vIl APROVECHAMIENTO DE LA PIEL Es ^el prin^cipa] de esta cl,ase de ganado y aí que, como ya hemos indicado en diversos pasajes, debe estar orientada la cría de +c^sta raza lanar. Hay das clases distintas de pieles procederutes del karakul-^según sea el praducto abtenido de desarrollo no^rmal, o nonato-, y que en peletería son conocídas con distintos nombres. Dichas dos clases de pieles son las siguientes : i. Pi^edels "breitschwamhz" o de cord'e^ro nIo^uto.-Sorn alas que proceden de animales que no han llegada al final de^ ^su desarrallo intrauterino a causa de muerte o aborto de la oveja, sean ambos aecidentes n^aturales o provocados. A dichas pielés se las conoce en el comercio con ^el nombre genérico de "breitschwanz" (en alemán, "coía ancha"), y también con los de "broadtaí^l" y "baby lamb", en inglés ; "abortoa^es", en Francia, y"karakultschi", "taquir" y "jarami", en su país de origen. - IOI - Como fácilmente se puedé comprender, por su costoso arígen, son las de mayor pnecio en el mercado, estando cubicrtas por un pelo plano, fino, r^egro y muy brillante, que, sin llegar a far^nar rizos, por su poca longitud, hace juega de aguas par efecto de las divensas direcciones de los filamentas y de su brillo, produciéndase un^as caprichosos dibujos muy semejantes al de los ^tejidos de seda llamados "moiré". Dada la dificu'.tad para conseguir reunir un número suficiente de estas pieles, y las dimensi,an^es más pequeñas de las mismas, las prendas que can ^ella.s se confeccianan son de un precio élevadísimo, ya que, por ^atra garte, realmen4e son d,e rara belleza. Su hermosura y valor depende en general de estas tres con-diciones principales: De su brillo, que debe sér parecido al de ^la s^e^da. De la delgadez y tupida de sus filamentos. Y de la belleza y•clase del dibujo "moiré" que pasean. En gen^eral no san de tanta duracián camo %as de rizo carriente, sin duda a causa de su con^textura, mucho más débil que la de éstas. 2. Pi.eles "^stmkán".-5on las que se obtienen de crías sacrificadas desde la fecha dé su nacimiento n^ormal hasta el décimo día de su vida, apro^cimadamente; variable según la ca.lidad del rebaño. Son conocidas en todo él mundo can los nombr^es de "astrakán" y"persianer", y su pelo ^es Picl de primer cruce karatíul-rnanche^a net{ra, producto de la ganadería de El Pardo (I^tadrid), en ]a que ya se puede apreciar un rízado ba5tante unifurme. (Foto José del Hoyo.) - ro3 - ne#;ro, muy fin.o y brillante, formando r•izos paralclos a^' currpo dci animal, cuya longitud, grosor, dibujo .}^ otia^^; ci^alicíades son^ muy variables. Dtn-an:e n^u^•ho tiempo fué ^el puerto dé Astrakán cl prin^ipal m:^rcado de J^>ieles de es(a clase, per^líendo ^licha priulacía a^l centralizarse. en l.éipzig, Lunclres y^ ^Zo^scú las compras de dichos productos. P^rsia fué ígualmente siemprc una de las vías <le salida de tales pi^cles, y comerciantes persas los que trafican can e ^ tas merca.ncías, por cuyo tnotivo, sin duda a^'guna, sé les aplicó también el nombre de "persianer". Asimismo se den^o^m^i^nan "demi-persianer" .o "medio pe^rsas" a]as pieles de calidad i^nferior, proceden^tes de animales poco putas y dé mestizajes. Ern Ing'aterra son^ cr^nocidas en general con^ el nombre de "astrakán", aunque también se ^las ]lama "pcrsíanlambs" y "pro:alos". Por úl'imo, s^^^ citan diferentes calidades de pieles astrakán, según su perfección, que en su país de origern se denominan "jaketuy I", "jaketuy II, "galowca'; "kirpuk", "fiera" y "figina". La calidad de la piel es e'I factor de mayor importancia, reqtririerrdo mucha atención por parte del criad^or, debido a la gran diferencia d^e precios que exíste entre unas y otras, según sean sus características, de '.as que dependerá su mayor o menor es(^imación y valor comercial, que es el objeto de la explotacián. Para que una piel se llegue a cotizar a a,ltos - I04 - precios, necesitará reunir detérminadas condiciones, que señalamos a con^tinuación, para que puedan servir de guía a nuestros criadores: a) For»7.a y aspecto ^de los ri^os en genemZ.En cuanto a este particuiar, la clasificación má,s corrientem^mte admitida es ^'a siguien,e: i.a Rizos f'n forma de haba o de media luna. Calidad extra. 