ESTRUCTURA DEL RUIBARBO

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FARMACOLOGÍA
ESTRUCTURA DEL RUIBARBO
POR E L D R . D . J . R . G O M E Z PAMO
(Conclusión)
Tanto los hacecillos longitudinales ó intramedulares como los
transversales ó d i a t r a g m á t i c o s , presentan la a n o m a l í a de que el leño
está en la parte exterior, mientras que el l í b e r ocupa el centro. Esta
irregularidad es producida por el modo especial de formarse. En
cuanto á los hacecillos intramedulares, puede suponerse que se han
originado, como dice Van Thiegen, porque la zona celular p e r i f é rica de la m é d u l a se transforma en zona generatriz, que produce
por la parte interna l í b e r centrífugo y por la externa l e ñ o c e n t r í p e to; pero no hay medio de explicar de esta manera la disposición que
en el mismo sentido presentan los hacecillos transversales, aparte
de que éstos no han sido estudiados hasta que Dutailly los ha descrito. Para este autor, cuyo estudio hemos confirmado por diversas
experiencias, tanto los hacecillos de la m é d u l a como los diafragmaticos ó transversales, se derivan de los hacecillos normales p e r i f é r i cos, y considera á los intramedulares ó longitudinales como hacecillos diafragmáticos completamente diferenciados del sistema l í b e r o leñoso exterior. De esto se deduce que las estrellas que se observan
en los ruibarbos representan el corte transversal, ya de los hacecillos intramedulares (en el corte transversal), ya de los horizontales ó
diafragmáticos (en el corte longitudinal) en el punto en que varios
de ellos (5, 7... 12) se tocan y confunden por su extremidad liberiana. Estos hacecillos están separados por el tejido parenquimatoso de
la m é d u l a á la manera de radios medulares, y cada uno de a q u é l l o s
puede considerarse como el radio de una estrella y consta en su
mayor parte de elementos liberianos, si bien algunos, fuera de la
zona del cambium, presentan un corto n ú m e r o de vasos.
Ahora b i e n , dada esta e x p l i c a c i ó n , se c o m p r e n d e r á n perfectamenle las irregularidades de estructura que presenta el Ruibarbo.
Examinado su corte transversal se ve muy cerca de la periferia
una zona de color obscuro, que es la descrita por la generalidad
de los autores con el nombre de cambium, pero que es, como ya hemos dicho, lo que constituye el verdadero leño del rizoma, pues está
compuesto por el l í b e r , formado por c é l u l a s alargadas c a r a c t e r í s t i cas, el verdadero cambium y el l e ñ o de los hacecillos. En algunos
pedazos falta esta zona en parte ó por completo, según que la m o n d a ción se haya hecho más ó menos profundamente. A c o n t i n u a c i ó n se
NOVIEMBRE 8 DE I 891.—AÑO XX.—NÚM. 6.°
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encuentra una masa muy h e t e r o g é n e a que representa casi la totalidad
del pedazo y es la médula, muy mal definida y formada por un t e j i do parenquimatoso blanco de c é l u l a s poligonales llenas de fécula
en granos, de forma ovoidea ó redondeada, en los que pueden o b servarse un hilo ó n ú c l e o en cruz bastante visible. En medio de este
tejido existen numerosas maclas de oxalato calcico en forma de d r u sas ó rosetas que puedan ser de dos modos: en unas se ven los á n g u los prominentes de los diversos cristales que las constituyen, y en
otras sólo se aprecian las aristas.
Cruzando en todos los sentidos el p a r é n q u i m a medular, se hallan
los hacecillos de que antes hemos hecho m e n c i ó n (radios medulares
de los autores), que en el corte transversal aparecen como radios
irregulares de color rojo y formados casi siempre por elementos l i berianos que m á s que fibras son c é l u l a s alargadas llenas de materia
colorante. En los espacios que deja la red formada por las anastomosis de estos hacecillos, se encuentran las estrellas que algunas veces
aparecen dispuestas con cierta regularidad en la periferia de la m é dula, ó sea debajo del circulo fibro-leñoso externo.
