cuál fue la toma de conciencia del adulto tras observar esa escena viva, desde ese viaje al inconsciente? Comprendió que desde ahí le viene el hecho de no pedir, pues cuando pido, mis necesidades no son satisfechas y es mejor estar calladito y reprimirlo. El adulto tomó al bebé en sus brazos, el bebé lo miraba porque sentía la Presencia de ese Ser que estaba ahí, lo abrazó, lo envolvió en el Amor que brotaba de él desde lo más profundo, el bebé contento le miraba y él le expresaba desde el corazón: “ya nunca más vas a estar solo, siempre vas a estar conmigo, confía en mí, ya nunca más vas a sentir ese abandono, cada vez que necesites algo te lo brindo” y así, suavemente, con mucha ternura y Amor, lo integró dentro de él. 8 Carmen Reyes Cardona Del adulto brotaban lágrimas de liberación y contento, que delicadamente descendían por sus mejillas, como limpiando un pasado doloroso, transformado ahora en Alegría y Amor, conectaba con el Amor que somos. Venimos viviendo de atrás en todas las generaciones, sobre todo en occidente, un maltrato inconsciente a los niños, un daño que se lleva dentro, esas viejas formas de imponer, de reprimir sentimientos, ya que ello era síntoma de debilidad y nos enseñaban a ser fuertes, a través de un personaje que vamos dándole forma y para demostrarles que valemos, que servimos, me exijo, ese personaje exigente se sigue alimentando y crea otro, el perfeccionista o el que lo puede todo, el independiente, esa desmedida exigencia, hace que exija a los demás y que vaya creando a su vez, otro personaje, el juez o el infalible u otro más despiadado con el que nos hacemos mucho daño y todo eso y más, está en la cabeza y enredados con mucha información de desarrollo personal. Esas herramientas obtenidas, las utiliza los personajes y con su diálogo nos hacemos daño, y así años y años de meditación, estoy hablando de mi experiencia. Llega un día que hemos de tener la humildad de ir al “sótano” de nuestro inconsciente y ponerle luz, tocar el interruptor, es la Consciencia la que lo pulsa. Si no lo hacemos así, como también lo viví, esto se aloja en el cuerpo físico y lo viviremos en forma de enfermedad, y todo está “bien”, pues la enfermedad es el camino de la liberación en esta experiencia. Aquí va muy bien, esta frase de Osho: “Se total y profundo en todo lo que hagas, porque los secretos están en las raíces no en las flores”. Cuando me resistí a penetrar dentro, a lo más profundo, había un miedo, miedo al poder interior. Una vez atravesado todo esto, aceptando plenamente que soy merecedora de todo lo Bello de la Vida, fui consciente más que nunca, lo que a nivel personal escondía. Una niña pequeña que se sentía “mala” por no cumplir, hiciera lo que hiciera, las expectativas o exigencias de las personas que tenía alrededor. Descubrí que había algo más, la niña en lo más profundo sentía que “algo” malo había en ella, porque hiciera lo que hiciera, no la querían como necesitaba ser querida. Necesitaba sentir que estas personas estaban presentes, para sentir que existía para ellos. A nivel profundo sentir el Amor “calentito” de sus corazones, ellos no estaban presentes, aunque sus cuerpos, las palabras que nos decían, cuando nos daban de comer, cuando nos bañaban, vestían, y si estaban en ciertos momentos, era para obtener inconscientemente el cariño de la niña, éste, desinteresado, generoso, solidario, para que estuvieran contentos. Mi niña sentía, intuía, sabía las necesidades de sus niños en sus cuerpos de adultos, en vez de recibir de ellos, ella les daba, y esto no queda aquí, recogí a su vez, sus sentimientos de tristeza, de descontento, de confusión o de enfados y con ellos viajó toda su vida, hasta que me hice consciente. 