Congruencia — noviembre de 1986 — Año I - N° 1 Órgano de difusión del E.C.P. (Enfoque Centrado en la Persona — C.R.) en Argentina 'UBLICACIOXDE: CEPOR (Centro de Estudios Psicológicos de Orientación Rogeriana) DIRECTOR RESPONSABLE: Manuel F. Artiles COMITÉ DE REDACCIÓN: Manuel F. Artiles Claudio A. Rud Andrés R. Sánchez Bodas ASESOR TÉCNICO: Alberto Conesa P. DISEÑO DE TAPA: Miguel Tiraboschi FOTO: Alejandro Kappel DIBUJOS: Mario Botana Publicación cuatrimestral La revista no se hace responsable por el contenido de los artículos publicados en la misma. Sus redactores se reservan el derecho de realizar modificaciones de forma en los artículos para adaptarlos a las normas de la revista. Los originales enviados no se devuelven y su acep1 tación no compromete necesariamente su publicación. Reg. Prop. Intelectual 10393 Scalabrini Ortiz 2368 - 3° A - 1425 Buenos Aires (Argentina) Tel. 72-6789 EDITORIAL Quienes en nombre de CEPOR (Centro de Estudios Psicológicos de Orientación Rogeriana) hemos asumido la responsabilidad de editar Congruencia como órgano del E.C.P. (Enfoque Centrado en la Persona) en la Argentina nos planteamos ante todo corro encarar el editorial de este primer número. La solución fue sentarse ante un grabador, y lanzarnos a un ''brain storming" lo más espontáneo posible; dejar pues que nuestro mundo de sentimientos, recuerdos, experiencias, ideas y proyectos se explayara libremente. El producto obtenido, después de una compaginación apta para la finalidad que nos reunió, es el que sigue. Desearíamos que los próximos editoriales recorrieran el mismo sendero de libertad y espontaneidad. Desearíamos también imprimir a esta publicación periódica ese mismo espíritu tan propio del E.C.P. El doctor Carl Rogers, el mundialmente reconocido creador de la Psicoterapia centrada en el cliente (paciente (?) en nuestro medio...) y la Educación centrada en el alumno como expresiones del denominado Enfoque centrado en la persona (E.C.P.), al tener que presentar su filosofía personal y su pensamiento profesional ai comienzo de un curso en la Universidad de Brandéis (U.S.A.), lo hizo respondiendo a la pregunta: "Quién soy yo?". Por nuestra parte, si partimos de nuestra filiación científica con su pensamiento, trataremos también de dar cuenta a nuestros lectores de aquello que somos, sentimos y pensamos, a través de estas páginas y las que habrán de seguirlas, como expresión argentina del E.C.P. Nuestra peculiar formación, nuestra idiosincrasia, nuestras circunstancias social-culturaíes, nuestras experiencias humanas y científicas tienen su propio color y sus matices inimitables. Todo ello hace que nuestra publicación intente ser 4 CONGRUENCIA un reflejo, desde la creativa reflexión y original experiencia que nos concierne, de la tarea que un grupo de psicoterapeutas y educadores venimos realizando desde hace ya varios años. Intentaremos crear un espacio que no sólo permita el intercambio de información acerca de las distintas actividades que se desarrollan dentro del marco del E.C.P., sino que sea también un espacio para las ideas, los sentimientos, la confrontación y el mutuo aporte entre quienes desde distintos lugares nos esforzamos por ser congruentes humana y científicamente con esta modalidad de encuentro personal. Sería hermoso poder crear un lugar de páginas en blanco que, en mano de ustedes, los lectores, se transformara en páginas manuscritas, garabateadas o dibujadas por ustedes y nosotros... Y que pudiéramos hacerlas conocer al resto de los interesados. Igualmente importante resulta poder compartir no sólo aspectos técnicos, teóricos y metodológicos ligados al Enfoque, sino compartir también la reciprocidad de vivencias y experiencias. Poder recabar así de la vida diaria los hechos cotidianos, sociales y culturales que, como elementos, forman la sustancia de una anhelada comprehensión de la persona en su totalidad. Tenemos la certeza de que cualquier crecimiento, cualquier desarrollo, sólo es posible en función del vínculo humano que establecemos y la calidad que le atribuimos. Hemos hablado de crear un espacio. Hemos llamado a esta revista Congruencia. Geométricamente la congruencia es la coincidencia de las figuras por superposición en el mismo plano. Se puede entender también como adecuación o ajuste. En el vocabulario rogeriano es un concepto fundamental. En relación con el consultante o "paciente" se refiere a la adecuación, la coincidencia, entre la experiencia vivida y la imagen de sí del sujeto. En relación con el terapeuta, expresa su autenticidad humana y profesional coincidentes, su sinceridad y coherencia entre lo que hace en la sesión y su hablar, sentir y hacer en ella y fuera de ella. Es decir, implica un auténtico compromiso puesto al servicio de quienes a él recurren en rrayor o menor grado conflictuados. En este aspecto el E.C.P. es también un modo de vida que reclama la congruencia en el orden de la existencia personal, en la claridad y nitidez de la propia imagen social y profesional. EDITORIAL 5 Al denominar Congruencia a esta publicación apuntamos pues a mostrar comprometidamente, con sinceridad, claridad y coherencia, quiénes somos en cuanto adherentes a determinada perspectiva científica y educativa como la que Carl Rogers ha inspirado. Deseamos, pues, crear un espacio en el cual aparecer públicamente desde la institución CEPOR y en él encontrarnos con quienes se interesen en un diálogo con nosotros, inclusive desde ángulos no coincidentes. Fundamos, por lo tanto, con estas páginas un espacio de encuentro. Fundar es también echar raíces en el espacio, como los colonizadores lo hicieron edificando pueblos y ciudades. Así nosotros querríamos echar bases, cimientos, y edificar enseguida una estructura de información y comunicación. Establecer un aporte conceptual y de contacto humano, que cree vínculos favorecedores de una tarea que nos es común a muchos desde los horizontes que distintas modalidades terapéuticas y educativas tienen en nuesto medio. Estos son nuestros propósitos fundamentales y esperamos ser congruentes con ellos. COMITÉ DE REDACCIÓN Lie. Andrés Sánchez De mi consideración: Estoy interesado en conocer los planes acerca de kc nueva revista argentina dedicada al Enfoque Centrado en la Persona. Les deseo éxito. Viajo en pocas horas y estaré ausente cinco semanas; por lo tanto, no puedo preparar un artículo para ustedes en este momento; de cualquier modo, les envío un reciente y breve resumen acerca detE.CP., así cojmo yo lo veo, que pueden publicar si así lo desean. Tengo la impresión de que ustedes no están al tanto del hecho de que una nueva revista, la Revista Centrada en la Persona, acaba de aparecer en este país. Les envío un folleto acerca de ella y sugiero se pongan en contacto con David Cain, porque es probable que de algún modo ustedes puedan ayudarse mutuamente. Por favor, manténganme informado de cómo se desenvuelven, y trataré de ayudar cuanto pueda, aunque no puedan contar conmigo como un asiduo colaborador. Cordialmente CARL ROGERS Cenier for Studies of the Person June 2 1 , 1986 Lie. Andrés R. Sánchez Bodas Av. Pueyrredon 538 - 8vo - B Cod 1032 - Capital Federal Buenos Aires ARGENTINA Dear Sir, I ara interested to know of the plans for a new journal in Argentina focused on the person-centered approach. I wish you well. I am leaving in a few hours and ara to be gone for five weeks so I cannot prepare an article for you at this time; however, I am enclosing a recent brief summary regarding the person-centered approach as I see it which you are welcome to publish if you wish. I suspect you are not aware of the fact that a new journal, The Person-Centered Review, has just heen started in this country. I'11 e n d o s e a brochure about it and I suggest you contact David Caín directly because it is probable that in some way you could assist each other. Please keep me informed of developroents and I will try to be of assistance when I can though you cannot count on rae as a frequent collaborator. Very sincerely, Carl R. Rogers, Ph.D. Resident Fellow Enclosures ce: David Cain 1125 Torrey Pines Road i U Jgíia, California 92037 ! Área Code (619) 459-3881 Palabras para hoy "... la terapia centrada en la persona se basa en una premisa que al principio pareció azarosa e incierta: la convicción de que el hombre es, por esencia, un organismo digno de confianza. Con el correr de los años, este principio básico se halló confirmado por la experiencia adquirida con personas perturbadas, con psicóticos, en pequeños grupos intensivos, alumnos y grupos profesionales. Este principio adquirió fundamentos cada vez más sólidos, se convirtió en algo fundamental, aun cuando cada persona deba aprenderlo, etapa por etapa, por sí misma, a fin de convencerse de su solidez. Yo lo he descrito recientemente como "la hipótesis poco a poco formulada y verificada, de acuerdo con la cual el individuo tiene en sí mismo vastos recursos que le permiten comprehenderse, cambiar su propia representación personal, sus actitudes y el comportamiento que se dicta a sí mismo. Por otra parte, esos recursos no pueden manifestarse sino cuando uno puede ofrecer un clima definido de actitudes psicológicas facilitadoras. " (Carl Rogers, El poder de la persona; pág. 6, Ed. Manual Moderno.) UNA PSICOTERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA DEL CLIENTE * Carl Rogers (miembro permanente del Centro de Estudios para la Persona) Psicólogo, psicoterapeuta, educador y autor. Norteamericano. Originador de la forma de psicoterapia conocida con los nombres de: No directiva, Centrada en el Cliente y, más recientemente, Centrada en la Persona. Ha escrito una docena de libros, gran cantidad de artículos y variadas investigaciones. Entre sus libros más famosos figuran: El proceso de convertirse en persona, El Poder de la persona, Grupos de encuentro, Libertad y creatividad en el aprendizaje y A Way Of Being (no traducido aún al castellano). Fue profesor de las universidades de: Ohio, Chicago y Wisconsin. Fue designado presidente de la Asociación de Psicólogos americana y de la Academia de psicoterapeutas de ese país. Distinguido por la mencionada asociación en dos oportunidades por sus méritos científicos y sus contribuciones profesionales. Creó en La Jolla, California, el Center for Studies of the Person, institución de la que es Resident Fellow. Reside actualmente en esa localidad de Estados Unidos, desde donde parte para dictar cursos, grupos de encuentro y conferencias en su propio país y en todo el mundo. ¿Qué es lo que quiero decir con una psicoterapia centrada en la persona del cliente? Para mí, expresa el principal tema de toda mi vida profesional, a medida que ha sido clarificado a través de la experiencia, de la interacción con otros y de la investigación. Este tema ha sido utilizado y resultó operativo en diferentes áreas, tanto que el título Psicoterapia centrada en la persona parece ser el más descriptivo. * Traducción de la lie. Graciela Tierno. 10 CONGRUENCIA La hipótesis central de este enfoque puede ser brevemente indicada. Esta consiste en que el individuo posee en sí mismo potenciales recursos para su propia comprehensión, para cambiar su autoconcepto, sus actitudes y para dirigir su conducta, y que estos recursos pueden ser liberados a condición de que un determinado clima de actitudes psicológicas facilitadoras pueda ser logrado. Existen tres condiciones para constituir este clima que propende ai desarrollo, ya sea que hablemos de la relación entre terapeuta y paciente, o bien entre padre e hijo, profesor y alumno o jefe y empleado. De hecho, estas condiciones se adaptan a toda situación donde el desarrollo de la persona sea el objetivo. Yo he descrito extensamente estas condiciones en escritos previos (Rogers, 1959, 1961). Presento aquí un breve resumen desde el punto de vista de ia psicoterapia, pero la descripción se adapta a todas las relaciones citadas anteriormente. El primer eiemento tiene que ver con la autenticidad, la sinceridad o la congruencia. Cuanto más ei terapeuta sea él o ella misma en la relación sin construir o presentar un rostro profesional o una fachada personal, mayor será la posibilidad que el paciente tendrá de cambiar y crecer de una manera constructiva. Esto significa que el terapeuta está ampliamente abierto a los sentimientos y actitudes que fluyen dentro de él en ese momento. Hay una íntima concordancia o congruencia entre lo que experimenta en el plano orgánico, lo que está presente en su entendimiento y lo que es expresado al paciente. La segunda actitud de importancia para crear un clima de cambio es la aceptación o estima o valoración positiva incondicional. Esto significa que cuando el terapeuta experimenta una actitud positiva, no calificativa, de aceptación hacia cualquier cosa que el paciente es en ese momento, el movimiento terapéutico o el cambio es más probable. Esto compromete la disposición del terapeuta para que el paciente sienta sus sentimientos inmediatos del modo en que fluyan: ...confusión, resentimiento, miedo, enojo, coraje, orgullo. Es un afecto no posesivo. Cuando el terapeuta valora al cliente de una manera incondicional más que de un modo condicional, el crecimiento es más probable. El tercer aspecto propendiente a la relación es la com- UNA PSICOTERAPIA CENTRADA 11 prehensión empática. Esto significa que el terapeuta siente exacta y precisamente los sentimientos y significados personales que están siendo experimentados por el paciente y comunica esta comprehensión al paciente. Cuando funciona bien, el terapeuta está mucho más dentro del mundo privado del otro; de ese modo, él o ella puede clarificar no sólo los significados de los que el paciente es consciente, sino incluso de aquellos que permanecen inconscientes. Escuchar de esta muy especial y eficaz manera es una de las fuerzas más potentes para el cambio que yo conozco. La evidencia Existe un cuerpo de investigaciones sólidamente asentado, que apoyan ampliamente el punto de vista de que cuando estas condiciones clarificadoras están presentes, los cambios en ia personalidad y la conducta ocurren en verdad. Tales investigaciones han sido llevadas a cabo en este y otros países desde 1949 hasta el presente. Se han dedicado estudios sobre el cambio de actitudes y conducta en psicoterapia, en el aprendizaje en la escuela y también en la conducta de las esquizofrenias. En general, esos estudios lo confirman (ver Rogers, 1980, por un resumen de la investigación). Confianza La práctica, la teoría y la investigación muestran claramente q'ue el enfoque centrado en la persona se construye sobre una confianza básica en la persona. Este es quizá su más definido punto de diferencia con la mayor parte de las instituciones en nuestra cultura. Casi toda la educación, gobierno, negocios, gran parte de la religión, de la familia, de la psicoterapia, están basados sobre la desconfianza de la persona. Las metas deben ser puestas por otros porque la persona es vista como incapaz de elegir adecuadamente. EÍ o ella deben ser guiados hacia esas metas, porque de otra manera el individuo puede desviarse del camino elegido. Profesores, padres, supervisores deben desarrollar procedimientos para estar seguros de que el individuo está avanzando hacia esa meta. Exámenes, inspecciones, interrogatorios son algunos de los métodos que usan. II individuo es visto como innatamente pecador, des- 12 CONGRUENCIA tructivo o haragán, o las tres cosas a la vez. La persona debe ser constantemente vigilada. Pero el enfoque centrado en la persona descansa sobre la tendencia actualizante, la cual está presente en todo organismo vivo; la tendencia a crecer, a desarrollarse, a realizar su total potencialidad. Tal manera de ser confía en esta tendencia direccional progresiva del ser humano, que lo lleva hacia un más complejo y completo desarrollo. Es esta tendencia actualizante la que nosotros aspiramos a liberar. PSICOHUMOR HISTORIA Y ACTUALIDAD DEL E.C.P. Manuel F. Artiles Argentino, Psicoterapeuta, docente y autor. Realizó sus estudios de psicología en Francia, en la Universidad de París (Sorfaona), se perfeccionó en psicopatoíogía, y en eS Groupe Franqais de Sociopsychologle hizo su formación en dinámica de grupos. Docente en la Universidad Católica Argentina y en el Museo Social Argentino, En Francia tomó contacto con el pensamiento de Carl R. Rogers, y io introdujo en la Argentina a su regreso. Esta tarea se concretó con la creación del CEPOR (Centro de Estudios Psicológicos de Orientación Rogeriana), en ei año 1971, institución de la cual fue su coordinador durante varios años. A través de escritos, cursos y conferencias ha «tenido trabajando en e! estudio y difusión del Enfoque Centrado en la Persona. Ha publicado un libro titulado La actitud psicoterapéutica en torno a Carl Rogers y participó como autor en la obra colectiva Gravitación del padre. Domicilio profesional: Pueyrredón 589,1" "D" - Capital Federal, (1032) - Argentina - Te!. 88-8855 En una conferencia universitaria del año 1954, Carl Rogers ofreció algo así como un pantallazo del camino recorrido hasta entonces; en ella expresó: "He debido recurrir a todos los elementos de mi formación profesional, los rigurosos métodos de evaluación de ia personalidad aprendidos en el Teaeher's College de Columbia, los enfoques psicoanaiíticos freudianos, los métodos del Instílate for Chiid Guidance, en el que trabajé como residente; los constantes avances logrados en el campo de la psicología clínica, cuyo desarrollo he seguido paso a paso; mi relación, algo más breve, con ia obra de Otto Rank, con los métodos de asistencia social psiquiátrica y con otras fuentes que sería demasiado engorroso enumerar. Pero sobre todo he realizado un continuo aprendizaje a partir de mi propia experiencia y las de mis colegas del Coun- HISTORIA Y ACTUALIDAD 15 seling Center, mientras nos empeñábamos en descubrir, con nuestros propios medios, métodos más eficaces para trabajar con los pacientes. Gradualmente he desarrollado un método de trabajo que se basa en aquella experiencia, y que puede ser verificado, modificado o perfeccionado mediante experiencias e investigaciones posteriores"1. La obra citada es de 1981; en ella aparece esta síntesis, pero en 1951 había publicado ya en inglés Psicoterapia centrada en el cliente, Creemos que estas dos obras pueden tomarse como hitos referenciales de su pensamiento con los años denominado Enfoque centrado en la persona. Sin duda, no es fácil determinar "cuándo" nace un movimiento científico en torno de su creador. En 1954 podía Rogers decir modestamente que había "desarrollado un método de trabajo". En los posteriores años tendrá que asumir su responsabilidad fundamental respecto de desarrollos teóricos y prácticas psicoterapéuticas y educativas que pasan a constituir verdaderos desarrollos sistemáticos. Estos serán, en la época y en su medio: los Estados Unidos de América, una auténtica confrontación y revolución, particularmente ante las polarizaciones que el conductismo y el psicoanálisis implicaban. Su nombre adquiere con el tiempo público reconocimiento, y sucesivamente es presidente de la American Association for Applied Psychology, la American Psychological Association y finalmente American Academy of Psychotherapists. Es tal vez el primer psicólogo profesional que encabeza una escuela y adquiere mundial difusión. Hasta 1963 su enseñanza tendrá los escenarios de universidades como la de Ohio, Berkeley, Chicago y Wisconsin. Sus primeras elaboraciones, por muchos años, son lamentablemente divulgadas como la Psicoterapia no-directiva. Al respecto conviene citar sus propias palabras: "No sé quién inventó la expresión no-directiva. Si fui yo, pido disculpas por ello, pero de cualquier manera, sin-duda, describía cierta fase temprana. Más tarde, el acento se puso jen las perspectivas del cliente y, por ende, estaba centrada en el cliente. Este término ha sido mal interpretado muchas veces, pero la inten1 Rogers, Carl: El proceso de convertirse en persona, Buenos Aires, Paidós, 1972, pág. 40. 