Cada estrella está formada por un n ú m e r o variable de hacecillos
separados por el tejido poligonal medular, y en su conjunto consta
de un tejido de elementos liberianos gruesos, entre los que se i n t e r calan otros elementos de l í b e r blando y c é l u l a s alargadas; rodea á
esta parte central la zona generatriz ó cambium, y al exterior de
é s t a se encuentra el anillo leñoso formado por un p a r é n q u i m a apretado y algunos vasos distribuidos sin orden alguno.
En el corte longitudinal del rizoma fresco, aparte de los c a r a c teres generales correspondientes á esta clase de ó r g a n o s , presenta el
Ruibarbo varios'hacecillos fibrovasculares longitudinales más ó menos ramificados, á los que corresponden las estrellas observadas en
el corte transversal, y una porción de estrellas que presentan i g u a les caracteres que a q u é l l a s esparcidas por el centro de la m é d u l a ó
á los lados de ésta, que pertenecen á la sección de los hacecillos d i a fragmáticos que siguen una d i r e c c i ó n horizontal.
En los cortes longitudinales del rizoma seco, tal como se encuentra en el comercio, no pueden percibirse bien, sino en muy contados
casos, los hacecillos que siguen la d i r e c c i ó n del eje, por la confusión
que presentan las diferentes anastomosis de sus ramificaciones y las
de los hacecillos horizontales; pero, sin embargo, pueden observarse
bien las estrellas que se encuentran siempre en la parte interna de
las dos líneas obscuras longitudinales que dichos pedazos tienen en
su lado plano y que representan el tejido l e ñ o s o del rizoma. No todas
las estrellas presentan en este corte la figura circular, sino que m u chas de ellas son alargadas por efecto de la inclinación que el hacec i l l o tenía en el punto en que se hizo la s e c c i ó n . A pesar de la v a riada disposición de los diferentes elementos que se observan en el
corte longitudinal, pueden observarse en ellos todos los caracteres
que hemos indicado con relación al corte transversal.
Esta estructura es imposible observarla en un solo corte y por
una sola inspección. Es necesario, para poder examinarla en todos
los detalles descritos, practicar varios cortes en distintos sitios y sen-
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tidos en uno ó varios trozos de Ruibarbo y hacer un examen detenido de cada uno de ellos.
El estudio que acabamos de hacer se refiere á los Ruibarbos a s i á ticos ó de la China. Los Ruibarbos europeos, llamados más generalmente Rapónticos, presentan, comparados con aquéllos, notables d i ferencias. Si se repara la superficie de unos y otros, en el de la China
se v e r á n lineas oblicuas que cruzadas forman una red de espacios
romboidales; en los Rapónticos esta superficie es punteada y en el de
Inglaterra está marcada por l í n e a s longitudinales paralelas. L a parte
central es poco coherente y esponjosa, y de color obscuro en los
R a p ó n t i c o s ; compacta y del mismo color que el resto en el Ruibarbo
de la China. Este presenta en su corte transversal un marmoleado
blanco, amarillo y rojizo muy irregular, formado por los hacecillos
medulares que son tortuosos; en los Ruibarbos de Europa este corte
es radiado, con líneas casi paralelas, y aunque en el Ruibarbo inglés
el corte es compacto, le falta el marmoleado general de toda la superficie, que nunca deja de observarse en el asiático. Los radios
medulares de las estrellas en este Ruibarbo están formados por tres
series de c é l u l a s por lo menos; en los de Europa lo general es que
sólo consten de una serie.
Faltan generalmente las estrellas en los de Francia y Austria, y
si bien existen en algunos trozos del de Inglaterra, estas estrellas d i fieren de las que presentan los asiáticos en la falta de cristales de
oxalato cálcico, en que la parte central está formada por c é l u l a s l l e nas de fécula y en que los radios que separan los hacecillos sólo t i e nen una serie de c é l u l a s .
La semejanza de caracteres que se observa entre los Ruibarbos
de Austria y de Francia revela que indudablemente proceden de
una misma planta y que éste es el Rheum Rhaponticum, y como el R u i barbo inglés tiene caracteres propios, se deduce que la planta que
le proporciona ha de pertenecer á otra especie, pues el cultivo, a w i
teniendo en cuenta las diferencias de suelo y de clima, no puede
ocasionar modificaciones tan profundas en una misma planta hasta el
punto que uno d e s ú s ó r g a n o s (el rizoma) no presente ningún c a r á c ter c o m ú n .
