NOTA DE COYUNTURA CENTRO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES GILBERTO BOSQUES Senado de la República, 29 de febrero de 2016 INESTABILIDAD POLÍTICA Y TENSIÓN INTERÉTNICA EN BURUNDI TRAS EL INICIO DEL TERCER PERIODO PRESIDENCIAL DE PIERRE NKURUNZIZA Pierre Nkurunziza siendo investido presidente de Burundi (Reuters). Fuente: BBC News, “Burundi President Pierre Nkurunziza sworn in for third term”, s. l., 20 de agosto de 2015. Consultado el 23 de febrero de 2016 en: http://www.bbc.com/news/world-africa-34000420 1 Introducción En abril de 2015, el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, declaró su intención de participar en las siguientes elecciones presidenciales del país para un tercer periodo presidencial. Siendo presidente de esta nación africana desde 2005, justo después del fin de la guerra civil que asoló al país desde 1993, la población se manifestó en contra de sus intenciones de contender nuevamente al cargo de presidente. A partir de entonces, el país se ha sumido en una crisis política no vista desde hace varios años, en la que se estima que han muerto poco más de 400 personas y unas 200 mil han abandonado el país por miedo a una escalada de violencia mayor.1 En las últimas semanas, organismos como la Organización de la Unidad Africana (o Unión Africana, UA) y la ONU, así como algunos países europeos, han manifestado su preocupación por la situación en Burundi y han buscado convencer al presidente Nkurunziza a que solicite el ingreso de una fuerza multinacional para el mantenimiento de la paz. Derivado de estos acontecimientos, la presente nota de coyuntura analiza la crisis política que ha vivido Burundi desde mediados de 2015, y que se ha recrudecido durante el presente mes de febrero. Para ello, el documento se enfoca no sólo en el conflicto actual que se vive en Burundi sino también en su desarrollo histórico, el cual ha estado caracterizado por la constante tensión interétnica. Por tal motivo, se presentan en un primer momento los antecedentes, dando especial importancia a la guerra civil iniciada en 1993, para después analizar las elecciones de 2015, sus implicaciones al interior del país y las reacciones internacionales. En las consideraciones finales se plantean algunos escenarios que podría enfrentar el país africano en los próximos meses. Antecedentes Burundi es una nación ubicada en el centro del continente africano, que colinda al norte con Ruanda, al sur y este con Tanzania y al oeste con la República Democrática del Congo. Su capital es Buyumbura. El país alcanza una población aproximada de 10.1 millones de habitantes, de los cuales, el 85% pertenecen a la etnia hutu, el 14% a la tutsi y el 1% a la twa. En lo que respecta a la religión, es un país mayoritariamente católico (62% de la población).2 El país ha vivido por siglos sumido en conflictos entre las dos principales etnias: la hutu y la tutsi. En 1890, el reino de Urundi, junto con Ruanda, fue incorporado al África Oriental Alemana. 3 Los colonizadores alemanes otorgaron mayor poder a la minoría tutsi, debido a que ésta había gobernado el reino en el periodo precolonial inmediato. Tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, la posesión de esta colonia pasó a manos de Bélgica, que en 1923 recibió el mandato de la Liga de las Naciones para administrar Ruanda-Urundi.4 Cuando esta posesión colonial obtuvo su independencia en 1962, Urundi y Ruanda se separaron, pasando la primera a formar el Reino de Burundi, gobernado por un monarca de extracción tutsi. A partir de entonces se sucedieron una serie de golpes de Estado y violentos conflictos interétnicos durante tres décadas, hasta que en 1993 se celebraron las primeras elecciones democráticas en la historia del país. Aaron Maasho y Edmund Blair, “African leaders trying to push Burundi to take peacekeepers”, Reuters, 27 de enero de 2016. Consultado el 23 de febrero de 2016 en: http://www.reuters.com/article/us-burundi-unrest-africanunion-idUSKCN0V519Y 2 CIA, “The world factbook”, s. l., s. f. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: https://www.cia.gov/library/publications/the-worldfactbook/geos/by.html 3 BBC News, “Burundi profile, timeline”, s. l., 1 de enero de 2016. Consultado el 19 de febrero de 2016 en: http://www.bbc.com/news/world-africa-13087604 4 Víctor L. Bacchetta, et al., El mundo visto desde el sur, Instituto del Tercer Mundo/LUMEN, Buenos Aires, 1995, p. 164. 1 2 Mapa 1. Burundi Fuente: France Diplomatie, “Burundi”, s. l., 27 de agosto de 2015. