La Electra de Santa Orosia

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AÑO VII
NÚMERO 7
JUNIO 2007
La electra de Santa Orosia
Chiflo y salterio en la
tarjeta postal antigua
En tiempos del Patrimonio...:
Pinos y Penas
San Bartolomé:
la desaparecida ermita de Yebra
O Zoque
a s o c i a c i ó n
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Sumario
Editorial .................................................................................................... 3
Santa Orosia, un espacio privilegiado a proteger
Enrique Satué Oliván ................................................................................. 4
La Electra de Santa Orosia
Mariano Pujalá Torralba ............................................................................. 7
Pueblos y monasterios desaparecidos de Ballibasa y Sobrepuerto:
San Úrbez de Basarán
José Miguel Navarro López....................................................................... 11
Postales
Jesús Castiella Hernández ......................................................................... 12
Chiflo y salterio en la tarjeta postal antigua
Antonio Javier Lacasta Maza..................................................................... 13
Vocabulario aragonés de Sobás en 1905
Óscar Latas Alegre .................................................................................... 17
Ayer y hoy ................................................................................................. 18
De Cerésola a Santa Orosia por Monegros
Jesús Castiella Hernández ......................................................................... 19
El glaciar del Gállego
Carlos Marco Guallar ............................................................................... 21
Pastorada Santa Orosia 2007 .................................................................. 23
Antiguos lugares de Sobrepuerto: Escartín
José María Satué Sanromán ...................................................................... 27
En busca de la nariz de Santa Orosia
Ricardo Mur Saura ................................................................................... 30
En tiempos del patrimonio...: Pinos y Penas
Carlos Tarazona Grasa .............................................................................. 32
El guardafuentes o tritón pirenaico
Juan Carlos Ascaso Sarasa ......................................................................... 35
Los dances de Jaca (II)
Manuel Tomeo Turón............................................................................... 37
San Bartolomé: la desaparecida ermita de Yebra
Graciano Lacasta Estaún........................................................................... 41
Noticias de O Zoque. ................................................................................ 45
O Zoque
Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto
C./Las Roseras, s/n • 22610 Yebra de Basa (Huesca)
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editorial
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El amor y sus votos
n muchas ocasiones todos necesitamos a alguien detrás que nos empuje para seguir
creyendo en lo que hacemos, alguien que no nos deje quedarnos dormidos por los
logros conseguidos y alguien que te recuerde que aquello por lo que estamos luchando
es lo correcto y que merece la pena el sacrificio que se está realizando. Gracias a la Obra
Social de Ibercaja y a la Comarca del Alto Gállego por vuestro nuevo empujón.
espués de tanto tiempo de matrimonio, por amor y conveniencia al mismo tiempo,
de la gente del valle con la Montaña, es necesario renovar los votos que se hicieron
un día, y hace falta que se vea plasmado en un papel, que se convierta en ley el amor
que le tenemos a nuestra Montaña, en la salud y en la enfermedad, y sobre todo para
protegerla de ésta, de la enfermedad, de los factores exógenos que no entienden la
relación que hemos mantenido tradicionalmente con nuestra Montaña.
odas las relaciones largas son difíciles y muchas veces hace falta alguien que te
recuerde qué es lo que amas y por qué lo amas, por eso nosotros somos afortunados
por tener amigos que nos lo recuerdan.
ndré y Jacquotte vienen desde Millau, en el departamento de Aveyron, siguiendo
la tradición de los pirineístas franceses de principios del siglo XX. Recorren un
larguísimo camino para proporcionarnos su visión con su cámara fotográfica, para
hacernos ver que las tradiciones que conservamos en este Puerto son especiales y
distintas a todo, que nuestra relación de amor debe ser conservada y además debe
pregonarse a los cuatro vientos sintiéndonos orgullosos de ella.
esde casa, Enrique, siempre Enrique, uno de nuestros referentes, desde el corazón
y las vísceras de la Montaña, nos indica como veréis en las páginas que siguen,
cuál sería una buena forma para poder seguir conservando nuestro amor mutuo por
la Montaña.
on dos formas distintas de recordarnos una misma cosa, el amor, nuestra relación
inquebrantable de la pareja que no descansa después de tanto tiempo y que no se
deja llevar por el tedio y la rutina. La Montaña necesita de nosotros, pero nosotros
mucho más de ella, así que si las dos partes estamos de acuerdo, renovemos nuestros
votos.
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Santa Orosia,
un espacio privilegiado a proteger
Enrique Satué Oliván
nvitado por mis amigos de O Zoque, se acaban
de producir dos hechos que me animan a escribir.
Uno ha sido la reciente constitución del espacio
natural protegido de San Juan de la Peña, al que se
le ha añadido el monte Oroel. Y otro, acontecido
ayer mismo, la inauguración de la restauración del
conjunto de ermitas que jalonan el santuario del
puerto de Santa Orosia.
Desde luego, si al comienzo
de los años ochenta, cuando
comencé los estudios sobre el
fenómeno cultural y religioso,
alguien me hubiera dicho que
aquellos enriscados eremitorios
se iban a rehabilitar, me hubiera
costado creerlo. Por ello, Yebra,
su Ayuntamiento y todas las
personas que nos sentimos
vinculados de un modo u otro
a lo que encierra esta montaña,
podemos estar muy satisfechos.
Pero el problema es que lo
que parece un punto y final,
como ocurre en la dialéctica de
la vida, en realidad sólo hace que
abrir camino hacia otra meta: la
de conseguir la catalogación de la montaña bajo una
figura de protección que respete los usos tradicionales
y, a la vez, garantice el patrimonio físico, histórico y
cultural que ésta encierra.
El Gobierno de Aragón acaba de dar un paso
que abre puertas para el conjunto de Santa Orosia.
Si Oroel está en la periferia del simbólico San Juan
de la Peña y dominando Jaca, Santa Orosia (como
mínimo, con no menos plusvalía física, histórica y
cultural que el anterior monte) es un apéndice de
Sobrepuerto, que iba a ser espacio protegido en la
Ley del Pirineo, y forma una referencia patrimonial
para las gentes de estas montañas, reubicadas en
Sabiñánigo. En realidad los tres macizos son tres
enormes naves de pudinga que forman una escuadra
bajo la misma bandera, la de la riqueza paisajística
asociada a una enorme impronta cultural y simbólica.
Por ello, no estaría bien que la nave más oriental, un
poquito más alejada de Jaca, sea olvidada. Máxime
cuando los jacetanos deben sentirla tan suya como el
propio Oroel, pues no en vano, sobre ella se tejió la
leyenda y el mito de la patrona de la ciudad y de toda
la montaña, Santa Orosia.
No debe de ser olvidada,
porque de forma periódica
intereses diversos se ciernen sobre
ella: talas despiadadas de hayedos
con abetal (1986); el interés por
ubicar un parque eólico, más
tarde: instalación de una línea
eléctrica por donde anidan aves
protegidas; abuso de antenas de
transmisión; expansión creciente
de basuras; intención de ubicar
un observatorio con una pista que
llegase a Oturia, configuración de
un poblado nuevo a sus pies, que
no tardará en ver los atractivos de
esta montaña cargada de valores…
Dicho esto, este artículo no
pretende culpabilizar a nadie y, menos a las gentes
que desde siglos han vivido alrededor de la montaña
y le han dado una impronta privilegiada. Sólo
intenta lanzar un humilde toque de atención, ahora
que se ve un momento propicio y que parece que el
Gobierno de Aragón demuestra una notoria vocación
medioambiental.
Soy consciente de que hay personas muy
cualificadas y legitimadas para hacerla, pero el
haber dedicado bastantes horas de mi vida a este
monte, como mínimo, no me impide que lo haga;
es más, siento una cierta obligación sin pretender
protagonismo alguno.
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Mi tesis fundamental es que si estamos ante un
espacio de alto valor cultural (entiendo la cultura en
su sentido antropológico, amplio), no ha sido otra
cosa que su fuerza paisajística la que le ha dotado de
ese potencial y que, por consiguiente, no tiene sentido
cuidar sólo las ermitas si no se atiende al monte en su
globalidad y se preserva su riqueza paisajística.
Veamos, seguramente con estratos arqueológicos
no menos amplios que San Juan de la Peña u Oroel,
el macizo de Santa Orosia se erigió en la Prehistoria
como lugar de culto a la naturaleza y sitio ideal para
efectuar la caza por despeñamiento (abundantes
hachas, microlitos y flechas de sílex lo testifican).
Posteriormente, siguiendo el mismo proceso, aquel
barniz pagano fue cristianizado y adaptado por una
sociedad agro-pastoril que encontró en los recovecos
que producen las pudingas de las tres montañas, sitio
umbroso y sugerente para instalar una cosmovisión
religiosa que, en cada caso, fue adquiriendo
proyección distinta, aunque siempre vinculada entre
sí (formación del reino de Aragón, necesidad de
superestructuras identitarias, creación de fenómenos
itinerantes como el de Santa Orosia o el Santo Grial que
afectan al conjunto dominado por las tres montañas
sagradas… En definitiva, vemos como ha sido el
valor paisajístico de la montaña, su carga hierofánica
—que diría Mircea Eliade— lo que en tiempos
remotos, paganos, o más recientes, cristianizados,
han constituido la base fundamental de su riqueza;
sin paisaje sobrecogedor, no tendríamos el fenómeno
de Santa Orosia, su huella artística e histórica ni los
amplios usos agro-pastoriles que han impregnado el
monte. Por lo tanto, se puede concluir que sin una
protección global del espacio y medioambiental, en
particular, no estaremos protegiendo el valor más
conocido de la montaña: el religioso y folklórico.
Tal vez deba de hacerse una campaña de difusión
de los valores del macizo, porque seguramente no se ha
tomado conciencia de ellos y, sobre todo, de su admirable confluencia; de cómo lo físico y lo humano convergen de forma maravillosa sobre un balcón pirenaico
privilegiado. Aunque no es éste el objeto del artículo,
y el catálogo podría ser muy amplio, bien estaría hacer
un breve recorrido a través de sus riquezas.
Entre los aspectos físicos relevantes tendríamos
la rica confluencia de estructuras geológicas (flysch,
pudingas, margas y formaciones kársticas adornadas
con abundantes fósiles); el contraste de su flora,
que pasa de las especies hidrófilas a las xerófilas con
admirable facilidad dadas las variadas exposiciones
solares que posee el macizo y su condición de
pantalla adiabática; la rica composición floral de su
pradera; el proclive anidamiento de aves protegidas
en sus cantiles; y, simplemente, el maravilloso balcón
que constituye el monte y su remate (pico Oturia,
también conocido como La Estiva).
Entre los humanos, una amplia huella prehistórica
todavía por estudiar, una impronta agro-pastoril
cifrada en unas cuantas casetas y, sobre todo, mallatas
o cubiles; una rica muestra de arquitectura popular
ubicada en las aldeas de su piedemonte; un variado
repertorio de ermitas, capillas y eremitorios que giran
alrededor del culto a la santa; numerosas huellas
pedagógicas y propiciadoras de dicha devoción; una
amplia manifestación religiosa, folklórica, de tradición
oral y musical que llegó a afectar desde los Monegros
al Sur de Francia, para saltar en la Edad Moderna
hasta el norte de Italia e Hispanoamérica; y cómo no,
la presencia de la sutura que dejó la guerra civil en un
monte codiciado por “Las dos españas”…
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Todo ello fundido, en un todo de continuidad
lo físico y lo humano: las flechas de sílex y los
microlitos, junto a la fuente donde la santa cambia de
color; los duros o numulites, en el camino que la llevó
al martirio; la huella de sus rodillas, sobre un gran
bloque desgajado y rodado por la ladera; la balma
ennegrecida por los humos de los pastores, junto al
hueco donde Orosia quedó “suspensa”; los graffitis
de la guerra fijados, en la cal de la ermita…
Efectivamente, tal vez sea un problema de
interdisciplinariedad, de que no se constituyan
equipos multidisplinares para valorar los espacios; tal
vez sea eso o, más bien, que no ha habido una presión
social suficiente y constante para que el puerto de
Santa Orosia sea ordenado y protegido como se
merece. Tal vez exista miedo a que las normas
restrictivas perjudiquen a los viejos usos del monte
o que éstas impidan cobrar unos mermados ingresos
por soportar una antena… Todas estas dudas y
resquemores con información se paliarían.
Dicho esto, alguien debe de crear un epicentro
social reivindicativo, y nadie mejor que la asociación
O Zoque de Yebra, la que hasta la fecha se preocupa
de modo especial por la montaña sagrada y sus
variadas manifestaciones. Pero no debería de estar
sola, Amigos de Serrablo, asociación Erata, Grupos
de Montaña de Sabiñánigo, municipios y colectivos
que rodean al monte deberían de tomar conciencia y
esmerarse en un empeño que elevase la voz hacia el
Gobierno de Aragón. Todo ello, con información y
creando consenso alrededor de la fórmula protectora
más oportuna.
En principio es el Puerto de Santa Orosia, pero sin
desvincularlo de un territorio rico en huella antrópica
y manifestaciones paisajísticas, del que forma parte:
Sobrepuerto. Espacios que ya el ICONA, al comienzo
de los años ochenta del siglo pasado pensó proteger
de modo parcial (pardina de Niablas y senda de las
ermitas).
Unos espacios donde quepa el progreso, pero
empleando patrones diferentes a los que ahora
mueven el Pirineo; fórmulas imaginativas, “ecoculturales”, que sean la punta de lanza, no abrasiva,
de una recuperación humana de éste fragmento del
interfluvio Gállego-Ara.
Tal vez, siendo recatados y conservadores en un
primer paso, sea la figura de PAISAJE PROTEGIDO
la más acorde al macizo de Santa Orosia, una figura
que considera merecedor de protección a un espacio
natural “por sus valores estéticos y culturales”, y que es el
Gobierno de Aragón quien la puede decretar a través
de un plan de protección.
Si mi visión es que el Macizo de Santa Orosia bien
podría constituir un Espacio Natural Protegido, como
San Juan de la Peña y Oroel, el sentido pragmático
indica que hay que ir a por lo posible y dejar las
miras altas para otros tiempos… En definitiva, no
sería tirar la casa por la ventana el que el monte de
la santa, reforzada por la retaguardia de Sobrepuerto,
se constituyeran en paisajes protegidos, como lo son
los Pinares de Rodeno (Teruel)…, aunque aquí con
la idea de que el hombre se reinstalara en la zona,
de modo armónico y posible, para vivir de dicho
respeto.
No me cabe la menor duda de que nadie
impediría una reunión con los técnicos que trabajan
en planificación y gestión de espacios naturales en
los Servicios Centrales del Departamento de Medio
Ambiente, en el Pignatelli, para que ellos pudiesen
estudiar en más detalle la viabilidad de la propuesta.
Si la leyenda dice que “De Bohemia era Orosia, y
de Egipto natural…”, y todos lo hemos creído a pies
juntillas durante siglos, cómo no va a ser posible
esto…
Como dicen los danzantes de Yebra, “punto”.
(primabera d´o 2007 y con firme niebe en o Puerto)
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La Electra de Santa Orosia
Mariano Pujalá Torralba
n el último cuarto del siglo XIX el Pirineo
aragonés comienza a ser recorrido por
viajeros, al principio sólo como zona de paso
entre los balnearios del Sur de Francia y la ruta de
Zaragoza hacia el interior de España. Únicamente la
estación termal de Panticosa constituye un reclamo
suficiente para que estos primeros turistas desvíen su
ruta y pasen algunos días en la montaña. No abundan
las descripciones ni son muy extensas por la referida
condición de lugar de tránsito, por eso es interesante
la de Cénac-Moncaut en su obra L´Espagne inconnue.
Voyage dans les Pyrénées de Barcelone à Tolosa, publicada
en París en 1870. Su exagerada visión está cargada
de estereotipos, pero no es muy diferente de la que
tendrían aquellos cultivados primeros viajeros:
“Huesca, situada al pie de los Pirineos, coincide
con los límites de la zona en cierto modo civilizada:
más allá, hacia la parte francesa, se entra en la región
casi inhabitada. Aquí el misántropo, el enemigo
de la sociedad, harto de los ferrocarriles y de las
comodidades, se encontraría completamente feliz; se
avanza entre las soledades de las águilas y de los osos.
Esta parte pirenaica de Aragón apenas ofrece otra
cosa que montañas sin bosques, valles sin prados,
llanuras sin cultivos, torrentes sin agua, algunos ríos
sin puentes, espectros de ciudades sin habitantes.
¡Qué montañas y qué gente!... ¡Qué peñas y qué
costumbres! La situación social es, más o menos, la
del Medievo. Las gargantas se estrechan cada cinco o
seis kilómetros, hay que atravesarlas andando por el
cauce mismo del torrente. Los cultivos son escasos,
pero los rebaños de corderos son bastante numerosos.
La población no tiene otros senderos que los de las
cabras, ni otro canto que la jota, ni otros monumentos
que las torres de defensa levantadas en las alturas y
numerosas capillas, consideradas milagrosas, situadas
en los recodos de los caminos.”
Pese a esta pesimista perspectiva, nos encontramos
en un momento de cambio: el balneario de Panticosa
adquiere renombre por su clima ideal para tratar a los
enfermos de tuberculosis y los gobiernos español y
francés dan un impulso firme a la travesía central del
Pirineo por Canfranc. Los bañistas que antes debían
hacer la ruta Huesca-Jaca por Ayerbe tardando unos
tres o cuatro días, podían llegar a partir de 1893 en
tren a Sabiñánigo y subir desde allí a los Baños en
diligencias: total cuatro horas desde la estación, once
desde Zaragoza y unas veintidós desde Madrid.
Si decisiva fue la llegada del ferrocarril no lo fue
menos la generación y el uso de energía eléctrica que
acercaba ya definitivamente a la población las ventajas
del progreso. Así, por ejemplo, en 1901 se funda la
Sociedad Anónima “La Hidro-Eléctrica de Biescas”,
con un capital social de 30.000 pesetas y el propósito
recogido en sus estatutos de promover la “[…]
instalación y explotación del alumbrado eléctrico es
esta villa, aprovechando para ello como fuerza motriz
las aguas que discurren por la acequia llamada del
Molino del Salvador de esta villa”. El aprovechamiento
masivo de los saltos del Pirineo traería la instalación
de fábricas en Sabiñánigo y la imposición de unos
ritmos que acelerarían la ya inevitable desaparición
de los modos de vida tradicionales ligados a los ciclos
diarios y estacionales.
