Los datos que les voy a presentar, referidos al estudio de la posible reforma de la infraestructura viaria del entorno de la iglesia de San Julián de los Prados, pertenecen, en su mayor parte, al PLAN DIRECTOR SOBRE LOS MONUMENTOS DEL PRERROMÁNICO ASTURIANO, promovido por el Ministerio de Fomento en 2003 y redactado por la UTE que formamos el arquitecto Antonio González-Capitel y yo mismo. El trabajo, que se estructuró en tres partes, se entregó finalmente en diciembre de 2006 y fue aprobado por la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Vivienda en febrero de 2007. En la elaboración del Plan Director participaron numerosos colaboradores pero quiero destacar aquí al historiador Fructuoso Díaz García y al Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, dirigido por Alberto Marcos Vallaure y Carlos López Fernández. El historiador se ocupó del estudio histórico y arqueológico del monumento y su entorno, y los geólogos, del estudio y análisis de los terrenos y suelos existentes en su área. En el Plan se analizaban seis monumentos que habían sido incluidos en 1998 en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO bajo el epígrafe “Monumentos de Oviedo y del Reino de Asturias”. La iglesia de San Julián de los Prados ya había sido incluida como monumento individual en 1985. La Iglesia no tiene lápida fundacional y se presume que fue construida durante el reinado de Alfonso II (791-842). Está situada en Oviedo “al espacio de un estadio de la iglesia de San Salvador”, según el Silense; esto es, en el suburbium de la ciudad, a extramuros de la sede regia. No aparece citada en la Crónica Albeldense entre las construcciones de este rey, pero sí se alude a ella con mucha claridad en la Crónica de Alfonso III, y también en las construcciones de Alfonso II referidas en la Historia Silense. El obispo D.Pelayo la incluyó en una relación de templos asignados a los obispos asistentes al concilio de Oviedo, en tiempos de Alfonso III. El conjunto aúlico al que pertenecía, compuesto por diversas construcciones palaciales próximas, ha desaparecido. Bajo la advocación de San Julián y Santa Basilisa, se considera comúnmente la iglesia más antigua de Asturias. La iglesia destaca de modo especial por tener en sus paredes interiores la muestra pictórica altomedieval española más perfectamente conservada. ANÁLISIS HISTÓRICO DEL ENTORNO Utilizo aquí para iniciar el análisis histórico del entorno de Santullano una imagen elaborada por el arquitecto Carlos Sánchez-Montana, quien defiende que el Oviedo medieval se habría levantado sobre un asentamiento romano, que no sería otro que la Lucus Asturum mencionada en los textos antiguos. En la imagen que vemos, Sánchez-Montana superpone a la urbe actual un hipotético trazado romano en cuadrícula, uno de cuyos caminos de salida en diagonal, que coincide con el que saldría a través de la puerta medieval de La Noceda, conduciría hasta el área de Santullano, donde podría haber existido una villa romana. Es una imagen sugerente que indica la estrecha relación que pudo haber existido desde el origen entre la urbe y el lugar extramuros de Santullano. Para el análisis de la evolución histórica de la zona de Santullano en la edad contemporánea nos apoyaremos en dos planos de la ciudad de Oviedo: el primero, del ejército, de 1869, y el segundo, levantado por los ingenieros de minas López-Dóriga y Landeta en 1917. La imagen de la Iglesia de San Julián de Los Prados en el plano de 1869 es la de un enclave eminentemente rural. La iglesia se encontraba ubicada junto a la carretera de Gijón, la cual salía por la cuesta de La Noceda, actual calle Martínez Vigil, hacia el antiguo Monasterio medieval de Santa María de la Vega, convertido en Fábrica de Armas en 1856, tras al desamortización de 1837. En 1869, trece años después de la ocupación, aún pervivían el edificio monacal y la iglesia románica en la finca que comenzaba a poblarse de naves industriales hacia los terrenos libres del norte, en dirección hacia Santullano. Este plano de 1885, levantado también por el ejército, es el mismo de 1869 con la inclusión del nuevo caserío que comenzaba a ocupar los bordes de la