EL MONUMENTO DE TUI AL OBISPO SALVADO (4 agosto, 2013) Mons. Antonio Hernández Matías Prelado de Honor de Su Santidad/ Canónigo emérito Tenía yo 17 años cuando ingresé en el Seminario de Tui, en el mes de octubre de 1945. Era entonces vicerrector D. Pascual Sánchez García, nacido en la provincia de Soria, cuya familia vivía en El Rosal, y él fue quien me recibió (era mediodía) y me presentó en el comedor. Mis estudios anteriores, hasta 3º de Bachillerato, me permitieron incorporarme a 3º de Latín y Humanidades, concluido y aprobado en el mes de junio de 1946. Fue entonces cuando D. Pascual me preguntó si estaría dispuesto a pasar una parte del verano en Tui, colaborando con la Comisión local, constituida entonces para dedicar un monumento al obispo Salvado. De ella formaba parte D. Pascual, que me propuso la tarea a que voy a referirme. Tui. Plaza de la Inmaculada (1945). Según mi memoria, la iniciativa del monumento en Tui era promovida (o, al menos, apoyada con gran interés) por el Ministerio de Asuntos Exteriores, de Madrid. Estas y otras acciones del centenario de 1945 las promovieron el franciscano Juan Rodríguez de Legísima y el marista Manuel Rodríguez Rodríguez, presidente y secretario de la Comisión Permanente del Consejo Superior de Misiones. El hermano ‘biológico’ de Manuel, “el hermano Antonio”, también marista, daba clases de inglés, matemáticas e historia civil en el Seminario. Otro hermano, Santiago, “maestro de Malvas”, escribió el libro “El Padre Salvado. Un gallego civilizador de Australia”; obra patrocinado por el Consejo Superior de Misiones (Madrid, 1944). La Comisión promotora del Monumento estaba presidida por el alcalde, y de ella formaba parte (como delegado del obispo) D. Pascual Sánchez García. Esta Comisión determinó enviar cartas de petición de colaboración a toda España, dándole rango “nacional” al homenaje al P. Salvado, con motivo del centenario de su llegada a Australia. Las cartas que yo escribía las firmaba D. Rosendo Troncoso Bugarín, parapléjico, atendido de manera altruista por una señorita, que luego se casó con él, “para atenderle mejor”. Esto a mí me sorprendió mucho y admiré sobremanera. Colocación de la estatua del P. Salvado. Tui, Plaza de la Inmaculada (septiembre de 1949). Escribí a máquina no sé muy bien cuántas (acaso unas 200) con el mayor pulcritud posible, sin erratas No había entonces fotocopiadoras, sino “papel carbón” para copias; pero la Comisión prefirió que escribiera una a una. Se enviaron estas cartas a los ayuntamientos y autoridades (civiles y militares) de todas las provincias, a las firmas comerciales y a las personas adineradas, cuyas direcciones me facilitaban. Ciertamente, me ocupó gran parte del verano, y, por el trabajo me obsequiaron pagando la factura de un sastre de Tui a quien yo había encargado una sotana. No recuerdo haber asistido a la inauguración del Monumento. Probablemente tuvo lugar cuando yo me encontraba estudiando en Salamanca o en Roma. D. Pascual Sánchez García, marchó de Tui a Lérida, cuyo obispo le ofreció una canonjía en aquella Catedral Luego me carteé alguna vez con él y hube de agradecerle la gentileza de un “donativo” que me envió generosamente. Me consta que D. Pascual falleció en Barcelona el día 19 de diciembre de 1969. Particular de la colocación del monumento al P. Salvado (septiembre de 1949). Recientemente, a través del párroco de El Rosal, una sobrina de D. Pascual envió varias cajas de libros para la biblioteca del Seminario de Vigo. Libros de Teología, de Moral, de Historia eclesiástica, y algunos relacionados con el Derecho Mercantil, pertenecientes a un hermano de D, Pascual, abogado en Madrid. Tuve ocasión de visitar (en Roma) la abadía benedictina de San Pablo Extramuros donde estuvo enterrado el P. Salvado, antes de trasladar sus restos a Australia. En la biblioteca del Seminario se conserva una copia de la Oración fúnebre pronunciada en sus Exequias, celebradas en “Sant’Andrea della Valle”. Dos sacerdotes de nuestra diócesis, D. Jesús Casás Otero y D. Juan Luis Martínez Diz, estuvieron el año pasado en Australia. Y, con motivo de la JMJ de Madrid, pasó por Tui un grupo de jóvenes de la diócesis de Perth, acompañados de su obispo, que celebraron una Misa en la Catedral, presidida por D. Luis Quinteiro. Según el Boletín Eclesiástico del Obispado de Tuy [15 de octubre de 1867 (4)], el P. Salvado (entonces obispo de Puerto Victoria) asistió en el Seminario a la ceremonia de la inauguración del curso 1867-1868, por hallarse en Tui para visitar a su familia. Así lo afirma el cronista de la velada literaria celebrada en dicho acto. _______________________________________________ Sobre la música del P. Salvado ENTREVISTA A LA PIANISTA ANDREA GONZÁLEZ ( Entrevista con D. Avelino Bouzón, el 1 de octubre de 2013) Análisis de las tres composiciones para piano del P. Salvado La pianista Andrea González Pérez se presentó a principios de julio último en el Archivo de la catedral de Tui para indagar qué piezas musicales se podrían interpretar en el IKFEM. Después de explicarme su currículo, conversamos sobre el obispo Salvado y sus tres composiciones para piano, cuyos originales se conservan en el Archivo. Como manifestase mucho interés en estudiarlas, le facilité las copias de las piezas con la condición de que me las devolviese y de que me concediese una entrevista para el boletín de la parroquia de San Bartolomé de Rebordanes. Aceptó gustosamente. El viernes 20 de septiembre, previa llamada telefónica, vino a devolverme las copias y a realizar la entrevista. Comenzamos el reportaje. Andrea en el piano de cola Andrea, unas palabras de presentación. - Nací en O