9 Carmen Reyes Cardona Ellos como niños y niñas, hicieron lo mismo que hice yo, le entregaron a las personas que los criaron el cariño que llevaban dentro. Por ello, a nivel personal nos quedamos vacíos, oímos a las personas y a nosotros mismos en su momento, ¡me siento tan vacío! y no es un vacío espiritual, es un vacío emocional y afectivo, que cuando se nos hace presente queremos llenarlo con algo, compañías, a quién llamo por teléfono para sentir que existo para alguien, busco alguna relación para sentir su contacto, aunque esta persona esté igual o peor que yo. Un vacío que se llenaba momentáneamente, con alcohol, ordenador, drogas, compras, bingo, comida… Vemos, sentimos con el tiempo que este hueco solo se llena realmente en darme Amor, como reconocimiento, aceptación, comprensión, a todas las partes mías que se quedaron en el camino del aprendizaje de lo vivido. Para avanzar se trata de no rechazar nada, para no hacernos daño, hayamos vivido lo que hayamos vivido. Detrás en lo profundo del inconsciente, se hayan estas necesidades, esas carencias y por ello, hay que ir a la raíz, hacia donde nació las necesidades, así vamos comprendiéndonos profundamente, dándole Amor a todas esas partes para llenar el vacío de carencias y no mirar hacia otro lado para no sentirlas, para no reconocer que todo lo que vivimos y sentimos de niño fue verdad, que dejemos de mistificar o de odiar a nuestros padres o personas que nos criaron. Recordemos que la palabra odio, que tanto nos asusta, solo está a nivel humano y es solo un sentimiento como otro. Lo vivimos así desde esas partes necesitadas y con mucho miedo a estar solos, porque nos sentimos abandonados como cuando éramos pequeñitos y el abandono que sentimos como adultos, nos conecta con el abandono que está dentro y nos sentimos morir, porque se vivió como una muerte la experiencia de abandonar al Ser que somos, para empezar a vivir fuera de mi, creando roles que se convierten en la medida que voy creciendo en personajes llenos de historias y así vivieron nuestros padres, como niños y niñas, abuelos, bisabuelos. Todo ello nos lleva a la comprensión profunda de nosotros mismos y esta Luz que es Consciencia, el darme cuenta dentro, no sólo a nivel cerebral, que es el comienzo, hace que comprenda a todos los que han pasado por mi vida. La mistificación, el pensar que mis padres fueron tan “buenos” y es real fueron buenos, generosos… Todo lo que fuera, pero también está las manipulaciones, las dependencias emocionales (apego) o el no tomarnos en cuenta o vivir asfixiado controlándonos… Que vienen de sus niños, en sus cuerpos de adultos. La mistificación no nos deja avanzar, fue verdad, que nos dieron todo lo que tenían a su alcancen, que nos brindaron su tiempo, su amor contaminado, con sus miedos y sus vergüenzas… Con lo que ellos vivieron y llevan dentro. Se trata de ver la realidad tal y como es y llamar las cosas por su nombre, ellos igual que nosotros, a nivel humano no eran, ni somos perfectos, como seres humanos 10 Carmen Reyes Cardona estamos aquí para aprender y traspasar las lecciones pendientes. Por ello, el autoengaño no nos sirve, por muy loable que sea. Ver, sentir, reconocer, Aceptar, Comprender… es la vía que nos libera y libera realmente las relaciones que he tenido o tengo. En el inconsciente y más en el “sótano” está lo más repudiado, lo más rechazado y finalmente, éste aparecerá en las relaciones o en las crisis existenciales que forman parte de nuestra evolución de aprendizajes, desarrollo y descubrimientos. Volviendo a la mistificación o su opuesto el odio, recordemos lo vivido en las relaciones desde estas partes carentes, “si me quieres y me das lo que necesito, si te sometes a mí, te quiero, si no me lo das, y pasas de mí, me rechazas o me abandonas, te odio”. Así que el odio o los celos son sentimientos que están ahí, para recordarnos lo poco que nos hemos ocupado de nosotros, lo poco que nos hemos respetado y lo separados que estamos de nosotros mismos, aunque algún personaje de la cabeza nos pueda decir lo contrario, “¡cómo vas a estar sintiendo eso, con lo buenos que fueron tus padres, es que eres mala!” Sin darnos cuenta, vivimos en el plano de las emociones o astral, por muy iluminado que parezca, hay que dar el gran salto a la Mente en la que se refleja la Luz del Alma, ese salto, pasa por pasar revista, sentir y atender lo que hemos vivido en la niñez, conlleva también, soltar hasta lo más preciado, que nos ha servido en el pasado para avanzar, este, es otro momento nuevo. Esto, hay que vivirlo, esto es pura experiencia, lo que se vive, se torna mágico, hay una gran sintonía con la Vida, el mundo emocional lo seguimos viviendo, aceptando cuanto aparezca y detrás de ellas hay un lago en calma. Se trata de experimentarlo desde la Consciencia, significa no tapar, ni rechazar cualquier sentimiento que aparezca, no hablamos de los sentimientos que pienso y siento, que está condicionado con la información intelectual y con las vivencias