ACUERDO N° 106 los diez T° 6 F° 21 En la ciudad de Rosario, a días del mes de abril de 2008, se reúnen en Acuerdo y en Audiencia Pública los señores Jueces de la Sala Segunda integrada de la Excelentísima Cámara de Apelación en lo Penal, Dres. Juvencio Liberal Mestres, Adolfo Benjamín Prunotto Laborde y Ramón Teodoro Ríos, a fin de dictar sentencia definitiva en la causa que se sigue a M. A. C., argentino, nacido en Rosario (Santa Fe), el 25 de agosto de 1986, hijo de Luis Alberto y de María Luisa Pogonza, soltero, escasa instrucción, domiciliado en calle Irala s/n° de esta ciudad, prio. n° 1.4811.339 IG de la UR II, por la presunta comisión del delito de Robo calificado por uso de arma (dos hechos, el primero en grado de tentativa). Proceso n°30/46y 42/07 proveniente del Juzgado en lo Penal de Sentencia de la 1ra. Nominación y expte. n° 2.084/07 del registro de la Mesa de Entradas Unica de esta Cámara.Estudiados los autos se resolvió plantear las siguientes cuestiones: 1°) ES JUSTA LA SENTENCIA APELADA? 2°) QUE PRONUNCIAMIENTO CORRESPONDE DICTAR? Luego de un intercambio de opiniones acerca de los temas propuestos, efectuado el sorteo de ley, resultó que la votación debía realizarse en el siguiente orden: Dres. Ríos, Mestres,Prunotto Laborde.A LA PRIMERA CUESTIÓN EL SR. JUEZ DE CÁMARA DR. RIOS, DIJO: La condena del acusado a la pena de cinco años de prisión como autor responsable de los delitos de robo calificado por uso de armas (dos hechos en concurso real, el primero en grado de tentativa), conforme a los arts. 166 inc. 2°, 55, 42 y concordantes del CP, es apelada por la defensa. Según la sentencia el 1° de octubre de 2005 C. le colocó un cuchillo en el cuello a Carolina Patricia Schmit exigiéndole la entrega de la campera y el celular; ella le mordió la mano y logró sacarle el cuchillo al que le rompió la hoja, secuestrándose tales elementos y la bicicleta azul montada por el detenido. En la causa acumulada se acusa al mismo por el hecho ocurrido el 14 de enero de 2007, cuando sustrajera esgrimiendo un cuchillo la bicicleta en cual circulaba Analía Gabriela Manso, llevando a su hija de tres años de edad. Respecto del primer hecho señala la defensa en sus agravios que el cuchillo secuestrado puede no ser el mismo mencionado por la víctima. Se interroga el Abogado defensor sobre quien puede ser el dueño del arma o si el secuestro fue “implantado por la policía”; asevera que el testigo Ghiglione no agrega nada; que el acta está firmada por un solo policía, desconfía que el arma incautada y la descripta en el acta sea la misma; denuncia la falta de la firma de los dos testigos requeridos por la ley; alega que el cuchillo no está quebrado; que la víctima actuó como una Rambo femenina, que fue tan guapa y capaz de poner en fuga a los autores; que la reacción refleja de quien manipula un cuchillo al mordérsele la mano hubiera producido necesariamente el corte del cuello de la persona amenazada; que no es normal tanta presencia de ánimo en una señorita atacada; que el acta policial y el auto de procesamiento hablan de un cuchillo separado de su hoja y no de su hoja quebrada; por ello solicita se revoque la sentencia o se condene a su asistido por tentativa de robo simple. En lo que hace al segundo hecho, critica el defensor el fallo por la falta de coincidencia entre la descripción de la víctima y las características y vestimentas de su cliente; dice que la víctima –conducida por el móvil policialactuaba obnubilada por un sentimiento de enojo provocador de una confusión de imágenes. Refiere que el cuchillo tramontina secuestrado al acusado es igual a todos los cuchillos de esa marca y reclama por la falta de testigos en el acta policial. Al contestar los agravios la representante del Ministerio Público Fiscal en la alzada requiere la confirmación del pronunciamiento apelado. Estimo que la sentencia debe confirmarse por sus propios fundamentos