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: http://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/burundi/ En dichos comicios triunfó el candidato representante de la etnia hutu, Melchior Ndadaye, que fue asesinado tres meses después de su elección; al año siguiente, después de un periodo de incertidumbre y violencia, el parlamento nacional nombró presidente a Cyprien Ntaryamira, también hutu. Éste sería asesinado, junto con su homólogo ruandés Juvénal Habyarimana, cuando derribaron la avioneta en la que viajaban, acontecimiento que marcó el inicio del genocidio en Ruanda, donde cerca de 800 mil personas, en su mayoría tutsis, fueron asesinadas.5 Mientras tanto, Burundi se sumió en una cruenta guerra civil durante el resto de la década. Fue hasta 2003 que el entonces presidente Domitien Ndayizeye y Pierre Nkurunziza, entonces líder de la milicia Fuerzas de Defensa por la Democracia (FDD), firmaron un acuerdo de paz que puso fin al conflicto.6 En agosto de 2005, poco después de la promulgación de la nueva constitución del país, Nkurunziza fue electo presidente por el parlamento, luego de que las FDD, transformadas en partido político, ganasen la elección parlamentaria de ese año. Con el apoyo de una fuerza de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, en 2006 se logró la firma de un tratado de paz con el último grupo armado activo de importancia y, al año siguiente, fue disuelta la operación de paz de la ONU.7 En 2010, Nkurunziza logró la reelección presidencial; sin embargo, a partir de entonces comenzó a incrementar la tensión interétnica y volvieron los episodios de violencia.8 Durante los siguientes cuatro años, el presidente impulsó legislación que antagonizó a su oposición de modo tal que, cuando anunció su intención de contender en la elección presidencial de 2015, se desató la crisis política que persiste en el país hasta hoy. Las elecciones presidenciales de 2015 y la crisis política Aunque la Constitución burundesa prohíbe una segunda reelección presidencial, Nkurunziza llevó su caso ante la Corte Constitucional argumentando que su primer periodo presidencial (2005) no puede ser tomado en cuenta en vista de que fue electo por el parlamento y no por el voto popular (2010), de 5 BBC News, op. cit. Ídem. 7 Ídem. 8 Ídem. 6 3 modo que 2015 sería su primer intento de reelección.9 La Corte le otorgó la razón al mandatario en un fallo que analistas internacionales consideran producto de intimidaciones,10 lo que produjo manifestaciones sociales y un intento fallido de golpe de Estado en mayo de 2015.11 Junto con las elecciones presidenciales, estaban previstas las parlamentarias a finales de junio, las cuales se celebraron después de varios enfrentamientos y tiroteos, así como protestas violentas contra el presidente Nkurunziza. Los comicios estuvieron boicoteados por la oposición, por lo que se registró una baja participación.12 Aun así, en estos comicios la Comisión Nacional Electoral anunció que el partido de Nkurunziza, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD) ganó 77 de 100 asientos en la Asamblea Nacional. Estos resultados prepararon el terreno para las presidenciales que se celebraron apenas dos semanas después.13 Con todo, la inestabilidad obligó a un retraso en la celebración de los comicios, que tuvieron lugar en julio y donde Nkurunziza triunfó con el 69.4% del voto, en una jornada marcada por el boicot de varias fuerzas políticas, quienes consideran ilegal la reelección.14 Su rival más cercano, Agathon Rwasa, alcanzó el 18.99% de los votos. Un día después de la elección, la oposición hizo un llamado a Nkurunziza para llevar a cabo pláticas con el fin de crear un gobierno de unidad nacional, para evitar el estallido de una nueva guerra civil. A pesar de que el presidente no mostró inconvenientes en acordar una alianza política, no se espera que ésta perdure en el largo plazo, por lo que el conflicto resultaba inevitable.15 Por otra parte, hay indicios de que los imbonerakure, las juventudes del partido de Nkurunziza, han recibido armas de parte del gobierno, adoptando, además, un discurso de odio étnico, intimidando a la población para votar a favor del partido gobernante. Esto ha granjeado comparaciones con la milicia ruandesa interhamwe, que tuvo un papel central en el genocidio de 1994. A partir de entonces, la situación política de Burundi se ha deteriorado progresivamente de forma que, a la fecha, más de 230 mil personas han huido del país debido a la violencia y aproximadamente 439 personas han sido asesinadas. En los acontecimientos violentos más recientes, el 6 de febrero, seis personas perdieron la vida y el 15 del mismo, tres ataques con granadas se registraron en Buyumbura, dejando un saldo de cinco muertos y 20 heridos.16 Junto a esto, la crisis humanitaria se ha profundizado; siendo uno de los países más pobres del mundo, considerado además como el país cuya población padece más hambre, desde que se desató esta nueva crisis, las enfermedades y la malnutrición han aumentado.17 El País, “Detienen a varios líderes del golpe de Estado en Burundi”, 15 de mayo de 2015. Consultado el 15 de febrero de 2016 en:http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/15/actualidad/1431682422_780480.html 10 BBC News, op. cit. 11 El País, “Detienen a varios líderes del golpe de Estado en Burundi”. 