85 TEORÍA Y ESTILO DE LA NUEVA POLÍTICA EXTERIOR AMERICANA Carlos Portales A un mes de la ascensión de Jimmy Cárter a la Presidencia de los Estados Unidos todavía en el mundo se pregunta por el rumbo que seguirá su política exterior. Durante la campaña presidencial Cárter criticó a las Administraciones de Nixon y Ford por el olvido ele los valores americanos en la conducción de la política exterior, por su excesiva concentración en las relaciones con la Unión Soviética y China —y el consiguiente descuido de las relaciones con los aliados de Europa Occidental y de [apon— y por el estilo centralizado y secreto con que Hetiry Kissinger condujo tal política. Cárter, como es bien conocido, hizo especial hincapié en !a adecuación de la política exterior americana a los valores morales y enfatizó el respeto de los derechos humanos como una reivindicación de los EE. UU. en el mundo de hoy. Sus posiciones cerno candidato empiezan a reflejarse hoy en su política exterior. Esas posiciones se inscriben dentro de un marco teórico más amplio y son implemcniadas por un equipo que responde a las fuerzas político-sociales que respaldan al Presidente de los EE. UU. El conocimiento de las bases teóricas y del equipo que las pondrá en práctica permitirá la comprensión más cabal de las críticas de Cárter a la política de Kissinger y del alcance de los objetivos que el nuevo Presidente ha propuesto a su nación y ha anunciado al resto del mundo. Es por ello que este artículo hará una breve revisión de las bases teóricas que sustentaron la ¡política kissingeriana y de las líneas teóricas alternativas que están detrás de la política de Cárter. Este examen, junto con un análisis del nuevo equipo conductor de la política exterior americana, nos servirá para iluminar la racionalidad de las medidas que la nueva Administración está empezando a poner en práctica '. Kissinger: de la Guerra Fría al equilibrio del poder Cuando Richard Nixon designó en 1968 a Henry Kissinger como su Asistente Especial para Asuntos 1 Esie tipo ilc análisis nos sirve pura apreciar cómo la Administración Cárter proyecta la poliiica exLerior de los Esiados Unidos. Un análisis más completo requeriría estudiar en profundidad la consistencia de esos objelivub, los que sólo podiemos mencionar de pnsadu tiquí y la reacción de lus demás países fíenle a la nueva políik» americana. de Seguridad Nacional, los Estados Unidos se encontraban en un agudo debate sobre su política exterior. La guerra de Vietnam había roto el consenso bipartidista que durante todo el período de la Guerra Fría había servido de base de sustentación interna de la política internacional norteamericana. Por otra parle, el esquema de contención de la URSS —no reemplazado claramente entonces— no tenía en cuenta las nuevas realidades de la situación internacional: el conflicto chino-soviético, una Europa Occidental recuperada de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, un )apón convertido en potencia económica a nivel mundial y un emergente, aunque no estructurado. Tercer Mundo. Para rearmar el sistema internacional, Kissinger —ex-profesor de Harvard— recurre al viejo concepto del equilibrio del poder que había gobernado la política europea del siglo XIX. En esta concepción, la existencia de un orden ¡nleriiaeiona! está ligado a la búsqueda de la estabilidad basada en un equilibrio de fuerzas entre las grandes potencias. Esa estabilidad supone la aceptación de una legitimidad concebida como un acuerdo internacional acerca de la naturaleza y de los fines y melados permisibles de la política internacional. De esa manera se evita la existencia de una potencia que insatisfecha con el orden internacional lleve a cabo una política exterior revolucionaria. La estabilidad basada en el equilibrio del poder y no la paz es el objetivo del sistemEi. Es esta estrueuira de equilibrio de poder la que garantizará la paz y no la búsqueda de la paz a cualquier precio. La diplomacia sería el medio para ajustar las diferencias dentro del sistema a través de la negociación 2 . El reconocimiento de las realidades de poder y el uso del poder informan la concepción kissingeriana. El mundo de los Estados Unidos, la Unión Soviética. China, Europa Occidental y Tapón es su mundo de las grandes potencias. De ahí que se disponga a crear Lina estructura del nuevo orden internacional que contemple a estas potencias. La necesidad de esta nueva estructura surge de que la existencia de armas nucleares —y particularmente la 1 Eslas ideas están contenidas LTI C¡ prólogo de su estudia !