La Pieza del mes _____________________________________ El Busto de “Pasionaria”, olvido en la memoria de su autor Título: Pasionaria Fecha: 1937, Valencia Material: Bronce Técnica: Fundición Medidas: 116 x 43 x 40 cm Inscripción: En la parte posterior del cinturón POR VICTORIO MACHO, en la parte delantera, borrado aunque parcialmente legible, PASIONARIA Forma de ingreso: Legado testamentario, 1966 En noviembre de 1936 el Gobierno de la II República presidido por Largo Caballero se traslada a Valencia, ante el recrudecimiento del asedio que sufría Madrid por parte del ejército sublevado del general Franco. Amparados por el gobierno republicano, que tenía el convencimiento de que la cultura era el elemento aglutinador de la nueva sociedad a la que se aspiraba, se trasladan también obras de arte, intelectuales, artistas e investigadores, que convirtieron a Valencia en capital de la cultura a lo largo de casi un año. Junto a estos evacuados se encontró Victorio Macho, a quien, según sus propias palabras, más que ofrecerle la posibilidad de abandonar Madrid se le obliga a trasladarse a Valencia. El hecho fue recogido con cierta crítica en sus memorias, publicadas en el año 1972: El Gobierno republicano socialista tuvo la sorprendente ocurrencia de irse a Valencia para desde allí mejor defender a Madrid. Parece que la idea la inspiró el camarada estuquista Largo Caballero. Nos dejaron en el más completo abandono a los infelices ciudadanos. Pero ocurrió que los señores ministros de la hasta entonces bien llamada Villa y Corte tuvieron después otra idea aún más genial, quizá sugerida por Azaña o el antipático doctor Negrín: la de mostrar gran interés por las vidas de unos cuantos intelectuales, artistas y hombres de ciencia, a los que se invitó a ir a Valencia a la Casa de la Cultura, y uno de los artistas fui yo, que me resistí a salir de mi casa y apartarme de mis obras y 1 de mi taller; pero entonces me enviaron un comunicado, donde, entre amables frases, se me conminaba obedecer, por más que se me decía que no podían consentir que mi vida y la de otros hombres que honraban a la Patria corrieran peligro, etcétera. Reflexioné sobre mi situación, y pensando también en mi madre y mi hermana Josefina, acepté lo que se me proponía; pero antes escribí unas cuartillas, que se publicaron en varios periódicos, donde justificaba por qué salía de Madrid […]1. El 2 de diciembre de 1936, en la segunda expedición protegida por el Quinto Regimiento, llegó a Valencia acompañado de su madre y de su hermana2, dejando en Madrid, en su taller de la calle de Duque de Sexto, la mayor parte de su obra, protegida con sacos, colchones y tablas3. Una vez acomodado en la ciudad, en la Casa de la Cultura, llamada Casa de los Sabios, consiguió un espacio que acondicionado como estudio, le permitió seguir trabajando en el proyecto, comprometido ya con el gobierno colombiano, de la estatua ecuestre de Sebastián de Belalcázar para Popayán, y comenzar otros proyectos. Victorio Macho y su familia en la Casa de la Cultura de Valencia. Fotografía publicada en Victorio Macho: vida, arte y obra, p. 60 La relación de Victorio Macho con el gobierno de la II República es un tema controvertido. La dificultad para hacer una aproximación veraz se debe al silencio que el propio escultor mantuvo sobre este tema durante su larga estancia en América. En sus memorias hay algunas referencias a su espíritu republicano4 y se tienen noticias de que formó parte desde su creación en agosto de 1936 del Altavoz del Frente, en la Sección de Artes Plásticas, organismo de 1 Victorio Macho: Memorias. Madrid: G. del Toro, 1972, p. 87-88. Compañeros de viaje fueron: Ángel Llorca, pedagogo; José Capuz y Victorio Macho, escultores; José G. Solana, pintor, Pedro Carrasco, director del Observatorio de Madrid; Bartolomé Pérez Casas, director de la Orquesta Filarmónica de Madrid; Aurelio Arteta, catedrático de la Escuela Superior de Bellas Artes; Ricardo Gutiérrez Abascal, director del Museo de Arte Moderno; Alberto Chalmeta, catedrático; Cristóbal Ruiz, catedrático de la Escuela Superior de Pintura; Ricardo Orueta, exdirector general de Bellas Artes; José Ramón Zaragoza, catedrático de la Escuela Superior de Pintura; Justa Freire, directora del Grupo Escolar Carlos Marx y Juan José Domenchina, poeta. En defensa de la Cultura: Valencia, capital de la República (1936-37).