16 CONGRUENCIA ción era que expresara la idea de que esta terapia estaba centrada en la percepción que el cliente tiene de su vida y sus problemas. No creo que se haya dado nombre alguno al desarrollo ulterior pero, sin duda, terapia de persona apersona sería excelente"2 ...Desde entonces (1973) hasta la actualidad, el "desarrollo ulterior" ha sido preferentemente conocido como: Enfoque centrado en la persona (E.C.P.). Sus aplicaciones se han extendido a campos diversos de las relaciones interpersonales, organizativas y de distintas profesiones de ayuda. De ese modo asistentes sociales, niveles empresariales, dirigentes de confesiones religiosas, líderes de grupo, docentes y agentes de salud, han estructurado las posibilidades que desde el enfoque derivan en las áreas específicas correspondientes. Lo que comenzó como una modalidad psicoterapéutica desbordó hacia formas diversificadas de encuentro humano y servicio. El doctor Miguel de la Puente en su tesis presentada en la Universidad de Estrasburgo, cuyo sujeto es el pensamiento rogeriano, ha distinguido últimamente su trayectoria en tres períodos: el primero: el insight (1940-1945), en el cual se esbozan los futuros desarrollos personales; el segundo: la congruencia (1946 -1957), marcado por su teoría de la personalidad, su proceso de cambio y las actitudes terapéuticas; el tercero: el experiencing (1957-?) caracterizado por la conceptualización del proceso terapéutico, la hipótesis sobre la experiencia vivida (experiencing) y la del crecimiento o actualización. Personalmente creemos que es en esta última etapa (¿terminada ya?) que se destaca la fundamentacion psicológica de sus elaboraciones. Al hacer referencia al doctor de la Puente hemos tomado implícitamente contacto con Europa. En 1962 Rogers "aparece" en Francia al publicarse en el Bulletin de Psychologie de la Sorbona un trabajo suyo en el que daba a conocer sus ideas por entonces prácticamente desconocidas en el ámbito europeo. Paralelamente edita con Marian Kinget, en lengua francesa, su importante Psychotherapie et relations humaines, traducido posteriormente al castellano. En 1966 2 Frick, Willard B.: Psicología humanística, Buenos Aires, Guadalupe, 1973, pág. 129. HISTORIA Y ACTUALIDAD 17 viaja por vez primera a Europa y recorre varios países donde ya no era un extraño. Después de abandonar su carrera universitaria, Rogers decidió en 1968 crear en La Jolla, California, el Centro de Estudios de la Persona (denominado hoy: Center for Studies of the Person - Carl Rogers Media and Resource Center). Rodeado de sus colaboradores, se realizan allí tareas de investigación psicosocial, determinados servicios comunitarios, tales como animación de grupos de drogadictos, hombres de color, agentes de salud, marginados sociales, docentes y religiosos. Sus Grupos de Encuentro alcanzan importante proyección y es desde allí que, en la última década, fatigando sus 84 años, recorre Europa y países de otros continentes suscitando la colaboración, reflexión y vinculación de grupos de muy distintas áreas humanas, en función de lo que denomina "la persona que surge" para un mundo nuevo. Hoy claramente el E.C.P. desborda, sin excluirlos, los planteos rogerianos referentes a la psicoterapia y a la educación. Su perspectiva se sumerge en la problemática de nuestro mundo actual: política, social, cultural, existencial... En la actualidad, adherentes y colaboradores hacen sus aportes al E.C.P. desde latitudes distintas. Se destacan particularmente trabajos y obras publicados en U.S.A., Canadá, -México, Francia, Brasil, Alemania y Bélgica. En la Argentina hemos aportado dos textos a la bibliografía mundial. Uno del ya fallecido doctor Marcelo Lerner: Introducción a la psicoterapia de Rogers (Ed. Nueva Visión, 1974) y otro de quien escribe estas páginas: La actitud psicoterapéutica -En torno a Carl Rogers (Ed. Bonum, 1975). En el decurso de las presentes líneas llegamos así a nuestro país. ¿Cómo surge entre nosotros la Psicoterapia centrada en el cliente? Tal vez podría afirmarse que a partir del artículo titulado: La teoría y psicoterapia de Carl Rogers, que publicamos en el N° 4, año 1966, de la revista "Acta psiquiátrica y psicológica de América Latina", en Buenos Aires. Por esa misma época reunimos un pequeño grupo de cinco psicologas que comenzaban a interesarse en ese desconocido Carl Rogers. Unos dos años después se nuclea otro grupo y es de este último, más consistente, que en 1970 surgirá CEPOR como un centro de estudios para médicos, psicólogos y educadores con tres años de formación sistemática, teórica y práctica. Tarea 18 CONGRUENCIA que continúa hasta hoy, enriquecida por la experiencia y elaboración adquiridas, al dar lugar al egreso de psicoterapeutas y educadores centrados en la persona que, a su vez, se convirtieron en facilitadores del aprendizaje de otros profesionales. En 1981 se concreta la idea de un Centro de Orientación Psicología y Desarrollo de la Personalidad Normal (COUNSELING), cuya labor asistencial (la personalidad normal) resulta original en nuestro medio y está inspirada en instituciones similares de U.S.A. y México, que derivan de postulados característicos del E.C.P. La médula institucional del estudio y difusión del E.C.P. en nuestro medio está a cargo de CEPOR en cuanto reúne a los egresados de CEPOR —escuela— y a todos aquellos profesionales que, de distinto origen, acreditan una adecuada formación y una misma motivación coincidente con la de la institución. Es en este marco organizativo que hoy aparece esta publicación, que denominamos Congruencia, como su medio de expresión. Importa destacar también la difusión mundial del E.C.P. En 1982 se realiza en México el I Foro Mundial E.C.P. Allí se congregan psicoterapeutas y educadores de muy distintas latitudes: Canadá. U.S.A., México, Colombia, Venezuela, Uruguay, Argentina, Chile, Australia, Brasil, Japón, Israel y algunos países europeos como Noruega, Austria, Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, Italia, España e Inglaterra. En 1983 tiene lugar el I Encuentro Latinoamericano en Brasil. En 1985 el II Latinoamericano en nuestro país, y el III está programado para el corriente año en Brasü. En 1984 se realizó el II Foro Mundial en Inglaterra y está en preparación el III en California (U.S.A.) para 1987. Por nuestra parte, CEPOR organiza el I Encuentro Argentino E.CP. en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe), con la colaboración del Centro de Estudios de Psicología Humanística de dicha ciudad, para agosto del año en curso. Esquemáticamente hemos tratado de historiar ese camino que comienza 46 años atrás con la actividad científica de un hombre, el doctor Carl R. Rogers, en los Estados Unidos de América. La realidad de hoy, como hemos tratado de significar, se despliega en las distintas y singulares búsquedas, realizaciones teóricas y prácticas de individuos y grupos. Ellos, en muchos países, culturas y realidades sociales diferentes, se HISTORIA Y ACTUALIDAD 19 esfuerzan por desarrollar, con modalidades que les son propias, las perspectivas originadas en el enfoque centrado en la persona y sus variadas aplicaciones. Rogers dio impulso a un movimiento que hoy es científico, educativo y social. Su fecundidad y crecimiento dependen ahora detodosaquellosqueenel mundo hemos coincidido con él en cierta visión del hombre, la ciencia y ia educación. Nuestras posibilidades de creatividad son responsabilidad de todos nosotros en servicio de la persona, horizonte del esfuerzo realizado hasta hoy desde el E.C.P., convertido éste, desde sus inicios, como una modalidad de psicoterapia y de educación, en el compromiso elegido de cierta actitud personal frente a los demás y aun frente a la existencia misma. TENDENCIA ACTUALIZANTE Andrés R. Sánchez Bodas Argentino. Licenciado en psicología (UNBA); psicoterapeuta de grupos e individual. Ex docente de psicología de la personalidad, UNBA; Ex profesor asociado de psicología social. Universidad del Salvador; Ex profesor adjunto de orientación psicológica, UBA. Docente del CEPOR (formación de psicoterapeutas, psicoterapia grupal y ensueño dirigido), supervisor. Secretario de prensa y difusión del CEPOR. Miembro de la Comisión Coordinadora del CEPOR. Dicta cursos y conferencias sobre el Enfoque Centrado en la Persona en universidades e instituciones. Ha publicado Teoría de la personalidad en Carl Rogers, UNBA; y ha realizado una investigación sobre psicoterapia desde el E.C.P. Publicó un libro de poesías titulado La Egometamorfosis. Dirección profesional: Pueyrredón 538, 8° "B" - (1032) Capital Federal-Tel. 87-8286 Alberto Morra Argentino. Médico psiquiatra. Psicoterapeuta de grupos e individual. Especialista en laboratorios vivenciales y grupos de encuentro. Miembro del CEPOR. Dirección profesional: M. T. de Alvear 976, 1° "H" - Capital Federal-Tel. 51-7633 Aquellos que trabajamos y nos interesamos desde y por una concepción humanística de la Psicología y la Psicoterapia y, más específicamente, los que lo hacemos desde el enfoque centrado en la persona (Carl Rogers), vemos en la tendencia actualizante la noción clave y fundamental de un sistema de pensamiento y acción. TENDENCIA ACTUALIZANTE 21 Históricamente esta noción nace de los investigadores Snygg y Combs,1 fenomenólogos norteamericanos, quienes la formularon al afirmar que: "Todo organismo tiene una tendencia básica a desarrollar, actualizar y sostenerse en la experiencia". Kurt Goldstein2 y Abraham Maslow,3 coincidieron con estos conceptos en sus teorías de la4 autorrealización y autoactualización. Mowrer y Kluckhohn subrayaron a su vez "la propensión de los seres vivientes a funcionar de manera de preservar e incrementar la integración". Harry Stack Sullivan5 afirmó a su vez que "la dirección básica del organismo es .progresiva". Andreas Angyal6 enunció: "La vida es un acontecimiento dinámico autónomo que se produce entre el organismo y el ambiente. Los procesos vitales no tienden meramente a preservar la vida, sino que trascienden el statu quo momentáneo del organismo, expandiéndose continuamente e imponiendo su determinación autónoma a un reino siempre creciente de acontecimientos". Carl Rogers7 tomó este concepto de Snygg y Combs, y lo desplegó en su teoría de la personalidad, nacida de la práctica clínica y pedagógica. Snygg y Combs: Individual Behavior, a New Frame of reference forPsychology, Nueva York, Harper and Bros, 1949. 2 Kurt Goldstein: La naturaleza humana a la luz de lapsicopatologt'a; Buenos Aires, Paidós, 1961. 3 Abraham Maslow: A theory of Human Motivation; Psychology Rev., 1943. 4 Mówrer y Kluckhohn: Personality and the Behavior Disorders; Nueva York, Ronald Press, 1944. 6 Harry S. Sullivan: Conceptions of Modern Psychiatry; Washington, White Foundation, 1945. 6 Andreas Angyal: Foundations for a Science of Personality; Nueva York, Commonwealt Fund., 1941. 7 Carl Rogers: Psicoterapia centrada en el cliente, El proceso de convertirse en persona; Buenos Aires, Paidós, y demás obras del autor (en todas está el concepto). 22 CONGRUENCIA La hipótesis de la tendencia actualizante ha sido poco tenida en cuenta en nuestro medio, su existencia representa una ruptura epistemológica, y su comprensión obliga a rever muchas hipótesis mantenidas hasta ahora como verdades dogmáticas. Implica en principio una revisión de las teorías sobre la motivación humana. Si partimos de las conceptualizaciones de Joseph Nuttin8 observamos que define a la motivación: "Concierne (la motivación humana) a ia dirección activa de la conducta hacia ciertas categorías preferenciales de situaciones o de objetos". Esta definición conlleva salimos del estrecho marco elementaiista del estudio motivacional basado en necesidades parciales, instintos, impulsos, etcétera, lo que nos permite entender un organismo en su totalidad experienciante, cuya motivación básica es su tendencia hacia la autoactualización. Todas aquellas necesidades organísmicas parciales son aspectos de esta tendencia fundamental totalizante. Esta, que denominamos tendencia actualizante, la dividimos para su estudio en dos subsistemas, íntimamente acoplados entre sí, siendo ellos: la capacidad de crecimiento y la autoactualización. La primera, genéticamente determinada, es común a todos los seres vivos, prefijando el despliegue de lo potencial; mientras que la segunda lo es propia del ser humano, en tanto éste posee conciencia de Sí mismo. A modo de mayor aclaración, consideramos que esta tendencia es única y común a las especies vivas, pero en el ser humano, la conciencia (como noción de Yo, de Sí mismo) se convierte en un factor regulador, direccional, dinámico energético, en el despliegue del potencial propio. La tendencia es una fuerza de evolución de un estadio hacia otro que, al estar en una organización genéticamente establecida, permite a ese organismo desarrollarse en sus posibilidades a partir de las condiciones que le son brindadas por su ecosistema. Si está entonces presente o en condiciones latentes en todo organismo vivo, ésta emerge de la integridad de su propia organización y funcionamiento. El pasaje de potencia a acto depende de la mediatización de un ambiente y/o clima 8 Joseph Nuttin: Teoría de la motivación humana; Buenos Aires, Paidós, 1980. TENDENCIA ACTUALIZANTE 23 que así lo permita. Ya que hablamos de organismo, entendemos por tal a una multiplicidad o estructura de X elementos compleja y sistémicamente interconectados, dentro de límites definidos, con capacidad de transformación energética. Esta capacidad es definida como negentrópica, y consiste en la elaboración en un sentido diferenciado y ordenado de elementos, que parten de un estado en que no lo están, y es llevada a cabo por sistemas enzimáticos de alta complejidad en reciclajes continuos. El objetivo es mantener ai organismo en un punto de equilibrio inestable, generando una variable perpetuamente oscilante de intercambio con el medio. Con estos elementos, podemos decir que la motivación no está dada por un intento de reducción de tensiones, sino que todo organismo vivo tiende a la búsqueda de estímulos y condiciones que mantengan su estructura autoactualizada y en continuo desarrollo. Esta manera de entender la motivación humana es diferente, hasta opuesta, a las hipótesis de Sigrnund Freud, dado que éste basa sus principios motivacionales en la tendencia a la reducción de la tensión, dando así fundamento a los conceptos de principio de placer y pulsión de muerte. Debemos entender que Freud tomó estos significados del pensamiento predominante en su época, es decir, del materialismo mecanieista, y más precisamente basándose en las hipótesis de G. T. Fechner acerca del principio de constancia. Según este concepto, habría en la materia y en los organismos una tendencia a la estabilidad y a una reducción de toda excitación que la ponga en peligro. Para un mejor entendimiento, creemos importante diferenciar materia orgánica de inorgánica, para ello tomamos conceptos de Rene Dubos,9 para quien una de las leyes fundamentales de la física es la tendencia propia de la materia de que todo estado fluya hacia un nivel mínimo de tensión posible, con una pérdida constante de energía potencial y organización, En contraste la. vida crea constantemente y conserva el orden en lo desordenad^ de la materia. Hay como se ve —en lo vivo— una tendencia "al orden creciente y complejo. s Rene Dubos: The Torch of Life; Nueva York, Simón and Sehuster, 1962, 24 CONGRUENCIA A la luz de estos conceptos, notamos la diferencia básica entre vida y no vida. Para mantener la coherencia de un sistema de pensamiento los posfreudianos intentaron una analogía con el concepto de homeostasis creado por Cannon en 1963. Este autor y muchos investigadores posteriores hablan de la necesidad de toda estructura de mantener su medio interno relativamente estable, pero no de la tendencia a reducir la energía a un punto mínimo. La confusión, a nuestro entender, está dada por la ambigüedad de las palabras estabilidad y constancia; de hecho el principio homeostático de la estabilidad se opone al principio del Nirvana, de reducción total o relativa de la energía. Desde estas intelecciones es obvia la diferencia, y podríamos agregar que la tendencia al orden creciente de lo vivo es producto de ser éste un sistema abierto, en intercambio permanente con su medio. La tendencia a la desorganización de lo no vivo está en relación directa con su carencia de Feedback con el medio, por ser éste un sistema cerrado. Desde otra perspectiva la noción de tendencia actualizante es monádica y opuesta a toda concepción dualista que intente explicar a la motivación como producto de un proceso de fuerzas contrarias en pugna. Ya Leibnitz (1646-1714) en sus estudios sobre los mónadas establece que éstas no dan cabida al concepto de dualidad. Traspoladas estas deducciones a la teoría general de los sistemas, podemos decir: un sistema determinado (en nuestro caso biopsicosocial) en condiciones de intercambio con un medio óptimo logra: a — su mantenimiento como tal; b —su funcionamiento; c — su evolución a los estadios que le son propios por sus condiciones inherentes; d —dicha evolución se va a cumplir hasta e! máximo de sus posibilidades; e — la señal emitida por este sistema es una huella constante que no culmina como tal, hasta que las necesidades internas son cumplimentadas; f — logrado esto, se reabre el espiral dialéctico de autosustentación en un medio. TENDENCIA ACTUALIZANTE 25 Por entender que el ser humano, como organismo vivo que es, funciona con estas premisas, nuestra concepción intenta integrar elementos biológicos, psicológicos y sociales, los cuales se rigen por el mismo cuerpo de leyes. La tendencia actualizante es el concepto axial que actúa como común denominador. Es una nominación, que representa una forma de conceptualizar fenómenos de alta complejidad, que han hecho que los teóricos que carecieron de ella entendiesen al ser humano como escindido en un sinnúmero de instancias. Cada teoría previa a la aparición de esta conceptualización nos presentó un hombre dividido en partes, que por un artificio lingüístico, lo visualiza, reificado en una significación de apariencias. Contrariamente a esto, Carl Rogers pone al descubierto las condiciones que permiten al hombre el despliegue de su ser total, tomándolo como sistema abierto en intercambio permanente y creativo con su medio. Éste autor demostró la real existencia de la tendencia actualizante en el ser humano a través de su práctica clínica, creando las condiciones que permiten su fluir hacia la autoactualización. Esté proceso implica un cambio de estado dando un pasaje de interrelación entre el segundo y primer nivel cibernético que, en un lenguaje existencial, significa la existencia de un otro que me constituye. Nos basamos aquí en la condición existencial de Ser con otro, que nos hace decir con Jean-Paul Sartre10 que la existencia precede a la esencia; esto lo entroncamos con la fuerza motivacional básica que da en el hombre su peculiar manera, en donde la noción de Sí mismo es el filtro perceptual en la interacción con el mundo. En dicha interacción se da el proceso de socialización y culturización, que paulatinamente va impregnando al organismo experienciante con lo consensual normativo propio de la estructura social a la cual se es arrojado, y de ese modo se pierde la inmediatez de la experiencia vivida por la mediatización social. Este proceso de impregnación va generando la noción de Sí mismo, lo que surge de una dialéctica de diferenciación del sistema organísmico en su interacción con el Otro. Un aspecto 10 Jean-Paul Sartre: "El existencialismo es un humanismo"; Buenos Aires, Sur, 1975. 