BICENTENARIO: MIRAR EL PASADO, CONSTRUIR EL FUTURO La finalidad de este artículo no es simplemente enterarnos de que en Roma se realizó, del 19 al 23 de noviembre de 2014, un Congreso de Historia Salesiana, sino especialmente "abrirnos el apetito" acerca del riquísimo material que nos ofrecen las actas de ese Congreso, en el que también participó el P. Francisco Lezama, de la inspectoría uruguaya. El tema, "El desarrollo del carisma de Don Bosco hasta la mitad del siglo XX", recoge los estudios que hace más de 15 años se están realizando sobre el período que va desde la muerte de Don Bosco hasta los años '50, en los que surgieron cambios sustanciales. Así lo expresaba en la apertura del Congreso la Hna. Grazia Loparco fma, presidente de la Asociación de Estudiosos de la Historia Salesiana. El Bicentenario del nacimiento de Don Bosco ilumina este Congreso, que tuvo como horizonte presentar la actualidad del carisma. El primer tema fue la "significatividad y los desafíos" que tiene hoy la Familia Salesiana: la perspectiva histórica hace preguntas al pasado, con el fin de adquirir un conocimiento más profundo de la misión carismática en su contexto. Al concluir, se reflexionó precisamente sobre el futuro del carisma de Don Bosco a partir del Concilio Vaticano II, con la base histórica del horizonte actual y con la fidelidad creativa a la herencia del Fundador. Se señalaron semejanzas y diferencias entre pasado y presente, propias de una historia que siempre es dinámica, con el objetivo de poder presentar la propuesta educativa en categorías adecuadas a los jóvenes de hoy. En busca del ADN ¿Cómo discernir cuál es el ADN que debe permanecer en el tiempo, y cuáles los aspectos que históricamente lo han encarnado y, por lo tanto, deben continuamente ser discernidos para conservar el dinamismo original de un "DON ACTUAL", en cada "HOY" de la historia? El Congreso no fue solo un momento cultural, de valor intelectual, académico, sino que quiso implicar a todos como parte viva de este carisma. Así lo expresaba el Rector Mayor en las primeras Buenas Noches a los congresistas: "Si este Congreso no tiene un eco posterior, su incidencia será muy pobre. Por eso los invito a pensar y madurar la forma con la cual podrán hacer llegar a las Inspectorías el fruto de los trabajos de estos días”. Un pasado que ilumina Y la temática la podríamos traducir así para nuestro Uruguay. ¿Cómo los primeros SDB, FMA, y miembros de la Familia Salesiana supieron interiorizar y vivir con genuinidad el carisma salesiano en los diversos momentos históricos? ¿Cómo fueron capaces de actualizarlo en los diferentes y difíciles contextos que vivieron? Fue muy importante en el Congreso el estudio de las "Fuentes salesianas" bajo el punto de vista histórico (Don F. Motto), pedagógico (Don J. Prellezo) y espiritual (Don A. Giraudo), así como la edición crítica del Epistolario de Don Bosco. Las jornadas estuvieron centradas en los cambios políticos, sociales, culturales, económicos y religiosos que incidieron en la situación de los jóvenes, y la respuesta salesiana a los procesos mundiales, desde fines del ‘800 hasta la mitad del siglo pasado. Subrayaba el Rector Mayor: "Fueron años de expansión, siempre en crecimiento numérico, geográfico, en una diferencia muy grande de respuestas a situaciones totalmente distintas”. A la luz de estas reflexiones históricas, podremos vivir el momento presente con la certeza creciente de que, pese al menor número de consagrados, los laicos y la misión compartida son opciones carismáticas irrenunciables. Hacia nuevos horizontes Otro tema abordado fue el aporte a la educación en esos años, especialmente de los SDB y FMA, y una reflexión sobre el "espíritu" de Don Bosco y sobre la "ascética" salesiana en la historia. Comentaba el Rector Mayor: “Tenemos hoy un estupendo desafío hacia el futuro, especialmente significativo en este año bicentenario del nacimiento de Don Bosco: PONER LAS BASES de una NUEVA FASE de nuestra Historia Salesiana. Una "nueva fase" en la cual la radicalidad evangélica de nuestra vida, la opción por la evangelización de los jóvenes y de las nuevas generaciones, el reforzar la identidad salesiana de los que están participando con nosotros del mismo carisma, el continuar enamorándonos de Don Bosco hasta ser testigos entusiastas de él HOY, haga más clara nuestra identidad carismática, eclesial, y de verdaderos discípulos seguidores del Señor Jesús”. Don Bosco, concluía la Hna. Loparco, será siempre la clave de lectura indispensable para comprender el desarrollo de su carisma, como semilla que preanuncia el desarrollo del árbol. Este Congreso trasciende su muerte, para sumergirse en el gran movimiento al cual él dio inicio, y para preguntarnos no solamente sobre cómo fue entendida la fidelidad a su carisma de parte de quienes nos han precedido, sino, en última instancia, sobre nuestra propia fidelidad, basada en el examen crítico-histórico e intelectualmente honesto del pasado. P. Carlos Techera sdb