- Valencia : Universitat de Valencia, [2008] 3 El ambiente bélico de Madrid, el viaje a Valencia y su estancia en la Casa de la Cultura son relatados por el propio escultor en sus memorias. Ob. Cit., pp. 77-93 4 Victorio Macho se define como republicano, que no milita en ningún partido. Memorias, p. 84 2 2 2 propaganda política, creado bajo el amparo del diario Mundo Obrero5. Realizó la mascarilla mortuoria del líder anarquista Buenaventura Durruti que murió el 20 de noviembre de 1936. Unos días antes de ser evacuado a Valencia se ofreció en el diario La Voz a realizar gratuitamente el monumento a Antonio Coll, miliciano republicano que murió en combate en la defensa de Madrid, que se pensaba sufragar por suscripción pública6. Durante el escaso año que estuvo en Valencia colaboró activamente en las actividades de la Casa de la Cultura, siendo miembro de su Patronato, en compañía de Antonio Machado, Jacinto Benavente, Aurelio Arteta, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y María Zambrano, entre otros7, al mismo tiempo que participaba como ilustrador en la Revista Madrid, Cuadernos de la Casa de la Cultura, junto a Arteta, Arturo Souto, Capuz y Solana8. Fotografía publicada en La Vanguardia del 3 de abril y reproducida en la obra colectiva En defensa de la cultura 5 José Álvarez Lopera Arte para una guerra. La actividad artística en la España republicana durante la guerra civil, conferencia leída en el Círculo de Bellas Artes el 7 de marzo de 1990 y publicada ya desarrollada en Cuadernos de Arte e Iconografía, (tomo III, nº 5,1990) http://fuesp.com/revistas/pag/cai0508.html 6 José Carlos Brasas, Victorio Macho, vida, arte y obra, Diputación Provincial de Palencia, 1998., p. 30 y José Álvarez Lopera, ob. cit. 7 Santiago Palomero [et al.]: Victorio Macho. La Mirada. Toledo: Real Fundación de Toledo, 2002, p. 60 8 En defensa de la cultura, ob. cit., p. 402 3 Ampliación de la fotografía anterior, donde a la derecha se ve a la madre y a la hermana de Victorio Macho en el comedor de la Casa de la Cultura de Valencia En enero de 1937, recién llegado a Valencia, participó en la Exposición de Guerra que organizó el Altavoz del Frente en la Casa de Cultura, donde expuso algunas cabezas campesinas de la serie La Raza y los cuatro dibujos Estudios de Frisos (Alas Negras, La partida, Friso de la lucha y Boceto para friso epopeya), dedicados a la guerra civil, en donde plasmó con un desgarrado dramatismo escenas de la contienda9. También fue nombrado vocal de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, junto con otros como Antonio Machado. Si bien es cierto que queda constancia de todas estas actividades, es difícil colegir por ellas su vinculación con el gobierno republicano y con sus dirigentes, a los que nunca reconoció mérito alguno. Muy al contrario, sí quiso dejar constancia de sus decepciones y de sus críticas. Aquella segunda República española que a muchos nos había ilusionado, pronto llegó a decepcionarnos por sus políticos y los “pipaones”, que tan fácilmente cambian de casaca10. … Sólo así trabajando, cuanto me fue posible, pude soportar aquel ambiente de falso Parnaso que había pretendido crear el Gobierno republicano en la llamada Casa de la Cultura11. Sin obviar sus posibles ideas progresistas, Victorio Macho durante la guerra civil española se movió más por su vanidad e intereses artísticos que por su vinculación a partido o formación política alguna12. 