>obre la Sania Alianza escrito en 1957, Cf. Hcnry Kissinger, A World Kcstorcd, Centry ü.dilíun, Houghlon Mtfflon Co, líoston, 1973, pp. 1-6. 86 existencia de dos potencias con la capacidad de reaccionar ante un ataque nuclear en su territorio— hacían (y hacen) impensable la posibilidad de destruir a la potencia adversaria sin causar la destrucción generalizada del planeta 3 . El planteamiento de un esquema de acción internacional basado en una política de poder rompía con una tradición de presentación de la política exterior americana en términos de gran cruzada. Basta recordar los Catorce Puntos de Wilson, las Cuatro Libertades de Roosevelt, la Doctrina Truman, y las formulaciones de John Foster Dulles y del propio John Kennedy. Kissinger entonces, se da a la tarea de construir una nueva estructura del orden internacional que dé a todas las grandes potencias un Interés en la mantención de su estabilidad. A través de la expansión del comercio soviético-americano, de acuerdos económicos y de la consulta política pretende incorporar a la URSS a su "estructura de paz". China también debe cumplir su papel como gran potencia dentro del nuevo orden y se produce la apertura chinoamericana que se patentiza con el viaje de Nixon a Pekín en febrero de 1972. El Tercer Mundo era una fuerza no considerada en su política de poder. Este sufre más bien el uso del poder americano: así para lograr una "salida con honor" de Vietnam se usa el bombardeo aéreo masivo y se extiende la guerra a Cambodia; se hace uso de las "operaciones clandestinas" de la CÍA, etc. Sólo cuando los países árabes embargan el petróleo durante la Guerra de Yon Kippur (octubre de 1973), Kissinger los contempla como poder e inicia su ofensiva en el Medio Oriente. cretario de Estado 4 . Los éxitos de la política exterior (apertura a China, acuerdos con los soviéticos y mediación en el Medio Oriente) lo dieron a Kissinger el prestigio necesario para sustraerlo del debate interno que en esos días estaba centrado en los abusos del poder que Richard Nixon había hecho dentro de los EE. UU. La debilidad del lidcrazpo presidencial producida por el debate de Watergale y la caída de Nixon permitieron a Kissinger mantenerse íil margen de las críticas por un tiempo más, pero a los pocos meses de la Administración Ford el todopoderoso conductor de la política exterior americana empieza a ser blanco de las criticas desde diversos flancos. Demasiada preocupación por las relaciones con la URSS y China y negligencia frente a los aliados europeo-occidentales y japón claman los "atlanticistas" 5 herederos del antiguo "establishment" de la política exterior; debilidad en* su trato con IOÍ soviéticos señalan los conservadores del Partido Republicano, los demócratas "duros" (l nomo Henry Jackson y el presidente de la AFL-C1O George Meany; olvido de los principios morales precisan los liberales; política al margen del Congreso protestan los líderes del Senado. L;l Secretario de Estado tiene que enfrentarse al propio Congreso que corta la ayuda militar a Turquía debido a la guerra de Chipre (.contra la posición de Kissinger), le niega su plan de ayuda de última hora al régimen de Thieu. no acepta otorgar a la URSS la cláusula de nación más favorecida, se opone a extender la participación americana en Angola y cuestiona IÍI política de los Servicios de Inteligencia de los EE. UU. Ln suma, la política de un Bolo hombre no ha logrado rehacer el consenso perdido: el candidato Cárter la llama "la política exterior secreta del Llanero Solitario" y promete reemplazarla por una política abierta en consulta y cooperación con las demás naciones democráticas y con Lina adhesión constante a los principios fundamentales y a los altos valores morales. La ilusión del equilibrio del poder La diplomacia del "Llanero Solitario" El intento de reestructurar el orden internacional como un sistema de equilibrio de poder exigía de parte de la potencia activa —los Estados Unidos— una gran flexibilidad en La conducción de su política exterior con el fin de negociar las reglas del juego de ese nuevo orden. La Administración Nixon concentró ese poder en el Consejo de Seguridad Nacional y particularmente en Kissinger. Esie manejó por sobre el Departamento de Estado la política de apertura hacia Ciiina y las negociaciones con los soviéticos. En 1973, Kissinger es además nombrado Se4 3 Sobre la organización de la conducción de la política ex. terlor americana bajo la Administración Nixon, ver I.M. Deatler, Presidents, BurcaucTíiis nnd Forelgn Policy, l'rincdon Universlty Press, Princeton, New Jersey, 1974, especialmente pp. 118 a 153 y 295 a 119. EE. UU. y la l.'RSS tienen la llamada "capacidad de segundo golpe" que consiste en la posibilidad dtí contestar cualquier ataque nuclear qut sufran sus respectivos territorios. El equilibrio estratégico entre soviéticos y americanos se basa en es tu imposibilidad de destruir el poder militar nuclear del adversarlo. Hste "equilibrio del terror" toce impensable la destrucción de cualquiera de esos dos Estados sin desatar una conüagracsón nuclear de eonsecucncitis catastróficas para el globo terrestre. Aquí está la base objetiva sobre la cual descansa la política de limitación de armamcnios estratégicos soviélico-arnerieana y de la cual se deduce la necesidad de una política de distensión (en este sentido existe continuidad entre la política de Kissinger y la de Cárter). Pero Carlcr no sólo articula las diversas críticas a la política kissingeriana, sino que adopta la perspectiva teórica que dentro del campo académico y del "establishment" de la política exterior venía sirviendo de base para iales críticas. Su principal asesor de asuntos internacionales durante !a campaña y hoy su Asistente Especial para Asuntos de Seguridad Nacional es el profesor de Columbia Zbigniew Brzezinski 7 . Su influencia es apreciable en la posición del nuevo Presidente. 5 Son los partidarios de cenirar la política exterior norteamericana en sus relaciones ¿on los aliados del Atlántico: Europa Occidental. * Los términos "duro" y "blando" (o "halcón" y "paloma"), dicen relación con las posiciones en materias estratégicas y de defensa. A*í, por ejemplo, los partidarios de incrementar la presencia norteamericana en Vietnam eran, considerados "duros" ("halcones") y los pariidanos del retiro, "blandos" (o "palomas"). TainbiC-n se aplican estos términos L Ir.s relaciones con los países socialistas. 7 Zbigniew Brzezinskl es un inmigrante pukico de 49 años, católico, educado cu Harvard, profesor y director del Centro de Estudios para el Cambio Internacional de la Universidad de Columbia. Durante el gobierna de lohnson fue miembro del grupo de Planeamiento de l'olüicus dc¡ Departamento de Estado y donde fue conocido como un "duro". Posterloi-mL-nlt; criticó la política internacional de Nixon y Ueüó a dirigir la Comisión Triluiernl. órgano consultivo destituido ÍI promover las relaciones entre EE. UU., Europa Occidental y Japón. 87 En 1972. Ijrzezinski, sostuvo que en la situación internacional de nuestros días no existían las condiciones p:ira un sistema de equilibrio del poder B. Kn primer lugar no existe un equilibrio en el poder de lab principales potencias adversarias. Sólo EE. UU. y la URSS son verdaderas potencias en el sentido militar, político y económico. Sin embargo, dado que el "equilibrio de! terror" 9 lleva a una parálisis del poder nuclear, el papel de otras 'potencias se incrementa debido a que otros factores de poder adquieren relevancia. La presencia de China, con una creciente capacidad nuclear, aumenta la incertidutnbre y complica la planificación, pero a la vez abre el número de opciones a considerar. Europa Occidental y lapón por su parte son verdaderas fuerzas económicas, pero su poder político y militar es mucho más limitado. En todo caso su posición política es muy distinta en su relación con los EE. UU. —a quien están estrechamente asociados— y con la URSS —frente a la cual