Recorrido realizado por docentes de nivel terciario en investigación sobre educación artística Alzamora, Sonia; Cusel, Patricia; Forte, Nidia Doris y Pechín, Claudia. Instituto Superior de Bellas Artes sonia.alzamora@speedy.com.ar, “Municipalidad de General pato_cusel@hotmail.com Pico” (ISBA). ndforte@speedy.com.ar; musical@infovia.com.ar Resumen: En el año 2004, para cumplir con las exigencias establecidas por las nuevas políticas educativas nacionales (Ley Federal de Educación), se inicia de manera sistemática en el ISBA la función de investigación con la creación de un área específica. Con el objetivo de generar insumos que ayudaran a reflexionar y evaluar la formación inicial en la propia institución, este grupo de investigación centró su temática en las prácticas docentes a través de sucesivos recortes del problema. Los recorridos realizados generaron la necesidad de la revisión y el descubrimiento de otras teorías así como también la vuelta al trabajo de campo en el cual se interactuó con colegas docentes y con estudiantes desde el rol de investigadoras. Pretendemos describir con intencionalidad interpretativa, nuestra práctica como investigadoras del campo de la educación artística, realizando esto que es una parte fundamental en dicho rol: la confesión teórica, en la que se asume que si bien quien investiga debe distanciarse de la situación a conocer, como sujetos sociales tenemos una determinada mirada y diversos grados de implicancia, lo cual incidirá en esa construcción de conocimiento. Introducción Investigar en el contexto de la formación docente significa introducir la duda acerca de nuestras certezas, abrir preguntas, redefinir la relación con el conocimiento ya no desde el lugar del saber y las respuestas acabadas sino como incertidumbre que nos lleva a cotejar la teoría con la empiria (Maldonado, 2000). Como investigadoras de una institución de formación estamos construyendo un espacio con contradicciones y tensiones entre las expectativas, códigos y formas culturales de comprender el objeto investigado y por otra parte, un tiempo de autorreflexión sobre nosotras mismas en este hacer nuevo en nuestra propia práctica. En este trabajo no se trata de preguntar sobre los otros con los cuales realizamos el proceso de investigación sino de interrogarnos acerca de la trayectoria realizada. 1 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” Desarrollo del recorrido de nuestro equipo de investigación. Inicio de la investigación en el ISBA En el marco de la Ley Federal de Educación (desde el año 1993) se considera la necesidad y obligatoriedad de introducir la investigación en los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD), siendo los propios docentes los encargados de desarrollar dicha acción. En el caso del ISBA, significó la conformación de grupos heterogéneos, tanto en la constitución de los equipos como en la experiencia que sus miembros tuvieran en ese campo. En el año 2004 recién se conforman los grupos de investigación a partir del establecimiento del Área de Investigación, con una responsable que coordina las tareas de los integrantes. Nuestro equipo comienza a trabajar el tema de las prácticas docentes en la formación inicial en los Profesorado de Música y de Artes Visuales, problematizando la articulación entre el componente pedagógico y el artístico. Se analizaron las planificaciones, las observaciones realizadas por los estudiantes en las instituciones educativas en las cuales estaban incorporados y registrando las clases desarrolladas por éstos, que cursaban su último año de carrera. Resultados parciales daban cuenta de cierta ruptura entre los momentos de observación y la proyección posterior en la planificación/ práctica. En el año 2005, el grupo se focaliza en los sentidos construidos por los estudiantes sobre las prácticas docentes que realizan en instituciones escolares formales y no formales. A partir de entrevistas se construyen categorías de análisis, entre ellas la artificialidad de las prácticas, el disciplinamiento de los estudiantes de acuerdo a condicionamientos institucionales (de la institución formadora y de la receptora), evaluación de las prácticas para su futuro rol docente y las concepciones acerca del arte y del lugar que tiene en la escuela. Se señala la importancia de la relación entre las prácticas y el contenido a enseñar, la educación artística y el lugar desvalorizado que tiene en la escuela. En el análisis de los datos se consideraron las cuestiones relativas a la inserción de los estudiantes según particularidades de escuelas, de grupos, de contextos. Como resultado, surgieron preguntas sobre las condiciones presentes en la formación inicial que posibilitan direccionan las prácticas docentes de los estudiantes. 