AÑO VII NÚMERO 7 JUNIO 2007 La electra de Santa Orosia Chiflo y salterio en la tarjeta postal antigua En tiempos del Patrimonio...: Pinos y Penas San Bartolomé: la desaparecida ermita de Yebra O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 2 Sumario Editorial .................................................................................................... 3 Santa Orosia, un espacio privilegiado a proteger Enrique Satué Oliván ................................................................................. 4 La Electra de Santa Orosia Mariano Pujalá Torralba ............................................................................. 7 Pueblos y monasterios desaparecidos de Ballibasa y Sobrepuerto: San Úrbez de Basarán José Miguel Navarro López....................................................................... 11 Postales Jesús Castiella Hernández ......................................................................... 12 Chiflo y salterio en la tarjeta postal antigua Antonio Javier Lacasta Maza..................................................................... 13 Vocabulario aragonés de Sobás en 1905 Óscar Latas Alegre .................................................................................... 17 Ayer y hoy ................................................................................................. 18 De Cerésola a Santa Orosia por Monegros Jesús Castiella Hernández ......................................................................... 19 El glaciar del Gállego Carlos Marco Guallar ............................................................................... 21 Pastorada Santa Orosia 2007 .................................................................. 23 Antiguos lugares de Sobrepuerto: Escartín José María Satué Sanromán ...................................................................... 27 En busca de la nariz de Santa Orosia Ricardo Mur Saura ................................................................................... 30 En tiempos del patrimonio...: Pinos y Penas Carlos Tarazona Grasa .............................................................................. 32 El guardafuentes o tritón pirenaico Juan Carlos Ascaso Sarasa ......................................................................... 35 Los dances de Jaca (II) Manuel Tomeo Turón............................................................................... 37 San Bartolomé: la desaparecida ermita de Yebra Graciano Lacasta Estaún........................................................................... 41 Noticias de O Zoque. ................................................................................ 45 O Zoque Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto C./Las Roseras, s/n • 22610 Yebra de Basa (Huesca) e-mail: ozoque@yahoo.es © O Zoque, Yebra de Basa (Huesca) 2007. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, ninguna forma ni por ningún medio sin el permiso previo por escrito de la Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto O Zoque. O Zoque no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por sus colaboradores. D.L.: HU-506-2000 Diseño: UTM Desarrollos / Imprime: La Val de Onsera Foto de portada: Cruz de Cortillas. O Zoque intervino en su consolidación Junio 2007 • número 7 O Zoque editorial a s o c i a c i ó n 3 El amor y sus votos n muchas ocasiones todos necesitamos a alguien detrás que nos empuje para seguir creyendo en lo que hacemos, alguien que no nos deje quedarnos dormidos por los logros conseguidos y alguien que te recuerde que aquello por lo que estamos luchando es lo correcto y que merece la pena el sacrificio que se está realizando. Gracias a la Obra Social de Ibercaja y a la Comarca del Alto Gállego por vuestro nuevo empujón. espués de tanto tiempo de matrimonio, por amor y conveniencia al mismo tiempo, de la gente del valle con la Montaña, es necesario renovar los votos que se hicieron un día, y hace falta que se vea plasmado en un papel, que se convierta en ley el amor que le tenemos a nuestra Montaña, en la salud y en la enfermedad, y sobre todo para protegerla de ésta, de la enfermedad, de los factores exógenos que no entienden la relación que hemos mantenido tradicionalmente con nuestra Montaña. odas las relaciones largas son difíciles y muchas veces hace falta alguien que te recuerde qué es lo que amas y por qué lo amas, por eso nosotros somos afortunados por tener amigos que nos lo recuerdan. ndré y Jacquotte vienen desde Millau, en el departamento de Aveyron, siguiendo la tradición de los pirineístas franceses de principios del siglo XX. Recorren un larguísimo camino para proporcionarnos su visión con su cámara fotográfica, para hacernos ver que las tradiciones que conservamos en este Puerto son especiales y distintas a todo, que nuestra relación de amor debe ser conservada y además debe pregonarse a los cuatro vientos sintiéndonos orgullosos de ella. esde casa, Enrique, siempre Enrique, uno de nuestros referentes, desde el corazón y las vísceras de la Montaña, nos indica como veréis en las páginas que siguen, cuál sería una buena forma para poder seguir conservando nuestro amor mutuo por la Montaña. on dos formas distintas de recordarnos una misma cosa, el amor, nuestra relación inquebrantable de la pareja que no descansa después de tanto tiempo y que no se deja llevar por el tedio y la rutina. La Montaña necesita de nosotros, pero nosotros mucho más de ella, así que si las dos partes estamos de acuerdo, renovemos nuestros votos. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 4 Santa Orosia, un espacio privilegiado a proteger Enrique Satué Oliván nvitado por mis amigos de O Zoque, se acaban de producir dos hechos que me animan a escribir. Uno ha sido la reciente constitución del espacio natural protegido de San Juan de la Peña, al que se le ha añadido el monte Oroel. Y otro, acontecido ayer mismo, la inauguración de la restauración del conjunto de ermitas que jalonan el santuario del puerto de Santa Orosia. Desde luego, si al comienzo de los años ochenta, cuando comencé los estudios sobre el fenómeno cultural y religioso, alguien me hubiera dicho que aquellos enriscados eremitorios se iban a rehabilitar, me hubiera costado creerlo. Por ello, Yebra, su Ayuntamiento y todas las personas que nos sentimos vinculados de un modo u otro a lo que encierra esta montaña, podemos estar muy satisfechos. Pero el problema es que lo que parece un punto y final, como ocurre en la dialéctica de la vida, en realidad sólo hace que abrir camino hacia otra meta: la de conseguir la catalogación de la montaña bajo una figura de protección que respete los usos tradicionales y, a la vez, garantice el patrimonio físico, histórico y cultural que ésta encierra. El Gobierno de Aragón acaba de dar un paso que abre puertas para el conjunto de Santa Orosia. Si Oroel está en la periferia del simbólico San Juan de la Peña y dominando Jaca, Santa Orosia (como mínimo, con no menos plusvalía física, histórica y cultural que el anterior monte) es un apéndice de Sobrepuerto, que iba a ser espacio protegido en la Ley del Pirineo, y forma una referencia patrimonial para las gentes de estas montañas, reubicadas en Sabiñánigo. En realidad los tres macizos son tres enormes naves de pudinga que forman una escuadra bajo la misma bandera, la de la riqueza paisajística asociada a una enorme impronta cultural y simbólica. Por ello, no estaría bien que la nave más oriental, un poquito más alejada de Jaca, sea olvidada. Máxime cuando los jacetanos deben sentirla tan suya como el propio Oroel, pues no en vano, sobre ella se tejió la leyenda y el mito de la patrona de la ciudad y de toda la montaña, Santa Orosia. No debe de ser olvidada, porque de forma periódica intereses diversos se ciernen sobre ella: talas despiadadas de hayedos con abetal (1986); el interés por ubicar un parque eólico, más tarde: instalación de una línea eléctrica por donde anidan aves protegidas; abuso de antenas de transmisión; expansión creciente de basuras; intención de ubicar un observatorio con una pista que llegase a Oturia, configuración de un poblado nuevo a sus pies, que no tardará en ver los atractivos de esta montaña cargada de valores… Dicho esto, este artículo no pretende culpabilizar a nadie y, menos a las gentes que desde siglos han vivido alrededor de la montaña y le han dado una impronta privilegiada. Sólo intenta lanzar un humilde toque de atención, ahora que se ve un momento propicio y que parece que el Gobierno de Aragón demuestra una notoria vocación medioambiental. Soy consciente de que hay personas muy cualificadas y legitimadas para hacerla, pero el haber dedicado bastantes horas de mi vida a este monte, como mínimo, no me impide que lo haga; es más, siento una cierta obligación sin pretender protagonismo alguno. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 5 Mi tesis fundamental es que si estamos ante un espacio de alto valor cultural (entiendo la cultura en su sentido antropológico, amplio), no ha sido otra cosa que su fuerza paisajística la que le ha dotado de ese potencial y que, por consiguiente, no tiene sentido cuidar sólo las ermitas si no se atiende al monte en su globalidad y se preserva su riqueza paisajística. Veamos, seguramente con estratos arqueológicos no menos amplios que San Juan de la Peña u Oroel, el macizo de Santa Orosia se erigió en la Prehistoria como lugar de culto a la naturaleza y sitio ideal para efectuar la caza por despeñamiento (abundantes hachas, microlitos y flechas de sílex lo testifican). Posteriormente, siguiendo el mismo proceso, aquel barniz pagano fue cristianizado y adaptado por una sociedad agro-pastoril que encontró en los recovecos que producen las pudingas de las tres montañas, sitio umbroso y sugerente para instalar una cosmovisión religiosa que, en cada caso, fue adquiriendo proyección distinta, aunque siempre vinculada entre sí (formación del reino de Aragón, necesidad de superestructuras identitarias, creación de fenómenos itinerantes como el de Santa Orosia o el Santo Grial que afectan al conjunto dominado por las tres montañas sagradas… En definitiva, vemos como ha sido el valor paisajístico de la montaña, su carga hierofánica —que diría Mircea Eliade— lo que en tiempos remotos, paganos, o más recientes, cristianizados, han constituido la base fundamental de su riqueza; sin paisaje sobrecogedor, no tendríamos el fenómeno de Santa Orosia, su huella artística e histórica ni los amplios usos agro-pastoriles que han impregnado el monte. Por lo tanto, se puede concluir que sin una protección global del espacio y medioambiental, en particular, no estaremos protegiendo el valor más conocido de la montaña: el religioso y folklórico. Tal vez deba de hacerse una campaña de difusión de los valores del macizo, porque seguramente no se ha tomado conciencia de ellos y, sobre todo, de su admirable confluencia; de cómo lo físico y lo humano convergen de forma maravillosa sobre un balcón pirenaico privilegiado. Aunque no es éste el objeto del artículo, y el catálogo podría ser muy amplio, bien estaría hacer un breve recorrido a través de sus riquezas. Entre los aspectos físicos relevantes tendríamos la rica confluencia de estructuras geológicas (flysch, pudingas, margas y formaciones kársticas adornadas con abundantes fósiles); el contraste de su flora, que pasa de las especies hidrófilas a las xerófilas con admirable facilidad dadas las variadas exposiciones solares que posee el macizo y su condición de pantalla adiabática; la rica composición floral de su pradera; el proclive anidamiento de aves protegidas en sus cantiles; y, simplemente, el maravilloso balcón que constituye el monte y su remate (pico Oturia, también conocido como La Estiva). Entre los humanos, una amplia huella prehistórica todavía por estudiar, una impronta agro-pastoril cifrada en unas cuantas casetas y, sobre todo, mallatas o cubiles; una rica muestra de arquitectura popular ubicada en las aldeas de su piedemonte; un variado repertorio de ermitas, capillas y eremitorios que giran alrededor del culto a la santa; numerosas huellas pedagógicas y propiciadoras de dicha devoción; una amplia manifestación religiosa, folklórica, de tradición oral y musical que llegó a afectar desde los Monegros al Sur de Francia, para saltar en la Edad Moderna hasta el norte de Italia e Hispanoamérica; y cómo no, la presencia de la sutura que dejó la guerra civil en un monte codiciado por “Las dos españas”… c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 6 Todo ello fundido, en un todo de continuidad lo físico y lo humano: las flechas de sílex y los microlitos, junto a la fuente donde la santa cambia de color; los duros o numulites, en el camino que la llevó al martirio; la huella de sus rodillas, sobre un gran bloque desgajado y rodado por la ladera; la balma ennegrecida por los humos de los pastores, junto al hueco donde Orosia quedó “suspensa”; los graffitis de la guerra fijados, en la cal de la ermita… Efectivamente, tal vez sea un problema de interdisciplinariedad, de que no se constituyan equipos multidisplinares para valorar los espacios; tal vez sea eso o, más bien, que no ha habido una presión social suficiente y constante para que el puerto de Santa Orosia sea ordenado y protegido como se merece. Tal vez exista miedo a que las normas restrictivas perjudiquen a los viejos usos del monte o que éstas impidan cobrar unos mermados ingresos por soportar una antena… Todas estas dudas y resquemores con información se paliarían. Dicho esto, alguien debe de crear un epicentro social reivindicativo, y nadie mejor que la asociación O Zoque de Yebra, la que hasta la fecha se preocupa de modo especial por la montaña sagrada y sus variadas manifestaciones. Pero no debería de estar sola, Amigos de Serrablo, asociación Erata, Grupos de Montaña de Sabiñánigo, municipios y colectivos que rodean al monte deberían de tomar conciencia y esmerarse en un empeño que elevase la voz hacia el Gobierno de Aragón. Todo ello, con información y creando consenso alrededor de la fórmula protectora más oportuna. En principio es el Puerto de Santa Orosia, pero sin desvincularlo de un territorio rico en huella antrópica y manifestaciones paisajísticas, del que forma parte: Sobrepuerto. Espacios que ya el ICONA, al comienzo de los años ochenta del siglo pasado pensó proteger de modo parcial (pardina de Niablas y senda de las ermitas). Unos espacios donde quepa el progreso, pero empleando patrones diferentes a los que ahora mueven el Pirineo; fórmulas imaginativas, “ecoculturales”, que sean la punta de lanza, no abrasiva, de una recuperación humana de éste fragmento del interfluvio Gállego-Ara. Tal vez, siendo recatados y conservadores en un primer paso, sea la figura de PAISAJE PROTEGIDO la más acorde al macizo de Santa Orosia, una figura que considera merecedor de protección a un espacio natural “por sus valores estéticos y culturales”, y que es el Gobierno de Aragón quien la puede decretar a través de un plan de protección. Si mi visión es que el Macizo de Santa Orosia bien podría constituir un Espacio Natural Protegido, como San Juan de la Peña y Oroel, el sentido pragmático indica que hay que ir a por lo posible y dejar las miras altas para otros tiempos… En definitiva, no sería tirar la casa por la ventana el que el monte de la santa, reforzada por la retaguardia de Sobrepuerto, se constituyeran en paisajes protegidos, como lo son los Pinares de Rodeno (Teruel)…, aunque aquí con la idea de que el hombre se reinstalara en la zona, de modo armónico y posible, para vivir de dicho respeto. No me cabe la menor duda de que nadie impediría una reunión con los técnicos que trabajan en planificación y gestión de espacios naturales en los Servicios Centrales del Departamento de Medio Ambiente, en el Pignatelli, para que ellos pudiesen estudiar en más detalle la viabilidad de la propuesta. Si la leyenda dice que “De Bohemia era Orosia, y de Egipto natural…”, y todos lo hemos creído a pies juntillas durante siglos, cómo no va a ser posible esto… Como dicen los danzantes de Yebra, “punto”. (primabera d´o 2007 y con firme niebe en o Puerto) Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 7 La Electra de Santa Orosia Mariano Pujalá Torralba n el último cuarto del siglo XIX el Pirineo aragonés comienza a ser recorrido por viajeros, al principio sólo como zona de paso entre los balnearios del Sur de Francia y la ruta de Zaragoza hacia el interior de España. Únicamente la estación termal de Panticosa constituye un reclamo suficiente para que estos primeros turistas desvíen su ruta y pasen algunos días en la montaña. No abundan las descripciones ni son muy extensas por la referida condición de lugar de tránsito, por eso es interesante la de Cénac-Moncaut en su obra L´Espagne inconnue. Voyage dans les Pyrénées de Barcelone à Tolosa, publicada en París en 1870. Su exagerada visión está cargada de estereotipos, pero no es muy diferente de la que tendrían aquellos cultivados primeros viajeros: “Huesca, situada al pie de los Pirineos, coincide con los límites de la zona en cierto modo civilizada: más allá, hacia la parte francesa, se entra en la región casi inhabitada. Aquí el misántropo, el enemigo de la sociedad, harto de los ferrocarriles y de las comodidades, se encontraría completamente feliz; se avanza