Anxo (Pazos de Reis-Tui) el 8 de octubre de 1987; son mis padres José Antonio y Ramona. Aunque con mis padres y mi hermano Alberto hemos tenido algunas ausencias, como luego indicaré, sin embargo siempre conservamos el domicilio familiar en el lugar de mi nacimiento. ¿Cómo fueron tus estudios y la iniciación en la música? - Mis primeros estudios de preescolar los hice en el colegio de la Milagrosa (frente a la catedral); a los 6 años inicié la Primaria en el Colegio nº 2 de Tui, y a los 7 fui con mi madre al Conservatorio de música para matricularme; ya tenía decidido estudiar piano, porque mi prima Sonia -la hija de Aquilino y Carmiña- cursaba piano y me gustaba ir a su casa solariega de la rúa San Telmo a escuchar las piezas que ensayaba. Pero en el Conservatorio me propusieron otros instrumentos por ser demasiado joven. A pesar de eso, con 8 años empecé oficialmente los deseados estudios de piano. En Tui hice los 4 cursos de Grado Elemental en tres años; en ese tiempo recibí las clases del profesor Carlos Enrique Pérez, con el que haría en Pontevedra los seis años de Grado Medio. Contaba diez años cuando mi familia se trasladó a Marín, donde estudié el último curso de Primaria y los cuatro de la ESO en el colegio de La Inmaculada Concepción de la aquella villa; a la vez, me matriculé en el Conservatorio de Pontevedra. En 2003 regresé con mis padres a Tui y me matriculé en primero de Bachillerato en el IES San Paio. Además, durante el curso 2003-2004 continué asistiendo a las clases de sexto curso de música (Grado Medio) en la ciudad del Teucro, a donde me llevaba mi padre tres días a la semana en el Volkswagen Passat. José Antonio y Ramona, padres de Andrea Explica los saltos a Barcelona, a Castellón y a Milán en tus estudios de piano. - En el último curso de Grado Medio, con 16 años, empecé a viajar a Barcelona en los días libres para recibir clases particulares de piano de la magnífica pedagoga María Jesús Crespo, concertista, a quien conocí en unas “master classes”, es decir, clases de perfeccionamiento en el Conservatorio de Pontevedra. Durante dos años continué viajando a Barcelona, y al mismo tiempo realizaba los cursos de Bachillerato y la Selectividad. Justo, los exámenes de Selectividad me coincidieron con los de Acceso al Grado Superior en el conservatorio ESMUC (Escuela Superior de Música de Cataluña), que consistían en varias pruebas teóricas y prácticas, muy exigentes. Aprobada la Selectividad, estudié el primer año de Grado Superior en el Conservatorio de Vigo (año 2005) y en verano hice un curso en Granada, donde conocí al pianista Leonel Morales, catedrático del Conservatorio Superior de Música “Salvador Seguí” de Castellón. Trasladé allí la matrícula e hice los cuatro cursos de Grado Superior. En 2010 asistí a unas clases de perfeccionamiento de piano que impartía el maestro Vincenzo Balzani, profesor del “Conservatorio Giuseppe Verdi” de Milán, en el que estoy incorporada desde entonces. Actualmente hago un Master de alto perfeccionamiento (en italiano, “Biennio specialistico in pianoforte”). Este último año hice el curso AMA (“Attività Musicale e Autoemprenditorialità”), que podría llamarse en español “gestión de espectáculo musical y emprendimiento” en la “Accademia d’Arte e Mestieri del Teatro alla Scala” ( Milán). ¿Has participado en certámenes? ¿Qué premios has conseguido? ¿Recuerdas el primero? - En el transcurso de mis estudios de la carrera musical me he presentado a diversos concursos nacionales e internacionales de piano. El primer premio lo recibí a los 13 años. Fue en el III Concurso Regional de Piano “Real Club Náutico de Vigo” para Jóvenes Intérpretes (9 de diciembre de 2000); con la misma edad, el 7 de julio de 2001 conseguí el primer premio en el III Concurso Juvenil de Piano “Cidade do Fundâo”, concedido por la “Academia de Música e Dança do Fundâo” (Portugal); también logré el primer premio en la especialidad de Piano en el “I Concurso Musical organizado polo A.M.P.A. do Conservatorio de Pontevedra” (30 de mayo de 2003); fui galardonada en el VII Certamen Nacional de Piano Veguellina de Órbigo (León, 2005), en el “XII Concurso de Piano Mestre Josep Serrano” (Valencia, 2006), y últimamente conseguí el premio de la “Fondazione Wagneriana di Milano” (2012). Además, en el curso 2012-13 he sido becaria de la “Fundación Segundo Gil Dávila” y espero disfrutar de esa ayuda este nuevo curso para continuar los estudios. En el salón de tu casa he visto los diplomas de esos premios y otros que no mencionas, ¿cuáles son tus objetivos para este nuevo curso? - Primeramente acabar mi Máster, después preparar varios proyectos, como la 2ª edición del Festival IKFEM que se celebrará en la eurociudad Tui-Valença (evento que promovemos a través de la asociación “Xuventudes Musicáis de Tui” de la cual soy presidenta) y diversos programas de conciertos que se convocan en Cuba, Italia, Portugal, Santiago, etc. Andrea con sus diplomas ¿Cómo se te ocurrió venir al Archivo de la catedral? - A principios de julio en una entrevista sobre el Festival IKFEM para “Faro de Vigo”, que me hizo la corresponsal en Tui Eva González, le indiqué que pensaba colocar un piano, durante el festival, en la plaza de la Inmaculada, delante de la escultura del P. Salvado a fin de que pudieran tocarlo los transeúntes. (Por cierto, la idea ha tenido una magnífica acogida). Ante esta iniciativa, la corresponsal me habló de la música del obispo Salvado y me facilitó el teléfono del director del Archivo, D. Avelino Bouzón, el realizador de esta entrevista. Hay que decir que el 20 de septiembre se realizó esta entrevista en dos etapas. La primera en el Archivo, donde