9 José Álvarez Lopera, ob. cit. Ángel Dorado Baillo, “Victorio Macho: el artista, el hombre, su maltratado museo”. Archivo Secreto, 1 (2002), p. 137. 11 Victorio Macho, ob. cit., p. 91 12 Victorio Macho. La Mirada, p. 59. Lopera afirma que Victorio Macho se dejó utilizar por el Partido Comunista, ob. cit. Ángel Dorado, sin embargo, tacha al escultor de ingrato con la República, ob. cit., p. 137 10 4 Foto Archivo Histórico del PCE Poco tiempo después de su llegada a Valencia e inmerso en un ambiente de propaganda política a través de la cultura, recibió el encargo del Partido Comunista de realizar el busto de Dolores Ibarruri, diputada por el Frente Popular y pocos meses después vicepresidenta de las Cortes. La Pasionaria llegó a posar para el escultor, momento que recogen algunas imágenes fotográficas. El encargo tuvo tanta trascendencia que la productora Laya Films13 se desplazó al estudio del escultor y grabó unas breves imágenes del escultor modelando el barro [acceso al vídeo] La ejecución de la obra le llevó unos meses, publicándose el 18 de julio de 1937 una fotografía del busto ya acabado en la revista Mediodía de La Habana, como ilustración de un poema de Miguel Hernández dedicado a La Pasionaria. 13 Esta productora fue creada en noviembre de 1936 como una sección de cine dentro del Comisariado de Propaganda de la Generalitat de Cataluña, la institución oficial de información y propaganda del gobierno catalán, durante la Guerra Civil, que dirigió el periodista Jaume Miravitlles. Realizó más de cien documentales que se emitieron como el noticiario España al día. Las imágenes en donde Victorio Macho trabaja el busto de Dolores Ibarruri forma parte del documental emitido en TVE el 14 de agosto de 2006 en el programa titulado La guerra Filmada. Campos de batalla. 5 El busto, de una medida de dos tercios, capta de forma impresionante la fortaleza de carácter de una mujer, que durante la Guerra Civil Española se convirtió en referente de la lucha obrera y símbolo de la resistencia de la España Republicana. Su espíritu de lucha, fortaleza y dignidad, se trasluce a través de la impresionante figura que modela Victorio Macho, hierática en la postura y rotunda en las formas. Los brazos a lo largo del cuerpo con los puños cerrados manifiestan de forma elocuente su innegable temperamento y carácter. Si se analiza la obra desde el punto de vista de las posibles influencias artísticas, se puede apreciar la fortaleza de Julio Antonio14 y el realismo moderno de Barral, Mateo Hernández o Pérez Mateo15 . Pocos meses después, el 20 de septiembre de 1937 la obra fue expuesta en la Casa de la Cultura. El acto, de una gran resonancia social y ampliamente recogido en la prensa del momento, fue presidido por Jesús Hernández, Ministro de Instrucción Pública, y Tomás Navarro, Director de la Biblioteca Nacional. El ministro pronunció, entre otras, las siguientes palabras: Son pues, dos los motivos de emoción que siento ante la obra, realizada por Victorio Macho. Como ministro, mi agradecimiento más profundo por esa obra que ha sido forjada y ejecutada bajo el amparo que el Gobierno de la República ha ofrecido y dado a todos los artistas, a todos los hombres de pensamiento y saber más elevado. También una felicitación cordial y cariñosa como comunista por la magnífica representación que de una compañera, de una comunista y de una mujer española, ha logrado este artista con su extraordinario cincel16. Las frases pronunciadas por el Director de la Biblioteca tampoco resaltaron el valor artístico de la obra. …Durante varios meses lo hemos visto trabajar en la estatua de Pasionaria con verdadero cariño y entusiasmo. En estos meses ocurrieron los bombardeos de Almería, Durango y Guernica, y también el triunfo de Guadalajara y la victoriosa ofensiva de Brunete. En horas de estrecha comunicación, hemos convivido en el 14 Ramón Gaya, “Un busto de Pasionaria por Victorio Macho”, Horas de España, nº X (octubre 1937), pp. 461-462 15 Victorio Macho. La Mirada, ob. cit., p. 107. 