carretera a Gijón, en el tramo que va de la ciudad hasta Santullano. En el plano de 1917 la imagen del entorno de San Julián de Los Prados sigue sustancialmente igual que cincuenta años antes, es decir, como la de un núcleo rural. Sin embargo se aprecian cambios reseñables como la construcción de varias líneas de ferrocarril que van rodeando su área de influencia, así como la densificación de las construcciones en torno a la antigua carretera de Gijón, hoy calle Bermúdez de Castro. Asimismo, parece aumentar el número de edificaciones justo en el entorno de la iglesia. Definitivamente, el elemento más destacado y de mayor influencia en la zona, debió de ser por esos años y hasta la urbanización de su entorno, la construcción del enorme edificio para Seminario Metropolitano de Oviedo, después cuartel del Milán y hoy Campus Universitario. Ha desparecido la iglesia medieval del Convento de la Vega. Avanzamos hasta 1960 para detenernos en una foto aérea que representa el estado del área antes del cambio radical que supuso la construcción de la Autopista “Y”. Aquí se pueden observar los grandes ejes viarios del momento, la calle General Elorza como ronda que, mediante una gran plaza rectangular, enlazaba con la nueva salida hacia Gijón por la calle Bermúdez de Castro sorteando la calle Marcelino Fernández y la plaza de Santullano. Es una analogía de la antigua salida desde el recinto medieval hacia el norte por la puerta de La Noceda a través de la actual calle Martínez Vigil. La nueva “puerta”, por decirlo así, se ubica en la ronda urbana de General Elorza. La plazuela de Santullano persiste con la misma configuración que hoy día. Entre esta y la fábrica se aprecian varias manchas con las construcciones reflejadas en los planos que hemos ido describiendo y que serían destruidas por la Autopista, al igual que la mitad de las casas que se ven frente a la Fábrica de Armas, en la calle Marcelino Fernández, hoy reducida a la mitad de su recorrido. En la actualidad sólo se conserva con su fisonomía tradicional la plazuela de Santullano y la gran explanada posterior de la iglesia. Aquí hemos superpuesto a la foto aérea de 1960 el trazado de la autopista “Y” que se construyó a partir de 1968 y se inauguró en 1976. La “Y” se inicia asimismo desde la plaza-puerta de la ronda interior y logra encontrar un angosto pasillo entre la Fábrica de Armas y la iglesia de Santullano arrimándose excesivamente a las dos partes y destrozando el sistema viario histórico de la zona. En esta imagen vemos la situación actual de la zona. Me interesa resaltar el corte radical de la comunicación entre el núcleo histórico de la ciudad y el monumento prerrománico. ANÁLISIS DEL PLANEAMIENTO Analizaremos ahora la situación del planeamiento urbanístico: En el plano de usos del vigente Plan General de Ordenación Urbana de Oviedo figura una trama verde que indica el uso de ZONAS VERDES Y ESPACIOS LIBRES, que incluye el parque de Santullano y espacios libres en torno al monumento y también el tramo de autovía próximo al que se superpone la trama verde sugiriendo el cubrimiento del vial. El suelo de la Fábrica de Armas con la trama morada se califica como INDUSTRIAL CONSOLIDADO. Debe tenerse también muy especialmente en cuenta la delimitación del entorno del monumento que, en virtud de lo dispuesto en la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias de 2001, queda sometido a determinadas restricciones ambientales y de usos que deben ser contempladas en el planeamiento urbanístico. La Consejería de Cultura del Principado de Asturias había presentado en 1985 un documento de delimitación del entorno de Santullano de Los Prados elaborado por los arquitectos García-Pola, Marqués y Palacios. Era una delimitación informativa sin efectos legales, no vinculante que, así y todo, fue recogida en el Plan General de Oviedo de 2006. En ese documento de delimitación se analizaban los problemas que se manifestaban en el entorno de Santullano: el crecimiento desordenado iniciado en el siglo XIX con la implantación de la Fábrica de Armas al sur del monumento y el grave deterioro producido por el trazado de la Autopista Oviedo-Gijón-avilés. En el