escribí la presentación y lo expresado hasta aquí por la interviuvada. La segunda etapa tuvo lugar en su casa de Pazos de Reis. Allí, después de saludar a sus padres, tomé diversas fotografías mientras Andrea interpretaba una de las piezas del obispo Salvado. Le pregunté qué valoración podría hacer de las tres composiciones. Como la pianista y profesora es muy exigente consigo misma, me pidió un tiempo para estudiar las obras y no hacer un juicio superficial, si bien me habló de algunos coincidencias con los maestros románticos Franz Liszt, Schubert, del “bel canto de Bellini”, etc. Ante mi insistencia de un análisis más concreto y preciso de cada obra, me señaló que necesitaba situarlas en la época de composición. Le indiqué que entre 1850 y 1890. Como ya pasaban de la 11 de la noche, me prometió estudiarlas y darme su informe al día siguiente (sábado 21 de septiembre). Para concluir esta etapa domiciliaria de la entrevista, a modo de despedida, sus padres le pidieron que interpretase una bonita pieza al piano. Andrea nos obsequió con “La Marcha Turca”, a la que siguieron aplausos, saludos y deseos de un merecido descanso. Interpretación de Marcha Turca ANÁLISIS DE LAS OBRAS EL OBISPO SALVADO En el Archivo de la catedral de Tui se conservan tres composiciones autógrafas para piano del P. Salvado, cuyos títulos originales cito a continuación. La primera pieza se titula: “Fantasía, variaciones y final para Piano forte. Compuestas y dedicadas a la Excelentísima Señora Condesa Lebzeltern, por Rosendo Salvado”. A continuación se ofrece el comentario de la profesora Andrea. “El P. Salvado escribe en el primer acorde: “tremolo”. Este concepto musical, que significa sucesión rápida de muchas notas iguales (como si se tratase de un temblor), ha sido utilizado frecuentemente por otros compositores para representar en el piano el sonido de la orquesta. Por tanto, es como si un gran “tutti” orquestal abriese la composición del P. Salvado. En mi opinión, el obispo Salvado compone esta “Introducción” a modo de obertura operística; su carácter improvisado provoca el contraste del “tutti” orquestal con un expresivo tema “liederístico” central (alemán, “lied” = canción) que nace de las profundidades de una virtuosa progresión”. “A continuación, se presenta el tema muy variado: hasta cinco veces usa los recursos técnicos-compositivos típicos del periodo romántico (arpegios, octavas, cromatismos expresivos). El tema consiste en una melodía “anacrúsica” con ritmo de danza (anacrusa: nota o grupo de notas sin acento que preceden al primer tiempo fuerte de una frase, colocado antes de la barra del compás), acompañada por un sencillo colchón armónico en la mano izquierda. Se intuye la influencia de la “maniera clásica” en cuanto a estructura cuadrada y secuencia armónica”. La pianista interpreta una pieza del P. Salvado “Un “adagio affettuoso” en la tonalidad de sol bemol menor precede el Final. La tonalidad menor contrasta con la de si bemol mayor, en la cual está escrita la “Fantasía y las Variaciones”, y el color triste de la tonalidad menor es corroborado por las indicaciones del P. Salvado: “sentimentale”. El Final comienza con un ritmo de marcha en la mano izquierda, que introduce el último movimiento de esta estrepitosa obra. Con la idea de melodía acompañada, la mano derecha del pianista canta un tema que irá cogiendo cada vez más vuelo hasta desembocar en un asunto que nos resulta familiar, pues es el tema “cantabile” que ya había usado en la Introducción. Los acordes finales en la tonalidad de la bemol mayor culminan la obra con acentos apoteósicos”. La segunda obra lleva por título “Pequeño entretenimiento con aire de Marcha para piano forte. Compuesto y dedicado a la virtuosa señorita Paquita Patrelli, por Rosendo Salvado”. La avezada pianista hace el siguiente análisis: “Como bien nos indica el título, el P. Salvado compone esta obra a ritmo de marcha; esto es, con un acompañamiento “ostinato” de carácter marcial. El compositor, de nuevo, utiliza el “tremolo” (esta vez indicado figurativamente con la nota re, dominante de la tonalidad de sol mayor, en la que se presenta la obra) y una escala ascendente con octavas en “stacatto”, que nos deja en suspensión para seguidamente introducir la marcha. La “música programática”, es decir, la música descriptiva que pretende evocar imágenes extra-musicales en el oído del público, se pone de moda en el periodo romántico del siglo XIX. Beethoven fue de los primeros compositores en describir el sonido de los pájaros, el rumor de un riachuelo o una tormenta en su Sinfonía nº. 6, “La Pastoral”. En la obra del P. Salvado, con un poco de imaginación, escuchamos el redoble del tambor en los diseños de octavas partidas, que aparecen en progresión ascendente. Es interesante observar cómo el compositor da una personalidad distinta a cada aparición de este motivo recurrente: la primera vez “graciosamente”, al que responde con otro motivo en “legato”; la segunda vez “elegante”, y responde “dolce”; la tercera vez “con scioltezza“; la cuarta vez “battuto”, y responde “preciso”. Así, a ritmo de marcha, continúa el resto de la obra hasta su final”. Nos adentramos ahora en la tercera obra: “Gran Walz Fantástico, o sea un cuarto de Ora en la Tertulia. Compuesto y dedicado a la Señora Marquesa Santasilia, por Rosendo Salvado”. Andrea nos amaestra con su erudito comentario. “El Gran Vals es una obra brillante que contiene los aspectos compositivos de una época en la que el piano era el instrumento más de moda para expresar sentimientos y, a la vez, lucir las dotes virtuosas del intérprete. El P. Salvado escribe una Introducción al Vals en compás