2 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” En el año 2006, el objeto de investigación siguen siendo los estudiantes de 4to. año en su momento de prácticas y se recorta a la percepción del contexto escolar y áulico en el momento de la observación, el cual es previo a la práctica de intervención docente. Una hipótesis a la que arribamos es que los estudiantes como observadores estarían centrados en el rol docente, en su propia percepción, en su subjetividad. Dicha centración estaría obstaculizando la posibilidad de leer el contexto. La propia implicancia en la situación obturaría el distanciamiento de la misma considerando en consecuencia, que la práctica puede resolverse en la relación docente/alumno/conocimiento sólo al interior del aula, sin intervención de factores contextuales. El foco de la indagación, desde el año 2007, fueron las representaciones sociales acerca de las prácticas en educación artística de docentes y estudiantes. De modo específico, se intenta analizar la vinculación de las representaciones construidas por los docentes con las de los estudiantes sobre las prácticas. El supuesto orientador es que según sea el contenido representacional de los actores sobre la educación artística, van a reproducir o transformar el sentido de las prácticas docentes. La metodología propuesta en el proyecto consistía en la realización de registros que reconstruyeran las clases en las cuales participarían en calidad de estudiante o docente, el análisis de las planificaciones didácticas producidas por los estudiantes, de las evaluaciones que de las mismas realizarían los docentes y posteriormente, entrevistas con los protagonistas para conocer su intencionalidad e interpretaciones de dichos materiales. Sosteníamos que el cruce de registros de clases, planificaciones y entrevistas permitiría conocer las vinculaciones de las representaciones sociales sobre la práctica de ambos actores. Actualmente nos encontramos en instancia de análisis de categorías construidas a partir de las entrevistas a docentes y estudiantes, las cuales fueron el único medio de acercamiento aceptado por los actores, para luego realizar el cruce de las mismas. Este proyecto se presentó al concurso de investigación pedagógica “Conocer para incidir sobre los aprendizajes escolares” del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), obteniendo la evaluación positiva y el correspondiente financiamiento. Esta situación legitimó la función de las investigadoras con una remuneración económica y aportes de dinero que permitieron pagar gastos que antes 3 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” eran afrontados por la institución y por las investigadoras. En los años anteriores (20042007) esta tarea no era remunerada ni acreditada por los ISFD y menos aún por el Ministerio de Cultura y Educación provincial, consiguiéndose solamente reconocimientos académicos cuando los trabajos fueron presentados en diferentes eventos académicos nacionales. Analizando el camino construido En este escrito pretendemos hacer una reflexión, al estilo de la confesión teórica propuesta por Willis (1980), entendida como las propias actitudes hacia el mundo social en el cual transcurre la investigación, una visión particular de las relaciones sociales al interior de ella y sus determinaciones fundamentales, una noción de los procedimientos analíticos y los motivos de la elección del tema elegido para la labor de investigación. Presentamos un análisis cuya mirada está colocada en las propias investigadoras; pretendemos narrar y analizar estas acciones realizadas, convirtiéndonos en el objeto de indagación; tratando de objetivar nuestras decisiones y compartir con otros el proceso de supuestos, dudas, conflictos, implicaciones y reflexiones de estos años en los cuales intentamos construir conocimiento en y sobre la institución formadora. La conformación de este equipo de investigadoras atravesó distintos momentos: uno inicial constituido por docentes procedentes del campo pedagógico y en menor medida de la educación artística; dos de ellas se retiraron del mismo por distintas razones laborales al finalizar el primer año de trabajo conjunto. Un segundo año con una nueva integrante, también de educación, que discontinúa su tarea al año siguiente manteniéndose un grupo inicial que llega al día de hoy, conformado por una integrante del campo educativo y dos con formación en arte. Evaluamos que hay una continuidad en el proceso grupal; fue un recorrido de cinco años progresivos de toma de decisiones, reconsideraciones y profundización en el objeto a investigar. A nuestro juicio, esto alude a una