pasadas, que no tiene nada que ver, con lo que realmente vivo ahora. Son los sentimientos que se nos repiten puntualmente en nuestras relaciones, y al taparlo o rechazarlos, volverán a aparecer y repetirse. Ellos en realidad nos quieren mostrar, me quieren ayudar, no es nada “malo”, son mis sentimientos y son amigos no enemigos, por ello, aquí se hacen más poderosa la máxima de Krishnamurti: “Aquello a lo que nos resistimos finalmente nos conquista”. El camino a nivel emocional Este es un camino a recorrer a nivel emocional, para muchos la energía del Alma pasa por el cuerpo emocional, por ello hay que limpiarlo. Lo Divino está en todo, hasta en lo más pequeño, en apariencia insignificante. 11 Carmen Reyes Cardona En el mundo de las relaciones humanas si no hacemos la “limpieza” de nuestras historias, ello se hará presente con las relaciones que tenemos ahora y con las personas que más amamos. Y no se trata de vivir un estado emocional tan tapado, que pareciera que estuviéramos congelados o constreñidos, de lo bajito que se habla, del miedo a que brote cualquier reacción inoportuna. Esta actitud, nos impide ser nosotros mismos y voy más lejos, auténticos, espontáneos, naturales y el dejar de vivir pendiente, pendiente, que es control y detrás del control está el miedo, a equivocarme, a no dar la talla, a que me puedan llamar la atención porque no lo estoy haciendo “bien”. El soltar todo esto, nos hace vivir realmente en lo espiritual o transpersonal, ya que la puerta para llegar a lo transpersonal (estado del Ser) pasa por lo personal (emociones y personajes). Si no tenemos esta consciencia, entramos en el bypass espiritual. Si no nos sentimos estamos perdidos, perdidos de nosotros mismos, de nuestra Esencia, de lo que realmente somos. El encuentro y sanación del niño interior, se torna consciente en nuestras relaciones y una vez que vemos lo nuestro, los niños y adolescentes actuando dentro, al atravesarlo, reconocerlo y darles el Amor que necesita, esto nos trae Alegría y buen Humor, por eso el viaje hacia el niño interior es transpersonal, el Humor y el Amor que sale del Alma de un Observador que está en una atención constante, porque no hay nada que temer, hay Confianza y si surge algo inesperado de nosotros, que no nos gusta, lo podemos a su vez, ver y sentir con Alegría, ¡anda, vaya, de dónde aparecería esto! Cuando me siento a meditar viajaré con ello y veré y sentiré que me trae, y así todas las veces que hagan falta, eso es conocernos, saber que nos pasa, dejar de una vez por todas, estar viviendo del autoengaño por muy bonito que parezca, recordemos que el viajar hacia lo que hemos vivido, hemos de hacerlo desde el Amor que emana de nuestra Presencia, no desde algún personaje, por muy informado que éste esté, nos quedaremos enredados entonces. Todas esas partes nuestras vividas de niños, reconocerán al tomar contacto, el verdadero Amor, ellos o ellas, lo reconocen, saben que lo traían con ellos, antes de perderse de sí mismos, se entregarán dócilmente y te dirán al llegar a ello, ¿por qué has tardado tanto?, se lanzarán hacia ti, para que les des el Amor que ellos o ellas necesitan, que sólo se lo podemos dar nosotros desde el Amor que somos, con Presencia hacer el viaje. Este viaje, a su vez, nos saca de los personajes que tienen detrás los roles creados por los niños que fuimos. En este proceso de autodescubrimiento, nos hace consciente de los sentimientos que han brotado, de esos personajes que no son ni “malos”, ni “buenos” a los que hemos de tratar con Amor, con Firmeza, desde la Serenidad, aunque nos cueste Aceptarlo, nos ha salvado la Vida, gracias a ellos, hemos llegado hasta aquí, nos sirvieron para sobrevivir y Ahora queremos Vivir. No hay rechazarlos, ni pelear con ellos, fueron necesarios. Ahora queremos ser Auténticos y queremos seguir adelante, evolucionando, ahora toca dejarlos atrás, aunque realmente no se quedan atrás, serán los danzarines vanidosos que sutilmente, 12 Carmen Reyes Cardona danzarán alrededor del Alma y habrá momentos, que querrán volver a tomar el mando. Por ello, Atención y Observación. Este viaje hacia el niño interior, hacia nuestra historia vivida, el no reconocimiento de ello, traspasarlo y sanarlo, nos hace en las relaciones enfrascarnos en enfrentamientos con las personas más cercanas y lo que hay en realidad son dos niños enfrentados, en los cuerpos de los adultos, los niños ahora “poderosos”, “ahora tengo un cuerpo grande”, con información y andadura, nos sale uno de los personajes, el rebelde: “y va a saber”, “¡qué es lo que te crees tú!”