MIGUEL MIHURA y EL TEATRO DEL ABSURDO Lidia MORALES BENITO Universidad de Salamanca La Historia de la Literatura ha dudado en colocar a Miguel Mihura entre los autores patafísicos del absurdo por diversas razones. La más relevante radica en el número de elementos incongruentes: si Eugene lonesco o Arthur Adamov colman sus obras de hechos insólitos -aunque siempre manteniendo una lógica interna-, la cantidad de elementos absurdos en Mihura es más moderada. Sin embargo, esta moderación se debe, en la mayoría de sus escritos, a la frustración que le supuso la falta de aceptación de su teatro, pues le costó veinte años estrenar Tres sombreros de copo. Asumiendo la imposibilidad de sacar a la luz sus obras, se vio obligado a producir textos más convencionales Y, por lo tanto, menos absurdos. No obstante, Tres sombreros de copo o Ni pobre ni rico, sino todo lo controrio 1 podrían encuadrarse totalmente en la dosificación de elementos ilógicos del teatro de Fernando Arrabal, Jean Genet o Samuel Beckett. Otra razón importante que lo separa de los dramaturgos del absurdo es la fecha de Tres sombreros de copo escrita en 1932, mucho antes de que el movimiento tomara forma y se consolidase. JDr consiguiente, se ha descartado que influyeran los mismos == - 5menos, escritores y eventos en Mihura y en los llamados I;¿:.afísicos europeos". Pero, ¿hasta qué punto puede medirse la ::5, '5 de elementos absurdos en el ámbito europeo sin tomar como :::"=-encia el teatro nacional precedente? ¿Es que acaso la literatura -~lola anterior puede emparentarse con la ola literaria europea? tste artículo pretende tomar como referencia la obra dramática - ~. con sus características y finalidades, independientemente del ;.. =.::?Iante: Ni pobre ni rico. 173 contexto histórico y de la dosis de incoherencia por acto. Desde este nuevo punto de vista, muchas de las características de las obras teatrales de Mihura responden a los criterios básicos del movimiento del absurdo. Tanto lonesco y Beckett como Boris Vian o Mihura rechazan una visión realista tradicional del mundo, transgreden la lógica de la escena dramática parodiando los códigos comunes, simplifican la intriga, reducen los personajes y transcienden la realidad para crear un mundo extraño, perturbado. s; lonesco erige su obra dramática sobre una base quebrantada, la del parloteo inútil; Mihura da rienda suelta al lenguaje, que colma de lugares comunes y frases hechas. Como los demás escritores patafísicos, la finalidad de Mihura no es sino transmitir lo absurdo del ser humano -cerrado sobre su realidad y sus costumbres sociales-, siempre con el lenguaje como arma de combate. Con este fin, busca lo inverosímil de las situaciones, esa otra realidad que permite desviar la concepción del mundo. Como Vian, plaga su obra de incongruencias que, si en L'écume des Jours permiten que las paredes de una habitación cambien de forma al ritmo de un blues, en Tres sombreros de copo hacen que una vaca se coma una montaña o que los ladrones dejen su tarjeta de visita a Dionisio al desvalijar la casa en Ni rico ni pobre. Gracias a una larga serie de características comunes, muchos de los estudios realizados sobre los patafísicos y, concretamente, los patafísicos absurdistas, resultan de utilidad para entender las obras dramáticas de Mihura. Por ejemplo, Line Mc Murray afirma lo siguiente: "Le créateur est avant tout un etre attentif se positionnant dans I'exception de lui-meme pour devenir sensible a la masse informationnelle d'ou il puisera éventuellement un projet de création. [oo.] 11 se donne la liberté de toucher tout" (145). En esta misma línea Mihura escribe apartándose de su propia concepción del entorno, con el fin de encontrar la substancia de los objetos, de los fenómenos, de las actitudes de los individuos y desarrollar otras realidades paralelas. a 174 En definitiva, este artículo pretende demostrar que, aunque la Historia de la Literatura tradicional no haya considerado a Mihura como un "escritor patafísico del absurdo", deberían revisarse los códigos y características del movimiento y realizar, a la par, un estudio minucioso de la obra del dramaturgo español. Así, podrían considerarse no sólo el contexto histórico o la influencia de Alfred Jarry, sino también las características intrínsecas del teatro del absurdo. De Tres sombreros de copo, el gran adalid del teatro del absurdo, lonesco comentó que la obra "«tiene la ventaja de asociar el humor trágico, la verdad profunda, al ridículo que como principio caricaturesco, sublima y realza, ampliándola, la verdad de las cosas»" (Balbona). Estas palabras de lonesco premian la obra dramática de Mihura, pues el autor francófono reconoce su talento como escritor del absurdo. Aquí se plantea un problema de fechas y de contexto histórico: lonesco escribe su obra maestra Lo contotrice chouve dos décadas después de que Mihura compusiera Tres sombreros de copo. Alrededor de los años cincuenta en Europa, Antonin Artaud con su Théótre et son double, Jean-Paul Sartre y Albert Camus, o Bertolt Brecht y su Verfremdungseffekt, habían sembrado las bases para una meditación centrada en el imperialismo y la alienación del hombre. A esta reflexión se le añaden los espantos de la guerra, el infierno de los campos de concentración, la lucha despiadada por el poder, los horrores de Hiroshimaoo. Todo ello no llevó sino al replanteamiento de la esencia humana, de los valores fundamentales y de la gravedad del poder. En este contexto, en diferentes lugares de Europa, determinados escritores presentan en sus obras dramáticas una visión desesperada del mundo. Ahora bien, la crisis existencial que comparten con sus predecesores está representada por el hombre como ser inmóvil, incapaz de solucionar los problemas humanos y de modificar su situación vital. 175 Herederos de Alfred Jarry, las novelas de Franz Kafka, el sarcasmo de Luigi Pirandell0 2 y los surrealistas, Beckett, Jean Vauthier, Genet, Adamov, Arrabal y lonesco, entre otros, acusan al lenguaje como primer culpable del absurdo de la existencia, de la incomunicación entre los hombres o, incluso, de la imposibilidad de expresión de los propios sentimientos. Los personajes que habitan sus obras no son más que antihéroes, siervos del absurdo metafísico en un mundo hostil creado por ellos y para ellos. Es cierto que la realidad española en la que Mihura compone sus primeras obras dramáticas no es similar a la que viven los escritores europeos. Aunque las inquietudes existenciales de Mihura sean menores que las de los escritores citados, pues el dramaturgo español no había vivido los horrores de la guerra cuando escribe Tres sombreros de copa, los elementos humorísticos y grotescos que absurdizan su obra transmiten una concepción despiadada del mundo y presentan igualmente al antihéroe como un ser incapaz de modificar su condición. Por ello, el protagonista de la obra citada permite su alienación. Pero también es cierto que en España el irracionalismo de las vanguardias influye en gran medida en los antecesores de Mihura, pues no se debe olvidar que a caballo entre el siglo XIX y el siglo XX, el esperpento, el expresionismo y la farsa invaden la literatura en toda Europa. Valle-Inclán denomina "esperpento" al fenómeno internacional, apropiándoselo y transponiéndolo a la realidad española a través de su obra Luces de Bohemia. 