En una posición marginal respecto de los valles de
Tena y del Aragón, el valle del Basa no se benefició de
las infraestructuras que llegaron con el principio del
siglo XX y continuó siendo únicamente atravesado
por el camino descrito en el recorrido número 442
(de Jaca á la frontera por Boltaña y Benasque) del
Itinerario descriptivo militar de España, tomo III
(Rivadeneyra, Madrid, 1866), del Estado Mayor del
Ejército. En la descripción de este itinerario se dice
que “es de herradura, de difícil tránsito, y recorre un
país exhausto de recursos y quebrado, reduciéndose
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su importancia á enlazar paralelamente á la frontera dos puntos
importantes y próximos á ella”. Éste era parte de su recorrido:
“En Sabiñánigo arranca, por la izquierda, un camino á
Biescas (núm. 443). El que se describe desciende al Gállego,
cuyo río atraviesa por puente de madera con estribos de piedra
en Puente, y entra en el estrecho valle de Basa, en el que cruza
algunos barrancos que sólo llevan agua en época de lluvias, y
por el que asciende hasta Yebra; abandona el valle para salvar,
á 4,5 km. de Sobás, por el puerto de Fenés, con pendientes
fuertes y terreno quebrado y cortado por varios barrancos, las
alturas que lo limitan; el descenso es más suave, pero el terreno
está cubierto de espesos y corpulentos pinos, que terminan
con la bajada, á 7 km. de Sobás, en el barranco de Fenés que
se atraviesa, y cuya orilla izquierda se sigue hasta 8,5 km., en
que se abandona, para continuar por terreno montuoso hasta
Viñuale. A esta distancia arranca, por la derecha, un camino á
Huesca (núm. 448).
El que se describe desciende por la izquierda del barranco
Canciás á Fiscal, en cuyo pueblo pasa el río Ara por puente
de mampostería de tres arcos, y se separa, por la izquierda, un
camino á Torla y á la frontera. El descenso á Fiscal, conocido
por cuesta de Viñuale, es sumamente penoso por su pendiente
y por estar el piso en escalones de piedra.”
Un precedente, como vemos, de la Yebra-Fiscal que ya
en los primeros años del siglo XX se comienza a considerar
principalmente por su valor estratégico en la defensa frente
a una hipotética invasión francesa: los Sitios de Zaragoza no
quedaban tan lejos en el tiempo y los militares temían la facilidad
de acceso que ofrecían los nuevos pasos abiertos en los Pirineos.
Incluso se llegó a proponer una línea férrea Boltaña-Berdún
por Fiscal, Sabiñánigo y Jaca, en una ponencia defendida por
el general Espinosa de los Monteros, sin detallar si recorrería la
Guarguera o el valle de Basa.
Pese a todas las promesas de modernización pocos cambios se
habían dado en el primer cuarto de siglo, cuando las fábricas de
Sabiñánigo ya habían comenzado su actividad atrayendo mano
de obra de todo el valle: un trabajo militar de 1924 (Gracia
Torrejón, J. Estudio detallado del Pirineo, en la zona comprendida
por el proyectado campo atrincherado de Jaca, su frontera y parte
francesa próxima) apunta para Yebra una producción de cereales,
legumbres y forrajes, 8.000 cabezas de ganado lanar, 500 de
cabrío y 400 de cerda, además de 250 mulos para toda la zona.
Asimismo se afirma que la carretera “Pardinilla-Yebra-Boltaña”
se encontraba en construcción.
En este ambiente de estancamiento fue la iniciativa de
los mismos vecinos de Yebra la que posibilitó el gran paso
hacia la modernización que habíamos visto para Biescas en
1901: el 6 de enero de 1924 se crea la Sociedad La Electra
de Santa Orosia, con domicilio social en su Casa Consistorial.
Según señala en el artículo 3 de sus estatutos, el objeto de la
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Sociedad es “la conservación y administración de la
Central, emplazada en el Barranco de Santa Orosia,
con destino al suministro del fluido eléctrico,
para el servicio público y particular”. Un cambio
considerable por cuanto se dejaba de depender de las
horas de luz solar, ampliando el tiempo de trabajo y
ganando nuevos espacios mediante la iluminación de
las zonas públicas.
El Reglamento de la Sociedad, fechado el 12 de
agosto de 1927, se imprimió en la Tipográfica de la
Viuda de R. Abad, de Jaca, y como otros documentos
similares está dividido en capítulos y artículos. El
capítulo primero (Objeto y extensión de la Sociedad)
consta de 4 artículos; el segundo (Condiciones
generales) abarca del 5 al 17; el tercero (De la
administración de la Sociedad) del 18 al 20; y el
cuarto (De la Junta General) del 21 al 28. Completan
el documento tres disposiciones transitorias y los
nombres de los componentes de la Junta Directiva
en el momento de publicar estos estatutos.
Para el funcionamiento de la Sociedad se crearon
vales de 50 pesetas reintegrables con el acuerdo de la
Junta, formada por seis vocales. El cargo de Presidente
correspondería a quien desempeñase el cargo de
Alcalde. El artículo 19 recoge quienes podían detentar
los puestos en la Junta y las condiciones del cargo:
“Todos los cargos de dicha Junta Directiva son
honoríficos, gratuitos y obligatorios y habrán de
recaer precisamente en socios propietarios, mayores
de veinticinco años, en pleno goce de sus derechos
civiles avecindados y con domicilio en esta Villa de
Yebra de Basa.”
Para el periodo que conocemos por el reglamento
los miembros de la Junta Directiva eran los siguientes:
Alfonso Villacampa, Mariano Pujalá, Fermín Finestra,
Félix Bergua, Rogelio Oncíns y José Bergeras.
Muestra del espíritu de cooperación que aparte
del meramente comercial animaba la instalación de la
empresa y de que el objetivo primordial era extender
las ventajas de la iluminación a todos los vecinos lo
tenemos en el artículo 20, que señala la intención
de que en la Junta intervengan “la clase pudiente, la
media y la baja”.
El reglamento es estricto en cuanto a las sanciones
por incumplimientos de las condiciones generales, lo
que hace pensar que aquéllos serían generalizados.
La causa sería que la energía eléctrica generada
era escasa y por ello se dedicaba únicamente al
alumbrado: el sistema de abono era por lámpara
fija y se señala explícitamente en el artículo 14 la
prohibición de “gastar la corriente eléctrica para
usos industriales”. Asimismo se prohibía el empleo
de estufas o caloríficos, bajo pena de multa de 100
pesetas, cantidad astronómica que podemos valorar
comparándola con los precios y salarios de la época. El
mismo reglamento del que tratamos nos da una pista
de cuál sería aproximadamente el jornal diario en la
zona, que no olvidemos, tendría una fuerte demanda
de mano de obra de las fábricas de Sabiñánigo. El
socio que no concurriera a los trabajos de la Central
habría de abonar 8 pesetas de jornal, con lo que
vemos la importancia de la sanción: los jornales de
doce días y medio.
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También se contemplan multas por “alteración de las bujías
reconocidas, así como por el aumento de luces sin conocimiento de
dicha Junta”: 25 pesetas la primera vez, 50 la segunda y 100 la tercera
y sucesivas. Una vez más podemos pensar que no serían hechos
aislados por cuanto se concede a los encargados de la inspección un
amplio margen de actuación; leemos en el artículo 11:
“que los agentes o empleados nombrados para la investigación de
toda ocultación particular de las luces o para examinar el estado de
los conductores y aparatos podrán entrar en los locales particulares
a cualquier hora del día y en los públicos hasta la hora que tenga
señalada por la Autoridad local para el cierre del establecimiento.
De serle negada esta investigación, quitará los fusibles de la parte
exterior, suspendiendo el servicio y precintando el corta circuito de
entrada”.
El impago durante un año de los gastos derivados del
mantenimiento de la central era motivo de baja definitiva en la
Sociedad, en cambio ésta se reservaba una cláusula que la protegía
en la eventualidad de no poder cumplir con sus obligaciones. En
una línea que a duras penas van abandonando las compañías de
servicios el Reglamento dice:
“Pero si por cualquier circunstancia atendible la Electra no diese
la corriente, el abonado no podrá en ningún caso ni por ningún
motivo exigir indemnización de daños ni perjuicios.”
Sin embargo estos problemas de generación y lo exiguo de la
producción no parece que arredraran a los optimistas responsables
de la Electra, pues contemplaron la posibilidad de “extender la red
conductora de fluido eléctrico a otras localidades que lo soliciten,
siempre que la Central lo permita”.
Fe en el progreso y conciencia de que ya no habría marcha atrás
en los cambios que desde principio de siglo estaban modificando
para siempre los modos de vida en la montaña.
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San Úrbez de Basarán
Pueblos y monasterios desaparecidos de Ballibasa y Sobrepuerto
José Miguel Navarro López
Etimología del topónimo:
e trata de lo que los filólogos llaman un
“hagiotopónimo” o topónimo referente a un
Santo. San Úrbez fue un anacoreta de origen galo,
que tras servir de pastor en diversos lugares de Ballibió
y la Guarguera, murió en el año 802, en donde, con
posterioridad, se levantaría el monasterio que lleva
su nombre cercano a Nocito. Su cuerpo permaneció
incorrupto y fue motivo de veneraciones hasta que en
1936, sus restos fueron quemados.
Basarán del vascuence Baso “bosque” y Aran
“Valle”, Valle boscoso.
Acceso y situación:
ara llegar a las ruinas del cenobio hay que coger
la pista que, desde Oliván nos lleva hasta el
cruce de pistas conocido como A cruz de Basarán.
Una vez allí bajaremos al pueblo y lo cruzaremos
longitudinalmente hasta las eras finales. A nuestra
izquierda veremos dos eras con sus respectivas bordas
y un gran chopo aislado (El único de ese tamaño en el
pueblo). Dirigiéndonos hacia él ( dirección N-W) hay
que intentar encontrar el camino que unía Basarán
con Otal. Los primeros metros están cogidos por la
vegetación pero después, se convierte en un precioso
y bien marcado sendero que cruza el hayedo situado
al norte de la población. El camino, en descenso, nos
llevará a salvar un barranco donde hay un edificio en
ruinas. Es la fuente de San Úrbez. Pocos metros más
adelante, aparece un desvío. El de nuestra derecha
nos llevaría a Otal tras atravesar la pardina de Niablas
(otro poblado desaparecido) y el de la izquierda, nos
deja en los campos de San Úrbez donde desaparece
definitivamente. Buscar en el centro de los campos un
gran espedregal. Allí, presumiblemente, se encontraba
el monasterio.
Coordenadas U.T.M. 30T YN 291 147 Alt. 1340
m.s.n.m.
Descripción del yacimiento:
n medio de pequeños campos aterrazados,
encontramos un gigantesco pedregal siguiendo
la curva de nivel y con una orientación E-W.
Aunque sorprende el tamaño, no encontramos
restos constructivos que nos permitan asegurar que
se correspondan con el antiguo cenobio. El lugar
fue usado durante siglos como “escombrera” donde
se arrojaban las piedras que salían en los campos
circundantes.
Historia:
n solo documento, fechado en el año 1050
certifica el carácter monástico de Basarán.
En él, Ramiro I, concede al obispo García,
de la diócesis de Sasau-Aragón, In Beserano (...)
monasterium Sancti Urbizi cum sua hereditate (...),
que dependía de la abadía de San Pedro de Rava.1
Etnología:
adie en Basarán conocía la existencia de un
monasterio dedicado a San Úrbez en las
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Ruinas de Basarán. Dentro de poco estos lugares
serán también yacimientos arqueológicos.
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inmediaciones de su pueblo. Curiosamente, no aparecían
restos humanos al labrar las tierras cercanas, sin embargo,
cuando se tenía que construir alguna obra con buena piedra,
se iban a buscar ta o espedregal de San Úrbez, porque salían ya
picadas. Algunas jambas y dinteles de puertas que todavía se
ven en el pueblo las trajeron de allí.
Curiosamente, sí que se decía que en la iglesia de Basarán,
actualmente trasladada y reconstruida en Formigal, habían
enterrados reyes, condes y muchos monjes y curas.2
De todas formas, de lo que podemos estar seguros y
contrariamente a lo que se ha publicado muchas veces, la
iglesia parroquial nunca fue la del priorato que nos ocupa.
Materiales:
n el pedregal y sus inmediaciones aparecen gran
cantidad de piedras calcinadas y grandes fragmentos de
tosca.
1
A. Durán Gudiol hace alusión en su trabajo. El monasterio de San
Pedro de Siresa a otro documento, fechado en 1044, y que atribuye
también a la historia de este cenobio. Personalmente, siento disentir
de la opinión del ilustre medievalista, pero creeo que el documento
en cuestión es atribuible al monasterio, también desaparecido, de San
Úrbez de la Garganta. Las referencias geográficas así lo confirman.
² La parroquial de San Miguel y San Úrbez no fue, según informantes
que participaron en el “transplante” de la iglesia “trasladada piedra a
piedra” a Formigal. Solo se aprovecharon los ábsides y parte de la piedra
de los muros. La iglesia sigue estando allí (completamente en ruina e
irreconocible, eso si.) No sería descabellado limpiar la maleza e intentar
sacar a la luz la cimentación, consolidarla y dejarla como testimonio de
un lugar sagrado que estuvo allí y que nunca debió salir.
Postales
Jesús Castiella Hernández
Arto. Iglesia de San Martín, siglo XI
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Chiflo y Salterio en la Tarjeta Postal Antigua *
Antonio Javier Lacasta Maza
“Parece evidente, por lo tanto, que (el tambor de cuerdas) no es una forma de tambor aragonesa, ni bearnesa,
ni vasca. Es pirenaica, y pirenaico-occidental, al excluir el Languedoc y Cataluña”
Violet Alford, 1935.
1.Introducción
l presente artículo pretende ser simplemente
una pequeña aproximación a través de la Tarjeta
Postal a aquellas áreas vecinas del Pirineo Francés
que al igual que Yebra y Jaca han conservado hasta
nuestros días tradiciones ligadas al dúo instrumental
“flauta de tres agujeros-tambor de cuerdas”. Vamos a
hacer un pequeño recorrido por imágenes de La Soule
(Zuberoa) en el País Vasco francés, y del valle de Ossau
(al que accedemos por el Portalet) en la histórica
región del Bearn. Sus capitales son, respectivamente,
Mauleón (7.600 h.) y Laruns (1.500 h.).
Ambas zonas están situadas administrativamente
en el actual Departamento de Pirineos Atlánticos,
Región de Aquitania.
2. La colección de Tarjetas Postales**
raemos a estas páginas trece postales cuyas
fotografías han sido tomadas mayoritariamente
en las dos primeras décadas del siglo XX. Las seis
primeras pertenecen a la tradición vasco-francesa y
las ocho restantes a la de nuestros vecinos del valle
de Ossau.
En una visión de conjunto, llama la atención
la tendencia osalesa a portar el tambor de cuerdas
siempre en el brazo derecho (al contrario que en el
lado español), mientras que los músicos suletinos son
más ambivalentes.
En cuanto al baile, en las postales de Zuberoa se
representa la famosa Mascarada, compleja coreografía
propia de la época de Carnaval, en la que intervienen
varios personajes principales (postales nº 3 a 6), y
donde se mezclan bailes indivuduales y colectivos
con fases de representación teatral (1).
La colección de postales del valle de Ossau nos
muestra, entre otras cosas, la época de transición
en la que el tambor de cuerdas, tradicionalmente
acompañado por el violín, empieza a adoptar una
nueva pareja instrumental, el acordeón diatónico
(postales nº 10 y 11). En cuanto a los bailes osaleses
que podemos observar están los Saltos, danzas
ceremoniales en los que un número variable de
hombres ejecuta series de pasos determinados en
diferentes combinaciones, dispuestos en una fila
que avanza en coreografía circular en presencia de
los músicos (postal nº 8). También encontramos los
Branles, bailes estos de hombres y mujeres
igualmente colocados en círculo o cortas
cadenas, entre los que podemos diferenciar
los Branles bajos (postal nº 9), más serios y
reservados para bodas y grandes celebraciones
y los Branles ligeros, formados por varias
parejas cogidas de la mano o incluso separadas
de las demás (postales nº 10 a 12).
Pasemos, sin más, a disfrutar de las
imágenes objeto del presente artículo, con
las que podremos aproximarnos un poco más
al resto de la tradición musical asociada a la
flauta de tres agujeros y el tambor de cuerdas
presente hasta hoy día en los valles pirenaicos
occidentales (2).
Foto nº 1. Types Basques – Danseurs Souletins,
Le Tchululari. Tenemos aquí un postal que nos
muestra al músico que acompaña las Mascaradas y
Pastorales en La Soule. Como podemos ver (postales
nº 1 a 6), su indumentaria no difiere grandemente
de la que portaría en un día habitual. No lleva,
por tanto, ropajes ceremoniales especiales para la
representación (al igual que hacían Tomás Mayor
–“Tomasico Sasal”-Alfonso y Faustino Villacampa
cuando acompañaban al dance de Yebra).
1
Foto nº 2. Au Pays Basque. Une Fête de la Tradition
Basque. Chirulari et Barde Improvisateur. Esta es
una imagen muy especial, en la que encontramos otra
de las tradiciones de la cultura vasca, los bertzolaris,
compositores de versos improvisados en euskera
sobre los más variados temas. Los intermedios de
sus composiciones eran amenizados por nuestro
músico.
2
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Foto nº 3. TARDETS. Makila-Khurutche-Dantza (Danse
des Bâtons en croix). Danza de palos en cruz. Los personajes
principales de la Mascarada deben aquí bailar al ritmo de la
música saltando de un cuadrado a otro de los que conforman
los bastones sin llegar nunca a pisarlos. Este ejercicio es difícil
de ejecutar (requiere de mucho ensayo), al igual que el
famoso baile en el que uno de los personajes-danzantes debe
desenvolverse alrededor de un vaso lleno de líquido, subirse y
descender de él sin derramar ni una gota.