26 CONGRUENCIA y/o parte de la experiencia vivida se simboliza en la conciencia como vivencia del Sí mismo, noción de Ser Yo, experiencia de Yo, diferenciación que nace del atravesamiento por la mirada del Otro. De esa estructuración creciente en el sistema total, diferenciamos un subsistema perceptual que denominamos noción de Yo. Esto refiere a un particular reconocimiento de los hechos en el campo fenoménico perceptual como parte de Sí mismo. Es desde esta propia manera de percibirse, que la Persona se vincula y es vinculada con-desde el Otro en un reflujo dialéctico estructurante. Este modo de relación se entrama en una necesidad de búsqueda de seguridad, a través de ser tomado en cuenta e integrado en el sistema total de interrelación social. Si se parte de entender al ser humano como ser social, es entonces que su tendencia actualizante lo conduce a esa integración. Esa búsqueda tiene inicialmente dos patrones valorativos de la experiencia vivida: 1 — concede valor positivo a todo aquello que es favorable para la preservación y revaloración del organismo; 2 — concede valor negativo a todo aquello que es contrario para la preservación y revaloración del organismo. Desde este inicial proceso valorativo elementad la tendencia es a buscar experiencias positivas y rechazar las negativas. Esta valoración se da inicialmente desde una gestalt organísmica indiferenciada pero con la aparición del subsistema que denominamos noción de Yo, y va paulatinamente alejándose de su propia valoración para ir tomando en cuenta la de sus otros significativos emocionalmente, que a su vez forman parte de lo consensual normativo. Se introduce entonces lo condicional-condicionante, y el consiguiente alejamiento entre experiencia vivida por el organismo total y experiencia percibida por su Sí mismo. Este proceso va produciendo desacuerdos entre la experiencia y el Yo, y surgen distorsiones perceptuales que generan incongruencias conducíales. La vivencia de estas incongruencias se percibe como amenazante y se instauran defensas a través de percepciones selectivas, de- TENDENCIA ACTUALIZANTE 27 formaciones y negaciones; en síntesis, se simboliza incorrectamente, y la rigidez perceptual se instaura. La tendencia actualizante, al no encontrar cómo expresarse libremente, hace que el sistema busque su equilibrio para no caer en la desorganización, lo que logra a través de síntomas, dando origen a neurosis o psicosis. El gran mérito del enfoque centrado en la persona que ideó Carl Rogers es haber trabajado en el cómo develar las condiciones que reviertan este proceso y haber encontrado modalidades vinculares terapéuticas que posibilitan un retorno parcial al punto de partida, lo que constituye la valoración organísmica incondicional. Estas modalidades fueron definidas como actitudes de ayuda, que son: a — congruencia personal del facilitador terapéutico; b — captación empática del mundo vivido por el otro; c — aceptación positiva incondicional de la experiencia del otro en su totalidad. Es en este clima actitudinal en donde emerge la técnica que se ha denominado reflejo, siendo ésta una respuesta que surge como reducción fenomenológica del discurso del consultante, Epoje (Husserl) del sentimiento vivido y trasmitido en una cadena de significantes, que el terapeuta decodifica desde la reducción y devuelve al consultante, con el objetivo de favorecer un paulatino reconocimiento y retorno a Sí mismo. Si se entiende entonces al ser humano como un sistema abierto en el que la tendencia autoactualizante es su inserción característica en el reino de lo vivo, la expresión de su potencial, en una integración dialéctica estructurante-creciente, implica por un lado el retorno al origen de la cadena experienciante y, por otro, la expresión organísmica del hacia adelante propio de la tendencia. La posibilidad del logro de esto último se posa en la aparición de una nueva mirada, la de un Otro despojado de pre-juicios estructurantes, que facilita la re-percepción de Sí y la toma de contacto con un darse cuenta original, despojado de lo condicional-condicionante. Este proceso de reconfiguración perceptual figura-fondo, conlleva la des-concientización de lo concientizado en relación con Otros condicionantes, ruptura de los constructos que impiden 28 CONGRUENCIA la libre expresión de la tendencia actualizante y creación de nuevos que permitan su libre fluir. Hemos observado que cuando esto se da, la elección existencial es siempre la más favorable para el individuo, la sociedad y la especie en general. La comprensión del concepto de tendencia actualizante es fundamental para las concepciones de la interacción humana, tales como: psicología, psicoterapia, ciencias de la educación, antropología, sociología, ciencias políticas, ciencias biológicas, etcétera. Consideramos que constituye un paradigma, dado que brinda, como dijimos al principio, posibilidades nuevas de pensamiento y acción. NOTA SOBRE EL II ENCUENTRO LATINOAMERICANO DEL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA Graciela Pierri Argentina. Licenciada en psicología/UBA; psicoterapeuta. Asistente educacional del Centro Educativo Complementario; psicóloga clínica de la Liga de Higiene Mental. Dirección profesional: Maza 949 - Capital Federal Gabriela Cazzaniga Argentina. Médica (UBA); psicoterapeuta. Residente de 3er. año de Psiquiatría del Hospital Braulio Moyano de Buenos Aires. Dirección profesinal: J. B. Alberdi 884 - Capital Federal. Tel. 90-1919 Graciela Tierno Argentina. Psicóloga clínica, Universidad de La Plata; psicoterapeuta de niños y adolescentes. Dirección profesional: Guatemala 4408,6° "B" - Capital Federal Tel. 72-2622 Liliana N. Tierno Argentina. Licenciada en psicología (UBA); psicoterapeuta. Psicóloga clínica en el Hospital Durand (Docencia e Investigación). Dirección profesional: Rosario 715, 8o "27" - Capital Federal Tel. 90-6783 En la localidad bonaerense de San Miguel del Monte, distante alrededor de 100 km de la Capital Federal, tuvo lugar 30 CONGRUENCIA entre el 13 y el 18 de octubre de 1985 el II Encuentro Latinoamericano del Enfoque Centrado en la Persona (E.C.P.). Contó con la presencia de profesionales argentinos, brasileros, uruguayos y chilenos, y tuvo como objetivo afianzar en Latinoamérica el denominado Enfoque Centrado en la Persona, creado por el psicólogo estadounidense Cari R, Rogers. Como yo no pude participar del encuentro de Monte porque mi embarazo estaba llegando a su término y por otras razones personales, sucedió que a la vuelta del grupo, y durante este año, me sintiese algo distante de los que asistieron. Monte fue una situación determinante, algo que me alejó, y un poco me marginó de ustedes. Además, cuando regresaron, traté de acercarme para pedirles información o apuntes sobre lo que allí se trabajó, y me sentí algo frustrada al no poder obtenerlos; ya que poco era lo que quedaba escrito y más lo que se había trabajado vivericialmente. Es por eso, y para contrarrestar ese sentimiento de marginación. que quise intervenir en este trabajo como fuese. Al pensarlo encontré que la manera más adecuada sería actuando de interrogador, o sea, haciéndome cargo de las preguntas y dudas que pudieran surgir ai avanzar el relato. — Comienzo la tarea. ¿Cuál es el primer recuerdo de esos días? — Haciendo un poco de memoria, lo primero que recordamos ~~casi cinematográficamente— fue la llegada de los brasileros, el domingo por la noche. A partir de allí, impusieron su ritmo al encuentro, transmitiéndonos toda la calidez y la alegría que les es característica. —Antes de eso, ¿cómo se sentían ustedes con el resto de la gente ligada al enfoque que allí se encontraba? —Había desde el comienzo una sensación de amistad, de respeto y de una cálida aceptación. Era un ambiente que nos hacía sentir cómodos, donde parecía que ya había un conocimiento anterior, aunque en nuestro caso no lo hubiese. Otra cosa que contribuía a este clima era que allí no existían niveles de jerarquía entre los asistentes; nadie ocupaba un lugar distintivo o preconcebido desde el que se coordinara, guiara o teorizara sobre lo que debía o no tratarse. Tanto es así que NOTA SOBRE EL II ENCUENTRO 31 el acercamiento fue más fácil, sin temores y la comunicación, mucho más fluida. —¿Como si ya desde el comienzo hubiese gente predispuesta de esa manera, con la cual corroborar esa sensación? Sí, porque ya intuíamos que este encuentro poco y nada tendría que ver con el resto de congresos y jornadas a las que ya habíamos asistido. Desde el primer día de trabajo nos desorientó la ausencia de actividades programadas de antemano, sin la organización formal propia de esos eventos. Ni siquiera en los detalles más íntimos o cotidianos, como la asignación de habitaciones, había directivas; éstas se daban según el orden de llegada y hasta se podía, llegado el caso, elegir un determinado compañero. —Era como una actitud de vida, ¿ni siquiera dirigir ¡os aspectos más domésticos de la organización ? —Exacto. Tampoco existía el clásico personaje que convoca a las reuniones; era una cuestión de compromiso personal, no se presionaba para ir o no ir. Siguiendo con la dinámica del encuentro, los participantes podían llevar uno o más trabajos; su título y autor figuraban en hojas en blanco pegadas en las paredes; en ellas debían anotarse los que quisieran participar. Según los que hubiese para cada trabajo, éste podía desarrollarse en grupinhos o en grupón, como dicen los brasileros... —¿Cómo sería lo de los grupinhos o el grupón ? —Claro, la idea inicial era que hubiese durante el día charlas simultáneas en pequeños grupos y luego, en la última hora de la tarde, se desarrollara un tema que interesara a todos, reunidos en un grupo mayor. Pero, espontáneamente, se dio el hecho de que todos fueron grupones, ya que los temas terminaron tratándose de a uno y con la asistencia de todos. —¿Sentían que no querían prescindir de cosas que se iban a dar o simplemente que no querían romper la unidad? —Se dieron ambas cosas y en igual medida. Por un lado estaba el afán de querer escuchar la opinión de todos y también estaba el de no querer separarse, dado el clima que ante- 32 CONGRUENCIA nórmente detallamos. El grupo funcionaba socialmente como tal, más allá de los momentos de trabajo, y se mantenía la comunicación personal en las comidas o en los paseos. —¿Cómo se instrumentaba la exposición de los distintos temas? —El autor lo exponía a debate, leyéndolo primeramente; lectura a la que se podía interrumpir para formular preguntas y reflexiones; al finalizarla, se trabajaba libremente sobre lo que esa temática provocaba, tanto desde el punto de vista científico cuanto desde el meramente vivencia!. Los comentarios tenían esta doble vertiente: el contenido teórico y el impacto vivencial al que llevaba. Sentíamos que nada de nuestra persona podía quedar afuera, nos involucrábamos de manera organísmica; el compromiso era general, no sólo en lo referente al quehacer profesional, sino también en los grandes temas humanos. Una charla basada en la sexualidad derivó inevitablemente éh temas como proyecto de vida, pareja, maternidad, muerte, llevando a momentos de profunda reflexión. —¿Piensan que se dio en Monte una resignificación de la experiencia vivida? —Sí, se puede decir que fue un momento terapéutico que movilizó muchas cosas, resignif ico otras y llevó a replanteos profesionales y humanos. —¿Se llegó a una comunidad de vivencias? —Es que la comunicación verbal era sólo una ínfima parte de lo que allí se exponía; el resto era la comunidad de sentimientos; característica ésta que se realzaba todavía más al ser un grupo autogestante, sin una autoridad que señalara o contuviera en los momentos de mayor movilización. Pero esta comunión en los sentimientos no impedía, y tal vez facilitaba, que se manifestasen tanto las coincidencias, cuanto las diferencias personales referentes a estilos de trabajo, aspectos de la relación terapéutica, etcétera. El ámbito se hacía propicio para la libre expresión de lo individual. —¿Algunos temas que recuerden? —Hubo trabajos de neto corte vivencial como "Aire li- NOTA SOBRE EL II ENCUENTRO 33 bre" o "Experiencias de un participante de un workshop"; y otros que llevaban desde lo vivencial a la discusión teórica, entre ellos: "Abordaje terapéutico de adolescentes psicóticos", "Sobre a palabra e o silencio" (aplicación sociológica del E.C.P.), "Psicoterapia como espacio mítico de la desobediencia", "Reconsiderar la psicopatología a través del E.C.P. ". Además se formaron mesas de intercambio sobre temas que, sin estar en ningún trabajo, iban surgiendo de las inquietudes comunes, por ejemplo, una charla sobre lo masculino y lo femenino, y sobre una visión personalizante de la sexualidad. —¿Qué cambios pudieron sentir a partir del encuentro? —Sentimos desorden sobre lo establecido, lo pautado; pero como un desorden positivo que se da para poder re-ordenar; en síntesis, el resultado al que lleva toda reflexión profunda, introceptiva; con la sensación poderosa de haber convivido, de haber sido acompañado en la vivencia. —¿ Y cuándo volvieron a tomar nuevamente conciencia de lo individual? —Un día antes de terminar, cuando empezamos a elaborar el duelo por la pérdida del grupo; y luego, la despedida, la partida y la sensación de que todo había pasado demasiado rápidamente. Sin embargo, no lo sentimos como la pérdida de un grupo, sino que esa pertenencia se extendió más allá de nosotros, al sentirnos acompañados en nuestra tarea dentro del enfoque. PSICOHUMOR REFLEXIONES DESDE EL E.C.P. (Enfoque Centrado en la Persona) entorno de nuestras jóvenes generaciones Susana N. García de Pacífico Argentina. Licenciada en psicología. Psicoterapeuta de adolescentes y adultos. Desarrolla tareas de orientación vocacional. Es docente de padres y educadores. Participa del grupo coordinador del CEPOR. Domicilio profesional: Shell 246, (1832) Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires - Tel. 244-9496 Santa Fe 3942, 8° "B", Capital Federal Tel. 71-5947 Asistimos a: "Una época que vacila entre esperanzas y utopías contradictorias, en su mayor parte promesas de maravillas tecnológicas, medicas y sociales que están a la vuelta de la esquina, pero también época vaticinadora de un día del juicio atómico, de un globo terráqueo en el que la multiplicada humanidad sólo tendrá sitio para estar de pie, y de una sociedad cibernética de ocio que no sabrá qué hacer consigo misma..." L. von Bertalanffy. A esta realista visión de hoy se suman otras, a las cuales asistimos atónitos: la explosión demográfica, problemas sociales originados en el avance cibernético; próxima a nosotros contemplamos a Latinoamérica, parte sojuzgada por gobiernos autoritarios, parte envuelta en luchas internas y viviendo una marcada dependencia expresada en términos económicosociales. Argentina misma ha sido recientemente un patético escenario, donde el terrorismo de Estado y a posteriori la guerra de Malvinas dejaron diezmada la vida joven. 36 CONGRUENCIA Vivimos una civilización que se desploma, y que pide a gritos un nuevo paradigma humano. Me propongo, pues, a partir de la experiencia inmediata y concreta analizar la problemática del joven de nuestro medio. Aquel que camina al lado de nosotros y que tal vez sin explicitarlo, está gestando aun desde sus vicisitudes cotidianas ese nuevo paradigma. I — Algunos interrogantes ¿Qué les ocurre a nuestras jóvenes generaciones? ¿Por qué les cuesta insertarse espontáneamente en la sociedad adulta? ¿Por qué su desarrollo personal está tan acosado por crisis? (vocacionales, afectivas, de identidad, etcétera). ¿Por qué no pueden sustentar un proyecto de vida a partir de elecciones sin condicionamientos? ¿Por qué eligen droga, alcoholismo, homosexualidad, como estilos de estar en el mundo y relacionarse? Estos interrogantes surgen de experiencias recogidas durante quince años de labor como docente y trabajadora de la salud a nivel institucional y privado, entre jóvenes de quince a veintidós años aproximadamente. Las experiencias se desarrollaron en un marco socialpolítico particular: gobiernos no democráticos, en los que la sociedad joven tenía como modalidades sobresalientes proyectos individualistas, consumismo frivolo y actividades pasatistas. II — Lugares donde se llevaron a cabo las experiencias a) Escuela primaria común: en el rol docente y de asistente educacional. Desde estas tareas adquirí la práctica del contacto con educadores y padres; viéndose enriquecido de este modo, el empleo de la entrevista. REFLEXIONES DESDE EL E.C.P. 37 b) Escuela primaria vespertina: la labor en este ámbito estuvo centrada en el contacto con jóvenes, que por provenir de estratos sociales populares necesitan trabajar y cumplen la asistencia a la escuela después de sus obligaciones laborales. En la mayor parte de los casos son actividades que requieren esfuerzo físico (peones de albañilería, cadetes de comercio, servicio doméstico, obreros en general, etcétera). Frecuentemente son desertores por distintos motivos de la escuela primaria común. Retoman el estudio tardíamente, ya que la motivación común es obtener el certificado de estudios primarios, que les facilite la admisión en empleos que exigen el cumplimiento de la escolaridad primaria obligatoria. La tarea entre estos jóvenes se centraba más en el vínculo docente-educando, a partir del cual se reconocían y contemplaban problemáticas particulares (carencias afectivas, padres alcohólicos, relaciones familiares promiscuas) que en la tarea eminentemente informativa, la cual se desarrollaba con cierta dificultad por parte del alumno, por ser la propuesta curricular inadecuada. c) Centro de Información y Orientación Universitaria de UADE (Universidad Argentina de la Empresa); mi tarea en este equipo consistía en la información al alumnado sobre las carreras que dicha casa de estudios ofrece (curriculum, años de duración, demanda de mercado). La orientación se llevaba a cabo a partir de entrevistas individuales, que incluían la administración de un psicodiagnóstico que contaba con tests elaborados especialmente para la medición de preferencias entre las carreras de la universidad. La orientación incluía el esclarecimiento de problemáticas personales que pudieran interferir en la elección. Esta tarea se documentaba al finalizar el año lectivo con un análisis del perfil del educando. d) Otro aporte de experiencias proviene de la orientación vocacional, psicoterapia individual y grupal, desarrollada a nivel institucional y privado. 