3 Este dramaturgo denomina seres inferiores a sus antihéroes, quiere renovar el personaje, marioneta grotesca, para ironizar sobre su existencia y, a través de él, sobre la existencia del ser humano. Esta ruptura no sólo impera en los protagonistas de las obras dramáticas: Azorín compuso una serie de teatro sin drama, al estilo de las futuras obras del absurdo europeo, y tanto Miguel de Unamuno y Jacinto Grau como Ramón Gómez de la Serna quisieron desajustar el concepto tradicional de "realidad". La irrealidad, o la realidad segmentada, molestó terriblemente al público acostumbrado a un teatro clásico, tradicional. Cuestionar la realidad significa mucho más que dar otro significado a las percepciones humanas, setrata realmente de un replanteamiento de la esencia y comportamiento de los individuos. El teatro naturalista, cercano al discernimiento habitual del hombre, no requería del público un estado de alerta continuo y, por ello, era el preferido de los acostumbrados al teatro. Desgraciadamente, las obras dramáticas de los escritores citados encontrarán grandes controversias e impedimentos diversos para ser publicadas. Aunque Mihura se vea obligado a reducir la dosis de elementos absurdos en sus obras, no por eso 2 El teatro de Pirandello tuvo un gran impacto en el movimiento del absurdo y, más concretamente, en la filosofía de la 'Patafísica. El dramaturgo siciliano presenta un personaje nuevo que no posee una única identidad previamente delimitada, sino que está formado por un conjunto de realidades. Cada situación y contexto hacen que el personaje actúe de una manera distinta. Del mismo modo, el conjunto de las impresiones del público sobre del personaje hacen de él un ente diferente. Esta idea, trasladada a los diferentes fenómenos que componen la realidad, parece la base del concepto de "Patafísica". 3 Martínez Sierra, en el artículo "Hablando con Valle-Inclán", transcribe una entrevista realizada al dramaturgo. El siguiente fragmento es muy representativo de los personajes del escritor: "Comenzaré por decirle a usted que creo que hay tres modos de ver el mundo artística o estéticamente: de rodillas, en pie o levantado en el aire. Cuando se mira de rodillas -y ésta es la posición más antigua en literatura-, se da a los personajes, a los héroes, una condición superior a la condición humana, cuando menos a la condición del narrador o del poeta. Así, Homero atribuye a sus héroes condiciones que en modo alguno tienen los hombres. Hay una segunda manera, que es mirar a los protagonistas novelescos, como de nuestra propia naturaleza, como si fuesen nuestros hermanos, como si fuesen ellos nosotros mismos, como si fuera el personaje un desdoblamiento de nuestro yo, con nuestras mismas virtudes y nuestros mismos defectos. Esta es indudablemente, la manera que más prospera. Esto es Shakespeare, todo Shakespeare... y hay otra tercera manera, que es mirar el mundo desde un plano superior y considerar a los personajes de la trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía. Los dioses se convierten en personajes de sainete" (Martínez Sierra 3). 176 177 escribirá teatro convencional. 4 Al respecto, Paco Umbral en El País comenta lo siguiente: "Así como Jardiel explica el absurdo al final de sus obras (último tributo a la sensatez burguesa), Mihura ya no lo explica. En Tres sombreros de copa o en Ni pobre ni rico el absurdo queda ya en el aire, inexplicado, y este es el gran salto cualitativo del teatro español del siglo". Por otra parte, Mihura también sufrió la influencia de algunos autores extranjeros que representaron sus obras en territorio español, como Brecht o Sartre. En definitiva, aunque sea cierto que el contexto histórico y las influencias de determinados movimientos o autores no fueron las mismas en la obra de Mihura que en los escritos de los demás absurdistas europeos, la existencia de rasgos comunes no es casual. La necesidad de renovación ha acompañado, a lo largo de la historia, a la sucesión de movimientos literarios, filosóficos o artísticos. Los escritores destruyen las formas, renuevan sus temáticas, porque ya no sienten el movimiento vigente como propio, como fuente de expresión de la realidad circundante. En 1962 Martin Esslin clasifica la obra de un determinado número de escritores de los años cincuenta, denom inando al conjunto "Teatro del absurdo". Su criterio se centra en las características comunes de estos dramaturgos que, en algunos casos, ni siquiera se conocían entre ellos. Ésta es la razón por la que este artículo se toma la libertad de considerar entre ellos a Mihura, y de introducirlo en la categoría de Esslin por ser ésta extremadamente heterogénea. Miguel Mihura mantiene el disfraz burlesco a lo largo de toda su obra dramática, ese disfraz que oculta el pesimismo, pero que no deja de transmitir angustia existencial: "Todas mis obras, con mayor o menor fortuna, siguen, más o menos veladamente, la misma línea de mi primera comedia, mi misma manera de pensar, mi misma manera de ser. La de ocultar mi pesimismo, mi melancolía, mi gran desencanto por todo, bajo su disfraz burlesco" (Tres sombreros, 43). Este escepticismo tiene, como ha señalado José Monleón, su vertiente positiva: "Mihura tiene el impagable valor, en una sociedad como la nuestra, tan propensa a la retórica, al cliché y al dogmatismo, de señalar la relatividad de ciertas apreciaciones y la necesidad de afrontar con libertad la interpretación de las situaciones" (Teatra completo, 47). 