Foto nº 4. Au Pays Basque. Les fameux Danseurs de Barçus
et leur Chirulari. Tenemos aquí reunidos a los personajes
principales de la Mascarada junto a su músico. El pueblecito
de Barçus, apenas a 16 kilómetros de Olorón, ha tenido
siempre fama de albergar excelentes danzantes.
3
4
Foto nº 5. Au Pays Basque. Fête Euskarienne. Les trois
principaux Danseurs Souletins de Barçus et leur chirulari.
Como puede observarse en la fotografía, las mascaradas son
auténticos fenómenos sociales, con mucho público, y en las
que la representación se realiza ya desde principios de siglo
XX en escenarios construidos para la ocasión.
Foto nº 6. Types Basques. Groupe de Danseurs Basques
de La Soule. Como puede verse en la parte central de la
fotografía, hay dos personajes especialmente curiosos dentro
del conjunto. En primer término, el que porta la figura del
caballito (Zamaltzain) –elemento que encontramos también
en nuestra provincia en los pasacalles de la ciudad de Huesca
y entre los que componen la Mojiganga de Graus-, y al fondo
el personaje (Banderari) que porta durante su actuación una
bandera (en este caso la de Francia), y que suele presidir la fila
de bailadores.
Foto nº 7. Souvenir des Pyrénées. Musiciens à Laruns.
Bella Tarjeta Postal figurativa en la que encontramos dos
músicos tocando las melodías propias del Valle de Ossau.
Están sentados al modo tradicional, en sillas dispuestas en un
entarimado sostenido por varios toneles de vino. Está fechada
el 17/09/1902, y en ella se puede leer también J´ai prié pour
vous (he rezado por ti).
Foto nº 8. EAUX-BONNES. Danse Ossaloise. (Postal
enviada en 1904). Violín y dos salterios acompañan a los
hombres que bailan un Salto (danza ceremonial de varones
sólos). Los pueblos de Eaux-Bonnes y Eaux-Chaudes son
reconocidos balnearios en toda Francia. Eso favoreció, ya
desde los comienzos de la Tarjeta Postal allá por finales del S.
XIX, que fuesen fotografiados los músicos y danzantes osaleses
que iban a actuar a estos centros termales próximos a Laruns.
Viejos tratados nos hablan ya de la presencia, siglos atrás,
de las familias nobles parisinas en estos balnearios, quienes
se entretenían entre otras cosas con los bailes folklóricos de
la zona.
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Foto nº 9: Noce ossaloise -Boda osalesa-. (Postal
enviada el 13-01-1908). Branle bajo representado
durante la celebración de una boda. La disposición
de los músicos sentados y en el centro del círculo
que forman los danzadores es muy frecuente en
esos bailes.
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Foto nº 10. Les Pyrénées Illustrées. Danse
Ossaloise. (Anterior a 1908). Sobre un fondo de
banderas francesas, la formación tradicional de
violín y tamborín acompaña a las parejas que
bailan en círculo un Branle ligero. Hombres y
mujeres portan la indumentaria tradicional. En las
mujeres, destacan los pañuelos de lana o de seda
tan frecuentes también a este lado de los Pirineos.
Los hombres, de calzón, gustan de llevar boina,
tradición que llega hasta nuestros días.
Foto nº 11. Les Pyrénées Illustrées. Danse
Ossaloise. (Anterior a 1908). Esta postal, junto con
la anterior, forma parte de una serie de 15 imágenes
tomadas todas en el mismo día y lugar. Aquí
tenemos otro Branle ligero, este con los bailadores
cogidos de la mano, acompañado en este caso
por tamborín y acordeón diatónico. El pequeño
acordeón de botones hizo furor en aquella época
a ambos lados de la cordillera, y llegó a desplazar
al violín en los bailes tradicionales osaleses. Algo
similar ocurrió en nuestras montañas, donde
muchos músicos abandonaron violín, guitarra y
bandurrias por el nuevo instrumento que permitía
hacer a la vez la melodía y el acompañamiento.
Foto nº 12. EAUX-BONNES. Danse Ossaloise
dans le Jardin Darralde. (Enviada en 1912).
Los músicos y bailadores osaleses actúan ante los
visitantes del balneario. Vemos el contraste entre
la indumentaria moderna de los espectadores y
la tradicional de los danzantes, esta última ya
en desuso como vestimenta habitual en aquellos
años.
Foto nº 13. BIELLE. Basses-Pyrénées. Para
terminar esta selección de postales hemos escogido
ésta de Bielle, pueblo del valle de Ossau próximo
a Bilhères, zona en la que todavía hoy podemos
encontrar músicos tradicionales de tamborín.
La imagen, de los años 70, presenta los mismos
elementos que tenemos en las fotos de esa época en
el puerto de Yebra: la iglesia (o ermita), los músicos
o danzantes con su indumentaria tradicional, y
el público con la vestimenta moderna propia de
aquellos años de desarrollo.
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Viejo Aragón para designar al chiflo (gaita al menos en Berdún y
Jaca), al músico (gaitero en Sasal y Jaca), y al tambor de cuerdas
(chun-chun en Yésero y Berdún).
En cuanto a los nombres que flauta y tambor reciben en los
valles franceses objeto de nuestro artículo, y que deberían ser los
que realmente encabezasen este escrito, los más habituales son
xirula (chirula) para la pequeña flauta de tres agujeros suletina
y ttun-ttun para su tamb or de cuerdas. En Ossau se habla de
flahuta y tambourin respectivamente.
** La presente colección de Tarjetas Postales pertenece al
Archivo Pirenaico de Patrimonio Oral (Sabiñánigo). Se autoriza
la difusión de las imágenes sin ninguna restricción previa, citando
la procedencia.
*Somos conscientes de la pequeña incorrección que
cometemos al utilizar las palabras chiflo y salterio al abordar una
colección de tarjetas postales de procedencia exclusivamente
francesa en las que efectivamente aparecen la flauta de tres agujeros
y el tambor de cuerdas. Simplemente pretendemos reivindicar el
uso de las acepciones tradicionales que en Yebra y Jaca han tenido
estos instrumentos frente a otras más actuales como la palabra
chicotén cuyo origen es bastante incierto, no aparece nunca en
la tradición oral designando al tambor de cuerdas, y se ha visto
reforzada desde hace ya algunos años por el uso repetido desde
ambientes musicales urbanos, e incluso más recientemente y a
medida que nos alejamos todos del mundo tradicional, desde
nuestro propio entorno cultural. Prueba de lo difícil que es
situar el vocablo chicotén correctamente en la tradición es la
nueva teoría que los investigadores y danzantes jacetanos Manuel
Tomeo y Guzmán Fernández proponen a partir de informaciones
obtenidas de antiguos bailadores (y que nosotros, al participar
como músicos del Palotiau de Santa Orosia de Jaca entre los años
1996-1998 también hemos podido recoger): algunos de estos
viejos danzantes afirman con rotundidad que la palabra chicotén
hace referencia ¡a la flauta de tres agujeros! y no al tambor de
cuerdas al que siguen denominando salterio.Por último, y ya
metidos en este pequeño lío de nomenclaturas, traemos aquí
otras acepciones que sí se han recogido en la tradición oral del
(1) Las representaciones y farsas carnavalescas tienen su
máxima expresión en las mascaradas invernales del territorio de
Zuberoa. En éstas se entremezclan danzas itinerantes, juegos,
bromas, indumentaria llamativa y en contraposición ropas viejas,
cuestación, participación popular, exhibición, simulacro de
oficios y razas marginales, lenguajes variados y satíricos, y música.
Cada año los vecinos de un pueblo, a veces apoyados con gente
de fuera del mismo, preparan y ensayan el repertorio completo
para ofrecerlo durante cuatro meses, más o menos, cada domingo
en una localidad diferente del valle. El cortejo se halla dividido
en dos bandos, prácticamente antagónicos. Los rojos, Gorriak,
elegantemente vestidos, ordenados y exquisitos en sus pasos y
movimientos de danza. Los negros, Beltzak, desordenados, con
ropas andrajosas, incordiando a los transeúntes, vociferando y
hablando, en otros tiempos, en lengua bearnesa u occitana. Por
la mañana recorren el centro del pueblo, son agasajados por los
anfitriones y se suceden las Barrikadak, mezcla de cuestación y
enfrentamiento pacífico de danza, en la que son obsequiados,
después de ejecutar la danza, con aperitivos salados y dulces,
refrescos y licores. Las danzas de los personajes centrales, Txerrero,
Gathuzain, Zamaltzain, Kantiniertsa y Banderari se suceden
intermitentemente, gravitando entre muriskas y antrixat ante los
espectantes ojos de Jauna y Anderea (señor y señora). Mientras,
los negros, Caldereros y Gitanos, se avalanzan unos sobre otros,
se agitan, bromean y ostigan, verbal y corporalmente, al resto del
cortejo y público, produciendo hilaridad y más de una carcajada
(Euskadi.net).
Por otro lado, en Zuberoa también se interpretan Pastoralas,
que asimismo alternan representaciones teatrales con bailes y
actualmente son representadas principalmente en verano. No
podemos evitar aquí, salvando las distancias, la comparación
entre estas representaciones folklóricas zuberotarras y nuestra
Pastorada, en la que baile y teatro van también unidos en la
actuación.
(2) Más información sobre el tema encontrará el lector en
los CD de la colección La Tradición Musical en España (Madrid,
Tecnosaga), vol. 15 (“El Tambor de Cuerdas de los Pirineos”)
editado en 1.999 y vols. 24-25 (“Palotiaus del Viejo Aragón y Valle
de Broto”) editados en 2.002.
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Vocabulario aragonés de Sobás en 1905
Óscar Latas Alegre
l filólogo francés Jean Joseph Saroïhandy,
recogió desde 1896 a 1913 en diferentes
viajes a pie y en caballería por lugares de
nuestra tierra, materiales que acabamos de publicar
en el libro Misión lingüística en el Alto Aragón, donde
se estudia los materiales lingüísticos inéditos durante
más de 75 años, en la Universidad de Burdeos, en
los que Saroïhandy recopila datos de 135 localidades,
más de 30.000 voces, así como abundante literatura
de tradición oral. Se podría decir que Saroïhandy,
recogiendo in situ materiales dialectológicos, fue el
primero en haber descubierto con rigor científico la
lengua viva aragonesa.
Debió ser Joaquín Costa el responsable de que
Saroïhandy llegase a Aragón a estudiar nuestro
idioma. Más tarde será él quien motive a otros
lingüistas, como los alemanes Rohlfs y Khun, para
que nos visiten en 1926 y 1934 respectivamente
como os comenté en el artículo publicado en ésta
revista en el nº 2 del año 2002 bajo el título de “Voces
de Ballibasa y Sobrepuerto”.
Es en uno de sus veintiún cuadernos de campo,
el de agosto de 1905, de tapas negras y duras y a
pluma y lápiz, donde Saroïhandy recoge materiales
en Ballibasa; y no solo léxico, sino fragmentos de
textos antiguos.
De nuestra redolada de Ballibasa es en Yebra de
Basa con 158 entradas registradas y en Sobás con
68, donde recopila más vocabulario altoaragonés.
Tuvo como informantes a Andrés Periel y Puértolas,
Mosen Pablo Ciprés, el médico D. Lucas Coli y Casa
l’albéitar viejo, Santiago Villacampa. En Bara, Cosme
Grasa de Casa Periela. Saroïhandy llegó a enseñar
aragonés durante un curso en el Collège de Francia
de París donde ocupó la cátedra de Lenguas de la
Europa Meridional de 1920 a 1925. Hoy trascribimos
tal cual están en sus viejas fichas las palabras de Sobás
dejando para otra ocasión las de Yebra. Son 68 frases o
palabras recogidas en Agosto de 1905, en el itinerario
que desde su Francia natal baja de Panticosa, Sallent,
Yebra, Gesera, a Nocito. Esperamos sirvan para
asentar y consolidar el aragonés de Ballibasa.
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a venido por la ralla
alizón
amprar
anda ta’o pallar a buscar palla
Antonion
artos (epines)
Barranco de San Antón
bes-be ne a brevar = Balle de Broto
bes-be ta güerta = Balle de Broto
bofes (pulmones)
brendar (sub’a brendar)
buxo
cabañera (de ganado)
Catenazo!
ciricera
Colasa
con que badaje
con una tiña (borda) de ganado
coxo
cualo? cuala
deixar-le ne
en contra de volver, chirar (se usa
poco)
en cuenta de escusar hemos gastado
(gastemos)
en Yebra lo dijon
escárcels (en Yebra escarceres)
esceuto Santa Orosia
escrebiba
esos abrios no se si seran crabas
esta plena (emplenar)
Estebañonas
falcillas (= Barbastro)
falciño (vencejo)
fau (haya)
faxo
feito (= que en Ara)
ferraría (ferrero)
fiel
fornigas (hormigas)
Franchón
fraxen (fraxins)
galbanero (perezoso, sin ganas de
trabajar)
güelve las ta’qui!
huente (juente en algunos pueblos)
huerté
juñir (juñido)
Lagraba (apellido)
las píndolas
los castillos que teneban
malacatoneros
me vinié por encima de Panticosa
mielsa (bazo)
muito (= que en Ara)
o melico
ormo
pa fé-las golver
pa que güelgas
polvon, polvonia
que lo icen
sergas, siargas (barzas)
siendo pataco (cojo)
tefla (trèfle)
tienen que salir a ganá-sen la vida
trazón!
treballar
un plano de unos campos
una ripa de sacos (montón)
xoriguel (= Banaguas, Jaca)
ya lo creo que lo entendeba
Ayer y Hoy
La fuente de Yebra,
restaurada por la Asociación el año 2005.
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De Cerésola a Santa Orosia por Monegros
Vivencias de la historia particular de un romero
Jesús Castiella Hernández
omenzaré por decir, sin temor a equivocarme,
que alguna vez oí afirmar con rotundidad que
el camino más corto entre dos puntos no es la
línea recta; entre las localidades de Cerésola y Yebra
de Basa, en mi devenir esa máxima se ha cumplido,
pues pasa por Grañén. Ha sido necesario que mi
tránsito vital discurriera por pagos ajenos a los del
origen para que finalizara confluyendo en el punto
del principio, cual salmón anádromo (que vuelven
a poner sus huevos en el curso alto del río donde
surgió), para ir recreando en mi memoria, al mismo
tiempo, una irrealidad sobrenatural que circulaba por
caminos angostos y dando la vuelta más larga posible.
El refranero dice que al final todos los caminos llevan
a Roma o, en este caso, al santuario de Santa Orosia,
y puedo decir con el juglar:
cada día, con el nuevo día,
me sorprende un recuerdo….
En el recuerdo, desde mis años infantiles, se
mantiene la idea de que la primera ascensión al
santuario se produjo siendo aún feto, a principio de
los años cincuenta, a resguardo y cobijo en el seno
materno. Para María Eva, mi madre, que hizo su
primera ascensión aquel año, casada con Julián -el
primogénito de Casa Aguau de Cerésola-, fue todo
un descubrimiento por el contraste con su tierra natal
sayaguesa. Tiempo después recordaba sorprendida
y con emoción, los votos y preces de los feligreses
llegados de los lugares del contorno, el colorido y
vistosidad del dance ritual y la familiaridad de las
gentes que se reencontraban en la explana, y que
partiendo desde el Zoque se asemejan a huestes
con sus estandartes ondeando. Ella también intentó
descifrar aquellos actos y ritos para comprender más
a sus gentes e integrarse a unas costumbres distintas y
distantes de las suyas. El colombiano Gabriel García
Márquez, “Gabo”, lo refleja muy bien en el párrafo
final de su magnífica obra “Cien años de soledad”,
donde retrata su paraíso, Macondo:
“…descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito
en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre,
porque las estirpes condenadas a cien años de soledad
no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.”
Siempre hubo poetas con sensibilidad que supieron
expresar, en breves y sucintas palabras, el sentimiento
y las gestas de los pueblos: sus epopeyas, sus mitos,
sus leyendas, etc.; luego, otros seres anónimos los
parafraseamos para expresar aquello que se nos hace
harto difícil y enrevesado de explicar: convertir
en palabras las emociones que nos embargan en
momentos puntuales. De este modo nos van saliendo
al encuentro, con sus versos y sus máximas, y ayudan
a explicar lo inexplicable, por lo que en los párrafos
siguientes los utilizaré para afrontar esta vivencia
personal.
Desde mi más tierna infancia siempre oí a mi
abuela Martina contar que la devoción de los pueblos
de la Guarguera estaba compartida entre Úrbez y
Orosia, dualidades divinas que en olor de santidad,
como fanales de popa irradiando luz envolvente,
hacen que reviertan y confluyan hacia sí los seres
que han dado vida a estas montañas. Siglos y siglos
atrás, según reza la tradición, los dos santos foráneos
deambularon estas tierras agrestes regándolas con su
sangre y sudor, refugiándose en olor de santidad de
las persecuciones a que estaban sometidos, y quizá
ese ocupar y asentarse en esta tierra arraigó en las
buenas gentes que las han tenido por origen, y se
sienten hijos de la misma. Todas las casonas y sus
descendientes mantuvieron presentes las imágenes de
ambos luceros y en sus fechas conmemorativas, como
rito anual, hacían un alto en las faenas cotidianas para
volver a honrarlos en sus santuarios o eremitorios de
Nocito y Cerésola y Yebra de Basa respectivamente.
