Estudio de la Capacidad de Autorregulación Psicofisiológica de

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA
FACULTAD DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA
ESPECIALIZACIÓN EN MÉTODOS ESTADÍSTICOS
ESTUDIO DE LA CAPACIDAD DE AUTORREGULACIÓN
PSICOFISIOLÓGICA DE PACIENTES CON CÁNCER
MODALIDAD
REPORTE-TÉCNICO
COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL DIPLOMA DE:
ESPECIALISTA EN MÉTODOS ESTADÍSTICOS
PRESENTA:
AGUSTINA CRUZ JERONIMO
DIRECTORA:
M.E.A. MA. DE LOURDES VELASCO VÁZQUEZ
CODIRECTORA:
M.P. CLAUDIA GUTIÉRREZ SIDA
XALAPA, VER., Agosto de 2013
1
ESTUDIO DE LA CAPACIDAD DE AUTORREGULACIÓN
PSICOFISIOLÓGICA DE PACIENTES CON CÁNCER
AGUSTINA CRUZ JERONIMO
Xal1-09-1213
FEI_EME_372
2
AGRADECIMIENTOS
Primeramente le doy gracias a Dios por la vida que me dio. También le doy las gracias a
mis padres por la confianza que siempre han depositado en mí, y espero nunca
defraudarlos, lo quiero mucho y les viviré eternamente agradecida por la vida que me
dieron y por todos los sacrificios que tuvieron que hacer para que este donde estoy ahora.
Sin duda alguna mi AGRADECIMIENTO infinito es para la Maestra Ma. De Lourdes
Velasco Vázquez por su paciencia, comprensión, dedicación y apoyo incondicional que
tuve de su parte para terminar a tiempo el trabajo recepcional, por que sin su apoyo no sé si
me hubiera dado tiempo terminarlo en tiempo y forma. Además cuando le pedí que fuera
mi directora de tesis en la especialidad, era porque sabía que ella era la persona
indicada/correcta para apoyarme, por el gran nivel de conocimientos y experiencia que
tienen. Y de algo estaba totalmente segura que no me arrepentiría de haberla elegido como
directora y efectivamente fue la mejor decisión que puede haber tomado ya que fue una
experiencia muy bonita trabajar con usted. Que Dios la bendiga siempre por ser un
excelente ser humano y una profesional en toda la extensión de la palabra.
Y por supuesto darle las GRACIAS la Maestra Claudia Gutiérrez Sida psicóloga del
AHTECA por habernos proporcionado las datos para este trabajo, además de sus apoyo
incondicional para explicarme toda la parte teórica relacionada con el Cáncer y la
Psicología, y que a pesar de que es una persona muy ocupada siempre tuvo tiempo para
ayudarme en lo que no entendiera. Muchas gracias maestra Claudia fue un placer conocerla
y trabajar con usted. Y también darles las gracias a las jóvenes psicólogas que trabajan con
usted, me ayudaron mucho principalmente Rosy que me tuvo mucha paciencia en
explicarme las veces que fueron necesarias hasta que entendiera la variabilidad de la
frecuencia cardiaca.
Le gracias a CONACYT por el apoyo que me brindo al otorgarme una beca y facilitarme
mi estancia en la especialidad.
3
RESUMEN:
El síntoma más frecuentemente registrado en el paciente oncológico es el dolor crónico.
Experimentar el dolor crónico puede ser una experiencia estresante que repercuta en la
progresión del cáncer. Una manera, actualmente utilizada, a nivel psicológico para medir el
dolor crónico y los niveles de estrés en pacientes oncológicos es mediante la Variabilidad
de la Frecuencia Cardiaca (VFC) y la Escala Visual Análoga (EVA), siendo este último un
indicador subjetivo de la emocionalidad. Estos indicadores proporcionan información
importante del estado de salud del paciente, y facilitan un primer acercamiento a la
medición del dolor y estrés (Domínguez, Olvera, Hernández y Cruz, 2010). En el presente
trabajo se analizaron los datos generados de 64 pacientes que presentaron dolor crónico por
cáncer. El objetivo del estudio es determinar la influencia de las variables demográficas
tales como el género, edad, además de la fase de cáncer sobre la variable respuesta
Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca (VFC), el cual es un marcador autonómico del
funcionamiento emocional en la sensibilidad del dolor y estrés. Los resultados revelaron
reducción significativa en el estrés y dolor
, además se determinaron
cambios significativos en la VFC baja
y alta
.
4
CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................. 6
1.1 Marco teórico ................................................................................................................. 8
1.1.1 Cáncer ........................................................................................................................ 8
1.1.2 Dolor en el paciente oncológico ................................................................................ 9
1.1.3 Estrés en el paciente oncológico .............................................................................. 11
1.1.4 Calidad de vida del paciente oncológico ................................................................. 12
1.1.5Tratamientos para el dolor crónico por cáncer ......................................................... 13
1.1.6 Variabilidad de la frecuencia cardiaca..................................................................... 14
1.1.7 Escala visual análoga ............................................................................................... 15
1.2 Antecedentes................................................................................................................. 16
1.3 Planteamiento del problema ......................................................................................... 18
1.4 Justificación ................................................................................................................. 19
1.5 Objetivos....................................................................................................................... 20
2. METODOLOGÍA ............................................................................................................. 21
2.1. Obtención de datos .................................................................................................... 21
2.2. Análisis estadístico ........................................................................................................ 22
2.2.1 Análisis preliminar ............................................................................................... 22
2.2.2 Análisis definitivo ................................................................................................ 22
3. RESULTADOS ................................................................................................................ 24
3.1. Descripción general .................................................................................................... 24
3.2. Análisis preliminar ..................................................................................................... 24
3.3. Análisis definitivo ...................................................................................................... 31
CONCLUSIÓN .................................................................................................................... 33
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 35
5
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los temas interesantes para estudiar estadísticamente, sin duda, son aquellos que
tienen que ver con la medicina, no sólo por su amplio registro de datos obtenidos de
diversas experimentaciones sino también por la variedad de enfermedades que hacen
posible la obtención de dicha información. En nuestro país los datos disponibles de las
principales causas de mortalidad general, hasta 1998, indicaban las enfermedades del
corazón con un 15.4% estaban en primer lugar y en segundo lugar con un 11.8% las
relacionadas a los tumores malignos, los más destacados de éstos son: el cáncer de mama,
pulmón, colon y por supuesto el cérvico uterino (Salud Publica de México, 2000).
Referente a pacientes con cáncer en primer lugar debemos entender que esta enfermedad
requiere no sólo de los servicios médicos farmacológicos sino de la intervención
psicológica. En el periódico El país, con fecha del 21 de mayo 2007, presentaron resultados
de una encuesta que se hizo a 2000 españoles, para investigar a que enfermedad temían más
y ellos respondieron en un 64% a presentar cáncer esto debido a que la asocian con una
enfermedad incurable. Lo mismo ocurre en nuestro país cuando los pacientes conocen la
noticia de padecer dicha enfermedad piensan que sólo tienen unos cuantos días o meses de
vida y por lo tanto que están destinados a morir, muchos de ellos se estresan pensando que
sufrirán mucho y su temor se incrementa con solo imaginarse en una agonía larga. Ésta
situación se presenta con frecuencia en hospitales y los médicos oncólogos, generalmente
se ven abrumados por el número de pacientes que tienen que atender todos los días, es
decir, no cuentan con el tiempo necesario para atenderles y a su vez carecen de manejos de
estrés personal y hacia sus pacientes (Tatrow and Montgomery, 2006).No obstante estudios
recientes muestran que el estrés es una variable que afecta el desarrollo de esta enfermedad.