4 178 En 1898 Jarry, en su Gestes et opinions du docteur Faustroll, Pataphysicien, crea un neologismo para definir la ciencia que explicaría aquello que ni la física ni la metafísica pueden explicar: la 'Patafísica. s Precursor de las vanguardias, Jarry rechaza el arte único, clásico y estructuralmente predefinido; se deshace del naturalismo y del simbolismo: sus personajes, antihéroes ridículos, se asemejan a marionetas, reduce sus intrigas a la mínima información, juega con el lenguaje plagándolo de neologismos, palabras malsonantes, juegos lingüísticos y dobles sentidos. Por todo ello, Artaud, lonesco, Vian y Roland Dubillard, entre otros, reconocen a Jarry como el padre del movimiento del absurdo. En 1946 se crea el "College de 'Pataphysique", con el fin de ilustrar, ampliar y difundir los estudios sobre Jarry y su filosofía, a través de cuadernos y revistas. Después de la Segunda Guerra Mundial, una larga serie de escritores se une paulatinamente al proyecto del "Colegio de 'Patafísica". Esta larga serie está formada 5 Jarry define su filosofía con las siguientes palabras: Un épiphénomene est ce qui se surajoute a un phénomene. La pataphysique dont I'étymologie doit s'écrire [oo.] et I'orthographe réelle 'pataphysique, précédé d'un apostrophe, afin d'éviter un facile calembour, est la science de ce qui se surajoute a la métaphysique, soit en elle-meme, soit hors d'elle-meme, s'étendant aussi loin au-dela de celle-ci que celle-ci au-dela de la physique. Et I'épiphénomene étant souvent I'accident, la pataphysique sera surtout la science du particulier, quoiqu'on dise qu'il n'y a de science que du général. Elle étudiera les lois qui régissent les exceptions et expliquera I'univers supplémentaire a celui-ci; ou moins ambitieusement décrira un univers que I'on peut voir et que peut-etre I'on doit voir a la place du traditionnel, les lois que I'on a cru découvrir de I'univers traditionnel étant des corrélations d'exceptions aussi, quoique plus fréquentes, en tous cas de faits accidentels qui, se réduisant a des exceptionnelles, n'ont meme pas I'attrait de la singularité. DÉFINITION: La pataphysique est la science des solutions imaginaires qui accorde symboliquement aux linéaments les propriétés des objets décrits par leur virtualité. (492) 179 por autores que buscan la desmitificación de la literatura, la provocación y la crítica social unidas a la pérdida de valores. El movimiento del absurdo se desarrollará dentro del Colegio de 'Patafísica. Jarry no sólo es admirado considerablemente por los artistas de una corriente de grandes escritores como Vian, Raymond Queneau, lonesco o Beckett, sino que en él se encuentra resumido el principio y fin de la 'Patafísica. Según Mc Murray: a Avec le Pere Ubu, il a donné I'humour noir une hyperconscience libidinale, corporelle et sursaturée de signes grotesques; avec le Docteur Faustroll, il a illustré la traversée du désert d'un individu la recherche de sa créativité; avec César-Antéchrist, il a dissout les antinomies clichées -réel-imaginaire, raisonfolie, féminin-masculin, dieux-humains-; avec Sengle, il a institué un art détaché du passé, maí'tre de lui-meme, dégagé des prescriptions collectives. Finalement, il s'est remis luimeme en question en jouant de multiples identités avec ses personnages, qui ont au moins une chose en commun: ils témoignent de la sophistication progressive de I'écriture de Jarry en endossant une nouvelle science, une "science des solutions imaginaires", qui porte le nom de 'Pataphysique. (18) a Tanto Valle-Inclán y Miguel Mihura como los componentes del grupo patafísico crean personajes grotescos, antihéroes a la manera de Jarry. Una crítica social punzante es la que opera Mihura sobre todas sus obras dramáticas, para romper los tópicos, "il a dissout les antinomies c1ichées -réel-imaginaire, raison-folie, fémininmasculin, dieux-humains" (Mc Murray 18), al igual que Jarry. El teatro del absurdo quiere ser único, romper con lo anterior y partir de sí mismo, de una concepción distinta de la imperante, "un art détaché du passé, maltre de lui-meme, dégagé des prescriptions collectives" (Mc Murray 18). y, ¿no es de esos corsés tan apretado' de los que Mihura quiere liberar sus obras? 180 Jarry opta por la realidad imprecisa, móvil y vulnerable, por los diferentes puntos de vista sobre los fenómenos, su origen y esencia; es lo que llama "ciencia de las soluciones imaginarias". Si la ciencia centra sus estudios en la solución más propicia, la 'Patafísica valora y adopta todas las teorías posibles e imaginables para la explicación del hecho en cuestión. En palabras del propio Jarry: "Au lieu d'énoncer la loi de la chute des corps vers un centre, que ne préfere-t-on celle de I'ascension du vide vers une périphérie, le vide étant pris pour une unité de non-densité, hypothese beaucoup moins arbitraire que le choix de I'unité concrete de densité positive eau?" (citado por Launoir 24). Según la cita, no sólo toda verdad es relativa sino que, dependiendo del punto de vista que se elija para su explicación, el fenómeno puede resultar totalmente distinto. Así, la obra Ni pobre ni rico de Miguel Mihura, se abre con el diálogo de tres "Inventores" que llegan a casa de Abelardo para venderle sus inventos. Abelardo ha decidido deshacerse de sus riquezas para casarse con una mujer más pobre que él y que, de esta manera, no exista entre ellos diferencia social alguna. La compra de los objetos resulta disparatada, pero no por aquello que adquiere Abelardo, sino por comprar cualquier cosa, a cualquier precio sin saber de qué se trata. Los inventores se sorprenden de la facilidad con la que consiguen vender los inventos, del derroche del dinero, pero no de la inutilidad de aquello que sus homólogos ofrecen: una máquina muy grande sin ninguna función, un invento ya inventado, un aparato para pelar una patata en veinte minutos, una bocina que no suena ... Para entender la lógica de los inventos, es necesario posicionarse al otro lado del fenómeno: una bocina es útil desde lél lógica tradicional, pero nadie duda de que resulta desagradable c!scuchar el sonido de una bocina constantemente. Si se toma como punto de partida la molestia que produce su ruido, lo más lógico "crá inventar lo mismo, pero sin que incomode, por lo tanto, sin '.anido. A ello le sigue la idea de crear una larga serie de diferentes Illstrumentos insonoros para formar una orquesta. Esto último sólo 181 se puede entender si se tiene en cuenta el postulado anterior: el punto de vista de lo que resulta estridente y desagradable. En definitiva, los patafísicos consideran cada fenómeno independientemente, como un caso particular cuyas causas podrían ser múltiples. Al respecto, Launoir subraya lo siguiente: "Dans I'ordre du Particulier, chaque événement résulte d'un nombre infini de causes. Par conséquent, la solution de tout probleme particulier (c'est-a-dire I'attribut de causes et d'effets) repose sur un choix arbitraire -autre terme pour désigner I'imagination scientifique" (10). Para resumir, podría decirse que la 'Patafísica se centra en el pensamiento humano para buscar la posibilidad de desarrollar la imaginación tanto en el ámbito lingüístico como en la propuesta de causas, técnica utilizada en varias ocasiones por Mihura. En Tres sombreros de copa el Odioso Señor afirma: "Yo, en la India, tengo cuatrocientos [elefantes] ... Por cierto, que ahora les he puesto trompa y todo. Me he gastado un dineral [... ]" (Mihura, Teatro completo, 148). Paula no se sorprende al escuchar la réplica del Odioso Señor, pues la causa de la existencia de los elefantes queda clara: su dueño los va fabricando poco a poco. Por lo tanto, la 'Patafísica propone observar la realidad desde diferentes ángulos. No se trata, pues, de una ciencia que juzgue, que saque conclusiones claras y definidas, sino de una ciencia que observa todas y cada una de las