Ahora bien; si considerados bajo el punto de vista puramente
b o t á n i c o , es verdad que los hacecillos medulares del Ruibarbo no
tienen gran importancia, porque no d e s e m p e ñ a n n i n g ú n papel en las
funciones fisiológicas de la vida de la planta, pues hay especies del
g é n e r o Rheum en que faltan y en otras sólo se han observado una ó
dos zonas de estos hacecillos, mientras que en algunas se han encontrado hasta cinco, no es menos cierto que su presencia puede servir
para determinar la buena calidad de los Ruibarbos, pues es sabido
que éstos se aprecian tanto más cuanto mayor es el n ú m e r o de estrellas que presentan. Por eso, entre todos, debe elegirse el que p r o cede del Rh. officinale ó sea el de la China, porque no solamente es
el que da el rizoma más grueso, sino t a m b i é n en el que se han o b servado más hacecillos intramedulares, pues los principios activos
deben estar localizados en estos hacecillos de corte transversal, estrellado m á s bien que en el leño propiamente dicho. Así sucede, por
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ejemplo, que los Ruibarbos procedentes del Rh. palmatum, y sobre
todo de los cultivados, que contienen pocos hacecillos interiores, dan
rizomas poco activos, y otro tanto sucede con el R h . Rhaponticum.
Por la misma r a z ó n las r a í c e s son pobres en principios, pues careciendo de diafragmas no tienen los hacecillos que los forman.
De todo esto se deduce que los pedazos de Ruibarbo s e r á n mejores, cuanto más descortezados estén, porque de esta manera r e u n i rán en el menor volumen posible mayor cantidad de substancia
activa.
CORPORACIONES PROFESIONALES
C O L E G I O
DE
F A R M A C É U T I C O S
DE
MADRID
Extracto del acta de la junta general extraordinaria celebrada el día 27
de Junio de 1891
Presidencia del Sr. Rui % del Cerro
L e í d a el acta de la sesión anterior, queda aprobada.
E l Sr. Presidente manifiesta que la junta extraordinaria tiene
por objeto tratar de la i n t e r p r e t a c i ó n que d e b e r á darse el art. 8.° de
los estatutos y 16 del reglamento; pero como el numero de colegiales no es el suficiente, entiende que no p o d r á n tomarse acuerdos que
modifiquen ó v a r í e n aquellos a r t í c u l o s .
E l Sr. Marín y Sancho dice que él siempre se opuso á la cuota
mensual, porque presentía el disgusto que esta i n n o v a c i ó n iba á p r o ducir en algunos s e ñ o r e s colegiales; reclama la lista de los que han
dejado de satisfacer la cuota, y dice que si bien no pueden tomarse
acuerdos que modifiquen los citados a r t í c u l o s por no haber suficiente n ú m e r o de colegiales, sí deben suspenderse los efectos de esos
a r t í c u l o s hasta que el Colegio los modifique en otra sesión.
Hacen uso de la palabra los Sres. Muñoz, S á n c h e z y S á n c h e z y
C a s t e l l ó , m a n i f e s t á n d o s e conformes con lo dicho por el Sr. Marín
y Sancho.
Se da lectura de los s e ñ o r e s que han abonado la cuota mensual,
así como de los que no la han satisfecho, siendo mayor el n ú m e r o de
los primeros.
El Sr. F o n t á n entiende que constituyendo mayoría los que han
pagado, debe seguirse cobrando, hasta que se modifiquen los a r t í c u los en la forma reglamentaria.
El Sr. Iñiguez cree que la cuota sería muy conveniente para el engrandecimiento del Colegio; pero que la considera insostenible desde el momento que un buen n ú m e r o de individuos no están p o n f o r jnes con ella.
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Hacen uso de la palabra varios s e ñ o r e s , y á propuesta del s e ñ o r
Marín y Sancho se acuerda suspender el cobro de la cuota mensual,
hasta que, reunidos en el n ú m e r o que marca el reglamento, resuelva
el Colegio lo que estime más oportuno.
Con lo que se l e v a n t ó la sesión.— El Secretario, Manuel A .
Fontán.