tienen diferencias básicas. Por lo tanto la búsqueda de un simple equilibrio entre las cinco potencias sería errónea. En segundo lugar, la legitimidad concebida como interés en la mantención de un sistema de equilibrio del poder es muy distinta de! concepto de legitimidad aceptado por las potencias decimonónicas. Aunque las diferencias ideológicas —según Brzezinski— están declinando, se esiá muy lejos del consenso ideológico entre EE. UU., China y la URSS 10. Finalmente, el otro elemento de la teoría del equilibrio del poder que no está presente es la capacidad de controlar el sistema internacional mediante meros arreglos de poder y ¿irtilugios diplomáticos. El ritmo del cambio, especialmente en el Tercer Mundo es difícilmente manipulable desde afuera. Las bases del "trilaíeralismo" La diferencia fundamental entre Kissinger y Brzezinski está en sus distintas perspectivas para concebir el papel de los EE. UU. en el mundo actual. inger enfatizó los límites del poder americano en la reestructuración del orden internacional. Su visión, más bien pesimista, partía de la comprobación de la realidad de la URSS como una potencia mundial en ascenso, situación que no podía ser alterada por los EE. UU. Brzezinski en cambio visualiza los problemas de la humanidad partiendo desde otra perspectiva. En su libro Entre dos épocas (1970) señala que el desarrollo científico y tecnológico ha dejado a la sociedad humana cazada entre dos edades: una de conciencia nacional y otra de conciencia global. Aunque la revolución de las comunicaciones ha creada las bases de una sociedad global, en el mundo coexisten sociedades que tienen una forma "parroquial" de concebir los métodos para resolver sus problemas y otras que están comenzando a desarrollar una conciencia de las causas verdaderamente globales de sus problemas particulares. La conciencia global incluye el abandono de las ideologías en la medida en que los problemas sociales son percibidos como los subproductos de la complejidad y de la ignorancia, más que como las consecuencias de un muí deliberado. Se trillaría entonces de abandonar soluciones doctrinales puesto que, a pesar de las diferencias internas entre las distintas sociedades, los problemas básicos serían similares. El mundo actual para Brzezinski sería la combinación de un sistema bipolar —EE. UU. y la URSS manteniendo su superioridad estratégica— pero con un juego de múltiples estados. Este mundo podría caracterizarse básicamente por dos triángulos sobrepuestos: uno de naturaleza competitiva (EE. UU., URSS, China) y otro de carácter esencialmente cooperativo (EE. UU.-Europa Occidental-]apón). Concebido de esta manera el escenario de la política internacional —y manteniéndose el equilibrio básico soviético-norteamericano— los Estados Unidos ganarían maniobrabiüdad. Kissinger al sobreenfatizar el primer triángulo de relaciones habría descuidado el aumento del poder americano que surgiría de una transformación del triángulo cooperativo en una comunidad de naciones desarrolladas más estructurada. ' Zblgntew tJrzezinski, "The Balance of Power Delusiun" ' en Foreign Pollcy N.1 7, Verano de 1972, pp. 54-59, 4 Ver nota 3. M Ciertamenie aquí In crítica dice relación con un concepto decimonónico úc i'ijuilibrio del poder, yu que Kissinger explícitamente no habla ele consenso ideológico ílno <te lecitlmid&d entendida como reglas del juego del ;>¡slem;i íCf. Hcnry A. Kissingur, op. clt,, p. I). Brzezinski: nuevas ideas en política exterior 88 Sin embargo, señala Brzezinski, la mayor parte de la humanidad no está preparada para asumir esta conciencia global, la que sólo existiría en las sociedades avanzadas no comunistas: Estados Unidos, Europa Occidental y Japón. Estas sociedades que él denomina "tecnotrónkas" (por sor su desarrollo tecnológico y electrónico) tienen problemas comunes, una percepción de la naturaleza global de tales problemas y comparten los valores que les permitirían cooperar efectivamente en la solución de problemas globales tales como el sistema monetario internacional, la producción de alimentos, la polución y el subdesarrollo del Tercer Mundo. La cooperación global supone un consenso sobre los