causas que dan lugar a los fenómenos; intenta tomar cada elemento cotidiano y habitual como un hecho particular, peculiar, único, sin predecir ni esperar un resultado claro. Por tomar un ejemplo, en Ni pobre ni rico Don Cristina entra en casa de la Baronesa al final del tercer acto. En cuanto sorprende a la tía de Margarita escribiendo a máquina le pregunta si es la mecanógrafa, y añade: "Porque me parece usted un parco rara" (Mihura, Teatro completo, 290). Aquí se debe entender "rara" desde el punto de vista tradicional, punto de vista considerado "simplista" por los patafísicos. En seguida, Don Cristina se integra en la escena, 182 se viste de 'Patafísica y deja de considerarla "rara" para seguir el juego de las diferentes percepciones. Así, cuando la tía le pregunta si "sabe tocar", en vez de si "sabe escribir" (puesto que no está claro el discernimiento de la tía sobre el piano o la máquina de escribir), Don Cristino no se sorprende, abandona el papel "tradicional" y asegura que en el "teclado" falta la letra FO para poder escribir "fotógrafo" (Mihura, Teatro completo, 290). Dicho esto, queda claro que "la 'Pataphysique envisage I'univers réel dans sa totalité et tous les autres univers avec -et professe qu'ils ne sont ni bons ni mauvais mais pataphysiques" (Launoir 9), porque desde el punto de vista de la 'Patafísica, todo es lo mismo y está al mismo nivel. Es decir, todo fenómeno puede tener un número infinito de causas, la imaginación engloba todos los puntos de vista distintos sin pensar que algunos tienen más valor que otros. Así, el Pobre, tumbado sobre el banco, en el segundo acto de Ni pobre ni rico, se pregunta por qué se ve tan poca gente por el cielo, o los personajes de El caso de la mujer asesinadita se plantean cuánto marcaría el caballo en el que hicieron el viaje, como si se tratara de un taxi y su taxímetro. En estos ejemplos, el cielo puede considerarse un lugar de paso o un caballo un medio de transporte público con su contador de dinero. En palabras del propio Jarry: Mais je me suis souvenu de vos enseignements et de mes anciennes expériences. Etant donc simplement NULLE PART, ou QUELQUE PART, ce qui est égal, j'ai trouvé de quoi fabriquer un morceau de verre, ayant rencontré divers démons, dont le Distributeur de Maxwell, qui a groupé des modes particuliers de mouvement dans un liquide continu répandu partout (ce que vous appelez des petits solides élastiques ou des molécules), au gré de mon désir, en figure de silicate d'alumine. (534) Si cualquier afirmación está al mismo nivel, Paula podrá echar el agua de la bañera el perfume "Papillons de printemps" en Tres ·.I)mbreros de copa, y el Odioso Señor, unas pocas focas. Y si todas 1'1) 183 las propuestas de causa están al mismo nivel, la 'Patafísica no puede ser sino imperturbable: La vie, bien entendu, est absurde, mais c'est parfaitement banal, et il est grotesque de la prendre au sérieux. Surtout pour s'en indigner ou I'attaquer. Le comique et le sérieux sont identiques: le comique est un sérieux qui s'excuse par la bouffonnerie, le sérieux pris au sérieux est inexorablement bouffon. Le pataphysicien est donc IMPERTURBABLE. Cette imperturbabilité lui confere I'anonymat et la possibilité de goüter I'entiere profusion pataphysique de I'existence. (Launoir 11) Imperturbable porque los fenómenos no son comparables, no existen las nociones de realidad o irrealidad, nada es mejor o más fiable. De este modo, en El caso de la mujer asesinadita, Trinidad describe su casa con las siguientes palabras: "Era un piso hermoso, con siete balcones a la calle, y un mirador, y un pájaro en el mirador..." (Mihura, Teatro completo, 325). La descripción sorprende desde un enfoque tradicional: desde el sentido común, es erróneo considerar al pájaro como un elemento perteneciente a la descripción de la casa, pero la 'Patafísica es imperturbable en cuanto a sus propósitos, y por esta imperturbabilidad, el escritor patafísico: a 1I n'éclate pas de rire, ne se met pas jurer quand on lui demande de remplir un questionnaire en quatre exemplaires sur ses affiliations politiques et ses habitudes sexuelles: au contraire, il couvre chacune des feuilles de détails différents et également valables. Cette imperturbabilité luí confere I'anonymat et la possibilité de goüter I'entiere profusion pataphysique de I'existence. (Shattuck 20) la existencia. El holocausto nazi, las atrocidades de la guerra y el enrarecimiento de la Guerra Fría conllevan el replanteamiento de la naturaleza humana. Los autodenominados "patafísicos" decretan que tanto la física como la metafísica resultan inútiles para explicar la mente humana, el mundo que rodea al hombre y deciden, por consiguiente, asignar un carácter "patafísico" a los hechos, a los fenómenos, al comportamiento humano. La verdad absoluta, ideología por la que puede desatarse una guerra, deja de considerarse como un valor imperioso. La ausencia de realidad absoluta permite la escucha, la recepción de otras realidades, de otros puntos de vista. La crítica cruda y directa de los dramaturgos comprometidos se esfuma para dar paso a la ironía sutil, a la ridiculización de ciertos aspectos de la vida social. Así, el autor de teatro ya no solicita un público involucrado en el tema de la obra, sino un público que se deje sorprender por una nueva realidad, un "todo vale" en este mundo sin lógica: los valores sociales, humanos, dejan de ser positivos o negativos, lógicos o ilógicos, decentes o incongruentes. a la potentialité sinon Qu'est-ce que se consacrer d'emblée inscrire volontairement dans une ceuvre des modalités de bifurcations de sens et de formes, que les différents ouvroirs appellent des contraintes et qui consistent contraindre I'ceuvre se métamorphoser de l'intérieur, en faire un magma de significations qui s'organisent, qui tiennent ensemble et la fois se désorganisent dans un chaos provoqué pour s'ouvrir sur les virtualités offertes par des changements de point de vue? (Mc Murray 47) a a a Tras la Segunda Guerra Mundial el vacío existencial abre paso a la corriente filosófico-literaria basada en el sentido absurdo de Si los autores patafísicos destruyen las formas teatrales tradicionales para liberar la obra desde dentro, cambiar el rumbo roherente y lógico de una escenificación cabal y dejar al lenguaje 1.1 posibilidad de expresar o enredar aún más el acto comunicativo, Mihura comparte gran parte de las características citadas. 