Actualmente de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la
primera causa de mortalidad a nivel mundial se le atribuyen 7.9 millones de defunciones
ocurridas tan sólo en el 2007 (aproximadamente un 13% del total). La mayor parte de la
mortalidad anual por cáncer obedece a: cáncer de pulmón, estómago, hígado, colon y
mama, cuya frecuencia varía según el sexo (World Health Organization, 2008). Ahora bien,
de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México el
6
cáncer es actualmente la tercera causa de muerte, tan sólo entre 2002 y 2003 contribuyó a
12% de la mortalidad general, de los cuales un 11.3% corresponde a hombres y el 14.6% a
mujeres.(INEGI, 2005)
Sin embargo el Informe Mundial sobre el Cáncer dice que la incidencia del cáncer podría
aumentar en un 50% para el año 2020, en el que se calcula que habría 15 millones de
nuevos casos. Durante el año 2000, los tumores malignos fueron la causa del 12% de los
casi 56 millones de muertes que se produjeron en el mundo por todas las causas. En
muchos países, más de una cuarta parte de las muertes son atribuibles al cáncer. No
obstante en el 2000, 5.3 millones de hombres y 4.7 millones de mujeres presentaron
tumores malignos y, de estos se desencadenaron 6.2 millones de muertes (Fernández, et al,
2011).El informe revela que el cáncer ha pasado a ser un importante problema de salud
pública en los países en desarrollo, igualando el efecto que tiene en los países
industrializados.
El síntoma más frecuentemente registrado en el paciente oncológico es el dolor crónico.
Experimentar el dolor crónico puede ser una experiencia estresante que repercuta en la
progresión del cáncer. Por lo que, este tipo de pacientes requiere intervenciones que los
instruyan a regular no sólo sus niveles de estrés sino también afrontar su dolor (Domínguez,
Olvera, Hernández y Cruz, 2010). Una manera, actualmente utilizada, a nivel psicológico
para medir el dolor crónico y los niveles de estrés en pacientes oncológicos es mediante la
temperatura Periférica (TP), Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca (VFC) y la Escala
Visual Análoga (EVA), siendo este último un indicador subjetivo de la emocionalidad.
Estos indicadores proporcionan información importante del estado de salud del paciente, y
se pueden utilizar en estrategias terapéuticas como respiración diafragmática y otras más en
las que facilita la medición de respuestas psicofisiológicas por medio de estos indicadores
(VFC y la Temperatura Periférica) para conocer los niveles en el control del dolor y la
disminución de los síntomas del estrés (Domínguez, et al, 2010).
El abordaje psicológico, es un enfoque en el que se promueven influencias beneficiosas
sobre diversos aspectos de las experiencias de pacientes oncológicos con dolor crónico, ya
que además del dolor y estrés que sufren a causa de la enfermedad también son ocasionados
7
por los diferentes tratamientos a los cuales son sometidos, por ejemplo, las quimioterapias.
En el presente trabajo se analizaron los datos generados de 64 pacientes que presentaron
dolor crónico por cáncer. El objetivo del estudio es determinar la influencia de las variables
demográficas tales como el género, edad, además de la fase de cáncer sobre la variable
respuesta Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca (VFC), el cual es un marcador
autonómico del funcionamiento emocional en la sensibilidad del dolor crónico.
1.1 Marco teórico
1.1.1. Cáncer
Nuestra primera interrogarte al leer este tema sería entender ¿Qué es el cáncer? en general
el Dorland (Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Medicina, 2005) define el cáncer como
la formación de un tumor maligno producido por la proliferación continua de células
anormales con capacidad de invasión y destrucción de tejidos, que se puede encontrar en
cualquier célula y en cualquier tejido corporal, extendiéndose a órganos vecinos, produce
metástasis en lugares alejados y un empeoramiento progresivo del estado general, por
consiguiente, el cáncer es un conjunto de enfermedades que se clasifican conforme al
funcionamiento del tejido y células donde se originan.
Hay varios tipos principales de cáncer: el carcinoma es el cáncer que empieza en la piel o
en los tejidos que revisten o cubren los órganos internos; el sarcoma es el cáncer que
empieza en el hueso, el cartílago, la grasa, el músculo, los vasos sanguíneos u otro tejido
conjuntivo o de sostén; y la leucemia es el cáncer que comienza en el tejido que elabora la
sangre, como la médula ósea, y hace que se produzca un gran número de glóbulos
anormales y que entren en el torrente sanguíneo. El linfoma y el mieloma múltiple son
cánceres que principian en las células del sistema inmunitario.
Se ha documentado que existen ciertos factores capaces de provocar un cáncer en
proporción a los individuos expuestos a ellos, entre éstos se encuentran la herencia
genética, los virus, las radiaciones ionizantes, los productos químicos y las alteraciones del
8
sistema inmunológico (García, et al, 2001), es decir, el cáncer implica alteraciones
genéticas que pueden ser heredadas, producidas en alguna célula por un virus o por una
lesión provocada de manera externa (Domínguez et al, 2010). En lo que respecta al
tratamiento, éstos incluyen la cirugía, la radiación y la quimioterapia, actualmente se
estudia la utilidad de la inmunoterapia y la modulación de la respuesta biológica
(Littlejohns, 2003; Jones 2006 y World Health Organization, 2008).
En México, entre el año 1922 y el año 2001, la proporción de muertes por cáncer pasó de
0.60% a 13.1% de la población. En el 2002 existieron 110,094 casos de cáncer, de los
cuales el 34.9% se presentaron en hombres y el 65.1% en mujeres, reflejando también que a
mayor edad es mayor la incidencia de casos. Sin embargo en el año 2003 la mortalidad por
cáncer en hombres presentó en los tres primeros lugares: 4,563 defunciones por tumor en
bronquios y pulmón, 4,231 por tumor en próstata y 2,757 por tumor en estómago. En
contraste los tres primeros lugares de mortalidad en las mujeres fueron: 4,330 defunciones
por tumor en cuello del útero, 3,861 por tumor en mama y 2,376 por tumor en estómago
(Fernández, et al, 2009).
Al respecto, Quero, et al (1998) señalan que el cáncer es una enfermedad cuya incidencia
está aumentando con el paso del tiempo y cuyo síntoma más frecuentemente registrado es
el dolor. El dolor tiene un gran impacto sobre la calidad de vida y un efecto devastador en
el enfermo terminal. Aparece en un 40% de los pacientes en las etapas inicial e intermedias
del cáncer y hasta en un 70-90% en la fase terminal donde su severidad, persistencia y el
grado de afectación pueden hacer que se describa como un “dolor total”, pues este dolor, se
convierte en el centro de su vida porque amenaza su existencia y bloquea su relación con
los demás (Astudillo W, 1998).