binario; un tema marcial y majestuoso, el cual ya aparecía en el “Pequeño Entretenimiento con Aire de Marcha. Escrito a octavas en las dos manos, contrasta con “fermatas” llenas de arpegios y cromatismos, que nos conducen, casi de modo improvisado, a la danza del vals (obviamente en ritmo ternario). “Brillante” es la palabra usada por el P. Salvado para definir el vals”. “Me llama especialmente la atención, que el compositor cuide al detalle todas sus indicaciones, no solo en esta obra sino también en las comentadas anteriormente. Las anotaciones del pedal, de las dinámicas y del “tempo” son indicadas en toda su obra. Esto me hace pensar que ha querido dejar un legado escrito para que sus composiciones fuesen interpretadas por otros pianistas y, por tanto, no han sido escritas con la única finalidad de un uso personal. Esta obra es realmente difícil de interpretar, precisa de un estudio detallado y de unas dotes técnicas muy sólidas por parte del pianista”. Para concluir la entrevista y resumir el análisis de las piezas del ilustre tudense, la profesora Andrea hace una reflexión con denso contenido histórico, laudatorio e icónico. Andre lee una partitura del obispo Salvado “Tengamos en cuenta que la cuna del arte y de la música en el siglo XIX estaba en los países de Centroeuropa. Entonces, las diferentes expresiones artísticas, como la música, la literatura, la pintura o la fotografía, convivían con un único propósito: comunicar un sentimiento. Siguiendo los pasos de la corriente Centroeuropea, la obra musical del P. Salvado trasciende a su belleza; más allá de los límites estéticos, apoya el sentimiento e integra el patrimonio emocional, junto a las experiencias personales de su singular aventura de culturizar a los aborígenes australianos. Me gustaría concluir con una frase de un personaje prototipo de aquella época que dice así: La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía (Luis van Beethoven)”. Por mi parte, deseo manifestar un vivo y cordial agradecimiento a la distinguida pianista, Andrea González Pérez, pues lo que en principio iba a ser una corta entrevista la hemos convertido en una extensa conversación con trasfondo académico y artístico. En efecto, ha sido más un diálogo que una entrevista: las preguntas y las respuestas surgieron con un razonamiento natural y espontáneo, exento de cualquier artificio, y eso es lo que hemos intentado reflejar en este amplio reportaje. Andrea en el Archivo UN MUSEO EN TUI DEDICADO AL P. SALVADO (29 julio, 2013) M.Iltre.Sr.D. Avelino Bouzón Gallego Canónigo Archivero de la Catedral de Tuy INTRODUCCIÓN El padre Salvado, hijo ilustre de Tui, falleció en el convento benedictino de San Pablo Extramuros de Roma el 29 de diciembre de 1900. Para perpetuar su memoria en el centenario de su muerte se celebró una interesante exposición en el patio del Palacio de Justicia tudense y se publicaron varias monografías y artículos. En 1945 se había conmemorado el centenario de su partida para evangelizar los aborígenes australianos. En aquella ocasión se elaboró un amplio programa de actos y se erigió el sugestivo monumento de la plaza de la Inmaculada, delante de los Juzgados, en el punto céntrico del hermoso paseo de la Corredera, obra del escultor ponteareano Alfonso Quinteiro Alonso. En el centenario de su fallecimiento, rastreando los abundantes escritos del obispo Rosendo (sobre todo los epistolares), diseminados en los más diversos archivos y en manos de particulares, se agigantó su dimensión cosmopolita; pues su dedicación audaz a culturizar a los indígenas australianos lo convierte en una figura extraordinaria de la historia de la misionología y del indigenismo. Cercano el bicentenario de su nacimiento, es el momento de publicitar la dimensión universal y poliédrica de este personaje que lo mismo manejaba los aperos de labranza, que cortaba el pelo o peinaba a los “salvajes”, o bien daba un concierto para financiar la construcción del poblado de Nueva Nursia. El Grupo Filatélico y Numismático de Tui ha sido madrugador en la celebración del nuevo centenario al haber logrado el sello conmemorativo, concedido por la Comisión Filatélica del Estado. Con mi colaboración en esta revista deseo manifestar al presidente del Grupo Filatélico de Tui y a todos sus componentes la más expresiva felicitación por difundir la personalidad del padre Salvado y de su gran epopeya, a la vez que agradezco la oportunidad que me ofrecen de publicar este artículo. NACIMIENTO E INFANCIA Lucas José Rosendo Salvado y Rotea nació en el barrio tudense de “Riomolinos” el 1 de marzo de 1814. Según consta en la partida bautismal, fue cristianizado al día siguiente del nacimiento, fiesta de San Rosendo, fundador del monasterio de Celanova (Ourense). A continuación copio literalmente el asentamiento bautismal: “En el día dos del mes de marzo, año mil ochocientos catorce, yo, D. Juan Francisco Piñeiro, cura-párroco de esta santa Iglesia catedral de la ciudad de Túy, en ella solemnemente bauticé a un niño que nació en el día antecedente, a quien le puse por nombre Lucas Josef Rosendo, hijo legítimo de D. Pedro Salvado y de María Francisca Rotea. Abuelos paternos, Domingo Salvado y Tecla Pérez, éstos, con el padre del bautizado, son naturales de San Miguel de Tabagón, mixta de San Bartolomé das Eiras. Maternos, Francisco Antonio Rotea y Ana María Núñez, difuntos, ésta vecina de Túy, pero natural de San Justo y Pastor de Entienza, y aquél, con la madre del bautizado, son vecinos y naturales de la referida Túy. Fueron sus padrinos, y les advertí sus obligaciones, D. Lucas Portela y Doña Josefa Figueiroa, vecinos también de Túy, y para que conste