entre las soledades de las águilas y de los osos. Esta parte pirenaica de Aragón apenas ofrece otra cosa que montañas sin bosques, valles sin prados, llanuras sin cultivos, torrentes sin agua, algunos ríos sin puentes, espectros de ciudades sin habitantes. ¡Qué montañas y qué gente!... ¡Qué peñas y qué costumbres! La situación social es, más o menos, la del Medievo. Las gargantas se estrechan cada cinco o seis kilómetros, hay que atravesarlas andando por el cauce mismo del torrente. Los cultivos son escasos, pero los rebaños de corderos son bastante numerosos. La población no tiene otros senderos que los de las cabras, ni otro canto que la jota, ni otros monumentos que las torres de defensa levantadas en las alturas y numerosas capillas, consideradas milagrosas, situadas en los recodos de los caminos.” Pese a esta pesimista perspectiva, nos encontramos en un momento de cambio: el balneario de Panticosa adquiere renombre por su clima ideal para tratar a los enfermos de tuberculosis y los gobiernos español y francés dan un impulso firme a la travesía central del Pirineo por Canfranc. Los bañistas que antes debían hacer la ruta Huesca-Jaca por Ayerbe tardando unos tres o cuatro días, podían llegar a partir de 1893 en tren a Sabiñánigo y subir desde allí a los Baños en diligencias: total cuatro horas desde la estación, once desde Zaragoza y unas veintidós desde Madrid. Si decisiva fue la llegada del ferrocarril no lo fue menos la generación y el uso de energía eléctrica que acercaba ya definitivamente a la población las ventajas del progreso. Así, por ejemplo, en 1901 se funda la Sociedad Anónima “La Hidro-Eléctrica de Biescas”, con un capital social de 30.000 pesetas y el propósito recogido en sus estatutos de promover la “[…] instalación y explotación del alumbrado eléctrico es esta villa, aprovechando para ello como fuerza motriz las aguas que discurren por la acequia llamada del Molino del Salvador de esta villa”. El aprovechamiento masivo de los saltos del Pirineo traería la instalación de fábricas en Sabiñánigo y la imposición de unos ritmos que acelerarían la ya inevitable desaparición de los modos de vida tradicionales ligados a los ciclos diarios y estacionales. En una posición marginal respecto de los valles de Tena y del Aragón, el valle del Basa no se benefició de las infraestructuras que llegaron con el principio del siglo XX y continuó siendo únicamente atravesado por el camino descrito en el recorrido número 442 (de Jaca á la frontera por Boltaña y Benasque) del Itinerario descriptivo militar de España, tomo III (Rivadeneyra, Madrid, 1866), del Estado Mayor del Ejército. En la descripción de este itinerario se dice que “es de herradura, de difícil tránsito, y recorre un país exhausto de recursos y quebrado, reduciéndose c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 8 su importancia á enlazar paralelamente á la frontera dos puntos importantes y próximos á ella”. Éste era parte de su recorrido: “En Sabiñánigo arranca, por la izquierda, un camino á Biescas (núm. 443). El que se describe desciende al Gállego, cuyo río atraviesa por puente de madera con estribos de piedra en Puente, y entra en el estrecho valle de Basa, en el que cruza algunos barrancos que sólo llevan agua en época de lluvias, y por el que asciende hasta Yebra; abandona el valle para salvar, á 4,5 km. de Sobás, por el puerto de Fenés, con pendientes fuertes y terreno quebrado y cortado por varios barrancos, las alturas que lo limitan; el descenso es más suave, pero el terreno está cubierto de espesos y corpulentos pinos, que terminan con la bajada, á 7 km. de Sobás, en el barranco de Fenés que se atraviesa, y cuya orilla izquierda se sigue hasta 8,5 km., en que se abandona, para continuar por terreno montuoso hasta Viñuale. A esta distancia arranca, por la derecha, un camino á Huesca (núm. 448). El que se describe desciende por la izquierda del barranco Canciás á Fiscal, en cuyo pueblo pasa el río Ara por puente de mampostería de tres arcos, y se separa, por la izquierda, un camino á Torla y á la frontera. El descenso á Fiscal, conocido por cuesta de Viñuale, es sumamente penoso por su pendiente y por estar el piso en escalones de piedra.” Un precedente, como vemos, de la Yebra-Fiscal que ya en los primeros años del siglo XX se comienza a considerar principalmente por su valor estratégico en la defensa frente a una hipotética invasión francesa: los Sitios de Zaragoza no quedaban tan lejos en el tiempo y los militares temían la facilidad de acceso que ofrecían los nuevos pasos abiertos en los Pirineos. Incluso se llegó a proponer una línea férrea Boltaña-Berdún por Fiscal, Sabiñánigo y Jaca, en una ponencia defendida por el general Espinosa de los Monteros, sin detallar si recorrería la Guarguera o el valle de Basa. Pese a todas las promesas de modernización pocos cambios se habían dado en el primer cuarto de siglo, cuando las fábricas de Sabiñánigo ya habían comenzado su actividad atrayendo mano de obra de todo el valle: un trabajo militar de 1924 (Gracia Torrejón, J. Estudio detallado del Pirineo, en la zona comprendida por el proyectado campo atrincherado de Jaca, su frontera y parte francesa próxima) apunta para Yebra una producción de cereales, legumbres y forrajes, 8.000 cabezas de ganado lanar, 500 de cabrío y 400 de cerda, además de 250 mulos para toda la zona. Asimismo se afirma que la carretera “Pardinilla-Yebra-Boltaña” se encontraba en construcción. En este ambiente de estancamiento fue la iniciativa de los mismos vecinos de Yebra la que posibilitó el gran paso hacia la modernización que habíamos visto para Biescas en 1901: el 6 de enero de 1924 se crea la Sociedad La Electra de Santa Orosia, con domicilio social en su Casa Consistorial. Según señala en el artículo 3 de sus estatutos, el objeto de la Junio 2007 • número 7 Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 9 Sociedad es “la conservación y administración de la Central, emplazada en el Barranco de Santa Orosia, con destino al suministro del fluido eléctrico, para el servicio público y particular”. Un cambio considerable por cuanto se dejaba de depender de las horas de luz solar, ampliando el tiempo de trabajo y ganando nuevos espacios mediante la iluminación de las zonas públicas. El Reglamento de la Sociedad, fechado el 12 de agosto de 1927, se imprimió en la Tipográfica de la Viuda de R. Abad, de Jaca, y como otros documentos similares está dividido en capítulos y artículos. El capítulo primero (Objeto y extensión de la Sociedad) consta de 4 artículos; el segundo (Condiciones generales) abarca del 5 al 17; el tercero (De la administración de la Sociedad) del 18 al 20; y el cuarto (De la Junta General) del 21 al 28. Completan el documento tres disposiciones transitorias y los nombres de los componentes de la Junta Directiva en el momento de publicar estos estatutos. Para el funcionamiento de la Sociedad se crearon vales de 50 pesetas reintegrables con el acuerdo de la Junta, formada por seis vocales. El cargo de Presidente correspondería a quien desempeñase el cargo de Alcalde. El artículo 19 recoge quienes podían detentar los puestos en la Junta y las condiciones del cargo: “Todos los cargos de dicha Junta Directiva son honoríficos, gratuitos y obligatorios y habrán de recaer precisamente en socios propietarios, mayores de veinticinco años, en pleno goce de sus derechos civiles avecindados y con domicilio en esta Villa de Yebra de Basa.” Para el periodo que conocemos por el reglamento los miembros de la Junta Directiva eran los siguientes: Alfonso Villacampa, Mariano Pujalá, Fermín Finestra, Félix Bergua, Rogelio Oncíns y José Bergeras. Muestra del espíritu de cooperación que aparte del meramente comercial animaba la instalación de la empresa y de que el objetivo primordial era extender las ventajas de la iluminación a todos los vecinos lo tenemos en el artículo 20, que señala la intención de que en la Junta intervengan “la clase pudiente, la media y la baja”. El reglamento es estricto en cuanto a las sanciones por incumplimientos de las condiciones generales, lo que hace pensar que aquéllos serían generalizados. La causa sería que la energía eléctrica generada era escasa y por ello se dedicaba únicamente al alumbrado: el sistema de abono era por lámpara fija y se señala explícitamente en el artículo 14 la prohibición de “gastar la corriente eléctrica para usos industriales”. Asimismo se prohibía el empleo de estufas o caloríficos, bajo pena de multa de 100 pesetas, cantidad astronómica que podemos valorar comparándola con los precios y salarios de la época. El mismo reglamento del que tratamos nos da una pista de cuál sería aproximadamente el jornal diario en la zona, que no olvidemos, tendría una fuerte demanda de mano de obra de las fábricas de Sabiñánigo. El socio que no concurriera a los trabajos de la Central habría de abonar 8 pesetas de jornal, con lo que vemos la importancia de la sanción: los jornales de doce días y medio. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 10 También se contemplan multas por “alteración de las bujías reconocidas, así como por el aumento de luces sin conocimiento de dicha Junta”: 25 pesetas la primera vez, 50 la segunda y 100 la tercera y sucesivas. Una vez más podemos pensar que no serían hechos aislados por cuanto se concede a los encargados de la inspección un amplio margen de actuación; leemos en el artículo 11: “que los agentes o empleados nombrados para la investigación de toda ocultación particular de las luces o para examinar el estado de los conductores y aparatos podrán entrar en los locales particulares a cualquier hora del día y en los públicos hasta la hora que tenga señalada por la Autoridad local para el cierre del establecimiento. De serle negada esta investigación, quitará los fusibles de la parte exterior, suspendiendo el servicio y precintando el corta circuito de entrada”. El impago durante un año de los gastos derivados del mantenimiento de la central era motivo de baja definitiva en la Sociedad, en cambio ésta se reservaba una cláusula que la protegía en la eventualidad de no poder cumplir con sus obligaciones. En una línea que a duras penas van abandonando las compañías de servicios el Reglamento dice: “Pero si por cualquier circunstancia atendible la Electra no diese la corriente, el abonado no podrá en ningún caso ni por ningún motivo exigir indemnización de daños ni perjuicios.” Sin embargo estos problemas de generación y lo exiguo de la producción no parece que arredraran a los optimistas responsables de la Electra, pues contemplaron la posibilidad de “extender la red conductora de fluido eléctrico a otras localidades que lo soliciten, siempre que la Central lo permita”. Fe en el progreso y conciencia de que ya no habría marcha atrás en los cambios que desde principio de siglo estaban modificando para siempre los modos de vida en la montaña. Junio 2007 • número 7 Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 11 San Úrbez de Basarán Pueblos y monasterios desaparecidos de Ballibasa y Sobrepuerto José Miguel Navarro López Etimología del topónimo: e trata de lo que los filólogos llaman un “hagiotopónimo” o topónimo referente a un Santo. San Úrbez fue un anacoreta de origen galo, que tras servir de pastor en diversos lugares de Ballibió y la Guarguera, murió en el año 802, en donde, con posterioridad, se levantaría el monasterio que lleva su nombre cercano a Nocito. Su cuerpo permaneció incorrupto y fue motivo de veneraciones hasta que en 1936, sus restos fueron quemados. Basarán del vascuence Baso “bosque” y Aran “Valle”, Valle boscoso. Acceso y situación: ara llegar a las ruinas del cenobio hay que coger la pista que, desde Oliván nos lleva hasta el cruce de pistas conocido como A cruz de Basarán. Una vez allí bajaremos al pueblo y lo cruzaremos longitudinalmente hasta las eras finales. A nuestra izquierda veremos dos eras con sus respectivas bordas y un gran chopo aislado (El único de ese tamaño en el pueblo). Dirigiéndonos hacia él ( dirección N-W) hay que intentar encontrar el camino que unía Basarán con Otal. Los primeros metros están cogidos por la vegetación pero después, se convierte en un precioso y bien marcado sendero que cruza el hayedo situado al norte de la población. El camino, en descenso, nos llevará a salvar un barranco donde hay un edificio en ruinas. Es la fuente de San Úrbez. Pocos metros más adelante, aparece un desvío. El de nuestra derecha nos llevaría a Otal tras atravesar la pardina de Niablas (otro poblado desaparecido) y el de la izquierda, nos deja en los campos de San Úrbez donde desaparece definitivamente. Buscar en el centro de los campos un gran espedregal. Allí, presumiblemente, se encontraba el monasterio. Coordenadas U.T.M. 30T YN 291 147 Alt. 1340 m.s.n.m. Descripción del yacimiento: n medio de pequeños campos aterrazados, encontramos un gigantesco pedregal siguiendo la curva de nivel y con una orientación E-W. Aunque sorprende el tamaño, no encontramos restos constructivos que nos permitan asegurar que se correspondan con el antiguo cenobio. El lugar fue usado durante siglos como “escombrera” donde se arrojaban las piedras que salían en los campos circundantes. Historia: n solo documento, fechado en el año 1050 certifica el carácter monástico de Basarán. En él, Ramiro I, concede al obispo García, de la diócesis de Sasau-Aragón, In Beserano (...) monasterium Sancti Urbizi cum sua hereditate (...), que dependía de la abadía de San Pedro de Rava.1 Etnología: adie en Basarán conocía la existencia de un monasterio dedicado a San Úrbez en las c u l t u r a l Ruinas de Basarán. Dentro de poco estos lugares serán también yacimientos arqueológicos. O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 12 inmediaciones de su pueblo. Curiosamente, no aparecían restos humanos al labrar las tierras cercanas, sin embargo, cuando se tenía que construir alguna obra con buena piedra, se iban a buscar ta o espedregal de San Úrbez, porque salían ya picadas. Algunas jambas y dinteles de puertas que todavía se ven en el pueblo las trajeron de allí. Curiosamente, sí que se decía que en la iglesia de Basarán, actualmente trasladada y reconstruida en Formigal, habían enterrados reyes, condes y muchos monjes y curas.2 De todas formas, de lo que podemos estar seguros y contrariamente a lo que se ha publicado muchas veces, la iglesia parroquial nunca fue la del priorato que nos ocupa. Materiales: n el pedregal y sus inmediaciones aparecen gran cantidad de piedras calcinadas y grandes fragmentos de tosca. 1 A. Durán Gudiol hace alusión en su trabajo. El monasterio de San Pedro de Siresa a otro documento, fechado en 1044, y que atribuye también a la historia de este cenobio. Personalmente, siento disentir de la opinión del ilustre medievalista, pero creeo que el documento en cuestión es atribuible al monasterio, también desaparecido, de San Úrbez de la Garganta. Las referencias geográficas así lo confirman. ² La parroquial de San Miguel y San Úrbez no fue, según informantes que participaron en el “transplante” de la iglesia “trasladada piedra a piedra” a Formigal. Solo se aprovecharon los ábsides y parte de la piedra de los muros. La iglesia sigue estando allí (completamente en ruina e irreconocible, eso si.) No sería descabellado limpiar la maleza e intentar sacar a la luz la cimentación, consolidarla y dejarla como testimonio de un lugar sagrado que estuvo allí y que nunca debió salir. Postales Jesús Castiella Hernández Arto. Iglesia de San Martín, siglo XI Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 13 Chiflo y Salterio en la Tarjeta Postal Antigua * Antonio Javier Lacasta Maza “Parece evidente, por lo tanto, que (el tambor de cuerdas) no es una forma de tambor aragonesa, ni bearnesa, ni vasca. Es pirenaica, y pirenaico-occidental, al excluir el Languedoc y Cataluña” Violet Alford, 1935. 1.Introducción l presente artículo pretende ser simplemente una pequeña aproximación a través de la Tarjeta Postal a aquellas áreas vecinas del Pirineo Francés que al igual que Yebra y Jaca han conservado hasta nuestros días tradiciones ligadas al dúo instrumental “flauta de tres agujeros-tambor de cuerdas”. Vamos a hacer un pequeño recorrido por imágenes de La Soule (Zuberoa) en el País Vasco francés, y del valle de Ossau (al que accedemos por el Portalet) en la histórica región del Bearn. Sus capitales son, respectivamente, Mauleón (7.600 h.) y Laruns (1.500 h.). Ambas zonas están situadas administrativamente en el actual Departamento de Pirineos Atlánticos, Región de Aquitania. 