objetivos a alcanzar y sobre las prioridades entre dichos objetivos. Hste consenso no podría tener como base las relaciones soviético-americanas —ese sería "el error de interpretación fundamental de nuestra época" según Brzezinski l l — sino la cooperación trilátera] entre Estados Unidos, Europa Occidental y |apón. Este nuevo foco permitiría responder a los desafíos de nuestro tiempo y restablecer el consenso interno que en los EE. UU. había servido de base de la política exterior hasta la guerra de Vietnam. Brzezinski señala que las tendencias aislacionistas que volvieron a cobrar fuerza en la sociedad norteamericana en los últimos años no eran capaces de entender el papel de los EE. UU. en la sociedad internacional. La economía norteamericana está cada vez más ligada a la economía mundial: los EE. UU. son el principal inversionista internacional y en muchos casos el retorno de estas inversiones representa la fuente crítica del margen de ganancias de las empresas americanas, lo que trae como consecuencia la existencia de un poderoso grupo contrario a las tendencias aislacionistas lz . Por otra parte, la economía norteamericana es cada vez más dependiente para su funcionamiento de las materias primas y fuentes de energía externas. A esta interdependencia económica se agrega una dinámica social provocada por la revolución en las comunicaciones, el intercambio educativo y el turismo. Estas tendencias hacen imposible el aislacionismo; nu se trataría entonces del viejo dilema internacionalismo o aislacionismo I3 sino de las formas y de los grados de la interdependencia. Esta situación de interdependencia, según Brzezinski, ha cambiado la naturaleza de la antigua po:l !í 13 Zblgniew BrT.ezinski. "America in a llosllle World" en Forelgn Pollcy N 23. Verano: de 197b. Zbigniew Hrzezinski, "US f orcign Pollcy: tile search for focus", en Forelgn Affairs, Volumen 51, NT- 4, verano de 1973, p. 710. Desde la independencia de los EE. UU-, el aislacionismo y el intervencionismo {o internacionalismo) han sido las posiciones en pugna ni interior de la sociedad norteamericana. Hasta ¡a Primera Guerra Mundial la política de intervención de los F.F.. lili, se limitaba más bien al conlinunio americano. Wilson es el primer gran representante de la presencia política norteamericana a nivel mundial, perú es sólo desde 1941. con la entrada a la Segunda Guerra Mundial, quu esa presencia adquiere un carácter predominante. lítica internacional. El tratamiento relativamente aislado de los aspectos económicos, políticos y de seguridad internacionales ha dado paso a una política global en que dichos aspectos -deben ser considerados en forma inlerrclaeionada. Aún más, en una situación de confrontación, la política exterior de los estados puede ser separada de su política interna, pero en una situación de interdependencia, por el contrario, ambos aspectos se mezclan. De ahí, entonces, que el eje de la política internacional de los HE. UU. en esta situación de interdependencia deba estar en Ja cooperación trilateral con las democracias de Europa Occidental y Japón que sería la base de solución de los problemas globales. Ello no significa, según Brzezinski, un cambio en la política de cooperación con los soviéticos. En el campo de las relaciones estratégicas la necesidad de tal cooperación es evidente. Sin embargo, la extensión de esa cooperación estaría limitada a aspectos tales como la exploración del espacio y estudios sobre los fondos marinos. En suma, el hecho que los Estados Unidos junto con Japón y Europa Occidental sean la vanguardia de la evolución científico-tecnológica sería la base del liderazgo que estos países deberían tener en los asuntos mundiales. Brzezinski y Cárter En julio de 1975, bajo los auspicios, entre otros, de David Rockefeller se fundó la Comisión Trilátera!, foro consultivo integrado por hombres de negocios, banqueros, líderes gubernamentales, parlamentarios y académicos de los Estados Unidos, Europa Occidental y Japón. En ella se discuten temas de interés trilateral como asuntos monetarios, de comercio, de energía, etc. 14, Su primer director fue Brzezinski quien llevó al gobernador de Georgia, fimmy