BROTE DE FIEBRE AMARILLA SELVATICA EN SANTO DOMINGO DE LOS COLORADOS, ECUADOR* Por el Dr. ECIBERTOGARCÍA Director General de Sanidad, Reptiblica del Ecuador Antecedentes.-En marzo de 1944 se tuvo la denuncia de que en Rosado (l), punto intermedio entre Chone y Santo Domingo de los Colorados, estaban aconteciendo defunciones de una enfermedad febril, con “vómito prieto,” ictericia y rápido desenlace. En abril de ese mismo año el Servicio Nacional de Fiebre Amarilla vacunó por esta zona alrededor de 1,000 personas, se dejó establecido el puesto de viscerotomfa en Santo Domingo y se colectaron muestras de sangre para pruebas de proteccion entre moradores de la región, especialmente de habitantes del pueblo. Desde entonces hasta 1948 se enviaron al laboratorio 34 pedazos de hígado, y 96 sueros, todos los cuales fueron negativos. Retrospectivamente se supone que las muestras enviadas fueron de fallecidos entre personas que ~610 vivieron dentro del pueblo y los sueros en su mayoría de gente serrana residente por negocio en el pueblo. Muy pocas fueron las personas nativas de la región que tenían que penetrar a ejecutar labores agrfcolas. En ese mismo año se realizo una breve encuesta de la localidad y un levantamiento de índice estegómico con los siguientes resultados (2): habitantes, aproximadamente 1,000; casas, 78; hospital, para 20 camas; floresta selvática; fndice estegomico, cero (0). En 1949, en el mes de julio, realizamos un viaje de Quito a Esmeraldas siguiendo la ruta de Quito-Santo Domingo-Quinindé-Esmeraldas. El Dr. John D. Long nos acompañaba en este viaje. Viajaban ademas el Dr. José Gomez de la Torre y el Ing. Charles P. Blanks del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública. En un sitio entre Quinidé y Teahone (Viche), en la ribera del río Quinmdé, encontramos un enfermo de 12 años aproximadamente, de raza negra, que llevaba tres días de fiebre, ictericia ligera y un vómito café flúido. Le tomamos una gota de sangre en una placa para investigar paludismo, la misma que teñimos y examinamos en el Hospital de Esmeraldas con resultado negativo. El Dr. Long indicó que debíamos gestionar ante la Oficina Sanitaria Panamericana la venida de un tecnico para que tomara informacion sobre el terreno, tendiente a aclarar las dudas que suscitaba este enfermo en relación con la fiebre amarilla. Vino el Dr. Odair Franco, técnico brasileño del Servicio de Fiebre Amarilla del Brasil, pero no fue posible llegar hasta alla por la inaccesibilidad y corto tiempo de permanencia. Descripción de la región.-El pueblo de Santo Domingo de los Colorados se llama así porque en sus alrededores existe una pequeña concentra* Manuscrito recibido en abril de 1951. 340 Octubre 19611 c FIEBRE AMARILLA SELViiTICA 341 ción de indios semi-desnudos que se pintan el pelo con tinturas vegetales de color rojo especialmente. A más de su dialecto específico hablan el español y se ocupan de las faenas agrícolas. No son salvajes; son de raza Caribe (3). La región pertenece a la provincia de Pichincha y está a 128 km de Quito, distancia que se cubre en seis horas en vehículos de motor por una carretera estable pero angosta que traspone la cordillera occidental de los Andes a una altura de 3,340 m sobre el nivel del mar (San Juan). El pueblo y toda la región se encuentran a 671 m sobre el nivel del mar; a 79” 10’ longitud oeste (Greenwich) y 0” 15’ latitud sur (3). Se halla a 300 km del Pacifìco y no posee una buena vía accesible al mar. La población se abastece de agua de un pequeño río que pasa al sur de la localidad y utilizan varios tipos de depósitos para conservar el agua de uso doméstico. Sm embargo, no hay Aedes aegypti. Durante la Segunda Guerra Mundial, la región vino a tomar importancia por su natural riqueza agrfcola, especialmente por las demandas de caucho como elemento bélico, y desde entonces hasta el momento actual se cuentan más de 7,000 habitantes (4) en todo el sector, que lo podemos considerar con más de 100 km de carreteras estables hacia Esmeraldas y Chone, areas tfpicamente selvaticas. El clima de la región es fresco pero sumamente húmedo; la humedad relativa media anual es de 97%. La temperatura media es de 25”C, pero puede bajar por las noches hasta menos de 18°C; en la época seca se pueden sentir temperaturas sobre 30°C. La precipitaci6n anual