2. La colección de Tarjetas Postales** raemos a estas páginas trece postales cuyas fotografías han sido tomadas mayoritariamente en las dos primeras décadas del siglo XX. Las seis primeras pertenecen a la tradición vasco-francesa y las ocho restantes a la de nuestros vecinos del valle de Ossau. En una visión de conjunto, llama la atención la tendencia osalesa a portar el tambor de cuerdas siempre en el brazo derecho (al contrario que en el lado español), mientras que los músicos suletinos son más ambivalentes. En cuanto al baile, en las postales de Zuberoa se representa la famosa Mascarada, compleja coreografía propia de la época de Carnaval, en la que intervienen varios personajes principales (postales nº 3 a 6), y donde se mezclan bailes indivuduales y colectivos con fases de representación teatral (1). La colección de postales del valle de Ossau nos muestra, entre otras cosas, la época de transición en la que el tambor de cuerdas, tradicionalmente acompañado por el violín, empieza a adoptar una nueva pareja instrumental, el acordeón diatónico (postales nº 10 y 11). En cuanto a los bailes osaleses que podemos observar están los Saltos, danzas ceremoniales en los que un número variable de hombres ejecuta series de pasos determinados en diferentes combinaciones, dispuestos en una fila que avanza en coreografía circular en presencia de los músicos (postal nº 8). También encontramos los Branles, bailes estos de hombres y mujeres igualmente colocados en círculo o cortas cadenas, entre los que podemos diferenciar los Branles bajos (postal nº 9), más serios y reservados para bodas y grandes celebraciones y los Branles ligeros, formados por varias parejas cogidas de la mano o incluso separadas de las demás (postales nº 10 a 12). Pasemos, sin más, a disfrutar de las imágenes objeto del presente artículo, con las que podremos aproximarnos un poco más al resto de la tradición musical asociada a la flauta de tres agujeros y el tambor de cuerdas presente hasta hoy día en los valles pirenaicos occidentales (2). Foto nº 1. Types Basques – Danseurs Souletins, Le Tchululari. Tenemos aquí un postal que nos muestra al músico que acompaña las Mascaradas y Pastorales en La Soule. Como podemos ver (postales nº 1 a 6), su indumentaria no difiere grandemente de la que portaría en un día habitual. No lleva, por tanto, ropajes ceremoniales especiales para la representación (al igual que hacían Tomás Mayor –“Tomasico Sasal”-Alfonso y Faustino Villacampa cuando acompañaban al dance de Yebra). 1 Foto nº 2. Au Pays Basque. Une Fête de la Tradition Basque. Chirulari et Barde Improvisateur. Esta es una imagen muy especial, en la que encontramos otra de las tradiciones de la cultura vasca, los bertzolaris, compositores de versos improvisados en euskera sobre los más variados temas. Los intermedios de sus composiciones eran amenizados por nuestro músico. 2 O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 14 Foto nº 3. TARDETS. Makila-Khurutche-Dantza (Danse des Bâtons en croix). Danza de palos en cruz. Los personajes principales de la Mascarada deben aquí bailar al ritmo de la música saltando de un cuadrado a otro de los que conforman los bastones sin llegar nunca a pisarlos. Este ejercicio es difícil de ejecutar (requiere de mucho ensayo), al igual que el famoso baile en el que uno de los personajes-danzantes debe desenvolverse alrededor de un vaso lleno de líquido, subirse y descender de él sin derramar ni una gota. Foto nº 4. Au Pays Basque. Les fameux Danseurs de Barçus et leur Chirulari. Tenemos aquí reunidos a los personajes principales de la Mascarada junto a su músico. El pueblecito de Barçus, apenas a 16 kilómetros de Olorón, ha tenido siempre fama de albergar excelentes danzantes. 3 4 Foto nº 5. Au Pays Basque. Fête Euskarienne. Les trois principaux Danseurs Souletins de Barçus et leur chirulari. Como puede observarse en la fotografía, las mascaradas son auténticos fenómenos sociales, con mucho público, y en las que la representación se realiza ya desde principios de siglo XX en escenarios construidos para la ocasión. Foto nº 6. Types Basques. Groupe de Danseurs Basques de La Soule. Como puede verse en la parte central de la fotografía, hay dos personajes especialmente curiosos dentro del conjunto. En primer término, el que porta la figura del caballito (Zamaltzain) –elemento que encontramos también en nuestra provincia en los pasacalles de la ciudad de Huesca y entre los que componen la Mojiganga de Graus-, y al fondo el personaje (Banderari) que porta durante su actuación una bandera (en este caso la de Francia), y que suele presidir la fila de bailadores. Foto nº 7. Souvenir des Pyrénées. Musiciens à Laruns. Bella Tarjeta Postal figurativa en la que encontramos dos músicos tocando las melodías propias del Valle de Ossau. Están sentados al modo tradicional, en sillas dispuestas en un entarimado sostenido por varios toneles de vino. Está fechada el 17/09/1902, y en ella se puede leer también J´ai prié pour vous (he rezado por ti). Foto nº 8. EAUX-BONNES. Danse Ossaloise. (Postal enviada en 1904). Violín y dos salterios acompañan a los hombres que bailan un Salto (danza ceremonial de varones sólos). Los pueblos de Eaux-Bonnes y Eaux-Chaudes son reconocidos balnearios en toda Francia. Eso favoreció, ya desde los comienzos de la Tarjeta Postal allá por finales del S. XIX, que fuesen fotografiados los músicos y danzantes osaleses que iban a actuar a estos centros termales próximos a Laruns. Viejos tratados nos hablan ya de la presencia, siglos atrás, de las familias nobles parisinas en estos balnearios, quienes se entretenían entre otras cosas con los bailes folklóricos de la zona. 5 6 7 Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 15 Foto nº 9: Noce ossaloise -Boda osalesa-. (Postal enviada el 13-01-1908). Branle bajo representado durante la celebración de una boda. La disposición de los músicos sentados y en el centro del círculo que forman los danzadores es muy frecuente en esos bailes. 8 9 10 11 12 Foto nº 10. Les Pyrénées Illustrées. Danse Ossaloise. (Anterior a 1908). Sobre un fondo de banderas francesas, la formación tradicional de violín y tamborín acompaña a las parejas que bailan en círculo un Branle ligero. Hombres y mujeres portan la indumentaria tradicional. En las mujeres, destacan los pañuelos de lana o de seda tan frecuentes también a este lado de los Pirineos. Los hombres, de calzón, gustan de llevar boina, tradición que llega hasta nuestros días. Foto nº 11. Les Pyrénées Illustrées. Danse Ossaloise. (Anterior a 1908). Esta postal, junto con la anterior, forma parte de una serie de 15 imágenes tomadas todas en el mismo día y lugar. Aquí tenemos otro Branle ligero, este con los bailadores cogidos de la mano, acompañado en este caso por tamborín y acordeón diatónico. El pequeño acordeón de botones hizo furor en aquella época a ambos lados de la cordillera, y llegó a desplazar al violín en los bailes tradicionales osaleses. Algo similar ocurrió en nuestras montañas, donde muchos músicos abandonaron violín, guitarra y bandurrias por el nuevo instrumento que permitía hacer a la vez la melodía y el acompañamiento. Foto nº 12. EAUX-BONNES. Danse Ossaloise dans le Jardin Darralde. (Enviada en 1912). Los músicos y bailadores osaleses actúan ante los visitantes del balneario. Vemos el contraste entre la indumentaria moderna de los espectadores y la tradicional de los danzantes, esta última ya en desuso como vestimenta habitual en aquellos años. Foto nº 13. BIELLE. Basses-Pyrénées. Para terminar esta selección de postales hemos escogido ésta de Bielle, pueblo del valle de Ossau próximo a Bilhères, zona en la que todavía hoy podemos encontrar músicos tradicionales de tamborín. La imagen, de los años 70, presenta los mismos elementos que tenemos en las fotos de esa época en el puerto de Yebra: la iglesia (o ermita), los músicos o danzantes con su indumentaria tradicional, y el público con la vestimenta moderna propia de aquellos años de desarrollo. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 16 13 Viejo Aragón para designar al chiflo (gaita al menos en Berdún y Jaca), al músico (gaitero en Sasal y Jaca), y al tambor de cuerdas (chun-chun en Yésero y Berdún). En cuanto a los nombres que flauta y tambor reciben en los valles franceses objeto de nuestro artículo, y que deberían ser los que realmente encabezasen este escrito, los más habituales son xirula (chirula) para la pequeña flauta de tres agujeros suletina y ttun-ttun para su tamb or de cuerdas. En Ossau se habla de flahuta y tambourin respectivamente. ** La presente colección de Tarjetas Postales pertenece al Archivo Pirenaico de Patrimonio Oral (Sabiñánigo). Se autoriza la difusión de las imágenes sin ninguna restricción previa, citando la procedencia. *Somos conscientes de la pequeña incorrección que cometemos al utilizar las palabras chiflo y salterio al abordar una colección de tarjetas postales de procedencia exclusivamente francesa en las que efectivamente aparecen la flauta de tres agujeros y el tambor de cuerdas. Simplemente pretendemos reivindicar el uso de las acepciones tradicionales que en Yebra y Jaca han tenido estos instrumentos frente a otras más actuales como la palabra chicotén cuyo origen es bastante incierto, no aparece nunca en la tradición oral designando al tambor de cuerdas, y se ha visto reforzada desde hace ya algunos años por el uso repetido desde ambientes musicales urbanos, e incluso más recientemente y a medida que nos alejamos todos del mundo tradicional, desde nuestro propio entorno cultural. Prueba de lo difícil que es situar el vocablo chicotén correctamente en la tradición es la nueva teoría que los investigadores y danzantes jacetanos Manuel Tomeo y Guzmán Fernández proponen a partir de informaciones obtenidas de antiguos bailadores (y que nosotros, al participar como músicos del Palotiau de Santa Orosia de Jaca entre los años 1996-1998 también hemos podido recoger): algunos de estos viejos danzantes afirman con rotundidad que la palabra chicotén hace referencia ¡a la flauta de tres agujeros! y no al tambor de cuerdas al que siguen denominando salterio.Por último, y ya metidos en este pequeño lío de nomenclaturas, traemos aquí otras acepciones que sí se han recogido en la tradición oral del (1) Las representaciones y farsas carnavalescas tienen su máxima expresión en las mascaradas invernales del territorio de Zuberoa. En éstas se entremezclan danzas itinerantes, juegos, bromas, indumentaria llamativa y en contraposición ropas viejas, cuestación, participación popular, exhibición, simulacro de oficios y razas marginales, lenguajes variados y satíricos, y música. Cada año los vecinos de un pueblo, a veces apoyados con gente de fuera del mismo, preparan y ensayan el repertorio completo para ofrecerlo durante cuatro meses, más o menos, cada domingo en una localidad diferente del valle. El cortejo se halla dividido en dos bandos, prácticamente antagónicos. Los rojos, Gorriak, elegantemente vestidos, ordenados y exquisitos en sus pasos y movimientos de danza. Los negros, Beltzak, desordenados, con ropas andrajosas, incordiando a los transeúntes, vociferando y hablando, en otros tiempos, en lengua bearnesa u occitana. Por la mañana recorren el centro del pueblo, son agasajados por los anfitriones y se suceden las Barrikadak, mezcla de cuestación y enfrentamiento pacífico de danza, en la que son obsequiados, después de ejecutar la danza, con aperitivos salados y dulces, refrescos y licores. Las danzas de los personajes centrales, Txerrero, Gathuzain, Zamaltzain, Kantiniertsa y Banderari se suceden intermitentemente, gravitando entre muriskas y antrixat ante los espectantes ojos de Jauna y Anderea (señor y señora). Mientras, los negros, Caldereros y Gitanos, se avalanzan unos sobre otros, se agitan, bromean y ostigan, verbal y corporalmente, al resto del cortejo y público, produciendo hilaridad y más de una carcajada (Euskadi.net). Por otro lado, en Zuberoa también se interpretan Pastoralas, que asimismo alternan representaciones teatrales con bailes y actualmente son representadas principalmente en verano. No podemos evitar aquí, salvando las distancias, la comparación entre estas representaciones folklóricas zuberotarras y nuestra Pastorada, en la que baile y teatro van también unidos en la actuación. (2) Más información sobre el tema encontrará el lector en los CD de la colección La Tradición Musical en España (Madrid, Tecnosaga), vol. 15 (“El Tambor de Cuerdas de los Pirineos”) editado en 1.999 y vols. 24-25 (“Palotiaus del Viejo Aragón y Valle de Broto”) editados en 2.002. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 17 Vocabulario aragonés de Sobás en 1905 Óscar Latas Alegre l filólogo francés Jean Joseph Saroïhandy, recogió desde 1896 a 1913 en diferentes viajes a pie y en caballería por lugares de nuestra tierra, materiales que acabamos de publicar en el libro Misión lingüística en el Alto Aragón, donde se estudia los materiales lingüísticos inéditos durante más de 75 años, en la Universidad de Burdeos, en los que Saroïhandy recopila datos de 135 localidades, más de 30.000 voces, así como abundante literatura de tradición oral. Se podría decir que Saroïhandy, recogiendo in situ materiales dialectológicos, fue el primero en haber descubierto con rigor científico la lengua viva aragonesa. Debió ser Joaquín Costa el responsable de que Saroïhandy llegase a Aragón a estudiar nuestro idioma. Más tarde será él quien motive a otros lingüistas, como los alemanes Rohlfs y Khun, para que nos visiten en 1926 y 1934 respectivamente como os comenté en el artículo publicado en ésta revista en el nº 2 del año 2002 bajo el título de “Voces de Ballibasa y Sobrepuerto”. Es en uno de sus veintiún cuadernos de campo, el de agosto de 1905, de tapas negras y duras y a pluma y lápiz, donde Saroïhandy recoge materiales en Ballibasa; y no solo léxico, sino fragmentos de textos antiguos. De nuestra redolada de Ballibasa es en Yebra de Basa con 158 entradas registradas y en Sobás con 68, donde recopila más vocabulario altoaragonés. Tuvo como informantes a Andrés Periel y Puértolas, Mosen Pablo Ciprés, el médico D. Lucas Coli y Casa l’albéitar viejo, Santiago Villacampa. En Bara, Cosme Grasa de Casa Periela. Saroïhandy llegó a enseñar aragonés durante un curso en el Collège de Francia de París donde ocupó la cátedra de Lenguas de la Europa Meridional de 1920 a 1925. Hoy trascribimos tal cual están en sus viejas fichas las palabras de Sobás dejando para otra ocasión las de Yebra. Son 68 frases o palabras recogidas en Agosto de 1905, en el itinerario que desde su Francia natal baja de Panticosa, Sallent, Yebra, Gesera, a Nocito. Esperamos sirvan para asentar y consolidar el aragonés de Ballibasa. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 18 a venido por la ralla alizón amprar anda ta’o pallar a buscar palla Antonion artos (epines) Barranco de San Antón bes-be ne a brevar = Balle de Broto bes-be ta güerta = Balle de Broto bofes (pulmones) brendar (sub’a brendar) buxo cabañera (de ganado) Catenazo! ciricera Colasa con que badaje con una tiña (borda) de ganado coxo cualo? cuala deixar-le ne en contra de volver, chirar (se usa poco) en cuenta de escusar hemos gastado (gastemos) en Yebra lo dijon escárcels (en Yebra escarceres) esceuto Santa Orosia escrebiba esos abrios no se si seran crabas esta plena (emplenar) Estebañonas falcillas (= Barbastro) falciño (vencejo) fau (haya) faxo feito (= que en Ara) ferraría (ferrero) fiel fornigas (hormigas) Franchón fraxen (fraxins) galbanero (perezoso, sin ganas de trabajar) güelve las ta’qui! huente (juente en algunos pueblos) huerté juñir (juñido) Lagraba (apellido) las píndolas los castillos que teneban malacatoneros me vinié por encima de Panticosa mielsa (bazo) muito (= que en Ara) o melico ormo pa fé-las golver pa que güelgas polvon, polvonia que lo icen sergas, siargas (barzas) siendo pataco (cojo) tefla (trèfle) tienen que salir a ganá-sen la vida trazón! treballar un plano de unos campos una ripa de sacos (montón) xoriguel (= Banaguas, Jaca) ya lo creo que lo entendeba Ayer y Hoy La fuente de Yebra, restaurada por la Asociación el año 2005. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 19 De Cerésola a Santa Orosia por Monegros Vivencias de la historia particular de un romero Jesús Castiella Hernández omenzaré por decir, sin temor a equivocarme, que alguna vez oí afirmar con rotundidad que el camino más corto entre dos puntos no es la línea recta; entre las localidades de Cerésola y Yebra de Basa, en mi devenir esa máxima se ha cumplido, pues pasa por Grañén. Ha sido necesario que mi tránsito vital discurriera por pagos ajenos a los del origen para que finalizara confluyendo en el punto del principio, cual salmón anádromo (que vuelven a poner sus huevos en el curso alto del río donde surgió), para ir recreando en mi memoria, al mismo tiempo, una irrealidad sobrenatural que circulaba por caminos angostos y dando la vuelta más larga posible. El refranero dice que al final todos los caminos llevan a Roma o, en este caso, al santuario de Santa Orosia, y puedo decir con el juglar: cada día, con el nuevo día, me sorprende un recuerdo…. En el recuerdo, desde mis años infantiles, se mantiene la idea de que la primera ascensión al santuario se produjo siendo aún feto, a principio de los años cincuenta, a resguardo y cobijo en el seno materno. Para María Eva, mi madre, que hizo su primera ascensión aquel año, casada con Julián -el primogénito de Casa Aguau de Cerésola-, fue todo un descubrimiento por el contraste con su tierra natal sayaguesa. Tiempo después recordaba sorprendida y con emoción, los votos y preces de los feligreses llegados de los lugares del contorno, el colorido y vistosidad del dance ritual y la familiaridad de las gentes que se reencontraban en la explana, y que partiendo desde el Zoque se asemejan a huestes con sus estandartes ondeando. Ella también intentó descifrar aquellos actos y ritos para comprender más a sus gentes e integrarse a unas costumbres distintas y distantes de las suyas. El colombiano Gabriel García Márquez, “Gabo”, lo refleja muy bien en el párrafo final de su magnífica obra “Cien años de soledad”, donde retrata su paraíso, Macondo: “…descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.” Siempre hubo poetas con sensibilidad que supieron expresar, en breves y sucintas palabras, el sentimiento y las gestas de los pueblos: sus epopeyas, sus mitos, sus leyendas, etc.; luego, otros seres anónimos los parafraseamos para expresar aquello que se nos hace harto difícil y enrevesado de explicar: convertir en palabras las emociones que nos embargan en momentos puntuales. De este modo nos van saliendo al encuentro, con sus versos y sus máximas, y ayudan a explicar lo inexplicable, por lo que en los párrafos siguientes los utilizaré para afrontar esta vivencia personal. Desde mi más tierna infancia siempre oí a mi abuela Martina contar que la devoción de los pueblos de la Guarguera estaba compartida entre Úrbez y Orosia, dualidades divinas que en olor de santidad, como fanales de popa irradiando luz envolvente, hacen que reviertan y confluyan hacia sí los seres que han dado vida a estas montañas. Siglos y siglos atrás, según reza la tradición, los dos santos foráneos deambularon estas tierras agrestes regándolas con su sangre y sudor, refugiándose en olor de santidad de las persecuciones a que estaban sometidos, y quizá ese ocupar y asentarse en esta tierra arraigó en las buenas gentes que las han tenido por origen, y se sienten hijos de la misma. Todas las casonas y sus descendientes mantuvieron presentes las imágenes de ambos luceros y en sus fechas conmemorativas, como rito anual, hacían un alto en las faenas cotidianas para volver a honrarlos en sus santuarios o eremitorios de Nocito y Cerésola y Yebra de Basa respectivamente. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 20 cada año aquel estandarte que ellos portaron, para decir con el uruguayo Mario Benedetti: (…) mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme con vos (…) Y continuando con el chileno Pablo Neruda: tal vez no vivo en mí mismo tal vez vivo la vida de los demás mi vida es una vida hecha de todas las vidas: (y añado) las vidas de los montañeses Esas gentes, habitantes de las riberas del Guarga y Basa, en la segunda mitad del siglo XX fueron viendo condicionada su vida por la penuria económica que los asolaba, y que junto a la escasez de medios y ayudas oficiales conformaron unas dificultades insalvables para su desenvolvimiento cotidiano, con planteamientos de difícil salida, y que fue abocando a la mayoría a un exilio obligado: la diáspora hacia Tierra Baja. Por los poblamientos monegrinos de Grañén, Curbe, Sodeto, Frula y otros, fueron recalando apellidos de rancio sabor montañés: Escartín, Castiella, Bellosta, Semolué, Tomás, Cebollero, Allué, Otín, etc. y cuyo origen enraizaba en Aineto, Cerésola, Fenillosa, Artosilla, Laguarta, Matidero, etc… Aunque sus vidas habían tomado nuevo rumbo, sus mentes se mantuvieron fieles al origen y así, en cualquier conversación al calor de la lumbre, surgían los recuerdos y andanzas aflorando las casas, reconocidas por sus apodos y sus personajes; porque los recuerdos son el paraíso del que no podemos ser expulsados. Los años, la experiencia vital y los recuerdos, hacen que uno a veces sienta la necesidad de reencontrarse, de intercambiar esa metamorfosis que impregna la esencia misma del subconsciente del ser humano y por eso, como afirmó Cicerón, el cultivo de la memoria es tan importante como el alimento para el cuerpo. Cultivar la memoria es mantener vivo algo latente para transmitirlo después de generación en generación tal como ha sido, evitando con ello, en lo posible, no cometer los mismos errores; y esa máxima quedó grabada a fuego en las mentes de los habitantes que se diseminaron por la tierra monegrina. Años después esos hombres, transmutados en su descendencia -la generación que hoy luchamos contra los mismos o parecidos sinsabores que nos plantea el paso de la vida- se reencarnan en nosotros, y somos sus herederos los que levantamos al viento de nuevo La experiencia personal del recorrido que realizo hacia el santuario cada año, y que quizá no difiera mucho del de cualquier otro Romero en las mismas circunstancias, es la de ser y sentirme cuerpo portador, refugio donde habitan los espíritus de mis ancestros que moraron por estas laderas y que, con el mismo fervor, se iban convocando año tras año al encuentro del símbolo de unión que representaba ese día en sus vidas. Es como un viaje a las entrañas del subconsciente, a esa caverna interior que todos horadamos espiritualmente y donde los hálitos de esperanza rezuman por aflorar; a esa Ítaca del poema que otea tras las olas que los sueños desbordan como isla asolada por las tempestades mundanas. Llegar a refugio como barco que alcanza el puerto de abrigo tras una interminable travesía es la meta, sentirse arropado y reconfortado tras zigzaguear ladera arriba y reencontrarte con los paisanos que siente como tú, para recitar con Constantin Cavafis, una vez más: (...) desea que sea largo el camino, lleno de aventuras, lleno de conocimientos. Ten siempre en tu mente a Ítaca. La llegada allí es tu destino. Pero no apresures tu viaje en absoluto. Mejor que dure muchos años, y ya anciano recales en la isla, (…) Ítaca te dio el bello viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Por eso, qué mejor homenaje se les puede rendir a los habitantes de estas montañas, y a los poetas en general que nos inspiraron, que citarles, cuando con ello pretendemos que sus espíritus se reencarnen y fundan en nosotros para formar una sola comunión espiritual y ascender, una vez más, a la cita anual que congrega a los montañeses diseminados por todas las tierras, volviendo a musitar unos versos de la obra Desolación de la quimera del sevillano Luis Cernuda: Este hombre solo, este acto solo, esta fe sola. Recuérdalo tú y recuérdalo a otros. Dos imágenes de un mismo recuerdo, Cerésola y Grañén. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 21 El glaciar del Gállego Carlos Marco Guallar (Centro de Interpretación de los Glaciares de Senegüé) hora que el calor y la sequía nos azotan año a año, cuesta imaginar, tal y como titula el vídeo del centro de interpretación de los glaciares de Senegüé, que hubo un tiempo hace ya unos 156.000 años en que los glaciares llegaron hasta el actual Sabiñánigo. Los glaciares, y sobre todo las huellas que nos han dejado, han condicionado en gran medida tanto nuestros paisajes actuales, como la ubicación de la mayoría de nuestros pueblos, y ahí radica la importancia de entenderlos para así conocernos un poco más. Vamos bajando con él, por Bachimaña, hasta llegar al Balneario de Panticosa, un gran circo donde confluirían lenguas de hielo casi desde todas las direcciones menos desde el sur por donde continuaremos viaje. En el Balneario veremos las muescas dejadas en los umbrales por el desplazamiento del hielo principalmente a los pies del lago. También desde aquí observamos el Garmo Negro con la aguja de Pondiellos delante, y los valles colgados producidos por los afluentes glaciares que nos han dejado la Faxata Baja y Alta. De esas enormes masas de hielo apenas quedan unos pocos reductos en las partes más altas de nuestras montañas, en nuestro valle, el Balaitus, y los Infiernos, son los dos únicos picos que aún mantienen glaciares en activo. Para comprenderlos un poco más vamos a desplazarnos a la parte alta de nuestro valle, y en un viaje con la imaginación acompañaremos el fluir del hielo por nuestra comarca, siguiendo sus huellas como si de un rastro se tratase para aprender algo más de nuestro entorno. Para ver cara a cara un glaciar en nuestro valle deberemos subir a casi 3.000 metros de altura, y rodeando la montaña para llegar a su vertiente norte, nos encontraremos con algunas manchas de nieve protegidas por enormes farallones de roca, no todas son glaciares, sólo aquellas en las que aparezcan grietas, nos indicarán de un cierto movimiento y podremos hablar de Glaciares. En la actualidad se reducen a unos pocos circos que ellos mismos han creado en su apogeo. Por su proximidad hemos subido a los Lagos Azules desde el Balneario de Panticosa, para poder apreciar el glaciar oriental y central de Infiernos. Al descender con lo primero que nos encontramos son los ibones, y ellos nos hablan de antiguas cubetas de sobreexcavación que tras el retroceso del hielo se han rellenado de agua gracias a la impermeabilidad del granito. El hielo se fue juntando con el originado por cada una de las montañas cercanas, y en unas épocas en las que la nieve caía en todas las estaciones del año, y las temperaturas la conservaba capa tras capa, el hielo formado tenía suficiente tamaño comopara si de un manantial se tratase, ir formando ríos de hielo que muy poco a poco iban cubriéndolo todo. Desde estos 1.630 metros nos precipitaremos junto a las aguas del Caldarés para descender por Panticosa y llegar a El Pueyo donde antaño confluirían las dos grandes lenguas de hielo, la venida desde Portalet y Sallent, y la que venimos siguiendo de Panticosa. Aquí confluirían además posteriormente los glaciares que se formarían en las caras norte de Telera y Tendeñera. El actual embalse de Búbal, serviría de gran cubeta de recepción de todas las grandes lenguas glaciares que utilizarían todos nuestros actuales cauces fluviales para descender hasta este punto. Nos encontramos a unos 1.000 metros de altitud y las acumulaciones de hielo y nieve aumentan cada vez. Como si de un gran embalse natural de hielo se tratase, todo va cubriéndose por el blanco y brillante elemento hasta desbordar por el estrechamiento de Santa Elena. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 22 Casa de los Baguer. Senegüé a Orós, al poquito podemos parar para mirar al otro lado de la carretera el barranco de Arás hoy canalizado, pero en su parte alta podremos ver la Señorita de Arás, formación geológica típicamente glaciar, generada en una de sus morrenas laterales por la acumulación de till. La erosión y la magia del paso del tiempo hicieron el resto. Continuamos viaje encontrándonos de tanto en tanto con grandes bolos graníticos de formas caprichosas que de no ser por la “gigantesca cinta transportadora” del glaciar no tendrían razón de ser. Desde Oliván, además de apreciar su bella iglesia románica podemos pasear saliendo por el camino que nos conduce a Bergusa para ver una morrena por dentro, y también desde allí observar la torraza de Escuer, igualmente asentada sobre una de esas morrenas laterales sobre las que antaño situábamos nuestros pueblos para una mejor defensa. En Santa Elena subiremos hasta el mirador para poder descubrir una de las características de los valles glaciares, su forma en artesa. Si miramos en dirección a la tierra de Biescas, lo veremos claramente, una base plana y amplia, en la actualidad cultivada y salpicada de pequeños pueblos. En Santa Elena también podemos apreciar la dureza de la roca caliza que el río Gallego excavó, y después el glaciar ensanchó un poco alzándose para en cascada superar el desnivel agrietándose y formando espectaculares seracs. Al continuar llegamos a Biescas, lo que en aquella época fue un umbral que el hielo pulió y donde se originó el pueblo después, si salimos por el camino El Gállego nos sigue guiando por este río de hielo alimentado por más y más nevadas en las montañas, pero que poco a poco iba perdiendo su fuerza. Ya en Lárrede nos subiremos a su torraza para ver mejor las dimensiones de este glaciar, y como en Senegüé prepara la gran almohada sobre la que reposar después de tanto esfuerzo. Por el puente de las pilas cruzaremos a la margen derecha para poder remontar la morrena, y recorriéndola sentir la grandiosidad que tuvieron que tener aquellos gigantes. Terminaremos en las calles de Senegüé en la Casatorre de los Baguer del siglo XVI, para dentro de ella ver en imágenes y ya sentados, como debió ser ese impresionante Glaciar del Gállego al que tanto le debemos. Ibón de Ordicuso Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 23 Pastorada de Santa Orosia 2007 Mayoral Mayoral 1. Biembenido sía iste seleuto auditorio de o que pasa por o mundo yo quio daros notorio. 11. Dimpués de a presentazión no cal fer-se a rogar tos presento a o compañero lo clamamos rebadán. 2. En o mío nombre y de os lanzantes en primeras quereba agradezer que estez con tanta atenzión toa ista caterba chen. 12. Dizen que ye o suyo ofizio pero no le imos bisto enganchar, de gambada toz os días y namas que pajariquiar. 3. Que mamá siempre me ha dito que o primero ye a educazión pos si por algo me podez carrañar no ye ixa a mía intenzión. 13. Ya pue fer día güeno que toz pa él barruntan agua, siempre lo bierás bien cubierto y en a tabierna de millor gana. 4. Si ez parau cuenta que a mía fabla ye un siñal aspra… Buen cabal! Santa Orosia me entiende, que yo le charro a ella dende aíntro d’a mía alma. 14.Dize que si está o sol blanco tenemos agua n’o campo y si o sol está ancho, coflau en bella mosquera no’n pasa miaja e pena y igual caye una coscadeta. 5. Grazias tamién a os romeros que de tantos lugars eis plegau con o ropón y o palo como tantos antepasaus. 15. No’n conoze de andalorzios tampoco no d’escañacrabas con o buchorno pai que s’afoga ¡Qué güen orache fa en casa! 6. Grazias a os cruzeros que’n bienen de toda a Montaña trayez a millor joya buestra pa engalanar ista fiesta. 16. Toz os días s’amallata asta güena ora n’a cama, y a caseta d’o pastor le’n imos tenido que apañar con aire acondizionau y a telebisión digital. 7. Y a os zereños banderistas de ro Balle y Sobrepuerto. Qué argüellosos nos sentimos de que abandiez sin rangüello! 8. Memoranza pa os que iste día con nusotros no puen estar Santa Orosia se alcordará de a fe que le eis tenido en bida. ¡Punto! Cantas 9. ¡Cuánto gozo, qué contento de golber-nos a alcontrar pa astí chuntos zilebrar a fiesta e Santa Orosia! 10. Alas me das pa puyar fuerzas d’ande yo no’n tiengo y to por bier-le a cara a ra santa que yo más quiero. 17. Yo malbibo en casa amprada con goteras n’o tellau y si m’escuido, luego espaldada. Y o rebadán sin d’embargo me demanda un adosau u bel alpartamento n’o Lambado. 20. Abrás estau de lifara y ista nuei güena zorrera no ejarás de cayer-te largo y amostrar-nos a meliquera. 21. No sé t’ande abrá pegau n’o imbierno en tres meses de bacazions dizen que uscaba a calor por Cuba u quemisió. 22. Cuan a la fin tornó de a calor d’o pecho ajeno no l’en entendeba cosa charraba raro o trapazero. Busaba fer repartizión de to menos de ro suyo y que biba ra reboluzión! 23. No conozeba ni a ra suya perreta y llegó a confundir a un buco con a burrota grisa que teneba. 24.Sólo busaba minchar caquis, quibis y guayabas, l’en quedó o tipo bien fino n’o escusau to ro día estaba. 25. Tornó en sí de a fatera cuan le clabón debán d’un plato con caramullo e torteta, chingarra, chulla y panzeta. 26. Os güellos l’en quedón blancos ascape perdió a color y asta as garras le tremolón, 27. y altonzes poco dimpués bido a berdadera fe: s’encomendó a ro cochín y renegó de Fidel. ¡Punto! Mayoral 18. Imos a ejar-le charrar que si no igual rebienta pero cuida d’o que dirás que empezipias y no paras cuenta. 28. Cómo escansan en casa tuya de no sentir-te charrar, me abatanas a cabeza y nomas fas que meter mal. ¡Punto! 29. Si podese l’espachaba a dormir ligero t’a cama pero ista nuei dará buen ferrete con salir a bier o ambiente. Rebadán 19. ¿Qué tal plantas, mayoral? Fa días que no te bieba, que no sé de tú garra, ya pai que uloras a fiesta… 30. Ixa orquesta que no toca, nomas graman y esberrecan as cantas que son moda. O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 24 31. Cuatro u zinco esgarramantas d’enzima de ro tablau que no cantan gota y lo leban to grabau. 32. A ros mosicos d’antes más yo los quereba recordar, que con cuatro trastes feban o baile n’o lugar. 33. Con curdión, biolín, guitarra sartens, chiflos, poco más… as parelletas bien pretas ¡ixo sí yera bailar! 34.Agora no hai quien s’eche nobia, con Bustamante y Bisbal todas as mozetas bailan que pai que se ban a estricallar. 35. ¿T’ande quedón Solanilla y Cucalón que cuan iban enta as fiestas lo pasaban de cojón? 36. Si os mosicos de Acumuer y ros ziegos de Sietamo debantasen a cabeza bien amolaus y espantaus se’n tornarían t’a fuesa. ¡Punto! Rebadán 37. No te beigo ista nuei esqueferau de güelga en casa que te beigo cantando jotas y engoletando en a barra, 38. anque a menistra aiga dito que no pues fer botellón, y que sólo tastará o bino mosen n’a consagrazión. 39. Bien zereñas que han salido as nuestras chenerazions y bino con pan y azúcar toda a bida nos ne dión. (le pasa a bota a o mayoral) Mayoral 42.No tos alcordaz cuan bino? Mister Marshall Marcelino? yera tiempo d’eslezions y os politicos se multiplicón. 43.Una caterba toterrenos toz en ringlera enta Puerto. No sé cuanta chen beniba, iban d’estar un ziento. 54.á iste auditorio que está asabelo qué atento y benigno, con conzieto d’escuchar a tuya bida y prodigios! MARTIRIO DE SANTA OROSIA 44.Güena bardera ejón, plena e roderas a pista Pa fer a inaugurazión de ras Cuebas as armitas. Yo tos charraré d’a benida d’Orosia dende Bohemia enta istas montañas: 45.En diez minutos se fizo sin baxar-sen de l’auto en Sorna, con o escoscaus que iban toz no iban a manchar-sen as botas! 