Cárter, a la Comisión. De esta manera el político georgiano entró en contacto con los asuntos internacionales, Brzezinski pasó a ser su principal asesor en estas materias. Las ideas de Brzezinski calzaron perfectamente con los planes de Cárter de presentarse como el reconstructor del liderazgo perdido en la política americana. El ascenso optimista en el rol de los EE.UU. en la solución de los problemas globales, basado en su avance científico-tecnológico y en su sistema de valores, fue adoptado por el moralista Cárter. El nuevo discurso de la política exterior americana 14 Ln Comisión Trilateral surgió como una reacción del sector más "atlantictsta" del "estublishment" de la política exterior contra el unilaterallsmo de la política económica Internacional de !a Administración Nixon dominada por el entonces Secretario del Tesoro, John Connally. Las restricciones comerciales, la devaluación del dólar y otras medidas adoptadas unilateralmente por los EE. UU. dañaron fuertemente las relaciones con Europa Occidental y Iupón. l'ur ona parte, IÍI falta de consulta con los aliados en los cambios en las relaciones norteamericano-soviéticas y norteamericano-chinas, contribuyeron a deteriorar las relacionas de EE. UU. con sus aliados. 89 exalta los valores morales y el respeto por los derechos humanos sin olvidar las realidades de] poder. Nuevo estilo El nuevo tipo de política internacional de Cárter da énfasis a las relaciones con los aliados y cubre una amplia gama de temas que van desde los estratégicos hasta los de política económica internacional. El manejo de tales relaciones y problemas requiere de una diplomacia más abierta y de un tipo de organización de la política exterior más descentralizado que en la época kissingeriana. Los propios problemas de la seguridad internacional que han dominado la escena mundial en ios últimos 25 años han quedado, en algún sentido, sobrepasados por el riesgo que la operación de la economía internacional quede fuera de control 1S. Este énfasis en la solución de los problemas económicos internacionales no puede estar entregado a la diplomacia secreta sino, que por el contrario, debe llevar a la consulta y cooperación internacionales a diversos niveles. De esta manera la organización de la conducción internacional de los EE. UU. requiere la revitalización de! rol operativo del Departamento de Estado y también del Tesoro, así como la participación del Congreso y de las fuerzas sociales. El rol dominante lo tiene Cárter, pero sus asesores no se reducen a un Kissinger, sino que están colocados en las distintas posiciones gubernamentales que tienen una palabra en la formulación de políticas. Una de las primeras medidas anunciadas por Cárter ha sido la transformación del Consejo de Seguridad Nacional en dos Comités, devolviendo al Departamento de Estado su rol orientador de la política exterior. La estructura definitiva de la organización de la toma de decisiones aún no está completamente clara sin embargo 16. El equipo de Cárter Los colaboradores de Cárter y particularmente ti equipo de política exterior sirven también de pista para comprender las perspectivas y posibilidades de su política internacional. A pesar de haberse presentado como un renovador frente al electorado americano, Cárter designó un gabinete con un aprcciable número de Secretarios que ocuparon altas responsabilidades en Administraciones anteriores, particularmente en las de Kennedy y Johnson. Varios de ellos aparecen ligados —de una u otra manera— a la política de Vietnam l7 . !í Walter F. Móndale "Beyond Délenle: Toward International Economíc Sccurity" en Forcign Affalrs, Vo. 53, Nv I, otlLibre de 1974, pp. 1-21. w Cable UPI en ti Mercurio, 31 de enero de 1977. " Cinto de los Secretarios o altos asesores de Cárter sirvieron durante la Administración |ohnson. Sí bien no pueden considerarse ¡os arquitccios de la política de la guerra de Vietnam, ocuparon cargos impórtenles y ninguno Vanee: de Wall Street a la Secretaría de Estado Otra característica del gabinete de Cárter es la fuerte presencia de personeros vinculados al mundo de los negocios l8 . Cabe recordar que a pesar del fue disidente público (fe