usualmente excede de 3,500 mm (5) durante el período de lluvias de diciembre a mayo y las lluvias por lo general van acompañadas de tormentas. Los vientos predominantes son durante los meses de julio, agosto y septiembre sin llegar a tomar intensidad de vientos marinos. La dirección de ellos ordinariamente es de Sur a Suroeste y de Este a Oeste. No se ha podido obtener el dato sobre la velocidad de ellos pero se estima que oscila de 1 a 2 m por segundo. La vegetación del “área de estudio” es estrictamente selvatica, prevaleciendo la vegetación frondosa propia de las zonas tropicales bromeliaceas, de variada calidad de madera llenando toda el área enzoótica que la podemos considerar en extensión territorial como de 50 a 60 km a la redonda, tomando como centro el pueblo de Santo Domingo. Dentro de esta maraña, con la construcción de la carretera a Quinindé y de un tramo de 30 km hacia Chone, se han cultivado grandes extensiones de banano, arboles frutales, café, caucho, maíz y otros productos tropicales que constituyen un factor atrayente para el agricultor serrano. El cultivo de estos productos y la extracción de maderas de calidad es la principal fuente de riqueza de la regidn, que está en manos de una colonización serrana, siendo por tanto toda su población enteramente susceptible a la fiebre amarilla. Las condiciones de vida de esta gente son bastante precarias y viven por lo general en galones sin paredes y 342 BOLETîN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA sin ninguna defensa de estructura para los insectos, viento y lluvia; es decir, que los jornaleros de la sierra que son llevados para faenas agrícolas están expuestos a todos los riesgos epidemiológicos. La fauna es abundante y variada, pero nos vamos a referir a los principales mamíferos del Ecuador Occidental que corresponden a primates (monos), roedores y marsupiales (zorros) (6). (a) Primates: Ateles fusciceps Gray, llamado “bracilargo,” esbelto y de colorn ítegramente negro. Está distribuido en el noroeste del litoral ecuatoriano y se encuentra hasta los 1,500 m de altitud. “En la provincia de Esmeraldas existe un mono de este mismo género, probablemente una raza local del Ateles bekebuth, que se diferencia del anterior principalmente en tener una mancha blanca sobre la frente” (6). Allouatta palliata aequatorialis Festa, conocido por los campesinos de la región con el nombre de “mongon.” Es un mono grande y de formas muy robustas y de color negro o negruzco casi totalmente. Existe en todo el litoral del Ecuador y se aclimata hasta los 1,500 m sobre el nivel del mar. Se presume, por relatos de testigos presenciales, que la gran cantidad de monos muertos aparecidos en los dias de la infección humana, son pertenecientes a esta especie. Según los trabajos de autores brasileños, los monos de este género se infectan fácilmente con el virus de la fiebre amarilla selvática (6). Cebus capucinus (l), “cariblanco.” Por sus formas, aspecto y tamaño se parece mucho al mico común “mico machín.” Su distribución corresponde desde los 700 a 1,500 m sobre el nivel del mar. Los monos de este género se infectan menos fácilmente que los anteriores y se supone que podrian ser reservorios habituales del virus. Cebus albifroms aequatorialis J. A. Alleos: Nombre vulgar: “mico” o “Machín.” Su distribución corresponde desde el nivel del mar hasta 1,200 y 1,300 m de altura desde la provincia de Esmeraldas hasta el sur de la provincia del Guayas. En resumen, tenemos cinco especies de monos habitantes al occidente de los Andes, pero ~610dos de ellas son comunes en la región actualmente afectada por el brote de fiebre amarilla: el “mico machm” y el Allouatta paZZiata aequatorialis, cuyas características sistemáticas corresponden al grupo de monos encontrados muertos según relato de Vera. El “bracilargo” y el “cariblanco” prefieren regiones más altas y rara vez bajan hasta Santo Domingo de los Colorados (6). (b) Roedores: Dasyprocta variegata suvp. occidente, amarillenta, vulgarmente conocida con el nombre de “guatusa.” Abunda mucho en la región y es muy codiciada por los cazadores. CunicuZus paca guanta Lonnberg. Habitante del occidente, de color café con manchas blancas en los costados, presa estimada de cacerfa. Se domestica fácilmente. Se conoce con el nombre de “guanta.” Simoscuirw Stramineuas (ardilla