55. ¡De Bohemia yera Orosia y d’Igipto natural, pa onra d’ist’Alto Aragón, ta Yebra se’n bino a coronar! 46.Dimpués monserga y retolica, escansaus se ganón o sueldo, bien fartos ent’a cama y sin dengún remordimiento. 56. Llegó t’o monte de Yebra y bido á un mesache sembrar: - ¡Labrador, güen labrador! ¿me dirá qué ye o que sembra? - ¡Trigo sembro, mi señora, pos ye o propio d’ista demba! 47.Ixe día iban toz chuntos igual de izquierdas que dreitas, con os telediarios que nos dan pai que feban güenas parellas. 48 Tienen tanta fatera que a ra chen normal nos leban como cagallón por zequia. 49.Toz os días carrañaus nos fan estar a os ziudadanos, y a nusotros rai, con un clarete en Santiago o mundo apañamos 50. Que si o nuebo estatuto, si Yesa u o Canfranero, que si en hai guerra n’o mundo entero. Buen cabal si m’ejan minchar chulla en o Rincón de Valero. 40.Fuera toz os bizios d’o país, prou de bino ranzio y de as gotetas de anís. Miaja e poncho ni sopetas, pero a bota yo la bazio. Cantas (bebe) 52. Y pa poder rematar a chanzoneta y os dichos yo tos encargo y suplico: ¡Si algo tos ha molestau, que lo ejéis en l’olbido! 41.Y yo no tarto más y tos boi a ejar estar, y como no te deseyo mal aun te’n daré un siñal. 53. ¡Pos yo en nombre de toz, Orosia, lizenzia tos pido pa poder esplicar con tu grazia y con tu ausilio, 51. Te conozié n´iste puerto me prendé de tú y d’a santa dende antonzes siempre biengo porque si no, algo me falta. 1er. LANZANTE: 57. Antonzes contesta Orosia, biyendo benir o martirio: -¡Mañana á punto e día podrá usté segar o trigo! 58. mesache se’n fue ta casa y d’ixo no’n fizo miaja e caso. ¡Ya marchón n’a mañanada os pastors con os ganaus! 59. ¡Ya ascape astí s’alcontrón con que o trigo d’ixa demba yera un sementero granau, perfeuto pa ser segau! 60. ¡Escopetiau se’n golbió un pastor y ascape le’n dijo á l’amo! ¡Deseguida buscón peons! ¡Ascape subión a segar-lo! 2º LANZANTE: Yo tos charraré d’a persecuzión qu’os moros le fizon á ra debina Orosia: 61. ¡Ya a pionada s’enzamarraba, ya bidon pasar cozcoz muita chen qu’en son de guerra por Orosia preguntón! Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 25 62. -¿Por bel casual ha pasau bella siñora puyando, con donzellas y criaus que l’iban acompañando? 73. Dimpués le cortón os pechos con ixa espantosa espata. Ya le cortan a capeza, por tres bezes espadata. 82. Dende astí ent’a Catedral marchón toz en prozesión y en a izquierda d’o Sagrario o Cuerpo d’Orosia ejón. 63. -O diya que sembré ista demba me pai que po astí pasón. O rei moro enzenegau, á esgrituziar emprendió: 4º LANZANTE: 83. O bentizinco e chunio Se zelebra a suya fiesta, s’enseñan as suyas reliquias y Orosia a suya palabra da, con os anchels. ¡Amen! 64.-¡Empentaremos ta l’alto, feremos güen resacau, qu’ascape l’alcontraremos t’andequiera aiga pegao! 65. Con l’animo acongajao por ista persecuzión, Orosia s’iba amagau en l’ondo d’un cobachón. 66. ¡Asta as mesmismas arañas á efendé-la se’n binon! ¡Pa qu’Orosia s’ocultase un gran enrejau le fizon! 3er. LANZANTE Yo tos charraré d’o martirio d’Orosia y d’os suyos acompañantes: 67. Mandó o rei formar as tropas, comenzipión a escalada. En llegaus ta Cruz d’a Gualda, luego bidon ande estaba. 68. ¡O rei moro con a espata esfilorchó as telarainas, salió a joya guapisma, d’espanto quedó chelada! 69. O monarca fue escarau, qu’asinas l’entró a charrar: - ¡A muerte yo te perdono, si con yo te quiés casar! Yo tos charraré de cómo o pastor alcontró os restos de Santa Orosia: 74.Cuerpo d’Orosia esbrusau y os d’os suyos acompañantes astí quedón n’iste mon, pa qu’as fieras los minchasen. 75. Mas n’iste Puerto tan gran nomas un pastor abeba. D’o zielo se’n bino un ánchel pa rezèbir aquella alma. 76. L’anchel le ijo á o pastor: -¡Abrás de baxar ta Yebra, dimpués te’n irás ta Chaca! mas o pastor s’escusaba: 77. -¡Ya fa un rabaño e diyas qu’o mío ganau no s’abreba, astí no’n hay gota d’agua! -¡Yo t’abrebaré o ganau, y á tú no te faltará cosa! 78. -¡Alza ixa losa, pastor! Y astí no salió cosa. -¡Alza ixa losa, pastor! Y brotó una fuen de sangre. -¡Alza ixa losa, pastor! Y brincó una fuen d’agua. 5º LANZANTE: Yo tos charraré d’o traslau d’os Restos d’Orosia enta Yebra y enta Chaca: CULMINAZION D’OS ELOGIOS Mayoral 84.¡Qué tos pai, oyentes míos, qué bida tan miragrosa, qué inozenzia, qué birtús, y qué muerte tan dichosa! 85. ¡Ánchels se’n bajón d’o zielo que le trajon a corona, y en a palma la subión ellos mesmos enta a Gloria! 86. ¡A Suprema Trenidá, por a suya gran fortaleza, le otorgó muitas grazias y muchismas preferenzias! 87. ¡En ixas tronadas fieras nos efiende de ra piedra, d’ixas brutas abenidas, d’os rayos y d’as zentellas! 88. ¡En os partos perigrosos ye asaber qué medianera, y por ella merezemos o benefizio de l’agua! 70. Orosia con boz zereña ascape le respondeba: -¡Zien mil bezes yo quió ser, zien mil bezes egollada, antes que con bel rei moro aiga de ser yo casada! 79. Os Restos de Santa Orosia Los guardó n’a suya mochila. -¡A Capeza ejá-la en Yebra y porta ro Cuerpo ta Chaca! ¡Enfilas o camín d’O Puente, drecho por a Bal Estrecha, asta llegar enta Guasa! 71. Antonzes aquel salbaje, con muita rasmia y angluzia, á l’umilde Santa Orosia lastimosos golpes daba. 80. ¡As campanas d’as ilesias d’os lugars por ande pasaba, en biyendo tan gran miragro, por sí solas s’abandiaban! 90. ¡Biba ra debina Orosia con su grandismo Martirio! ¡Biba ista fiesta tan biella, alma d’iste Pirineo! 72. Le matón á os suyos ermanos, San Cornelio y San Azisclo, pa bier si s’acotolaba, y asinas palabra daba. 81. Elante O Portal d’as Monjas, cantando as suyas grandezas, o Cabildo y o Conzello á nuestra Santa aguardaban. 91. Asinas yo tos espido: ¡Plantar fuerte y no reblar ¡Qu’otra añada n’ista fiesta nos golbamos alcontrar! 89. ¡Ella cura endemoniaus, ella á ros enfermos sana, ella asiste á ro afligido y á ro que con ferbor la clama! Cantas O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 26 Mayoral 92. Prenzipiaré á espedir-me por ixe Templo sagrau, ixa fuen tan eliziosa y por iste florido prau! 95. ¡Pa rematar, Santa mía, recordanza imos de fer de toz os debotos tuyos qu’en ista zaguer añada ta la otro mundo se’n fuen! 93. ¡Adiós á Cueba d’Orosia, lugar d’o suyo martirio, adiós á ixa Ilesia que fue d’as suyas reliquias sagrario! 96.¡Asinas tamién quisiera grazias dar á tanta chen, que con tan grandisma fe partizipó n’ista Fiesta! 94.¡Adiós á o siñor Retor, mui querido Mosen José, y á o siñor Pedricador, con clero y autoridades! 97.¡Orosia, Santa mía! ¡Mira-te ta tanta chen, que de tan lejos binon, agradeze-les a suya fe y o gran esfuerzo que fizon! 98.Os que escribimos y charramos podébamos fer-lo millor pero no tos quede a duda que se fa con güena intenzión. 99.¡Grazias por a buestra atenzión, de toz busotros yo m’espido! ¡Dios nos dé a Gloria Eterna por os siglos de ros siglos! Alejandro Gurría González ROMEROS: CRUCES: BANDERAS: Galliguera: - Casa Satué de Arto - Arto - El Puente - Estallo - Fanlo - Ibort - Jabarrella - Latre - Orna - Puente Sardas - Espín - Orús - Fandiello - San Julián - Yebra - Sobás - San Román - Isún - Sardas - Allué - Osán - Satué - Latas - Jabierre - Susín - Larrede - Bergua - Bergusa - Ainielle - Olibán - Biescas - Fiscal - Casbas - Cortillas, Cillas y Sasa - Sobás - San Julián - El Puente - Escartín - Barbenuta - Bergua - Yebra (grande, pequeña y de los niños) Guarguera: - Casa Blasco de Sandiás - Abenilla - Alabés - Artosilla - Belarra - Bescós - Ceresola - Fenillosa - Ordovés - San Esteban - Villacampa - Villobas - Yéspola Valle Mangueta: - San Vicente - Bohemia - La Sotonera - Bergua Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 27 Antiguos lugares de Sobrepuerto: Escartín José María Satué Sanromán stá emplazado en una de las hombreras que descienden de la Sierra, a 1.360 m. de altitud. Casi todo su término está orientado al sur, por lo que en su vegetación destaca el matorral (boj, aliagas, erizones, espinos) con quejigales en la zona baja y pradera alpina en la parte alta del monte. Como el suelo es calizo, los barrancos sólo llevan agua cuando llueve o en períodos de deshielo, excepto la Glera o barranco de Otal. Al estar asentado en plena la ladera, sus habitantes tuvieron que librar una gran batalla contra la erosión, construyendo enormes bancales escalonados, sostenidos por altas paredes, las más espectaculares de Sobrepuerto. Las eras estaban alineadas a lo largo de la arista de la ladera, abiertas al viento necesario para aventar, con sus grandes bordas de dos plantas, con acceso independiente, aprovechando el desnivel del terreno. La mayoría de las casas presentan sus tejados hundidos, a causa de las goteras y de la nieve, pero todavía podemos observar sus gruesas paredes, sus ventanas adinteladas, algunas portadas con grabados, las esbeltas chimeneas, etc. Destaca la portada de casa o Ferrero (dintel de una pieza imitando arco muy rebajado, OLIBAN AÑO 1829); los dinteles de ventanas y puerta de casa O Royo, con la fecha más antigua que se ha localizado en el lugar, grabada en un sillar de su fachada oeste, 1.612; un dintel de casa Ferrer y otro de casa Buisán… Algunas tenían valiosos escudos sobre sus fachadas (O Royo, Lacasa y Pedro Escartín). También había una curiosa inscripción sobre la portada de una borda de era (AÑO/DE * I859/NO UES QU/E SOYUNLE/TEROQUEM/ AGADERO*), conservada en el Museo de Artes Populares del Serrablo, lo mismo que el espantabrujas o capiscol de la chimenea de casa Ferrer. En la parte más alta del pueblo destaca la silueta de la iglesia de San Julián, que con la casa abadía, la escuela-vivienda, la antigua herrería-local público y el cementerio, forman un conjunto alrededor de una placeta cerrada, con acceso a través de un portal con arco semicircular, formado por grandes dovelas y sillares en las jambas, en cuya clave está grabada en bajorrelieve una custodia (similar a la de la portada de la Isuala), protegido por un tejadillo a dos vertientes. La iglesia combina en su construcción la mampostería, con buen sillarejo y sillares trabajados, especialmente en la torre. La iluminación es muy escasa, entra a través de dos pequeños vanos, rectangulares y con derrame interior, abiertos en el frontispicio absidial y en el coro. Tiene planta rectangular, con una nave de grandes dimensiones (10x12 m. aprox.) dividida en tres tramos por tres arcos apuntados, que apean en pilastras decoradas con relieves escultóricos en los capiteles y un sogueado en toda su longitud. Cabecera de tres ábsides de fondo plano, el central mayor que los laterales, orientada al este, dos capillas de desigual altura en el lado del Evangelio (la más próxima al ábside decorada con una nerviación en el intradós del arco de la embocadura, apeando en ménsulas) y otra en el lado de la Epístola. Se cubre con bóveda de cañón apuntado; la triple cabecera y las capillas laterales con medios cañones. Las seis pilastras de apoyo de los arcos fajones presentan una decoración en relieve a base de un sogueado grueso en las aristas, basa rectangular biselada y capiteles grabados con variados motivos (angelotes, rostros humanos, aves, cabezas de animales indefinidos, bultos redondos, acanaladuras, etc.). En la clave del arco fajón central hay un bajorrelieve con el Agnus Dei. En la parte baja de una de las pilastras, al lado de la puerta de entrada, se embutió la pileta del c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 28 agua bendita, Bordas en Escartín con acanaladuras y borde sogueado. El pavimento de la nave está formado por grandes losas de piedra, bajo las cuales hay algunos enterramientos, como se lee en una de ellas: “SEPVLTVRAS DE PEDRO ESCARTIN I LOS SVIOS”. Tiene un coro alto a los pies, sobre el último tramo de la nave, con suelo de madera, sostenido por una jácena de madera que descansa sobre un pilar octogonal en el centro y dos ménsulas en los extremos (una de madera y otra de piedra), decoradas con sendos rostros humanos. Barandilla frontal de madera con cuatro tramos de balaustres planos, cadiera corrida y un sitial del mismo estilo, pintados con tonos azules y rojos. El baptisterio se habilitó en la segunda capilla del lado del Evangelio, contenía una gran pila bautismal (90 cm. de diámetro, 12 cm. de espesor y 50 cm. de profundidad aproximadamente). En el centro del frontal figuraba la cara de un Cristo en relieve, toscamente tallada, con cortos cabellos rectilíneos y una especie de aureola sobre ella, a cuya altura un cordón liso la recorría en todo su perímetro y otras dos paralelas en su base. Se apoyaba sobre un bloque cilíndrico de unos 30 cm. de altura, descansando todo el conjunto en un bloque irregular, poco trabajado. Por sus características opinamos que pudiera datarse en los siglos XI o XII, época de construcción de la primitiva iglesia. Lamentablemente fue expoliada en 1980-81, al igual que el mobiliario del coro. La sacristía está adosada al ábside de la Epístola, con acceso a través de puerta adintelada (1753), cubierta de medio cañón transversal y pavimento de pequeñas losetas puestas de canto, dibujando un círculo con una flor estrellada. un rectángulo. Posiblemente se trate de la portada reaprovechada del antiguo templo románico. El atrio es de grandes dimensiones, con bóveda de medio cañón ligeramente peraltado, montado sobre imposta biselada y canecillos de sección cambiante, similar a otros modelos de la ribera del Ara. Además de la apertura frontal, antes tuvo otra lateral, a través de un gran arco semicircular, que se tapió para añadir una pequeña habitación destinada a guardar los diezmos y primicias. Al derrumbarse ésta, ha dejado al descubierto un vano aspillerado y abocinado en el muro sur de la iglesia, con dovelas y sillares bien trabajados. Sobre este pórtico (lonja) se levantó la torre, defensiva como otras de la zona, de un solo cuerpo, con acceso desde el coro y estructurada en tres pisos: el primero abovedado, con un vano aspillerado al sur; el segundo tiene 5 aspilleras en el plano inferior, 2 al norte y una en cada lado restante; el último piso presenta dos grandes vanos con arco semicircular al sur, otros dos de forma idéntica, pero menor tamaño al este, para albergar las campanas, y uno rectangular al norte. Cubierta de madera con tejado a cuatro vertientes. De las cuatro campanas que tuvo, sólo queda una grande, rota y agrietada por los rayos, en la que están grabados un Sagrado Corazón de Jesús, una Crucifixión, santa Bárbara y san Julián a caballo como cazador y la inscripción: “SE HIZO SIENDO PARROCO DON MANUEL SOLANO. JORGE CAPALBO ME HIZO AÑO 1904. SAN JULIAN Y SANTA BARBARA ROGAD POR NOSOTROS”. Esta iglesia contiene indudables vestigios románicos (XI-XII): como el vano abocinado del muro sur; un esbelto arco apuntado en la fachada este, con clave triangular, sobre el que se adivina la estructura de una antigua espadaña, cegada con mampostería; el arco semicircular de la cara este del atrio; el diseño de la portada; la pila bautismal... En el XVI podría datarse la estructura general de la nave: bóveda de cañón apuntada, arcos fajones, ábside tripartito, decoración de las pilastras… Recrecimiento La portada adintelada, compuesta con sillares bien trabajados, abre al sur y está protegida por un amplio atrio: consta de dos arquivoltas de perfil rectangular, que descansan en sendas ménsulas-imposta, con guardapolvo abocelado y las jambas en derrame. Las dovelas de los arcos son de tamaño medio. El tímpano contiene una mandorla u óvalo apuntado inscrito en Escartín en 1975 Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 29 de la torre, añadidos de la sacristía y cuarto de los diezmos en los siglos XVII, XVIII. Tiene suficiente valor artístico para ser Bien de Interés Cultural. Se encuentra en peligro inminente de hundimiento. Necesita una restauración urgente. ¿Vamos a perder otra obra de nuestro patrimonio cultural? Merecen destacarse los espectaculares abancalamientos de sus laderas, los más grandes de Sobrepuerto, algunos casi ciclópeos (alrededor del lugar y en las partidas situadas al este y oeste). Los recintos rectangulares de piedra para ordeñar las ovejas (mosales), de los que se contaban al menos una docena. Las casetas de los campos, de todos los tipos y tamaños (exentas, adosadas, a una o dos vertientes...). Al sur del pueblo, en la Glera que baja de Otal, está la garganta del Puente de las Cabras (o puen d’as Crabas), con una bonita cascada en su inicio y una angostura que se prolonga a lo largo de unos 500 metros, donde había una pasarela formada por una gran piedra de una pieza y un par de maderos a cada lado, a modo de quitamiedos, que fue arrastrada por una gran avenida en los años setenta. Y en el barranco Bergazo o San Clemente, (Sanclimende) situado al este, se produce una surgencia temporal en primavera, presentando algún tramo de cauce original, labrado por la acción del agua sobre las margas y calizas, marmitas y grandes saltos. El pueblo tuvo hasta 18 casas abiertas, que totalizaban 119 habitantes en 1857, quedando reducidos a 48 en 1.950 y a 26 en 1.960, poco antes de consumarse su despoblamiento en 1966. Casi todas estaban separadas unas de otras, rodeadas de pajares, cuadras y pequeños huertos. Dejamos constancia de los nombres de las casas y de los amos y dueñas (entre paréntesis), que cerraron para siempre las puertas, marchando