en razón de no ser desvirtuados por los agravios vertidos por la empeñosa defensa técnica. No existe ningún elemento serio para dudar de que el cuchillo secuestrado como instrumento del ataque a Carolina Schmidt se hubiera cambiado por otro. Está por demás claro que a causa del forcejeo de la víctima, según el puntual relato que la misma efectúa y de conformidad con la testimonial de fs. 21, el cuchillo se quebró, se partió o se desgajó su hoja metálica del mango; expresiones que resultan todas comunes para significar lo mismo respecto del arma que quedó en manos de la atacada. La verosimilitud de lo narrado por la mujer está corroborada con el examen médico verificando en la mano izquierda de Céspedes la lesión provocada por la mordedura infligida por la chica. En cuanto al robo de la bicicleta, la aprehensión del acusado llevando encima el cuchillo identificado como el instrumento amenazante para consumar el despojo, la coincidencia general de la descripción formulada por la denunciante con el aspecto de C. (fs. 2, 29 y 30) y la terminante sindicación efectuada por la asaltada al asegurar que el detenido era el mismo sujeto que – armado- le sustrajo la bicicleta, testificando asimismo que la policía, al revisarlo, le encontró el cuchillo con el cual la amenazara, descartan toda perplejidad en la solución del caso y sellan la suerte adversa del recurso intentado. A mayor abundamiento esta Sala ha reiterado el rechazo de las objeciones planteadas a las actas policiales que documentan la detención del protagonista de un hecho delictivo, pues la urgencia de la intervención coactiva y el eventual riesgo que pueden correr personas ajenas a la situación concreta, justifican una generosa dispensa a las formalidades exigidas de acuerdo a las circunstancias singulares del caso. Voto entonces por la afirmativa. A LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DE CAMARA DR. MESTRES, DIJO: Coincido totalmente con el voto del vocal preopinante al que adhiero en todas sus partes.A LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DE CAMARA DR. PRUNOTTO LABORDE, DIJO: Si bien coincido plenamente con el voto del Dr. Ríos, y su conclusión confirmatoria, no puedo dejar de reflexionar sobre el pedido de pena que hace el Fiscal, de Cinco años de prisión, por dos hechos de robo calificado con arma blanca, uno de ellos en grado de tentativa. El mínimo de la escala penal, es de cinco años de prisión o reclusión; si una persona cometió un solo injusto, es condenada indefectiblemente a Cinco años de prisión, por ello me parece violatorio del principio constitucional de igualdad, y del principio de afianzar la justicia, aplicarle la misma pena a quien ha cometido dos injustos, como en el presente caso, si bien el a-quo se vio limitado por el pedido fiscal. La mensura de la pena a aplicar en el caso de condena es uno de los temas menos claro de la dogmática penal, Roxin sostiene que la pena no debe superar la culpabilidad del sujeto, argumento a nuestro favor, ya que aquí tenemos dos escalas de culpabilidad superpuestas; por lo que no resulta inclusive lógico a la luz del principio lógico de razón suficiente, la pena solicitada y en definitiva aplicada. A LA SEGUNDA CUESTION EL SR. JUEZ DE CAMARA DR. RIOS, DIJO: Atento al tratamiento dispensado a la primera cuestión y resultado de la votación precedente corresponde confirmar la sentencia apelada en cuanto fuera materia de recurso. A LA MISMA CUESTION LOS SRES. JUECES DE CAMARA DRES. MESTRES Y PRUNOTTO LABORDE, DIJERON: Coincidimos totalmente con el voto del vocal preopinante al que adherimos en todas sus partes.Por lo expuesto, la Sala Segunda Apelación en lo Penal; de la Excelentísima Cámara de FALLA: Confirmando la sentencia apelada en cuanto fuera materia de recurso. Protocolícese, sáquese copia, notifíquese y bajen.- RIOS MESTRES PRUNOTTO LABORDE (ampliación de fundamentos) por ante mi: di Marco