lal política. Brzezinski participó como miembro del grupo üc Planeador) de Políticas en el Departamento de Estado donde era considerado como un "duro"; C'yrus Vanee, el aclu:il Secretario de lisiado. sirvió bajo McNamara en el Deparlamento de Defensa donde fue Secretario ilel Ejército y llegó :i ocupar el segundo cargo en Importancia; Ilarold tirown, el Secretario de Defensa fue Si\ retarlo de ía Fuerza Aérea en el período de los bombardeos en Vietnam; loscph Cíillfano Jr., el Secrelario de Salud. Educación y Bienestar, también trabajó iwit McNamara en el Pentágono >• luego en el equipo doméstico de la Casa Blanca bajo lohnson; y Chark's Schultz, el presidente del Consejo de Asesores Económicos de Cárter, fue el director del Presupuesto durante el mismn periodo- (Cf. Willimn Oreider, "Cárter Chooses the P.iinfu! Píist" tomado tle] The Washlnglun Posl, en The Guardian Weekly, Vol. 116, N. 3, semana hasta el 16 de enero de 1977, pp. 15 y 18). El único nombramiento Importante de un oposilor a la Guerra de Vietnam es el del abogado Paul Wurnke como Director de la Agencia para el Desarme y el Control tic Armas y como negociador principal en las negociaciones lobre limitación de armamentos estratégicos (SALT) con los soviéticos. • Las conexiones de los hombres de Cárter con el mundo de los negocios son múltiple*. Al ser designados miembros del Gabinete, tres eran di redores de la IBM {Vanee, lirown y la Secretarla de Vivienda y Desarrollo Urbiino. Patricia Morris); uno director de la Pan American Airways (Vanee), otro de la Equitable Life Assuríincc Society (el Secretario del Tesoro, w . Mlchae] Blumenthal), También había un directoi- de la Western Electric y R. [. Reynolds tln Secreiaria de Comercio, luenita Krtps), un director del Chase Manhattan Bank (llarris) y el presidente de Bendix Enternatlonal, subsidiaria de Benclix, Corp. (Blu- menthal). Kn Igual forma. los cinco abogados que estín en el gabinete (Vanee. 1 larris, Califano, el Procurador General Griffin Bell y el Secretario de Transporte Brock Adame), tra- bujabun al ser designados, en firmas de abogados u.uc- re- 90 tono populista de su campafia. Cárter no forma parle del ala libera! del Partido Demócrata, uno de cuyos representantes, Morris Udall, fue el más serio de sus adversarios en la lucha partidaria interna 19. Sin embargo, tal vez lo más notable de su equipo es el grado y forma de continuidad de los encargados de la política exterior. Ellos forman parte del nuevo "establishment" de la política exterior americana, la llamada "comunidad". Tradicionalmente la política internacional de los EE. ULJ. era manejada por un restringido grupo de banqueros y abogados de Wall Street. Este conjunto de hombres blancos, anglosajones y protestantes era un círculo cerrado vinculado por parentesco y con una educación elitista en las grandes Universidades del Este de los EE. UU. Este grupo ha sido ampliado y transformado para convertirse en la "comunidad", compuesta de profesores, abogados, hombres de negocios, funcionarios del Congreso, ejecutivos de las fundaciones, expertos e incluso algunos hombres de prensa. La diferencia es que este nuevo círculo de expertos licne como tarea más permanente la asesoría del gobierno mientras que el grupo tradicional sólo ocasionalmente dejaba sus labores de Wall Street para desempeñar la tarea de conduct o r a de la política exterior. Aunque con Kennedy y Johson muchos universitarios entraron al "establishment", fue Kissingcr quien patentizó la transformación del antiguo círculo. Aunque más abierto y permeable, el nuevo grupo no pasa de algunos cientos de miembros. Ellos son los que nutren a todos los gobiernos de expertos en política exterior y defensa, y constituyen un verdadero poder detrás del trono 20. Eso explica que pueda predecirse casi exactamente quiénes ocuparán los cargos de conducción de la política internacional. Fue el caso de un artículo aparecido en el The New York Times Magazine. el 23 de mayo de 1976, que entre los ocho posibles candidatos al cargo de Secretario de Estado (cuatro demócratas y cuatro republicanos) señaló al actual Secretario de Estado, presentaban a empresas tales como la American