38 CONGRUENCIA III — Reflexiones en tomo de las problemáticas observadas He observado innumerables mitos y falacias, a partir de los cuales el mundo adulto (padres, educadores, etcétera) atomiza y deforma la visión del joven de nuestro tiempo. Lo perciben caótico y amenazante, sin cumplir con el estructurado destino que forjaron para él; quejosos por esta situación: ¡No trabaja!... ¡Llega tarde a todos lados!... ¡Cambió dos veces de carrera!... ¡No sábelo quequiere!... ¡Es un pelilargo, que lo único que hace es traer problemas!... ¡És rebelde!... y otros reproches. Estas críticas desvalorizantes provienen de una concepción rígida y autoritaria de la vida. No entendida como proceso dinámico y cambiante, sino como pauta repetible que pueda "asegurar" el surgimiento de conductas previsibles y por lo tanto controlables. Así, la participación del adulto en la vida del joven se torna parcial y distante. Se centra en el ejercicio del control y la autoridad. El vínculo se caracteriza por el empobrecimiento paulatino del diálogo. En este contexto, el pasado se impone al presente y le imprime la pauta conocida a la nueva por conocer o descubrir. Cuando el presente no es seguro, se hace difícil pensar en el futuro; por lo tanto, es fácü caer en la recriminación a la cual es tan adicto el mundo adulto. El joven es futuro y por lo tanto imprevisión. El adulto que no tiene resuelta su conflictiva le pone a ese futuro distancias; así surge la brecha generacional que avanza en el tiempo a pasos agigantados. Señalaré a continuación alguna de las problemáticas: a) Problema tica laboral En las clases populares, los jóvenes trabajan desde chicos, lo que genera deserción escolar, pues resulta difícil conciliar horarios y esfuerzos para desarrollar las dos actividades: trabajo y asistencia a clase. Ante la imperiosa necesidad económica, terminan por REFLEXIONES DESDE EL E.C.P. 39 ocuparse sólo del trabajo, en desmedro de su formación personal. Esto constituye una limitación de base social; pues sólo pueden dedicarse a tareas para las cuales no se le exigen certificados de estudio primario concluido, y la posibilidad de acceder a mejoras laborales se halla trabada. Se eligen así, frente a la necesidad de ganar dinero, ocupaciones mal remuneradas, lo que suscita frecuentes situaciones de explotación que difícilmente se resuelven por vías legales adecuadas. En cambio, aquellos que cuentan con la posibilidad de concurrencia a clase, obtienen mejoras progresivas en su condición laboral. No obstante, la curricula ofrecida no se corresponde con las necesidades y motivaciones del educando. En síntesis: Se planten desde esta perspectiva dos problemáticas: la social-económica y la educativa. A nivel social-económico medio y alto el asunto laboral tiene otras características: el joven no necesita ganar dinero. La conciencia de compromisos laboral y tarea remunerada es vivida difusamente y sin claro sentido de inserción paulatina en el mundo del trabajo y, por ende, en lo social. Se reemplaza el compromiso laboral por el del estudio. Esta posición es avalada por los adultos, que adoptan posturas económico -proteccionistas. Esto conforma una especie de moratoria social (hasta que termina los estudios) y en consecuencia una prórroga de paternalismo. Todo esto se traduce en una lentificación en el proceso de personalización, que implica, entre otros aspectos, lograr la independencia económica. b) La elección vocacional Esta elección plantea también dificultades a una buena cantidad de jóvenes que reciben cierto tipo de presiones sociales en el momento de decidir; provenientes de padres, educadores, etcétera. Con estas influencias tienden a elegir carreras monopolizantes, jerarquizadas socialmente, que garanticen buena remuneración económica. Como también oficios que reúnan es•tas características. ¿: CONGRUENCIA La tarea manual, artesanal, artística en general, aún es desvalorizada. La misma suerte de juicios sufren las ocupaciones relativas al deporte o la expresión corporal. Se privilegia la elección de carrera u ocupación "intelectual", "doctorada"; y/o la pragmática bien remunerada. Desde estas modalidades electivas la motivación personal se parcializa y a menudo se posterga por la "elección reconocida". c) La elección de pareja Debemos reconocer que en la pareja es donde más claramente se vislumbra la crisis por la que atraviesa el vínculo humano. En la juventud esta elección aparece teñida de aprendizajes afectivos defectuosos, y mensajes de adultos que por mejor intencionados que parezcan carecen de centramiento en el hoy, vertiginoso y cambiante. El joven vive esta alternativa de su vida en ocasiones reticentemente; y evita tomar compromisos afectivos duraderos. Los mensajes del mundo adulto recomiendan a menudo la conveniencia del vínculo sin compromiso antes que al lazo afectivo duradero: "Aún eres joven... Mejor es que te diviertas..."; "ya tendrás tiempo de tomar compromisos serios..." El otro extremo lo constituye la pareja joven que por presión social no se atreve a replantear su continuidad. Al hacerlo, el entorno les hace sentir que tiran por la borda una experiencia ya aceptada en consenso familiar. La ruptura es amenaza desestabilizante para el grupo. En este marco electivo se inserta la-problemática de la sexualidad y sus consecuencias desfavorables, cuando no es vivida desde un vínculo afectivo en permanente crecimiento. El aborto, los hijos no deseados, de madres solteras, son algunas de las consecuencias. Problemáticas que por su importancia y dimensión merecen ser desarrolladas particular y específicamente. d) Utilizaré la drogadicción como expresión prototípica de los distintos tipos de procesos aliénatenos que viven los jóvenes de hoy: Si... "el ser humano tiene la capacidad, latente o manifiesta, de comprenderse a sí mismo y de resolver sus proble- REFLEXIONES DESDE EL E.C.P. 41 mas de modo suficiente para lograr la satisfacción y la eficacia necesarias a un funcionamiento adecuado"... C. Rogers. Entonces, ¿por qué se drogan los jóvenes? La droga constituye un recurso defectuoso, que permite huir de una dolorosa conciencia de sí, y de una realidad vivida como amenaza. El recurso es paliativo, pues baja la tensión y alivia el sufrimiento, pero a costa de un severo proceso de despersonalización. Como recurso, en definitiva, es denigrante y destructor de la "tendencia a la vida". Es una forma de estar en el mundo: sobreviviendo. Poniendo distancias a la muerte con recursos suicidas. Apuntaría: que esta manera de elegir "cómo vivir" no excluye la capacidad de resolverse a sí mismo, sino que esta capacidad se actúa defectuosamente a partir del paliativo (droga). Esto se origina en un paulatino proceso, en el cual se ha ido perdiendo la visión clara de sí (autoestima). Sería un opacarse del "potencial inherente" que se intenta reemplazar por el efecto del recurso paliativo. IV — Conclusión: algunos aportes... En general toda conducta asocial genera rechazo, más aun si proviene de los jóvenes, sobre los que comúnmente pesa el bagaje de prejuicios no resueltos de los adultos. Frente a las dificultades señaladas cabe destacar: el valor del vínculo de los jóvenes con otros significativos (padres, educadores, líderes religiosos, deportivos, autoridades o supervisores en ámbitos laborales, etcétera). Sustentar este vínculo en la aceptación incondicional puede ser útil para propiciar un proceso de aprendizaje que se constituya en una nueva experiencia de carácter emocional correctiva. Desde ésta, el joven podrá sentir que puede expresarse con libertad, sin condicionamientos que lo lleven a deformar su visión de sí o a defenderse de la realidad usando recursos defectuosos (por ejemplo, droga). 42 CONGRUENCIA "Así estará más libre de condicionamientos para desarrollar las potencialidades..., para asegurar su conservación y su enriquecimiento..." C. Rogers. A continuación, enunciaré propuestas, que desde mi experiencia personal podrían facilitar la vida al joven y resolver algunas de las problemáticas señaladas: —Administración "masiva" (en clases populistas) de sistemas de becas que pudieran aportar material de estudio. —Implementación de becas empresariales e institucionales en distintas casas de estudios oficiales y/o privadas. —Reorganización de cronogramas horarios adecuados de trabajo. —Implementación de sistemas educativos, dentro de las mismas plantas industriales, que guarden relación con el proceso de producción. —Organización de equipos educativos móviles (enseñanza de distintas disciplinas, tareas u oficios) que eviten gastos de traslado. —Adecuación de los contenidos a transmitir a las necesidades personales y regionales del educando. —Facilitar la articulación de actividades laborales y educativas. —Aplicación y debido cumplimiento de la legislación que avala el trabajo del menor (remuneración, horas de trabajo, beneficios sociales, etcétera). —Ofrecer una real correspondencia entre posibilidades electivas de demanda y de mercado. —Ofrecer propuestas válidas, no pasatistas, para la ocupación del tiempo libre. —Propiciar el trabajo grupa! como recurso correctivo de un individualismo que es herencia social alienante. —Replanteo de los liderazgos autoritarios, como obsolescencias actuadas desde las instituciones (familia, escuela, fuerzas armadas, etcétera). —Facilitar el protagonismo, como forma de desarrollo y crecimiento personal y como aporte a la dinámica social. —Reconocer la capacidad de búsqueda personal y su derecho a ejercerla sin condicionamientos. —Aceptar que lo desordenado de su expresión (vesti- REFLEXIONES DESDE EL E.C.P. 43 menta, informalidades, etcétera) no constituye la expresión de un desorden. —Reconocer la vida como proceso para poder visualizar al joven como un proyecto longitudinal en el tiempo y no una etapa de la vida, que se necesita congelar para entenderla. —Promover constantemente el proceso de personalización versus aquellos que parcializan y alienan. ¡EVITAR EL HUMANICIDIO ES LA PROPUESTA! Dejo estas conclusiones incompletas para que puedan ser cuestionadas, ampliadas y enriquecidas con el aporte de todos aquellos qué sientan que el futuro es un compromiso del hoy con nuestras jóvenes generaciones... BIBLIOGRAFÍA Von Bertalanffy, L.: Robots, Hombres y Mentes. Rogers, C. y Kinget, G.: Psicoterapia y Relaciones Humanas. Labake, J.C.: Adolescencia y Personalidad. Portella O'Gonnel; Malvinas su advertencia termonuclear. Artiles, M.F,: La actitud terapéutica - En torno a Carl Rogers. PSICOTERAPIA GRUPAL DESDE EL E.C.P. Un modelo integrador Andrés R. Sánchez Bodas Argentino. Licenciado en psicología (UNBA); psicoterapeuta grupal e individual. Ex docente de psicología de la personalidad (UNBA); ex docente de psicología social (profesor asociado), Univ. del Salvador; ex profesor adjunto de orientación psicológica (UNBA). Docente del CEPOR (Formación de Psicoterapeutas Psicoterapia de Grupos y Ensueño Dirigido). Supervisor. Secretario de prensa y difusión del CEPOR. Miembro de la Comisión Coordinadora del CEPOR; Dicta cursos y conferencias sobre el ECP en universidades e instituciones. Ha publicado Teoría de la Personalidad en Carl Rogers (UNBA) y ha realizado una investigación sobre psicoterapia desde el ECP. Publicó un libro de poesías titulado La Egometamorfosis. Dirección profesional: Pueyrredón 538, 8° "B" (1032) Capital Federal-Tel. 87-8286 Jorge-A. Kappel Nacido en Transilvania, Rumania, naturalizado argentino. Residente en la Argentina desde los 10 años de edad. Médico, especialista en pediatría (UNBA); psicoterapeuta grupal e individual. Formado como psicoterapeuta en: Escuela de Psicología Social (Doctor E. Pichón Riviére) — Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados (CEPOR). Miembro clínico de la Asociación Latinoamericana de Análisis Transaccional. Docente del CEPOR (Formación de Psicoterapeutas y Psicoterapia de Grupos). Miembro del CEPOR. Dirección profesional: Mendoza 2160, Io "A" (1428) Capital Federal-Tel. 782-5183 PSICOTERAPIA GRUPAL 45 El objetivo de esta comunicación es exponer nuestra modalidad de trabajo con grupos psicoterapéuticos. Definimos como tales a un conjunto de personas reunidas en torno de uno o más facilitadores, con el propósito de resolver sus problemas psicológicos, personales e interpersonales, en el marco de una comunidad de ayuda. Para el E.C.P., desde el cual realizamos nuestra labor, una relación de ayuda es aquella: ..."en la que al menos una de las partes intenta promover en la otra el desarrollo, la maduración y la capacidad de funcionar mejor y enfrentar la vida de manera más adecuada."1 Es innegable la validez que este tipo de relación tiene en la terapia individual, mientras que en la grupal, la dinámica debe tender hacia la ayuda mutua. El proceso grupal logrará que los agentes terapéuticos no sean solamente los facilitadores, sino además que cada uno de los miembros pueda ser terapeuta de sí mismo y de sus compañeros. Imaginamos a un grupo terapéutico funcionando óptimamente, cuando siendo observado por un testigo externo, éste por momentos no pueda dilucidar con facilidad quiénes son los terapeutas y quiénes los consultantes. En el marco de este clima relacional, concordamos con Joseph Zinker2, quien dice: "Un grupo ideal es un sitio donde uno somete a prueba sus límites de crecimiento, una comunidad cuyos miembros pueden desarrollar, hasta los más altos niveles, su potencialidad humana". Lo más deseable, desde nuestra postura, es promover en dicho clima la tendencia actualizante de cada integrante, liberando la potencialidad terapéutica del grupo mismo. Para el cumplimiento de esta meta, es necesario que los facilitadores posean condiciones empáticas y congruencia personal, así como conocimientos de métodos de intervenciones verbales y sensitivas. La situación grupal impone demandas a los coordinadores, que implica comprender y aceptar corrien1 Rogers, Carl: El proceso de convertirse en persona: Buenos Aires, Ed. Paidós, 1979, pág. 46; Psicoterapia centrada en el cliente; Buenos Aires, Ed. Paidós, 1977. 2 Zinker, Joseph: El proceso creativo en la terapia guestáltica; Buenos Aires, Ed. Paidós, 1979, pág. 129. 46 CONGRUENCIA tes cruzadas de sentimientos y acciones, como también de pensamientos e ideologías diversas que entroncan con los esquemas de valor. Hay que estar debidamente preparado pata no imponer \os propios, sino iavoxecei e\ despliegue de Ya auto y heteroexploración de los integrantes, que facüite la apertura a la experiencia vivida. Tal clima actitudinai, generado por los facilitadores, se va expandiendo con el correr de las sesiones, en el espacio grupal, imprimiendo en los pacientes un modo de vinculación similar. Esto es consecuencia de un estilo de liderazgo, que emerge inserto en una ideología de trabajo que implica un modo de ser del terapeuta, sus experiencias de vida y de labor terapéutica y el eje teórico que lo sustenta. En tal sentido, observamos que existen tres modalidades básicas de coordinación grupal: 1) Centrado en el líder. El terapeuta asume, con autoridad claramente definida, el control de la situación grupal, ejecutando el rol de "director de escena". Las interacciones grupales (verbales, paraverbales, corporales) pasan por su figura. En la práctica significa que su función es la de interpretar, señalar, confrontar, indicar y dirigir ejercicios corporales y psicodramáticos, según su esquema teórico referencia! operativo, a través del cual dirige selectivamente su escucha. 2) Modalidad no directiva. El terapeuta abdica de su autoridad, negando sutilmente su poder, y otorgando así la posibilidad al grupo de que descubra su potencial y encuentre su propio camino. Estimula a los integrantes en forma no directiva, ubicándose física y actitudinalmente en la periferia del grupo como uno más. Con esta modalidad, la comunidad grupal se autoadministra formulando sus propios problemas y trabaja como unidad para resolverlos. La función del terapeuta se concreta en reflejar los emergentes individuales y grupales, procurando facilitar la experiencia que vive el grupo. Su escuchar deviene del centramiento empático y de la aceptación incondicional. 