2.a Rizos en farma de tubo ^o cilindna, parale;o^ a la piel, Calidad extra. 3 a Rizo en forma imprecisa, cuando los ^tubitos son muy cortos. Calidad corr ente, 4.a Rizo chato, cuando los filamentos aparecen aplastados, siendo su ensortíjamiento regular y de forma plana y extendida; es decir, rizos an os y poco a tos, pero con las puntas hacia ab^ en dirección de la piel. Calidad co^ite 5.a ^iz^a plana én forma de remo'ino, preserr;os filamcntbs poco ensortijados y ordenacTos en dicha forma; es decír, los filamentos o hebras parten de un punto central, extendiéndose hacia todos los lados. Cal^idad inferior. 6.a Rizo en forma de tirabuzón vertical, pérpendicular a^;a superfici,e^ de la piel. No suelen encontrarse en anima'es puros, denominándose por los comercian:es "abiertos" y"medio persas", Todas las c:ases de rizos anteriormente estudiadas, al cabo de^ cierto tiempo del nacimiento-genera'mente a partir de los quince días-, comienzan a convertirse en rizos de tirabuzán; es decir, se abnen. Calidad inferior. r^____. P^el de tercer cruce karakul-manchega negra, produch de la ganadería de la Excma. Diputación de Navarra, en la que se aprecian sus finas cualidades de rizo. - toó - Las pieles pref^ridas son las de Ia i a y 2 a cIase, indistintamente, teniendo en el comercio un valor aproximacío ambas. Los rizos en forma de remolino y tirabur.ón^ vertical son los menos apreciados. La clase 4 a puede convenir a lo^s peleteros, pero no al criador, al que se aconseja desechar la oveja que r^pite dicho producto. b) Tarnar`i^ ,de los u^izos.-Los comerciarLtes de pieles émplean en general la palabra tamaño para especificar el ancho del rizo y nunca cl largo. Ordinariamente, los prin^cipales centroe peleteros de Léipzig y Viena considéran tres clases de anchura: pequeño, al rizo de 2 a 5 mi`ímetros de ancha; mediano, al rizo de b a g mi;ímetros, y grande, al riza de ro a 15 mi'ímetros. En general, deben perferirse las pieles de tatnaño mediano o pequeño, que son las que debe producir el criador. c) Gu^ lsor ^d^ los fiGatnetitas.-Lbs rizos deben es'ar fartnados por filamentos o hebras muy tupidas y de zn^diano grosor, elevándose uníformemente dcsde^su base hasta una altura mqdía. Su tacta áspero indica bucna calidad, debiendo tener las puntas hacia abajo, 1o que contribuye a su brilla. d) Unti f o^rnni,dcud.-Se comprenderá que una piel que Esté cubierta en toda su ^extensión por rizos de iguál forma, tamaño y estruc:uro., tendrá mayor precio que o'ra que na lo esté, por cuyo motivo esta carac'érística d^berá terPerse muy ^en cuenta gor el criada^r al realizar la selecci'on de su rebaño. Piel de tercer cruce karakul-lacha, pru<tuctu cle ^a ganadería de la Excma. Diputación de I\?avarra, que osteuta caracteres miry finos en el rizo, que la asemejan mucho a las pieles puras. Es imposible, sin embargo, llegar a obtener una homogeneidad absoluta en toda la piel, aunque sí cierta regularidad en dcterminadas partes. Por l^o g:^neral, los mejores y más perfectos rizas sc enruentran a lo largo de ]a có umna vertebral y partc superior dé los miembros, región lumbar y de la cruz. Según la ca'.idad, cada piel se divide en variss partes, de diferente categoría o clase, confarme se indica en el gráfico qué se adjunta. Las partes señaladas con .los números i, 2 y 3 son las mej^ores, respectivamente, y es?án caracterizadas por pre^sentar rizos muy apretados, ^empleándose can préferencia ern la confección de prendas de lujo. Las señaladas con l^os números ¢ y 5 son ya de menor categoría, estando farmadas p^or buc^'.es u ondas más abie^rtas, sin ]a homogeneidad que caracte•riza a las zonas anteriores. Las prendas confeccionadas con dichas partes marginales de las pié'es se forman cosi^ndo 1as pequeños trozos de piel por el cuera, constituyendo piezas mayores, canocidas en el comercio peletero con el n^ombré de "napas", y que pueden ser de dos olases, según s^ea la procedenría de dichos trozos de piel: "napas de retales", las formadas por cabezas, vientres y co?as, señaladas con el r^úmero ¢ en ^1 gráfioo, y que suelen ser a'go mej^ares que` las "napas de garras", formadas por las patas, y señaladas en el gráfico can el número 5. e} Batillo^ ^de la ^Z.