a otros lugares: Navarro (Antonio y Generosa Azón Gracia), Blas (Manuel Buisán y Amalia Escartín), Ferrer (José Satué y Julia Sanromán), o Royo (José Allué e Higinia Escartín), Lacasa (José Buisán y Orosia Azón), Buisán (José Buisán y Brígida Allué), Satué (Francisco Azón y Flora Escartín), Pedro Escartín (Sebastián Escartín y Matilde Ferrer), Raro (Santos Santolaria y Pascuala), Camarrón (Miguel Jal y Felipa), Sampietro (Antonio Allué y Modesta), Unsens (José Borruel y Trinidad), a Roya (Mariano Lacasa y Sebastiana), Juan (Sebastián Ramón y Águeda), Ezquerra (Tomás Ezquerra), Santolaria(se desconocen), Diego (se desconocen), o Ferrero (Ramón Oliván). Nada menos que 7 familias emigraron a Francia. Los términos más importantes del monte se llaman: os Ballones, a Batella, o Bezuelo, o Cajicar, a Calma, o Calamazo, o Collé, Comenals, a Corona, o Corrucal, Costalé, o Cotonal, a Cuasta, os Cubilás, o Cuello, a Cruz, as Eretas, o Fabar, Forcallón, o Fulco Ancho, o Fulco Estrecho, as Fuebas, Gasarto, Lacañosa, Lacuna, os Mallatones, a Mata, Matils, o Millar, Nabayuelo, Pardinialla, a Peña, a Peña Blanca, a Planeta, a Planialla, o Pueyo, a Ralla, Rapedals, a Retura, as Setenas, o Silo, Solaneta, Solaniello, o Solano, Tozas, Trasamata y Uretas. Escartín. Cascada en la Glera (Puen d`as Crabas La fiesta mayor se celebraba el tercer domingo de Septiembre, por tanto en fecha variable, sin advocación concreta. Y la fiesta pequeña era el 7 de enero, en honor de San Julián, a quien estaba dedicada la iglesia parroquial. Desde hace unos años, los antiguos vecinos, descendientes y amigos nos reunimos en el pueblo el primer sábado de julio. Escartín. Mosal para ordeñar las ovejas c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 30 En busca de la nariz de Santa Orosia Ricardo Mur Saura La Historia de la Gloriosa Santa Orosia narra dos sucesos. En primer lugar, el martirio de la santa a manos de los moros cuando huía de éstos, acompañada de su tío Acisclo, por negarse a abandonar la fe cristiana. Y, en segundo lugar, cuenta la historia de La Cava, hija del Conde don Julián, gobernador de Ceuta, la tragedia del último rey visigodo, Don Rodrigo, y la pérdida general de España. La obra debió representarse en Burbáguena a finales de 1576, después de que en el mes de julio el papa Gregorio XIII autorizase el traslado de unas reliquias de la santa a Burbáguena, a petición de su Consejo. Burbáguena, plaza de Bartolomé Palau urbáguena es un pueblo de la provincia de Teruel, comarca del Jiloca, situado junto a la carretera N-234. Se levanta a 814 m. de altitud. En 2005 tenía censados 301 habitantes. Se encuentra a 82 km. de Teruel, a 99 de Zaragoza y, para el día a día, a 14 de Calamocha y a otros tantos de Daroca. A pesar de lo meridional del enclave, Burbáguena guarda importantes tesoros orosianos, como ser la patria de Bartolomé Palau, autor de la Historia de la Gloriosa Santa Orosia, haber poseído un relicario con la nariz de la santa y otros restos nada desdeñables en su iglesia parroquial. En realidad no resulta extraño, aun a pesar de la distancia con las Montañas de Jaca. Téngase en cuenta que en el vecino Calamocha existe una capilla dedicada a la santa, donde tuvo su sede una importante cofradía y en Las Cuerlas se conservan más reliquias. Bartolomé Palau artolomé Palau nació en Burbáguena en fecha indeterminada, hacia 1525. Estudió en Salamanca, obteniendo el grado de Bachiller en Teología. Sabemos que fue sacerdote, historiador, prosista y autor dramático. También se ignora la fecha de su muerte, que debió ocurrir con posterioridad a 1569. Sus obras son Farsa llamada Custodia del Hombre (1541), Historia de la Gloriosa Santa Orosia (1545),Farsa llamada Salmantina (1552), Victoria de Cristo (1563) e Historia de Santa Librada (1569). Hay varias ediciones de la obra. La última es el estudio publicado en la Biblioteca de Autores Cristianos por José Gómez Palazón (BAC, Estudios y Ensayos. Historia, nº 72, Madrid, 2005). Bartolomé Palau, como hijo ilustre de Burbáguena, tiene una plaza dedicada en la parte alta del pueblo. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles a iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles es un soberbio edificio del que destacamos su esbelta torre, de influencia mudéjar, su portada renacentista y sus capaces y luminosas naves, terminadas en el siglo XVIII. En su interior podemos rastrear los siguientes restos orosianos: Hubo una capilla dedicada a Santa Orosia, fundada por la familia Baylo, que en el siglo XVI se restauró. De ella no queda nada, pues sabido es que el templo entonces existente fue demolido en 1745 para construirse el actual, tal como lo conocemos. Hubo una imagen de la santa, quizá procedente de la capilla reseñada, que según las fuentes orales debió ser llevada a Teruel en 1963, cuando colocaron las pinturas murales de Cañada, que hoy pueden verse. Hay un óvalo con una imagen de la santa, casi de tamaño natural, pintado en una de las pechinas de la cúpula del crucero, en el lado del evangelio. La pintura está en muy buen estado. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 31 Hay un par de bustos, en el altar del Rosario, sito en el lado de la epístola, que son de Santa Librada y de Santa Orosia. El relicario con la “nariz de Santa Orosia” n un armario de la Sala Capitular del templo se custodiaba un relicario de plata, de los de tipo candelabro, del que colgaban sendos medallones con reliquias de las santas Librada y Orosia. Dicho relicario tenía una altura de unos 50 cm. y pudo ser fabricado a raíz de la llegada a Burbáguena de las reliquias de Santa Librada, procedentes de Sigüenza, en 1569, o bien de las de Santa Orosia, procedentes de las Montañas de Jaca, siete años más tarde. De la santa seguntina llegó una costilla, o parte de ella, y de la jacetana un huesecillo de la nariz, según dicen que rezaba una inscripción. En la actualidad se desconoce el paradero del relicario. Todas las personas mayores lo han conocido, lo han venerado en alguna celebración y saben el sitio exacto donde se guardaba. Lo que nadie acierta a saber es cuándo salió de Burbáguena y cuál es su paradero actual. ¿Salió en 1953, al pasar Burbáguena de la archidiócesis de Zaragoza a la diócesis de Teruel? ¿Fue en 1963, cuando colocaron los murales del pintor Cañada? ¿Sucedió en otro momento? Sobre las reliquias de Santa Orosia podemos decir que no fueron extraídas de la Catedral de Jaca, como normalmente se ha dicho y hasta escrito, sino que salieron de Yebra de Basa. Las razones son las siguientes: muy sorprendido cuando al punto salió sangre y carne fresca. Envolviendo el preciado tesoro en unos algodones y paños, partió hacia Huesca. Pero, al instante, se desató tal tormenta con piedra y rayos –sin dañar los sembrados- que el piadoso obispo, lleno de espanto, determinó volver a Yebra y dejar lo que nunca debió salir de allí. Alavés, en la página 337 de su obra dice que “consérvanse estas reliquias el día de hoy, en el lugar de Yebra, puestas en un cofrecillo de plata en un armario, adonde se guarda la cabeza de la misma santa, si bien parte de ellas se llevaron a Burbáguena…” Seguiremos investigando Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Ángeles, Burbáguena ara el año que viene les hablaré de la capilla que la santa tiene a las afueras de Calamocha, de la Cofradía que allí se fundo y de las reliquias custodiadas en la iglesia parroquial de Las Cuerlas. Bibliografía y agradecimientos ALAVÉS Y LA SALA, Salvador Alberto: Libro Primero de la prodigiosa vida de la gloriosa… Santa Orosia. Zaragoza, 1702. 1. Sabido es que en la Catedral de Jaca se encuentra el sepulcro del Cuerpo de Santa Orosia y en la iglesia parroquial de Yebra de Basa su Cabeza. Por tanto, su nariz nunca pudo salir de la Sede jaquesa. PALAU, Bartolomé: Historia de la Gloriosa Santa Orosia. Edición de José Gómez Palazón. BAC, Estudios y Ensayos, 72. Madrid, 2005. 2. Conocida documentalmente es la tenaz resistencia histórica del Cabildo y pueblo jaqués a extraer reliquias de la urna de la santa, como también ocurre en Yebra; pero, aunque siempre se han hecho excepciones, no hay documentada ninguna extracción para la fecha que nos ocupa, o sea, 1576. Mi agradecimiento a la familia Navarro Rubio, de Burbáguena, por sus informaciones, atenciones y hospitalidad, mostradas no sólo en mis viajes por aquellas tierras, sino en todo momento. ALCAÑIZ, A. y LORAQUE, M.: Burbáguena. Revista Xiloca, 34, págs. 219-246. Calamocha, 2006. 3. Varias fuentes, como Basurto, Blasco de Lanuza, Alavés, etc. nos hablan del estupendo milagro y milagros con que Santa Orosia castigó a un obispo, piadosamente atrevido, y a sus criados. El tal prelado era don Juan de Aragón y Navarra, obispo de Huesca y Jaca (14841526), que, en visita a Yebra de Basa, resolvió llevarse a la Sede oscense unas reliquias de la Cabeza de la Santa. Para ello cortó con un cuchillo un trocito de cuero cabelludo, con sus rubios cabellos, quedando Cúpula y óvalo de Santa Orosia O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 32 En tiempos del Patrimonio...: Pinos y Penas Carlos Tarazona Grasa ás de una vez, en las numerosas conversaciones mantenidas con gente mayor del norte de la provincia de Huesca, antes o después, han acabado usando la misma expresión: en tiempos del Patrimonio... Siempre que recurrían a ella no era para referirse a cuestiones de contenido forestal estrictamente, sino más bien para hacerlo sobre cosas o hechos que sucedieron hace ya mucho tiempo. Así pues, puede decirse que esta frase hecha es sinónimo de algo pasado, viejo y añejo. Cabe recordar aquí y ahora que la existencia del Patrimonio Forestal del Estado se remonta nada menos que a finales de 1935, momento en el que fue creado. Pero la implantación de este organismo forestal de aquella administración sobre el territorio se demoraría unos cuantos años como consecuencia de la contienda civil que sufrió nuestro país. En nuestra zona su implantación no comenzaría a cuajar hasta principios de la década de los 50, momento en el que realizaron las primeras adquisiciones de fincas en el norte de la provincia de Huesca. Partiendo de esta fecha, no cuesta nada calcular que de aquello hace ya más de medio siglo. Así pues, con motivo la gente mayor señalada anteriormente se refería al Patrimonio y todo cuanto sucedió en aquellos años, como a algo muy lejano en el tiempo. En efecto, este factor tiempo y todo lo que ello implica -pérdida de la memoria histórica de unos hechos, alteración involuntaria de los mismos al relatarlos o simplemente su olvido- fue quizás el principal argumento que llevó a plantearme la realización del DVD titulado “Pinos y Penas en tiempos del Patrimonio”. El otro factor que actuó como detonante para acometer esta iniciativa fue el fallecimiento en pocos meses de hasta dos potenciales informadores que ya tenía buscados. Aunque de menor trascendencia, también hubo otra serie de aspectos que supusieron una motivación añadida. En más de una ocasión y hablando con gente joven unas veces, y otras con gente que no lo era tanto, había llegado a constatar con asombro como tanto unos como otros se pensaban que más de un pinar de repoblación artificial resultaba que para ellos eran pinares autóctonos y que llevaban allí toda la vida. Así pues, el intento de evitar en la medida Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 33 de lo posible la pérdida de más memoria histórica por una parte, y las ganas de divulgar y mostrar todo lo que hay detrás de las repoblaciones por otra, han sido los principales objetivos marcados. Confío que el trabajo que nos ocupa sirva para recordar a unos, lo más mayores, la complejidad de aquellos trabajos. A los más jóvenes para que conozcan y comprendan las penas y sacrificios invertidos en estas repoblaciones por miles de personas tanto de estas tierras como de otras más lejanas y sureñas. Estos trabajos a su vez llevan implícitas una serie de consecuencias que bien merecen nos detengamos en ellas. Las consecuencias geográficas y sociales que supuso aquella política forestal emanada del Estado y aplicada por el Patrimonio Forestal del Estado, han dado mucho que hablar, tanto para bien como para mal. Este DVD también pretende arrojar alguna luz sobre este particular y clarificar alguno de los numerosos prejuicios que sobre las repoblaciones forestales todavía persisten hoy en día. Se ha pretendido poner sobre la mesa la mayor información posible sobre diferentes aspectos relacionados con las repoblaciones forestales. Estos datos y esta información la aportan diferentes personas que en su día resultaron ser, en más de un caso sin querer, protagonistas y actores principales de aquél proceso. Con estos testimonios de primera mano se ha buscado huir de posicionamientos de ninguna clase. Deberá ser el espectador, en función de todos los datos y la información aportada por los diferentes protagonistas, quien deberá alcanzar sus propias conclusiones sobre esta materia. Las circunstancias que rodearon tanto la planificación como la ejecución de estos trabajos de repoblación forestal en la Comarca del Alto Gállego, se pueden hacer extensibles perfectamente al resto de las comarcas del centro y norte de la provincia oscense. Jacetania, Sobrarbe, Ribagorza, Reino de los Mallos, Hoya de Huesca, Somontano y La Litera fueron otras comarcas donde también se repoblaron c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 34 debiendo soportar unas condiciones laborales nada favorables. Todos ellos, amén de algún personaje más, dan vida y contenido a un audiovisual que aborda una temática inédita tanto a escala local como nacional. La contrapartida a las opiniones de los anteriores viene dada a través de los testimonios de un geógrafo y historiador así como de un escritor y etnógrafo, ambos excelentes conocedores de la realidad presente y pasada de la Comarca Alto Gállego. miles de hectáreas. En todas ellas se puede decir que coincidieron tanto las formas, el procedimiento como la ejecución final de estos trabajos. A pesar de lo dicho, si se realizara un trabajo específico para cada una de estas comarcas, seguro que aparecerían singularidades características e interesantes para cada una de ellas. En el caso de la Comarca del Alto Gállego se ha podido localizar a diferentes personas oriundas de provincias andaluzas que llegaron hasta aquí durante unos años muy difíciles en busca de trabajo. Por circunstancias varias acabaron asentándose en pueblos de la comarca y que hoy día siguen residiendo en ella disfrutando de una plácida y bien merecida jubilación. También se cuenta con el testimonio de personas cuyas casas y tierras acabaron siendo compradas por el Patrimonio Forestal del Estado. Todavía persiste en su memoria las condiciones y situaciones que rodearon los días previos a su marcha definitiva del pueblo que les vio nacer y crecer. Queda reflejado del mismo modo el testimonio de aquellos otros obreros que empezaron como Controladores y acabaron siendo nombrados Guardas Forestales A modo de conclusión, cabe señalar también que el Patrimonio Forestal del Estado acometió a lo largo y ancho del Pirineo y Prepirineo otra serie de importantes obras cuya ejecución fue coetánea en el tiempo con las repoblaciones forestales. Se trata de las numerosas obras de corrección hidrológicoforestal ejecutadas en numerosos cauces de diferentes valles pirenaicos. Los valles del río Aragón y del río Gállego fueron los precursores en este tipo de trabajos pues las primeras actuaciones se remontan nada menos que a finales del siglo XIX. En tiempos del Patrimonio Forestal del Estado se dio un nuevo y contundente impulso a estas obras que permitió la construcción de centenares de diques hidrológicos y miles de metros de mampostería. En esta fase se vieron afectados prácticamente todos los valles pirenaicos altoaragoneses, pues en mayor o menor medida, en todos ellos se construyeron diques, contradiques o canalizaciones parciales de cauces. Pero esta materia ofrece tanta información por sí sola que bien merece un trabajo específico sobre el particular que quedará pendiente para otra ocasión. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 35 El Guardafuentes o Tritón Pirenaico Juan Carlos Ascaso Sarasa n los arroyos y lagos de aguas cristalinas bien oxigenadas de los montes pirenaicos se puede encontrar un curioso animal conocido por la gente local como guardafuentes. A nivel general y en la literatura científica recibe el nombre de Tritón pirenaico (Euproctus asper). Este anfibio se encuentra de forma única y exclusiva en los Pirineos y sus sierras exteriores (Sierra de Guara, etc.) recibiendo esta característica el nombre de endemismo. Resulta bien conocido por los habitantes del campo, montañeros, caminantes y amantes de la naturaleza en general y visto de cerca no parece ofrecer posibilidad alguna de confusión con otros tritones. A pesar de su docilidad, ya que es fácil de coger y manipular sin que muestre apenas resistencia, en ocasiones se le acusa de tener algunas cualidades que de ningún modo posee como ser tóxico o morder. Nada más lejos de la realidad pues se trata de un animal totalmente inofensivo. Es conocida su afición a habitar únicamente en las aguas limpias y sin contaminar de los arroyos y fuentes de nuestros montes. Por ello la sabiduría popular dice que se puede beber con toda confianza el agua de aquella fuente o arroyo que se encuentre guardado o vigilado por el trítón. De ahí el nombre de guardafuentes. Cualquiera que haya cogido un tritón en sus manos sabrá que éste es un animal del todo simpático e inofensivo y nunca le veremos ni siquiera abrir la boca. Otro pariente cercano suyo aunque algo más pequeño como es el tritón palmeado se ha encontrado en zonas relativamente cercanas como por ejemplo en Lárrede, por tanto todo apunta a que pueda localizarse también en la zona de Ballibasa aunque en principio sería de forma bastante más escasa. Al parecer fue descrito ya en 1877 en los alrededores de Panticosa por Boscá, aunque anteriormente fue Ramond quien hacia alusión a que en sus viajes por los Pirineos había observado en 1801 “salamandras acuáticas” en los lagos helados de Monte Perdido. Sin duda alguna se refería ya a este curioso anfibio. El tritón pirenaico suele medir alrededor de 140 milímetros de longitud total. Su colorido es variable y abarca una gama de colores que va desde el color crema claro hasta el negro, casi siempre imitando a la perfección el color del fondo de los barrancos e ibones donde vive. Esto le sirve para pasar desapercibido ante sus enemigos o predadores camuflándose perfectamente. Además de su cabeza aplanada llama la atención si lo observamos de cerca su pupila de color negro que si la miramos de cerca recuerda la forma de un corazón y que destaca entre el color amarillento del iris. Otro aspecto importante para diferenciarlo de otros tritones es que la punta de los cinco dedos de sus patas traseras y los cuatro de las delanteras termina en una uña negra que destaca del color de la piel. La cola se presenta aplanada lateralmente y a veces es recorrida por una línea de color amarillo que llega hasta detrás de la cabeza a modo de cresta, aunque esto no sucede siempre pues muchos tritones presentan un color uniforme por todo el cuerpo. Más común es el color vivo anaranjado o amarillento de su vientre rodeado de color negro. Normalmente los machos tienen la cola más corta y más alta que la c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 36 hembra además de tener la cloaca más abultada y las patas ligeramente más fuertes. Las larvas suelen ser amarillentas y punteadas de colores oscuros, además sus agallas son rojizas anaranjadas. Necesitan del agua para sobrevivir y su actividad es predominantemente nocturna dedicándose a descansar y a solearse durante el día. Esto no quiere decir que no tengan algo de actividad diurna también, aunque ésta sea menor. En las zonas de alta montaña suelen hibernar durante los meses más fríos pudiendo reducirse su período de actividad a tan solo tres meses al año. Sin embargo en los arroyos de Ballibasa se puede observar activo durante todo el año. Mantiene su actividad incluso en invierno en los arroyos abrigados donde se observan cópulas incluso en el mes de febrero en el Barranco de Petralba, cuando lo normal es que su período reproductor comience en el mes de abril y se alargue hasta junio. Estos acoplamientos pueden durar hasta 30 horas. Después las hembras depositarán hasta 40 huevos pegados a piedras sumergidas bajo el agua. Las larvas nacerán a los 35 ó 40 días dependiendo de la temperatura del agua, y pasando un período de algo más de un año en este estado hasta que a los 3 años de edad aproximadamente alcanzarán la edad adulta. Una vez alcanzada esta edad se estima que pueden llegar a vivir de 20 a 25 años de edad alimentándose principalmente de larvas de insectos y pequeños animalillos acuáticos. En Ballibasa su distribución se reparte por la mayoría de los barrancos siempre y cuando éstos se encuentren en óptimas condiciones, dispongan de agua todo el año y tengan una mínima tranquilidad. En algunos de estos barrancos llega a ser abundante como por ejemplo en los de Petralba y Satué. Hace 15 años se encontraba en la misma fuente del puerto de Santa Orosia, pero hoy en día para localizarlo hay que desplazarse unos cuantos cientos de metros más abajo donde su densidad ha ido disminuyendo conforme ha aumentado la afluencia de gente a la zona de la ermita. En esta zona los barrancos que habita se encuentran entre los 700 y 1.700 aunque en el Pirineo axial suele subir a bastante más altitud. Parece que puede adaptarse a vivir en altitudes inferiores siempre y cuando la temperatura del agua no sobrepase los 17º, caso éste que se da en barrancos de umbrías y caras norte. En cuanto a sus principales enemigos naturales se encuentran las culebras de agua que los devoran tragándolos enteros como a todas sus otras presas. En una ocasión pude ver cómo en el barranco de Ainielle al coger una culebra de agua para observarla, ésta vomitó una rana común ya muerta junto con dos larvas de tritón pirenaico de pocos meses de edad todavía con agallas y aún vivas que cuando se recuperaron no dudaron en irse nadando corriente abajo. También las truchas devoran sus huevos e incluso a ejemplares adultos por lo que no suele ser compatible la presencia de ambos animales. En los lagos de montaña donde se ha procedido a reintroducir truchas para su posterior pesca deportiva éstas han acabado con las poblaciones de tritones. No son muchos los ibones donde los tritones todavía pueden campar a sus anchas ya que la práctica de las repoblaciones con truchas ha estado muy extendida. Por el momento su presencia en Ballibasa parece todavía común, esperemos que siga siendo así durante mucho tiempo. Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 37 Los Dances de Jaca (II) Manuel Tomeo Turón n el número anterior de esta misma revista se presentó de manera resumida el caso de los dos dances que se realizan en la ciudad de Jaca con ocasión de la fiesta de Santa Orosia. Sus similitudes con lo que se lleva a cabo en Yebra, pudieron quedar meridianamente claras y se propone al lector, en esta ocasión, profundizar un poco más en aquellos bailes, de manera que despierte la curiosidad y el interés hacia este tipo de manifestaciones folclóricas de las que tan buenos ejemplos cuentan estas comarcas pirenaicas. Los bailes de castañuelas us orígenes, como quedó dicho, datan de las primeras décadas del siglo XVII. Lo que más impresiona para un investigador, o simplemente para un curioso del tema, es la gran cantidad de información y “rastros” que han dejado estos bailes en diferentes colecciones documentales jaquesas. Su presencia continuada durante siglos en las series anuales, tanto de actas como de cuentas municipales, aporta gran cantidad de detalles que permiten aventurar con mayor o menor verosimilitud cómo han sido los “bailes” jaqueses durante cuatrocientos años. Y no solo eso, si no que su ejemplo nos ayuda en el estudio del resto de dances tradicionales de otras partes de Aragón. Gracias a estas informaciones se ha podido observar la importancia y relevancia que los mismos tenían dentro del calendario festivo de la localidad. Su presencia fue inexcusable durante los festejos a Santa Orosia de todos estos siglos y el montante económico que se destinaba para ello da fe del estatus que llegaron a alcanzar. Durante todo el siglo XVII, así como el XVIII y la mayor parte del XIX, los “bailes”, “danzas” o “danzes” son junto con los festejos taurinos y fuegos de artificio, los actos más repetidos e inalterables del programa festivo jaqués. El hecho de estar sufragados por el propio Concejo local, nos da una idea del carácter profano que para la sociedad de entonces, más que la de ahora, tenían estos espectáculos. Esta duplicidad, profana y religiosa, que siempre ha mantenido el dance jaqués, y todo dance que se precie, queda mucho más remarcada si observamos que eran grupos de danzantes organizados por dos de las organizaciones gremiales más importantes de la sociedad jaquesa de entonces: los labradores y los pelaires. Ambos grupos, según se indica en aquellos documentos, son los encargados durante la mayor parte de estos cuatrocientos años, de procurar buenos “bailadores”, así como músicos adecuados, para la práctica de estas danzas. Algunas citas de los documentos que nos ocupan dan buena muestra de todo lo que estamos diciendo. 1664, 30 de Junio “2- … las fiestas que se han hecho en el Sn Juan de los Danzes dos fiestas de fuego y corrida de toros con sus premios que para ello se avian comprado quatro toros que costaron cinquenta y una libras jqs. los premios dos libras catorce slds. y seys dineros. Y el fuego treynta y siete libras y ocho slds. y amas lo que se ha de pagar del porte de traherlo desde Caragoca que lo han traydo los machos c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 38 del Sr. Lucas de … y tambien lo que se ha de dar a los dançantes” “… y a los Bayladores den lo que a sus m. paresciere según otros años pagando al musico de los labradores.”1 Año 1737 “Gastos de las fiestas de Sn Juan y Nuestra Patrona Sta. Orosia en este año de 1737 Primete. Por los fuegos bispera de Sn Juan...........20 lib. jaq. Mas a los ds dances de labradores y pelaires .........12 lib. jaq. mas dos belas pª la tarde de los fuegos ................... 4 sueldos. total .................................................. 32 libras 4 sueldos”.² Otro aspecto que resulta muy curioso al investigador de este tema, es el hecho de conocer nominalmente a un buen número de aquellos “bailadores” que allá por el lejano siglo XVIII y también en el XIX, efectuaban sus bailes en honor a su Patrona, Santa Orosia, de manera semejante a como se realiza en la actualidad. Sus nombres aparecen en pequeños “recibos” efectuados por el propio Concejo jaqués, en los que se especifica a quién se le hace entrega del dinero, además de las cantidades pagadas por la ejecución de los “bailes”; incluso se especifica el gremio o “cuadrilla de Bailadores” a la que pertenecían. Son pequeños “recibís” que aparecen entremezclados con el resto de facturas y cuentas de la administración local de la ciudad. Su interés informativo para el estudio de los dances jaqueses es alto, pero no menor es la emotividad que de ellos se desprende al conocer de manera tan personal a aquella parte de la “cadena” de danzantes que, junto a los actuales, han dado vida a esta manifestación cultural tan arraigada en la vida de Jaca. Año 1823. “El abajo firmado, he recibido del Depositario de esta Ciudad Martin Ipas seis libras jaquesas por el asignado que tienen los Bailadores del Gremio de labradores. Jaca à 29 de Junio de 1823. Josef Pardo (firma)”. “El abajo firmado he recibido del Depositario de esta Ciudad Martín Ipas Seis libras jaquesas por el asignado que tienen los Bailadores del Gremio de Pelaires. Jaca 29 de Junio 1823. Custodio Betrán (firma)”.3 1834, 3 de julio. “He recivido de Martin Ipas Depositario de Propios de esta Ciudad la cantidad de Cuarenta reales v. que en virtud de orden de los S.S. del M. I. Ayunto. se nos gratifica para el Gremio de Labradores y Pelaires, por el Baile que en este Día se ha verificado en la Procesión, que en accion de gracias se ha efectuado à Nª Patrona Sta. Orosia por haber llovido. Jaca 1º de Mayo de 1834. Son 40 Reales von. Frco. Bueno y Mat Iñiguez comisionados p. los Bailadores. 3 de Mayo de 1834”. (Aparecen varias firmas más).4 Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 39 El palotiau omo ya quedó dicho, el palotiau de Jaca nace “a imitación del de Yebra”, pero muy pronto adquirió una fuerte personalidad que lo diferenció notablemente de su “ejemplo a imitar”. Su originalidad consistió en no sujetarse a melodía alguna, sino más bien hacer que la música (mejor sería decir el músico) se acoplase al ritmo que le iban marcando el entrechocar de los palos. Tras unas primeras mudanzas (“Viñetas”, “Pedro Gil”…) “copiadas de Yebra”, se sucedieron otras y luego otras, las cuales ya no necesitaron soporte melódico alguno: el ritmo que marcaban los palos lo llenaba todo y con ello bastaba. De ahí la originalidad del palotiau jaqués y la fuerza rítmica que tiene entre el resto de palotiaus aragoneses. Las melodías antiguas no desaparecieron, ni tampoco la figura del “tocador” músico que las interpretaba. Su presencia siguió siendo inexcusable, pero le llegó un nuevo problema: cómo encajar la vieja música en los nuevos bailes. Hubo de buscar qué melodías encajaban mejor con cada uno de ellos, y no sólo eso, sino que adaptaría los ritmos, alargaría algunas notas, repetiría algún compás, etc. Todo ello para obtener el mejor resultado musical posible. De su recorrido durante todo este tiempo, un sinfín de anécdotas surge en las conversaciones de cualquiera de los danzantes que han ido sucediéndose a lo largo de los años. Recuerdos, emociones, tiempos de juventud… Sin duda alguna, la participación en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, fue una de las más recordadas por los jóvenes danzantes de aquella época. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 40 En aquel año, el palotiau de Jaca es animado y elegido para participar en los actos de la Semana Aragonesa a celebrar dentro de la Exposición de la Ciudad Condal. La estancia se prolongó durante dos semanas y fue el espaldarazo definitivo para afianzar el recién creado palotiau. Aquellos jóvenes danzantes interpretaron con entusiasmo las diferentes mudanzas del palotiau, incluso delante del mismo Rey Alfonso XIII, y fueron capaces de recordar los viejos bailes de castañuelas que unos años antes ellos mismos habían todavía bailado por las calles de Jaca. Allí compartieron protagonismo con los danzantes de Almudévar y otras manifestaciones culturales y folclóricas de Aragón: bandas y orfeones musicales, compañías de teatro, grupos de jota... Incluso el mismísimo Conde Aznar, venido también desde Jaca, adquirió su protagonismo entre los políticos participantes, como figura histórica representativa de la historia de Aragón. Archivo Municipal de Jaca. Caja 847. Actas. Archivo Municipal de .Jaca. Caja 518. Cuentas. 3 Archivo Municipal de Jaca. Caja 525. Cuentas. 4 Archivo Municipal Jaca. Caja 526. Cuentas. 5 Revista “Aragón”. Año 1929. S.I.P.A., “Programa de la Semana Aragonesa. 6 de octubre de 1929”. 1 2 Semana Aragonesa. Exposición Internacional de Barcelona 1929. Miércoles, 2 de octubre “A las 16, pregonero anunciando las fiestas para el día siguiente. A las 16´30, Bailadores de Santa Orosia (Jaca). A las 17, concierto popular por la Banda de música, tamboril y gaitero. A las 18, conferencia por D. Manuel Banzo Echenique, presidente de la Excma. Diputación de Huesca, en la Casa Ayuntamiento de Valderrobres. A las 22, Teatro aragonés en el Palacio de Proyecciones; función popular. “Ni perrico que me ladre”, autor D. Francisco Goyena.- “La cencerrada”, autor D. Alberto Casañal.- “La copla de picadillo”, autor D. Luis López Allué. A las 22, Bailadores de Santa Orosia (Jaca). A las 22´30, baile popular, por la Banda de música, en la plaza Mayor del Pueblo Español, gaita y tamboril. A las 23, Ronda por las rondallas de la Agrupación Artística Aragonesa de Zaragoza.”5 Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 41 San Bartolomé. La desaparecida ermita de Yebra Graciano Lacasta Estaún “La ermita de San Bartolomé está del todo derruída, mandamos se ponga un cuadro del Santo en lugar cómodo de la misma Iglesia y sirva para perpetua memoria de la referida ermita y el sitio se venda a favor de la Iglesia.” (Año 1759: Tercer Libro Sacramental, fol.265). I. Emplazamiento y tradición oral n todas las procesiones relacionadas con el culto a Santa Orosia, en su camino de regreso desde la ermita de l´Angusto al templo parroquial de Yebra, se lleva a cabo un descanso al alcanzar los primeros edificios del pueblo, en el lugar denominado ‘Pajar de Campo’ o ‘Era o General’. Llegados a la curva allí situada, la procesión se detiene. Es el momento de entonar el solemne canto del Magnificat cuyas estrofas se prolongan hasta el pórtico de la iglesia. No cabe duda de que dicha parada tiene que encerrar algún significado. De nuestros abuelos hemos escuchado que: Allí estuvo situada la antigua iglesia del pueblo que en algún momento se había quemado. El arco de piedra situado entre la nave central y el coro de la actual iglesia parroquial procede de esa desaparecida iglesia... (Testimonio de Manuel Lacasta Ara, nacido en 1881). La explicación puede tener su fundamento si tenemos en cuenta que en las excavaciones efectuadas por la zona circundante (Era de Albeita, Campo Alto) siempre afloran antiguas sepulturas, enmarcadas por losas, y con restos humanos en su interior. ¿Con qué testimonios escritos contamos que avalen la sacralidad de este lugar y lo identifiquen con la desaparecida ermita de San Bartolomé? Parada de la procesión en el lugar donde en otros tiempos estuvo situada la ermita de San Bartolomé II. Documentación escrita sobre la ermita de San Bartolomé 1. Referencias al topónimo San Bartolomé en documentos civiles n una hoja suelta, sin fechar, que contiene una relación de fincas del pueblo, puede leerse: Un guerto de regano sito en la partida dicha del bason que confronta con barranco de Sanbertolome y guerto de Juan Bergua. El aquí mencionado barranco de Sanbertolome discurre, según el texto, junto a un guerto situado en la partida del Basón. Este último topónimo continúa hoy en uso. San Bartolomé en Bergua Resulta evidente que en épocas pasadas se aplicó el nombre de barranco de Sanbertolome al pequeño barranco, hoy en parte soterrado, denominado actualmente ‘O Barranqué’ o ‘A Jordana’ que justamente discurre, oculto, por el mismo lugar donde hasta nuestros días se sigue efectuando la referida parada. La proximidad de la ermita a este barranco debió originar que en otros tiempos se lo llamara Barranco de San Bartolomé. Otra escritura del año 1586 habla también de una finca localizada en el termino de dicho lugar de Yebra que se dizen los campos de encima Sanct Bartolome que confrontan con … camino que sube enta Sanctamaria… Recordemos que el antiguo Camino a Santa María salía del pueblo por lo que hoy llamamos Camino de las Eras Altas, cuyo arranque coincide también con el lugar de la citada parada procesional. Los Campos de encima San Bartolomé recibirían su nombre por encontrarse en la parte alta de dicha ermita. Por su situación junto al Camino que sube enta Sancta María resulta fácil identificarlos con el actual Campo la Era, que en el pasado perteneció a más de un dueño. Según todos los indicios, hay motivos para sospechar que los cimientos de la desaparecida ermita O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 42 de San Bartolomé todavía pudieran encontrarse, muy probablemente, en el subsuelo del solar hoy denominado Era o General. 