3) Modelo integrador. El terapeuta se mueve con fluidez en el grupo, y puede ser centro o participar desde la periferia; es decir, funciona como "director de escena" o se retira a un lado participando como uno más. Es un catalizador que utiliza todos los recursos que posee, con el objetivo de conciliar los diferentes temas, con forma de creaciones comunitarias, PSICOTERAPIA GRUPAL 47 en el marco de una continua realimentación entre los miembros del grupo y él. Llamamos integrador a este modelo, porque parte de un centramiento empático y aceptación positiva incondicional por parte del terapeuta, desde el cual refleja. En este marco actitudinal, mantiene un rol de presencia inequívoca desde la cual propone y/o sugiere experiencias corporales, viajes imaginarios, juego de roles, dramatizaciones, confrontaciones, ejercicios de relajación y toda aquella actividad que favorezca la expresión organísmica de los consultantes. De esta manera, se logra un clima de confianza y respeto que posibilita la gestación de una pequeña comunidad de ayuda mutua, conformando un sistema abierto y creativo. Se estimula así en las personas una mejor conexión consigo mismo y con los demás, permitiéndose ayudar y ser ayudado en la búsqueda compartida que todo grupo inicia en su primera sesión, y recomienza cada semana que se reúne. Consideramos que el primer modelo descrito (el centrado en el líder), al partir de presupuestos teóricos que el terapeuta interpone en la escucha, invalida la real experiencia vivida por los participantes del grupo. Dificulta, además, la ayuda mutua, dado que no es apropiado para enfrentar el concepto de responsabilidad compartida al estar teñido de cierta autoridad paternalista. La segunda modalidad (no directiva), a nuestro entender, produce divergencias entre el rol adjudicado por el grupo al terapeuta y el asumido por éste, resultando que las cuestiones de poder y liderazgo no se tratan abiertamente, aunque existen en forma subterránea, pudiendo deformar y confundir los temas que surgen en el "aquí y ahora entre nosotros". Volviendo a J. Zinker:3 "A veces me parece que en este sistema el terapeuta declara no tener autoridad alguna, se inviste de una suerte de humildad irreal..." ..."se diría que el líder del grupo adopta una posición de ingenuidad forzada..." Consideramos además que, adoptando esta modalidad, 3 Ib ídem, pág. 131. 48 CONGRUENCIA se impide la implementación de otros recursos que no sean los verbales. Orientamos nuestro trabajo desde el tercer modelo (el integrador), terminando con el reinado de la palabra para dar también la palabra al cuerpo. Partiendo desde el E.C.P., nos planteamos una labor de recomposición del campo perceptual que el Sí mismo de cada integrante del grupo ha constituido en la vinculación con personas afectivamente significativas en su historia. El grupo terapéutico (microcosmos social-familiar) debe facilitar que este Sí mismo se redefina en un contexto vincular similar en lo significativo, pero distinto en lo que respecta a la condicionalidad. El terapeuta, desde su actitud empática, genera un encuadre de trabajo en el que la incondicionalidad es su esencia y el objetivo es la libertad. Si se logra un campo de exploración compartida, éste permite la confrontación entre fantasía y realidad, entre deseos y obturaciones, entre autenticidad y engaño, goce y sufrimiento, planteos y replanteos, risa y llanto, alegrías y tristezas, obediencia a sí mismo o a otros, cambio y conservación, vida y muerte. Polaridades de la dialéctica de crecimiento, cuya síntesis posibilita el despliegue de la tendencia actualizante, la creatividad, el libre fluir de la experiencia vivida, la ruptura de las fachadas, la liberación de las culpas, el centramiento en, Sí mismo, el descentramiento de la "mirada" del otro condicional. Este modelo integrador tiende al logro de la congruencia entre sentir, pensar y hacer, convocando para ello a la persona total; es decir, a la palabra y al cuerpo. PSICODRAMA Y E.C.P. Claudio Adrián Rud Argentino. Médico psiquiatra (UNBA). Psicoterapeuta de grupos e individual. Miembro fundador del CEPOR. Docente de psicología comprensiva en UNBA. Dicta cursos y conferencias del E.C.P. y psicódrama. Miembro del Moreno World Center of Psicodrama. Autor y actor teatral. Domicilio profesional: Deheza 3050 (1429) Capital Federal — Tel. 541-5034 Luz Zaldívar Argentina. Licenciada en psicología (UNBA); psicoterapeuta de grupos, familias e individual. Coordinadora de grupos. Domicilio profesional: Repetto 761 - Capital Federal La presente comunicación tiene como propósito compartir con los lectores de la revista nuestra inquietud por lograr una creciente congruencia en nuestra praxis como terapeutas de grupo. Por lo tanto quisiéramos iniciar este trabajo y describir en síntesis cómo se dio nuestra aproximación vivencial al encuentro entre el psicodrama y el enfoque centrado en la persona. No obstante haber pasado por el diván psicoanalítico y grupos de estudio de esta orientación, encontramos que la fenomenología y la filosofía existencia! se aproximaban más a nuestra manera de pensar y de concebir el mundo y las relaciones humanas. De ese modo los conceptos, entre otros, de Heidegger, Sartre, Buber, Laing y Cooper nos permitían acercarnos a una ciencia de las personas. Pero este rico cuerpo conceptual que nos brindaba una posible actitud respecto del hecho terapéutico no nos proporcionaba en cambio un operar, una praxis que fuera congruente. 50 CONGRUENCIA De ahí que, a nuestra formación como terapeutas "existenciales" y estudiosos de la fenomenología, la toma de contacto con ia obra de Rogers nos significó poder encauzar nuestra intención de prestar ayuda de un modo más claro y profundo en cuanto al operar. En el posterior desarrollo fuimos encontrando un estilo cada vez más propio en relación con la utilización del lenguaje figurado como respuesta-reflejo y fue creciendo la importancia de una praxis figurante o configurante (establecer escenas mentales, metáforas) lo que más enriquecía la "cuestión" que traía el paciente, y posibilitaba el despliegue de la "consulta". Así, siempre en la búsqueda de una mayor congruencia, fue surgiendo el interés por el psicodrama, lo que pareció dar una nueva vuelta de tuerca a nuestro estilo, a nuestro ser terapeutas. Al decir de Sartre, conseguimos una nueva totalización y nos resultó muy natural operar psicodramáticamente desde la actitud rogeriana. Sin que lo supiéramos entonces, ya Moreno había escrito: "La debilidad del análisis existencial consiste en que, habiendo desarrollado un sistema filosófico, no ha sido capaz de crear una tecnología propia. Pero me parece que la tecnología que mejor responde a las exigencias del análisis existencial existe ya: es el psicodrama". Hoy, frente a la posibilidad de pensar conceptualmente esa coherencia que vivimos en la praxis, nos vamos encontrando con algunas concepciones claras y otras sin poder clarificar aún. No sabemos si es lícito hablar de psicodrama rogeriano, pero creemos que la ayuda que podemos dar, ya sea a través del reflejo propiamente dicho o de la dramatizacion, es válida si, como diría Saint Éxupéry: "Somos viajeros que penamos hacia la misma estrella". Querríamos ahora esbozar algunas líneas de coincidencia conceptual entre el psicodrama y el enfoque centrado en la persona, citando fundamentalmente a sus creadores. Buber ya decía: "Confirmar (al Otro) significa... aceptar la total potencialidad del otro... Puedo reconocer en él... a la persona que ha sido creada para transformarse... Lo confirmo en mí mismo y luego en él en relación con esta potencialidad que ahora puede desarrollarse, evolucionar." PSICODRAMA Y E.C.P. 51 Cuando Rogers lo cita es en función de destacar algunas de las nociones clave de su propio pensamiento, como la tendencia al crecimiento o maduración (grouth) del individuo y la validación incondicional de la experiencia del otro como actitud terapéutica básica. En Terapia, personalidad y relaciones interpersonáles, Rogers dice: "La tendencia actualizante es el concepto fundamental que se postula en este sistema teórico y (que) es el organismo en su totalidad y sólo en su totalidad el que presenta esta tendencia" y, más adelante: "si todas las experiencias de otra persona, relativas a Sí misma, son percibidas por mí como igualmente dignas de consideración positiva... experimento una consideración positiva incondicional hacia esa persona". Encontramos que Rogers y Moreno ponen el acento en las potencialidades del hombre. La concepción de que el ser humano cuenta con un bagaje potencial que desarrollado en libertad y espontaneidad lleva al individuo a la madurez y a la realización está contenida en el impulso a la autorrealización, al decir de Rogers, y en el concepto de espontaneidad tal como lo concibe Moreno. Este último escribe: "El concepto de encuentro está en el centro de la psicoterapia (de grupo)... Quiere decir que dos personas no sólo se hallan juntas sino que se experimentan una a otra, se captan, cada una con la totalidad de su ser. Las personas se encuentran con todas sus fuerzas y debilidades, llenas de espontaneidad y creatividad; el encuentro vive en el aquí y ahora" ...Sabemos bien que para el creador del psicodrama "una gran parte de la sociopatología y de la psicopatología humanas puede ser atribuida a un desarrollo insuficiente de la espontaneidad". También para Rogers: "Esta tendencia al crecimiento puede hallarse encubierta por múltiples defensas psicológicas sólidamente sedimentadas" y "lo que constituye la alienación del hombre... es no haber sido auténtico consigo mismo, con su propia y natural valoración organísmica de la experiencia".. A partir de las citadas similitudes en la imagen de hombre de estos dos autores, así como en sus ideas acerca de que constituye el proceso de alejarse o alienarse de ese desarrollo hacia la realización dé sus potencialidades, podemos imaginar que encontraremos semejanzas en sus concepciones de la psicoterapia y el objetivo del tratamiento y probablemente también en la función del terapeuta dentro del proceso y las con- 52 CONGRUENCIA diciones necesarias de él. Para Rogers, "la terapia consiste en la liberación de una capacidad existente en un individuo potencialmente capaz, y no en el manejo experto de una personalidad más o menos pasiva". De ahí que el terapeuta no "cura", sólo puede crear las condiciones en las cuales entran a actuar los poderes regeneradores naturales. Creando una relación terapéutica de respeto y aceptación incondicional del paciente —que Rogers prefiere llamar cliente—, facilita este proceso de libertad interior, que es el verdadero objetivo terapéutico para este autor. Para lograr este clima terapéutico, el terapeuta deberá ser auténtico; es decir, congruente con sus propios sentimientos, ya que sólo así abrirá la posibilidad a una similar congruencia en el paciente. También deberá ser capaz de comprensión empática, entendiendo por eso el "percibir correctamente el marco de referencia interna del otro con los significados y componentes emocionales que contiene, como si fuera la otra persona, pero sin perder nunca esa condición de "como si". Al familiarizarnos con el pensamiento de Moreno, descubrimos que para él también resulta esencial que el terapeuta esté presente en toda su personalidad; llega a señalar que éste es también miembro del grupo y que sus problemas personales pueden ser también objeto de una discusión terapéutica. Otra de las cualidades esenciales del terapeuta es, para Moreno, una "sensibilidad elevada para el tele". El tele, el elemento principal en todos los métodos eficaces de la psicoterapia, es para Moreno "el sentimiento y el conocimiento de la situación real de las otras personas... existe ya normalmente desde el primer encuentro y crece de un encuentro a otro". No parece desacertado, pues, pensar que la comprensión empática de Rogers y el tele de Moreno se refieren a experiencias relaciónales cualitativamente semejantes. Al final de la presente comunicación, consideramos cumplidas las citas de uno y otro autor, como evidencia de un mismo espíritu en la concepción del vínculo interhumano en general y del terapéutico en particular. Nuestro operar concreto en el presente reconoce dos variables básicas: una de orden actitudinal y otra de orden operativo o instrumental. La primera se refiere a las consideraciones y aportes que al respecto ha realizado la escuela rogeriana; en este sentido, más específicamente aludimos a las "condi- PSICODRAMA Y E.C.P. 53 ciones básicas del terapeuta". La vertiente instrumental se refiere a los recursos de los que nos valemos para llevar a cabo lo que entendemos es la tarea del terapeuta, lo cual es favorecer el despliegue de la consulta o, dicho de otro modo, asistir descriptivamente al discurso verbal o no verbal del paciente individual y/o del grupo. Para ello, tanto el instrumento del reflejo en su modalidad habitual, cuanto el de la metáfora (el lenguaje figurado), como el de la dramatización se nos hacen congruentes con esta concepción que tenemos de lo que es la praxis del terapeuta. Hecha esta breve consideración, a propósito de nuestro proceder, queremos ilustrar con un ejemplo de la clínica esta posibilidad de implementación del instrumento verbal y del psicodramático, conservando la actitud antes descrita. Se trata de la segunda sesión de un grupo terapéutico. En ésta, el grupo manifiesta a través de algunos de sus miembros una creciente sensación de inquietud, de incertidumbre, de desconcierto y hasta de fastidio frente al silencio grupal y de los coordinadores. Uno de los coordinadores dice (aludiendo a este clima): "Perdidos en la noche". Un miembro del grupo asiente y dice: "Sí, realmente, no sabemos qué hacer, por qué no nos dicen ustedes qué hacer". Coordinador: " ¡Que alguien encienda la luz!". Otro miembro agrega: "Por supuesto, ustedes están aquí para eso, ¿por qué no nos dicen qué hacer?" En el grupo crece una sensación de hostilidad hacia los coordinadores, en el sentido de que no hacen nada para modificar esa situación; desde la coordinación se refleja que hay un sentimiento de fastidio frente al hecho de que ellos no implementan algún procedimiento que los haga salir de ese malestar. Tras un prolongado silencio, surge de uno de los coordinadores una propuesta, teniendo en cuenta previamente el hecho de que en el grupo ya hay claridad respecto de los afectos que la situación despierta. Visto desde lo psicodramático podríamos llamar a esta etapa "caldeamiento verbal" o, como preferimos llamarlo, consenso experiencial del sentimiento grupal. Entonces se propone que cada uno de los miembros, si así lo desea, imagine una escena vinculada, relativa a los sentimientos que se experimentan en ese momento en esa situación. El grupo acepta la propuesta de buen grado, y luego cada uno relata la escena imaginada. Se sugiere al grupo levan- 54 CONGRUENCIA tarse de sus asientos e irse aproximando a aquellos miembros cuyas imágenes resuenen más próximas a su sentir. Gradualmente el grupo se centra en una escena y los coordinadores proponen su dramatización. La escena elegida es la llegada de Colón a América. Con las técnicas habituales en psicodrama (inversión de roles, soliloquios, etcétera), se construye la escena. La protagonista (el miembro que lleva la voz cantante, dado que la escena nace de él y después es aceptada por el resto de sus compañeros) toma el rol de Cristóbal Colón, y va eligiendo algunos de los compañeros del grupo en el lugar de los indios ubicados en distintas actitudes corporales. Se va chequeando cuáles son los afectos que experimenta, y una vez configurada la escena, se la pone en acción. Es decir que se la estimula a que actúe de acuerdo con lo que siente que haría desde cada rol. Ella toma el lugar de Colón y desde ahí, en un soliloquio, manifiesta experimentar una sensación de temor frente a lo desconocido, además de cierto resquemor. Cuando toma el roí de los indios, también experimenta el sentimiento de temor frente a este desconocido que llega. Posteriormente, busca desde el rol de Colón acercarse a los indios, comienza a tomar contacto con ellos, al principio tímidamente, y luego paulatinamente va incrementando el contacto, hasta llegar a una escena final, en la que están todos tomados de la mano: Colón y los indios. Surge en ese momento uno de los miembros que había quedado fuera de la escena, que dice sentir que es demasiado "final feliz" para él, que en realidad como indio haría algo diferente. Se lo invita entonces a tomar el lugar de un indio, y aun a pesar de intentar manifestarse de acuerdo con lo que presumía que iba a poder hacer, cuando veía la escena desde afuera, no puede sino balbucear algunas dudas respecto de la presencia de Colón en América. En razón de que el paciente no desea intentar otra acción y de la proximidad del final de la sesión, se da por concluida la dramatización. A la etapa siguiente la definimos en psicodrama como la etapa del compartir; en ella se promueve la expresión y manifestación de ios sentimientos que han evocado las dramatizaciones. Surgen expresiones tales como "miedo de tomar contacto con desconocidos", otros dicen "cómo cuesta dejar salir al indio que tenemos dentro". Los coordinadores no intervie- PSICODRAMA Y E.C.P. 55 nen, salvo con aportes experienciales o con la expresión de sus propios sentimientos en relación con las escenas. El presente es uno de los infinitos modos en que puede configurarse la "metáfora grupal", y uno de los tantos posibles abordajes. Para concluir la presente comunicación, querríamos incluir algunas consideraciones teóricas. En el caso específico del grupo (entidad que porta la consulta), pensamos que se manifiesta en su totalidad con la fuerza de una metáfora, porque contiene en sí la riqueza polisémica de la figura; al menos, posee tantos significados como integrantes lo conforman. La relación entre los distintos significados, aun cuando halla significaciones opuestas, a pesar de su apariencia anárquica, se presenta conservando una coherencia intrínseca. A veces el significado predominante que en ese momento adquiere la metáfora grupal, es traído a través de uno de los miembros; otras veces, dicha metáfora es expresada "manifiestamente" por otro que lleva la voz cantante. Es tarea del terapeuta escuchar la voz del grupo pronunciando la metáfora grupal, y nombrarla agregando su propia significación a la totalidad significacional. De ese modo, se facilita la continuidad del discurso terapéutico. Desde la perspectiva psicodramática grupal, recortamos la etapa de caldeamiento como aquella que se desliza hasta el hallazgo de la metáfora grupal, su formulación y su reconocimiento por parte del grupo en su totalidad consensual o a través de un portador. Hay momentos en el curso de una sesión, en que la figura adquiere cuerpo; reclama a la corporalidad como ámbito esencial de expresión y desarrollo en el espacio; es, entonces, cuando pasamos de la metáfora palabra a la metáfora acción. La dramatización propiamente dicha es la puesta en acción de la metáfora grupal a través de uno de los miembros (protagonista). Este la realiza dentro de un espacio metafórico (escenario) que se constituye en una pantalla proyectiva de las significaciones de cada uno de los miembros. La etapa de comentarios significa el retorno al lenguaje textual, en un nivel simbólico, siendo el sharing la apropiación de las significaciones de cada uno de los miembros que construyeron explícita o implícitamente, la metáfora grupal. Deseamos que la presente abra, tal vez, en los lectores CONGRUENCIA 56 dudas y cuestionamientos, que desearíamos poder confrontar en los sucesivos encuentros en esta búsqueda permanente por mejorar la calidad de ayuda que podemos y debemos prestarnos entre personas. BIBLIOGRAFÍA yade. Fanchete, J.: Psicodrama y teatro moderno; Buenos Aires, La Plé- Fernández, C: Dilthey; Buenos Aires, Centro Editor de América Latina. Le Guern, M.: La metáfora y la metonimia; Madrid, Cátedra. Moreno, J. L.: Psicoterapia de grupo y