184 185 Teniendo en cuenta que el contenido no está desligado de la forma, la finalidad de 105 autores patafísicos no consiste sólo en romper las estructuras formales, sino también en buscar nuevos temas más propios de la realidad circundante. La construcción lógica de la obra de teatro, así como 105 personajes consecuentes que mantienen un discurso coherente ya no son capaces de expresar la realidad. Sartre o Camus, escritores en tiempos de guerra, mantienen una estructura artística tradicional, aunque sean reformadores, escritores puramente existencialistas. En cambio, lonesco o Beckett pertenecen a la posguerra, y su teatro se nutre de las devastaciones y del desastre: la visión de la relación del hombre con el mundo que lo rodea no puede ser sino impasible, desesperadamente estática. Aunque ambas filosofías compartan la base de sus postulados existencialistas, ya no se trata del mismo contexto histórico ni, por lo tanto, de la misma realidad. El humor como fundamento de la obra patafísica difiere del humor crudo y castigador de las obras del teatro comprometido. En palabras del propio Mihura: El humor es un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone en el sombrero; un modo de pasar el tiempo. El humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es ésta su misión. Lo único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros mismos, nos marchemos de puntillas a unos veinte metros y demos una vuelta a nuestro alrededor contemplándonos por un lado y por otro, por detrás y por delante, como ante 105 tres espejos de una sastrería, y descubramos nuevos rasgos y perfiles que no conocíamos. El humor es verle la trampa a todo, darse cuenta de por dónde cojean las cosas; comprender que todo tiene un revés, que todas las cosas pueden ser de otra manera, sin querer por ello que dejen de ser tal como son, porque esto es pecado y pedantería. (Mis memorias, 272) 186 Si un autorpatafísico analizara estetestimonio, estaría de acuerdo con que el humor "no se propone enseñar o corregir", es decir, no pretende transmitir un juicio, sino permitir la "potencialidad" del acto teatral, dejar la vía libre a la imaginación, a las diferentes lógicas que pueden emanar de distintos puntos de vista. "Que todas las cosas pueden ser de otra manera, sin querer por ello que dejen de ser tal como son", es exactamente el lema de los escritores del absurdo: ya no se degrada la realidad perceptible en favor de otras posibles realidades del subconsciente -como acreditaban 105 surrealistas-, todas ellas valen: la perceptible a través de 105 ojos, la objetiva, la '>ubjetiva, la espontánea y la reflexiva, el derecho y envés de las cosas, de las situaciones y de 105 actos humanos, así como la combinación de todas esas realidades. V, por lo tanto, si el ojo patafísico no juzga, ',us manifestaciones sólo pueden tratarse de un juego inofensivo. En L'Herbe rouge, de Vian, Wolf explica: "J'ai toujours prétendu pouvoir me mettre objectivement dans la situation de tout ce qui Ille fut antagoniste et de ce fait, je n'ai jamais pu lutter contre le qui s'opposait moi, car je comprenais que la conception (orrespondante ne pouvait qu'équilibrer la mienne pour qui n'avait ,lucune raison subjective d'en préférer une autre" (Romans ... , 463). 1" decir, Wolf acepta que no existe una única realidad, sino que su percepción puede unirse a otras apreciaciones de la misma. En esta línea, Mihura plantea situaciones aparentemente .Ibsurdas, pero que 105 personajes consideran lógicas o simplemente IIU se plantean si tienen un valor racional o no. De este modo, en /U.'S sombreros de copa, Dionisia cuenta a Paula que todos los Illicmbros de su familia han sido artistas de circo salvo la abuelita, qlle se caía siempre del caballo y se ponía a discutir con él. Paula 111) cuestiona que la abuelita pueda reñir con un animal, ni siquiera I tl"ndo Dionisia añade: "Los dos tenían un genio terrible ... pero el I .Ihallo decía muchas más picardías ... " (Teatro completo, 128). La /ll'rsonificación del caballo puede provocar una sonrisa al público pul' lo inesperado del comentario, por la falta de lógica aparente en ,,1 discurso del protagonista. En cambio, el hecho de que Paula no a 187 se sorprenda por lo que acaba de escuchar y, en consecuencia, no haga ningún comentario al respecto, significa la aceptación de esa otra lógica, compartida por ambos personajes. De igual manera, el Odioso Señor de Tres sombreros de copa comenta que tiene campos llenos de trigo y, como explicación, añade lo siguiente: "Algo hay que tener en el campo, señorita. Para eso están. Y se suele tener trigo porque tenerlo en casa es muy molesto... " (Teatro completo, 146). Esta réplica da a entender que de igual manera podría tenerse el trigo en un lugar o en otro, aunque resulta más cómodo dejarlo en el campo. Este hecho no se pone en duda, ni Paula ni Buby contradicen al Odioso Señor, y no por miedo o vergüenza, sino porque su afirmación es totalmente plausible desde un punto de vista absurdista. En definitiva, es posible afirmar que, al igual que los dramaturgos patafísicos del movimiento del absurdo, Mihura vacía sus obras de contenidos políticos, ideológicos y valores preestablecidos. Como todos los miembros del grupo del absurdo, no cree en criterios cerrados, ni en éticas tenaces, sino que plantea una realidad nueva, formada por todas y cada una de las realidades posibles e imaginables: un mundo libre de lugares comunes, de cursilerías y formas sociales, un "mundo absurdo", como le han llamado quienes han valorado dicho teatro con el ojo clínico de quien concibe la realidad como un elemento uniforme. 6 A lo largo de los siglos, el hombre ha producido textos acerca de lo inefable, de aquello que el lenguaje es incapaz de transmitir y, para hacerse con esa lengua inservible, ha intentado apropiársela por medio de figuras retóricas, neologismos y otras variaciones. Aún así, los sentimientos no siempre pueden verbalizarse y el hablante Lo que quieren expresar los dramaturgos del absurdo, por lo tanto, no conlleva posicionamiento alguno. Al respecto, es interesante analizar la actitud de ciertos autores de teatro como Adamov que, a lo largo de su carrera teatral, pasa por varias etapas hasta encontrar al fin una base ideológica sólida. Llegado a este punto, él mismo se declara fuera del movimiento del absurdo, pues absurdo no 6 desprecia el idioma, desecha la herramienta inútil, insuficiente y rrustrante. Los escritores patafísicos repudian el lenguaje por ser tan limitado y torpe para expresar el vacío, la falta de valor de la vida, el absurdo de la existencia. En palabras de Bigot y Savéan: Car si les "vérités" proférées par les personnages sont creuses, elles dévoilent la véritable nature du langage. Depuis longtemps lonesco était hanté par le sentiment de I'étrangeté du monde, manifeste surtout dans la banalité quotidienne. Le langage, qu'il reflete cette étrangeté ou qu'il la redouble par son inadéquation l'Etre, était I'objet essentiel du soup~on. (Bigot y Savéan 18) a Teniendo en cuenta que en el teatro del absurdo la intriga se ve simplificada al mínimo, al igual que los personajes y el decorado, (,1 juego teatral se realizará a través del lenguaje. Los diferentes puntos de vista sobre la lógica común encontrarán en él su principal herramienta. lonesco escribe La cantatrice chauve inspirado por las oI<;erciones