lo firmo como cura. Tuy, fecha ut supra. Juan Francisco Piñerro”. Hay una rúbrica y una nota que dice: ”Obispo de Puerto Victoria en la Australia”. Y para que así conste, expido, firmo y sello el presente en Túy, a quince de noviembre de mil novecientos cuarenta y tres” (1). Gloria Adelino Domínguez. Habitación donde nació el P. Salvado. El matrimonio formado por Pedro Bernardo Salvado y María Francisca Rotea Núñez tuvieron siete hijos: María Victoria, bautizada el 24 de abril de 1799 y casada con D. Manuel Troncoso; María Ramona Juliana del Carmen, bautizada el 9 de enero de 1801, casada con D. José Agustín Comesaña, falleció el 30 de Septiembre de 1872; Pedro Pablo Francisco, bautizado el 25 de enero de 1803, fue presbítero-capellán de la Santa Iglesia Catedral y falleció en la casa de Riomolinos el 13 de junio de 1859; Domingo Agustín del Carmen, bautizado el 20 de diciembre de 1804, sacerdote; Tomás Victorio, bautizado el 7 de marzo de 1807, falleció infante; Miguel de los Santos, bautizado el 6 de julio de 1811, monje benedictino que estuvo con su hermano en Australia entre 1869 y1879, falleció en A Guarda el 17 de abril de 1894 siendo capellán de las monjas benedictinas de aquella villa; Lucas José Rosendo, el fundador de Nueva Nursia y obispo de Puerto Victoria en Australia, como se indicó más arriba falleció en Roma a la edad de 86 años; Roque María, bautizado el 18 de agosto de 1816, debió fallecer infante (2). Rosendo Salvado, después de realizar sus primeros estudios en el convento de San Francisco, el actual Seminario Menor de Tui, el 24 de julio de 1828 ingresó en el monasterio de San Martín Pinario (Santiago de Compostela), donde ya estaba su hermano Santos. El 26 de julio del año siguiente tomó el hábito benedictino, pero fue despojado del mismo en 1835 con la desamortización de Mendizábal, regresando a su casa de Riomolinos. Sin embargo el 11 de noviembre de 1838 sale del puerto de Vigo rumbo a Nápoles para incorporarse al monasterio benedictino de la Santísima Trinidad de Cava dei Tirreni. El 23 de febrero de 1839 recibe la ordenación sacerdotal y el día de su nacimiento y onomástico celebra la primera santa misa. VOCACIÓN MISIONERA En Cava acogieron también a otros monjes del clausurado monasterio de San Martín Pinario, como al catalán José Benito Serra. Este y el tudense soñaban con ser misioneros. Según el historiador benedictino García Colombás, la iniciativa partió probablemente de Serra, pero la resolución fue tomada por Rosendo Salvado (3). Los dos monjes españoles consiguieron el permiso de la Congregación de Propaganda Fide, ahora Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Habían dudado mucho en dar ese paso, pero el 26 de diciembre de 1844, reunidos ambos monjes en la celda del padre Salvado y postrados ante un devoto cuadro de Nuestra Señora del Socorro que él había llevado como recuerdo de Tui, encomendaron su proyecto a la Virgen. Aceptados por la Congregación de Propaganda, y recibidos en audiencia por el papa Gregorio XVI el 5 de junio de 1845, los dos monjes españoles juntamente con dos italianos partieron para la gran aventura desde el puerto de Civitavecchia. El 21 de julio llegaron a Londres y ocho días después salieron para el monasterio benedictino de Downside, a unos 200 kms. al oeste de la capital, en donde se pusieron a estudiar inglés con todo empeño. El 17 de septiembre de 1854 zarpaba del puerto de Gravesand la fragata “Isabella” con la expedición misionera que el futuro obispo Brady capitaneaba rumbo a Australia, y que comprendía treinta y ocho personas en total, de las que sólo eran españoles el padre Serra y el padre Salvado. Al cabo de 113 días de penoso viaje, el 7 de enero de 1846, al anochecer, arribaron a Freemantle antepuerto de Perth. Brady formó varios grupos de misioneros y a cada uno le asignó un campo de acción. Pronto se vio que el monje irlandés quería a sus hombres más bien para atender a los colonos blancos que para predicar la fe a los nativos de los bosques. Pero Serra y Salvado insistieron tanto que finalmente les dejó adentrarse en la selva, con unos pocos compañeros, para evangelizar a los aborígenes (4). LA CASA NATAL El 4 de diciembre de 1999, un señor de Perth envió un correo electrónico al Archivo de la catedral, diciendo que pensaba tomarse unas vacaciones en España y deseaba visitar Tui, porque le habían hablado de un famoso obispo católico que misionara Australia occidental, “el cual –son sus palabras- creció en Tui y su casa es una atracción turística. También me dijeron que hay una estatua de este obispo en el centro de la ciudad”. Desde el Archivo se le envió un “e-mail” con una breve semblanza del padre Salvado y la foto del monumento, indicándole que agradeceríamos mucho que por su parte, si le fuese posible, indagase sobre la existencia de escritos personales del mencionado obispo en la abadía de Nueva Nursia y nos informase. Pocos días después escribió diciendo: “Encontré alguna información para Ud. en un libro que conseguí en una librería, en él leí lo siguiente: La casa de tres pisos, aún se mantiene en pie en memoria de su honorable hijo. Hay muchas pequeñas habitaciones, una galería y ventanas que dan a un espléndido panorama de campos ondulados, viñedos y huertas, extendiéndose por la ventilada ribera del río Miño. Muchos dormitorios. Una guardería, separada de las habitaciones más amplias en el segundo piso, reservadas para los parientes. La planta baja tenía la cocina y también algunas habitaciones donde vivían los criados. Había también un amplio comedor y un salón donde la familia se sentaba por las noches para hablar y oír música. No se sabe la antigüedad