ASUNTOS
CIENTIFICOS
R E C O N O C I M I E N T O DE L A SACARINA
Nota del profesor D . V i t a l i
(Trad. del Doctor González de Salas)
Entre los diversos métodos de reconocimiento de una substancia,
el mejor y más racional cuando de ésta conocemos su constitución
es, seguramente, aquel que esté fundado en sus productos de desdoblamiento.
La sacarina puede considerarse constituida de tres grupos: i .0 el
grupo á radical residuo del á c i d o benzoico: 2.° el residuo amoniacal
imido, y por último, del residuo sulfúrico denominado sulfurilo. L a
fórmula
que expresa su constitución es esta: C6 H 4 < ^
^ > N H.
De esta fórmula es fácil deducir que la sacarina no es otra cosa que
el ácido benzoico C6 H5 — C O . O H , en el cual un átomo de h i d r ó g e no del n ú c l e o b e n z í n i c o ha sido sustituido por el residuo sulfónico
SO3 H con formación de á c i d o sulfo-benzoico C6
H4<C^so' Q[|
á c i d o que pasa á sacarina ó sulfimida benzoica por la sustitución
de sus dos oxhidrilos por el residuo bivalente N H i m i d ó g e n o .
Pueden reconocerse en la sacarina los grupos que concurren á
formarla: i.ü, m e z c l á n d o l a con cal mediante la i n t e r v e n c i ó n del calor
rojo: 2.0, u n i é n d o l a á un álcali fijo en determinados límites de temperatura; y 3.0, m e z c l á n d o l a á c i d o sulfúrico puro y caliente; pero
antes de manipular, preciso es aislarla de las mezclas con que pudiera encontrarse; esto se consigue tratando la mezcla en cuestión a c i dulada con á c i d o c l o r h í d r i c o por el éter e t í l i c o , ó bien por una mezcla de éste y de éter de p e t r ó l e o , evaporando hasta sequedad la solución e t é r e a ; d e s p u é s se trata el producto con nitrato m e r c ú r i c o , se
lava el precipitado repetidas veces con alcohol y se evapora hasta
sequedad la solución a l c o h ó l i c a , no sin antes hacerla reaccionar
con ácido sulfhídrico como propone el D r . Alessandri.
En el residuo p u é d e s e reconocer la sacarina siguiendo uno de
los tres siguientes m é t o d o s :
I Se mezcla í n t i m a m e n t e una p e q u e ñ a porción de este residuo
con tres ó cuatro veces su volumen de cal apagada, y la mezcla se
calienta gradualmente en tubo de ensayo basta el rojo. La sacarina
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se desdobla en a m o n í a c o , que se reconoce desde luego introduciendo
en el tubo los extremos de un trozo de papel impregnados uno de
tintura de c ú r c u m a y el otro de disolución alcohólica de fenolptal e í n a ; en el primer caso t o m a r á c o l o r a c i ó n rojo parda intensa, y violeta en el segundo; a d e m á s se r e c o n o c e r á el a m o n í a c o por su olor y
por la formación y desprendimiento de humos blancos al aproximar
al tubo una varilla previamente mojada en á c i d o c l o r h í d r i c o . El segundo producto en el cual se desdobla de primera i n t e n c i ó n la sacarina es el ácido benzoico, el cual al calor rojo y en presencia de un
exceso de cal se descompone en a n h í d r i d o c a r b ó n i c o que se fija
sobre la cal formando carbonato cálcico y en bencina, que se r e c o noce por los humos blancos, por su olor c a r a c t e r í s t i c o y que condens á n d o s e en la parte fría del tubo, puede comprobarse por la siguiente
nueva r e a c c i ó n c r o m á t i c a . Se t r i t u r a n con p r e c a u c i ó n unos cristalitos de clorato potásico en unos cuantos c e n t í m e t r o s cúbicos de
á c i d o sulfúrico concentrado; se dispone una p o r c i ó n de esta solución
á c i d a , que debe tener color rojo intenso, en una capsulita de porcelana, y en ella se sumerge la extremidad de un agitador de vidrio
previafnente mojado en la bencina condensada en la parte fría d e l
tubo de ensayo en el cual se ha operado; se o b t e n d r á una c o l o r a c i ó n