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cada año aquel estandarte que ellos portaron, para
decir con el uruguayo Mario Benedetti:
(…) mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme con vos (…)
Y continuando con el chileno Pablo Neruda:
tal vez no vivo en mí mismo
tal vez vivo la vida de los demás
mi vida es una vida hecha de todas las vidas:
(y añado) las vidas de los montañeses
Esas gentes, habitantes de las riberas del Guarga y
Basa, en la segunda mitad del siglo XX fueron viendo
condicionada su vida por la penuria económica
que los asolaba, y que junto a la escasez de medios
y ayudas oficiales conformaron unas dificultades
insalvables para su desenvolvimiento cotidiano, con
planteamientos de difícil salida, y que fue abocando
a la mayoría a un exilio obligado: la diáspora hacia
Tierra Baja. Por los poblamientos monegrinos
de Grañén, Curbe, Sodeto, Frula y otros, fueron
recalando apellidos de rancio sabor montañés:
Escartín, Castiella, Bellosta, Semolué, Tomás,
Cebollero, Allué, Otín, etc. y cuyo origen enraizaba
en Aineto, Cerésola, Fenillosa, Artosilla, Laguarta,
Matidero, etc… Aunque sus vidas habían tomado
nuevo rumbo, sus mentes se mantuvieron fieles al
origen y así, en cualquier conversación al calor de la
lumbre, surgían los recuerdos y andanzas aflorando
las casas, reconocidas por sus apodos y sus personajes;
porque los recuerdos son el paraíso del que no podemos
ser expulsados.
Los años, la experiencia vital y los recuerdos,
hacen que uno a veces sienta la necesidad de
reencontrarse, de intercambiar esa metamorfosis que
impregna la esencia misma del subconsciente del ser
humano y por eso, como afirmó Cicerón, el cultivo
de la memoria es tan importante como el alimento
para el cuerpo. Cultivar la memoria es mantener vivo
algo latente para transmitirlo después de generación
en generación tal como ha sido, evitando con ello,
en lo posible, no cometer los mismos errores; y esa
máxima quedó grabada a fuego en las mentes de los
habitantes que se diseminaron por la tierra monegrina.
Años después esos hombres, transmutados en su
descendencia -la generación que hoy luchamos contra
los mismos o parecidos sinsabores que nos plantea el
paso de la vida- se reencarnan en nosotros, y somos
sus herederos los que levantamos al viento de nuevo
La experiencia personal del recorrido que realizo
hacia el santuario cada año, y que quizá no difiera
mucho del de cualquier otro Romero en las mismas
circunstancias, es la de ser y sentirme cuerpo
portador, refugio donde habitan los espíritus de mis
ancestros que moraron por estas laderas y que, con
el mismo fervor, se iban convocando año tras año
al encuentro del símbolo de unión que representaba
ese día en sus vidas. Es como un viaje a las entrañas
del subconsciente, a esa caverna interior que todos
horadamos espiritualmente y donde los hálitos de
esperanza rezuman por aflorar; a esa Ítaca del poema
que otea tras las olas que los sueños desbordan como
isla asolada por las tempestades mundanas. Llegar a
refugio como barco que alcanza el puerto de abrigo
tras una interminable travesía es la meta, sentirse
arropado y reconfortado tras zigzaguear ladera arriba
y reencontrarte con los paisanos que siente como tú,
para recitar con Constantin Cavafis, una vez más:
(...) desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos.
Ten siempre en tu mente a Ítaca.
La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años,
y ya anciano recales en la isla, (…)
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Por eso, qué mejor homenaje se les puede rendir
a los habitantes de estas montañas, y a los poetas en
general que nos inspiraron, que citarles, cuando con
ello pretendemos que sus espíritus se reencarnen y
fundan en nosotros para formar una sola comunión
espiritual y ascender, una vez más, a la cita anual que
congrega a los montañeses diseminados por todas las
tierras, volviendo a musitar unos versos de la obra
Desolación de la quimera del sevillano Luis Cernuda:
Este hombre solo, este acto solo, esta fe sola.
Recuérdalo tú y recuérdalo a otros.
Dos imágenes de un mismo recuerdo, Cerésola y Grañén.
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O Zoque
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El glaciar del Gállego
Carlos Marco Guallar
(Centro de Interpretación de los Glaciares de Senegüé)
hora que el calor y la sequía nos azotan año
a año, cuesta imaginar, tal y como titula el
vídeo del centro de interpretación de los
glaciares de Senegüé, que hubo un tiempo hace ya
unos 156.000 años en que los glaciares llegaron hasta
el actual Sabiñánigo.
Los glaciares, y sobre todo las huellas que nos
han dejado, han condicionado en gran medida
tanto nuestros paisajes actuales, como la ubicación
de la mayoría de nuestros pueblos, y ahí radica la
importancia de entenderlos para así conocernos un
poco más.
Vamos bajando con él, por Bachimaña, hasta
llegar al Balneario de Panticosa, un gran circo
donde confluirían lenguas de hielo casi desde
todas las direcciones menos desde el sur por donde
continuaremos viaje. En el Balneario veremos las
muescas dejadas en los umbrales por el desplazamiento
del hielo principalmente a los pies del lago. También
desde aquí observamos el Garmo Negro con la
aguja de Pondiellos delante, y los valles colgados
producidos por los afluentes glaciares que nos han
dejado la Faxata Baja y Alta.
De esas enormes masas de hielo apenas quedan
unos pocos reductos en las partes más altas de
nuestras montañas, en nuestro valle, el Balaitus, y los
Infiernos, son los dos únicos picos que aún mantienen
glaciares en activo.
Para comprenderlos un poco más vamos a
desplazarnos a la parte alta de nuestro valle, y en
un viaje con la imaginación acompañaremos el fluir
del hielo por nuestra comarca, siguiendo sus huellas
como si de un rastro se tratase para aprender algo más
de nuestro entorno.
Para ver cara a cara un glaciar en nuestro valle
deberemos subir a casi 3.000 metros de altura, y
rodeando la montaña para llegar a su vertiente norte,
nos encontraremos con algunas manchas de nieve
protegidas por enormes farallones de roca, no todas
son glaciares, sólo aquellas en las que aparezcan grietas,
nos indicarán de un cierto movimiento y podremos
hablar de Glaciares. En la actualidad se reducen a
unos pocos circos que ellos mismos han creado en su
apogeo. Por su proximidad hemos subido a los Lagos
Azules desde el Balneario de Panticosa, para poder
apreciar el glaciar oriental y central de Infiernos.
Al descender con lo primero que nos encontramos
son los ibones, y ellos nos hablan de antiguas cubetas
de sobreexcavación que tras el retroceso del hielo se
han rellenado de agua gracias a la impermeabilidad del
granito. El hielo se fue juntando con el originado por
cada una de las montañas cercanas, y en unas épocas
en las que la nieve caía en todas las estaciones del
año, y las temperaturas la conservaba capa tras capa,
el hielo formado tenía suficiente tamaño comopara si
de un manantial se tratase, ir formando ríos de hielo
que muy poco a poco iban cubriéndolo todo.
Desde estos 1.630 metros nos precipitaremos junto
a las aguas del Caldarés para descender por Panticosa
y llegar a El Pueyo donde antaño confluirían las dos
grandes lenguas de hielo, la venida desde Portalet y
Sallent, y la que venimos siguiendo de Panticosa. Aquí
confluirían además posteriormente los glaciares que
se formarían en las caras norte de Telera y Tendeñera.
El actual embalse de Búbal, serviría de gran cubeta de
recepción de todas las grandes lenguas glaciares que
utilizarían todos nuestros actuales cauces fluviales
para descender hasta este punto. Nos encontramos
a unos 1.000 metros de altitud y las acumulaciones
de hielo y nieve aumentan cada vez. Como si de
un gran embalse natural de hielo se tratase, todo va
cubriéndose por el blanco y brillante elemento hasta
desbordar por el estrechamiento de Santa Elena.
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Casa de los Baguer. Senegüé
a Orós, al poquito podemos parar para mirar al
otro lado de la carretera el barranco de Arás hoy
canalizado, pero en su parte alta podremos ver la
Señorita de Arás, formación geológica típicamente
glaciar, generada en una de sus morrenas laterales por
la acumulación de till. La erosión y la magia del paso
del tiempo hicieron el resto.
Continuamos viaje encontrándonos de tanto
en tanto con grandes bolos graníticos de formas
caprichosas que de no ser por la “gigantesca cinta
transportadora” del glaciar no tendrían razón de ser.
Desde Oliván, además de apreciar su bella iglesia
románica podemos pasear saliendo por el camino
que nos conduce a Bergusa para ver una morrena
por dentro, y también desde allí observar la torraza
de Escuer, igualmente asentada sobre una de esas
morrenas laterales sobre las que antaño situábamos
nuestros pueblos para una mejor defensa.
En Santa Elena subiremos hasta el mirador para
poder descubrir una de las características de los valles
glaciares, su forma en artesa. Si miramos en dirección
a la tierra de Biescas, lo veremos claramente, una base
plana y amplia, en la actualidad cultivada y salpicada
de pequeños pueblos. En Santa Elena también
podemos apreciar la dureza de la roca caliza que el
río Gallego excavó, y después el glaciar ensanchó un
poco alzándose para en cascada superar el desnivel
agrietándose y formando espectaculares seracs.
Al continuar llegamos a Biescas, lo que en aquella
época fue un umbral que el hielo pulió y donde se
originó el pueblo después, si salimos por el camino
El Gállego nos sigue guiando por este río de hielo
alimentado por más y más nevadas en las montañas,
pero que poco a poco iba perdiendo su fuerza. Ya en
Lárrede nos subiremos a su torraza para ver mejor
las dimensiones de este glaciar, y como en Senegüé
prepara la gran almohada sobre la que reposar
después de tanto esfuerzo. Por el puente de las pilas
cruzaremos a la margen derecha para poder remontar
la morrena, y recorriéndola sentir la grandiosidad
que tuvieron que tener aquellos gigantes.
Terminaremos en las calles de Senegüé en la Casatorre de los Baguer del siglo XVI, para dentro de ella
ver en imágenes y ya sentados, como debió ser ese
impresionante Glaciar del Gállego al que tanto le
debemos.
Ibón de Ordicuso
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Pastorada de Santa Orosia 2007
Mayoral
Mayoral
1. Biembenido sía
iste seleuto auditorio
de o que pasa por o mundo
yo quio daros notorio.
11. Dimpués de a presentazión
no cal fer-se a rogar
tos presento a o compañero
lo clamamos rebadán.
2. En o mío nombre y de os lanzantes
en primeras quereba agradezer
que estez con tanta atenzión
toa ista caterba chen.
12. Dizen que ye o suyo ofizio
pero no le imos bisto enganchar,
de gambada toz os días
y namas que pajariquiar.
3. Que mamá siempre me ha dito
que o primero ye a educazión
pos si por algo me podez carrañar
no ye ixa a mía intenzión.
13. Ya pue fer día güeno
que toz pa él barruntan agua,
siempre lo bierás bien cubierto
y en a tabierna de millor gana.
4. Si ez parau cuenta
que a mía fabla ye un siñal aspra…
Buen cabal!
Santa Orosia me entiende,
que yo le charro a ella
dende aíntro d’a mía alma.
14.Dize que si está o sol blanco
tenemos agua n’o campo
y si o sol está ancho,
coflau en bella mosquera
no’n pasa miaja e pena
y igual caye una coscadeta.
5. Grazias tamién a os romeros
que de tantos lugars eis plegau
con o ropón y o palo
como tantos antepasaus.
15. No’n conoze de andalorzios
tampoco no d’escañacrabas
con o buchorno pai que s’afoga
¡Qué güen orache fa en casa!
6. Grazias a os cruzeros
que’n bienen de toda a Montaña
trayez a millor joya buestra
pa engalanar ista fiesta.
16. Toz os días s’amallata
asta güena ora n’a cama,
y a caseta d’o pastor
le’n imos tenido que apañar
con aire acondizionau
y a telebisión digital.
7. Y a os zereños banderistas
de ro Balle y Sobrepuerto.
Qué argüellosos nos sentimos
de que abandiez sin rangüello!
8. Memoranza pa os que iste día
con nusotros no puen estar
Santa Orosia se alcordará
de a fe que le eis tenido en bida.
¡Punto!
Cantas
9. ¡Cuánto gozo, qué contento
de golber-nos a alcontrar
pa astí chuntos zilebrar
a fiesta e Santa Orosia!
10. Alas me das pa puyar
fuerzas d’ande yo no’n tiengo
y to por bier-le a cara
a ra santa que yo más quiero.
17. Yo malbibo en casa amprada
con goteras n’o tellau
y si m’escuido, luego espaldada.
Y o rebadán sin d’embargo
me demanda un adosau
u bel alpartamento n’o Lambado.
20. Abrás estau de lifara
y ista nuei güena zorrera
no ejarás de cayer-te largo
y amostrar-nos a meliquera.
21. No sé t’ande abrá pegau n’o imbierno
en tres meses de bacazions
dizen que uscaba a calor
por Cuba u quemisió.
22. Cuan a la fin tornó
de a calor d’o pecho ajeno
no l’en entendeba cosa
charraba raro o trapazero.
Busaba fer repartizión
de to menos de ro suyo
y que biba ra reboluzión!
23. No conozeba ni a ra suya perreta
y llegó a confundir a un buco
con a burrota grisa que teneba.
24.Sólo busaba minchar
caquis, quibis y guayabas,
l’en quedó o tipo bien fino
n’o escusau to ro día estaba.
25. Tornó en sí de a fatera
cuan le clabón debán d’un plato
con caramullo e torteta,
chingarra, chulla y panzeta.
26. Os güellos l’en quedón blancos
ascape perdió a color
y asta as garras le tremolón,
27. y altonzes poco dimpués
bido a berdadera fe:
s’encomendó a ro cochín
y renegó de Fidel.
¡Punto!
Mayoral
18. Imos a ejar-le charrar
que si no igual rebienta
pero cuida d’o que dirás
que empezipias y no paras cuenta.
28. Cómo escansan en casa tuya
de no sentir-te charrar,
me abatanas a cabeza
y nomas fas que meter mal.
¡Punto!
29. Si podese l’espachaba
a dormir ligero t’a cama
pero ista nuei dará buen ferrete
con salir a bier o ambiente.
Rebadán
19. ¿Qué tal plantas, mayoral?
Fa días que no te bieba,
que no sé de tú garra,
ya pai que uloras a fiesta…
30. Ixa orquesta que no toca,
nomas graman y esberrecan
as cantas que son moda.
O Zoque
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31. Cuatro u zinco esgarramantas
d’enzima de ro tablau
que no cantan gota
y lo leban to grabau.
32. A ros mosicos d’antes más
yo los quereba recordar,
que con cuatro trastes feban
o baile n’o lugar.
33. Con curdión, biolín, guitarra
sartens, chiflos, poco más…
as parelletas bien pretas
¡ixo sí yera bailar!
34.Agora no hai quien s’eche nobia,
con Bustamante y Bisbal
todas as mozetas bailan
que pai que se ban a estricallar.
35. ¿T’ande quedón
Solanilla y Cucalón
que cuan iban enta as fiestas
lo pasaban de cojón?
36. Si os mosicos de Acumuer
y ros ziegos de Sietamo
debantasen a cabeza
bien amolaus y espantaus
se’n tornarían t’a fuesa.
¡Punto!
Rebadán
37. No te beigo ista nuei
esqueferau de güelga en casa
que te beigo cantando jotas
y engoletando en a barra,
38. anque a menistra aiga dito
que no pues fer botellón,
y que sólo tastará o bino
mosen n’a consagrazión.
39. Bien zereñas que han salido
as nuestras chenerazions
y bino con pan y azúcar
toda a bida nos ne dión.
(le pasa a bota a o mayoral)
Mayoral
42.No tos alcordaz cuan bino?
Mister Marshall Marcelino?
yera tiempo d’eslezions
y os politicos se multiplicón.
43.Una caterba toterrenos
toz en ringlera enta Puerto.
No sé cuanta chen beniba,
iban d’estar un ziento.
54.á iste auditorio que está
asabelo qué atento y benigno,
con conzieto d’escuchar
a tuya bida y prodigios!
MARTIRIO DE SANTA OROSIA
44.Güena bardera ejón,
plena e roderas a pista
Pa fer a inaugurazión
de ras Cuebas as armitas.
Yo tos charraré d’a benida d’Orosia
dende Bohemia enta istas montañas:
45.En diez minutos se fizo
sin baxar-sen de l’auto en Sorna,
con o escoscaus que iban toz
no iban a manchar-sen as botas!
55. ¡De Bohemia yera Orosia
y d’Igipto natural,
pa onra d’ist’Alto Aragón,
ta Yebra se’n bino a coronar!
46.Dimpués monserga y retolica,
escansaus se ganón o sueldo,
bien fartos ent’a cama
y sin dengún remordimiento.
56. Llegó t’o monte de Yebra
y bido á un mesache sembrar:
- ¡Labrador, güen labrador!
¿me dirá qué ye o que sembra?
- ¡Trigo sembro, mi señora,
pos ye o propio d’ista demba!
47.Ixe día iban toz chuntos
igual de izquierdas que dreitas,
con os telediarios que nos dan
pai que feban güenas parellas.
48 Tienen tanta fatera
que a ra chen normal nos leban
como cagallón por zequia.
49.Toz os días carrañaus
nos fan estar a os ziudadanos,
y a nusotros rai, con un clarete
en Santiago o mundo apañamos
50. Que si o nuebo estatuto,
si Yesa u o Canfranero,
que si en hai guerra n’o mundo entero.
Buen cabal si m’ejan minchar chulla
en o Rincón de Valero.
40.Fuera toz os bizios d’o país,
prou de bino ranzio
y de as gotetas de anís.
Miaja e poncho ni sopetas,
pero a bota yo la bazio.
Cantas
(bebe)
52. Y pa poder rematar
a chanzoneta y os dichos
yo tos encargo y suplico:
¡Si algo tos ha molestau,
que lo ejéis en l’olbido!
41.Y yo no tarto más
y tos boi a ejar estar,
y como no te deseyo mal
aun te’n daré un siñal.
53. ¡Pos yo en nombre de toz,
Orosia, lizenzia tos pido
pa poder esplicar
con tu grazia y con tu ausilio,
51. Te conozié n´iste puerto
me prendé de tú y d’a santa
dende antonzes siempre biengo
porque si no, algo me falta.