capacidad de apertura a la complejidad de la problemática seleccionada. Trabajamos desde el año 2004 en torno al tema de las prácticas docentes de los estudiantes y en el último proyecto, también de los docentesi; seleccionado por considerar que es un factor relevante en la formación inicial. Las problematizaciones construidas partieron del interés por comprender el impacto de aquellas así como por las dificultades que surgieron al investigar en la propia institución. Es importante destacar 4 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” la complejidad de estos recorridos, por el doble rol de docentes e investigadoras, lo cual nos enfrentó por un lado, con la perspectiva de los otros acerca de la investigación y de quienes la hacemos y por otro, con las dificultades que el grupo tuvo para distanciarse, objetivar, conocer acerca el objeto. A lo largo de estos años intentamos dar voz a los diversos actores que participan directa e indirectamente en el proceso de las prácticas, respondiendo a una metodología de corte cualitativo cuyo rasgo central en la construcción del objeto de estudio es la presencia tanto de los sujetos investigados como de quien investiga. Buscamos enfocar en sus sistemas simbólicos asociados y en sus formas culturales para una mayor comprensión de los mismos en sus contextos de producción A partir de los desarrollos realizados en las investigaciones, en este momento del proceso nos preguntamos: Estos años de mirar la formación docente inicial que se desarrolla en la institución, han producido alguna transformación en la misma? ¿Qué ha ocurrido con nuestra propia mirada y práctica en la formación inicial en educación artística? ¿Es conveniente investigar en la propia institución? Y qué aspectos de la misma? En cuanto al primer interrogante, podemos mencionar dificultades para delimitar la medida en la cual la investigación es responsable de los cambios institucionales acaecidos, ya que si bien esta actividad ha resultado y continúa siendo movilizadora por sus características de interpelación permanente, se presenta en simultáneo con otras acciones enmarcadas en las demandas de la actual política educativa. El grupo de investigadoras participó en los últimos años de los debates compartidos con los demás colegas acerca del proyecto de modificación de Planes de Estudios de las Carreras, Planes de Mejora Institucional, Jornadas de trabajo con otros Institutos de Formación Docente en Artes, Proyecto de articulación con la Universidad, entre otras acciones. Podemos observar en estos últimos años, la presencia de indicios de una mayor sistematización en cuanto a las definiciones de las problemáticas del grupo docente relacionadas al rol profesional en esta institución (donde la historia y la configuración otorgan una caracterización particular) y en la búsqueda conjunta de todos los actores en vistas a construir propuestas enriquecedoras para la formación docente. 5 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” Las respuestas de nuestros colegas a los resultados y las distintas acciones requeridas por los trabajos de investigación generaron en algunos casos suspicacias e incomodidades, molestias o indiferencia por los análisis realizados. Nuestra sensación es que los docentes no demandan la realización de investigación por un lado y por otro ante la situación de tener grupos que se dedican a esto, no son ellos quienes instalan, sugieren o proponen los temas a investigar. Si bien estas actitudes acompañaron desde el inicio el proceso que estamos describiendo, no lo miramos en su totalidad hasta los episodios de fines del 2007 e inicios del 2008, momento en el cual pudimos interpretarlo como resistencia, permitiéndonos develar el lugar ocupado por la investigación en la institución. Resulta significativo por un lado, que la investigación es una función nueva en los ISFD, que surge e ingresa en los mismos a partir de una prescripción ministerial y no se ha construido aun como un lugar propio; y por otro lado, gran parte de nuestros pares con formación en investigación, son docentes universitarios y colocan el lugar de su actividad investigativa en la misma, siendo un espacio considerado de mayor prestigio. Esto debemos incluirlo dentro de una tradición que se legitima permanentemente; esto es, el lugar para investigar es dentro de las Universidades y no en Instituciones Superiores no Universitarias. El segundo interrogante nos lleva a reflexionar sobre este proceso investigativo vivenciado y actuado por las mismas investigadoras. Si bien investigación y docencia remiten a distintos oficios, con requisitos diversos que podrían explicitarse como la búsqueda de cientificidad en el caso de la investigación