verde que pasa al azul intenso. El tercer producto de d e s c o m p o s i c i ó n
de la sacarina en las indicadas condiciones es el sulfato c á l c i c o , cuya
presenciase demuestra tratando el residuo de la c a l c i n a c i ó n con
á c i d o c l o r h í d r i c o diluido, filtrando y tratando el l í q u i d o filtrado por
el cloruro de bario. A l verter el á c i d o c l o r h í d r i c o se nota viva efervescencia, debida al desprendimiento de a n h í d r i d o c a r b ó n i c o resultante del carbonato c á l c i c o que como hemos dicho se produce en la
r e a c c i ó n ; resultan t a m b i é n libres al mismo tiempo gas sulfhídrico, reconocible por su olor y porque ennegrece un papel impregnado de
una solución de acetato p l ú m b i c o , y gas sulfuroso, que puede hacerse
patente por su olor propio y porque azulea el papel b a ñ a d o de e n grudo de a l m i d ó n en e l c u a l se haya disuelto una p e q u e ñ a cantidad de
á c i d o iódico. L a p r o d u c c i ó n de estos dos gases debe atribuirse á la
descomposición operada por el á c i d o c l o r h í d r i c o en una p e q u e ñ a
cantidad de sulfuro y de sulfato de calcio, formados éstos por r e d u c c i ó n debida á una p e q u e ñ a cantidad de carbono que resulta libre
sobre el sulfato de calcio. L a f o r m a c i ó n de todos estos productos
que resultan manifiestos del modo antedicho puede representarse
por la e c u a c i ó n siguiente.
i.0 C6 H 4 < ^ s O ^ N H " 1 - 2 C a H 2 0 2 = N H 3 H - C 6 H é +SO*Ca + C 0 3 C a
2.° 2 S 0 4 C a + 5 C = CaS +
S03CaH-5CO
La totalidad de la r e a c c i ó n descrita puede verificarse con a l g u nos miligramos de sulfimida benzoica, operando en tubos p e q u e ñ o s
y con diligencia suma; pero aun en cantidad exageradamente pequeña la reacción de la benzina, se obtiene con mayor seguridad t o pando directamente la nebulosidad apenas visible que tapiza la parte
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¿tf
superior fría del tubo de ensayo con la v a r i l l a de v i d r i o mojada en
la disolución sulfúrica de clorato p o t á s i c o , d e s p u é s de haber e x traído el residuo de la c a l c i n a c i ó n .
I I . La presencia del grupo benzoico, del a m o n í a c o y del á c i d o
sulfúrico puede demostrarse, mejor por v í a h ú m e d a , como sigue.
Advierto que no ha mucho se acaba de encontrar una bella r e a c c i ó n
c r o m á t i c a de la c o c a í n a tratando en caliente su solución sulfúrica
por el á c i d o iódico ó un iodato alcalino, y como resulta demostrado
que este alcaloide está constituido por el á c i d o benzoico, el alcohol
metílico y la ecgonina, á a q u é l hay que atribuir en primer t é r m i n o la
r e a c c i ó n c i t a d a . Sometiendo en las condiciones enunciadas la sacarina á la acción del ácido s u l f ú r i c o , se forma á c i d o benzoico, que en
el seno de un exceso del primero se produce á c i d o sulfo-benzoico,
sobre el que acciona el ácido iódico, o x i d á n d o l o y produciendo c o loraciones diversas, y en amoniaco, que resulta salificado, dado el
exceso de ácido sulfúrico y el cual puede ponerse de manifiesto con
la ayuda del reactivo de Nessler. He a q u í cómo conviene operar.
Aproximadamente á medio c e n t í m e t r o c ú b i c o de á c i d o sulfúrico concentrado del comercio se a ñ a d e una p e q u e ñ a cantidad de sacarina
y sobre tres veces su volumen de ácido iódico ó de iodato potásico
pulverizado, y se calienta poco á poco en cápsula de porcelana; se
forman al principio estrías de un bello color verde, que d i f u n d i é n dose r á p i d a m e n t e en todo el l í q u i d o , pasa en seguida á azul y desp u é s al rosa con desprendimiento de vapores violetas. Esta r e a c c i ó n
es debida al ácido benzoico.