1.1.2 Dolor en el paciente oncológico
El dolor es una experiencia humana universal que se presenta a lo largo de la vida de cada
ser, no es una simple experiencia que pasa sin dejar huella, por el contrario, el dolor se
asocia a conceptos como: peligro, amenaza, malestar, enfermedad, sufrimiento,
desesperanza y depresión, entre otras cosas. Quien padece de dolor, frecuentemente lo
9
identifica como un evento inoportuno, en ocasiones distingue las condiciones que lo
provoca y cómo afecta su calidad de vida (Gutiérrez-Sida, 2006).
Se ha manejado que el control del dolor merece prioridad por varias razones: primero, el
dolor no tratado causa sufrimiento innecesario dado que disminuye la actividad física, el
apetito y el sueño, puede debilitar aún más el estado general del paciente; y segundo, el
impacto psicológico suele ser devastador, ya que los pacientes con cáncer frecuentemente
pierden la esperanza cuando aparece el dolor, asumiendo que éste anuncia el progreso
inexorable de una enfermedad temida, destructora y fatal (Jacox y Carr, 1994). Además,
experimentar el dolor (crónico) puede ser una experiencia que coloca a los pacientes bajo
estrés (Anarte, et al, 2001).
Según Morales (2002), la presencia de dolor en el cáncer se manifiesta de la siguiente
forma: 20% a 50% de los pacientes recién diagnosticados, 33% de los pacientes durante el
tratamiento específico de la enfermedad, 75% al 90% de aquellos portadores de enfermedad
avanzada. A pesar de que el manejo del dolor ocasionado por el cáncer puede ser
controlado hasta en un 90% con medicación o con ablación quirúrgica (Barber y Adrián,
1999), con frecuencia los pacientes tienen más temor al dolor que a la enfermedad y en la
mayoría de las veces este miedo no se logra erradicar. Por lo que el dolor es uno de los
síntomas más frecuentes en los pacientes oncológicos, ya sea por el aumento progresivo del
tumor, como efecto secundario por los tratamientos para curarlo, por las complicaciones
que se pueden presentar en el proceso o debido a la debilidad o a los factores psicológicos
(Vásquez de la Torre y Reig Ruigómez, 1990).Es posible clasificar el dolor según su
tiempo de evolución (agudo y crónico), su fisiología (visceral, somático, neuropático y
psicógeno) y su intensidad (leve, moderado y severo).
En México, sitios como el Centro Nacional para el Estudio y Tratamiento del Dolor y la
Unidad Pediátrica, ambas del Hospital General de México, S.S., y el Centro de Servicios
Psicológicos de la Facultad de Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), se han encaminado hacia una aplicación sistemática del conocimiento
psicológico para la evaluación, diagnóstico, prevención y tratamiento a partir del trabajo
clínico. Estas aplicaciones se han realizado en áreas vinculadas con la interacción estrés-
10
salud de diversos padecimientos crónico-degenerativos y se han desarrollado mediante
intervenciones terapéuticas no invasivas. Un artículo publicado por Medicina Digital: “En
México ocho de las diez primeras causas de morbilidad y mortalidad tienen al dolor crónico
como un problema, además las enfermedades que mayor dolor crónico provocan a los
mexicanos son los distintos tipos de cáncer, seguidos por las lumbalgias, la diabetes, las
enfermedades crónico-degenerativas (que afectan sobre todo a la población de mayor edad)
y la obesidad” (Vargas, 2007).
1.1.3 Estrés en el paciente oncológico
El dolor crónico se entiende como una experiencia que coloca a las personas bajo estrés, en
tanto que atenta directamente contra su bienestar; ante tal experiencia, los individuos ponen
en marcha diferentes estrategias de afrontamiento para intentar reducir el malestar
provocado por dicha situación. Diversos autores señalan que el tipo de estrategias de
afrontamiento utilizadas por los pacientes con dolor crónico incide en el grado de ajuste que
éstos presentan ante su enfermedad; por lo que, el análisis de dichas estrategias se
constituye en un factor relevante a la hora de diseñar intervenciones multidisciplinarias
(Anarte, et al, 2001).
Aunque el estrés no es la causa primaria del cáncer, sí constituye la circunstancia
responsable de una reacción fisiológica y bioquímica del organismo que permite su
aparición y favorece su desarrollo (Anarte, et al, 2001). De acuerdo a Wayner, Cox y
Mackay (1979) el estrés puede: 1) influir en la iniciación del cáncer; 2) Algunas reacciones
al estrés, tales como un aumento en el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas o
estrategias psicológicas deficientes para afrontar los problemas, tienden a modificar o
interactuar en combinación con el sistema neuroendocrino; 3) el bloqueo de ciertas células
inmunológicas, tales como los linfocitos, debido a la acción conjunta del estrés y del propio
tumor, podría aumentar la probabilidad de que determinadas células precozmente
transformadas eludieran la acción de las defensas del organismo (Arbizu, 2000). Por lo que,
los efectos que el estrés produce tanto en el sistema endocrino como inmunológico son los
mecanismos internos más importantes que influyen en el crecimiento del cáncer (Sephton y
Spiegel, 2003).
11
Torre y Martín (2008) reportaron que cuando el paciente logra disminuir el dolor también
disminuyen los niveles de ansiedad y depresión; y a su vez mejoran aspectos del estado de
su salud mental. Además explican que utilizar diferentes acciones para desviar la atención
sobre el dolor (distracción) y no rendirse ante el dolor constante, dándose ánimos para
hacerle frente (autoafirmación), son estrategias de afrontamiento activas que se relacionan
de forma significativa con la disminución del dolor.
1.1.4 Calidad de vida del paciente oncológico
La calidad de vida pretende mostrar el nivel de bienestar físico, psicológico y social
relacionado con el tratamiento; en tal caso, vivir la experiencia de padecer cáncer cambia la
calidad de vida del paciente, en el sentido tanto de la adaptación a la propia enfermedad
como a los diferentes tratamientos recibidos (Vinaccia, et al, 2005). Sin embargo, la calidad
de vida de los pacientes con cáncer y dolor es muy reducida (Ferrell, et al, 1991). Por su
parte Contreras Martínez (2007) la calidad de vida es la evaluación subjetiva de la vida
entendida como un todo, o la valoración de los pacientes sobre la satisfacción con su nivel
de funcionamiento normal comparándolo con el que ellos creían que era posible o ideal.
Conforme a la revisión documental hecha por González-Rendón y Moreno-Monsiváis
(2007) algunos estudios reportan que el dolor crónico afecta en mayor o menor intensidad
el desarrollo de actividades de la vida diaria, las más limitadas fueron: estudiar o realizar
tareas de la casa, calidad del sueño, trabajar fuera de casa, caminar de prisa, estado de
ánimo; así como, en la energía y vitalidad. Sobre la intensidad del dolor encontraron que la
mayoría de los pacientes con dolor crónico refieren dolor de moderado a severo. Asimismo,
notaron que el diclofenaco es el analgésico que más se prescribe para el manejo del dolor y
que los pacientes utilizan terapias alternativas para el alivio del dolor, entre las que
destacan el masaje, la acupuntura y la automedicación.