absurdas del método de aprendizaje de lenguas Assimíl, t'll el que los personajes producen actos de habla sin ninguna 111I1Ción comunicativa como "el suelo está abajo, el techo está oIlriba ..." El léxico de dicha obra pretende reflejar su inaptitud para 1"1 interacción entre los seres humanos. En la misma línea Beckett despedaza los enunciados en En IlltendantGodoto Fin de portie, ojean Vauthier pervierte el contenido Illlf',üístico de Capitaine Bada para plasmar la dificultad de expresión ! '111 re los individuos, Dicho esto, parece evidente que Mihura pertenece 01 t'ste mismo tipo de teatro, pues el movimiento del absurdo no es 111'1.1 escuela y todos los escritores que se han visto relacionados con I'ilienen sus propias características y modos de escritura. Tanto en la ,,¡ Ir (~ del dramaturgo español como en la de los escritores europeos '" mantiene la lógica, es decir, el espectador sigue el desarrollo ,1" la trama sin problema alguno, pues los acontecimientos que 1',lllscurren en la obra responden a la lógica tradicional. En cambio, rima con ideología. 188 189 de vez en cuando, el autor introduce elementos incoherentes a través del lenguaje, elementos que rompen momentáneamente el orden establecido. Así, en cualquier obra perteneciente al movimiento del absurdo, la realidad se ve alterada por pinceladas de otras realidades o, más bien, de otros modos de ver una misma situación, pero manteniendo siempre la lógica preestablecida. Una vez más, podrá considerarse que el humor lingüístico de Mihura no está muy lejano del de los demás escritores del absurdo, pues su construcción dramática se encuentra fundada prácticamente por completo en el lenguaje. Jaques Bens en su artículo "Un LangageUnivers", que configura la Advertencia final de L'écume des jours de Vian, explica los diferentes tipos de juegos lingüísticos que permiten la consideración de distintos puntos de vista: dicho". Del mismo modo, el autor juega con numerosas expresiones 11.lciendo que los personajes las entiendan con su sentido literal: Boris Vian part a la découverte du langage a I'aide de trois méthodes différentes. La premiere consiste refuser toute figure de style et prendre le langage au pied de la lettre. [oo.] Une deuxieme démarche conduit a des demi-créations de mots. 11 s'agit, soit de mots existant déja et utilisés dans un sens détourné (c'est le cas des oiseaux appelés alérions), soit de mots subissant des déformations légeres, comme Cheveche, Chuiche, Bedon, antiquitaire, sacristoche. (Bens 179-180) Inventor 3 Q: -[oo.] De niño siempre estaba desarmando relojes. [ ... ] Inventor 1 Q: -¿V su padre no inventaba nada? Inventor 3 Q: -Sí. Inventaba muchas cosas cuando volvía tarde de la oficina. Pero mi madre no se lo creía. (Teatra completo, 239) a Julio: -El señor me perdonará, pero debo advertirle al señor que la casa del señor está ardiendo. Abelardo: -¿Qué quieres decir? Julio: -No quiero decir. Digo. (Teatro completa, 257) Abelardo: -¿No podría usted dejar de silbar? Pobre: -Va, sí; pero usted, no. Abelardo: -Va no estoy silbando. Pobre: -Pues por eso no puede usted dejar de silbar. (Teatro completo, 263) a No se trata de un simple ejercIcIo verbal, pues cuestionar 1,1', frases hechas del lenguaje significa denunciar su absurdo. Si 110mbre hace partícipe de sus sentimientos e ideas a los demás Illd ividuos a través de enunciados, las obras de los autores patafísicos '," preguntan acerca de esa herramienta de comunicación, de ese 111',trumento que debería ser portador certero de información 7 ,1( ('fca del mundo. En cambio, si la base de esa comunicación está r tlllompida, ¿cómo puede hablarse de una realidad universal? He aquí el segundo postulado de Bens: "Une deuxieme dl'lllarche conduit des demi-créations de mots. 11 s'agit, soit de "1 Estetexto se podría aplicar perfectamente a los demás patafísicos absurdistas. Concretamente en el caso de Miguel Mihura resulta un calco de su teatro. Tomar la palabra al lenguaje sería lo que hace Mihura cuando en Ni pobre ni rico Abelardo confiesa a Margarita que acaba de perder toda su riqueza para que no existan diferencias sociales entre ellos y añade: "¿Te casarás ahora conmigo?", a lo que Margarita mirando el reloj responde: "Ahora no, es ya muy tarde" (Teatro completo, 256). El efecto cómico surge de que Margarita tome la acepción "ahora mismo" del adverbio "ahora" en vez de la que quiere expresar Abelardo: "después de haber oído lo que te he a mundo se entiende "sociedad", pues como menciona Jaques Bens en su 1,IIIIilo "Un Langage-Univers", la sociedad es el mundo tal cual lo conciben los 1ll'!Ilbres (181). . /'111 mots existant déja et utilisés dans un sens détourné [... ], soit de mots subissant des déformations." De este modo, en Ni pobre ni rico la tía de Margarita llama a la máquina de escribir "piano", sin saber del todo si se trata de lo uno o de lo otro, puesto que de vez en cuando habla de su sonido, de su música y, en otros momentos, de cómo escribir una cosa u otra (Mihura, Teatro completo, 287). Tampoco puede dejarse de lado los juegos lingüísticos tan comunes en Zazie dans le métro de Raymond Queneau o en sus Exercices de style, donde se destruye la fonética del lenguaje para crear dobles sentidos, juegos constantes de palabras que no dejan de transmitir la incomunicación. Así, en El caso de la mujer asesinadita, el siguiente diálogo se construye sobre la aceptación de la inaptitud de los enunciados para emitir una información: Norton: -¿y cómo la envenenaron ustedes? Lorenzo: -¿A mi mujer? Norton: -Sí, a su mujer. Raquel: -Con veneno: es lo más limpio. Norton: -jAh! No sabía. (Mihura, Teatro completo, 307) La información que transmite Raquel no aporta nada a la situación inicial, Norton sigue sin saber de qué modo consiguieron envenenarla, es decir, en qué momento le administraron el veneno y cómo se desarrolló la escena. En cambio, por mucho que el discurso comunicativo no llegue a su fin, Norton responde como si realmente le hubiera proporcionado la respuesta que esperaba. Volviendo nuevamente a la idea de crítica de la vacuidad del lenguaje, puede observarse que se trata aquí de una clara alerta: las personas piensan que son capaces de comunicarse pero la realidad es muy distinta. Si la 'Patafísica defiende que todas las cosas y fenómenos pueden tener la misma importancia o estar al mismo nivel, en las siguientes líneas de Ni pobre ni rico se observa cómo se ponen a la misma altura los conceptos "dar el reloj" y "dar lástima": Baronesa: -Se le olvida a usted darme el reloj. Lo ha perdido. Abelardo: -Perdón. Aquí lo tiene usted. Baronesa: -Gracias. (Recogiendo las cosas). Abelardo, tengo compasión de usted. Me da usted lástima. Abelardo: -Le doy lástima y le doy el reloj ... (Mihura, Teatro completo, 251) Teniendo en cuenta la incapacidad del sistema lingüístico para I rilnsmitirtodo aquello que quiere expresar el hom bre, los personajes