E l a m o n í a c o se revela en el l í q u i d o sulfúrico a b a n d o n á n d o l o al
enfriamiento, diluyendo en agua, sobresaturando con solución de
potasa c á u s t i c a y a ñ a d i é n d o l e el reactivo de Nessler, que p r o d u c i r á
la conocida coloración r o s á c e a , d e s p u é s enturbiamiento, y pasado
algún tiempo, precipitado de igual color. La presencia del grupo
sulfúrico en la sacarina se puede demostrar por vía h ú m e d a , haciendo hervir por algunos minutos un poco de sacarina con á c i d o nítrico
concentrado, evaporando el líquido á c i d o , d i l u y é n d o l e en poca agua
y a ñ a d i e n d o una sal soluble de barita. Calentando la sacarina con
el ácido sulfúrico ordinario, que suele contener un poco de agua, se
puede detener el desdoblamiento de a q u é l l a en a m o n í a c o y á c i d o
benzoico, c o n t r a b a l a n c e á n d o s e la c o m b i n a c i ó n y f o r m á n d o s e sulfato
de amonio y ácido sulfobenzoico sobre el que puede reaccionar el
ácido iodico:
i.0
C6 H4
§
2.0
Q^
NH + 2 H2 O = C6 H4 < ^ so2 O H + NH3
2NH3 + S 0 4 H 2 =
S04(NHft)2.
Esta r e a c c i ó n puede producirse en una p e q u e ñ a cantidad de s u l fimida benzoica.
III El tercer m é t o d o de desdoblamiento ya mencionado de la sacarina, consiste en calentarla con potasa ó sosa c á u s t i c a , sin exceder de los 250o. Los productos que se forman son: salicilato sódico
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SÉMANAÍUO F A R M A C É U t í C O
(producido por la acción del á l c a l i sobre el grupo benzoico) a m o n í a c o , sulfato alcalino é h i d r ó g e n o de conformidad con la e c u a c i ó n
siguiente:
C6 H*
<CsO ^ > m
+ 4 K O H = C6 H* < ^
C®-2K +
SO4 K2 4- NH3 + H2.
El a m o n í a c o se reconoce por su olor ó la c o l o r a c i ó n rojo parda
ó violeta que produce sobre el papel de c ú r c u m a ó la fenolptaleina;
el salicilato y sulfato alcalinos se encuentran en el residuo de la calc i n a c i ó n ; para su identificación se trata éste con agua y un exceso
de á c i d o c l o r h í d r i c o ; el l í q u i d o se divide en dos partes; una se agita
con é t e r , y evaporada e s p o n t á n e a m e n t e la solución e t é r e a , se trata
el residuo con una solución muy diluida de cloruro f é r r i c o que
p r o d u c i r á c o l o r a c i ó n violeta: á la otra parte d e U i q u i d o , p r e v i a m e n te filtrada, se a ñ a d e cloruro de bario, que p r o d u c i r á enturbiamiento
ó precipitado,
Ü Oros i .
NOTICIAS VARIAS
LABORATORIO DE SA.N SEBASTIAN.—Hemos tenido el gusto de reci •
bír, y mucho lo agradecemos, el Resumen de los trabajos practicados
durante el año económico de 1890 á i S g i en el Laboratorio químico m u nicipal de San Sebastián del que es Director D . C é s a r Chicote.
Es ya esta la cuarta Memoria que presenta al Ayuntamiento de
aquella ciudad, el cual, d e s p u é s de examinada detenidamente, como
a c o n t e c i ó con las anteriores, a c o r d ó concederle la distinción de
ser publicada á expensas de la C o r p o r a c i ó n municipal, lo cual es
prueba indiscutible de lo que se estiman los trabajos del distinguido
Director, así como de los valiosos servicios que presta á aquella c i u dad el Laboratorio municipal. En ella se encuentran consignados,
tanto el material adquirido desde que se p u b l i c ó la Memoria anterior, cuanto los trabajos realizados y desinfecciones; las disposiciones dictadas y que se relacionan con el Laboratorio. Nuestra sincera
felicitación al Sr. Chicote, por cuanto acredita con esta nueva p u blicación el celo é interés conque d e s e m p e ñ a la d i r e c c i ó n á él e n comendada, á la vez que de modo tan notable consigue llene a m p l i a mente las exigencias de la higiene y salubridad p ú b l i c a de la capital
guipuzcoana.
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