-Contribuye mu^ho a - I09 - darle valor, realzando su be^lleza, sin tener que recurrir al lustrado artificial. El br,illo es debido a la estructura histológica del fi'amento o hebra, y a una cierta ranhidad de grasa que contiene éste. f) E^ats^íijc^niey^tla de t^as f^<1a^ent^as.^Todos -- CI6 - los filan^cutc,s <l^ que está compuesto el rizo deben ensortijarse en circunf^rencias con la mayor re^,rularidad y sime'ría, d^• furma que las puntas `^^1nq . ^ . , a ^ ^2 `3i^4 terminen en^ dirección^ de la piél, y, por lo tanto, sean invisibles miradas desde arriba, dando al rízo un aspecto compacto. Los rizos bi^en formados no deberán separarse de la pie^I en altura, y permanécerán firmes. ' -- III - El rizo perferlv ^erá aquel qtte^ present^c tniKl circunferencia compicta, y cuya altura sea e^l díámetro de la misn^a, a^cuyas valores se les sehald eIr el gráfico adjunto^ con la unidad. A medida qu^= e^l arco de circunferen^ia es más corto, su valar será nleuu^r, r^presentándosé pnr 3/4, T/2 y 1/4. _^simism^o, confurme la altura se hace mayor del diáme'ro citado, su valor tamhién^ será menor. repre,entándolo en el gráfico can 3%4^ I%^ Y I^41 respectivamente. En el caso dc que el enso^rtijamiento forme más de urna circunferencia, se sumará a la unidad f a fracción que represente dicho arco. El criador debe, por lo tant^o--^i préte.ndé oonseguir calidad peletera en sus productos-, seleccionar las ovejas por lotes, agrupándolas según la un!iformidad de sus píéles, cuando san corde^ras, y dándoles carneros can igual o muy seméjante c'a^e de rizos, siendo cl ideal obtenerlos en habas, naedia luna o cilindros en la parte cen^ tral de la piel. Los rizos a•chatados, por hermasos que sean y bue^nos precios que se o^btengan, se les considera por las criadores asiáticas como productos decadentes a en degen^eracióm. A]as pieles procedentes de animal^e5 puros que han sido sacrificados pasada el tiempo oporrtuno y que, por lo tanto, sus rizos se han ido abrienda y^embastecien^do, y también a las pieles procedenbe^s de anima'es mestizos que desde los primeros dias de su nacimiento tienén tenden^cia a formar tirabuzón vertical perpendicular a la superfic'é de la picl, se ]as denomina en - II2 - géncral "abiertas" o"medio persas", siendo de calidad inferior a las anteriormente esrudiadas, y, por lo tan^to, de m:nor va'or en el mercado. Las pieles conocidas vulgarmente en pe:etería con el nombre "karakul" no tienen n^ada que ver con la raza que estudiarnos, siendo sólo un ^n^ombre com^^rcial aplicado a pie]es de otras proeedencias, principalmente a]as de cabra china, que son utilizables en pe;etería, y cuyas pie;es se unen rtambién formando ".n+apas", en este caso de "karakai ". Color de l^as pieles.-A1 definir el tipo puro, dijimos que el color característico de las piéles es el negro, señalando también la existencia de variedades que lo paseían gris y marrón. Entre las negras se éncuentran con f recuéñcia ejemp'ares que tiran hacia el marrórn oscura, o bien que presentan reflejos rojizos, que parecen ser debidos a despigmentación causada por los rayos solares antes de ser curtidas. Sin embargo, es'a co]oración no debe permanecer ^en la piel, que^ antes de salir al mércado debe lustnarse industrialmente fijanda el color negra. Las pieles de la variedad "schiraz" son^ de co^or gris, y estárr formadas por pelos negros, brillantes y duros, mezclados con pélos blancos muy sedosos. Los rizos de e^sta ^lase de pieles tienen tendencia a la forma de tirabuzón, aunque por exeepción se encuentran en su país de origen algunas que poseen rizos en haba o media luna y qu^ obtien+en un valor superior a las pieles negna,s de los mejores karakulés. Sin embargo, lo general es que sean de calidad inferior, por do que corrien'.emernte se tiñen de^ negro. Las pielcs marranes, llamadas "kambar", proccden de la variedad de dicho nombre, habíéndolas de diver;os tonos, desde el co;or canela claro o barquillo, hasta el color chocolate oscuro. Par rara excepción se encu^ntran ejemplares de gran perfecciórr y b^lleza de sus rizos, por cuyo motivo ordínariam°^^n•te son teñidas de negra. Estas pieles suelen ser de mayor tamaña que las negras, d•o que hace pen^sar en el origen me:^tizo probable de lar mismas. Aparte, se suele^n encontrar de vez en cuanda pieles blancas que poseen rízos de muy mala calidad, y atras manchadas-es . decir, overas-, también de muy medianas calidades, que por lo ge,rneral pertemecen a mestizos, y que es necesario teñir, alcanzando de todas formas muy poca valor en el mercedo. CURTIDO E INDUSTRIA PELETERA a) Muerte ^de lols corndle^r'ots.-Los días de vida del cordero dependerán exclusivam-e^n^te del grado de perfección, tamaño y cierre de los rizos. Los cordero•s can piel de rizos abiertos, o del tipo "tirabuzón", se deb:n sacrificar inmedia'amente después del parto. Asimismo deberán ser sacrificados en seguida los corde^ras de media sangre en las cruces absorberi^tes, e incluso lo^s ^f4. Los animales con piél de rizo peq^eño y cerraKAQAK4L ó -^ I14 - do se podrán^ sacrificar de dos a cuatro días después del nQCimiento, o incluso, si 'a cabaña ^es muy pura y las pieles presr^ntan caracteres muy firmes, inalterables en el transcurso dc los priméros días, se podrá esperar has:a el sexto o el octavo, según los casos. De todas formas, el examen diario de la piel nos índícará el mome,nto oportuno paI•a realizar e2 sacrificio del cordero, ya que se debe ten^er también prc^ente que siendo iguales las dcmás condicion^es, la piel tiene tanto mayor valor cuanto mayar es su ^tamaño. Por consiguie^,te, si hay posibilidad de esperar unos días para que él cordero crezca-aumentando así de tamaño la pie^l sin perjuicio de la calidad de la misma-, debe aprovecharse ta,l oportunidad, ya que tal aumento de supérficie éleva su valor. El Dr. Ivanaeff realizó investigaciones respecto al crecimiento en superficie de las pieles, llegarndo a la conclusiórv de que el crecimiento diario es de unos 20 oen,tímetros cuadrados e+n general, con cuyo aumento en pocos días pueden apreciarse muy estimables variaciones de tamaño. Realmenté, al hallars^e en razón inversa el ta-' maño y la calidad peletera en la generalidad de los casos, deberá tenerse muy buen golpc de vis^ta para apreciar ^e^l mamén^to oportun^o en que se d^ebe sacrificar el animal, lo cual se consigue con la experiencia, pudiéndose aconsejar, sin embargo, que si los rizos son^ én cidindro o en forma de habas o^cnedia luna, homogéneos, compactos y biem enrollados, y el cordero es fuerte Aspecto de una piel astrakán extra del tipo de rizo, en forma de tubos o cilindros, que, como 1os en forma de haba y media luna, son los que debe tratar de obte- ner preferentemente el criador de ganado karakul. y sano, se pueden esperar varios días, porque la experien^cia ernseña que ^,ales corderos en general ^onservan la calidad dc su pie^l hasta los cíiez días de vicía. Por él contrario, si el cordero nace con rizos en forma de remolino o cíe tírahuzón abierto, déberá ser sacrificado inmediatamente^, coma hemos dícho, porque an estas casos la ca:idad de ^'a piel empeora de día en día, lo que puede desvalorizarla considerablem^emte. Asimismo, si e] cordero es gran^d^e de n^acimíento, para no^ correr riesgo alguno, es preférible sacrificar',^o al tercero a cuarto día, pudiéndose esperar hasta el sewto u octavo, si por e^l contrario es más bien pequeño, en cuyo caso habrá que vigilar cuidado• samenté ]as alterac.iones díarías que pueda sufrir ia piel. Nosotros aconsejamos, sin duda alguna,, que se sacrifiquen en seguida todas ^las crías de cruce, especialmente las media sangre