12 Clement Manirabarusha, “Burundi votes in boycott-hit poll; blasts, gunfire heard”, Reuters, Buyumbura, 29 de junio de 2015. Consultado el 24 de febrero de 2016 en: http://www.reuters.com/article/us-burundi-election-idUSKCN0P90H820150629 13 Voice of America, “Burundi ruling party takes parliamentary elections”, s. l., 7 de julio de 2015. Consultado el 24 de febrero de 2016 en: http://www.voanews.com/content/burundi-ruling-party-takes-parliamentary-elections/2852220.html 14 El País, “El presidente de Burundi es reelegido con el 69 % de los votos”, 24 de julio de 2015. Consultado el 15 de febrero de 2016 en:http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/24/actualidad/1437752086_209020.html 15 Aljazeera, “Burundi President Nkurunziza wins disputed election”, s. l., 25 de julio de 2015. Consultado el 24 de febrero de 2016 en: http://www.aljazeera.com/news/2015/07/burundi-president-nkurunziza-wins-disputed-election-150724140417364.html 16 El Universal, “Ataques con granadas deja cinco muertos en Burundi”, 15 de febrero de 2016. Consultado en misma fecha en:http://www.eluniversal.com.mx/articulo/mundo/2016/02/15/ataques-con-granadas-deja-cinco-muertos-en-burundi 17 Sam Jones, “Burundi close to ‘major crisis’ as hunger and disease take hold, warns Unicef”, The Guardian, s.l., 18 de febrero de 2016. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: http://www.theguardian.com/global-development/2016/feb/18/burundi-major-crisisunicef-violence-malnutrition-malaria-cholera 9 4 La respuesta internacional ante la situación en Burundi Desde el anuncio de la participación del presidente Nkurunziza en las elecciones presidenciales de 2015, los gobiernos de varios países manifestaron su preocupación por la escalada de violencia. Tanto las naciones que integran la Comunidad de África del Este,18 como la UA, además de la Unión Europea (UE) —en particular Bélgica— y Estados Unidos han considerado que las elecciones carecen de legitimidad, y que van contra los compromisos de inclusión étnica en el gobierno que posibilitaron el fin de la guerra civil. Estos actores internacionales, además, pidieron al gobierno de Nkurunziza que pospusieran los comicios debido a los enfrentamientos entre los grupos afines al presidente y los opositores. Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos declaró que “existían condiciones lamentablemente inadecuadas para unas elecciones libres y justas”, además señaló que Estados Unidos estaba “profundamente decepcionado” por la decisión de seguir adelante con los comicios, a pesar de las recomendaciones de Naciones Unidas, la Unión Africana y la Unión Europea de posponer el evento.19 Ante la negativa del gobierno burundés y por considerar que “la organización de las elecciones legislativas el 29 de junio, sin establecer los requisitos mínimos para asegurar su credibilidad, transparencia e inclusión”, tanto la UE como la UA decidieron retirar a sus observadores electorales. Las condiciones mínimas a las que se refieren los países europeos, africanos y Estados Unidos están relacionadas con permitir a los medios de comunicación actuar libremente y que los imbonerakure, así como otros grupos afines al partido gobernante, estén desarmados. De acuerdo con el CNDD-FDD, sus juventudes nunca portaron armas.20 Al no haberse respetado las peticiones de la comunidad internacional de posponer las elecciones, en octubre de 2015, el Consejo Europeo aprobó la aplicación de sanciones contra algunos funcionarios burundeses cercanos a Nkurunziza, que incluyen restricciones de viaje y el congelamiento de activos.21 En febrero de 2016, los ministros de exteriores de la UE anunciaron que estaban preparados para lanzar nuevas sanciones económicas, aunque aclararon que no suspenderían la ayuda humanitaria.22 A su vez, el gobierno estadounidense también ha impuesto restricciones de viaje a algunos funcionarios.23 Entre las naciones europeas, Bélgica, quien anteriormente se encargó del mandato de Burundi, ha advertido incluso que la decisión de Nkurunziza de reelegirse para un tercer periodo, afectará su relación bilateral, sobre todo en temas de cooperación.24 Países Bajos ha actuado de manera similar, mientras que Francia no ha interrumpido su cooperación con Burundi, a pesar de la situación política.25 Por otra parte, las naciones que integran la Unión Africana declararon en diciembre de 2015 sus intenciones de enviar una fuerza de mantenimiento de la paz de cinco mil soldados, con el fin de proteger a los civiles. El proyecto constituía la primera ocasión en la que se intentaba desplegar fuerzas en contra de la voluntad de un Estado miembro; por lo tanto, el presidente Nkurunziza advirtió 18 Además de Burundi, la Comunidad de África del Este cuenta entre sus miembros a Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda. Clement Manirabarusha, op. cit. 20 Ídem. 21 Consejo Europeo, “Burundi: the EU adopts sanctions against 4 individuals”, s. l., 1 de octubre de 2015. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: http://www.consilium.europa.eu/en/press/press-releases/2015/10/01-burundi-sanctions/ 22 Voice of America, “EU warns Burundi of more sanctions”, s. l., 15 de febrero de 2016. Consultado el 22 de febrero de 2016 en:http://www.voanews.com/content/eu-warns-burundi-of-more-sanctions/3192015.html 23 Robin Emmott, “Europe readying sanctions against Burundian election”,Reuters, Bruselas, 23 de julio de 2015. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: http://www.reuters.com/article/us-burundi-politics-eu-idUSKCN0PX2E920150723 24 El País, “El presidente de Burundi…”, op. cit. 25 Pierre Benetti, “Au Burundi, les racines de la colère”, Le Monde Diplomatique, s. l., junio de 2015. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: http://www.monde-diplomatique.fr/2015/06/BENETTI/53067 19 5 que los soldados que participaran en esa misión serían atacados si ingresaban a territorio burundés, considerada esta operación como una violación a su soberanía.26 Por lo pronto, la situación que se vive en el país ha tensado la relación con la vecina Ruanda, que ha acogido a cerca de 75 mil refugiados burundeses desde abril del año pasado. Por su parte, el 12 de febrero de 2016, el gobierno ruandés informó sus intenciones de recolocar a estos refugiados en otros países; esto se debe no sólo al enorme gasto que representa la manutención de este grupo que sigue incrementándose, sino también a las acusaciones del gobierno de Nkurunziza de que el gobierno de Ruanda entrena a los refugiados para derrocarlo.27 Se ha intentado también que los gobiernos de otros países medien el diálogo para encontrar una salida a la crisis política al interior del país. Por ejemplo, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, coordinó una iniciativa de negociaciones entre el gobierno de Nkurunziza y la oposición poco antes de las elecciones. Sin embargo, la delegación gubernamental no acudió a la mesa de diálogo. Por otra parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, se reunió el 22 de febrero de 2016 con el presidente Nkurunziza para gestionar un acuerdo con las fuerzas opositoras burundesas, pidiendo además el cese de la persecución política, así como la aceptación de una misión de expertos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aunque aún no se ha concretado nada.28 Consideraciones finales Como se ha visto, la historia de Burundi ha estado marcada por la inestabilidad política y el riesgo permanente de conflictos violentos. Sin embargo, con la Constitución de 2005 parecía que el país comenzaba a estabilizarse. La crisis derivada de la reelección de Nkurunziza, dados los antecedentes históricos tanto del país como de la región, podría desembocar en una nueva guerra civil con potencial desestabilizador en naciones vecinas, y promotora de una crisis humanitaria de gran escala. Es previsible que la violencia política y étnica se mantenga, e incluso se agudice, si no hay algún cambio considerable en la posición del presidente Nkurunziza, o un pronunciamiento o acción de importancia por parte de la UA o de la comunidad internacional en su conjunto. Como ya se ha señalado, la actual crisis política podría agravar la tensión interétnica que ha caracterizado al país y ha dejado a miles de muertos en el pasado. Sin embargo, se debe tener presente que el presidente Nkurunziza no es la única variable a tener en cuenta, pues la violencia podría manifestarse por parte de otros actores si no se logra un acuerdo que fortalezca al gobierno y con ello, fomente la unidad nacional. Sea como fuere, la comunidad internacional deberá mantenerse alerta en vista de que un recrudecimiento de la violencia podría resultar en el retorno a escenarios como los que caracterizaron la historia independiente de Burundi hasta la promulgación de la Constitución de 2005. Más aún, un conflicto armado en ese país podría extenderse fácilmente a los vecinos Ruanda y República Democrática del Congo, provocando una crisis de escala regional. The Guardian, “Burundi president threatens to fight African Union peacekeepers”, 30 de diciembre de 2015. Consultado el 15 de febrero de 2016 en: http://www.theguardian.com/world/2015/dec/30/burundi-president-pierre-nkurunziza-threatens-fight-africanunion-peacekeepers 27 La Vanguardia, “Ruanda recolocará a 75.000 refugiados de Burundi en otros países”, Kigali, 12 de febrero de 2016. Consultado el 22 de febrero de 2016 en: http://www.lavanguardia.com/internacional/20160212/302109269646/ruanda-recolocara-a-75-000refugiados-de-burundi-en-otros-paises.html 28 RFI, “Burundi: rencontre attende entre Ban Ki-moon et Pierre Nkurunziza”, s. l., 22 de febrero de 2016. Consultado en misma fecha en:http://www.rfi.fr/afrique/20160221-burundi-rencontre-attendue-ban-ki-moon-pierre-nkurunziza-dialogue 26 6