1er. LANZANTE:
57. Antonzes contesta Orosia,
biyendo benir o martirio:
-¡Mañana á punto e día
podrá usté segar o trigo!
58. mesache se’n fue ta casa
y d’ixo no’n fizo miaja e caso.
¡Ya marchón n’a mañanada
os pastors con os ganaus!
59. ¡Ya ascape astí s’alcontrón
con que o trigo d’ixa demba
yera un sementero granau,
perfeuto pa ser segau!
60. ¡Escopetiau se’n golbió un pastor
y ascape le’n dijo á l’amo!
¡Deseguida buscón peons!
¡Ascape subión a segar-lo!
2º LANZANTE:
Yo tos charraré d’a persecuzión qu’os
moros le fizon á ra debina Orosia:
61. ¡Ya a pionada s’enzamarraba,
ya bidon pasar cozcoz
muita chen qu’en son de guerra
por Orosia preguntón!
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62. -¿Por bel casual ha pasau
bella siñora puyando,
con donzellas y criaus
que l’iban acompañando?
73. Dimpués le cortón os pechos
con ixa espantosa espata.
Ya le cortan a capeza,
por tres bezes espadata.
82. Dende astí ent’a Catedral
marchón toz en prozesión
y en a izquierda d’o Sagrario
o Cuerpo d’Orosia ejón.
63. -O diya que sembré ista demba
me pai que po astí pasón.
O rei moro enzenegau,
á esgrituziar emprendió:
4º LANZANTE:
83. O bentizinco e chunio
Se zelebra a suya fiesta,
s’enseñan as suyas reliquias
y Orosia a suya palabra da,
con os anchels. ¡Amen!
64.-¡Empentaremos ta l’alto,
feremos güen resacau,
qu’ascape l’alcontraremos
t’andequiera aiga pegao!
65. Con l’animo acongajao
por ista persecuzión,
Orosia s’iba amagau
en l’ondo d’un cobachón.
66. ¡Asta as mesmismas arañas
á efendé-la se’n binon!
¡Pa qu’Orosia s’ocultase
un gran enrejau le fizon!
3er. LANZANTE
Yo tos charraré d’o martirio d’Orosia
y d’os suyos acompañantes:
67. Mandó o rei formar as tropas,
comenzipión a escalada.
En llegaus ta Cruz d’a Gualda,
luego bidon ande estaba.
68. ¡O rei moro con a espata
esfilorchó as telarainas,
salió a joya guapisma,
d’espanto quedó chelada!
69. O monarca fue escarau,
qu’asinas l’entró a charrar:
- ¡A muerte yo te perdono,
si con yo te quiés casar!
Yo tos charraré de cómo o pastor alcontró
os restos de Santa Orosia:
74.Cuerpo d’Orosia esbrusau
y os d’os suyos acompañantes
astí quedón n’iste mon,
pa qu’as fieras los minchasen.
75. Mas n’iste Puerto tan gran
nomas un pastor abeba.
D’o zielo se’n bino un ánchel
pa rezèbir aquella alma.
76. L’anchel le ijo á o pastor:
-¡Abrás de baxar ta Yebra,
dimpués te’n irás ta Chaca!
mas o pastor s’escusaba:
77. -¡Ya fa un rabaño e diyas
qu’o mío ganau no s’abreba,
astí no’n hay gota d’agua!
-¡Yo t’abrebaré o ganau,
y á tú no te faltará cosa!
78. -¡Alza ixa losa, pastor!
Y astí no salió cosa.
-¡Alza ixa losa, pastor!
Y brotó una fuen de sangre.
-¡Alza ixa losa, pastor!
Y brincó una fuen d’agua.
5º LANZANTE:
Yo tos charraré d’o traslau d’os Restos
d’Orosia enta Yebra y enta Chaca:
CULMINAZION D’OS ELOGIOS
Mayoral
84.¡Qué tos pai, oyentes míos,
qué bida tan miragrosa,
qué inozenzia, qué birtús,
y qué muerte tan dichosa!
85. ¡Ánchels se’n bajón d’o zielo
que le trajon a corona,
y en a palma la subión
ellos mesmos enta a Gloria!
86. ¡A Suprema Trenidá,
por a suya gran fortaleza,
le otorgó muitas grazias
y muchismas preferenzias!
87. ¡En ixas tronadas fieras
nos efiende de ra piedra,
d’ixas brutas abenidas,
d’os rayos y d’as zentellas!
88. ¡En os partos perigrosos
ye asaber qué medianera,
y por ella merezemos
o benefizio de l’agua!
70. Orosia con boz zereña
ascape le respondeba:
-¡Zien mil bezes yo quió ser,
zien mil bezes egollada,
antes que con bel rei moro
aiga de ser yo casada!
79. Os Restos de Santa Orosia
Los guardó n’a suya mochila.
-¡A Capeza ejá-la en Yebra
y porta ro Cuerpo ta Chaca!
¡Enfilas o camín d’O Puente,
drecho por a Bal Estrecha,
asta llegar enta Guasa!
71. Antonzes aquel salbaje,
con muita rasmia y angluzia,
á l’umilde Santa Orosia
lastimosos golpes daba.
80. ¡As campanas d’as ilesias
d’os lugars por ande pasaba,
en biyendo tan gran miragro,
por sí solas s’abandiaban!
90. ¡Biba ra debina Orosia
con su grandismo Martirio!
¡Biba ista fiesta tan biella,
alma d’iste Pirineo!
72. Le matón á os suyos ermanos,
San Cornelio y San Azisclo,
pa bier si s’acotolaba,
y asinas palabra daba.
81. Elante O Portal d’as Monjas,
cantando as suyas grandezas,
o Cabildo y o Conzello
á nuestra Santa aguardaban.
91. Asinas yo tos espido:
¡Plantar fuerte y no reblar
¡Qu’otra añada n’ista fiesta
nos golbamos alcontrar!
89. ¡Ella cura endemoniaus,
ella á ros enfermos sana,
ella asiste á ro afligido
y á ro que con ferbor la clama!
Cantas
O Zoque
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Mayoral
92. Prenzipiaré á espedir-me
por ixe Templo sagrau,
ixa fuen tan eliziosa
y por iste florido prau!
95. ¡Pa rematar, Santa mía,
recordanza imos de fer
de toz os debotos tuyos
qu’en ista zaguer añada
ta la otro mundo se’n fuen!
93. ¡Adiós á Cueba d’Orosia,
lugar d’o suyo martirio,
adiós á ixa Ilesia que fue
d’as suyas reliquias sagrario!
96.¡Asinas tamién quisiera
grazias dar á tanta chen,
que con tan grandisma fe
partizipó n’ista Fiesta!
94.¡Adiós á o siñor Retor,
mui querido Mosen José,
y á o siñor Pedricador,
con clero y autoridades!
97.¡Orosia, Santa mía!
¡Mira-te ta tanta chen,
que de tan lejos binon,
agradeze-les a suya fe
y o gran esfuerzo que fizon!
98.Os que escribimos y charramos
podébamos fer-lo millor
pero no tos quede a duda
que se fa con güena intenzión.
99.¡Grazias por a buestra atenzión,
de toz busotros yo m’espido!
¡Dios nos dé a Gloria Eterna
por os siglos de ros siglos!
Alejandro Gurría González
ROMEROS:
CRUCES:
BANDERAS:
Galliguera: - Casa Satué de Arto
- Arto
- El Puente
- Estallo
- Fanlo
- Ibort
- Jabarrella
- Latre
- Orna
- Puente Sardas
- Espín
- Orús
- Fandiello
- San Julián
- Yebra
- Sobás
- San Román
- Isún
- Sardas
- Allué
- Osán
- Satué
- Latas
- Jabierre
- Susín
- Larrede
- Bergua
- Bergusa
- Ainielle
- Olibán
- Biescas
- Fiscal
- Casbas
- Cortillas, Cillas y Sasa
- Sobás
- San Julián
- El Puente
- Escartín
- Barbenuta
- Bergua
- Yebra (grande, pequeña y de los niños)
Guarguera: - Casa Blasco de Sandiás
- Abenilla
- Alabés
- Artosilla
- Belarra
- Bescós
- Ceresola
- Fenillosa
- Ordovés
- San Esteban
- Villacampa
- Villobas
- Yéspola
Valle Mangueta: - San Vicente
- Bohemia
- La Sotonera
- Bergua
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Antiguos lugares de Sobrepuerto: Escartín
José María Satué Sanromán
stá emplazado en una de las hombreras que
descienden de la Sierra, a 1.360 m. de altitud.
Casi todo su término está orientado al sur,
por lo que en su vegetación destaca el matorral (boj,
aliagas, erizones, espinos) con quejigales en la zona
baja y pradera alpina en la parte alta del monte.
Como el suelo es calizo, los barrancos sólo llevan agua
cuando llueve o en períodos de deshielo, excepto la
Glera o barranco de Otal.
Al estar asentado en plena la ladera, sus habitantes
tuvieron que librar una gran batalla contra la erosión,
construyendo enormes bancales escalonados,
sostenidos por altas paredes, las más espectaculares
de Sobrepuerto. Las eras estaban alineadas a lo largo
de la arista de la ladera, abiertas al viento necesario
para aventar, con sus grandes bordas de dos plantas,
con acceso independiente, aprovechando el desnivel
del terreno.
La mayoría de las casas presentan sus tejados
hundidos, a causa de las goteras y de la nieve, pero
todavía podemos observar sus gruesas paredes, sus
ventanas adinteladas, algunas portadas con grabados,
las esbeltas chimeneas, etc. Destaca la portada de
casa o Ferrero (dintel de una pieza imitando arco
muy rebajado, OLIBAN AÑO 1829); los dinteles de
ventanas y puerta de casa O Royo, con la fecha más
antigua que se ha localizado en el lugar, grabada en
un sillar de su fachada oeste, 1.612; un dintel de casa
Ferrer y otro de casa Buisán… Algunas tenían valiosos
escudos sobre sus fachadas (O Royo, Lacasa y Pedro
Escartín). También había una curiosa inscripción
sobre la portada de una borda de era (AÑO/DE *
I859/NO UES QU/E SOYUNLE/TEROQUEM/
AGADERO*), conservada en el Museo de Artes
Populares del Serrablo, lo mismo que el espantabrujas
o capiscol de la chimenea de casa Ferrer.
En la parte más alta del pueblo destaca la silueta
de la iglesia de San Julián, que con la casa abadía,
la escuela-vivienda, la antigua herrería-local público
y el cementerio, forman un conjunto alrededor de
una placeta cerrada, con acceso a través de un portal
con arco semicircular, formado por grandes dovelas y
sillares en las jambas, en cuya clave está grabada en
bajorrelieve una custodia (similar a la de la portada de
la Isuala), protegido por un tejadillo a dos vertientes.
La iglesia combina en su construcción la mampostería,
con buen sillarejo y sillares trabajados, especialmente
en la torre. La iluminación es muy escasa, entra a
través de dos pequeños vanos, rectangulares y con
derrame interior, abiertos en el frontispicio absidial
y en el coro. Tiene planta rectangular, con una nave
de grandes dimensiones (10x12 m. aprox.) dividida
en tres tramos por tres arcos apuntados, que apean
en pilastras decoradas con relieves escultóricos en los
capiteles y un sogueado en toda su longitud. Cabecera
de tres ábsides de fondo plano, el central mayor que
los laterales, orientada al este, dos capillas de desigual
altura en el lado del Evangelio (la más próxima al
ábside decorada con una nerviación en el intradós del
arco de la embocadura, apeando en ménsulas) y otra
en el lado de la Epístola.
Se cubre con bóveda de cañón apuntado; la
triple cabecera y las capillas laterales con medios
cañones. Las seis pilastras de apoyo de los arcos
fajones presentan una decoración en relieve a base
de un sogueado grueso en las aristas, basa rectangular
biselada y capiteles grabados con variados motivos
(angelotes, rostros humanos, aves, cabezas de animales
indefinidos, bultos redondos, acanaladuras, etc.). En
la clave del arco fajón central hay un bajorrelieve con
el Agnus Dei. En la parte baja de una de las pilastras,
al lado de la puerta de entrada, se embutió la pileta del
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agua bendita,
Bordas en Escartín
con acanaladuras y borde sogueado. El
pavimento de la nave está formado por grandes losas
de piedra, bajo las cuales hay algunos enterramientos,
como se lee en una de ellas: “SEPVLTVRAS DE
PEDRO ESCARTIN I LOS SVIOS”.
Tiene un coro alto a los pies, sobre el último
tramo de la nave, con suelo de madera, sostenido
por una jácena de madera que descansa sobre un
pilar octogonal en el centro y dos ménsulas en los
extremos (una de madera y otra de piedra), decoradas
con sendos rostros humanos. Barandilla frontal
de madera con cuatro tramos de balaustres planos,
cadiera corrida y un sitial del mismo estilo, pintados
con tonos azules y rojos.
El baptisterio se habilitó en la segunda capilla del
lado del Evangelio, contenía una gran pila bautismal
(90 cm. de diámetro, 12 cm. de espesor y 50 cm.
de profundidad aproximadamente). En el centro
del frontal figuraba la cara de un Cristo en relieve,
toscamente tallada, con cortos cabellos rectilíneos y
una especie de aureola sobre ella, a cuya altura un
cordón liso la recorría en todo su perímetro y otras
dos paralelas en su base. Se apoyaba sobre un bloque
cilíndrico de unos 30 cm. de altura, descansando todo
el conjunto en un bloque irregular, poco trabajado.
Por sus características opinamos que pudiera datarse
en los siglos XI o XII, época de construcción de la
primitiva iglesia. Lamentablemente fue expoliada en
1980-81, al igual que el mobiliario del coro.
La sacristía está adosada al ábside de la Epístola,
con acceso a través de puerta adintelada (1753),
cubierta de medio cañón transversal y pavimento
de pequeñas losetas puestas de canto, dibujando un
círculo con una flor estrellada.
un rectángulo. Posiblemente se trate de la portada
reaprovechada del antiguo templo románico.
El atrio es de grandes dimensiones, con bóveda de
medio cañón ligeramente peraltado, montado sobre
imposta biselada y canecillos de sección cambiante,
similar a otros modelos de la ribera del Ara. Además
de la apertura frontal, antes tuvo otra lateral, a través
de un gran arco semicircular, que se tapió para añadir
una pequeña habitación destinada a guardar los
diezmos y primicias. Al derrumbarse ésta, ha dejado
al descubierto un vano aspillerado y abocinado en
el muro sur de la iglesia, con dovelas y sillares bien
trabajados. Sobre este pórtico (lonja) se levantó la
torre, defensiva como otras de la zona, de un solo
cuerpo, con acceso desde el coro y estructurada
en tres pisos: el primero abovedado, con un vano
aspillerado al sur; el segundo tiene 5 aspilleras en el
plano inferior, 2 al norte y una en cada lado restante;
el último piso presenta dos grandes vanos con arco
semicircular al sur, otros dos de forma idéntica, pero
menor tamaño al este, para albergar las campanas,
y uno rectangular al norte. Cubierta de madera con
tejado a cuatro vertientes. De las cuatro campanas
que tuvo, sólo queda una grande, rota y agrietada
por los rayos, en la que están grabados un Sagrado
Corazón de Jesús, una Crucifixión, santa Bárbara y
san Julián a caballo como cazador y la inscripción:
“SE HIZO SIENDO PARROCO DON MANUEL
SOLANO. JORGE CAPALBO ME HIZO AÑO
1904. SAN JULIAN Y SANTA BARBARA ROGAD
POR NOSOTROS”.
Esta iglesia contiene indudables vestigios
románicos (XI-XII): como el vano abocinado del
muro sur; un esbelto arco apuntado en la fachada
este, con clave triangular, sobre el que se adivina
la estructura de una antigua espadaña, cegada con
mampostería; el arco semicircular de la cara este del
atrio; el diseño de la portada; la pila bautismal... En
el XVI podría datarse la estructura general de la nave:
bóveda de cañón apuntada, arcos fajones, ábside
tripartito, decoración de las pilastras… Recrecimiento
La portada adintelada, compuesta con sillares bien
trabajados, abre al sur y está protegida por un amplio
atrio: consta de dos arquivoltas de perfil rectangular,
que descansan en sendas ménsulas-imposta, con
guardapolvo abocelado y las jambas en derrame. Las
dovelas de los arcos son de tamaño medio. El tímpano
contiene una mandorla u óvalo apuntado inscrito en
Escartín en 1975
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de la torre, añadidos de la sacristía y cuarto de los
diezmos en los siglos XVII, XVIII. Tiene suficiente
valor artístico para ser Bien de Interés Cultural. Se
encuentra en peligro inminente de hundimiento.
Necesita una restauración urgente. ¿Vamos a perder
otra obra de nuestro patrimonio cultural?
Merecen destacarse los espectaculares abancalamientos de sus laderas, los más grandes de Sobrepuerto,
algunos casi ciclópeos (alrededor del lugar y en las
partidas situadas al este y oeste). Los recintos rectangulares de piedra para ordeñar las ovejas (mosales), de
los que se contaban al menos una docena. Las casetas
de los campos, de todos los tipos y tamaños (exentas,
adosadas, a una o dos vertientes...). Al sur del pueblo,
en la Glera que baja de Otal, está la garganta del
Puente de las Cabras (o puen d’as Crabas), con una
bonita cascada en su inicio y una angostura que se
prolonga a lo largo de unos 500 metros, donde había
una pasarela formada por una gran piedra de una
pieza y un par de maderos a cada lado, a modo de
quitamiedos, que fue arrastrada por una gran avenida
en los años setenta. Y en el barranco Bergazo o San
Clemente, (Sanclimende) situado al este, se produce
una surgencia temporal en primavera, presentando
algún tramo de cauce original, labrado por la acción
del agua sobre las margas y calizas, marmitas y
grandes saltos.
El pueblo tuvo hasta 18 casas abiertas, que
totalizaban 119 habitantes en 1857, quedando
reducidos a 48 en 1.950 y a 26 en 1.960, poco
antes de consumarse su despoblamiento en 1966.