documento se fijan entre otros los siguientes objetivos: - Controlar la ordenación de los terrenos que pudiesen verse afectados por la posible desaparición o desmantelamiento de la Fábrica de Armas en la zona más próxima al monumento. - Disminuir el impacto negativo causado por la autovía A-66. Potenciar el carácter más urbano de la misma al menos en el tramo que atraviesa el área delimitada, permitiendo una mayor conexión entre las partes de la ciudad actualmente separadas por la citada vía. Entre las propuestas se incluía la desviación del carril de la autopista más próximo al monumento modificando su trazado desde el viaducto de la calle Ángel Cañedo hasta la calle General Elorza. Más tarde, en 2009, como culminación del trámite legal exigido por la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias de 2001, la Consejería de Cultura y Turismo procedió a delimitar de nuevo el entorno de protección de la iglesia de San Julián de los Prados. El recinto delimitado es más reducido que el propuesto en 1985 aunque los efectos en cuanto a la salvaguarda del monumento son los mismos y así queda legalizada definitivamente la protección del entorno. EL PLAN DIRECTOR En el documento 2 del Plan Director, que incluía un avance de propuestas sobre las infraestructuras, se dice: “…el principal problema en el entorno del monumento es la proximidad de la autovía A-66a, que enlaza por el norte con la A-66. El propósito de este Plan Director es proponer la reducción de esa infraestructura en su último tramo de 600 m que va desde el viaducto de la calle Ángel Cañedo hasta la rotonda de la plaza de la Cruz Roja, hasta convertirlo en un vía urbana de caudal reducido que permita la relación entre el lado norte, en el que e asienta el monumento, y el sur de la Fábrica de Armas que está llamado, en un plazo medio, a reconvertirse en espacio urbano no industrial. En esta operación es fundamental restañar la relación directa del entorno de Santullano con el conjunto histórico de la ciudad, a través de la calle Marcelino Fernández. Para lograr la reducción del caudal de tráfico que soporta actualmente la A-66a deberán potenciarse las salidas desde la autovía hacia la red urbana al noreste del viaducto. Está prevista la construcción de un enlace a la altura del futuro Hospital Central de Asturias, a unos 1.200 m del monumento (que ya ha sido construida), y existen otras dos salidas a 800 y 500 m. Proponemos la consideración de una rotonda final en el punto del actual viaducto, a 190 m al este del monumento, que distribuya el tráfico hacia el norte y el sur, y hacia el suroeste por medio de un nuevo vial que enlace con la ronda interior a través de los terrenos de la actual Fábrica de Armas. Este hipotético vial descargaría un gran volumen de tráfico de salida de la ciudad sorteando el tramo que discurre por las inmediaciones del monumento. Esta propuesta fue maliciosamente interpretada como un intento de arrasamiento de la instalación industrial para desacreditar el Plan y como elemento de fricción entre el Ayuntamiento de Oviedo y el Gobierno del Principado. La abstracta línea de puntos que unía la glorieta de Ángel Cañedo con la plaza del Campo de la Vega, sin mayor concreción, quiso verse como el insensato trazado real de un vial que, efectivamente, destruiría la fábrica y los restos románicos del antiguo monasterio. Esta alarmante y espectacular noticia se filtró a la prensa en enero de 2008, en el momento en que el Plan Director pasaba a la consideración de la Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura con el informe favorable de los técnicos del Servicio de Patrimonio. Huelga decir que el Gobierno del Principado, presionado por el Ayuntamiento, se desvinculó públicamente del Plan Director y mostró su apoyo al proyecto de cubrimiento de la autovía que ya había promovido el Ministerio de Fomento en 2004. En el documento 3 del Plan Director se incluían las propuestas definitivas: Para abordar los problemas presentes en el entorno de la iglesia de San Julián de los Prados, analizados en el documento 2 del Plan Director, se propone la habilitación de dos instrumentos de ordenación urbanística: un PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN y un PLAN ESPECIAL DE REFORMA DE LA INFRAESTRUCTURA VIARIA DEL ENTORNO. El ámbito espacial del PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN DEL ENTORNO DE LA IGLESIA DE SAN JULIÁN DE LOS PRADOS sería el que se señala en el plano que vemos. Está incluido en la delimitación del entorno de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Principado de Asturias, de 1992, recogida en el PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE OVIEDO. Incluye el recinto monumental, la parcela de los servicios parroquiales y parte de los terrenos del Parque de Santullano, hasta la calle Velázquez. Tendría por objeto la ordenación de los espacios para la transferencia del equipamiento religioso parroquial, templo y servicios parroquiales, a una nueva ubicación en el suelo libre que se apoya en la calle Velázquez, y también la introducción, en la misma área, de un nuevo equipamiento cultural destinado a albergar el Centro de Visitantes vinculado al monumento. El Plan Especial estudiaría la implantación de los nuevos edificios. Por otra parte, el PLAN ESPECIAL DE REFORMA DE LA INFRAESTRUCTURA VIARIA DEL ENTORNO DE LA IGLESIA DE SAN JULIÁN DE LOS PRADOS tendría por objeto la modificación del trazado de la autovía A-66a en el tramo inicial de 600 m que va desde la Plaza de la Cruz Roja hasta el viaducto de la calle Ángel Cañedo. Se persigue la reducción de la autovía, que supone un grave factor de alteración ambiental, a su paso por las inmediaciones del monumento. La modificación consistiría, en principio, en la introducción de una rotonda en el lugar del viaducto, de modo que en ese punto se produzca una reducción de velocidad y se reparta el tráfico de acceso a la ciudad hacia los lados norte y sur, y en la reducción del ancho de la vía en el tramo citado, hasta transformarla en una vía urbana de caudal moderado y velocidad limitada. La nueva vía se apoyaría en el lado sur del espacio que ocupa actualmente la A-66a, liberando terrenos del lado norte, donde se asienta el monumento. La modificación se completaría con la prolongación de la calle de Marcelino Fernández hasta la Plaza de Santullano, restableciendo el vínculo del monumento con el Conjunto Histórico de la ciudad. El nuevo tramo de esta calle, que se cruzaría con la A-66a reducida, sería de uso peatonal. Podrán preverse otros cruces peatonales transversales, uno, por ejemplo, a la altura del parque de Santullano, al este del monumento, que tendrá sentido cuando se libere del actual uso industrial el espacio que ocupa la Fábrica de Armas de Oviedo. ESTUDIO GEOLÓGICO Mostraremos ahora de una manera muy somera algunos datos y conclusiones del ESTUDIO Y ANÁLISIS DE TERRENOS Y SUELOS realizado por el Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo en 2006 para el Plan Director. En el estudio se concluye lo siguiente: Los datos disponibles permiten concluir que la iglesia de San Julián de los Prados se asienta sobre un sustrato rocoso terciario constituido por alternancias de arenas con una fracción variable de arcillas y cantos, que se comporta desde un punto de vista geotécnico como un nivel de cimentación adecuado para una construcción de este tipo. Bajo los materiales terciarios, cuya potencia se estima entre 6 y 8 m, se sitúa un nivel carbonatado denominado Fm. Oviedo, constituido fundamentalmente por calizas arenosas que tienen un espesor variable que oscila entre 1 y 1,5 m. Estos materiales aparecen ligeramente fracturados y diaclasados, no habiendo sido observados signos evidentes de karstificación. Extendiéndose a profundidades superiores a 8-10 m, en el subsuelo del templo aparecen las arenas, limos, arcillas y cantos que forman parte de la Fm. Argañosa, cuyas características geotécnicas son marcadamente deficientes. El nivel freático se sitúa a una profundidad variable que oscila entre 0 y 1,5 m bajo la rasante de la autovía A-66a, saturando por tanto gran parte de los materiales terciarios y cretácicos (Fm. Oviedo y Fm. Argañosa). En resumen, y a partir de los datos disponibles, es posible afirmar que el templo de San Julián de los Prados no presenta ningún tipo de