psicodrama; México, F.C.E. Pagés, M.: Psicoterapia rogeriana y psicología social no directivas; Buenos Aires, Paidós. Rogers, C: El proceso de convertirse en persona; Buenos Aires, Paidós. Rogers, C; Kinget, M.: Psicoterapiay relacioneshumanas ¡Madrid, Alfaguara. Rud, C: La función de la metáfora en psicoterapia; Buenos Aires, Temas de psicología social, 1981. Saint Exupéry, A.: Carta a un rehén; Buenos Aires, Goncourt. ABORDAJE TERAPÉUTICO DEL ADOLESCENTE PSICOTICO DESDE EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA * Jorge O. Políak Argentino. Médico psiquiatra; psicoterapeuta. Ex jefe del Departamento Infante Juvenil del Servicio de Psicopatología del Policlínico R. Finochietto. Integrante del cuerpo docente del CEAM Doctora Telma Reca. Director psiquiátrico del ERNA (Centro Escolar de Recuperación de Niños Atípicos). Miembro del CEPOR. Domicilio profesional: Julián Alvarez 2780, P.B. "D" - Capital Federal-Tel. 71-1306 Me propongo con este trabajo hacer algunas reflexiones y mostrar algunas experiencias que nos ayuden a abrir el abanico de interrogantes que propicien caminos que nos lleven a nuevas y fecundas investigaciones en un tema erizado de dificultades, dadas las características de ese proceso complejo y confuso que se llama "psicosis" y que transcurre en esa etapa también conflictiva, que caracterizamos como adolescencia. Cuando hablamos de adolescencia, debemos considerar globalmente todos los elementos que interactúan para establecer las características distintivas de esta etapa vital, en la que sé conjugan los aspectos fisiológicos y hormonales, responsables del empuje del crecimiento puberal, con los factores sociales y psicológicos que van a determinar una particular inserción del adolescente en el mundo. Este largo período, tan difícil de definir, que comienza con los cambios físicos anotados y termina de una manera di* Síntesis del trabajo presentado al 2° Encuentro Latino del E.C.P. en San Miguel del Monte del 14 al 18 de octubre de 1985. CONGRUENCIA 58 fusa en la completa adultez, a partir de aspectos sociológicos y culturales, que tienen relación con su completa independencia (económica, afectiva, status social, etcétera) presenta, entonces, variables que no podemos dejar de considerar y que tienen que ver con la personalidad individual del adolescente, el interjuego de fuerzas e interrelaciones con la familia y la sociedad. También las tendencias, tan definidas en esta etapa, hacia la expansión, el crecimiento y la autorrealización, como fuerzas centrales del desarrollo, conjugándose en cada individuo, factores extrínsecos e intrínsecos, que darán el matiz propio, el bagaje particular y único con el que éste encontrará su sello distintivo, su peculiar modo de ser y de actuar en el mundo, en otras palabras: su identidad personal, como quería Erikson; es decir, "la percepción de la mismidad y continuidad de la propia existencia en el tiempo y1 en el espacio y la percepción de que los otros la reconocen". Esto puede darse cuando el crecimiento fisiológico y la maduración en todos los niveles, tal como sucede en la adolescencia, lo hacen posible. Es, pues, este sujeto el que vamos a tener que comprehender; es este sujeto el que llegará a nosotros con sus angustias y sus ansiedades, en la medida que a sus propios problemas habrán de sumarse aquellos derivados de esta etapa de su desarrollo fisiológico y social, aumentando la vulnerabilidad de la estructura de la personalidad del adolescente, tanto más si estaba previamente afectada. Vemos así al adolescente, por una parte, como un individuo que sin ser débil no tiene aún la fortaleza necesaria para enfrentar situaciones conflictivas o adversas que se le puedan presentar y, por otra, como dotado de grandes posibilidades de cambio y crecimiento a partir del fuerte impulso a la maduración que lo caracteriza.2 Pero, ¿qué es lo que queremos decir cuando hablamos de "psicosis"? En este terreno, es indiscutible que es mucho más lo que ignoramos que lo que sabemos. Dice John Shlien: "Lo que llamamos psicosis no es una enfermedad, sino un 1 Erikson: Identidad, juventud y crisis, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1971. 2 Reca, T.: Psicoterapia de las psicosis en la adolescencia, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1979. ABORDAJE TERAPÉUTICO 59 comportamiento aprendido que se ha exagerado hasta un punto tal que es imposible volver atrás". "Partimos del supuesto de que la psique se desarrolle y existe más allá del cerebro, de lo que se infiere que muchas perturbaciones mentales tienen un origen sociopsicológico. También es cierto que es un hecho innegable que siempre existe una base química en el comportamiento del organismo humano, lo que no descarta la influencia psicológica en el proceso de enfermedad o curación".3 En términos generales, pues, debemos considerar, si queremos aprehender la totalidad de la persona gravemente perturbada, los aspectos propios del sujeto: organicidad, carga genética, etcétera, que da el matiz de la percepción de la experiencia por el individuo; los aspectos externos: es decir, el mundo que el individuo encuentra y, finalmente, la relación que se establece entre éste y el mundo; por consiguiente, como señala Arietti, la comprensión de todo ser humano requiere: 1) el mundo que el individuo encuentra; 2) el modo como experimente ese mundo, en particular en lo que se refiere a las relaciones interpersonales; 3) cómo internaliza ese mundo y sus afectos; 4) cómo las experiencias posteriores actúan reforzando o distorsionando los efectos de esas experiencias tempranas.4 Visto de este modo, el terapeuta debe tener en cuenta la personalidad individual y la historia vital de esa persona, que nos permitirá empatizar con sus experiencias vividas; tener asimismo presente que se trata de un adolescente con su particular modalidad, como ya vimos y, finalmente, considerar la presencia del cuadro psicotico con sus características y peculiaridades en la conducta. 3 Shlien, John; Rogers, Carl; Stevens, B. y cois.: Persona apersona, Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1980. 4 Arietti, Silvano: An Interpretation of Schizophrenia, Nueva York, Basic Books, 1974. 60 CONGRUENCIA Lo más importante en la tarea terapéutica es, como dice Carl Rogers, "el encuentro existencial; el material psicótico constituye simplemente un lenguaje de comunicación más difícil".6 E. T. Gendlin considera específicamente tres aspectos como determinantes de la posibilidad de una adecuada interacción en la psicoterapia. 1) No imposición. El terapeuta formula sus expresiones personales como propias. 2) Atenderse a sí mismo por unos instantes. Para saber qué se siente y declararlo como propio. 3) Límpida sencillez. Cuando el cliente se está expresando a sí mismo, procurar decirle "con límpida sencillez" lo que a mi entender él siente y piensa, formulando su experiencia como suya. Asimismo, Gendlin se refiere a la Interacción subverbal; él considera que la naturaleza incomunicable de lo que experimente el individuo, el hecho de que su vivencia esté cerrada al conocimiento ajeno, exige que respondamos a la vivencia y no a algunos fragmentos del contenido verbal, intentando así restaurar el proceso de interacción entre personas.6 En la medida en que esto se logra, es posible el abordaje de "persona a persona"; me refiero a una relación entre dos seres humanos íntegros en que el terapeuta pueda mostrar su respeto por el otro y sus deseos de ayuda y confianza en las potencialidades del paciente. Es así como el terapeuta deberá ir desplegando, en la medida de sus posibilidades, toda la gama de recursos que le permitan iniciar una relación, que sea positiva y expresiva de las necesidades del paciente, y en ese sentido podemos referirnos a: Información Que sea sencilla, amplia, pedagógica y lo más clara posible sobre temas que el joven trae de manera abierta o encu6 Rogers, Carl: Persona a persona, op. cit. 6 Gendlin, E. T.: Persona a persona, op. cit. ABORDAJE TERAPÉUTICO 61 bierta (temas referidos generalmente al sexo, o a situaciones confusas sobre hechos relacionados con su propia vida, o dudas y temores). Interpretación directa Siguiendo el criterio de Rosen,7 que considera que los contenidos del inconsciente están presentes en las manifestaciones del paciente psicótico, es decir, que el terapeuta establecería con el paciente, como quiere Gendlin, una verdadera interacción subverbal, en la que responde no a lo que el paciente manifiesta sino a su significado profundo, esto es, a su necesidad. Realización simbólica Siguiendo la propuesta que plantea Mme, Sechehaye, en su famoso caso de Rene, desarrollado brillantemente en su libro Diario de una esquizofrénica, asume el terapeuta la figura protectora, que cuando es menester satisface simbólicamente la necesidad profunda del paciente, aliviando su ansiedad,8 Intervenciones predictivas Que nos permiten anticipar aspectos de la conducta futura del paciente y se relaciona con mecanismos previos que conocemos en el paciente y apuntan a desarmar actitudes y conductas rígidas que tienden a repetirse. Trataremos de ejemplificar esto mostrando algunos aspectos de la interacción terapéutica en entrevistas significativas de un paciente con estas características, teniendo claro que es sólo una copia en blanco y negro de una imagen viva y colorida, que lamentablemente el papel no podrá reproducir. 7 Rosen, J.: Direct Analysis, Nueva York, Ed. Gruñe and Stratton Inc., 1953. 8 Mme. Sechehaye: Diario de una esquizofrénica, México, Ed. Fondo de Cultura Económica, 1973. 62 CONGRUENCIA JOSÉ LUIS Se trata de un adolescente de 16 años de edad, que consultó por primera vez cuando tenía 11 años por problemas de conducta, 3 años después hace una crisis de excitación, agresividad y tendencia al aislamiento que fue diagnosticada como "brote esquizofrénico". Es hijo único de un matrimonio de condición humilde; el padre es obrero ferroviario y la madre, ama de casa. La conducta fue agravándose a partir del ingreso en la escuela secundaria, y debió abandonar sus estudios, dado que lloraba y expresaba diversos temores; concomitantemente, su conducta en la casa se fue haciendo cada vez más agresiva, llegando a destruir cosas y a agredir físicamente a sus padres. El desarrollo del niño no muestra datos de interés mayor, excepto un ligero retraso en su maduración motora. El control esfinteriano vesical fue logrado a los 2 años 4 meses, cuando la madre le frotó un pañal mojado con orina por el rostro, para que no lo hiciera más. Siempre durmió en la misma habitación de sus padres, porque expresaba temores, desde pequeño siempre fue reticente a las demostraciones de afecto (abrazos, besos, etcétera); la madre dice: "El no lo pedía, y entonces no se le dio". La familia es relativamente armónica, padre en general bueno y cariñoso, de poco carácter, pero con arranques nerviosos; la madre, una mujer fría y distante, relata las cosas como si fuera ajena a la situación aunque con el correr del tratamiento ha ido tomando conciencia de la situación, variando marcadamente su actitud, no así el padre, que no llega a comprender la magnitud del problema y se muestra desesperanzado y poco colaborador, lo que ha traído, asimismo, problemas en la pareja. Fue atendido por distintos colegas e incluso debió soportar una internación en el infanto-juvenil, que vivió con mucha angustia. Cuando comenzamos la terapia, estaba con un cuadro delirante, con temores paranoides y alucinaciones visuales de chicos que pertenecieron a la escuela primaria y venían por el aire para hacerle daño, lo que se relacionaba con experiencias traumáticas que vivió en ese período y desencadenó el problema; mostraba también tendencias suicidas por la imagen de- ABORDAJE TERAPÉUTICO 63 preciada de sí mismo, y tendencias homosexuales que le generaban culpa. En la sesión 13 Pregunta si Dios y el Diablo existen. El cree que sí, porque hay cosas malas; piensa que hay gente mala, vampiros, que desde el espacio exterior le mandan mensajes que pueden hacerle daño a su familia. T. —¿Te venían pensamientos desagradables? J.L. —Sí, antes, ahora no; pensaba malas palabras de los seres queridos y me ponía muy mal. T. —Y pensabas que era pecado. J.L. —Sí, y pensaba cosas de Dios y también de mi mamá, pensaba "que la sepelien" (nótese la presencia del neologismo). T. —Estabas enojado por cosas que te pasaron y tenías mucha rabia. J.L. —Era cuando estaba enfermo de sarampión y no me podía levantar de la cama, y me ponía muy mal. T. —Te sentías solo y sin cariño. (Acá se observan mecanismos paranoides relacionados con la culpa por sus sentimientos agresivos y la interacción subverbal que establece.) Sesión 17 Refiere que piensa "cosas imposibles", que es actor de películas fuertes relacionadas con drogas, "pero era una película degenerada —dice— porque era una organización que agarraba a las mujeres cuando se resistían, si no, se las quedaban ellos". T. —Era una fantasía; cuando se siente solo, fantasea con relacionarse con otras personas y con chicos y lograr compañía aunque esto pueda causarle temor. 64 CONGRUENCIA (En este caso la situación estaría en relación con necesidades normales propias de la adolescencia, por lo que no se creyó conveniente poner el acento sobre la problemática sexual en este momento, sino sobre su sentimiento de soledad y su necesidad de compañía.) Lo que sigue confirma esto. Cuenta otras fantasías; chicas en la casa de su tía, invitadas por él y amigos del tío, él es cantante y actúa en un conjunto musical del exterior, traba amistad con las chicas, conversan y se hacen amigos. Soñaba que estaba en un parque con una chica, como amigos, se sentaban en el pasto y él la quería besar, pero ella le decía que no. Más adelante, sí, se tomó este aspecto ya que José Luis tenía una imagen muy agresiva del sexo, que era siempre descrito como algo que sólo se consumaba con la violencia, y le impedía integrarlo con sus otras necesidades de contacto. Así en la sesión 19 Cuenta un sueño: estaba en una zona como Quilmes pero que no era Quilmes, había una mujer joven y un pibe que es un pariente de él; me decía: ¡cómo te gusta jorobarla! T. ---¿Qué quiso decir? J.L. —Tocarla, hacerle cosas, pero yo no hacía nada. Yo quería acercarme, hablarle, y ella entendió que yo quería tener un romance con ella, entonces yo no quise seguir y me di cuenta de que era un sueño. T. —Querías hablar y estar cerca de ella. J.L. —Sí, pero como ella lo tomó para otro lado, para el lado del sexo, pensé que no era correcto. T. —Sentís como que fueran dos cosas muy distintas. J.L. —Claro, pienso que cuando estén casados es otra cosa. Acá continúa una larga información donde se aclaran extensamente sus dudas y se puso el acento sobre la posibilidad de que los chicos pueden percibir la relación sexual como un ABORDAJE TERAPÉUTICO 65 ataque, pero que en realidad existe la posibilidad de otros vínculos entre las personas. Esto nos permitió también explicitar y tranquilizar respecto de experiencias homosexuales que tuvo en la escuela primaria permitiéndole así reafirmarse e ir aceptando sus necesidades y sus impulsos normales. Así en la siguiente sesión trae otro sueño. J.L. —Fui a un planeta donde sólo había mujeres, algo distintas a las de la Tierra, pero no dejaban de ser lindas; fue, y abrazó a una y le dio un beso y nada más. T. —Estabas vos solo, no había competencia. J.L. —Así, sería lindo. T. —Claro, pero no es necesario ser el único para que las chicas lo puedan querer. Sesión 37 Cuenta que se le están yendo los pensamientos feos; él no pensaba más porque se dio cuenta de que no había nada y que tenía que ser él quien pensara (se refiere a sus alucinaciones de chicos de la escuela que aparecen por el aire y él hace explotar). A continuación quiere saber por qué piensa esas cosas. Aquí hay un claro asomo de conciencia de la naturaleza de la alucinación, que yo refuerzo y explicito. Le señalo: "Vos pensás en eso porque son cosas que te afectaron mucho, las recordás como cosas muy desagradables y así en tu pensamiento las haces desaparecer, como hubieras querido hacer en la realidad, sacártelos de encima, hacerlos explotar". Quiero terminar con un pensamiento que define de alguna manera el sentido de nuestro esfuerzo y nuestras frustraciones en esta lucha difícil y muchas veces dolorosa. "Tras los velos del silencio, la alucinación, las frases extrañas, la hostilidad e indiferencia, hay siempre una persona a la que podemos llegar, si tenemos suficiente habilidad, pericia y suerte, y con quien podemos convivir —a menudo por breves instantes— en una relación directa de persona a persona" (Carl Rogers). PERSONAS Y ENFERMEDADES, PSÍCOPATQLQGIA Y PSICOTERAPIA: PERSPECTIVAS DESDE EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA Primera nota Luis M. de Nicoia Argentino. Licenciado en psicología; psicoterapeuta. Docente y supervisor del CEPOR (Formación de Psicoterapeutas). Docente en psicología evolutiva y de la personalidad en los niveles terciarios y universitarios. Dicta cursos y conferencias sobre el E.CJP, en universidades e instituciones diversas. Coordinador del CEPOR. Dirección profesional: Córdoba 1851, Bella Vista - Peía, de Buenos Aires - Tel. 666-4374 Sánchez de Bustamante 1724, 9° "B" Capital Federal - Tel. 826-5093 Había una vez... un gran hospital neuropsiquiátrico nacional, y también, desde aquél, una "apertura a la comunidad". Y sucedió entonces una función teatral con la protagonización de "pacientes" y "terapeutas" abierta al público de extramuros. Al momento en que !os espectadores de adentro y de afuera ocuparan un lugar para asistir a aquel drama, surgió el interrogante temido: ¿Dónde y cómo se ubicarán unos y otros? De ¡a boca del muy conocido director del hospital brotó la respuesta tras unos segundos de duda: "Que se sienten así... un paciente... una persona... un paciente... una persona... un paciente..." (de un testigo presencial) "Tené en cuenta que lo que produce más tristeza es la pérdida de uno mismo." ENRIQUE PICHÓN RIVIÉRE 1 1 Pichón Riviére, E.: citado por A. Moffat en Psicoterapia del oprimido. PERSONAS Y ENFERMEDADES 67 "...Las condiciones en que estas gentes se han desarrollado han sido tan desfavorables, que sus vidas a menudo parecen anormales, desviadas, muy poco humanas. Con todo, se puede confiar en la tendencia direccional que existe en ellos. La clave para entender su conducta es que ellos están luchando, con los únicos medios a su alcance, para moverse en la dirección del crecimiento, de llegar a ser. Para nosotros, los resultados pueden parecemos bizarros y estériles, pero son intentos desesperados de la vida por vivir. Esta es la potente tendencia que está en la base de la terapia centrada en el cliente y de todo lo que ha salidq.de ella." CARL R. ROGERS 2 Este trabajo fue planteado como una síntesis del que se presentó en oportunidad del3 II Encuentro Latino del Enfoque Centrado en la Persona. En la tarea de concretar dicha síntesis, fui advirtiendo un permanente juego de interacciones entre lo que ya había escrito —la figura—, y todo lo no dicho y no escrito —el fondo—, que, sin embargo opera como contexto significante de lo formulado. Fueron viniendo a mí, entonces, muchas más ideas, experiencias y reflexiones acerca de mi perspectiva de los llamados fenómenos "psícopatológicos", como también acerca de la labor que llamamos "psicoterapia" o "cura". Debiendo optar —por razones de espacioentre dar cabida a estos nueyos materiales, o mantener la estructura básica primaria, he decidido respetar esta última ahora, y dejar que artículos posteriores expresen los nuevos emergentes. Dejaré momentáneamente de lado la reflexión sobre "psicoterapia" y me ocuparé más de "salud", "enfermedad" y de lo que la "tradición" del E.C.P., expresada en especial por Carl Rogers, ha puesto de manifiesto al respecto. Hace tiempo le oí al poeta Armando Tejada Gómez una frase que sonaba más o menos así: "Me gusta jugar con el lenguaje, porque el lenguaje muchas veces juega conmigo". Ahora me pregunto si ciertas palabras, ciertas metáforas que com2 Rogers, Car!: El poder de la persona, Edit, El Manual Moderno, 1980, 3 De Nicola, Luis M.: Trabajo presentado en ei Segundo Encuentro Latino del E.C.P.; Monte, Argentina, 1985. 