de la casa. Se supone que los chicos habrían jugado y cabalgado por las verdes laderas que bajan al río”. Gloria Adelino Domínguez. Balcón trasero de la casa del obispo Salvado. Vistas al río Tripes, Miño y Valença. Esta descripción de la casa natal del obispo Rosendo Salvado la tomó de uno de sus diarios el biógrafo inglés George Russo, cuya obra publicó el Consello da Cultura Galega con motivo de la exposición del centenario de la muerte bajo el título “O señor abade do Ermo. A vida e a época do bispo Salvado”. Después de describir la casa, el autor añade: “Simplemente o feito de estar alí empapándose da beleza da paisaxe supón entender mellor o profundo sentido da tradición que poseía o padre Salvado e o seu aprecio tan intenso da música e a poesía” (5). Efectivamente, la música formaba parte del patrimonio familiar heredado por el padre Rosendo, marcando toda su vida. Así floreció su afición a la música vocal e instrumental, pues su padre ejercía de salmista en la catedral, e incluso durante algún tiempo actuó también de sochantre provisional. Es grato imaginar a la familia Salvado reunida en torno a un piano, y también otros instrumentos, cantando canciones de la tierra o fragmentos de operas italianas y de zarzuelas españolas. Es lo que solían hacer muchas familias acomodadas para pasar agradablemente las largas veladas de invierno, afirma el padre Ros, estudioso de la faceta musical del obispo Salvado (6). CONCLUSIÓN El fundador de Nueva Nursia, es conocido popularmente como padre Salvado o erróneamente “fray” Rosendo, imponiéndose el tercer nombre de pila que corresponde al santo festejado el día de su nacimiento. En la actualidad, al inicio de la calle que conduce desde la Avenida de Portugal al barrio de la Sarabia un rótulo reza así: “calle del Obispo Salvado”. La fachada de la casa número 7 tiene una placa de mármol blanco, primorosamente tallada por el marmolista vigués J. Baliño, que muestra la siguiente inscripción en relieve: “El día 1º de marzo de 1814, nació en esta casa el que fue obispo de Puerto Victoria y últimamente de Aduani, y abad de nueva Nursia en la Australia Occidental, el Ilmo. y Rvdmo. Padre Fray Rosendo Salvado y Rotea. “Los hijos de Tuy” le dedican este recuerdo a su gloriosa memoria. Tui 7 de abril de 1902”. A menos de un año de que se cumpla el bicentenario del nacimiento del obispo Salvado, algunos organizadores de la conmemoración han pensado en conseguir su casa natal (ahora que está a la venta) para dedicarla a un museo que perpetúe la memoria del personaje, como hacen otras ciudades y países con los edificios relacionados con sus hijos próceres. (1) Cfr. Libro XVII de Bautizados de la parroquia del Sagrario de la Catedral de Tui, folio 329 vuelto. En la portada de dicho libro depositado en el Archivo Histórico Diocesano dice: “Libro de Bautizados de la Parroquia de la Sta. Iglesia Catedral de la ciudad de Tuy que principia en 10 de octubre de 1800”. (2) Cfr. ERNESTO IGLESIAS ALMEIDA, Xenealoxía do bispo Salvado, en “O Bispo dos sen alma. Frei Rosendo Salvado (1814-1900), unha misión en Australia. Exposición no centenario da súa morte. Setembro – outubro de 2001. Pazo de Xustiza. Tui” , 61. (3) Cfr. GARCÍA MARÍA COLOMBÁS, Recordando al padre Salvado, en “Tui. Museo y Archivo Histórico Diocesano” 9 (2001) 31. (4) Cfr. Ibid., 33. (5) GEORGE RUSSO, O señor abade do Ermo. A vida e a época do bispo Salvado, Santiago de Compostela 2001, 1. (6) Cfr. ELADIO ROS, La música en Nueva Nursia, Madrid 1993, 20. La familia tudense del Obispo Salvado PILAR COMESAÑA, SU PARENTESCO CON EL OBISPO SALVADO (Entrevista con D. Avelino Bouzón el 17 septiembre, 2013) María del Pilar Comesaña Ordóñez (Pilar), nació en Tui el 20 de diciembre de 1932, en la calle de Abajo (rúa Cuenca), frente a la casa solariega del matrimonio Daniel Alonso Bernárdez y Angelita Troncoso Bugarín, los padres de Daniel, Ángel y Angelita. El parentesco de Angelita con el obispo Salvado se explicó en el boletín número 5 (julio último). Pilar reside en Curuxeiras (Rebordáns) en la casa paterna de Julián Solla Rocha, con quien se casó el 6 de marzo de 1954. Enviudó el 22 de diciembre de 2008. Del matrimonio viven los dos hijos, Manuel Ángel y María Begoña; esta, casada con Santiago Villar Prieto, habita en la casa paterna y atiende ejemplarmente a su madre. Julián y Pilar. Bodas de oro. Curuxeiras, 6 de marzo de 2004. Hablemos de los ancestros. Pilar emparienta con el P. Salvado en quinta generación, igual que Angelita, pero mientras esta entroncaba con Rosa Benita Comesaña Salvado, sobrina del “bispo das barbas”, ella desciende del hermano de Rosa Benita, Ignacio Severo que casó con María Rosa Pino, padres de Carlos Ignacio Victoriano Ceferino José, quien juró y tomó posesión del cargo de Procurador de Tui en septiembre de 1910. Carlos Ignacio se casó con Pilar Bugarín Menayo, de este matrimonio nació el 13 de enero de 1898 Carlos Manuel Comesaña Bugarín, casado el 26 de diciembre de 1928 con Leonisa Carmen Ordóñez Rodríguez, los padres de Pilar. El abuelo paterno de Pilar, Carlos Ignacio Comesaña Pino, firma varios testimonios a favor de su primo político Rosendo G. Troncoso, administrador de “La Integridad”, que ingresó en la cárcel de Tui el 7 de marzo de 1895 para cumplir una condena de cuatro meses y un día por “injuria a la autoridad” del alcalde en el periódico antes mencionado. En un escrito de apoyo al preso, Carlos se despide de este modo: “O teu primo que muito [sic] che quere. 