Planificación de acciones basadas en información de EMSE. Provincia de Neuquén. Entre las enfermedades crónicas se destacan por su prevalencia y la carga de enfermedad que generan, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. Se identifican a su vez cuatro factores de riesgo mayores para estas enfermedades, como la alimentación no saludable, la inactividad física, el consumo de tabaco y de alcohol. “Actualmente a nivel mundial, el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la insuficiencia ponderal. La prevalencia de obesidad y el sobrepeso aumentó en niños y adolescentes.” (WHO. Global Database on Body Mass Index). Del análisis de los datos de la Encuesta Mundial de Salud Escolar, en la provincia de Neuquén considero que sería importante priorizar el trabajo en una alimentación saludable, ya que este indicador muestra que el 36,9 % de los estudiantes presentan sobrepeso u obesidad, de acuerdo a los datos relevados. Si bien no muestran una diferencia significativa con los valores nacionales, a esto se suma el elevado consumo de gaseosas azucaradas y el importante porcentaje de sedentarismo (50%), entre los adolescentes. Si tenemos en cuenta el conjunto de estos datos creo que sería importante realizar acciones para disminuir las condiciones que llevarán a aumentar los factores de riesgo de las enfermedades como hipertensión, hiperglucemias, hiperlipidemia, sobrepeso y obesidad, que a su vez derivarán en enfermedad cardiovascular, diabetes, y cáncer. Teniendo en cuenta la carga de enfermedad y la vulnerablilidad (factores de riesgo modificables), debemos pensar en realizar intervenciones para disminuirlos. La estrategia de intervención debe tener un enfoque integral e intersectorial convocando a participar a distintos sectores además de los relacionados con la salud, ya que desde el sector salud, tendríamos acceso a la población que concurre por algún motivo a la consulta, se debe convocar a sectores como la educación, la producción, economía entre otros, para promover las intervenciones que puedan impactar a nivel poblacional y que permitan prevenir y controlar las enfermedades no trasmisibles. Acciones de promoción de la salud. En los Centros de Atención primaria, abordar pautas de alimentación saludable, en la consulta, salas de espera activas, con la participación de distintos integrantes del equipo de salud, recomendando alimentos, formas de elaboración, promoviendo el autocuidado. Educación: incorporar en la curricula desde el nivel inicial y los subsiguientes contenidos sobre alimentación saludable. Implementar kioscos saludables y comedores para los estudiantes que asistan a establecimientos de jornada completa. Trabajar la temática en ferias de ciencias. Promover además la realización de mayor actividad física, aumentando la carga horaria de la materia. Información a la población sobre alimentos saludables, y formas de elaboración, a través de la difusión en los distintos medios de comunicación. Legislación: Etiquetado correcto de los alimentos con los contenidos de ácidos grasos saturados y grasas trans, sodio en los alimentos y el riesgo que conllevan para la salud. Reducción del contenido de sodio en productos elaborados y panificados. Se puede realizar con reglamentaciones provinciales y municipales, con control en los comercios. Estimular la producción de alimentos beneficiosos para la salud, de manera que haya una mejor oferta de estos productos a los consumidores. Promover y fomentar la realización de actividad física y el cuidado de la salud. También sería adecuado realizar alguna estrategia de vigilancia epidemiológica para las enfermedades no transmisibles, para contar con datos provinciales y poder comparar las tendencias a lo largo de los años. El avance que introduce el concepto de Carga de enfermedad, respecto a los enfoques tradicionales basados en la mortalidad radica en la incorporación de la discapacidad en la medición de los resultados que no llegan a la muerte, AVPD (años de vida perdidos por discapacidad), contribuyendo también con una innovación en los indicadores de salud, como son los valores sociales en torno a la duración de la vida, el valor de la vida a diferentes edades.