2. Documentos eclesiásticos: ño 1649: La ermita se encuentra ya en estado de abandono. El Libro de la Cofradía de Santa Orosia, en Yebra, redactado en 1649 por quien ese año ejercía de Prior, el vecino del mismo lugar, Bartolomé Escuer, de Casa Usebio, ordena en su artículo 22 que: …mientras no se diga Missa en San Bartolome, que los quartales de trigo que Juan Sasal paga por la casa de Bandres, uno a San Bartolome y otro a nuestra Sra. (Santa Orosia), en adelante los paguen al Prior de esta Sta. Cofradia. Texto extraído de una antigua relación de fincas de Yebra. Del texto se deduce que San Bartolomé a mediados del siglo XVII era una ermita ya en estado ruinoso, no apta para la celebración de ceremonias religiosas. También resulta evidente la estrecha vinculación que dicha ermita mantenía con la Cofradía de Santa Orosia. Desconocemos los motivos, pero sesenta y cuatro años más tarde, la ermita seguía sin ser restaurada. En el protocolo que redacta el visitador episcopal a la parroquia de Yebra en 1713 se dice: Por quanto nos consta que la hermita de S. Bartolome Apostol de dicha Villa esta profanada, abierta y con poca decencia. Por tanto mandamos se ponga cerradura para que este con la decencia que se debe. Y hecho todo esto damos licencia y facultad al Rector para bendecirla. (2º Sacramental, fol. 239s) 3. Tres mandatos episcopales ordenan restaurar la ermita de San Bartolomé n el Libro de Actas de la Cofradía de Sta. Orosia de la Villa de Yebra escribe el Prelado de Jaca, Don Juan Domingo Manzano de Carvajal, el 12 de junio de 1741: ... y por quanto se determinó por los hermanos contadores, que se compusiere la Hermita de St. Bartholome para cuyo efecto aplicaron seis cahizes de trigo de algunas limosnas de los ingresos de cofrades y otras cosas, y se obligaron a recogerlos y componerlos Cosme Allué, Xristoval Lanaspa, Eusebio Escuer, y Joseph Campo, les mandamos que luego que puedan, recojan dichos seis cahizes de trigo, dandoles por tiempo limitado hasta San Miguel y no más, y cobrados que sean, se apliquen luego a componer la Hermita en pena de 20 Reales (Fol. 92). Al año siguiente, el mismo obispo, y en el mismo libro, vuelve a recordar el mandato anterior no cumplido. Y el 2 de Junio de 1743 comienza el acta con estas palabras: Visitamos la Regla de la Cofadria de Ntra. Patrona Sta. Orosia y por cuanto hace dos visitas se mandaba se componga la hermita de San Bartolome…No obstante esso, no haberse cumplido con lo mandado, mandamos…compongan dicha hermita …y esto bajo la pena de Excomunión Mayor y Cinquenta Reales de Plata... (93). De nada parecen haber servido las amenazas de excomunión o de una elevada sanción económica, porque la ermita nunca fue restaurada. Y eso que, al menos, tres de los cuatro cofrades a los que el prelado encomienda rehabilitar la ermita nos son conocidos como los dueños de tres importantes casas de Yebra: O Siñor, Usebio y Campo. Esto nos hace sospechar que su restauración debía entrañar una especial dificultad. El único gasto registrado en el Libro de la Primicia con destino a esta ermita es, en 1742, el siguiente: Por una cerraja para la Puerta de San Bartolome 11 sueldos. (Primicia, fol. 36r). 4. Año 1759: Desescombro y venta del solar or fin, en 1759, el obispo de Jaca Pedro López Estaún refleja en el acta de su visita que: La ermita de San Bartolome esta del todo derruida, mandamos que la piedra que se quite sirva para hacer los graneros para la Iglesia y se ponga un cuadro del Santo en lugar comodo de la misma Iglesia y sirva para perpetua memoria de la referida ermita y el sitio se venda a favor de la Iglesia. (3er. Sacramental, fol.265). Ese mismo año, el prelado autoriza la construcción de los graneros adosados a la fachada sur de la torre. En dicha construcción debe aprovecharse la piedra de la derruída ermita de San Bartolomé. ¿Quizá uno de los elementos recuperados de la vieja ermita sea esa elegante portalada de piedra que da acceso desde el exterior al Cuarto de Peanas? Imposible localizar en la actual iglesia parroquial ese mencionado cuadro del Santo, que debía colgar en lugar comodo de la misma Iglesia y que debiera servir para perpetua memoria de la referida ermita. El posible comprador del desescombrado solar tal vez fuera Juan Bergua, de Casa Capellán, o más exactamente, su cuñado, el Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n c u l t u r a l 43 entonces Capellán de Santa Orosia, Mosen Francisco Lapuente. A esta familia perteneció hasta hace algún tiempo la actual Era de Albeita y terrenos adyacentes. III. Relación de la ermita de San Bartolomé con el culto a Sta. Orosia o hay duda de que la ermita de San Bartolomé estuvo vinculada de algún modo a los actos de devoción a Santa Orosia. Es precisamente a la Cofradía de la Santa, en Yebra, a la que se le encarga que la repare. En los Estatutos de dicha Cofradía de 1649 se hace alusión a esta ermita. Podría pensarse que la Cofradía ejercía el patronazgo sobre ella, de tal manera que al igual que tenía derecho sobre los beneficios con los que estaba dotada: que los quartales de trigo que Juan Sasal paga por la casa de Bandres, uno a San Bartolome y otro a nuestra Sra. (Santa Orosia), en adelante los paguen al Prior de esta Sta. Cofradia, también estaba obligada a restaurarla. Es lícito suponer que dicha ermita constituiría el penúltimo eslabón en el camino de regreso del Puerto el día 25 de junio, integrándose de este modo en la admirable ruta de ermitas que une los templos de Yebra y el Puerto. Prueba de ello es el descanso que, dos siglos y medio después de desaparecer, todavía sigue haciendo la procesión en el lugar donde un día estuvo emplazada. La hipótesis más convincente sería el que pudiera tratarse de una ermita cuya restauración exigía un esfuerzo excepcional. Sus dimensiones podrían no corresponderse con las de una ermita normal. Si éste hubiese sido el caso, seguro que no hubiera desaparecido. La Cofradía de Santa Orosia contaba con recursos suficientes para mantener una ermita de dimensiones reducidas, pues el año 1700 contaba con 300 cofrades que abonaban la limosna anual de un cuartal de trigo. Posiblemente la decadencia de este recinto sagrado comenzó a fraguarse con ese referido incendio, transmitido Puerta de acceso desde el por la tradición oral, y la consiguiente exterior al Cuarto de Peanas construcción de la actual iglesia parroquial. El nuevo templo renacentista que hoy conocemos, más espacioso y moderno, pudo hacer superflua la existencia de su predecesor, que debió quedar relegado y semiolvidado, hasta el punto de que en 1649 no reunía condiciones para celebrar en él la misa. Esta hipótesis explicaría el sorprendente y prolongado abandono que concluyó con su total demolición en 1759. IV. Razones de su desaparición V. ¿Fue la ermita de San Bartolomé la primitiva iglesia de Yebra? obre el por qué de su desaparición sólo podemos hacer conjeturas. Deberemos comenzar por admitir que tuvo que existir alguna razón muy poderosa para que, precisamente en una época de intenso fervor religioso, como fueron los siglos XVII y XVIII, tanto la institución parroquial, como los vecinos de Yebra, permitieran derruirse una ermita ubicada dentro del mismo casco urbano. Se podría pensar que las finanzas de la parroquia tuvieron que afrontar, desde finales del siglo XVI, un período de elevadas inversiones: ampliación de la iglesia parroquial, adquisición de retablos y valiosas alhajas, construcción de la torre, edificación de la espaciosa iglesia del Puerto, inaugurada en 1669... Por los libros de la contabilidad parroquial comprobamos que los dos templos del Puerto exigieron permanentes gastos de mantenimiento. Y todo esto en un siglo caracterizado, según los expertos, por una sucesión de agudas crisis económicas. Aunque, recordemos que, por cuanto desvelan los textos analizados, la responsabilidad de restaurar la ermita de San Bartolomé no recaía directamente sobre la administración parroquial. s lo que un día oímos por boca de nuestros mayores. La aparición de enterramientos en sus inmediaciones, en todo un amplio radio que se extiende desde la Era de Albeita hasta el Campo Alto, avalaría tal hipótesis. Fue una costumbre durante siglos el que los cementerios estuvieran situados junto a las iglesias. No olvidemos que el actual templo parroquial, por sus características, bien pudo ser construido en torno al año 1500, y enriquecido posteriormente con sucesivas ampliaciones que nos son bien conocidas, como el coro y la torre, las lonjas, los graneros, las sacristías y el adoratorio. Pero casi nada se sabe del templo antecesor, que seguro existió. Con toda probabilidad se trataría de una obra de estilo románico, como es el caso en la mayoría de los pueblos circundantes. Tal vez fue ese templo el que en 1499 visitó el obispo de Huesca Fray Serra. En esa fecha, cuando el pueblo contaba con dieciséis familias, la iglesia de la que da cuenta el prelado tenía dos altares: el mayor, dedicado al titular San Martín, y el de San Lorenzo.Las supuestamente considerables dimensiones de la ermita de San Bartolomé favorecerían igualmente su primitiva condición de O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 44 VI. Advocación “Era o General”, posible emplazamiento de la ermita de San Bartolomé templo parroquial. Así como la existencia de la nueva iglesia justificaría, en parte, el progresivo deterioro al que luego se vio sometido, incluso en una época de intensa religiosidad. Resultaría interesante que expertos en arte examinaran el arco de piedra emplazado entre el coro y la nave central de la iglesia parroquial para comprobar su posible procedencia de la desaparecida ermita. Sabemos que fue en 1568 cuando el obispo de Jaca autorizó romper el muro de la iglesia que daba a la plaza para construir la torre: Damos licencia a los dichos rector, jurados y concello de dicho lugar para romper la pared de dicha iglesia por la parte baxa hacia donde se ha de hazer dicho campanar… ecordemos, para concluir, que Bartolomé es uno de los doce apóstoles, llamado también Natanael (en hebreo, don de Dios). De él dice Jesús que era un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Según la tradición marchó a predicar el evangelio a la India. También se le atribuye la predicación del cristianismo en Armenia junto a Judas Tadeo. Ambos son considerados santos patrones de este país caucásico. En el arte suele representársele con barba, un libro y un gran cuchillo, aludiendo a su supuesto martirio, según el cual fue desollado vivo. Por esta razón es el patrón de los curtidores, fabricantes de libros, zapateros, carniceros, mercaderes de queso, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos. Su festividad se conmemora el 24 de agosto. Vuelve a sorprendernos, dentro de la ruta orosiana, la presencia de una nueva ermita con advocación dirigida a otro santo. Como en el caso de San Blas y Santa Bárbara, quizá sea lícito ver en ello una muestra del carácter integrador que animaba al intenso fervor popular de otras épocas. Las diversas devociones no se contraponían entre sí, sino que eran fruto de un mismo sentimiento religioso y se orientaban hacia un único principio. Resultaria curioso saber qué razones movían a nuestros antepasados a acogerse en un momento determinado a uno u otro protector y levantar en su honor una ermita. Debió ser por esas fechas cuando se instaló el mencionado arco de piedra. El hecho de que sólo a partir del año 1551 dispogamos de alguna documentación parroquial, impide contar con datos más precisos sobre las razones reales que pudieron motivar el proceso de decadencia al que se vio sometida la desaparecida ermita de San Bartolomé. Según la tradición oral este arco de la iglesia de Yebra provendría de la desaparecida ermita de San Bartolomé Imagen de San Bartolomé procedente de Bergua Junio 2007 • número 7 O Zoque a s o c i a c i ó n 45 Noticias de O Zoque Visita a Sobrepuerto: Durante el mes de abril miembros de la Asociación acompañaron al arquitecto de la D.G.A. D. Antonio García Cid, a visitar las Iglesias de Otal y Escartín, con la intención de realizar un informe de los trabajos que serían necesarios para su restauración. Una vez en Escartín pudimos ver la lamentable situación en que se encuentra el portal que da acceso al recinto de la iglesia. Desde esta Asociación queremos animar a los vecinos de Escartín a organizar una jornada de trabajo para evitar que se caiga, seguro que mucha gente los acompañaremos. Aprovechando que el tiempo nos acompañó hicimos el camino de vuelta por la Estiva para que quedara constancia del estado del patrimonio de los pueblos de Cortillas y Cillas, y de manera especial el estado en que se encuentra la torre de la Iglesia de Cortillas Inauguración pozo nevero. El pasado día 16 de septiembre se inauguró el pozo nevero y se hizo la presentación de la Guía de Yebra de Basa y su pozo nevero. Unidad didáctica. Para este evento contamos con la presencia de la Presidenta de ADECUARA, Doña Lourdes Arruebo, el Presidente de la Comarca del Alto Gállego, Don Mariano Fañanás, el Alcalde del Ayuntamiento de Yebra de Basa, Don Tomás Estaún Lasaosa y Don Alejandro Gurría González como representante del equipo de redacción de la obra. Las explicaciones referentes al comercio del hielo corrieron a cargo de D. Pedro Ayuso Vivar (Museo Arqueológico de Huesca) y el biólogo D. Daniel Goñi Martínez nos explicó la flora que hay a lo largo del sendero de acceso. Restauración de la Casa de los romeros de Santa Orosia. Queríamos dejar constancia de la gran labor realizada por la Asociación Oturía, que gracias a la colaboración de ADECUARA han podido rehabilitar esta estancia como observatorio ornitológico con un presupuesto de obras de 28.809,82 euros. c u l t u r a l O Zoque a s o c i a c i ó n Junio 2007 • número 7 c u l t u r a l 46 Seguimos restaurando la iglesia de San Ginés de Espín En números anteriores de esta revista habíamos tenido oportunidad de informaros sobre el estado de la iglesia de Espín y la necesidad de intervención para su recuperación. Habíamos iniciado por nuestra cuenta las obras de limpieza, consolidación e inicio de la cubierta, pero nuestra capacidad económica tenía un límite y no podíamos acometer el remate de las obras. Ahora por fin podemos decir con orgullo que hemos recibido la confianza de dos entidades tan importantes como la Comarca Alto Gállego y de la Obra Social de Ibercaja con dos subvenciones de 10.000 y 15.000 euros respectivamente. Digitalización de entrevistas por Enrique Satué Gracias a una subvención del Gobierno de Aragón, hemos realizado la digitalización de las entrevistas mantenidas por Enrique Satué Oliván que realizó como trabajo de campo con diversos informantes de Ballibasa y Sobrepuerto para su tesis doctoral que se vio plasmada en las dos publicaciones Religiosidad popular y romerías en el Pirineo (Instituto de Estudios Altoaragoneses, 1991) y Las romerías de Santa Orosia (Diputación General de Aragón, 1988). Agradecimientos Como dirían los danzantes en el puerto: Ésta va en favor de Obra Social de Ibercaja ADECUARA Fundación Alcoa Comarca Alto Gállego Que con su colaboración hacen posible sacar adelante nuestros proyectos. ¡¡¡¡¡ QUE VIVAN MUCHOS AÑOS!!!!! Reseñas bibliográficas Navarro López, José Miguel Guía de árboles de la comarca del Alto Gállego para niños y niñas Ayuntamiento de Biescas 2006 Tarazona Grasa, Carlos Pinos y penas: En tiempos del Patrimonio Soporte DVD Asociación Cultural O Cumo de Oliván 2006 Gracia Pardo, José Ángel; Lacasta Maza Antonio Javier Letreros. Recopilación de escritos populares en Serrablo (1716-1997) Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo. Colección A lazena de yaya. 2007 Varios autores Guía de Yebra de Basa y su pozo nevero. Unidad didáctica Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto O Zoque 2006 Flora medicinal en el Alto Gállego. Herbario de D. Vicente Latorre (18231888) farmaceútico de Larrés (Huesca) conservado en Jerez (Cádiz) Amigos de Serrablo 2006