68 CONGRUENCIA partimos los "profesionales de la salud" (y no sólo nosotros), pueden estar jugando con nosotros, mientras creemos lo contrario, si podemos estar siendo sutilmente encerrados por ellas. Una comunidad humana, de personas en general o de científicos en particular, funda su cohesión —entre otros recursos— en las metáforas compartidas, que le ofrecen un cuadro de realidad consistente y constante durante cierto tiempo. Sabemos que las rupturas, desviaciones o transformaciones respecto de esas metáforas compartidas* los cambios paradigmáticos, suscitan angustia. Su puesta en cuestión es una amenaza a la imagen con que nos identificamos y somos identificados, a los valores que experimentamos como representativos de nuestra identidad en tanto individuos, grupos, instituciones, comunidades, un ataque a las creencias que parecen sostener nuestras formas de vivir y convivir y nuestro trato general con el mundo. Un concepto o un conjunto de ellos, sobre todo si es tenido por "científico" u "objetivo", puede justificar una práctica más allá de la adecuación de ésta a lo buscado o enfrentado. Una idea, una metáfora puede ser experimentada como un "hecho", como una "sustancia concreta" que "describe" y "explica" los fenómenos que nuestra percepción capta. Sabemos también que "la palabra no es la cosa" (Krishnamurti) y "El mapa no es el territorio" (Korzybisky). Mapas y palabras son mediaciones, instrumentos, que "nos ponen en contacto, en relación con"..Esto es, estructuran, "construyen" para nosotros una realidad, nuestra realidad. Todo sistema de aproximación a la realidad, todo intento de conocimiento se autorref iere con algunas nociones básicas, con algunas metáforas fundamentales —a menudo poco examinadas—, y sobre ellas construye. Como terapeutas, operamos desde y con esas referencias acerca de lo que los hombres somos y hacemos. Me estoy interrogando acerca de la magnitud de la brecha que puede existir entre lo que estas nociones básicas nos permiten percibir y lo que nos impiden captar. Pregunta, pues, acerca de las posibilidades y los límites de nuestra intervención. Tenemos, por ejemplo, la idea más general de "enfermedad mental", y luego sus derivados: "psicopatología" (estudio de las E.M.), "psicoterapia" (tratamiento o curación de las E.M.), "paciente", "terapeuta", etcétera. PERSONAS Y ENFERMEDADES 69 Nuestras reflexiones acerca de los fenómenos "psicopatológicos" continúan tomando en gran medida al concepto de "enfermedad mental" como eje o referencia básica. Junto con T. Szasz, me inclino a pensar que en la actualidad este concepto oculta más de lo que descubre, y que es resultante de una concepción de la ciencia. Una concepción modelada, según el paradigma mecanicista, con sus características de atomismo, determinismo causal lineal, una visión que ignora los procesos y acentúa las entidades como sustancias fijas, un ideal de "objetividad" impersonal y cosificante, además de su afirmación del dualismo cuerpo-mente y del sujeto frente al objeto. Dicho modelo influyó sobre la medicina, y ésta, a su vez, derivó en una "medicalización" de todos los asuntos humanos, con lo cual los "problemas de la vida" quedan reducidos a "enfermedades", y los conflictos éticos, morales, de valores (abuso del poder de la autoridad, cercenamiento de la libertad, negación y desconocimiento de las diferencias, violación de los derechos acordados, etcétera), son escamoteados y disfrazados con demasiada frecuencia, eludiendo la cuestión de la responsabilidad y la libertad o la verdad en los actos propiamente humanos. Para Szasz, "la expresión enfermedad mental es una metáfora que equivocadamente hemos llegado a considerar un hecho real. Decimos que una persona está físicamente enferma cuando el funcionamiento de su organismo viola ciertas normas anatómicas y fisiológicas; análogamente decimos que está mentalmente enferma cuando 4su conducta viola ciertas normas éticas, políticas y sociales". La llamada enfermedad mental es expresión mediata o inmediata, entonces, del problema de la significación personal de la vida, del cómo y para qué vivir, ya sea que el hombre viva y se plantee estos interrogantes como individuo, grupo, institución, comunidad o humanidad planetaria. Es el problema de convertirnos en personas, de devenir seres humanos y de convivir como tales. En consecuencia, concuerdo con Erwin Singer cuando afirma que "la falta o evitación del autoconocimiento es el 4 1976. Szasz, Thomas: Ideología y enfermedad mental; Amorrortu, 70 CONGRUENCiA meollo de la psicopatología".6 El autoconocimiento es la base para la autorrealización, y el contacto del hombre con sus actitudes, fundadas en valores, es un requisito para el logro de aquél. Todo impedimento en este proceso es central para nuestra comprensión de lo "psicopatológico". No otra es la visión de Carl Rogers cuando plantea en sus escritos la alienación y disociación personal en términos de discrepancia o incongruencia entre la "experiencia organísmica", vivencia del organismo como totalidad psicofísica, y el Sí mismo consciente, en relación con las condiciones actuales y pasadas del ambiente psicosocial. Aceptemos, pues, el hecho de que lo que se defina como psicopatológico, como enfermedad, al estar referido a algo más que un funcionamiento físico-biológico, específicamente a un funcionamiento propiamente humano, dependerá de la concepción de la naturaleza del hombre que subjetivamente instrumentemos Como personas y científicos, y que objetivamente vivamos en tanto sociedades y culturas. Todo comportamiento que se desvíe significativamente de dicha esencia será considerado "patológico", así como aquel que quepa dentro de ella será visto como <ssano o normal". Nuestra tarea no es entonces conocer y manipular un "qué", sino comunicar con, y comprender a, un "quién", un sujeto y no un objeto, una persona no una cosa, alguien que pugna por ser, a menudo disfrazado en la búsqueda del tener, hasta del tener una "enfermedad". La ciencia positivista y mecanicista que ha impregnado todas las prácticas ha identificado conocimiento con control, saber con restricción de libertad en el fenómeno a conocer. Por el contrario, si queremos conocer al nombre como tal (en una concepción humanista, claro), nuestro objetivo ha de ser la expansión de su libertad y conciencia, pues en el ejercicio de éstas es donde —junto con otras cualidades— se nos mostrará justamente así, como agente o co-agente responsable y creador, aun dentro de sus limitaciones y determinaciones de todo orden. Y no estamos tratando aquí de un "subjetivismo", sino reconociendo el hecho admitido por la avanzada de 8 Singer, Erwin: Conceptos fundamentales de la psicoterapia, México, FCE, 1969. PERSONAS Y ENFERMEDADES I la comunidad científica moderna (y no sólo por ésta) k "el campo real del conocimiento no es el objeto puti; objeto visto, percibido y coproducido por nosotros. El objete de conocimiento no es el mundo sino la comunidad nosotrosmundo, porque nuestro mundo forma parte de nuestra visión del mundo, la cual forma parte de nuestro mundo", como bien lo expresa Edgar Morin.6 Si se reconoce que el observador forma parte del campo de observación-participación junto con su observado, que conoce al otro mientras se conoce a sí mismo y viceversa. Estamos situados entonces en la zona del encuentro en el que el hecho fundamental es el hombre con el hombre, allí, decía Ernesto Sábato: "Tanto el individuo aislado como la comunidad son abstracciones, ya que la realidad concreta es un diálogo, puesto que la existencia es un entrar en contacto del ser humano con las cosas y sus iguales", donde el reino del hombre es "esa tierra intermedia en que suele acontecer el amor, la amistad, la comprensión, la piedad".7 Es propio de la ciencia el clasificar; sin embargo, el acto de clasificación de la conducta humana (hecho por seres humanos) debe ser considerado atentamente; no es un acto neutro. La definición que hacemos del otro no queda en nuestra mente, se trasunta en nuestros actos y actitudes, y se vuelve una prescripción para el otro sobre cómo ha de conducirse ante nosotros. Nuestros valores y marcos referenciales se materializan en formas concretas de vínculos. Necesitamos un conocimiento humano de lo humano, por humanos, una teoría de la conducta como conducta personal, como conducta significativa, un conocimiento de las personas (incluidos nosotros) como personas, un conocimiento de la persona y su percepción del mundo y de sí misma, y un conocimiento de esa zona de la reciprocidad y el encuentro. No me parece que nuestros más conocidos textos de psicopatología muestren y describan esta realidad-; a mi modo de ver, tras los cuadros, tras la nosografía que nos describe supuestas entidades mórbidas, "alguien" queda fuera de cuadro, 6 Morin, Edgard: Ciencia con conciencia; Barcelona, Antrophos. 7 Sabato, Ernesto: Hombres y engranajes; Buenos Aires, EMC. 72 CONGRUENCIA la persona, los vínculos, las reciprocidades, los campos de transacción experiencial en los cuales nosotros mismos estamos interviniendo. Tras la "enfermedad" se nos ha perdido el "enfermo", se nos pierde el Tú, el Yo y el Otro. El proceso llamado enfermedad queda localizado y sustancializado en un individuo y, paradójicamente, éste se ha volatilizado, ya no es un quién, ahora es un "qué". Es cierto que las personas pueden experimentarse a sí mismas como cosas y no como personas, pero eso es "nuestro problema", y además aprenden a convertirse en no personas, aprenden el rol para jugar el juego social, hacen su parte en la escena, pero para eso necesitan "ayuda". Y creo que esto es lo que queda encubierto en nuestros manuales y en los cuadros: que lo que llamamos psicopatológico (en otras épocas se lo llamó de otra forma) es el resultado de una empresa de deshumanización y de despersonalización, de robotización y mecanización que estamos llevando adelante en la raza humana. Diría que básicamente lo que estamos investigando con el concepto de enfermedad es la destrucción del hombre en nuestras sociedades de masas. Nos enfrentamos a los efectos de la destrucción del diálogo fundante de las existencias personales y a su sustitución por la manipulación. Creo que si podemos llamar a las cosas por su nombre, tras la terminología tomada o inspirada en la auténtica medicina, podremos hallar las inhumanas condiciones de vida en que los hombres del siglo XX estamos transcurriendo la existencia, o más bien debería decir, en que estamos "sobreviviendo". Tras las etiquetas podemos hallar todos los conflictos que implica el ejercicio de la condición humana con sus peculiares potencialidades y sus correspondientes limitaciones. Creo que eso es lo que muestra hoy en día la gran mayoría de la población que acude a nuestras clínicas, hospitales y consultorios, trayendo a menudo un malestar difuso, una imposibilidad de disfrutar la vida, un no tener ganas, una sensación de carencia de futuro y, por tanto, la falta del deseo de vivir. La vida sentida como "un problema" que se tiene, más o menos encubierto todo por quejas diversas. La vida desvitalizada y mecanizada, convertida en una abstracción y en una rutina, la vida como un "sinsentido". Creo que las personas podemos ser curadas de un proceso infeccioso, por ejemplo, pero no creo que podamos ser curadas de no vivir como personas. Podemos reaprender, o a- PERSONAS Y ENFERMEDADES 73 prender, de alguna manera, a vivir como personas; estamos, pues, en el campo del conocimiento, del conocimiento de nosotros mismos y del mundo que convivimos. Creo que podemos dejarle la noción de enfermedad a la medicina donde es verdaderamente útil y considerar otras alternativas para plantear la cuestión. Así miradas las cosas podemos describir las llamadas enfermedades mentales de una manera que mantenga intactas las características específicas del hombre, describirlas, por ejemplo, como lenguajes, juegos y conflictos de juegos, u otras formas que salvaguarden su carácter de "actos personales", provenientes de personas con las que nos relacionamos, también nosotros como personas. Por cierto, espero que se entienda que no estoy ignorando los procesos que han sido llamados "enfermedades psicosomáticas", a menudo puestos como ejemplo de que la causación y etiología de los trastornos son integrales, complejas, etcétera, y de ninguna manera reducibles a un rudo biologismo. Creo que inclusive en este caso de supuesto avance o progreso puede ser escamoteada la problemática de la deshumanización, la cual requiere un enfrentamiento del hombre consigo mismo, de los hombres entre sí, un encuentro auténtico. Necesitamos comprender la conducta humana, personal, en términos de procesos simbólicos, como procesos significativos que incolucran signos, símbolos, reglas, normas, valores. Comprender la conducta en términos de poder creador que nos permitan conocer y conocernos como personas en construcción, en proceso de convertirnos en seres humanos. Y aquí creo que es donde entra el enfoque centrado en la persona, como una de las alternativas posibles, dentro de la tradición humanista, con su permanente valorización del proceso del vivir. Para mí el E.C.P. llevado hasta el límite propone un cambio de metáfora, y enmarca la cuestión desde otra perspectiva al tomar justamente a la persona como centro. El E.C.P. no presenta una nosografía, una descripción de cuadros sintomáticos, de mecanismos, una psicogénesis de las conductas sintomáticas particulares. No ha producido un saber acerca de "la patología", pero sí un saber acerca de la persona alienada en su condición de tal, de la persona pugnando por ser. La referencia central es, pues, la persona y su crecimiento, y la perturbación es uno de los avatares posibles 74 CONGRUENCIA dei existir, expresión directa de los conflictos en la tarea de crecer. El E.C.P. iinplementa una concepción de la naturaleza humana, y a partir de allí desarrolla una perspectiva de la salud, y de la pérdida y recuperación de esta última. Estas perspectivas, y una consideración crítica de ellas serán desarrolladas en las próximas notas. PSICOLOGÍA Y LETRAS HOMENAJE A JORGE LUIS BORGES El se fue y lo dijo: —"al tercer día moriré"— creímos en ti, ya lo has cumplido. Ahora vuelve Jorge Luis, responde. Por la hora, ya tienes que haber salido de tus viejos laberintos, y haber roto, poco a poco, los espejos de tus sueños. Jorge Luis que vuelvas, no es tiempo de paseos por Islandia ni de andar sobre muros en la Persia, arrastrar tus milongas por Palermo, o jugar con un globo en California hablando japonés. Jorge Luis responde, que vuelvas digo. 78 CONGRUENCIA Miss Moon, ¿lo buscas? ya se fue como dyo pero no ha vuelto, que lo llamo y no llega su respuesta, comprendo Miss Moon, comprendo, ...estará alunado. MANUEL F. AETILES 14 de junio de 1986 OFICIO "En el principio fue la luz" y a pesar nuestro, o • casi inadvertida, tiñó los gestos, los anhelos convergentes, se metió por viejas grutas de miedos solitarios. Inundó al cuerpo que habita en las palabras. Trepó hasta las más austeras reliquias de familia, y desnudó a la abuela. Sintió la fortaleza de costras desparejas, que pican y se rascan. Se sumó al sueño, (soprano enardecida) lo agarró por la garganta, y cantó su aria. Reconoció las pinturitas, la verde, la azul,- la blanca, esa que nunca supimos para qué cuernos estaba, la que siempre tiene punta, la que no se acaba. Nos hizo un inventario de tiempos, de caminos, de campos de esperanza aguamarina. Nos recorrió las ganas, el grito, la mirada, y esa humedad pequeña que cubre las entrañas. Y se asomó a la muerte, la trajo de rodillas, y le pidió que se quedara. Recién entonces, después, muy lentamente, autorizó a las sombras. 