El Colegio Imperial

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Rutas Literarias
Centro de Intercambios Escolares (CIE)
SERVICIO DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO
EL COLEGIO IMPERIAL Y LA COLEGIATA DE SAN ISIDRO
Se fundó en 1567 como Estudio de la Compañía de Jesús, durante el reinado de Felipe II y alcanzó enseguida
gran fama y conv irtiéndose en un lugar de reunión de intelectuales en el que existía una tertulia literaria
menos mundana que las presididas por nobles en la que participaron personajes tan significativ os como
Miguel de Cerv antes, Francisco de Quev edo y algunos aristócratas de la época.
En este Colegio estudiaron algunos grandes escritores del siglo de oro como Lope de Vega (durante dos o tres
años cuando tenía once o doce años) o Calderón de la Barca. (durante cinco años -desde 1608 hasta 1.613-)
También se educaban en él los hijos de los nobles y de comerciantes ricos,
Cervantes en el siguiente tex to de la nov ela ejemplar “Cipión y Berganza”:
cuyos hábitos describe
Berganza.- (...) Este mercader, pues, tenía dos hijos, el uno de doce y el otro de hasta 14
años, los cuales estudiaban gramática en el estudio de la Compañía de Jesús; iban con
autoridad (¡), con ayo y con pajes, que les llevaban los libros y aquel que llaman
vademécum (2). El verlos ir con tanto aparato (3), en sillas si hac ía sol, en coche si llovía,
me hizo considerar y reparar en la mucha llaneza con que su padre iba (...) porque no
llevaba otro criado que un negro...
Cipión.- Has de saber, Berganza, que es costumbre y condición de los mercaderes (...)
mostrar su autoridad y riqueza, no en sus personas, sino en las de sus hijos; porque los
mercaderes son mayores en su sombra que en sí mismos (...); y como la ambic ión y la
riqueza muere por manifestarse, revienta por sus hijos, y así los tratan y autorizan como si
fuesen hijos del algún príncipe; y algunos hay que les procuran títulos y ponerles en el
pecho la marca que tanto distingue la gente principal de la plebeya.
(1) con ostentación (2) cartapacio o bolsa en el que llevan los estudiantes los libros y
papeles (3) ostentación
La calle de Toledo era una de las más anchas de la Villa y estaba muy transitada en sus dos tramos. El
primero, más noble, la unía con la zona comercial de la Plaza May or, el segundo, con la Puerta de Toledo que
era la salida hacia Andalucía.
Esta calle es una de las que Cervantes cita con más frecuencia en su obra, debido a que por ella entraba en
la ciudad cuando v olv ía de sus frecuentes v iajes a Esquiv ias y Andalucía. En ella sitúa la siguiente escena
callejera de la nov ela ejemplar “ la gitanilla” :
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Título: “La Gitanilla” / Miguel de Cervantes
“Acabáronse las vísperas y la fiesta de Santa Ana, y quedó Preciosa algo cansada, pero
tan celebrada de hermosa, de aguda y de discreta y de bailadora, que a corrillos se
hablaba della en toda la Corte. De allí a quince días, volvió a Madrid con otras tres
muchachas, con sonajas y con un baile nuevo, todas apercibidas (1) de romances y de
cantarcillos alegres, pero todos honestos; que no consentía Preciosa que las que fuesen
en su compañía cantasen cantares descompuestos, ni ella los cantó jamás, (...) Pusiéronse
a bailar a la sombra en la calle de Toledo, y de los que la venían siguiendo se hizo luego
un gran corro; y, en tanto que bailaban, la vieja pedía limosna a los circunstantes, y
llovían en ella ochavos y cuartos como piedras a tablado (2); (...) Más de doscientas
personas estaban mirando el baile y escuchando el canto de las gitanas, y en la fuga (3)
de él acertó a pasar por allí uno de los tenientes de la villa, y, viendo tanta gente junta,
preguntó qué era; y fuéle respondido que estaban escuchando a la Gitanilla hermosa, que
cantaba. Llegóse el teniente, que era curioso, y escuchó un rato, (...) y, habiéndole
parecido por todo estremo bien la gitanilla, mandó a un paje suyo dijese a la g itana vieja
que al anochecer fuese a su casa con las gitanillas, que quería que las oyese doña Clara,
su mujer. Hízolo así el paje, y la vieja dijo que sí iría.
(1) provistas
(2) en abundancia (3) repetición del tema musical
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