y de características praxeológicas en la enseñanza, no es menos cierto que ambas centran su actividad en la relación con el conocimiento. Este se construye históricamente al interior de instituciones que nos preceden y que son producto de elaboraciones sociales cargadas de determinadas concepciones. Durante muchos años y en el contexto de los procesos político sociales vividos en nuestro país, estos oficios no llegaron a fecundarse mutuamente. Al revisar las formas de apropiación del conocimiento por parte de los educadores, se evidencia que a menudo el sobredimensionamiento de la tarea pedagógica y la urgencia en los tiempos por cumplir la tarea, ha llevado a los docentes a una relación de exterioridad con el conocimiento en la cual se prioriza la trasmisión 6 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” (Ortega, 2000), esto atenta contra la necesidad de reflexionar que es requerida por ambos oficios. Como docentes cuando comenzamos a investigar, en el proceso de ir y venir del dato a la teoría, que nos permitió construir el objeto de estudio, fuimos descubriendo ciertos paralelismos con nuestro propio accionar, haciendo conscientes elecciones, actitudes y prácticas que construimos a lo largo de nuestra historia escolar y laboral. Observar a los otros se volvió una forma inesperada de mirarnos a nosotras mismas. Este proceso nos permitió no solo objetivar y reflexionar con los otros sino también sobre nuestra propia práctica docente. En cuanto a las formas de relación con el conocimiento, retomamos los dichos de Achilli (2000) en su mención al modo relacional dialéctico porque consideramos que nuestra situación como docentes investigadoras resultó un modo especialmente enriquecedor, puesto que en tanto docentes transformamos nuestras concepciones al construir conocimiento acerca del propio campo de manera rigurosa; como investigadoras al mantener el contacto directo con lo que indagamos y para nuestros estudiantes significa la posibilidad de aprender no solo aquello de lo que se habla sino también ese movimiento de búsqueda, de duda que se aleja de la visión simplificada, de ese remedo de saber que es el manual (Ortega, 2000). Somos conscientes de las dificultades en cuanto a tiempos, recursos y sentidos socialmente otorgados tanto al oficio de investigar como al de enseñar, aún así, la importancia de lo que puede obtenerse en la intersección de ambos roles relacionados, tanto para el formador como para el estudiante, merece el intento. El tercer interrogante planteado refiere a la conveniencia de investigar en la propia institución. Este tránsito es realizado en el mismo espacio social donde se generan los significados indagados. Aquí, quienes actúan como investigadoras confrontan sus modelos teóricos, políticos, culturales y sociales con los de docentes y estudiantes que son referentes empíricos. Los lugares que ocupamos dentro de la institución (colega, asesoría o externo a la docencia), podría estar generando en el otro la sensación que las investigadoras tienen un lugar de poder, de control, de evaluación. Es interesante analizar aquí el fenómeno de la implicación, que alude al sujeto y al campo de la subjetividad. Supone involucramiento, en un registro no consciente, de componentes valorativos del 7 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” investigador en la problemática que estudia, especialmente la posición que ocupa en relación al objeto estudiado. Se requiere un esfuerzo para reconocer sus contenidos, sus orígenes y efectos en el proceso y en los resultados de la investigación (Garay, 2003). La intención de comprender distintos aspectos del accionar de los actores, desde su propio lenguaje (categorías sociales) y tratar de cuestionar el saber producido por los expertos (posicionamiento teórico) en el campo de la disciplina, conllevaría un ejercicio de evaluación de las investigadoras hacia los otros que puede oscurecer el nivel de objetividad si no se expone a reflexión crítica constante. Hablamos de sobreimplicación cuando se incorpora un componente afectivo, emocional. Las relaciones con el objeto de conocimiento están atravesadas por vivencias fuertes, positivas o negativas, que han dejado marcas en los modos de percibirlo, representarlo, significarlo (Garay, 2003). En nuestro equipo esas vivencias fueron procesadas de diferentes maneras según las historias laborales de las integrantes en relación con la institución, en los encuentros y desencuentros con los distintos colegas, con los más antiguos, los recién llegados, con las autoridades actuales y anteriores, etc. Hubo momentos en el trabajo de estos años que vivíamos con una sensación de agotamiento o saturación. La misma