Electric Power Co., la Occidental Petroleum, la Warner Communications, la Kevlon y la Coca-Cola. El presidente de esta Última, J. Paul Auslin, por lo demás, es un buen amigo de Cárter. Las conexiones con la piensa también son estrechas. Vance era di redor del The New York Times, Brown del Los Angeles Times y Califano. abogado del The Washington Pos:. Estos lazos fueron cortados al asumir su¡> cargos. Más aún. las normas que u este respecto impartid Cárter son las más duras que un Presidente le haya impuesto a sus colaboradores. Sin embargo, tales conexiones nos dan la clave del tipo de pensamiento que et .i detrás de la nueva Administración. Cf. Wllliam Grclder, art. cit.. p. 18 y "The Team Take* Shape" en Time. 27 d¿ diciembre de 1176, p, 14. '• Para ganar el ala liberal del partido Demócrata, Cárter designo a Waltei F, Móndale como candidato a Vice-Pre íideñte y le dio un tono marcadamente liberal y populista a su discurso de aceptación en la Convención de Nueva York. w Ver Leslie H. Gelb "The Sccrctary of State swcepstakss" en The New York Time Magazine, 23 de mayo de 197b, pp. 13-63 y Stephcn Kaldman, "The New Forelgn Pollcy Crowd" tomado del The 1 Washington Posl en The Uuurdlan Weekly, Vol. 115 N. 2, semana liasta el II de julio de 197b, pp. Ib y 18. Cyrus Vanee y al actual Asesor para Asuntos de Seguridad Nacional Zbignicw Brzezinski y a oíros dos altos funcionarios de la nueva Administración 21 . La fecha del artículo no sólo es anterior a la elección sino previa a la designación de los candidatos en las Convenciones Demócrata y Republicana 22 . Tal vez el único alto funcionario de la política exlerior que no corresponde a los patrones del "establishment" es el nuevo Embajador ante las Naciones Unidas, el ex representante de Georgia, Andrew Young, quien es negro. Cambio y continuidad La perspectiva de -enfatizar las relaciones con Europa Occidental y lapón sería un cambio en relación a la política de Kissingcr. El viaje del Vicepresidente Móndale a esos países, apenas asumió Cárter, es un signo de la voluntad de seguir en esa línea. El trilateralismo serviría para preservar y expandir en las sociedades industrializadas las ventajas adquiridas durante los años 60 a través del proceso de apertura y creciente interdependencia de esas sociedades y. al mismo tiempo limitar las consecuencias desfavorables de ese fenómeno. También puede servir de base para un frente unido de las sociedades occidentales industrializadas para oponerse efectivamente a la vez, a las nuevas demandas y acciones militantes del Tercer Mundo (tales como el "boycott" del petróleo árabe en 1973) y a la Unión Soviética 2\ La nueva perspectiva combina entonces la adhesión a valores morales —como la explícita defensa de los derechos humanos— con una política de poder basada no sólo en consideraciones militares sino también, en forma muy importante, en el poderío económico de EE. UU. y sus aliados. Cabe recordar aquí la ligazón que cnlre política exterior y un EE. UU. económicamente fuerte hizo Cárter durante la campaña. Los límites a los objetivos morales pueden visualizarse, pero habría que entrar a un análisis más detallado de la política exterior americana frente a cada zona del mundo para discernir el carácter más preciso de esos límites. Por otra parte. Cárter, ha retenido para sí un fuerte papel en la conducción de la política tanto interna como internacional. Ello abre una posibilidad para la efectiva puesta en práctica de esos valores. Pero su equipo representa la continuidad del "establishment" de la política exterior y la tendencia histórica de su conducción ha sido dar prioridad a las consideraciones de poder. ;1 Vun^-t: y Brzeziniki son demócratas. También lo es Paul Wavrtke el nuevo Director de la Agencia para el Desarme y el Control de Armamentos. Un cuarto designado, de la lista de ucho, es el republicano lames Schitísinner. ex Secretario de Defensa durante la CJÍÍÍS del petróleo, nuevo Asistente del Presídeme para Asuntos de Energía. « Leslie II. Gelb, art. clt. • Richard H. Ullman "Trllaterallsm: "Partnership" for whuiV en Forcign Affairs. Vol. 55. N.: I. octubre de b, pp. 1-19, especialmente pp. 2 y 1.