cola peluda). Muy común en el litoral ecuatoriano. Le gusta vivir sobre los árboles. Abundante en Ia OctdJfe 1961] FIEBRE AMARLEA SELVitTICA 343 región de Santo Domingo. Posiblemente es receptáculo del virus de fiebre amarilla. La especie a que nos referimos es habitante frecuente de Pascuales, provincia del Guayas (7). (c) Desdentados o kenartros. En todo el litoral tenemos dos especies muy conocidas y que habitan hasta muy cerca de los 1,000 m sobre el nivel del mar; éstas son: Dasypus nevencintus aequatorialis, Lonnberg, que en el oriente del pafs está representado por una raza bastante parecida. Se le conoce mejor por el nombre de armadillo, y el B~adypus ephippiker, conocido vulgarmente con el nombre de “perezoso” o “perico ligero”; frecuenta la copa de los árboles; abunda en todo el litoral. (d) Marsupiales: Los marsupiales del género marmosa estan representados en el Ecuador por muchísimas especies de talla pequeña, inferior a la de una rata, pero así mismo de aspecto ratonil y con la cola desnuda, pero se distinguen fácilmente de las ratas y ratones por tener en la cara dos manchas negruzcas que rodean a los ojos y se destacan sobre el fondo claro del resto del pelaje. Pero en la región occidental tenemos una especie de mayor consideración denominada Didelphys marsupiaZis etenais Allen, conocida corrientemente por el nombre de “rapoza” o “zorro.” Vive desde el nivel del mar hasta la cordillera de los Andes. EPIDEMIOLOGÍA DE LA INFECCIÓN HUUNA Cuando llegamos a Santo Domingo de los Colorados la infecci6n humana había tomado su más alta proporción. Encontramos en el Hospital Dunham 23 enfermos, de los cuales uno presentaba formas jóvenes de PZasmodium vivax y tres un cuadro típico de intoxicación alimenticia. El primero murió a las 24 horas de ingresado y los tres restantes se recuperaron a los tres días. Entre los convalecientes encontramos a un individuo procedente de la carretera a Chone, hacienda La Esperanza, a 35 km de Santo Domingo, quien nos hizo el relato siguiente: Nacido en Eloy Alfaro, parroquia del cantón Chone, salió con tres compañeros más a recoger caucho el 28 de febrero. Al día siguiente encontraron alrededor de 30 monos muertos, “grandes, negros y pipones.” Regresaban diariamente a dormir a La Esperanza. Al sexto día enfermaron los cuatro a la misma hora, con fiebre, fuerte dolor de cabeza y del cuerpo; no tuvieron vómitos, pero se pusieron amarillos después del octavo día. Todos salvaron, habiendo soportado 10 dfas de fiebre. En la hacienda tomaron aspirina y jugo de limón a pasto. La infección selvatica se comprobó por primera vez en el Ecuador por el examen histopatológico de una muestra de hfgado recogida de un fallecido en el sitio Lorocachi de la provincia Napo-Pastaza, en junio de 1949, durante un pequeño brote epidémico que se presentó entre los trabajadores de la Compañía Petrolera Shell. El examen fué hecho en el Instituto Carlos Finlay de Bogotá. En ocasiones anteriores habían ocurrido brotes sospechosos en otros 344 BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA puntos de la misma provincia oriental, pero sin haber podido llegar al reconocimiento directo o indirecto de la infección humana como de ser fiebre amarilla. Más vale, pensaron algunos investigadores nacionales (8), que se trataba de una forma palúdica severa con alta mortalidad, toda vez que en muchos convalecientes se encontraron las tres formas clasicas de hematozoarios. Mas recientemente, en 1948, realizamos una colecta de sangre para pruebas de protección, llegando a examinarse aproximadamente 120 sueros de entre los moradores más jóvenes de la región del Napo y se obtuvo un 1501,de muestras positivas. Este dato estuvo muy de acuerdo con el obtenido por Walcott en 1936 (9) durante la epidemia de Zatzayacu, a la orilla del río Anzu, un afluente del Napo, que diezm6 la población de una hacienda, abandonada inclusive por su propietario, sin que hasta el presente se tenga noticias de su reorganización. Hasta 1948 se mantuvo en Santo Domingo de los Colorados un puesto de viscerotomía con el fin de obtener alguna información relacionada con la fiebre amarilla. Lamentablemente las muestras recogidas durante cuatro años, fueron en fallecidos que residieron en el propio pueblo de Santo Domingo y que por tanto no se ponían en riesgo de contraer una enfermedad infecciosa de la selva de origen animal. Sin embargo, siempre fuimos muy cautelosos en la apreciación de estos resultados, especialmente después de la evidencia de Lorocachi. Del estudio de los casos en el Hospital de Santo Domingo y de las defunciones en el registro civil del pueblo se deducen los siguientes datos, que demuestran epidemiológicamente que el brote presentado corresponde a un brote de fiebre amarilla. 