podría estar relacionada con las tensiones que nos generó avanzar sobre el análisis, descubrir que lo examinado, registrado y documentado en los otros al ser generalizado, como parte del contexto, nos impregna a nosotros; desanuda lo cotidiano, lo oculto a veces inconsciente, a lo cual hemos estado contribuyendo aún sin quererlo. Conclusiones El análisis del recorrido en el proceso de investigación en el ISBA nos permitió colocar por escrito nuestros pensamientos y decisiones sobre la factibilidad, los márgenes y el significado de la capacidad de producir nuevo conocimiento como resultado de investigaciones desarrolladas y en proceso. Los momentos de incertidumbre activa que surgieron en este hacer investigación -que nos posicionó frente a contradicciones importantes- nos condujeron a reformular y articular de modo más concreto, las formas de relación entre las categorías teóricas generales y las particulares del área de estudio de las prácticas docentes en educación artística. 8 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” La reflexividad que nos exige la investigación, al mismo tiempo permite la configuración progresiva de lo concreto en relación a la teoría, como un método dinámico y dialéctico que nos aporta elementos para nuestro hacer cotidiano. Para el nivel de la institución de la cual formamos parte, si bien nuestras producciones sencillas y acotadas pueden ser relevantes para introducir temáticas y exigencias a considerar en la mesa de discusión y de labor diaria, evaluamos en este momento que debemos preguntarnos, por la selección de la temática a estudiar, sobre los referentes, sobre la incidencia del tema en ellos. Tal vez el desafío consista en pensar con nuestros colegas los recortes que sean significativos por la posibilidad de generar insumos favorecedores de los procesos de enseñanza y de aprendizaje en la educación artística, construyendo problematizaciones que no involucren el hacer de los docentes y estudiantes de la propia institución. Coincidimos con la postura de Rockwell (1985) cuando al hablar de la etnografía, menciona que la transformación más importante que logra se da en quienes la practicamos, en nuestras concepciones sobre la realidad. Esta es nuestra pequeña apuesta cotidiana, con las debilidades, contratiempos, falencias y aprendizajes permanentes. Es el compromiso con nuestra profesión docente y el propio proceso en la tarea como investigadoras los que nos instan a continuar preguntándonos acerca de nuestras prácticas docentes. Si como afirma Litwin (2008) el conocimiento pedagógico y la experiencia práctica que poseen (los docentes) “...los hace aptos para este proceso más que ningún otro especialista” y los interrogantes que formulan provienen de una fuente “...privilegiada en tanto se entrama en los problemas prácticos de la enseñanza y no en los intersticios que dejan las teorías” (202), el crecimiento en la conciencia y comprensión de nuestra tarea cotidiana contribuirán a formar una cultura institucional donde se articulen docencia e investigación. Referencias bibliográfícas Achilli, E. (2000). Investigación y Formación Docente, Rosario, Laborde. Eisner, E. (1998). El ojo ilustrado. Indagación cualitativa y mejora de la práctica educativa, Buenos Aires: Paidós. Fernández, A. (2000). Poner en juego el saber, Buenos Aires, Nueva Visión. 9 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” Garay, L. (2003). Sujeto, instituciones educativas, futuro: conferencias. Congreso Nacional de Educación, Instituto “Alejandro Carbó”, Córdoba. Ortega, F. (2000). Conocer lo social: Investigación y Enseñanza. Trabajo de circulación interna, Córdoba. Ortega, F. (2000). Investigación versus Docencia. Cuadernos de Educación Nº 1. Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba. Litwin, E. (2008). El oficio de enseñar. Condiciones y contextos, Bs. As, Paidós. Maldonado, M. (2000). Introducción a la Investigación Educativa. Postítulo en Investigación Educativa a Distancia. Ministerio de Educación de la Nación y Universidad Nacional de Córdoba. Rockwell, E. (Comp.) (1985). Ser maestro, estudios sobre el trabajo docente, EP/El Caballito, México. Rockwell, E. (1985). “La relevancia de la etnografía para la transformación de la escuela”, Tercer Seminario de Investigación en Educación, Serie Memorias de Encuentros Científicos Colombianos, Colombia. Willis, P. (1980), Notas sobre el método, En S. Hall (edit), Culture, Media, Language, London, Hutchinson. i Las prácticas planteadas en el ISBA atraviesan paulatinamente todo el cursado de la carrera. Son los espacios curriculares con carga horaria en praxis los que permiten a los estudiantes, la ocasión de desarrollar un proyecto pedagógico 10