. Esto solo nos lleva a un dolor, que si se repiten estos enfrentamientos, se vuelve en angustia, ya lo comentaba anteriormente. Sacar del inconsciente lo que brota, sin rechazarlo de ninguna forma y hacernos consciente de ello, ir a la raíz, se acaba la repetición. El Amor y el Humor que brotan del Alma, es la gran Recompensa que viene sin buscarla. La recuperación del niño interior, es una de las prácticas básicas, necesarias y útiles, en el camino de nuestro desarrollo y descubrimiento para llegar a la Comprensión Profunda de lo que realmente Es, en la labor como educadores transpersonales, ya que lo transpersonal, es mirar, reconocer, traspasar, todo lo que aparezca a nivel persona, para que nos encuentre lo que Es, lo Inefable, lo Divino. Podamos educar de forma consciente, de todo lo que aparezca en nosotros a nivel persona y podamos a su vez, estar presentes y atentos, en una observación con Presencia, educar desde aquí, desde lo que somos realmente. Conscientes de nuestras historias podemos respetar, escuchar, acompañar, poner límites claros, serenos, amorosos y firmes, la firmeza que trae el Amor y la seguridad en uno mismo, la confianza afianzada que se siente al ir rompiendo la cadena que viene de atrás, abriendo pasito a pasito, el eslabón que me ha correspondido y saliendo de él. Recuerdo siempre, para mí misma, que todo empieza por mí, lo que me doy, doy. Los límites llevados a la práctica de esta forma, hace que los educandos tengan seguridad y confianza en sí mismos, estos límites, son como bastones donde se apoyan. Cuento: Las hormiguitas Hace unos días, pasé una estancia en Segovia, fui a un convento para estar en silencio, para disfrutar del silencio, de la conexión con la Vida, personas, naturaleza, animales, bichitos… He gozado, todo es naturaleza, allí escribí un cuentito que comparto. 13 Carmen Reyes Cardona Cuando era muy niña, pequeñita, mis padres que eran de un pueblo, en el norte de Gran Canaria, me llevaban a visitar a los abuelos, Gabriela y Valentín, con ellos pasaba varios días y era la más feliz de las niñas. El abuelo Valentín tenía vacas y cabras y me llevaba cada tarde a visitar a los animalitos que muían de contento cuando lo veían llegar, sabían ellas que la ración sabrosa de comida no se hacía esperar y el abuelo, también contento se las servía. A todas ellas les ponía nombre, una vaca se llamaba Lucero, otra Aurora, otra Chispita… Y así, todas tenían su nombre, ellas respondían mirándoles, el abuelo Valentín, aprovechaba para darme a mí la merienda, leche calentita recién ordeñada. Luego regresábamos a casa, ya cerca de ella le decía al abuelo que me quedaba un rato en el camino mirando la naturaleza, me encantan los árboles, las flores, el olor que desprende la naturaleza, su colorido, me sentía feliz. También, me gustaba ver a las hormigas, me podía pasar largo rato, incluso horas, observándolas, me preguntaba cómo unos animalitos tan pequeños, podían con una carga tres o cuatro veces más grande que ellas. Me quedaba mirándolas y en cómo les costaba meter dicha carga por el agujero de la “casa” donde habitaban. Seguramente, guardaban alimento para cuando llegaran las lluvias y no pudieran salir. Hoy, sesenta años después, me encuentro en un pueblo de Segovia donde paso unos días de descanso y contemplación, un lugar precioso, lleno de paz. Voy cada día a caminar junto a un río, y en un caminito me quedo mirando la laboriosidad de las hormigas y me viene el recuerdo de cuando era niña, en cómo me gustaba mirarlas y me asombraba viéndolas, como cargaban el alimento para el invierno y lo llevaban al agujerito por donde entraban. Hoy me he sentado a verlas como cuando era niña, ahora, con la Conciencia de cierta andadura en el mundo interior, me quedo mirando a las hormiguitas y como cuando era niña el asombro me invade y me maravilla, veo a una que trasladaba una especie de espiga cuatro veces mayor que ella, en ocasiones se le trababa en alguna piedra, daba un rodeo, la destrababa y continuaba. Sigue, y le pasa lo mismo, un poco más adelante, esta vez, otra hormiga que pasa, le ayuda para que la destrabe, una vez