de lonesco sufren la violencia del lenguaje hasta la tragedia. Por t')emplo, en La Leron se puede observar cómo un profesor utiliza el dominiode la lengua, altamente superior al de su alumna, para ir poco .1 poco apoderándose de los objetos que nombra, Lo trágico nace del ¡'lr1pleo perverso de los vocablos, la violación y el asesinato se llevan .1 l.abo en cuanto el profesor traduce la palabra "cuchillo". El lenguaje 11(~ne una fuerza terrible en esta obra, pero también en La cantatrice I IlOuve del mismo autor, obra que acaba en pelea lingüística, en dl'strucción del habla y, por lo tanto, de los personajes: Mme Martin: -Je peux acheter un couteau de poche pour mon frere, mais vous ne pouvez acheter l'lrlande pour votre grand-pere. M. Smith: -On marche avec les pieds, mais on se réchauffe a I'électricité ou au charbon. M. Martin: -Celui qui vend aujourd'hui un bceut demain aura un ceuf. Mme Smith: -Dans la vie, il faut regarder par la fenetre. (93) M. Smith: -Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes, Kakatoes. M. Martin: -Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades, Quelle cascade de cacades. M. Smith: -Les chiens ont des puces, les chiens ont des puces. Mme Martin: -Cactus, coccyx! cocus! cocardard! cochon! (96) Mme Smith: -Les souris ont des sourcils, les sourcils n'ont pas de souris. Mme Martin: - Touche pas ma babouche! M. Martin: -Bouge pas la babouche! M. Smith: - Touche la mouche, mouche pas la touche Mme Martin: -La mouche bouge. Mme Smith: -Mouche la bouche. (97) Como puede observarse, al igual que el efecto producido en la alumna en La Le~on, se trata de una pérdida de control del lenguaje que acaba con los Señores Smith, pues el ciclo llega a su fin, y el autor se ve obligado a dar paso a nuevos personajes, los Señores Martin. En la misma línea que los escritos de los autores patafísicos, las obras de teatro de Miguel Mihura están repletas de lugares comunes y frases hechas, con la misma idea de criticar la cursilería, las posturas y actitudes impuestas por la sociedad, la falta de libertad. He aquí dos fragmentos del texto de Ni pobre ni rico: Baronesa: -Pero yo soy una señora. Una señora que le ama y que no pierde la esperanza de que algún día sea usted mío. Abelardo: -Lo veo difícil, señora. Baronesa: -Nunca diga usted "de esta agua no beberé". Abelardo: -¿Por qué? Baronesa: -No sé, pero no lo diga. (Teatro completo, 270) Julio: -Con el permiso de los señores. Abelardo: -Pasa, Julio. Baronesa: -¡Oh! Esa cara la he visto yo en otra parte. 194 Julio: -Pues la he tenido siempre aquí, señora baronesa. (Teatro completo, 271) En estos dos diálogos, Mihura ridiculiza la utilización de frases hechas poniendo en evidencia la ignorancia de quienes hacen uso de ellas. En el primer caso el autor plasma la costumbre de utilizar proverbios para ilustrar determinadas situaciones sociales. Como puede observarse, la baronesa no conoce el significado de la frase Ilecha, pero es capaz de utilizar la expresión en un contexto social. In el segundo diálogo, Mihura lleva la ridiculización al extremo: la l3aronesa, acostumbrada a la vida en sociedad, utiliza con soltura determinadas frases hechas como la del ejemplo "esta cara la he visto yo en otra parte"; pero Julio, mayordomo, se sirve del lenguaje (on una finalidad mucho más literal, por lo que la expresión de la IIMonesa no permite la transmisión de comunicación. Una vez más, lV1ihura pone de relieve la imposibilidad del lenguaje para transmitir determinados enunciados, pero en esta ocasión el humor surge de 1.1 ridiculización de la clase social burguesa que se cree dueña del II'nguaje cuando, en realidad, se encuentra muy por debajo de él. (Jtra escena ilustrativa podría ser la siguiente: Margarita: -Tiene usted una casa muy bonita ... Abelardo: -No nos hablemos de usted, Margarita. Es mejor tutearnos. Margarita: -¡Qué locura! ¿Qué más da hablarse de tú que de usted? Abelardo: -Es más íntimo el tú. Margarita: -A mí me parece igual de íntimo el usted que el tú. Abelardo: -Sin embargo, personas que aspiran a vivir juntas toda la vida no se pueden hablar de usted ... Margarita: -¿Entonces usted cree que porque dos personas se hablen de usted no pueden vivir juntas? 195 Abelardo: -Sí; vivir juntas, sí. La materialidad de vivir, sí. Pero les faltará siempre la intimidad. Margarita: -La intimidad no depende del tú ni del usted. Depende de la intimidad. Abe/ardo: -Efectivamente. Margarita: -y sin intimidad no puede haber intimidad, aunque se hable uno de tú. (Teatro completo, 254) Abelardo necesita definir la relación con Margarita en función de la interacción lingüística: tratarse de tú o tratarse de usted. En cambio, ella opina que una relación se funda en la intimidad creada por y entre ambos, y no según el léxico que utilicen. Una vez más, Mihura expresa la inaptitud del lenguaje para trasmitir sentimientos y ridiculiza a quienes creen que poseen la capacidad de lograr sus deseos a través de la expresión lingüística. Torrente Ballester, en su publicación Teatro español contemporáneo, define a Dionisio, el antihéroe de Tres sombreros de copa, con las siguientes palabras: conversaciones llenas de tópicos y lugares comunes. El elemento insólito, absurdo, reside en la desvalorización de la finalidad primera de la visita: conversar. 8 En esta misma línea, la primera réplica de Teresa, la criada de /./ caso de la mujer asesinadita, al ver a su señora dormida en el ',ofá, conlleva una gran dosis de ridiculización de la cursilería. Teresa .lfirma: "iMucha finura y mucha tontería, y mucho biscuit-glacé delante de las visitas y, después, en cuanto se queda sola, hay que ver cómo ronca la condenada!" (Mihura, Teatro completo, 300). El ,Iutor critica, una vez más, las formas sociales, la cursilería intrínseca ,11 estatus burgués. Mihura, a través de sus personajes, se ríe de 1,) obstinación con la que la sociedad española pretende aparentar ,Iquello que no es. En palabras de Jorge Rodríguez Padrón: Pero cuando se habla de teatro español contemporáneo, llegamos a la misma conclusión: no solo plantea aquellos problemas que son comunes al hecho teatral, sino que además- es todo él imagen de un conflicto social nunca resuelto: el miedo de la sociedad y del hombre españoles a enfrentarse a su propia imagen, a su propia realidad. El divorcio existente entre la realidad española y la apariencia de esa realidad, que tan arraigado está en la historia contemporánea de nuestro país, coincide con el divorcio intencionado que se plantea entre la realidad española y la escena que presuntamente ha de reflejarla. (29) Entre estos dos mundos, el de la vida a chorros y el del cartón piedra, se mueve indeciso el protagonista. Ya sabemos que, al final, gana el suegro y el cartón piedra, con lo cual queda claro que Mihura no es un optimista, y que eso que ahora llamamos el mensaje consiste, tratándose de Mihura, en llamar estúpidos a todos los que pudiendo vivir, prefieren la fría regularidad de la costumbre a la maravillosa espontaneidad de la vida. (28) Al igual que en el teatro de Mihura, el tema de la crítica social recurrente en la obra de todos los escritores patafísicos, pues las Con este propósito, la Baronesa de Ni pobre ni rico ridiculiza la costumbre burguesa de las visitas, en las que se habla de asuntos vacíos, demasiado conocidos, o en las que unas personas no escuchan a otras, y la finalidad de la visita se convierte en el simple hecho de "ir de visita". Para aminorar el aburrimiento que siente en ese tipo de situaciones, la Baronesa decide ir siempre acompañada por un gramófono para escuchar música y dejar de oír Ile aquí una escena de Ni pobre ni rico: "Baronesa: -jAh, sí! Esto es un !