1. Relato de AntemSgenesVera, que sostiene la aparición de una gran cantidad de monos muertos, a 35 km de Santo Domingo vfa Chone, describiendo a los primates como de talla robusta, de color negro, “pipones” o sea barrigones, correspondiendo estas caracteristicas al Allouatta palliata aequatoTialis Festa que abunda en la regidn y al decir de los autores brasileños (6) los monos de este género se infectan facilmente con el virus de la fiebre amarilla selvática (10). 2. La infección humana comenzó el 27 de enero de 1951 con un agricultor serrano, de 25 años, residente a 28 km de Santo Domingo, vía Quinindé, que presentaba fiebre alta, ictericia, vómito prieto, hematemesis, no hematozoarios; ingresó en estado agónico y murió a los 9 dfas de enfermedad. 3. Desde entonces los casos ocurridos hasta el 21 de marzo de 1951 llegan a 53, con 19 defunciones, distribuidos asf: Casos: enero, 1; febrero, 22; marzo, 30; Defunciones: enero, 0; febrero, 9; marzo, 10. 4. Su distribución desde el punto de vista ocupacional es la siguiente: jornaleros-agrfcolas, 48; aserradores de madera, 1; quehaceres domésticos, 4. Se aprecia claramente que la enfermedad es estrictamente ocupacional, ya que ~610observamos cuatro casos en mujeres que incidentalmente penetraron al bosque para ayudar en tareas agrfcolas o preparar comidas para sus compañeros. 5. La distribución de los casos por edad es la siguiente: de 15 a 19 años 7; de 20 a 29,23; de 30 a 39, 5; de 40 a 49,2; de 50 a mds, 3; no especificadas, 13. e );\ ..*i.......i -.....:‘.:. A f k *9 +.e--- Yo -yc__ _ ZONA EPIDEMICA Límites . . . . . . ...” . . . . . . . Límites Internacionales _ Provinciales Carretera 780 E??. . 790 DE LA m-bI(,E *.........:......,.... -*-.....--*‘*--“‘&O :. .. . ... DISTRIBUCION DE LOS CA: --- . ..__*. / ------ . 76” -... .-DE FIEBRE ‘....EL AREA Carretera E AMARILLA JNFECTADA ~ -... -... -..* -. -. . ._. . . . en Construcción 346 BOLETm DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA La mayorfa de los casos fueron en hombres de 20 a 29 años, la edad m&s activa para las faenas agrfcolas. No se ha presentado mngCn caso en niños menores de 15 años; por lo general a esta edad todavfa no realizan trabajos de penetración en la selva. 6. La distribución de los casos por lugar de nacimiento establece que 50 nacieron en la sierra y 3 en la zona subtropical de Santo Domingo. No se observb ningún caso entre los indios colorados dentro de estos primeros casos.Posteriormente a este estudio se tiene noticias de haber ocurrido un fallecimiento en un indio colorado, cuyos atributos personales nos son hasta este momento desconocidos. 7. La duración de la enfermedad en los casosfatales coincide con la evolución clásica de la fiebre amarilla. De las 19 defunciones tenemos que uno murió a los siete dfas de enfermedad; 2 murieron a los ocho dfas; uno a los nueve dfas; 4 a los diez dfas, y once casos cuyo tiempo de duración no fu6 oportunamente comunicado. 8. El estudio de los sfntomas revela que en el 89% de los casoshubo fiebre, vómito prieto, ictericia, albuminuria y de los 53 casos~610se encontró uno positivo para Plaamodium vivaz. Además, dentro de la población encontramos dos casos de paludismo, los que se recuperaron con los clásicos tratamientos antipahídicos. Dietribucibn cronológica de casosy defunciones de Fiebre Amarilla Selvática ocurridos en Santo Domingo de los Coloradosde enero a abril de 1961 . 4 . ,- 4 CASOS 3530- . 25- ENERO Vacunación.-Como población FEBRERO MARZO I ABRIL medida inmediata se vacunó en masa a la comenzando por Santo Domingo de los Colorados. Esta Oehrbh l!m] . 