3-10-95 [1895], a las 6t [de la tarde]”. El 5 de julio de 1895, con 22 años, Carlos estudiaba para procurador en la universidad de Santiago, pues a la firma con que termina su testimonio de apoyo añade “De la facultad de Derecho”. Le pregunto a Pilar, ¿cómo te enteraste que eras familiar del P. Salvado? Respuesta: “Por mis tíos Federico y Guadalupe, y también por mi padre que entroncaba con él por el apellido Comesaña”. Añade la hija Begoña: “Guadalupe, hermana de mi abuelo, era ‘Señorita de compañía’. Hoy no suena bien pero antes se llamaba así la ‘institutriz’, mujer que tenía a su cargo la esmerada educación o formación de los niños”. También interrogo a la entrevistada sobre los comentarios que escuchó en su infancia, en la casa paterna, sobre el P. Salvado. Ante mi insistencia obtengo esta vaga respuesta: “Me decían que había un pariente lejano que fuera a las Indias y había traído el eucalipto del atrio de la capilla ‘do Anxo’”. A mi pregunta sobre si alguna vez alguien acudió a pedirles información por ser familiares del P. Salvado. Se anticipa Begoña para comentarme que, hace unos cuatro años, de la Televisión de Galicia (TVG) se presentaron en la “Droguería Solla”, que ella regentaba en la calle Augusto González Besada, y le preguntaron si tenía un antepasado famoso. Les dijo que sí: “el P. Salvado”. Lo que significó que la descartaran para el programa “A miña famosa familia”. Continúa la hija de Pilar: “Entonces me preguntaron si conocía algún familiar mío que no lo supiese”. Begoña los remitió a Carlos Comesaña, su primo, que había regresado de Alemana y vivía “no Anxo junto al eucalipto del P. Salvado, cuyas hojas caen en su finca”, afirma Begoña, y prosigue: “Los de la TVG llevaron a Carlos a la catedral y a otros lugares relacionados con el P. Salvado, como la estatua de la plaza de la Inmaculada, etc., para darle pistas, pero Carlos no pescaba ni una”. Reclamaron a una persona mayor de la familia que pudiera saber más. Entonces la historiadora Merchi Vázquez Bartomeu, colaboradora de la productora del programa, que era la que iniciara los contactos con Begoña, llevó a los de la TVG a Curuxeira nº. 8, para que le hicieran la entrevista a Pilar, quien además de informales del obispo Salvado, les habló de sus padres, de sus tíos y de las tías misioneras Pilar y Ana, esta misionera en el Congo Belga. Sor Ana Comesaña Bugarín, tía de Pilar. Misionera en el Congo. Las dos religiosas pertenecían a la congregación de las “Franciscanas Misioneras de María”; en Tui tenían el convento en el edificio actual del “Museo Histórico Diocesano” y era conocido como “convento de Las Monjas Blancas”, o simplemente “Blanquitas”. ___________________________________________ LA QUINTA GENERACIÓN DE LOS PARIENTES DEL P. SALVADO 2 julio, 2013 Seguimos tras las huellas del P. Salvado, esta vez guiados por Ángela Alonso Troncoso (Angelita), de 86 años, soltera, que el 22 de mayo, a las 21,30 horas, me recibió en su domicilio de la calle Ordóñez. Entrevistada en su casa con la vecina Sita Angelita tiene vínculos de sangre con Lucas José Rosendo Salvado Rotea, el obispo que se dedicó a los aborígenes australianos conocidos entonces como “salvajes”. Pertenece a la quinta generación por línea materna, pues su abuela Hermógenes Nicolasa era hija de Juan José Bugarín Calvar, “de oficio ebanista”, y Rosa Benita Petra de los Dolores Comesaña. Los padres de Rosa Benita fueron José Agustín Comesaña Estévez y María Ramona Juliana del Carmen Salvado Rotea, hermana del obispo Salvado. Hermógenes, nació el 19 de abril de 1862, siendo la mayor de nueve hermanos: Candelaria, nacida el 2 de febrero de 1864; Rosendo Ángel que vio la luz al año siguiente, 28 de febrero de 1865; Sara Dorotea, el 30 de marzo de 1867; Marcelino José, el 26 de abril de 1869; Herminia, el 27 de diciembre de 1870; Victoriano nació el 14 de febrero de 1873 y se licenció “en medicina y cirugía”, ejerciendo como “Director del Laboratorio municipal de Tuy”, esto es, médico del municipio; José Manuel Alejandro vino al mundo el 26 de febrero de 1875, y Elena Dolores el 8 de noviembre de 1876. Angelita me dijo que su abuela Hermógenes era muy trabajadora. Se casó el 18 de septiembre de 1893 con Florencio Rosendo Troncoso Pérez, quien trabajó como administrador en el periódico “La Integridad”; en repetidas ocasiones me contó Daniel, el hermano de Angelita, que su abuelo salvó de ir a la cárcel al presbítero Manuel Lago González por una publicación considerada intolerable por la autoridad municipal. Florencio Rosendo falleció con solo 41 años el 22 de marzo de 1902. Me dice Angelita que Hermógenes se encontraba rezando el rosario con sus hijos, cuando oyó un fuerte ruido, fue a la habitación de su marido y lo encontró muerto. Quizá ya estaba muy enfermo, advierte la interlocutora. Añade que su abuela tenía un negocio de comestibles con un gran almacén y vendía mucho; recuerda que abastecía a los frailes franciscanos (portugueses y españoles) y a los colegios portugueses. La mercancía llegaba a la estación de ferrocarril de Tui y después la transportaban en carros hasta el almacén; “entonces no había coches”, advierte Angelita. Le pregunté si en su infancia oía comentarios sobre el obispo Salvado, me contesta que algo hablaban los mayores pero “los pequeños no nos interesábamos por él”. La foto que ilustra este artículo se halla en la casa de Angelita; muestra a los cuatro hijos de Hermógenes. Ella está sentada a la derecha y le siguen sus cuatro hijos que presento a continuación de derecha a izquierda: - Ramona Troncoso Bugarín, la mayor, religiosa de las Hijas de la Caridad. Según Angelita, ocurrió la siguiente historia que parece tomada de una telenovela. Estaba todo dispuesto para que Ramana se casase con un chico que era militar, y pocos días antes de la boda, le dijo a su madre que no se casaba, pues estaba enamorada de Dios y a Él quería entregar su vida. “Estás loca, hija”, repuso su madre. Después se presentó el novio, y Ramona le manifestó la resolución que había comunicado a su madre. Él le preguntó: “¿No me dejarás por otro hombre?”