y los 3/Q., can objeto ,de conseguir de ellas su mayor valor. Para ejecrrtarlo sc atonna al arvimal con un golpe en la cabeza dado ligeramente con un mazo de madera, y luego se frota bien ^e; cuerpo én la dirección de la oabeza a ia cola, para vacian'^o de la or` na y heces. Se cuelga el a:nímal par las patas :traseras, colocando debajo un^ recipiénte para r^eroger la sangre, y se Ie mata dándole un carte profunda en el cuello, tenierndo mucho cuidado que la sangre no manche ]a piel. Luégo, mediante una pequeña incisión abdominal en la piel, o junta a la articulación del ga- Aspecto`"de una piel astrakán de tipo corricnte, cuya fortna de rizos es en general imprecisa y sin dibujos o contornos definidos. rrón de una pa^a tnasera, s^e introduce un tubo por el que se sopia hacíendo entrar aire, ligando después por la incisión, con obje'o de que no se escape y poder separar así la piel de la masa musi ular y apotvc^^rosis sin peligro de que se rasgue. b) Sepcm^acriónx de 1^ piel o desollcad^.-La piel debe ser sacada con la cabeza, orejas, patas y cola, evitando cuidadosamente cualquier rasgadura. Para ello se darán los siguientes cortes : Part^e media del labio inferior, siguiendo por la parte media del cuello, pecho y vientré hasta el ano y continuando por la parte media del lado "vnterno de la cola; atro corte desde la mitad de la pata anterior por su cara interna, hasta la mibad de la otra pata anterior, pasaivdo por,el pécho, y otro corte análogo de la parte media de la pata post^e^rior por su cara interna, hasta ;la mitad de la otra pata pos`.eriar, pasando por la región mamaria o testicular. Las pa?as se cortan al nivel de la rodilla, e incluso aconsejan a'gunos que los cortes se hagacv por encima de la misma pezuña, para el aprovechamiento de toda la piel de ]as patas como "garras". Luega se saca, la cola. y se tira toda ;1a piei hacia la cabeza, émpleando el cuchillo para ir separando las adherencias, así como la grasa y par;es carnosas de :a cola. Otro método para efertuar el desollado es dar unr salo corre a lo largo y lados de la pa^t^ inferna de los mus'.os, desde un jarréte o corvejón al otro. Doblando luego hacia fuera, se va despe- --- I Ig -- llejando cou cuidado para que la piel salga entera. En ambos cv^os canviene tomar las precauciones necesarias para que la piel no sé manche ni ensucie en las operacione^s del desollado. c)-Co^ns^lr^ación y seca^cta de l.as ¢ieZes.-Las pieles frescas pueden ser secadas simplemente, o saladas y se^cadas. En él primero de los casos, se envarillari las pieles con una caña que vaya desde el ;labia superiar a la punta de la cola y c.on otras .dos perpendicu.ares en brazuelos y piernas, que^ enganchan en las pezuñas, sin estirarlas nada (Iui mucho menos ^lavarlas muy tirantes con puntas sobre una supe,rficie lisa, por perjudicarse de esta forma la piel en las ope^raciones subsiguíentes de] curtido), y se 'as deja secar a la sombra. En el segundo, se frota la cara interna de la piel can abundante sal fin^a, colocándose-sin estirar-en un bas'tidor sernejante o simplemente extendida sobre una superficie, con el rizo hacia abajo. Si se utiliza.ra ^el segun^d,a procedimienta de desollado, se pueden emplear unos alambres de hiez*o galvanizado, en^ forma de horquilla, de manéra que tiendan a abrirse como un muelle. Es^tas alambres se meterán delvtro d,e^ la piel hasta que la horquilla llegue al fanda de la misma, y pa.ra qué no la distiendan demasiado, se atan ]os ^extremos con un cordel. Luego las pieles saladas también se de^ben secar a la sambra, y, si es posible, bajo techado; pero siempre e.n lugares aireados, acelérando su - I20 - desecamien'o, si es posible^, con centrífugas o venti;ador, ya que si se secan d_masiado len:amente se puede perjudicar el rizado. Si se secan ai sol o en iugares demasiado calíentes, desmerecen mucho, procedímientas que no deben ser utilizados por ningún concepto. Una vez secas, se depositan en pilas, cuero con cuero, y pelo con pelo, espolvoreando estos