(i,lrnófono. Siempre que voy de visita a alguna casa lo llevo conmigo. iLas visitas ,1'11 tan aburridas, Abelardo! ¡Son tan sosas! (Imitando un diálogo de visita). ",'l ómo se encuentra usted?». «Bien. ¿V usted?». «Bien; muchas gracias. ¿V 1I',ll'd?». ¡Oh! Frases interminables ... Comentarios estúpidos ... " (Mihura, Teatro ¡IlIlpleto, 244). 196 197 !", costumbres sociales impiden que los individuos puedan desarrollarse libremente y la 'Patafísica se fundamenta en la consideración de lo particular. El afán por aparentar y la moda hacen que los seres humanos se vean obligados a seguir ciertas pautas para evitar la marginación social. La búsqueda patafísica de la otra realidad, del conjunto de real:dades posibles e imaginables, sólo puede darse al romper el orden establecido, las normas sociales, como decide hacer el protagonista de Ni pobre ni rico. Ciertamente, Abelardo resuelve abandonar su condición burguesa y volver al estado de pobreza en el que se encontraba cuando era vagabundo. Rechaza el trabajo, con sus horarios y rutina, en favor de las limosnas; deja su casa, los problemas de la convivencia, las órdenes y caprichos de Margarita y la Baronesa para vivir libre al sol, pescando peces y viendo pasar las horas. En definitiva, los personajes patafísicos desechan las normas sociales para permitir la expansión de diferentes puntos de mira. Son, en cualquier caso, personajes marginales pues, al rechazar las pautas impuestas por la sociedad, se ven automáticamente apartados de ésta. Igual que Abelardo acaba durmiendo en el campo, Dionisia -el protagonista de Tres sombreros de copa- sueña con los placeres de la vida bohemia, hasta que se da cuenta de que un cambio tan drástico significaría el desequilibrio, la inestabilidad e inseguridad social, la marginación. El discurso del padre de la novi<l -Don Sacramento- es muy significativo: Don Sacramento: - [... ] Las personas decentes están en sus casas y reciben a sus visitas en el gabinete azul, en donde hay muebles dorados y antiguos retratos de familia [... ] Usted tendrá que ser ordenado ... i Usted no podrá salir por las noches a pasear bajo la lluvia! Usted, además, tendrá que levantarsc' a las seis y cuarto para desayunar a las seis y media un huevo frito con pan ... (Mihura, Teatro completo, 158-159) Sin lugar a dudas, este fragmento conlleva un sarcasmo fabuloso pues, según el discurso de Son Sacramento, "las personas decentes" tienen unas costumbres inquebrantables que, por tratarse de una hipérbole, resultan cómicas. Por lo tanto, el público burgués encontrará gracioso que el personaje de Tres sombreros de copa haga hincapié en la hora exacta a la que deberá despertarse Dionisia o el hecho de que esté obligado a desayunar un huevo frito pero, con estos ejemplos ridículos, Mihura recuerda la larga lista de costumbres sociales totalmente ilógicas y arbitrariamente impuestas que la clase burguesa considera incuestionables. Porque, como menciona Arturo Ramoneda: "Mihura retoma, con humor y comprensión, el mundo del quiero y no puedo de las sacrificadas clases medias, con su afán de aparentar y de disfrazar la penuria de jlienestar, con sus cursilerías, sus niñas casaderas y sus pretendientes I~orrones, víctimas de un sistema burocrático anquilosado" (52). A través de este breve estudio se ha querido dar cuenta del ¡;ran parecido que comparte el teatro de Mihura con el de los dr-amaturgos del absurdo, aunque el escritor español no pertenezca ,11 mismo contexto histórico ni haya sufrido las mismas influencias qlle los absurdistas europeos. Para ello, se ha realizado un recorrido por las características principales de la 'Patafísica, sus autores Ill.ís representativos y su afán por defender los diferentes puntos 111' vista sobre la realidad. Con el fin de demostrar que la obra de rvJihura puede encuadrarse en este marco, se han tomado como ¡!llnto de partida la obra literaria de Jarry y las dos teorías más Il'presentativas -"ciencia de las soluciones imaginarias" y "ciencia di' lo particular". Una vez marcadas las características comunes al 1¡',llro de Mihura, se ha hecho hincapié en las similitudes con los ,llllores del absurdo. De este modo, ha podido ponerse en relación ,,1 I(~nguaje empleado por autores como lonesco, Beckett o Genet I tlll los juegos lingüísticos utilizados por el escritor español. Una VI'I más, queda clara la analogía existente entre el movimiento del oill'.I.Jrdo y la obra de Mihura, pues la manipulación del lenguaje se "'1 jo), en ambos casos, para destruir y reconstruir la realidad. De igual manera, ha sido posible encontrar parecidos en la estructura de las obras dramáticas de los escritores del absurdo y de Mihura, lo que permite demo..>trar una insatisfacción común con respecto a la forma clásica del teatro. A través de la reducción de la intriga y del decorado, así como del reajuste de los personajes en favor de lo estrictamente necesario, los escritores patañsicos quieren expresar la inconsistencia del ser humano, el vacío existencial y una sarcástica crítica a las costumbres sociales de la clase burguesa. En definitiva, sí hasta ahora se ha tomado como referencia el contexto histórico-social español y las influencias en su mayoría distintas de las de los patañsicos para excluir a Mihura del grupo europeo, patañsicamente hablando, es posible considerar otros puntos de vista para su clasificación: la temática común, la estructura común, la idéntica utilización del lenguaje y una muy parecida filosoña del absurdo. Bibliografía Artaud, Antonin. Le Thé6tre et son double. París: Gallimard, 1985. Balbona, Guillermo. "La Escuela del Palacio vuelve a escena con Tres sombreros de copa de Mihura". El diario montañés 15 febo 2006. <http://www.eldiariomontanes.es/pg060215/ prensa/noticias/Cu Itu ra/200602/15/DM o-CU L-095. htm 1> Consultado el 19 de febrero de 2012. Beckett, Samuel. En attendant Godot. Neuilly: Atlande, 2009. ---o Fin de partie. Paris: Ed. de Minuit, 1975. Esslin, Martin. The Theatre of the Absurd. London: Eyre and Spottiswoode, 1962. lonesco, Eugene. La cantatrice chauve. 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