Casi todas estaban separadas unas de otras, rodeadas
de pajares, cuadras y pequeños huertos. Dejamos
constancia de los nombres de las casas y de los amos y
dueñas (entre paréntesis), que cerraron para siempre
las puertas, marchando a otros lugares:
Navarro (Antonio y Generosa Azón Gracia), Blas
(Manuel Buisán y Amalia Escartín), Ferrer (José
Satué y Julia Sanromán), o Royo (José Allué e Higinia
Escartín), Lacasa (José Buisán y Orosia Azón), Buisán
(José Buisán y Brígida Allué), Satué (Francisco Azón
y Flora Escartín), Pedro Escartín (Sebastián Escartín y
Matilde Ferrer), Raro (Santos Santolaria y Pascuala),
Camarrón (Miguel Jal y Felipa), Sampietro (Antonio
Allué y Modesta), Unsens (José Borruel y Trinidad), a
Roya (Mariano Lacasa y Sebastiana), Juan (Sebastián
Ramón y Águeda), Ezquerra (Tomás Ezquerra),
Santolaria(se desconocen), Diego (se desconocen), o
Ferrero (Ramón Oliván). Nada menos que 7 familias
emigraron a Francia.
Los términos más importantes del monte se
llaman: os Ballones, a Batella, o Bezuelo, o Cajicar, a
Calma, o Calamazo, o Collé, Comenals, a Corona, o
Corrucal, Costalé, o Cotonal, a Cuasta, os Cubilás, o
Cuello, a Cruz, as Eretas, o Fabar, Forcallón, o Fulco
Ancho, o Fulco Estrecho, as Fuebas, Gasarto, Lacañosa,
Lacuna, os Mallatones, a Mata, Matils, o Millar,
Nabayuelo, Pardinialla, a Peña, a Peña Blanca, a
Planeta, a Planialla, o Pueyo, a Ralla, Rapedals, a
Retura, as Setenas, o Silo, Solaneta, Solaniello, o Solano,
Tozas, Trasamata y Uretas.
Escartín. Cascada en la Glera (Puen d`as Crabas
La fiesta mayor se celebraba el tercer domingo
de Septiembre, por tanto en fecha variable, sin
advocación concreta. Y la fiesta pequeña era el 7
de enero, en honor de San Julián, a quien estaba
dedicada la iglesia parroquial. Desde hace unos años,
los antiguos vecinos, descendientes y amigos nos
reunimos en el pueblo el primer sábado de julio.
Escartín. Mosal para ordeñar las ovejas
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En busca de la nariz de Santa Orosia
Ricardo Mur Saura
La Historia de la Gloriosa Santa Orosia narra dos
sucesos. En primer lugar, el martirio de la santa a manos
de los moros cuando huía de éstos, acompañada de
su tío Acisclo, por negarse a abandonar la fe cristiana.
Y, en segundo lugar, cuenta la historia de La Cava,
hija del Conde don Julián, gobernador de Ceuta, la
tragedia del último rey visigodo, Don Rodrigo, y la
pérdida general de España.
La obra debió representarse en Burbáguena a
finales de 1576, después de que en el mes de julio
el papa Gregorio XIII autorizase el traslado de unas
reliquias de la santa a Burbáguena, a petición de su
Consejo.
Burbáguena, plaza de Bartolomé Palau
urbáguena es un pueblo de la provincia de
Teruel, comarca del Jiloca, situado junto a la
carretera N-234. Se levanta a 814 m. de altitud.
En 2005 tenía censados 301 habitantes. Se encuentra
a 82 km. de Teruel, a 99 de Zaragoza y, para el día a
día, a 14 de Calamocha y a otros tantos de Daroca.
A pesar de lo meridional del enclave, Burbáguena
guarda importantes tesoros orosianos, como ser la
patria de Bartolomé Palau, autor de la Historia de la
Gloriosa Santa Orosia, haber poseído un relicario con
la nariz de la santa y otros restos nada desdeñables en
su iglesia parroquial. En realidad no resulta extraño,
aun a pesar de la distancia con las Montañas de Jaca.
Téngase en cuenta que en el vecino Calamocha
existe una capilla dedicada a la santa, donde tuvo
su sede una importante cofradía y en Las Cuerlas se
conservan más reliquias.
Bartolomé Palau
artolomé Palau nació en Burbáguena en
fecha indeterminada, hacia 1525. Estudió en
Salamanca, obteniendo el grado de Bachiller en
Teología. Sabemos que fue sacerdote, historiador,
prosista y autor dramático. También se ignora la fecha
de su muerte, que debió ocurrir con posterioridad
a 1569. Sus obras son Farsa llamada Custodia del
Hombre (1541), Historia de la Gloriosa Santa Orosia
(1545),Farsa llamada Salmantina (1552), Victoria de
Cristo (1563) e Historia de Santa Librada (1569).
Hay varias ediciones de la obra. La última es el
estudio publicado en la Biblioteca de Autores Cristianos
por José Gómez Palazón (BAC, Estudios y Ensayos.
Historia, nº 72, Madrid, 2005).
Bartolomé Palau, como hijo ilustre de Burbáguena,
tiene una plaza dedicada en la parte alta del pueblo.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles
a iglesia parroquial de Nuestra Señora de
los Ángeles es un soberbio edificio del que
destacamos su esbelta torre, de influencia mudéjar, su
portada renacentista y sus capaces y luminosas naves,
terminadas en el siglo XVIII.
En su interior podemos rastrear los siguientes
restos orosianos:
Hubo una capilla dedicada a Santa Orosia,
fundada por la familia Baylo, que en el siglo XVI se
restauró. De ella no queda nada, pues sabido es que
el templo entonces existente fue demolido en 1745
para construirse el actual, tal como lo conocemos.
Hubo una imagen de la santa, quizá procedente
de la capilla reseñada, que según las fuentes orales
debió ser llevada a Teruel en 1963, cuando colocaron
las pinturas murales de Cañada, que hoy pueden
verse.
Hay un óvalo con una imagen de la santa, casi
de tamaño natural, pintado en una de las pechinas
de la cúpula del crucero, en el lado del evangelio. La
pintura está en muy buen estado.
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Hay un par de bustos, en el altar del Rosario, sito
en el lado de la epístola, que son de Santa Librada y
de Santa Orosia.
El relicario con la “nariz de Santa Orosia”
n un armario de la Sala Capitular del templo
se custodiaba un relicario de plata, de los de
tipo candelabro, del que colgaban sendos medallones
con reliquias de las santas Librada y Orosia. Dicho
relicario tenía una altura de unos 50 cm. y pudo ser
fabricado a raíz de la llegada a Burbáguena de las
reliquias de Santa Librada, procedentes de Sigüenza,
en 1569, o bien de las de Santa Orosia, procedentes
de las Montañas de Jaca, siete años más tarde. De la
santa seguntina llegó una costilla, o parte de ella, y de
la jacetana un huesecillo de la nariz, según dicen que
rezaba una inscripción.
En la actualidad se desconoce el paradero del
relicario. Todas las personas mayores lo han conocido,
lo han venerado en alguna celebración y saben el
sitio exacto donde se guardaba. Lo que nadie acierta
a saber es cuándo salió de Burbáguena y cuál es su
paradero actual. ¿Salió en 1953, al pasar Burbáguena
de la archidiócesis de Zaragoza a la diócesis de Teruel?
¿Fue en 1963, cuando colocaron los murales del
pintor Cañada? ¿Sucedió en otro momento?
Sobre las reliquias de Santa Orosia podemos
decir que no fueron extraídas de la Catedral de Jaca,
como normalmente se ha dicho y hasta escrito, sino
que salieron de Yebra de Basa. Las razones son las
siguientes:
muy sorprendido cuando al
punto salió sangre y carne fresca.
Envolviendo el preciado tesoro
en unos algodones y paños,
partió hacia Huesca. Pero, al
instante, se desató tal tormenta
con piedra y rayos –sin dañar
los sembrados- que el piadoso
obispo, lleno de espanto,
determinó volver a Yebra y dejar
lo que nunca debió salir de allí.
Alavés, en la página 337 de su
obra dice que “consérvanse estas
reliquias el día de hoy, en el lugar
de Yebra, puestas en un cofrecillo
de plata en un armario, adonde
se guarda la cabeza de la misma
santa, si bien parte de ellas se
llevaron a Burbáguena…”
Seguiremos investigando
Iglesia parroquial de Ntra. Sra.
de los Ángeles, Burbáguena
ara el año que viene les hablaré de la capilla
que la santa tiene a las afueras de Calamocha,
de la Cofradía que allí se fundo y de las reliquias
custodiadas en la iglesia parroquial de Las Cuerlas.
Bibliografía y agradecimientos
ALAVÉS Y LA SALA, Salvador Alberto: Libro Primero de
la prodigiosa vida de la gloriosa… Santa Orosia. Zaragoza,
1702.
1. Sabido es que en la Catedral de Jaca se encuentra
el sepulcro del Cuerpo de Santa Orosia y en la iglesia
parroquial de Yebra de Basa su Cabeza. Por tanto, su
nariz nunca pudo salir de la Sede jaquesa.
PALAU, Bartolomé: Historia de la Gloriosa Santa Orosia.
Edición de José Gómez Palazón. BAC, Estudios y Ensayos,
72. Madrid, 2005.
2. Conocida documentalmente es la tenaz resistencia
histórica del Cabildo y pueblo jaqués a extraer reliquias
de la urna de la santa, como también ocurre en Yebra;
pero, aunque siempre se han hecho excepciones, no
hay documentada ninguna extracción para la fecha
que nos ocupa, o sea, 1576.
Mi agradecimiento a la familia Navarro Rubio, de
Burbáguena, por sus informaciones, atenciones y hospitalidad,
mostradas no sólo en mis viajes por aquellas tierras, sino en
todo momento.
ALCAÑIZ, A. y LORAQUE, M.: Burbáguena. Revista
Xiloca, 34, págs. 219-246. Calamocha, 2006.
3. Varias fuentes, como Basurto, Blasco de Lanuza,
Alavés, etc. nos hablan del estupendo milagro y milagros
con que Santa Orosia castigó a un obispo, piadosamente
atrevido, y a sus criados. El tal prelado era don Juan de
Aragón y Navarra, obispo de Huesca y Jaca (14841526), que, en visita a Yebra de Basa, resolvió llevarse
a la Sede oscense unas reliquias de la Cabeza de la
Santa. Para ello cortó con un cuchillo un trocito de
cuero cabelludo, con sus rubios cabellos, quedando
Cúpula y óvalo de Santa Orosia
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En tiempos del Patrimonio...: Pinos y Penas
Carlos Tarazona Grasa
ás de una vez, en las numerosas conversaciones mantenidas con gente mayor del
norte de la provincia de Huesca, antes o
después, han acabado usando la misma expresión: en
tiempos del Patrimonio... Siempre que recurrían a ella
no era para referirse a cuestiones de contenido forestal
estrictamente, sino más bien para hacerlo sobre cosas
o hechos que sucedieron hace ya mucho tiempo. Así
pues, puede decirse que esta frase hecha es sinónimo
de algo pasado, viejo y añejo. Cabe recordar aquí y
ahora que la existencia del Patrimonio Forestal del
Estado se remonta nada menos que a finales de 1935,
momento en el que fue creado. Pero la implantación
de este organismo forestal de aquella administración
sobre el territorio se demoraría unos cuantos años
como consecuencia de la contienda civil que sufrió
nuestro país. En nuestra zona su implantación no
comenzaría a cuajar hasta principios de la década de
los 50, momento en el que realizaron las primeras
adquisiciones de fincas en el norte de la provincia de
Huesca.
Partiendo de esta fecha, no cuesta nada calcular
que de aquello hace ya más de medio siglo. Así pues,
con motivo la gente mayor señalada anteriormente se
refería al Patrimonio y todo cuanto sucedió en aquellos
años, como a algo muy lejano en el tiempo. En efecto,
este factor tiempo y todo lo que ello implica -pérdida
de la memoria histórica de unos hechos, alteración
involuntaria de los mismos al relatarlos o simplemente
su olvido- fue quizás el principal argumento que
llevó a plantearme la realización del DVD titulado
“Pinos y Penas en tiempos del Patrimonio”. El otro
factor que actuó como detonante para acometer esta
iniciativa fue el fallecimiento en pocos meses de hasta
dos potenciales informadores que ya tenía buscados.
Aunque de menor trascendencia, también hubo otra
serie de aspectos que supusieron una motivación
añadida. En más de una ocasión y hablando con
gente joven unas veces, y otras con gente que no
lo era tanto, había llegado a constatar con asombro
como tanto unos como otros se pensaban que más de
un pinar de repoblación artificial resultaba que para
ellos eran pinares autóctonos y que llevaban allí toda
la vida. Así pues, el intento de evitar en la medida
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de lo posible la pérdida de más memoria histórica
por una parte, y las ganas de divulgar y mostrar todo
lo que hay detrás de las repoblaciones por otra, han
sido los principales objetivos marcados. Confío que
el trabajo que nos ocupa sirva para recordar a unos, lo
más mayores, la complejidad de aquellos trabajos. A
los más jóvenes para que conozcan y comprendan las
penas y sacrificios invertidos en estas repoblaciones
por miles de personas tanto de estas tierras como de
otras más lejanas y sureñas.
Estos trabajos a su vez llevan implícitas una serie
de consecuencias que bien merecen nos detengamos
en ellas. Las consecuencias geográficas y sociales
que supuso aquella política forestal emanada del
Estado y aplicada por el Patrimonio Forestal del
Estado, han dado mucho que hablar, tanto para
bien como para mal. Este DVD también pretende
arrojar alguna luz sobre este particular y clarificar
alguno de los numerosos prejuicios que sobre las
repoblaciones forestales todavía persisten hoy en
día. Se ha pretendido poner sobre la mesa la mayor
información posible sobre diferentes aspectos
relacionados con las repoblaciones forestales. Estos
datos y esta información la aportan diferentes
personas que en su día resultaron ser, en más de un
caso sin querer, protagonistas y actores principales
de aquél proceso. Con estos testimonios de primera
mano se ha buscado huir de posicionamientos de
ninguna clase. Deberá ser el espectador, en función
de todos los datos y la información aportada por los
diferentes protagonistas, quien deberá alcanzar sus
propias conclusiones sobre esta materia.
Las circunstancias que rodearon tanto la
planificación como la ejecución de estos trabajos de
repoblación forestal en la Comarca del Alto Gállego,
se pueden hacer extensibles perfectamente al resto
de las comarcas del centro y norte de la provincia
oscense. Jacetania, Sobrarbe, Ribagorza, Reino de
los Mallos, Hoya de Huesca, Somontano y La Litera
fueron otras comarcas donde también se repoblaron
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debiendo soportar unas condiciones laborales nada
favorables. Todos ellos, amén de algún personaje más,
dan vida y contenido a un audiovisual que aborda una
temática inédita tanto a escala local como nacional.
La contrapartida a las opiniones de los anteriores
viene dada a través de los testimonios de un geógrafo
y historiador así como de un escritor y etnógrafo,
ambos excelentes conocedores de la realidad presente
y pasada de la Comarca Alto Gállego.
miles de hectáreas. En todas ellas se puede decir
que coincidieron tanto las formas, el procedimiento
como la ejecución final de estos trabajos. A pesar de
lo dicho, si se realizara un trabajo específico para
cada una de estas comarcas, seguro que aparecerían
singularidades características e interesantes para cada
una de ellas.
En el caso de la Comarca del Alto Gállego se
ha podido localizar a diferentes personas oriundas
de provincias andaluzas que llegaron hasta aquí
durante unos años muy difíciles en busca de trabajo.
Por circunstancias varias acabaron asentándose en
pueblos de la comarca y que hoy día siguen residiendo
en ella disfrutando de una plácida y bien merecida
jubilación. También se cuenta con el testimonio
de personas cuyas casas y tierras acabaron siendo
compradas por el Patrimonio Forestal del Estado.
Todavía persiste en su memoria las condiciones y
situaciones que rodearon los días previos a su marcha
definitiva del pueblo que les vio nacer y crecer. Queda
reflejado del mismo modo el testimonio de aquellos
otros obreros que empezaron como Controladores
y acabaron siendo nombrados Guardas Forestales
A modo de conclusión, cabe señalar también
que el Patrimonio Forestal del Estado acometió a lo
largo y ancho del Pirineo y Prepirineo otra serie de
importantes obras cuya ejecución fue coetánea en
el tiempo con las repoblaciones forestales. Se trata
de las numerosas obras de corrección hidrológicoforestal ejecutadas en numerosos cauces de diferentes
valles pirenaicos. Los valles del río Aragón y del
río Gállego fueron los precursores en este tipo de
trabajos pues las primeras actuaciones se remontan
nada menos que a finales del siglo XIX. En tiempos
del Patrimonio Forestal del Estado se dio un nuevo
y contundente impulso a estas obras que permitió la
construcción de centenares de diques hidrológicos y
miles de metros de mampostería. En esta fase se vieron
afectados prácticamente todos los valles pirenaicos
altoaragoneses, pues en mayor o menor medida, en
todos ellos se construyeron diques, contradiques o
canalizaciones parciales de cauces. Pero esta materia
ofrece tanta información por sí sola que bien merece
un trabajo específico sobre el particular que quedará
pendiente para otra ocasión.