En relación al componente afectivo del dolor, (Gatchel, et al, 2007) señalan que éste
incorpora muchas emociones diferentes, pero son principalmente negativas. Indican que la
depresión, ansiedad, angustia e ira son emociones significativas en pacientes con dolor, por
ejemplo, en el caso de la angustia, ésta suele predisponer al paciente a experimentar el
dolor y consecuentemente precipitar los síntomas. En lo que respecta al paciente
12
oncológico, la incertidumbre genera en el paciente miedo a que venga el dolor, por lo que,
también pueden anticiparlo. En un estudio realizado por Mehnert (2007) se reporta que el
53%, al menos, de los pacientes con cáncer de próstata presentan problemas emocionales
tales como ansiedad, preocupaciones, miedos y tristeza; además estos pacientes mostraron
de manera significativa bajos niveles de calidad de vida.
1.1.5 Tratamientos para el dolor crónico por cáncer
En cuanto a los tratamientos farmacológicos que se utilizan para el estrés y dolor para
pacientes con cáncer, se ha recomendado el uso de antidepresivos, ansiolíticos e hipnóticos
para combatir el estrés (National Comprehensive Cancer Network Distress Management
Panel 2005), en cambio, los medicamentos más utilizados para el manejo del dolor incluyen
los anti-inflamatorios no esteroideos, opioides y coanalgésicos; sin embargo, las
intervenciones farmacológicas no han eliminado completamente el estrés y el dolor en los
pacientes con cáncer y con frecuencia están asociados con sus propios efectos secundarios
(Portenoy y Lesage, 1999;Golden, 2004). Por lo tanto, es muy importante revisar e incluir
los enfoques no farmacológicos para el control del estrés y el dolor.
Hay pacientes que obtienen suficiente mejora con los tratamientos médicos (con efecto
puramente biológico); su experiencia en las consultas médicas muestra que un gran
porcentaje de pacientes presentan aspectos psicosociales que interfieren en su tratamiento
de modo significativo; por lo que, la intervención psicológica es necesaria para ofrecer una
terapia efectiva maximizando la adhesión al tratamiento médico y creando cambios en el
estilo de vida y las actitudes del paciente(Benito, et al, 2006).
Las intervenciones psicológicas son útiles para complementar el tratamiento médico
farmacológico del dolor crónico, el impacto de procedimientos no invasivos que
modifiquen la percepción de control del dolor en su enfermedad. Hay una variedad de
intervenciones psicológicas para ayudar a los pacientes con cáncer que sufren de estrés y
dolor. Por mencionar alguna se identifican: técnicas de relajación e imaginería, técnica de
retroalimentación biológica, técnicas cognitivo-conductuales.
13
1.1.6 Variabilidad de la frecuencia cardiaca
La Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca (VFC en lo sucesivo) (Berntson, Cacioppo y
Grossman, 2007; Berntson, Cacioppo y Quigley, 1993; Butler, Wilhelm y Gross, 2006;
Field y Diego, 2008; Porges, 1992; Sack, Hopper y Lamprecht, 2004), radica en que ha sido
un indicador objetivo de la emocionalidad (Appelhans y Luecken, 2008). El nervio vago
influye en la regulación inhibitoria del corazón ante los estresores; el tono vagal refleja a su
vez el grado de influencia del nervio vago en el corazón, y se puede medir valorando la
VFC que se sincroniza con la respiración. Las personas con elevado tono vagal, muestran
un adecuado control sobre su corazón y generan autorregulación psicofisiológica ante un
estresor y una mayor capacidad para reaccionar al medio ambiente (Porges, 1992); en otras
palabras, la VFC se refiere a las fluctuaciones cardiacas condicionadas por los procesos
respiratorios de inspiración y expiración, mediados por los sistemas nervioso simpático y
parasimpático; por ello, la influencia vagal del corazón se puede medir a través de la
amplitud de las fluctuaciones rítmicas en la tasa cardiaca asociadas a las frecuencias
respiratorias. Un tono vagal elevado refleja una mayor adaptación, lo que permite responder
con mayor flexibilidad a las demandas ambientales y sociales (estrés), mientras que un tono
vagal bajo refleja una pobre regulación emocional (Appelhans y Luecken, 2008).
Pedret Carballido (2008) menciona: La VFC es el resultado de las interacciones entre el
Sistema Nervioso Autónomo (SNA) y el Sistema Cardiovascular (SC). El análisis adecuado
de este parámetro permite el estudio de la actividad del SNA de manera no invasiva. La
actividad del SNA se basa en un equilibrio entre el Sistema Nervioso Simpático (SNS) y el
Sistema Nervioso Parasimpático (SNP). En un estado de reposo predomina la estimulación
del SNP, mientras que en estados de ansiedad, estrés y ejercicio físico predomina la
estimulación del SNS. El Sistema Nervioso Parasimpático (SNP) se encarga de realizar una
rápida disminución de la Frecuencia Cardiaca (FC) y el SNS aumenta la FC.
La determinación adecuada del equilibrio del Sistema Nervioso Autónomo (SNA),
principalmente mediante la Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca (VFC) nos puede
aportar información muy útil y valiosa tanto en personas enfermas como en personas sanas.
En personas enfermas nos puede aportar información de su pronóstico, patogénesis y
14
estrategias de tratamiento en los casos de patología cardiovascular (Rodas, 2008), en el
caso particular de los pacientes con cáncer de mama (Bettermann H, KrozM; et al 2001) y
de ovario se ha reportado que manifiestan alteraciones en la VFC, en pacientes
diagnosticados con leucemia aguda indican una mayor actividad en la respuesta simpática
autónoma (Nevruz O, Yokusoglu M; et al 2007). En un estudio realizado por Hasset et al
(2007) en el entrenamiento de la VFC mediante ejercicios de respiración en doce mujeres
diagnosticadas con fibromialgia, se encontraron disminuciones clínicamente significativas
en la depresión y el dolor. En el caso de la depresión, la mejora se reportó en la sesión 10.
La excesiva excitación del sistema nervioso simpático puede contribuir a mediar en la
intensidad del dolor en ciertas enfermedades. Se ha reportado que el entrenamiento de la
VFC facilita el auto-manejo de la actividad simpática que coadyuva en la disminución del
dolor en pacientes con cáncer (Verlato G, Polati E; et al 2001); sin embargo, la
investigación en este campo es muy escasa.
Hay muchos y variados factores que pueden influir en la VFC, por ejemplo, puede influir el
propio Sistema Nervioso Central con determinados procesos mentales y emociones.
Además hay que tener también en cuenta los factores que afectan reconocidamente a la
Frecuencia Cardiaca (FC) en sí misma, que entre otros pueden ser: (1) la edad (la FC
aumenta con la edad), (2) el género (en general, la FC es mayor en las mujeres), (3) la
posición del cuerpo, (4) la hora del día (la FC es más alta a primeras horas de la mañana),
(5) la temperatura, (6) la ingesta de alcohol, de cafeína o el consumo de tabaco, (7) la
condición física de resistencia, (8) el estrés y (9) la actividad muscular, (Capdevila, 2008).