1L . A + * * FIEBRE AMARILLA SELV&W?A 347 comenzó el 16 de marzo, habiéndose realizado m&s de mil vacunaciones en el primer día. Hasta el 29 de marzo se habían vacunado 5,849 personas. Esta se extendió luego a la ciudad de Esmeraldas, con motivo de la aparición de unos casos sospechosos muy cerca de allí. Se han llegado a vacunar hasta el momento en la ciudad de Esmeraldas 6,402 personas. Area infectada, 5,849; Ciudad de Esmeraldas, 6,402; total, 12,251. SUMARIO Y CONCLUSIONES Este estudio epidemiológico de fiebre amarilla hecho en Santo Domingo de los Colorados debia referirse también a la encuesta de inmunidad sobre la población humana; a una sistemática colección de vertebrados y mosquitos en diferentes lugares de la selva o más bien dentro de los sitios denunciados por los enfermos como el lugar donde contrajeron la enfermedad, y a la busca de anticuerpos neutralizantes en la sangre de los animales capturados en la región. Pero desgraciadamente solo hemos podido realizar una pequeña encuesta sobre los casos convalecientes en relación con el poder protector del suero, que en ningún caso podrfa tener el suficiente valor, porque no se hizo una prueba previa dentro de los primeros dfas de enfermedad. También se han recogido algunos ejemplares de mosquitos de los generos Haemagogzcs, Aedes y Anopheles cuya clasificación está en manos en estos momentos de Osorno Mesa de Bogotá, así como los resultados de las pruebas de proteccibn que se están ejecutando también en el Instituto Carlos Finlay de Bogotá. También hemos realizado una ligera comparación de las condiciones ambientales entre la población humana infectada y los moradores de Santo Domingo, la misma que se deriva del análisis sugerido de la distribución de los casos por lugar de nacimiento. La población infectada es en su mayoría gente del altiplano, traída a la región para la cosecha de banano. Actualmente parece que salen de Quito, con miras a exportar al sur de Colombia, alrededor de 4,000 racimos de guineos diariamente. Para esta labor, los hacendados han llevado gente joven de la sierra, desambientada a los rigores de la selva y por consiguiente incautos a su agresividad patológica. La población de la localidad es una población flotante en parte, y otra parte colonos que viven dentro del pueblo como comerciantes. Muy pocos agricultores viven en el mismo pueblo de Santo Domingo. Esta poblacion no se expone de ninguna manera al riesgo de contraer la fiebre amarilla. No existiendo Aedes aegypti, hemos dirigido nuestra búsqueda a otras especies de mosquitos y con toda certeza se puede establecer que no hemos encontrado dentro del mismo pueblo ninguna especie doméstica intradomiciliar. Se deduce lógicamente que la población expuesta al riesgo de la fiebre amarilla es aquella venida de la sierra, contratada para labores especlficas de extracción de maderas, banano, caucho u otros productos agrícolas 348 BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA de importancia comercial. Es entre esta clase de poblaci6n que ha ocurrido la epidemia porque como sabemos los mosquitos incriminados de trasmitir la fiebre amarilla en la selva no tienen hábitos domésticos y su voracidad de picar a los animales, puede extenderse al ser humano, siempre que éste penetre al bosque. No se puede hablar tampoco de diferentes tipos de vegetación en el “area de estudio,” toda vez que su floresta es igual casi hasta llegar muy cerca al mar, donde ya podria decirse se encuentran zonas de vegetaciones xerófilas y halófilas, pero a mas de 200 km del área enzoótica. Por falta de equipo conveniente no hemos intentado la captura de mamíferos de la regibn, especialmente roedores y xenartros que se encuentran en gran cantidad y al alcance de cualquier tentativa, pero estamos en estos momentos confeccionando un proyecto para establecer un laboratorio de estudio y experimentación en Santo Domingo de los Colorados, anexo al Instituto Nacional de Higiene, con esta y otras finalidades de investigación. Se han podido obtener, venciendo prejuicios familiares, 4 muestras de hígado en fallecidos sospechosos. Los resultados son los siguientes (9) : Una muestra degenerada post-mortem, tomada mucho tiempo después de acaecida la muerte. Por el interrogatorio familiar realizado después de conocer este resultado, se deduce que el enfermo murió de fiebre amarilla. Una muestra negativa, de un agricultor que parece tenfa una ulcera intestinal de la que murió por perforación con peritonitis concomitante, lo que hizo que se enviara un pedazo de hfgado porque la muerte ocurri6 dentro de un periodo de 10 dfas y con ligera fiebre. Dos muestras