problemática de índole geológica o geotécnica. En el estudio se hace una VALORACIÓN GEOLÓGICO-GEOTÉCNICA DE LAS OBRAS DE PROTECCIÓN DEL MONUMENTO PROYECTADAS. Se refiere al proyecto de “Protección de la iglesia de San Julián de los Prados, Autovía A-66a. Entre el P.K. 0+250 y el P.K. 0+600. Término municipal de Oviedo”, adjudicado la empresa INCA, S.A. por el Ministerio de Fomento en marzo de 2004. En este proyecto se planteó la ejecución de una estructura cubierta de la autovía A-66a en el entorno del monumento. Para ejecutar este falso túnel, integrado por dos estribos, una pila central y un tablero, se alejaría lo máximo posible la autovía del límite de la explanada sobre la que se asienta el templo, pasando de los 7,5 m actuales a 14 en el futuro. Asimismo, sería necesario ejecutar una pequeña excavación bajo la rasante actual de la misma, siendo la diferencia final de cota de unos 6 m entre la base del templo y la futura rasante de la autovía. El proyecto realizado contempla una excavación de aproximadamente 2 m bajo la rasante actual de la autovía, afectando por tanto únicamente a los materiales terciarios (arenas, limos, arcillas, etc.), sin llegar a excavar el nivel de calizas arenosas de la Fm. Oviedo, que en esta zona tiene una potencia de entre 1 y 1,5 m (Fig. 6). Por debajo se sitúan varios metros de arenas correspondientes a la Fm. Argañosa. Los niveles arenosos terciarios están saturados en agua, situándose el nivel freático próximo a la superficie (0-1,5 m). Tal y como concluye el informe técnico del CEDEX, las labores de excavación y cimentación con los medios y técnicas de trabajo actuales no debería de plantear problemas importantes si se confirma la geología del subsuelo del entorno del monumento y si se adoptan una serie de medidas de protección y de auscultación. A pesar de ello, podría darse una situación de riesgo si por cualquier circunstancia se perforan las arenas de la Fm. Argañosa, que como es sabido constituyen un importante acuífero. Este hecho produciría la inundación de la excavación, y su bombeo abatiría el nivel freático del entorno. Un descenso del mismo tendría como consecuencia el ‘secado’ de los niveles areno-limosos, con la consiguiente compactación de estos materiales, que se traduciría finalmente en la aparición de asientos en superficie, que además podrían ser diferenciales. En las proximidades de este monumento, en el barrio de Ventanielles, se produjo en el año 1998 el fallo de la cimentación y la ruina de numerosos edificios (más de 350 viviendas) durante la ejecución de las obras de un aparcamiento subterráneo. Las labores de excavación de un foso para instalar una grúa perforaron el nivel freático situado en las arenas de la Fm. Argañosa, lo que propició la circulación del agua del entorno hacia el vaciado realizado. El bombeo llevado a cabo para evacuar el agua de la excavación causó un descenso generalizado del nivel freático general de la zona produciéndose entonces un ‘secado’ y ‘compactación’ de los materiales afectados. Como consecuencia de este hecho, se produjeron importantes asientos diferenciales en el terreno que ocasionaron el fallo por hundimiento de los elementos de cimentación, mayoritariamente de carácter superficial, de diversos edificios. LA LOSA DE SANTULLANO Hasta aquí hemos visto algunas de las determinaciones del Plan Director referidas al entorno de la iglesia de San Julián de los Prados. Me gustaría ahora hacer algunos comentarios acerca del cubrimiento de la autovía A-66a en el tramo próximo al monumento, que es la solución que han apoyado conjuntamente el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo con participación también del Gobierno de la nación. En relación con el espacio verde que en el Plan General se superpone al tramo de la autovía A66a, la denominada LOSA DE SANTULLANO, se han llevado a cabo varias iniciativas: el “Anteproyecto de Ordenación Urbana del Entorno de la Iglesia de San Julián de los Prados” encargado por el Ayuntamiento de Oviedo al equipo de arquitectos Menéndez y Gamonal, que lo presentaron en noviembre de 2003; el “Proyecto para la depresión y cubrimiento de la 'Y' a la altura de San Julián