1.1.7. Escala Visual Análoga
La evaluación del dolor ha supuesto tradicionalmente una tarea difícil, teniendo en cuenta
la complejidad de un concepto multidimensional compuesto de tan diversas ramificaciones
e implicaciones, por lo que se refiere tanto a las dimensiones cuantitativas como a las
implicaciones psicológicas y comportamentales del dolor (Guevara, et al 2005).
La medición del dolor agudo, sobre todo en el ámbito clínico se conduce mediante la escala
visual análoga (EVA), que evalúa de manera subjetiva la intensidad o severidad del dolor
15
percibido, tanto crónico como agudo, permitiendo al paciente expresar la severidad de su
dolor y posibilitando obtener un valor numérico del mismo, donde en una línea de 0 a 10
cm se señala el dolor, considerando a 0 como ausencia y a 10 cm como el peor dolor
posible (López, 2004). Teniendo en cuenta la necesidad práctica de evaluar el dolor en los
pacientes adultos, parece imprescindible la valoración adicional de aspectos emocionales,
afectivos, de comportamiento, así como el tener en cuenta otras variables implicadas como
estado de ánimo, estrés y ansiedad, entre otras con objeto de delimitar con mayor detalle los
actores asociados a la administración de analgesia. El correcto manejo del dolor por parte
del equipo multidisciplinario mejora la calidad de vida de los pacientes.
En la Figura 1se presenta la escala visual análoga con calificaciones de 0 a 10; la cual nos
proporciona una manera práctica de poder identificar el dolor y el estrés en los pacientes
oncológicos, las calificaciones o puntuaciones se dividen en leve (0-2), moderado (3-7) e
intenso (8-10) dolor o estrés que experimenta el paciente con cáncer.
Figura 1: Escala visual análoga EVA
1.2Antecedentes
Las intervenciones psicológicas son una estrategia admisible para modificar el nivel de
estrés en pacientes con cáncer, se ha demostrado eficacia sustancial en la reducción de la
angustia emocional (Dodd, 1988; Scheier et al, 2005;.Goodwin et al, 2001;.. Yates et al,
2005).
En un estudio clínico realizado por Barbara L. Anderson, et al., 2007, se establecen como
objetivos: (a) disminuir el estrés de los pacientes con cáncer de mama, y/o (b) el aumento
de su inmunidad funcional. Los 227 pacientes con cáncer de mama fueron asignados al azar
16
a la intervención psicológica. Se formaron en grupos pequeños sesiones mensuales; la fase
intensiva fue de 4 meses seguida por una fase de mantenimiento durante 8 meses. A los 12
meses se realizaron las mediciones las cuales incluyeron resultados psicológicos (malestar),
biológicos (sistema inmunitario) y la salud (estado funcional y la evaluación de la
sintomatología del paciente, incluyendo la toxicidad del tratamiento del cáncer, los valores
de laboratorio). Para determinar cambios en los 12 meses de seguimiento se utilizó el
análisis de varianza (ANOVA) para medidas repetidas (Andersen et al., 2004), así también
se utilizo el análisis de covarianza multivariado (MANCOVA) para analizar la correlación
dentro de grupos pre tratamiento-post tratamiento (Girden, 1992). Los resultados revelaron
reducción significativa en el estrés, así como importantes cambios en el comportamiento de
la salud, a los pacientes con alto contenido de tensión inicial relacionada con el cáncer
experimentaron mayor reducción de la angustia (p <0,05).
Claudia Gutiérrez Sida en 2006 llevo a cabo un estudio con la finalidad de determinar si
técnicas psicológicas no invasivas reducen la intensidad percibida del dolor y el estrés en
personas con dolor crónico, con regular o mínima mediación farmacológica. Mediante una
muestra intencionada de cinco pacientes con diferentes tipos de cáncer y con experiencias
previas de dolor crónico y/o molestias secundarias a los tratamientos por cáncer, donde
cada paciente se le atendió de manera individual durante las cinco sesiones, con una
duración en cada sesión entre 25 minutos y 40 minutos en intervalos de cuatro días a una
semana. Obteniendo mediciones de la temperatura periférica en la mano derecha y en la
mano izquierda registrada en intervalos de 15 segundos hasta a completar ocho minutos en
tres tipos de técnicas psicológicas no invasivas (respiración diafragmática, imaginaria y
entrenamiento autogenico). Se obtuvo un perfil psicofisiológico inicial y final con cinco
condiciones diferenciadas de medición con duración de dos minutos cada una (condición
sentado con ojos abiertos, condición sentado ojos cerrados, condición inhibitoria activa
IHN 1, condición inhibitoria activa IHN 2 y condición respuesta natural de relajación RN.
Para determinar si las técnicas psicofisiológicas no invasivas disminuyeron la intensidad
del dolor y estrés se utilizó un análisis de varianza (ANOVA) para medidas repetidas
encontrando que no hay diferencias en el dolor y estrés entre las diferentes técnicas no
invasivas para la mano derecha
y la mano izquierda
17
.
Además se observó cambios en la temperatura en los pacientes en relación al tiempo dentro
de cada técnica psicológica no invasiva
.
Nieves Pérez, et al, 1998 realizo un estudio con el objetivo de analizar las diferencias
individuales asociadas a los componentes cardíacos del reflejo de defensa. 144 sujetos de
Psicología de la Universidad de Granada participaron en la prueba de reactividad
psicofisiológica. Tales sujetos fueron divididos en dos grupos en función de que
desencadenaran o no desencadenaran la segunda aceleración cardíaca en un test de
reactividad psicofisiológica. La investigación se llevó a cabo en sesiones individuales de
laboratorio con una duración aproximada de 90 minutos. Durante la prueba se recogieron
diversas medidas psicofisiológicas (tasa cardíaca, amplitud del pulso digital, amplitud y
período respiratorio, y amplitud de la arritmia sinusal respiratoria) y de autoinforme
(reactividad subjetiva a los sonidos, ansiedad, ira y patrón tipo-A).
Para determinar
diferencias individuales asociadas a los componentes cardíacos del reflejo de defensa se
aplicó un análisis un análisis de varianza (ANOVA), además de la técnica de análisis
discriminante. Encontrando diferencias entre los grupos en las medidas de la amplitud de la
respiración, el período respiratorio
, y en el patrón de la respuesta de la
amplitud de la arritmia sinusal respiratoria
. En cuanto a las medidas de
autoinforme, sólo se encontraron diferencias entre los grupos en la reacción de sobresaltado
ante la presencia de los sonidos
, por su parte el análisis discriminante
indicó que la variable que mejor discrimina a los dos grupos es la amplitud de la arritmia
sinusal.
1.3 Planteamiento del problema
En México, el cáncer es la segunda causa de mortalidad en el país, después de las
cardiovasculares, indico Samuel Ruiz, oncólogo del Centro Médico Nacional del siglo XXI
del IMSS. (OMS, 2012). Por lo que, el cáncer es una enfermedad cuya incidencia está
aumentando con el paso del tiempo y presenta diversos síntomas que pueden reducir la
eficacia del tratamiento analgésico y deteriora la calidad de vida del paciente (Meuser, et al,
18
2002). El síntoma más frecuentemente registrado es el dolor; así como, el más preocupante
del enfermo oncológico en estado avanzado (Quero, et al, 1998)
De acuerdo a Vargas (2007) en nuestro país ocho de las diez primeras causas de morbilidad
y mortalidad tienen al dolor crónico como un problema; siendo distintos tipos de cáncer,
lumbalgias, diabetes y otras enfermedades crónico-degenerativas, las enfermedades que
mayor dolor crónico provocan a estos pacientes. Dependiendo del estado en que se
encuentren los pacientes oncológicos, éstos manifiestan dolor: inicial 30% a 70%,
intermedio 30% al 45% y avanzado de 60% a 90% (Cohen, et al, 2008).