hecho, cada una sigue su camino. Más adelante, le ocurre otra vez, esta vez son dos las que le acompañan, le ayudan y cada una sigue su camino. Más adelante se les acerca varias y quedan juntas, como si estuvieran conversando, una de ellas se dirige hacia donde está una espiguita, como la que trasladaba, con la que un rato antes conversaba, se dirige hacia ella y cada una con su espiga, van caminando juntas. Más adelante, se repite, se reúnen varias, dos de ellas, van en busca de sus espigas y se encuentran las cuatro, caminan y se acompañan y llegan después de largo recorrido, donde se repetía lo narrado. Cuando algunas de ellas se quedaban atascadas, una de las viajeras de paso, le ayudaba y cada una seguía su camino. Al llegar al agujero, les costó entrar la espiga, hasta que la cuadraban de tal manera y las entraban de frente, unas ayudaban a las otras y al final, entraban solas, cada una independiente, así hasta que entraron las cuatro y ahí, ya las perdí de vista. 14 Carmen Reyes Cardona Cuanto ayuda a uno mismo la naturaleza. Cuanto tenemos que aprender de ella. Práctica Vivencial y Experimental de Profundización en el Niño Interior Los encuentros grupales con lo que empezamos esta práctica, han de ser de un máximo de 7 personas. En cada grupo ha de haber un educador o terapeuta transpersonal, con apertura de corazón, compartiendo su propia experiencia como igual, acompañando con Presencia los dolores o lo que sientan las personas. Ha de hacer preguntas claves que lleven al sentir, para que vayan descendiendo de la cabeza al corazón. El terapeuta ha de tener una atención plena a los personajes que están muy bien informados y en ocasiones son muy sutiles. Sentir es la clave y se trata de acompañar desde la Presencia intuitivamente, para que la persona por sí misma, llegue a ese momento clave, donde sintió tanto dolor y sufrimiento, aquí acompaño una frase de Alice Miller: “No son los traumas que padecemos en la infancia los que nos enferman emocionalmente, sino nuestra incapacidad de expresarlos”. El acompañamiento se realiza desde el Amor, la Serenidad y la Firmeza, recordemos que son los niños heridos, en el cuerpo de los adultos, los que se están expresando, hemos de brindarles el lugar apropiado, donde se sientan seguros y confiados. En ocasiones, a los que están muy en la cabeza, se les van poniendo límites amorosos, serenos y firmes e invitarles suavemente a que escuchen y sientan. El educador escucha amorosamente, con presencia, empáticamente, sintiendo al otro, aunque a nosotros se nos mueva lo nuestro. Este es el Regalo, y la oportunidad para sacar lo nuestro, expresarlo y atravesarlo, compartiendo con naturalidad, como uno más y a la vez, manteniendo el encuentro de forma ordenada, escuchar sin interrumpir cuando está la persona sintiendo, no parar ese sentir que sale desde el inconsciente, pues se está atravesando lo que vivió y sintió y para el niño fue verdad y hay que validarle sus sentimientos. La persona siente que este es un espacio de Confianza y Seguridad, pues así el educador se lo ha transmitido, donde puede expresar y atravesar lo que en el momento presente le está impidiendo avanzar, y que es precisamente, donde nos quedamos atrapados en las relaciones actuales. 15 Carmen Reyes Cardona El Respeto como base fundamental, la Confianza, la Escucha Empática y Silenciosa, el Amor que expresa nuestra Presencia y la Confidencialidad. El Amor y la liberación se hacen presentes, al atravesar las heridas del niño, es entonces que aparece radiante el Niño Maravilloso (como la niña que miraba las hormigas) con su Inocencia, Creatividad, Contento, Espontaneidad, Autenticidad, que se asombra sin asombro por todo, se conecta con la Vida, atravesamos todo esto, Aceptándolo Plenamente con Alegría y Agradecimiento y llegamos a la Conciencia Pura y de Unidad. Esas heridas que estaban en el inconsciente, muchas veces en el “sótano”, donde nuestra Presencia se presenta y le da al interruptor para poner Luz en la oscuridad, integrado los aprendizajes de esta vida hasta donde vamos siendo conscientes y el Camino continúa. Estoy hay que vivirlo, si no, no es comprendido, pues no tenemos la experiencia viva. Este encuentro es totalmente práctico y liberador, va a la raíz, a la causa. Todos los que hemos acompañado y a la vez vivido y experimentado estas vivencias, nos sentimos