. – “Solo quiero amar a Dios”, respondió ella. Pasaron algunos años, eran tiempos de la guerra civil, y Ramona -ya Hija de la Caridadse hallaba en Burgos; la superiora le encargó que visitara y socorriera a los enfermos del hospital próximo a la casa donde vivían, algunos heridos de la guerra. Allí encontró al que había sido su novio y lo atendió. Posteriormente, con muchos años, hallándose en Santiago de Compostela volvió a coincidir con su exnovio que vivía allí casado y con su familia. Dice Angelita que algunas veces le visitaba con su mujer y sus hijos, y que cuando murió Ramona numerosos militares asistieron a su entierro. - El segundo hijo es Rosendo Francisco. Advierte Angelita que recibía frecuentes visitas de sus primos Rosendo y Servando Bugarín para preparar obras de teatro, etc. (de él hablamos en el número anterior de este boletín). Don Servando Bugarín Domínguez fue maestro de capilla y organista de la catedral, y párroco de San Bartolomé de Rebordanes entre los años 1927 y 1950. - María, casada con su primo Evaristo Bugarín. Este fue jefe superior de policía y estuvo en Lisboa atendiendo a los españoles y colaborando con la embajada española. - Ángela [Angelita], madre de la entrevistada, se casó con Daniel Alonso Bernárdez. De ellos trataré en otro número. CASA NATAL DEL OBISPO ROSENDO SALVADO (26 mayo, 2013) El viernes, 3 de mayo de 2013, a las 10,14 horas, entrevisté en la Sala Capitular de la catedral de Tui a Evaristo Rodríguez González (Tito), a quien acompañaba Juan José Cortegoso Durán (Cheché). Tito es hijo de Evaristo Rodríguez Fonseca y de Josefina. Su madre murió hace dos años con 101 primaveras; su padre nació en el barrio tudense del Arrabal y tenía una fábrica de chocolates en la calle Coruña, donde se halla el histórico crucero de la Puerta del Olmo, EL segundo edificio después del peto de ánimas. “Hacía pitillos de chocolate”, apunta Cheché. Informa Tito que la fábrica “Evaristo Rodríguez Fonseca” (“o do Caseiro”)- hacía chocolates para el ejército y funcionó hasta 1960. Añade: “Ya existía en 902, dirigida por mi abuelo que tuvo 13 hijos”. Inés, Gloria y Carlos, marido de Inés. (Calle Ordóñez, 32) A mis preguntas sobre la casa donde nació el P. Salvado, me contesta que Teresa Rodríguez Fonseca, su tía paterna, casada con Rosendo [Francisco] Troncoso Bugarín el 27 de enero de 1950, compró la casa. Tito no me aclara si el vendedor o vendedores eran familiares del obispo Rosendo y si tenían parentesco con sus tías Teresita, Carmiña y Mercedes. Lo que SÍ sabe es que hace unos seis años la casa pasó a los 12 sobrinos de la compradora, y que al tomar posesión de la misma, repartieron los objetos que encontraron en los cajones de los muebles. Tito donó al Archivo de la catedral el libro de Román Ríos, O.S.B., “Las Misiones Australianas de los Benedictinos Españoles” (Barbastro 1930) y varias fotografías interesantes. Añade el entrevistado que había en la casa muchas imágenes de santos, correspondiéndole una a cada sobrino. El lunes, 20 de mayo, a las 16,30, tuve la oportunidad de conocer por dentro el edificio de la calle “Obispo Salvado”, número 7. Había concertado la visita con Gloria Adelino Domínguez, de 75 años de edad, nacida en el barrio de Paredes (Rebordáns) y casada con José Rodríguez García (Pepe). Gloria, muy complaciente, me dice que fue bautizada en la iglesia San Bartolomé, y allí recibió la Primera Comunión y la Confirmación, siendo apadrinada en la crismación por Margarita Rosell. Gloria me abrió la casa del P. Salvado. Estaba haciendo fotos de la fachada, cuando se acercó María Dolores Silva González (Loli) con su madre Dolores González Rodríguez, las saludé e invité a posar juntamente con Gloria. Primeramente se negaron pero luego accedieron, pues vivieron en dicha casa con su padre Pablo Silva Cerqueira, desde 1982 hasta 2003. Loli es auxiliar de clínica y trabaja en la residencia geriátrica de “Paz y Bien”. Según Loli, en la habitación que ocuparon sus padres había nacido el obispo Salvado. Gloria, Dolores y su hija Lili. (Calle Obispo Salvado, 7) Desde los 11 años hasta que se casó en 1964, Gloria estuvo sirviendo a D. Rosendo y Da. Teresita. D. Rosendo [Francisco] había nacido el 19 de abril de 1897 y falleció el 28 de octubre de 1971. Después continuó asistiendo a Teresita. Cuenta Gloria que Hermógenes Bugarín Comesaña, sobrina del P. Salvado Rosendo, se casó con [Florencio] Rosendo Troncoso Pérez . La entrevistada dice que el hijo, D. Rosendo Francisco, era perito agrícola y a consecuencia de un reumatismo del nervio ciático quedó tetrapléjico, estando 40 años encamado. Primeramente vivía en Ordóñez n. 32, con su madre que después le hizo una casa en Martínez Padín, número 42, para que pudiera mantener sus intensas relaciones sociales y actividades culturales. Cuenta Gloria que un día que bajaba Da. Teresita hacia su casa, al pasar por delante de la tienda de comestibles que regentaba Da. Hermóngenes (donde ahora vive Gloria, Ordóñez 32), esta le dijo: - “Teresa, voy a vender la casa del P. Salvado, ¿por qué no me la compras?” - “Se lo diré a mi madre, a ver si ella la quiere”, respondió Teresita. La madre se la compró por unas 14.000 ptas.; muy barata, apostilla Gloria. Por la casa pasaron muchos inquilinos, en la que hicieron algunas reformas, aunque más bien pocas, dice la interviuvada. (Continuará la entrevista con Angelita, Ángela Alonso Troncoso).