El contador y las instituciones educativas

E S PA C I O U N I V E R S I TA R I O
El contador y las
instituciones educativas
Por C.P.C. Francisco Javier Calleja Bernal
Profesor de Planta del ITESM, Campus Ciudad de México.
Miembro de la Comisión de Análisis y Difusión de las Normas de
Información Financiera del CCPM.
fcalleja@itesm.mx www.franciscocalleja.com
Durante los primeros 50 años del siglo pasado, los estudiantes de Contabilidad resolvían una gran cantidad de ejercicios
de registro de forma manual y era un empeño de sus profesores, en casi todas las instituciones educativas, que los futuros
profesionistas contables tuvieran lo que llamábamos “buena
letra”. No era raro elogiar a alguien diciéndole: tienes letra de
contador. ¿Cuáles son ahora las características que importan
en las instituciones educativas?
Conocimientos en sistemas de información.- El antiguo
C
ualquier contador público que esté en su actividad
profesional nos muestra tres aspectos: a) Su propio
y personal carácter, el cual ha sido desarrollado
independientemente de su profesión; b) el sello que
las instituciones educativas por las que pasó han dejado en él,
especialmente la institución donde cursó sus estudios profesionales, y c) el efecto que ha tenido el propio ámbito profesional: las organizaciones donde ha prestado sus servicios.
Este artículo se centra en la posible influencia que la institución educativa ejercerá de forma deliberada, y en cómo ello
marcará el desenvolvimiento posterior de sus egresados en
este mundo global, cambiante y competido.
conocimiento de flujogramas, y la habilidad para desarrollar sistemas de información, desde su planteamiento teórico
hasta su operación en la realidad, es algo que ha evolucionado y que implica que el egresado actual conozca paquetería computacional que le facilita el planteamiento teórico y
que, además, conozca desde paquetes computacionales contables para poder recomendar el adecuado hasta sofisticadas herramientas.
Formación integral.- Es antiguo el sueño de preparar conta-
dores que vean más allá de los números y que tengan cualidades de líderes en la organización. Existe una estadística que
señalaba que los contadores, a 10 años de egresados, eran los
profesionistas que mayor número de cargos como directores
generales ocupaban dentro de las empresas.
También puede pensarse en la capacidad de una toma de
decisiones holística, capacidad que muchos suponen ajena al contador por su supuesta frialdad. Podríamos agregar
el saber trabajar bajo presión, cuestión que muchos desesti-
A G E N D A U N I V E R S I TA R I A
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Por Carlos Gutiérrez A.
man y que en la realidad puede ser el factor crucial para seleccionar o no
a un ejecutivo de alto nivel. No olvidemos que Neil Armstrong comandó la
misión a la Luna en buena parte por su capacidad para tomar decisiones
en situaciones de gran presión. Recordemos que en esta época de empresas socialmente responsables el contador debe estar atento y ser sensible
a estos aspectos.
Fuerte preparación en el área de finanzas.- Aunque durante muchos
años la universidad y la empresa asumieron que el contador era el hombre
ideal para las finanzas, la aparición de otras licenciaturas y la verdadera
invasión que sufrió el área financiera por parte de ingenieros y economistas hizo sentir un desplazamiento importante de contadores.
Algunas instituciones educativas decidieron que el sello distintivo de sus
egresados sería su conocimiento de las finanzas. Tal vez sea pronto para
evaluar si el sesgo de los planes de estudio hacia este campo ha sido suficiente o excesivo y, sobre todo, si ha tenido impacto dentro del ámbito
laboral financiero, pero es un hecho que se está intentando recuperar un
campo que siempre fue de los contadores y que durante años hemos considerado como una pérdida lamentable.
Una formación humanística con especial énfasis en la ética.- En un mun-
do que pierde sus valores, el contador debe retomar su posición de ancla y
de representante de la ética que ostentó en el pasado. Somos una profesión
que ha crecido desmesuradamente, que sólo en una mínima parte está
colegiada, y eso dificulta ejercer una fiscalización real de las actividades de
los miles de contadores públicos que ejercen su actividad en este país.
Es mucho más sencillo hacer de la más profunda ética el modus vivendi de
nuestros jóvenes egresados para asegurarnos el porvenir de la profesión.
Ojalá y pronto podamos decir que el contador público ante un dilema ético
adopta instintivamente la mejor decisión, la más ética, la mejor.
Combinación de las áreas de finanzas, fiscal y sistemas de cómputo.-
Pudiera parecer reiterativo incluir esta precisión después de los párrafos anteriores, pero es una realidad que en el mundo futuro difícilmente
se podrá sobrevivir sabiendo hacer sólo una actividad, teniendo sólo una
hilera de libros en nuestra biblioteca, asomándonos a la calle siempre por
la misma ventana.
El profesional del futuro deberá saber más de un área, tener puntos de
vista diversos, tal vez hasta tener más de una profesión. ¿Han observado cuántas dobles titulaciones ofrecen actualmente las universidades?
Considerando que la carrera como tal podría no ser suficiente, algunas
instituciones educativas decidieron dar diversas salidas terminales al contador y procuraron que su sello distintivo fuera el ser contador público y
algo más: experto en sistemas, o en organización.
La cuestión dista mucho de haberse agotado. Sirva lo anterior, apenas,
como un primer planteamiento y como una invitación para reflexionar
sobre el tema.
Escuela, empresa y sociedad
El buen nivel que tiene la carrera de Contaduría
se debe, en gran medida, a la labor de las instituciones educativas y de los organismos encargados de regular la actividad contable. Además,
opina Andrea Gutiérrez Labrador –estudiante
de Contaduría del quinto semestre del ITESM,
Campus Ciudad de México–, hoy podemos ver
contadores sumamente capaces y comprometidos que ocupan puestos estratégicos tanto en el
sector público como en el privado.
“México tiene instituciones educativas que brindan a los futuros contadores las bases para
hacer frente a los retos que implica el ejercicio
de esta profesión. Sin embargo, las escuelas de
Contaduría pueden hacer mucho más para formar profesionistas mejor capacitados”.
Es necesaria una formación con enfoque multidisciplinario, integrando los conocimientos y
las herramientas que brindan áreas como la
administración, las ciencias sociales, el derecho,
la economía y la informática. Asimismo, agrega,
“las universidades deben actualizar sus planes
de estudio de acuerdo con las exigencias de
nuestra cambiante sociedad. La globalización
exige en los contadores nuevas habilidades y
herramientas que deben proporcionarles las universidades durante su formación profesional. La
motivación hacia la investigación es muy importante en los estudiantes, con el fin de reforzar
lo aprendido en clase, además de aprender por
cuenta propia”.
Andrea ha recibido cuatro veces el reconocimiento por parte del Tec por obtener un
promedio mayor a 95, y uno el mes pasado
por promediar 97 en sus calificaciones, siendo
galardonada también por el CCPM. “Entre los
principales desafíos que enfrenta la Contaduría
destaca recuperar su imagen como una carrera
importante no sólo en el mundo de los negocios, sino también a nivel social; considero que
falta que los contadores se comprometan con su
función social, pues diariamente cumplen con su
responsabilidad ante las empresas y el gobierno pero, ¿qué están haciendo por la sociedad?
Debemos recordar que nuestra profesión está al
servicio de la sociedad, y no sólo al servicio de los
intereses privados”, concluye.
Ve r i t a s O c t u b re
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