de los Prados”, promovido por el Ministerio de Fomento y adjudicado el 3 de marzo de 2004 a la empresa Inca Servicios y Proyectos de Ingeniería Civil, y el Proyecto de construcción del acceso norte a Oviedo desde la Autovía A-66 y cubrimiento de la Autovía A-66 en San Julián de los Prados, adjudicado por el Gobierno del Principado de Asturias, mediante concurso, a la firma APIA XXI en febrero de 2009. El Principado cumplía así con su aportación fijada en el acuerdo con el Ayuntamiento de Oviedo de noviembre de 2006. El diario La Nueva España informaba el 2 de octubre de 2009 del comienzo de los sondeos geológicos en la glorieta de la Cruz Roja. Conocemos bien, porque ha sido ampliamente divulgado, el anteproyecto de Menéndez y Gamonal para el Ayuntamiento pero es difícil saber qué ha ocurrido con el proyecto de la ingeniería asturiana INCA encargado por el Ministerio de Fomento, y si ha sido presentado el de APIA XXI encargado por el Gobierno del Principado en febrero de 2009 con un plazo de ejecución de ocho meses. La ingeniería APIA XXI, afincada en Santander, publicaba en su boletín de comunicación interna de mayo de 2009 un preocupante fotomontaje que ilustra el futuro de su proyecto, no sabemos si como declaración de intenciones o como representación gráfica de lo ya proyectado. La imagen que se ofrece traiciona el ambiente de pradera natural sugerido en el anteproyecto del Ayuntamiento y anuncia una realidad mucho más dura: la Losa se presenta como un artefacto con identidad propia que no se desvanece en un ambiente naturalista. Antes bien muestra sus necesidades propias de nivelación y tratamiento de bordes difíciles de domesticar a favor de la iglesia de Santullano. No parece un trabajo presidido por las necesidades de conservación y adecuada ambientación del monumento sino por las exigencias de la obra de ingeniería que debe atender a problemas de difícil encaje. El fotomontaje deja ver con claridad la nivelación de la LOSA con el viaducto de Ángel Cañedo, al fondo de la imagen, olvida la integración con el parque de Santullano, al que ofrece un talud escalonado, y oculta la solución del borde sobre la boca del oeste, punto crítico del proyecto. En la ilustración se aprecia una elevación en rampa que da lugar a una especie de anfiteatro lo cual comprometería gravemente la deseable continuidad de la calle Marcelino Fernández hasta la plaza de Santullano, que debería ser objetivo prioritario en cualquier intervención que se proponga para la mejora de las condiciones del entorno del monumento. Finalmente, en mayo de 2010, la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras dicta resolución por la que el proyecto de cubrimiento de la autovía debe someterse al procedimiento de evaluación de impacto ambiental, lo cual ha sido interpretado como una encubierta paralización provisional del proyecto. Ya dijimos que el principal problema ambiental que sufre San Julián de los Prados es la autovía A66a que discurre a escasos 8 metros de distancia del monumento. Diríamos que el cubrimiento del vial, lejos de solucionar este problema, acabaría por consolidarlo añadiendo nuevos y pesados elementos que estorbarían para la consecución del único objetivo final deseable para el importante monumento, es decir la erradicación del vial o, al menos, su máximo alejamiento. Podríamos añadir como factor negativo la gran instalación industrial de la antigua Fábrica de Armas que se desarrolló desde 1856 en los terrenos del antiguo Monasterio de Santa María de la Vega, al otro lado de la autovía. La permanencia de esta instalación, sea por motivos de estrategia armamentística o por las implicaciones laborales, siempre fue respetada. También se la respeta, evidentemente, por su valor patrimonial. Hoy, que su uso industrial ha caducado y con él muchas de las tensiones que impedían el debate sobre su futuro, éste debe replantearse para hacer valer de un modo prioritario las necesidades del monumento mundial. En los terrenos de la antigua industria puede estar la solución para el máximo alejamiento de la infraestructura viaria que, como hemos visto, no deja de acumular amenazas sobre la iglesia de San Julián.