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El Guardafuentes o Tritón Pirenaico
Juan Carlos Ascaso Sarasa
n los arroyos y lagos de aguas cristalinas bien
oxigenadas de los montes pirenaicos se puede
encontrar un curioso animal conocido por
la gente local como guardafuentes. A nivel general y
en la literatura científica recibe el nombre de Tritón
pirenaico (Euproctus asper). Este anfibio se encuentra
de forma única y exclusiva en los Pirineos y sus sierras
exteriores (Sierra de Guara, etc.) recibiendo esta
característica el nombre de endemismo. Resulta bien
conocido por los habitantes del campo, montañeros,
caminantes y amantes de la naturaleza en general y
visto de cerca no parece ofrecer posibilidad alguna de
confusión con otros tritones. A pesar de su docilidad,
ya que es fácil de coger y manipular sin que muestre
apenas resistencia, en ocasiones se le acusa de tener
algunas cualidades que de ningún modo posee como
ser tóxico o morder. Nada más lejos de la realidad
pues se trata de un animal totalmente inofensivo. Es
conocida su afición a habitar únicamente en las aguas
limpias y sin contaminar de los arroyos y fuentes de
nuestros montes. Por ello la sabiduría popular dice
que se puede beber con toda confianza el agua de
aquella fuente o arroyo que se encuentre guardado
o vigilado por el trítón. De ahí el nombre de
guardafuentes. Cualquiera que haya cogido un tritón
en sus manos sabrá que éste es un animal del todo
simpático e inofensivo y nunca le veremos ni siquiera
abrir la boca. Otro pariente cercano suyo aunque
algo más pequeño como es el tritón palmeado se ha
encontrado en zonas relativamente cercanas como
por ejemplo en Lárrede, por tanto todo apunta a que
pueda localizarse también en la zona de Ballibasa
aunque en principio sería de forma bastante más
escasa.
Al parecer fue descrito ya en 1877 en los alrededores
de Panticosa por Boscá, aunque anteriormente fue
Ramond quien hacia alusión a que en sus viajes por
los Pirineos había observado en 1801 “salamandras
acuáticas” en los lagos helados de Monte Perdido. Sin
duda alguna se refería ya a este curioso anfibio. El tritón
pirenaico suele medir alrededor de 140 milímetros de
longitud total. Su colorido es variable y abarca una
gama de colores que va desde el color crema claro
hasta el negro, casi siempre imitando a la perfección
el color del fondo de los barrancos e ibones donde
vive. Esto le sirve para pasar desapercibido ante sus
enemigos o predadores camuflándose perfectamente.
Además de su cabeza aplanada llama la atención
si lo observamos de cerca su pupila de color negro
que si la miramos de cerca recuerda la forma de un
corazón y que destaca entre el color amarillento del
iris. Otro aspecto importante para diferenciarlo de
otros tritones es que la punta de los cinco dedos
de sus patas traseras y los cuatro de las delanteras
termina en una uña negra que destaca del color de
la piel. La cola se presenta aplanada lateralmente y
a veces es recorrida por una línea de color amarillo
que llega hasta detrás de la cabeza a modo de cresta,
aunque esto no sucede siempre pues muchos tritones
presentan un color uniforme por todo el cuerpo. Más
común es el color vivo anaranjado o amarillento de
su vientre rodeado de color negro. Normalmente los
machos tienen la cola más corta y más alta que la
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hembra además de tener la cloaca más abultada y las
patas ligeramente más fuertes. Las larvas suelen ser
amarillentas y punteadas de colores oscuros, además
sus agallas son rojizas anaranjadas.
Necesitan del agua para sobrevivir y su actividad
es predominantemente nocturna dedicándose
a descansar y a solearse durante el día. Esto no
quiere decir que no tengan algo de actividad diurna
también, aunque ésta sea menor. En las zonas de alta
montaña suelen hibernar durante los meses más fríos
pudiendo reducirse su período de actividad a tan
solo tres meses al año. Sin embargo en los arroyos
de Ballibasa se puede observar activo durante todo el
año. Mantiene su actividad incluso en invierno en los
arroyos abrigados donde se observan cópulas incluso
en el mes de febrero en el Barranco de Petralba,
cuando lo normal es que su período reproductor
comience en el mes de abril y se alargue hasta junio.
Estos acoplamientos pueden durar hasta 30 horas.
Después las hembras depositarán hasta 40 huevos
pegados a piedras sumergidas bajo el agua. Las
larvas nacerán a los 35 ó 40 días dependiendo de la
temperatura del agua, y pasando un período de algo
más de un año en este estado hasta que a los 3 años
de edad aproximadamente alcanzarán la edad adulta.
Una vez alcanzada esta edad se estima que pueden
llegar a vivir de 20 a 25 años de edad alimentándose
principalmente de larvas de insectos y pequeños
animalillos acuáticos.
En Ballibasa su distribución se reparte por la
mayoría de los barrancos siempre y cuando éstos se
encuentren en óptimas condiciones, dispongan de
agua todo el año y tengan una mínima tranquilidad.
En algunos de estos barrancos llega a ser abundante
como por ejemplo en los de Petralba y Satué. Hace
15 años se encontraba en la misma fuente del puerto
de Santa Orosia, pero hoy en día para localizarlo
hay que desplazarse unos cuantos cientos de metros
más abajo donde su densidad ha ido disminuyendo
conforme ha aumentado la afluencia de gente a la
zona de la ermita. En esta zona los barrancos que
habita se encuentran entre los 700 y 1.700 aunque
en el Pirineo axial suele subir a bastante más altitud.
Parece que puede adaptarse a vivir en altitudes
inferiores siempre y cuando la temperatura del agua
no sobrepase los 17º, caso éste que se da en barrancos
de umbrías y caras norte.
En cuanto a sus principales enemigos naturales
se encuentran las culebras de agua que los devoran
tragándolos enteros como a todas sus otras presas.
En una ocasión pude ver cómo en el barranco de
Ainielle al coger una culebra de agua para observarla,
ésta vomitó una rana común ya muerta junto con
dos larvas de tritón pirenaico de pocos meses de
edad todavía con agallas y aún vivas que cuando se
recuperaron no dudaron en irse nadando corriente
abajo. También las truchas devoran sus huevos
e incluso a ejemplares adultos por lo que no suele
ser compatible la presencia de ambos animales.
En los lagos de montaña donde se ha procedido a
reintroducir truchas para su posterior pesca deportiva
éstas han acabado con las poblaciones de tritones.
No son muchos los ibones donde los tritones todavía
pueden campar a sus anchas ya que la práctica de las
repoblaciones con truchas ha estado muy extendida.
Por el momento su presencia en Ballibasa parece
todavía común, esperemos que siga siendo así durante
mucho tiempo.
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Los Dances de Jaca (II)
Manuel Tomeo Turón
n el número anterior de esta misma revista se presentó de manera resumida el caso de los dos dances
que se realizan en la ciudad de Jaca con ocasión de la fiesta de Santa Orosia.
Sus similitudes con lo que se lleva a cabo en Yebra, pudieron quedar meridianamente claras y se
propone al lector, en esta ocasión, profundizar un poco más en aquellos bailes, de manera que despierte la
curiosidad y el interés hacia este tipo de manifestaciones folclóricas de las que tan buenos ejemplos cuentan
estas comarcas pirenaicas.
Los bailes de castañuelas
us orígenes, como quedó dicho, datan de las
primeras décadas del siglo XVII. Lo que más
impresiona para un investigador, o simplemente
para un curioso del tema, es la gran cantidad de
información y “rastros” que han dejado estos bailes
en diferentes colecciones documentales jaquesas.
Su presencia continuada durante siglos en las series
anuales, tanto de actas como de cuentas municipales,
aporta gran cantidad de detalles que permiten
aventurar con mayor o menor verosimilitud cómo
han sido los “bailes” jaqueses durante cuatrocientos
años. Y no solo eso, si no que su ejemplo nos ayuda
en el estudio del resto de dances tradicionales de otras
partes de Aragón.
Gracias a estas informaciones se ha podido
observar la importancia y relevancia que los mismos
tenían dentro del calendario festivo de la localidad.
Su presencia fue inexcusable durante los festejos
a Santa Orosia de todos estos siglos y el montante
económico que se destinaba para ello da fe del
estatus que llegaron a alcanzar. Durante todo el siglo
XVII, así como el XVIII y la mayor parte del XIX,
los “bailes”, “danzas” o “danzes” son junto con los
festejos taurinos y fuegos de artificio, los actos más
repetidos e inalterables del programa festivo jaqués.
El hecho de estar sufragados por el propio Concejo
local, nos da una idea del carácter profano que para
la sociedad de entonces, más que la de ahora, tenían
estos espectáculos.
Esta duplicidad, profana y religiosa, que siempre
ha mantenido el dance jaqués, y todo dance que se
precie, queda mucho más remarcada si observamos
que eran grupos de danzantes organizados por dos
de las organizaciones gremiales más importantes de
la sociedad jaquesa de entonces: los labradores y los
pelaires. Ambos grupos, según se indica en aquellos
documentos, son los encargados durante la mayor
parte de estos cuatrocientos años, de procurar buenos
“bailadores”, así como músicos adecuados, para la
práctica de estas danzas.
Algunas citas de los documentos que nos
ocupan dan buena muestra de todo lo que estamos
diciendo.
1664, 30 de Junio
“2- … las fiestas que se han hecho en el Sn Juan de los
Danzes dos fiestas de fuego y corrida de toros con sus
premios que para ello se avian comprado quatro toros
que costaron cinquenta y una libras jqs. los premios dos
libras catorce slds. y seys dineros. Y el fuego treynta y siete
libras y ocho slds. y amas lo que se ha de pagar del porte
de traherlo desde Caragoca que lo han traydo los machos
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del Sr. Lucas de … y tambien lo que se ha de dar a los
dançantes”
“… y a los Bayladores den lo que a sus m. paresciere
según otros años pagando al musico de los labradores.”1
Año 1737
“Gastos de las fiestas de Sn Juan y Nuestra Patrona Sta.
Orosia en este año de 1737
Primete. Por los fuegos bispera de Sn Juan...........20 lib. jaq.
Mas a los ds dances de labradores y pelaires .........12 lib. jaq.
mas dos belas pª la tarde de los fuegos ................... 4 sueldos.
total .................................................. 32 libras 4 sueldos”.²
Otro aspecto que resulta muy curioso al
investigador de este tema, es el hecho de conocer
nominalmente a un buen número de aquellos
“bailadores” que allá por el lejano siglo XVIII y
también en el XIX, efectuaban sus bailes en honor
a su Patrona, Santa Orosia, de manera semejante a
como se realiza en la actualidad.
Sus nombres aparecen en pequeños “recibos”
efectuados por el propio Concejo jaqués, en los que
se especifica a quién se le hace entrega del dinero,
además de las cantidades pagadas por la ejecución de
los “bailes”; incluso se especifica el gremio o “cuadrilla
de Bailadores” a la que pertenecían.
Son pequeños “recibís” que aparecen
entremezclados con el resto de facturas y cuentas
de la administración local de la ciudad. Su interés
informativo para el estudio de los dances jaqueses es
alto, pero no menor es la emotividad que de ellos
se desprende al conocer de manera tan personal a
aquella parte de la “cadena” de danzantes que, junto
a los actuales, han dado vida a esta manifestación
cultural tan arraigada en la vida de Jaca.
Año 1823.
“El abajo firmado, he recibido del Depositario de esta
Ciudad Martin Ipas seis libras jaquesas por el asignado
que tienen los Bailadores del Gremio de labradores. Jaca
à 29 de Junio de 1823. Josef Pardo (firma)”.
“El abajo firmado he recibido del Depositario de esta
Ciudad Martín Ipas Seis libras jaquesas por el asignado
que tienen los Bailadores del Gremio de Pelaires. Jaca
29 de Junio 1823. Custodio Betrán (firma)”.3
1834, 3 de julio.
“He recivido de Martin Ipas Depositario de Propios
de esta Ciudad la cantidad de Cuarenta reales v. que
en virtud de orden de los S.S. del M. I. Ayunto. se nos
gratifica para el Gremio de Labradores y Pelaires, por el
Baile que en este Día se ha verificado en la Procesión,
que en accion de gracias se ha efectuado à Nª Patrona
Sta. Orosia por haber llovido. Jaca 1º de Mayo de
1834. Son 40 Reales von. Frco. Bueno y Mat Iñiguez
comisionados p. los Bailadores. 3 de Mayo de 1834”.
(Aparecen varias firmas más).4
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El palotiau
omo ya quedó dicho, el palotiau de Jaca nace “a imitación del
de Yebra”, pero muy pronto adquirió una fuerte personalidad
que lo diferenció notablemente de su “ejemplo a imitar”. Su
originalidad consistió en no sujetarse a melodía alguna, sino más
bien hacer que la música (mejor sería decir el músico) se acoplase
al ritmo que le iban marcando el entrechocar de los palos.
Tras unas primeras mudanzas (“Viñetas”, “Pedro Gil”…)
“copiadas de Yebra”, se sucedieron otras y luego otras, las cuales ya
no necesitaron soporte melódico alguno: el ritmo que marcaban
los palos lo llenaba todo y con ello bastaba.
De ahí la originalidad del palotiau jaqués y la fuerza rítmica
que tiene entre el resto de palotiaus aragoneses.
Las melodías antiguas no desaparecieron, ni tampoco la figura
del “tocador” músico que las interpretaba. Su presencia siguió
siendo inexcusable, pero le llegó un nuevo problema: cómo
encajar la vieja música en los nuevos bailes. Hubo de buscar qué
melodías encajaban mejor con cada uno de ellos, y no sólo eso,
sino que adaptaría los ritmos, alargaría algunas notas, repetiría
algún compás, etc. Todo ello para obtener el mejor resultado
musical posible.
De su recorrido durante todo este tiempo, un sinfín de anécdotas
surge en las conversaciones de cualquiera de los danzantes que han
ido sucediéndose a lo largo de los años. Recuerdos, emociones,
tiempos de juventud… Sin duda alguna, la participación en la
Exposición Internacional de Barcelona de 1929, fue una de las
más recordadas por los jóvenes danzantes de aquella época.
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En aquel año, el palotiau de Jaca es animado y
elegido para participar en los actos de la Semana
Aragonesa a celebrar dentro de la Exposición de la
Ciudad Condal. La estancia se prolongó durante dos
semanas y fue el espaldarazo definitivo para afianzar
el recién creado palotiau.
Aquellos jóvenes danzantes interpretaron con
entusiasmo las diferentes mudanzas del palotiau,
incluso delante del mismo Rey Alfonso XIII, y fueron
capaces de recordar los viejos bailes de castañuelas que
unos años antes ellos mismos habían todavía bailado
por las calles de Jaca.
Allí compartieron protagonismo con los danzantes
de Almudévar y otras manifestaciones culturales y
folclóricas de Aragón: bandas y orfeones musicales,
compañías de teatro, grupos de jota... Incluso el
mismísimo Conde Aznar, venido también desde
Jaca, adquirió su protagonismo entre los políticos
participantes, como figura histórica representativa de
la historia de Aragón.
Archivo Municipal de Jaca. Caja 847. Actas.
Archivo Municipal de .Jaca. Caja 518. Cuentas.
3
Archivo Municipal de Jaca. Caja 525. Cuentas.
4
Archivo Municipal Jaca. Caja 526. Cuentas.
5
Revista “Aragón”. Año 1929. S.I.P.A., “Programa de la
Semana Aragonesa. 6 de octubre de 1929”.
1
2
Semana Aragonesa. Exposición Internacional de Barcelona 1929.
Miércoles, 2 de octubre
“A las 16, pregonero anunciando las fiestas para el día siguiente.
A las 16´30, Bailadores de Santa Orosia (Jaca).
A las 17, concierto popular por la Banda de música, tamboril y gaitero.
A las 18, conferencia por D. Manuel Banzo Echenique, presidente de la Excma.
Diputación de Huesca, en la Casa Ayuntamiento de Valderrobres.
A las 22, Teatro aragonés en el Palacio de Proyecciones; función popular.
“Ni perrico que me ladre”, autor D. Francisco Goyena.- “La cencerrada”, autor
D. Alberto Casañal.- “La copla de picadillo”, autor D. Luis López Allué.
A las 22, Bailadores de Santa Orosia (Jaca).
A las 22´30, baile popular, por la Banda de música, en la plaza Mayor del
Pueblo Español, gaita y tamboril.
A las 23, Ronda por las rondallas de la Agrupación Artística Aragonesa de
Zaragoza.”5
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San Bartolomé.
La desaparecida ermita de Yebra
Graciano Lacasta Estaún
“La ermita de San Bartolomé está del todo derruída, mandamos se ponga un cuadro del Santo en lugar cómodo
de la misma Iglesia y sirva para perpetua memoria de la referida ermita y el sitio se venda a favor de la Iglesia.”
(Año 1759: Tercer Libro Sacramental, fol.265).
I. Emplazamiento y tradición oral
n todas las procesiones relacionadas con el culto
a Santa Orosia, en su camino de regreso desde
la ermita de l´Angusto al templo parroquial de Yebra,
se lleva a cabo un descanso al alcanzar los primeros
edificios del pueblo, en el lugar denominado ‘Pajar
de Campo’ o ‘Era o General’. Llegados a la curva allí
situada, la procesión se detiene. Es el momento de
entonar el solemne canto del Magnificat cuyas estrofas
se prolongan hasta el pórtico de la iglesia. No cabe
duda de que dicha parada tiene que encerrar algún
significado. De nuestros abuelos hemos escuchado
que:
Allí estuvo situada la antigua iglesia del pueblo que
en algún momento se había quemado. El arco de piedra
situado entre la nave central y el coro de la actual iglesia
parroquial procede de esa desaparecida iglesia...
(Testimonio de Manuel Lacasta Ara, nacido en 1881).
La explicación puede tener su fundamento si
tenemos en cuenta que en las excavaciones efectuadas
por la zona circundante (Era de Albeita, Campo Alto)
siempre afloran antiguas sepulturas, enmarcadas por
losas, y con restos humanos en su interior.
¿Con qué testimonios escritos contamos que
avalen la sacralidad de este lugar y lo identifiquen con
la desaparecida ermita de San Bartolomé?
Parada de la procesión en el lugar donde en otros
tiempos estuvo situada la ermita de San Bartolomé
II. Documentación escrita sobre la
ermita de San Bartolomé
1. Referencias al topónimo San Bartolomé
en documentos civiles
n una hoja suelta, sin fechar, que
contiene una relación de fincas del
pueblo, puede leerse:
Un guerto de regano sito en la partida
dicha del bason que confronta con barranco
de Sanbertolome y guerto de Juan Bergua.
El aquí mencionado barranco de
Sanbertolome discurre, según el texto, junto
a un guerto situado en la partida del Basón.