Cuando se detecta esta enfermedad los pacientes son sometidos a largos tratamientos
médicos, y el paciente no solo presenta dolor, y estrés por la enfermedad sino también por
todo el tipo de medicamentos y quimioterapias a los cuales se enfrentan día a día luchando
por vencer esta terrible enfermedad llamada cáncer, aquí es donde la psicología desempeña
o juega un papel fundamental con el paciente, cuyo objetivo de ayudarlo a tener una mejor
calidad de vida y hacerle frente al cáncer.
El presente trabajo tiene la finalidad de determinar la asociación que existe entre el
marcador autonómico del funcionamiento emocional en la sensibilidad del dolor (VFC) y
las variables demográficas como son: la edad, el género, así también la fase del cáncer, que
influyen para generar tendencias a la adaptación psicofisiológica entre los pacientes.
1.4 Justificación
Hay poca literatura científica relacionada con los procesos psicofisiológicos en escenarios
oncológicos que permita desarrollar mejores herramientas de intervención para el control
de síntomas físicos como el dolor y algunos otros más producto de los tratamientos medico
invasivos, así como la presencia de estados emocionales alterados como la ansiedad,
depresión y estrés que suelen enfrentar este tipo de población con diferentes tipos de
cáncer. Un estudio retrospectivo con los resultados obtenidos respecto a los cambios en la
VFC durante intervenciones psicofisiológicas podría proporcionar un mejor conocimiento
19
de las variables que participan en las respuestas adaptativas o des-adaptativas en los
pacientes con cáncer.
1.5 Objetivos
Objetivo general
Determinar la relación que existe entre las variables demográficas, el dolor y estrés
tomando como marcador autonómico la VFC y como indicador subjetivo la escala EVA de
los pacientes con cáncer.
Objetivos específicos
1) Identificar si existe una disminución en la evaluación subjetiva en la escala EVA dolor
y estrés al inicio y final del tratamiento.
2) Determinar si los cambios en la VFC durante las cuatro sesiones que dura el tratamiento
son significativos.
20
2. METODOLOGÍA
2.1. Obtención de datos.
Se realizó un estudio observacional de tipo retrospectivo con una muestra de 64 pacientes
con cáncer que se encuentran ubicados en el albergue AHTECA (Ayúdame Hermano
Tengo Cáncer) en la Ciudad de Xalapa, Veracruz y atendidos medicamente en el Centro
Estatal de Cancerología de la Secretaria de Salud que se ubica enfrente del albergue.Los
datos se recolectaron de 2009 al 2012. Las variables que se analizaron se presentan en la
Tabla 1.
Tabla 1. Descripción de las variables de estudio.
Variables
Edad
Género
Fase del cáncer
Eva dolor
Eva estrés
Sesiones
Baja (VLF)
Media (LF)
Alta (HF)
Descripción
La edad en años de cada paciente.
Género de cada paciente.
Valores
Años
1. Hombre, 2. mujer
Fase (I): Inducción, fase (II):
in situ, fase (III): invasión
Grado de desarrollo del cáncer en el
local, fase (IV): invasión o
paciente.
metástasis y CS: control de
seguimiento.
Escala visual análoga numérica y de
Calificación del 0-10
caritas.
Escala visual análoga numérica y de
Calificación del 0-10
caritas.
Número de sesiones a las que asistió el
1, 2, 3 y 4
paciente.
Variabilidad de la frecuencia baja. El
Porcentajes
paciente presenta dolor y estrés.
Variabilidad de la frecuencia media.
Trabajo que realiza el sistema nervioso
Porcentajes
autónomo en sus ramas simpático y
parasimpáticos
Variabilidad de la frecuencia alta. El
Porcentajes
paciente entra en una relajación profunda.
Se utilizó el software emWave PC, es un programa que permite medir la variabilidad de la
frecuencia cardiaca en tiempo real a través de un sensor colocado en la falange del dedo
índice o en el lóbulo de la oreja. Cada paciente por lo regular tiene un promedio de 6
sesiones pero para este estudio solo se analizaran los datos obtenidos en las primeras cuatro
sesiones.
21
2.2 Análisis estadístico
2.2.1 Análisis preliminar
En una primera fase de análisis exploratorio se obtuvieron gráficos comparativos de líneas
para evaluar los cambios promedios de la variabilidad de la frecuencia cardiaca baja (VLF),
media (LF) y alta (HF) por género y sesión. Para analizar la distribución de la variabilidad
de la frecuencia cardiaca por fase de cáncer se utilizaron los gráficos de cajas y alambres,
asimismo se compararon los cambios en la escala visual análoga de dolor y estrés antes y
después de las sesiones. El análisis se realizó con ayuda del software STATISTICA versión
7.
Posteriormente se aplicó la técnica no paramétrica de Kruskal-Wallis para determinar si hay
diferencias significativas en la variabilidad de la frecuencia cardiaca baja (VLF), media
(LF) y alta (HF) por fase de cáncer. La prueba no paramétrica de Wilcoxon se utilizó para
determinar si hay cambios significativos en la variabilidad de la frecuencia cardiaca baja
(VLF), media (LF) y alta (HF) por género. El análisis se realizó con ayuda del software
STATISTICA versión 7 y el software MINITAB versión 14.
2.2.2 Análisis definitivo
Con la finalidad de determinar cambios significativos en la escala visual análoga de dolor
y estrés, antes y después de la terapia psicológica a la que acude el paciente oncológico se
determino el estadístico de prueba
de Hotelling.
La hipótesis de trabajo se traduce a la siguiente hipótesis estadística.
vs
El estadístico de prueba es:
22
donde : es el tamaño de la muestra, : es el vector de diferencias de las medias,
corresponde a la matriz de varianzas y covarianzas de las diferencias.
Finalmente, para determinar cambios significativos en la variabilidad de la frecuencia
cardiaca por sesión, se obtuvo el ANOVA de medidas repetidas. Un estudio de medidas
repetidas es aquel en el que diferentes sujetos sometidos a ciertos tratamientos, se observan
en diferentes ocasiones a través del tiempo. El modelo que se utilizó para los datos es el
siguiente:
dónde
es la variabilidad de la frecuencia cardiaca (baja (VLF), media (LF) y alta (HF)),
: es el efecto aleatorio debido al paciente i,
(tiempo) y
es el efecto fijo debido a la sesión j
: es el error aleatorio. El ajuste se hizo de manera univariada con el programa
estadístico XPro.
La hipótesis de trabajo se traduce a la siguiente hipótesis estadística
vs
23
,
3.