positivas para fiebre amarilla, de enfermos que tuvieron un cuadro de sintomas completo de fiebre amarilla, sin hematozoarios y con albuminuria intensa. BIBLIOGRAFfA (1) Informe verbal de la Junta del Carretero Quinto Chone, 1944. (2) García, Egberto: Informe del Director General de Sanidad, 1943. (3) Rev. Padre Morales, y Eloy, Juan: Nociones Históricas-Geografia Física y Antrópica, la. ed., 1938;editada por los autores en Guayaquil. (4) Mpee Muñoz, Luis: CensoNacional, nbre. 1950,Departamento deEstadística del Ministerio de Economia, Quito. (5) Informes de la Estación Meteorol6gica del Banco de Fomento, Observatorio Astronómico, Quito. (6) Ore&, Gustavo: Fauna de Esmeraldas-Vertebrados, tomo 1, capitulo VII de la obra del Dr. Misael Acosta Solís, “Nuevas contribuciones al conocimiento de la Provincia de Esmeraldas,” Quito, 1944. (7) Campos Rivadeneria, Francisco: Información verbal. (8) Falconi Villag6mez, J. A.: c‘P&ginasMédicas,” p. 244, Tip. Sociedad Filantrópica, Guayaquil, 1944. (9) Long, John D. : Relato verbal. (10) Taylor, R. M., y Fonseca da Cunha, Jos6: “An Epidemiological Study of Jungle Yellow Fever in an Endemic Area in Brasil,” Fundación RockefelIer, Collected Papers, tomo xX111, 1946. (ll) Instituto Finlay (BogotB): “Relación de las muestras de hígado-Formulario 13,‘?mso. 30 y ab. 13, 1951. d c + . e * Octubre 19611 OUTBREAK .+ JUNGLE YELLOW FEVEZ 349 OF JTJNGLE YELLOW FEVER IN SANTO DOMINGO DE LOS COLORADOS, ECUADOR (8wm.my) The town of Santo Domingo de los Colorados, in the Province of Pichincha, is connected to the capital City of Quito 80 miles away by a narrow highway, crossing the Weatern Andes at an altitude of 10,955 ft. The altitude of the town and adjoining region averages 2,200 ft, at a distance of about 200 miles from the Pacific, without any accessto the sea. During World War II the region acquired great importance as a source of rubber, and since that time the population has increased to 7,000. The surrounding area for about 31 to 37.5 miles, is mostly wooded, with trees and vegetation typical of tropical humid regions. Since the construction of a highway to Quito and a branch road (20 miles) to Chone, great areas are under cultivation: bananas, fruit trees, coffee, rubber, corn and other tropical produce. Living conditions are exceedmgly primitive, most of the inhabitants living in huts without walls, deprived of all protection against insects, wind and rain. The fauna is prolific. The monkeys most frequently found are Cebusulbifmms aequatorialis and AUouatta palliata aequuturiaìis, known locally as “mico” or “machin” and “mong6n.” In addition, severa1species of rodents, edentata and marsupials are found in the region. The outbreak of yellow fever in Santo Domingo de los Colorados began on January 27, 1951, the first case being observed in a 25 year old farmer, living about 20 miles away. The patient had high fever, icterus, black vomits, hematemesis, but no blood parasites. Death occurred nine days after the onset of the diiease. From January 27 to March 21, 1951, 53 caseswere observed, with 19 deaths. Most casesoccurred in men 20 to 29 years of age. The course of the disease was typical of yellow fever. Of the 19 deaths, one occurred seven days, two eight days, one nine days, and four ten days after the onset of the disease. In 11 cases the duration of the disease was not determined. Eighty-nine per cent of the patients had fever, black vomits, icterus, and albuminuria. Only one wa8 positive for Pl. vivax. Most of the cases occurred in individuals from the plateau. No A. uegypti are found in the region, and efforts are being made to locate other species of mosquitoes. In the town itself no mosquitoes have been found in the dwellings. It is therefore concluded that the individuals exposed to the risk of yellow fever infection are those coming from the mountains to perform agricultura1 tasks in the region. All casesoccurred among that group of individuals. The epidemiological survey of the yellow fever outbreak in Santo Domingo de los Colorados should include immunity tests of the human population, a systematic collection of vertebrata and mosquitoes in different areas, and a search of the neutralising antibodies in the blood of animals captured in the region. Cf four hvers tested, two were positive for yellow fever.