Este último topónimo continúa hoy en uso. San Bartolomé en Bergua
Resulta evidente que en épocas pasadas
se aplicó el nombre de barranco de Sanbertolome
al pequeño barranco, hoy en parte soterrado,
denominado actualmente ‘O Barranqué’ o ‘A Jordana’
que justamente discurre, oculto, por el mismo lugar
donde hasta nuestros días se sigue efectuando la
referida parada. La proximidad de la ermita a este
barranco debió originar que en otros tiempos se lo
llamara Barranco de San Bartolomé.
Otra escritura del año 1586 habla también de una
finca localizada
en el termino de dicho lugar de Yebra que se dizen los
campos de encima Sanct Bartolome que confrontan con
… camino que sube enta Sanctamaria…
Recordemos que el antiguo Camino a Santa María
salía del pueblo por lo que hoy llamamos Camino de
las Eras Altas, cuyo arranque coincide también con
el lugar de la citada parada procesional. Los Campos
de encima San Bartolomé recibirían su nombre por
encontrarse en la parte alta de dicha ermita. Por
su situación junto al Camino que sube enta Sancta
María resulta fácil identificarlos con el actual Campo
la Era, que en el pasado perteneció a más de un
dueño. Según todos los indicios, hay motivos para
sospechar que los cimientos de la desaparecida ermita
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de San Bartolomé todavía pudieran encontrarse,
muy probablemente, en el subsuelo del solar hoy
denominado Era o General.
2. Documentos eclesiásticos:
ño 1649: La ermita se encuentra ya
en estado de abandono.
El Libro de la Cofradía de Santa Orosia,
en Yebra, redactado en 1649 por quien ese
año ejercía de Prior, el vecino del mismo
lugar, Bartolomé Escuer, de Casa Usebio,
ordena en su artículo 22 que:
…mientras no se diga Missa en San
Bartolome, que los quartales de trigo que
Juan Sasal paga por la casa de Bandres, uno
a San Bartolome y otro a nuestra Sra. (Santa
Orosia), en adelante los paguen al Prior de
esta Sta. Cofradia.
Texto extraído
de una antigua
relación de fincas
de Yebra.
Del texto se deduce que San Bartolomé
a mediados del siglo XVII era una ermita ya en
estado ruinoso, no apta para la celebración de
ceremonias religiosas. También resulta evidente la
estrecha vinculación que dicha ermita mantenía con
la Cofradía de Santa Orosia.
Desconocemos los motivos, pero sesenta y cuatro
años más tarde, la ermita seguía sin ser restaurada.
En el protocolo que redacta el visitador episcopal a
la parroquia de Yebra en 1713 se dice: Por quanto nos
consta que la hermita de S. Bartolome Apostol de dicha
Villa esta profanada, abierta y con poca decencia. Por
tanto mandamos se ponga cerradura para que este con
la decencia que se debe. Y hecho todo esto damos licencia
y facultad al Rector para bendecirla. (2º Sacramental,
fol. 239s)
3. Tres mandatos episcopales ordenan restaurar la
ermita de San Bartolomé
n el Libro de Actas de la Cofradía de Sta. Orosia
de la Villa de Yebra escribe el Prelado de Jaca,
Don Juan Domingo Manzano de Carvajal, el 12 de
junio de 1741:
... y por quanto se determinó por los hermanos
contadores, que se compusiere la Hermita de St.
Bartholome para cuyo efecto aplicaron seis cahizes de
trigo de algunas limosnas de los ingresos de cofrades y
otras cosas, y se obligaron a recogerlos y componerlos
Cosme Allué, Xristoval Lanaspa, Eusebio Escuer, y
Joseph Campo, les mandamos que luego que puedan,
recojan dichos seis cahizes de trigo, dandoles por tiempo
limitado hasta San Miguel y no más, y cobrados que
sean, se apliquen luego a componer la Hermita en pena
de 20 Reales (Fol. 92).
Al año siguiente, el mismo obispo, y en el mismo
libro, vuelve a recordar el mandato anterior no
cumplido. Y el 2 de Junio de 1743 comienza el acta
con estas palabras:
Visitamos la Regla de la Cofadria de Ntra. Patrona
Sta. Orosia y por cuanto hace dos visitas se mandaba
se componga la hermita de San Bartolome…No
obstante esso, no haberse cumplido con lo mandado,
mandamos…compongan dicha hermita …y esto bajo
la pena de Excomunión Mayor y Cinquenta Reales de
Plata... (93).
De nada parecen haber servido las amenazas de
excomunión o de una elevada sanción económica,
porque la ermita nunca fue restaurada. Y eso que, al
menos, tres de los cuatro cofrades a los que el prelado
encomienda rehabilitar la ermita nos son conocidos
como los dueños de tres importantes casas de Yebra:
O Siñor, Usebio y Campo. Esto nos hace sospechar
que su restauración debía entrañar una especial
dificultad. El único gasto registrado en el Libro de
la Primicia con destino a esta ermita es, en 1742, el
siguiente:
Por una cerraja para la Puerta de San Bartolome 11
sueldos. (Primicia, fol. 36r).
4. Año 1759: Desescombro y venta del solar
or fin, en 1759, el obispo de Jaca Pedro López
Estaún refleja en el acta de su visita que:
La ermita de San Bartolome esta del todo derruida,
mandamos que la piedra que se quite sirva para hacer
los graneros para la Iglesia y se ponga un cuadro del
Santo en lugar comodo de la misma Iglesia y sirva para
perpetua memoria de la referida ermita y el sitio se
venda a favor de la Iglesia. (3er. Sacramental, fol.265).
Ese mismo año, el prelado autoriza la construcción
de los graneros adosados a la fachada sur de la torre.
En dicha construcción debe aprovecharse la piedra
de la derruída ermita de San Bartolomé. ¿Quizá uno
de los elementos recuperados de la vieja ermita sea
esa elegante portalada de piedra que da acceso desde
el exterior al Cuarto de Peanas? Imposible localizar
en la actual iglesia parroquial ese mencionado
cuadro del Santo, que debía colgar en lugar comodo
de la misma Iglesia y que debiera servir para perpetua
memoria de la referida ermita. El posible comprador
del desescombrado solar tal vez fuera Juan Bergua,
de Casa Capellán, o más exactamente, su cuñado, el
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entonces Capellán de Santa Orosia, Mosen Francisco
Lapuente. A esta familia perteneció hasta hace
algún tiempo la actual Era de Albeita y terrenos
adyacentes.
III. Relación de la ermita de San Bartolomé con
el culto a Sta. Orosia
o hay duda de que la ermita de San Bartolomé
estuvo vinculada de algún modo a los actos
de devoción a Santa Orosia. Es precisamente a la
Cofradía de la Santa, en Yebra, a la que se le encarga
que la repare. En los Estatutos de dicha Cofradía de
1649 se hace alusión a esta ermita. Podría pensarse
que la Cofradía ejercía el patronazgo sobre ella, de
tal manera que al igual que tenía derecho sobre los
beneficios con los que estaba dotada: que los quartales
de trigo que Juan Sasal paga por la casa de Bandres,
uno a San Bartolome y otro a nuestra Sra. (Santa
Orosia), en adelante los paguen al Prior de esta Sta.
Cofradia, también estaba obligada a restaurarla.
Es lícito suponer que dicha ermita constituiría el
penúltimo eslabón en el camino de regreso del Puerto
el día 25 de junio, integrándose de este modo en la
admirable ruta de ermitas que une los templos de
Yebra y el Puerto. Prueba de ello es el descanso que,
dos siglos y medio después de desaparecer, todavía
sigue haciendo la procesión en el lugar donde un día
estuvo emplazada.
La hipótesis más convincente sería
el que pudiera tratarse de una ermita
cuya restauración exigía un esfuerzo
excepcional. Sus dimensiones podrían
no corresponderse con las de una ermita
normal. Si éste hubiese sido el caso,
seguro que no hubiera desaparecido. La
Cofradía de Santa Orosia contaba con
recursos suficientes para mantener una
ermita de dimensiones reducidas, pues el
año 1700 contaba con 300 cofrades que
abonaban la limosna anual de un cuartal
de trigo.
Posiblemente la decadencia de este
recinto sagrado comenzó a fraguarse
con ese referido incendio, transmitido
Puerta de acceso desde el
por la tradición oral, y la consiguiente exterior al Cuarto de Peanas
construcción de la actual iglesia
parroquial. El nuevo templo renacentista que hoy
conocemos, más espacioso y moderno, pudo hacer
superflua la existencia de su predecesor, que debió
quedar relegado y semiolvidado, hasta el punto de
que en 1649 no reunía condiciones para celebrar en
él la misa. Esta hipótesis explicaría el sorprendente
y prolongado abandono que concluyó con su total
demolición en 1759.
IV. Razones de su desaparición
V. ¿Fue la ermita de San Bartolomé la primitiva
iglesia de Yebra?
obre el por qué de su desaparición sólo podemos
hacer conjeturas. Deberemos comenzar por
admitir que tuvo que existir alguna razón muy
poderosa para que, precisamente en una época de
intenso fervor religioso, como fueron los siglos XVII
y XVIII, tanto la institución parroquial, como los
vecinos de Yebra, permitieran derruirse una ermita
ubicada dentro del mismo casco urbano. Se podría
pensar que las finanzas de la parroquia tuvieron que
afrontar, desde finales del siglo XVI, un período
de elevadas inversiones: ampliación de la iglesia
parroquial, adquisición de retablos y valiosas alhajas,
construcción de la torre, edificación de la espaciosa
iglesia del Puerto, inaugurada en 1669... Por los
libros de la contabilidad parroquial comprobamos
que los dos templos del Puerto exigieron
permanentes gastos de mantenimiento. Y todo esto
en un siglo caracterizado, según los expertos, por
una sucesión de agudas crisis económicas. Aunque,
recordemos que, por cuanto desvelan los textos
analizados, la responsabilidad de restaurar la ermita
de San Bartolomé no recaía directamente sobre la
administración parroquial.
s lo que un día oímos por boca de nuestros
mayores. La aparición de enterramientos en
sus inmediaciones, en todo un amplio radio que se
extiende desde la Era de Albeita hasta el Campo Alto,
avalaría tal hipótesis. Fue una costumbre durante
siglos el que los cementerios estuvieran situados
junto a las iglesias. No olvidemos que el actual
templo parroquial, por sus características, bien pudo
ser construido en torno al año 1500, y enriquecido
posteriormente con sucesivas ampliaciones que nos
son bien conocidas, como el coro y la torre, las lonjas,
los graneros, las sacristías y el adoratorio. Pero casi
nada se sabe del templo antecesor, que seguro existió.
Con toda probabilidad se trataría de una obra de
estilo románico, como es el caso en la mayoría de
los pueblos circundantes. Tal vez fue ese templo el
que en 1499 visitó el obispo de Huesca Fray Serra.
En esa fecha, cuando el pueblo contaba con dieciséis
familias, la iglesia de la que da cuenta el prelado tenía
dos altares: el mayor, dedicado al titular San Martín,
y el de San Lorenzo.Las supuestamente considerables
dimensiones de la ermita de San Bartolomé
favorecerían igualmente su primitiva condición de
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VI. Advocación
“Era o General”, posible emplazamiento de la
ermita de San Bartolomé
templo parroquial. Así como la existencia de la nueva
iglesia justificaría, en parte, el progresivo deterioro al
que luego se vio sometido, incluso en una época de
intensa religiosidad.
Resultaría interesante que expertos en arte
examinaran el arco de piedra emplazado entre el
coro y la nave central de la iglesia parroquial para
comprobar su posible procedencia de la desaparecida
ermita. Sabemos que fue en 1568 cuando el obispo
de Jaca autorizó romper el muro de la iglesia que
daba a la plaza para construir la torre:
Damos licencia a los dichos rector, jurados y
concello de dicho lugar para romper la pared de
dicha iglesia por la parte baxa hacia donde se ha de
hazer dicho campanar…
ecordemos, para concluir, que Bartolomé es
uno de los doce apóstoles, llamado también
Natanael (en hebreo, don de Dios). De él dice Jesús
que era un israelita de verdad, en quien no hay engaño.
Según la tradición marchó a predicar el evangelio
a la India. También se le atribuye la predicación
del cristianismo en Armenia junto a Judas Tadeo.
Ambos son considerados santos patrones de este país
caucásico. En el arte suele representársele con barba,
un libro y un gran cuchillo, aludiendo a su supuesto
martirio, según el cual fue desollado vivo. Por esta
razón es el patrón de los curtidores, fabricantes de
libros, zapateros, carniceros, mercaderes de queso,
albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes
nerviosos. Su festividad se conmemora el 24 de agosto.
Vuelve a sorprendernos, dentro de la ruta orosiana,
la presencia de una nueva ermita con advocación
dirigida a otro santo. Como en el caso de San Blas y
Santa Bárbara, quizá sea lícito ver en ello una muestra
del carácter integrador que animaba al intenso fervor
popular de otras épocas. Las diversas devociones no
se contraponían entre sí, sino que eran fruto de un
mismo sentimiento religioso y se orientaban hacia
un único principio. Resultaria curioso saber qué
razones movían a nuestros antepasados a acogerse en
un momento determinado a uno u otro protector y
levantar en su honor una ermita.
Debió ser por esas fechas cuando se instaló
el mencionado arco de piedra. El hecho de que
sólo a partir del año 1551 dispogamos de alguna
documentación parroquial, impide contar con datos
más precisos sobre las razones reales que pudieron
motivar el proceso de decadencia al que se vio
sometida la desaparecida ermita de San Bartolomé.
Según la tradición oral este arco de la iglesia de Yebra
provendría de la desaparecida ermita de San Bartolomé
Imagen de San Bartolomé procedente de Bergua
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Noticias de O Zoque
Visita a Sobrepuerto:
Durante el mes de abril miembros de la
Asociación acompañaron al arquitecto de la
D.G.A. D. Antonio García Cid, a visitar las Iglesias
de Otal y Escartín, con la intención de realizar un
informe de los trabajos que serían necesarios para
su restauración.
Una vez en Escartín pudimos ver la lamentable
situación en que se encuentra el portal que da
acceso al recinto de la iglesia. Desde esta Asociación
queremos animar a los vecinos de Escartín a organizar
una jornada de trabajo para evitar que se caiga,
seguro que mucha gente los acompañaremos.
Aprovechando que el tiempo nos acompañó
hicimos el camino de vuelta por la Estiva para que
quedara constancia del estado del patrimonio de los
pueblos de Cortillas y Cillas, y de manera especial
el estado en que se encuentra la torre de la Iglesia
de Cortillas
Inauguración pozo nevero.
El pasado día 16 de septiembre se inauguró el
pozo nevero y se hizo la presentación de la Guía
de Yebra de Basa y su pozo nevero. Unidad didáctica.
Para este evento contamos con la presencia de la
Presidenta de ADECUARA, Doña Lourdes Arruebo,
el Presidente de la Comarca del Alto Gállego, Don
Mariano Fañanás, el Alcalde del Ayuntamiento de
Yebra de Basa, Don Tomás Estaún Lasaosa y Don
Alejandro Gurría González como representante del
equipo de redacción de la obra.
Las explicaciones referentes al comercio del
hielo corrieron a cargo de D. Pedro Ayuso Vivar
(Museo Arqueológico de Huesca) y el biólogo D.
Daniel Goñi Martínez nos explicó la flora que hay
a lo largo del sendero de acceso.
Restauración de la Casa de los romeros de Santa
Orosia.
Queríamos dejar constancia de la gran labor
realizada por la Asociación Oturía, que gracias
a la colaboración de ADECUARA han podido
rehabilitar esta estancia como observatorio
ornitológico con un presupuesto de obras de
28.809,82 euros.
c u l t u r a l
O Zoque
a s o c i a c i ó n
Junio 2007 • número 7
c u l t u r a l
46
Seguimos restaurando la iglesia de San Ginés de Espín
En números anteriores de esta revista habíamos tenido
oportunidad de informaros sobre el estado de la iglesia de Espín
y la necesidad de intervención para su recuperación. Habíamos
iniciado por nuestra cuenta las obras de limpieza, consolidación e
inicio de la cubierta, pero nuestra capacidad económica tenía un
límite y no podíamos acometer el remate de las obras. Ahora por
fin podemos decir con orgullo que hemos recibido la confianza
de dos entidades tan importantes como la Comarca Alto Gállego
y de la Obra Social de Ibercaja con dos subvenciones de 10.000 y
15.000 euros respectivamente.
Digitalización de entrevistas por Enrique Satué
Gracias a una subvención del Gobierno de Aragón, hemos
realizado la digitalización de las entrevistas mantenidas por Enrique
Satué Oliván que realizó como trabajo de campo con diversos
informantes de Ballibasa y Sobrepuerto para su tesis doctoral que
se vio plasmada en las dos publicaciones Religiosidad
popular y romerías en el Pirineo (Instituto de Estudios
Altoaragoneses, 1991) y Las romerías de Santa Orosia
(Diputación General de Aragón, 1988).
Agradecimientos
Como dirían los danzantes en el puerto:
Ésta va en favor de
Obra Social de Ibercaja
ADECUARA
Fundación Alcoa
Comarca Alto Gállego
Que con su colaboración hacen posible sacar adelante nuestros proyectos.
¡¡¡¡¡ QUE VIVAN MUCHOS AÑOS!!!!!
Reseñas bibliográficas
Navarro López, José Miguel
Guía de árboles de la comarca del Alto Gállego
para niños y niñas
Ayuntamiento de Biescas
2006
Tarazona Grasa, Carlos
Pinos y penas: En tiempos del
Patrimonio
Soporte DVD
Asociación Cultural O Cumo de Oliván
2006
Gracia Pardo, José Ángel; Lacasta Maza
Antonio Javier
Letreros. Recopilación de escritos populares en
Serrablo (1716-1997)
Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo.
Colección A lazena de yaya. 2007
Varios autores
Guía de Yebra de Basa y su pozo
nevero. Unidad didáctica
Asociación Cultural Ballibasa y
Sobrepuerto O Zoque
2006
Flora medicinal en el Alto Gállego.
Herbario de D. Vicente Latorre (18231888) farmaceútico de Larrés (Huesca)
conservado en Jerez (Cádiz)
Amigos de Serrablo
2006
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