80 CONGRUENCIA Fuimos cosechando siembra en siluetas encarnadas. Reconocimos al miedo por la mueca que dejaba; la abuela: por las arrugas; ese pico: la esperanza; Y este pozo borravino: los recuerdos de la infancia. Y fuimos sembrando cosecha, formas de encuentro, aladas. Tejimos de escalofríos aquella inmensa bufanda, de un ocio gris, neblinoso, de medialuna en la cama, de bronca del mediodía, de dolor de madrugada. "Y en el final fue la luz" nítida como una lágrima creamos la despedida, que dibujó en el espacio: un abrazo, un brindis y un gracias. CLAUDIO A. RUD CARTA A LOS DIRECTORES De LOS ASILOS DE LOCOS Señores: Las leyes, las costumbres, les conceden el derecho de medir el espíritu. Esta jurisdicción soberana y terrible, ustedes la ejercen con su entendimiento. No nos hagan reír. La credulidad de los pueblos civilizados, de los especialistas, de los gobernantes, reviste a la psiquiatría de inexplicables luces sobrenaturales. La profesión que ustedes ejercen está juzgada de antemano. No pensamos aquí discutir el valor de esa ciencia, ni la dudosa realidad de las enfermedades mentales. Pero por cada cien pretendidas patogenias, donde se desencadena la confusión de la materia y del espíritu, por cada cien clasificaciones donde las más vagas son también las únicas utilizables, ¿cuántas nobles tentativas se han hecho para acercarse al mundo cerebral en el que viven todos aquellos que ustedes han encerrado? ¿Cuántos de ustedes, por ejemplo, consideran que el sueño del demente precoz o las imágenes que lo acosan, son algo más que una ensalada de palabras? No nos sorprende ver hasta qué punto ustedes están por debajo de una tarea para la que sólo hay muy pocos predestinados. Pero nos rebelamos contra el derecho concedido a ciertos hombres —incapacitados o no— de dar por terminadas sus investigaciones en el campo del espíritu con un veredicto de encarcelamiento perpetuo... Esperamos que mañana por la mañana, a la hora de la visita médica, recuerden esto, cuando traten de conversar sin léxico con esos hombres sobre los cuales—reconózcanlo— sólo tienen la superioridad que da la fuerza. ANTONIN ARTAUD LA MUJER LOCA Ricardo G, Valdettaro 30 de noviembre de 1976 Argentino. Médico psiquiatra; psicoterapeuta. Jefe de la Sala Ayerza (terapia a corto plazo) del Hospital Neuropsiquiatrico Esteves del partido de Lomas de Zamora. Miembro de la Comisión Organizadora del Primer Encuentro Argentino del Enfoque Centrado en la Persona, agosto de 1986. Domibilio profesional:L. N. Alem 1280, Banfleld, Peía, de Bs. Aires-Tel. 248-5943 Esa mujer, errante ser del manicomio, esa mujer, interlocutora de sus voces, esa mujer, humano vegetal sembrado, cultivado y regado paciente, cuidadosamente, con la fértil alienación de nuestra sociedad... Esa mujer, que no está sujeta a leyes impositivas, trámites burocráticos ni horarios bancarios, que no es invitada de honor de ningún banquete, ni colabora con sociedades benéficas... Esa mujer, que desprecia nuestras normas tan perfectas, esa mujer estará enjaulada en este predio (que nos resguarda a los "sanos" de la locura), hasta que ese color gris terroso que, lentamente, va tomando, no obstante los colores vivos de sus trapos con los que quiere despistarnos, concluya con' la total fusión que le proporciona la muerte. Solo en ese momento podrán quedar tranquilas nuestras conciencias, con la sensación del "deber cumplido", ese ser anormal, que no consintió en aceptar nuestras inviolables reglas de juego, habrá desaparecido. Pero... esa muchacha..., esa muchacha niña, que casi no es mujer aún, y ya hemos decidido vestirla con nuestro camisón institucional... Esa muchacha... INFORMACIÓN E.C.P. INFORMACIÓN E.C.P. 86 Tercer Foro Internacional del E.C.P. El Center for Studies of the Person de la Jolla, California, nos envió información sobre el "Third International Forum on the Person Centered Approach", a realizarse en esa localidad (La Jolla) desde el 7 al 14 de agosto del año 1987. El tema de dicho foro será "El mundo del E.C.P.: diversidades, similitudes e integraciones" o quizás, en mejor traducción, "El E.C.P. entel mundo, diferencias y similitudes" ("The World ofPCA: Diversity, Commonality, Integration"). Tenemos la información pormenorizada en nuestro poder; rogamos a aquellos que deseen más detalles que nos escriban. Cuarto encuentro Latino del E.C.P. Será realizado en el Uruguay en 1988. Iremos informando al respecto a través de la revista y por los medios de difusión. Rogamos a los interesados que se comuniquien con nosotros. Segundo encuentro Argentino del E.C.P. Será realizado en la provincia de Mendoza en el mes de octubre de 1987; informaremos al respecto. A los interesados en participar, les sugerimos contactarse con nosotros a partir del mes de marzo de 1987. Primer encuentro Argentino del Enfoque Centrado en la Persona En la segunda quincena del mes de agosto de este año realizamos este I Encuentro en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Este evento fue coordinado por el CEPOR y el Centro de Psicología Humanística de Rosario. Nuestro objetivo era reunir por primera vez a aquellos profesionales que trabajan desde el enfoque en nuestro país. Estamos satisfe- 86 CONGRUENCIA chos; la sensación final que tuvimos es de que nos habíamos quedado cortos con los días de su duración dada la gran necesidad de intercambiar conocimientos y vivencias. De todas maneras, sirvió para contactarnos con aquellos a quienes no conocíamos personalmente y evaluar el grado de conocimientos y compromiso con el enfoque. Allí se decidió organizar el II Encuentro para el año que viene, en la provincia de Mendoza, donde existe un buen grupo de^sicólogos que trabajan en el Enfoque Centrado en la Persona. Calculamos que para octubre de 1987 nos encontraremos en esa hermosa provincia. Daremos más información a través de los próximos números de Congruencia y por otros medios de divulgación. Con respecto a este I Encuentro creemos que nadie mejor que dos participantes de él sean los que comenten lo que ocurrió, desde sus particulares vivencias, y sobre todo porque enviaron estas cartas que a continuación podrán leer. Comité de Redacción Conclusiones acerca del I Encuentro Argentino del Enfoque Centrado en la Persona San Luis, 8 de septiembre de 1986 Desde mi punto de vista este encuentro fue muy positivo, no tanto en lo que hace a recabar conocimientos teóricos, sino en poder apreciar de alguna manera cómo se llevan a la práctica conceptos fundamentales del Enfoque Centrado en la Persona, los que se pusieron de manifiesto en los pequeños grupos de trabajo en que se nos dividió y donde se tocaron temas tales como psicoterapia infantil, psicología y religión, psicoterapia de la pareja, teoría y práctica, entre otros. Personalmente este encuentro me ayudó a tomar una posición dentro de la psicología. Sin desconocer la importancia de otras líneas, reconozco que en el E.C.P. se requieren características de personalidad determinadas que espero ad- INFORMACIÓN E.C.P. 87 quirir y perfeccionar para poder tener un buen desempeño como psicóloga desde este enfoque. Pues para llegar a hacer "terapia", a ayudar a "otro" en un sentido asistencia!, se necesita más que una total profesionalización, se requiere una disposición para ponerse en- el lugar "del otro", tener la "empatia" (tan fundamental en este enfoque); sólo entonces se puede dar auxilio y ayuda a otro individuo (posibilitar su crecimiento y el desarrollo máximo de sus potencialidades). Considero muy oportuna la salida de CEPOR a las provincias, ya que hay profesionales trabajando en forma independiente, que no están nucleados en una asociación común. Creo que se debería enviar invitaciones a las entidades psicológicas provinciales en ocasión de encuentros, conferencias. etc., referentes al E.C.P., e informar más ampliamente acerca del quehacer actual, pues en San Luis, como en otras provincias, se desconoce la existencia del CEPOR y se trabaja de modo aislado. Esperando cualquier información que crean conveniente enviar, los saluda atentamente, Lie. Elina Nora Muñoz de Visco Carta a los participantes del Encuentro de Rosario 20 de octubre de 1986 Queridos amigos: Transcurrieron dos meses desde que nos-encontramos en Rosario. Y desde allá regresé con ei deseo de valerme del nacimiento de Congruencia para escribirles. Lo Oamativo es que tenía (y vuelvo a sentirlas ahora) ganas de escribirles, pero sin tener en claro qué quiero decirles. ¡Y me alegro, porque descubro que lo que me interesa y me mueve es simplemente comunicarme con ustedes, prolongar el Encuentro...! 88 CONGRUENCIA Intenté un par de veces redactar esta carta y no logré pasar en limpio lo borroneado. Acepten ahora que me exprese así, como surjan las cosas, a borbotones. Pienso que en Rosario, por lo que manifestamos en la última reunión, al despedirnos, pusimos en evidencia una dualidad intrínseca y de la que es bueno darnos cuenta. Creo que algunos esperaban una ocasión para el aprendizaje teórico, con el deseo de acrecentar los "conocimientos" sobre teorías y técnicas relacionadas con nuestra tarea de psicólogos... Otros fueron poniendo el acento de sus expectativas en el hecho de "encontrarnos", relacionarnos, vivir... En la hipótesis de que esto haya sido realmente cierto, ampliando un poco lo que les dije al despedirnos, les confío lo que yo viví. Yo no fui a Rosario para escuchar de alguno de ustedes lecciones teóricas. No porque no crea que muchos o todos podían haberlo hecho, ni porque afirme que careciera de interés y utilidad. Yo no fui a un "curso", ni a una serie de "conferencias"... Yo fui a un Encuentro. Fui para encontrar-los a ustedes y para encontrar-me con ustedes. Hace años ( ¡ya unos cuantos!), cuando era joven, buscaba cursos, reuniones, seminarios, congresos... de los que pudiera regresar contando "las muchas cosas aprendidas", "las muchas conclusiones sacadas"... Hoy, sin dejar de reconocer la utilidad y la necesidad de aquello, como psicólogo, busco con más interés otra cosa. Hoy me interesa el Encuentro por el hecho de encontrar-alotro y encontrar-me con el otro. Y eso es lo que me sucedió con ustedes: viví, cambié, crecí... aprendí viviendo a encontrar-me-con-los-otros. Por eso regresé contento, satisfecho. Ahora puede interesarme "nombrar" la experiencia vivida con ustedes, comprenderla y ubicarla en las perspectivas de lo que significa para el crecimiento de la persona... Es decir, que regresé de Rosario sin respuestas teóricas y con interrogantes que surgen de lo aprendido-vivido. ¿No piensan ustedes que todos estamos más o menos "enfermos-de-relaciones"? ¿No constatan ustedes que todos los que les confían sus malestares y pesares están "enfermosde-relaciones"? Me gustaría decir, y lo digo, "enfermos-deno-amor", de des-encuentro-consigo-y-con-el-otro... INFORMACIÓN E.C.P. 89 A mí no me caben dudas; las personas que me confían sus problemas, los más variados y distintos, me hacen escuchar una queja de fondo que me dice: "Yo me siento solo, no me siento amado como espero, no me encuentro a mí mismo plenamente, no me relaciono bien con los otros..." Nuestros "pacientes" sontodos"como-niños-perdidos", que necesitan encontrar la proximidad de alguien para encontrar-se a sí mismos con su propia identidad. (No voy a entrar a debatir cuestiones teóricas, pero temo que hagamos un mal manejo de esa vivencia humana que se esconde debajo de lo que llamamos "transferencia". Evitamos el encuentro con el otro, fóbicos ante la proximidad, alegando que no es a nosotros a quienes busca o a quienes se dirige...) Todos los que se abren a mí buscan la relación, el encuentro, la proximidad, la comprensión, el amor... que no vivieron con el padre, la madre, la pareja... el otro. Y me desafían pidiéndome que les tienda una mano (¡no que los "agarre"!) mientras ellos continúan su fatigosa búsqueda. Necesitan encontrar-me para encontrar-se... y seguir luego su camino de encuentros sucesivos. Y yo, ante este desafío, necesito un aprendizaje vivido en encuentros liberadores, para no huir por temor de naufragar y para no hundirme cuando tiendo mi mano al náufrago. Creo que mi tarea, el objetivo de mi profesión —como quieran llamarlo— se centra en esto: acompañar al otro para que se encuentre a sí mismo, encontrándose con el otro, entre los cuales el primero (en la sesión terapéutica) soy yo. Por eso en Rosario les agradecí, no por gastar un cumplido social, sino porque de veras lo sentí así. Ustedes me acompañaron dándome la posibilidad de aproximar-me a ustedes, me ayudaron a hacerme próximo, una persona cerca de otras personas... Y por esa misma razón les decía en Rosario que de todas las personas que pasaron por mi consultorio ninguna se benefició tanto, ninguna cambió tanto, como yo. Porque yo recibí de todos los que se acercaron a mí, abriéndose a mí con confianza, la oportunidad y el desafío de vivir en proximidad con el otro, sin lo cual me perdería en la bruma de la irracionalidad, en las sombras del anonimato... ¡en la inhumanidad! Como psicólogos somos profesionales-del-encuentro, artesanos-promotores (o facilitadores) de-proximidad... Y 90 CONGRUENCIA a Rosario fui para eso, para dar un paso más en ese largo y nunca acabado peregrinar hacia la proximidad, el encuentro.,. Concluyo. Y agrego, más sueltas e inconexas que las frases anteriores, algunas cosas más. No afirmo que en Rosario me encontré con todos ustedes. Era imposible transitar tanto camino en tan pocas horas. Pero agradezco el que todos hayan estado allá, disponibles para posibilitar un encuentro. Con algunos nos encontramos más de cerca. No desdeño la necesidad de conocimientos para hacernos responsablemente cargo de nuestra función en la sociedad. Pero acentúo que (sin entrar a discutir prioridades) se nos exige una madura capacidad de encuentro para acercarnos a los objetivos de nuestra tarea. Y esto incluye, para mí sin ninguna duda, una madura capacidad de amar. Porque la ciencia que aborda al hombre sin amarlo lo prostituye, reduciéndolo a calidad de objeto... Y se nos exige encontrarnos como personas. Un abrazo para todos, Lie. Rene Trossero Directorio internacional de algunas instituciones E.C.P. CENTER FOR STUDIES OF THE PERSON - CARL ROGERS MEDIA AND RESOURCE CENTER. (Cari Rogers y staff) 1125 Torrey Pines Road, La Jolla, California 92037 (619) U.SA. FOCUSING INSTITUTE. (E. T. Gendlín) 5637 South Kenwood, Chicago, USA. EXPRESSIVE THERAPY INSTITUTE - HAWTHORNE UNiVERSITY. (Natalie Rogers) 607 Mountain View Avenue, Petaluma, C,A. 94952, U.SA. CHICAGO COUNSELING AND PSYCHOTHERAPY CBNTSR. (Ja- mes Iberg) 5711S. Woodlawn, Chicago, UJS.A. ASSOCIATION FOR THE DEVELOPMENT OF THE PERSON CENTERED APPROACH. (Nat Raskin) University of Chicago, 1414 E. 59th. Street, Chicago D. 60637, UJS.A. PERSON - CENTERED REVIEW. COUNSELING CENTER. (Director: David J. Caín) California, California Polytechnic State University, San Luis Obispo, California 93407 U.SA. THE CENTER FOR STUDIES INHUMAN RELATIONS. (Godfrey T. Barret - Lennard) Norwich House, 40 Kings Park-Road-Werth Perth -VI.A., Australia 6005. CENTRO DE PSICOLOGÍA E ESTUDOS DA PESSOA. (LUÍZ Henrique de Sá) Rúa do Imperador, 288 s/712, 713, Petrópolis, Brasil. CENTRO DE PSICOLOGÍA DA PESSOA. (Teresa C. Carreteiro y.equipo) Fonte da Saudade 87 C.E.P. 22.471, Río de Janeiro, R.J. Brasil. CENTRO DE DESENVOLVIMENTO DA PESSOA. (Rachel Rosenberg) Rúa Curitiba 279 C.E.P. 04005, Sao Paulo, Brasil. CENTRO DE PSICOLLGIA DA PESSOA E DO GRUPO. (Virginia Moreira Leitao). Av. Santos Dumont 827, Fortaleza (Ceará) Brasil CENTRO DE ESTUDIOS EN PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN - KHE- PANI. S.C. (Salvador Moreno López) Independencia 4-10, C J . 60.000, Uruapán, Mich. México. PERSON - CENTERED APPROACH INSTITUTE. (Ch. Devoruhire Alberto Zucconi) Vico Morcóte C Jí. 6991, Lugano, Suiza. 92 CONGRUENCIA FACILITATOR DEVELOPMENTINSTITUTE. (Alberto Zucconi) Via Ancona 21,00198 Roma, Italia. CENTER FOR SUPPORTIVE COMUNITY AND THE CENTER FOR CLIENT-CENTERED THERAPY. 186 Hampshire Street, Cambridge, Inglaterra, M.A. 02139 (617). PSYKOLOGISK INSTITUTT. Universitetet I, Oslo (Leif J. Braaten) Postboks 094, Blindern, Oslo 3, Noruega. THE ASSOCIATION FOR JAPANESE MOVEMENT OF HUMAN CENTERED APPROACH. (Naoko Hatase) 140-52 NakatoriiNishinoyama, Yamashina-Kyoto 607, Japón. COUNSELING CENTER -JAPAN WOMEN'S UNIVERSITY. (Masato Komagome) 2-8-1- Mejirodai Bunkyoku, Tokio 112, Japón. COUNSELING CENTRUM. (Germán Lietaer) Blijde Inkomststraat 13, Lovaina, Bélgica. INSTITUT DE PSYCHOMATIQUE. (Pierre Catelin) Av. I. Wiener 123 á 1170, Bruselas, Bélgica. INSTITUTPOUR L'APPROCHE CENTRÉE SUR LA PERSONNE. (A. Alifat) 12 route de St. Germain 78620 Etang La Ville, Francia. INSTITUT INTERNATIONAL POUR L'APPROCHE CENTRÉE SUR LA PERSONNE. (Beatrice Bellisa) 22 rué Royale, Paris 75008, Francia. INSTITUTO Institución Psicoterapéutica DIRECTORES Or. Felipe Díaz Usanti¡varas Ora. Mirta I. Méndez Puig COORDINADORES Lie. Enrique Goldengruss Dr. Osear Magliano 10 AÑOS EN SALUD MENTAL • Residencia Terapéutica Intermedia - Clínica de Internación Comunidad del Tiempo (Hospital de Día) - Club de Fin de Semana Centro Institucional. • Etica - Respeto por el otro Experiencia - Equipo. • Asistencia - Investigación - Docencia - Prevención - Asesoramiento. Soler5951/61 (1425) Capital 771-8114/08 ERNA CENTRO ESCOLAR DE RECUPERACIÓN PARA NIÑOS ATIPICOS Directores: Lie. F. Adriano Ruffo Prof. Miguel Sassano Director Psiquiátrico: Dr. Jorge Poliak Atención Educativa Terapéutica de niños, adolescentes y jóvenes psicóticos Sección niños Sección Adolescentes Sección Residencia con Internación THAMES 1678/80(1414) CAPITAL-Tel. 72-5774 CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES DE PSICOLOGÍA HUMANÍSTICA Dirección: Feo. Moyano 1525, 1°-7 - Tel. (061) 234062 (Mza.) Coordinador: Marco A. Carbonetti Actividades: • Cursos de post - grado en psicoterapia Centrada en la Persona. (Duración 2 años). • Grupos de formación profesional (Psicólogos, Psicopedagogos, etc.) en el diálogo facilitador. • Talleres de comunicación para docentes. • Investigaciones en el área de las actividades de la comunicación terapéutica. • Grupos de Encuentro para el desarrollo de la personalidad. • Psicoterapia individual y grupal. Lie. ÓSCAR A. ELVIRA Psicólogo Psicoterapias en: adolescentes y adultos. Especialista en: Enfermedades psicosomáricas y discapacitados (paraplegias y hemipíegias} Lie. Luis María De Nicola Psicólogo Sánchez de Bustamante 1724, 9° B 26 - Capital 826-5093 Córdoba 1851 - Bella Vista Pueyrred6n538,8 <> B 87-8286 666-4374 Estudio Jurídico Lie. RODOLFO N. LAZZARINI Psicólogo Murguiondo 3821, 2°C • Capital Tel. 602-5668-601-0078 DresOBEIDFERNANDEZ COTONAT Cuestiones de familia - Divorcios Nulidades - Adopciones Alimentos - Conflictos de pareja Asesoramiento psicológico Problemas laborales - Despidos Accidentes de Trabajo Juicios por responsabilidad civil RIOBAMBA 40,6"piso "A" Capital-953-5259 Lie. EVA RAMÍREZ PSICOPEDAGQGA Trastornos ate Aprendizaje Trastornos de Conducta interferencias Emocionales Abordaje Psico- corporal desde el Enfoque Centrado an la Persona RANGUEN! 2872 LANUS Tel. 241-4242 DR. ALBERTO LUIS MORRA PSIQUIATRA Grupos de Estudios Fundamentados en el Enfoque Centrado en la Persona Entrevistas 51-7663 CABALLITO PROPIEDADES Compra - Venta - Tasaciones Cursos ds Capacitación José Mar/a Moreno 591 - Capital 922-7406-923-5456 Tratamientos Familiares 2 de Abril 649 Gral. Rodríguez Centro de Psicopedagogi'a y Psicología Interdisciplinario Coordinación General: Prof. María Angélica Várela de Accatoli. Av. Maipú 685, 4» B - V I C E N T E LÓPEZ - Tel. 795-4217 Cursos de Formación de Psicomotricistas Reuniones Científicas ASOCIACIÓN ARGENTINA DE PSICOMOTRtCIDAO Seminarios Av. Rivadavia 3819 (1204) C.F. 981-1562 Este libro se terminó de imprimir en Talleres Gráficos La Rosa La Rosa 1080, Adrogué, en el mes de Diciembre de 1986 CEPOR Círculo de estudios psicoterapeuticos de orientación rogeriana Abre la inscripción para el próximo período de formación 1987 en el E.C.P. • Para psicólogos y médicos • Aprendizaje teórico-práctico centrado en el grupo • Coordinador: Manuel F. Artiles y cuerpo docente de CEPOR • Solicitar entrevista de admisión • Secretaría: lunes a viernes de 17 a 21 • Scalabrini Ortíz 2368 - 3 = A - 1425 Buenos Aires • Tel.: 72-6789 "El cambio personal se ve facilitado cuando el psicoterapeuta se muestra tal cual es, cuando en su relación con el cliente es auténtico y no se escuda tras máscaras o fachadas, sino que abiertamente manifiesta los sentimientos y las actitudes que en ese momento surgen en él. Hemos acuñado el término 'congruencia' para describir esta condición." (C.R. Rogers, El proceso de convertirse en persona)