inmensamente agradecidos por el gran Regalo que nos da la Vida. Así viajando dentro de nosotros, podemos descubrir lo que realmente Somos: “¿Quién eres realmente? Descubre tu identidad esencial, atraviesa la que figura en el DNI de tu nivel persona”. José María Doria. Descripción de la práctica de Profundización del Niño Interior De primero, breve reconocimiento y descripción de la historia personal de nuestros padres. Cómo fue su niñez, de lo que nos hemos enterado, su juventud, como se conocieron ambos, se enamoraron, se unieron, cuál es nuestro lugar en el orden familiar, si tenemos hermanos antes que nosotros o no, si hubieron abortos o muertes antes de nuestro nacimiento. Los hechos y experiencias más significativas antes de nacer. Nacimiento. Expresar lo más significativo de nuestro embarazo y nacimiento. Meditación guiada, prácticas y dinámicas relacionadas con esta etapa. De 0 a 7 años. Nuevamente, expresar lo más significativo de estas edades. Meditación guiada de acorde a esta edad, prácticas y dinámicas relacionadas con esta etapa. 16 Carmen Reyes Cardona De 7 a 14 años. Expresar lo vivido y sentido en estas edades, más significativos. Meditación guiada, prácticas y dinámicas relacionadas con estas edades. De 14 a 21 años. Expresar lo vivido y sentido en estas edades más significativo. Meditación guiada, prácticas y dinámicas relacionadas con estas edades. De 21 a 28 años. Expresar lo más significativo en estas edades. Meditación guiada, prácticas y dinámicas relacionadas con esta edad. De 28 hasta el momento actual. Expresar lo más significativo de esta etapa. Meditación guiada, prácticas y dinámicas relacionadas hasta el momento actual. Conclusión Personal ¿Qué descubrimientos personales he tenido en la realización de este proyecto educativo? Que mi niña interior está contenta, sabe que la comprendo, además la cuido, la protejo, es mágica. Ahora tengo mayores sincronías. El agradecimiento está constante. ¿Cómo me ha ayudado a contestar las preguntas iniciales que inspiraron este trabajo? Como el proyecto ya lo llevo a cabo, solo es seguir adelante, descubriendo y siendo cada día un poco más consciente, por ello no las tomé. Gracias ¿Cómo ha apoyado este trabajo mi propio proceso de desarrollo personal? He traspasado varios miedos y vergüenzas, me ha dado más seguridad y confianza, me siento más libre. ¿Qué sentimientos se han desarrollado en este proceso, y cuál es tu sentir sobre las posibilidades de poner en práctica tu proyecto educativo? Los sentimientos que se han desarrollado en este proceso son de Respeto y Agradecimiento. Y me ha aportado Humildad. Como dije anteriormente, ya se está llevando a la práctica y me siento inmensamente Agradecida. ¿Qué sentido tiene para mi vida abordar este proyecto? ¿De qué manera me ayuda a desplegar mi propósito existencial? Tiene el sentido de estarlo experimentando y de que la “relación” que mantengo conmigo es Serena y Armoniosa y muy atenta y amorosa, con lo que conlleva el verdadero Amor, Aceptación, Comprensión, Fortaleza, Compasión… Hacia la familia y las personas que están en mi vida a través del proyecto de la ONG AdA (Acompañamiento, desarrollo, Autodescubrimiento) que brindan su tiempo, su Amor y 17 Carmen Reyes Cardona propósito de vida, donde nuestra alma actúa y guía con su Luz, esta Luz como Conciencia. Me ayuda a que mi vida tenga sentido y a tener la certeza que es el propósito del alma que hace que la Conciencia se despliegue y se expanda, el corazón está contento y vibrante, la mente recibe su reflejo y expande Luz. En estos momentos es seguir avanzando atenta a las señales, agradecida por las sincronías que van mostrando el camino y el aprendizaje al mismo tiempo. La Vida es amable conmigo, no me evita las experiencias, si me facilita el traspasarlo, estoy en un momento de total agradecimiento por todo lo que se va revelando, me entrego al alma, por eso se facilita. Me ha costado atravesar lo que expreso, por ello me siento muy agradecida, por vivir cada vez más conectada con la Vida, por ello la certeza y el agradecimiento, aunque no sepa hacia donde voy o que me depara mañana la Vida, me entrego, atendiendo lo que hay, le pido al alma que me de Luz, Sabiduría y Fortaleza para seguir avanzando, ahora experimento con otra Conciencia, que el Amor es el Camino. Gran Canaria, a 27 de agosto de 2012 18