últimos con afrecho, para impedir la defarmación de los rizos, y añadiénuioles a'canfor y ^naftalina, para asegurar su conservación. En España., en general, se debe aconsejar que no se^ las sa:e, sino únícamen^íe proceder a su secado al f resco y a la sombra. Tampoco se debe doblar la piel al acondicionarla para su envío al curtidor, ni debe perdér su verdadera forma en el secado, no re:irándola. hasta que esté bi^em seca, y de ninguna foxma hacerlo al sol. A título puramente informativo, citaremos aIgunas operaciones a que se someten Ias pieles ^en su país de origen, y que no debe^n ser ensayadas sino con las debidas precauciones, pues, según opinión de los curtidores, es preferíb]e en estos climas secar solo las píeles, reservando el salado únicamente para los muy cálidos y secos, en los que podría rajarse la piel, quedando más blan^das y conservándose mejor al practicar dícha operación. El Dr. M. S. Karpov cita quc en Boukhara ^las pieles ya no se seean simplemente, y, en cambio, se las somete a la salazón, o a la operación - I2I - aún más complicada del "pickelaje", deseribiendo así la forma de "pickelar" las pie;es: "Recién saladas, y cuando todavía está,ni húmedas, se colecan en una especié de tanque de cuero ^ovejuno, lleno de una espesa solución hecha con agua, sal y harina de cebada. Estas piebes quedan en los tanque,s de diez a catorce días; luego, después de lavadas y secadas otra vez, vuelven a ser coloca.das en el tanque ; el mismo proaedimiento se r^epite por tercera vez y quedan lístas para la exportaciárv". Otro métoda es el que se emplea en la cabaña de Zob'itsky, en ^e^l distrito de Kremen^Chug, consistente en frota.r con sal la, carnaza de las pielés frescas, dep^sitándose luego las pieles extendidas-sin estirar-, en una mesa o supe^rficie, unas sobre otras, carnaza contra carnaza, a razón de unes 2o pieles por pila. Las pilas se deshacen^ dos veces al día, y se vuelven a éfectuar, be+n^iendo cuidada de que las ínferiores pasen a ser las superiores de las nuevas pilas. Sé deja,n las pie^les así unas cuatro o cinco días, y luego se las lava bien en agua limpia, y se las cueIga en una cuerda para ser se•cadas a la sombra, haciéndolas cambiar constantémente de posición para que se extiendan untiformemente bajo la presíón de su propio peso. Este mé'oda de conservac^ón se considera muy bueno, obteniéndose de él una carnaza coTnpacta, sin qué pierda mucho el tamaño de la piel. Hay que advertir que cuanto más se^ extiende la, piel mi^entras se seca, tanto más se encoge - I22 - miéntras sc curte y tiñe, y tambiérn se debe cuidar que en ; a cara inte^rna de la piel no quede grasa, carne c> manchas de sangre al dcso^llar ei cordero, para tvitar que se pueda pudr;r o sz "queme" duran!e el curtido, dejando err su lugar aguj:•ras quc desvaiorizan ia piel. d) 117arcaje ^e l^s p^i^eles.-Para marcar ]as pieles se cmp'ea una estampilla con la que se imprimen letras o números en la cabeza, cola o patas. E'. marcarlas con marchamos de plomo tiene el iai^conveniente de que a veces se puede rasgar la piel, perdiéndose él marcharno. Para la venta en bru'o se deben emplear etiquetas de cuero, que san más ligeras que el plomo y nb corren el péligro de rasgar la piel. e) Empv,quet^mde^rc^ta ^^e las pieAels.-Se colocarán pe'o can pelo y cuero cón ^uera en lotés de seis, ocho o más pieles, teniendo buen cuidado en clasificarlas debidamente, con objeto de que los citados loteU sean la más hamogérveos posibles, protegiéndolas can naftalina y álcanfor. Ordinariamente ^estas pieles se tiñen de negro, a pesar de serlo ya, y lustran conveniente^menté, con lo que adquieren más aprec.io y aceptación. El mejor curtido de las pie'.es de "astrakán" se hace en Léipzig, en dond^e es fama sé preparan las mejores y donde radica, el primer mercado mundial de peletería. En España, que todavía está dando su.s primeros pasos en :a cría de e^sta raza, se van préparando ya debidamen!e, existiendo quien las curte en Madrid, Barcelona, Zaragoza y Sevilla.