RESULTADOS
3.1 Descripción general
Con respecto al género el22% son hombres y el78% de mujeres. El cáncer está dividido
por fases según el nivel en el que se encuentra la enfermedad en los pacientes, para lo cual
existen cuatro, teniendo una más para los pacientes que aún no se determina el nivel de
avance de la enfermedad: en la fase I se encuentra el17%de los pacientes, en la fase II un
20%, con un 31% en la fase III, en la fase IV conocida también como fase terminal se
encuentran un 16% de los pacientes y un 16% para pacientes en control de seguimiento
(CS).
Existen distintos tipos de “cáncer”, para este estudio los más sobresalientes son: con un
30% el cáncer de mama, siguiéndole el cáncer cervicouterino con un 16%, posteriormente
el cáncer de ovario con el 13%, con un 8% el cáncer de matriz.
3.2 Análisis preliminar
A continuación se presenta el comportamiento de la variabilidad de la frecuencia cardiaca
baja, media y alta para las cuatro sesiones registradas.
En la Figura 1 se observa que en la primera sesión la VFC baja registran los valores más
altos indicando que los pacientes presentaban mucho dolor y estrés, sin embargo este valor
disminuye conforme el paciente asiste al resto de las sesiones, indicando un control en el
dolor ocasionado por su enfermedad, mientras que se observa que en la VFC media el
sistema nervioso autónomo está trabajando para lograr que el paciente entre en un estado
de relajación y en la VFC alta se observa que en la primera sesión se registran los valores
más bajos, indicando que los pacientes presentaron mayor problema para entrar en una
relajación profunda por el dolor y estrés y este valor aumenta conforme el paciente asiste al
resto de las sesiones, indicando un control en el dolor y estrés.
24
16.5
64
16.0
62
15.5
60
15.0
Porcentaje
Porcentajes
66
58
14.5
14.0
56
13.5
54
13.0
52
12.5
50
1
2
3
1
4
2
3
4
Sesiones
Sesiones
Media(LF)
Baja(VLF)
36
34
Porcentaje
32
30
28
26
24
22
1
2
3
4
Sesiones
Alta(HF)
Figura 1: Tendencia de la VFC baja (VLF), media (LF) y alta (HF) por sesión.
En la Figura 2 se muestra el seguimiento de la variabilidad de la frecuencia cardiaca baja
(VLF) en las cuatro sesiones por género, se observa que en la primera sesión las mujeres
tienen valores más grandes que los hombres, indicando que son ellas las que presentaban
más dolor y estrés, sin embargo conforme asisten a sus sesiones logran equilibrar mejor el
dolor y estrés las mujeres que los hombres ocasionado por su enfermedad.
25
68
66
64
62
Porcentaje
60
58
56
54
52
50
48
46
44
1
2
3
4
Sesiones
Hombres
Mujeres
Figura 2: Gráfico de líneas de la VFC baja VLF por género.
En la Figura 3 se observa la variabilidad de la frecuencia cardiaca media (LF), nos indica
que el paciente está haciendo trabajar a su sistema nervioso simpático y parasimpático,
además el paciente está concentrando su atención en su propio proceso fisiológico para
lograr la autorregulación. Los hombres les cuesta más trabajo concentrarse que las mujeres
para lograr una autorregulación sin esforzarse demasiado.
19
18
Porcentaje
17
16
15
14
13
12
1
2
3
4
Sesiones
Hombres
Mujeres
Figura 3: Gráfico de líneas de la VFC media LF por género.
En la Figura 4 se observa que en la primera sesión la VFC alta HF las mujeres tienen
valores más bajos que los hombres, indicando que presentaban más dolor y estrés, sin
26
embargo
conforme asisten a sus sesiones logran obtener una mejor relajación y
disminución del dolor y estrés las mujeres que los hombres.
40
38
36
Porcentajes
34
32
30
28
26
24
22
20
1
2
3
4
Sesiones
Hombres
Mujeres
Figura 4: Gráfico de líneas de la VFC alta HF por género
En la Figura 5 se observa que los pacientes que se encuentran en la fase I y III del cáncer
en la primera sesión obtienen porcentajes similares en la VFC baja VLF, decir, intensidad
de dolor y estrés similar, pero en el resto de las terapias los porcentajes tienen mayor
variabilidad. Cabe resaltar que pacientes de fase II en la primera sesión presentaban gran
intensidad de dolor y de estrés pero en las sesiones logran tener un mayor equilibrio del
dolor y del estrés. Los pacientes que se encuentran en control de seguimiento (CS) en sus
cuatro sesiones los puntajes que alcanzan son muy diferentes en ambas sesiones, es decir, el
dolor y estrés es diferente. Se observa también que los que se encuentran en la fase III de
cáncer en la sesión dos y tres presentan comportamiento similar.
27
120
100
80
60
40
20
0
Porcentaje
-20
F1
F2
F3
F4
CS
F1
F2
Sesión 1
F3
F4
CS
F4
CS
Sesión 2
120
100
80
60
40
20
0
-20
F1
F2
F3
F4
CS
F1
F2
Sesión 3
F3
Sesión 4
Fase del cáncer
Figura 5: Gráfico de cajas y alambres de VFC baja VLF por fase de cáncer y sesión.
En la Figura 6 se observa en las cuatro sesiones los pacientes que se encuentran en la fase
III y IV del cáncer los valores son similares en la VFC media LF con respectó al trabajo
que hace sistema nervioso simpático y parasimpático esto indica que no hay control para
concentrarse y relajarse, además pacientes de la fase II del cáncer en la sesión1 se observa
que el sistema nervioso simpático y parasimpático hace un mayor trabajo para intentar
relajarse, es decir, son lo que tienen gran intensidad de dolor y estrés, en el resto de las
sesiones logran tener un mejor control de autorregulación.
120
100
80
60
40
20
0
Porcentaje
-20
F1
F2
F3
F4
CS
F1
F2
Sesión 1
F3
F4
CS
F4
CS
Sesión 2
120
100
80
60
40
20
0
-20
F1
F2
F3
F4
CS
F1
Sesión 3
F2
F3
Sesión 4
Fase del cáncer
Figura 6: Gráfico de cajas y alambres de la VFC media LF por fase de cáncer y sesión.
.
28
En la Figura 7 se observa que los pacientes que se encuentran en las cuatro fases de cáncer
presentan valores bajos en la sesión 1, en las sesiones restantes los pacientes logran
aumentar los valores de la VFC alta HF, es decir, logran disminuir el dolor y el estrés, sin
embargo en la fase III del cáncer en la sesión 4 aun presentan mucho dolor y estrés que en
los pacientes que se encuentran en otras fases de cáncer.
120
100
80
60
40
20
0
Porcentaje
-20
F1
F2
F3
F4
CS
F1
F2
Sesión 1
F3
F4
CS
F4
CS
Sesión 2
120
100
80
60
40
20
0
-20
F1
F2
F3
F4
CS
F1
F2
Sesión 3
F3
Sesión 4
Fase de cáncer
Figura 7 Gráfico de cajas y alambres de la VFC alta HF por fase de cáncer y sesión.