16 Diario El Sol , martes 21 de septiembre de 1937 6 comentario de impresiones dolorosas, y en la afirmación incontenible de nuestra razón y de nuestro derecho. Bajo estas impresiones, Victorio Macho, encerrado en su taller, entre amarguras y esperanzas, fue labrando esta estatua. Mucho de lo que Macho ha pensado y sentido sobre la guerra y sobre España se ve expresado en esta estatua de Pasionaria17. Biblioteca Nacional Madrid. Fondo fotográfico de la Guerra Civil Española. Valencia, 1937 E incluso personas de una gran talla intelectual y de una sólida formación artística, como Margarita Nelken, que también estuvo presente en el acto, y Antonio Machado, amigo del escultor, centraron sus palabras más en la exaltación del personaje retratado que en la valía del escultor18. Solo el pintor Ramón Gaya hizo una valoración de la obra desde el punto de vista exclusivamente artístico19. Victorio Macho tuvo que sentirse herido en su orgullo como artista y posiblemente la fecha de 20 de septiembre de 1937 se pudo grabar en su memoria como fecha de olvido de la obra. Como en otras ocasiones, Victorio Macho sacó dos vaciados en bronce, una para cumplir el encargo del Partido Comunista, y otra para su colección particular, que discretamente siempre le acompañó en su periplo americano. La primera escultura siguió al Comité Central del Partido Comunista en sus distintos traslados, primero a Barcelona, después a Rusia. En 1985 volvió a España para formar parte de la exposición organizada por el Partido Comunista 17 Ibíd. José Álvarez Lopera, ob. cit., remite a los artículos siguientes: Margarita Nelken, “Del front i de la reraguarda”. Trebal I, Barcelona, 28 sep. 1937, p. 12; “El bronce de Pasionaria visto por Antonio Machado, Frente Rojo, Valencia, 22 de sep. de 1937, p. 4 19 Ramón Gaya, ob. cit., pp. 461-462 18 7 en conmemoración de 90 aniversario del nacimiento de Dolores Ibarruri20. En la actualidad está en la sede de la Fundación Dolores Ibarruri, que se creó en 1999. Una copia de este bronce, a iniciativa de Izquierda Unida de Leganés y sufragada por suscripción popular, fue donada al Ayuntamiento de esta localidad y colocada en el año 2007 en los jardines de la Casa del Reloj. La que queda en poder de Victorio Macho permanece en el olvido. Solo en el año 1996, treinta años después de la muerte de su autor, sale de nuevo a la luz cuando la Real Fundación de Toledo firma un acuerdo con su viuda Zoila Barrós, que permitió la fusión de la Real Fundación de Toledo y la Fundación Victorio Macho, creada por el escultor en su testamento para gestionar su legado. Una vez que la Fundación Toledo recibió las llaves de la casa, en la primera visita que se realizó a las dependencias se descubrió con gran asombro el paradero de la obra que durante casi sesenta años había permanecido oculta, y sobre la que la viuda había guardado silencio celosamente. Todo ese tiempo había permanecido en la carbonera de la que fue vivienda del matrimonio en los últimos años de vida del escultor, sobre la Roca Tarpeya toledana. Y con mucho más asombro se descubrió que parte de la inscripción del cinturón, en donde el autor en 1937 cinceló el sobrenombre PASIONARIA, estaba borrada. En 1999 este espacio fue recuperado por la Real Fundación de Toledo, el Museo Victorio Macho se reabrió y la escultura de La Pasionaria volvió a exponerse por segunda vez, con un intervalo de sesenta y dos años, pero ahora de forma permanente, dentro de un contexto artístico y museográfico que ha devuelto a la obra el lugar y la consideración perdidas. 20 El País, 2 de diciembre de 1985 8