Utilizando la técnica de Kruskal-Wallis que se muestra en la Tabla 2, no se encontraron
diferencias significativas en la variabilidad de la frecuencia cardiaca alta (HF) y baja (VLF)
por fase de cáncer, sin embargo, se determino diferencias significativas para la VFC media
(LF), considerando un nivel de significancia de 0.10, es decir, el trabajo realiza el sistema
nervioso autónomo simpático y parasimpático es diferente con respecto a la fase de cáncer
en el proceso psicofisiológico para lograr la autorregulación
Tabla 2: Prueba kruskal-Wallis de la variabilidad de la frecuencia cardiaca
por fase de cáncer.
Variables
Baja (VLF)
Media (LF)
Alta (HF)
Estadístico
4.22
8.68
2.85
gl
4
4
4
* Significativa a un nivel de significancia de 0.10
29
Valor p
0.377
0.070*
0.583
En la Tabla 3 se muestran los resultados de la prueba de Wilcoxon. No se encontraron
diferencias significativas en la VFC baja (VLF) y alta (HF) por género, no obstante se
determinó diferencias en la VFC media (LF), considerando un nivel de significancia de
0.10, lo que significa que el trabajo realiza el sistema nervioso autónomo simpático y
parasimpático es diferente en hombres y mujeres en el proceso psicofisiológico para lograr
la autorregulación.
Tabla 3: Prueba de Wilcoxon de la variabilidad de la frecuencia
cardiaca por género.
Variables
Baja (VLF)
Media (LF)
Alta (HF)
Estadístico
611.50
559.50
642.50
Valor p
0.128
0.078*
0.205
* Significativa a un nivel de significancia de 0.10
La Figura 8 muestra los cambios de la escala EVA dolor antes de iniciar las sesiones y al
término de estas. Existe una disminución en los valores de la escala al finalizar las
sesiones, esto nos da una indicación que el dolor se reduce.
12
10
Intensidad del dolor
8
6
4
2
0
-2
Inicial
Final
Tiempo
Figura 8: Comparación del EVA dolor antes y después de la terapia.
30
La Figura 9 muestra los cambios de la escala EVA estrés antes de iniciar las sesiones y al
término de estas. Existe una disminución en los valores de la escala al finalizar las
sesiones, esto nos da una indicación que el estrés se reduce.
12
10
Intensidad del estrés
8
6
4
2
0
-2
Inicial
Final
Tiempo
Figura 9: Comparación de la escala visual análoga del estrés antes y después de la terapia.
3.3 Análisis definitivo
Para determinar cambios en la escala EVA dolor y estrés antes de iniciar las sesiones
psicológicas y al finalizar se utilizó la prueba multivariada
de Hotelling para muestras
pareadas. Los resultados revelaron reducción significativa en el estrés y dolor
.
Finalmente se presentan los resultados del análisis de medidas repetidas. En la Tabla 4 se
muestran los resultados del ajuste del modelo para la VFC baja (VLF). El valor p=0.04
indica que hay evidencia de cambios significativos en la VFC durante las cuatro sesiones.
Esto apunta hacia el hecho de que la técnica psicológica ocasiona una disminución en el
dolor y estrés.
Tabla 4. ANOVA de medidas repetidas de la variabilidad de la frecuencia cardiaca baja (VLF)
Fuente de
variación
Sujetos
Sesiones
Error
Total
Grados de
libertad
63
3
189
255
Suma de Cuadrado
cuadrados
medio
133132
21113
7868.98
2622.99
108109
572.004
249110
31
F
3.694
4.585
Valor p
0.004
Los resultados para la VFC media (LF) se muestran en la Tabla 5. El valor p=0.1858 nos
lleva a concluir que no existe evidencia de cambios significativos en la VFC media durante
las cuatro sesiones.
Tabla 5. ANOVA de medidas repetidas de la variabilidad de la frecuencia cardiaca media (LF).
Fuente de
variación
Sujetos
Sesiones
Error
Total
Grados de
libertad
63
3
189
255
Suma de
cuadrados
9706
359.262
13961
24026.2
Cuadrado
medio
154.063
119.754
73.8677
F
Valor p
2.0856
1.621
0.1858
Los resultados del ajuste del modelo de medidas repetidas para la VFC alta (HF) se muestra
en la Tabla 6, encontrando diferencias significativas
considerando un
nivel de significancia de 0.10. Significa que técnica psicológica le permite al paciente
entrar en relajación profunda.
Tabla 6. ANOVA de medidas repetidas de la variabilidad de la frecuencia cardiaca alta (HF)
Fuente de
variación
Sujetos
Sesiones
Error
Total
Grados de Suma de
libertad cuadrados
63
106435
3
4315.38
189
104085
255
214836
Cuadrado
medio
1689.45
1438.46
550.715
32
F
Valor p
3.06774
2.61198
0.0526
CONCLUSIÓN
Dolor y estrés son los síntomas que más afectan a los pacientes oncológicos tanto por el
hecho de saber que padecen la enfermedad del cáncer, así como también, por todas las
reacciones secundarias que les generan los medicamentos y tratamientos como las
quimioterapias; para poder medir dicho dolor y estrés es mediante la variabilidad de la
frecuencia cardiaca baja (VLF), media (LF) y alta (HF) y la escala visual análoga (EVA).
Por lo que se encontraron los siguientes resultados:
En un principio el paciente oncológico presentaba mucho dolor y estrés pero se encontró
que conforme el número de sesiones al que asistía aumentaban el paciente lograba
disminuir el dolor y estrés que su enfermedad le ocasionaba disminuyendo así los valores
de la VFC baja (VLF) y de esta manera los puntajes de la VFC alta (HF) tendían a
aumentar, es decir, lograban la autorregulación psicofisiológica.
No se encontraron diferencias significativas en la VFC baja (VLF) y alta (HF) entre
hombres y mujeres, pero con lo que respecta a la VFC media (LF) se encontró que el
trabajo que realizaba el sistema nervioso autónomo simpático y parasimpático era diferente
en hombres y mujeres para lograr la autorregulación psicofisiológica.
Con lo que respecta a la fase de cáncer se encontró que el dolor y estrés que el paciente
experimentaba si influyó la fase de cáncer en el trabajo realizado por el sistema nervioso
autónomo simpático y parasimpático para alcanzar la autorregulación psicofisiológica.
Por otro lado en la escala visual análoga del dolor y estrés se encontró que si existieron
diferencias significativas del dolor y del estrés antes y después de las terapias a las que
asiste el paciente oncológico.
Cabe resaltar también que existen diferencias significativas por sesión en la VFC baja
(VLF), es decir, el dolor y estrés que experimentaba el paciente con cáncer era diferente en
33
al menos una de las cuatro sesiones; con respecto a la VFC alta (HF) se encontró que hay
diferencias por sesión, es decir, el nivel de relajación que el paciente alcanzó varió en cada
sesión.
Por lo que se concluye que la variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC) es un buen
indicador objetivo de la emocionalidad y la escala visual análoga (EVA) es el indicador
subjetivo. Y se demuestra que la psicología sigue desempeñando un papel importante en los
procesos de salud-enfermedad y bienestar del enfermo.
Este estudio resalta la riqueza del trabajo interdisciplinario que permite la incorporación de
conocimientos de diversas disciplinas para consolidar los modelos teóricos y la
comprensión de los diferentes fenómenos dentro del quehacer científico así como de las
mejores formas del abordaje clínico-terapéutico.
34
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